tag:theconversation.com,2011:/ca-fr/topics/fascismo-75973/articlesfascismo – La Conversation2023-12-10T22:16:43Ztag:theconversation.com,2011:article/2194242023-12-10T22:16:43Z2023-12-10T22:16:43ZFascismo ruso: los seis principios de la ideología nacionalista de Putin<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/564273/original/file-20231205-25-p5gwuq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2700%2C1794&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, en el cementerio Piskarevsky depositando flores en el monumento a los caídos en la Segunda Guerra Mundial, en enero de 2014.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/st-petersburg-russia-january-27-2014-1624870828">Akimov Igor/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El “ruscismo”, también conocido como fascismo ruso, es la ideología que constituye la columna vertebral del gobierno dictatorial de Vladimir Putin, que dura ya varias décadas. El término fue <a href="https://online.ucpress.edu/cpcs/article-abstract/31/1/1/418/Fascism-and-the-New-Russian-Nationalism?redirectedFrom=fulltext">acuñado por periodistas</a> para describir el ultranacionalismo ruso en Chechenia y Georgia a finales de la década de 1990. Sin embargo, comenzó a cristalizar en una <a href="https://www.nytimes.com/2022/04/22/magazine/ruscism-ukraine-russia-war.html">ideología de pleno derecho</a>, con un símbolo omnipresente –la letra Z en latín– tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. </p>
<p>La ideología <em>ruscista</em> tiene sin duda profundas raíces fascistas. Sus cimientos fueron sentados por el pensador político ultranacionalista ruso <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Iv%C3%A1n_Ily%C3%ADn">Ivan Ilyin</a> (1883-1954), cuya obra <a href="https://www.aljazeera.com/news/2022/10/26/how-fascist-are-putins-views">Putin ha citado con frecuencia en sus discursos</a>. Más recientemente, <a href="https://reees.macmillan.yale.edu/news/timothy-snyder-god-russian">Putin se ha inspirado en las obras de los pensadores modernos de extrema derecha Alexander Dugin y Timofey Sergeytsev</a>. Este último publicó un <a href="https://theconversation.com/manifesto-published-in-russian-media-reflects-putin-regimes-ruthless-plans-in-ukraine-181006">artículo en abril de 2022</a> en el que pedía la destrucción total del Estado ucraniano y de su identidad nacional.</p>
<p>El <em>ruscismo</em>, al igual que otras formas de fascismo, defiende un sistema político ultranacionalista y dictatorial con un líder supremo fuerte que exige la obediencia total de los ciudadanos (incluidos <a href="https://dgap.org/en/events/russkiy-mir-russian-world">todos los que viven en territorios de habla rusa</a>). Sin embargo, tiene algunas características que lo distinguen de otras ideologías de extrema derecha. Entre ellas se incluyen <a href="https://www.rand.org/pubs/perspectives/PE198.html">un desprecio total por la realidad objetiva</a> y un fuerte enfoque en el papel de Rusia en la historia mundial.</p>
<p>Los principios de Putin para gobernar son muy claros, y aquí hemos identificado seis que definen su política nacional e internacional.</p>
<h2>1. Rusia ganó la Segunda Guerra Mundial</h2>
<p>El <em>ruscismo</em> se apoya mucho en la historia. Según <a href="https://www.lemonde.fr/en/opinion/article/2023/05/09/behind-russia-s-obsession-with-1945-victory-lies-cult-of-endless-war_6025977_23.html">la propaganda</a> <a href="https://www.wilsoncenter.org/audio/crumbling-memory-russian-propaganda-world-war-ii-and-invasion-ukraine">difundida por Putin y sus seguidores</a>, Rusia (entonces la Unión Soviética) ganó la Segunda Guerra Mundial sin ayuda de nadie. Esta victoria otorga a Rusia un pase especial y perpetuo para cualquier pecado que pueda cometer.</p>
<p>Esto significa que fracasos como la Guerra Fría, el fiasco soviético en Afganistán y la brutal invasión rusa de Ucrania que comenzó en febrero de 2022 –junto con cualquier complicación que causen– son irrelevantes. Lo que realmente le importa a Putin es que Rusia derrotó al nazismo. Por esta razón, <a href="https://english.nv.ua/nation/top-five-myths-of-russian-propaganda-about-wwii-debunked-russian-invasion-of-ukraine-50240734.html">Putin hace constantes referencias a la Segunda Guerra Mundial y a la coalición antihitleriana en sus discursos</a>. De hecho, la justificación inicial dada para la invasión rusa de Ucrania fue liberar y <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2022/02/24/putin-denazify-ukraine/">“desnazificar” el país</a>. </p>
<h2>2. Rusia es una superpotencia mundial</h2>
<p>Putin sostiene que la disolución de la Unión Soviética ha sido la mayor <a href="https://www.nbcnews.com/id/wbna7632057">catástrofe geopolítica del siglo XX</a>, y su misión es devolver a Rusia su antigua gloria. </p>
<p>Para lograr este objetivo, Putin cree que Rusia debe demostrar su poder militar y exigir el respeto de la comunidad internacional. Por lo tanto, las invasiones de Georgia y Ucrania, así como su implicación en Siria, no son incidentes aislados, sino más bien <a href="https://www.egmontinstitute.be/syria-the-middle-east-and-the-war-in-ukraine/">un patrón de estrategia política deliberada y agresiva</a>.</p>
<h2>3. Rusia es una superpotencia nuclear</h2>
<p>El presidente ruso ha <a href="https://www.youtube.com/watch?v=e8gZUQMqDAI&t=93s">insinuado o declarado abiertamente</a> en varias ocasiones que Occidente debe tener en cuenta las capacidades nucleares de Rusia. También ha <a href="https://www.reuters.com/world/europe/putin-revokes-russias-ratification-nuclear-test-ban-treaty-2023-11-02/">abandonado los acuerdos internacionales para controlar las armas nucleares</a>, y ha <a href="https://www.bbc.com/news/world-europe-65077687">estacionado misiles nucleares en la vecina aliada Bielorrusia</a>. </p>
<p>Cree que el arsenal nuclear de Rusia impedirá que ningún país se atreva a atacarla directamente, y con frecuencia se lo recuerda al mundo.</p>
<h2>4. La disidencia debe ser aplastada</h2>
<p>Cualquiera que se oponga a Putin debe ser estrictamente controlado, acosado con regularidad, encarcelado y, si es necesario, eliminado físicamente. El principal ejemplo de ello es el abogado, líder de la oposición y activista Alexei Navalny, que ha sido repetidamente <a href="https://www.theguardian.com/world/2023/dec/02/jailed-putin-critic-alexei-navalny-faces-new-charges">encarcelado por cargos falsos</a>, e incluso <a href="https://www.theguardian.com/world/2020/dec/24/novichok-diagnosed-within-days-say-alexei-navalnys-german-doctors">envenenado con el agente nervioso novichok</a>.</p>
<p>Muchos otros opositores internos a Putin –como el líder comunista Gennady Zyuganov y, más recientemente, el nacionalista populista Vladimir Zhirinovsky– parecen representar poca amenaza para su gobierno indefinido.</p>
<h2>5. Apoyar a dictadores prorrusos</h2>
<p>Apoyando a dictadores prorrusos, como <a href="https://www.france24.com/en/live-news/20220228-russia-s-growing-ties-to-syria-amid-military-backing">Bashar al-Assad en Siria</a> o <a href="https://www.ft.com/content/6364a92e-0939-4cbe-9a4b-f7e05d80e2c2">Aleksandr Lukashenko en Bielorrusia</a>, Rusia puede demostrar su relevancia política ante Occidente. También indica lealtad a los aliados rusos, que pueden contar con Rusia independientemente de sus crímenes y políticas. </p>
<p>La mayoría de los aliados de Rusia no son democracias. De hecho, Rusia se ha comprometido recientemente a <a href="https://www.reuters.com/world/russia-says-it-will-build-close-ties-with-north-korea-in-all-areas-2023-10-26/">estrechar lazos con Corea del Norte</a>, un país ampliamente considerado como uno de los que tiene uno de los <a href="https://freedomhouse.org/country/north-korea/freedom-world/2022">peores historiales de derechos humanos del planeta</a>. Apoyar a países como éstos apunta a un elemento más clásicamente fascista de la ideología de Putin: quiere que el mundo sepa que la democracia no es el único modelo de gobierno viable.</p>
<h2>6. Culpar a Occidente</h2>
<p>Según la propaganda rusa, <a href="https://www.foreignaffairs.com/ukraine/putins-new-story-about-war-ukraine">Occidente es el único responsable de la invasión rusa de Ucrania</a>.</p>
<p>Los estadounidenses parecen ser el chivo expiatorio más útil y universal. Se les culpa de que Ucrania quiera entrar en la UE y la OTAN, y las fuentes de noticias rusas han llegado incluso a responsabilizar a Estados Unidos del <a href="https://www.atlanticcouncil.org/blogs/new-atlanticist/russian-war-report-russia-accuses-climate-weapons/">mal tiempo</a>. </p>
<p>Al presentar a Occidente, en su totalidad, como enemigo de los intereses rusos, Putin se proporciona a sí mismo un suministro ilimitado de argumentos y justificaciones para las continuas agresiones e invasiones de Rusia.</p>
<p>Los intentos de cuestionar las motivaciones de Rusia se encuentran a menudo con réplicas defensivas contra las potencias occidentales. Estas han incluido <a href="https://foreignpolicy.com/2022/03/03/putin-ukraine-russia-nato-kosovo/">cuestionar las acciones de la OTAN en Serbia y Kosovo</a> y <a href="https://carnegieendowment.org/2014/07/28/crying-genocide-use-and-abuse-of-political-rhetoric-in-russia-and-ukraine-pub-56265">destacar la violencia de los colonos estadounidenses contra los nativos americanos</a>.</p>
<h2>El fascismo echa raíces</h2>
<p>El “ruscismo” es ahora, a todos los efectos, la ideología estatal rusa. Ya existía antes de la actual guerra en Ucrania, pero el conflicto ha catalizado su propagación en las instituciones y en la población en general. Aunque es un sistema complejo que se basa en siglos de conflicto global, su objetivo es claro: una ideología, un líder, un Estado, una nación.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/219424/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Christo Atanasov Kostov no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La propaganda ideológica de Putin se apoya en gran medida en la historia rusa.Christo Atanasov Kostov, International Relations, Cold War, nationalism, Russian propaganda, IE UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1909592022-09-26T13:00:03Z2022-09-26T13:00:03ZItalia tras las elecciones: la ola de extrema derecha avanza por Europa<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/486514/original/file-20220926-23-othbrw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C4%2C2910%2C1711&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Giorgia Meloni, líder de los Hermanos de Italia y triunfadora de las elecciones generales en Italia, durante un mitin en Nápoles el 23 de septiembre de 2022.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/naples-italy-september-23-2022-political-2205833667">Shutterstock / M. Cantile</a></span></figcaption></figure><p>Giorgia Meloni es la clara ganadora de las <a href="https://elezioni.interno.gov.it/camera/scrutini/20220925/scrutiniCI">elecciones generales celebradas en Italia</a>. Su partido, Hermanos de Italia (Fratelli d’Italia - FdI) ha obtenido más del 26 % de los votos, en unas elecciones que se han caracterizado por la alta abstención (más del 36 %).</p>
<p>Esta vez las encuestas no han fallado. Se veía venir: la ola de extrema derecha avanza por Europa y todo indica que va a alcanzar el poder en uno de los países fundadores de la Unión Europea. A falta de que se ultime la asignación de los escaños, parece inevitable que el presidente de la república, Sergio Mattarella, asigne la formación de gobierno a la líder de los <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/1354571X.2022.2113216">herederos del Movimiento Social Italiano</a>, el partido posfascista que reivindicó durante décadas las bondades del régimen de Mussolini.</p>
<p>Los demás partidos salen todos malheridos, a excepción quizás del Movimiento 5 Estrellas, que ya se daba por muerto durante el verano al ser uno de los principales causantes de la caída del gobierno Draghi. El partido liderado por Giuseppe Conte, de hecho, ha obtenido algo más del 15 % de los votos, acercándose al Partido Democrático cuyo líder, Enrico Letta, ya ha dimitido. El PD no ha conseguido aumentar sustancialmente el apoyo que recibió en el 2018, quedándose en el 19 %. </p>
<p>Sale muy perjudicado también el líder de la Liga, Matteo Salvini, otrora gran capitán de la derecha Italiana y defensor ultra del cierre de las fronteras a los inmigrantes. Con un resultado por debajo de las expectativas (apenas supera el 8 %), el liderazgo de Salvini peligra, lo cual, además, podría representar una potencial fuente de inestabilidad para el próximo gobierno Meloni. Una vez terminada la luna de miel poselectoral, la Liga podría maniobrar para volver a ganar protagonismo y apoyo electoral, siendo un socio de gobierno difícil de gestionar.</p>
<p>De hecho, hay que destacar que buena parte del apoyo electoral obtenido por Meloni viene directamente del desplome de sus aliados de derecha –Liga y Forza Italia–. En el conjunto, la derecha italiana obtiene alrededor del 46 % de las preferencias, en línea con convocatorias electorales anteriores. La fragmentación de la izquierda y el sistema electoral que prima a las coaliciones explica en buena medida la mayoría parlamentaria que ha obtenido la suma de los tres partidos: Hermanos de Italia, Liga, y Forza Italia.</p>
<h2>Posibles escenarios de futuro</h2>
<p>Ahora bien, es imposible negar la derechización –no solo electoral– de la política italiana, y en este contexto hay que destacar posibles escenarios y consecuencias, tanto a corto como a largo plazo. </p>
<p>En primer lugar, el escenario: el horizonte, a corto plazo, se presenta no libre de dificultades para la derecha italiana llamada a gobernar. Es poco probable que la Italia de Meloni provoque inmediatamente un enfrentamiento con la Comisión Europea (a pesar de los rifirrafes verbales recientes). Lo que está en juego es el desembolso de los tramos restantes de los 200 mil millones de euros de los fondos del Next Generation EU. Y sin embargo, a medio y largo plazo la derecha en el gobierno en Italia promete batalla: la puesta en juego se centra en temas como políticas migratorias, derechos civiles y soberanía nacional.</p>
<p>A pesar de los intentos de desdemonización de la líder de FdI, los <a href="https://www.opendemocracy.net/en/5050/giorgia-meloni-far-right-brothers-of-italy-election-prime-minister-racism-gender/">discursos públicos contra la diversidad sexual, el matrimonio igualitario</a>, las políticas migratorias dirigidas por Bruselas o la relación entre política y religión certifican la posición ideológica ultra de Meloni. Además, cabe recordad que en 2018 la líder de FdI presentó un proyecto de reforma constitucional para eliminar la supremacía del derecho comunitario sobre el nacional. De confirmarse esta línea, Italia desafiaría el sistema legal de la UE, poniéndose del mismo lado que Polonia.</p>
<h2>La extrema derecha es una realidad</h2>
<p>Lo cierto es que, considerada en su conjunto, las fuerzas que han obtenido una mayoría clara en las urnas, más que una coalición de centro-derecha (<a href="https://www.ansa.it/documents/1660243246870_CENTRODESTRA.pdf">como se presenta formalmente en su programa oficial</a>) tienen todas las características del populismo radical de derecha: fuertes componentes antielitistas, discursos euroescépticos, políticas discriminatorias contra determinados grupos, y en cierto modo un posicionamiento crítico con el funcionamiento de las democracias liberales. Se trata de características muy similares a las de la mayoría de las fuerzas políticas populistas de derecha radical que han obtenido grandes éxitos en Europa, desde la reelección de Orbán en Hungría, pasando por el reciente<a href="https://theconversation.com/elecciones-en-suecia-gana-el-bloque-de-la-derecha-y-asciende-la-ultraderecha-190192"> <em>exploit</em> de los Demócratas Suecos</a> (más del 20 %, segundo partido del país) o también el 15,2 % de los votos obtenidos por Vox en España en 2019.</p>
<p><a href="https://ctxt.es/es/20190116/Politica/23898/Umberto-Eco-documento-CTXT-fascismo-nazismo-extrema-derecha.htm">Tanto la prensa como el mundo académico</a> debaten sobre los riesgos de una posible vuelta al fascismo, tal y como ha puesto de manifiesto <a href="https://www.fanpage.it/attualita/an-undercover-investigation-exposes-a-group-of-right-wing-extremists-influencing-italian-politics-from-the-shadows/">la reciente investigación publicada por Fanpage.it</a> sobre los vínculos entre FdI y grupos de extrema derecha. <a href="https://theloop.ecpr.eu/italys-odd-turn-to-the-right/">Y si hay quien piensa que estos temores pueden ser exagerados</a> –argumentando que las diferencias significativas entre los tres partidos de derecha en Italia (sobre cuestiones de integración europea, migración, guerra en Ucrania) augura inestabilidad en el seno de un probable gobierno Meloni–, lo cierto es que en una perspectiva de más largo plazo, las consecuencias políticas y sociales pueden ser muy importantes. </p>
<p>La extrema derecha, más que amenaza, es una realidad bien consolidada en Italia, y avanza en Europa. Fue <a href="https://www.repubblica.it/politica/2022/09/18/news/silvio_berlusconi_elezioni_anni_salute_forza_italia-365965903/">Berlusconi</a> en los años 90 el primero en desdemonizar a los herederos del fascismo, abriéndoles las puertas del gobierno. Ahora se cosechan las consecuencias: no solo la erosión paulatina de derechos civiles, sino también una sociedad más tolerante al discurso de odio, a la xenofobia y a formas de autoritarismo. El otoño puede ser largo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/190959/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>El triunfo de la ultraderechista Giorgia Meloni y su coalición con Salvini y Berlusconi en las elecciones italianas abre el camino a su discurso contra la diversidad sexual y el matrimonio igualitario, las políticas migratorias dirigidas por Bruselas o la relación entre política y religión.Paolo Cossarini, Postdoctoral Fellow, Universitat de ValènciaCarlo Berti, Postdoctoral Fellow, Universitat Rovira i VirgiliLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1900362022-09-22T17:20:30Z2022-09-22T17:20:30ZItalia vota y vuelve el miedo al fascismo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/485887/original/file-20220921-14-h2zuz3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C4610%2C2595&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Autobús con propaganda electoral de Fratelli D'talia por las calles de Roma.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/rome-14-september-2022-electoral-poster-2204366753">Shutterstock / Kraft74</a></span></figcaption></figure><p>Este domingo 25 de septiembre Italia celebra elecciones generales. <a href="https://www.rtve.es/noticias/20220909/encuestas-elecciones-italia/2398450.shtml">Todos los sondeos apuntan a que la derecha ganará</a> <em>a mani basse</em>, curiosa expresión italiana del mundo de la hípica que describe a aquel jinete que se impone tan sobradamente a los demás que no le hace falta siquiera tirar de las bridas para pasar primero por la línea de meta. </p>
<p>Siguiendo con las metáforas equinas, dentro de esa coalición el caballo ganador será <a href="https://www.fratelli-italia.it/">Fratelli d’Italia</a> cuya líder, Giorgia Meloni, superaría con creces a sus dos aliados, Matteo Salvini (<a href="https://legaonline.it/">Lega</a>) y Silvio Berlusconi (<a href="http://www.forza-italia.it/">Forza Italia</a>), pudiendo convertirse así en la primera mujer en gobernar el país. </p>
<h2>De la agenda Draghi al antifascismo trasnochado</h2>
<p>Cuando en febrero del 2021 Mario Draghi consiguió la <em>fiducia</em> (la confianza) que le permitió formar el 67º gabinete de la República italiana, todos los partidos menos Fratelli d’Italia se volcaron con el nuevo presidente. Tan solo diecisiete meses después, tres de sus socios de gobierno (el Movimento 5 Stelle, la Lega y Forza Italia) dinamitaron el ejecutivo y empujaron a Draghi a dimitir.</p>
<p>Siguió una campaña electoral veraniega caracterizada por la creación de un tercer polo centrista alineado con las políticas de Draghi, por el constante aumento de consensos de Fratelli d’Italia, por una ligera recuperación del Movimento 5 Stelle gracias, una vez más, a su “plato estrella”, la renta de ciudadanía, y por un Partito Democrático incapaz de crear una coalición de centro-izquierda y esgrimiendo el peligro del regreso al fascismo. </p>
<p>A un siglo exacto de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Marcha_sobre_Roma">marcha sobre Roma</a> que llevó al poder a Benito Mussolini y a su Partido Nacional Fascista, ese aviso podía hasta ser sugestivo; sin embargo, acabó cansando por repetitivo. Ya en 1994, después de que el novato (políticamente hablando) Berlusconi ganara las elecciones, <a href="https://www.corriere.it/politica/19_aprile_22/25-aprile-1994-grande-piazza-nacque-tic-insensato-nuovo-fascismo-9f25c0c0-6528-11e9-b0e8-52e3f9e9cd1b.shtml">la izquierda se movilizó contra el peligro de la vuelta al régimen fascista</a>. </p>
<p>Desde ese momento, siempre que la derecha amenaza con aproximarse a la victoria, la letanía antifascista vuelve impertérrita, reduciendo la campaña electoral progresista a una infructuosa caza de fantasmas del pasado.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/485889/original/file-20220921-7785-mqea0p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/485889/original/file-20220921-7785-mqea0p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/485889/original/file-20220921-7785-mqea0p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/485889/original/file-20220921-7785-mqea0p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/485889/original/file-20220921-7785-mqea0p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/485889/original/file-20220921-7785-mqea0p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/485889/original/file-20220921-7785-mqea0p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/485889/original/file-20220921-7785-mqea0p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Giorgia Meloni, líder del partido Fratelli d'Italia, durante un mitin electoral en Turín el 13 de septiembre de 2022.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/giorgia-meloni-leader-fratelli-ditalia-party-2202408947">Shutterstock / Antonello Marangi</a></span>
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<h2>¿A qué se debe el éxito de Giorgia Meloni?</h2>
<p>Corría el año 2013 cuando por primera vez Fratelli d’Italia se presentó a las elecciones: ni siquiera alcanzó el 2 %. En 2018, aún mejorando, logró un poco brillante 4 %. Ahora se le augura rozar el 25 %. Si en cuestión de cuatro años una cuarta parte de italianos está dispuesta a votar por Giorgia Meloni, eso no es señal de que Italia ha escorado rápidamente hacia el totalitarismo. Se debe más bien al hartazgo de una parte de la población la cual, indignada por los vaivenes que desde 2018 han llevado a gobernar el país primero al Movimento 5 Stelle con la Lega, luego al Movimento 5 Stelle con el Partito Democratico y, finalmente, a Draghi con el apoyo de casi todos los partidos, ve a Fratelli d’Italia como la última alternativa posible. Muchos votantes deben pensar que no queda otra que confiar en el único partido que se ha mantenido ajeno al área de gobierno en estos años. </p>
<p>Tampoco habría que descartar un <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_arrastre">efecto arrastre</a> de última hora. Dicho lo anterior, a pesar de que Meloni haya suavizado mucho su programa, tendrá necesariamente que satisfacer a ese 4 % que le ha sido fiel en tiempos difíciles y que conforma el núcleo duro del partido: los incondicionales de primera hora. </p>
<h2>Una complicada convivencia</h2>
<p>De cumplirse las expectativas de los sondeos, la derecha llegará al gobierno, pero no lo tendrá fácil para gobernar. Los tres partidos que conforman esta coalición no pueden ser más diferentes entre sí. Se va de una interpretación liberal de la política en Forza Italia, con su europeísmo y su vinculación internacional al Partido Popular Europeo, a una Lega euroescéptica, contraria a seguir imponiendo sanciones a Putin, pasando por el conservadurismo atlantista de tintes católicos de Fratelli d’Italia. Además, Meloni, cosechando una ventaja tan holgada sobre sus aliados, podría acabar como aquel ciclista que se descuelga del grupo para ir a ganar en solitario y que termina quedándose aislado del resto de su equipo. </p>
<h2>Reacciones internacionales</h2>
<p>Hace unos días, Lega y Fratelli d’Italia votaron en contra de una resolución del Parlamento Europeo (respaldada por el 81 % de los eurodiputados presentes) según la cual <a href="https://efe.com/efe/espana/mundo/el-varapalo-de-la-eurocamara-a-hungria-complica-acceso-fondos-congelados/10001-4885612">Hungría ya no se puede considerar una democracia plena</a>. Que Orbán gobierne una <a href="https://www.rtve.es/noticias/20190520/hungria-escenario-perfecto-iliberalismo-orban/1940480.shtml">democracia iliberal</a> no es ninguna novedad, él mismo se jacta de ello. Lo que sí sorprende es el momento en el que llega esta votación, casi una advertencia para los díscolos Salvini y Meloni. </p>
<p>Por otra parte, Rusia ha entrado también en la campaña electoral con rumores de <a href="https://www.epe.es/es/internacional/20220915/supuesta-financiacion-rusa-derecha-italiana-campana-electoral-75478249">financiación de partidos</a> que, en el momento de escribir este artículo, no están confirmados, pero que apuntan a la Lega, cuyo <a href="https://www.europapress.es/internacional/noticia-alcalde-polaco-agita-salvini-camiseta-cara-putin-plena-visita-frontera-20220308161203.html">respaldo a Putin es bien sabido</a>.<br>
Pase lo que pase el domingo, en Italia se votará en un clima de elevado índice de desconfianza hacia los políticos actuales, lo cual hará que crezca la abstención.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/190036/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Matteo Re no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La ultraderechista Meloni se perfila como vencedora gracias al hartazgo de una población que no puede soportar más los vaivenes de la política. Sin embargo, todos los partidos de la derecha, que tendrían que gobernar el coalición, son muy diferentes entre sí. La abstención también será protagonista en los comicios.Matteo Re, Profesor titular de la Universidad Rey Juan Carlos, investigo sobre Italia contemporánea, violencia política y crimen organizado, Universidad Rey Juan CarlosLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1748192022-01-13T21:12:31Z2022-01-13T21:12:31ZArt Spiegelman: “El humor es dolor sublimado”<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/440624/original/file-20220113-19-1pugj7e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1201%2C676&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Ilustración de Art Spiegelman durante su intervención en el Foro Telos: Recordar el futuro. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://telos.fundaciontelefonica.com/cronica-foro-telos-2021-art-spiegelman-el-comic-se-parece-mas-a-como-pensamos-que-la-narrativa/">Enrique Flores / TELOS</a></span></figcaption></figure><p>La idea de que la mejor manera de explicar ideas complejas es a través de la palabra escrita no se remonta tan atrás como cabría pensar en la tradición occidental. Las viñetas y grabados siempre han acompañado a la mayoría de escritos medievales. Fueron la Ilustración y teorías como las del pensador alemán Gotthold Lessing las que dejaron establecido que las cosas serias se transmitían con palabras y las imágenes quedaban para simbolismos y adornos, no para transmitir argumentaciones, y mucho menos historia. Una división entre palabra e imagen que duró hasta bien entrado el siglo XIX. Y que saltó por los aires definitivamente a finales del XX, con <em>Maus</em>, de Art Spiegelman: casi 300 páginas de viñetas con animales antropomórficos que narran uno de los acontecimientos históricos más complejos y espeluznantes del siglo: el genocidio de los judíos europeos durante la II Guerra Mundial.</p>
<p>“Todavía se le da mucha más importancia a la enseñanza de la literatura que a la del arte. Pero la realidad es que nuestro cerebro no piensa en frases largas. Los cómics usan muy pocas palabras de una manera parecida a nuestra forma de pensar: pensamos en iconos, no recordamos las caras de las personas en tres dimensiones sino versiones sencillas de sus rasgos más característicos, lo suficiente para reconocerlos la siguiente vez que los veamos. Lo primero que reconoce un bebé son las expresiones, no los rasgos. Hay algo íntimo en el acto de leer y mirar una viñeta: ofrecen una especie de destilación de la realidad, congelan el tiempo, puedes pararte a analizar lo que ves”.</p>
<p>Quizá por eso, este dibujante neoyorquino recuerda con perfecta nitidez la primera vez que vio una viñeta de cómic: estaba en el supermercado con su madre y cayó en sus manos una portada de <em>MAD</em>. Diseñado como una parodia de la revista <em>Life</em>, el transgresor dibujo abrió las puertas a un mundo fascinante del que inmediatamente quiso formar parte. “El mensaje que me transmitió fue: el mundo de los adultos te está mintiendo. Buena suerte, chaval”.</p>
<p>Con una precocidad asombrosa, Spiegelman publicaba con 12 años en los periódicos locales de Queens tiras y viñetas humorísticas, y, a pesar de la insistencia de sus padres en que se dedicara a una carrera seria, ya que siempre podría “dibujar en su tiempo libre”, nunca le cupo la menor duda de que lo suyo iba a ser esa combinación genial entre imagen y palabra.</p>
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<figcaption><span class="caption">Foro TELOS 2021. Encuentro con Art Spiegelman.</span></figcaption>
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<p>Convertido en uno de los miembros más jóvenes de la generación de dibujantes y artistas del <em>underground</em> de San Francisco en los años 70 (un ambiente artístico y creativo semejante, en su opinión, al París de los años 20), el cómic alternativo y transgresor de aquella época le ofrecía liberar sus demonios explorando temas atroces, “cuanto más feos y más violentos, mejor”. Pero al cabo de unos años se dio cuenta de que estaba buscando el horror en el sitio equivocado. Con el impulso autobiográfico de uno de sus mentores, Justin Green, Spiegelman se dio cuenta de que, en realidad, lo “atroz” lo llevaba dentro.</p>
<p>“Realmente, la vida consiste en lo que haces para retrasar y evitar lo que te es más difícil. Era más barato hacer cómics que ir a terapia. No es siempre totalmente catártico, los problemas siguen volviendo, pero al menos te mantiene trabajando. Y de esta manera, encontré, con <em>Breakdowns</em>, mi voz. Llegó un punto en que creé cómics como <em>Prisioner on the Hell Planet</em>, en el que hablo del suicidio de mi madre, porque empezó a ser más complicado para mí no hacerlo que hacerlo. La realización de estos dos trabajos, y los 13 años que dediqué a la elaboración de Maus, me sirvieron para entender cómo funcionaba mi mente, y cómo funcionaba el tiempo y el espacio en los cómics. Era más difícil no hacerlo que hacer historietas con estas preocupaciones obsesivas”.</p>
<p>Proveniente de un matrimonio polaco superviviente de Auschwitz y emigrado a EEUU, Spiegelman creció con el trauma apenas comunicado del Holocausto. El cisma insuperable que lo separaba de ambos progenitores solamente pudo salvarse hablando, por fin, de esa improbabilidad casi total que fue su llegada al mundo.</p>
<p>“Que mi padre y mi madre salieran de Auschwitz con vida no era comprensible. Mi sola existencia parecía un error. Por eso creo que para mí el humor es dolor sublimado. La carcajada, ese exabrupto, exorciza las cosas más profundas e innumerables. Durante esos breves segundos, con ese sonido que sale de tu boca, experimentas una liberación, aunque no sea permanente”.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/440623/original/file-20220113-25-5m0lk8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/440623/original/file-20220113-25-5m0lk8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/440623/original/file-20220113-25-5m0lk8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=294&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/440623/original/file-20220113-25-5m0lk8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=294&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/440623/original/file-20220113-25-5m0lk8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=294&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/440623/original/file-20220113-25-5m0lk8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=370&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/440623/original/file-20220113-25-5m0lk8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=370&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/440623/original/file-20220113-25-5m0lk8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=370&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Viñeta de <em>Maus: Relato de un superviviente</em> (Art Spiegelman, 1991).</span>
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<p>De esa relación con el humor tan particular nacen ideas como <em>Edhead</em>, la cabeza sin cuerpo que inventó para la revista <em>Playboy</em> (una revista que, precisamente, estaba dedicada a la exaltación del cuerpo humano). Y aún sigue presente, aunque más sutilmente, en <em>Maus</em>, donde los judíos llevan máscaras de ratón, y los nazis de gato. Esta gran obra, premio Pulitzer en 1992, supuso un hito en la historia del cómic, y fue precursora de novelas gráficas que hoy son la norma pero que en su día no había cómo categorizar. “De hecho, mi Pulitzer es un Pulitzer "Especial”; no lo metieron en ninguna de las categorías habituales".</p>
<p>“En EEUU, cualquier cosa que vende bien se celebra. Cualquier obra remotamente popular se convierte en algo a imitar”. <em>Maus</em>, en un ámbito más personal, le sirvió para aprender a relacionarse con su padre, con quien nunca se había entendido. “Durante un año estuve viviendo en Nueva York sin decírselo, y cuando le llamaba por teléfono ponía una toalla en el micrófono para que sonara como una llamada de larga distancia. Finalmente, aprendí a acercarme a él con la grabadora en la mano. Era como mi escudo. Empecé a entrevistarle sobre sus recuerdos y su experiencia en Auschwitz, y ya nunca dejé de entrevistarle hasta que murió”.</p>
<p><em>Maus</em> fue publicado por capítulos en <em>RAW</em>, la revista fundada por el propio Spiegelman y su mujer, Francois Mouly, que editaban en su apartamento y con la que dieron a conocer al público muchos artistas que forman hoy parte de la historia del cómic, como Jacques Tardi, Charles Burns, o Gary Panter.</p>
<p>“Nunca pensé que sería publicado como libro. De hecho, conseguimos que la editorial Pantheon lo aceptara de casualidad, a través de un amigo; y me advirtieron de que no tuviera expectativas. Cuando lo realizaba, era consciente de que estaba haciendo algo distinto, que no se había hecho antes. Pensaba que quizá iba décadas por delante de mi época. Ahora me doy cuenta de que apenas llegué diez minutos antes. Realmente, el <em>zeitgeist</em> y la suerte hicieron que se convirtiera en lo que fue. A pesar de todo lo que tenía en contra, la gente se lo tomó en serio, lo entendió como quería que se entendiera. Y hoy la idea de transmitir historias, información o propaganda con viñetas es algo común. Los cómics se usan incluso para hacer periodismo”.</p>
<p>Aunque nunca pensó en <em>Maus</em> como una herramienta de aprendizaje, cree que el mensaje, entender cómo fueron posibles los campos de exterminio, sigue siendo importante hoy, a modo de vacuna, o al menos de resistencia. No porque exista el riesgo de que se repita el nazismo tal cual fue, pero sí como resistencia ante otros tipos de fascismo y los intentos de delegar la capacidad crítica en un mensaje totalizador. Aún así, matiza: “Me alegra mucho que sea útil, pero yo dibujé y escribí <em>Maus</em> porque lo necesitaba, fue mi manera de aprender una serie de cosas importantes sobre mí mismo”.</p>
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<p><em>Este artículo fue <a href="https://telos.fundaciontelefonica.com/cronica-foro-telos-2021-art-spiegelman-el-comic-se-parece-mas-a-como-pensamos-que-la-narrativa/">publicado originalmente</a> en la Revista TELOS de Fundación Telefónica.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/174819/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
Testigo de momentos clave de la historia del arte del siglo XX, el dibujante neoyorquino reflexionó, en el Foro Telos: Recordar el futuro, sobre la pertinencia de su obra y el futuro del cómic, y los demonios propios frente a los ajenos.Eva Catalán, EducaciónLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1262352019-11-03T20:38:33Z2019-11-03T20:38:33Z‘Joker’ o las máscaras del descontento<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/299691/original/file-20191031-187907-1nm9rzn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C2038%2C1149&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Joaquin Phoenix como el Joker. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.warnerbros.es/joker#">Warner Bros</a></span></figcaption></figure><p><a href="https://www.warnerbros.es/joker#"><em>Joker</em></a>, la película galardonada con el <a href="https://www.efe.com/efe/espana/cultura/joker-de-todd-phillips-leon-oro-la-76-mostra-venecia/10005-4059006">León de Oro</a> en Venecia y que fue la <a href="https://www.efe.com/efe/espana/cultura/joker-ganadora-del-leon-de-oro-en-venecia-filme-sorpresa-zinemaldia/10005-4070876">Perla sorpresa del Zinemaldia</a> de 2019, ha resultado ser una cinta muy polémica por poner encima de la mesa temas muy complejos. El filme plantea problemas de gran calado, que desafortunadamente son muy actuales, como por ejemplo la soledad y el engaño, los trastornos mentales y la confusión del mundo real con el imaginario, las noticias falsas y el fingimiento continuo, el desprecio hacia lo diferente y los estallidos de violencia social. </p>
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<figcaption><span class="caption">Tráiler de <em>Joker</em>.</span></figcaption>
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<p>Durante dos horas nos hace meternos en la piel del personaje y experimentar su inquietante desazón, acompañados de una excelente banda sonora. Repasemos algunas de las cuestiones que sugiere. </p>
<h2>Precariedad y malestar social</h2>
<p>Una subida en el precio del combustible o en el billete de metro pueden ser las gotas que desbordan los vasos del descontento, provocando repentinas revueltas, como testimonian lo sucedido en Francia con el movimiento de <a href="https://theconversation.com/las-dos-caras-de-los-chalecos-amarillos-108631">los chalecos amarillos</a> o en ese Chile que merced al golpe de Pinochet sirvió como <a href="https://theconversation.com/chile-sin-soluciones-inmediatas-para-un-estallido-anunciado-125571">laboratorio a la economía ultra-neoliberal</a> expandida luego por doquier. </p>
<p>Corren malos tiempos para <a href="http://www.adolescenciayjuventud.org/que-hacemos/monografias-y-estudios/ampliar.php/Id_contenido/126984/tipo/6/">las expectativas de los más jóvenes</a>, condenados en general a vivir peor que sus padres y a sufrir las imposiciones de un mercado laboral cuya inherente precariedad les hurta hacer planes vitales como el emanciparse o tener hijos. </p>
<p>Todo ello hace que <a href="https://www.ine.es/prensa/mnp_prensa.htm">la tasa de natalidad merme</a>, mientras que los avances médicos propician un progresivo envejecimiento de la población. Una bomba de relojería que la más insignificante chispa puede activar en cualquier momento.</p>
<h2>La confusión de la realidad con el mundo virtual</h2>
<p>En <em>Joker</em>, un antihéroe inspirado en los cómics de Batman, sin habérselo propuesto para nada, se convierte en el detonante de una violenta insurrección social y cosecha emuladores que le idolatran, al salir en televisión cometiendo un asesinato ante las cámaras. </p>
<p>La urbe donde vive tal personaje se parece mucho al Nueva York de <em>Taxi Driver</em> y por desgracia también a cualquiera de las grandes ciudades europeas, pobladas por gentes que desconfían de cuanto no sea homogéneo y con una empatía que brilla por su ausencia. Entre otras cosas porque se tiende a confundir la realidad con el mundo digital. </p>
<p>Resulta llamativo que, al presenciar una u otra desgracia, algunas veces en lugar de auxiliar a las víctimas, la reacción instintiva sea sacar el móvil para grabarlo y subirlo a las redes, por no mencionar que a veces dicha grabación es la motivación misma del incidente.</p>
<h2>El éxito de los antihéroes</h2>
<p>Pensemos en el éxito cosechado por <em>La casa de papel</em>, una serie donde los ladrones echan un pulso al sistema y se ven aclamados por la multitud, en la estela del mito de Robin Hood, cuando distribuyen entre los transeúntes una parte del dinero robado con gran ingenio y audacia. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/299696/original/file-20191031-187938-8t2n27.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/299696/original/file-20191031-187938-8t2n27.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/299696/original/file-20191031-187938-8t2n27.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=371&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/299696/original/file-20191031-187938-8t2n27.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=371&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/299696/original/file-20191031-187938-8t2n27.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=371&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/299696/original/file-20191031-187938-8t2n27.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=466&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/299696/original/file-20191031-187938-8t2n27.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=466&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/299696/original/file-20191031-187938-8t2n27.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=466&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Fotograma de la serie <em>La Casa de Papel</em>.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Netflix</span></span>
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<p>Los integrantes de la banda del Profesor utilizan unas máscaras dalinianas que nos recuerdan a las adoptadas por el movimiento <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Anonymous">Anonymous</a> y, por lo tanto, a la máscara utilizada en la película <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/V_for_Vendetta_(pel%C3%ADcula)"><em>V de Vendetta</em></a>. El descontento social se deja seducir fácilmente por quienes pueden hacer frente al poder establecido. Especialmente, cuando en principio rehúyen causar daño, como sería el caso real de aquellos piratas informáticos que aciertan a desvalijar grandes consorcios empresariales tocando unas cuantas teclas.</p>
<h2>Los caudillos desde la óptica de Cassirer</h2>
<p>Lo malo es que tales personajes de ficción no suelen tener sus correlatos entre la gente real y ese descontento social se ve capitalizado por los demagogos, tal como Ernst Cassirer nos hace ver de modo magistral en <a href="https://books.google.es/books/about/El_mito_del_estado.html?id=4PdpMwEACAAJ&source=kp_book_description&redir_esc=y"><em>El mito del Estado</em></a>, a propósito del ascenso de Hitler al poder. </p>
<p>Obviamente, su diagnóstico no conoce fronteras geográficas ni barreras temporales, porque los caudillos no dejan de proliferar cuando se degradan las condiciones económicas y los derechos más elementales hacen mutis por el foro junto al bienestar social. </p>
<p>Cuando el anhelo de caudillaje alcanza una fuerza imparable y se desvanece toda esperanza de cumplir los anhelos colectivos por una vía ordinaria –señala Cassirer–, ese deseo se personifica bajo una forma concreta, política e individual. Los vínculos anteriores de la sociedad –tales como la ley, la justicia o la constitución— se invalidan y sólo resta el poder místico del caudillo, cuya autoridad se impone como la suprema ley.</p>
<h2>La demagogia de toda supremacía</h2>
<p>Quienes apuntalan ese tipo de liderazgos devienen <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Taumaturgo">taumaturgos</a> que administran ese credo como maestros de la propaganda política y saben acuñar nuevas palabras o trastocar el significado de las antiguas para emplearlas como palabras mágicas destinadas a estimular determinadas emociones. </p>
<p>El hábil empleo de tales palabras mágicas acaba desfigurando la realidad y sus mentiras o bulos terminan imponiéndose a la más palmaria evidencia de los hechos. </p>
<p>Por supuesto se buscan unos cuantos chivos expiatorios para endosarles el origen de todos los males. En un momento dado pueden ser los judíos y en otro los masones, los rojos, los homosexuales, los foráneos o cuanto sea diverso en uno u otro aspecto, colectivos a los que se despoja por completo de su humanidad para cosificarlos desde una perspectiva supremacista, tras la cual se oculta normalmente algún complejo de inferioridad individual o colectivo.</p>
<h2>El pensar por cuenta propia preconizado por Kant</h2>
<p>Desde luego, la mejor vacuna contra el virus del totalitarismo practicado por los partidarios de una u otra supremacía es lo que propone Kant en <a href="https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3171408.pdf"><em>¿Qué es la Ilustración?</em></a>: aprender a pensar por cuenta propia, sin ceder nunca esa responsabilidad a los tutores que muy voluntariamente se propongan hacer tal cosa por nosotros, puesto que la libertad no es un don, sino la más ardua tarea que nos podemos proponer. </p>
<p>En medio de las grandes crisis político-sociales, “da la impresión”, advierte Kant en <a href="https://www.uv.mx/cpue/coleccion/N_3738/E%20Kant%20conflicto%20facultades.pdf"><em>El conflicto de las facultades</em></a>, “de que la gente anhelara encontrar una suerte de adivino, un hechicero familiarizado con lo sobrenatural. Si alguien es lo bastante osado como para hacerse pasar por taumaturgo, este puede acabar conquistando a la masa y hacerle abandonar con desprecio el bando de la filosofía, la cual debe oponerse públicamente a tales taumaturgos para desmentir esa fuerza mágica que se les atribuye de un modo supersticioso y rebatir las observancias ligadas a ella”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126235/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Roberto R. Aramayo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La película ganadora del León de Oro 2019 plantea problemas muy actuales: la soledad, los trastornos mentales, el desprecio hacia lo diferente y los estallidos de violencia social.Roberto R. Aramayo, Profesor de Investigación IFS-CSIC. Historiador de las ideas morales y políticas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1258632019-10-24T21:29:04Z2019-10-24T21:29:04ZLa exhumación de los restos de Franco, una oportunidad para que España descanse en paz<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/298622/original/file-20191024-170458-fnhitq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C0%2C2552%2C1437&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un helicóptero transporta los restos del dictador Francisco Franco hacia el cementerio de Mingorrubio, madrid.</span> <span class="attribution"><span class="source">Reuters TV</span></span></figcaption></figure><p>Tras ser velado con honores de estado durante tres días, Franco era enterrado en el <a href="https://www.independent.co.uk/travel/europe/general-franco-grave-valley-tourist-holiday-site-fallen-spain-fascist-dictator-spanish-civil-war-a7652841.html">Valle de los Caídos</a> el 23 de noviembre de 1975. Desde entonces, el lugar se convertiría en centro peregrinaje, exaltación y glorificación del franquismo, con financiación a cuenta del erario público.</p>
<p>Casi 44 años más tarde, sus restos <a href="http://www.rtve.es/noticias/exhumacion-franco/">han sido finalmente exhumados y trasladados</a> al panteón familiar del cementerio público de Mingorrubio-El Pardo donde yace su esposa, Carmen Polo, desde su muerte en 1988, lejos de aquel “templo grandioso de nuestros muertos que cayeron en el camino de Dios y de la Patria” que el dictador <a href="https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1940/093/A02240-02240.pdf">había concebido</a>. </p>
<p>Situado en la sierra de Guadarrama, a 60 km del centro de Madrid, bajo la imponente sombra de una cruz cristiana de 152 metros de altura, la basílica fue construida después de la Guerra Civil Española con el trabajo de más de 20 000 prisioneros políticos, durante 18 años. </p>
<p>En la basílica se encuentran los restos de los caídos durante aquella guerra sin importar el bando al que pertenecieran. Se trata de una de las mayores fosas comunes del mundo, con 33 847 cuerpos enterrados y trasladados desde diversos puntos del país entre 1959 y 1983, de los que quedan aún más de 12 400 por identificar. </p>
<p>Aunque Franco aludiera al “sentido de la unidad y hermandad entre los españoles” y “el sentimiento de perdón que impone el mensaje evangélico”, lo cierto es que este nunca ha sido un lugar de reconciliación sino más bien un símbolo de propaganda fascista.</p>
<p>Desde su inauguración en 1959, el enterramiento de represaliados republicanos, bajo el mismo techo que sus verdugos y en un templo de fe cristiana contra la que muchos lucharon, constituye el último agravio a quienes se dejaron la vida por la democracia y las libertades.</p>
<p>Todo esto explica que el monumento sea objeto de controversia hasta el día de hoy. Cuando el gobierno socialista aprobó la <a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2007-22296">Ley de Memoria Histórica en 2007</a>, el Valle de los Caídos fue uno de los puntos incluidos. </p>
<h2>La memoria democrática</h2>
<p>La ley condenaba explícitamente el régimen franquista y reconocía a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. También se comprometía a la identificación y exhumación de las víctimas, así como a la retirada de símbolos franquistas de espacios públicos y la prohibición de actos de exaltación fascista en el Valle.</p>
<p>Posteriormente, en 2011, se creó una <a href="http://digital.csic.es/bitstream/10261/85710/1/INFORME%20COMISION%20EXPERTOS%20VALLE%20CAIDOS%20PDF.pdf">Comisión de Expertos para el futuro del Valle de los Caídos</a> que recomendaba la transformación del valle en “un lugar para la memoria de las víctimas y muertos en la Guerra Civil” así como la creación de un centro de interpretación para la resignificación histórica del monumento y, fundamentalmente, <a href="https://theconversation.com/digging-up-franco-why-spain-still-cant-decide-what-to-do-with-the-dictators-body-100781">el traslado de los restos del dictador</a>.</p>
<p>El informe de la comisión se publicó el 29 de noviembre del 2011, 9 días después de que el conservador Partido Popular ganara las elecciones. Esto supuso en la práctica que la aplicación de la Ley de Memoria Histórica quedara en el limbo durante casi 10 años y que las recomendaciones sobre el Valle acabaran en un cajón.</p>
<p>El Partido Popular siempre ha sido reticente a la hora de condenar el franquismo con la excusa de que el país necesita mirar hacia adelante y de que lidiar con estos temas supondría <a href="https://www.bbc.com/news/world-europe-14189534">reabrir viejas heridas</a>.</p>
<p>No fue hasta el 2017, cuando el partido socialista presentó una proposición no de ley para la exhumación del cuerpo, que <a href="http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/SalaPrensa/NotPre?_piref73_7706063_73_1337373_1337373.next_page=/wc/detalleNotaSalaPrensa&idNotaSalaPrensa=29790&anyo=2018&mes=9&pagina=2&mostrarvolver=S&movil=null">la propuesta encontró una amplia mayoría en el Congreso</a> y el tema volvió a ver la luz.</p>
<p>Tras la moción de censura que <a href="http://www.rtve.es/noticias/20180531/mocion-censura-sanchez-sera-presidente-gracias-apoyo-podemos-nacionalistas-rajoy-no-dimitira/1742921.shtml">acabó con el gobierno del conservador Mariano Rajoy</a>, el presidente socialista Pedro Sánchez anunció que la intención del gobierno era reanudar los trabajos para exhumar el cuerpo de Franco en cumplimiento de la ley y buscando cerrar “<a href="https://www.telam.com.ar/notas/201909/395001-pedro-sanchez-exhumacion-franco.html">simbólicamente el círculo democrático</a>”. </p>
<p>A pesar de la oposición férrea de la familia del dictador y de la comunidad benedictina del Valle, el Tribunal Supremo español <a href="http://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Poder-Judicial/Tribunal-Supremo/Noticias-Judiciales/Nota-informativa-y-sentencia-de-la-Sala-Tercera-del-Tribunal-Supremo-en-relacion-con-la-exhumacion-de-los-restos-de-Francisco-Franco">aprobó finalmente la exhumación</a> el pasado 24 de septiembre de 2019.</p>
<p>Con unas elecciones generales en ciernes el próximo 10 de noviembre, el Partido Socialista ha sido acusado de utilizar la exhumación como herramienta de propaganda. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, sostuvo que <a href="https://www.eldiario.es/politica/Iglesias-Sanchez-electoralismo-Cataluna-helicoptero_0_955055390.html">se trataba de una estrategia de Sánchez para desviar la atención por su fracaso en la gestión de la crisis catalana</a>.</p>
<p>Sin embargo, a los españoles no parece preocuparles en exceso, con <a href="https://www.eldiario.es/politica/espanoles-muestran-exhumar-Franco-frente_0_952955653.html">un 42% de personas que aprueban la exhumación</a> de Franco del Valle contra un 34% que no.</p>
<p>Finalmente, 44 años después, Franco ha sido despojado del honor que supone estar enterrado en un mausoleo a cuenta de un estado democrático y construido con la sangre de los represaliados durante el franquismo.</p>
<p>El fantasma de Franco ha perseguido a España por décadas. Ahora le toca a la sociedad española descansar en paz. Solo cabe esperar que este acto simbólico sea el comienzo de un proceso de resignificación histórica que a día de hoy aún sigue pendiente en España.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/125863/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Federico López-Terra recibe fondos de Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).</span></em></p>El dictador Francisco Franco ya no tiene cabida en el Valle de los Caídos.Federico López-Terra, Associate Professor in Hispanic Studies, Swansea UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1230782019-09-10T19:54:56Z2019-09-10T19:54:56ZLa normalización del fascismo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/291635/original/file-20190909-109919-yw9xta.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C4%2C2991%2C2241&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Hitler y Mussolini en Munich, Alemania, el 18 de junio de 1940.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/hitler-mussolini-munich-germany-june-18-249572923"> Everett Historical / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>¿Cuál es la manera apropiada de informar sobre un fascista?</p>
<p>¿Cómo se debe cubrir el auge de un líder político que va dejando un reguero documental que da cuenta de su anticonstitucionalismo, racismo y enaltecimiento de la violencia? ¿La prensa debe destacar el hecho de que el individuo en cuestión actúa en los márgenes de las normas sociales establecidas o debe, por el contrario, resignarse a transmitir que quien gana unas elecciones es “normal” por definición porque su liderazgo refleja la voluntad del pueblo?</p>
<p>Estas fueron las cuestiones a las que la prensa estadounidense tuvo que hacer frente tras el ascenso de los líderes fascistas en Italia y Alemania durante los años veinte y treinta del siglo pasado.</p>
<h2>Líder vitalicio</h2>
<p>Benito Mussolini conquistó el poder en 1922, al culminar la <a href="https://www.britannica.com/event/March-on-Rome#ref276619">marcha sobre Roma</a> secundado por 30.000 camisas negras, y tres años después se declaró <a href="https://www.biography.com/dictator/benito-mussolini#the-break-with-socialism-and-rise-to-power">líder vitalicio</a>. Aunque estas acciones no casaban con los valores estadounidenses, Mussolini <a href="https://www.nybooks.com/articles/2016/08/18/when-we-loved-mussolini/">gozaba del trato favorable de los medios</a> norteamericanos, que le dedicaron al menos 150 artículos entre 1925 y 1932, la mayoría de ellos en un <a href="https://press.princeton.edu/titles/441.html">tono amable, neutral o pretendidamente difuso</a>.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/149462/original/image-20161209-31396-1rhtllv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/149462/original/image-20161209-31396-1rhtllv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=349&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/149462/original/image-20161209-31396-1rhtllv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=349&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/149462/original/image-20161209-31396-1rhtllv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=349&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/149462/original/image-20161209-31396-1rhtllv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=438&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/149462/original/image-20161209-31396-1rhtllv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=438&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/149462/original/image-20161209-31396-1rhtllv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=438&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Benito Mussolini se dirige a la multitud durante la ceremonia de inauguración de la ciudad de Sabaudia el 24 de septiembre de 1934.</span>
<span class="attribution"><span class="source">AP Photo</span></span>
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<p>El <em>Saturday Evening Post</em> incluso se atrevió a publicar <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/My_Autobiography_(Mussolini)">por fascículos</a> la autobiografía del Duce en 1928. Varios medios, desde el <em>New York Tribune</em> hasta el <em>Chicago Tribune</em>, pasando por el <em>Plain Dealer</em> de Cleveland, reconocían que el nuevo “movimiento <em>Fascisti</em>” empleaba unos “<a href="https://books.google.es/books?id=sWB9BgAAQBAJ&pg=PA30&lpg=PA30&dq=diggins+mussolini+rough+in+its+methods&source=bl&ots=rTXM3FoSTZ&sig=6nigpggTFpNwdEP0KxbEjPevjdQ&hl=en&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q=rough%20in%20its%20methods&f=false">métodos algo duros</a>” al tiempo que <a href="https://press.princeton.edu/titles/441.html">elogiaban</a> la salvación de Italia frente a la extrema izquierda y valoraban la revitalización de su economía. Desde la perspectiva de estos medios, el anticapitalismo que surgiría tras la Segunda Guerra Mundial en Europa sería una amenaza mayor que el fascismo.</p>
<p>Curiosamente, mientras la prensa consideraba al fascismo un novedoso “experimento”, cabeceras como <em>The New York Times</em> <a href="https://press.princeton.edu/titles/441.html">solían asegurar</a> que el movimiento había devuelto a lo que llamaban la “normalidad” a un país turbulento como Italia. </p>
<p>Por el contrario, <a href="https://books.google.es/books?id=1c9QAQAAQBAJ&lpg=PT4&dq=Mussolini:+Biggest+Bluff+in+Europe+Hemingway&pg=PT51&redir_esc=y#v=onepage&q=Mussolini%3A%20Biggest%20Bluff%20in%20Europe%20Hemingway&f=false">periodistas como Hemingway</a> y <a href="https://books.google.es/books?id=sWB9BgAAQBAJ&pg=PA318&dq=diggins+mussolini+and+fascism&hl=en&sa=X&redir_esc=y#v=snippet&q=%22the%20new%20yorker%22&f=false">medios como el <em>New Yorker</em></a> rechazaron de plano la normalización de una figura antidemocrática como la de Mussolini. Y John Gunther, de <em>Harper’s Magazine</em>, le dedicó un afiladísimo perfil sobre su manipulación de una prensa estadounidense que <a href="https://press.princeton.edu/titles/441.html">no era capaz de resistirse</a> a los encantos del dictador.</p>
<h2>El “Mussolini alemán”</h2>
<p>El éxito de Mussolini en Italia legitimó a los ojos de la prensa estadounidense el ascenso al poder de Hitler, al cual apodaron entre finales de los años veinte y principios de los treinta el “<a href="https://press.princeton.edu/titles/441.html">Mussolini alemán</a>”. Dada la positiva acogida al italiano por parte de los medios, Hitler comenzó su andadura desde un punto de partida favorable a sus propósitos. Además, gozaba de la ventaja que le otorgaba el impresionante salto del Partido Nazi en las urnas desde finales de los veinte, cuando era una opción marginal para los teutones, a 1932, año en que ganó holgadamente las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_federales_de_Alemania_de_julio_de_1932">elecciones federales</a>.</p>
<p>Sin embargo, parte de la prensa menospreciaba a Hitler al considerarlo poco más que un bufón. Era un “<a href="https://uwpress.wisc.edu/books/2541.htm">histérico extravagante</a>” de “beligerante discurso” cuya apariencia, <em>según Newsweek</em>, era “caricaturesca” y “recuerda a Charlie Chaplin”. <em>Cosmopolitan</em>, por su parte, afirmaba que era “<a href="https://books.google.es/books?id=UZkC2D6WkHEC&pg=PR4&lpg=PR4&dq=Dan+Nimmo,+Political+Commentators+in+the+United+States+in+the+20th+Century&source=bl&ots=RLFXWfPuPm&sig=BEfgzFfEUKa9-92j8VpRGVnLLbc&hl=en&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q=Dan%20Nimmo%2C%20Political%20Commentators%20in%20the%20United%20States%20in%20the%2020th%20Century&f=false">tan locuaz como inseguro</a>”.</p>
<p>Cuando el partido de Hitler vio incrementada su influencia en el Parlamento, e incluso después de haber sido investido canciller en 1933 (alrededor de un año y medio antes de hacerse con el poder de manera dictatorial), numerosos grupos mediáticos estadounidenses vaticinaron que sería desplazado por políticos más tradicionales o que tendría que moderar su discurso. Tenía un séquito de adeptos, sí, pero estaba formado por “votantes fácilmente impresionables” embaucados por “doctrinas radicales y remedios vacuos”, <a href="http://pqasb.pqarchiver.com/washingtonpost_historical/doc/150031488.html?FMT=ABS&FMTS=ABS:AI&type=historic&date=Sep+16%2C+1930&author=&pub=The+Washington+Post++%281923-1954%29&edition=&startpage=6&desc=THE+GERMAN+ELECTIONS.">sostenía el <em>Washington Post</em></a>.</p>
<p>Ahora que Hitler tenía que trabajar con un gobierno, <a href="https://www.nytimes.com/1931/06/23/archives/political-effect-in-germany.html">el <em>New York Times</em></a> y <a href="https://pqasb.pqarchiver.com/csmonitor_historic/doc/512913766.html?FMT=ABS&FMTS=ABS:AI&type=historic&date=Feb+24%2C+1931&author=&pub=The+Christian+Science+Monitor++%281908-Current+file%29&edition=&startpage=20&desc=Germany%27s+Tactics">el <em>Christian Science Monitor</em></a> pronosticaban que los políticos “serios” acabarían con el movimiento nazi. Ya no le bastaría con tener un “agudo sentido del instinto dramático”. A la hora de gobernar, su falta de “sensatez” y su reducida “profundidad de pensamiento” <a href="http://pqasb.pqarchiver.com/csmonitor_historic/doc/512996876.html?FMT=ABS&FMTS=ABS:AI&type=historic&date=May+16%2C+1931&author=&pub=The+Christian+Science+Monitor++%281908-Current+file%29&edition=&startpage=15&desc=Hitler+Explained">lo dejarían expuesto</a>.</p>
<p>De hecho, <a href="https://www.nytimes.com/1933/02/19/archives/plenty-of-rope.html">el <em>New York Times</em> escribió</a> que la llegada de Hitler a la cancillería solo serviría para “dar cuenta al pueblo alemán de su propia futilidad”. <a href="https://www.nytimes.com/1933/01/31/archives/group-formed-by-papen-nationalists-to-dominate-in-government-led-by.html">La prensa se preguntaba entonces</a> si Hitler no se arrepentiría de no haber pujado en la carrera por el Gabinete, donde seguramente habría asumido un número de responsabilidades mayor. </p>
<p>Si bien <a href="https://books.google.es/books/about/Beyond_Belief.html?id=IMELYD5xxXAC&redir_esc=y">la prensa norteamericana</a> tendía a condenar el documentado antisemitismo de Hitler a principios de los años treinta, se produjeron excepciones notables. Algunos periódicos no dieron importancia a episodios de violencia contra ciudadanos judíos alemanes, de los que aseguraron que se trataba de propaganda como la que proliferó durante la Primera Guerra Mundial. Numerosos diarios y periodistas, incluso aquellos que condenaban la violencia de manera categórica, repitieron una y otra vez, en un esfuerzo por alcanzar la normalidad, que las agresiones eran cosa del pasado. </p>
<p>Los periodistas eran conscientes de que no podían criticarlo con vehemencia si querían seguir teniendo acceso al régimen nazi. Tanto era así que un locutor de la CBS <a href="https://www.arcadiapublishing.com/Products/9781467117623">no informó sobre la paliza</a> que sufrió su propio hijo a manos de unos camisas pardas por no haber saludado al Führer. Cuando Edgar Mowrer, corresponsal del <em>Chicago Daily News</em>, escribió en 1933 que Alemania se estaba convirtiendo en “un manicomio”, las autoridades germanas conminaron al Departamento de Estado de los Estados Unidos a llamar a capítulo a sus reporteros. Allen Dulles, quien posteriormente llegaría a ser director de la CIA, <a href="https://books.google.es/books/about/Beyond_Belief.html?id=IMELYD5xxXAC&redir_esc=y">trasladó a Mowrer</a> que “estaba tomándose la situación alemana demasiado en serio”. Así las cosas, el editor de Mowrer le buscó un destino fuera de Alemania, ya que temía por su vida.</p>
<p>Hacia finales de la década de los treinta la mayoría de los periodistas estadounidenses se habían dado cuenta del error que habían cometido al subestimar a Hitler o al no ser capaces de visualizar la gravedad de los actos que podía llevar a cabo. No obstante, se produjeron algunas vergonzosas excepciones, como la <a href="https://books.google.es/books?id=OeVTAAAAMAAJ&q=Douglas+Chandler+changing+berlin&dq=Douglas+Chandler+changing+berlin&hl=en&sa=X&redir_esc=y">oda al régimen</a> que compuso Douglas Chandler para el reportaje <em>Changing Berlin</em> de la revista <em>National Geographic</em> en 1937. Por su parte, <a href="https://www.historynet.com/encounter-dorothy-thompson-underestimates-hitler.htm">Dorothy Thompson</a>, que había calificado a Hitler en 1928 como un hombre de una “insignificancia asombrosa”, se percató de su desacierto hacia la mitad de la década siguiente, momento en que, al igual que Mowrer, comenzó a dar la voz de alarma. </p>
<p>“Nadie puede reconocer a un dictador antes de que él mismo se quite la careta”, <a href="https://books.google.es/books?id=lixOlrqPeqoC&pg=PA172&dq=thompson+No+people+ever+recognize+their+dictator+in+advance&hl=en&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q=thompson%20No%20people%20ever%20recognize%20their%20dictator%20in%20advance&f=false">argumentó en 1935</a>. “No se presenta a las elecciones con la vitola de dictador, sino que pretende representarse a sí mismo como el instrumento de la voluntad nacional”, añadió. Trasladando la lección a Estados Unidos, escribió: “Si tuviéramos un dictador, sin duda aparentaría ser uno de los nuestros y tendría por propósito defender a capa y espada los valores americanos tradicionales”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/123078/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>John Broich no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En los años 20 y principios de los 30, sectores de la prensa estadounidense normalizaron el ascenso del fascismo.John Broich, Associate Professor, Case Western Reserve UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.