tag:theconversation.com,2011:/fr/topics/medioambiente-49489/articlesmedioambiente – The Conversation2023-11-16T17:28:38Ztag:theconversation.com,2011:article/2172202023-11-16T17:28:38Z2023-11-16T17:28:38ZClaves para enfrentar el cambio climático: mejorar la normativa ambiental y, sobre todo, dejar de incumplirla<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/559283/original/file-20231114-19-ceqaiv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=270%2C73%2C5021%2C3227&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/carboneras-andalusia-spain-march-3-2019-1380205952">Jose y yo Estudio/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El marco legal en la Unión Europea para la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático abarca la práctica totalidad de los problemas ambientales existentes. Sin embargo, no ha podido frenar la pérdida de biodiversidad ni el aumento de la contaminación, y las emisiones de gases de efecto invernadero <a href="https://environment.ec.europa.eu/strategy/biodiversity-strategy-2030_en">siguen subiendo</a>. </p>
<p>Parte del fracaso se debe a los rifirrafes políticos que bloquean la salida y puesta en práctica de leyes ambientales ante el temor de que amenacen la economía, como ocurrió con la Ley de renaturalización, que a punto <a href="https://www.europarl.europa.eu/pdfs/news/expert/2023/7/press_release/20230707IPR02433/20230707IPR02433_es.pdf">estuvo de rechazarse en el verano de 2023</a> y que finalmente se aprobó por un estrecho margen y con profundos recortes en materia de conservación y restauración.</p>
<h2>El caso del Mar Menor, Doñana y las Tablas de Daimiel</h2>
<p>Abundan los casos de conflictos entre el uso del agua para turismo y agricultura, y la preservación de los humedales. </p>
<p>Lo hemos visto con especial crudeza en el campo de Cartagena y el <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/wp-content/uploads/2022/10/2022-11-02-Gimenez-Casalduero-Mar-Menor-Nitratos.pdf">Mar Menor</a>, en <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/jurisprudencia-al-dia-andalucia-donana-acuiferos/">Doñana</a> y en el Parque nacional de las Tablas de Daimiel. </p>
<p>En la misma línea, destacan los conflictos entre ganadería y conservación del <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/jurisprudencia-al-dia-tribunal-constitucional-castilla-y-leon-lobo-iberico-caza/">lobo</a>, o las electrocuciones de aves y las compañías eléctricas. </p>
<p>Incluso, con frecuencia, contemplamos atónitos el incumplimiento de las resoluciones judiciales cuando afectan a grandes intereses particulares, casi siempre de naturaleza económica. </p>
<h2>Valdecañas y el Agarrobico</h2>
<p>Es paradigmático el caso de la urbanización de lujo construida sobre una isla artificial en <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/wp-content/uploads/2020/04/2020_04_20_Lopez_Valdeca%C3%B1as.pdf">plena zona red natura en Valdecañas</a>, Cáceres, o el del archiconocido <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/jurisprudencia-al-dia-andalucia-el-algarrobico-urbanismo-construcciones-y-demoliciones">hotel del Algarrobico (Almería)</a>, construido en primera línea de mar, en plena zona protegida, y que lleva 20 años escapando a una inminente demolición que nunca cristaliza. </p>
<p>Una situación de creciente tensión y de incumplimiento repetido y grave de la normativa ambiental y de sus principios más generales es la de los <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.abf6509">grandes proyectos de energías renovables</a>, que <a href="https://knowledgehub.transparency.org/assets/uploads/helpdesk/Grand-corruption-and-climate-change-policies_2022_PR.pdf">se abordan en los últimos años de forma masiva, poco planificada y con carácter de urgencia</a>.</p>
<p>En los casos más flagrantes, la UE acaba imponiendo sanciones al Estado, con lo cual el empobrecimiento es doble: en primera instancia por la degradación ambiental, y en segunda por la sanción. </p>
<p>Lo hemos visto en el caso del desdoblamiento de la carretera M-501 en Madrid, <a href="https://elpais.com/elpais/2011/02/18/actualidad/1298020625_850215.html">considerado ilegal por el Tribunal Supremo</a>, que siguió adelante pese a todo tipo de informes desfavorables y denuncias. </p>
<p>Muy posiblemente será también el caso del Parque Nacional de Doñana, que está incumpliendo los compromisos para mantenerse como Patrimonio de la Humanidad y ya ha sido <a href="https://www.europapress.es/sociedad/medio-ambiente-00647/noticia-unesco-advierte-donana-podria-dejar-ser-patrimonio-humanidad-ley-regadios-andalucia-20230525184417.html">apercibido por la UNESCO</a> al respecto del regadío insostenible.</p>
<h2>España acumula 270 infracciones ambientales</h2>
<p>España lleva años encabezando los países europeos con un mayor número de infracciones medioambientales. De hecho, en <a href="https://app.powerbi.com/view?r=eyJrIjoiNzZiNDEzYjktYjM2ZS00MTIxLWIzY2MtNzFlYWQ5NzJlZDVhIiwidCI6ImIyNGM4YjA2LTUyMmMtNDZmZS05MDgwLTcwOTI2ZjhkZGRiMSIsImMiOjh9">la actualidad, España es líder en esta bochornosa categoría</a>. </p>
<p>Hasta el momento ha acumulado más de 270 infracciones ambientales, destacando entre otras las condenas por contaminación atmosférica, vertidos ilegales, vertidos de aguas residuales, irregularidades en la conservación de la biodiversidad, y falta en la trasposición de normativas europeas al ordenamiento jurídico interno, como sucede con el caso del ruido.</p>
<p>Muy preocupante fue la denuncia formulada por la Comisión Europea a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, en 2021, por la mala aplicación de la <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/wp-content/uploads/2022/03/2022-03-21-Vazquez-Orteu-Real-Decreto-nitratos.pdf">Directiva sobre nitratos</a>.</p>
<p>Particularmente alarmante ha sido también el emplazamiento reiterado por la Comisión Europea a España para <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/actualidad-al-dia-espana-proteccion-de-la-naturaleza-incumplimiento-del-derecho-comunitario/">cumplir las obligaciones sobre la protección</a> de la naturaleza en áreas integradas en la Red Natura 2000. </p>
<h2>Incumplimiento de los principios ambientales generales</h2>
<p>Para reforzar la normativa ambiental internacional, se establecieron principios ambientales que recogen las orientaciones fundamentales que debe tener toda sociedad democrática y constitucional. </p>
<p>Algunos ejemplos son el principio de “quien contamina paga”, el de “precaución”, el de “no pérdida neta de biodiversidad”, y el de “no regresión de la normativa ambiental”, entre otros. </p>
<p>Sin embargo, en esos momentos, paradójicamente, las amenazas a la legislación ambiental vienen de la propia UE. Las recientes políticas climáticas y energéticas de la UE <a href="https://conbio.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/conl.12958">están vulnerando de manera injustificada algunos de estos principios</a> generales, concretamente el de no regresión de la normativa ambiental. </p>
<p>En otras ocasiones, estos principios son insuficientemente aplicados, como el principio de precaución, <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/wp-content/uploads/2021/10/2021-11-02-Sadeleer-Directivas-Habitats-Aves.pdf">a pesar de su enorme potencia</a>l. Y algo similar sucede con la <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/wp-content/uploads/2020/10/2020-10-19_Dura-Blasco-Perez-Garcia-Informe-tendidos-el%C3%A9ctricos.pdf">Directiva de Responsabilidad Medioambiental</a>. </p>
<p>Son solo algunos ejemplos de fracasos a la hora de alcanzar los objetivos más esenciales de las agendas ambientales.</p>
<h2>Desigualdad rampante: una consecuencia dramática</h2>
<p>Saltarnos la ley, en especial en materia ambiental, nos lleva a una sociedad cada vez más desigual, pobre y enferma. </p>
<p>Es algo triste y muy general que, en los estudios de ciencias empresariales de todo el mundo, se profesionaliza el incumplimiento de la normativa ambiental que pueda reducir los beneficios del sector privado. Esto lo explica muy bien Joseph Eugene Stiglitz, economista y profesor estadounidense laureado con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel (el llamado “Nobel de Economía”). </p>
<p>Stiglitz escribe en su libro <em>El precio de la desigualdad</em> que “algunas de las innovaciones más importantes en el mundo de los negocios durante las tres últimas décadas se han centrado no en hacer que la economía sea eficiente, sino en cómo asegurarse mejor un poder monopolista o en cómo sortear la normativa del Gobierno destinada a alinear la rentabilidad social y las recompensas privadas”. Todo vale con tal de hacer caja y no se duda en formar auténticos especialistas en evitar la normativa para lograrlo. Incluyendo, muy especialmente, la normativa ambiental.</p>
<h2>¿Cómo incrementar el cumplimiento de la normativa ambiental?</h2>
<p>Demasiado a menudo es la propia Administración la que incumple la normativa ambiental, olvidando el artículo 103.1 de la Constitución que reza: </p>
<blockquote>
<p>“La Administración pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho”. </p>
</blockquote>
<p>Para hacer realidad el cumplimiento de la normativa ambiental y evitar la rápida degradación ambiental lo que falta es formación, coordinación, recursos económicos, y vocación, ética y moral.</p>
<p>Estas carencias afectan tanto a la ciudadanía y al sector privado como a la Administración pública.</p>
<h2>La necesaria coordinación entre los cuerpos de seguridad</h2>
<p>En un <a href="https://stopwildlifecrime.eu/resources/national-reports/spanish-national-report/">reciente informe realizado por varios centros de investigación en España</a> sobre la eficacia en la persecución de determinados delitos ambientales se ha constatado que es necesario dotar de una mayor coordinación a los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. En concreto, coordinación entre agentes medioambientales y del servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil con la Fiscalía de Medio Ambiente. </p>
<p>La incertidumbre laboral de muchos de estos agentes, unida a la presión ejercida por sus superiores, así como por las empresas afectadas, tampoco ayuda a una correcta aplicación de la normativa ambiental. </p>
<p>También es necesario mejorar la formación y especialización de sus integrantes, y de los propios jueces y fiscales encargados de aplicar la normativa ambiental. </p>
<p>Otra conclusión de este informe apuntó a la importancia de las entidades del tercer sector, las ONGs, gracias a las cuales se han conseguido las más importantes sentencias ambientales en España. </p>
<p>Por el contrario, las administraciones públicas apenas se han personado en procedimientos judiciales contra delitos ambientales.</p>
<h2>La difusión de una nueva cultura</h2>
<p>Algunos autores pioneros en el Derecho Ambiental en España establecieron cuestiones clave para propiciar un verdadero cambio en la implementación del derecho ambiental. </p>
<p>Por un lado, como indica Martín Mateo en <a href="https://biblioteca.org.ar/libros/89505.pdf"><em>La Revolución ambiental pendiente</em></a>, “es necesario una nueva cultura, similar a la que alumbró el gran movimiento de los Derechos Humanos, creada por los líderes intelectuales de la Humanidad, que se difunda por los medios de comunicación ordinarios, de donde saldrán adecuadamente formados los futuros votantes de las normas ambientales precisas, que tendrán presente las generaciones venideras”.</p>
<h2>Motivos para la esperanza</h2>
<p>Multitud de iniciativas nos sirven para mostrar el trabajo que realizan las entidades del tercer sector, contando con la colaboración, en muchas ocasiones, de representantes de la comunidad científica. </p>
<p>Es evidente la necesidad de promover su desarrollo, como recogen Perez Díaz V. y J.P. López Novo en <a href="https://llibreria.diba.cat/es/libro/tercer-sector-social-en-espana-el_27724"><em>El Tercer Sector Social en España</em>)</a>, especialmente en aquellas cuestiones de tipo ambiental.</p>
<h2>Un pacto global por el medio ambiente</h2>
<p>Las dificultades existentes a la hora de aplicar la normativa ambiental, sumadas a prácticas cronificadas y hasta normalizadas de incumplimiento, nos hacen cada día más vulnerables a un cambio climático acelerado y peligroso. </p>
<p>La aplicación efectiva del Derecho ambiental es un gran reto tanto a nivel internacional como nacional, por lo que <a href="https://edisciplinas.usp.br/pluginfile.php/8002538/mod_resource/content/1/ARTIGO%20AMBIENTAL%202.pdf">se propone crear un pacto global</a> por el medio ambiente que aborde los desafíos en la implementación de acuerdos ambientales multilaterales y que reúna a los diferentes actores del sector público y privado. </p>
<p>Esto nos llevaría a una <a href="http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.3357426">visión común para la acción ambiental global</a> y nos pondría en mucho mejor situación para mitigar el cambio climático y para adaptarnos a los impactos que ya está teniendo lugar.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/217220/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>España encabeza en estos momentos la lista de los países europeos con un mayor número de infracciones medioambientales. Es hora de incumplir las normativas y generar un Pacto Global por el medio ambiente.Carlos Javier Durá Alemañ, Investigador en Derecho Ambiental, Centro Internacional de Estudios de Derecho Ambiental (CIEDA - CIEMAT)Fernando Valladares, Profesor de Investigación en el Departamento de Biogeografía y Cambio Global, Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2134032023-10-29T21:48:08Z2023-10-29T21:48:08ZClaves para enfrentar el cambio climático: curar y sanar las heridas de un planeta enfermo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/556316/original/file-20231027-15-990b5a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=13%2C27%2C9198%2C4599&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/group-children-holding-planet-earth-over-1681300504">Rangizzz / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><blockquote>
<p><em>No es un signo de salud estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma.</em></p>
<p><strong><a href="https://kfoundation.org/it-is-no-measure-of-health-to-be-well-adjusted-to-a-profoundly-sick-society/">Frase atribuida a Jiddu Krishnamurti</a></strong>.</p>
</blockquote>
<p>El debate sobre el cambio climático muchas veces está en la base de decisiones que las instituciones tienen que tomar para cuidar del bienestar del planeta y de sus habitantes. Por sí mismo, el cambio climático se interpreta como una patología planetaria, con sus causas (entre ellas, las actividades humanas) y sus consecuencias (como el calentamiento global). De ahí la necesidad de una cura, que no alivie solo los síntomas, sino que permita entender y resolver la fuente del desequilibrio.</p>
<h2>Dolor y sufrimiento</h2>
<p>Uno de los principios del protocolo de <a href="https://editorialkairos.com/catalogo/vivir-con-plenitud-las-crisis">reducción del estrés</a> basado en <em>mindfulness</em> de <a href="https://jonkabat-zinn.com/">Jon Kabat-Zinn</a> es la distinción entre dolor y sufrimiento. El primero es un fallo orgánico o emocional asociado a unas circunstancias, y el segundo una reacción psicológica que añade el individuo al mezclar esa experiencia con miedos, inseguridades, expectativas, rechazo y toda una larga serie de cargas automáticas y a menudo innecesarias. </p>
<p>También se distingue entre curar y sanar. Curar se refiere a resolver una enfermedad, mientras que sanar tiene que ver con estar bien. Las dos cosas se influyen mutuamente, aunque es muy importante comprender la diferencia. </p>
<p>De hecho, todos conocemos a personas que están mal a pesar de no tener ninguna enfermedad, así como casos en los que una enfermedad no ha impedido vivir una vida plena y satisfactoria. </p>
<p>Es fundamental reconocer que la posibilidad de curar puede que no dependa siempre de nosotros, mientras que sanar siempre es cosa nuestra. </p>
<p>La sanación, en este sentido, atañe no tanto a lo que nos sucede, sino a cómo lo vivimos, es decir, a cómo, intencionadamente, respondemos al problema. </p>
<p>Estos protocolos basados en <em>mindfulness</em> se aplican hoy en día en muchos hospitales occidentales, y se basan ampliamente en prácticas de <a href="https://www.sciencedirect.com/journal/current-opinion-in-psychology/vol/28/suppl/C">meditación y yoga</a>. </p>
<p>Es curioso cómo, a pesar de la difusión que estas prácticas están teniendo en nuestra cultura, siguen existiendo prejuicios que las asocian a un trasfondo esotérico, por confundir superficialmente <em>alma</em> (un concepto abstracto y religioso) con <em>mente</em> (el proceso cognitivo, con sus componentes biológicos y psicológicos). </p>
<p>Sin embargo, son prácticas y perspectivas que ya llevan casi <a href="https://editorialkairos.com/catalogo/los-beneficios-de-la-meditacion">medio siglo</a> integrándose con la <a href="https://mitpress.mit.edu/9780262529365/the-embodied-mind/">ciencia occidental</a>, dentro de un enfoque que une la <a href="https://www.nature.com/articles/nrn3916">neurobiología moderna</a> con el marco experimental de la filosofía budista.</p>
<h2>Bienestar individual y colectivo</h2>
<p>Los protocolos de <em>mindfulness</em> utilizan el <a href="https://www.jotdown.es/2022/09/sobrehumanos/">yoga</a> porque su práctica enseña a desarrollar fuerza, equilibrio y flexibilidad tanto en el cuerpo como en las habilidades cognitivas, y uno de sus principios fundamentales es el concepto de interconexión. Un concepto, precisamente, fundamental también en ecología. </p>
<p>Ambas disciplinas reconocen que el individuo influye en su entorno, y que el entorno influye en el individuo, llegando a concluir que un estado saludable del sistema necesita una implicación y un compromiso en ambos frentes. </p>
<p>En nuestro caso, sabemos que nuestras mejores habilidades cognitivas necesitan un ambiente propicio para desarrollarse, del mismo modo que una condición ambiental sana necesita que empleemos nuestros mejores recursos cognitivos para entender sus problemas y resolverlos. </p>
<p>Utilizando esta metáfora de “yoga planetario”, si queremos desarrollar fuerza, equilibrio y flexibilidad tanto a nivel individual como ecológico, tenemos que implicarnos entrenando las finas cualidades del <em>mindfulness</em>: atención y memoria. </p>
<p>La <a href="https://www.jotdown.es/2023/04/atencion-otra-victima-del-capitalismo/">atención</a> es el <a href="https://www.mdpi.com/2079-3200/11/9/183">factor limitante</a> que determina en qué medida somos realmente conscientes de lo que está pasando, y la <a href="https://editorialkairos.com/catalogo/mindfulness-su-origen-significado-y-aplicaciones">memoria</a> es necesaria no solamente para aprender de nuestros éxitos y errores, sino para acordarnos puntualmente de actuar en el <a href="https://theconversation.com/aceptacion-y-compromiso-para-el-cambio-climatico-171640">momento presente</a>, que es cuando realmente hace falta.</p>
<h2>Células de un tejido planetario</h2>
<p>Como células de este planeta que somos, tenemos la responsabilidad de su curación, pero también somos responsables de cierta parte de sus desajustes. </p>
<p>En este caso, más allá de participar en su cura y sanación, hay que considerar la posibilidad de que seamos, muchas veces, el patógeno. </p>
<p>Las analogías que se han propuesto son incisivas, presentando al ser humano como un tejido canceroso que crece y destroza sin control, como una enfermedad autoinmune que ataca a su propio cuerpo o como un virus que se aprovecha descaradamente de su huésped hasta dañarlo o incluso matarlo. </p>
<p>En este caso, la receta consiste en tomar conciencia de lo que ocurre, enterarse, despertar de hipocresías e incoherencias automáticas y, acto seguido, responder de forma útil, en lugar de reaccionar <a href="https://theconversation.com/los-limites-del-miedo-en-la-narrativa-del-cambio-climatico-154409">de forma emocional</a>.</p>
<h2>Primero, no dañar</h2>
<p>Con todas estas premisas, es curioso –y preocupante– que demos tanta importancia al cambio climático, por lo menos a nivel oficial e institucional, para decidir si, cuándo y cómo actuar en muchas medidas de compatibilidad ecológica. </p>
<p>Las medidas que se proponen para mitigar el cambio climático son medidas de protección necesarias por sí mismas, y el cambio climático solo las hace más urgentes. </p>
<p>Las <a href="https://theconversation.com/se-puede-hacer-hay-que-hacerlo-el-ipcc-presenta-su-informe-definitivo-sobre-el-cambio-climatico-202194">evidencias sobre el cambio climático</a> tienen hoy en día el respaldo de una buena parte de la comunidad científica, pero desde luego es un fenómeno difícil de valorar y de testar a corto plazo, así que es muy arriesgado vincular las medidas de gestión a algo que podremos averiguar y confirmar solo cuando ya sea demasiado tarde para elegir alternativas. </p>
<p>Emisiones dañinas, contaminaciones y abusos energéticos tienen que contenerse independientemente del cambio climático, y sobre todo de su validación actual. </p>
<p>Unas condiciones ambientales decentes no solamente <a href="https://theconversation.com/respirar-aire-contaminado-perjudica-seriamente-al-corazon-213406">previenen nuestras patologías</a> y las del planeta, sino que facilitan la curación de multitud de desequilibrios y fallos inesperados, y propician nuestro bienestar. </p>
<p>A pesar de reconocer la gravedad y los riesgos del cambio climático, habría que tomarse en serio los planes de gestión ecológica independientemente de sus predicciones, de sus debates y de las evidencias de su impacto. </p>
<p>Cuidar del planeta y de nuestra salud solo si está en juego su equilibrio global es como legitimar la tortura, la violencia o la opresión, con tal de que no lleguen a matar a sus víctimas.</p>
<p>El cambio personal y el cambio global son en realidad elementos de <a href="https://editorialkairos.com/catalogo/accion-y-meditacion">un único proceso</a>, y depende solamente de nuestra propia intención, tanto individual como colectiva, decidir ser parte de un organismo que sufre, o de un planeta despierto capaz de curarse y sanarse.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213403/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Emiliano Bruner recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación y del Instituto Italiano de Antropología.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Fernando Valladares no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los humanos formamos parte de un sistema, junto con el planeta que habitamos y el clima que está cambiando. Sanarnos a nosotros mismos solo es posible en un planeta sano.Emiliano Bruner, Responsable Grupo de Paleoneurobiología, Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)Fernando Valladares, Profesor de Investigación en el Departamento de Biogeografía y Cambio Global, Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2129432023-10-25T21:41:02Z2023-10-25T21:41:02ZLos niños claman por un planeta limpio: estas son sus seis principales demandas<p>Cuando la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la <a href="https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/convention-rights-child">Convención sobre los Derechos del Niño</a>, el 20 de noviembre de 1989, marcó un hito histórico en los derechos humanos de la infancia. Pero hubo algunos aspectos a los que no prestó atención alguna, como la brecha digital, la perspectiva de género o el cambio climático.</p>
<p>Sin embargo, al proclamar que todos los niños son titulares de su derecho a crecer en una familia idónea, en un entorno sano y libre de cualquier tipo de violencia, también se deduce que deben desarrollarse en un ecosistema limpio, saludable y sostenible. Y así se ha ido reconociendo <a href="https://www.ohchr.org/es/documents/thematic-reports/ahrc3232-report-right-health-adolescents">con posterioridad</a>.</p>
<p>La Organización Meteorológica Mundial de Naciones Unidas <a href="https://public.wmo.int/es/media/comunicados-de-prensa/el-informe-anual-de-la-omm-pone-de-relieve-el-avance-continuo-del-cambio">alertó</a> recientemente de valores alarmantes en los cuatro indicadores clave del cambio climático, con severos efectos para la infancia: la concentración de gases de efecto invernadero, la subida de los niveles de mares y océanos, así como el contenido de calor de los océanos y su acidificación, representan un claro atentado a su salud e incluso a su derecho a la vida.</p>
<h2>La opinión de la niñez sí cuenta</h2>
<p>El <a href="https://www.ohchr.org/en/treaty-bodies/crc">Comité de los Derechos del Niño</a> es el más alto órgano de Naciones Unidas en este ámbito. Compuesto por 18 especialistas, paritario y representativo de las diversas regiones planetarias, supervisa el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño en cada uno de los 196 estados que la han ratificado. Y lo hace recabando informes de UNICEF, de los gobiernos y de las entidades no lucrativas para formular las correspondientes recomendaciones de mejora.</p>
<p>Además, elabora observaciones generales sobre cuestiones temáticas relacionadas con los derechos de la infancia y la adolescencia. Para ello <a href="https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2011/7532.pdf">tiene muy en cuenta la opinión de la niñez</a>. </p>
<p>Pues bien, resulta que <a href="https://www.unicef.org/lac/cambio-climatico">UNICEF ya había alertado de que el cambio climático es una forma de violencia estructural contra toda la niñez</a>, por el colapso social que puede provocar en sus comunidades y en sus familias. Se refiere a los efectos de los desastres naturales, la degradación medioambiental y la pérdida de la biodiversidad, que a su vez repercuten en la agricultura, en el acceso al agua potable y en la nutrición. Y en última instancia, vulneran el derecho a la salud. </p>
<p>De hecho, su informe de agosto de 2021 denunciaba que se <a href="https://www.unicef.org/reports/climate-crisis-child-rights-crisis">han alcanzado cifras dramáticas</a>: 815 millones de niños expuestos a la contaminación por plomo, 820 millones a olas de calor, 920 millones a la escasez de agua y 1 000 millones a elevados índices de contaminación atmosférica. </p>
<p>Por su parte, la Organización Mundial de la Salud <a href="https://www.who.int/es/news/item/06-03-2017-the-cost-of-a-polluted-environment-1-7-million-child-deaths-a-year-says-who">ya había alertado</a> en 2017 de que anualmente 1,7 millones de niños mueren como consecuencia de impactos ambientales evitables. Eso lo convierte en la causa de mayor mortalidad en la primera infancia, ya que provoca más de una cuarta parte de las defunciones de niños de menos de cinco años.</p>
<h2>Más de 16 000 contribuciones de menores</h2>
<p>Con estos informes sobre la mesa, el Comité de los Derechos del Niño decidió redactar una Observación General sobre los derechos de la infancia y el medioambiente, con especial atención al cambio climático (<a href="https://www.ohchr.org/en/documents/general-comments-and-recommendations/crccgc26-general-comment-no-26-2023-childrens-rights"><em>The UN Committee on the Rights of the Child commits to a new General Comment on Children’s Rights and the Environment with a Special Focus on Climate Change</em></a>). En dos períodos trimestrales de consultas –del 31 de marzo al 30 de junio de 2022 y del 15 de noviembre de 2022 al 15 de febrero de 2023— recibieron 16 331 contribuciones directas de niños, niñas y adolescentes de 121 países. Y sintetizaron sus demandas <a href="https://www.ohchr.org/sites/default/files/documents/hrbodies/crc/gcomments/gc26/2023/GC26-Child-Friendly-Version_Spanish.pdf">en seis reivindicaciones globales</a>:</p>
<ol>
<li><p>Que exista un medio ambiente limpio y saludable.</p></li>
<li><p>Que se les escuche en serio como protagonistas en la acción ambiental.</p></li>
<li><p>Que las acciones de gobiernos y empresas sean claras y transparentes.</p></li>
<li><p>Que se fomente la cooperación internacional.</p></li>
<li><p>Que se incremente la sensibilización y educación ambiental.</p></li>
<li><p>Que se creen espacios de participación para compartir ideas y posibles soluciones.</p></li>
</ol>
<p>Este documento insiste en la corresponsabilidad, y especialmente en la necesidad de crear normas universales para que los gobiernos defiendan los derechos de la niñez vulnerados por la emergencia climática, el colapso de la biodiversidad y la contaminación generalizada del agua, el aire y el suelo. Al fin y al cabo, los niños son titulares de sus derechos, protagonistas de la participación social y agentes de la positiva transformación ambiental.</p>
<p>Los Estados deben introducir leyes y directrices, con presupuestos suficientes y mecanismos de transparencia en su aplicación, restaurando y protegiendo esos derechos contra el abuso por parte de terceros, incluidas las empresas, para garantizar la recuperación y conservación la biodiversidad.</p>
<p>Los niños tienen el derecho a un medioambiente limpio, y los Estados tienen la obligación de garantizarlo. No solo por quienes ya están en el mundo: también por los futuros habitantes del planeta, que merecen una realidad en la que de verdad se cumplan sus derechos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/212943/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carlos Villagrasa Alcaide no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La ONU establece por primera vez la obligación de proteger a los niños del cambio climático.Carlos Villagrasa Alcaide, Profesor titular de Derecho Civil, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2068302023-07-20T19:43:51Z2023-07-20T19:43:51Z¿Son los impuestos ambientales de derechas o de izquierdas?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/538531/original/file-20230720-15-kcnk8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C442%2C5219%2C2750&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/concept-green-co2-tax-environmental-social-2271864077">Witsarut Sakorn / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Del <a href="https://sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/impuestos-especiales-medioambientales/impuesto-especial-sobre-envases-plastico-reutilizables.html">impuesto sobre envases de plástico no reutilizables</a> al <a href="https://sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/impuestos-especiales-medioambientales/nuevo-impuesto-sobre-gases-fluorados-invernadero.html">impuesto sobre los gases fluorados de efecto invernadero</a>, pasando por el <a href="https://sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/impuestos-especiales-medioambientales/impuesto-sobre-deposito-residuos-vertederos.html">impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, la incineración y la coincineración de residuos</a>, así como por tantos otros tributos, algunos de ellos impuestos propios de las comunidades autónomas, encontramos un amplio abanico de <a href="https://sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/impuestos-tasas/impuestos-medioambientales.html">impuestos cuya finalidad es la protección del medioambiente</a>.</p>
<p>Su finalidad esencial no es, o no debería ser, fiscal, es decir, no deberían buscar <a href="https://www.bbvaresearch.com/publicaciones/espana-fiscalidad-herramienta-contra-el-cambio-climatico/">un objetivo esencialmente recaudatorio</a>, sino un objetivo principal de protección del medioambiente, que es un objetivo extrafiscal. Su finalidad no debe ser recaudar, sino incidir en ciertos comportamientos o actividades que pueden afectar al medioambiente, estableciendo una alta carga impositiva para las mismas en caso de realizarse. </p>
<p>De esta forma, una baja recaudación por estos impuestos implicaría que se están consiguiendo los objetivos medioambientales perseguidos, pues no se habrían realizado las actividades contaminantes que dañan el medioambiente y que conllevan que se devenguen tales impuestos.</p>
<p>Los instrumentos fiscales suelen inquietar enormemente a los ciudadanos, que ven incrementarse la carga fiscal que soportan y por mucho que se pueda dar explicación de las razones de cada impuesto, difícilmente son bien recibidos por el sentir de las economías domésticas. </p>
<p>A su vez, los impuestos y las cuentas públicas se convierten <a href="https://efe.com/economia/2022-12-22/en-que-consisten-los-nuevos-impuestos-sobre-banca-energeticas-y-fortunas/">en un elemento arrojadizo en las batallas políticas</a>, especialmente en tiempo de elecciones. </p>
<p>De todos modos, gran parte del conglomerado de los <a href="https://theconversation.com/impuestos-ambientales-tan-necesarios-como-ausentes-en-la-ley-de-cambio-climatico-159982">impuestos ambientales</a> no es tan visible para los ciudadanos como otros tributos más generales pero, de una manera u otra, terminan trasladándose de forma jurídica o económica al ciudadano.</p>
<h2>La batalla de los impuestos en campaña electoral</h2>
<p>En tiempos de elecciones políticas en cascada, precedidas de un largo periodo de fortísima sequía, donde han estado muy presentes en la mente de la ciudadanía los posibles efectos del cambio climático, la protección del medioambiente no puede convertirse en un arma política arrojadiza, pues encuentra su base en el mandato de protección medioambiental del <a href="https://app.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=45&tipo=2">artículo 45 de la Constitución española</a>. Más aun cuando tal protección se instrumentaliza a través de impuestos, dada la visión instintivamente incómoda que estos despiertan en los contribuyentes.</p>
<p>Situándose los impuestos habitualmente en el campo de batalla político, donde los conceptos de derechas e izquierdas siguen aplicándose, por muy desdibujados que estén si se analizan con rigor, los impuestos ambientales deben quedar más al margen que otros de ese juego de lucha política. Máxime cuando se le quiere atribuir erróneamente a este tipo de impuestos la adscripción a una ideología política que no cuadra realmente con los esquemas de la política fiscal con la que se alinean.</p>
<p>Si tuviésemos que destacar el impuesto ambiental más tradicional y de mayor impacto en la ciudadanía, deberíamos fijarnos en el <a href="https://sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/impuestos-especiales-medioambientales/impuestos-especiales-fabricacion/hidrocarburos.html">impuesto sobre hidrocarburos</a> que grava, entre otros, gasóleos y gasolinas. Se trata de un impuesto armonizado conforme a directivas de la Unión Europea que marcan una estructura y un mínimo impositivo a aplicar por los Estados miembros y que estos pueden y suelen elevar al aplicarlo en su territorio. </p>
<p>Este tributo, como impuesto especial de fabricación, grava la fabricación de hidrocarburos. A diferencia del IVA, se aplica en fase única, lo cual no impide que obviamente se traslade al consumidor. Aunque lo ingrese a la Hacienda Pública el fabricante y se lo repercuta jurídicamente al destinatario del producto en la primera fase de su proceso de distribución –sea al mayorista o al minorista–, cuanto mayor sea la cantidad que se tenga que pagar con motivo del impuesto, mayor será el precio que se le tendrá que cobrar al consumidor final, trasladándose económicamente a este.</p>
<p>Se trata, pues, de un impuesto que recae sobre el consumo de carburantes y que tiene una gran importancia recaudatoria, lo cual hace que se planteen dudas sobre si la pretendida finalidad perseguida con tal tributo es puramente ambiental. Para ello, debería tratarse de un impuesto articulado de forma que generase solo una recaudación mínima, no habiéndose consumido una importante cantidad de hidrocarburos (esencialmente gasóleo y gasolina), de tal forma que se hubiese contaminado muy poco con la circulación rodada. </p>
<h2>Consumo de carburantes entre ricos y pobres</h2>
<p>Tiene una finalidad ambiental irreal en la práctica, pues es evidente que el estado actual de las infraestructuras y medios de transporte no permite a gran parte de los ciudadanos de cualquier nivel económico evitar el consumo de carburantes y apostar por un vehículo eléctrico que cubra realmente todas sus necesidades. </p>
<p>Pensemos, por ejemplo, en la España rural o vaciada, más necesitada de protección y donde, ante la particular necesidad individual de transporte, no se puede pensar en dejar de consumir esos productos sometidos al impuesto sobre hidrocarburos, que como impuesto indirecto recae sobre los sujetos con independencia de cuál sea su riqueza, su nivel de renta o patrimonio. </p>
<p>Esto lo podría situar en teoría en una línea de política fiscal liberal o conservadora como apuesta por impuestos indirectos, frente al protagonismo en la fiscalidad ambiental del que en ocasiones parecen querer apropiarse políticas más progresistas o de izquierdas, que con un impuesto como este al final no estarían gravando en mayor medida a los ciudadanos de mayor capacidad económica global.</p>
<p>El Tribunal Constitucional español reconoció que el establecimiento de impuestos de carácter primordialmente extrafiscal debe realizarse respetando las exigencias y principios derivados directamente del <a href="https://app.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=31&tipo=2">artículo 31 de la Constitución</a> (<a href="http://hj.tribunalconstitucional.es/es-ES/Resolucion/Show/769">fundamento jurídico 13 de la STC 37/1987, de 26 de marzo</a> y <a href="https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-T-1993-17386">FJ 4 de la STC 186/1993, de 7 de junio</a>).</p>
<p>En función de ello, los impuestos ambientales no pueden ser ajenos a los principios materiales de justicia tributaria contemplados en dicho artículo 31 (generalidad, capacidad económica, igualdad, progresividad y no confiscatoriedad), por muy extrafiscal que sea su objetivo, y algo paralelo se puede decir en <a href="https://e-revistas.uc3m.es/index.php/CDT/article/view/4386">su consideración dentro de la disciplina de la Unión Europea</a>.</p>
<p>Un litro de gasolina soporta los mismos impuestos ya lo consuma un pobre o un rico, ya lo consuma un habitante de una gran ciudad o de un pueblo de montaña. Por tanto, en la dialéctica electoral de los impuestos, la problemática ambiental no es más de izquierdas que de derechas, en una realidad no siempre bien explicada al ciudadano y alejada del sentido común en la contemplación de la situación actual de España.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/206830/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carlos María López Espadafor no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En estos momentos, y en plena batalla política usando los impuestos como arma arrojadiza, es necesario ver el trasfondo constitucional de los impuestos ambientales, más allá de posibles apariencias ideológicas, en muchos casos injustificadas.Carlos María López Espadafor, Catedrático de Derecho Financiero y Tributario, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2016272023-03-19T22:02:59Z2023-03-19T22:02:59ZTras la pandemia somos menos felices y más vulnerables<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/516032/original/file-20230317-2475-dksxrl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=20%2C0%2C6689%2C4476&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/young-woman-who-cannot-leave-house-1703473621">Shutterstock / Ahmet Misirligul</a></span></figcaption></figure><p>Tras la pandemia de la covid-19, ha llegado la guerra, todo se acelera, la estructura energética que mueve el mundo ahora está en proceso de cambio. El ciclo económico se mueve hacia una nueva recesión con precios altos y subida de tipos. La calidad de vida de los ciudadanos se transforma en este nuevo paradigma social donde cada vez damos más importancia al <a href="https://www.mdpi.com/2071-1050/9/5/860">triángulo de la sostenibilidad</a> (económica, social y medioambiental).</p>
<p>Algunas de las conclusiones del trabajo de medición realizado durante los tres últimos años por el <a href="https://victorraullopez.blogspot.com/p/observatorio-de-intangibles-y-calidad.html">Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida (OICV-UCLM)</a> fundamentan ese cambio. Desde 2020 el ciudadano español cada vez es menos feliz y los jóvenes ahora son más vulnerables. Pero, además, el teletrabajo no es una opción para la mayoría, y la situación económica agrava y diferencia más esa calidad de vida. </p>
<h2>Equilibrio sostenible</h2>
<p>La felicidad de los ciudadanos cada vez está más condicionada por el equilibrio entre las dimensiones de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental. <a href="https://doi.org/10.1371/journal.pone.0259528">El modelo de la felicidad</a> recoge estas dimensiones como clave. Los factores que determinan estas dimensiones se ciñen a la situación económico laboral de los ciudadanos, a las relaciones sociales con especial importancia en el lugar de residencia y a los condicionantes medioambientales del entorno.</p>
<p>La relación entre situación económica y calidad de vida es un hecho. Los países con PIB más alto que recogen datos en el informe anual de Naciones Unidas ascienden a <a href="https://worldhappiness.report/">los primeros puestos del ranking de felicidad</a>, año tras año. Esto es, existe una relación positiva entre economía, incluido el mercado de trabajo, relaciones laborales y la accesibilidad a servicios, con calidad de vida. Esta situación también sucede internamente en España, siendo las rentas más altas más felices que las bajas, con más de 12 puntos porcentuales de diferencia en 2022.</p>
<p>El segundo perfil de sostenibilidad, el social, es factor clave del estado del bienestar en el que Europa es líder mundial. El desarrollo social tiende a satisfacer todas las necesidades de las personas, lo que conduce a su satisfacción. Seguridad, confianza en sus relaciones de proximidad o vecindad, gobernanza, estado del bienestar, integración, incluso multiculturalidad social, influyen positivamente en la calidad de vida, por lo tanto, en la felicidad. <a href="https://doi.org/10.1108/F-04-2020-0042">Todos los elementos de la infraestructura social son pues fundamentales</a>.</p>
<p>El tercer pilar relativo a los aspectos medioambientales muestra una clara relación con el bienestar de las personas, tanto de manera positiva como negativa. La reducción de la degradación medioambiental, como la contaminación del aire y el agua, el aumento al acceso a los recursos naturales, como parques y espacios verdes, los servicios de reciclaje, la reducción del ruido… contribuyen positivamente en el bienestar ciudadano. Por contra, <a href="https://doi.org/10.1080/13549839.2022.2119379">inadecuadas políticas hacia el entorno están asociadas con resultados adversos para la salud</a>: problemas respiratorios, cardiovasculares, psíquicos… Este pilar, el más novedoso, está siendo activado como estrategia de lucha contra la despoblación, a través de una imagen superior de calidad de vida “verde” en las áreas rurales <em>versus</em> las urbanas, también en España.</p>
<p>En resumen, son las variables de estas dimensiones, de acuerdo con la jerarquía en importancia según fueron enumeradas y presentadas en la figura, las que constituyen los factores sociales clave, en el modelo actual, para determinar la felicidad ciudadana.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/515747/original/file-20230316-26-oh3wlb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/515747/original/file-20230316-26-oh3wlb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/515747/original/file-20230316-26-oh3wlb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/515747/original/file-20230316-26-oh3wlb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/515747/original/file-20230316-26-oh3wlb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/515747/original/file-20230316-26-oh3wlb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/515747/original/file-20230316-26-oh3wlb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Nube de variables clave en el paradigma de calidad de vida actual.</span>
<span class="attribution"><span class="source">OICV UCLM, 2022</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Vulnerabilidad en calidad de vida según edad, sexo, población y renta</h2>
<p>Interesa ahondar en las diferencias del paradigma en cuanto a las principales clasificaciones sociales que las pueden determinar. El género, la edad, el ámbito residencial urbano o rural y la renta fijan los diferentes perfiles de vulnerabilidad.</p>
<p>La edad resulta claramente el factor más diferenciador. Los jóvenes menores de 30 años son muy sensibles en la dimensión económica, pero también son más críticos en su apreciación medioambiental y social. Por tanto, su vulnerabilidad se centra en mejoras en cuestiones individuales y sociales, tanto en su situación laboral, relaciones, cambio social, gorbernanza y calidad medioambiental. Los mayores de 70 años, seguidos de los <em>boomers</em>, cuentan con las mejores valoraciones del modelo y sus efectos positivos en calidad de vida.</p>
<p>El género en este paradigma conduce a la vulnerabilidad fundamentalmente económica de la mujer, tanto por cuestiones laborales como de dependencia económica que las hacen más críticas con la accesibilidad a servicios, el transporte y gobernanza. </p>
<p>En el enfrentamiento del medio rural <em>versus</em> urbano en la oferta residencial para el logro de calidad de vida se muestran diferencias significativas, pero en sentido contrario. Mientras las variables determinantes de la sostenibilidad medioambiental y social fluyen claramente a favor del medio rural, las variables de tipo económico y de accesibilidad a servicios basculan hacia las áreas urbanas.</p>
<p>Por último, la vulnerabilidad asociada a rentas en nuestra sociedad es un hecho probado. Las dos dimensiones diferenciadoras en este caso son fundamentalmente la económica y la social. El entorno y su cuidado cuenta con menor diferenciación en renta, siendo en este caso más crítico el grupo con rentas más bajas al residir en espacios más desfavorecidos.</p>
<h2>Perfiles sociales</h2>
<p>A modo de conclusión, presentamos los perfiles sociales tipo que encontramos más distanciados en la sociedad española. En el eje inferior del modelo tenemos al joven, de género femenino, baja renta, que vive en área rural de baja accesibilidad. En el eje superior tenemos al <em>boomer</em>, varón, de renta alta que reside en zona urbana residencial.</p>
<p>Por último, dos cuestiones (una sociológica y otra cuantitativa) y una reflexión. </p>
<p>La primera es que aún contemplando esta visión de calidad de vida ciudadana quedan fuera del modelo las circunstancias personales del individuo y el factor clave social que sigue siendo la entidad familiar. </p>
<p>La segunda es que las reflexiones plasmadas en el artículo son fruto del análisis de casi 5 000 respuestas proporcionadas por ciudadanas y ciudadanos españoles en tres años desde 2020. </p>
<p>La reflexión: la felicidad social que nos proponen como ciudadanos continúa siendo heterogénea, pero lo peor es que es más cruel con quien mañana debe asegurar el modelo, por lo que su equilibrio pende de demasiados hilos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/201627/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La felicidad de los ciudadanos cada vez está más condicionada por el equilibrio entre las dimensiones de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental.Víctor Raúl López Ruiz, Catedrático de Universidad en Economía Aplicada (Econometría), Universidad de Castilla-La ManchaDomingo Nevado Peña, Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, Universidad de Castilla-La ManchaJosé Luis Alfaro Navarro, Catedrático de Universidad en Economía Aplicada (Estadística), Universidad de Castilla-La ManchaNuria Huete Alcocer, Profesora Ayudante Doctora, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2001902023-03-05T19:11:22Z2023-03-05T19:11:22ZDe la dominación a la interacción con otros seres vivos: una nueva forma de imaginar la ecología<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/513132/original/file-20230302-16-pl5hi5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=727%2C772%2C5263%2C3215&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Encuentros interespecie (jabalí-humano) en la periferia de Barcelona.</span> <span class="attribution"><span class="source">Aníbal G. Arregui</span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>La antropología es la ciencia del <em>anthropos</em> (el ser humano), pero también estudia las formas en que diversas culturas se relacionan con los no humanos: animales, plantas, hongos, etc. Algunas de esas formas de relación entre especies nos invitan a imaginar la ecología de una manera diferente a la que predomina en la sociedad occidental.</p>
<p>Ejemplos alternativos pueden encontrarse en nuestra reciente publicación <a href="https://www.nolaeditores.com/libro/vitalidades_142212/"><em>Vitalidades: etnografías en los límites de lo humano</em></a>. Si bien en Occidente concebimos a otros organismos como seres-objeto a los que <em>dominar</em>, en este libro ilustramos cómo otras culturas (o sectores no convencionales de nuestra sociedad) conciben a los individuos de otras especies como sujetos con quienes <em>interactuar</em>.</p>
<p>Cuando se pasa de la idea de dominación a la de interacción no solo cambia la manera de entender las relaciones entre especies, sino también la ecología.</p>
<h2>La singularidad de los “no humanos”</h2>
<p>Una de las cosas que observamos es que, en muchos contextos, los no humanos no son representantes de una especie a la que dominar, sino organismos singulares que dan pie a relaciones (es decir, a sociedades y ecologías) también singulares.</p>
<p>Por ejemplo, uno de los casos que recogemos en nuestro libro es el del campesinado purhépecha (México) y sus cultivos de maíz. Las autoras de <a href="https://www.nolaeditores.com/p/3582_enredos-vitales-maices-y-personas-en-el-mexico-indigena/">este capítulo</a> explican que, mientras el maíz transgénico (ya presente en la región) es un mero producto industrial, las purhépechas perciben a su <em>maicito</em> tradicional como algo más que una planta: es una compañera vital a la que escuchar y cuidar, ya que tiene su propia subjetividad, intenciones y caprichos.</p>
<p>Otro ejemplo es el de los jabalíes urbanos. En este caso, los animales salvajes, con todo el peligro que comportan, son integrados en la vida diaria de los barrios de la periferia de Barcelona. Así, muchos jabalíes son reconocidos individualmente, como sujetos, y algunos hasta reciben <a href="https://www.academia.edu/93391207/REENCONTRANDO_AL_PRINCIPITO_DE_SINTON%C3%8DAS_CORPORALES_Y_ECOLOG%C3%8DAS_INFRA_ESPECIE">nombre propio</a>. Como consecuencia, se produce una transformación de la propia ecología urbana.</p>
<p>En <em>Vitalidades</em> mostramos que no es necesario desplazarse a contextos exóticos para encontrar formas alternativas de relación entre especies. Algunas de estas formas nos obligan a pausar la idea de la dominación de una naturaleza-objeto para, en su lugar, reimaginar la ecología desde el paradigma de la interacción entre organismos-sujeto.</p>
<h2>El Antropoceno no lo hicimos entre todos</h2>
<p>Si bien es importante atender las particularidades de los animales o las plantas, la singularidad de los propios humanos es también un aspecto crucial para entender la ecología. En este punto, la antropología puede desempeñar un papel central en algunos debates científicos del presente.</p>
<p>En las últimas décadas, desde geólogos a climatólogos, pasando por todo género de científicos sociales, hablan del <a href="https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2017000200040">Antropoceno</a>. El Antropoceno vendría a definir una época en la que el impacto del ser humano en el planeta es mayor al del resto de fuerzas de la naturaleza en su conjunto.</p>
<p>La narrativa del <a href="https://theconversation.com/es/topics/antropoceno-71062">Antropoceno</a> reconoce que la ecología es un producto antropogénico, es decir, algo que los humanos hacemos. Sin embargo, esa narrativa niega la singularidad de los diversos grupos humanos. Dicho de otra manera: es completamente erróneo atribuir esta nueva era y sus consecuencias (como la crisis climática) al <em>anthropos</em> en su conjunto. Es decir, al <em>Homo sapiens</em> como especie.</p>
<p>En efecto, esta situación la hemos creado solo aquellos <em>sapiens</em> que vivimos en las zonas prósperas del <a href="https://www.goethe.de/prj/hum/es/dos/kos/21539326.html">capitalismo global</a>. Solo en este contexto se ha generado la deriva productiva y explotadora que apunta hacia un futuro ecológico bastante oscuro para muchos. </p>
<p>En varios capítulos de nuestro libro mostramos que si bien solo unos pocos somos responsables del Antropoceno, las consecuencias de la actual degradación ecológica ya se hacen notar a escala planetaria (y de hecho, las sufren más quienes no causaron el problema).</p>
<h2>Deshacer la supremacía del humano</h2>
<p>En el libro del <em>Génesis</em> (1:28), Dios dio una clara orden a los humanos: “Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra”.</p>
<p>Por suerte, hubo muchos que no le hicieron caso.</p>
<p>La antropología lleva mucho tiempo prestando atención a culturas (o sectores no convencionales de la sociedad occidental) que se desmarcan de la idea de que los humanos debemos dominar y subyugar a otras especies. La interacción es una alternativa a la dominación. Si bien la mera idea no va a resolver nuestros problemas, sí puede servir para empezar a imaginar ecologías diferentes, menos jerárquicas y, quizá, más razonables.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/200190/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Aníbal G. Arregui ha recibido fondos del European Research Council (ERC) y la Agencia de Gestió d'Ajuts d'Ajuts Universitaris (AGAUR) </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Juan Martin Dabezies trabaja en la Universidad de la República del Uruguay y recibe fondos adicionales para investigación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación del Uruguay</span></em></p>Tradicionalmente ha habido una relación de dominación entre humanos y otros seres vivos. Desde la antropología cabe imaginar formas de ecología menos jerárquicas y más razonables.Aníbal G. Arregui, Profesor de Antropología, Universitat de BarcelonaJuan Martin Dabezies, Profesor de Antropología Ambiental, Universidad de la República, UruguayLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1926682022-10-25T18:05:29Z2022-10-25T18:05:29ZQué es la ‘cultura oceánica’ y por qué hace falta enseñarla<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/491305/original/file-20221024-23-riwde4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=15%2C0%2C5135%2C3089&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El océano Atlántico desde las Islas Cíes (Pontevedra).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/view-cies-islands-spain-over-cliff-1748714513">Shutterstock / Carlos Penichet</a></span></figcaption></figure><p>La oceanógrafa y pionera de la exploración oceánica <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sylvia_Earle">Sylvia Earle</a> lleva luchando toda la vida para proteger el océano. </p>
<blockquote>
<p>“Los seres humanos tenemos la impresión de que el océano es tan inmenso, grande y resistente que no importa lo que le hagamos. Vaya locura. La ignorancia es nuestro mayor problema”. (Entrevista en <a href="https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/sylvia-earle-pionera-exploracion-submarina_14817"><em>National Geographic</em></a>, 2019). </p>
</blockquote>
<p>Conocer y entender la influencia que ejerce el océano sobre las personas y la influencia que ejercemos los seres humanos sobre el océano es clave para poder vivir y actuar de forma sostenible, y es la esencia de la cultura oceánica. </p>
<h2>¿Cómo se define la cultura oceánica?</h2>
<p>El origen de la Cultura Oceánica tuvo lugar en Estados Unidos, a principios de este siglo, cuando un grupo de profesionales de la oceanografía y de la educación <a href="https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000263062">repararon</a> en la escasa presencia de las ciencias marinas en el sistema educativo.</p>
<p>En 2002 se realizó la primera conferencia en línea para tratar esta problemática, titulada <em>Oceans for Life</em>, pero no fue hasta el año 2004 cuando se logró <a href="https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000263062">consensuar una definición</a> de la cultura oceánica y sus siete principios: </p>
<ol>
<li><p>La Tierra tiene un único gran océano con muchas características.</p></li>
<li><p>El océano y la vida que este alberga moldean las características de la Tierra.</p></li>
<li><p>El océano ejerce una gran influencia sobre las condiciones climáticas y meteorológicas.</p></li>
<li><p>El océano hace posible que la Tierra sea habitable.</p></li>
<li><p>El océano sustenta una gran diversidad de vida y de ecosistemas.</p></li>
<li><p>El océano y los seres humanos están intrínsecamente conectados.</p></li>
<li><p>La mayor parte del océano permanece inexplorado.</p></li>
</ol>
<h2>La sostenibilidad del océano</h2>
<p>Enseñar Cultura Oceánica significa desarrollar estos siete principios mediante actividades que impliquen no sólo concienciar al alumnado acerca del papel del océano y su relación con el cambio climático, la biodiversidad o la obtención de recursos, sino transformar sus conocimientos en comportamientos y acciones que promuevan la sostenibilidad del océano. </p>
<p>Los temas oceánicos pueden ser abordados de forma interdisciplinar en todas las materias, desde la ciencia hasta el arte, pasando por la historia, la literatura o la filosofía, y ahora tenemos una oportunidad única para hacerlo. </p>
<h2>Nuevo modelo de currículo</h2>
<p>El nuevo marco curricular trae como novedad la inclusión de los <a href="https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/">Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)</a>. El ODS14 hace referencia a “la vida submarina”. En concreto, a la importancia de conservar y emplear de manera sustentable los océanos, mares y recursos marinos. </p>
<p>Además, estamos inmersos en la denominada <a href="https://www.oceandecade.org/"><em>Década de las Ciencias Océanicas para el desarrollo sostenible (2021-2030)</em></a>, declarada por las Naciones Unidas, cuya finalidad es concebir soluciones transformadoras basadas en la ciencia marina que permitan un desarrollo sostenible, conectar sociedad y océano, y fomentar la cultura oceánica.</p>
<h2>Iniciativas para la enseñanza</h2>
<p>Existen iniciativas interesantes por ejemplo en Portugal, para promover la cultura oceánica, como el pionero programa educativo <a href="https://escolaazul.pt/">Escola Azul</a>, que pueden servir de modelo para la incorporación de la cultura oceánica en los planes de estudio de otros países como España. </p>
<p>También se está haciendo un gran esfuerzo desde los centros de investigación con programas de divulgación científica, como el proyecto <em>Ocean Night</em>. Este proyecto <a href="https://digital.csic.es/handle/10261/552">desarrolla recursos educativos</a> como unidades didácticas, cómics o pósteres que pueden servir de apoyo al docente para introducir la cultura oceánica en diferentes asignaturas.</p>
<h2>Un único océano</h2>
<p>Los participantes en el proyecto también diseñamos metodologías y herramientas para medir la apropiación social de los estudiantes; es decir, el conocimiento que tienen sobre la cultura oceánica, cuánto se identifican con él y cómo lo aplican.</p>
<p>Con el objetivo de explorar el nivel de cultura oceánica del alumnado de secundaria, realizamos un primer estudio de aula en el que participaron 22 estudiantes de un centro público del interior de Galicia.</p>
<p>El trabajo mostró que la mayor parte del alumnado participante tenía dificultades para entender el primer principio de Cultura Oceánica: que el planeta Tierra tiene un único océano con distintas características.</p>
<h2>Cambio de paradigma</h2>
<p>Todas las masas de agua del océano, como las del Pacífico y del Atlántico en los hemisferios norte y sur, las del Índico, del Antártico y del Ártico están interconectadas gracias a las corrientes oceánicas. </p>
<p>Identificar el océano como una única masa de agua implica entender que el impacto de nuestras acciones en un lugar tendrá consecuencias globales. Supone un cambio de paradigma a la hora de enseñar cuestiones oceánicas como la contaminación, el calentamiento o la acidificación. </p>
<p>Este cambio de paradigma, apoyado por campañas como <a href="https://www.oceanprotect.org/2019/10/17/drop-the-s/"><em>DroptheS</em></a>, requiere invertir esfuerzos en promover la cultura oceánica.</p>
<p>Así, en estos centros de Galicia, propuestas de enseñanza como <a href="https://thrivu.grupo-sm.com/s/proyecto-educativo/a3D7U0000016tjaUAA/vida-microsc%C3%B3pica-marina-actividades-para-entender-y-proteger-el-mar?language=es"><em>Vida microscópica marina. Actividades para proteger y entender el mar</em></a>, enmarcadas en el nuevo modelo de currículo, pretenden fomentar esta visión y acercarse a la diversidad marina con ejemplos de problemáticas que nos afectan, como las proliferaciones de microalgas, conocidas vulgarmente como “mareas rojas”. </p>
<p>Enseñar cultura oceánica es enseñar a pensar en el “océano” de forma global y sustentable, para poder actuar de forma responsable. No perdamos la oportunidad. </p>
<hr>
<p><em>Este artículo está basado en el Trabajo de Fin de Máster de Sandra Carreiras, graduada en Biología y estudiante en Ciencias de la Educación; y se ha escrito con la colaboración de Noa Ageitos, profesora de Ciencias en Educación Secundaria y miembro del equipo de investigación RODA, Universidade de Santiago de Compostela.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/192668/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Blanca Puig es investigadora principal en la Universidad de Santiago de Compostela del proyecto ESPIGA del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Generación de Conocimiento 2018, código PGC2018-096581-B-C22, para el desarrollo pensamiento crítico mediante prácticas científicas en contextos relacionados con los desafíos de la era de la Post-verdad. También coordina el proyecto Europeo Erasmus + “Progression and Pedagogy of Design: Contextualizing Design based Pedagogy in Teacher Education Programs (P2D)” (2020-PI145). Ref.2020-1-TR01-KA203-094180, de investigación basada en el diseño STEM para el fomento del pensamiento crítico.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Gabriela Ojeda-Romano ha sido contratada por el Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC con fondos recibidos de la convocatoria CONTRATACION DE PERSONAL TÉCNICO DE APOYO A LA I+D+I AÑO 2018 (ID Project: 206597), dentro del PROGRAMA ESTATAL DE PROMOCION DEL TALENTO Y SU EMPLEABILIDAD EN I+D+I del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2017-2020.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>José Pintado Valverde es investigador principal en el IIM-CSIC del proyecto Ocean Night, financiado por el Programa de Investigación e Innovación Horizonte Europa, Acciones Marie Skłodowska-Curie, de la Unión Europea (HORIZON-MSCA-2022-CITIZENS-O1, Ref.101061165 OCEAN NIGHT). También ha recibido fondos de la Fundación General CSIC, a través de la convocatoria Cuenta la Ciencia 2021 (Ref. FGCCLC-2021-0034), para la realización de material educativo al que se hace referencia en el artículo.</span></em></p>Conocer y entender la influencia mutua entre humanos y océano es clave para poder vivir y actuar de forma sostenible, y es la esencia de la cultura oceánica.Blanca Puig, Profesora Titular de Universidade. Didáctica das Ciencias Experimentais, Universidade de Santiago de CompostelaGabriela Ojeda-Romano, Responsable de la Unidad de Cultura Científica del IIM-CSIC, Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC)José Pintado Valverde, Científico Titular y Vicedirector de Cultura Científica del IIM-CSIC, Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1864032022-08-09T17:53:39Z2022-08-09T17:53:39ZDime de dónde eres y te diré qué especies conoces<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/477437/original/file-20220803-16-3nc8hi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C46%2C6240%2C4091&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/happy-children-having-fun-farm-ranch-1891692028">Jovica Varga / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El contexto global actual está lleno de retos. Entre ellos, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son dos de los más relevantes. Sobre el primero nos hablan los medios de comunicación de modo insistente. </p>
<p>Por ejemplo, en junio de 2022 <a href="https://gml.noaa.gov/ccgg/trends/">rozamos el límite de los 421 ppm</a> (medida de concentración empleada para indicar la presencia de elementos en muy pequeña cantidad) de CO₂ y hay un amplio consenso a la hora de interpretar consecuencias graves tales como <a href="https://theconversation.com/son-las-olas-de-calor-cada-vez-mas-intensas-187151">olas de calor</a>, <a href="https://theconversation.com/es/topics/incendios-62129">incendios</a> o inundaciones ya presentes. </p>
<p>En cambio, sobre la <a href="https://theconversation.com/testigos-miopes-de-la-crisis-de-biodiversidad-176954">pérdida de biodiversidad</a> son solo noticia las especies más icónicas, pero, desgraciadamente, este concepto y las consecuencias de su pérdida no son tan conocidas.</p>
<h2>Biodiversidad: un concepto complejo</h2>
<p>Junto a animales y plantas, la biodiversidad se define como el conjunto de seres vivos en todas sus formas y en todas sus interacciones incluidos hongos, protozoos, virus y bacterias. Pero se trata de algo más complejo, dado que, junto a la diversidad de especies, este concepto también comprende la diversidad genética (intra e interespecífica) y la diversidad de ecosistemas. </p>
<p>Y de la biodiversidad obtenemos alimentos, medicamentos, recursos y energía además de otra serie de <a href="https://theconversation.com/es/topics/servicios-ecosistemicos-90113">servicios impagables</a>: la regulación del clima, la depuración de agua, el control de la erosión o la polinización entre muchos otros.</p>
<h2>El papel de la educación</h2>
<p>Sin duda, para hacer frente a este reto la educación es una herramienta con un enorme potencial. De ahí que durante los últimos años se hayan redoblado esfuerzos para determinar cómo enseñar mejor en el ámbito de la educación para la biodiversidad.</p>
<p>Un modo de evaluar el conocimiento sobre la naturaleza que tienen los jóvenes es determinar qué especies conocen. Esto permite hacer un listado de especies y los factores que más determinan su mención: los intereses hacia la naturaleza, el lugar de residencia, el tipo de centro educativo, la renta per cápita, las preferencias por animales o vegetales, etc.</p>
<h2>Más animales que vegetales</h2>
<p>Investigadores e investigadoras de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea y de la Sociedad de Ciencias Aranzadi <a href="https://www.tandfonline.com/eprint/5T2IXNMVKHN7E6NBRT7G/full?target=10.1080/13504622.2022.2086689">hemos analizado el conocimiento sobre especies</a> de fauna y flora de 1 000 jóvenes de entre 12 y 13 años del País Vasco.</p>
<p>Les hemos pedido que listen espontáneamente las especies silvestres que tienen en mente (10 animales y 10 vegetales) para así obtener el repertorio mental.</p>
<p>Los resultados muestran que el alumnado piensa en especies animales con más facilidad que en las vegetales: la mayoría (más del 80 %) son capaces de nombrar sin problemas 10 especies animales, mientras que tan solo el 7 % es capaz de completar ese listado de 10 vegetales. </p>
<h2>Vivir de espaldas a las plantas</h2>
<p>Este hecho es síntoma de un fenómeno descrito hace dos décadas: la <a href="https://plantsocieties.cnps.org/index.php/about-main/plant-blindness">ceguera hacia las plantas</a>, que nos impide ver, conocer y reconocer el papel que los vegetales desempeñan en el mantenimiento de la vida. En este sentido urge quitarnos cuanto antes la venda de los ojos y dejar de vivir de espaldas al mundo vegetal y valorar su trascendencia como sustento fundamental de la vida en el planeta.</p>
<p>Las especies más citadas por el alumnado han sido el león, el tigre, el lobo, el jabalí y el oso. Muchas de estas especies son carismáticas, especialmente los mamíferos de mayor tamaño. Sin embargo, los invertebrados y los anfibios apenas aparecen en sus listados, a pesar de que los primeros representan el grupo faunístico más abundante y diverso a nivel planetario y los segundos poseen el mayor rango de amenaza a nivel mundial.</p>
<h2>La importancia del lugar de residencia</h2>
<p>Al analizar qué factor posee una mayor influencia sobre estos resultados, hemos determinado que el tamaño del municipio es el más decisivo. A mayor entidad, menor capacidad. Así, el alumnado de ciudades más grandes menciona más animales exóticos, mientras que los de municipios menos poblados cita más autóctonos. </p>
<p>Estos resultados ponen de manifiesto la escasa conciencia frente a las especies autóctonas, de ahí que hayamos propuesto el término <em>disparidad de percepción de las especies nativas</em> para reflejar que los adolescentes apenas conocen las especies locales. Y ese es un problema grave porque, entre otros factores, las especies invasoras son un elemento que provoca la pérdida de la biodiversidad local.</p>
<h2>Un frenazo en el conocimiento de la naturaleza</h2>
<p>Los resultados de la investigación muestran que para hacer frente a los escenarios actuales y futuros se han de desarrollar nuevas herramientas y contextos de enseñanza y aprendizaje sobre la biodiversidad local. Y el papel de la educación es clave en este camino. </p>
<p>Se ha <a href="https://doi.org/10.1002/fee.1225">comprobado</a> en numerosos países que la transmisión del conocimiento del medio natural en las sociedades urbanizadas ha registrado un frenazo durante las últimas décadas y que, a día de hoy, el contacto con la naturaleza se realiza a través del tiempo libre. Sin embargo, a menudo, la naturaleza en el tiempo libre no es más que un mero escenario.</p>
<p>En consecuencia, es perentorio, tanto en la educación formal como en la no reglada, que además de disfrutar de la naturaleza, empleemos el medio ambiente para formular hipótesis, realizar pequeñas investigaciones y, en definitiva, para fomentar la indagación y crear contextos que sirvan para conocer mejor el entorno natural que nos rodea.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/186403/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los jóvenes conocen muy pocas especies vegetales y apenas las más icónicas de las animales. Cuanto más grande es su lugar de residencia, menos conocimiento tienen sobre la flora y fauna autóctonas.Jose Ramon Díez López, Profesor de Didáctica de Ciencias Experimentales, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaAritz Ruiz, Profesor e Investigador de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaIñaki Sanz-Azkue, Biólogo herpetólogo especializado en educación medioambiental, Sociedad de Ciencias AranzadiOihana Barrutia Sarasua, Profesora e Investogadora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1844862022-06-12T18:32:54Z2022-06-12T18:32:54ZFlexivegetarianismo: la dieta para consumir carne y pescado una vez al mes<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/467553/original/file-20220607-12-qny9mi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=17%2C86%2C3483%2C1828&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/assortment-healthy-food-clean-eating-flexitarian-2149645061">Shutterstock / Antonina Vlasova</a></span></figcaption></figure><p>¿Flexicalifragilísticoespialidoso? No, flexitarianismo o flexivegetarianismo.</p>
<p>La dieta flexitariana es una modalidad extendida en los últimos años. A diferencia de las dietas ovolactovegetarianas o veganas, no excluye ningún grupo alimentario, pero sí reduce su consumo a una forma ocasional, entendiendo lo de ocasional como una o dos veces al mes. Así pues, estas personas siguen una dieta de origen mayoritariamente vegetal, pero en ocasiones consumen carnes o pescados. </p>
<p>Esta tendencia alimentaria se encuentra en un punto intermedio entre las dietas omnívoras y las vegetarianas. Es más, si las personas con dieta omnívora siguieran las recomendaciones de consumo de los diferentes grupos de alimentos, estarían cerca de ser flexitarianos.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/467458/original/file-20220607-15946-jsqu0a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/467458/original/file-20220607-15946-jsqu0a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/467458/original/file-20220607-15946-jsqu0a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/467458/original/file-20220607-15946-jsqu0a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/467458/original/file-20220607-15946-jsqu0a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/467458/original/file-20220607-15946-jsqu0a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/467458/original/file-20220607-15946-jsqu0a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">El plato para comer saludable que representa las recomendaciones de consumo de los diferentes grupos de alimentos incluye un porcentaje bastante pequeño de proteínas de origen animal.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Harvard Medical School</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La salud y el medio ambiente salen ganando</h2>
<p>Las motivaciones para seguir este tipo de dieta son muy variadas, al igual que ocurre con las vegetarianas. Pero lo que parece indiscutible es que ofrece una doble ventaja, tanto para la salud de la persona como para el medioambiente.</p>
<p>Por una parte, en lo que respecta a la <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26514947/">salud</a>, consumir de forma ocasional productos como la carne roja y ultraprocesada implica reducir el consumo de grasas saturadas de la dieta. Eso conlleva tener niveles más bajos de colesterol y, por tanto, menos eventos cardiovasculares adversos. </p>
<p>Paralelamente, con dietas que excluyen o limitan la carne también <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7525113/">se reduce la hipertensión y el índice de masa corporal</a>, a la vez que <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26514947/">disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon</a>. </p>
<p>Por otra parte, este hecho implica una menor producción ganadera, que se traduce en una disminución de los gases de efecto invernadero que tienen en jaque a nuestro planeta.</p>
<p>No hay que olvidar que la producción de alimentos no saludables y no sostenibles pone en riesgo global a las personas y al planeta. Cerca de mil millones de personas en el mundo tienen una alimentación insuficiente, pero muchas más son las que consumen una dieta no saludable, contribuyendo al incremento de número de muertes y la morbilidad.</p>
<p>Es más, <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(18)31788-4/fulltext">la producción alimentaria mundial es la actividad que ejerce la mayor presión humana sobre la Tierra</a>, amenazando los ecosistemas locales y la estabilidad de todo el sistema terrestre. La estimación de crecimiento para el 2050 es cercana a los diez mil millones de personas, lo cual exacerbará estas condiciones.</p>
<h2>La ganadería intensiva es un problema serio</h2>
<p>Diferentes estrategias están en marcha para reducir el impacto medioambiental que supone la vida humana: reciclamos, reutilizamos, usamos energías renovables, pero se da poca importancia a la ganadería intensiva, siendo una de las mayores causantes de los gases de efecto invernadero que provocan daño medioambiental. </p>
<p>Sin ir más lejos, la <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25374332/">producción de 1 kilo de carne de res</a> requiere 52 m² de tierra, 20,2 m³ de agua, 360 gramos de fertilizante y 17,2 gramos de pesticida. Sin embargo, la producción de la misma cantidad de frijol requiere 3,8 m² de tierra, 2,5 m³ de agua, 39 gramos de fertilizante y 2,2 gramos de pesticida, es decir, se necesitan entre 8 y 14 veces más recursos para producir carne de res. </p>
<p>Las diferencias en el uso de los recursos se observan no solo en el peso de los alimentos, sino también en su contenido proteico. Comparando 1 kilo de proteína de carne de res y otro de frijoles, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25374332/">la proteína de carne de res requiere 18, 10, 12 y 10 veces más tierra, agua, fertilizantes y pesticidas</a>.</p>
<p>Nadie discute que la gestión alimentaria de la población mundial es compleja, y que no todo el mundo tiene por qué seguir una dieta vegetariana. Pero una cosa está clara: reducir el desperdicio alimentario, así como el consumo de carnes, puede ayudar a disminuir el impacto medioambiental y ganar años de vida para aquellas personas que decidan apostar por su salud y la del planeta.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/184486/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sonia Martínez Andreu no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>A diferencia de las dietas ovolactovegetarianas o veganas, la dieta flexitariana no excluye ningún grupo alimentario. Pero sí reduce el consumo de pescado o carne a 1 ó 2 veces al mes. ¿A quién beneficia?Sonia Martínez Andreu, Profesora Contratada Doctora del Departamento de Enfermería y Fisioterapia. Directora del Experto Universitario en Vegetarianismo y Planificación dietética en alimentación vegetariana, Universitat de les Illes BalearsLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1763872022-03-14T19:01:44Z2022-03-14T19:01:44ZLos nuevos riesgos laborales de los empleos verdes<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/448074/original/file-20220223-27-3ygasd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C5%2C3988%2C2239&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/inspection-engineers-standing-on-top-wind-1914280714">Shutterstock / Pand P Studio</a></span></figcaption></figure><p>Si tuviéramos que elegir un término que defina ahora el mundo de las organizaciones empresariales, ese sería <em>sostenibilidad</em>. El <em>empleo verde</em>, motor de transición hacia una economía sostenible y núcleo central de los <a href="https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/">objetivos de desarrollo sostenible</a> (ODS), está llamado a ser una de las modalidades laborales que crezcan con más fuerza durante los próximos años. </p>
<p>Al mismo tiempo, la irrupción de nuevos puestos de trabajo asociados a este tipo de empleo trae consigo, irremediablemente, grandes retos en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo.</p>
<h2>Empleo verde y riesgos emergentes</h2>
<p>Para la <a href="https://www.ilo.org/global/topics/green-jobs/news/WCMS_325253/lang--es/index.htm">Organización Internacional del Trabajo</a> son <em>empleo verde</em> aquellos puestos de trabajo que contribuyen a la conservación, restauración y mejora de la calidad del medio ambiente en cualquier sector económico. Hoy por hoy, hay <em>empleo verde</em> en los sectores de la energía (energías renovables), de la construcción (rehabilitación de edificios y eficiencia energética) y del transporte (vehículos eléctricos), entre otros.</p>
<p>Con su surgimiento se ha producido una transformación del entorno laboral asociada, principalmente, a la aparición e incorporación de nuevas tecnologías, materiales, prácticas y métodos de trabajo. Esto hace prever <a href="https://archivosdeprevencion.eu/view_document.php?tpd=2&i=5054">riesgos laborales nuevos y emergentes</a>, que harán necesario emprender acciones de análisis y vigilancia preventiva para su adecuada gestión.</p>
<p>Así, los responsables de seguridad y salud dentro de las empresas deberán formarse suficientemente para poder identificarlos, evaluarlos correctamente y plantear medidas preventivas específicas que los eliminen o reduzcan hasta niveles tolerables. </p>
<p>Un reciente trabajo, la <a href="https://www.aspaprevencion.com/estudio-final-analisis-de-los-riesgos-emergentes-en-el-empleo-verde-una-guia-practica/"><em>Guía práctica: análisis de los riesgos emergentes en el empleo verde</em></a> examina la incidencia de estos riesgos en los distintos sectores económicos implicados. Bajo este marco de referencia, exponemos algunos ejemplos de las situaciones de peligro que enfrentan los trabajadores de los sectores con mayor porcentaje de empleos verdes.</p>
<p><strong>Energía</strong></p>
<p>Dentro de este amplio sector, ponemos atención sobre aquellos trabajos que se realizan en el campo de la energía solar y eólica y que desde hace ya varios años están generando empleo en todo el mundo.</p>
<p>Si nos centramos en las instalaciones de paneles solares, destaca el riesgo que implican las <a href="https://osha.europa.eu/en/publications/e-fact-69-hazard-identification-checklist-osh-risks-associated-small-scale-solar-energy">altas tensiones eléctricas</a> (de hasta 600 voltios), que pueden causar electrocución, quemaduras y caídas (por contacto eléctrico). A ello se añade que el sistema fotovoltaico debe mantenerse encendido y no puede apagarse para hacer labores de mantenimiento. </p>
<p>También existe el riesgo de exposición al <a href="https://osha.europa.eu/en/publications/e-fact-69-hazard-identification-checklist-osh-risks-associated-small-scale-solar-energy">gas silano (SiH₄)</a> en la fabricación de células fotovoltaicas. Este gas es de baja toxicidad pero altamente inflamable y explosivo.</p>
<p>El <a href="https://osha.europa.eu/es/publications/e-fact-79-occupational-safety-and-health-wind-energy-sector">montaje de instalaciones eólicas</a> conlleva riesgos de caídas desde gran altura, así como los derivados del transporte, tanto por tierra, como por mar, de los enormes componentes que conforman una turbina. Su fabricación expone a los trabajadores a vapores nocivos derivados del uso de resinas y disolventes.</p>
<p><strong>Construcción</strong></p>
<p>En el sector de la construcción resaltamos las <a href="https://osha.europa.eu/en/publications/e-fact-70-occupational-safety-and-health-issues-associated-green-building">viviendas ecológicas</a>. En su construcción suelen utilizarse materiales más aislantes pero también más pesados (lo que puede provocar lesiones en su manipulación) y con menor capacidad de ventilación (lo que aumenta el riesgo de inhalación de productos tóxicos). La instalación de claraboyas horizontales para el aprovechamiento de la luz natural puede suponer riesgos de caída desde distintas alturas.</p>
<p>Uno de los nuevos materiales de construcción es el papel reciclado triturado, que sirve de aislamiento. Su uso puede generar riesgos químicos pues habitualmente se impregna con un <a href="https://www.ilo.org/dyn/icsc/showcard.display?p_lang=es&p_card_id=0991&p_version=2">8 % de ácido bórico</a>, una sustancia que puede afectar a la salud reproductiva y también puede generar alergias.</p>
<p><strong>Transporte</strong></p>
<p>Un factor clave para la <a href="https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_745139/lang--es/index.htm">transformación del sector del transporte</a> es la promoción de la sostenibilidad a través de la expansión del transporte público, la automatización, la movilidad compartida, el uso de drones o la electrificación del transporte privado de pasajeros y mercancías.</p>
<p>La descarbonización del transporte incluye actividades como el mantenimiento y carga de vehículos eléctricos, en las que se trabaja con magnitudes de tensión muy elevadas que pueden incrementar los riesgos eléctricos, de incendio y de explosión. Además, las baterías de ion-litio son muy propensas a estallar por sobrecalentamiento o por el uso de voltajes incorrectos.</p>
<p>Al mismo tiempo, el uso, transporte y manipulación de nuevos combustibles o productos puede acarrear un aumento del riesgo químico debido a la poca información que se tiene actualmente sobre sus posibles efectos.</p>
<h2>Mejor sostenible y seguro</h2>
<p>En síntesis, la incorporación de los <em>empleos verdes</em> al mercado laboral es una realidad impulsada por el firme compromiso a nivel mundial para la transición hacia una economía que asegure un futuro sostenible y ecológico. </p>
<p>Estas nuevas ocupaciones, en distintas actividades y en sectores heterogéneos, expone a los trabajadores a riesgos nuevos y emergentes. Por eso es fundamental incorporar estrategias de salud y seguridad laboral desde la fases más tempranas de desarrollo de actividades relacionadas con el empleo verde. Anticiparse a los riesgos contribuirá a controlarlos y, por tanto, a proteger a los trabajadores.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/176387/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Cada vez surgen más empleos verdes con la vista puesta en la sostenibilidad. El fin es bueno: se busca el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medioambiente y bienestar social, pero implican nuevos y emergentes riesgos laborales para los trabajadores.Fermín Torrano, Director del Máster Universitario en Prevención de Riesgos Laborales, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Eva González-Menéndez, Profesora e Investigadora en la UNIR en el área de prevención de riesgos laborales y los sistemas de gestión. , UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Francisco Javier Olivar de Julián, Doctor en Comunicación. Profesor Universitario Máster SIG y Máster PRL., UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Natalia Orviz Martínez, Profesora Máster Prevención de Riesgos Laborales, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Tatiana Cuervo Carabel, Profesora Máster en Prevención de Riesgos Laborales, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1752622022-02-15T19:29:34Z2022-02-15T19:29:34Z¿Cuándo tendremos mascarillas más sostenibles?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/446309/original/file-20220214-23-1qtyqqk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C16%2C5580%2C3781&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/coronavirus-pandemic-antiviral-medical-mask-protection-1629339433">Shutterstock / ToKa74</a></span></figcaption></figure><p>Las infecciones microbianas provocadas por bacterias, hongos, virus y otros patógenos han estado siempre presentes a lo largo de la historia de la humanidad. </p>
<p>En este escenario, ya se ha desarrollado desde hace unos cien años una gran variedad de medicamentos (como antibióticos u otros productos químicos). Pero todavía existen problemas importantes sin resolver que están amenazando a la salud humana. Por ejemplo, la <a href="https://theconversation.com/asi-descubrimos-como-muchas-bacterias-pueden-volverse-resistentes-a-los-antibioticos-167234">resistencia a los medicamentos</a> y nuevos patógenos emergentes.</p>
<p>La <a href="https://covid19.who.int/">pandemia actual</a> causada por el virus SARS-CoV-2 ha provocado un colapso de los sistemas de salud, impactos socioeconómicos sin precedentes y cambios significativos en todos los aspectos de la vida humana. Además, ha causado la muerte de casi seis millones de personas en todo el mundo. </p>
<h2>Los aerosoles de SARS-CoV-2</h2>
<p>Como otras enfermedades respiratorias, la principal fuente de infección por SARS-CoV-2 y sus variantes es la transmisión de microgotas. Estas se liberan cuando una persona infectada tose, estornuda, habla, canta o respira. </p>
<p>De esta manera, los virus pueden transmitirse de persona a persona a través de microgotas respiratorias dispersas en el aire (aerosol) o por vías de contacto directo e indirecto (fómites). </p>
<p>Los virus en estas gotículas pueden permanecer viables en el aire y en las superficies por períodos de tiempo prolongados. Pueden ir desde horas hasta días, dependiendo de la superficie del material donde se localicen.</p>
<p>Además, en función del tamaño de las gotas del aerosol procedente del aparato respiratorio, el rango de transporte puede ser más o menos amplio. Por ejemplo, las partículas más grandes (de más de 20 micras) tienen un alcance más corto (de menos de 1,5 metros). Esto sucede porque son demasiado pesadas para flotar en el aire y caen rápidamente sobre las superficies. </p>
<p>Sin embargo, cuando estas <a href="https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acsami.1c12227">partículas son muy finas</a> (menos de 10 micras), pueden transportarse a distancias mucho más lejanas (más de 1,5 metros e incluso más de seis metros) en forma de aerosol.</p>
<h2>Principal vía de protección: las mascarillas</h2>
<p>Durante la pandemia se han recomendado diferentes medidas para evitar contagios como el lavado de manos, el establecimiento de un distanciamiento social, los confinamientos, la cuarentena y las restricciones de viajes.</p>
<p>Pero hay otra medida que <a href="https://theconversation.com/la-evidencia-cientifica-demuestra-que-las-mascarillas-frenan-la-incidencia-de-covid-19-y-que-las-quirurgicas-son-la-mejor-opcion-168885">ha demostrado ser muy efectiva</a> en la prevención y control de infecciones y que todavía sigue instaurada: el uso de la mascarilla facial protectora. Esta protege a los trabajadores de la salud y a las personas que pueden estar expuestos al virus.</p>
<p>En los países donde la mascarilla ha sido obligatoria desde el principio de la pandemia, como China, Singapur y Corea del Sur, la propagación de covid-19 ha sido controlada de manera más eficaz. Esto se ha demostrado con <a href="https://doi.org/10.24875/RIC.20000196">datos epidemiológicos</a>. </p>
<p>Existe una gran diversidad de <a href="https://theconversation.com/manual-de-uso-de-las-mascarillas-lo-podemos-hacer-mejor-145462">tipos de mascarillas</a>. Encontramos higiénicas, quirúrgicas, FFP1, FFP2, KN95, N95, FFP3. Cada una tiene diferente porosidad, están fabricadas por diferentes métodos, tienen distintos materiales, distinto número de capas, etc.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/444399/original/file-20220203-19-p9ckup.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/444399/original/file-20220203-19-p9ckup.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/444399/original/file-20220203-19-p9ckup.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/444399/original/file-20220203-19-p9ckup.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/444399/original/file-20220203-19-p9ckup.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/444399/original/file-20220203-19-p9ckup.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/444399/original/file-20220203-19-p9ckup.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Figura 1. Tipos de mascarillas, métodos de fabricación, mascarillas convencionales y mascarillas capaces de inactivar microorganismos. Creado con Biorender. / Ángel Serrano.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Qué limitaciones tienen las mascarillas actuales?</h2>
<p>El mecanismo básico de una mascarilla convencional consiste en que las gotículas de aerosol que contienen virus se capturan en las estructuras porosas de la mascarilla. Estas actúan como barrera física y no permiten que se inhalen por el sistema respiratorio. </p>
<p>Sin embargo, presentan algunas limitaciones. Las mascarillas convencionales están fabricadas de materiales que no tienen capacidad antimicrobiana. Es decir, no son capaces de inactivar los microorganismos en cuanto estos entran en contacto con el tejido de la mascarilla. </p>
<p>Por lo tanto, el virus <a href="https://www.mdpi.com/2073-4360/13/2/207">permanece activo en ellas</a> (Figura 1) y la infección puede provocarse fácilmente si el usuario toca la mascarilla y luego un ojo o la boca, por ejemplo.</p>
<p>Además, el uso <a href="https://doi.org/10.1016/j.envres.2020.110294">masivo de mascarillas</a> está generando una fuente creciente de desechos que constituye uno de los nuevos problemas ambientales que afronta nuestra sociedad.</p>
<h2>Una nueva generación de mascarillas más sostenibles</h2>
<p>Tras la irrupción de la nueva variante ómicron se produjo un crecimiento exponencial de contagios. En este contexto, gobiernos de todo el mundo han hecho obligatorio el uso de mascarillas en lugares públicos. Todo ello, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).</p>
<p>En este escenario de uso <a href="https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acsami.1c12227">generalizado de la mascarilla</a>, investigadores de todo el mundo están trabajando para poder desarrollar nuevas mascarillas antimicrobianas. El objetivo es que sean autoesterilizables, reutilizables y capaces, además, de biodegradarse en un tiempo adecuado. Así proporcionarían una solución sostenible con el medio ambiente. </p>
<p>Los materiales o <a href="https://doi.org/10.3390/ijms23031162">recubrimientos antimicrobianos</a> funcionan como agentes biocidas que pueden eliminar e inhibir el crecimiento de microorganismos en las superficies. De esta manera, podrían prevenir la transmisión de patógenos.</p>
<p>Estos materiales y recubrimiento biocidas deben ser seguros y no producir efectos nocivos a los consumidores. Las tecnologías modernas, junto con los avances de la ciencia y la ingeniería de materiales, han conseguido aumentar la <a href="https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acsami.1c12227">efectividad de los materiales biocidas</a>.</p>
<p>En resumen, las mascarillas antimicrobianas de nueva generación serán herramientas importantes para prevenir infecciones virales y de otros microorganismos como las bacterias multirresistentes. Estas últimas, según la OMS, se estima que podrían producir mayor cantidad de fallecimientos que otras enfermedades como el cáncer en el año 2050 si no se toman medidas eficaces hasta entonces. </p>
<p>Estas mascarillas antimicrobianas proporcionan una protección superior al usuario y reducen la generación de residuos infecciosos. En el progreso hacia el desarrollo de estas mascarillas ha contribuido significativamente las nuevas tecnologías de materiales biocidas que se están implementando en una amplia gama de aplicaciones. Incluida la producción de otros equipamientos protectores como las pantallas faciales, gafas, guantes, ropa, etc. </p>
<p>Sin embargo, hay que reconocer que es necesario hacer un mayor esfuerzo para resolver los crecientes problemas ambientales producidos por la utilización masiva de mascarillas faciales no reutilizables.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/175262/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Andrés Bort es miembro de la UJI.
J.A. acknowledges Universitat Jaume I (project UJI-B2019-30), the Generalitat Valenciana (Project AICO/2020/329), and the Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (Spain) (project PGC2018094417-B-I00) for financially supporting this research.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Alba Cano Vicent Trabaja para Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Alberto Tuñón Molina Trabaja para Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>A.F.G acknowledges the Universitat Jaume I for the postdoctoral contract (POSDOC/2019/30) and Generalitat Valenciana for the exterior research grant (BEST/2021/048)</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Fundación Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (2020-231-006UCV). Profesor e Investigador Principal contratado por la Universidad Católica de Valencia .
El Ministerio de Ciencia e Innovación (PID2020-119333RB-I00/AEI/10.13039/501100011033)
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>FAPESP Grant Nos. 19/03722-3 and 19/25944-8</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Fundación Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (2020-231-006UCV)
El Ministerio de Ciencia e Innovación (PID2020-119333RB-I00/AEI/10.13039/501100011033)
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Camila Cristina de Foggi no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El uso masivo de mascarillas está generando una fuente de desechos que constituye uno de los mayores problemas ambientales que afronta nuestra sociedad.Juan Andrés Bort, Catedrático de Química-Física, Universitat Jaume IAlba Cano Vicent, Estudiante predoctoral y técnico de investigación, Universidad Católica de ValenciaAlberto Tuñón Molina, Estudiante predoctoral y técnico de investigación, Universidad Católica de ValenciaAmanda Gouveia, investigadora postdoctoral, Universitat Jaume IÁngel Serrano Aroca, Profesor de Biotecnología, Universidad Católica de ValenciaCamila Cristina de Foggi, Profesora adjunta, Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS)Ivo Mateus Pinatti, Post-doctorate in Science, University of São Paulo StateMiguel Martí Jiménez, Profesor de Microbiología, Universidad Católica de ValenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1725652021-12-15T19:06:16Z2021-12-15T19:06:16ZMicroplásticos en pingüinos antárticos, la basura silenciosa<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/436770/original/file-20211209-136652-1u162hm.JPG?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C3876%2C2578&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Colonia de pingüino papua en la peninsula Byers en isla Livingston. / Andrés Barbosa</span> <span class="attribution"><a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span></figcaption></figure><p>La presencia de materiales fabricados con plásticos forma parte nuestra vida cotidiana. Prácticamente no podemos mirar hacia ningún lado sin encontrar algún objeto fabricado con estos materiales. </p>
<p>Los plásticos definen una amplia gama de compuestos (por ejemplo, polietileno, poliéster, polipropileno). La mayoría están fabricados a partir de hidrocarburos que reúnen tres características fundamentales: alta resistencia y durabilidad, bajo coste y versatilidad. </p>
<p>Nadie pone en duda la utilidad de estos materiales y ni la facilitación que ha supuesto en diferentes ámbitos de nuestra vida, desde la medicina, el transporte o la conservación de materiales hasta el desarrollo de casi cualquier aparato tecnológico. </p>
<p>Esa importancia queda patente en el dato que muestra la magnitud del significado de los plásticos en la economía mundial: en el año 2018 el comercio del plástico en cualquiera de sus formas <a href="https://unctad.org/es/news/el-comercio-mundial-de-plasticos-es-un-40-mayor-de-lo-que-se-pensaba-segun-un-estudio">supuso un trillón de dólares</a>, lo que equivale a un 5 % del comercio de mercancías.</p>
<h2>Uso excesivo del plástico</h2>
<p>Sin embargo, el plástico, o más precisamente los residuos plásticos, constituyen hoy uno de los primero problemas medioambientales a los que nos enfrentamos. El uso de materiales de plástico se ha extendido hasta niveles insospechados. Su uso principal es el de los envases y hemos llegado a utilizarlos para envolver una sola pieza de fruta. </p>
<p>Por otra parte, el consumo masivo hace que su presencia llegue a niveles realmente desorbitantes. En el año 2019 la producción de plásticos alcanzó la cifra de 368 millones de toneladas. Además, el sumatorio de la producción a lo largo de la historia desde su aparición hacia 1930 <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.1700782">se estima en 8 300 millones de toneladas</a>. </p>
<p>Una gran parte de esa basura plástica, aproximadamente el 80 %, se acumula en la naturaleza. Es la denominada “basuraleza” y termina llegando al medio marino. De hecho, se estima que entre 4 y 12 millones toneladas de plástico <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.1260352">entraron en el mar en 2010</a> de las que el 80 % procedían de tierra. </p>
<h2>Un material inmortal</h2>
<p>Uno de los grandes problemas del plástico es precisamente una de sus características, su alta resistencia. Prácticamente ningún tipo de plástico es biodegradable y la única forma de destrucción es a través de la incineración. Por eso, su permanencia en el medio es muy alta: una botella podría tardar más de 400 años en desaparecer. </p>
<p>Mientras, la degradación de los materiales plásticos va generando trozos cada vez más pequeños hasta llegar a los denominados microplásticos que tienen menos de 5 mm de longitud. </p>
<p>Los efectos de la permanencia de los residuos plásticos en el mar son muy patentes en las aves marinas. Estos les pueden causar graves daños y provocar su muerte al ingerir los trozos de plástico de mayor tamaño. </p>
<h2>El peligro de la llegada de microplásticos al mar</h2>
<p>Los microplásticos son ingeridos por las aves marinas en mayor proporción que otros residuos plásticos de mayor tamaño, ya que pueden ingerirse inadvertidamente a través de las presas de las que se alimentan. </p>
<p>Esto los hace muy susceptibles de estar presentes en un mayor número de especies y llegar a lugares más remotos. Uno de estos lugares es la Antártida y el océano que rodea al continente. </p>
<p>En la actualidad, no existen todavía buenas estimaciones sobre la presencia de microplásticos en el océano sur. Sin embargo, se han encontrado concentraciones de hasta <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0025326X16307755">99 000 partículas por kilómetro cuadrado</a>. La mayor parte de las mismas <a href="https://environments.aq/publications/microplastics-in-the-southern-ocean/">tienen como origen</a> la basura plástica, fibras procedentes de ropa y restos de productos de cuidado personal como cremas. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/436689/original/file-20211209-141178-1njum7x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5216%2C3456&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/436689/original/file-20211209-141178-1njum7x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5216%2C3456&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/436689/original/file-20211209-141178-1njum7x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/436689/original/file-20211209-141178-1njum7x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/436689/original/file-20211209-141178-1njum7x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/436689/original/file-20211209-141178-1njum7x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/436689/original/file-20211209-141178-1njum7x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/436689/original/file-20211209-141178-1njum7x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Pingüinos papúa.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/gentoo-penguine-chicks-nest-548565424">Shutterstock / Alexey Seafarer</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Los microplásticos han llegado a los pingüinos de la Antártida</h2>
<p>Uno de los grupos de especies más representativos de la Antártida son los pingüinos. Constituyen el 80 % de la biomasa de vertebrados en el océano austral y se definen como auténticos centinelas de la salud del ecosistema antártico. </p>
<p>Recientemente, grupos de investigación del Museo Nacional de Ciencias Naturales, la Universidad de Coimbra y el British Antarctic Survey hemos llevado a cabo un estudio para determinar la presencia de estos microplásticos en las tres especies de pingüinos antárticos: pingüino barbijo, pingüino papua y pingüino de Adelia.</p>
<p>Todos se distribuyen en la península Antártica y de ellos se han obtenido <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0048969721027698#:%7E:text=Discussion,the%20Antarctic%20marine%20food%20chain">datos</a> de 10 poblaciones entre 2006 y 2016 a través del muestreo en las heces. </p>
<p>Los resultados mostraron una presencia de microplásticos de hasta el 29 % de las muestras, que fueron identificadas como polietileno en el 80 % de los casos y poliéster en el 10 %. Otras fibras identificadas pertenecieron a restos de celulosa. </p>
<p>Por el momento, se desconocen los efectos directos de estos residuos sobre la biología de los pingüinos. Pero muy posiblemente <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0045653521023432">contribuyan a los niveles de contaminantes</a> orgánicos detectados en estas aves y que pueden tener consecuencias fisiológicas como disruptores endocrinos. </p>
<p>En definitiva, estos resultados han mostrado una amplia presencia de microplásticos en un área geográfica muy amplia y desde hace al menos 15 años en las aves más conspicuas de la Antártida como son los pingüinos. Todo señala al grave problema de la contaminación por plásticos a nivel global que alcanza las zonas más remotas del planeta.</p>
<hr>
<p><em>Joana Fragão, Filipa Bessa y Jose C. Xavier, investigadores de la
Universidad de Coimbra, Marine and Environmental Sciences Centre, han colaborado en la elaboración de este artículo</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/172565/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Andrés Barbosa es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Vicepresidente segundo de SEO/BirdLife y recibe fondos de la Agencia Estatal de Investigación. </span></em></p>Uno de los grandes problemas del plástico es precisamente una de sus características, su alta resistencia. Por eso, su permanencia en el medio es muy alta y pone en peligro la salud de los animales.Andrés Barbosa, Investigador Científico, ecología, evolución y conservación, Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1689812021-11-15T21:11:25Z2021-11-15T21:11:25Z¿Por qué la concienciación sobre el cambio climático no se traduce en un cambio de hábitos?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/431934/original/file-20211115-17-g4tqvj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C6720%2C4466&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/driver-throwing-away-plastic-bottle-car-2031782153">Shutterstock / r New Africa</a></span></figcaption></figure><p>En la última década, universidades de todo el mundo han adoptado diversas medidas destinadas a promover la sostenibilidad en la Enseñanza Superior e incluirla en los planes de estudio. Este cambio de paradigma parece estar contribuyendo a que los estudiantes adquieran los conocimientos, habilidades y valores necesarios para luchar por un mundo más sostenible. Pero graves crisis mundiales como la actual pandemia por SARS-CoV-2 nos obligan a replantearnos nuestro comportamiento y a acelerar el paso hacia un compromiso profundo con el medio ambiente y las personas. </p>
<p>Con esta idea, realizamos <a href="https://www.mdpi.com/1660-4601/17/23/8826">un estudio</a> con dos objetivos. El primero, explorar los hábitos de consumo de los estudiantes de cuatro universidades españolas (dos públicas: Universidad de Sevilla (US) y Universidad de Cádiz (UCA) y, dos privadas: Universidad Camilo José Cela (UCJC) y Universitat Internacional de Catalunya (UIC)) mediante el análisis de su huella ecológica (HE) individual. El segundo, desarrollar índices de conexión con la naturaleza y de actitud proambiental para determinar las relaciones entre estos índices y el consumo de los estudiantes. </p>
<p>Los resultados mostraron que los estudiantes universitarios tienen una huella ecológica individual inferior a la media nacional y que, al igual que la población general, el mayor impacto ambiental lo realizan desde el consumo de alimentos. </p>
<p>Estos hallazgos coinciden con los resultados de <a href="https://www.academia.edu/26538353/Educational_initiatives_Methodological_approaches_to_change_consumption_habits_of_future_teachers_in_Barcelona_Spain_reducing_their_personal_Ecological_Footprint">otros estudios</a> previos realizados con jóvenes españoles y de otros <a href="https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/ab5f96">países europeos</a>. Parecen indicar un impacto positivo de las buenas prácticas en Educación para la Sostenibilidad desarrolladas en las universidades, de la inclusión de la sostenibilidad en cursos específicos y en diferentes áreas temáticas como ingeniería, ciencias de la vida, estudios empresariales o educación, y el efecto de todas las declaraciones, cartas y alianzas para la sostenibilidad que se han establecido en los últimos años en educación superior. </p>
<h2>Más dinero, más consumo, mayor huella ecológica</h2>
<p>Pero los resultados evidencian también la necesidad de seguir actuando desde la educación para cambiar los hábitos de la población joven relacionados con el consumo de alimentos. </p>
<p>También parecen apoyar la idea de que un nivel socioeconómico alto y la residencia en grandes entornos urbanos están relacionados con un mayor consumo, ya que se obtuvo mayor huella ecológica en las dos universidades privadas analizadas, UCJC y UIC (situadas en Madrid y Barcelona respectivamente) en relación con la US (Sevilla) y UCA (Cádiz).</p>
<p>Los estudiantes deberían aplicar sus conocimientos sobre las problemáticas medioambientales y de insostenibilidad planetaria a sus decisiones de consumo, especialmente en este momento crítico en el que se ha planteado entre la comunidad científica una relación entre el consumo de alimentos, la destrucción de los ecosistemas y la pandemia.</p>
<h2>Querer a la naturaleza, pero no lo suficiente</h2>
<p>En relación con los índices de actitud proambiental y conexión con la naturaleza desarrollados, los resultados de este estudio mostraron que a índices mayores no existían unos hábitos más sostenibles (menor HE). </p>
<p>Es preocupante que los mismos estudiantes que sintieron más conexión con la naturaleza (UIC), que mostraron una actitud más favorable hacia su conservación o reportaron una mayor felicidad cuando están en ella (UCJC) fueron, precisamente, los que obtuvieron una HE más elevada como consecuencia de sus hábitos de consumo. </p>
<p>La conexión expresada por los estudiantes con la naturaleza podría interpretarse desde una visión antropocéntrica y funcional, más que desde una visión ecocéntrica en la que la naturaleza se considera hermosa pero frágil, lo que explicaría la presión ejercida sobre ella a través de un consumo desmesurado y descuidado de recursos.</p>
<h2>Falta de coherencia y acciones individuales</h2>
<p>Estas contradicciones en jóvenes universitarios también se han obtenido en <a href="http://www.scielo.org.ar/pdf/interd/v36n2/1668-7027-interd-36-02-00165.pdf">otros estudios</a>, en los que se encontró que los estudiantes mostraban simultáneamente actitudes proambientales y un comportamiento antimedioambiental. </p>
<p>Esto pone de manifiesto la necesidad urgente de realizar intervenciones educativas para mostrar que nuestras acciones individuales tienen una repercusión global y que nuestro consumo está directamente relacionado con el uso de recursos y la destrucción de la naturaleza y sus ecosistemas. </p>
<p>Sólo así podremos prevenir futuras crisis ambientales y sanitarias como la actual, lo que exigirá un mayor compromiso, no sólo a nivel institucional o administrativo, sino también, como se muestra aquí, a nivel individual.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168981/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Funding: This research was funded by “The Chair of Environmental Ethics of the Tatiana Perez de Guzmán el
Bueno Foundation. Universidad de Alcalá”.
Coautores:
Mónica Fernández, Gisela Cebrián, Elisa Regadera y M. Yolanda Fernández
</span></em></p>La conciencia de la necesidad de proteger el medio ambiente es muy alta entre los estudiantes universitarios. Pero no se traduce en un cambio de hábitos suficiente para favorecer la sostenibilidad.Monica Fernández Morilla, Profesora e investigadora de la Facultad de Educación. Especialista en Educación para la Sostenibilidad, Universitat Internacional de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1691472021-11-02T22:11:30Z2021-11-02T22:11:30Z¿Está haciendo nuestro sistema democrático suficiente por el medioambiente?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/427883/original/file-20211021-16-9si0oa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C691%2C5991%2C3296&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Jóvenes de Chile manifestándose en defensa del medio ambiente en una convocatoria de _Fridays for future_ en septiembre de 2019.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/santiago-chile-september-27-2019-fridays-1516706486">Shutterstock / Antillanca</a></span></figcaption></figure><p>Existen claros puntos de conexión entre el objetivo constitucional de una sociedad democrática avanzada y la definición constitucional de España como <a href="https://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/constitucion.tp.html">Estado social y democrático de Derecho</a>. </p>
<p>Por un lado, está la actividad de los partidos políticos como instrumentos fundamentales para la participación política (<a href="https://app.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=6&tipo=2">artículo 6 de la Constitución</a>). Por otro, su conexión con el <a href="https://app.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=23&tipo=2">artículo 23</a>, que proclama el derecho fundamental a la participación política. Del papel constitucional de los partidos, en este sentido, podemos concluir que constituyen, de facto, la dirección política del Estado. </p>
<p>En tercer lugar, como elemento transversal, está la obligación constitucional de los poderes públicos de proteger el medioambiente, de velar por la utilización racional de los recursos naturales, y de la ciudadanía, de preservar el entorno desde la óptica de la solidaridad colectiva, en expresión literal constitucional (<a href="https://app.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=45&tipo=2">artículo 45</a>).</p>
<p>En este trabajo común en pro de los valores democráticos y de la participación por los bienes comunes de la humanidad, uno esencial es la protección del medioambiente. Pero ¿goza de buena salud nuestro sistema democrático en este sentido?, ¿son realmente efectivos los derechos de participación política que tenemos?, ¿vivimos en una sociedad democrática avanzada en este inicio de la tercera década del siglo XXI? </p>
<p>Aparentemente, y en puridad constitucional formal, la respuesta a esos interrogantes sería afirmativa. Pero no debemos perder la perspectiva de que la democracia no solo es votar periódicamente. También es respeto permanente al conjunto de derechos y libertades en la esfera democrática, a las facultades de participación política de la ciudadanía.</p>
<h2>Los ciudadanos buscan formas de participación</h2>
<p>En la vida real y cotidiana del común de la gente, la justicia social y el respeto a nuestro entorno vital, nuestro medioambiente, están en cuestión. La ciudadanía busca nuevas formas de participación (iniciativas ciudadanas, asociaciones, movimientos sociales, acciones individuales de compromiso) al margen de los partidos políticos, con esos objetivos colectivos, para garantizar que se trabaja por el bien común desde las instituciones de representación democrática.</p>
<p>Este debe ser el papel de la ciudadanía en ese triple objetivo constitucional: conseguir que España sea realmente una sociedad democrática avanzada, que el derecho fundamental a la participación política avance y que la implicación ciudadana, derivada del ejercicio de dichas facultades constitucionales, nos lleve a un respeto mayor por los valores ambientales.</p>
<p>Sin proteger el medioambiente, el Estado social y democrático de Derecho que proclama la Constitución española quedaría obsoleto, desconectado de los problemas reales actuales. España debe marcarse, una vez consolidada la actual democracia tras más de cuatro décadas, el objetivo de conseguir una sociedad respetuosa con los valores de su entorno como un desarrollo de esa sociedad democrática avanzada de la que habla el preámbulo del texto constitucional español.</p>
<p>Es el derecho fundamental a la vida lo que está en juego, la protección del medioambiente no puede esperar, no tenemos planeta B como nos recuerdan nuestros jóvenes con una voz global clara y firme. La pandemia no ha hecho sino evidenciarlo, necesitamos otro modelo de vida, personal y en sociedad, y otro modelo de constitucionalismo que mire de manera intensa al interés general, a los bienes comunes de la humanidad, al cuidado de la vida en todas sus formas, a todos los seres vivos. En definitiva, evolucionar desde un constitucionalismo antropocéntrico a otro modelo de texto fundamental centrado en la naturaleza, un constitucionalismo de la naturaleza, de la tierra.</p>
<p>Los recientes <a href="https://theconversation.com/lo-que-las-urnas-han-revelado-en-alemania-168915">procesos electorales federales de Alemania</a> y <a href="https://ctxt.es/es/20200701/Politica/32776/municipales-francia-verdes-macron-le-pen-guillermo-arenas.htm">municipales de Francia</a>, dos Estados de referencia desde el punto de vista democrático, han evidenciado el avance de partidos políticos que tienen entre sus promesas electorales de forma clara el cambio de modelo, la apuesta por la inclusión de la protección del medioambiente entre los nuevos y estratégicos objetivos del Estado.</p>
<p>En torno a los conceptos de democracia, partidos políticos y medioambiente llevo años escribiendo, proponiendo y actuando (en iniciativas ciudadanas y de gestión local). Recientemente he publicado un <a href="https://www.uco.es/servicios/actualidad/sociedad/item/141258-el-profesor-de-la-uco-angel-b-gomez-puerto-publica-los-partidos-politicos-en-la-constitucion-las-entranas-de-la-democracia">ensayo</a> en el que abordo el denominado Estado de partidos, su configuración constitucional en nuestro actual texto constitucional y su relación con un concepto avanzado de democracia en el que la ciudadanía tenga más compromiso real.</p>
<p>Y en relación al objetivo de sociedad de proteger el medioambiente escribí mi <a href="https://www.educacion.gob.es/teseo/mostrarRef.do?ref=1845261">tesis doctoral</a>, partiendo del estudio global de la protección del medioambiente y aterrizando en el objetivo constitucional de nuestro Estado, plasmado en uno de los principios rectores de la política social y económica, con la implicación de la ciudadanía como elemento de aplicación elemental.</p>
<h2>Los jóvenes vuelven a salir a la calle</h2>
<p>Además de la reciente sensibilidad ciudadana en lo político-electoral que mencionaba antes, el nuevo compromiso histórico de la Unión Europea a través del <a href="https://ec.europa.eu/info/strategy/priorities-2019-2024/european-green-deal_es">Pacto Verde Europeo</a>, apostando por un cambio de modelo de crecimiento económico, o la fuerza de la juventud, que <a href="https://www.extinctionrebellion.es/">ha vuelto a aparecer en las últimas semanas en las calles de Europa</a> (tras su enorme campaña de los <a href="https://fridaysforfuture.org/">“viernes por el futuro”</a> en los años 2018 y 2019), recordando la necesidad de más compromiso político e institucional, son elementos para la esperanza en un futuro que mire a lo vivo, que apueste por la vida, tanto desde el compromiso y la responsabilidad individuales como desde la óptica político-institucional como nuevos objetivo de Estado.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/169147/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ángel B. Gómez Puerto es miembro de la Asociación de Constitucionalistas de España.</span></em></p>Cuando el sistema democrático de un país no hace lo suficiente por cuidar el medio ambiente son las plataformas ciudadanas las que tienen que arrimar el hombro. La ciudadanía debe implicarse, pero también los partidos políticos como uno de sus objetivos constitucionales.Ángel B. Gómez Puerto, Doctor en Derecho y Profesor de Derecho Constitucional. Acreditado (Ministerio de Universidades), Universidad de CórdobaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1663142021-08-22T19:25:22Z2021-08-22T19:25:22ZNo es solo cambio climático: cómo comunicar la pandemia ambiental<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/416745/original/file-20210818-27-16iheic.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=1038%2C0%2C5201%2C2460&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/closeup-banner-cute-little-asian-boy-1836170065">myboys.me/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>“Lo que no se comunica, no existe”. Esta es una afirmación atribuida al Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. Más aún, una comunicación deficiente o inadecuada también puede enmascarar el hecho significado, o distorsionarlo.</p>
<p>Es el caso del cambio climático. La historia semántica del concepto demanda la <a href="http://www.ub.edu/filosofia-del-llenguatge/dossiers/TEMA05.pdf">consideración epistemológica que preocupaba a Bertrand Rusell</a>. Los dos términos que componen el concepto transmiten una idea equívoca e incompleta del hecho al que pretende referirse. </p>
<h2>¿Cambio climático o deterioro medioambiental?</h2>
<p>Desde el origen de la Tierra, el clima del planeta está sometido a un continuo proceso de cambio. Pero en estos momentos, el meollo de la cuestión, lo realmente relevante, es que más que a un simple cambio nos enfrentamos a un proceso de deterioro. Y a un fenómeno que no es estrictamente climático, sino de ámbito más amplio: medioambiental.</p>
<p>El concepto de cambio climático se ha convertido en una suerte de convención mediática que simplifica y enmascara los diferentes elementos que constituyen este <a href="https://ethic.es/2021/07/el-cambio-climatico-y-su-complejidad/">proceso complejo de deterioro medioambiental</a>, causado en gran medida por la actividad humana.</p>
<p>Se trata de una <a href="https://theconversation.com/pandemia-ambiental-salto-evolutivo-o-involucion-155240"><em>enfermedad</em> del medioambiente que afecta a todo el planeta y, por tanto, es pandémica</a>. Sus causas y síntomas son diversos. Incluyen la quema masiva de combustibles fósiles, el calentamiento global, la contaminación, la sobreexplotación de los recursos del planeta, la degradación de entornos naturales, la pérdida de biodiversidad, los efectos en el clima de extrema intensidad y polaridad, y así sucesivamente.</p>
<h2>La comunicación frente a la pandemia ambiental</h2>
<p>La conservación del medioambiente requiere de una serie de estrategias en distintos ámbitos. Entre ellos el de la comunicación. No puede defenderse aquello que no se conoce. Por eso es crucial entender qué significa exactamente esta enfermedad medioambiental, conocer y comprender sus causas, sus manifestaciones principales y sus consecuencias. Y para conseguirlo es fundamental la comunicación, íntimamente ligada a la información y a la formación.</p>
<p>La información y la comunicación, apoyadas en la formación y el pensamiento crítico, nos sitúan en condiciones de entender la pandemia ambiental. Nos capacitan para analizar críticamente los mensajes sobre el tema e identificar los bulos y la propaganda interesada. Nos preparan para modificar nuestra manera de vivir y nuestros comportamientos cotidianos en una dirección que contribuya a preservar la salud del planeta y de las criaturas que viven en él, incluida nuestra especie.</p>
<p>Además, favorecen las actitudes responsables. Hoy en día, tenemos el conocimiento y la capacidad para detener el daño que estamos haciendo al planeta. La pedagogía, la información y la comunicación en materia medioambiental son elementos fundamentales para despertar la voluntad y responsabilidad, informadas, de reducir nuestra huella de carbono, de aprovechar las fuerzas de la naturaleza para conseguir energía, de disminuir la generación de residuos, y de proteger los ecosistemas y la biodiversidad.</p>
<p>Esta terna desempeña, por tanto, un papel extraordinariamente relevante para combatir la pandemia ambiental. Esta se plantea en modo de dilemas y plurilemas: el conocimiento frente a la ignorancia; la información frente a la desinformación y la propaganda; los contenidos veraces, objetivos y contrastados frente a los bulos; las mentiras y las falsedades frente a los mitos y los dogmas; la educación y la instrucción frente al adoctrinamiento.</p>
<h2>Mensajes positivos, rigurosos y fácilmente interiorizables</h2>
<p>Nos centraremos a continuación en dos de los elementos que constituyen el proceso de comunicación, según los modelos clásicos: el mensaje –el contenido– y el código –el lenguaje utilizado para transmitirlo–. Dejaremos para otra ocasión los continentes –los emisores, los receptores y los canales– y otros elementos considerados en <a href="https://theconversation.com/algunas-de-las-cosas-que-los-estudiantes-aprenden-en-clase-de-lengua-son-falsas-163535">modelos más actuales</a>, como el contexto y la finalidad.</p>
<p>Como en muchos otros temas, la comunicación, la información y la pedagogía sobre el deterioro medioambiental se debate entre dos polos. Por un lado, la utilización de mensajes simples y la propuesta de soluciones sencillas a un problema complejo.</p>
<p>Y en el extremo opuesto, los mensajes excesivamente complejos, difícilmente asimilables por grandes segmentos de la población. Muchos ciudadanos carecen de la capacidad para comprender los fundamentos que se encuentran detrás de las evidencias proporcionadas por la ciencia. También para entender mensajes comunicados con lenguaje científico especializado.</p>
<p>En el virtuoso término medio podemos situar los mensajes:</p>
<ul>
<li><p>concretos (que no simples);</p></li>
<li><p>rigurosos, que comunican datos objetivos y huyen de la propagación de informaciones falsas y de la siembra de dudas;</p></li>
<li><p>que, sin renunciar a transmitir la urgencia, rehúyen el alarmismo y las imágenes apocalípticas;</p></li>
<li><p>que proporcionan información equilibrada sobre los riesgos, a la vez que proponen objetivos asumibles y alcanzables, y acciones realizables;</p></li>
<li><p>que plantean una realidad presente y un futuro en los que, frente a la impotencia, la desesperanza y la parálisis, tienen cabida la conciencia global y medioambiental, y la voluntad y la acción de los seres humanos; </p></li>
<li><p>que utilizan un lenguaje claro y fácilmente comprensible.</p></li>
</ul>
<h2>Aceptación e interiorización de los argumentos</h2>
<p>La comunicación sobre la pandemia medioambiental apela al mecanismo de vigilancia epistémica. Irene Lozano, en su libro <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-son-molinos-no-gigantes/321998"><em>Son molinos, no gigantes</em></a> –en el que hace referencia a la obra de Hugo Mercier y Dan Sperber–, la define como “un conjunto de mecanismos cognitivos (…) que nos permiten ir calibrando nuestra confianza en la información que recibimos” y que se ejerce respecto del contenido y de la fuente o agente emisor del mismo –persona o institución–.</p>
<p>En un contexto de racionalidad, la aceptación de un argumento requiere de su comprensión previa, y, por tanto, de un proceso de pensamiento crítico y de vigilancia epistémica. De lo contrario, la aceptación descansa únicamente en un mecanismo cognitivo basado en las emociones, la fe o el dogmatismo, como sustentos de la confianza.</p>
<p>El primero de estos escenarios conduce a una aceptación crítica de la información y los argumentos científicos que sustentan las evidencias de la pandemia ambiental. El segundo puede conducir tanto a su aceptación –en este caso acrítica– como a posturas negacionistas.</p>
<p>Por tanto, para obtener la confianza de la ciudadanía y conseguir la aceptación de los argumentos que ponen de manifiesto la existencia de una pandemia ambiental, los comunicadores –ya sean científicos, divulgadores, periodistas, docentes, etc.– se enfrentan a varios retos: </p>
<ul>
<li><p>huir de la información exenta de evidencias científicas y empíricas, y buscar la objetividad; </p></li>
<li><p>asegurar el interés y la relevancia de los contenidos, dos elementos importantes en el mecanismo de vigilancia epistémica; </p></li>
<li><p>y mantener la coherencia en los enunciados. Este aspecto es fundamental para la percepción de fiabilidad, competencia, honestidad y credibilidad con respecto del emisor.</p></li>
</ul>
<p>Una ética de responsabilidad demanda a los profesionales de la comunicación el abandono de la cómoda equidistancia y de las tentaciones ideológicas en la información de un proceso que destruye el planeta. Esta responsabilidad debe superar los miles o millones de los <em>me gusta</em> de las redes sociales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/166314/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jesús Rey Rocha es socio fundacional de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC) y miembro de su Junta Directiva.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Emilio Muñoz Ruiz es socio promotor de la AEAC y miembro de su Consejo Consultivo.</span></em></p>El concepto de cambio climático se ha convertido en una especie de convención mediática que simplifica y enmascara los diferentes elementos que constituyen un complejo proceso de deterioro ambiental.Jesús Rey Rocha, Investigador Científico en Ciencia, Tecnología y Sociedad, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)Emilio Muñoz Ruiz, Profesor de Investigación. Unidad de Investigación en Cultura Científica del CIEMAT, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1644272021-07-28T17:40:25Z2021-07-28T17:40:25ZSeis claves para reducir el consumo de aire acondicionado durante el verano<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/413156/original/file-20210726-15-1nuny5i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C16%2C5599%2C3699&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/air-conditioner-on-wall-background-314026985">Shutterstock / Naypong Studio</a></span></figcaption></figure><p>El reciente cambio en la factura de la luz ha hecho que nuestro consumo eléctrico haya cambiado en poco tiempo. Sin embargo, durante el verano no podemos prescindir de estar fresquitos en los ratos de mayor calor. </p>
<p>Para tratar de ajustar nuestro consumo, y de paso reducir la factura de la luz, le facilitamos algunas claves para que puedan ayudarle a ahorrar, y no pasar tanto calor.</p>
<h2>Lo primero, ajustar la temperatura</h2>
<p>Durante el verano, las temperaturas superan con creces los 30°C . Esta sensación de agobio y calor puede hacer que reduzcamos demasiado la temperatura de frío de nuestro aire acondicionado. Es mejor evitar temperaturas como los 21°C o 22°C, buscando mejor una temperatura de equilibrio de entre 24 a 26°C.</p>
<figure class="align-right ">
<img alt="Poner al aire entre 24°C y 26°C es una medida eficiente" src="https://images.theconversation.com/files/411269/original/file-20210714-27-zwxurr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/411269/original/file-20210714-27-zwxurr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/411269/original/file-20210714-27-zwxurr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/411269/original/file-20210714-27-zwxurr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/411269/original/file-20210714-27-zwxurr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=589&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/411269/original/file-20210714-27-zwxurr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=589&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/411269/original/file-20210714-27-zwxurr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=589&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Evita reducir en exceso la temperatura. 24°C está muy bien.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Como regla general, recuerde que la diferencia máxima recomendada entre el exterior y el interior no debe superar los 12°C. Esto supone que en los peores días del verano (34-38°C) estaríamos cubiertos con la horquilla de 24 a 26°C.</p>
<p>Si bajamos más la temperatura, corremos riesgo incluso de afectar a nuestra salud, al cambiar tan bruscamente entre el interior y el exterior.</p>
<h2>Trata de refrigerar espacios estancos</h2>
<p>No necesitamos que toda nuestra casa esté fría 24 horas al día. Pasamos largos ratos en las mismas habitaciones y por ello debemos intentar que no se pierda energía enfriando más espacio del necesario.</p>
<p>Para ello, trate de cerrar las puertas, cortinas o separadores entre habitaciones, para que el volumen de aire a enfriar sea menor. Con ello conseguirá reducir el tiempo de funcionamiento de su equipo de aire acondicionado y favorecer la eficiencia.</p>
<p>En caso de que tenga un único punto de frío, trate de abrir y cerrar las puertas para configurar el flujo de aire hacia las zonas que le interesen en cada momento. Priorice los espacios vivideros, ya que cocinas o baños no requieren climatización, dado su uso.</p>
<p>Además, el aire frío puede afectar a nuestra salud. Por ello, recuerde contar siempre con algún tipo de calzado, aunque sean unas chanclas, y una vestimenta adecuada a la temperatura de nuestra casa. De este modo también podemos ajustar mejor la temperatura del hogar a nuestra sensación térmica.</p>
<h2>La ubicación de los elementos de frío</h2>
<p>En los aires acondicionados de pared, su ubicación viene determinada por la distancia a la máquina exterior. Si ya los tiene instalados cerca de ventanas o espacios de entrada de luz, trate de protegerlos con cortinas o estores.</p>
<p>Recuerde también que los equipos de aire acondicionado deben inspeccionarse al menos una vez al año para mantener los motores y filtros en buen estado de limpieza y funcionamiento.</p>
<p>En caso de que esté pensando en instalarlos, una buena ubicación es encima de las puertas, o en paredes que no reciban directamente la radiación solar. De este modo protegemos los equipos del calor y funcionarán de manera más efectiva.</p>
<figure class="align-right ">
<img alt="Equipo de aire acondicionado portátil" src="https://images.theconversation.com/files/411270/original/file-20210714-15-1mzq28e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/411270/original/file-20210714-15-1mzq28e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=371&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/411270/original/file-20210714-15-1mzq28e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=371&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/411270/original/file-20210714-15-1mzq28e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=371&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/411270/original/file-20210714-15-1mzq28e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=466&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/411270/original/file-20210714-15-1mzq28e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=466&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/411270/original/file-20210714-15-1mzq28e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=466&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Equipo de aire acondicionado portátil.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Si opta por equipos portátiles (ventiladores con hielo/agua, pingüinos, etc) trate de buscar la mejor ubicación, siempre recordando que estos equipos precisan de un conducto para sacar el aire caliente que producen, o un pequeño desagüe.</p>
<h2>Ni todo el tiempo, ni hasta el último momento</h2>
<p>Otra buena recomendación es la de no obligar a nuestros equipos a funcionar más tiempo del necesario. Si puede programar o temporizar su funcionamiento, notará una mejora en el consumo.</p>
<p>También podemos tratar de apagar los equipos entre 20 y 30 minutos antes de abandonar la estancia que hemos climatizado. De este modo aprovechamos el frío residual, y ajustamos un poco la temperatura de nuestra casa con respecto al exterior al que nos dirigimos.</p>
<p>Esta recomendación es igualmente válida para cuando vamos a dormir. Es recomendable, si tenemos aire en nuestro dormitorio, encenderlo entre 15 y 20 minutos antes de irnos a descansar y que quede apagado antes de dormirnos.</p>
<h2>Complemente el aire acondicionado con la ventilación</h2>
<p>Aunque los días sean calurosos, el amanecer y las noches suelen darnos un respiro. Por ello es bueno aprovechar este momento más fresco y aprovecharlos para ventilar y enfriar nuestras habitaciones mientras dormimos.</p>
<p>Puede también proteger las ventanas con mosquiteras, o cortinas, para permitir la entrada de aire y la ausencia de insectos (siempre será una solución más económica que malgastar energía).</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Fachada con toldos de protección en Madrid" src="https://images.theconversation.com/files/411271/original/file-20210714-15-wekzj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/411271/original/file-20210714-15-wekzj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=340&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/411271/original/file-20210714-15-wekzj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=340&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/411271/original/file-20210714-15-wekzj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=340&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/411271/original/file-20210714-15-wekzj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=428&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/411271/original/file-20210714-15-wekzj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=428&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/411271/original/file-20210714-15-wekzj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=428&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Fachada con toldos de protección en Madrid.</span>
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<p>Las temperaturas más suaves de la mañana permiten la renovación de aire, y el ajuste de la temperatura de confort. De este modo, refrigerando gratuitamente la casa no necesitaremos tanto consumo de aire acondicionado, ni durante tanto tiempo.</p>
<h2>Equilibrio con las fases ‘pico, valle y neutro’</h2>
<p>En muchos casos, coincidirá que los momentos de consumo eléctrico más alto sean los de más calor. Para poder ajustar nuestro consumo es importante que tenga en cuenta que los enchufes temporizados y la domótica básica le ayudan a controlar mejor el encendido y apagado de aparatos.</p>
<p>No obstante, para estas horas de mayor calor puede contar también con protecciones solares, como toldos, estores, cortinas… y persianas. Estos elementos reducen la entrada de calor desde el exterior y evitan la pérdida del aire frío que tanto nos cuesta conseguir.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Conseguir ahorrar en aire acondicionado siendo eficiente" src="https://images.theconversation.com/files/411274/original/file-20210714-19-17k2uql.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/411274/original/file-20210714-19-17k2uql.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=280&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/411274/original/file-20210714-19-17k2uql.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=280&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/411274/original/file-20210714-19-17k2uql.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=280&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/411274/original/file-20210714-19-17k2uql.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=352&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/411274/original/file-20210714-19-17k2uql.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=352&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/411274/original/file-20210714-19-17k2uql.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=352&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Ahorrar y ser eficiente.</span>
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<p>En definitiva, no hay una receta mágica para pagar menos en la factura cuando usamos aire acondicionado, pero sí podemos conseguir mucho ahorro evitando el despilfarro. De media, dejar encendido el aire acondicionado de noche puede suponer un sobrecoste de entre 2 y 3 euros por día.</p>
<p>Implementando estas medidas, verá como consigue reducir el consumo en su factura y no tener que pasar un verano tan acalorado. Ni por el calor, ni por el coste.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/164427/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Javier Martínez Moronta no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Con la llegada de las altas temperaturas, es importante saber aprovechar al máximo la eficiencia en el consumo energético. Aquí tiene las claves para reducir su factura y no pasar calor.Javier Martínez Moronta, Profesor Universitario en UNIR. Arquitecto BIM. Especialización en Eficiencia Energética., UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1541112021-03-24T19:23:03Z2021-03-24T19:23:03ZQué emociones debe transmitir una campaña medioambiental para comprometernos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/390840/original/file-20210322-17-wxuaj0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=9%2C0%2C5997%2C3971&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/change-concept-woman-hand-turning-pollution-1048572011">Shutterstock / 24Novembers</a></span></figcaption></figure><p>Aunque el cambio climático es más que una realidad, parece que <a href="https://gacetamedica.com/opinion/medio-ambiente-y-covid-19-que-priorizamos/">la pandemia ha desplazado este tema</a> a un segundo o tercer plano. A eso le añadimos que <a href="https://www.elagoradiario.com/cronica-de-nuestros-corresponsales/el-cambio-climatico-desaparece-de-la-agenda-de-estados-unidos/">en países como EE UU</a> la preocupación por el asunto es relativamente baja en comparación con el resto del mundo.</p>
<p>La inquietud por otros temas sociales parece que ha provocado que la atención sobre el cambio climático en EE UU haya desaparecido, a pesar de que <a href="https://www.climatica.lamarea.com/la-poblacion-de-eeuu-reconoce-en-su-mayoria-el-cambio-climatico-como-un-problema/">el 91 % de su población piensa que el planeta ciertamente está experimentando las consecuencias del cambio climático</a>.</p>
<p>También en España, y por razones similares, hay menos campañas sobre actitudes proambientales que antes de la pandemia, como puede observarse en los paneles publicitarios de nuestras ciudades donde antes se exhibían <a href="https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/campanas/">o en las páginas que recogen las campañas vigentes o los informes sobre ellas</a>.</p>
<p>Diferentes psicólogos sociales se han centrado en explicar la razón de esta indiferencia, más allá de que tengamos una gran variedad de temas por los que preocuparnos.</p>
<p>Hay información en la red sobre <a href="https://archivo-es.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/other/una-gu-a-para-pasar-a-la-acci.pdf">cómo hacer una campaña proambiental en cuanto a objetivos, pasos a seguir, etc.,</a> pero poca o ninguna sobre la carga emocional necesaria en el contenido para que verdaderamente sea efectiva.</p>
<h2>Variables que hay que tener en cuenta</h2>
<p>Un investigador de la Universidad del Estado de Michigan (EE UU) <a href="https://d.lib.msu.edu/etd/19483/datastream/OBJ/View/">estudió precisamente las variables esenciales a tener en cuenta antes de diseñar una campaña de promoción de actitudes proambientales</a>: la distancia psicológica, el grado de abstracción o concreción de las imágenes usadas, los valores autotrascendentes y la percepción de autoeficacia.</p>
<p>Tras sus estudios encontró que la distancia psicológica, imprescindible para sentir que hemos de tomar una decisión sobre un tema, debía ser conceptualizada, <a href="https://es.m.wikipedia.org/wiki/Operacionalizaci%C3%B3n">operacionalizada</a> e integrada en los contenidos que se pretendían comunicar sobre cambio climático. </p>
<p>En cuanto a las imágenes, sus resultados evidenciaron que las abstractas conllevaban una mayor distancia psicológica tanto temporal como espacial y social, desalentado a las personas a actuar a favor de la protección del medioambiente. </p>
<p>Sin embargo, el efecto de la abstracción de las imágenes fue mucho menor en las personas con valores autotrascendentes (valores más allá de sí mismos, altruistas, sobre la biosfera, etc.) y percepción de autoeficacia (capacidad para cambiar lo que se quiere).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/390834/original/file-20210322-17-1aiokxw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/390834/original/file-20210322-17-1aiokxw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/390834/original/file-20210322-17-1aiokxw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/390834/original/file-20210322-17-1aiokxw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/390834/original/file-20210322-17-1aiokxw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/390834/original/file-20210322-17-1aiokxw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/390834/original/file-20210322-17-1aiokxw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/390834/original/file-20210322-17-1aiokxw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Campaña de la Junta de Castilla y León.</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Ni abstracto ni psicológicamente distante</h2>
<p>De esta manera, los resultados concluyeron que para que las campañas tengan éxito se ha de vigilar que la percepción del riesgo de quien las recibe no sea abstracta ni <a href="https://www.researchgate.net/publication/282867136_Psychological_responses_to_the_proximity_of_climate_change">psicológicamente distante</a>, puesto que así creerá que su impacto es incierto, <a href="https://d.lib.msu.edu/etd/19483/datastream/OBJ/View/">que afectará a otras personas, y que ocurrirá en otros lugares o en algún momento del futuro lejano</a> que probablemente ellos no vivan. </p>
<p>Igualmente, se insta a usar imágenes concretas (nada abstractas) y a reducir al máximo la distancia psicológica, destacando mensajes sobre que la persona puede cambiar la situación, y que el contenido del mensaje ocurrirá en su ciudad (aproximación espacial), y a él/ella (aproximación temporal y social).</p>
<p><a href="http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-05342007000200006">Otros estudios</a> se han centrado en la carga emocional de las campañas. En este sentido, a menudo encontramos campañas promocionales de las actitudes proambientales muy diferentes entre sí. Unas están basadas en imágenes agradables <a href="https://www.elperiodico.com/es/activos/valores/20191021/tres-campanas-de-marketing-verde-que-te-haran-cambiar-tu-vision-sobre-el-medio-ambiente-7693426">que nos recuerdan lo que podemos perder</a>. Podríamos llamarlas campañas optimistas, <a href="http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/site/portalweb/menuitem.6ffc7f4a4459b86a1daa5c105510e1ca/?vgnextoid=c71540671c192310VgnVCM10000055011eacRCRD&vgnextchannel=50d9193566a68210VgnVCM10000055011eacRCRD">pues plantean el objetivo de que mantengamos lo que tenemos</a>. </p>
<p><a href="https://fundacion-biodiversidad.es/es/prensa/actualidad/lanzada-una-campana-para-concienciar-sobre-el-ahorro-de-agua">Otras, que impresionan mucho más</a>, <a href="https://www.jse.org/wp-content/uploads/2017/04/Concienciacion_Verdeaderamente_Alta.jpg">utilizan imágenes de lo que podría llegar a ser nuestro planeta si seguimos igual</a> o empeoramos nuestra conducta medioambiental. A estas podemos llamarlas <a href="https://www.nature.com/articles/s41599-020-00574-z">campañas pesimistas</a>, pues parten de la idea de que la inercia que ya está vigente nos llevará a la destrucción a no ser que actuemos de forma rápida y efectiva.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/390835/original/file-20210322-15-1cik1nk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/390835/original/file-20210322-15-1cik1nk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/390835/original/file-20210322-15-1cik1nk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=273&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/390835/original/file-20210322-15-1cik1nk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=273&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/390835/original/file-20210322-15-1cik1nk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=273&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/390835/original/file-20210322-15-1cik1nk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=343&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/390835/original/file-20210322-15-1cik1nk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=343&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/390835/original/file-20210322-15-1cik1nk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=343&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Campaña del MAPAMA para concienciar sobre el ahorro de agua.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://fundacion-biodiversidad.es/es/prensa/actualidad/lanzada-una-campana-para-concienciar-sobre-el-ahorro-de-agua">MAPAMA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Qué tipo de contenidos tienen más efecto?</h2>
<p>El quid de la cuestión es decidir qué tipo de imágenes y contenidos tienen más efecto en la población mayoritaria, puesto que los optimistas podrían pecar de ser demasiado suaves para promover una movilización real que vaya más allá de las buenas intenciones, y las campañas pesimistas podrían generar ansiedad y miedo, y desde ahí, provocar que las personas evitemos este tema, no por falta de conciencia, sino por exceso de miedo.</p>
<p>Para estudiar y decidir qué campañas podrían causar un mayor efecto sobre la mayor cantidad posible de personas, un grupo de investigadores de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) <a href="https://www.nature.com/articles/s41599-020-00574-z">ha estudiado recientemente el efecto de los mensajes optimistas y pesimistas sobre el cambio climático en la población en tres estudios muy interesantes</a>.</p>
<p>Concretamente, en el primer estudio presentaban una transcripción de un vídeo sobre las abejas y el cambio climático con dos posibles finales, optimista <em>vs.</em> pesimista. En la condición optimista, los participantes leyeron que los apicultores más jóvenes estaban aprendiendo y tomando medidas sobre el cambio climático, mientras en la condición pesimista leyeron que las abejas estaban muriendo “a un ritmo alarmante”. </p>
<p>Inmediatamente después, se les preguntaba acerca de su respuesta emocional (por ejemplo, en qué grado leer el artículo había sido intenso emocionalmente), sus creencias sobre el cambio climático (cuánto riesgo creían que representaba para la salud humana) y sus cosmovisiones grupales (invidualismo versus comunitarismo) o de estructura (deseo por una estructura jerárquica o por el igualitarismo).</p>
<p>Evidentemente, y como se podía predecir, los participantes en la condición pesimista sintieron que el cambio climático era un riesgo mayor que aquellos en la condición optimista, y también informaron de que experimentaban una mayor excitación emocional. Pero esta relación era además causal: leer el final pesimista desencadenaba una mayor excitación emocional, y esto a su vez conducía a una mayor percepción de riesgo.</p>
<p>En un segundo estudio, los investigadores replicaron casi totalmente el experimento con muy pocas variaciones. En el texto aparecía otra información, pero manteniendo también las dos condiciones (optimista/pesimista). Al final se les preguntaba de nuevo por la respuesta emocional, cosmovisiones grupales y de estructura, su ideología política y su percepción de riesgo.</p>
<p>Los resultados confirmaron los anteriores, incluso los referidos a las cosmovisión grupal y política, que tuvo una importante influencia tanto en la excitación emocional que expresaban como en su percepción del riesgo. </p>
<p>Las diferencias más importantes se observaban entre las personas conservadoras y las personas que tenían cosmovisiones individualistas o basada en la jerarquía; éstas últimas mostraban los niveles más altos de preocupación sobre el cambio climático cuando se les presentaba la información pesimista.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/390841/original/file-20210322-15-1x424t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/390841/original/file-20210322-15-1x424t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/390841/original/file-20210322-15-1x424t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/390841/original/file-20210322-15-1x424t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/390841/original/file-20210322-15-1x424t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/390841/original/file-20210322-15-1x424t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/390841/original/file-20210322-15-1x424t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/390841/original/file-20210322-15-1x424t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/industrial-chimney-black-fume-flames-dark-1189755133">Shutterstock / nexus 7</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Llamamientos pesimistas</h2>
<p>Parece claro entonces que los llamamientos al cambio climático con finales pesimistas podrían desencadenar un mayor compromiso que aquellos que terminan con una nota optimista. Pero ¿cuál es el límite de los efectos de ese pesimismo, si es que lo hay?</p>
<p>Esto es lo que estudiaron en el tercer y último estudio con más de 1 100 participantes, que vieron nuevos materiales, pero esta vez con 3 posibles finales: optimista (“los apicultores más jóvenes están aprendiendo y tomando medidas sobre el cambio climático”), pesimista (“las abejas están muriendo a un ritmo alarmante”) o fatalista (“no importa ya lo que hagamos con respecto al cambio climático, es demasiado tarde para cambiar las cosas”).</p>
<p>Tras volver a contestar a las mismas medidas que en los dos estudios anteriores, manifestaban, además, el grado de acuerdo que tenían con la afirmación: “Creo que mis acciones tienen una influencia en el cambio climático”.</p>
<p>Los resultados mostraron que cuando los mensajes eran pesimistas y fatalistas había una mayor excitación emocional y esto causaba que la persona creyera en la importancia de sus acciones individuales para influir en el cambio climático. </p>
<p>De nuevo, la ideología y la cosmovisión causaban los mismos efectos que en los dos estudios anteriores: los y las participantes moderados y conservadores creían muy poco en que sus acciones pudieran tener influencia en el cambio climático en la condición optimista. Sin embargo, cuando mostraban mayor excitación emocional con los mensajes pesimistas y fatalistas, creían más en su propia influencia, siendo esta diferencia muy acuciada.</p>
<p>De todo esto se puede concluir que las campañas y los mensajes deben construirse emocionalmente según la ideología y creencias del público al que van dirigidos, en lugar de lanzar campañas excesivamente generalistas que no tienen tanto efecto. </p>
<p>En general, como hemos visto, la ciencia nos señala una vez más qué nos interesa para sobrevivir en este planeta. En palabras de Mahatma Gandhi, “la Tierra provee lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la avaricia de cada hombre”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/154111/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Beatriz Montes Berges no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las campañas y los mensajes que invitan a tener actitudes sostenibles con el planeta y a cuidar el medioambiente deben construirse emocionalmente según la ideología y creencias del público al que va dirigidos. Las campañas generalistas no tienen demasiado efecto.Beatriz Montes Berges, Profesora Titular de Psicología Social, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1490922020-11-19T20:24:19Z2020-11-19T20:24:19ZPor qué los niños necesitan estar al aire libre<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/370272/original/file-20201119-16-ri74y8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4920%2C3280&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/child-boy-girl-walking-outdoors-face-1541139875">Shutterstock / Sharomka</a></span></figcaption></figure><p>Desde el inicio del curso escolar, la polémica generada por el funcionamiento de las aulas para disminuir los contagios de covid-19 no ha parado de crecer. A ello se suma la controversia que generó el <a href="https://theconversation.com/los-parques-no-son-el-problema-de-la-covid-19-149369">cierre de parques</a> y espacios abiertos a partir de la aplicación de nuevas restricciones. </p>
<p>Todas ellas tienen a los niños y niñas en el punto de mira y todavía no tenemos claro cuál sería la medida correcta para encontrar el equilibrio. Sin embargo, antes de que el coronavirus pusiera en jaque al mundo entero, la Universidad de Oviedo, a través de la <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7046744,https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3888634/">Cohorte INMA Asturias</a>, ya estudiaba los efectos de la exposición ambiental en la salud infantil. </p>
<p>Es decir, ya existía un debate en el que era necesario valorar si los más pequeños debían pasar más tiempo en espacios abiertos o, por el contrario, en lugares cerrados.</p>
<p>Tal y como ha revelado dicho estudio, los riesgos existentes en el ambiente tienen un impacto en la salud y el desarrollo de los niños. Las exposiciones tempranas pueden influir en su salud a la edad adulta, al alterarse la programación fetal y el crecimiento temprano. Pero, ¿donde son mayores estos riesgos?</p>
<p>Las diez sustancias químicas que constituyen una preocupación para la salud pública, incluyen, entre otros, los compuestos orgánicos persistentes (COPs), los metales y los pesticidas, insecticidas o plaguicidas que pueden causar efectos tóxicos agudos o crónicos, y que plantean <a href="https://www.who.int/health-topics/children-environmental-health#tab=tab_1">riesgos específicos en la infancia</a>.</p>
<p>Estos compuestos, de origen antropogénico, tienden a concentrarse desde el medio acuoso hacia el organismo. Posteriormente se magnifican a través de las cadenas alimentarias. </p>
<h2>Sustancias químicas con efectos tóxicos</h2>
<p>En primer lugar, los COPs se utilizaron de manera intensiva en la agricultura y la industria durante la segunda mitad del siglo XX. Su efecto en los seres humanos puede alterar el equilibrio hormonal, provocando efectos adversos sobre la salud de las personas, animales o de sus descendientes.</p>
<p>Por su parte, los metales pesados representan una amenaza para la salud humana porque no son biodegradables. Pueden depositarse en los tejidos u órganos del cuerpo para producir daños tras la exposición inicial. </p>
<p>En el estudio de la Universidad de Oviedo, se han analizado también las fuentes de COPs y metales y se han asociado a ciertos componentes de la dieta. Entre ellos, el consumo de dulces procesados (chuches), la existencia de alfombras o moquetas de plástico, el uso de limpiadores agresivos en el hogar, insecticidas o ambientadores, la ausencia de ventilación natural o la contaminación por tráfico. </p>
<p>Todos ellos se asociaron significativamente con concentraciones más altas de Cobalto (Co) o de Sulfito de Plomo (PBDs). Por tanto, si no se realiza la adecuada ventilación natural forzada periódica en los espacios cerrados, se acumulan contaminantes ambientales procedentes del interior. </p>
<h2>Efectos tóxicos que pasan factura</h2>
<p>El mencionado estudio de la Cohorte INMA Asturias, del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Oviedo, ha realizado desde 2004 el seguimiento de 494 madres y sus nacidos hasta los 14 años. Todos ellos habitan en una zona industrializada con un <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23999377/">fuerte potencial de exposición ambiental</a>.<br>
En concreto se ha hallado que, a los 4 años, ya existe en los niños una alta prevalencia de metales pesados en la orina. Además, se ha observado que la exposición a mezclas de metales que contengan cobalto, zinc o plomo pueden influenciar el crecimiento y desarrollo infantil. </p>
<p>Esto podría afectar al índice de masa corporal o a la circunferencia abdominal y la altura física, [dependiendo de los niveles de exposición medidos en sangre]. </p>
<p>La exposición ambiental infantil es el mayor reto al que nos enfrentamos en este siglo. Esto sucede porque es ubicua, de alta prevalencia y de consecuencias muy negativas para la salud de las generaciones venideras si no actuamos a tiempo. Por tanto, pasear al aire libre será la elección más saludable, siempre y cuando lo hagamos en lugares alejados de zonas industriales.</p>
<h2>Deficiencia de hierro y vitamina D</h2>
<p>También se ha observado que los niños que tienen deficiencia de hierro (anemia ferropénica) presentan <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0013935120300396">concentraciones significativamente más altas de Co</a> que aquellos que no presentan este tipo de anemia. </p>
<p>Por otro lado, en los análisis también se ha visto que, a los 4 años, los niños presentan una alta prevalencia de déficit de vitamina D en sangre, lo que ocasiona un gran problema en el sistema inmunitario. El motivo podría ser la falta de paseos o juegos al aire libre, así como <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1695403316000412">una dieta deficiente en vitaminas</a>.</p>
<p>Al mismo tiempo, los niños con sobrepeso u obesidad a esta edad tienen perfiles de riesgo de lípidos más altos, lo que puede tener consecuencias de <a href="https://www.jpeds.com/article/S0022-3476(17)30589-9/fulltext">enfermedad cardiovascular temprana</a>.</p>
<p>Por ello, es altamente recomendable que los niños paseen al aire libre lo máximo posible y que se haga una ventilación forzada en los hogares. Esto podría tener grandes ventajas para los más pequeños, pues evitarían la contaminación ambiental de espacios cerrados asociada a la ubicuidad de exposición. </p>
<p>Además, favorecería la captación de vitamina D y disminuiría la obesidad. Estas virtudes se darían siempre y cuando se trate de espacios alejados de industrias funcionantes y emisoras de materia particulada (PMs). </p>
<h2>La transmisión placentaria</h2>
<p>Por último, según resultados de la Cohorte INMA Asturias, la concentración de COPs que presentan los niños durante los primeros años de vida depende en gran medida de la concentración en la madre y de la transmisión placentaria durante la exposición prenatal. Además, tendría un <a href="https://ehp.niehs.nih.gov/doi/full/10.1289/ehp.1306758">efecto negativo de mayor transmisión</a> la insuficiente ganancia de peso <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24486968/">durante el periodo de gestación</a>. </p>
<p>En concreto se ha encontrado que entre el 65 y el 93 % de la concentración de COPs que tienen los niños a los 4 años dependen de la <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31648152/">que tuviera la madre </a>durante el embarazo. </p>
<p>Según esto, si incluyéramos la medición rutinaria de COPs en el programa de seguimiento del embarazo, se podría realizar educación sanitaria de prevención en aquellas mujeres con altas concentraciones de contaminantes en su organismo. Esto tendría un alto impacto en la salud futura de los niños.</p>
<p>Con todo, se enumeran a continuación algunas recomendaciones para la vida diaria que serían muy beneficiosas en el desarrollo de nuestros niños y niñas:</p>
<ul>
<li> Se deben elegir alimentos frescos en lugar de productos procesados que tienen listas largas de ingredientes en la etiqueta (cuanto más larga es la lista, es más probable que el producto contenga COPs). </li>
<li> Comprar frutas y verduras producidas sin pesticidas, así como productos certificados orgánicos, ecológicos o de proximidad. </li>
<li> Eliminar el uso de plástico, especialmente al calentar o almacenar alimentos. En su lugar, utilizar recipientes de vidrio o aluminio para los alimentos y bebidas, especialmente en los niños y, sobre todo, en los lactantes. </li>
<li> Quitar o minimizar la presencia de alfombras de plástico en el hogar. </li>
<li> Evitar productos de limpieza agresivos con larga lista de componentes químicos. </li>
<li> Pasear o jugar al aire libre, siempre que se pueda en zonas ajardinadas de parque o monte. Sin embargo, evitar el paseo en zonas industrializadas o con empresas emisoras de contaminantes o materia particulada.</li>
<li> Hacer recomendaciones de alimentación variada y rica en vitamina D, especialmente durante el invierno.</li>
</ul><img src="https://counter.theconversation.com/content/149092/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Adonina Tardón no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Diferentes estudios recomiendan que los niños paseen en espacios abiertos con el objetivo de evitar la exposición a contaminantes ambientales, que pueden provocar efectos adversos en su salud.Adonina Tardón, Catedrática y Directora del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad de OviedoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1468752020-09-24T19:49:53Z2020-09-24T19:49:53ZEl colapso: ¿y si todo se hunde?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/359816/original/file-20200924-18-192ik8e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2096%2C1395&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Cartel de _El colapso_ (Les parasites: Jérémy Bernard, Guillaume Desjardins y Bastien Ughetto, 2019).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.filmin.es/serie/el-colapso">Filmin</a></span></figcaption></figure><p>La serie <a href="https://www.filmin.es/serie/el-colapso"><em>El colapso</em></a> muestra cómo en una sociedad rica, la francesa, se produce un colapso económico de un día para otro: los ciudadanos-consumidores se dan cuenta de que no tienen alimentos que comprar en el supermercado, la gasolina es escasa, la tarjeta de crédito no funciona… Y se desata la locura y la lucha por la supervivencia entre las personas, presas del pánico: se impone el instinto de supervivencia y la violencia, la guerra de todos contra todos por sobrevivir. </p>
<p>Se trata de una reflexión acerca del impacto de la globalización, la expansión ilimitada del capitalismo neoliberal y el acelerado cambio climático como la consecuencia del “progreso” humano y la devastación de nuestra forma de vida.</p>
<h2>Películas y amenazas</h2>
<p>Hasta <a href="https://books.google.es/books?id=25262nbqjPcC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false"><em>Blade Runner</em></a>, las películas de ciencia ficción presentaban un mundo, o bien polucionado y la humanidad casi desaparecida (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cuando_el_destino_nos_alcance"><em>Soylent Green</em></a> –los humanos como caníbales–; <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Escape_from_New_York_"><em>1997, rescate en Nueva York</em></a>; <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_planeta_de_los_simios_(franquicia)"><em>El planeta de los Simios</em></a>), o bien un avance tecnológico amenazante (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Planeta_prohibido"><em>Planeta prohibido</em></a>; <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/THX_1138"><em>THX 1138</em></a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/The_Terminator"><em>Terminator</em></a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Matrix"><em>Matrix</em></a>…).</p>
<p>La película de animación <em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/WALL%C2%B7E">Wall-e</a></em> muestra el planeta tierra destruido. En <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Koyaanisqatsi"><em>Koyaanisqatsi</em></a> (1982), la cinta de Godfrey Reggio, la primera imagen muestra unas pinturas de los indios Hopi en una cueva que representa sus profecías acerca del fin del mundo. Describen la llegada de “una vida loca, vida en tumulto, en desintegración, desequilibrada, una condición de vida que clama por otra manera de vivir”. </p>
<p>El filme muestra cómo el mundo desarrollado destruye la naturaleza y la tecnología que ha impuesto sus formas: acero y metal, gasolina y electricidad. De ahí las imágenes de forma repetitiva y acelerada de los rostros de gente alienada, guetos, miseria social, el ritmo de vida desquiciado, los atascos de tráfico, salchichas o cigarrillos en la cadena de producción en masa. Lo que los físicos llaman <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Entrop%C3%ADa">entropía</a>: el desorden.</p>
<p>No hace falta una bola de cristal para reconocer estos problemas y cualquier científico sabe que no tenemos mucho tiempo para evitar la destrucción del planeta. </p>
<p>David Wallace-Wells muestra en <a href="https://www.amazon.es/El-planeta-inh%C3%B3spito-calentamiento-Tecnolog%C3%ADa/dp/8417636463"><em>El planeta inhóspito</em></a> (2019) que el cambio climático es una expresión de nuestro fracaso en crear un porvenir y nos conduce directamente a hambrunas, plagas, un aire irrespirable, migraciones cada vez más masivas, conflictos armados globales y el colapso económico. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/359817/original/file-20200924-22-22bu5o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/359817/original/file-20200924-22-22bu5o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/359817/original/file-20200924-22-22bu5o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/359817/original/file-20200924-22-22bu5o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/359817/original/file-20200924-22-22bu5o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/359817/original/file-20200924-22-22bu5o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/359817/original/file-20200924-22-22bu5o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/359817/original/file-20200924-22-22bu5o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Cartel promocional de El Colapso.</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Un presente consumista de economía depredadora</h2>
<p>En <em>El colapso</em> ya no es el futuro, sino nuestro presente, el que es pintado de modo poco halagüeño a través de este colapso económico: el sufrimiento de las clases bajas y los oprimidos, la naturaleza destruida (ecocidio), el dinero no tiene valor porque no se puede comprar nada, consecuencia de la aceptación pasiva de un sistema económico depredador en nombre del progreso y del consumo irracional. </p>
<p>Ni siquiera la tecnología ha evolucionado. La serie nos interpela: ¿Qué ocurriría si se produjera el colapso mundial, si el consumo se detuviera de golpe, si hubiera escaso combustible en las gasolineras, si faltara la comida en el supermercado? ¿Huiríamos de la ciudad al campo? ¿Se desataría el peligro nuclear? ¿Cómo reaccionaríamos ante este colapso? ¿Los ricos y los pobres por igual? ¿Y en otros países? ¿Y en otras culturas? ¿Sería el fin de la humanidad? ¿O el del capitalismo?</p>
<p>En todo el mundo las personas pertenecientes a las sociedades de mercado o sociedades de consumo son propensas al mismo tipo de problemas de desorganización, falta de cooperación, intereses personales y falta de visión a largo plazo. En todos los estados nacionales, en todos los grupos culturales y en todos los grupos étnicos más o menos en la órbita del capitalismo industrial y financiero la gente tiende a reaccionar de manera similar: pérdida de sociabilidad y de significados culturales, junto con los efectos trivializantes de los medios de comunicación. </p>
<p>Seguimos sin contar con instrumentos intelectuales para pensar acerca de la necesidad de un contrato social global, de una <a href="https://books.google.es/books?id=ISYm1Rt05ZEC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false">sostenibilidad social en términos de convivencia</a>.</p>
<h2>Nosotros reclamaríamos nuestros derechos</h2>
<p>Por eso, la reacción ante este colapso sería, primeramente, invocar nuestros derechos adquiridos como consumidores: derecho a conducir el coche, tener alimentos en el supermercado, dinero o tomar un avión para ir de vacaciones. O arrasar con el papel higiénico, la harina o el alcohol en los supermercados como vimos en las primeras fases del Estado de alarma y confinamiento en España. </p>
<p>La serie invita también a comprender la falta de acción de los ricos y privilegiados, que continúan viviendo de manera insostenible, trazando un perfil psicológico justo como las respuestas a este colapso desde la posición de las clases trabajadoras en base a la lucha por la supervivencia ante el miedo. </p>
<p>Recuerda también al egoísmo de las clases superiores en la película <em>El Hoyo</em> <a href="https://www.youtube.com/watch?v=hEKk79YiHeE">que comenté en Youtube</a>. Como muestra, el capítulo 2 de <em>El colapso</em> ambientado en una la gasolinera: ¿Qué haríamos como padres si tenemos dos hijas que alimentar? ¿Robaríamos un coche de otra familia en la gasolinera para que nuestras hijas sobrevivan?</p>
<p>Los antropólogos no tenemos todas las respuestas, pero creemos que debemos plantear las cuestiones correctas para hacer una llamada al cambio y convencer a quienes tienen el poder para cambiar la economía global, salvar el planeta y a la humanidad de la extinción. </p>
<h2>¿Reaccionarían igual todas las sociedades?</h2>
<p>Muchas sociedades y culturas no reaccionarían, como nosotros, de esta manera violenta, individualista, egoísta e insolidaria, como consumidores presos del pánico en estos tiempos de creciente desigualdad socioeconómica y depredación ambiental. </p>
<p>Reaccionarían en base a las normas de reciprocidad (intercambio de bienes y trabajo) y el don (el regalo desinteresado y la obligación de “dar, recibir y devolver”) que aparecen en sociedades y civilizaciones (cazadoras-recolectoras, pueblos ágrafos, economías primitivas…) no sometidas a los imperativos de la economía capitalista y ajenas a la economía de mercado. La cultura de la reciprocidad también incluye tanto a las formas de reciprocidad “moral” y de tipo paliativo entre amigos y parientes (caridad, compasión…) que coexisten en el capitalismo. Por ejemplo, la celebración de la Navidad es un residuo de la antigua cultura de reciprocidad en las sociedades occidentales. </p>
<h2>Los inuit</h2>
<p>¿Cómo responderían ante una situación de crisis económica estas sociedades? Escogemos una de ellas, los inuit (esquimales) del noroeste de Alaska, estudiados por <a href="https://repository.si.edu/handle/10088/15465">Robert F. Spencer</a> en proceso de ser absorbidos por el capitalismo global.</p>
<p>Los inuit, ante una crisis como esta, reaccionarían cooperativamente, buscando el beneficio colectivo. La economía occidental es un sistema cerrado que solo crea riqueza y al que la sociedad tiene que adaptarse, y no posee una teoría económica del entorno natural ni del equilibrio población-recursos, sino que es una teoría económica basada en el beneficio y en la desigualdad de ingresos. </p>
<p>Por el contrario, la economía esquimal está diseñada para crear sociedad, no riqueza. Los inuit se encuentran en una situación de equilibrio demográfico y ecológico con el entorno natural, una forma de sostenibilidad global que proviene de una sociedad más cooperativa. No funcionan en el mercado, sino en el medioambiente. </p>
<p>Si bien la economía occidental se basa en la responsabilidad individual del trabajo, la economía esquimal no tiene interés en acumular o generar ganancias. Este tipo de problemas se han resuelto políticamente de tal manera que la economía es concebida para crear sociedad, no riqueza: se intercambia comida, ayuda, favores, regalos, para crear una responsabilidad colectiva ritual, en equilibrio demográfico y ecológico con el medioambiente. </p>
<p>Los esquimales han creado una sociedad cuya construcción no es económica, sino social, y están culturalmente predispuestos a cultivar la paciencia, el cálculo y la tranquilidad en beneficio de la sociedad.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/359869/original/file-20200924-24-112dek1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/359869/original/file-20200924-24-112dek1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/359869/original/file-20200924-24-112dek1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/359869/original/file-20200924-24-112dek1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/359869/original/file-20200924-24-112dek1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/359869/original/file-20200924-24-112dek1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/359869/original/file-20200924-24-112dek1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/359869/original/file-20200924-24-112dek1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Monumento a los inuits cerca de la aldea de Resolute Bay, Nunavut, Canadá.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/memorial-relocated-inuits-high-arctic-near-726918208">Shutterstock / Kevin Xu Photography</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Vivir en sociedad cooperativamente</h2>
<p>La solución no pasa por imponer recetas institucionales de arriba a abajo, sino por aprender de abajo a arriba, por aprender de la experiencia de siglos de relaciones armónicas con el medioambiente, con la naturaleza y con otras <a href="https://rai.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/1467-8322.12548">personas, viviendo en sociedad cooperativamente</a>.</p>
<p>Petronila Pérez Velázquez es una profesora bilingüe <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_mixteca">mixteca</a> de la comunidad de Santiago Amoltepec, en Oaxaca (México), con quien estamos trabajando en varios proyectos: </p>
<p><em>“El lema de mi papá es ‘produce tu propio alimento’. Aún la tierra todavía no está maleada y todavía no la acostumbran con tanto químico. Con dinero o sin dinero la vida es feliz. No necesito dinero, solo cultivar nuestro maíz. ¡Qué más le podemos pedir a la naturaleza! Debemos ejecutar las acciones para obtener alimentos. Aunque queramos consumir los derivados que hay será imposible. Y transmitir los conocimientos con los más pequeños e ir heredando. De lo contrario, estas prácticas se perderán”.</em> </p>
<p>Las palabras de Petronila advierten de que las personas se encuentran cada vez más fuertemente especializadas y desconectadas de la producción de alimentos y bienes básicos, y que el cambio climático puede destruir irreparablemente nuestras habilidades para retornar a las prácticas agrícolas.</p>
<p>Para concluir, un mito <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Islas_Andam%C3%A1n">andamán</a> que se refiere al colapso: la vida futura llegará al apocalipsis “cuando ya nadie se case ni sea entregado en matrimonio”, es decir, la desintegración social. Este sería el final de eso que llamamos ‘la sociedad’, esta riqueza que cultivan los inuit y tantas otras civilizaciones, y que el neoliberalismo ha arrinconado. “No existe la sociedad”, decía Margaret Thatcher.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/146875/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>David Lagunas no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La serie francesa “El colapso” ha abierto la caja de los truenos sobre qué ocurriría en la sociedad si el sistema entero se hundiera. Aunque pueda parecer que nos encontramos en una situación similar por la pandemia, no parece que estemos cerca de ello, pero así reaccionaría la población si el planeta se fuera al traste. Lo más curioso es que no todas las culturas responderían igual.David Lagunas, Profesor de antropología, Universidad de SevillaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1417222020-08-05T20:56:03Z2020-08-05T20:56:03ZEl coste ambiental de añadir microplásticos a cosméticos, detergentes y pinturas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/349213/original/file-20200723-25-agi5dr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C3874%2C2348&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/glitter-magic-blowing-hands-713000062">Shutterstock / IdeaArt</a></span></figcaption></figure><p>Los <a href="https://theconversation.com/la-contaminacion-quimica-del-plastico-una-amenaza-silenciosa-116669">microplásticos</a> pueden tener muchos orígenes. Uno de ellos son los productos de uso cotidiano a los que se añaden intencionadamente. La mayoría de las veces, se agregan para mejorar las propiedades del producto y hacer más efectiva y rápida la función que va a desempeñar. En definitiva, para hacernos la vida más fácil. </p>
<p>Sin embargo, a cambio de esa efectividad, liberamos gran cantidad de microplásticos al medioambiente, con consecuencias nefastas para los medios acuáticos y para los organismos que viven en ellos.</p>
<h2>Microplásticos en productos de higiene personal</h2>
<p>Unos de los casos más conocidos son los <a href="https://www.researchgate.net/publication/341651585_CARACTERIZACION_DE_MICROPLASTICOS_PRESENTES_EN_PRODUCTOS_DE_CUIDADO_PERSONAL_EN_ESPANA_MATERIALES_Y_METODOS_INTRODUCCION">productos de cuidado personal</a>. Los microplásticos pueden encontrarse en exfoliantes faciales y corporales, jabón de manos y dentífricos. La mayoría de las partículas que se añaden a estos productos tienen tamaños comprendidos entre 450-800 micras, y están compuestas de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Polietileno">polietileno</a>.</p>
<p>Un <a href="https://ec.europa.eu/environment/chemicals/reach/pdf/39168%20Intentionally%20added%20microplastics%20-%20Final%20report%2020171020.pdf">estudio encargado por la Comisión Europea</a> estimó que en el año 2015, la Unión Europea pudo utilizar cerca de 800 toneladas de microplásticos en este tipo de productos. </p>
<p>Muchas veces no somos conscientes de que estamos utilizando productos con microplásticos porque no son fáciles de identificar en el listado de ingredientes. No obstante, en muchos casos bastará con encontrar la palabra <em>polyethylene</em> (polietileno) en esa lista para descartar un artículo.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/349198/original/file-20200723-21-vi5fzv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/349198/original/file-20200723-21-vi5fzv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/349198/original/file-20200723-21-vi5fzv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=221&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/349198/original/file-20200723-21-vi5fzv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=221&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/349198/original/file-20200723-21-vi5fzv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=221&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/349198/original/file-20200723-21-vi5fzv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=277&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/349198/original/file-20200723-21-vi5fzv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=277&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/349198/original/file-20200723-21-vi5fzv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=277&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Microplásticos obtenidos de diferentes productos en el laboratorio.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Detergentes, productos de limpieza y pinturas</h2>
<p>También es frecuente añadir microplásticos a los detergentes que utilizamos para lavar la ropa y en productos de limpieza habituales en el hogar. Por desgracia, en estos casos no será fácil encontrar el plástico entre el listado de ingredientes, ya que las empresas fabricantes de detergentes no están obligadas a incluir todos los componentes en el envase del producto. </p>
<p>Un <a href="https://www.global2000.at/sites/global/files/Einkaufstest%20Waschmittel.pdf">estudio</a> realizado por la organización medioambiental austríaca GLOBAL 2000 detectó microplásticos en 119 detergentes de los 300 que fueron analizados. </p>
<p>También se utilizan microplásticos en pinturas (tanto de uso doméstico como industrial) y en productos abrasivos. Cuando las pinturas se van desgastando, se liberan microplásticos al medioambiente desde diversas fuentes. </p>
<p>En el caso de los productos abrasivos, los microplásticos normalmente se mezclan con otros agentes de limpieza a presión, como arena o un mineral llamado corindón. También son utilizados en la industria automovilística y aeronáutica. </p>
<h2>¿Qué función cumplen los microplásticos?</h2>
<p>En general, podríamos decir que el plástico es un material más barato, moldeable y fácil de usar que muchos otros para ciertas aplicaciones. Por eso ha sido la primera opción considerada hasta ahora por muchas empresas para utilizarlos en sus productos. Además, su uso en lugar de otros materiales hace que el coste final de los productos sea considerablemente menor.</p>
<p>Cuando utilizamos un exfoliante para el cuerpo o un limpiador facial queremos que estas sustancias tengan un poder abrasivo sobre nuestra piel, que sea agradable al tacto y que proporcione brillo. Los microplásticos pueden cumplir a la perfección con esos propósitos y son materiales baratos. Por eso se añaden en sustitución de algunos ingredientes naturales que también podrían funcionar como agentes exfoliantes. </p>
<p>En los detergentes o limpiadores de hogar su función es hacer que la ropa o las superficies queden bien limpias, con eficacia y rapidez. También pueden modificar la densidad de los productos líquidos, por ejemplo. </p>
<p>En el caso de las pinturas ocurre algo parecido. Cuando vamos a pintar una habitación en casa, nos gusta que la pintura tenga un color uniforme y un efecto mateado o brillante, o que sea resistente a golpes y arañazos. Todo ello se puede conseguir gracias a la adición de microplásticos. </p>
<h2>Efectos en el medioambiente</h2>
<p>Los microplásticos, e incluso las partículas más pequeñas creadas a partir de su degradación, los nanoplásticos, pueden ser ingeridas fácilmente o confundidas con plancton por numerosos peces, tortugas, etc. en los ecosistemas acuáticos. Pasan así a la cadena alimentaria. </p>
<p>Varios de <a href="https://www.researchgate.net/publication/336352202_The_potential_of_microplastics_as_carriers_of_metals">nuestros estudios</a> <a href="https://www.researchgate.net/publication/340590587_The_relevance_of_interaction_of_chemicalspollutants_and_microplastic_samples_as_route_for_transporting_contaminants">más recientes</a> demuestran que los microplásticos pueden atrapar en su superficie otras sustancias contaminantes presentes en el agua y, si son ingeridos, transportar dichas sustancias al interior de los organismos. </p>
<p>Estos son algunos de los motivos por los que, en septiembre de 2018, el Parlamento Europeo solicitó a la Comisión Europea la introducción de una prohibición a escala europea de los microplásticos añadidos intencionadamente a esos productos mencionados. </p>
<p>Pocos meses después, en enero de 2019, la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA, por sus siglas en inglés) publicó una <a href="https://echa.europa.eu/documents/10162/05bd96e3-b969-0a7c-c6d0-441182893720">propuesta de restricción</a> del uso de los microplásticos añadidos intencionadamente a los productos con fecha límite en el 2020. </p>
<p>En el caso de España, el <a href="https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/participacion-publica/Residuos%202020%20anteproyecto%20de%20ley%20de%20residuos%20y%20suelos%20contaminados.aspx">anteproyecto de Ley de residuos y suelos contaminados aprobado</a> recientemente por el Consejo de Ministros y asociado al marco de la Estrategia Española de Economía Circular prevé la prohibición de cosméticos y detergentes que contengan microplásticos añadidos intencionadamente a partir del 3 de julio de 2021. </p>
<p>En este sentido, la industria ya está sustituyendo los microplásticos por otros compuestos de origen natural como semillas o compuestos minerales u otros ingredientes no plásticos. En definitiva, poco a poco se acerca el fin de estas partículas añadidas intencionadamente a los productos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/141722/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Verónica Godoy Calero recibe fondos del Gobierno de España y de la Unión Europea en diversas modalidades de ayudas públicas.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>María Ángeles Martín Lara recibe fondos del Programa Estatal de I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación y otras instituciones públicas. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Mónica Calero de Hoces recibe ayudas públicas del Ministerio, de la Unión Europea y de otras instituciones públicas.</span></em></p>Los microplásticos añadidos a productos que utilizamos diariamente mejoran sus propiedades y efectividad, pero tienen un alto coste ambiental. No siempre es obligatorio incluirlos en las etiquetas.Verónica Godoy Calero, Investigadora en tratamiento de residuos y microplásticos, Universidad de GranadaMaría Ángeles Martín Lara, Profesora Titular de Universidad. Departamento de Ingeniería Química., Universidad de GranadaMónica Calero de Hoces, Catedrática de Ingeniería Química, Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1435042020-08-04T16:37:56Z2020-08-04T16:37:56ZContaminación, el silencioso enemigo de la CDMX en la lucha contra el COVID-19<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/350469/original/file-20200730-31-18xjodp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C31%2C5145%2C3414&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La Ciudad de Mexico, 20 de mayo, 2018. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.apimages.com/metadata/Index/Mexico-Pollution/bf0cb5c6c58140afa6693a2e8c0157cd/75/0">AP Photo/Marco Ugarte</a></span></figcaption></figure><p>La Ciudad de México es un tazón de polvo, una <a href="https://www.redalyc.org/pdf/312/31204702.pdf">megalópolis contaminada</a> donde la respiración es difícil y la ropa recién lavada colgada para secarse se pone rígida por la noche. Incluso antes de que la pandemia de COVID-19 comenzara a golpear la capital del país, los residentes regularmente usaban cubrebocas durante las <a href="https://www.cnn.com/2019/05/17/americas/mexico-city-pollution-in-photos-intl/index.html">frecuentes contingencias ambientales</a>.</p>
<p>Ahora, la contaminación del aire en la Ciudad de México, que contribuye a las altas tasas de <a href="https://www.gob.mx/inecc/documentos/coronavirus-sars-cov-2-contaminacion-atmosferica-y-riesgos-a-la-salud">enfermedades respiratorias y cardiovasculares</a>, está haciendo que los 21 millones de personas del área metropolitana sean más vulnerables al coronavirus.</p>
<p>Pero no siempre fue un desastre ecológico y de salud. Como centro del imperio azteca, era verde y diverso. Ya a principios del siglo XX, 45 ríos atravesaban el territorio.</p>
<p>La decisión de enterrar y pavimentar sus ríos, creando la metrópolis árida de hoy, fue un plan del siglo XX destinado a proteger a los residentes de enfermedades, específicamente, el cólera, la <a href="http://oa.upm.es/57891/1/TFG_20_CODERCH_CARRETERO_PAULA.pdf">malaria y otras transmitidas por el agua a causa de las frecuentes inundaciones</a>.</p>
<h2>Orígenes de la Ciudad de México</h2>
<p>Soy una <a href="https://scholar.google.com/citations?user=LA4-pCYAAAAJ&hl=en">erudita que estudia la pobreza</a> con un enfoque en las áreas urbanas, y la Ciudad de México es mi ciudad gris de concreto. La relación entre su geografía, su historia, y los resultados de salud es relevante hoy, ya que la ciudad lucha con su último brote de enfermedad.</p>
<p><a href="https://www.redalyc.org/pdf/312/31204702.pdf">La CDMX fue fundada</a> por los aztecas, pero que se autodenominaban Tenochcas, en 1325. Los aztecas construyeron su ciudad sobre una roca en el lago de Texcoco, principalmente porque los lugares más importantes a lo largo de la costa ya estaban ocupados.</p>
<p>Para 1427, los poderosos aztecas habían derrotado a sus vecinos a orillas del lago y habían construido una brillante capital que abarcaba el lago. La ciudad, llamada Tenochtitlán, fue construida en medio del agua por el desarrollo de “<a href="http://zaloamati.azc.uam.mx/handle/11191/5077">chinampas</a>”, pequeñas parcelas en el lago llenas de escombros, cerámica, y tierra para crear tierra sólida, con canales que fluyen a su alrededor.</p>
<p>El principal cronista de la colonización española de México, <a href="https://www.gutenberg.org/files/32474/32474-h/32474-h.htm">Bernal Díaz del Castillo</a>, describió a Tenochtitlán como entrecruzado por maravillas de ingeniería como calzadas y puentes extraíbles, y lleno de palacios “espléndidos”. Díaz del Castillo cuenta que el mercado de la ciudad era más grande y mejor regulado que los de <a href="https://www.gutenberg.org/files/32474/32474-h/32474-h.htm">Constantinopla o Roma</a>. Como en el imperio romano, los acueductos abastecían a la ciudad de <a href="https://www.gutenberg.org/files/32474/32474-h/32474-h.htm">agua dulce</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/345079/original/file-20200701-53-1eotava.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/345079/original/file-20200701-53-1eotava.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/345079/original/file-20200701-53-1eotava.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/345079/original/file-20200701-53-1eotava.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/345079/original/file-20200701-53-1eotava.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/345079/original/file-20200701-53-1eotava.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=462&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/345079/original/file-20200701-53-1eotava.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=462&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/345079/original/file-20200701-53-1eotava.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=462&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Réplica de Tenochtitlan, con sus calzadas y canales.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://flic.kr/p/4ULeHK">Randal Sheppard/flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>Tenochtitlán se parecía a Venecia, espléndido, y tenía los mismos problemas de salud, como agua contaminada, mosquitos, y olores desagradables. Pero los aztecas <a href="https://www.redalyc.org/pdf/312/31204702.pdf">manejaban bien la ciudad y evitaban las inundaciones</a>. Sus diques y vías fluviales permitieron que floreciera una <a href="https://www.jstor.org/stable/pdf/40315074.pdf?refreqid=excelsior%3A92c9cb15fd681165ffef84e7676e5128">gran diversidad de plantas y animales</a>, y el sistema agrícola con ‘chinampas’, en el que la tierra se reponía con tierra dragada del fondo del lago, era <a href="https://www.jstor.org/stable/pdf/40315074.pdf?refreqid=excelsior%3A92c9cb15fd681165ffef84e7676e5128">uno de los más productivos</a> que el mundo haya conocido.</p>
<h2>Incompetencia española</h2>
<p>Esa buena gestión urbana <a href="https://www.redalyc.org/pdf/312/31204702.pdf">terminó con la conquista española en 1521</a>. Tenochtitlán fue destruido, sus <a href="https://www.gutenberg.org/files/32474/32474-h/32474-h.htm">palacios y calzadas se convirtieron en escombros en el fondo del lago</a>.</p>
<p>Los españoles no entendían la ecología acuosa del área, <a href="https://www.redalyc.org/pdf/312/31204702.pdf">ni entendían ni respetaban</a> la ingeniería azteca. Para reconstruir su capital, comenzaron a drenar el lago.</p>
<p>Esta estrategia condujo tanto a la sequía como a un suministro de agua inadecuado durante la mayor parte del año. La temporada de lluvias, sin embargo, trajo <a href="https://www.jstor.org/stable/pdf/40315074.pdf?refreqid=excelsior%3A92c9cb15fd681165ffef84e7676e5128">enormes inundaciones</a>. En 1629, se dice que la peor inundación en la historia registrada de la Ciudad de México duró cinco años y mató a más de 30 mil personas debido a ahogamientos y enfermedades. Según los informes, las iglesias <a href="http://oa.upm.es/57891/1/TFG_20_CODERCH_CARRETERO_PAULA.pdf">celebraron misas en los tejados</a>.</p>
<p>La temporada de lluvias convirtió partes de la ciudad en pozos negros, engendrando enfermedades transmitidas por el agua como <a href="http://www.hmc.mil.ar/webResources/Documentos/inundaciones.pdf">el cólera y la malaria</a>, así como la meningitis. Las enfermedades gastrointestinales también asolaban a la población, porque los residentes usaban los ríos de la Ciudad de México para arrojar basura y desperdicios. Los cuerpos <a href="http://oa.upm.es/57891/1/TFG_20_CODERCH_CARRETERO_PAULA.pdf">humanos</a> y <a href="http://www.hmc.mil.ar/webResources/Documentos/inundaciones.pdf">de animales</a> flotaban en las aguas estancadas, emitiendo un terrible hedor.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/345061/original/file-20200701-159785-1btcp7p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/345061/original/file-20200701-159785-1btcp7p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/345061/original/file-20200701-159785-1btcp7p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/345061/original/file-20200701-159785-1btcp7p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/345061/original/file-20200701-159785-1btcp7p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/345061/original/file-20200701-159785-1btcp7p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/345061/original/file-20200701-159785-1btcp7p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/345061/original/file-20200701-159785-1btcp7p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Canales en Xochimilco, un barrio de la Ciudad de México donde las vías fluviales siguen sin encubrir.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/the-aztec-canals-at-the-floating-gardens-of-xochimilco-the-news-photo/152201035?adppopup=true">Werner Forman/Universal Images Group/Getty Images</a></span>
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<h2>México ‘en lo profundo’</h2>
<p>México se independizó de España en 1810. Para enfrentar de una vez por todas sus problemas de inundación, los líderes de la ciudad decidieron en la década de 1890 canalizar la lluvia, las aguas de inundación y las aguas residuales lejos de la ciudad a través de un <a href="https://blogdelagua.com/actualidad/inundaciones-en-mexico/">canal de desagüe o drenaje de 48 kilómetros</a>.</p>
<p>Alrededor de este tiempo, la <a href="https://www.jstor.org/stable/pdf/40315074.pdf?refreqid=excelsior%3A92c9cb15fd681165ffef84e7676e5128">población de la capital comenzó a explotar</a>. La Ciudad de México tenía 350,000 residentes en 1900 y 3 millones en 1950. Para <a href="http://zaloamati.azc.uam.mx/handle/11191/5077">la década de 1930</a>, su novedoso sistema de saneamiento ya era insuficiente. Además, los residentes todavía usaban los numerosos ríos de la Ciudad de México para <a href="https://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/colaboracion/mochilazo-en-el-tiempo/nacion/sociedad/2017/06/21/los-rios-de-la">lavar la ropa, como pozos de basura y alcantarillas</a>.</p>
<p>En 1938, el arquitecto Carlos Contreras propuso <a href="http://zaloamati.azc.uam.mx/handle/11191/5077">encerrar</a> tres ríos contaminados, el Piedad, el Consulado, y el Verónica, y convertirlos en un viaducto gigante para <a href="https://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/colaboracion/mochilazo-en-el-tiempo/nacion/sociedad/2017/06/21/los-rios-de-la">evitar inundaciones, enfermedades y muertes</a>. Las condiciones políticas no permitieron que esta idea avanzara en ese momento, pero la idea de <a href="https://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/colaboracion/mochilazo-en-el-tiempo/nacion/sociedad/2017/06/21/los-rios-de-la">poner las sucias vías fluviales de la Ciudad de México en enormes tuberías</a> y enterrarlas se mantuvo viva.</p>
<p>Durante las siguientes décadas, los ríos comenzaron a ser subterráneos. Entre 1947 y 1952, la mayoría de los 45 ríos de la Ciudad de México <a href="http://oa.upm.es/57891/1/TFG_20_CODERCH_CARRETERO_PAULA.pdf">fueron canalizados en tubos gigantes, enterrados y pavimentados</a>. Hoy en día, estos ríos solo son visibles en los nombres <a href="http://zaloamati.azc.uam.mx/handle/11191/5077">de las calles que los atraviesan</a>: Río Mixcoac, Río Churubusco, y otros.</p>
<h2>Cuenco de smog</h2>
<p>Este sistema le dio a la Ciudad de México de mediados de siglo la suficiente capacidad de alcantarillado, carreteras, y edificios para atender a su población. El mal olor y las condiciones insalubres también disminuyeron, porque la gente no podía tirar basura en las vías fluviales cubiertas.</p>
<p>Pero sin sus ríos, la Ciudad de México se secó y se volvió polvorienta. Y debido a su geografía, <a href="https://en.mxcity.mx/2016/04/mexico-citys-mountains/">ubicada</a> en una meseta, rodeada de montañas, el polvo no pudo escapar. La Ciudad de México está en un recipiente que atrapa todo lo que flota en el aire.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/345073/original/file-20200701-13398-bqmlmo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=26%2C6%2C4440%2C2967&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/345073/original/file-20200701-13398-bqmlmo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=26%2C6%2C4440%2C2967&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/345073/original/file-20200701-13398-bqmlmo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/345073/original/file-20200701-13398-bqmlmo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/345073/original/file-20200701-13398-bqmlmo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/345073/original/file-20200701-13398-bqmlmo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/345073/original/file-20200701-13398-bqmlmo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/345073/original/file-20200701-13398-bqmlmo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Ruinas de Teotihuacan, en las afueras de la Ciudad de México, 19 de marzo, 2020.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.apimages.com/metadata/Index/Virus-Outbreak-Mexico-Equinox-Closure/4059b21152624ee09a59daf200a6b542/12/0">AP Photo/Rebecca Blackwell</a></span>
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</figure>
<p>A partir de la década de 1980, el número de automóviles <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S096669231500023X">aumentó a millones</a>, atrapando también la contaminación. Hoy, la Ciudad de México es <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2019/05/16/scary-images-mexico-citys-pollution-emergency/">conocida por su smog</a> y por las terribles <a href="https://www.iqair.com/blog/air-quality/air-pollution-particles-in-hearts">consecuencias para la salud</a> que trae la contaminación, incluidos el asma y las enfermedades cardiovasculares.</p>
<p>El brote de coronavirus no fue causado por el aire contaminado. Pero la mala calidad del aire de la ciudad, junto con el <a href="https://www.jornada.com.mx/2009/05/25/capital/043n1cap">hacinamiento y otros factores relacionados con la pobreza</a>, crean las condiciones para que COVID-19 enferme gravemente y mate a más personas.</p>
<p>Al tratar de eliminar las enfermedades transmitidas por el agua, la capital del país terminó ayudando a un virus en el aire a encontrar más huéspedes. Es una ironía de la historia que los aztecas seguramente llorarían.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://www.elfinanciero.com.mx/cdmx/contaminacion-el-silencioso-enemigo-de-la-cdmx-en-la-lucha-contra-el-covid-19">El Financiero</a></em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/143504/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Elena Delavega no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La capital del país nació en un lago, el cual después fue secado, y sus ríos, entubados. Esto, a pesar de haber ocurrido hace bastantes años, representa graves problemas para las personas.Elena Delavega, Associate Professor of Social Work, University of MemphisLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1415782020-07-08T19:01:23Z2020-07-08T19:01:23ZLo que susurran las flores del cementerio<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/346320/original/file-20200708-3995-1ga56yy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C7348%2C4902&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/rose-on-tombstone-red-grave-love-1191932263">Shutterstock / Dragana Gordic</a></span></figcaption></figure><p>En un cementerio encontraremos un espacio cargado de símbolos, en donde flores y plantas juegan un papel esencial. Cada una de las que allí veremos, ya sean vivas, o talladas en mausoleos o lápidas, contienen mensajes: muchos de ellos provenientes del origen de la humanidad. Símbolos que con sus formas, colores y olores sensibilizan el alma y nos conducen a reflexionar sobre la vida.</p>
<p>En su <a href="https://www.biblioteca.org.ar/libros/89687.pdf"><em>Crítica del Juicio</em></a>, Emanuel Kant consideraba la jardinería como un “arte de la forma” incluido dentro de la pintura. </p>
<p>Rosario Assunto, en su <a href="https://www.institutomora.edu.mx/Instituto/SiteAssets/La%20jardineria%20como%20filosofia%20-%20Assunto.pdf">ensayo</a> sobre la ontología y la teleología del jardín, va más allá en su reflexión: el jardín funerario alcanza el más sublime grado artístico. Lo hace porque dispone de una ontología propia, basada en la relación entre la vida y la muerte. La primera, representada por la vegetación en constante renovación, y la segunda, entendiendo ese <em>locus</em> como el espacio que separa lo material y lo espiritual. </p>
<p>El jardín funerario alcanza ese grado artístico además porque dispone de una teleología. En las causas finales del jardín funerario, arte y naturaleza se integran en pos de un mensaje común: el eterno retorno. Así, los conceptos de sueño eterno y renovación de la vida han sentado las bases, en todas las culturas, del arte jardinístico funerario.</p>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346325/original/file-20200708-3978-1r5cbiu.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346325/original/file-20200708-3978-1r5cbiu.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=917&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346325/original/file-20200708-3978-1r5cbiu.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=917&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346325/original/file-20200708-3978-1r5cbiu.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=917&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346325/original/file-20200708-3978-1r5cbiu.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1153&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346325/original/file-20200708-3978-1r5cbiu.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1153&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346325/original/file-20200708-3978-1r5cbiu.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1153&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Talla de una adormidera en un panteón del Cementerio de Algeciras (Cádiz).</span>
<span class="attribution"><span class="source">AEST</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Sueño eterno, memoria y silencio</h2>
<p>Tres ideas surgen alrededor del proceso de exhumación de los finados, desde su origen: el apacible sueño eterno, el recuerdo a través de la memorialización y el cumplido silencio.</p>
<p>El símbolo viático más antiguo que podemos encontrar tallado en mausoleos de nuestras necrópolis es el fruto de la <a href="https://pdfs.semanticscholar.org/32ea/6e353ac13a18ae43c319969f2edd5e414eee.pdf">adormidera</a>, siempre usado en los rituales funerarios, incluso en las culturas prehistóricas ibéricas, como símbolo de un deseado dulce sueño eterno. Ese deseo es precisamente el origen del significado de la palabra cementerio. El origen etimológico es la palabra griega <em>koimitirion</em>, la habitación del <a href="http://etimologias.dechile.net/?cementerio">sueño eterno</a> .</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/346329/original/file-20200708-3999-1w3zrwy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346329/original/file-20200708-3999-1w3zrwy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346329/original/file-20200708-3999-1w3zrwy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=858&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346329/original/file-20200708-3999-1w3zrwy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=858&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346329/original/file-20200708-3999-1w3zrwy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=858&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346329/original/file-20200708-3999-1w3zrwy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1079&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346329/original/file-20200708-3999-1w3zrwy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1079&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346329/original/file-20200708-3999-1w3zrwy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1079&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Escultura de la diosa Angeronia en el panteón de la familia Castells en el Cementerio de San Miguel (Málaga).</span>
<span class="attribution"><span class="source">AEST</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>La colocación de macetas con plantas vivas en recuerdo de los finados fue una tradición romana. Esta práctica se ha extendido hasta la actualidad, perdiendo su significado original, en los patios domésticos y por extensión en los patios cementeriales.</p>
<p>El silencio, como condición previa a la reflexión y a la paz del espíritu, y como forma de respeto a los finados para no molestarles en su eterno sueño, ha marcado de siempre las pompas funerarias. Los romanos ya veneraron a una deidad, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Angerona">Angeronia</a>, que con el gesto de su dedo aproximándolo hacia su boca solicita sigilo. Ella era además la encargada de <a href="https://ojs.unica.it/index.php/medea/article/view/1825/1537">aliviar la angustia y el miedo</a>. Esta deidad ha formado parte de la escultórica que antecede a algunos panteones, en donde además suele portar entre sus faldones conjuntos florales que evocan muchos de los mensajes de la botánica funeraria.</p>
<h2>¿Por qué los cipreses?</h2>
<p>Celestino Barrallat recogía en 1885, en su interesante opúsculo <em>Principios de Botánica funeraria</em> , buena parte de estas concepciones y tradiciones. Las sistematiza en dos grandes grupos de <a href="https://ws147.juntadeandalucia.es/obraspublicasyvivienda/publicaciones/01%20ARQUITECTURA%20Y%20VIVIENDA/una_arquitectura_para_la_muerte/una_arquitectura_para_la_muerte.pdf">símbolos vegetales</a>: los celestiales, como la palmera o la viña, vinculados a lo sagrado, a la luz y a la resurrección; y los infernales, como la yedra o la ruda, relacionados con lo luciferino, con la sombra y lo mefítico.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/346328/original/file-20200708-3999-15zmwzn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346328/original/file-20200708-3999-15zmwzn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346328/original/file-20200708-3999-15zmwzn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346328/original/file-20200708-3999-15zmwzn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346328/original/file-20200708-3999-15zmwzn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346328/original/file-20200708-3999-15zmwzn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1006&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346328/original/file-20200708-3999-15zmwzn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1006&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346328/original/file-20200708-3999-15zmwzn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1006&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Ejemplares de cipreses custodiando la entrada del cementerio antiguo de Castellar de la Frontera (Cádiz).</span>
<span class="attribution"><span class="source">EATS</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Desde la antigüedad, la vinculación entre enterramientos y árboles ha sido una constante, basada en la creencia de que la <em>inmortalidad</em> de los árboles servía de cobijo para el depósito de las almas. Éstas, a través del tránsito de la savia, se elevaban desde las profundas raíces de la oscuridad hacia las altas ramas en busca de la luz. El uso de las coníferas en las necrópolis se explica por ser árboles de porte erguido, longevos, de copas cónicas cuyos ápices apuntan al cielo, de intenso aroma resinífero y con un respetuoso verde oscuro.</p>
<p>Este uso de las coníferas para escoltar a los finados es una antigua tradición, como por ejemplo describe Cervantes varias veces a lo largo de <a href="http://iealbacetenses.dipualba.es/high.raw?id=0000005146&name=00000001.original.pdf&attachment=0000005146.pdf"><em>El Quijote</em></a></p>
<blockquote>
<p>“ (…) bajaban hasta veinte pastores, todos con pellicos de negra lana vestidos, y coronados con guirnaldas, cuál de tejo y cuál de ciprés. (Capítulo XIII, Primera Parte).</p>
</blockquote>
<p>En esta línea, Barallat destaca el papel del ciprés en los cementerios, ya que imprime en el ánimo las ideas de severidad y de reposo, y señalando al cielo con su punta sirve de guía a las miradas para elevarse a la región de la luz en contraposición a la oscuridad de las tumbas.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/346335/original/file-20200708-3974-158msd2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346335/original/file-20200708-3974-158msd2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346335/original/file-20200708-3974-158msd2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346335/original/file-20200708-3974-158msd2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346335/original/file-20200708-3974-158msd2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346335/original/file-20200708-3974-158msd2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346335/original/file-20200708-3974-158msd2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346335/original/file-20200708-3974-158msd2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cementerio de Comares, Málaga.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/comares-spain-sept-23th-2018-cemetery-1543000715">Shutterstock / Juan Aunión</a></span>
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</figure>
<h2>La simbología cristológica</h2>
<p>Buena parte de las concepciones renacentistas y barrocas vinculadas a conceptos religiosos han tenido su reflejo en esa botánica funeraria (cuya máxima exaltación la encontramos también en las <a href="https://www.researchgate.net/publication/337547949_Botanica_cofrade_Apuntes_sobre_el_origen_de_la_simbolica_floral_cristologica_y_mariana">manifestaciones de la Semana Santa</a>). La interpretación apologética de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Or%C3%ADgenes">Horigenes Adamantius</a> sobre la simbología de las más de veinte plantas citadas en <a href="http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/cantar-de-cantares-de-salomon--0/html/01e17fb4-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2.html"><em>El Cantar de los cantares</em></a> ha servido de inspiración en el arte funerario. </p>
<p>Así, el lirio, la azucena y la rosa adquieren el mayor protagonismo de la simbólica cristiana tan presente en la iconografía funeraria. La introducción en el siglo XIII en Europa de la flor de clavo o clavel tuvo un gran impacto, vinculándose por su forma, olor y color con una de las insignias de la crucifixión. Incluso se creó una leyenda que se vincula el surgimiento de esta flor a la caída a la tierra de la sangre de Cristo. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/346337/original/file-20200708-3978-1larll2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346337/original/file-20200708-3978-1larll2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346337/original/file-20200708-3978-1larll2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=781&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346337/original/file-20200708-3978-1larll2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=781&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346337/original/file-20200708-3978-1larll2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=781&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346337/original/file-20200708-3978-1larll2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=981&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346337/original/file-20200708-3978-1larll2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=981&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346337/original/file-20200708-3978-1larll2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=981&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Virgen de los claveles (<em>Madonna dei garofani</em>) de Rafael Sanzio, hacia 1506-1507.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Raphael_Madonna_of_the_pinks.jpg">Wikimedia Commons / Tosio Martinengo Gallery</a></span>
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<p>Durante el Renacimiento, muchos grandes pintores italianos dedicarían alguna obra a la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_de_los_claveles"><em>Madonna dei garofani</em></a>. La entrega por parte de la Virgen de un clavel al niño Jesús evoca el amor maternal a la vez que la presunción del destino final de la vida y de su resurrección. El clavel se ha convertido así en un elemento frecuente en las ofrendas florales a difuntos, cuya diversidad cromática es usada como base del lenguaje de la <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Language_of_flowers">floriología</a>. Desde el rojo oscuro, de aflicción por la muerte, hasta el amarillo de decepción.</p>
<p>Otras flores también han jugado un papel destacado en su vinculación a los cementerios. Desde la humilde malva, a la que la tradición ha hecho creer que crece a partir de lo que se corrompe bajo la tierra ("criar malvas”), hasta plantas de flores doradas como el crisantemo, vinculadas a la luz de la resurrección, y el eterno retorno; o las de color morado, como la violetas y pensamientos, dedicadas a la viudedad sufrida.</p>
<h2>De las tumbas intramuros a los parques cementerios</h2>
<p>Hasta el advenimiento de las grandes pandemias del XVIII, era <a href="https://ws147.juntadeandalucia.es/obraspublicasyvivienda/publicaciones/01%20ARQUITECTURA%20Y%20VIVIENDA/cementerios_de_andalucia/cementerios_de_andalucia.pdf">costumbre</a> realizar los enterramientos cerca de los domicilios de los seres queridos. Estas epidemias obligaron a localizar los enterramientos de forma ordenada extramuros de las ciudades. Bajo esta idea, en el siglo XIX se produjo un cambio importante en la consideración de las necrópolis en el contexto urbano, generalizándose en las grandes ciudades europeas los “parques cementerios”. </p>
<p>Existen extraordinarios diseños urbanísticos y arquitectónicos de estos equipamientos, basados en un racionalismo con el que dotar a un espacio, a priori ingrato, de suficiente esplendor artístico. Excelsos mausoleos de corte clásico, y de una relevante escultórica; panteones de personalidades ilustres o lápidas de gente sencilla enriquecerán la simbólica floral de estas necrópolis, que mantendrán buena parte del acervo secular en el caso de las plantaciones de vegetales vivos. Tan solo la necesidad de crear paseos arbolados, al estilo de los salones de la época, y de alguna flora exótica importada, ampliarán el patrimonio florístico, en algunos casos en detrimento de la simbólica funeraria.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/346333/original/file-20200708-3995-tddw5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346333/original/file-20200708-3995-tddw5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346333/original/file-20200708-3995-tddw5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=284&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346333/original/file-20200708-3995-tddw5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=284&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346333/original/file-20200708-3995-tddw5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=284&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346333/original/file-20200708-3995-tddw5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=357&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346333/original/file-20200708-3995-tddw5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=357&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346333/original/file-20200708-3995-tddw5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=357&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El Jardín del Recuerdo de Málaga, concepto de necrópolis basado en soluciones centradas en la naturaleza, los servicios ecosistémicos y la botánica funeraria.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Rafael Guerrero – Parcemasa.</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Los jardines funerarios del futuro</h2>
<p>El cambio de la cultura del enterramiento a la cremación ha obligado a un cambio en las costumbres funerarias. Esparcir las cenizas de un ser querido en la Naturaleza se ha convertido en un acto evocador, pero de consecuencias ambientales importantes, que ha llevado a su <a href="http://www.cartalocal.es/CartaLocal/Front/Noticias/CL_ContenidoDetalle/_sYcniRvuy5ly-yy6MEsAr8c4anccqZvPT9lDpdZGAQo">prohibición</a> cuando es de forma incontrolada.</p>
<p>Nuevos equipamientos funerarios, como el <a href="http://parcema.com/blog/2020/04/17/un-paseo-por-nuestro-jardin-del-recuerdo/">Jardín del Recuerdo en Málaga</a>, se conciben en primer lugar como áreas verdes urbanas que se integrarán en el futuro como parques para la ciudad. Las urnas de cenizas se disponen aquí en torno a árboles elegidos por las familias. </p>
<p>El diseño obedece a un compromiso con las medidas de mitigación de la crisis climática, mediante <a href="https://www.unenvironment.org/news-and-stories/story/six-ways-nature-can-protect-us-climate-change?fbclid=IwAR0ygAJiSccduqd7MqcScUzIlmTGbuTaDzqNS3cR63bTFtLL5fh7Z9Dyp-w">soluciones basadas en la naturaleza</a> y adaptaciones basadas en los ecosistemas. Pero, por otra parte, el <em>locus</em> se diseña bajo criterios de uso cultural dentro del obligado respeto.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/141578/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ángel Enrique Salvo Tierra no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las plantas de los cementerios tienen un significado simbólico y ancestral. Con la aparición del jardín cementerio, en el siglo XIX, esta simbología se amplió. Hoy algunos proyectos buscan recuperarla de manera sostenible.Ángel Enrique Salvo Tierra, Profesor de Botánica y Planificación y Ordenación Territorial, Universidad de MálagaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1236202019-09-17T20:01:34Z2019-09-17T20:01:34ZNosotros también podemos actuar contra el cambio climático<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/292789/original/file-20190917-19055-4es9b6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=15%2C7%2C5160%2C3437&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/water-crisis-child-sit-on-cracked-319917638">Piyaset / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Para la semana del 20 al 27 de septiembre <a href="https://www.fridaysforfuture.org/news">se plantean acciones por todo el mundo</a> para instar a particulares y administraciones a tomar medidas contra el cambio climático. ¿Cuáles son los efectos que exigen que la humanidad tome medidas para frenarlo? </p>
<p>Entre 11 000 y 5 000 años antes del presente, el Sáhara era un vergel. Un pequeño cambio en la inclinación del eje de giro de la Tierra lo convirtió en el mayor desierto que hoy tiene nuestro planeta.</p>
<p>En España hoy llueve poco. Esto parece un tanto irónico teniendo en cuenta <a href="https://theconversation.com/por-que-sufrimos-cada-vez-mas-extremos-climaticos-123545">las inundaciones de las pasadas semanas</a>, pero aunque la media de precipitación en la España por debajo de la latitud de León no es muy diferente de la de Francia, llueve de manera concentrada durante muy pocos días. Luego hay sequías muy largas. </p>
<p>La lluvia intensa no llena pantanos, ni recarga acuíferos, ni moja las raíces de las plantas. Lo que hace es arrastrar el suelo fértil hacia las ramblas y, al final, hacia el mar. Tenemos una media razonable de lluvia, pero una dispersión insostenible. </p>
<p>Mientras que la productividad del trigo es de 9 000 kg por hectárea en Bélgica, no llega a 2 800 kg/ha en nuestro país. No hay agua suficiente en el suelo. La productividad de vegetales y frutales en Murcia es muy alta, pero los embalses de la cabecera del Trasvase están siempre a un tercio de su capacidad. El acuífero del Júcar está cada año más profundo. </p>
<p>En España no podríamos aunque quisiésemos, que no queremos, <a href="https://theconversation.com/deberian-cerrar-las-centrales-nucleares-espanolas-111122">montar más centrales nucleares</a>: no tenemos agua suficiente para refrigerarlas. </p>
<p>El <em>clima</em> no existe, es un invento humano. Es la estadística del tiempo atmosférico. Cómo estadística de fenómenos sometidos a interacciones no lineales, varía constantemente. Cuando hablamos de cambio climático elegimos un marcador para seguir la evolución de esta estadística: la temperatura media anual global. Esta se calcula a partir de la media en un año y tiene en cuenta las temperaturas registradas, o deducidas de registros diversos, de todo el globo.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/292781/original/file-20190917-19076-1uldgqu.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1449%2C1088&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/292781/original/file-20190917-19076-1uldgqu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/292781/original/file-20190917-19076-1uldgqu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/292781/original/file-20190917-19076-1uldgqu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/292781/original/file-20190917-19076-1uldgqu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/292781/original/file-20190917-19076-1uldgqu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/292781/original/file-20190917-19076-1uldgqu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Comparación anual de temperaturas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=466264">Wikimedia</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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<p>El cambio de temperaturas actual es global, es decir, ocurre por igual en todo el planeta, desde hace 150 años. Coincide con la quema masiva del carbono de los combustibles fósiles y la emisión masiva de CO₂, tan rápida que los océanos no alcanzan a absorber más que la mitad de esa emisión.</p>
<p>No hay duda científica de que la subida de la temperatura media global desde hace 150 años está causada por la quema acelerada de combustibles fósiles. No voy a hablar más de ello: aquí quiero analizar los efectos de esa subida de temperatura.</p>
<h2>Cómo nace un desierto</h2>
<p>El tiempo atmosférico sobre cada punto del planeta depende de la cantidad de radiación que cae desde el Sol sobre ese punto en cada día del año, y de los vientos que circulan sobre él. </p>
<p>La radiación depende de la latitud del lugar. Los vientos, que son masas de aire en movimiento y arrastran energía en forma de calor y humedad en forma de vapor de agua, dependen de diferencias de temperatura y de la estructura vertical de la atmósfera sobre esos puntos.</p>
<p>¿Por qué todos los desiertos de la Tierra están, en esta etapa geológica, entre las latitudes 15 ⁰N y 30 ⁰N, 15 ⁰S y 30 ⁰S?</p>
<p>La radiación del Sol calienta mucho más la superficie de la Tierra entre ambos trópicos, 23 ⁰N y 23 ⁰S que en los Polos. La superficie caliente del mar genera convección de aire con vapor de agua. Este aire asciende hasta la troposfera, unos 16 km. Allí ya no puede seguir subiendo, y como tiene aire ascendente a su izquierda y derecha, el único camino que le queda es hacia los Polos. </p>
<p>Pero la Tierra gira más deprisa (en velocidad lineal) en el Ecuador que a los 23 ⁰N y 23 ⁰S. Se genera una aceleración, denominada de Coriolis, y el aire se desplaza hacia el este por la parte alta de la atmósfera. Al subir, el aire se ha enfriado y descargado el vapor en forma de agua (los bosques tropicales).</p>
<p>El aire frío es más denso que el caliente. Baja y vuelve a girar, esta vez hacia el oeste. El aire al bajar se calienta y no descarga el poco vapor que aún contiene. </p>
<p>Se generan los desiertos.</p>
<p>Más al norte no hay, en superficie, ninguna fuerza dominante. Debido a la combinación de la diferencia de temperaturas entre el ecuador y el Polo Norte, y a la aceleración de Coriolis, el aire aumenta su velocidad en la dirección oeste-este, según sube en altura, formando el <em>chorro polar</em>. Este arrastra el aire en superficie, con grandes torbellinos y turbulencias. </p>
<p>La posición del chorro, en latitud, corresponde al punto de máximo gradiente de temperaturas. </p>
<p>Al aumentar la temperatura media del planeta aumenta, mucho más, la del Polo Norte. En los trópicos más energía solo supone más evaporación, no una subida de la temperatura. </p>
<p>Al aumentar la temperatura del Polo Norte, el punto de máximo gradiente se desplaza hacia el norte, y el gradiente disminuye en intensidad. El río de aire deja de bajar con fuerza por la ladera y se mueve con meandros por la llanura.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/292783/original/file-20190917-19076-1x0bipg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/292783/original/file-20190917-19076-1x0bipg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/292783/original/file-20190917-19076-1x0bipg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/292783/original/file-20190917-19076-1x0bipg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/292783/original/file-20190917-19076-1x0bipg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/292783/original/file-20190917-19076-1x0bipg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/292783/original/file-20190917-19076-1x0bipg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/washington-dc-april-29-2017-thousands-630429824?src=jdbX4PReLwtjTmw9T7xvfQ-1-1">Nicole S. Glass</a></span>
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<h2>¿Y qué pasa en España?</h2>
<p>Hace unos 50 años, y antes, en otoño y en primavera el chorro arrastraba masas de aire con vapor de agua procedentes del Atlántico tropical y central hacia España. Ahora el chorro circula más al norte, y solo arrastra vapor cuando uno de sus grandes meandros entra en España. </p>
<p>La temperatura del Polo Norte seguirá aumentando, pues cada vez absorbe más energía al disminuir su capa de hielo que antes la reflejaba. El gradiente de temperaturas continuará disminuyendo y el chorro se desplazará aún más al norte y se debilitará.</p>
<p>En España ya tenemos problemas. Si no detenemos el cambio climático, en vez de 6 meses de sequía, nos acercaremos a 8 o incluso 10, con inundaciones puntuales cada vez más intensas.</p>
<p>Si se secan los acuíferos es imposible regar, incluso en las vegas. Un tercio de nuestra economía desaparece. Este efecto es desesperante. </p>
<p>El colapso del Imperio Romano se debió a muchas causas. Pero destacan dos: la peste del fin del reinado de Marco Aureli, y la paulatina desertización de uno de los graneros de Roma, el norte de África. </p>
<p>Al aumentar la temperatura se dilata el agua de los océanos. Los glaciares de Groenlandia y del oeste de la Antártida resbalan hacia el mar. Las costas mediterráneas tardarán más en experimentar la subida del nivel del mar, pero terminarán haciéndolo. Parte de Cádiz, Algeciras, Málaga, Almería, Valencia, Sagunto, Tarragona y Barcelona quedarán inundadas permanentemente. Se destrozarán inversiones milmillonarias. </p>
<p>Estos son dos de los efectos más inmediatos y evidentes. El resto son sutiles, pero reales: al cambiar las condiciones cambian las economías y el nivel de vida.</p>
<h2>Es hora de actuar</h2>
<p>Cada uno de nosotros podemos actuar de manera muy importante contra el cambio climático, en nuestro propio beneficio. Debemos poner celdas solares en todos los lugares donde podamos hacerlo. Esto nos ahorrará dinero a lo largo de 20 años, pero exige una inversión hoy. Si consideramos que es un gasto excesivo dependiendo de la situación de cada persona, podemos actuar de otras maneras más baratas:</p>
<ul>
<li><p>Podemos ir sustituyendo los vidrios de nuestras ventanas por vidrios dobles, aunque sea de uno en uno. </p></li>
<li><p>Podemos poner planchas de yeso prefabricado que llevan aislantes térmicos, son muy baratas y basta con atornillarlas a las paredes interiores que den al exterior de las viviendas.</p></li>
<li><p>En las viviendas colectivas, con frecuencia, la calefacción tiene la misma intensidad en los pisos bajos y en los altos, de manera que arriba hace un calor excesivo. Se pueden instalar reguladores de temperatura, que son realmente muy baratos. </p></li>
<li><p>Podemos renunciar a los coches dentro de las ciudades y movernos con coches eléctricos compartidos, mientras los transportes públicos no se hagan tan deseables que los elija todo el mundo.</p></li>
<li><p>Podemos cooperar en plantar árboles, o conseguir que se planten. El vapor de agua que emiten las hojas supone la diferencia entre lluvia suave, o sequía e inundaciones. </p></li>
<li><p>Podemos exigir que aumente la parte de madera en las construcciones que compremos, reduciendo en lo posible el uso del cemento. </p></li>
<li><p>Podemos tratar de aumentar el consumo de productos ecológicos, fertilizados con abono natural, pues las fábricas de nitratos suponen unas emisiones de CO₂ considerables. </p></li>
</ul>
<p>Todo esto no empeora nuestra vida. De hecho, la mejora. Utilizar coches compartidos hace desaparecer el agobio de aparcar en las ciudades. Viviendas bien aisladas con calefacciones más flojas son muchísimo más agradables y demandan mucho menos aire acondicionado en verano. </p>
<p>Acciones que cada uno de nosotros puede hacer, con poco dinero inicial, y que suponen un ahorro notable a lo largo de los años.</p>
<h2>La importancia de la presión ciudadana</h2>
<p><a href="https://www.fridaysforfuture.org/">Las movilizaciones de esta semana</a> también deben llevar a que los ciudadanos apoyen solo a aquellos gestores sociales que hayan demostrado que son capaces de tomar medidas eficaces contra el cambio climático. Que hayan instalado puntos de recarga eléctrica en las aceras de todas las ciudades que gestionan, que hayan apoyado y conseguido que los hogares instalen energía fotovoltaica en sus tejados y fachadas, que hayan impulsado la conversión de edificios en edificios de consumo casi nulo.</p>
<p>Y digo “hayan demostrado”, porque prometer es gratis. </p>
<p>Recuerden que van a poder premiar a estos gestores sociales que se postulan para gestionar la sociedad durante los próximos cuatro años. </p>
<p>Solo la presión ciudadana es capaz de conseguir cambiar el esquema energético frente a las grandes empresas que favorecen la quema de carbono.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/123620/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonio Ruiz de Elvira Serra no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Entre el 20 y el 27 de septiembre se plantean acciones por todo el mundo para instar a particulares y administraciones a tomar medidas contra el cambio climático.Antonio Ruiz de Elvira Serra, Catedrático de Física Aplicada, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1218612019-08-27T15:09:05Z2019-08-27T15:09:05ZMéxico quiere construir un tren en el corazón de la región Maya, ¿debería de hacerlo?<p>El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador tiene un sueño para la península de Yucatán. Quiere construir un <a href="https://www.eldiario.es/economia/Tren-Maya-convierte-ambicioso-Mexico_0_834666836.html">tren</a> que aproveche la economía del turismo de Cancún para atraer más visitantes a las ciudades coloniales, pueblos mayas y sitios arqueológicos dispersos en la región. </p>
<p>La península de Yucatán es una encrucijada cultural mexicana. Muchos de los mayas que la habitan <a href="https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1890/120344">hacen agricultura</a>, viven y visten de acuerdo a sus tradiciones desarrolladas por milenios antes de la llegada de los españoles a América. Los viajeros vienen de todas partes del mundo a disfrutar de las playas de la Riviera Maya. Unos <a href="http://caribemexicano.travel/ARCHIVOS/REPORTE%20TURISMO%202017.pdf">16 millones de extranjeros visitaron la región</a> en 2017, tres cuartos de ellos estadounidenses. </p>
<p>El gobierno de México plantea que un tren turístico podría convertir algunos de los pueblos mayas en destinos, pues ello significaría ingresos y trabajo en una de las zonas más <a href="https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enigh/nc/2016/doc/presentacion_resultados_enigh2016.pdf">pobres</a> y <a href="https://www.gob.mx/conapo/documentos/indice-de-marginacion-por-entidad-federativa-y-municipio-2015">marginalizadas</a> del país. Además, el tren podría ayudar a la movilidad regional de la población local. </p>
<p>No hay duda de que habrá <a href="https://www.cicy.mx/Documentos/CICY/Desde_Herbario/2019/2019-06-20-Reyes-et-al.-El-Tren-maya.pdf?fbclid=IwAR2mtOFkmq6t5oO4GMO2XyNfwQn9L1Uc_GvFt6d8jMAFdUBWXnnWH9lsCyk">consecuencias sociales y ambientales</a> derivadas de los aproximadamente 1500 kilómetros de vías férreas cortando a través de una región de densa jungla, amplias playas y poblados mayas. En <a href="https://www.milenio.com/politica/amlo-garantiza-construccion-tren-maya-ano">su apuro</a> para empezar la construcción este año, López Obrador -cuya política energética se concentra en <a href="https://www.nytimes.com/2019/05/09/world/americas/mexico-refinery-pemex.html?searchResultPosition=22">aumentar la producción de combustibles fósiles</a> en México y en la <a href="https://www.forbes.com.mx/amlo-apuesta-por-el-carbon-para-producir-mas-electricidad/">reconstrucción de la industria del carbón</a>- ha demostrado poca preocupación por la conservación ambiental. </p>
<h2>Selvas pristinas y ruinas mayas en riesgo</h2>
<p>La <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/124_2016_8">biodiversa</a> península de Yucatán está aislada geográficamente del resto de México y de América Central y ha sufrido una <a href="https://www.theyucatantimes.com/2019/03/deforestation-has-destroyed-40-of-the-yucatan-jungles/">masiva deforestación</a> derivada de un desarrollo urbano irresponsable, turismo en masa, y -en particular- <a href="https://www.nature.org/content/dam/tnc/nature/en/documents/TNC_JurisdictionalApproaches_CaseStudies_Mexico.pdf">prácticas agropecuarias insostenibles</a>. </p>
<p>El Tren Maya circulará en su mayor parte en derechos de vía existentes. Pero otras partes de la ruta planeada cortarán a través de pristinas y antiguas selvas que no gozan de protección federal como <a href="https://www.gob.mx/conanp/documentos/region-peninsula-de-yucatan-y-caribe-mexicano?state=published">áreas naturales protegidas</a>. Esta es mala noticia para las especies amenazadas de la región, como el <a href="http://www.dof.gob.mx/normasOficiales/4254/semarnat/semarnat.htm">cactus kazacam y el mono aullador</a>. </p>
<p>El recorrido del tren cruzando selvas hoy casi deshabitadas pone en riesgo posiblemente cientos de ruinas sin descubrir. Nuevas tecnologías han permitido a los arqueólogos plantear que los mayas construyeron muchos más <a href="https://science.sciencemag.org/content/361/6409/eaau0137">asentamientos y ciudades</a> que los que han sido abiertos y excavados en la actualidad. </p>
<p>Hay preocupación también en si la construcción del tren podría aumentar el cambio demográfico <a href="http://www.ipublishing.co.in/ijesarticles/fourteen/articles/volsix/EIJES6032.pdf">ya existente</a> en la región. </p>
<p>Al tiempo que jóvenes mexicanos dejan los pueblos de los estados de la región para buscar trabajo en la industria del turismo, muchos de estos poblados mayas tradicionales experimentan un abandono progresivo. En <a href="https://www.gob.mx/conapo/documentos/indice-de-marginacion-por-entidad-federativa-y-municipio-2015">2015</a>, 36% de los residentes de la región vivían en pueblos de menos de 5.000 personas, en <a href="https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/1990/default.html#Tabulados">1990</a> eran el 45%. </p>
<p>Un Tren Maya con pocas estaciones, como está planeado, podría provocar el desarrollo de algunos poblados y ciudades selectas. Pero muchos más, aquellos no ubicados bajo la influencia efectiva del nuevo corredor rural de turismo, podrían ver su población disminuir aún más. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/287434/original/file-20190808-144883-1qyvbxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/287434/original/file-20190808-144883-1qyvbxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/287434/original/file-20190808-144883-1qyvbxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=337&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/287434/original/file-20190808-144883-1qyvbxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=337&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/287434/original/file-20190808-144883-1qyvbxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=337&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/287434/original/file-20190808-144883-1qyvbxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/287434/original/file-20190808-144883-1qyvbxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/287434/original/file-20190808-144883-1qyvbxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cancún, México, es un destino turístico de clase mundial, ubicado unos pocos kilómetros de pueblos maya tradicionales.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cancun-42.jpg">Dronepicr/Wikicommons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<h2>Hacia un mejor Tren Maya</h2>
<p>Hay escenarios posibles en los que el Tren Maya brindaría beneficios sustanciales a la gente de Yucatán. Pero el proyecto tendría que ser diseñado en una manera integral, que respete la delicada ecología, la historia indígena y el tejido social de la región. </p>
<p>Eso significa ralentizar el apresurado programa de construcción, dando al gobierno tiempo suficiente para estudiar los impactos ambientales y sociales del tren, y así <a href="https://academiccommons.columbia.edu/doi/10.7916/D8S488ZF">anticipar su mitigación</a>. Planear, diseñar, y construir el tren en un periodo de <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45254080">seis años</a>, prohíbe un proceso concienzudo e integral, como bien lo saben los especialistas y técnicos en los temas involucrados. </p>
<p>El <a href="https://www.nature.com/scitable/knowledge/library/principles-of-landscape-ecology-13260702">estudio de los sistemas naturales</a> nos enseña que simplemente mantener corredores verdes conectando parches de naturaleza impoluta puede ser una solución para proteger a la vida salvaje, su hábitat, y los patrones de drenaje natural de la región. </p>
<p>El <a href="https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/tren-maya-tendra-que-comprar-34-de-su-ruta">trazo del corredor ferroviario</a> podría ser rediseñado para evitar cortar arterias ecológicas, pero para ello se debe ejecutar un estudio de impacto ambiental que modele y compruebe la viabilidad de varias alternativas de ruta. Este estudio aún no se desarrolla. </p>
<p>Las posibles consecuencias negativas del Tren Maya podrían ser evitadas también, o al menos compensadas, si las comunidades a ser impactadas por el corredor participan activa y efectivamente en el proceso de planeación y diseño. </p>
<p>López Obrador dice que la madre tierra <a href="https://www.eleconomista.com.mx/politica/AMLO-participo-en-el-ritual-a-la-Madre-Tierra-para-iniciar-construccion-de-Tren-Maya-20181216-0007.html">ya dio permiso</a> para la construcción del tren, pero el proyecto fue aprobado por tan sólo el <a href="https://lopezobrador.org.mx/2018/11/26/programas-y-proyectos-de-amlo-obtienen-aprobacion-ciudadana-superior-al-90-en-la-consulta-nacional-programas-prioritarios/">1% de la población votante</a> de México en una apresurada consulta popular. Algunos activistas indígenas han manifestado <a href="https://www.animalpolitico.com/2018/11/comunidades-indigenas-rechazan-tren-maya/">su oposición</a> al resultado de un voto de los mexicanos para un proyecto que tendrá un impacto específico en la región y población maya. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/287427/original/file-20190808-144892-1g0u3go.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/287427/original/file-20190808-144892-1g0u3go.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/287427/original/file-20190808-144892-1g0u3go.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/287427/original/file-20190808-144892-1g0u3go.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/287427/original/file-20190808-144892-1g0u3go.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/287427/original/file-20190808-144892-1g0u3go.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/287427/original/file-20190808-144892-1g0u3go.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/287427/original/file-20190808-144892-1g0u3go.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Muchos mayas de la península de Yucatán aún visten, cocinan y viven de una manera tradicional.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.apimages.com/metadata/Index/Mayan-Calendar-2012/3999c9c3a3b74cf2ba83e78cf41af436/12/0">AP Photo/Israel Leal</a></span>
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<p>“La tierra no habla”, <a href="https://www.contrareplica.mx/nota-Ejercito-Zapatista-manifiesta-rechazo-al-Tren-Maya20192372">manifestó</a> un representante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, un militante movimiento indígena, al rechazar que la tierra haya dado permiso para el tren el pasado día 23 de julio. </p>
<p>Otros residentes de la región <a href="https://www.efe.com/efe/america/mexico/mayoria-de-indigenas-apoya-el-tren-maya-en-sureste-mexico-dice-activista/50000545-3908754">apoyan la idea del tren</a> turístico, pero quieren que sean consultados con respecto de su ruta, estaciones, y desarrollos asociados. Piden poder comunicar sus preocupaciones y la oportunidad de hacer propuestas. </p>
<p>Esto es un proceso de <a href="https://participatoryplanning.ca/participatory-planning">planeación participativa</a> que aseguraría que los residentes de la región son beneficiarios, y no víctimas, del desarrollo económico que se anticipa derivado del tren. </p>
<p>Si se hace bien, el Tren Maya podría detonar una conversión económica con amplios beneficios ambientales para Yucatán. Negocios de ecoturismo y <a href="https://www.nationalgeographic.co.uk/travel/2011/09/agrotourism-farm-fork">agroturismo</a> podrían crecer a lo largo del corredor del tren, algunos residentes rurales podrían así alejarse de actividades de alto impacto ambiental y baja eficiencia productiva, como cierto tipo de ganadería, que han dañado fuertemente a la ecología local. </p>
<h2>Despacito</h2>
<p>Grandes obras públicas como el Tren Maya requieren de paciencia, cuidadosa planeación, pensar y repensar. </p>
<p>Este no es el <a href="https://theconversation.com/lopez-obrador-takes-power-in-mexico-after-an-unstable-transition-and-broken-campaign-promises-105343">estilo de liderazgo de López Obrador</a>. El presidente de México insiste en que el tren de 6 mil millones de dólares será completado <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45254080">antes de que termine su sexenio en el 2024</a> y se ha burlado de periodistas que <a href="https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2019/05/01/amlo-defiende-tren-maya-es-un-procedimiento-legal/">cuestionan el impacto ambiental del tren</a>. </p>
<p>Sin embargo, la crítica pública parece haber obligado a su gobierno a corregir. </p>
<p>ONU-Habitat, la agencia de desarrollo urbano de las Naciones Unidas, ha comenzado a <a href="http://www.onuhabitat.org.mx/index.php/noticias/noticias-de-onu-habitat-en-mexico/tren-maya">asesorar al gobierno mexicano</a> desde el mes de mayo. Su director interino, Eduardo López Moreno, ha pedido una visión más holística para el Tren Maya. </p>
<p>“No son 1525 Km de vías, son 1525 Km de oportunidades que mejorarán la calidad de vida de todos los habitantes del sureste mexicano”, mencionó al unirse al proyecto.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/121861/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Gabriel Diaz Montemayor does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organization that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.</span></em></p>El propuesto Tren Maya podría brindar beneficios sustanciales a México. Pero debe ser diseñado en una manera que respete la delicada ecología, historia indígena y tejido social del Yucatán.Gabriel Diaz Montemayor, Assistant Professor of Landscape Architecture, University of ArkansasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1189002019-07-24T21:33:08Z2019-07-24T21:33:08ZGandhi: 150 años después, sus teorías sociales y medioambientales aún siguen vigentes<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/285104/original/file-20190722-11333-hgdpe6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=16%2C16%2C3751%2C3395&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Mahatma Gandhi recibe una limosna en el interior de un tren en 1940.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Mahatma_Gandhi_receives_a_donation_in_a_train_compartment.jpg">Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>La India se encuentra este año sumida en la celebración del 150 aniversario del nacimiento del que es considerado como padre de la nación, Mahatma Gandhi (1869-1948). El gobierno indio ha desarrollado un <a href="https://gandhi.gov.in/index.html">programa</a> oficial de actividades de ámbito nacional e internacional, conscientes del valor de la figura de Gandhi para la imagen de esta potencia emergente. </p>
<p>En España, <a href="http://www.casadelaindia.org/">Casa de la India</a>, en colaboración con la embajada del país, ha organizado también un programa conmemorativo.</p>
<h2>Poco conocido en España</h2>
<p>La efeméride ofrece una buena oportunidad para examinar el valor de la visión de esta importante figura histórica. No en vano, Gandhi es un personaje muy reconocido, pero poco conocido en Occidente, y particularmente en España. Aquí, la imagen que tenemos de él es fundamentalmente orientalista, utilizando el concepto de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Edward_Said">Edward Said</a>, ejemplificada en sus distintivas sandalias y dhoti, la túnica drapeada de uso muy común en la India, y su discurso espiritual y moralista. Sin embargo, como personaje histórico, Gandhi es mucho más que esa imagen simplificada y romántica que tenemos de él: se trata de un pensador y activista con una <a href="http://www.cepc.gob.es/publicaciones/libros/colecciones?IDP=2740">teoría sociopolítica moderna y radical</a>.</p>
<h2>Los cuatro pilares de su teoría</h2>
<p>La teoría sociopolítica de Gandhi tiene como pilares fundamentales cuatro conceptos: <em>swaraj</em> (autogobierno), <em>satyagraha</em> (acción no violenta), <em>swadeshi</em> (autosuficiencia) y <em>ramrajya</em> (sociedad moral).</p>
<p><em>Swaraj</em> era el término utilizado por el movimiento anticolonialista indio para referirse a la demanda de independencia de la India del Imperio británico. Como miembro destacado de dicho movimiento, Gandhi hizo uso del mismo, pero en su visión política; el significado de <em>swaraj</em> es más rico y complejo. Para él, una India verdaderamente libre no solo implicaba poner fin a la ocupación colonial, el autogobierno político, sino que requería también de la construcción de una sociedad formada por ciudadanos comprometidos cívicamente con el bienestar colectivo a través de la rectitud moral. </p>
<p>Gandhi establecía, por tanto, una interdependencia entre autogobierno político, la consecución de la soberanía nacional, y el autogobierno individual del ciudadano comprometido con la convivencia y el bienestar general.</p>
<h2>Así veía las sociedades occidentales</h2>
<p>Esta concepción de sociedad libre de Gandhi emana de su crítica al ideal occidental de sociedad libre. Para Gandhi, las sociedades modernas occidentales están construidas sobre los valores del materialismo y la competición, los cuales acaban por engendrar violencia, sea contra otras naciones –en forma de guerras o colonialismo–, contra sus propios ciudadanos –en forma de explotación laboral–, o contra el medioambiente –a través del crecimiento insostenible–.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/285106/original/file-20190722-11343-15s008f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/285106/original/file-20190722-11343-15s008f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/285106/original/file-20190722-11343-15s008f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=434&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/285106/original/file-20190722-11343-15s008f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=434&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/285106/original/file-20190722-11343-15s008f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=434&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/285106/original/file-20190722-11343-15s008f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=545&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/285106/original/file-20190722-11343-15s008f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=545&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/285106/original/file-20190722-11343-15s008f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=545&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Mahatma Gandhi con trabajadoras textiles en Darwen, Lancashire, Inglaterra, el 26 de septiembre de 1931.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Mahatma_Gandhi_with_women_textile_workers_at_Darwen,_Lancashire.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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</figure>
<p>Frente a ese modelo de sociedad occidental cuyos valores fomentan la violencia y que, por tanto, acaban por denegar la libertad, Gandhi articula un modelo alternativo, <em>ramrajya</em> o sociedad moral, cimentada sobre los valores de la no violencia y la cooperación.</p>
<h2>Fuerza del alma contra violencia</h2>
<p><em>Satyagraha</em>, o la fuerza del alma, es la antítesis a la fuerza bruta o violencia; si la segunda es la fuerza del modelo de sociedad occidental, la primera lo es de su alternativa. </p>
<p>Para Gandhi, <em>satyagraha</em> es la capacidad del ser humano de sentir compasión y afecto hacia el adversario en un conflicto, lo que supone que frente a la fuerza bruta, que busca derrotarle, <em>satyagraha</em> ejercita el autocontrol, reprime cualquier deseo de ejercer la violencia y busca una solución pacífica al conflicto a través del entendimiento.</p>
<p><em>Satyagraha</em> es, por tanto, la disposición humana que permite la sociabilidad pacífica a través de la imposición moral de límites a nuestras ambiciones personales.</p>
<p><em>Swadeshi</em>, o autosuficiencia, es un principio que aboga por la cooperación como base del sistema económico y político. El principio ensalza la aldea como forma de asociación social ideal; un grupo limitado de personas que cooperan de manera íntima y constructiva para la mejora de su vida colectiva a través del uso sostenible de su entorno más inmediato. <em>Swadeshi</em>, lo local, es la única manera de asegurar una convivencia basada en el principio de la no violencia, sin explotación humana ni medioambiental.</p>
<h2>“Mi vida es mi mensaje”</h2>
<p>El legado de Gandhi no es solo importante porque articuló una visión alternativa a la concepción dominante de sociedad. Su activismo político también estuvo siempre orientado a cumplir en la práctica con los valores sociales que predicaba, sintetizado en su famosa máxima “mi vida es mi mensaje”. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/285107/original/file-20190722-11364-1x5g5qq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/285107/original/file-20190722-11364-1x5g5qq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/285107/original/file-20190722-11364-1x5g5qq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=846&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/285107/original/file-20190722-11364-1x5g5qq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=846&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/285107/original/file-20190722-11364-1x5g5qq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=846&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/285107/original/file-20190722-11364-1x5g5qq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1063&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/285107/original/file-20190722-11364-1x5g5qq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1063&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/285107/original/file-20190722-11364-1x5g5qq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1063&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Gandhi frente al 10 de Downing Street, Londres, el 3 de noviembre de 1931.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Gandhi_outside_10_Downing_Street,_London.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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</figure>
<p>Su vestimenta no era una cuestión de estilo. Él mismo tejía, y animaba a otros a tejer, su propia ropa para predicar con el ejemplo de <em>swadeshi</em>. Sus campañas de desobediencia civil contra los británicos siempre fueron pacíficas y no dudó en cancelar acciones cuando estas se tornaban violentas. </p>
<p>Para Gandhi, en la lucha por una sociedad libre, tan importante como la acción política contra el enemigo externo era la acción interna de educar a los ciudadanos en los valores de la no violencia y la cooperación.</p>
<p>Gandhi continúa hoy siendo un referente moral en la India, pero también su proyecto ético-político a nivel internacional ha servido de inspiración para un gran número de causas, como el movimiento por los derechos civiles de Martin Luther King, la lucha de Nelson Mandela contra el Apartheid o las campañas de grupos ecologistas como Greenpeace y, más recientemente, <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-47978984">Extinction Rebellion</a>.</p>
<h2>Reexaminar una sociedad verdaderamente libre</h2>
<p>Las sociedades contemporáneas nos enfrentamos a un importante número de desafíos como la degradación medioambiental, las desigualdades económicas o la extrema individuación que erosionan la cohesión social, que dan lugar a diferentes formas de violencia. Ante estos desafíos <a href="https://gandhi.gov.in/gandhian-literature.html">las ideas de Gandhi</a>, 150 años después de su nacimiento, siguen ofreciendo una guía teórico práctica para reexaminar críticamente el significado de una sociedad verdaderamente libre.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/118900/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mario López Areu no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Ante los desafíos actuales de la sociedad y el medioambiente, las ideas de Gandhi, 150 años después de su nacimiento, siguen ofreciendo una guía teórica y práctica para reexaminar críticamente el significado de una sociedad verdaderamente libre.Mario López Areu, Profesor de Relaciones Internacionales, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.