tag:theconversation.com,2011:/ca-fr/topics/ciudadanos-69307/articlesCiudadanos – La Conversation2023-05-31T18:55:00Ztag:theconversation.com,2011:article/2066492023-05-31T18:55:00Z2023-05-31T18:55:00ZLa política y las elecciones españolas explicadas al resto del mundo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/529328/original/file-20230531-27-7g5fz3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C8%2C1991%2C1320&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Pedro Sánchez anuncia que las próximas elecciones generales en España se celebrarán el 23 de julio de 2023.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.lamoncloa.gob.es/multimedia/galeriasfotograficas/presidente/Paginas/2023/290523-sanchez-elecciones.aspx">La Moncloa</a></span></figcaption></figure><p>Las elecciones locales y regionales celebradas el 28 de mayo han sacudido el tablero político en España. El Partido Popular –de derechas– <a href="https://theconversation.com/la-victoria-del-pp-en-las-grandes-ciudades-augura-vientos-de-cambio-politico-en-espana-206262">ha ganado </a> en voto y en representación, de manera que recuperará de manera previsible gobiernos autonómicos de enorme trascendencia. </p>
<p>La debacle socialista marca una época. Solo ha mantenido dos gobiernos regionales (Asturias y Castilla-La Mancha) y tendrá que pactar en Navarra con EH Bildu –partido nacionalista vasco de izquierdas– a costa de ceder la alcaldía de Pamplona. Solo tres ciudades, de entre las veinte más pobladas, tienen alcaldía socialista. De golpe, en la antesala de convocatoria nacional, el partido ha perdido alrededor del 70 % del poder local y regional que tenía. </p>
<p>En este contexto, el presidente Pedro Sánchez ha adelantado al 23 de julio las elecciones generales, previstas para noviembre-diciembre, en una <a href="https://theconversation.com/claudica-pedro-sanchez-al-convocar-elecciones-anticipadas-no-tan-rapido-206637">mezcla</a> de osadía y última oportunidad para recuperar la confianza social. </p>
<p>Su <a href="https://theconversation.com/elecciones-adelantadas-en-espana-que-busca-pedro-sanchez-con-este-movimiento-206636">estrategia</a> busca recuperar la iniciativa, forzar un plebiscito sobre su mandato en la división izquierda-derecha y bloquear los movimientos internos en su partido. </p>
<h2>Primera clave: identidad nacional</h2>
<p>Las guerras culturales, las identidades y el nacionalismo se han instalado en la conversación política. </p>
<p>Durante la última semana de la campaña electoral local y regional, las cuestiones nacionales dominaron el discurso. Después de que una asociación de víctimas del terrorismo (Covite) denunciara que <a href="https://efe.com/espana/2023-05-17/eh-bildu-candidatos-congreso-diputados/">44 candidatos electorales que se presentaban por EH Bildu habían pertenecido a la banda terrorista ETA</a>, y que siete de ellos habían sido condenados por delitos de sangre, la campaña de la derecha se convirtió en una denuncia de los pactos que el Gobierno central había hecho con EH Bildu, alegando que los socialistas se estaban “asociando con ETA”. </p>
<p>El Partido Popular ha construido una retórica de único partido defensor de la Constitución con un mismo mensaje en todo el territorio nacional. Está en su ideario. Su interpretación constitucional es de matriz conservadora, pero sin grandes hitos nostálgicos. El mensaje funciona. Su votante es el más fiel del electorado español y su aspiración a ocupar el centro derecha se ha consolidado.</p>
<p>El partido presidido por Alberto Núñez Feijóo ha absorbido a los principales votantes de Ciudadanos. La <em>startup</em> política del liberalismo español nació en Cataluña e irrumpió en 2015 en la política nacional con éxito. Ocho años después, Ciudadanos casi ha desaparecido, como demuestra su decisión de <a href="https://www.rtve.es/noticias/20230530/ciudadanos-no-se-presentara-elecciones-generales/2447902.shtml">no presentarse a estas próximas elecciones</a>. Sus votos se han trasladado al PP, y se han sumado a un 10 % de socialistas conservadores cansados del liderazgo de Pedro Sánchez y sus acuerdos con nacionalistas vascos y catalanes. </p>
<p>Vox, el partido de extrema derecha, ha sido el ganador neto de las elecciones municipales con más de 1 100 representantes y se convierte en la tercera fuerza política municipal. Será fundamental para aprobar presupuestos y sacar adelante iniciativas legislativas. Su impacto real en las políticas públicas es menor, pero tiene fuerza simbólica. Los asuntos de género, los contenidos de la educación básica y cierto regusto nostálgico impulsan un <a href="https://theconversation.com/la-retorica-populista-juega-con-las-emociones-203355">discurso nacional populista</a> en línea con otros partidos europeos (Ley y Orden en Polonia, Brothers of Italy, Greek Solution, Civic Democracti Party en Chequia o Finns Party). </p>
<p>En la izquierda, la cuestión nacionalista es periférica. En el País Vasco, el apoyo a EH Bildu ha aumentado, mientras que el PNV, partido conservador y hegemónico, ha perdido tracción. En Cataluña, ERC –partido nacionalista de izquierdas– cae de primera a tercera fuerza política, por detrás de los socialistas y Junts per Catalunya –nacionalistas de derechas–. En Galicia, populares y socialistas se reparten las principales ciudades.</p>
<h2>Segunda clave: liderazgo político</h2>
<p>Pedro Sánchez representa el estilo del hiperlíder con fuerte presencia mediática e institucional. Fusiona su condición de presidente con la de candidato en campaña permanente. Ha conseguido catapultar su imagen internacional con buenas actuaciones en Europa y visitas puntuales a Washington y Pekín. </p>
<p>Hay dudas de que esta mirada exterior le reporte votos, como lo confirma el hecho mismo de haber sacrificado el glamour de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. Su proyección internacional está consolidada, pero antes tiene que recuperar el apoyo popular y gobernar su propio partido, con un número creciente de voces discrepantes y, ahora, sin ni siquiera poder local. </p>
<p>Yolanda Díaz, actual vicepresidenta, ha formado un nuevo partido, Sumar, que ya se ha inscrito como candidato a las elecciones. Pretende unir a todas las fuerzas a la izquierda del PSOE y así conseguir más votos y más representación. </p>
<p>Con este adelanto de las elecciones, Sumar no tiene tiempo para establecer una estrategia y se enfrenta al reto de convertir un movimiento social y transversal en una entidad política con representación en las provincias. De momento, sus apuestas electorales para las municipales y autonómicas han resultado desilusionantes. Ni Ada Colau repetirá como alcaldesa de Barcelona ni Joan Ribó en Valencia. Tiene ante sí el reto de convertir un movimiento social y transversal en una entidad política con representación en las provincias. </p>
<p>Además Podemos, el partido que gobierna en coalición con el PSOE, se ha hundido y ya no es una opción ni en Madrid, Valencia o Canarias, donde literalmente se queda fuera de los parlamentos. </p>
<p>Alberto Núñez Feijoo plantea un estilo de liderazgo tranquilo. En campaña, se apalancará en su experiencia de gestión en Galicia y la débil situación de la economía real. El coste de vida, el desempleo o la inflación refuerzan un discurso oficinesco pero práctico. </p>
<p>Más aún, los líderes de izquierda han regalado el marco izquierda-derecha, que Feijoo convierte en gobierno socialcomunista con apoyo de los nacionalistas (“gobierno Frankenstein”) frente al orden constitucional, la unidad territorial y cierto orgullo de ser español. Feijoo recibe así el beneficio de un bloque electoral consolidado.</p>
<h2>Tercera clave: plebiscito</h2>
<p>La tercera clave del momento político será el propio transcurso de la campaña. Pedro Sánchez asienta su mandato sobre una retórica de líder contra la corriente dominante. En su libro <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-manual-de-resistencia/291507"><em>Manual de resistencia</em></a> presenta su carrera como un relato heroico contra las elites del partido, el aparato mediático o el gobierno de Mariano Rajoy. </p>
<p>Sánchez triunfa cuando se enfrenta a los suyos, pero no está claro que su estrategia le haga ganar elecciones. Perdió tres diputados en la repetición de las elecciones de 2019 y ahora ha perdido peso en muchas regiones. En Cataluña crece su aceptación, pero los escaños que aporta a las generales no son suficientes.</p>
<p>En esta tesitura, su única oportunidad es alcanzar un número de escaños cercano a los 120 actuales como resultado de la aglutinación del voto útil en la izquierda. La estrategia electoral aspira a parar el giro a la derecha del electorado, presentarse como contrapeso institucional y a unificar el voto en un solo bloque. </p>
<p>La clave plebiscitaria no deja indiferente. Su idea es acertada, pero considero que es insuficiente. Los gobiernos de Pedro Sánchez han funcionado porque ha sabido incorporar sensibilidades en las divisorias de identidad (nacionalismos) y política social (izquierdas). Ninguno de estos actores parece una fuerza en crecimiento. </p>
<p>El sanchismo muestra signos de agotamiento. Puede que consiga mantener un número razonable de escaños, pero sin sus apoyos tradicionales su época también podría estar abocada al final de un ciclo.</p>
<p>En síntesis, la política española está en tránsito. No podemos anticipar el resultado electoral y no conviene extrapolar de golpe los resultados municipales. La experiencia nos señala que la votación local no se corresponde con las convocatorias generales, sino que varía de forma relevante. </p>
<p>Estamos, pues, no ante una segunda vuelta de las elecciones locales, sino ante un plebiscito celebrado en las 52 circunscripciones. ¡Menudos tiempos interesantes!</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/206649/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Luis Manfredi no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las elecciones autonómicas en España y el éxito de la derecha han hecho que Pedro Sánchez adelante las elecciones generales al 23 de julio.Juan Luis Manfredi, Prince of Asturias Distinguished Professor @Georgetown, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1854722022-06-23T17:05:20Z2022-06-23T17:05:20Z¿Implican los resultados en Andalucía un cambio de ciclo en la política española?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/470522/original/file-20220623-56660-xlm18p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=19%2C6%2C4230%2C2816&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Sede del Parlamento de Andalucía en Sevilla.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/seville-spain-jul-1-2012-parliament-1184311402">Shutterstock / joserpizarro</a></span></figcaption></figure><p><em>Las elecciones al Parlamento de Andalucía, celebradas el 19 de junio de 2022, han supuesto un <a href="https://resultados.eleccionesparlamentoandalucia2022.es/resultados/0/andalucia">triunfo por mayoría absoluta del Partido Popular</a> y de su candidato y presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla. Tras las recientes victorias de los populares en Madrid y Castilla y León, hemos preguntado a varios profesores y profesoras de Ciencia Política si puede afectar al rumbo de la política nacional, o sea, si estamos ante un cambio de rumbo en la política española.</em> </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/470517/original/file-20220623-52151-zwki68.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/470517/original/file-20220623-52151-zwki68.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/470517/original/file-20220623-52151-zwki68.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/470517/original/file-20220623-52151-zwki68.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/470517/original/file-20220623-52151-zwki68.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/470517/original/file-20220623-52151-zwki68.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/470517/original/file-20220623-52151-zwki68.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/470517/original/file-20220623-52151-zwki68.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Antonia Martínez.</span>
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<h2><em>“Los resultados muestran crítica hacia la política de pactos de Pedro Sánchez”</em></h2>
<p><strong>Antonia Martínez</strong></p>
<p><strong>Catedrática de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Murcia</strong></p>
<p>La Comunidad Autónoma de Andalucía era una anomalía en el conjunto del país. Como ocurrió a nivel nacional, y de otras Comunidades Autónomas, los electores han percibido que el discurso del PSOE en su calificación del PP no es creíble. Este elemento hace que las recientes elecciones en Andalucía puedan entenderse sólo en clave autonómica. </p>
<p>Pero los resultados también muestran la crítica hacia la política de pactos de Pedro Sánchez de los últimos meses y su reflejo en una comunidad claramente españolista. Y, sin duda, la percepción de que el Gobierno sigue legislando, en esencia, sobre temáticas de valores mientras que su eficacia en la resolución de problemas acuciantes está siendo bastante pobre. Si el Gobierno sigue en ese camino entonces sí estaremos en un cambio de ciclo.</p>
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<span class="caption">Fernando Nistal.</span>
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<h2><em>“El cambio de ciclo es un hecho que no tiene vuelta atrás”</em></h2>
<p><strong>Fernando Nistal González</strong></p>
<p><strong>Secretario académico del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social CEU-CEFAS</strong></p>
<p>Tras casi 40 años de poder en Andalucía, el bastión más fuerte que tenía el PSOE en España se ha desmoronado definitivamente. Dicho de otro modo, la izquierda ha dejado de ser la opción política predominante para los ciudadanos de la comunidad autónoma más poblada del país, un hecho que influirá en el devenir electoral más inmediato. </p>
<p>Las causas pueden ser múltiples y variadas: el caso de los ERE, el frágil liderazgo de Juan Espadas al frente del Partido Socialista en Andalucía, la división en los partidos de extrema izquierda, la práctica desaparición de Ciudadanos, el errático enfoque de la campaña de Vox y, sobre todo, la herencia de una buena gestión del Gobierno de Moreno Bonilla al frente de la Junta de Andalucía han provocado una holgada victoria del Partido Popular y los peores resultados del PSOE de su historia en la región.</p>
<p>Además, estas elecciones autonómicas nos han dado otra clave a nivel nacional que refuerzan la idea de que el cambio de ciclo es un hecho que no tiene vuelta atrás. Resulta evidente que estos años de legislatura del Gobierno de Pedro Sánchez han influido en la decisión que han tomado los andaluces y que sus políticas de pactos con partidos independentistas, la dudosa buena gestión de la pandemia o la delicada situación económica cada vez más acuciante son motivos de peso para cambiar el sentido del voto. </p>
<p>Los recientes resultados en Madrid, Castilla y León y Andalucía son tres <em>bofetones de realidad</em> suficientes como para que el Partido Socialista sea capaz de remontar de aquí a las próximas elecciones generales previstas para el año que viene. Las previsiones, a día de hoy, no son nada halagüeñas.</p>
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<span class="caption">Susana Aguilar Fernández.</span>
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<h2><em>“Podría decirse que volvemos, con matices, a la política de siempre”</em></h2>
<p><strong>Susana Aguilar</strong></p>
<p><strong>Catedrática de Sociología Política, Universidad Complutense de Madrid</strong></p>
<p>Las elecciones de diciembre de 2015 fueron anunciadas como las de un nuevo ciclo político caracterizado por el fin del bipartidismo. Dicho anuncio fue erróneo porque el bipartidismo siempre fue imperfecto, y fue precipitado porque carecía de dimensión temporal. </p>
<p>De las dos formaciones surgidas en 2015, Ciudadanos está en franco retroceso y casi podría augurarse su desaparición en el corto plazo, mientras que Podemos ha sufrido importantes pérdidas y una fragmentación de su marca. Tres años más tarde, un nuevo partido, Vox, da el salto al escenario electoral en Andalucía, y accede a la política nacional en los dos comicios de 2019. </p>
<p>En las últimas elecciones de 2022, de nuevo en Andalucía, las opciones radicales se han estancado (Vox) o perdido aún más fuelle (Podemos), mientras que el bipartidismo se ha recuperado. Entre el PP y el PSOE reúnen dos de cada tres de los votos emitidos. Eso sí, con un fuerte cambio de tendencia a favor del primero. </p>
<p>Cinco partidos se sientan ahora en la cámara (al igual que en 2018, 2015 y 1982), pero lo más significativo es el cambio del predominante color rojo al azul. Podría decirse que volvemos con matices a <em>la política de siempre</em> y que, con excepción de Cataluña y el País Vasco, esa tendencia podría consolidarse acompañada de una potencial consolidación de pequeños partidos de ámbito provincial.</p>
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<span class="caption">Elena Martínez Barahona.</span>
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</figure>
<h2><em>“La izquierda vuelve a dividirse con las consecuencias de siempre”</em></h2>
<p><strong>Mª Elena Martínez Barahona</strong></p>
<p><strong>Profesora titular en el Área de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Salamanca</strong></p>
<p>Las elecciones andaluzas implican un cambio de ciclo en la vida de los principales partidos políticos del país:</p>
<ul>
<li><p>Desde el PP se constata que volviendo al centro se ganan más votos que virando hacia la extrema derecha: la moderación gana a la crispación. La campaña andaluza ha sido un calco de las elecciones gallegas. Se refuerza el PP-Feijoo y marca un nuevo rumbo.</p></li>
<li><p>Ciudadanos ha firmado su acta de defunción. No hay mucho más que se pueda hacer a estas alturas. No ha habido un cambio de timón en la dirección del partido por lo que se ha desdibujado hasta desaparecer. </p></li>
<li><p>Vox ha tocado fondo en Andalucía: ya no puede hablar de tú a tú con el PP. Es un revés que puede tener sus consecuencias a nivel nacional. </p></li>
<li><p>Siendo Andalucía la CC. AA. que más diputados aporta al Congreso, el PSOE se enfrenta ahora a un año donde tiene que revertir su constatado descenso. Las autonómicas serán claves para las elecciones nacionales.</p></li>
<li><p>La izquierda vuelve a dividirse con las consecuencias de siempre. No ilusiona su proyecto, no enganchan con la ciudadanía, tienen muchos problemas en hacer campaña.</p></li>
</ul>
<p>Y sobre todo, algo de lo que no se habla tanto es de la abstención: un 40 % de los andaluces no han ido a votar. A la espera de los postelectorales, posiblemente detrás de esta abstención puede estar mucho votante de izquierda. Volver a ilusionar, volver a convencer es una tarea que tiene la izquierda para las próximas elecciones. </p>
<hr>
<figure class="align-left zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/470519/original/file-20220623-50671-p1ig4q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/470519/original/file-20220623-50671-p1ig4q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/470519/original/file-20220623-50671-p1ig4q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/470519/original/file-20220623-50671-p1ig4q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/470519/original/file-20220623-50671-p1ig4q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/470519/original/file-20220623-50671-p1ig4q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/470519/original/file-20220623-50671-p1ig4q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/470519/original/file-20220623-50671-p1ig4q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Francisco Collado.</span>
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</figure>
<h2><em>“Los resultados de las elecciones andaluzas no representan un cambio de etapa en la política española”</em></h2>
<p><strong>Francisco Collado</strong> </p>
<p><strong>Profesor de Ciencia Política en la Universidad de Málaga</strong></p>
<p>Necesariamente los resultados de las elecciones andaluzas no representan un cambio de etapa en la política española. Ante todo, la victoria por mayoría absoluta del PP y la debacle del PSOE deben ser interpretados dentro del contexto andaluz. </p>
<p>Sin embargo, sí se pueden extraer algunas claves definidas desde desde la perspectiva individual de algunos votantes. </p>
<p>En primer lugar, la importancia de la centralidad política, tanto centro-izquierda como centro-derecha, como eje para la gobernabilidad política más allá de los límites de un entorno multipartidista. </p>
<p>En segundo lugar, un aviso de la pérdida de confianza en el ejecutivo central especialmente conforme a la evolución negativa de la actual situación económica. </p>
<p>Tercero, el cambio de unos procesos electorales con una alta carga política entre los votantes a convocatorias donde adquiere un mayor peso decisivo la situación económica y social de la ciudadanía. </p>
<p>Y cuarto, el riesgo que supone un alto grado de abstención electoral para los partidos de izquierda.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/185472/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Tras el triunfo por mayoría absoluta del Partido Popular en las recientes elecciones de Andalucía, varios expertos argumentan si estamos ante un cambio de rumbo en la política española.Antonia Martínez Pérez, Catedrática de Universidad de Ciencia Política y de la Administración, Universidad de MurciaElena Martínez Barahona, Profesora Titular de Ciencia Política, Universidad de SalamancaFernando Nistal González, Secretario Académico del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEU-CEFAS), coordinador del Título de Experto en Liderazgo y Compromiso Cívico, Universidad CEU San PabloFrancisco Collado, Profesor de Ciencia Política, Universidad de MálagaSusana Aguilar, Catedrática Sociología Política, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1622372021-06-06T19:22:16Z2021-06-06T19:22:16Z¿Por qué los indultos no son un buen ‘negocio’ electoral para el PSOE?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/404673/original/file-20210606-28173-863ru3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C43%2C5857%2C3855&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Pedro Sánchez. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/spanish-prime-minister-pedro-sanchez-arrives-1821813188">Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Tras las elecciones madrileñas, se ha abierto un escenario mucho más competido para hacerse con el próximo Gobierno de España. Lo dicen los analistas y <a href="https://www.ondacero.es/noticias/espana/estaria-encima-psoe-intencion-voto_2021052160a745593610570001365cca.html">lo muestran los sondeos electorales</a>. Lo lógico es que el partido gobernante evite medidas que le acarreen un serio perjuicio electoral. Por eso, es sorprendente que el PSOE esté dispuesto a darse un tiro en el pie otorgando indultos a los líderes secesionistas.</p>
<p>Los partidos políticos pueden actuar movidos por su deseo de llevar a cabo ciertas políticas (en la literatura anglosajona, se dice que son <a href="http://catdir.loc.gov/catdir/samples/cam032/98049530.pdf"><em>policy seeking</em></a>) o por intereses electoralistas, ya sea que los definan en términos de votos (<em>vote seeking</em>) o de poder <em>(office seeking</em>). En ocasiones, los objetivos ideológicos o de políticas casan mal con los electorales, y los partidos tienen que decidir entre priorizar los primeros a expensas de los segundos, o al revés.</p>
<p>Se podría entender que el PSOE estuviera dispuesto a incurrir en costes electorales para llevar adelante aspectos centrales de su programa ideológico: protección social, reducción de las desigualdades sociales o políticas de género, por ejemplo. Lo curioso del caso de los indultos a los políticos catalanes presos es que no tienen relación alguna con el programa ideológico de los socialistas, pero les pasarán una abultada factura electoral que puede malograr la reválida de Pedro Sánchez y los suyos en las próximas elecciones generales.</p>
<p>Para entender el elevado coste electoral de los indultos hay que fijarse en la principal fuente de cambios en los apoyos electorales: la desintegración de Ciudadanos. Aunque podría parecer extraño a primera vista, el desmoronamiento de Ciudadanos fue clave tanto para el ascenso de los socialistas de <a href="https://cadenaser.com/tag/elecciones_catalanas_2021/a/">Salvador Illa en las elecciones autonómicas catalanas del 14 de febrero</a> como para el crecimiento de los populares de Isabel Díaz Ayuso en las <a href="https://www.niusdiario.es/nacional/politica/elecciones-madrid-ayuso-arrasa-delante-pablo-iglesias_18_3133470003.html">elecciones autonómicas madrileñas del 4 de mayo</a>.</p>
<h2>El PSOE subió del 15 al 23 % de los votos</h2>
<p>Lo más interesante aquí es lo de Cataluña. En las últimas elecciones catalanas, el PSOE subió del 15 al 23 % de votos, y pasó de cuarta a primera fuerza. Su ascenso no provino ni de los partidos secesionistas de izquierdas ni de En Comú Podem (ERC mantuvo su porcentaje de votos de 2017, CUP lo aumentó y ECP solo perdió 0,6 %).</p>
<p>La clave del éxito del PSOE en Cataluña residió en que fue capaz de aglutinar gran parte del voto antisecesionista. Y lo fue, principalmente, por tres razones. Primera, la debilidad de Ciudadanos, muchos de cuyos votantes buscaron un refugio seguro. Segunda, la elección de un exministro del Gobierno como candidato, que transmitía la impresión de una posición más “unionista” que la que había adoptado el PSC en el pasado. Y, tercero, la claridad con la que Salvador Illa se desmarcó de los secesionistas.</p>
<h2>Credibilidad como partido no nacionalista</h2>
<p>Es decir, actualmente, los resultados del PSOE en Cataluña dependen de su credibilidad como partido no nacionalista. Los indultos a los líderes secesionistas impedirán que lo del 14F se repita. ¿Alguien duda de que la concesión de los indultos dificultaría enormemente el atractivo del PSOE como refugio del voto antisecesionista? </p>
<p>En un escenario postindulto, una gran proporción de los que pasaron de Ciudadanos al PSOE en las catalanas del 14F de 2021 buscarían un refugio alternativo (en muchos casos, el PP). Del más de un millón cien mil ciudadanos que en las autonómicas catalanas votaron a Ciudadanos en 2017, el PSOE no volverá a captar más que las migas durante años. </p>
<h2>¿Se debilitará el PSOE en el resto de España?</h2>
<p>Cataluña supone el 15,4 % del censo electoral (datos del <a href="https://www.ine.es/ss/Satellite?c=Page&cid=1254735793323&pagename=CensoElectoral%2FINELayout&L=0">INE</a> del censo a residentes en España) y el 13,7 % de los escaños del Congreso (48 de 350, datos del <a href="http://www.infoelectoral.mir.es/infoelectoral/min/">Ministerio del Interior</a> para noviembre de 2019). En unas elecciones generales, la diferencia entre obtener un 15 y un 23 % es de cinco o seis escaños. Sumados a los 4-5 escaños que podría subir el PP como nuevo refugio potencial, solo en Cataluña los indultos podrían modificar 10 escaños el diferencial de congresistas entre PSOE y PP.</p>
<p>Aunque me he centrado en Cataluña, parece evidente que los indultos también debilitarán la posición del PSOE en el resto de España. También ahí contribuirán a hacer más atractiva la fuga al PP que al PSOE para los exvotantes de Ciudadanos (más de cuatro millones en las generales de abril de 2019 y aún un millón seiscientos cincuenta mil en las de noviembre). </p>
<p>Además, pueden hacer que algunos exvotantes del PSOE dejen de serle fieles. En resumen, todo apunta a una pérdida de apoyos electorales para el PSOE, tanto en Cataluña como en el resto de España. No parece que sea un buen negocio electoral.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/162237/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Andrés Santana no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los indultos a los políticos catalanes presos no tienen relación alguna con el programa ideológico de los socialistas, pero les pasarán una abultada factura electoral que puede malograr la reválida de Pedro Sánchez en las próximas elecciones generales.Andrés Santana, Associate professor of Political Science, Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1596892021-04-28T17:37:30Z2021-04-28T17:37:30ZLa comunicación no verbal de los candidatos en la campaña del 4M<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/397373/original/file-20210427-21-1kss8i5.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C0%2C1914%2C1040&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los principales candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid durante el debate electoral celebrado en Telemadrid el 22 de abril de 2021.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.telemadrid.es/elecciones/Debate-electoral-2-2334386540--20210422090257.html">Telemadrid</a></span></figcaption></figure><p>Como señala Rímoli en su <em>Compendio experimental sobre comunicación política electoral y sus vínculos con la psicología</em> (SV Graphiccon 2018), en la transmisión de un mensaje un 55% de la información nos llega a través de los gestos, un 38% mediante el paralenguaje, es decir, la forma de hablar, y tan solo un 7% por la vía verbal. Por eso, los candidatos que aspiren a ganar unos comicios deberían tener en cuenta no solo la banda verbal, sino también el canal no verbal. Esto no significa en ningún caso que los actores políticos hayan de anteponer los gestos a las palabras, pero cuando se trata de transmitir credibilidad, eficacia e influencia los códigos no verbales son vitales.</p>
<p>Los políticos, por tanto, han de prestar atención a las cinco categorías que influyen en el mensaje: la kinesia (los gestos, la postura y las maneras), el aspecto físico y la apariencia, la proxémica (las distancias), el paraleguaje (cualidades vocales) y el entorno. </p>
<h2>La dimensión corporal</h2>
<p>La dimensión corporal es clave para reconocer muchos de los comportamientos no verbales que están asociados con una comunicación positiva o negativa en términos persuasivos, por ello, se presentan a continuación los significados de las <a href="https://revistas.usal.es/index.php/0212-5374/article/view/6584">posturas y gestos que engloba la kinesia</a> de los distintos candidatos de las elecciones en la Comunidad de Madrid:</p>
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<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/397521/original/file-20210428-13-ufria2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/397521/original/file-20210428-13-ufria2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/397521/original/file-20210428-13-ufria2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=327&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/397521/original/file-20210428-13-ufria2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=327&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/397521/original/file-20210428-13-ufria2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=327&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/397521/original/file-20210428-13-ufria2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=411&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/397521/original/file-20210428-13-ufria2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=411&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/397521/original/file-20210428-13-ufria2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=411&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Rocío Monasterio, candidata de Vox a la presidencia de la Comunidad de Madrid.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Telemadrid</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p><strong>Rocío Monasterio</strong> exhibe una gesticulación de agresividad, de actitud defensiva y desaprobación que se puede apreciar tanto en la sonrisa chaplinesca que denota burla, en la mirada feroz que transmite autoritarismo, desprecio, asombro o enojo, así como también en los ilustradores apuntadores, movimientos que señalan o identifican a una persona o cosa y que están asociados con un significado negativo de amenaza. Su discurso verbal está también acompañado de ilustradores batuta que sirven para marcar el ritmo del mensaje con las manos y acentuar partes concretas del mensaje.</p>
<hr>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/397379/original/file-20210427-13-16qsz3p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/397379/original/file-20210427-13-16qsz3p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/397379/original/file-20210427-13-16qsz3p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=327&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/397379/original/file-20210427-13-16qsz3p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=327&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/397379/original/file-20210427-13-16qsz3p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=327&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/397379/original/file-20210427-13-16qsz3p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=411&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/397379/original/file-20210427-13-16qsz3p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=411&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/397379/original/file-20210427-13-16qsz3p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=411&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Isabel Díaz Ayuso, candidata del Partido Popular a la presidencia de la Comunidad de Madrid.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Telemadrid</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p><strong>Isabel Díaz Ayuso</strong> muestra una actitud ansiosa y reprimida como indica su sonrisa amortiguada que se asocia con el disimulo de sentimientos positivos, la sonrisa torcida que expresa emociones opuestas y también sarcasmo, las manos entrelazadas que denotan angustia, la mirada hacia bajo que indica tanto curiosidad como desprecio y la mirada lateral ligada a una actitud tímida, nerviosa o falsa. En su comunicación igualmente se encuentran ilustradores batuta e ilustradores ideográficos que ilustran y acompañan la expresión de ideas abstractas. Por ejemplo, la candidata emplea estos últimos cuando marca con los dedos una sucesión de ideas. </p>
<hr>
<figure class="align-center zoomable">
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<figcaption>
<span class="caption">Pablo Iglesias, candidato de Unidas Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Telemadrid</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p><strong>Pablo Iglesias</strong> proyecta una comunicación no verbal enérgica a través de ilustradores batuta que remarcan partes concretas de su discurso oral, una postura premeditada mediante las palmas de las manos hacia arriba que aluden a un carácter sincero, de diálogo y de tolerancia, así como también un comportamiento defensivo. Con frecuencia emplea ilustradores apuntadores, la mirada feroz, la mirada entrecerrada que está vinculada a una actitud de desprecio, cólera o disgusto y la sonrisa amortiguada.</p>
<hr>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/397380/original/file-20210427-21-afrfx6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/397380/original/file-20210427-21-afrfx6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/397380/original/file-20210427-21-afrfx6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=327&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/397380/original/file-20210427-21-afrfx6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=327&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/397380/original/file-20210427-21-afrfx6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=327&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/397380/original/file-20210427-21-afrfx6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=411&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/397380/original/file-20210427-21-afrfx6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=411&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/397380/original/file-20210427-21-afrfx6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=411&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Ángel Gabilondo, candidato del Partido Socialista Obrero Español a la presidencia de la Comunidad de Madrid.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Telemadrid</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p><strong>Ángel Gabilondo</strong> manifiesta un comportamiento que transmite seguridad, confianza y credibilidad. Acompaña su comunicación verbal con la mirada firme y franca que denota interés, atención e inteligencia, así como también capacidad dialogante y de tolerancia, utiliza el gesto del anillo que suele ofrecer una imagen autoritaria pero no agresiva, reflexiva y centrada, ilustradores ideográficos e ilustradores batuta. En ocasiones, se llega a detectar también ilustradores apuntadores. Sin embargo, el uso ocasional de este último resta fuerza a su significado negativo.</p>
<hr>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/397522/original/file-20210428-23-17gmrk3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/397522/original/file-20210428-23-17gmrk3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/397522/original/file-20210428-23-17gmrk3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=326&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/397522/original/file-20210428-23-17gmrk3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=326&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/397522/original/file-20210428-23-17gmrk3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=326&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/397522/original/file-20210428-23-17gmrk3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=410&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/397522/original/file-20210428-23-17gmrk3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=410&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/397522/original/file-20210428-23-17gmrk3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=410&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Edmundo Bal, candidato de Ciudadanos a la presidencia de la Comunidad de Madrid.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Telemadrid</span></span>
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<p><strong>Edmundo Bal</strong> luce un patrón no verbal nervioso y hasta cierto punto inseguro como se observa cuando entrelaza las manos, muestra los puños en momentos de tensión e inquietud, mira hacia arriba queriendo evadirse o, por el contrario, cuando dirige la mirada hacia abajo, actitud asociada a la sumisión y/o a la omisión de la verdad. Igualmente, expone ilustradores batuta para remarcar aspectos de su discurso, las palmas de las manos hacia arriba y el gesto del anillo.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/397382/original/file-20210427-13-u7g8t6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/397382/original/file-20210427-13-u7g8t6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/397382/original/file-20210427-13-u7g8t6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=326&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/397382/original/file-20210427-13-u7g8t6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=326&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/397382/original/file-20210427-13-u7g8t6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=326&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/397382/original/file-20210427-13-u7g8t6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=410&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/397382/original/file-20210427-13-u7g8t6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=410&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/397382/original/file-20210427-13-u7g8t6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=410&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Mónica García, candidata de Más Madrid a la presidencia de la Comunidad de Madrid.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Telemadrid</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p><strong>Mónica García</strong> adopta con sus movimientos una actitud centrada y ansiosa a la vez. Entre su abanico gestual se encuentran los ilustradores ideográficos que acompañan la expresión de ideas discursivas o abstractas, el gesto del campanario que transmite confianza y seguridad, las manos entrelazadas, la mirada hacia abajo, la mirada hacia arriba y el adaptador conocido como “la técnica del bolígrafo” para controlar la tensión.</p>
<hr>
<p>Lo comentado ofrece al lector una visión general del comportamiento no verbal (kinésico) de los candidatos actuales y le brinda la posibilidad de comparar y observar las diferentes estrategias de los políticos que se exponen frente al medio televisivo. Una cuestión de sumo interés dado el periodo electoral en el que se efectúa este análisis.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/159689/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Patricia Zamora Martínez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los gestos y la forma de hablar son responsables de un 93% de la transmisión de un mensaje. Analizamos la credibilidad, eficacia e influencia que transmite cada candidato de manera no verbal.Patricia Zamora Martínez, Investigadora Área Periodismo - Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Valladolid, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1434122020-08-07T14:38:14Z2020-08-07T14:38:14Z¿Por qué algunos estadounidenses parecen más ‘estadounidenses’ que otros?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/349667/original/file-20200727-31-11pff49.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=175%2C0%2C4688%2C3077&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Las nobles nociones igualitarias sobre la ciudadanía no siempre se sostienen</span> <span class="attribution"><span class="source">AP Photo/Charlie Neibergall</span></span></figcaption></figure><p>En Estados Unidos y en muchos otros países, la <a href="https://www.loc.gov/law/help/birthright-citizenship/global.php">nacionalidad se define</a> por un conjunto de parámetros legales. Puede implicar el lugar de nacimiento, la ciudadanía de los padres o una serie de procedimientos circunscritos para la naturalización.</p>
<p>Sin embargo, en la mente de muchos estadounidenses esas nociones objetivas de ciudadanía se confunden un poco, como han documentado las investigaciones de psicólogos sociales y del desarrollo, <a href="https://psychology.uchicago.edu/directory/katherine-d-kinzler">como es mi caso</a>. Psicológicamente hablando, algunas personas pueden parecer un poco más estadounidenses que otras en función de factores que no guardan ninguna relación, como la raza, el origen étnico o el idioma.</p>
<p>Estas creencias, reforzadas por la <a href="https://www.theguardian.com/society/2018/mar/01/how-americas-identity-politics-went-from-inclusion-to-division">política identitaria</a>, generan diferencias respecto a quién es bienvenido, quién es tolerado y quién no se sentirá bienvenido en absoluto.</p>
<h2>¿Cómo la raza influye en la pertenencia?</h2>
<p>Muchas personas que <a href="https://hbr.org/2019/08/research-on-many-issues-americans-biases-are-decreasing">respaldan explícitamente los ideales igualitarios</a>, como la noción de que todos los estadounidenses tienen los mismos derechos como ciudadanos independientemente de su raza, albergan implícitamente prejuicios sobre quién es “realmente” estadounidense.</p>
<p>En un <a href="https://doi.org/10.1037/0022-3514.88.3.447">estudio clásico</a> realizado por los psicólogos Thierry Devos y Mahzarin Banaji, los adultos estadounidenses de todos los grupos raciales asociaron con mayor rapidez el concepto de “estadounidense” a las personas blancas. En el estudio, los investigadores les preguntaron a adultos blancos, afroamericanos y asiático-americanos si respaldaban la igualdad para todos los ciudadanos. Luego les presentaron una prueba de asociación implícita en la que los participantes combinaban diferentes rostros con las categorías “estadounidense” o “extranjero”. Sin embargo, antes de comenzar les dijeron que todas las caras eran de ciudadanos estadounidenses.</p>
<p>Los participantes blancos y asiáticos asociaron más rápido las caras blancas con el “ser estadounidense”, aunque al inicio dijeron que defendían valores igualitarios. Los afroamericanos vieron implícitamente los rostros blancos y negros como igualmente estadounidenses, aunque también vieron implícitamente los rostros asiáticos como menos estadounidenses.</p>
<p>En otro estudio, Devos y la psicóloga Debbie S. Male <a href="https://www.doi.org/10.1348/014466607X224521">pusieron rostro a ese sesgo</a>. Descubrieron que un grupo heterogéneo de adultos estadounidenses consideraba implícitamente que la actriz británica Kate Winslet era más estadounidense que su colega Lucy Liu, nacida en Estados Unidos, a pesar de que a los participantes les dijeron su nacionalidad real.</p>
<p>Las creencias que conducen a ese sesgo en favor de las personas blancas reflejan las estructuras racistas que existen en la sociedad estadounidense y revelan actitudes que las personas no siempre son conscientes de tener. De hecho, los prejuicios incluso pueden incluir sentimientos que excluyen al propio grupo, como se apreció cuando los estadounidenses de origen asiático que participaron en esos estudios consideraron que las caras blancas eran más estadounidenses que las asiáticas. Un <a href="https://doi.org/10.1037/a0015868">estudio relacionado</a> también descubrió que los hispanos tienen más probabilidades de asociar el “ser estadounidense” con las personas blancas.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/345360/original/file-20200702-111247-jfw7zk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">¿Quién es estadounidense?</span>
<span class="attribution"><span class="source">AP Photo</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Estas visiones sesgadas de la nacionalidad comienzan a una edad muy temprana, aunque al inicio el idioma es un identificador principal, como cuento en mi nuevo libro “<a href="https://www.hmhbooks.com/shop/books/How-You-Say-It/9780544987425">Cómo lo dices</a>”.</p>
<p>Aunque Estados Unidos no tiene un idioma nacional, <a href="https://www.pewresearch.org/global/2017/02/01/language-the-cornerstone-of-national-identity/">muchos estadounidenses creen</a> que el inglés es fundamental para ser un “verdadero estadounidense”. Y no es difícil encontrar ejemplos de <a href="https://www.politico.com/story/2016/09/donald-trumps-english-only-campaign-228559">políticos que defiendan</a> la idea de que los estadounidenses deben hablar inglés y solo inglés.</p>
<p>En un <a href="http://www.doi.org/10.1111/cdev.12845">estudio</a> desarrollado en mi laboratorio y dirigido por la psicóloga Jasmine DeJesus, les dimos a un grupo de niños una tarea muy simple: después de ver una serie de caras que variaban en el color de la piel y el idioma que hablaban, les pedimos que adivinaran su nacionalidad. Los rostros eran blancos o asiáticos y hablaban inglés o coreano. Simplemente les preguntamos: “¿Esa persona es estadounidense o coreana?”.</p>
<p>Reclutamos a tres grupos de niños para el estudio: niños blancos estadounidenses que solo hablaban inglés, niños surcoreanos que solo hablaban coreano y un grupo de niños coreano-estadounidenses que hablaban ambos idiomas. Las edades de los niños eran de 5-6 o 9-10 años.</p>
<p>La mayoría de los niños monolingües más pequeños identificaron la nacionalidad con el idioma. Describieron a los angloparlantes – divididos equitativamente entre personas que parecían blancas o asiáticas – como estadounidenses y a los que hablaban coreano – divididos de la misma forma – como coreanos.</p>
<p>En cuanto a los niños bilingües, todos tenían padres cuyo primer idioma era coreano, no el inglés, y que vivían en los Estados Unidos. Sin embargo, al igual que los niños monolingües, pensaban que los angloparlantes, y no los coreanos, eran los estadounidenses.</p>
<p>Sin embargo, a medida que crecen, los niños ven cada vez más las características raciales como una parte integral de la nacionalidad. Descubrimos que a la edad de 9 años los niños consideraban que los angloparlantes blancos eran más estadounidenses, en comparación con los coreanos que parecían blancos o los angloparlantes que parecían asiáticos. Curiosamente, el impacto de la raza fue más pronunciado en los niños mayores que entrevistamos en Corea del Sur.</p>
<h2>Raíces profundas</h2>
<p>Por consiguiente, parece que, tanto para los niños como para los adultos, las evaluaciones de lo que significa ser estadounidense dependen de ciertos rasgos que no tienen nada que ver con los requisitos legales reales para la ciudadanía. Ni ser blanco ni hablar inglés con fluidez <a href="https://www.uscis.gov/citizenship/educators/naturalization-information">son requisitos para convertirse en estadounidense</a>.</p>
<p>Y este sesgo tiene consecuencias. Las <a href="https://www.doi.org/10.1177/0146167210380928">investigaciones han encontrado</a> que el grado en que las personas vinculan la “piel blanca” con “ser estadounidense” está relacionado con sus comportamientos discriminatorios en contextos de contratación o incluso pueden llevarles a cuestionar la lealtad de los demás.</p>
<p>Que encontremos estos sesgos en los niños no significa, de ninguna manera, que sean inherentes. Sabemos que los <a href="https://www.jstor.org/stable/20183186">niños comienzan a captar este tipo de señales</a> y valores culturales sesgados de la sociedad a una edad muy temprana. Pero, significa que estos sesgos <a href="https://doi.org/10.1093/acprof:oso/9780199890712.001.0001">tienen raíces profundas en nuestra psicología</a>. Comprender su existencia puede hacer que sea más fácil corregirlos.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://es-us.noticias.yahoo.com/">Yahoo!</a></em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/143412/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Katherine Kinzler ha recibido apoyo del National Institutes of Health y tiene un grant pendiente del NSF.
</span></em></p>La nacionalidad se define por un conjunto de parámetros legales. Pero investigación psicológica demuestra que la percepción de ciudadanía puede influirse por otros factores como la raza y el idioma.Katherine Kinzler, Professor of Psychology, University of ChicagoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1267432019-11-11T12:59:34Z2019-11-11T12:59:34ZLa Unión Europea espera a España tras el 10N<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/301109/original/file-20191111-194628-1m8t0ie.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=44%2C0%2C3704%2C2806&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Panorámica del Salón de Plenos del Congreso de los Diputados con
la Mesa de Edad en mayo, 2019.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.congreso.es/docu/PHist/img/imgSCLegis/XIII_SC_5.jpg">Congreso de los Diputados</a></span></figcaption></figure><p>Las elecciones celebradas el domingo 10 de noviembre de 2019 revelan una heterogeneidad creciente lo que –sin ninguna duda– dificultará la configuración de un nuevo Gobierno en España. </p>
<p>Una tarea que, a priori, deberá liderar el Partido Socialista Obrero Español, al haber ganado con 120 escaños. A este le sigue el Partido Popular con 88, 52 de Vox, 35 de Unidas Podemos, 13 de Esquerra Republicana de Catalunya, 10 de Ciudadanos, 8 de Junts per Catalunya, 7 del Partido Nacionalista Vasco, 5 de EH Bildu, 3 de Más País, 2 de la Candidatura d'Unitat Popular, 2 de Coalición Canaria, 2 de Navarra Suma y, con un escaño, el Bloque Nacionalista Galego, el Partido Regionalista de Cantabria y Teruel Existe.</p>
<p>Con una participación inferior que en los comicios del pasado 28 de abril (69.6 %, es decir, 6 puntos menos), el resultado muestra un gran disparidad con novedades significativas. En este sentido destaca, en primer lugar, la pérdida de tres escaños del Partido Socialista que esperaba un mayor respaldo de la ciudadanía. </p>
<p>No obstante, el descenso más llamativo ha sido protagonizado por la formación liberal de Albert Rivera con 47 escaños menos. Se cree que sus votos han pasado al Partido Popular pero, sobre todo, a Vox, con 52 escaños frente a los 14 del pasado mes de abril. De igual modo, Unidas Podemos ha perdido 7 escaños que, en parte, se han orientado a la nueva formación de Íñigo Errejón, Más País.</p>
<h2>Futuros pactos</h2>
<p>A la luz de los datos señalados constatamos que, en definitiva, el establecimiento de un deseado Gobierno en España será aún más complejo. Ante esta coyuntura, los principales líderes ya han mostrado sus posturas. </p>
<p>En concreto, Pablo Casado ha señalado cautela pues, tal y como ha expresado, está esperando “<a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/casado-la-pelota-esta-en-el-tejado-de-sanchez-vamos-a-esperar-que-plantea/10002-4107825">a ver qué hace Sánchez</a>”. Mientras, el líder de Unidas Podemos no ha dudado en constatar su disponibilidad para iniciar unas nuevas negociaciones ya que –a su juicio– “<a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/iglesias-ve-una-necesidad-historica-coalicion-contra-la-extrema-derecha/10002-4107653">es necesidad histórica un Gobierno progresista que pare a la extrema derecha</a>”. </p>
<p>Por su parte, el presidente en funciones ha hecho una llamada al conjunto de las fuerzas políticas las cuales –sostiene– “tienen que actuar con generosidad y responsabilidad para desbloquear la situación política en España. Nuestro proyecto político es formar un Gobierno estable y hacer política en beneficio de los españoles”. A su vez, no ha dudado en recalcar su victoria para reforzar su posición de liderazgo en el nuevo Ejecutivo “hemos ganado, dejadnos gobernar”.</p>
<p>Finalmente, el partido de Ciudadanos está asimilando una caída inesperada que incluso ha supuesto <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/rivera-deja-la-politica-y-vida-publica/10002-4108080">la dimisión de su líder histórico</a>, Albert Rivera, quien encabezaba la formación naranja desde hacía 13 años. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Albert Rivera anuncia su dimisión.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.ciudadanos-cs.org/static/comunicados/11890_11_11_2019/unnamed.jpg">Ciudadanos</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La UE mira a España</h2>
<p>La situación que experimenta el país incide en una parálisis con efectos muy negativos, principalmente, en los ámbitos social y económico. </p>
<p>A dos días de las elecciones, ya las autoridades comunitarias expresaron su preocupación por la situación de España, que presenta <a href="https://www.efe.com/efe/espana/economia/bruselas-recorta-cuatro-decimas-el-crecimiento-de-espana-este-ano-al-1-9/10003-4105213">un crecimiento menor de lo esperado</a> y que además podría rebasar su objetivo de déficit. Una Unión Europea que, no olvidemos, necesita que nuestro país supere la actual disyuntiva y participe activamente en el nuevo ciclo político expresado tras las elecciones a la Eurocámara en mayo de 2019. </p>
<p>Especialmente destaca el arranque de la nueva Comisión Europea para el 1 de diciembre, la cual será liderada por primera vez por una mujer: la alemana del Partido Popular Europeo Úrsula Von der Leyen. En la nueva Comisión, configurada para el periodo 2019-2024, España pasará a desempeñar un papel clave en la medida en la que Josep Borrell (candidato propuesto por Pedro Sánchez y que en octubre <a href="https://www.efe.com/efe/espana/mundo/borrell-recibe-el-visto-bueno-de-los-eurodiputados-para-ser-jefe-la-diplomacia-ue/10001-4081890">obtuvo el respaldo de la Eurocámara</a> en el marco de los famosos <em>hearings</em>) se convertirá en uno de sus vicepresidentes. En concreto, será el nuevo alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y liderará la cartera de la Comisión Europea denominada “Una Europa más fuerte en el mundo”.</p>
<p>De esta manera, Josep Borrell ostentará el liderazgo de la diplomacia europea, cuya máxima prioridad deberá ser el reforzamiento del papel normativo y singular de la UE en la escena internacional. Esta última, caracterizada por un incremento notable de la inestabilidad como consecuencia del cuestionamiento de principios fundamentales en materia de comercio, medio ambiente o derechos humanos. </p>
<p>A este respecto, la UE tendrá que seguir promoviendo un multilateralismo activo y eficaz que permita dar una respuesta a los actuales retos globales, como la migración. Unos retos que no pueden ser abordados desde enfoques nacionalistas y excluyentes cuyas soluciones son ineficaces sino que, por el contrario, han de ser gestionados desde la perspectiva más normativista que defiende la Unión. </p>
<p>Por consiguiente, en el ámbito nacional pero también europeo resulta indispensable la superación de la actual situación caracterizada por una ingobernabilidad creciente que ya resulta insostenible por más tiempo. Para ello, los principales líderes políticos (a excepción de las voces más extremistas) deberán asumir posturas flexibles que permitan avanzar hacia la formación de un nuevo Ejecutivo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126743/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Victoria Rodríguez Prieto es vicesecretaria general del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo.</span></em></p>En el ámbito nacional pero también europeo resulta indispensable la superación de la actual situación caracterizada por una ingobernabilidad creciente que ya resulta insostenible por más tiempo.Victoria Rodríguez Prieto, Profesora de Relaciones Internacionales, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1267402019-11-11T10:23:34Z2019-11-11T10:23:34ZElecciones 10N: ¿Qué ha cambiado respecto a las generales de abril?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/301083/original/file-20191111-194641-1pl1ou.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C2%2C1590%2C895&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los líderes del PP, PSOE, Vox, Unidas Podemos y Ciudadanos en el debate electoral.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://img2.rtve.es/i/?w=1600&i=1572942398110.jpg">Rtve.es</a></span></figcaption></figure><p>Las elecciones generales de este domingo 10 de noviembre han sido <a href="https://www.efe.com/efe/america/mundo/una-espana-desencantada-vota-por-cuarta-vez-en-cuatro-anos/20000012-4105343">las cuartas en cuatro años</a>. A pesar del escenario fuertemente marcado por <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/una-sentencia-que-hace-historia-en-10-claves/10002-4086597">la sentencia del “procés”</a>, los resultados entre los bloques no han sido excesivamente distintos. Pero sí existen diferencias entre estas elecciones y las anteriores de abril, desde las variaciones de votos y escaños entre los distintos partidos de cada bloque, pasando por la campaña, hasta los nuevos actores políticos. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=192&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=192&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=192&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=241&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=241&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=241&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Resultado en el Congreso de los Diputados. 100% escrutado, salvo el voto en el extranjero.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://resultados.10noviembre2019.es/Congreso/Total-nacional/0/es">Ministerio del interior</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>A continuación, pasamos a detallar estos asuntos para entender mejor lo sucedido en los comicios del 10N.</p>
<h2>Diferencias en los resultados</h2>
<p>Uno de los asuntos de mayor relevancia en estas elecciones era el de la participación. Bajo el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0261379413000954">supuesto</a> de que una caída en la participación pudiera afectar en mayor medida a la izquierda, el bloque al que se se atribuía la responsabilidad de no haberse podido formar un gobierno tras los resultados del 28 de abril, buena parte de la campaña se basó en la movilización de los votantes en su conjunto. </p>
<p>El surgimiento de <a href="https://theconversation.com/mas-pais-cuatro-puntos-para-entender-su-irrupcion-124291">algunos partidos</a>, además, se justificó por la necesidad de recuperar al votante desencantado, aunque se ha terminado pagando un alto precio en votos por cada escaño. La participación se cerró unas décimas por debajo del 70 %, casi seis puntos menos que en las concurridas elecciones abril antes del ajuste del voto de residentes del extranjero. No obstante, es pronto para saber en qué medida ha afectado a cada bloque.</p>
<p>Los <a href="https://resultados.10noviembre2019.es/Congreso/Total-nacional/0/es">resultados</a> arrojan variaciones que mejoran la posición de la derecha. Ciudadanos, PP y Vox pasan de tener 147 escaños a tener 152 si incluimos a Navarra Suma, mientras que el bloque formado por PSOE y Unidas Podemos pasaría de 165 a 155, aunque se reduciría la caída hasta 158 si incluimos a Más País. </p>
<p>Las diferencias dentro de ellos son más reveladoras, aunque no se puedan establecer patrones claros de trasvase de votos. Sin embargo, los 52 escaños de Vox (28 más que en abril) y la subida del Partido Popular de 66 a 88, paralelos al desplome de Ciudadanos (de 57 a 10), que deja de ser la tercera fuerza para pasar a ser la sexta y que precipita <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/albert-rivera-dimite-como-presidente-de-ciudadanos-tras-la-debacle-electoral-del-10n/10010-4108080">la dimisión de Albert Rivera</a>, apuntan de forma provisional a un marcado trasvase de votos entre las fuerzas de la derecha.</p>
<p>Por su lado, el bloque de izquierda se ha mantenido mucho más estable, con tres escaños menos para el PSOE (120) y siete menos para Unidas Podemos. Todo esto sin apenas variaciones en el porcentaje de votos de cada sector, alrededor del 43 % para cada uno. Sin embargo, el bloque de izquierda deja de tener tanta relevancia en el Senado, donde el PSOE pierde su mayoría absoluta, clave en la aplicación del 155.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Comparativa de los resultados de las elecciones generales del 10 de noviembre y el 28 de abril de 2019.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://resultados.10noviembre2019.es/Congreso/Total-nacional/0/es">Ministerio del Interior</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿En qué ha sido distinta la campaña?</h2>
<p>Los partidos han redoblado sus esfuerzos durante una campaña que han tratando de que fuera más <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/los-partidos-menos-pnv-firman-un-acuerdo-para-reducir-publicidad-electoral/10002-4077638">austera</a> y comedida que en anteriores ocasiones, pero <a href="http://www.rtve.es/noticias/20191102/sanchez-advierte-pp-posibles-consecuencias-penales-su-campana-para-desmovilizar-voto-pide-elevarlo-fiscalia/1987900.shtml">no exenta</a> de <a href="http://www.rtve.es/noticias/20191030/junta-electoral-abre-expediente-sanchez-uso-web-moncloa-fines-electorales/1986963.shtml">polémicas</a>. El grueso de los actos se han concentrado en la última semana, siendo los debates electorales una pieza central para afianzar el voto y convencer a la gran cantidad de indecisos que había a pocos días de las elecciones.</p>
<p>La campaña también se ha visto fuertemente marcada por la sentencia del “procés” en Cataluña. De esto se podría haber beneficiado Vox, cuya presencia mediática se reforzó con su inclusión en el debate electoral, que ha obtenido buenos resultados en todo el estado, aunque sin representación en el País Vasco, Galicia y Navarra. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=186&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=186&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=186&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=234&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=234&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=234&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Mapa que muestra el aumento de votos a Vox por provincias (en todas) y resultados globales de la candidatura de extrema derecha.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://resultados.10noviembre2019.es/Congreso/Total-nacional/r-2/VOX/c106/es">Ministerio del Interior</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La renovada importancia en los medios de <a href="https://theconversation.com/10-n-quien-gano-el-debate-electoral-y-con-quien-pactaria-126372">los debates electorales</a> también ha afianzado el papel de los contrastadores de bulos, sobrepasados por la falta de verificación de datos por parte de algunos medios y partidos. El mismo partido liderado por Santiago Abascal giró su campaña en torno a la cuestión catalana y la inmigración. Su uso de las estadísticas públicas fue criticado por varios centenares de científicos sociales en un <a href="http://www.rtve.es/noticias/20191107/cientificos-sociales-firman-manifiesto-denuncia-mentiras-vox/1989201.shtml">manifiesto</a> conjunto. Los demás partidos también han dado una importancia central a la cuestión catalana, sobre la que ha pivotado la campaña y la ha diferenciado de forma más clara respecto a la de abril.</p>
<h2>Pactos, terceras elecciones y conclusión</h2>
<p>Aunque pocos vaticinaban unas segundas elecciones por la difícil justificación que suponía hacia la ciudadanía, el resultado ha terminado siendo una repetición electoral que requiere el entendimiento entre el bloque de izquierda en un escenario aún más complicado que el anterior. Esto implica no descartar en su totalidad la posibilidad de una nueva concurrencia electoral, aunque naturalmente las dificultades para justificarla serían todavía mayores.</p>
<p>No obstante, todo indica que los resultados sitúan a los partidos de vuelta en la posición de salida. En concreto, cabe nuevamente esperar que se llegue a un acuerdo que prácticamente de forma necesaria incluiría al Partido Socialista, Unidas Podemos y Más País, así como una combinación –ya sea mediante apoyo directo o a través de abstención en segunda votación– de sectores no independentistas como Ciudadanos o de partidos nacionalistas como el PNV o ERC, entre otros.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126740/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Joan Carles Pamies Palazuelo ha participado de forma puntual y única como apoderado en las elecciones del 10 de noviembre sin afiliación, ni militancia activa, ni contraprestación económica o en especie, o cualquier otro vínculo relevante en ningún partido ni plataforma electoral que pueda comprometer su imparcialidad.</span></em></p>A pesar del escenario marcado por la sentencia del “procés”, los resultados entre los bloques no han sido excesivamente distintos. Pero sí existen diferencias entre estas elecciones y las anteriores.Carles Pamies, Investigador en la Universidad Autónoma Madrid. Anteriormente, investigador visitante en el Centre d'Études Européennes (Sciences Po, París), Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1267422019-11-11T07:42:18Z2019-11-11T07:42:18Z10N: Parlamento fragmentado y sin claras mayorías<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/301065/original/file-20191111-194628-2o8td3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C6%2C4173%2C2780&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Congreso de los Diputados de España.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/parliament-madrid-spain-1423607789"> Alberto Giron / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Las elecciones generales del 10 de noviembre en España <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/espana-se-encamina-a-unas-nuevas-elecciones-el-10-de-noviembre/10002-4066088">fueron convocadas</a> en virtud del artículo 99 de la Constitución cuando, tras el <a href="https://theconversation.com/2019-una-nueva-investidura-fallida-120986">28 de abril</a>, el candidato Pedro Sánchez no obtuvo la investidura del Congreso que requiere mayoría absoluta en una primera votación o mayoría simple 48 horas después.</p>
<p>Los <a href="https://theconversation.com/elecciones-generales-en-espana-el-ganador-el-perdedor-y-la-sorpresa-116147">resultados de las elecciones del 28 de abril</a> arrojaron una mayoría absoluta de PSOE y Ciudadanos. Sin embargo, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, advirtió en su campaña que no aceptaría nada con Sánchez ni “<a href="http://www.rtve.es/noticias/20190722/rivera-asegura-cs-votara-no-plan-sanchez-dos-manos/1975921.shtml">con su banda</a>”. </p>
<p>El partido de Pedro Sánchez se reunió en alguna ocasión con los delegados de Podemos pero no llegaron a ningún acuerdo. Pedro Sánchez <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/sanchez-no-dormiria-tranquilo-si-hubiera-aceptado-ministros-de-podemos/10002-4067973">dijo públicamente</a> que en un gobierno con Podemos “no podría dormir por las noches”. Así que la repetición electoral se presentaba irremediable al inicio del curso.</p>
<p>El CIS post electoral de las elecciones municipales y autonómicas otorgaba un <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/el-cis-augura-un-gobierno-de-sanchez-en-sondeo-previo-a-la-crisis-catalana/10002-4097908">alto crecimiento para el PSOE</a> y una mayoría absoluta para este partido con la formación morada y sus confluencias. Este elemento fue central en la estrategia para ir a otra repetición electoral. </p>
<h2>Resultados</h2>
<p>En las elecciones de este 10 de noviembre se estimaban dos millones de votantes indecisos, clave en el resultado electoral. Son votantes que dieron el gobierno al PP en el 2011 y que en el 2015 abrazaron a Ciudadanos, pero que ahora se han desgajado del partido de Rivera y lo han hundido. Ciudadanos pierde más de dos millones y medio de votos que han ido a parar al PP y a Vox. Pero el partido de Abascal también recoge voto nuevo.</p>
<p><iframe id="1Qa8X" class="tc-infographic-datawrapper" src="https://datawrapper.dwcdn.net/1Qa8X/1/" height="400px" width="100%" style="border: none" frameborder="0"></iframe></p>
<p>Sin embargo, desde julio hasta ahora se ha dictado la <a href="http://www.rtve.es/noticias/20191014/navega-sentencia-del-proces/1981600.shtml">sentencia del Procés</a>, y los <a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-semana-tension/5416009/">altercados</a> en Cataluña han empañado la imagen del Presidente en funciones. El PSOE pierde tres escaños. También ha habido una campaña electoral de sólo una semana debido a la reforma de la LOREG de 2016, que acorta los plazos en caso de convocatoria no convencional de los comicios.</p>
<p>Según el <a href="http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=14458">CIS de junio-julio</a>, a un 15 % de los ciudadanos los debates de la televisión le sirvieron para decidir su voto. En esta campaña corta, sólo se ha podido ver <a href="https://theconversation.com/10-n-quien-gano-el-debate-electoral-y-con-quien-pactaria-126372">un debate</a> de los principales candidatos y en él no estaba Iñigo Errejón, que se presentaba por primera vez con la formación <a href="https://theconversation.com/mas-pais-cuatro-puntos-para-entender-su-irrupcion-124291">Más País</a>. Los resultados (3 escaños) le han dado menos apoyo que las encuestas, que señalaban que oscilaría entre 6 o 7 escaños.</p>
<h2>Fragmentación</h2>
<p>El 10N ofrece un enorme castigo a Ciudadanos y un incremento de Vox. El PSOE ha perdido más de 700 000 votos y el PP ha recuperado 22 escaños.</p>
<p>Seguimos teniendo un parlamento fragmentado y no existe una mayoría clara a favor de la gobernabilidad. En clave territorial, además de los partidos nacionalistas que ya existían, recupera escaño BNG, se estrena Teruel Existe y emerge la CUP con dos escaños. La coalición Más País entra con tres diputados, pero uno es de la formación valencianista Compromís. El PNV sube un escaño. El debate territorial va a generar nuevas tensiones.</p>
<p>Vox ha recogido electores de Ciudadanos pero también voto descontento con el sistema, un voto enfadado y emocional, como en su día ocurrió con Podemos.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=741&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=741&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=741&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=931&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=931&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=931&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">reparto de escaños tras las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://resultados.10noviembre2019.es/Congreso/Total-nacional/0/es">Ministerio de Interior</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La participación</h2>
<p>La participación de los españoles en las elecciones generales suele ser alta, a pesar de que no se obliga a votar, como ocurre en países como Bélgica o Australia.</p>
<p>En las elecciones de diciembre de 2015 hubo una participación del 73,2 %. En la repetición seis meses después, en junio de 2016, la participación bajó al 69,84 %.</p>
<p>El 28 de abril, la participación electoral fue de las más elevadas de las últimas décadas, un 75,75 %. Se dio una movilización extraordinaria a favor del PSOE ante el mensaje de este partido de que venía Vox, que había sido la sorpresa en las <a href="http://www.juntadeandalucia.es/presidencia/portavoz/administracionobsoleto/139101/resultadoselectorales/recuento/elecciones/escrutinio/2D/EleccionesAndalucia/ParlamentodeAndalucia/Andalucia">elecciones de la Junta de Andalucía</a>. Sin embargo, ahora Vox, que ya apoya los gobiernos regionales en comunidades como Madrid o Murcia (en esta provincia ha sido el partido más votado) y estaba presente en el Congreso, ya no era eje relevante para una movilización en contra, porque forma parte del nuevo sistema de partidos.</p>
<p>En las elecciones del 10 de noviembre, de repetición, la participación ha sido de casi un 70 %. </p>
<p>Salvo contadas excepciones, una alta participación (28 abril 2019) suele acarrear cambio electoral (perdió el PP y ganó el PSOE) y nuevo partido ganador. Otra cosa serán las alianzas postelectorales en un parlamento fragmentado para conformar un gobierno. </p>
<h2>Ahora qué</h2>
<p>El coste de estas elecciones ha sido de <a href="http://www.rtve.es/noticias/20191110/datos-del-10n-cual-su-coste-cuanta-seguridad-habra-como-se-hara-recuento/1989540.shtml">136 millones de euros</a> que han servido para poco, porque los resultados dejan un escenario más fragmentado y complejo para la gobernabilidad que el previo y no existe una mayoría holgada en ninguno de los dos bloques.</p>
<p>El CIS señala que desde el año 2010 los partidos políticos y los políticos son <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/la-preocupacion-por-politica-escala-hasta-su-maximo-historico-desde-1985/10002-4014924">el tercer problema de los españoles</a>. Sin embargo ya en los últimos meses se ha colocado en segunda posición detrás de la situación económica. </p>
<p>Pedro Sánchez tiene mucho que negociar a partir de hoy.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126742/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Victoria Rodríguez-Blanco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las elecciones generales ofrecen un enorme castigo a Ciudadanos y un notable incremento de Vox. El PSOE ha perdido más de 700.000 votos y el PP ha recuperado 22 escaños. Seguimos teniendo un parlamento fragmentado y ninguna mayoría clara.Victoria Rodríguez-Blanco, Profesora de Ciencia Política, Universidad Miguel HernándezLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1263722019-11-05T07:27:08Z2019-11-05T07:27:08Z10-N: Quién ganó el debate electoral y con quién pactaría<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/300215/original/file-20191105-88382-ij14jz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C337%2C1194%2C335&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Plató de la Academia de Televisión en el que se celebró el debate entre los principales candidatos a la presidencia en las elecciones generales del 10 de noviembre en España.</span> <span class="attribution"><span class="source">RTVE</span></span></figcaption></figure><p>La Academia de la Televisión ha presentado, en la campaña más corta de las celebradas en España, un debate múltiple de tres horas de cara a las elecciones generales -las terceras en un año- que se celebran el 10 de noviembre. </p>
<p>Pactado por los partidos políticos estatales, nos revela un interés cierto como herramienta de oratoria para conocer y diferenciar líneas argumentales. El fin es tanto político como específicamente electoral. La arena política, más repartida que nunca, a cinco, se compacta. Por otra parte, el soporte para la decisión de más de un 30% de electorado indeciso, según las encuestas, es un hecho.</p>
<p>Con dos bloques bien definidos, y una puesta en escena muy limpia, evitando cronómetros que distraigan la atención, se materializó en poco trabajo para los moderadores. Los periodistas Ana Blanco y Vicente Vallés ejercieron de conductores sin privarnos de interpelaciones. Las férreas negociaciones al respecto, sin embargo, limitaron los momentos clave de enfrentamiento, siendo el más claro el de Santiago Abascal (Vox) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos) a cuenta de la memoria de nuestros abuelos. </p>
<h2>La imagen</h2>
<p>Comenzamos con las cuestiones complementarias al evento. La imagen de los candidatos, parte poco significativa, cubrió las expectativas. La pequeña sorpresa fue <a href="https://twitter.com/vox_es/status/1191463528395427840">la “no” corbata de Abascal</a>, pues lo del <a href="https://twitter.com/ahorapodemos/status/1191442719605960705">taxi</a> y ausencia de chaqueta de Iglesias estaba en el guión. Por otra parte, también eran esperadas las continuas pruebas de Albert Rivera (Ciudadanos), quizá <a href="https://twitter.com/Tonicanto1/status/1191467214135812099">el adoquín</a> fue excesivo. En cuanto al error más grave cometido fue el de Pedro Sánchez (PSOE), tanto por su mal lenguaje visual, no fijando la mirada sobre su interlocutor como por el exceso de lectura de argumentos, que los hacían menos creíbles.</p>
<h2>Los ejes del debate</h2>
<p>El eje del debate se estructuró en cinco grandes bloques, junto a la pregunta que todos esperábamos fuera contestada: ¿Cómo se desbloquearía el gobierno para evitar terceras elecciones? </p>
<p>La solución expuesta por el Presidente en funciones de que se respetara la lista más votada le otorgó cierta fuerza moral, que mantuvo hasta el bloque de unidad territorial. En este sentido, Cataluña no fue bien aprovechada por las derechas, que no se entendían. No supieron contener el estado de excepción y la ilegalización del PNV auspiciados por Abascal. En frente, las propuestas presidenciales en educación cívica y fin del control de las televisiones autonómicas. Apenas veinte segundos con un ministerio dieron carpetazo a la “España vaciada” para un debate inicial que ganó Sánchez, al que Iglesias le suplicó un nuevo entendimiento. </p>
<h2>Economía</h2>
<p>Pero Pablo Casado (PP) reaccionó en el bloque de política económica enfrentando dos formas de hacer ante una desaceleración reconocida por todos. La receta de la creación de empleo con algunas mejoras impositivas dirigidas fundamentalmente al tejido empresarial y autónomos ahogaron recuerdos a la corrupción de Rivera, el fantasma de las empresas del IBEX de Iglesias o el maná de Abascal, para remedio económico de todos los males, incluidos las pensiones, con la eliminación de las autonomías. Sánchez acusó el cansancio y bajó su claridad en la línea argumental, que sólo pareció cobrar fuerza por el anuncio de que Nadia Calviño, experta economista de prestigio en Europa, sería la nueva vicepresidenta económica si lograse el Gobierno.</p>
<h2>Igualdad</h2>
<p>En las políticas de igualdad se fraguó el retroceso de un Sánchez expectante ante la ultra derecha machista. Pero una respuesta preparada junto a la réplica argumentada de las derechas, en este caso unidas, hicieron el resto. Ana Blanco recordó a los líderes la falta de candidatas a la presidencia en España, a lo que Iglesias mostró el discurso más condescendiente. </p>
<p>Después algunos discursos en igualdad recorrieron desde los pequeños pueblos hasta las comunidades autónomas, pasando por el modelo educativo o la gratuidad de los estudios universitarios. El tema se expandió tanto que Iglesias se permitió recabar el voto “animalista” con la penalización del maltrato.</p>
<h2>Calidad democrática</h2>
<p>El ganador del debate desde la perspectiva técnica y el argumento político apareció en el bloque sobre calidad democrática. Casado se mostró “limpio” ante la audiencia y pidió cuentas al presidente en funciones. Respecto al acuerdo, habló cómo opción de victoria el 10 de noviembre tendiendo la mano a sus socios naturales y elevando el tono sobre los posibles socios independentistas de un gobierno “Frankestein”. </p>
<p>Rivera retrocedió a la oposición, con su pretendida reforma electoral, de partido minoritario. La memoria histórica junto al terrorismo protagonizaron el enfentamiento extremo entre las posiciones radicales. Por momentos daba la impresión de que Sánchez bajaba el rostro cansado y quería que el debate acabara.</p>
<h2>Escena internacional</h2>
<p>Aún la política internacional, en el último asalto, permitió mejorar la oratoria de Casado, que se unió a Rivera y Abascal reclamando el giro hacia Hispanoamérica, condenando a Maduro y el viaje proyectado para el jefe del Estado a Cuba. Después se enfrentaron por el proteccionismo o el libre comercio, más Europa con Borrell, menos enfrentamiento a Trump y, aparentemente, la única coincidencia del bloque de la izquierda, la mejora del voto rogado para los españoles en el exterior.</p>
<h2>Minuto de oro</h2>
<p>El debate culminó con el minuto de oro en el que es tradición pedir el voto al elector, finalizando con un viva España el de <a href="https://twitter.com/rtve/status/1191502579135418368">Abascal</a>. El “sí se puede” se convierte en eslogan común ahora para <a href="https://twitter.com/rtve/status/1191502852042059776">Rivera</a> e <a href="https://twitter.com/rtve/status/1191503219660210176">Iglesias</a>, el uno hablando de su hija, el otro de una discapacitada valenciana de 28 años. <a href="https://twitter.com/rtve/status/1191502955343532032">Sánchez</a> niega pactos, también el propuesto por Iglesias, buscando la cohesión. <a href="https://twitter.com/rtve/status/1191503040131420160">Casado</a> reclama convencido un voto útil para desbloquear y gobernar.</p>
<p>Aunque todos, los cinco, salieron felices del encuentro, técnicamente, en global, Pablo Casado ganó el debate, poniendo aún más difícil un posible gobierno. Presumiblemente con ello nos separamos del <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/el-cis-publica-hoy-su-encuesta-preelectoral-a-tres-dias-del-inicio-de-campana/10002-4097908">barómetro del CIS</a>. </p>
<p>Sobre pactos, el de la derecha tiene mucha más consistencia, pues el de izquierda, tras estos seis meses, está herido de muerte.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126372/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Víctor Raúl López Ruiz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El único debate entre los principales candidatos previo a las elecciones generales que se celebran en España el 10 de noviembre fue muy largo y mostró que un pacto de izquierdas resultaría inviable.Víctor Raúl López Ruiz, Profesor de Econometría, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1242912019-09-29T20:04:28Z2019-09-29T20:04:28ZMás País: cuatro puntos para entender su irrupción<p>Uno de los fenómenos políticos más relevantes tras la <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/espana-se-encamina-a-unas-nuevas-elecciones-el-10-de-noviembre/10002-4066088">convocatoria de elecciones</a> a raíz de la investidura fallida es el de <a href="https://maspais.es/">Más País</a>. Esta plataforma, impulsada por Íñigo Errejón y el entorno de Más Madrid, concurrirá, si nada cambia en el agitado panorama político español, a las elecciones de noviembre de este mismo año.</p>
<p>Sin embargo, muy poco se sabe de la formación desde que fue anunciada el pasado día 22 de septiembre. A continuación, tratamos de esclarecer algunos puntos clave para poder entender el origen y el lugar que ocupa Más País en la actual oferta política, así como sus propuestas y las posibles consecuencias de su irrupción en el sistema de partidos español.</p>
<h2>¿Por qué se llama ‘Más País’?</h2>
<p>El nombre de Más País, que fue revelado el 25 de septiembre tras <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/errejon-da-una-patada-al-tablero-del-10n-para-acabar-con-el-bloqueo/10002-4072393">el acto en la sede de UGT</a>, tiene referencias a cuestiones específicas de la trayectoria previa de la plataforma y de su líder. </p>
<p>En primer lugar, Más País parte del nombre adoptado por la plataforma Más Madrid, que concurrió en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2019. Pero Más País contiene también una referencia muy particular a Movimiento al Socialismo (<a href="http://www.masipsp.bo/">MAS</a>), el partido de Evo Morales, presidente de Bolivia desde 2006. Este partido fue el caso de estudio de su <a href="https://eprints.ucm.es/14574/1/T33089.pdf">disertación doctoral</a> defendida en 2012, y en la que analizaba el proceso de construcción de hegemonía de este partido en sus primeros cuatro años de gobierno.</p>
<p>Las dos palabras que conforman el nombre, además, reflejan en buena medida el mensaje del partido a nivel de estrategia de bloques y de representación. La palabra ‘pueblo’ ha sido utilizada por nuevos partidos de izquierda como Podemos de forma constante a la hora de articular su discurso, desde los programas hasta incluso a la hora de <a href="http://www.rtve.es/noticias/20160113/trabajar-para-cambiar-constitucion-prometer-imperativo-legal-otras-formas-asumir-escano/1283903.shtml">asumir los cargos</a>. Por su lado, la palabra ‘más’ haría referencia al objetivo de sumar en el bloque de la izquierda.</p>
<h2>La plataforma y dónde se presenta</h2>
<p>Además del grupo de Más Madrid, por ahora se sabe que Más País concurriría con <a href="https://compromis.net/">Compromís</a> en la Comunidad Valenciana, con <a href="http://www.chunta.com/">Chunta Aragonesista</a> (aunque solo en Zaragoza), con la escisión de Podemos en la Región de Murcia y con <a href="http://partidoequo.es/">EQUO</a> en la mayoría de las circunscripciones en las que se presenten.</p>
<p>Respecto a esto, no se conoce aún completamente la lista de circunscripciones (provincias) en las que se presentarían, aunque el preacuerdo con EQUO apunta a que serían diecisiete. </p>
<p>En concreto, se presentaría en aquellas provincias que fueran “competitivas o semicompetitivas”, haciendo referencia al sistema electoral, que ofrece mayores posibilidades de representación a los partidos pequeños en aquellas provincias donde más escaños se reparten. Un vistazo rápido al reparto de <a href="https://www.epdata.es/datos/escanos-repartidos-provincias-elecciones-datos-estadisticas/325">escaños por provincia</a> nos podría dar una idea de que esas provincias podrían ser aquellas con siete o más escaños, es decir, aquellas tan grandes o más que Santa Cruz de Tenerife, Zaragoza, Asturias, Pontevedra y Granada.</p>
<h2>¿Con quién compite y qué propone?</h2>
<p>Desde Más País se ha insistido que su intención no es competir con Podemos. Sin embargo, esto parece más una demostración de cortesía que una realidad. Las declaraciones de líderes de Más País, presumiblemente siguiendo esta línea de juego limpio, indican que el objetivo serían los votantes progresistas que se hubieran abstenido si el bloque de izquierda solo fuera conformado por Podemos y el PSOE. Sin embargo, y aunque las encuestas transversales (no longitudinales) <a href="https://www.jstor.org/stable/2110689">no pueden explicar</a> efectos de trasvase de votos, todo parece indicar que la caída de algunos partidos de izquierda y, sobre todo, de centro, podría estar relacionada con los resultados esperados de Más País.</p>
<p>Respecto a sus propuestas, las declaraciones reflejan aquí el estado embrionario de la plataforma, llegando a reconocer que no existe un programa para las elecciones. Sin embargo, esas mismas apariciones parecen indicar que va a tener un peso central la transición ecológica y el feminismo. En este sentido, lo esperable es que Más País articule su programa en base a las preocupaciones de ese electorado objetivo que hemos señalado.</p>
<h2>Efectos y previsiones tras su irrupción</h2>
<p>Las primeras encuestas electorales tras la <a href="https://theconversation.com/tres-argumentos-sobre-el-fracaso-de-las-negociaciones-para-formar-gobierno-123788">investidura fallida</a> apuntan a que podría conseguir entre 10 y 20 escaños. Esta variabilidad refleja lo complicado que es estimar los resultados en escenarios volátiles. Esto resulta aún más difícil al no saber a ciencia cierta cuáles van a ser las condiciones con las que van a concurrir. Los partidos de centro izquierda y de centro podrían ver perder sus escaños respecto al mes de abril por la entrada de Más País. Sin embargo, no parece que el bloque de izquierda tenga que verse necesariamente perjudicado, del mismo modo que el fraccionamiento tras la entrada de VOX en Andalucía no supuso directamente peores opciones de gobierno para la derecha.</p>
<p>En conclusión, en la medida en que hubiera una desmovilización mayor en el bloque de derecha que en el de izquierda, Más País podría ser, al final del día, el partido que garantice el gobierno de izquierda que los acuerdos tras las elecciones de abril no consiguieron. El escenario alternativo dibujaría una fragmentación en la izquierda que requeriría un importante esfuerzo de los actores para poner de acuerdo a fuerzas previsiblemente más enemistadas que en las pasadas elecciones. </p>
<p>No obstante, no será hasta dentro de dos meses cuando conoceremos los efectos de estas segundas elecciones en los demás partidos, desde una posible recuperación de Ciudadanos, a un golpe de efecto de Podemos o, incluso, a un refuerzo in extremis de la derecha a través de una <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/casado-lanza-un-ultimatum-a-cs-para-que-sea-responsable-y-acepte-espana-suma/10010-4075139">plataforma</a> conjunta.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/124291/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carles Pamies no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El partido promovido por Íñigo Errejón podría ser el partido que garantice el gobierno de izquierda que los acuerdos tras las elecciones de abril no consiguieron.Carles Pamies, Investigador en la Universidad Autónoma Madrid. Anteriormente, investigador visitante en el Centre d'Études Européennes (Sciences Po, París), Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1237882019-09-23T19:54:39Z2019-09-23T19:54:39ZTres argumentos sobre el fracaso de las negociaciones para formar Gobierno<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/293433/original/file-20190921-135109-1t3a648.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5455%2C3637&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">Alexandros Michailidis / Shutterstock</span></span></figcaption></figure><p>El resultado de las <a href="https://www.resultados.eleccionesgenerales19.es/Congreso/Total-nacional/0/es">elecciones generales</a> de abril de 2019 dio lugar a un arco parlamentario más propio de las cámaras de los países nórdicos que de las de España tras la Transición y antes de la crisis. No obstante, esto no sorprende puesto que España es un país que, en cuatro años, ha convocado cuatro elecciones que son, de algún modo, reflejo de esa dificultad para formar gobiernos y mayorías estables.</p>
<p>En la opinión pública hay muchos argumentos que se esgrimen para explicar e incluso justificar esta falta de acuerdo entre los partidos españoles que empuja a los votantes a concurrir nuevamente ante unos comicios. Comicios que tal vez tampoco sean los últimos en los próximos cuatro años. Desgranemos algunos de esos argumentos para dilucidar cuánta verdad y mentira hay tras ellos.</p>
<h2>En España no hay cultura de pactos</h2>
<p>En muchos países europeos no solo es habitual ver cómo los gobiernos son conformados por varios partidos, sino que es, en la práctica, la norma. En los Países Bajos, con un número de representantes en la cámara baja mucho más reducido que el español – tan solo 150, lo cual facilita las mayorías – es muy complicado remontarse a un gobierno que no haya requerido la coordinación con otras fuerzas políticas, bien sea para formar un gobierno o para facilitar su formación a través de abstenciones. Pero tampoco conviene engañarse: la formación de gobiernos en estos casos no es sencilla <a href="https://www.theguardian.com/world/2017/oct/09/dutch-politicians-ready-form-government-election-coalition">ni mucho menos breve</a>.</p>
<p>Esto hasta hace poco no era demasiado común en España, donde los gobiernos monocolores han sido la tónica. Sin embargo, sí que existen experiencias de cooperación en los gobiernos de Aznar y González, donde los partidos nacionalistas Coalición Canaria y PNV sirvieron para facilitar las investiduras. </p>
<p>Todavía es más frecuente la negociación a nivel regional y local, donde han existido fórmulas recurrentes entre los grandes partidos y los partidos nacionales, regionalistas y locales, especialmente en Cataluña, el País Vasco, la Comunidad Valenciana y Baleares. Por tanto, sí que existe cultura de pactos en España, solo que en el nivel general ha sido menos frecuente y con dinámicas de poder muy desiguales, con un socio principal muy fuerte respecto al socio minoritario.</p>
<h2>Los partidos quieren mejorar sus resultados electorales</h2>
<p>Otro de los argumentos, a menudo utilizado como crítica, es el de entender que determinados partidos quieren forzar unas nuevas elecciones para obtener mejores resultados. Las <a href="http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=14458">encuestas parecen indicar</a> que habría una mejora de los resultados del Partido Socialista, el principal actor en la ronda de negociaciones, así como un repunte del PP, una caída de Podemos y un estancamiento de Ciudadanos y Vox. </p>
<p>Sin embargo, un factor importante detrás de los resultados electorales sería la forma en la que los votantes asumen el papel de cada partido en las negociaciones de la investidura fallida. Esto es especialmente relevante en el bloque de la izquierda, que ha sido el eje más implicado en la investidura. En la medida en la que los votantes crean que el PSOE ha jugado la carta de forzar elecciones para poder posicionarse mejor, y que esta jugada sea entendida como un acto egoísta, los votantes podrían penalizarles.</p>
<p>Ocurriría lo contrario si los votantes pensaran que las demandas de Podemos han sido desproporcionadas en relación con su número de escaños. Sin embargo, el votante de centro y centro izquierda también podría premiar o castigar especialmente a Ciudadanos y al Partido Popular si entienden que los esfuerzos por un pacto de Estado con Sánchez para evitar un gobierno con Podemos y formaciones nacionalistas han sido exiguos.</p>
<p>Así pues, apostar todo al estado actual de las encuestas – aunque <a href="https://theconversation.com/cuanto-han-acertado-las-encuestas-115828">acertaran</a> a día de hoy – podría ser una decisión muy arriesgada si pensamos en la dificultad para predecir que las percepciones de lo que ha sido la investidura se mantengan. Además, la movilización del votante de cada bloque podría ser un factor muy relevante que incluir en la previsión de los resultados.</p>
<h2>El fraccionamiento es el problema</h2>
<p>Las leyes electorales son un culpable muy socorrido en muchos análisis de la política. En incontables ocasionales se busca un elemento del sistema electoral, se aísla de su contexto y se propone una reforma del sistema en su conjunto atendiendo solamente a los beneficios que aportaría y sin tener en cuenta las implicaciones que eso supone. Es habitual oír que cambiando el sistema de reparto (d’Hondt) o haciendo una circunscripción única se solucionaría todo, incluyendo el fraccionamiento y, por tanto, las dificultades en las negociaciones. </p>
<p>No obstante, una modificación que a simple vista puede ser menor (sin serlo en realidad) <a href="https://aceproject.org/ace-es/topics/pc/pcc/pcc03">cambiaría las dinámicas</a> no solamente de formación de gobierno, sino también los incentivos en el voto o el funcionamiento institucional.</p>
<h2>Entonces, ¿cuál es el motivo?</h2>
<p>En realidad, no hay uno, sino varios. Todos ellos pueden jugar su parte de “culpa” en el fallido intento de investidura. Convendría añadir un elemento que a veces es visto con cierto recelo, puesto que se acostumbra de subsumir en alguno de los anteriores argumentos: las dificultades de articular programas comunes y coherentes. </p>
<p>Finalmente, tampoco conviene pensar que las dificultades que atraviesan los partidos en España para formar gobiernos sea un completo fracaso irreparable. En la evolución de muchos sistemas (desde biológicos hasta políticos) es habitual atestiguar a cambios graduales y lentos, a modo de equilibrio puntuado.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/123788/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carles Pamies no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Ante la convocatoria de nuevas elecciones, no conviene pensar que las dificultades que atraviesan los partidos en España para formar gobiernos sean un completo fracaso irreparable.Carles Pamies, Investigador en la Universidad Autónoma Madrid. Anteriormente, he sido investigador visitante en el Centre d'Études Européennes (Sciences Po, París)., Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1237852019-09-19T19:51:40Z2019-09-19T19:51:40ZNuevas elecciones en España: ¿fracaso u oportunidad?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/293277/original/file-20190919-22425-1x0d43.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4600%2C3064&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/madrid-spain-december-20-2015-voter-353265677?src=Baqq1PG7oeYfqysQFsprcQ-1-52">Shutterstock/nobelio</a></span></figcaption></figure><p>Todo converge para que el 10 de noviembre los españoles volvamos a las urnas. El <a href="http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=99&tipo=2">art. 99 de la Constitución Española</a> prevé la repetición electoral si ningún candidato logra ser investido en el Congreso. Estamos, pues, dentro de la normalidad democrática, aunque muchos ciudadanos estarán indignados con nuestros dirigentes políticos por no haber logrado un acuerdo de gobernabilidad.</p>
<p>En estos momentos se buscan culpables del fracaso, y los partidos procuran cargar en otros la responsabilidad de la repetición electoral. Sin embargo, todos son responsables.</p>
<p>Por ser el partido con más escaños, el PSOE y Pedro Sánchez son responsables de no haber sido capaces de armar esa mayoría. Pero también el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, por rechazar una y otra vez las distintas ofertas del PSOE, y su empeño (obsesivo) de formar parte de un gobierno de coalición sin ofrecer soluciones intermedias viables (su <a href="https://twitter.com/Pablo_Iglesias_/status/1172487635253772289?s=20">propuesta de coalición revisable</a> generaba más problemas que soluciones).</p>
<p>Por su parte, Albert Rivera es también responsable. Su oferta de última hora no resultaba creíble. El hecho de haberla anunciado en rueda de prensa sonaba a jugada electoral para frenar la sangría de votos que las encuestas le pronostican a Cs. </p>
<p>Pablo Casado, <a href="https://twitter.com/pablocasado_/status/1174039661884432391?s=20">al inhibirse de favorecer la gobernabilidad con su abstención</a>, ha mostrado también poco sentido de estado ante la coyuntura especialmente compleja que tenemos por delante (sentencia del Procés, desaceleración económica, Brexit…) y que nos pillará con un gobierno en funciones durante varios meses. De eso es también responsable.</p>
<h2>Una oportunidad</h2>
<p>Ante la situación de mutua desconfianza de todos contra todos, la repetición electoral puede verse como una oportunidad.</p>
<p>Aunque estoy entre los que no querían que se repitieran las elecciones, una vez tomada la decisión de ir a las urnas el 10-N, confío en que sean una oportunidad para que se clarifique el mapa político.</p>
<p>Es evidente que hay riesgo de que se repita una situación tan fragmentada como la actual (ya ocurrió con la repetición electoral del <a href="http://www.congreso.es/consti/elecciones/generales/resultados.jsp?fecha=26/06/2016">26-J de 2016</a>). Así lo señalan las encuestas de las últimas semanas. Pero <a href="http://www.cis.es/cis/opencms/ES/NoticiasNovedades/InfoCIS/2019/Documentacion_3253.html">esas encuestas tienen una debilidad</a>, que no les permite realizar un pronóstico solvente sobre lo que podría ocurrir el 10 de noviembre. </p>
<p>Me refiero a que se han hecho antes de que los ciudadanos conozcamos que la repetición electoral no es una posibilidad, sino una realidad. La indignación que puede sentir la ciudadanía una vez convocadas las elecciones modificará, sin duda, el ánimo de los encuestados, y eso podría alterar las estimaciones de las encuestas al cambiar el nivel de abstención y el trasvase de votos entre partidos.</p>
<p>Además, la pugna de los partidos por eludir la propia responsabilidad de la repetición electoral y atribuírsela a los otros, utilizando argumentos de grueso calado en los mítines de campaña, tendrá un efecto indudable en el voto de los ciudadanos. Estamos por tanto ante una situación de gran incertidumbre, que no se irá despejando hasta que no se hagan nuevas encuestas, una incertidumbre que nos acompañará hasta el mismo día de la votación.</p>
<p>De manera sintética cabe presentar tres situaciones hipotéticas, teniendo en cuenta sólo a los partidos de ámbito nacional.</p>
<p>1) <strong>Todo sigue igual</strong></p>
<p>La abstención afectaría por igual al bloque de derecha y de izquierda, y el trasvase de votos dentro de cada bloque sería de escasa magnitud (el PSOE subiría algo al beneficiarse de las limitadas pérdidas de UP, mientras que el PP recogería las pequeñas pérdidas de Cs y Vox). Tendríamos entonces una situación similar a la de ahora, con los dos bloques prácticamente igualados en votos y con escasa diferencia en escaños. </p>
<p>Seguiríamos ante un problema de gobernabilidad, muy similar al de 2016. El nuevo bloqueo sólo se podría resolver o bien con la formación de un gobierno de coalición entre PSOE y UP o bien con la abstención de PP y Cs, tal como hizo el PSOE para que pudiera ser investido Rajoy, y evitar volver a las urnas por tercera vez. Podría parecer que la repetición electoral habría servido para poco, pero los partidos tendrán que afrontar la situación con características distintas a las de ahora al estar ante la urgencia de evitar un nuevo bloqueo que sería totalmente injustificable.</p>
<p>2) <strong>Fuerte ascenso del PSOE y el PP</strong></p>
<p>Habría, en el bloque de la izquierda, una fuerte subida del PSOE (en torno a 150 escaños) y un fuerte descenso de UP; y en el bloque de la derecha, un fuerte ascenso del PP y una sensible reducción de escaños tanto en Cs como en Vox. Sería algo así como el retorno del bipartidismo, si bien imperfecto por la presencia de otros partidos de ámbito nacional con capacidad de intervenir en la gobernabilidad, pero con menos escaños que ahora. En esa situación el PSOE podría gobernar en solitario o bien aceptar la cooperación de un debilitado UP o de un igualmente debilitado Cs, tras el obligado cambio estratégico del partido naranja a la vista de su derrota electoral.</p>
<p>3) <strong>Victoria de la derecha</strong></p>
<p>Una tercera situación sería que los tres partidos de la derecha (PP, Cs y Vox) sumen mayoría y reediten a nivel nacional los acuerdos a los que han llegado en ayuntamientos y comunidades autónomas. Dado que, entre ellos, la inicial desconfianza ha dado paso a una cooperación fluida, no parece haber ningún problema en reeditar esos acuerdos si consiguen la mayoría suficiente en el Parlamento.</p>
<p>Son tres situaciones hipotéticas, pero posibles, y que serán más o menos creíbles conforme se vayan realizando nuevas encuestas a partir de ahora y hasta el 10-N, y que tendremos ocasión de valorar y analizar.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/123785/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Eduardo Moyano Estrada. Trabaja en el IESA (Instituto de Estudios Sociales Avanzados) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.</span></em></p>Una vez tomada la decisión de ir a las urnas el 10 de noviembre, hay que confiar en que sean una oportunidad para que se clarifique el mapa político.Eduardo Moyano Estrada, Profesor Investigación del CSIC Área Sociología. Analista político., Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA - CSIC) Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1176412019-05-27T19:59:43Z2019-05-27T19:59:43ZSin pactos no hay gobiernos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/276627/original/file-20190527-193540-vlnr6z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=17%2C8%2C5973%2C3979&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/caceres-extremadura-spain-april-02-2019-1382243168">Esteban Martinena Guerrer / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Tal y como sucede en esas películas o series en las que no es hasta el final cuando se revela la fuerza de un actor que creíamos secundario, así ha sucedido en esta larga noche electoral.</p>
<p>El ciclo de 2019 se cerró el domingo con la celebración de las elecciones europeas, locales y autonómicas. Sí, usted ha leído bien, autonómicas en doce Comunidades Autónomas.</p>
<p>Si tenemos en cuenta que la política estatal española ha estado en una situación de <em>stand by</em> hasta la noche del domingo, es pertinente ahora situarse ante el paisaje con el que deberemos convivir en los próximos cuatro años.</p>
<h2>¿Segunda vuelta?</h2>
<p>Una de las primeras consideraciones es si estas elecciones europeas, locales y autonómicas pueden leerse en clave de “segunda vuelta” para las principales formaciones políticas españolas. </p>
<p>Aunque algunos partidos -en especial el Partido Popular- han intentado que así fuera para recuperarse de los <a href="http://resultados-elecciones.rtve.es/generales/2019/congreso/">malos resultados</a> obtenidos en las elecciones generales del 28 de abril, lo cierto es que difícilmente podemos hacer dicha lectura.</p>
<p>Un elemento clave para entender los resultados autonómicos -así como incluso en mayor medida los resultados locales- es tener claro que las dinámicas de voto no tienen porqué corresponderse con otros niveles territoriales. Es decir, el proceso de decisión del voto de los ciudadanos no únicamente se rige por las grandes tendencias estatales, sino que toma en consideración cuál es el marco político en el que se celebra la votación.</p>
<p>En este sentido, aunque la proximidad de los resultados del 28A haya podido condicionar la elección del voto en algunos casos, a buen seguro que los factores que más han pesado son los relativos a la propia Comunidad Autónoma. Ejemplo de ello son los resultados del <a href="http://www.rtve.es/noticias/20190526/prc-miguel-angel-revilla-arrolla-pp-parlamento-cantabria/1946073.shtml">Partido Regionalista de Cantabria</a>, cosechando una clara victoria cercana a la mayoría absoluta, habiendo obtenido sólo un diputado en las elecciones generales.</p>
<h2>Nuevos actores</h2>
<p>Uno de los elementos más relevantes del nuevo escenario autonómico es la irrupción de nuevos actores que todo apunta a que asumirán roles distintos. </p>
<ul>
<li><p>En primer lugar destaca la confirmación de la irrupción de la ultraderecha en buena parte de las Comunidades Autónomas. Así, <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/abascal-advierte-de-que-vox-hara-valer-sus-votos-para-formar-gobiernos/10010-3985668">VOX</a> obtiene por primera vez representación parlamentaria en Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Madrid y Murcia, si bien con menos fuerza que las expectativas que la misma formación había generado. Como veremos, esa representación autonómica apunta a suertes dispares en lo que a condicionar la formación de gobierno se refiere.</p></li>
<li><p>En segundo lugar, estas elecciones han visto también la aparición de una nueva formación, <a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/especiales-informativos/carmena-reconoce-no-podra-seguir-frente-del-ayuntamiento-madrid-dejara-politica-cuando-se-constituya-nievo-gobierno-local/5242538/">Más Madrid</a>, a raíz de las diferencias en el seno de Podemos en la Comunidad de Madrid y que quizás habrá resultado en un intento no demasiado exitoso por recuperar el gobierno autonómico para las fuerzas de izquierda.</p></li>
</ul>
<h2>Viejos rockeros</h2>
<p>Como es conocido, “<em>los viejos rockeros nunca mueren</em>”, y esa parece ser la explicación de la recuperación de cuotas de poder autonómico que ha obtenido el <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/el-psoe-gana-las-elecciones-aunque-pp-resiste-y-recupera-madrid/10002-3985686">PSOE</a>. </p>
<p>A excepción de Cantabria y Navarra, en las restantes diez comunidades en liza los socialistas se han alzado con la victoria, si bien de ello no se deriva necesariamente liderar los respectivos gobiernos autonómicos. </p>
<p>Unido a eso, es relevante constatar como, también en el ámbito autonómico, Pedro Sánchez ha culminado con buena nota el proceso de recuperación del capital político que -sin ir más lejos- parecía herido de muerte tras las autonómicas de 2015 y las generales de 2015 y 2016.</p>
<p>Pero quienes también han esquivado un escenario tremendamente problemático han sido <a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/especiales-informativos/casado-partido-popular-ya-iniciado-remontada-hemos-vuelto/5242680/">Pablo Casado y el PP</a>, toda vez que la irrupción de Vox, unida a la consolidación de Ciudadanos <a href="http://resultados-elecciones.rtve.es/autonomicas/2019/comunidad-de-madrid">en el ámbito autonómico</a>, le permiten aún unos movimientos negociadores que tras la debacle estatal del 28A parecían perdidos.</p>
<p>A ello se une, obviamente, la posibilidad real de mantener el liderazgo en la Comunidad de Madrid así como en la capital, aunque en todos los casos deberá afrontar un proceso de negociación que en ninguno de ellos será cómodo ni fácil.</p>
<h2>Pactar, sí o sí, para gobernar</h2>
<p>Pero quizás, el elemento más relevante que se desprende de los resultados de las autonómicas del 26M es la confirmación de la obligatoria necesidad de situar el acuerdo, el pacto y la negociación en el centro del escenario.</p>
<p>Efectivamente, si algo apuntaron los resultados de las generales del 28A y debería quedar claro tras estas autonómicas es que será obligado <strong><em>pactar para gobernar</em></strong>. </p>
<p>Así, en Aragón, Baleares, Canarias, Castilla y León, Madrid, Murcia y Navarra será obligado que los ganadores (esencialmente el PSOE) centren los próximos días en abrir un proceso de negociación para la formación de gobiernos regionales.</p>
<p>Y ello sólo puede lograrse mediante la construcción de acuerdos de coalición con otras formaciones con las que compartir el poder; bien es cierto que en Asturias o en La Rioja se puede intentar la aventura de gobernar en solitario, en minoría, aunque tampoco sería un escenario deseable.</p>
<h2>Las dinámicas multinivel</h2>
<p>Es precisamente ahora cuando cobra especial importancia la capacidad de entender la importancia de lo que denominamos <strong><em>dinámicas multinivel</em></strong>: en estados descentralizados (o compuestos) ningún nivel político-territorial funciona en “el vacío”. Todo está interrelacionado, tanto en el plano vertical como en el horizontal. </p>
<p>Por un lado, la formación de gobierno en el ámbito estatal influye en la formación de los gobiernos autonómicos y éstos sobre los gobiernos locales. </p>
<p>Por otro lado, en un breve lapso de tiempo -el próximo 15 de junio- no sólo se formarán los nuevos gobiernos locales al mismo tiempo en más de los ocho mil municipios españoles, sino que también se estarán desarrollando al mismo tiempo las negociaciones en esas doce CCAA.</p>
<p>Además, lo relevante de ese escenario complejo de múltiples negociaciones simultáneas es que planeará sobre el mismo la negociación para la formación del gobierno estatal, con un PSOE en posición de dominio de la negociación y Unidas Podemos en franco retroceso de sus bazas negociadoras. ¿Sabrán estar a la altura los diferentes actores en cada nivel? ¿Entenderán por fin que sin pacto no hay gobierno?</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/117641/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Josep Maria Reniu Vilamala no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La última cita electoral constata que serán muy pocos los municipios y las comunidades autónomas en las que se gobierne en solitario.Josep Maria Reniu Vilamala, Profesor Titular de Ciencia Política y de la Administración, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1177032019-05-27T00:01:28Z2019-05-27T00:01:28ZLas europeas se consolidan como unas elecciones distintas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/276496/original/file-20190526-187179-1ltmzgc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C3138%2C2196&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/black-white-close-eye-blue-europe-30574300"> gualtiero boffi / shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Las elecciones al Parlamento Europeo son, para muchos, unos comicios de <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0261379410001095">segundo orden</a>: los ciudadanos siguen sin saber muy bien qué son y cómo funcionan las instituciones europeas. Los temas que se abordan en la campaña electoral son de tipo nacional y no <a href="https://tinyurl.com/y5qu9l3b">europeo</a>, las tasas de participación electoral son bajas y los partidos pequeños obtienen mejores resultados que en elecciones generales.</p>
<p>Al menos, durante varios años así han sido consideradas, aunque recientemente, debido a las implicaciones que han tenido para el devenir de las <a href="https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0010414017710259?journalCode=cpsa">democracias europeas</a>, han empezado a tenerse en cuenta casi al mismo nivel que las de ámbito nacional. </p>
<p>En España, las elecciones europeas rompieron con la dinámica de ser consideradas de segundo orden en 2014, ya que supusieron el inicio de un cambio de ciclo político. Un nuevo partido que hasta el momento era prácticamente desconocido y que había surgido 5 meses antes de las elecciones, Podemos, consiguió más de 1 millón de votos, que significaron 5 de los 54 escaños que le corresponden a España en el Parlamento Europeo. Fueron (y luego las elecciones autonómicas y locales lo constataron) el pistoletazo de salida de la formación de Pablo Iglesias, que poco después entraría con 69 escaños en el Congreso de los Diputados, tras obtener más del 22 por ciento de los votos.</p>
<p>En 2019, sin embargo, el orden de las elecciones se ha invertido, y las generales han antecedido a las europeas, que, en lugar de marcar las pautas de un nuevo ciclo electoral, han consolidado el que se abrió con las <a href="https://tinyurl.com/y435x3wq">generales de abril</a>. Así, si algo ha quedado claro tras estos comicios es que:</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/276579/original/file-20190527-40021-9xclmu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/276579/original/file-20190527-40021-9xclmu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/276579/original/file-20190527-40021-9xclmu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=231&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/276579/original/file-20190527-40021-9xclmu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=231&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/276579/original/file-20190527-40021-9xclmu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=231&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/276579/original/file-20190527-40021-9xclmu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=291&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/276579/original/file-20190527-40021-9xclmu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=291&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/276579/original/file-20190527-40021-9xclmu.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=291&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"><strong>(1)</strong> En 2014 Podemos e IU se presentaron de forma separada, ahora forman la coalición Unidas Podemos. <strong>(2)</strong> En 2014 EPDD y LPD se presentaron de forma separada, ahora forman la coalición Ahora República. <strong>(3)</strong> Consideramos que Compromiso por Europa (2019) es Primavera Europea (2014)</span>
</figcaption>
</figure>
<ul>
<li><p>Ciudadanos se queda muy lejos de superar al Partido Popular (aunque sube 5 escaños desde 2014), que continúa su retirada en relación con las europeas (pierde 4 escaños en relación a 2014) pero mejora. Pese a haber sido la tercera fuerza, estos resultados confirman dos tendencias que habíamos visto en elecciones generales: la formación naranja se confirma como un partido al alza (multiplica casi por cuatro sus apoyos). Pero no está claro si resistirá mejor el paso del tiempo que su homónimo en juventud, Podemos. En comparación con las generales, se desinfla (pierde más de un 3 por ciento), lo que, sumado a la recuperación del PP (de otro 3 por ciento) lo aleja significativamente de la posibilidad de convertirse en el partido dominante en el flanco derecho del espectro ideológico. </p>
<p>El ensanchamiento de las diferencias entre PP y Cs respecto a las generales (de un tibio 0,84% en las primeras a 7,87% en las segundas) es especialmente grave, ya que aquí no cabe hablar de la “ausencia de músculo local.</p></li>
<li><p>Que la derecha está fragmentada lo evidencia el resultado de Vox que, de la nada, se hace con 3 escaños. Todo apunta a que pronto se unirán a la Gran Coalición de la derecha radical anti-europea que encabezan Matteo Salvini, de la Lega italiana (partido más votado en Italia en estas Europeas), y Marine Le Pen, de la Agrupación Nacional (antes, Frente Nacional) en <a href="https://tinyurl.com/y6zx385y">Francia</a> (primera fuerza en las Europeas de 2019). Los guiños entre estas formaciones así lo <a href="https://tinyurl.com/y33wb57c">evidencian</a>. Sin embargo, pierde un 3 por ciento en relación con las generales, lo que apunta a un frenazo muy temprano en su proyección.</p></li>
<li><p>Unidas Podemos confirma la vieja tendencia electoral española otrora protagonizada en solitario por su socio IU, según la cual, cuando el PSOE conseguía un buen resultado, IU se hundía y, cuando el PSOE estaba más débil, IU obtenía grandes apoyos. Si en 2014 las elecciones al Parlamento Europeo catapultaron a Podemos, en 2019, abren una herida que será difícil de curar sin las medicinas adecuadas. Se dejan un 8 por ciento respecto a las europeas del 2014 y un 4 por ciento respecto a las generales del mes pasado. Su futuro, también en Europa, pasa por lo nacional.</p></li>
<li><p>Los partidos nacionalistas y regionalistas que integran Ahora Repúblicas y Lliures suman 5 de los 54 escaños. Es decir, suben un escaño con relación a 2014. Ahora habrá que ver en qué partido Europeo terminan por integrarse. </p></li>
<li><p>El PSOE reedita en las europeas su recuperación en las generales. Ha sido la fuerza más votada (y con diferencia) con cerca del 33 por ciento del apoyo electoral y un total de 20 escaños (6 más que en 2014). ¿Corresponde esto a una excepcionalidad española o supone más bien una vía posible para la salida de la crisis de la socialdemocracia en <a href="https://tinyurl.com/y5bd6u9v">Europa</a> ? Los resultados del PvdA en Holanda animan a pensar que los socialdemócratas se están recuperando, pero los del PS francés y el SPD alemán (entre otros) obligan, como mínimo, a ser cautelosos.</p></li>
</ul>
<p>En general, las elecciones europeas siguen dejando claro que las dinámicas nacionales poco tienen que ver con las que se dan en Europa. Mientras que el eje izquierda - derecha es predominante a nivel local, la dimensión pro-Europa y contra-Europa domina la competición supranacional.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/117703/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Ciudadanos queda muy lejos de superar al PP, el PSOE consolida su fuerza y la derecha evidencia su fragmentación tras los resultados de Vox.Andrés Santana, Assistant Professor of Political Science, Universidad Autónoma de MadridJosé Rama, PhD(c), Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1177012019-05-26T23:50:28Z2019-05-26T23:50:28ZEl PSOE apuntala su mandato de cambio<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/276503/original/file-20190526-187189-r87rtm.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C121%2C1812%2C1128&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Representación gráfica de los resultados de las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.rtve.es/noticias/resultados-elecciones-municipales/mapa-interactivo/">Rtve</a></span></figcaption></figure><p>Votamos según preferencias y emociones. Somos racionales, pero no tanto. Por eso, para interpretar los resultados de esta doble o triple elección se necesita comprender el estado de ánimo individual y colectivo. Porque, desde Aristóteles, sabemos que somos animales políticos. </p>
<p>Solo esta condición explica que votemos por un partido en una administración y por otro distinto en la misma circunscripción y el mismo día. Esa idea política, más emocional que racional, explica la disparidad de resultados. Por mostrar un ejemplo, solo así se explica que <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/ciudadanos-obtiene-una-victoria-historica-que-no-frena-al-independentismo/10002-3474267">Ciudadanos gane en las autonómicas catalanas</a>, <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/triunfo-historico-de-erc-en-cataluna-con-un-psc-al-alza-y-la-irrupcion-vox/10002-3963370">ERC en las nacionales</a> y <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/la-lista-de-puigdemont-se-impone-en-cataluna-seguida-psc-y-erc/10010-3985583">Junts per Catalunya en las europeas</a>. </p>
<p>En efecto, ha cambiado el calendario, ya que hacía veinte años que no coincidían las municipales, europeas y autonómicas, y el contexto político, con vientos de cola para el PSOE y la consolidación de los nuevos partidos. Ciudadanos, Podemos y Vox ya no merecen la etiqueta de “nueva política”, porque su presencia pasa a ser estable y permanente. </p>
<p>El análisis postelectoral merece una interpretación general y otra particular. La agregación de alcaldes ofrece una fotografía del poder cercano y real, que ofrece soluciones políticas al ciudadano. Con o sin competencias, los alcaldes con un apoyo sólido son fuentes de poder y voces relevantes en el panorama nacional. </p>
<p>Por eso, votamos por encima de siglas convencionales y favorecemos mandatos de duración más larga que en las nacionales: es nuestro alcalde, le votemos o no. La interpretación particular habrá de fijarse en municipios que representan esa tendencia de cambio de ciclo o que aún ofrecen asideros sólidos al Partido Popular, cuyo futuro se juega en las próximas semanas. Veamos.</p>
<h2>Efecto arrastre de Sánchez</h2>
<p>El PSOE se beneficia del efecto arrastre. Tras los <a href="https://theconversation.com/elecciones-generales-en-espana-el-ganador-el-perdedor-y-la-sorpresa-116147">resultados de las nacionales de abril de 2019</a>, dan sensación de partido recuperado para un proyecto a largo plazo. Atrás queda la inestabilidad del periodo 2015-2016 y la moción de censura de junio de 2018. Con el liderazgo renovado y el apoyo masivo de las ciudades, se antoja un ciclo largo para Sánchez. Gobiernos tales como <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/caballero-establece-un-nuevo-record-20-de-27-concejales-en-vigo/10010-3985511?utm_source=wwwefecom&utm_medium=rss&utm_campaign=rss">Vigo</a>, Coruña, <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/el-psoe-gana-en-sevilla-capital-a-tres-escanos-de-la-mayoria-absoluta/10010-3985543">Sevilla</a> y Santiago de Compostela apuntalan el proyecto socialista.</p>
<h2>El PP aguanta el tipo</h2>
<p>El Partido Popular aguanta el tipo, aunque presente unos resultados pésimos. No ha habido una transferencia masiva de votos, que hubiera liquidado el proyecto de Casado. <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/el-pp-podria-retener-malaga-su-gran-alcaldia-con-apoyo-de-cs-al-82-escrutado/10010-3985556?utm_source=wwwefecom&utm_medium=rss&utm_campaign=rss">Málaga</a>, Zaragoza y Córdoba son ciudades de referencia para construir un discurso nacional, aunque la joya de la corona es Madrid. La recuperación de la <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/carmena-pierde-el-ayuntamiento-de-madrid-con-88-4-escrutado/10010-3985504">alcaldía de la capital</a>, con los apoyos que sean, es todo a un tiempo: premio para Martínez Almeida, gran desconocido para quienes viven extramuros, tabla de salvación para Casado, quien realizó una apuesta muy personal, y contrapoder para el PSOE, imbatible en casi todo.</p>
<h2>Ciudadanos, crisis de madurez</h2>
<p>Ciudadanos es un partido al límite. A ojos de un observador optimista, crece y crece en cada ronda electoral. Sin embargo, el análisis detallado muestra que es un proyecto en su crisis de madurez. El liderazgo de Albert Rivera ha llevado a la formación hasta un techo espectacular, pero no consigue ser la primera elección en casi ninguna administración. </p>
<p>En la peor etapa del PP, Ciudadanos no consigue superarle. Por eso, será un apoyo necesario en multitud de gobiernos autonómicos y municipales, pero no el corazón de las decisiones políticas. Y es una mala noticia: tendrá que aguantar tripartitos con el PP y Vox o bien apoyar al PSOE en otros municipios. Rivera debe plantearse más pronto que tarde la sucesión al frente del partido. Tiene tres años largos para construir la candidatura de Arrimadas.</p>
<h2>Desplome de Podemos</h2>
<p>Podemos acelera su capacidad de autodestrucción. Ha completado el desplome y pierde influencia real en su único feudo, que es Madrid. La ocurrencia de competir contra sus compañeros ha minado las posibilidades reales y ha atomizado el voto. Nunca fraccionar resultó en multiplicar. </p>
<p>Lejos de la capital, la sopa de siglas y liderazgos alternativos desdibuja la capacidad para ser un partido de izquierdas con vocación nacional. En su caso, el carisma de alcaldes en <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/kichi-revalida-como-alcalde-de-cadiz-rozando-la-mayoria-absoluta/10010-3985561">Cádiz</a>, <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/ribo-retiene-la-alcaldia-de-valencia-y-podra-volver-a-gobernar-con-el-pspv/10010-3985548">Valencia</a>, <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/colau-felicita-a-maragall-y-propone-erc-psc-un-gobierno-de-izquierdas/10010-3985620">Barcelona </a>o A Coruña representan demasiados versos sueltos como para considerarlos parte de un proyecto nacional compartido. Es el gran perdedor.</p>
<h2>Vox, en estado gaseoso</h2>
<p>Vox apunta a partido gaseoso. Sube, baja y ¿desaparece? La <a href="https://www.europapress.es/nacional/noticia-colon-abascal-casado-rivera-posan-foto-final-concentracion-20190210133320.html">foto de Colón</a> benefició la visibilidad de un partido protesta, pero carente de bases o estructuras para afrontar un desafío como las municipales. En éstas, se vota a rostros conocidos y con cierto tirón. No valen los eslóganes y la lejanía del Congreso: o nosotros o la casta. Es el otro perdedor sustancial de la noche… aunque consigan algún alcalde vistoso y vociferante. Aten sus cinturones, que vienen declaraciones en curva.</p>
<h2>Las fuerzas nacionalistas</h2>
<p>Y de los partidos a dos ciudades significativas. Bilbao es la ciudad del PNV y su éxito refrenda una política particular, que se extiende a San Sebastián y Vitoria. Las tres capitales incrementarán la presencia nacionalista vasca y veremos crecer nuevas voces y proyectos. Y sirvan mis últimas líneas para Barcelona, la otra capital de España, la ciudad que mejor representa las contradicciones de la sociedad catalana y, por extensión, la española. <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/erc-supera-a-colau-en-votos-pero-empatan-concejales-con-el-72-escrutado/10002-3985574">Ha ganado ERC a Barcelona En Comú</a> en el último suspiro y, salvo sorpresa, Maragall será el nuevo alcalde. </p>
<p>En síntesis, se viene un tiempo de liderazgo institucional muy sólido en manos del PSOE, el PP respira después de un mes muy largo, Ciudadanos se gripa, y Vox y Podemos se aminoran. ¡Larga vida a las municipales!</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/117701/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Luis Manfredi no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Vienen tiempos de liderazgo institucional muy sólido en manos del PSOE, el PP respira después de un mes muy largo, Ciudadanos se gripa, y Vox y Podemos se aminoran.Juan Luis Manfredi, Profesor titular de Periodismo, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1161472019-04-29T00:02:40Z2019-04-29T00:02:40ZElecciones generales en España: el ganador, el perdedor y la sorpresa<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/271311/original/file-20190428-194603-1y4xm4h.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=251%2C360%2C3320%2C1851&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los líderes del PSOE, PP y Ciudadanos comparecieron simultáneamente ante los medios y sus seguidores.
</span> <span class="attribution"><span class="source">RTVE</span></span></figcaption></figure><p>Decía Raymond Aron que la democracia era un ideal político inconmensurable. Sin embargo, como sistema, ofrecía poco espacio para las emociones fuertes. Al fin y al cabo, la competencia entre partidos y opciones políticas se circunscribía a periódicas elecciones con programas convergentes. En el aburrimiento, la única amenaza seria era la consideración de la democracia como un procedimiento, un conjunto de instrumentos al servicio de las políticas públicas.</p>
<p><a href="https://jhupbooks.press.jhu.edu/title/assessing-quality-democracy">Diamond y Morlino</a> corrigieron al pensador francés, indicando que la calidad de la democracia se construye sobre las normas, pero se completa con el contenido de las mismas y la evaluación de los resultados. La instrumentalización de la política excluye las emociones, materia prima para la oferta política populista, a la izquierda y la derecha del arco parlamentario.</p>
<p>No sabemos si Aron mantendría su tesis en la España actual. Desde la fallida XI Legislatura de 2015, se han sucedido multitud de novedades. Los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Refer%C3%A9ndum_de_independencia_de_Catalu%C3%B1a_de_2017">sucesos de Cataluña en octubre de 2017</a>, la aplicación del <a href="http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=155&tipo=2">artículo 155</a> de la Constitución Española, la derrota del PSOE en las <a href="https://www.efe.com/efe/espana/infografias/resultados-de-las-elecciones-al-parlamento-andalucia/50000569-3833246">elecciones autonómicas andaluzas</a>, la primera <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Moci%C3%B3n_de_censura_contra_Mariano_Rajoy_de_2018">moción de censura</a> exitosa, la emergencia de Vox o de Cayetana Álvarez de Toledo, la llegada de Pablo Casado o la confirmación de Inés Arrimadas como alternativa sólida en Cataluña… o en España. ¡Bendito aburrimiento procedimental!</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/271307/original/file-20190428-194606-1xgirtf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/271307/original/file-20190428-194606-1xgirtf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=354&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/271307/original/file-20190428-194606-1xgirtf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=354&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/271307/original/file-20190428-194606-1xgirtf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=354&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/271307/original/file-20190428-194606-1xgirtf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=445&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/271307/original/file-20190428-194606-1xgirtf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=445&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/271307/original/file-20190428-194606-1xgirtf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=445&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.resultados.eleccionesgenerales19.es/">Ministerio de Interior. Gobierno de España.</a></span>
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<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/271445/original/file-20190429-194612-1mk5jqz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/271445/original/file-20190429-194612-1mk5jqz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/271445/original/file-20190429-194612-1mk5jqz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=551&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/271445/original/file-20190429-194612-1mk5jqz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=551&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/271445/original/file-20190429-194612-1mk5jqz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=551&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/271445/original/file-20190429-194612-1mk5jqz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=693&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/271445/original/file-20190429-194612-1mk5jqz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=693&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/271445/original/file-20190429-194612-1mk5jqz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=693&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Resultados al 99'99% del escrutinio.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.resultados.eleccionesgenerales19.es/">Ministerio de Interior. Gobierno de España.</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>El nuevo escenario</h2>
<p>En este contexto, <a href="https://www.resultados.eleccionesgenerales19.es/Congreso/Total-nacional/0/es">los resultados de esta noche</a> dejan una nueva normalidad a la que habrá que acostumbrarse.</p>
<ul>
<li><p><strong>El PSOE consigue su objetivo</strong>. Tiene una victoria electoral sobre la que apalancar su estrategia de gobierno pasado y plantear un nuevo proyecto a corto plazo. Con un gobierno de apoyo inestable y geometría variable, es posible que veamos más medidas sociales y de corte emocional. Parece difícil aventurar una legislatura larga. En todo caso, el liderazgo de Pedro Sánchez es indiscutible. Tras las autonómicas y municipales, veremos qué sucede con las voces críticas que aún quedan en el partido. Ganador.</p></li>
<li><p><strong>El PP tiene un problema serio</strong>. Tiene que definir un proyecto rápido, antes de las municipales y autonómicas, para que este resultado no sea el principio del declive. En comunicación y comportamiento político se estudian los efectos <em>bandwagon</em> o “arrastre”, que explica que si cuaja la idea de que el PP está en descomposición, los votantes huirán de forma masiva. Y ahora tienen dos -o más- alternativas de elección. No es un razón estática, sino resultado de las decisiones que tomen Casado y su equipo en los próximos días. Pierde. Y pierde mucho.</p></li>
<li><p><strong>Ciudadanos padece la crisis de madurez</strong>. Con más de 55 escaños, no termina de liderar el centro derecha. En el contexto político actual, o bien alcanza alguna cuota relevante de poder –liderar la oposición o entrar en el gobierno– o empezará a ser observado con la etiqueta de partido de apoyo, no de gobierno. Piensen en la evolución de los liberales demócratas en el Parlamento Británico. Gana, pero pierde.</p></li>
<li><p><strong>Unidas Podemos se ha recuperado en la segunda semana de campaña</strong>. Ha caído en votos y escaños porque su posicionamiento político ha achicado los yacimientos de voto. Tendrá premio en la medida en que su apoyo será decisivo en el proceso de elección del presidente. En la segunda vuelta, su voz será escuchada. Pierde, pero gana.</p></li>
<li><p><strong>Vox es la sorpresa que esperábamos</strong>. Por un razón sencilla: ahora está en el terreno en el que recibirá apoyo mediático y podrá visibilizar sus demandas. En el premio, lleva la responsabilidad: ahora tendrá que mojarse en demandas y políticas concretas, no en eslóganes ocurrentes. Comparte la lección con Podemos: los votantes van y vienen. No tomemos como suelo o techo electoral este resultado de 2019, porque <a href="https://mariajosecanel.com/matriz-transferencia-voto-abril-2016-analisis/">las transferencias de voto no han hecho más que empezar</a>. Ganador.</p></li>
<li><p><strong>Los partidos nacionalistas mantienen su línea</strong>. No es poca cosa en un escenario de cambio y revuelo. Ganan todos, pero sobre todo destaca el resultado de ERC, que ha conseguido apoderarse de la esfera catalana.</p></li>
</ul>
<p>En conclusión, se plantea este nuevo escenario como la primera vuelta de las municipales con enorme carga de suspense. Cuando España se aburre, a la manera del <a href="https://www.lemonde.fr/le-monde-2/article/2008/04/30/quand-la-france-s-ennuie_1036662_1004868.html">mítico artículo de Pierre Viansson-Ponté</a> previo a la explosión parisina de mayo de 1968, aparecen nuevas tensiones, nuevos escenarios políticos y nuevos actores. Nos esperan emociones parlamentarias, <a href="https://theconversation.com/y-entonces-a-quien-le-importa-el-debate-115884">con o sin debates</a>, pero seguro que con polarización.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/116147/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Luis Manfredi no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Desde 2015 la política española ha vivido en una montaña rusa. Cataluña, el artículo 155, la moción de censura, la irrupción de Vox… El suspense, tras nuevo escenario tras el 28A, está asegurado.Juan Luis Manfredi, Profesor titular de Periodismo, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1159202019-04-24T08:15:45Z2019-04-24T08:15:45ZDebate electoral: el ‘bibloque’ sustituye al bipartidismo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/270677/original/file-20190424-19297-1hvz97s.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C1948%2C1000&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Momento "libro" del debate electoral de Atresmedia.</span> <span class="attribution"><span class="source">Atresmedia</span></span></figcaption></figure><p>El debate es un arte de la dialéctica desde muy antiguo, en el que para ganar el participante debe mostrar actitudes y aptitudes, definidas por una línea argumental clara, una réplica precisa con hechos ciertos en los que su oratoria, control del espacio y lenguaje corporal consigan el convencimiento del oponente o al menos el del espectador, quien externamente lo juzga. </p>
<p>Por eso el debate es tan necesario en democracia como el programa de gobierno, máxime si lo que está en juego es un cargo presidencial personal en el que la negociación y pacto serán valores determinantes para la gestión de gobierno a partir del 29 de abril. </p>
<p>Lo de ser determinante es otra cosa, tanto como colgar carteles junto a las farolas de una calle. El problema es si no lo haces o no participas, por lo que al quinto en el pleito esta situación no le favorece, entrando en la confrontación aunque fuese de manera indirecta abrazando el victimismo.</p>
<p>En la actual arena política, combatir una línea argumental, la programática, ha sido en este caso muy dinámica, al escuchar diversidad en las opciones, pero al tiempo sesgada desde el principio por el pacto o el acuerdo de bloques. La defensa de con quién podré o no estar se ha definido desde el principio con réplicas salidas de tono y actuaciones premeditadas ante la cámara, como el intercambio de libros entre Rivera y Sánchez. </p>
<h2>Dialéctica e impacto visual</h2>
<p>Estas situaciones se permiten en dialéctica y persiguen el impacto visual del espectador. La aceptación por todos de saberse en un escenario de pacto para gobernar ha marcado desde el principio las dos horas de intercambio de posturas. Iglesias, en este caso, se ha mostrado moderado y socio necesario de gobierno con el PSOE, quien desde una postura firme a través de Sánchez no ha cerrado puertas a nadie, pero sí ha negado pactos territoriales, mostrándose condescendiente con las “caricias” sociales de Podemos. </p>
<p>La sintonía del bloque de derecha ha sido más evidente y de ataque conjunto a Sánchez, en el que el nivel de Rivera ha rozado la mala educación, empobreciendo su argumento que, sin embargo, siempre ha sido claro y directo. El insulto no es necesario y si se provoca debe corregirse por el señor Vallés y la señora Pastor, que para eso estaban. Aunque fue un rol, el de árbitro, que Podemos hizo suyo.</p>
<p>Sobre los no presentes, casi innombrables por los posibles socios, fueron reclamados claramente en el trato de la violencia de género por el bloque de izquierda, y por supuesto en el pacto inicial junto al problema territorial por la derecha. El libro de Abascal y la foto con Torra fueron algunos de los recursos utilizados. </p>
<p>Por otra parte, el menosprecio a Iglesias por el bloque de la derecha le ha dado una perspectiva conciliadora y de claridad argumental que ha sabido rentabilizar, pues se trajo a la mesa la tesis del Presidente, y en el mismo debate se permitió que Podemos ofertara una batería de propuestas sobre vivienda ante la que nadie recordó su “casoplón” que hizo tambalear su postura por unos días con la consulta interna en su partido.</p>
<h2>Formas y maneras</h2>
<p>Volviendo al tema de formas y maneras, Casado se supo mostrar como líder de la oposición, con la intención de provocar la caída de Sánchez desde la derecha calmando la réplica de Rivera y mostrando calidad argumental junto a una capacidad clave en el manejo de un ingente conjunto de datos. </p>
<p>Sánchez estaba sereno, más firme, convencido como presidente y potencial ganador, obviando el indulto, pero afirmando las líneas rojas de la autodeterminación y el referéndum. No obstante, el discurso no era directo al espectador sino demasiado recurrente ante los moderadores. Iglesias manejó un discurso ágil pero excesivo, quizá venido a más por el claro impacto del regalo de la tesis al Presidente.</p>
<p>Para terminar, el debate no tuvo un titular de impacto sobre alguna novedad gubernamental, ninguno de los candidatos aportó novedad sobre la forma apriorística de hacer o conformar un pacto de gobierno. Tampoco sobre el empleo, la economía, inmigración, violencia de género, problema catalán, sanidad, educación o vivienda, pero si que Iglesias al ser evitado por sus contendientes aprovechó para exponer con claridad y presumir en su ejecución si gobierna junto al PSOE por lo que lo condiciona claramente al reparto del ejecutivo.</p>
<p>De esta forma, más que por los méritos de uno, por los deméritos del otro, esta puesta en escena entre candidatos deja como mejor rentabilizado los tiempos de los Pablos y en un segundo plano a Rivera y Sánchez, justo ese posible pacto que muchos siguen viendo posible a pesar de la negación de Ciudadanos.</p>
<p>Claramente la España bipolar sigue viva pasando del partido al bloque, pero contando con la división social y de seguidor o fans como recurso político, veremos, como todos valoraron posteriormente, qué decidimos los españoles el próximo 28A y qué papel jugarán en este bibloque político los innombrables, pero eso ya es otra historia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/115920/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Víctor Raúl López Ruiz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Debatir es una técnica dialéctica clásica cuyo efecto determinante no está del todo claro. Pero los candidatos, sea como sea su oratoria o argumentación, deben participar. Debatir es tan necesario como el programa de gobierno.Víctor Raúl López Ruiz, Profesor Titular de Universidad, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1158842019-04-23T22:13:27Z2019-04-23T22:13:27ZY entonces, ¿a quién le importa el debate?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/270563/original/file-20190423-175514-1jledkv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C979%2C501&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Captura de la emisión del debate electoral en Atresmedia el 23 de abril de 2019.</span> <span class="attribution"><span class="source">Atresmedia</span></span></figcaption></figure><p>Dos debates. A falta de uno, las elecciones generales se van a articular alrededor de dos espectáculos televisados. Porque desde el proceso de selección de fechas y participantes hasta el análisis posterior de ganadores y perdedores, la televisión política reina en la configuración de la estrategia electoral. </p>
<p>No, no voy a repetir el argumento de Kennedy y Nixon, el careo entre Miterrand y Chirac o el patrio entre Aznar y González. </p>
<p>La televisión importa y centra porque es capaz de agitar la estrategia, las decisiones de los candidatos y el estado de ánimo de los votantes. </p>
<ul>
<li><p>En la estrategia, porque los cuatro con más oportunidades a priori se ven abocados a participar o bien ausentarse. <a href="http://www.canalsur.es/arenas-no-acude-al-debate-por-falta-de-neutralidad/195572.html">Recuerden las desastrosas consecuencias de la “silla vacía” de Javier Arenas en las andaluzas de 2012</a>. </p></li>
<li><p>En las decisiones de los presidenciables, porque en el minuto de oro y, de hecho, en cada intervención tienen que colocar un mensaje preciso y segmentado para cada tipo de votante. Por eso, nos parece que son sucesiones de “mini-mítines” acumulados y no una conversación natural. </p></li>
<li><p>Y, para conocer el estado de ánimo, basta con seguir las redes sociales, revisar la mensajería instantánea o consultar las encuestas que publican los diarios. Ese “¿a quién ha visto ganador?” muestra bien la línea editorial de los lectores, que proyectan en estas encuestas digitales unas emociones, argumentos propios de <a href="http://www.paginaindomita.com/la-democracia-sentimental/">la democracia sentimental que argumenta Manuel Arias Maldonado</a> y no tanto un examen racional. </p></li>
</ul>
<p>El giro afectivo de la política alimenta a la televisión, que a su vez riega nuestros móviles recalentados tras dos horas de debate.</p>
<h2>La participación ceremonial</h2>
<p>Con cerca de un 40% de indecisos, la televisión crea oportunidades de comunicación política. Se trata de aprovechar “la participación ceremonial” que describieron <a href="http://www.hup.harvard.edu/catalog.php?isbn=9780674559561">Daniel Dayan y Elihu Katz en 1993</a>. </p>
<p>Esta interpelación a la audiencia aprovecha la actitud pasiva del espectador para formar opinión pública a través de momentos memorables, perfiles heroicos y toda clase de eventos mediáticos. </p>
<p>Antes de la aparición de las redes sociales y los memes, los dos autores señalaron cómo la audiencia se apropia de lo que ve en televisión para convertirlo en parte de su vivencia, de su memoria colectiva. Hoy, los debates son artillería para la producción transmedia que consumimos en el móvil sin filtros. Esos montajes, amateurs las más de las veces, reflejan la apropiación de eslóganes políticos en pro de un instante emocional compartido en la virtualidad real de la comunidad política digital.</p>
<h2>La estética presidenciable</h2>
<p>Esta hipótesis refuerza el carácter performativo de la televisión política y la creación de una estética presidenciable. Aquí sorprende –o no- la indumentaria de <strong>Pablo Iglesias</strong>, estupenda para sus electores, pero poco apropiada para captar nuevos votantes. En la televisión, estética y mensaje caminan de la mano e Iglesias prefiere la vis académica de Somosaguas. </p>
<p><strong>Pedro Sánchez</strong> emplea registros emocionales que aspiran a conectar con jóvenes, mujeres e indecisos, tres grupos demasiado genéricos para afinar un repertorio de soluciones políticas concretas y ajustadas a sus demandas reales. </p>
<p>Para <strong>Pablo Casado</strong>, el debate no es un instrumento útil para sus objetivos electorales. Un tono demasiado agresivo puede movilizar a la izquierda y un tono demasiado seco, aburrir a su parroquia… que ahora sí tiene otras ofertas en el mercado electoral. Su semántica conservadora clásica está acotada a la derecha por las bravuconadas de Vox o el apellido liberal de Ciudadanos, constante en todas sus intervenciones. </p>
<p>Por último, <strong>Albert Rivera</strong> tiene un desafío concreto: poner su capacidad retórica al servicio de una imagen presidenciable. Por eso me atrevo a señalar que ganó el primer debate, de acuerdo con su propia estrategia: “O Pedro o yo”. Esta construcción de un imaginario colectivo plantea una amenaza severa, propia de un partido en su crisis de madurez. Rivera no puede ser siempre el candidato del futuro, a la manera del Brasil de Zweig. O ahora, o tendrá que dejar paso a <strong>Inés Arrimadas</strong>.</p>
<p>Por este motivo, los dos debates representan una oportunidad para los partidos políticos ahora y en la próxima cita del 26 de mayo. Porque el entretenimiento de esta semana de Pascua sentará las bases del nuevo espectáculo. No se lo pierdan.</p>
<h2>El quinto en discordia</h2>
<p>Coda. Vox. Que no sale en la pantalla grande, pero circula sus propios vídeos a gran velocidad. <strong>Santiago Abascal</strong> juega otra baza, ligada a su enorme carisma y el señalamiento de un territorio común, una patria española a la antigua, que facilita la polarización y la simplificación. </p>
<p>Su estrategia mediática conecta con una corriente contracultural en auge, aquella que defiende el <em>do-it-yourself</em>, la cultura del maker y la apropiación de técnicas comunicativas. Menuda paradoja: el reaccionario vehicula sus mensajes con técnicas posmodernas y de signo populista, en la línea de <a href="https://www.revistadelibros.com/articulo_imprimible.php?art=1823&t=blogs">lo propuesto por el profesor Carlos de la Torre</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/115884/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Luis Manfredi no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La campaña de las elecciones generales del próximo 28 de abril se ha articulado alrededor de dos debates televisivos. La televisión importa y centra porque es capaz de agitar la estrategia, las decisiones de los candidatos y el estado de ánimo de los votantesJuan Luis Manfredi, Profesor titular de Periodismo, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1158272019-04-23T12:27:20Z2019-04-23T12:27:20ZLa cuestionable influencia de los debates electorales<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/270420/original/file-20190423-175535-b26vd1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1897%2C1063&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/especiales-informativos/cinco-mejores-momentos-del-debate-rtve/5159998/">Rtve.es</a></span></figcaption></figure><p>En promedio, desde los comicios fundacionales de la democracia de 1977 y hasta 2016, la participación electoral ha sido de un 72,6 por ciento. Esta participación, que ha ido en descenso desde los años 80, ha estado muy condicionada por la competitividad electoral, es decir, por lo reñidas que están unas elecciones. </p>
<p>Si hasta ahora la limitada oferta partidista facilitaba a los electores el decantarse por una u otra opción, desde 2015, con la multiplicación de la oferta, lo que las encuestas constatan es que con mayor frecuencia el votante espera hasta el <a href="http://agendapublica.elpais.com/elecciones-en-la-niebla/">último momento</a> para elegir el partido al que dar su confianza. </p>
<p>Los <a href="http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/listaMuestras.jsp?estudio=14447">preelectorales</a> del CIS de las pasadas elecciones señalaban que, para 2008, un 30 por ciento estaba a estas alturas indeciso; ese porcentaje fue del 32 por ciento en 2011; del 42 por ciento en 2015 y del 32 por ciento en las revalidas electorales de 2016. En las actuales de 2019, la cifra de indecisos vuelve a parecerse a 2015: más de un 42 por ciento de votantes no sabe aún a qué partido votar. </p>
<p>Lo sorprendente, sin embargo, es que estos indecisos si los comparamos con los de 2015, hoy se concentran en el flanco derecho del espectro ideológico. De esto son ya conscientes los partidos que, durante la campaña electoral, buscan decantar la balanza a su favor: ya sea movilizando a sus antiguos votantes, a aquellos que en anteriores comicios habían optado por abstenerse o, incluso, intentando seducir a aquellos que en anteriores citas electorales habían depositado su voto en otras formaciones políticas. Para conseguir captar a estos electores menos leales a una marca, tanto el debate del lunes de TVE como el de Atresmedia resultan claves.</p>
<h2>Un país sin tradición</h2>
<p>En España no ha existido propiamente una tradición de debates electorales emitidos por televisión entre los candidatos a la presidencia. Desde que en <a href="https://www.youtube.com/watch?v=QazmVHAO0os">1960</a> Nixon y Kennedy diesen el pistoletazo de salida a este tipo de <em>choques</em>, fueron muchos los países que decidieron emular esta fórmula de confrontación política. Sin embargo, durante los años 70, Adolfo Suárez, presidente por la UCD, se negó a participar de cualquier tipo de debate. En los años 80, Felipe González, al frente del Gobierno por el PSOE, fue igual de reacio. </p>
<p>En 1993 se produjo uno de los escenarios en los que el debate tuvo mayor influencia. Dos debates tuvieron lugar entre Felipe González, que seguía como presidente del Gobierno, y José María Aznar, por entonces líder del refundado PP. En el primero salió victorioso, de forma clara, Aznar. En el segundo, en el que el candidato por el PP no quería ya participar, Felipe González consiguió imponerse de tal forma que pudo mantenerse, al menos por tres años más, en el poder. Esta experiencia negativa de los debates hizo que el PP se excusase de participar en ellos durante varios años. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=262&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=262&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=262&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=329&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=329&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=329&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Primer debate televisado entre Felipe González y José María Aznar en 1993. EFE / RTVE.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.rtve.es/noticias/20111017/cuatro-grandes-debates-televisados-democracia-espanola/468922.shtml">Rtve.es</a></span>
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<p>El resto de confrontaciones políticas tuvieron lugar en 2008, entre el Presidente José Luís Rodríguez <a href="https://www.youtube.com/watch?v=swzwiWno6so">Zapatero</a> y el líder de oposición por el PP, Mariano Rajoy; en 2011, entre Alfredo Pérez Rubalcaba (candidato por el PSOE) y, de nuevo, Mariano Rajoy y ya en 2015 y 2016, pero esta vez a cuatro (con la incorporación en el debate de Podemos y Ciudadanos que, pese a no tener representación parlamentaria, pudieron participar en el <a href="https://elpais.com/politica/2019/04/16/actualidad/1555423404_066406.html">debate</a>). </p>
<p>La influencia en el voto de los debates no está del todo clara. Pese a que los partidos se afanan en medir cada uno de los pasos de los candidatos a la presidencia: estudian al milímetro la altura de los atriles en los que han de situarse, los turnos de intervención, las horas de llegada de los candidatos al plató de televisión, los bloques temáticos de debate o, incluso, el color de su camisa; que los votantes vean condicionado su voto a causa del resultado del debate es muy cuestionable.</p>
<h2>Lo que dicen los medios</h2>
<p><a href="https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2012/10/03/what-political-scientists-know-about-debates/?noredirect=on&utm_term=.b0f51831dd6a">Varios estudios</a> apuntan a que las encuestas no cambian su dirección después del debate y que, por lo general, la opinión de los votantes sigue siendo la misma antes y después de que este tenga lugar. </p>
<p>Algunos <a href="https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2012/10/03/what-political-scientists-know-about-debates/?noredirect=on&utm_term=.7406c2541a4d">trabajos</a> señalan que más que el debate en sí, lo que importa es lo que dicen los medios sobre él. Un estudio reveló que quienes más se vieron afectados por el debate fueron aquellos que conocieron la opinión de los medios sobre el supuesto vencedor, mientras que aquellos que desconocían esta información no variaron su postura tras el debate. </p>
<p>En España, en uno de los <a href="http://www.cis.es/cis/opencm/ES/3_publicaciones/colecciones/ver.jsp?id=9788474764673">trabajos</a> que de forma más comprensiva han estudiado el efecto de las campañas electorales, se apuntó a la existencia de un nuevo tipo de efecto de las mismas: la desactivación de los votantes. Así, los electores desactivados serían aquellos que, debido a campañas negativas de los partidos (ataque directo a otros candidatos) y al no diálogo entre formaciones, si bien tenían pensado ir a votar antes de la campaña electoral, tras los acontecimientos que se suceden durante la misma, optan por quedarse en casa. </p>
<p>Con todo, si algo está claro es que la influencia de los debates se verá moderada por dos <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1475-6765.1995.tb00473.x">factores</a>: el primero, por el <strong>nivel educativo de los votantes</strong> (los votantes <em>más sofisticados</em> son los menos propensos a verse afectados por el debate) y el segundo, por la <strong>lealtad partidista</strong> (los electores que se sienten identificados con un partido exhiben una probabilidad menor de cambiar de partido tras el debate).</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/115827/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Rama no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Buscan afianzar a los leales y movilizar a los indecisos. En España hay poca tradición de debates electorales, pero los electores parecen más influidos por lo que dicen los medios que por el debate en sí.José Rama, PhD(c), Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1149252019-04-11T20:34:14Z2019-04-11T20:34:14Z¿Rebaja de impuestos o más gasto social? La economía también se debate en campaña<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/268807/original/file-20190411-44785-kfw1p0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C8%2C5982%2C1985&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">Tostphoto / Shutterstock</span></span></figcaption></figure><p>La economía es siempre uno de los ejes más importantes de la política. Para las elecciones del próximo 28 de abril hemos analizado el modelo que persiguen PSOE, PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y VOX, utilizando sus programas electorales o bien las declaraciones de alguno de sus dirigentes. Llama la atención que, iniciada la campaña electoral, algunos partidos aún no hayan publicado sus propuestas.</p>
<h2>PSOE</h2>
<p>El Partido Socialista Obrero Español ha presentado <a href="http://www.psoe.es/media-content/2019/03/110-principales-medidas-del-Programa-Electoral-del-PSOE-para-las-generales-del-28-de-abril-de-2019.pdf">110 medidas</a> y en el ámbito económico destaca dos prioridades: </p>
<ul>
<li><p>cohesión social </p></li>
<li><p>fomento de la inversión productiva. </p></li>
</ul>
<p>También hacen mención a medidas como la <strong>subida gradual del salario mínimo interprofesional</strong>, propuestas destinadas a las pequeñas y medianas empresas y acciones para <strong>combatir la despoblación y el envejecimiento en el medio rural</strong>. </p>
<p>Se trata por tanto de un gasto eminentemente social. Por el lado de los ingresos buscan intensificar la <strong>progresividad</strong> del sistema fiscal, lo que se traduce en aumentar la carga impositiva a grandes empresas y ciudadanos con mayores ingresos y patrimonios. </p>
<p>En el programa también observamos un marcado acento en la <strong><a href="https://www.efe.com/efe/espana/economia/la-lucha-contra-el-fraude-supero-los-15-000-millones-en-2018-y-sube-1-4/10003-3882685">lucha contra el fraude fiscal</a></strong> y los <strong><a href="https://www.efe.com/efe/america/economia/la-ue-incluye-a-emiratos-arabes-unidos-y-oman-en-su-lista-de-paraisos-fiscales/20000011-3922162">paraísos fiscales</a></strong>. </p>
<p>Es interesante que indiquen que su política económica es compatible con la reducción del déficit y la deuda pública, puesto que las políticas de gasto adoptadas en estos meses de gobierno se han caracterizado precisamente por lo contrario.</p>
<h2>PP</h2>
<p>El Partido Popular propone, si llega al poder, realizar una <strong>auditoría externa</strong> para comprobar la situación presupuestaria después de las medidas económicas adoptadas por el PSOE durante su mandato. La política económica del PP incluye:</p>
<ul>
<li><p>bajadas y simplificaciones tanto del IRPF (tipo máximo por debajo del 40%) como del impuesto de Sociedades (del 25% al 20%)</p></li>
<li><p>descartan reducir el gasto social o servicios públicos y </p></li>
<li><p>pretenden garantizar el poder adquisitivo de las pensiones. </p></li>
</ul>
<p>Aquí surge una paradoja: si se reducen los impuestos, ¿cómo puede mantenerse el gasto o reducir la deuda pública? Esto se explica porque, según comentan los especialistas económicos del partido, las rebajas fiscales ampliarán las bases imponibles, es decir los ingresos sujetos a tributación. </p>
<p>La idea es que con una fiscalidad baja se incentive el consumo, salga a la luz economía sumergida y se incentive la actividad empresarial, incluso atrayendo compañías extranjeras que se instalen en España. Se pone como ejemplo a Irlanda, país que atrae mucha inversión directa extranjera debido a su bajo Impuesto sobre Sociedades (12,5%) y a la facilidad para realizar negocios en el país. </p>
<p>Todo esto teniendo como base teórica la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Curva_de_Laffer">curva de Laffer</a> donde existe un tipo impositivo óptimo (t*) donde se produce la máxima recaudación (R*) y, a partir de ese punto, un ascenso de los tipos impositivos reduciría la recaudación. Este tipo de políticas económicas ya fueron en su día aplicadas por los <strong>gobiernos de Ronald Reagan y George W. Bush</strong> con aumentos del déficit y de deuda pública al final de sus mandatos y considerables incrementos de la desigualdad. El último episodio de estos recortes impositivos lo está protagonizando actualmente <strong>Donald Trump</strong>, pero los resultados son aún inciertos.</p>
<h2>Ciudadanos</h2>
<p>Ciudadanos tiene como <a href="https://www.ciudadanos-cs.org/">prioridades</a> la <strong>educación</strong>, el <strong>mundo rural</strong> y las <strong>políticas familiares</strong>. También consideran básico continuar con las reformas estructurales en el terreno económico. En el programa indican que no subirán los impuestos a las clases medias o trabajadoras y, de hecho, <strong>proponen bajar el IRPF para que el tipo máximo no exceda el 44%</strong>. </p>
<p>En cuanto al mundo rural, Ciudadanos se compromete a <strong>reducir un 60% el IRPF en municipios despoblados</strong> y a ampliar el alcance de la fibra óptica. También quieren fomentar la competencia y el mercado en el sector energético, eliminar durante dos años los impuestos a los emprendedores que creen empresas tecnológicas y destinar el 2% del PIB a la innovación. </p>
<p>Respecto a los ingresos, las medidas incluyen la lucha contra el fraude fiscal, la <strong>eliminación de las diputaciones</strong> y la <strong>auditoria del gasto público</strong>, con intención de reducir el despilfarro. </p>
<p>Habría que analizar si el gasto que implican estas acciones se puede cubrir con las medidas propuestas sin aumentar los impuestos. </p>
<h2>Unidas Podemos</h2>
<p><a href="https://lasonrisadeunpais.es/programa/">Unidas Podemos</a>, por su parte, opta por la vía del gasto social con medidas como: </p>
<ul>
<li><p>la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 1.200 euros, </p></li>
<li><p>la renta de 600 euros para parados y personas en riesgo de exclusión social, </p></li>
<li><p>la jornada laboral de 34 horas semanales, </p></li>
<li><p>la recuperación de los 60.000 millones de rescate bancario, </p></li>
<li><p>la creación de una empresa pública de energía y </p></li>
<li><p>la nacionalización de Bankia. </p></li>
</ul>
<p>Por el lado del ingreso se proponen <strong>impuestos a las grandes fortunas</strong>, aumentos de la tributación de las rentas del capital, subidas del IRPF a las rentas superiores a 100.000 euros anuales e <strong>incrementos del impuesto de Sociedades</strong>. </p>
<p>Ante este programa surge la duda de si los ingresos son suficientes ante tal magnitud de gasto y si estas medidas no desincentivarían la actividad económica.</p>
<h2>VOX</h2>
<p>VOX <a href="https://www.voxespana.es/espana/programa-vox-espana">propone</a> una bajada masiva de impuestos, reducción del peso del Estado en la economía, la reforma del sistema de autonomías, un tipo único del IRPF del 21%, la creación de un Ministerio de Familia y Natalidad o la centralización de la Educación y la Sanidad. </p>
<p>Habría que preguntarse cómo va a mantenerse el Estado del Bienestar con esta masiva bajada de impuestos, así como los efectos en la desigualdad de las medidas propuestas. </p>
<p>En definitiva, es importante observar si los partidos siguen la senda de las reformas estructurales que son claves para el crecimiento futuro del país y si son razonables los gastos y las vías de financiación propuestas con vistas a mejorar los desequilibrios existentes en la economía española.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/114925/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jorge Hernando Cuñado no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Unos optan por aumentar las pensiones, otros prefieren adelgazar la estructura del Estado. Las cinco opciones políticas con mayores posibilidades de salir elegidas recogen en sus programas las medidas que consideran necesarias para mejorar la economía.Jorge Hernando Cuñado, Profesor de Economía y Empresa, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.