La economía del Tour despegó realmente en los años ochenta y noventa. Las ventas se multiplicaron por diez, impulsadas por un aumento de 65 veces en los derechos de retransmisión televisiva.
El último ganador de la Vuelta Ciclista a España estuvo viviendo en un hotel con cámaras hipóxicas en Alicante para aumentar la capacidad transportadora de oxígeno de la sangre y mejorar su rendimiento deportivo.
A menudo se culpa a la tecnología de hacer más predecibles las carreras ciclistas. Sin embargo, el análisis de los datos muestra que los Tours de la “era clásica” no siempre eran emocionantes.
Por una parte, sabemos que el ejercicio físico moderado es beneficioso para el sistema inmunitario. Sin embargo, el ejercicio de alta intensidad tiene justo el efecto contrario: más resfriados y asma.