España es un país rico de niños pobres. Es el segundo de la UE con mayor índice de pobreza infantil. Son niños cuyas necesidades más básicas están desatendidas y que viven en hogares cargados de precariedad.
Más de 160 millones de niños y niñas (cuatro veces la población de Ucrania) trabajan. Por supuesto, de manera ilegal. Los menores de 16 años no pueden hacerlo en España, aunque en muchos países la edad mínima para trabajar legalmente es de 15 años.
Manuel Flores, Universitat Internacional de Catalunya
Ofrecer una oportunidad en la niñez ayuda a reducir las desigualdades en la edad adulta. No es solo equidad: es también eficiencia social. Porque el talento lo puede tener cualquiera, sin importar sus orígenes.
El Día Mundial contra el Trabajo Infantil tiene como objetivo luchar contra la utilización de menores de edad por personas adultas, para fines económicos, en actividades que afectan a su desarrollo personal y emocional y al disfrute de sus derechos.
Mientras que en España y en sus países vecinos la exclusión social aumenta, en Finlandia disminuye. ¿Dónde está la clave de su éxito? La receta es apostar por políticas públicas y por una actuación temprana.