El gran pensador alemán sostiene que para que las personas puedan encontrar un lugar seguro donde desarrollar su proyecto de vida existe la cobertura jurídica y política, pero sobre todo hay buenas razones morales.
Grupos violentos y extremistas emprenden de manera sistemática guerras de comunicación para erosionar de forma deliberada la cohesión social de las democracias liberales consolidadas. Aprovechan que las instituciones públicas han perdido el monopolio en la creación de mensajes hegemónicos y que los medios ya no desempeñan el papel de mediadores para comunicarse y dialogar de manera directa con la ciudadanía.
Tendencias, modas y éxito tienen muy poco que ver con la filosofía. Pero hay preocupaciones que destacan por encima de otras y nombres propios que conviene conocer.
Profesor de Investigación. Grupo "Filosofía Social y Política" (FISOPOL). Jefe del Departamento de Filosofía Teórica y Práctica, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)