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mujeres – The Conversation
2024-03-21T21:51:38Z
tag:theconversation.com,2011:article/224823
2024-03-21T21:51:38Z
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Las mujeres que ayudan a conservar el patrimonio inmaterial de la humanidad
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/582816/original/file-20240319-26-m38wwe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C5%2C995%2C555&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Pastora nómada de Mongolia llevando a sus camellos.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://ich.unesco.org/es/USL/ritual-para-amansar-a-las-camellas-01061">© Yu.Boldbaatar, 2013/UNESCO</a></span></figcaption></figure><p>Poco a poco vamos conociendo la contribución de las mujeres en diversos ámbitos de conocimiento. Les ponemos nombres, si podemos, caras, y hablamos de pioneras y referentes. Pero ¿qué ocurre cuando son anónimas? </p>
<p>El papel de <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9099462">las mujeres en muchos ámbitos de la transmisión del patrimonio es invisible y grupal</a>. Muchas son las guardianas de saberes esenciales que han sido protegidos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Lamentablemente, su trabajo ha sido silenciado a menudo y no ha tenido la misma repercusión que otras tareas. Tal vez porque son pequeñas acciones. </p>
<p>Sin embargo, se nos olvida que estas pequeñas acciones son muy importantes para el desarrollo de la vida en comunidad. El patrimonio inmaterial hunde sus raíces en un grupo de gente que reconoce sus señas de identidad. Las mujeres son esenciales a la hora de enseñar estas tradiciones, normalmente transmitidas de forma oral, de generación en generación. Además, estas prácticas son un instrumento de empoderamiento y desarrollo sostenible para sus comunidades.</p>
<p>Y aunque los cambios en los modos de vida tradicionales pongan en riesgo muchas de estas manifestaciones, la fuerza grupal lucha contra los factores adversos.</p>
<h2>Mujeres que plantan cara</h2>
<p>Ese es el caso de las mujeres amansadoras de camellos en Mongolia. Su trabajo consiste en realizar un <a href="https://ich.unesco.org/es/USL/ritual-para-amansar-a-las-camellas-01061">ritual de amansamiento</a> para incitar a las camellas a que acepten a crías recién nacidas o huérfanas que no son suyas. Para ello, entonan una melodía que va calmando al animal. </p>
<p>Pero este ritual, que forma parte de su cultura nómada, se enfrenta a los peligros que suponen los cambios en el pastoreo y la explotación del territorio, impulsada por la implantación de minería contaminante de acuíferos. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/582815/original/file-20240319-22-h1r9gs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Una mujer entona una melodía al lado de un camello." src="https://images.theconversation.com/files/582815/original/file-20240319-22-h1r9gs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/582815/original/file-20240319-22-h1r9gs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/582815/original/file-20240319-22-h1r9gs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/582815/original/file-20240319-22-h1r9gs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/582815/original/file-20240319-22-h1r9gs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/582815/original/file-20240319-22-h1r9gs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/582815/original/file-20240319-22-h1r9gs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Una amansadora de camellos en Mongolia.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://ich.unesco.org/es/USL/ritual-para-amansar-a-las-camellas-01061">© Yu.Boldbaatar, 2013/UNESCO</a></span>
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<p>Con el objetivo de emprender acciones legales contra las minas, estas mujeres han creado una ONG que representa a las familias locales. En la actualidad cuentan con el apoyo del <a href="https://www.womensfundingnetwork.org/member/mongolian-womens-fund/">Fondo de Mujeres de Mongolia</a> (MONES), una organización aliada de <a href="https://gaggaalliance.org/">la red GAGGA</a> (Alianza Global para la Acción Verde y de Género, por sus siglas en inglés) que moviliza el poder colectivo de los movimientos por los derechos de las mujeres y la justicia ambiental alrededor del mundo.</p>
<p>Algo similar ha ocurrido con <a href="https://ich.unesco.org/es/RL/conocimientos-y-tcnicas-de-alfarera-de-las-mujeres-de-sejnane-01406">las mujeres de Sejnane en Túnez</a>, quienes crean y venden piezas de cerámica, como juguetes y utensilios para el hogar. Esta tradición cuenta con más de 3 000 años de antigüedad y les permite mantener a sus familias, que también forman parte del proceso: mientras los hombres venden la cerámica, las hijas aprenden el oficio de sus madres. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/582814/original/file-20240319-24-1mxzcd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Una mujer trabaja la cerámica ante la mirada de una niña" src="https://images.theconversation.com/files/582814/original/file-20240319-24-1mxzcd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/582814/original/file-20240319-24-1mxzcd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/582814/original/file-20240319-24-1mxzcd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/582814/original/file-20240319-24-1mxzcd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/582814/original/file-20240319-24-1mxzcd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=501&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/582814/original/file-20240319-24-1mxzcd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=501&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/582814/original/file-20240319-24-1mxzcd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=501&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Mujeres alfareras de Sejnane, una tradición que se transmite de generación en generación.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://ich.unesco.org/es/RL/conocimientos-y-tecnicas-de-alfareria-de-las-mujeres-de-sejnane-01406">© Aymen Maalaoui (Tunisia), 2016/UNESCO</a></span>
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<p>Las mujeres de Sejnane se constituyeron como Asociación de Mujeres Alfareras de Sejnane (AFAS) en 2012. Lo hicieron para luchar de manera conjunta contra los rigoristas islámicos que querían prohibir el carácter realista de algunas de sus piezas cerámicas, especialmente los juguetes.</p>
<h2>Mujeres que cuidan la Tierra</h2>
<p>En otros casos, las buenas prácticas de sostenibilidad con el medio evitan que algunas especies se extingan o que los alimentos se pierdan. En estos casos, no se piensa en el beneficio económico sino en el bien para la comunidad, que no perderá sus recursos naturales. </p>
<p><a href="https://ich.unesco.org/es/RL/la-cultura-de-las-haenyeo-buceadoras-de-la-isla-de-jeju-01068">Las mujeres buceadoras, <em>haenyeo</em>, de la Isla de Jeju</a>, en Corea del Sur, son un buen ejemplo. Desde el siglo XVIII bucean en apnea, alcanzando los diez metros de profundidad, para alimentar a la comunidad con el marisco, los erizos, pepinos de mar y pulpos que pescan. </p>
<p>Pero lo más importante es que su práctica es sostenible y respetuosa con el medio ambiente, y cuidan hasta las herramientas que utilizan. Trabajan a lo largo del mes, para lo que se agrupan en cooperativas. El reconocimiento a su labor como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad les ha hecho tener un papel relevante en su comunidad. Hoy día son <a href="https://issuu.com/the_korea_foundation/docs/koreana_summer_2014__spanish_">seña de identidad en la Isla de Jeju</a>, donde cuentan con su propio museo.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/582817/original/file-20240319-28-i25fzj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dos buceadoras hablan de pie sobre una roca con el mar detrás." src="https://images.theconversation.com/files/582817/original/file-20240319-28-i25fzj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/582817/original/file-20240319-28-i25fzj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=500&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/582817/original/file-20240319-28-i25fzj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=500&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/582817/original/file-20240319-28-i25fzj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=500&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/582817/original/file-20240319-28-i25fzj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=628&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/582817/original/file-20240319-28-i25fzj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=628&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/582817/original/file-20240319-28-i25fzj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=628&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Las mujeres buceadoras de la isla Jeju.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://ich.unesco.org/es/RL/la-cultura-de-las-haenyeo-buceadoras-de-la-isla-de-jeju-01068">© Haenyeo Museum, 2004/UNESCO</a></span>
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<h2>Importancia de su papel</h2>
<p>Es importante reconocer y valorar <a href="https://www.e-revistes.uji.es/index.php/asparkia/article/view/440">la labor de la mujer en la transmisión de la cultura inmaterial</a>, porque su trabajo mantiene la identidad de su comunidad. También es necesario destacar el papel fundamental que desempeñan las más veteranas, esenciales y respetadas. Ellas son las depositarias de la tradición, quienes mantienen el diálogo entre las distintas generaciones y fomentan la sororidad.</p>
<p>Debemos trabajar para derribar clichés y estereotipos, y darles un altavoz que les permita hacer sus reivindicaciones y asociarse, para que puedan desempeñar cualquier trabajo u oficio con libertad y sin limitaciones sociales. La falta de relevo generacional y los cambios en los modos de vida ponen en peligro el futuro de estas manifestaciones. </p>
<p>Su protección no pretende anclarlas en modos de vida del pasado, sino darlas a conocer para ayudar en su conservación. Es importante crear un equilibrio que evite la recreación adaptada al turismo. La fina línea que marca una y otra depende de que eduquemos en el patrimonio y garanticemos la protección de estas manifestaciones culturales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/224823/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Victoria Quirosa García no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
El papel de las mujeres en muchos ámbitos de la transmisión del patrimonio es invisible y grupal, pero eso no quiere decir que no debamos tenerlas en cuenta.
Victoria Quirosa García, Profesora Titular, Historia del Arte, Universidad de Jaén
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2024-03-07T12:04:04Z
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Sofocos durante la menopausia: por qué se producen y cómo pueden combatirse
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/579528/original/file-20240304-24-jzjor8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=49%2C39%2C6497%2C3641&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/side-view-head-shot-sweaty-older-1680034126">fizkes / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Si preguntamos a alguien qué es la menopausia, seguramente nos contestará: “es cuando una mujer deja de tener la regla y ya no puede tener hijos”. En principio podría darse por buena esta definición, aunque tiene matices. </p>
<p>En realidad, las mujeres pasan por un periodo de transición hasta que dejan atrás la etapa fértil. Esta fase comprende los procesos naturales de perimenopausia y menopausia y suelen experimentarla mujeres de entre 45 y 55 años, aunque la edad puede variar.</p>
<p>La perimenopausia se manifiesta con la aparición de irregularidades en el ciclo menstrual y otros síntomas relacionados comúnmente con la menopausia. Esta etapa se extiende hasta 12 meses después de la menopausia y se ha identificado como <a href="https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/CIR.0000000000000912">un periodo de mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares</a>.</p>
<p>Estrictamente hablando, se considera que una mujer tiene la menopausia cuando han pasado más de 12 meses de su última menstruación, lo que marca el final de la etapa reproductiva. </p>
<p>Fisiológicamente, esta fase vital se caracteriza por una disminución de producción de hormonas <a href="https://aeem.es/wp-content/uploads/2022/10/n1870_libro-jovenes-aeem-04-05-20-baja12.pdf">como el estrógeno y la progesterona</a>, que puede generar <a href="https://theconversation.com/menopausia-habitos-y-tratamientos-para-potenciar-la-sexualidad-221935">cambios en la sexualidad</a>, insomnio, alteraciones en la piel, trastornos del estado de ánimo y síntomas vasomotores. Aquí nos referiremos a estos últimos: sofocos, calor intenso, sudoración excesiva, palpitaciones, sudores nocturnos… </p>
<h2>Un fallo del “termostato” interno</h2>
<p>Se estima que <a href="https://aeem.es/wp-content/uploads/2023/11/Sofocos-1.pdf">el 70-80 % de las mujeres sufrirán algún síntoma vasomotor durante la menopausia</a>, con una intensidad variable, aunque solo a un 20 % le afectará de forma importante en su calidad de vida. Los sofocos y los sudores nocturnos se suelen experimentar durante unos cinco años desde el inicio de la menopausia, si bien en algunas personas pueden prolongarse más tiempo. </p>
<p>Los mecanismos que desencadenan los sofocos <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1521693421001668?casa_token=ram3mK-hEXYAAAAA:kxomDtbsxTJNG0Spx0CV4kRLUa8wfSULixtrG8ZqSejOxR64FFLyQnBtB3H4n4sEW87NWkls">no están del todo claros</a>. Por un lado, se deben a los cambios hormonales (disminución de estrogenos), y por otro, a un fallo de termorregulación de una región del cerebro llamada hipotálamo. El cuerpo percibe de forma errónea un leve aumento de temperatura y provoca respuestas exageradas para disminuir el calor mediante vasodilatación cutánea (rubor), sudoración profusa y otras reacciones para enfriarse. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/problemas-de-suelo-pelvico-mas-alla-de-la-perdida-de-orina-224412">Problemas de suelo pélvico: más allá de la pérdida de orina</a>
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<p>Estos episodios aparecen en cualquier momento del día, más frecuentemente por la noche y con mayor intensidad en verano. Su duración varía desde pocos segundos hasta varios minutos y puede estar acompañado de palpitaciones, pero cada mujer los experimenta de una manera diferente.</p>
<p>Además, los siguientes factores aumentan la probabilidad de sufrirlos:</p>
<ul>
<li><p>La obesidad, sobre todo en la perimenopausia.</p></li>
<li><p>La menopausia precoz.</p></li>
<li><p>La presencia de síndromes premenstruales durante la edad fértil.</p></li>
<li><p>La menopausia quirúrgica o farmacológica (extirpación de ovarios o menopausia inducida mediante fármacos para tratar un cáncer de mama).</p></li>
<li><p>La región geográfica donde vive la mujer y su origen étnico. Afecta más a las mujeres africanas, seguidas de las europeas, y mucho menos a las japonesas.</p></li>
<li><p>La ingesta de alcohol.</p></li>
<li><p>El consumo de tabaco.</p></li>
</ul>
<h2>Riesgo de enfermedades cardiovasculares</h2>
<p><a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1521690X23000556?casa_token=_e-WVCmf3hMAAAAA:xNLTlp1Im3nKnqbmjStOT5uQDyjX1sqASxSqKvf2athxanUkizrIjjY_FcjBsjKlDME7paaV">Algunos estudios</a> relacionan los síntomas vasomotores frecuentes con un incremento del riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares (accidentes cerebrovasculares, infarto agudo de miocardio…), especialmente en mujeres menores de 60 años. Se considera que los sofocos son persistentes cuando se dan más de seis veces a la semana. </p>
<p>En 2021 se publicó <a href="https://www.ahajournals.org/doi/epub/10.1161/JAHA.120.017416">un estudio</a> que hizo el seguimiento de un grupo de mujeres de entre 42 y 52 años durante 20 años. Los investigadores observaron que, efectivamente, los sofocos y sudores nocturnos persistentes estaban asociados a un mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares en el futuro. </p>
<p>Visto todo lo anterior, sobra recalcar la importancia que adquiere el control de los síntomas vasomotores, tanto para mejorar la calidad de vida de las mujeres como para prevenir las citadas enfermedades. </p>
<h2>Prevención y tratamientos</h2>
<p>Las mujeres en la fase de perimenopausia pueden seguir <a href="https://aeem.es/wp-content/uploads/2022/10/n1870_libro-jovenes-aeem-04-05-20-baja12.pdf">algunas recomendaciones en su estilo de vida</a> <a href="https://aeem.es/wp-content/uploads/2023/11/Sofocos-1.pdf">para mejorar estas molestias</a>, aunque un 25 % de ellas precisarán de otros tratamientos.</p>
<p><strong>1. Cambios en el estilo de vida:</strong></p>
<ul>
<li><p>Evitar alimentos picantes y comidas y bebidas muy calientes y copiosas.</p></li>
<li><p>No ingerir alcohol y bebidas estimulantes.</p></li>
<li><p>Aumentar el consumo de vegetales y alimentos ricos en fitoestrógenos como la soja y el lino. </p></li>
<li><p>Disminuir las grasas no saludables y los azúcares en la dieta.</p></li>
<li><p>Realizar una actividad física moderada, alternando ejercicios de fuerza con actividad aeróbica (caminatas rápidas durante al menos 30 minutos).</p></li>
<li><p>Mantener una temperatura adecuada, sobre todo en el dormitorio a la hora de dormir.</p></li>
<li><p>Conservar un peso saludable. </p></li>
</ul>
<p><strong>2. Tratamientos:</strong></p>
<ul>
<li><p>Terapia hormonal. Suele ser el tratamiento más eficaz, siempre bajo prescripción médica. Existen distintos preparados, como la tibolona, la terapia combinada (estrógenos y progesterona) y la no combinada. Se administran por vía oral, transdérmica (parches) o vaginal, y la duración suele ser de unos cinco años, dependiendo de si se mantienen los sofocos y síntomas vasomotores. Es recomendable que se hagan revisiones médicas en los primeros tres meses desde que se empieza el tratamiento hormonal, para después repetirlas cada año. </p></li>
<li><p>Fármacos no hormonales. En el caso de estar contraindicada la terapia hormonal, puede valorarse el uso de inhibidores de la recaptación de la <a href="https://theconversation.com/es/topics/serotonina-82258">serotonina</a>. </p></li>
<li><p><a href="https://aeem.es/wp-content/uploads/2023/11/Sofocos-1.pdf">Terapia con productos naturales</a>. Existen distintos preparados de plantas que pueden ayudar a mejorar los sofocos y otros síntomas vasomotores, como las hojas de salvia (en dosis recomendadas de 300-400 mg/día) o el extracto citoplasmático de polen (160 mg/día los dos primeros meses para continuar con 80 mg/día). Y aunque algunos estudios no ven claro el efecto de los fitoestrógenos (isoflavonas de soja y trébol rojo), su toma no está contraindicada.</p></li>
<li><p>Técnicas de relajación. Dado que el estrés puede aumentar los sofocos, técnicas como la meditación, el <em>mindfulness</em> y la respiración profunda resultan también beneficiosas.</p></li>
</ul>
<p>En resumen, aunque la menopausia es una etapa más en la vida de la mujer, conviene abordarla de manera integral. Es importante seguir un estilo de vida saludable, practicar técnicas de relajación y consultar con los profesionales de la salud para valorar las terapias hormonales adecuadas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/222001/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ana Isabel Cobo Cuenca no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Es uno de los síntomas más molestos y que más empeoran la calidad de vida de las mujeres con menopausia. Aquí recopilamos los hábitos y tratamientos que pueden ayudar a aliviarlos.
Ana Isabel Cobo Cuenca, Profesora titular en la Universidad de Castilla la Macha (UCLM). Grupo IMCU, Universidad de Castilla-La Mancha
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tag:theconversation.com,2011:article/220896
2024-03-06T20:55:28Z
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La invisibilidad de las directoras de videoclips
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/579538/original/file-20240304-18-gn5tgj.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C5%2C1672%2C1071&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Fotograma del videoclip de 'oral', de Björk y Rosalía, dirigido por Carlota Guerrero.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.youtube.com/watch?v=8jsi2Tgvx6A">YouTube/Björk</a></span></figcaption></figure><p>¿Quién crea los videoclips? Una pregunta tan fácil de responder cuando se trata de una película o una novela se convierte en enigmática cuando la aplicamos al vídeo musical. Hablamos del último libro de Elvira Lindo o de la última película de Pedro Almodóvar, pero nos referimos al anuncio de la lotería de navidad o al último videoclip de Shakira o de Ariana Grande. ¿Por qué?</p>
<p>La razón no está sólo en la corta duración del vídeo musical o en su habitual carácter efímero, sino sobre todo en su condición de instrumento promocional de un artista que, como en la publicidad, busca centrar toda la atención en la marca y el producto. </p>
<p>Esa invisibilidad de quien dirige un videoclip se duplica cuando se trata de mujeres, en sintonía con lo que sucede en todos los ámbitos de la industria musical. Así lo demuestra el reciente estudio <a href="https://www.gedisa.com/ficha.aspx?idcol=1000&cod=310028&titulo=Rebel-Girls!&aut=S%C3%A1nchez-Olmos,%20Cande%20/%20Hidalgo-Mar%C3%AD,%20Tatiana%20/%20Segarra-Saavedra,%20Jes%C3%BAs"><em>Rebel Girls! Desigualdad de género, discursos y activismo en la industria musical</em></a> (Gedisa, 2023). </p>
<p>Son muchos los momentos icónicos de cantantes delante de la cámara en el esplendor ochentero del canal televisivo de vídeos musicales MTV, pero contadas las ocasiones en que las mujeres estuvieron detrás, a los mandos de los videoclips. Pocos saben que “Like a Virgin”, “Material Girl” o “Like a Prayer”, de Madonna, fueron videoclips dirigidos por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mary_Lambert">Mary Lambert</a>. O que <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sophie_Muller">Sophie Muller</a> se hizo cargo de muchos de los videoclips de Eurythmics, Annie Lennox o Sade y, más tarde, de Garbage o Gwen Stefani. Y eso que estas dos directoras son, junto a <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Floria_Sigismondi">Floria Segismondi</a>, las más conocidas del siglo XX.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/_WcWHZc8s2I?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Videoclip de ‘No ordinary love’ de Sade, dirigido por Sophie Muller.</span></figcaption>
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<h2>Una historia de hombres</h2>
<p>El canon de directores de videoclip es claramente masculino. Un rápido vistazo al índice de directores de la gran base de datos de este género audiovisual <a href="https://imvdb.com/">IMVDb</a> lo deja claro. Pero también lo hacen los <em>rankings</em>, los reportajes de prensa y hasta los estudios académicos. Estos apenas mencionan directoras, mientras dedican trabajos monográficos a <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Bruce_Gowers">Bruce Gowers</a> (“Bohemian Rhapsody”), <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Russell_Mulcahy">Russell Mulcahy</a> (“Video Killed the Radio Star”) o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/John_Landis">John Landis</a> (“Thriller”). </p>
<p>La colección <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Directors_Label"><em>The Work of Director</em></a>, publicada entre 2003 y 2005, aquilató este canon en los 2000, con un total de siete DVDs monográficos, todos dedicados a directores masculinos, como los célebres Chris Cunningham, Michel Gondry y Spike Jonze. </p>
<p>Sin duda, el aumento de canales musicales de televisión desde mediados de los 90 y el abaratamiento de la tecnología de producción digital incrementó el número de directores, y cabe suponer que también de directoras, pero no su reconocimiento. Faltan datos que avalen esta conjetura, porque la naturaleza híbrida del videoclip (a medio camino entre la industria musical y la audiovisual) lo sitúa en tierra de nadie, y asociaciones de uno y otro sector han obviado su inclusión en sus informes. </p>
<p>Si tomamos como termómetro los premios, comprobamos que la primera directora en ganar <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Premio_Grammy_al_mejor_v%C3%ADdeo_musical">un Grammy a Mejor Vídeo del Año en solitario</a> fue <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Melina_Matsoukas">Melina Matsoukas</a>, en 2013, con “<a href="https://www.youtube.com/watch?v=tg00YEETFzg&ab_channel=RihannaVEVO">We found love</a>”, de Rihanna. Este vídeo fue además MTV Video of the Year. También <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/MTV_Video_Music_Award_for_Best_Direction#Recipients">fue Matsoukas la primera ganadora en solitario de un MTV Award a la mejor dirección</a>. Fue en 2016, por “Formation”, de Beyoncé, <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Formation_(music_video)#Accolades">también galardonado con el MTV Award y el Grammy a Mejor Vídeo del Año</a>.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/WDZJPJV__bQ?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Videoclip de ‘Formation’ de Beyoncé, dirigido por Melina Matsoukas, ganador del premio Grammy al mejor vídeo del año.</span></figcaption>
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<h2>Directoras detrás y delante de las cámaras</h2>
<p>Desde entonces, la situación ha cambiado mucho. En los últimos cuatro años el galardón a mejor dirección de los MTV Awards ha ido a mano de mujeres. </p>
<p>Pese a que en 2021 fue para la ucraniana <a href="https://vimeo.com/tanumuino">Tanu Muino</a>, junto a Lil Nas X, la gran triunfadora en lo que va de década ha sido Taylor Swift, que conquistó el premio en las ediciones de 2020, 2022 y 2023. Especial atención merece su debut en la dirección con “<a href="https://www.youtube.com/watch?v=AqAJLh9wuZ0&ab_channel=TaylorSwiftVEVO">The man</a>” (2020), una parodia de la masculinidad que termina con Swift en el <em>set</em> de rodaje dando órdenes desde la silla de director. En los créditos del videoclip, Swift aparece como directora, guionista, propietaria del vídeo y protagonista, toda una reivindicación hiperbólica que refuerza la lectura política de su papel como mujer creadora.</p>
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<figcaption><span class="caption">Videoclip de ‘The man’, de Taylor Swift, dirigido y protagonizado por la cantante.</span></figcaption>
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<p>Los tiempos están cambiando, también en los vídeos musicales no oficiales que circulan por las redes. Si hasta hace unos años los prosumidores (consumidores proactivos) creadores de memes eran mayoritariamente hombres, el éxito de Musica.ly y, especialmente, TikTok <a href="https://arxiv.org/abs/2008.13040">ha animado a muchas jóvenes a crear su propio contenido</a>, especialmente <em>lip-syncs</em> y coreografías. </p>
<p>Las artistas también han tomado las riendas de su representación audiovisual en redes, y su participación es cada vez mayor en la creación de contenido, también en sus videoclips. Así lo han hecho Lady Gaga, Billie Eilish, Bad Gyal y Rosalía, quien apostó por un formato híbrido para presentar <a href="https://www.youtube.com/watch?v=y51P8HNpwaM&ab_channel=ROSAL%C3%8DA"><em>Motomami</em></a> (2022) en TikTok, combinando el directo en la plataforma con el vídeo musical.</p>
<h2>Las directoras españolas: pocas, pero con talento y determinación</h2>
<p>En España no hubo MTV hasta el año 2000, pero el videoclip se abrió paso en la televisión pública desde los años 60. Las características del formato eran una escasa producción, pocos profesionales, menos medios y contadas directoras; eso sí, con una gran determinación para sacar adelante trabajos de calidad. </p>
<p>Las pioneras fueron Pilar Sanz y Nuria Monferrer quienes, desde su encuentro en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, apostaron por videoclips de animación como “<a href="https://www.youtube.com/watch?v=xG_z6AOkh8A&ab_channel=LosRebeldesVEVO">Mediterráneo</a>” de Los Rebeldes (1989). Fundaron la productora audiovisual <a href="https://vimeo.com/user1309296">Rita Clip</a>, una iniciativa que replicaron después muchas otras directoras ante la falta de oportunidades. </p>
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<figcaption><span class="caption">Videoclip de ‘Mediterráneo’, de Los Rebeldes, dirigido por Pilar Sanz y Nuria Monferrer.</span></figcaption>
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<p>El <em>boom</em> de los estudios en comunicación audiovisual a principios de siglo llegó con el sector del videoclip prácticamente desprofesionalizado, y hasta hace unos años no comenzamos a encontrar directoras, como <a href="https://lyona.cat/">Lyona</a>, <a href="https://docsbarcelona.com/es/perfiles/paloma-zapata">Paloma Zapata</a> o <a href="https://www.canadacanada.com/directors/barbara-farre">Barbara Farré</a>, con carreras consolidadas en el videoclip y con proyección internacional. Ese es el caso de <a href="https://carlotaguerrero.com/category/works/">Carlota Guerrero</a>, que dirigió el videoclip de “<a href="https://www.youtube.com/watch?v=8jsi2Tgvx6A&ab_channel=bj%C3%B6rk">Oral</a>” (2023), de Björk y Rosalía. </p>
<p>Aún queda mucho camino por recorrer, pero los pasos van en la buena dirección para que las mujeres ocupen su espacio en el videoclip, también detrás de la cámara.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/220896/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Eduardo Viñuela Suárez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Si ya es difícil reconocer a quien dirige un videoclip, por encima del artista al que sirve, aún más complicado es hacerlo si detrás de las cámaras se sienta una mujer.
Eduardo Viñuela Suárez, Profesor de Musicología, Universidad de Oviedo
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2024-03-03T20:46:18Z
2024-03-03T20:46:18Z
La revolución de la menopausia: propuestas para romper el estigma
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/578389/original/file-20240227-19-k4u1iu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=46%2C28%2C6183%2C3596&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/confident-woman-pointing-herself-portrait-attractive-1461128621">Mangostar / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Si bien el climaterio es un proceso natural que da como resultado el cese del periodo menstrual y marca el fin de la etapa reproductiva, el significado que se le atribuye es cultural. Es común confundir este periodo –que abarca el antes, el durante y el después de la última menstruación– con la menopausia, cuando esta se refiere, tan sólo, a la última menstruación de una mujer. </p>
<p>Socialmente, la menopausia se suele entender como un marcador del tiempo que abre la puerta a la vejez. Como si de una mochila cargada de estereotipos y prejuicios se tratara, condiciona las expectativas y vivencias de quienes la experimentan. Dicho de otro modo, transitar el climaterio en pleno siglo XXI puede asemejarse a menstruar durante el siglo pasado: una experiencia vergonzosa y, a menudo, ocultada.</p>
<h2>Falta de apoyo y comprensión</h2>
<p>Estos son algunos datos reveladores sobre el climaterio:</p>
<ul>
<li><p>Millones de mujeres están ocupando cargos de responsabilidad mientras experimentan algunos de sus síntomas.</p></li>
<li><p>Entre un <a href="https://irla.cat/wp-content/uploads/2023/11/estudi-becayarza-tabu-menopausa.pdf">60 % y un 70 %</a> lo transitan sin disponer de los conocimientos básicos respecto a su impacto físico y psicológico. </p></li>
<li><p>Un <a href="https://www.institutodelamenopausia.com/recursos/infografias/falta-informacion-sobre-la-menopausia">30 %</a> manifiesta no sentirse apoyada por su entorno familiar. </p></li>
<li><p>Un <a href="https://www.welcometothejungle.com/es/articles/menopausia-mujeres-trabajo">59 %</a> considera que perjudica gravemente su salud física y mental, y que también produce efectos negativos en la esfera laboral. </p></li>
<li><p>Un <a href="https://www.elektrahealth.com/workplacemenopausesurvey/">80 %</a> siente que las políticas organizativas laborales y sus responsables no las respaldan. Esta sensación se intensifica cuando el superior es un hombre. </p></li>
</ul>
<p>Teniendo en cuenta estos datos, así como el aumento en la esperanza de vida, seguramente nos encontramos ante la que será la etapa más larga en el ciclo vital de las mujeres. En España, por ejemplo, casi <a href="https://www.europapress.es/comunicados/salud-0910/noticia-comunicado-2023-volumen-mujeres-fase-menopausica-bate-records-historia-espana-20231018104623.html">cuatro millones de personas están en la etapa climatérica</a>, lo que supone un 7,9 % de la población total. </p>
<p>Entonces, ¿por qué se continúa invisibilizando?</p>
<h2>La cruda realidad</h2>
<p>El estudio <a href="https://irla.cat/wp-content/uploads/2023/11/estudi-becayarza-tabu-menopausa.pdf"><em>El tabú de la menopausia, una discriminación invisibilizada</em></a>, becado por la Fundación Irla (<a href="https://irla.cat/clara-selva-guanya-la-beca-destudis-feministes-nativitat-yarza-2022/">Beca de Estudios Feministas Natividad Yarza</a>), revela que, lejos de presentarse como una experiencia única, el climaterio es una etapa plural y polimorfa, condicionada por una intersección de factores (personales, sociales y culturales).</p>
<p>La falta de información y las representaciones sociales heredadas pueden hacer que las mujeres no se acerquen a la menopausia como un libro en blanco, sino cargadas de expectativas e imaginarios.</p>
<p>Dentro de los entornos laborales, las dificultades asociadas al afrontamiento del climaterio –como reflejan los datos anteriormente citados– a menudo obligan a quienes lo atraviesan a realizar equilibrios para ocultar sus manifestaciones y mantener el rendimiento en espacios donde esta etapa es silenciada. </p>
<p>A esto se suma la falta de iniciativas proactivas por parte de las organizaciones. Más allá del desinterés, esta ausencia demuestra un profundo desconocimiento del climaterio en los entornos laborales, que se suma al repertorio de estigmas que planean sobre él. </p>
<p>Consecuentemente, la menopausia se pierde en la cultura del silencio organizativa, perpetuando su impacto en términos de compromiso, motivación o desempeño laboral. A la postre, se consolida como una nueva “cañería que pierde”, en términos de género. </p>
<h2>Propuestas para romper discriminaciones</h2>
<p><a href="https://irla.cat/wp-content/uploads/2023/11/estudi-becayarza-tabu-menopausa.pdf"><em>El tabú de la menopausia, una discriminación invisibilizada</em></a> propone un marco de soporte integral para romper con el tabú, visibilizar y poner fin a la discriminación por menopausia. Revisemos, de forma sucinta, los principales puntos que plantea.</p>
<p><strong>Propuestas sociales:</strong></p>
<ul>
<li><p><strong>Visibilizar y crear conciencia social</strong> a fin de que se perciban, reconozcan y comprendan las necesidades de las personas que atraviesan esta etapa. Esto se puede lograr con acciones como normalizar la conversación de la menopausia, disponer de información o compartir experiencias.</p></li>
<li><p><strong>Reconceptualizar el climaterio</strong>, así como las nociones de “ser mujer” y “ser menopáusica”, en la cultura occidental. En este caso, se consigue (de)construyendo imaginarios y visibilizando referentes de menopausia.</p></li>
<li><p><strong>Hacer activismo social</strong> para erradicar tabúes, estigmas y discriminaciones.</p></li>
</ul>
<p><strong>Propuestas organizacionales:</strong></p>
<ul>
<li><p><strong>Cambiar la cultura</strong>, creando conciencia y erradicando la ocultación y el silencio que planean en estas esferas. Se propone, entre otras iniciativas, brindar escucha activa, comprensión y asistencia psicológica.</p></li>
<li><p><strong>Revisar las políticas laborales</strong>, incorporando acciones de flexibilización y adaptación. Para ello, se deberían valorar las cargas y tareas, así como permitir pausas o permisos laborales.</p></li>
<li><p><strong>Sensibilizar respecto a esta etapa vital</strong> ofreciendo
puntos de información y formación al conjunto de la organización.</p></li>
<li><p><strong>Adaptar los espacios de trabajo</strong> para disponer de puestos más amables, cómodos e inclusivos respecto a esta experiencia vital. Se puede conseguir revisando la ventilación, incluyendo zonas de descanso u ofreciendo ropa adaptada y de recambio.</p></li>
</ul>
<p><strong>Propuestas gubernamentales:</strong></p>
<ul>
<li><p><strong>Propuesta educativa, de visibilización y concienciación social</strong> que haga hincapié en la normalización del climaterio, y que eduque y aliente a la población a hablar con los profesionales de la salud y con grupos de iguales o de autoayuda. Esta propuesta incluye la puesta en marcha de campañas de concienciación o la inclusión de la menopausia en el currículum escolar.</p></li>
<li><p><strong>Propuesta de regulación y flexibilización organizacional</strong> que recapitule acciones y medidas para preservar el derecho a la salud laboral de las mujeres. Incluiría adaptar leyes o decretos reguladores, dar ayudas a las organizaciones y hacer seguimiento de las medidas aplicadas.</p></li>
</ul>
<p>En pocas palabras, la revolución de la menopausia que la sociedad reclama sólo podrá hacerse efectiva si gobiernos y organizaciones abren los ojos y asumen responsabilidades.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223562/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Clara Selva Olid recibe fondos de la Fundación Josep Irla, mediante la Beca de Estudios Feministas Natividad Yarza. </span></em></p>
El climaterio es una etapa vital de las mujeres sobre el que aún planean estigmas y tabúes. Aquí se proponen algunas medidas para visibilizarlo y romper con la discriminación, especialmente en el ámbito laboral.
Clara Selva Olid, Profesora Agregada en los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC - Universitat Oberta de Catalunya, UOC - Universitat Oberta de Catalunya
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2024-02-21T12:20:50Z
2024-02-21T12:20:50Z
Menopausia: hábitos y tratamientos para potenciar la sexualidad
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/577180/original/file-20240221-30-qz29oz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=334%2C127%2C7356%2C4688&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/image-beautiful-senior-woman-posing-on-2294923599">oneinchpunch/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Al hablar de menopausia, lo primero que se nos viene a la cabeza es el declive sexual. Pero este proceso por el que pasan todas las mujeres no debería interpretarse así, sino como una nueva etapa por descubrir, un tiempo de transición y de autocuidado. Eso no implica que no sea interesante contar con tratamientos para mantener la función sexual, como veremos a continuación.</p>
<h2>Una pausa en el camino</h2>
<p>La menopausia, el cese del sangrado de menstruación durante un período continuo de al menos doce meses, se origina por la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1521690X23001318?via%3Dihub">reducción de hormonas ováricas</a>, en particular de estrógeno y progesterona. En ocasiones, también la puede desencadenar precozmente algún procedimiento médico, como la extirpación quirúrgica de los ovarios o la radioterapia dirigida a la región pélvica.</p>
<p>El cambio hormonal provoca modificaciones no solo en la anatomía genital, sino también a nivel mental y emocional. En los genitales, es evidente la pérdida de elasticidad y la sequedad vaginal debido a la reducción del flujo sanguíneo. Las mujeres pueden observarse estos cambios con ayuda de un espejo.</p>
<p>También hay modificaciones no detectables a simple vista. La microbiota de la vagina, formada por microorganismos que protegen de infecciones, disminuye y altera el ph vaginal, que es la principal causa de candidiasis (infección por hongos) repetitiva.</p>
<p>El deseo o libido también se ve afectado, probablemente por las dificultades en la penetración. Síntomas como la sequedad, la irritación o el ardor forman un círculo vicioso de dolor.</p>
<p>Al conjunto de estos cambios y molestias genitales, junto con las alteraciones miccionales, se les denomina <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13697137.2017.1421921">“síndrome genitourinario de la menopausia”</a>, y deterioran considerablemente la calidad de vida de las mujeres afectadas.</p>
<h2>Entonces, ¿la vida sexual tiene fecha de caducidad?</h2>
<p>¡Claro que no! El mayor problema es la ausencia de tratamientos, que requieren conocer los síntomas y las repercusiones en la calidad de vida de las afectadas. Hasta el presente año, los profesionales no disponían de un cuestionario de evaluación de los síntomas vaginales que provocan alteraciones sexuales.</p>
<p>Con el fin de paliar este problema, profesoras de la <a href="https://www.uclm.es/toledo/fafeto">Facultad de Fisioterapia y Enfermería de la UCLM</a> hemos diseñado un <a href="https://domolasrastras.cl/Cuestionario.jpeg">instrumento de evaluación</a> para medir las alteraciones en la penetración vaginal. El objetivo es que los sanitarios puedan valorar y hacer tratamientos específicos para cada mujer en particular.</p>
<h2>Una vez detectado el problema ¿qué hacemos?</h2>
<p>Comencemos por algunos hábitos sencillos que pueden ayudar a dar la vuelta a los síntomas: </p>
<ul>
<li><p><strong>Cuidar la higiene íntima</strong>. Es vital. La zona perineal se debe lavar solo con agua o utilizando algún jabón íntimo con ph ácido. Este tipo de productos contienen el mismo ph que debería tener la vulva, factor que evita el aumento de la sequedad y el prurito o la picazón. En cualquier caso, hay que descartar el jabón de higiene corporal.</p></li>
<li><p><strong>Vestir con comodidad.</strong> La ropa interior de algodón permite que no se acumule la humedad en la vulva y favorece la estabilidad de la microbiota.</p></li>
<li><p><strong>Usar lubricante vaginal.</strong> <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13697137.2017.1421921">Su principal función</a> es disminuir la fricción poducida por la sequedad vaginal, lo que puede aliviar el dolor y la irritación. El ph del lubricante siempre debe estar entre 3,8 y 4,5, y la osmolaridad (concentración de partículas disueltas en la solución), por debajo de los 370 mOsm/kg.</p></li>
</ul>
<h2>Dos terapias innovadoras</h2>
<p>También existen tratamientos no invasivos que están demostrando cambios efectivos y a largo plazo en la salud sexual de las mujeres con menopausia. Destacan dos de ellos:</p>
<ul>
<li><p><strong>Láser de CO₂ vaginal</strong>. <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/lsm.23211">Se ha revelado</a> como una opción revolucionaria. Sus resultados se deben a la microablación, procedimiento médico que destruye de forma controlada el tejido de las paredes vaginales. Esta técnica estimula la producción de colágeno y ayuda a la regeneración del tejido, provocando un auténtico “efecto antienvejecimiento” en la vagina </p>
<p><a href="https://obgyn.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1471-0528.17335">Estudios recientes</a> han demostrado que el láser puede restaurar el epitelio vaginal, y también se han observado mejoras en la flora vaginal, lo que favorece la reducción de la sequedad. Existe una limitación: de momento, su elevado coste impide que sea accesible para todas las mujeres.</p></li>
<li><p><strong><a href="https://journals.lww.com/intjrehabilres/abstract/2020/12000/capacitive_and_resistive_electric_transfer_therapy.2.aspx">Radiofrecuencia no ablativa</a></strong>. Es administrada con un dispositivo que emite ondas electromagnéticas que generan calor. Cuando la temperatura alcanza los 40 °C-41 ºC, se activan unas células llamadas fibroblastos para producir más colágeno.</p>
<p>Esta técnica es menos invasiva que el láser de CO₂ vaginal. Actualmente <a href="https://domolasrastras.cl/imagen.jpeg">se están estudiando</a> los prometedores resultados de este tratamiento, administrado por fisioterapeutas especializados en salud pélvica.</p></li>
</ul>
<h2>Para no olvidar</h2>
<p>Recordémoslo: la menopausia no es sinónimo de declive en la vida sexual. Conocer los síntomas para diseñar tratamientos específicos es la clave que nos permiten potenciarla. En cualquier caso, esta etapa de la vida femenina ofrece la oportunidad de explorar nuevas formas de autocuidado y función sexual.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/221935/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>
El sexo no tiene fecha de caducidad. Diversos hábitos y tratamientos eficaces pueden ayudar a que las mujeres vivan en plenitud el proceso natural de la menopausia.
Claudia Andrea Quezada Bascuñán, Doctoranda, Universidad de Castilla-La Mancha
Asunción Ferri Morales, Universidad de Castilla-La Mancha
Cristina Lirio Romero, Fisioterapeuta. Neurorrehabilitación, Universidad de Castilla-La Mancha
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2024-02-06T18:12:14Z
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Más allá del parto: así cuidan las matronas la salud de las mujeres
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/571639/original/file-20240126-15-d00lfg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=20%2C30%2C6689%2C4355&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/antenatal-care-female-doctor-family-therapist-2043915206">fizkes / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><blockquote>
<p>¡Empuja, empuja fuerte, sigue empujando, ya casi está el bebé fuera! </p>
</blockquote>
<p>En el imaginario colectivo, las matronas son básicamente esas personas que brindan su ayuda a las parturientas, pero es mucho más lo que hacen por la salud de las mujeres y de las familias. Estas profesionales también desempeñan importantes labores de atención sanitaria, docencia, gestión e investigación, como pondremos de relieve en este artículo.</p>
<h2>El día a día de las matronas</h2>
<p>Según <a href="https://www.congreso.es/docu/comisiones/reconstruccion/documentacion_participacion_ciudadana/20200623_D17.pdf">la Asociación Nacional de Matronas de España</a>, sus ámbitos de actuación en el hospital incluyen el paritorio, las consultas de obstetricia y ginecología, la planta de gestantes y el puerperio. El <a href="https://ingesa.sanidad.gob.es/bibliotecaPublicaciones/publicaciones/internet/IntTraMat.htm">Instituto Nacional de Gestión Sanitaria</a> amplía sus competencias a los centros de salud, la atención domiciliaria y los centros de planificación familiar.</p>
<p>De hecho, una labor posiblemente desconocida es la que desarrollan en el ámbito de las infecciones de transmisión sexual (ITS): participan tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, mejorando el pronóstico. Esta función es bastante relevante si tenemos en cuenta que la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0212656723000306">tasa de infecciones por 100 000 habitantes</a> en infección gonocócica aumentó más de un 19 % entre 2010 y 2021; un 8 % entre 2014 y 2021 en el caso de la sífilis, y un 18 % entre 2016 y 2021 en el de la clamidia.</p>
<p>Tampoco es baladí su papel en la detección temprana de violencia de género, estados ansioso-depresivos o estrés. La atención continuada y la relación de cuidados que se establece entre las mujeres y las matronas facilita la intervención sanitaria frente a estos y otros riesgos asociados al estilo de vida.</p>
<p>Además, muchas mujeres viven con gran incertidumbre y ansiedad el periodo de transición menopáusica por los cambios que se producen; especialmente, por los sofocos. ¿Sabía que la matrona puede acompañar en estos procesos explicando pautas dietéticas y prácticas saludables para disminuirlos? ¿O ayudar a establecer estilos de vida que prevengan la aparición de la temida <a href="https://theconversation.com/osteoporosis-que-debemos-comer-para-prevenirla-195766">osteoporosis</a>?</p>
<p>Otra función importante es el acompañamiento en el <a href="https://theconversation.com/lagrimas-de-leche-como-afrontar-el-duelo-por-una-muerte-perinatal-186232">duelo perinatal</a>. Según <a href="https://www.inmujeres.gob.es/areasTematicas/salud/entreNous/docs/EntreNous59.pdf">las estadísticas</a>, uno de cada cuatro embarazos acaban en abortos. La profesional ayudará a gestionar las emociones y vivir el duelo en pareja, para que no se convierta en un trance patológico.</p>
<p>A esto hay que sumar las responsabilidades de gestión en unidades hospitalarias, direcciones de enfermería o como coordinadoras de matronas de áreas sanitarias. Nuestras protagonistas están capacitadas para coordinar o dirigir comités o grupos de trabajo y aportar su visión y conocimientos para planificar estrategias sanitarias, planes y programas de salud. </p>
<h2>Impartiendo magisterio</h2>
<p>También hay que resaltar la faceta docente de las matronas, y no solo referida a los estudiantes de la especialidad obstétrico-ginecológica y otros profesionales sanitarios. En las clases de preparación al nacimiento y crianza –más conocidas como “preparación al parto”–, abordan, además del propio parto, el embarazo, el puerperio, la lactancia, los cuidados del recién nacido, la actividad física, los derechos de la gestante y del bebé, la toma de decisiones, la diversidad cultural o la parentalidad positiva. </p>
<p>Las matronas también realizan actividades educativas en materia de salud materno-infantil y salud sexual y reproductiva: dirigidas a jóvenes, en escuelas, en asociaciones de mujeres, a mujeres con menopausia y a grupos de riesgo. Además, ofrecen atención preconcepcional, asesoramiento e inserción de métodos anticonceptivos, asistencia a contracepción de emergencia e interrupción de embarazo.</p>
<p>Y, por último, son capaces de liderar investigaciones al más alto nivel. Un ejemplo es el <a href="https://www.cost.eu/actions/CA22114/">proyecto</a>, financiado por la Unión Europea, para estudiar el impacto del estrés perinatal en el desarrollo fetal, liderado por un especialista –matrón– de la Universidad de Granada,</p>
<h2>¿Qué hay que estudiar para ser matrona?</h2>
<p>Estrictamente hablando, la matrona es un profesional científico. <a href="https://www.elsevier.es/es-revista-educacion-medica-71-articulo-analisis-definicion-matrona-acceso-formacion-S1575181318300147">Según la normativa actual</a> existen dos vías para conseguir el título en el ámbito internacional: a través de un grado independiente y como especialidad de Enfermería.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/la-primera-necesidad-de-un-recien-nacido-no-es-comer-es-el-contacto-con-la-piel-de-su-madre-195747">La primera necesidad de un recién nacido no es comer, es el contacto con la piel de su madre</a>
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<p>Actualmente, para ser matrona en España, primero hay estudiar Enfermería, una carrera universitaria de cuatro años. Una vez obtenido el título, los candidatos deben hacer un examen a nivel nacional (<a href="https://ifses.es/eir/que-es-el-eir/">EIR</a>). Es muy exigente: cada año unas 15 000 enfermeras y enfermeros compiten por 400 plazas. Quienes alcanzan la puntuación para acceder a una de las plazas de formación de la especialidad de enfermería obstétrico-ginecológica (matrona) deben prepararse durante dos años. </p>
<p>En países de Latinoamérica, como Argentina, primero se deben estudiar la carrera de Enfermería y después hacer la especialidad. Y <a href="https://www.rcn.org.uk/Professional-Development/become-a-midwife">en el Reino Unido</a>, por ejemplo, hay dos opciones: estudiar la carrera de matrona en la universidad (tres años), o para los graduados en Enfermería, realizar un curso de 18 meses. </p>
<h2>Acompañando a la salud de la mujer</h2>
<p>En conclusión, las matronas son profesionales sanitarios que realizan su labor con evidencia científica. Ayudan a visibilizar la salud de la mujer, acompañándola en etapas transcendentales de su vida (sexualidad, embarazo, parto, crianza y menopausia). Para ello es preciso que sean reconocidas por la sociedad y que cada hospital y centro de salud proporcionen pleno acceso a sus servicios.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/219745/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>
No solo se ocupan de asistir a las parturientas: las matronas cumplen importantes funciones de asistencia sanitaria y asesoramiento en las etapas trascendentales de la vida de las mujeres.
Rafael A. Caparros-Gonzalez, Profesor Permanente Laboral de Ciencias de la Salud (Enfermería), Universidad de Granada
Carmen María Hachero Rodriguez, Matrona, UOC - Universitat Oberta de Catalunya
Carmen Mejías Paneque, Matrona, Universidad de Granada
Irene Agea Cano, Doctora en ciencias de la salud. Miembro del grupo de investigación cuidsalud CTS464. Obstetricia y ginecologia, Universidad de Jaén
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2024-01-23T18:02:00Z
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Klára Dán von Neumann: la artífice del código de MANIAC
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/570153/original/file-20240118-19-xfzzqf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=10%2C29%2C787%2C665&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Muchas mujeres participaron en desarrollo de MANIAC, la computadora basada en la arquitectura de von Neumann, construida en el Laboratorio de Los Alamos.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://discover.lanl.gov/publications/national-security-science/2020-winter/computing-on-the-mesa/">Los Alamos National Laboratory</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span></figcaption></figure><p>La pionera en programación Klára Dán von Neumann (1911-1963) escribió el código utilizado en la máquina <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/MANIAC_I">MANIAC I</a>, desarrollada por el matemático <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/John_von_Neumann">John von Neumann </a> y el ingeniero <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Julian_Bigelow">Julian Bigelow</a>. También estuvo involucrada en el diseño de los nuevos controles de la máquina <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/ENIAC">ENIAC</a> y fue una de sus primeras programadoras. Y todo esto lo hizo, además, aprendiendo a programar de manera autodidacta.</p>
<p><a href="https://mujeresconciencia.com/2021/01/06/klara-dan-von-neumann-desconocida-pionera-de-la-programacion/">Klára Dán</a> nació un 18 de agosto de 1911 en el seno de una familia acomodada. Conoció a John von Neumann antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial; en 1938 el matemático se divorció de su esposa y Klara Dán de su marido, y se casaron. El matrimonio emigró a Estados Unidos donde von Neumann ocupó una cátedra en Princeton.</p>
<p>En ese momento, John se había convertido en uno de los científicos más famosos del mundo, incorporándose en 1943 al <a href="https://www.britannica.com/event/Manhattan-Project">Proyecto Manhattan </a>, el proyecto de investigación del gobierno de Estados Unidos, dirigido por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Oppenheimer">Robert Oppenheimer</a>, dedicado a construir la primera bomba atómica.</p>
<h2>Una programadora autodidacta</h2>
<p>Klára no tenía formación matemática posterior a la del instituto y aprendió a programar de manera autodidacta. Aparece citada como “ayudante” en diversos proyectos a pesar de que su papel fue realmente relevante. El libro sobre la historia de la computación <em>La catedral de Turing</em> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/George_Dyson">George Dyson </a> recoge este testimonio de Klára:</p>
<p><em>“Mucho antes de que se terminara la máquina, me convertí en el conejillo experimental de Johnny. Fue de lo más divertido. Aprendí a traducir ecuaciones algebraicas en formas numéricas, que luego a su vez tienen que pasarse al lenguaje de la máquina en el orden en el que esta tiene que calcularlo”.</em></p>
<p>Por supuesto, “Johnny” era John von Neumann.</p>
<h2>Antes de la MANIAC: la ENIAC y la EDVAC</h2>
<p>La máquina <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/ENIAC">ENIAC</a> (acrónimo de <em>Electronic Numerical Integrator And Computer</em>), puesta en marcha en 1946, fue uno de los primeros ordenadores de propósito general. La construyeron dos ingenieros, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/John_Presper_Eckert">John Presper Eckert</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/John_William_Mauchly">John William Mauchly</a> y la programaron seis mujeres: <a href="https://mujeresconciencia.com/2015/03/07/betty-snyder-holberton-programadora/">Betty Snyder Holberton</a>, <a href="https://mujeresconciencia.com/2014/12/27/betty-jean-jennings-bartik-programadora/">Betty Jean Jennings Bartik</a>, <a href="https://mujeresconciencia.com/2015/02/12/kathleen-mcnulty-mauchly-antonelli-programadora/">Kathleen McNulty Mauchly Antonelli</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Marlyn_Wescoff_Meltzer">Marlyn Wescoff Meltzer</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ruth_Lichterman_Teitelbaum">Ruth Lichterman Teitelbaum</a> y <a href="https://mujeresconciencia.com/2016/03/02/frances-bilas-spence-programadora/">Frances Bilas Spence</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/570105/original/file-20240118-17-y6h5wq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/570105/original/file-20240118-17-y6h5wq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/570105/original/file-20240118-17-y6h5wq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=459&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/570105/original/file-20240118-17-y6h5wq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=459&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/570105/original/file-20240118-17-y6h5wq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=459&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/570105/original/file-20240118-17-y6h5wq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=576&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/570105/original/file-20240118-17-y6h5wq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=576&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/570105/original/file-20240118-17-y6h5wq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=576&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Glen Beck y Betty Snyder programando ENIAC.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/ENIAC#/media/Archivo:Glen_Beck_and_Betty_Snyder_program_the_ENIAC_in_building_328_at_the_Ballistic_Research_Laboratory.jpg">Wikimedia commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Esta máquina, diseñada inicialmente para calcular tablas de tiro de artillería para el <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Ballistic_Research_Laboratory">Laboratorio de Investigación Balística del Ejército de los Estados Unidos</a>, fue posteriormente reprogramada para resolver otro tipo de problemas numéricos. En 1950, la ENIAC fue empleada por un grupo de meteorólogos del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton para producir un pronóstico del tiempo mediante técnicas numéricas. En ese grupo también estaban John y Klára, quien fue la encargada de traducir a código de programación las <a href="https://www.aemet.es/documentos/es/conocermas/recursos_en_linea/publicaciones_y_estudios/publicaciones/Fisica_del_caos_en_la_predicc_meteo/10_Modelos_atmosfericos.pdf">ecuaciones simplificadas de la dinámica atmosférica</a>, quien enseñó al equipo de meteorólogos a programar la máquina y quien revisó el programa final. </p>
<p>Von Neumann y los meteorólogos <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Jule_Gregory_Charney">Jule Charney</a> y <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Ragnar_Fj%C3%B8rtoft">Ragnar Fjörtoft</a> publicaron en 1950 el artículo <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/j.2153-3490.1950.tb00336.x"><em>Numerical Integration of the Barotropic Vorticity Equation</em> </a> con los detalles de este experimento. Klára no apareció como autora de ese trabajo y quedó al margen de los reconocimientos. Solo constaba como “Mrs. K. von Neumann”, doblemente invisibilizada, en los agradecimientos finales. </p>
<p>La máquina <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/EDVAC">EDVAC</a> (acrónimo de <em>Electronic Discrete Variable Automatic Computer</em>) fue diseñada antes de que la ENIAC se pusiera en marcha. A diferencia de la primera, EDVAC era binaria y sus programas podían diseñarse para ser almacenados. También la construyeron Eckert y Mauchly. Se les unió posteriormente von Neumann quien, en 1945, redactó el informe <a href="https://web.mit.edu/STS.035/www/PDFs/edvac.pdf"><em>First Draft of a Report about the EDVAC</em></a> como memoria del grupo de trabajo. El matemático <a href="https://www.ecured.cu/Herman_H._Goldstine">Herman Goldstine</a> difundió este documento entre algunos colegas implicados, citando a von Neumann como único autor del mismo. Ellos, a su vez, remitieron este borrador a otros investigadores de Estados Unidos e Inglaterra. Aunque incompleto, este informe se convirtió en un modelo para construir computadoras electrónicas digitales, y la arquitectura de la EDVAC pasó a conocerse como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arquitectura_de_Von_Neumann"><em>arquitectura de von Neumann</em></a>. La máquina EDVAC comenzó a funcionar en 1951.</p>
<h2>El comienzo de la máquina MANIAC</h2>
<p>El físico <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Nicholas_Metropolis">Nicholas Constantine Metropolis</a> diseñó y construyó en 1952 la máquina <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/MANIAC_I">MANIAC I</a> (acrónimo de <em>Mathematical Analyzer, Numerator, Integrator, and Computer</em>) en el Laboratorio Nacional de Los Álamos. Se basaba en la arquitectura de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/IAS_machine">máquina IAS</a> que von Neumann había desarrollado en Princeton. Comenzó a operar con éxito en marzo de 1952 hasta que fue reemplazada por la máquina MANIAC II en 1957. Una tercera versión, MANIAC III, fue construida en la Universidad de Chicago en 1964.</p>
<p>El primer trabajo que se asignó a MANIAC I fue realizar cálculos rigurosos y amplios de los mecanismos que rigen una reacción termonuclear. En 1953, MANIAC I obtuvo la primera ecuación calculada mediante <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Integraci%C3%B3n_de_Monte_Carlo">integración de Montecarlo</a> modificada sobre el espacio de configuración. </p>
<p>Muchas de las programadoras de las computadoras antes citadas eran mujeres. La mayoría de ellas tenían una completa formación matemática y con sus conocimientos y habilidades consiguieron que aquellas enormes máquinas funcionaran. Una de estas mujeres fue Klára Dán Von Neumann.</p>
<h2>Contribuyendo a perpetuar el trabajo de John von Neumann</h2>
<p>Tras la muerte de von Neumann en 1957, Klára Dán editó el texto y <a href="https://mathshistory.st-andrews.ac.uk/Extras/Von_Neumann_Silliman/">escribió el prefacio</a> de las <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Silliman_Memorial_Lectures"><em>Conferencias Silliman</em></a> que el matemático impartió, ya enfermo, entre los años 1955 y 1956. Fueron publicadas en 1958, y posteriormente editadas y publicadas bajo el título de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/The_Computer_and_the_Brain"><em>The Computer and the Brain</em></a>.</p>
<p>Klára se casó en 1958 con el oceanógrafo y físico <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Eckart">Carl Eckart</a> en el que fue su cuarto matrimonio. La pareja se fue a vivir a La Jolla, California.</p>
<p>Apareció ahogada en la playa el 10 de noviembre de 1963, probablemente se suicidó. Esto sucedió después de que Klára abandonara una fiesta en honor a la ganadora del premio Nobel en Física <a href="https://www.nobelprize.org/prizes/physics/1963/mayer/biographical/">Maria Goeppert-Mayer</a>. Klára, al contrario de Goeppert-Mayer, no recibió ningún reconocimiento por sus contribuciones al avance de la programación. </p>
<hr>
<p><em>Una primera versión de este artículo se publicó en el <a href="https://mujeresconciencia.com/2021/01/06/klara-dan-von-neumann-desconocida-pionera-de-la-programacion/">blog Mujeres con ciencia de la UPV/EHU</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/221174/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Marta Macho-Stadler no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
A pesar de no tener una formación matemática formal, Klára Dán von Neumann fue una figura clave en la creación del código de las primeras computadoras, ENIAC y MANIAC.
Marta Macho-Stadler, Profesora de matemáticas, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
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tag:theconversation.com,2011:article/215115
2024-01-14T20:47:49Z
2024-01-14T20:47:49Z
Toda época ha tenido un chivo expiatorio (hasta la antigua Roma)
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/568818/original/file-20240111-17-6il859.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=257%2C316%2C3400%2C1893&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Matrona en el baño, termas de Sidi Ghrib, Museo Nacional de Cartago.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Carthage_museum_mosaic_1.jpg">Fabien Dany/Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>La naturaleza humana tiende a reproducir ciertos comportamientos. Algunos se repiten a lo largo de la historia y nacen cuando no se encuentra explicación ante un acontecimiento. </p>
<p>Con motivo de la pandemia de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/COVID-19">covid-19</a>, las <a href="https://theconversation.com/cuanto-creemos-en-las-teorias-de-la-conspiracion-159762">teorías conspiratorias</a> han intentado calmar en algunas mentes el miedo que produce lo desconocido. </p>
<p>Durante 2020, desde ciertos sectores de la población se culpó a la República Popular China de haber creado y extendido el virus –voluntaria o accidentalmente–. También a los EE. UU. y a las compañías farmacéuticas. La acusación no resolvía el problema, pero tener a alguien a quien cargar con la responsabilidad saciaba, en cierto modo, la incertidumbre de muchos ciudadanos.</p>
<p>En realidad, la historia está llena de estas escapatorias mentales. Encontrar un chivo expiatorio, a veces con resultados sangrientos, da tranquilidad. Al menos temporalmente.</p>
<h2>El envenenamiento romano del 331 a. e. c.</h2>
<p>Un ejemplo lo encontramos en Roma, en unos sucesos que sucedieron en el 331 a. e. c. y que han llegado hasta nosotros relatados por distintas fuentes antiguas, fundamentalmente <a href="https://archive.org/details/biblioteca-clasica-gredos/N%C2%BA%20148.%20Tito%20Livio%2C%20Historia%20de%20Roma%20desde%20su%20fundaci%C3%B3n%203/page/51/mode/2up">Livio</a> y <a href="https://archive.org/details/biblioteca-clasica-gredos/N%C2%BA%20311.%20Valerio%20M%C3%A1ximo%2C%20Hechos%20y%20dichos%20memorables%201/page/n77/mode/2up">Valerio Máximo</a>. En ese año varios hombres notables de la ciudad murieron. Todos ellos presentaban los mismos síntomas. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/568823/original/file-20240111-19-ug5kbq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Fresco de una mujer llevando una bandeja en Villa San Marco en Stabiae (Italia)." src="https://images.theconversation.com/files/568823/original/file-20240111-19-ug5kbq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/568823/original/file-20240111-19-ug5kbq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=896&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/568823/original/file-20240111-19-ug5kbq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=896&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/568823/original/file-20240111-19-ug5kbq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=896&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/568823/original/file-20240111-19-ug5kbq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1126&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/568823/original/file-20240111-19-ug5kbq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1126&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/568823/original/file-20240111-19-ug5kbq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1126&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Fresco de una mujer llevando una bandeja en Villa San Marco en Stabiae (Italia).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Fresco_of_woman_with_tray_in_Villa_San_Marco_retouched.jpg">Luiclemens/AlMare</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En un primer momento, se creyó que la causa de las muertes se debía a una epidemia. Sin embargo, una esclava denunció ante las autoridades que la culpa era de unas mujeres que habían preparado unos venenos. Tras encontrar a algunas matronas elaborando medicamentos, unas veinte mujeres fueron apresadas. Conducidas ante las autoridades, dos de ellas afirmaron que los brebajes eran saludables. La esclava les pidió entonces que los bebiesen y así probasen que ella estaba mintiendo. Las matronas hablaron entre ellas y decidieron beberlos, muriendo a continuación.</p>
<p>A partir de ahí, fueron juzgadas unas 170 mujeres más, consideradas cómplices, llegando Orosio a hablar <a href="https://archive.org/details/OROSIOHistoriasIIV/OROSIO%20Historias%20I-IV/page/n207/mode/2up">en sus escritos</a> de 370 mujeres implicadas.</p>
<p>El relato de Livio ofrece algunas dudas. Por ejemplo, la participación de la esclava. A lo largo de la obra histórica de Tito Livio, en varios casos los denunciantes son esclavos. ¿Puede ser verdad? Puede. Pero también pueden ser casos de concentración histórica, es decir, soluciones que se dan, siempre las mismas, para casos que se repiten en la historia. Así sucede en el intento de restauración de la monarquía en el que estaban implicados <a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/59/DavidBrutusSonsCorps.jpg?uselang=es">los hijos del cónsul Bruto</a> o en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Esc%C3%A1ndalo_de_las_bacanales">episodio de la represión de las Bacanales</a>. Los esclavos van a aparecer en muchos relatos delatando a sus amos y obteniendo, con ello, importantes beneficios. Son el precedente de los testigos protegidos o los más recientes <a href="https://theconversation.com/tiene-conocimiento-de-practicas-corruptas-en-su-empresa-chivese-la-ley-le-ampara-200683"><em>whistleblowers</em></a>. Otra cosa es que su participación fuera real. </p>
<h2>La explicación</h2>
<p>Pero el relato principal es fiable en los datos básicos y de él podemos extraer varias conclusiones:</p>
<ul>
<li><p>En primer lugar, las propias fuentes dudaron que fueran envenenamientos. El número de casos era suficiente para pensar en una epidemia y los fallecidos presentaban todos los mismos síntomas. Las epidemias eran muy frecuentes en Roma y el mismo Livio llega a narrar un número considerable. Las condiciones atmosféricas en determinadas estaciones del año, así como cuestiones relacionadas con la salubridad, hacen pensar a los científicos que el paludismo llegó a ser una cuestión endémica en Roma.</p></li>
<li><p>En segundo lugar, las mujeres tenían conocimientos de medicina natural, fueran correctos o no, por lo que no sería extraño que, ante una epidemia, buscaran soluciones de este tipo. Después de todo, se dedicaban a la elaboración de venenos/medicamentos (en latín ambas palabras son “neutras”; veneno, por sí sola, no es una palabra con un sentido negativo).</p>
<p>De hecho, algunos cultos femeninos habrían favorecido una actividad en torno al uso y fabricación de soluciones destinadas a la curación de enfermedades. Así, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Macrobio">Macrobio</a> relata en un conocido texto la existencia de una farmacopea en el entorno del templo a la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Bona_Dea">Bona Dea</a>, diosa a cuyo culto estaban llamadas las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Matrona_(Antigua_Roma)">matronas</a>.</p></li>
<li><p>En tercer lugar, el hecho de que las mujeres murieran al tomar sus brebajes llevó a la detención de muchas más. La muerte de las veinte primeras se entendió como una prueba de culpabilidad. Pero no tenemos fuentes que confirmen esta prueba. Pudo, efectivamente, deberse a que los preparados fueran verdadero veneno. Pero también a que lo que se elaboraba como remedio realmente fuera nocivo para la salud, aunque no hubiera conocimiento de ello ni, mucho menos, intención de causar la muerte.</p>
<p><a href="https://www.jstor.org/stable/41019665">Algunos autores entienden</a> que el hacer beber a las detenidas sus medicamentos fue una <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ordal%C3%ADa">ordalía</a>, una especie de juicio de Dios que existía en otros pueblos primitivos y que se mantuvo durante la Edad Media en la civilización occidental.</p></li>
</ul>
<h2>Proceso penal y religioso</h2>
<p>Es cierto que se procesó penalmente a las nuevas detenidas. De hecho, fue el primer procedimiento “por envenenamiento” que tuvo lugar en Roma (después hubo más y también contra mujeres), aunque no sabemos cómo se llevó a cabo. </p>
<p>De ahí que se haya deducido que el relato de Livio estaba describiendo una ordalía: el envenenamiento se consideró un hecho tan extraordinario que, además de la represión penal, fueron necesarias medidas de naturaleza religiosa para purgar lo que se consideró un <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Prodigium"><em>prodigio</em></a>. Es decir, un acontecimiento asombroso que podía significar un aviso de los dioses por algo que podría ocurrir, o una señal de su enfado con los hombres por algo que habría ocurrido. Se nombró entonces a un <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dictador_(Antigua_Roma)"><em>dictador</em></a> para que llevase a cabo el acto de expiación.</p>
<p>Las muertes se consideraron un acto de locura más que de maldad. Por eso se buscó una solución que sirviera para devolver la cordura y mantuviera intacta la paz con los dioses.</p>
<p>Sin embargo, no sabemos qué pasó en realidad. Probablemente fue <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8338796">una epidemia más de tantas que asolaron Roma</a>. En la fecha en la que se sitúan los hechos no es imaginable una acción organizada de 170 mujeres (que fueron las finalmente condenadas, según Livio), ni hay ningún dato acerca de lo que se habría pretendido conseguir con las muertes, en el caso de que estuviéramos hablando de una acción dolosa. <a href="https://archive.org/details/biblioteca-clasica-gredos/N%C2%BA%20187.%20Tito%20Livio%2C%20Historia%20de%20Roma%20desde%20su%20fundaci%C3%B3n%207/page/398/mode/2up">No se vuelve a ver otro “macroproceso” por envenenamiento hasta bastante tiempo después</a>. </p>
<p>Pero encontrar alguien a quien culpabilizar debió tener un <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_placebo">efecto placebo</a> en la sociedad romana del momento. En Atenas tenían sus propios chivos expiatorios, los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pharmacos"><em>pharmakoi</em></a>, utilizados como víctimas de sacrificios para purificar la ciudad y preservarla de cualquier mal. La palabra la encontramos prácticamente igual en español en el término <em>fármaco</em>, que presenta la dualidad entre la enfermedad y el remedio. </p>
<p>Este caso coincide con <a href="https://www.glossae.eu/glossaeojs/article/view/506">la forma que tenía el pueblo romano de “calmar” lo que consideraban una ofensa a los dioses en el s. IV a. e. c.</a>. Las mujeres del relato, como chivos expiatorios, fueron las culpables y, a su vez, con su condena, la solución. La explicación de que habían perdido la razón devolvió la tranquilidad a la ciudad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/215115/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alicia Valmaña Ochaíta no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
¿Por qué buscamos chivos expiatorios cuando no encontramos explicaciones científicas ante determinados acontecimientos? Lo llevamos haciendo desde la Antigüedad.
Alicia Valmaña Ochaíta, Profesora Titular de Derecho Romano, Universidad de Castilla-La Mancha
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2023-12-13T21:38:15Z
2023-12-13T21:38:15Z
“Mujer vida libertad”: el ensayo gráfico que conmemora la rebelión iraní
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/565470/original/file-20231213-19-ii73yc.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1197%2C863&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Viñeta del ensayo 'Sublevarse a los 20 años' de Paco Roca, que forma parte de la obra 'Mujer Vida Libertad'.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.penguinlibros.com/es/tematicas/332500-libro-mujer-vida-libertad-9788419437495">Reservoir Books</a>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>El 13 de septiembre de 2022, la joven Mahsa Jina Amini fue detenida en Teherán por la Guardia Revolucionaria iraní, con el pretexto de no vestir el velo conforme estipula la <a href="https://www.trotta.es/libros/diccionario-de-islam-e-islamismo/9788498797473/"><em>sharía</em></a>. Tres días más tarde, tras haber permanecido en custodia policial, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=RlX2LJHyE0E">la joven falleció en el hospital de Kasra en la capital</a>. </p>
<p><a href="https://www.youtube.com/watch?v=yC-6uyL1Smk">La respuesta del pueblo iraní fue inmediata</a>: nació entonces una rebelión manifiestamente pública, colectiva, interseccional y plural, en contra del uso obligatorio del hiyab y del gobierno, en su forma y contenido. <a href="https://www.arte.tv/es/videos/113185-000-A/mujer-vida-libertad-una-revolucion-irani/">Nació el movimiento “Mujer, vida, libertad”</a> (<em>Jin Jîyan Azadî</em> en kurdo, <em>Zan Zendegi Azadi</em> en persa).</p>
<h2>Cronología de una lucha</h2>
<p>La acción contestataria <a href="https://theconversation.com/iran-las-protestas-por-la-imposicion-del-hiyab-suscitan-llamadas-feministas-a-la-accion-en-todo-el-mundo-arabe-191275">se tradujo en numerosas manifestaciones</a> en las que las mujeres quemaban sus pañuelos y <a href="https://theconversation.com/cuando-el-cabello-femenino-es-reivindicativo-192209">se cortaban mechones de cabello como símbolo de denuncia y resistencia</a>.</p>
<p>Las represalias del régimen no se hicieron esperar: <a href="https://youtu.be/bDm19laeNAw?si=z1BSqSfKLS2cd4DB">desde ataques con gas</a> hasta imposición de castigos ejemplares que evidenciaran el arrepentimiento de las mujeres manifestantes, como el deber de <a href="https://www.iranintl.com/en/202307157209">limpiar cadáveres en la morgue</a> o <a href="https://iranwire.com/en/women/121714-tabriz-girl-who-yelled-anti-khamenei-slogans-held-in-mental-hospital/">el ser obligadas a acudir a centros psiquiátricos de forma periódica</a>. </p>
<p>Las condenas también se tradujeron en ejecuciones: la familia de <a href="https://elpais.com/internacional/2022-10-07/los-nombres-de-la-represion-en-iran.html">Nika Shakarami</a>, joven de 16 años participante en las manifestaciones, fue citada en la morgue, asegurando que se había caído al vacío desde un edificio. <a href="https://www.rtve.es/noticias/20221208/iran-ejecuta-primer-condenado-muerte-participar-protestas/2411238.shtml">Mohsen Shekari</a>, de 23 años, fue condenado y ejecutado por haber herido a un miliciano basiji en el transcurso de las protestas. <a href="https://www.rtve.es/noticias/20221212/iran-protestas-masha-amini-ejecucion-pena-muerte-manifestaciones/2411465.shtml">Majid Reza Rahnavard</a>, también de 23, fue ahorcado de forma pública en una grúa en la ciudad de Mashhad, acusado, esta vez, del asesinato de dos agentes. </p>
<p>Sin embargo, estas muertes no han tenido la repercusión ni la solidaridad internacional que tuvo la de Mahsa Amini. Contra todo, <a href="https://theconversation.com/un-ano-despues-de-la-muerte-de-mahsa-amini-las-mujeres-iranies-prosiguen-su-lucha-por-la-libertad-214174">las y los iraníes no se detienen y practican la resistencia cotidiana</a>. </p>
<p>Asimismo, si no en repercusión mediática, la lucha iraní sí que encuentra hoy reconocimiento en las instituciones internacionales. El Premio Nobel de la Paz de 2023 ha sido otorgado a la activista iraní <a href="https://theconversation.com/narges-mohammadi-gana-el-nobel-de-la-paz-en-nombre-de-miles-de-mujeres-iranies-215203">Narges Mohammadi</a> por su lucha por los derechos de las mujeres. Mohammadi sigue hoy presa en la cárcel de Evin. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/565550/original/file-20231213-15-352zmi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dos adolescentes hablan desde una tribuna, uno de ellos con una mano en alto, ante un retrato de otra mujer." src="https://images.theconversation.com/files/565550/original/file-20231213-15-352zmi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/565550/original/file-20231213-15-352zmi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/565550/original/file-20231213-15-352zmi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/565550/original/file-20231213-15-352zmi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/565550/original/file-20231213-15-352zmi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/565550/original/file-20231213-15-352zmi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/565550/original/file-20231213-15-352zmi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Kiana y Ali Rahmani, los hijos adolescentes de Narges Mohammadi, recogen el Premio Nobel de la paz galardonado a su madre, Narges Mohammadi, en diciembre de 2023.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://nobelprize.qbank.se/mb/?h=f142eee16bc09dd5247dd753fd9ef889">© Jo Straube / Nobel Prize Outreach</a></span>
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</figure>
<p>Por su parte, <a href="https://www.europarl.europa.eu/news/es/press-room/20231208IPR15773/premio-sajarov-el-pe-homenajea-a-jina-mahsa-amini-y-a-las-manifestantes-iranies">el galardón Andrei Sájarov</a> a la libertad de Conciencia en defensa de los Derechos Humanos que concede el Parlamento Europeo ha sido para Mahsa Amini y el movimiento “Mujer, Vida y Libertad”. </p>
<p>La muerte de Mahsa Jina Amini desató la ira y el inconformismo de una población sumida en el hartazgo, harta de la segregación de la mujer en el espacio público y <a href="https://gjia.georgetown.edu/2022/04/04/irans-educational-system-and-the-institutionalization-of-gender-inequality/">del paternalismo institucional y patriarcal</a>. A esto se suma una fuerte devaluación de la moneda, el rial, y una desigualdad de clases que se ha enraizado de forma estructural. </p>
<p>Sin embargo, como contraparte positiva, la sociedad iraní es una sociedad formada y preparada, en la que más del 60 % de los estudiantes universitarios son mujeres. Una sociedad moderna, capitalista, al día en redes sociales y en <a href="https://elpais.com/planeta-futuro/planeta-unicef/2022-09-04/ser-artista-y-mujer-en-un-pais-que-prohibe-los-desnudos-en-los-museos.html">productos culturales</a>, aunque siempre sorteando la censura.</p>
<h2>El ensayo gráfico: conmemoración, apoyo y homenaje</h2>
<p>Esta realidad cotidiana se plasma en el recién publicado ensayo gráfico <em>Mujer Vida Libertad</em>, coordinado por la artista multidisciplinar francoiraní <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Marjane_Satrapi">Marjane Satrapi</a>. Satrapi es conocida por su ópera prima, <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6084856"><em>Persépolis</em></a>, en la que narró su infancia y juventud en la transición entre el régimen del sah Mohammad Reza Pahlavi y los primeros años de la República Islámica de Irán. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/565461/original/file-20231213-17-8jh2e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Portada del ensayo _Mujer Vida Libertad_, coordinado por Marjane Satrapi." src="https://images.theconversation.com/files/565461/original/file-20231213-17-8jh2e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/565461/original/file-20231213-17-8jh2e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=847&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/565461/original/file-20231213-17-8jh2e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=847&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/565461/original/file-20231213-17-8jh2e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=847&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/565461/original/file-20231213-17-8jh2e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1065&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/565461/original/file-20231213-17-8jh2e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1065&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/565461/original/file-20231213-17-8jh2e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1065&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Portada del ensayo <em>Mujer Vida Libertad</em>, coordinado por Marjane Satrapi.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.penguinlibros.com/es/tematicas/332500-libro-mujer-vida-libertad-9788419437495">Reservoir Books</a></span>
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<p>Publicada en Francia por la editorial <a href="https://www.youtube.com/watch?v=-DEk9HL9CM4">L’Iconoclaste</a> el pasado septiembre, acaba de ser editada por <a href="https://www.penguinlibros.com/es/tematicas/332500-libro-mujer-vida-libertad-9788419437495">Reservoir Books</a> en español. La obra también se encuentra disponible y gratuita <a href="https://iran-tc.com/wp-content/uploads/2023/09/%DA%A9%D8%AA%D8%A7%D8%A8-%D9%85%D8%B5%D9%88%D8%B1-%D8%B2%D9%86-%D8%B2%D9%86%D8%AF%DA%AF%DB%8C-%D8%A2%D8%B2%D8%A7%D8%AF%DB%8C.pdf">en acceso abierto en farsi</a> como muestra de apoyo y resistencia.</p>
<p>El libro conmemora el primer aniversario de la rebelión mediante un tomo estructurado en tres partes: “Los hechos”, “Un poco de historia” y “Un régimen de hierro… un pueblo que resiste”. Todos ellos abordan el estado actual de la sociedad iraní, ahondando en las raíces históricas de los conflictos desde un prisma social y cultural. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/mas-alla-del-velo-la-vineta-se-suma-a-la-rebelion-irani-191646">Más allá del velo: la viñeta se suma a la rebelión iraní</a>
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<h2>Participación española</h2>
<p>La obra, que se encuentra entre el cómic, el ensayo y la ilustración, es fruto de un trabajo colectivo entre diecisiete autores y autoras iraníes (como <a href="https://www.instagram.com/neyestanimana/?hl=es">Mana Neyestani</a>, <a href="https://www.instagram.com/sainttouka/?hl=es">Touka Neyestani</a>, <a href="https://www.instagram.com/baboo_chamailleuse/?next=%2Ffarysuwita%2F&hl=es-la">Bahareh Akrami</a> y <a href="https://www.instagram.com/shabidesign/">Shabnam Adiban</a>) e internacionales (como <a href="https://www.normaeditorial.com/autor/trondheim-lewis">Lewis Trondheim</a>, <a href="https://www.instagram.com/cocoboer/?hl=es">Coco</a>, <a href="https://www.instagram.com/joannsfar/">Joann Sfar</a> y <a href="https://www.penguinlibros.com/es/204031--catel">Catel</a>). </p>
<p>Entre ellos, hay dos autores españoles: el valenciano <a href="https://twitter.com/paco_roca?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Eauthor">Paco Roca</a> y la madrileña <a href="https://www.instagram.com/lapatbol/?hl=es">Patricia Bolaños</a>. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1724027561314009510"}"></div></p>
<p>Roca participa con dos capítulos: “Sublevarse a los 20 años” y “El diálogo de los muertos”, ambos a todo color, con una estética que ya tiene su firma indiscutible. La primera historieta retrata la rebelión de las estudiantes universitarias que toman como ejemplo a las adolescentes en los colegios al grito de “Muerte al dictador” o “Mujer, vida y libertad”. El artista muestra la disidencia de las iraníes en su cotidianidad y el apoyo de sus compañeros en esta lucha. La segunda, con los bocadillos justos y medidos, traslada al lector al cementerio donde se encuentra enterrado el asesinado Mohsen Shekari, a quien su compañera va visitar. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/565460/original/file-20231213-25-1cp862.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Imagen del ensayo de Patricia Bolaños para _Mujer Vida Libertad_." src="https://images.theconversation.com/files/565460/original/file-20231213-25-1cp862.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/565460/original/file-20231213-25-1cp862.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=849&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/565460/original/file-20231213-25-1cp862.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=849&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/565460/original/file-20231213-25-1cp862.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=849&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/565460/original/file-20231213-25-1cp862.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1066&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/565460/original/file-20231213-25-1cp862.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1066&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/565460/original/file-20231213-25-1cp862.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1066&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Imagen del ensayo de Patricia Bolaños para <em>Mujer Vida Libertad</em>.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.penguinlibros.com/es/tematicas/332500-libro-mujer-vida-libertad-9788419437495">Reservoir Books</a></span>
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<p>Patricia Bolaños, en cambio, a través del capítulo titulado “Los niños mimados del régimen”, <a href="https://www.instagram.com/p/Cz_mMsLuTTu/?utm_source=ig_web_copy_link">trae a colación a los <em>Aga Zadeh</em></a>, los hijos de los responsables políticos y oligarcas corruptos que se benefician económicamente en sus empresas y “fundaciones benéficas”. Bolaños, con un dibujo en el que ha hecho protagonistas a los colores de la bandera iraní, verde, blanco y rojo, denuncia las actuaciones hipócritas de estos jóvenes insertos en una “casta mafiosa”.</p>
<p><a href="https://www.rtve.es/noticias/20231122/marjane-satrapi-patricia-bolanos-paco-roca-velo-iran/2461566.shtml">Todos estos artistas han colaborado codo con codo con especialistas iraníes</a> –el politólogo Farid Vahid, el periodista Jean-Pierre Perrin y el historiador Abbas Milani– para sacar adelante este ensayo gráfico. </p>
<p>El objetivo de la obra queda bien delimitado en la introducción reivindicativa que escribe Satrapi:</p>
<blockquote>
<p>“El primero es tratar de explicar lo que pasa en Irán, descifrar los hechos con su complejidad y sus matices para unos lectores no iraníes, mostrároslos de la mejor forma que podamos, aunque sea imposible plasmar todas las caras de esta historia. Porque está pasando. Aunque no se hable mucho de ella.</p>
<p>El segundo objetivo de este libro es mandar un mensaje a los iraníes para recordarles que no están solos. Está claro que los políticos de todo el mundo no son más que políticos, está claro que no van a hacer nada por el pueblo iraní, pero la sociedad civil de Occidente sí que se ha puesto de su parte. La prueba es que la mayoría de los artistas que participan en este proyecto son occidentales. ¿Qué mayor apoyo por parte de un artista que su arte?”</p>
</blockquote>
<p>Este volumen es una obra muy completa y necesaria para comprender el Irán de hoy, el de ayer y tratar de atisbar el Irán de mañana.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/218490/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Elena Pérez Elena ha tenido un contrato predoctoral FPU con el Ministerio de Universidades y la Universidad Autónoma de Madrid.</span></em></p>
Un nuevo ensayo gráfico escrito por autores iraníes e internacionales analiza la situación actual en Irán y las protestas contra el régimen.
Elena Pérez Elena, Doctoranda FPU en el programa Estudios Artísticos, Literarios y de la Cultura de la UAM y profesora en el Grado de Lenguas Modernas, Cultura y Comunicación (UAM), Universidad Autónoma de Madrid
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2023-11-30T18:11:30Z
2023-11-30T18:11:30Z
¿Se puede ser mujer (de entre 35 y 40) y no estar estresada por la maternidad?
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/560376/original/file-20231120-23-33mqpe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=171%2C60%2C3183%2C2172&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/profile-stressed-woman-40-years-old-2106117521">tativophotos/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Hagamos una prueba sencilla: durante un día, contemos el número de mujeres con el que nos relacionamos y anotémoslo. También si alguna de ellas hace comentarios sobre la maternidad y qué tipo de comentarios. Estoy casi segura de que el estrés vinculado con la maternidad (o la ausencia de ella) saldrá a flote en alguno de ellos. Casi todas las mujeres lo sufren a partir de determinada edad, incluso aunque hayan decidido no ser madres. </p>
<p>En la actualidad, la <a href="https://www.tandfonline.com/doi/pdf/10.1080/03009734.2019.1707913">etapa fértil estipulada por la biología y la fisiología</a> del cuerpo de la mujer no coincide con la edad a la que una mujer se plantea ser madre. De hecho, la estabilidad laboral y emocional que necesita una mujer para tomar la decisión de ser madre suele llegar en las sociedades occidentales <a href="https://genus.springeropen.com/articles/10.1186/s41118-020-00094-3">casi al final de esa etapa fértil</a>. El resultado es que hay que hacer malabares para cuadrar la maternidad con la vida personal y laboral y por tanto, se retrasa la maternidad. Entra en escena el estresor maternal.</p>
<h2>¿Qué es el estresor maternal?</h2>
<p>Un estresor es todo aquel estímulo que la persona percibe como una amenaza ante su integridad física o psicológica. Si vinculamos esta descripción con la maternidad, un estresor maternal es una amenaza generalmente psicológica frente al hecho de ser madre o de no serlo.</p>
<p>Se trata de un estresor complejo ya que no solo proviene de hechos que podrían pasar en el futuro (como ocurre con el distrés de los trastornos de ansiedad, por ejemplo) sino que implica también amenazas del pasado (ejemplo: haber decidido ser madre sin tener el trabajo deseado o sentir ansiedad con 50 años por no haber sido madre). Aquí el reloj biológico establece un límite claro que rara vez se permite excepciones. </p>
<p>Se ha demostrado que esta imposición temporal, junto con la incertidumbre económica, genera altos niveles de estrés especialmente en las mujeres entre los 35 y los 45 y, como consecuencia, un retraso “justificado” de la maternidad. En el <a href="https://ivi.es/blog/ivi-presenta-primer-estudio-sobre-tendencias-fertilidad-maternidad-espana/">reciente estudio</a> del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), en colaboración con la empresa GFK, se destaca que, de las 1 000 mujeres entrevistadas con intención de ser madres, el 78 % ha retrasado su decisión debido al marco socioeconómico en el que se encuentran y el contexto nacional en el que viven. El estresor maternal aparece tanto cuando se es madre como cuando no. </p>
<h2>Soy madre, ¿y ahora qué?</h2>
<p>En algunas ocasiones, documentales e historias de instagram “maquillan” la maternidad y ofrecen una imagen tan idílica que, cuando una da a luz a su bebé y está cansada, con ojeras y un aspecto horrible, se llega a preguntar: ¿será que no quería ser madre?</p>
<p>La respuesta es no. Lo que ocurre es que el posparto es más duro de lo que cuentan. Numerosos estudios han demostrado los <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/1745506519844044">efectos psicológicos de las hormonas sexuales en el posparto</a> y también que el cerebro de la madre <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4318549/pdf/nihms659888.pdf">cambia a nivel estructural y funcional</a> debido a la neuroplasticidad. Algo que las <em>stories</em> de las redes sociales no suelen mostrar por la falta de atractivo, quizás.</p>
<p>Como profesional de la psicología, como acompañamiento para las mujeres que son madres por primera vez propongo realizar un proceso de duelo. ¿Un duelo si no ha muerto nadie? Sí, porque murió su vida antes de ser mamá. El cuerpo y la mente han cambiado, por lo que se ha de adaptar a esa “nueva versión” de sí misma. Ahora, con un menor a nuestro cargo, los esfuerzos físicos y cognitivos de su cuidado, se ha de integrar en el día a día. </p>
<p>Se ha de potenciar que las mujeres madres se reinventen con un nuevo plan de vida en el que combinar diferentes roles; no solo se es mamá sino que también existe el rol de mujer, trabajadora, hija, hermana, pareja, y un largo etc. </p>
<h2>No quiero ser madre, ¿y ahora qué?</h2>
<p>Esta es la cara B del mismo estresor: el hecho de decidir no ser madre también estresa a las mujeres. ¿Por qué, si ni el cerebro ni el cuerpo han cambiado?</p>
<p>La sociedad actual acepta que la maternidad se haya retrasado. Tal y como expone <a href="https://es.statista.com/estadisticas/474478/edad-media-de-la-maternidad-en-espana-por-comunidad-autonoma/">el informe publicado por <em>Statista</em></a> lo habitual es tener un primer hijo a partir de los 32 años, en casi todas las comunidades autónomas de España. Un dato que a muchos de los lectores de este artículo les parecerá pronto. Eso sí, se le sigue dando valor al hecho de que la mujer quiera ser madre, aunque sea tarde. </p>
<p>¿Y si no quiero ser madre nunca? Ahí las circunstancias cambian. Algunas mujeres han reportado que <a href="https://www.fons.org/Resources/Documents/Journal/Vol9No2/IPDJ_0902_006.pdf">se sienten juzgadas</a> por no querer ser madres especialmente por otras mujeres que sí lo son o por su familia más cercana.</p>
<p>Desde la perspectiva psicológica, una de las hipótesis que podría justificar esta presión que siente la mujer que no quiere ser madre se debe a que lo que siente (rechazo a la maternidad) choca con su idea de familia tradicional. Hace 40 años, el porcentaje de mujeres con 35 años que no quería ser madre no se acercaba apenas al porcentaje actual. Sin embargo y tal y como explican los expertos, <a href="http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1817-40782017000200005">el concepto de familia está cambiando</a>, lo que supone un alivio para las mujeres que no quieren ser madres.</p>
<p>La mujer que ha decidido no ser madre deberá trabajar sus esquemas cognitivos y sus creencias en torno al concepto de familia hasta llegar a la aceptación de que cada uno tiene derecho a vivir como quiere vivir con las demandas y los recursos que tiene.</p>
<p>En definitiva, tanto si una mujer pretende ser madre como si no, la maternidad en sí misma puede causarle una respuesta de estrés, especialmente entre los 35 y los 40 años. En ambas situaciones, el abordaje psicológico debería poner el foco en la aceptación de la decisión tomada desde un proyecto personal legítimo e indiscutible. </p>
<p>Si todas las mujeres lo hicieran sin juicios podríamos observar un verdadero cambio social alrededor de la maternidad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/214201/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María J. García-Rubio no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Tanto si se decide tener hijos como si no, entre los 35 y los 45 la mayoría de mujeres sienten el estresor maternal. Existen dos maneras de enfrentarse a él y vencerlo.
María J. García-Rubio, Codirectora de la Cátedra VIU-NED de Neurociencia global y cambio social - Miembro del Grupo de Investigación Psicología y Calidad de vida (PsiCal) - Profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia, Universidad Internacional de Valencia
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2023-11-16T17:46:59Z
2023-11-16T17:46:59Z
Demuestran que los humanos no son los únicos primates que experimentan la menopausia
<p>¿Qué dirían las hembras de chimpancé en su cincuenta cumpleaños si pudieran hablar? Algunas de ellas probablemente se quejarían de los sofocos, del insomnio o del aumento de peso. En cambio, no describirían con tanto amor los últimos progresos de sus nietos. </p>
<p>Un equipo de antropólogos evolutivos, primatólogos y ecólogos del comportamiento acaba de demostrar por primera vez que la menopausia no es exclusiva de las mujeres, sino que también las hembras de otros primates la experimentan. </p>
<p>El grupo de investigación comenzó a observar la numerosa comunidad de chimpancés (<em>Pan troglodytes</em>) de Ngogo, en el Parque Nacional de Kibale (Uganda), en 1995. A lo largo de 21 años, examinaron las tasas de mortalidad y fertilidad de 185 hembras de chimpancé con edades comprendidas entre los 14 y los 67 años. </p>
<p>El estudio, <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.add5473">publicado en <em>Science</em></a>, describe los factores demográficos y hormonales que determinan la etapa postreproductiva de las hembras de una población de chimpancés salvajes. Hasta la realización de este trabajo, largos períodos de supervivencia más allá de la edad de la última reproducción solo se habían observado en humanos y en algunas especies de ballenas dentadas. </p>
<p>“Una hembra de chimpancé podría esperar vivir aproximadamente una quinta parte de su vida adulta en un estado postreproductivo, alrededor de la mitad de lo que viven los cazadores-recolectores humanos”, han declarado los autores.</p>
<h2>Una larga supervivencia</h2>
<p>La prolongada observación de la comunidad de chimpancés de Ngogo entre 1995 y 2016 tuvo como objetivo estimar la edad de las hembras y mantener un registro de todos los eventos relacionados con su vida reproductiva, como hinchazón genital regular, partos y lactancia. </p>
<p>Los autores lograron identificar varias hembras con al menos 40 años de edad que vivieron, en promedio, 7,9 años tras su ultimo parto. De estos ejemplares en edad postreproductiva, 16 sobrevivieron más allá de los 50, un fenómeno raro en otras comunidades de chimpancés.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/por-que-las-mujeres-menstruan-y-otros-muchos-animales-no-215903">¿Por qué las mujeres menstrúan y otros muchos animales no?</a>
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<p>La longevidad de los chimpancés de Ngogo podría atribuirse a un entorno que favoreció la supervivencia gracias a la calidad de la dieta, la ausencia de depredadores y la competencia exitosa entre grupos. Otra explicación podría ser que estos primates poseen capacidades genéticas para sobrevivir después de edad fértil. </p>
<p>No obstante, los humanos han alterado el hábitat natural de los chimpancés y, además, han sido portadores de virus respiratorios que han reducido la esperanza de vida de estos animales.</p>
<h2>Las hormonas lo confirman</h2>
<p>La fertilidad de la mujer está vinculada a su <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0008772">reserva ovárica</a>, es decir, a los ovocitos que potencialmente pueden ser ovulados y fecundados. El número de ovocitos con el que una mujer cuenta a lo largo de su vida está determinado desde antes de nacer y disminuye progresivamente con el tiempo. </p>
<p>Después de la primera menstruación, solo un ovocito por mes completa su maduración y puede ser ovulado durante cada ciclo menstrual. Mientras tanto, otros miles no llegan a madurar y son reabsorbidos. Cuando se agotan los ovocitos que una mujer posee, su capacidad reproductiva cesa y se produce la menopausia. Estos eventos están relacionados con un <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK279054/#:%7E:text=Estrogen%20levels%20rise%20and%20fall,end%20of%20the%20menstrual%20cycle.">patrón hormonal</a> que regula finamente el ciclo menstrual y la ovulación y que cambia después de la menopausia.</p>
<p>Por esa razón, los autores del trabajo también llevaron a cabo un análisis hormonal en hembras con diferentes estados reproductivos y edades. Así pudieron observar un patrón hormonal similar al de los humanos, con una disminución en la fertilidad después de los 30 años. </p>
<p>Además, identificaron en la vida postreproductiva un decaimiento de las hormonas esteroides ováricas (estrógenos y progestinas) y un consiguiente aumento de las hormonas gonadotropinas folículo-estimulante (FSH) y luteinizante (LH). Estos resultados están en línea con los niveles hormonales que experimentan las mujeres después de la menopausia. </p>
<h2>Teorías sobre la evolución de la menopausia</h2>
<p>El descubrimiento de periodos de vida postreproductiva en chimpancés es fundamental para entender las razones biológicas y evolutivas de la menopausia. Se han propuesto dos teorías no excluyentes al respecto. </p>
<p>La primera es que la vida postreproductiva de las chimpancés, al igual que la de las mujeres, podría explicarse con la <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/9781118924396.wbiea2162#:%7E:text=The%20grandmother%20hypothesis%20is%20an,suggested%20to%20increase%20their%20fitness.">hipótesis de la abuela</a>. Según esta teoría, la menopausia sería una ventaja evolutiva indirecta, ya que, al cesar la reproducción, las hembras mayores podrían ayudar a sus hijas a reproducirse o a sus nietos a sobrevivir. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/los-sapiens-vivimos-mas-para-ayudar-a-los-demas-188229">Los sapiens vivimos más para ayudar a los demás</a>
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<p>Sin embargo, las hembras de chimpancé suelen abandonar su comunidad natal para reproducirse en otra y permanecen allí toda la vida. Por lo tanto, las abuelas no suelen vivir en el mismo grupo que sus descendientes femeninas y no pueden ayudarlas a reproducirse ni cuidar a sus hijos. Además, a diferencia de los bonobos (<em>Pan paniscus</em>), ni siquiera los descendientes masculinos reciben ayuda de sus madres, probablemente debido a la diferente estructura social de su especie. </p>
<p>Otra teoría que explicaría la vida después de la menopausia es la del <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0960982216314622">conflicto reproductivo</a>. Esta hipótesis postula que las hembras mayores compiten con las jóvenes por el apareamiento. Dejar de reproducirse sería ventajoso para evitar hacerlo con sus propios descendientes.</p>
<p>Además, el descubrimiento de una vida postreproductiva en chimpancés sugiere que los humanos contemporáneos podrían haber adquirido esta capacidad desde el último ancestro común que compartimos con los chimpancés. </p>
<p>“Será crucial invertir en estudios a largo plazo en diversos entornos ecológicos para comprender si las esperanzas de vida en estado postreproductivo en los chimpancés surgen solo raramente en circunstancias ecológicas favorables o si son más comunes”, concluyen los autores.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/217629/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Federica Marinaro recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación (España).</span></em></p>
Un estudio revela que las hembras de chimpancé pasan una quinta parte de su vida adulta en un estado postreproductivo análogo a la menopausia humana. Este descubrimiento es importante para entender las razones evolutivas de la menopausia.
Federica Marinaro, Investigadora Postdoctoral en Reproducción Animal, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
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2023-11-09T06:23:38Z
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Redescubriendo la historia de las antiguas iberas
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/556172/original/file-20231026-29-y65etx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C11%2C2552%2C1690&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">En primer plano, la Dama de Elche, con la Gran Dama Oferente al fondo, ambas expuestas en el Museo Arqueológico Nacional.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Museo_Arqueol%C3%B3gico_Madrid_(17226233792).jpg">VIATOR IMPERI from HISPANIA/Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>En 1897 fue expuesto en el Museo del Louvre un busto femenino esculpido en caliza denominado <a href="https://www.academia.edu/42224359/La_Dama_de_Elche_D%C3%B3nde_cu%C3%A1ndo_y_por_qu%C3%A9">Dama de Elche</a>. La pieza, procedente de La Alcudia de Elche (Alicante), llamó la atención de hispanistas internacionales, hasta entonces deslumbrados por el arte y la literatura de los siglos XV al XVII. Con ella, la genialidad española se retrotraía a la Antigüedad, patente en una Dama en la que vieron la genuina representación de Iberia. </p>
<p>Esto desplegó el reconocimiento internacional de <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=624939">la cultura ibérica</a> de los siglos V al II a. e. c. Tras esta proyección, el gobierno de Franco exigió su retorno a España en 1940. Este tuvo lugar en 1941 y fue celebrado como la recuperación emblemática de la raza ibera. Con ese carácter quedó instalada en el Museo del Prado hasta 1971, cuando se trasladó al Museo Arqueológico Nacional, donde se conserva. </p>
<p>La cultura ibérica se presenta en la zona mediterránea hispánica después de tres siglos de contactos de sus habitantes con colonizadores procedentes de Fenicia y Grecia. A partir del 500 a. e. c. las poblaciones iberas también ocupan ciudades amuralladas y aldeas. </p>
<p>La arqueología y el arte dan a conocer a hombres-guerreros y mujeres engalanadas. En ellas nos vamos a centrar ahora mismo. En lo (poco) que sabemos de ellas. </p>
<h2>Tejiendo la vida</h2>
<p>Cuando se instauró la división entre la ciudad y el campo, se establecieron <em>oppida</em> (núcleos urbanos), amurallados y con trazado regular, y aldeas o caseríos de extensión mucho menor. Más allá del hogar, se cree que entonces los espacios específicos destinados a las mujeres eran el molino y el telar. </p>
<p>La representación de la mujer hilando o tejiendo se prodiga con carácter selectivo en el Mediterráneo coetáneo de las iberas, asociada a un segmento señorial urbano, sin implicación laboral. Tejer (el destino, la vida…) aparece asimismo como una competencia sobrenatural propia de las diosas que tienen en sus manos el futuro de la humanidad. Era un oficio al que las señoras o las jóvenes de la ciudad podían incorporarse para pedir la tutela divina para su comunidad. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/556703/original/file-20231030-15-btd5d5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Fragmento cerámico de los siglos III y II antes de Cristo en el que están pintadas mujeres hilando y tejiendo." src="https://images.theconversation.com/files/556703/original/file-20231030-15-btd5d5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/556703/original/file-20231030-15-btd5d5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=276&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/556703/original/file-20231030-15-btd5d5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=276&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/556703/original/file-20231030-15-btd5d5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=276&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/556703/original/file-20231030-15-btd5d5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=347&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/556703/original/file-20231030-15-btd5d5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=347&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/556703/original/file-20231030-15-btd5d5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=347&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Mujeres hilando y tejiendo, fragmentos cerámicos del Cerro de San Miguel de Liria (Valencia), antigua Edeta. 250-150 a.e.c.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Museo de Prehistoria de Valencia</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Desde el estudio de la iconografía se ha llegado a decir que tejer representaba para la mujer lo que luchar era para el hombre. Ambas aptitudes aluden a idealizaciones de género propias de una cúpula ciudadana que garantiza la seguridad, la continuidad de los linajes y el bienestar del grupo. </p>
<p>A través de la hilandera y de la tejedora, el sexo femenino se hace partícipe de la sociedad de su tiempo aportando algo más que su capacidad reproductiva, en un momento en que lo familiar se introduce en el ritual urbano; en el que lo privado gana espacio en lo público. </p>
<h2>Mujeres musicales</h2>
<p>Otra imagen que presenta a las mujeres en la sociedad ibérica es la de las flautistas. En los <em>oppida</em> importantes se celebraban fiestas en las que se promovía la identidad colectiva de un territorio mediante desfiles, cabalgatas y competiciones protagonizados por la cúspide de la sociedad local entendida en sentido amplio. </p>
<p>Las mujeres participaban activamente, como queda constancia en la pintura de las vasijas ibéricas. Estos frisos acreditan en Edeta/Liria (Valencia) y en La Serreta (Alicante) la vigencia de mujeres instruidas en la música y la danza que desfilan junto a los varones. Dicha costumbre eleva la cultura ibérica sobre el resto de los pueblos prerromanos de la península, acreditándola como pionera en asociar lo simbólico en femenino a lo público. </p>
<p>Esto es propio de un sentido de la pertenencia más estable que el de aquellos grupos que solo cifran su identidad en la representación de los hombres armados partidarios de un jefe, cuyo futuro incierto los precisa, <a href="https://www.penguinlibros.com/es/economia-politica-y-actualidad/255225-libro-el-hombre-prehistorico-es-tambien-una-mujer-9788426410092">según admite la etnoantropología</a>. </p>
<h2>Pocas referencias</h2>
<p>La antigua sociedad ibérica no cuenta con textos propios. Así, los autores clásicos que la mencionaron lo hicieron aplicando los esquemas culturales que regían en sus países de origen o describiendo curiosidades de su personal experiencia, en el caso de haber visitado el país, a menudo animados por estereotipos y leyendas. </p>
<p>Esas fuentes describen algunos detalles curiosos de su aspecto físico, como que se depilaban la frente y cubrían su cabello con un <em>tympanon</em> o mitra, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Geograf%C3%ADa_(Estrab%C3%B3n)">como señala Estrabón</a> (63 a. e. c.-23). Pero rara vez apuntan algo con más contenido para la mirada contemporánea.</p>
<p>El historiador sirio Nicolás de Damasco (64-4 a. e. c.) recoge un aspecto artesanal interesante (<em>Fontes Historiae Graecae III</em>, 456; fragmento atribuido a Éforo, historiador griego del siglo IV a. e. c.) cuando indica que las iberas vestían túnicas ricamente adornadas, con cinturón o sin él, y explica que todos los años exponían en público las telas que habían tejido. Hombres elegidos por votación juzgaban y honraban debidamente a la que había trabajado más. </p>
<p>En otras recopilaciones se repite la misma noticia especificando el carácter festivo que tenía tal acontecimiento y los regalos que recibían las mujeres que habían tejido mayor número y más bellas telas, ya que las iberas debían competir en belleza y presentar las medidas más ajustadas a los cánones impuestos.</p>
<h2>Mujeres enterradas con poder</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/556178/original/file-20231026-17-z6u9sg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Estatua de una mujer en piedra, sentada, rodeada de vasijas y armas." src="https://images.theconversation.com/files/556178/original/file-20231026-17-z6u9sg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/556178/original/file-20231026-17-z6u9sg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/556178/original/file-20231026-17-z6u9sg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/556178/original/file-20231026-17-z6u9sg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/556178/original/file-20231026-17-z6u9sg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/556178/original/file-20231026-17-z6u9sg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/556178/original/file-20231026-17-z6u9sg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Dama de Baza y ajuar de la tumba 155 de la necrópolis de Basti. Museo Arqueológico Nacional.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Dama_de_Baza_y_ajuar_de_la_tumba_155_de_la_necr%C3%B3polis_de_Basti.jpg">ANAGSPC/Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
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<p>A través de los elementos materiales que componen los ajuares se han podido identificar mujeres en necrópolis reservadas a gentes de prestigio y poder, que dejan así de ser exclusivamente masculinas. </p>
<p>El ejemplo paradigmático es, sin lugar a dudas, la tumba 155 de la necrópolis del Cerro del Santuario. Allí se encontró la Dama de Baza (Granada), un enterramiento individual de una mujer de unos 30 años, datado a mediados del siglo IV a. e. c. </p>
<p>Reúne armas y vasijas exclusivamente ibéricas por cuadruplicado –caso único–, con un solo objeto asociado al trabajo de hilar. La tumba está encabezada por la estatua de una mujer sentada en un trono, que contiene las cenizas de la difunta. La imagen es honrada con cuatro armaduras constituidas por falcata (la espada curva ibérica), escudo y lanza. Además, recibe otras tantas ánforas pequeñas y cuatro vasijas repintadas a juego con la escultura, entre otras ofrendas. </p>
<p>La Dama entronizada proyecta no solo riqueza sino estatus social. </p>
<h2>De la necrópolis al santuario</h2>
<p>Los lugares fuera del hogar donde se practicaba periódicamente algún tipo de ritual colectivo configuraron el paisaje sacro ibérico. En ellos se depositaban exvotos que traducían lo que se celebraba, lo que se pedía y lo social. </p>
<p>En el tránsito del siglo IV al III a. e. c., la consolidación de la ciudad instauró una nueva ideología. Como consecuencia, los santuarios superaron a las necrópolis como espacios de cohesión y favorecieron que una ciudadanía más inclusiva se reconociera como parte de un todo y reafirmara su identidad. En esta época aumentan las representaciones de mujeres, aunque solo en la Cueva de la Lobera (Castellar de Santisteban, Jaén) predominan los exvotos de pequeños bronces femeninos. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/556176/original/file-20231026-29-sjfebu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Estatua en piedra de una mujer de pie, engalanada, situada en la sala de un museo." src="https://images.theconversation.com/files/556176/original/file-20231026-29-sjfebu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/556176/original/file-20231026-29-sjfebu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/556176/original/file-20231026-29-sjfebu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/556176/original/file-20231026-29-sjfebu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/556176/original/file-20231026-29-sjfebu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/556176/original/file-20231026-29-sjfebu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/556176/original/file-20231026-29-sjfebu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Gran Dama oferente del Cerro de los Santos. Madrid, Museo Arqueológico Nacional.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cerro_de_los_Santos_Dama_04.JPG">Miguel Hermoso Cuesta / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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</figure>
<p>Las imágenes femeninas adquirieron protagonismo a partir del hallazgo, en 1870, en el santuario del Cerro de los Santos (Montealegre del Castillo, Albacete), de la Gran Oferente (1,36 m de altura). </p>
<p>La Gran Oferente sujeta un vaso caliciforme con sus manos cargadas de sortijas, distintivo propio de las gentes con autoridad y competencia. Se ha propuesto que fuera la encargada de efectuar las ofrendas importantes o, tal vez, una sacerdotisa. </p>
<p>En la serie femenina que la acompaña se reconocen grupos de edad: las figuras en pie, con un vaso caliciforme y el cabello trenzado, aluden a un segmento juvenil distinto al de las mujeres con mitra sobre la cabeza, más maduras, y al de las sedentes con las manos sobre las rodillas, probablemente matronas. </p>
<p>Aunque algunas van descalzas en consideración al lugar donde elevan la plegaria, todas llevan vestimentas ibéricas, con túnicas superpuestas y pesados mantos de lana. Y, sobre todo, llevan collares, brazaletes, sortijas y adornos en el pelo que las caracterizan como pertenecientes a la cúspide de su sociedad. </p>
<p>Son, sin embargo, muy pocos los hombres que visten túnica ibérica, a veces adornada para realzar su prestigio. De este modo son las mujeres las que mantienen la identidad de un santuario cuya vida transcurre en paz.</p>
<h2>Nuevos estudios</h2>
<p>En la actualidad va ganando consenso la necesidad de interrogar los datos históricos de un modo distinto al propio de la tradición paternalista que, según lo visto, tiene más de veinte siglos a sus espaldas. </p>
<p>La historia de las iberas ha avanzado porque desde los años 1990 <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=354266">se han abierto nuevos caminos en las ciencias sociales</a>, a partir del feminismo y de los estudios de género, que consultan los archivos críticamente. En los últimos treinta años se ha documentado su liderazgo en la cotidianidad, en las prácticas rituales y en los círculos de poder de los pueblos de la mitad oriental de la península ibérica, entre el siglo V a. e. c. y el cambio de era. </p>
<p>La mirada reivindicativa ha rescatado a las más famosas representaciones de damas iberas del misterio en el que estaban recluidas para devolverlas a la vida.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/215307/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carmen Aranegui Gascó no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
La Dama de Elche provocó que muchas personas se interesasen por la cultura ibérica. Y, dentro de esta, ¿qué papel desempeñaban las mujeres?
Carmen Aranegui Gascó, Catedrática de Arqueología emérita, Universitat de València
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tag:theconversation.com,2011:article/207281
2023-11-05T22:29:51Z
2023-11-05T22:29:51Z
Las mujeres en guerra: la fascinante historia de Catalina López ‘la varonil’
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/539045/original/file-20230724-15-spq1fc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=1%2C1%2C1028%2C766&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Grabado '¡Qué valor!, de Francisco de Goya, parte de los 'Desastres de la guerra'. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Francisco_de_Goya_y_Lucientes_-_What_courage!_-_WGA10129.jpg">Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>A lo largo de la historia, el destino de mujeres y niñas en tiempos de guerra ha estado marcado por la posibilidad de ser masacradas, torturadas, violadas, esclavizadas o deportadas si su bando resultaba derrotado. </p>
<p>Ante tal perspectiva, la única opción (aunque extrema y poco común en la práctica) para salvar el honor y la dignidad de la familia era sacrificar a sus propios hijos y acabar con la propia vida. La Guerra de las Galias de Julio César en época romana, el <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Jauhar">Jauhar</a> (práctica de quemarse viva para evitar la captura) en la India medieval o el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Harakiri"><em>harakiri</em></a> japonés (también practicado por mujeres) sirven de ejemplo de estas prácticas repetidas en contextos, cronologías y espacios muy alejados. </p>
<p>En casos en los que esto no fuese posible, la venganza se presentaba como una alternativa para salvar el honor <em>in extremis</em>. Así se ve en casos de mujeres esclavizadas que toman su vida, la de sus amos o la de su descendencia: <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Libro_de_Judit">desde la Judit bíblica</a> (quien cortó la cabeza del general Holofernes), hasta <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Margaret_Garner">Margaret Garner</a>, quien en 1856 tomó la vida de su hija para evitar que cayese en manos de los cazadores de esclavos, y cuya historia inspiró la novela <em>Beloved</em> de Toni Morrison. Víctimas, mártires o vengadoras, esos eran los principales roles culturales para las mujeres en época de guerra.</p>
<p>Existieron figuras femeninas que exhortaron a los hombres a no flaquear, como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Pita">María Pita</a> o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Agustina_de_Arag%C3%B3n">Agustina de Aragón</a>. </p>
<p>Sin embargo, estas excepciones eran poco comunes. Si una mujer mostraba resistencia activa o participaba en la defensa desesperada de una ciudad, se arriesgaba a sufrir represalias aún más crueles por parte del enemigo y a ser desacreditada o menospreciada por los hombres de su propio bando. Para el juicio masculino, se convertía en una furia o una arpía: una inversión de la feminidad, que muestra su monstruosidad a través de una violencia feroz, descontrolada y cruel. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Una mujer vestida de época en medio de un paisaje de guerra, con una carreta abandonada detrás de ella." src="https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=717&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=717&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=717&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=901&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=901&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=901&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Agustina de Aragón dibujada por Augusto Ferrer-Dalmau.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Agustina_de_aragon4red.jpg">Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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</figure>
<p>En la práctica, incluso en el siglo XX, las mujeres que se unían al ejército solían estar relegadas a funciones de logística, intendencia y enfermería. Si tenían un papel más activo desde el punto de vista militar, era generalmente en el ámbito del espionaje y la resistencia. Un trabajo arriesgado, pero adaptado a su “inferioridad”, ya que ser ignoradas por el enemigo les permitía pasar inadvertidas.</p>
<p>Para desafiar estos estereotipos que han perdurado desde la antigüedad, debemos acudir a archivos y fuentes históricas y descubrir qué nos dicen sobre las mujeres en la guerra. No nos engañemos: incluso estas fuentes están construidas desde una perspectiva masculina. </p>
<p>Sin embargo, también nos reservan sorpresas en las que las opciones disponibles para las mujeres son más ricas, amplias y dinámicas. Hay un ejemplo que desafía todos los moldes: Catalina López, “la varonil”. </p>
<h2>Historia de Catalina</h2>
<p>No sabemos mucho sobre ella. Solamente se han conservado <a href="https://books.google.es/books/about/Libro_del_cabildo_de_la_villa_de_Santiag.html?id=9h2d8R2i14cC&redir_esc=y">unas pocas líneas que sobre ella escribe Rodrigo de Vera y Guijano</a>, un funcionario de principios del siglo XVII de la villa de Saltillo, una ciudad del actual México cercana a Monterrey. </p>
<p>En 1607, de Vera y Guijano pretendía ser nombrado alguacil mayor de la audiencia de Guadalajara, una de las secciones en las que se dividía <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Virreinato_de_Nueva_Espa%C3%B1a">la Nueva España</a> en América del Norte. Para ello remitió al rey Felipe III (que reinó entre 1598 y 1621) <a href="https://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/description/342237">un documento que, en el siglo XVII, equivalía a un currículum vitae actual</a>. En él incluía no solo sus propios méritos, sino también los de su familia. Y ahí es donde encontramos esta extraordinaria historia. </p>
<p>Rodrigo menciona entre sus antepasados a la tía de su esposa, Catalina López. Según relata, Catalina se enfrentó “sola y armada a caballo” a un ejército de dos mil indígenas. Sin embargo, en lugar de prolongar el conflicto armado, logró “obligar con dádivas al mayor señor”, es decir, negoció exitosamente la paz.</p>
<p>Catalina regresó triunfante a San Sebastián El Grande, en el actual estado mexicano de Jalisco, con el jefe indígena atado a su caballo y seguido de toda su gente. </p>
<p>El documento menciona una cifra de 10 000 seguidores, sin duda exagerada. Sin embargo, lo que sí es cierto es que, todavía en 1607, éstos vivían “<a href="http://pares.mcu.es:80/ParesBusquedas20/catalogo/description/342237">asentados de paz sin gasto de S. M. Su Majestad como antes le tenía</a>”. </p>
<h2>Habilidades negociadoras</h2>
<p>El caso de Catalina López nos invita a expandir nuestra comprensión de la violencia, el género y las normas que los rodean.</p>
<p>El historiador Carlos Manuel Valdés proporciona <a href="https://coahuilacultura.gob.mx/wp-content/uploads/2020/08/2-La-gente-del-mezquite.pdf">algunas claves</a> para interpretar la experiencia de Catalina. Según él, el padre de Catalina, dos de sus hermanos y varios sirvientes y esclavos en su casa fueron asesinados durante un ataque indígena. Los culpables se retiraron a las montañas sin que los españoles tomaran represalias. En este contexto Catalina decidió cabalgar sola para enfrentarse a ellos.</p>
<p>Para los españoles de la época, el hecho de que una mujer se acercara sola al ejército enemigo era un acto de valentía sin igual, de ahí que se dijera de ella que “<a href="http://pares.mcu.es:80/ParesBusquedas20/catalogo/description/342237">por excelencia llaman la varonil</a>”. Sin embargo, para los indígenas, una mujer aproximada sin escolta masculina se consideraba un mensajero y recibía protección. Catalina adoptó un papel común en esa época: el de las mujeres que se aventuraban en territorio enemigo para abrir negociaciones. </p>
<p>Podríamos interpretar la entrega de regalos (las fuentes no especifican lo que entregó) como un engaño de los indígenas o un intento de corrupción por parte de Catalina hacia su jefe. Sin embargo, en la cultura receptora, estos regalos simbolizaban reciprocidad, el restablecimiento de la paz y la restauración de los lazos sociales rotos por la violencia.</p>
<p>Que fuentes históricas <a href="http://pares.mcu.es:80/ParesBusquedas20/catalogo/description/342237">como la aquí analizada</a> celebren a Catalina López como “la varonil” no implica que su triunfo se basara en aplastar a sus rivales por la fuerza. Todo lo contrario, se fundamenta en el coraje necesario para enfrentarlos sola y en su habilidad para negociar, obteniendo así la mejor de las victorias militares: triunfar sin utilizar las armas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/207281/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Igor Pérez Tostado ha recibido financiación por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación, la Agencia y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, proyecto «En los límites de la violencia (III): la violencia lenta de los imperios modernos» (PID2021-122319NB-C22) financiado por MCIN /AEI /10.13039/501100011033 / FEDER, UE). </span></em></p>
El papel que la guerra reserva a las mujeres ha sido durante mucho tiempo de víctimas, mártires o vengadoras. Pero ellas también han luchado en batallas, de muchas formas diferentes.
Igor Pérez Tostado, Investigador Responsable del grupo PAI HUM1000 Historia de la globalización: violencia, negociación e interculturalidad, Universidad Pablo de Olavide
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tag:theconversation.com,2011:article/212406
2023-11-02T18:27:35Z
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Mujeres y ciencia: desigualdades de género de ayer… y de hoy
<p>La historia está repleta de importantes figuras cuyos aportes científicos han dado forma a la comprensión actual de los fenómenos que nos rodean. Sin embargo, es difícil encontrar contribuciones de mujeres en las <a href="https://roderic.uv.es/handle/10550/50940">narraciones históricas tradicionales</a>. ¿Acaso no había mujeres científicas? ¿O es que han sido, literalmente, “<a href="https://theconversation.com/las-cientificas-siempre-han-estado-ahi-pero-eran-invisibles-hasta-ahora-111413">borradas</a>” de la historia? </p>
<p>Durante mucho tiempo, la sociedad ha asignado a la mujer el rol de esposa, madre y cuidadora. Las mujeres que soñaban con estudiar o con dedicarse a la ciencia necesitaban autorización de sus padres o maridos. Un argumento habitual era que las mujeres <a href="http://darwin-online.org.uk/content/frameset?viewtype=side&itemID=F937.2&pageseq=343">no tenían la capacidad intelectual</a> necesaria para llegar a ser científicas. Vamos, que no podían <a href="https://mujeresconciencia.com/2015/04/29/mary-putnam-jacobi-o-como-luchar-contra-la-discriminacion-sexista-con-datos/">menstruar y pensar al mismo tiempo</a>. También se decía que si las mujeres se dedicaban a la ciencia serían menos femeninas y dejarían de casarse y de tener hijos. Que su crecimiento intelectual supondría poco menos que <a href="https://www.catarata.org/libro/las-mentiras-cientificas-sobre-las-mujeres_46045/">la extinción de la especie humana</a>.</p>
<p>Estos estereotipos restaron autonomía a las mujeres. Además, condicionaron sus decisiones y sus oportunidades de desarrollo. El resultado es que, <a href="https://www.rtve.es/noticias/dia-internacional-mujer/universidad/#:%7E:text=D%C3%ADa%20Internacional%20de%20la%20Mujer,en%20la%20Universidad%20%2D%20RTVE.es&text=La%20primera%20alumna%20que%20se,Las%20primeras%20universitarias%20en%20Espa%C3%B1a.">hasta hace bien poco</a>, las universidades y centros de investigación fueron lugares exclusivos para los hombres. </p>
<h2>Obstáculos educativos y segregación sexual</h2>
<p>Durante muchos siglos a las mujeres <a href="https://mujeresconciencia.com/2023/01/06/las-universitatsmamsellen-una-red-de-intelectuales-alemanas-del-siglo-xviii/">se les negó la oportunidad</a> de estudiar en la universidad. Para ellas se crearon los <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Women%27s_college"><em>colleges</em></a>. Estos eran centros formativos exclusivamente femeninos. Supusieron un avance, pero también reforzaron estereotipos y limitaron las oportunidades de colaboración y promoción de las mujeres.</p>
<p>Con gran esfuerzo, las mujeres lograron acceder a la Universidad. Pero, a menudo, se les <a href="https://mujeresconciencia.com/2020/10/09/las-siete-de-edimburgo-una-renovada-leccion-de-anatomia/">expulsaba</a> o se les negaba <a href="https://mujeresconciencia.com/2014/11/26/mary-whiton-calkis-1863-1930-brillante-doctora-sin-tesis-reconocida/">la titulación</a>. Otras veces se les otorgaba un título inferior al que deberían haber obtenido. </p>
<p>Las pocas que lograban un doctorado tampoco lo tenían fácil. Las universidades pusieron grandes obstáculos a sus carreras científicas. Por ejemplo, desarrollaron normativas que prohibían a las mujeres trabajar en las mismas universidades que sus maridos. Como consecuencia, <a href="https://www.jstor.org/stable/2111918">no podían ser contratadas</a>, y si ya lo estaban eran despedidas. Para avanzar en su carrera, muchas de ellas se vieron obligadas a optar por permanecer solteras.</p>
<p>Incluso las mujeres que lograban conseguir puestos académicos eran frecuentemente <a href="https://www.nationalgeographic.com/culture/article/130519-women-scientists-overlooked-dna-history-science">excluidas</a> de cargos de responsabilidad. Muchas se dedicaron a ámbitos secundarios y su remuneración era inferior a la de sus compañeros. También se les limitaba el acceso a financiación, laboratorios bien equipados y recursos clave para el desarrollo de sus investigaciones.</p>
<p>Aun así, las mujeres siempre han participado en la ciencia. Las encontramos en áreas que se consideraban adecuadas para ellas. Por ejemplo, han realizado tareas de <a href="https://mujeresconciencia.com/2020/11/18/escribas-impresoras-y-tipografas/">escribas, copistas y tipógrafas</a>. También han <a href="https://mujeresconciencia.com/2021/05/25/el-esqueleto-de-una-monja-une-ciencia-y-humanidades/">iluminado manuscritos</a> y han decorado con <a href="https://theconversation.com/mujeres-pioneras-ilustradoras-cientificas-rescatadas-del-olvido-190761">ilustraciones</a> los libros de botánica. Incluso fueron “<a href="https://www.history.com/news/human-computers-women-at-nasa">calculadoras humanas</a>” para la NASA y se encargaron de la <a href="https://www.nasa.gov/feature/jpl/when-computers-were-human">programación</a> de los primeros ordenadores. </p>
<p>Sin embargo, conforme estos campos fueron ganando prestigio social, la presencia femenina comenzó a <a href="https://www.smithsonianmag.com/science-nature/history-human-computers-180972202/">reducirse</a>.</p>
<h2>Lucha continua por el reconocimiento</h2>
<p>A pesar de todas las barreras existentes, muchas mujeres han conseguido realizar contribuciones científicas destacadas. Pero se mantiene una conocida dificultad: el reconocimiento de su autoría. Muy a menudo, el trabajo de las mujeres en ciencia es <a href="https://www.womennow.es/es/noticia/cientificas-olvidadas-nomorematildas-katherine-johnson/">atribuido a colegas hombres</a> o bien cuestionado o desprestigiado. Este fenómeno se conoce como “<a href="https://mujeresconciencia.com/2014/11/17/mujer-ciencia-y-discriminacion-del-efecto-mateo-matilda/">efecto Matilda</a>”. </p>
<p>En muchas ocasiones, <a href="https://theconversation.com/las-sin-nombre-mujeres-en-ciencia-a-las-que-arrebataron-su-visibilidad-136751">perdemos el rastro de las científicas</a>. Esto ocurre, muy especialmente, cuando adoptan el apellido de su marido al <a href="https://ecrcommunity.plos.org/2018/07/07/married-scientists-and-the-name-change-dilemma/">casarse</a>. Y, teniendo en cuenta que las normas de publicación científica sustituyen los nombres por iniciales, ¿cómo saber, a simple vista, que detrás del logro científico hay una mujer?</p>
<h2>Desigualdad en la carrera científica</h2>
<p>En los últimos años se han aprobado importantes leyes que obligan a las universidades a garantizar la igualdad de género. Pero, aunque se han producido grandes avances, los datos revelan que las desigualdades persisten. Por ejemplo, a principios del pasado verano se presentó un <a href="https://www.universidades.gob.es/el-primer-informe-sobre-brecha-salarial-de-genero-en-las-universidades-publicas-revela-un-127-de-diferencia-entre-hombres-y-mujeres/">informe</a> que mostraba brechas salariales de género en las universidades públicas españolas. </p>
<p>Estos resultados nos sorprenden. Si los criterios para definir el salario base son comunes para toda la plantilla, ¿por qué las mujeres ganan un 19,1 % menos que los hombres? La respuesta parece encontrarse en diferencias en los <a href="https://mujeresconciencia.com/2023/06/23/brecha-salarial-de-genero-en-las-universidades-publicas-espanolas/">complementos salariales</a> que dependen, principalmente, del reconocimiento de méritos de investigación.</p>
<p>Desgraciadamente, incluso hoy en día, las mujeres investigadoras reciben <a href="https://www.nature.com/articles/s41586-022-04966-w">menos reconocimiento del que merecen</a>. También reciben menos financiación que sus compañeros varones y <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-019-00933-0">menos recursos</a>. Es decir, que la brecha salarial refleja que el trabajo de las mujeres se sigue valorando menos.</p>
<p>Además, existen otros factores relevantes para entender estos datos. La presencia de mujeres en altos puestos (asociados a mayor poder y salario) es menor. Por ejemplo, solo hay 23 rectoras en España (de un total de 91). Las mujeres también participan más en tareas de carácter administrativo o de <a href="https://www.icm.csic.es/es/noticia/academic-housekeeping-el-trabajo-invisible-y-voluntario-de-las-mujeres">gestión social del grupo</a>. Y la dedicación a los cuidados en la familia es mayor, también entre las <a href="https://static1.squarespace.com/static/5d1cb606f801140001320f5c/t/64dd5fc2f68dc871002edac9/1692229570881/How+mothers+get+penalized+in+the+scientific+race.pdf">mujeres académicas</a>, como se vio durante la <a href="https://www.nature.com/articles/s41591-022-01692-8">pandemia</a>. </p>
<p>Estas desigualdades no se encuentran solamente en España. A nivel mundial, <a href="https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000375429">las mujeres suponen únicamente el 33,3 % del total de investigadores</a>. Y las brechas de género se hacen más evidentes al analizar por posiciones académicas y áreas científicas.</p>
<p>Si lo pensamos bien, no se trata únicamente de sumar más mujeres en las estadísticas (científicas, altos cargos, etc.). También se requieren cambios en los valores asociados a las carreras científicas. Y comenzar desde la base educativa, donde niñas y niños se acerquen a la ciencia en igualdad de condiciones y con igual reconocimiento. Todavía nos queda mucho trabajo por hacer pero, afortunadamente, estamos en el camino.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/212406/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Victoria Plaza recibe fondos de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología para la realización de un proyecto de divulgación científica dirigido a la infancia (FCT-20-17301). </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Dau García Dauder recibe fondos de la Agencia Estatal de Investigación para la realización del proyecto titulado Cartografías, itinerarios y mecanismos de exclusión/expulsión en el sistema sanitario (PID2022-1385130B-100)</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>María del Pilar Aivar Rodríguez recibe fondos de la FECYT (proyecto FCT-20-17301, titulado Programa de acercamiento de la psicología científica y la neurociencia a la infancia) y de la Agencia Estatal de Investigación (proyecto PID2021-125162NB-I00).</span></em></p>
Hace años se decía que las mujeres no tenían capacidad intelectual para ser científicas y no podían trabajar en las mismas universidades que sus maridos.Muchas decidieron permanecer solteras para poder avanzar. Algunas cosas han cambiado, pero no todas. La desigualdad en la carrera científica no es un problema solo del pasado.
Victoria Plaza, Profesora de Psicología. Mi investigación se centra en procesos de aprendizaje y la memoria humana (especialmente en el envejecimiento). Me fascina la historia de las mujeres en la ciencia y la divulgación científica dirigida a la infancia, Universidad Autónoma de Madrid
Dau García Dauder, Prof. de Psicología Social, Universidad Rey Juan Carlos
María del Pilar Aivar Rodríguez, Profesora de Psicología, investigo sobre percepción y atención, Universidad Autónoma de Madrid
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tag:theconversation.com,2011:article/215903
2023-10-30T13:18:42Z
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¿Por qué las mujeres menstrúan y otros muchos animales no?
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/556068/original/file-20231026-22-ym9sr3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=480%2C53%2C6646%2C4370&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> </figcaption></figure><p>La <a href="https://theconversation.com/es/topics/menstruacion-58763">menstruación</a> es un fenómeno muy raro en la naturaleza. Sin embargo, las mujeres menstrúan alrededor de <a href="https://www.nhs.uk/conditions/periods/fertility-in-the-menstrual-cycle/">480 veces en la vida</a>.
Solo experimentan este proceso algunas <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32129461/">hembras de mamíferos</a>: además del <em>Homo sapiens</em>, ciertos primates no humanos, determinados murciélagos, la musaraña elefante y el ratón espinoso egipcio. Como le ocurre a nuestra especie, su útero se prepara por defecto a la llegada de un potencial embrión y, si no llega, se autodestruye con la menstruación.</p>
<p>Pero en la mayoría de las hembras de los mamíferos, la reproducción está regulada por el ciclo estral, que explicaremos más adelante. Entonces, ¿por qué algunos animales desarrollaron esa rareza llamada menstruación? Veamos cuáles son las diferencias entre ambos mecanismos biológicos.</p>
<h2>Así se prepara el ovulo para la fecundación</h2>
<p>Durante la preparación para el apareamiento y el embarazo, el cuerpo femenino experimenta diversos cambios fisiológicos. La ovulación, que implica la liberación de un óvulo de un folículo ovárico maduro, es inducida por un aumento en la producción de estrógenos, que estimulan la liberación de la llamada hormona luteinizante.</p>
<p>En especies con ciclo menstrual, la ovulación es cíclica y no depende del entorno. Esto se atribuye a una dieta omnívora, que proporciona una fuente continua de energía a través de frutas, insectos y pequeños vertebrados. Como resultado, las hembras que menstrúan no están condicionadas por señales de apareamiento y pueden reproducirse en <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29789322/">cualquier época del año</a>.</p>
<p>En cambio, la ovulación de las especies con ciclo estral se desencadena por factores ambientales, como la nutrición, la temperatura, la lluvia, la luz o la estimulación mecánica durante el coito. Esto ocurre en una ventana de tiempo específica llamada “estro” o “celo”. </p>
<h2>Decidualización: el útero acoge la llegada del embrión</h2>
<p>Después de la ovulación, el folículo ovárico que liberó el óvulo se transforma en el denominado cuerpo lúteo. Este produce progesterona, una hormona crucial para que pueda producirse la implantación del embrión.</p>
<p>En el caso de los animales que menstrúan, el endometrio –la capa más interna del útero– se prepara para la implantación embrionaria sin que la hembra esté embarazada. Este proceso se llama <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22057551/">decidualización espontánea</a> y es inducido por el cuerpo lúteo. </p>
<p>De hecho, la progesterona promueve la diferenciación –es decir, la especialización– de células estromales endometriales en células estromales deciduales. Estas últimas secretan moléculas que mantienen el cuerpo lúteo en funcionamiento y atraen a las células asesinas NK, células inmunitarias que promueven una extensa remodelación de los vasos sanguíneos del endometrio. Así se facilita la implantación del embrión y <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29789322/">se evita su rechazo</a> por el sistema inmune de la hembra.</p>
<p>Todo esto no pasa en las especies con ciclo estral, donde la decidualización es inducida por los mismos embriones cuando comienzan a invadir el endometrio.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/556311/original/file-20231027-27-mudpgm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/556311/original/file-20231027-27-mudpgm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/556311/original/file-20231027-27-mudpgm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/556311/original/file-20231027-27-mudpgm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/556311/original/file-20231027-27-mudpgm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/556311/original/file-20231027-27-mudpgm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/556311/original/file-20231027-27-mudpgm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/556311/original/file-20231027-27-mudpgm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Ciclo menstrual. Adaptado y traducido de ‘A missing piece: the spiny mouse and the puzzle of menstruating species’. Nadia Bellofiore et al. Journal of Molecular Endocrinology, 2018.</span>
<span class="attribution"><a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Apareamiento y fecundación</h2>
<p>En casi todas las especies que experimentan ciclo menstrual, el apareamiento es continuo y no depende ni de factores externos ni del estado reproductivo de las hembras. En cambio, las hembras con ciclo estral solo son receptivas durante el estro, una o más veces al año. </p>
<p>En ambos casos, cuando se produce la fecundación, el óvulo fecundado por el espermatozoide empieza un proceso de división celular hasta llegar al estadio embrional de <a href="https://www.uco.es/organiza/departamentos/anatomia-y-anat-patologica/embriologia/MyWeb_e/blastocisto.html">blastocisto</a>. Mientras tanto, el embrión se desplaza del oviducto al útero, donde podrá implantarse en un endometrio ya decidualizado (en las especies con ciclo menstrual) o tras inducir la decidualización (en las especies con ciclo estral). </p>
<h2>Placentas invasivas y superficiales</h2>
<p>El embrión se implanta en el endometrio a través una capa de células, el trofoblasto, que posteriormente formará la placenta. </p>
<p>Si la hembra experimenta ciclo menstrual, la invasión del trofoblasto es profunda, lo que da como resultado una placenta que atraviesa el epitelio uterino y los vasos sanguíneos maternos. </p>
<p>En algunas especies de ciclo estral, este proceso puede ser superficial; es decir, no hay invasión de los vasos sanguíneos maternos, ni siquiera del epitelio uterino. Curiosamente, este tipo de placentas son evolutivamente más modernas y permiten el <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5033709/">mismo intercambio de gases y nutrientes</a> que las invasivas.</p>
<p>Mientras que ciertas especies de ciclo estral pueden desarrollar placentas invasivas –por ejemplo, los roedores–, ninguna de los animales menstruantes cuenta con una placentación superficial.</p>
<h2>¿Una ventaja evolutiva?</h2>
<p>¿Y a qué se deben todas estas diferencias? <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29530426/">Un estudio</a> sobre la evolución de la menstruación defiende que las especies con decidualización espontánea tienen una mayor capacidad de supervivencia y una mayor probabilidad de generar descendencia. Se han propuesto dos teorías para explicar esta ventaja evolutiva.</p>
<p>La <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22057551/">primera hipótesis</a> se basa en la invasión excesiva del trofoblasto que da inicio a la placentación. La respuesta del útero a esta invasión “bárbara” sería la decidualización. Gracias a este proceso, las células deciduales, conectadas por uniones estrechas, forman una especie muralla defensiva. </p>
<p>Adicionalmente, con la ayuda de las células asesinas NK, producen factores que no solo limitan la invasión del embrión, sino que además inducen la muerte de células embrionarias que evaden las defensas de su ejercito. Sin decidualización, la invasión sería aún más profunda y produciría daños irreversibles al útero. </p>
<p>Según <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20422011/">la segunda teoría</a>, las células deciduales serían capaces de detectar embriones cromosómicamente anómalos que no consiguen establecer conexiones con el suministro sanguíneo materno. Con la menstruación, estas células se desprenden, eliminando embriones anómalos y evitando una inversión materna inútil en embarazos problemáticos. </p>
<p>A fin de cuentas, la menstruación es una ventaja evolutiva a favor de los genes maternos, que intentan limitar la transferencia excesiva de recursos al feto, y en contra de los genes fetales, que intentan extraer tanto como sea posible de la madre para asegurar <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8115596/">su propagación</a>.</p>
<h2>Coda: el inicio de un nuevo ciclo</h2>
<p>Cuando no hay embarazo, sin el embrión y su placenta, no se producen las hormonas necesarias para <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/B9780128012383643969">el mantenimiento del cuerpo lúteo</a> y la producción de la progesterona. Si esta hormona falta, el endometrio de las especies con ciclo estral simplemente se reabsorbe. </p>
<p>Sin embargo, la ausencia de progesterona en las hembras menstruantes provoca una reacción inflamatoria que induce la descomposición de la matriz del tejido endometrial, provista de numerosos vasos sanguíneos. La integridad estructural del armazón uterino se pierde y la sangre de las arteriolas endometriales es expulsada en la cavidad uterina. Es lo que conocemos como <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29789322/">menstruación</a>. </p>
<p>Entender por qué, a nivel evolutivo, algunas especies han desarrollado la menstruación como estrategia reproductiva es útil para conocer mejor nuestra fisiología, sentar las bases para desmentir bulos sobre la menstruación y fomentar la investigación sobre <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29530426/">patologías femeninas</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/215903/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Federica Marinaro recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación (España). </span></em></p>
Solo un puñado de hembras de mamíferos, incluido el ser humano, experimentan el ciclo menstrual. Algunos expertos apuntan a que es una ventaja evolutiva, ya que aumentaría las posibilidades de tener descendencia.
Federica Marinaro, Investigadora Postdoctoral en Reproducción Animal, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
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2023-10-06T17:32:29Z
2023-10-06T17:32:29Z
Narges Mohammadi gana el Nobel de la Paz en nombre de miles de mujeres iraníes
<p>Narges Mohammadi, destacada defensora iraní de los derechos de la mujer, ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2023 por su larga lucha contra la opresión de las mujeres en Irán. Mohammadi cumple varias condenas en la prisión de Evin, en Teherán, acusada, entre otros cargos, de difundir propaganda contra el Estado. Fue <a href="https://www.nobelprize.org/prizes/peace/2023/press-release/">distinguida por el comité</a> por “su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha por promover los derechos humanos y la libertad para todos”. </p>
<p>El premio llega en un momento en que las mujeres de Irán y de todo el mundo siguen protestando por el trato que reciben en el país tras la muerte de <a href="https://theconversation.com/mahsa-amini-a-year-into-the-protest-movement-in-iran-this-is-whats-changed-212661">Mahsa Amini</a>, quien se encontraba bajo custodia de la policía de moralidad por violar supuestamente el código de vestimenta femenino de la República Islámica.</p>
<p>Según el comité: “El lema adoptado por las manifestantes –"Mujer-Vida-Libertad”– expresa adecuadamente la dedicación y el trabajo de Narges Mohammadi".</p>
<p>El hecho de que las protestas por la Libertad de la Mujer y la Vida hayan perdurado tanto tiempo frente a la represión del Estado iraní es de por sí notable. Este año, que ha vivido la última oleada de batallas libradas por las mujeres contra el autoritarismo religioso, parece estar provocando un cambio sin precedentes en las décadas de lucha contra uno de los regímenes más represivos de la historia moderna.</p>
<p>Tras la revolución de 1979 en Irán, los clérigos islámicos dirigidos por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ruhollah_Jomein%C3%AD">el ayatolá Ruhollah Jomeini</a> se hicieron con el control del gobierno. El régimen introdujo rápidamente una serie de leyes opresivas <a href="https://www.jstor.org/stable/pdf/162994.pdf">destinadas específicamente a las mujeres</a>. Pero a pesar de la <a href="https://women.ncr-iran.org/2020/11/22/violence-against-women-in-iran/">violencia dirigida contra ellas</a>, continuaron al frente de las protestas.</p>
<p>Narges Mohamaddi se unió a la lucha como estudiante a principios de la década de 1990. Tras licenciarse en física y trabajar como ingeniera, empezó a defender los derechos de la mujer y a escribir columnas en periódicos reformistas. </p>
<p>Fue detenida por primera vez en 1998 <a href="https://iliberty.org.uk/wp-content/uploads/2016/07/Narges-Mohammadi.pdf">por sus críticas al gobierno iraní</a>. En 2003 ya trabajaba en el Centro de Defensores de los Derechos Humanos de Teherán, creado por Shirin Ebadi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz de ese año, siendo la primera mujer del mundo islámico en <a href="https://www.nobelprize.org/prizes/peace/2003/ebadi/facts/">recibir el galardón</a>.</p>
<p>Mohammadi ha sido detenida 13 veces y condenada en cinco ocasiones a un total de <a href="https://www.nobelprize.org/prizes/peace/2023/press-release/">31 años de prisión y 154 latigazos</a>. Fue encarcelada en la prisión más conocida de Teherán en 2022, cuando las protestas de Mujer-Vida-Libertad comenzaron a tener reconocimiento mundial. </p>
<p>Mohammadi organizó acciones solidarias con otras reclusas y fue castigada por las autoridades prohibiéndole las visitas y las llamadas telefónicas. A pesar de ello, consiguió sacar a escondidas un artículo que escribió para el <a href="https://www.nytimes.com/2023/09/16/opinion/narges-mohammadi-iran-women.html"><em>New York Times</em></a>, que se publicó en septiembre de 2023 con el siguiente titular: “Cuanto más nos encierran, más fuertes nos hacemos”.</p>
<h2>Las voces de las mujeres se alzan en protesta</h2>
<p>Los movimientos liderados por mujeres han sido a menudo eficaces para forzar el cambio democrático. Los ejemplos son abundantes a lo largo de la historia. </p>
<p>En Argentina, en los últimos años, el movimiento <em>#NiUnaMenos</em>, <a href="https://www.opensocietyfoundations.org/voices/the-womens-movement-is-leading-reform-in-argentina">que busca justicia por los femicidios</a>, llevó en 2019 directamente a la creación por parte del gobierno del presidente Alberto Fernández de un nuevo Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad.</p>
<p>Las mujeres han ocupado un lugar destacado en el movimiento por los derechos en Chile, tanto antes como después de la <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Military_dictatorship_of_Chile">dictadura de Pinochet</a>. El actual movimiento feminista, que reclama el derecho al aborto, ha sido fuertemente influenciado por <em>#NiUnaMenos</em>. </p>
<p>Como resultado de sus demandas, se incluyeron protecciones legales para el aborto en una nueva constitución que se <a href="https://www.reuters.com/world/americas/chile-abortion-debate-gets-key-place-constitution-redraft-2022-03-16/">preparó en 2022</a> para sustituir a la constitución establecida bajo el régimen de Pinochet. En septiembre de 2022, un plebiscito rechazó la nueva redacción constitucional, pero las mujeres siguen batallando <a href="https://www.reuters.com/world/americas/chile-voters-sour-right-wing-constitution-abortion-clause-stirs-debate-2023-10-06/">mientras continúa el debate</a>.</p>
<h2>Mujer-Vida-Libertad</h2>
<p>Mientras tanto, las iraníes siguen marchando por sus derechos. Un año después de que el movimiento cobrara vida, sigue siendo imposible predecir si tendrá éxito frente a la salvaje represión del clero y sus partidarios conservadores. </p>
<p>Pero la sensación de invencibilidad del régimen –y la marginación de las mujeres de la política– se ha visto seriamente puesta en duda. Aunque los servicios de seguridad intenten reprimir a los manifestantes, la lucha continuará. </p>
<p>Incluso si las protestas no conducen al colapso del régimen, las voces femeninas que exigen libertad de expresión, autonomía corporal y compromiso político pueden haber <a href="https://www.hrw.org/news/2023/06/26/unveiling-resistance-struggle-womens-rights-iran">cambiado ya el panorama social y político</a> en Irán. </p>
<p>El jurado del Premio Nobel ha reconocido la labor de Narges Mohammadi durante 30 años de lucha. Pero ha <a href="https://www.nobelprize.org/prizes/peace/2023/press-release/">dejado claro</a> que el premio es también para los “cientos de miles de personas que, el año anterior, se manifestaron contra las políticas de discriminación y opresión del régimen teocrático contra las mujeres”.</p>
<p>Las voces de las mujeres se están convirtiendo en una seria amenaza para la legitimidad de la teocracia iraní. Los escépticos pueden decir que en el pasado el régimen siempre ha utilizado con éxito la violencia y la censura para silenciar las protestas. Pero esta nueva oleada de protestas ha resonado en todo el mundo, elevando el perfil de la lucha de las mujeres en las calles de las ciudades iraníes y animando a las mujeres de todo el planeta a luchar por sus propios derechos y libertades.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/215203/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Hind Elhinnawy no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
El comité del premio Nobel dijo que Narges Mohammadi representaba la lucha de muchos miles de mujeres valientes que luchan por sus derechos.
Hind Elhinnawy, Senior Lecturer, School of Social Sciences, Nottingham Trent University
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2023-09-27T20:11:49Z
2023-09-27T20:11:49Z
Cómo creó Balzac el estereotipo de la solterona
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/549764/original/file-20230922-19-y7ta4p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=268%2C140%2C2062%2C1128&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">En esta edición ilustrada de _La prima Bette_ (1948), la heroína soltera tiene rasgos duros y una expresión severa y triste.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.edition-originale.com/fr/litterature/livres-illustres/balzac-la-cousine-bette-1948-39977">Ediciones Albert Guillot, París 1948.</a></span></figcaption></figure><p>Basta con oír la expresión “solterona” para evocar el antiguo <a href="https://www.editionsladecouverte.fr/vieille_fille-9782348072765">estereotipo</a> de una mujer de unos cuarenta años, soltera y sexualmente inactiva, que vive sola o con algunos gatos, bastante fea, a menudo un poco amargada. Un estereotipo que coquetea con la imagen de la <a href="https://www.editionsladecouverte.fr/sorcieres-9782355221224">bruja</a>. Las teóricas feministas llevan décadas cuestionando y fustigando esta figura, cuya presencia en nuestro imaginario colectivo sirve sobre todo como <a href="https://www.illustre.ch/magazine/feministe-ou-anticonformiste-la-revanche-de-la-vieille-fille-539866">amenaza para las mujeres que deciden no casarse o se niegan a ser madres</a>.</p>
<p>Si nos fijamos en la historia de <a href="https://theconversation.com/feminisme-dans-la-fiction-quand-bechdel-regarde-moliere-198252">estas representaciones</a>, es difícil no toparse con Balzac y su colosal <em>La comedia humana</em>, en la que los retratos de solteronas se entrecruzan y se asemejan hasta el punto de constituir un <a href="https://www.maisondebalzac.paris.fr/sites/default/files/dossier_portraits_enseignants.pdf">tipo social</a>. Una de sus novelas se titula, de hecho, <em>La solterona</em>. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/548337/original/file-20230914-1223-y31aks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/548337/original/file-20230914-1223-y31aks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/548337/original/file-20230914-1223-y31aks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/548337/original/file-20230914-1223-y31aks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/548337/original/file-20230914-1223-y31aks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/548337/original/file-20230914-1223-y31aks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/548337/original/file-20230914-1223-y31aks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/548337/original/file-20230914-1223-y31aks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Johann Heinrich Füssli, <em>Las tres brujas</em>, 1783.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Fichier:Johann_Heinrich_F%C3%BCssli_019.jpg">Wikimedia</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La solterona, enemigo público número uno</h2>
<p>¿Por qué Balzac creó un “tipo” estigmatizador para las mujeres solteras de mediana edad? Parece que el punto de partida fue su detestación del celibato, un estado que consideraba “improductivo” y “contrario a la sociedad”. Escribió:</p>
<blockquote>
<p>“Permaneciendo niña, una criatura del sexo femenino no es más que un disparate: egoísta y fría, es aborrecible. Este juicio implacable es, por desgracia, demasiado justo para que las solteronas ignoren sus razones.” </p>
<p><strong><em>El cura de Tours</em></strong>.</p>
</blockquote>
<p>En el prefacio de su novela <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Pierrette_(novela)"><em>Pierrette</em></a>, llega a proponer el resurgimiento de una propuesta de ley que data de la Revolución Francesa, que pretendía imponer un impuesto adicional a los solteros. Aunque niega ser “célibatofóbico”, uno no puede evitar sentir la profunda aversión de Balzac hacia aquellos que muestran incapacidad para formar una familia, y especialmente para engendrar hijos. </p>
<p>Por supuesto, este rechazo no surgió de la nada, y la estigmatización del celibato no fue inventada por Balzac. Pero fue él quien dio a la figura de la solterona sus cartas de nobleza –por así decirlo– a través de una serie de retratos que nos muestran diversas variaciones de personajes ligados al estereotipo de la mujer soltera. </p>
<p>En <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/La_Vieille_Fille_(Balzac)"><em>La solterona</em></a> se burla con desenfado de la ingenuidad de una mujer tan poco instruida en los caminos del amor que no llega a casarse. En <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/La_Cousine_Bette"><em>La prima Bette</em></a>, describe las manipulaciones de una solterona dispuesta a todo para arruinar a su propia familia, utilizando sin ambages la estética de la bruja. </p>
<p>Por último, en <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Le_Cur%C3%A9_de_Tours"><em>El cura de Tours</em></a> y <em>Pierrette</em>, pinta un doble retrato casi idéntico de dos solteronas amargadas, avaras y feas que llevan a la ruina a quienes las rodean. </p>
<p>Hay una cierta paradoja en la forma en que Balzac caracteriza a estos personajes. Por un lado, critica el celibato como una opción de vida improductiva y antinatural. Por otra, parece querer demostrar que este celibato no es una elección, sino que procede de la naturaleza profunda de sus protagonistas, para quienes el celibato es una fatalidad absoluta de la que nunca escaparán. El celibato aparece aquí menos como una elección libre que como un estado cercano a la <a href="https://theconversation.com/tout-le-monde-naime-pas-le-sexe-comment-lasexualite-devient-un-objet-detudes-184801">asexualidad</a>.</p>
<p>Y si Balzac detesta el celibato, también detesta la idea del matrimonio forzado o infeliz, cuyos efectos desastrosos sobre la salud y el psiquismo de las mujeres denuncia en su novela <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/La_Femme_de_trente_ans"><em>La mujer de treinta años</em></a>. </p>
<p>Entonces, ¿qué es exactamente lo que se reprocha a las solteronas y cuál es la razón del parasitismo de los solteros invocado por el autor? En primer lugar, como se habrá adivinado, se cuestiona la no maternidad:</p>
<blockquote>
<p>“Se amargan y se entristecen, porque un ser que ha fracasado en su vocación es infeliz; sufre, y el sufrimiento engendra la maldad”. </p>
<p><strong><em>El cura de Tours</em>.</strong></p>
</blockquote>
<p>También se señala la ausencia de deseo y de amor. Las hijas solteronas de Balzac, desprovistas de afecto romántico o conyugal, también son incapaces de desarrollar el amor familiar: Sylvie Rogron tortura a su joven primo hasta la muerte, la prima Bette manipula a toda su familia para hundirla en la miseria y conseguir sus fines. </p>
<p>El mensaje es claro: la mujer soltera es necesariamente un peligro para la familia, la estructura esencial para el buen funcionamiento de la sociedad tradicional. Se la transforma así en una figura aterradora, incluso monstruosa, a menudo bestializada. En el fondo, lo más aterrador de la solterona es su independencia, su profunda incapacidad para someterse a un hombre.</p>
<h2>Una inquietante ausencia de vida sexual</h2>
<p>Es esta libertad, tan ajena a la visión decimonónica de la mujer, la que Balzac demoniza. Bajo su pluma, las solteronas pierden su feminidad y adquieren casi sistemáticamente una forma de androginia.</p>
<p>Una mujer sin hombre ni hijos, sin el deseo de ser deseada, sin sensualidad ni sexualidad, le parecía que dejaba de ser mujer. El debate no parece haber terminado hoy: pensemos en el ensayo de Marie Kock, <em>Vieille fille</em>, publicado en 2022, o en la obra muy reciente de Ovidie, <em>La chair est triste hélas</em>, o en <a href="https://www.radiofrance.fr/franceculture/lsd-la-serie-documentaire-sur-vivre-sans-sexe-du-12-au-15-avril-sur-france-culture-2161159">su serie documental en France Culture</a>. No tener vida sexual, o incluso reivindicarla, durante un breve periodo o a lo largo de toda la vida, sigue siendo inquietante a los ojos de la sociedad.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/548342/original/file-20230914-8719-zf28te.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/548342/original/file-20230914-8719-zf28te.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/548342/original/file-20230914-8719-zf28te.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=961&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/548342/original/file-20230914-8719-zf28te.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=961&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/548342/original/file-20230914-8719-zf28te.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=961&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/548342/original/file-20230914-8719-zf28te.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1208&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/548342/original/file-20230914-8719-zf28te.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1208&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/548342/original/file-20230914-8719-zf28te.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1208&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Amargada, fea, seca, enfermizamente celosa de su prima Adeline y de su belleza, la prima Bette se propone hacerla infeliz.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Cuando la heroína balzaquiana no está poseída por un marido o un amante, las fuerzas se invierten, la dominación masculina se vuelve del revés, y mademoiselle Gamard, Sylvie Rogron y la prima Bette someten a los hombres que las rodean en una escalada antinatural. Visto desde este ángulo, el celibato femenino retratado en <em>La comedia humana</em> adquiere una cualidad anárquica, casi revolucionaria, capaz de amenazar instituciones milenarias. Y aunque Balzac se esfuerza en mostrarnos su odio por estos peligros ambulantes, también percibimos cierta fascinación por la profunda inmoralidad de sus terribles solteros. </p>
<p>Al fin y al cabo, una de sus novelas más deliciosas, <em>La prima Bette</em>, está animada por su viciosa y zafia antiheroína y sus maquiavélicos planes, que describe con evidente regocijo, haciéndola, más o menos a pesar suyo, mucho más carismática y memorable que sus “respetables” consortes.</p>
<p>¿Qué pensar entonces de estas solteronas balzaquianas? La evidente misoginia y la “celibatofobia” que emanan de ellas no deben impedirnos utilizar estas figuras arquetípicas para cuestionar el enfoque cultural de la familia y la maternidad a lo largo del tiempo.</p>
<p>El lugar de los solteros en la sociedad, aunque ampliamente documentado en la literatura, las artes y las ciencias, sigue siendo demasiado poco estudiado y cuestionado por las ciencias humanas. Nos corresponde a nosotros mirar a estas figuras balzaquianas, reinterpretarlas e incluso reapropiárnoslas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213908/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Loup Belliard ne travaille pas, ne conseille pas, ne possède pas de parts, ne reçoit pas de fonds d'une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n'a déclaré aucune autre affiliation que son organisme de recherche.</span></em></p>
¿Por qué Balzac creó un “tipo” estigmatizador para las mujeres solteras de mediana edad?
Loup Belliard, Doctorante en littérature du XIXe siècle et gender studies, Université Grenoble Alpes (UGA)
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tag:theconversation.com,2011:article/206166
2023-09-12T18:24:01Z
2023-09-12T18:24:01Z
¿Ciberfeminidades subversivas o feminidades tradicionales?
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/547234/original/file-20230908-28933-vuv5u4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C37%2C6210%2C4115&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/woman-sitting-cafe-viewing-someones-photo-1594149397">Kicking Studio / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Una mañana, mientras desayunaba y miraba las notificaciones de mi teléfono, me apareció un titular sobre la <em>influencer</em> Jessica Goicoechea. Parece que realizó una publicación con la que consiguió <a href="https://www.instagram.com/p/Csot6vPscJK/?hl=es">“incendiar las redes”</a>. Cuando entré en Instagram, en la fotografía aparecía desnuda y riendo en una pose desenfadada. Sabía que no era un robado, pero nos venden la espontaneidad. Esta es una característica que se repite en los contenidos subidos en las cuentas de las <em>instagrammers</em> de moda. Las imágenes se retocan manteniendo un equilibrio para que resulten casi casi naturales.</p>
<p>Las medidas del cuerpo tonificado de Goicoechea y su bronceado se ajustan perfectamente a los cánones de belleza. Según la publicación, se encontraba en Maldivas. Encontré también etiquetado un <em>resort</em> de lujo en la foto y, por supuesto, el enlace a Instagram de su marca de ropa. </p>
<p>Parece que se trataba de una estrategia de <em>marketing</em>. Jessica pretendía crear interés sobre su línea de ropa de baño que salía a la venta. Sin embargo, el producto no aparecía y se creaba interés a través de la exhibición de su cuerpo. Esta estrategia posiblemente busca poner en marcha lo que se ha denominado <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S027753951200129X"><em>lovemarks</em></a> –capacidad de una marca de atraer a un público objetivo–, estimulando el deseo por el producto y creando un enganche emocional entre los consumidores y las marcas. La idea sería “compra mi ropa”, pero dando un paso más: “Compra mi vida”.</p>
<p>Según el portal <a href="https://es--statista--com.ual.debiblio.com/estadisticas/875356/instagram-influencers-de-moda-mas-populares-en-el-mundo/">Statista</a>, entre las <em>influencers</em> con más seguidores en España se encuentran Paula Echevarría (@pau_eche), Aida Domenech (@dulceida), María Pombo (@mariapombo), Alexandra Pereira (@alexandrapereira), Paula Gonu (@paulagonu), Laura Escanes (@lauraescanes) Jessica Goicoechea (@goicoechea) y Rocío Osorno (@rocio0sorno). Solo con observar las fotos de perfil de estas mujeres ya podemos inferir unas características comunes. Tienen cuerpos normativos, que encajan en el ideal de belleza occidental, la mayoría heterosexuales, blancas, delgadas, atributos y genitalidad femeninos que resalten, sin discapacidad. Todas son jóvenes y son presentadas como mujeres de éxito, atractivas, ricas y felices.</p>
<h2>Diferencias entre ‘influencers’ mayores y más jóvenes</h2>
<p>Las mayores suelen ofrecer una imagen más sofisticada. Para ello, <a href="https://www.instagram.com/p/Cn_mmItrID3/?igshid=MTc4MmM1YmI2Ng%3D%3D">los fondos de las fotografías que suben están mucho más cuidados</a> y reflejan sus viajes a grandes ciudades o a destinos exóticos. Por ejemplo, Alexandra Pereira aparece en multitud de ubicaciones. <a href="https://www.instagram.com/p/CfZfgo3hj5K/?igshid=MTc4MmM1YmI2Ng%3D%3D">Sus poses son más estudiadas que las de las más jóvenes</a>, que aparecen como “espontáneas”. Así, en sus publicaciones Paula Gonu realiza gestos desenvueltos y en ocasiones aniñados, como morderse los labios, sacar o morderse la lengua, expresiones de sorpresa o lanzar besos.</p>
<p><div data-react-class="InstagramEmbed" data-react-props="{"url":"https://www.instagram.com/p/CwZk23Mr2UY/?img_index=1","accessToken":"127105130696839|b4b75090c9688d81dfd245afe6052f20"}"></div></p>
<p>En las publicaciones, sobre todo en las más jóvenes, <a href="https://www.instagram.com/p/CgkSDKLssqV/?igshid=MTc4MmM1YmI2Ng%3D%3D">aparece la fragmentación de los cuerpos</a>. Las bocas y los ojos entreabiertos son frecuentes en todas las edades. Aparecer casi desnuda y de espaldas, taparse la cara con el pelo o con un sombrero, creando un efecto despersonificador es otro recurso frecuente. </p>
<p>En múltiples ocasiones, las <em>influencers</em> cuelgan contenidos en los que muestran su embarazo, a su pareja o a sus hijas/os. Estas imágenes familiares son tan idílicas como los viajes o el resto de eventos de sus vidas. Se muestran niños o niñas guapísimos y dulces en su cotidianidad. Las fotografías en pareja manifiestan un amor mitificado, encontrándose elementos tradicionalmente relacionados con el romanticismo, como los besos en la playa, las miradas cómplices y mágicas, las velas y los ramos de flores. </p>
<p><div data-react-class="InstagramEmbed" data-react-props="{"url":"https://www.instagram.com/p/CwPpCA6MBlU/?img_index=1","accessToken":"127105130696839|b4b75090c9688d81dfd245afe6052f20"}"></div></p>
<p>Teniendo en cuenta estas cuestiones, hay posiciones que consideran que las instagramer representan modelos tradicionales de feminidad y reproducen estereotipos. Apoyándose en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_mito_de_la_belleza">mito de la belleza</a> de Naomi Wolf (1990) y en <a href="https://undercover.hosting.nyu.edu/files/original/5c9de8d1db51cede1395f6d6fa480ca24e872b76.pdf">los trabajos</a> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gloria_Steinem">Gloria Steinem</a>, infiltrada como conejita Playboy, tratarían de reflejar que utilizar la propia sexualidad supone también un alto precio. Es más, la feminidad hipersexual supondría una nueva domesticación, en tanto nos hemos transformado en la fantasía sexual masculina que beneficia al neoliberalismo.</p>
<h2>¿Están empoderadas?</h2>
<p>Otras posturas consideran que la profesión <em>influencer</em> puede ser empoderadora e incluso subversiva. Al realizar el paralelismo entre las <em>influencers</em> actuales y las denominadas <em>celebrities</em> o <a href="https://www.marie-claire.es/moda/49346.html">modelos que trabajaban a finales de los 90</a>, se observa que tanto unas como otras han conseguido una promoción social. </p>
<p>La cosmética y la publicidad son mercados que tradicionalmente han sido ocupados por mujeres, que se han beneficiado económicamente. Estas profesiones ofrecerían autonomía a mujeres que son responsables de su propia sexualidad, poniendo en valor su capacidad para explotar su belleza. </p>
<p>En suma, los argumentos y las lecturas sobre las imágenes y representaciones de las <em>influencers</em> en las plataformas digitales son diversas. ¿Ciberfeminidades subversivas o tradicionales? ¿Empoderamiento o sometimiento? Posiblemente ambas. Ahí reside su gran paradoja.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/206166/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Cristina Cuenca Piqueras no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
El eterno debate de los estereotipos de género en el espacio virtual no termina. Así son las contradicciones de género entre ‘influencers’ actuales y ‘celebrities’ de hace décadas.
Cristina Cuenca Piqueras, Ayudante Doctora. Área de Sociología, Universidad de Almería
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tag:theconversation.com,2011:article/212408
2023-09-11T20:53:21Z
2023-09-11T20:53:21Z
La industria digital, los nuevos proxenetas del cibersexo
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/546376/original/file-20230905-17-t3w6de.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C35%2C3425%2C2491&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/man-browsing-porn-site-late-night-1894359565">M-Production / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En este momento histórico de tecnocapitalismo, nuestra “cibervida” está regida por un régimen de tecnología algorítmica escópica en el que las <em>Big Tech</em> son quienes programan, idean y deciden cómo opera el ciberespacio.</p>
<p>El “<a href="https://theconversation.com/nueve-propuestas-para-acabar-con-la-vigilancia-digital-170729">capitalismo de vigilancia</a>” está desplegando una <a href="https://feminismosaprendem.files.wordpress.com/2017/02/millett-kate-politica-sexual.pdf">“política sexual”</a> concreta, cuyo principal objetivo es monetizar la misoginia y mantener la desigualdad sexual. </p>
<p>Las formas en las que las grandes corporaciones digitales extienden sus políticas de género se difunde de tres formas. Por un lado, con la permisividad y connivencia frente a la <a href="https://www.inmujeres.gob.es/areasTematicas/AreaEstudiosInvestiga-cion/docs/Estudios/Mujeres_jovenes_y_acoso_en_redes_sociales.pdf">masiva violencia digital contra las mujeres</a>. Por otro, con la tolerancia y complicidad mostrada frente a la misoginia digital organizada o “<a href="https://theconversation.com/el-uso-de-los-memes-como-arma-antifeminista-cala-en-la-sociedad-mas-joven-193567">manoesfera</a>”. Por último, a través del negocio con los contenidos relacionados con la pornografía y la prostitución.</p>
<p>En este sentido, es necesario definir el término “proxenetismo digital”. El proxenetismo –un delito recogido en <a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2003-21538">Código Penal</a> español– consiste en la obtención de beneficios de la promoción, facilitación o favorecimiento de la prostitución de otra persona, aunque la persona que ejerce la prostitución consienta. Partiendo de esta definición, ¿podríamos considerar como proxenetismo digital el lucro que las <em>Big Tech</em> obtienen del sistema de porno y prostitución digital?</p>
<p>Este texto aborda un fenómeno que ha recibido escasa atención en la literatura científica: el proxenetismo digital.</p>
<p>En este contexto de neoliberalismo sexual, toda relación humana es susceptible de convertirse en una mercancía: la vida se transforma en cosa, reforzando el orden jerárquico de los sexos.</p>
<h2>Millones de webs porno</h2>
<p>Existen <a href="https://developer.metacert.com/blog/why-the-uk-government-is-wrong-to-think-it-can-control-93-of-all-pornography/">unos 700 millones de páginas web porno</a> –contando solo los 20 primeros países del ranking–, lo que <a href="https://www.larepublica.co/ocio/morbo-y-economia-cuanto-dinero-mueve-la-pornografia-en-el-mundo-3311239">supone</a> <a href="https://www.rankia.com/blog/bolsa-al-dia/3534358-top-11-ranking-industrias-que-mas-dinero-mueven-mundo-como-invertir-ellas">100 000 millones de dólares de beneficios anuales</a>. Empresas como Pornhub –que al inicio del confinamiento ofertó por cortesía el acceso gratuito a sus todos sus contenidos–, atrae 3 500 millones de visitas al mes, pese a que ha sido denunciada por varios casos de <a href="http://nytimes.com/2020/12/04/opinion/sunday/pornhub-rape-trafficking.html">explotación sexual, maltratos, violaciones, tráfico de personas y abuso infantil</a>. Si bien es cierto que la pornografía siempre actuó a modo de marketing del negocio de la prostitución, en la actualidad la frontera entre ambos se está desvaneciendo.</p>
<p>El “sistema porno-prostitucional” es uno de los negocios globales más importantes en cuanto a su alcance y a la cantidad de dinero que genera que, además, está atravesado por el género: la casi totalidad de los demandantes de <a href="https://theconversation.com/asi-se-comporta-el-putero-confinado-150047">pornografía y prostitución son hombres</a> y la inmensa mayoría de las personas en estos espacios son mujeres. Por ejemplo, en<a href="https://www.visualcapitalist.com/wp-content/uploads/2019/08/top-100-websites-ranking.html"> plataformas como Onlyfans</a>, <a href="https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/24957/Un%20analisis%20del%20fenomeno%20OnlyFans%20desde%20el%20enfoque%20de%20genero.%20Su%20influencia%20en%20la%20socializacion%20diferencial.%20.pdf">los cuerpos desnudos que se muestran son en su inmensa mayoría femeninos</a> </p>
<p>En este texto se presentan cuatro modelos utilizados por las Big Tech, con el fin de lucrarse, a través de un complejo sistema que materializa una “<a href="https://www.catedra.com/libro/feminismos/politica-sexual-de-la-pornografia-monica-alario-9788437643328/">política sexual</a>” que fomentan los gigantes tecnológicos. Estas fórmulas son:</p>
<ul>
<li><p><strong>Publicidad digital.</strong> La oferta digital organizada de anuncios de prostitución provoca que la interacción entre hombres que consumen sexo de pago y mujeres en situación de prostitución migre al entorno virtual, favoreciendo la mayor accesibilidad a todas horas del día. Este traslado masivo se ha producido a lo largo de las últimas dos décadas, de forma que actualmente existen <a href="https://www.inmujeres.gob.es/areasTematicas/AreaEstudiosInvestigacion/docs/Estudios/Prostitucion_en_contextos_digitales.pdf">en España 2,5 millones de anuncios en web y 81 webs de publicidad</a>. </p>
<p>La interacción síncrona o asíncrona, la diversidad en la negociación de condiciones, límites y precios y la proliferación de prácticas sexuales y la vulnerabilidad de la protección de datos para las mujeres prostituidas está favoreciendo que las nuevas tecnologías permitan que este negocio llegue cada vez más lejos. En España, <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/consumo/Paginas/2023/260723-consumo-advertencias-sancion-webs.aspx">pese a que la publicidad de servicios de prostitución está prohibida</a> por la <a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2022-14630">Ley Orgánica de garantía integral de la libertad sexual</a>, la prostitución es alegal. </p></li>
<li><p><strong>Plataformas híbridas.</strong> La demanda de productos híbridos de porno-prostitución ha aumentado y para satisfacerla se estan captando mujeres y niñas a través de aplicaciones tan extendidas como Onlyfans, IsMyGirl, Manyvids, Justforfans, Tinder, IWantFanClub, TikTok y otras similares. Se paga por contenidos concretos, mediante suscripción, pago de propinas o campañas. El precio lo establece la persona que sube los contenidos. De la recaudación obtenida, la creadora de contenidos se lleva un porcentaje y la plataforma otro como comisión. Las imágenes generadas garantizan el lucro, no solo en el momento en que puntualmente son expuestas, sino que su “explotación” es infinita, usándolas permanentemente en otros espacio digitales, sin que medie consentimiento por parte de las autoras de los mismos. </p></li>
<li><p><strong>Uberización del sistema.</strong> La uberización del sistema prostitucional empieza a crecer a partir de la crisis económica de 2008. Consiste en la desaparición de los intermediarios tradicionales, que ahora son sustituidos por las plataformas de <em>matching</em>, que conectan oferta y demanda. Se articula una especie de “Amazon de la explotación sexual” donde el demandante-prostituidor elige a través de una página web a la mujer que desea y el lugar del encuentro; inmediatamente, su demanda es atendida y un coche le acerca su “pedido” al lugar solicitado. Las nuevas tecnologías están permitiendo que este negocio llegue cada vez más lejos y ellas estén cada vez más aisladas, disponibles constantemente y desprotegidas.</p></li>
<li><p><strong>Inteligencia artificial generativa.</strong> Algunos expertos en IA generativa predicen que hasta el 90 % del contenido de internet podría generarse artificialmente en unos pocos años. Los <em>softwares</em> generativos son otra de las fórmulas utilizadas por la industria sexual en el ámbito digital, creando nuevos contenidos textuales o imágenes sintéticas, muchas veces desde granjas de contenidos utilizadas para recrear un mundo audiovisual que simula situaciones sexuales que venden en la web: son las denominadas <em>porn-deepfake</em> o incluso <em>deepfuck</em>. </p>
<p>Por ejemplo, el generador de imágenes de IA The Realist, el servicio que emplea la IA Stable Diffusion y otras herramientas similares, comparte las imágenes en Pixiv, una plataforma para el intercambio de imágenes de manga y anime y que después se <a href="https://www.bloomberg.com/graphics/2023-generative-ai-bias/">exhiben para su venta en la plataforma Patreon</a>. Estas imágenes generadas artificialmente, si bien no afectan directamente a ninguna persona, <a href="https://www.bbc.com/mundo/articles/c1vzyevl0nro?at_medium=RSS&at_campaign=KARANGA">sí recrean un imaginario tóxico pornográfico, misógino y peligroso para las mujeres e infancias</a>.</p></li>
</ul>
<h2>Compra-venta de nuestro comportamiento digital sexual</h2>
<p>Con estos cuatro tipos de fórmulas utilizadas por la industria sexual en el ámbito digital, los gigantes tecnológicos se benefician de la explotación sexual de terceras personas: alquiler de su espacio digital para colgar contenidos; venta <em>ad infinitum</em> de estas imágenes sexuales; publicidad automatizada y venta de los datos extraídos en los llamados “mercados conductuales”, donde se compra y se vende nuestro comportamiento digital. </p>
<p>Todo ello convierte a estas gigantescas corporaciones digitales en modernos e inadvertidos proxenetas digitales, que se están lucrando de forma desproporcionada.</p>
<p>Por todo ello, es necesario promover, desde los lugares de <a href="https://commission.europa.eu/strategy-and-policy/priorities-2019-2024/europe-fit-digital-age/digital-services-act-ensuring-safe-and-accountable-online-environment_es">responsabilidad pública</a>, una gobernanza algorítmica más democrática para construir nuevos ecosistemas de convivencia digital justa e igualitaria.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/212408/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Águeda Gómez Suárez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Algunas de las grandes empresas digitales no solo fomentan la prostitución en línea y no protegen a las mujeres, también ingresan grandes cantidades de dinero gracias a las webs porno femeninas.
Águeda Gómez Suárez, Área de Sociología Departamento de Sociología, Ciencia Política y de la Administración y Filosofía, Universidade de Vigo
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tag:theconversation.com,2011:article/212031
2023-08-22T13:51:02Z
2023-08-22T13:51:02Z
Los éxitos del Mundial de fútbol femenino reflejan las diferencias de género entre países
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/543949/original/file-20230821-29-pfq61q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=20%2C10%2C6968%2C4642&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La española Esther González sostiene el trofeo celebrando al final de la final de la Copa del Mundo de fútbol femenino entre España e Inglaterra en el Estadio Australia en Sídney, Australia, el 20 de agosto de 2023.</span> <span class="attribution"><span class="source">(AP Photo/Abbie Parr)</span></span></figcaption></figure><p>La emoción de la final de la Copa Mundial Femenina de Fútbol entre el equipo español –la Roja– y las Leonas inglesas tuvo a los aficionados en el borde del asiento.</p>
<p><a href="https://www.bbc.com/sport/football/66517612">Dos millones de personas –una cifra récord– asistieron a los partidos</a> en Australia y Nueva Zelanda, dejando claro lo alto que pueden llegar las mujeres con las oportunidades y el apoyo adecuados.</p>
<p>Pero el Mundial de Fútbol femenino de este año también significó un cambio más amplio, más allá de los límites del terreno de juego. Los partidos estuvieron acompañados de demandas a favor de <a href="https://www.hrw.org/news/2023/07/25/womens-world-cup-shows-equality-still-has-long-way-go">la igualdad de trato de las mujeres en el deporte</a>… <a href="https://www.iadb.org/en/improvinglives/what-womens-world-cup-says-about-gender-equality">y mucho más allá</a>.</p>
<p>Al examinar los resultados de los países que participaron en el Mundial podemos hacernos una idea de los esfuerzos que se están haciendo para abordar la desigualdad de género más allá del deporte.</p>
<h2>Políticas de igualdad de género</h2>
<p>Las naciones mejor clasificadas en el torneo, como Suecia, Inglaterra, España y Australia, han <a href="https://www.weforum.org/agenda/2022/07/gender-equal-countries-gender-gap/">diseñado políticas e invertido en mujeres y niñas</a> en temas que van más allá del deporte femenino. </p>
<p>Los países escandinavos son conocidos por sus mejores condiciones para las mujeres, como un reparto más equitativo del trabajo <a href="https://www.bbc.com/worklife/article/20200303-how-sweden-is-fixing-the-housework-gender-gap">doméstico</a> <a href="https://doi.org/10.1080/03630242.2021.1872759">no remunerado</a>, aunque el problema aún no está resuelto del todo. Suecia cuenta con una <a href="https://eige.europa.eu/gender-mainstreaming/countries/sweden">Política Nacional de Igualdad de Género</a> que también incluye una declaración en la que se afirma que debe cesar la violencia de los hombres contra las mujeres. </p>
<p>También es fundamental garantizar que el acceso a la educación se traduce en oportunidades laborales, reparto del poder político e igualdad de beneficios económicos. Inglaterra exige a las empresas con 250 empleados o más que informen sobre las <a href="https://www.gov.uk/government/publications/gender-pay-gap-reporting-guidance-for-employers/who-needs-to-report">diferencias salariales entre hombres y mujeres</a>, una política importante que apoya la paridad económica.</p>
<p>España ha sido <a href="https://www.ohchr.org/en/press-releases/2023/02/spain-un-experts-hail-new-feminist-legislation">elogiada por sus políticas feministas</a> que facilitan el acceso a los derechos sexuales y reproductivos. La <a href="https://eige.europa.eu/gender-mainstreaming/countries/spain?language_content_entity=en">Ley de Igualdad</a> incluye el permiso de paternidad y la representación política equilibrada entre hombres y mujeres. Además, los planes de igualdad para eliminar la <a href="https://bovemontero.com/en/2023/02/27/what-is-an-equality-plan-and-what-are-its-new-features-in-2023/">discriminación</a> de género son obligatorios en todas las organizaciones públicas y privadas con más de 250 empleados. </p>
<p>Australia también cuenta con una <a href="https://www.pmc.gov.au/office-women/national-strategy-achieve-gender-equality">Estrategia nacional para lograr la igualdad de género</a>, que incluye un <a href="https://www.directory.gov.au/portfolios/prime-minister-and-cabinet/department-prime-minister-and-cabinet/womens-economic-equality-taskforce">Grupo de trabajo para la igualdad económica de las mujeres</a>. </p>
<p><a href="https://doi.org/10.1016/S0305-750X(98)00156-9">Las investigaciones han recomendado muchas de las mismas políticas</a> que estos países han emprendido para integrar la igualdad de género en otras partes del mundo.</p>
<h2>Desarrollo sostenible</h2>
<p>Los países que destacaron en el Mundial también obtuvieron mejores resultados en <a href="https://dashboards.sdgindex.org/rankings">desarrollo sostenible</a>. Este vínculo entre mayores logros deportivos y desarrollo sostenible tiene sentido, ya que investigaciones recientes han <a href="https://doi.org/10.1007/s11332-022-01017-9">relacionado clasificaciones más altas en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU con logros en deportes olímpicos</a> y viceversa. </p>
<p>El <a href="https://hdr.undp.org/data-center/human-development-index#/indicies/HDI">Índice de Desarrollo Humano</a> mide aspectos como la esperanza de vida, la educación y la renta nacional bruta per cápita.</p>
<p>Los resultados del fútbol femenino parecen estar aún más relacionados con otro tipo de índice de desarrollo: el <a href="https://hdr.undp.org/planetary-pressures-adjusted-human-development-index#/indicies/PHDI">Índice de Desarrollo Humano ajustado a las presiones planetarias</a>. Este índice tiene en cuenta el impacto humano de las actividades que se realizan en la Tierra, como la cantidad de dióxido de carbono que emite cada persona. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Gráfico lineal de datos de numerosos países con el total de puntos de fútbol en el eje Y y el IDH ajustado a las presiones planetarias en el eje X" src="https://images.theconversation.com/files/543793/original/file-20230821-27-6a2tbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/543793/original/file-20230821-27-6a2tbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=350&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/543793/original/file-20230821-27-6a2tbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=350&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/543793/original/file-20230821-27-6a2tbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=350&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/543793/original/file-20230821-27-6a2tbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=440&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/543793/original/file-20230821-27-6a2tbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=440&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/543793/original/file-20230821-27-6a2tbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=440&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Varios finalistas de la Copa Mundial Femenina aparecen en la región superior derecha de este gráfico, lo que ilustra que una menor huella medioambiental está asociada a un mayor éxito del equipo.</span>
<span class="attribution"><span class="source">(Deborah de Lange)</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Mi análisis reveló que una menor huella medioambiental coincidía con un mayor éxito del equipo. </p>
<h2>Desarrollo de género</h2>
<p>El análisis también descubrió que los resultados futbolísticos de las mujeres estaban relacionados con el <a href="https://hdr.undp.org/gender-development-index#/indicies/GDI">Índice de Desarrollo de Género</a>, que difiere del Índice de Desarrollo Humano. </p>
<p>El Índice de Desarrollo de Género mide la desigualdad entre hombres y mujeres en tres aspectos: esperanza de vida, educación e ingresos. Dado que hombres y mujeres viven en circunstancias diferentes, hay que prestar una atención específica a los problemas de las mujeres. Los gritos a favor de la <a href="https://www.theguardian.com/football/2023/mar/01/moving-the-goalposts-canada-women-fight-equal-pay">igualdad salarial en el fútbol femenino</a> dan fe de ello.</p>
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<img alt="Un gráfico lineal de datos de numerosos países con el total de puntos de fútbol en el eje Y y el IDG en el eje X" src="https://images.theconversation.com/files/543791/original/file-20230821-17-dw4hl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/543791/original/file-20230821-17-dw4hl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/543791/original/file-20230821-17-dw4hl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/543791/original/file-20230821-17-dw4hl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/543791/original/file-20230821-17-dw4hl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/543791/original/file-20230821-17-dw4hl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/543791/original/file-20230821-17-dw4hl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Un mayor Índice de Desarrollo de Género se asocia con el éxito del equipo de fútbol femenino.</span>
<span class="attribution"><span class="source">(Deborah de Lange)</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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<p>Mi análisis reveló que los países con un mayor Índice de Desarrollo de Género tenían más probabilidades de obtener mejores resultados en fútbol.</p>
<h2>Las mujeres son la mitad de la población</h2>
<p>Es necesario recordar al mundo que las mujeres constituyen <a href="https://ourworldindata.org/gender-ratio">aproximadamente el 50 %</a> de la población mundial.</p>
<p>Desarrollar la mayor reserva posible de talentos para el deporte femenino se beneficiaría de aumentar el número y la calidad de esos números. Y dar a todas las niñas una mejor oportunidad desde el principio. Obviamente, reducir la reserva de talentos disponible <a href="https://doi.org/10.3982/ECTA11427">no conducirá a resultados positivos</a>. Por desgracia, en muchos países sigue habiendo pruebas de <a href="https://www.unfpa.org/gender-biased-sex-selection">abortos selectivos en función del sexo</a> y <a href="https://www.unicef.org/gender-equality">discriminación contra las niñas</a>.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Gráfico de barras con un pico en el centro y una pendiente descendente a ambos lados" src="https://images.theconversation.com/files/543794/original/file-20230821-19-bb35h.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/543794/original/file-20230821-19-bb35h.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=360&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/543794/original/file-20230821-19-bb35h.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=360&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/543794/original/file-20230821-19-bb35h.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=360&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/543794/original/file-20230821-19-bb35h.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=453&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/543794/original/file-20230821-19-bb35h.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=453&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/543794/original/file-20230821-19-bb35h.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=453&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Variación de la proporción de géneros en los países que compiten en fútbol femenino. Los países con un mayor porcentaje de mujeres obtienen mejores resultados en el Índice de Desarrollo Humano ajustado a la presión planetaria, en el Índice de Desarrollo de Género y en la Copa Mundial Femenina.</span>
<span class="attribution"><span class="source">(Deborah de Lange)</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Además, <a href="https://www.hks.harvard.edu/faculty-research/policy-topics/gender-race-identity/autocracy-and-patriarchy-are-surging-worldwide">las autocracias como Rusia</a> –gobiernos en los que el poder absoluto lo ostenta una sola persona– <a href="https://www.taylorfrancis.com/chapters/edit/10.4324/9780203822302-17/reconstructing-gender-iraqi-women-dictatorship-war-sanctions-occupation-nadje-al-ali">suelen basarse en la consolidación del poder masculino</a> <a href="https://doi.org/10.1093/isq/sqw021">en detrimento de las mujeres</a>. Las democracias, en cambio, se basan en los derechos humanos, que incluyen los de la mujer. De hecho, los mejores equipos de fútbol femenino proceden todos de democracias. </p>
<h2>Continuar la lucha</h2>
<p>La historia del fútbol femenino es una historia de perseverancia. Aunque el primer partido internacional de fútbol entre Escocia e Inglaterra se disputó en 1881, en 1921 se produjo un giro desalentador cuando la Asociación Inglesa de Fútbol <a href="https://girlssoccernetwork.com/europe-womens-soccer-ban/">prohibió jugar a las mujeres</a>, lo que les frenó en este deporte durante 50 años.</p>
<p>Desde entonces, la lucha ha sido ardua. Las mujeres han experimentado <a href="https://www.historyextra.com/period/general-history/women-barred-banned-illegal/">una larga historia de prohibiciones</a> en muchos tipos de actividades y ámbitos. Esto ha perjudicado el desarrollo de la mujer en todo el mundo.</p>
<p>La historia nos dice que debemos estar siempre alerta y seguir luchando por los derechos y la igualdad. De hecho, <a href="https://www.europarl.europa.eu/news/en/agenda/briefing/2021-02-08/12/women-s-rights-still-a-long-way-to-go-to-achieve-gender-equality">aún nos queda mucho camino por recorrer</a>, sobre todo teniendo en cuenta la forma en que <a href="https://theconversation.com/the-pandemic-deepened-gender-inequality-in-dual-career-households-203818">la pandemia agravó las desigualdades de género</a>.</p>
<p>Mejorar la situación de las mujeres requiere diversas intervenciones. Entre ellas aplicar la igualdad de retribución y de oportunidades de empleo a través de la legislación, así como cambiar de las leyes fiscales y las prestaciones para reforzar a la mujer como miembro del hogar en igualdad de condiciones. </p>
<p>Añadir una variable de “desigualdad de la mujer en el deporte” al Índice de Desarrollo de Género puede mejorar nuestra capacidad para medir el impacto de estos cambios en el progreso que tan desesperadamente necesitamos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/212031/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Deborah de Lange recibe financiación del SSHRC y el ESRC.</span></em></p>
Al examinar los resultados de la Copa Mundial Femenina de la FIFA, podemos hacernos una idea de los esfuerzos que están haciendo los países para abordar la desigualdad de género más allá del deporte.
Deborah de Lange, Associate Professor, Global Management Studies, Toronto Metropolitan University
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/206690
2023-08-15T19:45:41Z
2023-08-15T19:45:41Z
La importancia de referentes e historias africanas y afrodescendientes en la escuela
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/540983/original/file-20230803-25-vaf69k.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=17%2C0%2C1879%2C1063&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Fotograma del videoclip de 'Apeshit', de Beyoncé y Jay Z, en la que ambos bajan la escalinata del Louvre delante de la Victoria de Samotracia.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.youtube.com/watch?v=kbMqWXnpXcA&list=PLkJFPU6U8Ir7tiTHSxiGffZUhgcolfC4c">Beyoncé/YouTube</a></span></figcaption></figure><p>Hace unos años me propuse deconstruir la enseñanza de la Historia del Arte y la cultura museística en la formación inicial docente utilizando el videoclip de la canción “<a href="https://youtu.be/kbMqWXnpXcA?list=PLkJFPU6U8Ir7tiTHSxiGffZUhgcolfC4c">Apeshit</a>”. En él, los cantantes Beyoncé y JayZ, como afrodescendientes, reivindican su lugar en la Historia. Lo hacen apareciendo desafiantes en el Museo del Louvre, uno de los espacios más representativos de la cultura eurocéntrica. </p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/kbMqWXnpXcA?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Apeshit, de Beyonce y JayZ.</span></figcaption>
</figure>
<p>El videoclip es tan impactante que, en apenas unos minutos, el alumnado es capaz de entender que, efectivamente existe una injusticia social derivada del “peligro de la historia única” del que nos hablaba la escritora nigeriana <a href="https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/37053-libro-el-peligro-de-la-historia-unica-9788439733928">Chimamanda Ngozie Adichie</a>. </p>
<p>Algunas alumnas, futuras profesoras, no se sentían identificadas con ese empoderamiento femenino mostrado en “Apeshit”, haciendo alusión a que no constituía su lucha. Otras estudiantes, en cambio, sí sentían que podían encontrarse en las reivindicaciones de las mujeres afroamericanas y que tenía sentido para ellas reescribir la historia en femenino (o <em>herstory</em>, en inglés).</p>
<p>Así fue como una poderosa y mediática Beyoncé se convertía en una referente negra también para las mujeres blancas. Su videoclip constituyó el despertar de una doble visión androcéntrica y etnocéntrica.</p>
<h2>Feminismo y color de piel</h2>
<p>¿Por qué fue importante esto? En primer lugar, porque como explica la pensadora bell hooks (quien escribe su nombre en minúsculas) en <a href="https://www.consonni.org/es/publicacion/acaso-no-soy-yo-una-mujer"><em>¿Acaso no soy yo una mujer? Mujeres negras y feminismo</em></a>, la palabra mujer es sinónimo de mujer blanca, “porque a las mujeres de otras razas se las percibe como ‘las otras’, como seres deshumanizados que no encajan bajo la categoría de mujer”. </p>
<p>El título del libro hace referencia al discurso “Ain’t I a Woman?” de la activista y abolicionista <a href="https://www.thesojournertruthproject.com/">Sojourner Truth</a>, pronunciado en la Convención de Akron en 1851. Esta respuesta contundente contra los hombres que negaban el derecho al voto de las mujeres por ser el sexo débil también supuso, como señaló la filósofa <a href="https://www.penguinrandomhouse.com/books/37354/women-race-and-class-by-angela-y-davis/">Angela Davis</a>, la forma de denunciar las actitudes racistas de las mujeres blancas hacia sus hermanas negras. </p>
<p>Si, cuando aborda la enseñanza del movimiento sufragista, el currículum incluyera también el sexismo y el racismo que sufrieron las mujeres negras que lucharon por la conquista del voto femenino, las alumnas y los alumnos podrían evitar una formación feminista hegemónica que llegue a obviar su “<a href="https://nationalseedproject.org/images/documents/Knapsack_plus_Notes-Peggy_McIntosh.pdf">privilegio blanco</a>”. </p>
<h2>Un enfoque interseccional</h2>
<p>Por este motivo es útil contemplar un currículum con enfoque interseccional, que analice y aborde las desigualdades sociales e identifique la intersección de sistemas de dominación y opresión, atendiendo a distintas categorías como el género, la raza, la clase social, la orientación sexual, la edad, la diversidad funcional… </p>
<p>Como la teórica <a href="https://www.jstor.org/stable/1229039">Kimberlé Crenshaw</a> explica, las experiencias de las mujeres de color no se pueden comprender si no tenemos en cuenta que son resultado de la intersección de una doble discriminación racista y sexista.</p>
<h2>Representación y concienciación</h2>
<p>La inclusión de referentes africanos y afrodescendientes en el currículum es fundamental además para que alumnado de esas procedencias y culturas se sienta representado y, por tanto, reconocido y respetado. </p>
<p>La historiadora y educadora artística afroespañola Julia Cabrera <a href="https://afrofeminas.com/2021/04/08/el-dano-de-la-educacion-racista-y-sus-consecuencias/">relata</a> cómo la ausencia de referentes pudo ser un factor clave ante su lucha contra el acoso escolar racial que sufrió en educación secundaria: </p>
<blockquote>
<p>“Comencé a odiar mi pelo como nunca antes había hecho. Hasta ese momento me lo escondía en moños, coletas o con diademas grandes. Desde entonces, solo quería alisármelo, hacer desaparecer cualquier rasgo de burla: mis raíces afrodescendientes. Sin referentes ni cercanos ni lejanos fue mi caída libre y en picado”. </p>
</blockquote>
<p>El testimonio de Julia Cabrera muestra situaciones racistas que se siguen repitiendo en los centros escolares. El reciente <a href="https://www.anar.org/wp-content/uploads/2022/09/IV-estudio-acoso-escolar-La-Opinion-de-los-estudiantes_2021-22.pdf"><em>IV Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos</em></a> alerta del incremento de las agresiones por aspecto físico, cultura y religión. </p>
<p>El <a href="https://sosracismo.eu/wp-content/uploads/2023/06/informe-racismo-def-1.pdf"><em>Informe sobre el Racismo en el Estado Español</em></a> alerta sobre las dificultades encontradas para que los centros escolares reconozcan los casos de violencia verbal o física por motivos racistas como acoso escolar. De hecho, un informe de la <a href="https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000366483">UNESCO</a>, en 2019, ya exponía que la segunda razón más común por la que hay riesgo de ser víctima de acoso en el ámbito escolar está relacionada con la raza, la nacionalidad o el color de la piel. </p>
<h2>Referentes e historias que son nuestras</h2>
<p>Y es así como surge <a href="https://www.youtube.com/watch?v=CRRLN3qEvpE">ALFRABETICAM</a>, un proyecto de investigación educativa de la Universidad de Málaga, que busca hacer reflexionar al profesorado sobre la importancia de dotar de referentes e historias africanas y afrodescendientes al alumnado. </p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/CRRLN3qEvpE?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
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<p>Nos proponíamos que el futuro profesorado se diese cuenta de que no hay que esperar a que haya estudiantes procedentes del continente africano en sus aulas para hablar de África. Los referentes e historias africanas son también nuestros. </p>
<p>Recientemente, SOS Racismo Madrid presentaba <a href="https://www.sosracismomadrid.es/informe-de-investigacion-aprendiendo-racismo-racismo-estructural-en-libros-de-texto/">un informe</a> que denunciaba cómo los libros de texto de Ciencias Sociales de Educación Secundaria Obligatoria favorecían el racismo estructural, al legitimar la superioridad europea, excluir la responsabilidad histórica de España ante la esclavitud y el colonialismo, e invisibilizar las culturas que no se reconocían en la hegemonía eurocéntrica. </p>
<h2>Prejucios y retos</h2>
<p>Nuestro proyecto se plantea la posible relación entre el desconocimiento de África y los prejuicios raciales. Además, hay que añadir el perjuicio que supone haber estudiado una visión estereotipada de África. </p>
<p>En este sentido, es conveniente mencionar el magnífico proyecto de innovación educativa <a href="https://www.gobiernodecanarias.org/educacion/web/programas-redes-educativas/convocatorias/proyecto-de-innovacion-ensenar-africa/"><em>Enseñar África. Una mirada en positivo</em></a>, que pretende desmontar esa imagen de África como “un lugar de hermosos paisajes y animales, y gente que libran guerras sin sentido y mueren de pobreza y SIDA, esperando ser salvados por un extranjero blanco y gentil”, <a href="https://www.ted.com/talks/chimamanda_ngozi_adichie_the_danger_of_a_single_story">como decía</a> Chimamanda Ngozie Adichie. </p>
<p>Cuando planteamos la necesidad de abordar África en el currículum, algunas de las manifestaciones del futuro profesorado evidenciaban las dificultades del proyecto: </p>
<blockquote>
<p>“No hay tiempo para enseñar África, habrá que priorizar el aprendizaje de los hitos más importantes de la Historia”. </p>
<p>“¿Es que ahora no se va a poder hablar de colonización?”</p>
<p>“¿Por qué se molestan por llamarles negros, si a mí no me incomoda que me llamen blanca?”</p>
<p>“Si se quieren integrar que aprendan nuestras costumbres”.</p>
</blockquote>
<p>Con la intención de modificar estos planteamientos, ALFRABETICAM persigue la formación de competencias interculturales del profesorado y el reconocimiento de una historia compartida europea y africana, sin olvidar la enorme importancia de enseñar la responsabilidad europea en las problemáticas por las que atraviesa el continente africano.</p>
<h2>Legado andalusí-afroandaluz</h2>
<p>Con este proyecto, nos propusimos iniciar el desarrollo de experiencias didácticas que reconocieran el legado patrimonial andalusí-afroandaluz, centrado no sólo en referentes reconocibles, sino también en su intrahistoria. </p>
<p>Es así como surge la creación de los <a href="https://www.uma.es/sala-de-prensa/noticias/alumnado-del-grado-en-educacion-primaria-participa-en-un-proyecto-que-promueve-la-diversidad-cultural/"><em>Itinerarios patrimoniales andalusíes. Una visión diferente de Málaga</em></a> por parte de estudiantes de la asignatura de Didáctica del Patrimonio y de la Cultura Andaluza del Grado en Educación Primaria, dirigido al Aula de Mayores de la Universidad de Málaga. </p>
<p>De esta manera, partiendo de la deconstrucción de la visión etnocéntrica de nuestra historia local, el alumnado, como futuro profesorado, se siente comprometido con la importancia de visibilizar esas otras historias. Conocerlas les permitirá situarse como agentes clave en la prevención del acoso escolar racista y la lucha contra la violencia, la discriminación, la xenofobia y la intolerancia en las escuelas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/206690/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Laura Triviño Cabrera recibe financiación de la Universidad de Málaga, a través del proyecto de investigación ALFRABETICAM: "El legado patrimonial andalusí y afroandaluz ante la Agenda 2030: Investigación curricular y alfabetización multimodal del profesorado" (Referencia: B3-2022_10).</span></em></p>
Además de fomentar el respeto y evitar la violencia racista, una mirada más profunda al continente africano y su historia permite una visión más justa de la historia y del feminismo.
Laura Triviño Cabrera, Profesora Titular de Didáctica de las Ciencias Sociales, Universidad de Málaga
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2023-08-09T14:06:59Z
2023-08-09T14:06:59Z
La guerra de los talibanes contra las mujeres en Afganistán debe reconocerse formalmente como ‘apartheid’ de género
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/541931/original/file-20230807-23-aa6m4j.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4992%2C3300&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un combatiente talibán monta guardia mientras unas mujeres esperan para recibir raciones de comida distribuidas por un grupo de ayuda humanitaria, en Kabul, Afganistán, en mayo de 2023. </span> <span class="attribution"><span class="source">(AP Photo/Ebrahim Noroozi, File)</span></span></figcaption></figure><p>El <a href="https://www.pbs.org/newshour/world/afghanistan-marks-1-year-anniversary-of-taliban-takeover">segundo aniversario de la toma de Afganistán por los talibanes</a> se acerca rápidamente. Desde entonces, a las mujeres afganas se les han <a href="https://www.hrw.org/news/2022/01/18/afghanistan-taliban-deprive-women-livelihoods-identity">negado los derechos humanos más básicos</a> en lo que sólo puede describirse como <em>apartheid</em> de género. </p>
<p>Sólo calificándolo como tal, y dejando claro que la situación en Afganistán es un crimen contra la humanidad, podrá la comunidad internacional luchar legalmente contra la discriminación sistemática de las mujeres y niñas del país.</p>
<p>Borrar a las mujeres de la esfera pública es fundamental para la ideología talibán. Las instituciones de derechos de la mujer en Afganistán, en particular el Ministerio de Asuntos de la Mujer, han sido desmanteladas, mientras que el temido <a href="https://www.bbc.com/news/world-asia-58600231">Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio</a> ha resucitado. </p>
<p>Se ha disuelto la Comisión Afgana Independiente de Derechos Humanos y se ha derogado la Constitución del país de 2004, mientras que la legislación que garantizaba la igualdad de género <a href="https://hrlr.law.columbia.edu/files/2022/12/Bennoune-Finalized-12.09.22.pdf#page=9">ha sido invalidada</a>. </p>
<p>En la actualidad, <a href="https://www.amnesty.org/es/latest/news/2022/07/afghanistan-talibans-suffocating-crackdown-destroying-lives-of-women-and-girls-new-report/">a las mujeres afganas se les niega la educación postsecundaria, no pueden salir de casa sin la compañía de un hombre, no pueden trabajar, excepto en la sanidad y en algunos negocios privados</a> y <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2023/07/25/taliban-beauty-salon-ban-women-rights/24823d78-2aca-11ee-a948-a5b8a9b62d84_story.html">se les prohíbe</a> el acceso a parques, gimnasios y salones de belleza.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Un salón de belleza cerrado." src="https://images.theconversation.com/files/541722/original/file-20230808-17-u58pge.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/541722/original/file-20230808-17-u58pge.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/541722/original/file-20230808-17-u58pge.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/541722/original/file-20230808-17-u58pge.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/541722/original/file-20230808-17-u58pge.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/541722/original/file-20230808-17-u58pge.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/541722/original/file-20230808-17-u58pge.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Vista general de un salón de belleza cerrado en la ciudad de Kabul, Afganistán, en julio de 2023. Los talibanes han cerrado todos los salones de belleza de Afganistán.</span>
<span class="attribution"><span class="source">(AP Photo/Siddiqullah Khan)</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Mujeres en el punto de mira</h2>
<p>De los aproximadamente 80 edictos emitidos por los talibanes, 54 se dirigen específicamente <a href="https://feminist.org/our-work/afghan-women-and-girls/taliban-edicts/">a las mujeres</a>, restringiendo gravemente sus derechos <a href="https://www.princeton.edu/events/2023/afghanistan-under-taliban-state-gender-apartheid">y violando</a> las obligaciones internacionales de Afganistán y sus anteriores leyes constitucionales y nacionales. </p>
<p>Los talibanes <a href="https://www.washingtonpost.com/opinions/2023/02/19/afghan-women-suffer-under-taliban/">se muestran impertérritos</a>, continuando donde lo dejaron hace 20 años, cuando se hicieron con el poder por primera vez. Los resultados de sus ambiciones son casi apocalípticos. </p>
<p>Afganistán se enfrenta a una de las <a href="https://www.hrw.org/news/2023/05/15/hard-choices-afghanistans-humanitarian-crisis#:%7E:text=Afganist%C3%A1n%20ha%20desaparecido%20en%20gran%20medida,las%20ni%C3%B1as%20siguen%20m%C3%A1s%20en%20riesgo.">peores crisis humanitarias del mundo</a>. Alrededor de <a href="https://www.rescue.org/article/afghanistan-entire-population-pushed-poverty">19 millones</a> de personas sufren inseguridad alimentaria aguda, mientras que más del <a href="https://www.hrw.org/news/2022/08/04/afghanistan-economic-crisis-underlies-mass-hunger">90 %</a> de los afganos padecen algún tipo de inseguridad alimentaria, siendo <a href="https://reliefweb.int/report/afghanistan/wfp-afghanistan-situation-report-18-january-2023">los hogares encabezados por mujeres y los niños</a> los más afectados. </p>
<p>La violencia de género ha aumentado exponencialmente, con la correspondiente impunidad para los autores y la falta de apoyo a las víctimas, mientras que las minorías étnicas, religiosas y sexuales sufren <a href="https://reliefweb.int/report/afghanistan/situation-human-rights-afghanistan-report-special-rapporteur-situation-human-rights-afghanistan-richard-bennett-ahrc5284-advance-edited-version">una intensa persecución</a>. </p>
<p>Esta sombría realidad subraya la urgente necesidad de abordar <a href="https://spia.princeton.edu/sites/default/files/2023-02/SPIA_NaheedRangita_PolicyBrief_07.pdf#page=3">cómo están interconectados los daños civiles, políticos, socioeconómicos y de género</a>.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Una mujer con niqab azul da el biberón a un bebé. Al fondo se ve a otro bebé lloriqueando." src="https://images.theconversation.com/files/541521/original/file-20230807-25161-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/541521/original/file-20230807-25161-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/541521/original/file-20230807-25161-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/541521/original/file-20230807-25161-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/541521/original/file-20230807-25161-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/541521/original/file-20230807-25161-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/541521/original/file-20230807-25161-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Madres y bebés desnutridos esperan para recibir ayuda y revisiones en una clínica humanitaria internacional en Kabul, Afganistán, en enero de 2023.</span>
<span class="attribution"><span class="source">(AP Photo/Ebrahim Noroozi)</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Crimen internacional</h2>
<p>Karima Bennoune, académica argelino-estadounidense especializada en derecho internacional, ha abogado por reconocer el <em>apartheid</em> de género como un <a href="https://hrlr.law.columbia.edu/hrlr/the-international-obligation-to-counter-gender-apartheid-in-afghanistan/">crimen de derecho internacional</a>. Este reconocimiento se derivaría de los compromisos jurídicos internacionales de los Estados en materia de igualdad de género y del <a href="https://www.un.org/sustainabledevelopment/gender-equality/">Objetivo de Desarrollo Sostenible 5</a> de las Naciones Unidas, destinado a lograr la igualdad de género en todo el mundo para 2030. </p>
<p>Tipificar como delito el <em>apartheid</em> de género proporcionaría a la comunidad internacional un poderoso marco jurídico para responder eficazmente a los abusos de los talibanes. Aunque la <a href="https://www.un.org/sg/en/content/sg/statement/2023-01-12/the-secretary-generals-remarks-the-security-council-the-promotion-and-strengthening-of-the-rule-of-law-the-maintenance-of-international-peace-and-security-the-rule-of" title=""">ONU ya ha calificado la situación en Afganistán como tal</a>, el término no está reconocido actualmente en el <a href="https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/rome-statute-international-criminal-court">Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional</a> como uno de los peores crímenes internacionales.</p>
<p>Al presentar su informe ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, <a href="https://news.un.org/es/story/2023/06/1522047">Richard Bennett</a> –relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán– declaró:</p>
<blockquote>
<p>“Una discriminación grave, sistemática e institucionalizada contra las mujeres y las niñas está en el corazón de la ideología y el gobierno talibán, lo que también suscita la preocupación de que puedan ser responsables de apartheid de género”.</p>
</blockquote>
<p>Tipificar como delito el <em>apartheid</em> de género a escala mundial permitiría a la comunidad internacional cumplir con su obligación de responder eficazmente e intentar erradicarlo de forma permanente. Proporcionaría las herramientas jurídicas necesarias para garantizar el cumplimiento de los compromisos internacionales con los derechos de la mujer en todos los aspectos de la vida.</p>
<p><a href="https://www.arabnews.com/node/2324266/world">Shaharzad Akbar</a>, directora del <a href="https://rawadari.org/">grupo de derechos humanos Rawadari</a> y expresidenta de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, ha instado al Consejo de Derechos Humanos a reconocer que la situación en Afganistán es un <em>apartheid</em> de género.</p>
<p>Ha señalado que “los talibanes han convertido Afganistán en un cementerio masivo de las ambiciones, los sueños y el potencial de las mujeres y niñas afganas.” </p>
<h2>Apoyo sudafricano</h2>
<p>Varias defensoras de los derechos de las mujeres afganas también han pedido la <a href="https://www.ohchr.org/en/news/2023/06/human-rights-council-opens-fifty-third-session-hears-presentation-annual-report-high">inclusión del <em>apartheid</em> de género en el Proyecto de Convención de la ONU sobre Crímenes contra la Humanidad</a>. </p>
<p>Y lo que es más notable, <a href="https://ishr.ch/latest-updates/hrc53-un-experts-open-council-session-with-dedicated-discussion-on-the-situation-of-women-girls-in-afghanistan/">Bronwen Levy</a>, representante de Sudáfrica en el Consejo de Seguridad, ha instado a la comunidad internacional a “tomar medidas contra lo que el informe (de Bennett) describe como <em>apartheid</em> de género, de forma muy similar a como lo hizo en apoyo de la lucha de Sudáfrica contra el <em>apartheid</em> racial”. </p>
<p>En otro lugar, la <a href="https://www.europarl.europa.eu/delegations/en/joint-statement-of-2-february-2023-women/product-details/20230203DPU35201">presidenta de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo, así como la jefa de su Delegación para las Relaciones con Afganistán</a>, han descrito la “inaceptable” situación de Afganistán como de <em>apartheid</em> de género.</p>
<p>Siempre y dondequiera que surjan sistemas de apartheid, estos representan un fracaso de la comunidad internacional. La situación en Afganistán debe obligarnos a responder eficazmente a la persecución de las mujeres. </p>
<p>Reconocer que el régimen talibán es un <em>apartheid</em> de género no sólo es fundamental para los afganos, sino también para la <a href="https://hrlr.law.columbia.edu/files/2022/12/Bennoune-Finalized-12.09.22.pdf#page=11">credibilidad de todo el sistema de la ONU</a>. Como dijo al Consejo de Seguridad la activista afgana de derechos humanos <a href="https://press.un.org/en/2023/sc15222.doc.htm">Zubaida Akbar</a>:</p>
<blockquote>
<p>“Si no defienden los derechos de las mujeres aquí, no tienen credibilidad para hacerlo en ningún otro sitio”. </p>
</blockquote>
<p>Los brutales dos años de los talibanes en el poder en Afganistán nos han enseñado que las iniciativas ordinarias en materia de derechos humanos, aunque importantes, son insuficientes para abordar el apartheid de género. El mundo necesita una acción internacional colectiva decidida para poner fin a la guerra contra las mujeres. No en dos meses. Ni en dos años. Ahora.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/211295/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Vrinda Narain está afiliada a Women Living Under Muslim Laws (WLUML), una red transnacional de investigación y solidaridad, en calidad de Directora de la Junta Directiva.</span></em></p>
Los dos años que los talibanes llevan gobernando Afganistán nos han enseñado que las iniciativas ordinarias en materia de derechos humanos son insuficientes para hacer frente al apartheid de género. Necesitamos una acción internacional colectiva.
Vrinda Narain, Associate Professor, Faculty of Law, Centre for Human Rights and Legal Pluralism, McGill University
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tag:theconversation.com,2011:article/209287
2023-07-23T19:59:13Z
2023-07-23T19:59:13Z
La gestión del endeudamiento familiar, una nueva forma de trabajo femenino
<blockquote>
<p>“Se me va el tiempo gestionando deudas y endeudándome, ¿cómo quiere que trabaje?”. </p>
<p><strong>Pushpurani, habitante de Tamil Nadu, India.</strong> </p>
</blockquote>
<p><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Feminismo_dalit">Esta mujer dalit</a> (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Casta_(hinduismo)">una <em>intocable</em></a>), tiene que hacer malabarismos constantes para cumplir con los entre diez y veinte préstamos contraídos con compañías financieras, prestamistas informales, la élite local y sus vecinos.</p>
<blockquote>
<p>“¿Que por qué vuelven a trabajar tantos jubilados? Por las deudas”. </p>
<p><strong>Felipe, residente de una <em>favela</em> en Vitoria, Brasil.</strong></p>
</blockquote>
<p>La madre de Felipe, Doña Gê, de 74 años, hace ropa y vende pasteles en la calle desde que el pago de sus préstamos absorbió el 70 % de su pensión de jubilación.</p>
<p>Estos testimonios ilustran las repercusiones que tiene para las mujeres de clase trabajadora lo que desde hace ya tres década es una tendencia mundial: la explosión de la deuda de los hogares, impulsada por un mayor acceso al crédito y una mayor vulnerabilidad económica.</p>
<p>En diferentes partes del mundo, la gestión cotidiana de la deuda es una verdadera forma de trabajo, un <em>trabajo de la deuda</em>. Y encontrar los fondos para pagar supone un <em>trabajo para la deuda</em>. Ambos los realizan principalmente las mujeres.</p>
<p>El trabajo <em>de</em> y <em>para</em> la deuda surgen así como una nueva forma de trabajo en la sombra, gratuito y sintomático de las <a href="https://www.fuhem.es/2019/06/11/que-es-la-financierizacion/">economías financiarizadas</a>, en las que “tienen un papel creciente los intereses financieros, los mercados financieros, los agentes financieros y las instituciones financieras en el funcionamiento de las economías nacionales e internacionales”. </p>
<p>Dos tesis doctorales recientes, una en <a href="https://www.theses.fr/2021UNIP7255">economía</a>, la otra en <a href="https://www.theses.fr/s185336">socioantropología</a>, y un <a href="https://www.sup.org/books/title/?id=36559">libro de próxima publicación</a> dan cuenta de esta realidad en India y Brasil.</p>
<h2>La magnitud de la deuda</h2>
<p>Aunque la deuda de los hogares sigue siendo muy desigual de un país a otro, su nivel medio casi <a href="https://data.oecd.org/hha/household-debt.htm">se duplicó en los países de la OCDE entre 1995 y 2021</a>, pasando del 68 % al 127 % de la renta disponible. Pero <a href="https://data.oecd.org/hha/household-debt.htm">la aceleración</a> es especialmente evidente en el Sur. Según el <a href="https://www.bis.org/statistics/about_credit_stats.htm">Banco de Pagos Internacionales</a> (BPI), la deuda de los hogares en las economías emergentes ha pasado del 28 % al 50 % del PIB entre 2010 y 2022.</p>
<p>Mientras que en los países más ricos los préstamos inmobiliarios representan la mayor parte de la deuda (<a href="https://abc-economie.banque-france.fr/sites/default/files/medias/documents/822050_endettement_des_menages.pdf">84 % en Francia en 2021</a>), su crecimiento en el Sur está impulsado, principalmente, por los créditos al consumo que las políticas de <a href="https://journals.openedition.org/lectures/17781">inclusión financiera</a>, dirigidas sobre todo a las clases trabajadoras y a las mujeres, han democratizado desde la década de 2000.</p>
<p>En Brasil, según <a href="https://dadosabertos.bcb.gov.br/dataset/29038-endividamento-das-familias-com-o-sistema-financeiro-nacional-exceto-credito-habitacional-em-r">datos de su banco central</a>, la proporción de hogares endeudados con instituciones de crédito pasó del 44 % al 55 % entre 2010 y 2015, antes de subir durante la pandemia hasta el 80 % (2021).</p>
<p>En Tamil Nadu, tras dos décadas de políticas de inclusión financiero e impulso de los microcréditos femeninos, <a href="https://www.emerald.com/insight/content/doi/10.1108/S1529-212620200000029008/full/html">los datos de la encuesta</a> del <a href="https://odriis.hypotheses.org/who-we-are">Observatorio de dinámicas y desigualdades rurales en India del Sur</a> han documentado un aumento, entre 2010 y 2016, de la deuda media de los hogares del 160 % al 250 % de los ingresos anuales. Y la deuda pesa más sobre las mujeres, que ganan de media el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0305750X20304915">22 % de los ingresos del hogar pero cargan con el 37 % de la deuda</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/522979/original/file-20230426-1034-38efal.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/522979/original/file-20230426-1034-38efal.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/522979/original/file-20230426-1034-38efal.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/522979/original/file-20230426-1034-38efal.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/522979/original/file-20230426-1034-38efal.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/522979/original/file-20230426-1034-38efal.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/522979/original/file-20230426-1034-38efal.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/522979/original/file-20230426-1034-38efal.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Una agente bancaria (en el centro) rodeada de mujeres en Tamil Nadu, India (2016).</span>
<span class="attribution"><span class="source">I. Guérin</span>, <span class="license">Fourni par l'auteur</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La gran mayoría de sus ingresos tienen como objetivo poder llegar a fin de mes: pagar alimentación, asistencia sanitaria, vivienda, servicios. También participar en rituales, comprar bienes de consumo… y pagar las deudas.</p>
<p>En este sentido, durante años, los <a href="https://www.odilejacob.fr/catalogue/sciences-humaines/economie-et-finance/vraie-revolution-du-microcredit_9782738132468.php">microcréditos</a> han sido considerados como una forma de ayudar a las personas a crear su propia empresa y salir de la pobreza. No obstante, han resultado ser, sobre todo, una forma de crédito al consumo que, en el mejor de los casos, suaviza los ingresos y los gastos a lo largo del tiempo. Y, en el peor, actúa como factor de <a href="https://www.routledge.com/Microfinance-Debt-and-Over-Indebtedness-Juggling-with-Money/Guerin-Morvant-Roux-Villarreal/p/book/9780367110840">sobreendeudamiento</a>.</p>
<h2>El trabajo de la deuda</h2>
<p>Sobre todo las mujeres de clase trabajadora cargan con las nuevas formas de trabajo generadas por el mayor uso de las financiación por parte de las familias. Como gestoras de los presupuestos familiares, se ven absorbidas por la gestión y refinanciación de las deudas.</p>
<p>La gestión de las deudas es un verdadero trabajo: las tareas son rutinarias, consumen mucho tiempo y requieren competencias muy específicas. En Tamil Nadu, por ejemplo, este <em>trabajo de la deuda</em> implica gestionar transacciones de reembolso mensuales, semanales <a href="https://econpapers.repec.org/paper/solwpaper/2013_2f290603.htm">e incluso diarias</a>. Obliga a hacer malabarismos con cinco, diez o quince préstamos a la vez, y a llevar la cuenta de estas madejas de deudas mediante una incesante gimnasia mental, que requiere cálculos complejos basados en criterios de precio y oportunidad.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/522985/original/file-20230426-22-5dn7fm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/522985/original/file-20230426-22-5dn7fm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/522985/original/file-20230426-22-5dn7fm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/522985/original/file-20230426-22-5dn7fm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/522985/original/file-20230426-22-5dn7fm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/522985/original/file-20230426-22-5dn7fm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/522985/original/file-20230426-22-5dn7fm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Las responsables de grupos de microcrédito deben mantener al día multitud de documentos administrativos.</span>
<span class="attribution"><span class="source">I. Guérin</span>, <span class="license">Fourni par l'auteur</span></span>
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<p>También hay que negociar con un amplio abanico de prestamistas los importes, los precios y las condiciones de reembolso para adaptarlos a la irregularidad e imprevisibilidad de los ingresos. Además de las organizaciones de microcrédito y las financieras, los préstamos pueden proceder de prestamistas del barrio o de las ciudades vecinas, prestamistas de empeño, prestamistas ambulantes, tenderos, la élite local, amigos, vecinos y parientes.</p>
<p>Para muchas mujeres, enfrentarse a las deudas también significa tener que soportar, sin perder la calma, comentarios despectivos o despreciativos, y a veces insultos, de sus acreedores. No honrar la deuda es señal de irresponsabilidad y mala gestión, y les dificulta volver a obtener préstamos. </p>
<p>Para los prestamistas, sea cual sea su perfil, ensuciar la reputación del deudor es un arma formidable para incitarlo al reembolso.</p>
<p>Por último, hay que cuidar la apariencia y la actitud para dar la impresión de ser una mujer fuerte y decidida, capaz de pagar sus deudas. Si faltan los medios materiales, llegan a <a href="https://anthrosource.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/amet.12912">monetizar el cuerpo</a> y a entrar en una infinidad de intercambios deuda-sexo que pueden ir desde sonrisas y zalamerías, hasta mantener relaciones sexuales con sus prestamistas.</p>
<h2>Trabajar para la deuda</h2>
<p>La gestión de la deuda suele conllevar trabajo, destinado a recibir fondos para el pago de los préstamos y sus intereses, a menudo exorbitantes. <a href="https://diplomatique.org.br/a-esquerda-brasileira-sobre-as-brasas-do-credito/">En las favelas brasileñas</a>, esto significa jornadas laborales más largas, que se prolongan hasta la noche y los domingos. La gente hace malabarismos, con dos o tres actividades para mantener el flujo de dinero. Para los hombres, se trata sobre todo de trabajar en la construcción, con poca seguridad laboral, sin protección social y por menos del salario mínimo legal.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/523055/original/file-20230426-28-9lwn8p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="18:00: Luna tiende la colada tras un ajetreado día entre el restaurante donde cocina (en la favela, en la parte alta de la ciudad) y las sucursales bancarias donde financia su negocio (en la ciudad, al pie de las favelas), Brasil." src="https://images.theconversation.com/files/523055/original/file-20230426-28-9lwn8p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/523055/original/file-20230426-28-9lwn8p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/523055/original/file-20230426-28-9lwn8p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/523055/original/file-20230426-28-9lwn8p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/523055/original/file-20230426-28-9lwn8p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/523055/original/file-20230426-28-9lwn8p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/523055/original/file-20230426-28-9lwn8p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">18:00: Luna tiende la colada tras un ajetreado día entre el restaurante donde cocina (en la favela, en la parte alta de la ciudad) y las sucursales bancarias donde financia su negocio (en la ciudad, al pie de las favelas), Brasil.</span>
<span class="attribution"><span class="source">T. Narring</span>, <span class="license">Fourni par l'auteur</span></span>
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<p>Para las mujeres, esto puede significar trabajar fuera de casa como limpiadoras, o en casa haciendo ropa o pasteles que luego venden en el mercado. Es el caso de muchas <a href="https://www.cairn.info/revue-terrains-et-travaux-2022-2-page-181.htm">abuelas</a> que siguen trabajando después de jubilarse y utilizan su acceso al crédito para ayudar a sus hijos desempleados.</p>
<p>La gestión de las deudas (con sobrendeudamientos y tasas de interés por encima del mercado) y el trabajo para pagarlas privan de derechos a quienes las contraen y es una fuente de beneficios para la industria financiera (formal e informal). Es un sistema que se basa en el trabajo gratuito de las mujeres, así como en la captación de una parte considerable de los ingresos familiares. </p>
<p>Según <a href="https://www.emerald.com/insight/content/doi/10.1108/S1529-212620200000029008/full/html">la encuesta ya citada</a>, en 2016 la parte de los intereses representaba el 30 % en Tamil Nadu. En <a href="https://www.fecomercio.com.br/noticia/em-seis-meses-familias-gastaram-com-juros-o-equivalente-a-73-do-auxilio-emergencial-pago-em-2020-1">Brasil</a>, en 2021, el 12 %.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/522986/original/file-20230426-518-aybvbw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/522986/original/file-20230426-518-aybvbw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/522986/original/file-20230426-518-aybvbw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/522986/original/file-20230426-518-aybvbw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/522986/original/file-20230426-518-aybvbw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/522986/original/file-20230426-518-aybvbw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/522986/original/file-20230426-518-aybvbw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/522986/original/file-20230426-518-aybvbw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Libro de gestión de cuentas llevado por una mujer en un pueblo de Tamil Nadu, India.</span>
<span class="attribution"><span class="source">I. Guérin, 2021</span>, <span class="license">Fourni par l'auteur</span></span>
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<p>Sin embargo, esta explotación no puede reducirse a la depredación financiera. Tiene sus raíces en un sistema de acumulación que combina la incapacidad del capital privado para proporcionar salarios de subsistencia con la ineficacia del Estado para proporcionar una verdadera protección social. De este modo, no se garantiza <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Reproduction_sociale">la reproducción social</a> de los trabajadores. Esto es, no se asegura que los hijos puedan, al menos, mantener la posición social de sus padres. </p>
<h2>Mujeres en la resistencia</h2>
<p>Estas mismas circunstancias también pueden encontrarse en Europa, aunque bajo formas más sutiles y variadas. </p>
<p>En Francia, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_de_los_chalecos_amarillos">el movimiento de los <em>chalecos amarillos</em></a> ha puesto de relieve <a href="https://www.lefigaro.fr/conso/les-meres-celibataires-premieres-victimes-du-surendettement-20190719">el papel central que desempeñan las madres</a> en la gestión de las deudas familiares (facturas e hipotecas sobre todo). Estas movilizaciones también han demostrado que este cometido es <a href="https://www.radiofrance.fr/franceculture/podcasts/la-question-du-jour/gilets-jaunes-les-femmes-sont-elles-visibles-dans-les-luttes-sociales-6102744">la base de la lucha femenina</a> y de una voz política arraigada en la vida cotidiana de la clase trabajadora.</p>
<p>Porque si bien las mujeres son <a href="https://www.sup.org/books/title/?id=36559">actores en la sombra de las finanzas</a>, también son fervientes opositoras. En <a href="https://tintalimon.com.ar/libro/una-lectura-feminista-de-la-deuda/">Argentina</a>, en varios países <a href="https://www.lepassagerclandestin.fr/catalogue/essais/nos-vies-valent-plus-que-leurs-credits/">europeos</a>, pero también en <a href="https://www.cadtm.org/Caravane-Internationale-contre-le-microcredit">Marruecos</a>, en <a href="https://www.ft.lk/opinion/%E2%80%9CLife-and-blood%E2%80%9D-of-our-country--but-we-only-have-debt/14-696863">Sri-Lanka</a>, en <a href="https://m.thewire.in/byline/isabelle-guerin-nithya-joseph-and-g-venkatasubrama">India</a> y probablemente en otros lugares, se pronuncian contra la violencia de la deuda y su excesivo peso sobre sus hombros. Estas mujeres luchan activamente por la anulación de la deuda, pero también por políticas sociales que eviten este endeudamiento crónico. Es hora de escucharlas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/209287/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Les auteurs ne travaillent pas, ne conseillent pas, ne possèdent pas de parts, ne reçoivent pas de fonds d'une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n'ont déclaré aucune autre affiliation que leur organisme de recherche.</span></em></p>
En distintas partes del mundo, la gestión cotidiana de la deuda es un verdadero trabajo, asumido principalmente por mujeres.
Isabelle Guérin, Directrice de recherche à l'IRD-Cessma (Université de Paris), affiliée à l’Institut Français de Pondichéry, Institut de recherche pour le développement (IRD)
Elena Reboul, Post-doctorante, Centre d'études de l'emploi et du travail, Conservatoire national des arts et métiers (CNAM)
Timothée Narring, ethnographe et sociologue de l'endettement des milieux populaires, Cessma, Université Paris Cité
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/208211
2023-07-16T20:10:51Z
2023-07-16T20:10:51Z
Las revolucionarias mujeres del teatro de Benito Pérez Galdós
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/535847/original/file-20230705-7761-4pdvm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=24%2C0%2C2026%2C1662&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Matilde Moreno interpretando a la duquesita Laura en 'Alma y vida' de Benito Pérez Galdós. Fotografía de
Christian Franzen.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:1902-05,_El_Teatro,_Alma_y_vida,_acto_cuarto,_Laura_(Moreno),_Franzen.jpg">Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>Entre 1870 y 1918, el autor más destacado del realismo español, <a href="https://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias/rabat_benito_perez_galdos.htm">Benito Pérez Galdós</a> (1843-1920) publicó su obra. Su producción se caracterizó por estar poblada de mujeres luchadoras que buscaban su lugar en la sociedad. </p>
<p>La <a href="https://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/12/aih_12_4_013.pdf">crítica</a> <a href="http://www.pliegoseditorial.com/index.php?route=product/product&path=60&product_id=74">subrayó</a> cómo el autor reflejaba de manera destacada <a href="https://helvia.uco.es/xmlui/handle/10396/16229">las problemáticas de la mujer</a> desde las <a href="https://www.alianzaeditorial.es/libro/bibliotecas-de-autor/la-espana-de-galdos-maria-zambrano-9788491817604/">más variadas perspectivas</a>, con grandes personajes que han pasado a la historia literaria y están en nuestro imaginario: Fortunata, Doña Perfecta, Benigna, Augusta, Tristana o Tormento. </p>
<p>Esta presencia femenina se incrementó en sus obras dramáticas. La razón es muy sencilla: en el momento en el que Galdós comenzó a cultivar el género, la década de los noventa, se estaban recrudeciendo las demandas de las mujeres. </p>
<h2>La lucha feminista</h2>
<p>Estas demandas habían nacido en el siglo XVIII, con la publicación de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Vindicaci%C3%B3n_de_los_derechos_de_la_mujer"><em>Vindicación de los derechos de la mujer</em></a> (1792), de Mary Wollstonecraft. </p>
<p>Un siglo después, en 1866, las sufragistas <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Emily_Davies">Emily Davies</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Elizabeth_Garrett_Anderson">Elizabeth Garret Anderson</a> presentaron a la Cámara de los Comunes británica la <a href="https://www.parliament.uk/about/living-heritage/transformingsociety/electionsvoting/womenvote/parliamentary-collections/1866-suffrage-petition/">Ladies Petition</a>, firmada por 1 499 mujeres, en la que solicitaban el derecho al voto junto a la Sociedad Nacional pro Sufragio de la Mujer, liderada por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lydia_Becker">Lidia Becker</a>. </p>
<p>Desde este momento se sucedieron manifestaciones y detenciones de mujeres en todo el ámbito occidental, algo que no se detuvo hasta que se logró el sufragio a inicios del siglo XX (Nueva Zelanda, 1893; Finlandia, 1907; Rusia-URSS, 1917; Gran Bretaña, 1918; Estados Unidos, 1920; España, 1931…).</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/535838/original/file-20230705-15-stxenj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un hombre sentado en una mesa con abrigo y bufanda habla con una mujer, de pie a su lado." src="https://images.theconversation.com/files/535838/original/file-20230705-15-stxenj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/535838/original/file-20230705-15-stxenj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=748&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/535838/original/file-20230705-15-stxenj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=748&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/535838/original/file-20230705-15-stxenj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=748&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/535838/original/file-20230705-15-stxenj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=940&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/535838/original/file-20230705-15-stxenj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=940&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/535838/original/file-20230705-15-stxenj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=940&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Benito Pérez Galdós, en un receso del ensayo de la obra <em>Casandra</em>, junto a la actriz Carmen Cobeña.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Casandra_de_P%C3%A9rez_Gald%C3%B3s.JPG">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Galdós conocía estas luchas y tal vez por ello desde los 90 del siglo XIX las mujeres en sus obras eran más luchadoras e independientes que las de periodos anteriores. Así se ve en personajes como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tristana_(novela)"><em>Tristana</em></a> (1892), Victoria de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_loca_de_la_casa"><em>La loca de la casa</em></a> (1892), la condesa Halma de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Halma_(novela)"><em>Halma</em></a> (1895), la Benigna de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Misericordia_(novela)"><em>Misericordia</em></a> (1897) o, incluso, la Lucrecia de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_abuelo_(novela)"><em>El abuelo</em></a> (1897).</p>
<p>Centrándonos en el teatro, diecisiete de las veintiuna obras escritas y estrenadas estaban protagonizadas por mujeres. Todas ellas se caracterizaron por ser grandes defensoras del derecho de la mujer para desarrollarse en la vida según sus deseos. </p>
<p>Todas eran también mujeres voluntariosas: la duquesa Rosario (en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_de_San_Quint%C3%ADn"><em>La de San Quintín</em></a>, 1894), la duquesita Laura (en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alma_y_vida_(obra_de_teatro)"><em>Alma y Vida</em></a>, 1902) y la pizpireta Electra –<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Electra_(Gald%C3%B3s)">en la obra homónima de 1901</a>– son mujeres sin dobleces, inteligentes y esforzadas. Frente a ellas encontramos galanes románticos con pasados turbulentos, o bien jóvenes cargados de fuertes convicciones científicas, defensores del progreso y trabajadores. </p>
<h2>Emprendedoras y cooperativista</h2>
<p>Como no podemos detenernos en las diecisiete, mencionaré dos de las obras que llaman la atención. </p>
<p>La primera retrata a una mujer que hoy en día llamaríamos emprendedora. Celia, la protagonista de <a href="https://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/17/aih_17_5_017.pdf"><em>Celia en los infiernos</em></a> (1913), intenta aplicar la igualdad en la fábrica familiar en la que ha pedido trabajar. Ya en el primer acto declara: </p>
<blockquote>
<p>“Si yo fuera hombre, o si las mujeres gobernaran, yo haría una ley (…) la ley del equilibrio social”. </p>
</blockquote>
<p>Cuando conoce la fábrica y a sus trabajadores, se siente especialmente atraída por Germán, un representante sindical, defensor de los derechos de los trabajadores y de la igualdad social. Con él conoce otra realidad, la de los pobres, y comparte esa idea de igualdad y necesidad de un mayor equilibrio en el reparto de la riqueza. Incluso se plantea participar en la compra de la empresa para regentarla y compartir beneficios con los trabajadores, una idea completamente innovadora en aquel momento.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/535832/original/file-20230705-25-zrj432.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=49%2C24%2C1732%2C808&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dos fotografías en blanco y negro de una representación teatral." src="https://images.theconversation.com/files/535832/original/file-20230705-25-zrj432.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=49%2C24%2C1732%2C808&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/535832/original/file-20230705-25-zrj432.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=283&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/535832/original/file-20230705-25-zrj432.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=283&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/535832/original/file-20230705-25-zrj432.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=283&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/535832/original/file-20230705-25-zrj432.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=355&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/535832/original/file-20230705-25-zrj432.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=355&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/535832/original/file-20230705-25-zrj432.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=355&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Fotografías de la representación de la obra <em>Celia en los infiernos</em> en Madrid, publicadas en el <em>Mundo gráfico</em> del 17 de diciembre de 1913.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/results?d=date&d=1913-12-17&d=1913-12-17&g=e&g=i&p=0~1~2010701~0~0">Hemeroteca Digital / BNE</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Violencia de género y defensa</h2>
<p>La segunda pieza, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/B%C3%A1rbara_(obra_de_teatro)"><em>Bárbara</em></a> (1905), ambientada en Siracusa (Sicilia) en 1815, muestra las desgraciadas circunstancias de una mujer que, en defensa propia, mata a su marido. El matrimonio concertado de Bárbara con el conde Lotario ha durado varios años, llenos de maltratos físicos y psicológicos. </p>
<p>En el primer acto, en una charla entre un anticuario, su esposa y su asistenta, Rosina, esta última comenta: </p>
<blockquote>
<p>“Cuando entré en el palacio, el bruto del conde se entretenía en castigar a su esposa. […] No con la mano, señor… la brida de un caballo. […] la condesa huyó de la sala clamando socorro. El bellaco del Conde, detrás, echaba por aquella boca llamaradas del infierno”. </p>
</blockquote>
<p>En el brevísimo primer acto se presenta la acción, es decir, el lector-espectador sabe que Bárbara ha asesinado a su marido y que este la ha maltratado de obra y palabra durante todos los años de convivencia. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/535826/original/file-20230705-15-4pdvm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Portada de la obra de teatro en cuatro actos de Benito Pérez Galdós, Bárbara, representada y publicada en 1905." src="https://images.theconversation.com/files/535826/original/file-20230705-15-4pdvm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/535826/original/file-20230705-15-4pdvm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=893&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/535826/original/file-20230705-15-4pdvm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=893&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/535826/original/file-20230705-15-4pdvm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=893&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/535826/original/file-20230705-15-4pdvm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1123&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/535826/original/file-20230705-15-4pdvm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1123&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/535826/original/file-20230705-15-4pdvm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1123&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Portada de la obra teatral <em>Bárbara</em>, de Benito Pérez Galdós, representada por primera vez, y publicada, en 1905.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://onemorelibrary.com/index.php/es/idiomas/espanol/book/coleccion-benito-perez-galdos-362/barbara-2962">One More Library</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En los dramas de la época, la acción se distribuía de la siguiente forma: los actos primero y segundo estaban dedicados a presentar la situación inicial, el tercero al desarrollo definitivo y el cuarto al desenlace.</p>
<p>Pero Galdós coloca la muerte al inicio, porque lo que le interesa plasmar es el desarrollo psicológico que vive la mujer después de hecho semejante. Y, en efecto, esa es la verdadera trama de la obra, qué le sucede a Bárbara y cómo reacciona la sociedad ante un acto tan trágico como un asesinato en defensa propia.</p>
<p>Bárbara siente que es culpable por haber matado a su verdugo cuando temió por su vida. El maltrato físico en Bárbara es una situación que se deriva de una mentalidad patriarcal presente en los personajes de Galdós. Se rastrean sus signos en todos sus estados de conciencia, actos y palabras y se pone en evidencia, sobre todo, en la resistencia a creer que una mujer haya podido asesinar a su marido. </p>
<p>Si bien Galdós muestra una enorme valentía al presentar un tema tan espinoso desde el punto de vista de la víctima, sucumbe a un final creíble, con la entrada de Bárbara en un convento de clausura.</p>
<p>Estos son solo dos de los diecisiete ejemplos de mujeres galdosianas, fuertes y esforzadas, que defendieron su derecho a desarrollarse en la vida según sus deseos, equiparables a las mujeres que luchaban en las calles por la igualdad. Los personajes galdosianos acompañaron (y apoyaron) desde las tablas las reivindicaciones feministas de finales del siglo XIX.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/208211/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>He recibido financiación para un proyecto de investigación, obtenida en convocatoria pública:
Proyecto: ESCENARIO GALDÓS. TEXTOS, PENSAMIENTO Y ESCENARIOS DE BENITO PÉREZ GALDÓS. ProID2020010132</span></em></p>
Benito Pérez Galdós le dio voz y personalidad a las mujeres de sus novelas pero también, y especialmente, a las protagonistas de sus obras de teatro.
Carmen Márquez Montes, Profesora Titular de Literatura española, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/208391
2023-07-16T20:09:06Z
2023-07-16T20:09:06Z
¿Hubo infanticidio de niñas en la historia reciente de España?
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/537000/original/file-20230712-30-td4auj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C65%2C3125%2C1829&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/little-girl-bare-feet-on-basement-98118035">Kitty / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cuando hablamos de infanticidios, nuestra mente evoca imágenes de países lejanos y con pobreza. Nos lleva, por ejemplo, <a href="https://socy.umd.edu/sites/socy.umd.edu/files/pubs/das_gupta_scientific_american.pdf">a la India</a> y a las niñas que se matan o se dejan morir al saber que no son varones, pero jamás pensamos que los infanticidios de niñas también han podido ocurrir en España. ¿Qué hay de verdad en ello? </p>
<p>A principios de la década de 1990, Amartya Sen, Nobel de Economía, <a href="https://www.nybooks.com/articles/1990/12/20/more-than-100-million-women-are-missing/">acuñó el término <em>missing women</em> (mujeres desaparecidas)</a> y denunció que más de cien millones de mujeres estarían vivas de haber tenido las mismas oportunidades sociales y económicas que los hombres. Desde entonces, numerosos estudios <a href="https://read.dukeupress.edu/demography/article/47/1/249/169863/Education-and-gender-bias-in-the-sex-ratio-at">han denunciado</a> los abortos selectivos, los infanticidios y las prácticas que elevan la mortalidad de las niñas durante la infancia en sociedades con una elevada preferencia por el varón. </p>
<p>Aunque este fenómeno parece que hoy en día se concentra en países como China o India, también hay presencia de abortos selectivos en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra o <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1570677X17300527">España</a> entre familias provenientes de culturas que discriminan a las niñas. Pero, además, en un pasado no tan lejano, la preferencia por los varones también caracterizó nuestras sociedades. </p>
<p>En este sentido, <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/1081602X.2022.2132979">estudios recientes</a> muestran que prácticas que derivaban en muerte prematura de niñas, como el infanticidio o la falta de cuidados necesarios para garantizar su supervivencia, tuvieron una mayor presencia en la historia de Europa de lo que se pensaba hasta ahora. Estas prácticas son, de hecho, claramente visibles en la España del siglo XIX y parecen haber persistido hasta bien entrado el <a href="https://nadaesgratis.es/admin/ninas-desaparecidas-por-discriminacion-en-la-primera-mitad-del-siglo-xx">siglo XX</a>. </p>
<h2>El déficit de nacimientos femeninos</h2>
<p>La tasa de masculinidad al nacimiento que se observa en la España de principios del siglo XX, <a href="https://nadaesgratis.es/fran-beltran/infanticido-o-subregistro-el-deficit-de-nacimientos-femeninos-en-la-espana-de-principios-del-siglo-xx">con valores próximos a 110 niños por cada 100 niñas</a>, se sitúa muy lejos de los valores biológicos considerados normales, lo que sugiere que muchas niñas no superaban los primeros días de vida. La alternativa a la existencia de prácticas discriminatorias que derivan en muerte prematura es que las niñas estuvieran vivas, pero que no haya constancia de su existencia en el registro civil. </p>
<p>Pero ¿qué ocurría realmente en España? ¿Hubo infanticidios o subregistro de nacimientos femeninos? Esta es la pregunta que hemos querido responder en nuestro estudio publicado recientemente en <em>Cliometrica</em>, con título <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s11698-023-00267-y"><em>Economic development, female wages and missing female births in Spain, 1900–1930</em></a>.</p>
<p>En España, a principios del siglo XX, las leyes obligaban a las familias a registrar a los recién nacidos y no hacerlo conllevaba una sanción económica, pero debían desplazarse hasta donde estuviera el registro; es decir, había que renunciar a ganar una parte del salario. En este sentido, la decisión de registrar o no al recién nacido dependería del coste relativo de hacerlo, por lo que se deduce que, en épocas de mayores salarios, el coste de registrar también sería mayor y observaríamos una menor presencia de niñas en las estadísticas motivada por el subregistro de nacimientos femeninos. </p>
<p>Pero, por otro lado, en una época en la que claramente se preferían los hijos varones, garantizar la supervivencia de las niñas dependería de <a href="https://nadaesgratis.es/fran-beltran/infanticido-o-subregistro-el-deficit-de-nacimientos-femeninos-en-la-espana-de-principios-del-siglo-xx">disponer de los recursos económicos suficientes</a>, no solo para permitir que existieran, sino incluso para cuidarlas y alimentarlas igual que a los niños y evitar que contrajeran enfermedades por negligencia y murieran en mayor proporción que los chicos. Por ello, podríamos encontrar una relación opuesta: ante aumentos salariales, observaríamos una mayor presencia de nacimientos femeninos en las estadísticas y este aumento estaría motivado por la disminución de muertes evitables de niñas. </p>
<h2>¿Muertas o no registradas?</h2>
<p>Para encontrar respuestas y discernir cuál era el peso que tenía el subregistro respecto al que tenía la muerte por negligencia o descuido en la desaparición de niñas de los registros de nacimientos, nuestro estudio compara la relación entre los salarios del momento con los datos de registros de nacimientos femeninos. Elegimos para ello la época de la Primera Guerra Mundial porque, durante ese periodo, España experimentó grandes <em>shocks</em> exógenos de demanda que implicaron fuertes fluctuaciones económicas (entre ellas, salariales), lo que supone un escenario idóneo para ser analizado. </p>
<p>Además, para identificar el efecto de los salarios en la proporción de nacimientos femeninos se tienen en cuenta divisiones históricas en la percepción del valor de la mujer en la sociedad y en la importancia que se daba en cada provincia a informar sobre el estatus laboral de las mujeres. </p>
<p>Combinando datos, este estudio descubre que, cuanto más suben los salarios, más aumentan los nacimientos femeninos. Es decir, que las prácticas que derivaban en muertes prematuras tenían un peso mayor que la no inscripción de su nacimiento en los registros. </p>
<p>El estudio también muestra cómo la relación entre los salarios y la proporción de nacimientos femeninos fue descendiendo durante los años 20 hasta ir desapareciendo, probablemente gracias a la mejora de las oportunidades laborales femeninas. Es decir, que el crecimiento económico de una región no es suficiente para que la discriminación desaparezca, ya que es necesario que aumenten las oportunidades económicas para las mujeres de manera que las familias dejen de percibirlas como “peores opciones” que tener un varón.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/208391/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rebeca Echavarri recibe fondos de los proyectos PID2020-115183RB-C21 y PID2021-127119NB-I00
financiados por MCIN/AEI//10.13039/501100 y por “ERDF A way of making Europe”. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Francisco Beltran Tapia recibe fondos del Research Council of Norway.</span></em></p>
La preferencia por los varones ha hecho que en muchas sociedades, incluida la española, no se haya garantizado la supervivencia de las niñas al nacer. Los salarios de los progenitores también han tenido mucho que ver en eso.
Rebeca Echavarri, Senior lecturer, Universidad Pública de Navarra
Francisco Beltran Tapia, Profesor de Historia Económica, Norwegian University of Science and Technology
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.