tag:theconversation.com,2011:/es/topics/transformacion-digital-92813/articlestransformación digital – The Conversation2023-11-22T18:51:41Ztag:theconversation.com,2011:article/2177582023-11-22T18:51:41Z2023-11-22T18:51:41ZLos cuatro desafíos de una legislatura altamente inflamable en España<p>El final del trayecto hasta llegar <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/actividades/Paginas/2023/161123-sanchez-2sesion-investidura-xv-legislatura.aspx">a la investidura</a> no es más que la primera estación de <a href="https://www.bbc.com/mundo/articles/cgep52vpv5xo">la tercera legislatura encabezada por el socialista Pedro Sánchez (PSOE)</a>, un político que ha conseguido acostumbrarse a navegar en la incertidumbre. Con el apoyo de siete partidos, el gobierno de coalición ha insistido en el carácter político del momento y en la necesidad de reconfigurar las bases de la España democrática. </p>
<p>El reto es enorme porque no existe consenso sobre el camino elegido, la solución a los problemas de política pública o la velocidad para adaptarse a los cambios de la globalización. La futura <a href="https://theconversation.com/lo-que-dice-la-proposicion-de-ley-de-amnistia-217619">Ley de Amnistía</a> marcará buena parte de la conversación pública, influirá en las alianzas y será determinante en la continuidad del gobierno. </p>
<p>La situación es paradójica. La debilidad del gobierno socialista, necesitado de múltiples apoyos cruzados es su fortaleza. Ninguno de los socios menores (Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, Partido Nacionalista Vasco o Coalición Canaria) querrá ser el que figure junto al Partido Popular o Vox en las votaciones contra el presupuesto, ley vertebral de las políticas públicas españolas. Con estos mimbres, y en un ambiente altamente inflamable, el gobierno de Pedro Sánchez afronta cuatro desafíos estructurales: la organización territorial, la convivencia, la acción exterior y la transformación digital. Los cuatro merecen un análisis detallado. </p>
<h2>1. La organización territorial</h2>
<p>Cataluña encabeza la cuestión territorial. La solución al encaje de Cataluña en España afecta a la convivencia y el estado de derecho. Las dudas sobre la constitucionalidad de la futura ley y su oportunismo están sobre la mesa. Sin embargo, no se trata solo de la aprobación de la amnistía para un número creciente de actores en el <a href="https://theconversation.com/una-distincion-entre-la-consulta-popular-y-el-referendum-a-la-vista-del-proces-126077"><em>procés</em></a>, sino del propio reparto de recursos económicos, la solidaridad y la construcción de la identidad nacional. </p>
<p>Una hacienda catalana debilita la estructura tributaria, las pensiones o la unidad de mercado. Las consecuencias son previsibles. El PNV hará campaña en la primavera de 2024 para solicitar una mejora del régimen foral, ya que EH Bildu parece lanzada a la conquista del gobierno autonómico. </p>
<p>En Galicia, Andalucía o Valencia el encaje preocupa menos que la financiación. En la Comunidad de Madrid, un trato favorable a Cataluña reforzará la narrativa de la presidenta Isabel Díaz Ayuso. </p>
<p>En síntesis, la amnistía puede ser aceptada por una mayoría política en aras de la convivencia, pero la insolidaridad territorial abre un camino de inestabilidad política y alimenta la desigualdad. Una coalición progresista tendrá dificultades para mantener un discurso coherente.</p>
<h2>2. La convivencia</h2>
<p>La segunda clave de la legislatura es la consolidación de la guerra cultural. Primero en las redes sociales, luego en los medios y en la calle, la polarización se ha instalado en la sociedad española. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=f9FQdA3UnJw">La protesta</a> no es más que la expresión de dichas diferencias al margen de las instituciones y los partidos. La calle y la batucada son peligrosas porque alimentan una cultura de deslegitimación del adversario. Es un camino sin retorno. </p>
<p>El gobierno tiene que encauzar la convivencia basada en el respeto a la diferencia y el Estado de derecho. Hay que dotar de garantías y medios a la justicia, descolonizar las instituciones y las empresas públicas, aligerar los procedimientos sin perjudicar al ciudadano, normalizar la diferencia. </p>
<p>Es una tarea de gobierno que pasa por la ejemplaridad en los nombramientos, la centralidad de la agenda política en materia de justicia y lucha contra la corrupción y en la modernización de la administración pública a través de la dirección pública profesional. </p>
<h2>3. La acción exterior</h2>
<p>El tercer elemento fundamental es el refuerzo de la posición internacional de España, tanto en Europa como en los asuntos globales. En el marco de la Unión Europea, el gobierno ha perdido la oportunidad de liderar la presidencia de turno y de empujar los acuerdos con Mercosur. Ahora la tarea es otra. Por un lado, hay que <a href="https://planderecuperacion.gob.es/preguntas/que-es-el-fondo-de-recuperacion-nextgenerationeu">ejecutar los fondos Next Generation</a> y acelerar la transformación económica del país. </p>
<p>Por otro, Europa necesita salir del <a href="https://es.euronews.com/2023/10/10/el-eje-franco-aleman-trata-de-pulir-sus-relaciones-bilaterales-en-medio-de-guerras-y-crisi">eje franco-alemán</a> para incorporar nuevas ideas y perspectivas del sueño europeísta. España está llamada a ser una de esas voces con proyección hacia Iberoamérica, el Mediterráneo y el Sahel. </p>
<p>La acción exterior será exitosa en tanto que la coalición sea previsible, dote de medios a Exteriores y Cultura, modernice la narrativa y consolide lo que España fue en el pasado, un socio y aliado fiable. En perspectiva estadounidense, estamos en una buena posición para ser una potencia media y amable. No es poca cosa.</p>
<h2>4. La transformación digital</h2>
<p>El cuarto desafío es transversal y parece haberse convertido en una prioridad para el gobierno. Se trata de la transformación digital con el ministro José Luis Escrivá al frente, cuyo historial particular garantiza que pondrá en el centro de la política nuestras vidas digitales. </p>
<p>Es un desafío que afecta a la ordenación jurídica, bajo el paraguas europeo, pero también a la industria y el comercio, la creación de empleo, la fiscalidad, la cooperación en materia de justicia o las relaciones exteriores. Esta mirada global afecta al modo de entender el Estado y la provisión de servicios públicos, la transformación económica en ciernes y la regulación. </p>
<p>En suma, los cuatro retos del gobierno de coalición anticipan una conversación política sobre el futuro de España. La propia condicionalidad de la mayoría puede conducir a una geometría variable de intereses con la mirada en el largo plazo. O bien ocurrirá todo lo contrario. Sin una salida territorial pertinente para la mayoría social, no solo la numérica, la inestabilidad puede devolvernos a las urnas. Y ahí, otra vez, los resultados son imprevisibles.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/217758/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Luis Manfredi no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Pedro Sánchez acaba de ser investido presidente del Gobierno de España con suma dificultad. Ante sí tiene cuatro grandes retos que no tienen fácil solución.Juan Luis Manfredi, Prince of Asturias Distinguished Professor @Georgetown, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1739982022-06-09T17:55:10Z2022-06-09T17:55:10ZMejorar contenidos en Wikipedia es un desafío conjunto<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/467435/original/file-20220607-12-beiann.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C5851%2C3886&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/san-pellegrino-terme-italy-may-2-2151699941">Shutterstock / michelangeloop</a></span></figcaption></figure><p>Quedan pocas personas que no tengan tomada una postura ante el uso de Wikipedia en las aulas. “Yo no dejo que mis estudiantes consulten Wikipedia”. Esta frase ya queda un tanto anticuada y es poco verosímil. Ahora la clave reside en la lectura crítica, el saber evaluar y no quedarnos en la comodidad del primer resultado de Google. Tenemos que ir más allá.</p>
<p>Desde sus comienzos, la enciclopedia virtual fue muy criticada y cuestionada por su calidad y por el hecho de que <em>cualquiera</em> pudiese editarla. Pero justamente en eso reside su éxito: en esa masa editora, fiel y constante, que en español suma más de 4 000 personas muy activas al mes. </p>
<p>Esa masa editora, procedente de muchas partes del mundo y con diferente nivel de formación, se ocupa de mantener, cuidar y enriquecer los contenidos. No es la panacea. Más de una vez <a href="https://theconversation.com/me-puedo-fiar-de-wikipedia-105320">hemos encontrado errores en su redacción o en la veracidad de contenidos</a>. Sin embargo, el hecho de que su calidad sea aceptable reside en el trabajo altruista y desinteresado de los wikipedistas, personas que de forma voluntaria editan Wikipedia.</p>
<h2>Brechas de contenido</h2>
<p>Como se ha podido estudiar, <a href="https://jisajournal.springeropen.com/articles/10.1186/s13174-021-00141-y">son varias las brechas de contenido que tiene la enciclopedia</a>. También existen problemas de sobrerrepresentación. </p>
<p>Así, en la versión en español (recordemos que hay más de 300 versiones lingüísticas) existe una amplia gama de artículos sobre futbolistas de todo el mundo y de diferentes ligas. Mientras, en contenidos científicos <a href="https://www.scielo.br/j/icse/a/WbzFTkPTJfSFMvKzB9N3fMj/?lang=es&format=html">estamos lejos de la calidad de la Wikipedia en inglés</a>.</p>
<p>El español, a pesar de ser la segunda lengua con más hablantes nativos, no tiene una representación en Wikipedia acorde a ese volumen de hablantes. De hecho, con solo 1 755 000 artículos, es la octava por número de artículos y está muy lejos de los 6 458 000 que posee la Wikipedia en inglés o los 2 667 000 de la versión en alemán.</p>
<h2>Un proyecto de integración</h2>
<p>Tomando en cuenta esta carencia, la <a href="https://www.madrimasd.org/fundacion">Fundación para el Conocimiento Madri+d</a> pidió a la <a href="https://www.wikimedia.es/">Asociación Wikimedia España</a> diseñar <a href="https://www.wikimedia.es/2021/06/04/mejora-de-contenidos-cientificos-en-wikipedia-fundacion-madrid/">un proyecto para mejorar la calidad de los contenidos científicos en español</a>. </p>
<p>Así, se propuso a la Fundación un trabajo de integración que involucraría al alumnado y profesorado en pos de la mejora de un procomún digital: la Wikipedia en español, herramienta que es consultada más de 35 000 000 veces al día y desde todo el mundo.</p>
<p>El proyecto diseñado por Wikimedia España consistía, siguiendo el modelo del <a href="https://eu.wikipedia.org/wiki/Atari:Hezkuntza">Programa Educativo del Grupo de Wikimedistas vascos</a>, en identificar al profesorado permeable a colaborar, pedirles que identificaran los diez artículos esenciales de su área de conocimiento en Wikipedia que necesitaran ser mejorados o que no estuvieran incluidos como entradas, y pasar a la acción. </p>
<h2>Wikipedistas itinerantes, docentes y estudiantes</h2>
<p>Los agentes implicados fueron una persona formada en la edición y creación de contenidos en Wikipedia (por más que pueda editar cualquiera, hay muchas reglas a seguir), denominado <em>wikipedista itinerante</em> (porque iría de aula en aula, compartiendo su conocimiento); el personal docente, y su alumnado: los tres trabajando en equipo.</p>
<p>El <em>wikipedista itinerante</em> se ocupó de formar al alumnado en las claves de redacción y edición de Wikipedia, mientras que el docente trabajaba en la calidad de los contenidos y la búsqueda de fuentes específicas de su materia. </p>
<p>Así, el alumnado, en su mayoría voluntario, estaría acompañado durante todo el proceso. Como resultado, su trabajo beneficiaría a toda la comunidad. Esta era la idea. </p>
<h2>Seis universidades madrileñas</h2>
<p>Aunque sabemos que en ocasiones las ideas y la realidad van cada una por su lado, afortunadamente en esta ocasión no fue así. Ciento veintinueve alumnos y once profesores de seis universidades madrileñas se unieron a esta iniciativa conjunta. </p>
<p>Tras recibir formación por parte del <em>wikipedista itinerante</em>, los alumnos y alumnas trabajaron en las diez entradas seleccionadas por su docente. Al final del proyecto, más de 60 entradas habían sido creadas o modificadas sustancialmente para poder ofrecer contenido científico de calidad a toda la comunidad hispanohablante. </p>
<p>Los alumnos no solo pudieron profundizar en el conocimiento del área de trabajo, sino hacerlo de una manera metodológicamente novedosa. </p>
<p>De este modo, un recurso conocido, abierto, libre, gratuito como Wikipedia se convirtió en una experiencia de innovación educativa. La innovación comienza, muchas veces, por pensar de manera diferente lo que nos es familiar y conocido. </p>
<p>Los resultados del proceso de aprendizaje fueron visibles para el alumnado después de la realización del proyecto. La satisfacción de la aportación a lo colectivo se apreció rápidamente. </p>
<h2>Claves del buen funcionamiento</h2>
<p>¿Claves? Difícil dar unas concretas. Ciertamente el proyecto había sido mimado y cuidado desde sus comienzos. Más allá de eso, los distintos grupos y alumnos que participaron eran profundamente distintos. </p>
<p>Se trabajó con diferentes áreas (aeronáutica, la realidad de las TIC en el mundo del periodismo o la didáctica, creatividad e imaginación literaria, tecnología de la información y de la comunicación, odontología, información cuántica, inteligencia artificial, historia del arte y astrofísica). Se utilizaron distintos medios de impartir las sesiones (<em>online</em> o presencial) y diferentes modalidades de participación (obligatoria, voluntaria, evaluable o no). El proyecto se adaptó, en definitiva, a las características de cada grupo y de cada planificación docente.</p>
<p>Quizá la única clave común a todas las experiencias fuera que el alumnado no participó en una actividad, sino que pasó a ser parte de un gran proyecto y una gran comunidad: Wikipedia. Se generó una sinergia entre docentes, wikipedistas, estudiantes y organizadores que fue más allá de una actividad en el aula. </p>
<p>Esta sinergia permitió responder a la vez a un desafío conjunto y múltiple. Conjunto, pues los alumnos y alumnas contribuyeron a la mejora de Wikipedia y de sus contenidos científicos en español. Pero también abordó un desafío múltiple, pues el proyecto planteado nos habla del modo en el que educamos y transferimos el conocimiento a nuestro entorno, un mundo global y virtual al mismo tiempo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/173998/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Florencia Claes es presidenta de Wikimedia España.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Rafael Ruiz Andrés fue wikipedista itinerante del proyecto "Wikipedia madri+d" </span></em></p>Un proyecto ha unido a expertos universitarios y sus alumnos con wikipedistas para mejorar y ampliar contenido de esta inmensa enciclopedia global.Florencia Claes, Profesora de Periodismo Multimedia, Universidad Rey Juan CarlosRafael Ruiz Andrés, Associate lecturer, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1439312020-09-15T19:42:26Z2020-09-15T19:42:26ZAnalfabetismo digital: un fenómeno que solo se puede combatir en la escuela<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/357712/original/file-20200911-16-1ela0nz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C6%2C4368%2C2935&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/group-teens-internetcafe-computers-111588482">Shutterstock / YanLev</a></span></figcaption></figure><p>Imagine usted que en estos últimos meses, con la pandemia en pleno apogeo, hubiéramos estado en un mundo sin informática. Un mundo sin posibilidad de <a href="https://theconversation.com/nos-convierte-la-covid-19-en-ciudadanos-digitales-141541">teletrabajo</a>, sin <a href="https://theconversation.com/es-el-fin-de-la-escuela-tal-y-como-la-conocemos-137757">escuelas en línea</a> o sin <a href="https://theconversation.com/son-utiles-las-apps-de-rastreo-un-falso-brote-de-covid-en-la-gomera-busca-averiguarlo-142574"><em>apps</em> para seguir la evolución de la pandemia</a>. Una idea perturbadora, ¿verdad?</p>
<p>Sin llegar a una situación de emergencia, recuerde usted la normalidad de antes de la pandemia (o esa normalidad a la que queremos volver) y piense cuántas cosas cotidianas dependen de la informática. </p>
<p>Desde el móvil que le despierta y donde consulta la previsión del tiempo (realizada a base de datos procesados por ordenadores) y donde lee las noticias en la edición digital de un periódico, pasando por empezar su trabajo en su casa (si teletrabaja gracias a tener un ordenador conectado a internet), o si se desplaza al trabajo en transporte público (consultado en una <em>app</em> la hora de llegada de su autobús o si hay bicicletas públicas disponibles) o en un coche privado, con <a href="https://theconversation.com/menos-decisiones-humanas-y-mas-tecnologia-para-evitar-accidentes-de-trafico-113093">centenares de <em>chips</em> que controlan la seguridad</a> y consultando el camino más despejado en su GPS. </p>
<p>Seguro que finalizaría el día en el momento de ir a dormir, después de haber visto un capítulo de su serie favorita (<a href="https://computerhoy.com/noticias/tecnologia/como-funciona-sistema-recomendaciones-series-peliculas-netflix-431891">recomendada por un sistema inteligente</a>) usando televisión a la carta. La informática ya no es el futuro, hace tiempo que es el presente.</p>
<h2>Hacen falta profesionales</h2>
<p>Europa es consciente de que uno de los ejes de la recuperación económica tras la pandemia pasa por la <a href="https://theconversation.com/europa-sin-rumbo-claro-frente-a-la-digitalizacion-americana-y-china-99124">inversión en estrategia digital</a>. En el continente hacen falta más especialistas en informática (básicamente, ingenieros e ingenieras). </p>
<p>Por ejemplo, en 2017 el <a href="https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/ICT_specialists_-_statistics_on_hard-to-fill_vacancies_in_enterprises#Employment_and_recruitment_of_ICT_specialists">53 % de las empresas europeas que quisieron contratar profesionales en informática reportaron que estos puestos eran muy difíciles de cubrir</a>. Pero un número que preocupa más es que, en 2020, <a href="https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/ip_20_1025">el 42 % de la población europea no disponía de las capacidades digitales básicas</a>, lo que se ha demostrado en esta pandemia que hemos sufrido.</p>
<p>España es un país con <a href="https://theconversation.com/la-digitalizacion-en-la-era-de-la-covid-19-irreversible-y-sin-panos-calientes-140757">bajo nivel de digitalización</a>. El gobierno prevé invertir <a href="https://www.mineco.gob.es/portal/site/mineco/menuitem.ac30f9268750bd56a0b0240e026041a0/?vgnextoid=a1e9559b78b73710VgnVCM1000001d04140aRCRD&vgnextchannel=864e154527515310VgnVCM1000001d04140aRCRD">70.000 millones de euros en la Agenda que llevará el nombre de España Digital 2025</a> para impulsar el proceso de transformación digital del país, de forma alineada con la estrategia digital de la Unión Europea. </p>
<p>Uno de los ejes en los que se debería actuar es en la educación de la población, ya que el siglo XXI está viendo nacer un nuevo fenómeno: el analfabetismo digital. Saber desempeñarse en un entorno informatizado es hoy tan importante como saber leer y escribir. Y este nuevo analfabetismo debe combatirse desde la escuela.</p>
<h2>Competencia digital y competencia informática</h2>
<p>Para conocer el papel de la formación, primero se deben clarificar algunos conceptos, algunas veces confundidos y mezclados. </p>
<p>Por un lado, necesitamos tener unos conocimientos básicos como saber manejarnos con un lector de correo electrónico, una hoja de cálculo o un editor de textos, entre otros. Estos conocimientos suelen denominarse “competencia digital” (<em><a href="https://www.informaticsforall.org/the-informatics-boat-reports/">Digital Literacy</a></em> ) y son básicos en el siglo XXI, pero no suficientes para una sociedad competitiva como la actual, especialmente para ciertas profesiones.</p>
<p>Cada profesión resuelve un tipo de problema y la mayoría de los problemas admiten muchas maneras de ser solucionados, pero no todas las soluciones pueden ser implementadas en un computador. </p>
<h2>El pensamiento computacional</h2>
<p>Aquí surge el concepto de pensamiento computacional, con dos visiones complementarias desarrolladas por <a href="https://www.cs.cmu.edu/%7ECompThink/resources/TheLinkWing.pdf">Jeannette Wing</a> y <a href="http://denninginstitute.com/pjd/PUBS/long-quest-ct.pdf">Peter J. Denning</a>. Según Wing, el pensamiento computacional es una manera de pensar procesos y soluciones de problemas orientadas a que se puedan resolver con ayuda de computadores. </p>
<p>Con los mismos principios, Denning hace más énfasis en el conocimiento de informática (programación, <em>hardware</em>, redes, bases de datos…) necesario para desarrollar estas ideas. A esta doble visión (manera de pensar y conocimiento de las bases de la informática) se le suele denominar “competencia informática”.</p>
<p>Cualquier profesional del futuro debe dominar tanto la competencia digital como la informática. No nos engañemos: una parte importante de la tecnología emergente (Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, <em>Big Data</em>, robótica, entre otras) es informática, pero está orientada a solucionar problemas reales. </p>
<p>No se diseña un sistema de tratamiento masivo de datos solo por el placer de tenerlo, sino para que sirva para solucionar problemas, como la evolución de la pandemia de la COVID-19. Y para ello hacen falta ingenieros e ingenieras en informática, pero también profesionales en virología, farmacia, matemáticas y estadística (y seguro que nos dejamos muchos), trabajando en equipos <a href="https://theconversation.com/la-universidad-aceleradora-del-conocimiento-interdisciplinar-en-la-era-pos-covid-19-139673">multidisciplinares</a>. </p>
<p>Estas personas expertas deben dominar la competencia informática para imaginar nuevas maneras de hacer cosas, porque no se trata de hacer lo que hacemos siempre pero con un ordenador (eso sería “digitalización”), sino de repensar lo que hacemos para aprovechar lo que la informática puede aportar, en lo que se denomina <a href="https://www.universidadsi.es/transformacion-digital-versus-digitalizacion/">transformación digital</a>. </p>
<p>Para ser innovadores y creativos imaginando una solución novedosa que requiera informática los equipos deben estar formados por profesionales en sus campos que sepan qué puede aportar la informática. Luego ya los profesionales de la ingeniería informática se encargarán del desarrollo de productos robustos, fiables y óptimos.</p>
<h2>¿Está la escuela española preparada para este reto?</h2>
<p>En una palabra: no. En muchas ocasiones, simplemente se alcanza la competencia digital. Saber usar un procesador de textos no nos convierte en personas preparadas para el mundo actual. </p>
<p>No se logrará una nueva generación preparada para la transformación digital hasta que todo profesional domine la competencia informática. Para ello, se necesita incorporar al currículum asignaturas independientes de informática y de carácter obligatorio, tanto en educación primaria como secundaria. </p>
<p>Algunos países como <a href="http://www.informatics-europe.org/component/phocadownload/category/10-reports.html?download=60:cece-report">Reino Unido ya lo han incorporado a su currículum y diversos países europeos están trabajando en ello</a>. </p>
<h2>La necesidad de una asignatura específica</h2>
<p>¿Son realmente necesarias asignaturas propias de informática? ¿No es un conocimiento transversal? Por hacer un símil, no tener asignaturas separadas sería como querer que los estudiantes supieran leer y escribir (unos conocimientos transversales) sin asignaturas obligatorias de Lengua y Literatura: sin duda se aprenderían los rudimentos, pero no las bases de la lengua y lo que puede aportar. Dejaríamos de ser analfabetos para pasar a ser semianalfabetos. </p>
<p>Ya ha habido <a href="http://www.scie.es/wp-content/uploads/2018/07/informe-scie-coddii-2018.pdf">propuestas orientando sobre cómo podrían diseñarse estas asignaturas</a>. El problema principal es que requerirá tiempo y recursos, por lo que hay que empezar a trabajar ya en responder a dos preguntas: ¿de dónde sacamos espacio en el currículum para estas asignaturas? y ¿quién las impartirá?</p>
<p>El espacio en el currículum debería salir de un proyecto más ambicioso: la racionalización del mismo. La complejidad del mundo actual requiere adquirir cada vez más competencias, pero es difícil incrementar el tiempo dedicado al aprendizaje en la educación obligatoria. </p>
<h2>¿Qué es necesario aprender hoy?</h2>
<p>No nos podemos limitar a añadir cada vez más cosas en el currículum, sino que hay que racionalizarlo con una pregunta en mente: ¿realmente es adecuado lo que se aprende para la ciudadanía del siglo XXI? Al fin y al cabo, se han eliminado conocimientos a lo largo de los años (como la famosa lista de los Reyes Godos).</p>
<p>Así, por ejemplo, no se trata de eliminar Filosofía para dejar sitio a Informática, o quitar las horas de Informática a la asignatura de Matemáticas (en ambos casos sería un craso error). La racionalización requiere un debate calmado y profundo, pero inaplazable.</p>
<p>Es el profesorado actual (y futuro) quien debería impartir esta asignatura, pero para ello requerirá formación, material de apoyo y, sobre todo, reconocimiento. </p>
<p>No debemos posponer este cambio hasta que sea demasiado tarde. Si algo deberíamos haber aprendido de esta pandemia es la necesidad de invertir en temas básicos como sanidad, investigación y educación (y nos permitimos añadir que también en transformación digital). </p>
<p>Empecemos a pensar en lo que se necesita a nivel educativo para promover esta transformación ya que no podemos permitirnos perder este tren. Y si alguien piensa que esto necesita de muchos recursos, que recuerde el viejo adagio: “Si piensa que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/143931/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Saber usar un procesador de textos no nos convierte en personas preparadas para el mundo actual. La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de una asignatura específica para formar a los estudiantes en competencias digitales reales. Solo desde la escuela se podría abordar este aprendizaje.David López Álvarez, Profesor del área Arquitectura y Tecnología de Computadores, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTechAntonio Bahamonde Rionda, Catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Presidente de la Sociedad Científica Informática de España (SCIE), Universidad de OviedoJ. Ángel Velázquez Iturbide, Catedrático de Universidad de Lenguajes y Sistemas Informáticos, Universidad Rey Juan CarlosLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.