Vienen tiempos de liderazgo institucional muy sólido en manos del PSOE, el PP respira después de un mes muy largo, Ciudadanos se gripa, y Vox y Podemos se aminoran.
Desde 2015 la política española ha vivido en una montaña rusa. Cataluña, el artículo 155, la moción de censura, la irrupción de Vox… El suspense, tras nuevo escenario tras el 28A, está asegurado.
Debatir es una técnica dialéctica clásica cuyo efecto determinante no está del todo claro. Pero los candidatos, sea como sea su oratoria o argumentación, deben participar. Debatir es tan necesario como el programa de gobierno.
La campaña de las elecciones generales del próximo 28 de abril se ha articulado alrededor de dos debates televisivos. La televisión importa y centra porque es capaz de agitar la estrategia, las decisiones de los candidatos y el estado de ánimo de los votantes
Buscan afianzar a los leales y movilizar a los indecisos. En España hay poca tradición de debates electorales, pero los electores parecen más influidos por lo que dicen los medios que por el debate en sí.
Unos optan por aumentar las pensiones, otros prefieren adelgazar la estructura del Estado. Las cinco opciones políticas con mayores posibilidades de salir elegidas recogen en sus programas las medidas que consideran necesarias para mejorar la economía.
Secretario Académico del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEU-CEFAS), coordinador del Título de Experto en Liderazgo y Compromiso Cívico, Universidad CEU San Pablo