tag:theconversation.com,2011:/ca/topics/pablo-casado-69843/articlesPablo Casado – The Conversation2022-02-21T17:33:47Ztag:theconversation.com,2011:article/1775312022-02-21T17:33:47Z2022-02-21T17:33:47Z¿Qué le ocurre al Partido Popular?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/447607/original/file-20220221-18-r9qv0b.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C4594%2C3062&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid por el Partido Popular.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/madrid-spain-september-11-2021-president-2039810099">Shutterstock / Fernando Astasio Avila</a></span></figcaption></figure><p>La transición política en España basó su éxito en <a href="https://reis.cis.es//REIS/PDF/REIS_042_07.pdf">la existencia de un bipartidismo imperfecto</a> o, lo que es lo mismo, dos grandes partidos políticos que concentraban la inmensa mayoría del electorado: en las primeras elecciones de 1977, la UCD y el PSOE concentraron casi el 64 % del voto y una participación minoritaria de partidos nacionalistas y regionalistas y el Partido Comunista (posteriormente, Izquierda Unida). </p>
<p>Este bipartidismo imperfecto se mantuvo hasta las elecciones generales de 2015, con la irrupción de dos partidos: Ciudadanos y Podemos, que conjuntamente obtuvieron el 31 %, poniendo fin a un bipartidismo en el sistema político español que se había mantenido durante casi 40 años de alternancia política entre PSOE y PP (sucesora de UCD). Ello se acentuó con la entrada en escena de Vox, en 2019, de modo que el bipartidismo “clásico” pasaba del 64 % inicial a no llegar el 50 % del electorado y Ciudadanos, Podemos y Vox obtenían conjuntamente el 34 % del voto.</p>
<p>La irrupción de tres partidos de ámbito estatal no solo ha supuesto el fin del bipartidismo institucional, sino que además ha supuesto un cambio en el funcionamiento habitual de los partidos del “bipartidismo de siempre”, o sea, PSOE y PP.</p>
<p>El primero en acusar estas consecuencias fue el PSOE en 2014, cuando se planteó <a href="https://www.rtve.es/play/videos/telediario/td1-psoe-220115/2960837/">el debate en el liderazgo entre Pedro Sánchez y Susana Díaz</a>, un debate que agitó las bases del partido con unas tensiones muy fuertes que provocaron divisiones importantes y que, en ciertos momentos, casi pusieron en riesgo la unidad del partido. </p>
<p>Cabe recordar que en ese periodo uno de los debates centrales en el PSOE era su posición en relación a su vínculo con el PSC, que siempre ha mantenido su independencia como partido pero un lazo estrecho, hasta tal punto que se planteó la creación de un PSOE en Cataluña diferente al PSC, hecho que finalmente no se produjo. Más recientemente, en 2021, este debate en el PSOE ha sido más tranquilo, cerrando filas con el liderazgo de Pedro Sánchez.</p>
<h2>Crisis por el liderazgo</h2>
<p>En segundo lugar, el debate por la sucesión tuvo lugar en el Partido Popular. La primera crisis por el liderazgo se produjo ante la pérdida de las elecciones generales en 2019. Ello implicó un importante reto para las filas populares en el que Casado ganó, pero no convenció. Prueba de eso es que casi ninguna de las apuestas personales de Casado le ha salido bien en términos electorales y, en cambio, hay dos elementos relevantes en el Partido Popular que no le son excesivamente favorecedores. </p>
<p>Por un lado el liderazgo pasivo y moderado de Nuñez Feijoó en Galicia y el liderazgo activo y revolucionario de Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, que se ha convertido en un activo contra la política de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y un contrapunto a las posiciones más extremas de Vox. Una posición que Pablo Casado no ha sabido conseguir desde su escaño como líder de la oposición del Congreso de los Diputados y como presidente del Partido Popular.</p>
<p>Un tercer elemento es la política de las redes sociales o la política de “nos importa poco lo que decimos”. Sería una versión de la política que se situaría entre las <em>fake news</em>: la falta de principios o ética sobre qué se dice y cómo se dice o incluso la falta de respeto institucional hacia autoridades políticas, incluso entre los políticos mismos.</p>
<h2>¿Es el caso Ayuso un ejercicio de transparencia?</h2>
<p>Y en esta simbiosis de diferentes elementos aparece la investigación promovida por el propio Partido Popular contra Díaz Ayuso, anunciada a los cuatro vientos, que parece tener una vocación más de poner en entredicho a la presidenta de la Comunidad de Madrid que de ser un ejercicio de transparencia del partido. Y sin que nadie en el Partido Popular considere que ello pueda comportar la posibilidad de romper el PP. Ante esa cuestión se puede plantear la pregunta: ¿tiene cabida un nuevo partido político en España liderado por Díaz Ayuso que se sitúe entre PP y Vox?</p>
<p>No existe una respuesta mágica que se simplifique con un sí o un no: ¿sería capaz Díaz Ayuso de arrastrar buena parte del electorado y afiliación del PP de Madrid o se quedaría en un proyecto como el de Iñigo Errejón con Más Madrid?, ¿tendría capacidad Díaz Ayuso de arrastrar hacia su proyecto a otros barones territoriales del PP?, ¿tendría capacidad Díaz Ayuso de arrastrar hacia su proyecto a los desafectos de Ciudadanos?</p>
<p>Cabe tener en cuenta que existen riesgos muy importantes en esto de inventarse un partido y además ganar las elecciones. En el entorno más próximo solo lo ha conseguido Emmanuel Macron, creando un partido para alejarse de un Partido Socialista de Francia absolutamente en crisis.</p>
<p>Pero la pregunta más relevante es: ¿Díaz Ayuso quiere crear un nuevo partido o liderar el Partido Popular? Seguramente esta última es la opción que Isabel Díaz Ayuso más desea, y aunque parece que ahora lo pueda tener todo en contra porque el propio PP ha llevado a cabo una investigación interna por presunta corrupción (que parece que al final no perciben tan grave como podría parecer).</p>
<p>Seguramente Ayuso como presidenta del PP es la percepción interna en su partido, incluso en el ámbito ciudadano, teniendo en cuenta que la presidenta de la Comunidad de Madrid tiene una mejor capacidad de relacionarse con los medios de comunicación y con las redes sociales que Pablo Casado y el propio Partido Popular. Es más que probable que algo que en un principio se ejecutó para perjudicar la imagen de la presidenta de la Comunidad de Madrid acabe favoreciendo la imagen de Díaz Ayuso, apareciendo como víctima de un complot interno para desprestigiarla.</p>
<h2>Las respuestas, en el congreso del PP</h2>
<p>En unos meses, el Partido Popular se enfrenta a un Congreso en el que probablemente se van a poder observar diversas opciones y va a ser entonces cuando algunas de estas preguntas, y algunas más, obtengan respuestas.</p>
<p>Por el momento, lo único que parece claro es que en el ámbito ciudadano, más allá del partido al que se vote, la inmensa mayoría de españoles se ha percatado de que lo ocurrido no es solo una cuestión de ética y corrupción, sino de liderazgos y poder político: un flaco favor a la democracia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/177531/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jesús Palomar i Baget no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La crisis generada por una investigación por supuesta corrupción abierta desde el partido a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, acabará favoreciéndola en lugar de desprestigiarla.Jesús Palomar i Baget, Profesor de Ciencia Política, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1267432019-11-11T12:59:34Z2019-11-11T12:59:34ZLa Unión Europea espera a España tras el 10N<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/301109/original/file-20191111-194628-1m8t0ie.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=44%2C0%2C3704%2C2806&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Panorámica del Salón de Plenos del Congreso de los Diputados con
la Mesa de Edad en mayo, 2019.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.congreso.es/docu/PHist/img/imgSCLegis/XIII_SC_5.jpg">Congreso de los Diputados</a></span></figcaption></figure><p>Las elecciones celebradas el domingo 10 de noviembre de 2019 revelan una heterogeneidad creciente lo que –sin ninguna duda– dificultará la configuración de un nuevo Gobierno en España. </p>
<p>Una tarea que, a priori, deberá liderar el Partido Socialista Obrero Español, al haber ganado con 120 escaños. A este le sigue el Partido Popular con 88, 52 de Vox, 35 de Unidas Podemos, 13 de Esquerra Republicana de Catalunya, 10 de Ciudadanos, 8 de Junts per Catalunya, 7 del Partido Nacionalista Vasco, 5 de EH Bildu, 3 de Más País, 2 de la Candidatura d'Unitat Popular, 2 de Coalición Canaria, 2 de Navarra Suma y, con un escaño, el Bloque Nacionalista Galego, el Partido Regionalista de Cantabria y Teruel Existe.</p>
<p>Con una participación inferior que en los comicios del pasado 28 de abril (69.6 %, es decir, 6 puntos menos), el resultado muestra un gran disparidad con novedades significativas. En este sentido destaca, en primer lugar, la pérdida de tres escaños del Partido Socialista que esperaba un mayor respaldo de la ciudadanía. </p>
<p>No obstante, el descenso más llamativo ha sido protagonizado por la formación liberal de Albert Rivera con 47 escaños menos. Se cree que sus votos han pasado al Partido Popular pero, sobre todo, a Vox, con 52 escaños frente a los 14 del pasado mes de abril. De igual modo, Unidas Podemos ha perdido 7 escaños que, en parte, se han orientado a la nueva formación de Íñigo Errejón, Más País.</p>
<h2>Futuros pactos</h2>
<p>A la luz de los datos señalados constatamos que, en definitiva, el establecimiento de un deseado Gobierno en España será aún más complejo. Ante esta coyuntura, los principales líderes ya han mostrado sus posturas. </p>
<p>En concreto, Pablo Casado ha señalado cautela pues, tal y como ha expresado, está esperando “<a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/casado-la-pelota-esta-en-el-tejado-de-sanchez-vamos-a-esperar-que-plantea/10002-4107825">a ver qué hace Sánchez</a>”. Mientras, el líder de Unidas Podemos no ha dudado en constatar su disponibilidad para iniciar unas nuevas negociaciones ya que –a su juicio– “<a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/iglesias-ve-una-necesidad-historica-coalicion-contra-la-extrema-derecha/10002-4107653">es necesidad histórica un Gobierno progresista que pare a la extrema derecha</a>”. </p>
<p>Por su parte, el presidente en funciones ha hecho una llamada al conjunto de las fuerzas políticas las cuales –sostiene– “tienen que actuar con generosidad y responsabilidad para desbloquear la situación política en España. Nuestro proyecto político es formar un Gobierno estable y hacer política en beneficio de los españoles”. A su vez, no ha dudado en recalcar su victoria para reforzar su posición de liderazgo en el nuevo Ejecutivo “hemos ganado, dejadnos gobernar”.</p>
<p>Finalmente, el partido de Ciudadanos está asimilando una caída inesperada que incluso ha supuesto <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/rivera-deja-la-politica-y-vida-publica/10002-4108080">la dimisión de su líder histórico</a>, Albert Rivera, quien encabezaba la formación naranja desde hacía 13 años. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301102/original/file-20191111-194641-14kdy8d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Albert Rivera anuncia su dimisión.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.ciudadanos-cs.org/static/comunicados/11890_11_11_2019/unnamed.jpg">Ciudadanos</a></span>
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<h2>La UE mira a España</h2>
<p>La situación que experimenta el país incide en una parálisis con efectos muy negativos, principalmente, en los ámbitos social y económico. </p>
<p>A dos días de las elecciones, ya las autoridades comunitarias expresaron su preocupación por la situación de España, que presenta <a href="https://www.efe.com/efe/espana/economia/bruselas-recorta-cuatro-decimas-el-crecimiento-de-espana-este-ano-al-1-9/10003-4105213">un crecimiento menor de lo esperado</a> y que además podría rebasar su objetivo de déficit. Una Unión Europea que, no olvidemos, necesita que nuestro país supere la actual disyuntiva y participe activamente en el nuevo ciclo político expresado tras las elecciones a la Eurocámara en mayo de 2019. </p>
<p>Especialmente destaca el arranque de la nueva Comisión Europea para el 1 de diciembre, la cual será liderada por primera vez por una mujer: la alemana del Partido Popular Europeo Úrsula Von der Leyen. En la nueva Comisión, configurada para el periodo 2019-2024, España pasará a desempeñar un papel clave en la medida en la que Josep Borrell (candidato propuesto por Pedro Sánchez y que en octubre <a href="https://www.efe.com/efe/espana/mundo/borrell-recibe-el-visto-bueno-de-los-eurodiputados-para-ser-jefe-la-diplomacia-ue/10001-4081890">obtuvo el respaldo de la Eurocámara</a> en el marco de los famosos <em>hearings</em>) se convertirá en uno de sus vicepresidentes. En concreto, será el nuevo alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y liderará la cartera de la Comisión Europea denominada “Una Europa más fuerte en el mundo”.</p>
<p>De esta manera, Josep Borrell ostentará el liderazgo de la diplomacia europea, cuya máxima prioridad deberá ser el reforzamiento del papel normativo y singular de la UE en la escena internacional. Esta última, caracterizada por un incremento notable de la inestabilidad como consecuencia del cuestionamiento de principios fundamentales en materia de comercio, medio ambiente o derechos humanos. </p>
<p>A este respecto, la UE tendrá que seguir promoviendo un multilateralismo activo y eficaz que permita dar una respuesta a los actuales retos globales, como la migración. Unos retos que no pueden ser abordados desde enfoques nacionalistas y excluyentes cuyas soluciones son ineficaces sino que, por el contrario, han de ser gestionados desde la perspectiva más normativista que defiende la Unión. </p>
<p>Por consiguiente, en el ámbito nacional pero también europeo resulta indispensable la superación de la actual situación caracterizada por una ingobernabilidad creciente que ya resulta insostenible por más tiempo. Para ello, los principales líderes políticos (a excepción de las voces más extremistas) deberán asumir posturas flexibles que permitan avanzar hacia la formación de un nuevo Ejecutivo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126743/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Victoria Rodríguez Prieto es vicesecretaria general del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo.</span></em></p>En el ámbito nacional pero también europeo resulta indispensable la superación de la actual situación caracterizada por una ingobernabilidad creciente que ya resulta insostenible por más tiempo.Victoria Rodríguez Prieto, Profesora de Relaciones Internacionales, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1267402019-11-11T10:23:34Z2019-11-11T10:23:34ZElecciones 10N: ¿Qué ha cambiado respecto a las generales de abril?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/301083/original/file-20191111-194641-1pl1ou.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C2%2C1590%2C895&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los líderes del PP, PSOE, Vox, Unidas Podemos y Ciudadanos en el debate electoral.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://img2.rtve.es/i/?w=1600&i=1572942398110.jpg">Rtve.es</a></span></figcaption></figure><p>Las elecciones generales de este domingo 10 de noviembre han sido <a href="https://www.efe.com/efe/america/mundo/una-espana-desencantada-vota-por-cuarta-vez-en-cuatro-anos/20000012-4105343">las cuartas en cuatro años</a>. A pesar del escenario fuertemente marcado por <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/una-sentencia-que-hace-historia-en-10-claves/10002-4086597">la sentencia del “procés”</a>, los resultados entre los bloques no han sido excesivamente distintos. Pero sí existen diferencias entre estas elecciones y las anteriores de abril, desde las variaciones de votos y escaños entre los distintos partidos de cada bloque, pasando por la campaña, hasta los nuevos actores políticos. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=192&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=192&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=192&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=241&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=241&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301084/original/file-20191111-194637-14o3cfc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=241&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Resultado en el Congreso de los Diputados. 100% escrutado, salvo el voto en el extranjero.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://resultados.10noviembre2019.es/Congreso/Total-nacional/0/es">Ministerio del interior</a></span>
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<p>A continuación, pasamos a detallar estos asuntos para entender mejor lo sucedido en los comicios del 10N.</p>
<h2>Diferencias en los resultados</h2>
<p>Uno de los asuntos de mayor relevancia en estas elecciones era el de la participación. Bajo el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0261379413000954">supuesto</a> de que una caída en la participación pudiera afectar en mayor medida a la izquierda, el bloque al que se se atribuía la responsabilidad de no haberse podido formar un gobierno tras los resultados del 28 de abril, buena parte de la campaña se basó en la movilización de los votantes en su conjunto. </p>
<p>El surgimiento de <a href="https://theconversation.com/mas-pais-cuatro-puntos-para-entender-su-irrupcion-124291">algunos partidos</a>, además, se justificó por la necesidad de recuperar al votante desencantado, aunque se ha terminado pagando un alto precio en votos por cada escaño. La participación se cerró unas décimas por debajo del 70 %, casi seis puntos menos que en las concurridas elecciones abril antes del ajuste del voto de residentes del extranjero. No obstante, es pronto para saber en qué medida ha afectado a cada bloque.</p>
<p>Los <a href="https://resultados.10noviembre2019.es/Congreso/Total-nacional/0/es">resultados</a> arrojan variaciones que mejoran la posición de la derecha. Ciudadanos, PP y Vox pasan de tener 147 escaños a tener 152 si incluimos a Navarra Suma, mientras que el bloque formado por PSOE y Unidas Podemos pasaría de 165 a 155, aunque se reduciría la caída hasta 158 si incluimos a Más País. </p>
<p>Las diferencias dentro de ellos son más reveladoras, aunque no se puedan establecer patrones claros de trasvase de votos. Sin embargo, los 52 escaños de Vox (28 más que en abril) y la subida del Partido Popular de 66 a 88, paralelos al desplome de Ciudadanos (de 57 a 10), que deja de ser la tercera fuerza para pasar a ser la sexta y que precipita <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/albert-rivera-dimite-como-presidente-de-ciudadanos-tras-la-debacle-electoral-del-10n/10010-4108080">la dimisión de Albert Rivera</a>, apuntan de forma provisional a un marcado trasvase de votos entre las fuerzas de la derecha.</p>
<p>Por su lado, el bloque de izquierda se ha mantenido mucho más estable, con tres escaños menos para el PSOE (120) y siete menos para Unidas Podemos. Todo esto sin apenas variaciones en el porcentaje de votos de cada sector, alrededor del 43 % para cada uno. Sin embargo, el bloque de izquierda deja de tener tanta relevancia en el Senado, donde el PSOE pierde su mayoría absoluta, clave en la aplicación del 155.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301077/original/file-20191111-194650-1cwpvdh.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Comparativa de los resultados de las elecciones generales del 10 de noviembre y el 28 de abril de 2019.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://resultados.10noviembre2019.es/Congreso/Total-nacional/0/es">Ministerio del Interior</a></span>
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</figure>
<h2>¿En qué ha sido distinta la campaña?</h2>
<p>Los partidos han redoblado sus esfuerzos durante una campaña que han tratando de que fuera más <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/los-partidos-menos-pnv-firman-un-acuerdo-para-reducir-publicidad-electoral/10002-4077638">austera</a> y comedida que en anteriores ocasiones, pero <a href="http://www.rtve.es/noticias/20191102/sanchez-advierte-pp-posibles-consecuencias-penales-su-campana-para-desmovilizar-voto-pide-elevarlo-fiscalia/1987900.shtml">no exenta</a> de <a href="http://www.rtve.es/noticias/20191030/junta-electoral-abre-expediente-sanchez-uso-web-moncloa-fines-electorales/1986963.shtml">polémicas</a>. El grueso de los actos se han concentrado en la última semana, siendo los debates electorales una pieza central para afianzar el voto y convencer a la gran cantidad de indecisos que había a pocos días de las elecciones.</p>
<p>La campaña también se ha visto fuertemente marcada por la sentencia del “procés” en Cataluña. De esto se podría haber beneficiado Vox, cuya presencia mediática se reforzó con su inclusión en el debate electoral, que ha obtenido buenos resultados en todo el estado, aunque sin representación en el País Vasco, Galicia y Navarra. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=186&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=186&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=186&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=234&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=234&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301078/original/file-20191111-194650-1tra6ib.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=234&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Mapa que muestra el aumento de votos a Vox por provincias (en todas) y resultados globales de la candidatura de extrema derecha.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://resultados.10noviembre2019.es/Congreso/Total-nacional/r-2/VOX/c106/es">Ministerio del Interior</a></span>
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<p>La renovada importancia en los medios de <a href="https://theconversation.com/10-n-quien-gano-el-debate-electoral-y-con-quien-pactaria-126372">los debates electorales</a> también ha afianzado el papel de los contrastadores de bulos, sobrepasados por la falta de verificación de datos por parte de algunos medios y partidos. El mismo partido liderado por Santiago Abascal giró su campaña en torno a la cuestión catalana y la inmigración. Su uso de las estadísticas públicas fue criticado por varios centenares de científicos sociales en un <a href="http://www.rtve.es/noticias/20191107/cientificos-sociales-firman-manifiesto-denuncia-mentiras-vox/1989201.shtml">manifiesto</a> conjunto. Los demás partidos también han dado una importancia central a la cuestión catalana, sobre la que ha pivotado la campaña y la ha diferenciado de forma más clara respecto a la de abril.</p>
<h2>Pactos, terceras elecciones y conclusión</h2>
<p>Aunque pocos vaticinaban unas segundas elecciones por la difícil justificación que suponía hacia la ciudadanía, el resultado ha terminado siendo una repetición electoral que requiere el entendimiento entre el bloque de izquierda en un escenario aún más complicado que el anterior. Esto implica no descartar en su totalidad la posibilidad de una nueva concurrencia electoral, aunque naturalmente las dificultades para justificarla serían todavía mayores.</p>
<p>No obstante, todo indica que los resultados sitúan a los partidos de vuelta en la posición de salida. En concreto, cabe nuevamente esperar que se llegue a un acuerdo que prácticamente de forma necesaria incluiría al Partido Socialista, Unidas Podemos y Más País, así como una combinación –ya sea mediante apoyo directo o a través de abstención en segunda votación– de sectores no independentistas como Ciudadanos o de partidos nacionalistas como el PNV o ERC, entre otros.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126740/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Joan Carles Pamies Palazuelo ha participado de forma puntual y única como apoderado en las elecciones del 10 de noviembre sin afiliación, ni militancia activa, ni contraprestación económica o en especie, o cualquier otro vínculo relevante en ningún partido ni plataforma electoral que pueda comprometer su imparcialidad.</span></em></p>A pesar del escenario marcado por la sentencia del “procés”, los resultados entre los bloques no han sido excesivamente distintos. Pero sí existen diferencias entre estas elecciones y las anteriores.Carles Pamies, Investigador en la Universidad Autónoma Madrid. Anteriormente, investigador visitante en el Centre d'Études Européennes (Sciences Po, París), Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1267422019-11-11T07:42:18Z2019-11-11T07:42:18Z10N: Parlamento fragmentado y sin claras mayorías<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/301065/original/file-20191111-194628-2o8td3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C6%2C4173%2C2780&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Congreso de los Diputados de España.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/parliament-madrid-spain-1423607789"> Alberto Giron / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Las elecciones generales del 10 de noviembre en España <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/espana-se-encamina-a-unas-nuevas-elecciones-el-10-de-noviembre/10002-4066088">fueron convocadas</a> en virtud del artículo 99 de la Constitución cuando, tras el <a href="https://theconversation.com/2019-una-nueva-investidura-fallida-120986">28 de abril</a>, el candidato Pedro Sánchez no obtuvo la investidura del Congreso que requiere mayoría absoluta en una primera votación o mayoría simple 48 horas después.</p>
<p>Los <a href="https://theconversation.com/elecciones-generales-en-espana-el-ganador-el-perdedor-y-la-sorpresa-116147">resultados de las elecciones del 28 de abril</a> arrojaron una mayoría absoluta de PSOE y Ciudadanos. Sin embargo, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, advirtió en su campaña que no aceptaría nada con Sánchez ni “<a href="http://www.rtve.es/noticias/20190722/rivera-asegura-cs-votara-no-plan-sanchez-dos-manos/1975921.shtml">con su banda</a>”. </p>
<p>El partido de Pedro Sánchez se reunió en alguna ocasión con los delegados de Podemos pero no llegaron a ningún acuerdo. Pedro Sánchez <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/sanchez-no-dormiria-tranquilo-si-hubiera-aceptado-ministros-de-podemos/10002-4067973">dijo públicamente</a> que en un gobierno con Podemos “no podría dormir por las noches”. Así que la repetición electoral se presentaba irremediable al inicio del curso.</p>
<p>El CIS post electoral de las elecciones municipales y autonómicas otorgaba un <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/el-cis-augura-un-gobierno-de-sanchez-en-sondeo-previo-a-la-crisis-catalana/10002-4097908">alto crecimiento para el PSOE</a> y una mayoría absoluta para este partido con la formación morada y sus confluencias. Este elemento fue central en la estrategia para ir a otra repetición electoral. </p>
<h2>Resultados</h2>
<p>En las elecciones de este 10 de noviembre se estimaban dos millones de votantes indecisos, clave en el resultado electoral. Son votantes que dieron el gobierno al PP en el 2011 y que en el 2015 abrazaron a Ciudadanos, pero que ahora se han desgajado del partido de Rivera y lo han hundido. Ciudadanos pierde más de dos millones y medio de votos que han ido a parar al PP y a Vox. Pero el partido de Abascal también recoge voto nuevo.</p>
<p><iframe id="1Qa8X" class="tc-infographic-datawrapper" src="https://datawrapper.dwcdn.net/1Qa8X/1/" height="400px" width="100%" style="border: none" frameborder="0"></iframe></p>
<p>Sin embargo, desde julio hasta ahora se ha dictado la <a href="http://www.rtve.es/noticias/20191014/navega-sentencia-del-proces/1981600.shtml">sentencia del Procés</a>, y los <a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-semana-tension/5416009/">altercados</a> en Cataluña han empañado la imagen del Presidente en funciones. El PSOE pierde tres escaños. También ha habido una campaña electoral de sólo una semana debido a la reforma de la LOREG de 2016, que acorta los plazos en caso de convocatoria no convencional de los comicios.</p>
<p>Según el <a href="http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=14458">CIS de junio-julio</a>, a un 15 % de los ciudadanos los debates de la televisión le sirvieron para decidir su voto. En esta campaña corta, sólo se ha podido ver <a href="https://theconversation.com/10-n-quien-gano-el-debate-electoral-y-con-quien-pactaria-126372">un debate</a> de los principales candidatos y en él no estaba Iñigo Errejón, que se presentaba por primera vez con la formación <a href="https://theconversation.com/mas-pais-cuatro-puntos-para-entender-su-irrupcion-124291">Más País</a>. Los resultados (3 escaños) le han dado menos apoyo que las encuestas, que señalaban que oscilaría entre 6 o 7 escaños.</p>
<h2>Fragmentación</h2>
<p>El 10N ofrece un enorme castigo a Ciudadanos y un incremento de Vox. El PSOE ha perdido más de 700 000 votos y el PP ha recuperado 22 escaños.</p>
<p>Seguimos teniendo un parlamento fragmentado y no existe una mayoría clara a favor de la gobernabilidad. En clave territorial, además de los partidos nacionalistas que ya existían, recupera escaño BNG, se estrena Teruel Existe y emerge la CUP con dos escaños. La coalición Más País entra con tres diputados, pero uno es de la formación valencianista Compromís. El PNV sube un escaño. El debate territorial va a generar nuevas tensiones.</p>
<p>Vox ha recogido electores de Ciudadanos pero también voto descontento con el sistema, un voto enfadado y emocional, como en su día ocurrió con Podemos.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=741&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=741&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=741&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=931&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=931&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301062/original/file-20191111-194675-o809s.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=931&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">reparto de escaños tras las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://resultados.10noviembre2019.es/Congreso/Total-nacional/0/es">Ministerio de Interior</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La participación</h2>
<p>La participación de los españoles en las elecciones generales suele ser alta, a pesar de que no se obliga a votar, como ocurre en países como Bélgica o Australia.</p>
<p>En las elecciones de diciembre de 2015 hubo una participación del 73,2 %. En la repetición seis meses después, en junio de 2016, la participación bajó al 69,84 %.</p>
<p>El 28 de abril, la participación electoral fue de las más elevadas de las últimas décadas, un 75,75 %. Se dio una movilización extraordinaria a favor del PSOE ante el mensaje de este partido de que venía Vox, que había sido la sorpresa en las <a href="http://www.juntadeandalucia.es/presidencia/portavoz/administracionobsoleto/139101/resultadoselectorales/recuento/elecciones/escrutinio/2D/EleccionesAndalucia/ParlamentodeAndalucia/Andalucia">elecciones de la Junta de Andalucía</a>. Sin embargo, ahora Vox, que ya apoya los gobiernos regionales en comunidades como Madrid o Murcia (en esta provincia ha sido el partido más votado) y estaba presente en el Congreso, ya no era eje relevante para una movilización en contra, porque forma parte del nuevo sistema de partidos.</p>
<p>En las elecciones del 10 de noviembre, de repetición, la participación ha sido de casi un 70 %. </p>
<p>Salvo contadas excepciones, una alta participación (28 abril 2019) suele acarrear cambio electoral (perdió el PP y ganó el PSOE) y nuevo partido ganador. Otra cosa serán las alianzas postelectorales en un parlamento fragmentado para conformar un gobierno. </p>
<h2>Ahora qué</h2>
<p>El coste de estas elecciones ha sido de <a href="http://www.rtve.es/noticias/20191110/datos-del-10n-cual-su-coste-cuanta-seguridad-habra-como-se-hara-recuento/1989540.shtml">136 millones de euros</a> que han servido para poco, porque los resultados dejan un escenario más fragmentado y complejo para la gobernabilidad que el previo y no existe una mayoría holgada en ninguno de los dos bloques.</p>
<p>El CIS señala que desde el año 2010 los partidos políticos y los políticos son <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/la-preocupacion-por-politica-escala-hasta-su-maximo-historico-desde-1985/10002-4014924">el tercer problema de los españoles</a>. Sin embargo ya en los últimos meses se ha colocado en segunda posición detrás de la situación económica. </p>
<p>Pedro Sánchez tiene mucho que negociar a partir de hoy.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126742/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Victoria Rodríguez-Blanco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las elecciones generales ofrecen un enorme castigo a Ciudadanos y un notable incremento de Vox. El PSOE ha perdido más de 700.000 votos y el PP ha recuperado 22 escaños. Seguimos teniendo un parlamento fragmentado y ninguna mayoría clara.Victoria Rodríguez-Blanco, Profesora de Ciencia Política, Universidad Miguel HernándezLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1263722019-11-05T07:27:08Z2019-11-05T07:27:08Z10-N: Quién ganó el debate electoral y con quién pactaría<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/300215/original/file-20191105-88382-ij14jz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C337%2C1194%2C335&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Plató de la Academia de Televisión en el que se celebró el debate entre los principales candidatos a la presidencia en las elecciones generales del 10 de noviembre en España.</span> <span class="attribution"><span class="source">RTVE</span></span></figcaption></figure><p>La Academia de la Televisión ha presentado, en la campaña más corta de las celebradas en España, un debate múltiple de tres horas de cara a las elecciones generales -las terceras en un año- que se celebran el 10 de noviembre. </p>
<p>Pactado por los partidos políticos estatales, nos revela un interés cierto como herramienta de oratoria para conocer y diferenciar líneas argumentales. El fin es tanto político como específicamente electoral. La arena política, más repartida que nunca, a cinco, se compacta. Por otra parte, el soporte para la decisión de más de un 30% de electorado indeciso, según las encuestas, es un hecho.</p>
<p>Con dos bloques bien definidos, y una puesta en escena muy limpia, evitando cronómetros que distraigan la atención, se materializó en poco trabajo para los moderadores. Los periodistas Ana Blanco y Vicente Vallés ejercieron de conductores sin privarnos de interpelaciones. Las férreas negociaciones al respecto, sin embargo, limitaron los momentos clave de enfrentamiento, siendo el más claro el de Santiago Abascal (Vox) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos) a cuenta de la memoria de nuestros abuelos. </p>
<h2>La imagen</h2>
<p>Comenzamos con las cuestiones complementarias al evento. La imagen de los candidatos, parte poco significativa, cubrió las expectativas. La pequeña sorpresa fue <a href="https://twitter.com/vox_es/status/1191463528395427840">la “no” corbata de Abascal</a>, pues lo del <a href="https://twitter.com/ahorapodemos/status/1191442719605960705">taxi</a> y ausencia de chaqueta de Iglesias estaba en el guión. Por otra parte, también eran esperadas las continuas pruebas de Albert Rivera (Ciudadanos), quizá <a href="https://twitter.com/Tonicanto1/status/1191467214135812099">el adoquín</a> fue excesivo. En cuanto al error más grave cometido fue el de Pedro Sánchez (PSOE), tanto por su mal lenguaje visual, no fijando la mirada sobre su interlocutor como por el exceso de lectura de argumentos, que los hacían menos creíbles.</p>
<h2>Los ejes del debate</h2>
<p>El eje del debate se estructuró en cinco grandes bloques, junto a la pregunta que todos esperábamos fuera contestada: ¿Cómo se desbloquearía el gobierno para evitar terceras elecciones? </p>
<p>La solución expuesta por el Presidente en funciones de que se respetara la lista más votada le otorgó cierta fuerza moral, que mantuvo hasta el bloque de unidad territorial. En este sentido, Cataluña no fue bien aprovechada por las derechas, que no se entendían. No supieron contener el estado de excepción y la ilegalización del PNV auspiciados por Abascal. En frente, las propuestas presidenciales en educación cívica y fin del control de las televisiones autonómicas. Apenas veinte segundos con un ministerio dieron carpetazo a la “España vaciada” para un debate inicial que ganó Sánchez, al que Iglesias le suplicó un nuevo entendimiento. </p>
<h2>Economía</h2>
<p>Pero Pablo Casado (PP) reaccionó en el bloque de política económica enfrentando dos formas de hacer ante una desaceleración reconocida por todos. La receta de la creación de empleo con algunas mejoras impositivas dirigidas fundamentalmente al tejido empresarial y autónomos ahogaron recuerdos a la corrupción de Rivera, el fantasma de las empresas del IBEX de Iglesias o el maná de Abascal, para remedio económico de todos los males, incluidos las pensiones, con la eliminación de las autonomías. Sánchez acusó el cansancio y bajó su claridad en la línea argumental, que sólo pareció cobrar fuerza por el anuncio de que Nadia Calviño, experta economista de prestigio en Europa, sería la nueva vicepresidenta económica si lograse el Gobierno.</p>
<h2>Igualdad</h2>
<p>En las políticas de igualdad se fraguó el retroceso de un Sánchez expectante ante la ultra derecha machista. Pero una respuesta preparada junto a la réplica argumentada de las derechas, en este caso unidas, hicieron el resto. Ana Blanco recordó a los líderes la falta de candidatas a la presidencia en España, a lo que Iglesias mostró el discurso más condescendiente. </p>
<p>Después algunos discursos en igualdad recorrieron desde los pequeños pueblos hasta las comunidades autónomas, pasando por el modelo educativo o la gratuidad de los estudios universitarios. El tema se expandió tanto que Iglesias se permitió recabar el voto “animalista” con la penalización del maltrato.</p>
<h2>Calidad democrática</h2>
<p>El ganador del debate desde la perspectiva técnica y el argumento político apareció en el bloque sobre calidad democrática. Casado se mostró “limpio” ante la audiencia y pidió cuentas al presidente en funciones. Respecto al acuerdo, habló cómo opción de victoria el 10 de noviembre tendiendo la mano a sus socios naturales y elevando el tono sobre los posibles socios independentistas de un gobierno “Frankestein”. </p>
<p>Rivera retrocedió a la oposición, con su pretendida reforma electoral, de partido minoritario. La memoria histórica junto al terrorismo protagonizaron el enfentamiento extremo entre las posiciones radicales. Por momentos daba la impresión de que Sánchez bajaba el rostro cansado y quería que el debate acabara.</p>
<h2>Escena internacional</h2>
<p>Aún la política internacional, en el último asalto, permitió mejorar la oratoria de Casado, que se unió a Rivera y Abascal reclamando el giro hacia Hispanoamérica, condenando a Maduro y el viaje proyectado para el jefe del Estado a Cuba. Después se enfrentaron por el proteccionismo o el libre comercio, más Europa con Borrell, menos enfrentamiento a Trump y, aparentemente, la única coincidencia del bloque de la izquierda, la mejora del voto rogado para los españoles en el exterior.</p>
<h2>Minuto de oro</h2>
<p>El debate culminó con el minuto de oro en el que es tradición pedir el voto al elector, finalizando con un viva España el de <a href="https://twitter.com/rtve/status/1191502579135418368">Abascal</a>. El “sí se puede” se convierte en eslogan común ahora para <a href="https://twitter.com/rtve/status/1191502852042059776">Rivera</a> e <a href="https://twitter.com/rtve/status/1191503219660210176">Iglesias</a>, el uno hablando de su hija, el otro de una discapacitada valenciana de 28 años. <a href="https://twitter.com/rtve/status/1191502955343532032">Sánchez</a> niega pactos, también el propuesto por Iglesias, buscando la cohesión. <a href="https://twitter.com/rtve/status/1191503040131420160">Casado</a> reclama convencido un voto útil para desbloquear y gobernar.</p>
<p>Aunque todos, los cinco, salieron felices del encuentro, técnicamente, en global, Pablo Casado ganó el debate, poniendo aún más difícil un posible gobierno. Presumiblemente con ello nos separamos del <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/el-cis-publica-hoy-su-encuesta-preelectoral-a-tres-dias-del-inicio-de-campana/10002-4097908">barómetro del CIS</a>. </p>
<p>Sobre pactos, el de la derecha tiene mucha más consistencia, pues el de izquierda, tras estos seis meses, está herido de muerte.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126372/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Víctor Raúl López Ruiz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El único debate entre los principales candidatos previo a las elecciones generales que se celebran en España el 10 de noviembre fue muy largo y mostró que un pacto de izquierdas resultaría inviable.Víctor Raúl López Ruiz, Profesor de Econometría, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1159252019-04-24T10:14:58Z2019-04-24T10:14:58ZInflar el suflé o el ‘Arte nuevo’ del discurso político<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/270692/original/file-20190424-19307-agg9vm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=31%2C37%2C1865%2C962&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Cada candidato tiene un estilo discursivo diferente.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.rtve.es/noticias/elecciones/generales/debates/">Rtve.es</a></span></figcaption></figure><p>Desde aquel famoso mensaje de Charles de Gaulle “<a href="https://youtu.be/_NXU2fQLnd4">La France n’est pas seule</a>” (18 de junio de 1940) o “<a href="https://youtu.be/vP4iY1TtS3s">I have a dream</a>” de Martin Luther King (28 de agosto de 1963) hasta, por ejemplo, la célebre frase de Julio Anguita: “<a href="https://youtu.be/OVvsbVibMvQ">La resignación ha dormido la conciencia</a>” (23 de febrero de 1999) o el <a href="https://youtu.be/R6lKEtrH2xU">tan coreado</a>: “<a href="https://en.wikipedia.org/wiki/S%C3%AD_se_puede">Sí, se puede</a>”, adaptación del “<a href="https://youtu.be/Fe751kMBwms">Yes, we can</a>”, muchos han sido los mensajes políticos que a lo largo de la historia se han oído, y muchos los estudiosos que han profundizado en los entresijos de la oratoria. </p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/vP4iY1TtS3s?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Discurso de Martin Luther King Jr. - <em>I have a dream</em>.</span></figcaption>
</figure>
<p>Un arte. Todo un arte de la seducción. Se trata de llegar a la conciencia del oyente, de conseguir su aquiescencia y su voto. Y más si se trata de elaborar y difundir -pronunciar- un discurso político, o mejor, un discurso electoral.</p>
<h2>El lenguaje discursivo público</h2>
<p>Aristóteles y Platón, Varrón con su gramática y Nebrija después, Port Royal, el estructuralismo y el generativismo, Saussure y Chomsky, han dedicado páginas a dilucidar la función del lenguaje –social, sin ninguna duda–, su intencionalidad y su finalidad. </p>
<p>El objetivo del lenguaje discursivo transmitido de forma pública consiste en emitir una información para convencer al receptor en ese acto comunicativo que constituye el discurso político. Un discurso que suele tratar de cuestiones de interés para los ciudadanos como integrantes de una sociedad y que, por lo tanto, ha de ser argumentativo y deliberativo, o sea, que adopte decisiones para ofrecer al público de una manera cohesionada y coherente.</p>
<p>Podríamos preguntarnos, ¿qué pretenden nuestros oradores? Ni más ni menos que modificar los conocimientos del interlocutor o hacerle reaccionar en una determinada orientación. </p>
<p>Pero… ¿y si no puede convencer? <a href="http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/instituciones-oratorias--0/html/fffbc2d6-82b1-11df-acc7-002185ce6064_42.html">Quintiliano afirmaba</a> que el dominio de la oratoria consiste en acto y no en efecto y <a href="http://www.cervantesvirtual.com/portales/retorica_y_poetica/ciceron/">Cicerón insistía en la elocuencia</a>. Ambos preconizaban el “ars bene dicendi”, definición que, como podemos comprobar, no se aleja mucho de la que ofrece actualmente la Real Academia Española: arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover. </p>
<p>Para llegar a ese momento de emoción y de empatía hay un largo trabajo. Conviene diseñar una urdimbre que dé peso y solidez al discurso. Desde la sombra se trabaja la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ret%C3%B3rica#Inventio_(o_invenio)"><em>inventio</em></a>, la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ret%C3%B3rica#Dispositio"><em>dispositio</em></a> y la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ret%C3%B3rica#Elocutio"><em>elocutio</em></a> hasta llegar a la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ret%C3%B3rica#Actio"><em>actio</em></a>: se pone en marcha la maquinaria para elaborar y seleccionar ideas, materiales que sigan una línea determinada, con elementos probatorios y refutatorios que marquen el esquema básico del discurso, incluso el de la descalificación de los argumentos del rival.</p>
<p>Y todo ello dispuesto de forma estructurada: hay que “ganarse” al público hasta el final, seducirlo. </p>
<p>Disponemos de la “artillería” lingüística, el cargamento de numerosas figuras retóricas que conceden al discurso un aspecto singular: repeticiones, preguntas o interpelaciones al auditorio (del que se espera aplauso), una implicación fingida para que el “yo” del orador quede enmascarado en un “vosotros” comprometido… La ironía adquiere papel predominante si se trata de desacreditar al adversario, al que van dirigidos las famosas expresiones peyorativas casi insultantes y ofensivas.</p>
<p>A la hora de pronunciar el discurso, el orador ha de estar alerta y prestar especial atención a la expresión en todas sus facetas posibles. Apariencia, modulación de la voz y lenguaje corporal deberán ir en consonancia con el contenido. </p>
<h2>El discurso en los debates</h2>
<p>Nuestros políticos lo tienen muy estudiado, sobre todo después de ver los dos debates televisados. </p>
<p>Pablo Casado, con una imagen muy estudiada, enhebra expresiones negativas de gran repercusión, salpicadas con alguna que otra frase histórica, combinando el “yo” con un “nosotros” entre futuro y presente: “queremos hablar menos”, “aprobaremos una ley que consagre la libertad de elección”. </p>
<p>Sin embargo, Albert Rivera ataca a sus rivales con un lenguaje muy expresivo lleno de carga peyorativa. De aspecto algo más inquieto que sus rivales, sus gestos se aproximan a aspavientos que abarcan el estrado: dirige movimientos a un lado y a otro y fija el punto de visión de frente.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/HiqYZKXlnos?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Cinco momentos del debate del 22 de abril en RTVE.</span></figcaption>
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<p>Por su parte, Pedro Sánchez es más contenido en sus expresiones y ademanes: rotundo y decidido, se gira desde la palestra modulando la voz a la vez que marca los tiempos de silencio, sin movimientos grandilocuentes ni rictus faciales agresivos. Domina un discurso en tono impersonal para involucrar a la gran mayoría de asistentes y usa el plural cuando desea arrancar el compromiso colectivo. </p>
<p>Por el contrario, Pablo Iglesias, con gesto fruncido y algo ceñudo, a veces sermonea y otras regaña, y marca su discurso con una primera persona insistente.</p>
<h2>El orador se hace responsable</h2>
<p>Partimos del siguiente principio: todo discurso emitido por un orador es asumido por él y se hace responsable del enunciado. </p>
<p>Nos consta que la política ha sido siempre conocida como un espectáculo de masas, un teatro, hablar mucho, decir poco, “marear la perdiz"… En resumidas cuentas, practicar lo que los franceses denominan la ”<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lengua_de_madera">langue de bois</a>“: lengua de madera, de cartón piedra, vender humo o inflar el suflé.</p>
<p>No es reprobable dicha actitud si tanto emisor como receptor, orador político y público, conocen las reglas del juego –casi pactado y establecido– y las aceptan entre ellos. De esta manera, no hay ni trampa ni cartón, nadie se lleva a engaño ni cree que le están dando gato por liebre.</p>
<p>El político que se presenta ante sus correligionarios se dirige con el claro y firme propósito de asegurar su voto, de ahí que durante el periodo electoral los protagonistas de las elecciones –los políticos– se enfrenten verbalmente, haciendo uso de la persuasión y de la polémica como técnicas retóricas. </p>
<p>El candidato, preocupado por causar una buena impresión entre los votantes, busca acreditar la imagen del "yo” al mismo tiempo que apela al “otro”, ya sea para realzar su posición o para lograr alguno de estos tres objetivos que definen el discurso político: hacer que el ciudadano vote, que vote a X y que no vote a Y.</p>
<p>Detectamos pues cómo expresan sus ideas embelleciendo y maquillando el lenguaje con sinónimos, con opiniones propias y ajenas, con rodeos o circunloquios…, alambicamiento incomprensible y oscuro para la gran mayoría:“la lengua de madera, el suflé”. </p>
<p>Y si no convence… ¡¡confunde!!</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/115925/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Pilar Úcar Ventura no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Podríamos preguntarnos, ¿qué pretenden nuestros oradores? Ni más ni menos que modificar los conocimientos del interlocutor o hacerle reaccionar en una determinada dirección.María Pilar Úcar Ventura, Profesora adjunta de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Departamento de Traducción e Interpretación y Comunicación Multilingüe, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1159202019-04-24T08:15:45Z2019-04-24T08:15:45ZDebate electoral: el ‘bibloque’ sustituye al bipartidismo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/270677/original/file-20190424-19297-1hvz97s.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C1948%2C1000&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Momento "libro" del debate electoral de Atresmedia.</span> <span class="attribution"><span class="source">Atresmedia</span></span></figcaption></figure><p>El debate es un arte de la dialéctica desde muy antiguo, en el que para ganar el participante debe mostrar actitudes y aptitudes, definidas por una línea argumental clara, una réplica precisa con hechos ciertos en los que su oratoria, control del espacio y lenguaje corporal consigan el convencimiento del oponente o al menos el del espectador, quien externamente lo juzga. </p>
<p>Por eso el debate es tan necesario en democracia como el programa de gobierno, máxime si lo que está en juego es un cargo presidencial personal en el que la negociación y pacto serán valores determinantes para la gestión de gobierno a partir del 29 de abril. </p>
<p>Lo de ser determinante es otra cosa, tanto como colgar carteles junto a las farolas de una calle. El problema es si no lo haces o no participas, por lo que al quinto en el pleito esta situación no le favorece, entrando en la confrontación aunque fuese de manera indirecta abrazando el victimismo.</p>
<p>En la actual arena política, combatir una línea argumental, la programática, ha sido en este caso muy dinámica, al escuchar diversidad en las opciones, pero al tiempo sesgada desde el principio por el pacto o el acuerdo de bloques. La defensa de con quién podré o no estar se ha definido desde el principio con réplicas salidas de tono y actuaciones premeditadas ante la cámara, como el intercambio de libros entre Rivera y Sánchez. </p>
<h2>Dialéctica e impacto visual</h2>
<p>Estas situaciones se permiten en dialéctica y persiguen el impacto visual del espectador. La aceptación por todos de saberse en un escenario de pacto para gobernar ha marcado desde el principio las dos horas de intercambio de posturas. Iglesias, en este caso, se ha mostrado moderado y socio necesario de gobierno con el PSOE, quien desde una postura firme a través de Sánchez no ha cerrado puertas a nadie, pero sí ha negado pactos territoriales, mostrándose condescendiente con las “caricias” sociales de Podemos. </p>
<p>La sintonía del bloque de derecha ha sido más evidente y de ataque conjunto a Sánchez, en el que el nivel de Rivera ha rozado la mala educación, empobreciendo su argumento que, sin embargo, siempre ha sido claro y directo. El insulto no es necesario y si se provoca debe corregirse por el señor Vallés y la señora Pastor, que para eso estaban. Aunque fue un rol, el de árbitro, que Podemos hizo suyo.</p>
<p>Sobre los no presentes, casi innombrables por los posibles socios, fueron reclamados claramente en el trato de la violencia de género por el bloque de izquierda, y por supuesto en el pacto inicial junto al problema territorial por la derecha. El libro de Abascal y la foto con Torra fueron algunos de los recursos utilizados. </p>
<p>Por otra parte, el menosprecio a Iglesias por el bloque de la derecha le ha dado una perspectiva conciliadora y de claridad argumental que ha sabido rentabilizar, pues se trajo a la mesa la tesis del Presidente, y en el mismo debate se permitió que Podemos ofertara una batería de propuestas sobre vivienda ante la que nadie recordó su “casoplón” que hizo tambalear su postura por unos días con la consulta interna en su partido.</p>
<h2>Formas y maneras</h2>
<p>Volviendo al tema de formas y maneras, Casado se supo mostrar como líder de la oposición, con la intención de provocar la caída de Sánchez desde la derecha calmando la réplica de Rivera y mostrando calidad argumental junto a una capacidad clave en el manejo de un ingente conjunto de datos. </p>
<p>Sánchez estaba sereno, más firme, convencido como presidente y potencial ganador, obviando el indulto, pero afirmando las líneas rojas de la autodeterminación y el referéndum. No obstante, el discurso no era directo al espectador sino demasiado recurrente ante los moderadores. Iglesias manejó un discurso ágil pero excesivo, quizá venido a más por el claro impacto del regalo de la tesis al Presidente.</p>
<p>Para terminar, el debate no tuvo un titular de impacto sobre alguna novedad gubernamental, ninguno de los candidatos aportó novedad sobre la forma apriorística de hacer o conformar un pacto de gobierno. Tampoco sobre el empleo, la economía, inmigración, violencia de género, problema catalán, sanidad, educación o vivienda, pero si que Iglesias al ser evitado por sus contendientes aprovechó para exponer con claridad y presumir en su ejecución si gobierna junto al PSOE por lo que lo condiciona claramente al reparto del ejecutivo.</p>
<p>De esta forma, más que por los méritos de uno, por los deméritos del otro, esta puesta en escena entre candidatos deja como mejor rentabilizado los tiempos de los Pablos y en un segundo plano a Rivera y Sánchez, justo ese posible pacto que muchos siguen viendo posible a pesar de la negación de Ciudadanos.</p>
<p>Claramente la España bipolar sigue viva pasando del partido al bloque, pero contando con la división social y de seguidor o fans como recurso político, veremos, como todos valoraron posteriormente, qué decidimos los españoles el próximo 28A y qué papel jugarán en este bibloque político los innombrables, pero eso ya es otra historia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/115920/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Víctor Raúl López Ruiz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Debatir es una técnica dialéctica clásica cuyo efecto determinante no está del todo claro. Pero los candidatos, sea como sea su oratoria o argumentación, deben participar. Debatir es tan necesario como el programa de gobierno.Víctor Raúl López Ruiz, Profesor Titular de Universidad, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1158842019-04-23T22:13:27Z2019-04-23T22:13:27ZY entonces, ¿a quién le importa el debate?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/270563/original/file-20190423-175514-1jledkv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C979%2C501&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Captura de la emisión del debate electoral en Atresmedia el 23 de abril de 2019.</span> <span class="attribution"><span class="source">Atresmedia</span></span></figcaption></figure><p>Dos debates. A falta de uno, las elecciones generales se van a articular alrededor de dos espectáculos televisados. Porque desde el proceso de selección de fechas y participantes hasta el análisis posterior de ganadores y perdedores, la televisión política reina en la configuración de la estrategia electoral. </p>
<p>No, no voy a repetir el argumento de Kennedy y Nixon, el careo entre Miterrand y Chirac o el patrio entre Aznar y González. </p>
<p>La televisión importa y centra porque es capaz de agitar la estrategia, las decisiones de los candidatos y el estado de ánimo de los votantes. </p>
<ul>
<li><p>En la estrategia, porque los cuatro con más oportunidades a priori se ven abocados a participar o bien ausentarse. <a href="http://www.canalsur.es/arenas-no-acude-al-debate-por-falta-de-neutralidad/195572.html">Recuerden las desastrosas consecuencias de la “silla vacía” de Javier Arenas en las andaluzas de 2012</a>. </p></li>
<li><p>En las decisiones de los presidenciables, porque en el minuto de oro y, de hecho, en cada intervención tienen que colocar un mensaje preciso y segmentado para cada tipo de votante. Por eso, nos parece que son sucesiones de “mini-mítines” acumulados y no una conversación natural. </p></li>
<li><p>Y, para conocer el estado de ánimo, basta con seguir las redes sociales, revisar la mensajería instantánea o consultar las encuestas que publican los diarios. Ese “¿a quién ha visto ganador?” muestra bien la línea editorial de los lectores, que proyectan en estas encuestas digitales unas emociones, argumentos propios de <a href="http://www.paginaindomita.com/la-democracia-sentimental/">la democracia sentimental que argumenta Manuel Arias Maldonado</a> y no tanto un examen racional. </p></li>
</ul>
<p>El giro afectivo de la política alimenta a la televisión, que a su vez riega nuestros móviles recalentados tras dos horas de debate.</p>
<h2>La participación ceremonial</h2>
<p>Con cerca de un 40% de indecisos, la televisión crea oportunidades de comunicación política. Se trata de aprovechar “la participación ceremonial” que describieron <a href="http://www.hup.harvard.edu/catalog.php?isbn=9780674559561">Daniel Dayan y Elihu Katz en 1993</a>. </p>
<p>Esta interpelación a la audiencia aprovecha la actitud pasiva del espectador para formar opinión pública a través de momentos memorables, perfiles heroicos y toda clase de eventos mediáticos. </p>
<p>Antes de la aparición de las redes sociales y los memes, los dos autores señalaron cómo la audiencia se apropia de lo que ve en televisión para convertirlo en parte de su vivencia, de su memoria colectiva. Hoy, los debates son artillería para la producción transmedia que consumimos en el móvil sin filtros. Esos montajes, amateurs las más de las veces, reflejan la apropiación de eslóganes políticos en pro de un instante emocional compartido en la virtualidad real de la comunidad política digital.</p>
<h2>La estética presidenciable</h2>
<p>Esta hipótesis refuerza el carácter performativo de la televisión política y la creación de una estética presidenciable. Aquí sorprende –o no- la indumentaria de <strong>Pablo Iglesias</strong>, estupenda para sus electores, pero poco apropiada para captar nuevos votantes. En la televisión, estética y mensaje caminan de la mano e Iglesias prefiere la vis académica de Somosaguas. </p>
<p><strong>Pedro Sánchez</strong> emplea registros emocionales que aspiran a conectar con jóvenes, mujeres e indecisos, tres grupos demasiado genéricos para afinar un repertorio de soluciones políticas concretas y ajustadas a sus demandas reales. </p>
<p>Para <strong>Pablo Casado</strong>, el debate no es un instrumento útil para sus objetivos electorales. Un tono demasiado agresivo puede movilizar a la izquierda y un tono demasiado seco, aburrir a su parroquia… que ahora sí tiene otras ofertas en el mercado electoral. Su semántica conservadora clásica está acotada a la derecha por las bravuconadas de Vox o el apellido liberal de Ciudadanos, constante en todas sus intervenciones. </p>
<p>Por último, <strong>Albert Rivera</strong> tiene un desafío concreto: poner su capacidad retórica al servicio de una imagen presidenciable. Por eso me atrevo a señalar que ganó el primer debate, de acuerdo con su propia estrategia: “O Pedro o yo”. Esta construcción de un imaginario colectivo plantea una amenaza severa, propia de un partido en su crisis de madurez. Rivera no puede ser siempre el candidato del futuro, a la manera del Brasil de Zweig. O ahora, o tendrá que dejar paso a <strong>Inés Arrimadas</strong>.</p>
<p>Por este motivo, los dos debates representan una oportunidad para los partidos políticos ahora y en la próxima cita del 26 de mayo. Porque el entretenimiento de esta semana de Pascua sentará las bases del nuevo espectáculo. No se lo pierdan.</p>
<h2>El quinto en discordia</h2>
<p>Coda. Vox. Que no sale en la pantalla grande, pero circula sus propios vídeos a gran velocidad. <strong>Santiago Abascal</strong> juega otra baza, ligada a su enorme carisma y el señalamiento de un territorio común, una patria española a la antigua, que facilita la polarización y la simplificación. </p>
<p>Su estrategia mediática conecta con una corriente contracultural en auge, aquella que defiende el <em>do-it-yourself</em>, la cultura del maker y la apropiación de técnicas comunicativas. Menuda paradoja: el reaccionario vehicula sus mensajes con técnicas posmodernas y de signo populista, en la línea de <a href="https://www.revistadelibros.com/articulo_imprimible.php?art=1823&t=blogs">lo propuesto por el profesor Carlos de la Torre</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/115884/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Luis Manfredi no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La campaña de las elecciones generales del próximo 28 de abril se ha articulado alrededor de dos debates televisivos. La televisión importa y centra porque es capaz de agitar la estrategia, las decisiones de los candidatos y el estado de ánimo de los votantesJuan Luis Manfredi, Profesor titular de Periodismo, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1158272019-04-23T12:27:20Z2019-04-23T12:27:20ZLa cuestionable influencia de los debates electorales<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/270420/original/file-20190423-175535-b26vd1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1897%2C1063&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/especiales-informativos/cinco-mejores-momentos-del-debate-rtve/5159998/">Rtve.es</a></span></figcaption></figure><p>En promedio, desde los comicios fundacionales de la democracia de 1977 y hasta 2016, la participación electoral ha sido de un 72,6 por ciento. Esta participación, que ha ido en descenso desde los años 80, ha estado muy condicionada por la competitividad electoral, es decir, por lo reñidas que están unas elecciones. </p>
<p>Si hasta ahora la limitada oferta partidista facilitaba a los electores el decantarse por una u otra opción, desde 2015, con la multiplicación de la oferta, lo que las encuestas constatan es que con mayor frecuencia el votante espera hasta el <a href="http://agendapublica.elpais.com/elecciones-en-la-niebla/">último momento</a> para elegir el partido al que dar su confianza. </p>
<p>Los <a href="http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/listaMuestras.jsp?estudio=14447">preelectorales</a> del CIS de las pasadas elecciones señalaban que, para 2008, un 30 por ciento estaba a estas alturas indeciso; ese porcentaje fue del 32 por ciento en 2011; del 42 por ciento en 2015 y del 32 por ciento en las revalidas electorales de 2016. En las actuales de 2019, la cifra de indecisos vuelve a parecerse a 2015: más de un 42 por ciento de votantes no sabe aún a qué partido votar. </p>
<p>Lo sorprendente, sin embargo, es que estos indecisos si los comparamos con los de 2015, hoy se concentran en el flanco derecho del espectro ideológico. De esto son ya conscientes los partidos que, durante la campaña electoral, buscan decantar la balanza a su favor: ya sea movilizando a sus antiguos votantes, a aquellos que en anteriores comicios habían optado por abstenerse o, incluso, intentando seducir a aquellos que en anteriores citas electorales habían depositado su voto en otras formaciones políticas. Para conseguir captar a estos electores menos leales a una marca, tanto el debate del lunes de TVE como el de Atresmedia resultan claves.</p>
<h2>Un país sin tradición</h2>
<p>En España no ha existido propiamente una tradición de debates electorales emitidos por televisión entre los candidatos a la presidencia. Desde que en <a href="https://www.youtube.com/watch?v=QazmVHAO0os">1960</a> Nixon y Kennedy diesen el pistoletazo de salida a este tipo de <em>choques</em>, fueron muchos los países que decidieron emular esta fórmula de confrontación política. Sin embargo, durante los años 70, Adolfo Suárez, presidente por la UCD, se negó a participar de cualquier tipo de debate. En los años 80, Felipe González, al frente del Gobierno por el PSOE, fue igual de reacio. </p>
<p>En 1993 se produjo uno de los escenarios en los que el debate tuvo mayor influencia. Dos debates tuvieron lugar entre Felipe González, que seguía como presidente del Gobierno, y José María Aznar, por entonces líder del refundado PP. En el primero salió victorioso, de forma clara, Aznar. En el segundo, en el que el candidato por el PP no quería ya participar, Felipe González consiguió imponerse de tal forma que pudo mantenerse, al menos por tres años más, en el poder. Esta experiencia negativa de los debates hizo que el PP se excusase de participar en ellos durante varios años. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=262&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=262&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=262&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=329&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=329&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/270423/original/file-20190423-175542-7qzo1s.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=329&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Primer debate televisado entre Felipe González y José María Aznar en 1993. EFE / RTVE.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.rtve.es/noticias/20111017/cuatro-grandes-debates-televisados-democracia-espanola/468922.shtml">Rtve.es</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El resto de confrontaciones políticas tuvieron lugar en 2008, entre el Presidente José Luís Rodríguez <a href="https://www.youtube.com/watch?v=swzwiWno6so">Zapatero</a> y el líder de oposición por el PP, Mariano Rajoy; en 2011, entre Alfredo Pérez Rubalcaba (candidato por el PSOE) y, de nuevo, Mariano Rajoy y ya en 2015 y 2016, pero esta vez a cuatro (con la incorporación en el debate de Podemos y Ciudadanos que, pese a no tener representación parlamentaria, pudieron participar en el <a href="https://elpais.com/politica/2019/04/16/actualidad/1555423404_066406.html">debate</a>). </p>
<p>La influencia en el voto de los debates no está del todo clara. Pese a que los partidos se afanan en medir cada uno de los pasos de los candidatos a la presidencia: estudian al milímetro la altura de los atriles en los que han de situarse, los turnos de intervención, las horas de llegada de los candidatos al plató de televisión, los bloques temáticos de debate o, incluso, el color de su camisa; que los votantes vean condicionado su voto a causa del resultado del debate es muy cuestionable.</p>
<h2>Lo que dicen los medios</h2>
<p><a href="https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2012/10/03/what-political-scientists-know-about-debates/?noredirect=on&utm_term=.b0f51831dd6a">Varios estudios</a> apuntan a que las encuestas no cambian su dirección después del debate y que, por lo general, la opinión de los votantes sigue siendo la misma antes y después de que este tenga lugar. </p>
<p>Algunos <a href="https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2012/10/03/what-political-scientists-know-about-debates/?noredirect=on&utm_term=.7406c2541a4d">trabajos</a> señalan que más que el debate en sí, lo que importa es lo que dicen los medios sobre él. Un estudio reveló que quienes más se vieron afectados por el debate fueron aquellos que conocieron la opinión de los medios sobre el supuesto vencedor, mientras que aquellos que desconocían esta información no variaron su postura tras el debate. </p>
<p>En España, en uno de los <a href="http://www.cis.es/cis/opencm/ES/3_publicaciones/colecciones/ver.jsp?id=9788474764673">trabajos</a> que de forma más comprensiva han estudiado el efecto de las campañas electorales, se apuntó a la existencia de un nuevo tipo de efecto de las mismas: la desactivación de los votantes. Así, los electores desactivados serían aquellos que, debido a campañas negativas de los partidos (ataque directo a otros candidatos) y al no diálogo entre formaciones, si bien tenían pensado ir a votar antes de la campaña electoral, tras los acontecimientos que se suceden durante la misma, optan por quedarse en casa. </p>
<p>Con todo, si algo está claro es que la influencia de los debates se verá moderada por dos <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1475-6765.1995.tb00473.x">factores</a>: el primero, por el <strong>nivel educativo de los votantes</strong> (los votantes <em>más sofisticados</em> son los menos propensos a verse afectados por el debate) y el segundo, por la <strong>lealtad partidista</strong> (los electores que se sienten identificados con un partido exhiben una probabilidad menor de cambiar de partido tras el debate).</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/115827/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Rama no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Buscan afianzar a los leales y movilizar a los indecisos. En España hay poca tradición de debates electorales, pero los electores parecen más influidos por lo que dicen los medios que por el debate en sí.José Rama, PhD(c), Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.