Albert Toledo Oms, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
A falta de desarrollo de la norma que reduciría la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales en 2025 en caso de que PSOE-Sumar alcancen la investidura, no queda claro cómo esta medida general afectará a las partes implicadas.
La reforma laboral recién aprobada en España modifica algunos puntos de la de 2012 y deja intactos otros, afronta nuevos temas mejorando así los derechos laborales pero también propone restricciones y retrocesos injustificables.
Si bien la reforma laboral que acaba de aprobarse dignifica los derechos de los trabajadores, sigue manteniendo la precarización en otros. Habrá que seguir trabajando y reivindicando derechos en pos de nuevas reformas de la legislación laboral española.
La normativa aprobada el 3 de febrero de 2022 fortalece los derechos laborales ligados a la antigüedad en la empresa a efectos de salarios e indemnizaciones.
Los autónomos no son un grupo homogéneo: los hay que también son patronos al emplear a otros trabajadores, otros tienen muchos clientes y ningún empleado y otros son trabajadores únicos y dependen, sobre todo, de un único cliente.
La vigilancia a los trabajadores a través de la tecnología vulnera sus derechos. Por eso es obligatorio hacerles saber, y que autoricen, ese control. Solo puede ser secreto en circunstancias excepcionales.
La Ley de Teletrabajo recientemente aprobada irá entrando en vigor a medida que concluyan los convenios colectivos que ya regulan el teletrabajo. Este periodo de transición puede llegar a ser de hasta 3 años.
En su acuerdo de diciembre de 2019, la coalición PSOE-Podemos se comprometió a derogar la reforma laboral del gobierno de Rajoy (2012). La pandemia ha alterado los tiempos pero la propuesta está en marcha.
El primer anteproyecto de Ley del Trabajo a Distancia en España, derivado de la crisis provocada por el nuevo coronavirus, excluye a los empleados públicos. El autor señala las razones que pueden justificar esta decisión.
Tras el teletrabajo urgente surgido de la pandemia, se debe fijar la forma de teletrabajo que quieren (y necesitan) empresas y trabajadores, y qué aspectos debe abordar una futura Ley del Teletrabajo.
La dignificación del empleo doméstico pasa por igualar sus derechos a los del resto de trabajadores, así como por la profesionalización del sector a través de la formación.
Tras los ERTE y el impulso al teletrabajo, a aplicación del permiso retribuido para los trabajadores de sectores no esenciales, implica un nuevo reto para las empresas todavía en activo.
Tendrá que plantearse la adecuación de una jornada irregular previamente comunicada a los trabajadores, respetando los periodos de descanso legal, sin superar la jornada máxima anual que por convenio colectivo esté establecida en la empresa.
El estado de alarma ha paralizado casi por completo la actividad económica, lo que ha obligado al Gobierno a flexibilizar las condiciones de los ERTE, en un intento de proteger el empleo.
Las medidas extraordinarias tomadas por el Gobierno para proteger el empleo y las condiciones de los trabajadores no llegan a las empleadas de hogar y de cuidados, el colectivo laboral más vulnerable.
La crisis del COVID-19 se hace cada vez más aguda y empresas y trabajadores necesitan saber qué derechos y qué deberes tienen el uno para con el otro en medio de este clima de incertidumbre.