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Soldados y policías chinos sirven en ocho misiones de paz de la ONU en África. Flickr, CC BY-NC-SA

China busca la paz en África a su manera. ¿Cómo y por qué?

China ha ido aumentando su participación en las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas (NU) en África desde su primera misión en 1989, cuando la ONU se encargó de la independencia de Namibia de Sudáfrica. Desde entonces, su dotación y personal han ido aumentando.

En 2019, China donó siete mil millones de $ al mantenimiento de la paz de la ONU, que contribuyó en un 15,22% al presupuesto global para el mantenimiento de la paz. Esta cifra creció un 10,28% en 2018, y China se convirtió en el segundo mayor contribuyente financiero después de Estados Unidos. De las 14 misiones actuales para el mantenimiento de la paz, 7 se desarrollan en África, lo que supone dos tercios del presupuesto.

China dispone de 2 458 trabajadores del ejército y de la policía que sirven en ocho misiones alrededor del mundo. Esto se aleja bastante de la cantidad de personal combinado que proporcionan los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Rusia, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña).

Desde 1989, más de 40 000 miembros del personal de mantenimiento de la paz han servido en 24 misiones de la ONU, principalmente en África.

En mi libro, Chinese Peace: From Peacekeeper to Peacemaker, hablo de la gran diferencia entre China, como modelo de participación en el mantenimiento de la paz, creación de la paz y establecimiento de la paz, y el modelo de los países occidentales.

A pesar del modelo de «paz liberal» que se ha creado a partir de la experiencia occidental con la democracia y las políticas de mercado libre, el modelo chino se crea a raíz del enfoque de la política tradicional china y su desarrollo nacional en los últimos 40 años.

El modelo chino

¿Cuál es entonces el modelo de paz de China en África? ¿Qué piensa Pekín de la inseguridad en África? ¿Cómo deben comprometerse los países africanos con Pekín?

Desde que China entró en la ONU en 1971 (sin contar Taiwán), ha adoptado un plan multilateral y de no enfrentamiento. Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se ha ganado el respeto de los países africanos por defender cuestiones del Sur del continente. Por ejemplo, el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, pidió a China y Rusia el veto a las sanciones occidentales de la ONU en Zimbabue en 1998.

El modelo de paz chino prioriza la estabilidad social y el desarrollo económico sobre las reformas políticas y los derechos individuales. La receta para el crecimiento económico consiste en ponerlo en marcha a través de una revitalización de sus infraestructuras.

El modelo se basa en tres principios:

  • Respeto para la soberanía: no interferir en los asuntos internos de otras naciones es la base de la política exterior china, y se puede observar en todos los documentos oficiales. Hay dos razones principales para esto.

    Por un lado, China sufrió las invasiones japonesas y occidentales en los siglos XIX y XX. También se le impusieron puertos especiales, como el de Shanghái y Hong Kong. Por todo esto, China aún considera el periodo de invasiones coloniales y de pérdida de territorio como el «siglo de la humillación».

    Por otro lado, Pekín se muestra sensible a las interferencias externas en sus asuntos nacionales, sobre todo en la periferia, como Sinkiang, Tíbet y Taiwán. Evita que el mantenimiento de la paz se convierta en una herramienta para el cambio del régimen.

  • La estabilidad política y el guojia liyi (interés nacional) están por encima de los intereses grupales e individuales. La estabilidad política es básica para la propia «reforma y apertura de China», plan que Deng Xiaoping estableció para China tras la muerte del comunista Mao Zedong en septiembre de 1976.

    En los últimos 40 años ha habido importantes reformas económicas en China, pero no reformas políticas esenciales.

  • El desarrollo de una infraestructura económica dirigida por el Estado. La participación de China en la misión de la ONU en Liberia, una misión a escala mundial para el establecimiento de la paz en 2003, no puede describir mejor el modelo chino. La estrategia de la misión para reducir la pobreza es la base de la reconstrucción de Liberia tras el conflicto.

    Esta base consta de cuatro principios: la rehabilitación de las infraestructuras; la revitalización económica; la paz y seguridad; la fuerza del gobierno y el estado de derecho. China ayudó en la habilitación de infraestructuras y en la revitalización económica, pero no en los proyectos del estado de derecho.

Mientras que el discurso occidental critica a China por no tener en cuenta los derechos humanos, el país asiático intenta alcanzar su récord en reducción de pobreza. Y, ante esto, declara que mejorar el bienestar de la mayoría es más importante que proteger las libertades civiles de las minorías. Y aunque los occidentales celebren las elecciones como señal de progreso, China destaca la violencia y la inestabilidad política que suelen acompañar las campañas.

Teorías filosóficas

Existen dos cuestiones fundamentales que Pekín debe tener en cuenta cuando se compromete con las misiones de paz en África.

En primer lugar, no tienen una tradición en resolución de conflictos y pacificación, y su inteligencia procede principalmente de embajadas y agencias recientes.

Esto significa que no llegan a entender completamente la dinámica interna de los países africanos, y su visión propende a favorecer a los gobiernos africanos de turno, independientemente de su trayectoria. De hecho, a veces se ha alineado con líderes déspotas del continente.

En segundo lugar, mientras que Occidente se guía por los derechos humanos, la democracia y los valores cristianos en su intento por alcanzar la paz en las operaciones en África, China se queda rezagada por hacerlo desde una visión simplemente pragmática. El pragmatismo podría ser insuficiente para avanzar, ya que África busca que China le ayude a progresar en liderazgo, paz y seguridad.

Hay un intenso debate entre los académicos chinos sobre los valores alternativos que China muestra en su conducta en los asuntos globales. Mi percepción de los tres pilares anteriores son sólo una pequeña pieza del puzzle.

Los académicos Yaqing Qin y Xuetong Yan son los principales teóricos sobre las relaciones internacionales chinas. Ambos se basan en el Confucianismo, un sistema filosófico chino que enfatiza la armonía social. Qin indica que la armonía social es el objetivo del gobierno, y que esto se consigue cuando los miembros de un sistema político mantienen unas relaciones recíprocas correctas. Yan se basa en el concepto de Ren (benevolencia), que determina que el deber del líder es cuidar de su pueblo.

Visión alternativa

El pensamiento del que parte China ofrece una alternativa al modelo dominante occidental para el desarrollo y la paz en África.

Francia está analizando sus relaciones con los países africanos y Estados Unidos probablemente ya haya perdido su posición dominante en África.

Esto le prepara el camino a China para desempeñar un rol aún más importante para la paz y la seguridad en África.


Este artículo ha sido traducido con la colaboración de Casa África. Traducción: María José Estupiñán.


This article was originally published in English

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