Determinar la fortaleza económica de un país por la evolución de su PIB deja de lado factores de largo plazo: desde la sostenibilidad en el uso de los recursos naturales hasta la desigualdad social.
El PIB se usa como medida del bienestar material de una sociedad, pero no tiene en cuenta otros factores que influyen en su bienestar, como la salud del medio ambiente. ¿Podemos medir el deterioro de la naturaleza en términos monetarios?
La crisis sanitaria mundial provocada por la covid-19 ha hecho más mella en el índice de desarrollo humano que cualquier otro evento global: ha caído en los dos últimos años y eso es algo que no había ocurrido en las tres décadas que el PNUD lleva midiéndolo.
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo. Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid