El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático se alinea con las nuevas políticas europeas que vinculan la mitigación del calentamiento global con las políticas de recuperación pos-COVID-19.
Dos encuestas realizadas en 2019 y 2020 revelan que incluso en tiempos de crisis sanitaria mundial, existe un apoyo público para hacer frente a la crisis climática.
La creación de anillos, cinturones y murallas verdes e islas de biodiversidad es una estrategia ecológica solvente y económicamente sólida para paliar los efectos del cambio climático.
Al igual que en los EE.UU., en Europa hay un contramovimiento negacionista del cambio climático, que difunde mensajes contrarios a la acción climática para influir en la opinión pública y la política.
¿Está la UE luchando adecuadamente contra el cambio climático? No del todo, porque la fabricación de productos en países como China o India que serán luego consumidos por los europeos se traduce en fugas masivas de emisiones de CO₂, con lo que la contaminación no desaparece, sino que viaja de un lugar a otro del planeta.
Durante varios encuentros entre científicos y la Comisión de Medioambiente del Parlamento Europeo, hemos explicado la importancia de los modelos del sistema terrestre para mitigar el cambio climático.
Hemos analizado los flujos de gases de efecto invernadero en 12 embalses del sudeste de la península ibérica y estudiado los factores que los determinan, como la temperatura, profundidad y presencia de nutrientes.
Nuestros últimos estudios sugieren que el metano, un gas de efecto invernadero más potente que el dióxido de carbono, se está acumulando en la atmósfera debido a la actividad humana.
Entropía versus Antropoceno: la ley de la entropía implica que las transformaciones de la energía causadas por el hombre en la actual época geológica tienen un coste ambiental.
Annick Laruelle, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y Noemí Navarro, Université de Bordeaux
En el caso de la COVID-19, la prevista bajada del PIB que se debe al distanciamiento social es la medida de sus costes. En cuanto a los beneficios, son las vidas salvadas gracias al distanciamiento.
Las emisiones debidas al uso masivo que hacemos de internet no reciben la atención que merecen. Suponen alrededor del 4% de los gases de efecto invernadero producidos a nivel mundial.
La cotización en negativo de los precios del petróleo se debe a la caída coyuntural de la demanda, pero muchos analistas vaticinan que cambiará la industria petrolera para siempre.
La situación actual puede servir de ensayo para repensar una gran crisis aún más compleja de gestionar y atajar que la pandemia del coronavirus: la del cambio climático.
Stephanie Flude, University of Oxford y Juan Alcade, Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA - CSIC)
La tecnología de captura y almacenamiento de dióxido de carbono no ha conseguido hasta ahora disminuir las emisiones globales, y se nos acaba el tiempo.
Carentes de medidas eficaces para reducir sus emisiones, las aerolíneas y otros agentes del sector aéreo responsabilizan a los pasajeros y les piden elegir la opción menos contaminante.
La decisión de devolver a sus países de origen a los refugiados y desplazados por causas climáticas o por desastres naturales vulnera el derecho a la vida, según la ONU.
Sembrar el planeta de bosques, como sugiere el Foro de Davos y apoya Donald Trump, no va a contrarrestar el CO₂ liberado durante millones de años e, incluso, puede aumentar las emisiones de este gas.
Factores como el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero de las operaciones de extracción, distribución y tratamiento del agua empeoran el calentamiento global.