Poner al estudiante en el centro del sistema es un objetivo loable. Pero el ámbito universitario no debería quedar fuera de este cambio de paradigma educativo.
La educación ha vivido un año complejo, un año del que no sabemos si logrará recuperarse pronto. Fue azotada por las consecuencias de una pandemia y los alumnos, como si estuvieran en situación de guerra, volvieron a sus casas. Como colofón a estos meses tan convulsos se aprobó la octava ley educativa de la democracia española.
La nueva Ley de Educación supone un paso más hacia la inclusión de las personas con discapacidad. Destaca el plazo limitado para que se incorporen a la escuela ordinaria con los recursos necesarios.
Txetxu Ausín, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS - CSIC)
Este 19 de noviembre de 2020, Día Mundial de la Filosofía, el parlamento español decide sobre la inclusión o no de la asignatura de Ética en 4º curso de la Enseñanza Secundaria Obligatoria.
Solo una de cada cinco personas con discapacidad trabajaba en España antes de la crisis de la COVID-19. La situación laboral y formativa ahora es mucho más complicada para este colectivo. ¿Cómo va a afectar el nuevo panorama a un grupo de personas tan vulnerable como este?