tag:theconversation.com,2011:/es/topics/energia-nuclear-59275/articlesenergía nuclear – The Conversation2023-04-23T19:32:21Ztag:theconversation.com,2011:article/2033112023-04-23T19:32:21Z2023-04-23T19:32:21ZFusión y fisión: ángeles y demonios de la energía nuclear<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/521337/original/file-20230417-14-aclwue.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C6%2C4493%2C2984&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/hands-holding-abstract-digital-atom-on-740391796">Shutterstock / Peshkova</a></span></figcaption></figure><p>El aprovechamiento de la energía nuclear despierta pasiones a favor y en contra. Apuestas decididas por la <a href="https://theconversation.com/la-fusion-nuclear-que-viene-197839#:%7E:text=La%20fusi%C3%B3n%20nuclear%20es%20la,la%20energ%C3%ADa%20de%20las%20estrellas">fusión</a>, que junto a las renovables puede ser la fuente energética del futuro, y agrias polémicas sobre la <a href="https://theconversation.com/es-hora-de-decir-si-a-la-energia-nuclear-179395">fisión</a> que, también junto a las renovables, es la fuente energética del presente. Ángeles y demonios tienen un corazón común: el núcleo de los átomos. </p>
<p><a href="https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/cautela-ante-las-noticias-sobre-los-logros-en-fusion-nuclear">Quedan décadas para que la energía obtenida por fusión entre en nuestros hogares</a>, mientras que las centrales nucleares actuales funcionan exclusivamente por fisión.</p>
<p>Pero ¿en qué consisten la fusión y la fisión? ¿Cuáles son sus fundamentos? ¿Por qué anhelamos una mientras mantenemos la espada de Damocles sobre la otra?</p>
<p>El corazón compartido por ambas es una física de energías y masas que parecen volatilizarse. Esta paradoja puede explicarse a partir de dos imanes que se repelen, y una tarde de compras en la frutería del barrio. </p>
<h2>Juego de tozudos, dilema de genios</h2>
<p>Todos hemos intentado en vano juntar dos imanes por polos del mismo signo. Pero, si somos incapaces de juntar los polos positivos de dos rudimentarios <a href="https://theconversation.com/imanes-desvelando-su-perturbadora-naturaleza-178716">imanes</a> de nevera, ¿cómo es posible que cargas positivas tan puras como los protones formen los núcleos atómicos sin repelerse entre sí?</p>
<p>La existencia de núcleos formados solo por cargas positivas unidas era tan impensable que los físicos de comienzos del siglo XX (nada menos que Einstein, Marie Curie, Bohr, Rutherford y un largo etcétera) llegaron a pensar que el núcleo también contenía electrones (carga negativa) que compensaban la repulsión entre protones. Esta hipótesis acarreaba serios problemas, pero parecía menos disparatada que la de un núcleo formado por bolitas positivas que se atraían entre sí.</p>
<h2>Una misteriosa invitada</h2>
<p>Poco después se confirmó que los compañeros de los protones en el núcleo no eran electrones sino neutrones (sin carga eléctrica). La cosa se complicaba hasta que, para alivio de todos, apareció una invitada inesperada: la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Interacci%C3%B3n_nuclear_fuerte">interacción nuclear fuerte</a>.
Esta interacción es una fuerza atractiva que actúa a distancias extremadamente pequeñas y mantiene unidos a protones y neutrones (genéricamente llamados <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Nucle%C3%B3n">nucleones</a>) en los núcleos. Es tan fuerte que predomina sobre la ya de por sí intensa fuerza de repulsión entre protones.</p>
<p>Así, en el interior de cada núcleo encontramos un gigante anulando a otro. </p>
<h2>No nos salen las cuentas</h2>
<p>Si bajamos a la frutería y compramos diez naranjas de 200 gramos cada una, el peso indicará una masa total de 2 000 gramos. Es más, si el frutero las mete en una bolsa y las compacta a presión, la masa del conjunto sigue siendo 2 000 gramos. Pero este resultado tan obvio con naranjas, peras y sandías no se reproduce en los núcleos atómicos.</p>
<p>En una hipotética <em>protonería</em>, si compramos seis protones y seis neutrones para <em>construir</em> un núcleo de carbono, la situación es distinta. Los libros dicen que sus masas suman 12.0096 unidades de masa atómica (u), un múltiplo muy pequeño del kilogramo. Sin embargo, cuando nuestro <em>protonero</em> de confianza entre en la trastienda y <em>monte</em> el núcleo, saldrá con un conglomerado de masa de 12.0000 u, es decir, 0.0096 u menos de lo que debería. Un 1.6 con 28 ceros delante si la expresamos en kilos.</p>
<h2>La energía que no se pierde</h2>
<p>Este hecho es universal: la masa de los núcleos es menor que la de sus componentes por separado. La diferencia entre ambas se denomina defecto de masa. Pero ¿a qué se debe esta pérdida? ¿Es igual para todos los elementos? ¿Nos engaña el protonero? </p>
<p>Por supuesto que no. Lo que ocurre es que, si vencida la repulsión eléctrica, la interacción nuclear fuerte atrae a unos cuantos nucleones y estos <em>caen</em> quedando unidos en un núcleo, se libera energía. </p>
<p>No es nada extraño: cuando al frutero se le cae una naranja a causa de otra fuerza atractiva como la gravedad, también se libera energía en forma de calor y ruido al estamparse contra el suelo.</p>
<p>Como los <a href="https://www.juntadeandalucia.es/averroes/centros-tic/21700290/helvia/aula/archivos/repositorio/0/42/html/atomo.html">núcleos de distintos elementos</a> tienen distinto tamaño y número de nucleones, la energía que enlaza a cada uno con el resto varía según el elemento. Así, necesitamos más energía para arrancar un protón de un núcleo de hierro que de uno de uranio, razón por la que el primero es mucho más estable que el segundo.</p>
<p>Ahora bien, según la famosa ecuación de Einstein, E=mc2, masa y energía son una misma cosa. Eso significa que la liberación de energía también se traduce en una disminución de masa como comprobamos al comprar el núcleo de carbono en la protonería.</p>
<p>Esta ecuación, que ha vendido más camisetas que algunas estrellas del fútbol, dice otras muchas cosas y <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/andp.19053231314">fue concebida en un contexto distinto al de la energía nuclear</a>, pero esa es otra historia. </p>
<p>Misterio resuelto: el protonero no nos engañó al pesar. En realidad, la masa-energía que falta se ha liberado al unirse los nucleones. </p>
<h2>En la central nuclear: la clave de la fisión</h2>
<p>En las centrales nucleares rompen (fisionan) núcleos de uranio o plutonio lanzándoles neutrones y pueden darse varias reacciones. En una de ellas se produce un núcleo de bario, otro de criptón, 3 neutrones y radiación electromagnética. </p>
<p>El defecto de masa del proceso es negativo y se libera energía en forma de movimiento de los productos y radiación. Esta energía se usa para calentar agua, evaporarla y mover una turbina produciendo corriente eléctrica. </p>
<p>En otras palabras, la energía indisolublemente ligada al defecto de masa de diferentes núcleos que se rompen se aprovecha para producir energía térmica y eléctrica. Éste es el principio de <a href="https://www.foronuclear.org/descubre-la-energia-nuclear/como-funciona-una-central-nuclear/">funcionamiento de las centrales nucleares</a>. Ni más ni menos.</p>
<h2>¿Fisión o fusión? la diferencia más allá de una letra</h2>
<p>El defecto de masa de los núcleos grandes e inestables implica una liberación de energía cuando se rompen, proceso conocido como fisión nuclear. En él se basan las centrales nucleares, que producen más del 20 % de la energía de España. </p>
<p>Pero también podemos obtener energía si en lugar de romperlos, unimos núcleos pequeños como los del hidrógeno. Este proceso, llamado fusión nuclear, debería proporcionarnos energía a partir de elementos abundantes, de fácil obtención y con residuos prácticamente inocuos. </p>
<p>El problema de la fusión reside en la extraordinaria complejidad técnica para controlarla, ya que requiere reactores capaces de alcanzar temperaturas del orden de 100 millones de grados centígrados y soportar elevadísimos niveles de radiación. Inviable hoy por hoy.</p>
<p>Como dato ilustrativo, la fusión y la fisión fueron descritas en la década de los años 1930 del siglo pasado. En menos de 10 años se conseguía <a href="https://www.energy.gov/ne/articles/first-reactor#:%7E:text=On%20December%202%2C%201942%2C%20in,self%2Dsustaining%20nuclear%20chain%20reaction.">controlar la fisión en un reactor</a>, y antes de 20 se aprovechaba en la <a href="https://www.iaea.org/sites/default/files/25204744759.pdf">primera central nuclear</a>. Por contra, 100 años después seguirá sin funcionar la primera central de fusión.</p>
<p>Una tarde de compras puede ilustrar qué hay detrás de la fisión y de la fusión, su relación en el corazón de los núcleos atómicos. Presente y futuro en un cambio de letras.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/203311/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonio Manuel Peña García no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Conseguir energía nuclear está entre los grandes prodigios logrados por los humanos. Pero en esta historia de avance científico que no cesa, hay ángeles y demonios.Antonio Manuel Peña García, Catedrático del Área de Ingeniería Eléctrica, Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1948302022-12-05T18:01:26Z2022-12-05T18:01:26ZLos inconvenientes de construir siete almacenes temporales de residuos nucleares en vez de uno<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/498943/original/file-20221205-21-1hln9a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=46%2C0%2C5184%2C3399&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Central nuclear de Cofrentes (Valencia).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Castillo_de_Jalance.jpg">Arcadio Oliver Atienzar / Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>En España existen siete reactores nucleares en funcionamiento y tres en distintas fases de desmantelamiento ubicados en siete emplazamientos, pues algunas centrales tienen más de un reactor. Un reactor de agua a presión típico, de 1000 MW de potencia eléctrica, contiene 157 elementos combustibles, de los que cada año y medio se reemplaza un tercio, lo que equivale aproximadamente a 20 toneladas de uranio al año. </p>
<p>Cuando un elemento combustible ha permanecido dentro del reactor durante tres ciclos se considera combustible gastado. Si bien está clasificado como residuo radiactivo de alta actividad, este material <a href="https://naukas.com/2015/08/13/cementerios-nucleares-for-dummies-el-caso-del-atc-de-villar-de-canas/">conserva gran parte de su poder energético</a> y podría reciclarse y reutilizarse, aunque este proceso no se contempla en España. </p>
<p>En diciembre de 2004 la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados optó por un almacén temporal centralizado (ATC) como mejor solución para guardar el combustible nuclear gastado y otros residuos de alta actividad. Tras una convocatoria pública se acepta la candidatura de Villar de Cañas (Cuenca) como lugar para construir el ATC. </p>
<p>Aquel proyecto, paralizado desde 2018, se ha descartado definitivamente. El pasado 7 de noviembre la <a href="https://energia.gob.es/es-es/Novedades/Documents/7-PGRR_version-revisada.pdf">propuesta de 7ª Plan General de Residuos Radiactivos</a> del actual Gobierno plantea construir siete almacenes, uno en cada central nuclear, a los que ha denominado almacenes temporales descentralizados. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/496277/original/file-20221120-9659-cu5p6y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/496277/original/file-20221120-9659-cu5p6y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/496277/original/file-20221120-9659-cu5p6y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=370&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/496277/original/file-20221120-9659-cu5p6y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=370&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/496277/original/file-20221120-9659-cu5p6y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=370&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/496277/original/file-20221120-9659-cu5p6y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=465&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/496277/original/file-20221120-9659-cu5p6y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=465&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/496277/original/file-20221120-9659-cu5p6y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=465&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Montaje de un elemento combustible en la fábrica de Juzbado (Salamanca) de ENUSA.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.enusa.es/en/fabrication/">ENUSA</a></span>
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<h2>Dónde se guarda el combustible</h2>
<p>Hasta ahora, el combustible gastado se ha ido almacenando en cada central. Una excepción es la central nuclear de Vandellós I (parcialmente desmantelada y en fase de latencia), cuyo combustible se envió a Francia y se recicló, reduciéndose a 13 metros cúbicos de residuos de alta actividad vitrificados. En 2014 debían haber sido devueltos a España. Hasta que regresen, seguimos pagando una penalización del orden de 60 000 euros al día.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/496276/original/file-20221120-12-z9qcic.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/496276/original/file-20221120-12-z9qcic.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/496276/original/file-20221120-12-z9qcic.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/496276/original/file-20221120-12-z9qcic.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/496276/original/file-20221120-12-z9qcic.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/496276/original/file-20221120-12-z9qcic.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/496276/original/file-20221120-12-z9qcic.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/496276/original/file-20221120-12-z9qcic.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=533&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Elemento combustible introduciéndose en un contenedor.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.csn.es/en/contenedores-de-almacenamiento-de-combustible-gastado/tipos-de-contenedores">CSN</a></span>
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<p>El combustible gastado generado por las centrales españolas hasta finales de 2021 ocupa un volumen de 8 700 metros cúbicos que, una vez guardados en contenedores adecuados, cabrían en una nave del tamaño de un campo de fútbol. </p>
<p>Este material ha generado casi <a href="https://www.revistanuclear.es/datos-de-centrales-nucleares/datos-de-centrales-nucleares-espanolas-septiembre-2022/">2,2 millones de GWh</a>, lo que representa alrededor del 25 % del consumo eléctrico español en los últimos 35 años. De no haber existido centrales nucleares en España, el uso de carbón y gas para producir esa misma energía habría supuesto unas emisiones de CO₂ de casi 1 000 millones de toneladas.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/496274/original/file-20221120-18-gxy1bt.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/496274/original/file-20221120-18-gxy1bt.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/496274/original/file-20221120-18-gxy1bt.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=420&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/496274/original/file-20221120-18-gxy1bt.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=420&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/496274/original/file-20221120-18-gxy1bt.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=420&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/496274/original/file-20221120-18-gxy1bt.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=528&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/496274/original/file-20221120-18-gxy1bt.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=528&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/496274/original/file-20221120-18-gxy1bt.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=528&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Ubicación de las centrales nucleares en España.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://energia.gob.es/nuclear/Centrales/Espana/Paginas/CentralesEspana.aspx">Ministerio Transición Ecológica y Reto Demográfico</a></span>
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</figure>
<h2>Composición del combustible gastado</h2>
<p>Este combustible gastado es en un 95 % uranio que podría reutilizase. Una pequeña parte lo forman los productos de fisión, que son los isótopos más radiactivos, pero que se desintegran en pocos años. Y también hay una cantidad pequeña en masa de isótopos radiactivos de vida larga e intermedia (aproximadamente 20 kg por tonelada) que son el componente más crítico de este tipo de materiales. </p>
<p>Debido a esos isótopos radiactivos, el combustible gastado se considera un residuo de alta actividad. Para su aislamiento a largo plazo es necesario enterrarlo en lo que se denomina almacén geológico profundo, donde lentamente estos isótopos vayan desapareciendo. </p>
<p>Pero antes de llegar a esta fase, los elementos combustibles deben almacenarse temporalmente varias decenas de años. La razón fundamental es que una vez que se extrae el combustible gastado del reactor, la desintegración radiactiva genera mucho calor, sobre todo en las primeras semanas y meses y ello requiere que esté refrigerado. </p>
<h2>Los planes del almacén temporal centralizado</h2>
<p>En diciembre de 2004 el Parlamento Español, en su Comisión de Industria del Congreso de los Diputados, estudió el asunto y llegó a la conclusión de que la mejor solución era construir un almacén temporal centralizado al que trasladar todo el combustible gastado y los vidrios de alta actividad almacenados en Francia. Posteriormente se creó una Comisión Interministerial para establecer los criterios que debería cumplir el emplazamiento del ATC y de su centro tecnológico asociado.</p>
<p>El ATC es una instalación robusta pero no compleja cuyo objeto principal es garantizar que el combustible gastado se mantiene almacenado al menos 60 años. No produce ningún tipo de emisiones ni apenas tendrá consumos energéticos. Una <a href="https://www.covra.nl/en/radioactive-waste/storage/">instalación análoga en Holanda</a> está situada en un polígono industrial.</p>
<p>El combustible gastado se trasladaría de las centrales al ATC en resistentes contenedores desde los que se trasferiría al interior de cápsulas selladas. Las cápsulas finalmente se introducen en tubos de almacenamiento que se sitúan en celdas de hormigón. Los elementos quedan finalmente aislados por un triple blindaje: cápsula, tubo de acero y muro de hormigón. </p>
<p>La instalación obviamente debería ser antisísmica, pero el lugar donde se construya no debe tener condiciones geológicas muy especiales. Debería cumplir con las condiciones impuestas por el <a href="https://www.csn.es/almacen-temporal-centralizado-atc">Consejo de Seguridad Nuclear</a> (CSN). </p>
<p>La instalación de un centro tecnológico de investigación anejo sobre residuos radiactivos era un aspecto muy importante asociado a la construcción del ATC.</p>
<h2>Piedras en el camino</h2>
<p>En diciembre de 2009 se efectuó la convocatoria pública para la selección de los municipios candidatos a albergar el emplazamiento del ATC. Hubo trece municipios candidatos, procedentes de cinco comunidades autónomas diferentes. </p>
<p>Si bien la mayor parte del proceso se desarrolló durante la etapa como presidente del Gobierno de J. L. Rodríguez Zapatero, no fue hasta el Consejo de Ministros de final de diciembre de 2011, con el entonces recién investido Gobierno de M. Rajoy, cuando se adjudicó la ubicación para el Almacén Temporal Centralizado al municipio conquense de Villar de Cañas. El ATC tenía entonces un apoyo mayoritario a nivel municipal, provincial y autonómico, al coincidir al frente de todos esos ámbitos el Partido Popular.</p>
<p>Parecía que los políticos se habían puesto de acuerdo en un tema que afectaría a varias legislaturas. Pero años después todo resultó ser un espejismo. </p>
<p>Tras unas nuevas elecciones en Castilla-la Mancha, un gobierno de coalición, presidido por E. García-Page, se desentiende del acuerdo que alcanzaron sus predecesores y recurre a diversas maniobras legales para paralizar el proyecto, como fue declarar en 2015 parte de la finca donde se construirá el ATC zona de especial protección para las aves (ZEPA), posteriormente <a href="https://laadministracionaldia.inap.es/noticia.asp?id=1203399">anulada en 2020 por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha</a>.</p>
<p>En 2018 la misión internacional <a href="https://energia.gob.es/nuclear/OrganismosInternacionales/Documents/Informe-IRRS-ARTEMIS-Espana-2018.pdf">ARTEMIS</a> ratificó que la mejor opción para almacenar este material seguía siendo la construcción del ATC, viendo en ese punto una fortaleza destacable del programa español de gestión de residuos radiactivos. Los estudios para construir el ATC en Villar de Cañas continuaron, al igual que los litigios.</p>
<h2>Los almacenes temporales descentralizados</h2>
<p>Después de varios años y un gasto de varios millones de euros, en julio de 2018 el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) pide al CSN que interrumpa su evaluación, casi terminada, de cara a la concesión del permiso de construcción.</p>
<p>Tras más de cuatro años de paralización, finalmente decide cerrar esta vía. La nueva <a href="https://energia.gob.es/es-es/Novedades/Documents/7-PGRR_version-revisada.pdf">propuesta del séptimo Plan General de Residuos Radiactivos</a> opta por construir siete almacenes temporales descentralizados, uno en cada central nuclear.</p>
<p>En la solución centralizada, los emplazamientos de las centrales nucleares una vez clausuradas quedarían libres para otros usos. Ahora deberán permanecer indefinidamente como emplazamientos nucleares con zonas de acceso restringido. Esta decisión supondrá un sobrecoste de varios miles de millones de euros –la diferencia en la partida destinada al almacenamiento temporal entre el sexto plan general de residuos radiactivos y el séptimo <a href="https://energia.gob.es/es-es/Novedades/Documents/7-PGRR_version-revisada.pdf">se estima en unos 5 500 millones de euros</a>– pues se multiplican las instalaciones por siete. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/498939/original/file-20221205-14-b9ds0v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/498939/original/file-20221205-14-b9ds0v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/498939/original/file-20221205-14-b9ds0v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=206&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/498939/original/file-20221205-14-b9ds0v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=206&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/498939/original/file-20221205-14-b9ds0v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=206&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/498939/original/file-20221205-14-b9ds0v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=259&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/498939/original/file-20221205-14-b9ds0v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=259&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/498939/original/file-20221205-14-b9ds0v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=259&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Comparativa de los costes totales para el periodo 1985-2100 del 6º PGRR, que recogía un solo almacén temporal, y del 7º PGRR, con siete almacenes.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://energia.gob.es/es-es/Novedades/Documents/7-PGRR_version-revisada.pdf">Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Además, al perder el ATC y su centro tecnológico de I+D se complican innecesariamente los problemas de seguridad, ya que habrá que construir una instalación donde poder manipular los contenedores de combustible gastado, para su mantenimiento y eventual reparación, pudiendo necesitar traslados temporales entre los almacenes. Y dicha instalación no tiene aún ubicación ni proyecto definido. </p>
<p>Otro tanto ocurre con la protección física y ambiental, cuya complejidad se multiplica también por siete. </p>
<p>Además habrá que construir un nuevo almacén temporal en el emplazamiento de Vandellos I para poder retornar a España los residuos de Francia. La paradoja es que los que evitaron tener un ATC en Villar de Cañas ahora tendrán dos almacenes temporales en la misma Comunidad Autónoma y otros 5 repartidos en otras tres. </p>
<p>Lo curioso es que en el propio borrador del 7º Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) se reconocen estos problemas, pero se opta por los siete almacenes pues:</p>
<blockquote>
<p>“Tras la consideración de las alegaciones formuladas durante el periodo de información pública y consultas, se han puesto de manifiesto las dificultades que se plantean para lograr el necesario grado de consenso social, político e institucional para la construcción de una instalación de esta naturaleza, por lo que se considera inviable disponer de un ATC”.</p>
</blockquote>
<p>Es decir, se ha elegido esta opción que se sabe peor y más cara. Naturalmente, todos los extracostes asociados a esta decisión los deberá soportar el consumidor de electricidad, es decir, todos los ciudadanos. Nadie va a pedir cuentas a quienes toman las decisiones por gastos innecesarios que se extenderán por decenas de años. </p>
<h2>La nuclear en la transición energética</h2>
<p>En el mismo 7º PGRR, en base al actual Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), se contempla el cierre entre 2027 y 2035 de todas las centrales nucleares españolas que supuestamente se sustituirán por renovables. Lo mismo decía Alemania cuando decidió cerrar sus nucleares y acabaron creando una dependencia del gas ruso y de la continuación en la quema de carbón. </p>
<p>La experiencia demuestra que la <a href="https://theconversation.com/flexibilidad-energetica-o-como-ajustar-nuestro-consumo-a-la-generacion-renovable-193768">variabilidad de las fuentes renovables</a> obliga a complementarlas con fuentes que garanticen el suministro cuando el viento no sople, falte el agua o no salga el sol. A cambio de unos pocos metros cúbicos de residuos, las nucleares en la base del sistema eléctrico resuelven este problema sin emitir CO₂. </p>
<p>El 7º PGRR dice que para 2073 se dispondrá de un almacén geológico profundo, necesario en todo caso. Pero, si para un ATC, que es una decisión temporal, no ha habido acuerdo, ¿lo habrá para un almacén geológico profundo? </p>
<p>Sin un acuerdo político amplio como el que se logró en 2004, nunca será posible llegar a tener una adecuada gestión de los residuos radiactivos de alta actividad y el combustible gastado. Sin salir de Europa, tenemos buenos ejemplos en los que fijarnos en Finlandia, Suecia y Francia, entre otros.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/194830/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>J. Guillermo Sánchez León no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Instalar almacenes temporales en las siete centrales españolas, como plantea la propuesta del 7ª Plan General de Residuos Radiactivos, es una solución cara que presenta desventajas desde el punto de vista técnico y de seguridad.J. Guillermo Sánchez León, Modelización matemática. IUFFyM, Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1885382022-08-28T18:15:38Z2022-08-28T18:15:38ZEnsayos nucleares: cuando el fin del mundo se puso a prueba<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/481276/original/file-20220826-24-2q6nxr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C2991%2C2353&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Explosión de la bomba atómica Trinity, del Proyecto Manhattan, el 16 de julio de 1945.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/first-atomic-explosion-on-july-16-249574276">Everett Collection / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El 29 de agosto es el <a href="https://www.un.org/es/observances/end-nuclear-tests-day">Día Internacional contra los Ensayos Nucleares.</a> Desde 1945 a 1996 se realizaron más de 2 000 pruebas. Nunca hemos estado más cerca del fin del mundo. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/481277/original/file-20220826-16-4s6t9q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Nube de la explosión nuclear." src="https://images.theconversation.com/files/481277/original/file-20220826-16-4s6t9q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/481277/original/file-20220826-16-4s6t9q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=717&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/481277/original/file-20220826-16-4s6t9q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=717&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/481277/original/file-20220826-16-4s6t9q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=717&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/481277/original/file-20220826-16-4s6t9q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=901&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/481277/original/file-20220826-16-4s6t9q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=901&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/481277/original/file-20220826-16-4s6t9q.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=901&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Explosión nuclear en Nagasaki, Japón.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Nagasakibomb.jpg">Charles Levy / Wikimedia Commons</a></span>
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<p>En el ocaso de la <a href="https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/world-war-ii-in-europe">Segunda Guerra Mundial</a>, la humanidad fue testigo de uno de los avances más aterradores de la ciencia y la tecnología. El 6 y el 9 de agosto de 1945 se detonaron con éxito las primeras bombas nucleares dirigidas a las poblaciones de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Bombardeos_at%C3%B3micos_de_Hiroshima_y_Nagasaki">Hiroshima y Nagasaki</a>, en Japón. Para muchos, este acontecimiento marcó el fin de la más cruenta guerra en la historia. También supuso el pistoletazo de salida de una carrera armamentística, tecnológica y nuclear internacional que se ha prolongado hasta nuestros días. </p>
<p>En ese sombrío intervalo de tiempo, entre 1945 y 1996, más de dos mil dispositivos nucleares fueron detonados por varios estados en todo el mundo.</p>
<p>El artista japonés Isao Hashimoto ha reunido en un mapa cronológico las 2 053 explosiones, comenzando con la detonación con nombre propio, Trinity, del Proyecto Manhattan de EE. UU. cerca de Los Álamos, y concluyendo con las pruebas nucleares de Pakistán en mayo de 1998. </p>
<p>El mapa deja fuera las dos supuestas pruebas nucleares de Corea del Norte en la última década (cuya legitimidad no está 100 % clara). La luz parpadeante, el sonido y los números en el mapa mundial muestran cuándo, dónde y cuántos experimentos ha realizado cada país.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/LLCF7vPanrY?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Un mapa cronológico de todas las explosiones nucleares desde 1945, por Isao Hashimoto. Fuente: Isao Hashimoto / aConcernedHuman / YouTube.</span></figcaption>
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<p>Se estima que el rendimiento total de todos los ensayos nucleares llevados a cabo entre 1945 y 1980 es de 510 megatones, lo que equivale a unas 29 000 bombas como la de Hiroshima. Las repercusiones de estos ensayos, realizados en su mayoría en un contexto de la Guerra Fría, pueden haber llegado hasta nuestros días. </p>
<h2>La operación Plumbbob</h2>
<p>La <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Plumbbob">operación Plumbbob</a> es una de las más controvertidas de la carrera nuclear estadounidense. Entre mayo y octubre de 1957, se realizaron 29 detonaciones nucleares en el sitio de pruebas de Nevada (EE. UU.). </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/481278/original/file-20220826-24-bpgec1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Explosión nuclear." src="https://images.theconversation.com/files/481278/original/file-20220826-24-bpgec1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/481278/original/file-20220826-24-bpgec1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=746&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/481278/original/file-20220826-24-bpgec1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=746&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/481278/original/file-20220826-24-bpgec1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=746&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/481278/original/file-20220826-24-bpgec1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=937&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/481278/original/file-20220826-24-bpgec1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=937&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/481278/original/file-20220826-24-bpgec1.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=937&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Prueba nuclear durante la Operación Plumbbob.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Operation_Plumbbob_-_Priscilla_2.jpg">National Nuclear Security Administration / Nevada Site Office</a></span>
</figcaption>
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<p>El objetivo de estas pruebas no solo era la mejora de los dispositivos armamentísticos, también estudiar los efectos de una detonación nuclear, con la consecuente <a href="https://theconversation.com/radiacion-que-consecuencias-tiene-para-nuestro-organismo-180276">radiación</a>, en los seres vivos. </p>
<p>En los cuatro meses y medio que duró la operación, se emplearon alrededor de 1 200 cerdos vivos en diversas pruebas, que consistieron principalmente en colocar a los animales a distintas distancias del epicentro de la explosión. Todos los cerdos murieron o bien al instante o bien poco después de las detonaciones debido a las quemaduras y al daño interno causado por la radiación.</p>
<p>Si el episodio del ganado porcino resulta ya aterrador, es igualmente impactante oír hablar acerca de los 18 000 soldados estadounidenses que participaron en las pruebas de la operación Plumbbob. Con su participación, se buscaba estudiar los efectos físicos y psicológicos de una detonación nuclear en el campo de batalla.</p>
<p>Las pruebas que involucraron seres humanos no implicaron niveles de radiación tan altos como en las que participaron los cerdos. Sin embargo, nos dejaron imágenes tan controvertidas como la del vídeo que sigue a este párrafo, en las que cinco soldados y un operario de cámara observaron cómo un misil nuclear de dos kilotones explotaba tres kilómetros por encima de sus cabezas. Los cinco soldados se ofrecieron voluntarios para la prueba. Solo el cámara, George Yoshitake, fue obligado a participar. </p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/fAHHr0HsBgI?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">El 19 de julio de 1957, cinco hombres se situaron en la zona cero de una prueba atómica que se realizaba en Nevada. Fuente: AtomCentral / YouTube.</span></figcaption>
</figure>
<p>La operación Plumbbob formó parte del gran entramado propagandístico estadounidense en su pugna por situarse a la cabeza en la carrera armamentística contra los soviéticos. Hoy, documentos desclasificados han revelado que las pruebas llevadas a cabo durante la operación liberaron niveles muy altos de yodo radiactivo (I-131) a la atmósfera. </p>
<p><a href="https://www.researchgate.net/publication/304629992_Mortality_among_military_participants_at_the_1957_PLUMBBOB_nuclear_weapons_test_series_and_from_leukemia_among_participants_at_the_SMOKY_test">Un estudio</a> de 2016 determinó que los 3 000 soldados que asistieron a la detonación de la bomba Smoky mostraron altos ratios de cáncer de tiroides y leucemia en los años siguientes a la operación. El impacto de las emisiones radiactivas producidas durante la operación sobre la población civil de la época es, sin embargo, mucho más difícil de calcular. </p>
<h2>Las tierras baldías de Semipalatinsk</h2>
<p>EE. UU. no es el único país implicado en la polémica de los ensayos nucleares. El otro polo de la Guerra Fría, la Unión Soviética, también realizó una cantidad ingente de pruebas nucleares de dudosa ética. </p>
<p>Entre 1949 y 1989, los soviéticos detonaron 456 dispositivos nucleares en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sitio_de_pruebas_de_Semipal%C3%A1tinsk">sitio de pruebas de Semipalatinsk</a>, una amplia región al noreste de la entonces República Socialista Soviética de Kazajistán. Muchas de estas detonaciones fueron de una magnitud mucho mayor que las estadounidenses de la operación Plumbbob. Llegaron a alcanzar cientos de kilotones. </p>
<p>Semipalatinsk estaba en su mayoría deshabitada, pero la salud de sus escasos pobladores sufrió efectos devastadores en los años siguientes a las pruebas. Según un <a href="https://www.thefreelibrary.com/Second+sunset.-a011908124">artículo de James Lerager</a>, al menos 60 000 personas que vivían en un radio de 80 kilómetros murieron debido a diversos tipos de cáncer, inducidos por la radiación devenida de las pruebas. <a href="https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2005RadR..164..409B/abstract">Otros estudios</a> indican que las personas afectadas por las emisiones radiactivas en la región entre 1949 y 1956 mostraron un 80 % más de mutaciones genéticas. </p>
<p>Se estima que al menos 200 000 personas vieron su salud afectada como consecuencia de las pruebas llevadas a cabo en Semipalatinsk. </p>
<h2>Un nuevo amanecer sin dos soles</h2>
<blockquote>
<p>“The sun is in the east</p>
<p>Even though the day is done.</p>
<p>Two suns in the sunset</p>
<p>Could be the human race is run”.</p>
</blockquote>
<p>Con estas palabras describía Roger Waters, vocalista de Pink Floyd, el posible resultado de una guerra nuclear en plena Guerra Fría en su tema <a href="https://youtu.be/P_m2CZU9vdk"><em>Two suns in the sunset</em></a>. Un amanecer con dos soles: uno de ellos, mortal. Casi cuatro décadas después, sin embargo, un solo sol ha seguido apareciendo cada mañana por el este. </p>
<p>Fue en el sitio de pruebas de Semipalatinsk donde, en septiembre de 2006, varios estados de la antigua Unión Soviética, entre ellos Kazajistán, firmaron el Tratado de la Zona Libre de Armas Nucleares de Asia Central. Este es tan solo uno de los muchos <a href="https://www.opanal.org/zonas-libres-de-armas-nucleares-zlan/#:%7E:text=Tratado%20de%20Bangkok%3A%20establece%20la,27%20de%20marzo%20de%201997.">tratados y acuerdos internacionales destinados a evitar la proliferación de armas y ensayos nucleares</a>, que suponen una amenaza directa para la vida en la Tierra. </p>
<p>El Día Internacional contra los Ensayos nucleares recuerda la importancia de recalcar el impacto que estas pruebas tuvieron –y siguen teniendo– sobre la vida humana. El fin del mundo se puso a prueba una vez. Sin una conciencia determinada y una ética aplicada a los avances científicos y tecnológicos, estaremos condenados a cometer los mismos errores que pusieron nuestra existencia en vilo durante la carrera nuclear de la Guerra Fría.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/188538/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Urko Gorriñobeaskoa no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El 29 de agosto es el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares. Desde 1945 a 1996 se realizaron más de 2000 pruebas. Nunca hemos estado más cerca del fin del mundo.Urko Gorriñobeaskoa, Investigador predoctoral. Historia y Filosofía de la Ciencia, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1785942022-03-04T19:17:00Z2022-03-04T19:17:00ZGuerra en Ucrania: cuáles son los riesgos tras el ataque a la central nuclear de Zaporiyia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/450109/original/file-20220304-25-1bndrjh.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C20%2C1899%2C985&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El ataque a la central nuclear, visto en una captura de pantalla de una cámara de vigilancia. YOUTUBE/Central nuclear de Zaporizhzhya</span> </figcaption></figure><p>Tras las recientes noticias sobre el <a href="https://www.theguardian.com/world/2022/mar/04/ukraine-nuclear-power-plant-fire-zaporizhzhia-russian-shelling">bombardeo de la central nuclear de Zaporiyia</a> en el sur de Ucrania, que es la más grande de Europa, existe una gran preocupación por la posibilidad de que se produzca una liberación de material radiactivo similar a la de <a href="https://theconversation.com/los-efectos-de-chernobyl-radiacion-muerte-y-una-nueva-cultura-de-la-prevencion-119675">Chernóbil</a>. Varios miembros del personal de seguridad de la central resultaron heridos por el ataque. </p>
<p>Con seis grandes reactores de energía nuclear, en el lugar hay una cantidad significativa de material nuclear. Aunque no son el mismo tipo de reactores que los de la central de Chernóbil, y tienen un diseño mucho más seguro, esto no los hace menos vulnerables a las armas de guerra.</p>
<p>El edificio que sufrió el ataque y el posterior incendio está situado a unos 500 metros de un grupo de seis reactores. No contenía material nuclear, ya que se utilizaba únicamente para fines de formación y administración. No se ha detectado ningún aumento de los niveles de radiación.</p>
<p>Mientras que el personal ucraniano sigue controlando los reactores, las fuerzas rusas han tomado el control del conjunto de la central. A juzgar por las imágenes de las cámaras de seguridad, no parece que se trate de un ataque accidental, sino de un ataque deliberado. Las fuerzas rusas están enviando un mensaje: pueden atacar la planta en cualquier momento, pero por ahora están eligiendo no hacerlo. Puede que el incendio se haya extinguido rápidamente, pero no la amenaza de lo que podría venir después.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/kK7xG_Q0Tkg?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
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<p>La situación es casi inédita. Los materiales nucleares han sido objetivo en tiempos de conflicto armado, como ocurrió con <a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-middle-east-43481803">el bombardeo por parte de Israel de un reactor secreto sirio</a>. Sin embargo, teniendo en cuenta que el reactor sirio estaba todavía en construcción en aquel momento y el combustible nuclear aún no había sido cargado, estamos nadando en aguas desconocidas. </p>
<p>Se trata de una amenaza que yo mismo, hace sólo unos días, <a href="https://www.kcl.ac.uk/should-we-be-worried-about-nuclear-power-stations-in-ukraine">consideraba muy improbable</a>. Atacar una central nuclear, especialmente una tan cercana al propio territorio del agresor, es una estrategia muy arriesgada. Es probable que las consecuencias negativas superen con creces cualquier beneficio potencial. Sin embargo, los expertos como yo nos hemos equivocado constantemente al evaluar lo que Vladimir Putin hará o no hará.</p>
<p>En el momento del ataque, sólo uno de los seis reactores estaba en funcionamiento: la unidad 4 a un 60 % de potencia. Todas las demás unidades estaban ya apagadas para su mantenimiento o en estado de espera en baja potencia. Por tanto, la central sigue funcionando con cierta normalidad, aunque en circunstancias anormales.</p>
<h2>Mantener la seguridad del emplazamiento</h2>
<p>Por desgracia, las centrales nucleares de Ucrania siguen estando en peligro. Incluso el cierre de un reactor nuclear no lo hace inmediatamente seguro. Una vez que se ha colocado el combustible nuclear en un reactor, éste seguirá generando su propio calor mucho tiempo después de la parada. Los reactores más antiguos, como los de Ucrania, requieren medidas activas para mantener el combustible en un estado seguro. El agua debe circular por las piscinas de almacenamiento y el reactor incluso después de la parada, lo que significa que se necesita una fuente de electricidad, así como personal para supervisar y gestionar la planta. </p>
<p>Aunque la Unidad 4 puede proporcionar la energía necesaria para ello, los operadores capacitados seguirán necesitando un acceso rápido al emplazamiento para garantizarlo, así como acceso al agua de refrigeración tomada del río Dniéper. Sin esta refrigeración, pueden producirse diversos escenarios de accidentes, desde una fusión del combustible nuclear hasta una explosión del núcleo del reactor. </p>
<p>Si la Unidad 4 tuviera que cerrarse, la electricidad necesaria tendría que traerse desde fuera del emplazamiento. Sin embargo, en la situación actual, la energía externa puede no ser fiable, o incluso no estar disponible. Además, una vez que se apaga una central nuclear, no se puede volver a poner en marcha hasta pasados varios días. Por lo tanto, el cierre de la central la haría depender de una fuente de energía potencialmente poco fiable para mantener las funciones de seguridad. Así las cosas, mantener la Unidad 4 operativa en un estado de baja potencia puede ser la mejor opción.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Imagen de los reactores de Zaporizhzhia." src="https://images.theconversation.com/files/450091/original/file-20220304-19-1uwdxja.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/450091/original/file-20220304-19-1uwdxja.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/450091/original/file-20220304-19-1uwdxja.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/450091/original/file-20220304-19-1uwdxja.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/450091/original/file-20220304-19-1uwdxja.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=545&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/450091/original/file-20220304-19-1uwdxja.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=545&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/450091/original/file-20220304-19-1uwdxja.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=545&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Los reactores de Zaporiyia.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Wikimedia Commons</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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</figure>
<p>Cualquier ataque a una instalación nuclear es una importante violación de las normas internacionales. Sin embargo, este ataque podría haber sido mucho peor. Por ejemplo, un ataque directo a un reactor alimentado y en funcionamiento podría ser desastroso, liberando grandes cantidades de material nuclear al aire.</p>
<p>Esta nube de material nuclear podría ser arrastrada por el viento, contaminando vastas áreas de tierra y suministros de agua. Este escenario tampoco se limita a un reactor nuclear. Si una piscina de almacenamiento de combustible usado resultara dañada y el combustible no pudiera enfriarse, podría producirse un escenario similar, aunque a menor escala. </p>
<p>Sin embargo, lo anterior es un escenario improbable en el peor de los casos. Si la decisión de Rusia de apuntar a un edificio administrativo fue realmente deliberada, podemos esperar que esto signifique que no apuntarán a los reactores. Parece probable, al menos en la actualidad, que los planificadores de la “operación militar especial” de Rusia traten de capturar la planta como una pieza de infraestructura nacional crítica. Sin embargo, si el conflicto se prolonga más allá de la expectativa original de Moscú de tres o cuatro días, es posible que se tomen medidas más extremas.</p>
<p>En una <a href="https://www.iaea.org/newscenter/pressreleases/update-11-iaea-director-general-statement-on-situation-in-ukraine">conferencia de prensa a la mañana siguiente del ataque</a>, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Mariano Grossi, declaró que su organización no se quedará de brazos cruzados vigilando la situación desde Viena. </p>
<p>Grossi expresó su intención de viajar para mantener conversaciones tanto con Ucrania como con Rusia. Esperemos que pueda llegar a un acuerdo que minimice el peligro para la central y se permita que los reactores nucleares ucranianos funcionen con seguridad hasta que se resuelva la crisis.</p>
<hr>
<p><em>Artículo traducido gracias a la colaboración con <a href="https://www.fundacionlilly.com/">Fundación Lilly</a></em>.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/178594/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ross Peel está afiliado al Centro de Estudios de Ciencia y Seguridad, un grupo multidisciplinar de investigación y enseñanza dentro del Departamento de Estudios de Guerra del King's College de Londres.
</span></em></p>Pueden surgir problemas si el reactor en funcionamiento se apaga, con riesgos que van desde la fusión del combustible usado hasta la explosión del núcleo del reactor. Mientras, las fuerzas rusas nos envían un mensaje: pueden atacar la planta en cualquier momento.Ross Peel, Research and Knowledge Transfer Manager, King's College LondonLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1566712021-03-10T17:52:46Z2021-03-10T17:52:46ZDiez años después de Fukushima la seguridad sigue siendo el mayor reto de la energía nuclear<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/388791/original/file-20210310-17-ho1txg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=9%2C0%2C2989%2C1990&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un investigador del la Agencia de la Energía Atómica señala el Reactor 3 en la planta de Fukushima Daiichi el 27 de mayo de 2011.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://flic.kr/p/9MsNf9"> Greg Webb, IAEA/Flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Hace diez años, el 11 de marzo de 2011, el mayor terremoto jamás registrado en la historia de Japón sacudió la costa noreste del país. A este terremoto le siguió un <em>tsunami</em> que se adentró hasta diez kilómetros en tierra, y cuyas olas llegaron a alcanzar alturas superiores a los 43 metros en algunas zonas. En solo unos segundos barrió del mapa ciudades enteras.</p>
<p>El desastre dejó un saldo de cerca de 20 000 muertos y desaparecidos. También destruyó la <a href="https://www.world-nuclear.org/information-library/safety-and-security/safety-of-plants/fukushima-daiichi-accident.aspx">central nuclear Fukushima Daiichi</a> y desperdigó materiales radioactivos por un área muy extensa. El accidente provocó grandes desplazamientos de población y cuantiosas pérdidas económicas, y también precipitó la decisión de apagar todas las centrales nucleares de Japón. Una década después la industria de la energía nuclear aún tiene pendiente el cumplimiento pleno de todos los requisitos de seguridad que el desastre de Fukushima dejó al descubierto.</p>
<p>Somos dos académicos, uno especializado en <a href="https://viterbi-web.usc.edu/%7Emeshkati/">ingeniería</a> y otro en <a href="https://www.researchgate.net/scientific-contributions/Kiyoshi-Kurokawa-2163025935">medicina y políticas públicas</a>, y hemos asesorado a nuestros respectivos gobiernos en temas de seguridad relativos a la energía nuclear. Kiyoshi Kurokawa presidió una <a href="https://warp.da.ndl.go.jp/info:ndljp/pid/3856371/naiic.go.jp/en/report/">comisión nacional independiente</a> conocida como NAIIC y auspicia por la Dieta de Japón para investigar los motivos que estuvieron en el origen del accidente de Fukushima Daiichi. Najmedin Meshkati fue miembro y asesor técnico de un comité creado por la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos para determinar las <a href="https://www.nap.edu/catalog/18294/lessons-learned-from-the-fukushima-nuclear-accident-for-improving-safety-of-us-nuclear-plants">lecciones que se podían aprender de este suceso</a>, y a partir de ellas hacer que las centrales nucleares estadounidenses fueran más fiables y seguras.</p>
<p>Estos análisis y <a href="https://www-pub.iaea.org/MTCD/Publications/PDF/Pub1710-ReportByTheDG-Web.pdf">muchos</a> <a href="https://doi.org/10.1098/rsta.2014.0379">otros</a> concluyeron que el episodio de Fukushima fue un accidente que, aunque desencadenado por factores medioambientales, estuvo <a href="https://carnegieendowment.org/2012/03/06/why-fukushima-was-preventable-pub-47361">motivado por fallos humanos</a> que <a href="https://thenewpress.com/books/fukushima">podían y debían haber sido evitados</a>. Entre los expertos se produjo un amplio consenso sobre el hecho de que las causas fundamentales del accidente fueron la permisividad de los mecanismos de supervisión en Japón y una cultura de la seguridad ineficaz en la empresa que operaba la central.</p>
<p>Estos problemas ni mucho menos son exclusivos del país asiático. Y es que, en la medida en que hay centrales nucleares comerciales por todo el mundo, creemos que es fundamental que todos los países aprendan las lecciones de Fukushima y sigan mejorando la seguridad de sus instalaciones. </p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/ZK8UBHMo04U?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Muestra de cómo el terremoto de 2011 y el tsunami posterior destrozaron la central nuclear de Fukushima Daiichi. Imágenes tomadas un mes después del desastre.</span></figcaption>
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<h2>Fracaso a la hora de trazar una buena planificación y anticiparse</h2>
<p>El desastre de 2011 asestó un doble golpe devastador a la planta de Fukushima. Primero el <a href="https://www.britannica.com/event/Japan-earthquake-and-tsunami-of-2011">terremoto de magnitud 9</a> cortó el suministro eléctrico que venía del exterior, y luego el tsunami abrió una brecha en el muro de protección que separaba el complejo del mar e inundó varias de sus zonas.</p>
<p>Estas inundaciones inutilizaron los mecanismos de monitorización, control y refrigeración de varias unidades del complejo, que poseía seis reactores. Y a pesar de los esfuerzos heroicos de los trabajadores de la central, tres reactores sufrieron graves daños en sus núcleos radioactivos y tres edificios de reactores se vieron afectados por las explosiones de hidrógeno. </p>
<p>Las fugas de materiales radioactivos contaminaron el suelo de Fukushima y el de varias prefecturas vecinas. En torno a 165 000 personas tuvieron que abandonar la zona, y el Gobierno japonés estableció una zona de exclusión en torno a la planta que, en su momento de mayor extensión, <a href="https://www.britannica.com/story/nuclear-exclusion-zones">abarcó 807 kilómetros cuadrados</a>.</p>
<p>Por primera vez en la historia del Japón constitucional y democrático, el Parlamento aprobó una ley para la creación de una <a href="https://warp.da.ndl.go.jp/info:ndljp/pid/3856371/naiic.go.jp/en/resources/">comisión nacional independiente</a> que investigara las causas del desastre. En su informe, dicho organismo concluyó que la <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Japanese_Nuclear_Safety_Commission">Comisión de Seguridad Nuclear</a> del país <a href="https://warp.da.ndl.go.jp/info:ndljp/pid/3856371/naiic.go.jp/en/report/">nunca había sido independiente ni respecto al sector</a> ni respecto al poderoso Ministerio de Economía, Comercio e Industria, partidario del uso de la energía nuclear. </p>
<p>Por su parte, la empresa operadora de la planta, la Tokyo Electric Power Company (TEPCO), tenía antecedentes de incumplimientos en asuntos de seguridad. La empresa, además, había distribuido poco antes del desastre un informe de previsión de riesgos ante tsunamis relativo a la planta de Fukushima en el que claramente <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rsta.2014.0379">se subestimaba la amenaza</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/387889/original/file-20210304-13-n1rm6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/387889/original/file-20210304-13-n1rm6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/387889/original/file-20210304-13-n1rm6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=572&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/387889/original/file-20210304-13-n1rm6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=572&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/387889/original/file-20210304-13-n1rm6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=572&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/387889/original/file-20210304-13-n1rm6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=718&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/387889/original/file-20210304-13-n1rm6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=718&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/387889/original/file-20210304-13-n1rm6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=718&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">La energía nuclear es responsable de la generación del 10 % de la electricidad mundial (TWh = teravatios/hora). Actualmente se están construyendo 50 nuevas centrales, pero muchas de las que hoy están en activo están muy envejecidas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.world-nuclear.org/information-library/current-and-future-generation/nuclear-power-in-the-world-today.aspx">World Nuclear Association</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Lo que ocurrió en la central nuclear de Onagawa, situada a 64 kilómetros de Fukushima, supone <a href="https://thebulletin.org/2014/03/onagawa-the-japanese-nuclear-power-plant-that-didnt-melt-down-on-3-11/">una historia muy distinta</a>. La planta de Onogawa, que era propiedad y estaba operada por la Tohoku Electric Power Company, estaba más cerca del epicentro del terremoto. Y el impacto del <em>tsunami</em> en ella fue aún mayor. Tres de sus reactores, además, eran del mismo tipo y tenían la misma antigüedad que los de Fukushima, y estaban sometidos a una regulación de supervisión igualmente laxa.</p>
<p>Pero la central de Onogawa se apagó de forma segura y resistió sin daños graves. En nuestra opinión, esto se debió a que la planta de Tohoku tenía <a href="https://www.japantimes.co.jp/opinion/2014/03/14/commentary/japan-commentary/culture-of-safety-can-make-or-break-nuclear-power-plants/">una cultura de seguridad muy bien establecida y de carácter proactivo</a>. La empresa había aprendido de terremotos y <em>tsunamis</em> ocurridos en otros lugares (entre ellos <a href="https://www.britannica.com/event/Chile-earthquake-of-2010">el gran desastre de Chile de 2010</a>) y no había dejado de mejorar sus medidas de prevención. TEPCO, sin embargo, pasó por alto o ignoró estas lecciones.</p>
<h2>Captura regulatoria y cultura de la seguridad</h2>
<p>Cuando una industria sometida a regulación se las arregla para embaucar, controlar o manipular a las agencias que la fiscalizan, volviéndolas serviles e ineficaces, el resultado se conoce como <a href="https://doi.org/10.2307/3003160"><em>captura regulatoria</em></a>. Tal como concluyó el informe de la NAIIC, Fukushima era un ejemplo de manual de este fenómeno. Según el informe, los reguladores japoneses “<a href="https://warp.da.ndl.go.jp/info:ndljp/pid/3856371/naiic.go.jp/wp-content/uploads/2012/09/NAIIC_report_lo_res10.pdf">ni monitorizaron ni supervisaron la seguridad nuclear</a> […] Evitaron llevar a cabo sus responsabilidades fundamentales al permitir que los operadores de las plantas aplicaran las regulaciones de forma voluntaria”.</p>
<p>La seguridad nuclear precisa de una regulación efectiva. Además, también es necesario que las plantas se doten de forma interna de una <a href="https://www.sciencedirect.com/topics/engineering/safety-culture">cultura de la seguridad</a>, es decir, de un conjunto de actitudes y pautas de trabajo que conviertan los temas de seguridad en prioridades absolutas. Para un sector económico, la cultura de la seguridad equivale al sistema inmunitario del cuerpo humano, pues dicha cultura también protege frente a patógenos y pone freno a las enfermedades.</p>
<p>Una central que impulsa una cultura de la seguridad adecuada favorecerá que los empleados hagan preguntas y apliquen un punto de vista riguroso y prudente a todos los aspectos de su trabajo. También mejorará la comunicación entre los operarios y la dirección. Pero la cultura empresarial de TEPCO reflejaba una mentalidad típicamente japonesa en la que se primaban las relaciones jerárquicas y la obediencia y se penalizaba hacer preguntas. </p>
<p>Hay numerosas evidencias científicas de que existen <a href="https://doi.org/10.1177/108602669100500203">factores humanos</a>, como errores de las empresas operadoras o una cultura de la seguridad deficiente, que tuvieron un papel instrumental clave en los tres accidentes más graves que se han producido en centrales nucleares: el de <a href="https://www.osti.gov/biblio/5395798-three-mile-island-report-commissioners-public-volume">Three Mile Island</a> en Estados Unidos en 1979, el de <a href="https://www-pub.iaea.org/MTCD/publications/PDF/Pub913e_web.pdf">Chernobyl</a> en Ucrania en 1986 y el de <a href="https://www-pub.iaea.org/MTCD/Publications/PDF/Pub1710-ReportByTheDG-Web.pdf">Fukushima Daiichi</a> en 2011. Y, a menos que los países que en este momento disponen de energía nuclear lo hagan mejor en ambos puntos, es probable que esta lista crezca. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1366694917045690369"}"></div></p>
<h2>Grado de seguridad nuclear global: Incompleto</h2>
<p>Hoy existen <a href="https://www.world-nuclear.org/information-library/current-and-future-generation/plans-for-new-reactors-worldwide.aspx">440 centrales nucleares en funcionamiento</a> en todo el mundo, y se están construyendo en torno a 50 más en países como China, India, Pakistán, Bangladesh, Bielorrusia, Turquía o Emiratos Árabes Unidos.</p>
<p>Muchos partidarios de las centrales nucleares argumentan que, dada la amenaza del cambio climático y la necesidad creciente de generación de electricidad que no provenga de fuentes generadoras de emisiones de carbono, la energía nuclear <a href="https://cen.acs.org/energy/nuclear-power/nuclear-power-help-save-us/97/i37">debería tener un papel</a> en el futuro <em>mix</em> energético global. Otras personas, sin embargo, <a href="https://thebulletin.org/2019/08/the-false-promise-of-nuclear-power-in-an-age-of-climate-change/">son partidarias de abolirla</a>; pero esto último no parece que vaya a ocurrir en un futuro próximo. </p>
<p>Desde nuestro punto de vista, las prioridades más urgentes son el desarrollo de estándares de seguridad más exigentes orientados al conjunto del sistema, el establecimiento de culturas de la seguridad robustas y la profundización en los lazos de colaboración tanto entre los distintos países como entre sus autoridades reguladoras independientes. En Estados Unidos estamos viendo con preocupación cómo ciertos indicadores apuntan a que <a href="https://www.simonandschuster.com/books/Confessions-of-a-Rogue-Nuclear-Regulator/Gregory-B-Jaczko/9781476755779">la independencia del regulador se está debilitando</a>, y también que las centrales se resisten a las presiones para interiorizar y llevar a cabo una serie de prácticas de seguridad internacionalmente aceptadas; prácticas como la de <a href="http://dx.doi.org/10.1126/science.aal4890">poner filtros adicionales</a> para evitar fugas radioactivas procedentes de edificios de contención de reactores que poseen las mismas características que los de Fukushima Daiichi. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/388064/original/file-20210305-19-otg7wg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un hombre con un traje antirradiación con respirador." src="https://images.theconversation.com/files/388064/original/file-20210305-19-otg7wg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/388064/original/file-20210305-19-otg7wg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=987&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/388064/original/file-20210305-19-otg7wg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=987&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/388064/original/file-20210305-19-otg7wg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=987&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/388064/original/file-20210305-19-otg7wg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1241&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/388064/original/file-20210305-19-otg7wg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1241&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/388064/original/file-20210305-19-otg7wg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1241&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Najmedin Meshkati, uno de los autores de este artículo, resiste un terremoto agarrado a una barandilla de la sala de control de la central Fukushima Daiichi durante una visita en 2012.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Najmedin Meshkati</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Para nosotros, la lección más importante es la referida a la necesidad de contrarrestar el nacionalismo y el aislacionismo nucleares. La cooperación estrecha entre los países que están desarrollando proyectos nucleares resulta esencial por el auge de las fuerzas del populismo, el nacionalismo y el antiglobalismo. </p>
<p>También creemos que la <a href="https://www.iaea.org/">Agencia Internacional de la Energía Atómica</a>, cuya misión es impulsar el uso pacífico, fiable y seguro de la energía nuclear, debería urgir a sus estados miembros a que encuentren un equilibrio entre soberanía nacional y responsabilidad internacional cuando se trata de operar los reactores nucleares en sus respectivos territorios. Como bien le enseñaron al mundo los casos de Chernobyl y Fukushima, las fugas radioactivas no se detienen ante las fronteras nacionales.</p>
<p>Como primer paso, los <a href="https://www.nytimes.com/2020/08/01/world/middleeast/uae-nuclear-Barakah.html">países del Golfo pérsico</a> deberían dejar a un lado sus disputas políticas y reconocer el hecho de que, con la puesta en marcha de una central nuclear en <a href="https://www.nytimes.com/2020/08/01/world/middleeast/uae-nuclear-Barakah.html">Emiratos Árabes Unidos</a> y con otras planeadas en <a href="https://www.neimagazine.com/news/newsconstruction-of-egypts-first-nuclear-plant-to-begin-in-2021-8100216">Egipto</a> y <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2020-05-21/saudi-atomic-reactor-progresses-with-inspectors-still-frozen-out?sref=Hjm5biAW">Arabia Saudí</a>, todos ellos tienen un <a href="https://doi.org/10.1177/0018720815623143">interés compartido en garantizar la seguridad nuclear</a> y en <a href="https://doi.org/10.1007/s13753-016-0099-0">promover una respuesta colectiva en caso de emergencia</a>. Y es que toda la región sería vulnerable a un escape radioactivo o a la contaminación del agua en caso de que se produjera un accidente nuclear <a href="https://doi.org/10.1021/acs.est.7b00688">en cualquier punto de la zona</a>.</p>
<p>Creemos que el mundo sigue en el mismo punto crítico en el que se encontraba en 1989, cuando el entonces senador Joseph R. Biden Jr. <a href="https://www.jstor.org/stable/43309384">esgrimió un perspicaz argumento</a>:</p>
<blockquote>
<p>“Hace una década, Three Mile Island fue la chispa que encendió la pira funeraria de lo que una vez fue concebida como una fuente de energía prometedora. Ahora que, en el actual contexto de calentamiento global, la industria nuclear le pide a la nación que vuelva a revisar este asunto, parece justo tener en consideración los esfuerzos que hacen los partidarios de esta energía para fortalecer los mecanismos de supervisión de la seguridad. Esto marcará la pauta y determinará si la energía nuclear se extingue, o por el contrario se convierte en un ave fénix.”</p>
</blockquote><img src="https://counter.theconversation.com/content/156671/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Kiyoshi Kurokawa, MD, MACP, es profesor emérito de la Universidad de Tokio y profesor del Instituto Nacional de Posgrado de Estudios Políticos de Tokio. Fue presidente de la Comisión de Investigación Independiente del Accidente Nuclear de Fukushima de la Dieta Nacional de Japón, que publicó su informe oficial en julio de 2012. Es autor del libro 'Captura regulatoria: ¿Cambiará Japón?'</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Najmedin Meshkati, Doctor en Ciencias, CPE, es profesor de Ingeniería Civil/Medioambiental, Industrial y de Sistemas, y de Relaciones Internacionales en la Universidad del Sur de California (USC). Enseña e investiga sobre la seguridad de los sistemas tecnológicos y ha visitado muchas centrales nucleares de todo el mundo, como Chernóbil (1997), Mihama (1999) y Fukushima Daiichi y Daini (2012). Fue miembro y asesor técnico del Comité de la Academia Nacional de Ciencias/Consejo Nacional de Investigación de Estados Unidos sobre las lecciones aprendidas del accidente nuclear de Fukushima para mejorar la seguridad de las centrales nucleares de Estados Unidos.</span></em></p>En el décimo aniversario de la catástrofe nuclear de Fukushima, dos expertos explican por qué las decisiones humanas son más importantes para la seguridad nuclear que la tecnología, y por qué el trabajo está lejos de estar terminado.Kiyoshi Kurokawa, Professor Emeritus, University of TokyoNajmedin Meshkati, Professor of Engineering and International Relations, University of Southern CaliforniaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1326382020-04-25T21:13:00Z2020-04-25T21:13:00ZEl misterio de los caballos salvajes de Chernóbil<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/330418/original/file-20200424-163062-1ydyxf1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C2%2C1914%2C1273&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Manada de caballos de Przewalski en la Zona de Exclusión de Chernóbil (Ucrania). Septiembre 2016.</span> <span class="attribution"><span class="source">Luke Massey (www.lmasseyimages.com)</span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>Se cumplen 34 años del accidente en la central nuclear de Chernóbil (Ucrania). Este accidente, el mayor de la historia en una instalación nuclear, llevó a la creación de una Zona de Exclusión de 4 700 km² entre Ucrania y Bielorrusia. Un total de 350 000 personas fueron evacuadas de ese área. </p>
<p>Las predicciones iniciales señalaban que, debido a la contaminación radiactiva, la zona iba a ser inhabitable durante más de 20 000 años. Se pensaba que Chernóbil se convertiría en un desierto para la vida.</p>
<p>Tres décadas más tarde numerosos estudios han señalado que en Chernóbil vive una <a href="https://theconversation.com/visitamos-la-fauna-de-chernobil-33-anos-despues-del-accidente-nuclear-112893">diversa y abundante comunidad animal</a>. Un gran número de especies amenazadas a nivel nacional y europeo tienen hoy su refugio en la Zona de Exclusión de Chernóbil. </p>
<p>Un ejemplo claro de cuál es la situación de la fauna en Chernóbil es el de los caballos de Przewalski.</p>
<h2>¿El último caballo salvaje?</h2>
<p>La existencia de caballos salvajes en las estepas de Asia se conocía en occidente desde el siglo XV. Pero no fue hasta 1881 cuando la especie se describió formalmente para la ciencia a partir de un cráneo y una piel recolectados por el coronel ruso Nikolái Przewalski. Así fue como los caballos conocidos como <em>takhi</em> (“sagrados”) en Mongolia pasaron a llamarse caballos de Przewalski (<em>Equus ferus przewalski</em>).</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/318437/original/file-20200303-66106-1yviz8f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/318437/original/file-20200303-66106-1yviz8f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/318437/original/file-20200303-66106-1yviz8f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/318437/original/file-20200303-66106-1yviz8f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/318437/original/file-20200303-66106-1yviz8f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/318437/original/file-20200303-66106-1yviz8f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/318437/original/file-20200303-66106-1yviz8f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Caballo de Przewalski, Zona de Exclusión de Chernobyl (Ucrania). Septiembre 2015.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Nick Beresford</span></span>
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<p>Durante mucho tiempo se consideraron como el único caballo salvaje del mundo. Sin embargo, <a href="https://science.sciencemag.org/content/360/6384/111">estudios recientes</a> han indicado que son formas asilvestradas descendientes de los primeros caballos domesticados por el pueblo Botai en el norte de Kazajistán hace 5 500 años. </p>
<p>En tiempos del coronel Przewalski estos caballos salvajes ya eran escasos en las estepas de Mongolia y China. El sobrepastoreo y la caza para su consumo por las poblaciones humanas provocaron su declive final. El último ejemplar salvaje fue observado en el desierto del Gobi en 1969.</p>
<p>La población en cautividad tampoco pasó por una situación muy positiva. En los años 50 solo 12 individuos sobrevivían en zoos europeos. No obstante, a partir de ellos se comenzó un programa de cría en cautividad que ha conseguido rescatar a la especie de la extinción.</p>
<p>Hoy la población llega a los 2 000 individuos. Varios centenares viven en libertad en las estepas de Asia y distintas zonas de Europa. Entre ellas, para sorpresa de muchos, en Chernóbil.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/326251/original/file-20200407-44994-1d79z7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C0%2C1914%2C1279&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/326251/original/file-20200407-44994-1d79z7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/326251/original/file-20200407-44994-1d79z7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/326251/original/file-20200407-44994-1d79z7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/326251/original/file-20200407-44994-1d79z7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/326251/original/file-20200407-44994-1d79z7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/326251/original/file-20200407-44994-1d79z7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Grupo de caballos de Przewalski en la Zona de Exclusión de Chernóbil (Ucrania). Septiembre 2016.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Luke Massey (www.lmasseyimages.com)</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Los caballos de Chernóbil</h2>
<p>En el momento del accidente en la central nuclear no existían caballos de Przewalski en Chernóbil. No fue hasta 1998 cuando los primeros 31 individuos llegaron a la Zona de Exclusión. Eran 10 machos y 18 hembras procedentes de la reserva natural de Askania Nova, en el sur de Ucrania, y 3 machos de un zoo local.</p>
<p>Tras una alta mortalidad asociada al traslado y suelta, la elevada tasa de nacimientos hizo que la población llegase a 65 individuos en solo cinco años. La intensa caza furtiva entre 2004 y 2006 diezmó a la población. Solo 50 individuos sobrevivían en 2007.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/318635/original/file-20200304-66052-ighsol.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/318635/original/file-20200304-66052-ighsol.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/318635/original/file-20200304-66052-ighsol.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/318635/original/file-20200304-66052-ighsol.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/318635/original/file-20200304-66052-ighsol.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/318635/original/file-20200304-66052-ighsol.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/318635/original/file-20200304-66052-ighsol.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Macho de caballo de Przewalski fotografiado por cámaras de fototrampeo en el bosque rojo, Zona de Exclusión de Chernóbil (Ucrania). Abril 2017.</span>
<span class="attribution"><span class="source">RED FIRE Project / UK Centre for Ecology and Hydrology</span></span>
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<p>Las intensas medidas de protección han hecho que solo 20 años después de su llegada a Chernóbil su número se haya multiplicado por cinco. El censo más actual, realizado por científicos locales en 2018, reveló que en la parte ucraniana de la Zona de Exclusión viven unos 150 animales. Los caballos se agrupan en entre 10 y 12 manadas familiares, además de dos grupos de machos y algunos individuos solitarios. En 2018 al menos 22 potros nacieron en la Zona de Exclusión. Algunos se han movido más al norte y se han asentado ya en Bielorrusia.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/318631/original/file-20200304-66069-1kekvgt.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/318631/original/file-20200304-66069-1kekvgt.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/318631/original/file-20200304-66069-1kekvgt.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/318631/original/file-20200304-66069-1kekvgt.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/318631/original/file-20200304-66069-1kekvgt.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/318631/original/file-20200304-66069-1kekvgt.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/318631/original/file-20200304-66069-1kekvgt.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Dos caballos de Przewalski fotografiados por cámaras de fototrampeo dentro de un pinar de la Zona de Exclusión de Chernóbil (Ucrania). Enero 2015.</span>
<span class="attribution"><span class="source">TREE Project / UK Centre for Ecology and Hydrology</span></span>
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<p>Las cámaras de fototrampeo instaladas por toda la Zona de Exclusión han demostrado que, a pesar de ser una especie asociada a las estepas, en Chernóbil estos caballos usan el bosque con gran frecuencia. Esto incluye el famoso “bosque rojo”, una de las zonas más radiactivas del planeta. </p>
<p>Los <a href="http://www.esa.int/Space_in_Member_States/Spain/El_incendio_de_Chernobil_desde_el_espacio">recientes incendios en Chernóbil</a> han afectado severamente a algunas de las localidades usadas por los caballos en la Zona de Exclusión. Será necesario ahora evaluar el efecto que estos fuegos tendrán sobre la conservación de la especie en la zona.</p>
<h2>Las lecciones de los caballos de Chernóbil</h2>
<p>La introducción de los caballos de Przewalski en Chernóbil ha sido un éxito. De este éxito se pueden extraer varias lecciones.</p>
<p>El caso de los caballos de Przewalski refleja una vez más que, en ausencia de humanos, Chernóbil se ha convertido en un refugio para la fauna salvaje. Esto nos debería llevar a reflexionar sobre el impacto de la presencia humana sobre los ecosistemas naturales. Sin actividad humana alrededor, incluso con contaminación radiactiva, la gran fauna prospera. </p>
<p>Otras zonas afectadas por contaminación radiactiva como la derivada del accidente en la <a href="https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/fee.2149">central de Fukushima (Japón)</a> y de las pruebas de bombas atómicas en los <a href="https://www.theguardian.com/world/2017/jul/15/quite-odd-coral-and-fish-thrive-on-bikini-atoll-70-years-after-nuclear-tests">atolones del Pacífico</a>, mantienen igualmente una alta diversidad de fauna. Quizás debamos reconsiderar nuestra visión sobre el impacto a medio y largo de plazo de la radiactividad sobre el medio ambiente.</p>
<p>En todo caso, necesitamos entender mejor los mecanismos que permiten a la fauna vivir en zonas con contaminación radiactiva. Son muchas las preguntas que quedan por responder. ¿Están los organismos vivos de Chernóbil expuestos a menos radiación de la prevista?, ¿causa esta exposición menos daño?, ¿tienen los organismos mecanismos de reparación del daño celular causado por la radiación más eficaces de lo esperado? </p>
<p>Para responder a estas preguntas necesitamos más ciencia. En septiembre, esperamos empezar a trabajar con los caballos de Przewalski en Chernóbil, intentando desvelar los misterios que hacen que esta especie y muchas otras prosperen en la Zona de Exclusión.</p>
<hr>
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<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/132638/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Germán Orizaola recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación (España) a través del Programa "Ramón y Cajal" (RyC-2016-20656), del Principado de Asturias a través del "Programa Grupos de Investigación" (IDI/2018/000151) y de la Autoridad Sueca de Seguridad Nuclear (Swedish Radiation Safety Authority, SSM2018-2038).</span></em></p>Caballos salvajes originarios de las estepas de Asia viven en la Zona de Exclusión de Chernóbil (Ucrania), con una población en expansión cuando se cumplen justo 34 años de aquel accidente nuclear.Germán Orizaola, Investigador Programa Ramón y Cajal, Universidad de OviedoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1209152019-08-05T20:17:06Z2019-08-05T20:17:06ZArcillas a prueba de glaciaciones para sellar el almacenamiento nuclear definitivo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/286628/original/file-20190801-169684-16uj6mi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=1%2C1%2C1276%2C764&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Túneles de Onkalo en Olkiluoto.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.posiva.fi/en/final_disposal/onkalo#.XUL-aZMza3U">Posiva Oy</a></span></figcaption></figure><p>Mientras la central de Chernóbil ha quedado sellada para los próximos 100 años gracias a un segundo “sarcófago” gigante, Finlandia construye <a href="http://www.posiva.fi/en/final_disposal/final_disposal_facility#.XUMVPZMza3U">un almacenamiento nuclear “definitivo”</a>. Está excavado en granito a cientos de metros de profundidad e impermeabilizado para soportar una futura glaciación. </p>
<p>Este megaproyecto de almacenamiento nuclear se construye bajo la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Central_nuclear_de_Olkiluoto">central de Olkiluoto</a>, a 250 kilómetros de Helsinki. El depósito, capaz de albergar los residuos nucleares de Finlandia durante cientos de miles de años, estará totalmente sellado gracias a contenedores metálicos, a la roca de granito y al revestimiento de arcilla.</p>
<p>El almacén está acabándose y se espera que comience a funcionar hacia el 2020. Cada uno de los aproximadamente 2 800 contenedores que albergará llevará un recubrimiento de arcilla y las propias galerías también se rellenarán con un material basado en arcilla.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/xALDU38o-P4?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Vídeo explicativo sobre el almacenamiento nuclear finlandés.</span></figcaption>
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<p>Ese recubrimiento arcilloso evitará posibles filtraciones de agua que dañen los contenedores de residuos radiactivos. Para desarrollarlo, se cuenta con la ayuda de investigadores españoles del Grupo de Ingeniería Geoambiental de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), desde donde trabajamos en colaboración con el Centro de Investigación Técnica de Finlandia.</p>
<h2>Almacenes temporales</h2>
<p>La serie <a href="https://theconversation.com/los-efectos-de-chernobyl-radiacion-muerte-y-una-nueva-cultura-de-la-prevencion-119675"><em>Chernobyl</em></a> nos ha recordado el mayor accidente nuclear de la historia. La explosión del reactor 4 de la central soviética produjo una contaminación radiactiva ante la que poco se pudo hacer. </p>
<p>Se tomaron medidas temporales de contención hasta su desmantelamiento: se construyeron “sarcófagos” para contener la ingente radiación del núcleo. El primero duró 30 años; se prevé que el actual funcione durante un siglo. Poco tiempo en comparación con los miles de años de actividad del uranio y el plutonio. </p>
<p>Pero aquello fue un accidente que dejaba poco margen de actuación <em>a posteriori</em>. La construcción de almacenamientos nucleares para los residuos radiactivos debe mantener la seguridad para las próximas generaciones. O incluso más allá de la presencia del hombre en la Tierra. </p>
<p>Finlandia ha apostado por una solución para sus residuos nucleares acorde a su nivel de actividad. Una galería excavada bajo una montaña en la isla de Olkiluoto desciende 500 metros en espiral a través de la roca de granito. En el último nivel, los contenedores con los residuos radiactivos se almacenarán de modo definitivo. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/286636/original/file-20190801-169714-1bboyzh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/286636/original/file-20190801-169714-1bboyzh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/286636/original/file-20190801-169714-1bboyzh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=386&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/286636/original/file-20190801-169714-1bboyzh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=386&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/286636/original/file-20190801-169714-1bboyzh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=386&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/286636/original/file-20190801-169714-1bboyzh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=485&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/286636/original/file-20190801-169714-1bboyzh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=485&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/286636/original/file-20190801-169714-1bboyzh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=485&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Estructura bajo tierra del almacenamiento nuclear de Olkiluoto.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Posiva Oy</span></span>
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<h2>Arcilla como protección</h2>
<p>¿Y si, como se prevé, se produce dentro de 10 000 años un período de glaciación y posterior deshielo? El agua se filtraría hasta el depósito y, dada su baja salinidad, podría alterar las arcillas, disminuyendo su eficiencia como barrera ante la radiación.</p>
<p>Como expertos en geotecnia (la técnica que tiene que ver con los geomateriales) discutimos habitualmente desde Ciudad Real sobre esta contingencia con los colegas fineses. Los contenedores metálicos están envueltos con arcilla de tipo expansivo: al contacto con el agua aumenta su volumen hasta 20 veces. Si la arcilla está confinada, cierra todos los huecos, ejerciendo una autoprotección del residuo. </p>
<p>En nuestro último <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1738573318308507?via%3Dihub">estudio</a>, publicado en la revista <em>Nuclear Engineering and Technology</em>, hemos desarrollado un complejo modelo de cálculo numérico para estimar el comportamiento de esa arcilla. </p>
<p>Hemos simulado el efecto a 10 000 años vista del agua procedente de un deshielo sobre la capacidad de protección de la arcilla y su potencial erosión. Tenemos que asegurarnos de que no habrá ningún impacto en la biosfera dentro de un millón de años.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/286111/original/file-20190729-43126-8lpvo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/286111/original/file-20190729-43126-8lpvo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/286111/original/file-20190729-43126-8lpvo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=346&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/286111/original/file-20190729-43126-8lpvo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=346&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/286111/original/file-20190729-43126-8lpvo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=346&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/286111/original/file-20190729-43126-8lpvo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=435&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/286111/original/file-20190729-43126-8lpvo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=435&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/286111/original/file-20190729-43126-8lpvo5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=435&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Túneles de Onkalo en Olkiluoto.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.posiva.fi/media/kuvapankki?gfid_1359=81&gpid_1359=2895#gallery_1359">Posiva Oy</a></span>
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<h2>Almacenamientos definitivos</h2>
<p>Parece una obra faraónica. Las dimensiones del almacenamiento nuclear de Olkiluoto hacen posible enterrar durante cientos de años los residuos nucleares de Finlandia y que estos permanezcan aislados cientos de miles de años más hasta que pierdan su radiactividad. </p>
<p>En España se estima que todos los residuos nucleares de alta actividad ocuparían unos <a href="https://www.csn.es/documents/10182/103567/Convenci%C3%B3n%20Conjunta%20sobre%20Seguridad%20en%20la%20Gesti%C3%B3n%20del%20Combustible%20Gastado%20y%20sobre%20Seguridad%20en%20la%20Gesti%C3%B3n%20de%20Residuos%20Radiactivos%20-%20Sexto%20Informe%20Nacional%20-%20Octubre%202107%20-%20Espa%C3%B1ol">10 000</a> metros cúbicos. Si rellenáramos el Santiago Bernabéu, cubriríamos un metro de altura, un poco por debajo de un banderín de córner.</p>
<p>La extensión en superficie de una instalación como la finlandesa sería mayor, ya que el laberinto de túneles excavados se ramifica a cientos de metros de profundidad, donde se depositan los contenedores de residuos. Aun así, serían pocas las hectáreas de extensión. </p>
<p>Lo que está claro es que todas las soluciones duraderas pasan por la opción del enterramiento. El problema, el de siempre: ¿dónde lo construimos? En Francia han elegido un lugar seguro bajo tierra para guardar los desechos radiactivos en los próximos milenios recubiertos por una espesa capa de arcilla. Suecia y Finlandia han elegido estructuras excavadas en granito. </p>
<p>Los expertos en geotecnia tenemos mucho que decir en este escenario. Debemos predecir la respuesta de las rocas y del terreno para que las superestructuras que vamos a construir funcionen y se mantengan en perfectas condiciones. Estamos ante un problema medioambiental de primer orden a nivel mundial y la mejor opción a largo plazo es el enterramiento controlado.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/120915/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Finlandia cuenta con la ayuda de investigadores españoles para desarrollar el recubrimiento de arcilla que proteja su almacenamiento nuclear definitivo, incluso, frente a glaciaciones.Vicente Navarro Gámir, Catedrático de Universidad. Área de Ingeniería del Terreno, Universidad de Castilla-La ManchaLaura Asensio Sánchez, Profesora de la Escuela de Caminos de Ciudad Real, Área de Ingeniería del Terreno, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1193102019-06-26T20:01:03Z2019-06-26T20:01:03ZDiez ‘licencias artísticas’ que sustituyen a los hechos en la serie ‘Chernobyl’<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/281358/original/file-20190626-76701-4gwfig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2043%2C1363&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Monumento conmemorativo del desastre de Chernóbil, ubicado ante el reactor, encapsulado en su nuevo escudo de contención.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/franganillo/38342070546/">Jorge Franganillo</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span></figcaption></figure><p><em>Chernobyl</em>, la coproducción de HBO y Sky que narra los hechos acontecidos en torno al accidente de la central nuclear de Chernóbil en abril de 1986, ha conquistado a la audiencia de todo el mundo. </p>
<p>He coordinado numerosos proyectos internacionales de investigación acerca del impacto del desastre de Chernóbil y he realizado decenas de visitas a la Zona de exclusión que rodea a la central. </p>
<p>El grado de detalle de las localizaciones, los objetos y el atrezo han levantado elogios hacia la ficción por su capacidad para <a href="https://www.curbed.com/2019/6/7/18656641/chernobyl-hbo-miniseries-set-design-disaster-soviet">ayudar a que los espectadores se sumerjan en el ambiente de los últimos años de la sociedad soviética</a>, incluidos <a href="https://twitter.com/SlavaMalamud/status/1132029943297265664">aquellos que la vivieron en primera persona</a>. Sin embargo, la serie también contiene errores y aspectos que han sido inventados para añadir dramatismo a la historia.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/5YFEDSVCk2s?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
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<h3>1. El accidente de helicóptero</h3>
<p>La trágica escena del principio de la serie en la que un helicóptero se estrella al intentar sobrevolar el reactor, accidente producido aparentemente por la intensa radiación, nunca ocurrió. No obstante, las imágenes tomadas desde los helicópteros en los días posteriores a la explosión muestran cortes y distorsiones generados por la radiación concentrada sobre el núcleo del reactor. Existen, de hecho, <a href="https://www.nytimes.com/1990/07/04/obituaries/anatoly-grishchenko-pilot-at-chernobyl-53.html">informes</a> que revelan que los pilotos contrajeron el síndrome de irradiación aguda al ser alcanzados por la radiación desde sus unidades.</p>
<h3>2. El “puente de la muerte”</h3>
<p>La lenta e imperdonable respuesta de las autoridades no pudo evitar que los ciudadanos de la cercana ciudad de Prípiat permanecieran en el exterior durante el accidente nuclear e incluso algunos se dirigieran al más tarde denominado “puente de la muerte” para ser testigos del incendio. Sin embargo, <a href="https://thebulletin.org/2019/05/the-human-drama-of-chernobyl/">no existe evidencia de que hubiera fallecidos</a>, así como tampoco hay pruebas de que las dosis de radiación fueran tan altas como para constituir un gran peligro en ese momento.</p>
<h3>3. Enfermedades causadas por la radiación en Prípiat</h3>
<p>De hecho, debido a la tardía respuesta sobre el posible peligro, los habitantes de Prípiat recibieron una dosis media de unos 30 milisieverts (mSv) o, lo que es lo mismo, la cantidad producida por tres tomografías de cuerpo entero. En la serie se puede observar una escena en la que varios niños parecen estar afectados por el síndrome de irradiación aguda, a pesar de que <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10512-012-9607-5">los expertos no confirmaron ningún caso entre la población de la ciudad</a>; sí ratificaron, por su parte, <a href="https://www.unscear.org/docs/reports/2008/11-80076_Report_2008_Annex_D.pdf">síndrome de irradiación aguda en 134 individuos</a>, todos ellos bomberos y operarios de la central.</p>
<h3>4. “Estás sentada al lado de un reactor nuclear”</h3>
<p>En una escena especialmente emotiva, vemos a una mujer embarazada visitando a su esposo (un bombero afectado por el síndrome de irradiacion aguda) en el Hospital Número Seis de Moscú. Este es <a href="https://www.rferl.org/a/belarusian-nobel-laureate-says-hbo-series-has-completely-changed-perception-of-chernobyl/29997496.html">uno de los muchos testimonios reales</a> que la serie toma prestados del libro <a href="https://www.theguardian.com/environment/2005/apr/25/energy.ukraine"><em>Voces de Chernóbil</em></a>, escrito por la periodista bielorrusa y ganadora del Premio Nobel Svetlana Alexievich.</p>
<p>Los guionistas dan a entender que el feto absorbió altas dosis de radiación emitida por su padre, lo que acabó posteriormente con la vida del recién nacido. En contraposición, un doctor estadounidense que ayudó a tratar a los trabajadores de la central y a los bomberos <a href="https://www.forbes.com/sites/michaelshellenberger/2019/06/11/top-ucla-doctor-denounces-depiction-of-radiation-in-hbos-chernobyl-as-wrong-and-dangerous/#1b6a7e681e07">afirma que los pacientes no constituían un riesgo significativo para los sanitarios y los visitantes</a>. Además, los estudios elaborados <a href="https://www.who.int/ionizing_radiation/chernobyl/backgrounder/en/">no han encontrado pruebas concluyentes</a> que demuestren que los nacidos tras el desastre se vieran afectados por la exposición a la radiación.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/280691/original/file-20190621-61756-1rclkyw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/280691/original/file-20190621-61756-1rclkyw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/280691/original/file-20190621-61756-1rclkyw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/280691/original/file-20190621-61756-1rclkyw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/280691/original/file-20190621-61756-1rclkyw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/280691/original/file-20190621-61756-1rclkyw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/280691/original/file-20190621-61756-1rclkyw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">El Monumento a los Liquidadores, levantado en homenaje a las personas que se encargaron de la limpieza y descontaminación de la zona y, en la imagen, a los bomberos que contuvieron el desastre. La leyenda reza: ‘A aquellos que salvaron el mundo’.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Famagusta Gazette</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h3>5. Los reactores no son bombas nucleares</h3>
<p>El temor a una explosión nuclear en un rango de dos a cuatro megatones debida a la fusión del núcleo del reactor quedó en nada, afortunadamente. En la serie se afirma que el posible colapso destruiría la cercana ciudad de Kiev y convertiría en inhabitable un alto porcentaje del continente europeo. Pero lo cierto es que las plantas nucleares <a href="https://science.fusion4freedom.com/why-a-nuclear-reactor-cannot-explode-like-an-atom-bomb/">no explotan como si de bombas nucleares se tratase</a>, y mucho menos las termonucleares en una escala de megatones. En cualquier caso, una explosión como la descrita no habría destruido ni la ciudad de Kiev ni habría hecho de Europa un lugar inhabitable. </p>
<h3>6. Los buzos</h3>
<p><a href="https://www.chernobylwel.com/blog-detail/113/who-saved-europe-the-three-unsung-heroes-of-chernobyl">Tres héroes</a> se emplearon a fondo para drenar los tanques de agua situados debajo de la cámara de contención primaria para evitar que el combustible nuclear entrase en contacto con el agua, lo que se pensaba que podría causar una explosión. Finalmente, la tarea que realizaron fue en vano, ya que el <a href="https://www.osti.gov/biblio/10153756#page=6">análisis</a> subsecuente descubrió que los tanques estaban casi vacíos y que la interacción del agua con el combustible podría incluso haber ayudado a que se enfriase.</p>
<h3>7. Los pilotos de los helicópteros</h3>
<p>Las intrépidas acometidas de los pilotos de los helicópteros para arrojar boro, arena y plomo sobre las barras de combustible fundido probablemente ayudaron a extinguir el fuego del moderador de grafito. Sin embargo, <a href="https://www.osti.gov/servlets/purl/10153756#page=6">el núcleo del reactor fundido ardió</a> hasta llegar al primer bloque de contención, apagándose gradualmente por sí solo. </p>
<h3>8. Los mineros</h3>
<p>El loable esfuerzo realizado por los valientes mineros para cavar un túnel bajo el edificio del reactor para instalar un intercambiador de calor que ayudase a rebajar la temperatura del núcleo también fue en vano, pues nunca se llegó a utilizar, ya que <a href="https://www.osti.gov/servlets/purl/10153756#page=6">el núcleo se enfrió antes de que fuera instalado</a>. El riesgo de que la radiactividad llegase a la capa freática bajo el reactor, situado cerca de un lago y un río, <a href="https://www.researchgate.net/publication/266021626_Risk-Cost_Analysis_of_Strontium-90_Migration_to_Water_Wells_at_the_Chernobyl_Nuclear_Power_Plant">era elevado, aunque no hubiera constituido un gran problema de contaminación de las aguas</a>.</p>
<h3>9. Los liquidadores</h3>
<p>Los créditos que aparecen al final de la serie insinúan que no se llevaron a cabo estudios sobre las consecuencias sufridas por los <a href="https://news.sky.com/video/the-real-chernobyl-11745079">cientos de miles de liquidadores que limpiaron la zona tras el accidente</a>. Lo cierto es que se desarrollaron <a href="https://www.unscear.org/docs/reports/2008/11-80076_Report_2008_Annex_D.pdf">numerosos análisis sobre este grupo</a>, pero no se llegó a demostrar un aumento de la incidencia de cáncer debido a la exposición a la radiación. Es probable que experimentasen un incremento del riesgo de cáncer, pero sería imperceptible en comparación con otras enfermedades a las que tuvieron (y tienen) que hacer frente, como los trastornos cardiovasculares, el tabaquismo y el <a href="https://academic.oup.com/alcalc/article/34/6/824/192703">consumo excesivo de alcohol</a> (un problema generalizado en todas las antiguas repúblicas soviéticas).</p>
<h3>10. Errores</h3>
<p>Los científicos son descritos como los héroes de la serie pero, aunque la audacia de numerosas personas tras el desastre fue digna de admiración (incluida la de muchos científicos), la comunidad científica soviética, junto con el sistema político del país, fue en última instancia la responsable de <a href="http://www.world-nuclear.org/information-library/nuclear-fuel-cycle/nuclear-power-reactors/appendices/rbmk-reactors.aspx">los errores en el diseño del reactor RBMK</a> (<em>Reáktor Bolshói Móschnosti Kanálny</em>), así como de la ausencia de seguridad y de la imperdonable falta de preparación frente a un accidente de tal magnitud.</p>
<h2>Una historia para tener más cuidado</h2>
<p>Las consecuencias del desastre de Chernóbil no deben ser subestimadas. Muchos estudios realizados con posterioridad han hallado un aumento del cáncer de tiroides, debido principalmente a la ineficacia de las autoridades soviéticas para evitar el consumo de productos contaminados con el radioisótopo yodo-131 en las semanas posteriores al accidente. </p>
<p><a href="https://www.unscear.org/docs/publications/2017/Chernobyl_WP_2017.pdf">Análisis recientes sobre las poblaciones afectadas hasta el año 2015</a> revelaron que 5 000 de un total de 20 000 casos de cáncer de tiroides podrían deberse a la radiación. Aunque es grave, afortunadamente el cáncer de tiroides es tratable en el 99% de los casos. Por su parte, algunos informes señalan que la reubicación de miles de personas, las consecuencias económicas producidas por el abandono de la tierra y el comprensible miedo a la radiación <a href="https://www.who.int/mediacentre/news/releases/2005/pr38/en/">han supuesto un efecto más negativo que las consecuencias directas de la radiación sobre la salud</a>.</p>
<p><em>Chernobyl</em> es un producto audiovisual magnífico, y la reconstrucción de los hechos acaecidos antes y durante la tragedia es digna de elogio. Sin embargo, no podemos olvidar que es una serie y no un documental. En los más de 30 años que han pasado desde el accidente se han perpetuado multitud de mitos que, sin duda, <a href="https://www.unicef.org/newsline/chernobylreport.pdf">han obstaculizado enormemente la recuperación de las poblaciones afectadas</a>.</p>
<p>Después de más de tres décadas, la reparación aún está en vías de completarse. Que sea exitosa no dependerá de la emoción y el drama, sino de la evidencia científica. Las <a href="https://www.oxfordmartin.ox.ac.uk/publications/oxford-martin-restatement-5-a-restatement-of-the-natural-science-evidence-base-concerning-the-health-effects-of-low-level-ionizing-radiation/">pruebas</a> demuestran que, salvo en el caso de los operarios de la central, los bomberos y los pilotos de helicópteros que se vieron expuestos a altas dosis, el peligro de la radiación es <a href="https://bmcpublichealth.biomedcentral.com/articles/10.1186/1471-2458-7-49">insignificante en comparación con otros riesgos para nuestra salud a los que nos enfrentamos cada día</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/119310/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jim Smith ha recibido financiación del "Radioactivity and the Environment Programme" del UK Natural Environment Research Council, que cuenta con el apoyo de Radioactive Waste Management Ltd. y de la Environment Agency of England and Wales. También ha realizado pequeños proyectos de consultoría para Horizon Nuclear Power y el Organismo Japonés de Energía Atómica.
</span></em></p>¿Documental o ficción? La serie de HBO es apasionante, pero a veces las licencias artísticas sustituyen a la realidad.Jim Smith, Professor of Environmental Science, University of PortsmouthLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1128932019-04-25T19:44:17Z2019-04-25T19:44:17ZVisitamos la fauna de Chernóbil 33 años después del accidente nuclear<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/263165/original/file-20190311-86710-7gyv7i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1198%2C652&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Central Nuclear de Chernóbil (Ucrania), con el edificio de contención instalado sobre el reactor número 4. Mayo de 2017.</span> <span class="attribution"><span class="source">Germán Orizaola</span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>El 26 de abril de 1986 el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) sufrió una explosión durante unas pruebas técnicas. A consecuencia del accidente se emitió unas 400 veces más radiación que la liberada por la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima (Japón) en 1945. Este es, hasta la fecha, el mayor accidente nuclear de la historia.</p>
<p>Las labores de descontaminación se iniciaron de inmediato. Alrededor de la central nuclear se creó una zona de exclusión de la que se evacuaron unas 350.000 personas. Los evacuados nunca regresaron a sus hogares y hoy el área sigue vetada al ser humano.</p>
<p>El accidente tuvo un gran impacto sobre la población humana. Aunque no existen cifras claras, las consecuencias físicas (pérdida de vidas humanas) y psicológicas debido a la evacuación fueron graves.</p>
<p>El impacto inicial sobre la naturaleza fue también importante. Una de las partes más afectadas fue el pinar ahora conocido como “bosque rojo”. Esta zona recibió las mayores dosis de radiación, por lo que los pinos murieron al instante y todas las hojas se volvieron rojas. Pocos animales sobrevivieron a las dosis radioactivas más altas.</p>
<p>Por ello, después del accidente se asumió que la zona de exclusión se convertiría en un desierto para la vida. Dado el largo tiempo de descomposición de algunos compuestos radioactivos, se supuso que el área iba a quedar inhabitada durante siglos.</p>
<h2>La naturaleza de Chernóbil hoy</h2>
<p>Hoy, 33 años después del accidente, en Chernóbil viven osos, bisontes, lobos, linces, caballos de Przewalski, y unas 200 especies de aves, entre otros animales. </p>
<p>Entre el 4 y 6 de marzo de 2019 nos reunimos en Portsmouth (Inglaterra) los principales grupos de investigación que trabajamos con la naturaleza de Chernóbil. Una treintena de investigadores de Ucrania, Francia, Bélgica, Noruega, España, Irlanda y Reino Unido presentamos los últimos resultados de nuestros análisis. Estos incluyen estudios sobre grandes mamíferos, aves nidificantes, anfibios, peces, abejas, gusanos, bacterias y la descomposición de las hojas.</p>
<p>Los trabajos presentados mostraron que en la actualidad la zona de exclusión alberga una gran biodiversidad. Además, confirmaron la ausencia general de efectos negativos de la radiación sobre las poblaciones de animales y plantas de Chernóbil. Todos los grupos estudiados mantienen poblaciones abundantes y perfectamente funcionales en el área.</p>
<p>Un ejemplo claro de la diversidad de fauna en Chernóbil lo da el <a href="https://tree.ceh.ac.uk/">proyecto TREE</a> (de las siglas inglesas Transferencia, Exposición y Efectos). Como parte de este proyecto se instalaron durante varios años cámaras de fototrampeo por toda la zona de exclusión. Las fotos revelan la presencia de fauna abundante en todos los niveles de radiación. Estas cámaras detectaron la presencia por primera vez de osos pardos y bisontes europeos en la zona ucraniana, así como la expansión de la poblaciones de lobos y caballos de Przewalski. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/266315/original/file-20190328-139349-1z0amj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/266315/original/file-20190328-139349-1z0amj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/266315/original/file-20190328-139349-1z0amj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/266315/original/file-20190328-139349-1z0amj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/266315/original/file-20190328-139349-1z0amj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=538&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/266315/original/file-20190328-139349-1z0amj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=538&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/266315/original/file-20190328-139349-1z0amj3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=538&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Bisonte europeo (<em>Bison bonasus</em>), lince boreal (<em>Lynx lynx</em>), alces (<em>Alces alces</em>) y oso pardo (<em>Ursus arctos</em>) fotografiados por las cámaras del proyecto TREE dentro de la zona de exclusión de Chernóbil (Ucrania).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Proyecto TREE/Sergey Gaschack</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Nuestro <a href="https://www.gorizaola.wordpress.com/blog">trabajo con los anfibios de Chernóbil</a> también ha detectado abundantes poblaciones de todas las especies, incluso en las áreas de mayor contaminación radioactiva. Hemos encontrado además algún indicio de respuestas adaptativas frente a la radiación, como cambios en la coloración de las ranas. Las ranas de la zona de exclusión son más oscuras, lo que podría protegerlas de la radiación.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/266311/original/file-20190328-139374-1tsq409.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/266311/original/file-20190328-139374-1tsq409.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=480&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/266311/original/file-20190328-139374-1tsq409.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=480&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/266311/original/file-20190328-139374-1tsq409.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=480&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/266311/original/file-20190328-139374-1tsq409.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=603&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/266311/original/file-20190328-139374-1tsq409.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=603&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/266311/original/file-20190328-139374-1tsq409.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=603&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Adulto de Ranita de San Antón oriental (<em>Hyla orientalis</em>), Chernóbil (Ucrania). Mayo de 2018.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Germán Orizaola</span></span>
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<p>Sí se han detectado algunos efectos negativos de la radiación a nivel individual. Algunos insectos, por ejemplo, parecen vivir menos y estar más afectados por parásitos en zonas de radiación alta. Algunas aves también presentan daños en su sistema inmune, aumento de albinismo y alteraciones genéticas. En todo caso, estas alteraciones no parecen afectar al mantenimiento de las poblaciones.</p>
<p>La ausencia general de efectos negativos de la radiación sobre la fauna de Chernóbil puede deberse a varios factores. </p>
<p>Por un lado, los organismos vivos podrían ser mucho más resistentes a la radiación de lo que se preveía. </p>
<p>Otra alternativa es que las especies podrían estar empezando a mostrar respuestas adaptativas que les permitieran vivir en zonas contaminadas sin sufrir efectos negativos. </p>
<p>Además, la ausencia de humanos en la zona podría estar favoreciendo a muchas especies, en especial a los grandes mamíferos.</p>
<p>Esta última alternativa indicaría que la presión de las actividades humanas resultaría ser más negativa a medio plazo para la fauna que un accidente nuclear. Una visión bastante reveladora del impacto humano en el medio natural.</p>
<h2>El futuro de Chernóbil</h2>
<p>En 2016 la parte ucraniana de la zona de exclusión fue declarada Reserva Radiológica de la Biosfera por el Gobierno de Ucrania. Contra los pronósticos iniciales, el área sirve ahora de refugio a numerosas especies amenazadas a escala Europea o nacional. Entre ellas destacan el oso pardo, el bisonte europeo, el caballo de Przewaslki, la cigüeña negra y el águila pomerana.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/266142/original/file-20190327-139341-1r7mv8j.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/266142/original/file-20190327-139341-1r7mv8j.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/266142/original/file-20190327-139341-1r7mv8j.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/266142/original/file-20190327-139341-1r7mv8j.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/266142/original/file-20190327-139341-1r7mv8j.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/266142/original/file-20190327-139341-1r7mv8j.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/266142/original/file-20190327-139341-1r7mv8j.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Campiña y bosque de ribera dentro de la zona de exclusión de Chernóbil (Ucrania). Mayo de 2016.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Germán Orizaola</span></span>
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<p>Con el paso de los años, Chernóbil se ha convertido además en un excelente laboratorio natural para el estudio de la evolución en ambientes extremos. </p>
<p>En la actualidad varios proyectos intentan retomar la actividad humana en la zona. Se ha popularizado el turismo de catástrofes, con más de 70.000 visitantes en 2018. Existen planes para construir plantas solares para la producción de energía. Incluso el pasado otoño se organizó un festival de música electrónica en la abandonada ciudad de Prípiat.</p>
<p>En 33 años Chernóbil ha pasado de considerarse un desierto para la vida a ser una zona de interés para la conservación de la fauna. </p>
<p>Paradójicamente, ahora es necesario mantener la integridad de la zona de exclusión como reserva si queremos que en el futuro siga siendo un refugio para los seres vivos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/112893/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Germán Orizaola recibe fondos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (España), a través del Programa Ramón y Cajal y mantiene proyectos de investigación financiados por la Agencia Sueca de Seguridad Nuclear (SSM-Strålsäkerhetsmyndighetens).</span></em></p>El impacto inicial de la catástrofe sobre la naturaleza fue importante, pero la zona de exclusión se ha convertido hoy en una reserva natural.Germán Orizaola, Investigador Programa Ramón y Cajal, Universidad de OviedoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1099692019-04-10T21:07:25Z2019-04-10T21:07:25Z¿Es la fusión nuclear la energía del futuro?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/267311/original/file-20190403-177167-1nvzzhq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C7680%2C4320&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Ilustración en 3D de un reactor de fusión Tokamak. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/fusion-reactor-tokamak-reaction-chamber-power-1026024535">Efman / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Hace unos años, en la crisis económica del 2011, se debatió si no era solo una crisis económica, sino también moral, política, <a href="https://bit.ly/2D2fY78">e incluso energética</a>. Esta última era debida a la falta de una apuesta segura por una alternativa a la energía fósil. </p>
<p>Los avances tecnológicos recientes han provocado el auge de alternativas como las denominadas energías renovables, que engloban la energía solar (fotovoltaica y termosolar) y la eólica. Pero de momento no han tenido el respaldo suficiente para auparse a una posición de relevo como energía primaria.</p>
<p>La energía nuclear de fisión, en este ámbito indeciso, ha progresado desde los primeros reactores hasta los prometedores reactores avanzados de cuarta generación. Quizás <a href="https://theconversation.com/deberian-cerrar-las-centrales-nucleares-espanolas-111122">por el recelo de la sociedad</a> a nuevos accidentes graves, o la carga impositiva en ciertos países, solo tres naciones <a href="https://theconversation.com/por-que-unos-paises-apuestan-por-la-energia-nuclear-mientras-otros-la-arrinconan-102801">han apostado seriamente</a> por este tipo de centrales energéticas para su futuro: Francia, Reino Unido y China. </p>
<p>En el marco de la energía de origen nuclear se incluye la energía de fusión. Está basada en procesos en los que núcleos atómicos de carga similar se unen para formar un núcleo más pesado, lo que libera una cantidad enorme de energía. </p>
<p>Para que este proceso tenga lugar es necesario que el combustible nuclear se caliente a millones de grados, hasta que alcance el estado denominado de <em>plasma</em>, el cuarto estado de la materia. A estas temperaturas, los átomos están separados en iones (positivos), electrones y neutrones, todos ellos separados entre sí y libres. </p>
<p>Los dos diseños principales para reactores nucleares de fusión (Tokamaks y Stellerators) prometen todas las ventajas de la fisión nuclear, pero sin presentar problemas de residuos nucleares y accidentes severos, ya que dicho plasma se extingue por sí mismo en caso de accidente.</p>
<h2>Una década de retraso</h2>
<p>La tecnología para la fusión nuclear surgió alrededor de los años 50. En la actualidad, se dispone de pequeños reactores en centros de investigación, que han demostrado su fiabilidad. Desde 2006 la Unión Europea y otros seis países (China, Corea, Japón, India, Estados Unidos y Rusia) se unieron para realizar el mayor reactor Tokamak del mundo en suelo francés, con el fin de demostrar el potencial de este tipo de energía para su comercialización.</p>
<p>Este proyecto fue denominado <a href="https://www.iter.org/">ITER</a> (“camino”, en latín). Además de un “camino”, también pretende ser la llave que abra el acceso a la energía de la fusión en un futuro. Se trata de un gran proyecto internacional de enorme magnitud, y el segundo más caro de la humanidad, por detrás del de la Estación Espacial Internacional.</p>
<p>Originalmente, el proyecto debería haber estado terminado para 2014. Debido a su complejidad tecnológica, el desafío a la ingeniería actual y la subdivisión de sistemas, el proyecto se ha retrasado. Ahora está dividido en cuatro fases en función del tipo de isótopos utilizados para el origen del plasma. La fecha propuesta para el primer plasma es el 24 de diciembre de 2024.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/267312/original/file-20190403-177178-faq6hc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/267312/original/file-20190403-177178-faq6hc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/267312/original/file-20190403-177178-faq6hc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/267312/original/file-20190403-177178-faq6hc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/267312/original/file-20190403-177178-faq6hc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/267312/original/file-20190403-177178-faq6hc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/267312/original/file-20190403-177178-faq6hc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Vista aérea de las instalaciones del reactor nuclear ITER en Francia.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/6-april-2018-provence-france-aerial-1076049365">Aerovista Luchtfotografie / Shutterstock</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Problemas de escalabilidad</h2>
<p>La complejidad de este proyecto puede ser explicada por varios factores. Por ejemplo, un factor determinante es el gran tamaño del equipo, y la dificultad de escalar los resultados de otros equipos que ya funcionan, pero con un tamaño mucho menor.</p>
<p>Otro de los desafíos técnicos es la cantidad de sistemas adicionales necesarios, sobre todo de diagnóstico, que hay que integrar dentro del Tokamak. ITER es un reactor de fusión de investigación, por lo que posee mayor cantidad de diagnósticos que los requeridos para uno comercial. La integración de tal cantidad de sistemas dentro de un espacio reducido, con sus propias restricciones para su funcionamiento y exclusiones entre ellos, es una tarea ardua que debe tener en cuenta tolerancias y distancias mínimas entre componentes.</p>
<p>El premio Nobel de Física Pierre Gilles de Gennes expuso en una ocasión sobre la fusión nuclear: </p>
<blockquote>
<p>“Decimos que pondremos el sol en una caja. La idea es atractiva, pero el problema está en que no sabemos cómo ni de qué hacer la caja”. </p>
</blockquote>
<p>Estos problemas han hecho dudar a algunos de los estados miembros del proyecto respecto a su continuidad, por miedo a que la tecnología de ITER quede obsoleta para la fecha de su funcionamiento. Se argumenta que para entonces podrían existir ya otros diseños más económicos y sencillos con los avances producidos en las dos próximas décadas. Estos estarían centrados en la evolución de materiales superconductores y crearían un mayor campo magnético, un mejor confinamiento del plasma y una reducción de tamaño del Tokamak.</p>
<p>La comunidad científica ha planteado el camino para afrontar la energía de fusión en distintas etapas. Los pulsos de plasma, para tritio con deuterio, están planeados para los años entre 2035 y 2040. </p>
<p>El siguiente paso será la construcción de una nueva máquina llamada <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/DEMOnstration_Power_Station">DEMO</a>, que estaría en funcionamiento en la década de 2060 y produciría miles de megavatios para demostrar su capacidad a nivel industrial. Por ello, la mayoría de los estados miembros tienen a pequeños grupos de investigación trabajando en el diseño de su DEMO.</p>
<h2>El logro olvidado del ITER</h2>
<p>Además de los objetivos inherentes al proyecto ITER, hay un logro al que no se le da la debida importancia: el de los avances en el campo de la ingeniería y de la fabricación de componentes. Estos componentes deben sobrevivir y funcionar en un entorno tan complejo como un plasma que alcanza la misma temperatura que el sol. </p>
<p>Estos avances en materiales, fabricación, cálculo de tolerancias y análisis de construcción, como también los que se están produciendo en robótica para realizar el mantenimiento en ITER, son logros de gran magnitud. Tanto, que incluso si llegase a fracasar el proyecto sería necesaria su continuidad para avanzar en estos campos.</p>
<p>El ITER, por tanto, no es solo un proyecto de construcción de una <em>máquina nuclear</em>, sino un proyecto común de los países más importantes del planeta que se han puesto de acuerdo con un objetivo energético común. En sí, esta colaboración pacífica ya es un gran éxito: la comunidad científica se ha unido para regalar a la humanidad un avance sin precedentes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/109969/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jorge Rafael González Teodoro es ex-miembro de US-ITER (2 años) y ex-ingeniero en ITER (3 años) . </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Miguel Jurado Vargas no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hace unos años, en la crisis económica del 2011, se debatió si no era solo una crisis económica, sino también moral, política, e incluso energética. Esta última era debida a la falta de una apuesta segura…Jorge Rafael González Teodoro, Doctorando en el departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad de Extremadura, Universidad de ExtremaduraMiguel Jurado Vargas, Catedrático de Universidad en Física Atómica, Molecular y Nuclear, Universidad de ExtremaduraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1111222019-03-25T21:39:27Z2019-03-25T21:39:27Z¿Deberían cerrar las centrales nucleares españolas?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/257258/original/file-20190205-86236-lamhbu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1278%2C852&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> </figcaption></figure><p>El debate nuclear en España parecía cerrado tras las declaraciones de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, el pasado mes de julio. El Gobierno <a href="https://www.europapress.es/sociedad/medio-ambiente-00647/noticia-gobierno-confirma-cierre-parque-nuclear-cumplir-40-anos-2028-conviccion-programa-psoe-20180711131521.html">confirmaba</a> así la voluntad de cerrar el parque nuclear conforme las centrales cumpliesen los cuarenta años de vida de diseño. </p>
<p>Después de varios meses de incertidumbre, el lunes 28 de enero se publicó un posible cambio de perspectiva del Gobierno sobre el futuro de la energía nuclear en España. De confirmase, establecería un calendario de cierre <a href="https://elperiodicodelaenergia.com/el-gobierno-dara-vida-a-la-nuclear-el-apagon-no-se-llevara-a-cabo-nunca-antes-de-2025-y-seguira-produciendo-hasta-2036/">entre los años 2025 y 2036</a>.</p>
<p>Desde los inicios de esta tecnología, el debate nuclear ha sido constante. Los movimientos antinucleares han basado su mensaje en los riesgos de un posible accidente y en los residuos generados. Este mensaje se ha difundido en los grandes medios de comunicación, aprovechando la alarma social generada por los graves accidentes ocurridos en Estados Unidos (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Accidente_de_Three_Mile_Island">Three Mile Island</a>, Pensilvania 1979), URSS (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Accidente_de_Chern%C3%B3bil">Chernóbil</a>, 1986) y Japón (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Accidente_nuclear_de_Fukushima_I">Fukushima</a>, 2011).</p>
<p>Los defensores de la nuclear exponen las ventajas económicas, sus aportaciones a la seguridad de suministro y su papel como única tecnología capaz de generar electricidad libre de emisiones (CO₂) sin depender de las condiciones climatológicas. Sin embargo, la cobertura mediática de sus beneficios es mucho menor que la que se da a sus riesgos.</p>
<h2>Un análisis global</h2>
<p>Para analizar el sector nuclear es necesario estudiar de forma global el sector energético.</p>
<p>La parte del mix energético basada en la quema de combustibles fósiles se irá desmantelando, según la normativa europea, para reducir las emisiones de CO₂ y cumplir el <a href="https://ec.europa.eu/clima/policies/international/negotiations/paris_es#tab-0-0">acuerdo de París</a>. Por ello, el Gobierno anunció que antes del 2020 siete centrales de carbón <a href="https://elperiodicodelaenergia.com/el-gobierno-da-por-hecho-el-cierre-en-2020-de-siete-centrales-termicas-en-espana-las-que-no-han-realizado-inversiones/">serán clausuradas</a>.</p>
<p>El sector renovable progresa poco a poco para aumentar su penetración en el mix energético. Entre un 30 y un 40% de la demanda se ha cubierto con renovables <a href="https://www.ree.es/es/estadisticas-del-sistema-electrico-espanol/series-estadisticas/series-estadisticas-nacionales">en los últimos 10 años</a>, pero todavía no existe una tecnología complementaria que les permita convertirse en una base sólida para el sistema eléctrico. </p>
<p>Las renovables no pueden asegurar el suministro por sí solas, al no estar disponible aún la tecnología para almacenar cantidades de energía suficientes. Por ello se necesitan centrales que puedan proporcionar energía al sistema de forma constante, como las centrales nucleares y las centrales térmicas, y que cubran la demanda cuando las renovables no sean capaces.</p>
<p>La mayor penetración de las renovables en el mix energético implica invertir para aumentar la fiabilidad de producción ante una mayor intermitencia en el sistema. La patronal ha cifrado este coste en <a href="http://www.expansion.com/empresas/energia/2018/11/13/5be9da50e2704e3c138b4760.html">30.000 millones de euros para 2030</a>. Además, aunque los precios de la energía solar son competitivos en la actualidad, su instalación masiva a principios del siglo XXI, cuando la tecnología aún no era rentable, generó un déficit que el sistema ha asumido y seguirá asumiendo en los próximos años. Esta es una de las razones por las que el precio del kWh en España <a href="http://www.buildup.eu/sites/default/files/content/com_2019_1_fin_en_txt.pdf">es el quinto más caro de Europa</a>.</p>
<h2>Incidentes y residuos</h2>
<p>Las centrales nucleares en España solo han sufrido un incidente importante (nivel 3 en la <a href="https://www.csn.es/documents/10182/914801/FDE-02.06+Escala+Internacional+de+Sucesos+Nucleares+y+Radiactivos">escala INES</a>), según datos históricos del Consejo de Seguridad Nuclear. Este incidente, acontecido en la CN de Vandellós I en 1989, no tuvo consecuencias en términos de emisiones radiactivas o víctimas mortales. Además, ha habido tres incidentes de nivel 2 desde 1990.</p>
<p>Los sucesos que se catalogan como anomalías (nivel 1) disminuyen cada año debido a que las centrales nucleares cuentan con inversiones de unos 200 millones de euros <a href="https://www.csn.es/documents/10182/1256707/Resumen%20sucesos%20notificados%20enero%20-%20septiembre%202018">para a mantener la seguridad</a>. Por tanto, las centrales españolas llevan décadas demostrando su capacidad para operar de forma eficiente y segura.</p>
<p>Los residuos nucleares y su alta radiactividad durante miles de años son el principal problema de esta tecnología. Sobre todo por la dificultad burocrática que conlleva la construcción de almacenamientos temporales y definitivos para albergarlos, lo que ha producido grandes retrasos en su construcción en España.</p>
<p>La consecuencia es que Francia cobra 27 millones de euros anuales por custodiar en La Hague los residuos de la central de <a href="https://www.csn.es/central-nuclear/vandellos-i/informacion-general">Vandellós I</a>, que no han podido regresar a suelo español por el retraso en la construcción del <a href="https://www.csn.es/almacen-temporal-centralizado-atc">almacén temporal centralizado</a>. Desde el desmantelamiento de la central, se han pagado al país vecino unos 550 millones de euros, de los cuales unos 300 millones son imputables a los citados retrasos. </p>
<p>Es importante destacar que, como se establece en el <a href="http://www.enresa.es/esp/inicio/conozca-enresa/plan-general-de-residuos-radiactivos">Plan General de Residuos Radiactivos</a>, los pagos a Francia son a modo de fianza. Serán devueltos cuando los residuos regresen a territorio español.</p>
<h2>I+D y contexto internacional</h2>
<p>Mantener las centrales nucleares permitiría seguir invirtiendo en la investigación nuclear, que se utiliza <a href="https://www.sne.es/images/stories/recursos/publicaciones/Varios/LibroCBCTN-ed2.pdf">en otros ámbitos</a> como los aceleradores de partículas y la detección y la terapia contra el cáncer. </p>
<p>La industria nuclear invierte en investigación <a href="https://es.slideshare.net/ForoNuclear/la-energa-en-espaa-foro-de-la-industria-nuclear-en-espaa">más de 71 millones anuales</a> (lo que representa más del 1% gasto total de España). Por ello, el desmantelamiento de las centrales nucleares podría debilitar la investigación biomédica.</p>
<p>La continuidad del parque nuclear permitiría que España pudiese albergar centros de investigación internacionales, colocados en un entorno industrial y logístico familiarizados con la tecnología. Esto permitió a nuestro país concursar por ubicar ITER (el segundo proyecto más caro de la historia) dentro de sus fronteras, aunque finalmente se <a href="https://www.iter.org/fr/proj/inafewlines">está construyendo en Francia</a>. Queda la esperanza de conseguir el proyecto <a href="http://www.roadmap2018.esfri.eu/projects-and-landmarks/browse-the-catalogue/ifmif-dones/">IFMIF-DONES</a>, una instalación complementaria de ITER.</p>
<p>Varios países han apostado por la energía nuclear para aliviar su dependencia de los combustibles fósiles. China, Rusia, Finlandia, India, Corea y Francia <a href="http://www.world-nuclear.org/information-library/current-and-future-generation/plans-for-new-reactors-worldwide.aspx">tienen reactores en proyecto o en construcción</a>. China y Rusia, además, lideran el desarrollo de los reactores de Generación IV.</p>
<p>Esta última generación de reactores, en particular los reactores rápidos, podrían cambiar la opinión pública respecto a la energía nuclear, ya que sus residuos nucleares durarían pocos siglos en vez de milenios. Además, podrían obtener un rendimiento energético cien veces mayor. El reactor rápido ruso BN-800 se conectó a la red <a href="http://www.world-nuclear-news.org/NN-Russias-BN-800-unit-enters-commercial-operation-01111602.html">en agosto de 2016</a>, pero queda mucho camino por delante para optimizar su uso y facilitar la gestión de los residuos.</p>
<h2>Energía nuclear en contexto político</h2>
<p>Existe otro factor importante en el debate nuclear: los intereses políticos. Estos se han impuesto con demasiada frecuencia sobre el debate tecnológico, económico y climatológico. La apuesta o no por las centrales nucleares no debería depender de decisiones con fines electorales. </p>
<p>En Italia, un <a href="http://www.rtve.es/noticias/20110613/4-consultas-convocadas-italia-logran-quorum-necesario-nuevo-revees-berlusconi/439724.shtml">referéndum</a> realizado un año después del accidente de Chernóbil supuso el cierre de sus centrales nucleares en construcción. Por otro lado, tres días después del accidente de Fukushima, el Gobierno alemán paralizó una ley aprobada seis meses antes en la que se elegía a la nuclear como energía de transición. Tres meses después del accidente, se estableció un calendario de cierre <a href="https://elpais.com/internacional/2011/05/30/actualidad/1306706404_850215.html">que finalizará en 2022</a>. Hoy ambos países importan electricidad de generación nuclear.</p>
<p>Todo esto nos lleva a concluir que el debate sobre la opción nuclear debería ser llevado al Parlamento Europeo, donde se decida el futuro energético sin interferencias ideológicas. Allí se debería acordar un plan de investigación, un parque nuclear y un futuro energético común, asumiendo un coste de la electricidad idéntico y compartiendo los riesgos potenciales (que no entienden de fronteras) entre todos los ciudadanos de la Unión. </p>
<p>Esta propuesta es coherente con la reciente publicación de la <a href="https://ec.europa.eu/clima/policies/strategies/2050_es">estrategia para 2050 de la Unión Europea</a>, donde la energía nuclear comparte espacio con las renovables en la lucha colectiva contra el cambio climático.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/111122/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jorge Rafael González Teodoro es miembro de Jóvenes Nucleares</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Carlos Vázquez es Vocal de Jóvenes Nucleares</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Gonzalo Jiménez Varas no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Es un debate que se reabre cada cierto tiempo. Sin embargo, la cobertura mediática de sus beneficios es menor que la de sus riesgos.Jorge Rafael González Teodoro, Doctorando en el departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad de Extremadura, Universidad de ExtremaduraCarlos Vázquez-Rodríguez, Estudiante de doctorado, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Gonzalo Jiménez Varas, Associate professor, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1028012018-09-09T21:14:58Z2018-09-09T21:14:58ZPor qué unos países apuestan por la energía nuclear mientras otros la arrinconan<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/235294/original/file-20180906-190636-19tzkjs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1880%2C1378&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/zAITDJYV09w">Unsplash</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>¿Por qué unas tecnologías son polémicas mientras que otras se adoptan sin más? Quienes no comprenden que algunos avances provoquen recelos en la sociedad expresan su sorpresa argumentando que “la tecnología no tiene ideología”. Aunque aceptásemos esa premisa, es imposible obviar que los grupos, instituciones y personas que promueven una opción tecnológica sí que la tienen.</p>
<p>Las tecnologías no se instalan en el vacío, sino que se insertan en una sociedad concreta en un momento concreto. Este contexto social determina que tenga (o no) una recepción parecida en distintas sociedades. </p>
<p>Por otro lado, cada tecnología tiene un potencial distinto para alterar el tejido social y los modos de vida, generar interés o preocupación, crear negocios o provocar la desaparición de otros. En suma, tecnología y sociedad interactúan y se transforman de forma mutua.</p>
<p>Esa es la pregunta que el proyecto <em>History of Nuclear Energy and Society</em> (<a href="http://www.honest2020.eu">HoNESt</a>) quiere responder en el ámbito de la energía nuclear en Europa. Se trata de un consorcio de 25 instituciones de quince países europeos financiado por el programa de la UE Horizonte 2020 y Euratom.</p>
<h2>Del sí de Francia al no de Austria</h2>
<p>La energía nuclear tiene niveles de aceptación muy diferentes en Europa. El viejo continente alberga algunos de los países con más energía nuclear producida, tanto en términos absolutos (Francia) como relativos (Eslovaquia, Hungría, Bélgica, Suecia…). </p>
<p>También incluye países que optaron pronto por no implantarla (Austria, Dinamarca, Portugal), otros que contuvieron su expansión (España) o planificaron su abandono (Alemania). Incluso cuenta con el único caso en el mundo de un país que cerró sus nucleares de golpe, después de más de veinte años (Italia). </p>
<p>Mientras tanto, Francia sigue apostando por la energía nuclear. Reino Unido, Hungría, Polonia y Bulgaria tienen proyectos en activo para construir nuevas centrales. Este no es un tema controvertido del pasado: forma parte del presente y lo será del futuro. ¿Qué hace tan diferentes las reacciones de las sociedades europeas con respecto a la energía nuclear?</p>
<p>Al comparar los distintos casos europeos, HoNESt trata de comprender las motivaciones, formas de participación, actores involucrados, contexto económico y sociopolítico y cómo fueron de <em>exitosos</em> para los grupos de interés (es decir, quién se beneficia y cómo). </p>
<p>En general, con alguna excepción, hemos observado una falta de interacción entre los actores sociales sobre temas sensibles y éticos provocados por el cambio tecnológico. Históricamente, las estrategias gubernamentales e industriales de “limitación de la información” han permitido el <em>éxito</em> a corto plazo, pero han sido ineficaces para asegurar el apoyo social y ganar la confianza de la sociedad a largo plazo. </p>
<p>En la implantación de la energía nuclear, como de otras muchas tecnologías, los promotores optaron con frecuencia por enfoques del tipo “decidir-anunciar-defender”, donde la falta de participación democrática crea la sensación, potencialmente legítima, de ausencia de justicia energética. En contraste, las oportunidades para debatir, deliberar y participar en un diálogo más abierto conducen, según la literatura de ciencias sociales y los casos nacionales que manejamos en HoNESt, a una gobernanza energética más constructiva y sostenible en el tiempo. </p>
<h2>La importancia de la honestidad</h2>
<p>La falta de honestidad, las restricciones en el acceso a la información y la dejadez frente a las preocupaciones y prioridades de los ciudadanos han sido identificadas en nuestro análisis comparativo como factores de protección a corto plazo contra las polémicas sociotecnológicas. Pero también son las semillas de dificultades seguras a largo plazo.</p>
<p>Los análisis de los investigadores de HoNESt también destacan que el apoyo y la oposición a la energía nuclear, tanto de los ciudadanos como de los gobiernos, es dinámico. Las preferencias cambian según las condiciones ambientales, sociales y económicas. Como resultado, lo que se percibe como <em>exitoso</em> con respecto al avance tecnológico en un momento puede pasar a percibirse como un estruendoso fracaso años más tarde, y viceversa. </p>
<p>Los posicionamientos sobre la energía nuclear varían también en función del momento histórico y del contexto en el que se produjeron. En Europa del sur y central la izquierda ha tendido a posicionarse en contra. Sin embargo, en Europa del este es la derecha liberal y proeuropea la que con más vehemencia se ha opuesto. </p>
<p>Esto no es más que el reflejo de lo que advertíamos al comienzo: las tecnologías no se insertan en el vacío. En cada país, las alianzas que se configuran para promover una cierta opción tecnológica condicionan qué grupos se posicionarán en sentido opuesto.</p>
<p>Los aspectos industriales y económicos también han desempeñado un papel importante en el desarrollo nuclear. Poner el foco únicamente sobre tales objetivos, por encima de los de justicia social y participación pública, arriesga la legitimidad democrática de tales desarrollos. También la eficacia de la interacción civil-nuclear y las respuestas de la sociedad a la tecnología en el largo plazo. La equidad en los procesos que resuelven disputas y asignan recursos deben estar presentes si el objetivo es obtener una gobernanza energética responsable y duradera.</p>
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<p>Este artículo fue <a href="http://traductordeciencia.es/tecnologia-y-sociedad/">publicado originalmente</a> en el blog de la UPNA <em>Traductor de ciencia</em>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/102801/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mar Rubio Varas recibe fondos provenientes del proyecto HONEST (History of Nuclear Energy and Society) (<a href="http://www.honest2020.eu">http://www.honest2020.eu</a>), financiado por la Comisión Europea mediante la convocatoria Horizon 2020, programa
formativo de Euroatom, Grant Agreement 662268, así como del Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación
Orientada a los Retos de la Sociedad, en el marco del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación del Gobierno de España, a través del proyecto NEAT (Reacción en cadena: historia de los negocios atómicos en la Península Ibérica) HAR2017-86086-R.</span></em></p>Hay quien dice que la tecnología carece de ideología. Sin embargo, su aceptación varía mucho en cada país. Los factores son variados y complejos de estudiar.Mar Rubio Varas, Responsable de la Secretaría Científica de HoNESt, profesora titular de Historia e Instituciones Económicas e investigadora del Institute for Advanced Research in Business and Economics (INARBE) de la Universidad Pública de Navarra, Universidad Pública de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.