Menu Close

Por qué hemos de alegrarnos de que se introduzca el suajili en las escuelas de Sudáfrica

A partir de 2020, el suajili se convertirá en la lengua más extendida que se enseña en los colegios de Sudáfrica. Esta lengua franca de África del Este, que también es oficial de la Unión Africana, pasará a ser materia optativa en las aulas.

La noticia se ha recibido con interés y elogios en varios ámbitos. Sin embargo, aún deben formularse preguntas de carácter práctico sobre los actuales contextos sociolingüísticos y educativos de Sudáfrica. Por ejemplo, ¿por qué se necesita otro idioma más aparte de los once locales y las distintas lenguas extranjeras que ya ofrecen algunas escuelas? ¿Ha hecho el país todo lo posible para promover los idiomas nativos antes de encajar una pieza más en el mosaico? ¿Acaso queda espacio en el plan de estudios, de por sí ya desbordado, para llevar a buen puerto este proyecto?

No se debe obviar estas preguntas, pero pienso que los beneficios de introducir el suajili superan con creces los riesgos por múltiples razones, entre ellas, la oportunidad de preparar a numerosos estudiantes sudafricanos para llevar a cabo enriquecedores contactos en el comercio, el mundo académico y la vida diaria con el resto del continente.

Una lengua en crecimiento

Lo más probable es que el suajili naciera en la costa este de África, como resultado de casamientos entre las comunidades bantuparlantes y los árabes que llegaron allí desde antes del siglo X. Luego, se expandió hacia el interior del continente por medio del comercio, las actividades cristianas, como las misiones, y las expediciones de exploración por el oriente.

Hoy en día, el suajili se habla en gran parte de África del Este como lengua franca, idioma que emplean dos pueblos para comunicarse entre sí cuando no conocen la lengua del otro. Asimismo, es lengua nacional en Kenia, Uganda y Tanzania, y uno de los idiomas oficiales de la Comunidad Africana Oriental, que se compone de los tres países antes mencionados, más Ruanda, Burundi y Sudán del Sur.

Su uso se está expandiendo al norte, oeste y sur del continente. Sin embargo, en la actualidad, ninguno de estos países ofrece clases de suajili de la manera que pretende hacerlo Sudáfrica. Por lo general, se trata de una lengua de comercio y de comunicación entre etnias. No obstante, puede que en no mucho tiempo más países se unan a Sudáfrica en su proyecto de enseñar el suajili en las aulas, pues se está extendiendo con rapidez, convirtiéndose en un idioma cotidiano en muchos de estos países, al margen de que se ha incorporado a las lenguas oficiales de la Unión Africana.

El suajili también es objeto de investigación popular en numerosas universidades sudafricanas. Asimismo, se estudia fuera de África, sobre todo, en Estados Unidos y en Europa. Este interés revela su creciente importancia internacional y demuestra que su introducción en las escuelas de Sudáfrica constituye una jugada inteligente con múltiples beneficios.

Ventajas desglosadas

La política de Sudáfrica sobre las lenguas en la educación asegura la enseñanza de dos idiomas adicionales además de una primera lengua, que suele ser el inglés o el afrikáans. Esto tiene por objeto crear una sociedad auténticamente multilingüe y más inclusiva.

Entre las muchas ventajas de enseñar el suajili se cuenta que a los sudafricanos le resultará fácil aprenderlo en comparación con las lenguas extranjeras de fuera de África, pues el primero comparte raíces bantú con lenguas como el xosa, el zulú y el ndebele. Durante mucho tiempo, las lenguas bantúes se han desarrollado tomando prestadas y naturalizando la pronunciación y la ortografía de palabras inglesas.

Por ejemplo, los equivalentes suajilis de plastic («plástico»), school («escuela»), radio («radio») y computer («ordenador») son plastiki, skuli, redio y kompiuta, formas ortográficas que no se alejan de las encontradas en el xosa, el zulú y otras lenguas nativas de Sudáfrica.

Otra ventaja es que aprender suajili preparará a los niños sudafricanos para vivir y trabajar en el resto del continente. No todos los numerosos graduados de Máster y doctores del país pueden esperar encontrar empleo en el extranjero, pero podrían aportar un gran valor añadido a su propio continente, en especial si poseen conocimientos básicos de esta lengua.

Si se enseña a los ciudadanos de Sudáfrica a hablar varias lenguas africanas, podrán participar de manera más eficaz en el desarrollo no solo de su propia nación, sino también de África como continente.

Repercusiones para las lenguas locales

¿Qué riesgos podría conllevar introducir el suajili en las aulas? No observo alguno, siempre que el proceso se gestione con cuidado. Se necesitarán una inversión significativa, voluntad política y una campaña exhaustiva de sensibilización pública para responder ante la falsa idea de que las lenguas africanas son de alguna forma «inferiores».

Todo ello se puede conseguir. Sudáfrica necesita invertir en libros de texto, especialistas en planes de estudios e investigadores que puedan ayudar a orientar la política sobre el suajili. El único ámbito que puede presentar desafíos es la contratación de profesores cualificados. El país debe recurrir a lugares como Kenia y Tanzania, donde cada año se gradúan decenas de miles de profesores que no encuentran trabajo en su país natal, y que podrían ser la primera fuente de enseñantes.

En segundo lugar, las universidades de Sudáfrica pueden introducir cursos breves de suajili para formar a un ingente número de sudafricanos nativos que compongan la siguiente oleada de profesores.

En las sociedades multilingües, pueden coexistir numerosos idiomas por el bien colectivo. Por este motivo, hemos de celebrar la decisión de Sudáfrica de adoptar el suajili en las escuelas.


Este artículo se publicó en inglés en The Conversation. Y ha sido traducido al español por Casa África. Traducción: Ramsés Cabrera Olivares.


This article was originally published in English

Want to write?

Write an article and join a growing community of more than 182,100 academics and researchers from 4,941 institutions.

Register now