La simultaneidad de incendios extremos que desbordan la capacidad de los medios de extinción va a ser cada vez más frecuente. Es necesario poner el foco en la gestión forestal para evitar catástrofes y proteger a las personas.
Más allá de que el local dispusiera de las licencias pertinentes o de lo que contemple, o no, la legislación en materia de acabados y decoración, el restaurante era un lugar con un riesgo muy elevado
La proliferaración de bosques y matorrales aumenta el riesgo de incendios. Fuego cerca de Llançà (Girona) en julio de 2021.
Daniel Ferrer Paez / Shutterstock
Los bosques y matorrales están sustituyendo a los pastos debido a múltiples causas, como el cese de actividades agrícolas y ganaderas. Como consecuencia, el paisaje pierde diversidad y es más proclive a los incendios.
Paisaje dos años después del incendio de Alt Empordà (Gerona) del 2012: algunos pinos quemados se han partido y su corteza empieza a desprenderse.
Pere Pons
Una serie de fotografías del autor permite apreciar la evolución del paisaje tras el incendio de Alt Empordà (Gerona) del año 2012: cómo desaparecen las ramas de los árboles muertos y van creciendo el sotobosque y los nuevos árboles.
Paisaje quemado tras un incendio en Navarra, 2022.
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Juli G. Pausas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Aunque calcinados, los árboles mantienen un entorno semiforestal beneficioso para la regeneración del bosque y la supervivencia del resto de seres vivos del ecosistema.
La película de Berlanga ‘Bienvenido Mister Marshall’ y las fotografías tomadas por aviones americanos entre 1956 y 1957 nos permiten apreciar los cambios ocurridos en el paisaje rural en España desde aquella época.
Las repoblaciones, cuando sean necesarias, deben realizarse con especies que puedan soportar el clima que viene y gestionarse correctamente para evitar que el bosque vuelva a arder.
Paisaje en Manresa (Cataluña, España) tras un incendio en julio de 2022.
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Manuel Esteban Lucas-Borja, Universidad de Castilla-La Mancha; Ana Rincón Herranz, Instituto de Ciencias Agrarias (ICA - CSIC); Andrés Bravo-Oviedo, Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC); Cristina Aponte, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC); Elsa Varela, Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña; Javier Madrigal Olmo, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC) et Leticia Pérez Izquierdo, BC3 - Basque Centre for Climate Change
Las claves para anticiparse a los efectos devastadores del fuego y aplicar las medidas de restauración de los ecosistemas quemados explicadas por expertos.
Las inundaciones provocadas por huracanes como Irma en Florida pueden saturar los sistemas de alcantarillado y propagar patógenos.
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Una reciente investigación confirma que las inundaciones, el calor extremo y otros peligros climáticos aumentan el contacto entre humanos y agentes patógenos y afectan a la capacidad del organismo para combatir enfermedades.
Los vegetales que viven en zonas propensas a incendios son capaces de ‘aprender’ y desarrollar estrategias para crecer más rápido allí donde menos llega el fuego y dispersarse lo máximo posible.
Los fuegos se están produciendo fuera de estación, con gran intensidad y simultáneamente en países europeos como España, Portugal, Francia, Grecia, Croacia y Turquía.
La conflagración de grandes incendios forestales durante la primera ola de calor de 2022 en España ha puesto en evidencia la urgente necesidad de reorganizar el sistema de defensa y la gestión del territorio.
Es necesario promover medidas para evitar el fuego, cada vez más frecuente y difícil de apagar debido al cambio climático, basadas en la gestión del bosque y los cultivos para evitar el acúmulo de combustible.
El incendio en Pedrogão Grande del 17 de junio de 2017 fue la primera tormenta de fuego en la península ibérica.
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En junio de 2017 se produjo el primer incendio de sexta generación de la península ibérica en Pedrogão Grande (Portugal): ¿hemos aprendido algo desde entonces?
Aspecto de una calle de Barcelona el 5 de junio de 2022.
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El mundo es cada vez más cálido: la temperatura ya ha subido de media a nivel global 1,1 ℃ y seguirá aumentando mientras no cesen las emisiones de gases de efecto invernadero.
La zona reúne una serie de características que la hacen proclive al fuego, como la abrupta topografía del terreno, el régimen de vientos, el abandono de los pueblos y la escasa gestión forestal.
Escena de El bueno, el feo y el malo de Sergio Leone rodada en un paraje de Burgos en 1966.
Produzioni Europee Associati (PEA), Arturo González P. C., Constantin Film
Comparar los fotogramas de distintos clásicos del wéstern de los 60 e imágenes actuales de los mismos escenarios permite apreciar el aumento de la vegetación y el bosque derivado del abandono del campo.
Profesor en el Departamento de Ciencia y Tecnología Agroforestal y Genética de la E.T.S.I. Agrónomos y de Montes de Albacete, Universidad de Castilla-La Mancha
Profesora de la Universitat Politècnica de Catalunya, investigadora del Centre d'Estudis del Risc Tecnològic y coordinadora del proyecto WUIVIEW, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech
Profesora Titular y miembro del grupo de investigación Ecología y Medio Ambiente y del Instituto de investigación IsFood, Universidad Pública de Navarra