La mitad de las mujeres declara tener problemas de suelo pélvico que, en la mayoría de los casos, dan lugar a pérdidas de orina cuando tosen, ríen o hacen un esfuerzo físico que aumenta la presión dentro del abdomen.
Una de cada dos mujeres en edad reproductiva tiene uno o varios miomas en el útero. Aunque suelen ser benignos y no mortales, provocan excesivo sangrado, anemia y pésima calidad de vida.
El cáncer de mama es la patología maligna más frecuente entre las mujeres. Podemos disminuir el riesgo controlando el peso, haciendo deporte, disminuyendo la ingesta de alcohol y amamantando a los recién nacidos.
Nadie discute que la gestación y el parto son procesos fisiológicos. Sin embargo eso no impide que las embarazadas desarrollen problemas que afectan sobre todo a la parte baja de la espalda, a las caderas y a los músculos del suelo pélvico.
La endometriosis es una enfermedad debilitante que afecta al 10 % de las mujeres de todo el mundo. Cuando su diagnóstico se retrasa, corren el riesgo de sufrir problemas de salud mayores, como daños en útero e intestinos, o infertilidad.
Que las mujeres levanten pesas en la juventud y la madurez beneficia enormemente su salud física y mental. Pensar que para ser efectivo el ejercicio debe doler, o que para perder peso solo es útil hacer “cardio” las disuade de hacerlo
Es asombroso comprobar lo fácil que le resulta parir a las hembras de mamíferos. ¿Por qué el parto humano es entonces tan doloroso? Fundamentalmente por dos razones evolutivas: nos pusimos de pie y nos creció la cabeza.
Detectar y abordar la mutilación genital femenina adecuadamente es básico para paliar las consecuencias para la salud física, psicológica, sexual y obstétrica con las que conviven las supervivientes en países como España, donde sigue sucediendo pese a su prohibición.
Desde los años noventa, la mortalidad atribuida al consumo de tabaco en mujeres está aumentando, sobre todo por cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares. Y lo hace rápido tanto en las jóvenes como en las de edad más avanzada.
¿Por qué la mirada social hacia la mujer con problemas de juego sigue siendo de persona “viciosa” y no de “enfermedad”? Y si la percepción social de la mujer con trastorno de juego es distinta, ¿por qué no se incluye el género en su evaluación y tratamiento?
A estas alturas hay pruebas irrefutables de que no se hace el mismo esfuerzo diagnóstico ni terapéutico en mujeres que en hombres. Entre otras cosas, las mujeres son infratratadas de enfermedades cardiológicas y coronarias.
No basta con tomar aceite de oliva en lugar de otro vegetal. También debería ser virgen, incluso si es para freír, porque la evidencia afirma que así podría disminuir el riesgo de cáncer de mama.
Las investigaciones sobre la relación entre la menstruación y la vacuna de covid-19 sugieren cambios leves y transitorios en los ciclos de las mujeres. Ahora falta evaluar su causalidad.
Los ejercicios hipopresivos tienen fama de reducir la cintura. Y aunque es verdad, no es el mayor beneficio que se deriva de practicarlos. Entre otras cosas ayudan a compensar todos los aumentos de presión que transmitimos al suelo pélvico y al abdomen, además de prevenir la incontinencia.
Aunque ahora nos pueda sonar anecdótico, durante siglos muchas mujeres se creían a pies juntillas que podían volverse locas si se bañaban teniendo la regla. O avinagrar el vino. O cortar la mayonesa.
Las mujeres tienen más síntomas de covid-19 a largo plazo que los hombres. Sobre todo fatiga, disnea, pérdida de pelo y dolor. Curiosamente, no sucede lo mismo durante la infección.
Dada la escasez de conocimiento sobre la salud menstrual, resulta paradójico que la sobremedicalización de la menstruación sea una triste realidad. ¿Por qué hemos normalizado este tipo de dolor?
Más de la mitad de los países han incorporado la vacuna frente al VPH en sus programas de vacunación infantil. Sin embargo, la cobertura para la pauta completa de vacunación no alcanza el 20%.
Catedrático de Obstetricia y Ginecologia. Director del Departamento de Cirugía y EMQ. Director del master de Sexología Clínica, Universitat de Barcelona
Miembro del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi Sunyer - Hospital Clínic Barcelona / IDIBAPS y profesor de Ginecología, Universitat de Barcelona
Graduada en Enfermería. Máster Universitario en Investigación Socio-Sanitaria. Grupo de Investigación Enfermería, Dolor y Cuidados (ENDOCU). Programa de Doctorado en Ciencias de la Salud, Universidad de Castilla-La Mancha