Cuanto más se expone una persona migrante, o sus descendientes, a la cultura de acogida, más se asemeja su experiencia emocional a la de la mayoría de los miembros de dicha sociedad. Una investigación profundiza en los casos de los hijos de migrantes españoles en Bélgica.
Pedir un objeto, rechazar un ofrecimiento, disculparse, insultar… todo ello puede resultar descortés a la hora de hablar en otro idioma que no dominamos. Los denominados “actos del habla” son los que ayudan al receptor de mensaje a reconocer la intención del mensaje del emisor.
Desde que un bebé nace y observa lo que tiene alrededor hasta que comienza a hablar se produce un curioso proceso que va marcado por meses. Sonreír, mirar, señalar o vocalizar acaban sincronizándose al año y medio, cuando ya están preparados para comenzar a hablar.
¿Existe una sincronización espontánea entre los gestos motores que originan el habla (movimientos de la lengua, mandíbula y labios) y los ritmos que se perciben del habla? A las personas con alta sincronía les es más fácil aprender nuevas palabras que a los de baja.
Un 15% de niños con 2 años presenta un retraso en la adquisición del vocabulario. Son los “late talkers”. Con las estrategias adecuadas se puede vigilar su lenguaje antes de que sea tarde.
Profesora Docente e Investigadora (PDI) del Departamento de Didáctica de la matemática y de las Ciencias Experimentales de la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU). Miembro del Grupo de Investigación EUDIA., Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea