tag:theconversation.com,2011:/es/topics/historia-54561/articleshistoria – The Conversation2024-03-25T21:46:03Ztag:theconversation.com,2011:article/2244062024-03-25T21:46:03Z2024-03-25T21:46:03Z¿Es la historia una ciencia?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/580946/original/file-20240311-22-ytuzfn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=126%2C91%2C7484%2C4219&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/close-on-hand-old-renaissance-male-2390494397">Gorodenkoff/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La Real Academia Española define como ciencia al “conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente”. La ciencia estaría, así, vinculada a la formulación de teorías que explican el funcionamiento de distintos fenómenos.</p>
<p>Esa posibilidad de comprobar de manera experimental los resultados hace que el experimento sea el corazón mismo de la labor de todo científico. La ciencia moderna hunde sus raíces en el “método experimental” desde la época de Galileo. Un investigador que replique un experimento en las mismas condiciones obtendría siempre el mismo resultado. Se abriría ante él la posibilidad de poder anticiparlo incluso antes de acudir al laboratorio. Por ejemplo, mezclando dos átomos de oxígeno con uno de hidrógeno un químico siempre conseguirá agua. </p>
<h2>No hay “experimentos históricos” que podamos replicar en el laboratorio</h2>
<p>Desde esta perspectiva, resulta difícil clasificar la historia como disciplina científica. No se puede replicar la inmensa cadena de eventos que se encuentran detrás de un determinado acontecimiento. Los contextos políticos, económicos y sociales están en constante evolución. </p>
<p>El comportamiento humano es consecuencia de un sinfín de factores (psicología de masas, papel del azar, etc.) ¿Es acaso posible replicar las condiciones de las negociaciones que llevaron al tratado de Versalles? ¿De verdad podemos reconstruir las emociones, deseos y traumas de quienes firmaron aquella célebre paz en 1919?</p>
<p>En mi libro <a href="https://puz.unizar.es/2934-el-mundo-de-la-historia-una-guia-para-explorarlo.html"><em>El mundo de la historia. Una guía para explorarlo</em></a> analizo hasta qué punto la historia es científica y el papel de las ciencias humanas y sociales.</p>
<h2>Teorías indemostrables</h2>
<p>Según <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Karl_Popper">Karl Popper</a>, la línea que delimita lo que es ciencia y lo que no lo es puede ser fijada a través del falsacionismo. Si una teoría falla una vez no podrá ser considerada como científica, por mucho que haya sido validada en cientos de otras circunstancias. </p>
<p>Por ejemplo, a lo largo de la historia muchas revueltas estallaron durante hambrunas. De hecho, ya es un tópico el del pueblo hambriento que, inevitablemente, hace la revolución. Pero bastará que una sola carestía se desarrolle sin revueltas para invalidar el teorema. </p>
<p>Sin ir más lejos, la hambruna que se desarrolló en China entre 1959 y 1961 fue una de las más catastróficas de la historia. No obstante, el régimen de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mao_Zedong">Mao Zedong</a> no fue derrocado. No hubo levantamientos destacados, pese a que fueron precisamente las reformas gubernamentales (el llamado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gran_Salto_Adelante">Gran Salto Adelante</a>) las que propiciaron aquella catástrofe humanitaria. </p>
<p>El nexo entre falta de alimentos y rebeliones, en suma, no puede considerarse una teoría científica.</p>
<h2>El papel de la interpretación</h2>
<p>En realidad, cualquier evento histórico puede ser interpretado de forma distinta por diferentes observadores. El historiador no reproduce el mundo de nuestros progenitores. Rescata del olvido los acontecimientos del pasado e intenta remontarse al significado que tuvieron en aquel momento. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Veyne">Paul Veyne</a> decía que el oficio del historiador recuerda al trabajo de un filósofo. Bastante menos a la labor de un científico.</p>
<p>Pero la ciencia tiene otra definición: es la actividad humana dedicada a la creación del conocimiento. De esta forma, la historia sí que puede ser catalogada como disciplina científica. Volvamos a buscar la palabra ciencia en el Diccionario de la lengua. En su segunda acepción, se nos deriva a los conceptos de “saber o erudición”.</p>
<h2>Subjetividad, pero rigurosa</h2>
<p>Sería ingenua la pretensión de poder escribir la historia desde un estado de objetividad absoluta. Tampoco podremos hacerlo según las obligaciones dictadas por el método experimental. No obstante, el trabajo del historiador debe, necesariamente, responder a determinados criterios de calidad. Es lo que a la postre distingue su obra del mero relato escrito por algún aficionado.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/la-historia-y-la-memorizacion-un-castigo-eterno-174295">La Historia y la memorización: ¿un castigo eterno?</a>
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<p>La historia comparte la tradición empírica con el resto de las especialidades académicas. Un historiador sabe que cualquier afirmación debe basarse en algún tipo de evidencia (fuentes documentales, restos arqueológicos, etc.). También asume como propios todos los cánones de rigurosidad de las disciplinas científicas. No es suficiente llegar a una conclusión. En un texto académico, el historiador debe explicar de forma detallada el método que le ha permitido alcanzarla.</p>
<p>Tal y como ha sugerido el profesor <a href="https://powerbase.info/index.php/Gwyn_Prins">Gwyn Prins</a> en el libro <a href="https://www.psupress.org/books/titles/0-271-02116-0.html"><em>Formas de hacer Historia</em></a> (editado por Peter Burke) la tarea del historiador no consiste solo en explicar los eventos del pasado, sino en inspirar al lector confianza en su capacidad metodológica. En suma, hay que justificar todo lo que se hace y explicar por qué se ha hecho de una forma determinada.</p>
<p>Toda investigación histórica, además, parte del examen de la labor realizada por los investigadores que trataron la misma temática con anterioridad. Requiere la búsqueda metódica y la selección razonada de los datos y del material sobre el que se desarrollará la investigación. Los resultados serán difundidos a través de congresos, revistas y libros científicos. Todo ello según el método de estudio propio de la disciplina historiográfica en general. Y también con aquellos específicos del área concreta de la investigación (prehistoria, historia del presente, etc.).</p>
<h2>Analizar y comprender dinámicas, no describir</h2>
<p>El historiador no se conforma con confeccionar meras descripciones de los fenómenos del pasado. En realidad, a través del estudio minucioso de dichos fenómenos, trata de comprender sus dinámicas de funcionamiento. También reconstruye los mecanismos que los llevaron a originarse y posteriormente a extinguirse. “Igual que cualquier otro científico –afirmaba <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Edward_Hallett_Carr">E. H. Carr</a> en su célebre obra <em>¿Qué es la historia?</em>– el historiador es un animal que pregunta sin cesar ¿Por qué?”. </p>
<p>Lo hace contrastando distintos tipos de fuentes (documentos, fuentes orales, restos arqueológicos, etc.), preguntándose las razones por las que una evidencia concreta fue elaborada, interrogándose sobre los motivos por los que determinados datos podrían haber sido ocultados. Se trata de análisis cualitativos que no pueden considerarse menos valiosos con respecto al trabajo de laboratorio de quienes se dedican a las llamadas ciencias puras.</p>
<h2>Observación, selección y rigor</h2>
<p>El cometido del historiador no es el de descubrir leyes generales que puedan explicar con precisión el comportamiento de los individuos y sociedades del pasado, ni mucho menos predecir las conductas de individuos y sociedades del futuro. Pero tampoco se trata de elaborar meros relatos sobre los eventos de la historia.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/doce-estrategias-para-que-la-clase-de-historia-sea-algo-mas-que-recordar-el-pasado-176831">Doce estrategias para que la clase de Historia sea algo más que recordar el pasado</a>
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<p>Ante la avalancha de publicaciones de pseudohistoria que inundan las redes sociales (y a veces también las librerías) hay que reivindicar las buenas prácticas de un oficio que se cimienta en la observación escrupulosa de los fenómenos del pasado, en un extremo rigor a la hora de seleccionar y analizar las fuentes y en la observación meticulosa de un método de trabajo que permite alcanzar conclusiones sustentadas en sólidas bases empíricas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/224406/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Dario Migliucci es beneficiario de un contrato posdoctoral (POSTDOC_21_00304) de la Junta de Andalucía en la Universidad de Almería.</span></em></p>Las ciencias sociales, y entre ellas la historia, no son ciencias experimentales, pero eso no quiere decir que no puedan ser rigurosas.Dario Migliucci, Investigador posdoctoral, Historia Contemporánea, Universidad de AlmeríaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2243882024-03-13T21:33:24Z2024-03-13T21:33:24Zπ, historia del número infinito<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/581697/original/file-20240313-30-a6n6ws.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C113%2C4437%2C2953&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Arquímedes de Siracusa encontró por primera vez el segundo decimal de Pi hacia el 250 a. e. c. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ge%C3%B2graf_(Arqu%C3%ADmedes_de_Siracusa%3F),_Miquel_March,_museu_de_Belles_Arts_de_Val%C3%A8ncia.jpg">Joanbanjo / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Representante del astro rey en varias culturas, el círculo era y es esencial en diferentes ámbitos de la civilización. Y construir un círculo de cualquier magnitud requiere conocer una aproximación del cociente entre su perímetro C y su diámetro d. Requiere conocer a π.</p>
<p>La relación C/d, que conocemos como π, aparece en las tablas de arcilla <a href="https://inside-the-trash-can.blogspot.com/2020/01/la-historia-del-numero-pi-y-sus.html">mesopotámicas</a> y en papiros <a href="https://matematicascercanas.com/2015/03/12/%CF%80-y-el-papiro-de-ahmes/">egipcios</a> de más miles de años.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/581641/original/file-20240313-16-9zzem.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Papiro egipcio del siglo XVI a.e.c." src="https://images.theconversation.com/files/581641/original/file-20240313-16-9zzem.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/581641/original/file-20240313-16-9zzem.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/581641/original/file-20240313-16-9zzem.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/581641/original/file-20240313-16-9zzem.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/581641/original/file-20240313-16-9zzem.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/581641/original/file-20240313-16-9zzem.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/581641/original/file-20240313-16-9zzem.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El Papiro de Ahmes o Papiro Rhind, del siglo XVI a.e.c., contiene entre sus 87 problemas matemáticos uno que hace referencia indirecta al número Pi.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Rhind_Mathematical_Papyrus.jpg">Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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<p>En esos tiempos los sistemas numéricos y conocimientos matemáticos eran muy limitados comparados con los actuales. La aproximación de π igual a 3.1416 de uso común era inimaginable en esa época. Durante siglos, la aproximación de π fue <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%BAmero_%CF%80">3 o 3.1</a>. Para aumentar un decimal la aproximación, tuvo que aparecer uno de los grandes matemáticos de la historia, Arquímedes.</p>
<h2>El invento de Arquímedes</h2>
<p>En los años 250 a.e.c., Arquímedes de Siracusa “acorraló” al perímetro del círculo entre dos dodecágonos regulares, uno con vértices en la circunferencia y otro con lados tangentes a la misma.</p>
<p>Calculó los perímetros de los dos dodecágonos y los dividió entre el diámetro del círculo. Así obtuvo que π está entre 3.1058 y 3.2153, donde el primer valor corresponde al perímetro del dodecágono interior entre el diámetro y el segundo es el perímetro del dodecágono exterior entre el diámetro.</p>
<p>Su algoritmo duplicaba los lados de los polígonos regulares en cada paso. Con los polígonos de 96 lados colocó a π entre los valores 223/71 y 22/7, para usar la aproximación 3.14. Arquímedes no continuó con el proceso: suponemos que, para usos prácticos, era más que suficiente.</p>
<h2>Avances independientes en China</h2>
<p>Dentro del pensamiento humano sucede que el nacimiento de ideas idénticas en esencia se puede dar en contextos desconectados por tiempo, cultura y geografía. </p>
<p>Alrededor del 250 e.c., el matemático chino Liu Hui desarrolló de manera independiente una técnica de aproximación de π similar a la de Arquímedes para proponer el valor practico 157/50=3.14, para lo cual requirió un polígono de 192 lados. Se cree que calculó la impresionante aproximación de 3927/1250=3.1416. ¡Y eso procede de un polígono de 3072 lados!</p>
<p>El cartógrafo chino Zu Chongzhi (429–500) usó la técnica de Liu Hui, para dar una aproximación de 8 cifras de π: 3.1415926. </p>
<p>El algoritmo de Arquímedes inspiró al maestro de esgrima y entusiasta de las matemáticas alemán Ludolph van Ceulen (1540-1610) a dar los primeros 35 decimales de π. Para el cálculo invirtió 25 años en llegar al polígono de 2⁶² lados, o sea, más de 4 trillones de lados. </p>
<h2>Objetos inmensos a través de las matemáticas</h2>
<p>¿El algoritmo consistía en dibujar los polígonos y hacer mediciones? Claro que no. Sólo para el polígono regular de 3072 con lados de 1 cm la circunferencia tendría un diámetro de casi 10 m. El polígono de 2⁶² lados de 1 cm, tendría un diametro de millones de veces el diámetro del Sol. Las matemáticas nos permiten manipular objetos inmensos con razonamientos e imaginación.</p>
<p>La llegada del <a href="https://euler.us.es/%7Elibros/calculo.html">cálculo infinitesimal</a> con <a href="https://www.facebook.com/UNAM.MX.Oficial/videos/gottfried-leibniz/347390885837910/?locale=es_LA">Leibnitz</a> y <a href="https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/matematicas/la-revolucion-matematica-que-se-gesto-en-una-granja-de-ovejas/">Newton</a> en el siglo XVII representa una de las grandes revoluciones del pensamiento humano y matemático. Esta teoría tuvo un gran impacto en el desarrollo de técnicas que darán lugar a la primera revolución industrial y en los problemas que envuelven a π.</p>
<h2>Los decimales de π</h2>
<p>En 1706, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/John_Machin">John Machin</a> calculó los primeros 100 decimales de π, a partir del descubrimiento de una identidad trigonométrica y su expresión en series infinitas (sumas infinitas). En ese año, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/William_Jones_(matem%C3%A1tico)">William Jones</a> usó por primera vez la letra griega π para denotar la relación entre el perímetro y el diámetro de un círculo. Pero fue <a href="https://youtu.be/nbumSy_KPz4?si=tfKem9g0AcZQh_2l">Leonard Euler (1707-1783)</a> quien popularizó el uso de la letra π a través de su trabajo en series infinitas famosas, cuyo resultado es alguna potencia de π.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/las-rarezas-de-pi-el-numero-con-mas-fanes-del-mundo-175973">Las rarezas de Pi, el número con más fanes del mundo</a>
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<h2>Un número irracional y trascendental</h2>
<p>Una sospecha que acompañó a todos estos cálculos es que π no puede ser una fracción. O sea, π es irracional. En la década de 1760, el erudito <a href="https://ztfnews.wordpress.com/2013/08/26/johann-heinrich-lambert-1728-1777/">Johann Heinrich Lambert</a> lo demostró. Este hecho implica que la expansión decimal de π es infinita y no periódica, es decir: no existe un bloque de números que se repita, como en el caso de 1/3=0.33333… </p>
<p>Es necesario el cálculo diferencial e integral para abordar esta <a href="https://www.youtube.com/watch?v=HmPpMreucyc">prueba</a>. La solución de un enigma matemático de al menos <a href="https://www.matem.unam.mx/actividades/seminarios/el-libro/actividades/la-irracionalidad-de-pi#:%7E:text=Arist%C3%B3teles%20fue%20el%20primero%20en,la%20primer%20prueba%20en%201766.">dos mil años</a> fue un acontecimiento histórico.</p>
<p>Pero los descubrimientos de propiedades de π no pararon ahí. En 1882 el matemático Ferdinand Lindemann demostró que π es <a href="https://www.youtube.com/watch?v=S8qHVMuoCZk">transcendental</a>. Esto quiere decir que π no es raíz de ningún polinomio con coeficientes enteros, e hizo más evidente la dificultad de calcular sus aproximaciones.</p>
<h2>Cien billones de decimales</h2>
<p>La comunidad matemática ha continuado el cálculo de aproximaciones de π. Las técnicas más frecuentes se derivan de <a href="https://tardigrados.wordpress.com/2012/12/27/la-formula-de-machin-para-el-calculo-acelerado-de-pi/">la formula de Machin</a>, con algunas excepciones. En 1910, el genial matemático indio <a href="https://g.co/kgs/UF4PoLJ">Srinivasa Ramanujan</a> encontró una serie infinita, donde cada término de la serie aproxima otros ocho decimales a la expansión decimal de π. Es decir, sumando los primeros cinco términos de la serie obtiene 40 decimales de π, en cuestión de horas de cálculos a mano. </p>
<p>El ultimo cálculo a mano se debe a <a href="https://matematicasiesoja.files.wordpress.com/2019/05/todo-lo-que-siempre-quisiste-saber-de-pi.pdf">D. F. Ferguson, en 1945</a>, quien logró calcular 530 decimales de π. Él mismo, con ayuda de una calculadora de escritorio, llegó a los primeros 808 decimales.</p>
<p>Desde los años sesenta, las aproximaciones de π se han convertido en una prueba de la eficiencia de los algoritmos y de poder de cálculo de los supercomputadores. Muchos de los algoritmos usaban la fórmula de Machin, pero el récord lo ostentan los 100 billones (10¹⁴) de decimales de π a manos de <a href="https://www.databot.es/blog/emma-haruka-iwao-y-el-numero-pi#:%7E:text=En%202019%2C%20Emma%20Haruka%20Iwao,nuevo%20r%C3%A9cord%20con%20100%20billones.">Emma Haruka Iwao y de Google Cloud en 2022</a>. Esta informática vietnamita usó el algoritmo <a href="https://cloud.google.com/blog/products/compute/calculating-100-trillion-digits-of-pi-on-google-cloud">Chudnovsky basado en la fórmula de Ramanujan</a> durante 158 días de cómputo.</p>
<p>Y todavía hay preguntas sin resolver al rededor de <a href="https://culturacientifica.com/2018/03/07/normal-numero-pi/">π</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/224388/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Diego Rodríguez Guzmán recibe fondos de la Universidad de Guadalajara. El trabaja para la Universidad de Guadalajara.</span></em></p>El número π es uno de los enigmas que han acompañado a la humanidad desde la antigüedad.Diego Rodríguez Guzmán, Técnico Académico en Matemáticas Básicas, Universidad de GuadalajaraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2235642024-03-11T16:03:47Z2024-03-11T16:03:47ZAbsenta: la bomba alcohólica que conquistó Europa en el siglo XIX<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/579949/original/file-20240305-18-j1wk99.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=23%2C29%2C1961%2C1470&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">'Escena de café', cuadro de Jean Beraud (1849-1935).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/142495273@N04/50869044536/">Flickr</a></span></figcaption></figure><blockquote>
<p>“Sábado noche, 1980 / Tengo bebida fría en la nevera / Luces neón por toda la escalera / Toque de ‘glitter’, chupito de absenta.” </p>
</blockquote>
<p>Hace un año, la letra de la canción <a href="https://youtu.be/1j_dSNUGU-U?si=rNTu3W62JaXt0pmn"><em>Nochentera</em></a>, de Vicco, puso de actualidad una bebida que no es precisamente una recién llegada. Aunque a muchos no les sonaba de nada, sus seguidores y sus detractores llegaron a llamarla <a href="https://www.thieme-connect.com/products/ejournals/abstract/10.1055/s-2002-33051">Hada Verde</a> o Diablo Verde, respectivamente.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/579938/original/file-20240305-20-dssihz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/579938/original/file-20240305-20-dssihz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/579938/original/file-20240305-20-dssihz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=932&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/579938/original/file-20240305-20-dssihz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=932&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/579938/original/file-20240305-20-dssihz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=932&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/579938/original/file-20240305-20-dssihz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1171&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/579938/original/file-20240305-20-dssihz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1171&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/579938/original/file-20240305-20-dssihz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1171&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">En el lienzo ‘La musa verde’ (1895), de Albert Maignan, un poeta sucumbe al Hada Verde.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://en.m.wikipedia.org/wiki/File:Albert_Maignan_-_La_muse_verte.jpg">Wikimedia</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>El ingrediente principal de esta bebida espirituosa es un aceite que se extrae de las partes aéreas del ajenjo cuando esta planta florece. De sabor amargo, irritante y astringente y olor fuerte, su color oscila entre el verde oscuro, el marrón y el azul. </p>
<p><a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/10408690590957322?casa_token=zi9qRp2eaYcAAAAA%3AoAyy6OwHxpIO7UyqL_VVdYTviYNx5iLFjzzAXGjav18VMUX9fUy25fm_9bjkmxbuephL1oKHfEA">Se suele considerar</a> que el principal componente del aceite de ajenjo, y el responsable de su propiedad aromatizante, es una sustancia llamada <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tujona">tuyona</a>. Se presenta con dos estructuras químicas distintas: la α-tuyona y la β-tuyona. Esta última es la que suele estar en mayor proporción (un 70-90 % del contenido total de tuyona).</p>
<p>Otros constituyentes característicos son unas sustancias amargas denominadas absintina y artabsina, aunque suelen estar presentes en el ajenjo por debajo de un 0,3 %. </p>
<h2>Del ajenjo a la absenta</h2>
<p>La producción de absenta sigue las recetas tradicionales de destilación, que comienzan con la maceración de ajenjo y otras hierbas secas, como anís e hinojo. La destilación reduce los compuestos amargos y destapa los aromas característicos de la planta. En un segundo paso, se añaden más hierbas al destilado incoloro para lograr el cromatismo verde característico y un suave sabor amargo. La dilución con agua ajusta la concentración. </p>
<p>Algunos productos actuales se elaboran con extractos de ajenjo u otras plantas mezclados con alcohol etílico, utilizando colorantes artificiales. Ciertas bebidas incluso se fabrican sin destilación, solo filtrando y diluyendo las hierbas maceradas. </p>
<p>En el siglo XIX, ya existían productos de calidad inferior y falsificados, algunos de ellos elaborados con esencias de hierbas y colorantes alimentarios. La adulteración incluía sustancias como sulfato de cobre, índigo y cloruro de antimonio. </p>
<h2>Altísima graduación</h2>
<p>Tradicionalmente se distingue, según el grado alcohólico, entre varias modalidades de absenta: la “ordinaria”, con 45-50 % del volumen; la “semifina”, con 50-68 % vol., y la “fina”, con 68–72 % vol. Esta última, también llamada <em>absinthe suisse</em> (absenta suiza), es un destilado puro de hierbas considerado de la más alta calidad.</p>
<figure class="align-left zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/579941/original/file-20240305-30-16eqax.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/579941/original/file-20240305-30-16eqax.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/579941/original/file-20240305-30-16eqax.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=760&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/579941/original/file-20240305-30-16eqax.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=760&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/579941/original/file-20240305-30-16eqax.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=760&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/579941/original/file-20240305-30-16eqax.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=956&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/579941/original/file-20240305-30-16eqax.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=956&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/579941/original/file-20240305-30-16eqax.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=956&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Preparación tradicional de la absenta.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Preparing_absinthe.jpg">Eric Litton / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>Hoy en día, la mayoría de los productos se comercializan con 70 o 55% vol. El altísimo grado alcohólico es esencial para mejorar la solubilidad de los aceites esenciales lipófilos. </p>
<p>El ritual de beber la absenta implica una dilución en agua, conocida como <em>efecto louche</em>, que libera los aromas de las hierbas y enturbia la bebida (<em>louche</em> significa “turbio” en francés). El uso de una cuchara perforada con azúcar forma parte del protocolo, aunque también existe una tradición checa que implica sumergir esa cuchara en la absenta y encenderla antes de mezclarla con la solución.</p>
<h2>Historia: de Plinio el Viejo a Picasso</h2>
<p>El uso del ajenjo para elaborar bebidas alcohólicas puede remontarse al vino <em>absintitas</em>, <a href="https://link.springer.com/article/10.1186/1747-597X-1-14">ya mencionado por Plinio el Viejo en el siglo I</a>, preparado con hierba de esa planta. Pero no fue hasta finales del siglo XVIII, en la Suiza francófona, cuando se creó la absenta propiamente dicha, mezclando ajenjo con otros ingredientes vegetales.</p>
<p>Su invención se atribuye al médico francés <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Pierre_Ordinaire">Pierre Ordinaire</a> y una mujer llamada <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Henriette_Henriod">Henriette Henriod</a>. La bebida empezó a popularizarse cuando la receta llegó al destilador suizo <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Henri-Louis_Pernod">Henri-Louis Pernod</a> en 1805. </p>
<p>De 1844 a 1847, durante las guerras de la conquista francesa de Argelia, los soldados <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-030-53598-8_10">usaban la absenta como antiséptico y para tratar la indigestión</a>. Tras la contienda, su popularidad aumentó debido a la escasez de vino y la caída de precios del ajenjo.</p>
<p>A finales del siglo XIX, la absenta, llamada ya Hada Verde, era la bebida espirituosa más popular en Europa, consumida por todas las clases sociales. Artistas como <a href="https://www.researchgate.net/profile/Simon-Cotton/publication/287308763_Vincent_van_Gogh_chemistry_and_absinthe/links/573c3a2e08aea45ee841564d/Vincent-van-Gogh-chemistry-and-absinthe.pdf">Van Gogh</a>, <a href="https://www.tandfonline.com/doi/epdf/10.1080/00043079.2011.10786004?needAccess=true">Degas</a>, <a href="https://www.tandfonline.com/doi/epdf/10.2752/155280108X2276069?needAccess=true">Picasso</a>, y <a href="https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1258/jmb.2011.011069?casa_token=Oa82p5yNhbsAAAAA:oY0dqArvVnkgdLKV0nXI1YPYc6uAAlTEd8qGCtFg2-kZ0iZUhXZq0sumkSBDGQ5IkPjS4Up2WH4">Toulouse-Lautrec</a> la representaron en sus obras. La ciudad francesa de Pontarlier se convirtió en su capital, con numerosas destilerías.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/579925/original/file-20240305-30-tc6a21.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/579925/original/file-20240305-30-tc6a21.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/579925/original/file-20240305-30-tc6a21.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=804&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/579925/original/file-20240305-30-tc6a21.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=804&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/579925/original/file-20240305-30-tc6a21.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=804&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/579925/original/file-20240305-30-tc6a21.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1010&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/579925/original/file-20240305-30-tc6a21.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1010&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/579925/original/file-20240305-30-tc6a21.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1010&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">‘La bebedora de absenta’ (1901), de Pablo Picasso.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/mazanto/42744632465">Flickr / Museo de Orsay</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<h2>El lado oscuro de la absenta</h2>
<p>Pero la postal bohemia y festiva de la absenta tenía un reverso tenebroso. Ya en 1850 se observó que su consumo regular provocaba un grave síndrome llamado <a href="https://link.springer.com/article/10.1186/1747-597X-1-14">absintismo</a>. A principios del siglo XX se le atribuyeron diversas enfermedades, lo que llevó a su prohibición en varios países entre 1905 y 1923. España y la República Checa fueron excepciones a esta medida. </p>
<p>En la década de 1990, la <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=CELEX%3A31988L0388">Directiva 88/388/CEE</a> permitió la comercialización de absenta en la Unión Europea con límites del compuesto tuyona. Actualmente, se venden más de cien modalidades, principalmente a través de internet y a bares, donde son utilizadas como ingredientes de cócteles.</p>
<p>Suiza, la cuna de la bebida, levantó la prohibición con límites similares a la UE, permitiendo productos de alta calidad según recetas tradicionales. También se están debatiendo normativas adicionales, como la prohibición de colorantes artificiales y la introducción de denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas en el etiquetado de la absenta suiza.</p>
<h2>Muerte por absintismo</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/579934/original/file-20240305-18-q0j1qw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/579934/original/file-20240305-18-q0j1qw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/579934/original/file-20240305-18-q0j1qw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=823&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/579934/original/file-20240305-18-q0j1qw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=823&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/579934/original/file-20240305-18-q0j1qw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=823&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/579934/original/file-20240305-18-q0j1qw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1034&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/579934/original/file-20240305-18-q0j1qw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1034&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/579934/original/file-20240305-18-q0j1qw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1034&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">‘El ajenjo’ (1875-1876), de Edgar Degas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e8/Edgar_Degas_-_In_a_Caf%C3%A9_-_Google_Art_Project_2.jpg">Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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</figure>
<p>El síndrome de absintismo produce síntomas como alucinaciones, depresión, convulsiones, deterioro mental e, incluso, la muerte. Inicialmente se atribuyó a la tuyona (de hecho, su forma alfa es más tóxica que la beta), <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/10408690590957322">pero opiniones actuales apuntan a otros factores como responsables</a>, </p>
<p>Según el experto en adicciones <a href="https://www.bmj.com/content/319/7225/1590.full.pdf+html">John Strang y su grupo de trabajo</a>, el absintismo podría atribuirse a una intoxicación crónica por alcohol. La adulteración del ajenjo con plantas tóxicas y metales como <a href="https://pubs.acs.org/doi/full/10.1021/jf703568f">cloruro de antimonio y sulfato de cobre</a> también se menciona como posible causa. </p>
<p>Por último, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1477893920301770?casa_token=x4bGcSWvgxEAAAAA:Flw1evfSSqILj9DLkHbkhDp9yfqJTr3XZ_nyaMFlQFj-LQGTlPM1j9iGmEnuZfTJ1LHhEbtH">otros investigadores</a> señalan los altos niveles de tuyona en productos ilegales y advierten sobre el llamado “turismo de absenta” o las “rutas del ajenjo” que se han puesto de moda. El Hada Verde sigue manteniendo su poder de hechizo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223564/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jose Miguel Soriano del Castillo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Esta bebida de altísima graduación alcohólica se puso de moda entre los artistas decimonónicos, pero fue prohibida en muchos países por los graves problemas de salud que podía producir su consumo.Jose Miguel Soriano del Castillo, Catedrático de Nutrición y Bromatología del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universitat de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2209062024-03-10T21:14:13Z2024-03-10T21:14:13ZEdad Media, Moderna, Contemporánea: ¿cómo llamarán nuestros nietos a nuestros tiempos?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/578265/original/file-20240227-26-od77c3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C4%2C2991%2C1437&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/old-clock-hanging-on-chain-background-2127801497">Triff/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>A la hora de estudiar o leer sobre los diferentes periodos históricos, las etiquetas utilizadas para definirlos resultan a veces confusas. La Edad Media… ¿está entre medias de qué? ¿Por qué llamamos Edad Moderna a los siglos XVI al XVIII, que tienen muy poco de “modernos”? Si lo que denominamos Contemporánea acaba a finales del siglo XX, ¿cómo hemos de llamar a nuestros tiempos actuales? </p>
<p>Los mismos historiadores somos conscientes de que los periodos que manejamos son una construcción abstracta y arbitraria. Ni siquiera nos ponemos muy de acuerdo en cuándo empiezan y acaban. Hay fechas convencionales: la Revolución Francesa de 1789 para el arranque de la Edad Contemporánea, la caída del Imperio Romano de Occidente en 476 (¿y por qué no el de Oriente?) para el fin de la Antigüedad, el viaje de Colón en <a href="https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=3W9azYQKpCIC&oi=fnd&pg=PA1&dq=hen+do+modern+times+begin&ots=fxv4pxmcwk&sig=soNC1S3hKlXG9zPsEvOEpnf_XSY">1492</a> como comienzo de la Edad Moderna… Pero estamos de acuerdo en que las cosas no empiezan a ser medievales o modernas de un día para otro.</p>
<p>En <a href="https://fce.com.ar/wp-content/uploads/2020/11/LeGoffENCHR.pdf">un fantástico librito de 2014</a>, el medievalista Jacques Le Goff se preguntaba si de verdad hacía falta cortar la historia en rebanadas. La expresión resulta chocante, pero el tema que aborda, la periodización del pasado, tiene su importancia. Por periodización entendemos el proceso de definir las distintas épocas en las que fragmentamos la historia humana, del Paleolítico hasta el presente. Lo difícil de la cuestión es ¿cómo definimos esos fragmentos?</p>
<p>La división de la historia tiene a su vez su propia historia. La Edad Media fue en buena parte una invención de los humanistas del Renacimiento que querían subrayar su entronque con la cultura de la Antigüedad clásica, y su alejamiento de los bárbaros tiempos medievales. Aun así, el término no se asentó hasta fines del XVII. Y la denominación Edad Moderna arranca de la Francia de finales del siglo XIX, pero su equivalente anglosajón (<em>early modern</em>) sólo se difunde a partir de la década de 1960. Cada nuevo término ha ido abriéndose paso de forma paulatina, a veces con dificultad, nunca de forma simultánea en todas partes.</p>
<h2>La desproporción y los límites</h2>
<p>Los problemas que plantean estas divisiones son diversos. Para empezar, falta coherencia en el tiempo que abarcan, ya que cada una de estas edades presenta una duración radicalmente distinta, manifiestamente desproporcionada y visiblemente decreciente. </p>
<p>Hay tres millones de años que conocemos como Prehistoria, definida como la época <a href="https://compass.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/1478-0542.032?casa_token=lv5Tjagtw40AAAAA%3AcaLB0wX-csYeB5LnXBZTfahDZaErhBiPn03r1vTKekwWkPmR0k-QZjKB5eGJQInicIGOjjvzb18Et1k">anterior a los registros escritos</a>. Tras ella viene la Antigüedad (unos 3 500 años), la Edad Media (diez siglos, aproximadamente), la Moderna (tres siglos) y la Contemporánea (dos). ¿Qué duración se atribuirá a los tiempos que arrancan de finales del siglo XX? Aún esta por ver, pero serán seguramente décadas.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/579658/original/file-20240304-28-gntl2b.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Gráfico que divide la historia en edades." src="https://images.theconversation.com/files/579658/original/file-20240304-28-gntl2b.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/579658/original/file-20240304-28-gntl2b.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=209&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/579658/original/file-20240304-28-gntl2b.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=209&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/579658/original/file-20240304-28-gntl2b.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=209&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/579658/original/file-20240304-28-gntl2b.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=263&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/579658/original/file-20240304-28-gntl2b.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=263&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/579658/original/file-20240304-28-gntl2b.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=263&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Gráfico que divide la historia en edades.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Histoire.png">Wikimedia Commons</a></span>
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</figure>
<p>Así, cuanto más largas son nuestras edades, más cobijan bajo un único paraguas sociedades muy distintas. Por ejemplo, la Prehistoria abarca cientos de miles de años de pequeñas bandas cazadoras-recolectoras, frente a unos miles de sociedades ya agrarias y ganaderas, con ciudades, sacerdotes y caudillos. Y <a href="https://theconversation.com/por-que-la-edad-media-tiene-tan-mala-fama-186023">dentro de la Edad Media</a>, poco tenía que ver la Europa del siglo VI –ruralizada, violenta, fragmentada– con la del siglo XV, que ya había emprendido su gran expansión por el mundo. </p>
<p>Las fronteras entre épocas también varían notablemente dependiendo de las disciplinas que las estudien: para la historia política, la época contemporánea arranca en la Revolución francesa, mientras que en economía el giro empieza con la Revolución industrial, unos cuarenta años antes. Los historiadores de la cultura, por su parte, prefieren hablar de Renacimiento, Barroco e Ilustración que de la Edad Moderna que los abarca todos. Y así sucesivamente.</p>
<h2>Marcado eurocentrismo</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/578267/original/file-20240227-28-fpj3ab.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Pintura en la que se ve a una familia de la Edad Moderna alrededor de un Cristo crucificado." src="https://images.theconversation.com/files/578267/original/file-20240227-28-fpj3ab.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/578267/original/file-20240227-28-fpj3ab.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=568&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/578267/original/file-20240227-28-fpj3ab.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=568&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/578267/original/file-20240227-28-fpj3ab.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=568&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/578267/original/file-20240227-28-fpj3ab.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=713&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/578267/original/file-20240227-28-fpj3ab.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=713&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/578267/original/file-20240227-28-fpj3ab.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=713&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Maestro vidriero de Bohemia del Norte Martin Friedrich el Joven y su familia, pintado presumiblemente por Elias Hille en 1596.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Glasmacherfamilie_Familie_Friedrich_mit_Kreuz_1596.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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</figure>
<p>Otra cuestión a tratar sería la del eurocentrismo. Este empieza con la división entre los tiempos “antes” y “después de Cristo”. Incluso cuando usamos la versión laica –“antes de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Era_com%C3%BAn">era común</a>” (a.e.c.)– estamos dando por buena una división obvia y explícitamente cristianocéntrica que ignora u oscurece otras particiones del tiempo histórico, como la de los musulmanes, que ponen su marcador a cero en el viaje de Mahoma a Medina (año de la Hégira, en el 622). Y a pesar de todo, el a.C.-d.C. <a href="https://theconversation.com/how-common-is-the-common-era-how-a-d-and-c-e-took-over-counting-years-168719">se ha impuesto casi universalmente</a>, adoptándose incluso en <a href="https://www.un.org/dgacm/en/content/editorial-manual/abbreviations#dt">documentos oficiales de la ONU</a>. </p>
<p>Nuestras edades sirven de poco cuando pretendemos aplicarlas a escala global. Mientras la Europa cristiana estaba en los siglos más oscuros de la alta Edad Media, el mundo islámico vivía una época de expansión y esplendor económico y cultural. Cuando los castellanos modernos se lanzaban a la conquista de América, ésta vivía aun en tiempos prehistóricos (sin escritura, como el imperio inca) o antiguos (a quienes no resulta difícil equiparar a la civilización azteca). Si lo que caracteriza a la época contemporánea es la industrialización y la construcción de estados fuertes, buena parte de Asia sólo entró en este periodo en el siglo XX, a veces bien avanzado. </p>
<p>El hecho de que estadios tan distintos de desarrollo se dieran simultáneamente en diferentes partes del mundo hace creíble que una serie como <em>Juego de Tronos</em> combine sociedades <a href="https://theconversation.com/game-of-thrones-imagined-world-combines-romantic-and-grotesque-visions-of-middle-ages-105141">típicamente medievales en Westeros</a> con civilizaciones esclavistas de la Antigüedad en Essos.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/579914/original/file-20240305-18-obsm6x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Revista académica dividida por edades." src="https://images.theconversation.com/files/579914/original/file-20240305-18-obsm6x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/579914/original/file-20240305-18-obsm6x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=891&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/579914/original/file-20240305-18-obsm6x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=891&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/579914/original/file-20240305-18-obsm6x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=891&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/579914/original/file-20240305-18-obsm6x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1120&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/579914/original/file-20240305-18-obsm6x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1120&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/579914/original/file-20240305-18-obsm6x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1120&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Revista académica dividida por edades.</span>
<span class="attribution"><span class="source">MHB</span></span>
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<p>A los problemas citados, podemos añadir uno aparentemente menor, pero no baladí. Estas etiquetas tienen consecuencias palpables en el mundo académico: en las facultades de historia marcan la división entre departamentos, y a menudo justifican que el experto en una época ignore casi todo del resto. Los manuales y las enciclopedias se organizan con arreglo a estas categorías. Los premios, las exposiciones, las rutas culturales se pliegan a las lógicas de este reparto. Todo ello, por último, se traslada a los estudiantes y al público en general. Cómo ocurre en la geopolítica, una frontera creada artificialmente acaba teniendo consecuencias tangibles. En este caso, la fragmentación de un conocimiento histórico que debería ser más global e integrado.</p>
<h2>Nuestro presente en el futuro</h2>
<p>Pese a los problemas en nuestra periodización del pasado en distintas épocas, existen algunas ventajas de peso. Por eso seguimos utilizándolas. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/578271/original/file-20240227-16-z2faxn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Clérigo, guerrero y labrador, los tres órdenes medievales. Letra capitular de un manuscrito." src="https://images.theconversation.com/files/578271/original/file-20240227-16-z2faxn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/578271/original/file-20240227-16-z2faxn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=592&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/578271/original/file-20240227-16-z2faxn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=592&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/578271/original/file-20240227-16-z2faxn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=592&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/578271/original/file-20240227-16-z2faxn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=745&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/578271/original/file-20240227-16-z2faxn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=745&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/578271/original/file-20240227-16-z2faxn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=745&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Clérigo, guerrero y labrador, los tres órdenes medievales. Letra capitular de un manuscrito.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Cleric-Knight-Workman.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Las etiquetas de Antigüedad, Edad Media, Moderna y Contemporánea nos ayudan a entender mejor cada una de ellas en torno a rasgos comunes que consideramos importantes: una economía agraria o más urbana –comercial o industrial–, una sociedad dividida en estamentos o en clases, una estructura política más o menos poderosa y participativa, una cultura regida por la religión o la razón. </p>
<p>Si admitimos que unas divisiones tan arbitrarias como los siglos y los reinados tienen su utilidad, y por eso nos empeñamos en arraigarlos en las mentes de los estudiantes, la siguiente escala, la de las edades que estamos tratando aquí, resalta esos grandes rasgos de lo que el historiador Fernand Braudel llamó <a href="https://www.persee.fr/doc/reso_0751-7971_1987_num_5_27_1320"><em>la longue durée</em></a>, la larga duración. Unas y otras “rebanadas” nos ayudan a situarnos en un pasado que visto sin ellas resulta demasiado confuso. </p>
<p>Queda la cuestión, quizá anecdótica, de cómo llamaremos a nuestros tiempos. Quizá en las próximas décadas adoptemos la etiqueta de <a href="https://theconversation.com/antropoceno-hemos-inventado-una-era-geologica-a-medida-y-capricho-de-los-humanos-174709">Antropoceno</a> propuesta por <a href="http://people.whitman.edu/%7Efrierspr/Crutzen%20and%20Stoermer%202000%20Anthropocene%20essay.pdf">Paul Crutzen y Eugene Stormer</a> para el periodo en que <em>Homo sapiens</em> comienza a dejar una huella profunda en el planeta. Quizá también hagamos caso a Le Goff y fundamos las edades media y moderna en una sola. Quizá bauticemos a esta como era preindustrial, y a la que le sigue como era era postindustrial, como sugería ya en 1973 el sociólogo <a href="https://books.google.es/books/about/El_advenimiento_de_la_sociedad_post_indu.html?id=D5PyZjbM95QC&redir_esc=y">Daniel Bell</a>. </p>
<p>Lo que es seguro es que aun tardaremos en saber la respuesta y que, sea cual sea, presentará también problemas. En todo caso, les dejaremos la decisión a nuestros nietos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/220906/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mauro Hernández no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Dividimos la historia en partes, en “rebanadas”, y eso nos proporciona algunas ventajas, pero también inconvenientes.Mauro Hernández, Profesor Titular de Historia Económica, UNED - Universidad Nacional de Educación a DistanciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2178242024-01-18T17:36:52Z2024-01-18T17:36:52ZPor qué seguimos huellas y cómo las dejamos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/568434/original/file-20240109-15-mwavh7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C4%2C3100%2C2041&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/footprints-snow-259053650">Alexander Chaikin/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El ser humano tiene una gran obsesión por las huellas, rastros, señales e indicios que va dejando en su existencia. Investigamos las huellas del pasado, pero también las que nos conducen a descubrir al autor de un crimen y las que deja un elemento químico en un espectro científico. La huella de nuestro dedo es la señal más fidedigna de nuestra identidad. Y cuando un maestro es excelente, decimos que ha dejado una huella imborrable en la memoria de sus alumnos. </p>
<p>No solo los seres humanos prestan mucha atención a las huellas que dejan o perciben. Los animales las utilizan para <a href="https://theconversation.com/los-perros-maestros-en-semiotica-indicial-171655">seguir rastros</a>, e imprimen señales basadas en huellas biológicas, como sus propios olores o residuos, para indicar su identidad o su presencia. <a href="https://mirmiberica.org/node/374">Las hormigas</a>, por ejemplo, se orientan dejando líquido en su camino para ayudar a otras a localizar su hormiguero. </p>
<h2>Huellas desde el principio de los tiempos</h2>
<p>Y es que las huellas son signos índice o indiciales: se producen en contacto con aquello que representan (como una huella de un pie se genera al pisar, o el humo de una hoguera se genera al encenderse el fuego). </p>
<p>También se crean cuando queda un residuo o rastro de algo que nos conduce hasta quien lo ha causado. Por ejemplo, en <em>El nombre de la rosa</em>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_nombre_de_la_rosa">novela</a> de Umberto Eco (y <a href="https://www.youtube.com/watch?v=n0VKtV7dSGw&ab_channel=MarolynRegueiro">película posterior</a>), vemos cómo un monje detective reconstruye un asesinato, e incluso es capaz de detectar la secuencia de los hechos del mismo, analizando en detalle el dibujo, la dirección y la profundidad de unas huellas de sandalia en la nieve. </p>
<p>No solo sucede en la ficción. Las huellas son la base de todos los estudios científicos. Un análisis de la composición de la sangre de una persona revela la presencia de enfermedades cuando aparece una sustancia no deseada (por ejemplo, mercurio) o falta una cantidad idónea de otra (por ejemplo, hierro). Hay toda una disciplina científica llamada <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espectroscopia">espectroscopoia</a> que fundamenta sus hallazgos en los residuos luminosos que deja la materia, sea estelar o sea atómica, en un sistema de registro generado por una máquina. Y en paleontología, la datación en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dataci%C3%B3n_por_radiocarbono">carbono-14</a> usa los residuos y la huella de carbono presentes en un hueso o en un pigmento para identificar el momento en que algo se produjo gracias a la exacta información de este isótopo radiactivo en la materia.</p>
<p>Desde las humanidades, autores clásicos como <a href="https://es.wikisource.org/wiki/Zadig,_o_el_Destino">Voltaire</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9todos_de_Mill">Stuart Mill</a> y otros más recientes como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_nombre_de_la_rosa">Umberto Eco</a> y <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=57583">Carlo Ginzburg</a> han estudiado las relaciones entre huellas e indicios y cómo éstas pueden desvelar misterios profundos. </p>
<p>En el arte rupestre, los seres humanos se han representado con frecuencia con huellas de manos impresas o recortadas en negativo. La importancia de elegir esta marca ha sido <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1200590">estudiada por muchos expertos</a>. Las conclusiones destacan el valor de las manos como órganos que representan la esencia humana más profunda, algo único de cada individuo. </p>
<p>Aunque la representación animal solía hacerse con esos seres silueteados, en el yacimiento de <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0289560">Twyfelfontein</a>, en Namibia, podemos ver el rastro de decenas de huellas de patas de aves y mamíferos, mezcladas con huellas de pies humanos. La imagen es espectacular y nos habla del vinculo de la comunidad que vivió allí con toda la naturaleza.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/569388/original/file-20240115-79166-4402ux.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Cuevas en las montañas de Doro! nawas (en Namibia), en el panel con mayor concentración de grabados de huellas de animales, casi 300 en total." src="https://images.theconversation.com/files/569388/original/file-20240115-79166-4402ux.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/569388/original/file-20240115-79166-4402ux.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=323&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/569388/original/file-20240115-79166-4402ux.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=323&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/569388/original/file-20240115-79166-4402ux.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=323&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/569388/original/file-20240115-79166-4402ux.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=406&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/569388/original/file-20240115-79166-4402ux.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=406&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/569388/original/file-20240115-79166-4402ux.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=406&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cuevas en las montañas de Doro! nawas (en Namibia), en el panel con mayor concentración de grabados de huellas de animales, casi 300 en total.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0289560">Lenssen-Erz et al.</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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</figure>
<h2>Un viaje al pasado</h2>
<p>Las huellas metafóricas también son importantes por su enorme poder de asociación. Cuando el protagonista de la novela <em>Por el camino de Swann</em> (primer volumen de la obra <em>En busca del tiempo perdido</em>) saborea una magdalena mojada en tila, su autor, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/En_busca_del_tiempo_perdido">Marcel Proust</a>, describe cómo aquel sabor le trae a la memoria el dulce que su tía Léonie le daba cuando era niño. Esa sensación le hace revivir todo el tiempo perdido, que resucita para él con un sólo rastro gustativo.</p>
<p>Porque, además de usarlas y trabajarlas para pensar, el ser humano utiliza las huellas de forma improvisada. En algunos de los ejemplos anteriores, como las pinturas rupestres, o en el caso de los documentos que firmamos, los seres humanos han dejado sus huellas de forma física y consciente. Pero en el caso de Proust, la huella que la tía dejó en el sobrino se generó de forma inconsciente y emocional: Léonie no tenía una intención inicial de dejar ese rastro. </p>
<p>Las huellas inconscientes son muy profundas. Por eso, disciplinas como el psicoanálisis y la ciencia cognitiva estudian el significado de las señales corporales y los microgestos. A menudo desvelan emociones o sentimientos a los que se puede acceder mediante su observación. <a href="https://psicologiaymente.com/biografias/carl-gustav-jung">Carl Gustav Jung</a>, por ejemplo, buceaba en la psique de sus pacientes estudiando cuidadosamente las huellas involuntarias que dejaban elementos del pasado en la mente.</p>
<h2>Mirando más allá</h2>
<p>Pero las huellas no solo viajan del pasado al presente. Cuando guardamos una pieza de ropa, un perfume o una foto de un ser querido estamos creando una huella a futuro. Esos rastros tendrán la capacidad de resucitar aquello que representan en nuestra memoria. La sociedad es una gigantesca máquina de generar y aprovechar el pasado en ciclos que se retroalimentan, como analizó, en el mundo artístico, <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=751279">André Malraux</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/569514/original/file-20240116-28-spgsy3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un álbum de fotos antiguas en blanco y negro." src="https://images.theconversation.com/files/569514/original/file-20240116-28-spgsy3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/569514/original/file-20240116-28-spgsy3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/569514/original/file-20240116-28-spgsy3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/569514/original/file-20240116-28-spgsy3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/569514/original/file-20240116-28-spgsy3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/569514/original/file-20240116-28-spgsy3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/569514/original/file-20240116-28-spgsy3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Un álbum de fotos tiene más valor que el puramente material.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/es/fotos/persona-abriendo-album-de-fotos-que-muestra-fotos-en-escala-de-grises-73OJLcahQHg">Laura Fuhrman / Unsplash</a></span>
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<p>El filósofo y antropólogo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Claude_L%C3%A9vi-Strauss#El_pensamiento_salvaje">Claude Lévi-Strauss</a> relataba cómo en un pueblo indígena, cuando tejían una cesta, dejaban errores y descosidos en la trama como “huella” del trabajo humano. Por allí, afirmaban los nativos, “podían escapar los espíritus del esparto y la espiga usadas, y de esa manera liberarse del dominio humano”.</p>
<p>La psicología evolutiva <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_desarrollo_cognitivo_de_Piaget">estudia incesantemente</a> la influencia del contacto entre los seres humanos con el mundo y la relación basada en los signos de este tipo en la supervivencia y la evolución. Cuando una acción es muy valiosa, aunque parezca no haber causado efecto, puede estar generando un impacto a futuro. Un maestro que da clase puede estar simplemente haciendo bien su trabajo, pero también puede marcar la vida de los estudiantes. </p>
<p>Quizás esta sea la explicación para el verdadero valor de las huellas, literales y metafóricas. Pueden llegar hasta nosotros, en una relación profunda de conexión y entrega. Si los hombres somos signos, como decía el filósofo <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=37806">Charles S. Peirce</a>, quizás sea porque, sobre todo, provenimos de unas huellas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/217824/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Eva Aladro Vico no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El rastro que dejamos, literal y figuradamente, en el mundo tiene una intención y unas consecuencias.Eva Aladro Vico, Catedrática de Teoría de la Información, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2176202023-12-25T21:31:01Z2023-12-25T21:31:01ZAbraham Zacut, un astrónomo judío en tiempos convulsos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/564215/original/file-20231207-19-w8g8x7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=12%2C15%2C2058%2C1354&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La astronomía en tiempos de Zacut</span> <span class="attribution"><span class="source">José María Rosado</span></span></figcaption></figure><p>Abraham Zacut, uno de los mayores astrónomos de occidente, fue expulsado de España por su condición de judío en el reinado de los Reyes Católicos. Esa misma razón le impidió dar clases en la Universidad de Salamanca, ciudad en la que nació en 1452. En 2015 se celebró en Jerusalén el 500 aniversario de su muerte, aniversario que pasó inadvertido fuera del mundo hebreo. </p>
<p>Actualmente, la <a href="https://bibliotecas.usal.es/biblioteca/abraham-zacut">Biblioteca de Ciencias de la Universidad de Salamanca</a> lleva su nombre y ahora le estamos dedicando una exposición: <a href="https://astronomiazacut.usal.es/">La astronomía en tiempos de Abraham Zacut</a> ¡Más vale tarde que nunca!</p>
<p>La vida de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=sSt5OCL88rw">Abraham Zacut (o Zacuto)</a> es la de un emigrante permanente que en complejas condiciones contribuyó al desarrollo de la astronomía. Para entender su figura es necesario hacer un paréntesis, un breve recorrido por la historia de la astronomía.</p>
<h2>La supervivencia de la astronomía</h2>
<p>La astronomía dio un paso de gigante con la publicación por Claudio Ptolomeo de <em>Sintáxis Matemática</em> (c. 150), conocido como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Almagesto"><em>Almagesto</em></a>, por su traducción al árabe. </p>
<p>Tras la caída del Imperio Romano de Occidente gran parte de las obras clásicas grecolatinas quedaron relegadas a unos pocos monasterios. Afortunadamente, la astronomía tuvo continuidad <a href="https://theconversation.com/los-crateres-de-la-luna-y-la-astronomia-del-islam-210738">a través del Islam</a>, primero en Bagdad y más adelante en al-Andalus, donde Córdoba y Toledo ocuparon un papel destacado. </p>
<p>El Toledo árabe pasó a dominio cristiano pero gracias <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1428794">al impulso de Alfonso X el Sabio</a>, la astronomía mantuvo un papel destacado. </p>
<p>En su reinado se elaboraron las <em>Tablas alfonsíes</em> que se basaban en el modelo ptolemaico descrito en el <em>Almagesto</em>. Estas permitían, entre otras cosas, calcular con sencillez las posiciones de los planetas, el Sol y la Luna. Traducidas del castellano al latín, posiblemente en París, se esparcieron por las grandes universidades europeas. Sorprendentemente dejaron de utilizarse en Castilla hasta que fueron <a href="https://eusal.es/eusal/catalog/book/978-84-7800-232-0">reintroducidas en 1460 por Nicolas Polonio</a>, primer catedrático de astronomía/astrología en la Universidad de Salamanca. </p>
<p>En esta época nació en 1452 en Salamanca Abraham Zacut o Abraham Ben Zacuto, de familia judía originaria de Francia. Zacut desempeñó un papel relevante en el desarrollo de la astronomía. Desde muy joven destacó por sus excepcionales capacidades. Sin embargo, al ser judío no pudo ser profesor en la Universidad de Salamanca. </p>
<h2>La tabla de movimientos de la Luna y la obra de Zacut</h2>
<p>Su gran obra es <em><a href="https://eusal.es/eusal/catalog/book/978-84-7800-232-0">ha-Ḥibbur ha-gadol</a></em> (<em>La Gran Composición</em>),
finalizada en 1478, cuyos cánones (normas de uso) fueren traducidos poco después (1481) al castellano por Juan de Salaya, catedrático de la Universidad, con la ayuda de Zacut. Se basó en las <em>Tablas alfonsíes</em>.</p>
<p>Su elaboración supuso un gran esfuerzo de cálculo. Por ejemplo, la tabla de movimientos de la Luna requiere calcular 11.325 posiciones diarias consecutivas; pasado ese tiempo el ciclo se repite, por lo que su aplicación se extendía a cualquier año. Este tiempo de tablas se conocen como almanaque perpetuo.</p>
<p>Zacut, como era normal en su época, hizo pocas observaciones astronómicas. Él cita cuatro casos: la ocultación de la estrella Spica por la Luna en 1474, la ocultación de Venus por la Luna en 1476, el eclipse total de 29 de julio de 1478 y el de 16 de marzo de 1485. La mayoría de sus trabajos son de carácter teórico.</p>
<p>Los cálculos astronómicos frecuentemente se utilizaban para construir cartas astrales y para aplicaciones religiosas, por ejemplo las fechas de determinadas fiestas, como es el caso de la Pascua en el mundo cristiano. </p>
<p>También podían aplicarse en la náutica, en un momento en el que se estaba iniciando la navegación transoceánica. Por ejemplo, a partir de la posición del Sol y de las estrellas puede estimarse con facilidad la latitud. La longitud era difícil de estimar, pero podían emplearse los eclipses lunares para hacerlo. <a href="https://link.springer.com/book/10.1007/978-3-031-29885-1">Las tablas del <em>Ḥibbur</em></a> podían utilizarse con estos fines. </p>
<h2>Zacut astrólogo</h2>
<p>Zacut, como casi todos los astrónomos de su época, por convencimiento o como medio de sustento, realizaba trabajos de astrología, incluida la elaboración de cartas astrológicas con distintos fines, especialmente para su aplicaciones en medicina.</p>
<p>Al inicio de la década de 1480 se trasladó a Gata (Extremadura) para formar parte del “colegio invisible” de sabios que <a href="https://eusal.es/eusal/catalog/book/978-84-7800-232-0">reunió Juan de Zúñiga y Pimentel, maestre de la Orden de Alcántara</a>. A petición de éste, Zacut escribió hacia el año 1486 la obra astrológica el <a href="http://hdl.handle.net/10451/51872"><em>Tratado breve en las ynfluencias del cielo</em></a>, seguido de una obra corta, <em>De los eclipses de sol y la luna</em>. </p>
<h2>La expulsión de los judíos</h2>
<p>Tras <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Expulsi%C3%B3n_de_los_jud%C3%ADos_de_Espa%C3%B1a#:%7E:text=La%20expulsi%C3%B3n%20de%20los%20jud%C3%ADos%20de%20Espa%C3%B1a%20fue%20ordenada%20en,nuevos%20para%20que%20estos%20judaizaran.">la expulsión de los judíos de España</a>, ordenada en 1492 por los Reyes Católicos, Zacut fue acogido en Portugal en 1493, como astrónomo y matemático del rey Juan II y de su sucesor, el rey Manuel. Frecuentemente se ha escrito que les asesoró en asuntos de navegación, pero <a href="https://eusal.es/eusal/catalog/book/978-84-7800-232-0">Chabas y Golstein</a> , quizás las personas que más han estudiado la obra de Zacut, dudan de que fuese así.</p>
<h2>Su obra más famosa</h2>
<p>En 1496 se publicó en Leiria (Portugal) su obra más famosa: el <a href="https://www.tesisenred.net/handle/10803/133448#page=1"><em>Almanach perpetuum</em></a>. </p>
<p>La información sobre esta obra es confusa, ni siquiera se puede asegurar que fuese autorizada por Zacut. Su editor fue [Samuel d’Ortas],
un judío que normalmente publicaba obras en hebreo. Poco después, los judíos fueron expulsados de Portugal. Quizás esto explica la premura con la que fue editado el <em>Almanach perpetuum</em> . Con frecuencia se ha presentado como una traducción latina del <em>Ḥibbur</em>, pero es más correcto considerarlo una adaptación. Las tablas, en su mayoría, proceden del <em>Ḥibbur</em>; sin embargo, los cánones difieren. </p>
<p>En 1496 se vio forzado a abandonar Portugal, viajó al norte de África, y durante algún tiempo vivió en Túnez, donde finalizó de escribir su obra de carácter histórico <a href="https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/6419/38577_12.pdf?sequence=1"><em>Séfer Yujasín</em></a> (<em>El libro de las genealogías</em>). Después de 1505 (la fecha exacta se desconoce) se trasladó a Damasco y de ahí a Jerusalén, donde debió morir entre 1514 y 1515. En esta ciudad calculó varias tablas para el meridiano de Jerusalén utilizando el calendario judío.</p>
<p>El <em>Almanach perpetuum</em> en distintas variantes alcanzó gran difusión. De él se hicieron varias ediciones y es de los pocos casos en que textos elaborados en Occidente fueron traducidos al árabe. Se conocen <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=637319">versiones</a> realizadas en los dos extremos del Mediterráneo: una editada en Estambul, en el siglo XVI, y otra en Marruecos en el XVII.</p>
<p>La influencia de su obra ha sido mayor en el mundo hebreo que en Occidente y merece la pena ponerla en valor.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/217620/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>J. Guillermo Sánchez León no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Abrahan Zacut, judío nacido en Salamanca a mediados del s. XV, pasó gran parte de su vida emigrando a su pesar. Eso no le impidió convertirse en uno de los grandes astrónomos de su época.J. Guillermo Sánchez León, Instituto Universitario de Física Fundamental y Matemáticas (IUFFyM), Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2202542023-12-22T10:38:46Z2023-12-22T10:38:46ZLa enseñanza bilingüe de calidad es posible: la solución está en la formación del profesorado<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/567228/original/file-20231222-19-7qazr2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=105%2C105%2C6879%2C3854&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/person-writing-blackboard-during-history-class-723428044">Dragana Gordic/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En los veinte años que han pasado desde que empezó la implantación masiva de los programas bilingües y plurilingües en las escuelas de España, cientos de miles de niños han tenido acceso gratuito a la educación bilingüe por primera vez. Las familias acogían con esperanza la idea de que sus hijos pudiesen tener un buen nivel de inglés. </p>
<p>Esta acogida es clara, tanto por las familias como por las administraciones: solamente en la Comunidad de Madrid, en 18 años, el programa bilingüe ha crecido de los 26 colegios iniciales a <a href="https://gestiona3.madrid.org/bvirtual/BVCM050881.pdf">597 colegios e institutos públicos participantes</a>, un incremento de más de 2000 % (o 20 veces) y eso sin contar los centros concertados. </p>
<p>Ha habido gran interés desde la comunidad científica y educativa por conocer si, efectivamente, estos programas mejoraban la competencia en una lengua extranjera, y sin perder contenido. Varios de esos estudios han demostrado que los alumnos <a href="https://benthamopen.com/ABSTRACT/TOALJ-1-30">no solo mejoraban la competencia lingüística</a>, sino que el cursar estudios de primaria y secundaria en inglés <a href="https://doi.org/10.1016/j.learninstruc.2017.12.002">no afectaba negativamente a la adquisición de las competencias y de los objetivos curriculares de las distintas materias</a>. </p>
<p>Pero la ciencia va incluso más allá: los estudiantes que hayan cursado sus estudios en programas bilingües de calidad experimentan una mejora en la <a href="https://doi.org/10.1080/13670050.2020.1786496">responsabilidad y autonomía</a>, <a href="https://www.ceeol.com/search/article-detail?id=624888">disfrutan más y sufren menos ansiedad</a>. </p>
<h2>Los docentes, más críticos</h2>
<p>Entonces, ¿por qué hay voces en contra de los programas bilingües? Y, no solo eso, ¿por qué un mayor número de esas voces proviene de la propia comunidad educativa e, incluso, de algunas administraciones? Para nosotras la respuesta es clara: faltan oportunidades de formación específica del profesorado. Sin duda, es la respuesta más repetida en las conclusiones de muchos <a href="https://doi.org/10.13042/Bordon.2019.72250">estudios empíricos</a>, no solo en enseñanza bilingüe, sino en educación en general. Una enseñanza de calidad se sustenta en una formación de calidad. </p>
<p>El crecimiento tan acelerado de los programas bilingües ha sobrepasado la provisión de profesorado cualificado para impartir clases de un área de contenido en una lengua extranjera. </p>
<h2>No se trata solo de saber inglés</h2>
<p>La formación del profesorado bilingüe debe entenderse no solo como una capacitación lingüística para que el profesor de Historia, por ejemplo, certifique el nivel mínimo de inglés requerido por su comunidad autónoma para impartir clases en un programa bilingüe. </p>
<p>También es necesaria una formación metodológica que les ayude a integrar la lengua en las clases de contenido, utilizando estrategias que acerquen el contenido y ofreciendo apoyo lingüístico del lenguaje específico de esa disciplina para alcanzar los objetivos de aprendizaje. </p>
<p>Para ello es necesario que el profesor tenga su “caja de herramientas” a mano; es decir, que esté formado en esas metodologías y que sepa cómo emplear esas estrategias en su clase. </p>
<h2>Estrategias y lenguaje académico específico</h2>
<p>Cuando una alumna tiene que hacer un comentario de texto sobre el Tratado de Versalles necesita usar el lenguaje académico necesario para evaluar las ideas del texto y justificar las suyas propias. Este tipo de lenguaje —independientemente del idioma— es específico de cada área de conocimiento y es el que se necesita para adquirir los objetivos de aprendizaje y demostrar conocimientos y habilidades en esa asignatura. </p>
<p>En este caso, la profesora de Historia deberá utilizar distintas estrategias pedagógicas que ayuden a la alumna a comprender en qué consistió el Tratado de Versalles y a evaluar las consecuencias que tuvo en sucesivos hechos históricos, todo ello redactado en inglés. </p>
<p>Pero cuando el docente no ha recibido una formación metodológica específica, tiene que emplear mucho tiempo y esfuerzo en buscar y preparar estas estrategias. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/educacion-bilingue-no-hay-que-abandonar-sino-mejorar-169709">Educación bilingüe: no hay que abandonar, sino mejorar</a>
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<h2>Formación continuada y práctica</h2>
<p>Por eso, son muchos los <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7672951">estudios</a> que insisten en la necesidad de una formación metodológica de calidad para estos docentes. La formación debe ser continuada, práctica y centrada en las necesidades reales de los docentes, dotándoles de estrategias que puedan utilizar con sus estudiantes. </p>
<p>Igualmente, se debería tener en cuenta el esfuerzo de preparación y formación que supone enseñar en un programa bilingüe que habitualmente se asume fuera del horario de trabajo, lo que supone una carga añadida. </p>
<p>Además de establecer sistemas afianzados de coordinación entre los profesores de inglés y los de las materias que se imparten en inglés, también se podrían crear programas de mentoría a los profesores noveles que se incorporan al programa bilingüe por parte de profesores experimentados en CLIL (en español, AICLE, o Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas Extranjeras). Estos <a href="http://dx.doi.org/10.4018/978-1-6684-8380-0.ch002">programas</a>, que ya se llevan a cabo en otros países, servirían de guía y acompañamiento a los profesores en sus inicios en enseñanza bilingüe.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/como-ensenar-ciencias-o-historia-en-ingles-de-manera-eficaz-174639">Cómo enseñar ciencias o historia en inglés de manera eficaz</a>
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<h2>Decisiones de política educativa</h2>
<p>Los desafíos a los que se enfrenta la enseñanza bilingüe siguen siendo muchos, pero es fundamental contar con evidencias científicas que demuestren los efectos a largo plazo que estos programas puedan tener en distintos ámbitos educativos, como demostramos en una reciente investigación a punto de publicarse, en la que puede comprobarse cómo el ritmo acelerado de implantación en tantos colegios en tan poco tiempo, en combinación con la falta de preparación de la comunidad educativa en cuanto a la formación del profesorado, ha sido en gran parte responsable de las críticas que han recibido estos programas. Por eso, la política educativa se debe basar siempre en la investigación basada en resultados. </p>
<p>Esto permitirá que se tomen decisiones informadas para mitigar los efectos negativos y optimizar los beneficios de una enseñanza de calidad. Invertir en la formación del profesorado es invertir en el éxito sostenible de los programas educativos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/220254/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Louisa Mortimore es miembro de la Asociación Enseñanza Bilingüe y de La Sociedad Española de Didáctica de la Lengua y la Literatura. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Patricia Bárcena Toyos es miembro de la Asociación de Enseñanza Bilingüe y de la Sociedad Española de Didáctica de la Lengua y la Literatura. </span></em></p>Enseñar asignaturas como Historia en inglés no es imposible, y los programas bilingües tienen muchos beneficios. En algunos casos ha faltado mejor formación del profesorado, y más específica.Louisa Mortimore, Docente e investigadora. Enseñanza de la lengua inglesa y AICLE, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Patricia Bárcena Toyos, Docente e investigadora. Enseñanza de la lengua inglesa y CLIL/AICLE, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2072812023-11-05T22:29:51Z2023-11-05T22:29:51ZLas mujeres en guerra: la fascinante historia de Catalina López ‘la varonil’<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/539045/original/file-20230724-15-spq1fc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=1%2C1%2C1028%2C766&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Grabado '¡Qué valor!, de Francisco de Goya, parte de los 'Desastres de la guerra'. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Francisco_de_Goya_y_Lucientes_-_What_courage!_-_WGA10129.jpg">Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>A lo largo de la historia, el destino de mujeres y niñas en tiempos de guerra ha estado marcado por la posibilidad de ser masacradas, torturadas, violadas, esclavizadas o deportadas si su bando resultaba derrotado. </p>
<p>Ante tal perspectiva, la única opción (aunque extrema y poco común en la práctica) para salvar el honor y la dignidad de la familia era sacrificar a sus propios hijos y acabar con la propia vida. La Guerra de las Galias de Julio César en época romana, el <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Jauhar">Jauhar</a> (práctica de quemarse viva para evitar la captura) en la India medieval o el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Harakiri"><em>harakiri</em></a> japonés (también practicado por mujeres) sirven de ejemplo de estas prácticas repetidas en contextos, cronologías y espacios muy alejados. </p>
<p>En casos en los que esto no fuese posible, la venganza se presentaba como una alternativa para salvar el honor <em>in extremis</em>. Así se ve en casos de mujeres esclavizadas que toman su vida, la de sus amos o la de su descendencia: <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Libro_de_Judit">desde la Judit bíblica</a> (quien cortó la cabeza del general Holofernes), hasta <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Margaret_Garner">Margaret Garner</a>, quien en 1856 tomó la vida de su hija para evitar que cayese en manos de los cazadores de esclavos, y cuya historia inspiró la novela <em>Beloved</em> de Toni Morrison. Víctimas, mártires o vengadoras, esos eran los principales roles culturales para las mujeres en época de guerra.</p>
<p>Existieron figuras femeninas que exhortaron a los hombres a no flaquear, como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Pita">María Pita</a> o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Agustina_de_Arag%C3%B3n">Agustina de Aragón</a>. </p>
<p>Sin embargo, estas excepciones eran poco comunes. Si una mujer mostraba resistencia activa o participaba en la defensa desesperada de una ciudad, se arriesgaba a sufrir represalias aún más crueles por parte del enemigo y a ser desacreditada o menospreciada por los hombres de su propio bando. Para el juicio masculino, se convertía en una furia o una arpía: una inversión de la feminidad, que muestra su monstruosidad a través de una violencia feroz, descontrolada y cruel. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Una mujer vestida de época en medio de un paisaje de guerra, con una carreta abandonada detrás de ella." src="https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=717&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=717&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=717&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=901&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=901&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/539049/original/file-20230724-19-yvmske.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=901&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Agustina de Aragón dibujada por Augusto Ferrer-Dalmau.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Agustina_de_aragon4red.jpg">Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En la práctica, incluso en el siglo XX, las mujeres que se unían al ejército solían estar relegadas a funciones de logística, intendencia y enfermería. Si tenían un papel más activo desde el punto de vista militar, era generalmente en el ámbito del espionaje y la resistencia. Un trabajo arriesgado, pero adaptado a su “inferioridad”, ya que ser ignoradas por el enemigo les permitía pasar inadvertidas.</p>
<p>Para desafiar estos estereotipos que han perdurado desde la antigüedad, debemos acudir a archivos y fuentes históricas y descubrir qué nos dicen sobre las mujeres en la guerra. No nos engañemos: incluso estas fuentes están construidas desde una perspectiva masculina. </p>
<p>Sin embargo, también nos reservan sorpresas en las que las opciones disponibles para las mujeres son más ricas, amplias y dinámicas. Hay un ejemplo que desafía todos los moldes: Catalina López, “la varonil”. </p>
<h2>Historia de Catalina</h2>
<p>No sabemos mucho sobre ella. Solamente se han conservado <a href="https://books.google.es/books/about/Libro_del_cabildo_de_la_villa_de_Santiag.html?id=9h2d8R2i14cC&redir_esc=y">unas pocas líneas que sobre ella escribe Rodrigo de Vera y Guijano</a>, un funcionario de principios del siglo XVII de la villa de Saltillo, una ciudad del actual México cercana a Monterrey. </p>
<p>En 1607, de Vera y Guijano pretendía ser nombrado alguacil mayor de la audiencia de Guadalajara, una de las secciones en las que se dividía <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Virreinato_de_Nueva_Espa%C3%B1a">la Nueva España</a> en América del Norte. Para ello remitió al rey Felipe III (que reinó entre 1598 y 1621) <a href="https://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/description/342237">un documento que, en el siglo XVII, equivalía a un currículum vitae actual</a>. En él incluía no solo sus propios méritos, sino también los de su familia. Y ahí es donde encontramos esta extraordinaria historia. </p>
<p>Rodrigo menciona entre sus antepasados a la tía de su esposa, Catalina López. Según relata, Catalina se enfrentó “sola y armada a caballo” a un ejército de dos mil indígenas. Sin embargo, en lugar de prolongar el conflicto armado, logró “obligar con dádivas al mayor señor”, es decir, negoció exitosamente la paz.</p>
<p>Catalina regresó triunfante a San Sebastián El Grande, en el actual estado mexicano de Jalisco, con el jefe indígena atado a su caballo y seguido de toda su gente. </p>
<p>El documento menciona una cifra de 10 000 seguidores, sin duda exagerada. Sin embargo, lo que sí es cierto es que, todavía en 1607, éstos vivían “<a href="http://pares.mcu.es:80/ParesBusquedas20/catalogo/description/342237">asentados de paz sin gasto de S. M. Su Majestad como antes le tenía</a>”. </p>
<h2>Habilidades negociadoras</h2>
<p>El caso de Catalina López nos invita a expandir nuestra comprensión de la violencia, el género y las normas que los rodean.</p>
<p>El historiador Carlos Manuel Valdés proporciona <a href="https://coahuilacultura.gob.mx/wp-content/uploads/2020/08/2-La-gente-del-mezquite.pdf">algunas claves</a> para interpretar la experiencia de Catalina. Según él, el padre de Catalina, dos de sus hermanos y varios sirvientes y esclavos en su casa fueron asesinados durante un ataque indígena. Los culpables se retiraron a las montañas sin que los españoles tomaran represalias. En este contexto Catalina decidió cabalgar sola para enfrentarse a ellos.</p>
<p>Para los españoles de la época, el hecho de que una mujer se acercara sola al ejército enemigo era un acto de valentía sin igual, de ahí que se dijera de ella que “<a href="http://pares.mcu.es:80/ParesBusquedas20/catalogo/description/342237">por excelencia llaman la varonil</a>”. Sin embargo, para los indígenas, una mujer aproximada sin escolta masculina se consideraba un mensajero y recibía protección. Catalina adoptó un papel común en esa época: el de las mujeres que se aventuraban en territorio enemigo para abrir negociaciones. </p>
<p>Podríamos interpretar la entrega de regalos (las fuentes no especifican lo que entregó) como un engaño de los indígenas o un intento de corrupción por parte de Catalina hacia su jefe. Sin embargo, en la cultura receptora, estos regalos simbolizaban reciprocidad, el restablecimiento de la paz y la restauración de los lazos sociales rotos por la violencia.</p>
<p>Que fuentes históricas <a href="http://pares.mcu.es:80/ParesBusquedas20/catalogo/description/342237">como la aquí analizada</a> celebren a Catalina López como “la varonil” no implica que su triunfo se basara en aplastar a sus rivales por la fuerza. Todo lo contrario, se fundamenta en el coraje necesario para enfrentarlos sola y en su habilidad para negociar, obteniendo así la mejor de las victorias militares: triunfar sin utilizar las armas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/207281/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Igor Pérez Tostado ha recibido financiación por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación, la Agencia y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, proyecto «En los límites de la violencia (III): la violencia lenta de los imperios modernos» (PID2021-122319NB-C22) financiado por MCIN /AEI /10.13039/501100011033 / FEDER, UE). </span></em></p>El papel que la guerra reserva a las mujeres ha sido durante mucho tiempo de víctimas, mártires o vengadoras. Pero ellas también han luchado en batallas, de muchas formas diferentes.Igor Pérez Tostado, Investigador Responsable del grupo PAI HUM1000 Historia de la globalización: violencia, negociación e interculturalidad, Universidad Pablo de OlavideLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2153162023-10-10T12:42:27Z2023-10-10T12:42:27ZLos humanos llegaron a América 7 000 años antes de lo que se pensaba<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/552818/original/file-20230928-19-398dat.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C5%2C1726%2C806&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Huellas procedentes de un grupo de personas de diferentes edades.</span> <span class="attribution"><span class="source">National Park Service</span></span></figcaption></figure><p>Cuándo y cómo se asentaron los humanos por primera vez en el continente americano es un tema muy controvertido. En el siglo XX, los arqueólogos creían que los humanos <a href="https://www.smithsonianmag.com/history/the-clovis-point-and-the-discovery-of-americas-first-culture-3825828/">llegaron a Norteamérica</a> no antes de hace unos 14 000 años. </p>
<p>Pero hemos descubierto algo diferente. Nuestro último <a href="http://www.science.org/doi/10.1126/science.adh5007">estudio</a> apoya la tesis de que ya había personas en América hace unos 23 000 años.</p>
<p>Los expertos del siglo XX pensaban que la aparición de los humanos había coincidido con la formación de un corredor libre de hielo entre dos inmensas capas de hielo a caballo entre lo que hoy es Canadá y el norte de EE. UU. Según esta idea, el corredor, provocado por el deshielo al final de la última Edad de Hielo, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17838701/">permitió a los humanos adentrarse desde Alaska</a> en el corazón de Norteamérica. </p>
<p>Poco a poco, esta idea se fue desmoronando. En las últimas décadas, las fechas de los primeros indicios de la presencia humana han retrocedido de 14 000 a 16 000 años. Esto sigue siendo coherente con el hecho de que los humanos no llegaran a América hasta el final de la última Edad de Hielo.</p>
<p>En septiembre de 2021, <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.abg7586">publicamos un artículo en <em>Science</em></a> que databa las huellas fósiles descubiertas en Nuevo México en hace unos 23 000 años, el punto álgido de la última Edad de Hielo. Fueron hechas por un grupo de personas que pasaban por un antiguo lago cerca de lo que hoy es <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/White_Sands_National_Park">White Sands</a>. El descubrimiento añade 7 000 años al registro de la presencia humana en el continente, reescribiendo la prehistoria americana. </p>
<p>Si los humanos estaban en América en el apogeo de la última Edad de Hielo, o bien el hielo planteaba pocas barreras a su paso o llevaban allí mucho más tiempo. Tal vez llegaron al continente durante un periodo anterior de deshielo. </p>
<p>Nuestras conclusiones fueron criticadas. Sin embargo, ahora hemos publicado pruebas que confirman las primeras fechas.</p>
<h2>Datación del polen</h2>
<p>Para mucha gente, la palabra polen evoca un verano de alergias y estornudos. Pero el polen fosilizado puede ser una poderosa herramienta científica. </p>
<p>En nuestro estudio de 2021, llevamos a cabo la datación por radiocarbono de semillas de gramíneas comunes encontradas en capas de sedimentos por encima y por debajo de donde se hallaron las huellas. La datación por radiocarbono se basa en cómo una forma particular –llamada isótopo– del carbono (carbono-14) sufre una desintegración radiactiva en organismos que han muerto en los últimos 50 000 años.</p>
<p>Algunos investigadores afirmaron que las fechas de radiocarbono de nuestra investigación de 2021 eran demasiado antiguas porque estaban sujetas al <a href="https://heritagesciencejournal.springeropen.com/articles/10.1186/2050-7445-1-24">llamado efecto “agua dura”</a>. El agua contiene sales de carbonato y, por tanto, carbono. El agua dura es agua subterránea que ha estado aislada de la atmósfera durante algún tiempo, lo que significa que parte de su carbono-14 ya ha sufrido desintegración radiactiva. </p>
<p>Según los críticos, las semillas de <em>Ruppia maritima</em>, una planta acuática común en las acequias, podrían haber consumido agua antigua, alterando las fechas de forma que parecieran anteriores.</p>
<p>Es muy acertado que plantearan esta cuestión. Esta es la forma en que la ciencia debe proceder, con afirmaciones y reconvenciones.</p>
<h2>¿Cómo comprobamos nuestras conclusiones?</h2>
<p>La datación por radiocarbono es robusta y bien entendida. Se puede datar de este modo cualquier tipo de materia orgánica siempre que se disponga de suficiente cantidad. Así que dos miembros de nuestro equipo, Kathleen Springer y Jeff Pigati, del Servicio Geológico de Estados Unidos, se dispusieron a datar los granos de polen. Sin embargo, los granos de polen son muy pequeños, de unos 0,005 milímetros de diámetro, por lo que se necesitan muchos.</p>
<p>Esto planteaba un enorme reto: se necesitan miles de ellos para obtener suficiente carbono para datar algo. De hecho, se necesitan 70 000 granos o más.</p>
<p>La ciencia médica aportó una solución extraordinaria a nuestro desafío. Utilizamos una técnica llamada citometría de flujo, que se utiliza más comúnmente para contar y tomar muestras de células humanas individuales, para contar y aislar polen fósil para la datación por radiocarbono. </p>
<p>La citometría de flujo aprovecha las propiedades fluorescentes de las células, estimuladas por un láser. Estas células se mueven a través de una corriente de líquido. La fluorescencia hace que se abra una compuerta, lo que permite desviar, muestrear y concentrar células individuales en el flujo de líquido.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/551051/original/file-20230928-25-iu74im.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Ilustración de granos de polen." src="https://images.theconversation.com/files/551051/original/file-20230928-25-iu74im.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/551051/original/file-20230928-25-iu74im.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/551051/original/file-20230928-25-iu74im.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/551051/original/file-20230928-25-iu74im.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/551051/original/file-20230928-25-iu74im.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/551051/original/file-20230928-25-iu74im.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/551051/original/file-20230928-25-iu74im.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El polen puede ser una herramienta útil para datar pruebas de asentamientos humanos.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-illustration/pollen-grains-different-plants-3d-illustration-1479353525">Kateryna Kon / Shutterstock</a></span>
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<p>Tenemos granos de polen en todas las capas de sedimentos entre las huellas de White Sands, lo que nos permite datarlas. La principal ventaja de disponer de tanto polen es que se pueden seleccionar plantas como los pinos, que no se ven afectadas por el agua antigua. Nuestras muestras se procesaron para concentrar el polen que contenían mediante citometría de flujo. </p>
<p>Tras un año o más de laborioso y costoso trabajo de laboratorio, obtuvimos como recompensa unas fechas basadas en el polen de los pinos que validaban la cronología original de las huellas. También demostraron que los antiguos efectos del agua estaban ausentes en este yacimiento. </p>
<p>El polen nos permitió asimismo reconstruir la vegetación que crecía cuando las personas dejaron las huellas. Obtuvimos exactamente los tipos de plantas que esperaríamos que hubieran existido durante la Edad de Hielo en Nuevo México. </p>
<p>Un dato interesante es que utilizamos una técnica de datación diferente <a href="https://www.nature.com/articles/s43586-021-00068-5">llamada luminiscencia ópticamente estimulada</a> (OSL, por sus siglas inglesas) como comprobación independiente. La OSL se basa en la acumulación de energía en el interior de granos de cuarzo enterrados a lo largo del tiempo. Esta energía procede de la radiación de fondo que nos rodea.</p>
<p>Cuanta más energía encontremos, más antiguos podremos suponer que son los granos de cuarzo. Esta energía se libera cuando el cuarzo se expone a la luz, por lo que lo que se está datando es la última vez que los granos de cuarzo vieron la luz del sol.</p>
<p>Para tomar muestras del cuarzo enterrado se introducen tubos metálicos en el sedimento y se extraen con cuidado para evitar exponerlos a la luz. Se toman granos de cuarzo del centro del tubo, se exponen a la luz en el laboratorio y se mide la luz emitida por los granos. Esto revela su edad. Las fechas obtenidas mediante OSL corroboraron las que habíamos obtenido con otras técnicas.</p>
<p>Los diminutos granos de polen y una maravillosa tecnología médica nos ayudaron a confirmar las fechas en que se dejaron las huellas y, por ende, cuándo llegaron los humanos a América.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/215316/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Matthew Robert Bennett recibe financiación del Consejo de Investigaciones de Arte y Humanidades del Reino Unido.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Sally Christine Reynolds recibe financiación del Consejo de Investigaciones de Arte y Humanidades del Reino Unido.</span></em></p>Las fechas de los primeros asentamientos en las Américas es un área de la arqueología enormemente controvertida.Matthew Robert Bennett, Professor of Environmental and Geographical Sciences, Bournemouth UniversitySally Christine Reynolds, Associate Professor in Hominin Palaeoecology, Bournemouth UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2138592023-09-20T13:38:59Z2023-09-20T13:38:59ZLos lingüistas han identificado un nuevo dialecto del inglés que está surgiendo en el sur de Florida<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/548937/original/file-20230607-23-bbcsrb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C9%2C2171%2C1548&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Si viajas a Miami, puede que oigas a la gente decir "bájate del coche" en vez de "bájate del coche".</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/protesters-hang-out-the-window-of-a-car-on-flagler-street-news-photo/51091597?adppopup=true">Miami Herald/Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>“We got down from the car and went inside” (nos bajamos del auto y entramos).</p>
<p>“I made the line to pay for groceries” (hice la cola para pagar la comida).</p>
<p>“He made a party to celebrate his son’s birthday” (hizo una fiesta para celebrar el cumpleaños de su hijo).</p>
<p>Estas frases pueden sonar raras para los oídos de la mayoría de los estadounidenses de habla anglosajona.</p>
<p>Sin embargo, en Miami se han integrado en el lenguaje local.</p>
<p>Según <a href="https://news.fiu.edu/2023/get-down-from-the-car-miami-dialect">la investigación que publiqué recientemente</a>, estas expresiones y muchas otras forman parte de un nuevo dialecto que se está formando en Florida del Sur.</p>
<p>Esta variedad lingüística proviene del contacto sistemático entre hablantes de español e inglés, sobre todo a partir de las traducciones directas del español.</p>
<h2>Cuando el francés encontró el inglés</h2>
<p>Aunque hables inglés y vivas en Miami o en cualquier otro lugar, es probable que no sepas a ciencia cierta de dónde provienen las palabras que usas a diario.</p>
<p>Quizá sepas que un número limitado de palabras, generalmente alimentos, como “sriracha” o “croissant” son préstamos lingüísticos de otros idiomas. Sin embargo, hay muchas más palabras prestadas de lo que imaginas.</p>
<p>De hecho, están por doquier en el vocabulario inglés y español: “<a href="https://en.wiktionary.org/wiki/pajamas">pijamas</a>” proviene del hindi; “<a href="https://animalia.bio/arabian-gazelle">gacela</a>” del árabe a través del francés y “<a href="https://es.wiktionary.org/wiki/tsunami">tsunami</a>” del japonés.</p>
<p>Los préstamos lingüísticos generalmente se gestan en las mentes y el discurso de los hablantes bilingües, quienes terminan moviéndose entre diferentes lugares y culturas. Suele suceder cuando eventos como las guerras, el colonialismo, el exilio político, la inmigración o el cambio climático ponen en contacto a personas que pertenecen a diferentes grupos lingüísticos.</p>
<p>Cuando ese contacto se mantiene durante un período de tiempo prolongado, a través de décadas que abarcan varias generaciones o incluso más, las estructuras de los idiomas se van entremezclando y los hablantes comienzan a compartir sus respectivos vocabularios.</p>
<p>Una confluencia bilingüe cambió la trayectoria del idioma inglés. <a href="https://www.britannica.com/event/Norman-Conquest">En 1066</a>, los franceses normandos, liderados por Guillermo el Conquistador, invadieron Inglaterra dando lugar a lo que ahora se conoce como “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conquista_normanda_de_Inglaterra">la conquista normanda</a>”.</p>
<p>Poco después, la clase dominante francófona reemplazó a la aristocracia de habla anglosajona y durante aproximadamente 200 años, las élites de Inglaterra, incluidos los reyes, hicieron sus negocios en francés.</p>
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<img alt="Ilustración en color descolorida de soldados y tropas heridos." src="https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Ilustración del siglo XVIII de la batalla de Hastings, que inició la conquista normanda de Inglaterra en 1066.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/the-battle-of-hastings-found-in-the-collection-of-british-news-photo/520722235?adppopup=true">Heritage Images/Hulton Fine Art Collection via Getty Images</a></span>
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</figure>
<p>El inglés realmente nunca caló entre la aristocracia, pero dado que los sirvientes y las clases medias necesitaban comunicarse con los aristócratas y que se producían matrimonios entre personas de diferentes clases sociales, las palabras francesas se fueron filtrando a través de la jerarquía social y en el idioma.</p>
<p>Durante ese período, el inglés asumió <a href="https://medium.com/english-language-faq/how-many-french-words-are-there-in-english-how-did-they-get-there-538f54ea016b">más de 10 000 préstamos lingüísticos</a> del francés, principalmente en las áreas dominadas por la aristocracia: las artes, el ejército, la medicina, el derecho y la religión. Las palabras del vocabulario inglés que hoy nos parecen básicas e incluso fundamentales fueron tomadas del francés hace apenas 800 años, tal es el caso de príncipe, gobierno, administración, libertad, corte, oración, juez, justicia, literatura, música y poesía, por solo mencionar algunas.</p>
<h2>El encuentro del español con el inglés en Miami</h2>
<p>Avanzamos rápidamente hasta nuestros días para descubrir que en Miami se está produciendo una forma similar de contacto lingüístico entre el español y el inglés desde que terminó <a href="https://journals.openedition.org/etudescaribeennes/21355">la Revolución Cubana</a> en 1959.</p>
<p>En los años posteriores a la revolución, cientos de miles de cubanos abandonaron la isla poniendo rumbo a Florida del Sur, preparando el escenario para lo que se convertiría en una de las convergencias lingüísticas más importantes de toda América.</p>
<p>Hoy en día, la gran mayoría de la población es bilingüe. En 2010, más del 65% de la población del condado de Miami-Dade se identificó como hispana o latina, y en los grandes municipios de Doral y Hialeah esa <a href="https://www.academia.edu/15765243/Multilingual_Miami_Trends_in_Sociolinguistic_Research">cifra asciende al 80 y 95%</a>, respectivamente.</p>
<p>Por supuesto, identificarse como latino no es sinónimo de hablar español, ya que entre los cubanoamericanos de segunda y tercera generación se ha producido una pérdida del idioma. Pero el punto es que en Miami se habla mucho español e inglés.</p>
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<img alt="Foto en blanco y negro de cubanos caminando por la playa con equipaje y niños." src="https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Refugiados cubanos en la isla de Cay Sal esperan a que los guardacostas estadounidenses los lleven a Florida en 1962.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/cuban-refugees-on-sal-cay-waiting-for-us-coast-guard-to-news-photo/50679206?adppopup=true">Lynn Pelham/Getty Images</a></span>
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<p>Las personas bilingües forman parte de esa mezcla. Algunos son más competentes en español y otros hablan inglés con soltura, pero todos juntos navegan por el complejo contexto sociolingüístico de Florida del Sur, sabiendo cuándo y con quién usar cada idioma, así como el momento adecuado para mezclarlos.</p>
<p>Cuando el primer gran grupo de cubanos llegó a Miami a raíz de la revolución hicieron precisamente eso, siguiendo dos caminos.</p>
<p>Primero, las personas alternaban entre el español y el inglés, a veces dentro de la misma oración o frase. Eso preparó el escenario para la presencia duradera del español en Florida del Sur, así como para la aparición de lo que algunas personas llaman “<a href="http://www.ub.edu/diccionarilinguistica/print/350">spanglish</a>”.</p>
<p>En segundo lugar, a medida que las personas aprendían inglés, tendían a traducir literalmente del español. Estas traducciones son un tipo de préstamo especial que los lingüistas llaman “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Calco_sem%C3%A1ntico">calcos</a>”.</p>
<p>Los calcos están por doquier en el idioma inglés.</p>
<p>La palabra “dandelion”, por ejemplo, es una flor que crece en Europa central y cuando los alemanes se dieron cuenta de que no tenían una palabra para nombrarla, buscaron libros de botánica escritos en latín, <a href="https://www.etymonline.com/word/dandelion">en los que la llamaban dens lionis</a> o “diente de león”. Los alemanes tomaron prestado ese concepto y llamaron a la flor “<a href="https://en.wiktionary.org/wiki/L%C3%B6wenzahn">löwenzahn</a>”, una traducción literal de “diente de león”. Los franceses tampoco tenían una palabra para la flor, por lo que también tomaron prestado el concepto de “diente de león”, calcándolo como “<a href="https://www.theguardian.com/science/2012/may/25/plantwatch-dandelions-hawthorn-sunshine">dent de lion</a>”. Los ingleses, que tampoco tenían una palabra para esta flor, escucharon el término francés sin entenderlo y lo tomaron prestado adaptando “dent de lion” al inglés, llamándolo “dandelion”.</p>
<h2>El surgimiento de una nueva jerga</h2>
<p>En Miami está ocurriendo exactamente ese tipo de fenómenos.</p>
<p>Como parte de mi investigación en curso con estudiantes y colegas sobre la forma de hablar inglés en Miami, realicé <a href="https://www.jbe-platform.com/content/journals/10.1075/eww.22036.car">un estudio</a> con la lingüista <a href="https://buffalo.academia.edu/KristenDAlessandroMerii">Kristen D'Allessandro Merii</a> para documentar los calcos de origen español en el idioma inglés que se utilizan en Florida del Sur.</p>
<p>Encontramos varios tipos de traducciones con préstamos lingüísticos.</p>
<p>Había “<a href="https://pureenglish.org/2012/05/06/calques-loan-translations/">calcos léxicos literales</a>”, una traducción directa, palabra por palabra.</p>
<p>Por ejemplo, encontramos que las personas usan expresiones como “get down from the car” (bájate del auto) en lugar de “get out of the car” (sal del auto), la cual se basa en la frase en español “bajar del carro”. Como “bajar” significa “to get down”, tiene sentido que muchos miamenses piensen que “salir” de un vehículo sea “getting down” y no “getting out”.</p>
<p>Los lugareños a menudo también dicen “married with”, como por ejemplo: “Alex got married with José” porque se basan en la expresión en español “casarse con”, que traducen literalmente como “married with” en lugar de “married to” en voz pasiva. También dicen “make a party” porque es una traducción literal de la frase en español “hacer una fiesta” en lugar de “have a party”.</p>
<p>Además, encontramos “<a href="https://langeek.co/en/grammar/course/359/loan-words-and-calque">calcos semánticos</a>” o traducciones de significado. En español, “carne”, que se traduce como “meat”, puede referirse tanto a la carne en general como a un tipo específico, la de res. Por tanto, descubrimos que cuando los hablantes locales dicen “meat” se refieren específicamente a la “carne de res” usando frases como “quiero una empanada de carne y dos empanadas de pollo”.</p>
<p>Y luego encontramos los “calcos fonéticos”, o la traducción de ciertos sonidos.</p>
<p>“Thanks God” es una frase común en Miami que proviene de “gracias a Dios”. En este caso, los hablantes transfieren la “s” al final de “gracias” y la aplican a la forma inglesa.</p>
<h2>Los nacidos en Miami también adoptan los calcos</h2>
<p>Descubrimos que algunas expresiones eran propias únicamente de la generación inmigrante, por ejemplo: “throw a photo” para decir “tirar una foto”, como una variación de “take a photo” (tomar una foto).</p>
<p>Sin embargo, otras expresiones eran comunes entre los nacidos en Miami, un grupo que suele ser bilingüe pero cuyo idioma principal es el inglés.</p>
<p>En un experimento, pedimos a los miamenses y a personas de otras partes de Estados Unidos que analizaran expresiones locales como “married with” junto a versiones no locales, como “married to”. Ambos grupos consideraron aceptables las versiones no locales. No obstante, los miamenses valoraron de manera más favorable la mayoría de las expresiones locales que las personas de otros lugares.</p>
<p>“El lenguaje siempre está cambiando”, es una verdad de Perogrullo, la mayoría de la gente sabe que el inglés antiguo es radicalmente diferente del inglés moderno, o que el inglés que se habla en Londres es diferente del inglés de Nueva Delhi, Nueva York, Sídney y Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.</p>
<p>Pero es raro que nos detengamos a pensar en cómo se producen esos cambios o que reflexionemos sobre el origen de los dialectos y las palabras.</p>
<p>“Get down from the car”, al igual que “dandelion”, es un recordatorio de que cada palabra y expresión tienen una historia.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por ¡Yahoo!</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213859/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Phillip M. Carter no recibe salario, ejerce labores de consultoría, posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pudiera beneficiarse de este artículo, y ha declarado carecer de afiliaciones relevantes además de su cargo académico.</span></em></p>Surgió del contacto continuado con hispanohablantes nativos que traducían directamente frases del español al inglés, una forma de préstamo lingüístico denominada “calcos”.Phillip M. Carter, Professor of Linguistics and English, Florida International UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2098122023-08-17T17:38:47Z2023-08-17T17:38:47Z¿Cómo afecta la inteligencia artificial a nuestra comprensión de la historia?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/539808/original/file-20230727-21-f1sfds.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=20%2C11%2C1897%2C1526&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Una versión de 'La libertad guiando al pueblo', de Delacroix.</span> <span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>Con el desarrollo de la inteligencia artificial y las imágenes generadas por dicha tecnología que inundan las redes surgen varias preguntas. ¿Qué peso puede tener la cada vez más abundante presencia de este tipo de imágenes en nuestra comprensión de la historia? ¿Cómo va a influir esta en la visión que la sociedad va construyendo de la historia? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias para la enseñanza de la historia en las escuelas?</p>
<p>Analicemos brevemente los intríngulis de esta relación.</p>
<h2>¿Un problema del siglo XXI?</h2>
<p>Ante la alarma existente, se ha de recordar un aspecto que se considera clave: la generación de imágenes para ilustrar hechos de la historia siempre ha existido. Cuando Velázquez pintó <a href="https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/las-lanzas-o-la-rendicion-de-breda/0cc7577a-51d9-44fd-b4d5-4dba8d9cb13a"><em>La rendición de Breda</em></a> o cuando Goya recreó <a href="https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/el-3-de-mayo-en-madrid-o-los-fusilamientos/5e177409-2993-4240-97fb-847a02c6496c"><em>Los fusilamientos</em></a> del 3 de mayo en Madrid había una intencionalidad y una narrativa. Cuando en España se piensa en estos episodios nuestra memoria tira de estas imágenes, generadas, en este caso, por inteligencia humana. </p>
<p>¿Pero son estas una representación del pasado? ¿Hasta qué punto este se parecía a lo que estas obras maestras muestran? Es cierto que Velázquez y Goya eran contemporáneos a los hechos que narraban, pero eso no evitaba su sesgo o su posicionamiento (o el de sus mecenas), que influía en cómo eran representados los hechos.</p>
<p>Más destacable todavía es cuando ciertas obras de arte se realizan siglos después de los hechos que describen pero se constituyen como representaciones fidedignas del pasado en nuestra memoria. ¿Qué sucede si se habla de la rendición de Granada? ¿Qué imagen nos viene a la cabeza cuando hay que imaginarse a Colón llegando a América?</p>
<p>Inmediatamente aparece en nuestra mente una escena nítida del hecho, que posee muchas concomitancias con las pinturas históricas del siglo XIX, utilizadas hasta la saciedad en libros de texto, de divulgación o en redes.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/538109/original/file-20230718-27-cak4fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Pintura que muestra a un hombre musulmán a caballo, seguido de unos pocos fieles, y un rey hispano con un ejército detrás, mientras se ve la ciudad de Granada al fondo." src="https://images.theconversation.com/files/538109/original/file-20230718-27-cak4fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538109/original/file-20230718-27-cak4fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=384&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538109/original/file-20230718-27-cak4fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=384&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538109/original/file-20230718-27-cak4fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=384&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538109/original/file-20230718-27-cak4fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=483&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538109/original/file-20230718-27-cak4fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=483&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538109/original/file-20230718-27-cak4fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=483&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"><em>La Rendición de Granada</em>, realizada por Francisco Pradilla y Ortiz en 1882.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:La_Rendici%C3%B3n_de_Granada_-_Pradilla.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/538111/original/file-20230718-19-oza1jj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="La escena representa a un navegante, Colón, de rodillas en la costa, alzando una bandera y rodeado de su tripulación, entre la que se encuentra un sacerdote que alza un crucifijo." src="https://images.theconversation.com/files/538111/original/file-20230718-19-oza1jj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538111/original/file-20230718-19-oza1jj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=363&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538111/original/file-20230718-19-oza1jj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=363&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538111/original/file-20230718-19-oza1jj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=363&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538111/original/file-20230718-19-oza1jj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=456&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538111/original/file-20230718-19-oza1jj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=456&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538111/original/file-20230718-19-oza1jj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=456&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"><em>Desembarco de Colón</em>, de Dióscoro Puebla, 1862.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/primer-desembarco-de-cristobal-colon-en-america/fe9c76e5-eae5-4586-9adb-83b8c92cbdce">Museo del Prado</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Pintadas casi cuatro siglos después, poco tienen que ver con los acontecimientos que tratan de representar. En su creación, los pintores se nutrían de la memoria colectiva que la sociedad conservaba de esas hazañas o hechos y, principalmente, del mensaje que se quería narrar: la exaltación de personajes e hitos clave para la narración maestra de una nación, <a href="https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-12762005000200002">del origen y desarrollo de la nacionalidad española</a>. </p>
<p>Volvemos a hablar, pues, de imágenes generadas por inteligencia humana con una clara intencionalidad narrativa. </p>
<h2>¿Fotografías fieles?</h2>
<p>Pero no es necesario irse tan lejos en el tiempo: la fotografía, método de documentación gráfica de sucesos y noticias por excelencia, tampoco es inocente. Está determinada igualmente por el fin narrativo del fotógrafo: ¿qué dejo dentro del encuadre? ¿Qué momento selecciono? ¿Qué tonalidades utilizo? Nada queda al azar. </p>
<p>Y, sin embargo, todos estos documentos (fuentes de la historia) han sido consumidos acríticamente durante décadas, como testimonios reales del pasado, <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1174/113564008784490389">como fotografías exactas de lo que aconteció</a>, y asumidas en nuestra memoria sin demasiadas reticencias.</p>
<h2>¿Hay mayor riesgo?</h2>
<p>El riesgo ahora, con la llegada de la inteligencia artificial, es que la generación de este tipo de imágenes (intencionadas, sesgadas y parciales) es mucho más fácil y está en manos de todo el mundo: es masivo. Todos lo podemos hacer. Ya no hay que tener habilidades excepcionales. Con un ordenador o un móvil es suficiente. Y esto, claramente, va a tener una repercusión directa en cómo se recrea el pasado, cómo se comprende la historia y <a href="https://theconversation.com/pasado-memoria-o-historia-que-ensenamos-186481">cómo se construye la memoria</a>.</p>
<p>En efecto, tal y como muestra la investigación, lo visual (ya sea cine, TV, videojuegos o, ahora, la IA) incide claramente en aquello que se recuerda, la memoria, y posee un <a href="http://clio.rediris.es/n41/articulos/Egeaarias2015.pdf">gran peso en el aprendizaje de la historia</a>. Supera incluso a aquello que se lee o se aprende en las aulas. </p>
<p>Por tanto, la afluencia masiva de imágenes va a tener un claro efecto en esa comprensión del pasado. Influirá en la manera de pensar sobre ciertos temas, máxime si se tiene en cuenta que alguna de estas imágenes será creada expresamente para generar opinión y desinformación. Y es que el poder de la imagen en la conformación del conocimiento es destacable, como demuestran <a href="https://revistascientificas.us.es/index.php/fuentes/article/view/8493">algunas investigaciones</a>.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1637927681734987777"}"></div></p>
<h2>Ser conscientes</h2>
<p>Hay una ventaja clara: la sociedad es cada vez más consciente de la facilidad con la que se generan imágenes que poco (o nada) se corresponden con la realidad. Esa mirada naíf y realista sobre lo iconográfico, lo pictórico, lo visual, está cambiando y evolucionando hacia una mirada crítica, incluso incrédula. </p>
<p>Ahora es más habitual esa duda sistemática en relación con la veracidad de las imágenes que llegan, de los datos que se consumen. Como se ha señalado, esto no era demasiado frecuente anteriormente y se tendía hacia un consumo acrítico de lo visual.</p>
<h2>Impacto en la manera de enseñar historia</h2>
<p>Está claro que esta es una problemática a abordar en las lecciones de historia. El análisis crítico de las fuentes visuales para fomentar esa mirada crítica comentada va a tener que cobrar un especial protagonismo.</p>
<p>Pero, la irrupción de la inteligencia artificial, y no solo las imágenes que genera, van a obligar a la <a href="https://theconversation.com/como-evaluar-a-los-estudiantes-en-tiempos-de-chatgpt-206371">transformación radical de la enseñanza</a>. En materias tan ligadas a la memorización y reproducción de contenidos esa metamorfosis es urgente. Ya no tendrá sentido hacer un trabajo escrito que incite al parafraseo. Mediante la IA, y con un solo clic, el estudiante tendrá una respuesta bastante convincente del problema o pregunta planteada.</p>
<p>Esto abre una puerta evidente a una revolución en todas las materias pero, sobre todo, en la enseñanza de la historia. Y algunos podrían pensar que la IA puede hacer peligrar la propia existencia de la disciplina en las escuelas. Al contrario, es en esta materia escolar donde se encuentra parte de la solución a este desafío: el desarrollo del pensamiento crítico en los estudiantes, ciudadanos en formación al fin y al cabo.</p>
<p>La historia es una disciplina que está ligada, precisamente, a la incorporación de estrategias activas, reflexivas, de indagación, de trabajo y contraste de fuentes, y está llamada a convertirse en <a href="https://theconversation.com/la-historia-y-la-memorizacion-un-castigo-eterno-174295">la respuesta a este desafío</a>. Ante la desinformación, más historia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/209812/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>El poder de las imágenes es indiscutible en nuestra percepción de los hechos históricos. Con la IA y las imágenes manipuladas, se vuelve todavía más importante alcanzar una mirada analítica y crítica.Laura Arias Ferrer, Profesora de Didáctica de las Ciencias Sociales, Universidad de MurciaAlejandro Egea Vivancos, Profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales, Universidad de MurciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2066902023-08-15T19:45:41Z2023-08-15T19:45:41ZLa importancia de referentes e historias africanas y afrodescendientes en la escuela<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/540983/original/file-20230803-25-vaf69k.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=17%2C0%2C1879%2C1063&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Fotograma del videoclip de 'Apeshit', de Beyoncé y Jay Z, en la que ambos bajan la escalinata del Louvre delante de la Victoria de Samotracia.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.youtube.com/watch?v=kbMqWXnpXcA&list=PLkJFPU6U8Ir7tiTHSxiGffZUhgcolfC4c">Beyoncé/YouTube</a></span></figcaption></figure><p>Hace unos años me propuse deconstruir la enseñanza de la Historia del Arte y la cultura museística en la formación inicial docente utilizando el videoclip de la canción “<a href="https://youtu.be/kbMqWXnpXcA?list=PLkJFPU6U8Ir7tiTHSxiGffZUhgcolfC4c">Apeshit</a>”. En él, los cantantes Beyoncé y JayZ, como afrodescendientes, reivindican su lugar en la Historia. Lo hacen apareciendo desafiantes en el Museo del Louvre, uno de los espacios más representativos de la cultura eurocéntrica. </p>
<figure>
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<figcaption><span class="caption">Apeshit, de Beyonce y JayZ.</span></figcaption>
</figure>
<p>El videoclip es tan impactante que, en apenas unos minutos, el alumnado es capaz de entender que, efectivamente existe una injusticia social derivada del “peligro de la historia única” del que nos hablaba la escritora nigeriana <a href="https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/37053-libro-el-peligro-de-la-historia-unica-9788439733928">Chimamanda Ngozie Adichie</a>. </p>
<p>Algunas alumnas, futuras profesoras, no se sentían identificadas con ese empoderamiento femenino mostrado en “Apeshit”, haciendo alusión a que no constituía su lucha. Otras estudiantes, en cambio, sí sentían que podían encontrarse en las reivindicaciones de las mujeres afroamericanas y que tenía sentido para ellas reescribir la historia en femenino (o <em>herstory</em>, en inglés).</p>
<p>Así fue como una poderosa y mediática Beyoncé se convertía en una referente negra también para las mujeres blancas. Su videoclip constituyó el despertar de una doble visión androcéntrica y etnocéntrica.</p>
<h2>Feminismo y color de piel</h2>
<p>¿Por qué fue importante esto? En primer lugar, porque como explica la pensadora bell hooks (quien escribe su nombre en minúsculas) en <a href="https://www.consonni.org/es/publicacion/acaso-no-soy-yo-una-mujer"><em>¿Acaso no soy yo una mujer? Mujeres negras y feminismo</em></a>, la palabra mujer es sinónimo de mujer blanca, “porque a las mujeres de otras razas se las percibe como ‘las otras’, como seres deshumanizados que no encajan bajo la categoría de mujer”. </p>
<p>El título del libro hace referencia al discurso “Ain’t I a Woman?” de la activista y abolicionista <a href="https://www.thesojournertruthproject.com/">Sojourner Truth</a>, pronunciado en la Convención de Akron en 1851. Esta respuesta contundente contra los hombres que negaban el derecho al voto de las mujeres por ser el sexo débil también supuso, como señaló la filósofa <a href="https://www.penguinrandomhouse.com/books/37354/women-race-and-class-by-angela-y-davis/">Angela Davis</a>, la forma de denunciar las actitudes racistas de las mujeres blancas hacia sus hermanas negras. </p>
<p>Si, cuando aborda la enseñanza del movimiento sufragista, el currículum incluyera también el sexismo y el racismo que sufrieron las mujeres negras que lucharon por la conquista del voto femenino, las alumnas y los alumnos podrían evitar una formación feminista hegemónica que llegue a obviar su “<a href="https://nationalseedproject.org/images/documents/Knapsack_plus_Notes-Peggy_McIntosh.pdf">privilegio blanco</a>”. </p>
<h2>Un enfoque interseccional</h2>
<p>Por este motivo es útil contemplar un currículum con enfoque interseccional, que analice y aborde las desigualdades sociales e identifique la intersección de sistemas de dominación y opresión, atendiendo a distintas categorías como el género, la raza, la clase social, la orientación sexual, la edad, la diversidad funcional… </p>
<p>Como la teórica <a href="https://www.jstor.org/stable/1229039">Kimberlé Crenshaw</a> explica, las experiencias de las mujeres de color no se pueden comprender si no tenemos en cuenta que son resultado de la intersección de una doble discriminación racista y sexista.</p>
<h2>Representación y concienciación</h2>
<p>La inclusión de referentes africanos y afrodescendientes en el currículum es fundamental además para que alumnado de esas procedencias y culturas se sienta representado y, por tanto, reconocido y respetado. </p>
<p>La historiadora y educadora artística afroespañola Julia Cabrera <a href="https://afrofeminas.com/2021/04/08/el-dano-de-la-educacion-racista-y-sus-consecuencias/">relata</a> cómo la ausencia de referentes pudo ser un factor clave ante su lucha contra el acoso escolar racial que sufrió en educación secundaria: </p>
<blockquote>
<p>“Comencé a odiar mi pelo como nunca antes había hecho. Hasta ese momento me lo escondía en moños, coletas o con diademas grandes. Desde entonces, solo quería alisármelo, hacer desaparecer cualquier rasgo de burla: mis raíces afrodescendientes. Sin referentes ni cercanos ni lejanos fue mi caída libre y en picado”. </p>
</blockquote>
<p>El testimonio de Julia Cabrera muestra situaciones racistas que se siguen repitiendo en los centros escolares. El reciente <a href="https://www.anar.org/wp-content/uploads/2022/09/IV-estudio-acoso-escolar-La-Opinion-de-los-estudiantes_2021-22.pdf"><em>IV Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos</em></a> alerta del incremento de las agresiones por aspecto físico, cultura y religión. </p>
<p>El <a href="https://sosracismo.eu/wp-content/uploads/2023/06/informe-racismo-def-1.pdf"><em>Informe sobre el Racismo en el Estado Español</em></a> alerta sobre las dificultades encontradas para que los centros escolares reconozcan los casos de violencia verbal o física por motivos racistas como acoso escolar. De hecho, un informe de la <a href="https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000366483">UNESCO</a>, en 2019, ya exponía que la segunda razón más común por la que hay riesgo de ser víctima de acoso en el ámbito escolar está relacionada con la raza, la nacionalidad o el color de la piel. </p>
<h2>Referentes e historias que son nuestras</h2>
<p>Y es así como surge <a href="https://www.youtube.com/watch?v=CRRLN3qEvpE">ALFRABETICAM</a>, un proyecto de investigación educativa de la Universidad de Málaga, que busca hacer reflexionar al profesorado sobre la importancia de dotar de referentes e historias africanas y afrodescendientes al alumnado. </p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/CRRLN3qEvpE?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
</figure>
<p>Nos proponíamos que el futuro profesorado se diese cuenta de que no hay que esperar a que haya estudiantes procedentes del continente africano en sus aulas para hablar de África. Los referentes e historias africanas son también nuestros. </p>
<p>Recientemente, SOS Racismo Madrid presentaba <a href="https://www.sosracismomadrid.es/informe-de-investigacion-aprendiendo-racismo-racismo-estructural-en-libros-de-texto/">un informe</a> que denunciaba cómo los libros de texto de Ciencias Sociales de Educación Secundaria Obligatoria favorecían el racismo estructural, al legitimar la superioridad europea, excluir la responsabilidad histórica de España ante la esclavitud y el colonialismo, e invisibilizar las culturas que no se reconocían en la hegemonía eurocéntrica. </p>
<h2>Prejucios y retos</h2>
<p>Nuestro proyecto se plantea la posible relación entre el desconocimiento de África y los prejuicios raciales. Además, hay que añadir el perjuicio que supone haber estudiado una visión estereotipada de África. </p>
<p>En este sentido, es conveniente mencionar el magnífico proyecto de innovación educativa <a href="https://www.gobiernodecanarias.org/educacion/web/programas-redes-educativas/convocatorias/proyecto-de-innovacion-ensenar-africa/"><em>Enseñar África. Una mirada en positivo</em></a>, que pretende desmontar esa imagen de África como “un lugar de hermosos paisajes y animales, y gente que libran guerras sin sentido y mueren de pobreza y SIDA, esperando ser salvados por un extranjero blanco y gentil”, <a href="https://www.ted.com/talks/chimamanda_ngozi_adichie_the_danger_of_a_single_story">como decía</a> Chimamanda Ngozie Adichie. </p>
<p>Cuando planteamos la necesidad de abordar África en el currículum, algunas de las manifestaciones del futuro profesorado evidenciaban las dificultades del proyecto: </p>
<blockquote>
<p>“No hay tiempo para enseñar África, habrá que priorizar el aprendizaje de los hitos más importantes de la Historia”. </p>
<p>“¿Es que ahora no se va a poder hablar de colonización?”</p>
<p>“¿Por qué se molestan por llamarles negros, si a mí no me incomoda que me llamen blanca?”</p>
<p>“Si se quieren integrar que aprendan nuestras costumbres”.</p>
</blockquote>
<p>Con la intención de modificar estos planteamientos, ALFRABETICAM persigue la formación de competencias interculturales del profesorado y el reconocimiento de una historia compartida europea y africana, sin olvidar la enorme importancia de enseñar la responsabilidad europea en las problemáticas por las que atraviesa el continente africano.</p>
<h2>Legado andalusí-afroandaluz</h2>
<p>Con este proyecto, nos propusimos iniciar el desarrollo de experiencias didácticas que reconocieran el legado patrimonial andalusí-afroandaluz, centrado no sólo en referentes reconocibles, sino también en su intrahistoria. </p>
<p>Es así como surge la creación de los <a href="https://www.uma.es/sala-de-prensa/noticias/alumnado-del-grado-en-educacion-primaria-participa-en-un-proyecto-que-promueve-la-diversidad-cultural/"><em>Itinerarios patrimoniales andalusíes. Una visión diferente de Málaga</em></a> por parte de estudiantes de la asignatura de Didáctica del Patrimonio y de la Cultura Andaluza del Grado en Educación Primaria, dirigido al Aula de Mayores de la Universidad de Málaga. </p>
<p>De esta manera, partiendo de la deconstrucción de la visión etnocéntrica de nuestra historia local, el alumnado, como futuro profesorado, se siente comprometido con la importancia de visibilizar esas otras historias. Conocerlas les permitirá situarse como agentes clave en la prevención del acoso escolar racista y la lucha contra la violencia, la discriminación, la xenofobia y la intolerancia en las escuelas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/206690/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Laura Triviño Cabrera recibe financiación de la Universidad de Málaga, a través del proyecto de investigación ALFRABETICAM: "El legado patrimonial andalusí y afroandaluz ante la Agenda 2030: Investigación curricular y alfabetización multimodal del profesorado" (Referencia: B3-2022_10).</span></em></p>Además de fomentar el respeto y evitar la violencia racista, una mirada más profunda al continente africano y su historia permite una visión más justa de la historia y del feminismo.Laura Triviño Cabrera, Profesora Titular de Didáctica de las Ciencias Sociales, Universidad de MálagaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2096102023-07-19T18:10:17Z2023-07-19T18:10:17ZPancho Villa: ¿héroe o villano?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/538044/original/file-20230718-19-y8xfr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=76%2C85%2C2824%2C2007&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Fotografía que muestra al general Francisco "Pancho" Villa (1877-1923) a caballo, durante la Revolución Mexicana.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.loc.gov/item/2014695586/">Bain Collection/Library of Congress</a></span></figcaption></figure><p>Desde su muerte hace ahora cien años, la figura del revolucionario mexicano Pancho Villa ha sido idealizada y demonizada tras un escrutinio de sus actos y sus consecuencias. </p>
<p>Pero ¿quién fue realmente Doroteo Arango? </p>
<p>Nos remontamos a más de 150 años atrás. En el último cuarto del siglo XIX en México ascendió al poder el dictador Porfirio Díaz, quien estableció unas reformas políticas y económicas perjudiciales para gran parte de los ciudadanos. Fueron poco más de treinta años de inversiones extranjeras que incursionaron a lo largo y ancho del territorio para explotar los recursos minerales y naturales del país. </p>
<p>Su bandera política y económica fue la idea de “progreso”. Además, hizo todo tipo de concesiones a terratenientes y, por ende, provocó carencias y maltrato a gran parte de la población mexicana, tanto en lo rural como en las grandes ciudades.</p>
<h2>Origen del Centauro de Norte</h2>
<p>Doroteo Arango Arámbula nació el 5 de junio de 1878 en la población de Coyotada, municipio de San Juan del Río Durango, al noroeste de México. Su llegada al mundo coincidió prácticamente con el también naciente gobierno porfirista (que se inició en 1876).</p>
<p>Debido al maltrato que recibió desde su infancia por parte de los hacendados –algo propio del comportamiento de esas familias acaudaladas–, creció con odio. Se sabe que entre los 16 y 23 años tuvo una vida errante y que conoció la cárcel.</p>
<p>Para apaciguar su conducta, que no era tan correcta para los tiempos porfirianos, entró algunos meses en el ejército y desertó. Fue perseguido por las autoridades de su terruño y se vio en la necesidad de cambiar su nombre por el de Francisco Villa. En la época anterior a la revolución realizó varios oficios como los de bandido, gallero, albañil y criador de caballos. Gracias a su personalidad carismática tuvo muchas amistades y compadrazgos.</p>
<p>El 20 de noviembre de 1910 se inició la Revolución mexicana. El entonces gobernador de Chihuahua, Abraham González, invitó a Villa a participar y lo nombró capitán.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/538043/original/file-20230718-7745-chgk9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un hombre con gorro y cartuchos de escopeta a cuestas posa mirando a cámara." src="https://images.theconversation.com/files/538043/original/file-20230718-7745-chgk9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538043/original/file-20230718-7745-chgk9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=438&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538043/original/file-20230718-7745-chgk9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=438&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538043/original/file-20230718-7745-chgk9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=438&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538043/original/file-20230718-7745-chgk9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538043/original/file-20230718-7745-chgk9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538043/original/file-20230718-7745-chgk9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Pancho Villa (1877-1923), general revolucionario mexicano, posiblemente en la toma de Ciudad Juárez, Chihuahua, que tuvo lugar el 8 de mayo de 1911.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.loc.gov/item/2014689241/">Bain Collection / Library of Congress</a></span>
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<h2>La Revolución de norte a sur</h2>
<p>El que inició el movimiento político y armado en el norte del país fue <a href="https://www.gob.mx/epn/es/articulos/francisco-i-madero-1873-1913">Francisco I. Madero</a>. </p>
<p>Nacido en Parras de la Fuente, Coahuila, era hijo de una acaudalada familia de agricultores. Estudió en Estados Unidos y Francia, donde se inclinó mucho por la filosofía y el espiritismo. Durante su carrera política luchó por el voto y la libertad. </p>
<p>El 5 de octubre de 1910 llamó a derrocar al dictador Porfirio Díaz y al día siguiente propagó el conocido como <a href="https://www.cndh.org.mx/noticia/se-promulga-el-plan-de-san-luis-potosi-con-el-lema-sufragio-efectivo-no-reeleccion">Plan de San Luis</a>, en el que manifestó el rechazó a la reelección y la voluntad de establecer un sistema económico más justo.</p>
<p>La lucha tenía como objetivo alcanzar una democracia genuina, libertad e igualdad, así como mayores derechos sociales y una reforma agraria a favor de los campesinos para desterrar los latifundios de terratenientes nacionales y extranjeros. Como adelantamos, el 20 de noviembre el pueblo, convocado por Madero, se levantó en armas. </p>
<p>Mientras tanto, por el lado sur del país se alzó el caudillo <a href="https://www.gob.mx/siap/articulos/emiliano-zapata-a-107-anos-de-conmemorar-el-inicio-de-la-revolucion-mexicana?idiom=es">Emiliano Zapata</a>. Al igual que el resto de la población mexicana de escasos recursos y de filiación indígena, había padecido maltratos y abusos. Y ya desde años atrás luchaba por la repartición justa de las tierras contra los hacendados azucareros. </p>
<p>En 1911 Zapata declaró el <a href="https://lugares.inah.gob.mx/es/museos-inah/exposiciones/14264-1544-plan-de-ayala,-bandera-del-zapatismo.html?expo_id=11574">Plan de Ayala</a>. Este consistía en restituir a los pueblos originales las tierras que les habían sido arrebatadas por hacendados, terratenientes y caciques en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Morelos">Estado de Morelos</a>. </p>
<p>Tras el derrocamiento del dictador y el ascenso al poder de Madero, el Plan de San Luis no se había llevado a la práctica –especialmente la parte de devolverle la tierra a quien la trabajaba–. Por ello, Zapata rechazó la autoridad al grito de “justicia, democracia y libertad”.</p>
<h2>El héroe Pancho Villa</h2>
<p>Mientras esto sucedía en el sur, en el norte, inicialmente a las órdenes de Madero, el tercer personaje en discordia, el gran líder revolucionario mexicano y uno de los grandes protagonistas de esa época, había también tomado las armas: Francisco “Pancho” Villa. </p>
<p>Villa trabajaba a favor de las principales ideas del movimiento: impulsar la educación, lograr el trato justo a los obreros, repartir equitativamente el agua, abolir la oligarquía, apoyar económicamente a huérfanos y madres solteras, expropiar los bienes de hacendados y oligarcas y hacer cumplir el Plan de San Luis.</p>
<p>Lideró un ejército conocido como la “División del Norte” que rápidamente se convirtió en una fuerza formidable que superaba los 15 000 efectivos, a menudo de gente popular. Las tropas se destacaron por su ferocidad y eficacia en el combate y Villa fue conocido por su carácter impulsivo y su estrategia militar audaz. </p>
<p>Fue popular más allá de sus fronteras. Incluso hasta el punto de que <a href="https://www.mexicodesconocido.com.mx/la-vez-que-pancho-villa-fue-un-actor-de-hollywood.html">la productora de cine Mutual Film Corporation de D. W. Griffith firmó un contrato con él</a> en 1914 para seguirle en su día a día. La película se estrenó bajo el título de <em>The Life of General Villa</em>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/538042/original/file-20230718-19-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Pancho Villa en el centro rodeado de soldados vestidos como él." src="https://images.theconversation.com/files/538042/original/file-20230718-19-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538042/original/file-20230718-19-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=436&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538042/original/file-20230718-19-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=436&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538042/original/file-20230718-19-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=436&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538042/original/file-20230718-19-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=548&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538042/original/file-20230718-19-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=548&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538042/original/file-20230718-19-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=548&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Foto de Francisco ‘Pancho’ Villa (en la X), Calixto Contreras (4º por la izquierda) y Fidel Avila (3º por la derecha), en la Hacienda de Bustillos, Chihuahua (1911).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://loc.getarchive.net/media/pancho-villa-and-staff-eaa9d7">Bain Collection / Library of Congress</a></span>
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<p>Pancho Villa <a href="https://books.google.es/books/about/The_Life_and_Times_of_Pancho_Villa.html?id=XAIcq6AJ3OwC&redir_esc=y">fue un líder carismático</a> que ganó el apoyo de las clases populares y de los campesinos. En México es considerado como un defensor de los derechos de los pobres y fue conocido por su estilo de vida sencillo y su disposición a compartir la riqueza que obtenía de sus conquistas militares.</p>
<h2>Pancho Villa en la Historia</h2>
<p>Villa <a href="https://www.elheraldodechihuahua.com.mx/cultura/muerte-de-francisco-villa-entre-la-traicion-y-conspiracion-8621192.html">fue asesinado</a> el 20 de julio de 1923 en Hidalgo del Parral, Chihuahua, por un grupo de 15 hombres que lo esperaban ocultos para emboscarlo y acribillarlo con una ráfaga de balazos mientras pasaba en su automóvil. </p>
<p>Aunque su papel en la Revolución lo convirtió en una figura emblemática de la historia de México, su imagen es muy debatida entre los estudiosos de su vida. </p>
<p>La biografía de Villa ha sido muy estudiada y la interpretación como héroe o villano varía según las perspectivas de quienes lo analizan. Para unos fue <a href="https://books.google.es/books/about/Pancho_Villa.html?id=Z61VAAAAMAAJ&redir_esc=y">un defensor de los derechos de los campesinos y obreros</a>, así como un luchador por la justicia social y la redistribución de la tierra. Otros estudian su participación en actos de violencia y crímenes de guerra, como saqueos, asesinatos (por ejemplo, <a href="https://www.colson.edu.mx/nota.aspx?nx=3341">la masacre en San Pedro de la Cueva</a>, en donde Villa y su ejército asesinaron a más de 80 personas) y <a href="https://www.revistahistoriaygrafia.com.mx/index.php/HyG/article/view/346">violaciones</a>. </p>
<p>Aunque no cabe la menor duda de que Pancho Villa es un personaje que vive en el imaginario como una versión del “Robin Hood mexicano”, la historiografía trabaja para investigar qué es cierto y qué es mito alrededor de su figura.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/209610/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Marco Antonio Acosta Ruiz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Se cumplen 100 años de la muerte del revolucionario mexicano Pancho Villa, pero su figura, todavía legendaria, sigue siendo estudiada por los historiadores.Marco Antonio Acosta Ruiz, Profesor-Investigador Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad de GuadalajaraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2094352023-07-11T10:21:19Z2023-07-11T10:21:19ZQue el día tenga 24 horas (y no más ni menos) lo decidieron los antiguos egipcios<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/536764/original/file-20230711-25-y6x8b.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=249%2C77%2C5498%2C3266&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Techo con motivos astronómicos en el templo de Dendera, en Egipto</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/manna4u/14826645968">kairoinfo4u/Flickr</a></span></figcaption></figure><p>La relación de la humanidad con la medición del tiempo comenzó antes de que apareciera la primera palabra escrita. Por eso nos resulta difícil investigar el origen de muchas unidades de medida del tiempo. </p>
<p>Es fácil suponer que, dado que algunas de las unidades que derivan de fenómenos astronómicos son bastante fáciles de explicar, muchas culturas diferentes de todo el mundo las utilizaron de forma independiente. Es el caso de los movimientos aparentes del Sol con respecto a la Tierra, para medir la duración de un día o un año. En cuanto a la medida de los meses, se hace en función de las fases de la Luna.</p>
<p>Sin embargo, hay algunas medidas del tiempo que no están claramente relacionadas con ningún fenómeno astronómico. Dos ejemplos son la semana y la hora. </p>
<p>Una de las tradiciones escritas más antiguas, <a href="https://pcarlsberg.ku.dk/publishedtexts/">los textos jeroglíficos egipcios</a>, nos ofrecen nuevos datos sobre el origen de la hora. Al parecer, se originó en la zona del norte de África y Oriente Próximo, y se adoptó en Europa antes de extenderse por todo el mundo en la era moderna.</p>
<h2>La hora en el Antiguo Egipto</h2>
<p>Los <a href="https://doi.org/10.2307/j.ctt14jxv34">Textos de las Pirámides</a>, escritos antes del 2400 a. e. c., son los primeros escritos del Antiguo Egipto. En los ellos se incluye la palabra <em>wnwt</em> (pronunciada aproximadamente “wenut”), con un jeroglífico de una estrella asociado. De ello se deduce que <em>wnwt</em> se relaciona con la noche.</p>
<p>Para entender por qué la palabra <em>wnwt</em> se traduce como “hora”, hay que viajar hasta la ciudad de Asyut. Allí, el interior de las tapas rectangulares de madera de los ataúdes del año 2000 a. C. <a href="https://www.scientificamerican.com/article/decoding-the-star-charts-of-ancient-egypt/">se decoraban a veces con una tabla astronómica</a>. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Procesión astronómica en el techo de un templo" src="https://images.theconversation.com/files/534602/original/file-20230628-4980-4u2v1a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/534602/original/file-20230628-4980-4u2v1a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=321&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/534602/original/file-20230628-4980-4u2v1a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=321&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/534602/original/file-20230628-4980-4u2v1a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=321&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/534602/original/file-20230628-4980-4u2v1a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=404&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/534602/original/file-20230628-4980-4u2v1a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=404&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/534602/original/file-20230628-4980-4u2v1a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=404&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Sopdet y Sahu (Sirio y Orión) mostrados en las barcas de la izquierda y la derecha, respectivamente, desde la capilla oriental de Osiris en el techo del templo de Dendera.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Sarah Symons</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Esa tabla contenía columnas que representaban periodos de 10 días del año. El calendario civil egipcio tenía 12 meses, cada uno con tres “semanas” de 10 días, seguidas de cinco días de festivales. En cada columna se enumeran 12 nombres de estrellas, formando 12 filas. Toda la tabla representa los cambios en el cielo estelar a lo largo de todo un año, de forma similar a un mapa estelar moderno.</p>
<p>Pues bien, esas 12 estrellas son la primera división sistemática de la noche en 12 áreas temporales, cada una de ellas gobernada por una estrella. Sin embargo, la palabra <em>wnwt</em> nunca aparece asociada a estas tablas estelares de los ataúdes. </p>
<p>No es hasta el año 1210 a. e. c., en el <a href="https://www.britannica.com/place/ancient-Egypt/The-New-Kingdom-c-1539-1075-bce">Nuevo Reino</a> –el periodo del antiguo Egipto comprendido entre los siglos XVI y XI a. e. c.–, que se hace explícito el vínculo entre el número de filas y la palabra <em>wnwt</em>. </p>
<h2>Instrucciones astronómicas</h2>
<p>Un templo, <a href="https://openlibrary.org/books/OL13488676M/The_Osireion_at_Abydos">el Osireion de Abydos</a>, contiene abundante información astronómica, incluidas instrucciones sobre cómo hacer un reloj de sol y un texto que describe los movimientos de las estrellas. También contiene una tabla estelar de tipo ataúd en la que, de forma única, las 12 filas están etiquetadas con la palabra <em>wnwt</em>.</p>
<p>En el Reino Nuevo había 12 <em>wnwt</em> nocturnos y también 12 <em>wnwt</em> diurnos, ambos claramente medidas de tiempo. En ellos la idea de la hora está casi en su forma moderna si no fuera por dos cosas. </p>
<p>En primer lugar, aunque hay 12 horas de día y 12 horas de noche, siempre se expresan por separado, nunca juntas como un día de 24 horas. El tiempo diurno se medía utilizando las sombras proyectadas por el Sol, mientras que las horas nocturnas se medían principalmente por las estrellas. Esto sólo podía hacerse mientras el Sol y las estrellas eran visibles, respectivamente, y había dos periodos alrededor de la salida y la puesta del sol que no contenían ninguna hora. </p>
<p>En segundo lugar, el <em>wnwt</em> del Nuevo Reino y nuestra hora moderna difieren en longitud. Los relojes de sol y de agua demuestran muy claramente que la longitud del <em>wnwt</em> variaba a lo largo del año: largas horas nocturnas en torno al solsticio de invierno, largas horas diurnas en torno al solsticio de verano.</p>
<p>Para responder a la pregunta de dónde procede el número 12, tenemos que averiguar por qué se eligieron 12 estrellas por período de 10 días. Sin duda, esta elección es el verdadero origen de la hora. ¿El 12 era sólo un número conveniente? Tal vez, pero el origen de las tablas de estrellas del ataúd sugiere otra posibilidad. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/531361/original/file-20230612-206189-jorbr6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="antiguos restos de un templo egipcio en el desierto" src="https://images.theconversation.com/files/531361/original/file-20230612-206189-jorbr6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/531361/original/file-20230612-206189-jorbr6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/531361/original/file-20230612-206189-jorbr6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/531361/original/file-20230612-206189-jorbr6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/531361/original/file-20230612-206189-jorbr6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/531361/original/file-20230612-206189-jorbr6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/531361/original/file-20230612-206189-jorbr6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El templo de Osireion en Abydos, Egipto, proporcionó una gran cantidad de información astronómica.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Shutterstock</span></span>
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<h2>Estrellas cronometradoras</h2>
<p>Los antiguos egipcios optaron por utilizar la brillante estrella Sirio como modelo, y seleccionaron otras estrellas en función de su similitud de comportamiento con Sirio. El punto clave parece ser que las estrellas que usaban como cronómetro desaparecían durante 70 días al año, al igual que Sirio, aunque las otras estrellas no fueran tan brillantes. </p>
<p>Según el texto estelar de Osireion, cada 10 días desaparece una estrella parecida a Sirio y reaparece otra, durante todo el año.</p>
<p>Dependiendo de la época del año, entre 10 y 14 de estas estrellas son visibles cada noche. Si se registran a intervalos de 10 días a lo largo del año, se obtiene una tabla muy parecida a la tabla de las estrellas del ataúd. </p>
<p>Hacia el año 2000 a. e. c., la representación se hizo más esquemática que precisa <a href="http://aea.physics.mcmaster.ca/">y surgió una tabla con 12 filas</a>, lo que dio lugar a las tablas de los ataúdes que podemos ver en los museos de Egipto y otros lugares.</p>
<p>Por lo tanto, es posible que la elección de 12 como número de horas de la noche –y finalmente 24 como número total de horas desde el mediodía hasta el mediodía siguiente– esté relacionada con la elección de una semana de 10 días. </p>
<p>Así pues, nuestra hora moderna tiene su origen en una confluencia de decisiones que tuvieron lugar hace más de 4 000 años.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/209435/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Robert Cockcroft recibe fondos del Social Sciences and Humanities Research Council de Canadá.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Sarah Symons realizó investigaciones relacionadas con el tema del artículo financiadas por el Social Sciences and Humanities Research Council de Canadá y el McMaster Arts Research Board.</span></em></p>Algunas medidas del tiempo, como los meses y los años, utilizan los movimientos de la Luna y el Sol, respectivamente. Pero otras medidas del tiempo, como la hora o la semana, no están claramente relacionadas con fenómenos astronómicos.Robert Cockcroft, Assistant Professor, Physics and Astronomy, McMaster UniversitySarah Symons, Professor, Interdisciplinary Science, McMaster UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2093552023-07-10T13:10:11Z2023-07-10T13:10:11ZLa selección: que viva la arqueología<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/536603/original/file-20230710-29-8epitq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C10%2C2396%2C1584&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/es/fotos/maYwmu7f8lw">Yaopey Yong / Unsplash</a></span></figcaption></figure><p>En todos los museos arqueológicos a los que he ido a lo largo del tiempo, mi madre siempre se detiene ante las joyas prehistóricas y se asombra. Admira cómo ya entonces, con delicadeza, estética, gusto y personalidad, nuestros antepasados se dedicaban a fabricar objetos bellos para arreglarse. </p>
<p>Si nunca hubiésemos encontrado <a href="https://theconversation.com/el-collar-del-ultimo-neandertal-125285">esos collares</a>, esos pendientes o esas sortijas, no sabríamos cuánto nos parecemos a ellos, a miles de años de distancia.</p>
<p>Ya ha pasado el estreno de la quinta entrega de Indiana Jones. Ya nos hemos relajado todos del frenesí informativo que ha supuesto el retorno a la gran pantalla del arqueólogo más famoso del cine. Pero es un buen momento para destacar que, al igual que nos ha dado temas sobre los que reflexionar, Jones revitalizó el interés por una disciplina apasionante.</p>
<p>Hay mucho cuestionable en las historias de Indiana, igual que en la Historia de la arqueología. Durante demasiado tiempo se creyó que lo que los habitantes de un lugar conocían desde siempre no merecía atención hasta que era descubierto por un occidental. También se opinaba que lo encontrado pertenecía a quien lo nombraba y no a la cultura a la que daba forma e identidad. Y por eso estamos a vueltas, todavía hoy, con <a href="https://theconversation.com/la-historia-arrebatada-se-avecina-un-final-feliz-para-los-relieves-del-partenon-196948">los mármoles del Partenón</a>. </p>
<p>No solo <a href="https://theconversation.com/indiana-jones-es-un-heroe-su-inspirador-no-208164">Hiram Bingham</a>, personaje real de principios del siglo XX, en quien se basó Jones, cometió tropelías de ese estilo. Todavía hoy mucha gente sigue valorando los restos y yacimientos arqueológicos por el precio que tienen algunas de sus partes y no <a href="https://theconversation.com/por-que-los-cazatesoros-son-un-problema-para-el-patrimonio-arqueologico-subacuatico-168859">por la riqueza cultural y patrimonial que supone el todo</a>.</p>
<p>Sin embargo, hay que agradecerle a Indiana Jones, y <a href="https://theconversation.com/sylvanus-morley-el-otro-indiana-jones-207962">al idealismo creado alrededor del personaje</a>, que muchos espectadores se animasen a estudiar arqueología o historia. </p>
<p>Es cierto que las excavaciones en la vida real no suelen incluir objetos misteriosos con propiedades extraordinarias, como el Arca de la Alianza o el Santo Grial. Pero la arqueología esconde su propia magia. </p>
<p>La arqueología nos ha dado información sobre <a href="https://theconversation.com/lo-que-nos-cuenta-la-arqueologia-de-las-guerras-carlistas-182630">las guerras carlistas españolas</a>, la <a href="https://theconversation.com/eduardo-matos-moctezuma-y-el-descubrimiento-del-templo-mayor-mexica-193259">cosmovisión de los mexicas</a>, la <a href="https://theconversation.com/los-nok-el-enigmatico-origen-del-arte-africano-170733">civilización más antigua del África subsahariana</a> o <a href="https://theconversation.com/como-se-descubrio-antartida-no-fue-la-exploracion-fue-el-capitalismo-197437">el verdadero origen de las expediciones a la Antártida</a>.</p>
<p>Pero además de las cuestiones más prácticas, gracias a los estudios del pasado podemos descubrir quiénes fuimos y a dónde intentamos ir. </p>
<p>La arqueología y la antropología nos han ayudado a conocer <a href="https://theconversation.com/un-estudio-cientifico-de-las-fosas-de-la-guerra-civil-quienes-y-como-fueron-asesinados-144686">la identidad</a> de los asesinados y arrojados a fosas comunes durante guerra civil española. También sabemos que poder enterrar a nuestros seres queridos nos preocupa desde hace milenios, cuando comenzamos no solo <a href="https://theconversation.com/un-nino-recostado-delicadamente-el-primer-enterramiento-humano-de-africa-160192">a cuidar a los vivos sino también a respetar a los muertos</a>. </p>
<p>Los hallazgos prehistóricos indican que hace milenios que <a href="https://theconversation.com/descubierto-un-espectacular-conjunto-de-arte-prehistorico-que-incluye-animales-idolos-y-extranos-simbolos-197213">usamos el arte para hablar entre nosotros e intentar entendernos</a>. Aunque no tenemos clara su utilidad exacta, sabemos que los <a href="https://theconversation.com/talayots-que-son-esas-construcciones-de-piedra-que-hay-en-baleares-206962">edificios con forma de torre que podemos admirar en Baleares</a>, en las excursiones que hacemos entre las jornadas de playa, fueron en su momento mucho más que piedra y significaron un espacio de reunión para comunidades enteras. </p>
<p>Y aunque a veces <a href="https://theconversation.com/el-tren-se-llevo-por-delante-el-palacio-mas-imponente-de-la-hispania-romana-199459">hayamos destrozado de forma consciente el patrimonio</a>, también <a href="https://theconversation.com/la-mayor-expedicion-arqueologica-de-todos-los-tiempos-el-rescate-de-nubia-de-las-aguas-del-nilo-194675">hemos movido civilizaciones enteras</a> con el objetivo de proteger el pasado. </p>
<p><a href="https://theconversation.com/la-ciencia-que-estudia-nuestro-pasado-reescribe-nuestro-presente-cada-vez-mas-deprisa-129679">El pasado nunca se ha acercado tanto a nuestro presente</a>. Cuidémoslo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/209355/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
En todos los museos arqueológicos a los que he ido a lo largo del tiempo, mi madre siempre se detiene ante las joyas prehistóricas y se asombra. Admira cómo ya entonces, con delicadeza, estética, gusto…Claudia Lorenzo Rubiera, Cultura y The Conversation Europe, The Conversation EspañaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2090582023-07-06T17:40:18Z2023-07-06T17:40:18ZLas guerras del siglo XX: una historia de ruptura entre el hombre y su entorno<p>Hacer la guerra es una <a href="https://theconversation.com/le-retour-de-la-guerre-confirme-en-creux-que-lhistoire-est-bel-et-bien-finie-178909">actividad humana</a> muy antigua y <a href="https://theconversation.com/quand-larcheologie-enquete-sur-lorigine-de-la-violence-organisee-149382">violenta</a>; un uso de la fuerza, generalmente armada, entre varias comunidades organizadas, clanes, facciones o Estados para obligar a la parte contraria a someterse a su voluntad. Es, según la definición del teórico de la guerra <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/De_la_guerre">Carl von Clausewitz</a>, “un acto de violencia cuyo objeto es obligar al adversario a doblegarse a nuestra voluntad”. En este sentido, “la guerra no es más que la continuación de la política por otros medios”, “un choque de voluntades y medios”.</p>
<p>Como se libra sobre el terreno, y más en general en los espacios –el “teatro de las operaciones”–, la guerra tiene su propio entorno con el que mantiene relaciones múltiples y cambiantes: lo modifica a medida que se desarrolla.</p>
<p>Los militares han buscado desde el principio sacar provecho táctico del entorno para la ejecución de las operaciones militares, siempre analizando lo que es beneficioso o perjudicial para las mismas.</p>
<h2>Impactos que van <em>in crescendo</em></h2>
<p>Históricamente, los cambios medioambientales asociados a los enfrentamientos armados fueron locales y superficiales durante mucho tiempo, limitándose los combates a zonas geográficas restringidas, durante cortos periodos de tiempo y con la participación de un número limitado de combatientes que utilizaban principalmente armas blancas o armas de fuego portátiles y una artillería rudimentaria sin proyectiles explosivos. </p>
<p>Durante mucho tiempo, la guerra se libró mediante “<a href="https://www.seuil.com/ouvrage/combattre-stephane-audoin-rouzeau/9782020975087">incursiones en territorio enemigo</a>”, mediante emboscadas.</p>
<p>Pero la magnitud y la diversidad de las consecuencias medioambientales de la guerra no han dejado de aumentar con el incremento de la violencia bélica, el tamaño de los ejércitos implicados y, sobre todo, la potencia de las armas, que también se han diversificado y especializado.</p>
<p>Un primer umbral en la brutalidad de la guerra se cruzó con las guerras napoleónicas del siglo XIX, que inauguraron la <a href="https://www.decitre.fr/livres/mondes-en-guerre-9782379332470.html">masificación de la guerra</a>, con los primeros enfrentamientos a gran escala entre ejércitos nacionales cuya mano de obra procedía en parte del servicio militar obligatorio.</p>
<p>La tecnificación de la guerra, iniciada a finales del siglo XIX bajo el impulso del progreso tecnológico y del armamento, y la utilización masiva de este arsenal de potencia sin precedentes, marcaron con la Primera Guerra Mundial (1914-1918), conocida como la Gran Guerra, la entrada <a href="https://www.sudoc.abes.fr/cbs/xslt//DB=2.1/SET=2/TTL=1/SHW?FRST=1">en la era de la guerra mecanizada moderna</a>.</p>
<h2>La Gran Guerra, un momento decisivo</h2>
<p>La <a href="https://theconversation.com/1920-2020-cent-ans-apres-les-munitions-de-la-grande-guerre-polluent-toujours-nos-sols-134268">Gran Guerra</a> supuso la primera ruptura antropológica en la relación entre el ser humano y su entorno, que nunca antes se había visto tan profunda y permanentemente alterada en tan corto espacio de tiempo. A partir de entonces, la guerra se convirtió en un factor de antropización de los entornos.</p>
<p>Esta guerra, de una violencia medioambiental sin precedentes, fue total, ganada o perdida en el frente o en la retaguardia invirtiendo también todos los compartimentos del medio ambiente: el aire, los mares, el suelo y el subsuelo, las llanuras y las montañas.</p>
<p>Fue también un punto de inflexión en el acto bélico. La mayor de todas las guerras de máquinas y materiales, dominada en gran medida por la artillería, también fue incorpórea: nos <a href="https://www.seuil.com/ouvrage/combattre-stephane-audoin-rouzeau/9782020975087">matamos a distancia sin vernos</a>. La Gran Guerra fue la catástrofe inaugural de un siglo XX bárbaro.</p>
<p>Durante las dos guerras mundiales, la huella medioambiental, <a href="https://www.researchgate.net/publication/232897171_The_long-term_effects_of_explosive_munitions_on_the_WWI_battlefield_surface_of_Verdun_France">cuando es conocida y sobre todo visible</a>, fue una consecuencia colateral de la contienda: el combatiente era el objetivo, no el entorno en el que se desenvolvía.</p>
<h2>Vietnam, el medio ambiente en el punto de mira</h2>
<p>Fue con la guerra de Vietnam (1955-1975) y la Guerra Fría cuando el medio ambiente se convirtió en objetivo deliberado de la acción militar <a href="https://www.researchgate.net/publication/232897171_The_long-term_effects_of_explosive_munitions_on_the_WWI_battlefield_surface_of_Verdun_France">para desalojar al combatiente</a>.</p>
<p>La invisibilidad defensiva del soldado de la Gran Guerra en sus trincheras dio paso, en batallas cada vez más tecnológicas, a tácticas basadas en la hipervisibilidad del enemigo mediante la eliminación de elementos ambientales susceptibles de ocultarle: cámaras térmicas contra la oscuridad, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Agente_Naranja">agentes defoliantes</a> y un manto de bombas contra la selva en Vietnam, el uso de fósforo blanco para quemar bosques durante la guerra de 2020 en Nagorno-Karabaj… Todo porque el ojo electrónico del avión no tripulado necesita ver para disparar.</p>
<p>Pero fue también en Vietnam donde los efectos medioambientales de la guerra se hicieron brutalmente visibles para millones de telespectadores y lectores.</p>
<h2>El nacimiento del ecocidio</h2>
<p>El nombre y el concepto de <a href="https://theconversation.com/ecocidio-justicia-para-las-victimas-del-crimen-ambiental-152260"><em>ecocidio</em></a> nacieron de esta toma de conciencia, en el contexto más amplio de las críticas a la intervención militar estadounidense en Vietnam.</p>
<p>En <a href="https://nzetc.victoria.ac.nz/tm/scholarly/tei-Salient34141971-t1-body-d12.html"><em>Ecocide in Indochina</em></a> (1970), Barry Weisberg lo define como una estrategia destinada a destruir al enemigo, en parte atacándolo, pero también atacando todo su entorno natural, aquello que le permite sobrevivir.</p>
<p>Las secuelas medioambientales de la guerra son una realidad inequívoca. La magnitud y la tipología de estos cambios están estrechamente ligadas a la intensidad de los combates, a su densidad (la violencia de los combates en una zona geográfica restringida), a su dinámica (la evolución espacial y temporal de los campos de batalla), a la potencia de las armas y a los compartimentos medioambientales ocupados por las fuerzas armadas (suelo, subsuelo, agua y aire).</p>
<p>Pocos fenómenos geomorfológicos, ya sean estrictamente geológicos y/o biogeomorfológicos –la acción de los organismos vivos sobre el paisaje–, son capaces, como la guerra moderna, de modificar y perturbar de forma duradera el medio ambiente en un periodo tan corto y con tal magnitud.</p>
<h2>Consecuencias aún poco conocidas</h2>
<p>Los estudios medioambientales e históricos para establecer vínculos entre los cambios en el estado normal del medio ambiente –o incluso la contaminación– y los grandes conflictos armados siguen siendo locales, irregulares y aún incipientes.</p>
<p>Hoy, apenas nos estamos dando cuenta de la importancia de los más de cien años de huellas dejadas por la Primera Guerra Mundial en los suelos y aguas subterráneas, mientras Europa se ve sacudida desde el 24 de febrero de 2022 por un <a href="https://theconversation.com/es/topics/guerra-rusia-ucrania-117059">conflicto interestatal de alta intensidad</a> y de una brutalidad nunca vista desde la Segunda Guerra Mundial. Una guerra de agresión de Rusia contra un Estado soberano, Ucrania, con una fisonomía que creíamos relegada al pasado.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/209058/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Daniel Hubé ne travaille pas, ne conseille pas, ne possède pas de parts, ne reçoit pas de fonds d'une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n'a déclaré aucune autre affiliation que son organisme de recherche.</span></em></p>Las consecuencias de los conflictos armados sobre el medio ambiente han adquirido una nueva dimensión en el siglo XX con la tecnificación de la guerra.Daniel Hubé, Ingénieur environnementaliste, BRGMLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2058032023-06-20T18:20:51Z2023-06-20T18:20:51ZUn viaje al pasado: la Antigüedad clásica en América Latina<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/531273/original/file-20230612-84653-qtkkvi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=10%2C10%2C3384%2C2453&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El Templo de Isis en Pompeya. Grabado realizado por Francesco Piranesi, coloreado a mano por Louis Jean Desprez, 1788. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.clevelandart.org/art/2001.19">The Cleveland Museum of Art.</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>En 2019, el Parque Arqueológico de Pompeya recibió la visita de <a href="http://pompeiisites.org/parco-archeologico-di-pompei/dati-visitatori/">3 800 000 turistas, 200 000 más que en 2018</a>. Pese al notable descenso del turismo ocasionado por la pandemia, en 2022 llegaron más de 2 900 000 visitantes. Las cifras del 2023 parecen apuntar a que se igualará o incluso se podrán superar los registros prepandemia. Por su parte, <a href="https://www.statistics.gr/documents/20181/b54295a5-3d98-9371-cee6-af2a084f0e82">la Autoridad Estadística Helénica contabilizó en septiembre de 2022 más de 1 500 000 visitantes en la totalidad de sus doce sitios arqueológicos registrados</a>.</p>
<p>Igual que estos turistas, <a href="https://ojs.ehu.eus/index.php/Veleia/article/view/20752">cientos de viajeros pertenecientes a la aristocracia europea estuvieron interesados desde el siglo XVIII en conocer el yacimiento napolitano</a>. Su descubrimiento, llevado a cabo en 1748 por Carlos de Borbón, posteriormente conocido como Carlos III, llamó significativamente la atención entre la élite de la época. Esto se debió a que las pinturas y los objetos hallados permitían a los visitantes conocer la vida cotidiana del imperio romano, una civilización antigua que algunos admiraban y que para otros generaba curiosidad.</p>
<p>Los avances tecnológicos, particularmente en medios de transporte, fruto de la Revolución Industrial facilitaron a lo largo del siglo XIX que el grupo de visitantes se ampliara. También algunos miembros de la burguesía europea y americana, educados bajo los ideales de la cultura clásica, llegaron a admirar los restos de un pasado del cual se consideraban herederos o que relacionaban con cierto prestigio intelectual. </p>
<p>En Latinoamérica, cientos de viajeros procedentes principalmente de México, Colombia, Argentina y Chile atravesaron el Atlántico y dejaron por escrito sus experiencias en correspondencia privada, diarios y periódicos. A través de estas fuentes podemos analizar la recepción y el eco social de la antigüedad clásica en la región.</p>
<h2>El viaje americano a la Antigüedad</h2>
<p>El relato de viaje fue un género literario muy popular en el siglo XIX debido al auge del turismo. Este fenómeno permitió que un reducido grupo de personas se movilizara entre países y continentes y, al regresar a su punto de partida, se animaran a escribir un texto sobre su travesía. </p>
<p>Los relatos de autores como el poeta y dramaturgo alemán <a href="https://www.google.es/books/edition/Viaje_a_Italia/3dAMAQAAIAAJ?hl=es&gbpv=1&printsec=frontcover">Goethe</a> o el escritor norteamericano <a href="https://edicionesdelviento.es/es/viento-simun/103-guia-para-viajeros-inocentes.html">Mark Twain</a> fueron muy populares en su época, y llegaron a convertirse en itinerarios para otros viajeros. No obstante, las narraciones de viajes escritas por latinoamericanos permanecieron en las sombras debido, tal vez, a que hasta hace relativamente poco se consideró a la región como un espacio de exploración más y no como un espacio de exploradores. </p>
<p>Sin embargo, <a href="https://www.lerma.it/libro/9788891328205">investigaciones recientes</a> han puesto de manifiesto la existencia de un importante número de viajeros y viajeras que visitaron desde mediados del siglo XIX Europa, Estados Unidos, Oriente Próximo y, en menor medida, Asia, y dejaron por escrito el testimonio de su periplo. </p>
<p>Son múltiples los perfiles de los viajeros –clérigos, diplomáticos, estudiantes, comerciantes y turistas que visitaron Nueva York, París o Londres–, pero es destacable la presencia de lugares relacionados con la antigüedad clásica como Itálica en España, Marsella en Francia o Pompeya en Italia.</p>
<p>No es casualidad que visitaran estos sitios. La antigüedad clásica fue una constante en los programas académicos de los antiguos virreinatos para aprender sobre historia y ciencia, y durante los procesos de independencia se usaron en los discursos políticos autores como Cicerón o Licurgo para justificar la creación de las nuevas repúblicas. </p>
<h2>Influencia en la arquitectura y el arte decorativo</h2>
<p>Incluso durante la conformación de las naciones latinoamericanas, los edificios de gobierno adoptaron diseños que evocaban el mundo grecorromano, como columnas, templetes, frisos o mosaicos, para romper con el pasado colonial y exponer el establecimiento de un modelo político libre y civilizado. </p>
<p>Por tanto, no resulta extraño que quisieran conocer el mundo material de civilizaciones que habían estado tan presentes en sus vidas de múltiples formas. </p>
<p>El arte decorativo fue otra vía para acercarse al pasado. Algunos de los viajeros que habían visitado Pompeya y que habían admirado y posteriormente descrito lugares reconocidos por su rica ornamentación, como la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_de_los_Vettii">casa de los Vetti</a> o del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_del_Poeta_Tr%C3%A1gico">Poeta Trágico</a>, decoraron sus hogares con los motivos de estas estancias. </p>
<p>Para muchos otros, incluir esas decoraciones, así como otras que se asociaban con el mundo clásico, fue una forma de proclamarse como herederos de la clase y el buen gusto, tal y como hicieron <a href="https://humanidadesdigitales.uc3m.es/s/ripomphei/item/60424">Maximiano Errázuriz Valdivieso en Chile</a> o la <a href="https://humanidadesdigitales.uc3m.es/s/ripomphei/item/56666">familia De Teresa, en México</a>.</p>
<p><div data-react-class="InstagramEmbed" data-react-props="{"url":"https://www.instagram.com/p/BVvgzUhlcC0/?utm_source=ig_web_copy_link","accessToken":"127105130696839|b4b75090c9688d81dfd245afe6052f20"}"></div></p>
<h2>Mujeres viajeras</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/532252/original/file-20230615-19-u98cyj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Portada del libro _Viajes por España e Italia_, de María Teresa de Arrubla, edición de 1886." src="https://images.theconversation.com/files/532252/original/file-20230615-19-u98cyj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/532252/original/file-20230615-19-u98cyj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=883&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/532252/original/file-20230615-19-u98cyj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=883&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/532252/original/file-20230615-19-u98cyj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=883&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/532252/original/file-20230615-19-u98cyj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1109&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/532252/original/file-20230615-19-u98cyj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1109&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/532252/original/file-20230615-19-u98cyj.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1109&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Portada del libro <em>Viajes por España e Italia</em>, de María Teresa de Arrubla, edición de 1886.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://books.google.es/books?id=U3s2AQAAMAAJ&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false">Google Books</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Las viajeras también encontraron en la antigüedad una forma de validación intelectual. Escritoras como <a href="https://www.cervantesvirtual.com/portales/clorinda_matto_de_turner/autor_apunte/">Clorinda Matto de Turner</a> en Argentina o <a href="https://books.google.es/books/about/Viajes_por_Espa%C3%B1a_%C3%A9_Italia.html?id=U3s2AQAAMAAJ&redir_esc=y">María Teresa de Arrubla</a> en Colombia <a href="https://e-archivo.uc3m.es/handle/10016/37388">expusieron a través de sus textos su conocimiento sobre la antigüedad clásica</a>, así como también cuestionaron los códigos morales de la época. </p>
<p>Para Turner, el arte erótico resguardado en el Gabinete Secreto de Pompeya no implicaba mayor misterio entendido en su contexto. Para Arrubla, Roma podía ser admirada sin contradicciones tanto desde el punto de vista histórico como religioso. </p>
<p>En definitiva, el mundo clásico fue decisivo en la configuración de la región. Su pervivencia se distingue claramente hoy en día en textos como los relatos de viaje y las decoraciones de edificios públicos y residencias privadas. </p>
<p>Pero, además, sirvió como modelo político y sociocultural a las diversas sociedades latinoamericanas que, en pleno proceso de construcción nacional, viajaron al pasado para buscar un modelo de belleza, orden y progreso que les permitiera convertirse en ciudadanos de un nuevo mundo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/205803/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Laura Buitrago forma parte del proyecto ANTIMO (“La Antigüedad modernizada: Grecia y Roma al servicio de la idea de civilización, orden y progreso en España y Latinoamérica”) PID2021-123745NB-I00, financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033 y por FEDER Una manera de hacer Europa. </span></em></p>Madame de Staël, Thomas Jefferson y Francis Bacon visitaron Atenas, Pompeya y Herculano. ¿También lo hicieron personalidades latinoamericanas?Laura Daniela Buitrago Santana, Contratada Predoctoral, Universidad Carlos IIILicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2047062023-06-04T19:07:20Z2023-06-04T19:07:20Z¿Se puede medir mediante palabras el sufrimiento por una guerra medieval?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/525220/original/file-20230509-16-aqf149.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=22%2C5%2C1885%2C1310&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">'La prisión del príncipe de Viana', de Emilio Sala. La obra representa el momento en que el joven príncipe Carlos de Viana (1421-1461), que era hijo del rey Juan II de Aragón y hermanastro del rey Fernando II de Aragón, fue mandado encerrar en prisión por orden de su padre.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/la-prision-del-principe-de-viana/df32a68e-2e34-43ef-bb35-6b80c9696c58?searchid=c2b64bb1-cfe9-0348-c868-c4e43f71aee0">Museo del Prado</a></span></figcaption></figure><p><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Juego_de_tronos"><em>Juego de Tronos</em></a> popularizó el fenómeno de las luchas nobiliarias propias del último tramo de la Edad Media. Su autor se inspiró en el enfrentamiento entre las familias York y Lancaster (Stark/Lannister, en la popular saga), de la llamada <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_las_Dos_Rosas">Guerra de las Dos Rosas</a>. Pero el fenómeno fue común en toda Europa, que conoció en el siglo XV un periodo de guerras civiles a pequeña y gran escala en diferentes territorios. </p>
<p>En el reino de Navarra, al norte de la Península Ibérica, esto se concretó en el enfrentamiento entre los bandos agramontés y beaumontés, que agrupaban a diferentes linajes, divididos en función de sus afinidades a diferentes candidatos al trono, y de sus amistades y enemistades dentro del sector nobiliario. </p>
<p>Los agramonteses se agruparon en torno a las familias Peralta y Navarra, y apoyaron desde 1450 al rey Juan II, viudo de la reina propietaria Blanca I (fallecida en 1441), cuyo linaje era castellano y aragonés, pero no navarro. Mientras tanto, los beaumonteses, agrupados en torno a la familia Beaumont, defendieron los derechos al trono del hijo de Juan II y Blanca I, Carlos, príncipe de Viana, verdadero heredero del linaje regio navarro.</p>
<h2>Aportar algo diferente a la historia</h2>
<p>Los historiadores, en la actualidad, nos enfrentamos a la necesidad de mejorar las interpretaciones sobre el pasado, pero partimos realmente de los mismos documentos escritos que ya utilizaron antes que nosotros otros historiadores de prestigio. Para aportar algo diferente sobre lo que ellos dedujeron y explicaron hoy contamos, primero, con nuevos enfoques teóricos y, en segundo lugar, con nuevas herramientas tecnológicas.</p>
<p>Los nuevos enfoques teóricos nos permiten hacer preguntas novedosas, con la pretensión de ir más allá de la simple (o no tan simple) reconstrucción cronológica de unos hechos. En el caso de los estudios sobre la guerra o la violencia en general, esto se traduce en que nos preguntemos por la responsabilidad de los hechos violentos: ¿Quién agitó la espada? ¿Quién recibió los golpes? ¿Cuál fue la intensidad de la violencia? ¿Podemos medirla?</p>
<p>En cuanto a las herramientas tecnológicas, estas nos permiten trabajar de forma automática con los documentos medievales. Para ello, debemos convertirlos en un texto digital (un archivo de Word o similar), bien tecleándolos a mano o bien leyéndolos en voz alta con un software de dictado. </p>
<p>Cuando contamos con un corpus importante de documentos transcritos (50, 100… o más), pasamos a tener en nuestro ordenador archivos que contienen miles de palabras que podemos codificar mediante un sencillo etiquetado. A partir de ahí, su exportación a un formato diferente (en forma de tabla, en Excel, por ejemplo), mediante un sencillo <em>copiar y pegar</em>, nos permite convertir el texto en una gran base de datos con miles y miles de palabras que, desde ese preciso momento, podríamos contabilizar para analizarlas estadísticamente.</p>
<h2>La lucha en la Navarra del siglo XV</h2>
<p>Si hemos etiquetado de manera correcta cada documento, indicando su fecha, su procedencia (lugar y bando nobiliario, por ejemplo), podremos preguntar a nuestra nueva base de datos sobre los diferentes hechos violentos. ¿Cuántas veces aparece la palabra <em>muerte</em>? ¿En qué periodo hubo más muertes? ¿Qué bando provocó más? ¿Cuántos hechos violentos documentamos?</p>
<p>Hasta el momento, este tipo de metodologías nos han permitido conocer mejor la evolución del conflicto civil navarro que tuvo lugar entre 1450 y 1522, como se verá en un trabajo de próxima publicación. </p>
<p>Hemos podido detectar un primer periodo que podemos definir como “guerra dinástica” (1350-1364), por el uso sistemático de la palabra <em>obediencia</em> (una obediencia dividida, hacia el Príncipe de Viana o hacia su padre, Juan II). </p>
<p>El segundo periodo puede considerarse una época de “lucha de bandos” (1464-1493), en el que detectamos el predominio de la palabra <em>adherencia</em>, o adhesión voluntaria a un bando o a otro. </p>
<p>Finalmente, hemos denominado al último periodo “guerra de Estado” (1494-1507), al recuperarse el concepto de <em>obediencia</em>, pero de una única obediencia (a los entonces ya únicos reyes posibles, Juan III y Catalina I), es decir, sin la aceptación de las dos posibles obediencias antagónicas del inicio.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/525221/original/file-20230509-23-cb6wh6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un hombre yace muerto y rodeado de hombres que le miran." src="https://images.theconversation.com/files/525221/original/file-20230509-23-cb6wh6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/525221/original/file-20230509-23-cb6wh6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/525221/original/file-20230509-23-cb6wh6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/525221/original/file-20230509-23-cb6wh6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/525221/original/file-20230509-23-cb6wh6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/525221/original/file-20230509-23-cb6wh6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/525221/original/file-20230509-23-cb6wh6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"><em>Muerte del príncipe de Viana</em>, de Vicente Poveda y Juan.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/muerte-del-principe-de-viana/1627f182-a089-498b-8852-e761ae66a2f6?searchid=05105757-a9b7-6cb8-341f-d74c589f606c">Museo del Prado</a></span>
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<h2>Seguir el rastro de los adjetivos</h2>
<p>Cuando tratamos de depurar responsabilidades de los hechos violentos, podemos contabilizar el número de veces que un personaje o un colectivo es nombrado junto a una queja, una acusación o junto a un adjetivo peyorativo (<em>traidor</em>, <em>malvado</em>, <em>secuaz</em>, <em>malhechor</em>…). </p>
<p>De igual modo, podremos ponderar los discursos pacifistas (existentes también en esta época), contabilizando el número de veces que la palabra <em>paz</em> aparece en nuestro corpus, para demostrar que toda esta violencia se realizó en contra de unos principios morales dominantes (tomados de la filosofía clásica y del pensamiento cristiano), que condenaban la crueldad de algunos hechos. </p>
<p>Entre estos se encuentra el asesinato del obispo Nicolás de Echávarri a manos de Pierres de Peralta, que causó escándalo en la época por ser la víctima un eclesiástico de alto rango, por un lado, y producirse en un periodo de tregua, por otro. </p>
<p>También tuvieron gran impacto los castigos especialmente crueles (<em>cruel</em>, <em>crudelísimo</em>), como los cometidos por el conde de Lerín en Mendavia al torturar a varios vecinos. En una comunicación fechada el 16 de diciembre de 1494, el sacerdote de Mendavia, Martín Miguel, solicitaba ayuda a los reyes de Navarra declarando que los detenidos acabaron “como aquellos que en vida están soterrados y viviendo mueren”.</p>
<p>Por medio de la edición digital de fuentes escritas y de su tratamiento con metodologías lexicométricas como las anteriormente mencionadas, <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6835895">podemos aportar demostraciones inequívocas</a> sobre la extensión del uso de una palabra (o incluso de un campo semántico entero), a lo largo del tiempo y la extensión de un territorio. Esto se hace en función de los descriptores temporales y geográficos que definamos y de su representación gráfica o cartográfica.</p>
<p>Así que volvemos a nuestra pregunta inicial: ¿podemos medir el sufrimiento de nuestros antepasados medievales en la guerra civil entre agramonteses y beaumonteses? La respuesta honesta es reconocer que no, puesto que no contamos con la posibilidad de realizar mediciones o elaborar encuestas objetivas en el pasado. Sin embargo, hoy sí podemos medir o contabilizar con objetividad algo relativamente similar: el sufrimiento, subjetivo, del que nuestros antepasados dejaron testimonio en las fuentes escritas de aquella época.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/204706/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Íñigo Mugueta Moreno recibe fondos del Proyecto CORE. Conflicto, rebelión y revuelta social en la Baja Edad Media. Las Coronas de Aragón y Castilla (Siglos XIII-XV). PID2021-123286NB-C21 de la Universidad de Zaragoza, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.</span></em></p>¿Se puede medir, a través de un análisis de los textos de la época, la violencia de la guerra civil que hubo en el reino de Navarra entre 1450 y 1522?Íñigo Mugueta Moreno, Profesor Titular de Historia Medieval, Universidad Pública de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2044242023-05-14T19:11:40Z2023-05-14T19:11:40ZCómo enseñar sobre ETA y el terrorismo en secundaria<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/524621/original/file-20230505-25-dokyrv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C2038%2C1416&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Imagen de las manos alzadas en una manifestación contra ETA.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.facebook.com/FundacionMiguelAngelBlanco/photos/pcb.5489614311100725/5489613727767450/">Fundación Miguel Ángel Blanco</a></span></figcaption></figure><p>Al hablar de terrorismo en España pensamos en primer lugar en ETA, una organización ya desaparecida (en 2018), pero que condicionó la historia de nuestro país durante casi medio siglo. </p>
<p>Su ideología era nacionalista radical, además de izquierdista. <a href="https://letraslibres.com/revista/el-entorno-de-eta-menos-izquierda-que-abertzale/">Lo principal era lo primero</a>, que incluía una pretendida defensa de la identidad vasca, el euskera, la independencia de Euskadi, su unión con Navarra y el País Vasco francés a través del uso preferente de la violencia.</p>
<p><a href="http://www.pensamientocritico.org/raulop0415.pdf">El 95 % de sus asesinatos</a>, que fueron un total de 853, los cometieron tras la muerte de Franco, es decir, ya en la transición o en plena democracia.</p>
<h2>Mitos y narrativas instalados</h2>
<p>Cuando queremos educar sobre terrorismo, y particularmente cuando queremos educar sobre ETA, constatamos que la narrativa que la alimentó sigue instalada <a href="https://www.memorialvt.com/wp-content/uploads/2017/07/Memorial_Informe_02_final.pdf">en una parte del espacio público</a>.</p>
<p><a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5142629">Perduran los mitos</a> sobre una ETA “buena” antifranquista; sobre <a href="https://www.comares.com/libro/nunca-hubo-dos-bandos_108449/">un “conflicto” secular</a> entre vascos oprimidos y opresores españoles; sobre una guerra no civil sino de invasión; sobre una violencia previa, española, que justificaría una reacción defensiva, vasca; sobre Euskadi como el lugar más reprimido por Franco; sobre lo español como algo intrínsecamente autoritario…</p>
<h2>Educar con rigor y sin etnicismos</h2>
<p>Cuando se cae en un uso exacerbado de la identidad nacional se antepone la clave étnica, esto es, la pertenencia a un colectivo, a las claves cívicas y democráticas que nos conectan con nuestro prójimo por encima de las fronteras, a través de valores universales amparados por el Estado de derecho. </p>
<p>A la hora de educar con rigor, el etnicismo es un inconveniente, porque estimula el desconocimiento de los episodios que pueden interpretarse como un descrédito para el grupo de referencia. </p>
<p>Al mismo tiempo, debe ser un estímulo para los profesionales que quieren hacer las cosas bien y que se crecen ante los retos, porque hay muchos tópicos por derribar. Algunos de ellos tienen predicamento incluso <a href="https://www.tecnos.es/libro/semilla-y-surco/voces-vascas-manuel-montero-garcia-9788430961436/">en el conjunto de España</a>.</p>
<h2>La importancia de educar sobre terrorismo</h2>
<p>Educar sobre terrorismo tiene una gran relevancia: tanto por el peso histórico que el fenómeno ha tenido en España como por las posibilidades que ofrece de cara a fomentar valores de respeto, pluralismo y empatía con los que han sufrido injustamente.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/524616/original/file-20230505-3722-3ify0z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C952%2C720&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un círculo de estudiantes en un aula." src="https://images.theconversation.com/files/524616/original/file-20230505-3722-3ify0z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C952%2C720&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/524616/original/file-20230505-3722-3ify0z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/524616/original/file-20230505-3722-3ify0z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/524616/original/file-20230505-3722-3ify0z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/524616/original/file-20230505-3722-3ify0z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/524616/original/file-20230505-3722-3ify0z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/524616/original/file-20230505-3722-3ify0z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Tomás Caballero Martínez, presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, responde a las cuestiones planteadas por alumnos de segundo de Bachillerato del Colegio Claret Larraona de Pamplona en septiembre de 2021.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=4745142375510683&id=1190072141017742">Fundación Víctimas del Terrorismo</a></span>
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<p>Afortunadamente, ya hay materiales educativos a los que recurrir. Voy a desarrollar un ejemplo. Entre 2016 y 2021 coordiné el proyecto “Memoria y prevención del terrorismo” para llevar dicha cuestión a las aulas. En él trabajaron cuatro instituciones: el Memorial de las Víctimas del Terrorismo, la Fundación Víctimas del Terrorismo y los ministerios de Educación e Interior.</p>
<p>El resultado fue la elaboración, por parte de cinco expertos, de siete unidades didácticas para diferentes asignaturas de ESO y Bachillerato. <a href="https://www.memorialvt.com/educacion/#unidades">Están disponibles en abierto, en internet</a>, en castellano, catalán, gallego, euskera e inglés.</p>
<h2>Definición y categorización</h2>
<p>La primera unidad didáctica, “El terrorismo en España”, está pensada para desarrollar en la asignatura de Geografía e Historia de 4º de educación secundaria (el último año de educación obligatoria). </p>
<p>Para esta unidad había que empezar por definir los términos y, singularmente, el de terrorismo, señalando su intencionalidad política, su intento de sembrar el miedo entre sus oponentes mediante la fuerza, su naturaleza clandestina y su búsqueda de impacto propagandístico. </p>
<p>Segundo, había que hacer una tipología de los diferentes terrorismos, incluyendo los nacionalistas radicales, de ultraderecha, extrema izquierda y yihadista, explicando sus diferencias y similitudes. </p>
<h2>Cronología y enfoque histórico</h2>
<p>Tercero, había que establecer una cronología que distinguiera el impacto del terrorismo en tres fases: dictadura, transición y democracia, siempre desde una perspectiva de deslegitimación de su uso, poniendo a las víctimas en el centro del relato y sin olvidar la labor policial o la movilización social.</p>
<p>Además de ETA, el relato integra a los GAL y al Batallón Vasco Español, a los GRAPO, Al Qaeda o ISIS, guardando una proporción en función de su incidencia y número de víctimas. </p>
<p>Cuarto, había que proporcionar una serie de ejercicios prácticos para que los jóvenes participaran activamente de su proceso de aprendizaje: propuesta de lectura o visionado de testimonios de víctimas, identificación de lugares de memoria en su entorno, reflexión sobre las experiencias de una persona amenazada o secuestrada, materiales complementarios para leer, ver o investigar en internet, etc.</p>
<p>Las unidades didácticas 2 y 5 fueron escritas por Jesús Prieto, doctor en Estudios Internacionales e Interculturales, y mantienen el enfoque histórico: encajan en las asignaturas de Historia de España de 2º de Bachillerato y de Historia del mundo contemporáneo de 1º de Bachillerato, los dos últimos cursos de educación preuniversitaria en España. </p>
<h2>Ética, psicología y filosofía</h2>
<p>Las unidades didácticas 3 y 4 se las debemos al profesor Ricardo Arana, que coordinó el primer programa de víctimas educadoras que hubo en Euskadi, y son para 1º y 4º de Valores Éticos de educación secundaria. </p>
<p>La 6ª unidad es de Manuel Moyano, doctor en Psicología, para Psicología de 2º de Bachillerato, y la 7ª y última es del filósofo Luis Roca, para Filosofía de 1º de Bachillerato. </p>
<h2>Conocimiento riguroso para el siglo XXI</h2>
<p>Si el siglo XX alumbró la aparición de diferentes terrorismos en España, algunos de cuyos rescoldos aún humean, el siglo XXI debe alumbrar, de la mano de una educación en valores, un conocimiento riguroso y una denuncia nítida de aquella herencia envenenada. </p>
<p>En este sentido, se debe desterrar cualquier intento de blanquear a ETA recurriendo al <em>whataboutism</em> (“¿y qué me dice de las fosas de la guerra civil?”). Del mismo modo, se debe desterrar cualquier intento de relativizar la dictadura y a sus víctimas cayendo en el “y tú más” respecto del reciente terrorismo. </p>
<p>Aunque en las redes sociales pueda haber mucho ruido sectario, los ciudadanos que aspiramos a conocer bien dichos fenómenos, sin contraponerlos y sin tapar uno con el otro, somos más y tenemos mejores medios disponibles, como las unidades didácticas de “Memoria y prevención del terrorismo”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/204424/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Raúl López Romo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El fenómeno del terrorismo tiene múltiples facetas: una propuesta didáctica las aborda a lo largo de la educación secundaria, en las asignaturas de Historia, Ética, Psicología o Filosofía.Raúl López Romo, Doctor en Historia y responsable del Área de Educación y Exposiciones, Centro Memorial para las Víctimas del TerrorismoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2040052023-05-11T19:14:20Z2023-05-11T19:14:20Z¿Se puede llegar a un relato común de la conquista de América?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/521919/original/file-20230419-22-bhigfl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C3%2C1322%2C933&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">'La fundación de Santiago', de Pedro Lira Rencoret.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Fundacion_de_Santiago.jpg">Museo Histórico Nacional, Santiago</a></span></figcaption></figure><p>La conquista de América habitualmente se entiende como un proceso histórico militar y político que comienza con otro hecho de una denominación un tanto polémica: “el descubrimiento de América”. Desde la famosa data de 1492 hasta un largo siglo XVI, este proceso se relaciona con violencia, expolio y conflicto. Pero también con la extensión de la Monarquía hispánica y portuguesa en dichos territorios: de su eminente cultura jurídica, económica, política, religiosa y social. </p>
<p>La interpretación canónica sobre la conquista de América en la actualidad es una ardua tarea, ya que su significado dependerá de las tendencias historiográficas que leamos. Entonces, no existe realmente “la conquista de América” en singular, sino “las conquistas de América”, en plural, ya que se trata de un hecho histórico polifónico y poliédrico extremadamente complejo, y que no acostumbra a ofrecer grandes consensos, sobre todo por su gran uso político hasta nuestros días. </p>
<h2>No hay historia, sino historias</h2>
<p>La enseñanza de la historia es una difícil tarea, entre otras cosas debido a que existe una gran cantidad de interpretaciones sobre lo que queremos enseñar. </p>
<p>La historia, a pesar de su apelativo en singular, es muy plural. Alberga multitud de visiones y percepciones sobre unos mismos hechos, fenómenos o conceptos pasados, presentes o, incluso, que interpelan también al futuro. </p>
<p>Los estudios históricos no corresponden a una <a href="https://www.jstor.org/stable/25609383">visión axiomática del pasado</a>. Es decir, aprender historia no equivale a conocer el pasado, sino a comprender interpretaciones sobre lo que se ha estudiado del pasado. Conocer esas interpretaciones es labor los historiadores profesionales, como también lo es comprender el presente e imaginar futuros (utopías). </p>
<h2>Pluralidad de visiones</h2>
<p>Si enseñamos historia, nuestra labor es entender situaciones del pasado, y debemos conocer de antemano la pluralidad de visiones existentes al respecto (o debate y discusión historiográfica), así como de los consensos que han podido lograrse en el tiempo sobre los contenidos históricos (o intersubjetividad histórica). </p>
<p>El debate historiográfico sobre la <a href="https://www.revistalarazonhistorica.com/57-1/">conquista de América</a>, que todavía perdura en la actualidad, supera las fronteras de cualquier universidad o escuela. </p>
<h2>Proceso civilizatorio…</h2>
<p>Por una parte, vemos como algunos defienden que la conquista de América fue un <a href="https://www.siruela.com/primeroscapitulos.php?id_libro=4595">proceso civilizatorio</a> que conllevó un gran beneficio para la región que hoy conocemos como Latinoamérica. Los que defienden esta postura hablan de la existencia de un hermanamiento entre pueblos, potenciando las visiones positivas. </p>
<p>Según estas visiones, denominadas “rosalegendarias”, la conquista de América pudo haber sido dificultosa y dura en unos primeros momentos, pero al final repercutió <a href="https://www.youtube.com/watch?v=stvwkZzQDPg">provechosamente a ambos lados del Atlántico</a>. En coherencia con esta visión, los españoles fueron a América a evangelizar, edificar y culturizar a sociedades que carecían de la complejidad civilizatoria de Europa. </p>
<h2>… o genocidio</h2>
<p>Por otra parte se sitúan los que critican duramente todo lo que conllevó la conquista de los pueblos y culturas que habitaban en <a href="https://www.youtube.com/watch?v=EB3rWBgw_6E">América</a>. Muchos denuncian el <a href="https://ojarasca.jornada.com.mx/2016/11/11/no-somos-indios-no-somos-indigenas-somos-seres-humanos-4653.html">concepto “indígena”</a>, ya que no son indios, sino mapuches, tlaxcaltecas, tojolabales, mixtecos, charrúas, tupíes, aymaras, incas y un largo etcétera. </p>
<p>La reivindicación cultural, pero también intelectual de muchos de dichos pueblos pudo observarse, sobre todo, a partir de los años 90 en América, donde destacan textos como <a href="https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-71942013000100007"><em>Escucha Winka</em></a>, que apelan a una resignificación de las relaciones presentes y pasadas entre conquistados y conquistadores.</p>
<p>En la crítica de la conquista de América, encontramos también <a href="https://nuestrotiempo.unav.edu/es/grandes-temas/las-dos-leyendas-sobre-conquista-america-imperiofilia-genocidio">posiciones</a> menos elaboradas y entroncadas en una visión dogmática de lo que este proceso histórico involucró. El concepto de genocidio o de matanza generalizada en la región es parte de estos argumentos en contra de las posturas rosalegendarias. </p>
<p>Esta visión “<a href="https://eldebatedehoy.eldebate.com/noticia/historia/14/01/2021/negrolegendarios/">negrolegendaria</a>” se centra en la colonización sangrienta, abusos de poder y aculturación forzosa. España sería heredera y cómplice de toda aquella violencia. </p>
<h2>Narrativas nacionales</h2>
<p>Lo que hoy sabemos es que ambas lecturas han bebido de las <a href="https://construcciondeidentidades.files.wordpress.com/2014/09/alvaro-fernandez-bravo-et-al-la-invencion-de-la-nacion-lecturas-de-la-identidad-de-herder-a-homi-bhabha.pdf">historias generales de la nación</a>, pensadas y elaboradas a partir del siglo XIX, momentos en los cuales emergieron los estados–nación que hoy conocemos y se mantienen como estructuras políticas, sociales e identitarias. </p>
<p>Los historiadores que redactaron aquellas historias (cada nación tendrá la suya) tenían la misión de generar narrativas sobre el pasado de los recientes estados nacionales. El fruto de ello fue la invención de la nación, como producto histórico, que evocó fuertes sentimientos identitarios excluyentes, basados en la construcción de enemigos históricos.</p>
<h2>¿Y en la escuela?</h2>
<p>Los currículos y libros de texto de historia se nutren de estas historias nacionales: de su carácter y objetivos. Las visiones dicotómicas de la conquista de América también lo hacen, y con diferentes objetivos. Este proceso histórico, en las escuelas, a menudo es atendido tangencialmente, <a href="https://www.revistalarazonhistorica.com/57-1/">intentando mostrarla de forma neutral</a> (no se niega taxativamente ninguna de las dos leyendas), lo cual no ayuda a una compresión compleja del asunto, y tampoco a que se obtenga una visión ciudadana crítica de los tensionamientos sociales, culturales y políticos que cada año se repiten en España y América.</p>
<p>Aunque la <a href="https://www.clio.fahce.unlp.edu.ar/article/view/CLIOn24a05">escuela</a> no es el único espacio donde aprender, es una institución legitimada por el Estado que organiza y regula su sistema educativo, y que, en consecuencia, goza de cierto cariz de oficialidad. De ahí que sea pertinente conocer qué sucede en cuanto a esto en tal contexto y cómo puede esto llegar a afectar la conciencia intersubjetiva de la ciudadanía en <a href="https://theconversation.com/la-importancia-de-la-ensenanza-de-la-historia-para-el-futuro-de-los-estudiantes-121205">formación</a>.</p>
<h2>Neutral no, diverso sí</h2>
<p>Llegados aquí, cabría hacerse una pregunta: ¿se puede enseñar la conquista de América de manera neutral? No, no se puede. La existencia de múltiples relatos y, con ello, de interpretaciones, lo hace imposible. Siendo así, ¿qué se podría hacer? </p>
<p>Aquellos que tienen la responsabilidad de enseñar este proceso histórico han de conocer el debate, las diferentes posturas, estén o no de acuerdo y, sobre todo, las diferentes complejidades que allí se produjeron para evitar la propagación de visiones reduccionistas y simplificadoras de este u otros momentos históricos. </p>
<p>La historia, en ocasiones, nos obliga a repasar las sombras del pasado, un pasado a veces sucio pero al que, sin embargo, hemos de interpelar de frente y en toda su amplitud. No veamos esto como un problema, veámoslo como una oportunidad. La oportunidad de enseñar, de enriquecer, y de propiciar puentes para dialogar y llegar a acuerdos, algo que, en última instancia, es urgentemente necesario en nuestra cada vez más polarizada sociedad. </p>
<hr>
<p><em>Este artículo ha sido escrito con la colaboración de Ricardo E. Reyes Soto, máster en América Latina y la Unión Europea: una cooperación estratégica en el Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá (IELAT), graduado en Magisterio por la misma universidad (UAH) y maestro de primaria, y está basado en una <a href="https://www.revistalarazonhistorica.com/57-1/">investigación reciente</a> suya y del autor.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/204005/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Gonzalo Andrés García Fernández no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿Genocidio o logro hermanador? Las posturas son opuestas y parecen abocadas a enfrentarse eternamente. ¿Cómo hay que enseñar este proceso histórico?Gonzalo Andrés García Fernández, Historiador y Doctor por la Universidad de Alcalá. Investigador postdoctoral en el área de Historia y Prospectiva en el Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos (IELAT) de la Universidad de Alcalá., Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2032642023-04-13T18:45:27Z2023-04-13T18:45:27ZTulipanes en el menú: de la Segunda Guerra Mundial a la gastronomía contemporánea<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/520508/original/file-20230412-26-ray05h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1920%2C1296&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Niños comen alimentos donados por una organización eclesiástica durante la gran hambruna que sufrió Países Bajos entre 1944 y 1945.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:BC856_HUI-2050.jpg">Menno Huizinga/Wikimedia</a></span></figcaption></figure><p>Países Bajos, otoño de 1944. La liberación de los nazis estaba teniendo más problemas de lo esperado. El acceso de los alimentos a la población se complicaba por el bloqueo de los trenes y el transporte fluvial, detenido por culpa de la congelación de los ríos. </p>
<p>Esta situación crítica dio lugar a una <a href="https://academic.oup.com/shm/article-abstract/7/2/229/1704987">gran hambruna</a>, sobre todo en las áreas urbanas occidentales del país. <a href="https://publ.nidi.nl/output/2013/lumey-2013-nutrition-health-famine.pdf">De hecho, las ingestas energéticas pasaron de 1 800 a 500 kilocalorías por persona y día de mayo de 1944 a febrero de 1945</a>.</p>
<p>Se estima que, hasta mayo de 1945, entre <a href="https://www.niod.nl/">20 000 y 25 000 ciudadanos neerlandeses</a> murieron como resultado de la desnutrición. También afectó a mujeres embarazadas y bebés menores de un año, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0378512211002337">con secuelas en la salud de estos niños a largo plazo</a>.</p>
<p>Una aprendiz de bailarina de 16 años, que medía 1,70 metros y llegó a pesar 40,8 kilos, <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/19392397.2011.544163">recordaría más tarde</a> que sufrió
asma, ictericia, anemia y otras enfermedades derivadas de la desnutrición, como el edema. “Empieza por tus pies y cuando llega al corazón, te mueres. Conmigo estaba encima de los tobillos cuando las fuerzas aliadas nos liberaron”. </p>
<p>Y como ella misma contó, su familia logró sobrevivir gracias al consumo de tulipanes.</p>
<h2>Sopas de tulipán para aliviar las penurias</h2>
<p>El gobierno neerlandés buscaba alimentos ricos en energía y nutrientes y de fácil acceso. Durante esta etapa bélica, el cultivo de tulipanes se detuvo y había una gran reserva de bulbos sin plantar. Así que las autoridades aprovecharon ese excedente para vender bulbos en las tiendas de comestibles y publicar recetas en revistas locales, en un esfuerzo para ayudar a la población. La sopa de bulbos de tulipán se cocinaba durante la única hora de gas al día que se disponía. </p>
<p>Una de esas recetas indicaba el siguiente modo de preparación: “Añadir agua a la olla, cortar los bulbos por la mitad y retirar el germen. Después de eso, se rallan los bulbos en un rallador fino y preferiblemente en la olla, puesto que la pulpa se decolora rápidamente. Aunque los bulbos de tulipán son ricos en almidón, no espesarán la sopa como lo hace la harina. Su pulpa flota en la sopa en forma de copos. Si todavía tiene curry en polvo en casa, agregue una pizca, luego añada un poco de aceite o una pequeña cantidad de grasa. ¡Y no se olvide de la sal!”.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=287&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=287&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=287&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=361&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=361&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=361&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Receta para preparar sopa de bulbos de tulipán durante la hambruna holandesa.</span>
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<h2>Cuidado con la tulipalina A</h2>
<p>Aunque los tulipanes tienen un problema. Sus bulbos contienen, principalmente, un alérgeno: el compuesto denominado <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/15563650.2018.1440588">tulipalina A</a>. Se encuentra mayoritariamente en la capa exterior del bulbo, pero también en el tallo, las hojas y los pétalos.</p>
<p>Los expertos han detectado la <a href="https://europepmc.org/article/med/12910870">intoxicación de vacas</a> por consumo de heno y bulbos de tulipán y su papel como agente causal de los llamados <a href="https://cdn.mdedge.com/files/s3fs-public/CT110003145.pdf">“dedos de tulipán”</a>. Esta dermatitis, que sufren los bulbicultores, se caracteriza por una descamación eritematosa en la piel situada alrededor de las uñas y entre las yemas de los dedos primero y segundo de la mano dominante. <a href="https://jamanetwork.com/journals/jamadermatology/article-abstract/549543">Solo se puede prevenir</a> reduciendo el contacto con estas plantas bulbosas y usando guantes de nitrilo (no sirven los de vinilo).</p>
<p>El peligro de consumir bulbos de tulipán radica en la variedad o en su forma de preparación. De hecho, no todas las modalidades son comestibles, y las que sí lo son pueden tener un sabor amargo. Por otro lado, comerlos sin cocinar puede provocar náuseas, dolores abdominales y otros problemas digestivos.</p>
<h2>Los tulipanes en la cocina actual</h2>
<p>Hoy en día, los bulbos de tulipán se pueden secar, pulverizar y agregar a los cereales u obtener harina con ellos para hacer pan. </p>
<p>Además, las flores también son <a href="https://theconversation.com/flores-comestibles-mas-que-una-cara-bonita-199196">comestibles</a>. Se pueden utilizar como decoración de los platos, con la flor entera (menos el pistilo y los estambres) o picando los pétalos y mezclándolos en una ensalada, aunque tienen poco sabor. Es llamativo el uso ornamental de los pétalos azucarados en un pastel o para consumirlos con almíbar. </p>
<p>En la gastronomía moderna se perciben esfuerzos por recuperar este original ingrediente. Así, la experta en plantas nutricionales y medicinales <a href="https://www.margaretroberts.co.za/edible-medicinal-flowers/">Margaret Roberts</a> recogía hace 23 años sugerencias como el jarabe de tulipán, tulipanes rellenos con mayonesa de pollo y ensalada de tres frijoles con tulipanes. </p>
<p>Otros ejemplos a destacar son el de Johanna Huiberts-van den Berg, que ha recopilado una <a href="https://www.bol.com/nl/nl/p/eet-smakelijke-tulp/9200000120020113/">treintena de recetas</a>; o el de Alain Caron, un chef francés afincado desde hace 40 años en los Países Bajos que dirige varios restaurantes en Ámsterdam. Caron ha inventado platos como <a href="https://binnenstebuiten.kro-ncrv.nl/recepten/tulpenbollen-recept">la ensalada de tomate confitado, hinojo y bulbos de tulipán</a> o las ostras con bulbos de tulipán.</p>
<p>Probablemente, a aquella joven que contaba los estragos de la hambruna holandesa le hubiera gustado degustar estas exquisiteces.</p>
<p>Por cierto, ella se convirtió, años más tarde, en una de las mejores actrices del siglo XX, y a finales de abril de 1990 fue declarada en Países Bajos una estrella del mundo botánico. La industria de bulbos neerlandesa le rindió homenaje por su labor en UNICEF dedicándole una variedad blanca de la flor de excepcional luminosidad: el tulipán Audrey Hepburn.</p>
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<figcaption><span class="caption">Ceremonia oficial para poner el nombre de Audrey Hepburn a una variedad de tulipán en Huis Doorn, la mansión de la familia en Doorn, Países Bajos.</span></figcaption>
</figure><img src="https://counter.theconversation.com/content/203264/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La planta icónica de los Países Bajos salvó a miles de personas de la inanición en tiempos de hambruna y hoy vuelve a ser apreciada por sus cualidades gastronómicas.Jose Miguel Soriano del Castillo, Catedrático de Nutrición y Bromatología del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universitat de ValènciaMª Inmaculada Zarzo Llobell, Estudiante de Doctorado en Medicina, Universitat de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2029172023-04-03T17:33:52Z2023-04-03T17:33:52ZEl concepto del tiempo de los niños pequeños y su importancia en el aprendizaje<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/518563/original/file-20230330-911-n1uzfa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=25%2C17%2C5720%2C3213&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/little-pretty-girl-pigtails-on-beige-1995334739">Shutterstock / Alya_Ro</a></span></figcaption></figure><p>El tiempo es un concepto complejo de explicar, y aún más de definir. La definición clásica diferencia entre el tiempo físico, como fenómeno de la ciencia física, y el tiempo humano, que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro.</p>
<p>La complejidad del tiempo no se da solo en la definición, sino también en su aprendizaje. La disciplina de referencia para el aprendizaje del tiempo humano es la historia. Y aunque todos los seres vivos tenemos experiencias temporales, solo los seres humanos le otorgamos significado al devenir. </p>
<p>Sobre estos significados construimos nuestra forma de entender la existencia, y transmitimos a las nuevas generaciones experiencias y conocimientos del presente que se fundamentan en el pasado.</p>
<h2>Los niños pequeños y el tiempo</h2>
<p><a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=14826">Nuestra investigación</a> revela que los niños y las niñas tienen, desde la primera infancia, <a href="https://doi.org/10.6018/reifop.532171">una percepción clara del tiempo</a>, pero distinta de la de los adultos. </p>
<p>En la mitología griega hay tres divinidades para caracterizar el tiempo: Kronos, el tiempo cronológico, cuantitativo y de la organización lineal; Kairós el tiempo del momento, también sinónimo del tiempo histórico que permite otorgarle significado al inexorable paso del tiempo; y Aión, el tiempo del eterno retorno, incalculable y circular, que representa el paso de la vida a la muerte y de la muerte a la vida.</p>
<h2>En tiempo aiónico de los niños</h2>
<p>En la cultura occidental contemporánea han llegado solo los primeros dos, siendo el tiempo aiónico parte de una versión más contemplativa y meditativa de la vida que difícilmente experimentamos.</p>
<p>Pero es justamente este último el que sienten y perciben los niños más pequeños (0-3 años). Ellos son conscientes de la existencia, pero desde una percepción de inamovilidad propia de otros seres vivos. Los adultos tratamos de sacarles de ella dándoles pautas, ritmos, costumbres y horarios. </p>
<p>A medida que crecen, los niños van asumiendo el tiempo cronológico, marcado por el reloj, la prisa, los momentos organizados. Aunque siempre se resisten y se centran en vivir el momento presente (a partir ya de los 4-5 años). Cuántas veces hemos observado cómo los niños son capaces de olvidarse de la hora, el hambre y el frío cuando están inmersos en algún juego o bañándose en el mar. ¡Y qué envidia nos genera a los adultos esta capacidad del vivir el presente!</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=319&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=319&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=319&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=401&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=401&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=401&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/children-friendship-concept-happy-girl-kids-759279811">Shutterstock / Chinnapong</a></span>
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<h2>El aprendizaje del tiempo</h2>
<p>La pedagogía clásica considera que el aprendizaje de la historia y la geografía es demasiado complejo para la infancia, y por lo general no existen enseñanzas en la etapa infantil encaminadas a este concepto. </p>
<p>Sin embargo, muchos <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=14826">estudios</a> y nuevos <a href="https://redined.educacion.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/44536/01520123000056.pdf?sequence=1">planteamientos didácticos</a> demuestran cómo los niños, desde los primeros tres años de vida, no sólo pueden aprender contenidos culturales y sociales propios de la historia y de la geografía, sino que el tiempo y el espacio son categorías esenciales para su desarrollo cognitivo, social y afectivo. </p>
<h2>Un trampolín para ubicarse</h2>
<p>Las materias sociales siempre se han visto asociadas a la memorización de hechos, fechas y conceptos complejos ambientados en lugares y territorios concretos y sujetos a cambios a lo largo del tiempo. El tiempo histórico se acostumbra a presentar en las aulas escolares como una línea progresiva y evolutiva que empieza desde la invención de la escritura, siendo su historiador más antiguo el griego Heródoto, y contemplando incluso las etapas anteriores, conocidas como prehistoria o protohistoria. </p>
<p>Sin embargo, las materias sociales son mucho más que una simplificación generalizada de la complejidad del pasado y son un trampolín de lanzamiento para aprender a orientarse temporalmente y ubicarse espacialmente desde edades tempranas. </p>
<p>Para ello, el foco del aprendizaje de la historia en la primera infancia debería ponerse en los procedimientos: la orientación del tiempo (presente, pasado y futuro), la posición (antes, después, ahora), su ritmo y frecuencia (a menudo, raramente, nunca), y las velocidades del tiempo, que pueden ser objetivas (ha ocurrido muy lentamente), o subjetivas (me ha pasado muy rápidamente).</p>
<h2>La didáctica del tiempo</h2>
<p>Aunque en principio no parezcan estar relacionados, estos aprendizajes básicos afectan al ejercicio de la grafomotricidad y del grafismo: aprendizaje de la lectura, la escritura y el cálculo, por ejemplo desde el control de la lateralidad –de derecha a izquierda– o de la organización de los objetos en un papel –proporción, formas, dimensiones–. </p>
<p>También ayudan a la creación del pensamiento abstracto: la organización secuencial y causal, y la capacidad de relacionar, asociar, comparar las ideas para imaginar y crear de nuevas.</p>
<p>Las actividades didácticas que permiten desarrollar operaciones intelectuales concretas tienen beneficios en la orientación temporal y la ubicación espacial. Además, acostumbran al pensamiento abstracto conforme vayamos introduciendo contenidos históricos y culturales en su aprendizaje. </p>
<h2>Ritmos, duraciones y orientación</h2>
<p>Por ejemplo, hablamos de actividades que permitan comprender los ritmos (¡va muy rápido!), la secuencia (una cosa tras de la otra), la duración (¡ha pasado mucho tiempo!) y la orientación o disposición temporal (antes, durante, después), que favorezca resolver el egocentrismo y sincretismo infantil. </p>
<p>Estos aprendizajes sencillos pueden articularse de forma progresiva, y a partir de la repetición en variadas actividades didácticas, de manera que los más pequeños vayan construyendo una concepción del tiempo cada vez más compleja. De esta forma podremos crear las bases sólidas para los aprendizajes históricos y geográficos de las etapas sucesivas. </p>
<h2>Habilidades temporales dirigidas</h2>
<p>Tanto en el currículo actual de la educación infantil como en el anterior, se indica que los infantes han de trabajar numerosas habilidades temporales para estructurar el pensamiento temporal. Sin embargo, las que acaban dominando en las aulas son en su mayoría propuestas de carácter libre, ya que la pedagogía imperante sugiere que el desarrollo natural solo se puede conseguir desde lo intuitivo. </p>
<p>Nosotros somos partidarios de los laboratorios experimentales, combinados con actividades autodirigidas y basadas en propuestas didácticas flexibles, fundamentadas por la observación constante. Esto les permite un desarrollo temporal más profundo y que les prepara mejor para sus futuros aprendizajes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/202917/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los niños más pequeños viven en un presente eterno e inamovible, parecido al de otros seres vivos y distinto al de los adultos. Pero la noción del tiempo influye en la escritura, lectura y el cálculo.Joan Callarisa Mas, Profesor de Didáctica de Ciencias Sociales, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaIlaria Bellatti, Profesora Ayudante Doctora, Didáctica de las Ciencias Sociales, Universitat de BarcelonaJudit Sabido-Codina, Profesor Doctor en Didácticas de las Ciencias Sociales, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2003322023-03-22T18:22:41Z2023-03-22T18:22:41ZLo que todavía no sabemos de la guerra civil española<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/513444/original/file-20230303-20-evtsqq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=19%2C29%2C983%2C625&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Brigadistas internacionales en el frente.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000227134">Biblioteca Digital Hispánica / BNE</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span></figcaption></figure><p>La guerra civil española acabó oficialmente el 1 de abril de 1939. Sin embargo, su vigencia como elemento de legitimación del franquismo se mantuvo hasta el final de la dictadura. </p>
<p>A pesar de haber transcurrido más de ochenta años, todavía perviven episódicas polémicas políticas sobre ella y, sobre todo, se suceden las novedades en librerías, teatros y cines. Esto debería obligarnos a considerar si todavía existen rincones no explorados del conflicto vivido en España entre 1936 y 1939.</p>
<p>Simplificando la cuestión, podríamos señalar tres grandes áreas de trabajo donde todavía sería posible hacer avanzar el conocimiento. </p>
<h2>La guerra desde el frente</h2>
<p>La primera estaría vinculada con la guerra propiamente dicha. Mientras la investigación sobre la violencia en las respectivas retaguardias ha logrado grandes avances, tanto en los estudios cuantitativos como cualitativos, las cuestiones estrictamente militares no han suscitado un interés similar entre los profesionales de la investigación histórica. Desaparecido hace ya doce años <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gabriel_Cardona">Gabriel Cardona</a>, sus sucesores son escasos. </p>
<p>Ello no significa que no encontremos núcleos interesantes como los cristalizados en torno a la <a href="https://ruhm.es/"><em>Revista Universitaria de Historia Militar</em></a> o al <a href="https://www.mujeresenguerra.com/">Museo virtual de la mujer combatiente</a>. Ni que ciertos aspectos como <a href="https://www.sigloxxieditores.com/libro/soldados-de-franco_51074/">el reclutamiento</a>, <a href="https://www.comares.com/libro/en-zona-roja_140729/">las redes quintacolumnistas</a> y episodios concretos como <a href="https://www.esferalibros.com/libros/la-batalla-de-teruel/">la Batalla de Teruel</a> o <a href="https://www.penguinlibros.com/es/historia/11301-libro-las-brigadas-internacionales-9788417636913">el papel de las Brigadas Internacionales</a> no hayan merecido estudios relevantes.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/513428/original/file-20230303-1966-d63rop.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Soldados sentados en una trinchera." src="https://images.theconversation.com/files/513428/original/file-20230303-1966-d63rop.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/513428/original/file-20230303-1966-d63rop.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=411&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/513428/original/file-20230303-1966-d63rop.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=411&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/513428/original/file-20230303-1966-d63rop.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=411&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/513428/original/file-20230303-1966-d63rop.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=516&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/513428/original/file-20230303-1966-d63rop.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=516&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/513428/original/file-20230303-1966-d63rop.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=516&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Soldados republicanos en una trinchera en posición de descanso en la sierra de Alcubierre, Huesca. P. Luis Torrents.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000226763">Biblioteca Digital Hispánica / BNE</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>Con todo, y <a href="https://revistas.usal.es/uno/index.php/0213-2087/article/view/1011/1109">como lamentaba Hernán Rodríguez Velasco</a>, persisten demasiadas ausencias y carencias como, por ejemplo, “una obra global que analice de forma totalizadora la Guerra Civil desde el plano militar”. </p>
<p>Mientras otros conflictos contemporáneos, como las dos guerras mundiales, cuentan con una engrasada producción que renueva sus aportaciones, interpretaciones, métodos y públicos, aquí es una cuestión marginal que, siendo generosos, <a href="https://revistas.usal.es/uno/index.php/0213-2087/article/view/12518/12845">apenas llegaría al 15 % de los libros dedicados a los tres años de guerra española</a>. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/513438/original/file-20230303-18-98h3u0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Tres soldados hablan en una trinchera." src="https://images.theconversation.com/files/513438/original/file-20230303-18-98h3u0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/513438/original/file-20230303-18-98h3u0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=828&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/513438/original/file-20230303-18-98h3u0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=828&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/513438/original/file-20230303-18-98h3u0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=828&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/513438/original/file-20230303-18-98h3u0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1040&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/513438/original/file-20230303-18-98h3u0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1040&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/513438/original/file-20230303-18-98h3u0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1040&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Tres soldados del ejército sublevado en la batalla de Brunete.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000265392">Biblioteca Digital Hispánica / BNE</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>Además de buenas síntesis y de necesarias monografías, se echa en falta también la adopción de nuevos formatos como <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-historia-visual-de-la-segunda-guerra-mundial/354375">las historias visuales disponibles para otros conflictos</a>. Se podría así llegar a nuevas audiencias y ofrecer incluso aproximaciones sugerentes. De hecho, el cómic ya ha mostrado el camino a seguir y cuenta con diversos títulos de cierto éxito, el más reciente <a href="https://www.rbalibros.com/sin-limites/historia-grafica-de-la-guerra-civil_6979"><em>Historia gráfica de la guerra civil</em></a>.</p>
<h2>Los tejemanejes de los vencedores</h2>
<p>En segundo lugar, está el contraste entre el abrumador nivel de detalle sobre lo acontecido en la zona republicana (vaivenes políticos, crisis de gobierno, políticas públicas, etc.) y lo poco que sabemos sobre la configuración del poder en la retaguardia rebelde, más allá de las tramas conspiradoras iniciales que llevan al 18 de julio de 1936 (véase, por ejemplo, <a href="https://www.planetadelibros.com/autor/angel-vinas/000019864">buena parte de la más reciente investigación de Ángel Viñas</a>). </p>
<p>O quizás deberíamos hablar de poderes, pues aquí se incluye desde la construcción del aparato administrativo-burocrático (de los miembros de la Junta de Defensa Nacional, la Junta Técnica del Estado y, finalmente, el Consejo de Ministros, hasta el concejal del último pueblo en manos de los sublevados) a la adaptación de las estructuras industriales, económicas y financieras, entre otras. </p>
<p>Por un lado, parece mucho más atractivo estudiar a los vencidos que a los vencedores, sea por una cuestión de identificación o de justicia poética a posteriori. Por el otro, siempre resulta más sencillo analizar una democracia que no una dictadura en construcción, pues el debate es más público, sus protagonistas más libres y las tensiones más visibles. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/513432/original/file-20230303-14-bl9mwu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Civiles y militares hacen el saludo falangista al paso de una comitiva de despedida." src="https://images.theconversation.com/files/513432/original/file-20230303-14-bl9mwu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/513432/original/file-20230303-14-bl9mwu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/513432/original/file-20230303-14-bl9mwu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/513432/original/file-20230303-14-bl9mwu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/513432/original/file-20230303-14-bl9mwu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=463&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/513432/original/file-20230303-14-bl9mwu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=463&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/513432/original/file-20230303-14-bl9mwu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=463&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Despedida al jefe del polígono Janer, Sr. Basterreche, con motivo de su marcha con el crucero Canarias en Pontevedra. Foto Pintos.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000071471">Biblioteca Digital Hispánica / BNE</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>Sin embargo, historiar a los vencedores se nos aparece como una tarea necesaria e imprescindible, ya que son ellos los principales configuradores de las genealogías que se extienden hasta el presente. Por mucho que nos pese, las raíces de la sociedad española deben menos al pasado republicano, exiliado y opositor que al franquismo, con las lógicas evoluciones temporales, transformaciones sociales e influencias diversas. </p>
<p>De aquí la necesidad de conocer con mayor detalle cómo se configura el futuro poder franquista, qué personajes y qué componendas se cocieron más allá del frente bélico. Fuera de los estudios más locales o regionales, pocas son las monografías sobre las familias del régimen, sobre la articulación de los engranajes internos de los sublevados o sobre nombres clave de aquellos años.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/513441/original/file-20230303-24-g6ox36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="José Moscardó, Francisco Franco, Ramón Serrano Súñer miran por un balcón." src="https://images.theconversation.com/files/513441/original/file-20230303-24-g6ox36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/513441/original/file-20230303-24-g6ox36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=787&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/513441/original/file-20230303-24-g6ox36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=787&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/513441/original/file-20230303-24-g6ox36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=787&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/513441/original/file-20230303-24-g6ox36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=989&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/513441/original/file-20230303-24-g6ox36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=989&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/513441/original/file-20230303-24-g6ox36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=989&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">José Moscardó, Francisco Franco y Ramón Serrano Súñer el 26 de abril de 1938.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jos%C3%A9_Moscard%C3%B3,_Francisco_Franco,_Ram%C3%B3n_Serrano_S%C3%BA%C3%B1er_(1938).jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Quizás la mejor personificación de estos vacíos sea la falta de una biografía –completa o no hagiográfica– del todopoderoso <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_Serrano_Su%C3%B1er">Ramón Serrano Suñer</a> y de prácticamente todos los jerarcas políticos, militares y religiosos de entonces. Evidentemente, no todo es un yermo y como contraejemplos hallamos los recientes retratos dedicados a <a href="https://www.penguinlibros.com/es/biografias/291213-libro-jose-antonio-9788418967405">José Antonio</a> o a <a href="https://www.galaxiagutenberg.com/producto/demetrio-carceller-1894-1968/">Demetrio Carceller</a>. </p>
<p>Sin embargo, abundan más las carencias que las presencias. Es frecuente que el paréntesis 1936-1939 en el bando rebelde se limite al relato del ascenso del general Francisco Franco a la cúspide del poder. También suele haber alguna mención al proceso de unificación política, algún comentario sobre la gestación del nacionalcatolicismo, alguna citación respecto de los apoyos internacionales (junto con las derivadas de Guernica, Hendaya, División Azul, etc.) y un seguimiento más o menos detallado del avance bélico. </p>
<p>Pero poco más, especialmente porque a menudo la propia guerra civil queda como epílogo de la historia republicana o proemio del franquismo.</p>
<h2>La divulgación del conflicto</h2>
<p>Y, por último, está la cuestión de la divulgación. Las dificultades para que el conocimiento de especialistas y universitarios impacte en la ciudadanía son especialmente dramáticas en lo referente a la guerra civil. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/513437/original/file-20230303-16-4vlxet.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=85%2C47%2C879%2C669&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Prisioneros miran a cámara." src="https://images.theconversation.com/files/513437/original/file-20230303-16-4vlxet.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=85%2C47%2C879%2C669&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/513437/original/file-20230303-16-4vlxet.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/513437/original/file-20230303-16-4vlxet.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/513437/original/file-20230303-16-4vlxet.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/513437/original/file-20230303-16-4vlxet.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=567&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/513437/original/file-20230303-16-4vlxet.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=567&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/513437/original/file-20230303-16-4vlxet.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=567&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Prisioneros republicanos en Sama de Langreo, Asturias.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000227128">Biblioteca Digital Hispánica / BNE</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>A pesar del evidente interés del público, quienes dominan el mercado son –en el mejor de los mundos– divulgadores más o menos documentados. Y en la mayoría de los casos –y por desgracia–, meros recicladores del relato revisionista franquista, con mayor o menor cobertura pseudoacadémica, según el caso, <a href="https://elpais.com/diario/2004/07/08/opinion/1089237607_850215.html">como ya denunció en su momento el desaparecido Javier Tusell</a> <a href="http://pasadopresente.com/component/booklibraries/bookdetails/2016-11-18-11-26-26">y se han esforzado en replicar relevantes y prestigiosos historiadores</a>. </p>
<p>La guerra civil española es el gran parteaguas de nuestra contemporaneidad que da lugar a la gran “excepción” local de nuestro entorno: una dictadura de 40 años. </p>
<p>Lo importante es sin duda explorar aquellas zonas del período inexploradas, mal entendidas o todavía confusas. Pero lo urgente es hacer llegar a la ciudadanía un conocimiento sobre su pasado veraz en lo fáctico, ajustado en lo interpretativo y útil en lo cívico. También sobre la guerra civil.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/200332/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jaume Claret no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Aunque parezca que hay películas, libros y series sobre la guerra civil española, todavía quedan aspectos pendientesJaume Claret, Historiador. Profesor agregado en los Estudios de Artes y Humanidades y director del Máster Universitario de Historia del Mundo Contemporáneo, UOC - Universitat Oberta de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1966922023-02-22T18:20:02Z2023-02-22T18:20:02Z¿Desde cuándo existen las naciones?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/508970/original/file-20230208-20-inejoe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4744%2C3158&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/british-commonwealth-world-national-flags-all-91351232">Shutterstock / ArtisticPhoto</a></span></figcaption></figure><p>El debate público está lleno de <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/actividades/Paginas/2017/270217rajoyep.aspx">afirmaciones</a> sobre la <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-41451623">antigüedad</a> o modernidad de las naciones. Los especialistas han discutido el tema intensamente, pero sin acuerdo. Sí hay, no obstante, <a href="https://www.galaxiagutenberg.com/producto/dioses-utiles-2/">una gran cantidad de investigación disponible</a>. </p>
<h2>¿Qué es una nación?</h2>
<p>Los nacionalistas contemporáneos imaginan las naciones como sujetos colectivos dotados de sentimientos, derechos, voluntad y dignidad. Solo se puede pertenecer a una, son dueñas de un territorio y sus rasgos comunes se mantienen en el tiempo.</p>
<p>En realidad, todas las naciones son consecuencia de procesos de construcción social inestables y cambiantes. No son el sujeto, sino el resultado de la historia. No son las derivaciones naturales e inevitables de realidades objetivas. Se crean y reproducen en las mentes de sus miembros, personas que se identifican con el nombre de la nación y de una manera u otra piensan que comparten algo con sus compatriotas.</p>
<p>No es raro que individuos implicados en diferentes naciones reclamen el mismo territorio. De hecho, la realidad social más frecuente es la plurinacionalidad, con numerosos espacios de ambigüedad, indiferencia y multiplicidad.</p>
<p>Como el dinero, las naciones son una convención útil. Sus fundamentos son invenciones, pero sus consecuencias son reales. Los fenómenos nacionales satisfacen la necesidad de sentirse parte de un grupo y proporcionan autoestima. Sin embargo, los supuestos “rasgos comunes” que caracterizan a las naciones son siempre una ficción, imposible de aplicar a todos sus miembros, y están continuamente en disputa.</p>
<h2>Una historia compleja (y no exclusivamente moderna)</h2>
<p>Por supuesto, las formas de imaginar los vínculos nacionales han cambiado a lo largo del tiempo. Trataré aquí únicamente de las que afectan al asunto de la antigüedad/modernidad. Muchos historiadores afirman que no existen naciones antes de la época contemporánea, pero otros entendemos que <a href="https://doi.org/10.18042/cepc/rep.180.10">esto no es sostenible</a> desde la <a href="https://puv.uv.es/naciones-sin-nacionalismo.html?___store=espanyol&___from_store=valencia">evidencia empírica</a>. </p>
<p>Es necesario aclarar que lo que sigue no es aplicable a todos los procesos de construcción nacional. Casos como Argentina o Indonesia tienen un inicio claramente moderno y esto no hace sus nacionalismos menos potentes o legítimos.</p>
<p>Las primeras naciones europeas fueron el resultado de la necesidad de clasificar a las personas según su origen (la etimología de <em>natio</em> se asocia a “nacimiento”). Por ejemplo, en la Edad Media había naciones eclesiásticas en los concilios o <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Nation_(university)">naciones de estudiantes en las universidades</a>. Su manera de expresar procedencia era amplia y flexible. A veces el término podía usarse también con ciudades (“milanés de nación”) o con razas y religiones (“de nación judía”, “negro de nación”).</p>
<p>Durante la Edad Moderna (siglos XV-XVIII), el significado de nación se va concretando en territorios más definidos y rasgos psicológicos colectivos (lo que en la época se llamaban “caracteres nacionales”). Incluso se vincula a estructuras políticas existentes (por ejemplo, “francés” con la monarquía de Francia).</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/501374/original/file-20221215-15-ticjjl.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/501374/original/file-20221215-15-ticjjl.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/501374/original/file-20221215-15-ticjjl.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=471&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/501374/original/file-20221215-15-ticjjl.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=471&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/501374/original/file-20221215-15-ticjjl.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=471&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/501374/original/file-20221215-15-ticjjl.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=591&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/501374/original/file-20221215-15-ticjjl.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=591&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/501374/original/file-20221215-15-ticjjl.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=591&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Tabla de los Pueblos, Estiria, principios del siglo XVIII. Representación de los distintos pueblos de Europa según sus ‘rasgos colectivos’ (incluyendo la supuesta tendencia al estreñimiento de los españoles y a la sífilis de los franceses).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:V%C3%B6lkertafel.jpg">Wikipedia</a></span>
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<p>Por lo tanto, la nación como sujeto colectivo no fue una creación de los revolucionarios liberales. El verdadero cambio, ciertamente revolucionario para el momento, fue asociar nación con soberanía. De esta forma, la voluntad de la nación se convirtió en el origen del legítimo poder político. La asamblea de los ciudadanos (o sus representantes) se constituía así en creadora de derecho.</p>
<p>Durante el siglo XIX se desarrolló también la nación romántica. Frente a la nación de ciudadanos, el romanticismo entiende la nación como un “espíritu nacional” esencial. Su existencia dependería de realidades teóricamente preexistentes a la voluntad como la lengua, la tradición o el paisaje.</p>
<p>Por último, en el ámbito social, los cambios derivados del despliegue del liberalismo y la industrialización (ejército nacional, escuela y alfabetización, esfera pública, urbanización, etc.) contribuyeron decisivamente a la expansión de la nación entre las masas.</p>
<p>Los defensores de la modernidad radical de las naciones tienden a señalar que las naciones previas a la nación de los liberales no eran realmente naciones, ya que no son como nuestras naciones, naciones modernas, naciones soberanas.</p>
<p>En este asunto la importancia de las transformaciones revolucionarias es innegable, pero ese exceso de rupturismo tiene sus costes. Por un lado, oscurece la comprensión de una parte relevante del siglo XIX (por ejemplo, la nación de los antiliberales). Por otro, dificulta la legitimación académica del estudio de los siglos anteriores.</p>
<p>Dicho de otra manera, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dinero_por_decreto">nuestro dinero</a> es esencialmente virtual, válido por decreto e impreso en papel o equivalente. Ciertamente, es dinero. Pero no por ello llamamos “proto-dinero” a los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Real_de_a_ocho">reales de a ocho</a> o definimos los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Denario">denarios romanos</a> como “antecedente” de la moneda “de verdad” porque resulta más cómodo para el estudio de la posterior moneda fiduciaria.</p>
<h2>La trampa genealógica</h2>
<p>Con todo, existe una razón de peso para la desconfianza en deshacer la relación necesaria entre nación y modernidad. Sin la cautela y la precisión adecuadas, esta interpretación puede acabar en la <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1469-8219.00100">justificación de las afirmaciones nacionalistas</a> sobre la larga historia de las naciones.</p>
<p>Ante la mitificación, la investigación proporciona dos argumentos. El primero es que no basta con constatar la existencia de palabras familiares en documentos de otras épocas (“nación”, “España”, “español”) para demostrar la antigüedad de esta u otra comunidad. Lo importante es la evolución de los significados, los usos de esas palabras en cada contexto. Integrar adecuadamente las continuidades debe llevar a entender mejor los cambios, no a difuminarlos. Y esto <a href="https://www.fcede.es/site/es/libros/detalles.aspx?id_libro=20097">la investigación histórica lo puede abordar</a>.</p>
<p>El segundo es que la pregunta por los orígenes perpetúa el marco mental de los nacionalistas y es por lo tanto capciosa. Lo es porque convierte la reconstrucción de las naciones pasadas en la genealogía de la nación presente. <a href="https://www.hup.harvard.edu/catalog.php?isbn=9780674022317">Trata la nación como un sujeto colectivo que supera a los individuos que creen en ella en cada momento</a> y la eleva a protagonista de <a href="https://www.marcialpons.es/libros/historia-de-espana/9788498925227/">un relato épico</a> presentado como la memoria de los antepasados. Cual novela de aventuras, le atribuye un “momento fundacional” y una serie de “momentos críticos” conectados linealmente.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/508998/original/file-20230208-29-i2t445.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/508998/original/file-20230208-29-i2t445.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/508998/original/file-20230208-29-i2t445.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=405&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/508998/original/file-20230208-29-i2t445.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=405&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/508998/original/file-20230208-29-i2t445.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=405&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/508998/original/file-20230208-29-i2t445.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=509&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/508998/original/file-20230208-29-i2t445.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=509&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/508998/original/file-20230208-29-i2t445.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=509&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Sesión del Congreso de los Diputados español, presidido por las estatuas de los Reyes Católicos y los cuadros ‘María de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295’, de Antonio Gisbert (1863) y ‘El juramento de las Cortes de Cádiz de 1810’ de Casado del Alisal (1863).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/mindefensa/22490873034/in/album-72157660614445199/">Foto: EFE/Manuel H. de León</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El resultado es una <a href="https://pasadoymemoria.ua.es/article/view/2020-n21-teseo-entre-banderas-la-reproduccion-de-las-naciones-y-el-problema-de-la-continuidad-historica">historicidad impostada</a>, basada en el esencialismo y en imponer un hilo conductor a los millones de contingencias y vicisitudes que hay en cualquier proceso de construcción nacional.</p>
<p>Por ello, como un sociólogo de la religión no se plantearía validar si Dios es Uno y Trino, los historiadores deberían relativizar (o incluso abandonar) la discusión sobre la antigüedad de las naciones. En su lugar, una parte de la academia lleva tiempo dedicada a sustituir la teología de las naciones por una genuina historia de los fenómenos de identificación nacional. <a href="https://puv.uv.es/libro/relatos-de-vida-conceptos-de-nacion.html">Mi argumento</a> es que tal historia no pasa siempre por los presupuestos de la “nación moderna” y (en algunos casos) comienza antes de la época contemporánea.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196692/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Raúl Moreno Almendral ha recibido fondos para la investigación del Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España a través de los proyectos HAR2017-87557-P y PID2020-116449GB-I00, así como del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a través de la ayuda FPU13/00339.</span></em></p>Las naciones son fenómenos colectivos resultado de procesos de construcción social. La manera de imaginarlas ha sido y es variable, y no siempre ha estado asociada a la modernidad.Raúl Moreno Almendral, Profesor Contratado Doctor, Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1965912022-12-20T18:14:43Z2022-12-20T18:14:43ZVolver a Stalingrado 80 años después<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/501840/original/file-20221219-26-fzk3nw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2159%2C773&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Soldados rusos durante la batalla de Stalingrado en febrero de 1943. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:RIAN_archive_44732_Soviet_soldiers_attack_house.jpg">Wikimedia Commons / RIA Novosti archive</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Por estas fechas, hace exactamente 80 años, se combatía de manera encarnizada en los edificios destruidos de la ciudad rusa hoy renombrada Volgogrado. </p>
<p>En el marco de la Segunda Guerra Mundial, el 22 de junio de 1941, Hitler había dado luz verde al inicio de la <a href="https://historia.nationalgeographic.com.es/a/operacion-barbarroja-y-defensa-moscu-durante-ii-guerra-mundial_15825">Operación Barbarroja</a>, la invasión de la Unión Soviética, reuniendo a un gigantesco ejército para alcanzar su sueño imperial. E infravalorando a su oponente, calculó que en poco menos de seis meses derrotaría al gigante soviético y configuraría, de este modo, su imperio de los mil años (lo que duraría el <a href="https://www.unebook.es/es/libro/el-tercer-reich_159301">Tercer Reich</a>, en el ideario fantasioso de Hitler), forzando la claudicación de Gran Bretaña, e instaurando una paz germana en Europa.</p>
<p>Sin embargo, esos planes tan fantasiosos fallaron. La inmensidad del espacio a conquistar y la tenaz lucha de su adversario soviético, que pugnaba por su supervivencia contra las criminales políticas nazis, hicieron no solo que no pudieran tomar Moscú, sino que se quedaran lejos de acabar con la resistencia bolchevique. La campaña militar de 1941 fracasó, pero la guerra continuaría. </p>
<h2>La Operación Azul</h2>
<p>Así, en el verano de 1942, tras haber logrado la toma de Sebastopol y la península de Crimea, se le encomendaría al VI Ejército de Von Paulus iniciar la denominada <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fall_Blau">Operación Azul</a>, cuyos objetivos eran ocupar todo el Cáucaso y Stalingrado. Tras la debacle sufrida ante las puertas de la capital rusa, Hitler centró su objetivo en el Cáucaso, para tener acceso directo a las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_C%C3%A1ucaso">fuentes de petróleo de la regiones</a> de Maikop, Bakú y Grozni.</p>
<p>La <a href="https://www.esferalibros.com/libros/el-ejercito-de-hitler/">Wehrmacht</a> (denominación del ejército alemán durante la guerra) padecería durante toda la contienda una carestía crónica de combustible, piedra angular de los ejército modernos. El 21 de agosto de 1941, los nazis plantaban la esvástica en el monte Elbrus, alcanzando la cima más alta de Europa. </p>
<h2>Un símbolo de resistencia</h2>
<p>No fueron más lejos. Más al norte, la ocupación de Stalingrado, junto al Volga, estaba prevista como un objetivo secundario, debido a las dificultades que implicaba la lucha callejera; pero pronto se iba a convertir en el símbolo de la contumaz resistencia soviética. </p>
<p>La conquista de la urbe industrial pasaría a ser prioritaria para Hitler y se convertiría en un terrible pulso que centraría todos los esfuerzos y recursos del mando alemán; un grandísimo error que sería aprovechado por Stalin. </p>
<p>La superioridad táctica alemana, aquí, quedó invalidada, y el desgaste alemán se cobró un alto peaje en hombres y material insustituible, teniendo que conquistar palmo a palmo, en un auténtico solar de ruinas y cascotes que favorecía la resistencia numantina soviética. </p>
<h2>Más de medio millón de muertos civiles</h2>
<p>Por desgracia, también, el peaje civil fue muy elevado. De los 600 000 habitantes que fueron obligados a quedarse por orden de Stalin para enardecer la resistencia (solo se evacuó la industria armamentística), entre muertos y posteriores evacuaciones solo quedarían <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-stalingrado/196839">9 796 almas</a> desangeladas (entre ellos 994 niños) que resistieron hasta el final de los combates.</p>
<p>En todo caso, los alemanes se enfrentaron a su peor pesadilla en una batalla urbana (se denominaría como guerra de ratas, <em>Rattenkrieg</em>), y aunque lograron apoderarse de cerca del 90 % de aquel páramo de dolor y muerte, la ciudad, pese a todo, no cayó. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/501854/original/file-20221219-24-mhnwse.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/501854/original/file-20221219-24-mhnwse.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/501854/original/file-20221219-24-mhnwse.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=414&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/501854/original/file-20221219-24-mhnwse.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=414&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/501854/original/file-20221219-24-mhnwse.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=414&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/501854/original/file-20221219-24-mhnwse.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=520&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/501854/original/file-20221219-24-mhnwse.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=520&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/501854/original/file-20221219-24-mhnwse.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=520&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Una familia huye de Stalingrado en octubre de 1942.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bundesarchiv_Bild_183-J19568,_Bei_Stalingrad,_russische_Fl%C3%BCchtlinge.jpg">Wikimedia Commons / Bundesarchiv / Friedrich Gehrmann</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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</figure>
<h2>Invicta, a un alto precio</h2>
<p><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Vasili_Chuikov">Vasili Ivánovich Chuikov</a>
(el mismo que recibió personalmente la rendición de las fuerzas alemanes en Berlín, el 2 de mayo de 1945) fue el oficial soviético encargado de impedir que eso sucediera, adoptando órdenes draconianas: miles hombres y mujeres se sacrificarían para impedir la conquista alemana (surgiendo figuras legendarias como el <a href="https://www.unebook.es/es/libro/memorias-de-un-francotirador-en-stalingrado_232689">francotirador Záitsev</a>).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/501855/original/file-20221219-20-xkq6dk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/501855/original/file-20221219-20-xkq6dk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/501855/original/file-20221219-20-xkq6dk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=438&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/501855/original/file-20221219-20-xkq6dk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=438&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/501855/original/file-20221219-20-xkq6dk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=438&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/501855/original/file-20221219-20-xkq6dk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/501855/original/file-20221219-20-xkq6dk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/501855/original/file-20221219-20-xkq6dk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El general Chuikov y francotirador Vasiliy Zaytsev en 1943.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:General-Chujkov_snaiper-Zaicev.jpg">Wikimedia Commons / Georgy Zelma</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Mientras tanto, el mariscal <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-grandes-batallas-de-la-ii-guerra-mundial/111943">Zhúkov</a> prepararía y orquestaría una letal ofensiva oculta a los alemanes: la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Urano">Operación Urano</a>. En la fría madrugada del 19 de noviembre de 1942, dos fuertes pinzas acorazadas aplastaron los débiles flancos del Eje, guarnecidos por unidades italianas, rumanas y húngaras, cercando a un exhausto VI Ejército. </p>
<p>El éxito fue completo. Un cinturón de acero se cernió sobre la ciudad, unos 250.000 soldados del Eje se vieron inmovilizados y atrapados. Justo cuando parecía que estaban tan cerca de lograr culminar su tarea, la suerte de las armas germanas se alteró por completo. </p>
<h2>La rendición alemana</h2>
<p>Aunque Hitler encomendaría al mariscal de campo Von Manstein liberar a las tropas cercadas, no se lograría. Nada pudo librar al comandante supremo del VI Ejército, von Paulus, de rendirse el 31 de enero de 1943. le quedaban 91.000 supervivientes, de los que solo 5.000 regresarían de Siberia tras el fin del conflicto.</p>
<p>El shock de la derrota fue un mazazo para la opinión pública alemana, imbuida de la mística nazi de la invencibilidad de sus ejércitos, que consideraría, por primera vez, seriamente la posibilidad de que podrían perder la contienda.</p>
<h2>Un lugar histórico</h2>
<p>Stalingrado iba a ocupar un lugar especial en la memoria soviética, tanto por su capacidad de resiliencia (aunque el tributo en sangre fue espantoso) como por devolver a los alemanes su propia medicina, utilizando contra ellos sus exitosas tácticas militares. </p>
<p>Aún los soviéticos tendrían que aprender más duras lecciones, pero la balanza bélica se decantaba claramente a su favor. Hitler había sobrevalorado sus fuerzas e infravalorado a sus enemigos. Fue el principio del fin para el Tercer Reich. </p>
<h2>Objeto de análisis reciente</h2>
<p>Aún en la actualidad, Stalingrado sigue ostentando en el acervo popular un lugar de reconocimiento enorme contra el nazismo. De hecho, el reciente libro de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Xos%C3%A9_Manoel_N%C3%BA%C3%B1ez_Seixas">Xosé M. Núñez Seixas</a>, sobre la memoria de los países europeos de la Segunda Guerra Mundial destaca por su título: <a href="https://www.galaxiagutenberg.com/producto/volver-a-stalingrado-2/"><em>Volver a Stalingrado</em></a>. </p>
<p>Se han publicado otras excelentes crónicas sobre lo ocurrido, como los de <a href="https://www.todostuslibros.com/libros/la-batalla-por-stalingrado_978-84-08-06181-6">Craig</a> y <a href="https://www.unebook.es/es/libro/stalingrado_232791">Beevor</a> o la <a href="https://www.despertaferro-ediciones.com/revistas/numero/df-contemporanea-no-2-stalingrado-i-el-asalto-de-la-wehrmacht/">tetralogía de Stalingrado</a> (desde un punto de vista militar), de David M. Glantz y Jonathan M. House, así como el de Jochen Hellbeck, <a href="https://www.galaxiagutenberg.com/producto/stalingrado/"><em>Stalingrado</em></a>. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/501850/original/file-20221219-22-c331eb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/501850/original/file-20221219-22-c331eb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/501850/original/file-20221219-22-c331eb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=315&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/501850/original/file-20221219-22-c331eb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=315&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/501850/original/file-20221219-22-c331eb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=315&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/501850/original/file-20221219-22-c331eb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=396&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/501850/original/file-20221219-22-c331eb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=396&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/501850/original/file-20221219-22-c331eb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=396&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Cartel de ‘Lucharon por la patria’, (Sergei Bondarchuk, URSS, 1975),</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Material de ficción</h2>
<p>Tampoco podemos olvidar de la épica novela de Vasili Grossman, publicada íntegramente hace poco en castellano, <a href="https://www.galaxiagutenberg.com/producto/stalingrado-4/"><em>Stalingrado</em></a>; o la ingente filmografía que se ha producido a este respecto desde el punto de vista alemán, ruso–soviético o italiano, en filmes como <a href="https://www.imdb.com/title/tt0051376/?ref_=fn_al_tt_1"><em>El médico de Stalingrado</em></a> (Geza von Radványi, RFA, 1958), <a href="https://www.imdb.com/title/tt0051749/?ref_=nm_knf_t_1"><em>Stalingrado: batalla en el infierno</em></a> (Frank Wisbar, RFA, 1959), <a href="https://www.imdb.com/title/tt0065782/?ref_=fn_al_tt_3"><em>Los girasoles</em></a> (Vittorio De Sica, Italia, 1970), <a href="https://www.imdb.com/title/tt0212194/?ref_=nm_knf_c_1"><em>Nieve Ardiente</em></a> (Gavriil Yegiazarov, URSS, 1972), <a href="https://www.imdb.com/title/tt0073488/?ref_=nm_flmg_c_6_dr"><em>Lucharon por la patria</em></a> (Sergei Bondarchuk, URSS, 1975), la antibelicista <a href="https://www.imdb.com/title/tt0108211/?ref_=fn_al_tt_1"><em>Stalingrado</em></a> (Josep Vilsmaier, Alemania, 1993), <a href="https://www.imdb.com/title/tt0215750/?ref_=nm_knf_c_2"><em>Enemigo a las puertas</em></a> (Jean-Jacques Annaud, Reino Unido, 2001), <a href="https://www.imdb.com/title/tt0277327/?ref_=nm_knf_c_1"><em>Hasta donde mis pies me lleven</em></a> (Hardy Martins, Alemania, 2001), sobre la suerte de los supervivientes alemanes; o la última, la belicista <a href="https://www.imdb.com/title/tt1966566/?ref_=fn_al_tt_2"><em>Stalingrado</em></a> (Fiódor Serguéievich Bondarchuk, Rusia, 2013). </p>
<h2>Desolación y ruinas</h2>
<p>Como es bien sabido, la mortífera sangría no se detuvo ahí. Prosiguió hasta la toma de Berlín en mayo de 1945, dejando tras de sí no solo un panorama de desolación y ruinas, sino un precio en vidas ingente. </p>
<p>Escribía Núñez Seixas: </p>
<blockquote>
<p>“La guerra en el Este provocó una universalización del sufrimiento y de la memoria de la guerra entre amplias capas de la población, entre ocupantes y ocupados, civiles y militares”.</p>
</blockquote>
<p>Lástima que todo ello no haya servido para inducir a los rusos a aprender del pasado. Pues, mientras que los alemanes son muy conscientes de aquel espanto, abogando por el pacifismo, el uso y abuso con el que Putin ha dispuesto en la memoria rusa la Gran Guerra Patriótica (como base de un nacionalismo agresivo) parece haberla preparado para la guerra en Ucrania.</p>
<p>No para recordar, precisamente, el espantoso sacrificio, sino para enfrentarse a los mismos camaradas ucranianos con los que derrotaron al nazismo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196591/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Igor Barrenechea Marañón no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Stalingrado, hoy Volgogrado, es símbolo de la resistencia rusa y del fracaso nazi. Numerosos libros, novelas y películas han inmortalizado aquella cruenta y larga batalla.Igor Barrenechea Marañón, Profesor y Doctor en Historia Contemporánea, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.