tag:theconversation.com,2011:/au/topics/hablar-66522/articleshablar – The Conversation2019-08-19T20:22:52Ztag:theconversation.com,2011:article/1188802019-08-19T20:22:52Z2019-08-19T20:22:52ZRepita la sílaba “ta” y le diremos cómo funciona su cerebro<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/288357/original/file-20190816-192215-1dzjcuz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C8000%2C3257&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/asian-man-speaking-woman-listening-isolated-686914426?src=LMjpHJMhHd3Sha9McZJ_6A-1-13">Shutterstock/imtmphoto</a></span></figcaption></figure><p>Un atributo innato en los seres humanos es la habilidad de sincronizar nuestros movimientos con los sonidos que percibimos. Imaginemos, por ejemplo, cuando movemos el pie o la cabeza al ritmo de una canción. Este fenómeno sucede sin esfuerzo ni entrenamiento previo: <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/4808791">¡incluso los bebés lo hacen!</a> </p>
<p>Además, tiene importantes <a href="https://rhythmcoglab.coursepress.yale.edu/wp-content/uploads/sites/5/2014/10/Repp_2005_Sensorimotor-synchronization_A-review-of-the-tapping-literature-review.pdf">implicaciones cognitivas</a>. En la niñez, la habilidad para sincronizarse a un compás predice el desempeño en tareas relacionadas con el lenguaje. </p>
<p>La habilidad de sincronizar de manera espontánea los movimientos del cuerpo a un ritmo externo es una característica distintiva de las especies que aprenden sus <a href="https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.1001821">vocalizaciones</a>. Entre estas se encuentran las focas, los murciélagos, algunas aves y también los seres humanos.</p>
<h2>Movimientos del cuerpo y ritmos musicales</h2>
<p>Existe una relación aparente entre nuestra capacidad de hablar y la sincronización audiomotora. El estudio de este fenómeno se ha centrado, de momento, en explorar cómo los movimientos corporales se sincronizan <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25646516">al compás de un metrónomo</a> y de <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12830159">ritmos musicales</a>. </p>
<p>Sin embargo, no sabemos cómo se traslada esta sincronía a la capacidad cognitiva que nos define como especie: el habla. ¿Existe una sincronización espontánea entre los gestos motores que originan el habla (movimientos de la lengua, mandíbula y labios) y los ritmos que se perciben del habla?</p>
<h2>Ritmo y repetición de sílabas</h2>
<p>Para responder a esta pregunta diseñamos una prueba de comportamiento en la cual los participantes repitieron de manera continua la sílaba “ta” mientras escuchaban un tren de sílabas presentadas rítmicamente a entre 4 y 5 sílabas por segundo. </p>
<p>Este protocolo nos reveló un fenómeno nuevo e inesperado: la población se separa en dos grupos. Mientras que algunas personas alinean de manera automática el ritmo producido al ritmo percibido, otras continúan repitiendo las sílabas a un <a href="https://www.nature.com/articles/s41593-019-0353-z?utm_source=neuro_etoc&utm_medium=email&utm_campaign=toc_41593_22_4&utm_content=20190326&WT.ec_id=NEURO-201904&sap-outbound-id=131187A388E73A0A9967B75BF9515F1189DB2B67">ritmo distinto del que perciben</a>. </p>
<p>El efecto es sorprendentemente robusto, y lo observamos en muestras con centenares de participantes bajo distintas condiciones. Además, se mantiene estable incluso entre mediciones completadas en sesiones diferentes (por ejemplo, con una semana o un mes de separación). Todo esto sugiere que se trata de una característica intrínseca de cada individuo.</p>
<p>Estos resultados conductuales invitan a plantearse la siguiente pregunta: ¿reflejan estos grupos cómo se organizan los cerebros de las personas? </p>
<p>Para responder a esto, estudiamos a 20 sujetos de cada grupo usando diferentes técnicas de neuroimagen.</p>
<h2>Metodología del estudio</h2>
<p>Primero completamos un estudio de magnetoencefalografía (MEG) en el que registramos la actividad neuronal de nuestros participantes mientras escuchaban secuencias rítmicas de sílabas pasivamente. Es decir, sin pronunciar la sílaba “ta” como en la prueba de comportamiento. </p>
<p>Curiosamente, los sujetos con alta sincronía mostraron una mayor sincronía cerebro-estímulo que los de baja sincronía. Más específicamente, su actividad neuronal en las áreas del cerebro implicadas en la planificación motora del habla oscila a la misma frecuencia que las sílabas percibidas. </p>
<p>Esto significa que las regiones relacionadas con la producción del habla también se implican en la percepción de la misma, lo que probablemente nos ayuda a seguir el ritmo del habla que escuchamos.</p>
<h2>Posibles diferencias en la materia blanca cerebral</h2>
<p>Después de observar diferencias a nivel neurofisiológico, también adquirimos datos de difusión por resonancia magnética de los mismos sujetos para cuantificar posibles diferencias anatómicas en la materia blanca del cerebro. La materia blanca es el tejido conectivo del cerebro, fibras nerviosas que permiten la comunicación entre regiones distantes del encéfalo. </p>
<p>Descubrimos que el manojo de fibras que une las áreas corticales tradicionalmente relacionadas con la producción y la percepción del habla –el fascículo arqueado izquierdo– de los participantes con alta sincronía tiene un volumen superior al del resto de participantes. Además, este resultado anatómico se relaciona con el neurofisiológico: mayor volumen de arqueado izquierdo resulta en una mayor sincronía cerebro-estímulo.</p>
<h2>Implicaciones en la vida cotidiana</h2>
<p>Finalmente, para evaluar si nuestra prueba comportamental tiene implicaciones en aspectos de la vida cotidiana, testamos un nuevo grupo en una tarea de aprendizaje de palabras. Sorprendentemente, encontramos que a los individuos con alta sincronía les es más fácil aprender nuevas palabras que a los de baja.</p>
<p>En resumen, en este trabajo mostramos que una prueba comportamental simple que mide la sincronización audiomotora del habla es predictiva de propiedades neurofisiológicas, neuroanatómicas y del rendimiento en una tarea de aprendizaje de palabras. </p>
<p>Creemos que esta tarea ayudará a caracterizar mejor las diferencias individuales, propiciando nuevos descubrimientos sobre el procesamiento del habla y el aprendizaje del lenguaje que, al combinar poblaciones con atributos diferentes, podrían quedar enmascarados.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/118880/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ruth de Diego Balaguer recibe fondos de la Comisión Europea y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Joan Orpella, M. Florencia Assaneo y Pablo Ripolles no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>¿Existe una sincronización espontánea entre los gestos motores que originan el habla (movimientos de la lengua, mandíbula y labios) y los ritmos que se perciben del habla? A las personas con alta sincronía les es más fácil aprender nuevas palabras que a los de baja.Joan Orpella, Post-doctoral researcher in Cognitive Neuroscience, New York UniversityM. Florencia Assaneo, Investigadora en NeurocienciasPablo Ripolles, Post-Doc, Neurociencia Cognitiva, New York UniversityRuth de Diego Balaguer, Investigadora ICREA, área de neurociencia cognitiva, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1181392019-06-06T20:03:26Z2019-06-06T20:03:26ZPersuadir con la palabra: oratoria y neurociencia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/277892/original/file-20190604-69079-ie2sxv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C4%2C2991%2C2034&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Martin Luther King, Jr. pronunció alguno de los grandes discursos de la segunda mitad del siglo XX.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/69562982@N02/35462491833">PatersonGreatFalls / Flkr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span></figcaption></figure><p>Actualmente, no existe en nuestra enseñanza una asignatura relacionada con la Oratoria, que enseñe a construir discursos persuasivos y a pronunciarlos en público. Esa labor correspondió durante siglos a la <a href="http://alfonsomartinjimenez.blogs.uva.es/publicaciones-en-internet/manual-compendio-de-retorica-2019/">Retórica</a>.</p>
<h2>Una enseñanza tradicional</h2>
<p>La Retórica formó parte de la enseñanza europea desde la Antigüedad hasta la consolidación del Romanticismo.</p>
<p>En sus orígenes, se ocupaba de todos los aspectos relacionados con el arte de hablar en público. Con el tiempo, se fue limitando a un simple tratado de las figuras retóricas, lo que condujo a su desprestigio.</p>
<p>Y en el Romanticismo se produjo un rechazo de la Retórica, que llevó a su desaparición de la enseñanza. Desde entonces, el término retórica se emplea despectivamente para referirse a un lenguaje vacío y falto de contenido.</p>
<p>Sin embargo, es mucho más que un simple tratado de figuras retóricas. Y en la actualidad se está tratando de recuperarla en su sentido original, pues sus normas siguen siendo muy útiles para hablar bien en público.</p>
<h2>Las operaciones retóricas</h2>
<p>La Retórica contempla cinco operaciones. Las tres primeras (la <em>invención</em>, la <em>disposición</em> y la <em>elocución</em>) enseñan a construir el discurso.</p>
<ol>
<li><p>La <em>invención</em> consiste en el hallazgo de las pruebas racionales y de los recursos emocionales.</p></li>
<li><p>La <em>disposición</em> distribuye esos hallazgos en las distintas partes del discurso.</p></li>
<li><p>Y la <em>elocución</em> adorna el discurso por medio de recursos estilísticos, de figuras retóricas y de tropos, haciéndolo más atractivo.</p>
<p>La activación de esas tres operaciones permite escribir un discurso perfectamente argumentado, estructurado y adornado.</p>
<p>Una vez que el discurso está escrito, se activan las dos restantes operaciones retóricas: la <em>memoria</em> y la <em>acción</em> o <em>pronunciación</em>:</p></li>
<li><p>La <em>memoria</em> da consejos que ayudan a memorizar el discurso, para pronunciarlo como si se estuviera improvisando.</p></li>
<li><p>Y la <em>acción</em>/<em>pronunciación</em> facilita normas para su exposición ante el auditorio. La <em>acción</em> se relaciona con la vestimenta, la postura del cuerpo y el empleo de los gestos y de la mirada por parte del orador, y la <em>pronunciación</em> con el uso de su voz. Los gestos deben adecuarse siempre a la voz y al contenido del discurso, reforzando su significado.</p></li>
</ol>
<h2>Las partes del discurso</h2>
<p>La Retórica establecía también las partes del discurso: el <em>exordio</em>, la <em>narración</em>, la <em>argumentación</em> y la <em>peroración</em>.</p>
<p>• El <em>exordio</em>, o inicio del discurso, intenta provocar la atención y la curiosidad de los oyentes, incluye un breve resumen del tema del discurso e intenta influir emocionalmente en el auditorio.</p>
<p>• La <em>narración</em> es un relato breve de los hechos que se juzgan o comentan.</p>
<p>• La <em>argumentación</em> es la parte más racional del discurso, en la que el orador expone los argumentos favorables a su causa y trata de refutar los de la parte contraria.</p>
<p>• Y la <em>peroración</em> o epílogo resume lo expuesto y hace uso nuevamente de recursos emocionales, para ganarse afectivamente al auditorio.
Así pues, los recursos emocionales se situaban en el inicio y en el final del discurso, y la parte racional en su parte central.</p>
<h2>Retórica y neurociencia: razón y emoción</h2>
<p>La moderna neurociencia ha refrendado la intuición de la Retórica sobre las partes del discurso.</p>
<p>Los neurocientíficos han mostrado cómo tomamos decisiones en la vida normal.</p>
<p>En un primer momento, y como ha explicado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ant%C3%B3nio_Dam%C3%A1sio">Antonio Damasio</a>, las emociones nos ayudan a descartar algunas posibilidades, reduciendo el número de opciones.</p>
<p>Posteriormente, entra en juego la razón, que sopesa la larga lista de pros y contras de las opciones seleccionadas. Esta lista suele ser larga y equilibrada, y por sí sola nunca nos llevaría a tomar una decisión.</p>
<p>Finalmente, vuelven a aparecer las emociones, haciendo que nos inclinemos por una postura determinada.</p>
<p>Si no fuera por las emociones, que aparecen al principio y al final del proceso, no podríamos tomar decisiones.</p>
<p>Esa distribución coincide con las partes del discurso retórico.</p>
<p>El discurso comienza con el <em>exordio</em>, que intenta influir emocionalmente en el auditorio. Le siguen después dos partes racionales, la <em>narración</em> y la <em>argumentación</em>, en la que se exponen los hechos y los argumentos. Y, finalmente, se recurre otra vez a las emociones en la <em>peroración</em>, para animar a los oyentes a que tomen su decisión.</p>
<p>Por lo tanto, <a href="http://www.revistaretor.org/pdf/retor0401_jimenez.pdf">las partes del discurso retórico se ajustan estrictamente a los procesos de toma de decisiones descritos por la neurociencia</a>.</p>
<h2>Retórica y neuronas espejo</h2>
<p>El reciente descubrimiento de las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Neurona_especular">neuronas espejo</a> confirma la importancia que la Retórica otorga a la <em>acción</em>/<em>pronunciación</em>.</p>
<p>Las neuronas espejo son unas neuronas motoras que no solo se activan cuando realizamos una acción, sino también cuando vemos a otras personas realizarla. Y eso nos permite comprender de forma sencilla e inconsciente las intenciones de los demás.</p>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Las neuronas espejo nos permiten entender las emociones ajenas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/brain-mirror-431776579">Advent /Shutterstock</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Al ver a otras personas realizar un movimiento, se activan en nuestro cerebro las neuronas espejo que se activarían si nosotros mismos realizáramos ese movimiento, pero sin llegar físicamente a realizarlo. Así entendemos la intención que nosotros mismos tendríamos si hiciéramos ese movimiento, comprendiendo las intenciones de los demás.</p>
<p>Las neuronas espejo también nos permiten entender las emociones ajenas.</p>
<p>Al ver a una persona triste o alegre, se activan en nuestro cerebro las neuronas espejo que se activarían si nosotros mismos estuviéramos tristes o alegres, y eso nos permite comprender el estado de ánimo de la otra persona.</p>
<p>En su libro <a href="https://books.google.es/books?id=C5RHgLTPmlwC&lpg=PP1&hl=es&pg=PP1#v=onepage&q&f=false"><em>Las neuronas espejo</em></a>, Marco Iacoboni explica cómo funcionan las neuronas espejo en relación con la oratoria.</p>
<p>Los gestos bien empleados ayudan al orador a expresar lo que quiere comunicar, y también ayudan a que su audiencia le entienda.</p>
<p>Cuando vemos los gestos de un orador, se activan en nuestro cerebro las neuronas espejo que se activarían si fuéramos nosotros mismos quienes los hiciéramos. Así comprendemos sin esfuerzo lo que el orador quiere decir con sus gestos.</p>
<p>El descubrimiento de las neuronas espejo ha demostrado la gran importancia que tienen los gestos para potenciar el contenido del discurso, <a href="http://www.revistaretor.org/pdf/retor0401_jimenez.pdf">como ha defendido siempre la <em>acción</em>/<em>pronunciación</em> de la Retórica</a>.</p>
<h2>La recuperación de la Retórica</h2>
<p>Las normas de la Retórica tradicional siguen siendo perfectamente válidas en la sociedad actual. Hablar en público y persuadir es necesario en muchas actividades y profesiones (docencia, abogacía, política, relaciones públicas, publicidad, actividad empresarial…).</p>
<p>Sin embargo, el rechazo romántico de la Retórica supuso que se dejara de enseñar algo tan fundamental como es <a href="http://alfonsomartinjimenez.blogs.uva.es/publicaciones-en-internet/manual-hablar-en-publico-normas-retoricas-elementales-2019/">hablar bien en público</a>.</p>
<p>La recuperación de la <a href="http://alfonsomartinjimenez.blogs.uva.es/publicaciones-en-internet/manual-compendio-de-retorica-2019/">Retórica</a>, cuya validez ha sido refrendada por la neurociencia, solucionaría fácilmente esa carencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/118139/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alfonso Martín Jiménez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hablar bien en público y persuadir son las razones de ser de la Retórica, una enseñanza menospreciada desde el Romanticismo. Recuperar la Retórica, cuya validez ha sido refrendada por la neurociencia, solucionaría las carencias expresivas actuales.Alfonso Martín Jiménez, Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1107312019-02-17T22:00:29Z2019-02-17T22:00:29ZHablar no es lo mismo que comunicar: le explicamos por qué<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/259301/original/file-20190215-56246-wx9z0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=54%2C45%2C5952%2C3962&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Todos sabemos hablar, pero no todos hemos aprendido a comunicar adecuadamente.</span> <span class="attribution"><span class="source">Shutterstock.com</span></span></figcaption></figure><p>Al terminar la presentación ante su cliente, Carlos sale apresuradamente de la sala de reuniones y se va directamente a su despacho. Por el camino evita hablar con los compañeros con los que se cruza. Una vez más, como cada mes desde que hace un año le nombraran jefe de proyectos, se ha quedado con la sensación de que no ha sabido transmitir con claridad cuáles han sido los avances de su equipo en las últimas semanas. Los nervios le han impedido demostrar el buen trabajo que han hecho.</p>
<p>Como Carlos, muchos profesionales competentes con gran conocimiento sobre sus materias a menudo tienen dificultades para trasladar sus ideas a los demás. Puede ser que utilicen un lenguaje tan técnico que cuesta trabajo entenderlo, que expongan sus mensajes de forma desordenada, que no consigan levantar la cabeza del papel cuando hablan, que se expresen de forma monótona y aburrida o que no sepan sintetizar lo suficiente el contenido. También puede haber otros motivos que dificulten su comunicación, aunque estos son algunos de los más habituales.</p>
<p>Artículos académicos e informes empresariales han dejado claro que saber comunicar determina en gran medida el éxito personal y profesional. Desde el <a href="https://www.forbes.com.mx/4-habilidades-para-convertirte-en-un-lider-global/">Foro Económico Mundial</a> hasta <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-46892984">Google</a>, pasando por todo tipo de <a href="https://www.ieseinsight.com/doc.aspx?id=2098&idioma=1">directivos</a>, <a href="https://elpais.com/economia/2018/06/26/actualidad/1530039378_914347.html">profesionales</a> de cualquier ámbito, <a href="https://www.xlsemanal.com/conocer/tecnologia/20171214/conservar-empleo-carl-benedikt-frey.html">investigadores universitarios</a>, e incluso <a href="https://www.ticbeat.com/empresa-b2b/la-clave-para-aumentar-tu-valor-en-un-50-segun-warren-buffett/">la persona más rica del mundo</a>, todos están de acuerdo en que la comunicación es una habilidad clave para progresar. Lo que no está tan claro es cómo desarrollarla.</p>
<h2>Comunicar de manera efectiva</h2>
<p>Lo cierto es que todos sabemos hablar, pero no todos hemos aprendido a comunicar adecuadamente. Sin embargo, solemos dar por hecho que cuando hablamos comunicamos y muchas veces no es así, al menos no de manera efectiva.</p>
<p>Para que exista comunicación, primero debe haber información. Ahora bien, <a href="http://recursos.cnice.mec.es/lengua/glosario/mostrar_termino.php?cod=15">comunicar es mucho más que informar</a>. La persona que comunica elabora un mensaje con el objetivo de que otra persona no solo lo reciba, sino que lo entienda, que provoque en ella algún efecto, alguna respuesta. No le basta con presentar los datos, sino que busca hacerlos creíbles. Para ello necesita filtrar, ordenar y sintetizar esos datos, o lo que es lo mismo, transformarlos en un mensaje válido para su receptor.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/KxDwieKpawg?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Andrew Stanton, director de <em>Wall-E</em> explica el poder de elaborar una buena historia en las charlas TED, grandes eventos de comunicación pública.</span></figcaption>
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<p>La comunicación efectiva consiste en utilizar correctamente el lenguaje verbal y no verbal para expresar nuestras ideas, de forma que logremos conectar con nuestros interlocutores para que reciban exactamente lo que deseamos transmitirles y actúen en el sentido en el que nosotros queremos que lo hagan. En definitiva, se trata de transmitir de forma eficiente el mensaje apropiado en el momento oportuno.</p>
<h2>Aprender a comunicar</h2>
<p>El proceso de aprender a hablar es complejo. Aun así, cuando teníamos dos o tres años nos resultó relativamente sencillo y lo conseguimos muy rápidamente, salvo las lógicas excepciones. Fue así porque disponíamos de las herramientas necesarias para llevarlo a cabo, es decir, teníamos a nuestro lado una o varias personas adultas que nos hablaban y nosotros hablábamos continuamente con esas personas. Por ello podemos decir que resolvimos ese proceso de forma natural.</p>
<p>Aprender a comunicar en público adecuadamente no es un proceso natural. Nadie lo resuelve durante sus primeros años de vida. La buena noticia es que se trata de una habilidad que se puede aprender y mejorar cuando somos adultos. Como en cualquier otra disciplina que queramos dominar, para aprender a comunicar de manera efectiva tenemos que pasar por cuatro etapas, según el <a href="http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-519X2011000400004">modelo de aprendizaje</a> que se suele atribuir al psicólogo estadounidense Abraham Maslow.</p>
<ul>
<li><p>La primera etapa es la de la <strong>Incompetencia Inconsciente</strong>. Usted no sabe nada sobre lo que implica comunicar ante un público y tampoco es consciente de su falta de conocimiento, porque nunca se ha planteado hacer nada en relación a ese tema.</p></li>
<li><p>En la segunda etapa, la de la <strong>Incompetencia Consciente</strong>, empieza a informarse sobre ello, aprende algunas técnicas, hace algún curso, lee libros y artículos… Esta es la fase en la que más se aprende. Al mismo tiempo, es consciente de todo lo que le queda por aprender.</p></li>
<li><p>En la etapa de la <strong>Competencia Consciente</strong> ya ha aprendido lo que tiene que saber de forma teórica para comunicar en público. Es capaz de ponerlo en práctica, con mejores o peores resultados, aunque para hacerlo necesita prestarle toda su atención.</p></li>
<li><p>La cuarta etapa es la de la <strong>Competencia Inconsciente</strong>. Tras la práctica de la fase anterior, ya no solo es capaz de hacerlo, sino que se ha convertido en un hábito. No es necesario que ponga sus cinco sentidos en comunicar, surge sin pensar demasiado en ello.</p></li>
</ul>
<h2>La ventaja de la comunicación</h2>
<p>Es posible que Carlos, el jefe de proyectos, no haya atravesado estas cuatro etapas. Puede que haya hablado en público una y otra vez, pero no se haya formado lo suficiente para hacerlo correctamente. Puede que haya aprendido muy bien la teoría, pero no haya practicado aún lo necesario. O incluso puede que ni siquiera sea consciente de cuál es su estilo comunicativo, por lo que es imposible que sepa qué aspectos mejorar y cuáles potenciar.</p>
<p>Comunicar de manera efectiva le daría más seguridad y mayor ventaja para que los demás escuchen sus ideas y le tengan en cuenta. Tanto en la empresa como fuera de ella.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/110731/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Idoia Camacho Markina no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Por muchas palabras que salgan de nuestra boca, eso no significa que lo que queramos decir esté llegando de manera comprensible a nuestro emisor.Idoia Camacho Markina, Profesora de Formación de Portavoces y Periodismo Especializado, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.