Un nuevo estudio cualitativo identifica los elementos del diseño hospitalario que influyen en la experiencia de parto de madres arquitectas, ingenieras, paisajistas y diseñadoras de interiores.
No solo se ocupan de asistir a las parturientas: las matronas cumplen importantes funciones de asistencia sanitaria y asesoramiento en las etapas trascendentales de la vida de las mujeres.
Hace poco, el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer pidió expresamente a España que proteja a las mujeres “del maltrato, falta de respeto y abuso durante el parto”. Es decir, de la violencia obstétrica.
La historia de las cesáreas transcurre en tierras homéricas, en la Roma monárquica y en la marina británica. Ahora ha tomado un rumbo determinado (y peligroso) que todavía estamos a tiempo de cambiar.
Es asombroso comprobar lo fácil que le resulta parir a las hembras de mamíferos. ¿Por qué el parto humano es entonces tan doloroso? Fundamentalmente por dos razones evolutivas: nos pusimos de pie y nos creció la cabeza.
El llamado contacto “piel con piel” inmediatamente después del parto produce un sinfín de efectos beneficiosos, tanto en las madres como en los recién nacidos.
Nuestro equipo ha desarrollado un sistema que calcula las posibilidades de que una madre amamante a su bebé. Así se podría priorizar el apoyo a las mujeres con más riesgo de abandonar la lactancia.
Últimamente se habla de la posibilidad de legislar la violencia obstétrica para poner fin a las experiencias negativas de muchas mujeres en los paritorios. ¿Es de verdad tan grave? ¿Necesitamos en España una ley específica que lo regule?
La demanda del parto libre o domiciliario está en auge. Pero, ¿por qué? El empoderamiento de las mujeres, la excesiva medicalización del proceso y los episodios de violencia obstétrica lo explican.
Los abortos, los partos no naturales o la psicomatización de la mujer son solo algunas de las posibles consecuencias de la violencia de género durante el embarazo. La sensibilización de la población es fundamental para acabar con este tipo de situaciones.
La violencia obstétrica es una de las situaciones a las que se puede enfrentar una mujer que va a dar a luz. Para evitarla, es importante su acceso a información de calidad sobre el parto y la sensibilización de los profesionales sanitarios.
Hay una tendencia creciente a indicar una inducción del parto sin motivo médico, especialmente en el ámbito de la medicina privada. Sin embargo, este proceso no está libre de riesgos.
Un parto con complicaciones puede provocar un trastorno por estrés postraumático con graves implicaciones para la mujer y su bebé. El problema es poco conocido pero en muchos casos podría evitarse.