Elena Vecino Cordero, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y Xandra Pereiro, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Una investigación revela por qué los estragos neuronales causados por el glaucoma comienza en la periferia de la retina, y no en su parte central. Por eso, cuando los pacientes detectan la pérdida de visión, ya suele ser tarde.
Hasta ahora, los científicos han estudiado cómo se comunican las neuronas a través de sus ramificaciones y sinapsis, los diminutos espacios que las separan. Pero el primer mapa de las conexiones “sin cables” en un ser vivo puede cambiar la comprensión de nuestro sistema nervioso.
Nuestros nervios están cubiertos por una funda protectora (la vaina de mielina) cuyo deterioro puede desencadenar enfermedades como la esclerosis múltiple. Un nuevo hallazgo abre una vía farmacológica para recuperar la mielina perdida.
Obstáculos casi insalvables impiden conectar un cerebro al cuerpo de un receptor con éxito. De momento, lo que sí se puede hacer (y se hace) es trasplantar neuronas como posible tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas.
Organismos aparentemente sencillos como las moscas y los mosquitos tienen cerebros capaces de llevar a cabo comportamientos sumamente avanzados. De ahí que tenga tanto interés que se acabe de elaborar el primer mapa del cerebro de una larva de mosca.
Los complejos circuitos neuronales del cerebro se pueden estudiar gracias a técnicas como la optogenética, la fotometría y la quimogenética, que permiten desenredar los cables y probar qué hace cada uno.
Los llamados superancianos son las personas con más de 80 años cuyas capacidades cognitivas corresponden a las de alguien 20 o 30 años más joven. Los científicos acaban de descubrir que tienen neuronas más grandes de lo normal en cierta parte de su cerebro.
En dietas con restricción calórica, el número de neuronas cerebrales relacionadas con la memoria crece, nos orientamos mejor y captamos más detalles del entorno.
El cerebro cuenta con una estructura que hace de nodo, nexo crucial en el denso entramado de neuronas. Igual que los pasillos de un monasterio desembocan en un amplio patio, los senderos cerebrales confluyen en el claustro.
¿Cómo son las neuronas que nos hacen ser más o menos competitivos en cada circunstancia? Los biólogos las han localizado. Y han concluido que nos esforzamos más o menos por triunfar en función del rango social de nuestros contrincantes.
La práctica de ejercicio aumenta la llegada de sangre al cerebro, creando nuevas vías vasculares. Este proceso aumenta la plasticidad sináptica y la eficiencia de las neuronas, entre otros beneficios.
El papel de los lípidos podría ser clave en el desarrollo de esclerosis lateral amiotrófica según un estudio que ha analizado la médula espinal de los pacientes con esta enfermedad.
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso central. Aunque todavía no hay cura, sí sabemos cómo se produce: el sistema inmune es el responsable.
El fin último de dormir es reparar los daños que se acumulan en el ADN mientras estamos despiertos. Sobre todo, los daños del ADN de las neuronas. Solo si dormimos lo suficiente el sueño surte un efecto “reparador”.
Nuevas terapias basadas en la regulación de estas células pueden suponer un salto de calidad en las terapias para enfermedades como el alzhéimer, la esclerosis múltiple y las adicciones.
Investigador Principal del Laboratorio de Neuroinmuno-Reparación. Unidad de Investigación. Hospital Nacional de Parapléjicos., Servicio de Salud de Castilla-La Mancha
Catedrática Biología Celular. Investigadora Principal del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), Universidad de Málaga
Profesora del Departamento Psicología/ Psicología Básica. Grupo de investigación HUM-891 Investigación en Neurociencia Cognitiva, Universidad de Almería