tag:theconversation.com,2011:/es/topics/democracia-47194/articlesdemocracia – The Conversation2024-03-26T18:33:34Ztag:theconversation.com,2011:article/2219472024-03-26T18:33:34Z2024-03-26T18:33:34ZEl ‘lobby’ bajo la lupa: ¿es una actividad democrática?<p>El <a href="https://www.rtve.es/noticias/20240214/alberto-garzon-renuncia-incorporarse-consultora-acento/15969397.shtml">anuncio frustrado</a> del exministro Alberto Garzón de empezar a trabajar en una consultora nacional de asuntos públicos volvió a poner sobre la mesa la existencia de los grupos de presión, su labor y, específicamente, la idoneidad democrática de que cuenten en sus filas con personas que se han dedicado recientemente a la política. </p>
<p>El caso llegó a la opinión pública después de los escándalos relacionados con la acción de influencia de determinados países en el Parlamento Europeo, que involucraba a políticos en activo, pero también a otros que ya no ostentaban cargos públicos. </p>
<p>Más allá de las críticas a la falta de coherencia del exministro, el debate pone en evidencia el cuestionamiento de una actividad cada vez más habitual en España. </p>
<p>El <em>lobista</em> es el profesional que lleva a cabo cualquier comunicación oral o escrita <a href="https://legalinstruments.oecd.org/en/instruments/OECD-LEGAL-0379?_ga=2.215967121.784432486.1657891584-2103127450.1657891584">para influir en el poder legislativo o ejecutivo</a>. No hay duda de que su nombre se debe a la palabra <em>lobby</em>, que en inglés se traduce como “vestíbulo”. Lo que no está tan claro es en qué circunstancias se asocia a la actividad de influencia. </p>
<h2>¿De dónde viene el concepto?</h2>
<p>Algunos sostienen que el término <em>lobby</em> se originó a partir de las reuniones que el presidente norteamericano Ulysses Grant (1869-1877) mantenía en el vestíbulo de un hotel en Washington, donde era invitado a consumir bebidas con el propósito de influir en las decisiones políticas. Otros remontan su origen al parlamentarismo inglés y, específicamente, a las reuniones de los miembros del parlamento en los vestíbulos antes y después de los debates parlamentarios, donde se encontraban con los representados. </p>
<p>Independientemente de su origen, en la actualidad la labor del <em>lobby</em> va más allá de celebrar reuniones con políticos o grupos de interés. Requiere una estrategia cuidadosa y planificada que, al acceso a quienes toman las decisiones, añade conocimiento jurídico, político y de comunicación. Una acción integral imprescindible para moverse en un panorama político cada vez más inestable en todo el mundo.</p>
<p>De ahí que entre los distintos perfiles profesionales que pueden dedicarse al <em>lobby</em>, que incluyen el derecho, la política y la comunicación, el de los ex políticos resulte tan atractivo. Tras abandonar sus responsabilidades, gozan de un conocimiento profundo de determinados sectores, así como de capacidad de relación y acceso con aquellos que tienen capacidad de decisión.</p>
<h2>Un bien para la democracia</h2>
<p>Ahora bien, esta actividad de influencia, en función de cómo se realice, puede suponer un bien para las democracias o puede ser una amenaza.</p>
<p>La función del <em>lobista</em> puede ser una contribución al bien común. Entre sus ventajas podríamos incluir:</p>
<ul>
<li><p>Fortalecimiento de la sociedad civil. En palabras del pensador francés <a href="https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2048125.pdf">Alexis de Tocqueville</a>, asociaciones como los grupos de interés son esenciales para la defensa de las libertades ante el poder político: “Una asociación política, industrial, comercial o aun científica y literaria es un ciudadano ilustrado y potente que no se puede someter fácilmente ni oprimir en la sombra y que, defendiendo sus derechos particulares contra las exigencias del poder, salva las libertades comunes”.</p></li>
<li><p>Canalización de participación ciudadana. Actúan como puente para representar diversos intereses, facilitando la participación ciudadana en el proceso político como traductores del interés de la sociedad al lenguaje de las administraciones.</p></li>
<li><p>Enriquecimiento del proceso político. Contribuyen al proceso político al presentar a legisladores diversas perspectivas, resultando en regulaciones más integrales y profesionales al aportar información técnica y conocimiento de la realidad a la toma de decisiones complejas.</p></li>
</ul>
<p>De ahí que podamos decir que el <em>lobby</em> puede servir para mejorar las labores legislativas y de gobierno.</p>
<h2>O una amenaza</h2>
<p>Sin embargo, también puede suponer una amenaza para las democracias. Podríamos identificar los siguientes riesgos:</p>
<ul>
<li><p>Falta de transparencia, dado que la opacidad en las prácticas de <em>lobby</em> representa una amenaza al permitir que intereses privados influyan sin ser examinados, además de dificultar la rendición de cuentas. Siembra el terreno para prácticas de corrupción o compra de voluntades, que pueden acabar erosionando la confianza en las democracias y gobiernos.</p></li>
<li><p>Desigualdad de acceso. La amenaza de desigualdad surge cuando algunos grupos con grandes recursos tienen un acceso más fácil, creando un sistema donde ciertos intereses prevalecen, minando la pluralidad del proceso democrático.</p></li>
<li><p>Captura regulatoria. Se origina cuando los <em>lobbies</em> consiguen que el legislador o ejecutivo actúe solo teniendo en cuenta la voluntad de los grupos de interés, dejando a un lado otros intereses sociales a través, por ejemplo, de mecanismos como el de las <a href="https://theconversation.com/los-lobbies-en-espana-grupos-de-presion-politica-con-muchas-lagunas-de-regulacion-190960">puertas giratorias</a>.</p></li>
</ul>
<h2>¿Se profesionalizará el ‘lobby’?</h2>
<p>Tras años moviéndose entre las sombras y la regularización, actualmente el futuro del <em>lobby</em> gira en torno a tres ejes: la profesionalización, regulación y democratización.</p>
<p>En la actualidad, observamos una creciente tendencia hacia la profesionalización de esta actividad, con numerosas empresas incorporándola como una labor en la que han de invertir. Por ejemplo, <a href="https://corporateeurope.org/en/2021/08/lobby-network-big-techs-web-influence-eu">las grandes tecnológicas invierten</a> más de 97 millones en <em>lobby</em> en la UE, <a href="https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/lobbies-grupos-presion-union-europea/">hay más de 12 000 <em>lobbies</em> registrados en la Unión Europea</a> y, a nivel nacional, en España, <a href="https://rgi.cnmc.es/">en el registro de la CNMC</a>, existen alrededor de 1 314 grupos inscritos. </p>
<p>Por otro lado, <a href="https://grayling.com/es/news-and-views/la-regulacion-del-lobby-en-espana-un-camino-necesario/por">la regulación</a> <a href="https://www.boe.es/eli/es-ar/l/2017/06/01/5">se erige</a> como un pilar fundamental para dar forma al futuro de los <em>lobbies</em>. En la actualidad, 29 países han implementado medidas regulatorias que tienen como herramientas principales la transparencia (a través del registro) y la ética (reflejada en códigos de conducta), siguiendo el modelo propuesto por la <a href="https://legalinstruments.oecd.org/en/instruments/OECD-LEGAL-0379?_ga=2.215967121.784432486.1657891584-2103127450.1657891584">OCDE en sus recomendaciones</a>.</p>
<p>Además, se apunta hacia la democratización del <em>lobby</em> como una necesidad y hacia una forma de hacer <em>lobby</em> respetuosa con la transparencia, los principios democráticos. También a la existencia de un <em>lobby</em> ciudadano cuyo objetivo sea defender intereses públicos. Solo de esta manera el <em>lobista</em> podrá convertirse en un verdadero aliado de la democracia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/221947/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rafael Rubio recibe fondos del Ministerio de Ciencia del gobierno de España.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Dídac Sánchez Olaya no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿Son los expolíticos idóneos para ejercer de lobistas? Se cuestiona su papel en la democracia, considerándolo tanto una contribución al bien común como una amenaza por la falta de transparencia y la desigualdad de acceso.Rafael Rubio, Catedrático de Derecho Constitucional, Universidad Complutense de MadridDídac Sánchez Olaya, Research assistant, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2234022024-02-26T20:55:05Z2024-02-26T20:55:05ZDe esos polvos, estos lodos: cortoplacismo e inseguridad en Latinoamérica<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/577063/original/file-20240221-22-hxwngr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C2035%2C1532&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El presidente salvadoreño Nayib Bukele manipula un DroneShield C-UAS DroneGun Tactical australiano en su despacho presidencial en septiembre de 2023.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://x.com/nayibbukele/status/1707966779413151957?s=20">Twiiter @nayibbukele</a></span></figcaption></figure><p>Desde que llegara <a href="https://theconversation.com/elecciones-en-el-salvador-inseguridad-calidad-de-la-democracia-y-desafios-economicos-222336">Nayib Bukele a la presidencia de El Salvador</a> prometiendo devolver la seguridad al país centroamericano, la popularidad de sus propuestas no hace más que crecer como la espuma entre los ciudadanos y los políticos de la región. </p>
<p>Para países con democracias jóvenes y economías endebles, la propuesta de seguridad vía la aplicación de “mano dura” promete resultados rápidos en cuestión de control del crimen organizado. Este planteamiento presenta un gran peligro al contraponer la seguridad y los principios democráticos, tales como el estado de derecho y el respeto al debido proceso. La experiencia de muchos países latinoamericanos con <a href="https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/dictaduras-en-america-latina/">las dictaduras del siglo XX</a> debería representar una seria advertencia para estas sociedades.</p>
<p>Las transiciones democráticas de finales del siglo pasado abrieron la puerta para que países que habían sido azotados a partes iguales por guerrillas marxistas y dictaduras ofrecieran seguridad y prosperidad a sus gentes. La precaria cultura democrática de la clase política y de los ciudadanos permitió la aparición de figuras mesiánicas que conseguían votos a golpe de promesas de desarrollo, prosperidad y seguridad. El tiempo ha demostrado que no hay vía rápida para la construcción de estados prósperos, antes bien, los procesos exprés parecen tener fuertes retrocesos al cabo de los años.</p>
<p><a href="https://www.bbc.com/mundo/articles/c51z74dz79zo">Cuando a principios del enero pasado se escapó el líder de la pandilla Los Choneros de la cárcel</a>, los ojos del mundo se volvieron sobre Ecuador, un país que dentro de su vecindario había permanecido aparentemente distanciado de las dinámicas de violencia. El contraste con sus vecinos Colombia y Perú parecían señalarle como una excepción. Sin embargo, la existencia de profundas desigualdades y unas políticas sociales insuficientes llevaron a la conformación de bandas criminales que en los primeros años del siglo empezaban a operar. </p>
<p>La elección de Rafael Correa en 2007 parecía significar una mayor atención a los problemas sociales del país. Sin embargo, para solucionar el tema de las pandillas <a href="https://www.bbc.com/mundo/articles/cyj99yjm7x1o">acabó por legalizarlas</a>, maquillando así un problema mucho más profundo.</p>
<h2>Miradas hacia El Salvador</h2>
<p>En este contexto de creciente inseguridad, en América Latina muchos políticos miran hacia El Salvador. Este país, allá por 2015, tenía la triste fama de ser uno de los países más peligrosos del mundo, llegando a haber <a href="https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwjHxvqmgLqEAxUDgf0HHekyDl8QFnoECBsQAQ&url=https%3A%2F%2Fdatos.bancomundial.org%2Findicator%2FVC.IHR.PSRC.P5%3Flocations%3DSV&usg=AOvVaw3ajL-SVVl1Og4-G2Dq8OJ7&opi=89978449">más de 100 asesinatos por cada 100 000 habitantes</a>. </p>
<p>La llegada de Bukele parece haber traído un cambio en este sentido. Las maras Salvatrucha y M-18 llevaron al país a una situación límite, que pareció acabarse con la llegada de Nayib Bukele, un <em>outsider</em>, un <em>rockstar</em> de la política, joven y atrevido, al menos en apariencia. </p>
<p>Sin embargo, el presidente ha usado incluso el ejército para presionar a la Asamblea y conseguir así la aprobación de un préstamo que financiaría sus políticas de seguridad. Bukele y su partido también <a href="https://www.wola.org/es/analisis/juicios-colectivos-el-salvador-ataque-alarmante-derechos-humanos/">han aprobado en la Asamblea los juicios colectivos</a>, pasando por encima de los derechos individuales y la seguridad jurídica.</p>
<p>La imagen que el gobierno salvadoreño intenta presentar en el exterior muestra al país como un lugar seguro, además de como una <a href="https://www.traveler.es/articulos/surf-city-el-salvador">meca del surf</a> y las criptomonedas. No obstante, si se evalúan a fondo los factores subyacentes a la violencia de hace unos años, comprobamos que siguen presentes. </p>
<p>En medio de la campaña electoral actual han salido a la luz las <a href="https://elfaro.net/es/202401/el_salvador/27224/gobierno-conspiro-con-lider-pandillero-para-recapturar-a-crook-a-traves-de-un-cartel-mexicano">negociaciones del gobierno de Bukele con el cártel Jalisco Nueva Generación</a> buscando su colaboración para recapturar a un líder pandillero que había sido puesto en libertad tras el alto al fuego pactado entre el gobierno y los Salvatruchas. Las políticas de mano dura del mandatario salvadoreño pueden ser efectivas en el corto plazo, sin embargo, para ofrecer resultados más rápidos, ha traspasado una línea roja al negociar con los criminales.</p>
<h2>Una imagen efectiva ante la opinión pública</h2>
<p>Los casos de Ecuador y El Salvador ilustran la urgencia con la que los políticos suelen actuar para ofrecer una imagen efectiva ante la opinión pública. No obstante, estas políticas no son sostenibles a la larga. Para consolidar las instituciones de un Estado se necesita tiempo, recursos y visión de largo plazo y estos ingredientes no se pueden sustituir. </p>
<p>Son muy pocos los casos de países que han conseguido cambiar radicalmente su rumbo en plazos cortos de tiempo, como Chile o <a href="https://www.larepublica.net/noticia/costa-rica-es-primer-lugar-en-latinoamerica-y-39-en-el-mundo-en-indice-global-de-la-paz">Costa Rica</a>. Sin embargo, la situación actual de ambas naciones muestra también que esos precoces éxitos pueden sufrir también grandes retrocesos si no se mantiene la línea.</p>
<p>Es realmente peligroso que las únicas soluciones que se plantean para los problemas de inseguridad en América Latina pasen por la mano dura. En situaciones desesperadas como la que vive hoy Ecuador, pensar en el largo plazo puede ser desesperante, pero las lecciones que la historia nos da no deberían ser echadas en saco roto. </p>
<p>La aplicación de medidas exprés que centren sus esfuerzos en la seguridad mientras olvidan los principios democráticos puede acabar hundiendo países en el lodazal de la criminalidad y la inseguridad. </p>
<p>Haríamos bien en centrarnos en construir una cultura que asegure la libertad, la seguridad y la prosperidad de forma duradera. Estos anhelados objetivos no se conseguirán jamás a través de políticas que sean solo un parche para los problemas que afectan a la región.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223402/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Diego Molina Méndez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La aplicación de medidas exprés que centren sus esfuerzos en la seguridad mientras olvidan los principios democráticos puede acabar hundiendo países en el lodazal de la criminalidad y la inseguridad.Juan Diego Molina Méndez, Investigador del Instituto Cultura y Sociedad, Universidad de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2241282024-02-25T21:44:46Z2024-02-25T21:44:46ZPor qué Bolsonaro no logró derrocar la democracia pero sigue siendo una amenaza<p>El 5 de julio de 2022, el entonces presidente brasileño Jair Bolsonaro convocó a sus ministros y colaboradores a una reunión en su residencia oficial. Discutieron largo y tendido acerca de la fórmula para evitar una derrota en las inminentes elecciones de octubre. Todos en la sala parecían estar de acuerdo en un punto: la democracia no debía interponerse en su camino.</p>
<p>Cuando estaba en el cargo, Bolsonaro alertó varias veces contra las elecciones de 2022, copiando la campaña de Donald Trump <a href="https://edition.cnn.com/2020/11/13/business/stop-the-steal-disinformation-campaign-invs/index.html">#StopTheSteal</a>. Tener que pasar por las urnas era para Bolsonaro una verdadera molestia, pero nadie podía imaginarse hasta dónde sería capaz de llegar para intentar aferrarse al cargo.</p>
<p>Se acaban de publicar imágenes de la reunión de julio de 2022 como parte de una orden judicial emitida por el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes. La Policía Federal detuvo a tres de los más cercanos colaboradores de Bolsonaro y dictó órdenes de registro contra exministros y militares de alto rango. </p>
<p>Todos ellos están siendo investigados por tramar supuestamente un golpe militar como respuesta a la victoria de Lula da Silva en las urnas. En medio de los registros, la policía encontró un <a href="https://www.aljazeera.com/news/2024/2/8/brazil-police-seize-bolsonaros-passport-amid-coup-probe">proyecto de decreto</a> mediante el cual Bolsonaro pretendía supuestamente instaurar el estado de sitio en el país, entregaría el poder a los generales y pondría entre rejas al juez Moraes.</p>
<p>El <em>bolsonarismo</em> odia a <a href="https://www.nytimes.com/2023/01/22/world/americas/brazil-alexandre-de-moraes.html">Moraes</a> aún más de lo que odia a Lula. Después de todo, varias decisiones tomadas por el magistrado han sido claves para frenar el radicalismo y preservar la democracia. </p>
<h2>Aguantar, pase lo que pase</h2>
<p>El ascenso y caída de Bolsonaro ha dejado claro que la extrema derecha brasileña es una suma de ideología y autoritarismo. El expresidente y sus socios no solo harían lo imposible por librar guerras culturales y desacreditar a sus enemigos; las investigaciones han demostrado que harían lo que fuera necesario para aferrarse al poder.</p>
<p>¿Por qué, entonces, Bolsonaro fracasó en su intento de derrocar la democracia? </p>
<p>La incompetencia y el autoengaño seguramente han desempeñado un papel, pero hay más factores que explican la supervivencia democrática de Brasil. Uno de ellos es que el Tribunal Supremo parecía estar siempre un paso por delante de Bolsonaro. </p>
<p>Desde que sus partidarios comenzaran a inundar las calles durante la pandemia de COVID-19 para exigir una intervención militar, el tribunal ordenó no menos de <a href="https://iepecdg.com.br/wp-content/uploads/2023/07/o-stf-e-a-defesa-da-democracia-no-brasil_230702_174751.pdf">ocho investigaciones contra Bolsonaro y sus aliados</a> tanto dentro como fuera del gobierno. </p>
<p>Otra razón fue la movilización internacional en defensa de la democracia brasileña. El deseo de Bolsonaro de seguir el guión radical de Donald Trump fue una señal de alarma para muchos activistas, periodistas y políticos extranjeros. Cuando quedó claro que el <em>bolsonarismo</em> era, en muchos sentidos, una versión tropical del <em>trumpismo</em>, Brasil se convirtió en un campo de batalla ideológico global entre progresistas y reaccionarios. </p>
<p>La extrema derecha, <a href="https://newrepublic.com/article/163301/steve-bannon-brazil-maga-battleground-bolsonaro">encabezada por Steve Bannon</a>, utilizó Brasil como laboratorio de ideas extremistas, especialmente mientras Trump aún era presidente. Los defensores demócratas, a su vez, cerraron filas con sus homólogos brasileños para resistir el asalto de Bolsonaro a los derechos humanos, la salud pública y el medio ambiente. Con Biden en la Casa Blanca, Estados Unidos también ayudó a constreñir al gobierno de Bolsonaro a través de canales diplomáticos.</p>
<p>El triunfo de Lula en 2022 se consideró en gran medida una victoria de los demócratas. Sin embargo, las instituciones políticas de Brasil no pueden cantar victoria. Ni mucho menos. Quizás el mensaje más alarmante de las últimas investigaciones del Tribunal Supremo es que los oficiales militares han estado involucrados en socavar la democracia en cada paso del camino. </p>
<p>En lugar de repudiar los llamamientos populares a favor de un golpe de Estado, los militares han estimulado en ocasiones un comportamiento antidemocrático al servicio de su propia vanidad, y en contra de la ley. </p>
<p>Miles de partidarios de Bolsonaro acamparon frente a la sede militar, con la complicidad de las fuerzas armadas, proporcionando el caldo de cultivo perfecto para el intento de golpe del 8 de enero de 2023.</p>
<h2>Probando los límites de la democracia</h2>
<p>De hecho, la versión brasileña de los disturbios del Capitolio del 6 de enero de 2021 es un cuento con moraleja de cómo puede producirse un intento de golpe de Estado incluso después de que el autócrata dimita. </p>
<p>Mientras Trump, aún en funciones, agitaba a una turba para invadir el Congreso e impedir la sesión que certificaría los resultados de las elecciones de 2020, el caos sembrado por las hordas pro-Bolsonaro tuvo lugar una semana después de que Lula hubiera jurado su cargo. Incluso bajo la autoridad de Lula, los militares no hicieron nada para detener el caos en Brasilia.</p>
<p>Un año después, algunos militares parecen seguir poniendo a prueba los límites de la democracia. Hace unos días, tras la detención de algunos oficiales en activo y retirados en la operación de la policía federal, el ex vicepresidente de Bolsonaro y ahora senador Hamilton Mourão llegó a <a href="https://brazilian.report/liveblog/politics-insider/2024/02/08/bolsonaro-police-vp-military-revolt/">pedir a los militares que se levantaran contra el Tribunal Supremo</a>.</p>
<p>Mourão, general retirado reconvertido en político, no es el único que rechaza el Estado de derecho. Según una encuesta nacional, los brasileños siguen muy divididos con respecto a Bolsonaro: el 36,8 % cree que el expresidente no intentó dar un golpe de Estado, el 42,2 % considera que está siendo injustamente perseguido y el 47,3 % piensa que los brasileños viven bajo una “<a href="https://congressoemfoco.uol.com.br/area/pais/bolsonaro-tentou-golpe-sera-preso-pesquisa-mostra-opiniao-de-brasileiros/">dictadura judicial</a>”. </p>
<p>Todo esto es demasiado sintomático de un país que aún tiene que exorcizar los demonios de su pasado dictatorial y superar su presente profundamente polarizado. Jueces y políticos comprometidos con los valores democráticos deben trabajar juntos para combatir y castigar el populismo autoritario en todas sus formas. </p>
<p>Sin embargo, mientras Bolsonaro siga siendo una figura central en la política brasileña, es poco probable que este escenario cambie, e incluso puede empeorar si Trump vuelve a ser elegido en Estados Unidos. Aunque Bolsonaro es actualmente inelegible para presentarse a las elecciones, una reaparición política no es inimaginable en caso de que las instituciones democráticas no hagan bien su trabajo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/224128/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Guilherme Casarões no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La Policía Federal detuvo a algunos de los colaboradores más cercanos de Bolsonaro y llevó a cabo órdenes de registro contra exministros y militares de alto rango. La acusación: planear un golpe de Estado.Guilherme Casarões, Professor of Political Science, Escola de Administração de Empresas de São Paulo da Fundação Getúlio Vargas (FGV/EAESP)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2134082023-10-05T19:38:56Z2023-10-05T19:38:56ZPerú empieza a caer en picado y cada vez se complica más su regeneración política<p>Perú ha pasado en los últimos diez años de ser el “tigre andino” (uno de los países latinoamericanos con <a href="https://www.gov.uk/government/news/economic-report-international-endorsement-of-perus-economic-success">mejores perspectivas económicas futuras</a>) a una de las democracias con un estado de salud más preocupante de la región. </p>
<p>El <a href="https://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GDP.MKTP.KD.ZG?end=2022&locations=PE&start=2000">freno</a> en 2014 a sus altas tasas de expansión económica y las revelaciones a partir de 2016 de la implicación de importantes políticos en la <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-47969408">trama de corrupción de Odebrecht</a> pusieron en evidencia la precariedad de la estabilidad del país andino. </p>
<p>Pedro Pablo Kuczynsky, el presidente en ejercicio en el momento en el que estalló el <em>affaire</em> Odebrecht, fue sometido a una moción de censura por el Congreso en 2018, entre <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-43491464">acusaciones de corrupción</a> que iban más allá de ese caso. Desde entonces, cuatro presidentes desfilaron por el cargo en tan solo cuatro años. Todos fueron incapaces de afrontar los graves problemas que afectan al país: la débil implantación de los partidos políticos en la sociedad civil, la baja calidad de los servicios públicos básicos, una extendida corrupción o preocupantes niveles de inseguridad ciudadana.</p>
<h2>El último presidente “fallido”</h2>
<p>De esos presidentes “fallidos”, dos fueron destituidos por un Congreso en extremo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Periodo_parlamentario_2016-2021_del_Congreso_de_la_Rep%C3%BAblica_del_Per%C3%BA">fragmentado</a> y caracterizado por las alianzas volátiles, en las que cuentan más los intereses individuales de los propios congresistas que los del electorado. El último de los mandatarios censurados fue Pedro Castillo, que en diciembre de 2022 fue desposeído de la presidencia. Se le acusó de haber intentado perpetrar un golpe de Estado. </p>
<p>Lo cierto es que esas acusaciones no carecían de fundamento. Castillo, que se autodefinía como “<a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-57511699#:%7E:text=%22No%20somos%20chavistas.%20No%20somos%20comunistas%22%20Per%C3%BA%20Libre%2C,%22supervisor%22%20a%20%22interventor%2C%20planificador%2C%20innovador%2C%20empresario%20y%20protector%22.">marxista leninista</a>”, supo capitalizar en 2021 el voto del descontento. En su <a href="https://www.journalofdemocracy.org/articles/latin-america-erupts-peru-goes-populist/">campaña electoral</a> prometió acabar con las desigualdades, iniciar un proceso constitucional dirigido a empoderar a los sectores populares y limpiar instituciones clave como el Tribunal Constitucional, al que acusaba de “fallar en contra del pueblo” sistemáticamente.</p>
<p>Un discurso encendido, populista, pero que se demostró vacío de contenido en cuanto accedió al poder. En los apenas 18 meses que ostentó la presidencia no fue capaz de poner en práctica sus propuestas. Ni siquiera supo contentar a su <a href="https://nuso.org/articulo/peru-el-profesor-en-su-laberinto/">base política en el Congreso</a>. En un contexto de fuerte crispación social, de baja popularidad y de acoso parlamentario, Castillo decidió en diciembre de 2022 cerrar la cámara legislativa. Su objetivo: evitar la moción de censura que se estaba preparando. Pero <a href="https://nuso.org/articulo/pedrocastillo-peru-boluarte/">fracasó</a> en su intento. </p>
<p>Desgraciadamente, la destitución de Castillo no supuso el inicio de una nueva fase de regeneración política. Le sucedió en el cargo una exvicepresidenta suya, <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-63895218">Dina Boluarte</a>, quien a día de hoy es una de las dirigentes <a href="https://www.cronicaviva.com.pe/alarmante-cifras-de-desaprobacion-contra-boluarte-y-el-congreso/">más impopulares</a> de la historia reciente del país. Su negativa a convocar elecciones inmediatas le ha llevado a continuos enfrentamientos con la sociedad civil. Grandes manifestaciones han recorrido las calles del Perú exigiendo su renuncia en los últimos meses. </p>
<p>La presidenta, sin embargo, no ha dudado en recurrir a la violencia policial para acallar las protestas. Esa fuerte represión (que ha producido víctimas mortales) ha provocado una caída continua de sus índices de aprobación. Hoy apenas alcanzan el <a href="https://iep.org.pe/wp-content/uploads/2023/08/IEP-Informe-de-Opinion-Agosto-2023.-Informe-parcial-280823.pdf">10,5 %</a>. </p>
<p>Esa crisis de credibilidad no se limita a la presidencia. También afecta a casi todas las instituciones clave del sistema. Según las últimas encuestas, el <a href="https://www.latinobarometro.org/lat.jsp">91 %</a> de la población está insatisfecha con el funcionamiento general de su democracia, el <a href="https://www.latinobarometro.org/lat.jsp">90 %</a> tiene una opinión negativa de los partidos políticos y del Congreso, un <a href="https://iep.org.pe/wp-content/uploads/2023/08/IEP-Informe-de-Opinion-Agosto-2023.-Informe-parcial-280823.pdf">73 %</a> desconfía del poder judicial y un <a href="https://iep.org.pe/wp-content/uploads/2023/08/IEP-Informe-de-Opinion-Agosto-2023.-Informe-parcial-280823.pdf">63 %</a> de las fuerzas del orden. </p>
<p>Estas cifras dramáticas tienen su reflejo en la baja calificación que la democracia peruana ha recibido por parte de medios de referencia como <a href="https://cnnespanol.cnn.com/video/the-economist-degrada-peru-indice-democracia-fernando-del-rincon-conclusiones-cnne/"><em>The Economist</em></a>. En 2023, este medio ha pasado a considerar a Perú como un “régimen híbrido”, es decir, que mantiene una fachada democrática, pero que comparte demasiadas similitudes con regímenes autoritarios.</p>
<h2>Las protestas no devuelven la democracia</h2>
<p>El futuro de Perú es, de esta manera, poco esperanzador. No parece que de las protestas (<a href="https://nuso.org/articulo/304-revolucion-barbarie-protestas-peru/">excesivamente divididas</a>) vaya a surgir un movimiento de regeneración democrática. Y no sería descabellado que la presidenta llegara a agotar su mandato, que expira en 2026. A pesar de su baja popularidad, cuenta con el importante <a href="https://www.infobae.com/peru/2023/07/16/dina-boluarte-es-una-presidenta-amada-por-los-ceo-pero-odiada-por-casi-todos-los-demas-afirma-bloomberg/">apoyo de los empresarios del país</a>. También con la ventaja de mantener un “pacto tácito” con un Congreso excesivamente influido por los grupos de interés y de presión. Este acuerdo consiste en dejar libertad de acción a la cámara a cambio de que esta deje al Gobierno tranquilo. </p>
<p>La consecuencia más grave de esta situación han sido los recientes intentos del Congreso de imponerse sobre organismos de control neutrales como el Tribunal Constitucional o el Jurado Nacional de Elecciones. Ese entendimiento entre el Ejecutivo y el Legislativo supone, por tanto, una auténtica perversión de lo que sería una responsable política de consensos y de <em>checks and balances</em>. En este caso más bien se podría hablar de un gran “pacto entre corruptos”.</p>
<p>Por ello, algunos algunos analistas de prestigio hablan ya de la posible “<a href="https://vergarapaniagua.files.wordpress.com/2023/07/fal23_3_13_vergara_quinon.pdf">guatemalización</a>” de Perú. Al igual que ha sucedido en Guatemala, temen que la arquitectura institucional del país andino acabe bajo el control de una élite corrupta, dispuesta a vaciarla de su contenido democrático y de explotarla en su propio beneficio.</p>
<p>En cualquier caso, lo único que está claro es que Perú se encuentra desde hace tiempo en una pendiente resbaladiza hacia un futuro incierto. Cada vez más desprovisto de amarres, el peligro de entrar en una dinámica de caída libre es más que real.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213408/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jose Manuel Ferrary Merino no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En apenas diez años, Perú ha pasado de ser considerado el “tigre andino” a una de las democracias más débiles de la región.Jose Manuel Ferrary Merino, Investigador y docente en la Universidad Internacional de la Rioja. Doctor en Historia por la Universidad de Navarra. , UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2029292023-09-14T18:05:07Z2023-09-14T18:05:07ZAsambleas, presupuestos participativos y referéndums: las innovaciones que marcan la nueva democracia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/548377/original/file-20230914-12633-m9ahyt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C6%2C4483%2C2968&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/raising-hands-participation-676447282">Day Of Victory Studio / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Vivimos una crisis de legitimación de las democracias y esta se está acompañando de dos movimientos importantes. De una parte, <a href="https://www.oecd.org/gov/open-government/participacion-ciudadana-innovadora-y-nuevas-instituciones-democraticas-la-ola-deliberativa.pdf">las instituciones</a> implementan innovaciones democráticas orientadas a limitar la distancia entre la ciudadanía y las estructuras políticas. Con eso se busca aumentar la eficacia y la eficiencia de las políticas públicas. Por otro lado, asistimos a la <a href="https://ejpr.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/1475-6765.12421">irrupción de la sociedad</a> exigiendo una profundización democrática en forma de movilizaciones, desobediencia civil e innovaciones participativas.</p>
<p>Sea vía invitación institucional, sea vía movilización, la entrada del siglo XXI viene marcada por una <a href="https://isdfundacion.org/2022/11/14/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-participacion/">creciente extensión de instrumentos</a>, propuestas e <a href="https://www.ehu.eus/es/web/partehartuz/home">innovaciones participativas</a>. </p>
<p>A la hora de <a href="https://isdfundacion.org/2022/12/05/cartografias-hibridas-de-la-participacion-gobernanza-y-movilizacion/">ordenar y cartografiar</a> esta miríada de propuestas debemos identificar las motivaciones e imaginarios democráticos sobre las que descansan. En esencia, son claves <a href="https://isdfundacion.org/2023/01/09/el-mapa-de-las-innovaciones-democraticas/">tres críticas</a> que buscan profundizar la democracia. </p>
<p>Por un lado, la <a href="https://delibdemjournal.org/">crítica deliberativa</a> apuesta por profundizar la democracia a través de la deliberación pública. Para ello busca facilitar discusiones basadas en argumentos razonables y razonados entre personas elegidas al azar. Este es el caso de las asambleas ciudadanas, muchas de ellas orientadas a realizar propuestas para <a href="https://asambleaciudadanadelcambioclimatico.es/">hacer frente a la crisis climática</a>. </p>
<h2>Las asambleas de Irlanda</h2>
<p>Entre muchos ejemplos, quizá el más referencial, conocido y acabado sea el de <a href="https://democraciaporsorteo.org/casos-destacados/nivel-estatal/irlanda-asamblea-ciudadana-2016-2018/">las asambleas celebradas en Irlanda</a>. En ellas un grupo de ciudadanos y ciudadanas elegido a través de una muestra representativa se pronunció ante la reforma constitucional en relación con el aborto.</p>
<p>Por otro lado, <a href="https://www.redcimas.org/wordpress/wp-content/uploads/2012/08/m_Antigona_LAdemocracia.pdf">la crítica participativa</a> aspira a convertir a la ciudadanía en sujeto de cambio en clave de igualdad y justicia social. Este acercamiento sigue la apuesta de referentes del pensamiento crítico como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Orlando_Fals_Borda">Fals Borda</a> o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Paulo_Freire">Paulo Freire</a>. Este es el espíritu de los <a href="https://antigona.info/wp-content/uploads/2016/10/Capi%CC%81tulo-Origenes-de-los-Presupuestos-Participativos.pdf">Presupuestos Participativos</a>, cuyo ejemplo paradigmático es el de <a href="https://www.presupuestoparticipativo.com/Docs/ExpPortoAlegre.htm">Porto Alegre</a>. </p>
<p>En ellos la ciudadanía, tras deliberar sobre las necesidades municipales, identifica una serie de propuestas que, tras una votación popular, son incorporadas al presupuesto municipal. No obstante, <a href="https://libreria.cis.es/libros/el-circulo-virtuoso-de-la-democracia-los-presupuestos-participativos-a-debate/9788474766028/">en su extensión a Europa</a> esta innovación ha perdido parte de su lógica crítica, articuladora de redes y orientada a la justicia.</p>
<p>En tercer lugar, tenemos la crítica al modelo representativo, que apuesta por una democracia directa con la celebración regular de referéndums. </p>
<p>En cualquiera de los casos, en la práctica real, estas lógicas de democracia directa <a href="https://isdfundacion.org/2022/12/05/cartografias-hibridas-de-la-participacion-gobernanza-y-movilizacion/">pueden hibridarse</a>. Así, los presupuestos participativos incorporan la deliberación para la priorización de las propuestas a través de votaciones populares. De la misma forma, los procesos deliberativos pueden orientar el voto en referéndums. </p>
<h2>Cuando la ciudadanía decide</h2>
<p>Este es el caso de la <a href="https://www.bloginteligenciacolectiva.com/promover-votantes-mas-informados-cir-oregon/">Citicens’ Iniciative Review</a> en Oregón (EE. UU.), que reúne un grupo de ciudadanos y ciudadanas escogidos al azar. Estas personas, tras escuchar a todas las partes implicadas, delimitan los pros y los contras de las propuestas sometidas a votación para facilitar la decisión de la ciudadanía. Con ello plantean los argumentos favorables y contrarios a la pregunta de cada referéndum.</p>
<p>Una cuarta innovación democrática asumiría un punto de partida más instrumental. La complejidad de ciertos problemas “malditos” obliga a una toma de decisiones asentada en la colaboración con la sociedad y sus organizaciones. </p>
<p>Así, la <a href="https://academic.oup.com/jpart/article/22/1/1/944908">gobernanza colaborativa</a> genera estructuras estables. En ellas, los actores afectados colaboran para realizar diagnósticos y proponer soluciones a problemas que requieren de la concertación de sectores y espacios sociales plurales.</p>
<p>En su estado óptimo, estas redes deben concitar a representantes políticos, técnicos y de la ciudadanía organizada y no organizada. Estas formas de gobernanza colaborativa pueden ser “dirigidas”, normalmente por una institución. Pueden ser “invitadas” por un actor neutral para todas las partes o pueden ser “autoorganizadas”, muchas veces por organizaciones sociales. </p>
<p>De esta forma, la gobernanza colaborativa aúna experiencias diversas como los <a href="http://plancomunitariocarabanchel.net/">Planes de Desarrollo Comunitario</a>, los <a href="https://digital.csic.es/handle/10261/233881">Consejos Consultivos</a> o <a href="https://www.gipuzkoa.eus/es/web/etorkizuna-eraikiz-bckp/escuchar/think-tank">ciertos <em>think tanks</em></a> orientados a la toma de decisiones políticas (modelos autoorganizado, invitado y dirigido, respectivamente). </p>
<p>Dependiendo de quién sea el iniciador, los elementos centrales para el éxito son diferentes. En el caso de las instituciones como iniciadoras es clave el <a href="https://www.etorkizunaeraikiz.eus/es/">liderazgo político y los incentivos</a>. En el caso de las apuestas por invitación es clave que los actores compartan una serie de <a href="https://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/es/gobernanza-en-euskal-herria/ar-152137-136135/">principios de trabajo</a>, así como la legitimidad del activador. En el de las que nacen de forma autoorganizada, normalmente desde la sociedad civil, la clave es la existencia de un <a href="https://comunidadmdq.files.wordpress.com/2014/04/comunidad-participacic3b3n-y-desarrollo-m-marchioni.pdf">relato compartido sobre la problemática y el territorio</a>. </p>
<h2>Instituciones y sociedad colaboran</h2>
<p>En todas ellas, finalmente, es fundamental una identificación transversal de la importancia de la temática, la conciencia de las partes en la necesidad de apoyarse en una pluralidad de actores. Y, sobre todo, un horizonte en el que la institución y las organizaciones sociales colaboran de forma horizontal y corresponsable.</p>
<p>En la práctica, estos cuatro carriles se hibridan configurando una trama de posibilidades que ilumina la cartografía de otras democracias que también son posibles. Sobre ellas <a href="https://www.ehu.eus/es/web/partehartuz/-/jornadas-inscripcion">debatimos</a> en Bilbao el pasado abril con referentes como <a href="https://yaninawelp.wordpress.com/about-me/">Yanina Welp</a>, <a href="https://www.sps.ed.ac.uk/staff/oliver-escobar">Oliver Escobar</a>, <a href="https://science-politique.univ-paris8.fr/Yves-Sintomer">Yves Sintomer</a> o <a href="https://www.rifs-potsdam.de/en/people/azucena-moran">Azucena Morán</a>. Personalidades claves en esta temática que forman parte de un programa formativo que a buen seguro será del interés de quien desee profundizar en <a href="https://www.clacso.org/diploma-superior-en-perspectivas-y-metodologias-participativas-para-la-profundizacion-democratica/">metodologías participativas para la profundización democrática</a></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/202929/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Igor Ahedo Gurrutxaga no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La democracia participativa tiene muchas formas que han irrumpido en la sociedad en los últimos años. A través de ellas las instituciones y las organizaciones sociales colaboran de forma horizontal y corresponsable.Igor Ahedo Gurrutxaga, Profesor de Ciencia Política, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2134972023-09-14T18:02:29Z2023-09-14T18:02:29ZLa relación entre ciudadanos, periodismo y política, clave para una democracia sana<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/548274/original/file-20230914-27-1vjc8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C485%2C6000%2C3502&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/buenos-aires-argentina-sept-24-2021-2062996970">Carolina Jaramillo / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El <a href="https://www.un.org/es/observances/democracy-day">Día Internacional de la Democracia</a>, conmemorado el 15 de septiembre, no solo es necesario para concienciarnos sobre la necesidad de los ciudadanos de disfrutar de ella. También supone un momento para reflexionar sobre algunos de los problemas que impiden su desarrollo de forma positiva. El éxito de la convivencia social, que en los últimos años parece encontrarse en estado crítico, depende de encontrar un fin común capaz de vincular a sus miembros por encima de unas necesidades particulares. </p>
<p>Percibimos el deterioro de nuestra convivencia en <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/adolescent-mental-health">la vulnerabilidad de la salud mental de los adolescentes</a>, lo notamos en un mercado capitalista extenuado, se advierte en los conflictos bélicos que perpetúan un mundo de bandos, y se pone de manifiesto en un hacer político basado en intereses particulares. Pero, sobre todo, palpamos la debilidad de nuestro sistema cuando contemplamos la <a href="https://www.redalyc.org/journal/3575/357559213001/html/">falta de entendimiento entre los políticos y los ciudadanos</a> y de estos entre sí.</p>
<p>Para que la democracia sea eficaz es necesario que algunos actores asuman la soberanía del pueblo para ejercer la función de intermediarios entre los ciudadanos y el parlamento, y así poner en marcha el proceso de deliberación requerido para alcanzar acuerdos. </p>
<h2>Una conversación plagada de ruidos</h2>
<p>La mediación política se ha visto oscurecida desde que <a href="https://www.ugr.es/%7Eredce/REDCE32/articulos/04_F_BALAGUER.htm">las empresas tecnológicas irrumpieron en la plaza pública</a> y trastocaron la democracia representativa. Junto con la apropiación de los datos de los usuarios y su venta a los anunciantes, utilizaron sus redes para distribuir información elaborada por otros. Pero también para facilitar la participación de los usuarios en esas conversaciones con la ilusión quimérica de incrementar el consenso y la satisfacción de los intereses de todos.</p>
<p>Sin embargo, <a href="https://www.researchgate.net/publication/228340790_El_espacio_de_lo_politico_en_Habermas_Alcances_y_limites_de_las_nociones_de_esfera_publica_y_politica_deliberativa">como sugiere Habermas</a> en su último ensayo, <em>Un nuevo cambio estructural en la esfera pública y la política deliberativa</em>, las redes sociales parecen ofrecer una forma de comunicación en la que se mezcla lo público y lo privado, dando lugar a una esfera pública fragmentada y narcisista que deforma la percepción de lo común. El problema es que la conversación actual se parece más a un ruido que a un intercambio pacífico de ideas que buscan resolver los problemas y llegar a acuerdos.</p>
<p>Las plataformas sociales han multiplicado el flujo informativo y han permitido que los ciudadanos puedan formar parte de la esfera pública de un modo más directo. Sin embargo, el debate social no ha mejorado, <a href="https://theconversation.com/partidismo-y-polarizacion-una-pandemia-social-206427">sino que se ha polarizado</a> y se han eliminado las voces que no son acordes con la cultura dominante.</p>
<p>Para restaurar el espacio mediático de comprensión son necesarios unos medios de comunicación independientes y solventes económicamente, capaces de dirigir los flujos de información y condensar las opiniones públicas. En la entrevista publicada en el libro <a href="https://revistascientificas.uspceu.com/doxacomunicacion/article/view/2016"><em>Recuperemos el periodismo</em></a> (2023), el presidente de un grupo editorial comentaba que tuvo que aceptar humildemente que lo primero que buscan los lectores en uno de sus periódicos no era el editorial sino el horóscopo. Y luego, las esquelas. </p>
<p>Con esta anécdota reforzaba la idea de poner al lector en el centro del proyecto informativo, y no las pretensiones partidistas o egocéntricas de los editores. En definitiva, una sana democracia depende de unos medios capaces de aportar sentido crítico a la audiencia y hacer llegar a los políticos los problemas que afectan y preocupan a los ciudadanos.</p>
<h2>Soluciones para promover la democracia</h2>
<p>Con ese propósito, la Comisión Europea ha financiado el proyecto <a href="https://resilientmedia.eu/"><em>Resilient Media for Democracy (ReMeD)</em></a> como parte de su programa de investigación e innovación <a href="https://www.horizonteeuropa.es/que-es">Horizonte Europa 2021-2027</a>. ReMeD es un consorcio conformado por ocho universidades europeas y la <a href="https://europeanjournalists.org/">Federación Europea de Periodistas</a>. Está compuesto por 30 investigadores <a href="https://www.unav.edu/web/facultad-de-comunicacion/profesores-e-investigacion/proyecto-remed">liderados por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra</a> que se dedicarán los próximos tres años a abordar las dificultades que enfrentan ciudadanos, periodistas y empresas de comunicación tanto en el acceso a la información como en el ejercicio de su profesión.</p>
<p>La tecnología siempre ha sido un condicionante del mercado de los medios. A veces es vista como enemigo, y otras veces como aliado. Uno de los aspectos transformadores a los que ReMeD quiere prestar atención es cómo la tecnología digital ha influido y distorsionado esas relaciones entre los profesionales de la comunicación y los ciudadanos. </p>
<p>Frente a las empresas tradicionales han surgido canales alternativos como blogueros, youtubers o <em>influencers</em> que ocupan un lugar cada vez más relevante a la hora de informar a los ciudadanos. A través de la colaboración entre académicos, periodistas y ciudadanos, el proyecto busca identificar soluciones y canales de comunicación que promuevan una democracia en la que los medios de comunicación actúen como intermediarios entre los poderes públicos y la población.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213497/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mercedes Medina Laverón es la Investigadora Principal del proyecto ReMeD “Resilient media for Democracy in the digital age”, financiado por el Programa de Investigación e Innovación Horizonte Europa de la Unión Europea. Referencia:101094742. Ha recibido fondos de esos organismos para la ejecución de los objetivos de dicho proyecto, citados en el artículo.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Blanca Basanta Vázquez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El debate social no pasa por su mejor momento y está cada vez más polarizado. Los medios de comunicación no están poniéndoselo fácil a la sociedad y la democracia, irremediablemente, se ve trastocada.Mercedes Medina Laverón, Profesora Titular de Empresa y Estructura de los Mercados de Comunicación, Universidad de NavarraBlanca Basanta Vázquez, Estudiante de doctorado sobre la regulación de plataformas digitales, Universidad de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2121462023-08-28T17:54:56Z2023-08-28T17:54:56Z¿Son los europeos realmente demócratas?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/544295/original/file-20230823-25-u2gdpr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C2%2C1914%2C1273&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Muchos europeos no están satisfechos con el funcionamiento del sistema político de su país. Pero ¿aceptarían vivir bajo un sistema distinto a la democracia? Fotografía tomada durante una manifestación contra la reforma de las pensiones, 2019.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/jmenj/49268357162/in/album-72157689446880593/">Jeanne Manjoulet / Flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Desde 2022, en Francia se ha utilizado de forma frecuente el <a href="https://theconversation.com/article-49.3-ou-quand-la-cinquieme-retrograde-en-quatrieme-59573">artículo 49.3</a> de la Constitución para facilitar la aprobación de leyes impugnadas. Este artículo permite adoptar una ley sin el voto del Parlamento si no se tiene la mayoría necesaria. Esta recurrencia ha llevado a muchos galos a considerar que su sistema político no es democrático. </p>
<p>En las dos últimas décadas, varios países europeos han visto desarrollarse sistemas políticos <a href="https://www.hrw.org/fr/news/2020/04/27/stopper-la-gangrene-de-lautoritarisme-en-europe">más o menos autoritarios</a>, especialmente Polonia y Hungría. Los partidos políticos de <a href="https://www.cairn.info/revue-materiaux-pour-l-histoire-de-notre-temps-2021-1-page-16.htm">extrema derecha</a> se están convirtiendo en una parte cada vez más importante del panorama político en casi todos los países.</p>
<p>Al mismo tiempo, las élites políticas, especialmente los parlamentarios, son <a href="https://theconversation.com/pourquoi-a-t-on-ou-pas-confiance-dans-les-responsables-politiques-72483">duramente criticados</a> por corruptos, por estar demasiado alejados de la gente, y por ser incapaces de escuchar sus necesidades y aprobar una legislación eficaz. </p>
<p>Varios países, entre ellos Francia, han vivido revueltas juveniles que son <a href="https://www.cairn.info/revue-informations-sociales-2011-3-page-60.htm">un signo de malestar social</a>. Por no hablar de los <a href="https://www.consilium.europa.eu/fr/infographics/terrorism-eu-facts-figures/">atentados terroristas</a> que también debilitan a la sociedad. </p>
<p>Así pues, las democracias europeas están en crisis. Más allá de los acontecimientos en los que los medios de comunicación centran su atención, ¿qué sabemos de los valores de los europeos y, más concretamente, de su apego a la democracia?</p>
<p>Un gran número de países del continente son miembros de la <a href="https://www.touteleurope.eu/fonctionnement-de-l-ue/l-union-europeenne/">Unión Europea</a>. Por tanto, se supone que se organizan de acuerdo con los principios fundamentales establecidos en los <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Trait%C3%A9s_de_l%27Union_europ%C3%A9enne">tratados de la Unión</a>. </p>
<p>Según el artículo 2:</p>
<blockquote>
<p>“La Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías. Estos valores son comunes a los Estados miembros en una sociedad caracterizada por el pluralismo, la no discriminación, la tolerancia, la justicia, la solidaridad y la igualdad entre mujeres y hombres”.</p>
</blockquote>
<p>La intención es bonita, pero las <a href="https://europeanvaluesstudy.eu">encuestas</a> realizadas entre los europeos muestran que están lejos de ser ciudadanos tan virtuosos en su apoyo a los valores en los que se funda la Unión como pretenden los Tratados. La obra colectiva que acabo de coordinar, <a href="https://www.pug.fr/produit/2045/9782706151620/les-europeens-et-leurs-valeurs"><em>Los europeos y sus valores: entre el individualismo y la individualización</em></a>, lo demuestra claramente. </p>
<p>Se basa en un análisis de los resultados del <a href="https://europeanvaluesstudy.eu">European Values Studies</a> (EVS), una gran encuesta realizada por investigadores europeos cada nueve años para analizar la evolución de los valores en distintas partes del continente (casi 60 000 personas entrevistadas en 34 países entre 2017 y 2020).</p>
<h2>Algunas tendencias positivas, otras no tanto</h2>
<p>Los datos revelan que, contrariamente a lo que muchos piensan, los valores de <a href="https://theconversation.com/comment-la-solidarite-se-reinvente-en-temps-de-crise-155248">solidaridad</a> se desarrollan –lentamente– frente a las tentaciones del repliegue individualista. El deseo individual de autonomía y libertad para elegir su propia vida se afirma con fuerza en la familia, la política, el trabajo e incluso la religión.</p>
<p>Pero el apego de los europeos a la democracia, cuestión central de este artículo, es menos evidente. Hay una serie de preguntas que nos ayudan a evaluarlo. Es cierto que prácticamente todos los europeos se declaran partidarios del sistema democrático, y tres cuartas partes consideran importante vivir en un país organizado sobre esta base. Al 57 % le gustaría poder opinar más sobre sus necesidades en el trabajo y en su entorno cotidiano. Las expectativas respecto a la democracia son, pues, elevadas. </p>
<p>Pero dominan las críticas y la insatisfacción: sólo un tercio de los europeos considera que su país está gobernado democráticamente, y sólo el 20 % está satisfecho con el funcionamiento del sistema político. Esto es señal de una crisis de representación.</p>
<h2>Sólo el 38 % son “demócratas exclusivos”</h2>
<p>El aparente entusiasmo de los europeos por el sistema democrático debe relativizarse. En efecto, para muchos, la elección del sistema democrático no es exclusiva. </p>
<p>El 52 % aceptaría un gobierno de expertos que tomaran decisiones, el 32 % vería con buenos ojos el poder de un <a href="https://theconversation.com/la-france-penche-t-elle-vers-plus-dautoritarisme-184569">líder autoritario</a> y el 14 % podría incluso apoyar un régimen militar. </p>
<p>En total, sólo el 38 % de los “demócratas exclusivos” consideran que la democracia es buena y los demás sistemas malos. Por lo tanto, los valores democráticos no están muy arraigados en una parte bastante importante de la población. Si surge una crisis política, la tentación de fomentar un sistema antidemocrático puede ser muy fuerte.</p>
<p><iframe id="pQmPl" class="tc-infographic-datawrapper" src="https://datawrapper.dwcdn.net/pQmPl/1/" height="400px" width="100%" style="border: none" frameborder="0"></iframe></p>
<p>Aunque muchos europeos tienen una opinión positiva de la democracia, no todos tienen la misma concepción de ella. La mayoría considera esenciales los rasgos centrales de la democracia representativa (elecciones libres, derechos civiles, igualdad de hombres y mujeres).</p>
<p>Algunos también están apegados a los aspectos económicos. Para ellos, la ayuda a los desempleados, la redistribución a través de los impuestos y la igualación de la renta son aspectos esenciales de una democracia. Estas expectativas económicas son más elevadas en el sur de Europa y en Rusia.</p>
<p>Por último, la encuesta puso a prueba tres características que suelen considerarse antidemocráticas: la obediencia a los gobernantes, la toma del poder por el ejército y la regulación de la política por las autoridades religiosas. Es cierto que estos valores no suelen considerarse esenciales para una democracia. </p>
<p>Pero obedecer a los que están en el poder es visto por el 57 % de los rusos y el 45 % de los europeos del sur como una fuerte característica de la democracia. Sin embargo, la obediencia a los gobernantes no permite criticar y protestar, un derecho fundamental en democracia.</p>
<h2>¿Dónde hay más apego a la democracia?</h2>
<p>Hay muchos más demócratas exclusivos en los países nórdicos y en Europa occidental y meridional que en el este del continente, sobre todo en los países que ingresaron en la UE a principios de la década de 2000. Y el apego exclusivo a la democracia no parece haber cambiado mucho en 20 años.</p>
<p>Según el mapa, la democracia parece bastante sólida en la República Checa, Lituania y Estonia, mientras que es mucho más frágil en Croacia y Rumanía (sólo un 10 % y un 8 % de demócratas exclusivos). Esto es especialmente cuestionable dado que estos dos países son miembros de la Unión Europea y, por tanto, deben respetar sus valores.</p>
<p>En Europa Occidental, los alemanes y los suizos están claramente más apegados a la democracia que los franceses. Estos últimos son apenas más demócratas exclusivos que el europeo medio: mientras que el 89 % considera que la democracia es un buen sistema, el 48 % dice lo mismo de un gobierno de expertos, el 23 % del poder autoritario de un hombre fuerte y el 13 % de un gobierno del ejército.</p>
<p><iframe id="3PzYU" class="tc-infographic-datawrapper" src="https://datawrapper.dwcdn.net/3PzYU/3/" height="400px" width="100%" style="border: none" frameborder="0"></iframe></p>
<p>En Rusia, dado el liderazgo de Putin, los resultados de la encuesta pueden sorprender. </p>
<p>El nivel de demócratas exclusivos es tan alto allí (41 %) como en varios otros países europeos, especialmente Francia (40 %). El 81 % de los rusos considera que la democracia es un buen sistema. El 32 % aceptaría el gobierno de un líder autoritario y el 19 % el militar. El nivel de apoyo a un régimen de expertos es particularmente bajo en comparación con muchos países: sólo el 38 % lo aceptaría, lo que suena a desautorización de los tecnócratas del entorno presidencial, <a href="https://www.cairn.info/revue-futuribles-2022-1-page-37.htm">juzgados responsables de todo lo que va mal</a>.</p>
<p>En definitiva, la democracia es más frágil de lo que creemos en muchos países de la UE. Los políticos y los actores de la sociedad civil deberían reflexionar sobre la forma de reforzar el apego de los ciudadanos al sistema democrático. En un contexto en el que los representantes electos son muy criticados, las democracias necesitan volver a legitimarse.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/212146/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pierre Bréchon ne travaille pas, ne conseille pas, ne possède pas de parts, ne reçoit pas de fonds d'une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n'a déclaré aucune autre affiliation que son organisme de recherche.</span></em></p>Una amplia encuesta muestra que muchos europeos podrían aceptar vivir bajo un régimen no democrático.Pierre Bréchon, Professeur émérite de science politique, Sciences Po Grenoble, Auteurs historiques The Conversation FranceLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1983292023-02-21T19:25:53Z2023-02-21T19:25:53ZCómo enseñar la importancia de los valores democráticos en la escuela<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/508862/original/file-20230208-21-c7sy0r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C301%2C5751%2C3526&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/teacher-asking-question-her-class-elementary-309241232">Shutterstock / wavebreakmedia</a></span></figcaption></figure><p>Vivir en un país con un régimen político democrático, en el que las leyes se aprueban en el parlamento después de debate y discusión sobre sus contenidos por parte de los representantes libremente elegidos por el pueblo, puede haberse convertido en algo tan obvio y cotidiano que hemos dejado de tener conciencia de la importancia que tiene este hecho. Parece como si la democracia estuviese aquí desde siempre y para siempre, y que ya no hubiese posibilidad de retroceso. </p>
<p>Pero, desgraciadamente, tenemos suficientes ejemplos históricos de países democráticos que acabaron en dictaduras –España, Alemania, Italia, Chile, Venezuela, entre otros– que muestran cómo esa posibilidad es real. La estabilidad de los sistemas democráticos requiere de ciudadanos cívicos, concienciados de la valía de sus instituciones y que participen en las mismas <a href="https://narceaediciones.es/es/educacion-hoy-estudios/1588-democracia-y-tradicion-en-la-teoria-y-practica-educativa-del-siglo-xxi-9788427729629.html">activa y responsablemente</a>.</p>
<h2>Las democracias retroceden en el mundo</h2>
<p>Recientes informes como el del <a href="https://v-dem.net/publications/democracy-reports/">V-Dem Institut</a> señalan el debilitamiento de las democracias en el mundo durante la última década. En estos momentos, unos 5 400 millones de personas del planeta (el 70 % del total) viven bajo regímenes políticos dictatoriales. Esto supone un retroceso significativo respecto a la década anterior, en la que el 50 % de la población vivía bajo regímenes políticos democráticos. </p>
<p>Países de nuestro entorno cultural como EEUU o Brasil han sufrido retrocesos democráticos bajo los mandatos de <a href="https://theconversation.com/la-insurreccion-de-los-partidarios-de-trump-pone-contra-las-cuerdas-la-democracia-estadounidense-152809">Trump</a> o <a href="https://theconversation.com/es-el-acto-golpista-en-brasil-un-reflejo-del-descredito-de-la-democracia-a-nivel-global-197578">Bolsonaro</a>, que se han resistido o negado a reconocer la victoria electoral de sus oponentes y propiciado, por acción u omisión, el asalto a sus respectivos parlamentos. </p>
<p>Afortunadamente las instituciones democráticas han aguantado el envite, pero hemos estado a punto de que se produjese un retroceso en países con democracias consolidadas, especialmente en EEUU, que es la cuna de la democracia moderna. </p>
<p>Se ha acuñado el término <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/03057240.2022.2159346?src=&journalCode=cjme20">Democracia Iliberal</a> para designar a aquellos países en los que, aún habiendo elecciones regulares, carecen de las libertades fundamentales como las de expresión, reunión, asociación, etc.</p>
<h2>La evolución social-moral de Habermas</h2>
<p>Tal y como plantea el filósofo <a href="https://www.trotta.es/libros/conciencia-moral-y-accion-comunicativa/9788481649932/">Jürgen Habermas</a>, en lo que se conoce como la teoría de la evolución social–moral, las sociedades avanzan tecnológicamente y también éticamente a lo largo de la historia. </p>
<p>Pero, así como los avances tecnológicos son irreversibles, los avances éticos o morales se pueden revertir. </p>
<p>Es comprensible que nadie quiera volver a un móvil o a un coche de los años noventa por cuestiones utilitarias, salvo coleccionistas o nostálgicos. Pero no podemos decir lo mismo de los avances éticos o morales. </p>
<h2>Tensión educativa</h2>
<p>Por ello, Habermas plantea que es necesario mantener la “tensión” educativa sobre los valores democráticos en el día a día, si no queremos que se produzcan retrocesos en este ámbito tan fundamental para nuestras vidas. Tener instituciones democráticas fuertes y consolidadas es importante, pero no podemos fiarlo todo a las mismas.</p>
<p>Tenemos que hacer una apuesta fuerte por la educación, pues es la conciencia democrática de un pueblo la que mantiene viva la democracia, por encima de las instituciones. </p>
<p>Son los agentes sociales, los medios de comunicación y, sobre todo, el sistema educativo los que tienen que educar en los valores democráticos: libertad, respeto, tolerancia, justicia, sentido crítico, solidaridad, alternancia pacífica en el poder, etc. </p>
<h2>¿Cómo realizar la educación en valores?</h2>
<p>La educación de la persona es una cuestión más práctica que teórica, y esta máxima se puede aplicar perfectamente al ámbito de la educación en valores, que no puede limitarse al aprendizaje de conceptos teóricos sobre lo que son los valores o a una simple reflexión sobre situaciones concretas u abstractas. </p>
<p>Es importante que en las escuelas e institutos se estudie la valía y la superioridad ética y práctica de los sistemas políticos democráticos, pero el alumnado también debe practicar los modelos democráticos <a href="https://www.edesclee.com/colecciones/aprender-a-ser/como-crear-un-clima-de-aula-positivo">en el aula</a>. </p>
<p>Se pueden realizar debates sobre temas controvertidos, discusiones de dilemas éticos, asambleas de aula donde se discutan y se voten los temas fundamentales, donde aprendan que el razonamiento y la argumentación es la única “arma” válida para convencer y expandir nuestras ideas y propuestas. </p>
<p>Para ello deben existir asignaturas como Educación para la ciudadanía, Educación ética, Educación en valores cívico–sociales, o como la queramos llamar, en las que se enseñen los valores fundamentales, los derechos y deberes de los ciudadanos, la democracia, la constitución, la alternancia en el poder como valor fundamental de la democracia. </p>
<p>En la mayor parte de los países europeos y latinoamericanos la educación en valores forma parte del currículo escolar, atendiendo a dos de los cuatro pilares de la educación que ya <a href="https://www.uv.mx/dgdaie/files/2013/09/La-educacion-encierra-un-tesoro.pdf">formuló Jacques Delors</a> en los años ochenta: aprender a convivir y aprender a ser. </p>
<p>En el ámbito latinoamericano se pone más el acento en derechos humanos, medio ambiente, educación del cuidado, <a href="https://www.monografias.com/docs114/educacion-moral-proceso-educativo-america-latina/educacion-moral-proceso-educativo-america-latina">diversidad y pluralismo</a> mientras que en el contexto europeo nos centramos más en la educación para una <a href="https://sede.educacion.gob.es/publiventa/descarga.action?f_codigo_agc=19316">ciudadanía activa y responsable</a> </p>
<h2>La formación del profesorado</h2>
<p>Pero también es importante tener un profesorado bien formado que <a href="https://theconversation.com/cual-es-la-responsabilidad-etica-y-social-de-los-docentes-y-como-transmitirla-en-el-aula-196520">sepa enseñar estos valores</a> en cualquier asignatura o momento en que se presente la oportunidad de hacerlo, ya sea como tema transversal, en el contexto de una asignatura específica o como temas integrados en otras asignaturas. </p>
<p>El profesorado debe conocer las técnicas que han demostrado su eficacia para el aprendizaje de valores, como las de clarificación de valores, de desarrollo del juicio moral, de educación del carácter, el <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=788440">aprendizaje-servicio</a>, etc.</p>
<p>Y, sobre todo, debe estar dispuesto a planificar las acciones educativas con el conjunto de los profesores y profesoras que educan a un grupo de alumnos y alumnas, pues la educación en valores no se resuelve en la individualidad, sino en la colectividad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/198329/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Cruz Pérez Pérez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Enseñar la importancia de la democracia y transmitir los valores que la hacen posible también es una tarea educativa. Hay asignaturas y actividades específicas que tienen ese objetivo.Cruz Pérez Pérez, Catedrático del departamento de Teoría de la Educación, Universitat de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1979762023-01-18T18:55:38Z2023-01-18T18:55:38ZDos siglos de Policía española: sombras y luces<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/504915/original/file-20230117-18-zwdjqz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C0%2C5716%2C3811&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Miembros del Cuerpo Nacional de Policía a caballo durante el desfile del 12 de octubre de 2023 en Madrid.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/madrid-spain-october-12-2022-group-2216072415">Shutterstock / Jose Miguel Sanchez</a></span></figcaption></figure><p>El bicentenario de la Policía Nacional inicia sus actos de celebración situando su origen en la <a href="https://www.policia.es/_es/tupolicia_conocenos_timeline.php?idiomaActual=es#">Real Cédula de 13 de enero de 1824</a>. Este documento creó la Superintendencia General de Policía del Reino <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=163843">recién iniciado el período de absolutismo represivo</a> tras la <a href="https://www.boe.es/gazeta/dias/1820/03/12/pdfs/GMD-1820-37E.pdf">sarcástica traición de Fernando VII</a>: “Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional”.</p>
<p>Durante aquellos años, los liberales fueron detenidos, encarcelados, torturados y asesinados. <a href="http://fundacionmunoztorrero.org/biografia/">Diego Muñoz-Torrero</a>, presidente de las Cortes de Cádiz y rector de la Universidad de Salamanca, sufrió estas penas y vio truncados sus ideales. Aquel momento histórico no pudo ser más tenebroso, así que deberíamos recordarlo antes de reivindicar un presente distinto y un futuro prometedor.</p>
<p>El orden público de la España constitucional estuvo marcado por el militarismo hasta el último cuarto del siglo XX. A partir de la Constitución de 1978, la Policía española se democratiza y orienta su labor a la protección de los derechos y libertades de las personas. Su desempeño en estas décadas de democracia ha sido sobresaliente y ha transformado en positivo la percepción social de los uniformados, como corresponde en un Estado de derecho.</p>
<p>Resaltar esta positiva imagen pública de las mujeres y hombres de los cuerpos y fuerzas de seguridad es un deber patriótico irreprochable. También la Guardia Civil merece el mismo reconocimiento, pues sus efectivos contribuyen en labor complementaria de respeto de la ley, base primera de la convivencia y la confianza en las instituciones.</p>
<h2>Una mirada al futuro</h2>
<p>¿Cómo convertir una efeméride en la oportunidad de proyectar las próximas décadas ejemplares de la Policía en España? La ocasión es perfecta para reflexionar y debatir sobre <a href="https://politeia-online.pt/article/el-futuro-de-la-policia-hacia-una-policia-del-siglo-xxi/">el futuro de las funciones policiales</a>. Estos debates <a href="http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794-31082012000200009">se están planteando hace años</a> en las democracias más avanzadas (Estados Unidos o Inglaterra, por ejemplo), con propuestas dignas de ser consideradas.</p>
<p>La tendencia creciente a <a href="https://notesdeseguretat.blog.gencat.cat/2022/10/10/inteligencia-artificial-y-policia-una-cuestion-de-confianza/">la utilización de algoritmos y aplicaciones de inteligencia artificial</a> en la <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7735641">Policía predictiva</a> es una cuestión de gran importancia. Además de las necesarias garantías de derechos y libertades frente a sus sesgos, conviene advertir que lo más importante para un buen servicio a la ciudadanía son las personas, no las máquinas, así que la pérdida de criterio humano podría producir efectos muy negativos en la misión constitucional de la Policía.</p>
<p>Expertos internacionales han señalado la conveniencia de priorizar un enfoque del cuidado de la gente, en lugar de la policía abstracta e impersonal de las nuevas tecnologías. La inversión más rentable es la formación de quienes patrullan y realizan a pie de calle la labor de protección, con salarios apropiados. El acierto de la creación del <a href="https://www.interior.gob.es/opencms/ca/detalle/articulo/El-Rey-inaugura-el-primer-curso-academico-del-Centro-Universitario-de-la-Policia-Nacional/">Centro Universitario de la Policía</a> por parte del Ministerio del Interior ofrece una excelente palanca académica para avanzar en esta línea.</p>
<p>También podríamos fijarnos más en lo que otros países están haciendo, volviendo al <a href="https://www.redalyc.org/journal/5610/561070057015/html/">componente humanista del servicio público policial</a>, a su sentido auténtico en un Estado social y democrático de derecho. La Policía que queremos no es la de Fernando VII, ni la de Primo de Rivera, ni la de Franco. Es necesario progresar y no retroceder a la oscuridad del pasado.</p>
<p>Dos historiadores españoles han dedicado sendos ensayos a la gestión del pasado y las conmemoraciones: Javier Moreno Luzón con su <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8629160">Centenariomanía</a> y José Álvarez Junco con <a href="https://www.youtube.com/watch?v=FOvbZ92LDns"><em>Qué hacer con un pasado sucio</em></a>. La administración de la memoria compartida influye en nuestra propia comprensión contemporánea, permite señalar aciertos y errores, al tiempo que nos ayuda a poner a cada persona y decisión en su contexto de sombras y luces.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/197976/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ricardo Rivero Ortega no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La Policía española cumplirá 200 años en 2024. Desde que fue creada por el absolutista Fernando VII hasta hoy, que trabaja con las tecnologías más innovadoras, la institución ha evolucionado a la par que la sociedad.Ricardo Rivero Ortega, Rector de la Universidad de Salamanca. Catedrático de Derecho Administrativo, Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1975782023-01-15T18:10:02Z2023-01-15T18:10:02Z¿Es el acto golpista en Brasil un reflejo del descrédito de la democracia a nivel global?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/504277/original/file-20230112-20-z69t9s.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2995%2C2100&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/brazil-national-flag-icon-grunge-pattern-1996099616">Shutterstock / helloRuby</a></span></figcaption></figure><p>El reciente <a href="https://theconversation.com/ataque-a-la-democracia-en-brasil-cinco-preguntas-sobre-el-asalto-y-el-papel-de-los-militares-197418">intento de golpe de Estado en Brasil</a> es un claro reflejo el descrédito a la democracia. Resultado de la polarización social y el populismo. </p>
<p>Varios organismos advierten de la crisis de confianza que sufre la democracia en el mundo. Una amenaza recurrente, que requiere de la respuesta contundente de las sociedades democráticas. Ya que ésta constituye el pilar fundamental de la convivencia y la buena gobernanza.</p>
<p>En octubre del 2022, después de una muy apretada elección, el candidato de izquierdas Luíz Ignacio Lula da Silva obtuvo la mayoría de votos a la presidencia. La diferencia fue de menos del 2 % frente a su rival, el candidato de derechas y presidente en funciones Jair Bolsonaro. El estrecho margen y la narrativa de las autoridades sobre presuntas irregularidades en el proceso, llevó a miles de seguidores de Bolsonaro a desconocer el resultado de la elección. </p>
<p>Las movilizaciones sociales fueron alentadas por el entonces presidente Bolsonaro. Este nunca reconoció abiertamente su derrota y argumentó un supuesto fraude electoral orquestado a través del sistema electrónico de votación. Haciendo un llamando a la ciudadanía a movilizarse contra la elección. (https://www.france24.com/es/américa-latina/20221123-bolsonaro-solicita-impugnar-en-brasil-las-elecciones-que-perdió-frente-a-lula). Las acusaciones de fraude no tuvieron eco internacional, pues el proceso fue ampliamente <a href="https://transparenciaelectoral.org/informe-preliminar-de-la-mision-de-observacion-internacional-de-transparencia-electoral-y-la-caoeste-para-las-elecciones-generales-de-brasil-2022/">validado por organismos internacionales</a>. </p>
<p>Tampoco prosperó la intentona de anular las elecciones en los tribunales electorales. Ni lo hizo el llamamiento a las fuerzas militares <a href="https://www.infobae.com/america/america-latina/2022/11/02/miles-de-seguidores-de-bolsonaro-reclaman-en-rio-de-janeiro-una-intervencion-militar-para-evitar-la-asuncion-de-lula-da-silva/">a no reconocer el triunfo de Lula</a>. Esto dejó como única alternativa la de la movilización social y la protesta pública. </p>
<p>Sin embargo, a comienzos del año, hordas de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro asaltaron con violencia la sede de los poderes constitucionales. La turba mostró desprecio por las instituciones democráticas y por legítimo proceso de elección. El asalto buscaba ser el germen de un golpe de Estado. De haberlo conseguido, habría sido un enorme retroceso democrático en uno de los países mas poblados del orbe y la principal economía de América Latina. </p>
<p>El asalto siguió casi al pie de la letra la protesta y toma violenta del Capitolio en los Estados Unidos. Mientras los seguidores de Bolsonaro atacaban las instituciones democráticas del Brasil, llamaron a la intervención del ejercito para derrocar a quien consideraban un gobierno ilegítimo. Una triste copia de la toma hostil de la sede del Congreso Norteamericano de hace dos años.</p>
<p>Las similitudes que comparten en la ideología, el discurso polarizante y los perfiles populistas de los candidatos, muestran la amenaza a la democracia y sus instituciones que existe en las Américas. Una constante que sacude a la región afectada por el populismo y los regímenes que se inclinan cada vez mas hacia el autoritarismo. El retroceso democrático es incuestionable. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Un ejemplar de la Constitución de Brasil en una vitrina destrozada por los asaltantes al Congreso brasileño en Brasilia el 8 de enero de 2023.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/agenciasenado/52616636273/">Agencia Senado / Flikr</a></span>
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<h2>Democracia en riesgo</h2>
<p>La democracia está en riesgo con la galopante expansión del autoritarismo a nivel mundial. La investigación del V-Dem Institute de la Universidadde Gothengurg <a href="https://www.gu.se/en/research/varieties-of-democracy-v-dem">destaca la pronunciada caída de gobiernos democráticos en el mundo en años recientes</a>. El estudio señala que en una década aumentaron de 49 % (2011) a 70 % (2021) las naciones bajo el mandato de individuos o grupos autocráticos. La perturbadora tendencia abarca múltiples regiones del globo y confirma el avance de nuevas formas de autoritarismo.</p>
<p>El <a href="https://www.eiu.com/n/campaigns/democracy-index-2021/?utm_source=economist&utm_medium=daily_chart&utm_campaign=democracy-index-2021">Índice de Democracia de la revista <em>The Economist</em></a>, uno de los mas influyentes a nivel global por su metodología e indicadores, advierte de la misma emergencia. En dicho ranking, cada vez disminuyen más los países catalogados como “democracias plenas”, los cuales se desplazan en la tabla hacia el extremo de “gobierno autoritario.” La tendencia claramente es preocupante, afectando incluso a democracias europeas como la española, que <a href="https://www.economist.com/graphic-detail/2022/02/09/a-new-low-for-global-democracy">descendió en la última edición</a> a “democracia débil”. </p>
<h2>El repudio internacional</h2>
<p>La democracia hoy se encuentra en retroceso y enfrenta la amenaza de la expansión del autoritarismo. Es por ello que el repudio internacional de lo ocurrido es fundamental para trabajar colectivamente por restablecer el avance de la democracia liberal. Afortunadamente, el asalto antidemocrático en Brasil ha desatado una ola internacional condenando el suceso. </p>
<p>Desde la repulsa por los tres mandatarios de América del Norte en la cumbre de México, hasta múltiples jefes de Estado en Europa y Asia. Por su importancia geopolítica, también han manifestado su repudio los presidentes de China o Rusia, aliados estratégicos del gigante sudamericano. Sin embargo, se necesita pasar de la repulsa a la acción coordinada.</p>
<p>La intentona de golpe en Brasil es el reflejo de la polarización política, el discurso populista y el autoritarismo que amenaza a los sistemas democráticos en el mundo. Es necesario poner en valor nuevamente la importancia de la democracia como único sistema aceptable para el desarrollo pleno de las naciones. La lucha por la democracia debe ser permanente.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/197578/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Armando Jiménez San Vicente no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La deslegitimación del resultado electoral en Brasil es un síntoma del riesgo que vive la democracia con la expansión del autoritarismo a nivel global.Armando Jiménez San Vicente, Profesor Análisis Económico del Derecho, Instituto Universitario y de Investigación Ortega y GassetLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1974182023-01-09T07:32:13Z2023-01-09T07:32:13ZAtaque a la democracia en Brasil: cinco preguntas sobre el asalto y el papel de los militares<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/503584/original/file-20230109-16-j5z0g0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=20%2C20%2C6689%2C4436&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro se enfrentan a las fuerzas de seguridad en las inmediaciones de la plaza de los Tres Poderes de Brasilia.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/supporters-of-former-president-jair-bolsonaro-clash-with-news-photo/1246099064?phrase=Brazil&adppopup=true">Joedson Alves/Anadolu Agency via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p><em>Miles de de ultraderechistas partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro <a href="https://apnews.com/article/jair-bolsonaro-brazil-government-caribbean-0c03c098a5e2a09ac534412c30ae8355">asaltaron el Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial del país</a> el 8 de enero de 2023.</em></p>
<p><em>En unas imágenes que recuerdan las del <a href="https://theconversation.com/us/topics/january-6-us-capitol-attack-128973">asalto al Capitolio de EE.UU. el 6 de enero de 2021</a>, se ha visto a los manifestantes arrollar y golpear a la policía mientras rompían el perímetro de seguridad de los edificios.</em></p>
<p><em>El asalto se produce semanas después de que <a href="https://www.npr.org/2022/10/30/1132561987/brazil-election-lula-da-silva">Bolsonaro fuera destituido en unas elecciones</a> que decidieron el regreso del expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva. Rafael Ioris, <a href="https://liberalarts.du.edu/about/people/rafael-r-ioris">experto en política brasileña de la Universidad de Denver</a>, explica el significado del ataque y lo que podría ocurrir a continuación.</em></p>
<h2>¿Quién estaba detrás del asalto al Congreso brasileño?</h2>
<p>Lo que hemos visto es cómo miles de acérrimos partidarios de Bolsonaro –aquellos que comparten su agenda de extrema derecha– han intentado tomar al asalto los tres poderes tras las recientes elecciones. </p>
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<img alt="Decenas de manifestantes vestidos de amarillo y verde de pie sobre una estructura con una cúpula blanca al fondo." src="https://images.theconversation.com/files/503551/original/file-20230109-17-yxxit5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/503551/original/file-20230109-17-yxxit5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=386&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/503551/original/file-20230109-17-yxxit5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=386&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/503551/original/file-20230109-17-yxxit5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=386&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/503551/original/file-20230109-17-yxxit5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=485&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/503551/original/file-20230109-17-yxxit5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=485&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/503551/original/file-20230109-17-yxxit5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=485&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invaden el Congreso Nacional en Brasilia el 8 de enero de 2023.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/supporters-of-brazilian-former-president-jair-bolsonaro-news-photo/1246096642?phrase=Brazil&adppopup=true">Sergio Lima/AFP via Getty Images</a></span>
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<p>Aunque Bolsonaro no estaba en la capital cuando ocurrió el atentado –<a href="https://www.nytimes.com/2023/01/08/world/americas/bolsonaro-florida-brazil-protests.html">estaba en Florida</a>– considero que es el responsable último de lo ocurrido. Mientras estuvo en el poder fomentó la desconfianza en las instituciones políticas, <a href="https://www.foreignaffairs.com/articles/brazil/2021-11-01/democracy-dying-brazil">abogando por el cierre del Congreso</a> y <a href="https://brazilian.report/liveblog/2022/09/07/bolsonaro-renews-attacks-supreme-court/">atacando al Tribunal Supremo</a>, dos de las instituciones objetivo de los manifestantes.</p>
<p>Otros también estuvieron detrás de lo ocurrido. Las protestas han tenido lugar durante semanas, y hay grandes financiadores de las manifestaciones, <a href="https://veja.abril.com.br/coluna/radar/alexandre-de-moraes-ordena-mega-acao-da-pf-contra-bolsonaristas/">como grandes terratenientes y grupos empresariales</a> que ayudaron a pagar el transporte en autobús de miles de partidarios de Bolsonaro a la capital, Brasilia.</p>
<p>Y luego está el papel de los militares. Las principales figuras del ejército han apoyado la agenda de extrema derecha de Bolsonaro durante mucho tiempo e incluso recientemente han <a href="https://www.irishtimes.com/world/americas/2022/11/18/brazil-militarys-tolerance-of-coup-demands-a-worry-for-lula/">mostrado su apoyo abierto a varias manifestaciones a favor del golpe que se desarrollaban en diferentes partes del país</a> en las semanas previas al ataque.</p>
<p>La falta de seguridad que permitió el asalto a instituciones clave de la capital también lleva a la pregunta: ¿Fueron negligentes o cómplices?</p>
<h2>¿Cuál ha sido entonces el papel de las fuerzas armadas?</h2>
<p>La seguridad en las calles no es responsabilidad de las fuerzas armadas, pero el <a href="https://www.crisisgroup.org/latin-america-caribbean/brazil/might-and-right-how-far-will-brazils-military-back-bolsonaro">continuo apoyo de los militares a la agenda de Bolsonaro</a> ha contribuido a legitimar que <a href="https://www.reuters.com/world/americas/brazil-governors-express-concern-bolsonaro-support-among-state-police-2021-08-24/">los miembros de la policía militar estatal apoyen esas posturas</a>. Y fue la policía militar la encargada de mantener a raya las manifestaciones en Brasilia.</p>
<p>Los manifestantes pro-Bolsonaro exigen una intervención militar para anular lo que a su juicio, aunque sin pruebas, fueron unas elecciones fraudulentas que auparon a Lula al poder.</p>
<p>Su esperanza es que los altos mandos militares, muchos de los cuales han expresado su apoyo a Bolsonaro y su simpatía por los campamentos de protesta que se han instalado <a href="https://www.france24.com/en/americas/20221226-terrorists-threaten-brazil-s-presidential-inauguration-incoming-justice-minister">cerca de las bases militares</a>, apoyen la campaña para derrocar a Lula.</p>
<p>Brasil tiene una larga historia de militares que no aceptan el gobierno de civiles. El <a href="http://nytimes.com/1964/04/05/archives/brazil-coup-affects-whole-continent-overthrow-of-goulart-is.html">último golpe militar fue en 1964</a>. Por supuesto, las circunstancias son diferentes ahora que entonces, cuando en plena Guerra Fría el golpe fue apoyado por gobiernos extranjeros, <a href="https://doi.org/10.1111/blar.12518">incluyendo los EE.UU.</a>.</p>
<p>Bolsonaro ha estrechado lazos con los militares brasileños colocando a militares clave en puestos del gobierno. Generales de derechas amigos de Bolsonaro se convirtieron en ministro de defensa, jefe de estado e incluso ministro de sanidad en el punto álgido de la crisis covid-19. Por otra parte, se <a href="https://latinoamerica21.com/en/the-militarization-of-the-bolsonaro-administration/">estima que alrededor de 6 000 militares en activo obtuvieron empleos en puestos no militares</a> en el gobierno en los últimos ocho años.</p>
<p>Algunos generales de la Armada y de las Fuerzas Aéreas en particular <a href="https://brazilian.report/liveblog/2022/11/10/defense-ministry-voter-fraud-election/">han apoyado las protestas</a>. Desde las elecciones, ha habido generales que han proclamado que las manifestaciones que exigían una intervención militar eran legítimas.</p>
<p>Creo que es justo decir que algunos segmentos de los militares brasileños han estado alentando lo ocurrido.</p>
<p>Pero a la hora de la verdad, las fuerzas armadas se han mantenido en silencio. Los militares pueden haber alimentado la protesta, pero cuando tocaba completar un golpe al estilo clásico, no han sacado los tanques en las calles.</p>
<h2>¿Es esto un intento de golpe?</h2>
<p>Esa es la cuestión central. Tal y como se han desarrollado los acontecimientos el 8 de enero, parece más bien una protesta que se ha vuelto violenta y se ha ido de las manos: el nivel de destrucción en el interior de algunos edificios da fe de ello. </p>
<p>Pero llevaba semanas preparándose y estaba bien financiada, en el sentido de que <a href="https://fortune.com/2023/01/08/brazil-bolsonaro-supporters-invade-congress-echo-pro-trump-jan-6-riot/">se pagaron cientos de autobuses</a> para llevar a los partidarios de Bolsonaro a la capital. Y el objetivo expreso de muchos manifestantes era la intervención militar. Así que, en ese sentido, se parece más a un intento de golpe de Estado.</p>
<h2>¿Qué nos dice el atentado sobre la democracia en Brasil?</h2>
<p>Brasil ha estado en una encrucijada. La presidencia de Bolsonaro vio cómo el país retrocedía en democracia, a medida que la confianza en las instituciones se erosionaba bajo el ataque del propio presidente y a través de escándalos de corrupción. Y <a href="https://www.bloomberg.com/graphics/2022-brazil-election/">casi la mitad del país votó por él</a> a pesar de su historial contra la democracia. Pero la elección de Lula parece indicar que aún son más los que quieren reconstruir las instituciones democráticas en el país tras cuatro años de ataque de Bolsonaro.</p>
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<img alt="Un manifestante con un top amarillo está rodeado por una nube de humo." src="https://images.theconversation.com/files/503546/original/file-20230109-13-b6x4xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=27%2C46%2C6111%2C4040&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/503546/original/file-20230109-13-b6x4xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/503546/original/file-20230109-13-b6x4xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/503546/original/file-20230109-13-b6x4xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/503546/original/file-20230109-13-b6x4xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/503546/original/file-20230109-13-b6x4xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/503546/original/file-20230109-13-b6x4xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">La democracia atacada en Brasil.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/supporters-of-former-president-jair-bolsonaro-clash-with-news-photo/1246099103?phrase=Brazil&adppopup=true">Joedson Alves/Anadolu Agency via Getty Images</a></span>
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<p>Así que esto podría ser un punto de inflexión. Los medios de comunicación brasileños han denunciado enérgicamente las acciones de los manifestantes. En los próximos días y semanas se investigará lo sucedido, y es de esperar que se depuren responsabilidades. Lo que será clave es la capacidad de Lula para hacer frente a los elementos antidemocráticos entre los militares.</p>
<h2>¿Son válidas las comparaciones con el atentado del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos?</h2>
<p>El trumpismo y el bolsonarismo <a href="https://www.pacificcouncil.org/newsroom/similarities-and-differences-between-trump-and-bolsonaro">comparten una narrativa</a> de elecciones robadas, con partidarios procedentes de la derecha que apoyan temas como el derecho a portar armas y las estructuras familiares tradicionales.</p>
<p>Una diferencia importante es el papel de los militares. Aunque antiguos <a href="https://www.cbsnews.com/news/capitol-riot-january-6-military-ties/">miembros del ejército estuvieron presentes en el ataque del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos</a>, <a href="https://www.reuters.com/article/us-usa-election-capitol-military/in-rare-joint-message-top-u-s-military-leaders-condemn-capitol-riot-idUSKBN29H2WF">altos cargos militares estadounidenses lo condenaron</a>. En Estados Unidos tampoco se pretendía una intervención militar, a diferencia del ataque del 8 de enero en Brasilia.</p>
<p>Pero hay claros paralelismos: en ambos casos vimos a grupos e individuos poderosos de extrema derecha que se negaban a aceptar el rumbo de un país e intentaban asaltar las instituciones de poder.</p>
<p>Ahora me pregunto si también habrá paralelismos en lo que suceda tras el atentado. </p>
<p>En Estados Unidos, las autoridades han hecho un buen trabajo castigando a muchos de los implicados. No estoy seguro de que vayamos a ver lo mismo en Brasil, ya que es posible que tengan que enfrentarse a grupos poderosos dentro de las fuerzas militares y policiales de todo el país. Así pues, los actores democráticos de dentro y fuera del país serán esenciales para apoyar la tarea de defender la democracia en Brasil.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/197418/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rafael R. Ioris no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El ataque a instituciones democráticas clave en Brasilia tiene paralelismos con el asalto al Capitolio de Estados Unidos hace dos años, pero fue diferente en un aspecto clave: la posición de los militares.Rafael R. Ioris, Professor of Modern Latin America History, University of DenverLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1955162022-12-06T19:53:09Z2022-12-06T19:53:09ZEl respeto y la educación de los parlamentarios como guardarraíl de la democracia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/498999/original/file-20221205-16-sxrwq7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=16%2C5%2C3726%2C2800&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Reciente sesión plenaria del Congreso de los Diputados de España.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.congreso.es/fotonoticias?p_p_id=fotonoticias&p_p_lifecycle=0&p_p_state=normal&p_p_mode=view&_fotonoticias_mvcPath=detalle&_fotonoticias_fotonId=4186">Congreso.es</a></span></figcaption></figure><p>Pocos politólogos lo indican en sus obras con tanta claridad como el australiano <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/John_Keane">John Keane</a>: España ocupa un lugar esencial en la historia del parlamentarismo. Nos lo recuerda en su obra <em><a href="http://www.johnkeane.net/wp-content/uploads/2015/02/dc_cs_spanish.pdf">Democracia y sociedad civil</a></em> de 1992, pero también en su apasionada <em><a href="https://books.google.es/books/about/Una_Breve_Historia_de_la_Democracia.html?id=S6bmzgEACAAJ&redir_esc=y">Breve historia de la democracia</a></em>, publicada en 2022. </p>
<p>Las asambleas parlamentarias que tuvieron lugar en el siglo XII en los reinos de León, Aragón, Castilla, Valencia y Cataluña inspiraron modelos de comunicación política que luego se exportarían a Portugal, Inglaterra, Irlanda, Austria, Brandenburgo, Escocia, Dinamarca, Holanda, Francia o Hungría. </p>
<p>Los parlamentos europeos sustituyeron a las asambleas medievales cuya función era meramente consultiva y, aunque el monarca de turno las convocara para dar difusión a determinadas informaciones, lo cierto es que fueron uno de los primeros ensayos y puestas en escena de un cuerpo deliberativo. Así lo sostengo en <a href="https://philpapers.org/rec/NAVCYD">esta publicación</a>.</p>
<h2>Gobernar a través de los discursos</h2>
<p>Quizás muchas personas no conozcan con detalle la historia de estas innovaciones institucionales en las que España ocupa un lugar destacado, pero la dignidad que reviste el Parlamento parece estar detrás del malestar político que provoca en la ciudadanía observar la pérdida del decoro en la vida parlamentaria. Después de todo, mediante la pluralidad de los discursos los parlamentarios tienen la oportunidad de ejercer una forma de gobierno a través de las ideas que apelan a la vida intelectual de la sociedad civil.</p>
<p>Recientemente, la presidenta del Congreso de los diputados, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Meritxell_Batet">Meritxell Batet</a>, ha cobrado un especial protagonismo a raíz de <a href="https://www.rtve.es/noticias/20221124/todos-partidos-apoyan-montero-ataque-vox/2409943.shtml">la escandalosa falta de autocontrol de una de las diputadas de Vox</a> cuando esta se dirigía a la ministra de Igualdad, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Irene_Montero">Irene Montero</a>. El reglamento del Congreso parece limitar la capacidad de la presidenta para sancionar conductas de clarísima violencia verbal y, según indica la prensa periódica, Batet se ha mostrado abierta a cualquier tipo de sugerencia para abordar estos casos. Aquí se resaltan algunas ideas desde el punto de vista de la filosofía política.</p>
<h2>El relato político</h2>
<p><a href="https://revistas.unav.edu/index.php/communication-and-society/article/download/37854/32098/">Investigaciones</a> actuales en comunicación política y comportamiento deliberativo nos advierten del perverso efecto de las <a href="https://revistas.usal.es/index.php/2172-9077/article/view/fjc-v22-22699/25902">narrativas políticas transmedia</a> pues, por sí solas y desprovistas de cualquier otro control, pueden catapultar a los protagonistas de sus tramas al éxito mediático sin que la sociedad civil pueda llevar a cabo una serena evaluación política y moral de las actuaciones en que aquellas se basen. </p>
<p>Según el argentino experto en teoría de la comunicación <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Alberto_Scolari">Carlos Scolari</a>, un efecto de la expansión de las prácticas virales con que a menudo están asociadas las narrativas políticas transmedia es que estas terminan convirtiendo al ciudadano en un prosumidor, o sea, un híbrido: una especie de productor consumidor que colabora con sus aportaciones en la expansión transmedia. </p>
<p>Podríamos sacar conclusiones precipitadas a partir de este diagnóstico tales como que las narrativas políticas transmedia son ubicuas porque sumergen a representantes y representados en mundos narrativos y, como consecuencia de ello, su expansión es imparable y nada podemos hacer al respecto. </p>
<h2>La importancia de las normas democráticas no escritas</h2>
<p>La sensibilidad política de nuestra época se deja seducir en exceso por la <em>transmedia</em> <em>storytelling</em> cuando lo relevante aquí es el hecho de que el reglamento de la cámara no sea excesivamente riguroso a la hora de determinar las sanciones. Y no debería escandalizarnos. Salvando las distancias, hoy sabemos que las democracias sobreviven durante más tiempo cuando las constituciones se apuntalan con normas esenciales no escritas. Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, los politólogos <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Steven_Levitsky">Steven Levitsky</a> y<a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Daniel_Ziblatt"> Daniel Ziblatt</a> han investigado dos normas clave de esta democracia durante gran parte del siglo XX: </p>
<ul>
<li><p>La tolerancia mutua, es decir, la disposición de los partidos rivales a aceptarse como adversarios legítimos.</p></li>
<li><p>Su contención o moderación a la hora de desplegar prerrogativas institucionales. </p></li>
</ul>
<p>Según los autores, respetar estas dos normas (democráticas) no escritas ayuda a ejercer un control sobre la vida partidista y, como resultado de ello, convierte a los partidos políticos en un guardarraíl de la democracia. </p>
<p>Quien ha leído <a href="https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/8361325.pdf"><em>Cómo mueren las democracias</em></a> sabe que estas normas democráticas no escritas no bastan por sí solas. Para ejercer la función de guardarraíl de la democracia es necesario disponer de un conjunto de indicadores claros acerca del comportamiento político autoritario. Solo así los partidos políticos pueden anticipar el impacto del autoritarismo, evitar alianzas fatídicas y establecer los acuerdos necesarios para robustecer la función (dialéctica) de la vida parlamentaria. </p>
<p>Levitsky y Ziblatt rinden homenaje así al español <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Jos%C3%A9_Linz">Juan José Linz</a>, testigo de la tragedia de la Guerra Civil. Trabajó como politólogo en la Universidad de Yale y fue él quien concibió el conjunto de indicadores rescatado en <em>Cómo mueren las democracias</em>. Ahora bien, cuando lo que se necesita saber no es tanto cómo evitar que muera una democracia sino cómo cultivarla, la pregunta que de inmediato nos podríamos formular es la de cómo y dónde se podrían encontrar las normas no escritas y los aprendizajes democráticos necesarios para revivirla. </p>
<p>Dar respuesta a esta pregunta exige elegir bien los enfoques teóricos seleccionados y dos obras publicadas en 2022 cumplen ese requisito. La primera de ellas trata de <a href="https://transversal.at/transversal/0916/carmona/es">hallazgos municipalistas</a> efectuados por la filósofa <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Montserrat_Galcer%C3%A1n">Monserrat Galcerán</a>, que explica por qué en democracia es necesario socializar las limitaciones de la propia acción de gobierno. La segunda es una obra de antropología política fruto de la investigación de <a href="https://www.lse.ac.uk/anthropology/people/mukulika-banerjee">Mukulika Banerjee</a> en torno a <a href="https://global.oup.com/academic/product/cultivating-democracy-9780197601860?cc=us&lang=en&">cómo se cultiva la democracia en la India.</a> </p>
<p>Estos dos enfoques pueden no solo revitalizar la democracia sino informar acerca de las normas (democráticas) no escritas que resultan clave para que los partidos políticos estén en disposición de funcionar como guardarraíl de la democracia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/195516/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María G. Navarro no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Es preferible insistir en la educación y el respeto de los parlamentarios en su trabajo diario que imponer normas o reglas rígidas para ordenar los debates en las Cámaras.María G. Navarro, Docente e investigadora. Departamento de Historia del Derecho y Filosofía Jurídica, Moral y Política, Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1909602022-11-27T18:10:49Z2022-11-27T18:10:49ZLos lobbies en España: grupos de presión política con muchas lagunas de regulación<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/496834/original/file-20221122-14-beka5w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C3589%2C2322&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/paris-france-nov-30-2015-hard-351952649">Shutterstock / Drop of Light</a></span></figcaption></figure><p>Los <em>lobbies</em> o grupos de presión son organizaciones con capacidad de influencia en el diseño de las políticas públicas y <a href="https://www.europarl.europa.eu/at-your-service/files/transparency-and-ethics/lobby-groups/es-annual-report-on-the-operations-of-the-transparency-register-2021.pdf">los hay de varios tipos</a>: asociaciones empresariales y económicas, sindicatos, despachos jurídicos, agrupaciones ciudadanas, religiosas y ONG. </p>
<p>Por lo general, son organizaciones poco conocidas dentro de la actividad pública. La sociedad los relaciona con el mundo empresarial en general y con el poder de las grandes corporaciones en particular. </p>
<p>Se caracterizan por la opacidad en sus actividades, la falta de transparencia en su financiación o la <a href="https://transparencia.org.es/wp-content/uploads/2015/11/lobbying_eu-report_esp_web.pdf">promoción de las llamadas puertas giratorias entre el sector público y el privado</a>. Por eso generalmente se les considera organizaciones sin legitimidad democrática. </p>
<p>Parte de esta imagen negativa se atribuye a la falta de control y supervisión de estas organizaciones, poniéndose de manifiesto la carencia de regulación de la actividad lobista. En este sentido, la Unión Europea y particularmente España no son una excepción.</p>
<p>Su actividad en España se lleva intentando regular años, incluso hay menciones a la misma en la redacción del artículo 77 de la Constitución en el año 1978 (<a href="https://www.congreso.es/public_oficiales/L0/CONG/BOCG/BOC_044.PDF">BOCG, 5 de enero de 1978, pág. 699. Núm. 44</a>). Pese a propuestas posteriores, con iniciativas legislativas en los años 1993, 2008, 2014, 2019 o el anteproyecto de 2021, entre otras, lo cierto es que nunca se ha establecido un marco legislativo nacional unificado para ella.</p>
<h2>La herramienta de control europea</h2>
<p>El <a href="https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/sheet/5/el-tratado-de-lisboa">Tratado de Lisboa</a> habilita un instrumento legislativo para el registro de los <em>lobbies</em>, el <a href="https://ec.europa.eu/info/about-european-commission/service-standards-and-principles/transparency/transparency-register_es">Registro de Transparencia de la UE</a>, principal herramienta de control europea. Las organizaciones empresariales pueden incluir voluntariamente en el registro datos como la sede del grupo, la filiación con empresas, el sector, las subvenciones recibidas o las iniciativas legislativas planteadas. Distintas asociaciones como <a href="https://transparencia.org.es/estudio-sobre-los-lobbies-en-europa/">Transparencia Internacional</a> señalan la voluntariedad de este registro como un factor diferencial que limita la transparencia de los <em>lobbies</em>. </p>
<p>El Registro de Transparencia no es el único instrumentos para la supervisión de los <em>lobbies</em> en España, ya que la actual legislación deja en manos de las comunidades autónomas la posibilidad de <a href="https://www.boe.es/buscar/pdf/2013/BOE-A-2013-12887-consolidado.pdf">registrar voluntariamente los grupos de presión</a>. En <a href="https://www.transparenciacatalunya.cat/es/Portals-de-transparencia/grups-dinteres-/">Cataluña</a> o <a href="https://www.comunidad.madrid/transparencia/visor-del-registro-de-transparencia">Madrid</a>, por ejemplo, a partir del Portal de Transparencia se puede acceder a las entidades registradas, pero no existen datos unificados o unitarios, incluso con comunidades que carecen de estos mecanismos de control.</p>
<p>Estas diferencias entre comunidades autónomas ponen de manifiesto la necesidad de una reforma integral de la regulación lobista en España que garantice la rendición de cuentas a nivel nacional y europeo. El seguimiento realizado a nivel nacional es muy relevante, puesto que parte de la actividad lobista se desarrolla en este área, no a nivel europeo exclusivamente.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/488597/original/file-20221006-12-b7aewl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/488597/original/file-20221006-12-b7aewl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/488597/original/file-20221006-12-b7aewl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=281&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/488597/original/file-20221006-12-b7aewl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=281&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/488597/original/file-20221006-12-b7aewl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=281&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/488597/original/file-20221006-12-b7aewl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=353&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/488597/original/file-20221006-12-b7aewl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=353&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/488597/original/file-20221006-12-b7aewl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=353&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"></span>
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<h2>Principios de la reforma</h2>
<p>La propuesta de regulación de los grupos de interés se recuperó durante el año 2021, con el planteamiento del <a href="https://www.mptfp.gob.es/portal/ministerio/participacion_proyectos/consulta_previa/proyectos/2021/2021-05-29_1.html">Anteproyecto de Ley de Transparencia e Integridad en las Actividades de los Grupos de Interés</a>. Aunque se ha frenado desde el fin del curso parlamentario pasado, mantiene alusiones recientes, incluso dentro <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/intervenciones/Paginas/2022/prsp12072022.aspx">del discurso del presidente del Gobierno dentro del Debate sobre el Estado de la Nación</a>. </p>
<p>¿Qué principios plantea este anteproyecto? ¿Recoge las exigencias volcadas por las distintas asociaciones? ¿Puede ser un primer paso para un registro eficaz en España?</p>
<p>La norma se fundamenta en una adaptación del <a href="https://www.mptfp.gob.es/dam/es/portal/ministerio/participacion_proyectos/consulta_previa/proyectos/2021/2021-05-29_1/Nota-resumen-APL-Grupos-Interes.pdf">Registro de Transparencia europeo</a>, adecuando la legislación española a este modelo, evitando contradicciones en las medidas de control que dificulten la puesta en marcha de la ley. Conforme a lo que se recoge en ella, entre lo más destacable se encuentra:</p>
<ol>
<li><p>Registro de grupos de presión a nivel íntegro nacional que complemente todos los existentes en las comunidades y facilite uno para los que no disponen de él. Al igual que el europeo, se plantea en principio como voluntario. Se incluirían también datos relativos a las comunidades autónomas o dinero público recibido en su caso.</p></li>
<li><p>Código de conducta. Al igual que en el caso europeo, se constituye como un elemento vinculado a la autorregulación, que parte de las propias entidades adaptándose a la nueva ley. El establecimiento de este código fijaría unos patrones comunes para unificar la actividad lobista en España.</p></li>
<li><p>Huella legislativa. Este mecanismo (<a href="https://www.asambleamurcia.es/informe_huella_legislativa_art_138">desarrollado en regiones como Murcia</a>) busca seguir la evolución de los proyectos legislativos para comprobar sus cambios, qué grupos han influido en ellos y las reuniones que se han mantenido. </p></li>
</ol>
<h2>Limitar sus prácticas negativas</h2>
<p>Estas medidas buscan también ayudar a reducir y limitar las prácticas negativas asociadas al <em>lobby</em> como las puertas giratorias. Pese a ser voluntaria y apostar por la autorregulación como un punto clave, es urgente un marco legal para una actividad que se lleva a cabo de forma intrínseca en los sistemas democráticos. </p>
<p>Este puede ser el año en el que España pase a disponer de una ley de control de <em>lobbies</em> propia, pudiendo ser ejemplo a nivel internacional. El acceso a la información y la rendición de cuentas ante la sociedad son necesarias para garantizar el funcionamiento de los sistemas democráticos modernos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/190960/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La propuesta de regulación de los grupos de interés en España se recuperó durante el año 2021, pero de momento está parada. La actual legislación deja en manos de las comunidades autónomas la posibilidad de registrar voluntariamente los grupos de presión.Marcos Núñez Navarro, Doctorando en Economía y Empresa, UNED - Universidad Nacional de Educación a DistanciaJuan Diego Paredes Gázquez, Profesor de Economía Aplicada, UNED - Universidad Nacional de Educación a DistanciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1950702022-11-23T17:51:25Z2022-11-23T17:51:25ZPensar, vivir y actuar en tiempos de incertidumbre<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/496543/original/file-20221121-13-3cteru.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C183%2C1914%2C781&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/photo-stylish-bearded-lawyer-wearing-glasses-397576321">Shutterstock / SFIO CRACHO</a></span></figcaption></figure><p>Puede que algunos piensen que la afirmación del Presidente Macron de que <a href="https://www.france24.com/es/europa/20220824-estamos-viviendo-el-fin-de-la-abundancia-macron-advierte-desaf%C3%ADos-econ%C3%B3micos-y-sociales">asistimos al final de la edad de la abundancia</a> tiene algo de retórica muy al gusto francés, pero recoge bien lo que Ortega y Gasset denominaría “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_tema_de_nuestro_tiempo">el tema de nuestro tiempo</a>”: vivimos tiempos de incertidumbre, de transición, de cambio de época, quizá de gran transformación.</p>
<p>Este es el escenario en el que aparece <a href="https://repositorio.comillas.edu/xmlui/handle/11531/75526">el <em>Informe España 2022</em></a> de la <a href="https://www.comillas.edu/es/catedra-jose-maria-martin-patino-de-la-cultura-del-encuentro">Cátedra Martín Patino de la Cultura del Encuentro</a> de la Universidad Pontificia Comillas. </p>
<p>Cuando hace poco más de un año iniciamos el proceso de elaboración del informe empezábamos a ver la luz al final del túnel de la pandemia, se discutía de la profundidad y persistencia de un incipiente rebrote de la inflación durante tantos años domeñada y observábamos con alguna preocupación el aumento de los precios de los combustibles fósiles, especialmente del gas. Creíamos, o queríamos creer, que todo estaba bajo un control razonable. Planteamos algunos de los temas del informe como una reflexión con una perspectiva más amplia acerca del impacto de la pandemia en ámbitos como la vida democrática y la cultura política, la sostenibilidad de la deuda pública, las brechas de género en la conciliación y los cuidados y los principales indicadores demográficos, junto a temas más estructurales como el proceso de descarbonización del sistema energético o la formación de trabajadores y parados. </p>
<p>Cuando la redacción de los capítulos del informe estaba muy avanzada, Vladimir Putin ordenó invadir Ucrania.</p>
<p>La aceleración, la sensación de desbordamiento y estrés que vivimos desde que se iniciara el tercer milenio hace necesario contar con mapas de situación y hojas de ruta que nos permitan comprender lo que está y nos está pasando y actuar. </p>
<p>Necesitamos, en términos clínicos, un diagnóstico y un tratamiento que nos permita recobrar el sentido de futuro y de proyecto necesarios para una vida humana en sociedad.</p>
<p>A la luz de las transiciones socioeconómica, cultural, ecológica y política en las que estamos inmersos nos vemos abocados a una resignificación de los valores que han definido la Ilustración y la Modernidad: la libertad, la igualdad y la fraternidad. </p>
<p>Como señalan <a href="https://www.udg.edu/ca/directori/pagina-personal?ID=109381">Quim Brugué</a>, <a href="https://www.udg.edu/ca/directori/pagina-personal?ID=105638">Gemma Ubasart</a> y <a href="https://portalrecerca.uab.cat/en/persons/ricard-josep-goma-carmona-3">Ricard Gomà</a>, autores de uno de los capítulos del Informe España 2022, “la construcción de un nuevo acuerdo de ciudadanía afronta ahora un reto insoslayable: trenzar coordenadas de justicia social en la doble dimensión material y cultural; enlazar las políticas de igualdad con las de reconocimiento de la diversidad. En efecto, solo la distribución igualitaria de poder y condiciones materiales hacen posible la realización de todos los proyectos de vida. Pero no hay atajos a la igualdad que puedan obviar la heterogeneidad y las aspiraciones de reconocimiento”. </p>
<p>Afrontamos igualmente el reto de conjugar la autonomía personal con la reconstrucción de lazos de solidaridad, de vínculos comunitarios y ecológicos. Los valores de fraternidad y sostenibilidad deben formar parte sustancial de un nuevo contrato social, necesario para afrontar los nuevos tiempos.</p>
<h2>Apostar por la democracia</h2>
<p>Gobernar todas estas transiciones o esta gran transformación exige apostar por y revitalizar la democracia, el mejor instrumento con el que contamos –con todas sus imperfecciones– para llevar adelante este proyecto. Pero la democracia necesita de un zócalo de valores, conductas y estructuras socioeconómicas para que pueda arraigar y desarrollarse. ¿Podemos pensar una sociedad bien ordenada, pacificada, innovadora, confiada en sus posibilidades con un nivel insoportable de desigualdad, con amplias capas de la población excluidas de los instrumentos de integración básica, temerosa de una realidad multicultural insoslayable para su propia supervivencia, incoherente frente a un reto ecológico y ambiental que ha dejado de ser ya una amenaza probable, con unas pautas de consumo, organización espacial y movilidad que exaltan la individualidad y el aislamiento social…?</p>
<p>Los populismos de todo tipo han venido a exacerbar la pulsión de la diferencia y del conflicto que subyace a las guerras culturales que proliferan por doquier tras el fracaso de un universalismo racional e ilustrado que ha dejado a la intemperie las débiles raíces de una integración social y política basada en el acceso al empleo y al consumo. </p>
<p>La guerra, la inflación galopante –agazapada en el recuerdo recurrente del período de entreguerras y de la crisis energética de los 70– y la crisis climática –a lo que habría que añadir el impacto, decreciente pero no extinto, de la pandemia– configuran un contexto marcado por la incertidumbre, la fragilidad y el temor que tiende a aislarnos y encerrarnos, incluso cuando sabemos que nuestro desarrollo económico y social y hasta nuestra propio futuro demográfico dependen en buena medida de la apertura y del encuentro con otros.</p>
<p>Solo con y desde una cultura arraigada del encuentro, de valores y comportamientos asumidos de solidaridad, tolerancia, empatía, igualdad y seguridad y de estructuras sociales que, como señala John Rawls en su <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_la_justicia_(libro)"><em>Teoría de la Justicia</em></a>, hagan posible una sociedad bien ordenada de mujeres y hombres libres e iguales podremos hacer frente con determinación y esperanza a las múltiples incertidumbres y crisis en las que estamos inmersos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/195070/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Agustín Blanco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Solo con valores y comportamientos asumidos de solidaridad, tolerancia, empatía, igualdad y seguridad podremos hacer frente con determinación y esperanza a las múltiples incertidumbres y crisis en las que estamos inmersos.Agustín Blanco, Director de la Cátedra José María Martín Patino de la Cultura del Encuentro, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1938992022-11-22T18:03:13Z2022-11-22T18:03:13ZLaboratorios contra la democracia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/496696/original/file-20221122-15-6istkj.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C5%2C1914%2C1072&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/man-looking-crowd-above-symbol-totalitarianism-2156825035">Shutterstock / Pandagolik1</a></span></figcaption></figure><p>El <a href="https://www.v-dem.net/publications/democracy-reports/">informe sobre el estado de la democracia liberal de 2022</a> elaborado por el Instituto de investigación V-Dem de la Universidad de Gothenburg constata la existencia de un claro declive global en el apoyo a este sistema de gobierno que baja a los niveles de 1989. </p>
<p>Más del setenta por cierto de la población mundial vive bajo dictaduras y, aunque nos parezca mentira, lejos de aumentar, la movilización democrática y popular se mantiene en niveles bajos. </p>
<p>Seis de los veintisiete estados miembros de la Unión Europea están inmersos en procesos de autocratización. Existe además un ascenso en el apoyo popular a modelos autocráticos, la polarización ha aumentado vertiginosamente en los últimos diez años y algunos especialistas se preguntan si los líderes autocráticos no están siendo acaso más audaces para transmitir (mensajes de) legitimidad política.</p>
<p>En los últimos años, escribir contra la democracia se ha convertido en una actividad académica que suscita un gran seguimiento. Los laboratorios contra la democracia se articulan gracias a una extensa red de productores y consumidores. La sofisticada <em>urdimbre</em> o <em>entretrama</em>, como diría la pensadora mexicana y especialista en etnología <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Marcela_Lagarde">Marcela Lagarde </a>, incluye líneas de investigación, libros publicados por editoriales comerciales de gran prestigio, seminarios internacionales, <em>best sellers</em>, redes sociales y contenidos multimedia creados por periódicos y revistas.</p>
<p>El fenómeno de <a href="https://elpais.com/opinion/2022-10-18/politica-desintermediada.html">desintermediación política</a> al que se refería recientemente el politólogo español Ignacio Sánchez-Cuenca parece ser producto de algo más que un complejo sentimiento de desconfianza, o sus difusas tramas, en sociedades en las que el debate político se libra a través de redes sociales. </p>
<p>Podemos encontrar orientación en la filósofa <a href="https://www.newschool.edu/nssr/faculty/Nancy-Fraser/">Nancy Fraser</a> quien sostiene que para centrarnos en la política de interpretación de las necesidades de la ciudadanía en las sociedades del Estado del bienestar es necesario pergeñar un modelo de discurso social que nos sirva como herramienta de análisis. Y, por cierto, esta no es una herramienta cuyo acceso sea exclusivo de demócratas: es una herramienta utilizada por líderes y lideresas no democráticos que se imponen como legítimos. </p>
<h2>Recursos discursivos</h2>
<p>El modelo de discurso social de Fraser captura lo que ella denomina “medios de interpretación y comunicación socioculturales”. Dichos medios engloban lo que el filósofo español <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Quint%C3%ADn_Racionero">Quintín Racionero</a> denominó las tres grandes aproximaciones o perspectivas de naturalización de la racionalidad. </p>
<p>La primera de ellas la identificó con el estudio de la construcción e intercambio sociales del sentido (Pragmática); la segunda la relacionó con el análisis de los enfoques sistémicos que, haciendo uso de signos, producen discursos diferenciados (Semiología); e identificó la tercera perspectiva con la Hermenéutica, entendida como <a href="https://philpapers.org/archive/NAVEDI.pdf">la interpretación de los mensajes de acuerdo con los archivos generados por la memoria histórica</a>.</p>
<p>Los recursos discursivos de los que disponemos como ciudadanos incluyen: </p>
<ol>
<li><p>lenguajes y vocabularios oficialmente reconocidos y adecuados para presentar reivindicaciones; </p></li>
<li><p>paradigmas de argumentación aceptados para arbitrar reivindicaciones contradictorias; </p></li>
<li><p>convenciones narrativas para construir relatos individuales y colectivos, y modos de subjetivación. </p></li>
</ol>
<p>Fraser parece haber dejado claro que los medios de interpretación y comunicación socioculturales están también estratificados y organizados de manera congruente con la existencia de patrones sociales de dominación y subordinación.</p>
<h2>Argumentos <em>Contra la democracia</em></h2>
<p>Teniendo esto presente, analicemos cómo se construyen o, al menos, a qué se refieren algunos de los argumentos esgrimidos por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jason_Brennan">Jason Brennan</a> en su libro <em>Contra la democracia</em>, un superventas traducido a más de diez idiomas. </p>
<p>Brennan sostiene que la participación política corrompe intelectual y moralmente y que las libertades políticas no tienen demasiado valor instrumental o intrínseco. La política sería perjudicial para la mayoría de nosotros, según Brennan, quien no duda en afirmar que “cada vez se debería permitir participar a menos de nosotros.” </p>
<p>El autor asocia sus argumentos a la presunta evidencia obtenida a partir de investigaciones realizadas por especialistas como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ilya_Somin">Ilya Somin</a>, <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Larry_Bartels">Larry Bartels</a>, <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/John_Ferejohn">John Ferejohn</a> o informes elaborados en <a href="https://www.pewresearch.org/">Pew Research Center</a> que vendrían a corroborar la ignorancia política del votante estadounidense, su escasez de información sobre asuntos que han formado parte de una controversia política entre las élites durante importantes periodos de tiempo, cuando no su tendencia a ser “racionalmente irracional”. </p>
<p>El empleo que hace el filósofo de estos resultados, su alineación con argumentos dirigidos a describir la ausencia de creencias políticas significativas de los ciudadanos y su propósito último de defender modelos epistocráticos de sociedad constituyen un verdadero laboratorio (discursivo) contra la democracia.</p>
<p>Por motivos de salud democrática resulta urgente contraargumentar a Brennan y sus adalides teniendo a la vista los resultados de investigación obtenidos por la filósofa estadounidense <a href="https://lsa.umich.edu/philosophy/people/faculty/kldotson.html">Kristie Dotson</a> en el área de la epistemología de la ignorancia y, en particular, en torno al fenómeno de la <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/02691728.2013.782585?journalCode=tsep20">opresión epistémica</a>. </p>
<p>Resulta desconcertante que haya autores que, al hablar de la democracia en América, crean poder hacerlo sin mencionar una sola palabra sobre la <a href="https://www.youtube.com/watch?v=krfcq5pF8u8">XIII enmienda a la Constitución de EE. UU.</a> y la evolución de las libertades políticas tal y como nos urge a hacer <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Angela_Davis">Angela Y. Davis</a>, clásico del pensamiento político. ¿Por qué pueden tener éxito obras como <em>Contra la democracia</em>? Porque forman parte de un intrincado laboratorio global contra la democracia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193899/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Escribir contra la democracia se ha convertido en una actividad académica muy demandada. Los laboratorios contra la democracia se articulan gracias a una extensa red de productores y consumidores.María G. Navarro, Docente e investigadora. Departamento de Historia del Derecho y Filosofía Jurídica, Moral y Política, Universidad de SalamancaJudith Santos García, Profesora de Filosofía , Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1944132022-11-11T13:36:58Z2022-11-11T13:36:58ZPor qué el delito de sedición es algo anacrónico<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/494823/original/file-20221111-21-vp2flm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=65%2C0%2C7293%2C4825&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Edificio del Tribunal Supremo en Madrid (España).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/supreme-court-spain-spanish-tribunal-supremo-745024030">Wangkun Jia / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Jamás pudo imaginar cualquier penalista español del siglo XX que en el siglo XXI el <a href="https://www.conceptosjuridicos.com/delito-de-sedicion/">delito de sedición</a> iba a protagonizar una batalla política como la que ahora se libra en torno a él. Desde la promulgación de la Constitución democrática no existen prácticamente sentencias que condenen por sedición y las pocas que existen –citadas a lo largo del proceso penal contra los independentistas catalanes– demuestran con claridad su propia obsolescencia.</p>
<p>En efecto, bajo esa denominación <a href="https://www.conceptosjuridicos.com/codigo-penal-articulo-544/">se castiga a quienes se alzan tumultuariamente</a> “para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las leyes o a cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario público, el legítimo ejercicio de sus funciones o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o judiciales”. </p>
<p>¿Qué precedentes judiciales hay en estos 40 años? <a href="https://www.iberley.es/jurisprudencia/sedicion">Apenas un par de sentencias</a> que condenan pequeñísimos levantamientos populares en algunos pueblos de España contra un desahucio (1979) o contra la distribución de agua de riego (1991). </p>
<p>¿Qué tiene esto que ver con el proceso político independentista catalán? Nada, evidentemente; y, sin embargo, el Tribunal Supremo les condenó por este delito. </p>
<p>No hay prueba más palpable de que nos encontramos ante una norma legal con un radio de acción tan elástico que contradice abiertamente una de las garantías constitucionales básicas: la taxatividad de la ley penal. Los ciudadanos tienen derecho a prever las consecuencias de sus actos sin temor a la intervención punitiva del Estado, como reiteradamente ha dicho el Tribunal Constitucional español y el Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. </p>
<h2>La desproporcionalidad del castigo</h2>
<p>La seguridad jurídica está en juego. Si además se castiga esa conducta tan poco concreta con penas que alcanzan los 15 años de prisión, la proporcionalidad de la ley penal brilla absolutamente por su ausencia. Solo por ello ya merecería la sedición ser borrada de un plumazo de nuestro Código Penal. Pero hay más, mucho más.</p>
<p>En primer lugar, <a href="https://www.boe.es/buscar/pdf/1983/BOE-A-1983-19946-consolidado.pdf">la Constitución</a> española garantiza el derecho a manifestarse pacíficamente y sin armas. Pero el tenor literal de ese artículo del Código Penal parece contradecir dicha garantía porque sirve para castigar incluso meras manifestaciones de cierta entidad en las que los ciudadanos ejerzan su legítimo derecho a la protesta, porque en esas reuniones de multitud de personas puede obstruirse o dificultar la tarea de los agentes de la autoridad, que no dejan de representar en muchos casos aquello contra lo que se protesta. </p>
<p>Pero ese tipo de acciones se consideran propias de un Estado democrático en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional español y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que creó una teoría perfectamente aplicable a casos así, denominada “<a href="https://ojs.uv.es/index.php/CEFD/article/download/13969/pdf">doctrina del efecto desaliento</a>”, aplicable siempre que un Estado establece cortapisas legales al ejercicio legítimo de los derechos fundamentales, principalmente a los de reunión y manifestación. </p>
<p>Este derecho, ligado a la libertad de expresión (porque no deja de ser una forma de ejercerlo), debe ser protegido por el Estado y no vulnerado por él directa o indirectamente. </p>
<p>Y volviendo a lo sucedido en Cataluña hace cinco años, <a href="https://www.europapress.es/catalunya/noticia-miles-personas-manifiestan-barcelona-tumbemos-regimen-republica-catalana-20181221194702.html">las 40 000 personas que se manifestaron en la Gran Vía</a> de Barcelona contra la intervención de la policía española lo hicieron para protestar por dicha intervención, no para impedir el ejercicio de la autoridad. Sin embargo, el Tribunal Supremo condenó a los políticos independentistas porque –<a href="https://noticias.juridicas.com/actualidad/noticias/14489-sentencia-del-lsquo;procesrsquo;:-los-principales-lideres-independentistas-condenados-por-sedicion/">según dijo en su sentencia</a>– alentaron dicha protesta y con ello trataron de impedir el registro en la Consejería de Economía, un auténtico despropósito jurídico-penal que buscó una argucia para condenar por sedición lo que de ningún modo constituía rebelión, delito por el que les acusaba la Fiscalía y la acusación particular ejercida por Vox. </p>
<h2>El delito de las dictaduras</h2>
<p>En segundo lugar, la sedición tiene el dudoso honor de haberse convertido a lo largo de la historia en el delito escogido por las dictaduras españolas para castigar la huelga obrera. En la de Primo de Rivera, el <a href="https://personasjuridicas.es/codigo-penal-de-1928/">Código Penal de 1928</a> pasó a incluir la huelga como supuesto de sedición, aunque la Fiscalía General del Estado ya había calificado como tal determinadas huelgas denominadas “revolucionarias” por el simple hecho de tener un tinte político. Posteriormente, durante el franquismo, la huelga sediciosa se convirtió en un ariete contra las legítimas aspiraciones de la clase obrera. </p>
<p>El <a href="https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1945/013/A00427-00472.pdf">Código Penal de 1944</a>, surgido al calor de la represalia franquista, decía toscamente en su artículo 222: “Serán castigados como reos de sedición…las huelgas de obreros” (sic), como si “las huelgas” pudieran ser los sujetos activos del delito. </p>
<p>Al llegar la democracia, <a href="https://www.boe.es/buscar/pdf/1977/BOE-A-1977-6061-consolidado.pdf">un Real Decreto de 1977</a> corrigió ligeramente ese precepto para castigar “solo” las huelgas que atentasen contra la seguridad interior del Estado. Precepto que el Tribunal Constitucional no llegó a derogar taxativamente en su famosa sentencia sobre el derecho de huelga (<a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-T-1981-9433">Sentencia 11/1981, de 8 de abril</a>), pero dejó su aplicación tan limitada que prácticamente sobrevivió en estado de muerte vegetativa hasta la promulgación del Código Penal de 1995, que certificó su defunción.</p>
<p>Son razones suficientes para derogar este delito, que ha servido como un cajón de sastre para castigar pequeños movimientos vecinales, huelgas obreras y, ahora, el movimiento independentista pacífico catalán. La calidad legislativa de la democracia así lo aconseja.</p>
<h2>Orden público y sedición</h2>
<p>¿Quedaría desprotegido el orden público si se deroga la sedición? En absoluto. El Código Penal español contiene normas protectoras del mismo en un grado incluso exagerado, sobre todo a partir de la reforma de 2015, auspiciada por el Partido Popular en solitario, al contar con la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados. </p>
<p>Esa reforma de la legislación penal limita demasiado el derecho de reunión y manifestación. Veámoslo: <a href="https://www.conceptosjuridicos.com/codigo-penal-articulo-577/">el artículo 577 del Código Penal</a> castiga a “quienes actuando en grupo o individualmente pero amparados en él, alteraren la paz pública ejecutando actos de violencia sobre las personas o sobre las cosas, o amenazando a otros con llevarlos a cabo”, conminándoles con una pena de 6 meses a 3 años de prisión. </p>
<p>Por si fuera poco, se castiga con la misma pena “a quienes actuaren sobre el grupo o sus individuos incitándoles a realizar las acciones descritas… o reforzando su disposición a llevarlas a cabo”. Esa pena se duplica por el simple hecho de llevarse a cabo en una manifestación o con ocasión de ella, lo que sirve para confundir ambos fenómenos y crear una atmósfera de intimidación sobre los que ejerzan su legítimo derecho. Por lo demás, basta con que alguien porte un instrumento peligroso o un arma simulada para que la pena máxima se eleve hasta los 6 años de prisión. </p>
<p>Muchas personas han criticado abiertamente esta regulación de los desórdenes públicos porque procuran una protección arbitraria del orden público, máxime en momentos de grave conflicto social. Sería conveniente por ello que también fueran reformados estos delitos para reducir su radio de acción y que no generen –a su vez– el efecto desaliento que ya he mencionado en relación con la sedición.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/194413/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Nicolás García Rivas no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Desde que existe la Constitución apenas existen sentencias por sedición en España. Los ciudadanos tienen derecho a prever las consecuencias de sus actos sin temor a la intervención punitiva del Estado.Nicolás García Rivas, Catedrático de Derecho penal, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1943202022-11-09T20:51:24Z2022-11-09T20:51:24ZEE.UU.: cinco razones por las que los resultados electorales son importantes<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/494539/original/file-20221109-2910-hxk3wp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4091%2C2104&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">Becky Wright/Alamy</span></span></figcaption></figure><p>A medida que se van conociendo los resultados de las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, es evidente que la “ola roja” republicana que muchos expertos preveían no se ha materializado. Las primeras cifras indican que es probable que los republicanos recuperen la <a href="https://www.nytimes.com/2022/11/08/us/politics/congress-midterm-elections.html">Cámara de Representantes</a>, pero por un número menor de lo esperado, mientras que el <a href="https://www.nytimes.com/interactive/2022/11/08/us/elections/results-senate.html">Senado de EE.UU.</a> sigue siendo un cara o cruz. Aunque podría ser más una onda que una ola, Washington parece seguir preparándose para un gobierno dividido.</p>
<p>En el Congreso estadounidense, los republicanos se centrarán en mantener un frente unido frente a los demócratas y en intentar que el presidente Joe Biden sólo cumpla un mandato. Es probable que el bloqueo político y legislativo sea la consigna en Washington durante los próximos dos años.</p>
<p>Aunque Biden puede tener <a href="https://www.nytimes.com/interactive/2022/11/08/us/elections/results-senate.html">cierto poder para nombrar jueces federales y posiblemente incluso del Tribunal Supremo</a> si los demócratas mantienen el control del Senado, otras prioridades clave de la Casa Blanca –entre ellas, el medio ambiente, la sanidad y los derechos reproductivos– se paralizarán. He aquí otros cinco puntos clave:</p>
<h2>1. Recortes del gasto</h2>
<p>Si hay un ámbito concreto en el que los republicanos de la Cámara de Representantes aprovecharán su renovada influencia es en el ámbito del gasto público. Los gastos federales, que se <a href="https://www.wsj.com/articles/biden-after-rejecting-progressive-spending-plans-now-hones-multi-trillion-dollar-budget-11600075802">han disparado</a> bajo la administración Biden, probablemente serán fiscalizados.</p>
<p>Los líderes republicanos intentarán obligar a los demócratas a reformar la seguridad social y Medicare a cambio de permitir un <a href="https://www.usnews.com/news/the-report/articles/2022-10-28/gop-house-control-promises-gridlock-probes-impeachments">aumento del techo de la deuda</a>, el límite de endeudamiento del Tesoro estadounidense que mantiene al gobierno federal en funcionamiento.</p>
<p>El alcance y la escala de los recortes del gasto dependerán en gran medida de <a href="https://www.politico.com/news/2022/10/24/house-gop-2023-forecast-00062919">la capacidad de los republicanos para mantenerse unidos</a>. La reforma de la asistencia social se conoce como el “tercer raíl de la política estadounidense” por su potencial para perjudicar a los representantes públicos que se dediquen a quitarles las ayudas económicas a los estadounidenses. Mientras que los halcones fiscales, como el congresista republicano Jim Jordan de Ohio, cofundador del Freedom Caucus, han expresado su interés en <a href="https://www.politico.com/news/2022/10/19/jim-jordan-gop-majority-00062411">impulsar lo más posible los recortes del gasto</a>, los populistas del partido parecen ser más cautelosos.</p>
<h2>2. Impulsar investigaciones</h2>
<p>Sin embargo, donde el Capitolio verá más acción es en <a href="https://www.cnn.com/2022/01/13/politics/republican-majority-investigation-plans-midterms/index.html">una serie de nuevas investigaciones</a> dirigidas al poder ejecutivo, una picazón que los republicanos han estado anhelando rascarse desde que Biden asumió el cargo. En parte como venganza por los dos <em>impeachments</em> de Trump y en parte debido al enfado por la agenda de la Casa Blanca, los republicanos aprovecharán cualquier oportunidad <a href="https://thehill.com/homenews/house/3697773-five-investigations-house-republicans-are-plotting-if-they-win-majority/">para acorralar a Biden</a>, incluso sobre el <a href="https://news.bloomberglaw.com/health-law-and-business/republicans-try-to-jump-start-probes-into-bidens-covid-response">covid-19</a>, <a href="https://www.nytimes.com/2020/10/22/us/politics/hunter-biden-laptop.html">el portátil de Hunter Biden</a>, <a href="https://www.nbcnews.com/politics/donald-trump/republicans-lash-justice-department-fbi-searches-trumps-mar-lago-home-rcna42139">las acusaciones de un departamento de justicia políticamente motivado</a> y <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2022-10-17/top-house-republican-asks-state-to-preserve-afghanistan-material">la retirada de Afganistán</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un hombre con traje y corbata roja en un estrado" src="https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=382&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=382&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=382&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=480&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=480&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=480&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El gobernador de Florida, Ron DeSantis, gran vencedor en las últimas elecciones, será un destacado aspirante a la próxima candidatura presidencial republicana, probablemente para enfrentarse a Donald Trump.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Hunter Crenian/Shutterstock</span></span>
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</figure>
<p>Algunos republicanos de línea dura en la Cámara de Representantes <a href="https://www.nytimes.com/2022/10/28/us/politics/house-republicans-impeachment-biden.html">han llegado a plantear</a> la idea de impugnar a Biden, pero esa probabilidad parece remota. Los partidarios de Trump, como Marjorie Taylor Greene, una congresista republicana de Georgia, seguirán presionando para que se adopte cualquier medida que cree espectáculo político en beneficio propio.</p>
<p>Sin embargo, los republicanos más convencionales se dan cuenta de que ese camino está <a href="https://www.newsweek.com/marjorie-taylor-greene-behind-more-half-attempts-impeach-biden-1747805">plagado de baches</a>. El riesgo es que se perciba que se ignoran los asuntos relevantes, como la inflación, mientras se lleva a cabo una venganza partidista contra Biden.</p>
<h2>3. Actitudes hacia China y Ucrania</h2>
<p>A nivel internacional, es probable que las elecciones de mitad de mandato tengan un impacto limitado en la modificación de políticas concretas. A muchos aliados de EE.UU. <a href="https://www.lemonde.fr/en/international/article/2022/10/22/eu-worries-about-possible-reevaluation-of-us-aid-to-ukraine-after-midterms_6001375_4.html">les preocupa</a> que si los republicanos se hacen con el control del Congreso, endurezcan su postura y pongan en peligro los compromisos de EE.UU. en el extranjero.</p>
<p>En particular, se especuló con la posibilidad de retirar el apoyo a Ucrania después de que el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, declarara el mes pasado que un Congreso republicano no estaría dispuesto a extender un “<a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-us-canada-63407089">cheque en blanco</a>” para el esfuerzo bélico.</p>
<p>Sin embargo, es improbable que se produzca un alejamiento radical de Kiev, incluso en medio de un conflicto que no tiene un final previsible. A pesar de un <a href="https://www.washingtonpost.com/politics/2022/10/31/republican-split-on-ukraine-aid/">ala aislacionista</a> dentro del partido republicano, existe un amplio apoyo en Washington para respaldar las defensa militar de Ucrania. Esto está en consonancia con la opinión pública para contrarrestar la guerra de Putin, ya que aproximadamente <a href="https://www.reuters.com/world/europe/three-four-americans-say-us-should-support-ukraine-despite-russian-threats-2022-10-05/">tres cuartas partes de los estadounidenses</a> están de acuerdo en que Estados Unidos debería seguir ofreciendo ayuda financiera y militar a Kiev.</p>
<p>Asimismo, la política exterior hacia China es un área en la que republicanos y demócratas permanecen unidos. Biden se ha desmarcado de la retórica de Trump hacia Pekín, pero sigue sosteniendo la posición de su predecesor de librar una “<a href="https://foreignpolicy.com/2022/10/12/biden-china-semiconductor-chips-exports-decouple/">guerra económica de baja intensidad</a>”.</p>
<h2>4. Implicaciones para la democracia estadounidense</h2>
<p>Aunque las elecciones de mitad de mandato son importantes por sí mismas –y no deberían considerarse sólo como un calentamiento para 2024– hay una razón por la que todas las miradas se dirigirán ahora hacia las próximas elecciones presidenciales. Los demócratas interpretaron las elecciones intermedias no sólo como una votación sobre políticas, sino como un referéndum sobre <a href="https://www.ft.com/content/d2bd9823-e6fb-40ef-aef9-ebbbeebc5e9e">el futuro de la propia democracia estadounidense</a>.</p>
<p>Con más de <a href="https://www.brookings.edu/blog/fixgov/2022/10/07/democracy-on-the-ballot-how-many-election-deniers-are-on-the-ballot-in-november-and-what-is-their-likelihood-of-success/">300 candidatos de derechas</a> que sostienen que el triunfo de Biden en 2020 fue amañado, a muchos les preocupa de que se puedan sentar las bases para unas elecciones en 2024 aún más turbulentas de las que el país superó en 2020.</p>
<p>Los datos, sin embargo, indican que los estadounidenses están haciendo retroceder a muchos negacionistas electorales extremos, especialmente a nivel estatal. <a href="https://www.nbcnews.com/politics/2022-election/live-blog/elections-2022-live-updates-rcna55757">Los votantes de Pensilvania</a> y Michigan han rechazado a los candidatos a gobernador respaldados por Trump que habrían tenido una influencia considerable en la certificación de los votos electorales.</p>
<h2>5. El futuro papel de Trump</h2>
<p>Mientras tanto, el control de Trump sobre el partido puede verse cada vez más cuestionado por su rival Ron DeSantis, que <a href="https://www.politico.com/news/2022/11/08/florida-governor-2022-ron-desantis-charlie-crist-00065788">se alzó con la victoria en las elecciones a gobernador de Florida</a> por un margen de dos dígitos, dando la vuelta a distritos en los que solían ganar los demócratas con contundencia y ganando grandes franjas del voto hispano/latino. Aunque los resultados de los candidatos apoyados por Trump <a href="https://www.theguardian.com/us-news/ng-interactive/2022/nov/08/midterm-election-results-live-2022-map-us-midterms-latest-winners-seats-congress">han sido dispares</a>, está claro que la bendición de Trump no era una garantía segura de victoria, y que <a href="https://www.washingtonexaminer.com/opinion/candidate-quality-matters">la calidad del candidato</a> sigue siendo importante.</p>
<p>Todo esto no asegura que no haya amenazas a los resultados electorales, ni en este ciclo ni en el de 2024. El azote del negacionismo electoral se ha convertido en algo más grande que Trump o sus aliados más fervorosos, transformándose en un <a href="https://www.politico.eu/article/us-donald-trump-joe-biden-threats-fueled-by-online-election-denial-spread-ahead-of-us-midterm-elections/">movimiento total</a> que puede resultar difícil de contener. Aun así, el aparente rechazo a los candidatos más extremos sugiere que muchos estadounidenses –de ambos partidos– quieren recuperar la estabilidad, especialmente en la institución central en unas elecciones libres y justas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/194320/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>A los republicanos no les ha ido tan bien como se preveía en los resultados de las elecciones de medio mandato de Estados Unidos.Thomas Gift, Associate Professor and Director of the Centre on US Politics, UCLJulie M Norman, Associate Professor in Politics & International Relations, UCLLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1934882022-11-08T16:31:09Z2022-11-08T16:31:09ZRazón y emoción: así se capta de manera inteligente a un votante<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/494170/original/file-20221108-14-w5dz44.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=252%2C74%2C1408%2C1003&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Captura de pantalla a las</span> </figcaption></figure><p>La liturgia democrática presenta, de forma regular y recurrente, unos momentos cumbre llamados elecciones. Son tiempos en los que la búsqueda del voto a unas siglas o a un candidato pasa a ser el objetivo primordial de quienes optan a erigirse en legítimos representantes del pueblo, sea a nivel nacional, regional o local; o incluso supranacional, como es el caso del <a href="https://www.europarl.europa.eu/at-your-service/es/be-heard/elections">Parlamento Europeo</a>. </p>
<p>Aunque un político actúa siempre en modo de <a href="https://compolitica.com/abordar-una-campana-politica-por-donde-comenzar/">campaña</a> permanente, la proximidad de una cita en las urnas le hace entrar en una especial época de celo donde, siguiendo el símil del rey Midas, todo lo que toca es voto.</p>
<p>En España los partidos políticos ya están afinando sus maquinarias electorales de cara a los comicios locales y autonómicos de mayo de 2023. Se avecinan meses intensos, preludio además de las posibles elecciones generales a fin de año, de ahí su trascendencia como test o como una encuesta en tiempo real del PSOE y su socio de gobierno. </p>
<h2>Los casos de EE.UU. y Reino Unido</h2>
<p>En Estados Unidos, las llamadas <a href="https://geopol21.com/todo-lo-que-necesitas-saber-sobre-las-midterm-elections-de-estados-unidos/"><em>midterm elections</em></a> –elecciones de medio mandato– miden también las fuerzas de demócratas y republicanos para el control de la Cámara de Representantes y del Senado. Biden podría ver restringida su capacidad ejecutiva si ambos caen del lado republicano. </p>
<p>En el Reino Unido, nadie puede aún descartar la convocatoria de elecciones al Parlamento tras las <a href="https://www.dw.com/es/liz-truss-la-breve-hecatombe-pol%C3%ADtica-en-gran-breta%C3%B1a/a-63512788">sucesivas hecatombes</a> de <a href="https://theconversation.com/las-cinco-causas-de-la-caida-de-liz-truss-como-primera-ministra-britanica-192995">los conservadores en el Gobierno</a>, donde el número 10 de Downing Street se va pareciendo cada vez más a un apartamento de Airbnb. </p>
<p>Ha habido y seguirá habiendo elecciones en todo el mundo conocido y siempre seguirá siendo necesario acudir a los expertos en campañas para sacar la mayor tajada posible. Es mucho lo que hay en juego como para dejarlo en manos de aficionados.</p>
<p>Si bien la mayoría de quienes trabajan en comunicación política lo hacen dentro de estructuras de gobierno, ya que son las más estables en el tiempo, no es menos cierto que las campañas electorales continúan resultando atractivas <a href="https://cdsa.aacademica.org/000-061/137.pdf">para los profesionales de la consultoría política y estratégica</a> dada la cantidad de recursos que se mueven y la entidad de lo que está en juego. </p>
<p>También lo son para los estudiosos y, desde luego, existe mucha más <a href="https://www.idea.int/sites/default/files/publications/comunicacion-politica-en-campanas-electorales.pdf">literatura académica sobre comunicación electoral</a> y de campañas que sobre la comunicación de gobiernos, pese al repunte que esta última ha ido adquiriendo.</p>
<h2>El valor de los intermediarios</h2>
<p>Vivimos en unos tiempos caracterizados por la velocidad con que transcurren los hechos y la instantaneidad con que se transmite todo tipo de información. Además, ya terminó la era de la información unidireccional de emisor a receptor a través de los medios de comunicación tradicionales. Ahora hay muchos intermediarios con capacidad para intervenir, interactuar, generar contenido y distribuirlo; intermediarios, en suma, con voz y voto y con posibilidad de alcanzar a otros votantes. </p>
<p><a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5406252">El ecosistema de la comunicación electoral</a> se ha vuelto mucho más complejo pero, al mismo tiempo, más apasionante que el de antaño y requiere de conocimientos extensos y multifacéticos de los entornos sobre los que se debe actuar.</p>
<p>La falta de esos análisis finos hizo fracasar en el pasado a <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37933771">Hillary Clinton frente a Donald Trump</a>, a los sectores británicos partidarios de la permanencia en la Unión Europea frente a los del Brexit <a href="https://www.rtve.es/noticias/20160624/reino-unido-decide-abandonar-union-europea-historico-referendum/1362431.shtml">en el referéndum de 2016</a> o, apenas hace unos meses, a los partidarios de la <a href="https://theconversation.com/plebiscito-constituyente-un-viaje-de-chile-hacia-el-centro-190017">fallida Constitución chilena rechazada en referéndum</a>. </p>
<p>Tenemos más instrumentos que nunca para auscultar lo que piensa la sociedad y, sin embargo, otros intereses o prejuicios nos impiden ver más allá de lo que interesa. Ahí se comienza a labrar el fracaso de una campaña electoral, o de un referéndum, que al fin y al cabo en ambos casos hay que decantarse por una papeleta.</p>
<h2>Captación cautivadora</h2>
<p>En un ambiente de polarización acentuada y de rechazo hacia los políticos y hacia la política se hace más necesario que nunca reflexionar, ahondar en lo que podríamos llamar la “caza” inteligente del votante, es decir, la caza cautivadora y no meramente visceral de la ciudadanía. </p>
<p>Esto no significa apelar únicamente a la razón porque estaríamos olvidando un componente esencial del ser humano como son los sentimientos o su parte emocional. Lo inteligente es lograr una hábil combinación de las dos esferas que, además, a la larga, posibilite la fidelidad del voto: un bien que todo partido o candidato desea conseguir para afianzar su estabilidad.</p>
<p>Conectar con el ciudadano o reconectar con el ciudadano perdido debería ser el punto en común de todos los estrategas electorales si no quieren ver reducidas sus conquistas a flor de un día, a pan para hoy y hambre para mañana. Los votos seducidos por las artes del engaño son los que luego resultan difícilmente recuperables.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193488/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carlos Barrera no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La “caza” cautivadora y no meramente visceral de la ciudadanía es la mejor manera de captar votantes de manera inteligente en unas elecciones. Conectar y reconectar con el ciudadano perdido debería ser el punto en común de todos los estrategas electorales.Carlos Barrera, Director Académico del Máster en Comunicación Política y Corporativa, Universidad de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1907232022-10-23T17:53:36Z2022-10-23T17:53:36ZEl mundo vive una contraola democrática: ¿Cuál es el papel de las élites?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/491050/original/file-20221021-15-fqxhat.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=29%2C9%2C6461%2C3911&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/statue-liberty-underwater-catastrophe-global-warming-2198753789">Shutterstock / Alones</a></span></figcaption></figure><p>El pasado 15 de septiembre se celebró el <a href="https://www.un.org/es/observances/democracy-day/messages">Día Internacional de la Democracia</a>. Esta efeméride se aprobó en la Asamblea General de Naciones Unidas en 2007, hace apenas 15 años. Pero entre 2007 y 2022 han cambiado muchas cosas en el mundo, entre ellas el estado de la democracia.</p>
<p>Durante la primera década del siglo XXI hubo cierto optimismo sobre los avances democráticos. Estos se enmarcaban en la <a href="https://muse.jhu.edu/article/225602">tercera ola democratizadora</a>, concepto acuñado por el politólogo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Samuel_P._Huntington">Samuel P. Huntington</a>. Ese concepto refleja una época de avances de la democracia. Hasta la fecha ha habido tres: </p>
<ul>
<li><p>Durante el siglo XIX hasta los años 1920, con la ampliación del sufragio en diferentes países.</p></li>
<li><p>Después de la Segunda Guerra Mundial hasta mediados de los 1960.</p></li>
<li><p>Desde la caída de los regímenes dictatoriales de América Latina y el Sur de Europa en los 1970, hasta el colapso de los regímenes comunistas en Europa en los 1990. </p></li>
</ul>
<p>Ese <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/european-review/article/democracy-in-the-21st-century-can-we-be-optimistic/B4929D9B5E63A2D03E798B9B6B32C100">optimismo</a>, en definitiva, fue respaldado por el hecho de que por primera vez casi la mitad de la población mundial vivía en regímenes que podían ser considerados democráticos, según los informes de <a href="https://freedomhouse.org/sites/default/files/2020-02/Freedom_in_the_World_2007_complete_book.pdf">Freedom House</a> o de <a href="http://graphics.eiu.com/PDF/Democracy%20Index%202008.pdf">Economist Intelligence Unit</a>.</p>
<p>No obstante, al igual que Huntington habló de “olas”, también habló de “contraolas”, periodos en los que la democracia retrocede. A toda ola sigue una contraola y cada vez son más los <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13510347.2019.1582029">trabajos que señalan, con evidencias empíricas, que estamos en una contraola</a>.</p>
<h2>China como alternativa a la democracia</h2>
<p>¿Qué ha cambiado en apenas 15 años? Para comenzar, aunque <a href="https://www.jstor.org/stable/24027184">Francis Fukuyama se preguntaba</a> si la historia llegaba a su fin con la caída de la URSS, ahora <a href="https://www.journalofdemocracy.org/articles/the-end-of-history-revisited/">sabemos que no es exactamente así</a> (<a href="https://publicaciones.eafit.edu.co/index.php/co-herencia/article/view/6968">incluyendo al propio Fukuyama</a>). </p>
<p>Si bien el modelo democrático-capitalista mostró sus fortalezas frente a las contradicciones y debilidades del modelo soviético-comunista, actualmente ha surgido una alternativa viable a esa opción democrática: <a href="https://press.princeton.edu/books/paperback/9780691173047/the-china-model">China</a>. El país asiático ha roto esquemas y muestra cómo se puede conseguir crecimiento económico sostenido, innovación tecnológica y mejora en las condiciones de vida sin ser una democracia (obviamente esas condiciones de vida no incluyen derechos y libertades). China presenta al mundo un modelo no democrático que funciona y aparece como una alternativa seria y viable, a medio/largo plazo, al modelo democrático.</p>
<p>Otro aspecto a destacar en esta contraola es el modo en que la democracia está viéndose amenazada. Si en épocas pasadas (<a href="https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/0032321719888857">o no tanto</a>) la democracia quebraba vía golpes de estado o revoluciones, con el papel protagónico de los militares, ahora el deterioro se da por otras vías. Actualmente la democracia, más que quebrarse, se erosiona, y esa erosión tiene la particularidad de que es interna, no externa. Los regímenes democráticos están siendo erosionados desde dentro, por las propias élites que ejercen el poder del régimen.</p>
<p>La democracia sigue estando bajo amenaza, nunca ha dejado de estarlo. Sin embargo, en la actualidad sus oponentes utilizan otras formas, más sutiles y lentas, pero igualmente destructoras.</p>
<p>Detrás de lo que se ha acuñado como <a href="https://muse.jhu.edu/article/815935"><em>democratic backsliding</em></a> se encuentran las élites políticas que, con sus acciones y discursos, pueden estar <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13510347.2019.1582029">socavando la democracia desde dentro, aun con apariencias democráticas</a>.</p>
<p>Que haya líderes, partidos o movimientos que cuestionen abiertamente la democracia no es una novedad. Sí lo es que lo hagan presidentes y partidos que están en el gobierno, sin necesariamente cuestionar en público la democracia, pero realmente socavándola desde dentro.</p>
<h2>Bolsonaro y Bukele, dos ejemplos</h2>
<p>En América Latina, por ejemplo, vemos numerosos casos donde los presidentes mantienen discursos abiertamente intolerantes o que poco a poco modifican las reglas institucionales para perpetuarse en el poder. Posiblemente Brasil con Jair Bolsonaro y El Salvador con Nayib Bukele sean los casos más representativos de esta tendencia. Son élites que cuestionan la democracia, pero que juegan al juego democrático y ganan la partida. Todo desde la legalidad (aunque discutible), pero atentando contra la propia democracia. </p>
<p>Todo esto está llevando a la región a un escenario complejo en el que, mientras líderes fuertes se consolidan en el poder, la <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-030-51584-3_6">democracia se va fatigando</a>. En suelo europeo el mejor ejemplo es Hungría, que oficialmente ha dejado de ser una democracia según el <a href="https://www.v-dem.net/static/website/files/dr/dr_2020.pdf">último informe de Varieties of Democracy</a> y, de hecho, el Parlamento Europeo lo ha reconocido en fechas recientes. No se puede entender el retroceso democrático de Hungría sin entender <a href="https://muse.jhu.edu/article/860244">el papel que han jugado Viktor Orbán y Fidesz</a> desde dentro del sistema político.</p>
<p>Los estudios sobre las élites pueden darnos las claves del quehacer de ellas en las democracias contemporáneas. Afortunadamente, estos estudios son extensos y cuentan con una larga trayectoria en las disciplinas de la Ciencia Política y la Sociología. Desde el <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13608746.2022.2026336">perfil sociodemográfico de los representantes</a> y sus <a href="https://link.springer.com/book/10.1007/978-3-030-51584-3">actitudes y opiniones</a> hasta el <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/17449057.2022.2031511">reclutamiento ministerial</a> y las <a href="https://revistas.usal.es/index.php/1130-2887/article/view/alh2019813149">primeras damas</a>. </p>
<p>Son estos mismos trabajos los que nos dan las claves para entender el papel que juegan las élites en democracia y cómo pueden afectarle desde sus <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13510347.2021.1957838">rasgos de personalidad</a> hasta su <a href="https://revistas.usal.es/index.php/1130-2887/article/view/alh201468139168">preferencia normativa por la democracia</a> o su <a href="https://libreria.cis.es/libros/elites-radicalismo-y-democracia/9788474768671/">radicalismo ideológico</a>.</p>
<p>La actual contraola durará mientras haya alternativas viables al modelo democrático y las élites que cuestionan la democracia ganen elecciones y se perpetúen en el poder. Si las élites que conducen el propio régimen democrático están dispuestas a socavarlo, bien porque no creen en él o bien porque su concepción de democracia no incluye a los rivales (lo cual tiene poco de democrático), la democracia seguirá en aprietos. Siempre lo ha estado, pero ahora el problema no es tanto externo como interno.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/190723/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Asbel Bohigues no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La actual contraola democrática durará mientras existan alternativas viables al modelo democrático, y las élites que cuestionan la democracia ganen elecciones y se perpetúen en el poder.Asbel Bohigues, Profesor de Ciencia Política, Universitat de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1862892022-10-04T16:57:31Z2022-10-04T16:57:31Z¿Es la democracia un sistema político y social infalible?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/485868/original/file-20220921-9551-sikp9n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=28%2C14%2C4646%2C3097&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/hand-person-casting-vote-into-ballot-533906236">Shutterstock / roibu</a></span></figcaption></figure><p>Las generaciones milenial y posteriores no sabemos lo que es vivir sin democracia. No lo imaginamos. Para nosotros es normal ver campañas electorales y votar cada cierta cantidad de años, quejarnos de nuestras figuras políticas e, incluso, manifestarnos en las calles para exigir un cambio de rumbo en la política nacional. Pero ¿somos conscientes de lo frágil que se han tornado las democracias? ¿Le damos a la democracia el valor que de verdad tiene? Y una pregunta retórica más importante: ¿Estamos dispuestos a defenderla?</p>
<p>Antes de continuar, quisiera caer adrede en un simplismo y dividir al mundo en dos: Oriente y Occidente. Lo que entendemos por democracia es una mirada occidental, muy distinta de la visión de ella, de la representatividad y la política que se tiene en Oriente. El concepto de democracia que todos conocemos es solo de una parte de la humanidad y, quizás, ni siquiera de la más populosa. Para no desviarme mucho del eje del artículo, solo quisiera recomendar la lectura de <a href="https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-013X2016000100212"><em>Orden Mundial</em></a>, de Henry Kissinger, para tener una visión más profunda de esta simple división del mundo.</p>
<p>El 10 de diciembre de 1983, el entonces presidente de la República Argentina, Raúl Alfonsín, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=kKe7qdBiJMo">pronunciaba una de las frases</a> más recordadas de la historia de la democracia del país latinoamericano, después de una década de dictadura militar: “Con la democracia no solo se vota, sino que también se come, se educa y se cura”. Pese a todas las críticas que recibió, Alfonsín no estaba errado. </p>
<h2>Política, económica y social</h2>
<p>El concepto de democracia al que Raúl Alfonsín hacía referencia es el de democracia política, que es uno de los que engloba el gran concepto de la democracia. El politólogo italiano Giovanni Sartori, en su obra <a href="https://revistas.comillas.edu/index.php/revistaicade/article/view/6443/6254"><em>¿Qué es la democracia?</em></a>, nos advierte de que el concepto de democracia es un concepto total y no es posible la partición de la misma: no hay democracia sin la democracia política, económica y social. Sin la garantía de estas tres partes no existe.</p>
<p>Esta puntualización es importante ante sectores que vanaglorian la democracia económica sobre la democracia política o social, justificando regímenes autocráticos o dictaduras militares que no respetan a las minorías solo por un buen manejo de la economía. Es importante redundar en que sin elecciones justas y libres, respeto por las minorías y una economía libre, no hay democracia. </p>
<p>Ahora bien, ¿es la democracia infalible? ¿Es correcto delegar los destinos de un país y, por ende, los de millones de personas a un conjunto de individuos? Las respuestas son sí y no, respectivamente. Pero es sano repensarlo y abrir el debate. </p>
<h2>La democracia llevó a Trump a la presidencia de EE.UU.</h2>
<p>La democracia llevó a Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, quizás una de las democracias más importantes y fuertes del mundo. La democracia ha elegido y reelegido a Hugo Chávez y a Nicolás Maduro en Venezuela. En Gran Bretaña se votó democráticamente por la salida de la Unión Europea, con sus consecuencias desastrosas. Entonces, si la democracia se equivoca tanto, ¿por qué es tan buena? </p>
<p>Una respuesta podría ser que es la única forma que hay para que toda la población pueda elegir a sus representantes y que garantiza que la mayoría electa respetará a la minoría. Esto coincide con la <a href="https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights">Declaración Universal de los Derechos Humanos</a>. </p>
<p>Al mismo tiempo, la democracia no ha sabido articular correctamente con sus actores la forma más eficiente de llevar a cabo un control de calidad de la política. Ya sea en repúblicas o en democracias parlamentarias, las mayorías elegidas por el voto popular siempre han encontrado filtraciones en su sistema para poder evadir los controles establecidos y, de esta forma, forzarlo o romperlo. Así es como los golpes de Estado pasaron de ser llevados a cabo por agentes externos a ser desarrollados por la propia fuerza: romper el sistema desde dentro.</p>
<h2>¿Hay algo mejor?</h2>
<p>Si vemos que la democracia tiene tantas falencias, si ha cometido tantos errores, ¿no es momento de pensar otra forma de gobierno? Puede ser. Es sano pensar constantemente cómo elegimos a nuestros representantes, cómo controlarlos y los diferentes aspectos que abarcan las reglas generales que rigen en un territorio. Sin embargo, y quizás sea por falta de creatividad, no hay nada que supere a la democracia liberal que hoy conocemos en Occidente (único tipo posible, según Sartori). ¿Es posible diseñar algo mejor?</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/186289/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Agustín Joel Fernandes Cabal no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hablar de democracia es hablar de derechos humanos. Pero cada sistema tiene sus fallos y criticarla o intentar mejorarla es fundamental para continuar con su existencia fundamental.Agustín Joel Fernandes Cabal, Investigador predoctoral en Filosofía, Universidade de Santiago de CompostelaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1906922022-09-14T17:18:00Z2022-09-14T17:18:00ZDemocracia, un sistema político en riesgo permanente (incluso en España)<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/484658/original/file-20220914-22-46a596.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C2%2C715%2C569&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">_Discurso fúnebre de Pericles_. (Philipp Foltz, 1877). Durante este discurso, recogido por Tucídides en _Historia de la guerra del Peloponeso_, Pericles trazó un retrato idealizado de la democracia ateniense</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Discurso_funebre_pericles.PNG">Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>La democracia es el poder político de los ciudadanos. Analizar los principios básicos de esta como sistema de gobierno supone estudiar la noción de Estado de derecho. </p>
<p>La democracia está protegida por él, pues ciudadanos y poderes públicos están sometidos al imperio de la ley, una ley votada y promulgada al amparo de los principios de legalidad y legitimidad es exigible por sí misma. No debemos percibirla de forma intimidatoria o coercitiva, sino con la convicción de que su respeto asegura una vida pacífica, segura, ordenada y previsible para todos.</p>
<p>Es una garantía más de civismo. En caso de vulnerarse, el ordenamiento jurídico pone a nuestra disposición recursos administrativos y judiciales que amparen nuestros derechos. </p>
<p>Una acción de los poderes públicos en la que prevalezcan los intereses privados en lugar del interés general es considerada corrupción, que cuando punible, condena penalmente al funcionario y le aparta de toda función pública.</p>
<p>Según aseguró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, <a href="https://ec.europa.eu/info/strategy/strategic-planning/state-union-addresses_es">en su discurso sobre el Estado de la Unión de 2020</a>, “el Estado de derecho ayuda a proteger a los ciudadanos de la ley del más fuerte. Es el garante de nuestros derechos y libertades más básicos en nuestra vida cotidiana. Nos permite expresar nuestra opinión y ser informados por una prensa libre”. </p>
<p>Así, vemos que <a href="https://ec.europa.eu/info/policies/justice-and-fundamental-rights/upholding-rule-law/rule-law/rule-law-framework_es">el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea</a>, consagra el Estado de derecho como uno de los valores comunes a todos los Estados miembros y que debemos proteger. </p>
<p>El Estado de derecho (<em>Rule of Law</em> o <em>Law enforcement</em>) tiene dimensión reglamentaria (policial y de seguridad pública), legal, constitucional o supranacional. Rousseau lo llamaba <a href="https://francearchives.fr/fr/pages_histoire/39223">“contrato social”</a>, como la relación existente entre los ciudadanos y el poder, la ley y el derecho, la voluntad general.</p>
<h2>Dimensión positiva y negativa del Estado de derecho</h2>
<p>Los elementos que componen el Estado de derecho pueden tener una dimensión positiva y otra negativa. </p>
<p>De forma negativa, nos encontramos con un Estado con instituciones débiles e ineficientes, paralizadas o corruptas, pues priman los intereses privados dirigiendo la política, la existencia de conflictos de interés, las actuaciones arbitrarias, la intimidación, el nepotismo. </p>
<p>Existen déficits democráticos: sistema electorales y recuento de votos opacos y sin garantías de regularidad; inseguridad (ciberataques, ciberdelincuencia y terrorismo); faltan las libertades públicas y derechos fundamentales más esenciales (libertad de expresión, libertad de conciencia y culto, la libertad de recibir información y noticias veraces, la tutela judicial efectiva, etc.); predominan las desigualdades en la sociedad (de género, salariales, falta de inclusión, falta de acceso a una educación libre, a la salud, etc.). Además, no existen mecanismos apropiados de control de las instituciones que son incapaces de solucionar los problemas más básicos de la sociedad.</p>
<p>Una dimensión positiva del Estado de derecho respeta el principio de seguridad jurídica, la separación de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Las instituciones consolidadas actúan de manera eficiente y conforme a la ley y al derecho. La justicia es independiente, las potestades discrecionales de la Administración son ejercidas con discernimiento y sobre la base del principio de legalidad. Las instituciones son transparentes, se comunican entre sí y con los ciudadanos; se garantiza la seguridad de todos y las instituciones rinden cuentas. </p>
<p>Se garantiza también la estabilidad macroeconómica, pues el gobierno anticipa y toma medidas que permiten paliar los efectos de las crisis económicas, asegurando el crecimiento económico que, allí dónde no aumente el poder adquisitivo de los ciudadanos, por lo menos lo mantenga. Se respetan los derechos fundamentales, la inclusión y la participación de los ciudadanos en la vida política en términos de igualdad.</p>
<h2>El bloqueo del CGPJ erosiona la democracia</h2>
<p>El Consejo General del Poder Judicial español <a href="https://euobserver.com/rule-of-law/156045">está en boca de todos estos días</a> por el bloqueo que sufre. La confianza en el poder judicial es un parámetro esencial en un sólido Estado de derecho. <a href="http://revista.reicaz.es/n-016/la-formula-radbruch-sobre-el-derecho-extremadamente-injusto/">Gustav Radbruch</a>, ministro de Justicia durante la República de Weimar, criticaba cómo el poder judicial podía ocultar un ejercicio autoritario bajo las llamadas funciones objetivas, entendiendo por ello la arbitrariedad, intrínsecamente ilegal, con la que se tomaban las decisiones. Radbruch insistía en que no importaba cuán maduro o desarrollado fuera un país, la democracia debía ser constantemente protegida. </p>
<p>El poder judicial es también responsable de ello y debe centrarse en afrontar en democracia los nuevos retos que se presentan junto a sus funciones (justicia digital, mecanismos de prueba y <em>blockchain</em>, ciberseguridad, etc.).</p>
<p>El <a href="https://www.transparency.org/es/press/2021-corruption-perceptions-index-press-release">índice de percepción de la corrupción de Transparency International</a> sitúa a España (posición 34) por detrás de Francia (posición 22) Dinamarca, Finlandia o Nueva Zelanda (posición 1). Con un mayor índice de corrupción nos encontramos con Rusia (posición 136) o México (124). Este último inició en 2015 un proceso para cambiar íntegramente el marco legal que regula la anticorrupción en el país. </p>
<p>El Congreso creó un <a href="https://www.sna.org.mx/">Sistema Nacional Anticorrupción</a> como órgano de coordinación entre las autoridades federales con un Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. El legislador mexicano <a href="https://www.wilsoncenter.org/publication/toward-north-american-anti-corruption-regime">definió la corrupción</a> como cualquier forma de cohecho, malversación, uso indebido de recursos públicos o de información, colusión, abuso de autoridad oficial, tráfico de influencias o encubrimiento de un conflicto de interés.</p>
<h2>Directa y tradicional</h2>
<p>Otro elemento del Estado de derecho es la democracia directa, cada vez más usual en la vida política, combinada con una democracia más tradicional (donde las decisiones procedían casi exclusivamente de los parlamentos legalmente constituidos con los votos de los ciudadanos). El resultado de la consulta popular directa puede ser un refrendo de decisiones importantes o todo un cambio popular. </p>
<p>El Brexit da buena cuenta de ello. En octubre de 2023 tendrá lugar el referéndum de independencia de Escocia, pues quiere unirse de nuevo al proyecto europeo. </p>
<p>La Unión Europea se preocupa por el Estado de derecho: es consciente de la necesidad de afrontar sólidamente los desafíos que cuestionen la integridad de sus miembros. Testigo de ello son los informes anuales presentados sobre la materia y su intención de vigilar la situación en su territorio. </p>
<p>El tercer informe de julio de 2022 se sitúa en el contexto de la invasión rusa a Ucrania y pone de relieve la necesidad de defender <a href="https://ec.europa.eu/info/policies/justice-and-fundamental-rights/upholding-rule-law/rule-law/rule-law-mechanism_en">los valores democráticos que fundaron las entonces Comunidades Europeas</a>. En la UE se combinan valores de paz y seguridad, con su apoyo económico al rearme de Ucrania. Y es que la seguridad y la defensa forman más que nunca parte de la democracia del siglo XXI.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/190692/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alfonso López de la Osa Escribano no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En el Día Internacional de la Democracia es necesario que seamos más conscientes que nunca de la necesidad de vigilar y cuidar permanentemente que se cumplen sus principios básicos y es respetada por las instituciones que la componen.Alfonso López de la Osa Escribano, Decano de la Facultad de Derecho y de Relaciones Internacionales Universidad Nebrija - Profesor Derecho público, administrativo y comparado, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1907052022-09-14T17:17:17Z2022-09-14T17:17:17ZLa guerra en Ucrania: autocracia contra democracia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/484682/original/file-20220914-11-70l1k2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=21%2C10%2C7079%2C3981&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/silhouettes-soldiers-weapons-army-on-background-2132741555">Shutterstock / Sergio Photone</a></span></figcaption></figure><p>El Parlamento Europeo acogió el 14 de septiembre el <a href="https://euroefe.euractiv.es/section/politicas/video/debate-sobre-el-estado-de-la-union-europea-2022/">debate sobre el estado de la Unión</a>. Como <a href="https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/speech_22_5493">ha señalado la presidenta de la Comisión Europea</a>, es el primero que se celebra mientras <a href="https://theconversation.com/los-ucranianos-no-estan-dispuestos-a-renunciar-a-su-territorio-ni-a-su-soberania-190515">la guerra asola el territorio europeo</a>. Una guerra de agresión que Rusia inició en febrero contra Ucrania, pero también contra el modelo de democracia que representa la Unión Europea. </p>
<p>El detalle no es menor. De hecho, solo si se considera esta perspectiva se entiende la importancia que tiene para la seguridad de los europeos adoptar las medidas que sean pertinentes para impedir que la Rusia de Vladimir Putin venza en esta contienda. </p>
<p>Que ello ocurra no depende exclusivamente de la exitosa tarea de Ucrania y sus ciudadanos a la hora de <a href="https://theconversation.com/los-ucranianos-no-estan-dispuestos-a-renunciar-a-su-territorio-ni-a-su-soberania-190515">defender su soberanía territorial y política como Estado independiente</a>. La ayuda económica y militar que ofrece la Unión Europea es decisiva y la convierte en un actor beligerante al tomar parte activa en un conflicto que interpela directamente a los europeos, pero también al resto del mundo. </p>
<p>En palabras de Úrsula von der Leyen: <a href="https://www.france24.com/es/programas/la-entrevista/20220323-union-europea-ucrania-rusia-guerra-democracia">“La guerra de Ucrania es la guerra de la autocracia contra la democracia”</a>. Por eso resulta tan relevante la unidad de los países europeos y su solidaridad con los ucranianos, pero también resulta igualmente importante prestar atención a cómo percibe la ciudadanía unos hechos cuyas consecuencias ya impactan negativamente en su bienestar a través del incremento de los precios.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/484687/original/file-20220914-1856-aziql2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/484687/original/file-20220914-1856-aziql2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/484687/original/file-20220914-1856-aziql2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/484687/original/file-20220914-1856-aziql2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/484687/original/file-20220914-1856-aziql2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/484687/original/file-20220914-1856-aziql2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/484687/original/file-20220914-1856-aziql2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/484687/original/file-20220914-1856-aziql2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, durante su discurso sobre el estado de la Unión de 2022 pronunciado el 14 de septiembre de 2022 en Estrasburgo.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://multimedia.europarl.europa.eu/es/package/state-of-european-union-2022_24001?page=6">Parlamento Europeo</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La reacción ante elementos externos</h2>
<p>Y es que los sistemas democráticos no solo reaccionan frente a sus propias imperfecciones, también lo hacen frente a elementos externos si amenazan peligrosamente su equilibro. Tal circunstancia puede ser una pandemia, una crisis económica, la desigualdad o algunos liderazgos tóxicos, pero también puede constituir una amenaza la gestión de una guerra de agresión en nuestro continente.</p>
<p>Para hacer frente con éxito a este desafío conviene identificar la pluralidad de formas que adopta la reacción de los sistemas democráticos ante dichas amenazas, algunas más obvias que otras. </p>
<p>Así, en ocasiones la reacción se presentará como desafección ciudadana, en otras como populismo, quizás aparezca como polarización parlamentaria que imposibilita la gobernabilidad o incluso en forma de expresiones de deslegitimación del orden vigente. </p>
<p>La realidad europea o nacional ofrece múltiples evidencias que respaldan este análisis y que, como parece obvio, pueden estar incentivadas por regímenes disruptivos. Todo ello debe alertarnos particularmente si tal situación conduce a que las democracias pierdan atractivo para amplias capas de la población y, más aún, si una mayoría de ciudadanos acaba prefiriendo confiar en fórmulas políticas de corte iliberal. </p>
<p>En este contexto, cabe preguntarse cómo revertir una situación inquietante partiendo siempre del hecho indiscutible de que las democracias liberales siguen siendo el mejor de los sistemas posibles.</p>
<h2>El nuevo imperativo democrático</h2>
<p>La fórmula para combatir acertadamente el voto del resentimiento, la desesperanza o el miedo no pasa, a nuestro entender, por competir con discursos que desafían los cánones democráticos del sistema mediante respuestas simples a problemas complejos. Tampoco pasa por blanquear a quienes practican esta manera de entender la política. El reto es otro. Hay que encontrar la fórmula y el canal adecuados para hacer comprender al ciudadano la compleja solución que demandan los problemas de nuestro tiempo, así como el funcionamiento de los mecanismos del sistema vigente enraizado en estructuras europeas de gobierno multinivel menos perceptibles para el elector.</p>
<p>Este ejercicio de aproximación a la complejidad es un nuevo imperativo democrático encaminado a fomentar una conciencia ciudadana madura que actúe como protección frente a todo tipo de amenaza iliberal. Todo ello sin renunciar, claro está, al instrumento de la solidaridad como pegamento para la cohesión social y mecanismo capaz de corregir las profundas brechas de desigualdad que erosionan las democracias hasta comprometer su viabilidad.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/484689/original/file-20220914-17-sagcg8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/484689/original/file-20220914-17-sagcg8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/484689/original/file-20220914-17-sagcg8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/484689/original/file-20220914-17-sagcg8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/484689/original/file-20220914-17-sagcg8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/484689/original/file-20220914-17-sagcg8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/484689/original/file-20220914-17-sagcg8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/484689/original/file-20220914-17-sagcg8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, y la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, durante el plenario sobre el estado de la Unión de 2022 celebrado el 14 de septiembre de 2022 en Estrasburgo.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://multimedia.europarl.europa.eu/es/photo/p_20220914_EP-136133A_FMA_EG_195">Parlamento Europeo</a></span>
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<h2>La guerra como laboratorio</h2>
<p>Por todo lo expuesto, la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania constituye, en realidad, un laboratorio donde testar la solidez de la idea misma de democracia liberal representada en estos momentos en la Unión Europea. Un proyecto político que constituye un ecosistema de seguridad jurídica, personal y territorial para sus ciudadanos donde se favorece el crecimiento económico y el bienestar social. </p>
<p>Los fundamentos de esta comunidad de derecho están, como ya es sabido, en Estados que adquieren su condición de miembros por ser también democracias consolidadas. De ahí la necesidad de garantizar que la calidad democrática de los Estados se mantenga en el tiempo. Una circunstancia que hoy preocupa, y mucho, en la Unión Europea. </p>
<p>El incremento de partidos políticos de corte populista que alcanzan representación parlamentaria en los distintos Estados miembros y aquellos otros que se alzan con gobiernos e imponen su agenda representan un síntoma poco esperanzador sobre la salud de nuestras democracias y, lo que es todavía más alarmante, atenta contra las señas de identidad de la misma Unión Europea. Una Unión para la que la democracia, conviene no olvidarlo, no es una opción, sino un imperativo para su propia supervivencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/190705/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mariola Urrea Corres no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los sistemas democráticos reaccionan ante elementos externos cuando ven su equilibrio amenazado, y la guerra en Ucrania ya está empezando a afectar a la visión que los ciudadanos tienen de lo que es una democracia liberal.Mariola Urrea Corres, Profesora Titular de Derecho Internacional y de la Unión Europea, Universidad de La RiojaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1897112022-09-08T17:00:21Z2022-09-08T17:00:21ZRushdie y Averroes frente a los fanatismos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/482494/original/file-20220902-24-61ad4q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=16%2C5%2C3655%2C2444&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Salman Rushdie en Berlín en 2013.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/september-14-2013-berlin-writer-salman-154236236">Shutterstock / 360b</a></span></figcaption></figure><p>Salman Rushdie, el célebre escritor de origen indio autor de <em>Los versos satánicos</em>, fue <a href="https://www.nytimes.com/2022/08/13/nyregion/rushdie-video-stabbed-ny.html">apuñalado el 12 de agosto</a> en Nueva York por Hadi Matar, un joven estadounidense de 24 años de origen libanés. Se escribía así el último capítulo de una historia de violencia que se inició en 1989 cuando el ayatolá Jomeini, líder supremo de Irán, emitió su tristemente famosa <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-62528764"><em>fatwa</em></a>. En ella tildaba la obra de blasfema y sentenciaba a muerte tanto a Rushdie como a sus colaboradores, desatando una oleada de ataques por todo el planeta. </p>
<p>Este agosto, más de tres décadas después de que se iniciase esta persecución global, un chico nacido en plena California decidió cumplir una venganza por unas palabras que fueron escritas a miles de kilómetros y una década antes de que naciera. La violencia parece lograr saltar no solamente de país en país, sino también de generación en generación.</p>
<p>Muchas voces se han alzado preguntando: ¿Qué ha fallado?, ¿qué ha pasado para que un joven nacido y criado en el epicentro de la tolerancia y la multiculturalidad, en la era del Tik Tok e Instagram, se haya unido a una espiral de venganza y violencia? Otras voces han replicado a esta pregunta con otra igual de incómoda: ¿Acaso lo que ha fallado no ha sido otra cosa que nuestras expectativas?, ¿no es acaso un fanatismo tan ciego y desconectado de la realidad como aquellos que denunciamos nuestra creencia de que nuestra democracia liberal es capaz de resistirlo todo, de integrarlo todo?</p>
<p>Francis Fukuyama y Samuel P. Huntington respondieron a estas preguntas de forma tan contundente como opuesta. El primero pronosticó en su <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/The_End_of_History_and_the_Last_Man"><em>El fin de la Historia</em></a> que el mundo adoptaría el libre mercado y la democracia liberal como sistema global, alcanzándose la última fase de evolución política de la humanidad y la paz global. Estas tesis adquirieron gran popularidad tras el colapso de la URSS, cuando parecía que el mundo se había comenzado a librar de los totalitarismos y el riesgo nuclear. </p>
<h2>La paz como anomalía histórica transitoria</h2>
<p>Tiananmén, Sarajevo y Ruanda habían sembrado de piedras este camino, pero el <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/September_11_attacks">11 de septiembre de 2001</a> las promesas de Fukuyama saltaron definitivamente por los aires junto al World Trade Center. El mundo buscó un modelo que explicara lo que ocurría y lo encontró en Huntington y su <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Clash_of_Civilizations"><em>Choque de civilizaciones</em></a>. El famoso politólogo consideraba que el mundo se encontraba inmerso en un permanente conflicto, no basado en la ideología, como durante la Guerra Fría, sino en un choque de religiones. Todo periodo de paz global basado en el comercio mundial y el derecho internacional no era sino un espejismo temporal, una anomalía histórica que la rueda de la Historia se encargaría de corregir como lo hizo aquel 11 de septiembre.</p>
<p>Huntington identificaba varias razones para tan negro presagio: consideraba que las diferencias entre civilizaciones eran demasiado profundas, que las interacciones y fricciones entre civilizaciones se estaban incrementando y que las identidades nacionales estaban desapareciendo, siendo sustituidas por identidades civilizatorias. En este sentido, la madre de Matar anunció que su hijo <a href="https://nypost.com/2022/08/14/mom-of-salman-rushdie-stabber-hadi-matar-says-she-wont-speak-to-son-again/">cambió radicalmente</a> cuando, tras el divorcio de sus padres, viajó a la ciudad de origen de la familia, <a href="https://www.reuters.com/world/middle-east/residents-rushdie-suspects-lebanese-village-say-incident-has-little-do-with-them-2022-08-15/">Yaroun</a>, localidad fronteriza con Israel y famosa por su apoyo a Hezbolá.</p>
<p>Otro factor es la pérdida de poder global de Occidente y la aparición de nuevos poderes no occidentales. Si la desordenada retirada de EE. UU. de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/2021_Kabul_airlift">Afganistán</a> marcó para muchos el fin de una época en la cual Occidente exportaba sistemas democráticos como quien exporta semiconductores, la invasión rusa de Ucrania fue el canto del cisne de esta era de superioridad moral.</p>
<h2>La política puede cambiar fácilmente, pero la religión no</h2>
<p>Y el declive político viene acompañado del declive económico: si en <a href="https://www.visualcapitalist.com/u-s-share-of-global-economy-over-time/">1960</a> EE. UU. representaba el 40% del PIB mundial y China solo el 4 %, en 2019 la participación de EE. UU. se reducía hasta el 24 % y la de China crecía hasta el 16 %. Huntington concluye que, aunque queramos cambiar esta dinámica, el tiempo no juega a nuestro favor: mientras la política y la economía pueden cambiarse fácilmente, la cultura y la religión llevan milenios. Así, mientras los choques políticos son como estrellas fugaces que se desvanecen en los libros de Historia, los grandes choques tectónicos son los que se dan entre civilizaciones.</p>
<p>¿Estamos condenados a sufrir este oscuro augurio? Quizá, a pesar de todo, existan motivos para la esperanza. En primer lugar, el futuro no está escrito: también en la Guerra Fría abundaron los análisis que consideraban que un conflicto nuclear entre EE. UU. y la URSS era <a href="https://foreignpolicy.com/2017/06/09/the-thucydides-trap/">inevitable</a>. </p>
<p>En segundo lugar, es posible encontrar ejemplos de coexistencia religiosa en una misma entidad política: <a href="https://www.jrc.sophia.ac.jp/uploads/2017/05/38.02-Thomas-3.pdf">India</a>, por ejemplo, con todos los problemas políticos y sociales que pueda tener, ha logrado convertirse en la mayor democracia del planeta con 1 400 millones de hinduistas, musulmanes, cristianos, sijs, budistas, jainistas y animistas. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/482495/original/file-20220902-17-dgxpxc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/482495/original/file-20220902-17-dgxpxc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/482495/original/file-20220902-17-dgxpxc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/482495/original/file-20220902-17-dgxpxc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/482495/original/file-20220902-17-dgxpxc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/482495/original/file-20220902-17-dgxpxc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/482495/original/file-20220902-17-dgxpxc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/482495/original/file-20220902-17-dgxpxc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Estatua de Averroes en Córdoba.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/cordoba-spain-may-25-2015-statue-285718790">Shutterstock / Renata Sedmakova</a></span>
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<h2>El padre de Salman Rushdie</h2>
<p>En tercer lugar, dentro de toda civilización surgen voces que tienden puentes de comunicación y entendimiento con las demás: el padre de Rushdie adoptó su apellido como homenaje a <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Averroes">Averroes</a>, el célebre filósofo musulmán cordobés del siglo XII. Anis Ahmed renunció a su apellido familiar para cambiarlo por el de Ibn Rushd –en árabe–. Al igual que Rushdie, Averroes también sufrió la censura, el destierro y los ataques del fanatismo, en su caso por defender que la filosofía aristotélica y el libre conocimiento no se oponían al Islam. Y, a pesar de los violentos intentos por acallarle, su pensamiento filosófico ha llegado hasta nuestros días. De la misma forma, Matar no ha podido acallar la voz de Rushdie y su obra seguirá siendo un radical ejemplo de libertad frente a los fanatismos de todo tipo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/189711/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Luis López Aranguren no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Como Salman Rushdie, Averroes también sufrió los ataques del fanatismo. Por eso el padre del escritor se cambió su apellido original por el del pensador. Las diferencias entre civilizaciones siempre han sido demasiado profundas y la pérdida de poder global de Occidente y la aparición de nuevos poderes no occidentales han hecho que la cultura y la religión sigan teniendo un peso mucho más fuerte que la política.Juan Luis López Aranguren, Doctor internacional en Comunicación, Universidad de Navarra. Profesor de Relaciones internacionales y Derecho internacional público, Universidad de Zaragoza, Universidad de ZaragozaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1892922022-08-23T19:32:16Z2022-08-23T19:32:16ZEl pueblo ucraniano resiste a la fuerza secular del imperialismo ruso, pero ¿hasta cuándo?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/480649/original/file-20220823-8377-wgof5v.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C7%2C4777%2C3144&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un grupo de personas asiste a una exposición de equipos rusos destruidos por las fuerzas armadas de Ucrania, en Lviv, Ucrania, el 11 de agosto de 2022. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/people-attend-the-opening-of-the-exhibition-of-russian-news-photo/1242453575?adppopup=true">Olena Znak / Anadolu Agency via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>La guerra que está librando Rusia en Ucrania se ha descrito de muchas maneras: un intento de <a href="https://www.bbc.com/news/magazine-26769481">recrear la URSS</a>, un intento de crear una nueva civilización en Eurasia, o una <a href="https://www.independent.co.uk/news/world/americas/us-politics/ukraine-russia-us-proxy-war-b2073399.html">guerra por delegación entre Rusia y Occidente</a>. Pero sean cuales sean las ambiciones y aspiraciones del presidente ruso <a href="https://www.newsweek.com/putins-ambitions-seriously-set-back-failures-ukraine-ex-cia-chief-1692236">Vladimir Putin</a> en el pasado, estas se han vuelto cada vez más descaradamente imperiales y coloniales a medida que la contienda, que cumple ahora seis meses, continúa. </p>
<p>Una guerra colonial, como la de Rusia en Ucrania, es aquella en la que un pueblo autodenominado superior cree que tiene el derecho, incluso el deber, de hacer lo que cree que es bueno para sus inferiores, lo que convenientemente se ajusta a su propio interés. </p>
<p><em>Colonial</em> o <em>imperial</em> no son simples epítetos lanzados a la ligera, como las ya conocidas acusaciones de <a href="https://theconversation.com/yes-putin-and-russia-are-fascist-a-political-scientist-shows-how-they-meet-the-textbook-definition-179063">fascismo y genocidio, utilizadas recientemente contra Rusia</a>.</p>
<p>Por muy polémico que sea su uso, el colonialismo y el imperialismo tienen poder explicativo. </p>
<p>El imperialismo era un <a href="https://global.oup.com/academic/product/russias-empires-9780199924394?cc=us&lang=en&">sistema anticuado de dominación</a> que intentaba incluir a diversos pueblos dentro de un único estado bajo la autoridad de una institución supuestamente superior –emperadores o nobles– o en imperios de ultramar bajo el control de un amo extranjero que prometía “civilizar” –como decían– a los nativos ignorantes. </p>
<p>Pensemos en los <a href="https://www.britannica.com/event/British-raj">británicos en la India</a>: hombres blancos que dominaron a millones de indios en nombre de una civilización superior. O la <a href="https://www.britannica.com/summary/House-of-Habsburg">dinastía de los Habsburgo, gobernando pueblos</a> desde España hasta los Países Bajos, pasando por Austria y Hungría, mediante matrimonios estratégicos y conquistas militares. </p>
<p>Si los imperios eran diversos y desigualitarios, los estados-nación modernos fueron supuestamente concebidos para ser relativamente homogéneos e igualitarios. <a href="https://www.versobooks.com/books/2259-imagined-communities">Los creadores de las naciones reconocían la soberanía popular</a> en lugar del gobierno dinástico. Funcionaban democráticamente. El derecho a gobernar surgió del pueblo. </p>
<p>Consideremos los primeros estados capitalistas de los siglos XVII y XVIII (Inglaterra, los Países Bajos y Francia) que pusieron en práctica la creación de naciones en Europa. En la época de la Revolución Francesa de 1789, su <a href="https://press.uchicago.edu/ucp/books/book/chicago/C/bo81816822.html">pueblo era tratado como ciudadanos iguales ante la ley</a>, no como súbditos de un monarca. </p>
<p>Pero en sus colonias –como las Indias Orientales Holandesas o la Indochina francesa– <a href="https://academic.oup.com/california-scholarship-online/book/18905">los lugareños eran súbditos de las autoridades imperiales</a>, desprovistos de derechos y soberanía.</p>
<p>En los relatos históricos de los nacionalistas, <a href="https://foreignpolicy.com/2009/10/14/empires-with-expiration-dates/">los Estados-nación eran supuestamente los sucesores legítimos de los imperios</a>. Relativamente homogéneos desde el punto de vista cultural, con gobernantes elegidos por el pueblo, eran productos del mundo moderno, mientras que los imperios se consideraban arcaicos y condenados al colapso. </p>
<p>Pero no ha funcionado así en el último siglo. Y la guerra de Rusia contra Ucrania es un reflejo de ello.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/479478/original/file-20220816-9774-fdxygk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dos hombres, uno de traje y el otro de uniforme, hablan a través de una mesa." src="https://images.theconversation.com/files/479478/original/file-20220816-9774-fdxygk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/479478/original/file-20220816-9774-fdxygk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/479478/original/file-20220816-9774-fdxygk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/479478/original/file-20220816-9774-fdxygk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/479478/original/file-20220816-9774-fdxygk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=463&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/479478/original/file-20220816-9774-fdxygk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=463&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/479478/original/file-20220816-9774-fdxygk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=463&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El presidente ruso Vladimir Putin, a la izquierda, escucha el informe del ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu en el Kremlin en Moscú el 4 de julio de 2022.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/RussiaUkraine/209b825923bd40ecaa5b3d85c8a86c26/photo?Query=(persons.person_featured:(Vladimir%20AND%20Putin))%20AND%20%20(Putin%20Ukraine)%20&mediaType=photo&sortBy=arrivaldatetime:desc&dateRange=Anytime&totalCount=1175&currentItemNo=0">Mikhail Klimentyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP, File</a></span>
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<h2>Los imperialistas del siglo XXI</h2>
<p>En el último siglo, quienes creían que los Estados-nación igualitarios y democráticos sucederían lógica y naturalmente a los imperios han recibido una reeducación en teoría política. </p>
<p>Los Estados-nación pueden ser imperialistas y tratar de envolver a otras nacionalidades en su territorio o dominar a sus vecinos militar o económicamente. <a href="https://www.culturalsurvival.org/publications/cultural-survival-quarterly/kurdish-repression-turkey">Turquía, por ejemplo, trata a sus decenas de millones de kurdos como un pueblo colonizado</a>. Un Estado-nación que privilegia a un pueblo étnico-religioso, como Israel, <a href="https://berkleycenter.georgetown.edu/responses/palestinians-in-israel-then-and-now">somete a millones de palestinos a una dominación desigual</a>. </p>
<p>Los grandes y diversos Estados, como Estados Unidos y la India, oscilan entre el igualitarismo multicultural, que reconoce los derechos de las minorías, y los brotes de hostilidad xenófoba hacia aquellos <a href="https://www.newyorker.com/news/our-columnists/trumps-immigration-rule-is-cruel-and-racistbut-its-nothing-new">que difieren de la mayoría, blancos</a> o <a href="https://www.worldcat.org/title/mass-movement-or-elite-conspiracy-the-puzzle-of-hindu-nationalism/oclc/847441763">hindúes</a>. </p>
<p>Dentro de estos estados, algunas personas reciben un trato más favorable que otras. Las minorías suelen sufrir no solo discriminación, sino también violencia. Otros Estados grandes y diversos, <a href="https://www.nytimes.com/2022/03/16/world/europe/putin-war-ukraine-recolonization.html">como la Rusia de Putin</a>, también vacilan entre un Estado-nación multinacional –alrededor del 80% son rusos étnicos– y el tratamiento imperial de varios pueblos subordinados. </p>
<p>La élite del Kremlin ha promovido un <a href="https://www.journalofdemocracy.org/articles/russias-road-to-autocracy/">nacionalismo virulento para aglutinar a la población</a> en su guerra contra Ucrania, lo que representa un giro hacia el neocolonialismo.</p>
<p>Tomemos el uso oportunista y poco sincero que hace Putin del <a href="https://www.timesofisrael.com/putin-vows-that-as-in-1945-ukraine-will-be-liberated-from-nazi-filth/">lenguaje de la liberación</a>, de la <a href="https://theconversation.com/putins-claims-that-ukraine-is-committing-genocide-are-baseless-but-not-unprecedented-177511">prevención del genocidio</a> y de la <a href="https://theconversation.com/decrying-nazism-even-when-its-not-there-has-been-russias-invade-country-for-free-card-183695">eliminación de los nazis</a> como justificación de su invasión de Ucrania. </p>
<p>Putin utiliza ese lenguaje de la misma manera que lo hacían los imperialistas del siglo XIX cuando invadían, dominaban y explotaban a otros países, alegando que estaban asumiendo a regañadientes la <a href="http://historymatters.gmu.edu/d/5478">carga que los hombres blancos tenían que soportar para defenderse</a> contra los bárbaros y los salvajes. </p>
<p>Tras fracasar en su intento de <a href="https://www.nbcnews.com/politics/national-security/nato-sees-russia-war-entering-stalemate-neither-side-can-win-rcna20877">decapitar al gobierno ucraniano</a>, el Kremlin se retiró a <a href="https://abcnews.go.com/International/wireStory/renewed-russian-attacks-strike-areas-ukraine-86927182">tomar territorio salvajemente en el este y el sur del país</a>. La <a href="https://uacrisis.org/en/russkiy-mir-as-the-kremlin-s-quasi-ideology">mitología del Russkiy Mir</a> –la supuesta unidad de los pueblos ucraniano, bielorruso y ruso– ha sido desplegada instrumentalmente por Rusia para justificar el brutal ataque contra los mismos pueblos que se suponía eran hermanos de los rusos. </p>
<h2>Amenazados por <em>inferiores peligrosos</em></h2>
<p>En contra de los planes de Rusia, Kiev no se rindió. En cambio, los ucranianos <a href="https://www.rte.ie/brainstorm/2022/0802/1313587-ukraine-russia-resistance-movement/">acudieron a la lucha</a> contra el dominio extranjero. El resultado de la invasión ha sido el fortalecimiento de la determinación de los ucranianos de resistir un nuevo colonialismo, que recuerdan haber experimentado durante cientos de años bajo los zares y los soviéticos. </p>
<p>Como historiador <a href="https://www.dartmouth.edu/%7Ecrn/crn_papers/Suny4.pdf">que ha estudiado</a> <a href="https://lsa.umich.edu/history/people/emeritus/rgsuny.html">imperios y naciones</a>, creo que, una vez que un gobierno como el de Putin ha llegado a la conclusión de que su existencia se ve amenazada por inferiores peligrosos, se ve motivado a utilizar su mayor poder y su propio y justo sentido de superioridad histórica para poner a sus enemigos bajo control. </p>
<p>Si el gobierno indirecto por parte de gobernantes nativos o sátrapas dóciles no es suficiente para eliminar el peligro percibido, es probable que se produzca una adquisición territorial. La opción que le queda a Moscú a medida que la guerra se va estancando es el dominio directo del territorio ucraniano. </p>
<p>Las tierras bajo el frágil y disputado control de los rusos ya están siendo <a href="https://www.bbc.com/news/world-europe-60506682">consolidadas en un nuevo territorio</a>. Se ha nombrado un <a href="https://www.reuters.com/world/europe/luhansk-governor-says-russia-will-shift-main-focus-donetsk-region-2022-07-04/">gobernador</a>, se han expedido <a href="https://www.dw.com/en/russia-starts-giving-passports-to-ukrainians-from-donetsk-luhansk/a-49207353">pasaportes</a>; se ha impuesto el <a href="https://www.themoscowtimes.com/2017/02/27/ukraines-breakaway-luhansk-republic-adopts-russian-ruble-a57280">rublo</a> como moneda oficial. Los objetivos máximos de Rusia parecen ser <a href="https://www.axios.com/2022/07/19/putin-russia-annex-ukraine-kherson-donetsk-luhansk">tomar posesión de toda la media luna</a> en el este de Ucrania, desde Kharkiv hasta Kherson/Nikolaev, así como Crimea, <a href="https://inews.co.uk/news/world/russia-annex-crimea-why-putin-invaded-2014-what-happened-nato-annexation-explained-1424682">anexionada ya por Rusia</a> en 2014.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/479487/original/file-20220816-9595-6ekrue.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Una joven y una niña permanecen juntas en medio de casas destruidas, con aspecto triste" src="https://images.theconversation.com/files/479487/original/file-20220816-9595-6ekrue.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/479487/original/file-20220816-9595-6ekrue.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/479487/original/file-20220816-9595-6ekrue.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/479487/original/file-20220816-9595-6ekrue.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/479487/original/file-20220816-9595-6ekrue.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/479487/original/file-20220816-9595-6ekrue.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/479487/original/file-20220816-9595-6ekrue.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los residentes observan las casas dañadas por un ataque ruso con cohetes, el 16 de agosto de 2022, en Kramatorsk, en el este de Ucrania.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/APTOPIXRussiaUkraineWar/332b1ea4b75f49c48a1a4b05c886f0c1/photo?Query=war%20ukraine&mediaType=photo&sortBy=arrivaldatetime:desc&dateRange=Anytime&totalCount=26850&currentItemNo=1">AP Photo / David Goldman</a></span>
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<h2>La realidad devuelve el golpe</h2>
<p>Como Estado-nación comprometido con la consolidación de su <a href="https://www.newsweek.com/ukraine-democracy-separating-fact-fiction-russia-1690505">identidad como democrático y occidental</a>, Ucrania se enfrenta a un enemigo implacable cuyo sentido actual de sí mismo está arraigado en su pasado imperial y su distinción de Occidente. </p>
<p>Dividida durante 30 años de independencia <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2022/07/22/ukraine-east-west-war-narrows-divide/">entre el Este y el Oeste</a>, gracias a la agresión rusa Ucrania ha optado decididamente por el Oeste. La guerra imperialista ha dado lugar a una eficaz, aunque desesperada, resistencia anticolonial. Los ucranianos están más unidos que nunca. </p>
<p>Para los ucranianos, el compromiso entre la independencia y la soberanía, por un lado, y el sometimiento al imperialismo, por otro, parece imposible. La entrega de tierras al agresor, según la opinión generalizada, sólo alimentará su apetito.</p>
<p>Casi seis meses después de iniciada la guerra, los rusos tienen su propio y cruel cálculo. Sergei Lavrov, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, ha lanzado una advertencia funesta: Cuanto más dure la guerra, más territorio será tomado por Rusia e incorporado al Estado ruso en expansión. El armamento continuo de Occidente a Ucrania, afirma, sólo <a href="https://www.politico.eu/article/sergey-lavrov-russia-expand-ukraine-war-goal/">prolonga la guerra</a>. </p>
<p>Por el momento, hay <a href="https://www.brookings.edu/blog/order-from-chaos/2022/08/01/russia-ukraine-and-the-decision-to-negotiate/">pocas ganas en ambos lados de llegar a una solución negociada</a>. Pero en esta guerra de desgaste, el tiempo y el peso de la geografía y la población <a href="https://www.nytimes.com/2022/07/21/world/europe/ukraine-russia-weapons-war.html">están del lado del agresor</a>. Rusia puede <a href="https://www.ft.com/content/d60ef086-a252-4d6d-8534-e39ccd541926">sobrevivir a sus oponentes y a Occidente</a>. La amenaza nuclear lo eclipsa todo.</p>
<p>La guerra es un fracaso de la razón, la diplomacia y el compromiso. Las negociaciones que permitieron reanudar las exportaciones de grano ucraniano demuestran que podría alcanzarse algún compromiso, aunque sea frágil. </p>
<p>Por muy difícil y desagradable que sea negociar con Putin, en última instancia hay que discutir algún final. Se trata de una elección trágica. Sin embargo, incluso los imperios tienen sus límites, y cuando se enfrentan a una oposición decidida, aprenden la dura lección de la extralimitación imperial.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/189292/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ronald Suny no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hay pocas ganas en ambos lados de llegar a una solución negociada. Pero en esta guerra de desgaste, el tiempo y el peso de la geografía y la población están del lado del agresor. Rusia puede sobrevivir a sus oponentes y a Occidente. Y la amenaza nuclear lo eclipsa todo.Ronald Suny, Professor of History and Political Science, University of MichiganLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1853242022-07-24T21:34:22Z2022-07-24T21:34:22ZPropuestas para rejuvenecer a un electorado cada vez más viejo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/475200/original/file-20220720-16-1l8y69.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C0%2C5455%2C3620&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/barcelona-spain-october-1-2017-citizens-1090382108">Shutterstock / zixia</a></span></figcaption></figure><p>En su sesión del 9 de junio, el Congreso de los Diputados de España aprobó la <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/el-congreso-aprueba-las-claves-del-nuevo-voto-rogado-que-debutaria-en-2023/10002-4808913">reforma electoral</a> que regula el ejercicio del voto de los españoles que viven en el extranjero y suprimió el <a href="https://theconversation.com/voto-rogado-voto-imposible-114257">voto rogado</a>. Algunos partidos solicitaron incluir otros aspectos en la reforma electoral, como el voto telemático o rebajar la edad mínima para votar, sin conseguirlo.</p>
<p>Poder votar a los 16 años es una <a href="http://www.cje.org/es/en-que-trabajamos/asociacionismo-juvenil-y-participacion-social/que-proponemos/por-que-el-voto-a-los-162/">reivindicación</a> del Consejo de la Juventud de España. Los oponentes alegan que los jóvenes no tienen la madurez suficiente para votar, o que es una propuesta dictada por <a href="https://es.euronews.com/2022/06/03/espana-debate-el-voto-a-los-16-anos-es-una-cuestion-democratica-y-de-justicia">intereses políticos</a>.</p>
<p>Los argumentos actuales en contra del voto juvenil se parecen a los que se usaron antes en contra de otros colectivos. Un pretexto habitual para negar el voto a las mujeres era su supuesto carácter <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/00335636309382603?journalCode=rqjs20"><em>emocional</em></a>. Muchos partidos se oponían al voto femenino por temor al efecto que podría tener en las urnas. El partido comunista italiano <a href="https://academic.oup.com/icon/article/12/1/4/628588?login=true">temía</a> la influencia del Vaticano en el voto de las mujeres. En Bélgica, tanto los liberales conservadores como los socialistas se opusieron al voto femenino porque, decían, iba a favorecer al partido católico.</p>
<h2>Voto responsable</h2>
<p>Organismos internacionales <a href="https://www.observatoriodelainfancia.es/oia/esp/documentos_ficha.aspx?id=7024">alertan</a> de que el futuro y la salud de los niños de todo el mundo peligra por el cambio climático, el deterioro medioambiental, los conflictos, las desigualdades y las prácticas comerciales agresivas. Si no se da el derecho a votar a los menores por falta de madurez, ¿no habría que quitárselo a los mayores por su falta de empatía hacia las generaciones futuras?</p>
<p>La edad del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Teorema_del_votante_mediano">elector mediano</a> aumenta en los países europeos. Si en España era de 43 años en 2001, en 2021 fue de 49 años. Y, con el envejecimiento de la población, seguirá aumentando los próximos años. Además, la edad real del votante mediano es todavía más alta, dado que los jóvenes se abstienen más que sus mayores.</p>
<p>Los resultados de las urnas reflejan las preferencias de personas cada vez mayores. Un <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0959378018305107">análisis</a> de los datos de la octava edición de la <a href="https://www.europeansocialsurvey.org/about/country/spain/index.html">Encuesta Social Europea</a> en 22 países europeos concluye que las personas mayores son más escépticas sobre los impactos del cambio climático que los jóvenes. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/475196/original/file-20220720-10209-43l04o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=16%2C8%2C5447%2C3620&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/475196/original/file-20220720-10209-43l04o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=16%2C8%2C5447%2C3620&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/475196/original/file-20220720-10209-43l04o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/475196/original/file-20220720-10209-43l04o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/475196/original/file-20220720-10209-43l04o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/475196/original/file-20220720-10209-43l04o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/475196/original/file-20220720-10209-43l04o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/475196/original/file-20220720-10209-43l04o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/madrid-spain-may-05-2021-autonomous-1967875063">Shutterstock / Sangiao Photography</a></span>
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<h2>La edad del votante</h2>
<p>Ya en 1998 el filósofo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Philippe_van_Parijs">Philippe van Parijs</a> se interesó por la justicia intergeneracional. Propuso <a href="http://profs-polisci.mcgill.ca/muniz/intergen/Van%20Parijs%20-%20Disenfranchisement%20of%20the%20elderly.pdf">varias opciones</a> para asegurar la representación de los jóvenes y las futuras generaciones en las urnas.</p>
<p>Una posibilidad es disminuir la edad del votante mediano. Para conseguirlo se puede rebajar la edad mínima de voto. Si varios países (como Austria o Malta) llevaron la edad mínima a los 16, el politólogo Martin O’Neil <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/royal-institute-of-philosophy-supplements/article/radical-democratic-inclusion-why-we-should-lower-the-voting-age-to-12/D28B4C199A2CDB2AD903618CB8D3473A">propone</a> llevarla a los 12. </p>
<p>Todavía más radical es la <a href="https://www.theguardian.com/politics/2021/nov/16/reconstruction-after-covid-votes-for-children-age-six-david-runciman">propuesta</a> de David Runciman, que la fijaría en 6 años. </p>
<p>Una segunda manera de disminuir la edad del votante mediano es <a href="https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/14748851211062604">fijar</a> una edad máxima para poder votar. En la <a href="https://www.iuscanonicum.org/index.php/organizacion-eclesiastica/organizacion-de-la-iglesia-universal/85-la-eleccion-del-romano-pontifice.html">elección papal</a>, solamente los cardenales de menos de 80 años pueden votar. </p>
<p>Una tercera opción es la obligatoriedad del voto a ciertas edades. En Argentina, el voto <a href="https://www.argentina.gob.ar/elecciones/informacion-util-sobre-las-elecciones/es-obligatorio-ir-votar">es obligatorio</a> para los ciudadanos mayores de 18 años y menores de 70 años. En cambio, es voluntario para los jóvenes de 16 a 18 años y las personas mayores de 70. </p>
<h2>Un elector, varios votos</h2>
<p>Otra manera de aumentar la representación de los jóvenes es el voto plural: los electores menores de cierta edad podrían tener un voto extra, mientras que los mayores tendrían un voto único. </p>
<p>A principios del siglo XX <a href="http://www.injuve.es/sites/default/files/1MiguelARuizdeAzua.pdf">existía</a> el voto plural o múltiple en Bélgica e Inglaterra. En Bélgica, un elector podía tener un segundo voto por ser cabeza de familia y tener recursos económicos y un tercero si, además, tenía un título académico. En Inglaterra, un elector podía votar en dos colegios electorales si poseía un local comercial en otra localidad o por poseer un título universitario. </p>
<p>Finalmente, los niños podrían estar representados en las urnas por sus padres. Una manera sencilla de conseguirlo sería repartir los votos extra en función del número de hijos. El voto familiar <a href="http://profs-polisci.mcgill.ca/muniz/intergen/Van%20Parijs%20-%20Disenfranchisement%20of%20the%20elderly.pdf">existió</a> entre las dos guerras mundiales en los protectorados franceses de Marruecos y Túnez: los padres de al menos cuatro hijos tenían derecho a un voto extra. </p>
<h2>Implicaciones políticas</h2>
<p>La gran mayoría de las propuestas de reforma electoral no pasan de los círculos académicos o de los debates públicos. No es extraño, dado que un cambio de sistema electoral es una decisión política que tiene implicaciones políticas. ¿Cómo esperar que políticos elegidos por un sistema acepten fácilmente cambiarlo y poner en riesgo su reelección?</p>
<p>Basándose en la historia electoral, el politólogo José Ramón Montero afirmó que los cambios sustanciales de sistema electorales <a href="https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/27444.pdf">se producen</a> en circunstancias extraordinarias: cambios de régimen, conmociones revolucionarias, situaciones posbélicas. Las manifestaciones de los <a href="https://juventudxclima.es/"><em>viernes por el futuro</em></a> nos recuerdan que, a falta de voto, los jóvenes pueden alzar su voz.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/185324/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Annick Laruelle recibe fondos del ministerio de ciencia e innovación (PID2019-106146-I00) y del gobierno vasco (grupo IT1367-19). </span></em></p>Si no se da el derecho a votar a los menores por falta de madurez, ¿no habría que quitarlo a los mayores por falta de empatía hacia las generaciones futuras?Annick Laruelle, Profesora IKERBASQUE, departamento de Análisis Económico, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.