Si algo “entra en el examen”, automáticamente se le dedica más atención. La medida de penalizar por faltas puede ser positiva, pero exige enseñar y aprender a escribir bien desde primaria.
Termina el bachillerato (o la ESO si se opta por FP) y tenemos que tomar decisiones que marcarán nuestro futuro. Un equilibrio entre la reflexión personal y el apoyo de la familia puede hacerlo más fácil.
Aunque la distancia física y mental del mundo académico puede ser muy beneficiosa para tener una idea más clara de lo que se quiere hacer en el futuro, el año de descanso también tiene sus riesgos.
Cuanto más jóvenes somos, menos nos gusta leer instrucciones de cualquier tipo, incluidos los enunciados de exámenes. Una buena estrategia de lectura puede cambiarnos la vida.
Las notas medias para acceder a la universidad, obtenidas de la suma de Bachillerato y la EBAU, han ido ascendiendo. Pero las razones de esta subida no son tan positivas como cabría pensar.
La EvAU determina si podremos entrar en el grado deseado: pero la nota que saquemos también tiene una relación bastante directa con las probabilidades de abandonar los estudios.
La temida selectividad es un rito de iniciación a la vida adulta que causa ansiedad a estudiantes y familiares. Un estrés no del todo justificado, y que los cambios anunciados intentan suavizar.
El nuevo Bachillerato plantea reformas para facilitar la permanencia de más estudiantes y para modernizar la enseñanza de algunas materias tradicionales. También incorpora nuevos contenidos.
Las pruebas de acceso a la universidad están a punto de volver en su segundo año en pandemia. Los estudiantes han tenido un año duro con medidas sanitarias como la semipresencialidad que no les han puesto las cosas fáciles. Ofrecemos algunas claves para facilitar el estudio y calmar los nervios en estos días.
El examen de acceso a la Universidad (EvAU) se presenta este año cargado de dificultades para los estudiantes de Bachillerato de este curso y del pasado. Semipresencialidad, cierre de colegios y rendimiento académico desiguales por comunidades hacen que el tiempo que queda se convierta en una carrera de fondo para muchos de ellos.
Los alumnos con dislexia no pueden examinarse de la prueba de acceso a la universidad de la misma manera que el resto. Muchas universidades han llevado a cabo adaptaciones para que las personas con dificultades de lectura y escritura puedan superar estas pruebas en igualdad de condiciones.