tag:theconversation.com,2011:/ca/topics/vacuna-janssen-101912/articlesvacuna Janssen – The Conversation2021-09-29T17:40:32Ztag:theconversation.com,2011:article/1687052021-09-29T17:40:32Z2021-09-29T17:40:32Z¿Necesitan los vacunados con Janssen recibir una segunda dosis?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/423808/original/file-20210929-24-11gvyjz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C26%2C5919%2C3744&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/kharkiv-ukraine-february-1-2021-coronavirus-1929019391">Shutterstock / StanislavSukhin</a></span></figcaption></figure><p>La evolución nos ha dotado con un sistema inmunitario capaz de <em>recordar</em>. Gracias a ello no sufrimos con la misma severidad una segunda infección con el mismo patógeno y podemos desarrollar vacunas. Pero, como en la obra de Salvador Dalí <em>La persistencia de la memoria</em>, en la que se muestran relojes deformados y putrefactos, el paso del tiempo va deformando y desvaneciendo nuestra capacidad de recordar. Quizá esto nos permita ahorrar la energía necesaria para enfrentarnos a nuevos patógenos.</p>
<p>Israel, país pionero en la vacunación frente a la covid-19, comprobó cómo la incidencia de la infección no paraba de crecer pese a tener un alto porcentaje de población vacunada. Esto se interpretó como un desvanecimiento de la inmunidad proporcionada por la vacuna de Pfizer (Cominarty), mayoritaria en ese país. Como solución, se administró una tercera dosis a millones de ciudadanos. </p>
<p>En España, mientras el Ministerio de Sanidad ofrecerá una dosis adicional de vacuna en residencias, casi dos millones de personas que recibieron una dosis única de la <a href="https://www.janssen.com/es/tecnologias-patentadas-para-avanzar-en-la-investigacion-de-enfermedades">vacuna de Johnson & Johnson</a> (Ad26.COV2.S.) se preguntan si, con el paso del tiempo, son más vulnerables a la covid-19 en comparación con el resto.</p>
<h2>¿Una y no más?</h2>
<p>La vacuna de Johnson & Johnson (Janssen, en España) consiste en un adenovirus inofensivo que no se puede replicar, pero que nuestro sistema inmunitario reconoce como extraño. El material genético del virus porta las instrucciones que las células infectadas traducen en un fragmento de la proteína S (espícula) del SARS-CoV-2.</p>
<p>Nuestros linfocitos reconocen esa proteína como extraña y entienden que es peligrosa por la inflamación que causa el adenovirus. En consecuencia, se enfrentarán al problema como mejor saben hacer. </p>
<p>Pero no todos los linfocitos nacen iguales. Unos reconocen fragmentos de la proteína del patógeno fabricadas en el interior de una célula infectada, los linfocitos T asesinos, citotóxicos o CD8. Otros emplean anticuerpos para combatir a los patógenos cuando estos se encuentran en el exterior de nuestras células, los linfocitos B. </p>
<p>La generación de anticuerpos neutralizantes, aquellos que realmente impiden que el patógeno infecte a su célula diana, requiere de días, y a veces semanas. Tras reconocer el antígeno, y con la ayuda de los linfocitos T, el linfocito B sufre una metamorfosis a medida que se va dividiendo. Su material genético cambia y se produce una selección darwiniana en la que solo sobreviven los mejores, aquellos que producen los anticuerpos más afines por su antígeno. </p>
<p>Algunos linfocitos B se especializan en producir anticuerpos (células plasmáticas) que se refugian en la médula ósea, donde mueren tras unas dos semanas. Otros, los linfocitos B de memoria, se convierten en una <em>copia de seguridad</em> y se quedan en reposo durante años esperando el reencuentro con su enemigo. Tras la segunda dosis, los linfocitos B de memoria, que ya poseen anticuerpos de alta afinidad por el antígeno, lo reconocen y rápidamente sufren una segunda metamorfosis. Entonces, se dividen y diferencian en células plasmáticas para madurar su afinidad por el antígeno. </p>
<p>Por tanto, dos dosis de vacuna nos proporcionan más linfocitos que una dosis y anticuerpos de una altísima afinidad. Ahora bien, si tras una primera dosis el antígeno permanece en nuestro cuerpo durante un tiempo suficiente, también se pueden producir suficientes anticuerpos neutralizantes y con una buena afinidad.</p>
<p>Por otro lado, una parte de los linfocitos CD8 activados por la vacuna también se diferencian en células de memoria que permanecen a la espera de encontrar de células infectadas con el virus. Pero, a diferencia de los linfocitos B, el material genético de los linfocitos citotóxicos no muta. Tras una segunda dosis de vacuna estos linfocitos se multiplican, aumentan la cantidad de células de memoria, pero no mejoran su afinidad.</p>
<h2>La efectividad de una dosis se mantiene</h2>
<p>Los datos pueden matar un buen relato. En los ensayos clínicos de la vacuna de Janssen se vacunó a voluntarios con una dosis (ensayo <a href="https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04505722">ENSEMBLE</a>) o con dos (ensayo ENSEMBLE2, que aún no ha finalizado). La inmunogenicidad de una única dosis fue muy buena. Esto suponía una gran ventaja frente a los problemas logísticos y de producción que dificultaban la administración de vacunas. </p>
<p>Quizá por ser una vacuna monodosis, su eficacia en la <a href="https://www.ema.europa.eu/en/news/ema-recommends-covid-19-vaccine-janssen-authorisation-eu">población europea</a> frente a efectos moderados, severos o críticos <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2101544#figures_media">fue cercana al 70 %</a>, por debajo de sus competidoras basadas en ARN mensajero (Pfizer/Moderna). Pero quizá esto se deba a que linfocitos de memoria recuerden al adenovirus de la vacuna, reduciendo su eficacia.</p>
<p>Sin embargo, el mayor estudio (preliminar) de eficacia en el mundo real (390 500 vacunados) con una monodosis de Janssen realizado en los <a href="https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2021.09.10.21263385v2">EE. UU.</a> ha demostrado una efectividad del 79 % para las infecciones y del 81 % para hospitalizaciones relacionadas con COVID-19. </p>
<p>Lo más importante es que no hubo evidencia de una efectividad reducida durante la duración del estudio, incluso cuando la variante delta fue dominante en los EE. UU. Estos datos indican que las personas vacunadas con una dosis de Janssen están suficientemente protegidas frente a la covid-19. </p>
<p>Aunque los resultados preliminares del ensayo de dos dosis indican que la cantidad de anticuerpo neutralizante frente al virus <a href="https://www.jnj.com/johnson-johnson-announces-data-to-support-boosting-its-single-shot-covid-19-vaccine">aumenta hasta 9 veces</a>, y pese a los recientes brotes en prisiones en nuestro país, que por otro lado parecen asintomáticos, es razonable preguntarse si ahora mismo es necesario y, sobre todo, si es urgente suministrar una segunda dosis. Quizá sí esté justificado en los grupos <a href="https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/covid19/docs/COVID-19_Actualizacion8_EstrategiaVacunacion.pdf">más vulnerables</a> (mayores de 70 años y otros colectivos vulnerables), pero no de manera general.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168705/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Salvador Iborra Martín recibe fondos del Ministerio Español de Ciencia e Innovación (MICINN)</span></em></p>Resultados preliminares muestran que la respuesta tras recibir una segunda dosis de Janssen es buena, pero eso no significa que las personas que hayan recibido la primera estén desprotegidas.Salvador Iborra Martín, Personal Docente e Investigador. Inmunología e infección, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1656282021-08-04T18:32:23Z2021-08-04T18:32:23ZSi ya nos han puesto las dosis frente a la Covid-19, ¿tendremos que volver a vacunarnos?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/414529/original/file-20210804-13-1uml4jm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C2389%2C2978&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Puede ser necesaria una vacuna de refuerzo para mantener la inmunidad frente a la covid-19.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/mAGZNECMcUg">Daniel Schludi/Unsplash</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p><em>La creciente prevalencia de <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/variants/variant.html">nuevas variantes de coronavirus</a> está planteando dudas sobre el grado de protección de quienes ya se han vacunado contra la covid-19 frente a las formas evolutivas del virus del SARS-CoV-2. El <a href="https://scholar.google.com/citations?user=6yMIM1MAAAAJ&hl=en&oi=ao">especialista en microbiología y enfermedades infecciosas William Petri</a>, de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos, responde a algunas preguntas comunes sobre las vacunas de refuerzo de covid-19.</em></p>
<h2>1. ¿Qué es una vacuna de refuerzo?</h2>
<p>Los refuerzos son dosis adicionales de una vacuna que se administran para mantener la protección inducida por la vacuna contra una enfermedad. Se suelen utilizar para reforzar muchas vacunas porque la inmunidad puede <a href="https://doi.org/10.1038/s41577-020-00479-7">desaparecer con el tiempo</a>. Por ejemplo, la <a href="https://www.cdc.gov/vaccines/parents/diseases/flu.html">vacuna contra la gripe</a> necesita un refuerzo cada año, y la <a href="https://www.cdc.gov/vaccines/vpd/dtap-tdap-td/hcp/recommendations.html">vacuna contra la difteria y el tétanos</a>, cada 10 años. </p>
<p>Los refuerzos suelen ser idénticos a la vacuna original. Sin embargo, en algunos casos, la vacuna de refuerzo se ha modificado para mejorar la protección contra nuevas variantes virales. La <a href="https://www.cdc.gov/flu/prevent/keyfacts.htm">vacuna contra la gripe estacional</a>, en particular, requiere un refuerzo anual porque el virus de la gripe cambia muy rápidamente.</p>
<h2>2. ¿Necesito un refuerzo de la covid-19?</h2>
<p>Todavía no. A principios de julio de 2021, ninguna de las autoridades gubernamentales de EE.UU. recomendaba un refuerzo. Esto incluye los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Administración de Alimentos y Medicamentos y el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización.</p>
<h2>3. ¿Por qué no se recomiendan todavía las vacunas de refuerzo?</h2>
<p>Aunque la inmunidad inducida por la vacuna puede no durar para siempre, no está claro cuándo será necesario un refuerzo. </p>
<p>Resulta alentador que todas las vacunas actualmente autorizadas induzcan una sólida memoria inmunitaria contra el coronavirus. La vacuna enseña a las células B de memoria de su sistema inmunitario a producir anticuerpos cuando se expone al virus. Los investigadores han detectado altos niveles de células B de memoria en los ganglios linfáticos de las personas que recibieron la vacuna de Pfizer durante <a href="https://doi.org/10.1038/s41586-021-03738-2">al menos 12 semanas</a> después de recibir la inyección.</p>
<p>Los estudios también sugieren que las vacunas covid-19 autorizadas siguen ofreciendo protección incluso contra <a href="https://www.who.int/en/activities/tracking-SARS-CoV-2-variants/">cepas emergentes del coronavirus</a>. Entre los participantes de un estudio, la vacuna de Johnson & Johnson tuvo una eficacia del <a href="https://doi.org/10.1056/NEJMoa2101544">73% y el 82%</a> 14 y 28 días después de la inyección, respectivamente, para evitar la enfermedad grave de la variante beta. Y un estudio preliminar que no ha sido revisado por pares encontró que la vacuna de Pfizer es un <a href="https://doi.org/10.1101/2021.05.22.21257658">88% efectiva</a> contra la variante delta.</p>
<p>La otra fuente de respuestas de anticuerpos duraderas contra el coronavirus son unas células llamadas <a href="https://doi.org/10.3389/fimmu.2019.01787">plasmablastos</a> que residen en la médula ósea. Estas células producen continuamente anticuerpos y no necesitan ser reforzadas para mantener su actividad. Afortunadamente, los plasmablastos se han detectado hasta 11 meses después en la médula ósea de <a href="https://doi.org/10.1038/s41586-021-03647-4">personas que recibieron la vacuna covid-19</a>, lo que indica cierto grado de memoria inmunitaria duradera.</p>
<h2>4. ¿Cómo sabré si necesito un refuerzo?</h2>
<p>Es posible que haya que esperar a que se produzca un brote en personas vacunadas. Los investigadores todavía están averiguando la mejor manera de medir la fuerza de la inmunidad inducida por la vacuna. Las vacunas covid-19 han sido tan eficaces que no hay muchos fallos que probar. </p>
<p>El mejor candidato para medir son ciertos anticuerpos que la vacuna induce a producir al sistema inmunitario. Reconocen la proteína de espiga (S) que permite al coronavirus entrar e infectar las células. Las pruebas que apoyan la importancia de los anticuerpos contra la proteína S incluyen un estudio que muestra que las vacunas de ARNm, algo más eficaces, como las de Pfizer y Moderna, generan <a href="https://doi.org/10.1016/j.vaccine.2021.05.063">niveles más altos de anticuerpos en la sangre</a> que las vacunas de vectores de adenovirus como las de Johnson & Johnson y AstraZeneca. En un <a href="https://doi.org/10.1101/2021.06.21.21258528">estudio preliminar</a> que aún no ha sido revisado por pares, los niveles de anticuerpos contra la proteína S fueron más bajos en las personas que contrajeron la covid-19 después de haber sido vacunadas con la vacuna Oxford-AstraZeneca.</p>
<p>A los sanitarios les encantaría poder hacer a los pacientes un análisis de sangre que les dijera cuán protegidos o desprotegidos están contra la covid-19. Eso sería una indicación clara de si es necesaria una vacuna de refuerzo.</p>
<p>Pero hasta que los investigadores sepan con certeza cómo medir la inmunidad inducida por la vacuna, el siguiente indicio de que pueden ser necesarias las dosis de refuerzo son las infecciones repentinas en adultos mayores que ya han sido vacunados.</p>
<p>Las personas mayores de 80 años producen <a href="https://doi.org/10.1038/s41586-021-03739-1">niveles más bajos de anticuerpos</a> después de la vacunación, por lo que su inmunidad puede disminuir antes que la de la población general. Los ancianos también serían probablemente los <a href="https://doi.org/10.1038/s41586-021-03739-1">más susceptibles a las nuevas variantes virales</a> que burlan la protección que ofrecen las vacunas actuales.</p>
<h2>5. Estoy inmunodeprimido, ¿debo preocuparme?</h2>
<p>Los refuerzos pueden ser necesarios para las personas inmunodeprimidas. En un estudio, 39 de 40 receptores de trasplantes de riñón y un tercio de los pacientes en diálisis <a href="https://doi.org/10.1126/sciimmunol.abj1031">no produjeron anticuerpos tras la vacunación</a>. </p>
<p>Otro estudio identificó a 20 pacientes con <a href="https://doi.org/10.7326/M21-1451">enfermedades reumáticas o musculoesqueléticas</a> que tomaban medicamentos que suprimen el sistema inmunitario y que tampoco tenían anticuerpos detectables. Ambos estudios se realizaron después de que los pacientes recibieran la dosis completa de la vacuna.</p>
<p>Se ha demostrado que los refuerzos ayudan en estos casos. En un estudio, un tercio de los <a href="https://doi.org/10.7326/L21-0282">pacientes con trasplante de órganos sólidos</a> que tuvieron una respuesta subóptima a dos dosis de las vacunas Pfizer o Moderna pudieron desarrollar una respuesta de anticuerpos con una tercera dosis. </p>
<p>Las personas inmunodeprimidas pueden preguntarse si la vacuna que han recibido está generando inmunidad en su organismo. Un estudio preliminar que aún no ha sido revisado por pares encontró que una <a href="https://doi.org/10.1101/2021.03.05.21252977">prueba, que se dirige específicamente a los anticuerpos contra la proteína S</a> que las vacunas desencadenan, puede ser útil para determinar si la vacuna funcionó. Pero, por ahora, la <a href="https://www.fda.gov/medical-devices/safety-communications/antibody-testing-not-cur%5B...%5Dencomend%C3%B3-una-inmunidad-despu%C3%A9s-de-la-vacunaci%C3%B3n-de-la-fda">FDA no recomienda</a> pruebas de anticuerpos para evaluar la inmunidad.</p>
<h2>6. ¿Es necesario que mi refuerzo coincida con mis primeras vacunas?</h2>
<p>Probablemente no. Investigaciones recientes han demostrado que las vacunas de ARNm, como las de Pfizer y Moderna, pueden mezclarse con vacunas basadas en adenovirus como las de AstraZeneca con <a href="http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.3874014">resultados comparables</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/165628/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>William Petri recibe financiación de NIH, la Fundación Bill y Melinda Gates y Regeneron, Inc.
</span></em></p>Aunque las vacunas COVID-19 aprobadas proporcionan efectivamente inmunidad contra el virus, no está claro cuánto durará esa protección.William Petri, Professor of Medicine, University of VirginiaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1581142021-05-15T08:58:24Z2021-05-15T08:58:24ZLos retos pendientes de las vacunas contra la covid-19<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/398690/original/file-20210504-15-3amrj0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=9%2C546%2C6379%2C3707&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/global-vaccine-europe-africa-middle-east-1837716856">Shutterstock / seisler</a></span></figcaption></figure><p>Desde el punto de vista de una pandemia de índole global, el mayor reto al que se enfrenta una vacuna es la accesibilidad. Para que una vacuna contra una pandemia sea eficaz tenemos que hacerla llegar a todas partes. Aunque solo sea de forma egoísta, no podemos permitirnos lugares donde el virus campe a sus anchas, evolucione y nos vuelva a atacar de nuevo. Esto implica superar cuatro limitaciones: producir cantidades suficientes, que se puedan almacenar fácilmente, que el abastecimiento no se interrumpa y que el coste sea asumible a cualquier país del mundo.</p>
<iframe src="https://ourworldindata.org/grapher/covid-vaccination-doses-per-capita?tab=map&time=latest" loading="lazy" style="width: 100%; height: 600px; border: 0px none;" width="100%" height="400"></iframe>
<h2>Interrogantes</h2>
<p>Desde el punto de vista del diseño técnico de las vacunas tenemos ciertos interrogantes: </p>
<p><strong>¿Cuánto ha de mutar un virus para que la vacuna deje de ser efectiva?</strong></p>
<p>Tenemos información contradictoria de la capacidad neutralizadora sobre las variantes sudafricana, brasileña e india de los anticuerpos generados en pacientes vacunados o recuperados de la infección. Hacen falta más estudios y con mayores cohortes para sacar conclusiones más reales y menos ambiguas.</p>
<p><strong>¿Cómo será la actualización de las vacunas? ¿Cuánto esfuerzo cuesta rediseñar una vacuna?</strong></p>
<p>Para las vacunas de ARN y los vectores virales es relativamente sencillo, porque solo tienen que sintetizar un nuevo fragmento de ADN (adenovirus), o ARN (Pfizer y Moderna) modificado según convenga y luego insertarlo en la nueva vacuna. </p>
<p>Además, será necesario realizar pruebas en animales y en humanos para demostrar que la nueva versión puede generar respuestas inmunes y que sigue siendo segura. </p>
<p>Otra alternativa más sofisticada sería desarrollar vacunas con una combinación de ARN de espícula que cubran las distinta secuencias que surjan y sean de interés por sus propiedades de escape inmunitario.</p>
<p><strong>¿Es posible generar vacunas de amplio espectro que cubran a todos los coronavirus?</strong></p>
<p>Los coronavirus han amenazado a la humanidad en los últimos 30 años de forma brutal. Recordemos a los primos hermanos de este SARS-CoV-2, SARS y MERS, que afortunadamente se quedaron en epidemias pero tuvieron letalidades muy superiores a la covid-19. </p>
<p>Las estudios de paleopatología y epidemiología apuntan a que la llamada gripe rusa de finales del siglo XIX <a href="https://theconversation.com/coronavirus-nuevas-amenazas-o-viejos-enemigos-148015">tal vez fue la primera pandemia de coronavirus de la historia</a>. </p>
<p>Hoy en día existe un gran consenso sobre que las amenazas de futuro ya no serán solo nuevas variantes y zoonosis del virus de la gripe sino que tendremos que pensar en nuevos coronavirus también.</p>
<p><strong>¿Podemos reducir el intervalo entre dosis o conseguir una vacuna de una sola dosis?</strong></p>
<p><a href="https://theconversation.com/es-buena-idea-administrar-una-sola-dosis-de-vacunas-frente-a-la-covid-19-155758">Este aspecto es importante</a>, pues sabemos que los anticuerpos que se generan contra el virus obligan a este a mutar para escapar de la presión del sistema inmunitario. Tras la primera dosis tenemos los anticuerpos de respuesta primaria, que son menos eficaces y menos abundantes que los que se generan tras la segunda dosis, los de la respuesta secundaria. </p>
<p>Cuanto mayor es la duración de la respuesta primaria (tiempo entre vacunaciones) más posibilidades tiene el virus de generar variantes de escape.</p>
<p>Por ello las vacunas con adenovirus se diseñaron para generar inmunidad primaria y secundaria con una sola dosis. Pero tenían un subgrupo en el que administraron dos dosis, y encontraron que tenían respuestas inmunitarias mucho mejores. Ello les llevó a consultar a los reguladores y acordaron que pasarían a una estrategia de dos dosis. </p>
<p>De hecho, la vacuna con vector adenoviral de Johnson & Johnson (Janssen) es de una sola dosis pero con menor eficacia global que las otras y está estudiando la incorporación de una segunda dosis.</p>
<p><strong>¿Podemos combinar vacunas diferentes?</strong></p>
<p>Tenemos que reducir la inmunogenicidad de las vacunas. Y en este sentido, la combinación de diferentes vacunas es otro enfoque posible que podría mejorar la flexibilidad y el rendimiento general de la vacuna. </p>
<p>El mayor problema al que se enfrenta la combinación es que han sido diseñadas y producidas por empresas diferentes y es a veces imposible aunar intereses y procedimientos para poder llevar a cabo ensayos. </p>
<p>En las formulaciones actuales, las 3 vacunas de adenovirus implican diferentes combinaciones de variantes de adenovirus: la vacuna Sputnik V usa Ad26 para la primera dosis y luego Ad5 para la segunda dosis. La vacuna AstraZeneca usa ChAdeno y luego de nuevo el mismo ChAdeno. La vacuna Johnson & Johnson usa Ad26 (luego usaría Ad26 en la versión de 2 dosis). </p>
<p>La mayor eficacia reportada para la vacuna rusa Sputnik V, que usa dos adenovirus humanos distintos, sugiere la posibilidad de que la inmunidad contra el vector comprometa la eficacia de una segunda dosis de adenovirus idéntico. Para superar cualquier problema relacionado con la inmunidad antivector, el uso de una vacuna de ARNm o de proteína para potenciar la primera dosis de los vectores de adenovirus de Johnson & Johnson o AstraZeneca podría ser más eficaz que administrar una segunda dosis del mismo adenovirus. </p>
<p>De hecho, en varios países, por los problemas tromboembólicos, se va a proceder de esta forma, una primera dosis de adenovirus y una segunda de ARNm, aún en ausencia de ensayos clínicos que lo avalen.</p>
<p><strong>En el caso de tener que reinmunizar cada año o con cierta frecuencia, ¿cómo responderán las personas ya vacunadas?</strong></p>
<p>Por un lado tenemos el problema ya tratado del vector: no podremos volver a usar el mismo para no perder eficacia. Pero hay otro problema no menos importante y más difícil de solucionar y es cuánto cambia la espícula del virus de una variante a otra. </p>
<p>La proteína tiene casi 1 300 aminoácidos, de los cuales solo uno o muy pocos varían de una variante a otra. Con las primeras inmunizaciones se generan anticuerpos contra la proteína completa. Si vacunamos con una proteína casi idéntica se reforzará la producción de los anticuerpos de memoria ya existentes y esto puede dificultar estadísticamente que los nuevos aminoácidos de las variantes sean inmunogénicos y por lo tanto no se logre generar una potente inmunidad contra las nuevas variantes. </p>
<p><strong>¿Es posible restringir el uso de vacunas menos efectivas a los jóvenes, más asintomáticos y con menor carga y más fáciles de neutralizar?</strong></p>
<p>No parece una idea descabellada, pues sufren con menos virulencia la enfermedad.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/398594/original/file-20210504-21-8oznbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/398594/original/file-20210504-21-8oznbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/398594/original/file-20210504-21-8oznbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/398594/original/file-20210504-21-8oznbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/398594/original/file-20210504-21-8oznbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/398594/original/file-20210504-21-8oznbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/398594/original/file-20210504-21-8oznbm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><span class="source">pixabay</span></span>
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<h2>El ejemplo del sarampión</h2>
<p>Por último, tenemos que educar a la población a que acepte ponerse la que se les haya asignado. Estamos viviendo un exceso de información en tiempo real, que en ciertas ocasiones puede ser mala información. </p>
<p>Me estoy refiriendo al caso de AstraZeneca, donde claramente los beneficios son superiores a los riesgos. Hay miedo y desconfianza en la población y este sentimiento lleva al rechazo de algunas vacunas, lo que no es bueno para el control de la enfermedad. </p>
<p>En el año 1963 se inició la vacunación contra el sarampión, posiblemente la enfermedad más contagiosa del mundo (R0≃15). Como el sarampión no tiene reservorios fuera de los humanos, una buena campaña global parecía hacer un objetivo factible su erradicación mundial. La campaña redujo la incidencia del sarampión pero no lo erradicó. </p>
<p>Desigualdades en su administración condujeron a que el sarampión se convirtiera de manera desproporcionada en una enfermedad de los niños negros e hispanos. </p>
<p>Este problema quedó resuelto, pero los movimiento antivacunas consiguieron que muchos bebés volvieran a no vacunarse y por ello se están observando rebrotes en Estados Unidos. </p>
<p>Esta historia de la vacuna contra el sarampión nos recuerda que tenemos la obligación de brindar acceso equitativo e información clara a todo el mundo. Que la duda y la desconfianza pueden socavar la eficacia de las vacunas seguras y eficaces y las valiosas iniciativas de salud pública. </p>
<p>La planificación para la implementación de la vacunación contra el SARS-CoV-2 requiere no solo elaborar detalles de distribución, prioridad y cadenas de frío, sino también estrategias para llegar a las personas que son desconfiadas, indecisas, dudosas o francamente opuestas.</p>
<hr>
<p><em><a href="https://inmunoensayos.blogs.upv.es/?p=936">Una versión</a> de este artículo fue publicada en el blog del autor.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/158114/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rafael Sirera Pérez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las vacunas de la covid-19 son mucho más efectivas de lo que podíamos imaginar hace un año. Sin embargo, todavía están rodeadas de incógnitas y retos que el tiempo despejará.Rafael Sirera Pérez, Catedrático de Biología Celular en el Departamento de Biotecnología. Investigo en Inmunología y Biología Molecular del Cáncer en la Unidad Mixta del Hospital General y el Centro Príncipe Felipe, Universitat Politècnica de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1598902021-04-29T13:44:30Z2021-04-29T13:44:30ZNo, los efectos secundarios de las vacunas no son una señal de que tu sistema inmunitario te protegerá mejor<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/397402/original/file-20210427-19-1qsz2em.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=808%2C214%2C6849%2C5077&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">No se puede medir la eficacia de la vacuna en el organismo basándose en lo que se puede detectar desde el exterior.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/photo/woman-proud-to-have-received-vaccine-royalty-free-image/1298099790">Luis Alvarez/DigitalVision via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>Si a alguien le duele la cabeza o se siente indispuesto después de recibir la vacuna COVID-19, es habitual oírle decir algo como “Oh, esto significa que mi sistema inmunitario está trabajando mucho”. Por otro lado, cuando las personas no notan nada, a veces les preocupa que la vacuna no esté haciendo su trabajo. Esta percepción no se ajusta a la realidad de cómo funcionan las vacunas.</p>
<p>¿Existe alguna relación entre <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/pdfs/321466-A_FS_What_Expect_COVID-19_Vax_Final_12.13.20.pdf">lo que se puede notar después de una vacuna</a> y lo que ocurre a nivel celular dentro del cuerpo? </p>
<p>Esta percepción no se ajusta a la realidad de cómo funcionan las vacunas. Es normal que cada persona tenga una respuesta inmunitaria más fuerte o más débil frente a una vacuna, pero los efectos secundarios posteriores a la vacunación no te dirán cuál es tu caso.</p>
<h2>¿Qué hace el cuerpo cuando se vacuna?</h2>
<p>El sistema inmunitario responde a las moléculas extrañas que componen cualquier vacuna mediante dos sistemas diferentes.</p>
<p>La respuesta inicial se debe a lo que se denomina <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK26846/">respuesta inmunitaria innata</a>. Este sistema se activa en cuanto tus células notan que has estado expuesto a cualquier material extraño, desde una astilla hasta un virus. Su objetivo es eliminar al invasor. Los glóbulos blancos llamados neutrófilos y macrófagos se desplazan hasta el intruso y trabajan para destruirlo.</p>
<p>Esta primera línea de defensa es relativamente breve, dura horas o días.</p>
<p>La segunda línea de defensa tarda días o semanas en ponerse en marcha. Se trata de <a href="https://doi.org/10.1111/j.1600-065X.2008.00731.x">la respuesta inmunitaria adaptativa</a> de larga duración. <a href="https://doi.org/10.1101/2021.03.03.21252872">Se basa en los linfocitos T y B del sistema inmunitario</a> que aprenden a reconocer a determinados invasores, como una proteína del coronavirus. Si el invasor se encuentra de nuevo, meses o incluso años después, son estas células inmunitarias las que reconocerán al antiguo enemigo y empezarán a generar los anticuerpos que lo eliminarán.</p>
<p>En el caso de las vacunas contra el SARS-CoV-2, se necesitan aproximadamente dos semanas para desarrollar la respuesta adaptativa que aporta una protección duradera contra el virus.</p>
<p><a href="https://doi.org/10.1016/j.anai.2020.01.025">Cuando te inyectas la vacuna</a>, lo que notas en el primer o segundo día es parte de la respuesta inmunitaria innata: la reacción inflamatoria de tu cuerpo, destinada a eliminar rápidamente las moléculas extrañas que han atravesado el perímetro de tu cuerpo.</p>
<p>Varía de una persona a otra, pero lo dramático de la respuesta inicial no tiene por qué estar relacionado con la respuesta a largo plazo. En el caso de las dos vacunas COVID-19 de ARNm como las de Pfizer o Moderna, <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/different-vaccines/Moderna.html">más del 90% de las personas inmunizadas</a> <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/different-vaccines/Pfizer-BioNTech.html">desarrollaron la respuesta inmunitaria adaptativa protectora</a>, mientras que menos del 50% <a href="http://dx.doi.org/10.15585/mmwr.mm7008e3">desarrollaron algún efecto secundario</a>, y la mayoría fueron leves.</p>
<p>Es posible que nunca sepas con qué intensidad se está preparando la respuesta inmunitaria adaptativa de tu cuerpo.</p>
<p>La conclusión es que no se puede medir la eficacia de la vacuna en el organismo basándose en lo que se puede detectar desde el exterior. Cada persona tiene una respuesta inmunitaria más o menos fuerte a una vacuna, pero los efectos secundarios posteriores a la vacunación no le indicarán cuál es su caso. Es la segunda respuesta inmunitaria adaptativa la que <a href="https://doi.org/10.1038/s41577-020-00479-7">ayuda a tu cuerpo a ganar inmunidad a la vacuna</a>, no la respuesta inflamatoria que desencadena esos primeros dolores y molestias.</p>
<h2>¿Qué son los efectos secundarios?</h2>
<p>Los efectos secundarios son respuestas normales a la inyección de una sustancia extraña. Incluyen cosas como fiebre, dolor muscular y molestias en el lugar de la inyección, y están mediados por la respuesta inmunitaria innata.</p>
<p>Los neutrófilos o macrófagos de tu cuerpo perciben las moléculas de la vacuna y producen citoquinas – señales moleculares que causan fiebre, escalofríos, fatiga y dolor muscular. Los médicos esperan que esta reacción de citoquinas se produzca cada vez que se inyecta una sustancia extraña en el cuerpo.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/395511/original/file-20210416-17-pbukly.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="man removes hat for temperature check at COVID-19 vaccination site" src="https://images.theconversation.com/files/395511/original/file-20210416-17-pbukly.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/395511/original/file-20210416-17-pbukly.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=501&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/395511/original/file-20210416-17-pbukly.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=501&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/395511/original/file-20210416-17-pbukly.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=501&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/395511/original/file-20210416-17-pbukly.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=630&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/395511/original/file-20210416-17-pbukly.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=630&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/395511/original/file-20210416-17-pbukly.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=630&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Muchas personas no experimentan ninguna reacción a la vacuna COVID-19.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/man-removes-his-hat-for-a-temperature-check-as-he-arrives-news-photo/1231819773">SOPA Images/LightRocket via Getty Images</a></span>
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<p>En estudios en los que ni los receptores ni los investigadores sabían qué individuos estaban recibiendo la vacuna de ARNm o un placebo, aproximadamente <a href="https://doi.org/10.1056/NEJMoa2034577">la mitad de las personas de entre 16 y 55 años que recibieron la vacuna contra el SARS-CoV-2</a> desarrollaron dolor de cabeza después de la segunda dosis. Esta reacción puede estar relacionada con la vacuna – pero una cuarta parte de las personas que sólo recibieron un placebo también desarrollaron dolor de cabeza. Así que, en el caso de síntomas muy comunes, puede ser bastante difícil atribuirlos a la vacuna con alguna certeza.</p>
<p>Los investigadores prevén algunos informes de efectos secundarios. <a href="https://www.pharmacytimes.com/view/adverse-event-not-the-same-as-side-effect">Los acontecimientos adversos</a>, por otra parte, son cosas que los médicos no esperan que ocurran como resultado de la vacuna. Incluirían el fallo de un órgano o daños graves en cualquier parte del cuerpo.</p>
<p>Los coágulos sanguíneos que llevaron a EEUU y la Unión Europea a <a href="https://theconversation.com/johnson-and-johnson-vaccine-suspension-a-doctor-explains-what-this-means-for-you-158923">suspender temporalmente la distribución de las vacunas de Johnson & Johnson</a> y <a href="https://theconversation.com/covid-vaccine-weekly-astrazeneca-is-safe-and-effective-but-facing-supply-issues-157468">AstraZeneca</a> son un evento muy raro, que aparentemente ocurre con una frecuencia de uno en un millón. </p>
<h2>¿Qué componente de la vacuna causa los efectos secundarios?</h2>
<p>El único “ingrediente activo” de las vacunas de <a href="https://doi.org/10.1056/NEJMoa2034577">Pfizer</a> y <a href="https://doi.org/10.1056/nejmoa2035389">Moderna</a> son <a href="https://theconversation.com/what-is-mrna-the-messenger-molecule-thats-been-in-every-living-cell-for-billions-of-years-is-the-key-ingredient-in-some-covid-19-vaccines-158511">las instrucciones de ARNm que indican a las células del receptor</a> que construyan una proteína viral. Pero las vacunas tienen otros componentes que ayudan a que el ARNm viaje dentro del cuerpo.</p>
<p>Para que el ARNm de la vacuna llegue a las células de la persona vacunada, donde puede hacer su trabajo, debe eludir las enzimas del cuerpo que lo destruirían de forma natural. Los investigadores protegieron el ARNm de la vacuna envolviéndolo en una burbuja de lípidos que le ayudan a evitar su destrucción. Otros ingredientes de las vacunas - como el polietilenglicol, que forma parte de esta envoltura lipídica - podrían provocar respuestas alérgicas.</p>
<h2>Si me siento mal después de la inyección, ¿significa eso que tengo una fuerte inmunidad?</h2>
<p>Los científicos no han identificado ninguna relación entre la reacción inflamatoria inicial y la respuesta a largo plazo que conduce a la protección. No hay pruebas científicas de que alguien con efectos secundarios más evidentes de la vacuna esté luego mejor protegido contra la COVID-19. Y no hay ninguna razón que indique que tener una respuesta innata exagerada haga que la respuesta adaptativa sea mejor.</p>
<p>Las dos <a href="https://doi.org/10.1056/NEJMoa2034577">vacunas de ARNm</a> <a href="https://doi.org/10.1056/NEJMoa2035389">autorizadas</a> proporcionaron inmunidad protectora a más del 90% de los receptores, pero menos del 50% informó de alguna reacción a la vacuna y muchos menos tuvieron reacciones graves.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://www.univision.com/noticias/salud/efectos-secundarios-vacunas-no-indican-si-tu-sistema-inmunitario-te-protegera-mejor">Univision</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/159890/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Robert Finberg ha recibido fondos de Pfizer para estudiar la vacuna COVID-19. Es miembro de la junta de asesores sobre la vacunación en el Estado de Massachusetts.
</span></em></p>Cada persona tiene una respuesta inmunitaria más o menos fuerte a una vacuna, pero los efectos secundarios posteriores a la vacunación no le indicarán cuál es su caso.Robert Finberg, Professor of Medicine, UMass Chan Medical SchoolLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1593512021-04-25T18:41:03Z2021-04-25T18:41:03Z¿Deberían vacunarse con Astrazeneca los pacientes con riesgo de trombosis?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/396759/original/file-20210423-17-rq6t0b.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C7940%2C4987&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/hand-blue-medical-gloves-holding-glass-1899465937">Shutterstock / Lubo Ivanko</a></span></figcaption></figure><p>La oclusión vascular, fenómeno conocido como trombosis, es un hecho clínico frecuente a lo largo de la vida. En la Unión Europea aparecen unos <a href="https://www.ahajournals.org/doi/pdf/10.1161/circresaha.115.306841">cien mil casos aproximadamente</a> cada mes.</p>
<p>Desde hace tiempo es conocido que hay <a href="https://europepmc.org/article/pmc/pmc4624298">numerosos factores</a> que predisponen a la aparición de trombosis en territorios venosos. Por ejemplo, la terapia hormonal sustitutiva en mujeres posmenopáusicas o tratadas de cáncer de mama y la toma de anticonceptivos orales (píldora anticonceptiva) en mujeres jóvenes. También influye la inmovilización, las intervenciones quirúrgicas y determinadas enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso. </p>
<p>Asimismo, hay ciertas <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20128794/">situaciones familiares</a>, conocidas como trombofilias hereditarias, que podrían facilitar la aparición de trombosis en determinadas circunstancias. </p>
<p>Por último, se tienen también en cuenta los antecedentes de trombosis previas. Estas personas tienen una mayor predisposición a nuevos episodios trombóticos.</p>
<h2>Ahora también AstraZeneca</h2>
<p>Como vemos, hay un amplio número de circunstancias favorecedoras de trombosis. Además, en las últimas semanas hemos conocido que la administración de la vacuna de <a href="https://www.aemps.gob.es/informa/notasinformativas/medicamentosusohumano-3/seguridad-1/2021-seguridad-1/vaxzevria-vacuna-frente-a-la-covid-19-de-astrazeneca-actualizacion-sobre-el-riesgo-de-trombosis/">AstraZeneca conlleva un riesgo</a>, aunque muy bajo, de aparición de un fenómeno oclusivo vascular. Se estima un caso por cada cien mil personas que han recibido la primera dosis. </p>
<p>Por eso, últimamente es común atender a preguntas relacionadas con el riesgo de ponerse la vacuna de AstraZeneca. ¿Debemos preocuparnos si vamos a vacunarnos y tenemos una predisposición o antecedentes de trombosis?</p>
<p>Esta es una cuestión importante que necesita ser explicada, aunque seamos reiterativos, porque los factores responsables de la generación de un trombo son muy diversos y complicados. No se pueden simplificar ni mezclar situaciones diferentes.</p>
<p>En la gran mayoría de los casos observados, la <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMe2106315">trombosis va precedida de una reducción de las plaquetas circulantes</a> (trombocitopenia). Las plaquetas son elementos muy importantes para mantener el equilibrio hemostático. Si se da un descenso relevante, aumenta el riesgo de hemorragia y su activación puede desencadenar y acelerar la coagulación sanguínea y, por tanto, la formación del trombo.</p>
<h2>¿Cuál es el mecanismo que hay detrás de los trombos?</h2>
<p>¿Cómo se puede explicar el mecanismo que justifique los raros casos donde se han visto los fenómenos de trombocitopenia y trombosis tras la vacunación de AstraZeneca?</p>
<p>La observación clínica de esos pacientes mostró una similitud con un fenómeno también extraño que se da en el aproximadamente 0,1 % de pacientes que reciben heparina. En ellos, a partir de la primera semana de su administración, aparece una reducción variable de plaquetas y, ocasionalmente, se ve acompañada de trombosis graves. El cuadro fue denominado como trombocitopenia inducida por heparina (HIT en sus siglas en inglés). </p>
<p>En un <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2104840">estudio dirigido por el doctor Andreas Greinacher</a>, investigador de la Universidad de Greifswald (Alemania), se produjo un interesante hallazgo al respecto. En los pacientes que sufrieron la complicación, detectaron un anticuerpo contra una proteína plaquetaria conocida como factor 4 plaquetario. </p>
<p>Ese anticuerpo se generaba tras la administración de heparina, que era capaz de desencadenar su aparición por un mecanismo de autoinmunidad. Dicho cuadro se podía diagnosticar con la detección circulante de anticuerpos contra el factor 4 plaquetario. </p>
<p>También se puso de manifiesto que la interacción del anticuerpo, además de reducir el número de plaquetas circulantes al aumentar su destrucción, era capaz de activarlas. Esto justificaba la aparición de trombosis tanto en territorio arterial como venoso.</p>
<h2>Similitudes con el comportamiento de la heparina</h2>
<p>Hasta hace unos días, cerca de 300 pacientes –de los 34 millones que habían recibido la vacuna de AstraZeneca– presentaron un cuadro con ciertas <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2105385">similitudes a los pacientes con HIT</a>. Es decir, trombopenia y trombosis, pero sin haber sido tratados previamente con heparina. </p>
<p>En estos casos, la trombosis se localizaba mayoritariamente en vasos cerebrales y abdominales. A ese nuevo cuadro se le denominó trombocitopenia trombótica inducida por la vacuna (VITT en sus siglas en inglés). </p>
<p>La similitud clínica hizo que el propio doctor Greinacher y otros grupos estudiaran e identificaran anticuerpos circulantes contra el factor 4 plaquetario, así como activación plaquetaria. </p>
<p>Esa sospecha ha sido apuntalada con datos biofísicos conseguidos por <a href="https://www.researchsquare.com/article/rs-440461/v1">otro estudio</a> (que todavía no está revisado por pares) de diferentes universidades alemanas. Estos han demostrado que determinados componentes de la vacuna forman complejo con el factor 4 plaquetario. </p>
<p>Así, inducen la aparición de autoanticuerpos, mientras que otros componentes de la propia vacuna propician una reacción inflamatoria, favoreciendo la aparición de esos efectos adversos. </p>
<p>Recientemente, la vacuna comercializada por Janssen también se ha <a href="https://www.ema.europa.eu/en/news/covid-19-vaccine-janssen-ema-finds-possible-link-very-rare-cases-unusual-blood-clots-low-blood">relacionado con algunos casos con VITT</a>. Ambas vacunas se han obtenido por un procedimiento recombinante del vector de adenovirus que codifica la proteína espícula del coronavirus. </p>
<p>Las vacunas de Moderna y Pfizer siguen un procedimiento distinto. La administración es de RNA mensajero (mRNA) y, aunque no se han relacionado con trombosis, sí se han descrito algunos casos de disminución del recuento plaquetario en algunas personas vacunadas. </p>
<h2>Combinar vacuna y medicamentos, ¿es posible?</h2>
<p>Llegados a este punto, podemos retomar la cuestión planteada por muchos enfermos: si tengo riesgo trombótico o de sufrir un cuadro de trombocitopenia, ¿puedo vacunarme con Astrazeneca? Diferentes organismos internacionales como la OMS y las sociedades científicas de hemostasia y trombosis <a href="https://www.sehh.es/covid-19/recomendaciones-covid-19/vacunacion">no establecen contraindicación</a>. </p>
<p>Esta decisión se basa en que la posible reacción adversa de VITT está relacionada con una especial y muy rara “hipersensibilidad” para generar autoanticuerpos al factor 4 plaquetario. Los antecedentes clínicos no parecen guardar relación alguna con la aparición del fenómeno de autoinmunidad descrito.</p>
<p>Se están consiguiendo numerosos logros en un muy limitado espacio de tiempo pero todavía quedan por esclarecer importantes cuestiones. Por ejemplo, ¿por qué aparece el fenómeno VITT en algunas personas y no de forma más generalizada? ¿tendremos una prueba que ayude a identificar el riesgo individual? ¿hay factores predisponentes individuales? ¿por qué los trombos tienen una localización poco frecuente en pacientes con VITT?</p>
<p>La contribución de las vacunas es, sin duda, el elemento fundamental para vencer una pandemia sin precedentes. Ya son más de 400 millones de personas en el mundo que han recibido diferentes vacunas. Pese a los raros efectos adversos observados y a su impacto negativo en algunos sectores sociales, esperemos que no se limite el objetivo principal: conseguir inmunizarnos contra el Sars-CoV-2 para recuperar la salud pública global.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/159351/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Vicente Vicente García no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Si está tomando medicamentos que predisponen a la aparición de trombos y va a vacunarse con AstraZeneca o Janssen, ¿debe preocuparse? Organismos internacionales y sociedades científicas dicen que no.Vicente Vicente García, Catedrático de Hematología. Jefe de Servicio de Hematología del Hospital Universitario Morales Meseguer de Murcia, Universidad de MurciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1595672021-04-22T17:49:54Z2021-04-22T17:49:54ZLo que sabemos y lo que no de la vacuna de Janssen<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/396607/original/file-20210422-19-zvtbsr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C27%2C3654%2C2160&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/kharkivukraine-24-2020-covid19-vaccine-janssen-1929019361">Shutterstock / StanislavSukhin</a></span></figcaption></figure><p><em>El camino para conseguir la inmunidad de grupo frente a la COVID-19 no para de encontrarse piedras que esquivar. Tras la suspensión de la vacuna de AstraZeneca, nuestras esperanzas estaban puestas en la llegada, prevista para el 14 de abril en nuestro país, de la vacuna de Janssen (filial de Johnson & Johnson), que tan solo precisa de una dosis. Sin embargo, el día 13, la farmacéutica anunció retrasos en la llegada a Europa de su fórmula tras advertir <a href="https://theconversation.com/por-que-no-tiene-sentido-paralizar-la-vacunacion-de-janssen-y-astrazeneca-158941">seis casos de trombosis </a>en los siete millones de vacunados en EE.UU.</em> </p>
<p><em>Una semana después, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha dado luz verde a la vacuna, aunque reconoce el posible vínculo de casos “muy raros” de trombos. Salvador Iborra, inmunólogo de la Universidad Complutense de Madrid, analiza qué tiene de peculiar esta cuarta vacuna.</em></p>
<hr>
<p><strong>¿Cómo funciona la vacuna de Janssen?</strong></p>
<p>Las cuatro vacunas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) persiguen el mismo objetivo: que nuestro sistema inmunitario fabrique anticuerpos que reconozcan a la proteína S (spike) del SARS-CoV-2, al mismo tiempo que entrenan a linfocitos T para reconocer células infectadas. La diferencia está en cómo logra cada vacuna dicho objetivo.</p>
<p>La <a href="https://www.janssen.com/es/tecnologias-patentadas-para-avanzar-en-la-investigacion-de-enfermedades">vacuna de Johnson & Johnson (Ad26.COV2.S.)</a> se basa en un adenovirus humano, un virus inofensivo que se utiliza como vehículo y que porta la información genética de la proteína S del coronavirus en forma de ADN, y que es incapaz de replicarse. Aunque el adenovirus infecta nuestras células sin replicarse, la información que porta se traduce a un ARN mensajero similar al que portan las vacunas de Moderna o Pfizer. </p>
<p>La mayor estabilidad del ADN permite que esta vacuna pueda ser almacenada en una nevera (hasta 3 meses), mientras que las anteriores requieren un sistema de ultracongelación más costoso y no siempre disponible.</p>
<p><strong>¿Por qué solo consta de una dosis?</strong></p>
<p>Normalmente, son necesarias dos dosis de vacuna para obtener una respuesta inmunitaria óptima y una eficacia máxima. La segunda dosis suele disparar la respuesta algo más débil inducida por la primera dosis. Sin embargo, todo depende de la información derivada de los ensayos clínicos. </p>
<p>En el caso de la vacuna de Johnson & Johnson se ha probado con una sola dosis, en que se incluyeron 44,325 voluntarios (<a href="https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04505722">ENSEMBLE</a>), y se está probando en otro con dos dosis (ENSEMBLE2). La inmunogenicidad en ambos casos ha sido muy buena, lo que permitiría predecir que la eficacia no va a variar en exceso tras una segunda dosis. Esto supone una gran ventaja, dados los problemas logísticos y de producción que a veces dificultan dar la segunda dosis.</p>
<p><strong>¿Qué eficacia sabemos que tiene?</strong></p>
<p>Si tenemos en consideración los casos de infección leves y moderados, la vacuna de Johnson & Johnson, al igual que la de AstraZeneca, parece tener una menor eficacia que las que están basadas en ARN. Además, varía dependiendo de la población vacunada (52% en Sudáfrica; 67% en la <a href="https://www.ema.europa.eu/en/news/ema-recommends-covid-19-vaccine-janssen-authorisation-eu">población europea</a>).</p>
<p>Aunque probablemente se necesite más tiempo para tener datos sólidos al respecto, las cuatro vacunas parecen ser muy eficaces a la hora de prevenir casos graves. Incluso frente a las <a href="https://www.bbc.com/news/health-55659820">nuevas variantes</a> británica, sudafricana o brasileña. </p>
<p>Pese a sus limitaciones, es muchísimo mejor recibir cualquiera de las cuatro vacunas aprobadas por la EMA que exponernos a una infección con el virus, ya que todas reducen de manera muy similar los riesgos de hospitalización o de que la enfermedad nos cause la muerte. </p>
<p>Por lo tanto, teniendo en cuenta los problemas logísticos asociados a las diferentes vacunas, deberíamos seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias, y no postergar la vacunación pensando que es mejor esperar para poder recibir las vacunas “más eficaces”, o con menos efectos adversos, sobre todo si existe un alto riesgo de contagio.</p>
<p><strong>¿Por qué ha sido destinada la primera tanda que llega a España al grupo entre 70 y 79?</strong></p>
<p>Los <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2034201?query=featured_home">ensayos clínicos de la vacuna de Johnson & Johnson</a> incluyen participantes sanos mayores de 18 años, y un grupo (cohorte) de mayores de 65. Los resultados preliminares sobre su inmunogenicidad hacen suponer que la vacuna es igualmente eficaz en los diferentes grupos de edad. Por otro lado, las secuelas graves de la Covid-19 aumentan con la edad del enfermo.</p>
<p>En España, los mayores de 80 han sido el grupo prioritario con las dosis de Pfizer y Moderna (un 91,4% ha recibido al menos una dosis) y los menores de 65 eran el grupo diana con la vacuna de AstraZeneca. Por este motivo, se ha vacunado a un 22,3% de las personas de 60 a 69 años, mientras que sólo un 13,3% de la población de entre 70 y 79 años ha recibido al menos una dosis de alguna de las vacunas. Por ello se ha elegido este grupo de edad para la nueva vacuna.</p>
<p><strong>¿Qué riesgos o efectos secundarios se han informado en sus ensayos clínicos?</strong></p>
<p>La vacuna de Johnson & Johnson podría causar efectos secundarios un poco más molestos (fatiga, fiebre, dolor de cabeza, malestar, etc…) que sus competidoras, sobre todo en personas jóvenes con un sistema inmunitario más “robusto”.</p>
<p>Hay otro importante efecto adverso muy poco frecuente, y que ya nos resultará familiar, por haber sido también identificado en la vacunación con AstraZeneca. El 13 de abril, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) <a href="https://twitter.com/US_FDA/status/1381925612743499778">anunciaron en Twitter </a>que se iba a realizar “una pausa en el uso” de la vacuna de Johnson & Johnson, “como medida de extrema precaución”. Se habían detectado “6 casos de un tipo raro y severo de coágulo sanguíneo en EE.UU.” en los 6,8 millones de personas que han recibido la vacuna. </p>
<p>Esto significa que la incidencia de estos trastornos es tremendamente reducida, muchísimo más baja que la probabilidad de tener problemas de coagulación por la infección. Sin embargo, el fabricante decidió <a href="https://www.jnj.com/johnson-johnson-statement-on-covid-19-vaccine">retrasar la vacunación en la UE</a> de manera cautelar.</p>
<p>Se piensa que la menor eficacia y los efectos secundarios de la vacuna de Johnson & Johnson con respecto a las basadas en ARN mensajero (Pfizer y Moderna) pueden estar relacionados con haber sido o no infectados con un adenovirus antes de vacunarnos, lo que puede depender de nuestra edad. </p>
<p>Nuestro sistema inmunitario podría reconocer al adenovirus de la vacuna, reduciendo su inmunogenicidad y su eficacia, siendo esta su principal desventaja.</p>
<p>No obstante, no suele ser habitual que sepamos si hemos sufrido o no una infección previa con un adenovirus. Por lo que, por el momento, carecemos de un criterio objetivo para rechazar esta vacuna. Habrá que esperar a que se obtenga más información con respecto a los muy poco frecuentes casos adversos de coagulación, y se retome la vacunación, como ya ocurrió la primera vez que se paralizó la vacuna de AstraZeneca en nuestro país.</p>
<hr>
<p><em>Una versión de <a href="https://www.ucm.es/otri/noticias-vacuna-de-janssen-autorizada">entrevista</a> realizada por la investigadora María Milán ha sido publicada originalmente por la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-complutense-de-madrid-2383">Universidad Complutense de Madrid (UCM)</a>.</em> </p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/159567/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Milán García no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La Agencia Europea del Medicamento (EMA) acaba de dar luz verde a la vacuna e Jansenn (la única de una sola dosis), aunque reconoce el posible vínculo de casos “muy raros ” de trombos.María Milán García, Investigadora del proyecto "Comunicación Científica y Divulgación en la Transferencia del Conocimiento en la Universidad", Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1589712021-04-15T18:36:04Z2021-04-15T18:36:04Z¿Se vacunaría con Janssen o AstraZeneca? Ocho expertos tienen clara la respuesta<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/395308/original/file-20210415-15-h69xuo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C6000%2C3871&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/coronavirus-vaccine-glass-vials-syringes-covid19-1694966461">Shutterstock / r Jastki</a></span></figcaption></figure><p><em>La aparición de raros cuadros de trombos con plaquetas bajas en personas vacunadas contra la covid-19 con las soluciones de Janssen y AstraZeneca ha provocado que varios gobiernos hayan pausado las campañas o restringido los rangos de edad, lo que ha creado desconcierto y temor entre la población. Muchas personas ya han recibido la primera dosis y no saben cuándo van a recibir la segunda. Otras rechazan ponerse alguna de estas vacunas.</em></p>
<p><em>Hemos sondeado a varios de los principales especialistas en epidemiología, inmunología, vacunología, virología y salud pública para preguntarles directamente qué harían ellos: ¿se vacunarían con las de Janssen y AstraZeneca?</em></p>
<hr>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/395325/original/file-20210415-19-1tuc65r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/395325/original/file-20210415-19-1tuc65r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/395325/original/file-20210415-19-1tuc65r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/395325/original/file-20210415-19-1tuc65r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/395325/original/file-20210415-19-1tuc65r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/395325/original/file-20210415-19-1tuc65r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/395325/original/file-20210415-19-1tuc65r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/395325/original/file-20210415-19-1tuc65r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Margarita del Val.</span>
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<h2>“El beneficio neto de vacunarse es altísimo”</h2>
<p><strong><a href="https://theconversation.com/profiles/margarita-del-val-latorre-1169616/articles">Margarita del Val</a></strong> </p>
<p><strong>Viróloga e inmunóloga del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM)</strong></p>
<hr>
<p>Yo no solo me vacunaría, sino que me acabo de vacunar con la Vacuna de AstraZeneca el día 13 de abril y estoy encantada. Es una vacuna muy eficaz, y es la recomendada para mi edad, porque se reservan las vacunas más potentes para la generación de mis padres, cuyo riesgo si se infectan es unas 10 veces mayor que el mío. Es una vacuna muy segura, porque el riesgo de trombos graves es mínimo, menos de 1 entre 100.000 vacunados. Se saben los síntomas que los pueden anticipar, que están incluidos en <a href="https://cima.aemps.es/cima/dochtml/p/1211529001/P_1211529001.html">su prospecto</a>, y basta con estar atentos a ellos en las primeras 2 semanas (recomiendan en los días 4 a 12 tras vacunarse) y acudir al médico inmediatamente. </p>
<p>Para comparar, el riesgo de morir si me infecto es alrededor de 1 entre 100 para mi edad, y también tengo un cierto riesgo de problemas de coagulación si me infecto. El beneficio neto es altísimo, si comparamos los números, por lo que no he dudado en ningún momento en recibir la vacuna de AstraZeneca; al contrario, me siento muy afortunada, sobre todo ahora que sabemos que todos nos infectaremos, antes o después, porque este virus no nos lo quitamos ya de encima, y que no solo depende de nosotros protegernos, sino de todos los que nos rodean.</p>
<hr>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/395245/original/file-20210415-23-1vsw8gp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/395245/original/file-20210415-23-1vsw8gp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/395245/original/file-20210415-23-1vsw8gp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/395245/original/file-20210415-23-1vsw8gp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/395245/original/file-20210415-23-1vsw8gp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/395245/original/file-20210415-23-1vsw8gp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/395245/original/file-20210415-23-1vsw8gp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/395245/original/file-20210415-23-1vsw8gp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Salvador Peiró.</span>
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<h2>“Me he vacunado con AstraZeneca y no tuve ninguna duda”</h2>
<p><strong><a href="https://theconversation.com/profiles/salvador-peiro-1132561/articles">Salvador Peiró</a></strong></p>
<p><strong>Investigador sobre Salud Pública y Farmacoepidemiología de FISABIO</strong></p>
<hr>
<p>No me vacunaría: me he vacunado. Me llamaron (por grupo de edad) para vacunarme con AstraZeneca la semana pasada, en pleno bullicio en los medios de comunicación sobre sus potenciales riesgos. Y no tuve ninguna duda en que la mejor opción (para mí, para mis familiares, compañeros y amigos, y para todos) era vacunarse. Considerando lo que conocemos hasta ahora sobre (todos) los efectos adversos de las vacunas de AstraZeneca y Janssen (y conocemos bastante porque se han administrado a muchos millones de personas), la relación entre riesgos y beneficios es extraordinariamente favorable a la vacunación. Mucho más favorable de la que solemos tener con la mayoría de medicamentos. </p>
<hr>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/395251/original/file-20210415-14-1gqtxfi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/395251/original/file-20210415-14-1gqtxfi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/395251/original/file-20210415-14-1gqtxfi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/395251/original/file-20210415-14-1gqtxfi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/395251/original/file-20210415-14-1gqtxfi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/395251/original/file-20210415-14-1gqtxfi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/395251/original/file-20210415-14-1gqtxfi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/395251/original/file-20210415-14-1gqtxfi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Carmen Álvarez Domínguez.</span>
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<h2>“Me vacunaría sin dudarlo”</h2>
<p><strong><a href="https://theconversation.com/profiles/carmen-alvarez-dominguez-1151987/articles">Carmen Álvarez Domínguez</a></strong> </p>
<p><strong>Bioquímica y bióloga molecular, inmunóloga, experta en vacunas de la UNIR</strong></p>
<hr>
<p>Tengo 56 años y no estoy en ningún grupo de riesgo, no soy ni joven, ni aún del grupo de mayores, pero si hoy me ofrecieran cualquiera de las vacunas de Janssen o AstraZeneca, me vacunaría sin dudarlo por las cuatro siguientes razones: </p>
<ul>
<li><p>Ambas se basan en la plataforma de adenovirus que, aunque en humanos solo se ha utilizado para el virus de ébola, en animales se emplea con éxito en perros, como la vacuna de la rabia, por lo que hay muchas evidencias científicas de su buena capacidad inmunogénica y de protección. </p></li>
<li><p>La posibilidad de desarrollar trombos debido a estas vacunas, en caso de encontrarse una asociación directa o indirecta, no sería actualmente mayor del 0,0004 %, por lo que la probabilidad es muy muy baja. </p></li>
<li><p>Sin embargo, la posibilidad de desarrollar covid-19 grave o letal en mi grupo de edad, al menos el más cercano de 60 años, es del 9,5 % por lo que la balanza riesgo-beneficio está claramente en el lado de beneficio. </p></li>
<li><p>Estas vacunas como medicamentos tienen un alto control regulador, son seguras, y sus efectos adversos, incluidos los trombos, son de al menos 100 veces inferiores a los que inducen otros medicamentos, como antipsicóticos, corticoides o anticonceptivos. </p></li>
</ul>
<hr>
<figure class="align-left zoomable">
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<span class="caption">Ignacio Rosell.</span>
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<h2>“Los beneficios superan ampliamente los potenciales riesgos”</h2>
<p><strong><a href="https://theconversation.com/profiles/ignacio-rosell-aguilar-1208048/articles">Ignacio Rosell</a></strong> </p>
<p><strong>Profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Valladolid</strong></p>
<hr>
<p>Claro que me vacunaría con Janssen o AstraZeneca, aunque siempre desde un absoluto respeto a las decisiones de los organismos competentes y a los acuerdos de los gobiernos. Con la información actualmente disponible los beneficios superan ampliamente los potenciales riesgos, y más en un escenario de incidencia que en este momento se sitúa alrededor de 200 casos por 100 000 habitantes. </p>
<p>En ese marco epidemiológico, las posibilidades de acabar en una UCI o sufrir un trombo severo por covid-19 multiplican ampliamente a las que pudieran ser atribuibles a las vacunas, especialmente en población de más de 40 años de edad. Y además de la valoración individual, no conviene olvidar la contribución que hace cada persona vacunada a reducir el riesgo de todos.</p>
<hr>
<figure class="align-right zoomable">
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<span class="caption">Patricia López Suárez.</span>
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<h2>“Se han magnificado algunos efectos adversos generando miedo y desconfianza”</h2>
<p><strong>Patricia López Suárez</strong> </p>
<p><strong>Inmunóloga, Universidad de Oviedo.</strong></p>
<hr>
<p>Después de más de un año de pandemia, la puesta en marcha del plan de vacunación contra la covid-19 parece mostrar “la luz al final del túnel”. Un túnel que nos lleva hacia la ansiada “nueva normalidad”. </p>
<p>En este tiempo, los medios de comunicación nos han contado, como nunca antes, todos los pormenores de los estudios científicos relacionados y el progreso de las anheladas vacunas no iba a ser menos. Sin embargo, se han magnificado algunos de sus efectos adversos generando miedo y desconfianza en nuestra sociedad. Así sucede con los casos de coagulación sanguínea tras recibir las vacunas de AstraZeneca y Janssen, que son noticia un día tras otro. </p>
<p>En este escenario, ¿deberíamos dejar de aplicarnos estas vacunas? Realmente, no. La vacunación es segura, como ya ha indicado la Agencia Europea del Medicamento, y los efectos adversos descritos suponen un riesgo mucho menor que el derivado de sufrir la propia covid-19. La aparición de estos trombos es muy poco frecuente (1 caso cada 175 000 inmunizados). De hecho, habitualmente consumimos medicamentos que sabemos que son seguros y que presentan un riesgo mayor de provocar trombos, como es el caso de los corticoides o los anticonceptivos orales (50-120 casos cada 100 000 mujeres al año, dependiendo de su composición), entre otros. </p>
<p>Parece indiscutible que la probabilidad de contraer la covid-19 en un futuro cercano y presentar complicaciones que requieran ingreso hospitalario o un desenlace fatal es mayor que la de presentar trombos tras la vacunación. Por tanto, vacunarse es nuestra mejor opción en este momento, y nuestra única arma para frenar la evolución de la pandemia dado que reduce la probabilidad de contagio.</p>
<hr>
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<span class="caption">Ester Lázaro.</span>
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</figure>
<h2>“A diario corremos riesgos bastante más altos que el de las vacunas”</h2>
<p><strong><a href="https://theconversation.com/profiles/ester-lazaro-lazaro-983341/articles">Ester Lázaro</a></strong> </p>
<p><strong>Investigadora Científica especializada en evolución de virus, Centro de Astrobiología (INTA-CSIC)</strong></p>
<hr>
<p>A mis 57 años, lo tengo claro: me vacunaré lo antes que pueda, lo que significa que aceptaré la vacuna que me ofrezcan. A pesar de la mala prensa que están adquiriendo estas vacunas debido a su posible relación con algunos casos graves de trombos, creo que no dudaría ni un momento en hacer uso de ellas, ya que la probabilidad de que surja esta complicación es extremadamente baja. En el caso de la vacuna de Janssen, con los datos que existen hasta ahora, no llega ni a un caso por millón de vacunados, mientras que en la de AstraZeneca el valor aumenta a unos cinco casos por millón. </p>
<p>En nuestra vida continuamente realizamos actividades que conllevan riesgos bastante más altos que esos. Pero no los percibimos como tales porque son acciones cotidianas, y hacer un balance del riesgo/beneficio de cada una de ellas simplemente nos impediría vivir. No cogeríamos el coche, apenas saldríamos de casa y muchos medicamentos tendrían que ser retirados del mercado.</p>
<p>Un argumento para no utilizar estas vacunas es que, si tenemos otras opciones con menos efectos adversos (las vacunas basadas en ARN), ¿por qué no usar solo esas? La respuesta es fácil: porque no disponemos de suficientes dosis para inmunizar a la población con la rapidez necesaria para parar la pandemia. Además, el menor precio y la facilidad para su conservación hacen que las vacunas de AstraZeneca y Janssen sean un recurso muy valioso para inmunizar en los países más pobres. </p>
<p>Y si las rechazamos en los países ricos, ¿qué argumentos vamos a emplear para que las utilicen en otros más desfavorecidos? Además de la cuestión ética que esto plantea, también hay que considerar que si permitimos que el virus siga circulando en otros países, le estaremos dando oportunidades para mutar y generar variantes que puedan disminuir la eficacia de las vacunas o causar más daño. </p>
<p>En mi opinión, la solución pasa por identificar cuáles son los grupos con más riesgo de sufrir un episodio de trombos para no utilizar estas vacunas en ellos. También será muy útil establecer un protocolo claro de actuación en el caso de que esas complicaciones llegaran a producirse. En ese sentido, la similitud entre algunos casos de trombos inducidos por heparina y los aparentemente causados por estas vacunas puede ser de gran ayuda.</p>
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<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/395267/original/file-20210415-17-v0prga.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/395267/original/file-20210415-17-v0prga.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/395267/original/file-20210415-17-v0prga.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/395267/original/file-20210415-17-v0prga.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/395267/original/file-20210415-17-v0prga.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/395267/original/file-20210415-17-v0prga.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/395267/original/file-20210415-17-v0prga.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/395267/original/file-20210415-17-v0prga.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">José Gómez Rial.</span>
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</figure>
<h2>“Me guío por los organismos científicos”</h2>
<p><strong><a href="https://theconversation.com/profiles/jose-gomez-rial-1224863/articles">José Gómez Rial</a></strong></p>
<p><strong>Facultativo especialista de Inmunología en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela</strong></p>
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<p>Por supuesto que me vacunaría con la vacuna de Janssen y AstraZeneca. Me vacunaría con la primera vacuna que las agencias reguladoras europeas hayan aprobado su seguridad y eficacia y me encuentre en el grupo indicado de población. Yo como científico me guío por los organismos científicos, no me guío por el ruido mediático que va y viene con cada vacuna en un momento de infoxicación continua que estamos viviendo. Ambas vacunas han demostrado un porcentaje de seguridad y efectividad más que suficiente como para que confíe plenamente en ellas.</p>
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<figure class="align-left zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/395344/original/file-20210415-13-1gwzvuk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/395344/original/file-20210415-13-1gwzvuk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/395344/original/file-20210415-13-1gwzvuk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/395344/original/file-20210415-13-1gwzvuk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/395344/original/file-20210415-13-1gwzvuk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/395344/original/file-20210415-13-1gwzvuk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/395344/original/file-20210415-13-1gwzvuk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/395344/original/file-20210415-13-1gwzvuk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Albert Bosch.</span>
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</figure>
<h2>“El riesgo es ínfimo”</h2>
<p><strong><a href="https://theconversation.com/profiles/albert-bosch-1044110/articles">Albert Bosch</a></strong></p>
<p><strong>Presidente de la Sociedad Española de Virología y catedrático de Microbiología de la Universitat de Barcelona</strong></p>
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<p>Como no puede ser de otra manera, estoy esperando recibir la vacuna que sea, la que me corresponda. Esto incluye naturalmente las vacunas de Janssen y AstraZeneca. Como se ha repetido hasta la saciedad, el riesgo de trombosis es ínfimo comparado con los riesgos asociados a la propia covid-19.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/158971/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Salvador Peiró ha recibido financiación de ayudas competitivas del Plan Nacional de I+D+i) y de acuerdos institucionales con firmas farmacéuticas y tecnológicas. Es patrono de la Fundación Instituto de Investigación en Servicios de Salud y miembro de la Asociación de Economía de la Salud (AES), de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) y de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Albert Bosch, Carmen Álvarez Domínguez, Ester Lázaro Lázaro, Ignacio Rosell Aguilar, José Gómez Rial, Margarita del Val Latorre y Patricia López Suarez no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>¿Se dejaría inmunizar con las vacunas de Janssen y AstraZeneca? Varios de los principales especialistas en epidemiología, inmunología, vacunología, virología y salud pública responden.Margarita del Val Latorre, Viróloga e inmunóloga del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM), Centro de Biología Molecular (CBM-CSIC)Albert Bosch, Catedrático de Microbiología. Dept. Genética, Microbiología y Estadística, Facultad de Biología, Universitat de BarcelonaCarmen Álvarez Domínguez, Bioquímica y bióloga molecular, inmunológa, experta en vacunas y profesora de investigación en Procesos Sanitarios en la Facultad de Educación, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Ester Lázaro Lázaro, Investigadora Científica de los Organismos Públicos de Investigación. Especializada en evolución de virus, Centro de Astrobiología (INTA-CSIC)Ignacio Rosell Aguilar, Profesor asociado de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad de ValladolidJosé Gómez Rial, Facultativo Especialista de Inmunología. Servicio Gallego de Salud (SERGAS). Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), SERGAS Servizo Galego de SaúdePatricia López Suarez, Profesor Titular. Área de inmunología, Universidad de OviedoSalvador Peiró, Investigador, Área de Investigación en Servicios de Salud, FISABIO SALUD PÚBLICA, FisabioLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1586582021-04-14T17:51:28Z2021-04-14T17:51:28Z¿Se debe hablar de los efectos secundarios de las vacunas?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/395064/original/file-20210414-13-1ammkhw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C638%2C5751%2C3190&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/group-people-figurine-standing-on-coronavirus-1898490742">Shutterstock / CHOKCHAI POOMICHAIYA</a></span></figcaption></figure><p>La vacuna contra COVID-19 producida por la multinacional anglosueca AstraZeneca es una de las que tienen más peso en el plan de vacunación europeo. Sin embargo, se ha visto rodeada de polémica ya desde que se encontraba en ensayos clínicos. El último episodio de esta “saga” es la aparición de raros casos de trombosis atípicas en personas que han recibido la vacuna. </p>
<p>El mismo fenómeno parece afectar también a la vacuna Janssen, basada en adenovirus, al igual que AstraZeneca. La administración de esta vacuna ha sido <a href="https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/joint-cdc-and-fda-statement-johnson-johnson-covid-19-vaccine">paralizada</a> por la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) mientras analizan los eventos notificados. </p>
<p>La compañía farmaceútica ha retrasado su distribución, provocando un gran revuelo en Europa, que justo estaba esperando nuevas dosis de esta vacuna. Analizaremos los datos existentes y por qué algunos expertos dudan si es bueno o malo para la sociedad que estos se difundan. </p>
<h2>A perro flaco…</h2>
<p>La vacuna de AstraZeneca, ahora denominada Vaxzevria, es la que peor “prensa” ha acumulado entre todas las que han sido aprobadas. </p>
<p>Primero fue la detección en fase clínica III de un caso de inflamación neurológica de un participante del ensayo el pasado septiembre. Pocos días después se reanudó el ensayo al no encontrarse evidencias de que la causa fuera la inoculación de la vacuna. </p>
<p>En noviembre, la compañía anunció en <a href="https://www.astrazeneca.com/content/astraz/media-centre/press-releases/2020/azd1222hlr.html">nota de prensa</a> la eficacia de la vacuna, un 70% obtenido de la media simple entre dos ensayos con una eficacia del 60% con dos dosis completas. Y un 90% en un ensayo con una pauta diferente que se produjo por error: media dosis en la primera y dosis entera en la segunda inoculación. </p>
<p>Apenas un mes después fueron publicados los <a href="https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)32661-1">resultados preliminares del ensayo clínico de fase III</a>. En ellos se evidenciaba un bajo número de participantes mayores de 65 años. La EMA requiere un porcentaje de al menos 25%, por lo que posteriormente se añadieron datos a partir de otros dos ensayos en Reino Unido y Brasil. </p>
<p>Con los nuevos datos, la vacuna se ha estado administrando en Reino Unido para toda la población. Pero la Agencia Europea del Medicamento, EMA, valoró la exclusión de población mayor de 65 años y cada país de la unión europea fijó el límite según sus competencias. En España, por ejemplo, se decidió excluir a los mayores de 55.</p>
<p>Y, por último, llegó el reconocimiento del vínculo con la formación de trombos como efecto secundario adverso con muy baja frecuencia (menos de 1 por cada 100 000). Efecto que, por cierto, la vacuna Janssen ya incluyó en el <a href="https://www.fda.gov/media/146217/download">prospecto aprobado por la FDA</a>, como señalábamos en un <a href="https://theconversation.com/eficacia-y-efectos-secundarios-de-las-cuatro-vacunas-aprobadas-contra-la-covid-19-156142">artículo anterior</a>.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/eficacia-y-efectos-secundarios-de-las-cuatro-vacunas-aprobadas-contra-la-covid-19-156142">Eficacia y efectos secundarios de las cuatro vacunas aprobadas contra la COVID-19</a>
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<h2>Efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca en Europa</h2>
<p>En Europa, de 34 millones de personas inoculadas con esta vacuna, se han registrado hasta ahora 222 casos y 30 muertes por un tipo de trombosis muy rara que se ha denominado “trombocitopenia trombótica inmunitaria producida por vacuna” (VITT por sus siglas en inglés). </p>
<p>Recientemente, un <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2104840">estudio publicado en <em>New England Journal of Medicine</em></a> liderado por científicos alemanes y austríacos ha encontrado la causa de este raro efecto secundario de la vacuna y también su medio de curación. Se trata de un proceso semejante al producido en casos muy raros tras la administración de heparina. Consiste en la producción por nuestro cuerpo de unos anticuerpos que se unen a las plaquetas (las células encargadas de la coagulación de la sangre) provocando la formación de trombos. Estos trombos pueden resultar fatales, pero son de fácil tratamiento si se administra a los pacientes dosis altas de inmunoglobulina.</p>
<p>Por suerte, los síntomas de este efecto secundario son bastante claros, y al saber ya cómo tratarlos se espera que en el futuro no se produzcan más muertes por esta causa. Además, según indica un reciente artículo publicado en <a href="https://www.sciencemag.org/news/2021/04/hard-choices-emerge-link-between-astrazeneca-vaccine-and-rare-clotting-disorder-becomes"><em>Science</em></a>, ya se vislumbra alguna posible explicación para este fenómeno que quizá se podría evitar disminuyendo la concentración de la vacuna (como indicábamos previamente, esto ya se ha contemplado en ensayos clínicos). </p>
<p>La EMA ha decidido incluir este fenómeno entre los efectos secundarios muy raros de la vacuna, pero sigue considerando que el beneficio de seguir administrando la vacuna es mucho mayor que el riesgo. Sin embargo, en su <a href="https://www.ema.europa.eu/en/events/press-briefing-conclusion-assessment-pharmacovigilance-risk-assessment-committee-prac-vaxzevria">rueda de prensa del 7 de abril de 2021</a> no se ofreció ninguna estimación del riesgo en los distintos rangos de edades.</p>
<p>Ante la incertidumbre, varios gobiernos han parado las vacunaciones o invertido los rangos de edad de las personas a vacunar. Esto ha creado desconcierto y temor en la ciudadanía. Muchos ya han recibido la primera dosis y no saben cuándo van a recibir la segunda. Otros directamente han renunciado a ponerse la vacuna.</p>
<h2>Efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca en Reino Unido</h2>
<p>La MHRA, la agencia reguladora británica equivalente a la AEMPS en España, actualiza la monitorización de los datos del proceso de vacunación en el país y de todas las <a href="https://www.gov.uk/government/publications/coronavirus-covid-19-vaccine-adverse-reactions/coronavirus-vaccine-summary-of-yellow-card-reporting#yellow-card-reports">reacciones adversas</a> recibidas por el sistema de salud británico. La notificación de reacciones adversas se realiza mediante un <a href="https://yellowcard.mhra.gov.uk">formulario</a> (Yellow card).</p>
<p>A finales de marzo, se habían administrado cerca de 20 millones de dosis de AstraZeneca. De los 112.000 efectos adversos de todo tipo detectados, 79 fueron originados por trombos, situando el riesgo en 4 por un millón. Debido a que la incidencia es superior en población más joven, y a la espera de más datos, aconsejan tener en cuenta ese factor. De hecho, y debido a que en el Reino Unido ha disminuido considerablemente la circulación del virus (cerca del 50% de la población inoculada con una dosis), <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-56662264">se ha optado</a> por ofrecer una vacuna alternativa a los menores de 30 años. </p>
<p>Esta decisión está absolutamente ligada al estado de la vacunación e incidencia de casos en este país y se comprende mucho mejor gracias a un esquema de riesgos por edades presentado por la MHRA (Figura 1).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/395088/original/file-20210414-15-17z3noo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/395088/original/file-20210414-15-17z3noo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/395088/original/file-20210414-15-17z3noo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=241&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/395088/original/file-20210414-15-17z3noo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=241&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/395088/original/file-20210414-15-17z3noo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=241&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/395088/original/file-20210414-15-17z3noo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=303&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/395088/original/file-20210414-15-17z3noo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=303&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/395088/original/file-20210414-15-17z3noo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=303&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura1. Beneficios y riesgos potenciales de la vacuna de AstraZeneca. Fuente: MHRA. Traducido y adaptado por Mercedes Jiménez.</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Hablar o no hablar, ¿esa es la cuestión?</h2>
<p>Lo expuesto anteriormente entra de lleno en un debate que ya existía antes de la pandemia: ¿hasta qué punto y en qué modo se deben comunicar al público los datos sobre efectos secundarios de las vacunas? ¿O no se deben comunicar? </p>
<p>En este aspecto, es interesante tener en cuenta que, aunque este problema de la vacuna AstraZeneca ha afectado a Europa y Reino Unido (la vacuna aún no está aprobada en EEUU), han sido los americanos quienes han abierto el melón de este debate. Así, son indicativos dos artículos aparecidos en <a href="https://www.theatlantic.com/health/archive/2021/03/astrazeneca-vaccine-blood-clot-issue-wont-go-away/618451/">The Atlantic</a> y <a href="https://www.forbes.com/sites/stevensalzberg/2021/04/05/no-we-dont-need-to-worry-about-the-astrazeneca-vaccine/?sh=7bcbb34e66ca">Forbes</a> titulados, respectivamente “Necesitamos hablar de la vacuna de AstraZeneca” y “No, no necesitamos hablar de la vacuna AstraZeneca”, que representan las dos posturas. </p>
<p>En el artículo de The Atlantic, la autora argumenta que es un error evitar hablar de los efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca porque esto puede crear ansiedad e incertidumbre. La reacción normal, argumenta, va a ser amplificar la magnitud de lo ocultado. Además, es inevitable que en algún momento salgan a la luz, con lo que la reacción de pánico se multiplicaría. La autora aboga por una comunicación transparente y continuada que permita al público conocer la situación y comprender mejor las medidas que se van tomando. </p>
<p>Por el contrario, el autor del artículo de Forbes sostiene que el hablar de los efectos secundarios de las vacunas antes de que se pruebe su causalidad lo único que hace es dar alas a los movimientos antivacunas, con quienes es imposible argumentar y van a incorporar estos datos a su arsenal de contenidos contra las vacunas en general. </p>
<p>Hay que reconocer parte de razón en ambas posturas. Sin duda, los antivacunas se han apropiado de estos efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca, por rarísimos que sean, como una demostración de su teoría de la malignidad de las vacunas. </p>
<p>Pero también es cierto que la falta de información sobre frecuencia y efecto más probable en edades jóvenes ha sacudido los miedos de muchas más personas. En parte, por el estilo más “opaco” de comunicación utilizado en Europa, y que contrasta con la transparencia y la contextualización de los anglosajones. Tanto los americanos, por abrir el debate, como los británicos, por comunicar de manera clara los hechos, han ayudado a comprender mejor las medidas adoptadas. </p>
<p>Un ejemplo de contextualización es una tabla comparativa de riesgo del efecto secundario por la vacuna AstraZeneca comparado con otros riesgos que asumimos en nuestra vida cotidiana, preparada por el <em>Winton Centre for Risk and Evidence Communication</em> (Figura 2).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/395111/original/file-20210414-19-1pqyc95.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/395111/original/file-20210414-19-1pqyc95.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/395111/original/file-20210414-19-1pqyc95.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=571&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/395111/original/file-20210414-19-1pqyc95.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=571&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/395111/original/file-20210414-19-1pqyc95.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=571&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/395111/original/file-20210414-19-1pqyc95.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=718&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/395111/original/file-20210414-19-1pqyc95.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=718&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/395111/original/file-20210414-19-1pqyc95.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=718&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura 2: Comparación de riesgos de los efectos secundarios de las vacunas y otros riesgos de frecuencia similar. Traducido y adaptado por Mercedes Jiménez.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Fuente: Winton Centre for risk and Evidence Communication.</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Tomemos ejemplo de los anglosajones y comuniquemos de modo transparente y claro. Nuestra sociedad, que lleva un año sufriendo y acatando cambiantes restricciones y medidas, se lo merece.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/158658/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las autoras participan en el proyecto BIFISO, PIE CSIC-COVID-19-027, financiado por el CSIC, para la lucha contra la COVID-19 en el marco de la PTI Salud Global.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>María Mercedes Jiménez Sarmiento no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La vacuna AstraZeneca y ahora la de Janssen han generado polémica con la aparición de raros casos de trombosis. Analizamos por qué algunos expertos dudan sobre si es bueno para la sociedad que estos datos se difundan.Matilde Cañelles López, Investigadora Científica. Ciencia, Tecnología y Sociedad, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)María Mercedes Jiménez Sarmiento, Científica del CSIC. Bioquímica de Sistemas de la división bacteriana. Comunicadora científica, Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1589412021-04-14T07:19:44Z2021-04-14T07:19:44ZPor qué no tiene sentido paralizar la vacunación de Janssen y AstraZeneca<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/394974/original/file-20210414-23-19vlhx5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C24%2C8243%2C5462&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://theconversation.com/drafts/156177/edit">Shutterstock / Dragan Mujan</a></span></figcaption></figure><p>En el comienzo de la cuarta ola de la pandemia y en plena escalada de las vacunaciones, un nuevo sobresalto ha venido a complicar la situación. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) estadounidenses <a href="https://www.cdc.gov/spanish/mediosdecomunicacion/comunicados/d041321-vacuna-JJ.html">han notificado 6 casos de trombosis</a>, todos ellos mujeres, en 7 millones de personas vacunadas con la vacuna de <a href="https://www.janssen.com/spain/">Janssen</a> en Estados Unidos. </p>
<p>Ese anuncio ha vuelto a retrasar la vacunación, esperemos que por pocos días. Al igual que ocurrió con la vacuna de AstraZeneca, los casos reportados son muy pocos en comparación con la cantidad de personas vacunadas; tan solo un 0,000066% en el caso de Vaxzevria (AstraZeneca) y, un 0,0008% en el caso de la vacuna de Janssen. </p>
<p>En cualquier prospecto de un fármaco encontraremos que cualquier efecto adverso por debajo de 1 por cada 10.000 tratamientos (0,01%) se considera muy raro. Con las vacunas hablaríamos de casos no raros sino rarísimos. Entonces, ¿es lógica tanta precaución? </p>
<p>¿Por qué los organismos reguladores están siendo tan cautos con tan pocos casos de trombosis y que también se da en infecciones víricas, incluída la propia COVID-19?</p>
<h2>La trombosis asociada a descenso de plaquetas: una respuesta inmunitaria a virus y fármacos</h2>
<p>La trombocitopenia o trombosis con reducción de plaquetas se produce por causas desconocidas pero está asociada a múltiples <a href="https://www.mdpi.com/2077-0383/10/4/877">enfermedades infecciosas de origen vírico</a> y a fármacos. </p>
<p>La trombocitopenia se ha asociado con infecciones víricas como el <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/1076029618821184?url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori:rid:crossref.org&rfr_dat=cr_pub%20%200pubmed">Zika</a>, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26434084/">Dengue</a>, <a href="https://journals.lww.com/pec-online/Abstract/2013/06000/Acute_Renal_Failure_in_a_Child_With.13.aspx">Epstein-Barr</a>, <a href="https://academic.oup.com/tropej/article/50/4/241/1631170">Hepatitis A</a>, <a href="https://bmcresnotes.biomedcentral.com/articles/10.1186/1756-0500-7-59">Hepatitis C</a>, el <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/10245330400026170">SARS</a> de 2003 o el propio <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/bjh.16850">SARS-CoV-2</a>. Incluso se ha asociado a la infección por <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/17474086.2017.1271319?journalCode=ierr20"><em>Helicobacter pylori</em></a> que causa las úlceras de estómago. </p>
<p>Pero este síntoma también aparece en respuesta a fármacos. Antibióticos como la <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/09537100802082280?journalCode=iplt20">vancomicina</a>, antidepresivos como la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1079979603000378?via%3Dihub">mirtazapina</a>, antialérgicos como el <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1346-8138.1998.tb02488.x?sid=nlm%3Apubmed">Rizaben</a>, sulfonamidas contra infecciones como el <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/6966495/">cotrimoxazol</a> o, curiosamente, al tratamiento con anticoagulantes como la <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1046/j.1468-0734.2001.00041.x?sid=nlm%3Apubmed">heparina</a> pueden provocar trombocitopenia. De hecho, los casos de trombocitopenia asociados con las vacunas de Astrazeneca y de Jannsen han mostrado similitudes con la <a href="https://www.researchsquare.com/article/rs-362354/v1">generada por los tratamientos con heparina</a>. </p>
<p>Se ha considerado también un indicador de agravamiento en cáncer, como el <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/hon.2048">linfoma no-Hodgkin</a>, o <a href="https://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S0049-3848(14)50011-4">en otros cánceres</a> donde la quimioterapia parece generar este síntoma. </p>
<p>La gran cantidad de factores que generan trombocitopenia nos permite concluir que este síntoma no se debe a un factor en concreto, sino a una actividad anormal del sistema inmunitario del propio paciente. </p>
<p>De hecho, en la mayor parte de los casos asociados a fármacos o virus este síntoma se conoce como inmunotrombocitopenia por su origen en el sistema inmunitario. Se han descrito hasta 7 grupos diferentes de <a href="https://www.mdpi.com/2077-0383/9/7/2212">mecanismos inmunitarios asociados con la inducción de lo que se conoce como inmunotrombocitopenia</a> debida a fármacos.</p>
<h2>El desequilibrio del sistema inmunitario, causa de la trombocitopenia</h2>
<p>¿Es posible que dos vacunas que utilizan dos virus diferentes produzcan el mismo tipo de respuesta en unas pocas personas entre millones? ¿O es otra la causa? Pues todo indica que la causa está en el propio sistema inmunitario del paciente.</p>
<p>La inmunotrombocitopenia ha sido relacionada con la infección por virus de Epstein-Barr, que afecta a los linfocitos y <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/17474086.2020.1772746?journalCode=ierr20">que podría estar detrás de la producción de antígenos contra plaquetas en estos enfermos</a>. </p>
<p>Estudios muy recientes indican que los pacientes que sufren inmunotrombocitopenia, con independencia de la causa, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0008874919305544">presentan un desequilibrio en la relación entre las poblaciones de linfocitos T ayudantes</a>. Este desequilibrio lleva a la producción de anticuerpos contra las plaquetas. Por tanto, estaríamos hablando de una enfermedad autoinmune de origen desconocido. </p>
<p>Anticuerpos contra una glucoproteína de la superficie de las plaquetas se han encontrado en personas que ya tienen enfermedades autoinmunes como <a href="https://academic.oup.com/rheumatology/article/51/9/1721/1792685">lupus</a> o <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1046/j.1365-2141.2002.03817.x?sid=nlm%3Apubmed">esclerosis múltiple</a>. Estas enfermedades autoinmunes <a href="https://www.thelancet.com/pdfs/journals/lancet/PIIS0140673605745359.pdf">afectan mucho más a mujeres que a hombres</a>, al igual que las trombosis asociadas a la vacuna.</p>
<p>Una respuesta inmunitaria desequilibrada explicaría que se haya dado el mismo tipo de síntomas en muy pocas personas vacunadas con dos vacunas basadas en dos tipos de adenovirus diferentes. A saber: uno de chimpancé para la de Astrazeneca (ChAdOx1) y uno humano para la de Janssen (Ade26). </p>
<p>Por ahora, no disponemos de datos sobre la vacuna Sputnik V, aunque está basada en el mismo adenovirus que la vacuna de Janssen para la primera inyección y otro diferente (Ade5) para la segunda.</p>
<p>Si las vacunas contuviesen componentes que generasen de forma directa la trombosis, el número de casos sería mucho mayor. Sin embargo, el número de casos es muy bajo. </p>
<p>Conociendo los múltiples factores diferentes que generan este síntoma podemos pensar que la trombocitopenia se produce por una predisposición intrínseca del sistema inmunitario en respuesta a la vacuna. Podemos presumir que esta respuesta sería igual frente a cualquier otro virus o cualquier otra vacuna. </p>
<h2>Dejar de vacunar, un gran error</h2>
<p>La infección por SARS-CoV-2 también produce <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/jth.14849">anormalidades de coagulación asociadas con una mayor mortalidad</a>. De hecho, algunos estudios clínicos han indicado alrededor de un <a href="https://www.thrombosisresearch.com/article/S0049-3848(20)30120-1/fulltext">30% de casos de trombosis venosa en aquellos pacientes de COVID-19</a> que requieren de atención en las UCIs. </p>
<p>De un total de 3 376 548 casos de COVID confirmados en España <a href="https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/documentos/Actualizacion_352_COVID-19.pdf">hasta el 13 de abril de 2021</a>, han sido hospitalizadas por COVID-19 un total de 338 191 (un 10%) personas. De éstas, 30 824 (un 9,11%) han necesitado asistencia en la UCI. Podemos, por tanto pensar que de ellas alrededor de un 30% deben haber sufrido trombosis (unas 9 250). </p>
<p>En todo el mundo se han informado casos de trombocitopenia en unas 230 personas vacunadas. Tan solo en España han fallecido 76 625 personas con COVID-19 confirmada, posiblemente más, un 2,27% de los infectados. Del 10% de hospitalizados muchos habrán sufrido trombosis bien en la UCI o bien tras el alta. </p>
<p>Con todos estos datos nos podemos preguntar, ¿es lógico paralizar la vacunación que ha demostrado reducir en más de un 95% los casos graves y las hospitalizaciones por COVID-19? </p>
<p>Yo creo que no. </p>
<h2>#YoMeVacunoSinMiedo</h2><img src="https://counter.theconversation.com/content/158941/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Guillermo López Lluch es miembro de la Sociedad Española de Biología Celular, la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, la Society for Free Radical Research y la International Coenzyme Q10 Association.</span></em></p>Las trombosis con descenso de plaquetas observadas en algunos -escasísimos- vacunados con AstraZeneca y Janssen se debe a una actividad anormal del sistema inmunitario del propio paciente. Interrumpir la vacunación por este motivo no tiene sentido.Guillermo López Lluch, Catedrático del área de Biología Celular. Investigador asociado del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. Investigador en metabolismo, envejecimiento y sistemas inmunológicos y antioxidantes., Universidad Pablo de OlavideLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1577802021-03-29T17:50:34Z2021-03-29T17:50:34Z¿Por qué España va tan despacio en la vacunación Covid-19?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/391713/original/file-20210325-17-6p21a9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C9%2C3235%2C2143&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/bottles-covid19-coronavirus-vaccine-production-medicine-1923325373">Shutterstock / LanKS</a></span></figcaption></figure><p>A estas alturas, un 4,9% de los ciudadanos europeos han sido inoculados con dos dosis de vacuna frente a la Covid-19. El porcentaje de España es algo más alto que la media Europea, concretamente de un 5,4%. En Hungría <a href="https://vaccinetracker.ecdc.europa.eu/public/extensions/COVID-19/vaccine-tracker.html#uptake-tab">un 6% de la población ya ha recibido una vacunación completa</a>. También en Hungría, el porcentaje de vacunados con una única dosis alcanza un 19,7%, casi el doble que en España (10,8%). </p>
<p>Sin embargo, estos números aún son demasiado bajos si los comparamos con EEUU, donde el <a href="https://covid.cdc.gov/covid-data-tracker/#vaccinations">porcentaje de vacunación completa es 13,7% de la población total</a>. O con Reino Unido, donde <a href="https://covid.cdc.gov/covid-data-tracker/#vaccinations">el 54,4% de la población ya ha recibido la primera dosis</a> de la vacuna.</p>
<h2>La logística de las vacunas</h2>
<p>¿Cuáles son las razones de estas diferencias en las cifras? Para poder responder hay que tener en cuenta qué se necesita para producir, fabricar, envasar, almacenar y distribuir una vacuna. </p>
<p>Lo primero es producir el “biológico” es decir, el antígeno. Eso requiere poner a trabajar farmacéuticas cualificadas en la producción de medicamentos con normas de calidad y criterios de producción en condiciones de esterilidad –lo que se conoce en el argot científico como <a href="https://www.aemps.gob.es/industria-farmaceutica/guia-de-normas-de-correcta-fabricacion/">condiciones GMP</a>–. Este requisito implica tanto a las farmacéuticas originales que han creado el antígeno como a las compañías de apoyo logístico a la producción en otros países. </p>
<p>En España, por ejemplo, son cuatro las que dan este apoyo en la producción del antígeno: Rovi, que fabrica la vacuna de Moderna y se localiza en San Sebastián de los Reyes (Madrid); Insud Pharma, que fabrica los viales de AstraZeneca en Azuqueca de Henares (Guadalajara); Reig Jofre, que producirá la vacuna de Janssen en Barcelona (Cataluña); y Biofabri (Grupo Zendal) que lleva la producción industrial de antígeno de Novavax en O Porriño (Galicia). </p>
<p>¿Que puede bloquear o paralizar la producción? Evidentemente depende del tipo de vacuna, pero las que se encuentran disponibles tienen muchos puntos en común. </p>
<p>Sin ir más lejos, para fabricar las vacunas ARNm de Pfizer y Moderna se necesitan <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7553041/">los nanolípidos que recubren y protegen al ácido nucleico</a>, y que se incorporan en la cadena de producción. Eso significa que los nanolípidos son materias primas fundamentales, con EEUU y Reino Unido como principales productores. Cualquier problema de acceso a estos componentes supondría un cuello de botella ya que no hay productores en Europa que pudieran dar apoyo. Las materias primas de AstraZeneca son los propios adenovirus y aquí la materia prima en si, puede no ser un problema pero otros problemas de la producción como el escalado del antígeno o su purificación, pueden causar problemas inesperados que provoquen retrasos en la distribución y por lo tanto en la vacunación. </p>
<p>Hay otro punto conflictivo a tener en cuenta. Una vez producidas las vacunas, deben envasarse, etiquetarse y almacenarse para su distribución. Llegados a ese punto, se necesitan grandes cargamentos de viales de cristal –mayoritariamente producidos en EE UU– y tapones de goma –fabricados sobre todo en Asia–. La escasez de materias primas para la fase de envasado también produciría un tapón que afectaría a la distribución de las vacunas. De hecho ya ha sucedido con las vacunas de AstraZeneca. </p>
<p>Tampoco hay que olvidar que para la vacunación resultan imprescindibles las jeringuillas. En España, la empresa Becton Dickinson es la productora más importante. Y depende de que China le proporcione los plásticos con los que se fabrican. </p>
<p>Teniendo en cuenta que se necesita producir mundialmente 16 000 millones de dosis, tener prevista la demanda de antígenos, viales, jeringuillas, etc. necesarios para vacunar es complicado.</p>
<h2>La importancia de un plan B (e incluso un plan C)</h2>
<p>A todo esto se le suma otra carencia importante: la falta de un Plan General de Vacunación que incluya un plan A, un plan B e incluso un plan C. De forma que si en un momento dado un tipo de vacuna no está disponible, por ejemplo porque se cuestiona un efecto adverso no previsto, existan vacunas alternativas para no paralizar el ritmo de la vacunación. </p>
<p>Actualmente España y Europa sólo cuentan con las vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca. Sin embargo, hay países que han comprado otras vacunas ya disponibles en otros mercados.</p>
<p>Es el caso de Hungría, que manejan también la vacuna rusa <a href="https://theconversation.com/por-que-nos-ha-sorprendido-la-vacuna-rusa-sputnik-v-154533">Sputnik V</a> –con dos adenovirus no replicativos–, y la vacuna china de la compañía Sinopharm, BBIBP-CorV [https://covid19.trackvaccines.org/vaccines/5/]- con el coravirus inactivado, aprobada su uso en 27 países. Esto explica que este país europeo vaya más rápido que la media del resto de Europa. </p>
<p>Teniendo en cuenta que cuantas más vacunas haya disponibles mejor se podrán atajar los pequeños problemas que afecten al ritmo de vacunación, urge que en Europa se permita poder usar estas dos vacunas ya disponibles en otros mercados. Además de otro par que están a la vuelta de la esquina: la vacuna de Janssen también basada en un adenovirus no replicativo que solo necesita una dosis, ya aprobada por la <a href="https://europa.eu/european-union/about-eu/agencies/ema_es">Agencia Europea del Medicamento (EMA)</a>; y la de Novavax, de base proteica pero con una logística más fácil al no necesitar refrigeración. </p>
<h2>Inversión en industrias e I+D</h2>
<p>De todo lo expuesto hasta ahora podemos extraer tres conclusiones. La primera de ellas es que los países europeos deben invertir en industrias que manejen y generen esas materias primas tan necesarias para la producción y envasado de estas y otras vacunas, y no depender de países terceros. </p>
<p>En segundo lugar, convendría ayudar o incentivar el establecimiento de más empresas biotecnológicas que apoyen en la producción, envasado y logística a las farmacéuticas productoras de vacunas. </p>
<p>La tercera conclusión, no menos importante, es que se requiere más inversión en I+D+i para tener grupos de investigación fuertes que puedan producir vacunas europeas. </p>
<p>Por último, en España solo una compañía biofarmacéutica fabrica, investiga y desarrolla vacunas de uso humano, Biofabri [https://biofabri.es/es/]. Se trata de la empresa que realizará la producción de las vacunas para el SARS-CoV-2 del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, de los grupos de <a href="https://www.csic.es/en/node/1263175">Mariano Esteban</a>, con un virus Ankara que incluye la proteína S de SARS-CoV-2, y <a href="https://www.csic.es/en/node/1264144">Vicente Larraga</a>, con una vacuna de ADN que codifica la proteína S. Muy prometedoras ambas, están a la espera de aprobación por la EMA para empezar los primeros ensayos clínicos. </p>
<p>Parece fundamental que haya más inversión en biofarmacéuticas que se dediquen a la investigación, desarrollo y fabricación de vacunas para uso humano y más inversión en I+D+i en vacunas para distintos organismos publicos y privados de investigación. Estas mejoras nos harán tener más capacidad y velocidad de respuesta ante esta y futuras pandemias.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/157780/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carmen Álvarez Domínguez recibe fondos del Instituto de Salud Carlos III con un proyecto PI19-01580 y del Instituto de Investigación Marqués de Valdcilla con el proyecto INNVAL20/01. </span></em></p>¿Cuáles son las razones de los diferentes porcentajes de vacunación entre países? Para poder responder hay que tener en cuenta qué se necesita para producir, fabricar, envasar, almacenar y distribuir una vacuna.Carmen Álvarez Domínguez, Bioquímica y bióloga molecular, inmunológa, experta en vacunas y profesora de investigación en Procesos Sanitarios en la Facultad de Educación, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1562502021-03-22T21:09:30Z2021-03-22T21:09:30Z¿Puedo vacunarme si estoy embarazada? Aclaramos cinco dudas sobre las vacunas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/390973/original/file-20210322-15-1nb9iy1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5991%2C3988&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/covid19-vaccination-research-development-concept-hand-1899792379">Shutterstock / myboys.me</a></span></figcaption></figure><p>Con la aprobación el 11 de marzo de la vacuna de los laboratorios Janssen, filial de la estadounidense <a href="https://www.ema.europa.eu/en/news/ema-recommends-covid-19-vaccine-janssen-authorisation-eu">Johnson & Johnson</a>, son ya cuatro las vacunas que integran el paquete de compras conjuntas gestionado por la Comisión Europea. </p>
<p>La primera, <a href="https://www.aemps.gob.es/informa/notasinformativas/laaemps/2020-laaemps/la-ema-recomienda-la-autorizacion-de-la-primera-vacuna-frente-a-la-covid-19/">Pfizer/BioNtech </a>, logró su autorización el 21 de diciembre de 2020. Luego se incorporó la de <a href="https://www.aemps.gob.es/informa/notasinformativas/laaemps/2020-laaemps/la-ema-recibe-la-solicitud-de-autorizacion-condicional-de-las-vacunas-contra-la-covid-19-de-biontech-pfizer-y-moderna/">Moderna</a>, aprobada el 6 de enero de 2021, y más tarde la de <a href="https://www.aemps.gob.es/informa/notasinformativas/laaemps/2021-2/la-ema-recomienda-la-autorizacion-de-la-tercera-vacuna-frente-a-la-covid-19/">AstraZeneca</a>, el 29 de enero. Estas cuatro vacunas tienen una autorización de comercialización condicional. Es decir, dicha aprobación se basa en los ensayos clínicos realizados hasta la fecha.</p>
<p>Por tanto, la población a la que se aconseja la administración de cada vacuna viene fijada, inicialmente, por la población que se ha incluido previamente en los ensayos clínicos.</p>
<h2>¿Con quiénes se ensayan las vacunas?</h2>
<p>Los ensayos clínicos de las cuatro vacunas autorizadas actualmente incluyeron población con características similares. </p>
<p>En cuanto al sexo, todos ellos incluyeron aproximadamente la mitad de hombres y de mujeres.</p>
<p>Respecto a la edad, existen diferencias en los ensayos clínicos de las diferentes vacunas. Por ejemplo, la vacuna de <a href="https://www.fda.gov/media/144245/download">Pfizer</a> incluyó población mayor de 16 años. Por su parte, las de <a href="https://www.fda.gov/media/144434/download">Moderna</a> y <a href="https://www.fda.gov/media/146217/download">Janssen</a> incluyeron pacientes mayores de 18. Finalmente, los ensayos de <a href="https://www.ema.europa.eu/en/documents/assessment-report/covid-19-vaccine-astrazeneca-epar-public-assessment-report_en.pdf">Astrazeneca</a> incluyeron población de entre 18 y 55 años.</p>
<p>Por tanto, para la vacuna Astrazeneca no hay datos de su eficacia en pacientes mayores de 55 años. No obstante, los datos de seguimiento de la vacuna en población general han hecho que se valore su utilización en población mayor de esta edad.</p>
<p>En los ensayos clínicos también hubo, al menos, un 30 % de sujetos que presentaban alguna patología crónica como la obesidad. Por tanto, estas vacunas también pueden utilizarse en estos casos, dado que no mostraron ningún efecto adverso destacado. </p>
<p>Por último, es importante añadir que quedaron excluidos ciertos grupos, como la pediatría, el embarazo y la lactancia. Ninguno de los ensayos clínicos realizados hasta la fecha incluyó población infantil (menores de 16 años), <a href="https://academic.oup.com/eurheartj/advance-article/doi/10.1093/eurheartj/ehab103/6158503">mujeres embarazadas ni en periodo de lactancia</a>. Moderna acaba de iniciar <a href="https://investors.modernatx.com/news-releases/news-release-details/moderna-announces-first-participants-dosed-phase-23-study-0">pruebas de su vacuna en niños de entre seis meses y 12 años</a> pero no se esperan resultados concluyentes al menos hasta 2022.</p>
<h2>¿Pueden vacunarse embarazadas y mujeres en periodo de lactancia?</h2>
<p>No existe evidencia biológica de teratogenicidad para excluir a mujeres embarazadas y en periodo de lactancia de los ensayos clínicos, a pesar de las importantes implicaciones que ello tiene. </p>
<p>Por ejemplo, las mujeres que trabajan en profesiones sanitarias pueden estar en un mayor riesgo por infección por <a href="https://www.cdc.gov/vaccines/acip/meetings/downloads/slides-2020-12/COVID-03-Oliver-508.pdf">SARS-CoV2</a>, por lo que algunos investigadores hablan de <a href="https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2777024">paradoja</a>. </p>
<p>La exclusión de las mujeres embarazadas por seguridad ha ocurrido en otros ensayos clínicos, lo que es comprensible. </p>
<p>Sin embargo, esta vez se ha perdido la oportunidad de obtener información acerca de la eficacia y seguridad de las vacunas contra el covid-19 en esta población. Es necesario por tanto, como comentan <a href="https://reader.elsevier.com/reader/sd/pii/S014067362100146X?token=3B17FC6A6748D57ABE122C54052A69249FD5578504DEBD1CE2BF288436086FB9BF373E819791A809D6214E05F19FB550">investigadores del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona</a>, un plan global de investigación en inmunización materna contra el coronavirus.</p>
<p>Además, distintas organizaciones han establecido diferentes recomendaciones para esta población. El <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/recommendations/pregnancy.html">Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.</a>, al igual que el <a href="https://www.acog.org/news/news-releases/2021/01/acog-and-smfm-joint-statement-on-who-recommendations-regarding-covid-19-vaccines-and-pregnant-individuals">Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) y la Sociedad de Medicina Materno-Fetal (SMFM)</a> indican que, dada la ausencia de datos derivados de ensayos clínicos, la vacunación debe ser una decisión personal tomada, de manera consensuada, con su clínico. </p>
<p>No obstante, la <a href="https://www.who.int/news-room/news-updates">OMS</a> apuesta por vacunar solo a aquellas mujeres embarazadas que estén en alto riesgo de exposición al virus o de desarrollar covid-19 grave.</p>
<h2>¿Quién no debe ponerse la vacuna?</h2>
<p>Existen otros grupos poblacionales en los que pueden estar contraindicadas las vacunas. De manera común y para todas las vacunas disponibles hasta la fecha, se tienen que considerar las siguientes situaciones:</p>
<ul>
<li><p>Pacientes que hayan tenido alguna reacción alérgica grave (anafilaxia) o problemas para respirar después de la inyección de cualquier otra vacuna.</p></li>
<li><p>En el caso concreto de las vacunas de Pfizer y Moderna, se deben tener en cuenta las posibles reacciones alérgicas graves o inmediatas (aunque no sea grave) a cualquiera de los ingredientes de una vacuna de ARNm contra el covid-19 (como el polietilenglicol).</p></li>
<li><p>Pacientes con enfermedad grave o infección con fiebre alta. No obstante, pueden ser vacunados si tienen una fiebre leve o una infección de las vías respiratorias altas como un resfriado.</p></li>
<li><p>Pacientes con afectación del sistema inmunitario, bien por alguna enfermedad (infección por el VIH) o por algún medicamento (altas dosis de corticosteroides), ya que podría tener una <a href="https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2777685">respuesta inmunológica disminuida a la vacuna</a>.</p></li>
<li><p>Pacientes con patologías hemorrágicas que tengan un tratamiento crónico con anticoagulantes (como Sintrom y otros) pueden recibir la vacunación solo si su enfermedad está bajo control.</p></li>
</ul>
<p>Estas situaciones deben tratarse de manera individual con su clínico para evaluar si el beneficio supera el riesgo.</p>
<h2>¿Cómo se vigila la aparición de efectos secundarios?</h2>
<p>La industria que ha comercializado las vacunas debe aportar datos de los ensayos clínicos que están realizando actualmente, con un seguimiento de dos años. Con esta información podremos conocer más datos sobre la eficacia y la seguridad de las mismas.</p>
<p>Así mismo, también disponemos de datos de eficacia y seguridad poblacional a partir de aquellos países que tienen unas mayores tasas de cobertura vacunal.</p>
<p>Por ejemplo, recientemente, en <a href="https://www.timesofisrael.com/report-no-side-effects-in-dozens-of-israeli-kids-vaccinated-due-to-risk-factors/">Israel</a>, el país con la mayor tasa de cobertura de la vacuna, han incluido niños de 12 a 16 años en riesgo de infección grave por SARS-CoV-2 en las pautas de vacunación con Pfizer. Los datos muestra que no ha habido efectos efectos adversos relevantes. Esto hace que los esquemas anteriormente establecidos se puedan modificar con el tiempo.</p>
<p>Por otro lado, la <a href="https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2021.03.01.21252652v1">publicación de nuevos datos en pacientes mayores de 70 años</a> con la vacuna de Astrazeneca en Reino Unido ha hecho que países como Italia, Grecia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Suecia, Francia y Portugal incluyan a mayores de 55 años en la pauta de esta vacuna. En España, distintas comunidades lo han solicitado también a la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) y <a href="https://www.infosalus.com/actualidad/noticia-sanidad-propone-administrar-vacuna-astrazeneca-65-anos-20210322163649.html">hoy Sanidad ha aprobado</a> la vacunación en España hasta los 65 años. </p>
<p>Paralelamente, la administración poblacional de la vacuna también permite detectar la aparición de efectos adversos no observados en los ensayos clínicos disponibles, gracias a las actividades de farmacovigilancia. </p>
<p>Así, ante la aparición de efectos no reconocidos previamente, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) debe estudiar la posible relación causal con la vacuna. Esto es precisamente lo que ha ocurrido <a href="https://theconversation.com/astrazeneca-como-sabemos-si-una-vacuna-produce-efectos-adversos-157120">con la vacuna de Astrazeneca</a>.</p>
<h2>¿Y qué pasa con la vacuna de Oxford y los trombos?</h2>
<p>Recientemente se ha notificado la aparición de casos de trombosis tras la inyección de la vacuna de OxforAstrazeneca. A pesar de que el número de eventos tromboembólicos identificados en las personas vacunadas no es mayor que el observado en población general, se trata de un acontecimiento adverso no reconocido previamente. </p>
<p>Por eso, la EMA ha evaluado su posible relación causal con la vacuna. Este proceso demuestra que <a href="https://theconversation.com/asi-se-vigilan-los-farmacos-una-vez-aprobados-155667">el sistema de farmacovigilancia europeo</a> es capaz de detectar de forma precoz los acontecimientos adversos no descritos que se producen tras la vacunación. Sin duda, este hecho debe ser tranquilizador y debería generar confianza en el sistema, no lo contrario.</p>
<p>El balance beneficio-riesgo de la vacuna sigue siendo positivo, de acuerdo a las evaluaciones llevadas a cabo por la <a href="https://www.ema.europa.eu/en/news/covid-19-vaccine-astrazeneca-benefits-still-outweigh-risks-despite-possible-link-rare-blood-clots">EMA</a>. En su dictamen indica que la vacuna no está asociada con un aumento en el riesgo general de coágulos sanguíneos (eventos tromboembólicos) en quienes la reciben. </p>
<p>No obstante, sí puede estar asociada con casos muy raros de coágulos de sangre asociados con trombocitopenia. Es decir, niveles bajos de plaquetas en la sangre con o sin sangrado, incluidos casos raros de coágulos en los vasos que drenan la sangre del cerebro. Por su parte, la <a href="https://www.isth.org/news/556057">Asociación Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH)</a> recomienda continuar con la vacunación de la población diana según el cronograma previsto.</p>
<p>En resumen, aunque cada vacuna por sus ensayos clínicos iniciales pueda destinarse a uno u otro grupo poblacional, estas características pueden ir variando conforme se van adquiriendo nuevos datos. </p>
<p>Hay en marcha un seguimiento muy intensivo de la eficacia y seguridad de las vacunas comercializadas. El reto para la Comisión Europea, la EMA y los gobiernos es que sean flexibles y ágiles en el tratamiento de los nuevos datos que aparecen conforme se incrementa la cobertura vacunal. De esta forma, se podrá optimizar la gestión de la vacunación y garantizar en todo momento un balance positivo entre el beneficio y el riesgo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/156250/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Las vacunas aprobadas contra la covid-19 se recomiendan a los grupos poblacionales en los que se hicieron los ensayos clínicos. Las contraindicaciones son muy reducidas: las recopilamos todas.Blanca Lumbreras Lacarra, Catedrática de Universidad. Área de Medicina preventiva y Salud Pública., Universidad Miguel HernándezElsa López Pintor, Profesora Contratada Doctora e investigadora. Área de Farmacia y Tecnología Farmacéutica, Universidad Miguel HernándezLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1567102021-03-20T07:09:27Z2021-03-20T07:09:27Z¿Qué significa realmente que una vacuna tenga una eficacia del 90 %?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/389789/original/file-20210316-17-1wj7mxo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C7360%2C4880&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un hombre tras ser vacunado dentro de su vehículo.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/granada-andalusia-spain-february-26th-2021-1925291096">Shutterstock / javi_indy</a></span></figcaption></figure><p>Últimamente vemos muchos titulares que hablan de la eficacia de las distintas vacunas aprobadas frente a la covid-19. Sin embargo, el concepto de eficacia no queda siempre claro y puede generar mucha confusión. De hecho, es uno de los conceptos más malinterpretados en lo que llevamos de pandemia.</p>
<p>¿Qué quiere decir que una vacuna tenga una eficacia del 90 % en prevenir la covid-19?:</p>
<ul>
<li><p>No significa que un 90 % de la gente esté protegida y un 10 % sí pueda enfermar.</p></li>
<li><p>No significa que de cada 10 vacunados, 1 vaya a contraer la enfermedad.</p></li>
<li><p>Significa que la probabilidad de desarrollar covid-19 en las personas vacunadas disminuye en un 90 % en comparación con las no vacunadas.</p></li>
</ul>
<p>Para entenderlo mejor vamos a ver paso a paso cómo se calcula la eficacia de una vacuna. Para ello, vamos a tomar como ejemplo la de Janssen (Johnson & Johnson) cuya <a href="https://www.janssenlabels.com/emergency-use-authorization/Janssen+COVID-19+Vaccine-HCP-fact-sheet.pdf">eficacia</a> ronda el 66 % con una sola dosis.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/388644/original/file-20210309-17-19k4hpi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/388644/original/file-20210309-17-19k4hpi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=345&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/388644/original/file-20210309-17-19k4hpi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=345&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/388644/original/file-20210309-17-19k4hpi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=345&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/388644/original/file-20210309-17-19k4hpi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=433&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/388644/original/file-20210309-17-19k4hpi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=433&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/388644/original/file-20210309-17-19k4hpi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=433&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><span class="source">https://www.janssenlabels.com/emergency-use-authorization/Janssen+COVID-19+Vaccine-HCP-fact-sheet.pdf</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Visto así puede parecer muy complicado porque hay muchos datos y muchas variables distintas.</p>
<p>Lo primero que tenemos que conocer es que para evaluar la eficacia de una vacuna se necesitan dos grupos:</p>
<ol>
<li><p>Grupo placebo: grupo control con voluntarios que reciben un placebo (sustancia sin uso terapéutico que se administra de la misma forma que la vacuna).</p></li>
<li><p>Grupo de vacunados: grupo con voluntarios que reciben la vacuna.</p></li>
</ol>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/388645/original/file-20210309-21-16d8xrg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/388645/original/file-20210309-21-16d8xrg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=345&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/388645/original/file-20210309-21-16d8xrg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=345&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/388645/original/file-20210309-21-16d8xrg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=345&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/388645/original/file-20210309-21-16d8xrg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=433&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/388645/original/file-20210309-21-16d8xrg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=433&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/388645/original/file-20210309-21-16d8xrg.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=433&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Lo segundo que necesitamos es un parámetro a evaluar. Por ejemplo, la infección por el virus o el desarrollo de la enfermedad. En el casos de las vacunas frente la covid-19, la mayoría de las vacunas ha estudiado su efecto en la prevención de la enfermedad sin tener en cuenta si la persona se infecta o no. En este caso, evaluamos si hay covid-19 moderada o grave:</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/388646/original/file-20210309-17-np5r32.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/388646/original/file-20210309-17-np5r32.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=348&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/388646/original/file-20210309-17-np5r32.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=348&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/388646/original/file-20210309-17-np5r32.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=348&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/388646/original/file-20210309-17-np5r32.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=437&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/388646/original/file-20210309-17-np5r32.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=437&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/388646/original/file-20210309-17-np5r32.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=437&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Por último, necesitamos un tiempo de duración del estudio. En este caso, vamos a ver si hay enfermedad o no en un tiempo que va desde que se administra la vacuna hasta 28 días después.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/388647/original/file-20210309-19-1t06gpl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/388647/original/file-20210309-19-1t06gpl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/388647/original/file-20210309-19-1t06gpl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/388647/original/file-20210309-19-1t06gpl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/388647/original/file-20210309-19-1t06gpl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/388647/original/file-20210309-19-1t06gpl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/388647/original/file-20210309-19-1t06gpl.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=432&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Por lo tanto, vamos a calcular la eficacia de la vacuna de Johnson & Johnson a la hora de prevenir que la gente desarrolle la enfermedad a los 28 días después de la vacuna.</p>
<p>El primer paso es calcular el porcentaje de personas que ha desarrollado covid-19 en cada grupo (placebo y vacunados). Para ello hay que hacer lo siguiente:</p>
<pre class="highlight plaintext"><code> Casos con covid-19 / número de voluntarios x 100
</code></pre>
<h2>Grupo placebo:</h2>
<p>Si vemos el grupo placebo (control) podemos ver que consta de 19 691 voluntarios y que, de todos ellos, 193 personas desarrollaron covid-19. Por lo tanto, el cálculo sería el siguiente:</p>
<pre class="highlight plaintext"><code> 193 / 19 691 x 100 = 0.98 %
</code></pre>
<p>Por lo tanto, el 0.98 % de los voluntarios a los que se administró el placebo desarrolló formas moderadas o graves de covid-19.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/388662/original/file-20210309-15-osqdec.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/388662/original/file-20210309-15-osqdec.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=374&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/388662/original/file-20210309-15-osqdec.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=374&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/388662/original/file-20210309-15-osqdec.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=374&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/388662/original/file-20210309-15-osqdec.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=470&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/388662/original/file-20210309-15-osqdec.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=470&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/388662/original/file-20210309-15-osqdec.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=470&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><span class="source">Datos de Janssen COVID-19 Vaccine</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Grupo vacunados:</h2>
<p>Si vemos el grupo de personas vacunadas podemos ver que consiste de 19 630 voluntarios y que, de todos ellos, solo 66 desarrollaron la enfermedad. Por lo tanto, si hacemos los mismos cálculos que antes:</p>
<pre class="highlight plaintext"><code> 66 / 19 630 x 100 = 0.33 %
</code></pre>
<p>El 0.33 % de los voluntarios que recibieron la vacuna desarrollaron covid-19 moderada o grave.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/388781/original/file-20210310-15-cv3yi7.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/388781/original/file-20210310-15-cv3yi7.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=372&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/388781/original/file-20210310-15-cv3yi7.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=372&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/388781/original/file-20210310-15-cv3yi7.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=372&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/388781/original/file-20210310-15-cv3yi7.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=468&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/388781/original/file-20210310-15-cv3yi7.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=468&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/388781/original/file-20210310-15-cv3yi7.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=468&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><span class="source">Datos de Janssen COVID-19 Vaccine</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Eficacia de la vacuna:</h2>
<p>Ahora, con los datos que tenemos podemos calcular la eficacia relativa de la vacuna.</p>
<p>Para ello, primero calculamos la diferencia entre en el riesgo de enfermar de covid-19 en los distintos grupos haciendo lo siguiente:</p>
<p>Porcentaje de casos en el grupo control - Porcentaje de casos en el grupo vacunado.</p>
<pre class="highlight plaintext"><code> 0.98 - 0.33 = 0.65
</code></pre>
<p>¿Significa esto que la efectividad absoluta real de la vacuna es solo de un 0.65 %? No, este número puede generar mucha confusión porque hay gente que lo considera como un porcentaje cuando no lo es. </p>
<p>La medida usada para medir la diferencia entre dos porcentajes es la de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Punto_porcentual">puntos porcentuales</a>. Por lo tanto, la diferencia entre el riesgo de tener covid-19 en el grupo placebo y vacunado es de 0.65 puntos porcentuales, no del 0.65 %.</p>
<p>Por ejemplo, pasar del 40 % al 44 % es un aumento de 4 puntos porcentuales, pero es un aumento real del 10 % en lo que se mide.</p>
<p>Por lo tanto, para saber lo efectiva que es la vacuna y conocer cuánto disminuye la probabilidad de tener la enfermedad en las personas vacunadas es necesario calcular la eficacia relativa. Para ello, el resultado obtenido en el cálculo anterior (0.65) lo dividimos entre el porcentaje de casos en el grupo control y lo multiplicamos por 100:</p>
<pre class="highlight plaintext"><code> 0.65 / 0.98 x 100 = 66 %
</code></pre>
<p>Por lo tanto, y tal como han anunciado, la eficacia relativa de la vacuna de Johnson & Johnson es del 66 %. Esto significa que nuestra probabilidad de desarrollar la enfermedad (en este ensayo concreto un 0.98 %) disminuye un 66 % con la vacuna hasta alcanzar un 0.33 %.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/388661/original/file-20210309-15-s9gnmp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/388661/original/file-20210309-15-s9gnmp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=396&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/388661/original/file-20210309-15-s9gnmp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=396&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/388661/original/file-20210309-15-s9gnmp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=396&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/388661/original/file-20210309-15-s9gnmp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=497&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/388661/original/file-20210309-15-s9gnmp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=497&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/388661/original/file-20210309-15-s9gnmp.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=497&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p>66 % es la eficacia de esta vacuna para prevenir formas moderadas o graves de covid-19. Sin embargo, si analizamos la eficacia a la hora de prevenir formas graves o críticas de la enfermedad ese dato aumenta bastante, consiguiendo una eficacia del 85 % que se puede calcular de la misma manera usando los siguientes datos:</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/388666/original/file-20210309-21-17nt550.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/388666/original/file-20210309-21-17nt550.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=229&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/388666/original/file-20210309-21-17nt550.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=229&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/388666/original/file-20210309-21-17nt550.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=229&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/388666/original/file-20210309-21-17nt550.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=288&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/388666/original/file-20210309-21-17nt550.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=288&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/388666/original/file-20210309-21-17nt550.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=288&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p>¿Para qué me voy a vacunar si la probabilidad de enfermar es <em>solo</em> del 0.98 %? Visto así, un 0.98 % puede <a href="https://theconversation.com/guia-para-desmentir-24-bulos-sobre-la-vacuna-de-covid-19-152603">no parecer mucho</a>, pero es un número enorme cuando hablamos de vidas y de millones y millones de personas infectadas. </p>
<p>¿Nos meteríamos en una habitación con otras 99 personas sabiendo que una va a fallecer al instante? Además, hay que tener en cuenta que ese porcentaje (0.98 %) es el obtenido en este ensayo concreto donde estamos en una situación de pandemia con medidas de prevención nunca vistas anteriormente.</p>
<p>Como hemos visto, la eficacia de la vacuna puede bajar o aumentar dependiendo de los parámetros y criterios que utilicemos y esta es una de las razones por las que es tan difícil comparar la eficacia de las distintas vacunas. Cada vacuna usa criterios distintos para definir las formas graves o moderadas de la enfermedad y además usan tiempos y grupos de voluntarios diferentes.</p>
<p>Por último, hay que tener en cuenta que la <a href="https://bescienced.com/es/cual-es-la-diferencia-entre-efectividad-y-eficacia-de-una-vacuna/">eficacia</a> de la vacuna es el dato que obtenemos a partir de los ensayos clínicos donde todo se hace de forma muy controlada. Ahora falta por evaluar la protección que obtenemos con la vacuna cuando se administra en el mundo real con una heterogeneidad de población mucho mayor y sin condiciones tan controladas, siendo ese dato lo que se conoce como <a href="https://bescienced.com/es/cual-es-la-diferencia-entre-efectividad-y-eficacia-de-una-vacuna/">efectividad de la vacuna</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/156710/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>¿Qué significa que una vacuna tenga una eficacia del 70% en prevenir la COVID-19? ¿El 30% restante quedará sin protección o contraerá la enfermedad? ¿Cómo se calcula?Jose Manuel Jimenez Guardeño, Investigador en el Departamento de Enfermedades Infecciosas, King's College LondonAna María Ortega-Prieto, Postdoctoral research associate, King's College LondonLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1566972021-03-15T19:57:21Z2021-03-15T19:57:21ZLas vacunas de COVID-19 no pueden contagiarle el cáncer<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/389651/original/file-20210315-23-5afmkj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C4243%2C2822&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/petri-dish-witch-bacterial-culture-bacteriophage-1656394471">Shutterstock / borzywoj</a></span></figcaption></figure><p>La aparición de vacunas frente a la COVID-19 ha suscitado esperanza e inquietud por su rapidez. Como producto médico, no cabe duda que han revolucionado la medicina y salvado millones de vidas desde su utilización en los últimos siglos. Y, aunque las desarrolladas contra el coronavirus SARS-CoV-2 ya han empezado a mostrar sus beneficios, tampoco se han librado de <a href="https://theconversation.com/guia-para-desmentir-24-bulos-sobre-la-vacuna-de-covid-19-152603">decenas de bulos ya desmentidos</a>.</p>
<p>La última noticia falsa acerca de estas vacunas tiene que ver con el posible desarrollo de cáncer por parte de quienes sean inoculados con aquellas que usan células en sus procesos de fabricación, como la de AstraZeneca o Janssen. Estas críticas infundadas no son nuevas. </p>
<p>Estas vacunas tienen mala fama entre los colectivos antivacunas desde antes de que apareciese el SARS-CoV-2. En este artículo intentaremos aportar un poco de luz a esta cuestión y veremos que no hay base científica para hacer tales afirmaciones.</p>
<p>Los virus no pueden replicarse por sí mismos: necesitan una célula que infectar y de cuya maquinaria apropiarse para ponerla a trabajar. Por esta razón, las vacunas de Janssen, AstraZeneca y Sputnik V, basadas en adenovirus modificados genéticamente que expresen la proteína S del SARS-CoV-2, requieren la utilización de células.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/389380/original/file-20210313-13-1ppbzi1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/389380/original/file-20210313-13-1ppbzi1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=369&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/389380/original/file-20210313-13-1ppbzi1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=369&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/389380/original/file-20210313-13-1ppbzi1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=369&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/389380/original/file-20210313-13-1ppbzi1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=464&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/389380/original/file-20210313-13-1ppbzi1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=464&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/389380/original/file-20210313-13-1ppbzi1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=464&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Científico con cultivo celular. Drew Hays.</span>
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<p>En los laboratorios se suelen utilizar líneas celulares que pueden dividirse de forma ilimitada, es decir, que son cancerígenas. De hecho, muchas provienen de tumores humanos. Sin embargo, la probabilidad de generar cáncer por esta vía es prácticamente nula. Por un lado, <a href="https://educaina.com/2021/03/08/vacunas-para-la-covid-19-y-celulas-tumorales/">debido a la cantidad y estado de restos celulares en un vial</a>. Por otro lado, por la ausencia del carácter contagioso de un tumor en seres humanos.</p>
<p>Respecto al primer punto, según datos declarados por la propia farmacéutica, cada vial de la vacuna de Janssen podría contener un máximo de 3 nanogramos (0,000000003 gramos) de ADN proveniente de las células en las que se fabrican estas vacunas. Esto ha llamado la atención de algunos escépticos, que lo han incluido en su argumentario antivacunas bajo la amenaza de que “la vacuna puede originarte un tumor”. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/389378/original/file-20210313-23-c5fcr9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/389378/original/file-20210313-23-c5fcr9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=224&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/389378/original/file-20210313-23-c5fcr9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=224&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/389378/original/file-20210313-23-c5fcr9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=224&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/389378/original/file-20210313-23-c5fcr9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=282&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/389378/original/file-20210313-23-c5fcr9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=282&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/389378/original/file-20210313-23-c5fcr9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=282&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Hoja informativa sobre la composición de la vacuna de Janssen. FDA.</span>
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<p>Hay <a href="https://www.chop.edu/centers-programs/vaccine-education-center/vaccine-ingredients/dna">dos razones principales</a> por las que ese riesgo es despreciable. Por un lado, la estabilidad del ADN proveniente de las células se pierde durante los procesos de filtración y purificación de las vacunas. El ADN que puede superar dichos procesos es una cantidad ínfima y estaría altamente fragmentado.</p>
<p>La otra razón es que dicho ADN celular tendría serias dificultades para integrarse en nuestro propio ADN e introducir genes precursores de cáncer (u oncogenes). No es nada fácil conseguir que ese paso ocurra. De hecho, si fuera así de fácil, la terapia génica habría avanzado enormemente en estos años. La realidad es que hacen falta proteínas específicas que nuestras células no tienen, como las del virus del sida, o utilizar el sistema de edición genética CRISPR-Cas9.</p>
<h2>Todos los estudios respaldan la seguridad de usar células</h2>
<p>Con todo, existen varios artículos científicos que respaldan el uso y seguridad de líneas celulares para la generación de vacunas. El organismo regulador de fármacos en Estados Unidos, <a href="https://www.fda.gov/media/78428/download">la FDA, establece el límite en 10 nanogramos de ADN celular</a>, por lo que los 3 ng de ADN en vacuna de Janssen están dentro del margen de confianza. Además, teniendo en cuenta lo fragmentado que llega ese ADN, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23569076/">sería posible admitir cantidades superiores, según se indica en este estudio</a>.</p>
<p><a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16566451/">En otro artículo científico se evalúan precisamente las células que usa Janssen para su vacuna</a>, de la línea celular PER.C6. Se demostró la seguridad de los protocolos de fabricación de vacunas basadas en adenovirus, como la de Janssen, en células tumorales humanas. Confirmaron que las trazas celulares no eran capaces de generar tumores.</p>
<p>De hecho, se han elaborado <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0264410X10002951">modelos matemáticos para calcular la probabilidad de desarrollar un cáncer por culpa de esas trazas de ADN</a>. Se estima que haría falta poner 230 000 000 000 vacunas para que apareciese un cáncer producido por inserción de oncogenes de las células fabricantes de vacunas dentro de una de nuestras células. Es decir, tendríamos que vacunar a la población mundial 32 veces antes de ver ese efecto.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/389377/original/file-20210313-20-y46bu6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/389377/original/file-20210313-20-y46bu6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/389377/original/file-20210313-20-y46bu6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/389377/original/file-20210313-20-y46bu6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/389377/original/file-20210313-20-y46bu6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/389377/original/file-20210313-20-y46bu6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/389377/original/file-20210313-20-y46bu6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Photo by Gustavo Fring on Pexels.com</span>
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<h2>El cáncer no se contagia en seres humanos</h2>
<p>También habría que tener en cuenta que, aunque <a href="https://www.nature.com/articles/nature18599">en animales del grupo de los moluscos sí se han visto cánceres contagiosos</a>, el cáncer no lo es para los seres humanos. Ello se debe, en parte, a que nuestro sistema inmunitario se encarga de controlar que el crecimiento de las células no se descontrole. En algunos trasplantes de órganos se puede generar cáncer, pero es debido a que la cantidad de células ajenas recibidas es inmensamente mayor y, además, los pacientes reciben fármacos inmunosupresores para tolerar el nuevo órgano.</p>
<p>Cuando hablamos de agentes infecciosos cancerígenos solemos referirnos a virus que causan cáncer. Ejemplos de ellos son el <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fonc.2020.606335/full">del papiloma humano</a> o el virus <a href="https://www.nature.com/articles/s41375-021-01204-6">Epstein-Barr</a>, entre otros. Pero las células utilizadas para la fabricación de adenovirus modificados genéticamente por sí mismas no son capaces, como hemos mencionado, de inducir la aparición de cáncer.</p>
<p>La realidad es que llevamos décadas utilizando vacunas generadas en células tumorales sin que se haya visto una correlación entre personas vacunadas y aparición de tumores. Ejemplos de ellas son las vacunas frente a la rubéola o al sarampión. Se administran millones de vacunas todos los años sin que se haya visto un efecto oncogénico. De nuevo, sigue siendo muchísimo más seguro vacunarse que no vacunarse.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/156697/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Javier Cantón no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Este bulo de grupos antivacunas se basa en que la vacuna de Janssen contiene trazas de células. Sin embargo, es tan improbable que haría falta poner 230.000 millones de vacunas para ver un cáncer.Javier Cantón, Profesor de Biotecnología de Coronavirus, Campus Internacional para la Seguridad y Defensa (CISDE) Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.