La reforma laboral establece como norma el contrato indefinido, introduce novedades en los convenios colectivos (prevalencia del sectorial en materia salarial y se recupera la ultraactividad indefinida). Y se consolidan los ERTE.
Uno de los objetivos de la reforma laboral recién aprobada es reducir la exacerbada y endémica temporalidad que caracteriza al mercado laboral español.
La normativa aprobada el 3 de febrero de 2022 fortalece los derechos laborales ligados a la antigüedad en la empresa a efectos de salarios e indemnizaciones.
La reforma laboral en la que trabaja el Gobierno tiene un carácter singular pues no es una reforma de la reforma previa sino que pretende su derogación.
Los jueces consideran mayoritariamente que los efectos del Covid son pasajeros y que hay que mantener la vigencia de pensiones y otras medidas de familia.
Se da la curiosa paradoja de que los funcionarios públicos son vistos como un colectivo privilegiado, a pesar de que los servicios que prestan son buenos. Esta imagen no ayudar a estabilizar a los 800.000 interinos de la administración pública en España.
El plan de recuperación presentado por el Gobierno español es amplio y ambicioso pero se echan de menos políticas relativas a la reforma laboral, el control presupuestario o el sistema de pensiones.
El FMI señala en su informe de septiembre de 2020 que la economía española evolucionará en función de la salud de sus ciudadanos. O sea, que no es cierto que haya que elegir entre economía y salud. Al contrario, dice que sin salud no hay economía.
En su acuerdo de diciembre de 2019, la coalición PSOE-Podemos se comprometió a derogar la reforma laboral del gobierno de Rajoy (2012). La pandemia ha alterado los tiempos pero la propuesta está en marcha.
Tras los ERTE y el impulso al teletrabajo, a aplicación del permiso retribuido para los trabajadores de sectores no esenciales, implica un nuevo reto para las empresas todavía en activo.
Tendrá que plantearse la adecuación de una jornada irregular previamente comunicada a los trabajadores, respetando los periodos de descanso legal, sin superar la jornada máxima anual que por convenio colectivo esté establecida en la empresa.
En un momento de incertidumbre como el que estamos viviendo, existe un interés público en evitar despidos, y así lo han entendido gobiernos como los de España, Dinamarca o Italia, para atenuar los efectos de una crisis económica que se prevé larga.
El estado de alarma ha paralizado casi por completo la actividad económica, lo que ha obligado al Gobierno a flexibilizar las condiciones de los ERTE, en un intento de proteger el empleo.
Las medidas extraordinarias tomadas por el Gobierno para proteger el empleo y las condiciones de los trabajadores no llegan a las empleadas de hogar y de cuidados, el colectivo laboral más vulnerable.
Ha llegado la hora de abordar la emergencia económica provocada por el coronavirus en España, evitando el riesgo de contagio de una caída de la actividad y el consumo, y que tiene que ser lo más pasajera posible.
Profesor asociado de la Facultad de Ciencias Economicas y Empresariales de la Universidad Pontificia Comillas / Director del Master in Talent Management de Advantere School of management, Universidad Pontificia Comillas