El enclave palestino se enfrenta a una serie de crisis interconectadas que amplificarán los costes humanos del conflicto incluso cuando finalicen los bombardeos.
Incluso los “paraísos climáticos” se enfrentan a un futuro más arriesgado, y las infraestructuras a menudo no se construyen para hacer frente al cambio climático.
El funcionamiento de estas infraestructuras es vital para cualquier país. Dos directivas europeas tienen como objetivo reforzar la seguridad de los Estados miembros. Así lo hacen.
La despoblación de las zonas rurales europeas no es casual: la falta de programas de formación y de oportunidades de empleo convierte a sus jóvenes en ‘ninis’ o los empuja a otras zonas con mejores perspectivas.
La lucha contra el cambio climático hace que Europa desarrolle una estrategia de movilidad en la que cobra importancia el transporte ferroviario. En España, uno de los ejes vertebradores de esta estrategia es el corredor mediterráneo, todavía sin concluir.
En los túneles hace falta más luz durante el día que durante la noche. Esto, que parece una paradoja, ejemplifica la complejidad de iluminar nuestro camino por el interior de la Tierra.
Los parques y espacios verdes son una oportunidad para cuidar nuestra salud y proporcionan una vía para proteger el planeta, de forma que podamos ser felices durante más tiempo en un medio habitable.
Joan Martí Molist, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Cuando la erupción de La Palma acabe, la reconstrucción de las infraestructuras viarias y las líneas de luz y agua serán las primeras tareas. Sin embargo, los cultivos tendrá que esperar.
El transporte marítimo busca mayor sostenibilidad en términos de emisiones de carbono y contaminación de los mares y, tras la covíd-19, enfrenta una posible relocalización industrial que reconfiguraría su estructura a nivel mundial.
Europa apuesta por el ferrocarril, un medio de transporte sostenible, eficiente y seguro. La meta es sacar de las carreteras de la UE a la mitad de los vehículos rodados.
En 2022 quedarán apenas 2 000 km de autopistas de peaje en España, el 11% de los 17 228 km de vías de gran capacidad. Aunque pasen a ser gratuitas para sus usuarios, el mantenimiento se costeará a través de los impuestos generales.
El canal de Suez (1869) se construyó para permitir la comunicación marítima directa entre el Mediterráneo y los mercados asiáticos, donde las grandes potencias europeas tenían importantes inversiones.
China está proporcionando mascarillas, vacunas, equipos médicos y personal a los países africanos ignorados por Estados Unidos en los últimos años, colocándose como socio esencial para la región.
En la consolidación de los territorios tienen que ver los aspectos económicos, porque actúan como factores de tracción, así como los aspectos de ubicación, ya que éstos son estratégicos.
Al finalizar la primera oleada de coronavirus, pensamos que en la siguiente estaríamos más preparados. Sin embargo, la situación actual de los hospitales demuestra que no ha sido así.
Los votantes estadounidenses se preguntan si Trump merece tener una segunda oportunidad para arreglar la economía y, en caso contrario, evalúan si la alternativa planteada por Joe Biden es mejor.
En sus 15 años de gobierno, Angela Merkel ha mantenido una visión rígida y austera de la economía. A punto de dejar el cargo, se muestra partidaria de las ayudas a los países europeos más afectados por la COVID-19.
Con una sociedad conectada a internet las 24 horas, las infraestructuras de telecomunicaciones son un elemento clave en el funcionamiento del país. Hagamos un uso racional de internet.
En ciudades como París, Londres y Madrid se están realizando desarrollos urbanísticos para acometer el crecimiento de población. Pero las grandes infraestructuras están teniendo lugar en sitios como China, India y Arabia Saudí.
Jefe de Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor Hospital Clínico Universitario de Valencia. Profesor del Departamento de Cirugía. Universitat de Valencia. Director Cátedra del Dolor Fundación Vithas UFV., Universitat de València