tag:theconversation.com,2011:/au/topics/terapia-73096/articlesterapia – The Conversation2024-03-10T21:24:07Ztag:theconversation.com,2011:article/2187222024-03-10T21:24:07Z2024-03-10T21:24:07ZQué significa ser una persona auténtica<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/577155/original/file-20240221-16-5n8x5w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=44%2C0%2C4932%2C2230&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/young-man-wearing-mask-himself-245916370">tommaso lizzul / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Resulta paradójico que en una era interconectada, donde la velocidad de la información moldea y define nuestra realidad, surja una constante cadena de preguntas acerca de nuestra propia identidad. Para muchos, estos interrogantes se convierten en un enigma sin respuesta, creándoles un vacío.</p>
<p>¿Se imagina un mundo en el que elijamos seguir el camino que nos hace sentir bien, sintonizando con las verdaderas necesidades de nuestro cuerpo y nuestra mente? Aunque no sea una tarea sencilla, ¿por qué no considerar la posibilidad de intentarlo? Este viaje hacia nuestro interior podría reconectarnos con nuestra auténtica identidad.</p>
<p>Las preguntas de autodescubrimiento se convierten en un enigma sin respuesta aparente, pero dentro de este misterio emocional surge la posibilidad de explorar el propio interior. Herramientas psicológicas como la terapia centrada en la persona, en la que profundizaremos más adelante, pueden ayudarnos en la tarea.</p>
<h2>Cómo coger el timón de nuestra vida</h2>
<p>En los momentos en los que los desafíos de la vida nos desestabilizan, acudimos a nuestros recursos internos y habilidades para mantener el equilibrio. En algunas ocasiones, logramos superar exitosamente esos obstáculos, pero en otras nos sumergimos en un mar de dificultades. </p>
<p>Todas nuestras experiencias pasadas se convierten en una influencia de confusión. Es como si estuviéramos navegando en un océano de dudas, sin un mapa claro, sin brújula. <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0022167808316247?icid=int.sj-full-text.similar-articles.3">Incluso podemos llegar a sentirnos a la deriva, alienados y extranjeros en nuestra propia experiencia</a>. Entonces, debemos coger el timón. Y ser nosotros mismos puede proporcionarnos la brújula, la guía dentro del mapa. </p>
<p>Estas cuestiones ya fueron planteadas por el psicólogo estadounidense <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Rogers">Carl Rogers</a> (1902–1987). <a href="https://www.routledge.com/Person-Centred-Therapy-A-Clinical-Philosophy/Tudor-Worrall/p/book/9781583911242">Su búsqueda de respuestas permitió desarrollar la terapia centrada en la persona</a>. La premisa fundamental de este enfoque es que cada individuo alberga la capacidad de crecer y convertirse en la mejor versión de sí mismo y encontrar la esencia de su autenticidad. Es un viaje emocionante de autodescubrimiento.</p>
<p>Así pues, la terapia es como una caja de herramientas para mejorar nuestra vida. Si no somos capaces de vencer los propios obstáculos por nosotros mismos, debemos buscar ayuda profesional. Pero además de la terapia, Carl Rogers nos dejó un mar de conocimiento que podemos explorar y aplicar en nuestro día a día.</p>
<h2>El camino hacia la autenticidad</h2>
<p>Cuando logramos establecer una relación en la que somos auténticos y sinceros, sin ocultar nuestros sentimientos ni juicios, podemos estar seguros de que esa relación será enriquecedora y beneficiosa. <a href="https://teots.org/wp-content/uploads/2021/08/On-becoming-a-person-by-Rogers-Carl-R.-z-lib.org_.pdf">Estos dos elementos clave del proceso terapéutico nos ayudarán a descubrir aspectos de nosotros mismos que tal vez habíamos mantenido ocultos</a>.</p>
<p>La clave podría ser obvia y, a la vez, extremadamente desconocida: la aceptación y la congruencia. O en otras palabras, el amor y la verdad.</p>
<hr>
<p>
<em>
<strong>
Leer más:
<a href="https://theconversation.com/que-tipo-de-psicoterapia-se-adapta-mejor-a-cada-persona-178227">¿Qué tipo de psicoterapia se adapta mejor a cada persona?</a>
</strong>
</em>
</p>
<hr>
<p>Este enfoque ha influido en la comprensión actual de la autoestima y la autoaceptación. Todos necesitamos, en cierta medida, sentir que nuestra experiencia es aceptada. En ocasiones, <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0963721411417545">esta necesidad de aceptación es tan fundamental que supera incluso las necesidades básicas</a>. Intentemos, entonces, ser nuestro yo verdadero.</p>
<h2>Descubriendo nuestro yo</h2>
<p>“Ser uno mismo de verdad”. Este proceso de exploración de nuestra verdadera naturaleza no se limita al contexto terapéutico, sino que puede extenderse a todos los aspectos de la vida. Implica comprometernos plenamente con la vida, siendo auténticos y coherentes. </p>
<p><a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0963721411417545">Elegir un camino de autodescubrimiento puede ser liberador</a> y <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/1359105314555170">gratificante</a>. Sólo debemos encontrar un momento para practicar estos sencillos ejercicios:</p>
<ul>
<li><p><strong>Autoexploración.</strong> Dedique tiempo para reflexionar sobre quién es realmente y qué le hace único. Recuerde sus valores, piense en sus pasiones, reconozca sus fortalezas y acepte sus debilidades. Escríbalo todo: <a href="https://psycnet.apa.org/record/2010-04488-003">puede tener beneficios insospechados</a>.</p></li>
<li><p><strong>Autenticidad.</strong> Practique la honestidad primero consigo mismo, pero pruebe también con los demás. La sinceridad será un gran tesoro.</p></li>
<li><p><strong>Aceptación.</strong> Acepte las experiencias y emociones, incluso las negativas. No significa que deba estar de acuerdo, simplemente acepte. No tiene que estar siempre en un estado de alegría: llore si el cuerpo se lo pide, pero tampoco se culpabilice por estar contento.</p></li>
<li><p><strong>Relaciones personales.</strong> Preste atención y escuche de forma activa a quién le hable. Atienda a sus palabras y, también, a sus sentimientos. Trate de ponerse en el lugar de los demás y comprender su perspectiva. Sea congruente en su comunicación, refleje sus pensamientos y sentimientos con respeto. Construya relaciones saludables, no cambie su argumento por influencia externa. Sea honesto consigo mismo y respétese para que los demás también lo hagan.</p></li>
</ul>
<p>Si afronta desafíos emocionales o psicológicos significativos, considere buscar la ayuda de un terapeuta.</p>
<p>Y, en definitiva, atrévase a ser usted mismo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/218722/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>David Gallardo-Pujol recibe fondos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), la Agència de Gestió d'Ajuts Universitaris i de Recerca (AGAUR) i la Fundació Bosch i Gimpera.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Laura Viñals Vilà recibe fondos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), Agència de Gestió d'Ajuts Universitaris i de Recerca (AGAUR) i Fundació Bosch i Gimpera.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>David Saeteros no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La terapia centrada en la persona nos da las herramientas para conocernos –y aceptarnos– a nosotros mismos.David Saeteros, Investigador predoctoral en Psicología de la Personalidad y Procesamiento de Languaje Natural (NLP), Universitat de BarcelonaDavid Gallardo-Pujol, Profesor Agregado de Diferencias Individuales y Personalidad, Universitat de BarcelonaLaura Viñals Vilà, Coordinadora de Investigación del IDLab-UB, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2210642024-02-28T18:33:55Z2024-02-28T18:33:55ZCómo la fotografía puede ayudar en la mejora de la salud mental<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/574169/original/file-20240207-22-2usjlc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C0%2C2986%2C1998&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/old-vintage-monochrome-photographs-pictures-taken-1714912069">Kittyfly/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cuando hablamos de fotografía solemos pensar en la captación de un momento o acontecimiento con una trascendencia personal, cultural, social, artística o política. Bien se trate de fotografía artística o documental, tanto fotógrafos como historiadores o teóricos hemos abordado la imagen desde el enfoque de la preservación de un momento. En estos casos, la fotografía es un conservador de la memoria. </p>
<p><a href="https://e-revistas.uc3m.es/index.php/RECS/article/view/4420/3019">Pero la imagen puede cumplir otras funciones</a>, como la de profundizar, extraer y exorcizar conocimientos o sentimientos íntimos escondidos con finalidad terapéutica. No es baladí este poder, que ha sido contrastado en diferentes proyectos tanto médicos como sociales, como veremos más adelante.</p>
<p>La fotografía usada en las terapias del área de la salud mental se está consolidando, y <a href="https://www.researchgate.net/publication/304461162_La_fotografia_como_instrumento_terapeutico_en_salud_mental">su uso y aplicación se han disparado en los últimos 15 años</a>. Tanto en el ámbito internacional como en España existe el trabajo en conjunto de especialistas en fotografía y narrativa visual con psicólogos y centros especializados (bien hospitales o bien asociaciones).</p>
<h2>Fototerapia y fotografía terapéutica</h2>
<p>Aquí hay que diferenciar entre la “fototerapia” y la “fotografía terapéutica”. En este ámbito de trabajo y estudio (fotografía y salud mental), la fototerapia está en el mismo terreno que la arteterapia. Es decir, se trata de usar la fotografía como un medio creativo y documental para desarrollar la imaginación, además de <a href="https://doi.org/10.5209/rev_ARTE.2014.v9.47493">contribuir al desarrollo personal tendiendo a la integración de la historia vital así como el desarrollo de la autoestima y el empoderamiento</a> de los participantes. </p>
<p>Esto se puede observar en el <a href="https://revistas.ucm.es/index.php/ARTE/article/view/47493">Proyecto Enfocadas</a>, “una experiencia grupal realizada con mujeres que sufrieron en el pasado violencia por parte de sus parejas, utilizando la fotografía y la narración como herramienta terapéutica”.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/574166/original/file-20240207-29-i0dbva.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Nueve fotografías que forman un mosaico." src="https://images.theconversation.com/files/574166/original/file-20240207-29-i0dbva.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/574166/original/file-20240207-29-i0dbva.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/574166/original/file-20240207-29-i0dbva.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/574166/original/file-20240207-29-i0dbva.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/574166/original/file-20240207-29-i0dbva.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/574166/original/file-20240207-29-i0dbva.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/574166/original/file-20240207-29-i0dbva.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Imagen del Proyecto Enfocadas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://nophoto.org/enfocadas">NOPHOTO</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En la mayoría de las ocasiones, por tanto, se trata de acciones, talleres y actividades cuyo objetivo es usar y desplegar la creatividad o el registro documental para la denuncia de una situación dada. En este caso, estarían en esta clasificación por ejemplo las personas con complejas situaciones sociales que utilizan la fotografía documental para hacer una denuncia.</p>
<p>La fotografía terapéutica, por otro lado, utiliza la fotografía como un medio para desarrollar la terapia psicológica, la introspección y la salud mental. Se trata de usar la imagen o su producción con el objetivo de tratar los trastornos mentales, bien sean mayores con alzhéimer u otras demencias, individuos con amnesia, angustia, depresión, adicciones, etc.</p>
<h2>El contenido o la forma</h2>
<p>El doctor Óscar Martínez Azumendi <a href="https://aen.es/wp-content/uploads/docs/Cuadernos8.1.pdf">clasifica los usos pasados y actuales de la imagen fotográfica</a> en el ámbito de la salud mental. Para él existen dos aproximaciones principales a este campo. </p>
<p>La primera sería aquella en la que lo importante son “los contenidos de las propias imágenes fotográficas y la utilidad o propósito con la que fueron tomadas”. Un ejemplo de esto sería el trabajo con el propio álbum familiar (fotoanálisis), siempre con la guía del psicólogo o psiquiatra. Otra técnica dentro de esta línea de trabajo propone al paciente realizar fotografías y después analizarlas, como sucede en los casos en los que se trabaja la redefinición de la identidad cuando esta ha sido malograda, por ejemplo, por las drogas. Así sucede con <a href="https://revistaumanizales.cinde.org.co/rlcsnj/index.php/Revista-Latinoamericana/article/view/2709/941">el trabajo realizado en el Centro Integral de Rehabilitación (CIR)</a> Gamma de la ciudad de Talca (Chile).</p>
<p>La segunda área de trabajo sería aquella que depende de la “finalidad buscada por parte de los sujetos, que bien toman la foto, la alteran (…) o la preparan para ser utilizada como herramienta para alcanzar diversos fines en el ámbito psiquiátrico o psicológico”. En esta aproximación no tiene tanta importancia el resultado de la imagen como el proceso de toma. Un ejemplo de este tipo de terapias y abordajes es <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3345568">el desarrollado por el Col.lectiu Obertament</a>, que ha trabajado varios años con personas que sufren trastornos de salud mental graves. </p>
<h2>Mejora de la salud mental: trastornos y herramientas específicas</h2>
<p>Teóricos y terapeutas utilizan diferentes nombres para denominar técnicas similares. En todo caso, en la explicación que realizan del proyecto o la terapia se define específicamente el uso de la imagen. Una fotografía, sobre todo aquella que está creada o que pertenece al paciente de alguna manera, alberga cierta información, especialmente emocional, que puede ser esencial para llegar al origen del trastorno. </p>
<p>Muy a menudo las personas que son tratadas en estas terapias tienen dificultades para la comunicación verbal, en ocasiones porque no son conscientes de dónde está la raíz del problema que les aqueja. La fotografía es capaz de ayudar a transmitir conceptos e informaciones de una forma visual, mucho más compleja y completa que las palabras. De ahí su eficacia. David Viñuales explica bien este proceso en su libro <a href="https://cultura.usj.es/ediciones/jalon-angel/el-camino-de-la-fotologia/"><em>El camino de la fotología</em></a>.</p>
<p>El terapeuta puede detectar los actos mentales fallidos, las incongruencias, los datos escondidos en el subconsciente del paciente y, como un camino de migas de pan, ir recorriendo los recovecos mentales hasta encontrar el trauma, las autocensuras, los autoolvidos o las reconstrucciones personales dolorosas. Una vez ahí, puede comenzar su cura.</p>
<p>La fotografía no es nunca sólo una imagen, y pararnos a pensar sobre las que hacemos o vemos puede llevarnos a descubrir un camino para mejorar nuestra salud mental y curar traumas y otros dolores.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/221064/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pilar Irala no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La fotografía puede ayudar en la recuperación de problemas de salud mental, no solo como objeto final sino como proceso.Pilar Irala, Profesora titular de la facultad de Comunicación y Ciencias Sociales, Universidad San JorgeLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1951232022-12-25T19:35:33Z2022-12-25T19:35:33ZDisfunción eréctil en jóvenes: por qué se produce y cómo puede afrontarse<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/502604/original/file-20221223-30425-gfc61n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C340%2C6144%2C3743&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/mans-hand-showing-not-likeable-feeling-1672046326">Shutterstock / AK Fotos321</a></span></figcaption></figure><p>El desempeño sexual es un factor relevante para la autoestima de los varones, ya que forma parte de lo que se espera de estos como imagen social: tener siempre ganas, mantener erecciones duraderas y con una potente rigidez, etc. En este contexto, experimentar “fracasos”, “fallos” o “dificultades” con la erección va a afectar a la valoración de sí mismos y a su actuación en futuros encuentros sexuales. </p>
<p>Según <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/DSM-5">el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DMS-5</a>, la disfunción eréctil es una “dificultad marcada para conseguir una erección durante la actividad sexual, para mantener la erección hasta finalizar, o por la reducción marcada de la rigidez de la erección”. Puede aparecer en situaciones concretas o ser generalizada, y se produce con más frecuencia conforme el hombre va cumpliendo años. </p>
<p>Así, entre el 13 y el 21 % de varones mayores de 40 años y entre el 40 y el 70% de los mayores de 60-70 <a href="https://scielo.isciii.es/pdf/urol/v63n8/10.pdf">refieren problemas frecuentes de erección</a>. En España, por ejemplo, se estima que afectaría a entre 1,5 y 2 millones de individuos. Esto se traduce en que el 40 % de hombres mayores de 40 años y del 67 % mayores de 70 sufren disfunción eréctil en alguna medida.</p>
<h2>El pánico de la primera vez</h2>
<p>En hombres jóvenes y de mediana edad, las causas más frecuentes son de índole psicológica. Por ejemplo, no es raro que se produzca durante la primera relación sexual, debido al alto estrés y las expectativas sobre la situación (rendimiento, lugares poco adecuados, etc.). En este trance, no hay condiciones para alcanzar una buena excitación y no se puede dedicar suficiente tiempo a la relación.</p>
<p>Entre <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0210480612001362">los factores fisiológicos</a>, hay que citar la diabetes, los problemas cardíacos o una disminución de los niveles hormonales. También la favorecen hábitos como el sedentarismo (el ejercicio es lo mejor para la actividad sexual), el alcohol (un potente depresivo, pese a que muchos jóvenes crean lo contrario), el tabaco (aumenta la probabilidad de sufrir una disfunción eréctil casi al doble) y el efecto de ciertos fármacos como antidepresivos, ansiolíticos o benzodiacepinas. </p>
<p>Y frente a lo que piensan también muchos jóvenes, las sustancias ilegales (el uso continuado de <a href="https://drsantiagocedres.com.uy/wp-content/uploads/2020/10/Marihuana-y-sus-efectos-en-la-sexualidad-2.pdf">marihuana</a>, cocaína, éxtasis y similares) contribuyen tanto a la disfunción eréctil como a otros problemas sexuales.</p>
<h2>Un amplio catálogo de desencadenantes</h2>
<p>Profundicemos ahora en las causas psicológicas, que se pueden resumir en seis puntos:</p>
<ol>
<li><p>Una educación sexual inadecuada o incompleta, así como una visión rígida o restrictiva sobre la sexualidad. </p></li>
<li><p>Vivencias sexuales traumáticas.</p></li>
<li><p>Factores inmediatos como el exceso de estrés o ansiedad en la ejecución, temor al fracaso y una obligación de conseguir resultados sexuales satisfactorios.</p></li>
<li><p>Un altruismo excesivo y una autoobservación constante durante el acto (lo que se denomina “rol de espectador”). </p></li>
<li><p>Problemas de la vida cotidiana: estrés laboral, económico o familiar y conflictos de pareja.</p></li>
<li><p>Evitación de las relaciones sexuales tras los primeros fracasos (el llamado “miedo de ejecución”).</p></li>
</ol>
<p>Podemos añadir la circunstancia de que la pareja presione <em>excesivamente</em> para mantener relaciones sexuales, lo cual empujaría al hombre a implicarse en condiciones de mayor estrés. <a href="https://scielo.isciii.es/pdf/ep/v8n3/caso1.pdf">Esto genera nuevos fallos y más insatisfacción en la pareja</a>: reproches, críticas, dudas sobre la relación o el atractivo del compañero o compañera, sospechas de infidelidad, etc.</p>
<p>Como consecuencia, disminuyen las interacciones sexuales y, en general, empeora la relación. Se entra entonces en un círculo vicioso de evitación, que aumenta el riesgo de que se rompa la pareja o surjan, esta vez sí, infidelidades.</p>
<h2>Solucionarlo es cosa de dos</h2>
<p>Independientemente de cual sea la causa, se recomienda realizar el tratamiento con la pareja. Es una manera de prevenir las recaídas futuras, trabajar la interacción y la comunicación y afrontar las tareas sexuales que se propongan durante la terapia.</p>
<p>En cuanto al tratamiento farmacológico, <a href="https://theconversation.com/weekly-dose-the-hard-facts-on-viagra-58289">Viagra</a>, Cialis y Levitra (marcas comerciales) han demostrado cierta seguridad. Deben ser prescritos por el médico considerando los problemas de salud del individuo (trastornos cardíacos, degenerativos, oculares) y los efectos secundarios de estos productos. </p>
<p>Su eficacia se sitúa entre el 60 y el 85 %, pero su uso sin control y de forma continuada <a href="https://core.ac.uk/download/pdf/326428253.pdf">puede generar trastornos</a> como insuficiencia hepática, hipertensión arterial, infartos, accidentes cerebrovasculares, cefaleas y problemas gastrointestinales.</p>
<p>Por su parte, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1698031X08761478">el tratamiento psicológico ha mostrado unos porcentajes de éxito del 74 %</a>, siempre que no medien factores orgánicos. Algunos hombres abandonan este tipo de terapias porque no ven un efecto <em>rápido</em> en sus erecciones, en comparación con los fármacos, ya que se alcanza el éxito solo después de varias sesiones.</p>
<h2>Objetivo: relajar la presión</h2>
<p>Los tratamientos psicológicos tienen por objetivo disminuir la presión sobre la ejecución y el rendimiento, así como relajar la preocupación y ansiedad anticipatoria por la detumescencia del pene. Se trata de dar al hombre una sensación de control sobre ese efecto. </p>
<p>Para conseguirlo se utilizan estrategias como prohibir el coito e incrementar sensaciones placenteras y comunicación mediante una focalización sensorial: caricias mutuas que excluyan al principio los genitales, para después añadir la masturbación propia o a la pareja y fantasías.</p>
<p>También se intenta que el individuo obtenga y pierda deliberadamente la erección (mediante la maniobra de pinza y/o técnica de parada-arranque) para fortalecer la respuesta y seguridad a la hora de experimentarla. Tras realizar estas técnicas con éxito se deja libremente practicar el coito y la penetración, incluyendo los juegos previos.</p>
<p>Lo fundamental es conseguir placer y experimentar sensaciones, sin centrarse en el pene ni en la penetración. No hay que obsesionarse en alcanzar el orgasmo, sino el placer por sí mismo. Así alejaremos la ansiedad por obtener un resultado. </p>
<p>En todo caso, siempre han de abordarse las causas (múltiples) que dieron origen o mantienen el problema. Resulta fundamental obtener una información adecuada sobre las relaciones sexuales y de pareja, y fomentar el diálogo, la apertura y la sinceridad entre los dos. Cuando esa ansiedad ha disminuido, la excitación, la erección y el orgasmo llegarán de forma natural.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/195123/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Generalmente, esta disfunción se produce en la población joven o de mediana edad debido a la ansiedad y otros problemas psicológicos. Existen terapias en pareja que garantizan un alto porcentaje de éxito.Antonio Ruiz García, Profesor en Depto. de Psicología, Área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, Universidad de CórdobaLuis Valero Aguayo, Catedrático del Depto. Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, Universidad de MálagaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1930372022-11-07T15:59:08Z2022-11-07T15:59:08ZAsí funciona la nueva terapia que puede poner contra las cuerdas al lupus<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/493343/original/file-20221103-22-g61kpt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C18%2C4025%2C2999&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/systemic-lupus-erythematosussle-chronic-disease-caused-1197854488">Korn ratchaneekorn / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>A los pacientes de lupus, la enfermedad popularizada hace años por la serie <em>House</em> y que puede tener una evolución muy grave, se les ha abierto una ventana de esperanza. Recientemente se ha aplicado por primera vez una terapia novedosa y prometedora basada en la tecnología CAR-T (siglas en inglés de <em>receptor de antígeno de linfocitos T quimérico</em>) que parece “resetear” el sistema inmune de quienes la padecen. </p>
<h2>El lupus, un fallo sistémico del sistema inmunológico</h2>
<p>Las <a href="https://theconversation.com/enfermedades-autoinmunes-cuando-el-enemigo-es-uno-mismo-183406">enfermedades autoinmunes</a> se deben a la <em>confusión</em> del sistema inmunológico, que toma componentes de nuestro cuerpo por extraños, y los intenta eliminar. Según la clasificación tradicional, pueden afectar a órganos específicos o ser sistémicas. Entre las primeras destaca la diabetes tipo I, donde principalmente se destruyen las células β del páncreas productoras de insulina.</p>
<p>Por el contrario, el <a href="https://www.felupus.org/que-es-el-lupus/">lupus eritematoso sistémico</a> es una <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6827566/">dolencia compleja y heterogénea</a>, con manifestaciones dispares entre los enfermos. Muy frecuentemente afecta a la piel, las articulaciones y órganos internos como el riñón (produciendo una nefritis), el corazón (pericarditis) y los pulmones (pleuritis). </p>
<p>Además, los pacientes pueden presentar fotosensibilidad y desarrollan eritemas, enrojecimientos con inflamación. Estas reacciones cutáneas pueden aparecer en la cara y adoptar la característica forma de <em>alas de mariposa</em>. Otros síntomas son caída de pelo, fiebre, dolor articular, fatiga extrema, fallo renal y mayor propensión a las infecciones. Factores <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9521426/">como la dieta</a> y el estado de la microbiota influyen en la progresión de la patología.</p>
<p>El lupus es mucho más frecuente en mujeres que en hombres, en una proporción abrumadora: de 9 a 1. Principalmente se manifiesta en la edad reproductiva, lo que apunta a factores hormonales en su desarrollo. Tiene una prevalencia de 0,1 %, y el hecho de que sea más habitual en las razas negra y asiática que en la blanca indica la existencia de factores genéticos que predisponen a sufrirlo. Por todo ello se considera una enfermedad poligenética, es decir, en la que intervienen variaciones de diferentes genes.</p>
<h2>Linfocitos en pie de guerra</h2>
<p>En cuanto a su <em>modus operandi</em>, el lupus surge, como ya ha quedado señalado, por una alteración del sistema inmunitario. En concreto, afecta a la producción de ciertas interleucinas –proteínas que se encargan de la señalización entre los glóbulos blancos y con otras células–, tales como los interferones tipo I y la interleucina 17. </p>
<p>Esto contribuye a la aparición o reactivación de dos importantes células defensivas: los <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36183477">linfocitos B</a> y <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32503973/">T</a> autorreactivos, que atacan erróneamente a las moléculas de nuestro organismo a través de los llamados autoanticuerpos y clones de linfocitos T autorreactivos, respectivamente.</p>
<p>Resulta especialmente dañina la acción de los citados autoanticuerpos contra el ADN y otros componentes de nuestro núcleo celular. Al unirse con su diana, producen inmunocomplejos (uniones de antígeno y anticuerpo); como estos no pueden ser eliminados completamente por el sistema inmunológico, se acumulan y generan una inflamación que deteriora los órganos. Las articulaciones y el endotelio vascular, el recubrimiento interior de los vasos sanguíneos, se suelen llevar la peor parte.</p>
<p>El tratamiento tradicional implica el uso de inmunosupresores, como corticoides, y fármacos específicos para cada complicación. Sin embargo, su uso presenta efectos secundarios, y hay casos de pacientes que no responden a la medicación. De ahí la expectación que ha despertado el nuevo avance. </p>
<h2>Células reprogramadas para dar en la diana</h2>
<p>La terapia CAR-T consiste en <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35440724/">modificar ciertas células de nuestro sistema defensivo, los linfocitos T, <em>añadiéndoles</em> lo que se conoce como receptor quimérico</a>, es decir, hecho a medida. Dicho receptor consta de dos componentes: el primero posee la capacidad de detectar una diana concreta, como una célula cancerígena; y el segundo, tras el reconocimiento del objetivo, induce los mecanismos tóxicos para eliminarlo.</p>
<p>El tratamiento consiste en modificar genéticamente los propios linfocitos del paciente, para que expresen el receptor quimérico, y reintroducirlos en su cuerpo. Según <a href="https://www.ted.com/talks/carl_june_a_living_drug_that_could_change_the_way_we_treat_cancer">estudios pioneros del campo</a>, se calcula que cada célula CAR-T puede eliminar unas 1 000 cancerosas. Tienen la particularidad de dividirse, amplificando su acción, para finalmente morir y desaparecer.</p>
<p>Las células CAR-T de primera generación se usaron con éxito en 2010 para tratar a un paciente con <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20668228/">linfoma de linfocitos B en estadio avanzado e incurable</a> y supuso una revolución en el campo de la inmunoterapia. Se diseñó de manera que los linfocitos T reconocieran a las células malignas que expresan cierta molécula en la superficie (CD19), también presente en todos los linfocitos B. Gracias a este <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33021872/">ensayo clínico se ha tratado hasta la fecha a 43 pacientes con diferentes linfomas</a>, que han vivido como media 4,5 años libres de cáncer.</p>
<h2>Ensayo exitoso</h2>
<p>Por tanto, conceptualmente era posible usar células CAR-T para eliminar a los linfocitos B autorreactivos, actores fundamentales en el desarrollo del lupus, pues también expresan la molécula CD19. Como anunciaba un <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36109639/">estudio</a> publicado el pasado mes de octubre, las CAR-T se han utilizado por primera vez para tratar a cinco pacientes con esta enfermedad: 4 mujeres y 1 hombre con una edad media de 22 años que no respondían a tratamientos y presentaban formas graves de la patología.</p>
<p>La terapia también implica que al eliminar los linfocitos B normales se efectúa un <em>reseteo</em> del sistema inmunitario, para que se pueda suspender la inmunosupresión y los pacientes se curen. Y, de hecho, esto parece ser lo que ha ocurrido: las personas sometidas al ensayo llevan ya entre 8 y 12 meses sin medicación. Y, además, se ha observado que han producido nuevos linfocitos B.</p>
<p>Sin duda, el uso de la terapia CAR-T se irá expandiendo para aplicarse cada vez a más tipos de cáncer y otras enfermedades en las que <em>se vuelve loco</em> nuestro sistema defensivo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193037/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Narcisa Martínez Quiles ha recibido fondos públicos para investigación de la Unión Europea, del Ministerio de Educación, de la Agencia Estatal de Investigación, de la Comunidad de Madrid y de la Universidad Complutense de Madrid, que en ningún caso interfieren con posible conflicto de interés de este artículo </span></em></p>La revolucionaria terapia CAR-T, que consiste en ‘reprogramar’ los glóbulos blancos del paciente, ha demostrado su eficacia en el primer ensayo clínico con personas afectadas por esta enfermedad autoinmune.Narcisa Martínez Quiles, Profesora titular de universidad en el Área de Inmunología, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1789262022-04-28T17:01:14Z2022-04-28T17:01:14ZEl ‘gaming’ no tiene edad y puede ayudar a envejecer con salud<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/459419/original/file-20220425-18-3z9b8b.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5751%2C3819&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/senior-couple-play-virtual-reality-glasses-1850670190">Shutterstock / adriaticfoto</a></span></figcaption></figure><p>¿Qué es la realidad virtual inmersiva? Desde luego, no es tan simple como jugar a la consola Wii. Para considerarse inmersiva, la tecnología debe conseguir que <a href="https://www.spiedigitallibrary.org/conference-proceedings-of-spie/2351/0000/Augmented-reality--a-class-of-displays-on-the-reality/10.1117/12.197321.short?SSO=1">abandonemos la realidad para introducirnos en un entorno 100 % virtual</a>. Cuando nos colocamos un casco de realidad virtual, todo lo que tenemos a nuestro alrededor desaparece para dar lugar a un universo distinto donde, en primera persona, podemos hacer casi cualquier cosa. </p>
<p>Suena divertido, pero va mucho más allá. Esta herramienta, nacida del <em>gaming</em>, se ha empezado a utilizar en diversos ámbitos como ingenierías, educación, simulación o marketing. Sus aplicaciones en salud son incipientes, relacionadas sobre todo con terapia psicológica, conductual o de distracción. </p>
<p>Por otro lado las terapias físicas, basadas en movimiento o actividad física, están en auge en esta nueva época en la que está de moda lo saludable (<em>healthy</em>, lo llaman los modernos). Todos procuramos cuidarnos más, ya sea practicando algún deporte, cuidando nuestra alimentación, descansando o evitando hábitos tóxicos.</p>
<p>Nuestros mayores no son una excepción. Cada vez más presentes en las sociedades de la <em>vieja</em> Europa (en las regiones españolas de Galicia y Asturias, por ejemplo, se aproximan ya al 30 % de su población total) saben muy bien que, como nos recuerda la <a href="https://apps.who.int/iris/handle/10665/67215">OMS</a>, “ejercicio y actividad física son pilares del envejecimiento activo”.</p>
<p>Y precisamente ejercicio y actividad física se combinan en el <em>exergaming</em> inmersivo, que no es otra cosa que juegos virtuales que implican interacción física o práctica de ejercicio. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/451388/original/file-20220310-23-1ongahg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/451388/original/file-20220310-23-1ongahg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/451388/original/file-20220310-23-1ongahg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=326&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/451388/original/file-20220310-23-1ongahg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=326&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/451388/original/file-20220310-23-1ongahg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=326&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/451388/original/file-20220310-23-1ongahg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=410&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/451388/original/file-20220310-23-1ongahg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=410&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/451388/original/file-20220310-23-1ongahg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=410&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Una persona mayor jugando con una consola inmersiva.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Personas mayores y <em>gaming</em>? ¿Cómo se combina esto?</h2>
<p>Si el lector piensa que la mezcla que estoy sugiriendo –personas mayores y <em>exergaming</em>– suena algo descabellada, casi como el agua y el aceite, se equivoca. Hay precedentes que lo demuestran: las sesiones de fisioterapia basadas en ejercicio terapéutico, que han tenido tan buenos resultados en el <a href="https://www.hindawi.com/journals/jar/2013/657508/">colectivo sénior</a>. Incluso funcionan en otras patologías asociadas al envejecimiento como la <a href="https://n.neurology.org/content/98/8/e859">enfermedad de Parkinson</a>, considerada por muchos autores como un proceso de envejecimiento acelerado.</p>
<p>A pesar de los evidentes beneficios, tradicionalmente han tenido también sus <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/2333721418823604">“problemillas”</a>. Básicamente porque, por un lado, la adherencia en esta franja de edad ha sido baja (todos empiezan, pero muchos se quedan por el camino). Y, por otro lado, porque los beneficios en diversos parámetros de salud que se obtienen se evaporan cuando no somos lo suficientemente regulares en su práctica.</p>
<p>Aquí podrían converger diferentes teorías justificativas: que el terapeuta es algo soso, que el programa no es muy atractivo, que las instalaciones no convencen… E infinidad de excusas alternativas que se nos podrían ocurrir.</p>
<h2>Siempre estamos dispuestos a jugar</h2>
<p>Con este caldo de cultivo, investigadores de la Universidad de Vigo decidimos buscar evidencias científicas sobre el <em>exergaming</em> inmersivo en personas mayores. En dos revisiones sistemáticas comprobamos que su aplicación tanto en <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10055-020-00495-x">personas mayores</a> como en afectados por la <a href="https://www.neurologia.com/articulo/2021330">enfermedad de Parkinson</a> se encuentra en una fase de predesarrollo.</p>
<p>La clave en ambos casos es aunar lo lúdico y lo novedoso de la experiencia para captar la atención, el interés y la motivación en la tarea que vamos a desarrollar. Se basa en la creencia popular de que siempre estamos dispuestos a jugar: jugamos cuando somos niños, jugamos con nuestros hijos cuando somos padres y jugamos con nuestros nietos cuando somos abuelos.</p>
<p>Jugar pero ¿a qué? Lo primero es buscar un juego atractivo, nada de temática bélica, ni mucho menos con zombis como protagonistas. De hecho, en los estudios antes mencionados se había visto que la temática del juego propuesto y la brecha tecnológica eran dos de las principales barreras con las que se encontraba esta tecnología, junto a los problemas con gafas correctoras y audífonos. Al fin y al cabo, puedo pensar en mi abuela de 91 años manejando su <em>smartphone</em> con soltura, pero no combatiendo zombis. </p>
<h2>Mareos y desorientación</h2>
<p>Otro problema común es el llamado <em>cybersickness</em>, que traducido sería algo así como el <em>mal del simulador</em>. Se trata de un viejo conocido <a href="https://ntrs.nasa.gov/citations/19650026830">documentado en los entrenamientos de los pilotos de la NASA en 1965</a>. </p>
<p>Consiste en que, si estamos inmersos en un escenario con aceleración o cambios bruscos de vista, puede aparecer una incongruencia o conflicto sensorial. La información que el sistema visual lanza al cerebro se contradice con lo que percibe el sistema vestibular (los otolitos del oído), que informa de una absoluta <em>calma chicha</em>. Resultado final: malestar general, mareos, sudoración, estómago revuelto… Un mal viaje, vamos. Por eso abundan los vídeos en la red que muestran accidentes y desorientaciones de los usuarios de realidad virtual.</p>
<p>Por tanto, que el <em>exergaming</em> propuesto sea factible en mayores y enfermos de Parkinson exige que sea seguro, que tenga facilidad de manejo, que genere buenas experiencias y altos niveles de satisfacción. Para ello se debe proponer <a href="https://parkinsonsnewstoday.com/2021/07/22/virtual-reality-video-games-parkinsons-may-be-helpful-exercise-tool/">un juego adecuado</a>, cuidar mucho los criterios de selección de la muestra y proponer tareas divertidas y que a la par encajen con los objetivos terapéuticos. </p>
<p>Nuestros <a href="https://www.mdpi.com/1424-8220/21/14/4825">primeros hallazgos</a> son <a href="https://www.mdpi.com/2414-4088/5/9/52">prometedores</a>, pero se debe continuar investigando para incorporar estas tecnologías a la práctica clínica. Quizás incluso, en un futuro no muy lejano, al ámbito domiciliario. Mark Zuckerberg y su <a href="https://theconversation.com/metaverso-una-sociedad-paralela-174235">metaverso</a> nos están esperando.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/178926/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pablo Campo Prieto no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Colocarse un casco de realidad virtual y transportarse a un universo distinto donde cualquier cosa es posible no solo resulta divertido. Puede usarse con fines terapéuticos en persons mayores y enfermos de Párkinson.Pablo Campo Prieto, Fisioterapeuta especializado en Párkinson. Docente e investigador., Universidade de VigoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1782272022-04-21T17:47:42Z2022-04-21T17:47:42Z¿Qué tipo de psicoterapia se adapta mejor a cada persona?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/459055/original/file-20220421-20-chemo8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C9%2C6597%2C3768&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/collection-men-women-married-couples-sitting-1451218361">Shutterstock / GoodStudio</a></span></figcaption></figure><p>En los últimos años, y posiblemente a raíz de la pandemia, se ha hablado más de salud mental en los medios de comunicación. Se ha hecho hincapié en la necesidad de visibilizar este derecho a la atención sanitaria ante los posibles desajustes emocionales que podemos experimentar a lo largo de la vida.</p>
<p>Cualquier persona que necesite ayuda pensaría en el tratamiento médico especializado (psiquiatría) o el tratamiento psicológico especializado (psicología clínica). Pero ¿por qué se habla de diferentes tipos de terapia como la conductista, psicoanálisis, terapia familiar, Gestalt y un larguísimo etcétera de tratamientos, escuelas y modelos? ¿Son iguales este tipo de terapias para el estrés postraumático, al abuso de sustancias, la ansiedad o la impulsividad?</p>
<h2>Diferentes enfoques para lograr un mismo objetivo</h2>
<p>Hace unas fechas observé un dibujo que representaba las diferentes construcciones piramidales conocidas a lo largo de la historia. Desde el Zigurat de la ciudad de Ur (Iraq), las clásicas pirámides egipcias de Giza, la pirámide del Sol (México) hasta las halladas en Java o China. Todas son representaciones variadas, a menudo distantes entre sí, con fines diversos en su concepción, pero que debieron enfrentarse a problemas similares en su construcción. Se dieron, por tanto, soluciones diferentes a problemas técnicos y de diseño, pero con una finalidad que debía preservarse. </p>
<p>Volviendo a las terapias psicológicas, a menudo puede sorprender la variedad de teorías, escuelas y formatos de intervención. Estas representan formas diferentes de aproximación a fenómenos muy complejos.</p>
<p>Quizá la respuesta a la pregunta que da título a este artículo debe ir antecedida de una mínima explicación para que cobre sentido. Si para construir una pirámide hemos reconocido diferentes diseños, abordajes y soluciones, de manera similar puede suceder con el sufrimiento humano.</p>
<h2>Primer paso de la terapia: ¿decidir qué modelo se adecua a su problema?</h2>
<p>Solemos ligar inmediatamente la piscoterapia al psicoanálisis porque históricamente fue uno de los primeros intentos por construir un modelo de intervención a partir de la teoría de Freud. Durante esos mismos años también se hicieron las primeras aportaciones por parte de la psicología conductual.</p>
<p>Estas dos propuestas no podían ser más diferentes. El <a href="https://www.edesclee.com/img/cms/pdfs/9788433015600.pdf">psicoanálisis propuso un tipo de <em>profundización</em> psicológica</a>, con una técnica determinada y un énfasis en el origen intrapsíquico (conflictos, recuerdos, traumas). Por su parte, los <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/jclp.1125">modelos conductuales</a> situaron la mirada en el ambiente, siendo el aprendizaje (en sus variadas leyes) el origen y mantenimiento de estas dificultades. </p>
<p>A partir de estos dos puntos clave, situamos la variedad de aportaciones extraordinarias que derivaron de una u otra corriente. Con enfoques intermedios encontramos la psicología humanista, considerada durante mucho tiempo la tercera vía (entre el psicoanálisis y el conductismo). Con el tiempo, han sobresalido la psicología cognitiva (segunda ola de las terapias cognitivo-conductuales) o los modelos contextuales más recientes (como tercera ola). </p>
<p>Esta rapidísima mirada al panorama terapéutico basta para empezar a preguntarnos por dónde comenzar. Cuando queremos buscar a un profesional, ya tenemos por delante la ardua tarea de lidiar con lo que nos sucede. Ahora, además, hay una variedad de corrientes o escuelas (tanto en psicología como en psiquiatría) entre las que elegir.</p>
<h2>¿Qué evidencia científica hay detrás de la psicoterapia?</h2>
<p>En los últimos años, la ciencia ha buscado evidencias de terapias que sean eficaces para diferentes trastornos y en qué condiciones lo son. Es decir, qué formatos, número de sesiones necesarias, si se aplican componentes a más de un trastorno, etc. </p>
<p>Así han surgido diferentes <a href="https://www.nice.org.uk/">guías</a> que ponen de manifiesto los modelos de intervención psicológica que tienen evidencias de eficacia por haber sido contrastados y sus grados de recomendación.</p>
<p>Estas contribuciones <a href="https://www.psicothema.com/pi?pii=4663">evidencian</a> que la terapia cognitivo-conductual aborda con buenos <a href="https://www.psicothema.com/pi?pii=4684">resultados</a> una gran mayoría de los trastornos. Estas evidencias proceden de los estudios controlados aleatorizados (ECA) y diferentes metaanálisis que permiten analizar numerosos estudios y muestras con metodología comparable.</p>
<p>Sin embargo, el problema no queda resuelto, bien porque estos resultados proceden de contextos que no son los clínicos cotidianos, bien porque los manuales de sus programas pueden parecer muy rígidos. Pero también porque lo esencial de cada modelo (componentes específicos) no es lo único que interviene.</p>
<h2>Componentes beneficiosos comunes en todas las terapias</h2>
<p>El psicólogo Saul Rosenzweig <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1939-0025.1936.tb05248.x">ya había señalado en 1936</a> que en las psicoterapias se dan unos factores comunes beneficiosos. Como las diferentes pirámides antes señaladas, intervenciones muy distintas pueden tener <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/10503307.2021.1916640#:%7E:text=The%20final%20version%20included%2014,expectations%20(2%20items)">componentes de peso que resultan favorables</a>. Por ejemplo, la confianza en el terapeuta, la calidad de la relación entre el paciente y la persona terapeuta o la confianza en la terapia o la expectativa de mejora.</p>
<p>De aquí proviene la dificultad de captar toda la esencia de la <a href="https://www.papelesdelpsicologo.es/pdf/2877.pdf">psicología como ciencia</a>. Actualmente, se intenta dotar de rigor a las intervenciones pero reconociendo también que ciertos factores emocionales y relacionales de quien pide ayuda son importantes en el resultado de la propia terapia. No en el sentido del “todo vale”, sino teniendo en cuenta el papel del clima de confianza y seguridad para el paciente para analizar las dificultades y ensayar soluciones. </p>
<p>Esto explicaría por qué hay intervenciones con resultados favorables a pesar de que sus principios terapéuticos y técnicos no han alcanzado respaldo en la investigación o, directamente, no se hayan evaluado lo suficiente. Es el caso, por ejemplo, de la <a href="https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352001000400005">psicoterapia psicoanalítica</a>, a pesar de su escasa evidencia científica.</p>
<h2>Terapias con mayor evidencia científica</h2>
<p>En definitiva, una de las terapias que la ciencia ha demostrado más útiles es la llamada cognitivo-conductual, que pone énfasis en los procesos y contenidos de pensamiento para incrementar el control sobre el estado emocional en una gran diversidad de trastornos.</p>
<p>De la misma forma, otros modelos de intervención exitosos se han centrado en la regulación emocional, específicamente en trastornos de la personalidad, como la <a href="http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-85972016000200005">terapia dialéctica comportamental</a>. </p>
<p>Por su parte, la terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (<a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12115716/">EMDR</a>) también ha obtenido buenos resultados. Esta hace una reevaluación del estímulo traumático con estimulación simultánea bilateral (aunque se desconoce realmente cómo funciona).</p>
<p>Otros <a href="https://www.alianzaeditorial.es/libro/alianza-ensayo/ciencia-y-pseudociencia-en-psicologia-y-psiquiatria-marino-perez-alvarez-9788413622767/">modelos de terapia</a> persisten hoy día encaminados a la exploración y expresión de las emociones resaltando la realidad de la experiencia, del presente y de la responsabilidad (como la terapia Gestalt). Otras se centran en ámbitos muy concretos, como la terapia familiar sistémica (o de pareja), aunque <a href="https://digibuo.uniovi.es/dspace/handle/10651/54705?locale-attribute=es">sus beneficios y resultados disponen de menor respaldo empírico</a>.</p>
<h2>Más ciencia para la psicología</h2>
<p>Nos queda mucho que conocer y es posible que la terapia psicológica vaya por el buen camino al someterse al análisis científico, pero todavía <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4374633/pdf/nihms554949.pdf">se sitúa en momentos muy iniciales</a>. </p>
<p>Como se ha dicho, sabemos de <a href="https://journals.copmadrid.org/clysa/archivos/1130_5274_clinsa_clysa2022a9.pdf">terapias que son eficaces en general</a>, pero sabemos mucho menos sobre qué componentes son los fundamentales y cómo funcionan. Además, es necesaria mayor difusión de los resultados, una mayor divulgación para entender no solo la enorme variedad de trastornos, sino un mejor conocimiento de la intervención.</p>
<p>Quizá la pregunta que da título a este artículo evidencia la desconexión entre el ensayo controlado, la Universidad, los colegios profesionales y la sociedad en general. Mientras tanto, esta confusión será (y ya es) aprovechada, naturalmente, por pseudoterapias como el reiki, las esencias florales, terapias regresivas o las constelaciones familiares, por mencionar algunas.</p>
<p>Con todo lo dicho, es comprensible que la pregunta inicial no tenga todavía una respuesta cerrada y satisfactoria. Siempre se dice que la psicología es una ciencia joven, pero quien precise psicoterapia debe tener en cuenta las evidencias que van reuniéndose, dar importancia a la formación y a la experiencia profesional. Complementariamente, la psicología ha de tener en cuenta las preferencias, posibilidades y <a href="https://www.apa.org/pubs/journals/features/evidence-based-statement.pdf">circunstancias de las personas que necesitan</a> la ayuda psicológica.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/178227/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Francisco Rodríguez-Testal no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Cuando pensamos en acudir al psicólogo tratamos de identificar lo que nos sucede. Ahora, además, hay una variedad de corrientes o escuelas entre las que elegir. ¿Cuál tiene más evidencia?Juan Francisco Rodríguez-Testal, Profesor titular Psicopatología Clínica, Universidad de SevillaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1763042022-04-19T17:10:49Z2022-04-19T17:10:49ZEl trastorno orgásmico y otros problemas sexuales podrían tratarse con realidad virtual<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/450901/original/file-20220309-2144-wgouov.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C17%2C5751%2C3811&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/happy-young-woman-using-virtual-reality-641474236">Shutterstock / TierneyMJ</a></span></figcaption></figure><p>Abro la puerta y entro en una habitación de paredes blancas y ambiente cálido y acogedor. Me recibe una persona sonriente, que me invita a pasar y sentarme. Hay dos sillones confortables frente a una mesa de cristal, elijo el de la derecha. Veo unas cuantas plantas, una lampara encendida, unos títulos colgados y unos cuadros de aspecto extraño.</p>
<p>También un mueble bajo cerrado con llave, donde reposan un calendario y un cactus. Me pregunto dónde está el diván. La persona sonriente se sienta también, al otro lado de la mesa, y me pregunta que qué tal.</p>
<p>Las experiencias al entrar en una consulta de psicología no siempre son como uno esperaba, pero cualquiera que haya vivido una describirá algo parecido; igual la persona no sonreía, igual no había plantas o mesa, quizás sobresalían otras cosas sobre el mueble bajo, aunque en esencia las consultas son todas iguales.</p>
<p>Pero, ¿qué pasaría si nos dijeran que hay alternativas? La realidad virtual ha llegado a nuestras vidas pisando fuerte y parece que viene para quedarse. Y la psicología no iba a quedarse atrás en este sentido: existen ya un gran número de intervenciones que usan la realidad virtual para tratar diferentes trastornos.</p>
<h2>Una sesión de psicología con gafas de realidad virtual</h2>
<p>La realidad virtual es una tecnología que permite la generación de entornos tridimensionales con los que el sujeto puede interactuar en tiempo real. En otras palabras, es algo que nos permite generar mundos que no existen realmente.</p>
<p>Para entender mejor qué tiene que ver esto con la psicología, hablaremos de cine. Al mencionar realidad virtual quizás nos vengan a la mente películas como <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film760157.html"><em>Ralph rompe internet</em></a> o <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film589915.html"><em>Tron Legacy</em></a>. Podrían ser ejemplos válidos. </p>
<p>Sin embargo, en psicología, cuando nos referimos a realidad virtual, estamos hablando de algo más parecido a <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film750408.html"><em>Ready player one</em></a>. Para los lectores que no la hayan visto, la película muestra un mundo futurista donde las personas pueden evadirse de su vida real en un mundo virtual llamado Oasis.</p>
<p>Para ello, utilizan gafas de realidad virtual, guantes e incluso trajes completos que les permiten sentir el contacto, o plataformas que facilitan el movimiento. En tal contexto se escenifica muy bien lo que podría ser una realidad virtual realmente integrada con nuestra sociedad.</p>
<p>Evidentemente es ciencia ficción, pero nos permite hacernos una idea de las posibilidades que tiene. En <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0747563219302419">psicología funciona igual</a>. Se utilizan también gafas de realidad virtual y todas las <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg.2018.00531/full">herramientas</a> al alcance para mejorar los tratamientos tradicionales.</p>
<h2>Acercarse al miedo a través de una pantalla</h2>
<p>Los problemas psicológicos que más han sido tratados a través de esta tecnología, y que por tanto cuentan con una mayor evidencia científica, son las fobias. </p>
<p>Antes de entrar en ello, recordaremos brevemente cómo se trata una fobia desde la psicología tradicional. Este tipo de miedo irracional se soluciona exponiéndonos al estímulo que lo provoca, es decir, a aquello a lo que tememos. ¿Así de fácil? Ojalá. Hacen falta técnicas para hacerlo posible. El papel del psicólogo, por tanto, es enseñarlas, al mismo tiempo que facilitar y permitir que este acercamiento sea posible y no traumático.</p>
<p>Igual a estas alturas alguien se está preguntando que, si esto ya funciona, para qué utilizar la realidad virtual. Como decíamos, este tipo de tecnología nos permite tener delante de nosotros cosas que no están realmente ahí. Es decir, que si tengo miedo a las arañas, no tengo que traer una araña, sino que simplemente puedo observarla a través de la pantalla. </p>
<p>De la misma forma, si tengo miedo a volar, no tengo que pagar un vuelo, sino que puedo “montarme” en el avión a través de la pantalla. Si tengo miedo a las agujas, no tengo que ir al médico, puedo “pincharme” a través de la pantalla. </p>
<p>En este sentido, la realidad virtual nos permite mejorar y facilitar lo que ya sabemos que funciona, permitiendo mejores tratamientos, más eficientes y eficaces y, en cierto sentido, más económicos para el paciente.</p>
<h2>Una terapia dinámica para lograr la adherencia</h2>
<p>Como adultos, tenemos muy claro en qué circunstancias debemos pasarlo mal para poder mejorar. En psicología podríamos aprovechar una frase que a simple vista nos parecerá muy tradicional, “Si duele es que está curando”, para ilustrar que tenemos que afrontar las dificultades y retos que plantea la terapia para poder avanzar.</p>
<p>Esto, sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo si lo que se pide es monótono, aburrido o desagradable. </p>
<p>Ante tal escenario, la realidad virtual nos facilita el acercamiento a aquellas actividades que más esfuerzo nos cuestan. Un ejemplo de ello pueden ser los ejercicios de relajación. </p>
<p>Aunque durante la sesión se aprenden, tradicionalmente se ha dejado en manos del paciente esta tarea para que la practique en casa. Posteriormente, una vez aprendida, <a href="https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=88126amp">se utiliza como herramienta terapéutica</a> en distintas sesiones. </p>
<p>Actualmente, existen <a href="https://ameliavirtualcare.com/es/">compañías</a> que facilitan espacios de realidad virtual para que los profesionales puedan mejorar la comodidad de sus pacientes mientras estos realizan las tareas requeridas. Por ejemplo, realizando los ejercicios de respiración en un bosque.</p>
<h2>Tratamiento de problemas sexuales con realidad virtual</h2>
<p>Desde la psicología también se trabajan las problemáticas relacionadas con la sexualidad. Hay ciertos trastornos, como el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1743609517315321">trastorno orgásmico femenino</a>, que tienen muy buen pronóstico terapéutico. Sin embargo, las mujeres no acuden a consulta por diversos motivos: vergüenza, sentirse socialmente juzgadas, etc. Ahora mismo, un equipo de la Universidad Rey Juan Carlos está investigando una nueva forma de tratar este trastorno a través de la realidad virtual. </p>
<p>En concreto, se está estudiando mediante terapia de avatar, un tipo de tratamiento del que se ha hablado pero que no se ha puesto en práctica todavía. La terapia de avatar no necesita gafas y se puede utilizar directamente desde prácticamente cualquier ordenador, lo que facilita que aquellas mujeres que quieran comenzar un tratamiento relacionado con el sexo se animen a solicitarlo.</p>
<p>Los primeros ensayos realizados por nuestro equipo muestran que esta estrategia puede ser verdaderamente eficaz y presentar ventajas sobre la modalidad presencial, permitiendo que más mujeres se beneficien de un tratamiento basado en la evidencia.</p>
<p>Igual que con las fobias, la realidad virtual en este caso nos proporciona un espacio en el que practicar de forma segura lo que después tendremos que poner en práctica en la vida real. </p>
<p>Los tratamientos sexuales suelen tener en común la necesidad de corregir creencias erróneas sobre el funcionamiento sexual, lo que es normal y lo que no. También ayudan a eliminar la ansiedad que pueda generar lo relacionado con la sexualidad. Estos tratamientos ayudan a la mujer a descubrir lo que da placer y cómo conseguirlo, tanto sola como en pareja, y a focalizar la atención en lo importante durante la relación. </p>
<p>Todo esto se podría llevar a cabo desde el ordenador, a través de lo que llamamos avatares, una representación virtual de nosotros mismos. </p>
<p>Se ha demostrado que ver a nuestro avatar llevando a cabo actividades <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/j.1471-1842.2007.00733.x">produce las mismas sensaciones en el cerebro</a> que si lo estuvieramos haciendo nosotros. De esta manera, practicar en el mundo virtual permite que la paciente experimente con su cuerpo virtual como un paso previo para poder hacerlo con su cuerpo real, lo que reduce notablemente la ansiedad.</p>
<p>En definitiva, la idea de utilizar la realidad virtual para facilitar el contacto terapéutico con personas es una forma de ampliar el alcance de los tratamientos de la psicología.</p>
<p>Desafortunadamente, el estigma de la salud mental aún pesa sobre las cabezas de estas personas, haciendo que se sientan culpables y avergonzadas de sus problemas de salud, como si fuera una elección personal padecerlos o como si la responsable fuera nuestra supuesta “debilidad”. </p>
<p>La incomprensión general de la sociedad sobre la salud mental condena a muchas personas a no recibir la ayuda que necesitan, incluso cuando disponemos de los medios para hacerlo. Aprovechar las tecnologías, en este caso la realidad virtual, para acercar la terapia a quienes de otra forma no la solicitarían es un pequeño paso más en el camino para mejorar la salud mental, una de las grandes asignaturas pendientes de nuestra sociedad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/176304/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Utilizar gafas de realidad virtual podría ayudar a complementar las terapias de psicología para superar fobias o solucionar problemas de sexualidad.Juan Ardoy Cuadros, Profesor de Psicopatología, Universidad Rey Juan CarlosAriana Vila González, Investigadora Pre-Doc en Realidad virtual y Psicología, Universidad Rey Juan CarlosLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1784312022-03-14T19:14:29Z2022-03-14T19:14:29ZMilenial y generación Z: ¿por qué son la generación deprimida?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/451816/original/file-20220314-119657-e7f1dx.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C0%2C1914%2C1074&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/illustration-sad-woman-hug-her-knee-1242978793">Shutterstock / asiandelight</a></span></figcaption></figure><p>Hace unos meses una paciente me dijo: “Pertenezco a la generación deprimida, ¿cómo no voy a estarlo?”. Era su primera sesión y vino a terapia porque se encontraba sin ganas de nada, sin motivación y con la sensación de que la vida no tenía sentido. </p>
<p>Estaba en lo cierto, pertenece a la llamada ‘generación deprimida’, una generación que engloba, en realidad, el conjunto de dos de ellas: la milenial (también llamada generación Y) y la generación Z. </p>
<p>La primera de ellas hace referencia a las personas que nacieron entre 1981 y 1995 y la segunda a quienes llegaron al mundo entre 1995 y 2010 (ambas fechas son aproximadas pues no hay un consenso claro social para esta clasificación). </p>
<p>Lo cierto es que hay cada vez más uso de antidepresivos, más asistencia a terapia psicológica y más expresión autoinformada de ansiedad y <a href="http://repositori.uji.es/xmlui/handle/10234/194630">tristeza en estas generaciones</a>. Vayamos por partes para descubrir qué factores influyen en esto. </p>
<h2>¿Qué factores han deprimido a esta generación?</h2>
<p>Antes de nada, empecemos por definir el trastorno de depresión mayor. Este <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression">se manifiesta como un conjunto de síntomas</a>, de los cuales podemos destacar un estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día, disminución del interés por las actividades que antes provocaban placer, pérdida o aumento de peso, insomnio o hipersomnia, agitación o retraso psicomotor, pérdida de energía, sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva, disminución de la capacidad para pensar o concentrarse y pensamientos de muerte recurrentes.</p>
<p>Existen varias razones por las que a la generación milenial y la generación Z se las denomina, en su conjunto, la generación deprimida. Analicemos los diferentes factores que podrían estar influyendo:</p>
<p><strong>Pandemia, coronafobia y soledad</strong></p>
<p>No podemos pasar por alto la influencia que ha tenido la pandemia de covid-19 en la población general. Hablamos de estados desagradables como la <a href="https://theconversation.com/coronafobia-y-otros-trastornos-mentales-agudizados-por-la-pandemia-169959">coronafobia</a> (una ansiedad excesiva a contraer el coronavirus), ansiedad, <a href="https://theconversation.com/como-podemos-ayudar-a-la-poblacion-infantil-a-superar-la-fatiga-pandemica-160278">fatiga pandémica</a> (una reacción de agotamiento frente a una adversidad mantenida y no resuelta), etc. Ante tal escenario, la pregunta es: ¿han afectado estas situaciones particularmente a estas dos generaciones?</p>
<p>La <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32595054/">soledad es algo que se relaciona directamente con la tristeza</a>. Si bien es cierto que eso es aplicable a cualquier edad, la necesidad de relacionarse con iguales es mayor en la juventud. Es por esto por lo que las medidas específicas y preventivas del contagio de coronarivus <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33525229/">han afectado en particular a esta población</a>.</p>
<p><strong>Ansiedad social</strong></p>
<p>Por otro lado, la soledad de ese momento choca ahora de frente con la vuelta a la vida social, provocando muchas veces ansiedad en adolescentes y jóvenes. Es a lo que se le ha denominado <a href="https://theconversation.com/que-es-la-resaca-social-y-por-que-se-habla-tanto-de-ella-con-la-vuelta-a-la-normalidad-169424">resaca social</a>. </p>
<p>Mi experiencia personal en consulta me ha desvelado que muchas personas de esta edad acusan desde ese momento la sensación de no sentirse capaces de “conectar” con sus iguales. Sienten que no disfrutan de situaciones sociales con muchas personas y experimentan ansiedad cuando están rodeadas de alguien que acaban de conocer.</p>
<p><strong>Redes sociales</strong></p>
<p>Las redes sociales se han convertido en un <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29090428/">refugio para muchas personas jóvenes</a> que se sienten mal. Cabe destacar que un uso adecuado de las mismas es positivo. De hecho, en parte gracias a ellas la desconexión social durante el confinamiento no fue total.</p>
<p>Pero hay dos factores que pueden afectar negativamente a las personas jóvenes:</p>
<ul>
<li><p>Un uso excesivo o como evitación de momentos de ansiedad. Esto puede provocar que se refugien en las redes con el objetivo de sustituir situaciones sociales en vivo. </p></li>
<li><p>Un uso sesgado. Tal situación les podría exponer únicamente a contenido con el que pueden compararse negativamente. Incluso a publicaciones que muestren expresión de dolor emocional por parte de personas desconocidas (por ejemplo, imágenes de autolesiones).</p></li>
</ul>
<p><strong>Frustración laboral</strong></p>
<p>La generación milenial <a href="https://www.ansiedadyestres.es/sites/default/files/rev/2021/anyes2021a12.pdf">fue educada en una “meritocracia”</a> muy enfocada al éxito laboral y socioeconómico condicionado al esfuerzo. Frases como “Si te esfuerzas, conseguirás lo que te propongas”, seguro que las han escuchado la mayoría de ellos. </p>
<p>Es una generación que se ha esforzado por conseguir sus objetivos de vida pero con un resultado de frustración en muchos casos. Los estudios universitarios se equiparaban con éxito laboral y, sin embargo, cuando acabaron dicho periodo, se produjo una crisis económica que no permitió que se pudieran desarrollar en el trabajo. Ahora pueden sentir <a href="https://www.mdpi.com/1660-4601/18/16/8354">miedo a que suceda lo mismo a raíz de la pandemia</a>.</p>
<p><strong>Preocupaciones globales</strong></p>
<p>Entre los asuntos que preocupan a las generaciones milenial y Z, encontramos el feminismo, la <a href="https://theconversation.com/existe-la-ecoansiedad-el-miedo-cronico-a-un-colapso-ambiental-170494">ecoansiedad</a>, los derechos LGTBIQ+, la migración… </p>
<p>Son generaciones que se preocupan por lo global y no solo por lo particular. Piensan más allá y sienten ansiedad por más cosas que las particulares e individuales. </p>
<p>Estas preocupaciones globales y la posibilidad de comunicarse por redes les proporciona un sentido de pertenencia que es muy positivo. Les hace sentirse parte de un todo y sentirse comprendidos por sus iguales.</p>
<p>Sin embargo, no solo se preocupan sino que también buscan la solución sintiendo a menudo una responsabilidad excesiva por situaciones que son globales, más difíciles de solucionar y, por ende, provocan ansiedad.</p>
<p><strong>Mayor reconocimiento de los propios síntomas</strong></p>
<p>Una de las razones por las que se habla más de depresión y ansiedad en estas generaciones es que las personas que la sufren hablan con más naturalidad sobre ello y reconocen más fácilmente los síntomas. De hecho, <a href="https://theconversation.com/la-salud-mental-una-nueva-moda-en-redes-169198">la salud mental ya es un asunto muy comentado en las redes sociales</a>, las plataformas en las que más se mueven los jóvenes. </p>
<p>Esto es positivo porque cuando una persona reconoce que se encuentra mal puede buscar ayuda. De hecho, son estas generaciones las que han roto el tabú que rodeaba el cuidado de la salud mental. Ahora son ellos quienes más (y más abiertamente) hablan sobre ir a terapia. También son los que más la recomiendan y quienes más reconocen sus propios problemas. </p>
<p>Esta es la generación deprimida porque es la generación que reconoce su malestar sin vergüenza ni miedo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/178431/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Begoña Albalat Peraita no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>A la generación milenial y a la Z se les ha denominado la generación deprimida. ¿Por qué? ¿Han tenido más problemas que solventar? ¿O simplemente reconocen su malestar sin miedo a ser juzgados?Begoña Albalat Peraita, Psicología General Sanitaria, Universidad Internacional de ValenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1685432021-11-01T20:16:48Z2021-11-01T20:16:48ZNuevos mecanismos para mejorar la radioterapia y el diagnóstico del cáncer<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/425670/original/file-20211011-27-1nqqzjs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=30%2C30%2C5081%2C2835&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/medical-laboratory-patient-undergoes-mri-ct-1243951639">Gorodenkoff / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En el año 2000 se descubrió que los daños provocados por la radioterapia a las personas con cáncer podían proceder de los electrones secundarios de baja energía que se generan al utilizar <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.287.5458.1658">esta técnica</a>. Esta terapia es una de las más comunes en el tratamiento de esta enfermedad, junto con la quimioterapia y la cirugía. </p>
<p>El inconveniente es que al irradiar material biológico se producen roturas en el ADN de las células, provocando no solo la muerte de las cancerosas sino también de algunas sanas. </p>
<p>Ahora, un <a href="https://www.iff.csic.es/">grupo</a> de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con <a href="https://es1lib.org/book/2868201/f2fdcc?id=2868201&secret=f2fdcc">otros grupos europeos</a>, está evaluando dos terapias alternativas (la de protones y la de haces de iones). </p>
<p>Por otro lado, <a href="https://ssc.icmab.es/nanocim/">otro equipo del CSIC</a> está estudiando el uso de los nanomateriales en este campo. Estas aproximaciones son más eficientes que la radioterapia tradicional que, como vemos, es poco selectiva por lo que tiene numerosos efectos secundarios.</p>
<h2>Radioterapias alternativas con menos efectos secundarios</h2>
<p>La gran ventaja de los haces de partículas cargadas (electrones, protones e iones pesados) frente a la radioterapia tradicional (rayos X) basada en la irradiación con fotones es que la pérdida de energía del haz primario se realiza de forma gradual.</p>
<p>Lo hace hasta alcanzar un valor en el que las probabilidades de interacción de estas partículas con las moléculas del medio alcanzan sus valores máximos. Así, el depósito de energía en esa zona (llamada pico de Bragg) aumenta considerablemente, concentrando el efecto de la radiación en una área localizada.</p>
<p>La profundidad del pico de Bragg en el blanco depende de la energía incidente. Así, seleccionando este valor, se puede depositar la mayor parte de la energía del haz dentro del tumor, minimizando su efecto en el tejido sano.</p>
<p>La terapia de protones y la terapia con iones pesados (helio, carbono, oxígeno) llevan ya varias décadas <a href="https://febs.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/1878-0261.12677">implantadas</a> en Europa, especialmente en Alemania, Francia e Italia. </p>
<h2>Moléculas radiosensibilizadoras, aliadas de la radioterapia</h2>
<p>Para reforzar el efecto biológico de la radiación dentro de la región de interés se inyectan moléculas específicas en la región tumoral (llamados radiosensibilizadores moleculares).</p>
<p>Dadas las características de este tipo de irradiación, la generación de electrones secundarios y radicales libres en las cercanías del pico de Bragg es enorme. Por eso, los modelos basados en interacciones moleculares son imprescindibles para caracterizar de forma realista la efectividad biológica relativa (RBE) asociada con estas radiaciones.</p>
<p>La radioterapia con protones e iones en combinación con el uso de radiosensibilizadores moleculares es una de las técnicas <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-019-10340-8">más prometedoras</a> en el tratamiento del cáncer. Pero su correcta aplicación requiere la colaboración de grupos de investigación básica con servicios de radiofísica e institutos de investigación biomédica de hospitales.</p>
<p>Por ahora, la Sanidad Pública todavía no cuenta en los hospitales españoles con instalaciones de radioterapia con protones. Pero se están realizando experimentos radiobiológicos conjuntos en el acelerador de protones del Centro de Microanálisis de Materiales (CMAM). Además, se está desarrollando un <a href="https://www.springer.com/gp/book/9783030282462">nuevo modelo</a> de determinación de dosis basada en el daño a nivel molecular.</p>
<h2>Nanomateriales para tratar el cáncer</h2>
<p>Los nanomateriales, que son más pequeños que las células humanas, están generando un gran interés a nivel global dado que tienen propiedades únicas y múltiples aplicaciones en campos como la medicina. </p>
<p>Un gran ejemplo de ello son las nanopartículas lipídicas <a href="https://theconversation.com/las-nanoparticulas-de-las-vacunas-de-la-covid-19-abren-la-puerta-a-nuevos-tratamientos-para-el-cerebro-157185">usadas en las vacunas</a> de Pfizer y Moderna. Estas permiten encapsular el ARNm en su interior, protegerlo y transportarlo eficientemente hasta las células.</p>
<p>En oncología, los nanomateriales también están demostrando ser de gran relevancia tanto en el diagnóstico como en la terapia del cáncer. Pero ¿cómo?</p>
<p>Los tumores pueden acumular determinados materiales como nanopartículas o lípidos, un fenómeno conocido como efecto de permeabilidad y retención aumentada (EPR). Por eso, las nanopartículas se acumulan más en estos tejidos que en los sanos y permanecen en el tumor, asegurando que el tratamiento tiene lugar en la zona deseada. Es decir, estos nanomateriales pueden ser cargados con un determinado medicamento que ataque directamente a las células cancerígenas. De esta forma se reducen los posibles efectos secundarios.</p>
<p>Además, estos materiales pueden incorporar también agentes de reconocimiento específico para dirigirse selectivamente a la zona a tratar y asegurar una acumulación aún mayor. Esto abre la puerta a nuevas estrategias para el tratamiento del cáncer, como el transporte de fármacos quimioterapéuticos.</p>
<h2>Los nanomateriales también podrían mejorar el radiodiagnóstico y la radioterápia</h2>
<p>Por otro lado, los nanomateriales se están investigando cada vez más en el radiodiagnóstico y la radioterapia. Por ejemplo, ciertas nanopartículas pueden acumularse en el tumor y actuar como radiosensibilizadores. Así, estas partículas permiten generar un aumento del daño producido en el tumor debido a la radiación externa aplicada. Esto posibilita la administración de dosis menores para producir el mismo efecto en las células tratadas.</p>
<p>Actualmente se está llevando a cabo una investigación en esta línea en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB), junto con el Hospital Universitario Vall d’Hebron (HUVH). Se basa en el desarrollo de nanopartículas metálicas y la evaluación <em>in vitro</em> de su efecto en la mejora de la radioterapia.</p>
<p>Por otra parte, la radiación también se puede administrar internamente mediante <a href="https://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/acsnano.9b04898">nanomateriales radioactivos</a>. El uso de nanopartículas radioactivas que se acumulan en la zona tumoral permite mejorar el tratamiento localizado en la zona afectada, reduciendo los efectos secundarios en los órganos sanos. </p>
<p>Por último, los nanomateriales también son interesantes porque pueden incorporar agentes radioactivos diagnósticos, facilitando su acumulación en el tumor y la detección por imagen. Además, se pueden combinar con agentes terapéuticos para ver en tiempo real los efectos de un determinado tratamiento. En este escenario se están <a href="https://cordis.europa.eu/project/id/725743/es">desarrollando</a> nanomateriales radioactivos para el diagnóstico y terapia de cáncer, destacando el de próstata y el de pulmón, entre otros.</p>
<p>La misión es mejorar tres pilares en la batalla contra el cáncer: la prevención, el diagnóstico y tratamiento, junto con la calidad de vida de los pacientes, los supervivientes, sus familias y sus cuidadores. Para lograrlos es imprescindible seguir avanzando en métodos más precisos y que la ciencia básica mejore la comprensión de los mecanismos de los tumores.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168543/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Marina Llenas Martínez está contratada con los fondos del Consejo Europeo de Investigación (European Research Council) a través del proyecto ERC Consolidator Grant NEST (Grant Agreement: 725743).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Gerard Tobías Rossell recibe fondos del Consejo Europeo de Investigación (European Research Council) a través del proyecto ERC Consolidator Grant NEST (Grant Agreement: 725743).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Gustavo García Gómez-Tejedor recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación (proyecto PID2019-104727Rb-C21) y del CSIC (proyecto LINKA 20085). </span></em></p>Diferentes proyectos ensayan la radioterapia basada en protones y utilizan nanomateriales para obtener diagnósticos y tratamientos contra el cáncer más precisos y menos lesivos.Marina Llenas Martínez, Investigadora predoctoral, Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB - CSIC)Gerard Tobías Rossell, Investigador Científico, Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB - CSIC)Gustavo García Gómez-Tejedor, Investigador Científico del CSIC, Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1685462021-10-10T17:45:56Z2021-10-10T17:45:56Z¿Qué ciencia hay detrás de la depresión estacional?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/424555/original/file-20211004-13-16iv5ej.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C0%2C5433%2C3622&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Una persona sentada bajo un árbol en otoño con la cabeza apoyada entre las piernas</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/young-girl-looking-sad-leaning-against-1586685652">Shutterstock / Juice Flair</a></span></figcaption></figure><p>Con el fin del verano y la vuelta a la rutina otoñal, entre un 5 y un 25 % de la población puede sufrir síntomas de carácter depresivo con mayor o menor intensidad o gravedad. Normalmente, estos remiten cuando empiezan a alargarse los días en primavera. </p>
<p>Estos síntomas, como la melancolía, la sensación de debilidad o fatiga, cambios de apetito o dificultad para mantener la atención y concentrarse, han recibido diferentes nombres. Por ejemplo, astenia otoñal, trastorno afectivo estacional o <a href="https://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v35n126/original9.pdf"><em>winter blues</em></a>.</p>
<p>La prevalencia de estos cuadros puede variar en función de variables sociodemográficas como la edad, el sexo o la latitud de residencia, que puede llegar a afectar a entre un 1 y un 10 % de la población general.</p>
<p>El <a href="https://eciemaps.mscbs.gob.es/ecieMaps/browser/index_10_mc.html#search=R53&flags=111100&flagsLT=11111111&searchId=1632238631044&indiceAlfabetico=astenia&listaTabular=R53&expand=0&clasification=&version=">Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales</a> (DSM-5) lo recoge como el “trastorno de depresión mayor recurrente con patrón estacional”. Este trastorno se caracteriza por la existencia de una relación temporal regular entre la aparición y remisión de síntomas depresivos en momentos específicos del año sin existencia de estresores psicosociales.</p>
<p>Para ser clasificados dentro de este tipo de trastorno, estos episodios han de ser consistentes en el tiempo y superar los posibles episodios depresivos no estacionales en la vida del individuo.</p>
<p>La Clasificación Internacional de Enfermedades también recoge la “astenia” dentro de las enfermedades relacionadas con el malestar y la fatiga. Este cuadro sintomatológico caracterizado por sensación de debilidad, falta de energía y cansancio tanto físico como emocional tiene un origen multicausal. Su curso suele ser de carácter adaptativo, es decir, responde al esfuerzo del organismo para adaptarse a algún cambio de relativa importancia.</p>
<h2>¿Por qué aparece la depresión estacional?</h2>
<p>En el ser humano, algunos procesos fisiológicos están ligados a factores ambientales como la luz solar o la alternancia entre actividad y reposo. Esto explica que cuando viajamos y cambiamos de huso horario, por ejemplo, tengamos dificultades para adaptarnos al nuevo horario y suframos el conocido <em>jet lag</em>. La secreción de hormonas o la síntesis de algunas vitaminas como la Vitamina D son algunos de estos procesos. </p>
<p>Los <a href="https://www.nigms.nih.gov/education/fact-sheets/Pages/circadian-rhythms-spanish.aspx">ritmos circadianos</a> son conocidos como el reloj interno del ser humano, ya que marcan nuestro nivel de activación a lo largo de las 24 horas que tiene el día. La luz que recibe el cerebro activa estructuras cerebrales como el hipotálamo o el núcleo supraquiasmático. Estas regulan la secreción de hormonas y neurotransmisores responsables de la regulación de energía a lo largo del día. Estos ritmos se encuentran íntimamente relacionados con el <a href="http://encognitive.com/files/Seasonal%20Affective%20Disorder--%20Avoiding%20the%20Winter%20Blues.pdf">metabolismo y síntesis de la melatonina</a>, la temperatura corporal y el patrón de <a href="https://journals.physiology.org/doi/abs/10.1152/ajpregu.1992.262.5.R885">sueño</a>.</p>
<p>Habitualmente, durante la noche nuestra energía se encuentra muy baja, sobre todo entre las 3 y las 7 de la mañana. Esto permite que nuestro sueño se mantenga estable y profundo en esa franja de tiempo. </p>
<p>En torno a las 10 de la mañana, nuestra temperatura corporal se ve aumentada, lo que permite que nuestra energía y nivel de activación se encuentren en el punto más alto del día. Es frecuente que después de esta subida de activación, identifiquemos el “bajón” de la tarde (justo después de comer).</p>
<p>El aumento de secreción de melatonina que se produce con el descenso de la luz recibida por el cerebro favorece que experimentemos un estado de somnolencia previo a la medianoche. Es el proceso que permite que conciliemos el sueño hasta el día siguiente. </p>
<p>Algunas hipótesis de trabajo han llevado a los investigadores a considerar que el retraso de las fases de los ritmos circadianos podría ser responsable del desarrollo de este cuadro psicopatológico. </p>
<p>Además, tanto los ritmos circadianos como la síntesis de melatonina se ven directamente influidos por la cantidad de luz que recibimos, siendo otoño e invierno las estaciones con menor cantidad de horas de luz solar del año.</p>
<h2>Cómo evitar que el otoño cambie nuestro estado de ánimo</h2>
<p>Aparte del empleo de psicofármacos antidepresivos y betabloqueantes, numerosos estudios científicos ensalzan la <a href="https://www.hindawi.com/journals/drt/2015/178564/">fototerapia</a> como un posible tratamiento para la sintomatología depresiva, sobre todo de carácter estacional.</p>
<p>Sin embargo, en <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/the-british-journal-of-psychiatry/article/abs/melatonin-rhythms-in-seasonal-affective-disorder/DD078AE89B43916AD8C538B3DCC60E4A">estudios recientes</a> no se han encontrado diferencias en los niveles de melatonina de personas con depresión estacional, refutando la verdadera utilidad de la fototerapia en estas patologías. </p>
<p>Existe gran acuerdo en la comunidad científica de la importancia de descartar la presencia de un cuadro depresivo que requiera atención en sí mismo. Es decir, no debemos confundir trastornos depresivos mayores (durante todo el año y que pueden agravarse en otoño) con trastornos exclusivamente estacionales (que se dan solo en otoño e invierno).</p>
<p>Por eso, la <a href="https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352015000200010">valoración psicológica</a> puede resultar más que aconsejable. En cualquier caso, las aportaciones psicoterapéuticas dirigidas al abordaje de la sintomatología depresiva favorecerán la menor disfuncionalidad del cuadro. </p>
<p>Por otra parte, el <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.3109/10401230701653476">ejercicio físico</a> ha demostrado ser una herramienta fundamental para la mejoría del cuadro depresivo. Esto favorece no solo el estado anímico general, sino que contribuye también a la recuperación de la esfera social del afectado por este trastorno.</p>
<p>Siendo un cuadro tan multifactorial, parece evidente la necesidad de realizar una aproximación terapéutica multidisciplinar para la correcta remisión de los síntomas y la prevención de la reaparición de los mismos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168546/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mónica Moreno Aguilera no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Con la llegada del otoño, parte de la población puede sufrir síntomas de carácter depresivo con mayor o menor intensidad o gravedad. Pero no debemos confundirlos con trastornos depresivos mayores.Mónica Moreno Aguilera, Profesora en Grado de Psicología. Psicóloga Sanitaria y Forense, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1566932021-08-31T18:12:40Z2021-08-31T18:12:40ZLas terapias asistidas con animales para personas con TEA: evidencias científicas y retos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/418756/original/file-20210831-15-1025mko.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5337%2C3553&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/little-boy-turquoise-overalls-stroking-icelandic-1556050841">Shutterstock / goodmoments</a></span></figcaption></figure><p>El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo, de carácter crónico. Afecta fundamentalmente a la comunicación e interacción social y a la rigidez cognitiva. </p>
<p>En la mayoría de los casos, se manifiestan en los primeros cinco años de vida y, aunque varía de unos países a otros, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/autism-spectrum-disorders">afecta a uno de cada 160 niños</a> (uno de cada 88 en Estados Unidos).</p>
<p>Se utiliza la palabra “espectro” para evidenciar la variabilidad existente entre cada individuo dentro del mismo diagnóstico que, hoy por hoy, ni tiene cura ni se conocen sus causas.</p>
<p>Tanto la rigidez cognitiva como las dificultades en la comunicación y la interacción social impactan directamente en el desempeño ocupacional de los niños y niñas, afectando en la totalidad del día a día. Por ejemplo, en el descanso y sueño, educación, trabajo, juego, ocio y participación social. </p>
<p>En este contexto, lo que pretenden <a href="https://www.who.int/standards/classifications/international-classification-of-functioning-disability-and-health#:%7E:text=The%20International%20Classification%20of%20Functioning,a%20list%20of%20environmental%20factors.">las terapias no farmacológicas</a> es ayudar a mejorar la sintomatología o realizar nuevos aprendizajes que hagan posible la participación en los entornos que le son propios por edad. </p>
<h2>Intervenciones asistidas con animales en personas con TEA</h2>
<p>En los últimos años se evidencia un incremento de la literatura científica destinada al estudio de las intervenciones asistidas con animales (IAA) en diversas poblaciones, incluido el TEA. </p>
<p>Según la <a href="https://iahaio.org/wp/wp-content/uploads/2019/06/iahaio-white-paper-spanish.pdf">International Association of Human-Animal Interaction Organization (IAHAIO)</a>, una IAA es “una intervención estructurada y orientada por objetivos. Tiene como propósito obtener beneficios terapéuticos para los humanos, incorporando animales en el ámbito de la salud, de la educación y en el ámbito social”. </p>
<h2>Por qué los animales salvajes no deben formar parte de las terapias asistidas</h2>
<p>Al realizar una búsqueda en la base de datos <em>Pubmed</em>, podemos observar que el primer trabajo (cuyo contenido no está disponible) es de 1999. Según muestra el título, presenta los efectos en la funcionalidad utilizando terapia con delfines. </p>
<p>Desde 1999 han cambiado las cosas respecto al “uso” de los animales como método terapéutico. Sobre todo, por cuestiones éticas y conceptuales. Los animales que participan en las sesiones deben hacerlo sin desnaturalizar sus comportamientos, siendo lo que son, no robots programados al antojo humano. </p>
<p>Desde 2014, organizaciones internacionales como la mencionada IAHAIO afirman que ningún animal salvaje ni especie éxotica debe ser incluido en ningún programa de IAA:</p>
<blockquote>
<p>“Las razones para esta negación son muchas, incluyendo el elevado riesgo de zoonosis y el bienestar animal”.</p>
</blockquote>
<p>Continúa recogiendo lo siguiente: </p>
<blockquote>
<p>“La Sociedad de Conservación de Ballenas y Delfines considera que las Terapias Asistidas con Delfines <a href="http://www.wdcs.org/submissions_bin/datreport.pdf">son incapaces garantizar las necesidades físicas y psicológicas</a> tanto de los participantes humanos como de los delfines”.</p>
</blockquote>
<p>Utilizarlas se considera un grave error, al perjudicar tanto a los animales implicados como a las personas. </p>
<h2>¿Es útil este tipo de terapias?</h2>
<p>Entre los beneficios reportados por los estudios sobre las terapias con animales se incluyen la mejora de los comportamientos prosociales, la autoeficacia, la motivación para participar y <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/01642120902859287">la mejora de las conexiones emocionales con otros miembros de la familia</a>.</p>
<p><a href="https://www.liebertpub.com/doi/10.1089/acm.2011.0835">Los trabajos revisados</a> hablan de resultados esperanzadores en el caso de la terapia con perros para mejorar objetivos de lenguaje y conducta social. Una <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23124442/">revisión de 2013</a> encontró resultados positivos en interacción social y la comunicación. También una disminución de las conductas problemáticas, la gravedad del autismo y el estrés. </p>
<p>Otra <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30319932/">revisión</a> de 2018 centrada en terapia con caballos encontró efectos beneficiosos sobre las habilidades conductuales. Hasta cierto punto, también sobre la comunicación social. Aun así, las pruebas de los efectos positivos de la equinoterapia en las habilidades perceptivo-motoras, cognitivas y funcionales son actualmente limitadas. </p>
<p>Prácticamente todos los <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25831431/">trabajos</a> y <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29994814/">revisiones</a> afirman que es necesario mejorar los aspectos metodológicos. Por ejemplo, a través de muestras más amplias, del uso de grupos control y de la homogeneización de los instrumentos de evaluación. </p>
<h2>También existen estudios en población adulta</h2>
<p>Uno de los trabajos en población adulta pretendía evaluar la viabilidad y la aceptación de programas de terapia asistida con perros en este tipo de población. <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31835401/">Entre los hallazgos más relevantes</a> (además de la valoración positiva de los profesionales) fue la valoración de los propios participantes. ¿Las razones? Una mejora de la visión de sí mismos y de su alegría y relajación gracias al contacto físico con un perro de terapia.</p>
<p><a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30900194/">Otro estudio</a> recogía que los participantes presentaban una notable adherencia al programa de terapia y efectos clínicamente relevantes de la terapia con perros. Esta reducía el estrés percibido y los síntomas de agorafobia y mejoraba la conciencia social y la comunicación en adultos con TEA con inteligencia normal y alta. </p>
<p>Sobre cómo las terapias asistidas con perros pueden ayudar, las conclusiones de <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/hsc.12955">un estudio de tipo longitudinal publicado en 2020</a> señalan que su aplicación temprana es factible y parece mejorar las habilidades de comunicación e interacción social. </p>
<h2>Efectos positivos, no milagrosos</h2>
<p>Por todo lo anterior, parece prudente afirmar que, bajo ciertos parámetros de rigor en su diseño, sobre todo con perros y caballos, estas terapias generan efectos positivos en los niños con TEA. Estos generan expectativas en las familias que a veces les pueden hacer buscar unos resultados cuasi mágicos. Es evidente que esto no es así. </p>
<p>Por otro lado, no hemos encontrado trabajos sobre los efectos de estas terapias en los animales participantes. Dado que son el elemento clave, parece necesario comprender cómo su participación en una comunicación bidireccional podría incrementar los beneficios mutuos en lo que ya es una necesidad de inclusión y es el concepto de “onewelfare”. No sería justo que recayera todo el peso de la elección de estos programas en las familias. Si existiera una regulación al respecto de las IAA nos ahorraríamos dinero y disgustos.</p>
<p>Finalizo con <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22928101/">las conclusiones de Fiksdal y su equipo</a> en referencia a las terapias con delfines: </p>
<blockquote>
<p>“La dependencia y el uso sin restricciones de terapias no probadas para niños con autismo están obstaculizando el campo del tratamiento y la investigación de los TEA. La dependencia de terapias sospechosas ha llevado a expectativas poco saludables y realistas de progreso y mejora para los niños con TEA”.</p>
</blockquote><img src="https://counter.theconversation.com/content/156693/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Nuria Máximo Bocanegra no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>A pesar de que las terapias asistidas con animales pueden tener efectos positivos en personas con TEA, no ofrecen los resultados “cuasi-mágicos” que muchas veces se espera de ellas. Hace falta mejorar la metodología de los estudios al respecto.Nuria Máximo Bocanegra, Terapeuta Ocupacional, profesora del Departamento de Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física. Directora Cátedra Investigación Animales y Sociedad., Universidad Rey Juan CarlosLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1599732021-06-02T20:43:14Z2021-06-02T20:43:14ZAsí ayudó la telerrehabilitación a los pacientes con fibromialgia durante el confinamiento<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/402921/original/file-20210526-13-1torpdo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C5857%2C3890&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/woman-doing-sport-home-online-brunette-1829359577">Shutterstock / Iryna Inshyna</a></span></figcaption></figure><p>Las personas con fibromialgia conviven diariamente con síntomas como el dolor corporal, la fatiga, la dificultad para el descanso, el entumecimiento matutino o la ansiedad. </p>
<p>La fibromialgia es una afección crónica que no fue reconocida como <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1300/J094v01n03_33?journalCode=imup20&">entidad clínica</a> por la Organización Mundial de la Salud hasta 1992. </p>
<p>No mucho tiempo atrás, generaba una sensación de incomprensión en los pacientes, en los profesionales sanitarios y en la sociedad. Sucedía esto porque las autoridades sanitarias comenzaban a considerarla pero no se habían encontrado alteraciones biológicas objetivables que permitieran su diagnóstico. </p>
<p>Hoy en día, la padecen aproximadamente <a href="https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica-2-avance-resumen-fibromialgia-prevalencia-perfiles-epidemiologicos-costes-S0025775317304773">3 de cada 100 personas</a> en el mundo y su tasa de incidencia aumenta anualmente. </p>
<p>Por eso, actualmente asistimos a un creciente proceso de investigación en torno a esta afección. El objetivo es conocer las posibles causas de su desarrollo. Además, los profesionales sanitarios buscan también encontrar tratamientos más efectivos para controlar los síntomas. </p>
<h2>Posibles causas de la fibromialgia</h2>
<p>Aunque las causas de la fibromialgia no son del todo conocidas, la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0306452216302366?via%3Dihub">teoría más aceptada</a> por los expertos apunta a una sensibilización del sistema nervioso central. Esta surge a través de fenómenos de plasticidad neuronal y genera una respuesta al dolor amplificada. Además, estos fenómenos parecen verse modificados por factores emocionales.</p>
<p>A propósito de este último apunte, hay que recordar que la pandemia que vivimos actualmente ha desatado algunas de nuestras emociones en su estado más extremo. Así, diversas investigaciones indican que los síntomas de ansiedad, depresión y estrés se han <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0165032720325891?via%3Dihub">incrementado en la población</a>. </p>
<p>Para los pacientes con fibromialgia, estas situaciones estresantes, las preocupaciones, la depresión o la ansiedad (derivados de la pandemia) podrían reforzar los procesos centrales que parecen subyacer a esta enfermedad. Esta situación podría contribuir a un <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7661943/">aumento de la percepción del dolor y síntomas acentuados</a>. </p>
<h2>Fibromialgia en el contexto de la pandemia</h2>
<p>No existe un tratamiento definitivo para acabar con los síntomas de esta afección. Sin embargo, el <a href="https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD013340/full?cookiesEnabled">ejercicio terapéutico</a> se considera una de las bases del tratamiento de los pacientes con fibromialgia. </p>
<p>Así, los programas de ejercicio adaptados al paciente y monitorizados por profesionales de la salud han mostrado muchos beneficios. Especialmente, en la intensidad del dolor, la función física y el estado psicológico de los pacientes. </p>
<p>La mayoría de estas terapias implican un contacto presencial entre el profesional sanitario y el paciente. Esta forma de trabajar facilita la monitorización de los ejercicios por parte del profesional. Además, motiva a los pacientes con menos fuerza de voluntad para que sean constantes y cumplan el programa estipulado.</p>
<p>Sin embargo, una vez instaurada la pandemia mundial y el confinamiento domiciliario, se dificultó la aplicación de este tipo de terapias, se tornaron inviables y debieron ser reformuladas.</p>
<h2>Telerrehabilitación para pacientes con fibromialgia</h2>
<p>Interrumpir las terapias básicas para los pacientes con fibromialgia conlleva un riesgo y un probable impacto negativo sobre sus síntomas. Por eso, la situación ha puesto sobre la mesa la posibilidad de sustituir el enfoque rehabilitador tradicional por el uso de tecnologías de telecomunicación. Esto es lo que se conoce como telerrehabilitación.</p>
<p>En este contexto, varios investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de Soria, de la Universidad de Valladolid y del Hospital Clínico Santa Bárbara de Soria llevamos a cabo un <a href="https://www.mdpi.com/1660-4601/18/4/2075">ensayo clínico aleatorizado</a> mediante el uso de la telerrehabilitación. Estudiamos los efectos de un programa de ejercicio terapéutico durante el estado de alarma decretado entre el 14 de marzo y el 21 de junio de 2020.</p>
<p>En este ensayo, los participantes del grupo experimental realizaron dos sesiones semanales de 50 minutos de ejercicio terapéutico. El programa se ejecutó durante las 15 semanas que se prolongó el estado de alarma. </p>
<p>Comprendía ejercicios de movilidad articular, estiramientos dinámicos y una parte central predominante de ejercicios aeróbicos. En ellos, los participantes realizaban movimientos rítmicos que implicaban grandes grupos musculares. </p>
<p>Además, se entregó a cada paciente una guía en vídeo, donde tenían disponibles diferentes intensidades de ejercicio. La intensidad y la velocidad de estos se adaptaron a cada paciente en función de la puntuación obtenida en una escala de <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/7154893/">esfuerzo percibido</a>. </p>
<p>Asimismo, mediante videollamadas, los investigadores mantuvimos contacto semanal con los participantes del estudio. De esta forma, intercambiamos experiencias acerca de las sesiones previas realizadas y ajustamos los ejercicios de cara a las siguientes sesiones.</p>
<h2>Una alternativa para el futuro de la fibromialgia</h2>
<p>Los resultados indicaron que esta alternativa redujo la intensidad de las dolencias, la sensibilidad mecánica al dolor, el nivel de ansiedad y de depresión en los pacientes. Además, es una alternativa económica y sin riesgo de contagio vírico, y los pacientes mostraron buena adherencia al tratamiento. </p>
<p>Todo ello sugiere que las estrategias de telerrehabilitación pueden resultar una estrategia válida y beneficiosa para la implementación de diversas terapias en pacientes con esta afección.</p>
<p>En definitiva, estos programas permiten el tratamiento de grupos de pacientes sin la necesidad de disponer de espacios físicos adaptados. Por eso, el uso de estas estrategias de telerrehabilitación podría implementarse de forma regular en el ámbito sanitario, más allá de su empleo durante un periodo excepcional.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/159973/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ignacio Hernando Garijo ha recibido fondos de la Cátedra de Conocimiento e Innovación de la Caja Rural de Soria para la financiación de este estudio. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Luis Ceballos Laita, María Teresa Mingo Gómez, Ricardo Medrano de la Fuente y Sandra Jiménez Jiménez del Barrio no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Un estudio de telerrehabilitación realizado durante el confinamiento demuestra que el ejercicio terapéutico monitorizado por profesionales de la salud tiene beneficios para personas con fibromialgia.Sandra Jiménez Jiménez del Barrio, Fisioterapia, Universidad de ValladolidIgnacio Hernando Garijo, Fisioterapeuta y profesor en la Facultad de Ciencias de la Salud de Soria, Universidad de ValladolidLuis Ceballos Laita, Profesor Contratado Doctor, Universidad de ValladolidMaría Teresa Mingo Gómez, Fisioterapeuta, Doctor, Universidad de ValladolidRicardo Medrano de la Fuente, Fisioterapeuta y profesor Facultad Ciencias de la Salud de Soria, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1518022021-01-25T20:59:41Z2021-01-25T20:59:41Z¿Pueden las tecnologías ayudarnos a superar un duelo?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/379338/original/file-20210118-13-1d2fck7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C17%2C5674%2C3774&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/funeral-home-employees-wear-protective-suits-1693075750">Shutterstock / Giannis Papanikos</a></span></figcaption></figure><p>La pandemia de covid-19 está marcando la vida de todas y todos de manera directa o indirecta. <a href="https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2771763">Afecta</a> a casi todos los aspectos de la vida diaria y aún seguimos evaluando los estragos que está causando. </p>
<p>Una de las poblaciones más afectadas son las personas que han fallecido y sus seres queridos cercanos. La pérdida de un ser querido es quizás uno de los acontecimientos más <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3068410">impactantes</a> que se produce en la vida de una persona. </p>
<p>El <a href="https://revistas.ucm.es/index.php/PSIC/article/view/40902">duelo</a> es una experiencia emocional humana universal, única y dolorosa. Puede delimitarse en el tiempo, el cual permite a la persona la adaptación a la pérdida y a la nueva realidad. </p>
<p>Se <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0885392420303882">prevé</a> que la pandemia tenga un fuerte impacto relacionado con esta experiencia, relacionada con la la muerte y la aflicción.</p>
<h2>Superar un duelo en pandemia</h2>
<p>Para algunas personas el proceso de duelo se puede complicar y alargar, ya que existen factores que pueden alterar el curso de este proceso. Entonces se le suele denominar duelo complicado, patológico o crónico, entre otros.</p>
<p>Los <a href="https://psycnet.apa.org/record/2014-24102-004">síntomas</a> del duelo complicado son distinguibles del duelo normal. Destacan la dificultad para aceptar la muerte, el sentimiento de incredulidad, deseos de evitar los recuerdos del fallecido, pérdida de identidad, descuido del arreglo personal, preferir el aislamiento y dejar de tener planes para el futuro. En estos casos, la respuesta de dolor persiste durante más de 6 meses.</p>
<p>La crisis de covid-19 ha incentivado la búsqueda de <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7320675/">alternativas</a> para ofrecer intervenciones que puedan aliviar el sufrimiento de personas en duelo, tales como el apoyo a la financiación de la telepsicología. </p>
<h2>¿Que factores influyen?</h2>
<p>Hay varias variables que se dan en la situación actual que pueden afectar al curso del duelo. Por ejemplo, se ha <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5512961">observado</a> que la presencia de una mala situación económica familiar es la variable que predice peor pronóstico y mayor malestar emocional. </p>
<p>Precisamente esta es una situación muy presente en la actualidad, ya que muchas familias han perdido sus principales fuentes de ingresos. Ante esta situación que requiere apoyo psicológico, la mejor estrategia para brindar apoyo es a distancia, por medio de distintas redes y plataformas de telecomunicación. </p>
<p>Por eso, los gobiernos, universidades y asociaciones de psicólogas y psicólogos han ofrecido sus servicios, en la mayoría de las ocasiones de manera gratuita. Sin embargo, la necesidad de atención sobrepasa a la cantidad de psicólogos formados para ofrecer tratamiento, por lo que han surgido alternativas tecnológicas. </p>
<h2>Terapia psicológica <em>online</em></h2>
<p>Afortunadamente, durante las últimas décadas ya se había observado un incremento de las intervenciones en línea debido a las ventajas que estas suponen. Esta modalidad cuenta, por ejemplo, con una <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5827988/">mayor flexibilidad y anonimato</a> y una accesibilidad más rápida. </p>
<p>Respecto al tratamiento del duelo anormal mediante una intervención <em>online</em>, hay evidencias de su eficacia. Por ejemplo, hay <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20070953/">estudios</a> donde se ha llevado a cabo una intervención en línea en la que el paciente tiene que escribir una carta a la persona fallecida. </p>
<p>En ellos, los investigadores concluyeron que esta actividad por sí sola era eficiente para reducir la soledad emocional y para aumentar el estado de ánimo positivo, en parte a través de su efecto sobre la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Rumiaci%C3%B3n">rumiación</a>. </p>
<p>Sin embargo, no se observaron efectos en cuanto a la sintomatología de duelo y depresión. Esto sugiere que una intervención en línea dirigida a esta población debería abarcar múltiples componentes. </p>
<p>En otro <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24061387/">estudio</a> de la investigadora Anette Kersting se implementó una intervención breve de 5 semanas basada en la Terapia Cognitivo Conductual a padres que perdieron un hijo durante el embarazo. </p>
<p>Los contenidos de la intervención fueron entregados a través de una plataforma web enfocada en tres ejes centrales: autoconfrontación (los pacientes describen su experiencia de pérdida, con un énfasis especial a los procesos emocionales y cognitivos), reevaluación cognitiva (en esta fase se trabaja un cambio de perspectiva para ayudar a los participantes a desarrollar estrategias de afrontamiento realistas y útiles) y compartiendo socialmente (los pacientes tienen que realizar un escrito para las personas afectadas por la muerte del ser querido, incluyéndose a ellos mismos y una carta para la persona que falleció). </p>
<p>El estudio contó con dos grupos, uno de intervención y otro de lista de espera. Los resultados mostraron que los participantes en el grupo intervención redujeron la sintomatología de estrés postraumático, duelo prolongado, depresión y ansiedad, con cambios estadísticamente significativos. </p>
<p>Como se puede observar, las intervenciones en línea para pacientes con duelo anormal están sustentadas con estudios que han demostrado su eficacia. </p>
<h2>Tecnologías de apoyo psicológico</h2>
<p>Cuando las personas quieren sentir alivio pueden recurrir a la búsqueda de ayuda psicológica autoaplicada, por ejemplo, a través de aplicaciones. Sin embargo, es necesario asegurarse de que la ayuda proporcionada por estas aplicaciones está basada en algún modelo psicológico claramente identificado. </p>
<p>Por ejemplo, de una <a href="https://www.jmir.org/2018/6/e10120/">revisión</a> de aplicaciones que utilizan los principios de la Terapia Cognitivo Conductual para la depresión, los autores encontraron un total de 1 680, de las cuales solamente 31 contaban con una clara descripción y sustento teórico para poder ser analizadas. </p>
<p>Cualquiera que sea la opción, recomendamos al lector hacer una amplia revisión de las características de dicha herramienta tecnológica, su sustento teórico y, de ser posible, solicitar la opinión de un experto. </p>
<p>También es importante recordar que, aunque las tecnologías son una gran ayuda, sobre todo en estos momentos, estas no están hechas para reemplazar a los profesionales en salud mental. Por ello, si siente que requiere atención, no dude en ponerse en contacto con un especialista.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/151802/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alejandro Domínguez Rodríguez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La necesidad de atención psicológica en la pandemia ha fomentado el surgimiento de alternativas tecnológicas para ayudarnos a superar un duelo.Alejandro Domínguez Rodríguez, External professor, Universidad Internacional de ValenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1496492020-11-23T20:26:42Z2020-11-23T20:26:42ZLos beneficios del deporte en mujeres con cáncer de mama<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/369068/original/file-20201112-21-zake3k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C5991%2C3979&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/hand-holding-smartphone-showing-confident-female-195091691">Shutterstock / wavebreakmedia</a></span></figcaption></figure><p>Hace dos meses que a María, con 45 años, le diagnosticaron cáncer de mama, una enfermedad que, en todas sus manifestaciones, este año afectará a <a href="https://seom.org/seomcms/images/stories/recursos/Cifras_del_cancer_2020.pdf">casi 278 000 personas en España</a>.</p>
<p>Pero, ¿qué es exactamente el cáncer? </p>
<p>Se puede entender como el daño causado en la célula, concretamente en el ARN. Este deterioro provoca que muchas de las funciones celulares se vean afectadas. Entre ellas, la muerte celular programada o apoptosis. </p>
<p>Cuando la apoptosis deja de funcionar, la célula sigue dividiéndose indefinidamente. El resultado es una acumulación de tejido indeseada: un tumor. Por su parte, el tumor afectará al tejido donde se desarrolla, causando problemas en nervios y estructuras blandas e impidiendo su normal funcionamiento. </p>
<p>Si llega a comunicarse por vía sanguínea, desencadenará otros tumores en diferentes partes del cuerpo. Esto es lo que se llama metástasis.</p>
<h2>¿Cómo podemos tratar el cáncer?</h2>
<p>Para luchar contra el cáncer, contamos con diferentes tratamientos más o menos experimentales y, por desgracia, más o menos eficaces. </p>
<p><a href="https://acsjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.3322/caac.21149">Cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o las más recientes terapias génicas</a>, entre otras, son las armas disponibles para combatir contra esta enfermedad. </p>
<p>Al abordaje de estas terapias podemos añadir el efecto positivo que determinadas actitudes, hábitos y estilos de vida tienen sobre la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes. </p>
<p>Retomando el caso de María, al poco de ser diagnosticada en el estadio II de la enfermedad, entró en contacto con la <a href="http://amigamurcia.com/">asociación AMIGA Murcia</a>. </p>
<p>AMIGA ofrece apoyo en la lucha contra el cáncer a través de un equipo multidisciplinar. Este incluye soporte emocional, proporcionado por psicólogos especializados o el programa de banco de pelucas, tan necesario para mejorar la imagen y el autoconcepto. También diferentes talleres de sensibilización y prevención. </p>
<p>Además, se cuenta con la colaboración, a menudo altruista, de especialistas que aportan las últimas novedades y el mejor apoyo a las mujeres que se enfrentan con valentía a esta enfermedad. Por fin, desde hace unos años, AMIGA y la Universidad de Murcia (UMU) ofrecen el <a href="https://edit.um.es/campusdigital/veinticinco-mujeres-y-un-hombre-con-cancer-de-mama-inician-el-programa-de-actividad-fisica-de-la-umu-para-mejorar-su-calidad-de-vida/#more-417591">Programa Mujer Activa</a>.</p>
<h2>Programa Mujer Activa</h2>
<p>Cuando María asistió a su primera sesión en el Centro de Medicina del Deporte de la UMU se debatía entre la idea de si en su estado le venía mejor el reposo físico o el programa deportivo que le recomendaban desde la asociación. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/368593/original/file-20201110-15-vzgugr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/368593/original/file-20201110-15-vzgugr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/368593/original/file-20201110-15-vzgugr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=425&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/368593/original/file-20201110-15-vzgugr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=425&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/368593/original/file-20201110-15-vzgugr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=425&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/368593/original/file-20201110-15-vzgugr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=534&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/368593/original/file-20201110-15-vzgugr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=534&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/368593/original/file-20201110-15-vzgugr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=534&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Con el tiempo comprobará por sí misma que su cuerpo responde satisfactoriamente a un ejercicio físico ajustado a sus posibilidades y que, poco a poco, cada vez va a ser capaz de hacer más. A la vez que mejoran su fuerza y su resistencia, lo hará también su autonomía y con ello, su deteriorada autoestima. </p>
<p>El programa Mujer Activa persigue mejorar la calidad de vida y las perspectivas de supervivencia de las pacientes de cáncer de mama, aumentándola <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32239145/">entre un 20 y un 40% a través del ejercicio físico realizado de manera habitual</a>. </p>
<p>Según <a href="http://dx.doi.org/10.1056/NEJMcibr1606456">las evidencias</a>, sabemos que el ejercicio disminuye los oncogenes (aquellos que, por su gran capacidad de mutación o transformación, inducen a la formación de cáncer en una célula) y reduce las hormonas circulantes. Además, induce la activación de vías de defensa antioxidante y ayuda a combatir condiciones metabólicas como la adiposidad, la inflamación crónica y la resistencia a la insulina. Todos ellos factores que se han relacionado con varios tipos de cáncer. </p>
<p>Durante el ejercicio, las fibras musculares liberan mioquinas. Estas inducen beneficios como el aumento de la sensibilidad a la insulina o efectos antiproliferativos, que pueden inducir apoptosis en las células de algunos tumores. De hecho, <a href="https://pdfs.semanticscholar.org/3b68/787fddd743ba796c4bbd6e83e411d362d91d.pdf">una mioquina concreta, la interleuquina 6, ha mostrado efectos antitumorales</a>.</p>
<h2>Anamnesis y dosificación de cargas</h2>
<p>Antes de comenzar, María debe rellenar una encuesta. El formulario incluye preguntas sobre aspectos psicológicos, como el estado de ánimo; relativos al diagnóstico y la medicación del cáncer; a molestias y comorbobilidades, así como a sus hábitos de ejercicio físico diario. </p>
<p>Una vez contestadas todas estas preguntas, en su primera visita a la Unidad de Valoración mediremos la estatura de María, su perímetro de cintura y cadera (<a href="http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1561-29532018000200007&script=sci_arttext&tlng=pt">que se relacionan con el riesgo de diabetes, entre otras patologías</a>), masa total, índice de masa corporal (IMC) y sus porcentajes de masa ósea, magra, grasa, agua y grasa visceral, que obtendremos mediante bioimpedancia eléctrica. </p>
<p>También ejecutará algunos ejercicios que nos permiten evaluar su función neuromuscular o la capacidad que tienen sus músculos principales para generar fuerza por unidad de tiempo. </p>
<p>En una segunda visita, María realizará el test de CAMICO (caminar y correr) para conocer su capacidad aeróbica. </p>
<p>Gracias a estos datos, recibirá un entrenamiento totalmente personalizado. Con tiempo y perseverancia, este hará que aumenten su fuerza, resistencia y mejore su composición corporal. Le proporcionará todos los beneficios asociados a la actividad física. Eso sí, sin el riesgo de sufrir lesiones que surge cuando no está planificada y supervisada por profesionales. </p>
<p>Desde el programa Mujer Activa recordamos a las personas como María que no están solas. Que tienen a su disposición un equipo de trabajo multidisciplinar que se esfuerza día a día por mejorar su calidad de vida y ayudar en su proceso de curación. </p>
<p>La investigación continúa. Cada vez son más las personas supervivientes, pero lo más importante es siempre su actitud.</p>
<hr>
<p><em>El alumno Alejandro Escobar Hincapié ha colaborado en la elaboración de este artículo.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/149649/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>El ejercicio físico habitual, ajustado a las posibilidades de los pacientes de cáncer de mama, mejora su calidad de vida y está asociado a una mayor supervivencia.Carlos Pérez Caballero, Jefe del Servicio de Actividades Deportivas, Universidad de MurciaAndrés Valverde Conesa, Técnico Facultativo Superior en Educación Física, Universidad de MurciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1180072019-07-02T20:21:03Z2019-07-02T20:21:03Z‘Mindfulness’, la terapia meditativa que alivia pero no cura<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/282369/original/file-20190702-126360-nmmdxp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3688%2C2453&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/woman-sitting-on-beach-sand-relaxing-285155642">Avesun / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p><em>Mindfulness</em> suele traducirse en castellano como “atención plena”, y engloba una serie de prácticas que buscan traer la atención a la experiencia del momento presente. Estas prácticas proceden de tradiciones orientales, fundamentalmente el <a href="https://www.dhamma.org/es/about/vipassana">budismo <em>vipassana</em></a>, zen, la tradición tibetana e hinduista, aunque también existen prácticas de atención plena en las raíces místicas de la tradición cristiana. </p>
<p>En las raíces históricas de estas prácticas observamos que la meditación buscaba tanto reducir el sufrimiento y la desolación, como promover la búsqueda espiritual, la iluminación y el sentido vital. Lo psicológico y lo espiritual estaban amalgamados.</p>
<p>Cuando estas prácticas son incorporadas en diferentes contextos sanitarios en occidente, toman diferentes formas. En primer lugar, <a href="https://www.letraskairos.com/mindfulness/jon-kabat-zinn-explica-por-qu-la-meditacin-no-es-lo-que-crees">Jon Kabat-Zinn</a> diseñó en 1979 un programa de reducción del estrés basado en técnicas de atención plena, conocido como Programa de Reducción del Estrés basado en <em>Mindfulness</em> (MBSR en sus siglas en inglés) que fue aplicado por primera vez en la Universidad de Massachusetts como tratamiento del dolor crónico.</p>
<h2>Eficaz para evitar la recaída en la depresión</h2>
<p>La práctica del <em>mindfulness</em> también se encuentra integrada en la terapia cognitiva basada en <em>mindfulness</em> (MBCT), que ha mostrado eficacia en la prevención de la <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20846726">recaída en la depresión</a>, con efectos al menos tan buenos como los de los <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21802618">psicofármacos</a>.</p>
<p>Además de estos dos programas estructurados (MBSR y MBCT), existen otras intervenciones basadas en el <em>mindfulness</em>. Sea cual sea la estructura del programa en las que se hallan integradas, las técnicas de atención plena suelen dividirse en dos categorías: meditaciones que buscan sostener la atención en una experiencia (por ejemplo, las sensaciones del cuerpo al tomar y expulsar el aire), y las que consisten en tratar de ser consciente de todos los elementos que vayan apareciendo en la consciencia, no solo uno en concreto.</p>
<p>Este tipo de ejercicios se realizan en un amplio abanico de contextos, en lo que se ha considerado un auténtico <em>boom</em>: centros de promoción del bienestar; programas en empresas que buscan reducir el estrés de sus empleados; en la educación, buscando alumnos atentos y regulados emocionalmente; en hospitales y centros clínicos insertados en terapias ante diferentes problemáticas (MBCT, MBSR); en centros penitenciarios…</p>
<p>Asimismo, en los últimos 20 años han proliferado <a href="https://www.annualreviews.org/doi/full/10.1146/annurev-psych-042716-051139#_i35">múltiples estudios científicos</a>, muchos de ellos ensayos controlados aleatorizados y metaanálisis de máximo rigor científico, que revelan un robusto efecto del <em>mindfulness</em> en la salud, en la reducción del estrés, la prevención de la recaída en la depresión, el manejo del dolor crónico y las adicciones. ¿Pero es el mejor tratamiento posible ante estos problemas? ¿Está justificado el <em>boom</em> que el <em>mindfulness</em> ha generado? ¿Presenta peligros?</p>
<h2>¿Para qué sirve?</h2>
<p>Cuando consideramos poblaciones clínicas, el <em>mindfulness</em> se muestra eficaz para prevenir la recaída en la depresión, especialmente cuando el paciente presenta síntomas <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27119968">residuales</a>. Incluso algunas guías clínicas de máxima calidad, como el National Institute for Health and Care Excellence de Reino Unido, lo considera el <a href="https://www.nice.org.uk/guidance/cg90/chapter/1-Guidance#continuation-and-relapse-prevention">tratamiento de elección</a> para la prevención de recaídas (cuando hay tres o más episodios previos de depresión).</p>
<p>Sin embargo, en otros contextos solo se observa un efecto moderado, comparable a otros tratamientos. Por ejemplo, la Terapia Basada en Mindfulness (MBT) presenta un efecto robusto pero equivalente al de <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23796855">otras terapias</a>. De manera similar, en casos de <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27663102">insomnio</a>, el <em>mindfulness</em> solo ha cosechado hasta la fecha resultados moderados que le permiten ser considerado como un tratamiento prometedor.</p>
<p>En general, el <em>mindfulness</em> ha mostrado ser de mucha ayuda para manejar los síntomas de depresión y, en menor medida, los de ansiedad en diversas dolencias crónicas: el <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19023879">cáncer</a>, la <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23990997">fatiga crónica</a>, la <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24290038">fibromialgia</a>, <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23990997">colon irritable</a>, y <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24745774">enfermedades vasculares</a> (diabetes, hipertensión, infarto…), pero es importante notar que en ninguno de los meta-análisis se revela un cambio en la condición física de estas enfermedades, sino solo (que no es poco) un cambio en la vivencia psicológica de las mismas. </p>
<p>Por otra parte, en <a href="https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs12671-012-0101-x">personas sanas</a> el <em>mindfulness</em> incrementa el bienestar, y en el caso de los <a href="https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs12671-013-0260-4">menores de edad</a>, la meditación tipo <em>midnfulness</em> ha revelado tener un impacto beneficioso en la salud, aunque más pequeño que cuando consideramos población con algún tipo de trastorno.</p>
<h2>Conceptos erróneos sobre ella</h2>
<p>Dado el éxito que el <em>mindfulness</em> tiene desde hace dos décadas, muchas personas pueden buscar en estas prácticas meditativas la solución que otro tratamiento psicológico podría en realidad proporcionar con mayor eficiencia, desinformación que puede perjudicar la resolución de determinadas dificultades. </p>
<p>Por eso, y ante los resultados que hemos revisado en este texto, es crucial que los formadores de estas técnicas tengan formación psicológica o psiquiátrica para poder discriminar y aplicar las intervenciones más adecuadas según el proceso de trastorno presente. </p>
<p>Diferentes autores del propio contexto de formación en <em>mindfulness</em> alertan de que está siendo considerado como una <a href="https://www.redaccionmedica.com/secciones/otras-profesiones/-el-mindfulness-no-tiene-evidencia-cientifica-que-respalde-su-boom--1469">nueva panacea</a>, cuando claramente la investigación muestra que es una intervención valiosa en determinados contextos y problemas, pero no en todos. </p>
<p>De hecho, en algunos no sería recomendable, por ejemplo, en procesos de <a href="https://www.nice.org.uk/guidance/cg159/chapter/1-Recommendations#interventions-for-adults-with-social-anxiety-disorder-2">ansiedad social</a>.</p>
<h2>Estado inicial de investigación</h2>
<p>Estamos en un estado inicial en la investigación, no tanto de comprobar la eficacia del <em>mindfulness</em> (hay numerosos meta-análisis que la respaldan en relación con un grupo de lista de espera), sino de comprender los procesos responsables de su eficacia. </p>
<p>No sabemos si la reducción de procesos psicológicos como la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0272735815000197?via=ihub">rumiación o la preocupación</a> son los responsables mediadores que acaban generando cambios en la salud. También se han detectado cambios en la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0149763415002511">banda de frecuencias</a> de la actividad cerebral y en la actividad de la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0306453013004538">telomerasa</a>, procesos fisiológicos muy sugerentes. </p>
<p>Esta situación de conocimiento parcial acerca del mecanismo responsable del cambio hace que proliferen teorías explicativas persuasivas, pero no científicamente fundadas.</p>
<p>Considero especialmente peligroso acudir a la meditación como una forma de evitar las experiencias dolorosas propias de la vida (pérdidas, momentos de estrés agudo ante eventos…). Dichos usos pueden tener efectos perjudiciales, ya que utilizar el <em>mindfulness</em> como una forma de entumecer o reducir la respuesta emocional adaptativa ante determinadas circunstancias puede propiciar o mantener trastornos ulteriores. </p>
<p>En determinadas ocasiones, la mejor forma de <a href="https://psycnet.apa.org/doiLanding?doi=10.1037%2F0022-006X.75.6.875">resolver un dolor emocional</a> es en realidad atravesarlo y procesarlo, no evitarlo o interrumpirlo. Junto con el conocimiento de los beneficios que aporta, es importante también ser consciente de estos <a href="https://maribelium.blogspot.com/2017/06/cuando-no-se-debe-meditar.html">peligros</a> que conlleva el <em>mindfulness</em>.</p>
<h2>No es eficaz para todo</h2>
<p>En resumen, el <em>mindfulness</em> cuenta con una amplia investigación que muestra su eficacia ante diversas dificultades, con resultados robustos y superiores al grupo control de lista de espera. En algunos casos, no sería recomendable aplicarlo, y en otros procesos, especialmente la prevención de la recaída en depresión, es especialmente eficiente. </p>
<p>En otras ocasiones, no demuestra ser más eficiente que otras intervenciones ya existentes, de manera que convendría evitar considerarla como panacea ante todo tipo de dificultad. Es importante que acudamos a especialistas en <em>mindfulness</em> y que en caso de buscarlo para aliviar algún tipo de sufrimiento, que acudamos a un profesional en psicología sanitaria o psicología clínica. En cualquier caso, conviene subrayar que el <em>mindfulness</em> surge de la adaptación de un conjunto de técnicas y tradiciones que han buscado durante cientos de años no solo reducir el malestar sino incrementar el bienestar psicológico y espiritual, alentando una búsqueda de sentido existencial y ético. Esta área no ha recibido suficiente atención científica cuando debería ser considerada también un área de primer orden en la investigación.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/118007/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rafael Jódar Anchía no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El ‘mindfulness’ tiene un efecto óptimo sobre la salud en la reducción del estrés, la prevención de la recaída en la depresión, el manejo del dolor crónico y las adicciones. Pero no cura enfermedades, solo cambia la forma de vivirlas.Rafael Jódar Anchía, Director del Master en Psicoterapia Humanista Experiencial y Terapia Focalizada en la Emoción, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.