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El trayecto del trabajo a casa es más que una pérdida de tiempo: los beneficios psicológicos de los desplazamientos que el trabajo a distancia no proporciona

Se ve la mano derecha en el volante de un automóvil y, al frente del parabrisas, otros automóviles.
Los desplazamientos del trabajo pueden crear un “espacio liminal”. mikroman6/Moment via Getty Images

A la mayoría de los trabajadores estadounidenses, el trayecto de ida y vuelta a la oficina les toma casi una hora cada día – 26 minutos en cada sentido en promedio—, mientras que a un 7.7% de los trabajadores les toma dos horas o más de camino.

Mucha gente considera los desplazamientos al trabajo como una tediosa obligación y una pérdida de tiempo. Sin embargo, durante la proliferación del trabajo remoto como resultado de la pandemia del COVID-19, varios periodistas notaron con curiosidad que la gente – ¿sería posible? – extrañaba sus desplazamientos cotidianos. Una mujer declaró a The Washington Post que, aunque trabajaba desde casa, solía sentarse en su coche estacionado en la acera al final de la jornada laboral en un intento de reservarse algo de tiempo personal y marcar la transición de las funciones laborales a las no laborales.

Como académicos de la administración que estudiamos la interrelación entre la vida laboral y personal de los individuos, tratamos de entender qué era lo que la gente extrañaba cuando sus recorridos del trabajo desaparecían de repente.

En nuestro estudio conceptual, publicado recientemente, sostenemos que los desplazamientos del trabajo a casa son una fuente de “espacio liminal”, es decir, un tiempo ajeno a los roles doméstico y laboral que puede brindar la oportunidad de recuperarse del trabajo y prepararse mentalmente para la casa.

En el cambio que supuso el trabajo a distancia, muchas personas perdieron este espacio de transición para estos importantes procesos diarios. Sin la capacidad de prepararse mentalmente, las personas experimentan una confusión de roles, lo que puede provocar estrés. Sin la posibilidad de desconectarse mentalmente del trabajo, las personas pueden sufrir agotamiento.

Creemos que la pérdida de este espacio ayuda a explicar por qué muchas personas echan de menos los recorridos del trabajo.

Mujer de negocios leyendo un libro mientras viaja en un tren de cercanías
Uno de los descubrimientos más sorprendentes durante la pandemia ha sido que muchas personas que comenzaron a trabajar a distancia en realidad extrañaban sus desplazamientos del trabajo. Hinterhaus Productions/Stone via Getty Images

Tránsitos y espacio liminal

En nuestro estudio, queríamos saber si los desplazamientos del trabajo proporcionan ese tiempo y espacio, y cuáles son los efectos cuando dejan de estar disponibles.

Revisamos las investigaciones sobre desplazamientos diarios al trabajo, transiciones de rol y recuperación tras la jornada laboral a fin de desarrollar un modelo del espacio liminal que proporcionan los desplazamientos a un trabajador estadounidense típico. Centramos nuestra investigación en dos procesos cognitivos: separación psicológica del rol laboral – es decir, desvinculación mental de las exigencias del trabajo— y recuperación psicológica tras el trabajo – o recargar las reservas de energía mental que fueron utilizadas durante el trabajo.

Basándonos en nuestra revisión, desarrollamos un modelo que mostraba que el espacio liminal generado durante los desplazamientos del trabajo creaba oportunidades para la desconexión y la recuperación.

Sin embargo, también observamos que las variaciones cotidianas pueden determinar si durante este espacio liminal es posible la desconexión y la recuperación. Por ejemplo, los usuarios del metro deben prestar atención a seleccionar su ruta, estar pendientes de las llegadas y las salidas de los trenes y asegurarse de que se bajan en la estación correcta, mientras que los automovilistas deben permanecer constantemente atentos a la conducción.

Concluímos que, por un lado, dedicar más atención al acto de desplazarse del trabajo supone menos atención disponible para actividades relajantes de recuperación, como escuchar música o podcasts. Por otro lado, los trayectos más largos pueden dar más tiempo para relajarse y recuperarse.

En un estudio posterior, inédito, realizado por nosotros mismos, analizamos una semana de desplazamientos del trabajo de 80 empleados universitarios a fin de probar nuestro modelo conceptual. Los empleados respondieron encuestas por la mañana y por la tarde en que se les preguntaba por las características de sus desplazamientos, si se “desconectaban” del trabajo y se relajaban durante el trayecto, y si se sentían emocionalmente agotados al llegar a casa.

La mayoría de los trabajadores de este estudio afirmaron utilizar el espacio liminal del trayecto del trabajo tanto para hacer la transición mental del trabajo al hogar como para empezar a recuperarse psicológicamente de las exigencias de la jornada laboral. Nuestro estudio también confirma que las variaciones diarias en los desplazamientos predicen si existe la posibilidad de crear este espacio.

Los días en que los desplazamientos al trabajo eran más largos que el promedio, las personas mostraban un mayor nivel de distanciamiento psicológico del trabajo y estaban más relajadas durante el trayecto. Sin embargo, en los días en los que los desplazamientos del trabajo eran más estresantes de lo habitual, las personas se mostraban menos distanciadas psicológicamente del trabajo y menos relajadas durante el trayecto.

Crear un espacio liminal

Los resultados de nuestros estudios sugieren que los trabajadores a distancia pueden beneficiarse al crear sus propias formas de desplazamiento a fin de generar un espacio liminal para la recuperación y la transición, como un paseo de 15 minutos para marcar el comienzo y el final de la jornada laboral.

Nuestros resultados preliminares concuerdan con otras investigaciones que sugieren que las personas que han vuelto a los espacios de trabajo podrían beneficiarse si aprovechan sus desplazamientos para relajarse tanto como sea posible.

Para ayudar a mejorar el distanciamiento del trabajo y la relajación durante el trayecto del trabajo, las personas que se desplazan del trabajo podrían intentar evitar pensar sobre la jornada laboral, y en su lugar, centrarse en usar ese tiempo en actividades personalmente gratificantes como escuchar música o podcasts, o llamar a un amigo. Otras formas de volver del trabajo, como el uso del transporte público o compartir un carro, también pueden ofrecer oportunidades para socializar.

Nuestros datos muestran que un trayecto estresante del trabajo disminuye la posibilidad de distanciamiento y relajación, más que un trayecto más corto o más largo. Así que a algunas personas les puede convenir tomar la “ruta panorámica” de regreso a casa, aunque sea más larga, para evitar situaciones de tensión al volante.

This article was originally published in English

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