tag:theconversation.com,2011:/us/topics/universidad-56470/articlesuniversidad – The Conversation2024-03-19T18:51:36Ztag:theconversation.com,2011:article/2233762024-03-19T18:51:36Z2024-03-19T18:51:36Z¿Se puede aprender a ser ‘influencer’ en la universidad?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/577005/original/file-20240221-28-aclv9c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=378%2C0%2C6256%2C4477&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/smiling-young-couple-happy-faces-looking-2248744793">dekazigzag/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Inés Hernand fue una de las presentadoras del programa que RTVE Play (el servicio de transmisión por internet de la radio y televisión pública española) dedicó a la última gala de los Goya (premios de la Academia del Cine de España). Su desempeño fue objeto de debate, ya que Hernand no es periodista, sino <em>influencer</em> en redes sociales, y por lo tanto desconocía, según ha reconocido el propio <a href="https://twitter.com/cdirtve_es/status/1757002649205878958/photo/1">Consejo de Informativos de RTVE</a>, los estándares de calidad y neutralidad que se recogen en el libro de estilo de la Corporación. </p>
<p>Si bien la capacidad de estos creadores de contenido para ejercer de periodistas es discutible, no lo es tanto para ejercer de publicistas. Precisamente, el <em>marketing</em> de influencia se ha convertido en una estrategia clave para el sector publicitario. En 2023 la inversión en publicidad en <em>influencers</em> ha sido de <a href="https://www.infoadex.es/home/wp-content/uploads/2024/02/Estudio-InfoAdex-2024-Resumen.pdf">79,1 millones de euros</a>, lo que supone un crecimiento del 23,9 % respecto al ejercicio anterior. </p>
<p>Eso nos lleva a preguntarnos: ¿es ser <em>influencer</em> una profesión? ¿Qué es necesario aprender? ¿Tienen los <em>influencers</em> formación? ¿Están las universidades preparadas para formar a este colectivo? </p>
<p>A través de un cuestionario aplicado a <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/10980482241231267?icid=int.sj-abstract.citing-articles.1">290 micro-<em>influencers</em></a> (aquellos que tienen entre 1 000 y 100 000 seguidores) sobre sus necesidades y aspiraciones en educación, hemos encontrado que, a pesar de que algunos tiene formación universitaria, no se han preparado para las labores específicas de la creación digital. De hecho, muchos han expresado un fuerte deseo de mejorar su profesionalidad a través de la Universidad y son los Grados en Marketing o Publicidad los que consideran como más apropiados para ello. El principal obstáculo que encuentran para hacerlo es económico y de falta de tiempo. </p>
<h2>Pero ¿se puede aprender a ser ‘influencer’ en la universidad?</h2>
<p>Las universidades se enfrentan al reto de contribuir a la profesionalización de esta nueva figura dentro de la industria publicitaria, un papel de formación que hasta ahora ha cumplido sobre todo el propio sector a través de cursos propios de asociaciones, agencias o medios, entre otros. Sirva como ejemplo la citada investigación en la que casi el 40 % de los entrevistados ha expresado su necesidad de conocer cómo funciona una agencia de publicidad y un 52 % de informarse sobre la labor del departamento de comunicación de una marca. </p>
<p>Los <em>influencers</em> trabajan para marcas, logrando así poner en contacto a anunciantes y consumidores. Para ello, necesitan conocer los fundamentos del <em>marketing</em> y estar familiarizados con conceptos que forman parte del día a día de la actividad publicitaria: <em>target</em>, <em>briefing</em>, objetivos de comunicación, formatos publicitarios, <em>consumer insight</em>, etc. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/influencers-una-profesion-al-margen-de-la-ley-153363">'Influencers': ¿una profesión al margen de la ley?</a>
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<p>Precisan entender la estrategia del cliente para poder comunicarla adecuadamente a través de la creación de contenidos. Contenidos que por otro lado deben cumplir con las normas éticas y deontológicas del sector, así como de la red social en la que operan. </p>
<p>Los prescriptores digitales requieren, además, conocer las características de cada red social así como herramientas que les permitan crear, editar, publicar y evaluar sus publicaciones. </p>
<p>Por otro lado, además de la formación propia en publicidad, se requieren otras competencias que se aprenden en la Universidad, tales como las habilidades de comunicación -tanto oral como escrita-, el trabajo en equipo -en este caso con el cliente- o la creatividad. </p>
<h2>Asignaturas clásicas y nuevas asignaturas</h2>
<p>La labor del <em>marketing de influencia</em> es conocida por los estudiantes del Grado en Publicidad a través de asignaturas clásicas como Redacción publicitaria, La agencia de publicidad, <em>Branding</em> o Fotografía Publicitaria. Pero también a través de asignaturas digitales como Marketing digital; Gestión de comunidades virtuales o Narrativas transmedia y <em>storytelling</em>. </p>
<p>Sin embargo, los principales esfuerzos realizados en los <a href="https://revista.profesionaldelainformacion.com/index.php/EPI/article/view/86476">planes de estudios</a> de Publicidad y Relaciones Públicas en España han tenido que ver con formar a los estudiantes en competencias digitales como SEO (Search Engine Optimization) o <em>community manager</em>. </p>
<p>La universidad irlandesa South East Technological University (SETU) ha sido pionera en lanzar el <a href="https://www.itcarlow.ie/courses/type/undergraduate-cao-courses/sport-media-marketing-courses/ba-content-creation-and-social-media-se301.htm">Grado en Creación de Contenidos y Social Media</a>, una carrera para convertirse en <em>influencer</em> profesional y donde encontramos las mencionadas asignaturas del Grado en Publicidad. </p>
<p>En este sentido, solo para las universidades que hayan actualizado sus planes de estudio a las demandas del sector e incorporen las citadas asignaturas, ser <em>influencer</em> es una salida laboral más y, por lo tanto, pueden hacer frente a la necesidad de formar a este profesional. </p>
<h2>Ética profesional</h2>
<p>Finalmente, la formación es clave para la profesionalización de este sector. Debe tenerse en cuenta que los <em>influencers</em> tienen la capacidad de conectar con miles o millones de personas. Por ello es importante hacerlo de forma responsable, especialmente en el caso de los menores, quienes siguen especialmente los contenidos creados por estos prescriptores digitales y quienes representan una de las audiencias más vulnerables.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223376/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los grados que hayan adaptado sus planes de estudio a las necesidades del sector están preparados para formar a ‘influencers’, contribuyendo así a su profesionalización manera ética y responsable.Erika Fernández Gómez, Profesora Titular de Publicidad y Coordinadora Académica del Grado en Publicidad de UNIR, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Beatriz Feijoo, Profesora Titular de Publicidad de la Facultad de Empresa y Comunicación, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2197282024-03-12T18:28:17Z2024-03-12T18:28:17Z¿Qué pueden hacer las universidades para mejorar los resultados de PISA?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/574605/original/file-20240209-16-wshqpn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=135%2C52%2C4867%2C3275&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/soft-focus-school-university-student-holding-1021963270">panitanphoto/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cada vez que <a href="https://elpais.com/educacion/2023-12-05/informe-pisa-espana-obtiene-su-peor-resultado-pero-resiste-el-batacazo-educativo-global-mejor-que-su-entorno.html">PISA</a> publica un informe, suele caer como un jarro de agua fría entre quienes forman el sistema educativo: familias, docentes, administraciones y universidades. </p>
<p>Entre los docentes <a href="https://www.grupo-sm.com/sites/sm-espana/files/resources/imagenes/Comunicaci%C3%B3n/FundacionSM/educobarometro/El-profesorado-en-Espa%C3%B1a-2023_OES-FSM.pdf">crece el desencanto y la desilusión</a>. ¿Cuál es la responsabilidad de la Universidad, formadora de maestros y profesores? ¿Cómo puede acompañar más eficazmente a quienes llevan sobre sus hombros el peso de los buenos resultados académicos? </p>
<h2>Evolución de la formación de maestros en España</h2>
<p>Hace treinta años las Escuelas de Magisterio (cuyos docentes no solían ser doctores ni trabajar en el ámbito de la investigación) aceptaban a estudiantes que en algunos casos no realizaban la selectividad y cursaban sus estudios como diplomatura durante tres años (180 créditos). El <a href="https://education.ec.europa.eu/es/education-levels/higher-education/inclusive-and-connected-higher-education/bologna-process">Proceso de Bolonia y la reestructuración del Espacio Europeo de Educación Superior</a> transformó esta diplomatura en un grado de cuatro años (240 créditos), al igual que las enseñanzas de Historia, Matemáticas, Física o Derecho. </p>
<p>Hoy, a los estudiantes que desean realizar un doble grado como maestro en Educación Infantil y Primaria (en facultades con un profesorado relativamente joven y doctor, si bien no siempre consolidado en su carrera académica) se les exige unas <a href="https://elpais.com/especiales/universidades/titulacion/notas/educacion-infantil-y-educacion-primaria/1970">notas de corte</a> en la EvAU entre 13,4 y 11,6: uno de los más elevados dentro del ámbito de las Ciencias Sociales y de las Humanidades.</p>
<h2>Bajar el número de estudiantes en grados de Educación</h2>
<p>¿Qué factores lastran la formación actual del maestro? Por un lado, probablemente sea necesario redistribuir y ampliar la formación práctica en los colegios, tal y como sucede en otros países europeos, con una dimensión más <a href="https://sede.educacion.gob.es/publiventa/descarga.action?f_codigo_agc=19322">transversal</a>. </p>
<p>Por otro lado, y desde hace ya algunos años, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) viene advirtiendo del hecho de que las universidades públicas y privadas de las diferentes comunidades autónomas ofrecen un 50,5 % más de plazas que los puestos de trabajo que se crean. Es decir que <a href="https://www.educaweb.com/noticia/2018/12/18/universidades-advierten-se-forman-mas-maestros-se-necesitaran-18666/">las universidades forman un número de maestros muy por encima de la demanda</a>. </p>
<p>¿No sería más apropiado <a href="https://elpais.com/educacion/2023-02-06/70-decanos-de-educacion-reclaman-un-examen-especial-para-entrar-a-magisterio-y-al-master-de-secundaria.html">reducir el número de estudiantes</a> y propiciar una mayor atención en ratios menores para quienes van a tener en sus manos la educación del futuro del país?</p>
<h2>Secundaria: hipertrofia disciplinar y atrofia pedagógica</h2>
<p>En el caso de los docentes de Educación Secundaria, su formación universitaria se realiza en las facultades de cada área: estudios de Historia, Filologías, Arte, Física, Química, Matemáticas, etc… Todos los egresados terminan con la misma “mochila formativa”, independientemente de si se plantean un futuro profesional docente como si quiere trabajar en el sector industrial o tecnológico. No existe en estas carreras ninguna asignatura específicamente pedagógica.</p>
<p>La adaptación a la enseñanza de los egresados de cada grado queda en manos del <em>Máster en Educación Secundaria</em>, sustituto del <em>Curso de Adaptación Pedagógica</em> de hace treinta años. Su limitación en el tiempo y su fuerte carga teórica se aleja de lo que hacen otros países de nuestro entorno. </p>
<p>Por ejemplo, en Francia, los futuros docentes, al matricularse en el Máster de Profesorado –que dura dos años–, también se inscriben en el proceso de selección. En el primer año compatibilizan el estudio con <a href="https://gidpip.hypotheses.org/4097%5D.%20Si%20superan%20los%20ex%C3%A1menes%20de%20primer%20a%C3%B1o%20obtienen%20la%20condici%C3%B3n%20de%20%22funcionarios%20en%20pr%C3%A1cticas%22,%20con%20un%20sueldo%20pr%C3%B3ximo%20a%20los%201750%20euros,%20y%20en%20el%20segundo%20a%C3%B1o%20asumen%20media%20jornada%20docente%20con%20total%20autonom%C3%ADa%20y%20%20clases%20en%20el%20%5BINSP%C3%89%20(Instituts%20Nationaux%20Sup%C3%A9rieurs%20du%20Professorat%20et%20de%20l'%C3%89ducation%5D(https://www.reseau-inspe.fr/">la impartición de una misma asignatura a dos grupos con el apoyo de un profesor tutor veterano</a>. </p>
<p>En Alemania definen el <a href="https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/aie/article/view/30106/39154">perfil docente</a> a través de los <em>Centros de Formación de Docentes</em> que tienen una doble formación pedagógica e interdisciplinar, con prácticas en centros educativos en formación dual antes de acceder al examen estatal. </p>
<h2>Sistema de acceso y MIR educativo</h2>
<p>En cuanto al acceso al ejercicio de la docencia, <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/sistema-educativo-tres-profesores-temporal-cambiar-empresa-ano_1_9829081.html">tenemos una alta tasa de inestabilidad e interinidad</a>. Las oposiciones tienen temarios inespecíficos, y los opositores recurren a preparadores que hacen <em>tabula rasa</em> de la formación previa. La experiencia laboral del opositor se valora de forma cuantitativa sin que se evalúe su desempeño: se puede acreditar seis años de interinidad, por ejemplo, independientemente de cómo se haya realizado la labor docente durante esos seis años.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/se-puede-y-se-debe-evaluar-al-profesorado-186229">¿Se puede y se debe evaluar al profesorado?</a>
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<p>Este curso 2023-2024 se ha puesto en funcionamiento en Cataluña el ensayo de un <a href="https://www.educacionyfp.gob.es/revista-de-educacion/numeros-revista-educacion/numeros-anteriores/2021/393/393-8.html">MIR educativo</a> que faculte a través de la residencia inicial del docente –-similar a la médica-– la adquisición de las competencias necesarias. </p>
<h2>¿Y la formación continua?</h2>
<p>La formación de los docentes está poco reconocida. No cuenta en sus expedientes para los procesos de concurso de traslados, recae a menudo en su tiempo libre y la voluntad de actualizarse fracasa a menudo ante la enorme cantidad de tiempo y energía que suponen las tareas burocráticas diarias de informes y expedientes.</p>
<p>Algunas administraciones, tras la crisis de 2008, <a href="https://www.educacionyfp.gob.es/mc/redie-eurydice/sistemas-educativos/profesorado/formacion-permanente-profesorado.html">renunciaron a programas formativos e incentivaron grupos de trabajo en los centros</a>, y no existe en general <a href="https://repositori.uic.es/handle/20.500.12328/3704">una política formativa sistemática</a>. </p>
<h2>¿Qué pueden hacer las universidades?</h2>
<p>En este contexto tan complejo, ¿qué pueden hacer las universidades para mejorar la formación del docente? La salud y la educación constituyen dos pilares esenciales de nuestra sociedad. De hecho, un buen sistema educativo que satisfaga el principio de igualdad de oportunidades para todos permitirá la cohesión social y formará, por ejemplo, nuevo personal sanitario –entre otros muchos posibles– no importe cuál sea su origen étnico o social. </p>
<p>Por ello, tal vez puedan considerarse los siguientes elementos para iniciar una mejora:</p>
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<li><p>Consolidación de plantillas en las Facultades de Educación. La estabilidad de los formadores facilita la organización de mejores horarios –y en consecuencia aprovechamiento– para los estudiantes y un mayor compromiso con la investigación educativa.</p></li>
<li><p>Potenciar los departamentos y áreas de didácticas específicas –Didáctica de las Matemáticas, de las Ciencias Experimentales o Sociales, de la Lengua y la Literatura, de las Artes– y generar un mayor diálogo con sus áreas disciplinares –Matemáticas, Física, Química, Lengua y Literatura, Música, Bellas Artes, etc.– para que conjuntamente participen en diseños pedagógicos y didácticos formativos. </p></li>
<li><p>Reducir el número de estudiantes en los Grados de Educación y aproximarlos a ratios de otros grados y disciplinas experimentales.</p></li>
<li><p>Negociar con la Administración una mayor retroalimentación entre la universidad y los docentes de Infantil, Primaria y Secundaria, de modo que, más allá de la provisión de figuras de profesorado asociado, estos puedan compartir su experiencia con los futuros maestros y profesores.</p></li>
<li><p>Acordar con las Comunidades Autónomas programas sistemáticos para la formación continua del docente, con participación de profesorado de los distintos niveles educativos y valorar la posibilidad de incluir itinerarios didácticos en sus grados disciplinares.</p></li>
<li><p>Solicitar a ANECA y a las Administraciones la articulación y financiación de un MIR educativo que permitiera la formación y evaluación cualitativa de las capacidades docentes de los nuevos egresados como nueva forma de acceso a la carrera profesional.</p></li>
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<p>Familias, docentes, universidades y gestores políticos no podemos dejar que el pilar educativo se erosione. PISA nos descubre lo que no nos gusta ver. Si la educación era para el filósofo francés Jean-Françoise Lyotard <a href="https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/lyotard.htm">el arte de hacer visibles las cosas invisibles</a>, ¿no deberíamos tomarnos en serio este reto, abrir finalmente los ojos y aceptar nuestra responsabilidad con los niños y jóvenes del futuro?</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/219728/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan José Pastor Comín no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Repasamos las mejoras logradas y las mejoras pendientes para lograr que la profesión docente alcance la profesionalidad y el prestigio que merece.Juan José Pastor Comín, Catedrático de Universidad. Área: Música. Investigación: Relaciones entre Música y Literatura, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2220752024-02-20T17:55:03Z2024-02-20T17:55:03ZLos secretos que esconden obras de arte incautadas durante la guerra civil española<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/573804/original/file-20240206-16-pv6j7l.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C2%2C1908%2C1074&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Anverso y reverso de la copia del retrato de Rafael incautada.</span> <span class="attribution"><span class="source">Fotografía Marcial Gómez Martín. Universidad de Oviedo</span></span></figcaption></figure><p>En 1934, durante la Revolución de Octubre, la Universidad de Oviedo quedó reducida a ruinas. El fuego destruyó todo su patrimonio: biblioteca, archivo, colección de pinturas y material de enseñanza. Retomar la docencia y la vida académica supuso un enorme esfuerzo que se inició con la reconstrucción del edificio, truncada de nuevo por el estallido de la Guerra Civil. </p>
<p>Finalizada la contienda, y retomando una actividad universitaria rutinaria, el claustro consideró necesario amueblar y decorar salas y despachos. Precisamente en este contexto llegaron un total de <a href="https://efe.com/principado-de-asturias/2024-01-15/la-universidad-muestra-19-cuadros-incautados-en-la-guerra-civil-y-sin-duenos/">19 pinturas</a> procedentes de los depósitos que, durante la Guerra, había habilitado la <a href="https://www.mcu.es/ccbae//es/consulta/registro.cmd?id=186837">Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico</a>. Este organismo fue creado por el gobierno de la República en 1936 para salvaguardar el patrimonio cultural durante el tiempo que durase el conflicto. </p>
<p>Así, a principios de 1942 la Universidad acogió estas obras enviadas por la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional, el organismo franquista encargado de la gestión de las miles de pinturas que se encontraban en los almacenes de arte al finalizar la Guerra. Para sacarlas de allí era habitual la concesión de las que no habían sido reclamadas por sus legítimos propietarios, bien a la iglesia, a museos o a centros oficiales. Este fue el caso de la Universidad de Oviedo. La mayor parte del lote estaba formado por retratos, que se colocaron en las distintas salas y despachos, donde permanecen hasta nuestros días. </p>
<p>Esta es la historia que conocemos sobre esos lienzos. Su vida previa sigue siendo un misterio.</p>
<h2>Un trabajo detectivesco</h2>
<p>A la hora de investigar el pasado de estas obras encontramos algunas dificultades. La primera: la información sumamente escueta de las descripciones del recibo de entrega. Estos indicaban, por ejemplo, “Retrato de caballero” en los retratos masculinos, “… de señora” en los femeninos, y poco más. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/573818/original/file-20240206-23-xz8u65.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Retrato de una mujer vestida de negro que mira al frente." src="https://images.theconversation.com/files/573818/original/file-20240206-23-xz8u65.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/573818/original/file-20240206-23-xz8u65.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=719&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/573818/original/file-20240206-23-xz8u65.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=719&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/573818/original/file-20240206-23-xz8u65.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=719&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/573818/original/file-20240206-23-xz8u65.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=904&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/573818/original/file-20240206-23-xz8u65.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=904&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/573818/original/file-20240206-23-xz8u65.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=904&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"><em>Retrato de dama desconocida</em>.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Fotografía Marcial Gómez Martín. Universidad de Oviedo</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Pero también aparecía un número al lado de cada obra. Y precisamente estas numeraciones fueron la clave para localizar fotografías antiguas y datos más precisos en el archivo del Instituto de Patrimonio Cultural de España.</p>
<p>Una segunda fuente de información fue la pegatina que, durante la Guerra, la Junta de Incautación había colocado en la parte de atrás de los lienzos. En ella se incluían datos relevantes, como por ejemplo las organizaciones que habían incautado la obra a sus propietarios. Entre ellas encontramos la Agrupación Socialista Madrileña, la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), la Caja de Reparaciones, la Dirección de Seguridad y la Junta de Incautación. La mala noticia es que no todos los lienzos llevaban esta etiqueta.</p>
<p>Por último, gracias a la colaboración y a las investigaciones llevadas a cabo por el profesor <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=749596">Arturo Colorado</a> y la Universidad de Oviedo, a día de hoy prácticamente toda la información que existe sobre las obras está localizada.</p>
<h2>Lo (poco) que sabemos</h2>
<p>Aunque todavía seguimos sin desentrañar una parte de la interesante vida de estas obras, hay ciertos datos que conocemos:</p>
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<li><p>Catorce de las obras que llegaron a la Universidad son retratos. Una parte lo son de personajes desconocidos pero, en otros casos, se trata de copias de lienzos de importantes pintores como Rafael, Rubens, Van Dyck y Velázquez.</p></li>
<li><p>La mayor parte de las piezas son de autor desconocido, es decir, o no están firmadas o la firma resulta ilegible. Solamente tres tienen autoría reconocida. En uno de los casos apareció la firma tras una restauración del lienzo. Esto indica que, en ocasiones, la información puede que esté ahí pero no la podemos leer a simple vista.</p></li>
<li><p>Una gran parte fueron requisadas a sus propietarios por organizaciones como la CNT y la Agrupación Socialista Madrileña, y no por la Junta de Incautación. La diferencia estribaba en que, cuando era la Junta la que lo hacía, registraba el nombre del propietario, le entregaba un recibo, se quedaba con una copia y enviaba otra al Ministerio. Esto se hacía con la intención de devolverles las piezas a sus dueños, en buenas condiciones de conservación, al finalizar la contienda. Sin embargo, otras organizaciones no realizaban ningún registro cuando confiscaban, perdiéndose la pista de sus propietarios y dificultando la posterior tarea de la devolución.</p></li>
<li><p>Independientemente del organismo que llevó a cabo la incautación, la Junta exigió que le fuesen entregadas las obras para almacenarlas, en condiciones de seguridad, en los depósitos habilitados en Madrid (Museo del Prado, Museo Arqueológico Nacional, Museo de Arte Moderno…). Por eso las pinturas llegaron desde estos almacenes.</p></li>
</ul>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/573807/original/file-20240206-26-pt2jyx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Retrato de un hombre mayor leyendo y palpando un libro." src="https://images.theconversation.com/files/573807/original/file-20240206-26-pt2jyx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/573807/original/file-20240206-26-pt2jyx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=756&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/573807/original/file-20240206-26-pt2jyx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=756&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/573807/original/file-20240206-26-pt2jyx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=756&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/573807/original/file-20240206-26-pt2jyx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=950&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/573807/original/file-20240206-26-pt2jyx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=950&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/573807/original/file-20240206-26-pt2jyx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=950&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"><em>Retrato de Beethoven</em>.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Fotografía Marcial Gómez Martín. Universidad de Oviedo</span></span>
</figcaption>
</figure>
<ul>
<li>Una de las obras, <em>Retrato de Beethoven</em>, fue incautada por la Caja de Reparaciones. Este organismo fue creado por el gobierno de la República para requisar bienes a los sublevados y sus simpatizantes, especialmente joyas y todo lo que pudiese convertirse en dinero. El objetivo era paliar mínimamente el desastre económico de la guerra. La Junta y la Caja mantuvieron siempre enfrentamientos de criterio. La primera miraba por el interés artístico de la piezas, mientras que la segunda atendía a su valor económico. De hecho, tasaba cada una en lo que podía costar. La obra depositada en la Universidad fue valorada en 1 000 pesetas.</li>
</ul>
<p>A día de hoy no podemos identificar a los propietarios legítimos de las obras, al no quedar registrados en ningún archivo. Tampoco parece factible que, con los datos que tenemos, pueda llegar a hacerse en un tiempo cercano. Lo que sí podemos afirmar es que la Universidad, tras hacerlas públicas, las custodiará y conservará para el futuro, mientras sus legítimos propietarios no puedan volver a recuperarlas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/222075/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ana Quijada Espina no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La Universidad de Oviedo ha hecho pública la lista de bienes incautados durante la guerra civil española para ponerla a disposición de sus dueños originales.Ana Quijada Espina, Técnica de Bienes Culturales y Protocolo. Docente de Historia de las Universidades Hispánicas en el programa PUMUO, Universidad de OviedoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2213422024-02-19T20:41:28Z2024-02-19T20:41:28ZCómo prepararse para enseñar en la universidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/573051/original/file-20240202-27-vgjsak.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C5463%2C3628&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/black-female-teacher-explaining-lecture-group-1955306815">Drazen Zigic / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La enseñanza universitaria presenta un conjunto de desafíos específicos: la masificación del alumnado, la diversidad de perfiles de estudiantes, la docencia compartida con otras actividades como la investigación y la gestión, la incorporación de prácticas innovadoras y el avance de la digitalización (incluida la inteligencia artificial). Estos se añaden a las competencias necesarias en cualquier tipo de labor docente (planificación curricular, metodología, evaluación, etc.). </p>
<p>Sin embargo, y a diferencia de otros niveles educativos, a menudo al profesorado universitario no se le exige ninguna acreditación pedagógica para desempeñar la función docente. Este ha sido el caso en España hasta hace poco. En este sentido, la recién aprobada <a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2023-7500">ley de universidades</a> (más conocida como LOSU) marca, por primera vez, unas nuevas directrices y da prioridad a la formación docente. Además impone a las universidades la obligación de institucionalizar un programa de formación docente inicial en el profesorado:</p>
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<p>“Para el desarrollo de su capacidad docente, las Profesoras y Profesores Ayudantes Doctores deberán realizar, en el primer año de contrato, un curso de formación docente inicial cuyas características serán establecidas por las universidades, de acuerdo con sus unidades responsables de la formación e innovación docente del profesorado”. (<a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2023-7500">Art.78b</a>).</p>
</blockquote>
<p>No es una situación única de España: en muchas universidades europeas el profesorado que comienza su carrera <a href="http://publications.europa.eu/resource/cellar/40f84414-683f-11e7-b2f2-01aa75ed71a1.0004.01/DOC_1">no realiza una preparación específica</a> para adquirir o desarrollar las competencias pedagógicas. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/lo-que-falta-en-las-leyes-universitarias-198826">Lo que falta en las leyes universitarias</a>
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<h2>La importancia de los primeros años</h2>
<p>En los primeros años como docente se construye la identidad profesional y la base de nuestro modelo de docente, lo cual condicionará nuestros rasgos de personalidad, motivaciones y actitudes durante toda la carrera profesional. Se trata de un periodo caracterizado por cierta ansiedad, desconfianza y grandes temores, debido a la inexperiencia en el rol de docente. </p>
<p>Además de los desafíos apuntados inherentes en la educación superior, el profesorado novel suele enfrentarse también a tensiones adicionales como la precariedad económica, inestabilidad en los contratos y la excesiva burocracia, en un sistema que sigue premiando, sobre todo, <a href="https://theconversation.com/la-cultura-del-publica-o-perece-y-sus-efectos-sobre-la-investigacion-155317">los méritos en investigación</a>. Esto suele traducirse en una falta de tiempo para prepararse para la docencia.</p>
<h2>¿Qué formación hay disponible?</h2>
<p>En 2021 iniciamos un proyecto de investigación sobre el <a href="https://unidpd.uji.es/">desarrollo profesional e iniciación docente en la universidad (#UniDPD)</a>. En estos tres años de andadura, hemos podido realizar una radiografía del estado de la formación inicial del profesorado en el sistema universitario español, analizando los programas disponibles (en términos de contenidos, competencias, duración, evaluación, etc.), algunos de los elementos más característicos de dichos <a href="https://narceaediciones.es/es/universitaria/1626-el-profesorado-novel-en-la-universidad-9788427731318.html">programas en algunas universidades españolas y europeas</a> (mentoría, portafolio, evaluación formativa, etc.) y la percepción de cómo se despliega dicha formación por parte de personal con responsabilidad académica, formador y profesorado novel.</p>
<p>Estas son algunas de las conclusiones que hemos extraído de la investigación:</p>
<ol>
<li><p>Es recomendable que los programas de formación inicial estén basados en un diagnóstico previo que tenga en cuenta las necesidades específicas de cada docente en su contexto. Parece lógico, pues no existe un enfoque único que se ajuste a todas las realidades. Por ello, es esencial adaptar los programas a las características y demandas de cada universidad, dando voz a ser posible al propio profesorado, sus formadores y al alumnado, destinatario directo de la acción docente.</p></li>
<li><p>Se debe prestar especial atención a la selección de las personas mentoras y diseñar para ellas una formación y un sistema de incentivos. Contar con una sólida reputación en la enseñanza, habilidades para propiciar la reflexión del alumnado, un conocimiento profundo de la institución y unas habilidades interpersonales adecuadas, como la comunicación, la observación y la colaboración, son algunas cualidades que se destacan. Son menos relevantes los años de experiencia o el estatus profesional. </p></li>
<li><p>Diseñar la política de profesorado a partir de un marco profesional de competencias compartidas para la selección, formación inicial y continua, evaluación y desarrollo profesional. Un excelente ejemplo lo constituye el <a href="https://red-u.org/marco-de-desarrollo-academico-docente-mdad/">Marco de Desarrollo Académico Docente (MDAD)</a>, impulsado por un grupo de trabajo de la Red Estatal de Docencia Universitaria (REDU).</p></li>
<li><p>Igual de importante es hacer un seguimiento del funcionamiento del programa de formación. ¿Ha funcionado bien? ¿Ha cubierto las expectativas de las personas participantes? ¿Qué impacto ha tenido en el aprendizaje del profesorado, en su concepción sobre la enseñanza y en la institución? Por tanto, debe diseñarse cuidadosamente su evaluación y que esta vaya más allá de cuestionarios de satisfacción.</p></li>
</ol>
<h2>Vincular investigación con docencia</h2>
<p>Otro aspecto importante es vincular la actividad docente con la investigadora. Este enfoque se conoce como <em>Scholarship of Teaching and Learning</em> (SoTL) en inglés. El SoTL implica, en esencia, que el docente se convierta en investigador de su propia práctica. Su objetivo es aprender sistemáticamente sobre la enseñanza y compartir esos aprendizajes con la comunidad académica. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/influye-la-personalidad-en-la-calidad-de-un-docente-179584">¿Influye la personalidad en la calidad de un docente?</a>
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<p>Esto significa, por ejemplo, observar críticamente cómo se enseña, evaluar la eficacia de diferentes métodos de enseñanza y aprendizaje y reflexionar sobre cómo estos impactan en el rendimiento del alumnado.</p>
<h2>Redes de trabajo en equipo</h2>
<p>Esta labor no debe asumirse en solitario. Es recomendable trabajar en la creación de redes en el ámbito universitario que promuevan el trabajo en equipo y la cooperación en este ámbito. Para ello, existen iniciativas a nivel nacional e internacional, como las diferentes asociaciones científicas de docencia universitaria. Y, por supuesto, también podemos aprovechar todo el potencial de las tecnologías digitales en el aprendizaje docente. </p>
<p>Esto puede ayudar a compartir experiencias, recursos y buenas prácticas entre facultades y universidades, enriqueciendo así la formación inicial del profesorado universitario. Precisamente esta idea de construir un espacio colectivo en torno a la formación del profesorado universitario es la que nos motivó a abordar esta investigación y compartirla a través de este medio.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/221342/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La docencia universitaria no se practica ni se enseña antes de ejercerla: exploramos los programas de formación que se podrían implantar y su impacto en los profesores empiezan.Lucía Sánchez-Tarazaga, Profesora Permanente Laboral en Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación (MIDE), Universitat Jaume IFrancesc Marc Esteve Mon, Profesor Titular de Didáctica y Organización Escolar, Universitat Jaume ILicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2199482024-01-25T17:53:27Z2024-01-25T17:53:27ZTaylor Swift entra en la Universidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/568849/original/file-20240111-25-nyv4mp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3397%2C1802&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Taylor Swift en un momento de 'The Eras Tour: Lover Set'.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/paolov/53109587759/in/album-72177720310415752/">Paolo Villanueva/Flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span></figcaption></figure><p>Hace tiempo que Taylor Swift apenas necesita presentaciones, algo que ha reforzado el éxito indiscutible de su “<a href="https://tstheerastour.taylorswift.com/">The Eras Tour</a>”, a raíz del cual <a href="https://www.nytimes.com/2023/08/05/arts/music/taylor-swift-eras-tour.html"><em>The New York Times</em> ha llegado a afirmar</a> que la cantante estadounidense ha alcanzado niveles de demanda y saturación mediática que no se recuerdan desde el dominio global que en el siglo pasado exhibieran Michael Jackson y Madonna. Sin duda esta comparación (que no equiparación), por sí sola, ya da buena cuenta del impacto que Swift y su obra tienen en el mundo.</p>
<p>Está claro, entonces, que las canciones de Taylor Swift son un producto de consumo masivo; sus letras, sin embargo, tienen un componente de elaboración literaria infrecuente en la música popular y, en general, se sitúan por encima de <a href="https://theconversation.com/son-poesia-las-letras-de-joaquin-sabina-172165">la canción de consumo</a>. </p>
<p>No es Bob Dylan, pero tampoco parte de la industria musical que apenas se preocupa por lo que se canta. Así que no debería sorprender (aunque a veces lo haga) que desde la Universidad se haya generado interés por la obra de Swift. La cantante es desde 2022 doctora <em>honoris causa</em> en Bellas Artes por la Universidad de Nueva York y sobre sus letras proliferan cursos como los de las universidades de <a href="https://www.latimes.com/california/story/2023-07-07/stanford-will-offer-student-led-class-on-taylor-swifts-storytelling-through-the-eras">Stanford</a>, <a href="https://liberalarts.utexas.edu/news/ut-english-course-takes-a-swift-turn">Texas</a>, <a href="https://english.fas.harvard.edu/news/taylor-swift-harvards-version">Harvard</a> y <a href="https://studiekiezer.ugent.be/studiefiche/en/A005255/2023">Gante</a>.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/OBG50aoUwlI?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Discurso de Taylor Swift tras recibir el doctorado <em>honoris causa</em> por la Universidad de Nueva York.</span></figcaption>
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<h2>El canon</h2>
<p>Aunque puedan parecer excentricidades, ese doctorado, esos cursos que trasladan a Taylor Swift al ámbito universitario sin desligarla de la cultura de masas, son determinantes. </p>
<p>En un artículo titulado <a href="https://doi.org/10.1353/hsf.2023.a918074">“La canción de autor, la literatura y la crítica”</a> resumo cómo distintos procesos contribuyen a la integración de la canción de autor en el sistema literario, a la canonización de sus letristas. Entre ellos, el más perceptible por la amplia mayoría es la concesión de premios literarios, como el <a href="https://www.nobelprize.org/prizes/literature/2016/dylan/facts/">Nobel de Literatura a Bob Dylan</a> en 2016 o el <a href="https://www.academie-francaise.fr/georges-brassens">Gran Premio de Poesía de la Academia Francesa a Georges Brassens</a> en 1967.</p>
<p>También contribuye a la canonización el estudio académico. Es notable cómo cada vez empiezan a ser más frecuentes los análisis de letras de canciones desde una perspectiva literaria. Incluso en el caso de Taylor Swift podemos encontrar ya trabajos que se ocupan de ello, como alguno de los contenidos en el monográfico (de revelador título) “Taking Taylor Seriously” que se publicó en la revista <a href="https://www.tandfonline.com/toc/gcmr20/40/1"><em>Contemporary Music Review</em></a>. Y, como en el caso de Swift, son también canonizadores los doctorados <em>honoris causa</em>, de lo que es buen ejemplo Joan Manuel Serrat, a quien <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Joan_Manuel_Serrat#Algunos_premios_y_reconocimientos_recibidos">Wikipedia</a> le reconoce ya más de una decena.</p>
<p>Todo suma, sin duda, pero no debemos olvidar un proceso determinante para la canonización de una obra: su enseñanza. De manera general puede decirse que la enseñanza (reiterada, <a href="https://doi.org/10.2307/464208">como puntualizaba Lillian S. Robinson</a>) de un determinado autor es percibida por el conjunto de la sociedad como una prueba casi definitiva de que este ha pasado a formar parte del canon literario. Después de todo, suele asumirse que es a estos autores a quienes se reserva el derecho de ser enseñados, analizados, en el aula. </p>
<p>Y es aquí donde entran en juego los cursos.</p>
<h2>El aula</h2>
<p>Dejando aparte casos puntuales y envidiables como el de Georges Brassens en Francia, no es todavía común que los letristas tengan cabida por sí mismos (es decir, no como apoyo, sino como fin) en los currículos escolares o universitarios. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/568845/original/file-20240111-25-d5i5ck.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="El presidente Barack Obama entrega al músico estadounidense Bob Dylan la Medalla de la Libertad, el martes 29 de mayo de 2012, durante una ceremonia en la Casa Blanca en Washington." src="https://images.theconversation.com/files/568845/original/file-20240111-25-d5i5ck.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/568845/original/file-20240111-25-d5i5ck.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=481&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/568845/original/file-20240111-25-d5i5ck.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=481&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/568845/original/file-20240111-25-d5i5ck.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=481&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/568845/original/file-20240111-25-d5i5ck.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=605&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/568845/original/file-20240111-25-d5i5ck.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=605&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/568845/original/file-20240111-25-d5i5ck.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=605&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El presidente Barack Obama entrega al músico estadounidense Bob Dylan la Medalla de la Libertad, el martes 29 de mayo de 2012, durante una ceremonia en la Casa Blanca en Washington.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:President_Barack_Obama_presents_American_musician_Bob_Dylan_with_a_Medal_of_Freedom.jpg">NASA/Bill Ingalls</a></span>
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<p>Da buena cuenta de ello Richard F. Thomas, profesor de la Universidad de Harvard, que cuenta en su libro <a href="https://harpercollins.co.uk/products/why-dylan-matters-richard-f-thomas?variant=32720032530510"><em>Why Dylan Matters</em></a> cómo, al proponer a la prestigiosa institución realizar un seminario sobre el cantautor de Minnesota, se topó con una general actitud de displicencia. Esto ocurrió en el año 2003, cuando Dylan todavía no había sido distinguido con el Nobel y era común considerar propuestas de esta naturaleza una <em>boutade</em> poco rentable en lo académico y lo económico.</p>
<p>Es probable que tras los noticiosos cursos sobre las letras de Taylor Swift no latan solo motivaciones estrictamente académicas sino otras impulsadas en buena medida por su abrumadora popularidad. Pero no por ello dejan de ser ejemplo (seguramente el más difundido) de una práctica que viene siendo recurrente en los últimos años. Los letristas están comenzando a entrar con pie derecho en la academia y parece justo concederles el hueco que merecen. Se explican así, en el ámbito hispánico, casos como el curso de verano sobre Luis Eduardo Aute <a href="https://www.juntadeandalucia.es/cultura/agendaculturaldeandalucia/evento/curso-de-verano-de-la-universidad-de-malaga-letras-y-musica-canciones-entre-dos-siglos">que ofreció la Universidad de Málaga</a> en 2016 o el que más recientemente <a href="https://extension.uned.es/actividad/29901">le ha dedicado la UNED</a> a Joaquín Sabina.</p>
<p>De la misma forma que, sobre todo tras el Nobel a Dylan, otras universidades han explotado académica, económica y quizás hasta promocionalmente la aproximación didáctico-literaria a las letras de canciones, parece justo que desde el extendido y variado ámbito hispanohablante se siga idéntica dinámica. A fin de cuentas, en español han escrito sus letras autores de la talla de los ya nombrados y de otros como José Alfredo Jiménez o Enrique Santos Discépolo, por mencionar solo a dos más.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/Pw19dBn4_EE?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">“Que te vaya bonito”, canción de José Alfredo Jiménez.</span></figcaption>
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<p>Se trata por supuesto de una cuestión capaz de erizar la piel de los más escépticos, que podrían cuestionar la decisión de realizar cursos sobre Taylor Swift, Bob Dylan o Joaquín Sabina en lugar de sobre Walt Whitman, Federico García Lorca o cualquier otro “autor tradicional”. </p>
<p>La respuesta a este posible escepticismo es sencilla: los cursos de la naturaleza de los señalados por lo general tienen como función aproximar a los estudiantes a los objetos de estudio más contemporáneos. Es decir, se enmarcan en el creciente interés científico-literario por las letras de canción, sin que por ello supongan sugerir que tal letrista es mejor autor literario que tal poeta, y ni siquiera que todos los letristas poseen la misma calidad en su escritura.</p>
<p>En ese sentido esta atención investigadora y docente por las letras de canción se revela, sin duda, como uno de los pasos iniciales hacia la que puede ser una futura integración de sus autores en el canon y en el currículo. Por tanto, analizar y explicar las letras de Taylor Swift y de cualquier otro letrista que se sitúe literariamente en algún grado por encima de la canción de consumo no solo no es una <em>boutade</em>, sino que podría incluso considerarse un fenómeno en cierta medida adelantado a su tiempo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/219948/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Javier Soto Zaragoza no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las canciones de Taylor Swift son un producto de consumo masivo; sus letras, sin embargo, tienen un componente de elaboración literaria infrecuente en la música popular.Javier Soto Zaragoza, Investigador y profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Universidad de AlmeríaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2035112024-01-25T17:44:29Z2024-01-25T17:44:29Z¿Cumplen las universidades europeas con su compromiso de luchar contra la desinformación?<p>El fenómeno actual de la desinformación, agravado por la crisis sanitaria de la <a href="https://revista.profesionaldelainformacion.com/index.php/EPI/article/view/79503">covid-19</a> y los crecientes <a href="https://www.uloyola.es/blog/la-universidad/profesores-de-la-universidad-loyola-presentan-el-libro-la-guerra-desinformativa-de-putin-desmintiendo-las-falacias-sobre-la-invasion-de-ucrania-en-la-oficina-del-parlamento-europeo-en-espana">conflictos internacionales</a>, es uno de los desafíos más significativos de nuestra era. Expertos de diversas disciplinas y organizaciones internacionales, entre las que se encuentra la <a href="https://spain.representation.ec.europa.eu/noticias-eventos/contra-la-desinformacion_es">Unión Europea (UE)</a>, subrayan el papel de la educación en general y de la universidad en particular en la lucha contra esta problemática. </p>
<p>Hoy en día, ningún aspecto de nuestra sociedad escapa al impacto de los trastornos informativos y somos nosotros, los ciudadanos de a pie, y <a href="https://revistas.upb.edu.co/index.php/comunicacion/article/view/437">nuestras democracias </a> los principales damnificados. </p>
<p><a href="https://edintegrity.biomedcentral.com/articles/10.1007/s40979-019-0049-x">La educación superior</a> tiene la capacidad y la responsabilidad de alfabetizar en medios digitales y promover el pensamiento crítico para que seamos capaces de discernir la información veraz de la que no lo es. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/posverdad-en-la-universidad-213390">Posverdad en la universidad</a>
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<h2>Soluciones desde la educación superior</h2>
<p>Nuestra investigación, vinculada al <a href="https://site.unibo.it/fakespotting-project/en">proyecto europeo FakesPotting</a> cuyo propósito es reforzar la identidad y la relación estratégica de la UE con los Balcanes Occidentales, analiza el papel de la universidad europea en la lucha contra la desinformación. </p>
<p><a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/11356405.2022.2121134">Nuestro análisis</a> incluye 411 acciones destinadas a este asunto que hemos encontrado en las webs de 140 instituciones de educación superior de Italia, República de Macedonia del Norte, Serbia, Eslovaquia, Albania y España. </p>
<h2>La lucha contra la desinformación: una tarea irregular e insuficiente</h2>
<p>A grandes rasgos, los resultados obtenidos revelan que no existe una participación generalizada en materia de lucha contra la desinformación. Únicamente 53 instituciones desarrollaron al menos una acción al respecto, siendo las de Italia y España las más destacadas por su plena implicación. Ambos países fueron los más activos al sumar 289 actuaciones de forma conjunta. </p>
<p>La mayoría de estos desempeños fueron actividades y eventos internos que tenían una intención informativa, a la par que educativa, y estaban dirigidos a todos los públicos, sobre todo a estudiantes. Estos trataron por norma la desinformación desde una óptica general. No obstante, pese a que esta temática fue abordada de manera directa, no se profundizó en otras cuestiones relacionadas. </p>
<p>Las competencias y objetivos más repetidos entre las acciones analizadas <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/?uri=CELEX%3A52018DC0236">coinciden con las propuestas de la CE</a>: compartir resultados de investigación y conocimiento científico, alfabetizar mediáticamente o promover el juicio crítico mediante respuestas inclusivas que garanticen la transparencia informativa. </p>
<h2>Arriesgar la verdad es arriesgar la democracia</h2>
<p>Pese a las limitaciones de un estudio de estas características, resulta imposible no reconocer la necesidad de que la UE, junto a sus Estados miembros y su entorno geográfico más próximo, como los <a href="https://www.consilium.europa.eu/es/press/press-releases/2020/05/06/zagreb-declaration-6-may-2020/">Balcanes Occidentales</a>, tomen medidas en contra de la desinformación. Recordemos que atentar constantemente contra el derecho a la información veraz socava la confianza en las instituciones, fomenta la polarización y debilita el tejido social. </p>
<p>Solo un esfuerzo colectivo, en el que participe la educación superior, y un compromiso decidido con la verdad puede evitar los efectos de esta lacra. De lo contrario, y ante los desafíos que ya plantea la creciente <a href="https://theconversation.com/confluencias-invisibles-entre-la-inteligencia-artificial-y-la-desinformacion-213531">influencia de la inteligencia artificial</a>, el riesgo no será la difícil distinción entre lo auténtico y lo falso, sino algo aún más grave: que esa distinción deje de importarnos, como advierte <a href="https://telos.fundaciontelefonica.com/telos-122-entrevista-posverdad-michael-sandel-el-peligro-no-es-que-sea-dificil-distinguir-lo-real-de-lo-falso-sino-que-esa-distincion-deje-de-importarnos/">Michael J. Sandel</a>, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2018.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/203511/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Manuel Marcos Vílchez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La educación superior debe ser más decidida en su lucha contra la desinformación y las noticias falsas con programas de alfabetización mediática que formen cuidadanos críticos.José Manuel Marcos Vílchez, Ayudante de Investigación y Profesor del Departamento de Comunicación y Educación, Universidad Loyola AndalucíaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2203382024-01-19T07:21:18Z2024-01-19T07:21:18Z¿Cómo elegir universidad?<p>Una de las decisiones más complejas y vitales de los estudiantes es elegir universidad. El paso del instituto a la universidad es una transición compleja: cambio de estilo de vida, nuevo entorno, nuevos compañeros, desconocimiento, cambio de cultura de estudio, fortaleza, superación… Por eso, elegir la universidad adecuada es crucial.</p>
<p>Numerosos estudios de <a href="https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=aUchbfv9eKQC&oi=fnd&pg=PA13&dq=econom%C3%ADa+de+la+education&ots=kRkeTTBmUW&sig=FQUMqpNmVC9YJmVCubGW2co7-wc#v=onepage&q=econom%C3%ADa%20de%20la%20education&f=false">economía de la educación</a> pueden ayudarnos a identificar algunos de los factores de decisión valorados por el estudiante preuniversitario. <a href="https://eric.ed.gov/?id=ED275224">Entre otros, figuran:</a> </p>
<ol>
<li><p>Número de becas y lo que cubren. </p></li>
<li><p>Existencia de convenios internacionales que posibiliten realizar estancias en centros extranjeros vía Erasmus y otras ayudas a la movilidad. </p></li>
<li><p>El coste de los estudios. </p></li>
<li><p>Cuestiones prácticas como la situación geográfica, los desplazamientos hacia y dentro del campus, los horarios del grado, las instalaciones del centro y la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0212679615000122">modalidad de estudio</a>. </p></li>
<li><p>Cuestiones curriculares, como la existencia de dobles titulaciones, las notas de acceso, la oferta formativa y los planes de estudio. </p></li>
<li><p>La posibilidad de prácticas. </p></li>
<li><p>El prestigio del centro medido a través de rankings como el de <a href="https://www.shanghairanking.com/rankings/arwu/2023">Shanghai</a> o el <a href="https://www.topuniversities.com/qs-world-university-rankings">QS World University Ranking</a>, y la calidad del profesorado en términos de publicaciones y líneas de investigación. </p></li>
<li><p>El ratio de número de alumnos por profesor y asignatura, la cercanía del profesorado. </p></li>
</ol>
<p>Para valorar estos factores, <a href="https://redined.educacion.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/98142/Edutec-e_39_Fontdevila_Carreras_DelOlmo.pdf?sequence=1&isAllowed=y">la presencia en las redes sociales de cada institución</a> es un factor importante.</p>
<p>A modo de resumen, en la siguiente tabla se identifican los factores de un <a href="https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/31591201/valencia2009.pdf20130812-28515-1g5puhm-libre-libre.pdf?1376333630=&response-content-disposition=inline%3B+filename%3DMujeres_y_mercado_de_trabajo_analisis_de.pdf&Expires=1704842811&Signature=KZE6SN8zdwMaJi%7E4kueAF7pG8sx8H0whueBAhPQmnVRFHwAhq2Kg8ovP4JXPu1OdqKRgBJlEirYpXXY4B8KBpZdqnP9v3Fz6GpZueleEf7w12nvyPDydGfJjxnmKS8GKvOLOarBWBOkM9P3Z9nnt0zbgUtMHKCSMlBWQFrIQZCWjmd532vElsiHDRtlkQ7SfnhkwJ0liFBJm9PN64nwmSTRcai9hWOATV7jaLvu%7EKEBBvnEgYJ-AhhzMOT7aV3GhgjNldPhftB6-siUs98lU61kOQGdb3Dtujif0Ic1smp2jLBCYsCJfSJ-ZsveE7g4WkNRiW0o0bFLDheAiXE37PA__&Key-Pair-Id=APKAJLOHF5GGSLRBV4ZA#page=157">estudio empírico</a> realizado para una muestra de estudiantes de segundo curso de bachillerato en Cataluña (España).</p>
<h2>Herramientas para ayudar a elegir universidad</h2>
<p>El <a href="https://www.universidades.gob.es/">Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de España</a> proporciona una herramienta en línea y aplicación denominada <a href="http://siiu.universidades.gob.es/QEDU/"><em>QEDU</em></a>: <em>Qué estudiar y dónde en la universidad</em> que ofrece información oficial a la población que esté pensando en acceder a la Universidad. Esta aplicación recopila la información de las titulaciones impartidas en las universidades españolas, obtenida del Registro de Universidades, Centros y Títulos y del Sistema Integrado de Información Universitaria. </p>
<p>La información que genera la aplicación ofrece datos sobre el grado y la universidad en la que se imparte: modalidad, idioma, número de plazas, localización de la universidad, notas de corte de la convocatoria actual y anterior.</p>
<p>Otra iniciativa similar es el proyecto <a href="https://www.u-ranking.es/"><em>U-Ranking</em></a> de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), que <a href="https://www.fbbva.es/wp-content/uploads/2022/06/Informe-U-Ranking-FBBVA-Ivie-2022.pdf">analiza el funcionamiento</a> de las universidades españolas. En el año 2023, analizaron 71 universidades españolas (48 públicas y 23 privadas), comparando más de 3 600 grados oficiales, e intentan dar respuesta a preguntas como: ¿cuáles son las universidades españolas más productivas o eficientes?</p>
<p><a href="https://www.u-ranking.es/elige-universidad"><em>Elige Universidad</em></a> proporciona ayuda al estudiante preuniversitario mediante un ránking de grados y universidades adaptados a sus preferencias, con información sobre notas de corte, precio del crédito de primera matrícula y resultados de inserción laboral.</p>
<h2>Una visión holística para elegir universidad</h2>
<p>Al igual que la elección de una carrera universitaria requiere un <a href="https://theconversation.com/aprender-a-conocerse-clave-para-elegir-que-estudiar-191153">sutil cambio de perspectiva y un trabajo de autoconocimiento y autoobservación desde las etapas educativas previas</a>, elegir universidad debe hacerse a partir de una visión holística. </p>
<p>Por un lado, debemos tener presentes los condicionantes bajo los que tomamos la decisión: cómo la tomamos (cuestiones que tienen que ver con nuestras posibilidades y circunstancias personales como el precio de la matrícula o la distancia del centro). Por otro lado, también debemos tener en cuenta que las decisiones <a href="https://blogs.uoc.edu/cienciasdelasalud/es/como-toma-decisiones-nuestro-cerebro/">no son solamente racionales</a>. Analizar cuáles son los motivos que nos hacen preferir o priorizar un factor u otro en la decisión final nos permitirá identificar las cuestiones que nos parecen más importantes a nosotros <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/10731224/">por cómo somos</a> y lo que más valoramos.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/tomamos-mejores-decisiones-bajo-presion-174014">¿Tomamos mejores decisiones bajo presión?</a>
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<p>Pensar en conceptos como qué la hace diferente a las demás universidades, qué valor aporta, también pueden ayudarnos a elegir universidad. </p>
<p>Otros aspectos a tener en cuenta en la elección es que una universidad genere confianza, que se preocupe por sus estudiantes y que transmita <a href="https://www.encastillalamancha.es/educacion-cat/uclm/universidad-castilla-la-mancha-referente-nacional-incuestionable/">cercanía y facilite el acompañamiento de estos estudiantes preuniversitarios a una nueva etapa de formación superior</a>. </p>
<p>Serán las universidades que entienden la importancia del conocimiento y su capacidad de transformar a la sociedad; que trabajan en pos de una docencia para con la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1138144214000023">sociedad en general</a>. Algunas universidades desarrollan iniciativas como <a href="https://www.lanzadigital.com/castilla-la-mancha/la-facultad-de-derecho-y-ciencias-sociales-de-ciudad-real-pone-en-marcha-el-programa-mentor-2022-23/">planes de mentorización</a> para interaccionar, integrar y apoyar a los nuevos alumnos.</p>
<h2>Elegir universidad según la sintonía en valores</h2>
<p><a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0120053414700196">La educación en valores</a> también es una cuestión de <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0185276015000072">estudios universitarios</a>. Identificar la conexión que existe entre tus valores y los de la universidad puede ser clave. Para ello debemos realizar una reflexión sobre algunas de las cuestiones vitales. </p>
<p>Aunque parezcan alejadas de una decisión como la de dónde cursar los estudios superiores, preguntas como “qué quiero ser”, “para qué sirvo”, “quién soy yo” o “para quién soy yo” nos pueden ayudar a elegir universidad, más allá de una mera ubicación, horarios o instalaciones.</p>
<p>Ante la abundancia de oferta, es imprescindible, finalmente, dejar a un lado el llamado “<a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0747563223002716">FOMO, <em>Fear of Missing Out</em></a>” (miedo a perderse algo): una vez la decisión está tomada, debemos seguir adelante creando nuestro camino, confiando en la elección que hemos tomado. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p><em>Este artículo forma parte de una colaboración con Becas Santander, una iniciativa global que ofrece becas, programas y contenidos gratuitos para adultos de cualquier edad. Más información en <a href="https://www.becas-santander.com/">https://www.becas-santander.com</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/220338/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Consoli Quintana Rojo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿Quién soy?, ¿qué quiero ser? ¿para qué sirvo o qué se me da mejor? Este tipo de preguntas nos pueden ayudar a identificar qué universidad escoger.Consoli Quintana Rojo, Doctora en Economía y Empresa. Profesora e investigadora del área de Economía Aplicada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2198912024-01-10T20:46:39Z2024-01-10T20:46:39ZCómo facilitar el aprendizaje a los estudiantes del espectro autista en la universidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/566081/original/file-20231215-23-mg9380.JPG?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C17%2C5991%2C3970&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Última reunión del proyecto 'Encuentros'.</span> <span class="attribution"><span class="source">Imagen facilitada por los autores.</span></span></figcaption></figure><p>La diversidad de estudiantes en las aulas universitarias es una realidad <a href="https://www.fundacionuniversia.net/content/dam/fundacionuniversia/pdf/VI%20Estudio%20Universidad%20y%20Discapacidad%20ACCESIBLE.pdf">cada vez más frecuente</a>. Estas instituciones deben garantizar los principios de equidad e inclusión para todo el alumnado. Pero ¿realmente <a href="https://psycnet.apa.org/buy/2019-09818-001">son espacios inclusivos</a>? </p>
<p>Hemos preguntado a los docentes universitarios y sus repuestas indican que no se consideran suficientemente formados en cuestiones de diversidad. Esta percepción se intensifica cuando hablamos de estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Al preguntar su reacción cuando se les comunica que tienen un estudiante con este trastorno en clase uno de los profesores expresó: </p>
<blockquote>
<p>“Pues yo diría ¡socorro, socorro! Porque es un tema para el que yo no me considero suficientemente preparado”. </p>
</blockquote>
<p>Por tanto, la formación del profesorado es un aspecto crucial a tener en cuenta. Pero ¿qué tipo de formación? Identificamos que el profesorado necesita ejemplos y guías sobre casos específicos y no tanto contenidos genéricos y teóricos sobre el TEA. En ese sentido, también demandan poder contar sus experiencias y recibir orientaciones prácticas sobre estas. </p>
<h2>Un aprendizaje flexible para docentes y alumnos</h2>
<p>El Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) busca flexibilizar la enseñanza ofreciendo diferentes opciones para motivar al alumnado, para que puedan expresarse y para que puedan percibir la información de acuerdo con sus preferencias. Aunque ya existen <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/03075079.2023.2259932">evidencias</a> sobre sus beneficios para la participación y aprendizaje del alumnado con TEA, todavía es un <a href="https://revistas.uam.es/reice/article/view/reice2023_21_4_006">reto</a> implementar esta visión en la universidad. </p>
<p>Por estas razones hemos puesto en marcha el proyecto <a href="https://repositori.uji.es/xmlui/handle/10234/204383"><em>Encuentros. Prácticas Inclusivas basadas en el DUA para la inclusión del alumnado con TEA en la universidad</em></a>. A través de él, docentes, estudiantes, personal especializado en inclusión de la universidad y de la asociación <a href="https://teacast.es/es">TEAcast</a> han podido reunirse y compartir experiencias y necesidades.</p>
<h2>Consejos de y para alumnado con TEA</h2>
<p>A lo largo de los cuatro encuentros, definimos tres áreas básicas de trabajo (docencia, implicación del estudiantado y protocolos de la Unidad de Diversidad y Discapacidad) y en diálogo permanente de todos los participantes planteamos las necesidades y preocupaciones más frecuentes. </p>
<hr>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/autismo-tdah-dislexia-la-importancia-de-diagnosticar-los-trastornos-del-aprendizaje-201725">Autismo, TDAH, dislexia... La importancia de diagnosticar los trastornos del aprendizaje</a>
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</em>
</p>
<hr>
<p>Finalmente elaboramos un documento con consejos para facilitar el aprendizaje de los jóvenes del espectro autista como favorecer un entorno estructurado, proponer tutorías a este alumnado, proporcionar la información mediante diferentes canales: oral, escrito, imágenes… </p>
<p>Los dos estudiantes fueron una pieza fundamental en esta sesión, pues complementaron esa información con sus propias vivencias sobre qué les facilita o limita el aprendizaje en la universidad. Un claro facilitador para estos parecen ser los ejemplos a la hora de realizar las tareas:</p>
<blockquote>
<p>“Una de las cosas que más me ayuda a la hora de entender un ejercicio o las tareas son cuando en las instrucciones de la tarea ponen un ejemplo porque me ayuda a visualizar lo que es el resultado final”.</p>
</blockquote>
<p>Por otra parte, una barrera resaltada por estos estudiantes es la ausencia de retroalimentación durante la asignatura para progresar: </p>
<blockquote>
<p>“En alguna asignatura hacíamos los ejercicios en clase y los entregábamos. No teníamos <em>feedback</em> hasta después del examen y en esos casos sí que nos costaba saber cómo mejorar”.</p>
</blockquote>
<p>En cuanto a las estrategias metodológicas que podrían beneficiar a este alumnado, destacan el aprendizaje cooperativo o el aprendizaje por proyectos. </p>
<p>Una reflexión muy importante al final de los encuentros ha sido comprender que no existe un estudiante con TEA igual a otro. Cada estudiante, con o sin “etiqueta”, es diferente al resto. Por ello, es fundamental variar las metodologías que utilizamos en el aula. ¿O es que a todos nos gusta trabajar del mismo modo todo el tiempo? </p>
<h2>El valor del diálogo y la reflexión conjunta</h2>
<p>El proyecto ha concluido con la valoración de los participantes. En general, sus percepciones sobre la iniciativa han sido positivas. Por ejemplo, dos de los profesores comentaron lo siguiente:</p>
<blockquote>
<p>“Son temas importantes: no solo para incluir mejor a este tipo de alumnado, sino para reflexionar y mejorar constantemente en la docencia.”</p>
<p>“Ha sido muy útil la intervención de los estudiantes, que me han hecho comprender mejor su situación y perspectiva, y la de los expertos de la asociación TEAcast, que nos ha acercado al mundo de las personas con TEA.”</p>
</blockquote>
<p>Los resultados muestran que el profesorado está predispuesto a participar y tiene un creciente interés por mejorar la docencia desde una perspectiva inclusiva.</p>
<hr>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/que-les-sucede-a-los-ninos-con-autismo-cuando-crecen-126530">¿Qué les sucede a los niños con autismo cuando crecen?</a>
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</em>
</p>
<hr>
<p>El siguiente paso de nuestro proyecto será fomentar la reflexión del profesorado en torno a sus propias prácticas, identificando los puntos fuertes y los aspectos a mejorar. Esto supondrá un buen punto de partida para que el profesorado diseñe, con asesoramiento, un plan de acción para implementar en sus asignaturas desde la mirada del Diseño Universal de Aprendizaje. Este enfoque no solo beneficiará el alumnado con TEA, sino también a todo el alumnado universitario.</p>
<p>La diversidad de voces que reflexionan sobre la inclusión en la universidad son una clara palanca para el cambio. Esperamos poder seguir favoreciendo espacios que sirvan como punto de encuentro para construir entre todos el conocimiento y conseguir experiencias universitarias más inclusivas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/219891/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mercé Barrera Ciurana, Personal Investigador en Formación de la Universitat Jaume I.
Este proyecto ha sido financiado por la Universitat Jaume I (PREDOC/2021/23) y la Unidad de Formación e Innovación Educativa (UFIE) de esta universidad (Ref-18G002-765).
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Aida Sanahuja Ribés recibe fondos de la Unidad de Formación e Innovación Educativa (UFIE) de la Universitat Jaume I (Ref-18G002-765). </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Odet Moliner García recibe fondos de la Unidad de Formación e Innovación Educativa (UFIE) de esta universidad (Ref-18G002-765).</span></em></p>Muchos docentes universitarios desconocen casi todo acerca del trastorno del espectro autista. Escuchar a los estudiantes que viven con ello y a los especialistas ayuda a hacer las clases más inclusivas.Mercé Barrera Ciurana, Personal Investigador en Formación con contrato predoctoral en el área de Didáctica y Organización Escolar, Universitat Jaume IAida Sanahuja Ribés, Profesora Contratada Doctora del área de Didáctica y Organización Escolar (DOE) en el Departamento de Pedagogía y Didáctica de las Ciencias Sociales, la Lengua y la Literatura, Universitat Jaume IOdet Moliner García, Profesora Titular del área de Didáctica y Organización Escolar, Universitat Jaume ILicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2189362023-12-15T08:20:32Z2023-12-15T08:20:32Z¿Cómo y cuándo elegir estudios de posgrado?<p>En los países occidentales <a href="http://sepie.es/doc/comunicacion/prensa/2022/Principales_resultados_EEU_2021-22.pdf">el perfil del alumnado universitario es cada vez más diverso</a>. Los estudios de <a href="https://www.fundacioncyd.org/rasgos-basicos-del-sistema-universitario-espanol-alumnado-y-oferta-academica/">posgrado son cada vez más frecuentes</a> como respuesta a la necesidad de desarrollar carreras más personalizadas y de estar en constante actualización profesional.</p>
<p>Existen titulaciones de posgrado oficiales con inclinación profesionalizante, es decir, que habilitan para un desempeño profesional determinado, como es el caso del Máster Universitario en Profesorado de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas. También hay estudios de posgrado que sirven para acceder a programas de doctorado. Por último, existen titulaciones de posgrado propias que, aunque no suelen ser habilitantes para el ámbito profesional ni el académico, sí que aportan un elevado nivel de especialización en la materia elegida. </p>
<p>En este artículo presentamos una guía para facilitar el proceso de toma de decisiones, y ofrecemos algunas claves a tener en cuenta.</p>
<h2>Empezar la casa por el tejado</h2>
<p>Si nos paramos a pensar las razones por las que estudiamos y nos formamos, la respuesta es bien clara: conseguir un empleo digno acorde a la formación. Teniendo esto presente, el primer paso es pensar a qué nos gustaría dedicarnos profesionalmente, pues esto dará pistas para saber en qué estudios de posgrado escoger o qué dirección seguir. En este sentido, lo más eficiente sería seguir un esquema similar al que se propone a continuación:</p>
<ol>
<li><p>Búsqueda de empleo acorde a los gustos, expectativas profesionales, salario y ubicación geográfica deseada. Es esencial que el futuro estudiante de posgrado se familiarice con las vías de búsqueda de empleo, desde inscribirse en las oficinas de demanda de empleo autonómicas a crearse un perfil en plataformas como LinkedIn o Infojobs, entre otras. Ahí, el candidato deberá hacer buen uso de los filtros para detectar aquellas ofertas que más se adapten a su perfil y expectativas profesionales: titulación, movilidad geográfica, trabajo en remoto, experiencia profesional previa, etc. </p></li>
<li><p>Analizar los requisitos de contratación de ese tipo de empleo. Una vez que se tienen varias ofertas, es importante analizar las diferencias y similitudes entre los requisitos que se solicitan en las candidaturas. Algunos serán propios y específicos para cubrir las necesidades de la empresa u organización que ha publicado la oferta, mientras que otros serán comunes al ámbito de trabajo por las propias demandas del puesto. En este aspecto, salvo que haya un interés por trabajar en una empresa u organización concreta, sería lógico focalizarse en aquellos que sean comunes. </p></li>
<li><p>Valorar cuáles de esos requisitos cumplimos y cuáles no. Cuando ya se ha analizado qué buscan las empresas, es importante fijarse no sólo en los requisitos que cumplimos, sino en los que no, para valorar las posibilidades reales de conseguirlo (por ejemplo, la especialización en un tema concreto puede conseguirse mediante estudios de posgrado y es factible a corto o medio plazo, mientras que otros como la experiencia previa trabajando en un puesto similar serán más complicados de obtener si estamos empezando). </p></li>
<li><p>Barajar las opciones de formación para encajar en ese perfil. Una vez que hemos identificado “qué nos falta” para encajar en ese puesto de trabajo y la viabilidad de obtenerlo, ha llegado el momento de sopesar si la realización de un postgrado es pertinente o si, por el contrario, son otros los caminos más eficientes en el campo del trabajo que nos interesa.</p></li>
</ol>
<h2>Estudios de postgrado ideales: características a tener en cuenta</h2>
<p>La oferta de estudios de posgrado es actualmente incluso superior a la de las titulaciones de grado, por lo que decantarse por una opción u otra no es tarea sencilla. Por un lado, las titulaciones de posgrado permiten a quien las estudia ampliar conocimientos, profundizar en ellos y especializarse en ámbitos estrechamente ligados a su formación inicial. Por otro lado, también facilitan la transición de una rama de conocimiento a otra a personas que deciden dar un giro de rumbo a su trayectoria profesional. </p>
<p>Por ejemplo, alguien que haya estudiado arquitectura y ejercido como tal pero que, pasado el tiempo, descubre su vocación docente y se decanta por realizar el máster habilitante para la docencia en educación secundaria.</p>
<hr>
<p>
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<strong>
Leer más:
<a href="https://theconversation.com/estrategias-para-mejorar-habilidades-profesionales-y-ascender-en-la-carrera-208597">Estrategias para mejorar habilidades profesionales y ascender en la carrera</a>
</strong>
</em>
</p>
<hr>
<p>Una vez que se ha afinado la dirección que se desea tomar, es importante tener en cuenta otra serie de factores como pueden ser: </p>
<ol>
<li><p><strong>Económicos</strong>. No solo difiere el precio significativamente entre las universidades públicas y privadas, sino que el precio por crédito varía según la universidad y es conveniente analizar las posibilidades de conseguir becas (nacionales o internacionales) que financien estos estudios. </p></li>
<li><p><strong>De movilidad</strong>. Es importante valorar las posibilidades físicas y emocionales de lo que implica cambiar de residencia si la titulación en cuestión se oferta en un lugar distinto al de residencia. </p></li>
<li><p><strong>Posibilidad de realizar prácticas externas</strong>. Algunos estudios de posgrado ofrecen dentro del plan de estudios prácticas profesionales (prácticas curriculares) mientras que en otros no forman parte del mismo, pero siendo estudiante de la titulación se pueden facilitar prácticas durante los estudios o poco antes de finalizarlos (prácticas extracurriculares). </p></li>
<li><p><strong>Porcentaje de empleabilidad</strong>. No todas las titulaciones de posgrado publican esta información de sus egresados pero, sin duda, es un aspecto a tener en cuenta también siempre que exista la posibilidad. </p></li>
</ol>
<h2>¿Y si, aún así, sigo sin decidirme?</h2>
<p>En el caso en el que sigamos sin tener claro qué estudios de posgrado elegir o qué camino tomar, es importante valorar la importancia que se concede, en el ámbito de estudio y profesional al que pertenecemos o intentamos acceder, a la formación de posgrado o si, por el contrario, se da prioridad a otras cuestiones. </p>
<p>O, quizás, necesitemos un <a href="https://theconversation.com/el-ano-sabatico-antes-de-la-universidad-oportunidad-de-crecimiento-o-perdida-de-tiempo-207350#:%7E:text=En%20el%20Reino%20Unido%2C%20el,%2C%20moral%2C%20c%C3%ADvico%20e%20intelectual.">tiempo</a> para dejar reposar las ideas y tomar una decisión meditada y responsable.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p><em>Este artículo forma parte de una colaboración con Becas Santander, una iniciativa global que ofrece becas, programas y contenidos gratuitos para adultos de cualquier edad. Más información en <a href="https://www.becas-santander.com/">https://www.becas-santander.com</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/218936/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alicia Sianes-Bautista no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Una guía práctica para estudiantes, personas en desempleo y profesionales en continua formación sobre si conviene o no cursar estudios de posgrado y cómo elegirlos.Alicia Sianes-Bautista, Profesora de Educación Comparada en la UNED, UNED - Universidad Nacional de Educación a DistanciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2187412023-11-29T22:11:28Z2023-11-29T22:11:28Z¿Qué aportan a las instituciones las revistas científicas universitarias?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/562384/original/file-20231129-27-hpaxup.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=41%2C10%2C6937%2C4642&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">niratsn2510/Shutterstock</span> </figcaption></figure><p>Cualquier persona que desea desarrollar una carrera investigadora siente la necesidad de publicar los resultados de sus avances para el conocimiento científico, en beneficio de los lectores y de la sociedad. Publicar un trabajo original cumple unas funciones: registrar el resultado de una investigación, difundirlo y permitir el desarrollo profesional y académico de los investigadores.</p>
<p>Según el tipo de contribuciones, las revistas pueden ser de carácter informativo, cuando divulgan programas de interés científico, técnicos o educativos; de difusión científica y cultural, que se destinan a un público amplio; y arbitradas, que siguen un proceso de revisión para estar indexadas en bases de datos. </p>
<p>Entre las revistas arbitradas, los centros difusores de conocimiento científico pueden ser asociaciones o institutos científicos –como el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) o la Sociedad de Estadística e Investigación Operativa (SEIO)– o una universidad. También pueden estar asociadas a editoriales comerciales, como las que dependen de Elsevier, Springer, Sage, etc.</p>
<h2>La misión de las revistas científicas</h2>
<p>Publicar en <a href="https://blog.docentes20.com/2020/04/que-es-una-revista-cientifica-y-su-clasificacion-docentes-2-0/">revistas científicas</a> contribuye a la generación del conocimiento, puesto que permite avanzar en el área específica de la investigación. Como publicaciones periódicas que difunden contenidos de investigación original, siguen una metodología delimitada y un proceso riguroso de revisión por personal experto.</p>
<p>Si nos detenemos en las revistas científicas editadas desde la universidad y nos preguntamos qué aportan a la propia institución, cabe tener en cuenta, en primer lugar, que son un medio de <a href="http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2308-30422023000100138">socialización de la investigación</a> y un canal continuo de comunicación de la ciencia, es decir, una ventana abierta a la difusión del conocimiento científico a la sociedad. En este sentido, tienen como objetivo informar sobre aspectos relacionados con un área específica.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/la-ciencia-si-es-cultura-217571">La ciencia sí es cultura</a>
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<p>Cuando una revista científica sigue unos estándares rigurosos en el proceso de revisión y publicación de resultados, es intermediaria entre los autores (investigadores) y los lectores, que generan conocimientos nuevos. Al mismo tiempo, se convierte en una forma de conceder prestigio a una institución y adquiere una función social en la difusión científica.</p>
<p>En definitiva, la publicación de artículos adquiere un papel fundamental en la comunidad científica, porque es una base colectiva de difusión de conocimiento y permite el <a href="http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0257-43142022000400022">intercambio científico</a>. Más allá de la comunicación y de la propagación social de la ciencia, la excelencia de las publicaciones científicas se consigue mediante mecanismos que validan la originalidad, la relevancia y el impacto social, además de la calidad de la gestión editorial.</p>
<h2>La universidad como centro de difusión a través de las revistas</h2>
<p>Para cualquier universidad, sus <a href="https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/119877/1/CID_Masteres_2021_22_Revistas_cientificas.pdf">revistas científicas</a> son un medio de unión con la sociedad y una evidencia de la calidad editorial de la propia institución.</p>
<p>Los autores que colaboran en ellas demuestran confianza en la universidad en la que van a transmitir los resultados de su investigación. Además, publicar desde la universidad facilita el desarrollo de líneas de investigación, y es un medio de proyección que consolida el prestigio en un área científica específica.</p>
<p>Es imprescindible que las universidades, conscientes de que son un reflejo del funcionamiento de la institución en materia de investigación y del claustro que la conforma, ofrezcan reconocimiento y apoyo a los editores. Las revistas científicas son agentes multiplicadores de la imagen y del prestigio de la institución en el contexto internacional.</p>
<p>Aun así, la gestión editorial se encuentra a veces con problemas de continuidad, de cumplimiento de la periodicidad o de las buenas prácticas editoriales y de integridad científica. Con el fin de evitarlo, las instituciones académicas deberían velar para asegurar una gestión editorial óptima, así como incentivar entre los editores de revistas su <a href="https://www.redalyc.org/pdf/880/88043199001.pdf">compromiso con la tarea de difusión científica</a>.</p>
<p>Las universidades se convierten así en editoras de revistas científicas. Estas publicaciones son parte del conocimiento que generan, puesto que contribuyen a la transferencia de los resultados de la investigación, a la vez que permiten el acceso libre a las revistas científicas.</p>
<h2>Participación democrática y contenido accesible</h2>
<p>Una revista científica aporta <a href="https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-92002020000100007">beneficios a la universidad</a> en cuanto a promoción de la identidad de los autores con la institución, vinculación con la sociedad y difusión del conocimiento. Para conseguir estos beneficios se deberían seguir los principios de acceso abierto justo (<a href="https://www.fairopenaccess.org/">Fair Open Access Alliance, FOAA</a>), según los cuales una revista científica está controlada por la comunidad universitaria. </p>
<p>El punto clave en este caso es que la revista no sea comercial: la interfaz de publicación ha de permitir la participación democrática de lectores, autores y revisores. Además, todo su contenido debe ser accesible, por lo que una revista científica que se edita desde una universidad debe abstenerse de las tasas de publicación de artículos (APC), que son incompatibles con uno de los principios de acceso abierto justo.</p>
<p>Que una revista científica universitaria alcance prestigio en el área específica de investigación a nivel nacional e internacional depende de dos factores: en primer lugar, de la gestión de los agentes implicados en el proceso editorial; y en segundo lugar, del compromiso de la institución en potenciar las buenas prácticas editoriales en este tipo de publicaciones, que son la cara visible de la calidad de la investigación que se refleja en la sociedad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/218741/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Anna Peirats no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Además de difundir el conocimiento, las revistas científicas universitarias acreditan la solvencia y asientan el prestigio de la institución que las publica.Anna Peirats, IVEMIR-UCV, Universidad Católica de ValenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2088122023-11-13T21:10:07Z2023-11-13T21:10:07ZQué se necesita para tener éxito en la universidad<p>La transición de bachillerato a la universidad es <a href="https://theconversation.com/aprender-a-conocerse-clave-para-elegir-que-estudiar-191153">un momento clave</a> en el desarrollo académico y profesional de las personas que optan por realizar estudios superiores. Este periodo crítico supone un riesgo académico para los estudiantes de nuevo ingreso: por ejemplo, en España, <a href="https://www.universidades.gob.es/wp-content/uploads/2022/11/EAU_Informe_abandono.pdf">datos recientes</a> indican que más de un 33 % del alumnado universitario abandona sus estudios de grado.</p>
<p>Para que la adaptación a la educación universitaria sea óptima, es preciso identificar y potenciar las competencias que puedan mejorar el aprovechamiento académico. ¿Cuáles son los factores que más colaboran a que un estudiante o una estudiante saque el máximo partido a la enseñanza universitaria? </p>
<h2>¿Qué competencias evaluamos?</h2>
<p>El trabajo de las universidades en la formación del estudiantado universitario se sustenta, sobre todo, evaluando conocimientos específicos y habilidades cognitivas. Los programas curriculares de los estudios universitarios y las evaluaciones en estudiantes de nuevo ingreso se suelen basar en los logros académicos.</p>
<p>Pero es un error considerar el éxito académico y la calificación académica como conceptos análogos e intercambiables: el primero debería entenderse como un criterio multifacético. El éxito académico supone no solo buenas calificaciones, sino también la <a href="https://doi.org/10.7275/hz5x-tx03">adquisición de habilidades y competencias</a>.</p>
<p>Además, centrarse en los logros del alumnado produce un perfil “intelectualizado”, basado en el nivel alcanzado en habilidades cognitivas, infravalorando otras competencias que aporten una visión más completa. </p>
<h2>Más allá de las competencias cognitivas</h2>
<p><a href="https://doi.org/10.1007/s10212-018-0399-4">Algunos expertos</a> enfatizan el rol de competencias de tipo no cognitivo en estudiantes universitarios. Estas suponen un valor añadido para la promoción del éxito académico en estudiantes de nuevo ingreso.</p>
<p>Este enfoque supone apostar por currículos formativos que sitúen a los estudiantes como <a href="https://theconversation.com/educar-no-solo-ensenar-las-universidades-quieren-y-deben-ser-agentes-de-cambio-183175">agentes transformadores de cambio</a> y no objetos pasivos de la instrucción académica. Identificar cuanto antes las variables, habilidades y competencias que se necesitan para esto es algo que se debe buscar y fomentar desde el comienzo de la vida universitaria.</p>
<p>Entre estas variables, deben considerarse las competencias no cognitivas, cuya influencia en el éxito académico universitario es una <a href="https://doi.org/10.1037/a0026838">evidencia</a>. Un ejemplo claro de ello son las denominadas competencias de orden superior o metacognitivas: la capacidad de pensar críticamente, analizar, sintetizar, evaluar y aplicar el conocimiento de manera creativa. Se diferencian de las competencias cognitivas basadas en la memorización y repetición de conocimientos adquiridos.</p>
<h2>El impacto en el éxito académico</h2>
<p>Ante el creciente interés por conocer qué competencias deben tenerse en cuenta en estudiantes de nuevo ingreso, realizamos una <a href="https://doi.org/10.1016/j.tsc.2023.101251">revisión sistemática</a> cuyos resultados respaldaron una idea clave: la formación académica no puede estar únicamente dirigida por la identificación y promoción de competencias cognitivas. </p>
<p>Concretamente, los resultados obtenidos tras un análisis pormenorizado de 42 evaluaciones utilizadas en estudiantes de nuevo ingreso mostraron evidencias sobre la relación entre las competencias académicas cognitivas y no cognitivas con el desempeño de los estudiantes.</p>
<p>Hemos identificado 18 competencias clave, que se han clasificado en las siguientes categorías:</p>
<ol>
<li><p>Habilidades cognitivas: razonamiento verbal, habilidades de escritura, razonamiento lógico y razonamiento numérico.</p></li>
<li><p>Habilidades de autorregulación: colaboración, pensamiento crítico, regulación del esfuerzo, liderazgo, gestión del estudio y del tiempo, y aprendizaje autodirigido.</p></li>
<li><p>Factores de personalidad y rasgos: escrupulosidad, extraversión, determinación, procrastinación y profesionalismo.</p></li>
<li><p>Factores motivacionales y actitudinales: percepción de control interno o “locus de control” interno (es decir, atribuir que los resultados de nuestras acciones se deben a nuestras propias capacidades) y autoeficacia.</p></li>
<li><p>Variables psicosociales y contextuales: responsabilidad social.</p></li>
</ol>
<p>Como puede observarse, las habilidades cognitivas no son las únicas que influyen en el rendimiento académico. Son especialmente importantes las habilidades de autorregulación, que implican la monitorización y administración de nuestras propias capacidades cognitivas, como el razonamiento en diferentes actividades académicas.</p>
<h2>Potenciar todas las competencias</h2>
<p>La evidencia obtenida abre la puerta a políticas educativas centradas en potenciar competencias que permitan optimizar el éxito del estudiantado universitario en un sentido más completo, y no referido solamente a sus resultados académicos. </p>
<p>En este sentido, estas políticas deben estar destinadas a la planificación de rutas formativas más completas, basadas en el desarrollo de competencias cognitivas y no cognitivas en el contexto universitario, que favorezcan el desarrollo integral del estudiantado. </p>
<p>Tal es el caso de estrategias educativas centradas en fomentar el pensamiento crítico en términos de <a href="https://theconversation.com/como-fomentar-el-pensamiento-critico-170487">creatividad, cuestionamiento y autodescubrimiento</a> o de la gestión del tiempo para evitar el <a href="https://theconversation.com/4-tips-for-college-students-to-avoid-procrastinating-with-their-online-work-148154">creciente problema de procrastinación</a>. Estos serán elementos clave para promocionar el éxito académico universitario a través de la identificación de las condiciones idóneas para un aprovechamiento óptimo de la etapa universitaria.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/208812/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Milagrosa Sánchez Martín recibe fondos del Proyecto PID2022-137067OB-I00 financiado por MCIN/ AEI / 10.13039/501100011033 / FEDER, UE. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Isabel Benítez Baena y Juan F. Luesia Lahoz no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>No todo es ser listo o estudiar mucho: hay capacidades ‘metacognitivas’ como la autorregulación o el razonamiento que predicen y contribuyen a nuestra satisfacción académica.Juan F. Luesia Lahoz, Psicómetra, Universidad Loyola AndalucíaIsabel Benítez Baena, Profesora Titular de Universidad. Psicometría. , Universidad de GranadaMilagrosa Sánchez Martín, Profesora Titular de universidad. Área de Metodología de las Ciencias del Comportamiento, Universidad Loyola AndalucíaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2136652023-11-08T18:05:59Z2023-11-08T18:05:59ZEstudiar para un examen no implica aprender: estrategias de los universitarios de hoy<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/553713/original/file-20231013-25-rp61ff.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C16%2C2691%2C1778&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/group-students-preparing-exam-university-top-1527946562">Pixel-Shot/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Una de las facetas más importantes del proceso de enseñanza y aprendizaje es la conexión que debe producirse entre los docentes y los estudiantes. A menudo, los docentes pueden encontrarse con la sensación de que los estudiantes parecen aprender de maneras que desconocemos. Los estudiantes pueden sentir que lo que escuchan en clase no está en “su idioma”. </p>
<p>El proceso de aprendizaje en la sociedad contemporánea no se puede abordar únicamente desde la psicología o la pedagogía, ya que está cruzado por múltiples factores: las condiciones sociales y materiales de quienes aprenden y los contextos y tiempos en los que el aprendizaje tiene lugar. </p>
<h2>El aprendizaje como una trayectoria</h2>
<p><a href="https://cutt.ly/ewmYRgZo">Nuestra investigación</a> sobre el proceso de aprendizaje de los universitarios contemporáneos parte de la base de que el aprendizaje es un proceso cognitivo, pero también performativo, experiencial y afectivo. Un proceso que ocurre no solo en espacios institucionalizados sino también en lugares que no están estratificados y estructurados y cada vez más digitalizados. Y que no se hace a solas. </p>
<p>¿Cómo dar cuenta de esta multiplicidad en constante movimiento, que buena parte de las instituciones universitarias no considera? Nuestro estudio no se ha hecho sobre los estudiantes, sino con ellos. Desde su perspectiva, no desde la académica. Hemos tenido casi 200 encuentros con 50 estudiantes colaboradores en la investigación. Y hemos abordado el proceso de aprendizaje como una trayectoria, que es continua y se sostiene sobre distintas experiencias de aprendizaje.</p>
<p>Los aprendizajes significativos se producen a través de espacios y tiempos variados, y a partir de un estudiante que es considerado como sujeto biográfico. Él mismo encarna, interpreta y anuda diferentes situaciones de aprendizaje más allá del aula. Los momentos y contextos que posibilitan un aprendizaje con sentido son aquellos en los que se tiene conciencia de que se ha cambiado lo que se pensaba sobre un aspecto del conocimiento o sobre sí mismo. En definitiva, cuando se sabe afectado. Lo que no sucede con frecuencia. En esta consciencia de cambio los dispositivos digitales son unos mediadores más que, como veremos más adelante, tienen efectos contrapuestos.</p>
<h2>Diferencia entre estudiar y aprender</h2>
<p>En las trayectorias se desvela que los colaboradores diferencian entre estudiar y aprender: </p>
<blockquote>
<p>“Estudiando, haciendo un examen, yo te diría que no aprendo”, Carlota, estudiante de Comunicación Audivisual.</p>
</blockquote>
<p>Para los estudiantes, aprender consiste, sobre todo, en transferir a nuevas situaciones (practicar) o ampliar la comprensión. El aprendizaje no es sólo una función cognitiva, sino un proceso situado. Lo que supone que tiene lugar en un tiempo, en unas circunstancias, a través de unas relaciones y que está en diálogo con otros momentos de su trayectoria de aprendizaje.</p>
<p>Para la mayoría el concepto de aprender es una noción inexplorada. Algo que se da por hecho y sobre lo cual no han tenido oportunidad de pensar. Cuando los estudiantes comienzan a reflexionar sobre su aprender se dan cuenta de la complejidad del proceso y del carácter social, afectivo, cultural y político del aprender. </p>
<p>Los estudiantes vinculan su noción de aprendizaje a que tenga relación con la práctica y con situaciones de la vida real. En este sentido, tienden a ser pragmáticos y les cuesta sostener un sentido del aprendizaje que valore el conocimiento por sí mismo.</p>
<h2>Estrategias de aprendizaje</h2>
<p>Las estrategias son los modos de activar el aprendizaje y ponerlo en práctica. Si se considera que todo aprendizaje depende del contexto en que se produce, no es posible establecer la eficacia de una estrategia para todos los estudiantes y en todas las circunstancias. </p>
<p>Para los participantes en nuestra investigación, las estrategias, además de cognitivas, son manipulativas, afectivas y relacionales. La base de las estrategias parece estar vinculada a la comprensión de lo estudiado. Y la comprensión requiere que lo que se trata de comprender se conecte con los bagajes que los estudiantes traen, con las conexiones que establecen con situaciones reales y, sobre todo, con el significado que dan a lo que entienden por aprender. </p>
<p>Estas son algunas de las estrategias que los estudiantes consideran relevantes:</p>
<ol>
<li><p>Conectar temas con situaciones reales. </p></li>
<li><p>Ampliar las lecturas para abrir nuevas relaciones. </p></li>
<li><p>Relacionarse con otros referentes en redes y plataformas.</p></li>
<li><p>Jerarquizar y completar la información recibida. </p></li>
<li><p>Aprender en grupo. </p></li>
<li><p>Vincular lo aprendido con situaciones no académicas.</p></li>
</ol>
<h2>Tecnologías: facilitadoras y distractoras</h2>
<p>Los estudiantes reconocen que las tecnologías operan de diversas y contradictorias maneras en sus trayectorias: como posibilitadoras y como distractoras del aprendizaje. </p>
<p>Como posibilitadoras les permiten profundizar en temas de interés, tanto relacionados con el ámbito académico como con el personal. Como distractoras, el diseño persuasivo de las aplicaciones les hace saltar y desplazarse entre tantos contenidos que su atención está continuamente dispersa y pueden verse atrapados en una constante superficialidad. </p>
<p>La enorme cantidad de información en línea les empuja a pasar constantemente de un tema a otro, leer sólo en diagonal, a dispersar su atención. Además, les priva de descanso, desconexión y reflexión. </p>
<p>En este punto no se puede decir de forma taxativa si son perjudiciales o beneficiosas. Depende de la curiosidad, disposición a situar las informaciones, a desplegar un sentido crítico sobre las fuentes a las que acceden. Para todo ello, el papel del profesorado es fundamental.</p>
<h2>No perder la relación personalizada</h2>
<p>La Organización Mundial del Comercio establece que la enseñanza universitaria es una <a href="https://www.wto.org/english/tratop_e/serv_e/education_e/education_e.htm">industria al servicio del mercado</a>. Este marco se refleja en el aumento de las ratios y la despersonalización del estudiantado, las limitaciones presupuestarias, el incremento de la burocracia, el olvido de los cuidados, la jerarquización de la organización y la extensión de la virtualidad.</p>
<p>En este contexto la docencia queda relegada a un segundo escalón, frente a la prevalencia de la investigación, que es la que se valora en los <em>rankings</em> que comparan y puntúan a las instituciones. Se da la paradoja de que lo que da prestigio a una universidad no es el interés que presta la docencia, sino la producción investigadora que tiene.</p>
<p>En cambio, de nuestra investigación se deduce que para estar en más sintonía con los modos de aprender de los estudiantes de nuestro tiempo, en lugar de aceptar esta realidad es necesario intentar poner en práctica los siguientes cambios:</p>
<ol>
<li><p>Priorizar el análisis de las trayectorias de los estudiantes en el proceso de enseñanza y aprendizaje.</p></li>
<li><p>Favorecer unas condiciones en la docencia que consideren cómo los estudiantes aprenden y se relacionan con la información que se les ofrece.</p></li>
<li><p>Mejorar la relación entre profesorado y estudiantes mediante la personalización, el conocimiento mutuo, la confianza y el cuidado.</p></li>
<li><p>Revertir las limitaciones organizativas y presupuestarias para abordar la diversidad del estudiantado en las aulas universitarias.</p></li>
<li><p>Ir más allá de la evaluación como repetición o aplicación de lo dicho en clase o realizado en los laboratorios.</p></li>
<li><p>Considerar que las tecnologías están cambiando de manera profunda la vida y el aprendizaje, no siempre para bien. Teniendo en cuenta que los estudiantes se enfrentan, generalmente sin la ayuda de los adultos, a la ambigüedad y las contradicciones que genera el mundo digital.</p></li>
</ol>
<p>Pero todo esto no se puede asumir si la universidad no tiene en cuenta cómo aprenden los estudiantes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213665/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fernando Hernández y Hernández recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación, PID2019-108696RB-I00. 2020-2022 para realizar la investigación del la que da cuenta el artícullo. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Mar Sureda Perelló colabora con la investigación de la que da cuenta el artículo</span></em></p>Los jóvenes están cambiando su relación con la información y esto tiene consecuencias en su manera de aprender. Hemos investigado las trayectorias de aprendizaje de 50 universitarios.Fernando Hernández y Hernández, Coordinador de la Unidad de Pedagogias Culturales. Facultad de Bellas Artes. Universidad de Barcelona, Universitat de BarcelonaMar Sureda Perelló, Investigadora predoctoral Artes y Educación, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2129832023-09-27T20:16:14Z2023-09-27T20:16:14ZPor qué el desgaste laboral en la universidad afecta sobre todo a los docentes más jóvenes<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/547708/original/file-20230912-27-8247hn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=343%2C65%2C5850%2C4057&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> </figcaption></figure><p>Jornadas extensas, falta de descanso, carga afectiva y emocional, riesgo ante violencia interpersonal, déficit de control sobre el trabajo por falta de recursos materiales, inseguridad, e inestabilidad laboral: esta lista describe algunas de las dificultades a las que se enfrentan los docentes universitarios cada día.</p>
<p>Aunque la propia carga docente ya puede ser motivo de estrés, el aumento de la participación en tareas administrativas y el nivel de presión que existe sobre la producción científica del profesor–investigador son los dos factores de desgaste laboral más citados entre los profesores y profesoras universitarios. En concreto, sobre este último tema muchos mencionan una <a href="http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S1806-58212009000300006&lng=pt&nrm=iso">búsqueda casi “frenética” para aumentar la producción</a> que desemboca en cansancio, estrés y, a menudo, frustración.</p>
<p>Obviamente, no son los únicos: el estrés laboral es un problema que forma parte de la vida diaria de una gran parte de la población mundial. En las últimas décadas, el número de casos sigue creciendo hasta el punto de que <a href="https://www.insst.es/materias/riesgos/riesgos-psicosociales/estres-laboral">ha empezado a ser considerado como un problema de salud pública. </a> </p>
<p><a href="https://theconversation.com/cuatro-preguntas-para-saber-si-estamos-quemados-con-el-trabajo-120141">Cualquier empleado que trabaje de cara al público o, simplemente, con otras personas</a> puede llegar a experimentar el síndrome de desgaste profesional, desde profesores a trabajadores sociales, pasando por funcionarios de prisiones o personal de ventas.</p>
<h2>Impacto psicológico, mental y económico</h2>
<p>Las numerosas modificaciones técnicas y organizativas en el ámbito laboral de los últimos años, junto a los cambios sociodemográficos y políticos, incluyendo la globalización, están ocasionando la aparición de <a href="https://osha.europa.eu/en/publications/report-expert-forecast-emerging-psychosocial-risks-related-occupational-safety-and-health-osh">nuevos riesgos psicosociales</a>. </p>
<p>Además de afectar a su salud mental y física, el estrés tiene un enorme impacto socioeconómico para los empleadores y los propios Estados. Concretamente, el <em>burnout</em> o desgaste profesional es resultado del estrés ocupacional crónico, <a href="https://theconversation.com/el-creciente-sindrome-de-estar-quemado-por-el-trabajo-que-es-y-como-combatirlo-163910">catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un riesgo laboral</a> en 2019.</p>
<h2>Profesión de riesgo</h2>
<p>La profesión docente y el contexto en que se desempeña reúnen una serie de condiciones que la convierten en una profesión de riesgo, hasta el punto que la propia Organización Internacional del Trabajo la consideró ya en 1981 como <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3694330">una profesión de riesgo físico y mental</a>. </p>
<p>La docencia constituye, sin duda, una profesión compleja y muy saturada de responsabilidades. Su labor es generalmente reconocida socialmente, aunque el sector carece frecuentemente de la debida atención en materia de salud laboral y prevención de riesgos, y muchas veces se desempeña con condiciones de trabajo muy mejorables. </p>
<p><a href="https://redie.uabc.mx/redie/article/view/1127">De hecho, el profesorado es uno de los sectores con más padecimientos de estrés y otros</a> –como disfonía, insomnio, gastritis o ansiedad–, producidos en gran parte por la realidad laboral y socioeconómica con la que convive. Todo ello tiene además una <a href="https://theconversation.com/podemos-evitar-que-el-profesorado-se-queme-209536">influencia directa en la calidad de la educación</a>, como ha hecho ver la propia OCDE. </p>
<p>Profesores y profesoras constituyen un colectivo cuyas condiciones laborales se estudian en particular, aunque la investigación sobre estrés laboral en el sector educativo se ha centrado principalmente <a href="https://theconversation.com/que-necesita-el-profesorado-para-que-mejore-el-sistema-educativo-106974">en educación primaria y secundaria</a>. </p>
<p>Sin embargo, el ambiente académico universitario se está considerando también, y cada vez más, como un lugar que genera estrés al profesorado por factores psicosociales y organizativos. En los últimos años este tema se ha convertido en un <a href="https://upo.es/revistas/index.php/IJERI/article/view/4949">frente de investigación multidisciplinar de plena actualidad</a>.</p>
<h2>Un estudio de caso</h2>
<p>En la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla desarrollamos recientemente un <a href="https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-50062022000200083">estudio de caso sobre el agotamiento en los docentes universitarios</a>. El objetivo del trabajo era investigar la relación entre el nivel de exigencia del trabajo del profesorado universitario y su salud física y mental. </p>
<p>La muestra total fue de 212 docentes, con una edad media de 46.6 años y 15.2 años de experiencia profesional. Nuestra hipótesis de partida era que la relación entre el desgaste profesional y la intensidad del contacto con los usuarios (en este caso los estudiantes), factor clave en el desarrollo original del concepto de desgaste, no es determinante en el caso del profesorado universitario. </p>
<p>Es decir que, si bien un significativo número de profesores y profesoras va a declarar sentirse agotado, no lo es por las demandas profesionales del contacto directo con los usuarios como ocurre en otras profesiones sociales, sino fundamentalmente por cuestiones de índole organizativo. </p>
<h2>La experiencia laboral como factor de protección</h2>
<p>Efectivamente los resultados así lo demuestran: el profesorado universitario está, en líneas generales, satisfecho con su trabajo y su relación con el estudiantado pero, al mismo tiempo, en un número importante de casos declara sentirse emocionalmente quemado. En la franja de edad de entre 36 a 55 años se produce una mayor intensidad de demanda sobre el profesorado y, en consecuencia, se refieren más problemas de agotamiento. </p>
<p>Estos resultados son, en gran medida, concordantes con numerosos estudios recientes, como los de <a href="https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-50062017000600006&lng=en&nrm=iso&tlng=en">Bedoya</a> (2017), <a href="http://revistas.um.es/rie/article/view/282661">Rodríguez</a> (2018) o <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/2165079918807227">Keser</a> (2019), que coinciden en que en este sector profesional el agotamiento emocional se relaciona con la antigüedad laboral, de manera que quienes tienen mayor experiencia se agotan menos. </p>
<p>Según estos trabajos, los docentes de más de 50 años evidenciarían una mayor realización personal respecto de otros grupos de edad; en cambio, los niveles de agotamiento son más elevados en los profesores y profesoras jóvenes. </p>
<p>Es probable, aunque son necesarios más estudios en esta línea, que estos resultados tengan que ver con la precariedad contractual propia de las etapas iniciales de la carrera profesional. </p>
<p>Se concluye así que la experiencia laboral parece mostrarse como un factor de protección frente al desgaste profesional, lo que sugiere la importancia de que las universidades intervengan de manera preventiva fundamentalmente con el profesorado novel.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/212983/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>David Cobos Sanchiz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El ambiente académico universitario se está considerando cada vez más como un espacio que genera estrés por factores psicosociales y organizativos, especialmente entre el profesorado novel.David Cobos Sanchiz, Profesor Titular Dpto. Educación y Psicología Social, Universidad Pablo de OlavideLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2096262023-09-21T17:32:43Z2023-09-21T17:32:43ZRecordémoslo una vez más: ¿cómo motivar a nuestros alumnos universitarios?<p>Entre las muchas áreas ampliamente consolidadas por la investigación psicológica está la de la ciencia de la motivación. <a href="https://www.wiley.com/en-us/Understanding+Motivation+and+Emotion%2C+7th+Edition-p-9781119367604">Décadas de investigación</a> han asentado bien las bases para entender el porqué del comportamiento motivado y el cómo se produce el mismo. Esta investigación, además, ha tenido un carácter muy aplicado pues han sido contextos como el educativo, el laboral, o el deportivo, los que han estimulado dichas investigaciones. </p>
<p>El presente artículo, cuyo título parafrasea el <a href="http://mcrhrdi.gov.in/91fc/coursematerial/management/14%20One%20More%20Time%20How%20do%20you%20Motivate%20Employees.pdf">trabajo</a> que el psicólogo estadounidense <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Frederick_Herzberg">Frederick Herzberg</a> publicara hace más 50 años, pretende aportar unas guías básicas para entender porqué nuestros alumnos se (des)motivan en nuestras clases. </p>
<h2>Consideremos los motivos</h2>
<p>Los estudiantes universitarios se motivan cuando tienen motivos o necesidades que ven que pueden satisfacer a través del estudio y de las actividades docentes que el profesor plantea. Para una estudiante, la relaciones sociales pueden ser su principal motivación, y compartir con otros estudiantes es una fuente de bienestar. </p>
<p>A otros estudiantes puede moverles el sentirse competentes y capaces al realizar una actividad concreta. Y una tercera estudiante puede necesitar una nota de corte para superar una asignatura y acceder a otros estudios que persigue.</p>
<p>Los motivos pueden ser, como se ve, muy diversos. Y aquí está el segundo de los aprendizajes claves a retener: estudiantes distintos podrán tener motivos distintos. Si el sistema de evaluación que utilicemos en nuestra asignatura es único, inevitablemente motivará a unos estudiantes y no tanto a otros. Pueden plantearse ciertos menús de evaluación en los que el alumno elige entre algunas alternativas disponibles, pero ello es una práctica poco común en nuestras evaluaciones estandarizadas.</p>
<h2>Motivos universales</h2>
<p>También podemos considerar motivos que sabemos tiene cualquier estudiante. Existen, al menos, <a href="https://psycnet.apa.org/record/2000-13324-007">tres motivos universales: la autonomía, la competencia y la relación</a>. Cualquier estudiante necesita ser y sentirse autónomo, antes que sentirse dependiente. Sentir que tiene control sobre lo qué hace, sobre cómo lo hace, o sobre cuándo lo hace. </p>
<p>Cualquier estudiante necesita sentirse competente, capaz de hacer bien las diferentes actividades que se le proponen, y que dichas actividades se sitúan en su zona de desarrollo próximo de tal forma que lo fuerzan a dar lo mejor de sí mismo y a aprender. </p>
<p>Y cualquier estudiante necesita sentirse conectado con otros iguales. </p>
<p>Diseñar actividades formativas que fomenten la autonomía, la competencia o la relación es una vía eficaz para estimular la motivación de nuestros alumnos. Por ello el aprendizaje basado en resolución de problemas, o el aprendizaje basado en proyectos, que además se hacen en grupos cooperativos de estudio, son técnicas tan efectivas al estimular y alimentar dichas necesidades de autonomía, competencia y relación.</p>
<h2>Diseñemos sistemas de evaluación justos</h2>
<p>Los estudiantes universitarios se motivan cuando entienden el sistema de evaluación y perciben que éste es justo. Clarificar qué se evaluará y cómo es tarea inexcusable para cualquier docente al empezar una actividad formativa. Hay que asegurarse de que los estudiantes entiendan el sistema de evaluación. </p>
<p>Además, hay que procurar que dicho sistema sea percibido como justo. Como la actividad docente universitaria se ejecuta ante un grupo de alumnos inevitablemente estos se compararán entre sí. Y compararán sus esfuerzos invertidos, sus desempeños así como las evaluaciones obtenidas. </p>
<p>El sistema de evaluación debe ser capaz de discriminar desempeños diferentes, es decir, que alumnos que lo hagan mejor reciban una evaluación mejor. Además, el sistema de evaluación ha de ser percibido como justo. Para que exista esa <a href="https://psycnet.apa.org/record/2001-06715-002">percepción de justicia</a>, debe existir una relación proporcional entre el esfuerzo que el alumno invierte y la evaluación que recibe (justicia distributiva); una argumentación de los criterios de evaluación (justicia procedimental), e incluso la participación de los estudiantes en el diseño de dichos criterios de evaluación (justicia interpersonal).</p>
<h2>Proporcionemos retroalimentación</h2>
<p>Los estudiantes universitarios se motivan cuando reciben retroalimentación sobre cómo están trabajando. La evaluación formativa (el <em>feedback</em>) estimula que los alumnos puedan conocer qué resultados de aprendizaje están obteniendo y qué se espera de ellos. </p>
<p>Es importante diseñar <a href="https://psycnet.apa.org/record/2002-15790-003">metas</a> de aprendizaje a lo largo de toda la actividad formativa. Garantizar que esos objetivos sean entendidos por el alumno, sean específicos, sean retadores a la vez que alcanzables. Y una vez diseñados dichos objetivos de aprendizaje, ir proporcionando <em>feedback</em> sobre el grado de alcance de dichos objetivos.</p>
<h2>Diseñemos tareas académicas significativas</h2>
<p>Los estudiantes universitarios se motivan cuando han de afrontar tareas académicas a las que les encuentran utilidad, sentido, propósito. Este propósito puede ser muy pragmático y venir marcado por el carácter profesionalizador de unos estudios en los el alumno aprende conocimientos y habilidades para ejercer como un futuro profesional. También puede haber propósitos más etéreos como los meramente intelectuales o epistemológicos en los que el alumno encuentra sentido a lo que hace porque siente que profundiza en un campo concreto de conocimientos.</p>
<p>Estos cuatro puntos para tener en cuenta los motivos, cuidar que la evaluación sea justa, proporcionar feedback y diseñar actividades significativas representan cuatro guías con las que se puede avanzar, y mucho, en la estimulación y mantenimiento del comportamiento motivado de nuestros alumnos en nuestras aulas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/209626/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Navarro recibe fondos del Gobierno de España (Ministerio de Ciencia e Innovación). </span></em></p>Aunque lo que más motiva a cada estudiante puede variar, hay motivaciones universales que el docente puede apoyar: la búsqueda de autonomía, de competencia y de conexión.José Navarro, Catedrático de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2095422023-09-17T20:22:33Z2023-09-17T20:22:33Z¿Tienen los días contados los trabajos fin de estudio tal y como los conocemos?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/547480/original/file-20230911-28-2m06yp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C149%2C5552%2C3371&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/wfh-asian-young-student-woman-making-2212744277">Kmpzzz / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Los trabajos fin de estudio (TFE) son una parte fundamental del sistema educativo en la educación superior que marca el punto y final (o seguido) del paso del estudiante por la universidad. Sin embargo, también suponen una carga de trabajo considerable para los docentes. Correcciones, reuniones y papeleo que se suman a todas las demás tareas que realizamos cada curso académico. </p>
<p>Para algunos es un mero trámite hacia el título universitario, la realidad es que estos trabajos pueden ser de gran utilidad. A través de ellos, podemos descubrir cuáles son los temas más relevantes de las diferentes áreas de conocimiento.</p>
<h2>¿Siempre la misma historia?</h2>
<p>Hace unos cuantos años, <a href="https://bit.ly/3iyDsFv">la ANECA recomendó</a> desvincular los trabajos fin de estudio de los prácticums (el diseño y organización de las prácticas de los futuros docentes) y de las programaciones. Sin embargo, un alto porcentaje de los trabajos siguen dedicándose a estos menesteres. </p>
<p>Añadido a ello, las temáticas tampoco parecen ser demasiado novedosas. En un <a href="https://doi.org/10.55040/educa.v3i2.63">reciente estudio longitudinal</a> hemos analizado más de 600 trabajos fin de máster (TFM). En concreto, se trata de proyectos pertenecientes a la especialidad de inglés del Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas. </p>
<p>Entre las temáticas más destacadas en el ámbito de la lengua inglesa, encontramos un tema que a todos se nos hará conocido: la cultura en los países de habla inglesa, que copa casi el 25 % de los documentos revisados. A este aspecto cultural se le suman las destrezas del inglés, bien sean orales o escritas, de comprensión o de expresión. Hasta este punto, se podría decir que las dos temáticas más sobresalientes nos recuerdan mucho a tiempos pasados.</p>
<p>A pesar de lo comentado hasta el momento, la novedad del planteamiento la encontramos en la combinación de esas destrezas y la cultura anglosajona con otra áreas educativas. Particularmente, se entrelazan con <a href="https://www.unir.net/educacion/revista/que-son-las-metodologias-activas-cuatro-docentes-nos-lo-explican/">metodologías activas</a> y con el <a href="https://doi.org/10.3926/jotse.2084">uso de herramientas digitales.</a>. Apoyándose, en numerosas ocasiones, en un marco inclusivo que subraya la importancia de la atención a la diversidad.</p>
<p>En definitiva, podríamos llegar a cuestionarnos si las temáticas de los TFM se actualizan suficientemente o si, por el contrario, como ocurre con muchos de los que se han analizado, se sigue dando vueltas a los mismos temas.</p>
<h2>Otros aspectos mejorables</h2>
<p>Sea como sea, reflexionando acerca de los datos obtenidos, sería muy interesante poder comparar las temáticas encontradas en la especialidad de inglés con las de otras áreas del máster. Incluso, se podría contrastar estos datos con los obtenidos para los trabajos fin de grado de la rama educativa, bien sea de infantil o de primaria. </p>
<p>Del mismo modo, resultaría muy relevante conocer el punto de vista del profesorado de otras etapas educativas y no únicamente de los directores y directoras de los másteres. Así, se valoraría qué tipo de trabajos son más útiles para las personas que están a punto de incorporarse a las aulas.</p>
<p>Igualmente, sería fundamental conocer de primera mano cuáles son las políticas que tiene cada universidad en referencia a la existencia, o no, de repositorios públicos: ¿qué criterio se usa para ello? ¿Se suben todos los trabajos o solo los más destacados? </p>
<p>Desde aquí, deseamos mandar un mensaje a favor de la publicación en abierto, que permitiría hacer estudios de este tipo y poder comprobar, de primera mano, las áreas de interés que motivan a nuestro alumnado.</p>
<h2>¿El fin del TFE ‘tradicional’?</h2>
<p>En la actualidad, los trabajos codirigidos o los trabajos en grupo están empezando a cobrar protagonismo. Se trata de propuestas muy interesantes y que pueden activar otro tipo de competencias esenciales.</p>
<p>La creciente disponibilidad de herramientas de inteligencia artificial generativa, como <a href="https://theconversation.com/guia-rapida-para-escribir-y-hablar-correctamente-de-inteligencia-artificial-con-todas-las-letras-206370">ChatGPT</a>, está generando encendidos debates en círculos académicos. Entre ellos, se baraja la posibilidad de que los estudiantes utilicen estas tecnologías para redactar no solo tareas, sino también sus TFE. </p>
<p>Esto podría suponer un cambio de las reglas del juego, tanto en referencia a la propia naturaleza de estos trabajos, como al respecto de las habilidades que los estudiantes desarrollarían a través de ellos. Además, este tipo de tecnología puede suponer un gran aliado para la accesibilidad y la igualdad de oportunidades en la educación superior.</p>
<p>En resumen, la influencia de la tecnología y las herramientas de IA en la redacción de los TFE es un tema que merece una consideración más profunda y plantea cuestiones fundamentales sobre el futuro de estos trabajos, tanto a nivel académico como ético. Es muy posible que, al igual que las clases, los trabajos fin de estudio tal y como los hemos conocido hasta ahora queden pronto en un vago recuerdo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/209542/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los trabajos de fin de grado son imprescindibles para obtener el título; pero en demasiadas ocasiones no aportan ni investigan temas novedosos. La IA los pone todavía más en peligro.Ingrid Mosquera Gende, Profesora contratada doctor. Aprendizaje informal, tecnología educativa y educación online, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Alexandra Santamaría Urbieta, Senior lecturer, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2133902023-09-13T20:09:36Z2023-09-13T20:09:36ZPosverdad en la universidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/547840/original/file-20230912-28-yui95.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=39%2C1%2C1125%2C677&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://telos.fundaciontelefonica.com/posverdad-en-la-universidad/">TELOS</a></span></figcaption></figure><p>Los universitarios son susceptibles a las noticias falsas; comparten deliberadamente publicaciones controvertidas en las redes sociales sin ningún motivo o para autocomplacerse; no dan importancia a la autoría o a la fuente; no saben distinguir el rumor de la información; abusan de los filtros en sus fotos; participan del discurso de odio en las redes; copian sus trabajos académicos, y ya no necesitan estar de acuerdo con los hechos. </p>
<p>Estas afirmaciones son las <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8595077">conclusiones</a> extraídas de los distintos <a href="https://revistadecomunicacion.com/article/view/1645">estudios científicos</a> en los que se ha puesto a prueba el conocimiento o las habilidades de los universitarios para <a href="https://theconversation.com/que-ocurre-cuando-youtube-se-convierte-en-la-primera-fuente-de-informacion-de-los-jovenes-123421">discernir información engañosa</a> de aquella que no lo es.</p>
<p>Después de estas imputaciones no pretendo caer en gracia a este público, sino provocarle, y hacerlo desde la universidad, como hizo en su día Miguel de Unamuno en su <a href="https://www.ersilias.com/discurso-de-miguel-de-unamuno-1901-univ-salamanca/">primer discurso</a> de apertura del curso académico en 1900 como rector en Salamanca: </p>
<blockquote>
<p>“¡Ojalá vinieseis todos henchidos de frescura, sin la huella que os han dejado quince o veinte exámenes, y trayendo a estos claustros no ansia de notas sino sed de verdad!”</p>
</blockquote>
<p>Porque esos estudios anteriores también arrojan una solución esperanzadora: a mayor y mejor conocimiento sobre las formas de engaño, se han activado los mecanismos de defensa de los usuarios para identificarlas y se ha incrementado su nivel de pensamiento crítico frente a los contenidos que consumen. Veamos entonces qué se puede hacer desde el aula.</p>
<h2>Conocer el lexicón: a la verdad por el lenguaje</h2>
<p>Uno de los rasgos de la posverdad, aparte de que las emociones dominan sobre los hechos, es la generación de todo un marco mental con su respectiva “nube de palabras” –nuevas o no– que, una vez puestas en circulación, se viralizan. </p>
<p>La pensadora polaca <a href="https://www.todostuslibros.com/libros/hijos-de-apate_978-84-19419-78-1">Alicja Gescinska</a> (2023) pone el acento precisamente en el peligro del manoseo de determinadas expresiones; una vez estandarizadas, vulgarizadas, su valor se abaratará y correrán el riesgo de perder su sentido original.</p>
<p>Por contraposición, otro aspecto del fenómeno es la extirpación del diccionario de términos complejos en pro de voces triviales, lo que supondrá el empobrecimiento de las ideas por la dificultad para exponerlas. </p>
<p>Y, por último, se está produciendo un revisionismo de los conceptos. De ahí la importancia de cuidar la expresión escrita y oral de nuestros estudiantes y de enriquecerla, porque los bulos, las mentiras, las <a href="https://www.todostuslibros.com/libros/eso-no-estaba-en-mi-libro-de-historia-del-periodismo_978-84-18952-53-1">“noticias basura”</a> y todas sus variantes, se caracterizan por la desidia y la pobreza del lenguaje, el descuido de la ortografía y el uso de un vocabulario emotivo y sensacionalista.</p>
<h2>Engañar y producir sentido</h2>
<p>Otra cualidad de la mentira es que es en sí misma creadora de sentidos: “engañar es un mecanismo de producción de sentido”, como afirma <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Luis_Marzo">Jorge Luis Marzo</a>, citado en el libro <a href="https://www.todostuslibros.com/libros/morderse-la-lengua_978-84-670-6519-0"><em>Morderse la lengua</em></a> (2021) del académico de la lengua española <a href="https://theconversation.com/morderse-la-lengua-y-comulgar-con-ruedas-de-molino-156226">Darío Villanueva</a>. </p>
<p>Si partimos de esta premisa, se entiende que asumir, como venimos haciendo, un lenguaje edulcorado, políticamente correcto, que no incomode y cuyo sentido responda a nuestros deseos, es el primer paso para dejarnos engañar y autoengañarnos voluntariamente. En este sentido, ya sabemos de la permeabilidad de las muletillas, coletillas y otras expresiones en la mente de los más jóvenes sin que cuestionen “en plan… random” (entiéndase la ironía) lo que significan.</p>
<p>Para conocer en profundidad el significado de todo ese SEO (posicionamiento en las búsquedas en internet) que se ha desarrollado en torno a la posverdad, desde “posmoderno”, “posfáctico”, “fake news”, “relato”, “narrativa”, o “relativismo”, entre muchísimos otros, la obra de Villanueva es un referente. Para el profesor, el mayor peligro de todo este fenómeno es que, si el instrumento que vehicula nuestra convivencia, el lenguaje, se pervierte, lo que está en juego es la democracia.</p>
<p>Por todo lo anterior, una de las tareas fundamentales de la universidad es fomentar que los estudiantes quieran aspirar a la precisión en el uso del lenguaje. Según Gescinska, es la precisión la que nos conduce a la verdad.</p>
<h2>Favorecer las interacciones: a la verdad por el pensamiento</h2>
<p>“La verdad es difícil e incómoda y compromete” como dice Ferrán Caballero en el prólogo del libro de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arcadi_Espada">Arcadi Espada</a> <a href="https://www.todostuslibros.com/libros/la-verdad_978-84-1100-012-3"><em>La verdad</em></a> (2021), pero hay que facilitar su desarrollo, coinciden ambos periodistas.</p>
<p>En el caso de los jóvenes universitarios, la verdad sufre estas tensiones en espacios muy concretos: las redes sociales. La exposición de sus ideas o pensamientos está constantemente sometida al juicio de los demás en estas plataformas donde, por un lado, la corrección política les impone una autocensura y, por otro, la mentira y la desinformación funcionan como esa “cizaña que contamina el diálogo y el debate”, como afirma Gescinska. </p>
<p>De aquí surgen dos factores propios de la posverdad: la polarización y el aislamiento. Ambos provocan creencias firmes e irrevocables en nuestras propias fuentes, a las que cada vez estamos más unidos, y el distanciamiento de quienes opinan diferente, revela el filósofo Lee McIntyre en su libro <a href="https://www.catedra.com/libro/teorema-serie-mayor/posverdad-lee-mcintyre-9788437638690/"><em>Posverdad</em></a> (2018).</p>
<h2>Miedo a la disidencia</h2>
<p>Todo este clima se ha trasladado a la universidad donde el miedo a la disidencia ha anulado el ejercicio de actividades tan estimulantes para el pensamiento como el debate; someter nuestros planteamientos al escrutinio de los demás. Y lo más perverso, ha normalizado la cultura de la cancelación para evitar enfrentarnos a otros puntos de vista, lo que ha convertido a esta moda en un ingrediente más de la posverdad.</p>
<p>Resulta paradójico que esa censura la han promovido, liderado y ejercido los propios universitarios. El pensamiento filosófico ha demostrado que son las interacciones las que nos hacen ver, pensar o caer en ideas a las que no habríamos llegado en solitario. Esto no es escoger la mejor, ni la de la mayoría, sino la que conduzca a la verdad.</p>
<p>En este punto, la misión de la universidad es abandonar la doctrina de las metodologías y sistemas de evaluación que responden a tendencias pedagógicas efímeras para volver a algo tan esencial y determinante como enseñar a pensar, en lugar de decir cómo hay que hacerlo o sobre qué.</p>
<h2>Aprender a buscar: a la verdad por las preguntas</h2>
<p>Desde que somos conscientes de las posibilidades de la tecnología conversacional de ChatGPT para crear contenidos agregados, en la universidad se han sucedido las reuniones para decidir <a href="https://theconversation.com/que-hacemos-con-chatgpt-en-el-aula-prohibir-contrarrestar-o-incorporarlo-criticamente-197918">qué hacer con este invento</a>: apocalipsis o <a href="https://theconversation.com/como-evaluar-a-los-estudiantes-en-tiempos-de-chatgpt-206371">integración</a>. </p>
<p>También se han programado con una velocidad inusitada las formaciones para aprender a utilizar el sistema en las asignaturas del próximo curso. De alguna manera, nos hemos sentido a partes iguales <a href="https://theconversation.com/sera-chatgpt-el-disruptor-que-necesita-el-mundo-academico-201057">desafiados y amenazados</a>. Hemos creado una tecnología para la comodidad y el entretenimiento en la que delegar parte de nuestro esfuerzo intelectual y ahora tenemos miedo de que los alumnos la utilicen.</p>
<p>Sin pecar de exceso de confianza, no debe preocuparnos demasiado que los estudiantes se sirvan de ChatGPT por una razón muy sencilla, y es que tienen dificultades para buscar porque tienen dificultades para preguntarse y, por ende, las tienen para identificar la verdad y el engaño. </p>
<p>La herramienta presenta defectos y devuelve resultados de dudosa fiabilidad si no se emplean las palabras adecuadas, es decir, si no sabemos formular preguntas de manera precisa. Pero ¿quién pregunta últimamente en el aula? El miedo al ridículo, la desidia, incluso la desconfianza en la autoridad académica, han mermado las inquietudes intelectuales de los alumnos; ya no se interrogan. </p>
<p>Entre los hallazgos de las <a href="https://scholar.google.es/citations?view_op=view_citation&hl=en&user=VIczZycAAAAJ&citation_for_view=VIczZycAAAAJ:vbGhcppDl1QC">investigaciones</a> que hemos desarrollado con universitarios, nos sorprendió que la autoría que respalda una información (un medio o un periodista), no fuera relevante para darle credibilidad. Si la juventud no cuestiona quién está detrás de los contenidos que consume, cómo va a cuestionar su veracidad.</p>
<p>Para alcanzar la verdad, para poder discernir si los contenidos que genera ChatGPT, por seguir con el ejemplo, o si las fuentes de las que bebe son de confianza, la universidad tiene que incentivar el interrogante, y para ello hay que recompensar a quien piensa. Igual que la mentira merma la seguridad y nos hace desconfiados e infelices, la verdad nos proporciona la libertad como premio. </p>
<p>Si queremos ser buenos profesores, como dicen Haidt y Lukianoff, debemos formar a los estudiantes para que quieran buscar la verdad más allá del aula. Volviendo a Unamuno:</p>
<blockquote>
<p>“Hagamos al hombre para la verdad y no la verdad para el hombre”.</p>
</blockquote>
<hr>
<p><em>Una <a href="https://telos.fundaciontelefonica.com/posverdad-en-la-universidad/">versión de este artículo</a> fue publicada originalmente en la revista <a href="https://telos.fundaciontelefonica.com/">Telos</a> de Fundación Telefónica.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213390/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Paula Herrero Diz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Una de las tareas fundamentales de la universidad es fomentar que los estudiantes aspiren a la precisión en el uso del lenguaje. La precisión es precisamente la que nos conduce a la verdad.Paula Herrero Diz, Profesora del Departamento de Comunicación y Educación en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad Loyola AndalucíaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2075332023-08-08T20:37:01Z2023-08-08T20:37:01ZLas habilidades educativas que nos ayudan frente a la inteligencia artificial<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/534276/original/file-20230627-29-k9pgpg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=14%2C7%2C2481%2C1395&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/portrait-young-female-professor-explaining-big-2300906089">Gorodenkoff/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Me pongo un pódcast donde me cuentan cómo realizar una receta. Escuchar la descripción hace que se me haga la boca agua, la forma de relatarlo me impresiona. Imagino el resultado sobre la mesa y no puedo esperar. Compro todo lo que se requiere rápidamente y me pongo en marcha. Con respecto a eso de “una pizca de sal”, ya veré qué hago. </p>
<p>No tengo las medidas correctas de casi nada. El mismo audio ya lo dice así: “Lo irás viendo, te lo pedirá el plato”. Tampoco he buscado cómo será su aspecto final. Solo me ha entusiasmado la idea. </p>
<p>Cocino finalmente y el resultado es un desastre. Cocinar es un horror.</p>
<h2>La importancia de estar preparado</h2>
<p>Que algo sea o no una pesadilla depende en gran medida de cómo se nos explique, nos preparemos para afrontarlo, cómo empleemos nociones y conceptos que ya dominamos y cómo lo retroanalicemos una vez obtengamos los primeros resultados.</p>
<p>En plena explosión de popularidad de la inteligencia artificial, cuando su uso por parte de estudiantes, así como profesores, abunda en entornos educativos universitarios. La sensación puede ser parecida a la que sentimos cuando escuchamos la elaboración de esa receta sin instrucciones precisas.</p>
<p>Pero pensemos que desde su eclosión a finales del año 2022 contamos con una herramienta más. Bien introducida dentro de nuestra estrategia docente puede darnos más placeres que disgustos.</p>
<p>Sin embargo, ante el abanico de posibilidades que se abre, los docentes nos hacemos muchas preguntas: ¿qué pasará si los estudiantes la usan en el aula? Ya la usan: ¿cómo actúo para detectar si, entre otras cosas, plagian o no? ¿Me quedaré atrás como docente? ¿Por qué me siento perdido? En definitiva, ¿cómo puedo afrontar la existencia de la IA y no morir en el intento?</p>
<h2>Formación continua</h2>
<p>Los docentes nos vamos adaptando continuamente a la utilización de nuevas <a href="https://theconversation.com/como-aprenden-los-estudiantes-de-hoy-en-dia-183004">metodologías educativas y a la forma de aprender</a> de cada generación. A esto debemos añadir el rediseño de nuestras funciones como formadores universitarios ante un <a href="https://theconversation.com/el-diseno-de-estrategias-docentes-frente-al-nuevo-trabajo-194281">presente laboral</a> que ya no es futuro y al que no podemos dar la espalda.</p>
<p>Debemos guiar al grupo de estudiantes a partir de una base previa que traen de la educación primaria y secundaria; si no la trajeran, la impulsamos. Lo hacemos desde una estrategia donde la formación continua es el eje, también para nosotros mismos. </p>
<p>Como profesorado, seguimos aprendiendo a través de cursos, talleres y seminarios que nos facilitan competencias transversales, entre las que están la <a href="https://theconversation.com/el-parrafo-final-de-un-curso-de-verano-sobre-divulgacion-en-el-palacio-de-la-magdalena-188194">divulgación</a>, la comunicación y también la resolución de conflictos, sin olvidar la puesta al día en nuestros propios ámbitos de conocimiento.</p>
<p>Todo esto nos permite mejorar los resultados, desde nuestra cocina o desde el <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=208329">currículum oculto</a>. </p>
<p>Es así como podemos llegar más allá de lo esperado, empleando toda una serie de herramientas estratégicas, analógicas y digitales que facilitan la mejora de la <a href="https://youtu.be/KG9EIfNluJU">curva de aprendizaje</a> de cada estudiante. Ahí entra la inteligencia artificial.</p>
<h2>¿Nuevas amenazas?</h2>
<p>La inteligencia artificial también tiene su lado oscuro. El plagio es uno de ellos, pero no es un problema nuevo. La investigación de <a href="https://theconversation.com/el-sindrome-de-inmovilidad-ante-el-plagio-148046">otros especialistas</a> puede ayudarnos a afrontar este problema y darnos pautas de apoyo. </p>
<p>Frente a estas y otras amenazas, debemos contrastar la información e investigar nuestras dudas –capacidades necesarias no solo para hacer frente a la IA, sino a todas las materias universitarias y laborales–. </p>
<p>La escucha activa y la experiencia anterior en el uso de otras herramientas recientes, como por ejemplo la provocada por la también reciente eclosión del <a href="https://theconversation.com/se-puede-aprender-escuchando-cuentemelo-en-un-podcast-189808">pódcast educativo</a>, también pueden ayudarnos.</p>
<h2>Convertir amenazas en oportunidades</h2>
<p>Podemos fomentar estrategias que sirvan para suplir las carencias en comprensión lectora y su impacto en los <a href="https://coca.plus/aranzadi/">modos de aprendizaje</a> de nuestros estudiantes desde hace varios cursos.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/536274/original/file-20230707-29-rqpqz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Visión general de la estrategia docente de la asignatura y la implicación de la Inteligencia Artificial." src="https://images.theconversation.com/files/536274/original/file-20230707-29-rqpqz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/536274/original/file-20230707-29-rqpqz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/536274/original/file-20230707-29-rqpqz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/536274/original/file-20230707-29-rqpqz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/536274/original/file-20230707-29-rqpqz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/536274/original/file-20230707-29-rqpqz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/536274/original/file-20230707-29-rqpqz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Visión general de la estrategia docente de la asignatura y la implicación de la Inteligencia Artificial.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://drive.google.com/file/d/1tTkLf3Ro4lgjmf-0xXbNVi91MbtvD1RC/view?usp=sharing">Antonio Fernández-Coca</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Así, por ejemplo, el desarrollo de las órdenes o preguntas que le hacemos a la propia inteligencia artificial –<em>prompts</em> en inglés– para obtener buenos resultados es toda una oportunidad: nos ofrece la coyuntura perfecta para estructurar la forma de plantear un proyecto junto con los estudiantes desde la lectura de una manera comprensiva, crítica y organizada, algo que les formará como mejores profesionales.</p>
<p>En la Universitat de les Illes Balears hemos puesto en práctica, desde la asignatura <a href="https://www.youtube.com/playlist?list=PLeYFek3cLpracgix1iZmSzSezekbI0rhi">Fundamentos del Diseño</a> del grado en Edificación, esta estrategia. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/536275/original/file-20230707-15-1zd726.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Partes del desarrollo del proyecto donde se emplea la Inteligencia Artificial." src="https://images.theconversation.com/files/536275/original/file-20230707-15-1zd726.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/536275/original/file-20230707-15-1zd726.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/536275/original/file-20230707-15-1zd726.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/536275/original/file-20230707-15-1zd726.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/536275/original/file-20230707-15-1zd726.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/536275/original/file-20230707-15-1zd726.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/536275/original/file-20230707-15-1zd726.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Partes del desarrollo del proyecto donde se emplea la Inteligencia Artificial.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://drive.google.com/file/d/1bE3Ki0s7NOrKm1A0Gpx8T6GUc1dtGjMc/view?usp=sharing">Antonio Fernández-Coca</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>La clave está mantener un diálogo constante con el grupo de estudiantes. El esfuerzo es el mismo que en cualquier otro proceso formativo. </p>
<p>Cuando en docencia hacemos uso de herramientas que trabajan con la inteligencia artificial también procuramos conocer los elementos que emplearemos o nos prepararemos para conseguirlo. Si no lo hacemos, mataremos el aprendizaje y de paso sí que puede que <em>muramos</em> en el intento.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/207533/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonio Fernández-Coca no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Es posible aprovechar el uso de IA en el aula para aprender comprensión lectora e impulsar la escucha activa, en diálogo permanente con los estudiantes.Antonio Fernández-Coca, Director de Formación del PDI. Profesor Titular de Universidad, Universitat de les Illes BalearsLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2092482023-07-27T19:28:49Z2023-07-27T19:28:49ZLos peligros de la infantilización en la etapa universitaria<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/538523/original/file-20230720-25-krb4te.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C7%2C2496%2C1654&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/mother-daughter-meeting-male-teacher-478396048">Monkey Business Images/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>¿Hasta qué edad debe un padre o una madre acudir a tutorías con docentes de sus hijos o tener una interlocución directa con sus profesores? ¿Cuándo es el momento de dejar de “defenderlos” ante el profesorado y permitir que sean ellos mismos quienes gestionen revisiones, reclamaciones o dudas? </p>
<p>Teniendo en cuenta que en la universidad los alumnos y alumnas ya son personas adultas, cabría esperar que en esta etapa los estudiantes fueran completamente autónomos. Los años de carrera suelen suponer una etapa de transición hacia el desarrollo de la autonomía personal y la autorregulación, tan necesarias para la vida adulta. </p>
<p>Si los padres continúan con su labor supervisora también en su etapa universitaria ¿no les está privando de experiencias de aprendizaje necesarias esta intervención parental? </p>
<h2>Hiperparentalidad y padres-madres helicópteros</h2>
<p>El concepto de <a href="https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352021000100279">hiperparentalidad</a> se refiere a un modelo de crianza en el que los padres y madres denominados “helicóptero” supervisan constantemente a sus hijos e hijas y resuelven de forma sistemática todos sus problemas. Evitan así que sufran y, a su vez, que puedan desarrollar sus propias estrategias de afrontamiento ante la adversidad.</p>
<p>Sin duda, la intención de estas familias es positiva, puesto que a ningún padre o madre le gusta ver sufrir a su hijo. No obstante, esta supuesta atención puede responder más a los deseos infantiles del hijo, que no se percibe capaz de afrontar él solo el problema, y a la incomodidad que genera en los padres la situación, que a las <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15760295/">necesidades de desarrollo</a> de la propia resiliencia que todo adolescente o adulto joven presenta en estas edades.</p>
<h2>Desprotegidos en la vida adulta</h2>
<p>Por ello, el resultado acaba siendo contraproducente. Una intervención parental inicialmente orientada a proteger a sus hijos e hijas de la adversidad <a href="https://psycnet.apa.org/record/2016-28552-001">acaba derivando</a> en una importante desprotección para la vida adulta, en la que, claramente, deberán afrontar problemas. </p>
<p>De esta manera, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0277953611002905">nos encontramos, cada vez más</a>, con jóvenes adultos <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s12187-015-9353-z">emocionalmente débiles</a>, con una muy baja tolerancia a la frustración, que no han podido aprender de sus errores ni han podido responsabilizarse de ellos y con serias dificultades para autorregularse y para tomar decisiones.</p>
<h2>¿Soy capaz?</h2>
<p>Parece claro que ningún padre o madre quiere esto para sus hijos e hijas. También parece claro que ninguno de ellos se ha planteado exactamente cuál es el mensaje que, de forma implícita, los hijos reciben de esta supuesta sobreprotección. </p>
<p>¿Cómo debe interpretar este alumnado, ya en la etapa universitaria, que su madre venga a protestar en una revisión de examen cuando suspenden, o que su padre escriba al profesorado porque no está de acuerdo con los criterios de evaluación? La lectura es clara: “Si mis padres tienen que resolver mis problemas, es porque yo no puedo, o porque yo no soy capaz, o porque no lo voy a saber hacer bien”. </p>
<p>Es decir, no confían en sus competencias y habilidades para resolver sus propios problemas y van a depender de ellos cada vez que aparezca un contratiempo.</p>
<h2>Autoestima y autonomía</h2>
<p>Es importante recordar que, por lo menos en las primeras edades, <a href="https://psycnet.apa.org/record/1995-97476-002">el desarrollo de la autoestima está muy relacionado con la autonomía</a> que puedan desarrollar los niños y niñas, y esta autonomía depende, sobre todo, de una parentalidad que la permita y la potencie. </p>
<p>Esto básicamente se traduce en facilitar que los niños y niñas resuelvan sus propios problemas o que, por lo menos, perciban que pueden intervenir sobre ellos. Problemas ajustados a sus capacidades, evidentemente, pero que también les permitan equivocarse, ponerse a prueba, frustrarse, conocerse y aprender de los errores no como algo malo a evitar, sino como una de las maneras más significativas que tenemos para aprender.</p>
<p>El mensaje que deberíamos transmitirles es que nuestra función no es evitar que se equivoquen, sino estar siempre ahí, de forma incondicional, para acompañarles amorosamente en sus errores.</p>
<h2>¿Por qué sobreprotegemos?</h2>
<p>La sobreprotección puede tener <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6379111">múltiples orígenes</a>. Algunos pueden ser tener familias menos extensas, un menor número de hijos e hijas, progenitores de mayor edad, dificultades en el embarazo, sentimiento de culpa por tener que trabajar muchas horas, sentimiento de posesión sobre la vida de los hijos como si fueran de nuestra propiedad, y, sobre todo, la fuerte presión y exigencia social que existe hoy en día para ser considerados y verse a unos mismos como buenos progenitores.</p>
<p>Está claro que ser padre o madre <a href="https://theconversation.com/progenitores-quemados-es-cada-vez-mas-exigente-criar-y-educar-a-los-hijos-202543">no es tarea fácil</a>. A menudo nos sentimos perdidos cuando no queremos reproducir los estilos de crianza autoritarios que la mayoría de nosotros vivimos en la infancia, pero no estamos seguros de <a href="https://theconversation.com/la-importancia-del-punto-medio-en-la-educacion-de-los-ninos-196706">cuál es la alternativa</a> adecuada. </p>
<p>Si optamos por <a href="https://theconversation.com/por-que-es-importante-no-sobreproteger-a-los-ninos-y-permitir-ciertos-riesgos-196735">un estilo sobreprotector</a> que no permita experimentar y gestionar suficientemente la frustración, no permitiremos que los niños, niñas y adolescentes se puedan desarrollar emocional y socialmente de forma óptima. </p>
<p>Evitaremos que puedan <a href="https://theconversation.com/como-podemos-ayudar-al-bienestar-emocional-de-nuestros-hijos-182349">poner a prueba sus habilidades y competencias</a>, les haremos inseguros, poco autónomos, muy vulnerables al estrés y con una muy baja capacidad de autorregulación, tan necesaria para sobrellevar las adversidades de la vida adulta.</p>
<h2>Prepararse para el mundo</h2>
<p>En este sentido, pongamos atención en cómo ignoramos o justificamos sus errores, en cómo les ayudamos a resolver sus propios problemas o se los resolvemos nosotros mismos, en cómo intentamos evitarles situaciones difíciles o desagradables, en cómo respondemos de forma inmediata a sus demandas y exigencias. </p>
<p>Pongamos atención, en definitiva, en si estamos preparando el camino para ellos, o si los estamos <a href="https://theconversation.com/ayudar-a-los-hijos-a-ganar-confianza-en-si-mismos-el-consejo-de-tres-grandes-filosofos-159145">preparando a ellos para el camino</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/209248/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Anna Carballo Márquez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿Qué estamos evitando si ‘defendemos’ a nuestros hijos ante los profesores, incluso en la etapa universitaria? ¿Que sufran o que crezcan?Anna Carballo Márquez, Profesora de Psicobiología y Educación, Universitat Internacional de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2089842023-07-06T17:36:46Z2023-07-06T17:36:46Z¿Se puede hacer filosofía española en inglés?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/536028/original/file-20230706-25-591y25.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=34%2C48%2C4566%2C3014&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/wooden-mannequin-thinking-pose-on-block-2254252663">CalypsoArt / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Si Miguel de Unamuno hubiese pensado y escrito en inglés, ¿su filosofía podría considerarse española? <a href="https://archive.org/details/obrascompletas03unam/page/736/mode/2up">Él habría respondido que no</a>. En filosofía, la lengua determina la identidad de nuestro pensamiento. No es una mera herramienta de comunicación, ni una mercancía intercambiable. Encarna una forma de percibir, de sentir y obrar, y supone la cristalización del espíritu de un pueblo. </p>
<p>Más allá de cualquier ideología política, la filosofía española <em>solo</em> puede hacerse en español y si pierde el lenguaje que la funda, entonces deja de ser filosofía española, aunque esté <a href="https://theconversation.com/se-hace-en-ingles-la-mejor-filosofia-espanola-actual-201401">hecha por personas nacidas en España</a>. </p>
<p>Si Dante no hubiera reivindicado la riqueza de la lengua romance, tendríamos hoy una <em>Divina Comedia</em> muy diferente, y la literatura italiana habría sufrido una pérdida irreparable. </p>
<p><a href="https://theconversation.com/filosofia-y-poesia-en-maria-zambrano-197659">María Zambrano</a>, que tanto gustaba de Dante, llegó a decir que Quevedo <a href="https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/19075-ebook-unamuno-9788499928180">había sido el último en hablar en español</a>. A partir de él, se podían ir trazando toda una serie de actitudes provincianas que hablarían siempre mirando hacia fuera. Hacia Europa, diría ella; hacia Estados Unidos, podríamos añadir en nuestros días.</p>
<h2>Sobre el imperialismo lingüístico</h2>
<p>Actualmente, entre las muchas violencias que genera la lógica neoliberal de las <a href="https://www.routledge.com/Unsettling-Eurocentrism-in-the-Westernized-University/Cupples-Grosfoguel/p/book/9781138061804">universidades occidentalizadas</a>, debemos incluir la violencia lingüística. La ejerce al exhortar a las investigadoras e investigadores de todo el mundo, y de todas las áreas, incluidas las Humanidades, a realizar su trayectoria académica en lengua inglesa si quieren competir con éxito en el sistema de evaluación del que depende su trabajo. </p>
<p>Según la lógica del sistema académico actual, si un investigador escribe un artículo sobre la guerra civil española y lo publica en inglés en una revista de alto impacto, va a ser mejor evaluado, aunque apenas tenga lectores, que si publica ese mismo artículo en una revista académica española. Eso a pesar de que en este segundo caso pone su trabajo al servicio de una sociedad probablemente más interesada en el tema de la investigación. De este modo, el sistema de evaluación académico es tan ciego respecto al contenido como respecto al servicio social que la investigación ofrece. </p>
<p>Para denunciar esto, el colectivo universitario <a href="https://www.cineyliteratura.cl/webserie-paradojas-del-nihilismo-la-academia/"><em>El pliegue</em></a> estrenó en 2020 la serie documental: <a href="https://www.youtube.com/watch?v=NLU3pkD3HtM"><em>Paradojas del Nihilismo: la Academia</em></a>. Este trabajo es el resultado de un proyecto de investigación financiado por el Fondo de Fomento Audiovisual del Ministerio de Cultura de Chile. </p>
<p>Su tercer capítulo, titulado <a href="https://www.youtube.com/watch?v=kjSArdv5cNY"><em>El paper: publica o muere</em></a>, investiga la decadencia de un sistema universitario cuyos empleados son productores de <em>papers</em> que nadie lee, alimentando incansablemente un negocio millonario de editoriales académicas privadas. </p>
<h2>El acta de Macaulay</h2>
<p>Cualquier filosofía académica en nuestros días se está haciendo mejor en inglés, si por “mejor” entendemos que satisface las exigencias métricas del modelo académico neoliberal. Pero estas exigencias sacrifican cualquier filosofía académica de habla no inglesa. Bajo esta lógica, la filosofía española, al igual que las demás filosofías europeas, está abocada a la desaparición. </p>
<p>La filosofía india contemporánea le lleva a las humanidades europeas dos siglos de adelanto en este debate. En el año 1835, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Macaulay">Thomas Macaulay</a> anunció su famosa <a href="https://www.cambridge.org/core/books/abs/competition-wallah/education-in-india-since-1835-with-a-minute-of-lord-macaulay/A55D9C24D87D5C71FBA75A9CA57117FC">“Acta sobre la educación”</a> en la que decretaba que el inglés sería la lengua oficial de las instituciones educativas de la India. </p>
<p>Como resultado, los pensadores indios que renunciaron a hacer filosofía en inglés se volvieron invisibles para la academia de su propio país. Y los pensadores que hicieron filosofía en lengua inglesa, como <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Daya_Krishna">Daya Krishna</a> (1924-2007), se preguntaron críticamente si de verdad estaban haciendo filosofía “india”, siendo, como eran, exiliados de sus lenguas nativas. <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s11841-018-0679-0">Este debate continúa abierto</a> y es común encontrarlo en congresos académicos sobre filosofía poscolonial y filosofía global. </p>
<p>Europa está lejos de apreciar lo que supone la pérdida académica de las lenguas propias. Nos permitimos creer que se puede hacer filosofía de vanguardia en lengua inglesa y considerarla un logro, por ejemplo, para la filosofía española. Es muy loable colocar a España en un lugar destacado del tablero académico internacional, pero cabe preguntarse en qué contribuye eso a la filosofía española si, para hacerlo, tenemos que renunciar a hacer filosofía en español. Y esto puede aplicarse a todas las filosofías de habla no inglesa en el mundo.</p>
<h2>Vencidos, pero no convencidos</h2>
<p>Frente al eslogan en defensa del capitalismo <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/There_Is_No_Alternative:_Why_Margaret_Thatcher_Matters#:%7E:text=The%20title%20is%20a%20reference,against%20anarchism%2C%20communism%20and%20socialism."><em>There is no alternative</em></a> de Margaret Thatcher, el filósofo italiano <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Nuccio_Ordine">Nuccio Ordine</a> defendió que <a href="https://www.almendron.com/tribuna/el-caballo-de-troya-en-la-universidad/">había muchas alternativas</a> para hacer frente al modelo académico neoliberal. </p>
<p>Una de ellas consistiría en formar una coalición académica europea que se negase a aceptar este modelo empresarial con el fin de preservar la tradición universitaria de las Humanidades en Europa. </p>
<p>Es necesario recordar que ser vencidos no es ser convencidos. Aunque las personas que nos dedicamos a la investigación tengamos que ceder ante este sistema para poder sobrevivir, no deberíamos sacrificar nuestro sentido crítico. Si de verdad queremos preservar la filosofía española, más vale que nos atrevamos a seguir pensando y escribiendo en nuestra lengua. Eso es lo que significaría, propiamente, pensar sin servidumbres.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/208984/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Raquel Ferrández Formoso no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El inglés es hoy día la lengua franca académica, pero medir el mérito de los investigadores por lo que publican en esta lengua perjudica especialmente a disciplinas como la filosofía.Raquel Ferrández Formoso, Profesora Ayudante Doctora, Filosofía india, UNED - Universidad Nacional de Educación a DistanciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2073502023-06-21T17:57:33Z2023-06-21T17:57:33ZEl año sabático antes de la universidad: ¿oportunidad de crecimiento o pérdida de tiempo?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/532343/original/file-20230616-29-wolwqw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=25%2C0%2C5582%2C3732&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Viajar a Roma siempre es una buena opción.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/pretty-young-female-tourist-studying-map-98831906">lightpoet/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Tomarse un año de descanso o un año sabático entre la educación secundaria y la superior <a href="https://www.larazon.es/sociedad/educacion/el-gap-year-empieza-a-despegar-en-espana-IH22072831/">es una práctica común entre jóvenes de países del norte de Europa y América</a>. Este fenómeno está cada vez más extendido en España, aunque en ocasiones todavía se contempla como un año perdido. </p>
<p>Hemos analizado las bondades y riesgos de este periodo de paréntesis desde una perspectiva internacional; a partir de este análisis, teniendo en cuenta la idiosincrasia del contexto español, sus problemáticas y necesidades actuales, ofrecemos unas recomendaciones para jóvenes que se planteen esta opción y sus familias.</p>
<h2>Lo que dicen los datos</h2>
<p>A continuación, sin ánimo de realizar un estudio comparado <em>per se</em>, se muestra a grandes rasgos de qué manera se concibe el año sabático en algunos países del mundo. Además, se presentan ventajas y desventajas científicamente demostradas. </p>
<p>En el <a href="https://doi.org/10.1080/13562517.2011.570438">Reino Unido</a>, el <em>gap year</em> (año sabático, en inglés) se entiende como un esfuerzo educativo y una experiencia pedagógica en la que el compromiso cívico se une con el desarrollo personal, moral, cívico e intelectual. </p>
<p>En <a href="https://doi.org/10.1080/18146627.2013.786880">Sudáfrica</a> se considera que el año sabático posee beneficios para el alumnado, tales como que: </p>
<ol>
<li><p>Aporta claridad en la elección de carrera, una mayor motivación y un enfoque más centrado en sus estudios.</p></li>
<li><p>Permite recuperarse del agotamiento o desgaste tras la educación secundaria.</p></li>
<li><p>Facilita la adaptación a la universidad.</p></li>
<li><p>Mejora sus habilidades sociales interculturales e interpersonales.</p></li>
<li><p>Contribuye a su desarrollo personal, independencia y autoconocimiento. </p></li>
</ol>
<p>No obstante, también se contemplan como desventajas el quedarse atrás con respecto al grupo de iguales o la dificultad de retomar los estudios académicos.</p>
<p>En países asiáticos como China el tomarse un año sabático es una conducta más aceptada por el grupo de iguales, pero que todavía cuenta con la desaprobación de muchas familias. No obstante, un <a href="https://doi.org/10.1080/13683500.2014.946478">estudio</a> de investigadores de universidades chinas y australianas muestra que esta experiencia contribuye al desarrollo de la madurez e independencia de quienes la viven. </p>
<p>Los resultados de China contrastan con los de <a href="https://doi.org/10.1037/a0038667">otras investigaciones</a> desarrolladas en Finlandia y Australia. </p>
<p>En el caso de Finlandia, no se encontraron diferencias entre el alumnado que disfrutaba de año sabático antes de ir a la universidad y el que accedía directamente a ella en relación con:</p>
<ol>
<li><p>El crecimiento del compromiso con las metas.</p></li>
<li><p>El esfuerzo.</p></li>
<li><p>Las expectativas de éxito.</p></li>
<li><p>Las tasas de inscripción universitaria. </p></li>
</ol>
<p>En Australia, no fueron significativas las diferencias entre el alumnado que se toma un año sabático y el que accede directamente a la universidad en relación con las perspectivas de futuro, de carrera profesional y la satisfacción vital. </p>
<p>En <a href="https://doi.org/10.1080/13639080.2017.1407493">Noruega</a> se plantea una visión más compleja. Se considera que el año sabático es una experiencia beneficiosa para el futuro alumnado universitario, mientras que para el alumnado de formación profesional se percibe como irrelevante e, incluso, contraproducente. Esto se debe a los posibles riesgos de abandono definitivo de los estudios tras la pausa que supone el año sabático. </p>
<p>Estados Unidos es uno de los países que más defienden la práctica del año sabático. Una de las <a href="https://doi.org/10.1152/advan.00059.2021">investigaciones</a> más recientes considera que aporta al estudiantado beneficios como: </p>
<ol>
<li><p>Adaptabilidad al cambio y al fracaso. </p></li>
<li><p>Formación de identidad profesional y comprensión del rol del equipo.</p></li>
<li><p>Comprensión del “mundo real”.</p></li>
<li><p>Reenfoque de objetivos.</p></li>
<li><p>Resiliencia y gestión del estrés.</p></li>
<li><p>Refuerzo de la motivación.</p></li>
</ol>
<h2>Dudas, deseos y perspectivas de futuro</h2>
<p>En España, según un informe publicado por el <a href="https://www.universidades.gob.es/wp-content/uploads/2023/04/DyC_2023_web_v2.pdf">Ministerio de Universidades</a>, el 33 % del alumnado universitario de nuevo ingreso abandona esos estudios, de los cuales el 13 % cambia de titulación y el 20 % directamente abandona el Sistema Universitario Español. </p>
<p>Esto se traduce en que un tercio del alumnado universitario de nuevo ingreso no tiene claras sus preferencias. Esta circunstancia se da en un contexto donde coexisten la competitividad, la excelencia, el perfeccionismo y formar parte de <a href="https://www.expansion.com/opinion/2020/06/18/5eea70f2468aeb20478b45df.html">“la generación de la incertidumbre”</a> no genera, precisamente, tranquilidad. </p>
<p>Por lo tanto, si tan complejo resulta en las circunstancias actuales averiguar qué se quiere, igual conviene comenzar por tratar de esbozar qué no se quiere. En este sentido, una de las opciones que pueden contribuir a esta toma de decisiones es tomarse un año sabático al finalizar la educación secundaria. </p>
<p>Además, en España hay <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6838367">estudios</a> que demuestran que el rendimiento académico del alumnado universitario que disfrutó de un año sabático es superior que el del alumnado que no lo hizo.</p>
<h2>Analizar las circunstancias personales</h2>
<p>Es conveniente siempre analizar las circunstancias sociales y culturales del lugar en el que se vive, así como las personales. Las tres preguntas fundamentales que debemos responder son:</p>
<ol>
<li><p>Qué se desea conseguir o qué expectativas se tienen del año sabático: ¿por qué me tomo un año sabático?</p></li>
<li><p>Qué posibles beneficios puede reportar tomarse un año sabático: ¿en qué creo que me va a ayudar?</p></li>
<li><p>Qué retos o dificultades pueden aparecer en el camino: ¿qué me va a suponer un aprendizaje?</p></li>
</ol>
<h2>Un debate abierto</h2>
<p>Múltiples factores influyen en la idoneidad de tomarse este año de descanso: desigualdad de oportunidades, necesidades y demandas del sistema capitalista, etc. De hecho, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/j.1475-4932.2007.00418.x">algunos estudios</a> apuntan que la proporción de estudiantes que posponen el acceso a la universidad varía en función de sus antecedentes, el género, la raza o etnia, entre otros. Lisa Wade, docente de la Tulane University, prefiere recurrir a los <a href="https://thesocietypages.org/socimages/2009/12/08/class-and-the-framing-of-a-work-free-year/">memes</a> para denunciar las diferencias con respecto a la concepción del año sabático en familias en función de sus recursos económicos.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/532207/original/file-20230615-27-t5rpn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Viñetas sobre lo que significa el año sabático dependiendo del nivel socioeconómico. Para la clase media, un año de descanso; para la clase trabajadora, estar desempleado." src="https://images.theconversation.com/files/532207/original/file-20230615-27-t5rpn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/532207/original/file-20230615-27-t5rpn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=240&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/532207/original/file-20230615-27-t5rpn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=240&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/532207/original/file-20230615-27-t5rpn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=240&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/532207/original/file-20230615-27-t5rpn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=302&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/532207/original/file-20230615-27-t5rpn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=302&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/532207/original/file-20230615-27-t5rpn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=302&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Viñetas sobre lo que significa el año sabático dependiendo del nivel socioeconómico. Para la clase media, un año de descanso; para la clase trabajadora, estar desempleado.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://thesocietypages.org/socimages/2009/12/08/class-and-the-framing-of-a-work-free-year/">The Society Pages</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/">CC BY-NC-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Esta cuestión, ligada a que el año sabático en EE. UU. <a href="https://harvardpolitics.com/gap-year/">es una práctica apoyada por prestigiosas universidades como las de Harvard y Princeton</a>, denota que el alumnado procedente de familias con mayores recursos económicos es quien tiene más posibilidades y probabilidades de realizarlo.</p>
<h2>Opciones autofinanciadas</h2>
<p>No obstante, el año sabático no se ciñe exclusivamente a viajar con gastos pagados, sino que también existen otros programas que facilitan e incluso financian esta experiencia como los cursos de inmersión lingüística, las experiencias de trabajo en el extranjero como <em>aupair</em>, e incluso empresas que organizan este tipo de viajes específicos, como <em>Workaway</em>.</p>
<p>Los efectos, posibles beneficios y riesgos siguen estudiándose desde la teoría y la práctica, aunque existe un consenso internacional en que tomarse un año sabático como transición entre etapas educativas puede reportar beneficios personales, profesionales y académicos. </p>
<p>Al mismo tiempo, no hay que olvidar la otra cara de la moneda: resulta esencial tomar conciencia de los retos, riesgos y dificultades que implica abandonar la educación reglada durante un tiempo, vivir en un país extranjero o viajar en busca de experiencias.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/207350/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alicia Sianes-Bautista no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Aunque la distancia física y mental del mundo académico puede ser muy beneficiosa para tener una idea más clara de lo que se quiere hacer en el futuro, el año de descanso también tiene sus riesgos.Alicia Sianes-Bautista, Profesora de Historia de la Educación y Educación Comparada, Universidad de MálagaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2071392023-06-08T17:32:08Z2023-06-08T17:32:08Z¿Estudio un doble grado? Ventajas y aspectos a tener en cuenta<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/530413/original/file-20230606-19-2k2lh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C22%2C5097%2C2843&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/university-library-talented-caucasian-girl-sitting-1752958070">Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La oferta creciente por parte de las universidades de los programas de dobles grados es una realidad en todo el mundo. Las posibilidades de elección de un doble grado cada vez son mayores. A modo de ejemplo, en Cataluña, aproximadamente el 25 % de la oferta de grados ofrece esta posibilidad.</p>
<p>En España, los dobles grados están amparados por las nuevas leyes <a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2023-7500">del sistema universitario</a> y de <a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2021-15781">calidad de enseñanza universitaria</a>. Las universidades, en el ejercicio de su autonomía, pueden desarrollar programas académicos de simultaneidad de dobles titulaciones con itinerario específico, es decir, enseñanzas universitarias oficiales con dos titulaciones o grados con un itinerario específico.</p>
<p>Por tanto, los dobles grados universitarios consisten en un itinerario curricular diseñado por la universidad que garantiza que el estudiante adquiera los resultados de aprendizaje propios de cada una de las titulaciones incluidas, definidas a partir de sus materias de formación básica, y obligatoria, evitando la duplicidad de contenidos y aplicando una tabla de reconocimiento de materias y asignaturas de acuerdo con la equivalencia de contenidos y competencias. </p>
<h2>Ámbitos afines, perspectiva amplia</h2>
<p>Los dos grados pueden ser de un mismo centro o entre centros distintos, tanto a nivel nacional como internacional y complementarios (del mismo ámbito de conocimiento o ámbitos afines, en la mayoría de los casos). Esto permite al estudiantado explorar y profundizar en dos campos de estudio diferentes, lo que les brinda una perspectiva más amplia y les permite desarrollar habilidades y conocimientos en múltiples disciplinas. </p>
<p>Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuanto más alejados en términos disciplinares estén los grados menos créditos se podrán reconocer, y por tanto el número de créditos a cursar será mayor.</p>
<p>Este itinerario curricular simultáneo consiste, entonces, en una organización temporal que permite al estudiante compaginar las actividades formativas de dos grados y cumplir los requisitos establecidos para obtener ambos títulos, de acuerdo con lo que establecen los respectivos planes de estudios, a través de la superación de un mínimo de créditos, pero en un período de tiempo más corto de lo que le llevaría cursarlos por separado. </p>
<p>Normalmente para un grado se necesitan 4 años y para un doble grado entre 5-6 años. El estudiante finaliza sus estudios con la elaboración de dos Trabajos de Final de Grado (TFG), como norma general, aunque en algunos itinerarios también es posible solo un TFG que abarque los dos ámbitos de conocimiento.</p>
<h2>Los beneficios de cursar un doble grado</h2>
<ol>
<li><p>La posibilidad de combinar intereses. Estos programas académicos pueden ser una gran oportunidad para estudiantes indecisos entre dos grados por los que muestra interés y motivación. Si, además, el doble grado es con una universidad del ámbito internacional, les permitirá perfeccionar una segunda o tercera lengua, desarrollar habilidades interculturales y conocimientos específicos de otro país.</p></li>
<li><p>El mercado laboral aumentado. En un mundo donde el trabajo es cada vez más entrelazado y multidisciplinar, la diversidad académica puede ser especialmente beneficiosa. Los empleadores valoran de los estudiantes que cursan un doble grado la flexibilidad, la capacidad de esfuerzo, así como la capacidad para adaptarse y abordar los problemas desde diferentes perspectivas, derivada de tener conocimientos y habilidades en dos ámbitos de conocimiento distintos. También los consideran capaces de manejar problemas multidisciplinarios y brindar soluciones innovadoras.</p></li>
<li><p>Las oportunidades profesionales ampliadas. La combinación de conocimientos de dos ámbitos da como resultado una <a href="https://theconversation.com/como-ayudar-a-los-universitarios-a-encontrar-trabajo-en-lo-suyo-178856">carrera profesional más amplia</a>, permitiendo a los graduados buscar trabajos que involucren uno de los grados cursados, ambos ámbitos de conocimiento, o incluso encontrar perspectivas profesionales únicas en la intersección de ambos.</p></li>
</ol>
<h2>Los desafíos de cursar un doble grado</h2>
<p>A pesar de las ventajas de los dobles grados universitarios, es importante destacar que estos también pueden presentar desafíos adicionales para el estudiantado.</p>
<ol>
<li><p>Mayor dedicación y esfuerzo. Los estudiantes que cursan un doble grado tienen una <a href="https://theconversation.com/menos-motivacion-externa-y-mas-disciplina-interna-el-secreto-del-exito-en-la-universidad-200614">mayor carga de trabajo</a> ya que tienen que cumplir con los requisitos académicos de dos programas de estudio simultáneamente. Este itinerario académico comporta una mayor inversión de tiempo, organización y esfuerzo que puede generar estrés y dificultades para administrar el tiempo de manera efectiva. También puede ser un desafío mantener un equilibrio saludable entre el trabajo académico y otros aspectos de la vida, como las actividades extracurriculares o el trabajo a tiempo parcial.</p></li>
<li><p>Mayor coste económico. Cursar un doble grado supone un coste económico superior al de un único grado debido a que incluye un mayor número de créditos a matricular, libros de texto, materiales de estudio y otros gastos relacionados. Es importante que el alumnado considere estos aspectos y determine si es capaz de asumir estos gastos adicionales.</p></li>
<li><p>Mayor duración del programa. A diferencia de un programa de grado convencional, los estudios de doble grado suelen tardar más tiempo en completarse. La razón de esto es que el estudiantado debe cumplir con los requisitos de dos programas distintos. Los estudiantes deben estar dispuestos a dedicar más tiempo y energía a sus estudios.</p></li>
</ol>
<p>En resumen, los grados dobles brindan a los estudiantes una excelente experiencia educativa y una ventaja competitiva en el mercado laboral. Sin embargo, es importante <a href="https://theconversation.com/aprender-a-conocerse-clave-para-elegir-que-estudiar-191153">considerar cuidadosamente</a> los desafíos que presenta teniendo en cuenta las características propias del estudiantado, así como la reputación de la universidad, el programa educativo y la calidad del profesorado.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/207139/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>M. Pilar Delgado Hito no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Cada vez más universidades ofrecen titulaciones que combinan dos ámbitos de conocimiento: para estudiantes organizados y tenaces, aúnan distintos intereses y amplían las posibilidades de empleo.M. Pilar Delgado Hito, Vicerectora de Política Académica y Calidad, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2035092023-05-08T21:13:51Z2023-05-08T21:13:51ZLas bicicletas son para la universidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/524566/original/file-20230505-25-1vffd1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=302%2C38%2C2904%2C1505&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">shutterstock</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/young-people-riding-bicycle-city-center-1727413894">Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La bicicleta constituye un medio de transporte barato, eficiente, ecológico, fácil de usar y que proporciona beneficios físicos y psicológicos de inmediato a las personas que las utilizan. Esta es la razón de que diversos <a href="https://orientacion.universia.edu.pe/infodetail/orientacion/consejos/por-que-es-bueno-ir-a-la-universidad-en-bicicleta-2823.html">campus universitarios iberoaméricanos</a> y <a href="https://www.uab.cat/web/sala-de-prensa/detalle-noticia/la-uab-impulsa-el-uso-de-la-bicicleta-en-el-campus-1345830290069.html?detid=1345857507712">europeos</a> fomenten el uso de la bicicleta durante los últimos años con el objetivo de introducir en la vida universitaria hábitos de <a href="https://www.uv.es/uvweb/uv-noticias/es/noticias/generalitat-universidades-publicas-valencianas-apuestan-uso-seguro-bicicleta-1285973304159/Novetat.html?id=1286215860888&plantilla=UV_Noticies/Page/TPGDetaillNews">movilidad más sostenibles</a>. </p>
<p>Para alcanzar este objetivo muchas universidades han tomado medidas como crear un servicio de préstamo de bicicletas, aplicar descuentos en el bono de alquiler de bicicletas públicas, prestar ayuda mecánica, facilitar el acceso a las duchas del campo de deportes, ampliar del número de anclajes, realizar campañas de fomento del uso de la bicicleta con premios mensuales según los kilómetros alcanzados, etc. </p>
<p>Con todo ello se han conseguido <a href="https://servicios.unileon.es/oficina-verde/files/2012/06/estudio_bicicleta.pdf">avances significativos</a> en el uso de la bicicleta por parte del alumnado, pero queda la asignatura pendiente de potenciar el uso de la bicicleta entre el profesorado y el personal de administración y servicios, colectivos en los que su uso generaría grandes beneficios para la salud y el bienestar. </p>
<h2>Impulso y acompañamiento</h2>
<p>Atendiendo a esta necesidad, en la Universidad de Valencia, desde el vicerrectorado de sostenibilidad, cooperación y vida saludable se ha puesto en marcha un curso de cicloturismo dirigido a las personas del ámbito universitrario interesadas en el uso de la bicicleta, el cual puede servir de referencia para otras universidades.</p>
<p>El <a href="https://www.uv.es/uv-sostenibilidad/es/novetats/uv-sostenibilitat-cicloturismo-1286057472645/Novetat.html?id=1286297010371">curso</a> informa al profesorado y al personal universitario sobre el uso de la bicicleta como medio habitual de desplazamiento y de ocio: sus beneficios para la salud, al reducir el nivel de estrés y aprovechar el tiempo de transporte para hacer un ejercicio moderado; sus beneficios para el medio ambiente, al evitar la emisión de CO2; y el descubrimiento de las posibilidades que existen de realizar rutas, excursiones, salidas por la ciudad y turismo familiar.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/524648/original/file-20230505-15-tcx9lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/524648/original/file-20230505-15-tcx9lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/524648/original/file-20230505-15-tcx9lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/524648/original/file-20230505-15-tcx9lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/524648/original/file-20230505-15-tcx9lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/524648/original/file-20230505-15-tcx9lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/524648/original/file-20230505-15-tcx9lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/524648/original/file-20230505-15-tcx9lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Participantes en el curso, descubriendo rutas.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>También se ofrece el impulso y acompañamiento necesario para iniciar esta actividad, ayudando a los participantes a seleccionar la bicicleta más adecuada a sus necesidades, ya sea propia o en préstamo, adquiriendo las nociones básicas para la circulación por entornos urbanos y realizando excursiones en grupo por los parques naturales que rodean la ciudad. </p>
<h2>No dar nada por sabido</h2>
<p>Aunque podemos pensar que montar en bici es algo conocido por la mayoría de la población y no necesita ninguna formación extra, es fundamental contar con la información, el apoyo y acompañamiento necesarios, sobre todo para comenzar. De lo contrario, es una práctica que se acaba abandonando por factores variados; por ejemplo, el uso de una bicicleta inadecuada para sus necesidades.</p>
<p>También hay que tener en cuenta que las bicicletas, a pesar de su aparente sencillez, han experimentado una revolución tecnológica muy importante durante los últimos años. Por ello, una bicicleta básica de hoy en día funciona mucho mejor que una de gama media o alta de hace unas décadas. </p>
<p>Contar con explicaciones de personas expertas sobre cuál es la bici más adecuada a sus necesidades, sobre cómo crear el itinerario idóneo para el trasporte de casa a la universidad, además de enseñar el mantenimiento básico y el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a la bicicleta es fundamental para que el uso de la bicicleta se convierta en un hábito. </p>
<h2>Ayuda tecnológica</h2>
<p>El curso también incluye sesiones teóricas para aprender el uso de la tecnología digital aplicada a la bicicleta, lo cual es fundamental para fomentar su uso. Se aprende a instalar un cuentakilómetros sencillo, a usar un GPS o el móvil como sustituto, a grabar un recorrido realizado, editarlo y compartirlo a través de una plataforma digital, a crear nuestras propias rutas digitalmente (<em>tracks</em>) y seguirlas, a crear <em>waypoints</em>, a insertar fotografías, etc. </p>
<p>Esta tecnología es fundamental para planificar las excursiones, visualizar el recorrido que vamos a realizar, analizar sus dificultades y, al acabar, para contabilizar los kilómetros recorridos, las altitudes superadas, los sitios más interesantes que hemos atravesado y poder compartirlo con otros compañeros. </p>
<h2>La revolución de las bicicletas eléctricas</h2>
<p>Pero no todo el mundo está en condiciones de iniciarse en el uso de la bicicleta, sobre todo por cuestiones de edad o de forma física. Además, en las ciudades que no son llanas, supone un gran inconveniente para los no iniciados. </p>
<p>Por eso en el curso se informa detalladamente sobre las posibilidades y opciones de las bicicletas eléctricas y se les da la opción de probar al menos un modelo. </p>
<p>Las bicis eléctricas constituyen una auténtica revolución tecnológica, con un gran impacto tanto para la movilidad como para el ejercicio físico y la diversión. La ventaja está en que tienen varios niveles de asistencia eléctrica en función del esfuerzo que queramos realizar. Esto permite llegar a cualquier parte con un esfuerzo moderado, pero no impide que, si se quiere hacer deporte, se puedan utilizar con <a href="https://www.hibridosyelectricos.com/articulo/bicicletas-electrica/revolucion-tecnologica-bicicletas-electricas-motor-cambio-integrados-carcasa/20210430125346044733.html">una asistencia eléctrica menor</a>. Hay que tener en cuenta que si no se le da a los pedales, el motor no se activa, y que a partir de los 25 km/h se desactiva la fuerza del motor. </p>
<p>Lamentablemente, estas bicicletas son sustancialmente más caras. Pero, al igual que el invento de la bicicleta clásica en el siglo XIX quedó eclipsado por el de los coches con motor de combustión, en este caso podría ser al revés. Las bicicletas eléctricas, a medida que bajen sus precios y se generalice su uso, podrían suponer el ocaso del uso del coche en las ciudades.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/203509/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Cruz Pérez Pérez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La bicicleta es un medio de transporte especialmente idóneo para los campus universitarios; proyectos como este animan y ayudan a personal y docentes a usarla también.Cruz Pérez Pérez, Catedrático del departamento de Teoría de la Educación, Universitat de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2006142023-04-16T18:44:11Z2023-04-16T18:44:11ZMenos motivación externa y más disciplina interna: el secreto del éxito en la universidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/516905/original/file-20230322-22-gmbv71.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C14%2C4888%2C3063&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/education-concept-student-studying-brainstorming-campus-503761642">Shutterstock / MIND AND I</a></span></figcaption></figure><p>En los estudios o el trabajo, la disciplina es un hábito de compromiso y autocontrol, que unido a la personalidad y al comportamiento, nos puede llevar a conseguir nuestros objetivos.</p>
<p>Según la primera acepción de la <a href="https://dle.rae.es/h%C3%A1bito?m=form">Real Academia Española</a>, “hábito” es el “modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas”.</p>
<h2>Un impulso interno, no impuesto</h2>
<p>Estudios científicos demuestran que el estudiante aprende más <a href="https://www.annualreviews.org/doi/abs/10.1146/annurev-psych-122216-011725">cuanto más motivado está</a>. Sin embargo, esta motivación no tiene por qué depender de un factor externo: debemos interiorizar qué es lo que se supone que queremos hacer y lo que hemos decidido hacer. Es esta motivación intrínseca, acompañada de la experiencia de <a href="https://doi.org/10.1006/ceps.1999.1020">libertad y autonomía</a>, la que más cuenta, no la derivada de la presión y control por parte del profesorado.</p>
<p>Un <a href="https://revistaseug.ugr.es/index.php/profesorado/article/view/19777">estudio reciente</a> en la Universidad de Huelva sobre una muestra de 938 estudiantes universitarios indicó que los alumnos “estudian para tener un futuro mejor, una vida segura, para ser competentes en su tarea y ganar dinero, para tener éxito en la vida y también para saber… en menor medida, estudian para poder ayudar a otros, por responsabilidad social, para integrarse en la sociedad y promover la justicia, para comprender el mundo, para desarrollar su creatividad y para mejorar la confianza en sí mismos”.</p>
<h2>¿Por qué hemos decidido estudiar?</h2>
<p>Para entender por qué nos cuesta mantener la disciplina y combatir la pereza, es útil hacernos preguntas como:</p>
<ol>
<li><p>¿<a href="https://theconversation.com/aprender-a-conocerse-clave-para-elegir-que-estudiar-191153">Por qué estoy estudiando</a> una carrera universitaria realmente? </p></li>
<li><p>¿Qué me ha movido a matricularme? </p></li>
<li><p>¿Estoy haciendo lo que se supone aceptado por la sociedad o lo que me han aconsejado? </p></li>
<li><p>¿Qué es lo que quiero aprender? </p></li>
</ol>
<p>Algunos autores definen a la <a href="http://ethic.es/wp-content/uploads/2016/04/ResumenEjecutivo_GeneracionZ_140315-2.pdf">Generación Z</a> (aquellas personas nacidas con la creación de internet, entre 1994 y 2009) como la generación de la inmediatez. </p>
<p>Frente a esa inmediatez en que se mueven nuestras vidas, y a las distracciones e impedimentos diarios que nos alejan de la consecución de nuestros objetivos, puede ser más fácil caer en el conformismo o el victimismo que encontrar la fuerza para ser dueños de nuestros actos.</p>
<p>Tener en cuenta que la disciplina ha de ser ejercitada para fortalecerse, y rechazar la idea de abandonar a la primera de cambio son cuestiones clave.</p>
<h2>La importancia del título</h2>
<p>Una carrera universitaria es algo a largo plazo, por eso hay que tener paciencia. No basta con querer: hay que dedicarle horas de estudio, mucha constancia y enfoque. Aunque quizá convenga recordar que el título de graduado, magíster o doctor no es lo más importante. </p>
<p>Aún admitiendo que puede ser un factor para <a href="https://gredos.usal.es/handle/10366/127374">optar por puestos mejor pagados</a>, y que aún no existe posibilidad de medir todo el conocimiento que una persona acapara en una entrevista de trabajo. Mientras hay estudios que indican que <a href="https://www.esic.edu/pdf/empleabilidad/informe-bbva-sobre-formacion-y-empleo-de-los-jovenes-espanoles.pdf">la mayoría de los empleos serán para quienes tengan una educación superior</a>, el objetivo no debe hacernos olvidar el proceso. Es el camino hasta obtener el título lo que nos convertirá en la persona que lleguemos a ser, y nos permitirá desarrollar <a href="https://scholar.googleusercontent.com/scholar?q=cache:ebtQ70FJ1HIJ:scholar.google.com/+titulo+universitario+y+empleo&hl=es&as_sdt=0,5">habilidades</a>, actitudes y aptitudes, además de conocer a una gran variedad de personas. </p>
<h2>No caer en los extremos</h2>
<p>Cada cosa que hagamos y que no hagamos tiene un impacto a corto, medio y largo plazo. No siempre hay que hacer las cosas porque nos apetezca; sino que deberíamos hacerlas simplemente porque tenemos que hacerlas, siempre cuestionando si estas decisiones nos acercan a nuestros objetivos planteados. </p>
<p>Pedirse más y ser exigente con uno mismo no tiene por qué suponer competir con los demás compañeros, sino con uno mismo. No se trata de una rigidez extrema: un excesivo autocontrol puede llevar a volvernos <a href="https://psycnet.apa.org/record/2002-02115-000">menos espontáneos, flexibles, o creativos</a> y también a sufrir <a href="https://theconversation.com/el-estres-academico-se-ceba-sobre-todo-en-los-estudiantes-de-sobresaliente-184767">más estrés del necesario</a>. </p>
<h2>Cómo recuperar la inspiración</h2>
<p>Todos nos podemos sentir perdidos en algún momento de nuestras vidas y perder el ritmo y la disciplina. Sin embargo, existen algunos mecanismos para volver a recuperarla. Se trata de encontrar el que se adecúe más a nuestra personalidad: </p>
<ol>
<li><p>El impulso emocional. Identificar cuáles son las emociones que me están impidiendo llegar a conseguir mi meta: frustración, miedo, culpa… Y cuáles son las que sentía en el momento en que me matriculé y comencé mi primer día de clase: alegría, <a href="https://theconversation.com/la-esperanza-clave-de-nuestro-bienestar-y-de-nuestros-exitos-129226">esperanza</a>, triunfo, satisfacción… y utilizar estas últimas emociones de impulso.</p></li>
<li><p>Tener referencias, preguntar a aquellos que ya han pasado por nuestra misma situación, como tutores o profesores.</p></li>
<li><p>Realizar ejercicio físico.</p></li>
<li><p>No negar la situación, sino afrontarla.</p></li>
<li><p>Leer también puede hacernos cambiar la perspectiva, puede inspirarnos.</p></li>
<li><p>Animarse con los compañeros.</p></li>
<li><p>Organizar el día, planificar, priorizar; a veces pensamos que tenemos falta de tiempo, cuando en realidad es una falta de planificación.</p></li>
</ol>
<p>La disciplina no es un sacrificio, sino una decisión personal. Y un aspecto a tener en cuenta es que <a href="https://www.amazon.es/gp/product/B09FNP7GCX/ref=dbs_a_def_rwt_hsch_vapi_tkin_p1_i2">“para toda disciplina existe una recompensa múltiple”</a>, como decía el emprendedor estadounidense <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jim_Rohn">Jim Rohn</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/200614/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Consoli Quintana Rojo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>A todos nos puede atacar el desánimo y la pereza, especialmente cuando los objetivos se desdibujan o son a medio o largo plazo. La autodisciplina es un aliado que se puede ejercitar.Consoli Quintana Rojo, Doctora en Economía y Empresa. Profesora e investigadora del área de Economía Aplicada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2022662023-04-12T19:16:18Z2023-04-12T19:16:18ZHacia una universidad internacional: el inglés como lengua de comunicación académica<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/520285/original/file-20230411-14-60m2mg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=41%2C10%2C6815%2C4358&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/happy-international-university-friends-walking-together-2268822441">EF Stock / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>No hay conocimiento sin un mensaje bien expresado, oral o escrito, en póster o en vídeo, y adaptado al público al que va dirigido. Por ello, la competencia comunicativa es clave en la educación superior. Es clave para enseñar, aprender y difundir el conocimiento, especialmente en el proceso de internacionalización de la universidad. </p>
<p>La <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7836919">globalización educacional o la internacionalización de la educación</a> superior se refiere al proceso de desarrollo de la calidad educativa en un marco global. Persigue la excelencia respondiendo a nuevos retos y ofreciendo los conocimientos y las competencias más demandadas por la sociedad actual. </p>
<p>Este proceso tiene un <a href="https://theconversation.com/cual-es-el-verdadero-impacto-del-programa-erasmus-en-el-estudiantado-universitario-175295">impacto significativo en la comunidad educativa</a> y, por consiguiente, en la ciudadanía. Favorece el reconocimiento del otro, el <a href="https://theconversation.com/cual-es-el-papel-de-la-universidad-en-la-construccion-de-sociedades-inclusivas-158003">diálogo entre culturas y civilizaciones</a>. Mejora <a href="https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448-63882022000200003">la conciencia, la sensibilidad y la efectividad intercultural</a> de su comunidad universitaria.</p>
<h2>Universidades internacionales</h2>
<p>Las universidades miden su internacionalización a través de títulos formativos bilingües o en inglés, del número de estudiantes y académicos que participa en programas de movilidad y del porcentaje de investigación que se publica en inglés. </p>
<p>En las universidades españolas y latinoamericanas, las principales lenguas de contacto son el español y el inglés. El inglés se emplea como lengua franca o global y como lengua inicial de comunicación, mientras que el español es la lengua meta del estudiantado internacional que nos visita. </p>
<p>En ocasiones, se cambia de un idioma a otro, del inglés al español y viceversa. En las clases multilingües, lo natural es, incluso, incorporar puntualmente conceptos clave del primer idioma del hablante internacional (el francés, el chino o el portugués, por ejemplo). Así, surge la magia y conviven distintas lenguas y sus culturas en el aula <em>glocal</em> (global, pero con influencia del contexto local) de dicha universidad.</p>
<h2>Saber comunicarse</h2>
<p>En la universidad internacional importa mucho la comunicación, el entendimiento entre hablantes de distintas lenguas. Afecta en la mejora, la adaptación y el crecimiento de la <em>glocalización</em>. Aquí vuelve a incidir el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S037821661000247X">inglés como lengua franca en las comunidades académicas multilingües</a>. </p>
<p>Éste es un inglés bien expresado, que acepta las distintas variedades del inglés por hablantes no nativos. Permite la comunicación, sin necesidad de imitar uno u otro acento estándar. Se puede implementar desde distintos enfoques metodológicos: como medio de instrucción de materias específicas de la titulación (<a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/13670050.2020.1727409"><em>English as a Medium of Instruction</em>, EMI</a> o de materias que usan la lengua en contextos específicos y profesionales del título universitario (<em>English for Specific Purposes</em>, ESP). </p>
<p>Cuando una universidad ofrece materias en inglés como medio de instrucción (EMI) y de inglés para fines específicos (ESP), está ayudando al alumnado de fuera y al de casa. Los une en el aula internacional, mejorando su competencia comunicativa inter, multi y pluricultural y combinando la cultura global con la local. </p>
<p>El profesorado universitario que utiliza <a href="https://revistaiberica.org/index.php/iberica/article/view/218">estos métodos</a> enseña materias académicas de la titulación distintas del inglés, actualizando su formación lingüística y pedagógica para enriquecer los programas formativos internacionales. Además, en el caso del inglés para fines específicos, el profesorado también se centra en el contexto cambiante, académico y profesional de cada titulación, actualizando el vocabulario y la comunicación oral y escrita para su contexto profesional más reciente. </p>
<p>El alumnado universitario adquiere el contenido específico de su titulación en inglés, a la vez que se desarrolla su comunicación en un entorno de aprendizaje internacional. Hablar en público en inglés es una de las habilidades comunicativas que se mejoran.</p>
<h2>La importancia del inglés global, no nativo</h2>
<p>El uso del inglés como lengua franca (ILF) en programas universitarios <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1475158520304616">bilingües</a> o internacionales es esencial. El inglés como lengua franca supone el entendimiento entre hablantes de distintos idiomas cuya primera lengua no es el inglés. </p>
<p>Su empleo refuerza la competencia comunicativa entre culturas y abandona el objetivo de reproducir la pronunciación exacta en un acento estándar (británico o americano). La prioridad es la comunicación clara, a través de la producción, la recepción, la interacción y la mediación.</p>
<p>Se diferencia del inglés como lengua extranjera, que se contextualiza en entornos “nativos” de lengua inglesa. El inglés como lengua franca promueve contextos pedagógicos que visibilizan el inglés como lengua que pertenece, también, a sus hablantes no nativos (el inglés que se habla en España, Alemania o Italia, por ejemplo). </p>
<p>Reconoce la identidad de su hablante como internacional, como no nativo de la lengua inglesa. De hecho, el inglés como lengua franca tiene más <a href="https://www.cambridge.org/core/books/english-as-a-global-language/690D300092A3B5E4733677FCC9A42E98">interacciones</a> entre hablantes multilingües que el inglés entre hablantes nativos. </p>
<p>Como lengua franca global, el inglés se usa como idioma de contacto; no en detrimento del español o de otras lenguas, sino para fomentar la internacionalización. Por este motivo, el <a href="https://www.taylorfrancis.com/books/edit/10.4324/9781315717173/routledge-handbook-english-lingua-franca-jennifer-jenkins-martin-dewey-baker%22%22">inglés como lengua franca</a> debería ser natural para cualquier estudiante o profesional universitario que quiera entenderse e interactuar con personas de otros lugares. </p>
<h2>Una comunidad internacional en inglés</h2>
<p>Según el <em>ranking</em> <a href="https://www.umultirank.org/admin/printTable?trackType=illustrative&sightMode=undefined&ranking=9&sortCol=overallPerformance&sortOrder=desc&section=illustrativeRanking&name=null">U-Multirank</a> (2022), las universidades en los dos primeros puestos en “orientación internacional” proceden de los Países Bajos, destacando el número de académicos internacionales y las publicaciones internacionales. </p>
<p>Las universidades españolas y latinoamericanas que se posicionan en las primeras filas son la Universitat Pompeu Fabra en Cataluña y la Universidad de Atacama en Chile. La primera cumple con 3 de 4 criterios con nota A (sobresaliente): movilidad del alumnado, publicaciones internacionales y programas de doctorado internacionales. </p>
<p>Cada vez más universidades buscan esta internacionalización en ambas direcciones, con una comunidad que mejora su dominio del inglés y su capacidad de comunicarse a través de discursos, informes, podcasts, tutoriales, noticias locales y globales. Transfieren el conocimiento y construyen una identidad internacional que aumenta su sensibilidad intercultural y pluricultural.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/202266/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Soraya García-Sánchez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las universidades pueden abrirse a los estudiantes e investigadores de fuera, y favorecer la proyección en el extranjero de su propia comunidad, a través del uso del inglés como lengua franca.Soraya García-Sánchez, Profesora Titular del Departamento de Filología Moderna, Traducción e Interpretación, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2008042023-03-28T17:09:41Z2023-03-28T17:09:41Z¿Cambió la motivación de los estudiantes tras el confinamiento?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/516327/original/file-20230320-820-dp7ipq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=20%2C0%2C6760%2C4910&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/classmate-classroom-sharing-international-friend-concept-403790431">Shutterstock 7 Rawpixel.com</a></span></figcaption></figure><p>La motivación es una palabra común muy utilizada. La decimos cuando hablamos de nuestro estado de ánimo; es normal preguntar a un amigo o amiga si están motivados y qué les motiva. Pero ¿qué es la motivación, y sobre todo, cuáles son las cosas o situaciones que nos motivan?</p>
<p>Comenzaremos con una palabra más simple, <em>mover</em>, que es parte de la raíz de motivación. Nos indica por lo tanto todo aquello que ocasiona un movimiento, un movimiento en nuestra forma de actuar.</p>
<p>Podemos pensar que la motivación es todo aquello que nos mueve, que nos hace levantarnos cada mañana o que simplemente nos impulsa a seguir adelante.</p>
<h2>Los factores que influyen en la motivación</h2>
<p>Diferentes cosas nos motivan de acuerdo a factores como la edad, el sexo, el estilo de vida o la clase social. Es fácil comprender que la motivación de un padre de familia es ver a sus hijo con salud, y al mismo tiempo la motivación de un adolescente puede ser conocer en persona a su <em>influencer</em> favorito.</p>
<p>Uno de los puntos más interesantes de la motivación es que es totalmente personal; más allá de los factores mencionados, hay dos grandes cuestiones que influyen en ella: la disposición y la capacidad. Con la conjugación de estas dos variables y los factores personales podemos calcular la motivación de cada persona para realizar cualquier actividad.</p>
<h2>¿Cambió nuestra motivación con la pandemia?</h2>
<p>La pandemia nos hizo estudiar desde casa, dejamos de reunirnos con nuestros amigos de la escuela, por un tiempo nuestras clases fueron a través pantalla.</p>
<p>Cambiaron nuestras formas de vivir, aprendimos y nos adaptamos a nuevas maneras de aprender, y después de un largo tiempo volvimos a clases. ¿Ha influido ese paréntesis en nuestra motivación? </p>
<p>Con el objetivo de dar una respuesta más objetiva a las preguntas planteadas, se realizaron una una serie de preguntas en forma de <a href="https://www.redalyc.org/pdf/1390/139025258006.pdf">encuesta</a> a jóvenes universitarios del Centro Universitario de los Altos (Universidad de Guadalajara), en la ciudad de Tepatitlán de Morelos, estado de Jalisco, México.</p>
<p>La selección de los encuestados fue de forma aleatoria entre alumnos de carreras de áreas administrativas, la edad de los participantes oscila entre los 18 a 23 años, y todos con características demográficas y estilos de vida similares.</p>
<h2>¿Cómo nos motivamos?</h2>
<p>Las teorías de motivación buscan comprender la relación entre los procesos, sentimientos y comportamientos de las personas, independiente al ámbito, para entender por qué nos comportamos como lo hacemos.</p>
<p>La clasificación de factores de motivación tiene diferentes enfoques. <a href="https://doi.org/10.1037/h0054346">Abraham Maslow</a> los divide en cinco factores y pondera su importancia en forma de pirámide. <a href="https://doi.org/10.1177/001316445401400412">Frederick Herzberg</a>, presenta su teoría en la cual establece que el nivel de motivación tiene dos grandes grupos de factores; internos y externos, llamados factores motivacionales y de higiene.</p>
<p><a href="https://doi.org/10.1037/11144-002">David Clarence McClelland</a>, psicólogo con prominentes estudios en el área de las emociones humanas, más específicamente en el área de la motivación humana, considera que toda motivación se basa en la emoción.</p>
<p>McClelland establece tres factores principales en la motivación: logro o realización, poder y afiliación.</p>
<ol>
<li><p>El logro o realización es el sentimiento de haber alcanzado metas y objetivos y cómo provoca comportamientos específicos.</p></li>
<li><p>El poder se basa en el deseo de controlar y ejercer poder sobre los demás. Las personas que poseen esta necesidad se sienten satisfechas y cómodas en situaciones en las que están al mando.</p></li>
<li><p>La afiliación refleja el deseo de pertenecer a un grupo de personas. En este contexto, la calidad de las relaciones interpersonales en ese espacio es fuente de motivación.</p></li>
</ol>
<h2>Estudiantes tras la covid-19</h2>
<p>Nuestra encuesta se basó en esta clasificación de McClelland. Los resultados fueron sorprendentes, ya que predominaron con más del 50 % las respuestas relacionadas con el factor de la afiliación; tanto la necesidad de logro como la de poder ocuparon el segundo y tercer lugar. Basándonos en los estudios de McClelland, las personas que reflejan una necesidad de afiliación se caracterizan por un deseo de socialización.</p>
<p>Esto puede entenderse como un efecto del tiempo en el cual los adolescentes debieron aislarse de la sociedad y de sus amigos, sobre todo si tenemos en cuenta que <a href="https://www.redalyc.org/pdf/292/29242799007.pdf">estudios previos</a> mostraron un dominio en factores asociados a la autorrealización de los jóvenes como principal motivación.</p>
<p>El valorar sobre todo el hecho de sentirse parte de un grupo de personas se ha convertido en una razón actual y fuerte de motivación para muchos jóvenes. Aunque los estudios son reducidos, indican un campo de oportunidad para futuras investigaciones.</p>
<p>Detectar y definir un posible cambio en la percepción motivacional de los jóvenes tendría implicaciones en procesos pedagógicos y de acompañamiento psicológico, de cara tanto a los métodos de enseñanza como a los cuidados de la salud mental en estudiantes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/200804/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Algunas encuestas apuntan a que la motivación relacionada con sentirse parte de un colectivo ha ganado puntos frente a otras, lo cual podría ser un efecto de la pandemia.Benjamín Villegas Alcantar, Profesor de asignatura del Departamento de Estudios Organizacionales, Universidad de GuadalajaraLuis Aguilar Carvajal, PROFESOR DE TIEMPO COMPLETO TITULAR/ DIRECTOR DE DIVISIÓN Administración, Recursos humanos, Psicología, Universidad de GuadalajaraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.