tag:theconversation.com,2011:/us/topics/cultura-69348/articlescultura – The Conversation2023-09-20T13:38:59Ztag:theconversation.com,2011:article/2138592023-09-20T13:38:59Z2023-09-20T13:38:59ZLos lingüistas han identificado un nuevo dialecto del inglés que está surgiendo en el sur de Florida<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/548937/original/file-20230607-23-bbcsrb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C9%2C2171%2C1548&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Si viajas a Miami, puede que oigas a la gente decir "bájate del coche" en vez de "bájate del coche".</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/protesters-hang-out-the-window-of-a-car-on-flagler-street-news-photo/51091597?adppopup=true">Miami Herald/Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>“We got down from the car and went inside” (nos bajamos del auto y entramos).</p>
<p>“I made the line to pay for groceries” (hice la cola para pagar la comida).</p>
<p>“He made a party to celebrate his son’s birthday” (hizo una fiesta para celebrar el cumpleaños de su hijo).</p>
<p>Estas frases pueden sonar raras para los oídos de la mayoría de los estadounidenses de habla anglosajona.</p>
<p>Sin embargo, en Miami se han integrado en el lenguaje local.</p>
<p>Según <a href="https://news.fiu.edu/2023/get-down-from-the-car-miami-dialect">la investigación que publiqué recientemente</a>, estas expresiones y muchas otras forman parte de un nuevo dialecto que se está formando en Florida del Sur.</p>
<p>Esta variedad lingüística proviene del contacto sistemático entre hablantes de español e inglés, sobre todo a partir de las traducciones directas del español.</p>
<h2>Cuando el francés encontró el inglés</h2>
<p>Aunque hables inglés y vivas en Miami o en cualquier otro lugar, es probable que no sepas a ciencia cierta de dónde provienen las palabras que usas a diario.</p>
<p>Quizá sepas que un número limitado de palabras, generalmente alimentos, como “sriracha” o “croissant” son préstamos lingüísticos de otros idiomas. Sin embargo, hay muchas más palabras prestadas de lo que imaginas.</p>
<p>De hecho, están por doquier en el vocabulario inglés y español: “<a href="https://en.wiktionary.org/wiki/pajamas">pijamas</a>” proviene del hindi; “<a href="https://animalia.bio/arabian-gazelle">gacela</a>” del árabe a través del francés y “<a href="https://es.wiktionary.org/wiki/tsunami">tsunami</a>” del japonés.</p>
<p>Los préstamos lingüísticos generalmente se gestan en las mentes y el discurso de los hablantes bilingües, quienes terminan moviéndose entre diferentes lugares y culturas. Suele suceder cuando eventos como las guerras, el colonialismo, el exilio político, la inmigración o el cambio climático ponen en contacto a personas que pertenecen a diferentes grupos lingüísticos.</p>
<p>Cuando ese contacto se mantiene durante un período de tiempo prolongado, a través de décadas que abarcan varias generaciones o incluso más, las estructuras de los idiomas se van entremezclando y los hablantes comienzan a compartir sus respectivos vocabularios.</p>
<p>Una confluencia bilingüe cambió la trayectoria del idioma inglés. <a href="https://www.britannica.com/event/Norman-Conquest">En 1066</a>, los franceses normandos, liderados por Guillermo el Conquistador, invadieron Inglaterra dando lugar a lo que ahora se conoce como “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conquista_normanda_de_Inglaterra">la conquista normanda</a>”.</p>
<p>Poco después, la clase dominante francófona reemplazó a la aristocracia de habla anglosajona y durante aproximadamente 200 años, las élites de Inglaterra, incluidos los reyes, hicieron sus negocios en francés.</p>
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<img alt="Ilustración en color descolorida de soldados y tropas heridos." src="https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Ilustración del siglo XVIII de la batalla de Hastings, que inició la conquista normanda de Inglaterra en 1066.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/the-battle-of-hastings-found-in-the-collection-of-british-news-photo/520722235?adppopup=true">Heritage Images/Hulton Fine Art Collection via Getty Images</a></span>
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<p>El inglés realmente nunca caló entre la aristocracia, pero dado que los sirvientes y las clases medias necesitaban comunicarse con los aristócratas y que se producían matrimonios entre personas de diferentes clases sociales, las palabras francesas se fueron filtrando a través de la jerarquía social y en el idioma.</p>
<p>Durante ese período, el inglés asumió <a href="https://medium.com/english-language-faq/how-many-french-words-are-there-in-english-how-did-they-get-there-538f54ea016b">más de 10 000 préstamos lingüísticos</a> del francés, principalmente en las áreas dominadas por la aristocracia: las artes, el ejército, la medicina, el derecho y la religión. Las palabras del vocabulario inglés que hoy nos parecen básicas e incluso fundamentales fueron tomadas del francés hace apenas 800 años, tal es el caso de príncipe, gobierno, administración, libertad, corte, oración, juez, justicia, literatura, música y poesía, por solo mencionar algunas.</p>
<h2>El encuentro del español con el inglés en Miami</h2>
<p>Avanzamos rápidamente hasta nuestros días para descubrir que en Miami se está produciendo una forma similar de contacto lingüístico entre el español y el inglés desde que terminó <a href="https://journals.openedition.org/etudescaribeennes/21355">la Revolución Cubana</a> en 1959.</p>
<p>En los años posteriores a la revolución, cientos de miles de cubanos abandonaron la isla poniendo rumbo a Florida del Sur, preparando el escenario para lo que se convertiría en una de las convergencias lingüísticas más importantes de toda América.</p>
<p>Hoy en día, la gran mayoría de la población es bilingüe. En 2010, más del 65% de la población del condado de Miami-Dade se identificó como hispana o latina, y en los grandes municipios de Doral y Hialeah esa <a href="https://www.academia.edu/15765243/Multilingual_Miami_Trends_in_Sociolinguistic_Research">cifra asciende al 80 y 95%</a>, respectivamente.</p>
<p>Por supuesto, identificarse como latino no es sinónimo de hablar español, ya que entre los cubanoamericanos de segunda y tercera generación se ha producido una pérdida del idioma. Pero el punto es que en Miami se habla mucho español e inglés.</p>
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<img alt="Foto en blanco y negro de cubanos caminando por la playa con equipaje y niños." src="https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Refugiados cubanos en la isla de Cay Sal esperan a que los guardacostas estadounidenses los lleven a Florida en 1962.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/cuban-refugees-on-sal-cay-waiting-for-us-coast-guard-to-news-photo/50679206?adppopup=true">Lynn Pelham/Getty Images</a></span>
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<p>Las personas bilingües forman parte de esa mezcla. Algunos son más competentes en español y otros hablan inglés con soltura, pero todos juntos navegan por el complejo contexto sociolingüístico de Florida del Sur, sabiendo cuándo y con quién usar cada idioma, así como el momento adecuado para mezclarlos.</p>
<p>Cuando el primer gran grupo de cubanos llegó a Miami a raíz de la revolución hicieron precisamente eso, siguiendo dos caminos.</p>
<p>Primero, las personas alternaban entre el español y el inglés, a veces dentro de la misma oración o frase. Eso preparó el escenario para la presencia duradera del español en Florida del Sur, así como para la aparición de lo que algunas personas llaman “<a href="http://www.ub.edu/diccionarilinguistica/print/350">spanglish</a>”.</p>
<p>En segundo lugar, a medida que las personas aprendían inglés, tendían a traducir literalmente del español. Estas traducciones son un tipo de préstamo especial que los lingüistas llaman “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Calco_sem%C3%A1ntico">calcos</a>”.</p>
<p>Los calcos están por doquier en el idioma inglés.</p>
<p>La palabra “dandelion”, por ejemplo, es una flor que crece en Europa central y cuando los alemanes se dieron cuenta de que no tenían una palabra para nombrarla, buscaron libros de botánica escritos en latín, <a href="https://www.etymonline.com/word/dandelion">en los que la llamaban dens lionis</a> o “diente de león”. Los alemanes tomaron prestado ese concepto y llamaron a la flor “<a href="https://en.wiktionary.org/wiki/L%C3%B6wenzahn">löwenzahn</a>”, una traducción literal de “diente de león”. Los franceses tampoco tenían una palabra para la flor, por lo que también tomaron prestado el concepto de “diente de león”, calcándolo como “<a href="https://www.theguardian.com/science/2012/may/25/plantwatch-dandelions-hawthorn-sunshine">dent de lion</a>”. Los ingleses, que tampoco tenían una palabra para esta flor, escucharon el término francés sin entenderlo y lo tomaron prestado adaptando “dent de lion” al inglés, llamándolo “dandelion”.</p>
<h2>El surgimiento de una nueva jerga</h2>
<p>En Miami está ocurriendo exactamente ese tipo de fenómenos.</p>
<p>Como parte de mi investigación en curso con estudiantes y colegas sobre la forma de hablar inglés en Miami, realicé <a href="https://www.jbe-platform.com/content/journals/10.1075/eww.22036.car">un estudio</a> con la lingüista <a href="https://buffalo.academia.edu/KristenDAlessandroMerii">Kristen D'Allessandro Merii</a> para documentar los calcos de origen español en el idioma inglés que se utilizan en Florida del Sur.</p>
<p>Encontramos varios tipos de traducciones con préstamos lingüísticos.</p>
<p>Había “<a href="https://pureenglish.org/2012/05/06/calques-loan-translations/">calcos léxicos literales</a>”, una traducción directa, palabra por palabra.</p>
<p>Por ejemplo, encontramos que las personas usan expresiones como “get down from the car” (bájate del auto) en lugar de “get out of the car” (sal del auto), la cual se basa en la frase en español “bajar del carro”. Como “bajar” significa “to get down”, tiene sentido que muchos miamenses piensen que “salir” de un vehículo sea “getting down” y no “getting out”.</p>
<p>Los lugareños a menudo también dicen “married with”, como por ejemplo: “Alex got married with José” porque se basan en la expresión en español “casarse con”, que traducen literalmente como “married with” en lugar de “married to” en voz pasiva. También dicen “make a party” porque es una traducción literal de la frase en español “hacer una fiesta” en lugar de “have a party”.</p>
<p>Además, encontramos “<a href="https://langeek.co/en/grammar/course/359/loan-words-and-calque">calcos semánticos</a>” o traducciones de significado. En español, “carne”, que se traduce como “meat”, puede referirse tanto a la carne en general como a un tipo específico, la de res. Por tanto, descubrimos que cuando los hablantes locales dicen “meat” se refieren específicamente a la “carne de res” usando frases como “quiero una empanada de carne y dos empanadas de pollo”.</p>
<p>Y luego encontramos los “calcos fonéticos”, o la traducción de ciertos sonidos.</p>
<p>“Thanks God” es una frase común en Miami que proviene de “gracias a Dios”. En este caso, los hablantes transfieren la “s” al final de “gracias” y la aplican a la forma inglesa.</p>
<h2>Los nacidos en Miami también adoptan los calcos</h2>
<p>Descubrimos que algunas expresiones eran propias únicamente de la generación inmigrante, por ejemplo: “throw a photo” para decir “tirar una foto”, como una variación de “take a photo” (tomar una foto).</p>
<p>Sin embargo, otras expresiones eran comunes entre los nacidos en Miami, un grupo que suele ser bilingüe pero cuyo idioma principal es el inglés.</p>
<p>En un experimento, pedimos a los miamenses y a personas de otras partes de Estados Unidos que analizaran expresiones locales como “married with” junto a versiones no locales, como “married to”. Ambos grupos consideraron aceptables las versiones no locales. No obstante, los miamenses valoraron de manera más favorable la mayoría de las expresiones locales que las personas de otros lugares.</p>
<p>“El lenguaje siempre está cambiando”, es una verdad de Perogrullo, la mayoría de la gente sabe que el inglés antiguo es radicalmente diferente del inglés moderno, o que el inglés que se habla en Londres es diferente del inglés de Nueva Delhi, Nueva York, Sídney y Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.</p>
<p>Pero es raro que nos detengamos a pensar en cómo se producen esos cambios o que reflexionemos sobre el origen de los dialectos y las palabras.</p>
<p>“Get down from the car”, al igual que “dandelion”, es un recordatorio de que cada palabra y expresión tienen una historia.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por ¡Yahoo!</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213859/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Phillip M. Carter no recibe salario, ejerce labores de consultoría, posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pudiera beneficiarse de este artículo, y ha declarado carecer de afiliaciones relevantes además de su cargo académico.</span></em></p>Surgió del contacto continuado con hispanohablantes nativos que traducían directamente frases del español al inglés, una forma de préstamo lingüístico denominada “calcos”.Phillip M. Carter, Professor of Linguistics and English, Florida International UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1681552021-09-20T18:06:13Z2021-09-20T18:06:13ZRegreso al futuro: viaje a los orígenes de la realidad virtual<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/421841/original/file-20210917-48792-101c898.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C7%2C4992%2C2485&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/mar-2019-illustration-delorean-car-yellow-1367857571">Shutterstock / Thiago Melo</a></span></figcaption></figure><p>La realidad virtual se encuentra cada vez más presente en nuestra sociedad. Su empleo está asociado a la innovación tecnológica en diferentes ámbitos: </p>
<ul>
<li><p>en la industria del entretenimiento –en particular, de los videojuegos–, </p></li>
<li><p>en el ámbito del turismo –al permitir <a href="https://theconversation.com/realidad-virtual-para-un-modelo-de-turismo-natural-mas-sostenible-138054">minimizar el impacto sobre entornos reales</a>–,</p></li>
<li><p>y en el sector de la salud, con el objeto de tratar ciertas <a href="https://theconversation.com/puede-la-realidad-virtual-ayudar-a-mejorar-la-autonomia-de-las-personas-mayores-151967">enfermedades y dolencias</a>. </p></li>
</ul>
<p>Hoy más que nunca, la pandemia nos ha obligado a vivir virtualmente, desarrollando buena parte de nuestras actividades cotidianas delante de una pantalla de ordenador.</p>
<p>Cuando hablamos de realidad virtual, nos referimos a un entorno de escenas y objetos de apariencia real generado mediante tecnología informática. Este escenario proporciona al usuario la sensación de estar inmerso en él, ya sea a través de gafas, cascos o guantes con sensores. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/421811/original/file-20210917-48987-1seif3a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/421811/original/file-20210917-48987-1seif3a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/421811/original/file-20210917-48987-1seif3a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/421811/original/file-20210917-48987-1seif3a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/421811/original/file-20210917-48987-1seif3a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/421811/original/file-20210917-48987-1seif3a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=425&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/421811/original/file-20210917-48987-1seif3a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=425&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/421811/original/file-20210917-48987-1seif3a.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=425&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La instalación itinerante <em>Entrar en el cuadro</em>, del Museo Thyssen-Bornemisza y Endesa (2019), permitía experimentar la realidad virtual.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://vimeo.com/271666421">Museo Thyssen-Bornemisza</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El carácter innovador de estos dispositivos hace que espontáneamente los asociemos con nuestra sociedad hipertecnologizada del siglo XXI. En efecto, la realidad virtual emerge con el desarrollo de los sistemas informáticos, pero lo cierto es que sus orígenes pueden rastrearse muchos años antes. Remontarnos a sus inicios nos permite conocer cuándo y por qué surge en el ser humano el interés por crear entornos inmersivos de simulación.</p>
<h2>El inicio de la virtualidad</h2>
<p>El origen de la realidad virtual se remonta a un contexto histórico en el que se dan dos condiciones: el interés del ser humano por doblegar sus limitaciones espaciotemporales y la creencia en la tecnología como herramienta de progreso. Ambas circunstancias se remontan al siglo XIX. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/421814/original/file-20210917-19-mq0p9n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/421814/original/file-20210917-19-mq0p9n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/421814/original/file-20210917-19-mq0p9n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=884&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/421814/original/file-20210917-19-mq0p9n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=884&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/421814/original/file-20210917-19-mq0p9n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=884&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/421814/original/file-20210917-19-mq0p9n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1111&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/421814/original/file-20210917-19-mq0p9n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1111&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/421814/original/file-20210917-19-mq0p9n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1111&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Portada realizada para la edición conjunta de varias obras de Jules Verne; entre ellas, <em>Viaje al centro de la Tierra</em> y <em>De la Tierra a la Luna</em>, 1867.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://archive.org/details/voyagesetaventu00vern/page/n7/mode/2up?view=theater">Édouard Riou / Pannemaker</a></span>
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<p>Es en la segunda mitad de la centuria cuando novelistas como Julio Verne proponen una vuelta al mundo en ochenta días, tiempo récord para la época, así como viajes a la Luna y al centro de la Tierra. El ansia del ser humano por escapar a su naturaleza acotada espacial y temporalmente le conduce a fascinarse por los viajes al pasado, al futuro y a contextos geográficos lejanos.</p>
<p>Es también en el siglo XIX cuando, en pleno auge de la industrialización capitalista, se apela a la tecnología para materializar escenarios como los imaginados por la literatura, lo que se lleva a cabo mediante entornos inmersivos de simulación que recrean contextos concretos. </p>
<p>Hasta ese momento, la inmersión se había generado a través del arte de la pintura, con mayor o menor pretensión realista. Es el caso de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Villa_de_los_Misterios">Villa de los Misterios pompeyana</a> del s. I a. e. c. o la <a href="https://www.hisour.com/es/chamber-of-the-giants-360-video-palazzo-te-50635/">Sala de los Gigantes del Palacio del Té de Mantua</a>, realizada allá por el siglo XVI.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/tc_bfR_QmBs?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Vista a 360º de la Sala de los Gigantes del Palacio del Té. Fuente: Città di Mantova.</span></figcaption>
</figure>
<p>No será, en cambio, hasta el siglo XIX cuando se aplique la tecnología a la conformación de una inmersión realista. Emerge entonces la idea de que cualquier experiencia, pasada o futura, puede ser replicada mediante la tecnología. Se populariza así un dispositivo específico que genera un entorno inmersivo de 360 grados que afecta a la totalidad del campo visual del espectador. Es el conocido como <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Panorama">panorama</a>. </p>
<p>El público, ubicado en el centro de un cuadro gigante, queda herméticamente rodeado por paisajes agrestes, vistas de ciudades o escenas bélicas. Estas telas viajaron por diferentes ciudades europeas cosechando gran éxito de público. Se calcula que por ellas pasaron casi 100 millones de visitantes. En ciudades como <a href="http://paris1900.lartnouveau.com/paris08/lieux/le_theatre_du_rond_point.htm">París</a>, Berlín o Barcelona se instalaron edificios cilíndricos para acogerlas, también denominados panoramas, algunos de los cuales todavía se conservan.</p>
<h2>Viajar por el Mediterráneo desde las orillas del Sena</h2>
<p>El panorama circular evolucionó a lo largo del siglo hacia versiones más sofisticadas. Así, a finales del siglo XIX emerge el panorama multisensorial, que puede entenderse como el antecedente más inmediato de la realidad virtual. El panorama multisensorial aspiraba a afectar no únicamente al sentido de la vista y a la totalidad del cuerpo a través de la inmersión, sino también al resto de ámbitos sensoriales.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/421816/original/file-20210917-19-1jkpfve.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/421816/original/file-20210917-19-1jkpfve.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/421816/original/file-20210917-19-1jkpfve.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=805&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/421816/original/file-20210917-19-1jkpfve.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=805&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/421816/original/file-20210917-19-1jkpfve.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=805&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/421816/original/file-20210917-19-1jkpfve.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1012&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/421816/original/file-20210917-19-1jkpfve.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1012&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/421816/original/file-20210917-19-1jkpfve.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1012&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Plano del Mareorama, 1900.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Biblioteca Histórica de la Ciudad de París</span></span>
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<p>Un ejemplo de panorama multisensorial es el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mareorama">Mareorama</a>, que recreaba un viaje en barco por el mar Mediterráneo. Se presentó al público como parte de la Exposición Universal de 1900 celebrada en París, y consistía en una estructura gigante de 33 metros de largo en forma de barco que podía albergar hasta 700 personas. Era móvil, de modo que simulaba el movimiento de las olas del mar –las mareas a las que alude su nombre–, y lo hacía de un modo tan realista que llegaba a producir mareos entre el público. </p>
<p>Alrededor de esta plataforma se desplegaban telas pintadas con vistas de las ciudades por las que el barco “discurría”: Estambul, Venecia, Nápoles… Al mismo tiempo, el personal que hacía de tripulación vaporizaba esencias marinas y una orquesta interpretaba música inspirada en las melodías tradicionales de las diferentes geografías del “viaje”, aportando así estímulos para los cinco sentidos. </p>
<p>Gracias a la inmersión sensorial proporcionada por los panoramas, el público sentía que desde la ciudad de París podía tener acceso a cualquier otro lugar del planeta, realizando en media hora un viaje que en la realidad le habría llevado días.</p>
<h2>La imaginación no entiende del paso del tiempo</h2>
<p>Nuestra sociedad actual es, en buena medida, heredera de la convicción de que la tecnología puede brindarnos logros en otro tiempo insospechados, como un viaje virtual en avión, recrear el aspecto original del antiguo Coliseo de Roma o afrontar misiones en escenarios distópicos, según proponen exitosos videojuegos. </p>
<p>El Mareorama puede parecer un artefacto muy alejado de estos dispositivos de realidad virtual modernos y, sin embargo, no resulta del todo descabellado pensar que los simuladores de vuelo queden también obsoletos en unos años respecto a la tecnología venidera. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/421817/original/file-20210917-48420-1wt7kpp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/421817/original/file-20210917-48420-1wt7kpp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/421817/original/file-20210917-48420-1wt7kpp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=457&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/421817/original/file-20210917-48420-1wt7kpp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=457&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/421817/original/file-20210917-48420-1wt7kpp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=457&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/421817/original/file-20210917-48420-1wt7kpp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=574&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/421817/original/file-20210917-48420-1wt7kpp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=574&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/421817/original/file-20210917-48420-1wt7kpp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=574&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Réplica del DeLorean empleado como máquina de tiempo en la trilogía <em>Regreso al futuro</em>, 2014.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Back_To_The_Future_Replica_(15136643779)_(2).jpg">Thomas's Pics / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>Pervive, en cambio, en nosotros, la fascinación que producen algunas utopías todavía no realizadas: el viaje al centro de la Tierra de Verne o los patinetes y coches voladores que la película <em>Regreso al futuro II</em> pensó para el año 2015 con unos efectos especiales propios de los años 80 y que, vistos hoy en día, nos parecen algo desfasado. El atractivo que siguen suscitando estos imaginarios puede que se deba tal vez al hecho de que, al contrario que la tecnología, la imaginación no tiene fecha de caducidad.</p>
<hr>
<p><em>Este artículo resultó finalista del <a href="https://diari.uib.cat/Hemeroteca/El-II-Concurs-de-Divulgacio-Cientifica-ja-te.cid678773">II Concurso de Divulgación Científica</a> de la Universitat de les Illes Balears.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/168155/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sonsoles Hernández Barbosa no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El panorama, que envolvía al público en un cuadro gigante, y el Mareorama de la Exposición Universal de París, que incluía también estímulos multisensoriales, precedieron a las simulaciones virtuales modernas.Sonsoles Hernández Barbosa, Profesora Titular en Historia del Arte, Universitat de les Illes BalearsLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1675752021-09-15T18:28:23Z2021-09-15T18:28:23ZDieta mediterránea: importa qué comemos pero también cómo y con quién<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/420736/original/file-20210913-21-16f9jk7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=11%2C11%2C7927%2C4165&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/couple-enjoying-romantic-dinner-restaurant-terrace-1757431925">Shutterstock / ImYanis</a></span></figcaption></figure><p>Nos preguntamos poco sobre qué es la dieta mediterránea. Asumimos que está relacionada con aquello que comemos los mediterráneos y que, además, es buena para nuestra salud. </p>
<p>Sin embargo, después de mucho más de medio siglo de investigaciones diversas, las discusiones y desacuerdos sobre su realidad siguen vivos. También aspectos aún tan importantes como el concepto en sí mismo, su esencia y su desarrollo, continúan provocando airadas discusiones entre expertos y profesionales de distintas disciplinas. </p>
<h2>Qué debe tener su dieta para considerarla mediterránea</h2>
<p>En este contexto nos preguntamos qué es la dieta mediterránea. Desde una perspectiva muy básica de carácter médico, podríamos decir que la dieta mediterránea es un patrón dietético recomendado por los especialistas y considerado como saludable. </p>
<p>Está <a href="https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112018000700017">basado principalmente en vegetales</a>, con una importante presencia del aceite de oliva, e incluye cantidades moderadas o bajas de alimentos de origen animal. </p>
<p>Desde el punto de vista de la nutrición, es decir, de los efectos de determinados alimentos sobre el organismo después de su ingesta, no hay mucho más que decir. Esta definición nos sirve. </p>
<h2>La dieta mediterránea no es una solo lista de ingredientes</h2>
<p>Sin embargo, hay cosas importantes sobre las que deberíamos extendernos un poco más. Por un lado, el hecho de que la noción de dieta mediterránea haya experimentado una evolución importante y progresiva durante el último de medio siglo. </p>
<p>Nos ha ido llevando desde lo que en un inicio era únicamente un patrón dietético saludable para el corazón hasta visiones más actuales que la plantean hoy como un modelo de dieta local y sostenible que <a href="https://www.medfoodcultures.org/files/download/the%20icaf%20mediterranean%20diet%20book%202021.pdf">forma parte de nuestras culturas</a> y de nuestro patrimonio.</p>
<p>Lo que nos interesa destacar aquí es que esta evolución ha transformado el concepto de dieta mediterránea, llevándola desde posiciones estrictamente médicas y nutricionales hasta visiones más vinculadas con la sociedad, la cultura, los estilos de vida y el medio ambiente. </p>
<p>Todo ello es consecuencia, muy particularmente, de su <a href="https://ich.unesco.org/es/RL/la-dieta-mediterranea-00884">inscripción</a> como Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por parte de UNESCO en el año 2010. Desde entonces, se entiende la dieta mediterránea como un sistema alimentario patrimonial que va mucho más allá de aquello que ingerimos y que incluye toda la cultura material e inmaterial que rodea nuestra alimentación (utensilios, espacios, rituales, fiestas y celebraciones…).</p>
<p>Sin embargo, es difícil huir de perspectivas bien establecidas, como las relacionadas con la salud. Pocas cosas nos importan más que la salud en esta vida (y la pandemia de covid-19 nos lo ha hecho, una vez más, evidente). </p>
<h2>Una alimentación llena de cultura</h2>
<p>Así, no es extraño observar aún hoy visiones frecuentes de la dieta mediterránea ancladas en el tiempo. Estas, en virtud de las recomendaciones médicas, predican una alimentación más basada en aquello que se comía en los años sesenta del siglo pasado que en nuestra alimentación actual. </p>
<p>Nos estamos perdiendo bastantes cosas en el camino. Por una parte, que nuestra alimentación forma parte de <a href="https://www.researchgate.net/publication/26750621_Mediterranean_diet_culture_and_heritage_Challenges_for_a_new_conception">nuestra cultura</a>. Así, la dieta mediterránea debe ser vista como un sistema alimentario vivo y en continua evolución. </p>
<p>Dicho sistema recorre todos los eslabones de la cadena, que van desde la producción hasta el consumo, del campo hasta la mesa (e incluso más allá, con el reciclaje y el compostaje y el retorno a la producción). Hoy no comemos como hace cien años, ni dentro de cien años comeremos como lo hacemos hoy. Parece obvio, pero no lo es. </p>
<p>Estas premisas, sin embargo, chocan con visiones centradas fundamentalmente en la salud, en las que la dieta mediterránea se observa más como una lista de ingredientes saludables que hay que consumir diaria o semanalmente, medidos en unidades, en gramos o en centilitros, que como un sistema alimentario y culinario con una amplia base cultural. </p>
<p>No comemos nutrientes, comemos alimentos, y estos son inseparables de su carga cultural inherente. Así, tendemos a enfocar nuestros esfuerzos y quejas en relación con la adherencia o no a los patrones de una dieta idealizada.</p>
<h2>Un sistema alimentario complejo e interdependiente</h2>
<p>Recordemos que la pirámide de la dieta mediterránea es una recomendación. Si es necesario recomendarla desde un punto de vista médico y nutricional, es muy posible que sea porque no estamos comiendo de la manera que se reivindica. O que lo estamos haciendo con un mayor o menor consumo de alimentos específicos (como el aceite de oliva, por ejemplo). </p>
<p>Sin embargo, los productos no solamente actúan sobre nuestro organismo. Lo hacen también sobre nuestra vida cotidiana, sobre nuestra economía… Que un producto como el aceite de oliva, por ejemplo, suba o baje de precio influye en que su consumo aumente o disminuya. Y eso, a la larga, puede influir también sobre nuestra salud.</p>
<p>No estamos atendiendo al hecho básico de que si no nos preocupamos por aquellos eslabones que se encuentran en el inicio de la cadena alimentaria (una producción protegida y bien pagada, una distribución adecuada y no situada en unas pocas manos, precios asequibles en relación con la compra y el consumo…), poco podremos hacer por los <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22166194/">eslabones finales</a> (el consumo, las repercusiones sobre la salud…) de manera aislada.</p>
<h2>Cómo adaptar la dieta mediterránea a la era del móvil</h2>
<p>Por otro lado, no podemos olvidar cuestiones como cuándo comemos, con quién comemos y cuánto tiempo utilizamos para comer. Comer es un acto social y habitualmente buscamos hacerlo en compañía. </p>
<p>Incluso el hecho de fotografiar aquello que comemos y enviarlo a través de las redes sociales es una forma de comunicarnos, una manera de compartir ese momento con los demás, incluso con aquellas personas que no nos acompañan físicamente en ese momento.</p>
<p>Aspectos tales como el hecho de comer solos o <a href="https://www.springer.com/gp/book/9780834216419">acompañados</a> afectan en la elección de aquello que comemos, en el tiempo que empleamos en comer, en las cantidades que ingerimos… Y todo esto tiene consecuencias directas en nuestra salud que van más allá de los nutrientes. </p>
<p>Sin embargo, comer en compañía no siempre es posible. La jornada laboral y nuestro tipo de trabajo, sin ir más lejos, ordenan tanto nuestros horarios como las posibilidades de coincidir con otras personas para comer en compañía. El cambio en los sistemas familiares ha llevado también a que hoy en día un mayor número de personas vivan solas, muy especialmente personas mayores. </p>
<p>Todos estos aspectos forman parte de la evolución de nuestra dieta, de la transformación continua de nuestros estilos de vida. Moldean nuestros hábitos alimentarios, nuestras relaciones sociales y, evidentemente, aquello que acabamos ingiriendo.</p>
<p>En definitiva, la dieta mediterránea sigue viva. Es lo que comemos (que seguimos comiendo) los mediterráneos, y <a href="https://www.nature.com/articles/s43016-020-0035-8?proof=t">evoluciona</a> a lo largo del tiempo, incorporando y eliminando constantemente productos, maneras e instrumentos de cocción o de preparación, momentos y lugares, formas de consumo…</p>
<p>No cabe duda de que puede ser una dieta saludable. Sin embargo, hemos de observarla desde la perspectiva de aquello que realmente comemos hoy en día (y no solo del qué, sino también del cómo, cuándo, por qué o con quién…) y trabajar a partir de ahí. </p>
<p>Quizás sea necesario “repensar” la dieta mediterránea. Hay que trabajar en toda la cadena alimentaria, intentando observar la transversalidad y la omnipresencia de la alimentación. Y, sobre todo, no olvidar que la sociedad no es un laboratorio sobre el cual se puede actuar de manera aislada. Desde este punto de vista, todavía queda mucho por hacer y por discutir.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/167575/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>F. Xavier Medina no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Observar la dieta mediterránea desde un mero punto de vista nutricional es un error. Detrás hay una cultura que evoluciona con el paso del tiempo y a la que dicha dieta debe adaptarse.F. Xavier Medina, Catedrático, Estudios de Ciencias de la Salud, UOC - Universitat Oberta de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1510122021-07-21T18:15:19Z2021-07-21T18:15:19Z¿Cambian nuestras experiencias emocionales en función de la cultura y la lengua que nos rodea?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/387560/original/file-20210303-15-devhga.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C16%2C5599%2C3715&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Estatua de Don Quijote y Sancho Panza en Bruselas, Bélgica.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/bronze-sculptures-don-quixote-sancho-panza-715921147">Shutterstock / e Dmitry Erokhin</a></span></figcaption></figure><p>“¿Qué es una emoción?”, se preguntaba <a href="https://www.jstor.org/stable/2246769">William James (1884)</a>. Su respuesta fue un artículo con ese título y hasta el día de hoy, a pesar de haber llegado a cierto consenso –como que se trata de procesos formados por múltiples componentes– sigue constituyendo un tema de investigación que, además, despierta la curiosidad en conversaciones cotidianas y científicas. No solo en psicología, sino también en otras ciencias sociales, nos aproximamos a este fenómeno tan humano. </p>
<p>Desde la lingüística estudiamos qué es lo que significa cuando nos sentimos bien y cuando nos sentimos mal, cómo lo expresamos y si esto tiene relación con las lenguas en las que nos comunicamos y el contexto lingüístico en que crecimos y en el que vivimos. Más concretamente, en uno de nuestros experimentos, hemos indagado en las emociones de los españoles que han migrado a Bélgica, comparándolas con las de los españoles que continúan en España.</p>
<p>Generalmente, las personas que experimentan procesos migratorios se relacionan a diario en una sociedad y en un contexto distinto a aquel en el que fueron educados. Los códigos culturales que enmarcan nuestras vidas cambian en función del contexto y, en ocasiones, son bastante distantes, especialmente al encontrarnos como migrantes con una nueva sociedad. </p>
<p>Lo mismo ocurre con la lengua durante estos procesos. Por este motivo, hablamos de “lengua de origen” al referirnos a la lengua del lugar de procedencia, “lengua de acogida” a la de la sociedad receptora y, en relación con los descendientes de los migrantes, “lengua de herencia”, puesto que se considera que esta ha sido heredada de los padres, de los abuelos o familiares. </p>
<p>Esta convivencia entre lenguas y culturas que es fruto de las migraciones tiene consecuencias también en el ámbito de las emociones. <a href="https://limo.libis.be/primo-explore/fulldisplay?docid=LIRIAS1525239&context=L&vid=Lirias&lang=en_US&search_scope=Lirias&adaptor=Local%20Search%20Engine&tab=default_tab&query=any,contains,de%20leersnyder&offset=0">Las investigaciones realizadas a este respecto</a> en el área de la psicología social apuntan a que cuanto más se expone una persona migrante a la cultura de acogida, más se asemeja su experiencia emocional a la de la mayoría de los miembros de dicha sociedad. Es decir, <a href="https://www.cambridge.org/core/books/feelings-and-emotions/culture-and-emotion/42F2325893683255E201F058C2F7562A">nuestra manera de sentir</a>, que está muy relacionada con la cultura en la que crecimos, es permeable, no es estática.</p>
<h2>¿Qué es la aculturación emocional?</h2>
<p>Los contactos entre grupos culturalmente diferentes conllevan, como todos intuimos, procesos de adaptación psicológica y cultural, que se han denominado <a href="https://iaap-journals.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1464-0597.1997.tb01087.x">procesos de aculturación</a>. Las emociones y, más concretamente, los patrones emocionales de las personas que migran también experimentan procesos de adaptación, puesto que constituyen una dimensión de la cultura, aunque no siempre es visible.</p>
<p>Estos procesos se han denominado <em>aculturación emocional</em>, definida como los <a href="https://www.routledge.com/Handbook-of-Emotion-Regulation/Gross-Albert-Anderson-Appleton-Ayduk/p/book/9781462520732">cambios en los patrones emocionales</a> que experimentan las personas que se trasladan a una cultura diferente. Esto ocurre en el caso de los adultos y también de los jóvenes. </p>
<p><a href="https://limo.libis.be/primo-explore/fulldisplay?docid=LIRIAS1994383&context=L&vid=Lirias&lang=en_US&search_scope=Lirias&adaptor=Local%20Search%20Engine&tab=default_tab&query=any,contains,jasini%20alba">Investigaciones recientes</a> señalan que, en el caso de los adolescentes migrantes en Bélgica, los procesos de aculturación emocional están especialmente ligados al contacto con sus iguales de origen belga. Esto es, los jóvenes migrantes o hijos de migrantes que se relacionan más con sus compañeros hijos de belgas tienen una manera de sentir más cercana a los patrones emocionales de este país. Además, cuanto más utilizan la lengua de acogida con sus pares, más concordancia emocional presentan con el grupo mayoritario.</p>
<h2>Experiencia de los migrantes españoles en Bélgica</h2>
<p>Ante estas evidencias y con la mirada puesta en la identidad, nos preguntamos cómo se relacionan las experiencias emocionales de los migrantes españoles en Bélgica con el mantenimiento del español como lengua de origen, ya no en relación con la sociedad receptora sino con la sociedad que dejaron atrás, la española.</p>
<p>Para responder a esta pregunta, partiendo de los estudios previos, <a href="https://www.thomsonreuters.es/es/tienda/ebook---proview/perspectivas-actuales-en-la-ensenanza-y-el-aprendizaje-de-lenguas-en-contextos-multiculturales-current-perspectives-in-language-teaching-and-learning-in-multicultural-contexts-e-book/p/10014544">diseñamos un cuestionario de experiencias emocionales</a> teniendo presente la compleja realidad lingüística belga. Nuestro objetivo era adaptar los cuestionarios utilizados por otros investigadores, especialmente el <a href="https://limo.libis.be/primo-explore/fulldisplay?docid=LIRIAS219501&context=L&vid=Lirias&lang=en_US&search_scope=Lirias&adaptor=Local%20Search%20Engine&tab=default_tab&query=any,contains,where%20do%20my%20emotions%20belogn"><em>Emotional Patterns Questionnaire</em></a>, para crear una herramienta que nos permitiera recoger información acerca de la manera de sentir de los migrantes españoles en Bélgica y compararla con la de los españoles en España, con las lenguas y variables lingüísticas en primer plano. </p>
<p>No fue un proceso sencillo, dado que tuvimos que tomar en consideración el neerlandés, el francés y el inglés –este último por ser altamente utilizado en determinados ambientes internacionales en Bélgica–, además del español, a la hora de elaborar una taxonomía de emociones que nos propusimos estudiar.</p>
<p>Tras una amplia revisión bibliográfica, consideramos que no era suficiente ni adecuado traducir los términos del inglés, sino que era preciso profundizar en el significado y valor de las emociones en cada una de las lenguas con el fin de reelaborar el listado de términos emocionales de cara a permitir un análisis argumentado posterior.</p>
<p>Expertos lingüistas como <a href="https://puz.unizar.es/1799-panorama-actual-de-la-ciencia-del-lenguaje-primer-sexenio-de-zaragoza-linguistica.html">Soriano (2016)</a>, entre otros, ya habían determinado que, aunque existen aspectos universalmente compartidos, como el uso de términos emocionales y metáforas, estos no tienen el mismo valor en las diferentes lenguas, ni siquiera en las diferentes culturas que comparten un idioma, como es el caso del español, lengua oficial de numerosas regiones del mundo.</p>
<p>Por otra parte, también se había señalado recientemente que <a href="https://science.sciencemag.org/content/366/6472/1517">las emociones no tienen la misma consideración</a> en cuanto a su agradabilidad o su nivel de activación en todas las lenguas. Estos resultados están en línea con la revisión que realizamos de las características de los términos emocionales en español (<a href="https://link.springer.com/article/10.3758/s13428-015-0700-2">Stadthagen-Gonzalez et al., 2017</a>), neerlandés (<a href="https://link.springer.com/article/10.3758/s13428-012-0243-8">Moors et al., 2013</a>), francés (<a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1162908812000278?via%3Dihub">Gilet et al., 2012</a>) e inglés (<a href="https://link.springer.com/article/10.3758/s13428-012-0314-x">Warriner et al., 2013</a>). </p>
<h2>La palabra “feliz” en varios idiomas</h2>
<p>Por ejemplo, mientras que a “feliz” se le otorga un nivel alto de activación agradable en español, el adjetivo correspondiente en francés (<em>heureux</em>), es también considerado agradable pero con un nivel de activación bajo. De manera similar, el adjetivo en francés correspondiente a “aburrimiento” (<em>ennuyeux</em>) aunque se considera desagradable, como en el resto de idiomas, recibió una puntuación alta en relación con su nivel de activación, al contrario que en el español, neerlandés e inglés. </p>
<p>En el caso del neerlandés, <em>opluchting</em> es valorado con una alta activación, mientras que tanto su correspondiente en español, “alivio”, como en inglés y francés presentan una activación baja, si bien en todos los casos se trata de una emoción agradable. </p>
<p>Volviendo al cuestionario de experiencias emocionales, en este incluimos, asimismo, preguntas relacionadas con la expresión de las emociones y la relación con los interlocutores, con el foco en la pragmática, área de la lingüística dedicada al uso de la lengua en contexto.</p>
<h2>Los primeros resultados de nuestra investigación</h2>
<p>Los migrantes españoles en Bélgica apuntan a que, a diferencia de la bibliografía consultada, sus experiencias emocionales son, en términos generales, bastante similares al grupo de referencia en España. No obstante, comprobamos que existe una diferencia estadísticamente significativa entre ambos grupos en el caso de las emociones agradables con un nivel de tensión alto –como la alegría, el entusiasmo o la sorpresa– en situaciones en las que los informantes se sentían bien. Esto es, en las situaciones que narraron en las que se sentían bien, las emociones de esa categoría se sintieron con diferente intensidad si comparamos al grupo de migrantes y al grupo de no migrantes, y esas diferencias, más allá de lo individual, se pueden explicar por la pertenencia a uno u otro grupos.</p>
<p>En relación con la expresión de las emociones, en la situación en la que se sintieron mal observamos que, en ambos grupos, la mayor parte de los informantes escogió, o bien no expresar lo que sentían, o bien expresarlo con una intensidad menor. La diferencia radica en que entre estas dos opciones, los migrantes –que viven en un contexto belga y están en contacto con, al menos, el francés o el neerlandés, además del español– se decantaron por expresar menos de lo que sentían, mientras que los españoles que residen en España prefirieron no expresarlo. </p>
<p>Las investigaciones en esta área ofrecen todavía muchas posibilidades y en nuestro equipo continuamos explorando estos y otros temas, como la lengua de herencia o la identidad, siempre con el corazón y las lenguas caminando de la mano.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/151012/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Cuanto más se expone una persona migrante, o sus descendientes, a la cultura de acogida, más se asemeja su experiencia emocional a la de la mayoría de los miembros de dicha sociedad. Una investigación profundiza en los casos de los hijos de migrantes españoles en Bélgica.Kris Buyse, Profesor de Lingüística Aplicada, Universidad NebrijaMarta Gallego-García, Profesora de Lingüística Aplicada, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1612042021-05-24T17:37:59Z2021-05-24T17:37:59ZTodos somos ‘frikis’: fans, contenido y comunicación en el siglo XXI<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/402341/original/file-20210524-21-m2apex.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C5991%2C3979&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/funny-face-mask-big-eyes-pink-1632983764">Shutterstock / A. Kiro</a></span></figcaption></figure><p>¿Qué es ser friki? A menudo se asocia con ser un “pringao”. Es cierto que la fascinación inicial que suscitaban ordenadores y pantallas quizás pudo representar una vía de escape para personas especialmente introvertidas. Sin embargo, la realidad actual dista mucho del estereotipo. </p>
<p>Una de las muchas maneras de entender el frikismo pasa por otro <em>-ismo</em>: el fanatismo. Ismo, frikismo, fanatismo… todo suena a burda obsesión. Pero con cuatro preguntas clave que bien podríamos hacernos al escuchar “cultura fan” o “cultura friki”, entenderemos mejor qué es ser un friki.</p>
<h2>Una de <em>ismos</em>: frikismo o fanatismo</h2>
<p><em>Geek</em> y friki se refieren a aquellos individuos que sienten una fascinación especial por lo tecnológico. Al menos, es la explicación más cercana a los orígenes de los términos en inglés y en español, que se remontan a los inicios de la era Internet y más atrás. </p>
<p>En inglés, “freak” se refería originalmente a personas con malformaciones o con conductas inusuales para las convenciones sociales del momento. No tiene que ver con nuestra concepción actual de “friki”. </p>
<p>En cambio, “geek” se refería a esas personas con un ávido gusto por la tecnología y que, de manera peyorativa, algunos identifican con alguien tímido o asocial. </p>
<p>En español de España, se castellaniza “freak” a <a href="https://www.fundeu.es/recomendacion/friki-friqui-freaky-friky/">“friki”</a> y se comienza a usar para referirse a personajes de la cultura popular televisiva que aparecen en tertulias nocturnas (videntes, transformistas, cantantes con canciones hit del verano, etc.).</p>
<p>Con el tiempo, friki se populariza de tal forma que engloba a todo aquel que, por sus aficiones e intereses, se sale de lo canónico. </p>
<p>Podemos considerar que la versión española “friki” y la palabra <em>geek</em> en inglés son ahora casi sinónimos. Esto es así, porque los valores que como hablantes atribuimos a las palabras van cambiando. </p>
<p>Pongamos por caso a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y una de las personas más ricas del planeta. En esencia, él bien podría ser un <em>geek</em>, un friki. Alguien que, con amigos de la universidad, creó una de las más potentes empresas tecnológicas en un garaje. También es una <em>friki</em>, para algunos, aquella vecina, tímida y videojugadora, que sufría acoso escolar y se la etiquetaba de rarita. Hay frikis exitosos y frikis excluidos socialmente. Hoy nos centraremos en las connotaciones positivas de lo friki.</p>
<p>La digitalización de la sociedad ha popularizado lo friki y ha neutralizado las connotaciones negativas. </p>
<p>En realidad, si lo reflexionamos, todos somos un poco frikis. Hoy todos seguimos una plataforma de <em>streaming</em>, con <em>reality shows</em>, series o telenovelas de éxito. Seguir contenidos audiovisuales y de otro tipo es ser un fan que, con frecuencia, usa las tecnologías para su afición. De ahí se extrae la conexión entre lo friki y lo fan.</p>
<h2>Los ‘memes’: interactuar de otra manera</h2>
<p>Hoy lo friki y lo fan no se entienden sin la tecnología, pero no solo para consumir contenido. Por ejemplo, los amantes de la literatura pueden leer un libro en papel, pero también pueden comprar un audiolibro o tener una versión en un dispositivo digital, con facilidades para personas con necesidades especiales o simplemente para anotar en las páginas de manera editable. </p>
<p>Los amantes de la cultura audiovisual pueden ver series, películas, docuseries y <em>reality shows</em>, pero también pueden comentarlos e interactuar con gentes de todo el planeta con intereses similares. Aquí interesa el poder del <em>hashtag</em> o las etiquetas (#), que conectan a las personas con intereses compartidos. </p>
<p>Además de estar conectados con personas a escala global y local, los friki-fans pueden generar conversación acerca de lo que siguen, ven, leen y analizan. Se han convertido en críticos literarios, audiovisuales, culinarios, etc. Son comentaristas políticos. Estos y otros roles sociales antes estaban limitados a unos pocos autores con acceso a los medios de publicación. Con redes sociales y <em>apps</em> de mensajería, los friki-fans y los usuarios de Internet publican y comparten opinión y contenido con mayor facilidad. </p>
<p>Un ejemplo del cambio de forma de comunicarse es el empleo de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Meme"><em>memes</em></a>, esas imágenes y fotografías con texto superpuesto que incitan a conectar dos universos inicialmente separados: el de la imagen y el del texto. El juego entre lo que se dice, lo que se ve y lo que se interpreta da sentido al <em>meme</em>, un sentido que va desde la crítica social hasta el humor.</p>
<p>En definitiva, gracias a las tecnologías y a que todos somos un poco friki-fans (aunque es cierto que algunos más que otros), hoy nos comunicamos de manera diferente: más dinámica, interactiva y audiovisual. Pero este cambio en la manera de entender el consumo cultural y la manera en que nos comunicamos en sociedad nos incita también a convertirnos en productores de contenido.</p>
<h2>Creación de contenido en el siglo XXI</h2>
<p>Hoy consumimos tanta cultura de tanto tipo y tenemos un hambre voraz por más cultura que, a veces, se nos agota el repertorio de aquello que nos motiva e interesa más. Y aquí los friki-fans más comprometidos a veces crean contenido propio e inspirado en sus intereses personales, para que toda la comunidad de friki-fans y toda la sociedad en general se beneficie de ello.</p>
<p>Ejemplos en este sentido los hallamos por millones, pero por poner algunos muy gráficos, citaremos a los videojugadores que ofrecen su experiencia de juego en <em>streaming</em>, en vivo. Se graban mientras juegan, comentan las jugadas e interactúan en los chats con los que asisten atentos a las jugadas en las plataformas típicas de vídeo y <em>streaming</em> como YouTube o <a href="https://www.twitch.tv/">Twitch</a>.</p>
<p>Otro ejemplo muy gráfico y creativo es el de la <a href="https://www.youtube.com/channel/UCYEt19P3rd3n3MsjyOOna5A">youtuber @Miree_Music</a>. Miree, una joven catalana que participa en mis investigaciones, traduce y canta canciones pop japonesas y coreanas al español y al catalán. Luego sube sus vídeos a YouTube. Consigue traducciones muy logradas y celebradas por friki-fans de todo el planeta, que están encantados de tener una versión en español o catalán de canciones que estiman, pero que quizás no entienden en su globalidad por estar en lenguas tan lejanas como el japonés o el coreano. Una de sus canciones más aclamadas y vistas es la versión en español de la canción <a href="https://www.youtube.com/watch?v=uPyGoqbnaJU"><em>Fake Love</em></a> de la banda coreana <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/BTS">BTS</a>.</p>
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<figcaption><span class="caption">Fake Love, por BTS.</span></figcaption>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/uPyGoqbnaJU?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Versión en castellano por Miree Music de Fake Love de BTS.</span></figcaption>
</figure>
<h2>Implicaciones sociales</h2>
<p>Los frikis, los <em>geeks</em> y los fans han venido para quedarse. Tanto es así que muchos de nosotros somos un poco o muy frikis con algo que nos apasiona. </p>
<p>Los frikis, los <em>geeks</em> y los fans han contribuido a trastocar maneras de comunicación y a dar valor a otros recursos para comunicarnos, como la imagen en los memes o el vídeo.</p>
<p>Los frikis, los <em>geeks</em> y los fans nos hacen la vida mejor, pues expanden el repertorio de contenido con productos que ellos mismos crean.</p>
<p>En resumen, si alguna vez nos han llamado frikis o <em>geeks</em> por alguna afición o pasión que tengamos, esta es mi recomendación: enorgullezcámonos y cantémoslo al viento. Somos parte de un grupo selecto de personas que aprendemos mucho de aquello que nos gusta y que protagonizamos e influimos en parte de los cambios sociales y culturales de la era contemporánea.</p>
<p>¡Celebremos el frikismo!</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/161204/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Boris Vazquez-Calvo recibe fondos de "ForVid: el video como formato de aprendizaje de lenguas en y fuera del aula" (RT2018-100790-B-100; 2019–2021), “Retos de investigación”, proyectos I+D+i, Ministerio de Ciencia e Innovación, España. </span></em></p>En el Día Internacional del Orgullo Friki, el autor analiza el concepto del frikismo y a ese grupo selecto que aprende de aquello que le gusta e influye en los cambios culturales.Boris Vazquez-Calvo, Profesor Ayudante Doctor en didáctica de la lengua extranjera (inglés), Universidad de MálagaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1561632021-03-02T19:10:34Z2021-03-02T19:10:34ZDel baile de la libélula al lenguaje de los humanos: el comportamiento de las especies marca su evolución<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/387197/original/file-20210302-19-1yaxjug.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C9%2C2044%2C1922&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Libélulas _Hemiphlebia mirabilis_.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.inaturalist.org/observations/67188378">Reiner Richter</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/">CC BY-NC-SA</a></span></figcaption></figure><p>La diversidad es utilizada como sustrato por la selección natural (y sexual) para actuar, siempre y cuando los rasgos que muestran variabilidad se transmitan a través de las generaciones. Esto es la base de la evolución. </p>
<p>Tradicionalmente, se ha estudiado la herencia de caracteres fenotípicos (visibles) o fisiológicos. Pero ahora sabemos que los comportamientos también evolucionan, y, lamentablemente, también pueden extinguirse. </p>
<p>La ciencia ha demostrado que la diversidad es garantía de estabilidad en las comunidades. Por ello, la diversidad comportamental, o <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fevo.2017.00007/full">etodiversidad</a>, es un elemento clave en las interacciones sociales.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/387228/original/file-20210302-19-1k54vj4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/387228/original/file-20210302-19-1k54vj4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/387228/original/file-20210302-19-1k54vj4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/387228/original/file-20210302-19-1k54vj4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/387228/original/file-20210302-19-1k54vj4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/387228/original/file-20210302-19-1k54vj4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/387228/original/file-20210302-19-1k54vj4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/387228/original/file-20210302-19-1k54vj4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Libélula macho del género <em>Chalcopteryx sp.</em> abriendo y cerrando las alas (Brasil).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Adolfo Cordero</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Etodiversidad, otro motor de evolución</h2>
<p>El concepto de diversidad biológica o biodiversidad puede considerarse en realidad un metaconcepto, puesto que engloba varios niveles. </p>
<p>Imaginemos que estos niveles son un complejo de matrioskas o muñecas rusas, de tal forma que un nivel encierra a otro y así sucesivamente. De esta forma, tendríamos diferentes niveles, de menor a mayor complejidad: la diversidad genética, la diversidad de especies, la diversidad de ecosistemas que albergan esas especies y la diversidad paisajística (donde se encuentran estos ecosistemas), además de incluir los procesos evolutivos y ecológicos.</p>
<p>La divergencia y generación de nuevas especies puede producirse cuando las poblaciones quedan aisladas geográficamente, dejan de intercambiar genes y evolucionan independientemente, como ocurre en las islas. </p>
<p>Sin embargo, también es posible la especiación, aunque las poblaciones coexistan, cuando en ausencia de una barrera física, otros mecanismos adquieren relevancia. Estos pueden ser de varios tipos:</p>
<ul>
<li><p><strong>Ecológico.</strong> Por ejemplo, cuando se alimentan en plantas diferentes, o viven en distintos microhábitats.</p></li>
<li><p><strong>Sexual.</strong> Diferencias en la morfología de los órganos reproductores y gametos que dificultan o impiden la reproducción. </p></li>
<li><p><strong>Genético.</strong> Cambios cromosómicos u otros que crean esterilidad o inviabilidad híbrida.</p></li>
<li><p><strong>Etológico.</strong> Cuando hay divergencia en las señales de cortejo, atracción, huida o ataque entre individuos.</p></li>
</ul>
<p>El comportamiento cobra gran protagonismo para aislar poblaciones por divergir en su cortejo, como <a href="https://www.youtube.com/watch?v=YpYHwe8JD10">los elegantes movimientos</a> de la libélula más primitiva viva (<a href="https://peerj.com/articles/2077/"><em>Hemiphlebia mirabilis</em></a>), las danzas nupciales de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Maratus_volans">las arañas pavo-real</a>, las acrobacias y bailes de <a href="https://www.nationalgeographic.org/article/birds-paradise-beauty-kings/8th-grade/">las aves del paraíso</a> o <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fphys.2020.00845/full">los cambios de color de las sepias</a>. </p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/YpYHwe8JD10?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Movimientos de la libélula <em>Hemiphlebia mirabilis</em></span></figcaption>
</figure>
<p>Si las barreras reproductivas que surgen son lo suficientemente fuertes, los grupos no intercambiarán genes entre ellos aun cuando se eliminen las barreras geográficas, por lo que en dicho momento pueden considerarse ya como especies separadas. El comportamiento es posiblemente el mecanismo más efectivo para generar diversidad.</p>
<h2>La cara cultural y social de la diversidad</h2>
<p>Es importante tener presente que la diversidad también incluye una dimensión cultural, un factor muy relevante en muchas especies, incluyendo los humanos.</p>
<p>Nuestra interacción con el medio que nos rodea, mediante procesos culturales a lo largo de diferentes épocas y contextos históricos, han determinado cambios profundos del medio, que nos han permitido adaptarnos modificando el ambiente (lo que ahora se conoce como “<a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Niche_construction">construcción del nicho</a>”). </p>
<p>El concepto de biodiversidad no solo se limita al mundo animal o vegetal, sino que tiene importantes <a href="https://revistas.usc.gal/index.php/nacc/article/view/6937">consecuencias sociales</a>. </p>
<p>Durante las primeras elecciones bajo la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Perestroika"><em>perestroika</em></a> (reforma económica) de la antigua URSS, el diputado Nikolay Vorontsov aprovechó la fama del genetista <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Theodosius_Dobzhansky">Theodosius Dobzhansky</a>, que hablaba de la diversidad de las poblaciones naturales, e intentó extrapolar la relevancia de esas ideas en lo económico, cultural y en la vida política. </p>
<p>Si Rusia quería salvar su país, postulaba Vorontsov, debían centrarse en la diversidad en todos los sectores. En aquel momento funcionó a la perfección, ya que era una sociedad uniforme y monopolizada, que había dañado tanto la vida pública como la privada. </p>
<p>Fue la primera vez que la unión conceptual de la diversidad biológica y la diversidad cultural cosechó beneficios, ya que Vorontsov ganó, convirtiéndose más tarde en último ministro de Medio Ambiente de la URSS, en el Gobierno de Mijail Gorbachov.</p>
<p>Por tanto, como hemos visto, el concepto de biodiversidad no solamente se limita a animales, plantas u hongos, sino que es extrapolable a niveles sociales y/o culturales, y en particular a la etodiversidad, siendo la diversidad lingüística un caso paradigmático. </p>
<p>Si no ponemos en valor la diversidad, entendiendo esta en su sentido más amplio, podemos caer en actitudes intolerantes que por desgracia parecen estar todavía a la orden del día. </p>
<p>El racismo, el machismo, el fascismo u otras corrientes políticas extremas radican en el desconocimiento y escasa comprensión del significado de la diversidad y en la ausencia de respeto y empatía. Diversidad cultural, diversidad de pensamientos, diversidad sexual, diversidad funcional, diversidad lingüística…, en una palabra: etodiversidad. </p>
<p>Comprender y aceptar que existen todos estos tipos de diversidad y, lo más importante, educar a las futuras generaciones en valores de aceptación y respeto de esta diversidad, proporciona grandes beneficios para la sociedad, de la misma forma que la propia existencia de la diversidad biológica nos beneficia. </p>
<p>No lo olvidemos, ser diferentes no significa ser mejores ni peores.
En palabras de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Aldo_Leopold">Aldo Leopold</a> en su libro <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/A_Sand_County_Almanac"><em>A Sand County Almanac</em></a>: </p>
<blockquote>
<p>“La naturaleza nunca fue una materia prima homogénea. Fue muy diversa y los artefactos resultantes son muy diversos. Estas diferencias en el producto final se conocen como culturas. La rica diversidad de las culturas del mundo es el reflejo de una diversidad equivalente en la naturaleza que les dio a luz”.</p>
</blockquote><img src="https://counter.theconversation.com/content/156163/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Anais Rivas Torres recibe fondos de Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (PGC2018-096656-B-I00).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Adolfo Cordero Rivera recibe fondos de Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (PGC2018-096656-B-I00). </span></em></p>La diversidad biológica también engloba la etodiversidad o conducta de los animales. Su manera de actuar también pueden evolucionar, extinguirse y dar lugar a la generación de nuevas especies. El 3 de marzo es el Día Mundial de la Vida Silvestre.Anais Rivas Torres, Investigadora en el Departamento de Ecología y Biología Animal, Universidade de VigoAdolfo Cordero Rivera, Catedrático de Ecología, Universidade de VigoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1551002021-02-28T18:51:21Z2021-02-28T18:51:21Z#Malamadre: deconstruyendo estereotipos desde la lengua<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/386151/original/file-20210224-9618-sx62le.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C7360%2C4902&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/happy-funny-asian-girl-playing-her-713035867">Shutterstock / Dean Drobot</a></span></figcaption></figure><p>Se creía que la transformación llegaría con la conquista del espacio laboral exterior. Con salir del <em>gineceo</em>, nombre griego con el que se indicaba un espacio femenino. Ese espacio de “domesticación” de la mujer dentro del <em>oikos</em>, la casa familiar en la Grecia Antigua. Sin embargo, no ha sido del todo así.</p>
<p>La “domesticación” (de la mujer) se entiende, tal y como describe María Moliner en su diccionario, ligada a la raíz latina <em>domus</em>, ‘casa’, y en relación con otras palabras de la misma familia, con <em>domesticar</em>. <em>Domesticar</em>, en tercera acepción y marcada como “uso figurado”, es “«domar». Quitar a alguien la aspereza de carácter y hacerle tratable” (<em>Diccionario de uso del español</em>, 1966-67: <em>s. v. domesticar</em>). Extraña que el diccionario académico no marque el uso figurado de esta acepción en <em>domesticar</em>, ya que, en realidad, la <em>domesticación</em> es la acción y efecto de “hacer a un animal apto para convivir con el hombre” (<em>Diccionario de uso del español,</em> 1966-67: <em>s. v. domesticar</em>). </p>
<p>María Emma Mannarelli, dedicada a los estudios de género e historia social, habla en su ensayo de 2018 sobre <a href="https://lum.cultura.pe/actividades/libro-la-domesticaci%C3%B3n-de-las-mujeres"><em>La domesticación de las mujeres. Patriarcado y género en la historia peruana</em></a>. El estudio sobre <a href="https://www.bizkaia.eus/fitxategiak/04/ondarea/Kobie/PDF/5/Kobie_5_Antrpologia_cultural_EL%20ESPACIO%20Y%20EL%20TIEMPO%20EN%20LAS%20RELACIONES%20DE%20GENERO.pdf?hash=9d9b63915da55ea3c12840831ea6e2d3"><em>El espacio y el tiempo en las relaciones de género</em></a> de la antropóloga Teresa del Valle en 1991 ya explicaba cómo la configuración espacial ha diseñado las estructuras sociales que silencian a la mujer: la <em>domesticación</em> se construye en un <em>espacio interior</em>, identificado con la casa y con las tareas de reproducción y el cuidado familiar. Si bien este espacio, más allá de la reducción del lugar físico, entra en una construcción <em>emocional</em> de la realidad. Valle apunta: </p>
<blockquote>
<p>“Esta referencia se crea mediante la consideración de que el espacio interior es su punto de partida y de llegada, y lo que realiza en el exterior tiene sentido a partir de las actividades, responsabilidades y personas del primero. El exterior puede ser, y de hecho lo es, un espacio abierto, en muchos casos la calle, una plaza, pero en el que se está de paso, mientras se espera a alguien que vaya a regresar al espacio interior, y a pesar de que se está fuera no se rompen los lazos con las actividades y responsabilidades del espacio interior”.</p>
</blockquote>
<h2>Pensamiento, lengua y discursos formales</h2>
<p>El triunfo del <em>logos</em> de la Ilustración decimonónica olvidó y apartó de sus modos el conocimiento emocional. En este sentido, como bien apunta el antropólogo David Lagunas, aún <a href="http://www.ludus-vitalis.org/ojs/index.php/ludus/article/view/234">“seguimos siendo muy primitivos”</a>. El <em>logos</em> determinó las normas sociales y la lengua creó los discursos formales. </p>
<p>Analizar la forma de pensar es estudiar la lengua y sus discursos. Conocer las identidades culturales a través de la lengua no es nada nuevo. Ejemplo de ello nos han dado el antropólogo británico <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Edward_Burnett_Tylor">Edward B. Tylor (1832-1917)</a>, el estadounidense <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Franz_Boas">Franz Boas (1858-1942)</a>, hasta llegar a nuestros días, con propuestas teóricas como la de la <em>gramática liminar</em> del lingüista español <a href="https://www.uv.es/=alopez/gramatica/">Ángel López García-Molins</a>. Este último, por ejemplo, señala: </p>
<blockquote>
<p>“Toda expresión, ya se trate de una palabra, de una frase o de una oración, es una imagen de la realidad, una especie de cuadro o fotografía de la misma”. </p>
</blockquote>
<p>Así, el lenguaje no es solo un conjunto de símbolos formales, sino que es un reflejo social que permite ver cómo categorizamos, conceptualizamos y resolvemos problemas. En definitiva, cómo construimos la sociedad –tomamos el concepto de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Constructivismo_social"><em>constructivismo social</em></a> de su precursor teórico el filósofo ruso <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lev_Vygotski">Lev Smionovich Vygotsky (1896-1934)</a>.</p>
<h2>El discurso del diccionario</h2>
<p>Una herramienta que forma parte de ese constructo social son nuestros diccionarios. Los usuarios de diccionarios buscan explicaciones del mundo que les rodea entre el listado de sus voces ordenadas alfabéticamente. El individuo se acerca a estas obras empujado por el fin utilitario de adquirir conocimiento, de encontrar respuestas que permitan construir su propio pensamiento. </p>
<p>Sin embargo, es necesario tener en cuenta una cuestión importante: el diccionario no es un corpus neutro de datos independientes. Antes bien, es un producto del ambiente socio-cultural que rodea al individuo, es el resultado de la construcción dinámica de la cultura y del desarrollo de la actividad del progreso. </p>
<p>Y en este sentido el diccionario, al legitimar y normalizar reglas de conducta o formas de vida social, institucionalizas mediante la lengua, crea un modelo de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=8Wv8vRh5Pko&feature=youtu.be">acción cultural</a>.</p>
<h2>Deconstruyendo discursos sobre el género</h2>
<p>Los diccionarios suelen ser objetivo de crítica social por cómo reflejan nuestra sociedad. Pero su cambio no implica la modificación de la sociedad o el pensamiento. Antes debemos de entender que la deconstrucción del discurso llega precisamente desde los propios ciudadanos (tomamos el concepto <em>deconstrucción</em> de la filosofía de <a href="https://www.britannica.com/topic/deconstruction">Jacques Derrida, 1930-2004</a>).</p>
<p>Así, el discurso renovado para la identidad de <em>mujer-trabajadora-madre-pareja</em> no lo ha construido la “conquista” del <em>espacio laboral exterior</em>, sino que se está deconstruyendo desde el <em>espacio virtual</em>. </p>
<p>Sirva de ejemplo el <em>hashtag</em> o etiqueta (<a href="https://www.fundeu.es/recomendacion/etiqueta-mejor-que-hashtag-958/">según recomienda la Fundéu</a>) <em>malamadre</em>. El término <em>hashtag</em> se recoge en el diccionario en línea <a href="https://www.lexico.com/definition/hashtag">Lexico.com</a> del <a href="https://languages.oup.com/about-us/how-we-create-language-content/"><em>Oxford University Press</em></a>. </p>
<p>En español <em>etiqueta</em> aún no tiene un significado específico vinculado al espacio virtual en el <a href="https://dle.rae.es/etiqueta">diccionario</a> de la RAE. Que la RAE no recoja esta acepción actual de la palabra <em>etiqueta</em> no nos puede llevar a pensar que “no existe”. Del mismo modo, que no se recoja la forma <em>malamadre</em> en nuestros diccionarios, tampoco nos puede hacer pensar que no representa un nuevo concepto (de)-construido desde la lengua. </p>
<h2><em>Malamadre</em></h2>
<p>Una rápida búsqueda en Internet nos arroja <a href="https://www.google.com/search?q=malamadre&oq=malamadre&aqs=chrome..69i57j0j46j0l3j0i10j46j0l2.2373j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8">871.000 resultados en 0,56 segundos</a> de esta “nueva” palabra (y subiendo). El <a href="https://clubdemalasmadres.com/">Club de las malasmadres</a> es un claro ejemplo de asociacionismo femenino en las redes. Desde 2014, trabaja en la <em>construcción emocional</em> de nuevos patrones y en la deconstrucción de los rancios estereotipos. Los discursos formales de nuestros diccionarios no describen esta realidad social, pero desde el <em>espacio virtual</em> se está trabajando para crear una nueva identidad. Sirva de propuesta esta definición (mía): </p>
<blockquote>
<p>Malamadre. (Desde el lat. <em>remordere</em>, tener sentimientos y pesar interno por realizar lo que se considera una mala acción) 1. f. Mujer que, tras ser biológicamente madre, compagina las tareas invisibles del cuidado del hogar y las que se desprenden por sus relaciones de parentesco materno-filial, algunas también con responsabilidades profesionales en el espacio exterior, con su identidad e individualidad como persona. FAMILIA LÉXICO-CULTURAL: buen/ahijo/a, buenmarido, buenabuela. ANTÓNIMOS: madraza, madre de gobierno, mujer de la calle, mujer de punto, mujer del partido, mujer fatal, mujer mundana, mujer objeto, mujer orquesta, mujer pública, pobre mujer (<a href="https://dle.rae.es/mujer">véase diccionario RAE</a>). Y, sobre todo, <em>superwoman</em>.</p>
</blockquote>
<p>A mis hijas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/155100/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Águeda Moreno Moreno no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Necesitamos una nueva definición de ‘malamadre’. Aquella que empuja desde las redes buscando acabar con el estereotipo. Mujer, madre, profesional y persona. Nunca ‘superwoman’.María Águeda Moreno Moreno, Investigadora principal Grupo de investigación Seminario de Lexicografía Hispánica, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1558242021-02-24T19:31:22Z2021-02-24T19:31:22ZLo que las cosas dicen de nosotros<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/385776/original/file-20210223-19-r9xdou.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C3828%2C2402&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Boceto de _El dormitorio en Arlés_ de Vincent van Gogh (octubre de 1888).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Vincent_van_Gogh_-_Vincent%27s_Bedroom_in_Arles_-_Letter_Sketch_October_1888.jpg">Wikimedia Commons / Gogh Museum, Amsterdam</a></span></figcaption></figure><p>En los días siguientes a la muerte de un familiar querido volvemos a entrar en su casa, ahora vacía de su risas y caricias, mas llena de todo aquello entre lo que desenvolvía su vida. Fotografías, libros, sus tazas preferidas, la bisutería con la que se adornaba, el sillón que usaba para ver la tele. Las lágrimas nos invaden en nuestro recorrido por las habitaciones que nos eran tan familiares y ahora se han vuelto repentinamente extrañas. Lo que era un espacio común ahora no es sino un lugar de tristeza y recuerdo. Cuando las habitaciones se vacíen todo un mundo de remembranzas se irá con las cosas que fueron tan cercanas.</p>
<p>El antropólogo y teórico de la ciencia <a href="http://www.bruno-latour.fr/biography.html">Bruno Latour</a> ha insistido en la hibridación entre cosas, espacios e identidad. Las colecciones, muestreos, amueblamientos, archivos y bibliotecas, museos, laboratorios, redes digitales y complejos de datos son condiciones que no están por encima ni por debajo del carácter social de las producciones culturales. </p>
<p>En la cultura, los espacios, los artefactos y las comunidades se entrelazan de manera inseparable, constituyendo las varias formas de identidad que caracterizan nuestras trayectorias. Identidades epistémicas y estéticas. Identidades que permiten organizarse a los grupos sociales alrededor de signos y símbolos de afiliación, afinidades y lealtades. </p>
<h2>No hay cultura sin artefactos</h2>
<p>La cultura existe depositada en redes de artefactos. No hay cultura sin artefactos. Los artefactos no son medios o instrumentos de representaciones antecedentes, sino medios, o entornos, sin los que la cultura no puede crecer ni florecer. No hay religiones sin artefactos: ídolos, tótems, imágenes, mandamientos escritos en piedra, ritos, vestiduras, máscaras, cilicios, reclinatorios, cálices. No hay educación sin academias, estoas, pizarrones, bibliotecas, lapiceros. No son instrumentos: son estructuradores de posibilidades.</p>
<p>La cultura contiene prácticas y símbolos edificados como sistemas de carácter inmaterial, pero los soportes materiales de tales sistemas simbólicos importan como importa lo constitutivo y no lo meramente accesorio o instrumental. </p>
<p>Así como el cuerpo no es el instrumento ni el esclavo de la mente, tampoco lo son los artefactos. La pelota no es el instrumento del fútbol sino el constituyente de un juego que llamamos balompié. La vieja forma idealista de entender la cultura, como un mundo de significados en la cabeza, se asemeja al entrenador que enseñase a jugar al fútbol con tarjetas en las que apareciese la palabra o imagen “pelota”. </p>
<h2>Nichos de cultura material</h2>
<p>La cultura se organiza en contextos, dominios, disciplinas, áreas… La cultura material está constituida por nichos. La escritura abrió un nicho material al lenguaje objetivado; la materia pictórica a la imagen; la digitalidad a la hibridación de medios; la bio-info-robótica quizá esté ya constituyendo nuevos nichos culturales. </p>
<p>Aún recuerdo clases de informática en la España medio pobre que no disponía de ordenadores en las escuelas e institutos, donde el profesor enseñaba lenguajes extraños en un pizarrón sin que los alumnos pudiesen experimentar esa tan particular experiencia de escribir comandos y ver sus resultados en la pantalla. El ordenador, entonces, no era un objeto sino un poblador de un sueño aún no realizado.</p>
<h2>El profundo túnel de nuestra memoria</h2>
<p>Se ha despertado una creciente atención a la dimensión material de la cultura que se originó en trabajos como los de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pierre_Bourdieu">Bourdieu</a> en <a href="https://www.unebook.es/es/libro/la-distincion_123600"><em>La distinción</em></a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Michel_de_Certeau">Michel de Certeau</a> en <em>La invención de la vida cotidiana</em>, o del antropólogo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Daniel_Miller_(antrop%C3%B3logo)">Daniel Miller</a> en <em>Culturas materiales y consumo de masas</em>, además de los del ya citado Bruno Latour. Todos ellos han ido elaborando una mirada atenta a la cultura que nace en las fuentes de lo artificial. No es una mera moda o corriente o el prólogo a una nueva disciplina, sino todo lo contrario: el recordatorio de los más profundos túneles de nuestra memoria cultural. </p>
<p>El hecho de que en nuestra historia se hayan dejado a un lado las cosas y los artefactos, considerados bien como meras herramientas, bien como objetos de consumo, por ello sometidos a las fuerzas del mercado, indica mucho sobre los orígenes de la cultura moderna. La falta de atención a lo material es el resultado de una trayectoria de ascesis que busca en el desprendimiento una redención de una supuesta condición de caída y pecado. Sin embargo, en el detenimiento con el que Certeau describe la cocina de los proletarios de Lyon o sus ritos en la mesa excava en la condición humana mucho más profundamente que todos los exámenes de la cultura de la conciencia.</p>
<h2>Redes que dan sentido a la existencia</h2>
<p>La cultura material está hecha de redes de artefactos y prácticas de uso que son el medio en el que la agencia humana se hace realidad. Las cosas se articulan entre sí y con las relaciones sociales que hacen posibles: no tienen existencia más que en el contexto de las relaciones con otros artefactos y con un complejo de instituciones. Estas redes forman contextos complejos que contribuyen a crear el sentido de la acción humana. </p>
<p><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hannah_Arendt">Hanna Arendt</a> habla de hacer de la Tierra un hogar, siempre que dejemos de considerar que los objetos son simples instrumentos funcionales. Esa trascendencia, sostiene Arendt, parece encontrarse exclusivamente en el arte y no en el mundo de las cosas funcionales. Pero aquí Arendt se equivoca. Las cosas raramente son exclusivamente funcionales en el mundo de los humanos. El más simple objeto de cocina entra en una compleja serie de relaciones con el usuario y de éste con el resto. </p>
<p>Uno puede tener la manía de desayunar siempre con la misma taza, que lleva años con un pequeño desconchado y que todos le animan a tirar de una vez, pero el desayuno, responde, tendría algo de desasosegante sin ella. El viejo jersey que te pones al llegar a casa y que te indica que has entrado en un espacio propio lejos del jefe y las obligaciones de vestimenta a la moda que exige tu trabajo, una vieja prenda de la que conoces su biografía porque está entrelazada con la tuya. </p>
<p>Incluso el consumista compulsivo, que almacena o cambia cada poco de <em>gadgets</em> y ropa, lo hace precisamente porque la adquisición parece aliviarle una permanente ansiedad e insatisfacción. La mercancía expuesta en el escaparate tiene algo más que valor de uso o valor de cambio: está rodeada de algo parecido al aura que <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Walter_Benjamin">Walter Benjamin</a> encontraba en las obras de arte. Es un productor de deseo que activa las emociones y sueños del consumidor, pero no como simple consumidor sino como ser que desea, como habitante, quizás bajo condición de malestar, que busca un lugar en el mundo. Las cosas dicen de nosotros lo que somos tanto como nuestros actos.</p>
<hr>
<p>Este artículo se basa en la investigación para el libro <a href="https://www.catedra.com/libro/masmedia/espacios-de-intimidad-y-cultura-material-fernando-broncano-rodriguez-9788437641003/"><em>Espacios de intimidad y cultura material</em></a> de Fernando Broncano Rodríguez.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/155824/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fernando Broncano Rodríguez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Despreciados como meros instrumentos o herramientas al servicio de una cultura inmaterial y elevada, los objetos tienen un peso mayor del que pensamos en nuestra identidad y nuestro paso por la vida.Fernando Broncano Rodríguez, Catedrático de Filosofía, Universidad Carlos IIILicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1526642021-01-24T20:19:57Z2021-01-24T20:19:57ZLos estudiantes españoles, ejemplo internacional de adaptación a un mundo interconectado y globalizado<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/380157/original/file-20210122-13-1pn5wg4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C0%2C5982%2C3988&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Manifestación de estudiantes del movimiento _Fridays for Future_ en Málaga en septiembre de 2019.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/malaga-andalusia-spain-september-27-2019-1518087398">Shutterstock / No-Mad</a></span></figcaption></figure><p>La palabra “Pisa” suena a la ciudad italiana con la torre inclinada. Pero para los profesores es también sinónimo de comparaciones internacionales de rendimiento académico de estudiantes. </p>
<p>La “culpable” es la OCDE. Desde hace dos décadas utiliza PISA como acrónimo para su <a href="https://www.sel-gipes.com/pisa.html">Programa Internacional de Evaluación del Rendimiento</a> –<em>Programme for International Student Assessment</em>, en inglés–, que valora las competencias lectora, matemática y científica de los estudiantes de 15 años en diferentes países desarrollados. Ahora ha medido la Competencia Global. En ella, los españoles están por encima de la media.</p>
<p>Tras 20 años, la OCDE ha ampliado sus análisis y ha valorado en el 2020 lo que denomina <a href="http://blog.intef.es/inee/2020/10/22/la-competencia-global-pisa/">Competencia Global</a> (CG). Últimamente, esta está siendo trabajada prolíficamente. Hace poco se ha publicado el libro de <a href="https://aprenderapensar.net/2020/12/16/educacion-global-para-mejorar-el-mundo/">Fernando Reimers <em>Educación global para mejorar el mundo</em></a> (2020) y se ha defendido la tesis doctoral de <a href="https://repositorio.uam.es/handle/10486/692301">Mª Paz Menéndez <em>La educación para un mundo globalizado</em></a>. </p>
<p>La globalización y la internacionalización de los procesos sociales, políticos y económicos a los que ha dado lugar son fenómenos que han propiciado este auge. </p>
<p>La pandemia ha puesto de manifiesto más que nunca la necesidad de atender a los problemas globales desde nuestro espacio próximo, pero con perspectiva supranacional. </p>
<p>En los tiempos que corren, las soluciones del estado-nación no tienen la escala adecuada para resolverlos. ¿Hubiera llegado a España la vacuna el 27 de diciembre sin el concurso de la Unión Europea?</p>
<h2>Cómo se define la Competencia Global</h2>
<p>Pero ¿de qué estamos hablando exactamente? Toda competencia <a href="https://www.researchgate.net/profile/Antonio_Bolivar/publication/346971788_El_curriculo_global_de_la_sostenibilidad_desde_el_eje_Escuela-Familia-Comunidad_cap_4_En_Moya_J_y_Valle_JM_Coords_La_reforma_del_curriculo_escolar_ideas_y_propuestas_pp_35-51_Madrid_ANELE-REDE/links/5fd665c5a6fdccdcb8c47aa4/El-curriculo-global-de-la-sostenibilidad-desde-el-eje-Escuela-Familia-Comunidad-cap-4-En-Moya-J-y-Valle-JM-Coords-La-reforma-del-curriculo-escolar-ideas-y-propuestas-pp-35-51-Madrid-ANELE-REDE.pdf">cabe expresarla con una definición (desempeño) y unas dimensiones</a> (que, puestas en acción de manera combinada hacen posible, de forma eficiente y contextualizada, ese desempeño).</p>
<p>La CG se define con el desempeño de desenvolverse en un contexto social de globalización y participar en ese contexto de forma activa y constructiva, teniendo en cuenta los puntos de vista de diferentes grupos sociales y culturales. </p>
<p>En su dimensión cognitiva (conocimientos) esta competencia implica conocer los problemas globales (sostenibilidad, cambio climático, movimientos migratorios, grandes conflictos geopolíticos…) y asumir que es necesaria para resolverlos una interconexión entre instancias locales, regionales, nacionales y supranacionales. </p>
<p>Pero también conocer la diversidad de expresiones culturales que presenta la especie humana y asumir, sin negarlas, una conceptualización de dignidad humana que nos lleva a comprender desde esa dignidad compartida la igualdad de todas las personas por el valor igual que tienen como miembros de una misma especie. </p>
<p>Y, del mismo modo, relacionar esa dignidad humana con un marco de derechos inalienables como son los derechos humanos. </p>
<p>En su dimensión instrumental (destrezas) la CG supone adquirir herramientas tales como el diálogo constructivo, la gestión adecuada de los puntos de vista en contraste con los de otras personas diferentes o la resolución de conflictos. </p>
<p>En la dimensión actitudinal (referida a los valores) es preciso desarrollar, como mínimo, una conciencia profunda de respeto a los demás, de aceptación de puntos de vista distintos –con el límite de que no ataquen la dignidad humana ni los derechos fundamentales que son intrínsecos a esa dignidad- y de apertura a la interculturalidad, junto con asertividad y empatía. Se trata de aplicar, en síntesis, el reto de pensar globalmente y actuar localmente.</p>
<h2>España, con 512 puntos frente a los 499 del resto</h2>
<p>Según el <a href="https://www.sel-gipes.com/uploads/1/2/3/3/12332890/pisa_informe_competencia_global_compressed.pdf">Informe Español sobre Competencia Global</a>, los estudiantes españoles son mejores en ella que los de otros países desarrollados. La valoración de la competencia está desarrollada en el informe desde varios índices tales como los relacionados con cuestiones globales (conocimiento sobre esas cuestiones, autopercepción de eficacia para resolverlas o iniciativa respecto a ellas), actitudes hacia los inmigrantes, comunicación intercultural, interés por aprender sobre otras culturas, comprensión de las perspectivas de los demás, respeto a las posiciones de otros…</p>
<p>En efecto, los alumnos españoles obtuvieron 512 puntos en Competencia Global frente a los 499 de media de los países del estudio. Una idea más completa de esa posición la encontramos si se compara con otros países. </p>
<h2>Conocimiento sobre problemas específicos</h2>
<p>En el <a href="https://www.oecd.org/pisa/pisa-2018-global-competence.htm">Informe General de la OCDE</a> vemos que esa puntuación supone la posición 25 entre 65 países. Una posición mejor si nos referimos a indicadores concretos. Por ejemplo, en el conocimiento sobre algunos problemas globales específicos como la pandemia España ocupa el puesto 19. Y en la prueba de conocimientos sobre asuntos locales conectados con temas globales, ocupa la posición sexta sobre 27. </p>
<p>Quiero terminar con uno de los indicadores que me parecen más significativos: en la comprensión de la perspectiva de otros, España ocupa la novena posición entre 65 países analizados.</p>
<p>Es cierto que todas estas medidas hay que tomarlas con cautela. Las comparaciones deben tener en cuenta las diferencias de contexto y socioeducativas de cada país. Además, muchas de estas medidas, salvo las de la prueba de conocimientos, se basan en autopercepciones de quienes responden, que pueden inducir a descripciones subjetivas. </p>
<p>En cualquier caso, eso afecta a todos los países, por lo que no debe invalidar la conclusión general: el sistema educativo español prepara bien a sus estudiantes para vivir en un mundo interconectado y entenderlo desde una perspectiva de globalización.</p>
<p>Algunos factores que representan un importante cambio social en la España de las últimas décadas pueden estar detrás de estos datos. Uno puede ser la mayor movilidad de sus alumnos, derivada de programas de intercambio europeos. También la actitud activa hacia la información de las redes. </p>
<p>El escaparate global que supone la web hoy, y que da acceso a la aldea global desde la ventana del ordenador es, sin duda, una fuente para asumir la interconexión internacional e interiorizar conocimientos y actitudes relacionadas con la competencia global. </p>
<p>También ha podido influir que el currículo español ha incorporado con fuerza temas globales (cambio climático, sostenibilidad, energías alternativas…) Pero siempre se puede hace más. </p>
<p>La <a href="https://www.educacionyfp.gob.es/destacados/lomloe.html">nueva LOMLOE</a> tiene una gran oportunidad para hacer, desde un enfoque realmente competencial, una revolución curricular que coloque los <a href="https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/">Objetivos para el Desarrollo Sostenible</a> como piedra angular de los contenidos esenciales que será preciso transmitir a niños y jóvenes. Seguro que con ello la Competencia Global será aún mejor.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/152664/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Javier M. Valle no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La OCDE valoró el pasado año la Competencia Global de los estudiantes en uno de sus informes. El resultado es que los alumnos españoles están por encima de la media: el sistema educativo español los prepara muy bien para vivir en un mundo interconectado y entenderlo desde una perspectiva de globalización.Javier M. Valle, Director del Grupo de Investigación sobre Políticas Educativas Supranacionales, Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1495892020-11-05T21:16:03Z2020-11-05T21:16:03ZCuando transformamos el entorno, transformamos nuestra mente<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/367806/original/file-20201105-15-13d4rkm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2547%2C1573&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Alineamiento de Kermario, en Carnac (Francia).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Carnac_Kermario_02.jpg">Wikimedia Commons / Vassil</a></span></figcaption></figure><p>Todo alrededor de nosotros nos recuerda la variedad de escenarios materiales en los que trabajamos y vivimos. Las formas materiales de las que nos rodeamos reflejan nuestras preferencias y elecciones. Pero ¿afectan también a nuestros modos de pensar y procesar información? Muchas investigaciones previas creen que sí, y por eso los firmantes de este texto diseñamos un proyecto para estudiar este tema.</p>
<p>El proyecto <a href="http://www.incipit.csic.es/en/post/mentes-materiales-un-nuevo-proyecto-del-incipit">Material Minds</a>, “Estudio de las interacciones entre el cerebro predictivo, los artefactos culturales y la exploración visual” (acrónimo XSCAPE), ha sido aprobado por el European Research Council (ERC) a través de la <a href="https://erc.europa.eu/news/erc-2020-synergy-grants-results">convocatoria Synergy Grant del año 2020</a>. </p>
<p>La traducción de “Material Minds” en castellano como “mentes materiales” puede ser discutible, pero lo mantenemos porque el proyecto incidirá sin duda en el gran debate intelectual sobre el binomio mente/cerebro. En alemán lo hemos traducido como “Materieller Geist”.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/367828/original/file-20201105-24-3kq42p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/367828/original/file-20201105-24-3kq42p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/367828/original/file-20201105-24-3kq42p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/367828/original/file-20201105-24-3kq42p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/367828/original/file-20201105-24-3kq42p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/367828/original/file-20201105-24-3kq42p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/367828/original/file-20201105-24-3kq42p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/367828/original/file-20201105-24-3kq42p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Pieza cerámica de la cultura campaniforme.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Diferentes formas materiales provocan diferentes formas de mirar, atender e interactuar. Por ejemplo, los paisajes monumentales del Neolítico (4500-3000 a.C.) tienen una disposición que orienta la vista horizontalmente, como cualquiera que haya visitado los Alineamientos de Carnac en la Bretaña francesa ha podido confirmar. En cambio, monumentos más tardíos, como el último Stonehenge, imponen una respuesta visual más vertical. Lo que no hemos sabido ver habitualmente es que esta transición en la forma de mirar también se observa en los estilos cerámicos prehistóricos: la cerámica campaniforme que se difundió por toda Europa después del 2500 a.C. supuso un cambio dramático en la forma de explorar y mirar.</p>
<p>Un <a href="https://doi.org/10.1038/s41598-019-39661-w">estudio piloto de cerámicas prehistóricas</a> nos mostró que la exploración visual de ese tipo de materiales produce regularidades estadísticas y comportamientos estereotipados muy significativos. Estos se correlacionan sorprendentemente con diferentes escalas de complejidad social. Para ampliar esta pesquisa “Mentes materiales” explorará y comparará una gran variedad de casos de estudios pertenecientes a escenarios históricos, sociales y culturales muy diversos.</p>
<p>En total serán 41 subproyectos diferentes distribuidos en diferentes zonas. ¿Qué hace la arqueología en medio de todo esto? Fácil; sólo ella y la etnografía permiten examinar situaciones diferenciadas que permiten correlacionar los distintos estilos materiales con contextos sociales particulares. Haremos también un estudio paralelo con Grandes Simios para examinar el rol que las primitivas perceptuales básicas hayan jugado en el desarrollo cognitivo a lo largo de la escala filogenética.</p>
<h2>Procesamiento predictivo</h2>
<p>El acrónimo XSCAPE intenta dar la idea de muchos ambientes distintos (<em>landscapes</em>, <em>cityscapes</em>, <em>skyscapes</em>, <em>seascapes</em>, <em>artefactscapes</em> …) que interactúan permitiéndonos distinguir las oportunidades y limitaciones que cada uno de esos ambientes ofrece para el estudio de estas correspondencias.</p>
<p>Correlación sin embargo no implica causalidad. Nuestro proyecto intenta demostrar experimentalmente estas ideas, y cerrar el bucle entre la cultura material, las condiciones sociales y los modos de pensar, atender y razonar, <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/behavioral-and-brain-sciences/article/whatever-next-predictive-brains-situated-agents-and-the-future-of-cognitive-science/33542C736E17E3D1D44E8D03BE5F4CD9">algo que ha sido propuesto antes de ahora</a> y representa un campo prioritario de investigación.</p>
<p>Utilizaremos el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S136466130900117X?via%3Dihub">paradigma de procesamiento predictivo</a> como marco conceptual. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/367797/original/file-20201105-18-1w47jfe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/367797/original/file-20201105-18-1w47jfe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/367797/original/file-20201105-18-1w47jfe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=464&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/367797/original/file-20201105-18-1w47jfe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=464&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/367797/original/file-20201105-18-1w47jfe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=464&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/367797/original/file-20201105-18-1w47jfe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=583&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/367797/original/file-20201105-18-1w47jfe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=583&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/367797/original/file-20201105-18-1w47jfe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=583&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">XSCAPE Penrose model.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Este paradigma postula que nuestra percepción no es la captación pasiva de una realidad externa objetiva. Sino que es un proceso de inferencia activa, una especie de alucinación controlada que depende de una interacción efectiva entre las inferencias generadas a nivel central en nuestra mente y la información sensorial captada por nuestros sentidos. Es una propuesta que surge de la neurociencia teórica en la que los procesos de percepción, acción y aprendizaje están íntimamente ligados, al considerarse como tres elementos fundamentales de un circuito que ejecuta una forma de análisis Bayesiano sobre la información sensorial que recibimos del ambiente. En una especie de bucle continuo, el modelo infiere y aprende qué modelo interno del mundo en nuestras representaciones neuronales predice y explica los aspectos del ambiente que son causa de nuestras continuas percepciones.</p>
<h2>Reciprocidad mente mundo</h2>
<p>Existe pues una relación recíproca entre nuestra mente y el mundo. Primero, el mundo actúa sobre la mente para proporcionar el catálogo de las impresiones sensoriales, sus estadísticas, que almacenadas en nuestra memoria formarán la base de la inferencia que es finalmente nuestra interpretación del mundo. Mientras tanto, nuestra mente actúa sobre el mundo para que nuestro comportamiento cambie o controle el flujo de sensaciones de modo que encajen con el modelo interno responsable de esas inferencias. Este es el circuito cerrado e incesante de acción y percepción: miramos, vemos e inferimos dónde mirar a continuación para que el mundo siga apareciéndonos comprensible.</p>
<p>Utilizando simulaciones simples podremos estudiar cómo diferentes agentes adquieren estilos propios y pautados culturalmente de mirar y atender a partir de las interacciones concretas con sus mundos sociales y materiales, y cómo esos estilos, a su vez, afectan el modo más general de pensar, razonar y actuar de esos agentes. Así lo hemos demostrado recientemente en <a href="https://doi.org/10.31234/osf.io/rchaf">otro estudio piloto</a> .</p>
<p>Esta teoría de inferencia activa, aunque basada en concepciones abstractas, es neurobiológicamente plausible y se ha aplicado con éxito para construir modelos de otros aspectos de la función cognitiva, como la planificación. la orientación y navegación espacial, la generación de movimientos sacádicos de los ojos durante la lectura, o la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre.</p>
<p>Con estas premisas, pretendemos crear un modelo universal que pueda demostrar cómo la cultura material ha dado forma a nuestras capacidades cognitivas a lo largo de la historia.</p>
<p>Pensamos que la materialidad, los objetos que construimos y nos rodean, así como el lenguaje, actúan como señales ambientales imperfectas que posibilitan la evolución cultural, al ir poco a poco actualizando nuestro modelo interno del mundo y cambiando la forma en que nos relacionamos con él y el estilo de los objetos que construimos. Estamos convencidos de que esta materialidad, estos artefactos y objetos, funcionan como legados arqueológicos, pequeñas impresiones de nuestra mente, que quedan a disposición e influyen a su vez sobre la mente de futuras generaciones. Pretendemos asomarnos a la mente de nuestros antepasados a través de los objetos que nos han dejado. </p>
<p>“Mentes materiales” aspira a ofrecer una nueva y robusta visión de las interacciones complejas entre la mente humana y las diferentes culturas materiales que esta crea. </p>
<p>Si se confirman nuestras hipótesis, deberíamos ser muy cuidadosos con el modo en que transformamos nuestro entorno natural y construimos nuestro mundo artificial, ya que estamos también construyendo nuestra mente…, algo que en tiempos de covid y de maximización de la interacción con dispositivos tecnológicos, no parece precisamente banal.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/149589/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Un estudio europeo liderado por el Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC trata de demostrar que la cultura material afecta nuestros modos de pensar, atender y razonar.Felipe Criado-Boado, Profesor de Investigación, Arqueología, Instituto de Ciencias de Patrimonio (Incipit -CSIC)Andy Clark, Professor of Cognitive Philosophy, Departments of Informatics and Philosophy, University of SussexJohannes Müller, Professor for Pre- and Protohistory, Institute of Prehistoric and Protohistoric Archaeology, University of KielLuis M. Martinez Otero, Científico Titular, Visual Analogy Laboratory, Instituto de Neurociencias (CSIC - UMH) Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1435842020-07-30T15:01:41Z2020-07-30T15:01:41ZHitler en casa: cómo la máquina de relaciones públicas nazi reinventó la imagen doméstica del Führer y engañó al mundo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/350022/original/file-20200728-25-yzdm38.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=129%2C4%2C1468%2C962&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Hitler se vendió en publicaciones internacionales como un amante de la naturaleza.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/41818881@N06/16923088952/in/photolist-rMrfKJ-q9bFPd-bvxhpp-fcoGnw-qLLPcs-fcoEKo-fdRKz5-fc9tRg-fcoLAw-fcaacv-fdEPmZ-fcoGGj-fc9pS4-fcoFYE-fdEfyi-fc9toe-fcoKqU-fcoKCW-fc9tBP-fcoHf3-fcoHnb-fcoJSN-fcoJis-fc9se2-fcoKdw-fc9riP-fc9sDn-fcoLTb-fcoJ67-fcpqZ3-fdzWbS-fdzWpW-fdzWrm-9uDbzg-fdkBmB-fdkBkF-fdkBjr-fdzWfA-fdzWEs-fdkBK2-fdzWmy-fdzWi5-fdkBLv-fdzWzQ-fdzWjS-fdkBzn-fdkBt6-fdzWzb-fdkBzp-fcp7r5">ww2gallery/flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/">CC BY-NC</a></span></figcaption></figure><p>El 16 de marzo de 1941, mientras las ciudades europeas ardían y los judíos eran conducidos a guetos, The New York Times Magazine publicó una historia ilustrada sobre el retiro de Adolf Hitler en los Alpes de Berchtesgaden.</p>
<p>Adoptando un tono neutral, el corresponsal C. Brooks Peters señaló que los historiadores del futuro debían valorar la importancia del “dominio privado y personal del Führer”, un espacio donde las discusiones sobre el frente de guerra se entremezclaban con “paseos con sus tres perros ovejeros a lo largo de majestuosos senderos de montaña”.</p>
<p>Durante más de 70 años hemos ignorado el reclamo de Peters de tomar en serio los espacios domésticos de Hitler. Cuando pensamos en los escenarios del poder político de Hitler, somos más propensos a imaginar el Campo Zeppelín de Nuremberg que el salón de su casa.</p>
<p>Sin embargo, fue a través de la arquitectura, el diseño y las representaciones mediáticas de sus hogares que el régimen nazi fomentó el mito de un Hitler que en privado se comportaba como un hombre hogareño y buen vecino.</p>
<p>En los años previos a la Segunda Guerra Mundial esa imagen se utilizó de manera estratégica y eficaz, tanto en Alemania como en el extranjero, para distanciar al dictador de sus políticas violentas y crueles. Incluso después del inicio de la guerra, la impresión favorable sobre el Führer fuera de servicio jugando con perros y niños no se desvaneció de inmediato.</p>
<h2>Un cambio radical</h2>
<p>Las mitologías nazis sobre los orígenes de Hitler enfatizaron su pobreza y la carencia de hogar cuando era joven, así como su desdén por las comodidades.</p>
<p>Pero cuando Hitler se convirtió en canciller, sobre todo después de que las regalías del Mein Kampf lo convirtieran en un hombre rico, gastó mucha energía en rediseñar y amueblar sus residencias: la Antigua Cancillería de Berlín; su apartamento de Múnich y el Berghof, su casa en la montaña en Obersalzberg.</p>
<p>El momento en que realizó esas renovaciones a mediados de la década de 1930 coincidió con el cambio de imagen público de Hitler como estadista y diplomático, una transformación que también fue promovida por las películas de propaganda nazi de Leni Riefenstahl.</p>
<p>Las facetas más ásperas del extremista antisemita y agitador de masas fueron suavizadas creando una personalidad nueva y sofisticada que surgió en un entorno doméstico cuidadosamente diseñado. A través de las cortinas de seda y los jarrones de porcelana los diseñadores de Hitler sugirieron la existencia de un mundo interior refinado y pacífico.</p>
<p>Gerdy Troost, la decoradora de interiores de Hitler, desempeñó un papel importante en transmitir una imagen de su cliente como un hombre culto y de buen gusto. Inspirada en los movimientos de reforma del diseño británico, puso énfasis en la calidad de los materiales y la artesanía en lugar de la exhibición llamativa.</p>
<p>Hitler era un cliente comprometido y admiraba su gusto, aunque a veces chocaban por su tendencia hacia lo grandioso. Troost fue una mujer respetada y temida en la Alemania nazi, a pesar de que las historias escritas sobre ese período la han ignorado. Sin embargo, <a href="http://yalepress.yale.edu/book.asp?isbn=9780300183818">nuevas fuentes de archivos</a> revelan su sorprendente influencia sobre Hitler y su importancia dentro de los círculos de élite nazi.</p>
<h2>El chalet de Hitler</h2>
<p>Con vistas a Alemania por un lado de la montaña y a Austria por el otro, <a href="http://www.od43.com/Berghof_Full_Color_2.jpg">Berghof</a> era la propiedad más pública de las casas privadas de Hitler y ejercía un poderoso influjo en el imaginario nazi del imperio.</p>
<p>Hitler y sus publicistas se inspiraron en las imágenes de las montañas de los movimientos literarios y artísticos de Alemania, en especial del Romanticismo, para mitificar al Führer y convertirlo en un líder místico que se sumergía y encarnaba a la vez las terribles y magníficas fuerzas de la naturaleza.</p>
<p>Al mismo tiempo, la montaña sirvió como una herramienta para humanizar al líder de Alemania a través de su contacto con los animales y los niños. Mediante postales, revistas y libros oficiales, los alemanes consumieron fantasías sobre una vida doméstica ideal arraigada en un paisaje natural.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/95409/original/image-20150918-17686-sjwvwv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/95409/original/image-20150918-17686-sjwvwv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/95409/original/image-20150918-17686-sjwvwv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/95409/original/image-20150918-17686-sjwvwv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/95409/original/image-20150918-17686-sjwvwv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/95409/original/image-20150918-17686-sjwvwv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/95409/original/image-20150918-17686-sjwvwv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/95409/original/image-20150918-17686-sjwvwv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">‘Hitler, amante de animales.’</span>
<span class="attribution"><span class="source">Heinrich Hoffmann Collection, Picture Archive, Bavarian State Library</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Entre la expansión del Lebensraum y el aire puro de la montaña, un sitio donde brillaba el sol y jugaban niños rubios, los nazis animaron a los alemanes a imaginar un futuro maravilloso si sacrificaban en cambio sus bolsillos y libertades.</p>
<h2>Para la prensa extranjera era un caballero bávaro</h2>
<p>El auge de la cultura de las celebridades en las décadas de 1920 y 1930 desencadenó un apetito voraz por la información sobre la vida cotidiana de los ricos y famosos. El equipo de Hitler se dio cuenta rápidamente y aprovechó el hambre del público para promover estrategias de relaciones públicas muy comunes en la actualidad.</p>
<p>Los periodistas que escriben para la prensa en inglés engulleron la propaganda, alimentando una imagen falsa de Hitler al publicar historias brillantes del Führer, incluso cuando contrastaban con una realidad diferente e inquietante.</p>
<p>El 30 de mayo de 1937, un mes después de que aviones alemanes bombardearan Guernica, en España, The New York Times Magazine publicó un artículo en primera plana sobre el idílico retiro de montaña de Adolf Hitler.</p>
<p>En esa pieza llena de admiración, escrita por el corresponsal extranjero Otto Tolischus, los cielos no fueron representados como un medio para provocar la destrucción, sino como un raro topo de meditación, belleza y vida simple.</p>
<p>El artículo describía cómo el líder de Alemania, rodeado de picos alpinos y en comunión con la naturaleza, contemplaba el Reich y se deleitaba comiendo chocolate. No se mencionó el ataque de Hitler contra Guernica ni el sufrimiento de sus víctimas, un hecho que <a href="http://www.museoreinasofia.es/en/collection/artwork/guernica">Pablo Picasso inmortalizó más tarde</a>.</p>
<p>En noviembre de 1938, poco después de la anexión de Sudetenland en Checoslovaquia, y el mismo mes en que se produjo la <a href="http://www.ushmm.org/outreach/en/article.php?ModuleId=10007697">Noche de los Cristales Rotos</a>, la revista Homes and Gardens publicó un artículo titulado “La casa de montaña de Hitler” en el que atribuyó al Führer el diseño de Berghof. El artículo aplaudió su gusto y describió su vida privada como un entorno de refinamiento, cenas apacibles y amistades agradables.</p>
<p>Días antes de la firma del pacto nazi-soviético en agosto de 1939, The New York Times Magazine publicó otro artículo entusiasta sobre la residencia, donde se relataba de nuevo la saludable vida doméstica del Führer, su hospitalidad sin pretensiones y la pasión por los dulces.</p>
<p>Life, Vogue y otras publicaciones ampliamente difundidas también ofrecieron a sus lectores la oportunidad de ver ensayos fotográficos brillantes y minuciosos de las habitaciones de Hitler.</p>
<p>Sin embargo, las historias en la prensa británica que admiraban los gustos y actividades nobles de Hitler se evaporaron cuando comenzaron las hostilidades. Con los aviones de guerra alemanes bombardeando las ciudades y pueblos de la nación, los británicos perdieron rápidamente el interés por cómo Herr Hitler tomaba el té.</p>
<p>El público estadounidense tardó más en admitir que lo habían estafado, lo que refleja la ambivalencia más amplia que predominaba en el país sobre su participación en otra guerra.</p>
<p>Durante las últimas semanas de la guerra en Europa, las fuerzas aéreas aliadas bombardearon el Berghof y las tropas de las SS de Hitler lo incendiaron mientras se retiraban. Los residentes locales y soldados estadounidenses y franceses saquearon lo que sobrevivió.</p>
<p>En 1947, las ruinas se habían convertido en un destino para multitud de turistas curiosos. Sin embargo, a las autoridades les preocupaban los seguidores de Hitler que peregrinaban hasta el sitio para rendir homenaje a su líder caído. Con la aprobación del ejército estadounidense, que ocupó Obersalzberg, el gobierno bávaro demolió lo que quedaba del Berghof. Posteriormente plantaron árboles en esa zona.</p>
<p>En 2008 se colocó un letrero oficial que identifica la ubicación donde se encontraba la casa de Hitler. Ofrece una breve historia de la residencia en inglés y alemán que echa por tierra la visión simplista y ampliamente difundida de su función doméstica:</p>
<blockquote>
<p>Aquí pasó Hitler más de un tercio de su tiempo en el poder. Aquí se llevaron a cabo importantes discusiones y negociaciones políticas y se tomaron decisiones cruciales, lo que condujo a las catástrofes de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, causando la muerte de millones de personas.</p>
</blockquote>
<h2>Nunca más</h2>
<p>El exitoso cambio de imagen doméstica de Hitler, creado por sus diseñadores y publicistas, subraya la necesidad de asumir una postura mucho más crítica con las industrias que se centran en las noticias del hogar o el estilo de vida, las cuales pueden tener una enorme influencia.</p>
<p>En los últimos años, los medios de comunicación occidentales han adulado a Asma al-Assad, la Primera Dama de Siria, y han dicho que ejerce una influencia refinada y doméstica sobre su esposo. Aunque algunos de estos medios, incluida la revista Vogue, han intentado eliminar los rastros de esos artículos en Internet, las historias siguen <a href="http://www.presidentassad.net/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=164&Itemid=477">publicadas con orgullo</a> en el sitio web del presidente Bashar al-Assad.</p>
<p>Pero no debemos olvidar que, tras el hogar de una persona, a menudo hay más de lo que parece.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://es-us.vida-estilo.yahoo.com/hitler-en-casa-como-la-maquina-de-relaciones-publicas-nazi-reinvento-la-imagen-domestica-del-fuhrer-y-engano-al-mundo-093734618.html">Yahoo!</a></em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/143584/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Despina Stratigakos no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>A través de la arquitectura, el diseño y los medios, Hitler fomentó el mito de ser un hombre hogareño, culto y pacífico, para distanciar al dictador de sus políticas crueles.Despina Stratigakos, Professor of Architecture, University at BuffaloLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1384952020-06-07T20:29:05Z2020-06-07T20:29:05ZEn su cuarta salida, Don Quijote elige un itinerario didáctico<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/339271/original/file-20200602-133910-yznm8c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3988%2C2652&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/consuegra-toledo-region-castilla-la-mancha-1697305153"> karnavalfoto / shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Don Quijote, fiel a sus principios y a su determinación, se ha decidido a hacer su <a href="http://miguelde.cervantes.com/salidas.php">“cuarta” salida</a> o viaje en lo que supone una de sus aventuras más apasionantes para tratar de acercar su propia vida a quienes quieran conocerle más intensamente. </p>
<p>Hablamos de un ejercicio de inmersión tecnológica en algunas de las aventuras quijotescas, pero también de una oportunidad para acercarnos a elementos contextuales del relato cervantino desde un itinerario didáctico flexible y autoguiado. </p>
<p>¿Hasta qué punto el humanismo cervantino se alinea con el escenario educativo del XXI? ¿Es el marco tecnológico, con su diversidad y riqueza, su mayor aliado?</p>
<h2>Una aventura didáctica</h2>
<p><a href="https://bit.ly/navegandodonquijote"><em>Don Quijote navega de nuevo. Itinerario didáctico para el aula</em></a> es un recurso educativo en abierto que pone su foco en el aprovechamiento didáctico del relato sin desatender lo transversal e interdisciplinar. Ofrece un itinerario de navegación tan libre y aventurero como lo fue el espíritu del hidalgo. Permite que el estudiante personalice su proceso de aprendizaje eligiendo qué dinámicas hacer y en qué orden, en cuáles modificar su dificultad o cómo ir más allá de la propia página (cocinando una receta quijotesca, viendo una película…). </p>
<p>A este recurso lo guía una doble motivación: al recorrido lingüístico-literario se suman otras dimensiones (música, gastronomía, arte o salud) en estrecha alianza. </p>
<p>En definitiva, se reivindica la vigencia de <em>El Quijote</em> desde una pluralidad de visiones (textuales, sensoriales, artísticas…) para acercarlo al lector contemporáneo. </p>
<p>Esta web vivió su última actualización el pasado mes de marzo. Su primera validación fue realizada con estudiantes del máster de Formación del Profesorado de Secundaria, en la Facultad de Ciencias de la Educación de la ULPGC. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/334531/original/file-20200512-82361-1vwaxlx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/334531/original/file-20200512-82361-1vwaxlx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/334531/original/file-20200512-82361-1vwaxlx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=501&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/334531/original/file-20200512-82361-1vwaxlx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=501&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/334531/original/file-20200512-82361-1vwaxlx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=501&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/334531/original/file-20200512-82361-1vwaxlx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=629&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/334531/original/file-20200512-82361-1vwaxlx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=629&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/334531/original/file-20200512-82361-1vwaxlx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=629&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Portada del recurso didáctico.</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Un viaje para Secundaria y Bachillerato</h2>
<p>Los recursos que ofrece están siendo muy seguidos por centros de Secundaria y Bachillerato por profesorado especialista en Lengua castellana y Literatura. También por profesorado universitario interesado en recursos educativos en abierto y de naturaleza fundamentalmente autoguiada como este.</p>
<p>“En un lugar de la Mancha…” ¿Quién no ha pronunciado estas míticas palabras? El apartado de la web <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/asi-comenzo-en-otras-lenguas">Así comenzó</a></strong> muestra el inicio de la obra en diferentes lenguas y códigos comunicativos. Para recordar datos de la trayectoria de Cervantes, la <em>Biografía jocosa</em> y el <em>Recorrido en 360º</em>, contenidos en <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/biografia-jocosa">Sobre Cervantes</a></strong>, podrían ser la siguiente parada. Y si nos sentimos con fuerza, un reto mayor: el <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/concurso">Concurso</a></strong> pone a prueba nuestra memoria y pericia. Por otro lado, el <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/diccionario-del-quijote">Diccionario del Quijote</a></strong> plantea siete conceptos para que adivinemos bajo qué acepción los usa Cervantes. </p>
<h2>¿Qué era el bálsamo de Fierabrás?</h2>
<p>¿Estiramos las piernas? El itinerario inmersivo por tres escenarios de la <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/aventura-en-360">Aventura en esférico 360</a></strong> facilita información, por ejemplo, sobre la génesis de <em>El Quijote</em> y nos invita a componer el mítico bálsamo de Fierabrás: solo hay que encontrar sus cuatro ingredientes ocultos. Este “estremado licor”, dice Sancho, resulta de inestimable ayuda para paliar las magulladuras del hidalgo. </p>
<p>Y si hay dudas del alcance de estas no hay más que visitar <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/urgencias">Urgencias</a></strong>. Podemos repasar allí la gravedad de las múltiples lesiones que el caballero sufre en sus enjutas carnes y que, sin embargo, no le impiden levantarse una y otra vez (¡ya sabemos dónde se inspiró <a href="https://castlepedia.fandom.com/es/wiki/Batman_(Trilogia_Nolan)">Christopher Nolan para la trilogía de su justiciero <em>Batman</em></a>!). </p>
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<p>¿Un alto en el camino? Café, música y un buen libro que, como recuerda el hidalgo (Q, II, cap. XVIII), “no tiene precio”. En <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/cafe-quijote">Café Quijote</a></strong> degustaremos un completo menú para hacernos una idea de lo que solo ocasionalmente pudo nuestro héroe llevarse a la boca. En <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/instrumentos">Instrumentos musicales</a></strong> cumpliremos con el ideal clásico del “deleitar aprovechando” con música e instrumentos de la época. Refranes y dichos, ahora desmembrados para emparejarlos, en <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/cada-oveja-con-su-pareja">Cada oveja</a></strong>. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/338901/original/file-20200601-95054-8xk1mp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/338901/original/file-20200601-95054-8xk1mp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=363&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/338901/original/file-20200601-95054-8xk1mp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=363&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/338901/original/file-20200601-95054-8xk1mp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=363&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/338901/original/file-20200601-95054-8xk1mp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=456&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/338901/original/file-20200601-95054-8xk1mp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=456&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/338901/original/file-20200601-95054-8xk1mp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=456&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Detalle de una de las actividades de la web</span>
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<p><strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/algunos-textos">Recomponiendo textos</a></strong> y <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/copia-de-algunos-textos">Recomponiendo imágenes</a></strong> ponen a prueba nuestra visión espacial mientras “reconstruimos” pasajes del relato o bien damos forma a las magníficas ilustraciones de Doré. Son puzles que permiten adaptar su resolución a las capacidades del visitante renovando así la tarea. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/339270/original/file-20200602-133855-1s7t1vv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/339270/original/file-20200602-133855-1s7t1vv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=314&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/339270/original/file-20200602-133855-1s7t1vv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=314&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/339270/original/file-20200602-133855-1s7t1vv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=314&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/339270/original/file-20200602-133855-1s7t1vv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/339270/original/file-20200602-133855-1s7t1vv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/339270/original/file-20200602-133855-1s7t1vv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Puzle ‘Don Quijote leyendo en su biblioteca’, de Gustavo Doré.</span>
<span class="attribution"><span class="source">The Hispanic Society of America, Nueva York. 1863</span></span>
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<p>La cartelera de ocio se completa con <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/podcasts">Podcast</a></strong> y <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/el-quijote-en-el-cine">El Quijote en el cine</a></strong>: una oportunidad de escuchar íntegramente una versión radiofónica sobre <em>El Quijote</em> o el disfrute de su adaptación (TV y cine) más su propuesta didáctica. </p>
<p>Y del paisaje fílmico pasamos al personal, lo que <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5832234">Arellano</a> denomina heterotopia quijotesca. Esta da cuenta no solo del lugar evocado desde la perspectiva realista, sino también desde la visión fantasiosa e “ingeniosa” del hidalgo. <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/habitacion-transtornada">Habitación trastornada</a></strong> recrea su locura a partir del juego anacrónico diseñado una vez manipulada la lámina de <a href="http://bdh.bne.es/bnesearch/biblioteca/Don%20Quixote%20und%20Sancho%20Pansa%20auf%20Abenteuerziehend%20%20%20/qls/Schr%C3%B6dter,%20Adolf%20(1805%201875)/qls/bdh0000204409;jsessionid=9DBCEFD74766629CC58ED2AC32A1BC31">Adolf Schrödter</a>. Con <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/don-cubote">Don Cubote</a></strong> recontamos, desde la óptica personal, el relato cervantino con la combinación del <em>story cube</em> y el cubo de Rubik. </p>
<h2>El discurso crítico de la novela</h2>
<p>Dos secciones lanzan un guiño a un aspecto esencial de la novela: su discurso crítico. Por un lado, <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/estilistica-naci-libre">Estilística Marcela</a></strong> recuerda uno de los parlamentos, en boca de mujer, más comentados en las aulas y todo un grito de modernidad a comienzos del XVII. Por último, en <strong><a href="https://cristobalnuez.wixsite.com/navegandodonquijote/en-ruta-al-final">En ruta al final</a></strong> se agrupan herramientas para refrescar el debate (locura-cordura) en torno a las últimas palabras del hidalgo en su lecho de muerte.</p>
<p>En definitiva, gracias a la mediación de las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tecnolog%C3%ADas_del_aprendizaje_y_el_conocimiento">TAC</a> nos acercamos al de la <em>triste figura</em>. Su inquebrantable lucha o su defensa de la amistad nos pueden servir, hoy más que nunca, de modelo. <a href="https://bit.ly/navegandodonquijote">Acompañe a Alonso Quijano en esta nueva escapada</a>: sáquelo de la cama donde Cervantes lo hizo morir y revívalo.</p>
<hr>
<p>_Este artículo ha sido elaborado en coautoría con Cristóbal L. Nuez García, doctor en Didácticas Especiales (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2010) y asesor pedagógico en el Centro del Profesorado Las Palmas de Gran Canaria.</p>
<p>_ </p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/138495/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juana Rosa Suárez-Robaina no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Don Quijote navega por la red. Una página web creada por varios investigadores acerca la novela a los estudiantes a través de decenas de recursos didácticos que consiguen que conocer los detalles de la obra de Cervantes sea en sí una aventura.Juana Rosa Suárez-Robaina, Miembro del GIR "Motivación, Educación y Salud". Vicedecana de Cultura e Igualdad de la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1330342020-05-21T20:02:29Z2020-05-21T20:02:29ZClub de lectura, un placer privado convertido en acción social<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/334443/original/file-20200512-82397-m2os43.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=563%2C146%2C1350%2C839&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/education-concept-books-growth-on-tree-1726044964"> Alfmaler / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Los clubs de lectura son un modo de acción social cada vez más extendido y consolidado. Nada más hay que ver las noticias, los tuits y <a href="https://www.google.com/search?q=club+de+lectura&rlz=1C5CHFA_enES804ES804&tbm=nws&sxsrf=ALeKk00rCnpBfuy6RDQn_siFxHarYo1e2Q:1583409872740&source=lnt&tbs=qdr:m&sa=X&ved=0ahUKEwi5iP63pYPoAhUYThUIHXkUDdgQpwUIHw&biw=1218&bih=689&dpr=2">los resultados que arrojan los buscadores web sobre este tema</a>.</p>
<h2>Apenas 40 años de historia</h2>
<p>Su nacimiento en España se remonta a los años 80 del siglo XX, momento en el que las bibliotecas públicas comenzaban un nuevo desarrollo y actividad orientada a atraer al público general. </p>
<p>Una de las pioneras en el desarrollo de esta actividad dentro de la Biblioteca de Guadalajara, Blanca Calvo, así lo cuenta (<a href="http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/45706281091481873665679/ima0016.htm">Clubes de lecturas</a>, 2003): </p>
<blockquote>
<p>“Hace veinte años se formó el primer club de lectura de Guadalajara. Nació más o menos al mismo tiempo que los de las Bibliotecas Populares de Madrid (…) Los profesionales buscábamos fórmulas para atraer a la gente. Nos reuníamos e intercambiábamos ideas, y de esas conversaciones nacían cosas tan interesantes como los clubes de lectura”.</p>
</blockquote>
<h2>¿Qué es un club de lectura?</h2>
<p>De manera sencilla, un club de lectura es una agrupación pactada de personas, organizadas para leer y comentar la lectura de un libro. Sin embargo, dentro de esta apariencia sencilla, hay una actividad social más compleja. Este modo de convertir el placer por la lectura, generalmente un placer privado, en una forma de vida social, lo convierte en una acción cultural que actúa en todos los colectivos sociales (niños, mujeres, jubilados, jóvenes, adultos, estudiantes, etc.).</p>
<p>En la cultura del club de lectura cada lector obtiene del grupo social la integración, el fomento del hábito de la lectura y el aprendizaje por el debate. Vivir dentro de esta cultura es tener un espacio social para el desarrollo de la reflexión y el diálogo, pero también para el desarrollo de las relaciones interpersonales. De ahí que, verdaderamente, se pueda señalar que se trata de <a href="http://www.iehcan.com/wp-content/uploads/2015/12/PDF-6.pdf">algo más que una lectura en común</a>.</p>
<h2>Reglas de funcionamiento</h2>
<p>Aunque la agrupación es pactada y voluntaria, para su fácil y eficiente desarrollo, se necesita contar con una serie de reglas que determinan tanto el funcionamiento del club de lectura como las relaciones entre los participantes.</p>
<p>Con esas reglas el grupo de lectores da forma y determina las pautas de funcionamiento: decide la frecuencia de las reuniones, el tiempo de las sesiones, el espacio de reunión (convenientemente con libros: biblioteca, librería, casino, aula, centro de reuniones, etc.), la disposición del grupo de lectores (habitualmente en círculo), la planificación de las sesiones para generar la intervención de todos los participantes, la coordinación de las sesiones por una persona que actúa de moderador, la organización de actividades complementarias (culturales y/o lúdicas), etc.</p>
<h2>Amistad, respeto y roles</h2>
<p>En la cultura del club de lectura también queda definida la forma en que las personas se relacionan dentro del grupo. En este caso, se exige de manera muy especial una relación de respeto a la opinión ajena y abierta y tolerante a la construcción colectiva de conocimiento. Esto a su vez fortalece las relaciones de amistad y conocimiento social entre los lectores. En general, llegan a conocerse por sus nombres, saben de sus profesiones, sus aficiones, los datos sobre su familia y vida, entre otros aspectos. </p>
<p>Se crea una relación de inclusión o pertenencia al grupo, e, incluso, de empatía, por la influencia socializadora de la lectura. Así lo han demostrado los psicólogos David Comer Kidd y Emanuele Castano en un trabajo publicado en la revista <a href="https://science.sciencemag.org/content/342/6156/377?sid=f192d0cc-1443-4bf1-a043-61410da39519">Science</a>. </p>
<p>Por su parte, el propio desarrollo de la acción social exige la asunción de distintos roles (coordinador y lectores participantes). Esto dota a la acción social de un carácter estructural que, sin duda, define otro tipo de interacción entre los participantes: relación de control, de liderazgo y de cooperación.</p>
<h2>Su uso en el espacio escolar</h2>
<p>Esta cultura implantada dentro de la vida social (con reminiscencias a las tertulias literarias de las sociedades literarias del siglo XVIII) nace como un modo de entretenimiento, de interés por crear una red de carácter cultural para formar comunidades de lectores y con el ánimo de desarrollar el fomento del hábito de la lectura. </p>
<p>Sin embargo, actualmente está encontrando un espacio nuevo de acción social: el ámbito educativo. Y es que, en los últimos años, esta cultura se ha llevado al espacio escolar: son las llamadas <a href="http://comunidadesdeaprendizaje.net/wp-content/uploads/2010/11/Manual-Tertulias-Literarias-Dial%C3%B3gicas_CONFAPEA.pdf">tertulias literarias dialógicas</a>, entendidas como <em>comunidades de aprendizaje</em>, en donde la lectura se propone como una actividad educativa que extiende los tiempos y los espacios más allá del aula. </p>
<p>Estas tertulias se proponen como estrategias para la inclusión y la cohesión social entre los miembros de la comunidad educativa, tal y como se describe en el proyecto en Ciencias Sociales de Europa: <a href="https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/39613/Proyecto%20Included.pdf?sequence=1&isAllowed=y">Proyecto integrado INCLUD-ED dentro del VI Programa Marco de la Comisión Europea (convocatoria 2005)</a>.</p>
<h2>Reflejo en el cine</h2>
<p>No hay duda de que la cultura de los clubs de lectura ha venido para quedarse, ya que da muestras de que sirve adecuadamente al bienestar social, favorece la participación, la interacción y la integración social de los lectores (entre familias, estudiantes y docentes, en el ámbito educativo; entre bibliotecarios, lectores, libreros, en la vida social) y es una manera de ayudar a las personas a formar parte de un grupo social. </p>
<p>Tanto es así que los clubs de lectura sirven de espejo a películas como la comedia <a href="https://www.imdb.com/title/tt6857166/"><em>Book Club</em></a> (EE.UU. 2018), dirigida por Bill Holderman. Con Diane Keaton, Jane Fonda y Candice Bergen en el reparto, la decisión de formar un club de lectura irrumpe en la vida de estos personajes para provocar un cambio radical en sus vidas e incitar una llamada a la acción.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/133034/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Águeda Moreno Moreno no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Pertenecer a un club de lectura es mucho más que leer un libro determinado antes de una fecha determinada. Se crean lazos sociales y se adoptan roles que contribuyen a la integración y a la reflexión y el diálogo.María Águeda Moreno Moreno, Investigadora principal Grupo de investigación Seminario de Lexicografía Hispánica, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1362212020-04-24T17:26:36Z2020-04-24T17:26:36Z¿Volverán los besos y los abrazos?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/330192/original/file-20200423-47841-x973tu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3994%2C2664&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/several-girls-stand-circle-embracing-each-698457154">Hrecheniuk Oleksii / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La Organización Mundial de la Salud define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social (…)”. A su vez, la enfermedad también cuenta con tres dimensiones. Esta triada, introducida por primera vez por <a href="https://www.researchgate.net/profile/Andrew_Twaddle">Andrew Twaddle</a> (1967), suele exponerse a partir de términos extraídos del inglés: </p>
<ol>
<li><p><em>Disease</em> es la dimensión biomédica de la enfermedad. Consiste en el diagnóstico, pronóstico, tratamiento, etiología, etc. de alguna patología. </p></li>
<li><p><em>Illness</em> es la parte subjetiva o narrativa del paciente, la que se refiere al padecimiento individual. Desde los síntomas que sufrimos, hasta lo que la enfermedad implica para nosotros como, por ejemplo, un sentimiento de fragilidad, tristeza, miedo o desamparo.</p></li>
<li><p><em>Sickness</em> es la dimensión social de la patología. Se refiere a la visión que la sociedad tiene sobre una enfermedad. Aquí podemos hablar de aspectos administrativos, como puede ser una baja médica; de otras implicaciones sociales, como la solidaridad o el rechazo que la enfermedad supone o, incluso, de particularidades culturales.</p></li>
</ol>
<p>En el ámbito de la antropología de la salud, incluso en nuestro idioma, suelen usarse estos términos en inglés. Una propuesta podría ser hablar de patología (parte biomédica), padecimiento (parte narrativa del paciente) y enfermedad (lo social), pero no es tan claro y resulta más sencillo acudir a la terminología anglosajona. </p>
<p>La actual pandemia COVID-19 pone de relieve la importancia de la dimensión social. Existe una serie de restricciones y recomendaciones que la población mundial en general debe seguir. Como consecuencia del virus nos hemos visto obligados, contagiados o no, a vivir en confinamiento y a mantener un distanciamiento personal, es decir, no podemos ni reunirnos, ni acercarnos a otras personas. </p>
<p>Junto a esta situación se pueden analizar aspectos relacionados con las diferencias culturales. Por ejemplo, ¿podemos suponer que todas las culturas están experimentando este distanciamiento personal de igual manera? ¿Qué puede significar para algunas culturas no poder acercarse o tocar a otras personas?</p>
<h2>Manteniendo la distancia</h2>
<p>El antropólogo estadounidense <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Edward_T._Hall">Edward T. Hall</a> acuñó el término proxemia o proxémica para definir el uso del espacio en las interacciones humanas. El estudio de la proxemia incluye el espacio personal que hace referencia a la mayor o menor distancia con la que nos sentimos cómodos al relacionarnos unos con otros. </p>
<p>Se trata de una esfera invisible que buscamos proteger para no sentirnos invadidos. Es decir, el espacio que un individuo “reclama” inconscientemente como suyo, ya sea de manera permanente o temporal.</p>
<p>De esta forma, a través de la distancia, transmitimos de manera no verbal nuestras costumbres y el tipo de relación que tenemos con otras personas. </p>
<p>Diversos estudios científicos han avalado las teorías de Hall, demostrando que existen notables diferencias culturales con respecto al espacio personal. En Latinoamérica, el Medio Oriente y las culturas mediterráneas, por ejemplo, la gente se suele sentir cómoda con distancias más cortas que en el norte y centro de Europa o en Norteamérica, donde un acercamiento mayor puede provocar incomodidad o incluso ansiedad. </p>
<h2>Diversidad en el contacto físico</h2>
<p>Además, en determinadas culturas también el contacto físico es más habitual que en otras. Desde la manera de saludarse, que puede incluir besos o abrazos, hasta el grado de aceptación que tiene tocar el brazo o el hombro de alguien durante una conversación. </p>
<p>Es decir, cómo, cuándo, a quién y en qué circunstancias se puede tocar a otra persona varía mucho entre culturas. En algunas, como la mexicana, se acostumbra a saludar con un apretón de manos (a los hombres) y un beso (a las mujeres). Esta práctica se repite cada vez que te encuentras con alguien, aunque sea varias veces en el mismo día, o cuando te presentan a una persona. </p>
<p>Sin embargo, en la cultura estadounidense los besos no forman parte del saludo habitual y mucho menos si se trata de desconocidos. En algunas culturas asiáticas una reverencia o leve inclinación (dependiendo de las culturas) es más frecuente y mantiene la distancia evitando el contacto físico. </p>
<p>En España una persona con un resfriado no siempre advierte a otra que no puede saludar con dos besos porque está enferma. Cuando lo hace es habitual que, por una norma de cortesía o por no quedar mal, la otra persona le conteste que no le importa y acto seguido le plante dos besos.</p>
<h2>La proxemia en tiempos de coronavirus</h2>
<p>Dicho esto, y considerando las circunstancias en las que nos encontramos, surgen interesantes reflexiones sobre las diferencias culturales que existen con respecto a la distancia personal y el contacto físico, y las consecuencias futuras que esta enfermedad pueda traer consigo. Cabe preguntarse si en países como España, donde la distancia personal es relativamente pequeña y el contacto físico bastante habitual, esta pandemia va a afectar en el largo plazo a la forma de relacionarnos. </p>
<p>Una vez contenida la pandemia (previo paso por un periodo de transición) es de suponer que querremos volver a nuestras costumbres y hábitos anteriores. Así pues, en España, donde ya hablamos de la necesidad de abrazarnos en cuanto todo esto pase, parece lógico que el contacto físico y el distanciamiento personal que hemos visto suprimido en los últimos tiempos se recupere. </p>
<p>No obstante, a pesar de que los valores son relativamente estables, los comportamientos pueden cambiar provocados por una determinada coyuntura. ¿Será este el caso en la cultura española?</p>
<p>Como se ha visto, las enfermedades tienes una repercusión social. Las pautas sociales, como puede ser el canon de belleza, fomenta psicopatologías como la anorexia o la bulimia. A su vez, la historia nos presenta algunos ejemplos de cambios en hábitos, costumbres y visiones del mundo. Desde la purificación del agua (hirviéndola antes de ingerirla) debido a las epidemias de cólera en países de Latinoamérica y África, hasta la aparición hace menos de cuarenta años del VIH que cambió la manera de concebir las relaciones sexuales de las generaciones siguientes. ¿Seremos testigos, por tanto, de un cambio cultural o volveremos a acercarnos, abrazarnos y besarnos con conocidos y desconocidos como veníamos haciendo?</p>
<p>Aunque es atrevido dar una respuesta, todo parece indicar que querremos recuperar esa distancia perdida. Volverán los abrazos y los besos, pero también es posible que, cuando una persona te diga “no te saludo que estoy resfriado”, a partir de ahora le tomemos la palabra.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/136221/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>El distanciamiento social no supone lo mismo para todas las culturas. En la mediterránea estamos más acostumbrados a la proximidad física en nuestras relaciones. ¿Cambiará la pandemia nuestras costumbres?Ramón Ortega Lozano, Profesor de Antropología de la salud y Comunicación humana en la Facultad de Ciencias de la Salud San Rafael-Nebrija, Universidad NebrijaAna Carballal Broome, Profesora de Comunicación Intercultural, Competencias profesionales para entornos internacionales y multiculturales, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1326412020-03-26T20:09:19Z2020-03-26T20:09:19ZEl expolio arqueológico ya no tiene excusa: el Brexit y los mármoles del Partenón<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/323075/original/file-20200325-168899-1n3hdrc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=126%2C177%2C1336%2C792&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Jinetes del friso Partenón.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://research.britishmuseum.org/research/collection_online/collection_object_details.aspx?images=true&objectId=461680&partId=1">British Museum</a></span></figcaption></figure><p>Cuando visitamos un museo o una galería de arte pocas veces pensamos cómo una pieza ha terminado allí. Muchas veces su origen será lícito; otras veces se debe a conductas criminales que se enmarcan en la delincuencia contra el patrimonio cultural. </p>
<p>El bien cultural más susceptible de convertirse en “víctima” de este tipo de delincuencia es el patrimonio arqueológico. Robar un <em>van gogh</em> bien custodiado en una institución tiene poca salida, incluso en el mercado negro. En cambio, saquear un yacimiento arqueológico es una opción segura: es una conducta que sucede en medio de la naturaleza, donde la presencia policial es escasa, y por lo tanto, el riesgo de detección es mínimo. </p>
<p>Con el expolio empieza la cadena que nutre un nefasto y rico mercado ilícito de antigüedades traficadas. Y una vez las mismas están expuestas en una institución cultural, ¿quién puede saber el origen ilegal de la misma, si éste se oculta? </p>
<p>Sin ir más lejos, en la última edición de la feria de arte <a href="https://www2.tefaf.com/home">TEFAF</a> que se celebra anualmente en Maastricht se han incautado una cabeza romana y un jarrón egipcio que podrían haber sido excavados ilegalmente por saqueadores. Y sin embargo, allí estaban, esperando un comprador. </p>
<h2>El caso del Partenón</h2>
<p>El caso de los mármoles del Partenón es diferente, pero no por ello menos importante. Hagamos un poco de historia: <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Bruce_Elgin">Thomas Bruce</a>, 7º conde de Elgin, llega a finales del siglo XVIII a una Atenas no griega, sino otomana, como embajador del imperio británico ante el gran mufti. </p>
<p>En esa época, la pasión por el arte clásico está de moda gracias a la labor del famoso historiador del arte <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Johann_Joachim_Winckelmann">Winckelmann</a>. Bruce cree que llevarse los mármoles del Partenón será una forma maravillosa de educar a sus conciudadanos, además de que le ha prometido a su esposa que con ellos decorarán su nueva casa. </p>
<p>Se redacta un contrato con los turcos y asunto terminado: los mármoles salen del Partenón rumbo al Reino Unido. Será años más tarde cuando el gobierno británico comprará los mármoles a Bruce e irán a parar al British Museum.</p>
<h2>Lo que supone el Brexit</h2>
<p>Aquí yace la gran defensa del Reino Unido, que esgrime como argumento principal que toda la operación fue perfectamente legal. Este es uno de los muchos argumentos alegados a lo largo de la batalla legal y diplomática presentada por Grecia, estado que desde la década de los ochenta del siglo pasado ha pedido en repetidas ocasiones la devolución de los mármoles. </p>
<p>Ahora, con el apoyo al Reino Unido debilitado gracias al Brexit, Grecia ha presentado una cláusula en las negociaciones ante la Unión Europea (con el soporte de Italia, España y Chipre) en la que se pide el retorno de cualquier antigüedad robada que se encuentre en el Reino Unido. Y es aquí donde yace la utilidad de esta cláusula: aunque claramente Grecia la plantea para el retorno de los mármoles del Partenón, esta cláusula sirve tanto para antigüedades traficadas en la actualidad como antigüedades ‘traficadas’ en el pasado. </p>
<h2>Un acuerdo “legal” insostenible</h2>
<p>Digo traficadas entre comillas porque ahí radica el hecho diferencial de los mármoles del Partenón: nadie niega, por más controvertido que sea el contrato entre Elgin y el gobierno turco de la época, que el acuerdo fuera legal. El problema es que esta legalidad no se sostiene en la actualidad. </p>
<p>Los delitos no suceden en el vacío: todo lo contrario. Suceden en el espacio y en el tiempo, en un momento y lugar determinados, donde impera una cierta cultura. ¿La consecuencia? Lo que ayer no era delito hoy lo puede ser y viceversa. </p>
<p>Aplicado al patrimonio cultural, no es de extrañar percibir un cambio de mentalidad más que legítimo entre muchos estados que vieron cómo, por la colonización y demás eventos históricos, su patrimonio cultural quedaba disperso por todo el mundo, y hoy reclaman su devolución. Lo hace Grecia, lo hace Italia, lo hace Benín, lo hace Egipto y tantos otros estados. Antes se podía tolerar: ahora ya no. </p>
<h2>Londres como centro del mercado internacional</h2>
<p>¿Y como afecta esta cláusula a las antigüedades traficadas hoy en día? Como en otras formas de tráfico, el patrimonio cultural sale generalmente de estados empobrecidos (con honrosas excepciones, pues en este tipo de tráfico lo que prima es que el estado sea rico en patrimonio cultural) hacia estados ricos, que generalmente suelen ser centro del mercado internacional del arte. </p>
<p>¿Y adivinan cual es uno de los centros más importantes del mundo? En efecto, Londres. El Brexit podría suponer una traba administrativa más a operaciones policiales dirigidas a desmantelar el tráfico ilícito de arte. Por ello no nos debe sorprender que Italia, España y Chipre hayan apoyado la iniciativa griega, puesto que son estados con contenciosos internacionales por su patrimonio cultural y, en mayor o menor medida, con <a href="https://www.guardiacivil.es/es/institucional/Conocenos/especialidades/patrimonio_historico/index.html">unidades</a> <a href="https://www.policia.es/org_central/judicial/udev/patrimonio.html">policiales</a> dedicadas específicamente al patrimonio cultural, y por lo tanto, activas en su detección y prevención.</p>
<h2>Un cambio cultural bienvenido</h2>
<p>El futuro dirá qué ocurre con esta cláusula, y el futuro dirá qué ocurre con los mármoles del Partenón. Ahora bien, sea cual sea el recorrido administrativo de las negociaciones entre Bruselas y Londres (de momento Downing Street ya ha manifestado que <a href="https://www.parthenonuk.com/component/tags/tag/jeremy-wright-mp">no van a negociar sobre los mármoles del Partenón</a>), el cambio cultural ha llegado. </p>
<p>Ya nadie puede fingir ignorancia: el patrimonio arqueológico no es moneda de cambio, ni sirven argumentos más dignos del colonialismo que de épocas actuales para poseerlo. Y desde luego, levantar fronteras no equivale a impunidad para con el tráfico de patrimonio cultural. ¡Bienvenida sea esta cláusula en la lucha contra este tipo de delincuencia!</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/132641/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Marc Balcells i Magrans no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Amparados en el acuerdo entre el imperio otomano y el arqueólogo Thomas Bruce, los ingleses rechazan devolver los mármoles del Partenón. Pero ya no es posible escudarse en el pasado para justificar el expolio arqueológico.Marc Balcells i Magrans, Profesor de Criminología y Derecho Penal, UOC - Universitat Oberta de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1311172020-02-26T20:52:29Z2020-02-26T20:52:29ZLa música atonal puede producir más placer del que creemos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/317406/original/file-20200226-24694-cqrmr2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C3%2C1014%2C1017&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Disco de 'Quinteto para instrumentos de viento', de Arnold Schoenberg.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k88094778#dcId=1582729745537&p=2">BNF / Gallica</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Parece imposible que alguien no se emocione escuchando el aria <em>Nessun Dorma</em> de la ópera de <em>Turandot</em>, de Giacomo Puccini, o una sinfonía de Beethoven. </p>
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<figcaption><span class="caption">Joseph Calleja - “Nessun dorma”.</span></figcaption>
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<p>Pero ¿qué sucede con la música contemporánea?</p>
<p>Una de las cuestiones que las disciplinas relacionadas con el arte y la música han intentado responder es por qué la música puede provocarnos emociones tan intensas. De hecho, filósofos como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Eduard_Hanslick">Eduard Hanslick</a> conceden a la música una superioridad emocional sobre el resto de las artes, quizás por su influencia fisiológica sobre nuestro sistema nervioso.</p>
<h2>Máximos niveles de emoción</h2>
<p>La música integra experiencias físicas, cognitivas y afectivas, siendo la emoción una de las características más salientes; y así lo revelan diferentes investigaciones, que han mostrado que por medio de la música se alcanzan los <a href="https://global.oup.com/academic/product/strong-experiences-with-music-9780199695225?cc=es&lang=en&">máximos niveles de emoción</a>, por delante de las actividades deportivas, la gastronomía o la actividad sexual.</p>
<p>La música siempre ha estado, y está, presente en nuestras vidas, especialmente en aquellos momentos más emotivos y socialmente relevantes. No hay duda de que la música refuerza e intensifica las emociones que sentimos no solo en la vida ficticia, sino también en la realidad. ¿Cómo sería una película sin música?</p>
<p>Es indiscutible la relación entre <a href="https://global.oup.com/academic/product/handbook-of-music-and-emotion-9780199604968?cc=es&lang=en">la música y la emoción</a> y podemos decir que su estudio es interdisciplinar, ya que en él confluyen los campos de la psicología, la música, la filosofía, la educación, las neurociencias y, por tanto, es desde esta dimensión multidisciplinar desde donde debemos explorar y abordar el emocionante mundo de la música.</p>
<p>Mi experiencia como intérprete de flauta travesera me llevó a interesarme, hace ya varios años, en la emoción y el placer que nos produce la música. El hecho de poder tocar dentro de una orquesta sinfónica me ha dado la oportunidad de experimentar una intensa respuesta emocional, muchas veces indescriptible, y me surgían interrogantes en torno a esos momentos concretos de la música que nos hacen estremecernos. </p>
<h2>Rechazo a la música atonal</h2>
<p>Pero estas cuestiones adquieren especial relevancia con la música atonal, más comúnmente conocida como música contemporánea, y que socialmente provoca cierto rechazo.</p>
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<p>Antes de adentrarnos en el tema de las emociones en la música contemporánea, consideramos importante y necesario explicar, de manera sintetizada, los conceptos de música contemporánea, atonalidad y su diferencia con la tonalidad.</p>
<p>Con el término música contemporánea solemos referirnos a un tipo de música concreto, de tradición “clásica”, que no responde de manera exacta al vocablo contemporáneo, que incluiría cualquier estilo de música del tiempo actual. De ahí que prefiramos la utilización de la expresión música atonal para hacer referencia al estilo musical que surge como ruptura con el sistema de la tonalidad reinante durante casi cuatro siglos.</p>
<h2>Diferencia entre tonalidad y atonalidad</h2>
<p>El sistema tonal o tonalidad es el predominante en la música occidental desde 1650 hasta principios del siglo XX, y está basado en la organización jerárquica de los sonidos de la escala. Aunque la escala del sistema occidental está compuesta por doce sonidos, el sistema tonal utiliza principalmente siete sonidos (Escala básica: <em>do-re-mi-fa-sol-la-si-do</em>). </p>
<p>Dentro de esta escala, unos sonidos son más importantes que otros, existiendo una nota central de atracción denominada tónica (de ahí, el término tonalidad), en torno a la cual giran el resto de los sonidos de la escala, cada uno de ellos con funciones diferentes (de reposo, energía…). Así, un oyente puede intuir o predecir cuándo la música llega a su fin o qué sonido sigue a otro, como se muestra en este vídeo:</p>
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<figcaption><span class="caption">En esta charla (Ted Talks) de Benjamin Zander podemos ver un ejemplo del fenómeno que hemos comentado de adivinar (predecir) el final de una frase musical, independientemente de nuestro conocimiento musical.</span></figcaption>
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<p>Sin embargo, la atonalidad (a=negación; sin tonalidad) implica la ruptura con este sistema jerarquizado. De manera que todos los sonidos tienen la misma importancia, no existiendo relaciones funcionales entre ellos. De ahí que pueda resultarnos un estilo caótico. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=bd2cBUJmDr8">Arnold Schönberg</a> fue uno de los primeros compositores en abandonar la tonalidad.</p>
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<figcaption><span class="caption"><em>Pierrot lunaire</em>, producción de la OSC “Schoenberg Beyond the Score”.</span></figcaption>
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<p>Para comprender mejor estos conceptos musicales podemos establecer una similitud con la gramática del lenguaje. Dentro de una frase, las palabras tienen un orden (o jerarquía) de manera que, si lo alteramos no siguiendo las leyes gramaticales de nuestro idioma, podremos reconocer las palabras, pero nos resultará difícil la comprensión y el significado del discurso.</p>
<h2>Una investigación aún escasa</h2>
<p>La mayoría de los estudios sobre música y emoción se han centrado en la llamada popularmente música “clásica”, y más concretamente en la música tonal. Sin embargo, la investigación con música atonal es escasa y más todavía en el campo de las emociones.</p>
<p>Este tipo de música, que tal y como comenta Ross en su libro <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-el-ruido-eterno/12725"><em>El ruido eterno</em></a> “a muchos les suena a ruido”, parece entrañar una mayor dificultad para provocar emociones positivas tanto entre el público como entre los intérpretes. </p>
<p>La música atonal nació a principios del siglo XX y se caracteriza por la ruptura con el sistema tonal en el que estamos enculturizados (del inglés <em>inculturation</em>= <a href="https://dle.rae.es/inculturaci%C3%B3n#Rr0u8m2">enculturación/inculturación</a>). Son varios los autores que advierten la complejidad de esta música para su audición, su comprensión e interpretación. De ahí quizás la tendencia a calificar esta nueva música de más cerebral y menos emocional. </p>
<h2>¿Es emocionalmente incomprensible?</h2>
<p>Y, aunque algunas corrientes filosóficas han llegado a considerarla como una música incapaz de expresar emociones y, por tanto, emocionalmente incomprensible, no por ello podemos afirmar que la música contemporánea (o música atonal) se haya desinteresado por el aspecto emocional. </p>
<p>De hecho, no debemos olvidar que la atonalidad nació como ingrediente esencial de la música expresionista, estilo surgido a partir del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Expresionismo">expresionismo</a> en literatura y pintura, que pretendía ser una nueva forma de expresión y de lenguaje por medio de los cuales plasmar a través del arte las realidades humanas de una manera más expresiva.</p>
<p>De ahí nuestro interés en realizar una investigación en la que abordáramos la evolución de los aspectos emocionales durante el estudio de una pieza atonal para instrumento solo (entre otras obras, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=FD3xKpWmKxU"><em>Sequenza I</em> para flauta travesera</a>, de Luciano Berio; <a href="https://youtu.be/5fMdahCQR78"><em>In Freundschaft</em></a>, de Karlheinz Stockhausen; <a href="https://youtu.be/2P2o9b02lhg"><em>De profundis</em></a> para acordeón, de Sofiya Gubaidulina; <a href="https://youtu.be/XijfK-pOMp0"><em>Variation über das thema eSACHERe</em></a> para violoncehlo, de Cristóbal Halffter) con 58 estudiantes de diferentes especialidades instrumentales de conservatorios superiores de todo España.</p>
<p>En este estudio pudimos comprobar que los sentimientos iniciales de incomodidad y frustración entre el alumnado durante la primera fase de la investigación se transforman en emociones más positivas hacia esta música una vez estudiada la obra. </p>
<p>Se sabe que las reacciones a la música son el resultado de un proceso cognitivo y que la música contemporánea necesitará de un proceso de asimilación y acomodación a nuestros esquemas mentales (es decir, a nuestra mente enculturada y “educada” en el sistema tonal) que se consigue gracias al estudio. </p>
<p>Quizás también estos son los motivos por los que, en esta misma investigación, encontramos que los estudiantes <a href="https://ojs.uv.es/index.php/LEEME/article/view/9841">prefieren ser intérpretes y no oyentes de este tipo de música</a>. El hecho de escuchar la pieza sucesivamente durante el estudio les permite familiarizarse con la obra y conseguir una mayor comprensión, además de una respuesta emocional positiva.</p>
<h2>Música y sentimientos positivos</h2>
<p>Sin embargo, aunque en general la música se relaciona con los sentimientos positivos, no debemos olvidar que las emociones tienen una doble valencia –positiva y negativa– y que, por tanto, las emociones de valencia negativa hacia la música también implican una respuesta emocional. </p>
<p>De hecho, es difícil que cualquier tipo de música que escuchamos por primera vez pueda conmovernos o provocarnos una intensa respuesta emocional, ya que esta está configurada por la cognición o conocimiento de la obra. De ahí que la audición continuada aumente la familiaridad y, por tanto, una emoción más intensa y positiva.</p>
<p>Los resultados de <a href="https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/64299/1/Psicologia-y-educacion_286.pdf">nuestra investigación</a> pueden ayudarnos a mostrarnos más receptivos hacia otro tipo de gramáticas musicales a las que no estamos tan acostumbrados y que no por ello deben calificarse de incomprensibles emocionalmente. </p>
<p>No debemos olvidar las reacciones de los oyentes en <a href="https://www.nowtilus.com/pags.php?d=O59O1711&bsi=0&bso=2">estrenos de obras de Beethoven, Rossini o <em>La consagración de la primavera</em>, de Igor Stravinsky</a>, compositores, todos ellos, contemporáneos de su tiempo.</p>
<p>Quizás, realizando sucesivas audiciones de una misma pieza contemporánea consigamos una mayor comprensión y una emoción más positiva hacia este tipo de música, tal y como nos ha sucedido con la música de nuestros antepasados y como refieren los estudiantes de nuestro estudio.</p>
<p>Pero, independientemente de la emoción y del tipo de melodía, disfruten del apasionante mundo de la música.</p>
<hr>
<p><em>Esta investigación forma parte del Proyecto I+D (2008-2011, referencia
EDU-2008-03401) “Audición, cognición y emoción en la interpretación de
música atonal por estudiantes de grado superior de música” financiado por
el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, cuya
investigadora principal es la Dra. Ana Laucirica Larrinaga.</em> </p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/131117/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Arantza Almoguera Martón no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las música atonal, más conocida como música contemporánea, y que a algunos les suena a ruido, provoca emociones intensas. Hasta ahora, la mayoría de los estudios relacionaban esas emociones solo con las piezas clásica tonales, pero escuchando varias veces una de estas piezas atonales contemporáneas podremos sentir verdadero placer.Arantza Almoguera Martón, Profesora Ayudante Doctora en Didáctica de la Expresión Musical, Universidad Pública de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1312152020-02-23T20:15:50Z2020-02-23T20:15:50ZGuía sencilla para que nuestros hijos disfruten en los museos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/316599/original/file-20200221-92518-1djjzlm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3922%2C2616&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/london-england-september-29-2013-father-157447550"> Uyanik / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Visitar museos cansa: esto es una verdad innegable. Y si nos cansa a los adultos, ¿cómo no cansará a los niños? Añadamos que visitar un museo requiere no gritar ni correr, contemplar obras de difícil significado, no tocar nada de lo que se presenta ante los ojos y caminar por pasillos que muchas veces no tienen ni bancos. No resulta fácil que visitar museos resulte una experiencia atractiva para los niños.</p>
<p>Y, sin embargo, podemos preguntarnos: a pesar de todo esto, ¿conviene que los niños visiten los museos? ¿No es mejor esperar a que sean mayores y puedan entenderlos mejor?</p>
<p>La respuesta es sencilla: sí. Conviene que los niños visiten los museos, porque es una parte importante de su educación. Y no estamos hablando de saber que Leonardo pintó la Mona Lisa o que Velázquez pintó las Meninas. La educación artística es otra cosa. </p>
<h2>Para qué sirven las visitas</h2>
<p>La educación artística tiene que ver con:</p>
<ul>
<li><p>Saber leer las imágenes. Saber entender qué es lo principal y lo accesorio, tener visión general y poder percibir los detalles. Y esto es algo que los niños y jóvenes entienden porque nacen y crecen en una cultura de la imagen, que es la cultura de la publicidad, de las redes sociales… y también del arte.</p></li>
<li><p>Saber apreciar lo que un artista puede aportar y aprender de él. Vivimos en un mundo en el que en las paredes cuelgan retratos a lo Andy Warhol, las camisetas lucen la cara de Frida Kahlo y los bolsos llevan calaveras brillantes a lo Damien Hirst. Detrás de estas iniciativas ha habido creativos que han entendido que el arte no está para ser archivado en un museo, sino para inspirar la belleza de nuestro día a día. Y sería realmente positivo que todos los niños desarrollaran esa misma creatividad. </p></li>
<li><p>Pensar diferente, encontrar nuevas formas de decir lo mismo, encontrar nuevas soluciones a cuestiones ya trabajadas… Ése es el motivo por el que la misma corriente que defendía una educación que potenciara lo científico-tecnológico-matemático (STEM: Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en sus siglas en inglés) ha añadido a su concepto el arte (STEAM), que aporta ese punto de diferencia, creatividad e incluso locura que se necesita para realmente avanzar en el conocimiento.</p></li>
</ul>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/316235/original/file-20200219-11011-jf6jfa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/316235/original/file-20200219-11011-jf6jfa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/316235/original/file-20200219-11011-jf6jfa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/316235/original/file-20200219-11011-jf6jfa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/316235/original/file-20200219-11011-jf6jfa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=501&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/316235/original/file-20200219-11011-jf6jfa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=501&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/316235/original/file-20200219-11011-jf6jfa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=501&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Metropolitan Museum of Art New York City.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Metropolitan Museum of Art, New York City</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Un poco de planificación</h2>
<p>Y si es tan necesario que los niños visiten los museos, ¿cómo hacer para que la visita sea realmente útil para ellos y no la tortura que describíamos en el primer párrafo de este artículo?</p>
<ul>
<li><p>Aprovechemos las actividades que los propios museos organizan. Muchas veces son ellos mismos los que organizan talleres, gimkanas, o campamentos de verano. La riqueza que tienen esas iniciativas es inestimable.</p></li>
<li><p>Si vamos a visitarlo con ellos, empecemos por preparar la visita. Todos los museos tienen páginas web con recursos que ayudarán a despertar su curiosidad e interés: textos, actividades, visitas virtuales y juegos.</p></li>
<li><p>Escojamos qué se va a visitar. No es realista ver todas las obras de todo el museo. Hay que tener un itinerario claro y accesible. El resultado será aún mejor si la elección de las obras se ajusta a los intereses de los niños. Es lo que en educación se denomina <em>scaffolding</em> o andamiaje: la información se construye mejor cuando se apoya en lo ya construido. Así, se les puede proponer buscar dragones si les apasionan los dinosaurios, buscar magos si les gusta Harry Potter, buscar libros si les encanta leer. Y partir de ese interés para contagiarles nuevos conocimientos, bucear en nuevas obras y apreciar nuevos detalles.</p></li>
<li><p>Fomentemos su iniciativa. Podemos dejarles a ellos los mapas con el itinerario, pedirles que pregunten cosas a los encargados de sala (con moderación), e incluso utilizar la <em>app</em> del museo. Muchos museos tienen conexión wifi y una <em>app</em> propia que aporta información sobre las obras que se visitan. Y animémosles a que sean ellos los que nos expliquen las obras visitadas con la información que han leído en la <em>app</em>. </p></li>
<li><p>Al terminar, intentemos que hablen y valoren la visita: qué les ha parecido, qué les ha gustado, qué no les ha gustado, qué harían de forma diferente, qué han aprendido, qué les gustaría aprender para la próxima… Así, su aprendizaje se hace explícito y aprenden a valorar críticamente las experiencias, con lo bueno y lo malo.</p></li>
</ul>
<p>Así que la pregunta es: ¿sirve de algo arrastrar a los niños a los museos? “Arrastrarlos” literalmente, no. Pero sí que es bueno acompañarles, desafiarles, presentarles un museo en el que puedan disfrutar. </p>
<p>Las personas que no visitaron museos de niños son las que, ya mayores, probablemente solo vayan para sacarse <em>selfis</em>. Pero los niños que han vivido experiencias positivas en un museo y que guardan buenos recuerdos de esas visitas es probable que se conviertan en adultos con ganas de saber, con capacidad de observación, con sensibilidad para la belleza. ¿No merece la pena?</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/131215/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Myriam Ferreira trabaja para Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).</span></em></p>Visitar museos con niños les ayuda a leer las imágenes, desata su pensamiento alternativo y les inspira a crear belleza en su día a día. Exige solamente un poco de planificación.Myriam Ferreira, Profesora de Historia del Arte, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1296792020-02-04T20:48:28Z2020-02-04T20:48:28ZLa ciencia que estudia nuestro pasado reescribe nuestro presente cada vez más deprisa<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/309323/original/file-20200109-80137-15oxcqu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C3285%2C1813&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">Manuel Domínguez-Rodrigo</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>En 1924, el cráneo de un niño de 3 años encontrado en Sudáfrica cambió para siempre la forma en que la gente pensaba sobre los orígenes del ser humano.</p>
<p>El llamado <a href="https://www.smithsonianmag.com/science-nature/how-africa-became-the-cradle-of-humankind-108875040/">niño de Taung</a>, nuestro primer encuentro con un antiguo grupo de protohumanos u <a href="https://www.smithsonianmag.com/science-nature/whats-in-a-name-hominid-versus-hominin-216054/">homininos</a> llamados <a href="https://www.nature.com/scitable/knowledge/library/australopithecus-and-kin-145077614/">australopitecinos</a>, fue un punto de inflexión en el estudio de la evolución humana. Este descubrimiento cambió el enfoque del estudio de los orígenes humanos desde Europa y Asia hacia África, y preparó el escenario para el último siglo de investigación en el continente y en sus “<a href="https://www.maropeng.co.za/">cunas</a> de la <a href="https://www.ngorongorocrater.org/oldupai.html">humanidad</a>”. </p>
<p>Pocos habrían predicho entonces lo que los científicos saben hoy sobre nuestra evolución. <a href="https://www.nytimes.com/2019/04/10/science/hominins-human-evolution.html">El ritmo de descubrimientos es más rápido que nunca</a>. Incluso en lo que llevamos de siglo XXI los libros de texto sobre los orígenes humanos se han reescrito varias veces. </p>
<p>Hace solo 20 años nadie hubiera imaginado lo que los científicos saben dos décadas después sobre el pasado remoto de la humanidad. Mucho menos cuánto conocimiento puede ofrecer un dedal de tierra, un rastro de placa dental e incluso los satélites en órbita.</p>
<h2>Los fósiles humanos superan el árbol de Darwin</h2>
<p>En África hay <a href="https://www.nature.com/scitable/knowledge/library/the-earliest-hominins-sahelanthropus-orrorin-and-ardipithecus-67648286/">varios fósiles candidatos a ser el primer hominino</a>, hace entre 5 y 7 millones de años. Fue entonces cuando <a href="https://theconversation.com/when-humans-split-from-the-apes-55104">los humanos se separaron de otros grandes simios</a>, algo que sabemos gracias a las diferencias en nuestro ADN. </p>
<p>Aunque se descubrió en los años 90, la publicación del esqueleto de 4,4 millones de años apodado “<a href="http://doi.org/10.1126/science.326.5960.1598-a">Ardi</a>” en 2009 <a href="https://www.scientificamerican.com/article/how-humanlike-was-ardi/">cambió la opinión de los científicos sobre cómo los homínidos comenzaron a caminar</a>.</p>
<p>Completan nuestros nuevos parientes algunos australopitecos, como <a href="https://theconversation.com/found-our-3m-year-old-forebear-who-lived-alongside-lucy-42444"><em>Australopithecus deryiremeda</em></a> y <a href="https://blogs.scientificamerican.com/observations/is-australopithecus-sediba-the-most-important-human-ancestor-discovery-ever/"><em>Australopithecus sediba</em></a>, así como <a href="https://theconversation.com/more-secrets-of-human-ancestry-emerge-from-south-african-caves-77352">una especie de <em>Homo</em> muy primitivo que sobrevivió hasta tarde en nuestra historia evolutiva</a> y que reavivó el debate sobre cuándo los humanos comenzaron a <a href="https://www.sapiens.org/culture/hominin-burial/">enterrar a sus muertos</a>. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/308012/original/file-20191219-11909-obon37.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/308012/original/file-20191219-11909-obon37.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/308012/original/file-20191219-11909-obon37.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/308012/original/file-20191219-11909-obon37.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/308012/original/file-20191219-11909-obon37.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/308012/original/file-20191219-11909-obon37.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=567&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/308012/original/file-20191219-11909-obon37.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=567&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/308012/original/file-20191219-11909-obon37.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=567&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Fósiles como el de <em>Australopithecus sediba</em>, descubierto en Sudáfrica por un niño de 9 años, están remodelando el árbol genealógico humano.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Foto de Brett Eloff. Cortesía del profesor Berger y Wits University</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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</figure>
<p>Las perspectivas sobre nuestra propia especie también han cambiado. Los arqueólogos pensaban que el <em>Homo sapiens</em> <a href="https://doi.org/10.1016/j.gde.2006.10.008">evolucionó en África hace unos 200 000 años</a>, pero <a href="https://www.vox.com/science-and-health/2017/6/7/15745714/nature-homo-sapien-remains-jebel-irhoud">la historia se ha vuelto más complicada</a>. <a href="https://www.sciencemag.org/news/2017/06/world-s-oldest-homo-sapiens-fossils-found-morocco">Los fósiles descubiertos en Marruecos</a> han retrasado esa fecha hasta hace 300 000 años, lo que concuerda con <a href="https://theconversation.com/ancient-dna-increases-the-genetic-time-depth-of-modern-humans-84716">las evidencias mostradas por el ADN antiguo</a>. Esto <a href="https://www.sciencedaily.com/releases/2018/07/180711114544.htm">plantea dudas sobre si nuestra especie surgió en un solo lugar dentro de África</a>. </p>
<p>Este siglo también ha desvelado descubrimientos inesperados en Europa y Asia. Desde enigmáticos <a href="https://theconversation.com/a-700-000-year-old-fossil-find-shows-the-hobbits-ancestors-were-even-smaller-60192">“hobbits” en la isla indonesia de Flores</a> hasta <a href="https://theconversation.com/fresh-clues-to-the-life-and-times-of-the-denisovans-a-little-known-ancient-group-of-humans-110504">los denisovanos</a> en Siberia, nuestros antepasados pudieron encontrar <a href="https://theconversation.com/southeast-asia-was-crowded-with-archaic-human-groups-long-before-we-turned-up-119818">variedad de otros homininos cuando se extendieron fuera de África</a>. En 2018, los investigadores informaron sobre <a href="https://doi.org/10.1038/d41586-019-01152-3">una nueva especie en Filipinas</a>.</p>
<p>Los antropólogos se están dando cuenta de que nuestros ancestros <em>Homo sapiens</em> tuvieron <a href="https://www.nature.com/news/evidence-mounts-for-interbreeding-bonanza-in-ancient-human-species-1.19394">mucho más contacto con otras especies humanas</a> de lo que se pensaba. Hoy, la evolución humana <a href="https://www.theguardian.com/science/2009/jan/21/charles-darwin-evolution-species-tree-life">se parece menos al árbol de Darwin</a> y más a <a href="https://aeon.co/ideas/human-evolution-is-more-a-muddy-delta-than-a-branching-tree">una corriente lodosa y trenzada</a>. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/307209/original/file-20191216-123998-1trhsoy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307209/original/file-20191216-123998-1trhsoy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307209/original/file-20191216-123998-1trhsoy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307209/original/file-20191216-123998-1trhsoy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307209/original/file-20191216-123998-1trhsoy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307209/original/file-20191216-123998-1trhsoy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307209/original/file-20191216-123998-1trhsoy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307209/original/file-20191216-123998-1trhsoy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El surgimiento de la arqueología biomolecular significa nuevas oportunidades para la colaboración interdisciplinar entre los científicos de campo y de laboratorio.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Christina Warinner</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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<h2>El ADN antiguo muestra viejas relaciones</h2>
<p>Muchos descubrimientos recientes han sido posibles gracias a <a href="https://www.discovermagazine.com/planet-earth/everything-worth-knowing-about-ancient-dna">la nueva ciencia del ADN antiguo</a>. </p>
<p>Desde que los científicos secuenciaron <a href="https://www.nature.com/articles/nature08835">el primer genoma antiguo humano</a> en 2010, los datos de <a href="http://www.frontlinegenomics.com/news/19758/1000-ancient-genomes-achieved/">miles de individuos</a> han arrojado nuevos conocimientos sobre los orígenes y la prehistoria de nuestra especie.</p>
<p>Un descubrimiento sorprendente es que, <a href="https://www.nationalgeographic.com/news/2013/10/131021-neanderthal-human-evolution-teeth/">aunque nuestros linajes se separaron hace unos 800 000 años</a>, los humanos modernos y los neandertales <a href="https://www.livescience.com/64189-neanderthals-and-humans-interbreeding.html">se aparearon con cierta frecuencia</a> durante la última Edad de Hielo. Por eso mucha gente hoy en día <a href="https://theconversation.com/paying-a-heavy-price-for-loving-the-neanderthals-67221">posee algo de ADN neandertal</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/308159/original/file-20191221-11900-1i8iio9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/308159/original/file-20191221-11900-1i8iio9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/308159/original/file-20191221-11900-1i8iio9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=505&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/308159/original/file-20191221-11900-1i8iio9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=505&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/308159/original/file-20191221-11900-1i8iio9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=505&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/308159/original/file-20191221-11900-1i8iio9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=635&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/308159/original/file-20191221-11900-1i8iio9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=635&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/308159/original/file-20191221-11900-1i8iio9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=635&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La excavación de 2010 en la Galería Este de la Cueva Denisova, donde se descubrió la especie de homininos conocidos como los denisovanos.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Bence Viola. Departamento de Antropología, Universidad de Toronto</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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</figure>
<p>A través del ADN antiguo los investigadores identificaron por primera vez a <a href="https://www.sciencemag.org/news/2019/03/our-mysterious-cousins-denisovans-may-have-mated-modern-humans-recently-15000-years-ago">los misteriosos denisovanos</a>, que se cruzaron con nosotros <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-018-06004-0">y los neandertales</a>. Aunque la mayoría de los estudios se lleva a cabo con huesos y dientes, ahora es posible extraer material genético de fuentes como <a href="https://www.nature.com/news/ancient-human-genomes-plucked-from-cave-dirt-1.21910">sedimentos de cuevas</a> e incluso <a href="https://www.sciencemag.org/news/2019/12/nearly-6000-year-old-chewing-gum-reveals-life-ancient-girl">un <em>chicle</em> de 6 000 años de antigüedad</a>.</p>
<p>Los métodos genéticos también reconstruyen las relaciones <a href="https://www.smithsonianmag.com/smart-news/no-wait-real-ava-bronze-age-woman-scottish-highlands-180970950/">individuales</a> y <a href="https://www.sciencealert.com/this-5-000-year-old-grave-site-tells-a-tragic-tale-of-an-extended-family-s-murder">familiares</a>. Estas conectan a <a href="https://theconversation.com/kennewick-man-was-native-american-study-suggests-43503">los individuos prehistóricos con los pueblos vivos</a> para poner fin a <a href="https://www.discovermagazine.com/planet-earth/kennewick-mans-bones-reburied-settling-a-decades-long-debate">debates que llevan activos varias décadas</a>.</p>
<p>Las aplicaciones van mucho más allá de los humanos. La paleogenómica está produciendo sorprendentes descubrimientos sobre <a href="https://www.discovermagazine.com/planet-earth/ancient-dna-reveals-the-surprisingly-complex-origin-story-of-corn">plantas</a> y <a href="https://www.nytimes.com/2016/01/19/science/the-big-search-to-find-out-where-dogs-come-from.html">animales</a> a partir de <a href="https://doi.org/10.1016/j.tig.2019.02.006">semillas y esqueletos antiguos</a> escondidos en los almacenes de los museos.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/307221/original/file-20191216-124036-13tvs7z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307221/original/file-20191216-124036-13tvs7z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307221/original/file-20191216-124036-13tvs7z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307221/original/file-20191216-124036-13tvs7z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307221/original/file-20191216-124036-13tvs7z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307221/original/file-20191216-124036-13tvs7z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307221/original/file-20191216-124036-13tvs7z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307221/original/file-20191216-124036-13tvs7z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los museos de historia natural contienen una gran cantidad de información, parte de la cual solo se puede obtener a través de nuevos métodos biomoleculares. Los científicos analizan esqueletos de animales modernos y fósiles para hacer preguntas sobre el pasado utilizando proteínas antiguas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Mary Prendergast en el Museo Nacional de Kenia</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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</figure>
<h2>Las biomoléculas hacen visible lo invisible</h2>
<p>El ADN no es la única molécula que revoluciona los estudios del pasado.</p>
<p><a href="https://www.the-scientist.com/features/paleoproteomics-opens-a-window-into-the-past-30026">La paleoproteómica</a>, el estudio de <a href="https://www.discovermagazine.com/planet-earth/paleoproteomics-lets-researchers-study-the-past-anew">proteínas antiguas</a>, puede <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-019-01986-x">determinar la especie de un fósil</a>. Hace poco vinculó a <a href="https://phys.org/news/2019-11-extinct-giant-ape-linked-orangutan.html">un simio extinto de 3 metros de altura y 650 kilos que vivió hace casi 2 millones de años</a> con los orangutanes de hoy.</p>
<p>El cálculo dental, la placa endurecida que el dentista extrae de los dientes, alberga mucha información, ya que revela todo, desde <a href="https://www.bbc.com/news/science-environment-49650806">quién bebía leche hace 6 000 años</a> hasta la sorprendente <a href="https://theconversation.com/the-daily-life-of-a-neanderthal-revealed-from-the-gunk-in-their-teeth-73959">diversidad de plantas</a>, algunas <a href="https://www.sciencedaily.com/releases/2017/03/170308131218.htm">probablemente medicinales</a>, en las dietas neandertales. </p>
<p>Este cálculo puede ayudar a los científicos a comprender <a href="https://www.theverge.com/2014/3/3/5465942/dental-plaque-preserves-bacteria-diet-1000-year-old-skeletons">enfermedades antiguas</a> y cómo <a href="https://www.discovermagazine.com/planet-earth/uncovering-our-ancestral-microbiomes">el microbioma intestinal humano ha cambiado con el tiempo</a>. Los investigadores incluso encuentran pistas culturales: <a href="https://theconversation.com/we-found-lapis-lazuli-hidden-in-ancient-teeth-revealing-the-forgotten-role-of-women-in-medieval-arts-109458">el lapislázuli azul brillante</a> atrapado en el cálculo de una monja medieval llevó a los historiadores a reconsiderar quién creo manuscritos ilustrados.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/307207/original/file-20191216-123987-1q3l38p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307207/original/file-20191216-123987-1q3l38p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307207/original/file-20191216-123987-1q3l38p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=513&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307207/original/file-20191216-123987-1q3l38p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=513&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307207/original/file-20191216-123987-1q3l38p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=513&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307207/original/file-20191216-123987-1q3l38p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=645&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307207/original/file-20191216-123987-1q3l38p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=645&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307207/original/file-20191216-123987-1q3l38p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=645&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los científicos encontraron inesperadamente pigmento de lazurita en una placa calcificada que se adhirió a un diente de mujer de los siglos XI a XII, desafiando la suposición de que los monjes eran los principales fabricantes de manuscritos medievales.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Christina Warinner</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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</figure>
<p>Los residuos de lípidos atrapados en cerámica han revelado <a href="https://www.wnycstudios.org/podcasts/takeaway/segments/217810-african-pottery-gives-hints-earliest-dairy-farmers">los orígenes del consumo de leche en el Sahara</a> y han demostrado que ciertos contenedores de formas extrañas encontradas en toda la Edad del Bronce y del Hierro en Europa eran <a href="https://theconversation.com/discovery-of-prehistoric-baby-bottles-shows-infants-were-fed-cows-milk-5-000-years-ago-124115">biberones antiguos</a>. </p>
<p>Los investigadores utilizan <a href="https://www.wired.com/beyond-the-beyond/2018/08/lab-zooarchaeology-mass-spectrometry/"><em>códigos de barras</em> a base de colágeno</a> de diferentes especies animales para responder preguntas que van desde <a href="https://www.eurekalert.org/pub_releases/2017-08/mpif-eio081717.php">cuándo las ratas asiáticas llegaron como náufragos en barcos con destino a África</a> hasta <a href="https://www.theatlantic.com/science/archive/2019/02/dna-books-artifacts/582814/">qué animales se usaron para producir pergaminos medievales</a> e incluso para detectar <a href="https://www.sciencemag.org/news/2017/07/goats-bookworms-monk-s-kiss-biologists-reveal-hidden-history-ancient-gospels">microbios que dejó el beso de un monje</a> en una página.</p>
<h2>El ‘big data’ revela grandes patrones</h2>
<p>Si bien las biomoléculas ayudan a los investigadores a ampliar los detalles microscópicos, otros enfoques les permiten alejarse. Los arqueólogos han utilizado <a href="https://www.sciencemag.org/news/2019/04/declassified-u-2-spy-plane-photos-are-boon-aerial-archaeology">la fotografía aérea</a> desde los años treinta, pero ahora <a href="https://www.discovermagazine.com/the-sciences/how-google-earth-has-revolutionized-archaeology">las imágenes de satélite</a> facilitan <a href="https://www.scientificamerican.com/article/satellites-expose-8000-years-lost-civilization/">el descubrimiento de nuevos yacimientos</a> y <a href="https://doi.org/10.1371/journal.pone.0188589">el control de los existentes que están en riesgo</a>. Los drones que vuelan sobre los yacimientos ayudan a <a href="https://www.wired.com/story/archaeologists-dont-always-need-to-digtheyve-got-drones/">investigar cómo y por qué se hicieron</a> y también a <a href="https://www.nationalgeographic.com/news/2014/4/140411-drones-jordan-dead-sea-looting-archaeology/">combatir el saqueo</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/307923/original/file-20191219-11891-t26lov.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307923/original/file-20191219-11891-t26lov.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307923/original/file-20191219-11891-t26lov.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=369&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307923/original/file-20191219-11891-t26lov.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=369&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307923/original/file-20191219-11891-t26lov.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=369&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307923/original/file-20191219-11891-t26lov.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=464&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307923/original/file-20191219-11891-t26lov.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=464&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307923/original/file-20191219-11891-t26lov.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=464&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los arqueólogos utilizan cada vez más la tecnología para comprender cómo los yacimientos se ajustan a su entorno y para documentar los yacimientos en peligro. Aquí, un dron capturó un <em>tell</em> (un montículo que indica la acumulación de asentamientos antiguos) en la región de Kurdistán en Irak.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Jason Ur</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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<p>Originalmente desarrollado para aplicaciones espaciales, los científicos ahora usan el <a href="https://theconversation.com/meet-lidar-the-amazing-laser-technology-thats-helping-archaeologists-discover-lost-cities-60915">LIDAR</a>, una técnica de detección remota que usa láser para medir la distancia, para mapear superficies 3D y visualizar paisajes en la Tierra. Como resultado, las ciudades antiguas están emergiendo de entre la densa vegetación en lugares como <a href="https://www.nytimes.com/2019/10/08/science/archaeology-lidar-maya.html">México</a>, <a href="https://www.smithsonianmag.com/smart-news/laser-scans-reveal-massive-khmer-cities-hidden-cambodian-jungle-180959395/">Camboya</a> y <a href="https://theconversation.com/how-we-recreated-a-lost-african-city-with-laser-technology-92852">Sudáfrica</a>.</p>
<p>Las tecnologías que pueden asomarse bajo tierra desde la superficie, como <a href="https://theconversation.com/ice-age-footprints-of-mammoths-and-prehistoric-humans-revealed-for-the-first-time-using-radar-126696">el radar de penetración terrestre</a>, también están revolucionando el campo, por ejemplo, <a href="https://www.nationalgeographic.com/news/2014/9/140911-stonehenge-map-underground-monument-radar/">revelando estructuras previamente desconocidas en Stonehenge</a>. Cada vez más, los arqueólogos pueden hacer su trabajo <a href="https://theconversation.com/why-archaeology-is-so-much-more-than-just-digging-108679">sin siquiera excavar una trinchera</a>. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/307212/original/file-20191216-123992-1dzh788.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307212/original/file-20191216-123992-1dzh788.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307212/original/file-20191216-123992-1dzh788.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307212/original/file-20191216-123992-1dzh788.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307212/original/file-20191216-123992-1dzh788.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307212/original/file-20191216-123992-1dzh788.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307212/original/file-20191216-123992-1dzh788.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307212/original/file-20191216-123992-1dzh788.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los métodos de prospección geofísica permiten a los arqueólogos detectar características enterradas sin excavar agujeros grandes, maximizando el conocimiento y minimizando la destrucción.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Mary Prendergast y Thomas Fitton</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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<p>Los equipos de arqueólogos <a href="https://www.universiteitleiden.nl/en/news/2017/01/from-scarcity-to-abundance-big-data-in-archaeology">combinan grandes conjuntos de datos</a> en nuevas formas de comprender los procesos a gran escala. En 2019, más de 250 investigadores reunieron sus hallazgos para mostrar que <a href="https://theconversation.com/surveying-archaeologists-across-the-globe-reveals-deeper-and-more-widespread-roots-of-the-human-age-the-anthropocene-122008">los humanos han alterado el planeta durante miles de años</a>, por ejemplo, con <a href="https://gbtimes.com/ancient-chinese-irrigation-systems-added-to-world-heritage-list">un sistema de irrigación de 2 000 años de antigüedad</a> en China. Esto se hace eco de <a href="https://www.smithsonianmag.com/smithsonian-institution/new-research-shows-late-pleistocene-humans-transforming-habitats-180959324/">otros estudios</a> <a href="https://doi.org/10.1073/pnas.1908179116">que desafían</a> la idea de que el Antropoceno, el período actual definido por las influencias humanas en el planeta, <a href="https://www.theguardian.com/environment/2016/aug/29/declare-anthropocene-epoch-experts-urge-geological-congress-human-impact-earth">solo comenzó en el siglo XX</a>.</p>
<h2>Nuevas conexiones, nuevas posibilidades</h2>
<p>Estos avances generan nuevas asociaciones entre investigadores de diferentes campos. Se descubrieron <a href="https://www.sciencealert.com/over-140-mysterious-geoglyphs-discovered-within-the-ancient-nazca-lines">más de 140 nuevas líneas de Nazca</a>, imágenes antiguas talladas en un desierto peruano, utilizando inteligencia artificial para examinar imágenes de drones y satélites. Con la gran cantidad de imágenes de satélite de alta resolución, los equipos también recurren al <a href="https://www.wired.com/2017/01/want-space-archaeologist-heres-chance/"><em>crowdsourcing</em></a> para encontrar nuevos yacimientos arqueológicos.</p>
<p>Aunque las nuevas asociaciones entre arqueólogos y especialistas científicos <a href="https://theconversation.com/ancient-dna-is-a-powerful-tool-for-studying-the-past-when-archaeologists-and-geneticists-work-together-111127">no siempre están libres de tensiones</a>, existe un creciente consenso de que estudiar el pasado significa entrelazar todas las disciplinas.</p>
<p>El movimiento <a href="http://www.unesco.org/new/en/communication-and-information/portals-and-platforms/goap/open-science-movement/"><em>Open Science</em></a> tiene como objetivo hacer que este trabajo sea accesible para todos. <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-018-05227-z">Los científicos</a>, incluidos <a href="http://www.openaccessarchaeology.org/">los arqueólogos</a>, comparten datos con mayor libertad, dentro y fuera de la academia. <a href="https://www.saa.org/education-outreach/public-outreach/what-is-public-archaeology">Los programas públicos de arqueología</a>, <a href="https://theconversation.com/how-community-digs-can-inspire-the-next-generation-of-archaeologists-70352">las excavaciones comunitarias</a> y <a href="https://theconversation.com/a-digital-archaeologist-helps-inaccessible-collections-be-seen-123672">las colecciones digitales de museos</a> se están volviendo más frecuentes. Incluso uno puede imprimir su propia copia de fósiles famosos a partir de <a href="https://www.forbes.com/sites/kristinakillgrove/2015/09/19/how-to-print-your-own-3d-replicas-of-homo-naledi-and-other-hominin-fossils/#48db66c512c0">escaneos 3D gratuitos</a> y <a href="http://christinawarinner.com/outreach/children/adventures-in-archaeological-science/">un libro de colorear arqueológico</a> en más de 30 idiomas.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/307983/original/file-20191219-11946-1kkh5ns.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307983/original/file-20191219-11946-1kkh5ns.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307983/original/file-20191219-11946-1kkh5ns.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307983/original/file-20191219-11946-1kkh5ns.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307983/original/file-20191219-11946-1kkh5ns.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307983/original/file-20191219-11946-1kkh5ns.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307983/original/file-20191219-11946-1kkh5ns.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307983/original/file-20191219-11946-1kkh5ns.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los arqueólogos se están acercando cada vez más a las comunidades para compartir sus hallazgos, por ejemplo, en esta presentación escolar en Tanzania.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Agness Gidna</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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<p>Los esfuerzos para hacer que <a href="https://www.cbc.ca/news/canada/british-columbia/a-voice-to-confront-one-woman-s-journey-to-decolonize-archeology-1.5137875">la arqueología</a> y <a href="https://phys.org/news/2019-12-d-museums-repatriation-decolonization-efforts.html">los museos</a> sean más equitativos y comprometer a <a href="https://www.crowcanyon.org/index.php/what-is-indigenous-archaeology-and-what-does-it-mean-for-crow-canyon">los colegas de investigación indígenas</a> están ganando impulso a medida que los arqueólogos consideran <a href="https://science.sciencemag.org/content/360/6387/384">a quién pertenece el pasado que se revela</a>. </p>
<p>Contar la historia humana requiere una comunidad de voces para hacer las cosas bien.</p>
<h2>Estudiar el pasado para cambiar nuestro presente</h2>
<p>Los nuevos métodos permiten una visión profunda de la historia compartida de la humanidad, pero es un desafío garantizar que estas ideas sean relevantes y beneficiosas en el presente y el futuro.</p>
<p>En un año marcado por <a href="https://time.com/person-of-the-year-2019-greta-thunberg/">huelgas climáticas dirigidas por jóvenes</a> y <a href="https://blogs.scientificamerican.com/observations/a-scary-year-for-climate-change/">una mayor conciencia de un planeta en crisis</a>, puede parecer contraproducente mirar hacia atrás en el tiempo.</p>
<p>Sin embargo, al hacerlo, los arqueólogos brindan <a href="https://theconversation.com/using-archaeology-to-understand-the-past-present-future-of-climate-change-108668">apoyo empírico para la comprensión del cambio climático</a> y revelan cómo los pueblos antiguos se enfrentaron a entornos desafiantes.</p>
<p>Por ejemplo, los estudios muestran que, si bien la producción industrial de carne tiene <a href="https://www.smithsonianmag.com/science-nature/beef-uses-ten-times-more-resources-poultry-dairy-eggs-pork-180952103/">costes ambientales serios</a> en la actualidad, <a href="https://www.britannica.com/topic/transhumance">la trashumancia</a>, una práctica tradicional de trasladar el ganado estacionalmente ahora <a href="https://www.euromontana.org/en/transhumance-as-unesco-intangible-cultural-heritage/">reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial</a>, no solo es <a href="https://www.iucn.org/content/pastoralism-provides-crucial-services-humanity-can-support-green-economy-transition">menos gravosa con la tierra</a> hoy, sino que también ayudó a promover <a href="https://natureecoevocommunity.nature.com/users/175450-fiona-marshall/posts/38272-ancient-herders-enriched-and-restructured-african-grasslands">la biodiversidad y paisajes más saludables</a> en el pasado.</p>
<p>Los arqueólogos de hoy contribuyen con sus métodos, datos y perspectivas a una visión de un planeta menos dañado y más justo. Si bien es difícil predecir exactamente lo que deparará el próximo siglo en términos de descubrimientos arqueológicos, un nuevo enfoque basado en “<a href="https://doi.org/10.1007/s10437-019-09347-9">pasados utilizables</a>” apunta hacia una dirección positiva.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/129679/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Hace solo 20 años, nadie podría haber imaginado lo que los científicos saben dos décadas después sobre el pasado de la humanidad.Elizabeth Sawchuk, Postdoctoral Fellow and Research Assistant Professor of Anthropology, Stony Brook University (The State University of New York)Mary Prendergast, Professor of Anthropology, Saint Louis University – MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1304342020-01-28T20:27:54Z2020-01-28T20:27:54ZLeer con los oídos: cómo los audiolibros abren nuevos horizontes a la cultura<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/312216/original/file-20200128-81399-1tjlrye.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4095%2C2736&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">shutterstock</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/headphones-on-pile-books-wooden-table-785624749"> Alex SG / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La irrupción reciente del audiolibro en el mercado editorial ofrece nuevas experiencias de consumo de lectura y convierte adultos y jóvenes en “<a href="https://twitter.com/fundeu/status/1070038278311698433?lang=es">audiolectores</a>”. Las nuevas tecnologías transforman la sociedad, la cultura y los modos educativos, así que las implicaciones de esta tendencia son interesantes de explorar.</p>
<h2>Crecimiento importante en el mercado en español</h2>
<p>Poco sabemos de las virtudes del audiolibro, tanto en su uso en la vida cotidiana, como en la práctica docente dentro del aula, pues es poca la bibliografía científica que nos habla del tema. Los datos del sector señalan un importante <a href="https://www.dosdoce.com/2019/02/25/en-2019-se-superara-el-liston-de-los-10-000-audiolibros-en-espanol/">aumento de uso</a>, con hasta 10 000 títulos editados en español en 2019, un crecimiento del 250 % en los últimos tres años. </p>
<p>No cabe duda de que este recurso permite al audiolector, en el espacio de entre una y cuatro horas, experimentar la emoción de la narración auditiva. Escuchar una narración es una experiencia que nos aproxima a la transmisión de textos literarios por medio de la voz, hasta ahora vinculadas exclusivamente a la literatura oral.</p>
<p>Por su parte, en el ámbito educativo, el audiolibro se emplea en el entorno digital del <em>e-learning</em> con el ánimo de mejorar la destreza auditiva, oral y de enseñanza y aprendizaje del léxico.</p>
<p>En 2008 <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2732084">Juan Carlos Rodríguez</a> describía una realidad en España que situaba al audiolibro fuera del mercado. Hoy la situación ha cambiado. La estimación global del mercado de audiolibros en español llega a más de 7 millones de euros anuales en todo el mundo. Los tres principales mercados son España, México y EEUU. </p>
<h2>Nuevas experiencias para el disfrute de la lectura</h2>
<p>El sistema lineal de compra está cambiando, los productos no necesitan estar expuestos en un establecimiento de autoservicio para su venta. Así, la manera de comprar y consumir libros también ha cambiado. Los audiolibros accesibles en nuestro nuevo entorno tecnológico se muestran en un nuevo escaparate de servicios intangibles en la web. Y su consumo es posible en cualquier momento y a tu manera, como indica la publicidad.</p>
<p>El mercado literario ha buscado un escaparate en la red. Se han creado estrategias de animación a la lectura por medio de <em>youtubers</em> o plataformas específicas digitales de recomendaciones literarias como <a href="https://compromiso.atresmedia.com/crea-lectura/que-libro-leo/">Qué libro leo</a>, desarrolladas por el compromiso de Atresmedia en su espacio <a>CreaLectura</a>. Y también la <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7087470">plataforma líder</a> de audiolibros <a href="https://www.storytel.com/es/es/">Storytel</a>, que ya está en España.</p>
<p>Además, como aliciente añadido al mercado tradicional de libros, el audiolibro es un nuevo servicio que no solo vende narraciones, sino nuevas experiencias para el disfrute de la lectura. Ahora se puede “leer” en movimiento: de camino al trabajo, mientras se hace ejercicio, se pasea, se cocina o se realiza cualquier actividad que no requiera una atenta concentración.</p>
<h2>Comprensión oral controlada, no transitoria</h2>
<p>La tecnología del audiolibro ayuda a la descodificación lingüística oral, al usar temporizadores que permiten la relectura y el control del tiempo. Estos recursos facilitan y hacen flexible la comprensión oral con acciones controladas. Así, la “construcción” del conocimiento no está sujeta al acto transitorio de la comunicación hablada, sino que el audiolector puede volver cuantas veces quiera sobre el texto oral para su comprensión e interpretación.</p>
<p>Esta nueva tecnología participa en la construcción social para la transmisión de conocimiento, creando nuevos modos de interacción entre los usuarios, especialmente a través de las redes sociales. Así, en un universo digital compartido, el contenido literario del audiolibro está disponible de forma permanente en multidispositivos que redefinen la modalidad lectora. </p>
<h2>Leer con los oídos</h2>
<p>No estamos, pues, ante una nueva propuesta de oratoria, pues no hay “auditorio”, ni ante una práctica distinta de transmisión cultural, sino, tan solo, ante un modelo de consumo de la cultura sensorialmente distinta, en donde la voz enlatada ofrece nuevas soluciones para representar la lectura.</p>
<p>Soluciones cada vez más perfeccionadas, como el proyecto <a href="https://www.sonolibro.com/">Sonolibro</a>, que ofrece un texto dramatizado en audio, con actores, efectos de sonido y música. Ahora, pues, se puede “leer con los oídos”.</p>
<h2>Un mundo de posibilidades en las aulas</h2>
<p>En el estudio de Araceli García Rodríguez y Raquel Gómez Díaz, <a href="https://recyt.fecyt.es/index.php/ThinkEPI/article/view/thinkepi.2019.e13c01/44225">“¿Leer con los oídos?: audiolibros y literatura infantil y juvenil” (2019)</a>, estas autoras nos hablan de sus beneficios aplicados al espacio educativo. Ahí el audiolibro se usa como complemento de la lectura tradicional en papel. </p>
<p>Así por ejemplo: “la Asociación de Editores de Audiolibros (APA), creada en 1986, ha promovido la creación de <a href="https://www.audiopub.org/sound-learning">Sound Learning</a>, una aplicación para alfabetización que ofrece recursos para demostrar el poder de los audiolibros junto con una guía para su integración en los planes de estudio.</p>
<p>Entre los beneficios, estas autoras destacan el de fortalecer en los más pequeños la capacidad para escuchar y prestar atención, la experiencia de emocionarse gracias a los matices de la voz, y el desarrollo de la actividad cognitiva, con la creación de imágenes mentales y el disfrute de una experiencia sensorial diferente que genera mayor reacción emocional. </p>
<h2>Una lectura social</h2>
<p>Dentro del aula se pone en práctica la audición de forma compartida y se facilita la comunicación e interacción. De esta manera, se supera el carácter aislado de su uso, y se fomenta la socialización. Esto potencia las habilidades lingüísticas de transmisión como es la habilidad para hablar y escuchar, así como el aprendizaje del léxico. </p>
<p>En este mismo sentido, en el ámbito de la enseñanza de lenguas, el uso del audiolibro se ha centrado principalmente en el desarrollo de la comprensión auditiva y el desarrollo de la lectura. Hasta ahora pocas noticias tenemos de la aplicación de esta tecnología en el aula de enseñanza de lenguas, aunque se pueden mencionar los estudios y trabajos llevados a cabo por <a href="https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/19656/6/cecilia_vallorani.pdf">Cecilia María Vallorani (2011)</a> sobre la oralidad en el audiolibro.</p>
<p>Estamos, pues, ante un cambio de paradigma que facilita acercar la literatura, permite la movilidad y la simultaneidad y colabora con el aprendizaje fuera de los ámbitos formales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/130434/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Águeda Moreno Moreno no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El consumo de audiolibros en español está creciendo, y con él una nueva manera de consumir cultura que abre nuevas posibilidades. Desde el ámbito educativo al del entretenimiento.María Águeda Moreno Moreno, Investigadora principal Grupo de investigación Seminario de Lexicografía Hispánica, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1302532020-01-22T23:16:49Z2020-01-22T23:16:49ZSalvador Dalí, el gran científico que nunca recibió clases<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/311465/original/file-20200122-117938-1gy7o6s.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=22%2C7%2C5009%2C3342&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Fotografía de un grafiti callejero que retrata a Salvador Dalí en Vitebsk, Bielorrusia.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/vitebsk-belarus-november-7-2015-salvador-336294608">kavzov / shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Recordar a Salvador Dalí (1904-1989) es dar un paso más en la necesaria relación existente entre arte y ciencia. Desde su juventud, Dalí muestra interés en la ciencia y prueba de ello son los ejemplares de libros y revistas científicas que se encontraron en su biblioteca. </p>
<p>A pesar de ello, no tuvo una especial formación científica, aunque este interés sí que le permitió reconocer la importancia de la ciencia en la sociedad del siglo XX. </p>
<p>Sin más que observar algunos de los títulos de sus obras encontramos inmediatamente algunas referencias a la física: <a href="https://www.museoreinasofia.es/coleccion/obra/atomica-melancolica"><em>Idilio atómico y uránico melancólico</em></a> (1945), <a href="https://www.salvador-dali.org/es/obra/coleccion/132/leda-atomica"><em>Leda Atómica</em></a> (1949) y también a la bioquímica, como en <a href="https://www.wikiart.org/en/salvador-dali/butterfly-landscape-the-great-masturbator-in-a-surrealist-landscape-with-d-n-a"><em>Paisaje de mariposas (El gran masturbador en un paisaje surrealista con ADN )</em></a> (1957), <a href="https://archive.thedali.org/mwebcgi/mweb.exe?request=record;id=146;type=101"><em>Galacidalacidesoxiribunucleicacid (Homenaje a Crick y Watson)</em></a> (1963) o <a href="https://www.salvador-dali.org/es/obra/catalogo-razonado-pinturas/obra/1107/la-estructura-del-adn-obra-estereoscopica"><em>La estructura del ADN. Obra estereoscópica</em></a>(1973). En otros casos, la relación con la ciencia no se encuentra únicamente en el título, sino que debemos ver la obra en sí.</p>
<h2>La proporción áurea</h2>
<p>Las matemáticas <a href="http://www.matematicalia.net/articulos/v7n4dic2011/fblasco.pdf">no quedan fuera de la obra de Salvador Dalí</a>. De hecho, <em>Leda Atómica</em> contiene una <a href="https://www.salvador-dali.org/en/research/archives-en-ligne/download-documents/16/salvador-dali-and-science-beyond-a-mere-curiosity">composición</a> basada en la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%BAmero_%C3%A1ureo">proporción áurea</a>, como también lo hace <a href="https://www.salvador-dali.org/es/obra/catalogo-razonado-pinturas/obra/524/taza-gigante-volando-con-apendice-incomprensible-de-cinco-metros-de-largo"><em>Taza gigante volando, con apéndice incomprensible de cinco metros de largo</em></a> (1944). </p>
<p>Puede que detrás de este uso de las matemáticas y la razón áurea en la obra de Salvador Dalí estuviera su relación con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Matila_Ghyka">Matila Ghyka</a>, prolífico autor bastante obsesionado con el número áureo y que publicó varios libros sobre él. En cualquier caso, las matemáticas existentes en la obra de Dalí no se restringen a la composición. </p>
<h2>Cubos y estructuras cúbicas</h2>
<p>Dalí fue un apasionado de los cubos y la estructura cúbica. Lo demuestra en varios de sus cuadros: quizás el más importante y conocido es <a href="https://www.metmuseum.org/art/collection/search/488880"><em>Crucifixion (Corpus Hypercubus)</em></a> (1954), en el que representa a Jesús crucificado en un hipercubo. Nosotros vivimos en un espacio tridimensional y ese es el espacio donde nos movemos todos los días y donde “habitan” los cubos. Si bajásemos una dimensión en vez de estar en un espacio 3D estaríamos en un plano y todos podemos intuir que lo análogo al cubo tridimensional en el caso del plano (que es bidimensional) sería el cuadrado. </p>
<p>El hipercubo (o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Teseracto">Teseracto</a>) vuelve a ser un análogo, pero esta vez en un espacio con cuatro dimensiones. La figura que aparece en el cuadro sería el desarrollo tridimensional del hipercubo de dimensión 4. De este modo, Dalí representa a Jesús en una dimensión mayor. Sin embargo, María está llorando abajo, en la Tierra, donde se ve la sombra (bidimensional y representada en color granate en el cuadro) del hipercubo que forma la cruz. La comprensión de la cuarta dimensión llevó a Salvador Dalí a entablar una amistad y colaboración con el matemático <a href="https://www.youtube.com/watch?v=0AMt4ppZQFE">Tomas Banchoff</a>.</p>
<h2>Un cuadro muy poco conocido</h2>
<p>La marcada relación de Salvador Dalí con los cubos también se pone de manifiesto en el cuadro <a href="https://www.museoreinasofia.es/coleccion/obra/proposito-discurso-sobre-forma-cubica-juan-herrera"><em>A propósito del «Discurso sobre la forma cúbica» de Juan de Herrera</em></a> (1960). Juan de Herrera fue el arquitecto del monasterio de San Lorenzo del Escorial y fundador y primer director de la Academia de Matemáticas y Delineación, que más tarde se transformaría en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Este cuadro, bastante desconocido, tiene, además, una curiosidad combinatoria: en las caras del cubo descrito aparece representado en muchas direcciones el texto “Silo princeps fecit”, del mismo modo como aparece en la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Piedra_laber%C3%ADntica_del_rey_Silo">piedra laberíntica del Rey Silo de Santianes de Pravia</a>, en Asturias. </p>
<p>¿Querría Dalí hacer una representación tridimensional de este acróstico? Quizás es esta la respuesta, pero también podría ser que quisiera dar un paso más allá y llevarlo al espacio de cuatro dimensiones, puesto que la forma en la que aparece “el cubo”, cuando se consideran las cadenas que están representadas en el cuadro, vemos que también es la representación de un hipercubo: no su desarrollo, sino su proyección, lo que en matemáticas conocemos como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Diagrama_de_Schlegel">diagrama de Schlegel</a>.</p>
<h2>El logotipo de Chupa-Chups</h2>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/310906/original/file-20200120-69551-11y9jrg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/310906/original/file-20200120-69551-11y9jrg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/310906/original/file-20200120-69551-11y9jrg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/310906/original/file-20200120-69551-11y9jrg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/310906/original/file-20200120-69551-11y9jrg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/310906/original/file-20200120-69551-11y9jrg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/310906/original/file-20200120-69551-11y9jrg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption"></span>
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<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/311467/original/file-20200122-117907-11kgnmr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/311467/original/file-20200122-117907-11kgnmr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=592&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/311467/original/file-20200122-117907-11kgnmr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=592&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/311467/original/file-20200122-117907-11kgnmr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=592&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/311467/original/file-20200122-117907-11kgnmr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=744&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/311467/original/file-20200122-117907-11kgnmr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=744&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/311467/original/file-20200122-117907-11kgnmr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=744&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Logo de Chupa Chups.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Chupa-chups_logo.png">Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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</figure>
<p>Quizás una de las facetas más desconocidas de Salvador Dalí es la de diseñador del <a href="http://www.brandemia.org/la-historia-de-salvador-dali-y-el-logotipo-de-chupa-chups">logotipo de la marca Chupa-Chups</a>. En 1969, la compañía le pidió a Dalí que se encargara de mejorar la imagen de la marca y así lo hizo. El trabajo fue bueno, puesto que 50 años después sigue utilizándose el diseño que realizó, que está basado en la gráfica de la curva r=sen(4θ/3) en coordenadas polares. Si recordamos la imagen de la marca y vemos esta figura se puede entender mejor esta relación:</p>
<p>Hablar de Dalí y matemáticas nos lleva necesariamente a las ilusiones ópticas. Aunque todas ellas no sean estrictamente matemáticas, sí que podemos tener en cuenta las anamorfosis, que son deformaciones de imágenes que aparentemente son difíciles de interpretar pero que desde un punto de vista determinado cobran sentido. </p>
<p>Los que hayan visitado el Teatro-Museo de Dalí en Figueras recordarán <a href="https://www.salvador-dali.org/es/obra/coleccion/119/gala-desnuda-mirando-el-mar-que-a-18-metros-aparece-el-presidente-lincoln"><em>Gala desnuda mirando el mar que a 18 metros aparece el presidente Lincoln</em></a> (1975) o <a href="https://www.salvador-dali.org/es/obra/coleccion/121/rostro-de-mae-west-utilizado-como-apartamento/rt/mae+west"><em>Rostro de Mae West utilizado como apartamento</em></a> (1974). A estos podrían seguir algunas litografías diseñadas para verse reflejadas en un espejo cilíndrico, y que parece que se encuentran a la venta y pueden verse en <a href="https://www.lockportstreetgallery.com/dali/salvador-dali-anamorphoses/">esta página</a>. </p>
<p>Como estas cosas cambian es mejor dar una referencia estable: pueden verse en el libro <em>Masters of Deception</em>, de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Al_Seckel">Al Seckel</a> (prologado por el matemático Douglas Hofstadter). Tampoco podemos olvidar, y es una referencia imprescindible, la colaboración que Salvador Dalí mantuvo con Walt Disney creando <a href="https://www.youtube.com/watch?v=w38cerphic4"><em>Destino</em></a>, un corto iniciado en 1946, que no vio la luz hasta 2003 y que está repleto de ilusiones ópticas.</p>
<p>Otra referencia fundamental en la relación de Salvador Dalí con las matemáticas es el hecho de que conociese a <a href="http://martin-gardner.org/">Martin Gardner</a>, la persona que durante más de 25 años publicó la columna de juegos matemáticos en la revista <em>Scientific American</em>. Cuenta Gardner que varias veces quedaron en Nueva York y que Dalí <a href="http://www.ams.org/notices/200506/fea-gardner.pdf">era lector de sus escritos</a> y hablaban sobre ciencia y, en concreto, sobre ilusiones ópticas. </p>
<h2>Del <em>conejopato</em> al <em>cisnelefante</em></h2>
<p>Hay una conocida ilusión, <em>el conejopato</em>, que según lo mires ves un conejo o un pato. Se puede encontrar haciendo una simple búsqueda en internet. Lo que no es tan simple es encontrar <em>el cisnelefante</em>, que fue creado por Dalí en <a href="https://www.salvador-dali.org/es/obra/catalogo-razonado-pinturas/obra/454/cisnes-reflejando-elefantes"><em>Cisnes reflejando elefantes</em></a> (1937). Según cuenta Gardner en su autobiografía, en una ocasión que iba a comer con Dalí llevaba un modelo en porcelana del <em>conejopato</em> y se lo regaló, con lo que le dio una idea para diseñar un <a href="https://www.boijmans.nl/en/collection/artworks/162473/swan-elephant-ii-ashtray">cenicero <em>cisnelefante</em></a> que sirvió como regalo para los clientes de Air India en 1967. </p>
<p>Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, marqués de Dalí de Púbol, un personaje poliédrico o politópico (un politopo es el análogo al poliedro pero en dimensiones mayores que 3) del que nos queda mucho por hablar.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/130253/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fernando Blasco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En estos días se cumplen 31 años de la muerte de Salvador Dalí. Aprovechamos esta fecha para recordar la relación de su obra con las matemáticas y la física y para descubrir los detalles más curiosos y desconocidos de una obra cargada de complejidad científica.Fernando Blasco, Profesor Titular de Universidad de Matemática Aplicada. Área de interés: educación, divulgación y comunicación científica., Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1250282019-10-10T19:46:42Z2019-10-10T19:46:42ZEstudiar francés frente a otras lenguas tiene más ventajas de lo que imaginamos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/296565/original/file-20191010-188819-11agq34.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C159%2C5599%2C3287&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/learning-language-french-concept-teacher-student-98095139?src=qw5WpDaepL516buaWQ3BCA-1-12">Maridav/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El pasado 26 de septiembre celebramos el Día Europeo de las Lenguas, impulsado por el Consejo de Europa, cuya finalidad es potenciar el plurilingüismo como factor de conocimiento mutuo que contribuya a la creación de una auténtica ciudadanía europea. </p>
<p>Los medios de comunicación se hicieron eco de esta celebración de la pluralidad y de la diversidad europea. Sin embargo, consultando diferentes artículos y enlaces, algunos de ellos con testimonios de personas de reconocido prestigio poniendo de relieve la apertura que el conocimiento de idiomas proporciona, solo encontramos referencias a la importancia del inglés, y la mayoría de los enlaces internacionales sobre este evento se encuentran en este idioma.</p>
<p>¿Qué plurilingüismo estamos celebrando? ¿Qué pluralidad cultural defendemos? ¿Dónde están otras lenguas europeas enseñadas en nuestro sistema educativo como el francés, el alemán, el italiano o el portugués?</p>
<h2>Inglés <em>versus</em> francés</h2>
<p>Resulta una constante reducir la idea del aprendizaje de idiomas a tener un buen nivel de inglés, requisito indispensable para acceder a un buen trabajo o conseguir una promoción dentro de la empresa, siempre con una visión pragmática y de rentabilidad que, desgraciadamente, se ha impuesto como criterio casi único en la formación.</p>
<p>Como profesora universitaria de lengua y culturas francófonas, atenta a los discursos de política educativa y a los discursos académicos sobre política lingüística, escucho sin parar las palabras “internacionalización”, “movilidad europea e internacional” como objetivos prioritarios y factores de “excelencia”. </p>
<p>Detrás de esos discursos, solo hay uniformidad y apuestas constantes –concretamente, a través de programas de bilingüismo en enseñanza Primaria y Secundaria–, por el aprendizaje del inglés, lengua necesaria, incuestionable, lengua franca, pero en absoluto la única lengua que podemos aprender para entender Europa y cultivar nuestra pertenencia a este espacio común de diversidad. </p>
<p>En nuestro país la educación no apuesta por el plurilingüismo y relega las segundas lenguas en general, y el francés en particular, a reductos de resistencia gracias al heroísmo de sus vocacionales profesores.</p>
<p>La enseñanza de una segunda lengua con carácter obligatorio en el sistema educativo es la mejor apuesta política por el plurilingüismo real. En la comunidad de Castilla y León, en la que radica mi universidad, se dan además las condiciones óptimas para adoptar esta medida, puesto que obtiene los mejores resultados en el informe PISA en el conjunto del estado, y no existe la dificultad de armonizar en los horarios y en las materias la enseñanza del castellano y de una lengua cooficial autonómica.</p>
<p>Pero, rompiendo una lanza por todas las segundas lenguas que ofrece nuestro sistema educativo y su necesaria valoración y difusión, quiero hablar sobre todo del valor que aporta el conocimiento de la lengua y de las culturas francófonas a la formación de nuestros jóvenes. </p>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/296519/original/file-20191010-188840-1p9hsjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/296519/original/file-20191010-188840-1p9hsjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/296519/original/file-20191010-188840-1p9hsjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/296519/original/file-20191010-188840-1p9hsjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/296519/original/file-20191010-188840-1p9hsjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/296519/original/file-20191010-188840-1p9hsjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/296519/original/file-20191010-188840-1p9hsjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Bandera de la francofonía.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Flag_of_La_Francophonie.svg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Y por aquí quiero empezar, por explicar la palabra “francófonas” y dar algunos datos acerca de la comunidad francófona en el mundo y de la <a href="https://www.francophonie.org/Bienvenidos-a-la-web-oficial-de-la.html">Organización Internacional de la Francofonía</a>.</p>
<p>El <a href="https://www.odsef.fss.ulaval.ca/">Observatorio Demográfico y Estadístico del Espacio Francófono (ODSEF)</a> de la Universidad de Laval (Canadá) y el Observatorio de la lengua francesa de la <a href="http://observatoire.francophonie.org/">Organizacion International de la Francofonía (OIF)</a>, en su informe sobre “La lengua francesa en el mundo (2018)” ofrecen datos que, por sí solos, ya son un argumentario objetivo de las puertas que este idioma y sus culturas pueden abrir a los jóvenes españoles si nuestro sistema educativo garantizara el aprendizaje de dos lenguas durante su formación.</p>
<h2>Algunas claves importantes</h2>
<p>Resumiendo los parámetros más significativos, debemos saber que:</p>
<ol>
<li><p>El francés es la quinta lengua más hablada en el mundo.</p></li>
<li><p>Más del 60 % de los hablantes de francés en la vida cotidiana se encuentran en África.</p></li>
<li><p>Se trata de una lengua oficial en 32 estados y gobiernos y en la mayor parte de las organizaciones internacionales. </p></li>
<li><p>Es la lengua de enseñanza de más de 80 millones de personas en 36 países y territorios.</p></li>
<li><p>Como lengua extranjera, la estudian 50 millones de personas en el mundo y es la cuarta lengua más utilizada en internet. </p></li>
</ol>
<p>Todos estos datos revelan un dinamismo del espacio lingüístico francófono que tiene también <a href="https://ferdi.fr/%20Etude_sur_le_poids_economique_de_la_langue_francaise_dans_le_monde_cle461331">una dimensión económica desconocida</a>. </p>
<p>Volviendo al criterio más valorado en nuestra sociedad de rentabilidad y oportunidades, diría que la falta de información sobre esta realidad no deja ver el valor añadido del francés en el acceso al mundo laboral de nuestros jóvenes.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/296502/original/file-20191010-188823-cpedvk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/296502/original/file-20191010-188823-cpedvk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/296502/original/file-20191010-188823-cpedvk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=302&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/296502/original/file-20191010-188823-cpedvk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=302&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/296502/original/file-20191010-188823-cpedvk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=302&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/296502/original/file-20191010-188823-cpedvk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=380&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/296502/original/file-20191010-188823-cpedvk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=380&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/296502/original/file-20191010-188823-cpedvk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=380&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Mapa de la francofonía.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.francophonie.org/IMG/pdf/carte_88_etats_et_gvts_oif.pdf">L’Organisation internationale de la Francophonie (OIF).</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>10 motivos de peso</h2>
<ol>
<li><p>Porque es una lengua que vehicula culturas diferentes en cinco continentes.</p></li>
<li><p>Porque es la lengua de comunicación de 300 millones de habitantes en el mundo.</p></li>
<li><p>Porque es una lengua fundamental en las instituciones europeas e, históricamente, Francia ha sido motor de Europa junto a Alemania.</p></li>
<li><p>Porque es la lengua de nuestro país vecino (como ocurre con el desconocido portugués) con quien compartimos historia, estrechas relaciones culturales e influencias mutuas, y múltiples intereses económicos.</p></li>
<li><p>Por nuestro pasado olvidado de interés por todas las manifestaciones artísticas de la cultura francesa.</p></li>
<li><p>Porque es una lengua de acogida, de diversidad y de mediación en fenómenos como el exilio, la emigración y la crisis de los refugiados.</p></li>
<li><p>Porque en la universidad, el número de convenios bilaterales Erasmus con universidades francesas es altísimo en comparación con otros países, lo que garantiza la movilidad de los estudiantes.</p></li>
<li><p>Porque ofrece oportunidades laborales a los jóvenes no solo en el sector de la educación, sino también en el sanitario, en el ámbito de la cooperación internacional, la restauración, el turismo, las telecomunicaciones, la industria aeroespacial, etc.</p></li>
<li><p>Pero también porque es la lengua de acceso a la modernización de los países del Magreb (Marruecos, Argelia, Túnez…), escenario estratégico en el que nuestra comunidad de Castilla y León está compitiendo incluso contra Francia y sacando proyectos adelante.</p></li>
<li><p>Porque la Embajada de Francia, el Instituto Francés, las Alianzas francesas trabajan codo a codo con los profesores de francés y ofrecen a los estudiantes numerosas posibilidades para su formación.</p></li>
</ol>
<h2>Aprender por placer</h2>
<p>Son muchas las razones para aprender francés que podría enumerar, pero asumo como propia la conclusión a la que llegaba el escritor y director de cine David Trueba en un artículo reciente titulado <a href="https://www.xlsemanal.com/firmas/20190827/elogio-del-frances-david-trueba.html">“Elogio del francés”</a>: “pour le plaisir”.</p>
<p>Frente a la omnipresencia del inglés como idioma extranjero necesario, asistimos a iniciativas que permiten vislumbrar un horizonte más justo para las llamadas segundas lenguas: el programa europeo <a href="http://www.eurom5.com/home-es">EuRom5</a>, cuyo objetivo es la intercomprensión, que permite aprender a comprender cuatro lenguas románicas a quien ya habla una (portugués, español, catalán, italiano y francés), incidiendo en la conciencia de las raíces comunes, lo que nos permitiría a cada uno hablar nuestra lengua materna y entendernos con todos nuestros vecinos. </p>
<p>Esta pluralidad lingüística es la mejor manera de acabar con el uso de una lengua en su valor identitario como arma arrojadiza. Por otro lado, diversos países europeos se han sumado ya a la campaña “En todas las lenguas” para promover el <a href="https://www.helsinki-initiative.org/es">plurilingüismo en la comunicación científica y académica</a> frente a la imposición del inglés.</p>
<p>Una de las mejores decisiones de mi vida ha sido aprender este idioma. Por la sensibilidad, la libertad y la apertura de espíritu que conocer la diversidad cultural transmitida por esta lengua me ha permitido vivir.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/125028/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Belén Artuñedo Guillén no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Con frecuencia tendemos a dar más importancia al inglés que al francés. Pero esta lengua, la quinta más hablada, reivindica su lugar en el sistema educativo. ¿Sabía, por ejemplo, que el 60 % de los hablantes de francés se encuentran en África?Belén Artuñedo Guillén, Profesora de Lengua y Literaturas francófonas de la UVA y Vicedecana de Movilidad de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1229822019-09-08T19:57:29Z2019-09-08T19:57:29ZTurismo cultural: de ‘El barbero de Sevilla’ a ‘La Casa de Papel’<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/291092/original/file-20190905-175710-ehq3yg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1920%2C1276&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El Real Alcázar de Sevilla, también localización de 'Juego de Tronos'. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://pixabay.com/es/photos/real-alc%C3%A1zar-de-sevilla-alc%C3%A1zar-3573907/">Adam Hill / Pixabay </a></span></figcaption></figure><p>Desde hace varios años, la lengua trata de afrontar la connotación peyorativa asociada al turismo recurriendo a la expresión “turismo cultural”, con la que se pretende ampliar el horizonte, buscar el conocimiento y las emociones a través del descubrimiento de un territorio y de su patrimonio. _</p>
<p>El hecho de añadirle un adjetivo le daría entonces una vocación más noble, centrada en la cultura y el conocimiento, a una actividad que es de buen gusto despreciar; siendo el turista, en nuestra imaginación y para utilizar la <a href="https://www.canal-u.tv/video/universite_de_tous_les_savoirs/le_touriste_jean_didier_urbain.1466">famosa expresión de Jean-Didier Urbain</a>, “el idiota que viaja”.</p>
<p>Para diferenciarse del turismo de masas, hoy en día se asocia una plétora de calificativos al término tan criticado, para precisar sus formas e intenciones, pero también para seducir a diferentes “nichos” de viajeros: turismo de la memoria, LGBT, religioso, gastronómico, halal, médico, sostenible, religioso, solidario, y muchos más.</p>
<h2>Nuevas prácticas</h2>
<p>El concepto de “turismo cultural”, definido por la Organización Mundial del Turismo en 1985 como “los movimientos de personas con motivaciones básicamente culturales, tales como
circuitos de estudios, circuitos culturales y de artes del espectáculo, viajes a festivales u otros eventos culturales, visitas a monumentos, viajes para estudiar la naturaleza, el
folklore o el arte, así como peregrinaciones”, solo sirve para expresar una realidad antigua. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/290975/original/file-20190904-175682-196h2g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/290975/original/file-20190904-175682-196h2g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/290975/original/file-20190904-175682-196h2g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=865&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/290975/original/file-20190904-175682-196h2g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=865&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/290975/original/file-20190904-175682-196h2g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=865&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/290975/original/file-20190904-175682-196h2g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1087&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/290975/original/file-20190904-175682-196h2g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1087&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/290975/original/file-20190904-175682-196h2g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1087&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Retrato de Francis Basset, Primer Baron de Dunstanville y Basset, durante su Grand Tour.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Batoni_-_Francis_Basset,_1st_Baron_de_Dunstanville.jpg">Museo del Prado / Wikimedia Commons</a></span>
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</figure>
<p>¿Acaso los viajeros ingleses del <a href="https://halshs.archives-ouvertes.fr/halshs-00006836/document">Grand Tour</a>, los Románticos del siglo XIX, no hacían turismo cultural? Sin embargo, las prácticas turísticas –y por lo tanto, culturales– evolucionan según modas y tendencias, y éstas van de la mano de las prácticas culturales cotidianas.</p>
<p>La globalización y la estandarización de nuestras actividades de ocio, así como la circulación instantánea de bienes culturales, afectan a la actividad turística. Hoy se puede viajar para descubrir no solo los elementos típicos de la cultura visitada sino también las huellas del último libro, la última película o la serie conocida en todo el mundo.</p>
<p>Y en este campo, las instituciones turísticas españolas están demostrando soltura. Identificado el país desde los años 60 con el turismo de masas, “de sol y playa”, se ha trabajado para cambiar su imagen, marcada por los estereotipos, gracias a iniciativas basadas en productos culturales típicamente españoles. O no.</p>
<p>Partiendo de lo más elitista a lo más popular, pensamos en el turismo lírico con <a href="https://www.spain.info/es/reportajes/sevilla_ciudad_de_opera.html">“La Ruta de la ópera”</a> sevillana, un itinerario señalizado creado en 2012 en la capital andaluza que sigue los pasos de las óperas francesas e italianas <em>Carmen</em>, <em>Don Juan</em> y <em>El Barbero de Sevilla</em>. </p>
<p>Así como el <a href="https://journals.openedition.org/teoros/3187">turismo literario</a>, con la reciente ruta por el Valle del Baztán en Navarra, inspirada en la trilogía de <a href="https://www.turismo.navarra.es/esp/organice-viaje/recurso.aspx?o=7631&">Dolores Redondo</a>, y por supuesto el <a href="https://www.espacesetsignes.com/produit/47/9791094176429/madrid-mis-en-scenes">turismo cinematográfico</a>.</p>
<h2>En la estela de películas y series</h2>
<p>Si bien la visita a una localización cinematográfica no es una práctica nueva –piensen en <a href="https://www.arte.tv/fr/videos/078979-002-A/andalousie-et-sergio-leone-inventa-le-western-spaghetti/%20en%20la%20regi%C3%B3n%20de%20Almer%C3%ADa-">los spaghetti western de Sergio Leone</a>–, la novedad consiste en supervisar estas visitas facilitando la tarea del turista con itinerarios señalizados, folletos y otras aplicaciones. En el cine del oeste, la <a href="http://www.andaluciafilm.com/index.php/inicio">Andalucía Film Commission</a> de Carlos Rosado, creada en 1998, es pionera. </p>
<p>Estas iniciativas permiten un viaje por el espacio, la ficción y el tiempo. Ahora bien, la creación de un producto turístico es hoy en día prácticamente simultánea a la creación de un producto cultural. Por ejemplo, pensamos en las consecuencias de la película de Woody Allen financiada en gran parte por las autoridades catalanas, <a href="https://www.spain.info/es/reportajes/vicky_cristina_barcelona_espana_segun_woody_allen.html"><em>Vicky Cristina Barcelona</em></a>, en Barcelona y Oviedo, donde ahora se encuentra la controvertida estatua del director. Su próxima película, rodada en San Sebastián, está <a href="https://www.efe.com/efe/espana/destacada/medio-centenar-de-personas-protesta-contra-el-rodaje-allen-en-donostia/10011-4028956">causando gran revuelo</a>. </p>
<p>Pensemos también en <em>La Guerra de las Galaxias:Episodio II - El ataque de los clones</em> en Sevilla en 2015, que transformó la Plaza de España en el patio del palacio de Theed.</p>
<h2>Turismo de series</h2>
<p>Quizás más populares que las películas, las series se han convertido en generadoras de productos turísticos. </p>
<p>En España, los aficionados a <em>Juego de Tronos</em> pueden visitar una <a href="https://www.escapadarural.com/blog/todos-los-lugares-de-juego-de-tronos-en-espana/">quincena de lugares de rodaje</a>. Por ejemplo, la página institucional de la Oficina de Turismo de Sevilla ofrece a los visitantes la oportunidad de visitar el Alcázar para observar sus jardines <a href="https://www.visitasevilla.es/historia/de-star-wars-juego-de-tronos">“como Khaleesi admiraba los Jardines del Agua”</a>, algo que no corresponde con la serie. Hoy, es común escuchar a los turistas preguntando en la oficina de turismo, situada justo enfrente, cómo llegar al “Palacio de <em>Juego de Tronos</em>”.</p>
<p>Es sin duda para corregir y anticipar este tipo de preguntas por lo que la Oficina de Turismo de Madrid ha señalado en su página web las ubicaciones de <a href="https://www.esmadrid.com/casa-papel-madrid"><em>La Casa de Papel</em></a>, una serie de cosecha propia, pero cuyo éxito, premiado con un Emmy, se ha extendido mucho más allá de sus fronteras. </p>
<p>Así, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, que se presenta como el escenario principal de la serie, se ha convertido en el destino favorito de los turistas armados con palos <em>selfies</em>. Sin embargo, el edificio que realmente sirvió de telón de fondo es el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, cuyo acceso a los turistas se ha limitado recientemente.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/290991/original/file-20190904-175705-12g9ijj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/290991/original/file-20190904-175705-12g9ijj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=301&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/290991/original/file-20190904-175705-12g9ijj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=301&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/290991/original/file-20190904-175705-12g9ijj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=301&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/290991/original/file-20190904-175705-12g9ijj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=378&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/290991/original/file-20190904-175705-12g9ijj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=378&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/290991/original/file-20190904-175705-12g9ijj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=378&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Edificio central del CSIC, en Madrid, donde se rodaron las escenas correspondientes a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de la serie ‘La casa de papel’.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Edificio_central_del_CSIC_(Madrid)_02.jpg">Luis García / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Turismo de experiencias</h2>
<p>A estas nuevas tendencias del turismo cultural se añade la noción de experiencia, particularmente de moda en el sector turístico. El llamado turismo de experiencias ofrece al viajero la oportunidad de experimentar la realidad, con más o menos buen gusto. A modo de ejemplo, podemos citar el <em>woofing</em> –intercambiar trabajo por alojamiento en una granja–, así como el llamado “turismo de la miseria”, diseñado para despertar la compasión y desarrollar la solidaridad. </p>
<p>Incluso ahora es posible experimentar la ficción, con la práctica en boga de los <em>escape rooms</em>. Así, en Madrid, existe uno que se basa en <a href="https://www.esmadrid.com/agenda/la-casa-de-papel-escape-room-wizink-center"><em>La Casa de Papel</em></a> y se puede encontrar toda la información en la página institucional de turismo.</p>
<p>Si los lugares se perciben como escenarios de ficción y si es posible ser un actor en ellos, los caminos entre la ficción y la realidad se desdibujan. Los más pesimistas pensarán que el lugar se asemeja entonces a una “ciudad donde usted es el héroe” y que gran parte de la información cultural y patrimonial de la visita tradicional queda atrás. </p>
<p>Pero los más optimistas –<a href="https://www.efetur.com/noticia/turismo-cine-fitur-2019/">y los profesionales</a> que surfean en esta ola forman parte de ellos– verán este tipo de motivación como un trampolín o como el punto de partida para otro viaje, de la cultura popular a la historia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/122982/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ivanne Galant no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El turismo cultural sirve para nombrar una vieja realidad, y para dejar claro que las modalidades de viajar cambian con el tiempo.Ivanne Galant, Docteure en études hispaniques, Université Sorbonne Paris NordLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1181392019-06-06T20:03:26Z2019-06-06T20:03:26ZPersuadir con la palabra: oratoria y neurociencia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/277892/original/file-20190604-69079-ie2sxv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C4%2C2991%2C2034&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Martin Luther King, Jr. pronunció alguno de los grandes discursos de la segunda mitad del siglo XX.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/69562982@N02/35462491833">PatersonGreatFalls / Flkr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span></figcaption></figure><p>Actualmente, no existe en nuestra enseñanza una asignatura relacionada con la Oratoria, que enseñe a construir discursos persuasivos y a pronunciarlos en público. Esa labor correspondió durante siglos a la <a href="http://alfonsomartinjimenez.blogs.uva.es/publicaciones-en-internet/manual-compendio-de-retorica-2019/">Retórica</a>.</p>
<h2>Una enseñanza tradicional</h2>
<p>La Retórica formó parte de la enseñanza europea desde la Antigüedad hasta la consolidación del Romanticismo.</p>
<p>En sus orígenes, se ocupaba de todos los aspectos relacionados con el arte de hablar en público. Con el tiempo, se fue limitando a un simple tratado de las figuras retóricas, lo que condujo a su desprestigio.</p>
<p>Y en el Romanticismo se produjo un rechazo de la Retórica, que llevó a su desaparición de la enseñanza. Desde entonces, el término retórica se emplea despectivamente para referirse a un lenguaje vacío y falto de contenido.</p>
<p>Sin embargo, es mucho más que un simple tratado de figuras retóricas. Y en la actualidad se está tratando de recuperarla en su sentido original, pues sus normas siguen siendo muy útiles para hablar bien en público.</p>
<h2>Las operaciones retóricas</h2>
<p>La Retórica contempla cinco operaciones. Las tres primeras (la <em>invención</em>, la <em>disposición</em> y la <em>elocución</em>) enseñan a construir el discurso.</p>
<ol>
<li><p>La <em>invención</em> consiste en el hallazgo de las pruebas racionales y de los recursos emocionales.</p></li>
<li><p>La <em>disposición</em> distribuye esos hallazgos en las distintas partes del discurso.</p></li>
<li><p>Y la <em>elocución</em> adorna el discurso por medio de recursos estilísticos, de figuras retóricas y de tropos, haciéndolo más atractivo.</p>
<p>La activación de esas tres operaciones permite escribir un discurso perfectamente argumentado, estructurado y adornado.</p>
<p>Una vez que el discurso está escrito, se activan las dos restantes operaciones retóricas: la <em>memoria</em> y la <em>acción</em> o <em>pronunciación</em>:</p></li>
<li><p>La <em>memoria</em> da consejos que ayudan a memorizar el discurso, para pronunciarlo como si se estuviera improvisando.</p></li>
<li><p>Y la <em>acción</em>/<em>pronunciación</em> facilita normas para su exposición ante el auditorio. La <em>acción</em> se relaciona con la vestimenta, la postura del cuerpo y el empleo de los gestos y de la mirada por parte del orador, y la <em>pronunciación</em> con el uso de su voz. Los gestos deben adecuarse siempre a la voz y al contenido del discurso, reforzando su significado.</p></li>
</ol>
<h2>Las partes del discurso</h2>
<p>La Retórica establecía también las partes del discurso: el <em>exordio</em>, la <em>narración</em>, la <em>argumentación</em> y la <em>peroración</em>.</p>
<p>• El <em>exordio</em>, o inicio del discurso, intenta provocar la atención y la curiosidad de los oyentes, incluye un breve resumen del tema del discurso e intenta influir emocionalmente en el auditorio.</p>
<p>• La <em>narración</em> es un relato breve de los hechos que se juzgan o comentan.</p>
<p>• La <em>argumentación</em> es la parte más racional del discurso, en la que el orador expone los argumentos favorables a su causa y trata de refutar los de la parte contraria.</p>
<p>• Y la <em>peroración</em> o epílogo resume lo expuesto y hace uso nuevamente de recursos emocionales, para ganarse afectivamente al auditorio.
Así pues, los recursos emocionales se situaban en el inicio y en el final del discurso, y la parte racional en su parte central.</p>
<h2>Retórica y neurociencia: razón y emoción</h2>
<p>La moderna neurociencia ha refrendado la intuición de la Retórica sobre las partes del discurso.</p>
<p>Los neurocientíficos han mostrado cómo tomamos decisiones en la vida normal.</p>
<p>En un primer momento, y como ha explicado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ant%C3%B3nio_Dam%C3%A1sio">Antonio Damasio</a>, las emociones nos ayudan a descartar algunas posibilidades, reduciendo el número de opciones.</p>
<p>Posteriormente, entra en juego la razón, que sopesa la larga lista de pros y contras de las opciones seleccionadas. Esta lista suele ser larga y equilibrada, y por sí sola nunca nos llevaría a tomar una decisión.</p>
<p>Finalmente, vuelven a aparecer las emociones, haciendo que nos inclinemos por una postura determinada.</p>
<p>Si no fuera por las emociones, que aparecen al principio y al final del proceso, no podríamos tomar decisiones.</p>
<p>Esa distribución coincide con las partes del discurso retórico.</p>
<p>El discurso comienza con el <em>exordio</em>, que intenta influir emocionalmente en el auditorio. Le siguen después dos partes racionales, la <em>narración</em> y la <em>argumentación</em>, en la que se exponen los hechos y los argumentos. Y, finalmente, se recurre otra vez a las emociones en la <em>peroración</em>, para animar a los oyentes a que tomen su decisión.</p>
<p>Por lo tanto, <a href="http://www.revistaretor.org/pdf/retor0401_jimenez.pdf">las partes del discurso retórico se ajustan estrictamente a los procesos de toma de decisiones descritos por la neurociencia</a>.</p>
<h2>Retórica y neuronas espejo</h2>
<p>El reciente descubrimiento de las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Neurona_especular">neuronas espejo</a> confirma la importancia que la Retórica otorga a la <em>acción</em>/<em>pronunciación</em>.</p>
<p>Las neuronas espejo son unas neuronas motoras que no solo se activan cuando realizamos una acción, sino también cuando vemos a otras personas realizarla. Y eso nos permite comprender de forma sencilla e inconsciente las intenciones de los demás.</p>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Las neuronas espejo nos permiten entender las emociones ajenas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/brain-mirror-431776579">Advent /Shutterstock</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Al ver a otras personas realizar un movimiento, se activan en nuestro cerebro las neuronas espejo que se activarían si nosotros mismos realizáramos ese movimiento, pero sin llegar físicamente a realizarlo. Así entendemos la intención que nosotros mismos tendríamos si hiciéramos ese movimiento, comprendiendo las intenciones de los demás.</p>
<p>Las neuronas espejo también nos permiten entender las emociones ajenas.</p>
<p>Al ver a una persona triste o alegre, se activan en nuestro cerebro las neuronas espejo que se activarían si nosotros mismos estuviéramos tristes o alegres, y eso nos permite comprender el estado de ánimo de la otra persona.</p>
<p>En su libro <a href="https://books.google.es/books?id=C5RHgLTPmlwC&lpg=PP1&hl=es&pg=PP1#v=onepage&q&f=false"><em>Las neuronas espejo</em></a>, Marco Iacoboni explica cómo funcionan las neuronas espejo en relación con la oratoria.</p>
<p>Los gestos bien empleados ayudan al orador a expresar lo que quiere comunicar, y también ayudan a que su audiencia le entienda.</p>
<p>Cuando vemos los gestos de un orador, se activan en nuestro cerebro las neuronas espejo que se activarían si fuéramos nosotros mismos quienes los hiciéramos. Así comprendemos sin esfuerzo lo que el orador quiere decir con sus gestos.</p>
<p>El descubrimiento de las neuronas espejo ha demostrado la gran importancia que tienen los gestos para potenciar el contenido del discurso, <a href="http://www.revistaretor.org/pdf/retor0401_jimenez.pdf">como ha defendido siempre la <em>acción</em>/<em>pronunciación</em> de la Retórica</a>.</p>
<h2>La recuperación de la Retórica</h2>
<p>Las normas de la Retórica tradicional siguen siendo perfectamente válidas en la sociedad actual. Hablar en público y persuadir es necesario en muchas actividades y profesiones (docencia, abogacía, política, relaciones públicas, publicidad, actividad empresarial…).</p>
<p>Sin embargo, el rechazo romántico de la Retórica supuso que se dejara de enseñar algo tan fundamental como es <a href="http://alfonsomartinjimenez.blogs.uva.es/publicaciones-en-internet/manual-hablar-en-publico-normas-retoricas-elementales-2019/">hablar bien en público</a>.</p>
<p>La recuperación de la <a href="http://alfonsomartinjimenez.blogs.uva.es/publicaciones-en-internet/manual-compendio-de-retorica-2019/">Retórica</a>, cuya validez ha sido refrendada por la neurociencia, solucionaría fácilmente esa carencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/118139/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alfonso Martín Jiménez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hablar bien en público y persuadir son las razones de ser de la Retórica, una enseñanza menospreciada desde el Romanticismo. Recuperar la Retórica, cuya validez ha sido refrendada por la neurociencia, solucionaría las carencias expresivas actuales.Alfonso Martín Jiménez, Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1181892019-06-05T20:12:19Z2019-06-05T20:12:19ZEl antifán como activista digital<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/277872/original/file-20190604-69067-iemop1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3727%2C2095&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://prensa.hboespana.com/pressweb/5829a7ce3d9fc/post/imagenes-posteriores-al-capitulo-6-de-la-ultima-temporada-de-jue">HBO / Helen Sloane</a></span></figcaption></figure><p>Los fans no han dudado en hacerle un Dracarys a su propia serie. Así como ocurrió con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lost"><em>Perdidos</em></a>, la producción que despertó la vehemencia de muchos y la cólera de otros tantos tras su último capítulo -aunque Damon Lindelof consiguió su redención con <em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/The_Leftovers">The Leftovers</a></em>-, <em>Juego de Tronos</em> se ha convertido en diana de sus entusiastas acólitos, quienes aguardaron el retorno de la última temporada, durante dos años, para estrellarse finalmente con una realidad que no cumplía sus expectativas.</p>
<p>En tres semanas, <a href="https://www.change.org/p/hbo-rehagan-la-temporada-8-de-juego-de-tronos-con-guionistas-competentes">la petición de Change.org para rehacer la última temporada de <em>Juegos de Tronos</em></a> ha superado el millón y medio de firmas y se ha convertido en un fenómeno mediático, popular y cultural. </p>
<p>Uno de los aspectos más llamativos de esta iniciativa es precisamente su naturaleza <strong>fan</strong> o, más concretamente, <strong>antifán</strong>.</p>
<p><a href="http://henryjenkins.org/">Henry Jenkins</a>, uno de los principales referentes en este campo y precursor de las investigaciones sobre cultura popular, <a href="https://muse.jhu.edu/chapter/2119663">explica el origen del término «fan»</a> como una expresión “abreviada de la palabra ‘fanático’ que encuentra sus raíces en la palabra latina fanaticus […]. En su evolución, el término ‘fanático’ pasó de hacer referencia a multitud de formas de adulación religiosa a convertirse en una forma de entusiasmo desmedido […] y de locura”. </p>
<p>Aunque, a priori, pueda parecer que, en la actualidad, el término «fan» se ha desprendido de los estigmas que portaba desde su origen, lo cierto es que, tal y como indica Jenkins, la figura del fan todavía conserva muchos estereotipos negativos. Así, tal y como prosigue Jenkins, seguimos asociando al fan con lo excesivo, lo obsesivo, lo delirante y lo absurdo, a pesar de que los estudios sobre <em>fandom</em> pretenden demostrar precisamente lo contrario: el fan es, en realidad, un lector crítico y comprometido con el objeto de consumo.</p>
<h2>Antifán, no-fan y toxic fan</h2>
<p>Con base en este planteamiento, investigaciones recientes han explorado nuevos conceptos que explican las diferentes realidades en torno al fan. </p>
<p>De este modo, nos encontramos estas figuras:</p>
<ul>
<li><p>el <strong>antifán</strong>: espectadores que se definen por su desacuerdo, disgusto u odio hacia un objeto de consumo, </p></li>
<li><p>el <strong>no-fan</strong>: espectadores que no se consideran fan del producto cultural y </p></li>
<li><p>el <strong><em>toxic fan</em></strong>: se asemeja, en apariencia, al antifán, pero el <em>toxic fan</em> se caracteriza por utilizar el odio y el acoso en sus discursos. </p></li>
</ul>
<p>Además, a diferencia de los <em>toxic fans</em>, los antifans ejercen una forma de participación cultural que va más allá de la antipatía; es decir, los antifans, motivados por su descontento con el producto que consumen, deciden colaborar, promover cambios, generar contenidos, conversar y compartir conocimientos y emociones en el contexto social. </p>
<p>El movimiento antifán no es un fenómeno nuevo, <a href="http://palabraclave.unisabana.edu.co/index.php/palabraclave/article/view/1105">como bien señala Proctor (2017)</a> –recordemos que la reacción de los lectores fans ante la muerte de Sherlock Holmes causó bastantes dolores de cabeza a Arthur Conan Doyle–. </p>
<p>Además del caso de <em>Juego de Tronos</em>, varios mensajes de fans indignados han servido recientemente para que Jeff Fowler, director de la película de <em>Sonic</em>, decidiera cambiar la apariencia del personaje para hacerla más fiel a la del videojuego –aunque ello haya supuesto rehacer toda la película–. </p>
<p>El estreno de <em>El último Jedi</em>, el octavo de los nueve episodios de la interminable saga Skywalker, tampoco suscitó mucho júbilo entre sus fans. Los usuarios pronto abrieron una cuenta en Twitter, <a href="https://twitter.com/rmthelastjedi">Remake The Last Jedi</a>, para solicitar donaciones con las que financiar una nueva versión de la película.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1007154551831621632"}"></div></p>
<p>Con todo, las redes sociales no son el único canal que utilizan los fans para manifestar sus opiniones. Plataformas como <strong>Change.org</strong> han resultado ser valiosos vehículos de difusión de mensajes de protesta. </p>
<p>Tal y como se ha podido comprobar en <a href="http://repositorio.ucam.edu/handle/10952/2560">una investigación</a> en la que se analizaron las peticiones que había en Change.org España hasta 2016, aquéllas relacionadas con la cultura popular representan únicamente el 3,25% de mensajes ubicados en esta web. </p>
<p>En investigaciones posteriores estamos observando que el número de peticiones antifán es menor que las peticiones fan, pero la cuota de éxito de las iniciativas antifán es mayor que las fan. Esto significa que, aunque los mensajes antifán tengan una menor representación en Change.org, tienen un éxito mayor entre los usuarios. Es más, las peticiones antifán suelen reunir una media de casi 8.000 firmas, mientras que la media de firmas de las peticiones fan apenas alcanza las 3.000 –menos de la mitad–.</p>
<p>Así, cabe destacar que, si bien la de <em>Juegos de Tronos</em> es una de las peticiones antifán más exitosas en Change.org hasta el momento, existen otras iniciativas recientes que también están adquiriendo relevancia en esta plataforma como, por ejemplo, la <a href="https://www.change.org/p/warner-brothers-warner-brothers-don-t-do-it-don-t-cast-robert-pattinson-as-batman">petición</a> que pide a Warner Bros que Robert Pattison no sea el nuevo Batman –menos aún después del “<a href="https://www.comicbookmovie.com/batman/the-rise-and-fall-of-batfleck-where-did-it-all-go-wrong-for-ben-afflecks-version-of-batman-a166157">Batfleck mistake</a>”–. No obstante, los mensajes de cultura popular en Change.org todavía necesitan obtener un mayor impulso. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/277875/original/file-20190604-69051-15wr1ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/277875/original/file-20190604-69051-15wr1ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/277875/original/file-20190604-69051-15wr1ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/277875/original/file-20190604-69051-15wr1ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/277875/original/file-20190604-69051-15wr1ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/277875/original/file-20190604-69051-15wr1ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/277875/original/file-20190604-69051-15wr1ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Ben Afleck en el papel de Batman en la película ‘Batman v Superman: Dawn of Justice’ (2016).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.warnerbros.com/movies/batman-v-superman-dawn-justice/">Warner Bross.</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En otros ámbitos, como la política o la educación, las iniciativas en Change.org desempeñan un rol mucho más significativo. </p>
<p>Así, podemos recordar la <a href="https://www.change.org/p/educaciongob-noalarevalida-ministerio-de-educaci%C3%B3n-retirad-las-rev%C3%A1lidas-finales-en-la-eso-y-bachillerato">petición de Isidoro Martínez</a>, que no solo consiguió que más de un millón de personas firmaran su petición en Change.org, sino que, además, logró paralizar la reforma propuesta por el Ministerio de Educación, en 2017, e impidió que se implantara el sistema de reválidas obligatorias en ESO y Bachillerato.</p>
<h2>Lo antifán y la participación ciudadana</h2>
<p>En definitiva, el debate en torno a la última temporada de <em>Juego de Tronos</em> y la decepción de sus espectadores fans suscita una importante reflexión: a pesar de que el movimiento antifán pueda parecer provocativo o, incluso, pancista, lo cierto es que este tipo de audiencia actúa como cualquier activista que ejerce su libertad de expresión: son ciudadanos indignados que participan en diferentes escenarios y utilizan diversos métodos y herramientas para divulgar su protesta. Esta es la base de cualquier forma de participación ciudadana: dar voz y herramientas a los individuos que buscan mejorar una situación con la que se sienten descontentos.</p>
<p>En este contexto, aunque pueda producirse un choque entre las libertades individuales, en <em>Sobre la libertad</em> (<a href="https://en.wikisource.org/wiki/On_Liberty"><em>On Liberty</em></a>, 1859) John Stuart Mill defiende la idea de proteger y respetar, ante todo, la libertad de expresión: </p>
<blockquote>
<p>“Si toda la humanidad fuera de una opinión y solo una persona fuera de la opinión contraria, la humanidad no tendría mayor justificación para silenciar a esa persona de la que tendría esa persona, si tuviese ese poder, para silenciar a la humanidad”. </p>
</blockquote>
<p>Por ello, debemos aceptar que las protestas antifans siguen la misma coherencia, sentido y lógica que cualquier movimiento activista actual. </p>
<p>Cuando los espectadores antifans de <em>Juego de Tronos</em> reclaman una nueva versión de la serie no lo hacen únicamente como una protesta vacía, sino con un espíritu crítico y una actitud que puede tomarse como una posibilidad transformadora. </p>
<p>Como bien <a href="https://nicollelamerichs.com/2019/05/25/why-do-game-of-thrones-fans-care-so-much-about-the-ending/">señala Nicolle Lamerichs en su blog</a>, los textos se reescriben constantemente, pueden tener varias lecturas y materializarse en diferentes obras que los revisitan y revisionan –como sigue ocurriendo con la mítica serie de anime <em>Neon Genesis Evangelion</em>–. <a href="https://books.google.es/books?id=FL11DwAAQBAJ&lpg=PA79&ots=I562kOX4ZU&dq=How%20Do%20I%20Dislike%20Thee%3F%20Let%20Me%20Count%20The%20Ways%20gray&hl=es&pg=PA25#v=onepage&q=How%20Do%20I%20Dislike%20Thee%3F%20Let%20Me%20Count%20The%20Ways%20gray&f=false">Para Jonathan Gray</a>, en realidad, el fan y el antifán no son dos caras opuestas de la misma moneda, sino que, más bien, ambos perfiles comparten una misma realidad: los espectadores fans y los antifán son “espectadores de alto voltaje y preocupados por el texto”. </p>
<p>En conclusión, el fan y el antifán actúan como agentes sociales activos que utilizan su derecho de expresión y de participación para proponer una mejora. Ambos emplean instrumentos lícitos para difundir sus mensajes. </p>
<p>Esto, que suele entenderse muy bien en otros terrenos -como el político o el social-, parece que todavía causa recelo cuando el producto que se consume es la cultura –una serie, una película, música, libros, cómics, etc.– y es quizá este hecho el que hace evidenciar que todavía somos una sociedad que no ha aprendido a reconocer el poder que tiene para cambiar aquello que tradicionalmente parecía intocable.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/118189/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los fans de las series actúan como agentes sociales activos que utilizan su derecho de expresión y de participación para proponer mejoras en los productos culturales que consumen.Javier Lozano Delmar, Profesor de Narrativa y Estética Audiovisual, Universidad Loyola AndalucíaMarta Pérez-Escolar, Profesora e investigadora en el área de Comunicación, Universidad Loyola AndalucíaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1151602019-04-11T20:17:21Z2019-04-11T20:17:21ZJuego de tronos y el Imperio romano<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/268870/original/file-20190411-44794-ueopvl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1914%2C1074&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Daenerys Targaryen encarnada por Emilia Clarke (Juego de Tronos, HBO, 2011-).</span> </figcaption></figure><p>Aunque el universo de <em>Juego de tronos</em> está impregnado de un ambiente medieval, varios grandes personajes de la serie, como Daenerys Targaryen, Joffrey Baratheon o Jon Snow, parecen inspirados directamente en personajes de la Antigua Roma.</p>
<h2>La historia romana como fuente de inspiración</h2>
<p>George R. R. Martin, autor de la serie de novelas adaptadas para la pantalla por la cadena de televisión estadounidense HBO desde 2011, reconoce que la <a href="https://books.openedition.org/momeditions/3338">historia del Imperio romano</a> ha sido una de sus fuentes de inspiración. Así, por ejemplo, la idea del Muro procede de la muralla de 117 kilómetros de largo que el emperador Adriano construyó en el norte de Inglaterra hacia el año 120 d. C.</p>
<p>Martin relata su visita al lugar, una tarde de otoño: se estaba poniendo el sol y empezaba a refrescar. Cuando se marcharon los últimos autocares de turistas, el novelista experimentó el sentimiento de soledad y expatriación que debieron de albergar los legionarios romanos apostados allí para montar guardia, 2000 años atrás.</p>
<p>Naturalmente, la imaginación del autor transfiguró la muralla histórica, que se ha convertido en la inmensa edificación de hielo que aparece en la saga: desde lo alto de sus 200 metros, el Muro de Martin supera con creces la fortificación de Adriano. Sin embargo, su función es la misma que en la Antigüedad: proteger al mundo “civilizado” de una terrible amenaza exterior.</p>
<p>Para construir sus personajes de ficción, el novelista también ha podido explotar y adaptar elementos extraídos de la obra de historiadores antiguos, principalmente Suetonio, Tácito y Dion Casio. </p>
<p>Además, se ha inspirado de forma indirecta en la Roma imperial, a través de las series <em>Yo, Claudio</em> (<em><a href="https://www.bbc.co.uk/programmes/b006mhmk">I, Claudius</a></em>, BBC, 1976) y Roma (2005-2007). Esta última, producida por HBO, al igual que <em>Juego de tronos</em>, ya ponía en escena una <a href="https://www.lepoint.fr/pop-culture/series/sexe-et-violence-dans-game-of-thrones-14-03-2019-2300976_2957.php">violencia y una crueldad</a> estrechamente relacionadas con el universo político, las ambiciones personales de los jefes y el afán de dominación.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/2s1RoX1OeC0?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
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<h2>Tres muertes horribles</h2>
<p>En el año 60 a. C., tres hombres poderosos forjan una alianza secreta para repartirse el Imperio romano: Craso, el hombre inmensamente rico, Pompeyo, aureolado de gloria militar, y Julio César, de ambición desmesurada y que sueña con transformar la República en monarquía. Cada uno de los tres miembros del “triunvirato” sufrirá una muerte violenta y horrible.</p>
<p>Craso, convencido de que podía medirse con los partos, enemigos de los romanos en Oriente, fue capturado tras su derrota en la batalla de Carras en el año 53 a. C. Según el relato de Dion Casio (<em>Historia romana</em> 40, 27), su vencedor lo ejecutó quemándolo con oro fundido. <a href="https://hitek.fr/actualite/inspiration-historique-game-of-thrones_10482">Viserys Targaryen sufrirá un castigo similar</a>.</p>
<p>En el año 48 a. C., Pompeyo muere decapitado, <a href="https://www.cosmopolitan.com/entertainment/tv/a10365672/real-things-that-inspired-game-of-thrones/">la misma muerte que sufre Eddard Stark</a>.</p>
<p>Cuatro años después, Julio César es apuñalado unas veinte veces por un grupo de traidores, entre los que se encuentra Bruto, su hijo adoptivo. “Tú también, hijo mío”, fueron las últimas palabras atribuidas a César. De la misma forma, Jon Snow será víctima de una conspiración urdida por su entorno. Es el joven Olly, reinterpretando el papel de Bruto, quien asesta el golpe de gracia.</p>
<h2>Jon Snow: el César ideal</h2>
<p>Tras su muerte, Julio César, ídolo de la plebe, es divinizado, y se construye un templo en su honor en el Foro romano. Por su parte, Jon Snow resucita, siguiendo esta vez el modelo de Jesús, otra figura histórica de la época romana. Por su apariencia física, Jon Snow encaja claramente en la tradición de la iconografía crística. Sin embargo, su dimensión político-militar es cesarista: Snow posee el <a href="https://www.lesbelleslettres.com/livre/233-cesar-et-son-image">carisma</a> y las virtudes del jefe ideal, que se pone al mando y al servicio de su pueblo.</p>
<h2>Calígula-Joffrey Baratheon</h2>
<p>En <em>Juego de tronos</em> también encontramos varias adaptaciones de personajes políticos de la Roma imperial. Al contrario que Julio César, que fue una figura muy positiva, Calígula, tercer emperador romano, representa al César delirante. Suetonio, autor de <em>Vidas de los doce césares</em>, nos describe a un tirano violento e imprevisible. Calígula presenta tres características principales: es joven, cruel y demente.</p>
<p>El parecido con Joffrey Baratheon es asombroso, incluso en el aspecto físico: el actor Jack Gleeson lleva el mismo peinado que el emperador tal y como aparece en sus retratos oficiales.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/265566/original/file-20190325-36279-1j23mz5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/265566/original/file-20190325-36279-1j23mz5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=300&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/265566/original/file-20190325-36279-1j23mz5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=300&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/265566/original/file-20190325-36279-1j23mz5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=300&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/265566/original/file-20190325-36279-1j23mz5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=378&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/265566/original/file-20190325-36279-1j23mz5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=378&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/265566/original/file-20190325-36279-1j23mz5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=378&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Caligula (en mármol, Ny Carlsberg Glyptotek, Copenhague) y Joffrey Baratheon interpretado por Jack Gleeson (Juego de Tronos, HBO).</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Además, Calígula ya había sido encarnado en la pantalla por Malcolm McDowell en 1979 (<em>Calígula</em>, de Tinto Brass). Esta película, que renovó el péplum por su dimensión a la vez erótica y cruel, es precursora de las series <em>Roma</em> y <em>Juego de tronos</em>, producidas por HBO.</p>
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<h2>De la Dinastía Julio-Claudia a la Casa Lannister</h2>
<p>Según cuenta Suetonio, Calígula mantenía relaciones incestuosas con su hermana Drusila. En <em>Juego de tronos</em> también hay un amor prohibido, el que <a href="https://boojum.fr/sources-inspiration-game-of-thrones">une a Cersei y su hermano Jaime</a>.</p>
<p>Por su parte, Cersei guarda parecido con la emperatriz Agripina, mujer poderosa, astuta y sin escrúpulos, que quiso reinar a través de su hijo Nerón, que fue proclamado emperador con apenas 17 años, a una edad muy temprana, igual que Tommen.</p>
<p>Claudio, tío de Calígula, fue despreciado en su juventud debido a sus taras físicas, pues era cojo y tartamudo. Todos lo consideraban tonto, y su propia madre lo calificaba de aborto de la naturaleza. Sin embargo, Claudio demostró que poseía una sagaz mente política, igual que Tyrion Lannister. Calígula-Joffrey y Claudio-Tyrion, el sobrino y el tío, forman un binomio contradictorio: por un lado, el joven y cruel soberano; por otro, el hombre inteligente, denigrado injustamente por su físico. No hay que fiarse de las apariencias.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/265567/original/file-20190325-36270-ktdryn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/265567/original/file-20190325-36270-ktdryn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/265567/original/file-20190325-36270-ktdryn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=780&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/265567/original/file-20190325-36270-ktdryn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=780&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/265567/original/file-20190325-36270-ktdryn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=780&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/265567/original/file-20190325-36270-ktdryn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=980&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/265567/original/file-20190325-36270-ktdryn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=980&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/265567/original/file-20190325-36270-ktdryn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=980&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La Reina Boudicca, pintura del siglo XX (artista desconocido).</span>
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<h2>Boudica-Daenerys: la reina guerrera y liberadora</h2>
<p><a href="https://theravenreport.com/2018/01/01/remembering-boudiccas-rebellion-and-her-daring-revenge-on-rome/">Boudica o Boadicea</a> (hacia 30-61 d. C.) fue reina de los icenos, pueblo celta de la antigua Gran Bretaña, en la actual Norfolk. Tras la conquista romana, el sur de la isla se transformó en provincia del Imperio, y los pueblos locales, sometidos, eran tratados como esclavos por los colonos romanos. La propia Boudica fue apaleada, y sus dos hijas, violadas por legionarios. En el año 61 d. C., Boudica logró reunir un poderoso ejército y sublevar a las poblaciones humilladas contra sus amos extranjeros.</p>
<p><a href="http://remacle.org/bloodwolf/historiens/Dion/livre62.htm">El historiador antiguo Dion Casio</a> menciona a la reina en su Historia romana (62, 2): “Dejaba caer hasta la cadera su espesa melena rojiza”. Era guerrera y, armada con una lanza, arengaba a las tropas y las exaltaba para el combate.</p>
<p>La figura de Boudica llega a ser muy popular en Inglaterra a partir del siglo XIX: en Londres se erigió una estatua que la representa de pie en su carro, cerca del puente de Westminster. También ha protagonizado varias novelas y películas (por ejemplo, <em>La reina de la guerra</em>, 2003). Y se pueden comprar <a href="http://shop.scificollectorshop.co.uk/Boadicea-Statue">figuritas</a> que la representan de manera más o menos fantasiosa.</p>
<p>Cualquier parecido con <a href="https://gameofthrones.fandom.com/fr/wiki/Daenerys_Targaryen">Daenerys</a>…</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/115160/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Christian-Georges Schwentzel no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Aunque el universo de la famosa serie está rodeado de una atmósfera medieval, varias de sus grandes figuras parecen inspirarse directamente en personajes de la antigüedad romana.Christian-Georges Schwentzel, Professeur d'histoire ancienne, Université de LorraineLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.