Una investigación muestra que los individuos perciben menos el riesgo de infección por covid-19 y adoptan menos conductas de protección de la salud cuando asocian el riesgo con amigos cercanos, un fenómeno denominado “efecto amigo-escudo”.
La fórmula para hacer una buena gestión de la percepción emocional del riesgo tiene tres ingredientes: comparar lo que se debe comparar, transparencia máxima y una gestión política sensata.
La relación entre los trombos y la vacuna de AstraZeneca cumple todos los requisitos para que su riesgo sea sobreestimado: es nueva, desconocida por la ciencia, involuntaria y con un posible resultado catastrófico.