tag:theconversation.com,2011:/fr/topics/innovacion-56572/articlesinnovación – The Conversation2023-09-05T16:05:29Ztag:theconversation.com,2011:article/2052572023-09-05T16:05:29Z2023-09-05T16:05:29Z¿Por qué vivimos bajo la presión constante de ser creativos e innovadores?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/543495/original/file-20230818-15-yv6dbd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C330%2C7360%2C4473&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/human-brain-floating-on-gray-background-781861714">Fer Gregory / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cada año que pasa, parece que la fiebre de los países por crear e innovar se intensifica, haciendo incluso sentir incómodos a aquellos ciudadanos que no están llevando a cabo algún tipo de proyecto que suponga la creación de elementos novedosos para la sociedad. No importa la situación por la que una persona esté pasando, que tenga trabajo, familia o cualquier otro tipo de ocupación o deber: si no está inmersa en un proceso creativo, simplemente está inactiva. </p>
<p>Y es la población joven la que más se ve expuesta a este tipo de retórica, llegándose a dar, en países como Estados Unidos, la dicotomía de, “si no eres emprendedor, eres un perdedor” o “emprender o morir” (internet está lleno de <a href="https://www.fundacionchile-espana.org/emprender-o-morir-juan-pablo-swett-presenta-los-retos-del-ecosistema-emprendedor/">páginas con este tipo de mensaje</a>), como si el emprendimiento fuese un elemento, no solo de propia dignidad personal, sino incluso imprescindible para la buena vida (“si no creas, al menos créate a ti mismo”).</p>
<p>Pues bien, toda esta retórica con la que nos bombardean a diario tiene su razón de ser ligada directamente con el poder de los Estados, del cual deben de tenerse en cuenta dos hechos para poder entender por qué cada año se exige mayor nivel de creatividad e innovación a las sociedades. </p>
<p>El primero de estos hechos es que los Estados buscan permanentemente obtener y acumular <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/The_Tragedy_of_Great_Power_Politics">la mayor cantidad posible de elementos de poder</a>, por ejemplo, armas con mayor capacidad destructiva, productos que mejoren su economía, herramientas que proporcionen mayor grado de productividad…</p>
<p>El segundo hecho es la continuación del primero. Cuanto mayor sea la cantidad de elementos de poder que tenga un actor concreto, mayor capacidad tendrá dicho actor de imponer su dominio sobre otros actores del planeta (pueden ser Estados u otro tipo de actores como empresas o individuos), ya que el poder siempre debe entenderse de manera relacional, es decir, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/bs.3830020303">el poder de un actor concreto es relativo</a> debido a que depende del poder del actor con el que se le relacione.</p>
<p>Dicho esto, ¿qué lugar ocupan la creatividad e innovación en todo esto? Pues uno de priorización máxima. </p>
<h2>La innovación como mecanismo de obtención de poder</h2>
<p>Partiendo de estos hechos, la creatividad y la innovación son pilares fundamentales sobre los que se erige el poder de un actor concreto, de ahí que se exijan cada vez más en las sociedades. </p>
<p>De hecho, la creatividad y la innovación ocupan lugares importantes en <a href="https://global-strategy.org/que-es-gran-estrategia/">las estrategias de los Estados</a>. Muestra de ello es el cada vez mayor porcentaje de PIB que se destina desde los Estados a I+D+i o el creciente volumen de páginas que ocupan asuntos relacionados con esto en los <a href="https://www.boe.es/boe/dias/2021/12/31/pdfs/BOE-A-2021-21884.pdf">documentos de estrategia de seguridad nacional</a>. </p>
<p>Y todo esto ocurre porque desde la base de la creatividad y la innovación se han conseguido grandes avances en tecnología y ciencia a lo largo de la historia. Si se rescatan los ejemplos anteriores, solo se pueden conseguir armas con mayor capacidad destructiva o productos que mejoren nuestra economía mediante la creación y la innovación y, justamente por esto, <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/Paginas/enlaces/080920-enlace-estrategia.aspx">tecnología y ciencia son sectores estratégicos, denominados así por los documentos de estrategia de seguridad nacional mencionados anteriormente</a>.</p>
<p>Ejemplos reales que muestran la importancia de esto los vemos en los drones, introducidos tanto en el ámbito civil como militar. Aeronaves no tripuladas que ofrecen un amplio abanico de posibilidades (desde poder grabar escenas de películas <a href="https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2021/DIEEEO21_2021_JOSMAR_DronesCaucaso.pdf">hasta portar cargas explosivas capaces de destruir un carro de combate</a>). Lo podemos ver también en la <a href="https://revistas.uis.edu.co/index.php/revistauisingenierias/article/view/13829">utilización de exoesqueletos en diferentes sectores laborales</a>, los cuales aligeran la carga de trabajo y, por lo tanto, aumentan la productividad.</p>
<p>Estos ejemplos, junto a muchos más de la actualidad, más todos los que quedan por ver en el futuro, son producto directo de la creación y la innovación. Por todo ello, es habitual escuchar eso de que <a href="https://www.cepal.org/es/subtemas/innovacion-ciencia-tecnologia">el mañana pertenece a aquellos países que tengan altos niveles de desarrollo tecnológico</a>, lo que es lógico debido a que crear e innovar suponen procesos capaces de multiplicar los elementos de poder de un actor concreto.</p>
<p>Por eso vivimos bajo el bombardeo de toda esta retórica sobre la importancia de innovar. Literalmente, junto a la creación, conforman una parte importante de la columna vertebral del poder de los Estados y están impregnadas en la conducta social de los propios ciudadanos.</p>
<h2>Control social</h2>
<p>Cada cultura tiene su propia manera e ideas sobre consumir. Ejemplo de ello es la diferencia entre <a href="https://www.researchgate.net/publication/348030548_KISSINGER_H_2016_Orden_mundial_Reflexiones_sobre_el_caracter_de_los_paises_y_el_curso_de_la_historia_Penguin_Random_House_Grupo_Editorial_SAU_Barcelona_Tercera_reimpresion_Ed_Debate_Traduccion_Teresa_">cómo lo hacen los ciudadanos chinos en comparación con los occidentales</a>. Debido a la creatividad e innovación, todos los Estados, en aras de conseguir una población más eficiente, introducen en sus sociedades una serie de elementos que no solo satisfagan las necesidades de consumo frecuentemente cambiantes de la población, sino que, además, les proporcionen ventajas para aumentar su productividad de manera activa y/o pasiva.</p>
<p>De manera activa, debido a que obtiene productos que la vuelven de forma directa más eficiente –electrónica de última generación, por ejemplo–, y de manera pasiva, <a href="https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/musica-cerebro-y-hormonas-relacion-muy-estrecha_14069">consumiendo productos y realizando actividades que impliquen fases del comúnmente llamado proceso de desconexión –por ejemplo, consumir contenido musical o deportivo</a>–. Esto genera mayor nivel de serotonina y otro tipo de sustancias relacionadas con el placer, la felicidad y la tranquilidad, provocando indirectamente un motor social más eficiente.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/205257/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Manuel Villalobos Sánchez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los Estados siempre van a buscar incentivar la creación y la innovación. Para ellos es de vital importancia crear elementos novedosos que supongan un despunte en términos de poder.Manuel Villalobos Sánchez, Investigador de Ciencias Políticas, Universidad de MálagaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2119252023-08-23T21:11:03Z2023-08-23T21:11:03ZAdiós al mito del joven emprendedor: los mayores de 50 años son los innovadores más radicales<p>Julie Wainwright, que lleva casi dos décadas trabajando como consejera delegada, rondaba los 50 años cuando creó la plataforma de lujo de segunda mano <a href="https://www.therealreal.com/?sid=pxogmz&utm_source=Google&utm_medium=search&utm_campaign=Global_Brand_Prospecting_NewPurchase_Alpha&gclid=Cj0KCQjwrMKmBhCJARIsAHuEAPQWIEvQNKi6fMyVwIGrBdBQr_2LpqYpvzgKryIMgdipdPd70SCBe-IaAo9WEALw_wcB"><em>The RealReal</em></a>. Harland Sanders había cumplido 62 cuando fundó <a href="https://global.kfc.com/">la cadena de restaurantes Kentucky Fried Chicken (KFC)</a>, y Bernie Marcus tenía 50 cuando abrió la primera tienda de artículos para el hogar <a href="http://www.homedepot.com/">Home Depot</a>. Pero ¿hasta qué punto es común este potencial innovador en los empresarios de más edad?</p>
<p>Dado que en muchos países desarrollados la población está envejeciendo y la gente trabaja durante más años, es importante saber cómo podemos aprovechar mejor la experiencia de la población sénior.</p>
<p>En nuestro <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0048733323000471">estudio</a>, publicado en julio de 2023, aportamos pruebas de que los empresarios de más edad tienen mucho que ofrecer. Nuestras conclusiones muestran que quienes crean empresas en edades más avanzadas (cumplidos los 50) tienen más probabilidades que los empresarios más jóvenes de aportar <a href="https://www.bbvaopenmind.com/articulos/disenar-innovacion-radical/">innovaciones radicales o disruptivas</a> al mercado. Es decir, innovaciones que producen cambios revolucionarios o desarrollos completamente nuevos de una tecnología. Y dado que esos productos y servicios novedosos benefician la economía, podemos concluir que las habilidades y experiencias de los empresarios de más edad son muy valiosas.</p>
<h2>Los empresarios sénior innovan y venden más</h2>
<p>Basándonos en los datos recopilados entre 2008 y 2017 sobre 2 900 fundadores de nuevas empresas en Alemania, descubrimos que, por cada diez años más de edad, aumenta hasta en un 30 % la probabilidad de que un emprendedor introduzca una innovación en el mercado. </p>
<p>Así, los emprendedores de carrera tardía, muy orientados a la innovación y con experiencia en gestión, tienen más del triple de probabilidades que la media de la muestra de introducir novedades en el mercado. </p>
<p>En términos de ventas, diez años adicionales de edad suponen unos 35 000 euros más al año de ventas procedentes de innovaciones, lo que implica cerca de un 26 % más que la media de la muestra. El impacto positivo de la edad del emprendedor en los productos o servicios novedosos continúa hasta su jubilación.</p>
<p>Por su parte, los emprendedores más jóvenes suelen introducir más cantidad de innovaciones pero suelen ser más comunes, centradas en mejorar los procesos y la oferta de productos de una empresa concreta. Pueden consistir en crear un programa informático novedoso para reducir costes, utilizar nuevas tecnologías para reducir el tiempo de producción o introducir nuevas funciones para que un producto o servicio sea más fácil de usar.</p>
<p>La diferencia se debe a que, a la hora de crear sus propias empresas, los emprendedores de más edad cuentan con dos bazas: experiencia en gestión y más riqueza personal. Combinadas, aumentan su capacidad para crear innovaciones y desarrollar productos o servicios novedosos que revolucionan los mercados.</p>
<h2>Romper el mito del joven empresario</h2>
<p>Nuestras conclusiones cuestionan el estereotipo dominante de que los creadores de empresas de más edad no son innovadores. Demostramos que es importante distinguir entre las innovaciones que son simplemente nuevas para una empresa concreta y las innovaciones que son nuevas en el mercado.</p>
<p>Para que los Estados se beneficien de este talento es necesario romper con la idea de que solo los jóvenes tienen espíritu empresarial. Y tomar medidas concretas como, por ejemplo, crear planes de pensiones que <a href="https://theconversation.com/el-retraso-de-la-edad-de-jubilacion-podria-afectar-al-empleo-juvenil-mas-de-lo-que-pensabamos-203279">animen a trabajar más tiempo</a> como empresarios y fomentar la movilidad profesional.</p>
<p>En cuanto a las empresas ya establecidas, nuestras conclusiones sugieren que los trabajadores de más edad tienen un gran potencial de innovación si se les asignan puestos de responsabilidad. Los directivos deberían cuestionar los estereotipos sobre los trabajadores de más edad y crear entornos laborales en los que sean precisamente ellos, con sus ideas originales y sus amplias competencias, los que impulsen cambios innovadores.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/211925/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Virva Salmivaara no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En contra de la creencia popular, los empresarios de más edad que empiezan un negocio a partir de los los 50 tienen más probabilidades de crear innovaciones disruptivas capaces de provocar cambios importantes.Virva Salmivaara, Assistant professor in business administration and entrepreneurship, AudenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1906972022-10-16T20:17:19Z2022-10-16T20:17:19ZHay “movida” en el sistema alimentario: innovación para evitar el desabastecimiento<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/489560/original/file-20221013-20-k5x3z4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C7%2C5120%2C2866&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/male-microbiologist-working-on-tablet-computer-1919496383">Gorodenkoff / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La <a href="https://economipedia.com/definiciones/malthusianismo.html">pesimista teoría Malthusiana</a> de que el crecimiento demográfico superaría al de producción de alimentos quedó resuelta por la eficaz respuesta de los agricultores y técnicos, que lograron disminuir la brecha de hambrientos y satisfacer adecuadamente a la mayoría de la población. Sin embargo, parece que en los últimos años se ha invertido la tendencia y se ha producido un incremento de más de 100 millones de hambrientos según FAO. </p>
<p>Por más que nos pese, el siglo XXI está resucitando fantasmas pasados que afectan a sectores básicos como la alimentación y la energía. La covid-19, la guerra de Ucrania y la sequía <a href="https://theconversation.com/la-sequia-podria-dejarnos-sin-leche-y-sin-cerveza-191439">amenazan la subsistencia humana</a>. Las colas del hambre renacen y han provocado, recientemente, una “movida” política, social y económica. </p>
<p>Para que deje de estar en entredicho el abastecimiento alimentario conviene dar una respuesta rápida que, al menos en parte, venga de la mano de la innovación. </p>
<h2>¿Nuevos productos para un viejo problema?</h2>
<p>A lo largo de la historia, la irrupción de nuevos productos en el sistema alimentario ha respondido a una variedad de motivaciones. Aunque antes de analizarlas, tendríamos que tener claro qué se entiende por nuevo alimento. La <a href="http://www.aesan.gov.es">Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición</a> (AESAN) considera nuevo alimento aquel que no se ha consumido en la UE, al menos no en gran medida, antes de mayo 1997. Puede ser innovador porque utilice nuevas tecnologías y nuevos procesos productivos o sencillamente porque su consumo haya sido escaso o nulo hasta el momento.</p>
<p>Aunque la innovación se focaliza en aspectos concretos y eslabones determinados de la cadena alimentaria, las ondas de adaptación se transmiten al resto de eslabones. Eso da lugar a modelos de consumo distintos, formas de distribución originales (forma, tamaño y material de los envases, por ejemplo), nuevas presentaciones o composición de los productos y búsqueda de nuevas variedades en origen.</p>
<p>Para empezar, el agricultor debe ser conocedor de las plantas y prácticas de cultivo que, de forma sostenible, puede ofrecer al sistema alimentario. Incluyendo productos ecológicos o transgénicos, además de diferentes formas de cultivo.</p>
<p>La fermentación es otro instrumento eficaz en la innovación de alimentos. Por un lado ofrece beneficios en el sabor, nutrición, salud, textura y vida útil, y tiene la ventaja de ser natural. Pero también aumenta la actividad oxidante y permite que la vida útil de los alimentos pueda llegar a cuatro semanas en productos lácteos líquidos fermentados, o a más de un año en bebidas alcohólicas y salchichas fermentadas secas. </p>
<p>Otra de las innovaciones a tener en cuenta es la <a href="https://theconversation.com/cual-es-el-interes-nutricional-de-la-carne-artificial-157006">carne sintética</a>, producida mediante cultivo de células en el laboratorio. En algunas de las propuestas actuales dicha carne procede de tejidos animales que se hacen crecer en un biorreactor y, posteriormente, se introducen en una impresora 3D que les da la forma deseada.</p>
<h2>Hacia dónde vamos</h2>
<p>El doble reto de acabar con el hambre y, a la vez, proteger el medio ambiente requiere que la innovación vaya en paralelo <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-021-02331-x">al desarrollo de unas estrategias a nivel internacional</a>. </p>
<p>Por otra parte, la generación de nuevos productos debe acompañarse de estrategias de adaptación al mercado, bien rompiendo con lo anterior o mejorando lo existente. En todos los casos es fundamental mantener un <a href="https://www.taylorfrancis.com/books/mono/10.1201/b10521/new-food-product-development-gordon-fuller">control de calidad y seguridad alimentaria</a>. Partiendo de estos requisitos básicos, el mundo de los insectos parece abrir nuevos horizontes, pero también el uso de otras proteínas alternativas <a href="https://theconversation.com/no-son-filetes-pero-lo-parecen-analogos-de-carne-a-base-de-micoproteinas-176275">procedentes de hongos</a> y microalgas.</p>
<p>Otras líneas interesantes tienen que ver con la nutrición de precisión según el mapa genético del consumidor y con la <a href="https://www.nextdoorpublishers.com/libros/editando-genes-recorta-pega-y-colorea/">edición genética (CRIPSR)</a>, que mediante el corta y pega de los cromosomas nos ofrece nuevas posibilidades. </p>
<p>Entre las <a href="https://www.ainia.es/ainia-news/innovaciones-futuro-alimentacion-saludable-sostenible/">innovaciones que marcan el futuro de la alimentación</a> saludable y sostenible destacan también los <a href="https://idus.us.es/handle/11441/103891">alimentos fabricados mediante impresión en 3D</a>, también conocida como fabricación aditiva. Se trata de aprovechar un proceso robótico que construye un producto de manera tridimensional mediante la superposición de capas de material a través de un programa de diseño digital. De este modo se pueden crear estructuras y formas novedosas, pero también comidas personalizadas en función de las necesidades nutricionales específicas y la ingesta de calorías de una persona individual.</p>
<p>El <a href="https://www.nature.com/articles/s43016-021-00402-w">cultivo vertical de alimentos</a> (<em>vertical farming</em>), el uso de drones y robótica en agricultura, y el aprovechamiento de excedentes alimentarios completan la lista de innovaciones prometedoras. </p>
<p>En el torbellino actual, los ciudadanos estamos modificando los hábitos de consumo a marchas forzadas, los empresarios intentan sobrevivir y los investigadores buscan nuevos productos o sistemas de gestión. Las innovaciones deben contemplar los impactos culturales, socioeconómicos y medioambientales en el entorno y de forma global. Con las cosas de comer no se juega, y un error intervencionista gubernamental, o sencillamente fallos en la oferta, pueden llevar a un desabastecimiento grave de la población.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/190697/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Isabel de Felipe Boente forma parte de la junta directiva de Pronatur.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Julián Briz Escribano no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El doble reto de acabar con el hambre y, a la vez, proteger el medio ambiente exige soluciones innovadoras. Desde los cultivos verticales hasta las técnicas CRISPR o la impresión 3D de alimentos.Isabel de Felipe Boente, Profesora jubilada de Economía y Desarrollo, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Julián Briz Escribano, Catedrático emérito, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1763852022-03-08T20:37:03Z2022-03-08T20:37:03Z¿Y si pudiera viajar del trabajo a casa en metro sin parar en ninguna estación?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/449180/original/file-20220301-23-c5oynb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3327%2C1825&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/blurred-people-waiting-train-station-citylife-1069243460">Shutterstock / DisobeyArt</a></span></figcaption></figure><p>En los sistemas de metro actuales no es posible realizar viajes sin paradas intermedias entre las estaciones. Los trenes deben detenerse para que los viajeros suban y bajen de los vehículos, y no alcanzan velocidades altas debido a las constantes aceleraciones y frenadas. De este modo, el tiempo total de viaje aumenta, y la eficiencia energética se reduce.</p>
<p>¿Sería posible un sistema de metro donde cada pasajero subiese en una estación y viajase sin parar hasta su estación de destino? Sí, se podría lograr con la implementación de una novedosa tecnología de transporte rápido personal llamada <a href="https://www.youtube.com/watch?v=LbxdKdhv-JU">OPTIMOTUSS</a>.</p>
<p>Este sistema sustituiría los vagones actuales por vehículos individualizados, y sería aplicable a cualquier red de metro. De este modo, ofrecería a los pasajeros un espacio cómodo y, además del ahorro en el tiempo de viaje, contribuiría a reducir el consumo energético.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/LbxdKdhv-JU?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Sistema OPTIMOTUSS.</span></figcaption>
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<h2>Los sistemas de transporte rápido personal</h2>
<p>OPTIMOTUSS es un <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Transporte_r%C3%A1pido_personal">sistema de transporte rápido personal</a> (en adelante TRP). Un sistema TRP se define como un sistema de transporte automático en el que los vehículos transportan a un grupo de personas a los destinos demandados sin paradas ni transbordos. Los vehículos suelen ser autopropulsados, generalmente con conducción autónoma, y con capacidad para una o varias personas.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/445902/original/file-20220211-15-ysquq9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/445902/original/file-20220211-15-ysquq9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/445902/original/file-20220211-15-ysquq9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=169&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/445902/original/file-20220211-15-ysquq9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=169&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/445902/original/file-20220211-15-ysquq9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=169&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/445902/original/file-20220211-15-ysquq9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=213&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/445902/original/file-20220211-15-ysquq9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=213&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/445902/original/file-20220211-15-ysquq9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=213&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Recreación de una estación de metro con el sistema OPTIMOTUSS.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Ignacio Valiente Blanco y Gabriel Villalba Alumbreros</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<p>Existen multitud de proyectos sobre sistemas TRP, aunque la mayoría de ellos no se han llevado a cabo. Unos pocos han llegado a la fase experimental, pero fueron cancelados debido a dificultades técnicas o por tener costes de implementación excesivos.</p>
<p>Existen tres sistemas TRP que se encuentran actualmente en funcionamiento. El de Morgantown, diseñado por la Universidad de West Virginia, conecta sus tres campus con el centro de la ciudad. El del Aeropuerto de Londres-Heathrow, desarrollado por la empresa Ultra Global PRT, conecta la terminal 5 con el lugar de estacionamiento de coches al norte del aeropuerto. Por último, el <a href="https://www.2getthere.eu/projects/masdar-city-prt/">proyecto de TRP para la ciudad de Masdar</a> en Abu Dabi se pretende integrar en la ciudad futurista.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/447069/original/file-20220217-19-ks442x.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/447069/original/file-20220217-19-ks442x.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447069/original/file-20220217-19-ks442x.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=426&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447069/original/file-20220217-19-ks442x.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=426&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447069/original/file-20220217-19-ks442x.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=426&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447069/original/file-20220217-19-ks442x.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=535&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447069/original/file-20220217-19-ks442x.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=535&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447069/original/file-20220217-19-ks442x.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=535&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Los vehículos de la empresa Ultra Global PRT en Londres tienen capacidad para cuatro personas y su equipaje.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.ultraglobalprt.com/how-it-works/ultra-vehicle/">Ultra Global PRT</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Las ventajas de OPTIMOTUSS</h2>
<p>La mayor dificultad de incluir sistemas TRP en las ciudades actuales está en que habitualmente estos requieren infraestructuras propias y hechas a medida. Los existentes se han instalado en zonas alejadas de los cascos urbanos o han sido diseñados al mismo tiempo que la cuidad, como es el caso del de Masdar. En cambio, los sistemas que plantean teleféricos que sobrevuelan la cuidad o que precisan reconstruir las carreteras son poco viables.</p>
<p>La ventaja diferencial de OPTIMOTUSS respecto al resto de sistemas TRP es que utiliza la infraestructura de los sistemas de metro, abaratando los costes de implementación y disminuyendo su impacto en las ciudades al mínimo. Además, supone una mejora en el aspecto energético y de tiempo de viaje respecto al metro actual, y da mayor comodidad a los pasajeros.</p>
<p>La tecnología en la que se basa OPTIMOTUSS <a href="http://www.oepm.es/pdf/ES/0000/000/02/75/27/ES-2752750_A1.pdf">está patentada</a> y actualmente se encuentra en fase de desarrollo. Los autores de la patente, titulada <em>Sistema de transporte rápido de personas sobre un raíl compatible con dos flujos paralelos
de tráfico en una única vía</em>, somos los investigadores de la Universidad de Alcalá Efrén Díez Jiménez y Miguel Fernández Muñoz y el ingeniero Rubén Oliva Domínguez.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/445904/original/file-20220211-13-1mwcq0x.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C1%2C953%2C534&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/445904/original/file-20220211-13-1mwcq0x.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C1%2C953%2C534&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/445904/original/file-20220211-13-1mwcq0x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=336&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/445904/original/file-20220211-13-1mwcq0x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=336&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/445904/original/file-20220211-13-1mwcq0x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=336&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/445904/original/file-20220211-13-1mwcq0x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=422&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/445904/original/file-20220211-13-1mwcq0x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=422&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/445904/original/file-20220211-13-1mwcq0x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=422&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Sistema OPTIMOTUSS.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Ignacio Valiente Blanco y Gabriel Villalba Alumbreros</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Qué es y cómo funciona OPTIMOTUSS</h2>
<p>OPTIMOTUSS es un sistema diseñado para ser <a href="https://ieeexplore.ieee.org/document/9039687">compatible con las redes de metro suburbanas actuales</a>. Está basado en una pluralidad de vehículos para 3 o 4 personas, compatibles con sillas de ruedas o carros de bebé, y que se apoyarían sobre un único raíl mediante un sistema de estabilización lateral. </p>
<p>Como las vías actuales tienen 4 raíles, 2 para cada sentido, sería posible tener 4 flujos de vehículos paralelos simultáneos. Los dos raíles exteriores servirían para que los vehículos parasen en las estaciones. Sobre los dos interiores, los vehículos circularían a altas velocidades sin detenerse.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/445900/original/file-20220211-21-8fsc74.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/445900/original/file-20220211-21-8fsc74.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/445900/original/file-20220211-21-8fsc74.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=409&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/445900/original/file-20220211-21-8fsc74.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=409&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/445900/original/file-20220211-21-8fsc74.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=409&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/445900/original/file-20220211-21-8fsc74.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=514&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/445900/original/file-20220211-21-8fsc74.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=514&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/445900/original/file-20220211-21-8fsc74.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=514&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Vehículos individuales del sistema OPTIMOTUSS.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Ignacio Valiente Blanco y Gabriel Villalba Alumbreros</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Cuando un pasajero llegase a la estación, se montaría en uno de los vehículos individuales que estarían detenidos en el andén. Después, en el vehículo o desde su dispositivo móvil, seleccionaría la estación a la que desea llegar. De forma autónoma, el vehículo aceleraría sobre el raíl exterior y, mediante un cambio de vía, se desplazaría al raíl interior de alta velocidad. </p>
<p>El vehículo circularía por el raíl interior hasta llegar a la estación de destino, antes de la cual se desplazaría al raíl exterior mediante otro cambio de vía. Una vez que el vehículo se detuviese, el pasajero bajaría, y este estaría disponible para el próximo pasajero.</p>
<p>Para su implementación sería necesario instalar los cambios de raíl mencionados anteriormente, además del sistema de control que permite conducir la flota de vehículos de forma autónoma. No obstante, la infraestructura más costosa sería la red de túneles ya construida, por lo que la inversión necesaria y el impacto sobre la ciudad es mucho menor que en el resto de sistemas. Se estima que el coste necesario para fabricar los vehículos y adaptar la red de metro al sistema OPTIMOTUSS sería similar al de renovar los vehículos actuales.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/445901/original/file-20220211-23-1r8f4kx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/445901/original/file-20220211-23-1r8f4kx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/445901/original/file-20220211-23-1r8f4kx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=171&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/445901/original/file-20220211-23-1r8f4kx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=171&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/445901/original/file-20220211-23-1r8f4kx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=171&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/445901/original/file-20220211-23-1r8f4kx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=215&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/445901/original/file-20220211-23-1r8f4kx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=215&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/445901/original/file-20220211-23-1r8f4kx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=215&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Esquema de una estación con el sistema OPTIMOTUSS.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Ignacio Valiente Blanco y Gabriel Villalba Alumbreros</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Beneficios del sistema</h2>
<p>Esta tecnología tiene un gran potencial para reducir los tiempos de viaje en cualquier red ferroviaria. <a href="https://www.tecnicaindustrial.es/sistema-de-transporte-rapido-personal-compatible-con-infraestructura-ferroviaria-actual-y-evaluacion-de-su-potencial-aplicacion-en-el-metro-de-madrid/">Un estudio sobre la mejora con la implementación de OPTIMOTUSS en la red de Metro de Madrid</a>, uno de los más rápidos del mundo, indica que la reducción en los tiempos de viaje es siempre mayor a 1,5 veces, y alcanza viajes hasta 6 veces más rápidos en líneas con un número muy elevado de estaciones.</p>
<p>El estudio anterior está planteado para alcanzar las velocidades máximas con el mismo gasto energético que los vehículos actuales. Desde otro enfoque, podría disminuirse esta velocidad máxima, logrando mejoras en el tiempo de viaje algo menores, pero con un consumo energético mucho menor que el sistema actual.</p>
<p>Al tratarse de vehículos individualizados, presenta ventajas desde el punto de vista de la comodidad de los pasajeros y la optimización del sistema de transporte masivo. Y, además, con el atractivo de la reducción del tiempo de viaje, podría atraer a nuevos usuarios que habitualmente empleen vehículos propios para sus desplazamientos.</p>
<p>En circunstancias excepcionales, como es la situación actual de pandemia, este sistema podría mantenerse operativo y ser seguro, ya que facilita el mantenimiento de la distancia social y los vehículos podrían desinfectarse fácilmente con radiación ultravioleta.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/176385/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Miguel Fernández Muñoz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los sistemas de transporte rápido personal están constituidos por vehículos que transportan a un grupo de personas a su destino sin paradas ni transbordos.Miguel Fernández Muñoz, Personal investigador, Área de ingeniería mecánica, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1729292022-02-16T22:52:12Z2022-02-16T22:52:12ZCuando calentamos los alimentos, ¿se pierden sus propiedades nutritivas?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/446324/original/file-20220214-97814-j25u84.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C7%2C4992%2C3315&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/young-man-hands-giving-food-into-1049581457">Shutterstock / Simon Kadula</a></span></figcaption></figure><p>Los métodos de conservación implican tratamientos a los que se someten los alimentos para aumentar su vida útil y seguridad para su posterior consumo. Cuando se aplica un tratamiento térmico, se busca una relación entre la inactivación enzimática/microbiológica y calidad nutricional/organoléptica de los alimentos que garantice la <a href="https://www.redalyc.org/pdf/1698/169823914032.pdf">seguridad y calidad de los mismos</a>. Pero estos también provocan ligeras pérdidas de nutrientes beneficiosos. </p>
<p>Los métodos más utilizados en la conservación de los alimentos son los tratamientos térmicos basados en la aplicación de calor con el uso del agua o vapor (escaldado, extrusión, hervido, al vapor), aire caliente (asado, horneado, gratinado, deshidratación) y aceites calientes (fritura). Estos son la <a href="https://www.editorialacribia.com/libro/fennema-quimica-de-los-alimentos_91433/">principal causa de las modificaciones en los nutrientes</a> de los alimentos. </p>
<p>El tratamiento térmico aplicado a los alimentos podemos clasificarlo de la siguiente manera: </p>
<ol>
<li><p>Pasteurización por debajo de 100º para productos ácidos (pH inferior a 4.5), siendo necesario almacenarlos a temperatura de refrigeración (leche y derivados lácteos, varios días, o zumos, varios meses).</p></li>
<li><p>Esterilización a temperaturas por encima de 100º y baja acidez (pH igual o superior a 4.5) con larga vida útil (más de 6 meses) y con la ventaja de almacenarse a temperatura ambiente. Pero produce cambios en la <a href="https://meridian.allenpress.com/jfp/article/61/11/1518/169640/Kinetics-of-Ascorbic-Acid-Degradation-in-Green">calidad nutricional</a> (desnaturalización de proteínas y degradación de vitaminas termolábiles) y sensorial (sabor, color y textura) de los alimentos. </p></li>
</ol>
<h2>Pérdidas de micronutrientes durante el tratamiento</h2>
<p>En el caso de las frutas y las hortalizas, el escaldado (tanto con vapor como con agua caliente) y la cocción producen pérdidas por lixiviación de la vitamina C en el agua de cocción, ya que esta es hidrosoluble y termolábil. </p>
<p>También se <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0308814605005789?casa_token=aDqVeN2X3DIAAAAA:zAQqdnDEfatn9Ib-FNcsh3RIP0wCP_ezNzfP2WnHG3tJQbvtLb7DgKkIzSa7ur57BL9Is83n5Q">produce</a> una degradación química y pardeamiento no enzimático (cambio de color y olor, que da lugar a la formación de aromas tanto deseables como no deseables) durante la deshidratación y el almacenamiento. </p>
<p>Asimismo, la <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22061194/">destrucción térmica de vitamina B1</a> (la tiamina) conduce a un olor característico que participa en el desarrollo del sabor y aroma a “carne” de alimentos cocidos. En los cereales disminuye por cocción y horneado. Como es hidrosoluble, también se puede perder por lixiviación en el agua de cocción. </p>
<p>Por otro lado, los tratamientos térmicos también pueden originar pérdidas de sustancias minerales por lixiviación durante la cocción y el escaldado. Dentro de ellos, la <a href="https://www.editorialacribia.com/libro/fennema-quimica-de-los-alimentos_91433/">pérdida de nitratos se podría considerar beneficiosa</a>, ya que según la evidencia científica podrían ser cancerígenos. Pero todo ello depende de su cantidad y otras variables que podrían ocupar la extensión de un nuevo artículo. </p>
<h2>Proteínas y aminoácidos, ¿qué pasa con ellos?</h2>
<p>Cualquier alimento que contenga proteínas y azucares, cuando es calentado (aunque sea a baja temperatura y por cortos periodos de tiempo) sufre una pérdida de aminoácidos (lisina, arginina, histidina, etc.) por interacciones entre estos dos nutrientes. </p>
<p>Esto da lugar a la reacción de Maillard: un conjunto muy complejo de reacciones químicas que producen unas moléculas (melanoidinas) coloreadas, que van desde el amarillo claro hasta el café muy oscuro e incluso el negro. Además, también genera diferentes <a href="https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/midias/lil-331831">compuestos aromáticos</a>.</p>
<p>Ejemplos de ello se observan en productos de panadería, en el tostado de cereales (cereales de desayuno tostados), la corteza del pan, las almendras tostadas, algunas leches en polvo.</p>
<p>Las pérdidas de aminoácidos se potencian durante la cocción, la evaporación y la deshidratación. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/446323/original/file-20220214-15-one0mn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/446323/original/file-20220214-15-one0mn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/446323/original/file-20220214-15-one0mn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=317&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/446323/original/file-20220214-15-one0mn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=317&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/446323/original/file-20220214-15-one0mn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=317&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/446323/original/file-20220214-15-one0mn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=398&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/446323/original/file-20220214-15-one0mn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=398&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/446323/original/file-20220214-15-one0mn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=398&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/close-assorted-tasty-german-bread-slices-225972052">Shutterstock / stockcreations</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La <a href="https://idus.us.es/handle/11441/104077">solubilidad de la mayor parte de las proteínas</a> se ve reducida por el calentamiento, pero se necesita para la gelificación de las proteínas. En el horneado las proteínas solubles del trigo (albúminas y globulinas) se desnaturalizan y agregan y esta gelificación parcial contribuye a la formación de la corteza. Por su capacidad de formar el gluten se utiliza como conglutinante en derivados cárnicos.</p>
<p>Las <a href="https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182020000100014&lng=en&nrm=iso&tlng=en">proteínas de los huevos</a>, por ejemplo, dan la consistencia de los flanes, natillas y cremas. Se debe en parte, a la desnaturalización (pérdida de estructura) de las proteínas de la clara y porque en la yema se producen fenómenos de agregación debido al calor.</p>
<h2>¿Compensa perder algunos nutrientes?</h2>
<p>Aunque se produzcan estas pérdidas de nutrientes durante distintos procesos, recordemos que es beneficioso el tratamiento térmico para destruir la peligrosa toxina botulínica e inactivar factores antinutritivos (fitohemaglutininas o lectinas de las leguminosas). </p>
<p>Además, durante estos tratamientos, son numerosas las proteínas que mejoran su digestibilidad (glicinas de soja, colágeno, ovoalbúmina). Por ejemplo, el tratamiento térmico produce una acusada agregación proteica para precipitar, separar y purificar las proteínas del suero lácteo. Este contiene proteínas solubles que tienen una buena <a href="https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182020000100014&lng=en&nrm=iso&tlng=en">digestibilidad</a>.</p>
<h2>Las frituras y el microondas</h2>
<p>Durante la fritura de los alimentos, debido al contenido en agua del producto y a las temperaturas altas a las que se mantiene el aceite (aproximadamente 160º), se producen ácidos grasos libres. </p>
<p>Esto se asocia a una reducción de la calidad de los alimentos fritos que son más susceptibles a la oxidación durante la fritura. Además, la presencia de aire durante el proceso hace que el producto tenga un contenido de un 5 % a un 40 % de aceite absorbido.</p>
<p>Además, durante la <a href="https://www.editorialacribia.com/libro/fennema-quimica-de-los-alimentos_91433/">fritura</a> también puede producirse una polimerización que hace que aumente la viscosidad del aceite de fritura con el desarrollo de colores oscuros y la tendencia a formar espuma. Influyen el tipo de aceite, el alimento, la sartén, la freidora y cuanto mayor sea la relación superficie-volumen, más rápidamente se oxidará el aceite. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/446326/original/file-20220214-15-1a8z3pr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/446326/original/file-20220214-15-1a8z3pr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/446326/original/file-20220214-15-1a8z3pr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/446326/original/file-20220214-15-1a8z3pr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/446326/original/file-20220214-15-1a8z3pr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/446326/original/file-20220214-15-1a8z3pr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/446326/original/file-20220214-15-1a8z3pr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/446326/original/file-20220214-15-1a8z3pr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/schnitzels-being-fried-oil-inside-dark-1936061743">Shutterstock / Marian Weyo</a></span>
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</figure>
<p>Por su parte, los microondas producen una menor pérdida de vitaminas termosensibles, nutrientes hidrosolubles y se minimiza la reacción de Maillard de la que hablábamos anteriormente. </p>
<h2>Tratamientos en frío</h2>
<p>Cuando se aplican tratamientos de refrigeración y congelación se producen pocos cambios. Sin embargo, podemos identificar algunos: la estructura porosa del pescado hace que el oxígeno sea más accesible, pudiendo provocar oxidación lipídica en la congelación. También puede afectar a la <a href="https://www.editorialacribia.com/libro/fennema-quimica-de-los-alimentos_91433/">vitamina C y el folato</a> de de algunos vegetales por procesos de oxidación. Por último, durante la descongelación también se puede producir una pérdida de vitaminas. </p>
<p>En las últimas décadas se han llevado a cabo importantes avances en el conocimiento de tecnologías de conservación no térmicas que aseguren que las cualidades nutricionales y organolépticas de los alimentos no se vean prácticamente afectadas. Todo ello, sin renunciar a la seguridad alimentaria con un aumento del valor añadido del producto y a la aceptación por parte del consumidor. </p>
<p>Además, algunas <a href="https://ift.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1541-4337.2012.00185.x">ofrecen mejoras en la eficacia energética y reducción de residuos</a>. Entre ellas, destacan las altas presiones hidrostáticas, pulsos eléctricos de alta intensidad, ultrasonidos, irradiación y campos magnéticos oscilantes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/172929/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>El tratamiento térmico de los alimentos es fundamental para aumentar su vida útil y su seguridad en el consumo. Pero también provoca ligeras pérdidas de nutrientes beneficiosos.Ana Frigola Cánoves, PDI. Area Nutrición y Bromatología, Universitat de ValènciaJesús Blesa Jarque, PDI Área de Nutrición y Bromatología, Universitat de ValènciaMaría José Esteve, PDI. Área de Nutrición y Bromatología, Universitat de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1730362021-12-09T20:08:06Z2021-12-09T20:08:06ZIndustria farmacéutica: el sector privado ya no es suficiente para impulsar la innovación<p>Los problemas económicos de las sociedades pueden analizarse en función de su capacidad para organizar la <a href="https://www.youtube.com/watch?v=Wzj8kz8RgBo">cadena de valor del conocimiento</a>, es decir, para investigar, desarrollar, industrializar y comercializar el conocimiento. Esta organización es eficaz cuando permite alcanzar una nueva rutina que sustituya la forma establecida de resolver un problema. Para ello, los sectores intensivos en conocimiento invierten masivamente en activos intangibles (I+D, capital humano, capital organizacional, etc.).</p>
<p>Sin embargo, en la industria farmacéutica nos enfrentamos a una paradoja: la vacuna contra la covid-19 pudo desarrollarse en un año en lugar de en los diez habituales, a pesar de que la financiarización de la industria farmacéutica ha llevado a una disminución del gasto en I+D respecto al volumen de negocio en muchos países.</p>
<h2>La innovación en la industria farmacéutica</h2>
<p>La búsqueda de valor para los accionistas ha llevado a las grandes farmacéuticas, la Big Pharma, a destinar gran parte de los beneficios a la recompra de acciones y al reparto de dividendos. En Francia, por ejemplo, en los últimos diez años Sanofi ha destinado <a href="https://www.alternatives-economiques.fr/vaccins-dessous-dune-guerre-economique/00098197">el 99 % de sus beneficios a recomprar acciones y repartir dividendos</a>, según <em>Alternatives Économiques</em>. Este gasto, que podría haber financiado la investigación básica, va por tanto en detrimento de la innovación.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/435565/original/file-20211203-23-1t6ef6k.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/435565/original/file-20211203-23-1t6ef6k.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/435565/original/file-20211203-23-1t6ef6k.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=396&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/435565/original/file-20211203-23-1t6ef6k.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=396&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/435565/original/file-20211203-23-1t6ef6k.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=396&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/435565/original/file-20211203-23-1t6ef6k.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=498&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/435565/original/file-20211203-23-1t6ef6k.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=498&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/435565/original/file-20211203-23-1t6ef6k.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=498&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Financiación pública de I+D para la salud en Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, en 2011 y 2018, en miles de millones de dólares.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.cae-eco.fr/staticfiles/pdf/cae-focus053.pdf">CAE (2021)</a></span>
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</figure>
<p>En un contexto más amplio, la deserción de la industria farmacéutica francesa no es más que el reflejo de una deserción más general. En 2019, <a href="https://www.latribune.fr/economie/france/r-d-pourquoi-l-allemagne-s-en-sort-mieux-que-la-france-814558.html">la ratio global I+D/PIB se situó en el 2,2 %</a>, frente al 3 % en Alemania. De este 2,2 %, solo el 18 % se destina a biología y salud, y la financiación pública en sanidad <a href="https://www.cae-eco.fr/staticfiles/pdf/cae-focus053.pdf">disminuyó en un 28 % entre 2011 y 2018</a>. Todo esto tiene consecuencias en el número de publicaciones, citas y patentes presentadas.</p>
<p>En los Estados Unidos, las empresas más financiarizadas son aquellas <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/08911916.2018.1549842">cuyo gasto en I+D es menos productivo por dólar gastado</a>. Merck y Pfizer adquieren “éxitos de taquilla” creados por otras compañías, cobran los ingresos por la propiedad intelectual y participan poco en el desarrollo de medicamentos. Estas empresas se convierten en “plataformas de operaciones”.</p>
<p>Hay dos aspectos que llaman la atención. Por un lado, la actitud francesa valora la producción de nuevos conocimientos <a href="https://www.lemonde.fr/economie/article/2013/05/13/quand-l-innovation-est-prise-au-piege_3176249_3234.html">sin buscarles aplicaciones</a> que modifiquen las formas de actuar, degrada los productos y procesos existentes y reasigna competencias. Por lo tanto, en la industria farmacéutica, <a href="https://www.cae-eco.fr/staticfiles/pdf/cae-focus053.pdf">Francia no favorece la producción de medicamentos innovadores</a>.</p>
<h2>División social del trabajo</h2>
<p>Por otro lado, las opciones innovadoras son necesariamente ambiguas y arriesgadas. De hecho, como hemos observado en nuestras investigaciones, es difícil evaluar <em>a priori</em> la aceptabilidad social de las políticas alternativas, así como distinguir los buenos proyectos de los que no lo son tanto, seleccionar las direcciones en las que se ampliará la inversión de I+D y <a href="https://www.wiley.com/en-es/Venture+Capital+and+the+Financing+of+Innovation-p-9781786300690">controlar el ritmo del progreso tecnológico</a>.</p>
<p>Por todo ello, la inversión pública para la realización de ensayos clínicos ha supuesto un mecanismo de consolidación en la crisis de la covid-19. Los economistas Ruchir Agarwal y Patrick Gaule así lo han demostrado en su reciente <a href="https://covid-19.iza.org/publications/dp14079/">análisis de 300 000 ensayos en 209 países</a>, comparando la covid-19 con otras 75 enfermedades.</p>
<p>El primer muestreo, que incluye 75 enfermedades, demuestra una regularidad empírica, la “ley del esfuerzo decreciente”: cuando el número de pacientes aumenta en un 1 %, el esfuerzo de I+D aumenta solo en un 0,43 %. Por otro lado, el segundo muestreo, el de la covid-19, supone una excepción a esta ley. El número de ensayos clínicos, de 7 a 20 veces mayor que el esperado según el tamaño del mercado, no generó una disminución de la inversión (efectos de desplazamiento).</p>
<p>Por lo tanto, es como si se hubiera establecido una división social del trabajo. Las entidades públicas de investigación (universidades, hospitales, centros especializados, etc.) han proporcionado el 70 % de todos los ensayos clínicos a nivel mundial. </p>
<p>En los Estados Unidos, el sector público ha contribuido a ampliar la innovación al permitir que el sector privado, <a href="https://www.efe.com/efe/usa/sociedad/warp-speed-la-macrooperacion-para-que-vacuna-llegue-a-todos/50000101-4408715">respaldado por el Gobierno</a>, comercialice las vacunas en un tiempo récord. </p>
<p>Así pues, los argumentos económicos no son suficientes para explicar la implementación de una nueva rutina. El argumento organizativo y relacional se revela fundamental para entender la articulación de actores públicos y privados en un marco de asociación. Las motivaciones ajenas al ámbito comercial, como la voluntad de generar efectos a nivel de reputación al proporcionar productos seguros y eficaces, también desempeñan un papel clave.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/173036/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Bernard Guilhon no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La crisis de covid-19 ha puesto de manifiesto el papel clave de las instituciones públicas tras años de declive de los esfuerzos de I+D de los grandes laboratorios privados del sector.Bernard Guilhon, Professeur de sciences économiques, SKEMA Business SchoolLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1712222021-11-25T20:24:27Z2021-11-25T20:24:27ZLo que ocurre cuando las patentes se convierten en una batalla sin tregua<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/433437/original/file-20211123-18-e4dhal.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C17%2C5991%2C3970&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/genetic-engineering-gene-manipulation-concept-hand-607718810">Shutterstock / vchal</a></span></figcaption></figure><p>A lo largo de años de actividad en el área de estudio de las enfermedades cardiovasculares y varios registros de propiedad y patentes, he aprendido que la invención científico-tecnológica a veces puede tener una vertiente “poco amable” o “incómoda”. Sin ir más lejos, la patente del teléfono, la radio, la invención del láser y la obtención del aluminio por electrolisis permanecieron en litigio durante décadas.</p>
<h2>¿Qué es una patente?</h2>
<p>Según la <a href="https://www.oepm.es/es/index.html">Oficina Española de Patentes y Marcas</a>, una patente es un título otorgado por el Estado que da a su titular el derecho de fabricación y explotación por sí mismo o a través de otra persona o empresa autorizada por él de la invención protegida. </p>
<p>Puede ser objeto de una patente cualquier procedimiento, método de fabricación, máquina o producto. A cambio, el titular se ve obligado a compartir la descripción de su invención para que otro experto en la materia también pueda ejecutarla. Su explotación debe realizarse dentro del plazo de cuatro años desde la fecha de presentación de la solicitud, o de tres años desde la fecha de publicación de la concesión (suele aplicarse el plazo que expira más tarde). En caso de que la patente no termine siendo objeto de explotación, su licencia caduca.</p>
<p>De 1900 a 1982, el número de patentes en EE.UU creció alrededor de un 140 por ciento. A partir de entonces, alcanzaron un asombroso <a href="https://www.mercatus.org/publications/regulation/number-patents-has-exploded-1982-and-one-court-blame">400 por ciento en 2014</a>. No obstante, estos datos han generado mucha controversia debido a que también se permite el registro de conceptos e ideas con escasa o nula aplicabilidad real. </p>
<h2>La batalla por iluminar Nueva York</h2>
<p>Si leer se encuentra entre las aficiones de quienes leen este artículo, aconsejo disfrutar de <em>La Luz de la noche</em> de Graham Moore. Se trata de una novela que narra la conocida como “guerra de las corrientes” que tuvo lugar a finales del siglo XIX. De forma brillante (nunca mejor dicho), Moore recoge la contienda legal y de ingenio protagonizada por Nikola Tesla y Thomas Alva Edison por las patentes de la bombilla y la corriente eléctrica.</p>
<p>En aquellos años emergió la posibilidad que la electricidad sustituyese al vapor como elemento esencial para el funcionamiento de cualquier tipo de motor. Se trataba de una segunda revolución industrial que provocó que, a ambos lados del Atlántico, no dejara de crecer el número de centrales eléctricas. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/433440/original/file-20211123-22-5tpncm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/433440/original/file-20211123-22-5tpncm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/433440/original/file-20211123-22-5tpncm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=756&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/433440/original/file-20211123-22-5tpncm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=756&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/433440/original/file-20211123-22-5tpncm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=756&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/433440/original/file-20211123-22-5tpncm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=950&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/433440/original/file-20211123-22-5tpncm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=950&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/433440/original/file-20211123-22-5tpncm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=950&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Edison fotografiado en 1878 por Levin C. Handy.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Edison_and_phonograph_edit2.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La de Pearl Street, establecida por Edison en Nueva York en 1882, fue la primera instalación de producción eléctrica de tipo comercial del mundo y abastecía una pequeña área de Manhattan mediante corriente continua. Posteriormente la demanda de electricidad llevó a construir centrales eléctricas cada vez más grandes para recorrer distancias mucho mayores. Además, la rápida distribución de motores eléctricos industriales provocó una fuerte demanda por un voltaje distinto al que se usaba para la iluminación (110 V). </p>
<figure class="align-left zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/433438/original/file-20211123-16-zmssr4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/433438/original/file-20211123-16-zmssr4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/433438/original/file-20211123-16-zmssr4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=773&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/433438/original/file-20211123-16-zmssr4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=773&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/433438/original/file-20211123-16-zmssr4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=773&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/433438/original/file-20211123-16-zmssr4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=972&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/433438/original/file-20211123-16-zmssr4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=972&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/433438/original/file-20211123-16-zmssr4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=972&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Tesla fotografiado en 1896.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Teslathinker.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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</figure>
<p>Fue entonces cuando el científico de origen serbio Tesla, contratado inicialmente por la empresa creada por Edison (Edison General Electric Company), demostró la ineficacia de las potencias de corriente continua. Como alternativa, propuso su sustitución por otro tipo de corriente: la corriente alterna. </p>
<p>Este cambio minimizó la pérdida de energía durante la distribución de electricidad a grandes distancias. Tras el desarrollo de un sistema de generadores polifásicos alternos y otros tipos más eficientes de motores y transformadores, la corriente alterna terminó siendo adaptada a lo largo y ancho de EE.UU. </p>
<p>Esto dió lugar a que el socio de Edison, J.P. Morgan, dejara de apoyar su sistema de corriente continua y lo apartase de su propia compañía (la cual cambió su nombre a General Electric). </p>
<p>No obstante el gran error de Tesla fue hacer donación de todas sus patentes a su principal socio inversor, Westinghouse. Más adelante, J. P. Morgan y Westinghouse acordarían dejar de lado a ambos inventores. Tesla terminó completamente arruinado y olvidado en los libros de historia, mientras Edison se quedaba con el título de “el padre de la electricidad” en exclusiva.</p>
<h2>La batalla por el “cortar-pegar” de los genes</h2>
<p>Mucho más reciente ha sido la lucha por el control de la técnica CRISPR-Cas9, que permite de forma fácil, rápida, barata y altamente precisa modificar a voluntad el genoma y así cambiar <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22745249/">el destino escrito en nuestro ADN</a>. Y es que estamos, según algunas estimaciones, ante una auténtica mina de oro de casi 50 000 millones de dólares sólo en aplicaciones en biomedicina. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/433442/original/file-20211123-19-1ct9p39.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/433442/original/file-20211123-19-1ct9p39.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/433442/original/file-20211123-19-1ct9p39.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=284&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/433442/original/file-20211123-19-1ct9p39.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=284&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/433442/original/file-20211123-19-1ct9p39.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=284&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/433442/original/file-20211123-19-1ct9p39.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=357&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/433442/original/file-20211123-19-1ct9p39.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=357&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/433442/original/file-20211123-19-1ct9p39.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=357&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Emmanuelle_Charpentier_and_Jennifer_Doudna.jpg">Wikimedia Commons / Bianca Fioretti / Duncan.Hull / The Royal Society.</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En el año 2014, el laboratorio de Emmanuelle Charpentier, en colaboración con el de Jennifer Doudna, descubrió cómo una molécula conocida con el nombre de Cas9 podía <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-020-02765-9">hacer cortes e insertar, suprimir o modificar el ADN de cualquier tipo de célula</a>. Aún así, las tijeras moleculares de Charpentier/Doudna son poco precisas porque, aunque consiguen “cortar-pegar” correctamente, a veces lo hacen de manera impredecible. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/433441/original/file-20211123-23-5pzkxb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/433441/original/file-20211123-23-5pzkxb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/433441/original/file-20211123-23-5pzkxb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=840&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/433441/original/file-20211123-23-5pzkxb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=840&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/433441/original/file-20211123-23-5pzkxb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=840&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/433441/original/file-20211123-23-5pzkxb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1056&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/433441/original/file-20211123-23-5pzkxb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1056&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/433441/original/file-20211123-23-5pzkxb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1056&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Feng Zhang fotografiado en 2017.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Fzhang_at_summit.jpg">Wikimedia Commons / PuppyEggs</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Con el objetivo de aumentar su precisión, investigadores del Broad Institute del Massachusetts Institute of Technology (MIT), liderados por <a href="https://mcgovern.mit.edu/profile/feng-zhang/">Feng Zhang</a>, mejoraron su función y aplicabilidad <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30166441/">mediante la obtención de una nueva variante</a>. </p>
<p>Poco después se registró la primera de varias patentes por parte del grupo del MIT que cubrían el uso de esta técnica revolucionaria. Para ello, Zhang presentó ficheros con los datos originales de sus investigaciones como pruebas que, según él, confirmaban que tenía la tecnología en funcionamiento antes de que sus competidores publicaran sus propios resultados y solicitaran sus propias patentes. Se sumó a la controversia generada por este descubrimiento el hecho de que el tiempo de obtención de dicha patente fuera inferior a los 6 meses (lo normal son 21 meses). Posteriormente se demostró que el MIT había pagado muy discretamente para que toda la documentación, estimada en más de mil páginas, fuese revisada en tiempo récord. </p>
<p>Una vez se obtuvo la patente, una empresa emergente fundada por el propio Zhang compró la licencia de uso al MIT. Para complicar aún más las cosas, existen otras dos empresas con parte de la propiedad intelectual o derechos sobre CRISPR-Cas9 pendientes de resolución y se ha promocionado legalmente la presentación de un procedimiento de interferencia en Estados Unidos. De prosperar dicho recurso, sus promotores podrían hacerse con la exclusividad de esta patente. </p>
<p>Actualmente, aunque se puede usar CRISPR-Cas9 en los laboratorios de medio mundo, su aplicación ha entrado en recesión debido a tantas dudas y cuestiones legales. En consecuencia, un gran número de investigadores están regresando a los métodos clásicos de manipulación genética que, aún siendo más laboriosos, son también eficaces.</p>
<p>Salta a la vista, por tanto, que la necesidad de proteger la propiedad intelectual e invenciones mediante el registro de patentes ha ido ganando importancia estratégica para muchos centros de investigación y universidades. Es esencial, no obstante, que aquellas invenciones o tecnologías que muestran más impacto sobre el bien común no queden a merced de restricciones o conflictos legales y pasen rápidamente a disposición de la sociedad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/171222/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Santiago Roura Ferrer recibe fondos dedicados a la investigación de las enfermedades cardiovasculares por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación y del Instituto de Salud Carlos III. Asimismo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La invención científico-tecnológica a veces puede tener una vertiente “poco amable” o “incómoda”. La historia de Tesla y Edison es un buen ejemplo de las batallas por las patentes. Lo mismo que la técnica CRISPR-Cas9 para cortar y pegar genes.Santiago Roura Ferrer, Profesor asociado Facultad de Medicina, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1583962021-04-06T18:57:53Z2021-04-06T18:57:53ZLa importancia mayúscula de la i minúscula de la I+D+i<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/393530/original/file-20210406-19-1b9v8f5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=14%2C583%2C4977%2C3158&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/stand-out-crowd-different-concept-one-730598122">Shutterstock / amasterphotographer</a></span></figcaption></figure><p>Con la pandemia han ganado importancia cosas que, aun sobradamente conocidas, habíamos venido descuidando secularmente. Entre otras, hemos echado de menos la innovación, esa <em>i</em> minúscula de la I+D+i. Sobre todo en las áreas tecnológica y biomédica. </p>
<p>Pero con las expectativas de recuperación, la innovación gana relevancia en todas las áreas. Y sabemos que en España esa <em>i</em> minúscula es demasiado minúscula, al menos por comparación con los países con los que deberíamos compararnos. </p>
<h2>Competitividad basada en la ciencia</h2>
<p>Desde <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Joseph_Alois_Schumpeter">Schumpeter</a> sabemos que la innovación es crucial en todas las sociedades. Que el incremento de la productividad pivota sobre la innovación, y que no hay otra forma mejor de impulsar el crecimiento y generar bienestar. </p>
<p>Llanamente, eso significa que hay que cambiar el modelo productivo en España, hoy sostenido –si este término fuese apropiado en estos momentos– por numerosas empresas de pequeña y muy pequeña dimensión, poco innovadoras en relación a la media de la UE y con un escaso desarrollo de los sectores de mayor contenido tecnológico. </p>
<p>La palanca para ese cambio sólo puede venir de un impulso a la industria innovadora en el contexto de una economía basada en el conocimiento. En otras palabras, de un decidido fomento de la competitividad basada en la ciencia.</p>
<p>Utilizar los fondos que podrían llegar de la UE para provocar esa transformación necesaria es un debate con dimensiones en el espacio y en el tiempo. </p>
<p>En el espacio, hay que decidir en qué invertir y en quién invertir (¿en qué sectores? ¿en qué empresas?). En el tiempo, esas inversiones no pueden demorarse ya que tienen que contribuir a minimizar los efectos de la crisis y procurar una recuperación rápida y sostenida.</p>
<h2>Si el objetivo es la innovación, el agente fundamental es la pequeña empresa innovadora</h2>
<p>El Gobierno de España quiere agilizar los procedimientos administrativos para acelerar los trámites de acceso a los fondos europeos. Puede y debe hacerlo, aunque el <a href="https://www.boe.es/boe/dias/2020/12/31/pdfs/BOE-A-2020-17340.pdf">Real Decreto para la modernización de la Administración y la ejecución del Plan de Recuperación</a> quizás no sea suficiente. Los controles para garantizar el uso correcto de los recursos públicos deben existir –incluso reforzarse– pero hay procedimientos que no garantizan nada salvo la ineficiencia. </p>
<p>Por otro lado, las prisas por dar salida a los fondos europeos pueden tener un efecto perverso, ya que las fórmulas aparentemente más sencillas –y, por tanto, más tentadoras– pueden no ser las más deseables. </p>
<p>Utilizar a las grandes corporaciones para vehicular los nuevos recursos financieros simplifica el trabajo administrativo y acelera la gestión. Las grandes corporaciones acceden con mayor facilidad a las administraciones públicas, son capaces de preparar rápidamente los proyectos (si es que no los tienen ya preparados) y pueden garantizar la cofinanciación. </p>
<p>Pero la innovación nace sobre todo en las pequeñas empresas tecnológicas que, en los esquemas garantistas de una aparente igualdad de oportunidades de los concursos públicos, parten con una gran desventaja. Sus capacidades administrativas son sensiblemente inferiores. Raramente pueden cofinanciar y, con frecuencia, ni siquiera acceden a los avales requeridos. Y, en esta ocasión, cuando la innovación debería primar, este es un mal punto de partida. </p>
<p>Se puede exigir, como se hace con frecuencia en los concursos, la presencia de PYMES en el entorno de las empresas tractoras. Pero más que su influencia innovadora parece que sólo cuenta la justificación de su mera presencia. </p>
<p>Que la Administración se dirija directamente a las grandes empresas en estas situaciones no es criticable (incluso es deseable). Pero si lo es el no prestar atención a las pequeñas que, en definitiva, son el germen de un tejido empresarial altamente innovador.</p>
<p>Si el objetivo es la innovación y el agente fundamental es la pequeña empresa (obviamente, la pequeña empresa que aspira a no ser siempre pequeña), el objetivo debe condicionar el procedimiento y no al revés. No debería subordinarse a lo que resulta más sencillo para la Administración. </p>
<h2>Ampliar los canales entre el Estado y los innovadores</h2>
<p>No es fácil cambiar el <em>modus operandi</em>. Falta agilidad para establecer una arquitectura institucional que responda a las necesidades del momento. Los cuellos de botella de los periodos intercrisis se convierten en trampas mortales cuando la situación es crítica. </p>
<p>En España, los canales de las administraciones con el mundo “exterior” son muy estrechos y por ellos apenas fluye la información. Lo nuevo tiene enormes dificultades para transitar por esos canales. La estrechez de estos canales se justifica formalmente por las garantías en los procedimientos. Esas garantías son necesarias para reducir la arbitrariedad y permitir una competencia justa entre las empresas. </p>
<p>Pero más allá de la justificación formal, subyace la desconfianza de las administraciones públicas hacia lo novedoso, su renuencia al riesgo (la innovación siempre lo tiene) y una obsesión por el control (formal), que lleva implícito el mantenimiento del monopolio del interés general.</p>
<p>Otros países demuestran más reflejos para dar respuestas estructurales a nuevos retos. No es sorprendente que sean los más innovadores y en los que la generación y traslación del conocimiento es una estrategia prioritaria.</p>
<p>Sin ir más lejos, en Reino Unido se ha creado la <em><a href="https://www.gov.uk/government/organisations/office-for-life-sciences">Office for Life Sciences</a></em>, una estructura intermedia entre el mundo empresarial e inversor y las instituciones sanitarias para promover la inversión efectiva en este ámbito, crear empleo, beneficiar al sector salud e incrementar las exportaciones tecnológicas. </p>
<p>Siguiendo en muchos aspectos la estela de la <a href="https://www.darpa.mil/about-us/about-darpa">Advanced Research Projects Agency (DARPA)</a> norteamericana, Reino Unido también ha creado la <a href="https://www.gov.uk/government/publications/advanced-research-and-invention-agency-aria-statement-of-policy-intent/advanced-research-and-invention-agency-aria-policy-statement">Advanced Research and Invention Agency (ARIA)</a>, con el objetivo de financiar iniciativas de alto riesgo y potencial alta recompensa. </p>
<p>Pero su objetivo no es exclusivamente suministrar recursos financieros. Cooperan con el sector público para agilizar procesos administrativos y eliminar barreras (lo que atrae inversores nacionales e internacionales), compartir información y conectar con fluidez con el sector privado. No es sorprendente (<a href="https://www.theguardian.com/science/2021/mar/02/new-uk-science-body-could-be-used-as-cover-for-cronyism">aunque haya críticas</a>), que esta Agencia haya sido “perdonada” de cumplir buena parte de las normas de contratación pública de Reino Unido.</p>
<h2>Una cuestión de conectividad</h2>
<p>Circunstancias extraordinarias requieren respuestas extraordinarias. Pero en lo organizativo estamos tratando de responder con lo puesto. Y, como en el cuento de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_traje_nuevo_del_emperador">Hans Christian Andersen</a>, no es mucho. </p>
<p>Ya en situaciones ordinarias, especialmente en I+D, se ha dispuesto de pocos recursos, pero sobre todo de mucha demora y escasa ejecución. Nos falta agilidad y nos sobran prevenciones para crear esas estructuras <em>ad hoc</em> para tareas complejas, más allá de la capacidad de poner en marcha grupos de trabajo (<em>task forces</em>) independientes y profesionales que aborden situaciones sobrevenidas. </p>
<p>En ese contexto, el <a href="https://www.ciencia.gob.es/stfls/MICINN/Ministerio/FICHEROS/Ley_ciencia_tecnolog_e_innovac_Borrador_UNO_Hecho_publico_V_22_02_10.pdf">borrador de anteproyecto de Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación</a> parece más preocupado por las estructuras funcionariales de investigación (I+D) dependientes del Estado central (que sin duda requieren esta preocupación), que por incentivar con entusiasmo la <em>i</em> minúscula.</p>
<p>No es tan sólo un problema de gestión y fiscalización. Es cuestión de agilidad, de conectividad, de inclusividad y coordinación múltiple con el sector empresarial, las universidades, los emprendedores e inversores privados. También de cooperación y coordinación en el seno de la propia Administración, cuyos distintos departamentos, aislados unos de otros, apenas se relacionan.</p>
<p><a href="https://eiuperspectives.economist.com/healthcare/innovation-life-sciences"><em>The Economist</em></a> prevé un “boom” tecnológico global en ciencias de la vida, un ámbito en el que la I+D española tiene un nivel respetable. Pero estamos poco preparados para aprovechar los cambios que se nos echan encima. </p>
<p>Tampoco lo estamos para las grandes crisis, y aquí, y a la vista de los antecedentes, el escepticismo es inevitable. Pero el escepticismo no debe traducirse en indolencia. No se trata tanto de rebajar los controles como de crear una arquitectura institucional renovada, más ágil, más abierta y participativa. </p>
<p>Son tiempos que, queramos o no, para bien o para mal, decidirán nuestra posición en el mundo post-pandemia. Tiempos para el esfuerzo y la innovación. También la innovación organizativa. También en la Administración, incluyendo sus estructuras científicas, sus universidades y el propio Sistema Nacional de Salud.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/158396/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Salvador Peiró ha recibido financiación por ayudas competitivas públicas nacionales (en general, acciones de investigación o innovación -proyectos, redes, RRHH, plataformas- de la Acción Estratégica en Salud del Plan Nacional de I+D+i) y por acuerdos institucionales con firmas farmacéuticas y tecnológicas. Los financiadores nunca han jugado ningún papel en el diseño de los estudios, la adquisición de datos, su análisis o su interpretación. Tampoco han tenido acceso a las fuentes de datos y nunca influyeron en la decisión de publicación. Es también patrono de la Fundación Instituto de Investigación en Servicios de Salud y miembro de la Asociación de Economía de la Salud (AES), de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) y de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA).
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Profesor de la Escuela Nacional de Sanidad. Fue socio fundador y presidente del Consejo de Administración de CrossRoadBiotech Inversiones Biotecnológicas (CRB Inverbio SGEIC SA), gestora independiente de capital riesgo y que invierte en fases iniciales de compañías innovadoras en el ámbito de ciencias de la vida. Miembro de la Asociación de Economía de la Salud y la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria. Presidente de la Fundación mVision, un ecosistema multidisciplinar en torno a la innovación biomédica.</span></em></p>¿Cómo utilizaremos los fondos de la UE destinados a la recuperación de la economía? Lo inteligente sería destinarlos a impulsar la industria innovadora. Aprovechar ese inminente ‘boom’ tecnológico global en ciencias de la vida, un ámbito en el que la I+D española tiene un nivel respetable.Salvador Peiró, Investigador, Área de Investigación en Servicios de Salud, FISABIO SALUD PÚBLICA, FisabioEnrique Castellón, Profesor de la Escuela Nacional de Sanidad, Instituto de Salud Carlos IIILicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1546652021-03-16T21:17:47Z2021-03-16T21:17:47ZEspaña no puede seguir en el furgón de cola de la transferencia tecnológica<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/389869/original/file-20210316-20-1bcgys2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5991%2C3655&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/highway-flyover-binary-code-numbers-on-709040518">Shutterstock / jamesteohart</a></span></figcaption></figure><p>Investigación y desarrollo (I+D). Hablamos de ellos como de una pareja paseando de la mano. A menudo con su retoño, la innovación (I+D+i). Pero el descubrimiento de nuevos conocimientos (ciencia), el desarrollo de nuevos productos y herramientas (tecnología), y cómo estos llegan a la sociedad (innovación), como en toda buena familia, tienen sus diferencias y desencuentros. Conseguir que se lleven bien es todo un reto.</p>
<p>El debate público sobre las políticas de ciencia, tecnología e innovación está en buena medida dominado por la metáfora de la “tubería”. Según esta, las nuevas ideas tecnológicas surgen como resultado de los descubrimientos científicos y fluyen de manera natural a través de la investigación aplicada, el diseño, la fabricación, el <em>marketing</em> y la comercialización.</p>
<p>Los conocimientos científicos de una sociedad serían como <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/0048733394010013">el saldo acumulado en una cuenta de ahorro intelectual</a>. La relación entre gasto en I+D y el PIB se utiliza como medida de la apuesta por el futuro y del potencial económico de regiones y países.</p>
<p>España no queda especialmente bien retratada por este índice. Pero incluso así, en España tenemos unos <a href="https://services.icono.fecyt.es/indicadores/Paginas/default.aspx?ind=35&idPanel=1">150 000 investigadores</a> y una producción científica razonable. Cabe preguntarse qué rentabilidad obtenemos de nuestro saldo de conocimiento. O como explica <a href="https://dobetter.esade.edu/es/transferencia-tecnologia-innovacion">este artículo</a>, ¿qué podríamos esperar de una empresa con más de 150 000 personas en su equipo de I+D? </p>
<p>La respuesta es que España (como Europa) tiene dificultades para transformar el conocimiento en aplicaciones. Para entender por qué, es necesario entrar en la tubería y observar cómo ocurre la transferencia tecnológica. La realidad es más compleja que el modelo lineal. El pionero de internet Bob Metcalfe ya dijo que <a href="https://www.technologyreview.com/1999/11/01/236492/invention-is-a-flower-innovation-is-a-weed/">“la invención es una flor, la innovación una mala hierba”</a>. </p>
<p>El nivel de madurez de una tecnología puede calibrarse utilizando <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Nivel_de_madurez_tecnol%C3%B3gica">el índice de madurez TRL</a> (siglas en inglés de <em>Technological Readiness Level</em>) . La investigación tiende a centrarse en el desarrollo de la tecnología en los niveles 1 a 3. La comercialización requiere un prototipo probado en un entorno relevante, robusto y con una operativa de mantenimiento de nivel 6, 7 o superior. La maduración suele ser más lenta y costosa de lo esperado. De hecho, la metáfora que se utiliza con más frecuencia para describir este proceso de transferencia es la del “valle de la muerte”. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/387231/original/file-20210302-19-tsc37u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/387231/original/file-20210302-19-tsc37u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/387231/original/file-20210302-19-tsc37u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/387231/original/file-20210302-19-tsc37u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/387231/original/file-20210302-19-tsc37u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/387231/original/file-20210302-19-tsc37u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/387231/original/file-20210302-19-tsc37u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Maduración tecnológica y el ‘Valle de la muerte’.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Atravesar este valle precisa agentes con capacidades muy diversas: técnicas, comerciales, gestión de proyectos, derechos de propiedad, contratación, liderazgo, negociación. Así como la financiación para cubrir un flujo de caja negativo prolongado.</p>
<p>Crear las condiciones e incentivos para la colaboración eficaz de estos agentes es el reto al que se enfrentan las políticas de innovación. Todo el mundo desea crear el siguiente Silicon Valley. Pocos aciertan con la fórmula. El proceso, no obstante, ha sido <a href="https://econpapers.repec.org/article/gamjadmsc/v_3a10_3ay_3a2020_3ai_3a3_3ap_3a62-_3ad_3a407284.htm">estudiado de manera exhaustiva</a> desde los años 70 y existen patrones comunes que pueden y deben servir como referencia. Destacaremos tres:</p>
<ul>
<li><p>Titularidad de los derechos de propiedad industrial y flexibilidad regulatoria y organizativa y para su gestión.</p></li>
<li><p>Incentivos para la contratación y movilidad de personas y recursos.</p></li>
<li><p>Financiación pública y privada.</p></li>
</ul>
<p>En EE. UU. la ley Morill de 1862, que instituyó la cesión de terrenos públicos a las universidades, las convirtió en laboratorios y centros de innovación. La ley Bayh–Dole de 1980 concedió a las universidades la titularidad de los resultados de investigación obtenidos con financiación pública. El número de patentes y la actividad de transferencia experimentaron un enorme impulso. Para su gestión se crean las oficinas de transferencia tecnológica (OTT).</p>
<p>En el modelo de transferencia resultante (no necesariamente ideal), la universidad colabora con los investigadores para determinar qué resultados son viables, patentarlos y crear una estrategia de comercialización. La tecnología puede licenciarse directamente a empresas establecidas, pero con tecnologías de alto riesgo o disruptivas. Lo habitual es la creación de empresas (<em>spin-off</em>) por parte de los propios investigadores. </p>
<p>La <em>start-up</em>, entendida como una organización temporal cuya misión es <a href="https://steveblank.com/startup-owners-manual-1in/">encontrar y validar un modelo de negocio escalable y repetible</a>, es el instrumento de transferencia por excelencia. El capital público suele financiar las fases iniciales del desarrollo, pero el capital riesgo privado es el <a href="https://www.cbinsights.com/research/report/venture-capital-q4-2020/">elemento</a> <a href="https://2020.stateofeuropeantech.com/chapter/state-european-tech-2020/article/exec-sum/">determinante</a>.</p>
<p>Idealmente, cuando la transferencia tiene éxito, la universidad obtiene ingresos de las licencias, cerrando un potencial círculo virtuoso. La realidad es que pocas tecnologías acaban produciendo resultados más que mediocres, por lo que el proceso requiere visión de largo plazo, una apuesta sostenida y escala.</p>
<h2>El modelo del MIT frente a la brecha europea</h2>
<p>En EE. UU., el MIT, creado en 1861, es <a href="https://tlo.mit.edu/community/transfer">un referente de este modelo de transferencia</a>. La universidad de Stanford lo ha sido para la revolución del <em>hardware</em> y la información en Silicon Valley. En el Reino Unido, <a href="https://www.imperial.tech/">Imperial Innovations</a> se creó como departamento de transferencia de Imperial College en 1986. Posteriormente, pasó a ser una subsidiaria y en 2006 sus acciones fueron admitidas a cotización en el mercado alternativo de Londres. Ese mismo año se creó <a href="https://www.enterprise.cam.ac.uk/">Cambridge Enterprise</a> como unidad de transferencia de la universidad de Cambridge. </p>
<p>Fuera del ámbito anglosajón, algunas universidades europeas han empezado a seguir la experiencia de Reino Unido. De manera sorprendente, Alemania con un gran empuje y fuerte apoyo de las administraciones regionales. La Universidad Técnica de Múnich se autodefine como “la universidad emprendedora” con iniciativas como la creación de la empresa <a href="https://www.unternehmertum.de/en">UnternehmerTUM</a> y el “TUM Venture Labs”.</p>
<p>En España, tanto la <a href="https://www.boe.es/buscar/pdf/2011/BOE-A-2011-9617-consolidado.pdf">Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación</a> como la <a href="https://www.boe.es/buscar/pdf/2001/BOE-A-2001-24515-consolidado.pdf">Ley de Universidades</a> incorporan los ingredientes esenciales. Pero más allá de la legalidad existen factores sociales y culturales, como la aversión al riesgo y la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0048733304000538">receptividad ante nuevos diseños</a>, y conocimientos tácitos que no son directamente replicables.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/387235/original/file-20210302-17-t4pq0t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/387235/original/file-20210302-17-t4pq0t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/387235/original/file-20210302-17-t4pq0t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/387235/original/file-20210302-17-t4pq0t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/387235/original/file-20210302-17-t4pq0t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/387235/original/file-20210302-17-t4pq0t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/387235/original/file-20210302-17-t4pq0t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Patrón de difusión internacional de un diseño de innovación (adaptado de referencia citada en el texto)</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Europa es consciente de la brecha de productividad de su modelo de innovación. No solo con EE. UU., sino con países como Israel, Singapur y Corea del Sur con modelos parecidos. Y por supuesto con China, con un modelo diferente. La Comisión Europea lleva años enfatizando la necesidad de adopción de estas prácticas. <a href="http://informecotec.es/">Mejorar la transferencia tecnológica</a> y la cooperación entre empresas, centros de investigación y universidades es una de sus prioridades en el horizonte 2021 - 2027.</p>
<p>La evolución que está experimentando la industria financiera con el avance de las plataformas de financiación participativas (<em>equity crowdfunding</em>), la descentralización y la esperada <em>tokenización</em> de activos ofrecerán vías alternativas o complementarias de financiación, e incrementarán la competencia y presión sobre los modelos de transferencia.</p>
<p>El gobierno de España acaba de publicar en febrero de 2021 la <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/actividades/Documents/2021/110221-Estrategia_Espana_Nacion_Emprendedora.pdf">Estrategia España Nación Emprendedora</a>, en la que se identifican tres palancas: educación, I+D+i y emprendimiento innovador. España no puede quedar rezagada, se dice. Pero España ya lo está. Ponerse a la altura de sus pares a nivel europeo e internacional no es una cuestión de voluntarismo. </p>
<p>Creemos que es fundamentalmente una cuestión de inteligencia y humildad. Inteligencia para comprender y aprender de las mejores prácticas. Humildad para adoptarlas y asimilarlas haciendo, como diría el actual presidente italiano, <em>lo que haga falta</em>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/154665/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Todo el mundo desea crear el siguiente Silicon Valley. Pocos aciertan con la fórmula. El proceso, no obstante, ha sido estudiado de manera exhaustiva. ¿Qué pueden hacer España y Europa para no quedarse atrás?Francisco J. Jariego, Researcher, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Gonzalo León, Catedrático de Ingeniería Telemática, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1409532020-09-14T19:51:16Z2020-09-14T19:51:16ZDeformatrónica: La nueva electrónica de los materiales flexibles<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/342944/original/file-20200619-70386-1hhvxmh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C687%2C1689%2C1231&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Imagen artística de un dispositivo deformatrónico basado en disulfuro de molibdeno.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.csic.es/sites/default/files/07agosto2019fotodetectores.pdf"> E. Sahagún (Scixel)</a></span></figcaption></figure><p>Las propiedades electrónicas de los materiales pueden controlarse mediante deformaciones mecánicas de su estructura cristalina. Recientemente se ha discutido la posibilidad de emplear esas deformaciones mecánicas para controlar las propiedades de dispositivos electrónicos. Este nuevo tipo de electrónica se denomina deformatrónica.</p>
<h2>Materiales bidimensionales deformables</h2>
<p>La deformatrónica se ve obstaculizada por problemas técnicos en la aplicación de deformaciones mecánicas controladas a dispositivos electrónicos basados en semiconductores convencionales. </p>
<p>El desarrollo en la investigación en <a href="https://francis.naukas.com/2015/01/15/materiales-bidimensionales-fosforeno-arseneno-y-antimoneno/">semiconductores bidimensionales</a> (una familia de materiales emparentada con el grafeno) promete resolver en gran parte estos problemas. </p>
<p>Estos nuevos materiales se pueden estirar, comprimir e incluso doblar y pueden soportar enormes deformaciones sin llegar a romperse.</p>
<h2>Primeros dispositivos</h2>
<p>En el <a href="https://wp.icmm.csic.es/2dfoundry/">Grupo de Investigación 2D Foundry</a>, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), hemos dado los primeros pasos en el desarrollo de dispositivos deformatrónicos. Hemos diseñado y construido un prototipo de detector de luz cuya sensibilidad puede modificarse mediante una tensión o compresión mecánica. Nuestros resultados se han publicado en la revista <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1369702119301762"><em>Materials Today</em></a>. </p>
<p>El dispositivo se basa en una capa de tan solo tres átomos de espesor de un semiconductor bidimensional, el disulfuro de molibdeno, depositada sobre un substrato con un gran coeficiente de expansión térmica. De este modo, al calentar el substrato, este se expande, y al enfriarlo, se contrae. Estas expansiones y contracciones del substrato se traducen en estiramientos y compresiones del disulfuro de molibdeno. </p>
<p>Al estirar el dispositivo, hemos conseguido aumentar su ancho de banda espectral y su sensibilidad. Al comprimirlo, su ancho de banda y sensibilidad disminuyen, pero el dispositivo se vuelve más rápido. </p>
<p>Este control del rendimiento del sensor de luz puede ser muy útil para ajustar su funcionamiento a diferentes condiciones de iluminación, de manera similar a la adaptabilidad del ojo humano. El ojo humano cambia su respuesta espectral y sensibilidad dependiendo de la iluminación. </p>
<p>Los sensores de luz adaptables pueden ser muy interesantes para la fabricación de cámaras capaces de adquirir imágenes en distintos rangos espectrales (por ejemplo, una cámara que pueda cambiar de modo convencional a fotografía infrarroja). </p>
<p>Este tipo de dispositivos resultarían muy atractivos en aplicaciones de inspección industrial de piezas y procesado, en la industria agroalimentaria para identificar daños en frutas y verduras o en aplicaciones biomédicas al permitir tomar imágenes de temperatura a pacientes.</p>
<h2>Más velocidad</h2>
<p>Estos primeros dispositivos deformatrónicos necesitan decenas de segundos para desarrollar la deformación aplicada, limitando la velocidad de funcionamiento del dispositivo. </p>
<p>Para conseguir más velocidad, hemos desarrollado unos actuadores –dispositivos capaces de transformar una señal eléctrica en un movimiento mecánico– microfabricados que permiten aplicar deformaciones de forma controlada en décimas de segundo. Este avance se ha publicado recientemente en la revista <a href="https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acs.nanolett.0c01706"><em>Nano Letters</em></a>.</p>
<p>Hemos demostrado el funcionamiento de estos microactuadores de deformación creando un pequeño modulador óptico. Modulando la deformación aplicada a una monocapa de disulfuro de molibdeno, hemos comprobado cómo su reflectancia e índice de refracción cambian siguiendo la modulación de la deformación.</p>
<p>La deformatrónica ha llegado para quedarse. Estos primeros pasos en el diseño y fabricación de dispositivos deformatrónicos demuestran el potencial de este tipo de electrónica que permite aplicaciones que no son posibles con los dispositivos electrónicos convencionales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/140953/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Andres Castellanos-Gómez recibe fondos del European Research Council. </span></em></p>Hemos diseñado y construido un prototipo de detector de luz cuya sensibilidad puede modificarse provocando la compresión y contracción del disulfuro de molibdeno, un material semiconductor.Andrés Castellanos-Gómez, Científico Titular (Ciencia de Materiales), Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1444622020-08-21T14:11:06Z2020-08-21T14:11:06ZLos ladrillos (sí, como los de tu casa) pueden almacenar energía eléctrica<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/353493/original/file-20200818-24-1165itk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C3%2C2434%2C2306&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Se puede convertir los ladrillos en dispositivos de almacenamiento de electricidad.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/illustration/power-holder-royalty-free-illustration/165554189?adppopup=true">Big_Ryan/DigitalVision Vectors via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p><em>El <a href="https://theconversation.com/us/topics/research-brief-83231">informe de investigación</a> es una breve reseña sobre un trabajo académico interesante.</em></p>
<h2>La gran idea</h2>
<p>En mi laboratorio de química sintética, hemos descubierto cómo convertir el pigmento rojo de los ladrillos comunes en un plástico que conduce la electricidad, y este proceso nos permitió convertir los ladrillos en dispositivos de almacenamiento de electricidad. Estos supercondensadores de ladrillo podrían conectarse a paneles solares para almacenar energía recargable. Los <a href="https://www.explainthatstuff.com/how-supercapacitors-work.html">supercondensadores</a> almacenan carga eléctrica, a diferencia de las baterías, que almacenan energía química.</p>
<p>La estructura porosa del ladrillo es ideal para almacenar energía porque los poros le dan al ladrillo más área de superficie que los materiales sólidos, y cuanto mayor es el área de superficie, más electricidad puede contener un material supercondensador. Los ladrillos son rojos porque la arcilla de la que están hechos contiene óxido de hierro, más conocido como óxido, que también es importante en nuestro proceso.</p>
<p>Rellenamos los poros de los ladrillos con un vapor ácido que disuelve el óxido de hierro y lo convierte en una forma reactiva de hierro que hace posible nuestra síntesis química. Luego, hacemos fluir un gas diferente a través de las cavidades para llenarlas con un material a base de azufre que reacciona con el hierro. Esta reacción química deja los poros cubiertos con un plástico conductor de electricidad, o “<a href="https://www.chemistryworld.com/podcasts/pedot/8229.article">PEDOT</a>.”</p>
<p>La película resultante recubre las superficies de los ladrillos con nanofibras que se asemejan a los finos filamentos producidos por los hongos. La estructura de nanofibras de nuestro polímero conductor tiene una baja resistencia eléctrica y una gran superficie, lo que lo hace ideal para aplicaciones relacionadas con la energía.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="coated brick powering small lightbulb" src="https://images.theconversation.com/files/352062/original/file-20200810-16-1iz9770.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/352062/original/file-20200810-16-1iz9770.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/352062/original/file-20200810-16-1iz9770.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/352062/original/file-20200810-16-1iz9770.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/352062/original/file-20200810-16-1iz9770.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/352062/original/file-20200810-16-1iz9770.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/352062/original/file-20200810-16-1iz9770.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Convertir el pigmento rojo de los ladrillos comunes en un plástico que conduce la electricidad permite que unas pocas piezas de ladrillo recubierto encienda un LED.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Julio M. D'Arcy</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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</figure>
<p>Unas pocas piezas de ladrillo recubierto de PEDOT pueden encender un LED y, según nuestros cálculos, aproximadamente 60 ladrillos de tamaño regular podrían alimentar la iluminación de emergencia durante 50 minutos y tardarían 13 minutos en recargarse. Uno de los resultados sorprendentes de nuestra investigación es que la pared de ladrillos del supercondensador se puede recargar 10 mil veces, lo que está a la par con los supercondensadores PEDOT más tradicionales. Hemos <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-020-17708-1">publicado nuestros resultados</a> en la revista Nature Communications.</p>
<h2>¿Por qué importa?</h2>
<p>Hemos convertido el óxido de hierro, que es un producto de desecho ubicuo, en un intermedio reactivo, una sustancia útil en reacciones químicas. Al controlar una reacción química que usa este intermedio, hemos producido recubrimientos de nanofibras semiconductores de última generación.</p>
<p>Convertir el óxido en un material de origen químico útil es rentable y demuestra cómo los materiales inertes tienen el potencial de ser transformadores en la fabricación de productos químicos. Nuestro trabajo muestra cómo los residuos se pueden reciclar y reutilizar para producir materiales de vanguardia que amplían las limitaciones funcionales de los materiales de construcción.</p>
<h2>¿Qué otras investigaciones se están realizando en este campo?</h2>
<p>Nuestro trabajo es el primero en demostrar el almacenamiento de energía en ladrillos. Sin embargo, otros investigadores están alterando químicamente los ladrillos para otros usos. </p>
<p>El pigmento rojo en los ladrillos se ha utilizado como catalizador químico, pero esto requiere un procesamiento significativo para garantizar la pureza del óxido de hierro separado. Las nanopartículas de óxido metálico también se han combinado con ladrillo y hormigón para eliminar los contaminantes atmosféricos. Otros grupos han creado ladrillos que incorporan nanomateriales de carbono para formar electrodos que pueden conducir electricidad.</p>
<h2>¿Qué sigue?</h2>
<p>Necesitamos aumentar la cantidad de energía que nuestros ladrillos pueden almacenar en un orden de magnitud. Estamos trabajando en formas de convertir la estructura de las nanofibras en compuestos que contengan otros semiconductores para aumentar la cantidad de energía que las nanofibras pueden almacenar.</p>
<p>Estamos ampliando la síntesis química para poder reducir los costos y producir ladrillos recubiertos de polímero rápidamente. También estamos desarrollando nuevas síntesis químicas que promueven el autoensamblaje dentro de los ladrillos para hacer que las nanofibras formen patrones 3D, lo que aumentará el área de superficie.</p>
<p>Nuestro objetivo es desarrollar ladrillos con patrones y listos para apilarse sin necesidad de cables. Tenemos la intención de producir dispositivos que se puedan ensamblar como bloques de Lego.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://www.elfinanciero.com.mx/ciencia/ver-para-creer-los-ladrillos-si-como-los-de-tu-casa-pueden-almacenar-energia-electrica">El Financiero</a></em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/144462/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Julio M. D'Arcy no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Un grupo de investigadores de la Universidad de Washington en St Louis hallaron la manera de convertir estos materiales comunes en una manera de guardar electricidad.Julio M. D'Arcy, Assistant Professor of Chemistry, Washington University in St. LouisLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1371182020-05-13T20:10:02Z2020-05-13T20:10:02ZInnovación frugal: más con menos para un mundo mejor<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/330527/original/file-20200425-163122-15ca9ld.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C960%2C639&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://winsenga.wordpress.com/">App Winsenga M Scan</a></span></figcaption></figure><p>La COVID-19 nos ha cambiado la vida, pero que también ha conseguido dar la vuelta a planteamientos previos. Uno de ellos es que la innovación se diseña en y para países desarrollados y después, si es posible, trata de adaptarse a los países en vías de desarrollo. Esto no sucede en la llamada <em>innovación frugal</em>: un modelo de innovación que tiene su origen en los países pobres.</p>
<p>El concepto de frugal ha tomado fuerza en relación con una palabra hindi: “<em>jugaad</em>” que significa “hacer lo mejor posible con lo que se tiene”. Es un estilo de vida para países como India, donde los recursos escasean para gran parte de la población y donde el ingenio se convierte en la mejor herramienta para solventar problemas. </p>
<p>Jaideep Prabhu ya advirtió (2013) que el <em>jugaad</em> era una <a href="https://www.hindustantimes.com/india/cambridge-expert-says-indian-jugaad-is-lesson-to-world/story-M3q6vFu8tEPj8eSNsAJo5M.html">salida importante de la crisis económica</a> en los países desarrollados. Así pues, la innovación frugal se entiende como aquellos productos, servicios o una combinación de ellos que son asequibles, sostenibles, fáciles de usar y que han sido creados bajo la escasez de recursos. </p>
<p>En general, las innovaciones frugales <a href="https://www.researchgate.net/profile/Mokter_Hossain2/publication/314461139_Can_Frugal_Go_Global_Diffusion_Patterns_of_Frugal_Innovations/links/5a5b566aaca2727d6089fdc5/Can-Frugal-Go-Global-Diffusion-Patterns-of-Frugal-Innovations.pdf">se desarrollan en y para contextos de mercado de bajos ingresos</a> y se ve que difieren de las innovaciones de mercados desarrollados.</p>
<p>Y llegamos a 2020. La COVID-19 entra de lleno en nuestro país y la innovación frugal aflora por una falta de materiales sanitarios. Un grupo de más de 17 000 ciudadanos españoles con impresoras 3D en sus casas forman <a href="https://www.coronavirusmakers.org/">coronavirusmakers.org</a> y consiguen poner en tiempo récord la innovación frugal al servicio de la sanidad pública y de la ciudadanía, fabricando pantallas faciales y reduciendo su precio de venta de unos 30 euros a no más de 3. </p>
<p>Esta vez, ante una crisis de tal magnitud, nos toca aprender de los mejores resolviendo dificultades. Hay países, como el nuestro, que transitan crisis y otros países en el que el estado natural es la propia crisis: la innovación frugal lleva décadas solventando grandes retos sociales en países en vías de desarrollo y ahora crece exponencialmente en los países ricos.</p>
<h2>Grandes ejemplos de innovación frugal</h2>
<p><a href="https://clickmedix.com/">Clickmedix</a> es una aplicación desarrollada para paliar el problema de la falta de médicos en zonas rurales de países del hemisferio sur. Allí, las personas que atienden la salud de la población tienen escasos conocimientos en medicina. Esta aplicación permite evaluar y diagnosticar a los pacientes a través de un sencillo cuestionario guiado para hacer las preguntas adecuadas a los pacientes y mostrándoles el tratamiento apropiado (o asesorándoles la derivación al especialista). Es útil para diagnosticar enfermedades como tuberculosis, sida, malaria, diabetes, cáncer y enfermedades cardíacas.</p>
<p>En Uganda, una de cada ocho mujeres muere durante el parto. La falta de medios sanitarios y de profesional cualificado convierte dar a luz en todo un reto. <a href="https://www.mscanug.com/">M -Scan</a> nace de una iniciativa previa desarrollada por dos jóvenes estudiantes ugandeses. Se trata de un escáner de ultrasonido de bajo coste que puede ser usado con una tableta o móvil. Así llega a los lugares más alejados y siendo usado sin disponer de conocimientos en tecnología ni en medicina. La aplicación alerta de parámetros sanitarios del bebé como el ritmo cardíaco, el peso, la respiración y el tiempo de gestación.</p>
<p>Los derechos universales también son un bien escaso. Un buen ejemplo para devolverlos es <a href="https://www.dw.com/fr/un-sms-pour-une-naissance/av-18785849">Môh Ni Bah</a>, que significa “¡felicidades!” en una lengua nativa de Costa de Marfil. Allí más de 3 millones de niños no disponen de un registro al nacer, lo que posteriormente les impedirá poder acceder a la escolarización pública u otras ayudas gubernamentales e incluso votar. El proyecto permite a los padres declarar el nacimiento de sus hijos de manera segura y fácil a través de un mensaje de texto.</p>
<p>En este mismo país nace <a href="http://lifiled.africa/">LIFI-Led</a>, unas farolas de led hechas de plástico reciclado que ofrecen conexión a internet y se autoabastecen de energía solar. Esto permite luchar contra la brecha digital que sufren más de 800 millones de ciudadanos rurales en África.</p>
<h2>El impacto social de la innovación frugal</h2>
<p>El reto pendiente es buscar buenos modelos de medición de impacto social para medir cómo estas innovaciones están transformando la vida de las personas, tanto en España como fuera de ella. </p>
<p>No solo basta con evaluar la evidente diferencia de valor económico, sino aquellos parámetros que generen valor social. Por ejemplo, que personal con baja cualificación sea capaz de realizar su trabajo más eficientemente, que la ciudadanía vuelque sus esfuerzos hacia el bien común, o que las zonas remotas de África dispongan de conectividad pudiendo mejorar el acceso a la educación de millones de niños.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/137118/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Beatriz Delfa Rodríguez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Un modelo de innovación con potencial de generar impacto socialBeatriz Delfa Rodríguez, Profesora investigadora, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1305212020-01-28T20:28:22Z2020-01-28T20:28:22Z¿Hacia una descentralización fiscal europea? El caso vasconavarro<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/312254/original/file-20200128-81357-qk0gs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C5168%2C3437&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/colorful-wool-threads-on-globe-form-344220581"> Foto-Ruhrgebiet / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Los <a href="https://theconversation.com/el-incierto-destino-de-la-nueva-legislatura-en-espana-129512">resultados que arrojaron las elecciones generales del 10 de noviembre</a> han dejado un panorama político en el que la negociación y el acuerdo deberán primar durante toda la legislatura para poder ofrecer una estabilidad política que sea capaz de hacer frente a los retos a los que se enfrenta España. </p>
<p>Durante la precampaña, la postcampaña y es previsible que durante lo que queda de legislatura, <a href="https://theconversation.com/por-que-hay-que-mantener-el-estado-autonomico-129664">uno de los temas sobre los que se ha debatido de manera reiterada ha sido la centralización</a>, o bien argumentando que la descentralización política permite conocer de mejor manera las necesidades de la ciudadanía, de forma que las políticas implementadas ganarían en efectividad, o bien afirmando que la descentralización política conlleva una duplicidad de actividades, lo que reduce la eficiencia de las políticas públicas, al estar éstas sometidas a un mayor coste.</p>
<h2>Descentralización e innovación</h2>
<p>Para poder dilucidar el efecto de la descentralización fiscal sobre el desempeño económico, nuestro grupo de investigación de Deusto Business School ha analizado el impacto que dicha descentralización tiene sobre el desempeño en materia de innovación, que es uno de los principales determinantes del crecimiento económico y del bienestar. </p>
<p>Sin embargo, la política de innovación no ha sido abordada por ningún partido de manera consistente, y en la <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/gobierno/Paginas/index.aspx">actual estructura de gobierno</a> no queda claro qué cartera será la que gestionará la política de innovación. </p>
<p>En parte como consecuencia de la escasa relevancia que se le ha otorgado a la innovación en la política nacional, los resultados que ha arrojado la última edición del <a href="https://ec.europa.eu/growth/industry/innovation/facts-figures/scoreboards_en">European Innovation Scoreboard</a> para el año 2019 deberían requerir de una profunda reflexión. No sólo España <a href="https://ec.europa.eu/docsroom/documents/35912">ha sufrido una importante reducción en su capacidad de innovación</a>, sino que la mayor parte de las comunidades autónomas también han seguido un patrón similar.</p>
<h2>Los conciertos del País Vasco y Navarra</h2>
<p>El objetivo general del proyecto que ha desarrollado este equipo de investigación radica en determinar si la descentralización fiscal existente en las tres provincias vascas y la comunidad foral de Navarra actúa como elemento facilitador de las políticas públicas de innovación adoptadas en las mismas, así como de los resultados alcanzados en materia de innovación. </p>
<p>Para poder alcanzar dicho objetivo, y debido al sesgo ideológico que se le atribuye al concierto económico vasco, en la investigación se ha recurrido al uso de indicadores cuantitativos, recopilados internacionalmente por oficinas de estadística en base a criterios y metodologías consolidadas y acordadas entre los estados miembro, y que por lo tanto permiten realizar una comparativa internacional. </p>
<p>Han sido un total de 30 los indicadores recopilados para un total de 1021 regiones europeas a escala NUTS 3, que es el equivalente estadístico al nivel provincial de España. </p>
<p>Estos indicadores incluyen por ejemplo el nivel de autonomía fiscal, la calidad institucional y gubernamental, la cantidad de patentes europeas, la cantidad de empresas de alto crecimiento (>10% inter-anual), el PIB per cápita, el gasto en I+D, el impuesto de sociedades, el IVA, o las deducciones fiscales por I+D, por mencionar algunos. Cabe matizar que la autonomía fiscal se ha medido en una escala de 0 a 4, donde:</p>
<ul>
<li><p>0 = El gobierno central tiene autoridad sobre todos los impuestos del ámbito regional.</p></li>
<li><p>1 = El gobierno regional establece las tasas de impuestos menores.</p></li>
<li><p>2 = El gobierno regional establece las bases y tasas de impuestos menores.</p></li>
<li><p>3 = El gobierno regional establece las tasas de al menos un impuesto mayor: Renta, sociedades, IVA, etc.</p></li>
<li><p>4 = El gobierno regional establece las bases y tasas de al menos un impuesto mayor.</p></li>
</ul>
<p>Desde una perspectiva político-económica tiene sentido pensar que una región no sobrevive, por sí sola, por innovar. Por ello, en la investigación también se ha tenido en consideración la integración de una región NUTS 3 (provincia), dentro de sus marcos correspondientes NUTS 2 (equivalente a región) y país. </p>
<p>Esta aproximación tiene más sentido, si cabe, por el hecho que el País Vasco dispone de las competencias disgregadas, quedando la competencia de política tecnológica a nivel autonómico, pero pudiendo ejercerse política de innovación desde el nivel provincial, y teniendo a su vez la capacidad de recaudación fiscal también en el ámbito provincial.</p>
<h2>A mayor autonomía fiscal, mayor potencial innovación</h2>
<p>Los resultados alcanzados permiten concluir que el potencial innovador de un territorio está directamente relacionado con un mayor nivel de autonomía fiscal. </p>
<p>Una provincia tipificada con un nivel de autonomía fiscal igual a 1 presentaría un desempeño en innovación un 163% mayor que aquellas provincias tipificadas con una autonomía fiscal igual a 0. </p>
<p>Las provincias tipificadas por una autonomía fiscal de 3 presentarían un potencial innovador un 49,8% mayor que las tipificadas como 2. </p>
<p>Finalmente, las provincia tipificadas por una autonomía fiscal de 4, como es el caso de la tres provincias vascas y la comunidad foral de Navarra, presentarían un potencial innovador superior a las caracterizadas por una autonomía fiscal de 3 en un 203,4%.</p>
<p>Estos resultados demuestran que instrumentos de descentralización fiscal como el <a href="https://www.euskadi.eus/informacion/que-es-el-ce/web01-a2conci/es/">Concierto Económico</a> vasco y el <a href="https://www.navarra.es/home_es/especial/ConvenioEconomico/QueEs.htm">Convenio navarro</a> permiten mejorar el desempeño económico y la capacidad de innovación. </p>
<p>El hecho de contar con recursos propios permite articular políticas sectoriales o tecnológicas con mayor libertad y mayor capacidad de gestión de las mismas, lo que ahonda en el desempeño final, tanto en términos económicos como de innovación. Una mayor centralización generaría un efecto contrario al deseado, puesto que conlleva una mayor dependencia, tanto de recursos como de gestión, lo que repercute en una menor eficacia de las políticas de promoción económica en general, y de las políticas de innovación en particular.</p>
<p>Estas conclusiones resultan de particular interés en el contexto del debate abierto en Europa sobre la conveniencia de un marco fiscal único para el conjunto de los países y regiones de la Unión. Consideramos que el concierto económico, que cuenta con un respaldo constitucional, puede ser una fórmula de referencia válida para establecer, en una eventual Europa federal, un modelo coherente de gestión desde las Haciendas regionales y nacionales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/130521/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Contar con recursos propios a nivel local, provincial o regional permite articular políticas sectoriales o tecnológicas concretas, con mayor libertad y mayor capacidad de gestión, lo que ahonda en el desempeño final, tanto en términos económicos como de innovación.Jon Mikel Zabala Iturriagagoitia, Profesor e investigador, Universidad de DeustoIgone Porto Gomez, Dra en Ingeniería en Organización. Profesora del Departamento de Economía. Investigadora en Innovación Regional., Universidad de DeustoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1217682019-10-06T19:51:29Z2019-10-06T19:51:29Z5G, realidades y necesidades<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/294860/original/file-20190930-194829-1kmk2ic.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C164%2C986%2C1233&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.raularias.com/?_ga=2.180820078.81529077.1569834906-214323.1548697884">Raúl Arias / Telos</a></span></figcaption></figure><p>La quinta generación de redes móviles (5G) no solo constituye una lógica y, por tanto, previsible evolución respecto a los sistemas precedentes como el 4G, sino que se ha convertido justo antes de su lanzamiento comercial en “el futuro de las comunicaciones tanto móviles como fijas”, en palabras de <a href="http://incompleteideas.net/book/RLbook2018.pdf">Richard Sutton</a>. </p>
<p>En realidad, el desarrollo de muchas de las tecnologías que se consideran emergentes, como el internet de las cosas (IoT), la realidad virtual (VR), la realidad aumentada (AR), e incluso de otras cuyas formulaciones se conocen hace décadas, como la computación en la red (<em>cloud computing</em>), la inteligencia artificial (AI) o la gestión virtual de las propias redes (NFV), depende más del modelo de negocio adoptado que del soporte tecnológico, aunque con el 5G van a incrementar sus potencialidades.</p>
<p>Las lecciones aprendidas durante estos primeros 20 años de redes de banda ancha móviles, como el 3G y 4G, demuestran que un cambio profundo y económicamente rentable en las formas de uso y, sobre todo, en su asimilación como experiencia vital del usuario, no se produce únicamente añadiendo más kilobits de subida y bajada.</p>
<p>Otro factor determinante es el coste final de las subastas del espectro que las operadoras tienen que pagar para poder ofrecer el 5G. La exuberancia especulativa que a principios de siglo mostraron las subastas para las frecuencias 3G permitió comprender a los gobiernos que si las barreras de entrada son altas, las inversiones a largo plazo serán menores, lo que repercute en el desarrollo económico.</p>
<p>La norma general, hasta ahora, de las subastas nacionales de frecuencias para 5G es que los gobiernos han optado esta vez por costes más moderados, al poner sobre la mesa grandes porciones de espectro. Por el contrario, en aquellos países que optaron por la escasez artificial que supone trocear excesivamente el espectro (Italia) o reservar buena parte de este para otros servicios (Alemania), los costes aumentaron considerablemente.</p>
<p>Siendo conscientes de que el entusiasmo tecnológico constituye un buen punto de partida para la innovación, pero no siempre un aliado estratégico conveniente si se quieren crear bases sólidas para una reformulación tan profunda como la asociada al 5G, no se debe perder nunca de vista lo que la sociedad y el mercado realmente son en este primer tercio del siglo XXI.</p>
<h2>Banda ancha para más</h2>
<p>Cada nueva generación de telefonía móvil ha alcanzado un mayor número de usuarios que la anterior. Además, su adopción es muy similar a la observada en otras tecnologías y básicamente sigue la famosa curva de difusión formulada por <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Robert_Everett_(computer_scientist)">Robert Everett</a> hace más de 5 décadas. La diferencia fundamental entre los sistemas de telefonía móvil y el resto de las tecnologías no radica por tanto en su forma de adopción, sino en la dimensión alcanzada. Así, el total de usuarios únicos de redes móviles actualmente supone el 67 por ciento de la población mundial (<a href="https://www.gsmaintelligence.com/research/?file=b9a6e6202ee1d5f787cfebb95d3639c5&download">GSMAIntelligence, 2019</a>; <a href="https://www.census.gov/">USCensusBureau, 2019</a>) y el número total de conexiones supera un 4 por ciento al de la población del planeta (<a href="https://www.ericsson.com/en/mobility-report/mobility-visualizer?f=1&ft=2&r=1&t=1,2,3,4,5,6,7&s=4&u=1&y=2011,2024&c=1">Ericcson, 2018</a>).</p>
<p>Esto significa que cuando el 5G comience a ser una realidad para esa minoría de primeros usuarios pioneros (<em>early adopters</em>), algo que no va ocurrir de manera significativa al menos hasta 2020, este sistema de quinta generación tendrá ya un mercado potencial de 8.000 millones de usuarios, a lo que habría que añadir al menos 2.000 millones de conexiones celulares en el internet de las cosas. Por lo tanto, el 5G nace ya con el objetivo de convertirse en el sistema de comunicación con mayor número de usuarios (humanos + máquinas) de la historia, algo que podría ocurrir antes del final de la próxima década.</p>
<p>Un factor importante es que el ritmo de adopción de los sistemas móviles digitales se ha ido incrementado exponencialmente, de modo que cada sistema tarda menos que el anterior en convertirse en el de mayor número de usuarios. Así, el 3G tardó casi 14 años en alcanzar un 30 por ciento de difusión entre los usuarios de redes móviles, pero el 4G en siete años ya había superado ese porcentaje convirtiéndose en el sistema con mayor número de usuarios del mundo a finales de 2017.</p>
<blockquote>
<p>El 5G nace con el objetivo de convertirse en el sistema de comunicación con mayor número de usuarios (humanos + máquinas) de la historia.</p>
</blockquote>
<p>Las sucesivas generaciones de sistemas móviles han ofrecido básicamente al usuario mayores velocidades, un concepto asumido en la nueva cultura del acceso creada a partir del iPhone de Apple. Este factor aparentemente simple permitió ahorrar a las operadoras cuantiosas inversiones en márketing para trasladar a sus clientes la poderosa idea de que el 3G era más rápido que el 2G, el 4G que el 3G y, por lo tanto, el 5G seguirá esta tendencia.</p>
<p>No obstante, cuando se justifica la evolución de los sistemas móviles por la velocidad de acceso se genera un problema: que cualquier esfuerzo inversor de las operadoras por actualizar sus redes se interpreta al final como una forma de hacer la tubería más ancha y que circulen más bits. Esta visión reduccionista ha permitido situar la innovación justo encima de estas redes y en el dispositivo de acceso. Lo que quiere decir que son las empresas que proveen los servicios más populares (Google, Amazon, Netflix…) y los fabricantes de móviles, los agentes que se perciben externamente como los verdaderos innovadores del mercado.</p>
<p>Sin emitir un juicio arriesgado y sin duda complejo sobre quién innova más en Internet, sí se puede afirmar que, si no se alteran las condiciones actuales del mercado, con el 5G nos dirigimos de nuevo a un escenario donde los que más invierten en su desarrollo corren el riesgo de ser los que menos recojan los previsibles dividendos.</p>
<h2>Mismo punto de partida</h2>
<p>No obstante, en la progresiva implantación del 5G, operadoras y empresas de servicios en Internet comparten una misma necesidad de partida: ambos necesitan incrementar su número de usuarios y este incremento persigue a su vez dos objetivos. En primer lugar, cerrar la brecha mundial entre los que hoy usan redes móviles y aquellos que acceden a estas pero con sistemas de banda ancha. En segundo lugar, integrar ese remanente del 33 por ciento de la población mundial que permanece ausente de las redes móviles, lo que en términos absolutos equivaldría a integrar más de 2.400 millones de personas, la mayoría de ellos en países en desarrollo o regiones emergentes, sobre una población mundial de 7.500 millones de personas.</p>
<p>No obstante, detrás de estas cifras que llaman al optimismo hay que tener en cuenta que, de ese total de personas no conectadas, al menos un 35 por ciento son niños o ancianos (<a href="http://documentos.bancomundial.org/curated/es/832861507546767863/pdf/120298-WBAR-v1-PUBLIC-SPANISH.pdf">World Bank, 2017</a>), lo que en principio reduce ese margen razonablemente alcanzable de usuarios desconectados a 1.500 millones.</p>
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<p>El 5G supone una mejora en tres factores: la velocidad, la latencia y el número de dispositivos que se pueden conectar simultáneamente.</p>
</blockquote>
<p>Para que estos 1.500 millones de adultos dieran un salto de la desconexión al 5G, no solo se tendría que producir un amplio y rápido despliegue de infraestructuras que aumentara la cobertura, sino que los costes de conexión (redes y dispositivos) tendrían que ser considerablemente más asequibles que los actuales, teniendo en cuenta la menor renta disponible en los países en desarrollo donde se sitúa esa brecha.</p>
<p>El tercer y determinante factor diferencial del 5G es la densidad o número de dispositivos que la red sería capaz de atender en condiciones óptimas por unidad de cobertura y tiempo, estimada en un incremento exponencial del 100 por ciento respecto a la generación anterior. Esto haría posible la comunicación efectiva en zonas con alta densidad de población o en situaciones puntuales como eventos masivos, pero también la transmisión simultánea entre cualquier objeto conectado sin mediación.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/294861/original/file-20190930-194832-nve0hn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/294861/original/file-20190930-194832-nve0hn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=915&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/294861/original/file-20190930-194832-nve0hn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=915&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/294861/original/file-20190930-194832-nve0hn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=915&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/294861/original/file-20190930-194832-nve0hn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1150&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/294861/original/file-20190930-194832-nve0hn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1150&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/294861/original/file-20190930-194832-nve0hn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1150&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.raularias.com/">Raúl Arias / Telos</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Triple impacto</h2>
<p>La implantación de redes 5G en los principales mercados supondrá un triple impacto: </p>
<ul>
<li><p>En las tecnologías y en los servicios disponibles.</p></li>
<li><p>En el propio mercado de las telecomunicaciones. </p></li>
<li><p>Y, por último, en la aparición de innovaciones inimaginables hasta ahora.</p></li>
</ul>
<p>En el primer grupo encontraríamos tecnologías como la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR). El 5G mejorará la experiencia de usuario en las dos al proporcionar mayores velocidades y latencias mejoradas, este último un factor crítico en contenidos populares como los videojuegos. </p>
<p>El segundo impacto está relacionado con el inquietante <em>statu quo</em> actual de las operadoras que en pocos años vieron como las aplicaciones IP se comían literalmente el, durante décadas, cautivo mercado de las llamadas telefónicas y las nuevas formas de expresión personal multimedia (emojis, textos, clips de audio y vídeo) convertían los teléfonos fijos en “jarrones chinos” — valiosos pero sin utilidad—, las líneas fijas residenciales en soportes colectivos para wifi y los teléfonos móviles en computadoras portátiles.</p>
<p>El tercer impacto es a la vez el más amenazante y esperanzador ya que se refiere a todo lo nuevo y desconocido que un sistema global de banda ancha que promete llevarnos al nivel gigabit puede traer. No podemos olvidar que, a pesar de los recientes cuestionamientos de principios como la neutralidad de la red, Internet sigue siendo una red descentralizada donde la innovación no necesita permisos de núcleos centrales y donde las operadoras no tienen que establecer a priori qué usos se le van a dar a la red.</p>
<p>Al igual que un Snapchat o un Instagram eran inconcebibles cuando se pusieron en marcha las redes 3G, las posibilidades tecnológicas del 5G serán un incentivo para los emprendedores que ahora pueden acceder a la misma tecnología y a una creciente disponibilidad de capital menos alérgico al riesgo. Además, la incorporación de miles de objetos cotidianos hasta ahora virtualmente desconectados a la nueva Internet incrementa exponencialmente las posibilidades de aparición de nuevas aplicaciones que signifiquen una ruptura de los modelos comunicacionales que vimos en los sistemas anteriores.</p>
<p>Por su parte, los fabricantes de móviles serán en gran medida los responsables de la primera interpretación del 5G entre los usuarios, ya que sus aparatos son los receptores privilegiados de la primera tecnología de conexión que permite integrarse en esta red. Pero la necesidad que tienen estas empresas de acortar el ciclo de renovación de sus dispositivos, cuya prolongación ha generado un estancamiento de las ventas mundiales, no es un argumento consistente para convencer a esa franja de usuarios pioneros que ya pagan 1.000 dólares por los móviles más avanzados.</p>
<p>Para los usuarios, el factor diferencial del 5G respecto a los sistemas actuales tendrá que venir de nuevos usos tanto de aplicaciones ya existentes como de nuevos entrantes que podrían hacer una interpretación creativa de las potencialidades del 5G —latencia, densidad de conexión, velocidad— para ofrecer no solo una mejora de los servicios existentes, sino de otros cuya demanda es todavía desconocida.</p>
<p>En definitiva, el 5G está destinado a convertirse en el soporte preferente de un Internet que en su tercera fase no solo aspira a cerrar la brecha de las personas desconectadas, sino a generar sinergias con sectores industriales históricamente indiferentes o cuyos canales de venta y procesos de fabricación apenas han variado en estos 25 años de despliegue de redes móviles.</p>
<hr>
<p><em>La versión <a href="https://telos.fundaciontelefonica.com/telos-111-analisis-francisco-vacas-5-g-realidades-y-necesidades/">original</a> de este artículo ha sido publicada en la <a href="https://telos.fundaciontelefonica.com/revista/telos-111/">Revista Telos 111</a>, de Fundación Telefónica.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/121768/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Francisco Vacas no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Es el siguiente estadio para operadoras y empresas del sector tecnológico y la base de la red llamada a unificar y dar coherencia a la IV Revolución Industrial.Francisco Vacas, Profesor Universidad, Consultor, Universidad Rey Juan CarlosLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1239022019-09-26T20:32:04Z2019-09-26T20:32:04Z¿Cómo son los colegios más innovadores de España?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/294462/original/file-20190926-51438-haww9a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C13%2C4333%2C3012&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/hand-holding-showing-light-bulb-front-236486065">4Max/ Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La innovación educativa puede contribuir a que los centros desarrollen eficazmente sus proyectos, contribuyan al aprendizaje de su alumnado y al desarrollo profesional de su profesorado, así como a ofrecer una respuesta adecuada a las necesidades y demandas del entorno y la sociedad.</p>
<p>Esta es la principal conclusión a la que ha llegado el estudio de investigación “Panorama de la innovación educativa” que hemos tenido la oportunidad de llevar a cabo el grupo de investigación “<a href="http://conocimientoabierto.ugr.es/">Conocimiento Abierto para la Acción Social</a>” de la Universidad de Granada.</p>
<h2>17 centros analizados</h2>
<p>Cien entrevistas y más de 250 horas de audio han sido necesarias para dar sentido a uno de los términos clave en la educación del siglo XXI: “innovación educativa”. </p>
<p>La investigación ha analizado, siguiendo los preceptos de la <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Grounded_theory">Teoría Fundamentada</a>, qué significa innovación educativa para diecisiete centros en toda España (Andalucía, Asturias, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Madrid y Comunidad Valenciana) con procesos de transformación consolidados y reconocidos, tanto por la administración como por diferentes agentes sociales. </p>
<p>Entre los centros analizados los hay públicos (14) y privados (3), urbanos y rurales, de diferentes tamaños y con alumnado con distintos índices socioeconómicos.</p>
<h2>Conclusiones</h2>
<p>La primera conclusión de este estudio es, precisamente, que a pesar de las diferencias entre los centros analizados, existen claves reconocibles puestas en práctica por estos centros que nos permiten entender qué significa innovación para ellos. </p>
<p>Estas claves se han organizado en torno a siete categorías: por un lado, características del proceso de innovación y condicionantes de este proceso; por otro lado, metodologías, temáticas y herramientas. Por último, impacto de la innovación en el aprendizaje y otras repercusiones del proceso en el centro y en el entorno.</p>
<p>Así, el panorama de la innovación educativa dibuja un perfil de centros donde se promueve la participación de toda la comunidad educativa pero se reclama a la administración autonomía real para definir un proyecto educativo que dote de identidad al centro. En este sentido, surgen en la investigación cuestiones fundamentales que definen la “innovación educativa”:</p>
<ol>
<li><p>El liderazgo, con frecuencia distribuido entre el equipo directivo y otros líderes pedagógicos en el claustro.</p></li>
<li><p>Los problemas en la gestión del tiempo (se deben coordinar el tiempo del aula y un currículo cargado de contenidos, el tiempo del propio proyecto de innovación –más lento y reflexivo– y el tiempo de vida de los profesionales, que normalmente entregan al proyecto educativo muchos más esfuerzos y dedicación de los que se les reconocen) y los espacios, que viven un momento de profunda revisión y cambio.</p></li>
<li><p>La relación con el entorno (fundamental para la búsqueda de recursos y la retroalimentación positiva del propio centro).</p></li>
<li><p>El carácter decisivo del profesorado y <a href="http://publications.jrc.ec.europa.eu/repository/handle/JRC62370">su capacidad de renovación pedagógica</a>.</p></li>
<li><p>La ambivalencia de la administración, que fomenta la innovación pero que no dota suficientemente a los centros ni de recursos ni de autonomía real.</p></li>
<li><p>El nuevo <a href="https://doi.org/10.1002/j.2168-9830.2004.tb00809.x">rol activo del alumnado</a> tanto en los procesos de aprendizaje como en muchos otros aspectos de la gestión cotidiana del centro.</p></li>
<li><p>El <a href="https://doi.org/10.1177/003172171009200326">valor de las familias</a> para el desarrollo eficaz de los procesos de innovación.</p></li>
<li><p>La voluntad de construcción de un auténtico currículum integrado que trasciende con frecuencia los límites de las materias sin soslayar la importancia de los contenidos curriculares.</p></li>
<li><p>La aproximación ecléctica de los docentes a las herramientas de enseñanza (libros de textos y otros materiales impresos, herramientas digitales, recursos tomados de la vida cotidiana, etc.)</p></li>
<li><p>Las <a href="http://investigacionpedagogicaunam.weebly.com/uploads/1/0/8/8/10888154/pedagog%C3%8Cas_del_siglo_xxi__alternativas_para_la_innovaci%C3%B2n_educativa__-_jaume_carbonell_sebarroja_-__2015_.pdf">metodologías</a> y su valoración de estas en la medida que permitan poner al alumnado en el centro del proceso de aprendizaje.</p></li>
</ol>
<h2>La innovación mejora las destrezas de los alumnos</h2>
<p>Todas estas transformaciones, presentes en distintos grados y con diversos niveles de desarrollo en los centros analizados, conducen a un círculo virtuoso que mantiene vivo <a href="https://recyt.fecyt.es/index.php/profesorado/article/view/42064">el proceso de innovación educativa</a>: los centros analizados constatan que, a pesar de las dificultades y los muchos condicionantes para gestar y sostener la innovación, esta contribuye a un mejor y más profundo desarrollo de un catálogo amplio de destrezas y competencias por parte del alumnado, que se siente más motivado y feliz en el centro educativo.</p>
<p>A su vez, las familias confirman esta mayor satisfacción del alumnado aumentando la colaboración con los centros y difundiendo en el entorno los buenos resultados del proceso de innovación. </p>
<h2>Aumento de los recursos</h2>
<p>Esto, junto con la difusión de resultados a través de vías oficiales y redes sociales, mejora sustancialmente la imagen de los centros educativos y así estos se benefician de mejoras en la matrícula y un significativo aumento de los recursos provenientes de distintas fuentes, lo cual incide en la posibilidad de ofrecer nuevas oportunidades de aprendizaje al alumnado, que las acoge con más implicación y autonomía.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/123902/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fernando Trujillo Sáez es socio fundador de Conecta13, Educación y Desarrollo Profesional, spin-off de la Universidad de Granada.
La presente investigación ha sido propuesta, promovida y financiada por Santillana Global.</span></em></p>Ser un centro educativo innovador no es sencillo. Un estudio realizado en 17 colegios de España lo pone de manifiesto, a pesar de que la innovación ha demostrado ser vital en la mejora del aprendizaje y la motivación de los estudiantes.Fernando Trujillo Sáez, Profesor titular de universidad en la Facultad de Educación, Economía y Tecnología de Ceuta, Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1218972019-09-04T20:34:08Z2019-09-04T20:34:08Z¿Para qué necesitamos aerotaxis si ya existen los helicópteros?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/288601/original/file-20190819-123720-nlbnf9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C7399%2C5494&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/metallic-gray-passenger-drone-taxi-takeoff-1175009506?src=YYqdfB8n9HkPUO7HB6v6TA-1-13">Shutterstock/Chesky</a></span></figcaption></figure><p>En los últimos meses hemos vuelto a oír hablar de la promesa tecnológica de los aerotaxis urbanos. Fabricantes de todo el mundo han presentado distintas propuestas. Entre ellos, encontramos a <a href="https://www.bellflight.com/products/bell-nexus">Uber</a>, <a href="https://www.volocopter.com/en/">Volocopter</a>, <a href="https://www.airbus.com/innovation/urban-air-mobility/vehicle-demonstrators/cityairbus.html">Airbus</a>, <a href="https://lilium.com/">Lilium</a> y la española <a href="https://www.tecnalia.com/es/industria-transporte/notas-prensa/tecnalia-desarrolla-el-primer-aerotaxi-para-desplazarse-en-las-ciudades-de-forma-autonoma.htm">Tecnalia</a>.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/288441/original/file-20190818-192254-1x9eoo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/288441/original/file-20190818-192254-1x9eoo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=488&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/288441/original/file-20190818-192254-1x9eoo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=488&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/288441/original/file-20190818-192254-1x9eoo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=488&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/288441/original/file-20190818-192254-1x9eoo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=613&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/288441/original/file-20190818-192254-1x9eoo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=613&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/288441/original/file-20190818-192254-1x9eoo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=613&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Volocopter.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Si el lector siente curiosidad puede encontrar en internet muchos más diseños de estos aerotaxis. Tras eso, comprobará que la tendencia consiste en crear vehículos muy semejantes a drones o multicópteros gigantes. Estos disponen de varios rotores, y algunos se parecen a naves de ciencia ficción, como la de <a href="https://james-camerons-avatar.fandom.com/wiki/Scorpion_Gunship?file=Scorpion.png"><em>Avatar</em></a>.</p>
<p><a href="https://mashable.com/2015/06/15/1916-suffragette-scooter/?europe=true">Uber Elevate</a>, en su página oficial, promete que el aerotaxi será el futuro de la movilidad urbana, y que permitirá desplazamientos rápidos desde las afueras de las ciudades hasta el centro. Nada distinto de lo que anuncian el resto de fabricantes. </p>
<p>Todo esto sigue sin aclarar a futuros usuarios e inquietos ingenieros por qué hay que diseñar aerotaxis si ya disponemos de helicópteros que cumplen esta misión. </p>
<p>Realicemos una breve comparativa entre ambos vehículos para ver las correspondientes ventajas de cada uno.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/288506/original/file-20190819-123705-1ahmdgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/288506/original/file-20190819-123705-1ahmdgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=299&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/288506/original/file-20190819-123705-1ahmdgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=299&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/288506/original/file-20190819-123705-1ahmdgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=299&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/288506/original/file-20190819-123705-1ahmdgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=376&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/288506/original/file-20190819-123705-1ahmdgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=376&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/288506/original/file-20190819-123705-1ahmdgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=376&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Modelo de Airbus.</span>
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<p>En primer lugar, los helicópteros son aparatos muy eficientes en su desplazamiento horizontal. La física demuestra que disponer de una nave con un único gran rotor requiere menos energía para desplazarse. Sin embargo, los vehículos multirrotores a los que se asemejan los aerotaxis, mejoran la eficiencia de los helicópteros en el ascenso vertical y en <em>flotar en el aire</em>, lo que en inglés se conoce como <em>hover</em>. </p>
<p>La incorporación de muchos pequeños rotores al aerotaxi le otorga seguridad. Si en pleno vuelo falla uno de los rotores, el resto podrá compensarlo para evitar un accidente catastrófico. El helicóptero tampoco tiene este problema: si falla su rotor principal, puede descender lentamente en el modo autogiro. La comparativa sigue en empate.</p>
<p>Otro motivo para que hoy no tengamos líneas regulares de helicópteros en las ciudades es el ruido que provocarían. Debido a que las palas de esta nave son muy largas, la velocidad que alcanzan en la punta es muy superior a la de los aspas de los vehículos tipo dron. Ese detalle es responsable de la gran generación de ruido de los helicópteros, que nos volvería locos en cualquier ciudad. </p>
<p>En cuanto a su manejo, el helicóptero no se limita a hacer girar su rotor, mientras que el drone, sí. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=04tJmP2aqcw">El helicóptero realiza distintos movimientos con sus palas</a> a través de sus dos controles: el cíclico y el colectivo. Estos movimientos permiten que el helicóptero pueda cambiar de dirección e inclinarse. Sin embargo, los vehículos tipo dron son mecánicamente más sencillos, ya que simplemente hacen girar sus hélices. Nada más. Por lo tanto, a pesar de que los controles del helicóptero son una tecnología muy madura, la simplicidad mecánica del diseño multirrotor del aerotaxi le hace ganar ventaja a este último.</p>
<h2>El verdadero motivo tras su existencia</h2>
<p>No hemos llegado aún a la que probablemente es la razón principal del diseño de los aerotaxis. Es una idea mucho más prosaica que cualquier motivo de diseño técnico. Los lectores quizás no se den cuenta, pero a la hora de consumir nuevos artículos tecnológicos valoran en grado sumo esta característica.</p>
<p>Es, ni más ni menos, que la presentación de formas estéticas futuristas y rompedoras genera novedad. Esta es una gran herramienta de <em>marketing</em> para atraer la atención del público y de potenciales inversores. </p>
<p>Si al fabricar una nueva generación de un coche solo variara su motor, sin actualizar la carrocería y apariencia, probablemente a los compradores les sedujera mucho menos su adquisición. Algo parecido ocurre con los teléfonos móviles, que no solo renuevan sus circuitos electrónicos. </p>
<p>Por todo ello, reutilizar los helicópteros como aerotaxis no resulta <em>atractivo</em>.</p>
<p>En cualquier caso, la mayoría de modelos aquí presentados aún son prototipos y están en fase de pruebas para refinar sus diseños. Solo los resultados de estos tests revelarán si el planteamiento elegido para estas naves es satisfactorio o no.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/121897/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Julián Estévez Sanz recibe fondos del programa ELKARTEK del Gobierno Vasco a través del proyecto CODISAVA</span></em></p>El motivo tras el diseño futurista de estos vehículos tiene poco que ver con la ingeniería y mucho con el ‘marketing’.Julián Estévez Sanz, Profesor Ayudante, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1127472019-04-16T20:53:24Z2019-04-16T20:53:24ZLa edad de oro de la cocina vasca: más de 40 años de deleite en común<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/262138/original/file-20190305-48423-1tkeixy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4897%2C3570&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Cocineros durante la Tamborrada del 20 de enero de 2019 en San Sebastián. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/san-sebastian-spain-january-20-2019-1328179109"> Alvaro German Vilela / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El disfrute de la compañía es uno de los mayores placeres de la buena mesa, donde cuentan los platos pero también el ambiente que le rodea. La naturaleza social de este rito iniciático de la convivencia solía contrastar con la desconfianza de los cocineros tradicionales, que ocultaban sus recetas. El atrevimiento de una generación de jóvenes profesionales empeñados en dar a conocer su recetario liberó el código de la cocina vasca, devolviendo a la gastronomía todo su potencial de creación y deleite en común.</p>
<p>Aquellos pioneros rompieron barreras al abrir este dominio invisible que giraba como una noria en torno a lo ya sabido. A finales de los años 70, el manifiesto fundacional conjugaba tradición y libertad creativa, autoría individual e identidad colectiva. Su generosidad cambió el modo de ver la gastronomía y la misma esencia del oficio.</p>
<p>Esta nueva forma de compartir sus creaciones, <a href="https://www.ehu.eus/documents/1751002/1757388/cocinerosVascos.pdf/2ada6c08-36ad-4349-b9de-6743053e696b">sin dejar de competir entre ellos</a>, activó una espiral de innovación conjunta, al tiempo que proporcionaba una visibilidad inédita a la profesión. La apertura de este entorno colaborativo convirtió a los cocineros en artistas mediáticos con un reconocimiento mundial.</p>
<h2>Revolución en los fogones</h2>
<p>Ni sus propios protagonistas imaginaban esta edad de oro de la cocina vasca, pero bien puede decirse que aquella espontánea revolución en los fogones estaba deseando ocurrir en Euskadi. La proximidad con Francia, donde la <em>Nouvelle cuisine</em> reescribía la Enciclopedia de la gastronomía, iluminó a esta generación de jóvenes inconformistas en un momento excepcional. Las libertades recién estrenadas y las expectativas de cambio social agitaron este espacio simbólico de una <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/01/160116_vert_tou_sociedades_gastronomicas_espana_yv">comunidad que celebra la vida en torno a la mesa .</a></p>
<p>Aquella aventura se ha transformado hoy en un Cluster de referencia para las nuevas políticas de desarrollo regional de la Unión Europea, basadas en un <a href="https://ec.europa.eu/jrc/en/publication/eur-scientific-and-technical-research-reports/food-and-gastronomy-elements-regional-innovation-strategies">modelo sostenible de innovación colaborativa</a> que ha demostrado su alta capacidad conectora con otros sectores productivos.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/262477/original/file-20190306-100805-5e217c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/262477/original/file-20190306-100805-5e217c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/262477/original/file-20190306-100805-5e217c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=351&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/262477/original/file-20190306-100805-5e217c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=351&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/262477/original/file-20190306-100805-5e217c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=351&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/262477/original/file-20190306-100805-5e217c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/262477/original/file-20190306-100805-5e217c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/262477/original/file-20190306-100805-5e217c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Imagen I. Alineamiento del Cluster de la nueva cocina vasca.</span>
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</figure>
<p>Este modelo espontáneo de innovación colaborativa, que contribuyó a derribar los muros físicos y mentales de una profesión invisible, progresa hoy hacia una mayor transparencia en su relación con los públicos. <a href="https://link.springer.com/article/10.1057/rlp.2009.26">La relación cara a cara con los comensales</a> moviliza la empatía de todos los participantes, inmersos en un espacio común que actúa como caja de resonancia de una experiencia extraordinaria.</p>
<h2>Libertad creativa e identidad culinaria</h2>
<p>La reivindicación de su libertad creativa y la voluntad inicial de difundir su identidad culinaria se encaminan hacia una vivencia compartida de la buena mesa que algunos cocineros ponen al alcance de los invitados en un espacio diáfano.</p>
<p>Las entrevistas individuales que hemos realizado con los cocineros más galardonados nos permiten reconstruir la memoria de un movimiento informal que desencadenó esta larga edad de oro de la cocina vasca. Todos ellos ofrecen un perfil heterogéneo de profesionales que comparten talento, dedicación, y un culto extraordinario a la cocina.</p>
<p>El esquema que sigue a continuación es una síntesis de las percepciones de estos cocineros acerca de una trayectoria que evidencia su voluntad inequívoca de salir de los fogones para acercarse más a los comensales y compartir su obra.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/262479/original/file-20190306-100784-1aca1pe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/262479/original/file-20190306-100784-1aca1pe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=364&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/262479/original/file-20190306-100784-1aca1pe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=364&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/262479/original/file-20190306-100784-1aca1pe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=364&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/262479/original/file-20190306-100784-1aca1pe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=458&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/262479/original/file-20190306-100784-1aca1pe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=458&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/262479/original/file-20190306-100784-1aca1pe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=458&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Imagen II Evolución de cocineros y comensales hacia un nuevo punto de vista de la creación gastronómica.</span>
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</figure>
<p>Al estar juntos cocineros y comensales, a la vez que se reduce la distancia física, se amplía la intensidad afectiva de una relación mutuamente gratificante, tal y como reconoce uno de nuestros informantes más galardonados: </p>
<blockquote>
<p><em>En Euskadi la cocina ha estado siempre en el centro, era el pulmón de la casa. Yo tenía una timidez grande, pero cuando la cocina está transparente, te fuerzas a recibir, y al estar en mi cocina, tengo cierta ventaja sobre el cliente. Si está con 25 personas que no conoce, sentirá un vínculo positivo hacia mí, y así cae el muro para hablar con él</em>.</p>
</blockquote>
<p>Rebasados los límites del plato, y aun de la mesa, en beneficio de esta experiencia óptima que pone a prueba todos los sentidos de los participantes, la separación entre cocina y sala tiende a disolverse. Se ensaya así una nueva distancia de relación emocional, más simpática, que modifica los protocolos formales de la alta cocina.</p>
<p>El vínculo visual permanente entre cocineros y comensales pone en marcha las mismas redes neuronales de quienes observan y quienes actúan, de manera que <a href="https://pubsonline.informs.org/doi/10.1287/mnsc.2015.2411">todos pueden sentirse mejor apreciados</a>, sincronizándose en un bucle de retroalimentación afectiva. La alta conectividad de este espacio de acción conjunta posibilita que los invitados se sientan parte de la obra, haciendo propia la actuación de los cocineros.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/263447/original/file-20190312-86703-o4xheh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/263447/original/file-20190312-86703-o4xheh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/263447/original/file-20190312-86703-o4xheh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/263447/original/file-20190312-86703-o4xheh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/263447/original/file-20190312-86703-o4xheh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/263447/original/file-20190312-86703-o4xheh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=557&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/263447/original/file-20190312-86703-o4xheh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=557&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/263447/original/file-20190312-86703-o4xheh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=557&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Los cocineros Andoni Luis Aduriz, Pedro Subijana, Eneko Atxa, Karlos Arguiñano, Martín Berasategui, Juan Mari Arzak e Hilario Arbelaitz.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.ehu.eus/documents/1751002/1757388/cocinerosVascos.pdf/2ada6c08-36ad-4349-b9de-6743053e696b">Claves del éxito de una historia de cooperación entre competidores: el caso de siete grandes cocineros vascos</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El magnetismo del chef sincroniza a todos los presentes, y los guía a través de una vivencia original de la cocina, donde colaboran también los recuerdos que cada cual evoca en su memoria. El repertorio de sorpresas que aventura esta cocina vasca de autor se entrelaza con el fondo mítico de una identidad milenaria, cuyo eco resuena por todo el restaurante, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/j.1745-4506.2008.00090.x">ensanchando así la experiencia gastronómica</a>.</p>
<p>La biodiversidad de este ecosistema explica que la tendencia hacia la fusión de espacios no se manifieste de manera homogénea –tampoco de forma exclusiva- en el sector. La evolución de la alta cocina vasca dependerá de su capacidad para seguir sumando aliados con quienes compartir este rico patrimonio social, y explorar juntos nuevas vías de creación y disfrute en torno a la buena mesa.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/112747/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jose Angel Toral Madariaga no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hubo un tiempo en el que las recetas de la cocina vasca se quedaban en los fogones. Hoy, la colaboración entre cocineros ha dado lugar a un cluster de innovación, creatividad e identidad culinaria.Jose Angel Toral Madariaga, Profesor de Comunicación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1117842019-03-03T22:04:33Z2019-03-03T22:04:33ZBlockchain: ¿moda o tecnología revolucionaria?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/258781/original/file-20190213-181597-rpl4of.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=13%2C8%2C654%2C492&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-illustration/digital-chain-blockchain-technology-concept-3d-1010588287?src=Ygq-b0Vg6VDFi07rDI8GDA-1-22">Iaremenko Sergii/Shutterstock.com</a></span></figcaption></figure><p><em>Este artículo pertenece a la serie <a href="https://theconversation.com/uk/topics/head-to-head-62019">Head to Head</a> en la que académicos de diferentes disciplinas discuten sobre temas de actualidad.</em> </p>
<p><strong>Arturo Bris</strong>: ¿Habéis visto los vídeos de la década de los ochenta en los que intentaban explicar Internet? Se les veía escépticos y confusos. Ninguno sabía cómo pronunciar arroba. Ahora nos parece gracioso porque lo damos por sentado. Lo mismo sucede con el <em>blockchain</em>. La gente no cree en ello porque no lo entiende.</p>
<p>La tecnología <em>blockchain</em> tiene dos ingredientes: el primero es una <a href="https://www.investopedia.com/terms/d/distributed-ledgers.asp">base de datos distribuida</a>, es decir, con copias idénticas a disposición de todos los miembros de una red. No existe un intermediario ni un depósito central de datos. El segundo es un <a href="https://medium.com/coinbundle/consensus-algorithms-dfa4f355259d">algoritmo de consenso</a> <a href="https://medium.com/coinbundle/consensus-algorithms-dfa4f355259d"></a> (y esta es la verdadera innovación): la capacidad ponerse de acuerdo sobre cualquier cambio en los datos de manera digital. </p>
<p>Estamos ante una tecnología fascinante que va a revolucionar el mundo. Se va a rentabilizar y mostrar el valor que todavía oculta. El impacto social va a ser enorme. Va a abrir nuevas vías de interacción humana que no existían antes.</p>
<p><strong>Carlos Cordón</strong>: Yo no lo veo tan claro, Arturo. En mi caso, entiendo el concepto de <em>blockchain</em>, pero no coincido contigo en su impacto.</p>
<p>Requiere una gran cantidad de copias de los mismos datos. Esto conlleva multiplicar el almacenamiento de datos por, pongamos por caso, 100 veces. Los mismos datos se almacenan en 100 lugares. Esto puede servir para algo tan sencillo y estándar como el dinero. Con el <em>Bitcoin</em> funciona porque solo hay un <em>Bitcoin</em>, no miles de productos distintos.</p>
<p>Pero si nos referimos a las cadenas de suministros, tenemos que considerar miles de productos. Cada producto requiere una gran cantidad de información: peso, formato, fecha de caducidad, composición, etc. Esto hace que el <em>blockchain</em> sea poco práctico para muchas de las utilidades que <a href="https://www.forbes.com/sites/bernardmarr/2018/03/23/how-blockchain-will-transform-the-supply-chain-and-logistics-industry/">proponen</a> sus seguidores.</p>
<p>Amazon no utiliza el <em>blockchain</em>. Google, tampoco. De hecho, ninguno de los gigantes digitales más importantes lo utilizan, aunque Amazon haya anunciado que estaría dispuesto a proporcionar almacenamiento en la nube para ello. El economista y premio Nobel Paul Krugman <a href="https://www.nytimes.com/2018/07/31/opinion/transaction-costs-and-tethers-why-im-a-crypto-skeptic.html"></a> <a href="https://www.nytimes.com/2018/07/31/opinion/transaction-costs-and-tethers-why-im-a-crypto-skeptic.html">ha dicho que</a> <a href="https://www.nytimes.com/2018/07/31/opinion/transaction-costs-and-tethers-why-im-a-crypto-skeptic.html"></a> el <em>Bitcoin</em> “hará que el sistema monetario retroceda 300 años”.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/SSo_EIwHSd4?wmode=transparent&start=119" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
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<p><strong>Arturo Bris:</strong> En 2011, Krugman alegó que el euro <a href="https://krugman.blogs.nytimes.com/2011/11/09/this-is-the-way-the-euro-ends-2/"></a> <a href="https://krugman.blogs.nytimes.com/2011/11/09/this-is-the-way-the-euro-ends-2/">no tardaría en desaparecer</a>, y mira dónde estamos hoy. Con respecto a Google y Amazon, eso es exactamente lo que ocurre con las tecnologías disruptivas: los actores ya establecidos no suelen adoptarlas ya que entorpecen sus modelos de negocio ya implantados.</p>
<p>Y, por cierto, cada vez más empresas utilizan el <em>blockchain</em> para aplicaciones diferentes a las criptomonedas. Lo usan para <a href="https://www.kryptographe.com/top-5-best-blockchain-based-music-streaming-platforms/"></a> <a href="https://www.kryptographe.com/top-5-best-blockchain-based-music-streaming-platforms/">streaming de música</a>, <a href="https://hackernoon.com/5-trends-shows-how-blockchain-is-changing-social-media-ba50c975c041?gi=56f24891cf81">redes sociales</a>, <a href="https://www.reuters.com/article/us-blockchain-commodities/banks-traders-launch-first-commodities-blockchain-platform-idUSKCN1LZ1HL"></a> <a href="https://www.reuters.com/article/us-blockchain-commodities/banks-traders-launch-first-commodities-blockchain-platform-idUSKCN1LZ1HL">transacciones de materias primas</a> y <a href="https://www.gov.uk/government/news/hm-land-registry-to-explore-the-benefits-of-blockchain">registros de la propiedad</a>, entre otras. </p>
<p>La tecnología <em>blockchain</em> garantiza una seguridad completa ‒no se puede piratear‒ porque los datos ya se comparten entre los miembros de la red, por lo que no hay nada que piratear. La transformación se está produciendo a pasos agigantados, por eso tienes que unirte.</p>
<p><strong>Carlos Cordón</strong>: Esta tecnología es segura y merece confianza, eso es cierto. Pero si, por ejemplo, la introducimos en <a href="https://www.forbes.com/sites/geraldfenech/2018/12/18/the-supply-chain-revolution-on-the-blockchain/">las cadenas de suministro</a>, queremos resolver un problema que no existe y, además, estamos generando otros problemas.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/254787/original/file-20190121-100270-jk3bh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/254787/original/file-20190121-100270-jk3bh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/254787/original/file-20190121-100270-jk3bh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/254787/original/file-20190121-100270-jk3bh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/254787/original/file-20190121-100270-jk3bh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=507&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/254787/original/file-20190121-100270-jk3bh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=507&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/254787/original/file-20190121-100270-jk3bh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=507&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">¿Podría el blockchain revolucionar las cadenas de suministro, como algunos afirman?</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-photo/logistics-transportation-container-cargo-ship-plane-1236972292">Travel mania/Shutterstock.com</a></span>
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<p>Esto se debe a que la confianza en las cadenas de suministro, por lo general, no es un problema. Imaginemos que soy Unilever o Procter & Gamble ¿Voy a engañar a Walmart o Carrefour? No. Tenemos cierto nivel de confianza. Podemos no estar de acuerdo, pero no nos engañamos. El <em>blockchain</em> conlleva una total transparencia que tampoco nos interesa. No por falta de confianza en nuestro socio, sino porque esa información la usamos para negociar. Además, en las cadenas de suministro hemos trabajado en el intercambio de información y datos durante años. No necesitamos nuevas tecnologías de datos. Ya es suficientemente complejo.</p>
<p><strong>Arturo Bris</strong>: No tengo ningún inconveniente con este tema. Si la confianza no tiene que formalizarse, el <em>blockchain</em> no es necesario. No creo que se necesite para fabricar utensilios de cocina o diseñar nuevos medios de transporte. Lo revolucionario del <em>blockchain</em> es la transformación de activos físicos en digitales. Esto se conoce como <a href="https://medium.com/coinmonks/asset-tokenization-on-blockchain-explained-in-plain-english-f4e4b5e26a6d"></a> <a href="https://medium.com/coinmonks/asset-tokenization-on-blockchain-explained-in-plain-english-f4e4b5e26a6d"><em>tokenización</em></a> <a href="https://medium.com/coinmonks/asset-tokenization-on-blockchain-explained-in-plain-english-f4e4b5e26a6d"></a> o digitalización de activos. Las criptomonedas son la <em>tokenización</em> del dinero, pero eso es solo un ejemplo. Puedes <em>tokenizar</em> o digitalizar acciones, activos financieros, bienes, música, servicios y muchas más cosas. Al replicar los activos con una señal digital, podemos facilitar las transacciones sin que haya entrega física.</p>
<p><strong>Carlos Cordón:</strong> También existe el desafío que puede provocar el potencial desajuste entre la cadena de suministro virtual y la física. Puedes digitalizar activos, pero, ¿qué pasa si el producto físico cambia? Por ejemplo, el <em>blockchain</em> no habría impedido el escándalo de la carne de caballo en Reino Unido. Como bien recordaréis, se encontró carne de caballo en productos que supuestamente solo contenían carne de vacuno.</p>
<p>Mientras tanto, la necesidad de almacenamiento se va a multiplicar debido al requisito de que cada participante del <em>blockchain</em> necesita copias de los libros contables. Los únicos beneficiados serán las compañías que, como Amazon, vendan almacenamiento en la nube.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/254789/original/file-20190121-100282-uh9y0r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/254789/original/file-20190121-100282-uh9y0r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=420&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/254789/original/file-20190121-100282-uh9y0r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=420&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/254789/original/file-20190121-100282-uh9y0r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=420&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/254789/original/file-20190121-100282-uh9y0r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=528&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/254789/original/file-20190121-100282-uh9y0r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=528&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/254789/original/file-20190121-100282-uh9y0r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=528&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Almacenamiento de datos.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-illustration/modern-web-network-internet-telecommunication-technology-300344546?src=Sac8ZeFXL-034J8JtEIXaA-1-5">Oleksiy Mark/Shutterstock.com</a></span>
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<p><strong>Arturo Bris</strong>: En general, creo que tenemos que pensar más allá del almacenamiento de datos y los contratos como los principales usos del <em>blockchain</em>. La digitalización de activos va a transformar nuestras transacciones. Además, la falta de necesidad de intermediarios también transformará las organizaciones. Podemos desarrollar un nuevo tipo de organización democrática. Esto no implica que la figura del director general no sea necesaria, pero la existencia de un organismo autónomo descentralizado es muy eficiente. Es el futuro.</p>
<p><strong>Carlos Cordón</strong>: Hasta ahora, no he visto evidencias de que se haya utilizado para fines verdaderamente revolucionarios. Walmart lo utiliza para realizar el seguimiento de las verduras. Recientemente vi un titular que decía: <a href="https://hitechglitz.com/vietnam/ibm-joins-efforts-to-create-the-blockchain-equivalent-of-yellow-pages/">“IBM aúna esfuerzos para crear el <em>blockchain</em> equivalente a las Páginas Amarillas”</a>. Las Páginas Amarillas desaparecieron hace 20 años, ¿de qué sirve recuperar este concepto? Es cierto que el <em>blockchain</em> es una de las principales tendencias tecnológicas en la actualidad, pero si consideramos el uso real que las empresas hacen de él, no creo que vaya a cambiar el mundo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/111784/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>¿Es una tecnología revolucionaria que va a cambiar los procesos de las empresas, o solo van a utilizarla unos cuantos? Dos expertos discuten sobre el asunto.Carlos Cordon, Professor of Strategy and Supply Chain Management, International Institute for Management Development (IMD)Arturo Bris, Professor of Finance, International Institute for Management Development (IMD)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1097412019-02-14T21:27:03Z2019-02-14T21:27:03ZPor qué un Ministerio de Inteligencia Artificial no es una idea descabellada<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/259038/original/file-20190214-1751-3l8pxb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C492%2C6337%2C3963&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/man-communicates-robot-cardboard-box-hand-1228445461?src=KU-TGSJtDFLnLJZYngEgaA-1-11">Gennady Danilkin / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>A sus 27 años, <a href="https://www.weforum.org/people/omar-bin-sultan-al-olama">Omar bin Sultan Al Olama</a>, fue nombrado ministro de Inteligencia Artificial (IA) en los Emiratos Árabes Unidos en octubre de 2017. Su país, pionero en crear un ministerio en este ámbito, trata de colocarse a la cabeza de la IA en el mundo, buscando desbancar a países como <a href="https://www.whitehouse.gov/presidential-actions/executive-order-maintaining-american-leadership-artificial-intelligence/">Estados Unidos</a> o China, en la actualidad líderes en esta carrera tecnológica.</p>
<p>Más recientemente, este mes de febrero, profesionales del estado de Kerala (India) <a href="http://www.newindianexpress.com/cities/kochi/2019/feb/11/professionals-demand-ministry-for-artificial-intelligence-in-state-1937116.html">han solicitado</a> al Gobierno de Nueva Delhi la creación de un Ministerio de Inteligencia Artificial. El argumento utilizado se basa en que, en un futuro muy cercano, más de la mitad de los puestos de trabajo tecnológicos van a requerir de conocimientos en este campo.</p>
<p>Mientras tanto, China toma medidas para posicionar en IA a sus estudiantes ya desde la educación preescolar con la publicación de <a href="http://www.chinadaily.com.cn/a/201811/22/WS5bf66272a310eff30328a73a.html">una colección de 33 libros de texto</a> que, partiendo de la etapa de la guardería, cubren la totalidad de la educación obligatoria. Con esta medida pretenden democratizar el acceso a la formación en este área de estudio.</p>
<h2>Del nacimiento a la globalización del concepto</h2>
<p>Si bien no hay una definición universalmente aceptada sobre qué es la IA, una muy utilizada es la que surgió en la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conferencia_de_Dartmouth">conferencia científica</a> que se celebró en la Universidad Dartmouth College en 1956, según la cual “es la ciencia e ingeniería de hacer máquinas que se comporten de una forma que llamaríamos inteligente si el ser humano tuviese ese comportamiento”.</p>
<p>Durante los años posteriores a dicha conferencia, la comunidad investigadora en este campo tecnológico vivió una etapa de expectación debido al planteamiento de desarrollos de una <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia_artificial_fuerte">inteligencia artificial general</a> (o fuerte), capaz de resolver cualquier tipo de problema. Unas iniciativas que terminaron fracasando.</p>
<p>Después de épocas de mucha zozobra y sobresaltos, la IA goza en la actualidad de una muy buena salud, en parte gracias al desarrollo del denominado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Aprendizaje_autom%C3%A1tico">aprendizaje automático</a> o <em>machine learning</em>. Esta rama de la inteligencia artificial tiene como objetivo desarrollar programas de ordenador capaces de transformar datos en modelos estadístico-computacionales con los que tomar decisiones óptimas.</p>
<p>La creciente accesibilidad a grandes volúmenes de datos en un buen número de dominios científicos, sociales, económicos e industriales ha propiciado que los métodos de aprendizaje automático hayan transcendido de la actividad académica y se hayan implantado en gran número de empresas de los más diversos ámbitos, proporcionando soluciones a problemas específicos —en el ámbito de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia_artificial_d%C3%A9bil">inteligencia artificial débil</a>— con un gran nivel de desempeño, muchas veces superior al de los humanos.</p>
<p>En la actualidad, la IA está liderando una revolución tecnológica, y es una de las disciplinas disruptivas que está mediatizando la transición hacia una nueva sociedad y una nueva economía.</p>
<p>A nivel social, esta tecnología ha irrumpido en áreas como la administración pública, las ciudades inteligentes, la educación y la salud. Mientras, una nueva economía en pleno auge está sustentada por aplicaciones de la IA en energía y medio ambiente, seguridad, turismo y en un modelo de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Industria_4.0">industria 4.0</a>.</p>
<h2>La IA en las políticas nacionales y comunitarias</h2>
<p>La mayoría de los países avanzados está diseñando políticas para impulsar la inteligencia artificial. La Unión Europea ha publicado recientemente <a href="http://europa.eu/rapid/press-release_IP-18-6689_es.htm">una estrategia</a> acordada por sus países miembros, cada uno de los cuales debe anunciar para junio de este año su política de I+D+I en IA. Además, la UE se ha comprometido a invertir grandes cantidades de dinero en tratar de reducir la ventaja competitiva que en la actualidad tienen tanto Estados Unidos como China.</p>
<p>Un aspecto central de la estrategia europea radica en la consideración de las cuestiones éticas asociadas y la necesidad de que los desarrollos en inteligencia artificial sean responsables, además de comprensibles e interpretables para el ser humano.</p>
<p>Los avances tecnológicos pueden llevar al desarrollo social y económico solo si el sector público es competente. La IA puede dar soluciones y beneficios para la humanidad, pero también <a href="https://openreview.net/forum?id=HyjVKLJwz">puede generar más injusticias</a>, más <a href="https://towardsdatascience.com/artificial-intelligence-and-the-rise-of-economic-inequality-b9d81be58bec">brechas económicas</a> e incluso convertirse en una <a href="https://www.bbc.com/news/technology-30290540">amenaza para la supervivencia humana.</a></p>
<p>Los ciudadanos y los gobiernos deben ser los que decidan cómo utilizarla. Por ejemplo, convirtiendo la IA en una fuerza para hacer el bien y evitando que la industria use el poder que le proporciona dicha tecnología para <a href="https://www.research.ox.ac.uk/Article/2018-10-15-how-ai-is-shaping-the-future-of-politics">influenciar al gobierno</a>.</p>
<p>En 2016, Japón <a href="http://www.soumu.go.jp/joho_kokusai/g7ict/english/main_content/000416959.pdf">solicitó</a> a los países que forman parte del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/G-7">G7</a> el desarrollo de reglas básicas para regular la IA. Aunque aún no está claro cómo deben de ser esas normas, si los gobiernos no avanzan en la regulación y la gobernanza de la IA, será esta la que finalmente se convierta en gobernante. </p>
<p>Sirva como ejemplo que <a href="https://twitter.com/tama_ai_mayor/status/983004100970201101">un robot</a> dotado de inteligencia artificial ha sido candidato en 2018 a alcalde en el distrito de Tama en Tokio, prometiendo justicia para todos y el fin de la corrupción. Quedó en tercer lugar a escasos 400 votos del segundo candidato.</p>
<p>Ante la pregunta de si es pertinente contar con un Ministerio de Inteligencia Artificial, y si aceptamos que el objetivo de un ministerio es tratar de organizar, ordenar, controlar e impulsar áreas de actividad que merecen especial atención por su potencialidad en mejorar la vida de los ciudadanos, no parece descabellado pensar que la respuesta debe ser afirmativa. </p>
<p>Lo que, en cualquier caso, parece evidente es que actualmente la IA debe estar entre los asuntos prioritarios para cualquier gobierno.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/109741/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pedro Larrañaga recibe fondos de la Unión Europea bajo el Human Brain Project. </span></em></p>La IA forma parte de la hoja de ruta política de cada vez más países y entes supranacionales, protagonizando una transformación tecnológica de los actuales esquemas económicos y sociales.Pedro Larrañaga, Profesor e investigador en el Departamento de Inteligencia Artificial, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1098352019-01-23T01:06:11Z2019-01-23T01:06:11ZAsí será OpenSuperQ, el ordenador cuántico más avanzado de Europa<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/254473/original/file-20190118-100282-v8vw6p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=33%2C22%2C7477%2C3394&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">C. K. Andersen, S. Krinner, J. Heinsoo, A. Remm, C. Eichler/Quantum Device Lab/ETH Zurich</span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>La segunda mitad del siglo XX fue testigo de la primera revolución cuántica, gracias al desarrollo del láser y el transistor, entre otras innovaciones. Este último facilitó el nacimiento de la informática moderna y gran parte de la tecnología avanzada de que disfrutamos hoy día. Sin embargo, ninguno de estos importantes descubrimientos aprovecha el verdadero potencial de la física cuántica. </p>
<p>En las últimas décadas está surgiendo un nuevo tipo de procesador, el ordenador cuántico, que emplea las leyes cuánticas en toda su extensión. Propiedades como la superposición cuántica, por la que un átomo o un electrón puede presentar dos estados al mismo tiempo, y el entrelazamiento cuántico, por el que dos o más sistemas cuánticos pueden quedar fuertemente vinculados entre sí a distancia, son esenciales para un correcto funcionamiento de estos prometedores dispositivos.</p>
<p>La computación cuántica está despertando un gran interés entre centros de investigación, gobiernos y multinacionales, así como en los medios de comunicación. Estados Unidos, China, Australia, Canadá y Japón son algunos de los países que están ya invirtiendo en esta tecnología cantidades que rondan los cientos o, incluso, los miles de millones de dólares. </p>
<p>La Unión Europea, a través del <a href="https://ec.europa.eu/digital-single-market/en/quantum-technologies">Flagship de Tecnologías Cuánticas</a>, va a destinar a lo largo de los próximos diez años mil millones de euros a la financiación de diversos proyectos competitivos en este campo. </p>
<p>En octubre de 2018 han arrancado los primeros proyectos ganadores en la convocatoria inicial de este programa, entre ellos dos en los que participa nuestro grupo de investigación <a href="https://www.qutisgroup.com/">QUTIS</a> (de Quantum Technologies for Information Science) de la Universidad del País Vasco: el <a href="http://www.opensuperq.eu/">OpenSuperQ</a>, que aquí nos ocupa, cuyo objetivo es construir un ordenador cuántico en Europa, usando tecnología de circuitos superconductores, que supere a todos los superordenadores actuales y que sea de acceso libre para universidades e investigadores, y el <a href="https://qmics.wmi.badw.de/">QMiCS</a>, que desarrollará tecnología cuántica de microondas para servicios de comunicación y medición.</p>
<h2>El proyecto OpenSuperQ</h2>
<p>El objetivo del proyecto OpenSuperQ —que desarrollaremos junto a diversas instituciones alemanas (la Universidad de Saarland y el Centro de Investigación Jülich), suizas (la Escuela Politécnica Federal de Zúrich), suecas (la Universidad Tecnológica Chalmers) y empresas como Zurich Instruments, BlueFors Cryogenics, el Centro de Investigación Técnica de Finlandia y LNF— es diseñar y construir en Europa un ordenador cuántico escalable que pueda competir a nivel global. </p>
<p>Empresas principalmente estadounidenses y chinas como Google, IBM, Intel, Microsoft, Alibaba y D-Wave están desarrollando sus primeros prototipos de ordenadores cuánticos con unas pocas decenas de bits cuánticos o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%BAbit">cúbits</a> (las unidades de procesamiento cuántico). Si la Unión Europea no quiere quedarse atrás en la carrera por desarrollar (y, por tanto, poseer y dominar) las incipientes tecnologías cuánticas, es necesario que nos esforcemos en la tarea de construir un dispositivo de alta calidad con características similares o superiores a los anteriores. </p>
<p>Al contrario que el de la mayoría de las multinacionales, cuyo principal objetivo es comercializar esta tecnología, nuestro interés es esencialmente científico. Es por ello que la intención de OpenSuperQ es facilitar el acceso libre, en la <em>nube</em>, al ordenador cuántico que fabriquemos para favorecer la obtención de resultados de investigación avanzados. De esta forma se favorece que la tecnología esté disponible para toda la sociedad y no únicamente para aquellas instituciones que puedan costearse el acceso.</p>
<p>La plataforma cuántica elegida para nuestro proyecto son los circuitos <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Superconductividad">superconductores</a>, la misma considerada por la mayor parte de empresas como Google, IBM y D-Wave para sus prototipos. Son dispositivos que se pueden construir similarmente a los chips integrados de los ordenadores estándar, pero que tienen propiedades genuinamente cuánticas, como el paralelismo cuántico, entre otras cosas porque están hechos de material superconductor y funcionan a temperaturas criogénicas. </p>
<p>Los sistemas cuánticos son difíciles de escalar a muchos cúbits porque estas propiedades son muy frágiles y se pierden rápidamente. No obstante, con entre 50 y 100 cúbits bajo control ya se podrán resolver problemas, como los relacionados con el diseño de materiales, que superan la capacidad de los ordenadores clásicos.</p>
<p>El proyecto OpenSuperQ combina el desarrollo de <em>hardware</em> (los circuitos superconductores) para construir un chip con entre 50 y 100 cúbits, con la creación de <em>software</em>, es decir, de algoritmos cuánticos de alto nivel y su descomposición en secuencias de pulsos para actuar sobre el chip y producir las secuencias de puertas lógicas cuánticas que son necesarias.</p>
<p>Entre los campos de aplicación de los futuros ordenadores cuánticos figuran el diseño de materiales, las reacciones químicas, las finanzas, los problemas de optimización y el <em>machine learning</em>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/109835/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Lucas Lamata recibe fondos del Gobierno Vasco, del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, del Departamento de Energía de EEUU, y de la Comisión Europea. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Enrique Solano recibe fondos del Gobierno Vasco, del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, del Departamento de Energía de EEUU, y de la Comisión Europea.</span></em></p>El proyecto, de acceso libre para universidades e investigadores, tiene como objetivo la cooperación científica, frente al objetivo comercial de proyectos similares liderados por multinacionales de la tecnología.Lucas Lamata, Investigador Ramón y Cajal del grupo Quantum Technologies for Information Science (QUTIS), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaEnrique Solano, Ikerbasque Professor and Director of research group “Quantum Technologies for Information Science (QUTIS)”, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1097822019-01-20T22:05:52Z2019-01-20T22:05:52ZEl Internet de las cosas nos rodea pero… ¿sabemos proteger nuestros datos?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/254146/original/file-20190116-163259-15k7vde.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C17%2C5742%2C3811&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">Unsplash</span></span></figcaption></figure><p>El Internet de las cosas, conocido también como red IoT (<em>Internet of Things</em>), es el futuro pero también el presente, ya que estamos físicamente rodeados de dispositivos conectados capaces de almacenar y transferir datos sumamente valiosos. Dar la espalda al IoT o no apostar por él podrá pasar factura a más de una empresa, pero invertir en nuevas tecnologías para redes IoT es costoso y conlleva equilibrar un conjunto de elementos propios de la competencia, como son el coste del punto final, el consumo necesario de energía, el ancho de banda, la calidad del servicio o la seguridad. </p>
<p>A pesar de su vertiginoso crecimiento, IoT también conlleva riesgos importantes, especialmente los que se refieren a la brecha de seguridad que puede llegar a producirse. Conforme continúa expandiéndose, se hace más necesaria la creación de un <a href="http://www.computing.es/seguridad/noticias/1109209002501/10-predicciones-cio-2019.1.html">marco de gobernanza</a> que exija un estándar de comportamiento adecuado en la creación, el almacenamiento, el uso y la eliminación de información relacionada con IoT. </p>
<h2>Riesgos sociales, éticos y legales</h2>
<p>Con el uso masivo del IoT también se observa un conjunto de riesgos sociales, éticos y legales que merecerán un estudio de impacto detallado, y un marco normativo adecuado del que actualmente carecemos. Porque el <a href="https://www.boe.es/doue/2016/119/L00001-00088.pdf">Reglamento Europeo de Protección de Datos</a> no es suficiente. Marca un camino pero no fija realmente las reglas de juego; salvaguarda la privacidad de las personas, que se sitúa por encima de otros fines, pero no materializa con detalle los límites, lo que hace ciertamente difícil garantizar un resultado real satisfactorio. </p>
<p>La implantación del citado reglamento, y la <a href="https://www.boe.es/boe/dias/2018/12/06/pdfs/BOE-A-2018-16673.pdf">Ley de Protección de Datos personales</a> y garantía de los derechos digitales, al conllevar la necesaria actualización de la política de privacidad de los dispositivos, ha llevado a que un número considerable de consumidores haya renunciado a dicho rastreo, en pro de la seguridad y en detrimento de su comodidad y agilidad; incluso se ha producido la eliminación de cuentas de usuarios en redes sociales. </p>
<p>Las responsabilidades del delegado de Protección de Datos, quien debe encargarse de mantener la protección de la información confidencial de empleados y clientes, son muy exigentes. Deberá implantar un protocolo de actuación para gestionar dicho control de la privacidad, así como detectar rápidamente una posible brecha de la seguridad y cualquier violación de privacidad, e informar a la autoridad. </p>
<p>Sin embargo, aún falta en gran número de empresas no solo la puesta en funcionamiento del correspondiente procedimiento de garantía de la privacidad, sino una verdadera asunción por cada individuo de su importancia y de las responsabilidades que de ello se derivan para todos, ya que todos tratamos con datos, y estamos rodeados de IoT.</p>
<h2>Dispositivos vulnerables</h2>
<p>Hace solo un par de años Hewlett Packard señalaba en un <a href="http://chiefit.me/wp-content/uploads/2017/03/HPE-Aruba_IoT_Research_Report.pdf">estudio</a> que el 70% de los dispositivos IoT tienen vulnerabilidad de seguridad en sus contraseñas, además de tener problemas con cifrado de datos y permisos de acceso. Además, el 50% de las aplicaciones de dispositivos móviles envían comunicaciones sin encriptar. Estas comunicaciones pueden incluir datos extremadamente sensibles, que deberían estar bien protegidos, y sin embargo son totalmente vulnerables.</p>
<p>La seguridad en IoT es su punto más débil, y es en este punto donde se requiere un gran esfuerzo económico real en innovación e inversión en medios y en recursos humanos. Sin embargo, no es en este aspecto donde realmente se esta invirtiendo.</p>
<p>La previsión de crecimiento de los dispositivos IoT es exponencial y se calcula que en el año 2020 <a href="https://www.europapress.es/sociedad/noticia-expertos-estiman-2020-habra-50000-millones-dispositivos-conectados-internet-20140522155628.html">habrá 50.000 millones de dispositivos conectados en todo el mundo</a>. </p>
<p>La conciencia social y las ayudas directas a la innovación serán clave para una protección real, y cualquier integrante de una organización debe conocer los riesgos y tener claras las pautas de actuación ante una brecha de seguridad y el mecanismo de intervención. La exigencia de este nivel de conocimiento es no sólo para el encargado, sino para los demás miembros de la organización. Todos deben conocer y asumir su responsabilidad al respecto. </p>
<p>Finalmente, si bien se ha trabajado en el marco sancionador, queda mucho por hacer. Debemos cubrir no solo el ámbito sancionador administrativo, sino también el penal, especialmente con planteamientos jurisprudenciales claros, y establecer una responsabilidad civil, que es la herramienta punitiva más eficaz.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/109782/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ester María Mocholí Ferrándiz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El IoT crece de manera exponencial. No así las políticas de prevención e inversión para evitar brechas de seguridad y las consecuencias que eso tiene para nuestros datos.Ester María Mocholí Ferrándiz, Directora de Departamento de Derecho y Seguridad, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1086592018-12-12T22:15:41Z2018-12-12T22:15:41ZCómo las máquinas nos enseñan a ser más innovadores<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/250108/original/file-20181211-76989-1qvoif2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C952%2C521&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">En el entorno competitivo actual, ser innovador es indispensable, pero no es suficiente.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.maxpixel.net/Chess-Chess-Pieces-King-Chess-Cube-Chessboards-2018670">maxpixel.net</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/">CC BY-NC-ND</a></span></figcaption></figure><p>La tecnología aún no puede simular la inteligencia humana para resolver problemas complejos, en un entorno variable y con una información parcial. Pero se va acercando. Un ejemplo es el caso de los vehículos autónomos, capaces de tomar decisiones óptimas en tiempo real, a través de complejos algoritmos que toman en consideración una multitud de datos.</p>
<p>Otro ejemplo es el de AlphaZero, el programa desarrollado por <a href="https://deepmind.com/">DeepMind</a>, la división de inteligencia artificial de Google, y sobre el cual la revista <em>Science</em> ha publicado recientemente un <a href="http://science.sciencemag.org/content/362/6419/1140">artículo</a>. AlphaZero es <a href="https://deepmind.com/blog/alphazero-shedding-new-light-grand-games-chess-shogi-and-go/">capaz de vencer</a> a los juegos de mesa más complejos para la mente humana: el ajedrez, el shogi (ajedrez japonés) y el go (juego de tablero tradicional chino).</p>
<p>El avance más significativo de AlphaZero es que está basado en un algoritmo de autoaprendizaje a partir de cero (de ahí su nombre). Es decir, que con saber las reglas del juego, es capaz de comenzar a realizar partidas y aprender solo, alcanzando niveles de conocimiento tan elevados como para derrotar a las mejores máquinas (y obviamente humanos) en tan solo unas horas de autoaprendizaje. De esta manera ha batido a programas campeones como <a href="https://stockfishchess.org/">Stockfish</a> (al ajedrez), <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Elmo_(shogi_engine)">Elmo</a> (al shogi), o <a href="https://deepmind.com/research/alphago/">AlphaGo</a> (al Go). Esos otros programas basaban sus decisiones en conocimiento previo adquirido por humanos a través de miles de horas de juego y análisis.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/250098/original/file-20181211-76971-1s28pun.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/250098/original/file-20181211-76971-1s28pun.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/250098/original/file-20181211-76971-1s28pun.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=151&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/250098/original/file-20181211-76971-1s28pun.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=151&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/250098/original/file-20181211-76971-1s28pun.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=151&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/250098/original/file-20181211-76971-1s28pun.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=190&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/250098/original/file-20181211-76971-1s28pun.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=190&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/250098/original/file-20181211-76971-1s28pun.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=190&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Comparativa entre AlphaZero y otros programas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Science</span></span>
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</figure>
<p>En el caso de AlphaZero, la lógica de la máquina es diferente a la humana, lo que hace que sus estrategias de juego a veces nos sorprendan. Algunas de ellas se podrían haber considerado arriesgadas o insensatas como, por ejemplo, poner una pieza en el centro del tablero en una posición de supuesta vulnerabilidad, o sacrificar piezas que se consideran generalmente indispensables. Pero que al final, lleva a la victoria. Una de las conclusiones es que el pensamiento humano puede ser un lastre para decidir de manera racional y efectiva.</p>
<p>La manera en que AlphaZero aprende y se impone nos da algunas pistas sobre como nuevas ideas disruptivas pueden llegar a hacer cambiar contextos organizativos y mercados estables.</p>
<h2>Empezar de cero, sin ideas preconcebidas</h2>
<p>Como ha pasado en muchas industrias que han cambiado radicalmente, a menudo los protagonistas del cambio de paradigma no son los principales competidores del antiguo mercado, sino individuos, comunidades o empresas que, por un lado, conocían suficientemente las bases técnicas, y por otro, estaban suficientemente alejados de la centralidad, como para tener la libertad creativa y la osadía de proponer algo nuevo. </p>
<p>Así, desde la periferia, Steve Jobs, Steve Wozniak o Bill Gates, desarrollaron el PC, a la sombra de las grandes empresas de ordenadores del momento, o Netflix desafía a la industria tradicional del cine, o Uber la del taxi. Como en el caso de AlphaZero, es importante no basarse en éxitos pasados, sino aplicar el principio de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Joseph_Alois_Schumpeter">Joseph Schumpeter</a> de “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Destrucci%C3%B3n_creativa">destrucción creativa</a>”, según el cual las revoluciones se originan en el interior de los sistemas, a través de la destrucción de lo establecido para reemplazarlo por algo innovador. </p>
<h2>Buscar la eficiencia en la innovación</h2>
<p>El éxito de AlphaZero no se basa en una mayor capacidad de cálculo que otras máquinas, sino en que toma decisiones de forma más selectiva y eficiente, ya que, en vez de analizar todas las cadenas de posiciones posibles, tan solo considera los movimientos más prometedores. En el entorno competitivo actual, ser innovador es indispensable, pero no es suficiente. Falta, además, ser eficiente en la innovación, sacar productos innovadores antes que los competidores, ya que toda ventaja competitiva es temporal: sólo existirá durante el espacio de tiempo necesario para que los otros alcancen el mismo nivel de innovación.</p>
<p>El caso de Ferran Adrià y su restaurante elBulli es revelador. El equipo de elBulli se concentró en identificar las creaciones que representaban un mayor grado de novedad, esforzándose en no copiarse.</p>
<h2>Tomar decisiones contraintuitivas</h2>
<p>AlphaZero puede tomar decisiones incoherentes según el paradigma actual (el aprendizaje humano) pero, al final, triunfa. De la misma manera, en el mundo de la empresa, a veces las decisiones aparentemente más alocadas resultan ser las decisiones más acertadas. Por ejemplo, Andy Grove, CEO de Intel, a mediados de los 80 hizo entender a sus alarmados colegas e inversores que dejar de fabricar memorias para PC y apostar por los chips era lo más conveniente (<a href="https://anthonysmoak.com/2016/03/27/andy-grove-and-intels-move-from-memory-to-microprocessors/">y no se equivocó</a>).</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/250111/original/file-20181211-76986-1tb2i5p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/250111/original/file-20181211-76986-1tb2i5p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=510&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/250111/original/file-20181211-76986-1tb2i5p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=510&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/250111/original/file-20181211-76986-1tb2i5p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=510&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/250111/original/file-20181211-76986-1tb2i5p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=641&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/250111/original/file-20181211-76986-1tb2i5p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=641&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/250111/original/file-20181211-76986-1tb2i5p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=641&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><span class="source">pixabay.com</span></span>
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<h2>No enfocarse en el producto, sino en el proceso de innovación</h2>
<p>Aunque AlphaZero tiene un objetivo claro, ganar la partida, no se basa en intentar replicar éxitos precedentes. Su estrategia para ganar se basa en la aplicación sistemática de un método de aprendizaje. De la misma manera, la innovación en la empresa, en muchas ocasiones el enfoque está en la mejora del producto en base a los procesos existentes. Pocas empresas se plantean la innovación en los procesos, y en especial en los procesos para innovar. Las rutinas creativas introducidas en Pixar o en Google permiten dearrollar nuevos productos que con los métodos tradicionales no hubiera sido posible.</p>
<p>A partir del éxito de AlphaZero en juegos de mesa sería precipitado interpretar que una máquina podrá pronto tomar decisiones como un humano. AlphaZero se basa en reglas de juego claras y estables. En entornos cambiantes, indefinidos o inciertos, necesitaría un tiempo de adaptación considerable. No obstante, podemos analizar sus procesos de toma de decisiones para mejor entender los nuestros. La máquina ya no aprende de los humanos, ya aprende sola. Ahora falta que los humanos aprendan de la máquina.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/108659/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ignasi Capdevila no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>AlphaZero es una máquina capaz de vencer a los juegos de mesa más complejos para la mente humana, solo basándose en su propia experiencia de aprendizaje, no en el conocimiento humano acumulado.Ignasi Capdevila, Associate Professor in Management & Strategy, PSB Paris School of BusinessLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/997002018-07-25T21:28:32Z2018-07-25T21:28:32ZEmprender desde la Universidad: misión posible<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/226982/original/file-20180710-70057-xc4wje.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C4%2C1592%2C1058&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El vértigo que sienten los emprendedores se parece mucho al que producen las escenas de esta película. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/124561666@N02/14217821769">TNS Sofres</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>¿Se enseña en la universidad española a crear empresas? Parece complicado, si tenemos en cuenta el contexto en el que nos movemos, con escasez de profesores con experiencia previa empresarial, cubierta en algunos casos únicamente por la figura del profesor asociado, profesor que no cuenta con el suficiente reconocimiento académico y retributivo. Y a esto se une la rigidez de las carreras y programas académicos, que siguen estando lejos de renovarse para adaptarlos a las nuevas demandas del mercado. </p>
<p>Las universidades son instituciones capaces de incubar y acelerar nuevas empresas creadas por alumnos e investigadores, e impulsar actividades que fomenten la creación de empresas es parte de su papel. El emprendimiento es una salida profesional más para los alumnos universitarios, pero el interés en desarrollar una empresa no acaba de impulsarse desde el mundo académico. Veamos por qué sucede. </p>
<p>¿Que diferencia las universidades españolas de las de nuestro entorno europeo al hablar de emprendimiento?</p>
<p>Cuando analizamos las encuestas sobre emprendimiento de los universitarios durante su periodo formativo los datos son mejorables. Según el <a href="http://www.guesssurvey.org/resources/PDF_InterReports/GUESSS_2016_INT_Report_final5.pdf">Informe Internacional GUESSS</a> (<em>Global University Entrepreneurial Spirit Students’ Survey</em>) de 2016, un 5% de los estudiantes universitarios españoles aspira a tener su propia empresa al terminar sus estudios, y ese porcentaje se eleva hasta un 29.8% a los cinco años de licenciarse. Esa misma encuesta revela que en España, un 9.9% de los estudiantes universitarios estaba intentando crear una empresa, y un 3.4% ya lo había hecho.</p>
<h2>Aún lejos de las cifras europeas</h2>
<p>Otros estudios recientes aumentan el interés de los estudiantes en montar una empresa pero lejos de otros países europeos. Según el IV Informe <a href="http://www.youngbusinesstalents.com/"><em>Young Business Talents</em></a> de 2017, España está muy por debajo del resto de países en cuanto a interés por emprender (37,53%). Los griegos son quienes muestran un mayor deseo de fundar una empresa (51,32%), seguidos por Portugal (51,31%) e Italia (43,15%).</p>
<p>La Comisión Europea está lanzado iniciativas, como el <em><a href="http://startupeuropeclub.eu/">Startup Europe Programme</a></em> y el <em>Startup Europe Leaders’ Club</em>, para facilitar el acceso de los emprendedores a aceleradoras de negocio y <em>venture capital</em>, pero son iniciativas alejadas del mundo universitario. En España, la universidad carece de iniciativas propias en este ámbito o bien se han puesto en marcha con escaso presupuesto, por lo que desde mi punto de vista no están teniendo el impacto esperado.</p>
<p>En la Universidad de Alcalá se ha puesto en marcha la <a href="https://www.uah.es/es/conoce-la-uah/compromiso-social/emprendimiento/">Escuela de Emprendimiento</a>, que pretende sensibilizar a la comunidad universitaria y fundamentalmente a los estudiantes sobre su importancia como alternativa laboral. Esta escuela trata de acompañar a los que se aventuren por este camino y ofrece asesoramiento, tutorización a los proyectos y ayuda en las distintas fases de implantación de la empresa.</p>
<p>¿Cuáles son las iniciativas que se pueden impulsar para crear universidades emprendedoras en España?</p>
<p>En este contexto, hay que tener en consideración los siguientes aspectos:</p>
<ul>
<li><p>Las grandes oportunidades presentes en las universidades, derivadas de factores estratégicos como la alta cualificación de los profesionales que se forman en ellas y el tejido científico y tecnológico desarrollado por grupos de investigación.</p></li>
<li><p>Los retos nacionales y locales surgidos de la crisis, con altas cotas de desempleo entre los 16 y los 30 años, bolsas de población joven con falta de cualificación y la ausencia de instrumentos de financiación accesibles para los emprendedores. En este sentido, el apoyo institucional desde el ámbito universitario puede ayudar a superar estas barreras, poniendo a disposición de los emprendedores infraestructuras y garantías para acceder a financiación.</p></li>
</ul>
<h2>El enfoque diferencial</h2>
<p>Los puntos que sugiero para poner en marcha diferentes iniciativas de emprendimiento en la Universidad son:</p>
<p><strong>Identificación de sectores estratégicos</strong></p>
<p>Será una de las actividades clave, y facilitará el diseño de un programa que introduzca los criterios y líneas de trabajo que orienten y potencien a empresas innovadoras con elevado potencial de crecimiento y/o internacionalización para los sectores prioritarios.</p>
<p><strong>Servicios de valor con orientación temprana al mercado</strong></p>
<p>La orientación y alineación rápida con el mercado de los proyectos empresariales presentados por los alumnos participantes será un principio rector del modelo de emprendimiento universitario.</p>
<p><strong>Modelo de graduación y cualificación de la actividad emprendedora.</strong></p>
<p>Para asegurar el compromiso y la fidelización de los participantes se propone la puesta en marcha de acciones de capacitación, mentorización y tutorización, recursos didácticos, indicadores de rendimiento y un esquema de certificación para los proyectos empresariales y los emprendedores, bajo el modelo de “graduación” denominado “Academia Universitaria del Emprendimiento” que pueda incluso convalidarse por créditos universitarios.</p>
<p><strong>Colaboración público-privada</strong></p>
<p>Será determinante para difundir la oferta de servicios y beneficios de las actividades que se desarrollen.</p>
<p><strong>Base cualificada de emprendedores y de proyectos empresariales</strong></p>
<p>Esta base de datos servirá como fuente primordial para realizar las acciones necesarias de mentorización de los alumnos, además de la creación de un ciclo de conferencias en el que emprendedores reconocidos cuenten su caso e incluso puedan ejercer como mentores de los proyectos. </p>
<p><strong>Eventos de “alto rendimiento” para la difusión del emprendimiento</strong></p>
<p>Deberán tener un formato atractivo y original y se dirigirán a los emprendedores de proyectos innovadores, con especial incidencia en aquellos que utilicen tecnologías avanzadas, como facilitadores de soluciones de negocio, ocio o sociales.</p>
<p><strong>Diseño y realización de foro/s de inversión en interuniversitario</strong></p>
<p><em>University Emprende Investor Day</em>: diseño y celebración de un foro donde todos los participantes en los diferentes programas interuniversitarios tendrán la oportunidad de contactar con inversores y generar <em>networking</em> para la financiación de sus proyectos.</p>
<p><strong>Creación del club “Alumni Start Up”</strong></p>
<p>Servirá para poder establecer nexos de colaboración y desarrollar iniciativas conjuntas que potencien su crecimiento y sostenibilidad. </p>
<p>El contexto organizativo puede definir e influenciar en cierta medida la generación de futuros emprendedores a través de la concienciación, sensibilización, desarrollo de programas educativos de emprendimiento, apoyo de mentores con experiencia práctica en el ámbito empresarial, procesos y actividades dedicadas al apoyo del emprendimiento, y es en el ámbito universitario donde podemos establecer la base para el crecimiento en la creación de emprendedores.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/99700/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ricardo Buendía Iglesias no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las universidades siguen estando lejos del ecosistema emprendedor. ¿Qué hacer? Las respuestas las tienen las escuelas de negocios, acostumbradas a impulsar proyectos empresariales desde hace tiempo.Ricardo Buendía Iglesias, Profesor asociado de Economía y Dirección de Empresas, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.