El nuevo gobierno de Lula tendrá lugar en un contexto hostil. Brasil ya no es el mismo que él transformó en 2003. Ahora el país está polarizado, sufre una crisis económica y está inmerso en una ola de corrupción.
La polarización y la crispación marcaron unas elecciones que han dejado a Brasil muy dividido. Lula tiene ante sí el gran reto de unir a la población del país.
Tras la enorme tempestad electoral en Brasil llegó la calma del discurso de Lula como ganador. La democracia ha triunfado en Brasil, pero es difícil prever la reacción del perdedor, Jair Bolsonaro.
Bolsonaro ha perdido la reelección, habrá alternancia y Lula ocupará por tercera vez la presidencia. Sin embargo, el bolsonarismo no pierde fuerza y se consolida como principal fuerza de la oposición
La recta final de las elecciones en Brasil viene marcada por el protagonismo de la región nordestina como cuna del voto a Lula mientras que Bolsonaro culpa de ello al analfabetismo.
El resultado aproximado de unas elecciones se puede predecir con encuestas y a través de los territorios ‘bellwethers’, que son zonas que marcan la tendencia del resultado nacional. En el caso de Brasil, Minas Gerais podría tener la palabra. Y el pronóstico da a Lula como vencedor.
A pesar de que el actual contexto de violencia política siembre dudas sobre cuál será la reacción de Bolsonaro a su fracaso electoral, lo que está claro es que Lula ha renacido con su discurso moderado y el 44 % de los brasileños cree que sus vidas cambiarán a mejor con él.
Un estudio reciente demuestra que, de aprobarse el proyecto de ley PL191/2020 propuesto por Jair Bolsonaro, las nuevas explotaciones mineras afectarían a 43 grupos indígenas aislados.
La pandemia aún no ha terminado, pero estos líderes mundiales ya han ocupado su lugar en la historia por no haber combatido eficazmente el mortal coronavirus. Algunos de ellos ni siquiera lo intentaron.
La postura de ciertos sectores de la industria agroalimentaria y las políticas gubernamentales están generando una nueva ola creciente de deforestación e incendios en Brasil.
Brasil debe tomar medidas de emergencia para proteger a sus comunidades indígenas del nuevo coronavirus, según ha dictaminado la Corte Suprema de Brasil el 8 de julio.
El consumo de hidroxicloroquina, un fármaco muy eficaz contra la malaria y que ahora recomienda el presidente de Estados Unidos para la prevención y tratamiento de la COVID-19, entraña riesgos inasumibles para la comunidad científica en la lucha contra la pandemia. El mayor estudio sobre la cloroquina acaba de demostrar que aumentan el riesgo de arritmias y muerte.
El presidente de Brasil carece del apoyo de parte de los miembros de su gobierno, de gobernadores civiles y de alcaldes en su gestión de la crisis del coronavirus. Pero el problema es que cesarlo es complicadísimo.
En el último siglo, varios países sudamericanos se enfrentaron a golpes de estado, dictaduras militares y levantamientos sociales. A pesar de las mejoras económicas de los últimos años, el continente sigue padeciendo revueltas.
Jair Bolsonaro dice que las protecciones medioambientales entorpecen el desarrollo rural en Brasil. En realidad, las leyes que eviten la deforestación del Amazonas ayudan a los agricultores.
Co-Director, Institute for Genocide and Mass Atrocity Prevention, and Professor of Public Administration, Binghamton University, State University of New York