tag:theconversation.com,2011:/global/topics/cambio-climatico-55574/articlescambio climático – The Conversation2024-03-27T18:52:27Ztag:theconversation.com,2011:article/2240212024-03-27T18:52:27Z2024-03-27T18:52:27Z¿Cómo sabemos que los humanos causan el cambio climático?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/580137/original/file-20240306-20-4htjq7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=524%2C9%2C2410%2C1293&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/landscape-mountains-lake-dried-desert-global-2113527779">luchschenF / Shutterstock</a></span></figcaption></figure>
<p><em>Este artículo forma parte de la sección <strong>The Conversation Júnior</strong>, en la que especialistas de las principales universidades y centros de investigación contestan a las dudas de jóvenes curiosos de entre 12 y 16 años. Podéis enviar vuestras preguntas a <strong>tcesjunior@theconversation.com</strong></em></p>
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<p><em><strong>Pregunta de Paula, de 15 años. IES Santa Teresa. Jaén.</strong></em></p>
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<p>Para entender el cambio climático actual hay tener en cuenta dos cosas. La primera es que la ciencia evalúa de forma objetiva los fenómenos que observamos. Analizando datos obtenemos conclusiones independientes, que no tienen por qué ser las que los investigadores hemos pensado que son las verdaderas, ni mucho menos las que queremos. </p>
<p>La segunda cosa es que hay que pensar en nuestro planeta como un todo. La Tierra puede verse como un sistema formado por sistemas más pequeños que interactúan entre sí (atmósfera, biosfera, criosfera, hidrosfera, litosfera, incluso el subsistema humano). Cuando los investigadores estudian los fenómenos que ocurren en nuestro planeta, no siempre les resulta fácil relacionar una causa (por ejemplo, las actividades humanas) con un efecto (por ejemplo, el cambio climático). </p>
<h2>Los primeros que dieron la voz de alarma</h2>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/580215/original/file-20240306-25-fv3ixh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/580215/original/file-20240306-25-fv3ixh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/580215/original/file-20240306-25-fv3ixh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=425&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/580215/original/file-20240306-25-fv3ixh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=425&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/580215/original/file-20240306-25-fv3ixh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=425&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/580215/original/file-20240306-25-fv3ixh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=534&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/580215/original/file-20240306-25-fv3ixh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=534&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/580215/original/file-20240306-25-fv3ixh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=534&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El climatólogo sueco Bert Bolin (1925-2007).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.esa.int/ESA_Multimedia/Images/2008/01/Bert_Bolin_var_raketpionjaer">Stockholms universitet / ESA</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>En 1980, el climatólogo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Bert_Bolin">Bert Bolin</a> y su equipo iniciaron un proyecto de investigación. Tenían dos objetivos principales: </p>
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<li><p>Ver hasta dónde se puede predecir el clima mundial. </p></li>
<li><p>Analizar si las actividades humanas influyen en él. </p></li>
</ol>
<p>Todos los datos que analizaron llevaban a la misma conclusión: existe una relación causa-efecto entre las actividades humanas y el cambio climático actual de nuestro planeta.</p>
<p>Esto se debe, sobre todo, a que algunas de nuestras actividades emiten a la atmósfera gases que modifican su composición. Desde entonces se han hecho muchos más estudios que respaldan esta hipótesis, y ninguno la ha rechazado.</p>
<h2>No solo cambia el clima</h2>
<p>Bolin fue el primer presidente (1988-1997) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (el famoso <a href="https://www.ipcc.ch/languages-2/spanish/">IPCC</a> de la ONU), formado por un equipo de especialistas en distintas disciplinas. Su objetivo es dar una visión con base científica de los impactos y riesgos naturales, políticos y económicos del cambio climático. También aportan soluciones para resolver este grave problema mundial. </p>
<p>Bolin y su equipo señalaron además que el cambio climático es una parte de un fenómeno mayor: el cambio global. Así llamaron al conjunto de todas las alteraciones ambientales debidas a las actividades humanas. </p>
<p>Son, sobre todo, los cambios que afectan a la forma en que “funciona” la Tierra: cambios en la composición atmosférica, biogeoquímicos, climáticos, en el uso de la tierra y en la biodiversidad.</p>
<h2>Échale la culpa a los gases</h2>
<p>Como hemos visto, la ciencia nos dice que los humanos causamos el cambio climático actual. Está claro que el aumento de las concentraciones atmosféricas de <a href="https://espanol.epa.gov/la-energia-y-el-medioambiente/descripcion-general-de-los-gases-de-efecto-invernadero">gases de efecto invernadero</a> está producido por nosotros. Las actividades que emiten más gases de este tipo son la quema de combustibles fósiles, la deforestación, la agricultura y el desperdicio de alimentos. </p>
<p>Los principales gases de efecto invernadero que se liberan son el dióxido de carbono (CO₂), el metano (CH₄), el ozono (O₃) y el óxido nitroso (N₂O). Estos gases absorben el calor del sol y, al retenerse más calor en el planeta del que se expulsa, aumenta la temperatura global. Esto se llama <a href="https://www.eltiempo.es/noticias/forzamiento-radiativo">forzamiento radiativo</a> y actualmente es mayor al esperado de forma natural. Es decir, se queda más calor en la Tierra del que debería. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/580211/original/file-20240306-24-yd67ux.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/580211/original/file-20240306-24-yd67ux.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/580211/original/file-20240306-24-yd67ux.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=513&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/580211/original/file-20240306-24-yd67ux.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=513&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/580211/original/file-20240306-24-yd67ux.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=513&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/580211/original/file-20240306-24-yd67ux.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=644&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/580211/original/file-20240306-24-yd67ux.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=644&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/580211/original/file-20240306-24-yd67ux.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=644&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Forzamiento radiativo debido a todos los gases de efecto invernadero desde el año 1800 hasta 2021. La flecha muestra el momento en que el forzamiento superó el 1% de la energía de la Tierra (1992).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://gml.noaa.gov/ccgg/ghgpower/">NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), EE. UU.</a></span>
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<p>Por ejemplo, la concentración atmosférica de dióxido de carbono antes del año 1900 era de 230 partes por millón (ppm), y actualmente es de unas 418 ppm. <a href="https://gml.noaa.gov/ccgg/trends/">Y no deja de crecer</a>.</p>
<p>A la vez que aumentan estos gases en la atmósfera, la temperatura del planeta sube. Esto se está viendo en la atmósfera, la superficie terrestre y los océanos. Es decir, la Tierra se está calentando. Esta acumulación de energía produce cambios en los climas de todo el mundo. Lo más llamativo es el aumento de la frecuencia e intensidad de <a href="https://theconversation.com/es/topics/clima-extremo-109670">fenómenos climáticos extremos</a>, como olas de calor o de frío, sequías, inundaciones y tormentas descomunales. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/580213/original/file-20240306-18-nvhk14.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/580213/original/file-20240306-18-nvhk14.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/580213/original/file-20240306-18-nvhk14.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=560&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/580213/original/file-20240306-18-nvhk14.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=560&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/580213/original/file-20240306-18-nvhk14.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=560&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/580213/original/file-20240306-18-nvhk14.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=703&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/580213/original/file-20240306-18-nvhk14.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=703&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/580213/original/file-20240306-18-nvhk14.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=703&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/greenhouse-effect-diagram-showing-how-works-526990201">Designua / Shutterstock</a></span>
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<h2>¡Malditas retroalimentaciones!</h2>
<p>También se están detectando retroalimentaciones positivas que fomentan más cambio climático. Es decir, que un fenómeno favorece a otro. Se debe a la relación que hay entre los subsistemas de la Tierra. Por ejemplo, el derretimiento del hielo de océanos y glaciares reduce la radiación solar que refleja la superficie terrestre. Esto produce una mayor absorción de calor y más derretimiento. </p>
<p>Otro factor es el deshielo del <a href="https://news.un.org/es/story/2022/01/1503342">permafrost</a>, el suelo de las zonas más frías del planeta que está congelado desde hace miles de años. El permafrost está liberando metano y dióxido de carbono porque contiene mucha materia orgánica que se pudre al descongelarse.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/580138/original/file-20240306-25-b493j1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/580138/original/file-20240306-25-b493j1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/580138/original/file-20240306-25-b493j1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/580138/original/file-20240306-25-b493j1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/580138/original/file-20240306-25-b493j1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/580138/original/file-20240306-25-b493j1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/580138/original/file-20240306-25-b493j1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/580138/original/file-20240306-25-b493j1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Caballos de Yakutia pastan en una región de permafrost en Siberia. El descongelamiento de este suelo helado libera gases de efecto invernadero a la atmósfera.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/yakut-horses-grazing-on-meadow-against-1901690113">Tatiana Gasich / Shutterstock</a></span>
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<h2>El negacionismo se combate con ciencia</h2>
<p>Muchos de quienes niegan el cambio climático (<a href="https://theconversation.com/lo-he-visto-en-youtube-por-que-tienen-tanto-exito-los-discursos-anticientificos-213175">los negacionistas</a>) dicen que sus causas son naturales y acordes al estado actual del planeta. </p>
<p>Claro que existen desencadenantes naturales de cambios climáticos (calentamiento o enfriamiento) que ocurren en poco tiempo. De hecho, hay tres bien conocidos: las variaciones en los movimientos de la Tierra (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Variaciones_orbitales">los ciclos orbitales o de Milankovic</a>), los ciclos que completa el campo magnético del Sol aproximadamente cada 11 años (<a href="https://spaceplace.nasa.gov/solar-cycles/sp/#:%7E:text=El%20ciclo%20solar%20es%20el,ciclo%2C%20denominado%20el%20ciclo%20solar.">los ciclos solares</a>) y la actividad volcánica. </p>
<p>Pero aunque es cierto que la Tierra ha cambiado mucho en su larga vida y que el clima se transforma, actualmente ningún estudio explica las tendencias que se observan desde mediados del siglo XX <a href="https://www.valladares.info/manual-contra-el-negacionismo-climatico-en-la-decada-axial">sin tener en cuenta el forzamiento radiativo</a> que producen los gases emitidos por las actividades humanas.</p>
<h2>Tenemos que cambiar, nos va la vida en ello</h2>
<p>Cuando los humanos empezamos a usar el petróleo no conocíamos qué consecuencias tendría para nuestro planeta. Y mucho menos que nos iba a perjudicar a nosotros. Ahora sí lo sabemos. Por ello, debemos actuar y cambiar nuestra forma de vida, precisamente para poder seguir viviendo en este planeta tal y como lo conocemos, que es como nos beneficia. </p>
<p>La ciencia siempre será nuestra aliada en este reto. </p>
<hr>
<p><em>El museo interactivo <a href="https://www.parqueciencias.com">Parque de las Ciencias de Andalucía</a> colabora en la sección The Conversation Júnior.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/224021/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Jacoba Salinas Bonillo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Todos los datos apuntan a que la acción humana es la principal causa del cambio climático actual, aunque también haya ocurrido de forma natural durante la larga historia de nuestro planeta.María Jacoba Salinas Bonillo, Catedrática de Botánica, Universidad de AlmeríaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2243282024-03-20T21:16:25Z2024-03-20T21:16:25ZCómo nos afecta el recuerdo de la pandemia a la hora de elegir destino vacacional<p>El confinamiento que vivimos debido a la covid-19 ha tenido efectos en nuestro <a href="https://wires.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/wcc.802">comportamiento</a>. También ha afectado a las emociones, la <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13683500.2020.1803807">percepción del riesgo</a> y la seguridad sanitaria. Sin embargo, no ha modificado nuestro <a href="https://www.emerald.com/insight/content/doi/10.1108/WHATT-01-2021-0011/full/html">deseo de viajar</a>, una necesidad que ha sido reprimida por más tiempo del deseado.</p>
<p>Se prevé que el cambio climático será más perturbador que la reciente pandemia, así como en gran medida irreversible. Por eso, existen dudas y <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/09669582.2022.2029872">reflexiones</a> sobre las preocupaciones de las personas por la crisis climática y futuros eventos causados por el clima, especialmente después de la pandemia. </p>
<p>Conocer esto es importante porque existe una <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0959378019301736">relación</a> directa entre la mayor preocupación por algo que va a suceder y el deseo o necesidad de actuar hoy para evitar ese futuro no deseado.</p>
<p>Al respecto, un <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0272494422001633">estudio</a> concluyó que después de la pandemia los viajeros se muestran más preocupados por los problemas ambientales. Por ese motivo, ahora hay más turistas que prefieren alojarse en casas rurales, en hoteles con certificaciones ambientales, que hacen más consumo local y están más dispuestos a pagar ecotasas para compensar su huella de carbono.</p>
<p>Este comportamiento se explica por la <a href="https://www.researchgate.net/publication/232587095_Affect_Generalization_and_the_Perception_of_Risk">teoría del afecto generalizado</a>, que proviene de la psicología social, y argumenta que las preocupaciones ante un peligro, crisis o riesgo de cualquier tipo pueden provocar un <a href="https://compass.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/spc3.12311">derrame</a>, haciendo a las personas más preocupadas a nivel general. Si estamos más preocupados por las cosas de nuestra vida privada, el trabajo y los viajes, nuestro comportamiento es más responsable y precavido para evitar problemas.</p>
<h2>Menos preocupación por la degradación climática</h2>
<p>Pero otro <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0160738323001366">estudio</a> más reciente explica que en realidad la preocupación de los viajeros por los impactos del cambio climático o la degradación ambiental ha disminuido después de la pandemia. Los autores afirman que después de la covid-19 existe un mayor deseo de viajar, y la mayoría de los peligros climáticos importan menos cuando estamos eligiendo dónde ir de vacaciones. </p>
<p>Este mismo estudio aclara que hay dos amenazas que sí preocupan más a los viajeros ahora que antes de la pandemia: los <a href="https://www.mdpi.com/2071-1050/13/18/10004">incendios forestales</a> y los posibles brotes de <a href="https://www.researchgate.net/publication/346041810_Climate_change_coastal_tourism_and_impact_chains_-_a_literature_review">enfermedades infecciosas</a>. O sea, que los viajeros están más dispuestos a cancelar sus vacaciones si sus destinos preferidos están amenazados por estos dos riesgos. </p>
<p>Esta discriminación en las preocupaciones se debe probablemente a que ambos riesgos son percibidos como igual de <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0305750X20303417">disruptivos</a> y peligrosos para la salud que la anterior pandemia. </p>
<p>Este estudio concluye que después de la covid-19 los viajeros son más sensibles a solo una fracción dentro del universo de riesgos e impactos climáticos que podrían afectar a sus experiencias vacacionales (olas de calor, sequía, reducción de la biodiversidad marina y terrestre, reducción de área de playa…). </p>
<p>A esto se le conoce como <a href="https://psycnet.apa.org/doiLanding?doi=10.1037%2F0022-3514.60.1.5">“finite pool of worry”</a> o <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0959378022001601">piscina finita de preocupaciones</a>. Esta teoría socio-psicológica afirma que los humanos tienen recursos cognitivos y emocionales limitados. Por tanto, preocuparse más por una amenaza puede agotar estos recursos y hacer que uno se preocupe proporcionalmente menos por otras.</p>
<p>Existe, por tanto, una diferencia entre ambos hallazgos. Esto sugiere la necesidad de seguir investigando. La mayoría de los estudios se basan en experimentos con información declarada. Existe la posibilidad de que no se ajusten a situaciones reales, las que podrán observarse a medida que los efectos del cambio climático se materialicen plenamente a lo largo del tiempo.</p>
<h2>La capacidad adaptativa de los viajeros</h2>
<p>De todo el sistema turístico, los viajeros tienen la mayor <a href="https://doi.org/10.1016/j.tourman.2016.01.010">capacidadad adaptativa</a> debido a su flexibilidad para sustituir destinos, fechas y tipo de vacaciones ante eventos o situaciones no deseadas. </p>
<p>Esta es una de las razones por las que se prevé que destinos populares para veranear pierdan atractivo en temporada alta. Por ejemplo, la mayor frecuencia e intensidad de olas de calor pueden convertirlos en “lugares demasiado calurosos para ser visitados en verano”. Esto podría provocar cambios en la estacionalidad turística de estos destinos (meses de mayor afluencia de visitantes).</p>
<p>Entonces, el hecho de que ahora los viajeros se preocupen menos por los impactos del clima podría traer consecuencias. Por ejemplo, pueden haber destinos turísticos que comiencen a considerar que no van a perder su atractivo ante el aumento de las olas de calor y no necesitan hacer nada al respecto. </p>
<p>Sin embargo, existe un sinfín de <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fclim.2022.1019892/full">complejas relaciones</a> que van más allá. Veranos más calientes no solo impactan en el confort térmico de los visitantes. También tienen consecuencias para la <a href="https://www.nature.com/articles/s41591-023-02419-z">salud y el sistema sanitario</a>, afectan a la calidad del empleo –no solo turístico– e incrementan el consumo energético (luz y agua), dando lugar a tensiones energéticas. Todo ello, sin contar que también impacta en la fauna y biodiversidad terrestre y marina y en las precipitaciones. En definitiva, una cadena de impactos que afectan al atractivo turístico del destino, la calidad del servicio y, por consiguiente, a la satisfacción del propio turista, por mencionar algunos ejemplos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/224328/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Yen E. Lam González ha participado como investigador en proyectos competitivos financiados por la Comisión Europea a través de programas tales como Horizonte 2020- Retos Sociales- e Interreg MAC 2014-2020, financiación que se ha utilizado para el desarrollo de algunas de las investigaciones citadas. </span></em></p>El confinamiento ha afectado a nuestro comportamiento, pero no el deseo de viajar. Los viajeros hoy son más sensibles a incendios forestales y posibles enfermedades infecciosas que con respecto a antes de la pandemia. Sin embargo, sus preocupaciones por otros impactos del cambio climático han disminuido.Yen E. Lam González, Investigadora postdoctoral en Economía Aplicada, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2217602024-03-14T17:59:32Z2024-03-14T17:59:32ZLa velocidad del cambio climático se acelera en la Antártida<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/579932/original/file-20240305-26-pkbcjj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C7%2C5317%2C2985&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/aerial-perspective-showcases-dramatic-melting-icebergs-2406809335">Mongkolchon Akesin / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En los últimos años, la Antártida ha experimentado una serie de olas de calor sin precedentes, cuestionando las afirmaciones de aquellos que <a href="https://www.verificat.cat/es/el-aumento-de-hielo-marino-en-la-antartida-no-es-una-prueba-valida-para-negar-el-calentamiento-global/">utilizaban este continente para negar la existencia del calentamiento global</a>. El 6 de febrero de 2020 <a href="https://wmo.int/news/media-centre/wmo-verifies-one-temperature-record-antarctic-continent-and-rejects-another">se alcanzó la mayor temperatura registrada en el continente</a> con 18.3 grados, superando así el anterior récord (17.5 °C), que se produjo pocos años antes. </p>
<p>En las mismas fechas de 2022 se dio otra gran ola de calor que <a href="https://www.nature.com/articles/s41612-023-00529-6">produjo el mayor deshielo registrado en la península antártica</a>. En marzo del mismo año <a href="https://theconversation.com/a-heatwave-in-antarctica-totally-blew-the-minds-of-scientists-they-set-out-to-decipher-it-and-here-are-the-results-220672">se producía la mayor ola de calor registrada en la Antártida oriental</a> con <a href="https://journals.ametsoc.org/view/journals/clim/37/3/JCLI-D-23-0175.1.xml">temperaturas de entre 30 y 40 ºC</a>. </p>
<p>Finalmente, durante el último año hemos experimentado <a href="https://www.nature.com/articles/s43247-023-00961-9">la menor extensión del hielo marino antártico desde que tenemos registros</a>. </p>
<p>La sucesión de fenómenos de los últimos años ha sido increíble, y es difícil no relacionarlo con el cambio climático. De hecho, ya han surgido los primeros estudios atribuyendo claramente algunas de estas olas de calor al calentamiento global. Una de nuestras investigaciones sugiere que sin la influencia del cambio climático, <a href="https://www.nature.com/articles/s43247-022-00450-5">el récord de 2020 no se habría producido</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/574389/original/file-20240208-30-cwo3t5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/574389/original/file-20240208-30-cwo3t5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/574389/original/file-20240208-30-cwo3t5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=379&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/574389/original/file-20240208-30-cwo3t5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=379&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/574389/original/file-20240208-30-cwo3t5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=379&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/574389/original/file-20240208-30-cwo3t5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=476&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/574389/original/file-20240208-30-cwo3t5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=476&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/574389/original/file-20240208-30-cwo3t5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=476&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Récords de temperatura durante la ola de calor del 6 de febrero de 2020.</span>
<span class="attribution"><span class="source">González-Herrero et al. (2022)</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>El avance del cambio climático en la Antártida</h2>
<p>Hace unos años, <a href="https://www.nature.com/articles/nature08649">un estudio cuantificó la velocidad del cambio climático a nivel global</a>, es decir, la velocidad a la que se mueven los ecosistemas debido a los cambios de temperatura que se registran en la Tierra y, por lo tanto, la velocidad a la que sus especies deben adaptarse para asegurar su supervivencia. Este estudio cuantificó que los biomas se mueven a una velocidad de entre 0.8 a 12.6 km por década, con una velocidad promedio de 4.2 km por década. </p>
<p><a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0048969723071012">En un reciente estudio</a>, hemos adaptado esta medida de velocidad a la periferia de la Antártida. Para ello hemos seleccionado la velocidad de desplazamiento hacia el sur de la isoterma de cero grados cerca de la superficie como valor de referencia. </p>
<p>La <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Isoterma">isoterma</a> cero es una línea imaginaria que une en un mapa los puntos a 0 ºC. El hecho de que se desplace hacia el sur significa que el área con temperaturas bajo cero en torno a la Antártida es cada vez menor. Los 0 ºC marcan el cambio de fase del agua de líquida a sólida (hielo), por lo que el movimiento de esta línea conlleva cambios drásticos tanto en la criosfera como en los ecosistemas.</p>
<p>Nuestros cálculos indican que la isoterma cero se ha movido desde 1957 a una velocidad de 15.8 km por década alrededor de la Antártida y hasta 23.9 km por década en la península antártica. Como consecuencia, la posición de la isoterma cero se sitúa hoy más de 100 km al sur que a mitades del siglo XX. </p>
<p>Estas medidas sugieren que la velocidad del cambio climático en la periferia de la Antártida es cuatro veces la velocidad media de los ecosistemas en el mundo.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/574396/original/file-20240208-16-lty35i.gif?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/574396/original/file-20240208-16-lty35i.gif?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/574396/original/file-20240208-16-lty35i.gif?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=180&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/574396/original/file-20240208-16-lty35i.gif?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=180&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/574396/original/file-20240208-16-lty35i.gif?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=180&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/574396/original/file-20240208-16-lty35i.gif?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=226&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/574396/original/file-20240208-16-lty35i.gif?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=226&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/574396/original/file-20240208-16-lty35i.gif?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=226&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Evolución de la posición anual y estacional de la isoterma cero en la Antártida entre 1957 y 2020. Las siglas indican las estaciones a las que se ha calculado cada panel. MAM: otoño, JJA: invierno, SON: primavera, DJF: verano.</span>
<span class="attribution"><span class="source">González-Herrero et al. (2024)</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La influencia de las emisiones</h2>
<p>Para estimar las consecuencias de la migración hacia el sur de la isoterma cero hemos calculado sus tendencias en una veintena de modelos climáticos. Aunque hay cierta variabilidad en el desplazamiento de la isoterma cero entre los modelos, todos están de acuerdo en que esta se desplazará significativamente hacia el sur durante las próximas décadas. </p>
<p>Los modelos prevén que durante las próximas décadas la velocidad de esta isoterma se va a acelerar independientemente del escenario de emisiones. Sin embargo, el avance hacia el sur durante la segunda mitad del siglo XXI dependerá de cuánto carbono emitamos.</p>
<p>Si continuamos con al actual ritmo de emisiones, la posición de la isoterma cero continuará avanzando a un ritmo similar para frenarse durante la segunda mitad del siglo XXI. Sin embargo, ante un escenario de altas emisiones, la velocidad de la isoterma cero se aceleraría y continuaría avanzando hacia el sur hasta finales de siglo.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/574401/original/file-20240208-22-ihn1pw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/574401/original/file-20240208-22-ihn1pw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/574401/original/file-20240208-22-ihn1pw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=472&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/574401/original/file-20240208-22-ihn1pw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=472&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/574401/original/file-20240208-22-ihn1pw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=472&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/574401/original/file-20240208-22-ihn1pw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=593&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/574401/original/file-20240208-22-ihn1pw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=593&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/574401/original/file-20240208-22-ihn1pw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=593&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Cambio en la posición de la isoterma cero en verano durante el siglo XXI. Escenario climático SSP5-8.5 del IPCC: los niveles actuales de emisiones de CO₂ se duplican aproximadamente en 2050.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0048969723071012">Adaptado de González-Herrero et al. (2024)</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Impactos en la criosfera y los ecosistemas</h2>
<p>Este avance hacia el sur de la isoterma cero no se quedará en la atmósfera sino que impactará sensiblemente en la criosfera (todos los sistemas helados de la Antártida) y en la biosfera (los seres vivos que la habitan). </p>
<p>Para empezar, los cambios en la isoterma cero indican una mayor cantidad de lluvia líquida en lugar de nieve en las regiones más externas del continente, aunque a su vez puede aumentar las nevadas en otras zonas. </p>
<p>La menor cantidad de nieve sobre el mar helado, <a href="https://www.slf.ch/en/news/sea-ice-and-snow-act-as-a-sun-shield-for-our-oceans/">que sirve de aislante para el hielo marino</a>, puede conducir a una velocidad superior en la disminución del hielo marino durante la fase de retroceso en verano. </p>
<p>Aunque los efectos sobre el permafrost, plataformas de hielo y hielo continental aún son inciertos, es indudable que afectará a los glaciares periféricos de la península antártica, una de las mayores fuentes potenciales de crecimiento del nivel del mar en las próximas décadas. </p>
<p>Los cambios en la criosfera conducirán también a cambios en los ecosistemas. <a href="https://www.nature.com/articles/nature22996">Nuevas áreas para la vida se abrirán debido al deshielo</a>, pero la mayor exposición a temperaturas sobre los cero grados <a href="https://www.cnet.com/science/climate/features/the-alien-invasion-of-antarctica-is-only-just-beginning/">permitirá que especies de otros continentes, sin adaptaciones especiales a la congelación, se puedan asentar en dichas zonas</a>, compitiendo con las especies locales. </p>
<p>En resumen, la rápida migración hacia el sur de la isoterma cero en la Antártida anticipa cambios inevitables, afectando a la criosfera y los ecosistemas locales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/221760/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sergi González Herrero no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La posición de la isoterma cero en la Antártida se ha desplazado 100 km al sur desde mitades del siglo XX. El calentamiento global está provocando que cada vez se mueva más rápido, lo que conllevará cambios en los glaciares y las precipitaciones.Sergi González Herrero, Científico atmosférico, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2234762024-03-06T21:36:22Z2024-03-06T21:36:22ZLos icebergs también tienen nombre<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/578913/original/file-20240229-22-90a599.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=97%2C71%2C2444%2C1914&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/arch-iceberg-greenland-136642742">Henri Vandelanotte/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Los icebergs son masivos bloques de hielo que se desprenden de glaciares, tanto en el Ártico como en la Antártida, y flotan en los océanos. </p>
<p>En el Ártico, el ejemplo más famoso es el del iceberg vinculado al trágico desenlace del Titanic. Tras la desafortunada colisión y hundimiento de este crucero en 1912, los gobiernos tomaron medidas, dando lugar a la primera convención para la seguridad de la vida humana en el mar (SOLAS, por sus siglas en inglés) en 1914. </p>
<p>Asimismo, <a href="https://www.navcen.uscg.gov/international-ice-patrol-about-us">la Patrulla Internacional del Hielo</a> (IIP, por sus siglas en inglés) se formó para monitorear los icebergs en el Atlántico Norte y proporcionar productos de alerta relevantes a la comunidad marítima.</p>
<h2>Patrullando los icebergs</h2>
<p>La Patrulla Internacional del Hielo utiliza la posición prevista de los icebergs con círculos de error asociados para determinar los “límites de todo el hielo conocido”, haciendo énfasis especialmente en los bordes sureste, sur y suroeste de su área de operación (<a href="https://apps.dtic.mil/sti/tr/pdf/ADA300151.pdf">desde latitud 40 °N a 52 °N y longitud de 39 °W a 57 °W</a>). </p>
<p>A diferencia de lo que sucede en la Antártida, en el Ártico no existe un sistema centralizado de nombres para icebergs. Esto es debido a la naturaleza menos constante y estructurada que tienen los bloques de hielo en esta región, que son más pequeños y se forman de manera más dispersa. Además, el Ártico tiene menos actividad humana y estaciones de investigación.</p>
<p>El océano Ártico es hogar de varios tipos de icebergs, procedentes de plataformas de hielo canadienses, el archipiélago noruego de Svalbard y diversas ubicaciones en el Ártico ruso. También hay glaciares, como el Glaciar Columbia en Alaska, que generan a su vez otros icebergs, aunque estos no viajan muy lejos desde su punto de origen. </p>
<p>En la actualidad, la mayoría de los icebergs del Ártico tienen su origen en los glaciares de la capa de hielo de Groenlandia, <a href="https://navcen.uscg.gov/international-ice-patrol-oceanography">los cuales generalmente viajan hacia el Atlántico Norte</a>.</p>
<h2>Los icebergs de la Antártida tienen nombre propio</h2>
<p>En la Antártida se empezaron a monitorear los icebergs unos años más tarde que en el Ártico. La peculiaridad es que, en esta región del sur, cuando estos colosos del hielo comienzan a derivar, se les asigna un nombre.</p>
<p>Los datos de icebergs rastreados están disponibles desde 1978 hasta el presente en el Centro Nacional del Hielo de Estados Unidos (US NIC, por sus siglas en inglés), responsable de nombrar y monitorear semanalmente los icebergs. Para incluir el movimiento del iceberg en la base de datos <a href="https://ieeexplore.ieee.org/document/5692913">se exige cumplir tres requisitos</a>: </p>
<ol>
<li><p>El iceberg debe presentar longitudes superiores a 18,5 kilómetros a lo largo de su eje mayor.</p></li>
<li><p>El avistamiento más reciente debe haber ocurrido en los últimos 30 días.</p></li>
<li><p>La posición del iceberg debe estar al sur de la latitud 60 ºS.</p></li>
</ol>
<h2>¿Cómo se nombran los icebergs? Por cuadrantes</h2>
<p>El interés por el seguimiento de estos enormes bloques de hielo no se limita a la comunidad marítima. También atrae la atención de científicos y expertos en ingeniería que buscan comprender su posición y comportamiento <a href="https://icaci.org/files/documents/ICC_proceedings/ICC2009/html/nonref/20_15.pdf">para tenerlos en cuenta en sus actividades de campo</a>. Con el fin de facilitar una comunicación efectiva entre científicos, organizaciones y el público en general, se optó por asignarles nombres distintivos. </p>
<p>Es importante destacar que no se trata de nombres con connotaciones de género, como los utilizados en el pasado para fenómenos meteorológicos como las borrascas. En el contexto antártico, los icebergs reciben denominaciones basadas en los cuadrantes donde fueron avistados inicialmente: A, B, C y D. <a href="https://usicecenter.gov/Resources/AntarcticIcebergs">Cada iceberg se identifica con la letra de su cuadrante antártico de origen, seguida de un número secuencial</a>. </p>
<ul>
<li><p>A = 0-90 ºW (Bellingshausen/Mar de Weddell) </p></li>
<li><p>B = 90 ºW-180 (Amundsen/Mar de Ross Oriental) </p></li>
<li><p>C = 180-90 ºE (Mar de Ross occidental/Wilkesland) </p></li>
<li><p>D = 90 ºE-0 (Amery/Mar de Weddell Oriental)</p></li>
</ul>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/579689/original/file-20240304-28-cobzap.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/579689/original/file-20240304-28-cobzap.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/579689/original/file-20240304-28-cobzap.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/579689/original/file-20240304-28-cobzap.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/579689/original/file-20240304-28-cobzap.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/579689/original/file-20240304-28-cobzap.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/579689/original/file-20240304-28-cobzap.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Mapa de los cuadrantes antárticos utilizados para la denominación de icebergs. La región en gris claro representa la plataforma de hielo permanente, mientras que la región en gris oscuro corresponde al continente.</span>
<span class="attribution"><a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Por ejemplo, si un iceberg fue avistado inicialmente en el cuadrante A, se le asigna el nombre A-68 si es el iceberg número 68 en la secuencia de avistamientos. En casos en los que se desprenden fragmentos de icebergs ya nombrados, se les añaden letras de manera secuencial como en la imágen: A-68A, A-68B, A-68C, etc. </p>
<p>Este sistema proporciona una metodología clara y eficiente para la identificación y seguimiento de los icebergs. También garantiza una comunicación precisa y comprensible entre los distintos actores involucrados en el estudio de estos fenómenos marinos.</p>
<h2>¿Cuántos icebergs hay?</h2>
<p>Debido a la imprevisibilidad del desprendimiento de icebergs y sus diferentes grados de fusión, resulta difícil prever su progreso. No obstante, la base de datos de icebergs proporcionada por la Universidad Brigham Young ofrece información de monitoreo desde julio de 1978 hasta agosto de 2023 con 363 icebergs.</p>
<p>Esto supone la formación de aproximadamente 8 icebergs al año si uno asume un ritmo constante de formación (<a href="https://www.scp.byu.edu/iceberg/">161 icebergs en el cuadrante A, 107 en el B, 58 en el C, y 37 en el D</a>). Añadiendo los datos desde agosto de 2023 a enero de 2024, se formaron 5 icebergs más: <a href="https://polarwatch.noaa.gov/erddap/tabledap/usnic_weekly_iceberg.html">1 en el cuadrante A y 4 en el D</a>. </p>
<p>Si les interesa saber qué icebergs están siguiendo a día de hoy, pueden hacerlo desde <a href="https://usicecenter.gov/Products/AntarcIcebergs">este enlace</a>.</p>
<h2>¿Cuánto ‘viven’ y qué tamaños alcanzan?</h2>
<p>Existen muchos tamaños, pero gracias al monitoreo sabemos que el iceberg más grande hasta la fecha <a href="https://www.researchgate.net/publication/371023030_Possible_Seismogenic-Trigger_Mechanism_of_Activation_of_Glacier_Destruction_Methane_Emission_and_Climate_Warming_in_Antarctica">ha sido el B-15</a>, con una área superficial de 11 000 kilómetros cuadrados, similar al tamaño de la isla de Jamaica. </p>
<p>Por otra parte, la vida media de un iceberg también puede variar y depende de factores como el tamaño inicial del iceberg, las condiciones climáticas y las corrientes oceánicas. Los icebergs pueden durar desde unos pocos días hasta varios años. Algunas fuentes <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/journal-of-glaciology/article/melting-of-ice-shelves-and-the-mass-balance-of-antarctica/B4841D1BF7AD77C197F8FDA33BE9936C">hablan de un promedio de tres a seis años</a>. No obstante, algunos icebergs sobrepasan este valor, como el iceberg A-23A, cuyo monitoreo <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29760118/">contiene información de hace ya más de tres décadas</a>.</p>
<h2>¿Qué pasará con el cambio climático?</h2>
<p>El calentamiento acelerado alrededor de la península Antártica está desencadenando consecuencias impactantes <a href="https://tc.copernicus.org/articles/4/77/2010/tc-4-77-2010.html">como el colapso de plataformas de hielo</a> y el retroceso significativo del 87 % de los glaciares. </p>
<p><a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1029/2010JB007607">Hay una gran pérdida anual de hielo que alcanza las 41,5 gigatoneladas</a>. Esta cantidad sería equivalente al volumen que el río Támesis desagua en aproximadamente una semana. La inestabilidad de los glaciares después de estos colapsos plantea preocupaciones sobre el futuro de la capa de hielo de la Antártida Occidental.</p>
<p>¿Cómo se vincula esta información con los icebergs? La hipótesis de la inestabilidad de la capa de hielo marina sugiere que el calentamiento atmosférico y oceánico <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.1169335">podría desencadenar un aumento en el derretimiento y en el retroceso de la capa de hielo</a>. Esto generaría más icebergs y contribuiría al aumento del nivel del mar al crear un ciclo de retroalimentación positiva. </p>
<p>Estos eventos resaltan la urgencia de abordar el cambio climático para mitigar sus impactos en la región antártica y sus consecuencias globales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223476/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Marta Veny recibe fondos del el gobierno de Canarias (Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo, Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información) a través de una beca de doctorado (TESIS2021010025). </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Borja Aguiar González y Francisco José Machín Jiménez no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Estos enormes bloques de hielo se nombran para informar a científicos y navegantes. Aunque existen cientos, el cambio climático podría hacer que su número aumente.Marta Veny, Personal Investigador en Formación, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaBorja Aguiar González, Personal Docente e Investigador, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaFrancisco José Machín Jiménez, Profesor Titular de Universidad. Oceanógrafo Físico, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2217572024-03-04T21:27:37Z2024-03-04T21:27:37ZNo debemos ignorar los efectos del cambio climático en la migración en Senegal<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/578997/original/file-20240229-30-ga3zst.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4928%2C3280&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/kayar-senegal-apr-27-2017-unidentified-649595899">Anton_Ivanov / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El cambio climático se ha convertido en un desafío global y un riesgo real para muchos países. Las modificaciones del clima tienen efectos palpables en cada vez más lugares del mundo. Las evidencias científicas <a href="https://theconversation.com/se-puede-hacer-hay-que-hacerlo-el-ipcc-presenta-su-informe-definitivo-sobre-el-cambio-climatico-202194">dejan ya poco lugar a las dudas</a>. </p>
<p>Tampoco parece que se pueda cuestionar fácilmente la incidencia del cambio climático en la movilidad de las personas. Según el <a href="https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2021/09/13/climate-change-could-force-216-million-people-to-migrate-within-their-own-countries-by-2050">informe <em>Groundswell</em></a> (2021), publicado por el Banco Mundial, se estima que 251 millones podrían abandonar sus países a causa del cambio climático antes del año 2050.</p>
<p>Dentro del continente africano, Senegal constituye un buen exponente de los efectos que el cambio climático puede tener sobre la migración. A través del proyecto de investigación <a href="https://www.idhuv.es/proyectos-vigentes/">“Migración, cambio climático y cooperación al desarrollo. Flujos, impactos y coherencia de políticas en los casos de Marruecos y Senegal en relación con España”</a> hemos podido constatar algunos de ellos.</p>
<h2>Escapar o quedarse</h2>
<p>El estudio nos ha permitido comprender mejor la complejidad del vínculo entre el cambio climático y la movilidad. En realidad, el cambio climático adquiere numerosas implicaciones y las migraciones obedecen a múltiples factores no siempre evidentes. </p>
<p>Por ejemplo, en determinados casos el cambio climático puede empujar a emigrar. En cambio, en otros, puede que el cambio climático empobrezca a la población hasta el punto de que se dificulte la misma emigración. </p>
<p>Senegal es uno de los países más vulnerables al cambio climático. Según la Universidad de Notre Dame (EE. UU.), Senegal <a href="https://gain.nd.edu/our-work/country-index/rankings/">ocupaba en 2021 el puesto 137 en cuanto a su vulnerabilidad climática</a>, cuando el país más vulnerable del mundo, Chad, se situaba en el puesto 185. Senegal es también un foco importante de emigración internacional: la base estadística Migration Data Portal indica que <a href="https://www.migrationdataportal.org/international-data?cm49=686&focus=profile&i=stock_abs_&t=2020">en 2020 eran 693 800 los senegaleses en el exterior</a>. </p>
<p>Sin embargo, ni uno ni otro fenómeno son nuevos para la población de este país africano, que se ha venido amoldando desde hace mucho tiempo a unas <a href="https://climateknowledgeportal.worldbank.org/country/senegal/vulnerability">difíciles condiciones ambientales</a>. </p>
<p>Los senegaleses también han emigrado desde hace muchas décadas y han integrado la movilidad en su cultura y modo de vida. De hecho, la misma emigración es considerada ahora como una estrategia de adaptación a los cambios ambientales y la variabilidad climática.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/el-cambio-climatico-la-sobrepesca-y-la-covid-19-avivan-la-migracion-de-africa-a-canarias-184010">El cambio climático, la sobrepesca y la covid-19 avivan la migración de África a Canarias</a>
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<h2>¿Quiénes emigran?</h2>
<p>Los agricultores de Senegal (hombres y mujeres) conocen bien la falta de agua y el avance de la desertización. Las tierras son cada vez más áridas y llegan a convertirse en improductivas. También los pastores tienen cada vez más dificultades para encontrar pastos para sus rebaños, desplazándose a otros lugares con el riesgo de conflictos intercomunitarios. </p>
<p>Quienes viven de la pesca –los hombres que salen a faenar y las mujeres que preparan y venden el pescado– se resisten a abandonar un medio de vida en retroceso. Las <a href="https://www.fao.org/in-action/coastal-fisheries-initiative/activities/west-africa/senegal/en/">amenazas a la pesca</a> vienen del calentamiento del mar y la alteración de las corrientes, pero sobre todo de la sobrepesca ejercida por flotas extranjeras. Ahora las capturas se reducen, los costes se incrementan y la actividad pesquera ya no resulta rentable.</p>
<p>Todo ello hace que entre la emigración senegalesa a España y otros países haya agricultores, pastores y pescadores, aunque tampoco son siempre los más numerosos. Buena parte de la diáspora senegalesa está integrada por jóvenes urbanos que no han podido finalizar sus estudios secundarios o universitarios, o que no han encontrado un trabajo acorde tras completar su formación. </p>
<p>La falta de expectativas laborales, junto con la creciente limitación de libertades, hace pensar a los jóvenes que difícilmente verán cumplidos sus proyectos personales.</p>
<h2>Ciudades que crecen descontroladamente</h2>
<p>En este contexto, el cambio climático se ha convertido en un factor estresante más. Al conducir a las ciudades a quienes han visto alterados sus sistemas de vida en los pueblos, los centros urbanos sufren la saturación y el déficit de servicios básicos. </p>
<p>Las grandes ciudades, como <a href="https://worldpopulationreview.com/world-cities/dakar-population">Dakar</a>, experimentan un crecimiento descontrolado que precariza las condiciones de vida del conjunto de la población. Y eso mismo está pasando en otros países africanos.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/cop27-hacia-la-justicia-climatica-para-africa-193964">COP27: ¿hacia la justicia climática para África?</a>
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<p>El cambio climático todavía no empuja de forma clara y directa a una emigración a gran escala, pero ha venido a desestabilizar un terreno ya de por sí frágil.
No se trata de generar una alarma innecesaria ante una migración suficientemente problematizada en los países de recepción. La cuestión principal es entender los cambios y promover políticas que se adelanten a algunos de los efectos y mitiguen otros. </p>
<p>Como ya sabemos, cerrar las fronteras no sirve para evitar la emigración, solo para encarecerla y hacerla más dramática. Puede que cerrar los ojos ante el cambio climático aún sea más costoso y peligroso.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/221757/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Joan Lacomba Vázquez recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación en su convocatoria de proyectos de Generación del Conocimiento 2021</span></em></p>Las condiciones ambientales difíciles y la emigración no son fenómenos nuevos en Senegal, pero el cambio climático las está acentuando, obligando a muchos de sus habitantes a marcharse y a otros a quedarse.Joan Lacomba Vazquez, Profesor Departamento de Trabajo Social, Universitat de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2237702024-02-20T17:48:27Z2024-02-20T17:48:27ZLos puntos críticos del sistema climático y la dificultad de predecir un colapso<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/576793/original/file-20240220-30-cwu79w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5184%2C3453&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/alaskan-glacier-melting-763734049">Ash.B / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Un reciente estudio alertaba sobre sobre el posible <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adk1189">colapso de la cinta transportadora oceánica</a> (AMOC, por sus siglas en inglés), que, de producirse, generaría un enfriamiento local en el norte de Europa. </p>
<p>El estrecho de Dinamarca, entre Islandia y Groenlandia, es un punto crítico para el clima local de Europa. El agua aportada por la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Corriente_del_Golfo">corriente del Golfo</a>, desde el Atlántico hacia el Ártico, debe salir por algún sitio, y esta salida o desagüe se produce precisamente ahí. </p>
<p>Una vez pasado el estrecho, el talud continental desciende 3 000 metros y el agua muy salada y, por tanto, pesada, arrastrada desde el Caribe, se hunde en la cascada más “alta” del mundo. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/576762/original/file-20240220-28-io09l1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/576762/original/file-20240220-28-io09l1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/576762/original/file-20240220-28-io09l1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=313&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/576762/original/file-20240220-28-io09l1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=313&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/576762/original/file-20240220-28-io09l1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=313&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/576762/original/file-20240220-28-io09l1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=394&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/576762/original/file-20240220-28-io09l1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=394&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/576762/original/file-20240220-28-io09l1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=394&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Principales corrientes oceánicas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Corrientes-oceanicas.png">Michael Pidwirny / Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El nuevo trabajo sugiere que el derretimiento de los glaciares y las capas de hielo aportaría gran cantidad de agua dulce, reduciendo la salinidad e impidiendo así que el agua salada se hunda en ese estrecho. De esta manera, la reducción de la salinidad podría llevar <a href="https://theconversation.com/el-oceano-atlantico-se-dirige-a-un-punto-de-inflexion-que-puede-desencadenar-un-cambio-climatico-extremo-en-cuestion-de-decadas-223508">a un punto inflexión que desembocaría en el colapso de la AMOC</a>.</p>
<p>Sin embargo, hay que tener en cuenta que los modelos utilizados en cualquier estudio introducen obligatoriamente simplificaciones. El sistema climático es muy complejo y existen muchos factores que influyen en la dinámica del océano. </p>
<h2>Los puntos críticos de un sistema complejo</h2>
<p>El sistema climático es lo que en física se conoce como un sistema complejo, es decir, está formado por múltiples partes distintas que interactúan: la atmósfera, los océanos, las regiones polares cubiertas de hielo (criosfera), la biosfera y la acción humana, cada una con sus escalas energéticas y de tiempo de respuestas ante diversos estímulos. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/576755/original/file-20240220-30-4dkk2z.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Esquema del sistema climatico global." src="https://images.theconversation.com/files/576755/original/file-20240220-30-4dkk2z.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/576755/original/file-20240220-30-4dkk2z.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/576755/original/file-20240220-30-4dkk2z.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/576755/original/file-20240220-30-4dkk2z.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/576755/original/file-20240220-30-4dkk2z.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/576755/original/file-20240220-30-4dkk2z.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/576755/original/file-20240220-30-4dkk2z.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Esquema del sistema climatico global.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://ciifen.org/sistema-climatico/">IPCC / CIIFEN</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El clima es la respuesta atmosférica al equilibrio, o falta del mismo, entre la entrada de energía desde el Sol a la Tierra y la salida de energía en forma de radiación de onda larga desde la superficie del planeta hacia el espacio. Imaginemos tal sistema representado por dos parábolas invertidas, unidas con una pequeña zona plana en uno de sus vértices. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/576758/original/file-20240220-30-kekelj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/576758/original/file-20240220-30-kekelj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/576758/original/file-20240220-30-kekelj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=528&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/576758/original/file-20240220-30-kekelj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=528&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/576758/original/file-20240220-30-kekelj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=528&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/576758/original/file-20240220-30-kekelj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=663&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/576758/original/file-20240220-30-kekelj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=663&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/576758/original/file-20240220-30-kekelj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=663&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Parábolas que representan el sistema terrestre con hielo y sin hielo.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Digamos que la parábola de la izquierda representa la Tierra cubierta de hielo y la de la derecha, libre del mismo. Podemos representar las oscilaciones glaciares como una bola que va ascendiendo por uno de los lados hasta llegar al vértice. Por lo general vuelve hacia el valle, pero a veces la bola llega hasta el vértice y se desliza hacia la derecha. Entonces, el sistema cambia de estado. </p>
<p>En el vértice, un ligerísimo empujón en un sentido o en otro precipita al sistema hacia una glaciación o a un estado de alta temperatura. Ese vértice es lo que consideraríamos un punto crítico.</p>
<p>Los sistemas complejos son, por lo general, no lineales con realimentaciones positivas. El ejemplo más sencillo de entender corresponde al dicho español “el rico se hace cada vez más rico y el pobre, más pobre”. Cuando una persona empieza a tener dinero, puede invertir, y si lo hace bien gana más dinero, que puede ser reinvertido, en un camino hacia la riqueza. </p>
<p>En el sistema climático, el calor de la atmósfera funde los hielos de las tundras siberiana y canadiense, y el agua cada vez más caliente funde los hielos marinos del Ártico. Al disminuir la extensión del hielo, la Tierra refleja menos energía y se calienta más; entonces, se funde más hielo y la Tierra se calienta aún más, etc. Y de esta forma se avanza hacia un nuevo clima.</p>
<p>Así, volviendo al estudio reciente, debemos tener en cuenta que el cambio climático está provocando que el agua del océano esté cada vez más caliente y, por lo tanto, <a href="https://repository.library.noaa.gov/view/noaa/56255">retenga más sal</a>. Por eso, es dudoso que la mezcla con el agua dulce procedente de la fusión del hielo, en la actualidad o durante este siglo, reduzca la salinidad de la corriente del Golfo lo suficiente para provocar el colapso de la AMOC.</p>
<h2>El papel de los bosques en el clima</h2>
<p>Otros puntos críticos del sistema climático son los bosques: estos evaporan agua del subsuelo hacia la atmósfera, que se satura localmente y genera lluvia. Si se talan, el suelo se seca, no hay evaporación y deja de llover. Esto ocurre en la cadena costera mediterránea, apantallada de la lluvia procedente del Atlántico y que precisa el agua del mar local. Este genera una enorme cantidad de vapor de agua, pero el aire que entra desde el mar hacia el interior se calienta y disminuye su humedad relativa. </p>
<p>Los bosques añaden una pequeña cantidad de vapor que hace que el aire se sature y comience a llover. La <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0022169413009384">desaparición de los bosques y la sobreexplotación de los acuíferos</a> lleva a puntos críticos cuyo desarrollo es la desertificación. </p>
<p>El razonamiento no lineal es raro en las personas y en el análisis de muchos sistemas. Exige una visión global y a largo plazo. Nuestras mentes están muy mal preparadas para ello. Lo más habitual es que pensemos que una causa genera un efecto, y una causa doble debe generar un efecto también doble, y esto ocurre por lo general en los sistemas simples. </p>
<p>Como animales, nos formamos durante millones de años con estos condicionantes de sistemas simples. A pesar de ello, la literatura, el teatro, exploraban, sin saberlo, los problemas de realimentación positiva. Pero muy raras veces se introdujeron en el análisis de la realidad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223770/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonio Ruiz de Elvira Serra no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Un reciente estudio sugería la posibilidad del colapso de la circulación principal del océano Atlántico debido al deshielo, sin embargo, dada la complejidad del sistema climático, es dudoso que se alcance este punto de inflexión durante este siglo.Antonio Ruiz de Elvira Serra, Catedrático de Física Aplicada, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2235082024-02-13T18:13:08Z2024-02-13T18:13:08ZEl océano Atlántico se dirige a un punto de inflexión que puede desencadenar un cambio climático extremo en cuestión de décadas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/575389/original/file-20240207-22-751n5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5607%2C3741&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un exceso de agua dulce procedente de la capa de hielo de Groenlandia puede ralentizar la circulación del océano Atlántico.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/photo/iceberg-calving-from-eqip-glacier-on-disko-bay-royalty-free-image/534972902?phrase=melting+glaciers+greenland&adppopup=true">Paul Souders/Stone via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>Supertormentas, cambios climáticos bruscos y Nueva York totalmente congelada. Así es como la taquillera película de Hollywood <a href="https://www.imdb.com/title/tt0319262/"><em>El día de mañana</em></a> describía un corte brusco de la circulación del océano Atlántico y sus catastróficas consecuencias.</p>
<p>Aunque la visión de Hollywood era exagerada, la película de 2004 planteaba una cuestión seria: si el calentamiento global interrumpe la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Circulaci%C3%B3n_de_vuelco_meridional_del_Atl%C3%A1ntico">circulación de vuelco meridional del Atlántico</a> (AMOC, por sus siglas en inglés), que es crucial para transportar el calor de los trópicos a las latitudes septentrionales, ¿cómo de bruscos y graves serían los cambios del clima?</p>
<p>Veinte años después del estreno de la película, sabemos mucho más sobre la circulación del océano Atlántico. Los instrumentos instalados en el océano a partir de 2004 <a href="http://dx.doi.org/10.1038/s41586-018-0006-5">muestran que su circulación</a> se ha <a href="https://www.ipcc.ch/srocc/chapter/summary-for-policymakers/">ralentizado de forma observable</a> durante las dos últimas décadas, posiblemente hasta su <a href="https://doi.org/10.1038/s41561-021-00699-z">estado más débil en casi un milenio</a>. Los estudios también sugieren que la circulación alcanzó un <a href="https://doi.org/10.1126/science.abn7950">peligroso punto de inflexión</a> en <a href="https://doi.org/10.1126/science.aaf5529">el pasado</a> que la envió a un precipitado e imparable declive, y que <a href="https://doi.org/10.1038/s41467-023-39810-w">podría alcanzar ese punto de inflexión de nuevo</a> a medida que el planeta se calienta y los glaciares y las capas de hielo se derriten.</p>
<p>En un nuevo estudio en el que se utilizó la última generación de modelos climáticos de la Tierra, se simuló el flujo de agua dulce hasta que la circulación oceánica alcanzara ese punto de inflexión. </p>
<p>Los resultados mostraron que la circulación podría <a href="http://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adk1189">detenerse por completo en el plazo de un siglo</a> de alcanzar el punto de inflexión y que se dirige en esa dirección. Si eso ocurriera, las temperaturas medias descenderían varios grados en Norteamérica, partes de Asia y Europa, y las consecuencias serían graves y en cascada en todo el mundo.</p>
<p>También descubrimos una señal de alerta temprana basada en la física que puede alertar al mundo cuando la circulación del océano Atlántico se acerque a su punto de inflexión.</p>
<h2>La cinta transportadora del océano</h2>
<p>Las corrientes oceánicas son impulsadas por los vientos, las mareas y <a href="https://doi.org/10.1007/s003820050144">las diferencias de densidad del agua</a>.</p>
<p>En la circulación del océano Atlántico, el agua superficial relativamente cálida y salada cerca del ecuador fluye hacia Groenlandia. Durante su viaje atraviesa el mar Caribe, hace un bucle en el golfo de México y luego fluye a lo largo de la costa este de Estados Unidos antes de cruzar el Atlántico. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/573566/original/file-20240205-17-ttiy6v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dos ilustraciones muestran el aspecto actual del AMOC y su estado más débil en el futuro" src="https://images.theconversation.com/files/573566/original/file-20240205-17-ttiy6v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/573566/original/file-20240205-17-ttiy6v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/573566/original/file-20240205-17-ttiy6v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/573566/original/file-20240205-17-ttiy6v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/573566/original/file-20240205-17-ttiy6v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=506&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/573566/original/file-20240205-17-ttiy6v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=506&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/573566/original/file-20240205-17-ttiy6v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=506&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cómo cambia la circulación del océano Atlántico a medida que se ralentiza.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/figures/chapter-9/faq-9-3-figure-1">IPCC 6th Assessment Report</a></span>
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</figure>
<p>Esta corriente, también conocida como corriente del Golfo, trae calor a Europa. A medida que fluye hacia el norte y se enfría, la masa de agua se vuelve más pesada. Cuando llega a Groenlandia, empieza a hundirse y a fluir hacia el sur. El hundimiento del agua cerca de Groenlandia arrastra agua de otras partes del océano Atlántico y el ciclo se repite, como una <a href="https://doi.org/10.1002/2015RG000493">cinta transportadora</a>.</p>
<p><a href="https://doi.org/10.1126/science.abn7950">Demasiada agua dulce</a> procedente del deshielo de los glaciares y de la capa de hielo de Groenlandia puede diluir la salinidad del agua, impidiendo que se hunda, y debilitar esta <a href="https://doi.org/10.1002/2015RG000493">cinta transportadora oceánica</a>. Una <a href="https://doi.org/10.1073/pnas.97.4.1347">cinta transportadora más débil</a> transporta <a href="https://doi.org/10.1038/s41558-022-01380-y">menos calor hacia el norte</a> y también permite que llegue menos agua pesada a Groenlandia, lo que <a href="https://doi.org/10.1073/pnas.97.4.1347">debilita aún más</a> su fuerza. Una vez que alcanza el <a href="https://doi.org/10.1073/pnas.0705414105">punto de inflexión</a>, se detiene rápidamente.</p>
<h2>¿Qué le ocurre al clima en el punto de inflexión?</h2>
<p>La existencia de un punto de inflexión se observó por primera vez en un modelo excesivamente simplificado de la circulación del océano Atlántico a <a href="https://doi.org/10.1111/j.2153-3490.1961.tb00079.x">principios de los años 60</a>. Hoy en día, los <a href="https://www.carbonbrief.org/cmip6-the-next-generation-of-climate-models-explained/">modelos climáticos más detallados</a> indican una continua <a href="https://doi.org/10.1029/2019GL086075">ralentización de la fuerza de la cinta transportadora</a> por el cambio climático. Sin embargo, en estos modelos climáticos <a href="https://doi.org/10.1016/j.physd.2023.133984">no parece haber</a> una interrupción brusca de la circulación del océano Atlántico.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/p4pWafuvdrY?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Cómo funciona la cinta transportadora oceánica.</span></figcaption>
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<p>Aquí es donde entra en juego nuestro estudio. Realizamos un experimento con un modelo climático detallado para encontrar el punto de inflexión para un colapso abrupto aumentando lentamente la entrada de agua dulce. </p>
<p>Una vez alcanzado el punto de inflexión, la cinta transportadora se detiene en 100 años. El transporte de calor hacia el norte se reduce fuertemente, provocando cambios bruscos del clima.</p>
<h2>El resultado: frío extremo en el norte</h2>
<p>Las regiones influidas por la corriente del Golfo reciben <a href="https://doi.org/10.1038/s41558-022-01380-y">mucho menos calor</a> cuando se detiene la circulación. Esto enfría unos grados los continentes norteamericano y europeo.</p>
<p>El clima europeo está mucho más influido por la corriente del Golfo que el de otras regiones. En nuestro experimento, eso significaba que algunas partes del continente cambiaban en más de 3 °C por década, mucho más rápido que el calentamiento global actual de unos 0,2 °C por década. Hemos descubierto que algunas zonas de Noruega experimentarían descensos de temperatura de más de 20 ºC. Por otro lado, las regiones del hemisferio sur se calentarían unos pocos grados.</p>
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<img alt="Dos mapas muestran que tanto EE. UU. como Europa se enfriarían varios grados si la AMOC se detuviera." src="https://images.theconversation.com/files/573569/original/file-20240205-15-mqepgl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/573569/original/file-20240205-15-mqepgl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=271&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/573569/original/file-20240205-15-mqepgl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=271&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/573569/original/file-20240205-15-mqepgl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=271&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/573569/original/file-20240205-15-mqepgl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=340&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/573569/original/file-20240205-15-mqepgl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=340&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/573569/original/file-20240205-15-mqepgl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=340&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Los cambios de temperatura media anual tras la detención de la cinta transportadora reflejan un descenso extremo de la temperatura en el norte de Europa en particular.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adk1189">René M. van Westen</a></span>
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</figure>
<p>Estos cambios de temperatura se desarrollan a lo largo de unos 100 años. Puede parecer mucho tiempo, pero en las escalas de tiempo típicas del clima, son cambios abruptos.</p>
<p>El colapso de la cinta transportadora también afectaría al nivel del mar y a los patrones de precipitación, lo que puede <a href="https://doi.org/10.1088/1748-9326/ac3955">empujar a otros ecosistemas más cerca de sus puntos de inflexión</a>. Por ejemplo, la selva amazónica es vulnerable al <a href="https://doi.org/10.1073/pnas.2120777119">descenso de las precipitaciones</a>. Si su ecosistema forestal se convirtiera en pastizales, la transición <a href="https://esd.copernicus.org/articles/13/1667/2022/">liberaría carbono</a> a la atmósfera y provocaría la pérdida de un valioso sumidero de carbono, acelerando aún más el cambio climático.</p>
<p>La circulación atlántica se ha <a href="https://doi.org/10.1126/science.aaf5529">ralentizado significativamente en un pasado lejano</a>. Durante <a href="https://doi.org/10.1146/annurev-marine-010816-060415">los periodos glaciares</a>, cuando se derretían las capas de hielo que cubrían grandes partes del planeta, la afluencia de agua dulce ralentizaba la circulación atlántica, desencadenando enormes fluctuaciones climáticas.</p>
<h2>Entonces, ¿cuándo veremos este punto de inflexión?</h2>
<p>La gran pregunta –cuándo alcanzará la circulación atlántica su punto de inflexión– sigue sin respuesta. Las observaciones no se remontan lo bastante atrás como para ofrecer un resultado claro. Aunque un estudio reciente sugería que la cinta transportadora se está acercando rápidamente <a href="https://doi.org/10.1038/s41467-023-39810-w">a su punto de inflexión</a>, posiblemente en unos pocos años, estos análisis estadísticos hacían varias suposiciones que dan lugar a incertidumbre.</p>
<p>En cambio, nosotros pudimos desarrollar una señal de alerta temprana observable y basada en la física relacionada con el transporte de salinidad en el límite sur del océano Atlántico. Una vez alcanzado el umbral, es probable que el punto de inflexión se produzca entre una y cuatro décadas después.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Un gráfico de líneas de la intensidad de la circulación muestra una rápida caída cuando la cantidad de agua dulce en el océano alcanza un punto de inflexión." src="https://images.theconversation.com/files/574182/original/file-20240207-28-udb2b3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/574182/original/file-20240207-28-udb2b3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=467&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/574182/original/file-20240207-28-udb2b3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=467&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/574182/original/file-20240207-28-udb2b3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=467&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/574182/original/file-20240207-28-udb2b3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=586&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/574182/original/file-20240207-28-udb2b3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=586&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/574182/original/file-20240207-28-udb2b3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=586&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Un experimento con un modelo climático muestra la rapidez con la que se ralentiza la AMOC una vez que alcanza un punto de inflexión con un umbral de entrada de agua dulce en el océano. Cuándo ocurrirá esto sigue siendo una incógnita.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adk1189">René M. van Westen</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Los impactos climáticos revelados por nuestro estudio subrayan la gravedad de un colapso tan abrupto de la cinta transportadora. Los cambios en la temperatura, el nivel del mar y las precipitaciones afectarán gravemente a la sociedad, y los <a href="https://doi.org/10.1029/2023GL106088">cambios climáticos son imparables</a> en escalas de tiempo humanas.</p>
<p>Puede parecer contraintuitivo preocuparse por el frío extremo a medida que el planeta se calienta, pero si la circulación principal del océano Atlántico se detiene por el exceso de agua de deshielo, ese es el riesgo que se avecina.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223508/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>René van Westen recibe fondos del Consejo Europeo de Investigación (proyecto ERC-AdG 101055096, TAOC).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Henk A. Dijkstra recibe fondos del Consejo Europeo de Investigación (proyecto ERC-AdG 101055096, TAOC).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Michael Kliphuis no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los científicos comprenden ahora mejor los riesgos que se avecinan y disponen de una nueva señal de alerta temprana a la que prestar atención.René van Westen, Postdoctoral Researcher in Climate Physics, Utrecht UniversityHenk A. Dijkstra, Professor of Physics, Utrecht UniversityMichael Kliphuis, Climate Model Specialist, Utrecht UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2224572024-02-05T20:20:49Z2024-02-05T20:20:49ZLas consecuencias del adelanto de la floración<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/573491/original/file-20240205-29-3fjvbp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/almond-tree-flowering-late-winter-announcing-71752261">Olaf Speier / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La <a href="http://www.aemet.es/es/serviciosclimaticos/datosclimatologicos/fenologia">fenología</a> se encarga del estudio de los cambios vinculados a las estaciones que experimentan los seres vivos, dependiendo de su propia idiosincrasia y sobre todo del ciclo climático. Las observaciones fenológicas son especialmente interesantes <a href="https://theconversation.com/por-que-algunos-arboles-frutales-florecen-antes-que-otros-202556">en las plantas con flores</a>, que pueden actuar como indicadoras del comportamiento meteorológico anual o incluso como testigos del cambio climático.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/573212/original/file-20240203-19-s6dgct.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/573212/original/file-20240203-19-s6dgct.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/573212/original/file-20240203-19-s6dgct.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/573212/original/file-20240203-19-s6dgct.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/573212/original/file-20240203-19-s6dgct.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/573212/original/file-20240203-19-s6dgct.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/573212/original/file-20240203-19-s6dgct.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/573212/original/file-20240203-19-s6dgct.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Modelo de reloj fenológico seguido para la observación de la fenología de 92 especies del Jardín Botánico Histórico de La Concepción (Málaga) en base a los datos tomados durante treinta años por Belén Verdú. A la derecha relación provisional de especies que manifiestan un adelanto o un retraso en el conjunto de sus fenofases o fases de su cliclo vital.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Salvo-Tierra & Pérez-Massé (en preparación)</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/">CC BY-NC-ND</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Cada una de las <a href="https://aemetblog.es/2019/02/23/breve-introduccion-a-la-fenologia">fases del ciclo vital de las plantas</a> –brotación, foliación, floración, cambio de color de la hoja y caída de la hoja– es consecuencia de la actividad de las <a href="http://www.scielo.org.co/pdf/nova/v17n32/1794-2470-nova-17-32-109.pdf">hormonas vegetales</a>. Estas sustancias son inducidas en unos casos por el propio reloj biológico del vegetal y, en otros muchos, por la incidencia de factores ambientales, como la cantidad y calidad de la luz (<a href="https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/Biblioteca/Revistas/pdf_Agri%2FAgri_2008_913_920_922.pdf">fotoperíodo</a>), la humedad relativa en la atmósfera y en el suelo y las temperaturas máximas y mínimas, en especial las extremas.</p>
<p>El calentamiento global en las últimas décadas ha alterado las condiciones meteorológicas consideradas como normales, introduciendo una gran incertidumbre en la temporalidad de las distintas fases del ciclo vital de las plantas, <a href="https://nph.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/nph.18269">causando retrasos, adelantos o comportamientos impredecibles</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/573208/original/file-20240203-25-lmdopq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Abeja en plena actividad polinizadora." src="https://images.theconversation.com/files/573208/original/file-20240203-25-lmdopq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/573208/original/file-20240203-25-lmdopq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/573208/original/file-20240203-25-lmdopq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/573208/original/file-20240203-25-lmdopq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/573208/original/file-20240203-25-lmdopq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/573208/original/file-20240203-25-lmdopq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/573208/original/file-20240203-25-lmdopq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La sincronización entre la floración y la eclosión de los insectos polinizadores es fundamental para la producción de frutos y semillas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Enrique Salvo Tierra</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/">CC BY-NC-ND</a></span>
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<h2>Las flores, sensores demasiado perfectos</h2>
<p>Las flores son órganos de una arquitectura compleja cuya formación requiere un elevado aporte de sustancias y energía. La fase de la floración se convierte así en un período de extraordinaria sensibilidad frente a los cambios ambientales.</p>
<p>El actual calentamiento global está <a href="https://www.iemed.org/publication/climate-change-in-the-mediterranean-environmental-impacts-and-extreme-events/?lang=es">aumentando la duración de la estación seca en climas mediterráneos</a>. Es cada vez más evidente el adelanto del período previo primaveral, de mayor humedad y temperaturas más moderadas, condiciones favorables para la floración.</p>
<p>Como consecuencia, se ha detectado que algunas especies han adelantado la apertura de las flores. Este cambio tiene diferentes <a href="https://millenniumassessment.org/es/index.aspx">consecuencias sobre la biodiversidad, los ecosistemas y los servicios que estos prestan</a>.</p>
<h2>Riesgos para los ecosistemas</h2>
<p>Este anticipo a meses que aún son proclives a extremos climáticos, como pueden ser heladas o tormentas de granizo, ponen en riesgo la continuidad en la formación de frutos y semillas. </p>
<p>Asimismo, la falta de sincronización entre la producción floral y la eclosión de insectos, <a href="https://evolution.berkeley.edu/bienvenido-a-la-evolucion-101/mecanismos-los-procesos-de-la-evolucion/la-coevolucion/">claves en la polinización</a>, merma en un porcentaje importante la producción de las simientes, lo que supone una disminución de la nueva generación filial. La reducción de poblaciones, en concreto de especies amenazadas, conlleva al riesgo de extinción de muchas de ellas.</p>
<p>La fuente nutricional de frutos y semillas es la base del armazón alimentario que sustenta los ecosistemas. El descenso en el flujo de materia y energía los hace más vulnerables a impactos, como la pérdida de biodiversidad o la incorporación de especies exóticas invasoras.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/573204/original/file-20240203-27-gcofzs.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/573204/original/file-20240203-27-gcofzs.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/573204/original/file-20240203-27-gcofzs.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/573204/original/file-20240203-27-gcofzs.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/573204/original/file-20240203-27-gcofzs.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/573204/original/file-20240203-27-gcofzs.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/573204/original/file-20240203-27-gcofzs.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/573204/original/file-20240203-27-gcofzs.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Naranjo con floración temprana del azahar en el mes de enero en Málaga, a la vez que el engorde del fruto.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Enrique Salvo Tierra</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/">CC BY-NC-ND</a></span>
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<h2>Frutales menos productivos</h2>
<p>Son importantes las consecuencias socioeconómicas que este adelanto tiene sobre los servicios de aprovisionamiento, como son la calidad, cantidad y costes de la producción agrícola. </p>
<p>Si bien se ha observado que algunas especies, ante la impredecibilidad climática, son capaces de adaptarse a los cambios, y <a href="https://www.mncn.csic.es/es/Comunicaci%C3%B3n/la-imprevisibilidad-del-clima-adelanta-la-floracion-pero-no-disminuye-el-exito">a pesar de adelantar la floración, mantienen su éxito productivo</a>, los datos actuales de producción agrícola son preocupantes. </p>
<p>En especial los frutales de la familia de las rosáceas, como son almendros, cerezos, ciruelos y perales, <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10113-022-02006-x">bajan su productividad</a> o generan frutos de peor calidad cuando se produce un <a href="https://es.weforum.org/videos/climate-change-is-causing-cherry-blossoms-to-bloom-earlier/">adelanto de la floración</a>.</p>
<h2>Las alergias también se adelantan</h2>
<p>La calidad del aire también se ve alterada por la floración temprana de muchas plantas. El polen del olivo, de las gramíneas y del plátano de sombra afectan a gran parte de la población con alergias, lo que supone grandes pérdidas socioeconómicas a la vez que un deterioro en la salud. </p>
<p>El adelanto en la floración de muchas de estas plantas supone una ampliación del calendario polínico y de la incidencia de estas afecciones.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/asi-afectan-los-arboles-de-las-ciudades-a-las-alergias-primaverales-180257">Así afectan los árboles de las ciudades a las alergias primaverales</a>
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<h2>Pérdidas económicas para el turismo</h2>
<p>Las <a href="https://theconversation.com/southern-africas-namaqualand-daisies-are-flowering-earlier-why-its-a-red-flag-174724">grandes praderas de la región del Cabo, en Sudáfrica</a>, de una extraordinaria diversidad cromática, son un buen ejemplo de cómo la floración es un gran atractivo turístico. </p>
<p>Otros ejemplos del valor cultural de la floración son el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hanami#">Hanami de los cerezos en Japón</a>, vinculado a ricas tradiciones, y <a href="https://www.turismovalledeljerte.com/cerezo-en-flor">los cerezos del Valle del Jerte</a>. La imprevisibilidad del adelanto floral puede conllevar en estos casos pérdidas importantes en las economías locales, que encuentran en ello un importante sustento.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/573216/original/file-20240203-27-wqx2qe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/573216/original/file-20240203-27-wqx2qe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/573216/original/file-20240203-27-wqx2qe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/573216/original/file-20240203-27-wqx2qe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/573216/original/file-20240203-27-wqx2qe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/573216/original/file-20240203-27-wqx2qe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=501&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/573216/original/file-20240203-27-wqx2qe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=501&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/573216/original/file-20240203-27-wqx2qe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=501&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El equilibrio de los ecosistemas mediterráneos depende en gran medida del ajuste de los ciclos de las plantas y las estaciones meteorológicas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Enrique Salvo Tierra</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/">CC BY-NC-ND</a></span>
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<h2>La incertidumbre del futuro</h2>
<p>Las predicciones climáticas para el resto de este siglo generan incertidumbres en el comportamiento de las plantas. El aumento de temperaturas extremas, las olas de calor y las noches cálidas en la estación primaveral pueden provocar graves alteraciones en la época de floración. </p>
<p>Como ha ocurrido a lo largo de la historia de la biodiversidad, algunas especies vegetales podrán adaptar su reloj biológico a la nueva distribución anual de las estaciones. En otras, por el contrario, la disminución de su productividad las <a href="https://theconversation.com/aun-no-sabemos-si-las-plantas-podran-adaptarse-al-cambio-climatico-185735">conducirá a una modificación de sus áreas de distribución o incluso a la desaparición</a> local.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/222457/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonio Picornell Rodríguez recibe fondos de Universidad de Málaga y Junta de Andalucía. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Ángel Enrique Salvo Tierra no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La floración temprana de algunas plantas debida al calentamiento global puede afectar a la formación de los frutos y las semillas y llegar a causar la extinción local de aquellas especies que no puedan adaptarse.Ángel Enrique Salvo Tierra, Profesor de Botánica y Planificación y Ordenación Territorial, Universidad de MálagaAntonio Picornell Rodríguez, Investigador postdoctoral en Botánica, Universidad de MálagaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2163822024-01-25T17:50:22Z2024-01-25T17:50:22ZLa crisis climática es, sobre todo, una crisis social<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/571426/original/file-20240125-27-vgrp27.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C18%2C6332%2C3658&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/group-standing-paper-stickman-around-globebusiness-666831088">Cherries / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La investigación sobre las personas y la sociedad (es decir, las ciencias sociales y las humanidades, CSH) es esencial para que las políticas públicas y los profesionales logren los cambios que se necesitan con urgencia para abordar los desafíos que supone el cambio climático. No en vano, la crisis climática es, fundamentalmente, una crisis social.</p>
<p>Sin embargo, en comparación con las ciencias técnicas y naturales (disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, STEM), en 2018 <a href="https://op.europa.eu/es/publication-detail/-/publication/4f198f8e-4599-11eb-b59f-01aa75ed71a1/">sólo alrededor del 8 % del presupuesto total de convocatorias del programa europeo de Horizonte 2020 se destinó a disciplinas CSH</a>. De hecho, durante todo el periodo de 1990 y 2018, solo el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2214629619309119">5,21 % de la financiación para investigación para atajar la crisis climática se destinó a investigación social</a>. Esta disparidad se acentúa aún más en el caso del sur y del centro y este respecto a países del noroeste europeo.</p>
<p>¿Qué consecuencias puede tener esta infrafinanciación a la hora de proponer soluciones viables y sostenibles a la complejidad a la que nos enfrentamos como sociedades?</p>
<p>El proyecto europeo Social Sciences and Humanities for Climate, Energy and Transport Research Excellence (<a href="https://sshcentre.eu/">SSH CENTRE</a>) busca fortalecer el rol y la representación de la investigación social sobre la crisis climática a través de colaboraciones inter y transdisciplinares.</p>
<h2>Promueven los cambios sociales y la innovación</h2>
<p>Las <a href="https://info.bc3research.org/event/the-solution-is-social-how-and-why-to-work-with-the-human-dimension-in-climate-change-research/">aportaciones de las CSH en investigación y acción climática</a> son múltiples y cada vez más relevantes. Quizá la más conocida es la de comprender y facilitar la adopción de tecnologías e innovaciones mediante trabajos de comunicación y preguntas sobre cómo se incentiva a las personas a cambiar de comportamiento o a comprar, por ejemplo, alimentos ecológicos o coches eléctricos. </p>
<p>Además, estas disciplinas contribuyen a elevar la ciencia para la política, a que las políticas de sostenibilidad y transición ecológica <a href="https://theconversation.com/y-usted-aceptaria-un-proyecto-de-energias-renovables-en-su-localidad-215926">sean socialmente justas</a> y robustas.</p>
<p>Otra de las contribuciones que está adquiriendo mucho peso en los últimos años es la de promover la innovación social y el fortalecimiento democrático a través de la creación y el análisis en espacios participativos donde la ciudadanía pueda involucrarse de manera más directa en las soluciones a problemas climáticos. Por ejemplo, cómo hacer <a href="https://imagineadapt.bc3research.org/">nuestras ciudades más adaptativas</a>. Este tipo de procesos transdisciplinares están avanzando el conocimiento en torno a futuros sostenibles basados en la imaginación colectiva y el cambio social.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/refugios-climaticos-si-pero-como-deberian-ser-206818">Refugios climáticos sí, pero ¿cómo deberían ser?</a>
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<h2>Repensar los paradigmas</h2>
<p>Por último, quizás la más importante y menos conocida función de las CSH es invitarnos a cuestionar nuestros valores subyacentes, ampliar la mirada y reflexionar sobre nuestras formas de conocer y estar en el mundo. </p>
<p>Eso implica preguntarnos cuáles son los cambios que necesitamos realizar como sociedades dentro de los sistemas ecológicos, económicos y políticos en los que vivimos, todos ellos parte inherente de la naturaleza. Interrogar y transformar nuestras creencias, los cuentos que nos contamos y cómo los elaboramos en datos, información y conocimientos. Es lo que se suele llamar repensar los paradigmas.</p>
<h2>Propuestas desde el sur, centro y este de Europa</h2>
<p>Como parte del SSH Centre, una de las tareas del BC3 es traer las perspectivas del sur de Europa. Con este objetivo, en 2023 realizamos una <a href="https://open-research-europe.ec.europa.eu/articles/3-150/v1">encuesta <em>online</em></a> en la que preguntamos a investigadores de países del sur, centro y este de Europa por los retos a la hora de desarrollar investigación en ciencias sociales sobre clima, energía y transporte, así como las propuestas que tenían para abordarlos. </p>
<p>Recopilamos 137 respuestas, representando países como España, Italia, Grecia, Turquía, Portugal o Rumanía. Dentro de los retos identificados, por ejemplo, entre el 13 % y 16 % de los participantes –principalmente investigadores sénior de disciplinas de planificación o economía– pensaban que el apoyo institucional a las CSH está muy bien o bien, un 9 % pensaban que no tiene ningún apoyo institucional y un gran 42 % pensaban que está apoyado solo hasta cierto punto. </p>
<p>Esto puede indicar que existen barreras importantes a las CSH en las estructuras organizativas de las universidades y centros de investigación. Quizás lo más sorprendente es que, a pesar de que se canalizan millones de euros al trabajo interdisciplinario anualmente, el 69 % de los investigadores afirma que la colaboración CSH-STEM en investigación climática no es muy común.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/571239/original/file-20240124-17-m5v9x1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/571239/original/file-20240124-17-m5v9x1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/571239/original/file-20240124-17-m5v9x1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=418&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/571239/original/file-20240124-17-m5v9x1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=418&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/571239/original/file-20240124-17-m5v9x1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=418&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/571239/original/file-20240124-17-m5v9x1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=526&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/571239/original/file-20240124-17-m5v9x1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=526&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/571239/original/file-20240124-17-m5v9x1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=526&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Ilustración sobre las reclamaciones de las ciencias humanas y sociales en el ámbito del cambio climático.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://josuneurrutia.com/">Josune Urrutia Asua</a></span>
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</figure>
<p>Partiendo del análisis de la encuesta, organizamos un taller en Bilbao con investigadoras sociales de siete países del sur de Europa para profundizar en la información ofrecida por la encuesta y escuchar sus demandas para mejorar sus condiciones laborales, el apoyo que reciben en sus contextos institucionales, sus relaciones con disciplinas STEM y el acceso a financiación nacional e internacional. </p>
<p>En el encuentro, surgieron conversaciones relevantes en torno a la precariedad de la contratación temporal y a la minusvaloración de las CSH respecto a otras ciencias y respecto a otros países, reflejada en las exigencias de movilidad, a ser posible en el norte de Europa o en Estados Unidos, para legitimar la carrera investigadora en estos ámbitos. </p>
<p>También se enfatizó la ineficiencia del sistema de financiación basado en proyectos competitivos. Los y las investigadoras pasamos una gran cantidad de tiempo escribiendo propuestas con muy baja probabilidad de ser financiadas.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/competir-no-da-mejores-resultados-se-esta-financiando-bien-la-ciencia-214232">Competir no da mejores resultados: ¿se está financiando bien la ciencia?</a>
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<h2>Reconocer el valor de las ciencias sociales y las humanidades</h2>
<p>Los resultados de todo este proceso han sido sintetizados en un Documento de Posición entregado a la Comisión Europea en julio de 2023 y traducido a 11 idiomas. El documento propone <a href="https://sshcentre.eu/wp-content/uploads/2023/11/D1.2-translation-Spanish_28Sep.pdf">doce líneas de trabajo</a> para que instituciones de investigación y agencias de financiación aseguren un espacio de calidad para el futuro de las CSH en investigación y acción climática en los contextos de Europa meridional y Europa central y oriental. </p>
<p>En conclusión, los investigadores y las investigadoras destacan la importancia de reconocer el valor crucial de las CSH en investigación climática, así como de las diversas culturas investigadoras e institucionales existentes en Europa, especialmente las voces desde las periferias. Enfatizan la necesidad de centrar esfuerzos en superar la precariedad existente creando oportunidades para retener el talento y para desarrollar proyectos de larga duración con las comunidades locales, que son los que aportan mayor comprensión social y capacidad de transformación de los problemas climáticos. </p>
<p>Para ello, consideran necesario cambiar los criterios de valoración de proyectos y de la actividad académica, además de desarrollar programas de formación y colaboración interdisciplinar en condiciones de igualdad con las ciencias técnicas y naturales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/216382/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Violeta Cabello Villarejo recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación de España a través del programa Ramón y Cajal (RYC2021- 031626-I).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Alevgul H. Sorman recibe fondos de la Fundación Ikerbasque como Ikerbasque Research Fellow a través de BC3 y de la Unión Europea como parte del proyecto SSH CENTRE (Horizon Europe Research and Innovation Programme) . </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Ester Galende recibe fondos de la Unión Europea como parte del proyecto SSH CENTRE (Horizon Europe Research and Innovation Programme). </span></em></p>A pesar de ser esenciales para lograr los cambios que se necesitan con urgencia, se les da muy poco espacio a las ciencias sociales y las humanidades en la investigación y la acción climática. Los expertos en estas áreas piden mayor reconocimiento y financiación.Violeta Cabello Villarejo, Investigadora del grupo Science Collab del Basque Centre for Climate Change. Investigo sobre co-producción de conocimiento y gobernanza del agua y la agricultura, actualmente en el Mar Menor, BC3 - Basque Centre for Climate ChangeAlevgul H. Sorman, Ikerbasque Research Fellow, BC3 - Basque Centre for Climate ChangeEster Galende Sánchez, Investigadora en política y gobernanza climáticas, BC3 - Basque Centre for Climate ChangeLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2202632024-01-24T22:17:02Z2024-01-24T22:17:02ZEl Sahara no siempre fue un desierto<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/571303/original/file-20240124-25-5klcro.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=68%2C58%2C3185%2C2374&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> </figcaption></figure><p>A mediados del siglo XIX, oficiales del ejército francés descubrieron en Argelia pinturas rupestres que representaban animales muy distintos a los actualmente presentes en el Sahara. Posteriormente, exploradores alemanes, franceses e italianos constataron más ejemplos de pinturas faunísticas a lo largo de este desierto, catalogadas en 1956 por el francés <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arte_rupestre_del_Sahara">Henri Lhote</a>. Desde entonces, la presencia de grabados y dibujos prehistóricos con megafauna salvaje (jirafas, antílopes, elefantes y rinocerontes) se ha documentado en enclaves de Mali, Libia, Níger, Argelia, Egipto, República Saharaui y <a href="https://discovery.ucl.ac.uk/id/eprint/1444476/">Mauritania</a>. Sus dataciones abarcan un periodo cronológico <a href="https://link.springer.com/article/10.1023/A:1015479826570">entre 10 000 y 6000 años atrás</a>.</p>
<p>Pero, un momento. ¿El Sahara no es un desierto? ¿Cómo podía albergar elefantes y jirafas?</p>
<p>Estas pinturas se han interpretado como realizadas en <a href="https://www.torrossa.com/en/resources/an/5091436">un contexto paleoclimático muy distinto del actual</a>. Entonces existía en la región un <a href="https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=m25irhMQ5o0C&oi=fnd&pg=PA77&dq=Muzzolini,+A.+(1993).+Les+Nilo-sahariens+et+l%E2%80%99arch%C3%A9ologie.+Datation+et+chronologie+dans+le+bassin+du+lac+Tchad,+77-101.&ots=gcOc1_RiWM&sig=EUA8cEvenCtWb_uvJI0pUW6VaEk#v=onepage&q&f=false">clima húmedo y templado con vegetación arbolada, cursos de agua permanentes y lagos</a>.</p>
<p>Hace unos 6 000 años comenzó una desertización progresiva, que desembocó en las condiciones climáticas actuales. Hoy el Sahara es el mayor desierto cálido del planeta y ocupa una extensión cercana a 9,5 millones de kilómetros cuadrados (lo que representa un 25 % del continente africano) <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%A1hara">a lo largo de once países</a>. </p>
<p>Su clima se caracteriza por una temperatura diurna media cercana a 30 ºC, unas precipitaciones anuales inferiores a 150 mm y una intensa radiación solar ligada a su posición geográfica, al norte y al sur del trópico de Cáncer. Tales condiciones climáticas extremas dan a lugar a un escenario ecológico pobre en biomasa y biodiversidad, donde destaca una megafauna salvaje limitada a pequeñas poblaciones de zorros, gacelas, antílopes, damanes, roedores, serpientes, aves, varánidos y, en enclaves específicos, guepardos, perros salvajes y cocodrilos.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/566956/original/file-20231220-15-uo89rv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3549%2C1848&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/566956/original/file-20231220-15-uo89rv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=315&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/566956/original/file-20231220-15-uo89rv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=315&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/566956/original/file-20231220-15-uo89rv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=315&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/566956/original/file-20231220-15-uo89rv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/566956/original/file-20231220-15-uo89rv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/566956/original/file-20231220-15-uo89rv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Grabado de una jirafa en el enclave de Amagjar (Mauritania)</span>
<span class="attribution"><span class="source">Imagen original de J.M. García Aguilar</span></span>
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<h2>¿Por qué cambió el Sahara?</h2>
<p>Las causas cabe buscarlas en procesos naturales recurrentes de carácter global, marcados a su vez por ciclos astronómicos –ligados a variaciones en la inclinación del eje de rotación terrestre y en la geometría del sistema Sol-Tierra-Luna–. </p>
<p>Estos ciclos los estableció en la década de 1920 el astrónomo y geofísico serbio Milutin Milankovitch a partir de <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/geological-magazine/article/abs/view/985C98ABA3EBAF05004DE16DADED8071">tres movimientos terrestres fundamentales</a>: </p>
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<li><p>Excentricidad orbital. Con ciclos de 413 000 y 100 000 años, hacen aumentar o disminuir de modo significativo la diferencia de distancias entre la Tierra y el Sol en sus puntos más cercano (perihelio) y lejano (afelio).</p></li>
<li><p>Oblicuidad axial. Con un ciclo de 41 000 años, produce oscilaciones en la inclinación del eje de rotación terrestre entre 22,1 º y 24,5 º (actualmente se encuentra inclinado 23,5 º). </p></li>
<li><p>Precesión axial. Con un periodo de 23 000 años, hace cambiar la dirección del eje de rotación respecto a las estrellas.</p></li>
</ol>
<p>Todos estos movimientos influyen de modo decisivo <a href="https://iopscience.iop.org/article/10.1088/0004-637X/721/2/1308/meta">en la cantidad de radiación solar que reciben la atmósfera y la superficie terrestres</a>. Esto se traduce en importantes oscilaciones climáticas a escala global, de hasta un 20 % de la energía calorífica recibida según la latitud y el hemisferio en cada estación del año, y verificables en un plazo de miles o decenas de miles de años.</p>
<p>La transformación del Sahara en un desierto fue causada por estas oscilaciones climáticas, cuyas evidencias parten de análisis geológicos de sedimentos, fósiles y registros polínicos.</p>
<p>Otras evidencias que demuestran este fenómeno se hallan en pinturas rupestres, que ofrecen imágenes de la megafauna presente en esos momentos pretéritos, ligada a su vez a unos patrones bioclimáticos determinados. El hábitat actual de las especies representadas se halla en sabanas situadas al sur del Sahara, bajo unas condiciones climáticas de unos 20 ºC de temperatura media anual y entre 600 y 1000 mm de precipitaciones medias anuales. </p>
<p>A partir de estos datos, resulta tentador establecer una tasa media de calentamiento general en el Sahara de 0,17 ºC/100 años desde el comienzo del proceso de desertización, así como una tasa media de disminución en las precipitaciones cercana a 10 mm/100 años, hasta alcanzar las condiciones actuales. </p>
<p>Estos valores contrastan con los establecidos desde mediados del siglo XX, que muestran <a href="https://www.quora.com/How-much-warmer-is-the-planet-today-than-100-years-ago">un aumento en la temperatura global de 1 ºC hasta el año 2020</a>, lo que supone un valor promedio de 1,33 ºC/100 años, una tasa 7,8 veces mayor que el cambio climático natural registrado en el proceso de desertización del Sahara mediante pinturas y grabados prehistóricos. </p>
<p>Tal incremento en la tasa de cambio climático habría sido causada por la actividad humana. Esta modifica los ciclos climáticos naturales, cifrados en decenas de miles de años, mediante un incremento térmico lineal desarrollado en un plazo menor de un siglo. Ello implica un cambio climático de origen antrópico al menos 200 veces más rápido que el determinado de manera natural por el ciclo de precesión axial.</p>
<p>Durante una expedición a Mauritania en noviembre de 2023, se localizaron al noroeste del país pinturas rupestres no descritas hasta entonces. El hallazgo tuvo lugar cerca de las localidades de Chinguetti (Amagjar) y Atar (Segulil), bajo abrigos de areniscas paleozoicas (depositadas hace más de 300 millones de años). </p>
<p>Todos los dibujos muestran un tamaño decimétrico y un discreto estado de conservación, lo que dificulta su asignación a especias animales concretas. Pese a ello, se han identificado una jirafa, un rinoceronte, una serpiente y una figura humana con arco. Posiblemente, también un avestruz y varios ungulados.</p>
<p>La fauna presente en estos enclaves fue representada por sus antiguos pobladores, mostrando de este modo la evidencia de un cambio climático en el Sahara durante los últimos 6000 años. Así se transformó un vergel de vida salvaje en el que es hoy el mayor desierto del planeta Tierra.</p>
<img src="https://counter.theconversation.com/content/220263/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Manuel García Aguilar no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El mayor desierto de la Tierra fue en su día un vergel, pero un cambio climático natural lo transformó hará 6000 años.José Manuel García Aguilar, Profesor Colaborador, Áreas de Paleontología y Estratigrafía, Universidad de MálagaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2189052023-12-14T18:17:26Z2023-12-14T18:17:26ZPlantar árboles no siempre ayuda a mitigar el cambio climático<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/562744/original/file-20231130-17-m5vs5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C3%2C2041%2C1137&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Reforestación en República Dominicana.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/presidenciard/45857938792">Gobierno Danilo Medina/Flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/">CC BY-NC-ND</a></span></figcaption></figure><p>Mitigar el cambio climático plantando árboles no es tarea fácil. Es fundamental planificar dónde, qué, cómo y cuándo reforestar, vigilar prácticas de ecoblanqueo de grandes corporaciones y, sobre todo, cuidar los bosques que ya existen. </p>
<p>La plantación de árboles en sitios deforestados puede contribuir a compensar las emisiones de dióxido de carbono, pero si se realiza en lugares y con especies poco adecuadas pueden <a href="https://e360.yale.edu/features/phantom-forests-tree-planting-climate-change">fracasar</a> y terminar aportando a la atmósfera más carbono del que secuestran.</p>
<p>Además, la plantación de árboles no debería comprometer la capacidad de abastecimiento de alimento para la población humana y debería respetar la integridad de los ecosistemas no forestales, que también son relevantes para la conservación de la biodiversidad y la provisión de servicios ecosistémicos. Y, sobre todo, antes de plantar nuevos bosques, deberíamos asegurar la salud y viabilidad de los ya existentes. </p>
<h2>La Tierra se calienta</h2>
<p>El calentamiento global es uno de los principales retos que afronta la humanidad. La emisión de dióxido de carbono (CO₂) es el principal causante de la desestabilización del clima, ya que su acumulación hace que la tierra retenga cada vez más calor. </p>
<p>El <a href="https://www.un.org/es/climatechange/paris-agreement">Acuerdo de París</a> persigue reducir drásticamente las emisiones de CO₂ en este siglo. Para alcanzar esta meta deberíamos ir abandonando el uso de combustibles fósiles, pero también podemos avanzar en otras soluciones que compensen parcialmente las emisiones creando nuevos sumideros de carbono, y los bosques lo son. </p>
<h2>Plantar árboles está de moda</h2>
<p>Actualmente, el proceso más eficaz para retirar carbono de la atmósfera a escala planetaria sigue siendo la fotosíntesis. Por ello, muchas iniciativas <a href="https://www.mpi.govt.nz/forestry/funding-tree-planting-research/one-billion-trees-programme/">nacionales</a> e <a href="https://www.bonnchallenge.org/">internacionales</a> están promoviendo la plantación de millones de árboles para compensar las emisiones de CO₂.</p>
<p>Sin embargo, plantar árboles sin planificación no es la solución a este complejo problema, ya que en condiciones desfavorables pueden actuar incluso como emisores de CO₂. Además, las plantaciones inadecuadas pueden amenazar el funcionamiento de los <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-030-72854-0_14">ecosistemas</a> y la <a href="https://doi.org/10.1111/geb.13440">biodiversidad</a>. </p>
<h2>¿Cuánto espacio queda en el planeta para plantar árboles?</h2>
<p>Un bosque no puede crecer en cualquier sitio, ya que requiere condiciones y recursos que no todos los ambientes pueden aportar. </p>
<p>Las iniciativas que pretenden establecer bosques en lugares donde nunca los ha habido (desiertos, estepas), o donde el bosque se perdió hace siglos, pueden llevar a grandes <a href="https://e360.yale.edu/features/phantom-forests-tree-planting-climate-change">fracasos</a>. Además, estas plantaciones utilizan especies de árboles exóticos que pueden comprometer la biodiversidad local y alterar servicios ecosistémicos fundamentales, como la <a href="https://www.nature.com/articles/nclimate3092">provisión de agua</a>. </p>
<p>Gran parte del territorio adecuado para expandir los bosques está ocupado por cultivos y pastizales que suministran alimento al ganado y a la población humana. </p>
<p>Un <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.aax0848">polémico artículo</a> publicado en la revista <em>Science</em> estimó que el planeta dispone de casi un billón de hectáreas capaces de albergar nuevos bosques que podrían incrementar en un 25 % el carbono almacenado en estos ecosistemas. Sin embargo, <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.aay7976">revisiones posteriores</a> rebajaron notablemente esta cifra tras criticar la consideración de los ecosistemas de sabana, matorrales y praderas como terrenos “degradados”, potencialmente reforestables. </p>
<p>Por último, hay que considerar que se sigue destruyendo bosque para reemplazarlo por cultivos, como el de <a href="https://www.uab.cat/web/sala-de-prensa/detalle-noticia/las-plantaciones-de-palma-aceitera-provocan-la-infertilidad-de-los-suelos-tropicales-1345667994339.html?noticiaid=1345727879056">palma de aceite</a> en regiones tropicales. Por eso algunos expertos defienden que, en vez de expandir los bosques, el énfasis debe estar en proteger y gestionar adecuadamente los ya existentes.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/plantar-un-billon-de-arboles-no-va-a-frenar-el-cambio-climatico-130410">Plantar un billón de árboles no va a frenar el cambio climático</a>
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<h2>¿Los árboles de crecimiento rápido son mejores sumideros de carbono?</h2>
<p>Las especies arbóreas muestran una gran diversidad de estrategias vitales, que se reflejan en distintas velocidades de crecimiento, distinta longevidad y diversos grados de resistencia a factores adversos y de resiliencia ante perturbaciones. Ello se traduce en una dispar capacidad para secuestrar y almacenar carbono. </p>
<p>Los árboles que crecen rápido pueden absorber CO₂ a gran velocidad, pero también son más vulnerables a plagas, tormentas u otras perturbaciones, viven <a href="https://theconversation.com/across-the-world-trees-are-growing-faster-dying-younger-and-will-soon-store-less-carbon-145785">menos tiempo</a> y el carbono que almacenan retorna antes a la atmósfera.</p>
<p>Además, una parte relevante del carbono forestal reside en el suelo, un reservorio menos expuesto a las perturbaciones que la biomasa aérea. Por su parte, los árboles de crecimiento lento fomentan la acumulación de carbono en el suelo al producir tejidos que se degradan más lentamente. También invierten más biomasa en raíces, una de las principales fuentes de carbono orgánico del suelo. </p>
<h2>¿Son las plantaciones comerciales eficaces sumideros de carbono?</h2>
<p>Precisamente, para las plantaciones comerciales se seleccionan árboles de crecimiento rápido y vida corta, lo que pone en duda su valor como sumideros eficaces de carbono a largo plazo. </p>
<p>Estos árboles se cosechan al alcanzar determinada talla, con lo que su valor como sumidero de carbono depende del destino final de su madera. Si se utilizan para fabricar muebles o materiales de construcción, constituirán un reservorio duradero; pero si su destino es la producción de biomasa, el carbono almacenado retornará rápidamente a la atmósfera. Además, las labores silvícolas, especialmente si son intensivas, también pueden favorecer la <a href="https://doi.org/10.1016/j.geoderma.2006.09.003">pérdida del carbono del suelo</a>.</p>
<p>Una estrategia efectiva para mitigar el cambio climático implica, en primer lugar, la preservación de los sumideros de carbono ya existentes. Además, los programas de reforestación deberían ejecutarse de forma planificada y considerando la evidencia científica. La selección cuidadosa de las especies y los lugares adecuados es crucial para garantizar que las plantaciones actúen como sumideros de carbono eficientes y no se conviertan en fuentes de emisión de CO₂.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/plantaciones-comerciales-la-mejor-inversion-para-mitigar-el-cambio-climatico-167715">Plantaciones comerciales: ¿la mejor inversión para mitigar el cambio climático?</a>
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<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>El greenwashing –también llamado ecoblanqueo– y la plantación masiva de árboles sobre todo en regiones tropicales puede resultar más perjudicial que beneficioso. Antes de plantar nuevos bosques, aseguremos los que ya existen.Pilar Castro Díez, Profesora Titular de Universidad. Área de especialización: Ecología, Universidad de AlcaláAlberto Romero Blanco, Personal docente e investigador en la Universidad de Alcalá. Invasiones biológicas y ecotoxicología, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2182652023-12-07T18:41:11Z2023-12-07T18:41:11ZLas sequías de ayer, de hoy y de mañana<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/564204/original/file-20231207-23-npxtwl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C4737%2C3158&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Acueducto romano en Segovia (España).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/famous-ancient-aqueduct-segovia-castilla-y-113528500">Marques / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Muchas regiones de la península ibérica están sufriendo el episodio de <a href="https://efe.com/cataluna/2023-11-16/cataluna-vive-la-peor-sequia-de-la-historia-y-no-se-preve-que-llueva-los-500-mm-que-faltan/">sequía</a> más intenso desde que existen registros. Ha llovido un 25 % menos de lo habitual durante los últimos tres años. El agua almacenada en los embalses se aproxima a sus mínimos históricos y se están tomando <a href="https://efe.com/medio-ambiente/2023-11-21/cataluna-endurece-restricciones-agua-sequia/">medidas de ahorro extraordinarias</a>. </p>
<p>Afortunadamente, aunque las sequías suponen un enorme reto, hoy en día somos capaces de <a href="https://theconversation.com/como-funcionan-las-desaladoras-y-por-que-hay-cada-vez-mas-198564">desalinizar agua de mar</a> o de <a href="https://theconversation.com/las-imagenes-de-satelite-muestran-que-la-sobreexplotacion-del-acuifero-esta-secando-donana-206322">explotar acuíferos</a> a cientos de metros de profundidad. Pero ¿cómo hacían nuestros antepasados para enfrentarse a la falta de agua? ¿Pudieron adaptarse a la escasez de lluvia o, por el contrario, sufrieron por las sequías?</p>
<h2>Cuando (también) llovía menos</h2>
<p>El clima de nuestro planeta ha variado de forma cíclica durante los últimos cientos de miles de años. Sin embargo, la rapidez con la que la Tierra se está calentando en la actualidad <a href="https://www.science.org/content/article/climate-change-unequivocal-and-unprecedented-says-new-un-report">no tiene precedentes</a>. Al mismo tiempo, el clima de la península ibérica se hace cada vez más seco.</p>
<p>Algunas de las civilizaciones más importantes de la historia aprovecharon los periodos de climas húmedos para expandirse. Más tarde sufrieron hasta desaparecer debido a las sequías. </p>
<p>Por ejemplo, la abundancia de lluvias facilitó el desarrollo de la <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-018-22504-5">civilización del valle del Indo</a> hace 4 800 años, durante la Edad del Bronce. Los tiempos dulces de esta cultura duraron tan solo unos pocos siglos. Hace 4 100 años el clima se hizo cada vez más seco en esta región. Los cultivos no crecían y el ganado se moría de sed. El desierto de Thar avanzó rápidamente hacia el nordeste y esto forzó a las poblaciones locales a <a href="https://pubs.geoscienceworld.org/gsa/geology/article/42/4/339/131549/Abrupt-weakening-of-the-summer-monsoon-in">migrar</a> hacia zonas más lluviosas. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Desierto de Thar, en el noreste de la India.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Thar_desert_Rajasthan_India.jpg">Sushmita balasubramani / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Uno de los casos más conocidos del colapso de una sociedad debido a un cambio climático es el de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_maya">civilización maya clásica</a>. Sus habitantes ocuparon el sudeste del actual México entre los siglos III y IX. </p>
<p>Varios estudios sobre sedimentos de <a href="https://www.nature.com/articles/375391a0">lagos</a> y <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0012821X10005261?via%3Dihub">estalagmitas</a> sugieren que, en torno al siglo IX, los mayas fueron víctimas de un periodo de sequías en el que <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.aas9871">llovía la mitad</a> de lo habitual. La escasez de agua pudo agravar otros <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.1226299">problemas políticos y territoriales</a> que acarreaban estos pueblos. Las sequías aceleraron el colapso de esta cultura que había dominado América Central durante el primer milenio de nuestra era. </p>
<p>Los pueblos que ocuparon la península ibérica durante los últimos miles de años también tuvieron que enfrentarse a climas adversos. Entre los siglos V antes de nuestra era y IV después de nuestra era, el clima en el sur peninsular fue <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-020-71679-3">bastante lluvioso</a>. Este tiempo coincidió con la expansión del Imperio romano y se conoce como el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0033589408001348">periodo húmedo ibérico-romano</a>. </p>
<p>Sin embargo, esta civilización también tuvo que lidiar con algunos periodos de sequías en <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-023-46010-5">los que llovía hasta un 20 % menos</a> que en la actualidad. A diferencia de lo que ocurrió con la cultura maya clásica, los romanos sí fueron capaces de adaptarse a que lloviera poco.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=205&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=205&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=205&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=258&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=258&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=258&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cosechadores galorromanos.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Roman_harvester,_Trier.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<h2>El ingenio contra las sequías</h2>
<p>Al igual que hoy, los avances tecnológicos en el manejo del agua permitieron reducir el impacto de las sequías sobre las poblaciones en el pasado. La capacidad para transportar agua a cientos de kilómetros fue una de las claves para la adaptación. </p>
<p>El Imperio romano, conocido por su habilidad para construir grandes acueductos y canalizaciones, es un claro ejemplo de este ingenio para sobreponerse a las sequías. Sin embargo, la alta demanda de agua en la Hispania romana generó un importante <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-023-46010-5">impacto ambiental</a>. Los romanos desviaban cauces de agua dulce para satisfacer sus necesidades, llegando a secar casi por completo algunos lagos. </p>
<p>Diez siglos más tarde, en el siglo XI, los musulmanes desarrollaron un ingenioso entramado de canales excavados en la roca de las laderas de Sierra Nevada. El objetivo era aprovechar e infiltrar en el terreno el agua que bajaba de las cumbres tras el deshielo en primavera. Este sistema, conocido como “<a href="https://www.researchgate.net/publication/358710172_Artificial_recharge_by_means_of_careo_channels_versus_natural_aquifer_recharge_in_a_semi-arid_high-mountain_watershed_Sierra_Nevada_Spain">careos</a>”, fue ideado para que los manantiales de las zonas bajas tuvieran agua en verano. Algunos pueblos de esta sierra siguen dependiendo de esta técnica ancestral de “siembra del agua” para abastecerse en la actualidad. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/la-siembra-de-agua-una-tecnica-milenaria-eficaz-para-enfrentarse-a-la-sequia-191971">La siembra de agua, una técnica milenaria eficaz para enfrentarse a la sequía</a>
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<h2>Las sequías del futuro</h2>
<p>El calentamiento global está provocando largos periodos de sequías <a href="https://news.mit.edu/2020/why-mediterranean-climate-change-hotspot-0617">en el Mediterráneo</a> y en el sur de la <a href="https://theconversation.com/que-podemos-y-que-debemos-hacer-para-afrontar-sequias-179503">península ibérica</a>. Se prevé que a lo largo del próximo siglo cada vez llueva menos y de forma más irregular. </p>
<p>El tipo de sequías que nos afectan también parece estar cambiando. Estudios recientes sugieren que son, y serán, cada vez más rápidas, intensas e impredecibles. Se conocen como “<a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.abn6301">sequías <em>flash</em></a>”. </p>
<p>La escasez de lluvias, unida al aumento de población en las zonas costeras, puede generar importantes problemas de abastecimiento. Las tecnologías para producir agua potable no son la panacea y presentan múltiples problemas de carácter ambiental y económico. Este es el caso de la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0025326X20308912">desalinización</a> de agua de mar que genera desechos en forma de salmueras, cuya gestión es aún problemática. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/el-coste-ambiental-de-cultivar-hortalizas-en-el-desierto-118813">El coste ambiental de cultivar hortalizas en el desierto</a>
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<p>No parece existir una solución única para paliar la escasez de agua. El futuro pasa necesariamente por una mayor eficiencia y por la reutilización. Es indispensable también una mejor ordenación del territorio. Desarrollar macroproyectos que demandan mucha agua en zonas donde casi no llueve solo contribuirá a agravar el problema.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/218265/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fernando Gázquez Sánchez recibe fondos del Ministerio de Economía y Competitividad de España y Fondos
Europeos FEDER a través del Programa Ramón y Cajal (RYC2020-029811-I), el Proyecto del Plan Nacional GYPCLIMATE (PID2021-123980OA-I00) y la ayuda PPIT-UAL de la Junta de Andalucía-FEDER 2022-2026 (RyC-PPI2021-01).</span></em></p>Las civilizaciones antiguas, como la del valle del Indo, los mayas, los romanos y los musulmanes también sufrieron periodos de escasez de agua. Algunas de ellas lograron adaptarse, otras no lo consiguieron.Fernando Gázquez Sánchez, Geología y Cambio Climático, Universidad de AlmeríaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2191682023-12-04T22:07:22Z2023-12-04T22:07:22ZCOP28: la salud está por fin en la agenda climática, pero aún queda mucho por hacer<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/563373/original/file-20231204-15-fxgmtt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C0%2C2423%2C1641&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Pakistán sufrió graves inundaciones en 2022.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-photo/karachi-pakistan-aug-22-residents-facing-1800744619">Asianet-Pakistan/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Mientras los líderes mundiales se reúnen en Dubái durante la COP28, la salud ha aterrizado por fin firmemente en la <a href="https://news.un.org/en/story/2023/12/1144277">agenda del cambio climático</a> con la celebración el 3 de diciembre del primer “<a href="https://www.who.int/news-room/events/detail/2023/12/03/default-calendar/cop28-health-day">día de la salud</a>” en la cumbre anual de la ONU sobre el clima.</p>
<p>Nunca ha sido tan importante incluir la salud en los debates sobre el cambio climático. Las condiciones meteorológicas extremas <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(23)01859-7/fulltext">amenazan la salud humana</a> de diversas maneras, y esta intersección no hace sino empeorar a medida que los fenómenos meteorológicos extremos se hacen más probables con el cambio climático.</p>
<p>Dos de nosotros (Kathryn y Arthur) asistimos a la jornada sobre salud. Representa un momento crucial para el clima y la salud en la escena mundial, pero aún queda mucho trabajo por hacer.</p>
<h2>Cómo afecta el cambio climático a nuestra salud</h2>
<p><em>The Lancet</em> <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(23)01859-7/fulltext">publicó recientemente su último informe</a> sobre los efectos del cambio climático en la salud, y las noticias no son buenas. </p>
<p>El informe reafirma que ya se están produciendo en todo el mundo muertes y heridos importantes debidas al cambio climático. Por ejemplo, las muertes relacionadas con el calor en personas mayores de 65 años aumentaron un 85 % en 2013-2022 en comparación con 1991-2000. </p>
<p>Los efectos del cambio climático sobre la salud son muy variados. Además de los daños causados por el calor extremo, catástrofes como sequías, inundaciones e incendios forestales pueden provocar <a href="https://www.caha.org.au/mr_031223?utm_campaign=231203_mr_nhcs_launch&utm_medium=email&utm_source=caha">la propagación de enfermedades infecciosas</a>, exposición al humo de los incendios forestales, <a href="https://theconversation.com/a-year-after-pakistans-floods-44-of-children-have-stunted-growth-what-can-be-done-about-it-218123">inseguridad alimentaria</a> y mucho más. </p>
<p>Acontecimientos como estos también aumentan los <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/09540261.2022.2128725">problemas de salud mental</a> como la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático.</p>
<p>Las minorías y los grupos de riesgo sufren <a href="https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg2/chapter/chapter-7/">los peores efectos sobre la salud</a>, que <a href="https://www.mja.com.au/journal/2022/217/9/climate-change-society-and-health-inequities">amplían las desigualdades sociales y sanitarias existentes</a>. </p>
<h2>Un momento crucial</h2>
<p>Este año se han producido avances prometedores para abordar el impacto del cambio climático en la salud. En mayo, <a href="https://www.who.int/news/item/24-05-2023-seventy-sixth-world-health-assembly---daily-update--24-may-2023">la Asamblea Mundial de la Salud se centró por primera vez en la salud y el cambio climático</a>, e incluyó una mesa redonda sobre el papel de la comunidad sanitaria en la acción por el clima y la necesidad de mecanismos de financiación específicos. </p>
<p>En agosto, los ministros de Sanidad del G20 <a href="https://noharm.medium.com/g20-prioritizes-climate-and-health-action-41bf2458ea60">hicieron del clima y la salud una cuestión prioritaria</a> y acordaron los primeros principios de alto nivel para la acción sanitaria y climática. Entre ellos se incluye la creación de sistemas sanitarios sostenibles y con bajas emisiones de carbono que ofrezcan una asistencia sanitaria de alta calidad, y la descarbonización de las cadenas de suministro sanitario.</p>
<p>Ahora, este día inaugural de la salud en la COP ha tratado de aumentar la visibilidad de los impactos del cambio climático en la salud, y <a href="https://www.cop28.com/en/guiding-principles">movilizar fondos para una acción eficaz</a> para que los países puedan prepararse y responder. </p>
<p>La jornada se centró en temas clave como las vías a través de las cuales el clima afecta a la salud, los beneficios para la salud de la reducción de emisiones, así como las necesidades, barreras y mejores prácticas para fortalecer sistemas de salud resistentes al clima.</p>
<p>Una mesa redonda ministerial cerró la jornada, en la que muchos de los 50 ministros de Sanidad asistentes dispusieron de dos minutos para hablar de por qué y cómo están actuando en materia de salud y cambio climático. </p>
<p>Por ejemplo, el representante de Vanuatu señaló que el país se enfrenta a un futuro incierto debido al cambio climático, y resaltó su esperanza de que este día de la salud permitiera seguir apoyando a los países de mayor riesgo.</p>
<p>Japón señaló la importancia de reforzar la cobertura sanitaria universal como forma clave de responder a los efectos del cambio climático sobre la salud.</p>
<h2>Una declaración</h2>
<p>Cabe destacar que en esta COP más de 120 países han firmado la <a href="https://www.cop28.com/en/news/2023/12/Health-Declaration-delivering-breakthrough-moment-for-health-in-climate-talks">Declaración de los EAU sobre Clima y Salud de la COP28</a>. La declaración se centra en recabar apoyos, impulsar acciones y movilizar fondos para mejorar la resiliencia de los sistemas sanitarios.</p>
<p>Junto con esto, los Emiratos Árabes Unidos anunciaron un compromiso de financiación “agregada” de <a href="https://healthpolicy-watch.news/cop28-health-and-climate-declaration/">1 000 millones de dólares</a> para reforzar la implantación de actividades climáticas centradas en la salud. Esto lo facilitan organismos como el Fondo Verde para el Clima, el Banco Asiático de Desarrollo y la Fundación Rockefeller.</p>
<p>Sin embargo, apenas se dispone de detalles sobre si este dinero será adicional a los compromisos actuales, se considerará un préstamo o una subvención, o se desviará de otras prioridades sanitarias.</p>
<h2>Proteger nuestro planeta, nuestra gente y nuestro futuro</h2>
<p>Como dijo ayer el director general de la OMS <a href="https://healthpolicy-watch.news/first-ever-cop28-health-day-unfolds-amidst-uproar-over-cop-presidents-fossil-fuel-remarks/">Tedros Adhanom Ghebreyesus</a>, después de clausurar la COP27 sin un debate serio sobre la salud, la atención prestada a este asunto en la COP28 llega con retraso. </p>
<blockquote>
<p>Sin duda, la salud es la razón más convincente para tomar medidas contra el cambio climático […]. Durante demasiado tiempo, la salud ha sido una nota a pie de página en los debates sobre el clima.</p>
</blockquote>
<p>Pero aunque el día de la salud y otros acontecimientos recientes son alentadores, aún queda mucho por hacer para proteger de forma significativa la salud de las comunidades de todo el mundo.</p>
<p>En particular, la rápida <a href="https://nceph.anu.edu.au/phxchange/communicating-science/our-health-mercy-fossil-fuels-mja-lancet-countdown-2022-reports">eliminación progresiva de los combustibles fósiles</a> es vital para mitigar los efectos del cambio climático sobre la salud. Y la declaración mundial antes mencionada no establece ningún plan al respecto ni aborda la urgencia de la eliminación progresiva de los combustibles fósiles. </p>
<p>El sector sanitario puede y debe <a href="https://theconversation.com/health-care-is-responsible-for-7-of-our-carbon-emissions-and-there-are-safe-and-easy-ways-this-can-be-reduced-184170">contribuir a este esfuerzo</a> dado que es responsable del 4,4 % de las emisiones mundiales de carbono. </p>
<p>Los beneficios para la salud de la acción por el clima <a href="https://www.who.int/news/item/05-12-2018-health-benefits-far-outweigh-the-costs-of-meeting-climate-change-goals">superan con creces los costes</a>. Sin una acción intersectorial ambiciosa que tenga en cuenta los problemas sanitarios, la salud y el bienestar humanos seguirán sufriendo. Este es el primer día de la salud en la COP, pero no debe ser el último.</p>
<hr>
<p><em>Artículo traducido gracias a la colaboración con <a href="https://www.fundacionlilly.com/">Fundación Lilly</a></em>.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/219168/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Kathryn Bowen ha recibido financiación para investigación sobre clima y salud, asesoramiento político y asistencia técnica del Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica, el Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Asiático de Desarrollo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, USAID, el Ministerio de Desarrollo alemán, la Unión Europea, Future Earth, la ciudad de Melbourne y el Departamento de Salud de Victoria. Está afiliada a la Alianza Australiana para el Clima y la Salud como miembro del Consejo Asesor y forma parte del Comité Científico del Programa Científico Mundial de Adaptación.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Annabelle Workman recibió una beca Strategic Australian Postgraduate Award del Gobierno australiano para completar su doctorado. Está afiliada a la Alianza Clima y Salud.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Arthur Wyns es asesor sobre cambio climático de la Organización Mundial de la Salud y asesor sobre clima y salud de la COP28.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Rebecca Patrick ha recibido anteriormente financiación del gobierno estatal y de organizaciones sin ánimo de lucro. Ha sido miembro de la Junta Directiva y Presidenta de la Alianza Australiana para el Clima y la Salud.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Sophie Robinson no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los efectos del cambio climático sobre la salud cada vez tienen más peso político, pero también son cada vez más graves debido a la prevalencia de los fenómenos climáticos extremos.Kathryn Bowen, Professor - Environment, Climate and Global Health at Melbourne Climate Futures and Melbourne School of Population and Global Health, University of Melbourne, The University of MelbourneAnnabelle Workman, Research Fellow, Melbourne Climate Futures and Melbourne School of Population and Global Health, The University of MelbourneArthur Wyns, Honorary fellow, Melbourne Climate Futures, Melbourne School of Population and Global Health, The University of MelbourneRebecca Patrick, Academic Convener, Climate CATCH Lab, The University of Melbourne, Deakin UniversitySophie Robinson, Research Assistant and PhD student. Member of Melbourne Climate Futures Academy., The University of MelbourneLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2190372023-12-03T20:55:21Z2023-12-03T20:55:21ZCOP28: siete acciones que podrían salvar mil millones de vidas de aquí a 2100<p>En un <a href="https://doi.org/10.3390/en16166074">análisis reciente</a> de más de 180 artículos revisados por pares –que llevé a cabo con el también investigador Richard Parncutt– descubrimos que se ha formado un consenso científico en torno a la llamada <em>regla de las 1 000 toneladas</em>. </p>
<p>La <a href="https://doi.org/10.3389/fpsyg.2019.02323">regla de las 1 000 toneladas</a> afirma que muere una persona cada vez que la humanidad quema 1 000 toneladas de carbono fósil. Sorprendentemente, hemos descubierto que un aumento de la temperatura de 2º C equivale a mil millones de personas muertas prematuramente durante el próximo siglo a consecuencia de una amplia gama de alteraciones climáticas relacionadas con el calentamiento global. </p>
<p>Estas conclusiones se derivan de una revisión de la literatura climática que intentaba cuantificar las muertes humanas futuras a causa de una larga lista de factores. </p>
<p>Se trata de un recuento escalofriante y, por incómodo que resulte, es coherente con diversas pruebas y argumentos de múltiples disciplinas. </p>
<p>Mientras los líderes mundiales se reúnen para la conferencia sobre el clima COP28 en Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre, haríamos bien en recordar que sus decisiones serán directamente responsables de matar –o salvar– vidas humanas reales.</p>
<h2>Cómo nos matará el cambio climático</h2>
<p><a href="https://www.who.int/europe/news/item/07-11-2022-statement---climate-change-is-already-killing-us--but-strong-action-now-can-prevent-more-deaths">El cambio climático provocado por el hombre ha matado</a> –y seguirá matando– a muchos seres humanos por numerosos desajustes climáticos causados por una compleja red de mecanismos directos, intermedios e indirectos. </p>
<p>Entre los efectos mortales directos del cambio climático se encuentran las <a href="https://www.nationalgeographic.com/environment/article/heat-related-deaths-attributed-to-climate-change">olas de calor</a>, que ya han causado miles de <a href="https://doi.org/10.1186/cc2404">muertes humanas</a> y suponen un gran riesgo para <a href="https://www.wired.co.uk/article/extreme-heat-threatens-the-health-of-unborn-babies">bebés</a>. </p>
<p>Las causas intermedias de muerte son las malas cosechas, las sequías, las inundaciones, las condiciones meteorológicas extremas, los incendios forestales y la subida del nivel del mar. Las malas cosechas, en particular, pueden agravar <a href="https://doi.org/10.1098/rstb.2005.1751">el hambre y la inanición en el mundo</a>. </p>
<p>Las <a href="https://doi.org/10.1002/wcc.81">sequías más frecuentes y graves</a> pueden provocar <a href="https://doi.org/10.1641/0006-3568(2001)051%5b0723:CCAFD%5d2.0.CO;2">más incendios forestales</a> que también causan muertes humanas, <a href="https://www.bbc.com/news/world-us-canada-66465570">como vimos en Hawái</a>. Las sequías también pueden provocar contaminación del agua, enfermedades más frecuentes y <a href="https://doi.org/10.3389/fpubh.2022.782811">muertes por deshidratación</a>. </p>
<p>El <a href="https://www.climate-refugees.org/spotlight/2022/3/3/ipcc-africa">Informe del IPCC de 2022</a> predijo que la sequía desplazaría a 700 millones de personas en África de aquí a 2030. </p>
<p>Por otro lado, el cambio climático también puede provocar inundaciones (y pérdidas de cosechas por exceso de agua), que también causan hambre y enfermedades. <a href="https://doi.org/10.1023/A:1026015824714">La subida del nivel del mar y la consiguiente sumersión de las zonas costeras bajas y las marejadas ciclónicas agravan el riesgo de inundaciones</a>, que ponen en peligro la vida de miles de millones de habitantes de las ciudades costeras que se enfrentan a la perspectiva de una migración forzosa. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/las-migraciones-climaticas-otro-efecto-del-calentamiento-global-154901">Las migraciones climáticas, otro efecto del calentamiento global</a>
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<p><a href="https://doi.org/10.1016/B978-0-12-822700-8.00007-X">El cambio climático también aumenta los fenómenos meteorológicos extremos</a>, que matan y causan daños considerables a servicios esenciales como la red eléctrica y las instalaciones médicas. <a href="https://www.climatehubs.usda.gov/hubs/northeast/topic/saltwater-intrusion-growing-threat-coastal-agriculture">La intrusión de agua salada también amenaza la agricultura costera</a>, reduciendo aún más el suministro de alimentos.</p>
<p>Por último, <a href="https://www.reuters.com/business/environment/climate-change-may-increase-conflict-deaths-says-imf-2023-08-30/">el cambio climático también aumenta indirectamente la probabilidad de conflictos y guerras</a>. Aunque el consenso académico sobre la guerra inducida por el cambio climático dista mucho de estar resuelto, <a href="https://www.unep.org/news-and-stories/story/climate-action-holds-key-tackling-global-conflict">hay pocas dudas de que amplifica el estrés y puede causar conflictos más localizados</a>.</p>
<p>A medida que aumente el número de refugiados climáticos, los países más alejados del ecuador podrían negarse cada vez más a ofrecer asilo. En el peor de los casos, <a href="https://doi.org/10.1007/s10584-021-02957-w">el colapso social es posible</a> y un reciente <a href="https://doi.org/10.1073/pnas.2108146119">estudio alerta de que podría ser devastador</a>.</p>
<h2>Aún estamos a tiempo</h2>
<p>Mil millones de muertes es una perspectiva aterradora, pero no se prevé que todas ellas se produzcan a la vez. De hecho, <a href="https://www.who.int/europe/news/item/07-11-2022-statement---climate-change-is-already-killing-us--but-strong-action-now-can-prevent-more-deaths">muchas personas ya están falleciendo</a>. Sin embargo, aún estamos a tiempo de evitar futuras muertes si abandonamos rápidamente las fuentes de energía basadas en el carbono.</p>
<p>Necesitamos aplicar hoy políticas energéticas agresivas para eliminar las emisiones de carbono en la conservación de la energía, fomentar las energías renovables y gestionar los residuos de carbono. Ya estamos haciendo mucho en este sentido, sólo tenemos que hacerlo más rápido.</p>
<p>La descarbonización gradual no es aceptable si sacrifica un número tan elevado de vidas humanas. Y aunque cada una de estas propuestas pueda parecer chocante en un primer momento, si nos preguntamos “¿aceptaría esta política para salvar mil millones de vidas humanas?”, creo que la respuesta queda mucho más clara. </p>
<p>Debemos actuar para evitar la muerte de millones de nuestros semejantes.</p>
<h2>Siete medidas urgentes</h2>
<ol>
<li><p>Debemos obligar a que todas las nuevas construcciones sean edificios de energía neta cero o <a href="https://doi.org/10.1016/j.solener.2010.09.001">edificios de energía positiva</a>. Esto también tendría la ventaja de proporcionar a los propietarios de los edificios un retorno positivo de la inversión y es <a href="https://doi.org/10.1080/09613218.2014.960783">incluso posible hacerlos sin coste neto</a>.</p></li>
<li><p>Obligar a la compra masiva de tecnologías de ahorro energético o de energías renovables y ponerlas a disposición de todo el mundo mediante préstamos sin intereses que se devuelvan fácilmente con el ahorro de energía. Por ejemplo, un gobierno podría construir nuevas fábricas para proporcionar gratuitamente aislamiento o paneles solares. Como ventaja añadida, <a href="https://doi.org/10.1016/j.rser.2020.110599">la energía solar ahorrará dinero a los propietarios de viviendas</a> en la factura de la luz, además de conseguir importantes ahorros en <a href="https://www.energystar.gov/buildings/save_energy_commercial_buildings/ways_save">medidas de conservación de la energía</a> a lo largo de su vida útil.</p></li>
<li><p>Poner fin inmediatamente <a href="https://doi.org/10.1007/s10098-020-01917-9">a la venta de vehículos de combustibles fósiles</a>, lo que supondrá un ahorro considerable de carbono y dinero, ya que <a href="https://www.nrdc.org/stories/electric-vs-gas-cars-it-cheaper-drive-ev">los vehículos eléctricos ya tienen un coste de vida útil inferior al de los vehículos de gas</a>.</p></li>
<li><p>Revocar los estatutos de las empresas de combustibles fósiles y dispersar sus activos si una empresa o industria es responsable de la muerte de más personas a causa de las emisiones de las que emplea. La industria del carbón de Estados Unidos <a href="https://doi.org/10.3390/socsci8020062">ya mata a más personas por contaminación atmosférica al año de las que emplea</a>, y eso sin incluir las muertes relacionadas con el cambio climático.</p></li>
<li><p>Dejar de invertir inmediatamente en más combustibles fósiles y gravar fuertemente todas las inversiones relacionadas con ellos, y responsabilizar económicamente <a href="https://doi.org/10.1016/j.rser.2015.11.025">tanto a los emisores climáticos como a los inversores</a> de los daños causados por las emisiones de carbono en el futuro.</p></li>
<li><p>Reconvertir masivamente a los trabajadores de los combustibles fósiles en empleos relacionados con las energías renovables, lo que ayudaría tanto a la sociedad como a los trabajadores, que podrían esperar un aumento salarial medio del <a href="https://doi.org/10.1016/j.eneco.2016.05.016">siete por ciento al pasarse a la industria solar</a>.</p></li>
<li><p>Prohibir inmediatamente la extracción de combustibles fósiles con <a href="https://doi.org/10.1007/s10584-017-2135-5">moratorias</a> obligatorias.</p></li>
</ol>
<p>Cada una de estas siete políticas impedirá que una cantidad cada vez mayor de carbono entre en la atmósfera, evitando el cambio climático concomitante y los miles de millones de muertes prematuras que causaría el <em>statu quo</em>. </p>
<h2>Avanzar para proteger vidas humanas</h2>
<p>Estas políticas pueden lograrse abordando esas tres primeras acciones que también se alinean directamente con el ahorro económico. </p>
<p>A medida que las tecnologías de combustibles fósiles se vayan sustituyendo por otras más económicas, la necesidad de invertir en combustibles fósiles seguirá disminuyendo y su reducción será cada vez más aceptable desde el punto de vista político. Mientras esto ocurre, tendrá sentido proteger a los trabajadores de los combustibles fósiles <a href="https://doi.org/10.1007/s43979-023-00067-3">reciclándolos</a> para que puedan ayudar a acelerar la transición hasta que se ponga fin a todo uso de combustibles fósiles.</p>
<p>Obviamente no va a ser fácil, pero creo que la inmensa mayoría de los seres humanos son buenas personas que aceptarán inconvenientes temporales para hacer la transición a un sistema energético que evite mil millones de muertes prematuras. </p>
<p>Proteger estas vidas en lugar de sacrificarlas sería un resultado de la COP28 que demostraría un verdadero liderazgo.</p>
<hr>
<p><em>Artículo traducido gracias a la colaboración con <a href="https://www.fundacionlilly.com/">Fundación Lilly</a></em>.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/219037/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Joshua M. Pearce ha recibido fondos del Consejo de Investigación de Ciencias Naturales e Ingeniería de Canadá, la Fundación Canadiense para la Innovación, Mitacs, el Departamento de Energía de EE.UU. (DOE) y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada-Energía (ARPA-E), el Departamento de Defensa de EE.UU., la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) y la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF). Además, sus trabajos de consultoría e investigación pasados y presentes están financiados por las Naciones Unidas, las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, y muchas organizaciones sin ánimo de lucro y empresas con ánimo de lucro en los campos de la energía y la energía solar fotovoltaica. Es miembro fundador de Agrivoltaics Canada. No trabaja directamente para ningún fabricante de energía solar y no tiene conflictos de intereses directos.</span></em></p>Según un estudio reciente, es probable que mil millones de personas mueran prematuramente a finales de siglo a causa del cambio climático. He aquí siete políticas energéticas que podrían salvarles la vida.Joshua M. Pearce, John M. Thompson Chair in Information Technology and Innovation and Professor, Western UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2188522023-11-29T15:20:46Z2023-11-29T15:20:46ZCOP28: Emiratos Árabes Unidos, el gigante petrolero que acoge la cumbre sobre el cambio climático de 2023<p>Los Emiratos Árabes Unidos (EAU), <a href="https://www.eia.gov/tools/faqs/faq.php?id=709&t=6">séptimo productor mundial de petróleo</a>, <a href="https://www.cnbc.com/2023/01/12/cop28-uae-sparks-backlash-by-appointing-oil-chief-as-president.html">acogerán</a> la 28ª cumbre de la ONU sobre el cambio climático (COP28), que se celebrará en Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre. Presidirá la conferencia Sultan al-Jaber, el director general de la compañía petrolera estatal emiratí (ADNOC).</p>
<p>Dado que los combustibles fósiles representan <a href="https://www.un.org/en/climatechange/science/causes-effects-climate-change#:%7E:text=Fossil%20fuels%20%E2%80%93%20coal%2C%20oil%20and,they%20trap%20the%20sun's%20heat.">casi el 90 %</a> de las emisiones de dióxido de carbono que provocan el cambio climático, muchos han argumentado que existe un claro <a href="https://doi.org/10.1371/journal.pone.0263596">conflicto de intereses</a> al tener a productores de petróleo y gas al frente de las conversaciones sobre el clima. Los EAU <a href="https://www.theguardian.com/environment/2023/nov/17/cop28-host-uae-breaking-its-own-ban-on-routine-gas-flaring-data-shows">supuestamente queman</a> más gas del que declaran y tienen previsto aumentar la producción de petróleo de 3,7 millones de barriles diarios a <a href="https://www.reuters.com/business/energy/uae-brings-forward-oil-production-capacity-expansion-2027-2022-11-28/">5 millones en 2027</a>. </p>
<p>Algunos <a href="https://www.mckinsey.com/industries/oil-and-gas/our-insights/the-future-is-now-how-oil-and-gas-companies-can-decarbonize">sostienen</a> que la industria del petróleo y el gas podría frenar las emisiones de gases de efecto invernadero invirtiendo sus enormes ingresos en <a href="https://carnegieendowment.org/2016/10/20/oil-innovations-to-reduce-climate-impacts-pub-64891">tapar sus <em>gas flares</em> o quemados en antorcha (el método empleado para deshacerse de los residuos de gas)</a> e <a href="https://status22.globalccsinstitute.com">inyectar el carbono capturado</a> bajo tierra. <a href="https://www.iea.org/reports/net-zero-by-2050">Evaluaciones</a> independientes sostienen que la industria tendrá que dejar permanentemente bajo tierra al menos parte de sus reservas comercialmente recuperables para limitar el calentamiento global. Ningún país exportador de petróleo, salvo <a href="https://www.bbc.com/future/article/20221116-how-colombia-plans-to-keep-its-oil-and-gas-in-the-ground">Colombia</a>, ha indicado aún que vaya a hacerlo.</p>
<p>Dubái parece decidido a socavar incluso esta pequeña victoria. <a href="https://www.bbc.co.uk/news/science-environment-67508331">Una investigación</a> ha revelado documentos que demuestran que los dirigentes de EAU planeaban avisar a un ministro colombiano de que ADNOC “está dispuesta” a ayudar al país sudamericano a desarrollar sus reservas de petróleo y gas.</p>
<p>El Reino Unido hizo el ridículo <a href="https://theconversation.com/offering-oil-and-gas-licences-every-year-distracts-from-the-challenge-of-winding-down-uk-north-sea-217325">ampliando sus yacimientos petrolíferos del Mar del Norte</a> menos de dos años después de instar al mundo a aumentar sus ambiciones climáticas <a href="https://www.carbonbrief.org/factcheck-can-new-uk-oil-and-gas-licences-ever-be-climate-compatible/">como anfitrión de la cumbre</a>. Los EAU parecen destinados a un destino similar, antes incluso de que hayan comenzado las conversaciones.</p>
<h2>Consumo y dependencia del petróleo</h2>
<p>Los EAU, <a href="https://doi.org/10.1111/j.1475-4967.2011.00508.x">con una población en rápido crecimiento</a> de <a href="https://www.cia.gov/the-world-factbook/countries/united-arab-emirates/summaries/">9,9 millones</a> (sólo 1 millón son ciudadanos emiratíes), ocupan el <a href="https://www.statista.com/statistics/270508/co2-emissions-per-capita-by-country/">sexto puesto mundial</a> de emisiones de CO₂ per cápita. </p>
<p>Los ciudadanos están acostumbrados a conducir coches que consumen mucha gasolina a precios muy inferiores a los <a href="https://data.worldbank.org/indicator/EP.PMP.SGAS.CD?most_recent_value_desc=true">del mercado internacional</a> y a utilizar el aire acondicionado durante gran parte del año gracias a las <a href="https://doi.org/10.1016/j.egyr.2019.08.020">subvenciones a los servicios públicos</a>. Los turistas y los asistentes a congresos esperan centros comerciales refrigerados, piscinas y exuberantes campos de golf que dependen totalmente del agua desalinizada, <a href="https://energycentral.com/c/ec/desalination-and-energy-consumption">que consume mucha energía</a>.</p>
<p>A pesar de décadas de políticas encaminadas a diversificar la economía del país y alejarla del petróleo, el sector de los hidrocarburos de los EAU representa una <a href="https://www.amf.org.ae/ar/publications/reports/joint-arab-economic-reports">cuarta parte del PIB</a>, la mitad de las exportaciones del país y el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2214845017301552#fig1">80 % de los ingresos del gobierno</a>. La renta del petróleo ayuda a comprar estabilidad socioeconómica proporcionando a la población local, por ejemplo, <a href="https://doi.org/10.1080/13678868.2023.2182097">sinecuras en el sector público</a>. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Una plataforma de perforación petrolífera se eleva sobre la arena roja del desierto." src="https://images.theconversation.com/files/561873/original/file-20231127-17-dr4pgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4500%2C2991&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/561873/original/file-20231127-17-dr4pgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/561873/original/file-20231127-17-dr4pgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/561873/original/file-20231127-17-dr4pgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/561873/original/file-20231127-17-dr4pgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/561873/original/file-20231127-17-dr4pgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/561873/original/file-20231127-17-dr4pgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Un campo petrolífero en el desierto de Arabia, cerca de Dubai.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-photo/sunset-over-oil-field-red-sand-350313140">Fedor Selivanov/Shutterstock</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Este estado de cosas es un principio central del <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13678868.2023.2182097">Contrato Social del Golfo Pérsico</a>, en el que los <a href="https://doi.org/10.1111/j.1475-4967.2010.00437.x">ciudadanos</a> de los seis estados del golfo ocupan mayoritariamente puestos burocráticos del sector público que administran una economía basada en el petróleo, con mano de obra expatriada dominando el sector privado no petrolero.</p>
<h2>Arreglos tecnológicos, objetivos y futuro</h2>
<p>¿Cómo piensan los EAU reducir sus emisiones? <a href="https://www.adnoc.ae/en/ourstrategy/maximum-energy-minimum-emissions">ADNOC</a> y otras <a href="https://guides.loc.gov/oil-and-gas-industry/companies">compañías petroleras internacionales</a> apuestan por tecnologías selectas (según los escépticos, mero <a href="https://www.clientearth.org/projects/the-greenwashing-files/exxonmobil/"><em>greenwashing</em></a> para seguir dañando el clima) con el fin de preservar su <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/14693062.2023.2262439">modelo de negocio principal</a>: extraer petróleo. </p>
<p>ADNOC, junto con la <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/14693062.2023.2262439">industria del petróleo y el gas en general</a>, ha invertido en <a href="https://www.al-monitor.com/originals/2023/09/uae-other-gulf-states-shift-talk-action-carbon-capture-tech">secuestro de carbono</a> y en la fabricación de <a href="https://www.adnoc.ae/en/our-business/hydrogen">combustible de hidrógeno</a> a partir de los subproductos de la extracción de petróleo. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (<a href="https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg3/figures/summary-for-policymakers/figure-spm-7/">IPCC</a>), estas medidas, aunque se apliquen en su totalidad, sólo tendrán un pequeño impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero. </p>
<p>Los EAU fueron <a href="https://www.uae-embassy.org/discover-uae/climate-and-energy/international-engagement">los primeros</a> de Oriente Medio en ratificar el <a href="https://unfccc.int/process-and-meetings/the-paris-agreement">acuerdo de París sobre el clima</a> y en comprometerse a <a href="https://u.ae/en/information-and-services/environment-and-energy/climate-change/theuaesresponsetoclimatechange/uae-net-zero-2050">cero emisiones netas para 2050</a>. Con un sol casi ilimitado y una importante riqueza nacional, los EAU ocupan el puesto <a href="https://www.irena.org/Publications/2023/Mar/Renewable-capacity-statistics-2023">18º a nivel mundial</a> per cápita y el primero entre los países de la OPEP en capacidad de energía solar. En la actualidad, esta fuente de energía limpia cubre alrededor del <a href="https://www.energyinst.org/statistical-review">4,5 %</a> de la demanda de electricidad de los EAU y los proyectos en curso aumentarán la producción de los <a href="https://www.uae-embassy.org/discover-uae/climate-and-energy/uae-energy-diversification">23 gigavatios (GW) actuales a 50 GW</a> en 2031. </p>
<p>La central nuclear de Barakah (la <a href="https://world-nuclear.org/information-library/country-profiles/countries-t-z/united-arab-emirates.aspx">primera del mundo árabe</a>) empezó a generar electricidad en 2020. Aunque sólo satisface el <a href="https://www.eia.gov/international/analysis/country/ARE">1 %</a> de la demanda de electricidad del país, cuando esté plenamente operativa en 2030 podría llegar al <a href="https://www.iaea.org/bulletin/preparing-60-years-in-advance-the-uaes-first-nuclear-power-plant-and-plans-for-future-decommissioning">25 %</a>. </p>
<p>El sector petrolero es intrínsecamente intensivo en capital, no en mano de obra, por lo que no puede proporcionar suficientes puestos de trabajo a los emiratíes. Los EAU tendrán que hacer la transición a una <a href="https://www.erutledge.com/media/Government-of-Abu-Dhabi.-(2008).--The-Abu-Dhabi-Economic-Vision-2030.pdf">economía basada en el conocimiento</a> con empleo productivo en sectores no vinculados a la extracción de recursos. </p>
<p>En los EAU, el fondo soberano Mubadala se encarga de <a href="https://www.mubadala.com/en/what-we-do/our-portfolio">posibilitar esta transición</a>. Ha invertido en diversos sectores de alta tecnología, desde satélites comerciales hasta investigación y desarrollo en energías renovables.</p>
<p>Pero incluso si los EAU lograran alcanzar el cero neto en alguna medida, seguir exportando petróleo a nivel internacional significa que se quemará en algún lugar, por lo que la crisis climática seguirá creciendo.</p>
<h2>Interés propio</h2>
<p>¿Es la decepción una conclusión inevitable para la cumbre de Dubái? Algunas zonas de Oriente Próximo, que ya son uno de los <a href="https://www.mpg.de/10856695/W004_Environment_climate_062-069.pdf">lugares más calurosos</a> del mundo, podrían ser demasiado tórridas para vivir <a href="https://www.weforum.org/agenda/2019/04/middle-east-front-lines-climate-change-mena/">en los próximos 50 años</a> según algunas <a href="https://foreignpolicy.com/2021/08/24/the-middle-east-is-becoming-literally-uninhabitable/">predicciones</a>. </p>
<p>El aumento de las temperaturas pone en peligro los sectores turístico y de organización de congresos de los EAU, que han <a href="https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/14673584221122488">crecido meteóricamente</a> desde la década de 1990 (las quemaduras de tercer grado y las insolaciones no atraerán a visitantes internacionales). No se descarta un anuncio espectacular para impulsar sus <a href="https://sciendo.com/article/10.1515/mmcks-2017-0013">ambiciones de liderazgo mundial</a>. </p>
<p>En algún momento, uno de los principales países exportadores de petróleo deberá anunciar sus planes de dejar parte de su petróleo comercialmente recuperable <a href="https://www.popsci.com/environment/fossil-fuels-hydrocarbons-avoid-climate-change/">sin explotar de forma permanente</a>. La COP28 ofrece una plataforma ideal. Un país participante puede asumir ese compromiso con la salvedad de que primero debe construir infraestructuras <a href="https://www.iea.org/reports/the-oil-and-gas-industry-in-energy-transitions">alimentadas por energías renovables</a> y revisar el modelo de negocio de su petrolera nacional para convertirlo en uno que suministre energías renovables, no combustibles fósiles, a escala mundial. </p>
<p>Los EAU cuentan con el capital privado y la riqueza soberana necesarios para construir una economía <a href="https://www.economist.com/leaders/2023/02/09/arab-petrostates-must-prepare-their-citizens-for-a-post-oil-future">postpetróleo</a>. Pero, ¿se arriesgará a ser el primero?</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/218852/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Emiratos Árabes Unidos, que multiplicará notablemente su producción de petróleo en los próximos años, preside las conversaciones sobre cambio climático de este año.Emilie Rutledge, Senior Lecturer in Economics, The Open UniversityAiora Zabala, Lecturer in Economics and the Environment, The Open UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2172202023-11-16T17:28:38Z2023-11-16T17:28:38ZClaves para enfrentar el cambio climático: mejorar la normativa ambiental y, sobre todo, dejar de incumplirla<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/559283/original/file-20231114-19-ceqaiv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=270%2C73%2C5021%2C3227&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/carboneras-andalusia-spain-march-3-2019-1380205952">Jose y yo Estudio/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El marco legal en la Unión Europea para la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático abarca la práctica totalidad de los problemas ambientales existentes. Sin embargo, no ha podido frenar la pérdida de biodiversidad ni el aumento de la contaminación, y las emisiones de gases de efecto invernadero <a href="https://environment.ec.europa.eu/strategy/biodiversity-strategy-2030_en">siguen subiendo</a>. </p>
<p>Parte del fracaso se debe a los rifirrafes políticos que bloquean la salida y puesta en práctica de leyes ambientales ante el temor de que amenacen la economía, como ocurrió con la Ley de renaturalización, que a punto <a href="https://www.europarl.europa.eu/pdfs/news/expert/2023/7/press_release/20230707IPR02433/20230707IPR02433_es.pdf">estuvo de rechazarse en el verano de 2023</a> y que finalmente se aprobó por un estrecho margen y con profundos recortes en materia de conservación y restauración.</p>
<h2>El caso del Mar Menor, Doñana y las Tablas de Daimiel</h2>
<p>Abundan los casos de conflictos entre el uso del agua para turismo y agricultura, y la preservación de los humedales. </p>
<p>Lo hemos visto con especial crudeza en el campo de Cartagena y el <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/wp-content/uploads/2022/10/2022-11-02-Gimenez-Casalduero-Mar-Menor-Nitratos.pdf">Mar Menor</a>, en <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/jurisprudencia-al-dia-andalucia-donana-acuiferos/">Doñana</a> y en el Parque nacional de las Tablas de Daimiel. </p>
<p>En la misma línea, destacan los conflictos entre ganadería y conservación del <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/jurisprudencia-al-dia-tribunal-constitucional-castilla-y-leon-lobo-iberico-caza/">lobo</a>, o las electrocuciones de aves y las compañías eléctricas. </p>
<p>Incluso, con frecuencia, contemplamos atónitos el incumplimiento de las resoluciones judiciales cuando afectan a grandes intereses particulares, casi siempre de naturaleza económica. </p>
<h2>Valdecañas y el Agarrobico</h2>
<p>Es paradigmático el caso de la urbanización de lujo construida sobre una isla artificial en <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/wp-content/uploads/2020/04/2020_04_20_Lopez_Valdeca%C3%B1as.pdf">plena zona red natura en Valdecañas</a>, Cáceres, o el del archiconocido <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/jurisprudencia-al-dia-andalucia-el-algarrobico-urbanismo-construcciones-y-demoliciones">hotel del Algarrobico (Almería)</a>, construido en primera línea de mar, en plena zona protegida, y que lleva 20 años escapando a una inminente demolición que nunca cristaliza. </p>
<p>Una situación de creciente tensión y de incumplimiento repetido y grave de la normativa ambiental y de sus principios más generales es la de los <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.abf6509">grandes proyectos de energías renovables</a>, que <a href="https://knowledgehub.transparency.org/assets/uploads/helpdesk/Grand-corruption-and-climate-change-policies_2022_PR.pdf">se abordan en los últimos años de forma masiva, poco planificada y con carácter de urgencia</a>.</p>
<p>En los casos más flagrantes, la UE acaba imponiendo sanciones al Estado, con lo cual el empobrecimiento es doble: en primera instancia por la degradación ambiental, y en segunda por la sanción. </p>
<p>Lo hemos visto en el caso del desdoblamiento de la carretera M-501 en Madrid, <a href="https://elpais.com/elpais/2011/02/18/actualidad/1298020625_850215.html">considerado ilegal por el Tribunal Supremo</a>, que siguió adelante pese a todo tipo de informes desfavorables y denuncias. </p>
<p>Muy posiblemente será también el caso del Parque Nacional de Doñana, que está incumpliendo los compromisos para mantenerse como Patrimonio de la Humanidad y ya ha sido <a href="https://www.europapress.es/sociedad/medio-ambiente-00647/noticia-unesco-advierte-donana-podria-dejar-ser-patrimonio-humanidad-ley-regadios-andalucia-20230525184417.html">apercibido por la UNESCO</a> al respecto del regadío insostenible.</p>
<h2>España acumula 270 infracciones ambientales</h2>
<p>España lleva años encabezando los países europeos con un mayor número de infracciones medioambientales. De hecho, en <a href="https://app.powerbi.com/view?r=eyJrIjoiNzZiNDEzYjktYjM2ZS00MTIxLWIzY2MtNzFlYWQ5NzJlZDVhIiwidCI6ImIyNGM4YjA2LTUyMmMtNDZmZS05MDgwLTcwOTI2ZjhkZGRiMSIsImMiOjh9">la actualidad, España es líder en esta bochornosa categoría</a>. </p>
<p>Hasta el momento ha acumulado más de 270 infracciones ambientales, destacando entre otras las condenas por contaminación atmosférica, vertidos ilegales, vertidos de aguas residuales, irregularidades en la conservación de la biodiversidad, y falta en la trasposición de normativas europeas al ordenamiento jurídico interno, como sucede con el caso del ruido.</p>
<p>Muy preocupante fue la denuncia formulada por la Comisión Europea a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, en 2021, por la mala aplicación de la <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/wp-content/uploads/2022/03/2022-03-21-Vazquez-Orteu-Real-Decreto-nitratos.pdf">Directiva sobre nitratos</a>.</p>
<p>Particularmente alarmante ha sido también el emplazamiento reiterado por la Comisión Europea a España para <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/actualidad-al-dia-espana-proteccion-de-la-naturaleza-incumplimiento-del-derecho-comunitario/">cumplir las obligaciones sobre la protección</a> de la naturaleza en áreas integradas en la Red Natura 2000. </p>
<h2>Incumplimiento de los principios ambientales generales</h2>
<p>Para reforzar la normativa ambiental internacional, se establecieron principios ambientales que recogen las orientaciones fundamentales que debe tener toda sociedad democrática y constitucional. </p>
<p>Algunos ejemplos son el principio de “quien contamina paga”, el de “precaución”, el de “no pérdida neta de biodiversidad”, y el de “no regresión de la normativa ambiental”, entre otros. </p>
<p>Sin embargo, en esos momentos, paradójicamente, las amenazas a la legislación ambiental vienen de la propia UE. Las recientes políticas climáticas y energéticas de la UE <a href="https://conbio.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/conl.12958">están vulnerando de manera injustificada algunos de estos principios</a> generales, concretamente el de no regresión de la normativa ambiental. </p>
<p>En otras ocasiones, estos principios son insuficientemente aplicados, como el principio de precaución, <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/wp-content/uploads/2021/10/2021-11-02-Sadeleer-Directivas-Habitats-Aves.pdf">a pesar de su enorme potencia</a>l. Y algo similar sucede con la <a href="https://www.actualidadjuridicaambiental.com/wp-content/uploads/2020/10/2020-10-19_Dura-Blasco-Perez-Garcia-Informe-tendidos-el%C3%A9ctricos.pdf">Directiva de Responsabilidad Medioambiental</a>. </p>
<p>Son solo algunos ejemplos de fracasos a la hora de alcanzar los objetivos más esenciales de las agendas ambientales.</p>
<h2>Desigualdad rampante: una consecuencia dramática</h2>
<p>Saltarnos la ley, en especial en materia ambiental, nos lleva a una sociedad cada vez más desigual, pobre y enferma. </p>
<p>Es algo triste y muy general que, en los estudios de ciencias empresariales de todo el mundo, se profesionaliza el incumplimiento de la normativa ambiental que pueda reducir los beneficios del sector privado. Esto lo explica muy bien Joseph Eugene Stiglitz, economista y profesor estadounidense laureado con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel (el llamado “Nobel de Economía”). </p>
<p>Stiglitz escribe en su libro <em>El precio de la desigualdad</em> que “algunas de las innovaciones más importantes en el mundo de los negocios durante las tres últimas décadas se han centrado no en hacer que la economía sea eficiente, sino en cómo asegurarse mejor un poder monopolista o en cómo sortear la normativa del Gobierno destinada a alinear la rentabilidad social y las recompensas privadas”. Todo vale con tal de hacer caja y no se duda en formar auténticos especialistas en evitar la normativa para lograrlo. Incluyendo, muy especialmente, la normativa ambiental.</p>
<h2>¿Cómo incrementar el cumplimiento de la normativa ambiental?</h2>
<p>Demasiado a menudo es la propia Administración la que incumple la normativa ambiental, olvidando el artículo 103.1 de la Constitución que reza: </p>
<blockquote>
<p>“La Administración pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho”. </p>
</blockquote>
<p>Para hacer realidad el cumplimiento de la normativa ambiental y evitar la rápida degradación ambiental lo que falta es formación, coordinación, recursos económicos, y vocación, ética y moral.</p>
<p>Estas carencias afectan tanto a la ciudadanía y al sector privado como a la Administración pública.</p>
<h2>La necesaria coordinación entre los cuerpos de seguridad</h2>
<p>En un <a href="https://stopwildlifecrime.eu/resources/national-reports/spanish-national-report/">reciente informe realizado por varios centros de investigación en España</a> sobre la eficacia en la persecución de determinados delitos ambientales se ha constatado que es necesario dotar de una mayor coordinación a los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. En concreto, coordinación entre agentes medioambientales y del servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil con la Fiscalía de Medio Ambiente. </p>
<p>La incertidumbre laboral de muchos de estos agentes, unida a la presión ejercida por sus superiores, así como por las empresas afectadas, tampoco ayuda a una correcta aplicación de la normativa ambiental. </p>
<p>También es necesario mejorar la formación y especialización de sus integrantes, y de los propios jueces y fiscales encargados de aplicar la normativa ambiental. </p>
<p>Otra conclusión de este informe apuntó a la importancia de las entidades del tercer sector, las ONGs, gracias a las cuales se han conseguido las más importantes sentencias ambientales en España. </p>
<p>Por el contrario, las administraciones públicas apenas se han personado en procedimientos judiciales contra delitos ambientales.</p>
<h2>La difusión de una nueva cultura</h2>
<p>Algunos autores pioneros en el Derecho Ambiental en España establecieron cuestiones clave para propiciar un verdadero cambio en la implementación del derecho ambiental. </p>
<p>Por un lado, como indica Martín Mateo en <a href="https://biblioteca.org.ar/libros/89505.pdf"><em>La Revolución ambiental pendiente</em></a>, “es necesario una nueva cultura, similar a la que alumbró el gran movimiento de los Derechos Humanos, creada por los líderes intelectuales de la Humanidad, que se difunda por los medios de comunicación ordinarios, de donde saldrán adecuadamente formados los futuros votantes de las normas ambientales precisas, que tendrán presente las generaciones venideras”.</p>
<h2>Motivos para la esperanza</h2>
<p>Multitud de iniciativas nos sirven para mostrar el trabajo que realizan las entidades del tercer sector, contando con la colaboración, en muchas ocasiones, de representantes de la comunidad científica. </p>
<p>Es evidente la necesidad de promover su desarrollo, como recogen Perez Díaz V. y J.P. López Novo en <a href="https://llibreria.diba.cat/es/libro/tercer-sector-social-en-espana-el_27724"><em>El Tercer Sector Social en España</em>)</a>, especialmente en aquellas cuestiones de tipo ambiental.</p>
<h2>Un pacto global por el medio ambiente</h2>
<p>Las dificultades existentes a la hora de aplicar la normativa ambiental, sumadas a prácticas cronificadas y hasta normalizadas de incumplimiento, nos hacen cada día más vulnerables a un cambio climático acelerado y peligroso. </p>
<p>La aplicación efectiva del Derecho ambiental es un gran reto tanto a nivel internacional como nacional, por lo que <a href="https://edisciplinas.usp.br/pluginfile.php/8002538/mod_resource/content/1/ARTIGO%20AMBIENTAL%202.pdf">se propone crear un pacto global</a> por el medio ambiente que aborde los desafíos en la implementación de acuerdos ambientales multilaterales y que reúna a los diferentes actores del sector público y privado. </p>
<p>Esto nos llevaría a una <a href="http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.3357426">visión común para la acción ambiental global</a> y nos pondría en mucho mejor situación para mitigar el cambio climático y para adaptarnos a los impactos que ya está teniendo lugar.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/217220/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>España encabeza en estos momentos la lista de los países europeos con un mayor número de infracciones medioambientales. Es hora de incumplir las normativas y generar un Pacto Global por el medio ambiente.Carlos Javier Durá Alemañ, Investigador en Derecho Ambiental, Centro Internacional de Estudios de Derecho Ambiental (CIEDA - CIEMAT)Fernando Valladares, Profesor de Investigación en el Departamento de Biogeografía y Cambio Global, Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2168892023-11-02T18:31:38Z2023-11-02T18:31:38ZDegradación en la Amazonia: una bomba de relojería para la aparición de enfermedades con potencial pandémico<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/557178/original/file-20231030-17-13jpj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C12%2C8231%2C5475&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La sequía histórica en la Amazonia ha provocado la sequía de los ríos en la región de Catalão (AM). </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://agenciabrasil.ebc.com.br/">Cadu Gomes/VPR</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span></figcaption></figure><p>Hogar de <a href="https://www.wwf.org.br/nossosconteudos/biomas/amazonia">la mayor biodiversidad del planeta</a>, la Amazonia es también una bomba de relojería para la aparición o resurgimiento de enfermedades con potencial pandémico. Esto se debe a que la degradación medioambiental y la alteración de los paisajes son factores importantes en este proceso, que se agrava durante los periodos de sequía extrema, como el que afecta actualmente a la región.</p>
<p>En la Amazonia en particular, la <a href="https://www.uol.com.br/ecoa/colunas/noticias-da-floresta/2022/09/27/governo-inicia-pavimentacao-da-br-319-e-devastacao-ja-e-vista-na-regiao.htm">pavimentación de la BR-319</a>, que une Porto Velho a Manaus, es una fuente importante de preocupación. Las estimaciones más conservadoras prevén que la deforestación en torno a la carretera podría <a href="https://ufmg.br/comunicacao/noticias/pavimentacao-da-br-319-na-amazonia-pode-quadruplicar-desmatamento">cuadruplicarse en los próximos 25 años</a>, debido principalmente a la especulación del suelo. Esto se agrava por el hecho de que el 90 % de la zona directamente afectada consiste en áreas de bosque virgen.</p>
<p>La deforestación no es una situación estática, sino dinámica e imprevisible, que provoca la fragmentación de los bosques, aumenta el riesgo de incendios y reduce la biodiversidad de las zonas afectadas. La asociación entre la acción humana en la Amazonia –como la pavimentación de la autopista BR-319 y la explotación ilegal de áreas para la minería–, el cambio climático, la migración desorganizada y el desarrollo social precario crea un entorno favorable para que <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abo5774">resurjan enfermedades importantes</a>.</p>
<h2>Enfermedades conocidas</h2>
<p>Este proceso puede darse de diferentes maneras. La degradación de las zonas conservadas, el desvío de los ríos y las sequías extremas, por ejemplo, provocan escasez de agua y alimentos. Y esto supone una amenaza directa de <a href="https://portal.fiocruz.br/noticia/pesquisadora-do-iff/fiocruz-analisa-o-quadro-de-desnutricao-das-criancas-yanomami">malnutrición</a>, que afecta a la salud de las poblaciones locales, dejándolas más vulnerables a las enfermedades conocidas.</p>
<p>La falta de agua potable y la higiene deficiente en condiciones de sequía también aumentan el riesgo de enfermedades transmitidas por agua y alimentos contaminados, como el cólera y la hepatitis, y virus que causan diarreas graves, como el rotavirus. Para empeorar las cosas, la incidencia de enfermedades asociadas a la mala conservación del pescado, como la rabdomiólisis (enfermedad de la orina negra) –que no es infecciosa–, <a href="https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/54510/9789275721841_por.pdf?sequence=1&isAllowed=y">también aumenta durante las sequías extremas</a>.</p>
<p>El calentamiento global es, asimismo, un factor crítico en este proceso, ya que permite que se expanda la presencia de mosquitos que transmiten enfermedades como la malaria y el dengue. Un aumento de apenas unos grados en la temperatura media del planeta puede permitir a estos vectores colonizar zonas que antes les eran inaccesibles, ya que requieren condiciones de temperatura y humedad relativamente altas. En las regiones donde están presentes, la degradación del medio ambiente puede aumentar o disminuir los periodos de precipitaciones, favoreciendo las inundaciones y el mantenimiento de aguas estancadas, y facilitando su proliferación.</p>
<p>No es sorprendente que las enfermedades transmitidas por vectores sean <a href="https://doi.org/10.1590/1678-4685-GMB-2020-0355">casos clásicos</a> de <a href="https://doi.org/10.1016/j.actatropica.2021.106225">brotes debidos al desequilibrio medioambiental</a>. La reciente crisis humanitaria de los yanomami, una tragedia causada por la minería ilegal, el acaparamiento de tierras y la falta de acceso a los servicios sanitarios, es un ejemplo de ello. Además de la contaminación del agua y del medio ambiente por el mercurio, las actividades mineras han creado un entorno favorable para la reproducción y propagación de especies de mosquitos del género Anopheles, transmisor del protozoo que causa la malaria.</p>
<p>Esto se debe a que la excavación de barrancos para la extracción de oro y minerales crea charcos de agua que actúan como criaderos artificiales. Además, <a href="https://www.socioambiental.org/noticias-socioambientais/garimpo-ilegal-na-terra-yanomami-cresceu-54-em-2022-aponta-hutukara">la actividad minera</a> aumenta la población humana en estas regiones remotas, lo que facilita la propagación de la malaria. En términos numéricos, mientras que entre 2008-2012 alrededor del 20 % de los casos de malaria se produjeron en territorio yanomami, entre 2018-2022 casi <a href="https://doi.org/10.1186/s12936-022-04381-6">el 50 % de los casos afectaron a esta población</a>.</p>
<h2>Y nuevas enfermedades</h2>
<p>Pero sin duda, las enfermedades infecciosas, <a href="https://doc.woah.org/dyn/portal/index.xhtml?page=alo&aloId=30345">especialmente las zoonóticas</a> (transmitidas de animales a personas), son las más preocupantes. Mientras que algunos patógenos (agentes causantes de enfermedades como virus y bacterias) son capaces de infectar a una o unas pocas especies huésped, otros están más generalizados y pueden, si hay contacto y oportunidad, infectar a una gran variedad de animales.
Este tipo de “salto” de un huésped a otro se produce constantemente entre animales en su hábitat natural, por ejemplo, de murciélagos a primates no humanos, pequeños roedores y otros mamíferos. Sin embargo, suele haber un <a href="https://www.nature.com/articles/nature02104">equilibrio en la circulación de estos agentes</a>.</p>
<p>Pero cuando se destruyen los hábitats, por la razón que sea (causada o no por el hombre), las especies locales emigran a zonas más conservadas en busca de alimento y refugio. Y esto puede ocurrir en zonas cercanas a asentamientos humanos, <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rsif.2018.0403">favoreciendo el contacto entre animales salvajes y personas</a>.</p>
<h2>Imposible de predecir, pero posible de vigilar</h2>
<p>Por desgracia, prevenir las zoonosis no es tarea fácil. Aunque sabemos que estamos cerca de los límites de una crisis sin retorno, no existe ningún método eficaz que pueda predecir cómo, de dónde o cuál será la próxima enfermedad emergente.</p>
<p><a href="https://nap.nationalacademies.org/catalog/10915/learning-from-sars-preparing-for-the-next-disease-outbreak-workshop">Pero es posible vigilarla</a>. Para ello, vigilamos la circulación de virus y bacterias resistentes en muestras de agua, animales y vectores, así como en seres humanos. Animales centinela como murciélagos, roedores y primates se someten a tecnologías de secuenciación de nueva generación para la detección precoz de agentes circulantes que podrían suponer una amenaza para la salud humana.</p>
<p>Sin embargo, sigue sin ser suficiente. Para ser eficaz, la vigilancia debe ser constante y abarcar los ámbitos local y nacional. Aunque Brasil tiene la capacidad y la infraestructura técnica básica para ello, son pocas las acciones que realmente se ponen en práctica. Además de la vigilancia, necesitamos inversiones en métodos de diagnóstico más rápidos y precisos que puedan marcar la diferencia y ayudar a contener, si no la emergencia, la propagación de una posible nueva enfermedad con potencial pandémico como la covid-19.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/216889/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Camila M. Romano recibe financiación de la Fundación de Investigación del Estado de São Paulo (FAPESP), proyecto nº 2022/10408-6, Iniciativa Amazonia+10.
</span></em></p>La degradación ambiental y la alteración de los paisajes, debidas tanto a la acción humana como al cambio climático, aumentan la incidencia de enfermedades ya conocidas y el riesgo de aparición de nuevas zoonosis.Camila M. Romano, Pesquisadora, Faculdade de Medicina da USP (FMUSP)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2134032023-10-29T21:48:08Z2023-10-29T21:48:08ZClaves para enfrentar el cambio climático: curar y sanar las heridas de un planeta enfermo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/556316/original/file-20231027-15-990b5a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=13%2C27%2C9198%2C4599&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/group-children-holding-planet-earth-over-1681300504">Rangizzz / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><blockquote>
<p><em>No es un signo de salud estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma.</em></p>
<p><strong><a href="https://kfoundation.org/it-is-no-measure-of-health-to-be-well-adjusted-to-a-profoundly-sick-society/">Frase atribuida a Jiddu Krishnamurti</a></strong>.</p>
</blockquote>
<p>El debate sobre el cambio climático muchas veces está en la base de decisiones que las instituciones tienen que tomar para cuidar del bienestar del planeta y de sus habitantes. Por sí mismo, el cambio climático se interpreta como una patología planetaria, con sus causas (entre ellas, las actividades humanas) y sus consecuencias (como el calentamiento global). De ahí la necesidad de una cura, que no alivie solo los síntomas, sino que permita entender y resolver la fuente del desequilibrio.</p>
<h2>Dolor y sufrimiento</h2>
<p>Uno de los principios del protocolo de <a href="https://editorialkairos.com/catalogo/vivir-con-plenitud-las-crisis">reducción del estrés</a> basado en <em>mindfulness</em> de <a href="https://jonkabat-zinn.com/">Jon Kabat-Zinn</a> es la distinción entre dolor y sufrimiento. El primero es un fallo orgánico o emocional asociado a unas circunstancias, y el segundo una reacción psicológica que añade el individuo al mezclar esa experiencia con miedos, inseguridades, expectativas, rechazo y toda una larga serie de cargas automáticas y a menudo innecesarias. </p>
<p>También se distingue entre curar y sanar. Curar se refiere a resolver una enfermedad, mientras que sanar tiene que ver con estar bien. Las dos cosas se influyen mutuamente, aunque es muy importante comprender la diferencia. </p>
<p>De hecho, todos conocemos a personas que están mal a pesar de no tener ninguna enfermedad, así como casos en los que una enfermedad no ha impedido vivir una vida plena y satisfactoria. </p>
<p>Es fundamental reconocer que la posibilidad de curar puede que no dependa siempre de nosotros, mientras que sanar siempre es cosa nuestra. </p>
<p>La sanación, en este sentido, atañe no tanto a lo que nos sucede, sino a cómo lo vivimos, es decir, a cómo, intencionadamente, respondemos al problema. </p>
<p>Estos protocolos basados en <em>mindfulness</em> se aplican hoy en día en muchos hospitales occidentales, y se basan ampliamente en prácticas de <a href="https://www.sciencedirect.com/journal/current-opinion-in-psychology/vol/28/suppl/C">meditación y yoga</a>. </p>
<p>Es curioso cómo, a pesar de la difusión que estas prácticas están teniendo en nuestra cultura, siguen existiendo prejuicios que las asocian a un trasfondo esotérico, por confundir superficialmente <em>alma</em> (un concepto abstracto y religioso) con <em>mente</em> (el proceso cognitivo, con sus componentes biológicos y psicológicos). </p>
<p>Sin embargo, son prácticas y perspectivas que ya llevan casi <a href="https://editorialkairos.com/catalogo/los-beneficios-de-la-meditacion">medio siglo</a> integrándose con la <a href="https://mitpress.mit.edu/9780262529365/the-embodied-mind/">ciencia occidental</a>, dentro de un enfoque que une la <a href="https://www.nature.com/articles/nrn3916">neurobiología moderna</a> con el marco experimental de la filosofía budista.</p>
<h2>Bienestar individual y colectivo</h2>
<p>Los protocolos de <em>mindfulness</em> utilizan el <a href="https://www.jotdown.es/2022/09/sobrehumanos/">yoga</a> porque su práctica enseña a desarrollar fuerza, equilibrio y flexibilidad tanto en el cuerpo como en las habilidades cognitivas, y uno de sus principios fundamentales es el concepto de interconexión. Un concepto, precisamente, fundamental también en ecología. </p>
<p>Ambas disciplinas reconocen que el individuo influye en su entorno, y que el entorno influye en el individuo, llegando a concluir que un estado saludable del sistema necesita una implicación y un compromiso en ambos frentes. </p>
<p>En nuestro caso, sabemos que nuestras mejores habilidades cognitivas necesitan un ambiente propicio para desarrollarse, del mismo modo que una condición ambiental sana necesita que empleemos nuestros mejores recursos cognitivos para entender sus problemas y resolverlos. </p>
<p>Utilizando esta metáfora de “yoga planetario”, si queremos desarrollar fuerza, equilibrio y flexibilidad tanto a nivel individual como ecológico, tenemos que implicarnos entrenando las finas cualidades del <em>mindfulness</em>: atención y memoria. </p>
<p>La <a href="https://www.jotdown.es/2023/04/atencion-otra-victima-del-capitalismo/">atención</a> es el <a href="https://www.mdpi.com/2079-3200/11/9/183">factor limitante</a> que determina en qué medida somos realmente conscientes de lo que está pasando, y la <a href="https://editorialkairos.com/catalogo/mindfulness-su-origen-significado-y-aplicaciones">memoria</a> es necesaria no solamente para aprender de nuestros éxitos y errores, sino para acordarnos puntualmente de actuar en el <a href="https://theconversation.com/aceptacion-y-compromiso-para-el-cambio-climatico-171640">momento presente</a>, que es cuando realmente hace falta.</p>
<h2>Células de un tejido planetario</h2>
<p>Como células de este planeta que somos, tenemos la responsabilidad de su curación, pero también somos responsables de cierta parte de sus desajustes. </p>
<p>En este caso, más allá de participar en su cura y sanación, hay que considerar la posibilidad de que seamos, muchas veces, el patógeno. </p>
<p>Las analogías que se han propuesto son incisivas, presentando al ser humano como un tejido canceroso que crece y destroza sin control, como una enfermedad autoinmune que ataca a su propio cuerpo o como un virus que se aprovecha descaradamente de su huésped hasta dañarlo o incluso matarlo. </p>
<p>En este caso, la receta consiste en tomar conciencia de lo que ocurre, enterarse, despertar de hipocresías e incoherencias automáticas y, acto seguido, responder de forma útil, en lugar de reaccionar <a href="https://theconversation.com/los-limites-del-miedo-en-la-narrativa-del-cambio-climatico-154409">de forma emocional</a>.</p>
<h2>Primero, no dañar</h2>
<p>Con todas estas premisas, es curioso –y preocupante– que demos tanta importancia al cambio climático, por lo menos a nivel oficial e institucional, para decidir si, cuándo y cómo actuar en muchas medidas de compatibilidad ecológica. </p>
<p>Las medidas que se proponen para mitigar el cambio climático son medidas de protección necesarias por sí mismas, y el cambio climático solo las hace más urgentes. </p>
<p>Las <a href="https://theconversation.com/se-puede-hacer-hay-que-hacerlo-el-ipcc-presenta-su-informe-definitivo-sobre-el-cambio-climatico-202194">evidencias sobre el cambio climático</a> tienen hoy en día el respaldo de una buena parte de la comunidad científica, pero desde luego es un fenómeno difícil de valorar y de testar a corto plazo, así que es muy arriesgado vincular las medidas de gestión a algo que podremos averiguar y confirmar solo cuando ya sea demasiado tarde para elegir alternativas. </p>
<p>Emisiones dañinas, contaminaciones y abusos energéticos tienen que contenerse independientemente del cambio climático, y sobre todo de su validación actual. </p>
<p>Unas condiciones ambientales decentes no solamente <a href="https://theconversation.com/respirar-aire-contaminado-perjudica-seriamente-al-corazon-213406">previenen nuestras patologías</a> y las del planeta, sino que facilitan la curación de multitud de desequilibrios y fallos inesperados, y propician nuestro bienestar. </p>
<p>A pesar de reconocer la gravedad y los riesgos del cambio climático, habría que tomarse en serio los planes de gestión ecológica independientemente de sus predicciones, de sus debates y de las evidencias de su impacto. </p>
<p>Cuidar del planeta y de nuestra salud solo si está en juego su equilibrio global es como legitimar la tortura, la violencia o la opresión, con tal de que no lleguen a matar a sus víctimas.</p>
<p>El cambio personal y el cambio global son en realidad elementos de <a href="https://editorialkairos.com/catalogo/accion-y-meditacion">un único proceso</a>, y depende solamente de nuestra propia intención, tanto individual como colectiva, decidir ser parte de un organismo que sufre, o de un planeta despierto capaz de curarse y sanarse.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213403/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Emiliano Bruner recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación y del Instituto Italiano de Antropología.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Fernando Valladares no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los humanos formamos parte de un sistema, junto con el planeta que habitamos y el clima que está cambiando. Sanarnos a nosotros mismos solo es posible en un planeta sano.Emiliano Bruner, Responsable Grupo de Paleoneurobiología, Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)Fernando Valladares, Profesor de Investigación en el Departamento de Biogeografía y Cambio Global, Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2135712023-10-26T13:18:40Z2023-10-26T13:18:40Z¿Por qué ahora impactan menos insectos en el parabrisas del coche?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/555865/original/file-20231025-29-1hf6cd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C147%2C5463%2C3489&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/bugs-on-windshields-464974862">Leo Quintero / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cada verano, desde hace casi 20 años, voluntarios de las asociaciones <a href="https://www.kentwildlifetrust.org.uk/">Kent Wildlife Trust</a> y <a href="https://www.buglife.org.uk/">Buglife</a> de Reino Unido observan las matrículas de sus coches de una manera muy especial. Su cometido es registrar el número de “insectos voladores” que impactan en los vehículos mientras viajan. </p>
<p>Aunque esta acción puede parecer insignificante, su grandeza está en la colectividad y la sinergia de los proyectos de ciencia ciudadana. Con casi 700 participantes, la campaña <em>Bugs Matter</em> de este 2023 ha registrado datos de 6 358 viajes que permitirán extraer conclusiones globales. </p>
<p>Los resultados de la campaña anterior (del <a href="https://cdn.buglife.org.uk/2022/12/Bugs-Matter-Summary-Report-2022-A4.pdf">2022</a>) indicaron una reducción en menos de 20 años del 64 % en los insectos interceptados por los vehículos que transitan por Reino Unido. Estos resultados apoyan una tesis que tiene preocupados a los científicos: nos enfrentamos a una pérdida de insectos a gran escala que avanza hacia la <a href="https://theconversation.com/realmente-estamos-viviendo-la-sexta-extincion-masiva-203001">sexta extinción masiva</a>.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1504427349017825280"}"></div></p>
<h2>La sexta extinción masiva</h2>
<p>Para obtener una medida realista, las investigaciones más robustas se basan en estudios que contemplan series históricas en grupos de insectos cuya abundancia se conoce desde hace décadas. Desafortunadamente, estos estudios muestran que las poblaciones de insectos no solo se están reduciendo en Reino Unido.</p>
<p>En Alemania, un <a href="https://doi.org/10.1371/journal.pone.0185809">estudio a lo largo de 27 años publicado en 2017</a> indicó una disminución del 76 % de la biomasa de insectos voladores en una red de espacios naturales. </p>
<p>En Dinamarca, <a href="https://doi.org/10.1002/ece3.5236">la reducción de insectos se documentó</a> en paralelo con una menor cantidad de aves cuya dieta se basa en insectos, como la golondrina común.</p>
<p>Las sociedades científicas de entomólogos de España y Portugal reunidas en Alicante en el <a href="https://xxcongresoie.entomologica.es/">XX Congreso Ibérico de Entomología</a>, alarmadas por el declive poblacional de insectos, expresaron su preocupación en un <a href="https://xxcongresoie.entomologica.es/cont/docs/ManifiestoXXCIE.pdf">manifiesto</a> que da a conocer esta situación sin precedentes a la sociedad y trata de ponerle freno. </p>
<p>Pero la situación no sólo es preocupante en el continente europeo, muy poblado y expuesto a la presión de las actividades humanas. Estudios <a href="https://www.pnas.org/doi/epdf/10.1073/pnas.1722477115">desarrollados en un bosque tropical de Puerto Rico</a> que comparan la abundancia de insectos actual con datos recogidos hace 36 años también proporcionan resultados devastadores: una reducción en más del 78 % de biomasa de insectos terrestres. Este estudio muestra, en paralelo, la disminución de otros animales de dieta insectívora, como lagartos, ranas y aves.</p>
<h2>¿Por qué hay menos insectos?</h2>
<p>Las causas son múltiples y derivadas del constante y creciente deterioro que sufren el suelo, la vegetación, el agua y el aire por las actividades humanas. </p>
<p>Los insectos necesitan el suelo que transformamos en cemento, el agua que escasea y que contaminamos o cuyo curso interrumpimos, y las plantas que tratamos con fitosanitarios tóxicos. Además, interrumpimos los mecanismos de comunicación necesarios para la supervivencia de los insectos. Así, se desorientan por la contaminación lumínica, química y física del aire. Entre otras cosas crece la proporción de <a href="https://doi.org/10.1038/s41467-023-39469-3">partículas imperceptibles que obstruyen sus órganos sensoriales y bloquean sus mecanismos de comunicación</a>. </p>
<p>Todos estos factores influyen, a su vez, en el <a href="https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/ecm.1553">cambio climático</a>, que en sí mismo también se considera un factor importante que modula la abundancia de insectos. </p>
<p>La pérdida de biodiversidad de insectos nos conduce a la homogeneización de las ramas de ese árbol de la vida que mantiene las funciones vitales y las relaciones bióticas y, por tanto, nuestra propia existencia.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/555870/original/file-20231025-23-36udad.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/555870/original/file-20231025-23-36udad.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/555870/original/file-20231025-23-36udad.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=412&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/555870/original/file-20231025-23-36udad.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=412&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/555870/original/file-20231025-23-36udad.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=412&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/555870/original/file-20231025-23-36udad.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=517&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/555870/original/file-20231025-23-36udad.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=517&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/555870/original/file-20231025-23-36udad.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=517&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Vespula_rufa_on_bupleurum_falcatum_Richard_Bartz.jpg">Richard Bartz / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Por qué es importante conservarlos?</h2>
<p>Los insectos constituyen más del 80 % de las especies animales que se conocen en el mundo. Es fácil deducir que contribuyen a múltiples funciones vitales. La primera es su papel como polinizadores. </p>
<p>Se estima que el 35 % de la producción mundial de alimentos <a href="https://doi.org/10.1016/j.cosust.2020.08.012">proviene de plantas que son polinizadas por insectos</a>. <a href="https://www.unep.org/resources/emerging-issues/we-are-losing-little-things-run-world">La FAO advierte</a> de que si desaparecen, la seguridad alimentaria se pondría en riesgo. </p>
<p>Otra función ecológica insustituible es la descomposición de la materia orgánica y el reciclaje de nutrientes. Los insectos actúan como auténticos basureros y jardineros naturales. Contribuyen de este modo a la salud y formación del suelo, proceso esencial para mantener las cadenas tróficas y el ciclo de vida del planeta. </p>
<p>La función ecológica de los insectos que, por ser preventiva, pasa inadvertida es su contribución en el control de plagas en ecosistemas naturales, evitándolas o disminuyendo sus daños. </p>
<p>El control de plagas ejercido por depredadores y parasitoides en medios naturales nos enseña cómo <a href="https://theconversation.com/podemos-prescindir-de-los-pesticidas-para-controlar-las-plagas-en-cultivos-189707">mejorar las estrategias de control biológico en la agricultura</a>.</p>
<h2>¿Podemos hacer algo para protegerlos?</h2>
<p>Las soluciones a los grandes problemas ambientales no dependen en gran medida de las acciones de los ciudadanos, pero la experiencia nos enseña que muchos pequeños gestos consiguen grandes resultados. Algunas de las acciones que están en nuestras manos son las siguientes: </p>
<ul>
<li><p>Incentivar o colaborar en proyectos ciudadanos para ampliar el conocimiento y la protección de insectos en áreas naturales o urbanas. Sirvan de ejemplo el proyecto <a href="https://aeaelbosqueanimado.org/seguimiento-de-los-polinizadores-con-ciencia-ciudadana/">SPIPOLL</a>, el <a href="https://ubms.creaf.cat/el-observatorio/">Observatorio ciudadano de mariposas urbanas uBMS</a> y el <a href="http://rerb.oapn.es/SF/">Programa de Seguimiento Fenológico de la Red Española de Reservas de la Biosfera</a>. </p></li>
<li><p>Procurar que en las áreas ajardinadas urbanas haya hábitats silvestres alternados con flora autóctona en linderos, rotondas, alcorques y otros espacios sin edificar facilitando así lugares de cría y refugio de muchas especies de insectos.</p></li>
<li><p>No utilizar productos fitosanitarios en nuestros pequeños jardines o huertos, ni tolerar su uso en áreas ajardinadas urbanas. Limitar la siega sistemática de plantas silvestres, conocidas como <a href="https://theconversation.com/las-malas-hierbas-no-siempre-son-tan-malas-178966">“malas hierbas”</a>, principalmente en periodos de floración.</p></li>
<li><p>Consumir productos alimentarios procedentes de buenas prácticas agrícolas, valorando y potenciando así la agricultura ecológica y el control biológico e integrado de plagas.</p></li>
<li><p>Buscar alternativas a los tratamientos antiparasitarios al ganado con productos no nocivos para la entomofauna descomponedora. </p></li>
<li><p>Evitar en nuestras prácticas agrícolas o de jardinería la introducción de especies invasoras.</p></li>
</ul>
<p>Todos nosotros, y en particular los educadores, tanto en casa como en los centros, tenemos la importante responsabilidad de mostrar a los más pequeños y también a los mayores, la cara noble, estética e imprescindible de los insectos. Es un problema sin precedentes del que depende nuestra supervivencia. </p>
<p>Bien merece la pena limpiar el parabrisas del coche lo que haga falta.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213571/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Saioa Legarrea Imizcoz desarrolla su labor investigadora en la Universidad de La Rioja gracias a los fondos Unión Europea Next Generation EU articulados a través de la convocatoria María Zambrano (Real Decreto 289/2021, de 20 de abril).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>María Ángeles Marcos García recibe fondos para la realización de Proyectos Científicos procedentes del Gobierno de España, Comunidades Autónomas y Europeos en los que los insectos son estudiados desde diferentes temáticas conservacionistas (polinización, control de plagas, descomponedores, ...)</span></em></p>Las campañas de conteo de mosquitos y otros insectos que impactan contra los vehículos en distintos lugares del mundo muestran una reducción de al menos el 64 % en las últimas décadas. ¿Vamos más deprisa? ¿O es que hay muchísimos menos?Saioa Legarrea Imizcoz, Investigadora en Entomología Agrícola, Universidad de La RiojaMaría Ángeles Marcos García, Entomóloga, Catedrática de Universidad, Universidad de AlicanteLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2129432023-10-25T21:41:02Z2023-10-25T21:41:02ZLos niños claman por un planeta limpio: estas son sus seis principales demandas<p>Cuando la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la <a href="https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/convention-rights-child">Convención sobre los Derechos del Niño</a>, el 20 de noviembre de 1989, marcó un hito histórico en los derechos humanos de la infancia. Pero hubo algunos aspectos a los que no prestó atención alguna, como la brecha digital, la perspectiva de género o el cambio climático.</p>
<p>Sin embargo, al proclamar que todos los niños son titulares de su derecho a crecer en una familia idónea, en un entorno sano y libre de cualquier tipo de violencia, también se deduce que deben desarrollarse en un ecosistema limpio, saludable y sostenible. Y así se ha ido reconociendo <a href="https://www.ohchr.org/es/documents/thematic-reports/ahrc3232-report-right-health-adolescents">con posterioridad</a>.</p>
<p>La Organización Meteorológica Mundial de Naciones Unidas <a href="https://public.wmo.int/es/media/comunicados-de-prensa/el-informe-anual-de-la-omm-pone-de-relieve-el-avance-continuo-del-cambio">alertó</a> recientemente de valores alarmantes en los cuatro indicadores clave del cambio climático, con severos efectos para la infancia: la concentración de gases de efecto invernadero, la subida de los niveles de mares y océanos, así como el contenido de calor de los océanos y su acidificación, representan un claro atentado a su salud e incluso a su derecho a la vida.</p>
<h2>La opinión de la niñez sí cuenta</h2>
<p>El <a href="https://www.ohchr.org/en/treaty-bodies/crc">Comité de los Derechos del Niño</a> es el más alto órgano de Naciones Unidas en este ámbito. Compuesto por 18 especialistas, paritario y representativo de las diversas regiones planetarias, supervisa el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño en cada uno de los 196 estados que la han ratificado. Y lo hace recabando informes de UNICEF, de los gobiernos y de las entidades no lucrativas para formular las correspondientes recomendaciones de mejora.</p>
<p>Además, elabora observaciones generales sobre cuestiones temáticas relacionadas con los derechos de la infancia y la adolescencia. Para ello <a href="https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2011/7532.pdf">tiene muy en cuenta la opinión de la niñez</a>. </p>
<p>Pues bien, resulta que <a href="https://www.unicef.org/lac/cambio-climatico">UNICEF ya había alertado de que el cambio climático es una forma de violencia estructural contra toda la niñez</a>, por el colapso social que puede provocar en sus comunidades y en sus familias. Se refiere a los efectos de los desastres naturales, la degradación medioambiental y la pérdida de la biodiversidad, que a su vez repercuten en la agricultura, en el acceso al agua potable y en la nutrición. Y en última instancia, vulneran el derecho a la salud. </p>
<p>De hecho, su informe de agosto de 2021 denunciaba que se <a href="https://www.unicef.org/reports/climate-crisis-child-rights-crisis">han alcanzado cifras dramáticas</a>: 815 millones de niños expuestos a la contaminación por plomo, 820 millones a olas de calor, 920 millones a la escasez de agua y 1 000 millones a elevados índices de contaminación atmosférica. </p>
<p>Por su parte, la Organización Mundial de la Salud <a href="https://www.who.int/es/news/item/06-03-2017-the-cost-of-a-polluted-environment-1-7-million-child-deaths-a-year-says-who">ya había alertado</a> en 2017 de que anualmente 1,7 millones de niños mueren como consecuencia de impactos ambientales evitables. Eso lo convierte en la causa de mayor mortalidad en la primera infancia, ya que provoca más de una cuarta parte de las defunciones de niños de menos de cinco años.</p>
<h2>Más de 16 000 contribuciones de menores</h2>
<p>Con estos informes sobre la mesa, el Comité de los Derechos del Niño decidió redactar una Observación General sobre los derechos de la infancia y el medioambiente, con especial atención al cambio climático (<a href="https://www.ohchr.org/en/documents/general-comments-and-recommendations/crccgc26-general-comment-no-26-2023-childrens-rights"><em>The UN Committee on the Rights of the Child commits to a new General Comment on Children’s Rights and the Environment with a Special Focus on Climate Change</em></a>). En dos períodos trimestrales de consultas –del 31 de marzo al 30 de junio de 2022 y del 15 de noviembre de 2022 al 15 de febrero de 2023— recibieron 16 331 contribuciones directas de niños, niñas y adolescentes de 121 países. Y sintetizaron sus demandas <a href="https://www.ohchr.org/sites/default/files/documents/hrbodies/crc/gcomments/gc26/2023/GC26-Child-Friendly-Version_Spanish.pdf">en seis reivindicaciones globales</a>:</p>
<ol>
<li><p>Que exista un medio ambiente limpio y saludable.</p></li>
<li><p>Que se les escuche en serio como protagonistas en la acción ambiental.</p></li>
<li><p>Que las acciones de gobiernos y empresas sean claras y transparentes.</p></li>
<li><p>Que se fomente la cooperación internacional.</p></li>
<li><p>Que se incremente la sensibilización y educación ambiental.</p></li>
<li><p>Que se creen espacios de participación para compartir ideas y posibles soluciones.</p></li>
</ol>
<p>Este documento insiste en la corresponsabilidad, y especialmente en la necesidad de crear normas universales para que los gobiernos defiendan los derechos de la niñez vulnerados por la emergencia climática, el colapso de la biodiversidad y la contaminación generalizada del agua, el aire y el suelo. Al fin y al cabo, los niños son titulares de sus derechos, protagonistas de la participación social y agentes de la positiva transformación ambiental.</p>
<p>Los Estados deben introducir leyes y directrices, con presupuestos suficientes y mecanismos de transparencia en su aplicación, restaurando y protegiendo esos derechos contra el abuso por parte de terceros, incluidas las empresas, para garantizar la recuperación y conservación la biodiversidad.</p>
<p>Los niños tienen el derecho a un medioambiente limpio, y los Estados tienen la obligación de garantizarlo. No solo por quienes ya están en el mundo: también por los futuros habitantes del planeta, que merecen una realidad en la que de verdad se cumplan sus derechos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/212943/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carlos Villagrasa Alcaide no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La ONU establece por primera vez la obligación de proteger a los niños del cambio climático.Carlos Villagrasa Alcaide, Profesor titular de Derecho Civil, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2140002023-10-03T19:31:15Z2023-10-03T19:31:15ZPor qué las ciudades necesitan refugios climáticos pensados para los turistas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/551044/original/file-20230928-15-41kgxq.JPG?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C4%2C3008%2C1990&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Turistas en Córdoba. </span> <span class="attribution"><span class="source">Carmen Mínguez García</span></span></figcaption></figure><p>El calentamiento global es inequívoco. La temperatura media anual del aire en superficie en el conjunto del planeta es hoy <a href="https://yaleclimateconnections.org/2023/03/with-global-warming-of-just-1-2c-why-has-the-weather-gotten-so-extreme/">1,2 ºC más elevada que en la segunda mitad del siglo XIX</a>. Los datos más recientes muestran que el <a href="https://news.un.org/en/story/2023/08/1139527">verano boreal de 2023 ha sido el período más cálido</a> de la historia instrumental del planeta. El calentamiento es global, pero desigual, de manera que hay regiones con una tasa de aumento de la temperatura superior a la media. Este es el caso de la cuenca del Mediterráneo, que <a href="https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg2/downloads/report/IPCC_AR6_WGII_CCP4.pdf">ya ha alcanzado los 1,5 ºC</a>.</p>
<p>Especialmente susceptibles al calentamiento global y regional se muestran las ciudades mediterráneas, por el plus térmico de sus <a href="https://theconversation.com/que-es-el-fenomeno-de-la-isla-de-calor-urbana-y-como-puede-afectar-a-la-salud-206881">islas de calor urbanas</a>. En horario nocturno, los centros de las ciudades suelen ser más cálidos que sus entornos. Son múltiples las causas del fenómeno: el tráfico rodado y otras combustiones, el alumbrado, el desprendimiento del calor almacenado por los materiales de construcción, la eficacia de los sistemas de drenaje, etc. </p>
<p>Aunque las ciudades no hayan crecido poblacionalmente, el exceso de calor es hoy mayor, por unas temperaturas más elevadas, en especial durante las olas de calor. También durante el día las temperaturas radiantes de los materiales de los edificios, las calles y las calzadas contribuyen al exceso de calor, que incide directamente en el ciudadano de a pie. Todo ello tiene una repercusión negativa en la salud humana, con <a href="https://theconversation.com/atencion-el-calor-excesivo-perjudica-seriamente-la-salud-209423">aumento de la morbilidad y de la mortalidad</a>. Y, sin llegar a ello, con una clara disminución del confort climático.</p>
<h2>Medidas de las ciudades ante el calor</h2>
<p>Ante los retos del cambio climático, las principales ciudades han desplegado acciones para contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y, en especial, para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas con el objeto de proteger a sus ciudadanos. </p>
<p>El reverdecimiento de la ciudad es una de las <a href="https://theconversation.com/oasis-termicos-para-adaptar-las-ciudades-al-calor-187876">medidas más asumidas para rebajar el exceso de calor</a>, así como el entoldado de algunas calles peatonales, y las limitaciones de acceso del vehículo particular al espacio central de la ciudad. Esto, además, mejora la calidad del aire, disminuye la contaminación acústica y tiene otros efectos beneficiosos para sus habitantes. </p>
<p>Con la vista puesta en el ciudadano ante el exceso de calor diurno, han surgido hace pocos años los llamados <a href="https://theconversation.com/es/topics/refugios-climaticos-140561">refugios climáticos</a>. Se trata de espacios de libre acceso, cubiertos o al aire libre, que, sin perder su función original, ofrecen unas condiciones ambientales confortables, en particular agua y una temperatura agradable. De esta manera, pueden acoger y proteger a los residentes en el caso de calor (o frío) extremo. </p>
<p>Estos “oasis urbanos” son bibliotecas, centros cívicos, equipamientos culturales, etc., donde el ciudadano puede pasar las horas más calurosas de la jornada. También cumplen esta finalidad aquellos parques con sombra espesa y agua. </p>
<h2>¿A quiénes están dirigidos los refugios climáticos?</h2>
<p>La primera ciudad española que creó una red de <a href="https://www.barcelona.cat/barcelona-pel-clima/es/barcelona-responde/acciones-concretas/red-de-refugios-climaticos">refugios climáticos fue Barcelona</a>, con más de 220 disponibles en el verano de 2023, a no más de 10 minutos caminando para un 90 % de la población. </p>
<p>Otras ciudades que cuentan con redes de refugios climáticos son <a href="https://www.bilbao.eus/cs/Satellite?c=BIO_Noticia_FA&cid=1279218732248&language=es&pageid=3000075248&pagename=Bilbaonet%2FBIO_Noticia_FA%2FBIO_Noticia">Bilbao</a> y <a href="https://www.vitoria-gasteiz.org/docs/wb021/contenidosEstaticos/adjuntos/es/32/53/93253.pdf">Vitoria</a>, y hay varias con proyectos o que los han comenzado de forma incipiente, como Sevilla, Valencia, Málaga o Murcia. En la vecina Portugal, <a href="https://www.researchgate.net/publication/362482248_Methodological_contribution_of_mobile_measurements_for_the_analysis_of_thermal_comfort_in_tourism_areas_-the_case_study_of_the_city_of_Porto_Portugal">Oporto reclama una red de refugios climáticos</a> para todos los usuarios de la ciudad, tanto en verano como para las jornadas frías del invierno.</p>
<p>Los modelos de refugios climáticos implantados hasta el momento están dirigidos a la población residente más vulnerable (por edad, estado de salud o condiciones socioeconómicas) para paliar los efectos negativos del calor, reforzando su resiliencia. Pero los residentes no son los únicos usuarios de la ciudad, conviviendo con los visitantes especialmente durante los meses estivales. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/549428/original/file-20230920-27-lebonz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Cartel indicando un refugio climático en una puerta de cristal." src="https://images.theconversation.com/files/549428/original/file-20230920-27-lebonz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/549428/original/file-20230920-27-lebonz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=397&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/549428/original/file-20230920-27-lebonz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=397&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/549428/original/file-20230920-27-lebonz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=397&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/549428/original/file-20230920-27-lebonz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=499&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/549428/original/file-20230920-27-lebonz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=499&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/549428/original/file-20230920-27-lebonz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=499&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Cartel en una biblioteca habilitada como refugio climático en Barcelona.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Javier Martín Vide</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/">CC BY-NC-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Los turistas, especialmente vulnerables</h2>
<p>Los visitantes se ven fuertemente afectados por las condiciones meteorológicas, que impactan cada vez más en sus expectativas y en su deseo de retorno y recomendación. Es habitual que pasen muchas horas caminando por la ciudad, y esta exposición los hace especialmente vulnerables y necesitados de alternativas en las zonas turísticas. </p>
<p>Aunque pueda defenderse que la ciudad bien acondicionada para los residentes lo será también para los turistas, cabe preguntarse si son necesarios unos refugios climático-turísticos, que presentarían algunas diferencias con los habituales. </p>
<p>Su ubicación ha de ser en la parte turística de la ciudad y han de estar pensados para visitas de corta duración. Los propios monumentos y museos podrían habilitar espacios para cumplir los requisitos de un refugio climático-turístico.</p>
<p>Su identificación debería facilitarse a través de los canales de información turística de cada destino (alojamientos, oficinas de información turística, aplicaciones, etc.). Esta debe ofrecerse en diferentes idiomas, junto a un plano de localización, y una explicación de los peligros que tiene para su salud una exposición continuada al sol y al ambiente muy caluroso. En destinos de sol y playa estos refugios climático-turísticos deben estar en las mismas zonas de arena o en los accesos, con diseños adaptados al entorno. </p>
<p>Este tipo de refugios son muy necesarios en España, donde los visitantes no siempre están habituados a los crecientes rigores de los veranos mediterráneos. </p>
<p>La provisión de refugios climático-turísticos en las ciudades debería incluirse en la planificación urbanística local, mediante mejoras y acondicionamiento del equipamiento y del espacio libre público, para lo que <a href="https://www.instagram.com/alicanteimaginada/">la inteligencia artificial</a> comienza a ofrecer propuestas. No se trata de una recomendación, es una obligación que debe activar la administración, especialmente la local. Y no hay tiempo que perder.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/214000/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los visitantes pasan muchas horas caminando al aire libre, y esto les hace especialmente vulnerables al tiempo extremo. Es fundamental que las ciudades establezcan refugios en las zonas turísticas.Carmen Mínguez García, Profesora Contratado Doctor, Universidad Complutense de MadridHélder Tiago da Silva Lopes, Invited Assistant Professor of Climate Change, Tourism and Human Health, University of MinhoJavier Martín Vide, Catedrático de Geografía Física, Universitat de BarcelonaJorge Olcina Cantos, Catedrático de Análisis Geográfico Regional , Universidad de AlicanteMacià Blázquez-Salom, Catedrático de Geografía, Universitat de les Illes BalearsRubén Villar Navascués, Profesor Ayudante Doctor, Departamento de Geografía, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2130872023-09-21T17:26:32Z2023-09-21T17:26:32Z¿Tenemos materiales suficientes para que sea realmente posible la transición energética?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/547178/original/file-20230908-25-q7n85n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C255%2C4594%2C2807&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/small-pile-minerals-extracted-rare-earth-2261229835">Joaquin Corbalan P / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Reemplazar los combustibles fósiles lleva asociados retos y efectos secundarios que han de tener en cuenta los agentes involucrados en la transición energética que <a href="https://energy.ec.europa.eu/news/european-green-deal-energy-efficiency-directive-adopted-helping-make-eu-fit-55-2023-07-25_en">demanda Europa</a> y exige el futuro. Para empezar, ¿contamos con materiales para hacer el cambio? </p>
<h2>Los efectos secundarios de las tecnologías verdes</h2>
<p>La transición energética se focaliza en las denominadas tecnologías verdes, fundamentalmente la eólica, las celdas solares y las baterías. </p>
<p>Sabemos, por ejemplo, que <a href="https://unece.org/sed/documents/2021/10/reports/life-cycle-assessment-electricity-generation-options">la cantidad de CO₂ generada por la energía solar o eólica es 40-50 veces menor que la generada por la energía basada en gas o carbón</a>. Sin embargo, fabricar los dispositivos necesarios para implantar estas tecnologías verdes no es tan sostenible, porque requiere cantidades masivas de metales producidos mediante procesos intensivos en generación de CO₂, el llamado efecto rebote. </p>
<p>Más concretamente, uno de los principales emisores de CO₂ <a href="https://iap.unido.org/es/articles/como-pueden-el-acero-y-el-cemento-impulsar-la-decada-de-accion-en-el-contexto-del-cambio#:%7E:text=Cada%20a%C3%B1o%20se%20producen%20cerca,3%20toneladas%20de%20CO2.">es la fabricación del acero</a>. Si reconocemos que las energías eólica y solar consumen más del doble de acero que el carbón o el gas, el CO₂ emitido debido a la fabricación de acero con las técnicas metalúrgicas actuales será muy elevado en la fase de construcción de las nuevas instalaciones. </p>
<h2>El caso de los coches eléctricos</h2>
<p>Fijémonos en los vehículos eléctricos. La cantidad de CO₂ emitida por uno a lo largo de su vida es, por término medio, la mitad de los coches con motor de combustión interna. Si el planteamiento es sustituir por completo el parque móvil (y no reducirlo significativamente), hay que tener claro que la fabricación de estos coches <a href="https://pubs.acs.org/doi/full/10.1021/acs.chemrev.2c00799">requiere hasta 6 veces más materiales que la fabricación de un vehículo no eléctrico</a>. Por tanto, es otro <a href="https://theconversation.com/es-hora-de-hablar-del-impacto-social-y-medioambiental-del-coche-electrico-101264">efecto rebote</a> que debemos intentar minimizar en la actual oleada de fabricación de coches eléctricos. </p>
<p>Además, para evaluar el beneficio de la transición a vehículos eléctricos, hay que analizar si las tecnologías que generan la electricidad para cargarlos son realmente <em>verdes</em>, y cuánto lo son.</p>
<p><a href="https://www.iea.org/reports/the-role-of-critical-minerals-in-clean-energy-transitions">En números, el CO₂ emitido durante todo el ciclo de vida de un coche eléctrico</a>, incluyendo la fabricación, es de aproximadamente 20 tCO2eq, mientras que para un coche de motor de combustión interna es de unas 42 tCO2eq. Para vehículos cargados con electricidad 100 % de fuentes renovables, esta cifra podría descender hasta las 10 tCO2eq. Sin embargo, sube a 40 tCO2eq si la electricidad está generada con fuentes basadas en combustibles fósiles. </p>
<p>Así, a medida que crezca el parque móvil eléctrico, debemos asegurarnos de que aumentamos proporcionalmente la energía eléctrica proveniente de fuentes renovables si pretendemos que realmente sea una ventaja frente al de combustión interna. </p>
<p>Solo si se introducen prácticas de fabricación sostenible desde el comienzo de cada una de las tecnologías, se puede minimizar este efecto rebote y garantizar la menor emisión de CO₂ en todo el ciclo de vida de las nuevas energías limpias.</p>
<h2>La escasez de materias primas</h2>
<p>El segundo de los problemas es posiblemente el más complejo de solucionar: la <a href="https://theconversation.com/materias-primas-criticas-para-la-transicion-verde-es-posible-obtenerlas-sin-danar-el-medio-ambiente-181658">escasez de materias primas</a>. </p>
<p>Consideremos la cantidad de metales necesarios para satisfacer la demanda de motores eléctricos requerida para cumplir el mandato de la Unión Europea de que los coches con motor de combustión interna no puedan venderse después de 2035. </p>
<p>Hay al menos 6 metales fundamentales, zinc, níquel, litio, cobalto, silicio y vanadio, de los que no existen hoy reservas mundiales suficientes para acometer esta primera oleada. Y hay otros, como el hierro y el cobre, que experimentarían tal incremento en la demanda, que su producción <a href="https://pubs.usgs.gov/publication/mcs2021">podría convertirse en un grave problema</a>. </p>
<p>Para explicarlo con datos, la humanidad ha consumido, en los últimos 6 000 años, 880 millones de toneladas de cobre. Ahora, en tan solo los próximos 25 años, y solo para cubrir la demanda para los motores eléctricos que habría que fabricar, se necesitarán más de 700 millones de toneladas de este metal. Es decir, necesitaremos en 25 años casi lo mismo que hemos gastado en los últimos 6 000. </p>
<h2>Un ejemplo: cómo lograr que el acero deje de ser un problema</h2>
<p>La transición energética requiere no solo de voluntad política o social, también hace falta una revolución tecnológica importante y una transformación radical en la manera en la que fabricamos o transformamos las materias primas involucradas.</p>
<p>Retomemos el caso de <a href="https://www.estep.eu/assets/CleanSteelMembersection/CSP-SRIA-Oct2021-clean.pdf">la fabricación de acero, uno de los principales “culpables” de las emisiones globales de CO₂ (responsable del 20-25 % de las emisiones totales industriales de CO₂)</a>. </p>
<p>Si utilizáramos hidrógeno verde en la fabricación de acero primario en vez de coque y si acercáramos los centros de producción a las materias primas (teniendo en cuenta que una gran fuente de emisiones generadas en la producción del acero es el transporte de sus materias primas), podríamos eliminar la fabricación de acero de la lista de problemas. </p>
<p>La misma política debería aplicarse a cualquier materia prima involucrada en la producción de energía.</p>
<h2>El 80 % de los materiales de la basura electrónica no se recicla</h2>
<p>De importancia estratégica, tal y <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?qid=1599547676733&uri=CELEX:52020DC0474">como ha establecido la Unión Europea</a>, es la búsqueda de alternativas a los materiales críticos. </p>
<p>Igualmente, debemos abordar el suministro de materias primas de manera diversificada y sostenible, fomentando la eficiencia en el uso de estos metales y aumentando el reciclaje para apoyar la transición energética. Para entender la dimensión del problema, hoy en día <a href="https://www.researchgate.net/publication/271845217_E-waste_statistics_Guidelines_on_classifications_reporting_and_indicators">sigue sin reciclarse casi un 80 % de los cientos de miles de toneladas de metales que hay en la llamada basura electrónica</a>. </p>
<p>Para ir ofreciendo soluciones es preciso reconocer los problemas. La política de cambios tiene que ir acompañada de estrategias claras de inversión y los tiempos necesarios para que las tecnologías se adapten a las necesidades que provocan los cambios. </p>
<p>Y, sin dudar, hay que apostar por la investigación y desarrollo para poder adaptar muchas de estas tecnologías a las urgentes necesidades de sostenibilidad del sistema. Si no lo hacemos, fracasaremos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213087/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La transición energética solo será real si afrontamos los puntos oscuros de la tecnología verde. Hay que apostar por investigar en procesos mucho más sostenibles y en nuevos materiales.José Manuel Torralba, Catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, IMDEA MATERIALESMiguel Ángel Rodiel, Director de Tecnología, IMDEA MATERIALESLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2088162023-09-18T21:17:16Z2023-09-18T21:17:16ZResiliencia, un término muy repetido que no siempre se usa correctamente<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/548314/original/file-20230914-25-84hld1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=170%2C62%2C5820%2C3925&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/rock-climbing-sport-active-lifestyle-athlete-1801678531">Chumakov Oleg/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Hay palabras que caen en olvido y se extinguen y otras que, de forma progresiva, conectan con una nueva la realidad y empiezan a ser usadas incorporando nuevos matices y dimensiones. Este es el caso de la palabra “resiliencia”, que suma más 685 millones de resultados en el buscador de Google en español y en inglés (<em>resilience</em>).</p>
<p>Resiliencia procede del verbo en latín <em>resilio</em>, cuyo significado es “saltar hacia atrás, rebotar”. Se incorporó a la lengua inglesa a través del francés en el siglo XVII. Desde el siglo XIX hasta la actualidad, el término se utiliza en física para describir la capacidad de materiales para resistir un impacto sin llegar a romperse. </p>
<p>A partir de 1950, irrumpe en la psicología, consolidándose en los estudios de <a href="https://psycnet.apa.org/record/2013-40820-010">N. Garmezy en 1971 </a>y <a href="https://psycnet.apa.org/record/1979-33538-001">M. Rutter en 1979</a> sobre la capacidad de menores de afrontar situaciones traumáticas. Y tras la pandemia de la covid-19 ha habido un repunte de investigaciones abordando la <a href="https://www.annualreviews.org/doi/full/10.1146/annurev-psych-020122-041854">resiliencia psicológica</a>para hacer frente al estrés y/o regular las emociones. </p>
<p>C. S. Holling en 1973 fue pionero en introducir el concepto en ecología y medioambiente mediante el revelador artículo titulado <a href="https://www.annualreviews.org/doi/abs/10.1146/annurev.es.04.110173.000245?journalCode=ecolsys.1"><em>Resilience and stability for ecological systems</em></a>. En él expone dos visiones contrapuestas sobre el comportamiento de los ecosistemas: estados en equilibrio con pequeñas fluctuaciones afectados por cambios predecibles (estabilidad) frente a estados cambiantes de los ecosistemas capaces de recuperarse de eventos tanto predecibles como impredecibles (resiliencia). </p>
<p>A partir del XX, se empezó a emplear de forma generalizada en modelos de vida sostenible en el área de la sociología, integrándose en los años 2000 en el ámbito de las empresas y la economía, destacando su presencia en las normas ISO (International Organisation for Standardisation). </p>
<h2>En el ámbito de la agricultura y la ganadería</h2>
<p>En el área de la agricultura y ganadería, la resiliencia integra un <a href="https://academic.oup.com/erae/article/41/3/461/2926636?login=true">enfoque dinámico en la gestión de las explotaciones</a> y sistemas agrarios que deben de encontrar un equilibrio entre ser eficientes en el presente e invertir para adaptarse a futuras situaciones, cambios e incertidumbres que pongan en peligro la continuidad de su actividad. En esta línea, el concepto de resiliencia también se está aplicando a muchos otros sistemas como el sanitario o educativo. </p>
<p>Por último, en la presente década el término se ha incorporado con fuerza en las estrategias y programas políticos a todos los niveles de gobernanza. <a href="https://theconversation.com/se-equivoca-el-gobierno-de-espana-al-incluir-el-termino-resiliencia-en-el-plan-de-recuperacion-148018">En España</a> se aprobó en 2020 el “<a href="https://planderecuperacion.gob.es/documentos-y-enlaces">Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia</a>”. Del mismo modo, instituciones, organismos y foros internacionales como la <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s11205-019-02200-1">Unión Europea y el G20</a> están trabajando para desarrollar estrategias y principios con el fin de aumentar la resiliencia de los países para mantener el bienestar social y ambiental.</p>
<h2>La resiliencia ante los conflictos políticos</h2>
<p>En las sociedades complejas e interconectadas actuales, las consecuencias de las amenazas globales como el terrorismo, el cambio climático, las pandemias o las crisis financieras, los conflictos políticos son más inmediatos y patentes. Esta situación aumenta tanto la sensación de vulnerabilidad debido a la incertidumbre, como la sensación de falta de control por parte de individuos y sociedades. </p>
<p>Este es uno de los motivos por los que la resiliencia es un término de gran actualidad. Sin embargo, su significado sigue siendo vago para parte de la población. La definición concreta depende de la disciplina, y por ello ha recibido <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10584-018-2358-0">críticas</a> por ser un concepto demasiado ambiguo e impreciso, llegando a tildarla en ciertas discusiones de irrelevante. </p>
<p>No obstante, existen una serie de <a href="https://www.flinders.edu.au/content/dam/documents/research/torrens-resilience-institute/resilience-origins-and-utility.pdf">características comunes</a> que trascienden las disciplinas en las que se usa: la resiliencia es la capacidad de materiales, individuos o sistemas de responder a eventos y perturbaciones de distinta naturaleza, tales como el cambio climático, desastres naturales, crisis económicas o conflictos. </p>
<h2>Indicadores para monitorizarla</h2>
<p>Otra de las críticas que recibe el término es que a medida que aumenta la complejidad del sistema, aumenta exponencialmente la dificultad de encontrar indicadores para monitorizar y acciones y estrategias para mejorar la resiliencia. Además, en muchos casos cuando hablamos de sistemas, las soluciones son dependientes del contexto. </p>
<p>Con todo y con eso, en la última década la ciencia está realizando notables avances en la medición tanto de la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1364032116000939">resiliencia objetiva</a> mediante indicadores cualitativos o cuantitativos medibles y contrastables, como de la <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10113-016-0995-2">resiliencia subjetiva</a> que se refiere al estudio de la percepción de individuos, comunidades, organizaciones o naciones sobre su propia resiliencia frente a cambios o perturbaciones de distinto tipo y alcance.</p>
<p>La visión dinámica que propone la resiliencia no está exenta de riesgos, y uno de los principales, que ha sido fuertemente criticado, es que su aceptación como característica deseable puede fomentar la tolerancia política y social a los desastres y sus impactos en lugar de abordar las causas subyacentes. </p>
<p>No es un escenario deseable que haya un giro premeditado de cargar sobre los individuos y sociedades el deber de adaptarse a los retos y perturbaciones, asumiendo que estas son inevitables, centrando los esfuerzos en paliar los efectos en lugar actuar sobre las causas. Un ejemplo de esta situación ocurrió durante el periodo en el que Donald Trump fue presidente de Estados Unidos, cuando en las páginas web del gobierno estadounidense <a href="https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/asi-afectan-las-politicas-de-trump-al-medio-ambiente#:%7E:text=%C2%ABA%20trav%C3%A9s%20de%20inversiones%20con,beneficiar%20a%20las%20generaciones%20futuras%C2%BB">se sustituyó el término cambio climático por la palabra resiliencia</a>. </p>
<p>Tenemos ante nosotros dos retos para limitar y disminuir las controversias y aumentar el potencial del estudio y fomento de la resiliencia. Por un lado, que cada profesional en su disciplina aborde con rigor y precisión su análisis utilizando la mejor ciencia disponible. Pero también que los políticos y todos aquellos individuos e instituciones que usen el término definan con solidez a que se refieren y delimiten las fronteras de sistema que analizan y el marco temporal.</p>
<p>Por lo tanto, toda iniciativa sobre resiliencia debe responder a tres <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0308521X19300046">preguntas</a>: ¿resiliencia de qué o quién?, ¿resiliencia frente a qué? y ¿resiliencia para qué y para cuándo? Trabajar en mejorar la resiliencia a nivel individual, comunitario y global desde todas las disciplinas es netamente positivo, pero hagámoslo con responsabilidad y coherencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/208816/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Actualmente soy Investigador principal de dos proyectos Nacionales financiados por la AEI relacionados con la resiliencia de sistemas ganaderos:
-“Fortaleciendo la resiliencia de los sistemas ganaderos de pequeños rumiantes de razas locales: de la COVID-19 al cambio global (RUMIRES)”. 2021-2025. AEI «Proyectos de I+D+i» RETOS 2020. Proyecto nº PID2020-120312RA-I00.
-"Desarrollo y validación de metodologías de evaluación de resiliencia de sistemas agrarios: de la granja al territorio". Programa consolidación investigadora 2023-2025. AEI. Proyecto nº CNS2022-136185</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Rocío de Torre Ceijas no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En física, la resiliencia describe la capacidad de los materiales para resistir un impacto sin llegar a romperse… Algo parecido a su significado en psicología humana. Desde la pandemia de la covid-19 ha habido un reputen de investigaciones sobre cómo nos ayuda a gestionar el estrés.Rocío de Torre Ceijas, Técnico Superior en Investigación en Socio-Ecología, Universidad de ZaragozaDaniel Martín Collado, Investigador Sostenibilidad y Resiliencia de Sistemas Agrarios, Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2135512023-09-18T20:26:02Z2023-09-18T20:26:02ZAcabamos de superar los 1,5 °C de ascenso de las temperaturas, pero aún no estamos perdidos<p>Julio de 2023 fue el mes más caluroso <a href="https://public.wmo.int/en/media/news/july-2023-confirmed-hottest-month-record">jamás registrado</a>. Y ahora sabemos algo aún más alarmante: la Agencia Espacial Europea acaba de anunciar que ese calor extremo de julio elevó la temperatura media mundial 1,5 °C por encima de la media preindustrial.</p>
<p>Los <a href="https://www.abc.net.au/news/2023-09-11/global-temperatures-pass-1-5c-above-pre-industrial-levels/102836304">titulares ominosos</a> parecían sugerir que habíamos rebasado el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de mantener el calentamiento en 1,5 °C, alrededor de una década antes de lo previsto.</p>
<p>¿Ya está? ¿Se acabó la partida? ¿Hemos perdido? </p>
<p>Bueno, como todas las cosas relacionadas con el cambio climático, no es tan sencillo. El umbral se superó durante un mes antes de que las temperaturas medias volvieran a bajar. Y julio de 2023 tampoco es la primera vez que ocurre: el dudoso honor corresponde a <a href="https://climate.copernicus.eu/tracking-breaches-150c-global-warming-threshold">febrero de 2016</a>, cuando superamos el umbral durante unos días. </p>
<h2>Recordemos: ¿por qué es tan importante el 1,5 °C?</h2>
<p>En 2015, parecía que el mundo por fin llegaba a algún sitio en la lucha contra el cambio climático. Tras décadas de arduo debate, 195 naciones adoptaron el Acuerdo de París, un acuerdo formal pero <a href="https://www.ipcc.ch/sr15/faq/faq-chapter-1/">no vinculante</a> con un objetivo claro: limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales para evitar los peores efectos del cambio climático. </p>
<p>Pero esta cifra no tiene nada de mágica. Cada aumento empeora los impactos. ¿Por qué es tan importante el 1,5 °C?</p>
<p>Esencialmente, los expertos lo definieron como un umbral que representa un mayor peligro. <a href="https://unfccc.int/process-and-meetings/the-paris-agreement">El Acuerdo de París establece</a> que para evitar un cambio climático peligroso debemos mantener las temperaturas globales “muy por debajo de 2 °C” de calentamiento. Y así nació el umbral de 1,5 °C.</p>
<p>¿Qué es un “<a href="https://www.nature.com/articles/nclimate3179">nivel peligroso</a>” de cambio climático? Básicamente, niveles de calentamiento en los que los daños llegan a ser tan generalizados o graves que amenazan las economías, los ecosistemas, la agricultura y suponen un riesgo de puntos de inflexión irreversibles como el colapso de las capas de hielo o de las circulaciones oceánicas. </p>
<p>Y lo que es más importante, este nivel de calentamiento corre el riesgo de llevarnos más allá de los límites de nuestra capacidad de adaptación. </p>
<h2>¿Es demasiado tarde para actuar contra el cambio climático?</h2>
<p>¿Deberíamos rendirnos todos? Todavía no. </p>
<p>La autoridad mundial en materia de cambio climático, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, define 1,5 °C como una desviación de las temperaturas medias mundiales por encima de la media de 1850 a 1900 (preindustrial). </p>
<p>Es cierto que este umbral se superó en el mes de julio de 2023. Pero el clima es algo más que las temperaturas de solo un mes. Al margen del calentamiento global, las temperaturas medias mundiales suben y bajan cada año, porque los climas varían de forma natural de un año a otro. </p>
<p>Los últimos años han sido mucho más cálidos que la media, pero más fríos de lo que podrían haber sido debido a los sucesivos episodios de La Niña. </p>
<p>Este año se ha producido una aceleración significativa del calentamiento, en gran parte debido a la aparición de El Niño en el Pacífico –los <a href="https://theconversation.com/why-are-so-many-climate-records-breaking-all-at-once-209214">años de El Niño suelen ser más cálidos</a>–. </p>
<p>Para compensar las diferencias interanuales, se suele hacer una media de varias décadas. Por ello, un informe del IPCC de 2021 define el umbral de 1,5 °C como el <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-023-01702-w">primer periodo de 20 años</a> en el que alcanzamos 1,5 °C de calentamiento global (basado en las temperaturas del aire en superficie). </p>
<p>Recientes <a href="https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2207183120">investigaciones</a> muestran que la mejor estimación para la fecha en que llegaremos a superar este umbral es a principios de la década de 2030. </p>
<h2>Peligrosamente cerca de la línea roja</h2>
<p>Los datos revelan que aún no hemos incumplido los objetivos de París, pero atendiendo al récord de julio parece que estamos peligrosamente cerca de la línea. </p>
<p>A medida que el mundo siga calentándose, veremos cada vez más meses como este julio, y nos acercaremos cada vez más al umbral de 1,5 °C, más allá del cual el calentamiento global será cada vez más peligroso. </p>
<p>¿Es posible mantenerse por debajo de 1,5 °C? Tal vez. Necesitaríamos recortes extremadamente agresivos de las emisiones para tener alguna posibilidad. De lo contrario, es probable que superemos el objetivo de París en la próxima década. </p>
<p>Supongamos que eso ocurre. ¿Significaría eso que renunciamos a la acción por el clima? </p>
<p>Difícilmente. Un aumento de 1,5 °C es malo, pero 1,6 °C sería peor, y 2 °C sería aún peor. 3 °C sería ya <a href="https://theconversation.com/seriously-ugly-heres-how-australia-will-look-if-the-world-heats-by-3-c-this-century-157875">impensable</a>. Cada incremento extra importa.</p>
<p>Si cruzamos la línea, cuanto más cerca nos quedemos de ella, mejor. </p>
<p>Y ahora contamos con <a href="https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/accd83/meta">buenas pruebas</a> de que incluso si superamos el 1,5 °C, podríamos invertir la tendencia poniendo fin a las emisiones y absorbiendo el exceso de gases de efecto invernadero. Es como dar la vuelta a un enorme buque portacontenedores: lleva tiempo vencer la inercia. Pero cuanto antes demos la vuelta, mejor.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213551/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ailie Gallant recibe financiación del Australian Research Council y del Department of Climate Change, Energy, Environment and Water.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Kimberley Reid recibe financiación del Australian Research Council.</span></em></p>Julio fue el mes más caluroso jamás registrado y nos llevó a un ascenso de las temperaturas por encima de 1,5 grados. ¿Significa que se acabó la partida? ¿Que debemos tirar la toalla?Ailie Gallant, Associate Professor, School of Earth, Atmosphere and Environment, Monash UniversityKimberley Reid, Postdoctoral Research Fellow in Atmospheric Sciences, Monash UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2134622023-09-14T20:22:36Z2023-09-14T20:22:36Z¿Busca un “paraíso climático” en EE.UU. alejado del calor y los riesgos de catástrofe? Buena suerte<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/547947/original/file-20230822-23-vu11ws.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=274%2C0%2C4817%2C3282&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Burlington, en el estado de Vermont, suele considerarse un "paraíso climático", pero las zonas circundantes se inundaron durante las tormentas extremas de julio de 2023.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/burlington-vermont-church-street-downtown-with-restaurants-news-photo/558218705">Education Images/Universal Images Group via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>El sureste de Michigan parecía el “paraíso climático” perfecto. </p>
<p>“Mi familia es propietaria de mi casa desde los años 60. … Incluso cuando mi padre era niño y vivía allí, nada de inundaciones, nada de inundaciones, nada de inundaciones. Hasta 2021”, nos dijo un residente del sudeste de Michigan. Ese junio, una tormenta descargó más de <a href="https://www.weather.gov/dtx/MetroDetroitFlooding_PortAustinTornado_June2021">6 pulgadas de lluvia</a> sobre la región, sobrecargando los sistemas de aguas pluviales e inundando los hogares.</p>
<p>Esa sensación de vivir catástrofes inesperadas y sin precedentes resuena cada año entre más estadounidenses, según hemos comprobado en nuestra investigación sobre el <a href="https://doi.org/10.1177/27539687231176076">pasado, presente y futuro del riesgo y la resiliencia</a>.</p>
<p>Un análisis de las declaraciones federales de catástrofe por fenómenos meteorológicos aporta más datos que respaldan los temores: el número medio de declaraciones de catástrofe se ha disparado desde 2000 hasta <a href="https://www.fema.gov/about/openfema/Datasets-disaster-declaration-summaries">casi el doble</a> que en el periodo anterior de 20 años.</p>
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<img alt="Un hombre y una mujer sentados en un banco de un parque con el agua hasta las rodillas del hombre. La mujer está sentada en el respaldo de la silla. Un coche en la calle está inundado hasta el techo." src="https://images.theconversation.com/files/547949/original/file-20230913-21-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/547949/original/file-20230913-21-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/547949/original/file-20230913-21-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/547949/original/file-20230913-21-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/547949/original/file-20230913-21-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/547949/original/file-20230913-21-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/547949/original/file-20230913-21-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Un potente sistema de tormentas en 2023 inundó comunidades en todo Vermont y dejó grandes partes de la capital, Montpelier, bajo el agua.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/michelle-whitehouse-and-her-husband-will-whitehouse-from-news-photo/1526471468">John Tully for The Washington Post via Getty Images.</a></span>
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<p>A medida que la gente se pregunta cómo será de habitable el mundo <a href="https://www.climateneutralgroup.com/en/news/five-future-scenarios-ar6-ipcc/">en un futuro de calentamiento</a>, ha surgido una narrativa en torno a la <a href="https://doi.org/10.1016/j.ssresearch.2008.10.003">migración climática</a> y los <a href="https://doi.org/10.1007/s13412-021-00712-2">“paraísos climáticos”</a>.</p>
<p>Estos “paraísos climáticos” son zonas promocionadas por <a href="https://www.nytimes.com/2019/04/15/climate/climate-migration-duluth.html">investigadores</a>, <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2019-12-05/the-consequences-of-being-a-climate-refuge-city">funcionarios públicos</a> y <a href="https://www.cincinnati-oh.gov/oes/climate/climate-protection-green-cincinnati-plan/">urbanistas</a> como refugios naturales frente a condiciones climáticas extremas. Algunos <a href="https://www.npr.org/2021/01/22/956904171/americans-are-moving-to-escape-climate-impacts-towns-expect-more-to-come">refugios climáticos ya acogen</a> a personas que huyen de los efectos del cambio climático en otros lugares. Muchos cuentan con <a href="https://nsglc.olemiss.edu/sglpj/vol10no2/3-phillips.pdf">viviendas asequibles</a> e <a href="https://www.sierraclub.org/sierra/climate-receiver-cities-signal-rust-belt-renaissance">infraestructuras heredadas</a> de sus mayores poblaciones antes de mediados del siglo XX, cuando <a href="https://www.nlc.org/wp-content/uploads/2022/04/CS-Domestic-Climate-Migration-and-US-Cities-Report.pdf">la gente empezó a marcharse</a> al desaparecer las industrias.</p>
<p>Pero no son a prueba de catástrofes ni están necesariamente preparadas para el cambio climático. </p>
<h2><strong>Seis paraísos climáticos</strong></h2>
<p>Algunos de los “paraísos” <a href="https://doi.org/10.1007/s13412-021-00712-2">más citados en los estudios</a> por <a href="https://www.nlc.org/wp-content/uploads/2022/04/CS-Domestic-Climate-Migration-and-US-Cities-Report.pdf">organizaciones nacionales</a> y en <a href="https://doi.org/10.1177/00420980231184466">los medios de comunicación</a> son ciudades antiguas de la región de los Grandes Lagos, el Medio Oeste superior y el Noreste. Entre ellas se encuentran Ann Arbor, <a href="https://statesummaries.ncics.org/chapter/mi/">Michigan</a>; Duluth, <a href="https://statesummaries.ncics.org/chapter/mn/">Minnesota</a>; Minneapolis; Buffalo, <a href="https://statesummaries.ncics.org/chapter/ny/">Nueva York</a>; Burlington, <a href="https://statesummaries.ncics.org/chapter/vt/">Vermont</a>; y Madison, <a href="https://statesummaries.ncics.org/chapter/wi/">Wisconsin</a>.</p>
<p>Sin embargo, cada una de <a href="https://glisa.umich.edu/climate-change-in-the-great-lakes-region-references/">estas ciudades</a> tendrá que enfrentarse probablemente a algunos de los <a href="https://impactlab.org/map/#usmeas=change-from-hist&usyear=2040-2059&gmeas=absolute&gyear=1986-2005&usrcp=ssp245&usvar=tas_ann">mayores aumentos de temperatura</a> del país en los próximos años. El aire más cálido también tiene mayor capacidad para retener vapor de agua, lo que provoca tormentas más frecuentes, intensas y de mayor duración.</p>
<p>Estas ciudades ya están notando los impactos del cambio climático. Sólo en 2023, regiones “refugio” de <a href="https://content.govdelivery.com/attachments/WIGOV/2023/04/18/file_attachments/2472100/EO194-FloodingEmergency.pdf">Wisconsin</a>, <a href="https://www.burlingtonfreepress.com/story/news/local/vermont/2023/07/11/rain-totals-damage-and-road-closures-from-vermont-storm/70403051007/">Vermont</a> y <a href="https://www.freep.com/story/news/local/michigan/2022/08/31/power-outage-dte-energy-restoration-michigan/65464577007/">Michigan</a> sufrieron importantes daños por <a href="https://www.theatlantic.com/science/archive/2023/07/climate-change-safe-states-vermont-floods/674780/">fuertes tormentas</a> e inundaciones. </p>
<p>El invierno anterior también fue catastrófico: La nieve de efecto lago, alimentada por la humedad de las aguas aún abiertas del lago Erie, arrojó más de 1,2 metros de nieve sobre <a href="https://www.nytimes.com/2022/12/29/nyregion/western-new-york-storm.html">Buffalo</a>, dejando casi <a href="https://www.washingtonpost.com/weather/2023/01/19/buffalo-blizzard-deaths-emergency-response/">50 muertos</a> y miles de hogares sin electricidad ni calefacción. <a href="https://www.duluthnewstribune.com/news/local/duluth-could-near-snowfall-record-as-winter-weather-returns">Duluth</a> alcanzó una nevada casi récord y se enfrentó a importantes inundaciones debido a que <a href="https://www.wdio.com/front-page/top-stories/rapid-snow-melt-causes-high-flows-in-wlssd-collection-system/">temperaturas inusualmente altas</a> provocaron un rápido deshielo en abril.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Dos personas retiran nieve de un tejado hasta las rodillas" src="https://images.theconversation.com/files/547950/original/file-20230913-19-gqnccm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/547950/original/file-20230913-19-gqnccm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=383&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/547950/original/file-20230913-19-gqnccm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=383&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/547950/original/file-20230913-19-gqnccm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=383&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/547950/original/file-20230913-19-gqnccm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=481&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/547950/original/file-20230913-19-gqnccm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=481&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/547950/original/file-20230913-19-gqnccm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=481&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Una tormenta de nieve de efecto lago en noviembre de 2014 sepultó Buffalo, Nueva York, bajo más de metro y medio de nieve y provocó el derrumbe de cientos de tejados. Una tormenta similar azotó en diciembre de 2022.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/residents-work-to-remove-snow-from-the-roof-on-november-21-news-photo/459384792">Patrick McPartland/Anadolu Agency/Getty Images</a></span>
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<p>Las fuertes lluvias y las <a href="extremas%20pueden%20causar%20da%C3%B1os%20generalizados">tormentas invernales</a> a la <a href="https://assets.climatecentral.org/pdfs/PowerOutages.pdf">red energética</a> e inundaciones significativas, y aumentar el riesgo de <a href="https://www.researchgate.net/profile/Jason-Kalmbach/publication/334773442_Climate_Change_and_Energy/links/5d897b9d92851ceb793a9af0/Climate-Change-and-Energy.pdf">brotes de enfermedades transmitidas por el agua</a>. Estos efectos son particularmente notables en <a href="http://dx.doi.org/10.3998/mjs.12333712.0002.004">las ciudades heredadas de los Grandes Lagos</a> con <a href="https://www.nrdc.org/bio/meghan-hassett/midwest-states-leading-clean-energy-need-power-grid-catch">energía envejecida</a> e <a href="https://infrastructurereportcard.org/wp-content/uploads/2020/12/Stormwater-2021.pdf">infraestructura hídrica</a>.</p>
<h2>Las infraestructuras antiguas no se construyeron para esto</h2>
<p>Las ciudades más antiguas suelen tener infraestructuras antiguas que probablemente no se construyeron para soportar fenómenos meteorológicos más extremos. Ahora se esfuerzan por <a href="https://doi.org/10.1289/ehp.119-a514">apuntalar</a> sus sistemas. </p>
<p>Muchas ciudades están invirtiendo en mejorar sus infraestructuras, pero <a href="https://www.midstory.org/when-roads-turn-to-rivers-rethinking-detroits-flood-infrastructure/">estas mejoras suelen ser fragmentarias</a>, <a href="https://www.startribune.com/aging-stormwater-systems-weren-t-built-for-this-volume-of-rain/558826472/">no son soluciones permanentes</a> y a menudo carecen de financiación a largo plazo. Por lo general, tampoco <a href="https://www.nytimes.com/interactive/2023/06/12/climate/us-electric-grid-energy-transition.html">son lo suficientemente amplias</a> como para proteger a ciudades enteras de los efectos del cambio climático y pueden <a href="https://doi.org/10.1177/0002764214550306">exacerbar las vulnerabilidades existentes</a>.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Trabajadores en una caverna subterránea observan un enorme agujero en el techo y una tubería." src="https://images.theconversation.com/files/547952/original/file-20230913-27-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/547952/original/file-20230913-27-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/547952/original/file-20230913-27-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/547952/original/file-20230913-27-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/547952/original/file-20230913-27-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/547952/original/file-20230913-27-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/547952/original/file-20230913-27-x9hiii.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Equipos de Minneapolis trabajan en un nuevo túnel de aguas pluviales bajo el centro de la ciudad. Está diseñado para ayudar a proteger parte de la ciudad, pero no toda.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/unseen-to-most-of-the-city-above-crews-are-building-a-large-news-photo/1415867893">Alex Kormann/Star Tribune via Getty Images</a></span>
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<p>Las redes eléctricas son extremadamente vulnerables a los crecientes efectos de las fuertes tormentas y temporales de invierno sobre <a href="https://www.michigan.gov/mpsc/consumer/electricity/customer-outage-history">las líneas eléctricas</a>. Vermont y Michigan ocupan los puestos 45 y 46, respectivamente, en <a href="https://www.citizensutilityboard.org/wp-content/uploads/2021/07/Electric-Utility-Performance-A-State-By-State-Data-Review_final.pdf">fiabilidad de la electricidad</a>, que incorpora la frecuencia de los cortes y el tiempo que tardan las compañías eléctricas en restablecer el suministro. </p>
<p>Los sistemas de aguas pluviales de la región de los Grandes Lagos tampoco <a href="https://toolkit.climate.gov/regions/great-lakes">están a la altura</a> de las fuertes lluvias y el rápido deshielo <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-018-07447-1">provocados por el cambio climático</a>. Los sistemas de aguas pluviales se diseñan habitualmente de acuerdo con los análisis de precipitaciones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica llamados <a href="https://hdsc.nws.noaa.gov/pfds/">Atlas 14</a>, que <a href="https://www.weather.gov/owp/hdsc_faqs">no tienen en cuenta el cambio climático</a>. Una <a href="https://www.weather.gov/media/owp/hdsc_documents/NOAA_Atlas_15_Flyer.pdf">nueva versión</a> no estará disponible hasta 2026 como muy pronto.</p>
<p>En la confluencia de estos retos infraestructurales se encuentran las <a href="https://www.hrwc.org/wp-content/uploads/2016/02/Stormwater-and-Climate-Guide-1.pdf" title=") y [extensas](https://www.mprnews.org/story/2013/06/19/anatomy-of-the-2012-duluth-flood "">más frecuentes</a> <a href="https://www.startribune.com/scattered-thunderstorms-flood-some-twin-cities-roads-down-trees/600281765/">inundaciones urbanas</a> en las ciudades de los puertos y sus alrededores. Un análisis de la <a href="https://report.firststreet.org/8th-National-Risk-Assessment-The-Precipitation-Problem.pdf">First Street Foundation</a>, que incorpora proyecciones climáticas futuras a los modelos de precipitaciones, revela que cinco de estas seis ciudades-refugio se enfrentan a un riesgo de inundación moderado o importante.</p>
<p>Los datos de declaración de catástrofes muestran que los condados que albergan estas seis ciudades han experimentado una media de seis declaraciones por tormentas severas e inundaciones desde 2000, aproximadamente una cada 3,9 años, y estas van en aumento.</p>
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<img alt="Una foto aérea muestra la costa del lago Mendota y el campus de la Universidad de Wisconsin-Madison." src="https://images.theconversation.com/files/547951/original/file-20230913-17-5cnwvb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/547951/original/file-20230913-17-5cnwvb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/547951/original/file-20230913-17-5cnwvb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/547951/original/file-20230913-17-5cnwvb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/547951/original/file-20230913-17-5cnwvb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/547951/original/file-20230913-17-5cnwvb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/547951/original/file-20230913-17-5cnwvb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Madison, Wisconsin, ha visto veranos más cálidos y más precipitaciones en la última década.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Aerial_View_of_Campus,_with_Helen_C._White_Hall_in_foreground_%2814070186173%29.jpg">Jeff Miller/UW-Madison, CC BY</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La intensificación de las precipitaciones puede sobrecargar aún más las infraestructuras de aguas pluviales, provocando <a href="https://www.insidehalton.com/news/burlington-couple-expecting-baby-struggling-with-100k-in-flood-damage/article_12899b7e-7c40-5d1b-9d75-df8c8deb93be.html?">inundaciones de sótanos</a>, <a href="https://www.startribune.com/duluth-flooding-leads-to-sewage-overflow/600269305/">contaminación</a> de <a href="https://www.jsonline.com/story/news/local/milwaukee/2023/02/27/heavy-rains-lead-to-sewer-overflow-in-milwaukee/69949853007/">fuentes de agua potable</a> en <a href="https://mienviro.michigan.gov/ncore/external/overflow/list">ciudades</a> con <a href="https://www.epa.gov/npdes/combined-sewer-overflows-great-lakes-basin">sistemas de alcantarillado heredados</a>, y <a href="https://www.insidehalton.com/news/burlington-couple-expecting-baby-struggling-with-100k-in-flood-damage/article_12899b7e-7c40-5d1b-9d75-df8c8deb93be.html?">carreteras peligrosas</a> y <a href="https://www.audacy.com/wwjnewsradio/news/local/storms-and-flooding-cause-freeway-closures-in-metro-detroit">autopistas</a>. Los <a href="https://www.nyserda.ny.gov/-/media/Project/Nyserda/files/Publications/Research/Environmental/EMEP/climaid/ClimAID-Transportation.pdf">sistemas de transporte</a> también se enfrentan a <a href="https://www.cbsnews.com/minnesota/news/heat-buckles-section-of-highway-610-in-maple-grove/">temperaturas más altas</a> y a pavimentos no diseñados para el calor extremo.</p>
<p>A medida que estas tendencias aumentan, las ciudades de todo el mundo también tendrán que prestar atención a las <a href="https://doi.org/10.1007/s40572-022-00360-w">desigualdades sistémicas en la vulnerabilidad</a> que a menudo se producen en función de la raza, la riqueza y la movilidad. Los <a href="https://www.nrdc.org/bio/meghan-hassett/midwest-states-leading-clean-energy-need-power-grid-catch">efectos de isla de calor urbano</a>, la <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-023-38084-6">inseguridad energética</a> y el <a href="https://doi.org/10.1016/j.jenvman.2018.11.039">mayor riesgo de inundaciones</a> son sólo algunos de los problemas <a href="https://www.epa.gov/system/files/documents/2021-09/climate-vulnerability_september-2021_508.pdf">intensificados por el cambio climático</a> que suelen afectar más a los residentes pobres.</p>
<h2><strong>¿Qué pueden hacer las ciudades para prepararse?</strong></h2>
<p>Entonces, ¿qué puede hacer una ciudad refugio ante los acuciantes cambios climáticos y la afluencia de población?</p>
<p>Los responsables políticos pueden esperar lo mejor, pero deben <a href="https://doi.org/10.1007/s10584-016-1766-2">planificar para lo peor</a>. Eso significa trabajar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que impulsan el cambio climático, pero también <a href="https://mi-psc.force.com/sfc/servlet.shepherd/version/download/0688y000004R91BAAS">evaluar la infraestructura física de la comunidad</a> y <a href="https://doi.org/10.1016/j.envsci.2022.04.015">las redes de seguridad social</a> para <a href="https://www.michigan.gov/mpsc/consumer/electricity/customer-outage-history">las vulnerabilidades que se vuelven más probables</a> en un clima cada vez más cálido. </p>
<p>La colaboración entre sectores también es esencial. Por ejemplo, una comunidad puede depender de los mismos <a href="https://new.nsf.gov/news/grid-reliability-under-climate-change-may-require">recursos hídricos</a> para la energía, el agua potable y el ocio. El cambio climático puede afectar a los tres. <a href="https://doi.org/10.5539/eer.v5n2p1">Trabajar en todos los sectores</a> e incluir las aportaciones de la comunidad en la <a href="https://doi.org/10.1080/13549839.2020.1811655">planificación del cambio climático</a> puede ayudar a poner de manifiesto los problemas en una fase temprana.</p>
<p>Las ciudades pueden financiar proyectos de infraestructuras de varias formas innovadoras, como <a href="https://www.nga.org/projects/state-resource-center-on-innovative-infrastructure-strategies/">asociaciones público-privadas</a> y <a href="https://theconversation.com/using-green-banks-to-solve-americas-affordable-housing-crisis-and-climate-change-at-the-same-time-208098">bancos verdes</a> que contribuyen a apoyar proyectos de sostenibilidad. El <a href="https://dcgreenbank.com/press/dc-green-bank-and-rainplan-announce-a-2000000-deal-to-support-commercial-and-residential-stormwater-management-projects/">DC Green Bank</a> de Washington D.C., por ejemplo, trabaja con empresas privadas para movilizar fondos destinados a proyectos de gestión de aguas pluviales naturales y eficiencia energética. </p>
<p>Las ciudades tendrán que seguir vigilantes para reducir las emisiones que contribuyen al cambio climático y, al mismo tiempo, prepararse para los riesgos climáticos que se acercan incluso a los “paraísos climáticos” del planeta.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213462/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Julie Arbit no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Brad Bottoms no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Earl Lewis está afiliado a 2U Board of Directors; ETS Board of Trustees; American Funds/Capital Group Board of Directors; American Academy of Arts and Sciences Board of Trustees
</span></em></p>Incluso los “paraísos climáticos” se enfrentan a un futuro más arriesgado, y las infraestructuras a menudo no se construyen para hacer frente al cambio climático.Julie Arbit, Researcher at the Center for Social Solutions, University of MichiganBrad Bottoms, Data Scientist at the Center for Social Solutions, University of MichiganEarl Lewis, Director and Founder, Center for Social Solutions, Professor of History, Afroamerican and African Studies, and public policy, University of MichiganLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.