Los efectos negativos a largo plazo que el encarcelamiento de un progenitor tiene en sus hijos pueden paliarse con terapias familiares positivas que fomenten la comunicación y la parentalidad activa.
La RAE llama a la mejora de la enseñanza de la lengua en un informe muy crítico con su conocimiento y uso por parte de los jóvenes. ¿En qué se basa, y qué conclusiones podemos sacar?
Un uso problemático se puede reconducir: basta establecer límites y ser conscientes del tiempo que dedicamos. Los niños y adolescentes necesitan ayuda para lograrlo.
Las investigaciones en la ciencia del comportamiento abogan por un término medio entre la prohibición de las pantallas y la libertad absoluta. En esta estrategia, la supervisión de las familias resulta decisiva.
En internet también somos padres y madres: acordar con nuestros hijos qué tipo de supervisión haremos, evitar el acceso ilimitado a las redes e internet y respetar su intimidad son las claves.
La adolescencia es una etapa clave para el desarrollo del cerebro, que necesita sus horas de sueño para moldearse adecuadamente. El uso excesivo de pantallas agrava la alteración de ese descanso nocturno.
El mundo de las relaciones adolescentes a menudo resulta, desde fuera, complejo y tumultuoso. Un estudio pionero y reciente en España muestra que en realidad son muy parecidas a las adultas.
Desde el punto de vista de la neurociencia, varios obstáculos (metodológicos, de privacidad…) impiden saber con exactitud qué consecuencias acarrea el tiempo dedicado a las pantallas.
Un estilo de pensamiento más pesimista y desesperanzado, unido a diferencias neurobiológicas, podría explicar por qué las chicas adolescentes se deprimen más.
La obsesión por la apariencia puede llevar a que la persona afectada por este trastorno quiera asemejarse a su imagen modificada por los filtros de las redes sociales, incluso acudiendo a la cirugía estética.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad y los problemas para dormir son alteraciones frecuentes en la infancia que, además, parecen retroalimentarse. Un nuevo estudio arroja luz sobre esta relación.
Cuando participan en retos virales, los menores tienden a considerar lo peligroso como sinónimo de vistoso e impactante. Y relativizan el riesgo a favor del espectáculo y la viralidad.
El estrés de los estudiantes (y en especial en España) está aumentando. Ofrecemos algunas claves para reducir el estrés escolar, basadas en la investigación actual sobre este tema.
El profesor o profesora que juzga desde una posición de superioridad pierde la posibilidad de incluir en su curriculum enseñanzas para fomentar la confianza y seguridad de los alumnos.
Internet y las redes sociales han transformado el modo de relacionarse y existir en el mundo, especialmente de los jóvenes. Sin ser necesariamente malo, sí es importante ser conscientes de los riesgos.
Tanto la ausencia de normas claras en una familia como la imposición de disciplina muy rígida aumenta el consumo de drogas en adolescentes. Como decía Benjamin Franklin, unos gramos de prevención valen más que un kilo de curación.
La incidencia de ITS (síflis, gonorrea, infección por ‘Chlamydia trachomatis’…) se ha disparado entre los jóvenes de 15 a 24 años. Pese a toda la información que tienen a su alcance, se constatan preocupantes lagunas en su educación sexual.
Profesora de Cibercomunicación y Nuevos Medios. Especialista en la formación a familias y docentes para el buen uso de la tecnología. Divulgadora sobre bienestar digital, Universidad Camilo José Cela
Profesor agregado del departamento de Psicología Clínica y de la Salud y Metodología de Investigación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesora agregada en el Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Educación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Doctor en Psicología. Profesor Ayudante Doctor. Addictions Research Group at the University of Seville (ARGUS). Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico. Universidad de Sevilla, Universidad de Sevilla