tag:theconversation.com,2011:/es/topics/autoritarismo-54714/articlesautoritarismo – The Conversation2023-01-15T18:10:02Ztag:theconversation.com,2011:article/1975782023-01-15T18:10:02Z2023-01-15T18:10:02Z¿Es el acto golpista en Brasil un reflejo del descrédito de la democracia a nivel global?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/504277/original/file-20230112-20-z69t9s.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2995%2C2100&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/brazil-national-flag-icon-grunge-pattern-1996099616">Shutterstock / helloRuby</a></span></figcaption></figure><p>El reciente <a href="https://theconversation.com/ataque-a-la-democracia-en-brasil-cinco-preguntas-sobre-el-asalto-y-el-papel-de-los-militares-197418">intento de golpe de Estado en Brasil</a> es un claro reflejo el descrédito a la democracia. Resultado de la polarización social y el populismo. </p>
<p>Varios organismos advierten de la crisis de confianza que sufre la democracia en el mundo. Una amenaza recurrente, que requiere de la respuesta contundente de las sociedades democráticas. Ya que ésta constituye el pilar fundamental de la convivencia y la buena gobernanza.</p>
<p>En octubre del 2022, después de una muy apretada elección, el candidato de izquierdas Luíz Ignacio Lula da Silva obtuvo la mayoría de votos a la presidencia. La diferencia fue de menos del 2 % frente a su rival, el candidato de derechas y presidente en funciones Jair Bolsonaro. El estrecho margen y la narrativa de las autoridades sobre presuntas irregularidades en el proceso, llevó a miles de seguidores de Bolsonaro a desconocer el resultado de la elección. </p>
<p>Las movilizaciones sociales fueron alentadas por el entonces presidente Bolsonaro. Este nunca reconoció abiertamente su derrota y argumentó un supuesto fraude electoral orquestado a través del sistema electrónico de votación. Haciendo un llamando a la ciudadanía a movilizarse contra la elección. (https://www.france24.com/es/américa-latina/20221123-bolsonaro-solicita-impugnar-en-brasil-las-elecciones-que-perdió-frente-a-lula). Las acusaciones de fraude no tuvieron eco internacional, pues el proceso fue ampliamente <a href="https://transparenciaelectoral.org/informe-preliminar-de-la-mision-de-observacion-internacional-de-transparencia-electoral-y-la-caoeste-para-las-elecciones-generales-de-brasil-2022/">validado por organismos internacionales</a>. </p>
<p>Tampoco prosperó la intentona de anular las elecciones en los tribunales electorales. Ni lo hizo el llamamiento a las fuerzas militares <a href="https://www.infobae.com/america/america-latina/2022/11/02/miles-de-seguidores-de-bolsonaro-reclaman-en-rio-de-janeiro-una-intervencion-militar-para-evitar-la-asuncion-de-lula-da-silva/">a no reconocer el triunfo de Lula</a>. Esto dejó como única alternativa la de la movilización social y la protesta pública. </p>
<p>Sin embargo, a comienzos del año, hordas de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro asaltaron con violencia la sede de los poderes constitucionales. La turba mostró desprecio por las instituciones democráticas y por legítimo proceso de elección. El asalto buscaba ser el germen de un golpe de Estado. De haberlo conseguido, habría sido un enorme retroceso democrático en uno de los países mas poblados del orbe y la principal economía de América Latina. </p>
<p>El asalto siguió casi al pie de la letra la protesta y toma violenta del Capitolio en los Estados Unidos. Mientras los seguidores de Bolsonaro atacaban las instituciones democráticas del Brasil, llamaron a la intervención del ejercito para derrocar a quien consideraban un gobierno ilegítimo. Una triste copia de la toma hostil de la sede del Congreso Norteamericano de hace dos años.</p>
<p>Las similitudes que comparten en la ideología, el discurso polarizante y los perfiles populistas de los candidatos, muestran la amenaza a la democracia y sus instituciones que existe en las Américas. Una constante que sacude a la región afectada por el populismo y los regímenes que se inclinan cada vez mas hacia el autoritarismo. El retroceso democrático es incuestionable. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/504280/original/file-20230112-4958-9icdv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Un ejemplar de la Constitución de Brasil en una vitrina destrozada por los asaltantes al Congreso brasileño en Brasilia el 8 de enero de 2023.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/agenciasenado/52616636273/">Agencia Senado / Flikr</a></span>
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<h2>Democracia en riesgo</h2>
<p>La democracia está en riesgo con la galopante expansión del autoritarismo a nivel mundial. La investigación del V-Dem Institute de la Universidadde Gothengurg <a href="https://www.gu.se/en/research/varieties-of-democracy-v-dem">destaca la pronunciada caída de gobiernos democráticos en el mundo en años recientes</a>. El estudio señala que en una década aumentaron de 49 % (2011) a 70 % (2021) las naciones bajo el mandato de individuos o grupos autocráticos. La perturbadora tendencia abarca múltiples regiones del globo y confirma el avance de nuevas formas de autoritarismo.</p>
<p>El <a href="https://www.eiu.com/n/campaigns/democracy-index-2021/?utm_source=economist&utm_medium=daily_chart&utm_campaign=democracy-index-2021">Índice de Democracia de la revista <em>The Economist</em></a>, uno de los mas influyentes a nivel global por su metodología e indicadores, advierte de la misma emergencia. En dicho ranking, cada vez disminuyen más los países catalogados como “democracias plenas”, los cuales se desplazan en la tabla hacia el extremo de “gobierno autoritario.” La tendencia claramente es preocupante, afectando incluso a democracias europeas como la española, que <a href="https://www.economist.com/graphic-detail/2022/02/09/a-new-low-for-global-democracy">descendió en la última edición</a> a “democracia débil”. </p>
<h2>El repudio internacional</h2>
<p>La democracia hoy se encuentra en retroceso y enfrenta la amenaza de la expansión del autoritarismo. Es por ello que el repudio internacional de lo ocurrido es fundamental para trabajar colectivamente por restablecer el avance de la democracia liberal. Afortunadamente, el asalto antidemocrático en Brasil ha desatado una ola internacional condenando el suceso. </p>
<p>Desde la repulsa por los tres mandatarios de América del Norte en la cumbre de México, hasta múltiples jefes de Estado en Europa y Asia. Por su importancia geopolítica, también han manifestado su repudio los presidentes de China o Rusia, aliados estratégicos del gigante sudamericano. Sin embargo, se necesita pasar de la repulsa a la acción coordinada.</p>
<p>La intentona de golpe en Brasil es el reflejo de la polarización política, el discurso populista y el autoritarismo que amenaza a los sistemas democráticos en el mundo. Es necesario poner en valor nuevamente la importancia de la democracia como único sistema aceptable para el desarrollo pleno de las naciones. La lucha por la democracia debe ser permanente.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/197578/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Armando Jiménez San Vicente no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La deslegitimación del resultado electoral en Brasil es un síntoma del riesgo que vive la democracia con la expansión del autoritarismo a nivel global.Armando Jiménez San Vicente, Profesor Análisis Económico del Derecho, Instituto Universitario y de Investigación Ortega y GassetLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1851662022-07-19T18:35:31Z2022-07-19T18:35:31ZPutin sobre Ucrania y Xi Jinping sobre Taiwán: dos discursos similares<p>La guerra de Rusia para subyugar o desmembrar Ucrania ha alimentado la preocupación de que la República Popular China pueda utilizar pronto la fuerza contra Taiwán para hacer realidad el <a href="https://politiqueinternationale.com/revue/n163/article/le-reve-taiwanais-de-xi-jinping">“sueño chino de reunificación nacional”</a>. Esta preocupación se acentúa por el hecho de que, tres semanas antes de la invasión de Ucrania, Vladimir Putin y Xi Jinping emitieron una <a href="https://www.lemonde.fr/international/article/2022/02/05/au-jo-de-pekin-vladimir-poutine-et-xi-jinping-affichent-un-front-commun-face-aux-etats-unis_6112423_3210.html">declaración de plena solidaridad</a> durante la visita del presidente ruso a Pekín. ¿Entonces <a href="https://www.ledevoir.com/opinion/idees/685593/ukraine-et-taiwan-meme-combat">Ucrania y Taiwán comparten la misma lucha</a>?</p>
<p>Tanto Rusia como China son hoy estados autoritarios y revisionistas, en el sentido de que quieren desafiar el orden mundial existente. Aunque la situación de Taiwán es bastante diferente a la de Ucrania en términos de derecho internacional, los discursos de justificación de Vladimir Putin y Xi Jinping convergen en lo esencial.</p>
<p>De hecho, las “narrativas” rusa y china se apoyan en dos pilares comunes: por un lado, la afirmación de una identidad nacional compartida, y posteriormente desgarrada, que debe ser restaurada; por otro lado, una preocupación geoestratégica provocada por una presencia militar potencialmente hostil de Estados Unidos o sus aliados en su entorno cercano, sinónimo de amenaza de cerco y desafío a su legítima esfera de influencia en su “territorio nacional”.</p>
<p>Además de estos argumentos, hay otro aspecto importante: el deseo de estos sistemas autoritarios de protegerse contra el “contramodelo” democrático encarnado en sus fronteras por Ucrania y Taiwán.</p>
<h2>Rusia: reivindicación de una identidad nacional compartida</h2>
<p>Al igual que el de <a href="https://theconversation.com/la-chine-ou-le-paradigme-du-national-capitalisme-autoritaire-174488">China</a>, el actual régimen ruso puede describirse como <a href="https://www.iris-france.org/156883-le-national-capitalisme-autoritaire-une-menace-pour-la-democratie-3-questions-a-p-y-henin-a-insel/">nacional-capitalismo autoritario</a>. En este tipo de régimen, la legitimación del autoritarismo moviliza en particular un discurso de identidad nacional.</p>
<p>No es de extrañar que esta lógica esté en primera línea de la narrativa rusa para justificar el desmembramiento de Ucrania, el objetivo proclamado de su acción militar. Vladimir Putin elaboró personalmente este discurso en un largo documento titulado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sobre_la_unidad_hist%C3%B3rica_de_rusos_y_ucranianos">“Sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos”</a>, en el que se instrumentaliza la historia en apoyo de su política revisionista, que muchos historiadores <a href="https://theconversation.com/a-historian-corrects-misunderstandings-about-ukrainian-and-russian-history-177697">no han dejado de denunciar</a>.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1535198724070297601"}"></div></p>
<p>Recordando la larga y complicada historia de una Ucrania desgarrada entre las esferas de influencia rusa y lituana-polaca, Putin argumenta que el movimiento de reivindicación de una identidad nacional ucraniana –principalmente cultural y lingüística–, que fue especialmente evidente a finales del siglo XIX, fue manipulado por el movimiento nacional polaco que luchaba contra <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Zarato_de_Polonia">la anexión de la llamada “Polonia del Congreso” por el Imperio ruso</a>. Más interesante es su <a href="https://www.bfmtv.com/international/asie/russie/vladimir-poutine-l-ukraine-a-ete-entierement-construite-et-creee-par-lenine_VN-202202210554.html">denuncia de la política soviética de nacionalidades</a> en el futuro del espacio heredado de la URSS.</p>
<p>La agresión rusa no hizo más que reforzar la visión de la historia compartida por la mayoría de los ucranianos, según la cual su identidad nacional se había construido a lo largo de los siglos, sobre todo en oposición al imperio autoritario de los zares y luego a las autoridades comunistas. Siempre reprimido por las autoridades soviéticas, este programa de reflexión histórica se reavivó a finales de los años 80, con la perestroika, por iniciativa del Partido Comunista de Ucrania, <a href="https://www.foreignaffairs.com/reviews/capsule-review/2022-04-19/memory-crash-politics-history-and-around-ukraine-1980s-2010s">según informa un historiador de Kiev que participó en este renacimiento</a>.</p>
<p>Cabe señalar de paso que la anexión de Crimea a Ucrania por decisión del Soviet Supremo el 19 de febrero de 1954 –presentada en su momento por Moscú como un generoso regalo del hermano mayor con motivo del 300 aniversario del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Perey%C3%A1slav">Tratado de Pereïaslav</a>, y hoy como una <a href="http://en.kremlin.ru/events/president/news/67828">ocurrencia de Jruschov</a>– tenía como objetivo, de hecho, reforzar el <a href="https://www.wilsoncenter.org/publication/why-did-russia-give-away-crimea-sixty-years-ago">peso del elemento ruso</a> en una república en la que los <a href="https://euromaidanpress.com/2022/01/21/it-took-red-army-a-decade-to-subdue-western-ukraine-after-1945-russian-specialist-on-ukraine-warns-kremlin/">movimientos que desafían el orden ruso-soviético</a> no se habían extinguido.</p>
<h2>La retórica de China</h2>
<p>La retórica china <a href="https://thepoliticalroom.com/la-relacion-china-taiwanesa-las-claves-del-conflicto-y-su-desarrollo/">que justifica la necesaria “reunificación”</a> con Taiwán tiene ciertamente una legitimidad a priori en términos de derecho internacional, ya que, en principio, los propios Estados Unidos no discuten la pertenencia de la isla a China. Sin embargo, esta reunificación se presenta como el último vestigio de los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_desigual">“tratados desiguales”</a> que hay que borrar para realizar el “gran sueño chino”.</p>
<p>Es cierto que fue a través del <a href="http://www.diaoyudao.org.cn/es/2015-06/28/content_35954658.htm">Tratado de Shimonoseki</a> en 1895 como Japón se apropió de la isla de Taiwán. Sin embargo, los distintos gobiernos chinos no reclamaron la devolución de Taiwán a la madre patria durante varias décadas. Hasta 1942, cuando se exigió la restitución de Manchuria, Taiwán solo aparecía como un territorio que liberar de la ocupación japonesa, del mismo modo que Corea y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Annam">Annam</a>, también antiguas colonias chinas. </p>
<p>Raramente mencionado, este punto está bien <a href="https://journals.openedition.org/chinaperspectives/4828">documentado por el historiador estadounidense Alan M. Wachman</a>. En 1937, en sus <a href="https://www.allenandunwin.com/browse/books/general-books/history/Red-Star-Over-China-Edgar-Snow-contributions-by-Dr-John-K-Fairbank-9781611855128">entrevistas con el periodista Edgar Snow</a>, Mao consideraba que el Partido Comunista debía ayudar a los taiwaneses a luchar por su independencia, posición que reiteró Zhou Enlai en julio de 1941. En 1938, el presidente nacionalista Chiang Kai-shek expresó la misma posición:</p>
<blockquote>
<p>“Debemos permitir que Corea y Taiwán recuperen su independencia, lo que beneficiará a la defensa nacional de la República de China”.</p>
</blockquote>
<p>El avance vino de un actor inesperado, Franklin Delano Roosevelt. El 14 de agosto de 1941, la <a href="https://www.un.org/fr/about-us/history-of-the-un/preparatory-years">Carta del Atlántico</a> dispuso la devolución de Taiwán a la República de China. Informado por sus relaciones con Estados Unidos, el Kouo-Min-Tang (el partido de Chiang Kai-shek) incorporaría este punto de vista en 1942. Al mismo tiempo, el Partido Comunista Chino hizo el mismo cambio de posición, que presentó como una iniciativa de los comunistas taiwaneses.</p>
<p>Como señala <a href="https://journals.openedition.org/chinaperspectives/4828">Alan Wachman</a>, este debilitamiento del argumento de la legitimidad histórica conduce a un cambio hacia el argumento geoestratégico.</p>
<h2>Argumentos geoestratégicos</h2>
<p>No vamos a repetir aquí la larga polémica sobre la legitimidad de la ampliación de la OTAN a las antiguas democracias populares, luego a los Estados bálticos liberados de la anexión soviética, e incluso, algún día, a Georgia y Ucrania. En cualquier caso, esta ampliación lleva a las fronteras de la Federación Rusa una coalición potencialmente opuesta a sus planes revisionistas de restaurar, por la fuerza si es necesario, la <a href="https://theconversation.com/en-ukraine-la-russie-fait-la-guerre-pour-etendre-sa-sphere-dinfluence-177077">esfera de influencia</a> heredada del Imperio zarista y de la URSS. El siguiente vídeo fue publicado por un diplomático chino, una señal reveladora del alineamiento de las posiciones de Pekín y Moscú en este tema del cerco:</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1503820283072888833"}"></div></p>
<p>Como alianza defensiva, no es probable que la OTAN emprenda acciones ofensivas contra Rusia, cuyas preocupaciones en este punto están, como mínimo, sobrevaloradas. Sin embargo, la ampliación de la OTAN habrá limitado sin duda su capacidad de actuación en los países que considera parte de su “extranjero cercano” (aunque no le habrá impedido prestar apoyo militar a las “repúblicas separatistas” controladas por minorías rusoparlantes y rusófilas, desde Transnistria hasta Abjasia y Donbass). Sin la presencia militar occidental en los países vecinos, es difícil ver cómo el ejército ucraniano podría haber resistido con tanta eficacia la ofensiva rusa de febrero de 2022.</p>
<p>Utilizando una terminología que recuerda al <a href="https://www.jstor.org/stable/24909770">discurso alemán de antes de la Primera Guerra Mundial</a>, Rusia afirma que la presencia militar occidental pretende “rodear” su territorio. Del mismo modo, la autonomía de Taiwán bajo la protección de Estados Unidos es, a ojos de las autoridades chinas, el anclaje de una barrera que cierra los mares de China a lo largo de la <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/First_island_chain">“primera cadena de islas”</a>. </p>
<p>El manual sobre la geografía militar del Estrecho de Taiwán publicado en 2013 por la Academia de Defensa de Pekín contiene una presentación muy explícita de lo que está en juego geoestratégicamente en la posesión de Taiwán: el control de la isla es vital para protegerse de un bloqueo, al mismo tiempo que amenazaría las comunicaciones de Japón; y proporcionaría a la Marina del Ejército Popular un acceso sin obstáculos al Océano Pacífico y una influencia decisiva sobre los estados de la región, según informan los investigadores <a href="https://digital-commons.usnwc.edu/nwc-review/vol72/iss1/10/">William Murray e Ian Easton</a>.</p>
<p>Por muy reales que sean las apuestas estratégicas y geopolíticas, nos parece que hay una dimensión adicional en la motivación rusa y china para acabar con el estatus respectivo de Ucrania y Taiwán.</p>
<h2>El argumento político</h2>
<p>La <a href="https://theconversation.com/oso-y-dragon-el-vinculo-estrategico-entre-rusia-y-china-en-el-nuevo-orden-multipolar-178015">denuncia conjunta</a> de las “revoluciones de colores” por parte de Putin y Xi Jinping llama la atención sobre el hecho de que estos líderes de regímenes autoritarios ven una amenaza en las democracias que tienen a sus puertas. La democracia funciona ciertamente mejor en <a href="https://perspective.usherbrooke.ca/bilan/servlet/BMTendanceStatPays?langue=fr&codePays=TWN&codeTheme=9&codeStat=EIU.DEMO.GLOBAL">Taiwán</a> que en <a href="https://perspective.usherbrooke.ca/bilan/servlet/BMTendanceStatPays?codePays=UKR&codeStat=EIU.DEMO.GLOBAL&codeTheme=9">Ucrania</a>, pero en ambos casos, estos pequeños países demuestran que tanto los exsoviéticos como los chinos pueden vivir perfectamente fuera de las dictaduras.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/467584/original/file-20220607-40890-87xz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/467584/original/file-20220607-40890-87xz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/467584/original/file-20220607-40890-87xz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/467584/original/file-20220607-40890-87xz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/467584/original/file-20220607-40890-87xz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/467584/original/file-20220607-40890-87xz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/467584/original/file-20220607-40890-87xz1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=590&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Esta imagen, ampliamente difundida por los sitios web oficiales ucranianos, pone de manifiesto la alternancia en el poder en Ucrania, que contrasta significativamente con la situación en Rusia y Bielorrusia desde hace más de veinte años.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Euromaidan</span></span>
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<p>Si durante años Moscú ha sido tan sistemático en denigrar la democracia ucraniana es porque este régimen, por su propia existencia, contradice la narrativa del Kremlin. Como dice el periodista <a href="https://desk-russie.eu/2022/04/01/lukraine-premier-front-du-combat.html">Jean-François Bouthors</a>, “para Vladimir Putin, dejar que Ucrania avance en esta dirección democrática es imposible. ¿Cómo puede sostener, por un lado, que la autocracia que impone en el país está justificada por una determinada civilización rusa y, por otro, que, como afirma, los ucranianos no son diferentes de los rusos, cuando estos han optado por la democracia?”. [Desde su punto de vista, el poder en Moscú se vio realmente amenazado por el experimento democrático ucraniano.</p>
<p>Por su parte, las académicas Kelly Brown y Kalley Wu Tzu-Hui señalan que Taiwán presenta ahora un modelo alternativo de modernidad y democracia en el mundo chino; esta es, según ellas, la principal razón por la que Pekín tiene un problema con Taiwán: “Trouble with Taiwan”, la frase elegida como título de <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/journal-of-asian-studies/article/abs/trouble-with-taiwan-history-the-united-states-and-a-rising-china-by-kerry-brown-and-kalley-wu-tzu-hui-london-zed-books-2019-246-pp-isbn-9781786995223-cloth/5E46A81D70BC82ECDEE4708FA6473FB8">su libro</a> publicado en 2019.</p>
<p>Aunque este argumento es discreto en la comunicación al “norte”, es <a href="https://www.monde-diplomatique.fr/2022/05/GRESH/64659">bien recibido en muchos países del “sur”</a>, para quienes la postura rusa y china tiene el <a href="https://foreignpolicy.com/2022/05/02/ukraine-russia-war-un-vote-condemn-global-response/">mérito de romper con un sistema democrático liberal dominado por Estados Unidos</a>, que se apresura a sancionar los excesos a los que el frente de los regímenes nacional-capitalistas autoritarios está acostumbrado por naturaleza.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/185166/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pierre-Yves Hénin ne travaille pas, ne conseille pas, ne possède pas de parts, ne reçoit pas de fonds d'une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n'a déclaré aucune autre affiliation que son organisme de recherche.</span></em></p>Los discursos ruso y chino sobre Ucrania y Taiwán tienen mucho en común, tanto en términos de identidad y estrategia como de política.Pierre-Yves Hénin, Professeur émérite en économie, Université Paris 1 Panthéon-SorbonneLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1851082022-06-16T16:10:23Z2022-06-16T16:10:23ZComprender la ‘crisis de la blasfemia’ entre los países musulmanes y la India<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/468863/original/file-20220614-11-agu4jb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=34%2C0%2C5716%2C3776&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Manifestantes en Karachi, Pakistán, reaccionan a un incidente más de incitación al odio contra los musulmanes que ha ido en aumento en la India.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/PakistanIndiaIslam/cfcff703192e4cfda0ddc017f7060ad8/photo?Query=nupur%20sharma&mediaType=photo&sortBy=&dateRange=Anytime&totalCount=65&currentItemNo=0">AP Photo/Fareed Khan</a></span></figcaption></figure><p>El gobierno indio se encuentra en una crisis diplomática tras los comentarios ofensivos de la portavoz del gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP, por sus siglas en inglés), <a href="https://thewire.in/communalism/after-boycott-india-tweets-in-arab-world-bjp-clarifies-on-insulting-remarks-against-islam">Nupur Sharma</a>, en la televisión nacional sobre el profeta Mahoma y su esposa, Aisha. El BJP ha suspendido a Sharma del cargo, pero eso no ha sido suficiente para <a href="https://thewire.in/diplomacy/qatar-summons-indian-envoy-seeks-govts-public-apology-over-bjp-leaders-remarks-on-prophet">aplacar la crisis</a>. Más de una decena de países musulmanes, entre ellos Pakistán, Irán y Arabia Saudí, han condenado al gobierno indio y pedido una disculpa pública.</p>
<p>Se trata de un incidente más de <a href="https://indianexpress.com/article/opinion/columns/what-the-recent-hate-speech-incidents-will-achieve-7712243/">incitación al odio contra los musulmanes</a>, que ha ido en aumento en la India desde que la llegada al poder en 2014 del BJP, encabezado por el primer ministro Narendra Modi. El gobierno ha sido criticado por varios <a href="https://www.bbc.com/news/world-asia-india-60225543">linchamientos de musulmanes por parte de turbas hindúes ante la indiferencia policial y la apatía judicial</a>. En 2019, el BJP aprobó una nueva ley de ciudadanía que <a href="https://www.nytimes.com/2019/12/22/world/asia/modi-india-citizenship-law.html">discriminaba a los musulmanes</a>, y sus <a href="https://www.state.gov/reports/2021-report-on-international-religious-freedom/india/">actitudes islamófobas</a> han alentado a <a href="https://www.nytimes.com/2022/03/15/world/asia/india-hijab-ban-schools.html">algunas escuelas y colegios</a> a imponer <a href="https://frontline.thehindu.com/cover-story/hijab-controversy-karnataka-the-paradox-of-hijab-quran/article38430996.ece">la prohibición del ‘hiyab’, o velo, a las estudiantes</a>.</p>
<p>Estas políticas discriminatorias tienen una importancia global porque en la India habita la tercera población musulmana más numerosa del mundo, después de Indonesia y Pakistán. De la población india, estimada en 1.400 millones, <a href="https://www.pewresearch.org/religion/2015/04/02/religious-projection-table/">unos 210 millones - el 15% - son musulmanes</a>.</p>
<p>Como musulmán, soy consciente de la profunda veneración por el Profeta Mahoma, y entiendo el resentimiento de los musulmanes a nivel individual. Sin embargo, la reacción de los gobiernos musulmanes refleja sus regímenes políticos. Como explica mi libro <a href="https://www.cambridge.org/us/academic/subjects/politics-international-relations/comparative-politics/islam-authoritarianism-and-underdevelopment-global-and-historical-comparison?format=PB"><em>Islam, autoritarismo y subdesarrollo</em></a>, la mayoría de los gobiernos musulmanes son autoritarios y <a href="https://theconversation.com/por-que-la-blasfemia-es-un-delito-capital-en-algunos-paises-musulmanes-173477">se centran en condenar los sacrilegios contra el Islam</a>, más que en abogar por la protección de los derechos de las minorías musulmanas en el extranjero.</p>
<h2>Aisha: una mujer poderosa</h2>
<p>El caso reciente de la India se centró en la edad de Aisha cuando se casó con el Profeta. <a href="http://cup.columbia.edu/book/politics-gender-and-the-islamic-past/9780231079990">Aisha es una de las figuras más importantes, vigorosas y poderosas</a> de la historia del Islam. La esposa favorita del Profeta, era la hija del sucesor y amigo más cercano del Profeta, Abu Bakr. Se convirtió en una destacada narradora de hadices - los registros de las palabras y acciones del Profeta - maestra de muchos eruditos y líder militar en una guerra civil.</p>
<p>Según un registro de hadices, <a href="https://yaqeeninstitute.org/read/paper/understanding-aishas-age-an-interdisciplinary-approach">Aisha tenía 9 años</a> cuando se casó. Algunos musulmanes lo aceptan y ven normal para un matrimonio premoderno, mientras que otros creen que Aisha <a href="https://unity1.store/2021/09/26/the-age-of-aisha-at-marriage/">tenía 18</a> o <a href="https://www.hindustantimes.com/india/hazrat-aisha-was-19-not-9/story-G4kaBHqM0VXoBhLR0eI2oO.html">19 años</a>, refiriéndose a otros registros.</p>
<p>No es posible conocer la verdadera edad de Aisha. Como subraya el erudito islámico <a href="https://law.ucla.edu/faculty/faculty-profiles/khaled-m-abou-el-fadl">Khaled Abou El Fadl</a>, “<a href="https://www.searchforbeauty.org/2016/06/30/my-good-friend-confronted-me-on-the-issue-of-the-prophet-s-wife-aisha-and-asked-did-muhammad-rape-a-child-i-was-disturbed-and-confounded-and-did-not-answer/">no la sabemos ni la sabremos nunca</a>”. Así, Sharma utilizó una única versión, ignorando las explicaciones musulmanas alternativas, para sus comentarios.</p>
<h2>Priorizando la blasfemia, no los derechos humanos</h2>
<p>No es la primera vez que los gobiernos musulmanes reaccionan ante acciones difamatorias contra el Profeta. La larga lista de incidentes incluye el llamamiento del líder supremo de Irán, <a href="https://www.history.com/this-day-in-history/salman-rushdie-satanic-verses-fatwa-iran">Ruhollah Jomeini, en 1989, a los musulmanes para que mataran al novelista Salman Rushdie</a> y <a href="https://yalebooks.yale.edu/book/9780300124729/the-cartoons-that-shook-the-world/">el boicot de 2006 a los productos daneses en todo Oriente Próximo</a> como reacción a una docena de caricaturas publicadas en un periódico.</p>
<p>En las actitudes de los gobiernos musulmanes se aprecia un patrón interesante: Son muy reivindicativos cuando se trata de casos de ataques verbales o artísticos a los valores islámicos, mientras que generalmente guardan silencio sobre las violaciones de los derechos humanos contra musulmanes individuales.</p>
<p>Durante casi una década, los musulmanes de la India se han quejado de violaciones de sus derechos, pero <a href="https://time.com/6185355/india-bjp-muslim-world-prophet/">los gobiernos musulmanes no han mostrado ninguna reacción digna de mención ante el BJP</a> hasta este incidente de difamación.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/468274/original/file-20220610-43412-vmhhoj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Two men and one woman holding posters with photographs of missing Uyghurs." src="https://images.theconversation.com/files/468274/original/file-20220610-43412-vmhhoj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/468274/original/file-20220610-43412-vmhhoj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=421&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/468274/original/file-20220610-43412-vmhhoj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=421&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/468274/original/file-20220610-43412-vmhhoj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=421&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/468274/original/file-20220610-43412-vmhhoj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=529&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/468274/original/file-20220610-43412-vmhhoj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=529&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/468274/original/file-20220610-43412-vmhhoj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=529&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Musulmanes uigures protestan cerca de la Embajada de China en Ankara, Turquía, en febrero 2021. Dicen que hace años que no saben nada de sus familiares en China.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/TurkeyChinaUighurs/85e4020b2b5a4241be53a5fe19abf6e8/photo?Query=%20uighurs&mediaType=photo&sortBy=&dateRange=Anytime&totalCount=947&currentItemNo=100">AP Photo/Burhan Ozbilici</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Otro ejemplo es China, que lleva muchos años <a href="https://www.bbc.com/news/world-asia-china-22278037">persiguiendo a 12 millones de musulmanes uigures</a>. <a href="https://www.rferl.org/a/islamic-world-china-uyghurs/31324045.html">Ningún gobierno musulmán ha mostrado una reacción contundente</a>. Por el contrario, estos gobiernos se han centrado en sus intereses materiales y <a href="https://uhrp.org/wp-content/uploads/2021/06/Transnational-Repression_FINAL_2021-06-24-1.pdf">han hecho caso omiso de cómo el Estado chino trata a su minoría musulmana</a>.</p>
<p>Este doble rasero se explica por <a href="https://www.pressenza.com/es/2021/11/la-alianza-entre-ulemas-y-el-estado-obstaculiza-la-democracia-y-el-desarrollo-en-el-mundo-musulman/">el autoritarismo generalizado en el mundo musulmán</a>. De los 50 países musulmanes, <a href="https://institute.global/policy/ulema-state-alliance-barrier-democracy-and-development-muslim-world">solo cinco son democráticos</a>. La mayoría de los gobiernos autoritarios del mundo musulmán tienen leyes sobre la blasfemia que <a href="https://theconversation.com/por-que-la-blasfemia-es-un-delito-capital-en-algunos-paises-musulmanes-173477">castigan las declaraciones sacrílegas y reprimen las voces disidentes</a>. De allí se desprende que estos gobiernos exijan el castigo de la blasfemia y la difamación a la India o a otros países no musulmanes.</p>
<p>Otra característica de los gobiernos musulmanes autoritarios son <a href="https://www.state.gov/reports/2021-report-on-international-religious-freedom/">sus propias violaciones de los derechos de las minorías religiosas y étnicas</a>. En Pakistán, estas violaciones se han cebado con <a href="https://www.uscirf.gov/sites/default/files/2022-06/USCIRFAnnualReport2022_ONLINE_FINAL.pdf">los ahmadiyya, los chiíes, los hindúes y algunas otras comunidades religiosas</a>, mientras que en Irán, las minorías étnicas, incluidos los turcos azerbaiyanos, los baluchis y los kurdos, <a href="https://www.amnesty.org/en/location/middle-east-and-north-africa/iran/report-iran/">sufren discriminación en la educación y el empleo</a>. Por lo tanto, un discurso basado en los derechos en el extranjero entraría en contradicción con las políticas de estos gobiernos en sus países.</p>
<p>El autoritarismo en el mundo musulmán tiene consecuencias trágicas para las minorías musulmanas en la India y en otros lugares. Las reacciones emocionales y cortoplacistas de los gobiernos musulmanes ante algunos casos de difamación no ayudan a mejorar las condiciones de las minorías musulmanas, que en realidad necesitan un apoyo más coherente y basado en principios.</p>
<p><em>Este artículo fue <a href="https://www.pressenza.com/es/">traducido por Pressenza</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/185108/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ahmet T. Kuru no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.
</span></em></p>Un estudioso del Islam explica cómo el autoritarismo de muchos países musulmanes influencia la política de estos gobiernos hacia las minorías musulmanas en el extranjero.Ahmet T. Kuru, Professor of Political Science, San Diego State UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1815742022-05-04T17:41:01Z2022-05-04T17:41:01Z¿Por qué debería importarnos la política?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/460946/original/file-20220503-20-cm66tx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">shutterstock</span> </figcaption></figure><p>La mayoría de la población de las <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-la-democracia/343536">poliarquías occidentales</a> dice <a href="https://www.analisis.cis.es/cisdb.jsp">apoyar la democracia como forma de gobierno</a>, pero reconoce no interesarse por la política, desconfiar de las instituciones e, incluso, odiar a sus representantes. </p>
<p>Un dato revelador: más del 60 % de la ciudadanía española dice no estar interesada en la <a href="https://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=14479">política</a>. Así, la ciudadanía vota sopesando a quién no votará y acaba eligiendo una candidatura por descarte, sin convicción. De esto trata el <em><a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4151172">malestar</a></em> y <em><a href="https://www.upo.es/revistas/index.php/ripp/article/view/6159">cinismo democráticos</a></em>.</p>
<p>El desencanto hacia los representantes políticos es creciente y los liderazgos democráticos viven <a href="https://theconversation.com/que-es-el-liderazgo-politico-179408">sus horas más difíciles y duras</a>. Desde principios del siglo XXI, los regímenes democráticos-liberales son desafiados globalmente por los <a href="https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/opinion/seguridad_y_politica_mundial/democracias_iliberales">regímenes autoritarios-iliberales</a>. Estas razones son suficientemente relevantes para repensar la importancia de la política.</p>
<h2>La visión aristotélica</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/460947/original/file-20220503-10802-nj92hd.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/460947/original/file-20220503-10802-nj92hd.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/460947/original/file-20220503-10802-nj92hd.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=785&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/460947/original/file-20220503-10802-nj92hd.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=785&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/460947/original/file-20220503-10802-nj92hd.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=785&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/460947/original/file-20220503-10802-nj92hd.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=987&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/460947/original/file-20220503-10802-nj92hd.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=987&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/460947/original/file-20220503-10802-nj92hd.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=987&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Platón y Aristóteles en la escuela de Atenas, por Rafael Sanzio (1509).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sanzio_01_Plato_Aristotle.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Para <a href="https://www.philosophica.info/voces/aristoteles/Aristoteles.html#toc42">Aristóteles (384–322 a. e. c.)</a>, la política es el “arte de lo posible”. Esta definición encierra un saber clave para <a href="http://www.cepc.gob.es/publicaciones/monografias/retorica-democracia-y-crisis-un-estudio-de-teoria-politica-6">pensar lo político en nuestro tiempo</a>. Partiendo de ella, se medita sobre el sentido de la política, desde el enfoque del realismo político clásico. El fundador de este enfoque fue Aristóteles: <a href="https://www.fcede.es/site/es/libros/detalles.aspx?id_libro=939">el estudioso de la política</a> <a href="https://www.unebook.es/es/libro/politica_137062">más importante de la Antigüedad</a>. </p>
<p>La raíz etimológica de la palabra política se halla ligada a <em>polis</em> (ciudad), y supone que la política solo pueden hacerla los <em>animales de polis y logos</em>. Es decir, los seres humanos son eminentemente políticos, pues dependen de la ciudad para <a href="https://revistas.upb.edu.co/index.php/escritos/article/view/6770">realizar su naturaleza</a> y <em>vivir bien</em> (eudaimonía). </p>
<p>La política trata sobre los asuntos comunes que nos afectan en la ciudad. Y según cómo nos impliquemos en tales asuntos, quienes la habitamos tendremos diversas posibilidades de convivencia. Entre estas posibilidades nos jugamos la libertad política y la dignidad humana.</p>
<h2>Política y posibilidades de convivencia</h2>
<p>Las <em>posibilidades de convivencia</em>, abiertas en las variadas puertas de la polis libre, constituyen algo distintivo del <em>Homo sapiens</em>. Este está forzado a satisfacer sus necesidades biológicas, puede producir artefactos e inventar instrumentos para afrontar su vida material, pero también tiene la posibilidad de forjar un mundo común, en el que puede <em>vivir bien</em> y <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-la-condicion-humana/201616">ser libre</a>. Ese mundo común, para <a href="https://theconversation.com/la-vigencia-de-hannah-arendt-y-su-pensamiento-critico-165643">Hannah Arendt (1906-1975)</a>, está conformado por palabras y acciones. </p>
<p>Los discursos públicos constituyen la polis, al tiempo que condicionan las posibilidades de convivencia de sus presentes y futuros moradores. En una polis es posible vivir una vida decente si las personas no se humillan entre sí, y las instituciones no humillan a las <a href="https://www.unebook.es/es/libro/la-sociedad-decente_165176">personas</a>. Esto es: se puede deliberar sobre las diferencias, llegar a acuerdos, y regular los conflictos. Pero ello nunca es fácil y requiere participar en la polis. </p>
<p>Participar en política no es aplazable y puede adoptar distintos <a href="https://recyt.fecyt.es/index.php/RevEsPol/article/view/53693">modos</a>: votar, defender una idea en un debate público, contactar con un representante, apoyar (o refutar) un discurso político en las redes, asistir a una protesta social, etc.</p>
<p>La diferencia entre la eudaimonía y subsistir es notoria. No es igual vivir en una polis que educa en un marco de libertades y es posible pensar autónomamente, que vivir en una sociedad donde se restringen las libertades y la libertad de pensamiento se considera un crimen. </p>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/255582/original/file-20190125-108351-7zqlb2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/255582/original/file-20190125-108351-7zqlb2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=835&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/255582/original/file-20190125-108351-7zqlb2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=835&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/255582/original/file-20190125-108351-7zqlb2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=835&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/255582/original/file-20190125-108351-7zqlb2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1050&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/255582/original/file-20190125-108351-7zqlb2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1050&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/255582/original/file-20190125-108351-7zqlb2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1050&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Fotografía de George Orwell.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://fr.m.wikipedia.org/wiki/Fichier:George-orwell-BBC.jpg">BBC / Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La célebre novela <em>1984</em>, escrita por <a href="https://www.unebook.es/es/libro/1984_267451">Orwell</a>, ilustra muy bien este problema: véase la caracterización orwelliana del <em>crimental</em>, de la <em>ideacrimen</em> y del <em>malpensamiento</em>. Tales palabras forjan una neolengua y un mundo antipolítico que niega el <a href="https://elpais.com/elpais/2019/06/06/icon/1559833835_345792.html">lazo común</a>, olvida la interdependencia social y la <a href="https://www.lavanguardia.com/politica/20181031/452669021548/victoria-camps-ser-razonable-en-politica-no-es-una-quimera.html">política razonable</a>. </p>
<p>El crimental orwelliano representa todos los pensamientos heterodoxos de una persona, como las ideas que cuestionan la ideología vigente en una dictadura. De modo que pensar diferente a lo establecido por el régimen te puede costar la vida o tener infinidad de obstáculos. </p>
<p>Así, por ejemplo, ha ocurrido (y ocurre) en las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_gran_dictador">variadas dictaduras de los tiempos modernos</a>: la Alemania de Hitler, la Unión Soviética leninista y estalinista, la España de Franco, la Rusia de Putin, la Corea del Norte de Kim Jong-un. </p>
<p>También ocurre en la China de hoy, donde rige un sistema de crédito social que diferencia entre <em>buenos</em> y <em>malos</em> ciudadanos, otorgándoles <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_de_cr%C3%A9dito_social_chino">puntuaciones oficiales</a>. Todo ello apoyado en la vigilancia social mediante tecnologías de la información. Únicamente los considerados <em>buenos ciudadanos chinos</em> y que actúan dentro del marco establecido pueden acceder a ciertos bienes sociales, como una plaza en una universidad, un piso en alquiler, etc.</p>
<h2>¿Hacia una convivencia libre y digna?</h2>
<p>Pocas cosas perjudican más a los seres humanos que negarles las posibilidades de ser libres y dignos. La convivencia requiere esmerarse en crear relaciones decentes y respetarse mutuamente en la polis. </p>
<p>Sin duda, los llamados regímenes iliberales, proclamados incluso dentro de la Unión Europea (véase la Hungría de <a href="https://elpais.com/internacional/2022-04-03/la-quinta-victoria-de-orban-consolida-su-regimen-iliberal-en-hungria.html">Viktor Orbán</a>), impiden las posibilidades de convivencia de muchos de sus habitantes.</p>
<p>La difamación pública y el uso del odio contra ciertos grupos sociales (homosexuales, inmigrantes, <a href="https://theconversation.com/el-odio-a-los-pobres-la-fobia-mas-comun-180471">pobres</a>, etc.), también presente en las democracias, menoscaban la libertad y dignidad humanas. La calumnia pública y los <em>manejos</em> demagógicos del odio destruyen la convivencia en la <a href="https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/paises/pais/show/hungria/">polis</a>. Así se debilitan las <a href="https://www.unebook.es/es/libro/como-mueren-las-democracias_247908">democracias</a>.</p>
<p>La política y las instituciones, en una sociedad libre y decente, pueden brindar a los seres humanos las oportunidades de ser libres, de respetar a quienes piensan diferente, de educarse en libertad, de deliberar sobre los conflictos, etc. Estas posibilidades son demasiado importantes como para dejarlas en manos de los demagogos de turno. Por ello, es necesaria la participación ciudadana en la polis.</p>
<p>Si realmente nos importa la política tendríamos que evitar, a toda costa, las <a href="https://www.unebook.es/es/libro/critica-de-las-ideologias_123581">ideologías totalitarias</a> y los <a href="https://www.unebook.es/es/libro/contra-el-fanatismo-religioso-serie-great-ideas-39_123663">variados</a> <a href="https://www.todostuslibros.com/libros/la-sociedad-de-la-intolerancia_978-84-18526-37-4">fanatismos</a>. </p>
<p>La ciudadanía libre-democrática no aparece espontáneamente, sino que requiere ciertas condiciones sociopolíticas: bienestar social, educación, <a href="https://www.anagrama-ed.es/libro/argumentos/la-corrosion-del-caracter/9788433905901/A_239">trabajo digno</a>, juicio reflexivo, prudencia, imaginación y <a href="https://revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/view/41862">pensamiento ampliado</a>. Mientras las democracias favorecen esas condiciones, las dictaduras las impiden.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/181574/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José-Francisco Jiménez-Díaz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La inmensa mayoría apoya la democracia, pero cunde la desafección. El desencanto hacia los representantes políticos crece favoreciendo que los regímenes democráticos liberales sean desafiados por regímenes autoritarios iliberales.José-Francisco Jiménez-Díaz, Profesor Titular de Ciencia Política y de la Administración, Universidad Pablo de OlavideLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1158232019-04-24T16:32:41Z2019-04-24T16:32:41ZUn año después del levantamiento popular en Nicaragua, Ortega retoma el control<p>Hace un año, el gobierno de Nicaragua estaba al <a href="https://www.hrw.org/world-report/2019/country-chapters/nicaragua">borde del colapso</a>.</p>
<p>Las protestas contra el presidente Daniel Ortega estallaron en todo el país el 18 de abril de 2018 después de que el gobierno aprobara calladamente un impuesto sobre los cheques de pensiones de los jubilados. Los manifestantes bloquearon carreteras y vías principales, lo cual paralizó la economía nicaragüense.</p>
<p>Ya para mayo de 2018, el <a href="https://www.reuters.com/article/us-nicaragua-protest-analysis/nicaraguas-unlikely-opposition-faces-rocky-road-to-defeat-ortega-idUSKBN1JK11Y">70% de los nicaragüenses</a> querían que Ortega –<a href="https://theconversation.com/venezuelan-oil-fueled-the-rise-and-fall-of-nicaraguas-ortega-regime-100507">quién se enriqueció de manera asombrosa</a> durante el tiempo que lleva gobernando el país más grande de América Central– renunciara.</p>
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Read more:
<a href="https://theconversation.com/one-year-after-nicaraguan-uprising-ortega-is-back-in-control-113991">One year after Nicaraguan uprising, Ortega is back in control</a>
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<p>“Ésta no es una mesa de diálogo”, le dijo <a href="https://www.youtube.com/watch?v=9NXcz-ItgWI">el activista estudiantil Lesther Alemán a Ortega </a>durante una <a href="https://confidencial.com.ni/lesther-aleman-speaks-on-the-future-of-nicaraguan-resistance/">negociación televisada con el gobierno en mayo de 2018</a>. “Es una mesa para negociar su salida y lo sabe muy bien porque el pueblo es lo que ha solicitado”. </p>
<p>Hoy, el presidente Daniel Ortega tiene el control nuevamente. Alemán y cientos de otros líderes de la oposición huyeron del país. Y <a href="https://www.nytimes.com/es/2018/09/24/nicaragua-costa-rica-migrantes/">al menos 50.000 nicaragüenses</a>, incluyendo <a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/periodistas-exiliados-de-nicaragua-el-reto-de-informar-y-sobrevivir-con-muy-poco">decenas de reporteros</a>, han escapado a países vecinos.</p>
<p>Con la excepción de incidentales protestas –todas sofocadas de forma rápida y violenta– la “<a href="https://theglobalamericans.org/2018/04/tropical-spring-land-lakes-volcanoes/">primavera tropical</a>” de Nicaragua ha perdido su ímpetu. ¿Qué pasó?</p>
<h2>El autoritarismo electoral de Ortega</h2>
<p>Soy un <a href="https://www.researchgate.net/profile/Benjamin_Waddell">académico estadounidense</a> que ha investigado la política nicaragüense durante años. Cuando el <a href="https://theglobalamericans.org/2018/06/why-people-migrate-a-plea-for-empathy-from-nicaragua/">caos político obligó a mi familia y a mi a abandonar Managua en junio de 2018</a>, estaba casi <a href="https://theconversation.com/profiles/benjamin-waddell-495208/articles">seguro de </a>que los días de Ortega estaban contados.</p>
<p>En una sociedad democrática, quizás yo habría tenido razón. Desde 1985, el 70% de todos los presidentes latinoamericanos elegidos democráticamente que enfrentaron protestas callejeras sostenidas de forma similar se vieron <a href="https://theconversation.com/nicaraguans-try-to-topple-a-dictator-again-98123">obligados finalmente a abandonar el cargo</a>.</p>
<p>Ortega ha desafiado estas probabilidades al convertirse en el tipo de <a href="https://www.journalofdemocracy.org/article/nicaragua-return-caudillismo">caudillo contra el cuál se rebeló</a> y se convirtió en un héroe de la <a href="https://www.britannica.com/topic/Sandinista">Revolución Sandinista</a> de Nicaragua en 1979. Usando la <a href="https://www.apnews.com/e3ecb467c67d4217bb0244823e824160">represión calculada </a> para aplastar la disidencia y <a href="https://www.youtube.com/watch?v=ai_fCZ9slAc">la retórica antiimperialista </a>para desviar la culpa, Ortega ha fortalecido su control del poder.</p>
<p>Éste es el tercer mandato consecutivo de Ortega como presidente y la quinta vez que gobierna Nicaragua. Llegó al poder por primera vez en la década de 1980 como jefe de la junta gobernante de la revolución sandinista y, en 1985, fue elegido presidente.</p>
<p>En 1990, Ortega <a href="https://www.nytimes.com/1990/02/27/world/turnover-in-nicaragua-aristocratic-democrat-violeta-barrios-de-chamorro.html">perdió ante Violeta Chamorro</a>, quien dio paso a 16 años de <a href="https://www.nytimes.com/1996/10/23/world/scourge-and-sometime-victim-of-the-sandinistas-jose-arnoldo-aleman-lacayo.html">gobierno conservador </a>en Nicaragua, un país que tienda a inclinarse hacia la izquierda. Ortega volvió a ocupar el cargo en 2007. </p>
<p>Desde entonces, Ortega ha <a href="https://www.brookings.edu/opinions/reelection-continuity-and-hyper-presidentialism-in-latin-america/">concentrado sistemáticamente el poder en el poder ejecutivo</a>, llenando la <a href="https://www.poderjudicial.gob.ni/scons1/default.asp">Corte Suprema</a> de militantes <a href="https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Cuando-el-Poder-Ejecutivo-controla-al-Poder-Judicial-20181219-0017.html">del partido</a>, reprimiendo la <a href="https://www.washingtonpost.com/opinions/2018/12/15/ortega-continues-suffocate-protests-press-nicaragua/">libertad de prensa</a> y, en 2014, aboliendo <a href="https://www.aljazeera.com/news/americas/2014/01/nicaragua-scraps-presidential-term-limits-201412951043190534.html">los límites del mandato presidencial</a>.</p>
<p>En 2016, Ortega <a href="https://www.telesurenglish.net/news/Nicaraguas-Daniel-Ortega-Takes-Office-for-3rd-Consecutive-Term-20170110-0006.html">ganó su tercer mandato consecutivo</a> con más del 70% de los votos y nombró a su esposa, Rosario Murillo, como su vicepresidenta. Pero apenas el <a href="https://www.nytimes.com/2016/11/08/opinion/nicaraguas-electoral-farce.html">30% de los votantes nicaragüenses se presentaron a votar </a> ese año, la primera señal de que la popularidad de Ortega estaba disminuyendo.</p>
<p>Quince meses después, miles de manifestaciones antigubernamentales casi lograron derrocar su régimen.</p>
<h2>‘Me querían vivo o muerto’</h2>
<p>Ortega ha <a href="https://foreignpolicy.com/2013/01/10/daniel-ortegas-reality-check/">movilizado todo el poder del estado nicaragüense </a> –un gobierno <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1002/9781118900772.etrds0098">que construyó desde cero a su gusto</a>– para sobrevivir.</p>
<p>El régimen ha enviado a la policía antidisturbios y paramilitares afines al gobierno a golpear, disparar, aterrorizar y arrestar a los manifestantes. Algunos presos políticos <a href="https://www.reuters.com/article/us-nicaragua-prisoners/hundreds-of-prisoners-released-in-nicaragua-before-protests-anniversary-idUSKCN1RS2FZ">han sido liberados</a>, pero <a href="https://correspondenciadeprensa.com/2019/02/02/nicaragua-represion-imparable-se-eleva-a-767-la-cifra-de-presos-politicos-confidencial/">cientos aún permanecen encarcelados</a>. Allí, según los disidentes, han sido <a href="https://www.hrw.org/world-report/2019/country-chapters/nicaragua#235c65">torturados con ahogamiento simulado, descargas eléctricas y agresiones sexuales</a>. Muchos reportan haber sido forzados a <a href="https://www.hrw.org/americas/nicaragua">grabar videos auto incriminatorios</a>.</p>
<p>Después de que Lesther Alemán, de 20 años de edad, se enfrentara a Ortega en la televisión nacional en mayo del año pasado, le empezaron a llegar las amenazas de muerte, lo cual lo obligó a esconderse y, finalmente, a exiliarse. Alemán sostiene que el gobierno <a href="https://www.facebook.com/Articulo66/videos/l%C3%A9ster-alem%C3%A1n-denuncia-que-ortega-puso-precio-a-su-cabeza/2370886746296310/">ofreció 50.000 dólares por su captura</a>.</p>
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<figcaption><span class="caption">Lesther Aleman encara al president nicaraguense, Daniel Ortega, y su esposa, en mayo 2018.</span></figcaption>
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<p>“Me querían vivo o muerto”, me dijo recientemente desde su nuevo hogar en Estados Unidos. “Había un antes y un después. Desde entonces, nada ha sido igual”.</p>
<p>La <a href="https://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/483464-elecciones-nicaragua-crisis-encuesta-cid-gallup/">mayoría de los nicaragüenses coinciden en esto</a>. En una encuesta de Cid Gallup realizada en enero, el 74% dice que la vida ha empeorado en el último año, el 66% rechaza al gobierno y el 54% quiere que las próximas elecciones presidenciales nicaragüenses de 2021 se adelanten para este año.</p>
<p><a href="https://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/483464-elecciones-nicaragua-crisis-encuesta-cid-gallup/">Solo el 25% de los encuestados se</a> alinea con el partido sandinista de Ortega.</p>
<h2>Un chivo expiatorio de Estados Unidos</h2>
<p>Sin embargo, según muestran las cifras, Ortega retiene parte de su base.</p>
<p>Al igual que su aliado venezolano Nicolás Maduro, quien <a href="https://theconversation.com/venezuela-crisis-trump-threats-to-maduro-evoke-bloody-history-of-us-intervention-in-latin-america-111169">culpa a Estados Unidos de la crisis económica y humanitaria de su país</a>, Ortega ha <a href="https://foreignpolicy.com/2013/01/10/daniel-ortegas-reality-check/">movilizado a sus partidarios</a> culpando a Estados Unidos del levantamiento popular en su contra.</p>
<p>“Digamos, el veneno lo pone la Nica-Act, o sea, lo pone el intervencionismo norteamericano nuevamente en Nicaragua. Ahí está la raíz del problema”, <a href="https://twitter.com/teleSURtv/status/1021940383834615808/photo/1">dijo Ortega a la cadena de televisión venezolana Telesur en julio</a>.</p>
<p>Las afirmaciones de Ortega apelan al profundo sentimiento antiestadounidense que se deriva de la <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/americas/article/nicaragua-living-in-the-shadow-of-the-eagle-fourth-edition-by-thomas-w-walker-boulder-westview-%20prensa-2003-pp-xiv-238-ilustraciones-notas-bibliograf%92a-%92ndice-7500-pa%96o-2500-papel%20/%20CE3D980EFA9279E467B129405F43F279">reiterada injerencia de ese país</a> en los asuntos políticos de Nicaragua. Entre éstos se incluyen una ocupación militar estadounidense de 1912 a 1933 y, en la década de 1980, el financiamiento clandestino por parte de la administración Reagan a una <a href="https://www.nytimes.com/1988/03/17/world/an-iran-contra-guide-what-happened-and-when.html?mtrref=www.google.com&gwh=15C226726BFDD37DDDDDDBB772B257DAFC&gwt=pay">sangrienta rebelión contra el propio Ortega</a>.</p>
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<figcaption><span class="caption">Muchos Nicaragüenses siguen apoyando a Ortega.</span></figcaption>
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<p>Muchas de las personas a las que entrevisté creían que las revueltas en Nicaragua reflejaban un complot de la administración Trump, no la indignación popular contra un gobierno distante y corrupto.</p>
<p>“¿Por qué debemos confiar en Estados Unidos?”, me preguntó un veterano miembro del partido sandinista durante las manifestaciones de abril del año pasado.</p>
<h2>Ayuda estadounidense al desarrollo</h2>
<p>No hay evidencia de intervención directa de Estados Unidos en la crisis de Nicaragua.</p>
<p>Desde que comenzó, la administración Trump ha <a href="https://www.congress.gov/bill/115th-congress/house-bill/1918">castigado al gobierno de Ortega por reprimir las libertades civiles </a>al <a href="https://havanatimes.org/?p=145740">limitar seriamente su acceso a los mercados financieros internacionales</a>, y ha sancionado a miembros de su gobierno, <a href="https://www.bbc.com/news/world-latin-america-46367041">incluyendo a su esposa</a>.</p>
<p>Durante años, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional también ha <a href="https://theglobalamericans.org/2018/05/laying-groundwork-insurrection-closer-look-us-role-nicaraguas-social-unrest/">invertido moderadamente </a>en el país para “fomentar <a href="https://www.usaid.gov/nicaragua">la gobernanza democrática y expandir las oportunidades educativas</a>”.</p>
<p>Entre 2015 y 2018, grupos de la sociedad civil nicaragüense recibieron <a href="https://results.usaid.gov/results">92 millones de dólares en ayuda para el desarrollo</a> –aproximadamente equivalente a la ayuda enviada a los países centroamericanos vecinos. La Fundación Nacional para la Democracia, una fundación privada sin fines de lucro con <a href="https://slate.com/news-and-politics/2004/01/what-s-the-national-endowment-for-democracy.html">estrechos vínculos con el Departamento de Estado</a>, ha <a href="https://www.ned.org/">gastado 4.1 millones de dólares adicionales </a>en fortalecer las instituciones democráticas en Nicaragua desde 2014.</p>
<p>Los proyectos financiados por Estados Unidos incluyen el taller de educación cívica que Jeancarlo López, un estudiante de ingeniería convertido <a href="https://www.24matins.es/topnews/america/estudiantes-forman-coalicion-de-cara-a-dialogo-con-el-gobierno-de-nicaragua-68343">en disidente</a>, tomó en 2017 en el <a href="https://www.facebook.com/ipadenic/">Instituto para el Desarrollo y la Democracia</a>.</p>
<p>“Lo que aprendimos fue lo básico que debes aprender en la escuela sobre los derechos humanos y la democracia”, dijo.</p>
<p>A pesar del continuo control de Ortega, el disidente exiliado Lesther Alemán <a href="https://confidencial.com.ni/el-ano-que-no-dejo-de-marcar-abril/">mantiene la esperanza de</a> que la oposición nicaragüense triunfará.</p>
<p>“Ortega nos calificó de terroristas”, dijo. “Pero la verdad es difícil de ocultar”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/115823/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Benjamin Waddell does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organization that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.</span></em></p>En abril de 2018, una ola de protestas masiva en Nicaragua casi derrumbe al regimen autoritario de Daniel Ortega. ¿Qué le pasó a esta ‘primavera tropical’ de Centroamérica?Benjamin Waddell, Associate Professor of Sociology, Fort Lewis CollegeLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/981392018-06-13T11:02:58Z2018-06-13T11:02:58ZEn Venezuela puede que no haya un final feliz<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/222668/original/file-20180611-191962-189opbe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El gobierno venezolano ha utilizado las fuerzas militares para reprimir a las voces disidentes en las protestas diarias.</span> <span class="attribution"><span class="source">Efecto Eco / Wikimedia</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span></figcaption></figure><p><em><a href="https://theconversation.com/for-venezuela-there-may-be-no-happily-ever-after-81544">Read in English</a>.</em></p>
<p>En Venezuela se ha roto la lógica de funcionamiento de las instituciones republicanas.</p>
<p>Digo esto sabiendo bien que la semana pasada un número importante de venezolanos <a href="https://www.washingtonpost.com/world/the_americas/woman-killed-4-injured-as-violence-erupts-at-venezuela-vote/2017/07/16/a7c1fb92-6a8c-11e7-abbc-a53480672286_story.html?utm_term=.65fcfc555aa5">se manifestó en rechazo a la propuesta de Asamblea Constituyente</a> del gobierno de Nicolás Maduro, que propone revisar la Constitución del país.</p>
<p>El gobierno no les hizo caso. Ahora la oposición ha convocado <a href="https://internacional.elpais.com/internacional/2017/07/26/actualidad/1501056113_877643.html">una huelga de 48 horas</a> para presionar al presidente a suspender la elección, el domingo, de la Asamblea Constituyente.</p>
<p>Estos esfuerzos son un intento por instituir un espacio para el ejercicio popular de la democracia, cosa que no hemos olvidado a pesar de que los acontecimientos de los últimos 100 días nos ponen frente a una situación de violencia que supera, con mucho, las dinámicas normales de la vida civilizada.</p>
<p>Ya no se trata solamente de los avatares cotidianos de la escasez de productos de primera necesidad, ni de las dificultades para encontrar medicamentos, o de la necesidad de protegernos en contra de la inseguridad desbordada.</p>
<p>Con más de cien muertes violentas a lo largo de poco más de <a href="https://www.nytimes.com/2017/04/04/world/americas/venezuela-maduro-protests-supreme-court.html">tres meses de protesta diaria</a>, se puede confirmar que ya en Venezuela, se ha roto nuestra concepción republicana del contrato colectivo.</p>
<p>Hemos entrado en un a dinámica irreal que nos recuerda las dinámicas ficcionales del realismo mágico de Jorge Luis Borges. Es como si viviéramos en un universo borgeano en el cual todo es posible, en cual todo puede inventarse, todo puede suceder.</p>
<h2>Cronología del absurdo</h2>
<p>En estos tiempos profundamente líquidos, acá hasta las formas de la confrontación política se han vuelto posmodernas. Rige una dinámica anarquizada.</p>
<p>Cada grupo de manera espontánea puede o no actuar para cerrar calles, para violentar los espacios de la autonomía universitaria, para machacar a los contrarios, para hacer lo que le dé la gana más allá de las normas mínimas de la convivencia colectiva y sin una dirección política claramente unificada.</p>
<p>Muchachos enmascarados chocan de manera anónima contra las fuerzas del estado. Se destruye la infraestructura de las ciudades, desde <a href="http://globovision.com/article/reverol-denuncian-que-manifestantes-opositores-quemaron-metrobus-en-altamira">postes de luz y alcantarillas hasta el transporte público</a>.</p>
<p>Las fuerzas del orden público responden con el uso desproporcionado de la fuerza y aplicación de medidas judiciales para criminalizar a la oposición, con resultado de que contamos en nuestro haber con unos <a href="https://www.nytimes.com/es/2017/07/09/leopoldo-lopez-casa-tirania-venezuela-hrw/?action=click&contentCollection=opinion&region=rank&module=package&version=highlights&contentPlacement=1&pgtype=collection">400 los presos políticos</a>, según datos de Human Rights Watch.</p>
<p>Si de algo podemos estar seguros es que vivimos en una situación de guerra de baja intensidad.</p>
<p>Solo en guerra podrían los ciudadanos estar sometidos al terror y <a href="http://www.latimes.com/world/la-fg-venezuela-protest-gear-20170503-htmlstory.html">tragar bombas lacrimógenas</a> de manera más o menos frecuente. Solo en guerra aparecen cotidianamente barricadas a lo largo y ancho de las ciudades principales de un país y las fuerzas militares recorren las calles.</p>
<p>Toda facción es responsable por este conflicto. La verdad es que las manifestaciones no son tan pacíficas <a href="https://alertasur.wordpress.com/2017/04/12/las-manifestaciones-de-la-oposicion-venezolana-no-tienen-nada-de-pacificas/">como indica la oposición</a> ni tan violentas <a href="http://www.el-nacional.com/noticias/oposicion/los-simbolos-resistencia-pacifica-venezuela_181292">como propone el gobierno</a>.</p>
<p><div data-react-class="InstagramEmbed" data-react-props="{"url":"https://www.instagram.com/p/BW2nxAEgCAX/?taken-by=nytimes","accessToken":"127105130696839|b4b75090c9688d81dfd245afe6052f20"}"></div></p>
<p>En las últimas semanas se ha producido una escalada que no sabemos muy bien hacia dónde se encauza ni en qué punto podría derivar. El 27 de junio, Día Nacional del Periodista, grupos irregulares rodearon el edificio de la Asamblea Nacional dejando a diputados y a trabajadores de los medios atrapados <a href="https://www.youtube.com/watch?v=eL0rUsV1RJ8">durante horas</a>, lanzándoles insultos y amenazas.</p>
<p>Este hecho, que no fue menor, podría caracterizarse como el “ensayo general” de lo que siguió: la toma de la Asamblea Nacional el 5 de julio, en medio del acto celebratorio de la <a href="http://runrun.es/nacional/316262/video-colectivos-irrumpen-y-atacan-a-diputados-en-la-asamblea-nacional.html">Firma del Acta de nuestra Independencia en el lejano año de 1812</a>.</p>
<p>En esta fecha eminentemente civil, una horda humana entró en medio del acto y a fuerza de gritos, golpes, detonaciones e intimidaciones, que sembraron el miedo, <a href="https://www.theguardian.com/world/2017/jul/05/four-politicians-wounded-venezuela-attack-on-congress">dejaron a algunos diputados de partidos de la oposición heridos</a> y a integrantes de la prensa, personal de la institución y algunos diplomáticos secuestrados durante algunas horas.</p>
<p>Esta es la representación gráfica del secuestro del espíritu republicano de la nación.</p>
<h2>Civilización versus barbarie</h2>
<p>Todo lector de la literatura latinoamericana poscolonial conoce nuestra obsesión con el tema de <a href="https://books.google.com/books?id=rHPbCQAAQBAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false">la civilización versus la barbarie</a>. De nuevo, los venezolanos lidiamos con estas fuerzas telúricas que nos habitan.</p>
<p>Hemos perdido las formas de la modernidad. Nos vemos sometidos a las dinámicas anárquicas de la barbarie. Nos movemos entre el resentimiento, el odio y la incomprensión sin medir las consecuencias.</p>
<p>Acá nadie está libre de pecado. Todos hemos de una manera u otra contribuido con las dinámicas destructivas en las cuales nos encontramos inmersos. Los ciudadanos hemos apostados por el populismo, el gobierno se ha dejado atrapar por la corrupción y la ineficiencia, la oposición no ha construido una alternativa viable.</p>
<p>Todos hemos incurrido en el facilismo, en la búsqueda del caudillo salvador.</p>
<p>Esto nos ha llevado a desarrollar lo que parece una incapacidad estructural para el diálogo y la búsqueda de soluciones negociadas a las profundas controversias que nos habitan.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/179881/original/file-20170726-2133-zzq6ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/179881/original/file-20170726-2133-zzq6ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/179881/original/file-20170726-2133-zzq6ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/179881/original/file-20170726-2133-zzq6ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/179881/original/file-20170726-2133-zzq6ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/179881/original/file-20170726-2133-zzq6ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/179881/original/file-20170726-2133-zzq6ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Las protestas han tenido lugar todos los días desde abril en ciudades de todo Venezuela.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/sinlentes/30285111750/in/photolist-N9c7B9-N9c7rE-N9c6oN-N9c5Zb-N9c4m1-N9c3YN-N9c3Ld-MCPsPq-MCPqGj-MCPqfh-MCPpPN-NsRYSX-NsRYqK-NsRXZV-NsRXBR-NsRX8V-NsRWBp-NsRWan-NsRVKp-MCPn7d-NqjEzj-qGNVe5-rnmsDV-rqBjpx-r7PzeX-qQvPoP-r5FhRE-r7PyAn-qQvNFX-qazPH7-ny4D2z-nbzgLC-n2JQS5-mEz5ik-mi7AA2-mgdNJv-mc7pxY-mc5A16-mc7k73-mc7j9S-m7KiXK-m7L5Y7-m7K4U4-m7HZf8-m7Kxhw-m7HKw6-m7HCrz-m7Jaez-m7J48B-m7HrPR">Hugo Londoño / flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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</figure>
<p>Hemos vivido tiempos de zozobra, mientras los actores políticos parecen más interesados en su propia supervivencia que en construir soluciones viables a un país que se encuentra profundamente roto, invertebrado.</p>
<p>¿Qué será de este país?</p>
<h2>En búsqueda de soluciones mágicas</h2>
<p>Los venezolanos hemos decidido rehuir la solución negociada y apostar por la construcción de una solución mágica que nos resuelva el asunto. Estamos a la búsqueda de una solución del tipo Disney World.</p>
<p>La mala noticia es que el mundo real no funciona igual a la ficción infantil: los buenos no siempre terminan ganando la partida.</p>
<p>Se nos han propuesto dos soluciones pobremente institucionalizadas. Por una parte hubo una consulta popular el 16 de julio, que no pareció tener un asidero constitucional sólido, convocó a la gente a participar en una dinámica paralela ajena a la realidad institucional del aparato estatal.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"886795543476928513"}"></div></p>
<p>El referendum, organizado por la oposición, preguntó si el pueblo venezolano estaba de acuerdo con el plan del gobierno de Maduro de adelantar un proceso constituyente que plantea un cambio sustantivo en nuestro modelo de organización social, que propone transitar hacia el Estado Comunal, que deja muchas cosas sin aclarar.</p>
<p>Vale destacar que un número importante de venezolanos se opone a esta propuesta.</p>
<p>La segunda pregunta, que solicita a las Fuerzas Armadas desconocer al gobierno de Maduro, tiene un carácter abiertamente sedicioso en la medida en que convoca a las Fuerzas Armadas a actuar para eventualmente sacar al gobierno del poder. La gente se manifestó abierta a esa posibildad arriesgada.</p>
<p>Y ahora sale la huelga.</p>
<p>Por otra parte, tenemos la convocatoria a una Asambla Nacional Constituyente, se trata de un proceso abiertamente dominada por el partido de gobierno, que no responde a una interpretación estricta de la Constitución y que ignora tanto el conflicto social nacional como las voces disonantes.</p>
<p>Si se logra pasar, los 545 miembros de la asamblea, eligidos este domingo, <a href="http://www.bbc.com/news/world-latin-america-40624313">tendrían el derecho</a> de redefinir los contenidos de nuestra construcción republicana. No es poca cosa.</p>
<p>Frente a dos miradas del mismo país —a dos proyectos excluyentes a miradas dicotómicas— se observa una profunda incapacidad para llegar a acuerdos funcionales que nos permitan avanzar hacia el futuro, mediante el reconocimiento del otro, y la construcción de un proyecto de país común e inclusivo.</p>
<p>Si las personas no pueden construir una estrategia común y de inclusión para el futuro, en Venezuela tal vez no haya un final de “y vivieron felices para siempre”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/98139/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Miguel Angel Latouche does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organization that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.</span></em></p>La oposición de Venezuela ha convocado un paro de 48 horas para evitar que el gobierno de Maduro vuelva a redactar la constitución del país.Miguel Angel Latouche, Associate Professor, Universidad Central de VenezuelaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/978342018-06-05T19:37:59Z2018-06-05T19:37:59Z¿Marchar o migrar? Para los jóvenes en Venezuela, esa es la pregunta<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/221842/original/file-20180605-119860-4klaz3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los que se han quedado en Venezuela están allí para luchar.</span> <span class="attribution"><span class="source"> Hugo Londoño/flickr</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span></figcaption></figure><p><em><a href="https://theconversation.com/fight-or-flight-for-young-people-in-venezuela-that-is-the-question-77909">Read in English</a></em>.</p>
<p>Las marchas contra el gobierno de Nicolás Maduro están <a href="https://www.npr.org/sections/thetwo-way/2017/05/31/530778696/as-venezuela-enters-3rd-month-of-protests-anti-maduro-ire-finds-new-target">en su tercer mes</a>, con personas manifestándose diariamente por las calles de Caracas, Maracaibo, San Cristóbal, Valencia y muchas otras ciudades.</p>
<p>Vestidos con camisetas y sombreros rojo-azules y amarillos o envueltos en la bandera venezolana tricolor, los jóvenes, las mujeres y los jubilados, demuestran por miles carteles que dicen “¡No disparen!” Y gritando: “sí se puede, sí puede”, “Nuestra arma es la Constitución” y “¿Quiénes somos? ¡Venezuela! ¿Qué queremos? ¡Libertad!”</p>
<p>Al menos 90 personas —incluyendo transeúntes y fuerzas de seguridad— han muerto en los manifestaciones de participación democrática que comenzaron en abril. Entre los muertos <a href="https://www.theguardian.com/world/2017/jun/20/venezuela-protester-killed-demonstrations">está un manifestante de 17 años</a>, a mediados de junio, y un hombre de 25 años de edad <a href="https://www.nst.com.my/world/2017/07/254776/venezuela-prosecutor-snubs-court-defying-government-crisis">el 4 de julio en Tariba</a>.</p>
<p>La una vez llamada la generación dormida, los venezolanos nacidos en los prósperos y democráticos años ochenta, están ahora muy despiertos. A medida que las condiciones de vida pasan de precarias a intolerables, se enfrentan a una decisión crítica: ¿se quedan o se van?</p>
<h2>El amargo fin del chavismo</h2>
<p>Desde la elección de Maduro como presidente, en 2013, el país ha sido un laboratorio de fallidas políticas públicas. El <a href="https://venezuelanalysis.com/analysis/1834">socialismo del siglo XXI</a> —sistema económico, social y político establecido por Hugo Chávez, hace 15 años— ha demostrado ser inadecuado para la gestión del país. Además ha conducido a la polarización de la sociedad, a exacerbar la violencia y ha truncado los sueños de la población venezolana.</p>
<p><a href="https://theconversation.com/miles%20de%20venezolanos%20se%20han%20marchado%20de%20Venezuela%20">Miles de venezolanos</a> se han marchado del país buscando una vida mejor. Venezuela no difunde públicamente información sobre emigración, pero las estimaciones sugieren que entre 700,000 y 2 millones de venezolanos han emigrado desde 1999. Eso deja a la mayoría de los 31 millones de los venezolanos en el país, ya sea por elección o por necesidad.</p>
<p><a href="https://es.panampost.com/diego-sanchez/2016/12/23/venezuela-peor-seguridad-juridica/">Ahora se lucha por el futuro del país</a> marchando todos los días, a pesar de saber que este gobierno está tratando de silenciar la disidencia mediante el uso excesivo de la fuerza.</p>
<p>Los jóvenes profesionales van a trabajar cada día (si todavía tienen trabajo) para poner comida en la mesa; y planear anticipadamente lo que podrían hacer en una futura <a href="https://www.opendemocracy.net/una%20transici%C3%B3n%20pactada%20">transición pactada</a>, que muchos ven como la forma más probable de salir del caos actual.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"881240747265097728"}"></div></p>
<h2>Las aspiraciones de la juventud venezolana</h2>
<p>El tema de la emigración estaba en mi mente en 2016 cuando realicé una investigación sobre las aspiraciones y expectativas de los estudiantes que deben graduarse en la Universidad Central de venezuela, en el año académico 2017- 2018. Entrevisté a 360 estudiantes de nueve facultades universitarias, desde ingeniería a medicina.</p>
<p>La encuesta anónima, que circuló en los medios de comunicación social y entre los profesores, preguntó a estos jóvenes venezolanos sobre su bienestar individual, planes post-universitarios y si tenían la intención de emigrar.</p>
<p>De los encuestados, el 62% eran mujeres, el 72% tenían 24 años o menos, el 92% eran solteros y el 83% seguía viviendo con sus familias.</p>
<p>El informe final, Aspiraciones Individuales y Opciones de Migración Internacional de Estudiantes en la Universidad Central de Venezuela, debe publicarse en julio de 2017 en la <a href="http://ess.iesalc.unesco.org.ve/index.php/ess">Revista Educación Superior y Sociedad</a>.</p>
<p>Los resultados indican que el 65% de los estudiantes no están viviendo la vida que les gustaría llevar, no creen que sus circunstancias de vida sean buenas y no están satisfechos con su situación actual.</p>
<p>Algo tal vez sorprendente para las personas de esa edad, es que el 100% dijo que saben lo que quieren en el futuro y tienen un plan de vida en mente. Si no lo logran, el 90% expresó que abandonaría Venezuela, la gran mayoría de ellos para escapar del terrible clima psicosocial del país y su polarización política.</p>
<p>Un estudiante de derecho de sexo masculino de 23 años, que se graduará en 2018, dijo que “no se puede vivir sin esperanza… pasando hambre, con sueldos miserables, mientras se regala el dinero de los venezolanos a otros países alegremente, nosotros estamos sin protección alguna.”.</p>
<p>Una estudiante de ciencia de 22 años, también de la clase de 2018, dijo: “<a href="http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article5119212.html">El crimen</a> y las limitaciones económicas me afectan considerablemente… vivir así no cubrirá mis expectativas”.</p>
<h2>Rescatar el futuro</h2>
<p>Estos hallazgos difieren enormemente de una encuesta realizada en el 2013 por el Ministerio de la Juventud, cuyos resultados señalan que solo el 23% de los jóvenes quería salir de Venezuela.</p>
<p>Curiosamente, no se han publicado nuevos resultados desde 2013. Solo se puede suponer que esta encuesta gubernamental no se ha hecho desde entonces, o que los resultados (desfavorables) no han sido publicados.</p>
<p>En 2014, el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello estudió <a href="http://historico.prodavinci.com/2014/07/10/actualidad/27-datos-sobre-la-juventud-en-venezuela-segun-el-estudio-del-iies-de-la-ucab-por-albinson-linares/">la participación democrática de la juventud venezolana</a>. Los investigadores encontraron que el 27% de los entrevistados había considerado emigrar en algún momento, principalmente para mejorar su situación económica o para continuar sus estudios.</p>
<p>Hoy, los resultados provenientes de mi encuesta y las cifras (ciertamente imposibles de confirmar) sobre la inmigración venezolana, y los solicitantes de asilo indican que actualmente la mayoría de los jóvenes quieren salir del país.</p>
<p>Muchos de los que se han quedado están luchando por el futuro del país.
Entonces, ¿por qué tantos de ellos todavía están aquí?</p>
<p>Muchos de los que se han quedado están luchando por el futuro del país. Aquellos que se enfrentan a balas de goma y gas lacrimógeno todos los días están marchando por los que se han ido, por los desilusionados, verdaderos creyentes de este proyecto político, por los defraudados y los hambrientos y los atormentados por la pobreza.</p>
<p>Como el destacado pensador venezolano Moisés Naim escribió en El País, el pasado 13 de mayo: “La lista de fracasos del régimen de Chávez es larga y los venezolanos lo saben; el 90% de la población repudia a Maduro”.</p>
<p>Hay límites prácticos para no aventurarse. No todos los que quieren emigrar tienen los medios para hacerlo o algún lugar donde ir.</p>
<p>Mi estudio mostró que los jóvenes de Venezuela consideran irse porque ven que las oportunidades de vivir, trabajar y alcanzar sus sueños, en el país, son escasas. Las posibilidades de vivir una vida buena y satisfactoria, piensan, son mejores en el extranjero.</p>
<p>El venezolano de 25 años o más que vive actualmente en los Estados Unidos ha tenido una media de 11 años de escuela completada, dos años más de educación que el promedio de los que viven en Venezuela. Quizás los jóvenes de aquí saben que su nivel de educación no necesariamente los ayudará para alcanzar el éxito en otras naciones.</p>
<p>Como escribió el columnista Carlos Jesús Rivas Pérez en un <a href="https://enelvigia.com.ve/2016/07/09/respuesta-se-quiera-ir-venezuela-se-vaya-sin-titulo/">polémico</a><a href="https://www.aporrea.org/educacion/a230471.html">artículo de junio de 2016</a>: “Para aquellos que quieren salir de Venezuela, ¡déjenlo! Pero sin título”.</p>
<p>Los venezolanos que han permanecido, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, marchan por el país que alguna vez conocieron y por las cosas que ya no tienen, protestando contra la desintegración social y económica de Venezuela y profundizando en su derecho a protestar, reunirse y expresarse.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/97834/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Emilio Osorio Alvarez does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organization that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.</span></em></p>A medida que la democracia colapsa, los jóvenes venezolanos deben decidir si unirse a la resistencia o construir sus vidas en el extranjero.Emilio Osorio Alvarez, Professor of Migration and Population Studies, Universidad Central de VenezuelaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/886152017-12-06T11:19:37Z2017-12-06T11:19:37ZBajo Maduro, las elecciones venezolanas son otra forma de mantener el poder<p><em><a href="https://theconversation.com/venezuelas-elections-are-just-a-new-way-for-maduro-to-cling-to-power-87072">Read in English</a>.</em></p>
<p>El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, buscará reelección en 2018, según <a href="https://venezuelanalysis.com/news/13525">anunció Vice Presidente Tarick Al Aisammi</a> el 29 de noviembre. </p>
<p>Hace unos meses atrás habría sido difícil predecir que el régimen de Maduro se animaría a emprender una secuencia de elecciones. Después de tres años de este gobierno, el país <a href="https://theconversation.com/inside-venezuelas-economic-collapse-80597">sufre una de las peores crisis económicas del mundo</a>, con una hiperinflación de <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2017-10-10/imf-sees-venezuelan-inflation-rate-rising-beyond-2-300-in-2018">hasta 2.300% este año</a>. </p>
<p>Al enfrentar una tasa de aprobación de <a href="https://www.reuters.com/article/us-venezuela-politics/venezuelas-maduro-approval-rises-to-23-percent-after-trump-sanctions-poll-idUSKCN1C8037">20%</a>, en octubre pasado el régimen <a href="http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37723172">suspendió el referéndum revocatorio</a> llamado por la oposición y <a href="https://www.reuters.com/article/us-venezuela-politics/venezuela-delays-state-elections-to-2017-opposition-angry-idUSKCN12I2QN">durante nueve meses aplazó la elección de gobernadores</a>. </p>
<p>Pero, al final, el 15 de octubre, Maduro vio un <a href="https://www.nytimes.com/2017/10/15/world/americas/venezuela-election.html?_r=0">sorprendente éxito</a> en las elecciones regionales, en las cuales tres cuartas partes de los estados venezolanos eligieron a gobiernos del Partido Socialista de Maduro.</p>
<p>Ahora, según las estimaciones de la Mesa de Análisis del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, del cual soy director, es probable que el régimen toma ventaja de la confusión y frustración de los electores para tratar de <a href="https://politikaucab.net/2017/11/10/el-dios-jano/">aplastar a la oposición en las urnas</a>. </p>
<p>Primero viene los comicios municipales, agendados para el próximo 10 de diciembre. En el caso de que el gobierno tenga éxito ahí, anticipo que la próxima elección presidencial podría adelantarse varios meses para celebrarse durante el primer semestre de 2018.</p>
<h2>La abstención</h2>
<p>A pesar de la falta de apoyo popular al régimen de Maduro, creo que el presidente podría ganar combinando dos tácticas que <a href="https://www.washingtonpost.com/world/the_americas/in-venezuela-opposition-took-risk-that-might-not-pay-off/2017/10/16/187e41f6-b27c-11e7-9b93-b97043e57a22_story.html?utm_term=.fd8ea2f89911">le funcionaron bien en octubre</a>): fomentando el abstencionismo entre la oposición y movilizando a los suyos con presiones e incentivos clientelares.</p>
<p>Es decir, la estrategia electoral del gobierno consiste, más que ganar elecciones, en hacer que la oposición las pierda. </p>
<p>El mecanismo que más debe preocupar a la oposición es la abstención. El efecto nefasto de la abstención <a href="https://www.washingtonpost.com/news/democracy-post/wp/2017/10/17/venezuelas-democracy-is-fake-but-the-governments-latest-election-win-was-real/?utm_term=.e56b0cb321ae">se demostró en las elecciones regionales de octubre</a>, cuando los candidatos de Maduro ganaron a pesar de tasas de desaprobación de casi 80%.</p>
<p>Esto se puede lograr manipulando a los electores. Se reducen las expectativas del pueblo sobre la posibilidad de lograr una salida electoral haciendo, por ejemplo, que el Consejo Nacional Electoral tomara <a href="http://www.el-nacional.com/noticias/oposicion/ocariz-denuncio-irregularidades-durante-las-regionales-miranda_208048">decisiones arbitrarias e ilegales</a>, tales como el mantener candidatos retirados en el tarjetón de votación o reubicando los centros de votación con mayoría opositora en zonas de alta criminalidad pocas horas antes de la elección.</p>
<p>Al mismo tiempo, el gobierno aprovecha la desinformación, difundiendo noticias sobre <a href="http://www.hispantv.com/noticias/venezuela/355459/maduro-dialogo-oposicion-avance">supuestos acuerdos negociados con los partidos de oposición</a>. Esto genera dudas, cuestionamientos y críticas entre sus seguidores, entre quienes alguna rechazan cualquier discusión con el régimen autoritario de Maduro. </p>
<p>De esta forma, el gobierno logró en octubre crear una división entre los opositores al régimen: quienes <a href="https://es.panampost.com/sabrina-martin/2017/09/27/trampas-del-chavismo-abstencion/">acusan a los partidos de complicidad con el régimen</a> y se niegan a votar; y quienes piensan que la única salida posible es electoral.</p>
<p>Mientras tanto, el régimen continua <a href="http://www.aljazeera.com/news/2017/08/venezuela-opposition-leaders-lopez-ledezma-jailed-170801142243482.html">persiguiendo e inhabilitando a varios de sus líderes</a>.</p>
<h2>Clientelismo</h2>
<p>Para profundizar esta división de cara a las elecciones municipales del 10 de diciembre y las presidenciales en 2018, el régimen se esfuerza por mantener a algunos partidos de oposición en <a href="https://venezuelablog.org/talk-talks-latest-push-dialogue-venezuela/">la mesa de diálogo</a>, aunque este proceso se ha caracterizado por <a href="https://www.infobae.com/america/america-latina/2017/01/19/el-vaticano-se-retiro-de-la-mesa-de-dialogo-en-venezuela/">la falta absoluta de progreso</a>.</p>
<p>Maduro también anuncia supuestos avances en su entendimiento con la oposición y <a href="https://www.nytimes.com/2017/07/08/world/americas/venezuela-leopoldo-lopez-political-prisoner.html?_r=0">entrega a ciertos presos políticos</a>, que en la mayoría de los casos no incluye a líderes políticos sino a ciudadanos que participaban en alguna protesta, a la vez que <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2017-08-17/venezuela-steps-up-crackdown-on-dissident-and-maduro-s-opponents">inicia persecución de otros</a>.</p>
<p>Todo esto fomenta la desconfianza del electorado, aumentando la probabilidad de abstencionismo. Puede que también estalle violencia: el 29 de noviembre, un diputado de la oposición <a href="http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article187920779.html">fue atacado a tiros</a> en su coche. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"937613893068840961"}"></div></p>
<p>Maduro también tiene una estrategia de movilización de su propia base frente a una futura elección presidencial.</p>
<p>¿Cómo motivar a una población hambrienta cuando la aprobación del presidente <a href="https://www.reuters.com/article/us-venezuela-politics/venezuelan-presidents-approval-rating-falls-to-nine-month-low-idUSKCN10Q28M">se mantiene en el 20%</a>? Claro, mediante la entrega de bienes esenciales para la subsistencia diaria. En este caso, me refiero a la implementación de un nuevo documento de identidad llamado el Carnet de la Patria.</p>
<p>En septiembre de 2017, los tenedores de este documento, <a href="http://www.hogaresdelapatria.org/2017/09/ultimo-listado-de-beneficiarios-del.html#axzz4zfiEsHJt">otorgado a empleados públicos y personas que juran lealtad al régimen</a>, superaba los 12 millones, o cerca del 50% de la población venezolano. Bajo la promesa de ser beneficiarios de un plan gubernamental de asistencia social para recibir alimentos y medicinas, en momentos de gran escasez e inflación, a cambio del apoyo al gobierno.</p>
<p>Algo tiene que ver esto con que régimen logró aumentar su participación en más de medio millón de votos en comparación a la última elección legislativa mientras casi <a href="http://democraciaennumeros.org">el 90% de los venezolanos dicen que la situación del país ha empeorado</a> en el último año.</p>
<p>Esta estrategia de inducir a votos seguramente ayudará a los candidatos socialistas en las elecciones locales del 10 de diciembre y al mismo presidente Maduro en 2018.</p>
<h2>Crisis sin conclusión</h2>
<p>Por lo tanto, el movimiento hacia elecciones “democráticas” no implica que el gobierno vuelve a ser mayoría como en los tiempos de Chávez. Según <a href="http://democraciaennumeros.org/">nuestras propias mediciones</a>, una mayoría amplia sigue reclamando un cambio de gobierno.</p>
<p>Asimismo, Maduro cuenta también con su propia <a href="http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-40283610">oposición interna</a>, que podría motorizar fracturas internas en el chavismo, considerando que la decisión de Chávez de hacer de Maduro su sucesor, antes de su muerte, postergó, más no resolvió su sucesión política. </p>
<p>Con este fin, al presente momento, tres de los cuatro principales partidos de oposición han decidido <a href="http://www.elmundo.es/internacional/2017/10/31/59f895b5468aeb51138b46b3.html">boicotear</a> las elecciones municipales de diciembre para concentrarse en reclamar condiciones justas de cara las elecciones presidenciales de 2018. </p>
<p>No será fácil ganarle aún así. Hoy, la gente reclama algo nuevo – lo que no implica que el país crea en todo liderazgo que se oponga a Maduro. Para avanzar hacia un futuro de libertad y democracia, la oposición venezolana, primero, tiene que volver a ganarse la confianza de la gente.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/88615/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Benigno Alarcón no ha recibido financiamiento ni tiene ningún puesto relacionado con este artículo.</span></em></p>El Presidente Nicolás Maduro anunció que buscará reelección, otra señal que el regimen autoritario de Venezuela ya tiene una estrategia electoral para aplastar la oposición.Benigno Alarcón, Director of the Center for Political Studies, Universidad Católica Andrés BelloLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.