tag:theconversation.com,2011:/us/topics/igualdad-62944/articlesigualdad – The Conversation2024-03-07T18:37:49Ztag:theconversation.com,2011:article/2233612024-03-07T18:37:49Z2024-03-07T18:37:49ZEl feminismo no es igualdad y otras creencias antifeministas, según los universitarios<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/580136/original/file-20240306-16-5uhz3a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=242%2C121%2C4250%2C2236&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">shutterstock</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/taking-off-protective-clothes-woman-firefighter-2280754859">Standret/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Según la última encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas de España), <a href="https://www.cis.es/documents/d/cis/es3428sd_Hombres_A/#page=13">el 44 % de los hombres</a> considera que el feminismo ha ido demasiado lejos. Un porcentaje que es incluso algo más elevado entre los hombres más jóvenes, de entre 16 y 24 años. </p>
<p>Para averiguar cómo de asentada está esta visión entre los estudiantes universitarios, hemos analizado la presencia de ciertas ideas antifeministas entre 350 alumnos y alumnas de los grados de Educación de la Universidad de Barcelona y la Universidad del País Vasco. En nuestro estudio, realizado con la <a href="https://www.ongdeuskadi.org/ongd/fundacion-intered/">Delegación en Euskal Herria de la Fundación Intered</a>, pedimos que se completase un <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1037/gpr0000014?icid=int.sj-abstract.citing-articles.55">ejercicio de asociación libre de palabras</a> para identificar las principales ideas antifeministas presentes entre el estudiantado universitario de educación. </p>
<p>La tarea consistió en escribir en un papel las cuatro principales ideas antifeministas que les vinieran a la cabeza, para más tarde explicarlas en profundidad en una conversación con quienes realizamos el trabajo. Finalmente se les preguntó en qué medida estaban ellos o ellas, sus amistades o la juventud en general de acuerdo con dicha idea. </p>
<p>Los análisis revelaron la existencia de cinco ideas antifeministas mayoritarias en las respuestas, aunque en muy diferente grado de adhesión e importancia. Se trata de las siguientes, de menor a mayor en cuanto a lo asentadas que se encuentran entre las personas jóvenes participantes en la investigación: </p>
<h2>La idea menos compartida: tareas domésticas</h2>
<p>Entre todos los argumentos compartidos por las personas jóvenes de ambos sexos la idea que menos se ha repetido es la de que las mujeres deben encargarse de las tareas domésticas (solo un 11,47 % de los argumentos hacía referencia a esta idea). La mayoría no piensa, ni cree que lo hagan sus amistades, ni la juventud en general, que esta afirmación sea cierta. La perciben como una idea histórica alejada de la realidad actual.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/el-curriculum-oculto-y-los-aprendizajes-invisibles-en-la-escuela-206689">El currículum oculto y los aprendizajes invisibles en la escuela</a>
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<h2>Mayor protección legal para las mujeres</h2>
<p>En cuanto a la noción de que las mujeres tienen más derechos y beneficios a nivel legal que los hombres (un 16,20 % de los argumentos), consideraban que ni ellos ni ellas, ni sus amistades, están de acuerdo. Sí consideran que este argumento circula entre la gente joven en general aunque no sienten mucho vínculo por él. </p>
<h2>¿Las mujeres son provocadoras?</h2>
<p>Otro argumento antifeminista recurrente con el que dicen convivir es que las mujeres provocan sexualmente a los hombres para conseguir lo que quieren. Aunque ellos y ellas mismos afirman no estar de acuerdo con esta idea, sí que creen que sus amistades y la gente joven en general lo están. </p>
<h2>El feminismo no busca la igualdad</h2>
<p>La idea de que el feminismo no busca la igualdad es la más repetida entre las personas que participaron en esta investigación (un 31,87 % de los argumentos analizados hacían referencia a esta idea). </p>
<p>La diferencia entre la percepción del feminismo y la igualdad de género también es notable en el hecho de que los participantes afirman estar muy a favor de la igualdad (un promedio de 4,83 en una escala del 1 al 5); en cambio, su identificación con ser feministas es casi un punto más bajo, siendo un promedio de 3,96 también en la escala del 1 al 5. </p>
<p>Esta diferenciación entre feminismo e igualdad coincide con los resultados de otras <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0959353516660993?icid=int.sj-abstract.citing-articles.60">investigaciones</a> en las que se detecta la distinción entre un feminismo “bueno”, que solo busca la igualdad, y un feminismo categorizado como “malo” o “radical” que protesta y se enfrenta al <em>statu quo</em> actual. </p>
<h2>Justificación de la brecha salarial en determinados trabajos</h2>
<p>Por último, la idea con la que más a favor están las personas participantes de esta investigación es la percepción de que algunas mujeres pretenden cobrar lo mismo que los hombres en ciertos trabajos para los que “no están preparadas”, tales como las fuerzas policiales, el cuerpo de bomberos, deportes de élite, etc. </p>
<p>Los participantes de esta investigación afirman estar a favor de este argumento a un nivel medio y creen que sus amistades y la gente joven en general también lo están. Es decir: consideran legítima <a href="https://www.ine.es/ss/Satellite?L=es_ES&c=INESeccion_C&cid=1259925408327&p=1254735110672&pagename=ProductosYServicios%2FPYSLayout&param3=1259926137287#:%7E:text=En%202021%2C%20el%20salario%20anual,es%20del%2081%2C6%25.">la brecha salarial</a> en contextos como el del fútbol y los cuerpos oficiales de seguridad.</p>
<h2>Yo no lo pienso, pero algunas de mis amistades sí</h2>
<p>Para concluir, es importante destacar las diferencias en el grado de apego que muestran hacia las ideas antifeministas. Aunque perciben estas ideas como distantes de sus propias creencias, de las de sus amistades y de la juventud en general, siempre las consideran más alejadas de ellos mismos que de sus amistades o de la juventud en general. La estrategia de atribuir estas ideas a otras personas puede ser utilizada como una herramienta que responde a la <a href="https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/1049732319889354?casa_token=30AWkXGsm8oAAAAA%3Avmn65M8VHwF2Ok_YPRaGLWrQ7VWHOyKrpWGqbtNBB164JWo81ko0uZieZpPA0FuwR07IHIOaLcfCmTQ">deseabilidad social</a>. </p>
<p>En resumen, las ideas antifeministas están al menos cohabitando y también en algunos casos calando en el estudiantado de educación. Nos parece necesario abordar y trabajar estas ideas, especialmente aquellas vinculadas a la noción de que los hombres están perdiendo derechos tanto judiciales como laborales, así como la idea de que el feminismo no busca la igualdad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223361/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Nahia Idoiaga Mondragon recibe fondos del Grupo de Investigación KideON del Gobierno Vasco</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Judith Muñoz Saavedra recibe fondos del grupo FODIP, Universitat de Barcelona. Es miembro de la Federació Catalana d'ONG, Lafede.cat. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Idoia Legorburu Fernández, Israel Alonso y Maitane Picaza Gorrotxategi no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Un estudio cualitativo con alumnos y alumnas del grado de educación indica algunas de las creencias que perduran entre los jóvenes.Nahia Idoiaga Mondragon, Profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaIdoia Legorburu Fernández, Researcher, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaIsrael Alonso, profesor en el departamento de Didáctica y Organización Escolar en la Facultad de Educación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaJudith Muñoz Saavedra, Profesora Facultad Educación, Universitat de BarcelonaMaitane Picaza Gorrotxategi, Doctora en educación, Departamento de Didáctica y Organización Escolar, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2147302023-11-12T22:16:25Z2023-11-12T22:16:25ZPor qué es necesario educar en feminismo<p>En la larga historia de la humanidad, el feminismo es un movimiento reciente. No así la desigualdad estructural entre hombres y mujeres, presente en todas las civilizaciones, en todas las culturas y en todos los tiempos. <a href="https://theconversation.com/educacion-feminista-en-los-colegios-y-las-familias-aun-queda-mucho-por-hacer-112792">También en el actual</a>. </p>
<p>La única manera de avanzar en igualdad es educar en feminismo: conocer la historia de la lucha de las mujeres contra la discriminación por razón de sexo; entender la construcción social del género; identificar cómo los mandatos de género intensifican la desigualdad. También deconstruir las críticas en torno al feminismo que buscan descalificarlo o criminalizarlo y, con ello, desmovilizar a quienes toman conciencia de la desigualdad. </p>
<h2>¿Qué es y qué no es el feminismo?</h2>
<p>Una definición de feminismo es la que encontramos en la página web del <a href="https://campusgenero.inmujeres.gob.mx/glosario/terminos/feminismos">Instituto Nacional de las Mujeres</a> mexicano: </p>
<blockquote>
<p>“Movimiento político, social, académico, económico y cultural que busca crear conciencia y condiciones para transformar las relaciones sociales, lograr la igualdad entre las personas y eliminar cualquier forma de discriminación o violencia contra las mujeres”.</p>
</blockquote>
<p>La activista nigeriana <a href="https://www.accionenredmadrid.org/wp-content/uploads/2016/09/TODOS-DEBER%C3%8DAMOS-SER-FEMINISTAS.pdf">Chimamanda Ngozi Adichi</a> considera que “todos deberíamos ser feministas”. Pero en algunos contextos ser feminista no es popular. </p>
<p>Ser feminista es una amenaza para el <em>statu quo</em>. A quienes están en una posición de privilegio el feminismo puede molestarles. Por eso el feminismo es necesario.</p>
<h2>¿Un objetivo logrado?</h2>
<p>Desde la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, mujeres y hombres somos iguales en derechos, aunque no en su realización. De ahí que las Naciones Unidas todavía incluyan como un objetivo a alcanzar (el objetivo de desarrollo sostenible número 5 de su <a href="https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2015/09/la-asamblea-general-adopta-la-agenda-2030-para-el-desarrollo-sostenible/">Agenda 2030</a>) lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. Este doble objetivo se considera la base para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.</p>
<p>En el imaginario colectivo patriarcal el feminismo y, en general, <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=150405">la actividad independiente de las mujeres</a> ha estado cargada de sospecha, cuando no de represión, como ocurrió con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Caza_de_brujas">la caza de brujas</a> en el pasado. </p>
<p>La división sexual de roles, que se trata de explicar por razones biológicas ancestrales, sigue lastrando las estadísticas actuales en temas como la distribución desigual de los cuidados, la conciliación, los salarios, los techos de cristal o las agresiones sexuales. Sirvan los siguientes datos para mostrar la persistencia de la desigualdad:</p>
<p>Por este motivo, un libro de mediados del siglo pasado como <a href="https://www.unebook.es/es/libro/el-segundo-sexo_67612"><em>El segundo sexo</em></a> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Simone_de_Beauvoir">Simone de Beauvoir</a> sigue siendo un referente para defender <a href="https://revistas.unal.edu.co/index.php/tsocial/article/view/32516">la necesidad de un cambio</a> que avance hacia <a href="http://www.jstor.org/stable/40586226">una sociedad</a> donde las mujeres no estemos en una <a href="https://revistas.unal.edu.co/index.php/tsocial/article/view/32516">posición subalterna</a>.</p>
<p>El camino hacia la igualdad debe desarrollarse en un doble sentido: de arriba abajo, a través de <a href="https://violenciagenero.igualdad.gob.es/violenciaEnCifras/estudios/investigaciones/2021/pdfs/Comparativa_Masculinidades.pdf">políticas de igualdad</a>; y de abajo arriba, en las actividades de la vida cotidiana. En ambos se precisa la educación en igualdad, es decir, la educación en feminismo.</p>
<h2>Feminismo e igualdad</h2>
<p>El feminismo no es lo contrario del machismo. No busca la supremacía de la mujer frente al hombre. Busca la igualdad entre hombres y mujeres. </p>
<p>Por este motivo, podemos afirmar que “<a href="https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/iria-maranon-educar-en-el-feminismo/#Como-se-educa-en-el-feminismo">todo lo que no es educar en igualdad, es educar en el machismo y el sexismo</a>”. La división sexual de roles marca, a la vez que limita, a niños y niñas en su forma de ser y estar en el mundo. Cuando ayudamos a las nuevas generaciones de niños y niñas a ser conscientes de los estereotipos y mandatos de género estamos dando el primer paso para que puedan liberarse de ellos. </p>
<h2>¿Cómo lograrlo?</h2>
<p>Aprendemos a partir de los modelos que tenemos cerca. La socialización de niños y niñas es diferente y también la percepción que niños y niñas tienen de <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=289412">las características del sexo opuesto</a>. Los mensajes que reciben unos y otras <a href="https://idus.us.es/handle/11441/139751">a través de los libros de texto</a>, <a href="https://redined.educacion.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/202711/La_influencia.pdf?sequence=1&isAllowed=y">de los medios de comunicación</a> y de otros agentes de socialización también es diferente. Por este motivo, educar en igualdad es un reto para las familias, las escuelas y para la sociedad en su conjunto. </p>
<p>Un reto que podemos afrontar con la coeducación y <a href="https://www.researchgate.net/publication/322582064_NUEVAS_MASCULINIDADES_UN_ENFOQUE_PARA_LA_PROMOCION_DE_LAS_RELACIONES_IGUALITARIAS_New_masculinities_approach_for_the_promotion_of_equal_relations/citations">un enfoque de la masculinidad actualizado</a>, que busque <a href="https://lac.unwomen.org/sites/default/files/Field%20Office%20Americas/Imagenes/Paginas/MELTY/PILAR%204/P4%2001%20-%20Curso%20SEMPRENDE/P4%2001%20MODULO%202%20CURSO%20ONU_MUJERES_SENPRENDE%20BORRADOR.pdf">relaciones más justas e igualitarias</a> entre hombres y mujeres a través de su mayor implicación en la prestación de los cuidados y las tareas reproductivas, que sea crítico ante el irrespeto y la violencia hacia las mujeres, y que <a href="https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/doc/Programas/Ninez_familia/Material/trip-respeto-dif-masculinidades.pdf">participe activamente</a> en defensa de los derechos de las mujeres. Es preciso <a href="https://repositorio.unican.es/xmlui/handle/10902/28244">reforzar la formación inicial y permanente</a> en igualdad del profesorado y de todos los agentes educativos, es decir, toda la sociedad. </p>
<h2>Los hombres también sufren el patriarcado</h2>
<p>En el camino hacia la igualdad y en la lucha contra las diferentes violencias que sufrimos las mujeres es preciso <a href="https://www.routledge.com/Feminism-Is-for-Everybody-Passionate-Politics/hooks/p/book/9781138821620">señalar como responsable</a> al patriarcado, del que somos víctimas hombres y mujeres. </p>
<p>Junto al poder y privilegios por razón de sexo, el patriarcado impone a los hombres <a href="https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/10581/CL_10_%282011%29_10.pdf?sequence=1&isAllowed=y">modelos de masculinidad hegemónica</a> o <a href="https://doi.org/10.3145/epi.2023.mar.15">tóxica</a>: represión de emociones o el ejercicio de la violencia contra las mujeres. Cuando nos enfrentamos a los retos del posthumanismo es tiempo de liberarse de la barbarie entre iguales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/214730/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Esther Raya Diez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La única manera de avanzar en igualdad es educar en feminismo: conocer la historia de la lucha de las mujeres contra la discriminación por razón de sexo y entender que no busca la supremacía de la mujer frente al hombre.Esther Raya Diez, Lecturer in Social Work and Social Services, Universidad de La RiojaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2140962023-10-10T19:31:12Z2023-10-10T19:31:12ZPor qué el feminismo también beneficia a los chicos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/553046/original/file-20231010-23-6l5u6j.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C258%2C2700%2C1535&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/happy-multiracial-students-standing-over-isolated-2292919493">Xavier Lorenzo/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>No siempre es fácil tener conversaciones sobre feminismo con adolescentes y jóvenes; para muchos, tanto chicos como chicas, la desigualdad existió en un tiempo pasado, como en un país lejano y remoto. </p>
<p>Por ejemplo, en España, aunque la mayoría sí lo considera relevante a día de hoy, <a href="https://www.centroreinasofia.org/publicacion/barometro-juventud-genero-2021/">hay quienes afirman no haber experimentado la opresión del patriarcado</a>. Un 28 % de las chicas asegura no haberse sentido nunca discriminada por razón de género. Para este porcentaje, <a href="https://revistas.uned.es/index.php/educacionXX1/article/view/23629">todo está ya conseguido</a>. Además, en los últimos cinco años estamos viviendo <a href="https://fad.es/notas-de-prensa/crece-el-sentir-antifeminista-y-el-discurso-negacionista-de-la-violencia-de-genero-entre-los-adolescentes-espanoles/">un aumento del antifeminismo entre los adolescentes</a>, sobre todo de sexo masculino, que consideran que el feminismo ha impuesto un pensamiento único.</p>
<p>Es lo que llamamos “<a href="https://feminismos.catedra.com/libro/370_feminismo-en-el-mundo-global/">el espejismo de la igualdad</a>”. A veces, en las aulas, se hacen bromas de mal gusto sobre las mujeres, el feminismo o la lucha por la igualdad argumentando que “ya estamos en otra pantalla”, desde el sexismo irónico o <a href="https://www.thecut.com/2012/10/age-of-hipster-sexism.html">sexismo <em>hipster</em></a>. Un ejemplo de este sexismo <em>hipster</em> es el uso casual de palabras despectivas como <em>zorra</em> o <em>puta</em> para dirigirse a una compañera de clase, alegando que es “irónico”.</p>
<p>Así que uno de los principales <a href="https://feminismos.catedra.com/libro/346_neoliberalismo-sexual/">retos del feminismo</a> es hacer visible la desigualdad y las injusticias aún existentes en sociedades que han puesto fin a la mayoría de las desigualdades entre mujeres y hombres a nivel formal o teórico.</p>
<p>Y la tarea no es fácil, porque estamos familiarizados con los estereotipos y los roles de género que reglamentan la vida humana cotidiana. Algunos ni siquiera los vemos, son invisibles, los consideramos naturales o, incluso, inmutables. Y ahí reside una de las claves principales que explican el malestar y desacomodo de los adolescentes con el feminismo. </p>
<h2>El primer paso: la toma de conciencia</h2>
<p>Lo primero que tenemos que enseñar a nuestro alumnado es que el machismo existe y se manifiesta de muchas formas, a veces imperceptible. El primer paso para <em>ver</em> la injusticia y rebelarse contra ella es la toma de conciencia; es imposible solucionar un problema si antes no se reconoce que éste existe. </p>
<p>Por eso nos gusta utilizar la metáfora de “ponerse las gafas violetas”, cuya expresión acuñó Gemma Lienas en su libro <a href="https://www.todostuslibros.com/libros/el-diario-violeta-de-carlota_978-84-08-21076-4"><em>El diario violeta de Carlota</em></a>. En él, Lienas usa este término para referirse a cómo cambia tu mirada una vez has tomado conciencia de la opresión de las mujeres –y de los hombres– en el sistema patriarcal.</p>
<h2>Acciones en educación primaria y secundaria</h2>
<p>La educación es una parte fundamental para tomar conciencia de género. En estudios ya clásicos como <a href="https://niogrosniprincesas.com/"><em>Ni ogros ni princesas</em></a> se encuentra la propuesta de que los centros educativos traten de corregir el desequilibrio que propicia la transmisión de tradiciones, prejuicios y estereotipos claramente sexistas. Ni la educación ni la socialización, ni tampoco la cultura, son elementos imparciales. Y pueden ser responsables de reproducir poderosas imágenes que, bajo la apariencia de posmodernidad, legitimen la desigualdad entre mujeres y hombres.</p>
<p>Introducir ejercicios con perspectiva de género en las aulas ayuda a cuestionar lo que hasta el momento se ha aceptado con normalidad y naturalidad. Por ejemplo, esto se puede conseguir con talleres y debates dirigidos por expertas en feminismo e igualdad, que pongan el acento en los roles impuestos culturalmente y en las situaciones de opresión que viven muchas mujeres. </p>
<p>Idealmente, y como marca <a href="https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2020-17264">la Ley 3/2020 de Educación</a>, la igualdad entre mujeres y hombres debe ser una competencia transversal vinculada al currículo de la educación secundaria.</p>
<h2>Beneficios para los hombres</h2>
<p>El feminismo propone que los hombres sean libres de expresarse como quieran, en lugar de manifestar su masculinidad de acuerdo con lo <a href="https://www.google.es/books/edition/Chicos_Son_Hombres_Ser%C3%A1n/SABGPwAACAAJ?hl=es">impuesto socialmente</a>. Esta imposición de masculinidad hegemónica, que fija unas normas de comportamiento para los hombres, impide a muchos realizarse de forma plena. </p>
<p>Algunos ejemplos son la expresión de género, la orientación sexual o la adopción de roles domésticos o de cuidados por parte de los hombres. Por mucho que parezca que estas normas de género se han suavizado, la realidad es que persisten; aunque se manifiestan <a href="https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0213-91112023000100205&script=sci_arttext&tlng=en">de maneras más sutiles y encubiertas</a>.</p>
<h2>Una guerra que no es tal</h2>
<p>El feminismo no busca la guerra de sexos. En palabras de <a href="https://www.penguinlibros.com/es/economia-politica-y-actualidad/8810-libro-feminismo-para-principiantes-edicion-actualizada-9788413140803?mot_tcid=53767b3d-4c91-470e-b10b-3758f6efbc7e#">Nuria Varela</a>:</p>
<blockquote>
<p>“Si, como dice el patriarcado, el feminismo propiciase una guerra de sexos, habría muertos en ambos bandos. (…). Si existe una guerra, no es una guerra de sexos, sino una guerra no declarada contra las mujeres”. </p>
</blockquote>
<p>Como apunta esta autora, nadie, a lo largo de la historia, ha asesinado, secuestrado o violado en nombre del feminismo. En cambio, el machismo sí tiene como resultado último, en muchas ocasiones, la violencia contra las mujeres. </p>
<p>La llamada guerra de sexos está respaldada por un sistema patriarcal que pretende mantener el poder donde siempre ha estado en nombre de la tradición, la religión o la cultura. Participan de este sistema tanto hombres como mujeres, aunque desgraciadamente son casi siempre las mujeres quienes sufren las consecuencias.</p>
<h2>La importancia de la etapa universitaria</h2>
<p>En la educación superior también hace falta continuar –y mejorar– la labor hecha en secundaria para que la juventud tome conciencia de que hay un largo camino por hacer en materia de igualdad y feminismo. </p>
<p>Solo así seremos capaces de superar las desigualdades aún existentes entre mujeres y hombres, y también entre mujeres de diferentes clases, orígenes, culturas y generaciones.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/214096/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Muchos jóvenes dan por hecho que la igualdad entre hombres y mujeres ya se ha alcanzado. ¿Cómo transmitirles que el feminismo tiene retos pendientes y que ambos sexos pueden beneficiarse de él?Anna Sánchez-Aragón, Doctora en Sociología, Universitat Rovira i VirgiliCilia Willem, Directora Unitat d'Igualtat, Universitat Rovira i VirgiliLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2074452023-06-26T20:22:50Z2023-06-26T20:22:50ZUn videojuego para replantearnos los estereotipos de género<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/533736/original/file-20230623-21-bgr638.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C13%2C2991%2C1985&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/small-cute-girl-playing-games-on-1822301384">Shutterstock/BAZA Production</a></span></figcaption></figure><p>La sociedad en la que vivimos está aún necesitada de alcanzar una mayor igualdad e integración. Los casos de <a href="https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736176866&menu=ultiDatos&idp=1254735573206">violencia de género</a> aún abren los telediarios casi cada día. Todavía comprobamos que existe la <a href="https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=10879&L=0">brecha de género</a> en ciertos puestos de trabajos o, incluso, nos enteramos de que los <a href="https://theobjective.com/sociedad/2022-05-28/ensayos-clinicos-mujeres/">fármacos no suelen probarse en las mujeres</a>, entre otras cuestiones. </p>
<p>No obstante, estas situaciones son mucho peores en otros lugares del planeta. Por ejemplo, hay países en los que aún se practica la <a href="https://www.unicef.org/es/historias/lo-que-debes-saber-sobre-la-mutilacion-genital-femenina#:%7E:text=La%20mutilaci%C3%B3n%20genital%20femenina%20hace,infantil%20y%20los%2015%20a%C3%B1os.">mutilación genital femenina</a>, donde las niñas son apartadas del grupo cuando tienen <a href="https://elpais.com/elpais/2017/11/09/actualidad/1510240864_380514.html">la regla</a> o son obligadas a <a href="https://www.unicef.org/es/proteccion/matrimonio-infantil">casarse</a> a muy corta edad. </p>
<p>En muchos lugares <a href="https://www.unicef.org/education/girls-education">las niñas no tienen acceso a la educación</a>. Hay países donde la discriminación aumenta por cuestiones raciales, por pertenecer al colectivo LGTBIQ+ o por tener una discapacidad.</p>
<h2>Investigar para lograr la igualdad</h2>
<p>El trabajo por lograr la igualdad real tiene muchas formas. Una de ellas es la investigación. En el campo de las humanidades es fundamental, pues los productos culturales (literatura, pintura, cine, etc.) son, cómo mínimo, <a href="https://theconversation.com/lo-que-el-arte-nos-ensena-sobre-la-igualdad-de-genero-141257">un reflejo de estas desigualdades</a>. </p>
<p>Como explica la artista y activista femnista <a href="https://www.ted.com/talks/yolanda_dominguez_revelando_estereotipos_que_no_nos_representan?language=es">Yolanda Domínguez</a>, los estereotipos repetidos terminan impactando en nuestras formas de comportamiento. </p>
<p>De esto trata <a href="https://www.proyecto-contextura.com/">nuestra investigación</a>. Hemos explorado cómo, a través del tiempo, las artes han mostrado distintas cuestiones relativas a las identidades de género. </p>
<p>En parte, la cultura ha contribuido a conformar la idea que actualmente tenemos de lo que significa ser mujer o ser hombre. Estereotipos, roles, violencias, expresión de género, etc. son algunas de las múltiples cuestiones que se han abordado y que pueden consultarse a través de la web divulgativa <a href="https://www.proyecto-contextura.com/">Contextura</a>. </p>
<h2>Un videojuego para educar en igualdad</h2>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/531308/original/file-20230612-220400-5n20ve.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dibujo de un muñeco que encarna a un fruto." src="https://images.theconversation.com/files/531308/original/file-20230612-220400-5n20ve.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/531308/original/file-20230612-220400-5n20ve.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=708&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/531308/original/file-20230612-220400-5n20ve.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=708&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/531308/original/file-20230612-220400-5n20ve.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=708&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/531308/original/file-20230612-220400-5n20ve.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=890&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/531308/original/file-20230612-220400-5n20ve.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=890&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/531308/original/file-20230612-220400-5n20ve.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=890&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Iku, protagonista del videojuego. Diseño de Laura Corredor.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Ahora el proyecto ha dado un paso más y la web aloja un videojuego educativo, orientado principalmente a adolescentes (pero al que pueden jugar personas de cualquier edad). El juego ayuda, de manera divertida y activa, a reflexionar sobre algunas de estas cuestiones. </p>
<p>Así, el personaje principal, Iku, es un fruto de un árbol, que se ha cargado de estereotipos al escuchar a los humanos hablar bajo la copa. Al caer del árbol cobra vida y se siente pesado. Diversas situaciones le ayudarán a desprenderse de la coraza que le impide moverse ágilmente y ver con claridad.</p>
<p>Iku viaja a través de cuatro escenarios en los que se encontrará con personajes tan dispares como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Medusa_(mitolog%C3%ADa)">Medusa</a>, la <a href="https://www.museodelprado.es/video/emla-mujer-barbudaem-o-emmagdalena-ventura-con-su/5c52b287-ede0-41ee-80eb-75a4ead4731a">Mujer Barbuda</a> de Ribera y las brujas. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/531310/original/file-20230612-246328-v9i1im.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/531310/original/file-20230612-246328-v9i1im.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/531310/original/file-20230612-246328-v9i1im.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/531310/original/file-20230612-246328-v9i1im.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/531310/original/file-20230612-246328-v9i1im.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/531310/original/file-20230612-246328-v9i1im.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/531310/original/file-20230612-246328-v9i1im.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/531310/original/file-20230612-246328-v9i1im.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La Mujer Barbuda de Ribera reinterpretada por Laura Corredor.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Dibujo de una mujer barbuda y con vestido, con los brazos cruzados.</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Entre las pruebas que deberá superar hay desde un duelo de bailes hasta un pequeño <em>escape room</em>. En los cuatro escenarios, Iku aprenderá sobre las siguientes cuestiones:</p>
<ol>
<li><p><strong>Invisibilidad de las mujeres</strong>. Como ejemplo de esto, podemos señalar cómo muchas mujeres artistas no pudieron firmar las obras son sus nombres, sino con el de sus padres o maridos. Un ejemplo de ello es el de la pintora <a href="https://www.museodelprado.es/coleccion/artista/peeters-clara/c5fd7572-797d-4e5b-a20b-333b47099012">Clara Peeters</a>, que se autorretrataba en los reflejos de los objetos que pintaba como forma de mostrar que la autora era una mujer. Esta situación se aprecia por ejemplo en la primera temporada de la serie <em>La Peste</em>, a través del personaje de <a href="https://lapeste.movistarplus.es/personajes/personajes-temporada-1/teresa-pinelo">Teresa Pinelo</a>, que pinta sus obras firmando con el nombre de su padre incluso después de que este fallezca. Un buen recurso sobre este tema es la serie–documental presentada por Nieves Concostrina, <a href="https://comunicacion.movistarplus.es/email/pioneras-en-noviembre-en-movistar/"><em>Pioneras</em></a>. </p></li>
<li><p><strong>Violencia hacia las mujeres</strong>. Iku conocerá, por ejemplo, la obra <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_beso_(Gustav_Klimt)"><em>El Beso</em> de Klimt</a> y el origen de la escena, un pasaje de la mitología clásica que representa el intento de violación de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Apolo_y_Dafne">Apolo a Dafne</a>.</p></li>
<li><p><strong>La identidad local y la <a href="https://theconversation.com/lo-que-nos-ensena-la-historia-del-arte-sobre-la-apariencia-y-el-genero-149961">expresión de género</a></strong>. Se analizan qué prendas o qué colores son de chicas o de chicos, según nuestra cultura actual, y se aborda la necesidad de liberarse de estas cuestiones para que las personas, sobre todo en la adolescencia, puedan mostrarse libremente tal cual son. </p></li>
<li><p><strong>Estereotipos y roles</strong>. Aún se vinculan las tareas de cuidados a las mujeres. Por ejemplo, muchas <a href="https://theconversation.com/por-que-es-importante-que-haya-tanto-maestros-y-enfermeros-como-ingenieras-198434">más mujeres que hombres</a> realizan estudios como enfermería y educación infantil. </p></li>
</ol>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/531314/original/file-20230612-216936-teu77l.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Una habitación en la que dos magos, uno alto y de barba blanca y otro bajo y de barba castaña, hablan también con dos mujeres, una alta y de pelo corto y otra baja, de pelo largo y gorro picudo." src="https://images.theconversation.com/files/531314/original/file-20230612-216936-teu77l.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/531314/original/file-20230612-216936-teu77l.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/531314/original/file-20230612-216936-teu77l.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/531314/original/file-20230612-216936-teu77l.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/531314/original/file-20230612-216936-teu77l.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/531314/original/file-20230612-216936-teu77l.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/531314/original/file-20230612-216936-teu77l.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Imagen de uno de los escenarios del videojuego. El diseño es de Laura Corredor, el montaje de David de la Torre y Miguel Ángel Rodrigo Lisbona, la música de Juande Calderón y los textos de Carmen Haro, Mamen García y Laura Luque.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Una manera divertida de reflexionar</h2>
<p>El videojuego puede emplearse en contextos educativos formales, pues la igualdad de género es un punto clave de la <a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2020-17264#:%7E:text=A%2D2020%2D17264-,Ley%20Org%C3%A1nica%203%2F2020%2C%20de%2029%20de%20diciembre%2C%20por,de%20Educaci%C3%B3n.Ver%20texto%20consolidado">ley de educación vigente</a> y uno de los <a href="https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/">Objetivos de Desarrollo Sostenible</a>, pero también puede utilizarse en casa. </p>
<p>Para realizarlo se han tomado como modelo otros juegos educativos, como el realizado por el <a href="https://www.museodelprado.es/actualidad/multimedia/videojuego-200-y-/69949937-9cbf-46a7-ce0b-f45e5c9724da">Museo del Prado</a> con motivo de su bicentenario, para dar a conocer a las mujeres pintoras de su colección.</p>
<p>Invitamos a los lectores a entrar en la web, bucear por los textos y jugar a este divertido y educativo juego, a emplearlo en el aula si son docentes o en casa si tienen hijos e hijas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/207445/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Laura Luque Rodrigo recibe fondos de Programa Operativo FEDER Andalucía 2014-2020 . </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Yolanda Caballero Aceituno recibe fondos de Programa Operativo FEDER Andalucía 2014-2020</span></em></p>Un proyecto de investigación para la igualdad propone un videojuego para desvelar y reflexionar sobre los prejuicios y estereotipos que el arte transmite y de los que no somos conscientes.Laura Luque Rodrigo, Historia del Arte, Universidad de JaénYolanda Caballero Aceituno, Profesora Contratada Doctora (Departamento de Filología Inglesa, Universidad de Jaén), Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2025472023-04-26T18:37:13Z2023-04-26T18:37:13ZEl teatro impulsa la igualdad y el cambio social<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/520558/original/file-20230412-20-gtwh6p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C17%2C2392%2C1580&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/es/fotos/TmvSImvV7vA">Yiran Ding / Unsplash</a></span></figcaption></figure><p>Se apagan las luces de la sala, asciende el telón y una audiencia diversa y multitudinaria se mantiene en silencio durante dos horas para ver, sentir y vivir lo mismo que los personajes que se mueven sobre el escenario.</p>
<p>El teatro conecta con el público. Lo predispone a recibir su mensaje y además, como elemento lúdico y colectivo, es un excelente aliado para trabajar la igualdad. En él se pueden aplicar dos herramientas clave: el autocuidado y una reflexión sobre la transformación de la sociedad.</p>
<p>El proceso de creación artística y el resultado en sí también permiten analizar las construcciones sociales, mentales y psicológicas que estructuran una cultura concreta, como ya estudiaba la investigadora y dramaturga teatral <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=126195">Margarita Borja</a>.</p>
<h2>Contar historias para transformar las nuestras</h2>
<p>Desde los inicios de la etnografía, la sociología y los estudios y diarios de campo, contar historias ha pasado de ser un hecho mágico social a tener un valor científico. La subjetividad del orador o la forma de narrar permiten analizar una sociedad, mostrando la importancia de los relatos como motor de cambio o aleccionamiento. </p>
<p>Hablar del teatro es hablar de esto. Y es también un proceso que da valor a la voz propia dentro de su representación colectiva. A través de la oralidad y el lenguaje simbólico y estético el espectador participa de un ejercicio consciente de escucha activa, algo que nos recuerda en todo momento que el teatro es una conversación. </p>
<p>Es en esa conversación donde buscamos la participación. Por esto, los asuntos personales se vuelven mensajes colectivos, los mensajes se transforman en conflictos teatrales que buscan resolverse y la implicación en la resolución transforma a los espectadores en agentes de cambio. </p>
<p>El teatro está vivo porque lo completan y transforman las personas participantes y el público. Todos ellos aportan, siempre, y aún sin saberlo, sus propias realidades.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/520566/original/file-20230412-24-3xn0vt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Varias actrices vestidas de blanco interpretando una obra." src="https://images.theconversation.com/files/520566/original/file-20230412-24-3xn0vt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/520566/original/file-20230412-24-3xn0vt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/520566/original/file-20230412-24-3xn0vt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/520566/original/file-20230412-24-3xn0vt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/520566/original/file-20230412-24-3xn0vt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/520566/original/file-20230412-24-3xn0vt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/520566/original/file-20230412-24-3xn0vt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Representación de <em>Violeta</em>, obra de creación propia de la compañía teatral Cerrado Por Obra (2017). Revisión feminista de textos clásicos como <em>La Celestina</em>, <em>Carmen</em>, <em>La vida es sueño</em>, <em>Don Juan Tenorio</em>.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Al visualizar una obra o escuchar una historia, se pretende entender la conducta narrada y cómo se interpreta, tener tiempo para pensar y repensar, <a href="https://aprendemosjuntos.bbva.com/especial/la-diversidad-enriquece-somos-mejores-cuando-nos-mezclamos-remedios-zafra/">huyendo de una cultura consumida con prisas</a>. Desde esta perspectiva, el teatro es un laboratorio de múltiples experimentos sociológicos.</p>
<p>Las artes escénicas y la actividad teatral tienen, además, gran valor antropológico. El sociólogo canadiense Erving Goffman publicó en 1959 <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_presentaci%C3%B3n_de_la_persona_en_la_vida_cotidiana"><em>La presentación de la persona en la vida cotidiana</em></a>. Ahí trata de <a href="https://psicologiaymente.com/social/modelo-dramaturgico-erving-goffman">analizar las interacciones sociales como una analogía teatral</a>, donde los espacios sociales se convierten en espacios escénicos y los actores se predisponen para representar un simbólico papel dado (y estructurado) según lo que la sociedad espera de esa situación.</p>
<h2>El juego del teatro</h2>
<p>Desde su uso ritual al entretenimiento, <a href="https://idus.us.es/handle/11441/75628">el teatro no deja de ser una herramienta de liberación y expresión</a>. Ayuda en la adquisición de habilidades que dotan a la personalidad de una profundidad más elaborada y a desarrollar el imaginario simbólico, la sensibilidad y el autoconocimiento (corporal y emocional), sobre todo en edades tempranas.</p>
<p>Para que los niños y niñas se hagan preguntas sobre la sociedad a través del autoconocimiento se utiliza el <em>role playing</em>. <a href="https://www.alianzaeditorial.es/libro/humanidades/homo-ludens-johan-huizinga-9788420608532/">Se visualizan situaciones cotidianas y las rutinas propias de las figuras de apego</a>, jugando de forma interactiva con la imitación de estas observaciones. </p>
<p>Es muy importante, por lo tanto, permitir este tipo de desarrollo lúdico. “<a href="https://institucional.us.es/revistas/cuestiones/18/10%20drama,%20creatividad.pdf">El drama en la educación, como lenguaje total, potencia el desarrollo de múltiples facetas en el ámbito educativo</a>” y, además, desarrolla en la infancia la capacidad de imaginación y transformación. Esto no quita, sin embargo, que haya potencial transformador cuando se acerca el juego y el teatro a edades más tardías, pues para los adultos volver a jugar es un acto de placer terapéutico.</p>
<p>Hemos de ser conscientes de cómo a través del drama se pone de manifiesto la capacidad de elaboración, el conocimiento que de sí misma tiene la persona, sus inhibiciones, el estado del lenguaje expresivo, corporal y verbal, su capacidad de integración social, etc. Conceptos como claridad verbal, tiempo, distribución espacial y la evolución de las relaciones están siempre presentes en la acción dramática, expresados además de forma espontánea. </p>
<p>Por esto es doblemente importante rescatar este juego dramático en la edad adulta y enfocarlo desde la empatía y la transformación social en pos de la igualdad.</p>
<h2>El ensayo y el autocuidado</h2>
<p>La galardonada directora de escena, artista plástica, dramaturga y escenógrafa <a href="https://www.martapazos.es/">Marta Pazos</a> considera que ser artista es catalizar la pericia del arte en un ecosistema. Es ser consciente de cómo se hace y con quién se hace cada proceso creativo, pues esa consciencia provoca cambios importantes en el grupo de trabajo y en la reacción del público, de ahí parte la idea del autocuidado en el teatro.</p>
<p>En el teatro se busca un constante equilibrio entre lo que el personaje desea y hace, y lo que el actor o la actriz son capaces de mostrar actuando. Por tanto, es indispensable crear un espacio seguro en cada ensayo, donde, en el grupo que conforman la dirección, las personas que actúan y las colaboradoras, no haya penalización del ridículo, se cuiden los cuerpos, las mentes, las exigencias y los procesos creativos personales y colectivos. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/520567/original/file-20230412-14-vxh4mw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Varias actrices sobre el escenario vestidas de negro y con pañuelos violeta en la cabeza." src="https://images.theconversation.com/files/520567/original/file-20230412-14-vxh4mw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/520567/original/file-20230412-14-vxh4mw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=906&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/520567/original/file-20230412-14-vxh4mw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=906&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/520567/original/file-20230412-14-vxh4mw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=906&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/520567/original/file-20230412-14-vxh4mw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1138&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/520567/original/file-20230412-14-vxh4mw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1138&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/520567/original/file-20230412-14-vxh4mw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1138&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Representación de <em>Violeta</em>, obra de creación propia de la compañía teatral Cerrado Por Obra (2017). Revisión feminista de textos clásicos como <em>La Celestina</em>, <em>Carmen</em>, <em>La vida es sueño</em>, <em>Don Juan Tenorio</em>.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Se confía en el compañero, en la compañera, y así se percibe el crecimiento propio. Se confía también en las figuras colaborativas que guían el proceso, como la persona que dirige el espectáculo y estará presente desde la gestación hasta el parto escénico de la obra en sí. Esto ha de hacerse sabiendo cuidar y cuidarse y teniendo el máximo respeto por las personas que desarrollan este proceso, como hacen gestoras como <a href="https://arbolduo.com/">Mariana González Roberts</a>.</p>
<p>En espacios que acogen procesos creativos colectivos en los que las personas se necesitan mutuamente para que el resultado artístico estético se realice, el cuidado propio y ajeno son esenciales para el desarrollo. No trabajar desde ahí es como querer entablar una conversación mirando a la pared.</p>
<p>La vida de la farándula y el espectáculo nos acercan a un nuevo paradigma social que toma el valor objetivo (digno de estudio) de una subjetividad poética, artística, que endulza el proceso de investigación científica y convierte el teatro en una herramienta indispensable para el estudio sociológico. Pero también nos ayuda a replantearnos el contexto sociopolítico, siendo el espectáculo final resultado de un hipotético experimento de transformación social y, por tanto, herramienta indispensable para trabajar la igualdad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/202547/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Inmaculada Díaz Gavira no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El teatro, como elemento lúdico y colectivo, es un excelente aliado para trabajar la igualdad desde el cuidado y la reflexión.Inmaculada Díaz Gavira, Docente Universitaria, Lda. en Pedagogía y Doctorada en Artes Visuales y Educación, Universidad Internacional de ValenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1967022023-03-22T18:12:34Z2023-03-22T18:12:34Z¿Por qué el equilibrio entre libertad e igualdad es fundamental para nuestra convivencia?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/515127/original/file-20230314-2482-cuhnkn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2060%2C1372&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Fachada de la escuela de primaria Paul-Bert de Burdeos.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:%C3%89cole_maternelle_Paul-Bert,_April_10,_2010.jpg">Wikimedia Commons / Edhral</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Libertad e igualdad no son dones caídos del cielo ni un regalo de los dioses. Hay que reconquistarlas cada día y ambas nociones constituyen los pilares fundamentales de nuestra convivencia social. Sin ellas el edificio comunitario no se sostiene y, de hecho, se derrumba cuando se da un grave desequilibrio entre las dos. Deben guardar una exquisita proporcionalidad. Han de respetarse recíprocamente y no crecer pretendiendo ganar un terreno que no les corresponde. </p>
<p><a href="https://theconversation.com/con-el-altruismo-ganamos-todos-un-balance-filosofico-de-la-pandemia-157992">Su mutua colaboración las fortalece</a>, mientras que <a href="https://theconversation.com/los-estragos-culturales-del-maniqueismo-social-y-el-sectarismo-politico-147732">su pugna</a> únicamente consigue debilitarlas. En realidad, el exceso de libertad asfixia la igualdad y otro tanto sucede con lo contrario.</p>
<h2>La ecuación entre colibertad y contradesigualdad</h2>
<p>Su fusión es la clave, aunque no quepa confundirlas. Una libertad exacerbada e irrestricta, salvaje y sin reglas como gustaba de caracterizarla <a href="http://cchs.csic.es/es/article/roberto-r-aramayo-ifs-publica-kant-moral-politica">Kant</a>, no merece usurpar un título que solo conviene a la <a href="https://www.diariovasco.com/opinion/colibertad-liberticidios-20210222000200-ntvo.html">colibertad</a>, es decir, al ejercicio de una libertad reglada para no perjudicar las libertades ajenas. </p>
<p>Ese caprichoso libertinaje persigue una mayor cuota de libertad que con ello fomenta y exacerba las desigualdades, constituyendo en realidad un liberticidio. Lo mismo sucede con un igualitarismo impuesto a costa de restringir las libertades. Por eso resulta muy atinada la expresión que ha popularizado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89tienne_Balibar">Étienne Balibar</a> al referirse a la <a href="https://e-revistas.uc3m.es/index.php/EUNOM/article/view/5047">“igualibertad”</a>.</p>
<p>Este concepto admite por lo tanto ser definido con el término simétrico de “liberigualdad”. El anteponer uno al otro y poder hacerlo en una u otra dirección refleja su perfecta simbiosis. Acentuar uno de los polos desvirtúa por completo su respectiva quintaesencia, que requiere de su compenetración para prosperar. La igualdad no equivale, por supuesto, a una uniformidad radical. Cada cual debe poder conquistar mayores cuotas de bienestar según su empeño y competencia. Pero esa conquista solo será legitima cuando no parta de una situación privilegiada que proporciona un ventajismo desleal para la presunta competitividad.</p>
<h2>Un pacto social mefistofélico</h2>
<p>Obviamente realzar la libertad no significa hacer cuanto se nos antoje sin miramiento alguno, ni tomarse libertades que no se corresponden con las circunstancias. Ese proceder desbarata la igualdad al generar desigualdades con respecto a quienes deciden respetar las reglas del juego. Los tahúres pueden ganar con sus trampas, pero dan al traste con una competición en la que se ha pactado asumir unas determinadas pautas. Cualquiera puede recurrir a esos ardides, pero se atenta contra un marco de convivencia que arruinan los ventajistas con sus marrullerías.</p>
<p>En términos políticos primar uno u otro polo de la ecuación tiene un alto coste y da lugar a derivas funestas. Apostar exclusivamente por la libertad hace irrelevantes las extremas desigualdades que procura una despiadada maximización del beneficio. La sociedad vende su alma y se deshumaniza con ese pacto mefistofélico que desprecia a los perdedores como si se rindiera cierto <a href="https://www.elmostrador.cl/destacado/2020/04/22/influyente-filosofo-espanol-advierte-sobre-el-peligro-de-caer-en-una-eugenesia-encubierta-a-causa-del-covid-19/">culto subrepticio a la eugenesia para eliminar al más débil</a>. Para la doctrina ultraneoliberal todo vale con tal de que se obtenga una pingüe ganancia. Los desfavorecidos por la fortuna y las circunstancias merecerían su mala suerte por el mero hecho de no tenerla buena.</p>
<h2>Los paraísos restringidos del socialismo real y el ultraneoliberalismo</h2>
<p>Históricamente tampoco ha dado buenos resultados la operación contraria. Fomentar las condiciones que procuren unas oportunidades idóneas para la igualdad no puede desentenderse del otro pilar social. Restringir todo tipo de libertades para preservar una presunta igualdad impide cualquier progreso personal o colectivo. El socialismo real del comunismo soviético demostró sobradamente ser incapaz de propiciar un paraíso proletario. Sin embargo, su desaparición ha hecho ver que la hegemonía del <a href="https://theconversation.com/ultraneoliberalismo-y-liberalismo-desde-la-fabula-de-las-abejas-149057">ultraneoliberalismo economicista</a> solo resulta paradisiaca para un escaso número de privilegiados a costa de aumentar la miseria para una inmensa mayoría. </p>
<p>Hablamos de socialdemocracia o democracias liberales para designar a uno u otro sistema democrático. Tras esas calificaciones nos encontramos con los dos principios rectores de la igualdad y la libertad. Las expresiones de “liberigualdad” e “igualibertad” solo pretenden enfatizar que su delicado equilibrio es algo totalmente decisivo. La balanza social debe mantener equilibrados ambos platillos. Como fiel de semejante balanza contamos con el tercer elemento reivindicado por la Revolución francesa: esa <a href="https://isegoria.revistas.csic.es/index.php/isegoria/article/view/309">fraternidad</a> tan bien estudiada y recordada entre nosotros por <a href="https://www.sinpermiso.info/textos/la-importancia-de-el-eclipse-de-la-fraternidad-de-antoni-domenech-entrevista-a-daniel-raventos">Toni Domènech</a>. Por supuesto, cabría identificarla con sororidad y en definitiva con el mostrarse solidario.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/515131/original/file-20230314-3417-8uiv5v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/515131/original/file-20230314-3417-8uiv5v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/515131/original/file-20230314-3417-8uiv5v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=834&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/515131/original/file-20230314-3417-8uiv5v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=834&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/515131/original/file-20230314-3417-8uiv5v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=834&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/515131/original/file-20230314-3417-8uiv5v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1048&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/515131/original/file-20230314-3417-8uiv5v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1048&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/515131/original/file-20230314-3417-8uiv5v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1048&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Portada de La Ilustracion republicana federal, semanario editado en Madrid entre 1871 y 1872, durante el Sexenio Democrático.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/hd0003720095">BNE - Biblioteca Digital Hispánica</a></span>
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<h2>Empatía solidaria como fiel de la balanza</h2>
<p>A la <a href="https://digital.csic.es/handle/10261/184692">solidaridad</a> le repugnan las desigualdades gratuitas e injustificadas que propicia un salvaje neoliberalismo económico. Pero tampoco soporta la restricción de las libertades. Cuando ese fiel de la balanza brilla por su ausencia, sus platillos tienden a descompensarse, propiciando un desequilibrio muy difícil de recomponer. Sin una elemental empatía no es viable la “liberigualdad”. Al despreciarla nos deshumanizamos. Damos paso al conflicto social dificultando una convivencia que permita cultivar nuestras libertades y no dañe sensiblemente una imprescindible igualdad. Esta sin aquella es un hierro de madera, y viceversa.</p>
<p>Conviene releer al <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Discurso_sobre_el_origen_y_los_fundamentos_de_la_desigualdad_entre_los_hombres">Rousseau del segundo <em>Discurso</em>, relativo al origen y los fundamentos de la desigualdad</a>. El crecimiento de las desigualdades está marcando nuestra época. En lugar de favorecer justamente lo contrario, la economía se debería concentrar en cómo redistribuir las riquezas, un asunto bien estudiado por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Piketty">Thomas Piketty</a>. Esa redistribución condiciona la existencia de nuestra libertad. Paralelamente, <a href="https://theconversation.com/quienes-son-los-verdaderos-parasitos-la-ganadora-de-los-oscar-y-la-lucha-de-clases-131522">las libertades que se toman algunos</a> restringen nuestra libertad al desnivelar los platillos de <a href="https://theconversation.com/como-prevenir-la-injusticia-social-132069">la balanza social</a>. </p>
<h2>Hacia la liberigualdad</h2>
<p>Nuestras democracias tienen una sencilla piedra de toque para compulsar su calidad. Gozarán de buena o mala salud según lo que podamos responder a esta sencilla pregunta. ¿Somos todos iguales antes las leyes o igualmente libres? Por supuesto no se trata de poder serlo desde un punto de vista meramente formal, sino atendiendo al mismo tiempo a sus condiciones de posibilidad en ambos casos. </p>
<p>Aplicar la “liberigualdad”, esa fórmula que resume la ecuación entre libertad e igualdad, es el mayor desafío que tiene nuestra convivencia. “Procura tu bien con el menor mal ajeno que sea posible”, dictamina Rousseau en su <em>Discurso sobre la desigualdad</em>. Un precepto que se antoja fácil de asumir, pero cuya puesta en práctica no es tan obvia. Nos encontramos ante un <a href="https://theconversation.com/reflexiones-desde-la-filosofia-lo-que-covid-19-puede-ensenarnos-134023">horizonte utópico</a> hacia el que tender incansablemente, <a href="https://theconversation.com/los-estragos-culturales-del-maniqueismo-social-y-el-sectarismo-politico-147732">al modo kantiano</a>, que tiene una triple dimensión de naturaleza <a href="https://theconversation.com/banalizamos-la-etica-156393">ética</a>, política y jurídica: el encaminarnos hacia una sociedad regida por la “liberigualdad”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196702/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Roberto R. Aramayo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El término “liberigualdad” enfatiza su simetría con la “igualibertad” propugnada por Balibar. Libertad e igualdad son los pilares de nuestra convivencia social y su equilibrio es imprescindible.Roberto R. Aramayo, Profesor de Investigación IFS-CSIC (GI TcP Etica, Cine y Sociedad). Historiador de las ideas morales y políticas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1895682022-09-06T16:48:50Z2022-09-06T16:48:50ZCómo enseñar a filosofar sobre feminismo desde la cultura pop<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/482371/original/file-20220901-19-ks1x9y.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=1%2C1%2C1276%2C714&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Imagen del videoclip _Lo Malo Remix_.</span> <span class="attribution"><span class="source">Youtube Vevo</span></span></figcaption></figure><p>La filosofía, como disciplina escolar, no debe permanecer de espaldas a las preocupaciones de nuestra época. Como parte de la formación académica, debe aportar instrumentos para el análisis crítico de la realidad. </p>
<p>Por ejemplo, los problemas sociales vinculados a la desigualdad de género y a los debates que esta suscita, de gran visibilidad en la vida pública, pueden ser incorporados al temario de la asignatura. El gran éxito de las últimas convocatorias del 8 de marzo en España y otros puntos del planeta indica que existe una necesidad social de hablar sobre los procesos de igualdad. </p>
<p>Sin embargo, el feminismo no se considera parte oficial del temario de filosofía. Las teorías y movimientos feministas no están presentes en las aulas, pese a su impacto en las generaciones jóvenes a través de la cultura popular.</p>
<p>Además, no se estudia la figura y la obra de filósofas cuya labor se centró en defender a las mujeres de sistemas filosóficos que negaban su capacidad para razonar y su acceso a la educación. Y así, si las filósofas no son visibles, el alumnado corre el riesgo de asimilar que los hombres han sido y siguen siendo más competentes racionalmente que las mujeres. </p>
<h2>Filósofos 53, filósofas 0</h2>
<p>¿Acaso hubo grandes filósofas? ¿Acaso crearon grandes obras para la historia del pensamiento?</p>
<p>La legislación contemplaba, hasta ahora, el estudio de 53 filósofos y de ninguna filósofa en la asignatura de Historia de la Filosofía. No se incorporaban tampoco los debates generados a lo largo de la historia entre filósofos y filósofas. </p>
<p>Por ejemplo, la obra de la escritora y pensadora francesa Simone de Beauvoir <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Simone_de_Beauvoir"><em>El segundo sexo</em></a> no se considera una <em>magnum opus</em> de la Historia de la Filosofía. La <a href="https://educagob.educacionyfp.gob.es/curriculo/nuevo-curriculo/menu-curriculos-basicos/bachillerato/materias/historia-filosofia/desarrollo.html">nueva ley educativa</a> no sólo incorpora a filósofas sino también contempla hitos fundamentales de la teoría feminista.</p>
<h2>El feminismo en la cultura</h2>
<p>Como profesora del profesorado en formación inicial he podido observar que muchas alumnas y futuras docentes se consideraban feministas. Identificaban esta postura sobre todo a través de las letras de cantantes pop que hablaban de forma más o menos directa de los derechos de las mujeres, pero sin referencias filosóficas de pensadoras o movimientos que contribuyeron a empoderar a las mujeres como sujetos históricos.</p>
<p>Éste fue el punto de partida de <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/09540253.2020.1837348">@Filosoclips</a>, un proyecto de innovación educativa implementado en la asignatura de Filosofía que se centró en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fandom"><em>fandom</em></a> y conectó dos elementos devaluados en el sistema académico oficial: las teoría feministas y la cultura popular.</p>
<h2>Las teorías detrás de los mensajes</h2>
<p>Seleccionamos videoclips teniendo en cuenta dos criterios: su pertinencia a la hora de tratar los textos de las filósofas y las preferencias del alumnado, que habíamos consultado a través de un cuestionario. </p>
<p>El alumnado seleccionó mayoritariamente <em>Lo malo</em> (2018) de Aitana y Ana Guerra, que vinculamos con el texto de la escritora francesa del siglo XVIII <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Olympe_de_Gouges">Olympe de Gouges</a>. La canción se convirtió en el himno feminista de las adolescentes y en el eslogan de multitud de pancartas en las manifestaciones del 8 de marzo. </p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/qYXCsZunjRM?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Lo malo, de Aitana y Ana Guerra.</span></figcaption>
</figure>
<p>Frases como “¡Oh, Mujeres! (…) Cualesquiera sean los obstáculos que os opongan, podéis superarlos; os basta con desearlo”, de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_de_los_Derechos_de_la_Mujer_y_de_la_Ciudadana"><em>Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana</em></a> (1789) de Olympe de Gouges, encuentran paralelismo en letras contemporáneas como, por ejemplo, la de Christina Aguilera en <em>Can’t hold us down</em> (2002): </p>
<blockquote>
<p>“Esto es para mis chicas de todo el mundo que se han encontrado con un hombre que no respeta su valor, pensando que todas las mujeres deberían ser vistas y no escuchadas… Nunca pueden, nunca lo harán, no pueden detenernos”. </p>
</blockquote>
<p>Las profesoras elegimos <em>Ain’t your mama</em> de Jennifer Lopez porque aborda preocupaciones feministas como el acoso en el trabajo, el techo de cristal y la desigualdad laboral. Al comienzo del videoclip, se oye parte del <a href="https://www.un.org/esa/gopher-data/conf/fwcw/conf/gov/950905175653.txt">discurso de Hillary Clinton</a> pronunciado en la Cuarta Conferencia de Mujeres de la ONU celebrada en Pekín en 1995. Ambos textos fueron conectados con <em>La Unión Obrera</em> (1843) de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Flora_Tristan">Flora Tristán</a>. </p>
<figure>
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<figcaption><span class="caption">Jennifer Lopez, Ain’t your mama.</span></figcaption>
</figure>
<p>También se puede establecer un paralelismo en el uso de geneaologías como las que usa Beyoncé en <em>Break My Soul (The Queens Remix)</em>. Se trata de una estrategia utilizada entre las grandes pensadoras y creadoras de siglos atrás. Por ejemplo, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Christine_de_Pizan">Christine de Pizán</a> en <em>La Ciudad de las Damas</em>.</p>
<h2>Análisis, diálogo y creación propia</h2>
<p>Se estableció una propuesta multimodal dividida en dos fases. La primera fase consistió en el análisis crítico de los textos partiendo de una tertulia sobre el videoclip, el conocimiento del texto filosófico y la conexión de ambos. </p>
<p>En la segunda fase, el alumnado desarrolló creaciones artísticas y exposiciones orales grupales sobre los videoclips e interpretados desde los textos de las filósofas. El alumnado ejerce tanto como lector como creador de textos propios.</p>
<p>Un resultado interesante del proyecto fue la experiencia de autorreflexión que mostraron muchas de las alumnas, que se enfrentaron por primera vez a la necesidad de buscar referentes a la hora de construirse subjetiva e intersubjetivamente. “No me sé ningún nombre, pero sé que hay mujeres reivindicativas que rompen con los estereotipos, que son luchadoras y que cumplen sus sueños”, dijo una alumna al principio de la experiencia. </p>
<p>Al final, fue capaz de poner nombres y de reflexionar sobre la importancia de que las pensadoras tuvieran un nombre propio, para poder incluirlas así en un proceso histórico y en la construcción colectiva del “nosotras”. </p>
<h2>La reacción de los alumnos</h2>
<p>Algunos alumnos llegaron a preguntar: “Profe, ¿por qué no vemos hombres filósofos?” En otro caso se exclamó: “¡Qué hartura de tantas mujeres!”</p>
<p>Manifestaciones que confirman lo habituados que están los estudiantes a un currículum androcéntrico. Las alumnas, hasta este proyecto, no se habían planteado por qué no estudiamos la obra de filósofas. Ante estos comentarios, entendieron que la experiencia servía no sólo para conocer dicha obra, sino para que sus compañeros descubran cómo se sienten ellas a lo largo de toda su vida formativa, cuando la mayoría de lo que estudian son textos e ideas elaborados por hombres.</p>
<h2>El reto docente</h2>
<p>@Filosoclips supuso un doble reto para las docentes que lo pusimos en práctica. En primer lugar, como filósofas queríamos reivindicar la Filosofía pensada por autoras para que nuestro alumnado tuviera a su alcance referentes femeninos fundamentales en la historia del pensamiento. </p>
<p>En segundo lugar, como docentes hicimos un gran esfuerzo por reducir la distancia que nos separa de la generación de nuestras alumnas en cuanto a nuestro entendimiento del feminismo, acercándonos a una cultura popular que nos era desconocida. De este modo, pudimos utilizar en el aula el discurso feminista difuso de la cultura popular y aprovecharlo para conocer el feminismo desde la cultura académica.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/189568/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Laura Triviño Cabrera no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Cantantes contemporáneas y filósofas de siglos pasados se unen en un proyecto que busca explicar el feminismo desde la filosofía a las nuevas generaciones.Laura Triviño Cabrera, Profesora Titular de Didáctica de las Ciencias Sociales, Universidad de MálagaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1820562022-05-15T23:16:24Z2022-05-15T23:16:24ZCinco claves para acabar con los comportamientos homófobos (o heterosexistas)<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/461991/original/file-20220509-22-go2cte.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=28%2C0%2C6193%2C4147&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un hombre pisa una bandera LGTBQ+ durante una manifestación homófoba en Varsovia (Polonia) en 2020.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/warsawpoland-august-16-2020-men-trampling-1797310003">Shutterstock / MOZCO Mateusz Szymanski</a></span></figcaption></figure><p>En los últimos años muchos países han mejorado la protección de la población LGTBQ+ y el reconocimiento de sus derechos. En <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/Paginas/enlaces/290621-enlace-lgtbi.aspx">España</a>, por ejemplo, está permitido el matrimonio igualitario, se ha aprobado la adopción homoparental, se han prohibido las llamadas “terapias de conversión” y se ha posibilitado la autodeterminación del género de las personas trans. A pesar de ello, todavía estamos lejos de la igualdad y la inclusión. </p>
<p>Uno de los hitos clave en el proceso hacia la igualdad fueron los famosos disturbios de 1969 en el pub Stonewall (Nueva York) por la liberación de las personas LGTBQ+. Más adelante, en 1973, la homosexualidad dejó de considerarse una patología tras eliminarla del <em>Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales</em> de la Asociación Americana de Psicología. Pero no fue hasta 1992 cuando la Organización Mundial de la Salud la excluyó también de la Clasificación Internacional de Enfermedades. De la misma forma, hasta los últimos años no ha sido eliminada la transexualidad de estos manuales. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/460626/original/file-20220430-12-q5vab1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/460626/original/file-20220430-12-q5vab1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/460626/original/file-20220430-12-q5vab1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/460626/original/file-20220430-12-q5vab1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/460626/original/file-20220430-12-q5vab1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/460626/original/file-20220430-12-q5vab1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/460626/original/file-20220430-12-q5vab1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/460626/original/file-20220430-12-q5vab1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Leyes sobre Orientación Sexual en el Mundo.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://ilga.org/downloads/SPA_ILGA_World_map_sexual_orientation_laws_dec2020.pdf">Asociación Internacional de Gays y Lesbianas</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<h2>Repunte de los discursos de odio</h2>
<p>A pesar de todo, según un <a href="https://ilga.org/es/ilga-%20mundo-lanza-informe-homofobia-de-estado-actualizacion-diciembre-2020">estudio reciente</a> de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), el 35 % de los Estados miembros de las Naciones Unidas penalizan los actos homosexuales consentidos. Además, la investigación concluye que incluso en los países con leyes proteccionistas siguen existiendo episodios de violencia física, psicológica y simbólica. </p>
<p>De hecho, en España, donde hay numerosos derechos reconocidos y una gran apertura ciudadana a la diversidad, <a href="https://felgtb.org/wp-content/uploads/2020/06/INFORME_DELITOSDEODIO2019.pdf">existe un repunte</a> alarmante de discursos de odio y ataques contra las personas LGTBQ+. Cabe mencionar que estas son solo la punta del iceberg, ya que la mayoría de las agresiones no son denunciadas. </p>
<p>Por ello, es necesario repensar la diversidad como una riqueza y no como una amenaza, así como analizar el heterosexismo y la homofobia para entenderlo y combatirlo. A continuación, ofrecemos algunas claves desde la psicología que pueden ayudarnos en esta tarea.</p>
<h2>¿Cuál es la base de la discriminación?</h2>
<p>Tradicionalmente, el estudio de la diversidad sexual y de género ha estado guiado por modelos clínicos que han centrado su análisis en niveles individuales basados en el déficit. </p>
<p>Este enfoque ha permitido documentar las múltiples formas de discriminación que sufren las personas LGTBQ+ y su impacto. Por ejemplo, depresión, ansiedad, estrés de las minorías, VIH, suicidio, acoso laboral y escolar, etc. Esto ha posibilitado el diseño de programas de tratamiento psicológico y prevención. </p>
<p>Sin embargo, centrar los esfuerzos de investigación e intervención sobre los individuos y no sobre las sociedades es un error grave. Este enfoque no reconoce las fortalezas de los colectivos LGTBQ+ y promueve la culpabilización de estos sobre sus dificultades. Además, impide abordar las causas reales de los problemas, las cuales se vinculan a la homofobia y el heterosexismo.</p>
<h2>De la homofobia al heterosexismo</h2>
<p>Para comenzar a abordar estos conceptos, debemos distinguir lo que pretenden transmitir cada uno de ellos. En primer lugar, la palabra homofobia proviene del griego, <em>ὁμός</em> (homo, igual) y <em>φόβος</em> (fobia, miedo) y fue utilizada por primera vez en el libro <em>Society and the Healthy Homosexual</em> (Weinberg, 1972). Su intención era despatologizar la diversidad y situar el problema en las sociedades. Desde entonces, se ha producido un extenso debate sobre el concepto y sus implicaciones, y se han desarrollado otros más oportunos que desvinculan el elemento clínico de la fobia. Así entra en juego el heterosexismo.</p>
<p>El <a href="https://psycnet.apa.org/record/1993-98931-003">heterosexismo</a> es el sistema ideológico que niega, denigra y estigmatiza cualquier forma de comportamiento, identidad, relación o comunidad no heterosexual. Se manifiesta en diferentes formas y niveles, desde cuestiones psicológicas hasta socioculturales o sociopolíticas. </p>
<p>Al igual que el sexismo, el heterosexismo no actúa únicamente sobre los colectivos LGTBQ+, sino sobre toda la población. Castiga aquellos comportamientos que desafían las rígidas normas del sexo-género-sexualidad. Por ejemplo, a chicos sin una expresión marcadamente masculina o a mujeres que no siguen los roles sociales de género.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/460628/original/file-20220430-18-h0k7db.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/460628/original/file-20220430-18-h0k7db.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/460628/original/file-20220430-18-h0k7db.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=320&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/460628/original/file-20220430-18-h0k7db.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=320&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/460628/original/file-20220430-18-h0k7db.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=320&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/460628/original/file-20220430-18-h0k7db.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=402&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/460628/original/file-20220430-18-h0k7db.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=402&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/460628/original/file-20220430-18-h0k7db.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=402&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Factores que influyen en las personas y comunidades LGBTQ+, inspirado por el modelo ecologico de Bronfenbrenner.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Rocío Garrido y Anna Zaptsi</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Claves para acabar con los comportamientos homófobos (o heterosexistas)</h2>
<p><strong>1. Terapia psicológica para personas homófobas o heterosexistas</strong></p>
<p>Por suerte, hay acciones que podrían ayudar a acabar con este problema. A nivel individual, destacamos el heterosexismo psicológico: estas personas mantienen ideas (estereotipos), emociones (prejuicios) y conductas que mantienen la discriminación del colectivo LGTBQ+. </p>
<p>Esta visión negativa de la diversidad puede ser asumida también por las personas LGTBQ+ (homofobia interiorizada). De hecho, la <a href="https://psycnet.apa.org/record/2010-17060-001">homofobia interiorizada es la principal causa de</a> enfermedades, estrés, vergüenza y la creencia de no merecer derechos. </p>
<p>No obstante, aunque el heterosexismo psicológico afecta muy negativamente a las personas LGTBQ+, la mayoría son un ejemplo de resiliencia y son capaces de afrontarlo de forma positiva. </p>
<p>Frente a esta cuestión, se propone la <a href="https://www.redalyc.org/pdf/4758/475847268005.pdf">terapia psicológica</a> como herramienta para deconstruir prejuicios y combatir la homofobia y heterosexismo entre las personas que la padecen (y no para las personas LGTBQ+, como se ha propuesto en otras ocasiones).</p>
<p><strong>2. Relaciones positivas y aceptación grupal y familiar</strong></p>
<p>A nivel relacional, la <a href="https://psycnet.apa.org/record/1954-07324-000">hipótesis del contacto</a> sostiene como base del prejuicio la ignorancia. Así, propone el contacto con personas diversas como el principal medio para disminuirlo. No obstante, no vale cualquier tipo de contacto sino que debe darse bajo una serie de condiciones: </p>
<ul>
<li>El contacto debe ser frecuente y cercano.</li>
<li>Tiene que estar orientado hacia la cooperación.</li>
<li>Debe darse entre personas y grupos de similar estatus y poder.</li>
<li>Es conveniente que esté apoyado por personas o entidades influyentes.</li>
</ul>
<p>Por otro lado, en el desarrollo de las personas LGTBQ+ también influyen notablemente sus relaciones interpersonales, especialmente con su familia y con grupos de iguales. La aceptación familiar predice mayores niveles de salud, autoestima y apoyo social. </p>
<p>Para ello, <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=639085">se recomienda</a> a las familias aceptar incondicionalmente a sus hijos e hijas, valorándolos positivamente, mantener relaciones afectuosas y vías de comunicación abiertas, estar disponibles y accesibles y no mostrar actitudes de rechazo hacia la diversidad ni preferencia por la heterosexualidad. </p>
<p>Además, se aconseja no dudar de su orientación sexual ni intentar cambiarla, no pedirles que la oculten y aceptar a sus parejas. </p>
<p>Por último, el apoyo de los iguales es fundamental, pues promueve sentido de pertenencia y resiliencia, particularmente cuando el apoyo familiar no está presente.</p>
<p><strong>3. Normativas antidiscriminatorias en la escuela y el trabajo</strong></p>
<p>A nivel organizacional, el desarrollo de relaciones positivas se vincula a la existencia de normas antidiscriminatorias y la apertura explícita a la diversidad en los espacios cotidianos como la escuela o el lugar de trabajo. </p>
<p>Estos <a href="https://webs.ucm.es/BUCM/escritores/platero/obras/obr2856.pdf">espacios tienen un fuerte potencial educativo</a>. Destaca la escuela como promotor de una educación afectivo-sexual y para la ciudadanía, que reconozca la diversidad y fomente la empatía, no solo en sus aulas, sino en la sociedad.</p>
<p><strong>4. Las ‘zonas LGTBQ+’ como lugares de resistencia y visibilidad</strong></p>
<p>A nivel comunitario, en muchas ciudades existen “zonas LGTBQ+”. Estas pueden entenderse como guetos, pero también como enclaves de resistencia frente al heterosexismo, donde expresarse libremente, sentirse seguros y seguras, reforzar la identidad, las relaciones y el sentido de comunidad. Ejemplos de ello serían el conocido barrio de Chueca (Madrid), el Eixample (Barcelona) o Sitges. </p>
<p>Además, estos barrios frecuentemente son el corazón del activismo en defensa de los derechos. Por ejemplo, los actos del Día Internacional del Orgullo LGTB+ suelen partir de estos lugares para <em>recuperar</em> el resto de la ciudad y aumentar la visibilidad.</p>
<p><strong>5. La política, los medios y la ciudadanía contra el heterosexismo</strong></p>
<p>Por último, a nivel sociopolítico, el heterosexismo se traduce en normas culturales, institucionales, mediáticas y sociopolíticas que refuerzan comportamientos discriminatorios. Por ejemplo, limitan la accesibilidad a los recursos y la igualdad de oportunidades y refuerzan los estereotipos y prejuicios hacia las minorías sexuales. </p>
<p>En esta dirección, los medios de comunicación juegan un rol fundamental en la prevención del <a href="https://www.revistacomunicar.com/index.php?contenido=detalles&numero=68&articulo=68-2021-02">sexismo</a> y el <a href="https://www.glaad.org/tags/where-we-are-tv">heterosexismo</a>. Cada vez es más habitual encontrar presencia LGTBQ+ en la televisión, lo que hace al público conocer y empatizar con estas realidades. </p>
<p>Aunque frecuentemente son representaciones estereotipadas, las nuevas plataformas <em>streaming</em> también ofrecen contenido de interés, incluyendo la diversidad no solo delante de las cámaras, sino también detrás. Por ejemplo, lo vemos en series como Pose, Transparent, The bisexual o Sex Education. Asimismo, los medios tienen la responsabilidad de no reproducir la retórica anti LGTBQ+, actualmente en auge.</p>
<p>Frente a esto, los movimientos LGTBQ+ son cada vez más fuertes, abogando por sus derechos. Sin embargo, debemos entender que luchar contra el heterosexismo y la desigualdad es tarea de todas las personas dado que es incompatible con los valores democráticos y los derechos humanos. El heterosexismo impide la convivencia y el desarrollo de una sociedad justa y libre para toda la ciudadanía.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/182056/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>El concepto de homofobia vincula la discriminación a un elemento clínico: la fobia. Por eso se ha propuesto usar el término heterosexismo para abordar un problema todavía tan presente.Rocío Garrido Muñoz de Arenillas, PhD, Dpto. Psicología Social. Centro de Investigación y Acción Comunitaria de la Universidad de Sevilla (CESPYD), Universidad de SevillaAnna Zaptsi, Psicóloga y doctora en Comunicación Audiovisual, EUSA Centro UniversitarioLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1780802022-03-23T19:30:04Z2022-03-23T19:30:04ZUn canon propio: la falta de referencias femeninas en clase de literatura<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/453009/original/file-20220318-12943-h1aoe3.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=15%2C664%2C3531%2C3377&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">_Dama en amarillo escribiendo_ (Johannes Vermeer, 1665). </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Johannes_Vermeer_-_A_Lady_Writing_-_Google_Art_Project.jpg">Wikimedia Commons / National Gallery of Art</a></span></figcaption></figure><p>Tengo entre mis manos un ejemplar de <em>Una habitación propia</em>, de Virginia Wolf, publicado en octubre de 1929. Las palabras de Woolf no han perdido vigencia. Nuestra sociedad silenció las voces de las mujeres desde sus <a href="https://www.uco.es/ucopress/ojs/index.php/ij21ce/article/view/13753">orígenes</a>. Aun hoy, hay posturas políticas que <a href="https://www.elcorreo.com/politica/vox-euskadi-rechaza-privilegios-mujeres-maltratadas-20210908160555-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F">lanzan mensajes</a> sobre supuestos privilegios de las oprimidas.</p>
<p>En la <em>Primera Carta Timoteo</em>, San Pablo decía que las mujeres debían escuchar en silencio la instrucción; también dijo en su <em>Primera Carta a los Corintios</em> que las mujeres deben permanecer calladas, porque a quien corresponde tomar la palabra es a los hombres. </p>
<p>Las mujeres, a lo largo de la historia, han buscado diferentes estrategias para romper con esos silencios impuestos. Nuestro deber como sociedad es reparar el <a href="https://canal.uned.es/video/61693aa2b6092314fa6a5ec2">vacío histórico</a>, el silencio de las voces de las mujeres. </p>
<p>El canon literario es uno de los ámbitos en los que se puede realizar esta reparación. Cabe plantearse aquí las claves de esta reformulación canónica. La propia crítica literaria feminista nos da las claves: investigación y recuperación de textos que muestren las vidas, las reflexiones, los anhelos y la opresión de las mujeres. Se debe ir hacia un canon de mujeres, en plural, que represente sus voces y su diversidad.</p>
<h2>Esfuerzos por modificar el canon</h2>
<p>Estudiamos autores, en masculino, durante la Educación Secundaria y Bachillerato, pero las voces mujeres siguen siendo minoritarias. Debemos pues, desde la academia, centrarnos en investigar y dar voz a las voces que han quedado sin ser conocidas. El proyecto <a href="https://www.bieses.net/">BIESES</a> de la UNED es un claro ejemplo de la estela a seguir. Realiza un riguroso trabajo de investigación sobre las autoras previas a 1 800. </p>
<p>En esta línea, en el ámbito de las letras hispánicas, la UNED ha sido pionera en la implementación una <a href="http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,71398207&_dad=portal&_schema=PORTAL&idAsignatura=64014086&idTitulacion=6401">asignatura obligatoria</a> y un manual universitario sobre <a href="http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,23377989&_dad=portal&_schema=PORTAL&isbn=9788436277982">Literatura Española y Género</a> cuya autoría se debe a <a href="http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,25430560&_dad=portal&_schema=PORTAL">María Dolores Martos Pérez</a> y a <a href="http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,25812852&_dad=portal&_schema=PORTAL">Julio Francisco Neira Jiménez</a>. </p>
<p>Este manual recoge la esencia de una reformulación feminista del canon y proporciona una visión completa de los textos literarios en lengua española desde la Edad Moderna hasta la transición democrática española. Aclara los fundamentos de la crítica literaria feminista y explora los textos a partir de la misma. </p>
<p>De forma paralela, en el ámbito de la filología inglesa, también cabe destacar el papel de la UNED al contar con una asignatura básica titulada <a href="http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,71398207&_dad=portal&_schema=PORTAL&idAsignatura=6402217-&idTitulacion=6402">Género y literatura en los países de habla inglesa</a>. </p>
<p>Debemos hacer un ejercicio de transferencia del conocimiento que se está generando desde la academia a los materiales didácticos que trascienden en las aulas. </p>
<h2>Autoras clásicas pendientes de recuperar</h2>
<p>Hubo autoras que, en un contexto adverso, publicaron con su nombre y con sus apellidos. <a href="https://www.bieses.net/teresa-de-cartagena-arboleda-de-los-enfermos/">Teresa de Cartagena</a> es un ejemplo de lo que ocurría cuando una mujer publicaba en pleno siglo XV. Sufrió una infección de oído y perdió la audición, por lo que su familia la envió a un convento a modo de destierro.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/453004/original/file-20220318-13-104sacu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/453004/original/file-20220318-13-104sacu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/453004/original/file-20220318-13-104sacu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=864&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/453004/original/file-20220318-13-104sacu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=864&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/453004/original/file-20220318-13-104sacu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=864&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/453004/original/file-20220318-13-104sacu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1086&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/453004/original/file-20220318-13-104sacu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1086&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/453004/original/file-20220318-13-104sacu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1086&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Portada de _Arboleda de los enfermos, de Teresa de Cartagena.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://rbdigital.realbiblioteca.es/s/rbme/item/13695#?c=&m=&s=&cv=&xywh=-112%2C276%2C1706%2C960">Patrimonio Nacional / Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial</a></span>
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<p>Su enfermedad la llevó a escribir <em>Arboleda de los enfermos</em>, una obra en la que reflexionaba sobre la enfermedad y la resiliencia. Fue tal la calidad y la repercusión de la obra que la sociedad puso en cuestión que una mujer, que además era sorda, pudiera haber escrito una obra de tal envergadura. </p>
<p>La mentalidad patriarcal despreciaba la capacidad intelectual de las mujeres, y defendía que solo los hombres podían escribir obras dignas de ser admiradas. Sin embargo, Teresa de Cartagena, en el siglo XV, da una buena lección de feminismo mediante la publicación de una segunda obra titulada <em>Admiración de las obras de Dios</em>, en la que defendía fervorosamente la capacidad productiva, creativa e intelectual de las mujeres.</p>
<h2>Las letras hispanoamericanas</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/453006/original/file-20220318-19-2lxazk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/453006/original/file-20220318-19-2lxazk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/453006/original/file-20220318-19-2lxazk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=623&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/453006/original/file-20220318-19-2lxazk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=623&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/453006/original/file-20220318-19-2lxazk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=623&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/453006/original/file-20220318-19-2lxazk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=783&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/453006/original/file-20220318-19-2lxazk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=783&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/453006/original/file-20220318-19-2lxazk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=783&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Litografía de Flora Tristán publicada en <em>Le Charivari</em> en 1838.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Flora_Tristan_1838.JPG">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Un caso de especial interés por el momento histórico en el que nos encontramos es el de las autoras migrantes hispanoamericanas, puesto que su testimonio es de un gran valor. Las producciones de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Flora_Tristan">Flora Tristán</a> (siglo XIX) o de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Clara_Obligado">Clara Obligado</a> (contemporánea) muestran cómo es el proceso de migración para las mujeres, qué sienten y cómo viven doblemente la otredad: por ser migrantes y por ser mujeres. </p>
<p><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Gertrudis_G%C3%B3mez_de_Avellaneda">Gertrudis Gómez de Avellaneda</a>, aunque más conocida, es otra figura relevante de las letras hispanoamericanas. El suyo es un ejemplo de rupturismo con las convenciones sociales patriarcales a través de sus vindicaciones de libertad e independencia, plenamente coherentes con su <em>modus vivendi</em>.</p>
<h2>El uso de pseudónimos</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/453007/original/file-20220318-19-xxc856.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/453007/original/file-20220318-19-xxc856.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/453007/original/file-20220318-19-xxc856.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=615&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/453007/original/file-20220318-19-xxc856.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=615&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/453007/original/file-20220318-19-xxc856.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=615&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/453007/original/file-20220318-19-xxc856.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=773&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/453007/original/file-20220318-19-xxc856.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=773&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/453007/original/file-20220318-19-xxc856.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=773&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">María Luz Morales en 1915.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Mar%C3%ADa_Luz_Morales.JPG">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Esta opresión sobre una necesidad humana tan básica como la comunicación y la libertad de pensamiento llevó a la publicación anónima o al uso de pseudónimos. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fern%C3%A1n_Caballero">Fernán Caballero</a> (Cecilia Böhl de Faber y Ruiz de Larrea), <a href="https://www.julianmarquina.es/escritoras-espanolas-que-firmaron-sus-obras-con-seudonimos-masculinos/">Tirso de Tebas</a> (Josefa Codina Umbert) y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Luz_Morales">Jorge Marineda</a> (María Luz Morales) son algunos de los ejemplos que muestran la importancia de los pseudónimos para las autoras, pues eran el medio que tenían para hacer que su ficción viese la luz sin miedo al juicio y sin temor al rechazo. </p>
<p>El pseudónimo es por lo tanto un elemento clave para entender la historia de la opresión patriarcal a través de la literatura, y tiene un gran valor histórico del que debemos aprender. </p>
<h2>Reparar ausencias</h2>
<p>Tenemos el deber cívico de reparar estas y muchas otras ausencias, motivadas por factores como la desigualdad en educación, la desigualdad económica, la opresión de pensamiento, la anulación personal, la destrucción de la creatividad, o el confinamiento a la esfera privada. </p>
<p>Virginia Woolf, en su manuscrito, decía que una mujer necesitaba dinero y una habitación propia para escribir, y un hecho que subyace a esta cita es la feminización de la pobreza en todas sus dimensiones. </p>
<p>Pero la lección más profunda del libro es que no había, hay, ni habrá puerta, cerradura, ni candado que el patriarcado pueda imponer a la libertad de la mente de las mujeres. Porque gracias a su lucha, sus voces se escucharon, se escuchan y se escucharán.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/178080/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonio Jesús Tinedo Rodríguez recibe fondos del convenio UNED-SANTANDER de becas predoctorales.
Recibo financiación porque soy contratado predoctoral a través del convenio de la UNED con el Banco Santander.
Enlace: <a href="https://www2.uned.es/bici/Curso2021-2022/211115/6-1.htm">https://www2.uned.es/bici/Curso2021-2022/211115/6-1.htm</a></span></em></p>Los autores de referencia en clase de literatura son mayoritariamente masculinos; tenemos el deber de recuperar las voces de mujeres que no recibieron la misma atención en el pasado.Antonio Jesús Tinedo-Rodríguez, Contratado Predoctoral (UNED-Santander), UNED - Universidad Nacional de Educación a DistanciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1792072022-03-15T18:11:35Z2022-03-15T18:11:35ZEl virus del papiloma humano no es solo cosa de mujeres<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/452246/original/file-20220315-21-1cl8qrh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C8155%2C5420&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/man-having-appointment-std-specialist-clinic-2113618628">Shutterstock / New Africa</a></span></figcaption></figure><p>Ya en 1842 se describió el papel que parecían desempeñar los contactos sexuales en la causalidad del cáncer de cuello de útero (CCU). Pero no fue hasta 1981 cuando los <a href="https://doi.org/10.1016/0090-8258(81)90067-6">avances científicos</a> permitieron identificar el virus del papiloma humano (VPH) como causa necesaria para el desarrollo del CCU.</p>
<p>Tal descubrimiento supuso una revolución en la prevención de este tipo de cáncer. Se abría la posibilidad de desarrollar vacunas frente al VPH y prevenir así su infección como paso previo al desarrollo del cáncer. Además, se impulsó el perfeccionamiento de técnicas de detección del virus para ser utilizadas en los programas de detección precoz del CCU.</p>
<p>El CCU es el cuarto cáncer más común en mujeres en todo el mundo y el segundo en mujeres de entre <a href="https://www.thelancet.com/journals/langlo/article/PIIS2214-109X(19)30482-6/fulltext">15 y 44 años</a>. Debido a su alta prevalencia, los primeros estudios y programas de vacunación frente a VPH sólo incluyeron a las mujeres como población diana. Se consideró que los hombres eran simples transmisores del virus y el objetivo era la prevención del CCU.</p>
<h2>El VPH también produce cáncer en hombres</h2>
<p>El avance de los conocimientos ha llevado a identificar al VPH como el principal responsable de las lesiones cancerosas del área genital (ano, pene, vagina y vulva) tanto en hombres como en mujeres. </p>
<p>Actualmente sabemos que el VPH causa también cáncer en la cavidad oral, en la lengua, en la faringe y en la laringe (cánceres de cabeza y cuello). Estos tipos de cáncer están en aumento en los países de renta alta, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24248688/">especialmente en hombres</a>. Además, el VPH es el causante de las verrugas genitales en ambos sexos que, a pesar de ser benignas, son muy molestas y frecuentes.</p>
<p>Por lo tanto, ahora sabemos que cualquier persona sexualmente activa se puede infectar con el VPH independientemente de su género. Basta con mantener relaciones sexuales vaginales, anales u orales con una persona infectada. </p>
<p>Aproximadamente <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1386653204003725">el 80 % de la población con actividad sexual se infectará con algún tipo de VPH</a> a lo largo de su vida. En la mayoría de los casos, nuestro sistema inmunitario es capaz de resolver la infección en uno o dos años. Sin embargo, en torno al 10 % de las infecciones persisten y pueden causar cambios celulares que conducen al cáncer.</p>
<p>Cerca de 600 000 mujeres y 70 000 hombres tuvieron un cáncer relacionado con el VPH <a href="https://doi.org/10.1016/S2214-109X(19)30488-7">en 2018</a>. </p>
<h2>Las vacunas previenen el desarrollo de cáncer</h2>
<p>Gracias a la investigación científica disponemos de tres vacunas extraordinariamente efectivas y seguras frente a diferentes tipos de VPH. Desde 2006 se han administrado más de 300 millones de dosis en todo el mundo. La vigilancia activa que se ha llevado en torno a su seguridad las sitúa entre las vacunas más y mejor estudiadas.</p>
<p>Las tres vacunas autorizadas actualmente están indicadas en ambos sexos a partir de los nueve años sin límite superior de edad. Sin embargo, han demostrado su máxima eficacia cuando se administran antes del inicio de las relaciones sexuales, es decir, antes de la exposición al virus. Esto no significa que la vacunación no se <a href="https://theconversation.com/esta-recomendada-para-mujeres-adultas-la-vacuna-contra-el-cancer-de-cuello-de-utero-171567">recomiende en personas que ya hayan iniciado sus relaciones sexuales</a>.</p>
<h2>Evolución de los programas de vacunación</h2>
<p>En España se recomienda la vacunación con dos dosis a los 12 años de edad, rescatando todas las niñas hasta los 18 años que no se vacunaron en su momento. También está financiada la vacunación hasta los 26 años de personas (independientemente de su género) con infección por VIH, de hombres que tienen sexo con hombres y personas en situación de prostitución. Más recientemente se incluyó la vacunación a cualquier edad de mujeres que han sido tratadas de una lesión precancerosa en el cuello del útero.</p>
<p>El mayor conocimiento de la epidemiología del VPH así como los cambios en el comportamiento sexual de la población han provocado la adaptación de los programas de prevención que se establecieron inicialmente. El inicio cada vez más precoz de la actividad sexual promovió el adelanto de la edad recomendada para la vacunación de los 14 a los <a href="http://www.sp.san.gva.es/DgspPortal/docs/HistoricoCalendariosVacunacionInfantil(vf).pdf">12 años</a>. </p>
<p>Se demostró también que la reducción de 3 a 2 dosis (administradas antes de los 15 años) no suponía una pérdida de eficacia en la protección frente a VPH. Actualmente, numerosos estudios evalúan la eficacia de la vacuna tras reducir la pauta de vacunación a una única dosis. En Reino Unido, basándose en la evidencia disponible hasta ahora, se acaba de emitir una recomendación preliminar para modificar la pauta de vacunación pasando a <a href="https://www.gov.uk/government/publications/single-dose-of-hpv-vaccine-jcvi-interim-advice/jcvi-interim-advice-on-a-one-dose-schedule-for-the-routine-hpv-immunisation-programme">una única dosis con independencia del género</a>.</p>
<h2>Menos dosis para más población</h2>
<p>Si se demostrase la eficacia de una sola dosis, esto podría formar parte de la solución a los problemas de producción y a la falta de equidad en el suministro de estas vacunas entre países con diferente renta. Permitiría alcanzar mejores coberturas de vacunación a nivel global. Actualmente, mientras que 28 países europeos ya han incorporado a los varones en sus programas de vacunación (o lo tienen previsto), se estima que solo el 15 % de las mujeres de todo el mundo están inmunizadas frente a VPH.</p>
<p>La vacunación sin distinción de género favorece la equidad, ya que protege del cáncer producido por VPH tanto en hombres como en mujeres. Además, no existen programas de detección precoz en hombres como sí sucede en mujeres para el cáncer de cuello de útero. Vacunando a todos, la circulación del virus se reduciría drásticamente (los chicos son los mayores transmisores a nivel mundial), pudiéndose lograr <a href="https://www.mdpi.com/1999-4915/13/5/906">la eliminación de las enfermedades relacionadas con la infección por VPH</a>.</p>
<p>En algunos países, incluida España, el balance entre coste y efectividad de la implementación del programa de vacunación sin distinción de género podría tornarse favorable si solo hubiese que administrar una dosis por persona.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/179207/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Cintia Muñoz Quiles no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El virus del papiloma humano no es solamente causante del cáncer de cuello de útero. También desencadena otras lesiones cancerígenas en el ano, pene, vagina y vulva, tanto en hombres como en mujeres.Cintia Muñoz Quiles, Doctora en Biología, Investigadora en el Área de Investigación en Vacunas, FisabioLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1712242021-11-10T20:56:18Z2021-11-10T20:56:18ZViolencia de género en la escuela: hay una oportunidad para la prevención<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/430759/original/file-20211108-21-1m0e2z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C10%2C6709%2C4456&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/little-girl-eye-sad-hopeless-human-1760913080">Shutterstock / HTWE</a></span></figcaption></figure><p>La educación como proceso de socialización trasciende las fronteras de las instituciones escolares. Existen experiencias de aprendizaje cotidianas fuera de su marco formal. Pero la escuela es un espacio privilegiado para prevenir la violencia de género: tiene un papel importante en la legitimación de modelos estereotipados.</p>
<p>La jerarquización y pertenencia a una clase social, a una etnia; el hecho de presentar unas características físicas determinadas; o el sexo son algunas cuestiones que determinan el proceso de socialización, poniendo de manifiesto la complejidad de las organizaciones educativas.</p>
<p>Las construcciones culturales e históricas determinan las características de las personas; entre ellas, el perfil masculino y femenino. Estos planteamientos son asimétricos y desiguales porque establecen diferencia entre los sexos generando unas relaciones de poder que dan lugar a la subordinación y discriminación de las niñas y de las mujeres. El rol masculino establece como características de los varones la fuerza e incluso la violencia y asocia la debilidad, tolerancia y hasta la inhibición en situaciones conflictivas como cualidades femeninas.</p>
<p>Para eliminar esta lacra es necesaria una respuesta multidisciplinar en la que uno de los <a href="https://books.google.es/books?id=mHOUDAAAQBAJ&pg=PA159&lpg=PA159&dq=emilia+moreno+s%C3%A1nchez+aprendizaje+de+g%C3%A9nero+en+la+sociedad+actual&source=bl&ots=cfwaKN2cPv&sig=ACfU3U0XhcHaDG7JD2LaWen_JhjyrUMJHw&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwjMj9G0hPXzAhUS1RoKHcb0ARQQ6AF6BAgNEAM#v=onepage&q=emilia%20moreno%20s%C3%A1nchez%20aprendizaje%20de%20g%C3%A9nero%20en%20la%20sociedad%20actual&f=false">primeros estadios de acción</a> es la educación que se produce en las organizaciones educativas (formales, como es la escuela y no formales, como es el grupo de iguales) y en edades tempranas.</p>
<p>Por eso, en nuestro proyecto <a href="https://www.inmujeres.gob.es/areasTematicas/estudios/estudioslinea2009/docs/analisisViolenciaNinas.pdf">“Análisis de la violencia hacia las niñas en la escuela primaria”</a>, hemos profundizado en el estudio del panorama de los conflictos y la violencia hacia las niñas en los primeros años de su escolaridad obligatoria (desde 1º a 6º de Educación Primaria).</p>
<h2>Demandas, expectativas y educación</h2>
<p>Se constata que las niñas, y también los niños, se educan para responder a las demandas y expectativas sociales asignadas en función de las características asociadas e impuestas a su sexo. Aprenden los comportamientos, adquieren conocimientos y asumen actitudes que van a poner de manifiesto cuando sean personas adultas.</p>
<p>Para analizar esta asunción de roles hay que profundizar en el análisis de las razones de su existencia. En la infancia, las personas agredidas aprenden, por ejemplo, la sumisión. Muchas mujeres se bloquean y no responden a la violencia que reciben. Una niña de 5º de Primaria nos relató en <a href="https://rieoei.org/RIE/article/view/654">nuestra investigación</a> que su padre agredió a su madre, pero ocultó el hecho.</p>
<blockquote>
<p>Mi madre fue al médico y le contestó que se había caído, porque mi padre le dijo que como contara algo de la pelea, la mataba. Y ella no quería separarse porque podía perdernos, si mi padre decía que nos teníamos que ir con él. (Silvia, 11 años). </p>
</blockquote>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/430534/original/file-20211105-9872-k2pr6t.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/430534/original/file-20211105-9872-k2pr6t.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/430534/original/file-20211105-9872-k2pr6t.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=436&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/430534/original/file-20211105-9872-k2pr6t.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=436&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/430534/original/file-20211105-9872-k2pr6t.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=436&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/430534/original/file-20211105-9872-k2pr6t.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=548&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/430534/original/file-20211105-9872-k2pr6t.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=548&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/430534/original/file-20211105-9872-k2pr6t.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=548&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Violencia oculta</h2>
<p>Otra cuestión que hemos abordado a través de nuestro trabajo como docentes e investigadoras es que las situaciones conflictivas y violentas en los espacios escolares pasan inadvertidas a las personas adultas.</p>
<p>De hecho, resulta paradójico que en los primeros años de la escolarización, que se caracterizan por la presencia continua del profesorado, se den situaciones de violencia en los conflictos. Esto pasa porque tanto quien agrede como la víctima ocultan y tratan de que pasen inadvertidas estas situaciones. También ocurre que la violencia infantil tiene unos matices diferentes que las personas adultas no valoramos del mismo modo que los protagonistas.</p>
<p>Lo que popularmente calificamos como “cosas de niños” puede tener para nuestras criaturas una importancia y trascendencia que la convierte en “su violencia” y que se instaura como un comportamiento aprendido. Estas acciones representan los acontecimientos que suceden en otros contextos sociales y ante los que la ciudadanía permanece impasible, porque se explican con criterios que los toleran y no los eliminan, como son los conflictos entre las parejas.</p>
<h2>Actuar a tiempo</h2>
<p>Las agresiones a las que se ven sometidas las niñas sirven para legitimar la violencia hacia las mujeres. El sistema escolar tiene, desde la etapa de Educación Infantil, un importante papel para dar al alumnado la información necesaria que le permita comprender y prevenir las relaciones de dominación-sumisión que originan y fundamentan la violencia.</p>
<p>Se trata de aprender recursos para tomar conciencia del problema, de la resolución de conflictos y ofrecer planteamientos claros para crear unas relaciones sanas y pacíficas.</p>
<h2>Castigos y sanciones que perpetúan el problema</h2>
<p>Entre las acciones educativas hay que replantearse los castigos y las sanciones que no eliminan la violencia en las organizaciones educativas. Su efecto es semejante a poner una capa de pintura a un objeto oxidado. La apariencia de la superficie haría sentir que se han cambiado las cosas, pero el fondo no cambia y la violencia, como el óxido, vuelve a aparecer.</p>
<p>Por eso debemos buscar las causas que no se ven. Esto se puede entender si lo planteamos con la metáfora del imán: las limaduras se ven, pero no el campo magnético que las conforma y guía.</p>
<p>Para actuar ante el grave problema social de la violencia de género es necesario un cambio tanto en el modelo económico, como en el educativo y el cultural. Pasar de priorizar las relaciones de poder y las jerarquías a reivindicar el diálogo, la libertad y el respeto entre las personas, como aspectos trascendentales para favorecer la igualdad de derechos en las relaciones humanas desde la infancia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/171224/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Emilia Moreno Sánchez recibe fondos de Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales–Instituto de la Mujer (Orden de 16 de agosto, BOE Nº de 31 de agosto de 2005) en el marco del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2004-2007, I+D+I. Referencia Nº 117/05). (BOE Nº 37/02/06. Resolución de 29 de diciembre de 2005. Pág. 5726-5727).</span></em></p>Los roles de género y determinadas actitudes discriminatorias pueden surgir a edades muy tempranas. Por este motivo la intervención en la escuela primaria es una oportunidad para la prevención.Emilia Moreno Sánchez, Profesora titular de universidad en la Facultad de Educación, Psicología y Ciencias del Deporte, Universidad de HuelvaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1640392021-08-12T17:05:44Z2021-08-12T17:05:44ZLa soledad de jóvenes y mayores se atenúa con las experiencias intergeneracionales<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/415812/original/file-20210812-18-1rgfqz1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C8%2C5599%2C3724&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/elderly-man-telling-stories-group-young-62272147">Shutterstock / Tyler Olson</a></span></figcaption></figure><p>La sociedad está cambiando y prueba de ello es el aumento de la longevidad de las personas y la incipiente vulnerabilidad de los niños y las niñas ante la desprotección debido a los cambios estructurales dentro de los núcleos familiares.</p>
<p>El descenso de las tasas de fecundidad de los últimos años no solo influye en el descenso de la población, también incide en su envejecimiento. A nivel mundial, la franja de edad mayor de 65 años crece más rápido que el resto de los segmentos. </p>
<p>Según los datos de 2019 publicados por la Organización de las Naciones Unidas en su informe <a href="https://population.un.org/wpp/"><em>Revision of World Population Prospects</em></a>, en 2050 una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años (16 % de la población). En concreto, para 2050, una de cada cuatro personas residentes en Europa y EE UU tendría 65 o más años. </p>
<p>En 2018, por primera vez en la historia, las personas mayores de 65 superaron al número de niños menores de cinco años en todo el mundo. La población de más de 60 años está creciendo un 3 % anual a nivel mundial, tal y como <a href="https://population.un.org/wpp/Publications/Files/WPP2017_KeyFindings.pdf">anunció la ONU</a> en el 2017.</p>
<p>Por consiguiente, existe en la sociedad un número cada vez mayor de personas consideradas mayores, aunque hay que tener en cuenta que el concepto “persona mayor” ésta sujeto a cuestiones de índole social, cultural y personal, entre otras. </p>
<h2>Los mayores están llenos de vitalidad</h2>
<p>Como <a href="https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/186466/9789240694873_spa.pdf?sequence=1">apunta la Organización Mundial de la Salud</a> (OMS), existe una gran diversidad en los estados de salud y funcionales de las personas mayores, quienes en su mayoría se encuentran <a href="https://www.infogerontologia.com/documents/gerontologia/envej_activo_intergen/intergenspa.pdf">llenas de vitalidad</a> y pueden ser todavía un activo muy valioso para la sociedad.</p>
<p>Asimismo, para analizar la visión holística de la realidad social es imprescindible explorar también la evolución sociodemográfica de la infancia y la juventud. Por un lado, hay que poner el foco en la evolución de la estructura familiar, teniendo en cuenta que la familia es la estructura social básica de esos niños y jóvenes y, por tanto, el modelo natural de integración social. </p>
<p>Las estructuras familiares están cambiando, convirtiéndose en <a href="https://www.redalyc.org/pdf/1610/161017350011.pdf">estructuras núcleo</a>. Por otro lado, a todos estos cambios hay que añadir que <a href="https://ec.europa.eu/eurostat/web/products-datasets/-/migr_imm8">el aumento de la migración</a> de la población en los últimos años ha multiplicado las nuevas tipologías familiares, perdiendo en numerosas ocasiones el contacto con la familia extensa y, por consiguiente, con las personas mayores de la familia.</p>
<h2>Problemas para encontrar su lugar</h2>
<p>Partiendo de esta situación, se ha detectado que tanto las personas mayores como las jóvenes tienen en la sociedad actual problemas para encontrar su lugar. En consecuencia, están <a href="http://www.youthmetro.org/uploads/4/7/6/5/47654969/school_based_intergenerational_programs.pdf">en riesgo de soledad y aislamiento</a>. </p>
<p>Con ese marco de fondo, está surgiendo la imperiosa necesidad de crear espacios compartidos en los que diferentes generaciones se relacionen entre sí para reforzar los lazos sociales y fomentar una comunicación positiva que fomente la memoria compartida y la solidaridad. </p>
<p>Poner en conexión colectivos que pueden sufrir una mayor desprotección a través de experiencias intergeneracionales posibilita la creación de sociedades igualitarias y abiertas para todas las edades. Es decir, las <a href="https://www.un.org/es/events/pastevents/ageing_assembly2/">experiencias intergeneracionales</a> sirven como puente entre diferentes generaciones y brindan beneficios individuales y sociales. </p>
<h2>Organizaciones intergeneracionales</h2>
<p>En los últimos años, las experiencias intergeneracionales han ido en aumento. A nivel internacional encontramos como referente a <a href="https://www.gu.org/"><em>Generations United</em></a>, organización que se encarga de promover este tipo de experiencias. Asimismo, también es de destacar la labor de <a href="https://www.bridgestogether.org/"><em>Bridges Together INC</em></a> y <a href="https://www.providence.org/locations/wa/mount-st-vincent/facility-profile/intergenerational-learning-center"><em>Providence Mount St. Vincent</em></a>. </p>
<p>En España existen diversas iniciativas. Por un lado, a partir de un convenio entre la Universidad de Granada y la cooperativa Macrosad, en 2018 se creó la <a href="https://catedras.ugr.es/macrosad/">Cátedra Macrosad de Estudios Intergeneracionales</a>. Por otro lado, existen jornadas intergeneracionales que se celebran anualmente entre la Universidad del País Vasco y la asociación <a href="https://www.hartuemanak.org/noticias-destacadas/x-encuentro-intergeneracional/">Hartu Emanak</a>. Y también existen experiencias que se fomentan desde la <a href="https://www.matiafundazioa.eus/es/tags/relaciones-intergeneracionales">Fundación Matia</a>.</p>
<p>A nivel Europeo la plataforma TOY –<a href="http://www.toyproject.net/"><em>Together Old and Young</em></a>– recoge diferentes experiencias intergeneracionales. Igualmente, existen sitios web especializados como <a href="http://lllplatform.eu/"><em>Lifelong Learning Platforms</em></a> o <a href="http://intergenerational.eu/"><em>Innovative education in the field of intergenerational cooperation support</em></a>. En estos sitios web se ofrecen recursos y ejemplos de este tipo de actividades. </p>
<p>Afrontar la diversidad de la sociedad actual será un reto imprescindible de cara a los próximos años. El envejecimiento de la sociedad, los movimientos migratorios de las personas y la atención a las múltiples necesidades de la juventud serán algunas de las líneas de trabajo más significativas. </p>
<p>Para hacer frente a estos retos es imprescindible impulsar experiencias intergeneracionales que identifiquen y evalúen las buenas prácticas, así como investigaciones centradas en las personas, convirtiéndolas en agentes activos de su proceso de aprendizaje y transformación.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/164039/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Miembro del grupo de investigación KideOn</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Jose Miguel Correa Gorospe, Maitane Picaza Gorrotxategi y Naiara Berasategui Sancho no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Conectar colectivos que pueden sufrir una mayor desprotección a través de experiencias intergeneracionales posibilita la creación de sociedades igualitarias y abiertas para todas las edades. Está surgiendo la imperiosa necesidad de crear espacios compartidos en los que diferentes generaciones se relacionen entre sí.Amaia Eiguren Munitis, Docente del departamento de Didáctica y Organización Escolar. Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaJose Miguel Correa Gorospe, Profesor del Departamento de Didáctica y Organización Escolar, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaMaitane Picaza Gorrotxategi, Doctora en educación, Departamento de Didáctica y Organización Escolar, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaNaiara Berasategui Sancho, Profesora en el Departamento de Didáctica y Organización escolar, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1640472021-07-08T19:03:17Z2021-07-08T19:03:17ZLas cómicas españolas son muchas y buenas: este repaso lo demuestra<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/410111/original/file-20210707-15-1kc77tv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5607%2C2959&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/funny-girl-hiding-behind-table-100678912">Shutterstock / NinaMalyna</a></span></figcaption></figure><p>El 30 de junio de 2021 <a href="https://elpais.com/ciencia/2021-06-30/el-machismo-esta-en-las-calles.html">leíamos una noticia</a> que relata que solo el 12% de las calles de Madrid lleva nombre de mujer y que, además, estas calles se encuentran en la periferia. Es un buen resumen de la visibilización de las mujeres: pocas y en el margen. Es la situación general y también es la situación de la comedia hoy en España. Que no formen parte del centro, que no formen parte del canon (todavía), no significa que no estén, que no tengan influencia ni que no tengan calidad.</p>
<p>Es innegable que aún hay una amplia mayoría masculina, pero también lo es que la presencia de cómicas es cada vez mayor y más exitosa pese a las dificultades que se desprenden de las <a href="https://twitter.com/pilardfrancisco/status/1405876294823329793?s=20">polémicas declaraciones</a> que han agitado recientemente las redes sociales: Los responsables de la productora <a href="http://www.lachocitadelloro.com/">La Chocita del Loro</a> afirmaban que las humoristas venden menos y no provocan tantas risas y por eso las contratan menos.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1407641065004351489"}"></div></p>
<h2>Otros circuitos</h2>
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<span class="caption">Patricia Espejo.</span>
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<span class="caption">Elsa Ruiz.</span>
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<span class="caption">Susi Caramelo.</span>
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<span class="caption">Paula Púa.</span>
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<span class="caption">Esther Gimeno.</span>
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<span class="caption">Virginia Riezu.</span>
</figcaption>
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<span class="caption">Pilar de Francisco.</span>
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<span class="caption">Patricia Galván.</span>
</figcaption>
</figure>
<figure class="align-right zoomable">
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<figcaption>
<span class="caption">Sil de Castro.</span>
</figcaption>
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<span class="caption">Asaari Bibang.</span>
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<span class="caption">Maru Candel.</span>
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<span class="caption">Charlie Pee.</span>
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<span class="caption">Raquel Sastre.</span>
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<span class="caption">Patricia Sornosa.</span>
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<span class="caption">Coria Castillo.</span>
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<span class="caption">Odei Fernández.</span>
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<span class="caption">Silvia Sparks.</span>
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<figure class="align-right zoomable">
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<figcaption>
<span class="caption">Bianca Kovacs.</span>
</figcaption>
</figure>
<figure class="align-right zoomable">
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<figcaption>
<span class="caption">Antonia Triviño.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Las mujeres han protagonizado un verdadero asalto a las bases de la comedia en todas sus manifestaciones: <em>stand-up</em>, <em>podcast</em>, YouTube, Tik Tok, Instagram, <em>late nights</em>, teatros, pabellones… A falta de oportunidades para entrar en el circuito más tradicional, han sabido encontrar otras opciones, más modernas, más arriesgadas y más originales. Al mismo tiempo, el lugar privilegiado que ocupaban algunas salas se ha alterado con la expansión que ha experimentado la comedia en el último lustro. </p>
<p>Solo en Madrid hay una docena de espectáculos protagonizados por cómicas en más de seis salas de referencia de comedia, además de una veintena de <em>open mics</em> con participación exclusivamente femenina o compartiendo cartel con otros cómicos. Algunos están producidos y protagonizados exclusivamente por mujeres, como es el caso de <a href="https://riotcomedyfem.com"><em>Riot Comedy</em></a>, con Penny Jay a la cabeza; <a href="https://www.mpcmanagement.es/espectaculos/calladitas-estais-mas-guapas/"><em>Calladitas estáis más guapas</em></a> de Jessika Rojano y Sil de Castro o <a href="https://linktr.ee/LadysNightShow"><em>Ladys Night</em></a>, presentado por <a href="https://twitter.com/Nayraperez2">Nayra Pérez</a>; en otros, como <a href="https://www.instagram.com/openbeer2/"><em>Open Beer</em></a>, <a href="https://elgolfocomedy.com"><em>Golfos Comedy</em></a> o <a href="https://www.instagram.com/tpmcomedy/"><em>Tu Puta Madre Comedy Club</em></a>, también es habitual la presencia de cómicas. </p>
<h2>Monólogos televisivos</h2>
<p>En el caso de las grabaciones de monólogos, un ejemplo representativo de esa tendencia en la conquista progresiva de los escenarios es el de <a href="https://phibetalambda.web.app/"><em>Phi Beta Lambda</em></a>. El sótano del bar Picnic de Madrid se convirtió en el escenario donde se grabaron sus tres temporadas, con 33 actuaciones de cómicas de un total de 173, un 19%. </p>
<p>Lo interesante es que el volumen de presencia femenina aumentó paulatinamente en cada temporada desde el 15,5% de la primera (9 de 58), al 16,2% en la segunda (12 de 74) y hasta el 29,2% en la tercera (12 de 41), acumulando <a href="https://www.youtube.com/c/PhiBetaLambda/videos">cientos de miles de visualizaciones en YouTube</a>. </p>
<p>Muchos de los nombres que componen el elenco de cómicas que ha actuado en el Picnic son reconocidos por su presencia en las salas y teatros de toda España así como en otros medios: <a href="https://www.instagram.com/susicaramelo/?hl=es">Susi Caramelo</a>, <a href="https://www.instagram.com/_valros/?hl=es">Valeria Ros</a>, <a href="https://linktr.ee/elsaruizcomica">Elsa Ruiz</a>, <a href="https://www.instagram.com/pattmirror/">Patricia Espejo</a>, <a href="https://www.instagram.com/carolinanoriegacomica/">Carolina Noriega</a>, <a href="https://twitter.com/pilardfrancisco">Pilar de Francisco</a>, <a href="https://www.instagram.com/evasoriano_/">Eva Soriano</a>, <a href="https://www.instagram.com/virginiariezu/">Virginia Riezu</a>, <a href="https://www.instagram.com/pppua/">Paula Púa</a>, <a href="http://www.esthergimeno.com">Esther Gimeno</a>, <a href="https://www.instagram.com/sildcastro/">Sil de Castro</a>, <a href="https://www.instagram.com/marucandel/">Maru Candel</a>, <a href="https://www.instagram.com/charliiepee/">Charlie Pee</a>, <a href="https://www.instagram.com/asaaribibang/">Asaari Bibang</a>, <a href="https://www.instagram.com/pattgalvan/">Patricia Galván</a>, <a href="https://www.instagram.com/njcomediante/">Nuria Jiménez</a>, <a href="https://www.instagram.com/veramontessori/">Vera Montessori</a>, <a href="https://twitter.com/raquelsastrecom">Raquel Sastre</a>, <a href="http://patriciasornosa.com">Patricia Sornosa</a>, <a href="https://www.instagram.com/codein.a/?hl=es">Odei Fernández</a>, <a href="https://www.instagram.com/coria_castillo/">Coria Castillo</a>, <a href="https://www.instagram.com/sparks.silvia/">Silvia Sparks</a>, <a href="https://www.instagram.com/lucialamas_/">Lucía Lamas</a>, <a href="https://www.instagram.com/begocomedy/">Begoña Guillén</a>, <a href="https://www.instagram.com/biancakovacs_/">Bianca Kovacs</a>, <a href="https://www.instagram.com/antoniatrivinorivera/">Antonia Triviño</a>, <a href="https://www.instagram.com/la_prados/">La Prados</a>.</p>
<h2>Un discurso renovado</h2>
<p>No se puede ignorar esta nueva realidad artística y comercial, ni el éxito de muchas cómicas que llenan sus espectáculos, que ocupan espacios televisivos y radiofónicos de gran audiencia, y que participan en los equipos de guion de afamados programas. Su particular situación social y profesional aporta un discurso crítico y reivindicativo con el que transformar las estructuras sociales y las creencias estereotipadas sobre el humor y su representación artística de las que somos herederos, contribuyendo a la difusión de discursos renovados y frescos de quienes han experimentado una realidad distinta y la expresan en sus textos.</p>
<p>Además de las cómicas ya mencionadas, <a href="http://martagonzalezdevega.es/monologuista-2/">Marta González de Vega</a> tiene un espectáculo ecléctico y original, mezcla de <em>stand-up</em>, teatro y musical que lleva triunfando cinco años en el teatro Fígaro de Madrid. Con <a href="https://www.youtube.com/channel/UCN72DKdHRzVQBWkEMlhqW7Q"><em>Estirando el chicle</em></a> (más de dos millones de reproducciones y 700 000 visualizaciones en YouTube), Carolina Iglesias y Victoria Martín le disputan las primeras posiciones de Podium Podcast a Andreu Buenafuente y Berto Romero (<em>Nadie sabe nada</em>), a David Broncano, Ignatius Farray y Héctor de Miguel (<em>La vida moderna</em>) y a David Broncano (<em>La resistencia</em>) al tiempo que llenan el Teatro Capitol Gran Vía de Madrid y giran por teatros de toda España agotando las entradas en salas de gran capacidad.</p>
<p>Isa Calderón y Lucía Lijtmaer forman un dúo cómico que, en los espectáculos en directo de <a href="https://www.publico.es/publico-tv/deforme-semanal"><em>Deforme Semanal</em></a>, hacen una especie de <em>late night</em> feminista cargado de ironía e inteligencia que nada tiene que envidiar a otros, salvo el altavoz mediático. Hasta que eso llegue, se conforman con haber llenado el Teatro del Barrio primero, el Teatro Arlequín después y ahora el Palacio de la Prensa, y con publicar un <em>podcast</em> semanal de gran éxito. </p>
<h2>Medios tradicionales y otros no tanto</h2>
<p>En la radio y la televisión, aunque los programas están dirigidos y protagonizados principalmente por hombres, las cómicas han ganado mucho terreno y visibilidad, siendo en no pocas ocasiones el alma de la comedia de los programas: <a href="https://www.instagram.com/henarconh_/">Henar Álvarez</a> en <em>Buenismo bien</em> y Valeria Ros en <em>La lengua moderna</em>, en <em>Loco mundo</em> y <em>Zapeando</em>, por ejemplo.</p>
<p>Pero además de estos espectáculos más o menos clásicos, las mujeres han sabido explorar y conquistar otros nuevos territorios para hacer comedia, en algunos casos por exigencias del confinamiento, en otros por la ausencia de oportunidades en el circuito tradicional y en otros porque son conscientes de la renovación que necesita la comedia y de las posibilidades que brinda la tecnología.</p>
<h2>Las más taquilleras y las reinas de las redes sociales</h2>
<p>El caso más notable es el de Martita de Graná (1 400 000 seguidores <a href="https://www.instagram.com/martita_de_grana/?hl=es">en Instagram</a>), quien con un humor entre clásico y rompedor llena pabellones, auditorios y plazas de toros desde que en 2015 se hiciera viral en Facebook un vídeo suyo sobre Granada. En estos momentos no hay ningún artista, hombre, mujer o no binario, que venda más entradas que Martita. Y sin promociones, sin salir en la televisión, solamente aprovechando su desparpajo y la contundencia que aportan los vídeos cortos en la red. De momento ya tiene programadas diez actuaciones en el Teatro Capitol de Gran Vía hasta fin de año.</p>
<p>Inés Hernand ha triunfado en plena pandemia con su espectáculo <em>Ni puta gracia</em>, que ha vendido más de 8 500 entradas en teatros de toda España, pero donde reside su éxito es en las <em>stories</em> de <a href="https://www.instagram.com/ineshernand/?hl=es">Instagram</a>, plataforma en la que tiene 300 000 seguidores. </p>
<p>Gema Palacios (<a href="https://www.tiktok.com/@esperansagrasia?lang=es">@esperansagrasia</a>) está triunfando desde TikTok con una serie de vídeos que comparan la vida en USA y la que llevamos en España. Más de 1 millón de personas sigue a los personajes que parodia y que ella misma interpreta (es inevitable la comparación con Goyo Jiménez). <a href="https://www.tiktok.com/@cardelorenzo?language=es">Car de Lorenzo</a> tiene un millón y medio de seguidores en TikTok, donde publica vídeos cortos de humor, sin duda una de las formas más nuevas y eficaces de hacer comedia.</p>
<h2>La necesidad del feminismo</h2>
<p>Los desvaríos a la hora de valorar la calidad de nuestras cómicas tan solo constatan que el discurso feminista sigue siendo muy necesario en la comedia y que en ningún caso debe convertirse en obstáculo o en criterio para una dudosa evaluación sobre la valía de un texto y una artista. </p>
<p>La tradición literaria demuestra que no hay asuntos más cómicos que otros <em>per se</em>, sino formas de tratarlos más o menos originales, disruptivas, caóticas o seductoras. Algunas de estas formas pueden resultar incómodas, pero la risa también brota de la molestia, del reconocimiento del error o de la vergüenza.</p>
<h2>¿Qué define la ‘calidad’ de un cómico?</h2>
<p>La calidad de una cómica de <em>stand-up</em> no puede depender solo de aspectos temáticos, dejando de lado otros de tipo técnico tanto en la producción textual como en su representación. Tampoco resultan adecuados otros criterios basados en el volumen de asistentes que atraen o en el número de risas que provocan, pues también influyen factores ajenos a la creación artística tales como la promoción que reciben por quienes programan sus espectáculos, los horarios de las actuaciones, las características de los espacios donde actúan o los servicios que se ofrece en ellos al margen del propio espectáculo, por citar tan solo algunos ejemplos.</p>
<p>A pesar de su constatado éxito, la actividad de nuestras cómicas sigue ubicándose en la periferia y no en el centro. No obstante, parece ya tan solo una cuestión de tiempo que esta concepción cambie definitivamente y se normalice una realidad artística en la que las mujeres que hacen comedia dejen de ser consideradas aparte o, en el mejor de los casos, como un fenómeno exótico por excepcional. </p>
<p>En realidad, lo más probable es que los responsables de <a href="http://www.lachocitadelloro.com/">La Chocita del Loro</a> no sean machistas; simplemente se acogieron a un tópico muy utilizado para cerrar un debate que en realidad esconde razones económicas. Si les dicen que tal cómica quiere actuar en alguna de sus salas y que la va a llenar, la contratan al instante. El problema es que tienen miedo de su público, todavía mayoritariamente masculino, y no se atreven a renovar sus costumbres y a seguir el ritmo de los tiempos. Buscando el éxito empresarial pueden acabar encontrando su ruina.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/164047/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los responsables de La Chocita del Loro se acogieron a un tópico por razones económicas. Tienen miedo de su público, todavía muy masculino, y no se atreven a seguir el ritmo de los tiempos.Javier Rodriguez Pequeño, Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Universidad Autónoma de MadridJosé María Rodríguez Santos, Profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Universidad Autónoma de Madrid y Universidad Internacional de La RiojaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1636322021-07-06T18:55:06Z2021-07-06T18:55:06ZCómo nació el concepto de ir de compras y lo que supuso para la mujer del XIX<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/409751/original/file-20210705-126293-kwnzhm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C946%2C630&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">_Bon Marché_ (Felix Vallotton, 1898).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:F%C3%A9lix_Vallotton,_1898_-_Bon_March%C3%A9_C.jpg">Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>Este verano de 2021 se ha reabierto en París el centro comercial de <a href="https://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/samaritaine-nuevo-templo-lujo-paris/5952664/">La Samaritaine</a>. Fundado en 1860, es uno de los históricos grandes almacenes de la ciudad, junto con el más antiguo Le Bon Marché (1838). Ambos se convirtieron, desde mediados del siglo XIX, en un oasis de libertad para las mujeres, que encontraban entre los productos y departamentos un lugar donde por fin se les permitía actuar de manera independiente. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/409747/original/file-20210705-125885-bvoege.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C309%2C1530%2C707&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/409747/original/file-20210705-125885-bvoege.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C309%2C1530%2C707&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/409747/original/file-20210705-125885-bvoege.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/409747/original/file-20210705-125885-bvoege.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/409747/original/file-20210705-125885-bvoege.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/409747/original/file-20210705-125885-bvoege.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/409747/original/file-20210705-125885-bvoege.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/409747/original/file-20210705-125885-bvoege.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cristalera de <em>La Samaritaine</em>.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.dfs.com/fr/samaritaine/about-store/architecture">DFS Group</a></span>
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<h2>El deseo y la sensualidad como motor de ventas</h2>
<p>Su origen fue resultado de la revolución comercial e industrial, y <a href="https://www.youtube.com/watch?v=UFlmIF5zNxA&t=3s">provocó profundos cambios sociales</a>. Con un único objetivo, vender, la potencial clientela estaba clara: las mujeres. Sobre todo las más adineradas y ociosas. Cada estrategia comercial debía alargar la permanencia de la mujer en el lugar de compra y, para ello, hubo incluso que transgredir, siempre bajo la atenta mirada de la decencia, las costumbres burguesas y victorianas. </p>
<p>Desdibujaron los cercos del deseo material y los ampliaron: esa es la clave, origen y finalidad de este lugar de exquisitez y seducción. La experiencia de la posesión del objeto, tras haberlo visto, tocado, olido e incluso probado, era demasiado sugerente e irresistible como para evitar finalmente comprarlo, máxime cuando el precio era perfectamente asequible. </p>
<p>Comprendieron que era necesario lo que ahora se denomina <em>storytelling</em>, el relato que presentaba los grandes almacenes como un lugar seguro, decente y elegante. Un segundo hogar, donde todos los sueños podían hacerse realidad casi de forma mágica. Y también el <em>storytelling</em> de la propia clienta, que llega allí decidida a poder satisfacer sus deseos, creados por el mismo lugar que se los proporcionaría. </p>
<h2>Lugar de promiscuidad</h2>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/409746/original/file-20210705-13832-rd9yow.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/409746/original/file-20210705-13832-rd9yow.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/409746/original/file-20210705-13832-rd9yow.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=857&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/409746/original/file-20210705-13832-rd9yow.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=857&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/409746/original/file-20210705-13832-rd9yow.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=857&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/409746/original/file-20210705-13832-rd9yow.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1077&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/409746/original/file-20210705-13832-rd9yow.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1077&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/409746/original/file-20210705-13832-rd9yow.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1077&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Anuncio de La Samaritaine de 1882.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Affiche_Samaritaine_1882.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Las mujeres burguesas no salían solas de casa y, si lo hacían, era para hacer visitas, pequeñas compras, ir a misa, hacer obras de caridad y actividades controladas por la rígida moral. </p>
<p>Sin embargo, ir a los grandes almacenes solas estaba permitido porque comprar se convirtió en una actividad de ocio de la sociedad industrial. Los precios fijos y asequibles, los catálogos, las ofertas y la posibilidad de devolución de artículos atraían a estas mujeres adineradas. </p>
<p>También iban en masa las obreras, las prostitutas, las artistas… Todas compraban allí los mismos productos, lo que generaba después ciertas ambigüedades. <a href="https://www.franceculture.fr/emissions/la-fabrique-de-lhistoire/prostitutions-au-xixe-siecle-24-paris-capitale-de-la-prostitution">La prostituta de los bajos fondos</a>, y la <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Demi-mondaine"><em>demi-mondaine</em></a> podían perfectamente comprarse el mismo vestido, paraguas y guantes que la respetable esposa de un empresario o político. Es el inicio de la democratización de la moda: ya no se sabía tan fácilmente quién era quién sólo por la ropa.</p>
<p>Pero había que llevarlo igualmente, había que poseer todo aquello tan moderno y luminoso para deslumbrar a los demás. Lo curioso es que fue el propio gran almacén el que consiguió decidir qué objetos lo conseguían: la moda se impone como prestigio social común. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/409748/original/file-20210705-21-lwyhqs.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/409748/original/file-20210705-21-lwyhqs.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/409748/original/file-20210705-21-lwyhqs.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=454&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/409748/original/file-20210705-21-lwyhqs.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=454&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/409748/original/file-20210705-21-lwyhqs.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=454&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/409748/original/file-20210705-21-lwyhqs.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=570&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/409748/original/file-20210705-21-lwyhqs.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=570&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/409748/original/file-20210705-21-lwyhqs.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=570&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Primera tienda de La Samaritaine (alrededor de 1870).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Premi%C3%A8reBoutiqueSamaritaine.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<h2>Te puedo tocar, oler y probar</h2>
<p><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89mile_Zola">Émile Zola</a>, en su novela <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_para%C3%ADso_de_las_damas"><em>Au bonheur des dames</em></a> (1883), relata con precisión cómo el universo visual de los grandes almacenes estaba diseñado al milímetro. Era un palacio de los sentidos, lleno de telas de colores, lazos de todos los tejidos, perfumes, ropa ya terminada, sombreros, carteras, guantes, sombreros… Y lo mejor de todo es que las mujeres podían por fin tocar la mercancía.</p>
<p>Hasta entonces la experiencia de compra de ropa, por ejemplo, era bastante fría. Un modisto iba a casa, o se hacía en una pequeña tienda pero siempre bajo el filtro de lo que al vendedor o la costurera decidiera enseñar. Había poco margen de elección. </p>
<p>Aquí no, aquí la clientela campa a sus anchas, lo toca todo, se lo prueba, y está siempre acompañado de una dependienta que le facilitará deshacerse de todos sus inhibidores de compra.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/409749/original/file-20210705-19-nyi6kh.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/409749/original/file-20210705-19-nyi6kh.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/409749/original/file-20210705-19-nyi6kh.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=471&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/409749/original/file-20210705-19-nyi6kh.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=471&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/409749/original/file-20210705-19-nyi6kh.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=471&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/409749/original/file-20210705-19-nyi6kh.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=592&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/409749/original/file-20210705-19-nyi6kh.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=592&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/409749/original/file-20210705-19-nyi6kh.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=592&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"><em>Le bon marche</em> (Félix Valloton, 1873).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Le-bon-marche-1893.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La dependienta: de obrera a empresaria</h2>
<p>Las dependientas se ocupaban de mostrar esa imagen de decencia y pulcritud. Vestidas de uniforme, debían ir bien peinadas, aseadas, y su comportamiento era recatado y exquisito. Aprendían los modales de las burguesas para poder atenderlas con naturalidad y mostraban una cortés sumisión a sus deseos. Su buena apariencia también debía ser moderada porque la protagonista debía ser siempre la clienta, que tenía que sentirse bella, especial, y dueña de su experiencia de compra. </p>
<p>Para las dependientas era un trabajo duro; no podían sentarse en ningún momento de sus largas horas de jornada laboral y debían estar todo el tiempo en movimiento. A cambio, percibían su salario y disponían de alojamiento y comida en el propio gran almacén.</p>
<p>Les proporcionó seguridad, ingresos fijos y, en algunos casos, sus ahorros les permitieron dejar este trabajo, volver a sus lugares de origen, y abrir sus propias tiendas que causaban furor en provincias, deseosas de disfrutar de la moderna elegancia parisina. </p>
<h2><em>Où sont les toilettes, s'il vous plaît?</em></h2>
<p>Los grandes almacenes eran enormes, luminosos, con pasillos amplios, techos de cristal para aprovechar la luz del día, y ascensores que facilitaban el movimiento entre plantas. Pero había otro impedimento que limitaba el tiempo de compra. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/409752/original/file-20210705-126438-1btcd4b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/409752/original/file-20210705-126438-1btcd4b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/409752/original/file-20210705-126438-1btcd4b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=842&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/409752/original/file-20210705-126438-1btcd4b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=842&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/409752/original/file-20210705-126438-1btcd4b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=842&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/409752/original/file-20210705-126438-1btcd4b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1058&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/409752/original/file-20210705-126438-1btcd4b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1058&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/409752/original/file-20210705-126438-1btcd4b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1058&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"><em>Bon Marché</em> (Felix Vallotton, 1898).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:F%C3%A9lix_Vallotton,_1898_-_Bon_March%C3%A9_B.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Las mujeres siempre tenían problemas para permanecer mucho tiempo fuera de casa porque no podían ir al baño. En la época, los arquitectos no prestaban ninguna atención en las casas a los excusados, y era complicado desvestirse sola con tanta enagua, corsé, cordones, lazos etc. No es de extrañar que la enfermedad más común entre las mujeres fuera la cistitis. Le Bon Marché fue consciente del obstáculo e hizo construir unas elegantes <em>toilettes</em> de estilo <em>art déco</em>. </p>
<p>Otro elemento que reducía el tiempo de compra eran, literalmente, los maridos. Se descubrió que las mujeres compraban más con amigas que con los esposos. Por eso Le Bon Marché habilitó una sala de lectura, con libros y periódicos, donde los hombres podían esperar tranquilamente leyendo y fumando. </p>
<h2>Estáis todas locas: la histeria</h2>
<p>La vida cotidiana de las <a href="https://www.penguinlibros.com/es/historia/28746-el-siglo-xix-historia-de-las-mujeres-4">mujeres burguesas de mediados del siglo XIX</a> podía llegar a ser asfixiante. No eran consideradas adultas y dependían para todo de la figura masculina. Además, ser esposa y madre les despojaba de todo erotismo. Por eso, muchas padecían de histeria. Una enfermedad nerviosa que provocaba cambios de humor, sofocos, enfados y tristeza. </p>
<p>Así se refleja en la novela de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gustave_Flaubert">Gustave Flaubert</a>, <em>Madame Bovary</em> (1856), que relata la agonía existencial de una mujer que vive atormentada entre un mundo exterior vacío, y el interior lleno de aspiraciones frustradas y una sexualidad anulada. Una existencia bajo la angustia de habitar en una jaula social, sin posibilidad de escapatoria. </p>
<p>Esta vida emocional y sexual de las mujeres era teorizada por médicos y supuestos expertos. Pero lo único que conseguían con sus deliberaciones y diagnósticos era que enfermaran más. Para curar la histeria, les prescribían reposo, y cuanto más descanso, soledad e inactividad, más gravedad revestían las pacientes. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/409753/original/file-20210705-19-ohlqy8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/409753/original/file-20210705-19-ohlqy8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/409753/original/file-20210705-19-ohlqy8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=379&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/409753/original/file-20210705-19-ohlqy8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=379&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/409753/original/file-20210705-19-ohlqy8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=379&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/409753/original/file-20210705-19-ohlqy8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=476&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/409753/original/file-20210705-19-ohlqy8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=476&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/409753/original/file-20210705-19-ohlqy8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=476&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Une leçon clinique à la Salpêtrière (André Brouillet, 1887).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Une_le%C3%A7on_clinique_%C3%A0_la_Salp%C3%AAtri%C3%A8re.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Por eso los grandes almacenes se llenaron de mujeres ansiosas de moverse solas para ver, tocar, desear y comprar. Era un lugar donde sus ensoñaciones por fin se materializaban, donde escapar de su erotismo amasado de angustia, donde las estrategias de venta apaciguaban sus ansias de libertad. Allí todo giraba en torno a satisfacer sus caprichos. Eran escuchadas, mimadas y deseadas: la mujer existía.</p>
<h2>Estáis todas muy locas: la cleptomanía</h2>
<p>En este fervor en el que las emociones se liberaban en las compras surge la cleptomanía, considerada también una patología femenina. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/409756/original/file-20210705-35872-1pbmofm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/409756/original/file-20210705-35872-1pbmofm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/409756/original/file-20210705-35872-1pbmofm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=857&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/409756/original/file-20210705-35872-1pbmofm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=857&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/409756/original/file-20210705-35872-1pbmofm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=857&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/409756/original/file-20210705-35872-1pbmofm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1077&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/409756/original/file-20210705-35872-1pbmofm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1077&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/409756/original/file-20210705-35872-1pbmofm.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1077&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"><em>Bon Marché</em> (Felix Vallotton, 1898).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:F%C3%A9lix_Vallotton,_1898_-_Bon_March%C3%A9_D.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>En el estudio de Nacho Moreno Segarra <a href="https://www.traficantes.net/actividad/%C2%ABladronas-victorianas-cleptomania-y-genero%C2%BB"><em>Ladronas Victorianas. Cleptomanía y género en el origen de los grandes almacenes</em></a> se explica cómo los grandes almacenes contaban con que cada día se producirían un número concreto de hurtos. Había en París cientos de ladronas. Comenzó a preocupar, y algunos médicos creyeron ver la causa, o bien en la menopausia, o bien en la menstruación. Lo que sí parece cierto es que, para muchas, la emoción de robar era más poderosa que la de pagar.</p>
<p>Las que robaban no eran necesariamente pobres, al contrario, por eso las cleptómanas burguesas eran tratadas con mucha cortesía y discreción. Si los maridos se enteraban, algunos descubrían estupefactos que sus esposas parecían no controlar sus impulsos, ni resistir la tentación del deseo. Se quedaban atónitos y aterrados porque lo interpretaban como una transgresión de las normas de moralidad y decencia, con el consiguiente castigo del “qué dirán”.</p>
<p>No tenían ni idea de lo que les esperaba. No imaginaban que este espacio abarrotado de un ir y venir de faldas de todas las clases sociales contribuyó a despertar en ellas el hormigueo incesante de la libertad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/163632/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ana María Iglesias Botrán no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los recién reabiertos grandes almacenes La Samaritaine permitieron, junto con Le Bon Marché, la llegada de la modernidad al comercio parisino y un aire fresco de libertad para las mujeres.Ana María Iglesias Botrán, Profesora del Departamento de Filología Francesa en la Facultad de Filosofía y Letras. Doctora especialista en estudios culturales franceses y Análisis del Discurso, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1626852021-06-22T20:21:13Z2021-06-22T20:21:13ZUna ciencia democrática es una ciencia inclusiva<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/406235/original/file-20210614-132651-z5qwsv.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C3%2C2400%2C1591&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Grabación del corto del humor y divulgación Mitos y Hechos de la Prehistoria.</span> <span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>Quienes hacemos divulgación científica a menudo asumimos que llegamos a todo el mundo. Nos gusta pensar que llevamos la ciencia a toda la sociedad. Pero la verdad es que esto rara vez se cumple y está muy lejos de la realidad. Habitualmente se divulga para algunos sectores concretos, que casi siempre son los mismos. Nos referimos a familias de clase media y alta que ya tienen un interés previo y al público escolar a través de los canales educativos.</p>
<p>Lógicamente, no tiene nada de malo trabajar con estos sectores. Pero no podemos asumir que con ello estamos llevando el conocimiento y el pensamiento científico al conjunto de la sociedad. Tras acumular mucha experiencia en divulgación hemos constatado que hay grupos que rara vez se acercan a la divulgación. Por ejemplo, la población inmigrante, otras personas en riesgo de exclusión social, colectivos tradicionalmente marginados como el pueblo gitano, personas con discapacidad intelectual, motora o sensorial, la población penitenciaria, las personas hospitalizadas en tratamientos de larga duración, o en residencias por dolencias como la enfermedad de Alzheimer, y un largo etcétera.</p>
<p>¿Por qué sucede esto? Pues hay muchísimas razones, pero nosotros vamos a centrarnos en aquellas que conocemos y sobre las que aportamos nuestro granito de arena para conseguir una divulgación democrática e inclusiva.</p>
<h2>El peligro de hacer siempre lo mismo</h2>
<p>En primer lugar, están nuestras propias dinámicas en investigación y en divulgación. Tenemos unas ciertas rutinas e ideas preconcebidas sobre cómo llevar a cabo esos procesos. Existen unos cauces y unos medios predeterminados, que nos resultan más accesibles y cercanos. ¿Y qué sucede? Pues que, por defecto, si no le dedicamos una reflexión específica, siempre acabamos en terrenos conocidos. Por desgracia, en esos cauces más estandarizados nunca están presentes los grupos que hemos mencionado. Así nunca llegaremos a ellos. </p>
<p>La solución pasa, como se puede intuir, por realizar una reflexión profunda antes de plantear el programa divulgativo. Es necesario pensar qué grupos tenemos a nuestro alrededor pero nunca acuden a las acciones, y no son nuestro público objetivo. </p>
<p>Tenemos que hacer un esfuerzo consciente por identificar esos grupos y por diseñar actividades en las que puedan y quieran participar. Lógicamente, esto, requiere un trabajo previo con esos colectivos.</p>
<p>En nuestro caso, a pesar de que nuestro centro de investigación está en el barrio del Raval en Barcelona, descubrimos que las personas que viven en esa zona rara vez venían a los eventos para el público. Ni siquiera nos conocían. Así, las comunidades y grupos locales, que incluyen mucha población de la tercera edad, migrantes y del pueblo gitano, nunca estaban en las actividades divulgativas.</p>
<p>Esto nos lleva al segundo problema. Esas personas y grupos a menudo tienen la idea preconcebida de que la ciencia no es para ellos y ellas, y no pintan nada allí. Piensan que es algo que no les importa, o en lo que no tienen nada que decir. Pero esos presupuestos son falsos: todas las personas de una sociedad democrática tienen derecho a conocer la ciencia y a participar de sus beneficios. También tienen derecho a decidir, como parte de la ciudadanía que son, sobre la política científica. </p>
<p>Nuestra responsabilidad, la de quienes hacemos divulgación, es transmitir esas ideas.</p>
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<img alt="Imagen de los autores realizando un taller escolar." src="https://images.theconversation.com/files/406559/original/file-20210615-3808-16y7nky.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/406559/original/file-20210615-3808-16y7nky.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=367&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/406559/original/file-20210615-3808-16y7nky.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=367&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/406559/original/file-20210615-3808-16y7nky.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=367&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/406559/original/file-20210615-3808-16y7nky.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=461&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/406559/original/file-20210615-3808-16y7nky.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=461&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/406559/original/file-20210615-3808-16y7nky.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=461&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Imagen de los autores realizando un taller.</span>
</figcaption>
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<p>El tercer problema es la falta de confianza sistémica por la cual asumimos que es imposible la divulgación en ciertos grupos y colectivos. Es decir, a menudo se cree que no es posible explicar la ciencia o el pensamiento científico-crítico a uno u otro tipo de personas, de una forma que sea valioso para ese colectivo. Este es un prejuicio compartido por el personal investigador, los especialistas en divulgación y el público destinatario de las acciones en general. Es algo que todos y todas hemos pensado, por desgracia, en algún momento sobre algún grupo o colectivo particular. </p>
<p>En nuestra experiencia, no solo es posible hacer esa divulgación, sino que es, además, extremadamente positivo y enriquecedor para todas las personas implicadas. No decimos que sea sencillo, pero una vez que se diseñan y se prueban las herramientas divulgativas y la metodología adecuada, es posible hacer divulgación para toda clase de personas y grupos.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/406557/original/file-20210615-3598-kbn9c0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/406557/original/file-20210615-3598-kbn9c0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=374&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/406557/original/file-20210615-3598-kbn9c0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=374&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/406557/original/file-20210615-3598-kbn9c0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=374&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/406557/original/file-20210615-3598-kbn9c0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=470&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/406557/original/file-20210615-3598-kbn9c0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=470&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/406557/original/file-20210615-3598-kbn9c0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=470&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Preparación y realización de las Marionetas del Neolítico por la comunidad gitana del Raval.</span>
</figcaption>
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<h2>Varios casos de éxito</h2>
<p>En nuestro caso hemos utilizado muy diversas iniciativas y herramientas divulgativas. Por ejemplo, un <a href="https://cienciainclusiva.wordpress.com/2019/11/14/teatro-de-marionetas-para-los-y-las-mas-peques-en-el-raval/">teatro de marionetas</a> sobre el Neolítico y la arqueología, para implicar a personas de la tercera edad, mujeres jóvenes gitanas, y escolares de primaria de comunidades inmigrantes. </p>
<p>También, <a href="https://cienciainclusiva.wordpress.com/2020/02/12/charlas-y-taller-formativo-de-cocina-para-jovenes-en-riesgo-de-exclusion-social/">talleres de cocina</a> para la inserción laboral de jóvenes en riesgo de exclusión social, que vinculamos a la alimentación en la prehistoria. </p>
<p>O un corto de humor y divulgación sobre tópicos del Paleolítico y el Neolítico. O <a href="https://agora.xtec.cat/cfavictorcatala/general/xerrada-csic-a-ges/">talleres para alumnos</a> de centros educativos que están situados en el interior de prisiones. </p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/GohS82h_VJk?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Corto de humor y divulgación <em>Hechos y Mitos de la Prehistoria</em>, por Institución Milá y Fontanals de investigación en Humanidades (CSIC-IMF), Grup Cooperatiu TEB y Cheapfilms.</span></figcaption>
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<p>O, por poner un último ejemplo, el <a href="https://www.eehar.csic.es/proyecto-de-divulgacion-cientifica-para-colectivos-vulnerables/">uso de herramientas sensoriales</a> (trabajo cerámico, aromas, elementos táctiles, etc.) para explicar la prehistoria a personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer.</p>
<p>Existen cada vez más experiencias y proyectos como <a href="https://cienciainclusiva.wordpress.com/">los nuestros</a> que buscan esta divulgación para toda la sociedad: iniciativas que trabajan con colectivos con discapacidad intelectual (<a href="https://www.pdiciencia.com/">PDICiencia</a>), con personas con discapacidades sensoriales (<a href="http://astroaccesible.iaa.es/">Astronomía Accesible</a>), etc. Sin duda esos ejemplos servirán de inspiración a otras personas y equipos para llevar a cabo una divulgación más inclusiva y democrática.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/162685/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Millán Mozota Holgueras recibe fondos de la FECYT-Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (FCT-19-14670) y es miembro de la Asociación de Interés Público Ayudar Jugando. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Juan Gibaja recibe fondos de Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Proyecto I+D (PID2020-112513RB-I00)</span></em></p>La divulgación cuenta con colectivos olvidados. No es fácil llegar a ellos, pero es posible y, además, muy beneficioso para todas las partes implicadas. Esta es nuestra experiencia al respecto.Millán MozotaHolgueras, Colaborador de I+D+i en Arqueología, Divulgación y Servicios Científico-Técnicos, Institución Milá y Fontanals de Investigación en Humanidades (IMF-CSIC)Juan F. Gibaja, Researcher in Prehistory, Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (CSIC - EEHAR)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1601982021-06-03T17:41:33Z2021-06-03T17:41:33ZNo es lugar para ellas: la llegada de Elena Maseras a la universidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/404038/original/file-20210602-17-kcqzmk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C1%2C748%2C501&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Elena Maseras Ribera.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.galeriametges.cat/galeria-fotografies.php?icod=HDH#PrettyPhoto[gallery]/1/">Galeria de Metges catalans</a></span></figcaption></figure><p>La universidad fue “cosa de hombres” durante la caudalosa corriente de los siglos. Las mujeres quisimos unirnos a estos centros del conocimiento, pero llegamos a “casa ajena” y, en cierto modo, hostil a nuestra presencia. </p>
<p>Cuando resolvimos entrar, lo hicimos a modo de Caballos de Troya, coma la escritora <a href="https://gl.wikipedia.org/wiki/Mulleres_nas_Matem%25C3%25A1ticas_da_Antig%25C3%25BCidade">Enheduanna</a>: la primera persona en firmar su obra.</p>
<p>Los hombres, hasta hace muy poco tiempo, construyeron en exclusiva el mundo público occidental. Las mujeres han realizado un gran esfuerzo por participar de este mundo del saber y alta cultura pensado por y para el hombre. En este sentido, la incorporación de la mujer a las universidades españolas ha sido más lenta que en otros estados de Europa, donde ya a mediados del siglo XIX las mujeres adquirieron este derecho. </p>
<p>Durante el siglo XIX, las mujeres aprovecharon una especie de vacío legal en el que no se les prohibía de manera explícita la participación en este nivel formativo. Este es el caso de la ferrolana <a href="http://www.cervantesvirtual.com/portales/concepcion_arenal/autora_biografia/">Concepción Arenal</a>, que vive de primera mano las trabas de la sociedad para su acceso a la educación superior. Vestida con ropas de hombre para evitar cualquier problema, se matricula en 1841 en la titulación de Derecho de la Universidad de Madrid.</p>
<h2>La sorprendente vida de María Elena Maseras</h2>
<p>Hasta tres décadas después no comienza a haber mujeres entre el alumnado. Estas pioneras, las verdaderas Amelia Folch de la serie <a href="https://www.rtve.es/television/20200519/aura-garrido-amelia-ministerio-tiempo-regreso-cuarta-temporada-julian-rodolfo-sancho/2014430.shtml">El Ministerio del Tiempo (TVE)</a>, no quedaban exentas del martirio administrativo de su antecesora. </p>
<p>La primera de todas ellas es <a href="https://mujeresconciencia.com/2015/05/25/maria-elena-maseras-ribera-medica-y-pedagoga/">María Elena Maseras Ribera</a>. Fue la primera mujer en cursar una carrera sin necesidad de disfrazarse de hombre, tal y como había hecho Concepción Arenal tres décadas antes. </p>
<p>Maseras nació en Vilaseca (Tarragona) en 1853. Sus padres, un veterinario natural de Mont-roig del Camp y una profesora de educación primaria de Ulldecona, cambiaron muchas veces de domicilio por motivos laborales.</p>
<h2>Una notable trayectoria académica</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/404042/original/file-20210602-21-1rud5o1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/404042/original/file-20210602-21-1rud5o1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/404042/original/file-20210602-21-1rud5o1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=805&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/404042/original/file-20210602-21-1rud5o1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=805&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/404042/original/file-20210602-21-1rud5o1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=805&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/404042/original/file-20210602-21-1rud5o1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1012&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/404042/original/file-20210602-21-1rud5o1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1012&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/404042/original/file-20210602-21-1rud5o1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1012&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Retrato de Elena Maseras Ribera en 1919.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.galeriametges.cat/galeria-fotografies.php?icod=HDH#PrettyPhoto[gallery]/1/">Galeria de Metges catalans</a></span>
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</figure>
<p>Ya desde su bachillerato en Arte, Maseras destacó por su rendimiento académico, tal y como recogen varios periódicos nacionales y regionales de la época (algunos, tan lejanos de su residencia como la Crónica de Badajoz o el Diario de Córdoba), prueba de su extraordinaria inteligencia.</p>
<p>Gracias al apoyo de su familia, la joven Elena quiso estudiar medicina en la Universidad de Barcelona. La Real Orden firmada por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Amadeo_I_de_Espa%C3%B1a">Amadeo I de Saboya</a> el 2 de septiembre de 1871 permitió que las mujeres pudieran acceder a la educación superior, aunque no en las mismas condiciones que sus compañeros varones: se les permitió matricularse en régimen de enseñanza oficial, sin poder asistir a las aulas. </p>
<p>Pese a que en aquel momento la Universidad era un espacio exclusivo destinado a una minoría social, los hombres ricos, la mayoría de los alumnos y catedráticos le brindaron una buena acogida. El doctor <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Gin%C3%A9_y_Partag%C3%A1s">Joan Giné i Partagàs</a> defendió la llegada de mujeres a la medicina; hablaba abiertamente de esta necesidad de permitir a las mujeres acceder a estos estudios superiores. </p>
<p>Otro académico, el catedrático de Terapéutica Narcís Carbón, forzó en 1875 su presencia en el aula al hacer indispensable la asistencia a clase para presentarse a los exámenes. Esto, según la revista <em>El Siglo Médico</em> provocó que “ …los escolares allí reunidos, al ver a su condiscípula, (..) saludaron con una salva de aplausos”. Gracias a este apoyo, Elena pudo asistir a las aulas, aunque sentada al lado del profesor y no junto al resto de compañeros, entre los que se encontraba su hermano.</p>
<h2>Licenciada, pero sin poder ejercer</h2>
<p>En 1878, seis años después de matricularse, terminó la carrera de Medicina con una calificaciones extraordinarias, pero sin estar autorizada para poder ejercer. Pese a sus reiteradas solicitudes, nunca pudo obtener el certificado para ejercer la profesión de medicina. Durante ese periodo, Elena realizó los estudios de Magisterio, obteniendo los títulos de maestra elemental y maestra superior. </p>
<p>La enseñanza sería finalmente su empleo, tras aprobar unas oposiciones, durante el resto de su vida. Primero en Vilanova i la Geltrú, y luego en Maó (Menorca), donde sería la profesora de la primera escuela pública de niñas de la localidad. Su capacidad intelectual permitió que compaginase su trabajo con la escritura para un periódico republicano y demócrata llamado <em>El Pueblo</em>. Sus artículos cubrían temas de salud, cultura y ocio, enfatizando la importancia de la higiene para la salud, como en su día defendió <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Florence_Nightingale">Florence Nightingale</a>. En 1905, a los 52 años, murió a causa de una patología cardíaca. </p>
<h2>Un paso atrás</h2>
<p>Como resultado de todas las trabas legales que sufrieron las mujeres de aquella época, entre 1882 y 1910 únicamente 36 mujeres finalizaron licenciaturas universitarias en España y sólo ocho consiguieron obtener el título de Doctoras. </p>
<p>En España, solo después del año 1910, y gracias a la labor fundamental de <a href="http://www.cervantesvirtual.com/portales/pardo_bazan/autora_biografia/">Emilia Pardo Bazán</a> como Consejera de Instrucción Pública, se legaliza el libre acceso de las mujeres a la universidad. Se reconoció además por fin la habilitación para el ejercicio profesional, aunque, una vez más, bajo condiciones especiales.</p>
<p>En este sentido, Elena Maseras fue una pieza clave en la consecución de este derecho. Hoy existen en su memoria un parque en Barcelona, calles en Salou y Valladolid, un centro de conocimiento cultural e histórico (el Centre d’Estudis Vila-secans Maria Elena Maseras) y un premio de igualdad en la Universitat Rovira i Virgili. </p>
<h2>Una nueva autoridad epistémica</h2>
<p>La incorporación masiva de la mujer a la universidad es el factor más importante para explicar el gran crecimiento de la economía española en la segunda parte del siglo XX, aspecto que ha sido poco reconocido en nuestra sociedad. A día de hoy, las mujeres ocupan más de la mitad del alumnado del país, y además son ellas las que obtienen mejores resultados.</p>
<p>Nuestra historia se construye a través del esfuerzo incansable de mujeres, cuyas luchas y sacrificios individuales han permitido superar los obstáculos para las generaciones futuras. Uno de estos grandes desafíos fue el acceso a la universidad. Hoy hemos conseguido transformar los números –más universitarias–, iniciar la transformación de las organizaciones –aunque aún pervive cierta división sexual del trabajo en la academia–, y ya solo nos queda transformar las mentes y las culturas para continuar erosionando las desigualdades entre mujeres y hombres propias del orden político patriarcal.</p>
<hr>
<p>En la redacción de este artículo ha participado la politóloga María García Maseda.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/160198/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Águeda Gómez Suárez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Fue la primera mujer en cursar una carrera sin necesidad de disfrazarse de hombre, como había hecho Concepción Arenal tres décadas antes. Licenciada en Medicina, acabó dando clases al no poder ejercerla.Águeda Gómez Suárez, Área de Sociología Departamento de Sociología, Ciencia Política y de la Administración y Filosofía, Universidade de VigoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1562362021-03-07T20:47:33Z2021-03-07T20:47:33ZEl camino hacia la igualdad: una carrera de obstáculos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/388171/original/file-20210307-21-18eq8dp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C306%2C4985%2C2709&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/symbol-gender-equality-turned-cube-changed-1815443423">Shutterstock / Dmitry Demidovich</a></span></figcaption></figure><blockquote>
<p><em>“No quiero que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas”.</em> </p>
<p>Mary Wollstonecraft</p>
</blockquote>
<p>Año tras año conmemoramos fechas relevantes como el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_de_la_Mujer">Día Internacional de la Mujer</a> (<a href="https://blogs.20minutos.es/ciencia-para-llevar-csic/2018/03/07/mientras-la-igualdad-real-sea-un-espejismo-necesitamos-el-8-de-marzo/">8 de marzo</a>), el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_de_la_Mujer_y_la_Ni%C3%B1a_en_la_Ciencia">Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia</a> (<a href="https://youtu.be/VZNBmsMYTYA">11 de febrero</a>) o el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_de_la_Eliminaci%C3%B3n_de_la_Violencia_contra_la_Mujer">Día Internacional contra la Violencia de Género</a> (25 de noviembre), una fecha, esta última, que desgraciadamente sigue siendo “sangrante” con todas las letras en nuestras sociedades. </p>
<p>Días que nos recuerdan <a href="https://www.homonosapiens.es/el-largo-y-costoso-alumbramiento-de-la-igualdad-real-hacia-una-historia-de-la-filosofia-y-sociedad-inclusivas-monografico-8m/">el camino que queda por recorrer</a>. Porque sigue siendo necesario demandar y reivindicar: acabar con lacras como la violencia de género, alcanzar una igualdad real o una representación verdaderamente paritaria en la sociedad, o eliminar la brecha salarial. Pues lamentablemente el horizonte de la consecución de estas metas se aleja de manera directamente proporcional al avance de las luchas feministas. ¿Por qué es tan difícil conseguir una meta que se presenta avalada por el “sentido común”?</p>
<h2>Las políticas de igualdad</h2>
<p>Desde finales de los ochenta los movimientos feministas internacionales estuvieron convencidos de que la solución estaba en la instauración de “<a href="https://www.ciencia.gob.es/portal/site/MICINN/menuitem.7eeac5cd345b4f34f09dfd1001432ea0/?vgnextoid=92d6894e42204710VgnVCM1000001d04140aRCRD">políticas de igualdad</a>”. Estas políticas han sido promovidas durante décadas por muchos gobiernos e instituciones progresistas en el mundo occidental con los resultados que conocemos. </p>
<p>La oposición creciente de ideologías políticas conservadoras que insisten en una educación y socialización “diferenciadas”, tras la que se esconden costumbres ancestrales grabadas a fuego en las conciencias de varones y mujeres, que abonan la creencia tradicional en una inferioridad de capacidades en las mujeres. </p>
<p>El hecho que constatamos a estas alturas del siglo XXI es que los <a href="https://theconversation.com/11-f-el-machismo-es-malo-para-la-ciencia-154802">prejuicios “culturales” y “sociales”</a> son los que a la larga impiden que se alcance la igualdad real de las mujeres. Y los que, además, convierten en insalvables las barreras para que las mujeres tengan un acceso paritario a los puestos de poder y verdadero reconocimiento.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/387820/original/file-20210304-17-o149e7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/387820/original/file-20210304-17-o149e7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=286&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/387820/original/file-20210304-17-o149e7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=286&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/387820/original/file-20210304-17-o149e7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=286&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/387820/original/file-20210304-17-o149e7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=359&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/387820/original/file-20210304-17-o149e7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=359&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/387820/original/file-20210304-17-o149e7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=359&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Cartel alegórico Mujer y Ciencia.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>En la <a href="https://www.un.org/womenwatch/daw/beijing/fwcwn.html">IV Conferencia Mundial sobre las mujeres</a>, celebrada en Beijing en 1995, ya se insistió en <a href="https://www.unwomen.org/-/media/headquarters/attachments/sections/csw/bpa_s_final_web.pdf?la=es&vs=755">la necesidad de aplicar la perspectiva de género a todos los ámbitos de la vida social y política</a>, algo que no solo compete a los dirigentes políticos, sino que tiene que implicar a toda la ciudadanía. </p>
<p>Las “acciones positivas” que promueven las políticas de igualdad sólo conseguirán combatir los estereotipos de un <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Androcentrismo">androcentrismo</a> recurrente si todas y todos asumimos nuestra cuota de responsabilidad. Mientras nos sigan (nos sigamos) educando y socializando de manera distinta a hombres y mujeres en las familias, en las escuelas, en las universidades y, desde luego, en los medios de comunicación, tendremos que seguir entonando en las manifestaciones el “ni una más”, “las mujeres también piensan”, o el “se va a acabar la brecha salarial”.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/387830/original/file-20210304-13-1kg3gxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/387830/original/file-20210304-13-1kg3gxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/387830/original/file-20210304-13-1kg3gxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/387830/original/file-20210304-13-1kg3gxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/387830/original/file-20210304-13-1kg3gxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/387830/original/file-20210304-13-1kg3gxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/387830/original/file-20210304-13-1kg3gxi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Es imprescindible una educación en la igualdad.</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Sistema educativo e investigación</h2>
<p>En <a href="https://riecs.es/index.php/riecs/article/view/107">otras publicaciones</a> he subrayado cómo, a pesar de los avances obtenidos <em>de iure</em> en las sociedades occidentales, comprobamos que en una gran parte de nuestro mundo “globalizado” y “posmoderno” las mujeres no reciben de facto un trato igualitario. Siendo así que este enfoque distorsionado viene arrastrándose desde los orígenes de la modernidad en la instauración paulatina de una educación para todos, pero <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2743135">“diferenciada” para las mujeres</a>. </p>
<p>Quisiera insistir ahora en que las políticas de igualdad sólo pueden ser efectivas si empiezan a aplicarse de abajo hacia arriba en todos los ámbitos de la sociedad y, desde luego, en el sistema educativo. Empezando por cambiar los planes de estudios de educación primaria, secundaria y superior. Pues de nada nos sirve defender una “perspectiva de género” si los contenidos de los que el alumnado debe examinarse siguen siendo los mismos o si no se incluyen de manera “normalizada” las aportaciones de <a href="https://blogs.publico.es/otrasmiradas/7948/por-que-siguen-estando-las-mujeres-ausentes-de-las-historias-de-la-filosofia/">mujeres pensadoras o científicas</a>. </p>
<p>Modelos femeninos más allá del botón de muestra de la excepción, que muestren que es factible llegar a ser una buena profesional e incluso <a href="https://1mayo.ccoo.es/a40774d029dac80661124512b9ae717b000001.pdf">alcanzar puestos de poder y reconocimiento</a>. Los medios de comunicación pueden convertirse, desde luego, en un buen aliado de la educación, si dejan de reforzar un <em>statu quo</em> sexista, empezando por el empleo de un lenguaje inclusivo.</p>
<p>De lo contrario, seguiremos viendo cómo el horizonte de la consecución de la igualdad real se aleja de manera asintótica, mientras ese camino sigue empedrado de barreras insalvables e invisibles, hasta convertir en una auténtica carrera de obstáculos el que las mujeres alcancen la paridad en el acceso a los puestos de trabajo y de poder. A la par que sigue manifestándose de manera sangrante en la violencia física, psicológica y laboral que se sigue ejerciendo contra las mujeres.</p>
<p>Durante los últimos años se han aplicado en España, a nivel institucional en ámbitos políticos, universitarios y de investigación, políticas igualitarias que han incidido positivamente en la constitución paritaria de las comisiones juzgadoras de concursos y evaluaciones. Sin estas <a href="https://www.mites.gob.es/uafse_2000-2006/equal/ProductosEqual/archivos/AD_444_producto_1.pdf">“acciones positivas”</a> para favorecer la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres tampoco habría condiciones de posibilidad para promover esos cambios educativos, culturales y sociales.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/387828/original/file-20210304-13-xfv8n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/387828/original/file-20210304-13-xfv8n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=308&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/387828/original/file-20210304-13-xfv8n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=308&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/387828/original/file-20210304-13-xfv8n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=308&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/387828/original/file-20210304-13-xfv8n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=387&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/387828/original/file-20210304-13-xfv8n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=387&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/387828/original/file-20210304-13-xfv8n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=387&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Gráfica comparativa CSIC.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Sin embargo, las conclusiones a que han llegado durante las dos últimas décadas los estudios sobre la incidencia de la denominada “cuestión de género” en la Universidad y, particularmente los informes “<a href="https://www.fecyt.es/es/publicacion/mujer-y-ciencia-la-situacion-de-las-mujeres-investigadoras-en-el-sistema-espanol-de">Mujer y Ciencia</a>” de la Fundación española para la Ciencia y la Tecnología (<a href="https://www.fecyt.es/">FECYT</a>) o del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (<a href="https://www.csic.es/">CSIC</a>), son alarmantes y reflejan que en la investigación, al igual que en la docencia o en el desempeño de cargos políticos, no ocurre algo muy diferente de la sociedad en general. </p>
<p>Por doquier siguen dominando subrepticia e inconscientemente las leyes del patriarcado que quieren relegar a las mujeres a “su papel de madres, esposas y cuidadoras en general”, dedicadas a “sus labores”.</p>
<h2>El sesgo patriarcal y su agujero negro</h2>
<p>La influencia del sesgo patriarcal se nota en el todavía mayoritario desempeño de “<a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6035197">trabajos de cuidado</a>” por parte de las mujeres, así como en las mismas “estadísticas oficiales” que cargan en exceso las cifras generando una discriminación en el fenómeno de la maternidad y en la compatibilidad de la vida familiar con el trabajo fuera de casa, de forma que la sociedad siga “penalizando” la maternidad en las mujeres con aspiraciones profesionales. </p>
<p>Sin duda, han sido muy importantes la promulgación de leyes (como la <a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2007-6115">Ley de Igualdad, marzo 2007</a>) y las comisiones que intenten corregir estas desigualdades (como la creación de la Unidad “<a href="https://www.csic.es/es/el-csic/ciencia-en-igualdad/mujeres-y-ciencia">Mujeres y Ciencia</a>” en el CSIC). Mas no podemos olvidar que las propias prácticas se resisten y se resienten a causa de la “tendencia natural” a perpetuar la división sexual de tareas en nuestras sociedades neoliberales, en las que todo se puede comprar o vender, haciendo cada vez más profunda la brecha social entre los ricos y los pobres, entre quienes se encuentran muchas más mujeres y niñas.</p>
<p>Muchas han sido las denuncias de ese gran <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4399515">agujero negro</a> en que han estado sumidas las obras de las mujeres científicas. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/387818/original/file-20210304-21-1dkuqs8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/387818/original/file-20210304-21-1dkuqs8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=421&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/387818/original/file-20210304-21-1dkuqs8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=421&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/387818/original/file-20210304-21-1dkuqs8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=421&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/387818/original/file-20210304-21-1dkuqs8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=529&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/387818/original/file-20210304-21-1dkuqs8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=529&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/387818/original/file-20210304-21-1dkuqs8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=529&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">No more Matildas.</span>
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<p>Precisamente la <a href="https://www.amit-es.org/">Asociación de Mujeres Científicas y Tecnólogas</a> ha lanzado este año por el Día Internacional de la Mujer y de la Niña una acción denominada <a href="https://www.nomorematildas.com/">#NomoreMatildas</a>. </p>
<p>Sin políticas de igualdad no hay posibilidad de cambio. No perdamos de vista, sin embargo, que es responsabilidad de toda la ciudadanía y de todos los ámbitos laborales cambiar las pequeñas cosas en nuestro día a día. Máxime en el periodo actual de pandemia –más propiamente <a href="https://theconversation.com/los-silencios-de-la-covid-19-de-una-pandemia-a-una-sindemia-151994">sindemia</a>–, en la que, junto a las muchas <a href="https://theconversation.com/como-convivir-con-la-incertidumbre-asumamos-el-miedo-evitemos-el-panico-141435">incertidumbres</a> sanitarias y económicas que nos recuerdan que <a href="https://theconversation.com/covid-19-nos-recuerda-que-no-somos-dioses-y-es-una-buena-noticia-137128">“no somos dioses”</a>, Covid-19 nos ha traído la <a href="https://conlaa.com/conjugando-y-conjurando-la-pandemia-en-futuro-perfecto">rotunda certeza</a> de que “<a href="https://theconversation.com/covid-19-la-igualdad-de-genero-es-basica-para-la-recuperacion-147936">no somos iguales</a>”, ni siquiera en los países gobernados por mujeres… </p>
<p>Una desigualdad real que afecta mucho más y mucho más rápido a las mujeres. Algunas <a href="https://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Temas/Violencia-domestica-y-de-genero/Actividad-del-Observatorio/Datos-estadisticos">estadísticas</a> están mostrando cómo crece desgraciadamente la violencia de género en las situaciones de confinamiento. Y cómo se resiente el mercado laboral femenino, sin contar con el descenso de la productividad que está teniendo la actividad profesional de muchas mujeres. Al tener que ocuparse en el confinamiento unilateralmente de las tareas domésticas y del cuidado de menores, mayores o dependientes.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/387816/original/file-20210304-15-1dvmmyz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/387816/original/file-20210304-15-1dvmmyz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/387816/original/file-20210304-15-1dvmmyz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/387816/original/file-20210304-15-1dvmmyz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/387816/original/file-20210304-15-1dvmmyz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=425&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/387816/original/file-20210304-15-1dvmmyz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=425&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/387816/original/file-20210304-15-1dvmmyz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=425&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Virginia Woolf, autora de Una habitación propia.</span>
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<p>Desafortunadamente lo sostenido por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Virginia_Woolf">Virginia Woolf</a> en <em><a href="https://www.unebook.es/es/libro/una-habitacion-propia_136732">Una habitación propia</a></em> (1929) sigue estando vigente en pleno siglo XXI. Las desigualdades sociales y económicas que esta pandemia está poniendo de manifiesto, hacen aflorar que falta mucho trecho por recorrer aún para alcanzar la igualdad <em>de facto</em> entre hombres y mujeres. Lo que incluye desde luego alcanzar la paridad en los puestos de mayor poder, responsabilidad y reconocimiento.</p>
<p>Así por ejemplo, constatamos que, a pesar de haber un número igual o mayor de <a href="https://theconversation.com/la-heroicidad-de-las-academicas-espanolas-en-pandemia-152000">mujeres científicas dirigiendo proyectos de investigación sobre el coronavirus</a> y la pandemia que nos asola, el porcentaje de proyectos que finalmente se financian están liderados por varones. Hay un sesgo importante en la concesión de proyectos que responde a predominios de grupos de poder y a mecanismos patriarcales que no han dejado de permear los foros académicos y científicos. También aquí las mujeres siguen ocupando puestos de responsabilidad más bajos o, sencillamente, están sometidas a una mayor invisibilidad. Si bien es cierto que cada vez hay más investigadoras mujeres liderando grupos y proyectos, sobre todo en organismos como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, donde se promueve más investigación básica que clínica, más sometida esta última a <a href="https://www.elespanol.com/mujer/actualidad/20200508/elena-pilar-cientificas-covid-expertas-no-influencia/488202338_0.html">los círculos de influencias</a>.</p>
<h2>Cautelas con los cuidados</h2>
<p>Por eso cuesta aceptar sin una pequeña <a href="https://conlaa.com/conjugando-y-conjurando-la-pandemia-en-futuro-perfecto">sombra de escepticismo</a> la tesis de que <a href="https://theconversation.com/2020-el-ano-en-que-las-dirigentes-europeas-gestionaron-mejor-la-pandemia-que-sus-colegas-varones-155239">los países gobernados por mujeres han tenido la mejor respuesta a la pandemia</a>. No sólo porque es una afirmación que en principio contraviene la tesis de igualdad fundamental entre mujeres y varones. También por los muchos ejemplos aportados por la historia del pensamiento y de la ciencia ilustrativos de que el discurso de la excelencia es enemigo de la verdadera igualdad. Esto nos lo que recuerda <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Celia_Amor%C3%B3s">Celia Amorós</a>, refiriéndose al “pacto de equipolencia” acuñado por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Amelia_Valc%C3%A1rcel">Amelia Valcárcel</a>.</p>
<p>Pero, sobre todo, porque cualquier afirmación que se haga para poner de manifiesto las mayores habilidades de las mujeres en orden a tratar las enfermedades o su <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7492530">mayor sensibilidad para aplicar el cuidado</a> inmediatamente se va a volver contra ellas, al hacer que se minusvalore su capacidad de gestión pública o verdaderamente política, recordando que las mujeres somos más capaces “por naturaleza” de realizar y organizar “<a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6035197">tareas de cuidado</a>”.</p>
<p>Para concluir en un tono esperanzado, atemperadamente optimista, diremos que esta crisis nos brinda la oportunidad de reflexionar y desarrollar mecanismos de cooperación, solidaridad e igualdad que no sólo nos permitan superar esta pandemia y prevenir otras venideras, sino desarrollar mecanismos éticos, sociales y políticos más igualitarios e inclusivos. Los seres humanos no somos ni buenos ni malos “por naturaleza”, y la empatía y la solidaridad conviven con la desconfianza hacia los otros. Por ello, resulta de gran importancia <a href="http://diccionariofilosoficocovid19.org/">reflexionar sobre nuestros viejos conceptos ético-políticos</a> para incorporar esas nuevas perspectivas que nos está obligando a elaborar nuestra <a href="https://static0planetadelibroscom.cdnstatics.com/libros_contenido_extra/45/44758_Covidosofia.pdf">reflexión y comprensión de la pandemia</a>.</p>
<p>Una apuesta interdisciplinar –como la que impulsa la Red Transversal de Estudios de Género (<a href="http://redgenet.org/">GENET</a>)– empeñada en tender puentes entre la biología, la <a href="https://aeefp.site123.me/">ética</a>, la antropología y las ciencias socio-políticas y económicas, para contribuir a instaurar una adecuada pedagogía social sobre el sentido y el alcance de las pandemias, que también incluya una determinada perspectiva de género, un acercamiento a su relación con la <a href="https://theconversation.com/la-resiliencia-de-la-naturaleza-ante-los-desmanes-del-consumismo-132550">destrucción paulatina del ecosistema</a> y un mayor desarrollo de la <a href="https://www.plazayvaldes.es/libro/deudas-pendientes">justicia intergeneracional</a>. </p>
<p>¡Ojalá logremos pronto despejar ese camino hacia la igualdad actualmente plagado de obstáculos!</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/156236/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Concha Roldán Panadero no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿Por qué es tan difícil conseguir metas avaladas por el sentido común como erradicar la violencia de género, eliminar la brecha salarial o asentar una igualdad real de las mujeres en cualquier ámbito?Concha Roldán Panadero, Profesora de Investigación y Directora del Instituto de Filosofía del CSIC. Presidenta de la AEEFP y de GENET - Red transversal de estudios de género, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1558722021-03-01T20:50:59Z2021-03-01T20:50:59ZVacuna de rico, vacuna de pobre: la igualdad ante la COVID-19<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/386507/original/file-20210225-13-1sqeniw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C4%2C3199%2C1791&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/crowd-people-wearing-face-mask-protect-1674403195">Shutterstock / elenabsl</a></span></figcaption></figure><p>Todos podemos ser iguales en algunas cosas. Se suele decir que tanto para un rico como para un pobre lo más importante, lo que más quiere, son sus hijos. También se dice que tanto uno como otro tendrán que morir algún día. Y, en eso, en que ambos morirán al final, no cabe discusión. </p>
<p>Podríamos debatir si acaso el significado de “algún día”, porque igual el primero, con la vida y posibilidades de atención sanitaria que tiene, podría retrasarlo más que el segundo. Pero con la COVID-19 rondándonos parece que el nivel de riqueza importa poco. Si estamos predispuestos a que nos afecte con especial gravedad, a día de hoy y en un país como el nuestro, lo pasaremos igual de mal siendo ricos o pobres.</p>
<h2>Igualdad en el acceso a la vacuna</h2>
<p>Lo mismo sucede con el acceso a la vacuna. Por muchos recursos económicos que uno tenga, en un país como el nuestro la vacuna no le va a llegar antes. Eso es porque la vacunación se mantiene sólo dentro del sistema público de salud, sin posibilidad hasta la fecha de que podamos acceder legalmente a la misma por la vía privada, comprándola en una farmacia a un precio desorbitado, por ejemplo.</p>
<p>Esta realidad es sumamente importante. En una situación tan terrible como la que atravesamos parece que por fin, en algo, la dignidad del ser humano prevalece por encima de su condición económica, con igual tratamiento a pobres y a ricos. Ha tenido que llegar esta pandemia para recordarnos la igualdad en la condición humana.</p>
<h2>Aplicación de las condiciones en el acceso a la vacuna</h2>
<p>Distinto del dinero, es decir, de ese elemento que hace que se distinga entre ricos y pobres en función de la mayor o menor tenencia del mismo, es el mayor o menor poder. Estamos presenciando casos de abuso y desviación de poder en los que ciertos sujetos, con puestos de responsabilidad, aprovechan sus cargos para interpretar su propias circunstancias como “de especial riesgo”, adelantando indebidamente su acceso a la vacunación. Parece que, a los efectos mencionados, el poder político o de responsabilidad administrativa está resultando incluso más poderoso que el dinero.</p>
<h2>Financiación de la sanidad: del rico al pobre</h2>
<p>En un Estado social y democrático de Derecho como el nuestro, la redistribución de la riqueza forma parte del mecanismo normal del ingreso y el gasto público, tanto en sistemas liberal-conservadores, como en sistemas socialdemócratas, sin depender de ideologías.</p>
<p>Paga mayores impuestos quien más gana y más tiene. Y paga menos –o no paga– quien gana menos o –nada–. Simultáneamente, quienes tienen menor capacidad económica reciben mayor aportación de gasto y ayudas públicas. Al contrario que quienes tienen una capacidad contributiva mayor, que pagan mayores impuestos, aunque no utilicen tanto los servicios públicos, como sanidad o educación, prefiriendo en muchos casos el acceso a ambas de forma privada.</p>
<p>En cuanto a los tributos, se pagan con independencia de que el contribuyente acceda a más o menos servicios públicos. El principal impuesto, el que aporta mayores ingresos públicos, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), se paga en función de lo que se gana y no en función de que se utilice en mayor o menor medida la sanidad o la educación pública. En otras palabras, el pobre no paga IRPF, pero tiene necesidad de utilizar la sanidad pública más que el rico, que es quien realmente aporta mayores fondos para mantenerla.</p>
<h2>El valor de la solidaridad</h2>
<p>Al final todo forma parte del engranaje de la solidaridad en que se basa nuestro sistema fiscal. El rico, con sus impuestos, paga la vacuna del pobre. Y no puede vacunarse antes que éste si sus condiciones físicas o de actividad no le suponen un mayor riesgo ante la COVID-19. Se trata de una manifestación más de la redistribución de la riqueza que implican los sistemas fiscales democráticos y que representan algo normal en una sociedad como la nuestra, por más temores que pueda suscitar el término “redistribución”.</p>
<p>La normalidad con que esto es asumido y la igualdad real a la que nos ha reconducido a todos esta situación tan inesperada hacen que la vacunación ante la COVID-19 se convierta en un paradigma de la igualdad. Igualdad sobre todo en la dignidad de la persona dentro de la sociedad, más allá de sus riquezas, asumida por todos con la madurez democrática y la solidaridad social de la cultura constitucional.</p>
<p>Éstos son los valores reales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/155872/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carlos María López Espadafor no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La solidaridad en que se basa nuestro sistema fiscal hace que el que más tiene, con sus impuestos, pague la vacuna del que menos tiene. Y que no pueda vacunarse antes si sus condiciones físicas o su actividad no le suponen un mayor riesgo frente a la COVID-19.Carlos María López Espadafor, Catedrático de Derecho Financiero y Tributario, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1546742021-02-04T18:08:06Z2021-02-04T18:08:06ZConsideraciones sobre el borrador de anteproyecto de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/382516/original/file-20210204-16-7dw0la.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4792%2C3197&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/closeup-young-caucasian-woman-outdoors-showing-1036193206">Shutterstock / nito</a></span></figcaption></figure><p>El pasado 2 de febrero el Ministerio de Igualdad español hizo públicos los dos borradores de anteproyectos de Ley en los que ha venido trabajando desde que comenzó la presente legislatura, y que son fruto del <a href="https://www.psoe.es/media-content/2019/12/30122019-Coalici%C3%B3n-progresista.pdf">Acuerdo de coalición progresista entre PSOE y Unidas Podemos</a> (puntos 5.3 y 11.1).</p>
<p>Uno es relativo a la ley para la igualdad de las personas LGTBI y para la no discriminación por razón de orientación sexual, identidad de género, expresión de género o características sexuales. Otro se refiere a la <a href="https://www.newtral.es/wp-content/uploads/2021/02/2021-02-02_Borrador-Ley-Trans.pdf?x42453">ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans</a>. </p>
<p>Los dos tienen un enorme contenido político por lo que representan para el respeto de la diversidad sexual y familiar en España, pero su calado jurídico también es importante. </p>
<p>Desde que se conocieron, el que mayor atención ha recibido hasta el momento, por lo que de aparente choque tiene con los planteamientos de cierto sector del Gobierno, encabezado por la vicepresidenta Carmen Calvo, ha sido el referido a la igualdad real y efectiva de las personas trans, que brevemente comentaré.</p>
<h2>Una ley inspirada en otra de 2017</h2>
<p>Para contextualizar, es importante reseñar que el presente anteproyecto se inspira directamente en la Proposición de Ley para la reforma de la Ley 3/2007, de 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas, para permitir la rectificación registral de la mención relativa al sexo y nombre de los menores transexuales y/o trans, para modificar exigencias establecidas en el artículo 4 respecto al registro del cambio de sexo, y para posibilitar medidas para mejorar la integración de las personas extranjeras residentes en España presentada por el Grupo Parlamentario Socialista, que se publicó en el <a href="https://www.congreso.es/public_oficiales/L12/CONG/BOCG/B/BOCG-12-B-91-1.PDF">Boletín Oficial de las Cortes Generales el 3 de marzo de 2017</a>.
Pero, en particular, se inspira en el Informe de la Ponencia elaborado sobre esta Proposición publicado en el <a href="https://www.congreso.es/public_oficiales/L12/CONG/BOCG/B/BOCG-12-B-91-5.PDF">Boletín Oficial de las Cortes Generales el 12 de marzo de 2019</a>. </p>
<p>Es importante hacer alusión a estos dos textos porque pareciera que lo que ahora se pretende tramitar es algo novedoso para el PSOE, cuando en absoluto lo es. Este anteproyecto también se basa en la <a href="https://www.congreso.es/public_oficiales/L12/CONG/BOCG/B/BOCG-12-B-220-1.PDF">Proposición de ley integral sobre las personas trans</a> presentado por el Grupo Parlamentario de Unidas Podemos en marzo de 2018, cuyo formato acoge el presente borrador, y que es integral, porque va más allá de las cuestiones de carácter registral en las que únicamente se centraba la Ley 3/2007, legislando también sobre las políticas públicas en diferentes ámbitos.</p>
<p>Es relevante citar los antecedentes porque hasta 2019, en el PSOE no se discutía el reconocimiento de la autodeterminación de género, esto es, que la persona trans pudiera libremente, ejercitar su derecho a ser quien es. </p>
<p>Esta es la redacción que se proponía al artículo 4 de la Ley 3/2007 por el Grupo Parlamentario Socialista: “La solicitud de rectificación registral de la mención de sexo no precisa de más requisitos que declaración expresa de la persona interesada del nombre propio y sexo registral con los que se siente identificado/a, que se expresará en una declaración que deje acreditada la voluntad, así como los datos necesarios de la inscripción”. </p>
<p>Lo anterior claramente concuerda con el artículo 5.1 a) del anteproyecto que determina que toda persona tiene derecho “al reconocimiento de su identidad de género libremente manifestada, sin la necesidad de prueba psicológica o médica, en los términos previstos en esta ley, sin que pueda mediar discriminación por razón de edad, sexo, origen racial o étnico, nacionalidad, religión, orientación sexual, expresión de género, características sexuales, discapacidad, enfermedad, estado serológico, lengua, clase social, migración, situación administrativa o cualquier otra condición personal o social”.</p>
<h2>Despatologización de la identidad trans</h2>
<p>Este reconocimiento supone la despatologización de la identidad trans, tal y como ha reconocido la OMS en 2018, y como han consagrado ya numerosos Estados, algunos de ellos miembros de la Unión Europea, como Dinamarca, Malta, Irlanda, Bélgica, Luxemburgo y Portugal.</p>
<p>En las leyes autonómicas que regulan la igualdad de las personas LGTBI ya se contempla el concepto de la identidad de género, pero es el Estado el que tiene competencia para legislar en lo referido al Registro Civil, que es donde constan el sexo y el nombre de las personas, aspectos íntimamente relacionados con la identidad y, por tanto, con la dignidad humana, y de ahí la necesidad e importancia de esta Ley. </p>
<p>En este anteproyecto, el Estado deja de ser “intervencionista” y deja paso a que sea el individuo el que, haciendo uso del libre desarrollo de su personalidad, manifieste quien es, sin tutelas, ante el encargado del Registro Civil de su domicilio (art. 12 del Anteproyecto). </p>
<p>Como ha manifestado la Comisión Europea en un <a href="https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/legal_gender_recognition_in_the_eu_the_journeys_of_trans_people_towards_full_equality_web.pdf">informe</a> sobre los procedimientos legales de reconocimiento de género y su impacto en la vida de las personas trans en la UE, publicado en junio de 2020, son los procedimientos basados en la autodeterminación de las personas trans, esto es, los sustentados únicamente en la voluntad de estas personas a través de una declaración ante la autoridad competente, los que reflejan los más altos estándares de respeto de los derechos humanos.</p>
<p>En el anteproyecto se introduce también la legitimación de los menores de edad para participar en este procedimiento, en sintonía con lo ya manifestado por la <a href="https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2019-11911">Sentencia del Tribunal Constitucional</a>. También se añade la posibilidad de que “las personas extranjeras con residencia legal en España que no pudieren o no hubieren rectificado la mención registral relativa al sexo o el cambio de nombre en su país de origen y que acrediten la notoriedad, bien de la imposibilidad legal o de hecho de llevarlo a efecto, bien de que ello signifique riesgo para su propia vida o integridad, siempre que cumplan los requisitos de esta ley, excepto el de estar en posesión de la nacionalidad española, podrán interesar la rectificación de la mención del sexo y el cambio del nombre en la tarjeta de identidad de extranjero u otros documentos identificativos o de viaje que les hayan sido expedidos por las autoridades españolas, ante la autoridad competente para dicha expedición, de acuerdo con el procedimiento que reglamentariamente se determine, a fin de hacerlos corresponder con la identidad de género libremente manifestada” (art. 18).</p>
<h2>Sobre la salud o el deporte</h2>
<p>El Título III está dedicado a las políticas públicas para promover la igualdad efectiva de las personas trans, en especial en sectores como la salud –destaca, entre otros, el art. 27.1, en que se especifica que “el Sistema Nacional de Salud incluirá la asistencia sanitaria necesaria para el tratamiento hormonal, terapia de voz, cirugías genitales, mamoplastias, mastectomías y material protésico en la cartera de servicios comunes en las condiciones que se establezcan” o el 29.1, donde se establece que “las personas trans con capacidad de gestar podrán ser receptoras o usuarias de las técnicas de reproducción humana asistida en los términos previstos en la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida”– en el ámbito educativo, laboral, deportivo o penitenciario.</p>
<p>Sin perjuicio de que es solo un punto de partida, la valoración que merece este texto es, sin duda, positiva por lo necesario que es para las personas trans, cuya estigmatización desgraciadamente sigue siendo realidad en algunos sectores. Pero no sólo para ellas; esta ley es necesaria para un país como España, que se ha caracterizado por estar a la vanguardia de la protección de los derechos humanos y por reconocer la diversidad sexual y familiar. </p>
<p>Todo cambio implica resistencias, pero cuando son tan necesarios como este, cuando los argumentos en contra no se sostienen, no hay más que esperar a que el procedimiento parlamentario incremente la calidad jurídica de un texto que de partida, a mi juicio, ya la tiene.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/154674/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonia Durán Ayago no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Desde que hace unos días se hiciera público el borrador del anteproyecto de Ley para la igualdad de las personas transexuales la polémica no ha cesado por los diferentes puntos de vista que hay en el seno del Gobierno. Analizamos los detalles más controvertidos de la ley.Antonia Durán Ayago, Profesora Titular de Derecho Internacional Privado, Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1519012021-02-01T19:53:16Z2021-02-01T19:53:16ZEl curso avanza mientras la pandemia se sigue cebando con la educación<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/380929/original/file-20210127-15-hsts1z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=16%2C0%2C5633%2C3752&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/granada-spain-10-september-2020-covid19-1812339661">Shutterstock / Maoiko</a></span></figcaption></figure><p>Los primeros trabajos sobre el impacto de la pandemia parecen evidenciar no solo la existencia de pérdidas en el aprendizaje, sino también <a href="https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/educacion-equidad-pandemia_129_5956477.html">el aumento de la desigualdad educativa</a>. </p>
<p>Las circunstancias que la educación está viviendo desde hace casi un año tendrán una serie de efectos tanto a corto plazo (confinamiento, discontinuidad en la educación, pérdida de empleo…) como a largo plazo (transición a entornos híbridos y cambios actitudinales hacia la educación) que evidenciarán y profundizarán las desigualdades preexistentes relacionadas con el origen social, el económico, las necesidades educativas específicas, los recursos educativos del hogar, el rendimiento previo o el nivel cultural de las familias. </p>
<p>Si no se disponen las medidas necesarias, estas desigualdades tenderán a perpetuarse y legitimarse y afectarán al acceso y a la permanencia en el sistema educativo, los procesos y los resultados de aprendizaje.</p>
<p>En lo relativo al acceso, las mayores diferencias en la escolarización asociadas a factores socioeconómicos se encuentran en el <a href="https://sede.educacion.gob.es/publiventa/el-primer-ciclo-de-la-educacion-infantil-en-las-cc-aa-a-traves-de-la-revision-normativa/educacion-infantil-espana-estrategias-y-politicas-educativas/24612">primer ciclo de Educación Infantil</a>, dado el carácter voluntario y no gratuito del mismo. </p>
<p>Cada vez <a href="https://www.educacionyfp.gob.es/prensa/actualidad/2020/12/20201208-timss2019.html">más trabajos evidencian los beneficios</a> de la asistencia educativa en esta etapa hasta el punto de que la Comisión Europea ha establecido esta como una de sus prioridades. Sin embargo, los miedos familiares, la situación económica y la reducción de la oferta de plazas escolares pueden aumentar las desigualdades sociales.</p>
<h2>La desigualdad no se frena</h2>
<p>El temor a contraer el virus ha llevado a muchas familias a retrasar la escolarización de su hijos e hijas durante este curso, aunque todavía no conocemos la magnitud de este fenómeno. A este factor de desigualdad se añade el mayor impacto de la desconexión escolar en las familias que disponen de <a href="https://blogs.uab.cat/aprenentatgeiconfinament/files/2020/05/Resultados-Destacados_ESP-1.pdf">menos medios culturales y bienes educativos en el hogar</a> para apoyar al alumnado.</p>
<p>Por otra parte, es necesario hacer alusión no solo al acceso a la enseñanza reglada, sino también a actividades extraescolares y complementarias. Desde un enfoque humanista, la escuela no solo contribuye a la transmisión de conocimientos, sino también a la socialización del individuo como un espacio estratégico para la inclusión social. </p>
<p>Así, herramientas compensatorias como el comedor escolar, el horario ampliado, las actividades deportivas y de ocio de calidad tienen un impacto notable en el desarrollo. La escuela favorece la justicia social porque garantiza los derechos de la infancia. </p>
<h2>Revisar la inversión pública</h2>
<p>En relación a los medios materiales dispuestos en el proceso educativo es necesario revisar el impacto de la inversión pública y privada. En el plano de las políticas públicas, las circunstancias materiales de los centros (recursos educativos, posibilidades organizativas, segregación escolar…) tiene un correlato directo sobre la capacidad inclusiva del sistema. </p>
<p>Frente a la austeridad aplicada en la anterior crisis, se ha optado por políticas expansivas a través de los fondos europeos de recuperación que suponen una oportunidad para acometer las reformas pendientes. </p>
<p>En cuanto al gasto privado, <a href="https://www.educacionyfp.gob.es/dam/jcr:7bd02364-3fd2-405f-b0d6-4fe05debbd38/seie-2020.pdf">en el periodo 2008-2018</a> las familias aumentaron este un 35 % como consecuencia de los recortes presupuestarios del Gobierno. La pérdida de poder adquisitivo de las familias puede condicionar el gasto educativo y el acceso a medios culturales. </p>
<h2>La brecha digital se agranda</h2>
<p>La pandemia ha evidenciado y aumentado la (preexistente) brecha digital, tanto en el acceso a la tecnología, <a href="https://blog.enguita.info/2020/03/una-pandemia-imprevisible-ha-traido-la.html">como en su uso y la preparación para usarla </a>. Mientras que <a href="https://cotec.es/proyecto/educacion-y-covid-19/">un 14 % de los hogares desfavorecidos no tiene ordenador</a>, el 61 % de las familias con un nivel socioeconómico alto dispone de tres o más ordenadores. </p>
<p>En el caso de los <a href="https://www.gitanos.org/upload/15/60/Resultados_Encuesta_a_Participantes_FSG_-_Covid-19__1_.pdf">la comunidad gitana</a>, cerca del 60 % de los estudiantes no dispone de ordenador y un 40 % no tiene acceso a internet. Sin embargo, tan importante como el acceso a los medios digitales es el uso, valor y transferencia de conocimiento que se hará de los mismos condicionado por el capital cultural.</p>
<h2>Vuelta a la docencia presencial</h2>
<p>Una vez restaurada la presencialidad, la transición hacia escenarios híbridos es una realidad. Desde el enfoque de equidad, en la medida en que afecta al número de horas que el alumnado permanece en el centro, restaría capacidad compensadora a la escuela. </p>
<p>La docencia presencial es más eficaz que la que se ejerce en línea, especialmente para <a href="https://scholar.harvard.edu/pallais/publications/can-moocs-increase-access-education-evidence-large-new-computer-science-degree">los estudiantes más rezagados</a> que requieren un refuerzo personal e individualizado.</p>
<p>Asimismo, es necesario resolver los retos derivados del cambio de modelo que afectan a la formación del profesorado, la atención a la diversidad, la disposición de medios y recursos en los centros o el seguimiento por parte de diferentes grupos. </p>
<p>La educación a distancia tiene limitaciones que afectan con más intensidad al alumnado vulnerable debido a la dificultad de la familias para acompañar el proceso educativo de sus hijos e hijas, el uso de tiempo, las dinámicas familiares (determinadas por el capital instructivo y familiar) y la <a href="https://agendapublica.es/una-desigualdad-educativa-previa-al-virus/">desigual respuesta por parte de los centros educativos</a>.</p>
<p>En lo referido al proceso didáctico, durante el confinamiento se hicieron llamamientos para que se aplicaran de forma efectiva aspectos ya recogidos en la ley, como la evaluación por competencias o la repetición como recurso excepcional. </p>
<h2>Cuatro veces más posibilidades de repetir curso</h2>
<p>Esta paradoja evidencia el problema que supone la repetición (con una tasa acumulada del 34,4 % en 4º de ESO) en términos de eficacia, coste y equidad. Los estudiantes de <a href="https://www.savethechildren.es/sites/default/files/imce/dossier_pisa2018_espanadatos.pdf">entornos desfavorecidos</a> tienen cuatro veces más posibilidades de repetir con el mismo nivel competencial. </p>
<p>Es de esperar que la pandemia agudice este problema, por lo que es urgente acometer reformas curriculares y estructurales como las desarrolladas en países de nuestro entorno. Países como Portugal, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Suecia o Italia adoptan el paso de curso como medida casi universal en <a href="http://www.educacionyfp.gob.es/dam/jcr:7873d83e-b36c-4708-94e5-e66ecb7d2e94/exito-educacion-comparado.pdf%20%22%22">Educación Primaria</a> con una tasa de idoneidad del 98 %.</p>
<p>Los primeros análisis de los resultados educativos identifican una pérdida en la adquisición de contenidos del <a href="https://nadaesgratis.es/admin/los-efectos-del-coronavirus-en-la-educacion-i-las-perdidas-de-clases-y-rendimientos-educativos-desiguales">6 % en la desviación estándar </a>durante el confinamiento. No obstante, estas podrían recuperarse a través del aumento de horas lectivas del sistema educativo, no afectando a otros indicadores. </p>
<h2>Abandono escolar temprano</h2>
<p>En el caso español se observa un abandono educativo temprano (17,3 %) muy elevado que no guarda relación directa con el nivel de desempeño medio evaluado a través de pruebas internacionales. Más preocupante que el impacto del confinamiento es el absentismo provocado por el miedo, la desconexión digital y la falta de apoyo familiar, pudiendo devenir en una mayor desafección. </p>
<p>En la anterior crisis, la escuela se convirtió en un valor refugio dado el cambio en la demanda del mercado laboral, pero todavía no existen datos para avalar esta hipótesis. </p>
<p>En un futuro próximo se hace necesario analizar el impacto de la pandemia sobre diversos grupos sociales (migrantes, gitanos, alumnado que presenta pobreza educativa, contexto rural…) y sobre diferentes esferas del individuo (personal, evolutiva, social…). </p>
<p>Para paliar todas estas dificultades, además de una mayor inversión en educación, medidas como el <a href="http://www.educacionyfp.gob.es/en/mc/sgctie/comunicacion/noticias/septiembre2020/proa.html">PROA+</a> y otros planes de cooperación territorial, la revisión del currículo, la reducción de las ratios, la monitorización de datos, la tutorización en pequeños grupos o la implementación de procesos de seguimiento, apoyo y orientación del alumnado pueden contribuir a lograr un sistema más inclusivo, equitativo y de calidad para todos en este nuevo escenario.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/151901/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La pandemia ha hecho que los procesos de aprendizaje en la escuela sufran un retroceso. Por otro lado, las desigualdades en el aula han ido aumentando. El primer ciclo de Educación Infantil está sufriendo especialmente. El virus está atacando a lo más profundo del sistema educativo.Daniel Turienzo, Asesor técnico docente y profesor asociado, Universidad Camilo José CelaNuria Manzano-Soto, Profesora Titular de Universidad (UNED). Orientación educativa y profesional / inclusión socioeducativa, UNED - Universidad Nacional de Educación a DistanciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1522442021-01-21T20:10:14Z2021-01-21T20:10:14ZDoctoras, pero no ingenieras: personajes femeninos y vocaciones STEM<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/379258/original/file-20210118-15-1yttypf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C6657%2C5000&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/business-recruitment-vector-concept-businesswoman-spotlight-1175823109">Shutterstock / MJgraphics</a></span></figcaption></figure><p>Sabina cantó que “Las niñas ya no quieren ser princesas” y, según los estudios recientes, parece que tampoco quieren dedicarse a las carreras tecnológicas, a pesar de <a href="https://stemwomen.eu/stem-dashboard/iniciativas-stem/">todas las iniciativas</a> surgidas para incentivar vocaciones en esta dirección. La <a href="https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000366649">UNESCO</a> calcula que las mujeres ocupan menos de un 45% de los puestos en ciencia y tecnología en Europa, y los números son peores en ámbitos únicamente tecnológicos.</p>
<p>Para que una niña o una adolescente tenga vocación de científica o de ingeniera, lo primero que tiene que poder hacer es imaginarse a sí misma en ese rol. Tal y como demuestra <a href="https://stemwomen.eu/las-sesiones-role-models-motivan-a-las-ninas-a-elegir-profesiones-stem/">un estudio reciente</a>, los referentes femeninos con profesiones STEM influyen positivamente en la percepción que las jóvenes de entre 12 y 16 años tienen sobre las carreras científico-tecnológicas. </p>
<p><a href="https://seejane.org/research-informs-empowers/portray-her/">El estudio sobre la representación de personajes STEM femeninos en los medios</a> muestra cómo la representación mediática de la mujer trabajando en campos de ciencia aumentaría el interés de niñas y mujeres por esas profesiones. Sin embargo, apenas hay mujeres con proyección pública en estos ámbitos; <a href="https://www.youtube.com/watch?v=mPohBFk6SV0">se invisibiliza a las mujeres en disciplinas STEM</a>, y en las ficciones audiovisuales la representación es muy desigual. Mientras hay abundancia de doctoras y enfermeras, apenas encontramos ingenieras o mecánicas. </p>
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<figcaption><span class="caption">The Hidden Women of STEM | Alexis Scott | TEDxMountainViewCollege.</span></figcaption>
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<h2>STEM, vocaciones y brecha de género</h2>
<p>El término con el que se hace referencia a estos ámbitos es STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) y pueden distinguirse las STEM tecnológicas y las no tecnológicas. Los datos son muy diferentes en estas áreas y los expertos apuntan a la importancia de la implicación social en las vocaciones femeninas.</p>
<p>Como explica <a href="https://www.nytimes.com/2015/04/27/opinion/how-to-attract-female-engineers.html">Lina Nilsson</a>, basándose en la experiencia del <a href="https://blumcenter.berkeley.edu/">Blum Center for Developing Economies</a>, las mujeres se inscriben en las ingenierías si perciben que el trabajo futuro a realizar persigue el bien social. Su programa de doctorado en Ingeniería para el desarrollo, enfocado en la realización de tesis que aportaran soluciones para comunidades de bajos ingresos, consiguió tener la mitad de estudiantes mujeres en un año.</p>
<p>En el contexto catalán, como parte del equipo de investigación de UIC Barcelona, presentamos recientemente un <a href="https://www.parlament.cat/document/intrade/112361449">boletín sobre ciencia y género</a> ante el <a href="https://www.parlament.cat/web/composicio/capcit/index.html">Consejo Asesor sobre ciencia y tecnología del Parlament de Catalunya</a>. En él se recogían los datos recientes de las universidades catalanas con cifras muy interesantes: el 55% por ciento del alumnado del sistema universitario catalán son mujeres, que representan el 70% en ciencias de la salud mientras que apenas son un 20% en ingenierías y arquitectura.</p>
<p>Según la <a href="https://www.digitales.es/quienes-somos/">Asociación Española para la Digitalización</a>, hasta 2022 se crearían 1 250 000 empleos en estas áreas en España. Esto significa que, en el futuro, si no se consiguen potenciar las vocaciones femeninas en estos ámbitos, la brecha de género será mayor justamente en los ámbitos profesionales de más proyección. </p>
<p>Entre los motivos para las vocaciones científico-tecnológicas destaca la importancia de los entornos familiares, sociales y educativos. La proyección social de lo que podemos o no hacer es importante en nuestra autopercepción. Un ejemplo sencillo que puede ayudarnos a comprender hasta dónde pueden limitarnos las percepciones sociales es lo que tenemos en mente cuando pensamos en correr “<a href="https://www.youtube.com/watch?v=pQishDaKLdM">como una niña</a>”, algo que se convierte en un insulto a muy temprana edad y que afecta a la autopercepción de las menores.</p>
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<figcaption><span class="caption">Always #LikeAGirl (subtitulado español) Corre como una niña.</span></figcaption>
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<p>En este contexto, aunque es un ámbito en el que aún queda mucho por investigar, es muy interesante el rol de las series y las películas en el despertar de vocaciones científicas y, sobre todo, el rol de los personajes femeninos que desarrollan trabajos STEM en las ficciones audiovisuales. </p>
<h2>Efecto CSI y Scully</h2>
<p>La influencia de las series en las vocaciones universitarias (entre otros asuntos) queda patente con el llamado “<a href="https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1023258">efecto CSI</a>”. La conocida serie de televisión influyó en el aumento de vocaciones forenses y nuevos programas universitarios en esta área. A partir de esta serie se ha popularizado esta profesión y precisamente algunas de las pocas representaciones femeninas en STEM son en este ámbito, como es el caso de los personajes de Jenny Cooper en <a href="http://www.sensacine.com/series/serie-23754/"><em>La Forense</em></a> o de Maura Isles en <a href="https://www.imdb.com/title/tt1551632/"><em>Rizzoli & Isles</em></a>.</p>
<p>Por otro lado, se denomina “<a href="https://www.revistagq.com/noticias/articulo/expediente-x-dana-scully-mujer-ciencia">efecto Scully</a>” al incremento de vocaciones femeninas a raíz del personaje de Dana Scully, de la serie <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/The_X-Files"><em>Expediente X</em></a> en los años noventa. Dana Scully es importante por su rol protagonista poco habitual en el momento para las mujeres, su personalidad y capacidad de iniciativa, además de dar visibilidad a conflictos internos de un personaje STEM femenino. <a href="https://seejane.org/wp-content/uploads/x-files-scully-effect-report-geena-davis-institute.pdf">Un estudio</a> de 21st Century Fox, <a href="https://seejane.org/">The Geena Davis Institute on Gender in Media</a> y <a href="https://intelligence.wundermanthompson.com/">J. Walter Thompson Intelligence</a> muestra que el 63% de las científicas que tenían 12 años cuando se estrenó la serie reconocen que si no hubiera sido por el personaje de Scully seguramente no se hubieran dedicado a la ciencia. </p>
<p>Una de las cifras interesantes que aporta este último estudio es que el 62,9% de los personajes STEM en series y películas son masculinos y la cifra se mantiene desde hace 10 años. También muestra que los medios refuerzan estereotipos incluso sobre qué ámbitos STEM serían los más “apropiados” para las mujeres. </p>
<h2>Doctoras pero no físicas, ingenieras o informáticas</h2>
<p>Según los datos de <a href="https://seejane.org/research-informs-empowers/portray-her/">PORTRAY HER</a> (gráfico 1), entre los personajes que tienen profesiones en el ámbito STEM hay diferencias importantes entre géneros y profesiones. Mientras el porcentaje de personajes STEM femeninos más alto está en Ciencias de la Vida (65,8%), donde incluso supera al de personajes masculinos, el peor dato es en las ingenierías (2,4%).</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/378782/original/file-20210114-22-1nm8l5t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/378782/original/file-20210114-22-1nm8l5t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/378782/original/file-20210114-22-1nm8l5t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=437&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/378782/original/file-20210114-22-1nm8l5t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=437&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/378782/original/file-20210114-22-1nm8l5t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=437&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/378782/original/file-20210114-22-1nm8l5t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=549&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/378782/original/file-20210114-22-1nm8l5t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=549&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/378782/original/file-20210114-22-1nm8l5t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=549&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://seejane.org/research-informs-empowers/portray-her/">Elaboración propia en castellano, basado en los datos del estudio PORTRAY HER: REPRESENTATIONS OF WOMEN STEM CHARACTERS IN MEDIA realizado por Geena Davis Institute on Gender in Media y Lyda Hill Foundation</a></span>
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<p>Por este motivo es fácil encontrar ejemplos de series sobre ámbitos de salud en los que aparezcan personajes femeninos con roles de doctoras o enfermeras: desde <a href="https://www.formulatv.com/series/hospital-central/"><em>Hospital Central</em></a> hasta <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Grey%27s_Anatomy"><em>Anatomía de Grey</em></a>, incluso con liderazgo femenino, como es el caso de Lisa Cuddy en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/House_M._D."><em>House</em></a>. </p>
<p>Cuando se trata de pandemias y virus, cada vez parecen más frecuentes personajes como el de Abby Arcane en <a href="https://www.imdb.com/title/tt8362852/"><em>Swamp Thing</em></a> o las diferentes doctoras y epidemiólogas en la película <a href="https://www.imdb.com/title/tt1598778/?ref_=fn_al_tt_1"><em>Contagio</em></a> (Soderbergh, 2011) pero sigue siendo muy complicado encontrar personajes femeninos en ámbitos técnicos (ingenieras, mécánicas…) como el de Happy Quinn, la carismática mecánica de la serie <a href="https://www.imdb.com/title/tt3514324/?ref_=fn_al_tt_1"><em>Scorpion</em></a>.</p>
<p>Si a esto sumamos que cerca del 43% de los personajes STEM femeninos sacrifican su vida personal por el trabajo, las ficciones audiovisuales están enviando mensajes desalentadores a niñas y jóvenes que deseen tener una familia.</p>
<p>Entre los mensajes positivos, destaca que tanto los personajes masculinos como los femeninos están representados como líderes en porcentajes similares. También es interesante destacar que los personajes femeninos son tan competentes, inteligentes y empoderados como los masculinos. Claros ejemplos de todo esto serían los personajes de Temperance Brennan en <a href="https://www.imdb.com/title/tt0460627/?ref_=fn_al_tt_1"><em>Bones</em></a>, el de Amy Farrah Fowler en <a href="https://www.imdb.com/title/tt0898266/?ref_=fn_al_tt_1"><em>The Big Bang Theory</em></a>, Ella López en <a href="https://www.imdb.com/title/tt4052886/?ref_=fn_al_tt_1"><em>Lucifer</em></a> o Cosima Niehaus en <a href="https://www.imdb.com/title/tt2234222/?ref_=fn_al_tt_1"><em>Orphan Black</em></a>.</p>
<h2>Presencia en medios: una asignatura pendiente</h2>
<p>Queda mucho por hacer para eliminar la brecha de género en el mundo de las STEM. Eventos como el <a href="https://stemwomen.eu/">STEM Women Congress</a> intentan dar visibilidad al problema, pero el camino a recorrer todavía es largo. </p>
<p>En el ámbito de la ficción audiovisual, como se ha visto, la representación femenina en las series cumple un importante rol en las vocaciones para carreras que serán fundamentales en el futuro. Pero la visibilización femenina en los medios, en relación con disciplinas STEM, va más allá. </p>
<p>Durante esta pandemia y en la carrera por conseguir una vacuna, en la que <a href="https://www.womennow.es/es/noticia/cientificas-vacuna-coronavirus-chen-wei-sarah-gilbert-kizzmekia-corbett/">tres de los proyectos estaban dirigidos por mujeres</a>, <a href="https://www.thenewbarcelonapost.com/donde-estan-mujeres-stem/">las científicas no han recibido la misma presencia en los medios</a> que sus equivalentes masculinos. Es otra línea pendiente por investigar, junto a la importancia de las divulgadoras científicas en redes sociales… Sobre todo si queremos llegar a las niñas y adolescentes entre los 12 y los 16 años.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/152244/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rebeca Pardo recibe fondos de MICINN y Fundación Grifols. Recibí fondos de GENCAT y de Fundación BBVA.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Isadora García Avis, Marta Narberhaus y Montserrat Vidal-Mestre no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>El impacto de las ficciones televisivas es grande cuando se trata de inspirar vocaciones profesionales en los niños y adolescentes. En el ámbito de las STEM tecnológicas, apenas hay personajes femeninos.Rebeca Pardo, Profesora de fotografía y Vicedecana de Investigación, Universitat Internacional de CatalunyaIsadora García Avis, Profesora del Grado en Comunicación Audiovisual, Universitat Internacional de CatalunyaMarta Narberhaus, Profesora del Grado en Periodismo, Universitat Internacional de CatalunyaMontserrat Vidal-Mestre, Comunicación sonora transmedia, Universitat Internacional de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1434122020-08-07T14:38:14Z2020-08-07T14:38:14Z¿Por qué algunos estadounidenses parecen más ‘estadounidenses’ que otros?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/349667/original/file-20200727-31-11pff49.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=175%2C0%2C4688%2C3077&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Las nobles nociones igualitarias sobre la ciudadanía no siempre se sostienen</span> <span class="attribution"><span class="source">AP Photo/Charlie Neibergall</span></span></figcaption></figure><p>En Estados Unidos y en muchos otros países, la <a href="https://www.loc.gov/law/help/birthright-citizenship/global.php">nacionalidad se define</a> por un conjunto de parámetros legales. Puede implicar el lugar de nacimiento, la ciudadanía de los padres o una serie de procedimientos circunscritos para la naturalización.</p>
<p>Sin embargo, en la mente de muchos estadounidenses esas nociones objetivas de ciudadanía se confunden un poco, como han documentado las investigaciones de psicólogos sociales y del desarrollo, <a href="https://psychology.uchicago.edu/directory/katherine-d-kinzler">como es mi caso</a>. Psicológicamente hablando, algunas personas pueden parecer un poco más estadounidenses que otras en función de factores que no guardan ninguna relación, como la raza, el origen étnico o el idioma.</p>
<p>Estas creencias, reforzadas por la <a href="https://www.theguardian.com/society/2018/mar/01/how-americas-identity-politics-went-from-inclusion-to-division">política identitaria</a>, generan diferencias respecto a quién es bienvenido, quién es tolerado y quién no se sentirá bienvenido en absoluto.</p>
<h2>¿Cómo la raza influye en la pertenencia?</h2>
<p>Muchas personas que <a href="https://hbr.org/2019/08/research-on-many-issues-americans-biases-are-decreasing">respaldan explícitamente los ideales igualitarios</a>, como la noción de que todos los estadounidenses tienen los mismos derechos como ciudadanos independientemente de su raza, albergan implícitamente prejuicios sobre quién es “realmente” estadounidense.</p>
<p>En un <a href="https://doi.org/10.1037/0022-3514.88.3.447">estudio clásico</a> realizado por los psicólogos Thierry Devos y Mahzarin Banaji, los adultos estadounidenses de todos los grupos raciales asociaron con mayor rapidez el concepto de “estadounidense” a las personas blancas. En el estudio, los investigadores les preguntaron a adultos blancos, afroamericanos y asiático-americanos si respaldaban la igualdad para todos los ciudadanos. Luego les presentaron una prueba de asociación implícita en la que los participantes combinaban diferentes rostros con las categorías “estadounidense” o “extranjero”. Sin embargo, antes de comenzar les dijeron que todas las caras eran de ciudadanos estadounidenses.</p>
<p>Los participantes blancos y asiáticos asociaron más rápido las caras blancas con el “ser estadounidense”, aunque al inicio dijeron que defendían valores igualitarios. Los afroamericanos vieron implícitamente los rostros blancos y negros como igualmente estadounidenses, aunque también vieron implícitamente los rostros asiáticos como menos estadounidenses.</p>
<p>En otro estudio, Devos y la psicóloga Debbie S. Male <a href="https://www.doi.org/10.1348/014466607X224521">pusieron rostro a ese sesgo</a>. Descubrieron que un grupo heterogéneo de adultos estadounidenses consideraba implícitamente que la actriz británica Kate Winslet era más estadounidense que su colega Lucy Liu, nacida en Estados Unidos, a pesar de que a los participantes les dijeron su nacionalidad real.</p>
<p>Las creencias que conducen a ese sesgo en favor de las personas blancas reflejan las estructuras racistas que existen en la sociedad estadounidense y revelan actitudes que las personas no siempre son conscientes de tener. De hecho, los prejuicios incluso pueden incluir sentimientos que excluyen al propio grupo, como se apreció cuando los estadounidenses de origen asiático que participaron en esos estudios consideraron que las caras blancas eran más estadounidenses que las asiáticas. Un <a href="https://doi.org/10.1037/a0015868">estudio relacionado</a> también descubrió que los hispanos tienen más probabilidades de asociar el “ser estadounidense” con las personas blancas.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">¿Quién es estadounidense?</span>
<span class="attribution"><span class="source">AP Photo</span></span>
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<p>Estas visiones sesgadas de la nacionalidad comienzan a una edad muy temprana, aunque al inicio el idioma es un identificador principal, como cuento en mi nuevo libro “<a href="https://www.hmhbooks.com/shop/books/How-You-Say-It/9780544987425">Cómo lo dices</a>”.</p>
<p>Aunque Estados Unidos no tiene un idioma nacional, <a href="https://www.pewresearch.org/global/2017/02/01/language-the-cornerstone-of-national-identity/">muchos estadounidenses creen</a> que el inglés es fundamental para ser un “verdadero estadounidense”. Y no es difícil encontrar ejemplos de <a href="https://www.politico.com/story/2016/09/donald-trumps-english-only-campaign-228559">políticos que defiendan</a> la idea de que los estadounidenses deben hablar inglés y solo inglés.</p>
<p>En un <a href="http://www.doi.org/10.1111/cdev.12845">estudio</a> desarrollado en mi laboratorio y dirigido por la psicóloga Jasmine DeJesus, les dimos a un grupo de niños una tarea muy simple: después de ver una serie de caras que variaban en el color de la piel y el idioma que hablaban, les pedimos que adivinaran su nacionalidad. Los rostros eran blancos o asiáticos y hablaban inglés o coreano. Simplemente les preguntamos: “¿Esa persona es estadounidense o coreana?”.</p>
<p>Reclutamos a tres grupos de niños para el estudio: niños blancos estadounidenses que solo hablaban inglés, niños surcoreanos que solo hablaban coreano y un grupo de niños coreano-estadounidenses que hablaban ambos idiomas. Las edades de los niños eran de 5-6 o 9-10 años.</p>
<p>La mayoría de los niños monolingües más pequeños identificaron la nacionalidad con el idioma. Describieron a los angloparlantes – divididos equitativamente entre personas que parecían blancas o asiáticas – como estadounidenses y a los que hablaban coreano – divididos de la misma forma – como coreanos.</p>
<p>En cuanto a los niños bilingües, todos tenían padres cuyo primer idioma era coreano, no el inglés, y que vivían en los Estados Unidos. Sin embargo, al igual que los niños monolingües, pensaban que los angloparlantes, y no los coreanos, eran los estadounidenses.</p>
<p>Sin embargo, a medida que crecen, los niños ven cada vez más las características raciales como una parte integral de la nacionalidad. Descubrimos que a la edad de 9 años los niños consideraban que los angloparlantes blancos eran más estadounidenses, en comparación con los coreanos que parecían blancos o los angloparlantes que parecían asiáticos. Curiosamente, el impacto de la raza fue más pronunciado en los niños mayores que entrevistamos en Corea del Sur.</p>
<h2>Raíces profundas</h2>
<p>Por consiguiente, parece que, tanto para los niños como para los adultos, las evaluaciones de lo que significa ser estadounidense dependen de ciertos rasgos que no tienen nada que ver con los requisitos legales reales para la ciudadanía. Ni ser blanco ni hablar inglés con fluidez <a href="https://www.uscis.gov/citizenship/educators/naturalization-information">son requisitos para convertirse en estadounidense</a>.</p>
<p>Y este sesgo tiene consecuencias. Las <a href="https://www.doi.org/10.1177/0146167210380928">investigaciones han encontrado</a> que el grado en que las personas vinculan la “piel blanca” con “ser estadounidense” está relacionado con sus comportamientos discriminatorios en contextos de contratación o incluso pueden llevarles a cuestionar la lealtad de los demás.</p>
<p>Que encontremos estos sesgos en los niños no significa, de ninguna manera, que sean inherentes. Sabemos que los <a href="https://www.jstor.org/stable/20183186">niños comienzan a captar este tipo de señales</a> y valores culturales sesgados de la sociedad a una edad muy temprana. Pero, significa que estos sesgos <a href="https://doi.org/10.1093/acprof:oso/9780199890712.001.0001">tienen raíces profundas en nuestra psicología</a>. Comprender su existencia puede hacer que sea más fácil corregirlos.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://es-us.noticias.yahoo.com/">Yahoo!</a></em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/143412/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Katherine Kinzler ha recibido apoyo del National Institutes of Health y tiene un grant pendiente del NSF.
</span></em></p>La nacionalidad se define por un conjunto de parámetros legales. Pero investigación psicológica demuestra que la percepción de ciudadanía puede influirse por otros factores como la raza y el idioma.Katherine Kinzler, Professor of Psychology, University of ChicagoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1412572020-07-02T19:24:08Z2020-07-02T19:24:08ZLo que el arte nos enseña sobre la igualdad de género<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/345358/original/file-20200702-111305-7yavry.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4085%2C5807&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Detalle de _Susana y los viejos_ (Artemisia Gentileschi 1610).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Susanna_and_the_Elders_(1610),_Artemisia_Gentileschi.jpg">Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/343844/original/file-20200624-133002-1yny9wu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/343844/original/file-20200624-133002-1yny9wu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/343844/original/file-20200624-133002-1yny9wu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=781&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/343844/original/file-20200624-133002-1yny9wu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=781&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/343844/original/file-20200624-133002-1yny9wu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=781&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/343844/original/file-20200624-133002-1yny9wu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=981&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/343844/original/file-20200624-133002-1yny9wu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=981&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/343844/original/file-20200624-133002-1yny9wu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=981&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La bendición (1740), Simeón Chardin. Prototipo de ángel del hogar.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jean-Baptiste_Sim%C3%A9on_Chardin_003.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<span class="caption">El balcón (1868), Manet. Prototipo de mujeres ociosas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Edouard_Manet_016.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/343836/original/file-20200624-132996-1crtsuc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/343836/original/file-20200624-132996-1crtsuc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/343836/original/file-20200624-132996-1crtsuc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=554&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/343836/original/file-20200624-132996-1crtsuc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=554&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/343836/original/file-20200624-132996-1crtsuc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=554&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/343836/original/file-20200624-132996-1crtsuc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=697&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/343836/original/file-20200624-132996-1crtsuc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=697&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/343836/original/file-20200624-132996-1crtsuc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=697&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Mujer conduciendo, (1901-2), Ramón Casas. Prototipo mujer moderna.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Casas-CL-Autom%C3%B2bil.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Las representaciones de las mujeres en la pintura, desde la Antigüedad, han tenido que ver con su papel en la sociedad. A lo largo de la historia, las mujeres han aparecido en los cuadros enmarcadas en <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4275827">determinados tipos</a>: el ángel del hogar (buena madre y esposa), la <em>fem fatal</em> (mujer seductora y malvada), las mujeres ociosas (de clase alta), la mujer moderna (en los albores del siglo XX, conduciendo o fumando como algo anecdótico), etc.</p>
<p>Esas imágenes de las mujeres se han perpetuado hasta llegar a nuestros días. Ahora, vemos esos <a href="https://www.elplural.com/sociedad/8m-publicidad-sexista-siglo-xxi-feminismo-machismo_212290102">prototipos</a> en la publicidad, las series, el cine o los videoclips. </p>
<p>No lo sabemos, pero no inventamos nada nuevo en ellos, sino que arrastramos el peso de una historia visual y literaria milenaria. </p>
<p>La historia del arte estudia esta transmisión de las imágenes a través del “<a href="https://www.ucm.es/data/cont/docs/1888-2019-12-01-INTRODUCCION_GENERAL_A_LOS_ESTUDIOS_ICON.pdf">método iconográfico</a>”, que varios estudiosos desarrollaron desde finales del siglo XIX. </p>
<p>Este método estudia las obras de arte desde los símbolos que aparecen en las obras, qué significados se les otorga en cada época y lugar, y cómo evolucionan. Aplicar el método nos permite entender cómo se han ido construyendo los estereotipos en torno al género. Una de las muchas cuestiones que pueden estudiarse son las imágenes relacionadas con la sensualidad y el erotismo. </p>
<p>Es difícil saber desde qué momento el ser humano comenzó a representar la sensualidad en el arte. Lo cierto es que encontramos escenas de sexo explícito en todas las culturas desde la Antigüedad.</p>
<h2>El baño, provocación o intimidad violentada</h2>
<p>Un caso interesante es el de la mujer que está tomando un baño y es violentada. Lo encontramos en un mito de la antigüedad como es el de Artemisa (la diosa Diana en la mitología romana) y Acteón, muy representado durante la Edad Moderna por pintores como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tiziano">Tiziano</a>, Clerck y <a href="https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/paisaje-con-diana-y-acteon/6755db71-5b15-4664-912a-a31eb249eb0">Alsloot</a> o <a href="https://www.artehistoria.com/es/obra/diana-y-acte%C3%B3n-1">Heintz</a>, entre otros. </p>
<p>El mito, narrado por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ovidio">Ovidio</a>, cuenta que Artemisa, mientras tomaba un baño en el río, sorprendió al cazador Acteón observándola. </p>
<p>Como castigo, la diosa lo convirtió en un venado para que fuera apresado por sus propios perros. Sin embargo, el momento que eligen los pintores no es ese, sino el instante en el que el hombre observa a la diosa. </p>
<p>Esta escena se repite en la obra literaria <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Los_siete_infantes_de_Lara"><em>Los siete infantes de Lara</em></a>, aunque sin apenas representaciones plásticas. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/343329/original/file-20200622-54989-95vpms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/343329/original/file-20200622-54989-95vpms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/343329/original/file-20200622-54989-95vpms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=548&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/343329/original/file-20200622-54989-95vpms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=548&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/343329/original/file-20200622-54989-95vpms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=548&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/343329/original/file-20200622-54989-95vpms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=689&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/343329/original/file-20200622-54989-95vpms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=689&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/343329/original/file-20200622-54989-95vpms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=689&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Diana y Acteón, Tiziano entre 1556 y 1559.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Titian_-_Diana_and_Actaeon_-_1556-1559.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Encontramos un episodio de la Biblia muy similar: Susana y los viejos, historia muy representada en la pintura. Susana, una mujer casada, es observada por dos viejos jueces mientras toma un baño. Al rechazar sus proposiciones, es acusada de adulterio falsamente. </p>
<p>Gracias a la intercesión de Dios, los viejos terminan siendo castigados. Con todo, de nuevo el instante que plasma tradicionalmente la pintura es cuando ella es observada, no la del castigo ejemplarizante. La imagen de Susana aparece como prototipo de lo erótico y no como la encarnación de una violación. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/343313/original/file-20200622-54993-1b55tm0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/343313/original/file-20200622-54993-1b55tm0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/343313/original/file-20200622-54993-1b55tm0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=455&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/343313/original/file-20200622-54993-1b55tm0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=455&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/343313/original/file-20200622-54993-1b55tm0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=455&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/343313/original/file-20200622-54993-1b55tm0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=571&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/343313/original/file-20200622-54993-1b55tm0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=571&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/343313/original/file-20200622-54993-1b55tm0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=571&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Susana y los viejos de Tintoretto.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jacopo_Robusti,_called_Tintoretto_-_Susanna_and_the_Elders_-_Google_Art_Project.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Sólo en la obra de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Artemisia_Gentileschi">Artemisia Gentileschi</a>, una pintora barroca italiana, la situación parece más violenta que sensual. La restauradora y artista estadounidense contemporánea <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Kathleen_Gilje">Kathleen Gilje</a>, aprovechó esta visión de Gentileschi para realizar una de sus “lecturas alternativas”: su copia del cuadro incluía una primera versión, recuperada con una radiografía, en la que Susana aparece sujetando un cuchillo para defenderse y con el rostro contorsionado por el horror. Con su propuesta, Gilje simulaba una primera versión de Gentileschi que en realidad nunca existió. Además, en la radiografía el personaje violado no es Susana, sino la propia Gentileschi, violada en la vida real por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Agostino_Tassi">Agostino Tassi</a>. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/343316/original/file-20200622-55017-6djp3u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/343316/original/file-20200622-55017-6djp3u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=423&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/343316/original/file-20200622-55017-6djp3u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=423&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/343316/original/file-20200622-55017-6djp3u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=423&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/343316/original/file-20200622-55017-6djp3u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=531&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/343316/original/file-20200622-55017-6djp3u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=531&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/343316/original/file-20200622-55017-6djp3u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=531&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Susana y los viejos. (1998). Kathleen Gilje (a partir del cuadro de Artemisia Gentileschi de 1610.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>En la misma línea, varias artistas encabezadas por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Judy_Chicago">Judy Chicago</a> realizaron en 1972 la <em>performance</em> <em>Ablutions</em>, para resarcir a todas esas mujeres representadas como sensuales cuando sufrían un acto violento. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/343317/original/file-20200622-54977-1n51ahj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/343317/original/file-20200622-54977-1n51ahj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=479&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/343317/original/file-20200622-54977-1n51ahj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=479&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/343317/original/file-20200622-54977-1n51ahj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=479&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/343317/original/file-20200622-54977-1n51ahj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=602&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/343317/original/file-20200622-54977-1n51ahj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=602&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/343317/original/file-20200622-54977-1n51ahj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=602&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"><em>Ablutions</em>, performance en el Guy Dill’s studio, con Judy Chicago, Suzanne Lacy, Sandra Orgel, y Aviva Rahmani (Patrocinado por Feminist Art Program at CalArts), 1972.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Sin embargo, esta imagen se sigue repitiendo. Por ejemplo, en la primera escena en que aparece Daenerys, protagonista de la serie <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Game_of_Thrones"><em>Juego de Tronos</em></a>, en la que ella se dispone a tomar un baño bajo la mirada incestuosa de su hermano. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/343318/original/file-20200622-54989-vt1si7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/343318/original/file-20200622-54989-vt1si7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=384&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/343318/original/file-20200622-54989-vt1si7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=384&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/343318/original/file-20200622-54989-vt1si7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=384&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/343318/original/file-20200622-54989-vt1si7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=482&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/343318/original/file-20200622-54989-vt1si7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=482&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/343318/original/file-20200622-54989-vt1si7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=482&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Fotograma de la serie Juego de Tronos. Daenerys entrando al baño. Capítulo 1x01.</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La mujer, la manzana y el mal</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/343320/original/file-20200622-54997-1ajdral.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/343320/original/file-20200622-54997-1ajdral.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/343320/original/file-20200622-54997-1ajdral.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=313&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/343320/original/file-20200622-54997-1ajdral.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=313&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/343320/original/file-20200622-54997-1ajdral.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=313&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/343320/original/file-20200622-54997-1ajdral.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=393&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/343320/original/file-20200622-54997-1ajdral.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=393&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/343320/original/file-20200622-54997-1ajdral.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=393&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El juicio de Paris. (1639). Rubens.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Peter_Paul_Rubens_115.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/343322/original/file-20200622-55001-16jkiw4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/343322/original/file-20200622-55001-16jkiw4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/343322/original/file-20200622-55001-16jkiw4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=775&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/343322/original/file-20200622-55001-16jkiw4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=775&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/343322/original/file-20200622-55001-16jkiw4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=775&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/343322/original/file-20200622-55001-16jkiw4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=974&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/343322/original/file-20200622-55001-16jkiw4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=974&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/343322/original/file-20200622-55001-16jkiw4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=974&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Adán y Eva en el Paraíso terrenal (1550), Tiziano.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Tizian_091.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/343328/original/file-20200622-55017-r609ah.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/343328/original/file-20200622-55017-r609ah.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/343328/original/file-20200622-55017-r609ah.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/343328/original/file-20200622-55017-r609ah.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/343328/original/file-20200622-55017-r609ah.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/343328/original/file-20200622-55017-r609ah.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/343328/original/file-20200622-55017-r609ah.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">La bruja ofreciendo la manzana a Blancanieves. Fotograma de la película de Disney.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Otros casos los encontramos a través de la cuentística tradicional. Por ejemplo, la historia mitológica de Eros y Psique que cuenta <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Las_metamorfosis_(Apuleyo)">Apuleyo</a>, inspiró el conocido cuento de <em>La Bella y la Bestia</em>, cuya influencia llega a Pedro Almodóvar, que relacionó <a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/version-espanola/version-espanola-atame/1193958/"><em>Átame</em></a> con la versión del cuento de Disney. </p>
<p>También pervive a través de la historia la manzana como símbolo del mal asociado a la mujer. Una manzana está en el origen de la Guerra de Troya, desencadenada por una disputa entre Afrodita, Atenea y Hera. Paris elige a Afrodita como la más bella y la diosa le da a cambio el amor de Helena, lo que provoca la batalla. </p>
<p>La manzana vuelve a estar presente en la Biblia. El demonio consigue que Eva y Adán coman del fruto prohibido, una manzana. También aparece en el cuento de Blancanieves. Cómo no, de nuevo una disputa entre dos mujeres por ser la más bella.</p>
<h2>Retos en nuestra sociedad</h2>
<p>Todas estas representaciones de lo sensual están retratadas desde el punto de vista masculino. Llama la atención cómo en muchos episodios lo erótico se muestra a través de mujeres que son atacadas. Pero ¿y ahora? ¿Sigue siendo la sexualidad femenina un tabú en las artes? ¿Sigue predominando la violencia? </p>
<p>Algunos <a href="https://cdn.20m.es/adj/2019/06/10/4007.pdf">estudios recientes</a> indican cómo la pornografía que consumen nuestros jóvenes está plagada de actos violentos sobre las mujeres, violaciones, incluso en grupo. Esto podría ser una de las causas de que este tipo de acciones se den cada vez con más frecuencia en la realidad. Por este motivo debemos educar en valores como la igualdad de género también a través del arte. </p>
<p>Es un reto que una sociedad que se comunica a través de imágenes, como son los emoticonos, adquiera más cultura visual. Esto podría conseguirse a través de una mayor formación en historia del arte, trabajando en el análisis visual de imágenes que nos rodean y son consumidas por la juventud, al igual que lo hacemos con los textos. De esta manera, seríamos más <a href="https://www.academia.edu/39741816/ARTE_ACTUAL_PARA_TRABAJAR_LA_IGUALDAD_DE_G%C3%89NERO_Proyecto_Did%C3%A1ctico">reflexivos y críticos</a> con respecto a lo visual y más conscientes de qué percibimos a través de la vista.</p>
<p>Como dijo en los años 70 el escritor y crítico de arte <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/John_Berger">John Berger</a>: </p>
<blockquote>
<p>“Los hombres miran a las mujeres. Las mujeres se miran a sí mismas a través de cómo son miradas. Esto determina no solo la mayoría de las relaciones entre hombres y mujeres, sino también la relación de las mujeres consigo mismas.”</p>
</blockquote>
<hr>
<p><em>Este texto proviene del artículo ‘Erotismo y sensualidad: pervivencias visuales desde una perspectiva de género’, publicado en pre-print en la revista <a href="https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/c14/article/view/16268">Calle 14</a> de Colombia.</em> </p>
<hr>
<p><em>Este artículo ha sido modificado tras su publicación para corregir la atribución de la obra “Susana y los viejos, restaurada” (1998) a la autora estadounidense Kathleen Gilje, y no a una radiografía de la obra auténtica de Artemisia Gentileschi.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/141257/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Laura Luque Rodrigo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>A lo largo de la historia, las mujeres han sido retratadas en cuadros y esculturas de acuerdo a determinadas convenciones. Es una iconografía heredada de manera inconsciente que merece ser analizada con ojos críticos.Laura Luque Rodrigo, Historia del Arte, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1322112020-03-14T13:48:19Z2020-03-14T13:48:19ZChina: el surgimiento de una nueva potencia filantrópica en tiempos de coronavirus<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/316595/original/file-20200221-92533-8koe2n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1022%2C662&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Jack Ma habla en una reunión del Foro Económico Mundial en 2015.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://live.staticflickr.com/8658/16159152258_4f0d7bf7a3_b.jpg">Jolanda Flubacher/World Economic Forum</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Las fundaciones privadas y los filántropos ya han entregado o prometido más de <a href="https://www.philanthropy.com/article/Coronavirus-Giving-Tops-1/248193">1 000 millones de dólares en pocas semanas</a> para luchar <a href="https://disasterphilanthropy.org/disaster/2019-ncov-coronavirus">contra el virus COVID-19</a>. </p>
<p>Los donantes chinos han sido los primeros en responder, y su contribución total asciende a 729 millones de dólares. La mayor donación proviene de la empresa china de Internet Tencent Holdings. </p>
<p>Los Estados Unidos de América son el segundo mayor contribuyente mundial, con 182 millones de dólares, incluidos 100 millones de dólares de la <a href="https://www.gatesfoundation.org/Media-Center/Press%20Releases/2020/02/Bill-and-Melinda-Gates-Foundation-Dedicates-Additional-Funding-to-the-Novel-Coronavirus-Response">Fundación Bill y Melinda Gates</a> para “ayudar a reforzar los esfuerzos de detección, aislamiento y tratamiento; proteger a las poblaciones de riesgo; y desarrollar vacunas, tratamientos y diagnósticos”.</p>
<p>El 31 de enero, el multimillonario chino Jack Ma, fundador de <a href="https://www.alibabagroup.com/en/global/home">Alibaba</a>, ya había prometido el equivalente a <a href="http://philanthropynewsdigest.org/news/jack-ma-commits-14.4-million-for-coronavirus-vaccine-efforts">144 millones de dólares estadounidenses para la adquisición de suministros médicos para Wuhan y Hubei</a>, así como 14 millones para ayudar a desarrollar una vacuna. </p>
<p>Hace solamente unos meses, el otrora profesor soltó las riendas de una empresa de más de 100 000 empleados valorada en 450 000 millones de dólares porque, de acuerdo con sus declaraciones, quería <a href="https://www.forbes.fr/business/jack-ma-president-dalibaba-prend-sa-retraite/">dedicarse a la filantropía</a> en el campo de la educación. La emergencia provocada por la amenaza del coronavirus también le permitió al magnate mostrar su compromiso con el apoyo a las labores realizadas en pro de la salud pública.</p>
<p>Desde hace mucho tiempo, distintos personajes públicos chinos han practicado con discreción la filantropía, entendida como una <a href="http://www.iupress.indiana.edu/product_info.php?products_id=67601">«acción voluntaria por el bien público»</a>. Pero, teniendo en cuenta la magnitud de la fortuna de Jack Ma, que asciende a 43 000 millones de dólares aproximadamente y ocupa el <a href="https://www.forbes.com/profile/jack-ma/#564772991ee4">vigésimo primer lugar del mundo</a>, esta decisión indica que la filantropía china se encuentra en un punto de inflexión histórico.</p>
<h2>El resurgimiento de una tradición filantrópica milenaria</h2>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/310881/original/file-20200120-69539-6xltr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/310881/original/file-20200120-69539-6xltr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=1010&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/310881/original/file-20200120-69539-6xltr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=1010&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/310881/original/file-20200120-69539-6xltr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=1010&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/310881/original/file-20200120-69539-6xltr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1269&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/310881/original/file-20200120-69539-6xltr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1269&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/310881/original/file-20200120-69539-6xltr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1269&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Confucio en bronce. La gratitud y la armonía social están en el corazón del pensamiento de Confucio.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Confucianisme#/media/Fichier:Konfuzius.jpg">Wikimedia</a></span>
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<p><a href="https://www.chinacenter.net/2017/china_currents/16-1/giving-harder-earning-philanthropy-china/">Hasta hace poco</a>, uno de los aspectos del capitalismo chino, con frecuencia soslayado, era la relativa ausencia de filantropía privada por parte de las clases privilegiadas hacia los más desfavorecidos. No obstante, este país conserva una tradición de generosidad, eco del confucianismo, que <a href="https://www.globalchinesephilanthropy.org/gcpi/report/178332">data de hace más de tres mil años</a>. Dicha tradición se estancó a partir de 1949, en los primeros años de la República Popular China, debido a sucesos como la nacionalización de los activos y la disolución o expulsión de organizaciones extranjeras del territorio. El estado socialista tuvo que cubrir las necesidades sociales y desalentó las iniciativas privadas.</p>
<p>Esta cronología <a href="https://www.fayard.fr/histoire/la-philanthropie-en-amerique-9782213643014">contrasta con la historia de la economía de Estados Unidos</a>, país donde la filantropía surgió muy temprano como un <a href="https://www.abc-clio.com/ABC-CLIOCorporate/product.aspx?pc=A1391C">remedio para los males sociales</a> del liberalismo capitalista en su época de oro.</p>
<p>Para los países que la practicaban, la filantropía funcionó durante un siglo como un «poder blando». Los ejemplos en la historia abundan, como es el caso de la manera en que Occidente la aprovechó para <a href="https://www.monde-diplomatique.fr/2011/03/SCHWARTZ/20267">luchar contra el Marxismo</a>. Actualmente, los países en desarrollo conforman una amplia zona de influencias filantrópicas múltiples que apelan al seguimiento de los <a href="https://philab.uqam.ca/wp-content/uploads/2019/05/philab_developpement-international_compressed.pdf">Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas</a>.</p>
<p>En la comunidad académica hay actualmente un creciente número de investigadores de origen chino dedicados a las organizaciones sin fines de lucro y a la filantropía (<a href="https://www.arnova.org/page/conferenceschedule">conferencia ARNOVA 2019</a>). Asimismo, China es objeto de investigaciones <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s11266-019-00142-3">más extensas</a>.</p>
<p>A partir de la política de «puerta abierta» de Deng Xiaoping, China ha tenido un crecimiento enorme que, si bien ha generado riqueza, también ha propiciado una mayor desigualdad. </p>
<p>Las primeras fundaciones privadas prosperaron en las décadas de los ochenta y los noventa como parte de un intento por detener este proceso y ayudar al estado en su gasto social, pero hasta 1994 no <a href="https://www.globethics.net/documents/4289936/17452664/GE_China_Ethics_7_isbn9782889311781.pdf">se admitió la compatibilidad entre la filantropía y el socialismo</a>. Actualmente somos testigos de un verdadero <a href="https://www.chinacenter.net/2017/china_currents/16-1/giving-harder-earning-philanthropy-china/">renacimiento del espíritu de la filantropía privada</a> en este país.</p>
<h2>Aumento de los filántropos multimillonarios</h2>
<p>La proliferación de estos filántropos chinos está directamente relacionada con el surgimiento de las fortunas. En 2017 había 373 multimillonarios en China continental (la segunda concentración más importante del mundo después de los 585 multimillonarios que vivían en Estados Unidos), cifra que incluía a 89 nuevos multimillonarios y equivalente a la aparición de casi <a href="https://www.bfmtv.com/economie/les-milliardaires-chinois-beaucoup-plus-riches-et-plus-nombreux-en-2017-1552437.html">dos nuevos multimillonarios por semana</a>. </p>
<p>Después de cinco años de crecimiento continuo, <a href="https://www.lefigaro.fr/entrepreneur/la-fortune-des-milliardaires-dans-le-monde-a-baisse-en-2018-apres-5-annees-de-hausse-20191108">esta cifra disminuyó</a> ligeramente en 2018, en congruencia con la desaceleración económica del mercado global.</p>
<p>Entre los prometedores empresarios que amasaron sus propias fortunas hay algunas figuras con influencia nacional que desean inspirar a una nueva generación de filántropos.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/310803/original/file-20200120-118315-1bgmhl0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/310803/original/file-20200120-118315-1bgmhl0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/310803/original/file-20200120-118315-1bgmhl0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/310803/original/file-20200120-118315-1bgmhl0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/310803/original/file-20200120-118315-1bgmhl0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/310803/original/file-20200120-118315-1bgmhl0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/310803/original/file-20200120-118315-1bgmhl0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/310803/original/file-20200120-118315-1bgmhl0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El Dr. Charles Chen Yidan, fundador del Premio Yidan de Educación.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Yidan Prize Foundation</span></span>
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<p>Tras llegar a ser uno de los hombres más adinerados del país, el doctor Charles Chen Yidan, cofundador de Tencent, dejó esta empresa en 2013 para dedicarse a promover la educación. El <a href="https://yidanprize.org/the-prize/">Premio Yidan</a> (3.8 millones de dólares) es <a href="https://thediplomat.com/2019/01/chinas-philanthropy-boom/">el premio más generoso del mundo para la investigación en el campo de la educación</a>.</p>
<p>Otra prominente figura es la señora He Quiaonv, quien en 2017 se comprometió a donar 1 500 millones de dólares <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2017-10-12/beijing-philanthropist-he-qiaonv-commits-1-5-billion-to-conservation">para la conservación de la biodiversidad</a>, la donación más fuerte que se ha realizado hasta la fecha para esta causa.</p>
<p>Los <a href="https://www.cof.org/content/nonprofit-law-china#deductibility">beneficios fiscales para la filantropía</a> aumentaron recientemente. Ahora las personas físicas pueden deducir donaciones hasta por el 30 % de su ingreso gravable, y los negocios, hasta 12 % de sus ganancias anuales.</p>
<h2>Los observatorios de la filantropía</h2>
<p>Las <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s11266-019-00142-3">investigaciones sobre la filantropía china</a> están aumentando de la misma manera que el número de instituciones que tienen como objetivo apoyar el crecimiento del sector y formar a los ejecutivos de las nuevas fundaciones.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/310798/original/file-20200120-118319-1hi1zkx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/310798/original/file-20200120-118319-1hi1zkx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/310798/original/file-20200120-118319-1hi1zkx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=878&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/310798/original/file-20200120-118319-1hi1zkx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=878&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/310798/original/file-20200120-118319-1hi1zkx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=878&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/310798/original/file-20200120-118319-1hi1zkx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1103&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/310798/original/file-20200120-118319-1hi1zkx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1103&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/310798/original/file-20200120-118319-1hi1zkx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1103&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Crecimiento de las fundaciones chinas (2006-2016).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.international.ucla.edu/media/images/GCPI-Image.PNG-n5-0qa.png">China Foundation Center, GCPI</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>En 2016 el China Foundation Center contó 5 545 fundaciones (financiadas por individuos adinerados o a través de un fondo público anual). </p>
<p>A partir de 2006, y a lo largo de una década, esta cifra hizo <a href="https://www.globalchinesephilanthropy.org/gcpi/report/178332">más que cuadriplicarse</a> (+430 %). Luego, <a href="https://www.alliancemagazine.org/blog/the-4-unique-drivers-leading-chinas-philanthropy-ecosystem/">en 2017</a>, la cantidad de fundaciones aumentó a 6 322, y <a href="https://chinaphilanthropy.ash.harvard.edu/uploads/files/425dfc92-63ae-43a8-a188-585d39d01478-2017 %20Reprot %20v3_EN.pdf">en 2018</a> llegaron a ser 7 048. El total de sus donaciones en 2014 ascendió a <a href="https://www.cn.undp.org/content/china/en/home/library/poverty/unleashing-the-potential-of-philanthropy-in-china-.html">102 000 millones de yuanes</a> (16 700 millones de dólares).</p>
<p>Por el lado estadounidense, la Universidad de Harvard creó una <a href="https://chinaphilanthropy.ash.harvard.edu/">base de datos</a> que reúne la información más precisa posible sobre la filantropía china. También ofrece varios <a href="https://ash.harvard.edu/china-programs-executive-education">programas de alto nivel</a> para los líderes de este campo emergente.</p>
<p>La cantidad de fundaciones sino-estadounidenses contabilizadas en Estados Unidos se ha cuadriplicado desde el año 2000, y en 2014 llegó a las <a href="https://www.scpr.org/news/2017/09/06/75367/first-generation-chinese-americans-growing-their-i/">1 300 entidades</a>. La cooperación bilateral está en camino de hacer coincidir los intereses y las estrategias de estos dos gigantes filántropos internacionales.</p>
<p>El <a href="http://en.cgpi.org.cn/auto/index.html">China Global Philanthropy Institute</a> fue fundado en 2015 por cinco filántropos chinos y estadounidenses, entre los que se encontraban Bill Gates y Ray Dalio. El objetivo de este instituto es inspirar a otros a través de un esfuerzo por «destacar la labor de filántropos ejemplares y líderes profesionales del sector filantrópico» con un objetivo doble: nacional e internacional. Para lograr esta meta, el Instituto se apoya en un tríptico de formación académica, apoyo a las buenas prácticas y viajes de estudio.</p>
<p>Asimismo, en 2019 se fundó el <a href="https://philanthropyinfocus.org/2019/11/26/china-foundation-center-launched-china-philanthropy-big-data-research-institute-in-beijing/">China Philanthropy Big Data Research Institute</a> con el objetivo de movilizar a todo el campo de la ciencia y la tecnología, incluyendo la inteligencia artificial, en favor de actividades caritativas con una intención declarada de fomentar la cooperación internacional.</p>
<p>Estas acciones son congruentes con el activismo de China, que actualmente es más general y trata de tener prominencia en el área de la tecnología aplicable a las transacciones financieras a través de la inminente <a href="https://www.technologyreview.com/s/614905/china-digital-currency-dcep-test/">adopción de las divisas digitales</a> o del dominio del <a href="https://www.reuters.com/article/us-china-blockchain/beijings-backing-could-tip-scales-in-race-for-blockchain-supremacy-industry-figures-say-idUSKBN1X91K1">blockchain</a>.</p>
<h2>Una proyección internacional predecible</h2>
<p>Actualmente China continental, incluyendo Hong Kong, es la fuente principal de financiación externa de las universidades estadounidenses. Dicha financiación es mucho mayor que la proveniente de fuentes más tradicionales como Reino Unido y Canadá, y se lleva a cabo a través de donaciones de los alumnos. Estos intercambios han propiciado críticas en el contexto más amplio de las tensiones entre China y Estados Unidos que <a href="https://www.lesechos.fr/monde/etats-unis/dans-les-universites-lautre-guerre-de-trump-avec-la-chine-1139339">afectan a las universidades</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/310801/original/file-20200120-118365-186h9ut.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/310801/original/file-20200120-118365-186h9ut.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/310801/original/file-20200120-118365-186h9ut.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/310801/original/file-20200120-118365-186h9ut.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/310801/original/file-20200120-118365-186h9ut.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/310801/original/file-20200120-118365-186h9ut.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/310801/original/file-20200120-118365-186h9ut.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/310801/original/file-20200120-118365-186h9ut.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Donaciones internacionales a universidades de EE.UU. (2007-2013), Jason Chow, Wall Street Journal, 22 Sept. 2014.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.international.ucla.edu/media/images/GCPI-Image.PNG-br-zmv.png">Infographie GCPI</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>A día de hoy, las fundaciones chinas han realizado donaciones internacionales en todos los continentes, especialmente como respuesta a desastres naturales. Una docena de ellas incluso <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s11266-017-9868-7">han establecido oficinas o proyectos piloto en el extranjero</a>.</p>
<p>En el escenario mundial, y en África en particular, China interviene de una manera más visible que antes a través de sus inversiones directas en el extranjero y de su ayuda oficial para el desarrollo.</p>
<p>La idea del presidente Xi Jinping sobre el «socialismo con características chinas para una nueva era» incluye planteamientos especiales para los diplomáticos, quienes han sido convocados a construir un «futuro compartido para la humanidad». Si las autoridades desplegaran una visión similar para dirigir el inmenso potencial de los flujos filantrópicos hacia el exterior con una determinación igual a largo plazo, China sin duda se elevaría al estatus de «gran potencia filantrópica».</p>
<h2>Una influencia mundial con miras al futuro</h2>
<p>A pesar de que las grandes masas de filántropos chinos continúan limitadas por las fronteras nacionales, ahora existen todos los elementos necesarios para su proyección exponencial en todo el mundo. Esta situación probablemente tendrá dos consecuencias.</p>
<p>Por una parte, el paisaje de la filantropía internacional se verá influido por la creciente presencia de los actores chinos, aunque nadie sabe aún qué orientaciones privilegiarán ellos. ¿Cómo encajarán en las redes existentes de filántropos? ¿Cómo contribuirán al surgimiento de una <a href="https://wings.issuelab.org/resource/what-makes-a-strong-ecosystem-of-support-to-philanthropy.html">infraestructura filantrópica global</a>?</p>
<p>¿Cómo será este proceso y de qué forma se manejará la redistribución del poder dentro del ecosistema filantrópico mundial, teniendo en cuenta que este campo ha permanecido tradicionalmente bajo una <a href="https://www.cairn.info/revue-critique-internationale-2007-2-page-173.htm">fuerte influencia occidental</a> debido a sus valores, redes financieras y modos operativos?</p>
<p>De la misma manera, las fundaciones y filántropos chinos activos a nivel internacional probablemente nutrirán, enriquecerán y, sin duda, ajustarán su visión al entrar en contacto con sus contrapartes extranjeras. Esta compartición global de experiencias, ¿llegará a ser fuente de inspiración para el sector filantrópico doméstico? ¿Cómo manejará China este doble intercambio de conceptos, ideas, técnicas e incluso tal vez de personal?</p>
<p>Independientemente de cuál sea la respuesta a estas preguntas, en el siglo XXI el sector filantrópico de China se transformará en una fuerza que deberá ser tenida en cuenta más allá de sus fronteras. Lo cierto es que es necesario prestar atención especial a esta expansión, que forma parte de <a href="https://www.belfercenter.org/publication/rise-and-fall-great-powers-twenty-first-century-chinas-rise-and-fate-americas-global">la trayectoria ascendente de esta nación</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/132211/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fabrice Jaumont ha recibido financiación de varias entidades para sus investigaciones y para las iniciativas educativas para las que ha recaudado fondos, incluyendo subvenciones de varias fundaciones estadounidenses, agencias del gobierno francés, corporaciones y contribuciones de individuos particulares. Está afiliado a la Fondation Maison des Sciences de l’Homme en París, la Fundación FACE en Nueva York y la Embajada de Francia en Estados Unidos. Sus opiniones son personales y no representan las de las organizaciones a las que está afiliado o que han apoyado su labor.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Charles Sellen ha recibido financiación de la Universidad de Indiana y de la Franco-American Fulbright Commission para realizar investigaciones sobre la filantropía. Actualmente está afiliado a la Lilly Family School of Philanthropy de la Universidad de Indianápolis. Sus opiniones son personales y no representan las de las organizaciones a las que está afiliado o que han apoyado su labor.
</span></em></p>China tiene una tradición muy antigua de generosidad filantrópica que se remonta a más de tres milenios: ¿Cómo es la filantropía de la China actual?Fabrice Jaumont, Researcher, Author, International Educator, Fondation Maison des Sciences de l'Homme (FMSH)Charles Sellen, Global Philanthropy Fellow, Lilly Family School of Philanthropy, IUPUILicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1320692020-02-19T20:41:51Z2020-02-19T20:41:51ZCómo prevenir la injusticia social<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/316191/original/file-20200219-11040-1pecjs0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C2974%2C2317&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Sin título (Juan Genovés 1972)</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.museoreinasofia.es/coleccion/obra/sin-titulo-459">Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid, España).</a></span></figcaption></figure><p>El 20 de febrero es el <a href="https://www.un.org/es/observances/social-justice-day">Día Mundial de la Justicia Social</a>. Fue propuesto por la Asamblea General de las Naciones Unidas a finales de 2007 aunque su observancia data de 2009. En cualquier caso coincide con la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gran_Recesi%C3%B3n">Gran Recesión</a> iniciada en 2008, cuyos lesivos efectos económicos y laborales, sociales y políticos perduran. Este undécimo aniversario es una buena ocasión para volver a preguntarnos en qué puede consistir la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Justicia_social">justicia social</a>. O más bien su reverso: <em>la injusticia</em>.</p>
<p>Quiero responder inicialmente a esta cuestión con los tres principios que, según el filósofo ilustrado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Immanuel_Kant">Immanuel Kant</a>, deben definirnos como <a href="https://www.alianzaeditorial.es/libro/filosofia/fundamentacion-para-una-metafisica-de-las-costumbres-immanuel-kant-9788420608495/">ciudadanos</a>, a saber: <a href="https://ctkebooks.net/translatio/hacia-la-paz-perpetua-un-diseno-filosofico/"><em>libertad</em>, <em>igualdad</em> e <em>independencia</em> o <em>autonomía</em></a>. Estas tres condiciones no pueden verse disociadas porque se necesitan y complementan mutuamente. Estamos ante el anticipo del concepto de <em>Egaliberté</em> acuñado por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89tienne_Balibar">Étienne Balibar</a>. </p>
<h2>La elusiva <em>igualdad de oportunidades</em></h2>
<figure class="align-left zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/316037/original/file-20200218-10980-4990d0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/316037/original/file-20200218-10980-4990d0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/316037/original/file-20200218-10980-4990d0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=449&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/316037/original/file-20200218-10980-4990d0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=449&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/316037/original/file-20200218-10980-4990d0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=449&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/316037/original/file-20200218-10980-4990d0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/316037/original/file-20200218-10980-4990d0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/316037/original/file-20200218-10980-4990d0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Viñeta de Forges.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.forges.com/">Forges.</a></span>
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<p>Sin igualdad no puede haber libertad. Y esto exige a su vez ser autónomo en términos económicos. Porque nadie cuya subsistencia dependa de otro podrá ejercer su libertad y disfrutar de la igualdad. En términos kantianos, la justicia social consiste en que nuestra <em>capacitación</em> y nuestro <em>esfuerzo</em>, las <em>aptitudes</em> que perfilamos mediante nuestras <em>actitudes</em>, sólo precisen de <em>la suerte</em> para promocionarnos. </p>
<p>Es decir: si los <em>talentos</em> y el <em>talante</em>, conjugados únicamente con el <em>azar</em> de una u otra coyuntura, no sirven por sí solos para permitir ascender –o descender– en la escala social, no podrá decirse que exista una mínima justicia social. Esta no quiere decir que todos debamos tener exactamente lo mismo. Ni tampoco que debamos obtenerlo en función de nuestras necesidades o cosas parecidas. Determina que hemos de tener las <em>mismas oportunidades</em>, sin que nuestras metas queden condicionadas, para bien o para mal, por nuestros orígenes y nuestro punto de partida.</p>
<h2>Moral del <em>esfuerzo</em> y del <em>éxito</em></h2>
<p>Cuando nuestra cuna, etnia, género, diversidad funcional o cualquier otra circunstancia de partida, totalmente ajena a nuestra voluntad, sella nuestro destino para bien o para mal, esto significa que la justicia social brilla por su ausencia. No deberíamos considerar <a href="https://theconversation.com/quienes-son-los-verdaderos-parasitos-la-ganadora-de-los-oscar-y-la-lucha-de-clases-131522">la pobreza como un <em>estigma</em></a>, ni la riqueza como algo envidiable de suyo, porque a veces esto último dista mucho de ser algo merecido, al no haberse ganado a pulso. Menospreciamos <a href="https://theconversation.com/es-una-quimera-imaginar-un-politico-moral-127837"><em>la moral del esfuerzo</em></a> y sobredimensionamos la del <em>éxito</em>. Menoscabamos lo que depende de nosotros, y de lo que por consiguiente somos responsables, en aras de aquello que nos viene dado sin más.</p>
<p>Todavía se aclaman los fundamentos del <em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Estado_de_derecho">Estado de derecho</a></em>, pero al mismo tiempo se desmantelan las bases del <em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Estado_del_bienestar">Estado de bienestar</a></em>. Esto es un craso error. Porque se trata de las dos caras de una misma moneda, como la libertad y la igualdad. Al finiquitar el Estado de bienestar es más fácil que se conciten los <a href="https://theconversation.com/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-populismo-118861">populismos</a> de ambos signos. También se abona el terreno para <a href="https://theconversation.com/joker-o-las-mascaras-del-descontento-126235">la demagogia y los caudillajes</a>. Los años treinta del siglo XX nos recuerdan cómo suelen terminar ese tipo de procesos, bien analizados por <a href="http://isegoria.revistas.csic.es/index.php/isegoria/article/view/1029">Ernst Cassirer</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/316178/original/file-20200219-11044-1wqhvp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/316178/original/file-20200219-11044-1wqhvp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/316178/original/file-20200219-11044-1wqhvp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=486&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/316178/original/file-20200219-11044-1wqhvp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=486&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/316178/original/file-20200219-11044-1wqhvp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=486&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/316178/original/file-20200219-11044-1wqhvp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=611&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/316178/original/file-20200219-11044-1wqhvp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=611&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/316178/original/file-20200219-11044-1wqhvp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=611&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/great-depression-unemployed-men-queued-outside-238058275">Everett Historical / Shutterstock</a></span>
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<p>Mientras que la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gran_Depresi%C3%B3n">Gran Depresión de 1929</a> genera <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/New_Deal">nuevos contratos sociales</a> e intenta poner coto a la improductiva especulación financiera, mediante la regulación bursátil y un reparto proporcional en el pago de impuestos, la crisis de 2008 ha buscado soluciones completamente opuestas. Basta recordar las tablas impositivas que tuvieron los norteamericanos durante décadas tras el desastre de Wall Street en 1929. Y comparar ese dato con la tendencia actual de imposibilitar o procrastinar cualquier gravamen tributario a las grandes corporaciones, al tiempo que se devalúan las condiciones de los contratos laborales y se incrementa la precariedad laboral. </p>
<h2>Buscar el beneficio propio, sin <em>daños colaterales</em></h2>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/316186/original/file-20200219-10985-rdzna4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/316186/original/file-20200219-10985-rdzna4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/316186/original/file-20200219-10985-rdzna4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=874&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/316186/original/file-20200219-10985-rdzna4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=874&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/316186/original/file-20200219-10985-rdzna4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=874&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/316186/original/file-20200219-10985-rdzna4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1098&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/316186/original/file-20200219-10985-rdzna4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1098&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/316186/original/file-20200219-10985-rdzna4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1098&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Litografía de Kant por Lovis Corinth, 1916.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.kant.uni-mainz.de/ikonographie/stich_druck_holzschnitt.html">Centro de Investigación Kant de la Johannes Gutenberg-Universität Mainz</a></span>
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</figure>
<p>A juicio de <a href="https://www.con-textoskantianos.net/index.php/revista">Kant</a>, <a href="http://isegoria.revistas.csic.es/index.php/isegoria/article/view/992">la caridad y la beneficencia</a> no dejan de ser una impostura, porque no debería ser necesario ejercerlas. La necesidad de hacerlo proviene de alguna injusticia social cometida previamente, al acaparar los recursos disponibles en unas pocas manos y privar de los mismos a la inmensa mayoría.</p>
<p>Tal como plantea <a href="http://cchs.csic.es/es/article/roberto-r-aramayo-ifs-publica-rousseau-politica-hizo-hombre-tal-es">Rousseau</a>, también para <a href="https://digital.csic.es/handle/10261/13639">Kant</a> la <a href="http://cchs.csic.es/es/article/roberto-r-aramayo-ifs-publica-kant-moral-politica">política y la ética </a>deben coincidir en restringir el perjuicio que podamos causar a los demás. Las reglas de juego del ámbito político no deben pretender procurarnos la felicidad. Han de establecer las condiciones en que podamos buscarla causando el menor <a href="https://revistas.usal.es/index.php/0213-3563/article/view/3786">daño</a> a los demás al perseguir nuestro provecho y beneficio.</p>
<h2>Javier Muguerza y su <em>imperativo de la disidencia</em></h2>
<p>Como advierte <a href="http://www.plazayvaldes.es/libro/disenso-e-incertidumbre">Javier Muguerza</a>, siempre nos cabe <em>decir que no</em>, y negarnos a secundar las injusticias, aunque no podamos instaurar aquello que consideramos justo salvo dando ese rodeo. De ahí su célebre <em><a href="http://isegoria.revistas.csic.es/index.php/isegoria/article/view/857">imperativo de la disidencia</a></em>, con el que quiso <a href="http://isegoria.revistas.csic.es/index.php/isegoria/article/view/476">actualizar la formulación kantiana</a> de no instrumentalizar al ser humano en general. </p>
<p>Ante un conflicto entre nuestra propia <a href="https://doxa.ua.es/article/view/1994-n15-16-el-tribunal-de-la-conciencia-y-la-conciencia-del-tribunal-una-reflexion-etico-juridica-sobre-la-ley-y-la-conciencia">conciencia moral</a> y una presunta <em><a href="https://doxa.ua.es/article/view/1987-n4-sobre-el-exceso-de-obediencia-y-otros-excesos-un-anticipo">obediencia debida</a></em>, siempre podemos atender a los dictados de nuestra conciencia. Lo haremos desde luego <a href="https://theconversation.com/como-cabe-despedirse-de-la-vida-128892">sin pretender imponer nuestro parecer</a> por la fuerza, y apechando con las consecuencias que conlleve nuestra <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Desobediencia_civil">desobediencia</a>, antes de acatar la obediencia debida. Esto último es lo que presume hacer <a href="https://www.filco.es/kant-arendt-onfray-peligros-obediencia-ciega/">Adolf Eichmann</a> para escándalo de Hannah Arendt, quien ve aquí una <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Banalidad_del_mal">banalización del mal</a>.</p>
<figure class="align-left ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/316010/original/file-20200218-10995-x36ose.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/316010/original/file-20200218-10995-x36ose.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=1043&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/316010/original/file-20200218-10995-x36ose.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=1043&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/316010/original/file-20200218-10995-x36ose.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=1043&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/316010/original/file-20200218-10995-x36ose.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1311&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/316010/original/file-20200218-10995-x36ose.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1311&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/316010/original/file-20200218-10995-x36ose.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1311&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Javier Muguerza en la Colina de los Chopos.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Roberto R. Aramayo</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
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<p>“Mientras quede tanto por hacer con ideales como la paz, la justicia o la democracia –escribió el <a href="https://elpais.com/cultura/2019/09/18/actualidad/1568834287_814388.html">recientemente</a> desaparecido
<a href="http://isegoria.revistas.csic.es/index.php/isegoria/article/view/1068/1060">Javier Muguerza</a>-, no creo que nos hallemos en situación de jubilar al pensamiento utópico. Por lo que a mí concierne, declararía mi preferencia por la ‘vía negativa’ consistente en luchar por ideales como la paz, la justicia o la democracia ‘jugando a la contra’, es decir, oponiéndonos a las guerras, tratando de erradicar las injusticias y rebelándonos contra las tiranías”.</p>
<p>Quizá el mejor modo de contribuir a instaurar y mantener la justicia social sea en efecto luchar contra las injusticias sociales desde todos los frentes y a cada paso que damos, como sugiere <a href="https://editorial.csic.es/publicaciones/libros/12732/0/dialogos-con-javier-muguerza-paisajes-para-una-exp.html">Muguerza</a>. La ventaja adicional es que, aun cuando debiera tratarse de una tarea primordial para las instituciones políticas, siempre podemos intentar atenernos contra viento y marea a ese criterio en nuestras pautas procedimentales, a nuestra cuenta y riesgo, contracorriente. Al margen de lo que piensen o hagan los demás. </p>
<p>Pues siempre nos cabe <em>disentir</em> de lo que consideremos inicuo. Por muy hegemónica que sea la rapacidad propia del robotizado <em>homo oeconomicus</em> de corte ultra-neoliberal, cuya miopía cortoplacista le impide apreciar que a todos nos trae más cuenta evitar situaciones radicalmente injustas en el seno de cualquier sociedad. Parece obvio que nadie puede ganar a largo plazo con las reglas de juego del más exacerbado <a href="https://boe.es/publicaciones/anuarios_derecho/articulo.php?id=ANU-F-1984-10016300176">darwinismo social</a> de sesgo economicista. Porque la baraja termina rompiéndose y los tahúres acaban tan mal como aquellos a quienes han timado.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/132069/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Roberto R. Aramayo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Instaurado hace más de diez años, el Día Mundial de la Justicia Social, que se conmemora hoy, nos recuerda la necesidad de luchar contra las injusticias, incluso aunque sea con la disidencia.Roberto R. Aramayo, Profesor de Investigación IFS-CSIC. Historiador de las ideas morales y políticas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.