tag:theconversation.com,2011:/es/topics/tabaquismo-81997/articlestabaquismo – The Conversation2024-01-24T21:42:23Ztag:theconversation.com,2011:article/2204272024-01-24T21:42:23Z2024-01-24T21:42:23ZFumadores pasivos: respirar el humo ajeno sigue causando estragos<p>Hace más de 15 años, en España era normal entrar en una cafetería y encontrar personas fumando. Por aquel entonces, estaba socialmente aceptado, al igual que la exposición de la población al humo de los fumadores. Sin embargo, gracias a la <a href="https://www.boe.es/eli/es/l/2005/12/26/28">Ley 28/2005</a> y a su posterior modificación en <a href="https://www.boe.es/eli/es/l/2010/12/30/42/con">2010</a>, dejó de estar permitido consumir tabaco en espacios públicos cerrados.</p>
<p>En otros lugares como Brasil, <a href="https://theconversation.com/brasil-a-la-vanguardia-mundial-de-la-lucha-contra-el-tabaquismo-201055">un país muy avanzado en políticas de control de tabaquismo</a>, también se han implantado medidas dirigidas tanto a reducir la prevalencia de consumo de tabaco como de exposición al humo ambiental de tabaco. Entre estas disposiciones se encuentran la subida de impuestos, la promoción de ambientes libres de humo y la educación de la población a través de grandes campañas publicitarias.</p>
<p>A pesar de las decisiones adoptadas en España y de los esfuerzos por reducir la exposición a ese humo ambiental, todavía <a href="https://www.sanidad.gob.es/estadEstudios/estadisticas/EncuestaEuropea/Enc_Eur_Salud_en_Esp_2020.htm">más de tres millones de españoles continúan sufriéndolo</a>. De hecho, algunos estudios, como el <a href="https://www.drugsandalcohol.ie/33761/1/Eurobarometer_2020_cigarettes_ebs_506.pdf">último informe realizado por el Eurobarómetro en 2020</a>, alertan de un incremento de fumadores pasivos durante los últimos años. </p>
<p>Lo más sorprendente es que este aumento se observó en espacios cerrados como bares y restaurantes, donde la ley actual prohíbe fumar. Esto nos lleva a plantear si nos hemos relajado en el cumplimiento de las medidas de control o si se necesitan nuevas estrategias y medidas más estrictas para proteger a la población.</p>
<h2>El humo del tabaco también mata</h2>
<p>A lo largo de los años hemos podido observar las consecuencias del consumo de tabaco en la salud humana. Sabemos que actualmente es responsable de más de <a href="https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/372043/9789240077164-eng.pdf?sequence=1">ocho millones de muertes</a> al año en todo el mundo. Lo llamativo es que un millón de estos fallecimientos no los causó directamente el consumo de tabaco, sino el humo que exhalan los fumadores y que desprenden los cigarrillos. </p>
<p>Esto se debe a que el <a href="https://pnsd.sanidad.gob.es/ciudadanos/informacion/tabaco/home.htm">humo de segunda mano está formado por más de 4 000 sustancias tóxicas</a>, de las cuales al menos 250 son cancerígenas. Hasta la fecha, se ha demostrado que este contaminante ambiental puede producir enfermedades como <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK44324/pdf/Bookshelf_NBK44324.pdf">el cáncer de pulmón, la cardiopatía isquémica y la muerte súbita del lactante</a>. Además, se sospecha que también está relacionado con otras dolencias como los accidentes cerebrovasculares y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).</p>
<p>Uno de los grandes problemas asociados al humo de tabaco es que sus consecuencias en la salud no solamente afectan a los fumadores: desde un feto en la barriga de su madre hasta una persona anciana que nunca ha encendido un cigarrillo pueden resultar perjudicados.</p>
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<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/woman-smoking-cigarette-near-people-publicsmelling-2025601214">witsarut sakorn / Shutterstock</a></span>
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<h2>Lo que va de 2002 a 2020</h2>
<p>En España, se han realizado tres estudios para estimar el impacto mortal del humo ambiental de tabaco en la población adulta. El primero de ellos se llevó a cabo en <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2807185/">2002</a>, cuando en este país solamente estaba prohibido fumar, mediante reales decretos, en lugares específicos como <a href="https://www.rtve.es/noticias/20101221/fumar-clase-colegios-prohibir-humo-bares-leyes-del-tabaco-espana/386936.shtml">centros sanitarios, recintos educativos o aviones</a>. Este trabajo estimó que la exposición al humo ambiental de tabaco fue responsable de entre 1 228 y 3 237 muertes en personas que nunca habían fumado. La mayoría se debieron a exposiciones producidas en el hogar.</p>
<p>El segundo estudio se realizó en <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26079574/">2011</a>, cinco años después de la implantación de la Ley 28/2005 y justo cuando entró en vigor su modificación (Ley 42/2010). Entonces se estimó que la exposición a humo de segunda mano había producido la muerte de 1 028 personas no fumadoras en España. Nuevamente, la mayor parte se debían a la inhalación en las casas.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/el-tabaco-destroza-los-pulmones-pero-tambien-el-medio-ambiente-183907">El tabaco destroza los pulmones, pero también el medio ambiente</a>
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<p>El último estudio data de <a href="https://www.archbronconeumol.org/en-mortality-attributable-environmental-tobacco-smoke-articulo-S0300289623000960#:%7E:text=5%20The%20latest%20study%20of,previous%20study%20conducted%20in%202002.">2020</a>, diez años después de la última adopción de medidas de control del tabaquismo. Los investigadores cifraron en 747 las muertes atribuidas a la exposición al humo ambiental. Por primera vez se valoraron las muertes para las tres categorías de consumo de tabaco (fumadores, exfumadores y nunca fumadores). Así, 293 de esas muertes se produjeron en fumadores, 260 en exfumadores y 195 en personas que nunca habían fumado. </p>
<p>En conclusión, la mortalidad por exposición a humo ambiental de tabaco parece estar descendiendo en España. Sin embargo, es importante tener presente que cada día <a href="https://www.archbronconeumol.org/en-mortality-attributable-environmental-tobacco-smoke-articulo-S0300289623000960#:%7E:text=5%20The%20latest%20study%20of,previous%20study%20conducted%20in%202002.">dos personas siguen muriendo en este país</a> por su culpa. Es esencial transmitir a la población el peligro de inhalar ese humo no solo en espacios cerrados, como en una casa o en un coche, sino también en espacios abiertos como la terraza de un bar o mientras esperamos el autobús. </p>
<h2>La lucha contra la epidemia tabáquica debe continuar</h2>
<p>La protección de la salud es un derecho reconocido en la Constitución Española, y las autoridades sanitarias tienen la responsabilidad de garantizarlo. En el caso que nos ocupa, hablamos de crear espacios 100 % libres de humo de tabaco, tanto en lugares cerrados como al aire libre, establecer políticas fiscales que aumenten el precio de los productos del tabaco o limitar los puntos de venta. </p>
<p>En comunidades autónomas como Cataluña, el gobierno tiene la intención de avanzar en este sentido prohibiendo consumir tabaco en las terrazas y en los coches particulares. Solo mediante una lucha activa y sostenida contra la epidemia tabáquica se logrará una protección efectiva de la población.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/220427/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mónica Pérez Ríos recibe fondos de Instituto de Salud Carlos III</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Carla Guerra-Tort recibe fondos del Plan Nacional Sobre Drogas (Ministerio de Sanidad, Gobierno de España). Es miembro de la Sociedad Española de Epidemiología. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Julia Rey Brandariz ha recibido fondos del Ministerio de Universidades. Es socia de la Sociedad Española de Epidemiología.</span></em></p>El humo ambiental de tabaco mata diariamente a dos personas en España. ¿Es hora de que se actualice la ley antitabaco en este país?Mónica Pérez Ríos, Profesora titular en el departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidade de Santiago de CompostelaCarla Guerra-Tort, Investigadora predoctoral en Epidemiología y Salud Pública, Universidade de Santiago de CompostelaJulia Rey Brandariz, Investigadora en Epidemiología y Salud Pública, Universidade de Santiago de CompostelaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2010552023-05-21T19:11:43Z2023-05-21T19:11:43ZBrasil, a la vanguardia mundial de la lucha contra el tabaquismo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/527212/original/file-20230519-19-q3t2mo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C28%2C9489%2C5406&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/young-hispanic-man-breaking-cigarette-hands-1931685242">Krakenimages.com / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El consumo de tabaco tiene una larga tradición en Brasil. Originaria de los Andes bolivianos, <a href="https://www.sinditabaco.com.br/item/historia-do-tabaco/#:%7E:text=Nos%20estudos%20sobre%20o%20tabaco,brasileiro%20atrav%C3%A9s%20das%20migra%C3%A7%C3%B5es%20ind%C3%ADgenas">la planta <em>Nicotiana tabacum</em> llegó a este país por medio de las migraciones indígenas</a>. Para los indios brasileños, tenía un carácter sagrado: su uso estaba limitado a los <a href="https://theconversation.com/el-mundo-magico-de-los-chamanes-202479">chamanes</a> en los ritos religiosos y para fines medicinales. </p>
<p>De planta mágico-religiosa, el tabaco pasó a ser un producto comercial en las colonias europeas. En Brasil, durante el siglo XVII, el tabaco <a href="https://bvsms.saude.gov.br/bvs/publicacoes/exposicao_controle_tabaco_brasil_trajetoria.pdf">se convirtió en uno de los principales productos de exportación durante el período del Imperio</a>. Esa importancia aún puede verse en el escudo de armas de la república, donde aparece junto al café como símbolo de la nacionalidad brasileña.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/527215/original/file-20230519-15-w4kwzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/527215/original/file-20230519-15-w4kwzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/527215/original/file-20230519-15-w4kwzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/527215/original/file-20230519-15-w4kwzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/527215/original/file-20230519-15-w4kwzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/527215/original/file-20230519-15-w4kwzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/527215/original/file-20230519-15-w4kwzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/527215/original/file-20230519-15-w4kwzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Escudo de la República de Brasil, con la planta del café (izquierda) y del tabaco (derecha).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Wikimedia Commons</span></span>
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<h2>Los orígenes del hábito de fumar</h2>
<p>En lo que se refiere a su consumo, <a href="https://bvsms.saude.gov.br/bvs/publicacoes/exposicao_controle_tabaco_brasil_trajetoria.pdf">el tabaco se popularizó entre los hombres brasileños a partir de 1874</a>. Las mujeres empezaron a fumar masivamente más tarde, entre la década de 1960 y 1970, cuando la publicidad de la industria tabaquera asoció su producto a la emancipación femenina y la igualdad de género. </p>
<p>Este inicio más tardío en mujeres también se produjo en otros países como España. Así, el consumo de tabaco comenzó a ser muy común entre los varones durante la Guerra Civil (1936-1939), mientras que ellas no adquirieron el hábito hasta la década de los 60-70.</p>
<h2>Hacia un Brasil libre de tabaco</h2>
<p>Volviendo a Brasil, <a href="https://www.gov.br/inca/pt-br/assuntos/gestor-e-profissional-de-saude/programa-nacional-de-controle-do-tabagismo">a partir de los años 70 del pasado siglo comenzaron también a surgir los primeros movimientos de control del tabaquismo</a>, liderados por profesionales de la salud y sociedades médicas. La acción del Gobierno a nivel federal se institucionalizó en 1985 con la constitución del Grupo Asesor para el Control del Tabaco y, en 1986, con la creación del Programa Nacional de Combate al Tabaco.</p>
<p>Gracias a estas iniciativas, <a href="https://journals.plos.org/plosmedicine/article?id=10.1371/journal.pmed.1001336">el porcentaje de fumadores diarios en Brasil se ha reducido</a> del 29 % al 12 % en hombres y del 19 % al 8 % en mujeres en los últimos 25 años, lo que puede considerarse un éxito. </p>
<p><a href="https://www.comunidad.madrid/sites/default/files/doc/sanidad/epid/informe_tabaco_vita_2021.pdf">Como elemento de comparación</a>, la prevalencia de consumo de tabaco en hombres españoles descendió desde un 55 % hasta un 26 % desde 1987. Entre las mujeres empezó a decrecer en 2001, del 27 % al 19 % en 2020.</p>
<p>Actualmente, Brasil se define como país libre del consumo del tabaco por la <a href="https://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_ato2011-2014/2011/lei/l12546.htm">Ley nº 12 546/2011</a> y por el <a href="https://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_ato2011-2014/2014/decreto/d8262.htm">Decreto nº 8 262/2014</a> y ha asumido un papel de liderazgo en el ámbito internacional. De hecho, es la segunda nación del mundo, después de Turquía, en alcanzar el nivel más alto de las seis medidas de control del tabaco <a href="https://apps.who.int/iris/handle/10665/43891">MPOWER</a> propuestas por la Organización Mundial de la Salud.</p>
<h2>Brecha de género en la mortalidad</h2>
<p>¿Y qué reflejo tienen estas medidas en la salud de la población brasileña? Desde 1996 a 2019, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0213911123000110">el tabaquismo se cobró exactamente 2 389 831 vidas entre las personas mayores de 35 años</a>. De cada 10 fallecimientos atribuidos al tabaco, 6 se producen en hombres, aunque se registra una bajada en este tipo de mortalidad desde 2004. Desafortunadamente, el porcentaje no ha parado de crecer en las mujeres año tras año. </p>
<p><a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9713395/">Un patrón muy similar se observa en España</a>: la mortalidad vinculada al tabaquismo está descendiendo en varones, mientras que la de las mujeres sube desde 1990. Sin embargo, al comparar las estimaciones en ambos países en función de los grupos de edad observamos que las tasas de fallecimientos asociadas al consumo de tabaco son inferiores entre los hombres brasileños.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/527183/original/file-20230519-19-k14689.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/527183/original/file-20230519-19-k14689.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/527183/original/file-20230519-19-k14689.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=703&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/527183/original/file-20230519-19-k14689.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=703&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/527183/original/file-20230519-19-k14689.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=703&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/527183/original/file-20230519-19-k14689.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=883&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/527183/original/file-20230519-19-k14689.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=883&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/527183/original/file-20230519-19-k14689.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=883&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Evolución de las tasas específicas por edad de mortalidad atribuida al consumo de tabaco en hombres y mujeres en España y Brasil. Tasas por 100 000 habitantes.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Efectos dispares en la salud</h2>
<p>Fumar se relaciona con tres grandes grupos de causas de muerte: <a href="https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/343287/9789240032095-eng.pdf">cánceres, enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus y enfermedades respiratorias</a>. En Brasil, la mayor carga de mortalidad se produjo por las enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus: <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0213911123000110">de cada 100 fallecimientos por consumo de tabaco, 42 fueron por ese tipo de patologías</a>. </p>
<p>Este resultado difiere con la situación en Europa y Estados Unidos, donde los cánceres se cobran el mayor número de víctimas por el tabaco. La diferencia puede deberse a que Brasil es un país marcado por desigualdades sociales: la disparidad de desarrollo entre sus regiones se refleja en la salud, especialmente cuando se trata de la prevención de factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus.</p>
<p>Si desglosamos por patologías concretas –no por grupos de enfermedades–, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0213911123000110">es la causa a la que se atribuye una mayor mortalidad</a> en el país sudamericano. La EPOC y el cáncer de pulmón son responsables de cuatro de cada 10 muertes atribuidas al consumo de tabaco. Por contra, <a href="https://www.revespcardiol.org/es-mortalidad-atribuida-al-consumo-tabaco-articulo-S0300893220306436#:%7E:text=En%202017%2C%20el%20tabaco%20caus%C3%B3,total%20del%20pa%C3%ADs%20ese%20a%C3%B1o">la principal causa de fallecimiento en España achacada al hábito de fumar es el cáncer de pulmón</a>, produciendo casi 3 de cada 10 muertes por ese motivo en 2018.</p>
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<p><em>Artículo realizado con el asesoramiento de la <a href="https://seepidemiologia.es/">Sociedad Española de Epidemiología</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/201055/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Julia Rey Brandariz recibe fondos del Ministerio de Universidades.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Bibiana Wanderlei Flores y Mónica Pérez Ríos no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Las medidas adoptadas por las autoridades brasileñas desde los años 70 han recogido sus frutos, y hoy lidera los esfuerzos para erradicar el consumo de tabaco a nivel internacional.Mónica Pérez Ríos, Profesora titular en el departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidade de Santiago de CompostelaBibiana Wanderlei Flores, Mestre em Saúde Pública, Universidade de Santiago de CompostelaJulia Rey Brandariz, Investigadora en Epidemiología y Salud Pública, Universidade de Santiago de CompostelaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2000052023-04-09T18:08:05Z2023-04-09T18:08:05ZCómo conseguir una generación libre de humo de tabaco<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/519572/original/file-20230405-23-pd1pxr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=20%2C0%2C6689%2C4476&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/mother-cigarette-child-car-closeup-dont-2217931687">New Africa / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Ver a alguien con un pitillo en las manos en una película o una serie de televisión es algo poco habitual, especialmente desde que Netflix se sumó en 2019 a una guerra antitabaco que ya habían empezado a poner en marcha hace tiempo las grandes productoras de Hollywood. Sin embargo, a pesar de la medida, el hábito de fumar sigue estando presente en las calles mucho más de lo deseable. </p>
<p>El impacto que tiene el consumo de tabaco en la salud es devastador. Cada año, <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/tobacco#:%7E:text=El%20tabaco%20mata%20hasta%20a,no%20fumadores%20al%20humo%20ajeno">más de 8 millones de personas fallecen en el mundo a causa del tabaco, y alrededor de 1,2 millones son consecuencia de la exposición al humo de tabaco en no fumadores</a>. </p>
<p>Solo en España el tabaco es responsable de 56 000 muertes anuales, lo que supone el 13,7 % de toda la mortalidad. En 2020 fumaba <a href="https://www.sanidad.gob.es/estadEstudios/estadisticas/EncuestaEuropea/EncuestaEuropea2020/MODULO3RELATIVO.pdf">el 22,1 % de la población adulta española</a> y todavía esta cifra no es inferior al número de exfumadores que alcanzaba el 22,0 % ese mismo año. </p>
<p>Respecto a los jóvenes y adolescentes de 14 a 18 años de edad, <a href="https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/sistemasInformacion/sistemaInformacion/pdf/ESTUDES_2021_Informe_de_Resultados.pdf">en 2021 el 23,9 % había consumido tabaco en los últimos 30 días</a>, lo que indica la enorme facilidad de acceso a esta sustancia a pesar de la prohibición de su venta a los menores de edad. Afortunadamente, tanto en los más jóvenes como en la población adulta, la prevalencia de consumo de tabaco está disminuyendo.</p>
<h2>Reducir el porcentaje de fumadores a menos del 5 %</h2>
<p>España fue uno de los primeros países europeos en poner en marcha, en enero de 2006, <a href="https://www.boe.es/boe/dias/2005/12/27/pdfs/A42241-42250.pdf">una ley integral para el control del tabaquismo</a>, <a href="https://www.boe.es/boe/dias/2010/12/31/pdfs/BOE-A-2010-20138.pdf">modificada posteriormente en 2010</a>. Estas regulaciones, desarrolladas bajo el paraguas del <a href="https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/42813/9243591010.pdf;jsessionid=87D7EC09B4C1AE68EBEE2E259BA7FFDE?sequence=1">Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco</a> y que España ratificó en 2005, lograron <a href="https://www.seepidemiologia.es/documents/dummy/V9.0%20-%20Libro%20Tabaquismo%202017%20-%20Abierto%20Final.pdf">disminuir de forma radical la exposición ambiental al humo de tabaco</a> en espacios públicos. </p>
<p>El convenio planteaba numerosas y ambiciosas medidas para el control del tabaquismo con el objetivo de minimizar la epidemia. Entre ellas, conseguir espacios 100 % libres de humo, prohibir totalmente la publicidad del tabaco, aumentar los impuestos, introducir advertencias sanitarias en el empaquetado de los envases y facilitar el abandono. Sin embargo, desde la modificación de la ley en 2010, España se ha estancado en la implementación de estas medidas de prevención y control.</p>
<p>Aunque la mayoría de los países han mejorado notablemente los indicadores de tabaquismo, si de verdad queremos conseguir una sociedad libre de tabaco hay que ser más ambiciosos. Por eso recientemente ha surgido un nuevo movimiento que plantea un cambio de objetivos. </p>
<p>Esta nueva estrategia se conoce como el <em>endgame</em> del tabaco y su objetivo es buscar el final de la epidemia más que su control, reduciendo el porcentaje de fumadores a menos del 5 %.</p>
<p>La estrategia <em>endgame</em> tiene más posibilidades de ser implantada en países con baja prevalencia de consumo de tabaco o con disminuciones muy rápidas de esta prevalencia. Aunque no existe un umbral claro, se recomienda estimular de forma real el <em>endgame</em> cuando el porcentaje de fumadores es inferior al 15 %. También es muy importante que la población entienda muy bien en qué consiste esta iniciativa y que exista un fuerte apoyo social. </p>
<p>Según datos de la OMS, en Europa <a href="https://www.who.int/publications/i/item/9789240032095">Suecia, Noruega e Islandia tienen prevalencias de fumadores diarios inferiores al 15 %</a>, en contraste con las tasas de Francia (28 %) o Grecia (27 %). En cuanto a los países latinoamericanos, mientras Argentina o Chile rondan el 20 %, otros como México, Colombia o Perú se sitúan entre un 5 y un 7 %. </p>
<h2>Menos nicotina, menos puntos de venta y prohibición a los nacidos desde 2009</h2>
<p>Algunas de las <a href="https://tobaccocontrol.bmj.com/content/tobaccocontrol/31/2/365.full.pdf">principales acciones propuestas para implementar la estrategia <em>endgame</em></a> se centran en los propios productos de tabaco. Por ejemplo, regular para reducir los niveles de nicotina permitiría disminuir la adicción a los cigarrillos, facilitando a los fumadores abandonar el consumo. </p>
<p>Otra línea interesante son las acciones dirigidas a las personas fumadoras, entre ellas las restricciones de venta para personas nacidas a partir de cierto año, lo que se conoce como “generación libre de tabaco”. </p>
<p>No menos importante es actuar sobre el mercado del tabaco limitando el número, las localizaciones y el horario de los establecimientos de venta. </p>
<p>El último paso sería, evidentemente, prohibir la venta de cigarrillos. Nueva Zelanda ha sido el primer país que ha aprobado en diciembre de 2022 el concepto de “generación libre de tabaco”, <a href="https://www.smokefree.org.nz/smokefree-environments/legislation">prohibiendo vender tabaco de combustión de momento a las personas nacidas después del 1 de enero de 2009</a>. </p>
<p>Además, ciudades como <a href="https://www.who.int/news-room/feature-stories/detail/creating-a-smoke-free-city-balanga-city-the-philippines">Balanga</a> en Filipinas y <a href="https://blogs.bmj.com/tc/2022/01/29/brookline-introduces-tobacco-free-generation-law/">Brookline (Massachusetts)</a> han implementado leyes similares. </p>
<p>Otros países que han definido unos objetivos específicos de <em>endgame</em> han sido Irlanda, Suecia, Reino Unido, Escocia, Australia, Finlandia, EE. UU. y Canadá. </p>
<h2><em>Endgame</em> en España</h2>
<p>En España existe una <a href="https://cnpt.es/assets/docs/DECLARACION-END-GAME-DEL-TABACO-EN-ESPANA-2030_revisada-con-logos-fuera-del-CNPT.pdf">Declaración Endgame 2030</a> elaborada por más de 60 entidades y organizaciones sanitarias que incluye acciones a corto y medio plazo para canalizar el final de la epidemia de tabaquismo. Muchas de ellas son propuestas que otros países ya han puesto en marcha en sus estrategias de control de este factor de riesgo. </p>
<p>No obstante, la realidad es que España tiene todavía una alta prevalencia de fumadores. Y teniendo en cuenta que el descenso en los últimos años ha sido de apenas un 0,5 % anual, el objetivo de llegar al 5 % de consumidores de tabaco se retrasaría hasta el año 2055-2060. </p>
<p>En cualquier caso, no se puede planificar el <em>endgame</em> sin un proceso de transición donde se hayan implementado con más efectividad las acciones basadas en el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud. En el caso de España las políticas actuales son claramente insuficientes y convendría desarrollar con mayor fuerza muchas de las medidas de control. Concretamente ofrecer más ayudas para dejar de fumar e incrementar los impuestos del tabaco, destinando un porcentaje de este impuesto para la prevención y control de este problema de salud. </p>
<p>Además, convendría regular el empaquetado genérico para reducir el atractivo del producto, restringir la venta a las expendedurías de tabaco, conseguir una hostelería 100 % libre de humo en espacios interiores y exteriores, regular la publicidad en las redes sociales, introducir la limitación del consumo de tabaco en el transporte privado y realizar campañas de prevención dirigidas a los grupos de mayor riesgo. </p>
<p>Además de estas acciones, se necesita que la población entienda el significado del <em>endgame</em> para conseguir un fuerte apoyo social, tal y como se logró con la primera ley de control del tabaquismo de 2005. </p>
<p>Sin la implantación de estas medidas, el <em>endgame</em> del tabaco en España no pasará de ser una mera aspiración en lugar de ser un plan real y viable como lo es ya en otros países.</p>
<hr>
<p><em>Artículo escrito con el asesoramiento de la <a href="https://seepidemiologia.es/">Sociedad Española de Epidemiología</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/200005/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Iñaki Galán Labaca recibe fondos del Instituto de Salud Carlos III y del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad. Es socio de la Sociedad Española de Epidemiología, Asociación Madrileña de Salud Pública, y Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Julia Rey Brandariz recibe fondos del Ministerio de Universidades. Es socia de la Sociedad Española de Epidemiología.</span></em></p>Hace unos meses, Nueva Zelanda fue el primer país en aprobar el concepto de “generación libre de tabaco”, prohibiendo su venta a las personas nacidas después del 1 de enero de 2009. ¿Conseguiremos hacer lo mismo a nivel global? Es el objetivo de la estrategia ‘endgame’.Iñaki Galán Labaca, Médico epidemiólogo. Área: factores de riesgo de enfermedades crónicas, Instituto de Salud Carlos IIIJulia Rey Brandariz, Investigadora en Epidemiología y Salud Pública, Universidade de Santiago de CompostelaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1969872023-03-12T22:20:51Z2023-03-12T22:20:51ZSin humo pero con riesgo: así afectan a la salud los cigarrillos electrónicos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/513647/original/file-20230306-18-8fsn3w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2600%2C1728&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/young-woman-smoking-electronic-cigarette-276067694">Oleggg / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La industria tabaquera es la única que <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/tobacco">vende un producto de consumo que mata a la mitad de sus usuarios</a>. Sus principales objetivos, pues, están dirigidos a reemplazar a los clientes que mueren prematuramente por culpa del hábito y a retrasar al máximo el abandono del tabaco. Por eso necesita reinventarse constantemente, crear ilusión de seguridad y baja percepción de riesgo.</p>
<p>En la década de 1910, la publicidad ensalzaba las virtudes de un “tabaco natural”, y en los años 20 incluyó la idea de que había marcas menos irritantes, utilizando incluso la imagen de médicos en los anuncios. </p>
<p>Pero el gran hito tuvo lugar en los 60 con la introducción del filtro. Los primeros tenían <a href="https://theconversation.com/debemos-luchar-contra-la-epidemia-mortal-del-amianto-118731">asbesto o amianto</a>, por lo que incluso aumentaban el riesgo de cáncer en lugar de reducirlo, como aseguraban. </p>
<p>Durante los años 70, el siguiente paso en esta tarea de atraer y retener consumidores fue lanzar al mercado los cigarrillos bajos en nicotina y alquitrán, los llamados <em>light</em>. <a href="https://ec.europa.eu/health/archive/ph_information/documents/tobacco_control_es.pdf">Su uso se prohibió en la UE en 2001</a>. Y en los 80 se podía leer en los paquetes de tabaco “sin aditivos”, aunque 17 años después se obligó a eliminar el mensaje por engañoso.</p>
<p>Con el tiempo, la tecnología también se ha utilizado para crear productos supuestamente más seguros, como los <a href="https://es.cochrane.org/news/el-tabaco-calentado-ayuda-dejar-de-fumar-y-es-seguro">dispositivos que calientan el tabaco</a>, que se empezaron a comercializar hace 35 años. Los actuales son su evolución lógica.</p>
<p>Paralelamente, la industria tabaquera ha entrado en los últimos años de forma masiva en el mercado del cigarrillo electrónico. ¿Es una buena estrategia de reducción de riesgo para los fumadores?</p>
<h2>¿Es tan perjudicial como el tabaco?</h2>
<p>Una intervención que reduzca el peligro para la salud de un colectivo tiene que valorarse a nivel poblacional, con todos sus pros y contras. No debemos caer en el reduccionismo de creer que los resultados de los ensayos clínicos controlados se pueden trasladar a un uso generalizado del cigarrillo electrónico.</p>
<p>Dado que hablamos de un producto muy heterogéneo cuyo uso frecuente es relativamente nuevo, no disponemos de datos a largo plazo que podamos comparar con el consumo de tabaco. Puede que la toxicidad de los vapeadores sea menor, pero no está claro que esta reducción resulte significativa o no perjudicial. </p>
<p>De hecho, la repetida afirmación de que es un producto un 95 % menos tóxico que el tabaco <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29323609/">carece de evidencia científica</a> y confunde la concentración de sustancias con el posible riesgo de su consumo a esas concentraciones.</p>
<p>En relación al cáncer, usar únicamente el cigarrillo electrónico, algo realmente infrecuente, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29894118/">sí reduce los biomarcadores de exposición a las sustancias cancerígenas</a>. En cambio, <a href="https://academic.oup.com/eurjpc/article/26/11/1219/5925161?login=true">aumenta las posibilidades de padecer un trastorno cardiovascular</a> y una enfermedad grave del aparato respiratorio, además de <a href="https://www.bmj.com/content/366/bmj.l5275">aumentar la actividad bronquial y las secreciones o favorecer las enfermedades inflamatorias</a>, entre otras consecuencias.</p>
<p>Las sustancias que se encuentran en los cartuchos para favorecer la vaporización y que producen estos efectos son el polientilenglicol, el glicerol o glicerina vegetal y/o el propilenglicol. Al calentarlos generan formaldehídos, acetaldehídos y acroleínas (reconocidos tóxicos pulmonares y cancerígenos), sin tener en cuenta la nicotina. </p>
<p>También se han registrado intoxicaciones, principalmente en niños, al manipular las recargas de nicotina, riesgo inexistente con el tabaco. Puede provocar <a href="https://www.proquest.com/docview/1828882747?accountid=15299">mareos, vómitos, taquicardia, hipertensión y respiración rápida</a>.</p>
<h2>¿Y ayuda a dejar de fumar?</h2>
<p>Los últimos estudios publicados dejan claro que no solo no ayuda, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33928198/">sino que favorece las recaídas</a>. No se da un salto real entre el consumo de tabaco y el de cigarrillos electrónicos, sino que hay un uso alternativo del cigarrillo electrónico en entornos donde está prohibido fumar y obstaculiza los intentos de abandonar este hábito. </p>
<p>Pero además se ha registrado un aumento de uso entre los jóvenes no fumadores, con lo que en realidad <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27296866/">no es una puerta de salida del tabaco</a>, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23332475/">sino más bien la vía de entrada para muchos jóvenes</a>. Este hecho es favorecido por el desconocimiento de sus efectos.</p>
<h2>Más daños que beneficios</h2>
<p>En suma, el cigarrillo electrónico no ayuda a dejar de fumar, favorece un uso dual, desalienta el abandono, fomenta el consumo de nicotina, es una puerta de entrada al tabaquismo y contribuye a su renormalización. Está claro que si se persigue una reducción de daños, difícilmente se conseguirá si la publicidad va dirigida a atraer nuevos consumidores que nunca han fumado, como sucede actualmente.</p>
<p>El cigarrillo electrónico provoca más daños que beneficios a nivel poblacional. Por esta razón debería incluirse en las campañas de prevención de la salud y regular su disponibilidad, uso, publicidad, promoción, venta y reciclado de la misma forma que el tabaco.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196987/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Esteve Fernández Muñoz recibe fondos del Instituto de Salud Carlos III (Gobierno de España), del Departamento de Universidades e Investigación (Generalitat de Catalunya y de la Comisión Europea. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Antoni Baena García no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Aparte de sus perjuicios demostrados en la salud respiratoria o cardiovascular, los cigarrillos electrónicos no ayudan a abandonar el tabaquismo. Es más, incluso pueden ser una vía de entrada para iniciarse en el hábito de fumar.Antoni Baena García, Director del Programa del Máster Universitario en Salud Digital (UOC). Delegado territorial del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo y Vocal de la Societat Catalana d'Atenció i Tractament del Consum de Tabac (SCATT), UOC - Universitat Oberta de CatalunyaEsteve Fernández Muñoz, Catedrático de Salud Pública de la Universitat de Barcelona. Jefe del Departamento de Prevención y control del Cáncer, Institut Català d'Oncologia (ICO) / Institut d'Investgació Biomèdica de Bellvitge (IDIBELL), Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1938712022-11-15T13:45:58Z2022-11-15T13:45:58ZCáncer de pulmón: buenas noticias desde la batalla para derrocar al emperador de los tumores<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/495055/original/file-20221114-20-h9j9bm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=15%2C7%2C5026%2C3348&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/man-smoking-xray-lung-isolated-on-286789925">Shutterstock / Krunja</a></span></figcaption></figure><p>Una de las grandes efemérides de 2022 ha sido la celebración en septiembre del quinto centenario de la llegada de <a href="https://theconversation.com/que-ocurrio-realmente-en-la-vuelta-al-mundo-de-magallanes-y-elcano-184715">la expedición de Juan Sebastián Elcano</a> a Sanlúcar de Barrameda. Sin haberlo planeado al partir, los pocos supervivientes de esa trágica aventura de tres años acababan de realizar la primera circunnavegación de la historia. “Hemos descubierto y dado la vuelta a la redondez del mundo”, escribió, nada más llegar, el marino vasco al emperador Carlos V. </p>
<p>En estos meses se han puesto de relieve muchos valores que Elcano y sus compañeros desarrollaron en su travesía. Entre otros, sin duda, la perseverancia y el coraje.</p>
<p>Perseverancia y coraje son también imprescindibles en la misión de reducir el sufrimiento y los inaceptables niveles de incidencia y mortalidad causados por el cáncer de pulmón. En esta misión estamos todos implicados. Por un lado, mediante la prevención primaria: reduciendo y ayudando a reducir en la población los niveles de exposición al <a href="https://theconversation.com/este-es-el-dano-que-produce-el-tabaco-sobre-nuestras-celulas-182958">tabaco</a> y sus derivados. Y por otro, apoyando la labor de quienes estamos más directamente implicados en la batalla contra esta enfermedad: investigadores, personal sanitario, responsables institucionales, pacientes y familiares. </p>
<p>El cáncer de pulmón es, en cierto modo, otra pandemia, anterior a la que estamos atravesando por efecto del covid.</p>
<h2>Un asesino implacable</h2>
<p>En un excelente ensayo que mereció el premio Pulitzer, el Dr. Siddhartha Mukherjee describe al cáncer como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_emperador_de_todos_los_males:_Una_biograf%C3%ADa_del_C%C3%A1ncer"><em>El emperador de todas las enfermedades</em></a>. Siguiendo su argumento, se podría afirmar que el cáncer de pulmón es el emperador de ese tipo de emperadores. </p>
<p>Tres datos nos pueden ayudar a entender esta definición. Por un lado, aproximadamente uno de cada cinco fallecimientos debidos al cáncer son tumores pulmonares. En segundo lugar, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35020204/">la mortalidad por cáncer de pulmón</a> es prácticamente equivalente a la suma de las muertes causadas por el cáncer de colon, mama y próstata juntos.</p>
<p>Finalmente, el impresionante crecimiento del nivel de tabaquismo femenino de las tres últimas décadas ha llevado a un <a href="https://www.cancer.org/latest-news/study-young-women-now-have-higher-rate-for-lung-cancer-than-men-worldwide.html">aumento tan significativo del cáncer de pulmón</a> que, en algunos lugares del mundo, su mortalidad en mujeres es ya más elevada que la atribuible al cáncer de mama.</p>
<h2>Los frutos de la prevención y la detección precoz</h2>
<p>A pesar de estos datos alarmantes, la perseverancia y coraje de tantos nos permite mirar al futuro con esperanza. De hecho, la incidencia y la mortalidad por cáncer de pulmón están ya disminuyendo ligeramente en los varones. El efecto de las políticas contra el tabaco se está empezando a notar. </p>
<p>Además, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33046839/">los programas de detección precoz de cáncer de pulmón mediante TAC de baja dosis</a> se ofrecen ya a nivel poblacional en varios países desarrollados. Hace unas semanas, después de varios años de inexplicable silencio, <a href="https://eur-lex.europa.eu/procedure/EN/2022_290">la Comisión Europea ha recomendado</a> a los países miembros que introduzcan progresivamente este cribado en la cartera sanitaria pública. Esta nueva herramienta de prevención, que detecta el cáncer de pulmón en fases muy iniciales, se ha demostrado eficaz en varios ensayos clínicos de los últimos veinte años. </p>
<p>Hablamos de tumores asintomáticos, que crecen quizás durante años en el pulmón del paciente. Si no se detectan a tiempo, y estos tumores ya producen síntomas, es señal de que están muy avanzados, y de que muy probablemente no serán susceptibles de una intervención quirúrgica, por lo que su pronóstico es mucho peor. </p>
<p>Desgraciadamente, más de un 70 % de los casos de cáncer de pulmón se diagnostican hoy en día en fases inoperables. De ahí la importancia de desarrollar y optimizar la detección precoz. <a href="https://www.feam.eu/wp-content/uploads/Final-Cancer-Screening-ERR.pdf">Los científicos expertos de la Unión Europea que han asesorado a la Comisión</a> han subrayado el interés de seguir investigando en otras técnicas como <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30529598/">marcadores en sangre</a>, ya que estas tecnologías moleculares pueden mejorar el rendimiento de las técnicas basadas en imagen.</p>
<h2>Nuevas armas terapéuticas</h2>
<p>De cualquier modo, el manejo de los pacientes con tumores pulmonares avanzados ha mejorado muy notablemente en las últimas décadas. La investigación molecular y celular ha llevado a conocer mucho mejor los mecanismos de crecimiento y los talones de Aquiles de los diversos tipos de cáncer de pulmón. </p>
<p>Las <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35469765/"><em>terapias dirigidas</em></a> se aprovechan del conocimiento de las alteraciones genéticas más relevantes que determinan la malignidad de algunos tumores. Y la <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36203360/">inmunoterapia</a> ha conseguido controlar los <em>trucos moleculares</em> que las células tumorales despliegan para pasar ocultos o frenar la respuesta del sistema de defensa inmune del paciente. </p>
<p>En este campo de la enfermedad avanzada, la investigación se concentra en encontrar nuevas dianas moleculares, en mejorar las herramientas de terapia inmune y, sobre todo, en resolver los problemas de resistencia a los nuevos fármacos, que son frecuentes, pasado un tiempo de su administración.</p>
<p>Son muchos los logros conseguidos, muchos los pacientes beneficiados por los estudios que se llevan a cabo en la academia, los centros de investigación o las empresas biotecnológicas o farmacéuticas. No obstante, el resultado es claramente insuficiente y queda mucho por descubrir.</p>
<p>Juan Sebastián Elcano fue recibido como un héroe a su llegada a Sanlúcar de Barrameda y fue condecorado por Carlos V, el emperador. De nuestro <em>emperador</em>, el cáncer de pulmón, no esperamos ninguna medalla. El trabajo perseverante e ilusionado de tantos de nosotros, implicados en la batalla contra esta enfermedad, pretende presionar a este <em>emperador de emperadores</em> para que –como ocurrió con el propio Carlos V– se retire a la inactividad de un lugar silencioso o desaparezca para siempre en las brumas de la historia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193871/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Luis Montuenga recibe fondos de investigación del Gobierno de España, la Unión Europea, de Fundaciones que promueven la investigación biomédica y de empresas biotecnológicas y farmacéuticas. </span></em></p>La aplicación de los frutos de la investigación alienta la esperanza de vencer a esta enfermedad, responsable de una de cada cinco muertes por cáncer.Luis Montuenga, Investigador senior del Cima de la Universidad de Navarra, miembro del Centro de Investigación en Red en Oncología (CIBERONC) y de Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA); decano de la Facultad de Ciencias, Universidad de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1545982021-02-14T19:28:28Z2021-02-14T19:28:28ZEl rastro invisible y tóxico de billones de colillas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/383527/original/file-20210210-23-1krx0u1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C6%2C4281%2C2824&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/cigarette-butts-595782941">Shutterstock / Nadiia Korol</a></span></figcaption></figure><p>¿Sabía que anualmente se fuman <a href="https://tobaccoatlas.org/topic/consumption/">6 billones de cigarrillos</a>? ¿Y que <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s40572-014-0016-x">4,5 billones de colillas terminan en el medio ambiente</a>? ¡Son más de 8 millones por minuto! Es bien sabido que fumar tiene un impacto en la salud de los fumadores y sus acompañantes. Pero se habla menos del efecto que las colillas provocan en el medio ambiente y en nuestro organismo.</p>
<h2>¿Qué son los filtros de cigarrillo?</h2>
<p>Los filtros están compuestos por más de 15 000 fibras de acetato de celulosa. No es celulosa, ni tampoco un compuesto natural. Es un polímero sintético obtenido de celulosa. </p>
<p>Sirven para disminuir el daño en el fumador filtrando parte de los elementos nocivos de los cigarrillos. Por lo tanto, se transforma en un residuo que debería ser catalogado como <a href="https://www.mdpi.com/1660-4601/6/5/1691">peligroso</a>, dañino para el ser humano y para el medio ambiente. </p>
<p>Cuando las colillas son arrojadas a la calle, la lluvia y el viento las transportarán muy probablemente a un medio acuático, es decir: a un río, al lago del parque del barrio, a un pantano, o al mar. Allí, el filtro se hincha y se desprenden miles de fibras con longitud < 5 mm, llamadas microfibras.</p>
<h2>Las microfibras</h2>
<p>Las microfibras de las colillas son especialmente peligrosas porque son tóxicas, puesto que transportan los compuestos nocivos atrapados al consumir los cigarrillos. Además, su diminuto tamaño las convierte en un gran problema.</p>
<p>Al ser tan pequeñas, pueden ser ingeridas por todo tipo de organismos, desde zooplancton hasta ballenas. Pueden viajar largas distancias por el aire o por el agua hasta alcanzar áreas alejadas de asentamientos urbanos, tales como montañas de los <a href="https://www.nature.com/articles/s41561-019-0335-5">Pirineos</a> o regiones del <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-020-20347-1">Ártico</a>. </p>
<p>Finalmente, pueden llegar a nuestros <a href="https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acs.est.9b01517">alimentos</a> y entrar en nuestro organismo.</p>
<h2>¿Cuántas colillas son arrojadas al medio ambiente?</h2>
<p>Una colilla puede parecer insignificante, pero, como se mencionó previamente, se arrojan <a href="https://www.nationalgeographic.com/environment/2019/08/cigarettes-story-of-plastic/#:%7E:text=Did%20You%20Know%3F-,About%204.5%20trillion%20cigarettes%20are%20discarded%20each%20year%20worldwide%2C%20making,as%20long%20as%2010%20years">8 millones y medio por minuto</a>, es decir, 143 000 por segundo.</p>
<p>Un simple dato comparativo nos puede clarificar la dimensión del problema. En las <a href="https://oceanconservancy.org/wp-content/uploads/2018/07/Building-A-Clean-Swell.pdf">campañas de limpieza</a> realizadas en diferentes playas del mundo se ha observado que este residuo es el que aparece con mayor frecuencia. Aunque se combinen la cantidad de envoltorios de golosinas y de sorbetes encontrados, las colillas siguen en el podio. </p>
<p>Es una situación socialmente tan aceptada que es invisible a nuestros ojos. Arrojar una servilleta de papel usada a la calle parece un delito en comparación con echar una colilla. Pero un filtro usado contiene compuestos tóxicos y causa la liberación de miles de microfibras, lo que lo hace más dañino de lo que suponemos. </p>
<h2>Degradabilidad de las colillas</h2>
<p>Hablar de degradabilidad es muy relativo y complejo. Un producto puede ser degradable bajo determinadas circunstancias, pero totalmente inerte en otras. Los filtros de los cigarrillos tienen una degradabilidad muy baja en el medio ambiente. </p>
<p>En este sentido, un parámetro útil para estimar la degradabilidad natural de estos elementos es su grado de sustitución. De manera simplificada, este parámetro es un rango que determina cuántos acetatos tiene la celulosa. Los filtros de las colillas presentan uno de los más altos grados de sustitución. <a href="http://dx.doi.org/10.1039/C7AY02165H">La biodegradabilidad disminuye conforme aumenta dicho grado</a>. </p>
<p>Mediante experimentos de distintos tipos de degradabilidad, <a href="https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2020.144165">hemos verificado</a> que las colillas no experimentan ningún cambio al ser sometidas a diferentes procesos de degradación acelerada. </p>
<p>Entonces, podríamos deducir que las microfibras de las colillas se mantienen prácticamente intactas, acumulándose en el medio ambiente y contaminando el entorno durante años.</p>
<h2>Toxicidad</h2>
<p>Un compuesto puede ser tóxico para un grupo de organismos, pero un manjar caído del cielo para otros. Además, el veneno depende de la dosis. En este sentido, las colillas y sus microfibras cuentan con un cóctel de elementos y compuestos tóxicos. Desde <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s40572-014-0016-x">pesticidas, herbicidas e insecticidas</a>, hasta metales pesados como <a href="https://tobaccocontrol.bmj.com/content/20/Suppl_1/i30">plomo</a> y <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4275931/">arsénico</a>. Es decir, son muy poco apetecibles para la mayor parte de los organismos. </p>
<p>Se ha demostrado que una sola colilla puede contaminar hasta <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0022169414004107?via%3Dihub">1 000 litros de agua</a>. La ingente cantidad de colillas que son desechadas al medio ambiente (143 000 colillas por segundo, recordamos) pueden liberar grandes cantidades de estos compuestos que alcanzarían concentraciones altamente peligrosas. Ahora, el problema se hace tan evidente como importante.</p>
<h2>Colillas y microplásticos</h2>
<p>Sabemos que las colillas desprenden microfibras, pero ¿por qué no son relacionadas con la contaminación de microplásticos? Sucede que no hay una definición clara de microplástico. Sin embargo, estas microfibras cuentan con todas las <a href="https://echa.europa.eu/registry-of-restriction-intentions/-/dislist/details/0b0236e18244cd73">características</a> para ser consideradas como tal: son ubicuas, persistentes, pequeñas y potencialmente peligrosas para los ecosistemas.</p>
<p>En el estudio que hemos <a href="https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2020.144165">publicado</a> encontramos que una colilla que se encuentra en un medio acuático desprende diariamente 100 microfibras. Con el paso del tiempo, estas microfibras irán fragmentándose en microfibras todavía más pequeñas. </p>
<p>Además, estimamos que la cantidad de estas microfibras generadas en el mundo es de 0,3 millones de toneladas al año. ¡Más de media tonelada por minuto! Por lo tanto, son del mismo orden de las que se estima que provienen del <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0269749119368563">lavado doméstico de textiles sintéticos</a>. </p>
<p>En un mundo donde el agua es un recurso <a href="https://www.wri.org/aqueduct">cada vez más imprescindible y escaso</a>, las colillas y sus microfibras son un problema que debería ser abordado urgentemente.</p>
<h2>¿Qué podemos hacer?</h2>
<p>¿Qué haremos cuando veamos a alguien tirando colillas de cigarrillos en el parque preferido de nuestros hijos? ¿O por donde pasean nuestras mascotas? ¿Podremos tomar conciencia y pensar que lo habitual puede ser incorrecto?</p>
<p>En lugar de ser testigos y cómplices, podemos informar sobre la gravedad de este problema, explicar por qué se deben depositar las colillas en ceniceros. Concentrar colillas de forma controlada permitirá su posterior <a href="https://doi.org/10.1016/j.jhazmat.2019.121245">tratamiento</a>, inmovilizando estos residuos para que no lleguen al medio ambiente. Por ejemplo, se ha propuesto su inclusión en la <a href="https://doi.org/10.1016/j.wasman.2016.03.012">elaboración de ladrillos</a>.</p>
<p>Existen otras opciones para aminorar esta polución, como la utilización de filtros más duraderos y fáciles de desechar, o la aplicación de multas a quienes las arrojen a la calle. </p>
<p>Por otro lado, <a href="https://www.mdpi.com/1660-4601/6/5/1691">algunos investigadores</a> cuestionan la eficacia de los filtros. Argumentan que, en todo caso, facilitan la predisposición del individuo a fumar, y paradójicamente, a enfermar.</p>
<p>Además, se ha <a href="https://phys.org/news/2019-06-consume-credit-card-worth-plastic.html">estimado</a> que ingerimos 5 gramos de microplásticos por semana, el equivalente a una tarjeta de crédito. Reduciendo la contaminación por colillas, podremos disminuir esta ingesta y el daño ambiental que causan. </p>
<p>Seguramente, desde hoy veremos colillas por todas partes. Ahora que sabemos más sobre su toxicidad, y que su contaminación también incluye la generación de microfibras, tendremos que ser un poco más responsables. Al fin y al cabo, tirar una colilla a la basura es un acto minúsculo, pero significará mucho para el medio ambiente y, por ende, para nuestra salud.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/154598/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Francisco Belzagui Elder recibe fundos de AGAUR.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Carmen Gutiérrez-Bouzán recibe fondos de AGAUR. </span></em></p>Los filtros de cigarrillos liberan millones de toneladas de microfibras que pueden viajar largas distancias por el aire o por el agua y ser ingeridas por todo tipo de organismos, incluido el hombre.Francisco Belzagui Elder, PhD Researcher, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTechCarmen Gutiérrez-Bouzán, Investigadora en Ingeniería Ambiental, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTechLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1445552020-08-16T19:22:50Z2020-08-16T19:22:50ZProhibición de fumar en calles y terrazas por la COVID-19: una medida difusa y temporal<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/353051/original/file-20200816-22-u4c8ww.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C7%2C4962%2C3300&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/granada-spain-23rd-april-2020-young-1713610564">Shutterstock / javi_indy</a></span></figcaption></figure><p>Fumar mata; déjalo ya. Esta advertencia general no es ninguna novedad. La <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32014L0040&from=ES">Directiva 2014/40/UE</a> la impuso como obligatoria en las cajetillas y demás productos de tabaco. Ahora bien, el debate sobre los inconvenientes de fumar resurgió la semana pasada cuando los medios de comunicación se hicieron eco de que algunas Comunidades Autónomas empezaban a adoptar medidas prohibitivas de fumar en las terrazas y espacios de uso público para luchar contra el coronavirus. </p>
<p>El enfoque se ha centrado fundamentalmente en los efectos que fumar puede tener, más que para el propio fumador, para el resto de ciudadanos. Unos efectos que quedaban tempranamente plasmados en la advertencia sanitaria número 10 prevista en el anexo I de dicha Directiva, que prevé la inserción en los paquetes de tabaco de este mensaje: “Su humo es malo para sus hijos, familia y amigos”. Ahora, se podría añadir: “y para la sociedad, en general”.</p>
<h2>El porqué de la medida</h2>
<p>Tanto las personas que fuman como las que están expuestas al humo (fumadores pasivos) son más propensas a las infecciones respiratorias. Se debe a que el humo del tabaco, que contiene más de 70 sustancias cancerígenas, deteriora los mecanismos de defensa del aparato respiratorio. </p>
<p>Además, los fumadores tienen un mayor riesgo de contraer la COVID-19 en la medida en que manipulan constantemente la mascarilla para fumar y llevan repetidamente los dedos a la boca. Para colmo, tienen un peor pronóstico en caso de contagiarse. Como se recoge en el <a href="https://www.mscbs.gob.es/ciudadanos/proteccionSalud/tabaco/docs/Posicionamiento_TyR_COVID19.pdf">escrito de posicionamiento</a> de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, de 2 de julio de 2020, los fumadores tienen un riesgo 1,45 veces más alto que las personas no fumadoras de desarrollar los síntomas de la COVID-19 de una forma más grave.</p>
<p>Aunque no hay evidencias científicas sobre la transmisión del coronavirus por el humo del cigarrillo, fumar y vapear en los espacios públicos puede resultar especialmente peligroso para los demás. Cuando el fumador exhala el humo, aumenta el riesgo de contagio de las personas que allí se encuentran. Si las gotitas respiratorias (de Flügge) contienen carga viral, pueden transportar gérmenes infecciosos de un individuo a otro hasta dos metros de distancia, facilitando que pasen a las vías respiratorias de las personas del entorno del fumador o contaminando superficies, donde pueden permanecer durante horas en función del tipo de material sobre el que se depositen. </p>
<p>Incluso las pipas de agua se pueden convertir en un importante fómite para el contagio por la reunión social de jóvenes y por compartir piezas como la boquilla y la manguera, cuya limpieza es muy compleja y puede albergar el coronavirus. </p>
<p>El principio de precaución que rige en el ámbito de la salud pública ya había llevado a algunas Comunidades Autónomas a adoptar medidas para evitar algunos de estos riesgos en el vapeo. Así, por ejemplo, en Baleares se prohíbe el uso compartido de dispositivos de inhalación de tabaco, pipas, cachimbas o asimilados en todos los locales de entretenimiento y restauración y en cualquiera otro tipo de establecimiento abierto al público (<a href="http://www.caib.es/eboibfront/es/2020/11210/635597/acuerdo-del-consejo-de-gobierno-de-19-de-junio-de-">Acuerdo del Consejo de Gobierno de 19 de junio de 2020</a>).</p>
<h2>Cómo se ha gestado: la iniciativa autonómica</h2>
<p>Ahora se trata de dar un paso más. <a href="https://www.xunta.gal/dog/Publicados/excepcional/2020/20200812/2393/AnuncioC3K1-120820-1_es.html">Galicia</a> y Canarias han sido las primeras en adoptar medidas que prohíben fumar en la vía pública o en espacios al aire libre, incluidas la terrazas, si no se garantiza el mantenimiento de una determinada distancia de seguridad interpersonal. Estas limitaciones podían ser interpretadas como una aplicación lógica del art. 7 de la <a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2005-21261">Ley 28/2005</a> de medidas sanitarias frente al tabaquismo que, en virtud de las competencias que tienen las Comunidades Autónomas en materia de salud pública, pueden aumentar el listado de lugares y espacios en los que se prohíbe fumar.</p>
<p>Sin embargo, no ha sido ésta la técnica jurídica utilizada. Con una redacción alambicada han intentado conseguir un efecto similar extendiendo meramente la obligación de llevar mascarilla cuando se esté cerca de otras personas. </p>
<p>Ante el anuncio de otras Comunidades de adoptar medidas similares, el Ministerio de Sanidad ha tomado la iniciativa y ha convocado de urgencia al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. En su sesión celebrada el 14 de agosto de 2020 se han acordado, por unanimidad, actuaciones coordinadas en salud pública para responder ante la situación de especial riesgo derivada del incremento de casos positivos por COVID-19. El objetivo es conseguir cierta homogeneidad en las medidas que están adoptando las Comunidades Autónomas para luchar contra la pandemia.</p>
<p>En el borrador provisional del <a href="http://www.feccoo-madrid.org/9859179256dc80069dd1e747c94eb7ca000063.pdf">Acuerdo del Consejo Interterritorial</a> se establecía una clara prohibición al respecto: “No se podrá fumar en la vía pública o en espacios al aire libre cuando no se pueda respetar una distancia mínima interpersonal de, al menos, 1,5 metros. Esta limitación será aplicable también para el uso de cualquier otro dispositivo de inhalación de tabaco, pipas de agua, cachimbas o asimilados”. </p>
<p>En la <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/sanidad14/Paginas/2020/140820-sanidad.aspx">información oficial publicada por Moncloa</a> tras el Consejo, el contenido ha cambiado por completo. Se anuncia, y cito textualmente, que “sólo se podrá exceptuar la obligación de uso de mascarilla durante el consumo de tabaco o cigarrillos electrónicos en la vía pública o en espacios al aire libre, en los supuestos en que pueda garantizarse el mantenimiento de una distancia con otras personas de, al menos, 2 metros”. Es decir, la pretendida prohibición de fumar en espacios abiertos de uso público se camufla con la obligación de usar la mascarilla.</p>
<p>Pese a los titulares que han aparecido en algunos medios de comunicación, no se trata, en modo alguno, de una prohibición absoluta de fumar en terrazas y espacios públicos abiertos. Simplemente hay que tener la precaución de que no haya ninguna persona al lado cuando uno fuma y se quita la mascarilla. </p>
<h2>Las llamadas “actuaciones coordinadas en salud pública”</h2>
<p>Por primera vez en nuestra historia, se ha recurrido a la figura de la declaración de actuaciones coordinadas en salud pública prevista en el artículo 65 de la <a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2003-10715&b=95&tn=1&p=20200610#a65">Ley 16/2003 de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud</a>. Se trata de un instrumento específico del ámbito sanitario que está previsto, entre otros supuestos, para responder a situaciones de especial riesgo o alarma para la salud pública, como la que estamos viviendo. Su declaración compete al Ministro de Sanidad, previo acuerdo del Consejo Interterritorial, y obliga a todas las partes incluidas en la declaración. </p>
<p>Ahora bien, la elección de este novedoso instrumento jurídico tiene importantes consecuencias prácticas. A mi juicio, no parece la elección más adecuada si se trata de conseguir homogeneidad en el establecimiento de esta concreta prohibición y una mínima dosis de seguridad jurídica para el fumador. El Estado tiene títulos competenciales para establecer las bases y la coordinación general de la sanidad, así como para la regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los deberes constitucionales (puntos 16 y 1 del art. 149 de la Constitución española). </p>
<p>Sin ir más lejos, a través de una ley básica estatal (o, en su caso, un Real Decreto-Ley) podría haberse aumentado el listado de lugares prohibidos del art. 7 de la Ley 28/2005, haciendo referencia expresa a los espacios públicos cuando no se pueda respetar una distancia mínima determinada (ya sea de 1,5 metros o de 2). Este instrumento jurídico es el idóneo para establecer una regulación mínima, común y homogénea en todo el territorio nacional y de eficacia inmediata.</p>
<h2>¿De qué depende su eficacia?</h2>
<p>Por el contrario, la medida anunciada no tiene eficacia directa. Aunque sea obligatoria para las Comunidades Autónomas, al ser una actuación coordinada está supeditada a la previa adopción de otros instrumentos. En este caso, y según se ha anunciado desde el propio Ministerio, su eficacia requiere que cada una de ellas recoja previamente esta prohibición a través del instrumento normativo correspondiente y en el ámbito competencial que les es propio. </p>
<p>Si finalmente se tratara del establecimiento de una prohibición, lo correcto sería su adopción mediante una norma autonómica con rango de ley, en coherencia con lo previsto en el art. 7 de la Ley 28/2005, lo que supondría retardar notablemente su aplicación. </p>
<p>Por otro lado, el instrumento normativo puede variar si finalmente se enmascara esta prohibición con el establecimiento de determinadas condiciones de seguridad para quitarse la mascarilla. Así, por ejemplo, Galicia ha optado por una norma reglamentaria, una <a href="https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2020/20200815/AnuncioC3K1-140820-1_es.pdf">Orden de la Consellería de Sanidad (de 15 de agosto de 2020)</a>. Al regular el uso de las mascarillas ha dispuesto que “en el caso particular de consumo de tabaco o de cigarrillos electrónicos en la vía pública o en espacios al aire libre, incluida la terraza, solo se podrá exceptuar la obligación de uso de mascarilla, y exclusivamente durante el indicado consumo, siempre que, teniendo en cuenta la posible concurrencia de personas y las dimensiones del lugar, pueda garantizarse el mantenimiento, en todo momento, de la distancia de dos metros con otras personas. Lo anterior será aplicable también para el uso de cualquier dispositivo de inhalación de tabaco, pipas de agua, cachimbas y asimilados”. </p>
<p>Es previsible que ésta sea la vía que utilicen el resto de Comunidades Autónomas para materializar esta actuación coordinada. La utilización de este concreto instrumento también puede condicionar la aplicación del régimen sancionador y la determinación de los sujetos infractores, aunque su control no se atisba fácil. </p>
<p>Si se hubiera utilizado la vía de la legislación básica en materia de tabaquismo se aplicarían directamente las sanciones previstas en esta norma, que castiga fumar en los lugares prohibidos con una multa de 30 euros y a los dueños de los locales que permitan fumar con multa de 601 a 10.000 euros (art. 20 de la Ley 28/2005). Por el contrario, si la medida se inserta directamente con la regulación del uso de mascarillas, quitársela para fumar sin respetar las distancias que finalmente se determinen supondría una infracción leve sancionada con multa de hasta cien euros (art. 31 del Real Decreto-Ley 21/2020, de 9 de junio, de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19).</p>
<h2>Oportunidad perdida de conseguir ambientes públicos libres de humo</h2>
<p>Por lo demás, parecen claros la naturaleza y el enfoque que se pretende dar a esta medida. No se trata de luchar contra el grave problema del tabaquismo, sino exclusivamente contra la pandemia. Ello explica su carácter meramente temporal, pues esta actuación sólo mantendrá su vigencia hasta que se produzca su revocación expresa por el Ministro de Sanidad, previo acuerdo del Consejo Interterritorial y con audiencia de todas las comunidades y ciudades autónomas. </p>
<p>El Ministerio ha perdido la oportunidad de dar un paso decisivo para conseguir ambientes públicos cien por cien libres de humo a través de la legislación básica, tal como se viene promoviendo desde distintos <a href="https://www.cgcom.es/sites/default/files/informe_5_ca_covid19_omc_sobre_tabaco_y_covid_vf2r.pdf">organismos</a> y <a href="https://www.seepidemiologia.es/ver_noticia.php?idn=1006">sociedades científicas</a>. Esperemos que la medida nos permita, al menos, ir creando conciencia sobre ello.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/144555/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Josefa Cantero Martínez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>“No se podrá fumar en la vía pública o en espacios al aire libre cuando no se pueda respetar una distancia mínima interpersonal”. ¿Qué figura legal tiene esta nueva medida anti-COVID?Josefa Cantero Martínez, Profesora Titular de Derecho Administrativo. Presidenta de SESPAS, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1393652020-05-30T20:12:39Z2020-05-30T20:12:39ZDía Mundial sin Tabaco: ¿Por qué resulta tan difícil dejar de fumar?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/338610/original/file-20200529-78880-1qpnkrf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C2468%2C1646&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/burnt-cigarette-butts-some-ash-682814230"> Dario Lo Presti / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El tabaquismo provoca <a href="https://medes.com/publication/106104">unas 60.000 muertes al año en España</a>, unas 160 personas al día. Un coste en vidas tremendo pero evitable que ahora está viviendo un repunte en su prevalencia, <a href="https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/sistemasInformacion/sistemaInformacion/pdf/ESTUDES_2018-19_Informe.pdf">tras años de caída</a>. ¿Por qué no se termina de una vez por todas? ¿Tanto cuesta dejar el tabaco? Más que preguntarnos por qué cuesta tanto dejar de fumar, quizás deberíamos plantearnos por qué resulta tan fácil recaer. </p>
<h2>La nicotina o cómo estimular el cerebro unas 200 veces al día</h2>
<p>En las hojas de la planta del tabaco encontramos un alcaloide altamente adictivo: la popular nicotina. Sin este componente en los cigarrillos no se fumaría, o se haría en cantidades ínfimas, porque los fumadores no desarrollarían adicción. Sin nicotina el tabaco tampoco sería un negocio de miles de millones de euros, invertidos tanto en publicidad directa o indirecta como en presionar a gobiernos e intentar cambiar leyes. Puede que sin nicotina ni siquiera estuviéramos escribiendo este artículo.</p>
<p>Cuando <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMra0809890">la nicotina llega al cerebro </a>se encuentra con receptores específicos que la la reciben “con los brazos abiertos”. El efecto es rápido ya que, tras los apenas 7 a 10 segundos que dura una calada de tabaco, la nicotina incide de inmediato en el receptor correspondiente. Y se liberan moléculas relacionadas con la recompensa y el placer. Eso sí, lo hace durante poco tiempo, porque se metaboliza muy rápidamente. </p>
<p>Un simple cálculo nos da una idea de su potencial adictivo: un fumador de un paquete diario que hace 10 caladas por cigarrillo estimula su cerebro 200 veces al día de media. No existe otra droga, ni legal ni ilegal, con esta capacidad adictiva y tan poco impacto negativo a corto plazo. Porque no hay que olvidar que el tabaco no altera ni la percepción ni la personalidad ni la conducta. </p>
<p>Si fumar no fuese nocivo sería irrelevante su potencial adictivo, y si no fuese adictivo tampoco importaría que fuese o no nocivo. De hecho el <a href="https://dsm.psychiatryonline.org/pb-assets/dsm/update/Spanish_DSM5Update2016.pdf">DSM-V</a> (el “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales”) no incluye la intoxicación por nicotina. Para colmo, el tabaco tiene un precio barato y disponibilidad legal, lo que lo convierte en un producto de consumo asequible.</p>
<h2>¿Es la nicotina más adictiva que otras drogas?</h2>
<p>Muchas personas perciben mayor dificultad al dejar el tabaco en comparación con otras drogas. ¿Se debe a que la nicotina es más adictiva? No exactamente. La cocaína y la heroína <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(07)60464-4/fulltext">son más adictivas</a>. Seguramente la principal razón para nuestra reticencia a dejar de fumar es que el tabaquismo tiene un peor balance coste-beneficio. O lo que es lo mismo, que se requiere un gran esfuerzo para dejar de fumar pero los beneficios inmediatos de decir adiós a los cigarrillos son pocos, al menos en apariencia. </p>
<p>Para más inri, resulta que la mayoría de elicitadores del hábito de fumar están muy presentes en la vida diaria, dificultando la abstinencia. Sirva como ejemplo la cuanto menos curiosa decisión de mantener los estancos abiertos durante el COVID-19, considerando sus productos como “de primera necesidad”.</p>
<p>En cierto modo, si se percibe como difícil dejar de fumar es porque hay una gran presencia social, cierta normalización en su consumo, precios bajos, y, sobre todo, una muy baja percepción del riesgo. A lo que se suma que la pérdida de autonomía y la dependencia que supone fumar solo se percibe claramente en el momento en el que se intenta dejar, después de años de consumo consonante.</p>
<h2>¿Es peligroso el Síndrome de Abstinencia a la Nicotina?</h2>
<p>No. Pero sí lo bastante disuasorio como para que los fumadores tiendan a recaer o a rendirse al primer intento. Concretamente, el síndrome de abstinencia a la nicotina suele provocar en la mayoría de las personas cierta irritabilidad, ansiedad y malestar. Los síntomas son intensos solo durante una 2-3 semanas, para ir paulatinamente reduciéndose a partir de entonces. Sin embargo, algunos fumadores presentan un patrón más lento de reducción de la sintomatología del <a href="https://psycnet.apa.org/record/2003-01662-002">síndrome de abstinencia</a>, lo que los convierte en más proclives a la recaída. </p>
<p>Esta claro que hablamos de un síndrome que resulta molesto cuando se alarga más de lo deseado por la persona fumadora. No obviemos que, en su cerebro, la estimulación diaria e intensa provoca un aumento de la densidad de los receptores nicotínicos. O lo que es lo mismo, que el cerebro de una persona que fuma está adaptado para poder consumir más nicotina (y detectar mejor sus efectos “agradables”). </p>
<p>A diferencia de otras drogas, y en ausencia de enfermedad derivada del tabaco, cuando el sujeto recae y vuelve a fumar el impacto es principalmente emocional, principalmente por la enorme sensación de fracaso que le produce. Si le damos la vuelta a esta realidad, lo importante es que todo individuo que fuma está realizando intentos de dejar de fumar continuos hasta que lo consigue. </p>
<h2>¿Hay que planificar bien el intento de dejar de fumar?</h2>
<p>Puede que planificar en exceso llegue a ser contraproducente y dé a entender que dejar de fumar resulta más complicado de lo que luego es en realidad. La mayoría de exfumadores que lo han dejado por sí solos <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1382540/">no han planificado en exceso el momento</a>: simplemente han aprovechado la necesidad de tomar el control sobre el tabaco, la motivación, y <a href="https://europepmc.org/article/med/16319368">han actuado con buenos resultados</a>. El único fracaso es no intentarlo. </p>
<p>Se puede empezar con pequeños cambios conductuales: reducir algún cigarrillo, guardar los ceniceros, etc. Y avanzar progresivamente hasta que llegue el día de dejarlo definitivamente. Durante todo este proceso el consejo de un profesional de la salud con formación específica puede ser de gran ayuda. Eso y no olvidar que dejar de fumar no es tan complicado: lo importante es evitar la recaída.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/139365/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antoni Baena García no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Dado el poder adictivo de la nicotina, se requiere un gran esfuerzo para dejar de fumar. Sin embargo, los beneficios inmediatos de abandonar el tabaco son aparentemente pocos. De ahí las recaídas.Antoni Baena García, Profesor en Ciencias de la Salud, UOC - Universitat Oberta de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1392292020-05-29T20:10:35Z2020-05-29T20:10:35ZLos efectos del humo de tercera mano en los hogares con fumadores<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/337384/original/file-20200525-106815-1ndjctb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C0%2C5982%2C3988&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/paper-cut-family-destroyed-by-cigarettes-340689227">wk1003mike / shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Las consecuencias del tabaco para la salud son bien conocidas por todo el mundo. Han pasado a la historia los tiempos en que el hábito de fumar estaba socialmente aceptado y las personas fumadoras ocupaban todos los espacios públicos y centros de trabajo exponiendo pasivamente al tabaco –un agente cancerígeno reconocido como tal por por la <a href="https://cancer-code-europe.iarc.fr/index.php/es/doce-formas/tabaco/457-cuales-son-los-carcinogenos-del-tabaco">Organización Mundial de la Salud</a>– a las personas no fumadoras, especialmente la población infantil. </p>
<p>Se me vienen a la memoria imágenes de mi infancia con mis antiguos maestros y maestras de la EGB fumando por los pasillos de clase, en el “recreo” y, en algunas ocasiones, incluso dentro del aula. Hasta había profesores de la asignatura de “gimnasia” que fumaban, lo cual no dejaba de ser una paradoja. </p>
<p>También recuerdo alguna visita al pediatra nublado por el humo del tabaco que emitía el cigarrillo de algún profesional sanitario del centro de salud de turno. Pero, ¿qué podíamos esperar en los ochenta y los noventa, cuando la manualidad que hacíamos para celebrar el 19 de marzo, día del padre, era un cenicero de arcilla?</p>
<h2>¿Un presente libre de humos?</h2>
<p>Afortunadamente, estas imágenes forman parte de un pasado gris, del mismo color que desprende el tabaco en combustión. En estos últimos 20 años, hemos avanzado mucho en materia del control del tabaquismo. Concretamente en España se han implementado dos leyes de control de tabaco con el fin de proteger a la población no fumadora de la exposición pasiva al tabaco. Con la <a href="https://www.seepidemiologia.es/documents/dummy/V9.0%20-%20Libro%20Tabaquismo%202017%20-%20Abierto%20Final.pdf">evidencia científica</a> entre las manos, no cabe duda de que estas legislaciones ha reportado beneficios humanos, sociales y económicos en nuestro entorno. </p>
<p>Sin embargo, y a pesar de estas normativas, el tabaco sigue siendo <a href="https://www.mscbs.gob.es/estadEstudios/estadisticas/estadisticas/estMinisterio/mortalidad/docs/MuertesTabacoEspana2014.pdf">la primera causa de mortalidad y morbilidad evitable de nuestro país</a> y el resto de países de nuestro entorno. Para colmo, es el principal factor de riesgo de las enfermedades no transmisibles, como son numerosos cánceres y enfermedades respiratorias y cardiovasculares. En suma, todavía queda mucho por hacer. </p>
<p>Además, la población infantil es la más vulnerable a la exposición al tabaco. En este sentido, un aspecto poco conocido por los padres, madres y familiares de menores de 10 años es la exposición pasiva al tabaco de tercera mano (<em>thirdhand smoke</em> en inglés) y su impacto en la salud infantil. </p>
<h2>El ignorado humo de tercera mano</h2>
<p>El término “humo del tabaco de tercera mano” se utilizó por primera vez en la literatura científica en 2006. Se trata de aquellos contaminantes residuales del humo del tabaco que permanecen en las superficies (ropa, muebles…) y el polvo después de que una persona haya fumado. Pueden pasar a fase gaseosa o reaccionar con oxidantes y otros compuestos ambientales para producir contaminantes secundarios. </p>
<p>Debido a los procesos de oxidación y reconstitución que se producen en las superficies al depositarse, se ha demostrado que estos componentes del “humo del tabaco de tercera mano” también <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7096322/">presentan toxicidad</a>. Y dado que se encuentran en el polvo y en las superficies, pueden ser ingeridos, inhalados o incluso absorbidos a través de la piel. </p>
<p>Este humo de tabaco de tercera mano se puede detectar intuitivamente porque, desde la desnormalización del consumo de tabaco en todos los espacios públicos y centros de trabajo, distinguimos por el olor si una persona ha fumado recientemente aunque no este haciéndolo justo en ese momento.</p>
<h2>Proteger a la infancia</h2>
<p>Nuestros hijos e hijas son más sensible y vulnerables que los adultos a los efectos de la exposición al humo del tabaco de tercera mano. ¿Por qué? En esencia por dos motivos principalmente: mayor frecuencia respiratoria y sistema inmune en desarrollo. </p>
<p>Además, en algunas etapas del desarrollo, como la etapa de lactante o la primera infancia, es habitual llevarse cosas a la boca, gatear y chupar todo tipo de objetos, lo que incrementa su exposición. </p>
<p>Para que no quepan dudas, ya existen <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0013935118303852?via%3Dihub">estudios</a> que mencionan los efectos perjudiciales de esta exposición en la población pediátrica, incrementando las exacerbaciones asmáticas y otras enfermedades respiratorias en niños y niñas. Cabe destacar también que los ambientes privados, como hogares y vehículos privados, son –tras los colegios o centros educativos– los lugares donde los niños suelen pasar más tiempo, sin que ninguna normativa impida que sufran exposición pasiva al tabaco de tercera mano cuando los padres, madres o familiares fuman. </p>
<p>La cosa se agrava si pensamos en la cantidad de horas que hemos pasado últimamente en los hogares como consecuencia del confinamiento, que ha sido la medida de salud pública más utilizada para la lucha contra la COVID-19. Momentos como este invitan a reflexionar sobre la importancia de que se promuevan hogares libres del humo del tabaco en todo momento. Porque no, no vale “fumar en la cocina” mientras los críos juegan en el salón, dado que así no se evita su exposición al tabaco de tercera mano. </p>
<p>Además, los padres y madres que fuman, así como todas las personas fumadoras que trabajen con población infantil (maestros/as, educadores/as, pediatras, enfermeras/os, etc.), deben extremar la higiene después de haber fumado para no transmitirles el humo de tercera mano.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/139229/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jose M. Martínez-Sánchez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Este domingo es el Día Mundial sin Tabaco, una sustancia cuyo consumo constituye la primera causa de mortalidad y morbilidad evitable en muchos países. Pero no solo daña a los fumadores: también a los que se exponen al tabaco de tercera mano depositado en superficies.Jose M. Martínez-Sánchez, Epidemiólogo responsable del Grupo de Evaluación de Determinantes de la Salud y Políticas Sanitarias, Universitat Internacional de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1310562020-02-03T21:47:45Z2020-02-03T21:47:45ZLas células que protegen contra el cáncer de pulmón crecen de nuevo al dejar de fumar<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/313376/original/file-20200203-41490-1v932di.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C5192%2C3274&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-photo/stop-smoking-382326067"> Nuttaphong Sriset / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Sabemos que <a href="https://www.who.int/tobacco/quitting/benefits/en/">dejar de fumar</a> es un <a href="https://www.bmj.com/content/321/7257/323">paso fundamental si se pretende reducir el riesgo</a> de padecer cáncer de pulmón, pero hasta ahora los expertos no estaban seguros del motivo. La <a href="https://www.nature.com/articles/s41586-020-1961-1">investigación</a> en la que venimos trabajando durante los últimos tiempos ha revelado que el organismo de las personas que abandonan el tabaco restaura las vías respiratorias con células no cancerosas que ayudan a proteger los pulmones, lo que posibilita la disminución del riesgo de sufrir cáncer.</p>
<p>El cáncer se desarrolla cuando una sola célula experimenta unos cambios genéticos, llamados mutaciones, que enseñan a las células a ignorar las limitaciones propias de su crecimiento y <a href="https://www.nature.com/articles/nature07943">propician su replicación descontrolada a toda velocidad</a>. A lo largo de nuestra vida, la totalidad de nuestras células adquieren mutaciones a un ritmo constante (<a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5536223/">entre 20 y 50 al año</a>). Por suerte, la inmensa mayoría de estas mutaciones son completamente inofensivas y no afectan a nuestras células en modo alguno.</p>
<p>Sin embargo, en ocasiones se puede producir una mutación en el gen menos oportuno de la célula menos indicada, lo que puede derivar en la aparición de un cáncer. Estas modificaciones genéticas reciben el nombre de “<a href="https://www.nature.com/articles/nature07943">mutaciones conductoras</a>”. Para que la célula fuera cancerosa, tendría que experimentar estas mutaciones conductoras <a href="https://www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(17)31136-4?_returnURL=https%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS0092867417311364%3Fshowall%3Dtrue">en una cantidad entre cinco y 10 veces mayor</a> de lo normal.</p>
<p>Gracias a los avances producidos en la tecnología de secuenciación del ADN, disponemos de la capacidad para estudiar los 3 000 millones de bases genéticas que componen el genoma o, lo que es lo mismo, la huella genética de una célula. Al secuenciar el ADN de las células cancerosas de los pulmones, tanto de personas fumadoras como no fumadoras, constatamos que el consumo de tabaco multiplica la cifra de mutaciones.</p>
<p>La unión de los elementos carcinógenos del tabaco al ADN se ve influenciada por sus propiedades químicas. Así pues, determinados tipos de mutación tienen más probabilidad de ocurrir que otros distintos. En el caso del tabaco, este imprime una inconfundible <a href="https://www.nature.com/articles/nature08629">“rúbrica”</a> en el genoma al producir las mutaciones, al contrario de lo que ocurre con otros tipos de daño genético.</p>
<p>Nuestro equipo de trabajo se ha centrado en las etapas más tempranas del desarrollo del cáncer de pulmón. Tratamos de comprender, en particular, el proceso que atraviesan las células normales al ser expuestas al tabaco.</p>
<p>Con el fin de analizar de qué manera se ven afectadas, elaboramos procedimientos para conseguir aislar las células normales a partir de pequeñas biopsias de las vías respiratorias del paciente para, a continuación, cultivarlas en una incubadora y obtener así el ADN necesario para la secuenciación. Posteriormente, <a href="https://www.nature.com/articles/s41586-020-1961-1">analizamos los genomas de 632 células</a> de 16 participantes diferentes, entre los que se incluían cuatro personas que no habían probado nunca el tabaco, seis exfumadores y tres fumadores (todos de mediana edad o mayores), así como tres niños.</p>
<p>Entre aquellos que nunca habían fumado, descubrimos que el número de mutaciones celulares había aumentado a un ritmo constante a medida que habían pasado los años, por lo que en una persona de 60 años la cifra natural de mutaciones de cada célula del pulmón oscila entre las 1 000 y las 1 500. Estas variaciones, provocadas por el deterioro lógico de la salud con la edad, son el mismo tipo de mutaciones que se pueden observar en los demás órganos. De todas las células de personas no fumadoras estudiadas, tan solo el 5 % presentaban algún tipo de mutación conductora.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/313051/original/file-20200131-41527-ljwqg7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/313051/original/file-20200131-41527-ljwqg7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/313051/original/file-20200131-41527-ljwqg7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/313051/original/file-20200131-41527-ljwqg7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/313051/original/file-20200131-41527-ljwqg7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/313051/original/file-20200131-41527-ljwqg7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/313051/original/file-20200131-41527-ljwqg7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Las mutaciones conductoras son las causantes de que algunas células puedan llegar a ser cancerosas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-illustration/digital-illustration-lung-cancer-cells-color-233501644">RAJ CREATIONZS/ Shutterstock</a></span>
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<p>Sin embargo, los resultados que observamos en individuos fumadores fueron muy diferentes. Descubrimos que cada célula pulmonar presentaba una media de 5 000 mutaciones más que en cualquier persona no fumadora de la misma edad. Aún más sobrecogedor resultó comprobar que las variaciones entre las diferentes células de los fumadores también se veían incrementadas.</p>
<p>Algunas células habían sufrido entre 10 000 y 15 000 mutaciones, 10 veces más de lo que cabría esperar en una persona que no fuma. Estas mutaciones extraordinarias exhibían la firma de los químicos presentes en el humo del tabaco, lo cual confirmó que podían ser atribuidas a los cigarros.</p>
<p>Junto al aumento del número total de mutaciones, percibimos también un incremento sustancial de la cantidad de mutaciones conductoras. Más de la cuarta parte de las células de los pulmones de los individuos fumadores analizados tenían al menos una mutación conductora, e incluso algunos alcanzaban las dos o tres. Dado que basta con entre cinco y 10 mutaciones de este tipo para desarrollar cáncer, toda apunta a que muchas de las células normales de los pulmones de estos fumadores de mediana edad o mayores acabarán siendo células cancerosas. </p>
<h2>Nunca es tarde para dejarlo</h2>
<p>De todos los hallazgos que llevamos a cabo, el más emocionante se produjo en aquellas personas que habían abandonado el tabaco. Observamos que los exfumadores tenían dos tipos de células: el primer grupo presentaba las miles de mutaciones extra advertidas en personas que continuaban fumando; el segundo, sin embargo, estaba compuesto por células normales con la misma cantidad de mutaciones que se podría observar en las células de alguien que nunca había probado un cigarro.</p>
<p>Este grupo casi normal de células era cuatro veces más extenso en exfumadores que en fumadores, lo cual indica que las células se reproducen para recubrir el epitelio de las vías respiratorias de un individuo cuando deja de fumar. Esta proliferación de células prácticamente normales se puede apreciar incluso en personas que han fumado una cajetilla diaria durante más de 40 años.</p>
<p>La razón por la cual este descubrimiento es tan trascendental reside en que este tipo de células casi normales poseen la capacidad de proteger contra el cáncer. Si analizásemos una célula de un pulmón con cáncer de una persona exfumadora, procedería invariablemente del <a href="https://www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(12)01061-6?_returnURL=https%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS0092867412010616%3Fshowall%3Dtrue">grupo de células más perjudicadas</a>, nunca del grupo de células casi normales.</p>
<p>Por lo tanto, ahora sabemos que el motivo por el cual nuestro riesgo de padecer cáncer disminuye de manera tan significativa se debe a que las vías respiratorias se restituyen con células que son básicamente normales. El próximo paso será identificar cómo estas logran evitar deteriorarse al exponerse al humo de un cigarro y de qué forma podríamos estimularlas para que se recuperen de manera aún más eficaz.</p>
<p>Una posible explicación, extraída de las experimentaciones realizadas en el pasado con <a href="https://www.cell.com/cell-stem-cell/fulltext/S1934-5909(18)30123-1?_returnURL=https%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS1934590918301231%3Fshowall%3Dtrue">ratones</a>, es que hay un grupo de células madre en un punto inaccesible de las glándulas encargadas de producir la mucosa secretada por las vías respiratorias. Dicha ubicación ofrecería, evidentemente, un grado de protección más elevado frente al humo del tabaco que la superficie de las vías respiratorias.</p>
<p>Por ahora, nuestra investigación permite reiterar que dejar de fumar a cualquier edad no solo frena la acumulación de un daño permanente, sino que puede despertar de su letargo a las células que no han sufrido los efectos nocivos de los estilos de vida adoptados en el pasado.</p>
<hr>
<p><em>Artículo traducido gracias a la colaboración de <a href="https://www.fundacionlilly.com/">Fundación Lilly</a></em>.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/131056/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sam Janes recibe fondos relevantes para este trabajo de Wellcome y CRUK.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Peter Campbell recibe financiación del proyecto Mutographs, un gran reto financiado por Cancer Research UK, y el Wellcome Trust en relación con este trabajo.
</span></em></p>El estudio revela que los exfumadores tienen una cantidad de células protectoras “normales” cuatro veces superior a la de los fumadores.Sam Janes, Professor of Respiratory Medicine, UCLPeter Campbell, Head of Cancer, Ageing and Somatic Mutation, Wellcome Trust Sanger InstituteLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.