Existen grupos que son especialmente vulnerables a situaciones de crisis. Pero hay, también, una serie de dimensiones de personalidad, estilos cognitivos y estrategias de afrontamiento que son clave.
Con la pandemia se han establecido normas para mantener una distancia de seguridad de 1,5 a 2 metros. Esto es algo que va en contra de la separación habitual de 1 metro. Por eso, las primeras interacciones sociales con el nuevo distanciamiento fueron extrañas.
La resistencia al cumplimiento de las medidas necesarias para frenar la pandemia puede explicarse desde la óptica de los sesgos cognitivos descritos por la economía conductual.
El papel de los educadores sociales ha sido crucial durante estos días de pandemia. Tal vez no seamos conscientes de todo lo que han hecho por las personas sin hogar que no tenían dónde confinarse o que sufrían un enorme desgaste vital. Así han trabajado en estos meses.
Doctor en Psicología Clínica. Director del Máster en Gerontología y Atención Centrada en la Persona (Universidad Internacional de Valencia), Universidad Internacional de Valencia
Investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada / Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento, Universidad de Granada