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El palomar de la Huerta Noble. La Higuerita

El abandono patrimonial del mayor palomar de Europa

La Huerta Noble, el mayor palomar de Europa y un lugar de enorme valor patrimonial, está en serio peligro de desaparición. La existente falta de correspondencia entre protección y conservación amenaza con hacerlo desaparecer para siempre.

¿Qué es La Huerta Noble?

Situada en La Redondela, perteneciente al término municipal de Isla Cristina (Huelva), esta desconocida joya arquitectónica onubense es un recinto que, entre otras construcciones, posee uno de los columbarios más importantes de toda Europa, con una capacidad estimada para 35 000 palomas.

Aunque desde el año 2004 está protegido como lugar de Interés Etnológico y catalogado Bien de Interés Cultural, actualmente se encuentra abandonado y en un pésimo estado de conservación.

La Huerta Noble. Lista Roja del Patrimonio

Su nombre original es el de Huerta del Carmen y fueron los habitantes de las cercanías los que le confirieron la denominación por la que es conocida actualmente, Huerta Noble. Este magnífico complejo fue construido en la segunda mitad del siglo XVIII por Manuel Rivero, un adinerado comerciante ayamontino que combinó el cultivo de la tierra con la explotación ganadera.

Rivero procedía de una familia humilde y quedó huérfano a una edad temprana, hecho por el cual decidió partir hacia América. Allí realizó diversos negocios y consiguió reunir el dinero suficiente como para volver a España y poner en marcha una pequeña flota concentrada principalmente en la bahía de Cádiz, convirtiéndose en uno de los principales representantes de la creciente burguesía española.

El columbario

El amplio recinto de la Huerta Noble está formado por una zona residencial, un pequeño oratorio, dos norias, dos albercas, un molino de aceite, un columbario o palomar y anexos para el ganado.

De entre todas las construcciones que forman el conjunto, es el columbario el edificio que se ha convertido en la seña de identidad de este impresionante lugar.

Columbario de la Huerta Noble. Lista Roja del Patrimonio

Desde su construcción en 1760, fue habitado por palomas zuritas (Columbia Oenas) procedentes de Egipto. Su destino comercial era el consumo humano o el tiro al pichón y se vendían en Sevilla, Huelva y Ayamonte. Además de eso, sus excrementos se aprovechaban como abono para la huerta. Como apunta el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), “a principios del siglo XX, la colonia estaba formada por unas 20 000 palomas, descendiendo notablemente a lo largo del siglo, para acabar extinguiéndose en 1977. El abandono progresivo del palomar estuvo directamente relacionado con el cambio de explotación de la finca, al cambiar de propietarios en 1952″.

Como dato curioso, no se trata del palomar más antiguo de la provincia de Huelva, ya que este puesto lo ostenta un columbario construido en el Convento de La Luz, en Lucena del Puerto.

Los azulejos

El elemento decorativo más relevante que poseía la Huerta Noble era el vía crucis de catorce estaciones y una placa indicativa con la fecha de 1750, formado por una serie de catorce azulejos de origen holandés. El conjunto se distribuye a partir de la capilla, donde se sitúa la primera estación, sobre la casa principal, la segunda, sobre uno de los muros del palomar, y la tercera y el resto, sobre la valla de la huerta.

Fueron encargados por D. Manuel Rivero a Jan Aalmis, miembro de un importante taller de pintores de azulejos de Rotterdam conocido como "De Bloempot” o “El Taller de Aalmis”. Este taller está considerado el más representativo de pintores de cerámica de la segunda mitad del siglo XVIII. Según Alfonso Pleguezuelo, se trata del más completo conjunto de azulejos holandeses que hay en España.

Los azulejos se encontraban en muy mal estado de conservación e incluso se desconoce el paradero de uno de ellos. Fueron retirados de su lugar original para ser restaurados, pero sólo se ha intervenido uno y, actualmente, se encuentran en los fondos del Museo Provincial de Huelva.

Uno de los azulejos de la Huerta noble que ha sido restaurado. Lista Roja del Patrimonio

Estado actual

La Huerta Noble se encuentra dentro de una finca agraria de carácter privado, lo que dificulta enormemente el acceso a las instalaciones.

La protección proporcionada por su declaración de BIC no ha evitado el abandono del edificio, hasta el punto en que se encuentra en un gravísimo estado de conservación que hace temer que pueda derrumbarse en cualquier momento.

En el lugar hay carteles de la Junta de Andalucía informando de la importancia histórica, artística y etnológica del palomar y la hacienda, pero hasta aquí llega la inversión por parte de las administraciones.

En resumen, protección y conservación son acepciones que deberían ir de la mano cuando nos referimos al patrimonio. Esto no es así, no solo en la realidad de este Bien de Interés Cultural, sino en numerosos casos a lo largo de la geografía española. El papel lo soporta todo, pero la mayoría de los bienes patrimoniales, no.

Debemos proteger y conservar el patrimonio cultural, que está ligado intrínsecamente a nuestra identidad como seres humanos y a nuestra memoria como pueblo y como seres individuales. Tenemos la responsabilidad ineludible de salvaguardarlo para que las generaciones futuras puedan continuar viviéndolo.

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