tag:theconversation.com,2011:/fr/topics/joe-biden-87800/articlesJoe Biden – The Conversation2024-03-13T21:34:35Ztag:theconversation.com,2011:article/2252502024-03-13T21:34:35Z2024-03-13T21:34:35Z2024 (Taylor’s Version): Taylor Swift y las elecciones estadounidenses<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/580724/original/file-20240308-26-ckcj5v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=31%2C0%2C4181%2C2824&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Taylor Swift en un concierto en 2009.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/rio-de-janeiro-december-8-2009-758842915">A.PAES / Shutterstock.com</a></span></figcaption></figure><p>¿De qué no es capaz Taylor Swift? En los últimos dos años, las hazañas de esta estrella convertida en fenómeno han sido innumerables, y su cobertura en los medios de comunicación roza lo obsesivo: los periódicos contratan ahora <a href="https://www.nytimes.com/2023/11/17/learning/a-newspaper-chain-hired-a-dedicated-taylor-swift-reporter-is-it-ok-if-hes-a-swiftie.html">reporteros expertos en Taylor</a> y hay <a href="https://variety.com/2023/music/news/mtv-vmas-exclusive-camera-feed-taylor-swift-1235721757/">algunos que se dedican específicamente a seguirla</a> en las ceremonias a las que asiste, hasta el punto de que <a href="https://www.glamour.com/story/taylor-swift-brought-a-fan-to-the-grammys-shield-her-conversations-from-lip-readers">la cantante ha tenido que encontrar formas de escapar a esta vigilancia constante</a>. </p>
<h2>El efecto Taylor Swift</h2>
<p>Hay que decir que cada movimiento suyo puede tener repercusiones sin precedentes, hasta el punto de que ya se habla de un “efecto Taylor Swift”. Elegida Personalidad del Año por la revista <em>Time</em> en diciembre de 2023, es capaz de dinamizar la economía de las ciudades donde actúa (dando lugar a la <a href="https://www.wsj.com/arts-culture/taylor-swift-taylornomics-concert-eras-tour-local-economy-9fa1d492">“Taylornomics”</a>), levantar a <a href="https://economictimes.indiatimes.com/magazines/panache/taylor-swifts-the-eras-tour-concert-film-expected-to-uplift-us-theatre-economy-following-hollywood-strike/articleshow/104242843.cms">un sector en crisis</a>, provocar <a href="https://www.latimes.com/entertainment-arts/music/story/2022-10-21/taylor-swift-midnights-bonus-tracks-anti-hero-video-spotify">apagones</a> y <a href="https://edition.cnn.com/2023/07/27/entertainment/taylor-swift-seismic-activity/index.html">terremotos</a>, e incluso <a href="https://twitter.com/FoxNews/status/1751757687707115758">convencer a Fox News de la importancia de la huella de carbono</a>. </p>
<p>Pero ¿podría cambiar el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses del 5 de noviembre?</p>
<p>Eso parecen temer los conservadores estadounidenses. Hace seis años, cuando la cantante <a href="https://thehill.com/blogs/in-the-know/in-the-know/410338-taylor-swift-breaks-silence-on-politics-supports-democrats-in/">se significó políticamente por primera vez en su carrera para apoyar al candidato demócrata a senador por Tennessee</a>, la derecha estadounidense se burló de sus pretensiones y ridiculizó el peso electoral de sus fans. Mike Huckabee, exgobernador de Alaska y excandidato en las primarias republicanas de 2016, <a href="https://twitter.com/GovMikeHuckabee/status/1049280125106343936">tuiteó</a>:“Claro que Taylor Swift tiene todo el derecho a hablar de política, pero su impacto en las elecciones será nulo a menos que demos el voto a las niñas de 13 años”.</p>
<p>Las niñas que tenían 13 años en 2018 tienen ahora 19, y por tanto están en edad de votar en Estados Unidos. <a href="https://www.forbes.com/sites/marisadellatto/2023/03/14/more-than-half-of-us-adults-say-theyre-taylor-swift-fans-survey-finds/">Y no son las únicas que escuchan a Taylor Swift</a>. </p>
<p>Este año, los conservadores se están tomando en serio la amenaza, a juzgar por la maquinaria mediática puesta en marcha para desacreditar a la estrella, incluso antes de que anunciara un posible apoyo a la reelección de Joe Biden. Las teorías conspirativas proliferan en las redes sociales, y están tan bien retransmitidas por <a href="https://www.youtube.com/watch?v=zK-eQswZxMA">Fox News y Newsmax</a> que un tercio de los conservadores <a href="https://www.monmouth.edu/polling-institute/documents/monmouthpoll_us_021424.pdf/">las suscriben</a>. Se dice que la cantante, que recibiría órdenes del “Estado profundo”, es una <a href="https://www.politico.com/news/2024/01/10/pentagon-taylor-swift-fox-00134866">agente del Pentágono</a> entrenada en técnicas de manipulación psicológica. </p>
<p>El excandidato a las primarias republicanas Vivek Ramaswamy llegó a sugerir que la <a href="https://www.cbsnews.com/news/taylor-swift-travis-kelce-conspiracy-theories-chiefs-super-bowl/">pareja que forma con Travis Kelce habría sido creada de la nada</a> para ganarse el voto de los aficionados al fútbol americano. Se suponía incluso que la estrella del pop declararía su apoyo a Biden durante la <a href="https://www.wsj.com/us-news/taylor-swift-travis-kelce-super-bowl-false-conspiracy-theories-d3d21321">victoria –“amañada”, por supuesto– de los Kansas City Chiefs en la Super Bowl</a>. Sin embargo, cuando <a href="https://www.nytimes.com/2024/02/11/style/taylor-swift-super-bowl.html">el equipo de Kelce ganó el torneo el 11 de febrero</a> la profecía no se cumplió.</p>
<p>Ese día, en un movimiento inusualmente comedido, Trump se desmarcó de los teóricos de la conspiración de su bando declarando que Taylor Swift <a href="https://www.rollingstone.com/politics/politics-news/trump-says-taylor-swift-wont-endorse-biden-1234966286/">debería darle a él su apoyo</a> porque, sin él, la <a href="https://blogs.loc.gov/copyright/2020/04/the-breakdown-what-songwriters-need-to-know-about-the-music-modernization-act-and-royalty-payments/">Ley de Modernización de la Música</a> nunca se habría aprobado. </p>
<p>Es cierto que Trump firmó esta ley en 2018, que facilita a los artistas cosechar los ingresos generados por sus obras en las plataformas de <em>streaming</em> y descarga. También es cierto que fue aprobada con un amplio apoyo bipartidista en un país donde, no olvidemos, la separación de poderes sigue existiendo y donde <a href="https://variety.com/2024/music/news/trump-did-nothing-on-music-modernization-taylor-swift-1235907368/">el ejecutivo no puede arrogarse la acción del legislativo</a>.</p>
<p>Sea como fuere, si decidiera pronunciarse sobre las elecciones, es improbable que la cantante, defensora de los derechos de las minorías <a href="https://www.rollingstone.com/music/music-news/taylor-swift-pride-month-eras-tour-chicago-1234746863/">sexuales</a> y <a href="https://twitter.com/taylorswift13/status/1270432961591205888">étnicas</a>, y comprometida con <a href="https://twitter.com/taylorswift13/status/1540382753677627393">el derecho al aborto</a>, apoyase otra cosa que no fuese la candidatura Biden-Harris <a href="https://www.nbcnews.com/politics/2020-election/taylor-swift-endorses-joe-biden-president-n1242483">como hizo en 2020</a>. La cuestión sigue siendo si, como cree la derecha estadounidense, podría darle la victoria a los demócratas. </p>
<h2>Una influencia más cuantitativa que cualitativa</h2>
<p>En primer lugar, ¿de qué tipo de influencia estamos hablando? El efecto de Taylor Swift en las elecciones podría ser cuantitativo o cualitativo, es decir, podría afectar a la participación o a la elección de los votantes. </p>
<p>En términos cuantitativos, va por buen camino: el pasado mes de septiembre, durante el <a href="https://nationalvoterregistrationday.org/">Día Nacional del Registro de Votantes</a> (una jornada nacional para promover el registro de votantes, en la que <a href="https://www.politico.com/story/2012/11/celebs-get-political-to-spice-up-2012-083309">han participado numerosos famosos</a> desde su creación en 2012), la web Vote.org registró una actividad récord <a href="https://www.npr.org/2023/09/22/1201183160/taylor-swift-instagram-voter-registration">tras una publicación en Instagram</a> de la cantante animando a registrarse: <a href="https://www.usatoday.com/story/entertainment/celebrities/2023/09/22/taylor-swift-register-to-vote/70928578007/">35 000 registros más que en 2022</a>, un aumento del 25 % e incluso del 115 % si nos limitamos a los jóvenes de 18 años. </p>
<p>Hay que entender que en Estados Unidos <a href="https://www.usa.gov/voter-registration-deadlines">hay que registrarse para cada elección</a> (excepto en Dakota del Norte). La presidenta de Vote.org escribió en la red social X (antes Twitter) que <a href="https://x.com/AndreaEHailey/status/1749475931838640391">el 80 % de los inscritos acuden después a las urnas</a>, por lo que estas cifras deberían reflejarse en la participación en noviembre.</p>
<p>Cualitativamente, es probable que el aumento de la participación <em>swiftie</em> recompense sobre todo a los demócratas: esa es la afiliación partidista declarada por el 55 % de los seguidores <a href="https://pro.morningconsult.com/instant-intel/taylor-swift-fandom-demographic">en una encuesta de marzo de 2023</a>. No es demasiado sorprendente: la mayoría de los <em>swifties</em> son jóvenes (la mitad son <em>millennials</em> y solo el 10 % son miembros de la generación X), un electorado que tiende a votar a la izquierda; y además las posturas de la cantante <a href="https://fortune.com/2018/10/09/taylor-swift-burn-merchandise-instagram-protests/">son claras para sus oyentes</a> desde 2018. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/580725/original/file-20240308-22-5h8v36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Taylor Swift en agosto de 2023 durante el 'Eras Tour', en _Speak Now_ Set Era." src="https://images.theconversation.com/files/580725/original/file-20240308-22-5h8v36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/580725/original/file-20240308-22-5h8v36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=184&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/580725/original/file-20240308-22-5h8v36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=184&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/580725/original/file-20240308-22-5h8v36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=184&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/580725/original/file-20240308-22-5h8v36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=231&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/580725/original/file-20240308-22-5h8v36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=231&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/580725/original/file-20240308-22-5h8v36.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=231&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Taylor Swift en agosto de 2023 durante el ‘Eras Tour’, en <em>Speak Now</em> Set Era.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/paolov/53109675844/in/album-72177720310415752/">Paolo V/Flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Sin embargo, una encuesta realizada casi un año después, en febrero de 2024, por el mismo instituto declaraba que <a href="https://pro.morningconsult.com/analysis/taylor-swift-biden-endorsement-2024-polling">el 64 % de los <em>swifties</em> tenía intención de votar a Biden</a>. Esto sugiere que la cantante puede haberse ganado a una parte del 45 % restante de fans <a href="https://pro.morningconsult.com/instant-intel/taylor-swift-fandom-demographic">que estaban divididos en 2023</a>. </p>
<p>Como la campaña aún no ha terminado, es posible que esta cifra aumente, ya que la conversión de los oyentes no demócratas se ve facilitada por el <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/15456870.2019.1704758">alto nivel de apego parasocial de los fans de Taylor Swift</a>, en quien suelen tener <a href="https://journal.transformativeworks.org/index.php/twc/article/view/1843">una confianza infalible</a>.</p>
<p>Sin embargo, aunque Taylor Swift consiga movilizar a sus fans demócratas o dirigir a nuevos votantes hacia Biden, sólo tendrá impacto en el resultado final si esto se produce en los estados indecisos. </p>
<p><a href="https://www.lemonde.fr/les-decodeurs/article/2020/10/29/quel-est-le-role-des-grands-electeurs-dans-l-election-americaine-comment-sont-ils-designes_6057747_4355770.html">Las elecciones presidenciales estadounidenses</a> son en realidad la suma de 50 elecciones, una por estado. En cada una de ellas, el candidato que obtiene la mayoría simple de los votos gana todos los electores del estado (el sistema <a href="https://ballotpedia.org/Winner-take-all"><em>winner-take-all</em></a>). Un aumento numérico de votos para Biden no tendría ningún impacto si se concentrara en estados ya tradicionalmente demócratas, como California o Nueva York.</p>
<h2>Falta de estudios fiables</h2>
<p>Sin embargo, se han realizado pocos estudios fiables sobre la distribución geográfica de los <em>swifties</em>. <a href="https://www.msn.com/en-us/music/news/ohio-has-most-swifties-in-country-according-to-new-report/ar-AA1dzI9K">Un estudio de julio de 2023</a> analizó todos los tuits geoetiquetados que contenían un mensaje positivo sobre Taylor Swift durante un período de 30 días. Sus limitados resultados identificaron los estados en los que se encontraban la mayoría de los <em>swifties</em> activos en X. Sin embargo, entre los 10 primeros sólo figuraba uno de los seis estados indecisos <a href="https://thehill.com/opinion/campaign/3870203-these-6-states-will-determine-the-2024-presidential-election/">que probablemente determinarán las elecciones</a>: Michigan. </p>
<p>Aun así, nada descarta que los <em>swifties</em> menos activos en las redes sociales se movilicen en otros estados en los que los resultados serían ajustados, como ocurrió en 2020 en Arizona y Georgia, donde Biden obtuvo apenas 10 000 votos más que Trump.</p>
<p>Aunque la influencia cuantitativa de Taylor Swift en las elecciones estadounidenses parece ya innegable, habrá que esperar a los resultados de estudios más precisos, y quizá incluso a las propias elecciones, para saber si puede influir en el resultado de las votaciones. </p>
<p>Sin embargo, su participación en la campaña habrá tenido un impacto en las preocupaciones del Congreso: la ofensiva conservadora contra Swift ha dado lugar a la <a href="https://www.nytimes.com/2024/01/26/arts/music/taylor-swift-ai-fake-images.html">circulación de imágenes pornográficas de la estrella generadas por inteligencia artificial</a> (<em>deepfakes</em>) en la red X. Por ello, un grupo bipartidista de diputados estadounidenses ha presentado un proyecto de ley para criminalizar estas prácticas en todo el país, una iniciativa copiada a nivel estatal, incluido Missouri, donde el título de la ley será “<a href="https://www.kttn.com/taylor-swift-act-will-protect-against-unauthorized-deepfake-images/">Taylor Swift Act</a>”.</p>
<p>Después de todo, las elecciones presidenciales de 2024 pueden ser la “<a href="https://www.today.com/popculture/music/taylors-version-meaning-swift-rerecording-albums-rcna98513">versión de Taylor</a>”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/225250/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Elsa Grassy ne travaille pas, ne conseille pas, ne possède pas de parts, ne reçoit pas de fonds d'une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n'a déclaré aucune autre affiliation que son organisme de recherche.</span></em></p>¿Tiene Taylor Swift el poder de dar la victoria a los demócratas en las elecciones presidenciales, como piensa la derecha estadounidense?Elsa Grassy, Maîtresse de conférences en études états-uniennes, Université de StrasbourgLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2004222023-02-21T20:36:18Z2023-02-21T20:36:18ZAumenta la tensión nuclear tras suspender Rusia el último acuerdo sobre armas nucleares con EE.UU.<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/511511/original/file-20230221-26-bxt010.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5760%2C3819&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Una mujer en Crimea mira la retransmisión televisiva del discurso del presidente ruso Vladimir Putin el 21 de febrero de 2023. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://media.gettyimages.com/id/1247345395/photo/crimea-russia-ukraine-conflict-politics.jpg?s=1024x1024&w=gi&k=20&c=UqQnoifQCfSbPhe_nmZuOHXBei9wh71hD85x_jRii8M=">Stringer/AFP vía Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>Tras décadas de progresos en el control de la proliferación de las armas nucleares, la guerra de Rusia contra Ucrania ha provocado renovadas <a href="https://apnews.com/article/russia-ukraine-putin-nato-europe-6d1e374e77504838ba9ca78dd8bce46c">tensiones nucleares</a> entre Rusia y Estados Unidos.</p>
<p>El presidente ruso Vladimir Putin dijo en su discurso anual sobre el estado de la nación el 21 de febrero de 2023 que <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2023/02/21/putin-speech-ukraine-state-of-nation/">Rusia está “suspendiendo</a>” su participación en el último acuerdo sobre armas nucleares vigente entre Estados Unidos y Rusia, conocido como Nuevo START.</p>
<p>“Nuestras relaciones se han degradado, y eso es culpa, total y absolutamente, de Estados Unidos”, dijo Putin, que no llegó a retirar totalmente a Rusia del acuerdo que pretende limitar la expansión de las armas nucleares.</p>
<p>En el mismo discurso, <a href="https://www.reuters.com/world/putin-update-russias-elite-ukraine-war-major-speech-2023-02-21/">Putin amenazó con reanudar las pruebas nucleares</a> si EE.UU. hace lo mismo, afirmando que EE.UU. está considerando reanudar las suyas. Estados Unidos ha <a href="https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwjspdTanKf9AhV-I0QIHaE1AcoQFnoECA0QAw&url=https%3A%2F%2Fcrsreports.congress.gov%2Fproduct%2Fpdf%2FIF%2FIF12266&usg=AOvVaw2z1O_4wAm5IACeGogd2O7B">reafirmado en repetidas ocasiones</a> que puede modernizar y certificar la fiabilidad de sus armas nucleares sin recurrir a más pruebas.</p>
<p>El Departamento de Estado estadounidense <a href="https://www.politico.com/news/2023/02/21/blinken-putin-nuclear-treaty-00083740">condenó rápidamente</a> el anuncio de Putin, y el secretario general de la OTAN, Jens Stolenberg, declaró que la suspensión del acuerdo por parte Rusia convierte al mundo en un <a href="https://www.reuters.com/world/putin-update-russias-elite-ukraine-war-major-speech-2023-02-21/">lugar más peligroso</a>.</p>
<p>El anuncio de Putin debilita enormemente el último acuerdo de control de armas que queda, pero no lo rescinde inmediatamente. Al “suspender” en lugar de retirarse del tratado, Putin conserva la posibilidad de reactivar el acuerdo, sin tener que renegociarlo ni hacer que el Congreso estadounidense lo ratifique una vez más.</p>
<p>El Nuevo START es el único acuerdo que queda entre Estados Unidos y Rusia para limitar el desarrollo de armas nucleares y sus instalaciones de apoyo. Permite a ambos países inspeccionar periódicamente, y con una antelación limitada, sus respectivos arsenales de armas nucleares.</p>
<p>He <a href="https://dornsife.usc.edu/cf/faculty-and-staff/faculty.cfm?pid=1022718">trabajado</a> e <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/international-organization/article/abs/price-of-peace-motivated-reasoning-and-costly-signaling-in-international-relations/931AC830FEB7D24D26800E22558D9F9D">investigado</a> sobre la no proliferación nuclear durante <a href="https://doi.org/10.1007/978-3-319-90978-3">dos décadas</a>. </p>
<p>Convencer a los países <a href="https://www.armscontrol.org/factsheets/USRussiaNuclearAgreements">para que reduzcan</a> sus arsenales de armas nucleares <a href="https://www.theatlantic.com/international/archive/2017/09/north-korea-south-africa/539265/">o renuncien</a> a la consecución de esta arma definitiva siempre ha sido extremadamente difícil. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/456693/original/file-20220406-20442-bd5h6l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Jóvenes estudiantes se esconden bajo sus pupitres y miran hacia fuera en una foto en blanco y negro" src="https://images.theconversation.com/files/456693/original/file-20220406-20442-bd5h6l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/456693/original/file-20220406-20442-bd5h6l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=448&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/456693/original/file-20220406-20442-bd5h6l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=448&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/456693/original/file-20220406-20442-bd5h6l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=448&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/456693/original/file-20220406-20442-bd5h6l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=563&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/456693/original/file-20220406-20442-bd5h6l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=563&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/456693/original/file-20220406-20442-bd5h6l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=563&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Estudiantes de una escuela de Brooklyn, Nueva York, realizan un simulacro de ataque nuclear en 1962.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://media.gettyimages.com/photos/students-at-a-brooklyn-middle-school-have-a-duck-and-cover-practice-picture-id566420175?s=2048x2048">GraphicaArtis/Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Historia de la no proliferación</h2>
<p>La Unión Soviética, EE.UU., el Reino Unido, Francia, Israel y China <a href="https://doi.org/10.2968/066004008">tenían programas activos de armas</a> nucleares en la década de 1960. </p>
<p>Los países reconocieron el riesgo de una futura guerra nuclear. </p>
<p>Sesenta y dos países acordaron inicialmente lo que se ha denominado el “<a href="https://www.armscontrol.org/act/2003_12/Weiss">Gran Acuerdo</a>” en 1967, un elemento esencial del <a href="https://www.un.org/disarmament/wmd/nuclear/npt/">Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares</a>. Ciento noventa y un países firmaron finalmente este tratado. </p>
<p>El acuerdo impedía la proliferación de armas nucleares en países que aún no las tuvieran <a href="https://www.atomicarchive.com/resources/timeline/timeline1960.html">en 1967</a>. Los países con armas nucleares, como Estados Unidos y el Reino Unido, acordaron poner fin a su carrera armamentística y trabajar para lograr el desarme, es decir, la destrucción de todas las armas nucleares. </p>
<p>Este acuerdo histórico sentó las bases para los acuerdos entre Estados Unidos y la Unión Soviética para reducir aún más sus armas nucleares y sus instalaciones de apoyo. También impidió que otros países desarrollaran y <a href="https://www.armscontrol.org/factsheets/test-ban-treaty-at-a-glance">probaran</a> armas nucleares hasta el final de la Guerra Fría. </p>
<p><a href="https://www.nti.org/countries/israel/">Israel</a>, <a href="https://fas.org/blogs/security/2021/12/indias-nuclear-arsenal-takes-a-big-step-forward/">India</a> y <a href="https://thebulletin.org/premium/2021-09/nuclear-notebook-how-many-nuclear-weapons-does-pakistan-have-in-2021/">Pakistán</a> nunca se adhirieron al acuerdo por motivos de seguridad nacional. Todos ellos poseen ahora armas nucleares. Corea del Norte <a href="https://www.armscontrol.org/act/2005-05/features/npt-withdrawal-time-security-council-step">se retiró</a> del acuerdo y desarrolló <a href="https://www.bbc.com/news/world-asia-41174689">armas nucleares</a>. </p>
<h2>Algunos éxitos</h2>
<p>Desde la Guerra Fría, ha habido <a href="https://doi.org/10.1080/25751654.2020.1824500">grandes logros</a> para evitar que los países adquieran armas nucleares y en reducir drásticamente los arsenales. </p>
<p>El arsenal nuclear mundial se ha reducido en un 82 % desde 1986, desde un máximo de 70 300. Casi todas las reducciones han afectado a EE.UU. y Rusia, que poseían los mayores arsenales en aquel momento.</p>
<p><a href="https://fas.org/issues/nuclear-weapons/status-world-nuclear-forces/">A nivel mundial</a> existen actualmente <a href="https://fas.org/issues/nuclear-weapons/status-world-nuclear-forces/">unas 12 700 armas nucleares</a>, de las que cerca del 90 % están en manos de <a href="https://www.armscontrol.org/factsheets/Nuclearweaponswhohaswhat">Rusia y EE.UU.</a>, es decir, entre 5 000 y 6 000 armas cada uno.</p>
<p>Otros países poseen armas nucleares, la mayoría unos pocos cientos de armas cada uno, entre ellos el Reino Unido, Francia y China, aunque China ha estado aumentando su arsenal nuclear. <a href="https://www.visualcapitalist.com/cp/nuclear-warheads-by-country-1945-2022/">Potencias nucleares más recientes</a> como India, Pakistán e Israel tienen alrededor de 100 cada una, mientras que Corea del Norte cuenta con unas 20. </p>
<p>Desde finales de la década de 1960, los países han suscrito <a href="https://nuke.fas.org/control/index.html">más de una docena de acuerdos o tratados jurídicamente vinculantes</a> que limitan la adquisición de armas nucleares por parte de nuevos países y prohíben las pruebas, entre otras medidas.</p>
<p>Pero no han reducido el número de <a href="https://armscontrolcenter.org/u-s-nonstrategic-nuclear-weapons/">armas nucleares</a> con misiles <a href="https://www.heritage.org/missile-defense/commentary/russias-small-nukes-are-big-problem">de corto alcance</a>.</p>
<p>Ningún acuerdo cubre <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-020-00794-y">estas armas</a>, que <a href="https://www.scientificamerican.com/article/limited-tactical-nuclear-weapons-would-be-catastrophic/">también podrían causar</a> destrucción generalizada y muertes. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/456664/original/file-20220406-14533-6aj5iw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dos personas con trajes y grandes caras recortadas de Putin y Biden sostienen falsos misiles balísticos sobre sus cabezas." src="https://images.theconversation.com/files/456664/original/file-20220406-14533-6aj5iw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/456664/original/file-20220406-14533-6aj5iw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/456664/original/file-20220406-14533-6aj5iw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/456664/original/file-20220406-14533-6aj5iw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/456664/original/file-20220406-14533-6aj5iw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/456664/original/file-20220406-14533-6aj5iw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/456664/original/file-20220406-14533-6aj5iw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Manifestantes pacifistas en Berlín piden más desarme nuclear en 2021.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://media.gettyimages.com/photos/peace-activists-wearing-masks-of-russian-president-vladimir-putin-and-picture-id1230850574?s=2048x2048">John MacDougall/AFP via Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Disminuye la cooperación entre EE.UU. y Rusia</h2>
<p>El compromiso entre Estados Unidos y Rusia en materia de armas nucleares cambió cuando Rusia se <a href="https://www.brookings.edu/blog/order-from-chaos/2020/03/17/crimea-six-years-after-illegal-annexation/">anexionó Crimea</a> por la fuerza en 2014. </p>
<p>Rusia <a href="https://www.dw.com/en/russias-controversial-9m729-missile-system-a-not-so-secret-secret/a-46606193">desplegó misiles terrestres</a> en <a href="https://baltic-review.com/defence-lithuania-is-preparing-for-a-russian-invasion/kaliningrad-map/">Kaliningrado</a>, un enclave de Rusia en medio de Europa del Este, en 2014.</p>
<p><a href="https://www.armscontrol.org/act/2014-09/news/russia-breaches-inf-treaty-us-says">Estados Unidos</a> y la <a href="https://www.bbc.com/news/world-us-canada-46443672">OTAN</a> acusaron entonces a Rusia de violar un <a href="https://www.armscontrol.org/factsheets/INFtreaty">acuerdo nuclear de 1987</a> sobre misiles terrestres de corto y medio alcance. Desde Rusia, estos podían recorrer de 500 a 5 500 kilómetros, alcanzando objetivos tan lejanos como Londres. </p>
<p>Estados Unidos <a href="https://2017-2021.state.gov/u-s-withdrawal-from-the-inf-treaty-on-august-2-2019/index.html">también puso fin</a> a este acuerdo en 2019 debido a las supuestas violaciones rusas. Ahora no hay acuerdos nucleares internacionales en Europa. </p>
<p>El acuerdo <a href="https://www.state.gov/new-start/">Nuevo START</a>, firmado por Rusia y Estados Unidos, sigue siendo el único acuerdo principal sobre armas nucleares estratégicas vigente. </p>
<p>Debía continuar <a href="https://www.state.gov/on-the-extension-of-the-new-start-treaty-with-the-russian-federation/">al menos hasta 2026</a>. </p>
<p>Los EE.UU. y Rusia detuvieron todas las inspecciones de los emplazamientos y operaciones con armas nucleares de la otra parte en 2020 debido a la pandemia covid-19. Sin embargo, se siguieron intercambiando <a href="https://www.ft.com/content/74a5d3f6-7e41-40e5-bc8e-ba22a93e2cf4">cientos de notificaciones</a>, lo que redujo la probabilidad de errores de cálculo y malentendidos. </p>
<p>En noviembre de 2022, <a href="https://www.usnews.com/news/us/articles/2023-01-31/russia-not-complying-with-inspection-obligation-under-nuclear-arms-treaty-u-s-says">Rusia canceló</a> las conversaciones para reanudar las inspecciones. Estados Unidos considera que se trata de violaciones del acuerdo, pero <a href="https://www.ft.com/content/8063d76b-ed19-4fc0-b162-cc27a225ebec">no de una violación material absoluta</a> del tratado.</p>
<h2>Impacto de la guerra de Ucrania</h2>
<p>En repetidas ocasiones Putin ha despertado inquietud porque <a href="https://www.usnews.com/news/world-report/articles/2023-01-03/russian-setbacks-in-ukraine-set-tone-for-2023">los reveses sufridos por Rusia durante</a> su guerra de casi un año con Ucrania –así como <a href="https://www.bbc.com/news/world-us-canada-64404928">la implicación de Occidente</a> en el conflicto– <a href="https://www.economist.com/the-economist-explains/2022/03/29/would-russia-really-launch-nuclear-weapons">puedan dar lugar</a> a que Rusia lance un <a href="https://www.cnbc.com/2023/01/24/putins-nuclear-threats-move-doomsday-clock-closest-ever-to-armageddon-atomic-scientists-say.html">ataque nuclear</a> contra Ucrania u otro país de Occidente.</p>
<p>Una sola arma nuclear hoy en una gran ciudad <a href="https://www.icanw.org/modeling_the_effects_on_cities">podría matar inmediatamente</a> entre 52 000 y varios millones de personas, dependiendo del tamaño del arma.</p>
<p>El régimen de control de armas de Estados Unidos y Rusia tuvo éxito en la Guerra Fría porque incluía importantes mecanismos de verificación: inspecciones directas del arsenal nuclear de cada parte con <a href="https://carnegieendowment.org/publications/interactive/new-start">menos de 24 horas de antelación</a>.</p>
<p>Rusia y Estados Unidos han <a href="https://carnegieendowment.org/publications/interactive/new-start">realizado 306 inspecciones</a> desde la entrada en vigor del Nuevo START en 2011. Sin el Nuevo START, terminarán todas las inspecciones de bases nucleares e instalaciones de apoyo. </p>
<p>Durante las conversaciones nucleares de 1987, el presidente Ronald Reagan tradujo una máxima rusa: “<a href="https://www.c-span.org/video/?c4757483/user-clip-trust-verify">confía, pero verifica</a>”, la base del régimen de control de armas nucleares.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/200422/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Nina Srinivasan Rathbun no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El anuncio de Putin de que Rusia dejará de participar en el Nuevo START pone en pausa el último acuerdo sobre armas nucleares que queda entre Estados Unidos y Rusia.Nina Srinivasan Rathbun, Professor of International Relations, USC Dornsife College of Letters, Arts and SciencesLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2002372023-02-20T19:49:35Z2023-02-20T19:49:35ZCuba sufre el mayor éxodo ante su peor crisis desde el colapso de la URSS<p>Un número récord de cubanos está huyendo de la isla, que sufre su peor <a href="https://www.reuters.com/article/cuba-economy-reform-explainer-idINKBN28L2AD">crisis socioeconómica</a> desde el colapso de <a href="https://www.imf.org/en/Publications/WP/Issues/2016/12/30/The-Fall-and-Recovery-of-the-Cuban-Economy-in-the-1990-s-Mirage-or-Reality-4066">la Unión Soviética</a>. La cifra de cubanos que buscan entrar en Estados Unidos, principalmente por la frontera mexicana, se disparó de 39.000 en 2021 a <a href="https://sgp.fas.org/crs/row/IF10045.pdf">más de 224.000 en 2022</a>. Muchos han vendido sus casas <a href="https://www.npr.org/2022/06/07/1103456116/cuba-cuban-migrants-real-estate">a precios bajísimos</a> para permitirse vuelos de ida a Nicaragua y viajar a través de México hasta EE UU. </p>
<p>Los 11 millones de cubanos que siguen en la isla se encuentran en una situación cada vez más desesperada. La emigración interna desde las provincias más pobres ha provocado una superpoblación en la capital, La Habana. Aquellos a los que el gobierno no puede proporcionar un hogar viven en <em>albergues</em> (precarios edificios abandonados reconvertidos en viviendas provisionales). Otros viven en <em>solares</em> (edificios de vecindad), algunos en grave riesgo de derrumbe.</p>
<p>La grave escasez de alimentos y medicinas es una realidad cotidiana en un país asolado por el embargo comercial de Estados Unidos desde 1962 y por el estricto control de la economía por parte del gobierno desde 1959. Los cortes regulares de electricidad han recordado a los cubanos los primeros años de la década de 1990, cuando <a href="https://academic.oup.com/book/11824/chapter/160918064">se acabaron las subvenciones soviéticas</a> al desmoronarse la URSS, dejando a la isla en apuros. </p>
<p>Para sobrevivir a ese “<a href="https://america.cgtn.com/2018/04/17/cuba-past-and-present-the-special-period">periodo especial</a>”, Cuba pasó a depender de los ingresos en divisas procedentes del turismo internacional y de los nacionales que trabajaban en el extranjero. Ambos ingresos se han reducido considerablemente. Las medidas provocadas por la covid-19 obligaron a cerrar la isla a los turistas extranjeros y redujeron el número de visitantes <a href="http://www.onei.gob.cu/sites/default/files/turismo_nac_e_int_indicadores_seleccionados_enero-diciembre_2020_0.pdf">en un 75%</a> durante 2020. </p>
<p>Las inoportunas <a href="https://www.reuters.com/article/cuba-economy-reform-explainer-idINKBN28L2AD">reformas monetarias</a>, que unificaron las dos monedas de Cuba a principios de 2021, crearon un <em>shock</em> inflacionista. La escasez de alimentos ha provocado un <a href="https://fee.org/articles/cubas-bustling-black-markets-hold-an-important-economic-lesson/">auge del mercado negro</a>. </p>
<p>En un reciente viaje a Cuba, James Clifford Kent, coautor de este artículo, habló con la población local y tomó las fotografías que ilustran esta historia. Luis Lázaro, un obrero de la construcción de La Habana, le dijo: </p>
<blockquote>
<p>“La cosa está muy mal. Una crisis total: comida, medicinas, ropa. Si no es una cosa es otra. Trabajas sin parar solo para llegar a fin de mes y a veces no es suficiente”.</p>
</blockquote>
<h2>Una tregua poco duradera</h2>
<p>En 2016, tras más de medio siglo de hostilidades, las relaciones entre EE UU y Cuba estaban de capa caída. Barack Obama se convirtió en el primer presidente estadounidense en activo <a href="https://www.theguardian.com/world/2016/mar/20/barack-obama-cuba-visit-us-politics-shift-public-opinion-diplomacy">en visitar la isla</a> desde Calvin Coolidge en 1928. Y los británicos The Rolling Stones sacudieron La Habana <a href="https://www.rollingstone.com/music/music-live-reviews/rolling-stones-thrill-huge-crowd-at-historic-havana-show-160574/">con un concierto gratuito</a>. </p>
<p>Cruceros repletos descargaron a sus pasajeros en el puerto de La Habana, para ser llevados en coches clásicos descapotables a recorrer la capital. Multitud de extranjeros llegaron a La Habana para empaparse del embriagador ambiente, con <a href="https://www.vanityfair.com/hollywood/photos/2015/10/rihanna-in-cuba-the-cover-story-november-photos">Rihanna</a>, Beyoncé y Jay-Z entre la vanguardia de los visitantes occidentales de alto nivel. </p>
<p>La empresa privada floreció temporalmente mientras se respiraba un espíritu de optimismo por todas partes. Pero la economía y la relación de Cuba con Estados Unidos volvieron a tambalearse tras la elección de <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/10714839.2017.1331828">Donald Trump</a> en noviembre de 2016, justo cuando murió Fidel Castro, el exlíder de la revolución cubana. El presidente Trump restableció las restricciones de viaje y de negocios, impuestas décadas antes. </p>
<p>Mientras tanto, diplomáticos y oficiales de inteligencia estadounidenses destinados en la isla denunciaron pérdida de audición, dolores de cabeza y vértigo en un misterioso brote de “<a href="https://www.vice.com/en/article/m7gyxq/havana-syndrome-podcast">síndrome de La Habana</a>” a finales de 2016. Washington culpó a Cuba y retiró a la mayor parte del personal de su embajada, apenas dos años después de que ambos gobiernos reabrieran embajadas en sus respectivas capitales por primera vez desde 1961. </p>
<p>Uno de los últimos actos de Trump antes de dejar el cargo en enero de 2021 fue devolver a Cuba a la <a href="https://theconversation.com/cubas-mass-protests-are-driven-by-the-misery-of-covid-and-economic-sanctions-164505">lista de Estados patrocinadores del terrorismo</a>, obstruyendo su acceso a las finanzas internacionales. Trump ya había restringido las remesas que los cubano-americanos podían enviar a la isla.</p>
<p>El presidente Joe Biden ha vuelto a cambiar de política a medida que aumenta la presión por el aumento de la migración ilegal a Estados Unidos. Biden reabrió la <a href="https://www.theguardian.com/world/2023/jan/10/cuban-exodus-us-embassy-havana-immigration-policy">embajada estadounidense en La Habana</a> para la solicitud de visados en enero de 2023, ofreciendo a algunos cubanos una vía oficial para emigrar.</p>
<h2>Resistencia cubana</h2>
<p>El aumento del acceso a Internet desde 2018 y el uso generalizado de las redes sociales desempeñan papeles significativos en un nuevo estado de ánimo entre los cubanos. <a href="https://country.eiu.com/cuba">The Economist Intelligence Unit</a> describe su doble impacto: la demanda de liberalización política y económica y de rendición de cuentas ha aumentado, mientras que las sanciones estadounidenses y el apoyo de los disidentes han envalentonado a los partidarios de la línea dura que se resisten a la reforma. </p>
<p>A pesar de las restricciones gubernamentales y de las deficientes infraestructuras, el 68% de los cubanos tiene acceso a Internet. Whatsapp, Instagram y otras redes sociales son muy utilizadas por los cubanos, sobre todo los jóvenes.</p>
<p>El acceso a Internet fue clave en las <a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-latin-america-57818918">protestas cubanas de 2021</a>, cuando el descontento local alimentado por las restricciones de la covid-19 y la escasez generalizada desembocó en protestas callejeras que la policía reprimió rápidamente. Muchos <a href="https://www.frieze.com/article/looking-back-year-art-and-protest-cuba">artistas de alto nivel</a> y blogueros cubanos acusados por el gobierno de estar financiados por Estados Unidos fueron detenidos.</p>
<h2>Un éxodo masivo</h2>
<p>Ana María, cubana de 52 años y madre de dos hijos, describió el aumento de la delincuencia y la corrupción. La gente, señaló, prefiere vender productos en el mercado negro a trabajar por un salario que no cubre las necesidades básicas. </p>
<p>Un artista cubano de 29 años, que no quiso dar su nombre, dijo: “Muchos de mis amigos cercanos se han unido en el <em>rumbo al norte</em> en busca de estabilidad socioeconómica para ellos y sus familias.”</p>
<p>La famosa capacidad de supervivencia de los cubanos ante las dificultades está llegando a su límite. La esperanza se desvanece rápidamente.</p>
<p>Tras seis décadas de bloqueo comercial, y un rígido modelo socialista, la caída en picado del nivel de vida ha llevado al <a href="https://sgp.fas.org/crs/row/IF10045.pdf">2% de la población cubana</a> a abandonar la isla en solo un año. </p>
<p>Muchos más están desesperados por seguir sus pasos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/200237/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La isla se enfrenta a las condiciones económicas más duras desde la década de los noventa del pasado siglo, lo que ha provocado la marcha de 224.000 personas en 12 meses.James Clifford Kent, Senior Lecturer in Latin American Studies & Visual Culture, Royal Holloway University of LondonChristopher Hull, Senior Lecturer in Spanish and Latin American Studies, University of ChesterLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1946072022-11-14T18:16:14Z2022-11-14T18:16:14ZDonald Trump: ¿el principio del fin?<p>Donald Trump no estaba en las papeletas de votación para las <a href="https://theconversation.com/uk/topics/2022-us-midterm-elections-128972">elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos de 2022</a>. Sin embargo, la sombra del expresidente sigue pesando sobre la política estadounidense y él ha hecho todo lo posible para que siga siendo así. Su intento de marcar la agenda política de 2022 y de respaldar a los candidatos de su estilo parece haber tenido un profundo impacto en las votaciones de este año y tiene implicaciones para las próximas elecciones presidenciales de 2024. </p>
<p>El expresidente está sopesando lanzar su candidatura para las elecciones a la presidencia. Anteriormente dijo que anunciaría su decisión el martes 15 de noviembre. Pero tras el mal resultado de la lista de candidatos que había apoyado con entusiasmo antes de las elecciones de mitad de mandato, muchos analistas políticos especulan con la posibilidad de que deje en suspenso sus ambiciones.</p>
<p>Trump está asumiendo gran parte de la culpa por el fracaso del Partido Republicano a la hora de capitalizar las cifras de inflación más altas de los últimos 40 años, <a href="https://www.bbc.co.uk/news/57581270">la creciente tasa de asesinatos en Estados Unidos</a> y lo que los republicanos perciben como el bajo rendimiento de Joe Biden como presidente. </p>
<p>Muchos comentaristas se preguntan si el fracaso de la esperada “ola roja” del Partido Republicano podría marcar también el ocaso de la aventura política del 45º presidente. O, dicho de otro modo, ¿ha pasado Estados Unidos el “pico de Trump”?</p>
<p>Las elecciones de mitad de período se utilizan tradicionalmente para mostrar la desaprobación del presidente en ejercicio. Dado que los demócratas tenían la Cámara de Representantes por sólo cinco votos y el Senado estaba dividido en partes iguales, los republicanos <a href="https://www.theguardian.com/us-news/2022/jun/20/republicans-faith-and-freedom-coalition-road-to-majority-conference">confiaban</a> en una victoria aplastante. </p>
<p>En cambio, lo que ocurrió fue uno de los <a href="https://www.newsweek.com/joe-biden-just-had-best-midterms-democrat-president-24-years-1758562">mejores resultados de las elecciones de mitad de mandato</a> para un presidente demócrata en funciones en décadas, ya que los demócratas mantuvieron el control del Senado y perdieron menos escaños de los previstos en la Cámara de Representantes. Esto inevitablemente hará reflexionar a los republicanos. La respuesta no será difícil de deducir.</p>
<p>Mientras que Trump inspira una adulación similar a la de un culto por parte de <a href="https://www.cbsnews.com/sacramento/news/trump-true-believers-us-voters/">alrededor del 15% de la población</a>, su marca nacionalista “America first” <a href="https://www.pewresearch.org/fact-tank/2022/08/05/majority-of-americans-continue-to-favor-moving-away-from-electoral-college/">nunca ha tenido un apoyo mayoritario</a>. De hecho, en las elecciones presidenciales de 2016, en las intermedias de 2018 y de nuevo en las de 2020, los demócratas ganaron sistemáticamente el voto popular, aunque esa popularidad no siempre se tradujo en poder. </p>
<p>Pero en las elecciones intermedias de 2022, el impacto negativo de Trump en el resultado fue claro. En el período previo a la votación del 9 de noviembre, Trump respaldó una lista de candidatos. Estos fueron elegidos no por su experiencia política, sino por su lealtad a él y su infundada afirmación de que las elecciones de 2020 fueron robadas. Estos candidatos <a href="https://www.ft.com/content/15837a32-a1b5-4d80-8c1a-7dd39ccf790b">tuvieron un rendimiento inferior a nivel nacional</a>, robando a los republicanos escaños potencialmente <em>ganables</em> en varios estados indecisos. </p>
<p>Ocurrió en Pensilvania, donde el médico televisivo Mehmet Oz, de otro estado, <a href="https://www.nytimes.com/interactive/2022/11/08/us/elections/results-pennsylvania.html">perdió ante los demócratas</a> por un 8%, y <a href="https://www.nytimes.com/interactive/2022/11/08/us/elections/results-georgia.html">en Georgia</a>, donde Hershel Walker también tuvo un rendimiento inferior. Este último caso es especialmente ilustrativo. Walker, una antigua estrella del fútbol americano, sólo consiguió el 48% de los votos contra el veterano Raphael Warnock y se enfrenta a una segunda vuelta en diciembre. Mientras tanto, el gobernador republicano no trumpiano, Brian Kemp, fue reelegido por un margen de más de siete puntos. </p>
<p>Lo que esto sugiere es la voluntad de muchos votantes de rechazar el extremismo trumpiano sin abandonar necesariamente toda la candidatura republicana. Este patrón se repitió a nivel nacional, ya que los candidatos apoyados por Trump obtuvieron peores resultados que los republicanos de la corriente principal. </p>
<p>Los negacionistas más radicales sacaron unos resultados nefastos. Doug Mastriano, que <a href="https://whyy.org/articles/mastriano-campaign-spent-thousands-on-buses-ahead-of-d-c-insurrection/">supuestamente gastó</a> miles de dólares en fletar autobuses para transportar a la gente a Washington DC el 6 de enero de 2020, cuando se produjo el motín del Capitolio, fue derrotado por 14 puntos en su candidatura a gobernador de Pensilvania. Daniel Cox –<a href="https://www.washingtonpost.com/dc-md-va/2022/09/20/maryland-mail-vote-counting-lawsuit/">que prometió</a> que auditaría las elecciones de 2020 si era elegido– fue derrotado por 24 puntos en la carrera por la gobernación de Maryland.</p>
<p>En los casos en que los candidatos apoyados por Trump ganaron, como <a href="https://www.theguardian.com/us-news/2022/nov/09/trump-endorsed-candidates-republicans-midterm-performance">JD Vance</a> en Ohio, lo hicieron distanciándose de las posiciones más extremas de su patrón. Parece que muchos votantes indecisos y republicanos moderados realmente escucharon el llamado de <a href="https://www.reuters.com/world/us/biden-give-speech-democracy-wednesday-capitol-hill-adviser-2022-11-02/">Joe Biden</a> para rechazar a los candidatos que representaban una amenaza para el buen funcionamiento de la democracia estadounidense. </p>
<h2>El factor DeSantis</h2>
<p>Otro dato clave de las elecciones de mitad de mandato con implicaciones para el futuro de Trump ha sido el éxito de su antiguo protegido, ahora rival, <a href="https://theconversation.com/ron-desantis-the-florida-governor-who-may-steal-the-republican-nomination-from-under-his-mentor-donald-trumps-nose-194423">Ron DeSantis</a>. Su reelección como gobernador por casi 20 puntos en el que ahora es el estado donde reside de Trump, Florida, fue un resultado que desafió la tendencia nacional.</p>
<p>Significativamente, DeSantis rechazó el negacionismo electoral y el extremismo abortista de Trump, hablando en su lugar de la economía, la inmigración y el crimen. Ahora tiene una clara base de poder desde la que lanzar una candidatura a la presidencia republicana en 2024 si así lo decide.</p>
<p>Aunque su impronta de nacionalista cristiano blanco adopta gran parte del <a href="https://www.theguardian.com/commentisfree/2022/mar/04/americas-culture-war-is-spilling-into-actual-war-war">conservadurismo cultural</a> del <a href="https://www.theatlantic.com/politics/archive/2017/01/trump-america-first/514037/">movimiento American First</a>, DeSantis tiene cuidado de evitar las posiciones más extremas. Y, lo que es más importante, también carece del bagaje personal y del fanatismo de su antiguo mentor. De su generación de republicanos, DeSantis es el más dinámico y parece bien situado para dar un paso adelante a nivel nacional y presentar su versión del conservadurismo populista de una forma menos alienante y antagónica que Trump.</p>
<h2>¿Y ahora qué pasa con el Partido Republicano?</h2>
<p>Las lecciones de las elecciones intermedias para los republicanos son bastante claras de ver. Aunque Trump sigue siendo extravagantemente popular entre su base, el resultado de 2022 muestra que incluso muchos republicanos preferirían votar a candidatos alternativos que a Trump y sus imitadores. Y, con la aparición de DeSantis, el Partido Republicano tiene la oportunidad de abrazar a un candidato con un historial electoral probado. </p>
<p>El veredicto del electorado estadounidense tras estas elecciones es que el momento del “pico de Trump” sí ha pasado. Sólo queda que el partido republicano pase por el doloroso proceso de sacar a Trump de su dominio del <em>Grand Old Party</em>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/194607/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>David Hastings Dunn ha recibido anteriormente financiación del ESRC, de la Fundación Gerda Henkel y de la Fundación Democracia Abierta, y ha sido becario de la OTAN y de la Fundación Fulbright.
</span></em></p>La estrella del expresidente estadounidense parece estar en declive, lo que podría afectar a su decisión de presentarse a la presidencia en 2024.David Hastings Dunn, Professor of International Politics in the Department of Political Science and International Studies, University of BirminghamLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1944182022-11-10T19:17:19Z2022-11-10T19:17:19ZGuerra en Ucrania: lo que la retirada rusa de la zona clave de Jersón significa para el conflicto<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/494733/original/file-20221110-19-lzwxsn.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=24%2C12%2C8155%2C5285&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Una posición de artillería ucraniana en las afueras de Jersón.</span> <span class="attribution"><span class="source">EPA-EFE/Stanislav Kozliuk</span></span></figcaption></figure><p>Rusia ha anunciado que <a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-europe-63573387">está retirando</a> sus fuerzas de la ciudad de Jersón. Esto representa otro revés para la campaña de Putin. El puerto del Mar Negro en el río Dniéper es la única ciudad importante que Rusia ha logrado ocupar, y es la capital administrativa del oblast de Jersón, que fue una de las cuatro regiones que Rusia se anexionó en septiembre. Su aparente abandono tendrá seguramente importantes implicaciones.</p>
<p>En todo el norte y centro de Ucrania, el conflicto se está volviendo cada vez más estático, aunque no pierde nada de su crudeza. El cambio de estación <a href="https://theconversation.com/ukraine-war-general-winter-is-about-to-arrive-this-time-its-not-good-news-for-the-russian-army-19324">dificulta los avances rápidos de ambos bandos</a> a medida que el tiempo empeora. En las líneas del frente, las fuerzas terrestres lucharán simplemente por <a href="https://www.telegraph.co.uk/world-news/2022/10/22/dead-winter-beckons-poorly-equipped-russian-forces-ukraine/">sobrevivir a la caída de las temperaturas</a>.</p>
<p>Durante las últimas semanas, la atención se ha centrado en la región de Jersón, con la expectativa de que representaría un último enfrentamiento importante antes de que el invierno cambie la naturaleza del conflicto.</p>
<p>Ahora, el comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, el general Sergei Surovikin, <a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-europe-63573387">ha anunciado que las fuerzas rusas se retirarán</a> de la ciudad y que lo harán por el Dniéper hacia el sur. Esto ha sido una especie de sorpresa. Se había venido hablando de que Rusia <a href="https://www.aljazeera.com/news/2022/11/7/ukraine-says-russian-forces-looting-occupying-homes-in-kherson">se había atrincherado en la ciudad</a>, preparándose para una gran batalla. El anuncio de Surovikin incluyó un poco habitual reconocimiento público de la insuficiencia de las fuerzas rusas: citó el <a href="https://thehill.com/policy/defense/3727264-russia-announces-retreat-from-kherson-as-ukraine-alleges-sabotage/">reto logístico</a> de hacer llegar suministros a las tropas bajo su mando como la razón de la retirada. Esto es, naturalmente, bastante sospechoso.</p>
<h2>¿Guerra urbana?</h2>
<p>Una retirada en este punto tiene cierto sentido práctico. Rusia está ahora <a href="https://www.theguardian.com/commentisfree/2022/nov/08/russiaswar-is-ukraine-winter-colder-russian-troops">fundamentalmente a la defensiva</a>, y necesita elegir sus batallas con cuidado. Jersón ofrece la posibilidad de que los rusos obliguen a los ucranianos que avanzan a participar en una guerra urbana, <a href="https://www.google.co.uk/books/edition/Concrete_Hell/ppulCwAAQBAJ?hl=en&gbpv=1&dq=urban+warfare+costly&pg=PA5&printsec=frontcover">un tipo de combate costoso</a> que suele ser desastroso para el bando atacante. Sin embargo, esto supondría un coste terrible para las fuerzas rusas defensoras, y, en este momento, Rusia no puede permitirse asumir pérdidas de esta magnitud.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1590497712159723520"}"></div></p>
<p>Hay algunos indicios de que la retirada podría ser un engaño, un ejemplo de la tradición rusa de mezclar la política y la acción militar para engañar al adversario: su famosa “<a href="https://www.realcleardefense.com/articles/2016/10/31/maskirovka_from_russia_with_deception_110282.html">maskirovka</a>”, o guerra enmascarada. Habiendo aprendido de sus desastrosas confrontaciones urbanas <a href="https://www.rand.org/content/dam/rand/pubs/monograph_reports/MR1289/RAND_MR1289.pdf">en Chechenia</a>, Rusia puede estar intentando dar a Ucrania una muestra de lo que ellos mismos <a href="https://www.rand.org/content/dam/rand/pubs/monograph_reports/MR1289/RAND_MR1289.pdf#page=42">experimentaron en el pasado</a>. Pero si este es el caso, parece que <a href="https://www.independent.co.uk/news/world/europe/russia-ukraine-war-kherson-retreat-trap-b2217551.html">la inteligencia ucraniana ya se ha dado cuenta</a> de la artimaña.</p>
<p>Sea cual sea la verdad del asunto, la decisión está <a href="https://www.theguardian.com/world/2022/nov/09/russians-destroy-dnieper-bridges-to-slow-ukraine-advance-on-kherson">causando división en Moscú</a>. Mientras que algunos, incluido el influyente jefe del grupo de mercenarios Wagner Yevgeny Prigozhin, están dispuestos a ver la medida como <a href="https://www.theguardian.com/world/2022/nov/10/kherson-retreat-russia-military-real-problems-ukraine-says-biden">algo pragmático</a>, otros –como el líder checheno Kadyrov, que recientemente llamó a una “<a href="https://www.themoscowtimes.com/2022/10/26/kadyrov-calls-for-russian-jihadacross-all-of-ukraine-a79192">gran yihad</a>” contra el pueblo de Ucrania– probablemente sean menos tolerantes con el revés.</p>
<p>Esta división habla del valor material y simbólico de la ciudad. El mayor núcleo de población capturado en el curso de la “operación militar especial” rusa es el centro de la industria y la agricultura, así como un puerto con acceso tanto al Mar Negro como al contiguo Dniéper. Si Ucrania es capaz de recuperar Jersón, estará <a href="https://www.dw.com/en/kherson-ukraine-battles-to-reclaim-the-gateway-to-crimea/a-63062473">a un paso de Crimea</a>.</p>
<p>El presidente ruso, Vladimir Putin, no puede permitirse otra humillación: perder la ciudad comprometería su control sobre la región de Zaporiyia, <a href="https://blogs.lse.ac.uk/europpblog/2022/10/14/russias-attempt-to-annex-kherson-zaporizhzhia-donetsk-and-luhansk-has-undermined-its-claim-on-crimea/">anexionada ilegalmente</a>. Sin embargo, una costosa lucha mermaría aún más sus ya maltrechas fuerzas terrestres. Tras el <a href="https://www.themoscowtimes.com/2022/11/07/elite-russian-marine-unit-slams-military-leaders-for-baffling-battle-losses-a79303">reciente y desastroso avance de las fuerzas de élite rusas</a> en el norte, es posible que la cúpula militar esté tomando medidas para preservar los soldados experimentados que les quedan.</p>
<h2>Próximos pasos</h2>
<p>En cambio, en los próximos meses es probable que las fuerzas rusas eviten la fórmula de una confrontación decisiva mientras continúan la guerra de otras maneras, como sus ataques con drones a la infraestructura civil. Además, es posible que apuesten por que la ayuda de la OTAN disminuya durante los meses de invierno, con la esperanza de que las presiones económicas y la escasez de energía obliguen a los partidarios de Ucrania a volver a centrarse en sus propias poblaciones.</p>
<p>Por su parte, los planificadores militares de Ucrania estarían dispuestos a mantener la ofensiva. El presidente Volodímir Zelenski también es consciente de que un estancamiento podría hacer que se agotara el apoyo militar occidental. Los dirigentes ucranianos se han mantenido firmes en su promesa de recuperar todos los territorios ocupados, incluida Crimea, <a href="https://www.radiosvoboda.org/a/perehovory-rf-rozsliduvannya-reznichenko-evakuatsiya-intervyu-mykhaylo-podolyak/32120196.html">anexionada en 2014</a>.</p>
<p>Sin embargo, el éxito en Jersón representa una prueba de otro tipo. Si bien Estados Unidos y otros aliados clave han apoyado a Ucrania hasta ahora, queda por ver si este compromiso se extiende a la reconquista del territorio que Rusia afirma haberse anexionado antes. Un avance mucho mayor haría que la reconquista de Crimea fuera una posibilidad real, y se especula sobre el próximo movimiento de Rusia si eso entrara dentro de lo probable, con la preocupación de que pueda dar lugar a una <a href="https://www.ft.com/content/d632cae8-f06d-4f9d-9d90-f1cd0dfd7a70">respuesta nuclear</a>. El temor a una reacción de este tipo podría hacer que los partidarios de Ucrania reconsideren sus opciones.</p>
<p>A corto plazo, es probable que el flujo de apoyo continúe, pero el panorama a largo plazo es más complicado. En Estados Unidos, una parte importante de la población considera que <a href="https://www.pewresearch.org/fact-tank/2022/09/22/as-war-in-ukraine-continues-americans-concerns-about-it-have-lessened/">se está enviando demasiada ayuda al extranjero</a>. Dada la postura del partido republicano en esta cuestión, algunos –<a href="https://edition.cnn.com/2022/10/22/politics/republican-ukraine-support-what-matters/index.html">incluidos los dirigentes rusos</a>– especularon con que las elecciones de mitad de mandato de Estados Unidos representarían un <a href="https://www.reuters.com/world/russia-some-hope-us-midterms-will-mean-less-ukraine-aid-more-chaos-2022-11-08/">momento crítico</a>. Por supuesto, el presidente estadounidense, Joe Biden, también ha tenido que desmentir a miembros de su propio partido que <a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-us-canada-63394664">han dejado claro</a> que preferirían una solución negociada.</p>
<p>Los presidentes estadounidenses cometen errores, por supuesto, pero después del desastroso resultado de la retirada del apoyo estadounidense al anterior gobierno de Afganistán, esperar que el mismo error <a href="https://www.newyorker.com/news/dispatch/the-uncomfortable-truth-of-bidens-rapid-afghanistan-withdrawal">se repita dos veces</a> en la misma administración es una ilusión.</p>
<p>Independientemente de lo que ocurra al sur de Jersón, Ucrania probablemente pueda contar con el flujo de armas y apoyo al menos durante un tiempo más.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/194418/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Christopher Morris no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Algunos analistas creen que la retirada de Rusia puede ser una treta para enfrascar a las tropas ucranianas en la guerra urbana.Christopher Morris, Teaching Fellow, School of Strategy, Marketing and Innovation, University of PortsmouthLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1943202022-11-09T20:51:24Z2022-11-09T20:51:24ZEE.UU.: cinco razones por las que los resultados electorales son importantes<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/494539/original/file-20221109-2910-hxk3wp.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4091%2C2104&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">Becky Wright/Alamy</span></span></figcaption></figure><p>A medida que se van conociendo los resultados de las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, es evidente que la “ola roja” republicana que muchos expertos preveían no se ha materializado. Las primeras cifras indican que es probable que los republicanos recuperen la <a href="https://www.nytimes.com/2022/11/08/us/politics/congress-midterm-elections.html">Cámara de Representantes</a>, pero por un número menor de lo esperado, mientras que el <a href="https://www.nytimes.com/interactive/2022/11/08/us/elections/results-senate.html">Senado de EE.UU.</a> sigue siendo un cara o cruz. Aunque podría ser más una onda que una ola, Washington parece seguir preparándose para un gobierno dividido.</p>
<p>En el Congreso estadounidense, los republicanos se centrarán en mantener un frente unido frente a los demócratas y en intentar que el presidente Joe Biden sólo cumpla un mandato. Es probable que el bloqueo político y legislativo sea la consigna en Washington durante los próximos dos años.</p>
<p>Aunque Biden puede tener <a href="https://www.nytimes.com/interactive/2022/11/08/us/elections/results-senate.html">cierto poder para nombrar jueces federales y posiblemente incluso del Tribunal Supremo</a> si los demócratas mantienen el control del Senado, otras prioridades clave de la Casa Blanca –entre ellas, el medio ambiente, la sanidad y los derechos reproductivos– se paralizarán. He aquí otros cinco puntos clave:</p>
<h2>1. Recortes del gasto</h2>
<p>Si hay un ámbito concreto en el que los republicanos de la Cámara de Representantes aprovecharán su renovada influencia es en el ámbito del gasto público. Los gastos federales, que se <a href="https://www.wsj.com/articles/biden-after-rejecting-progressive-spending-plans-now-hones-multi-trillion-dollar-budget-11600075802">han disparado</a> bajo la administración Biden, probablemente serán fiscalizados.</p>
<p>Los líderes republicanos intentarán obligar a los demócratas a reformar la seguridad social y Medicare a cambio de permitir un <a href="https://www.usnews.com/news/the-report/articles/2022-10-28/gop-house-control-promises-gridlock-probes-impeachments">aumento del techo de la deuda</a>, el límite de endeudamiento del Tesoro estadounidense que mantiene al gobierno federal en funcionamiento.</p>
<p>El alcance y la escala de los recortes del gasto dependerán en gran medida de <a href="https://www.politico.com/news/2022/10/24/house-gop-2023-forecast-00062919">la capacidad de los republicanos para mantenerse unidos</a>. La reforma de la asistencia social se conoce como el “tercer raíl de la política estadounidense” por su potencial para perjudicar a los representantes públicos que se dediquen a quitarles las ayudas económicas a los estadounidenses. Mientras que los halcones fiscales, como el congresista republicano Jim Jordan de Ohio, cofundador del Freedom Caucus, han expresado su interés en <a href="https://www.politico.com/news/2022/10/19/jim-jordan-gop-majority-00062411">impulsar lo más posible los recortes del gasto</a>, los populistas del partido parecen ser más cautelosos.</p>
<h2>2. Impulsar investigaciones</h2>
<p>Sin embargo, donde el Capitolio verá más acción es en <a href="https://www.cnn.com/2022/01/13/politics/republican-majority-investigation-plans-midterms/index.html">una serie de nuevas investigaciones</a> dirigidas al poder ejecutivo, una picazón que los republicanos han estado anhelando rascarse desde que Biden asumió el cargo. En parte como venganza por los dos <em>impeachments</em> de Trump y en parte debido al enfado por la agenda de la Casa Blanca, los republicanos aprovecharán cualquier oportunidad <a href="https://thehill.com/homenews/house/3697773-five-investigations-house-republicans-are-plotting-if-they-win-majority/">para acorralar a Biden</a>, incluso sobre el <a href="https://news.bloomberglaw.com/health-law-and-business/republicans-try-to-jump-start-probes-into-bidens-covid-response">covid-19</a>, <a href="https://www.nytimes.com/2020/10/22/us/politics/hunter-biden-laptop.html">el portátil de Hunter Biden</a>, <a href="https://www.nbcnews.com/politics/donald-trump/republicans-lash-justice-department-fbi-searches-trumps-mar-lago-home-rcna42139">las acusaciones de un departamento de justicia políticamente motivado</a> y <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2022-10-17/top-house-republican-asks-state-to-preserve-afghanistan-material">la retirada de Afganistán</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un hombre con traje y corbata roja en un estrado" src="https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=382&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=382&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=382&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=480&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=480&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/494432/original/file-20221109-14-o17u1w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=480&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El gobernador de Florida, Ron DeSantis, gran vencedor en las últimas elecciones, será un destacado aspirante a la próxima candidatura presidencial republicana, probablemente para enfrentarse a Donald Trump.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Hunter Crenian/Shutterstock</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Algunos republicanos de línea dura en la Cámara de Representantes <a href="https://www.nytimes.com/2022/10/28/us/politics/house-republicans-impeachment-biden.html">han llegado a plantear</a> la idea de impugnar a Biden, pero esa probabilidad parece remota. Los partidarios de Trump, como Marjorie Taylor Greene, una congresista republicana de Georgia, seguirán presionando para que se adopte cualquier medida que cree espectáculo político en beneficio propio.</p>
<p>Sin embargo, los republicanos más convencionales se dan cuenta de que ese camino está <a href="https://www.newsweek.com/marjorie-taylor-greene-behind-more-half-attempts-impeach-biden-1747805">plagado de baches</a>. El riesgo es que se perciba que se ignoran los asuntos relevantes, como la inflación, mientras se lleva a cabo una venganza partidista contra Biden.</p>
<h2>3. Actitudes hacia China y Ucrania</h2>
<p>A nivel internacional, es probable que las elecciones de mitad de mandato tengan un impacto limitado en la modificación de políticas concretas. A muchos aliados de EE.UU. <a href="https://www.lemonde.fr/en/international/article/2022/10/22/eu-worries-about-possible-reevaluation-of-us-aid-to-ukraine-after-midterms_6001375_4.html">les preocupa</a> que si los republicanos se hacen con el control del Congreso, endurezcan su postura y pongan en peligro los compromisos de EE.UU. en el extranjero.</p>
<p>En particular, se especuló con la posibilidad de retirar el apoyo a Ucrania después de que el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, declarara el mes pasado que un Congreso republicano no estaría dispuesto a extender un “<a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-us-canada-63407089">cheque en blanco</a>” para el esfuerzo bélico.</p>
<p>Sin embargo, es improbable que se produzca un alejamiento radical de Kiev, incluso en medio de un conflicto que no tiene un final previsible. A pesar de un <a href="https://www.washingtonpost.com/politics/2022/10/31/republican-split-on-ukraine-aid/">ala aislacionista</a> dentro del partido republicano, existe un amplio apoyo en Washington para respaldar las defensa militar de Ucrania. Esto está en consonancia con la opinión pública para contrarrestar la guerra de Putin, ya que aproximadamente <a href="https://www.reuters.com/world/europe/three-four-americans-say-us-should-support-ukraine-despite-russian-threats-2022-10-05/">tres cuartas partes de los estadounidenses</a> están de acuerdo en que Estados Unidos debería seguir ofreciendo ayuda financiera y militar a Kiev.</p>
<p>Asimismo, la política exterior hacia China es un área en la que republicanos y demócratas permanecen unidos. Biden se ha desmarcado de la retórica de Trump hacia Pekín, pero sigue sosteniendo la posición de su predecesor de librar una “<a href="https://foreignpolicy.com/2022/10/12/biden-china-semiconductor-chips-exports-decouple/">guerra económica de baja intensidad</a>”.</p>
<h2>4. Implicaciones para la democracia estadounidense</h2>
<p>Aunque las elecciones de mitad de mandato son importantes por sí mismas –y no deberían considerarse sólo como un calentamiento para 2024– hay una razón por la que todas las miradas se dirigirán ahora hacia las próximas elecciones presidenciales. Los demócratas interpretaron las elecciones intermedias no sólo como una votación sobre políticas, sino como un referéndum sobre <a href="https://www.ft.com/content/d2bd9823-e6fb-40ef-aef9-ebbbeebc5e9e">el futuro de la propia democracia estadounidense</a>.</p>
<p>Con más de <a href="https://www.brookings.edu/blog/fixgov/2022/10/07/democracy-on-the-ballot-how-many-election-deniers-are-on-the-ballot-in-november-and-what-is-their-likelihood-of-success/">300 candidatos de derechas</a> que sostienen que el triunfo de Biden en 2020 fue amañado, a muchos les preocupa de que se puedan sentar las bases para unas elecciones en 2024 aún más turbulentas de las que el país superó en 2020.</p>
<p>Los datos, sin embargo, indican que los estadounidenses están haciendo retroceder a muchos negacionistas electorales extremos, especialmente a nivel estatal. <a href="https://www.nbcnews.com/politics/2022-election/live-blog/elections-2022-live-updates-rcna55757">Los votantes de Pensilvania</a> y Michigan han rechazado a los candidatos a gobernador respaldados por Trump que habrían tenido una influencia considerable en la certificación de los votos electorales.</p>
<h2>5. El futuro papel de Trump</h2>
<p>Mientras tanto, el control de Trump sobre el partido puede verse cada vez más cuestionado por su rival Ron DeSantis, que <a href="https://www.politico.com/news/2022/11/08/florida-governor-2022-ron-desantis-charlie-crist-00065788">se alzó con la victoria en las elecciones a gobernador de Florida</a> por un margen de dos dígitos, dando la vuelta a distritos en los que solían ganar los demócratas con contundencia y ganando grandes franjas del voto hispano/latino. Aunque los resultados de los candidatos apoyados por Trump <a href="https://www.theguardian.com/us-news/ng-interactive/2022/nov/08/midterm-election-results-live-2022-map-us-midterms-latest-winners-seats-congress">han sido dispares</a>, está claro que la bendición de Trump no era una garantía segura de victoria, y que <a href="https://www.washingtonexaminer.com/opinion/candidate-quality-matters">la calidad del candidato</a> sigue siendo importante.</p>
<p>Todo esto no asegura que no haya amenazas a los resultados electorales, ni en este ciclo ni en el de 2024. El azote del negacionismo electoral se ha convertido en algo más grande que Trump o sus aliados más fervorosos, transformándose en un <a href="https://www.politico.eu/article/us-donald-trump-joe-biden-threats-fueled-by-online-election-denial-spread-ahead-of-us-midterm-elections/">movimiento total</a> que puede resultar difícil de contener. Aun así, el aparente rechazo a los candidatos más extremos sugiere que muchos estadounidenses –de ambos partidos– quieren recuperar la estabilidad, especialmente en la institución central en unas elecciones libres y justas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/194320/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>A los republicanos no les ha ido tan bien como se preveía en los resultados de las elecciones de medio mandato de Estados Unidos.Thomas Gift, Associate Professor and Director of the Centre on US Politics, UCLJulie M Norman, Associate Professor in Politics & International Relations, UCLLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1809862022-04-08T10:45:19Z2022-04-08T10:45:19ZLas atrocidades en los suburbios de Kiev refuerzan los argumentos a favor de una línea más dura contra Rusia<p>Cuando Ucrania supo el pasado 2 de abril que toda la región de Kiev había sido liberada de las tropas rusas, apenas hubo júbilo debido sobre todo a las <a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-europe-60970818">horripilantes pruebas</a> de los crímenes de guerra dejados por la fuerza de ocupación en lo que antes eran suburbios acomodados de la capital ucraniana. Los horrores descubiertos en Bucha, Irpin y Hostomel tras un mes de invasión tienen el potencial de cambiar la percepción de la guerra, no solo a nivel nacional, sino también entre la comunidad internacional. </p>
<p>Como investigadora de la seguridad europea centrada en Europa del Este y en el papel de la UE, he identificado tres ideas importantes que están empezando a tomar forma a raíz de estas revelaciones. </p>
<p>La primera es que esta es <a href="https://www.radiosvoboda.org/a/31766317.html">la guerra de Rusia</a>. La obsesión de Vladimir Putin por Ucrania, que ha sido <a href="https://neweasterneurope.eu/2022/03/23/the-war-in-ukraine-and-western-appeasement/">bien documentada</a> en los medios de comunicación durante los últimos 20 años, y su airada diatriba en la víspera de la invasión hicieron que fuera fácil echarle toda la culpa a él. La etiqueta “la guerra de Putin” ha sido utilizada tanto por la prensa mundial como <a href="https://www.radiosvoboda.org/a/rosiyski-oliharkhy-viyna-putina-proty-ukrayiny/31757560.html">en Ucrania</a>. </p>
<p>Pero las pruebas de las <a href="https://www.nytimes.com/live/2022/04/03/world/ukraine-russia-war#in-bucha-a-mass-grave-filled-up-with-dozens-of-bodies-after-the-morgue-became-intolerable">atrocidades</a> que dejaron los soldados rusos en su huida hacen que esta idea ya no sea sostenible. </p>
<p>Tras ser expulsados de la región de Kiev, sabemos que los soldados rusos han dejado <a href="https://www.telegraph.co.uk/world-news/2022/04/04/pictured-bucha-mass-grave-large-can-seen-satellites/">fosas comunes</a> y cadáveres de civiles con las manos atadas a la espalda y disparos en la cabeza. También hay informes de cuerpos femeninos desnudos que habían sido violados y parcialmente quemados, y cuerpos mutilados de niños.</p>
<p>También parece que Putin sigue teniendo un fuerte apoyo entre los rusos de a pie, la mayoría de los cuales tienen como fuente de información sobre la guerra a medios de comunicación controlados por el Estado. <a href="https://www.nytimes.com/2022/03/06/world/europe/ukraine-russia-families.html">Los relatos anecdóticos</a> relatan que muchos rusos se niegan a creer que Rusia esté librando una guerra a gran escala en Ucrania a pesar de los testimonios de sus familiares y amigos en Ucrania. Y el <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2022-03-31/russians-embrace-putin-s-ukraine-war-as-kremlin-muzzles-dissent">índice de aprobación nacional</a> de Putin alcanzó recientemente el 83 %.</p>
<p>A finales de marzo, el empresario ruso exiliado Mikhail Jodorkovski escribió que la sociedad rusa corre el riesgo de convertirse en cómplice de <a href="https://www.ft.com/content/61bb9bad-e7e8-4328-858c-77562e7bfae1">“las ideas y los crímenes fascistas del Kremlin”</a>. Bucha sugiere que el ejército ruso ya ha cruzado ese umbral.</p>
<p>La segunda idea es que para <a href="https://www.ukrinform.ua/rubric-ato/3434803-vijna-za-vizivanna-koli-lubiteliv-legkih-specoperacij-ocikue-porazka.html">Ucrania se trata de una guerra por la supervivencia</a>. La <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2022/04/03/bucha-ukraine-graves-war-crimes-calls-icc/">masacre de Bucha</a> y las tácticas empleadas por el ejército ruso en toda Ucrania demuestran que Rusia parece decidida a destruir el país y a su pueblo. </p>
<p>Rusia ha bombardeado barrios residenciales sin infraestructura militar y, al parecer, ha recurrido al uso de bombas de racimo ilegales en el Donbás. También ha atacado granjas, refinerías de petróleo e instalaciones de almacenamiento de alimentos, interrumpiendo la temporada de siembra para crear condiciones invivibles y llevar la hambruna a Ucrania, antes conocida como “el granero del mundo”. </p>
<p>Teniendo esto en cuenta, la tercera constatación importante que está ganando más adeptos –especialmente después de Bucha– es que el resultado de esta guerra se determinará <a href="https://nv.ua/ukr/opinion/rosiya-nastupaye-yakim-bude-noviy-etap-viyni-karta-boyovih-diy-novini-ukrajini-50230430.html">en el campo de batalla</a>.</p>
<p>Aunque es necesario continuar con las negociaciones, al menos para garantizar el paso seguro de la ayuda humanitaria y los corredores para las evacuaciones, congelar el conflicto en esta fase no resolvería nada y solo daría a Rusia más tiempo para reorganizarse. </p>
<h2>Qué hacer a partir de ahora</h2>
<p>En una reciente carta abierta de <a href="https://www.researchgate.net/publication/359722928_OPEN_LETTER_BY_96_EXPERTS_ON_EASTERN_EUROPE_AND_INTERNATIONAL_SECURITY_TO_THE_GERMAN_GOVERNMENT_Peace_and_Stability_in_Europe_Depend_on_Ukraine's_Destiny">96 expertos en Europa del Este</a> se pide a la UE que adopte un enfoque mucho más enérgico contra Rusia. </p>
<p>Según la carta, las políticas anteriores del bloque han fracasado porque se han basado en la falsa esperanza de que las ambiciones neoimperiales de Rusia podrían contenerse mediante la diplomacia y el comercio. Pero sus actividades militares en Moldavia desde 1992, en Georgia desde 2008 y en Ucrania desde 2014 ya habían demostrado lo limitado de ese enfoque.</p>
<p>Las relaciones internacionales en el período posterior a la guerra fría han sido inciertas e imposibles de predecir. Para prosperar en el mundo moderno, los actores internacionales deben desarrollar flexibilidad, estar preparados para improvisar y remodelar. Esto se ha denominado “<a href="https://www.cambridge.org/core/books/protean-power/1C9724047F106C213E5A37D805285204">poder proteico</a>”.</p>
<p>Dado que el enfoque anterior hacia Rusia ha fracasado, es primordial que la UE y otros amigos de Ucrania prueben nuevos enfoques y estén preparados para cambiarlos cuando se vea que no funcionan o no funcionan con la suficiente rapidez. Así, los anteriores paquetes de sanciones aplicados por la UE y otros actores occidentales funcionan de forma incremental: necesitan tiempo para surtir efecto, un tiempo que Ucrania y su población no tienen. </p>
<p>Como enfoque alternativo, se pueden tomar medidas más rápidas y contundentes. En la práctica, esto podría significar no sólo un aumento de las sanciones contra Rusia, sino también un mayor apoyo económico y militar a Ucrania. El objetivo principal de unas sanciones más duras –incluyendo un embargo completo de petróleo, gas y carbón– es la interrupción de la maquinaria bélica de Rusia, pero también podría llevar al debilitamiento de la posición de Putin en casa. </p>
<p>Por supuesto, es imposible garantizar que esto último ocurra, y muchos países de la UE son reacios a la idea de un régimen de sanciones más estricto que imponga fuertes costes económicos a sus propias poblaciones. Pero teniendo en cuenta el coste que está pagando Ucrania por una guerra que ni empezó ni quería –con muchas vidas que se pierden cada día–, será más difícil para Occidente seguir resistiéndose a medidas más duras. </p>
<p>También es hora de reconocer que la seguridad mundial sigue estando amenazada mientras Putin siga en el Kremlin. La exfiscal de la ONU, Carla Del Ponte, ha pedido que se emita una orden de detención. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha calificado a Putin de <a href="https://edition.cnn.com/2022/03/16/politics/biden-calls-putin-a-war-criminal/index.html">criminal de guerra</a> que debe <a href="https://www.theguardian.com/us-news/2022/apr/04/joe-biden-vladimir-putin-face-war-crimes-trial-ukraine">enfrentarse a la justicia</a>. </p>
<p>Podría decirse que solo hay una vía por la que se puede lograr este resultado y es que Ucrania obtenga una victoria militar. Por ello, Occidente, que no está dispuesto a implicarse directamente en la guerra, debería considerar la posibilidad de apoyar a Ucrania con un suministro de armas más rápido y mejor, incluyendo aviones de combate y sistemas de misiles antiaéreos de medio y largo alcance.</p>
<p>Es hora de que los amigos de Ucrania actúen con Ucrania en lugar de limitarse a <a href="https://twitter.com/JoeBiden/status/1508105315157479431">“estar con los ucranianos”</a>. </p>
<p>Como decía la carta de los expertos: </p>
<blockquote>
<p>“Deben tomarse todas las medidas posibles, sin llegar a una confrontación militar directa con Rusia, para castigar, contener y, finalmente, poner fin a la agresión de Rusia contra Ucrania”. </p>
</blockquote>
<p>Esto es imperativo si Occidente no quiere que otro genocidio evitable se convierta en una mancha en su conciencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/180986/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Anastasiia Kudlenko no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La barbarie documentada en los distritos recuperados por las fuerzas ucranianas sugieren que los soldados rusos son tan cómplices de los crímenes de guerra como su líder Vladimir Putin.Anastasiia Kudlenko, ERC Project Coordinator, SOAS, University of LondonLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1765792022-02-23T22:30:50Z2022-02-23T22:30:50ZPutin y Biden no son el mismo tipo de presidente: la influencia del ambiente en el liderazgo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/448056/original/file-20220223-13-1oa5plq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C17%2C5982%2C3961&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/saransk-russia-march-22-2021-smartphone-1940789311">Shutterstock / g0d4ather</a></span></figcaption></figure><p>Tradicionalmente, asumimos que el líder es un ser humano que se apoya en la razón para la toma de decisiones. Se entiende que las decisiones que toma el líder son la mejor opción tras una selección eficaz. Pero no nos planteamos la influencia que tiene la formación de dicho líder en el proceso racional de toma de decisiones. </p>
<p>En ámbitos como las relaciones internacionales, el modelo de líder juega un papel determinante en la toma de decisiones. Quién y cómo toma decisiones clave nos lleva a generar acuerdos o, en el peor de los casos, a guerras y conflictos.</p>
<h2>Cambio en los valores</h2>
<p>Del análisis de la Encuesta de Valores (<a href="https://europeanvaluesstudy.eu/">European Values Survey</a>) que desarrollamos desde hace más de 20 años, se constata un cambio en los valores en los países europeos participantes y que son transmitidos en la educación de los menores, lo cual se reflejará en los líderes del mañana. </p>
<p>La obediencia como técnica disciplinaria parece estar siendo sustituida por el sentido de la responsabilidad y un esquema positivo del poder hacer (opuesto al “deber hacer”, este esquema se basa en la libertad de iniciativa). Ganan fuerza valores como el sentido de la responsabilidad, la tolerancia, el respeto por los demás y la imaginación. </p>
<p>Quizás estemos en ese cambio pronosticado por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Byung-Chul_Han#La_sociedad_del_cansancio">Buy-chun Yan</a> de superación de la sociedad disciplinaria. Sin embargo, el actual tablero internacional todavía parece mostrar una confrontación entre líderes que responden a diferentes modelos.</p>
<h2>Emociones, personalidad y el ambiente</h2>
<p>Un líder, al igual que cualquier persona, configura su personalidad con una combinación de pensamiento racional y emociones. Sus decisiones surgen de la sucesión de ideas, conocimientos, principios y valores pero también de la realidad en la que ha crecido como persona y como líder.</p>
<p>Si esa persona está formada en un entorno donde estar dispuesto a usar la fuerza es valorado positivamente, destacará su predisposición a dominar al otro y ser agresivo. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/448045/original/file-20220223-15-c4aur4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/448045/original/file-20220223-15-c4aur4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/448045/original/file-20220223-15-c4aur4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/448045/original/file-20220223-15-c4aur4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/448045/original/file-20220223-15-c4aur4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/448045/original/file-20220223-15-c4aur4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/448045/original/file-20220223-15-c4aur4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/448045/original/file-20220223-15-c4aur4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Vladimir Putin en un crucero de guerra en 2005.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pyotr_Velikiy_battlecruiser_4.jpg">Wikimedia Commons / Kremlin.ru</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Este puede ser el caso de la sociedad rusa, que premia en sus líderes valores como firmeza en la defensa de la identidad y los intereses de Rusia. El Presidente Putin, con formación soviética y décadas de servicio en los servicios de inteligencia y seguridad de ese país, aboga por una postura de fuerza y confrontación en el caso de Ucrania.</p>
<p>Al contrario, una persona que se haya nutrido en la búsqueda de consensos y la empatía ejercerá un liderazgo que busque encontrar posturas. La política estadounidense, particularmente en los líderes del partido demócrata, se fundamenta en esos valores. El presidente Biden es un claro resultado de una educación y una experiencia de cuatro décadas en un sistema político donde solo el acuerdo puede llevar al éxito.</p>
<p>En estos modelos antitéticos, es fundamental entender el proceso de socialización del líder. Cómo han ido incorporando todos aquellos estímulos y acciones que han configurado su personalidad a lo largo de su desarrollo y que van modificándose con el paso del tiempo. Como dice un proverbio chino: “el aprendizaje es un tesoro que sigue a su propietario durante toda la vida”.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/448047/original/file-20220223-21-1mvfhhr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/448047/original/file-20220223-21-1mvfhhr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/448047/original/file-20220223-21-1mvfhhr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/448047/original/file-20220223-21-1mvfhhr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/448047/original/file-20220223-21-1mvfhhr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/448047/original/file-20220223-21-1mvfhhr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/448047/original/file-20220223-21-1mvfhhr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/448047/original/file-20220223-21-1mvfhhr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estrecha la mano de su vicepresidente, Joe Biden, en el despacho Oval de la Casa Blanca en 2011.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:President_Barack_Obama_and_Vice_President_Joe_Biden_shake_hands_in_the_Oval_Office_following_a_phone_call_with_House_Speaker_John_Boehner_securing_a_bipartisan_deal_to_reduce_the_nation%27s_deficit_and_avoid_default.jpg">Wikimedia Commons / The White House</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Efecto en la geopolítica</h2>
<p>Asumiendo por tanto que los lideres no son ajenos a las sociedades en las que se van configurando, en el actual escenario internacional a lo que realmente asistimos es a un pulso entre modelos.</p>
<p>De las imágenes y noticias que llegan del líder ruso puede deducirse que, más allá de determinados rasgos de personalidad, sus decisiones en torno a los medios de comunicación, la libertad de expresión y participación política o sobre la comunidad LGTIBQ+ están promovidas por valores que no se sitúan en el mismo eje que los de los lideres occidentales. </p>
<p>En el caso del presidente Biden, el presidente Macron o el Canciller Scholz, se observa un modelo de liderazgo que responde a valores democráticos consolidados y que premia la búsqueda de consensos y el diálogo. En definitiva, diferentes modelos de liderazgo al calor de los valores de las sociedades que representan. </p>
<h2>La educación de hoy, los líderes de mañana</h2>
<p>La realidad de estas semanas nos muestra que las relaciones internacionales dependen en gran medida de las decisiones tomadas por un escaso grupo de estos líderes. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Herbert_Spencer">Herbert Spencer</a> lo tenía claro: “La gran meta de la educación no es el conocimiento, sino la acción”. De ahí que las acciones del presente sean producto de la educación del pasado.</p>
<p>La educación, los valores y la formación que hemos recibido se reflejan en nuestros actos, en nuestra forma de decidir, en nuestro modelos de resolver conflictos. Debemos prestar atención a nuestros modelos del presente, porque tendrán consecuencias en las decisiones y actuaciones del futuro.</p>
<p>Si queremos soluciones dialogadas, acuerdos de interés mutuo y excluir el uso de la fuerza, es necesario formar en estos valores e impregnarlos en una sociedad que vea en esta fórmula, y no otra, la salida a los conflictos y la consolidación de nuevos paradigmas de relaciones internacionales.</p>
<p>De lo contrario, correremos el riesgo de vernos en una situación que no deseamos, en la que no queremos entrar y a la que no debimos haber llegado nunca.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/176579/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>En los conflictos internacionales, puede observarse cómo las formas de liderazgo de cada país son diferentes, y dependen de la educación y los valores de la sociedad de la que proceden.Fernando Díez Ruiz, Profesor doctor Facultad de Educación y Deporte, Universidad de DeustoIñigo Arbiol Oñate, Profesor Doctor en Historia de las Relaciones Internacionales. Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Universidad de Deusto, Universidad de DeustoMaite Aurrekoetxea Casaus, Profesora Doctora en Sociología en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de DeustoPedro César Martínez Morán, Director del Máster en Recursos Humanos de ICADE Business School, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1776732022-02-22T15:32:59Z2022-02-22T15:32:59Z¿Qué hay detrás del despliegue de tropas rusas en Ucrania?<p>El <a href="http://kremlin.ru/events/president/news/67828">reconocimiento</a> por parte del presidente ruso Vladimir Putin de la independencia de las dos repúblicas secesionistas de Donetsk y Lugansk se produjo tras una surrealista <a href="http://kremlin.ru/events/president/news/67825">transmisión en directo</a> de una reunión del Consejo de Seguridad en el Kremlin. Sentado frente a los 13 miembros del consejo, Putin engatusó y discutió mientras, uno a uno, sus más altos funcionarios –entre ellos Dmitri Medvédev, expresidente y ex primer ministro, y el ministro de Asuntos Exteriores del país, Serguéi Lavrov– subían al atril para dar a su jefe “razones” para el reconocimiento formal de las dos repúblicas al este del país como estados independientes. </p>
<p>Tras esta decisión, autorizó a las tropas rusas a cruzar a las repúblicas como “mantenimiento de la paz”. También se informó de que los tratados de reconocimiento otorgan a Rusia el derecho a establecer campamentos militares allí.</p>
<p>Culpando de la decisión a Ucrania y a los gobiernos occidentales –sobre todo a Estados Unidos– que “controlan” a Ucrania, Putin cuestionó en más de una ocasión la propia legitimidad de la existencia de Ucrania como estado-nación, y planteó un argumento muy similar a un ensayo que publicó en la web del Kremlin en julio de 2021, “<a href="http://en.kremlin.ru/events/president/news/66181">Sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos</a>”. </p>
<p>Putin describió el reconocimiento como el paso decisivo de una verdadera “gran potencia” que hace valer sus intereses y protege a las comunidades “afines” vulnerables. Pero la táctica plantea más preguntas que respuestas. La más obvia de ellas es si se trata del fin de la crisis actual, o al menos del principio del fin de la misma. </p>
<p>Una lectura optimista sería que el reconocimiento ofrece una salida para todos. Putin salva la cara humillando a Ucrania y a Occidente, pero evita una guerra a gran escala y los costes humanos y económicos que ello supondría para Rusia. </p>
<p>Si se toma esto al pie de la letra –que Putin solo está interesado en proteger los derechos de las dos repúblicas prorrusas–, aceptar el reconocimiento evitaría a Ucrania una gran confrontación militar con Rusia. También significaría que Kiev evitaría las <a href="https://theconversation.com/ukraine-why-a-negotiated-settlement-on-donbas-will-be-tough-to-achieve-176826">dificultades políticas internas y los costes socioeconómicos</a> que supondría para el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyi y su gobierno una aplicación del <a href="https://dif.org.ua/en/article/zagroza-novogo-vtorgnennya-gromadska-dumka-pro-konflikt-mozhlivi-kompromisi-ta-protidiyu-rosii">profundamente impopular</a> acuerdo de Minsk de 2015.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Mapa de localización que muestra la posición de las dos repúblicas secesionistas de Donetsk y Luhansk en el este de Ucrania, así como de Crimea." src="https://images.theconversation.com/files/447767/original/file-20220222-27-1bhdj5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447767/original/file-20220222-27-1bhdj5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447767/original/file-20220222-27-1bhdj5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447767/original/file-20220222-27-1bhdj5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447767/original/file-20220222-27-1bhdj5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447767/original/file-20220222-27-1bhdj5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447767/original/file-20220222-27-1bhdj5r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Heridas abiertas: las dos repúblicas secesionistas de Donetsk y Lugansk en el este de Ucrania.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Dmitriy Samorodinov via Shutterstock</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Al igual que en Georgia tras la invasión de 2008 –y con Crimea tras su anexión por parte de Rusia en 2014– el reconocimiento podría conducir a una estabilización gradual en las regiones. Ninguna de las partes tiene que seguir discutiendo sobre la aplicación del <a href="https://www.un.org/press/en/2015/sc11785.doc.htm">acuerdo de Minsk</a>. El estancamiento al que se había llegado en este proceso dejaría de ser una fuente de tensión y reproches mutuos.</p>
<p>Pero esta es una suposición demasiado optimista. Sería una lectura errónea del momento quizá más peligroso para la seguridad europea y mundial desde el final de la guerra fría.</p>
<p>Por mucho que uno anhele desesperadamente un resquicio de esperanza en la situación actual, el hecho es que el reconocimiento por parte de Rusia de las dos repúblicas escindidas es otra gran violación del derecho internacional. Las sanciones occidentales se están introduciendo ahora y pueden incluir <a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-europe-60125659">medidas completas y más punitivas</a>. Los anteriores <a href="https://www.reuters.com/world/europe/us-allies-united-if-russia-invades-odds-over-other-scenarios-2022-02-18/">desacuerdos entre la UE, Estados Unidos y el Reino Unido</a> sobre la gradación de las sanciones parecen haberse superado.</p>
<p>Las acciones rusas han reforzado, en todo caso, la determinación de Occidente, como se desprende de las respuestas inmediatas de países como el <a href="https://www.bbc.co.uk/news/uk-politics-60476137">Reino Unido</a> y <a href="https://www.politico.eu/article/germany-to-stop-nord-stream-2/">Alemania</a>, que ha anunciado que <a href="https://www.businessinsider.com/germany-axes-controversial-nord-stream-pipeline-putin-sent-troops-ukraine-2022-2?r=US&IR=T">no autorizará</a> el gasoducto ruso Nord Stream 2.</p>
<h2>¿Un peligroso nuevo comienzo?</h2>
<p>La crisis actual va más allá del estatus de “ciertas áreas de las regiones de Donetsk y Lugansk”, como se denominan los territorios en el <a href="https://www.un.org/press/en/2015/sc11785.doc.htm">acuerdo de Minsk</a>. No resuelve las tensiones más amplias entre Rusia y Occidente sobre el futuro orden de seguridad europeo.</p>
<p>Es obvio que Putin se ha convencido de que la continuidad del estatus de Donetsk y Lugansk como estados de facto dentro de Ucrania –y por tanto como instrumento de influencia sobre Ucrania y, por extensión, sobre sus socios occidentales– había dejado de servir a los propósitos de Rusia. Pero su discurso televisado de una hora de duración ha dado pocos motivos para el optimismo respecto a que su reconocimiento haya puesto fin a la “cuestión ucraniana”. </p>
<p>Significativamente, el discurso de Putin se centró mucho más en los problemas más amplios de las relaciones ruso-ucranianas que en el problema de las dos repúblicas del Donbás. El presidente ruso reiteró una agenda mucho más amplia que vincula claramente la situación en Ucrania con su desafío general al orden internacional. Merece la pena examinar más detenidamente varios fragmentos a este respecto. </p>
<p>Según Putin, Ucrania –como resultado del trazado de las fronteras soviéticas en las décadas de 1920, 1940 y 1950– se convirtió en una construcción territorial “artificial”. Tras el colapso de la URSS, terminó con “territorios históricamente rusos” habitados por rusos étnicos cuyos derechos son violados en la Ucrania contemporánea. </p>
<p>Putin también afirmó que estas violaciones se han debido en gran parte a que Ucrania es un Estado fallido en el que las decisiones las toman autoridades corruptas que están bajo el control de “capitales occidentales”. Pero, quizá lo más importante, repitió que Ucrania, al acercarse a la OTAN, ya ha creado amenazas para Rusia a las que esta debe responder. </p>
<p>Junto con la firma y la ratificación inmediata de los “<a href="https://tass.com/world/1407971">tratados de amistad</a>” entre Rusia y las repúblicas separatistas ahora reconocidas y la <a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-europe-60468237">decisión</a> de trasladar las tropas rusas a las repúblicas recién reconocidas, el discurso de reconocimiento de Putin y su tono hacen mucho más probable, por tanto, que se trate, en el mejor de los casos, de un breve interludio en una crisis continua y cada vez más profunda. </p>
<p>En términos más realistas, el reconocimiento y las acciones emprendidas inmediatamente después señalan una dramática escalada por parte de Rusia. El historial de Putin desde 2008 no debería dejar a nadie con dudas sobre el hecho de que esta crisis está lejos de terminar.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/177673/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Stefan Wolff recibe financiación del United States Institute of Peace. Ha recibido subvenciones del Consejo de Investigación Económica y Social del Reino Unido, de la Academia Británica, del Programa de Ciencia para la Paz de la OTAN, de los Programas Marco 6 y 7 de la UE y de Horizonte 2020, así como del Programa Jean Monnet de la UE. Es investigador principal del Foreign Policy Centre de Londres y coordinador de la red de grupos de reflexión e instituciones académicas de la OSCE.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Tatyana Malyarenko recibe financiación del Programa Erasmus+ de la Unión Europea (Proyecto Jean Monnet 2020-2022 "Hacia una Europa digital más segura: Gobernanza multinivel para contrarrestar la desinformación en línea y las amenazas híbridas").
</span></em></p>El último discurso de Putin revela que la disputa con Ucrania es sólo una parte de su desafío al actual orden internacional.Stefan Wolff, Professor of International Security, University of BirminghamTetyana Malyarenko, Professor of International Relations, National University Odesa Law AcademyLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1764202022-02-03T20:06:28Z2022-02-03T20:06:28Z¿Por qué Joe Biden está enviando más tropas a Europa del Este?<p>El presidente Joe <a href="https://www.reuters.com/world/europe/us-troops-will-deploy-eastern-europe-coming-days-us-official-2022-02-02/">Biden anunció el pasado 2 de febrero que Estados Unidos está enviando varios miles de efectivos militares</a> para ayudar a los aliados de la OTAN en Europa, ya que una masiva acumulación de tropas rusas amenaza con violar la soberanía de Ucrania. </p>
<p>Se calcula que unos 2 000 soldados estadounidenses se dirigen desde Estados Unidos a Polonia y Rumanía, que tienen frontera con Ucrania. <a href="https://www.wsj.com/articles/u-s-orders-3-000-troops-to-bolster-european-allies-in-russia-ukraine-crisis-11643810404">El resto de las tropas del despliegue</a> provendrán de las que ya están en Alemania. </p>
<p>Este movimiento se produce poco después de que el gobierno de Biden anunciara que estaba <a href="https://www.defenseone.com/threats/2022/01/pentagon-puts-8500-troops-heightened-alert-over-russian-threat-ukraine/361105/">poniendo a 8 500 efectivos en alerta máxima</a> en respuesta a la acumulación militar rusa de 100 000 efectivos a lo largo de las fronteras de Ucrania.</p>
<p>Estados Unidos dice que <a href="https://www.c-span.org/video/?517673-1/pentagon-announces-troop-deployments-europe-amid-rising-russia-ukraine-tensions&live">no desplegará tropas en Ucrania, que no es miembro de la OTAN</a>. Pero ¿qué sucede cuando Estados Unidos envía miles de tropas cerca de Ucrania, en cambio? </p>
<p>Como expertos en seguridad nacional, creemos que hay algunos factores importantes a tener en cuenta, ya que el movimiento militar de Estados Unidos puede aumentar aún más las tensiones en Europa del Este.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/444156/original/file-20220202-19-1pklffr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="El embajador del Reino Unido, James Kariuki, y la embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, se inclinan el uno hacia el otro a través de una mesa durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Ucrania el 21 de enero de 2022. " src="https://images.theconversation.com/files/444156/original/file-20220202-19-1pklffr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/444156/original/file-20220202-19-1pklffr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/444156/original/file-20220202-19-1pklffr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/444156/original/file-20220202-19-1pklffr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/444156/original/file-20220202-19-1pklffr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/444156/original/file-20220202-19-1pklffr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/444156/original/file-20220202-19-1pklffr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El embajador del Reino Unido James Kariuki y la embajadora de Estados Unidos Linda Thomas-Greenfield hablan durante una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Ucrania el 21 de enero de 2022.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://media.gettyimages.com/photos/ambassador-james-kariuki-and-us-ambassador-linda-thomasgreenfield-picture-id1238115063?s=2048x2048">Lev Radin/Pacific Press/LightRocket via Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Tiene Biden autoridad para hacer lo que está haciendo?</h2>
<p>La <a href="https://www.archives.gov/founding-docs/constitution-transcript">Constitución de Estados Unidos</a> establece que el presidente es el Comandante en Jefe de las fuerzas armadas del país. Esta función otorga al presidente la capacidad de ajustar el número de tropas en el extranjero, tanto en tiempos de paz como de crisis. </p>
<p>Pero el uso de este poder por parte del presidente ha sido controvertido en el pasado. </p>
<p>El Congreso ha intentado limitar el despliegue de tropas en zonas que no están en conflicto. Por ejemplo, el <a href="https://books.google.com/books?id=kqRBCigJ4lYC">Senado celebró audiencias en 1951</a> sobre si el presidente podía desplegar más tropas en los países miembros de la OTAN en tiempos de paz. </p>
<p>Los testigos, entre los que se encontraba el exsecretario de Estado Dean Acheson, sostuvieron que la Constitución y el <a href="https://www.nato.int/cps/en/natolive/official_texts_17120.htm">Tratado del Atlántico Norte</a> garantizaban el derecho del presidente a realizar tales despliegues.</p>
<p>El Congreso <a href="https://law.justia.com/constitution/us/article-1/55-the-power-to-raise-and-maintain-armed-forces.html">tiene el poder</a> de financiar al ejército y declarar oficialmente la guerra, y ha debatido la limitación de fondos a diferentes <a href="https://www.nytimes.com/2011/06/25/us/politics/25powers.html">operaciones militares</a> durante más de <a href="https://books.google.com/books?id=kqRBCigJ4lYC&printsec=frontcover#v=onepage&q=1912&f=false">100 años</a>. Pero pocas medidas políticas o legales han limitado el control del presidente sobre el ejército. </p>
<p>Si quiere limitar el poder del presidente en este sentido, el Congreso tiene dos opciones: puede asignar cero dólares al plan presidencial o puede aprobar una ley que prohíba activamente la financiación de ese plan.</p>
<p>Pero recortar realmente la financiación militar de Estados Unidos es difícil. Un presidente tiene <a href="https://sgp.fas.org/crs/natsec/R41989.pdf">cierta capacidad</a> para transferir fondos de operaciones militares existentes a otras que no están totalmente financiadas. </p>
<p>Por ejemplo, <a href="https://www.npr.org/2020/02/13/805796618/trump-administration-diverts-3-8-billion-in-pentagon-funding-to-border-wall">Donald Trump desvió fondos</a> de otras fuentes militares para construir el muro fronterizo entre Estados Unidos y México en febrero de 2020 al <a href="https://www.latimes.com/politics/story/2020-07-31/supreme-court-trump-border-wall-construction">declarar una emergencia nacional</a>.</p>
<p>Alternativamente, si <a href="https://sgp.fas.org/crs/natsec/R41989.pdf">el Congreso aprobara una ley</a> que impidiera activamente los gastos en un área específica, el éxito de ese proyecto de ley requeriría el voto de una mayoría de dos tercios de los miembros del Congreso para anular un probable veto presidencial.</p>
<p>La <a href="https://www.docsteach.org/documents/document/war-powers-resolution">Resolución de Poderes de Guerra de 1973</a> –también conocida como Ley de Poderes de Guerra– es un ejemplo de un caso en el que el Congreso intentó reafirmar sus poderes de guerra y limitar la capacidad del presidente para decidir unilateralmente los despliegues militares. </p>
<p>Sin embargo, es poco probable que la Ley de Poderes de Guerra importe a la hora de que Biden aumente los despliegues militares en los países miembros de la OTAN. </p>
<p>Una de las razones es que el gobierno de Biden ha <a href="https://www.c-span.org/video/?517673-1/pentagon-announces-troop-deployments-europe-amid-rising-russia-ukraine-tensions&live">dicho explícitamente</a> que las fuerzas estadounidenses no lucharían dentro de Ucrania y la defenderían contra una invasión rusa.</p>
<p>Muchos presidentes de ambos partidos han cuestionado la constitucionalidad de la Ley de Poderes de Guerra. En las últimas décadas, han invocado sistemáticamente los poderes constitucionales del <a href="https://sgp.fas.org/crs/natsec/pres-aumf.pdf">artículo II</a>, que convierten al presidente en comandante en jefe de las fuerzas armadas, como autoridad para llevar a cabo operaciones militares. </p>
<p>En la actualidad, el Congreso todavía no ha utilizado con éxito la <a href="https://sgp.fas.org/crs/natsec/R41989.pdf">Ley de Poderes de Guerra para retirar las fuerzas militares desplegadas en el extranjero por un presidente</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/444160/original/file-20220202-19-29766u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un soldado ucraniano vestido de azul es fotografiado en el exterior de un edificio en ruinas, con su arma sobre el pecho" src="https://images.theconversation.com/files/444160/original/file-20220202-19-29766u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/444160/original/file-20220202-19-29766u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/444160/original/file-20220202-19-29766u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/444160/original/file-20220202-19-29766u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/444160/original/file-20220202-19-29766u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/444160/original/file-20220202-19-29766u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/444160/original/file-20220202-19-29766u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Un soldado ucraniano monta guardia en el exterior de un edificio en Maryinka, Ucrania, el 2 de febrero de 2022.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://media.gettyimages.com/photos/ukrainian-soldier-keeps-guard-at-a-building-outside-of-maryinka-on-picture-id1238138059?s=2048x2048">Wolfgang Schwan/Anadolu Agency via Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Han hecho algo similar otros presidentes de Estados Unidos?</h2>
<p>Los presidentes anteriores han desplazado regularmente tropas por todo el mundo, y también han desplegado tropas en regiones que se enfrentan a tensiones crecientes. </p>
<p>El presidente John F. Kennedy, por ejemplo, aumentó el número de militares en <a href="https://www.jfklibrary.org/learn/education/teachers/curricular-resources/high-school-curricular-resources/military-advisors-in-vietnam-1963">Vietnam del Sur de 700 a 16 000</a> a finales de 1963. Este incremento militar se produjo ocho meses antes de que el Congreso autorizara el uso de la fuerza en el sur de Asia mediante <a href="https://www.ourdocuments.gov/doc.php?flash=false&doc=98">la Resolución del Golfo de Tonkin</a>. </p>
<p>El presidente George H. W. Bush <a href="https://www.npr.org/2020/01/12/795661019/how-presidents-wage-war-without-congress">desplegó tropas en Oriente Medio</a> antes de que el Congreso aprobara la Primera Guerra del Golfo en enero de 1991.</p>
<p>Históricamente, no todos los despliegues como los de Vietnam o Irak acaban en conflicto. </p>
<p>Solo en los últimos cinco años, Estados Unidos ha creado y trasladado flotas navales en respuesta a la evolución de las situaciones en <a href="https://www.rferl.org/a/us-revives-navy-2nd-fleet-counter-russian-presence-north-atlantic-/29452420.html">Europa</a> y la <a href="https://thediplomat.com/2017/04/us-dispatches-carrier-strike-group-to-korean-peninsula/">península de Corea</a>. </p>
<p>El presidente Barack Obama <a href="https://www.militarytimes.com/news/your-military/2016/07/08/u-s-to-send-1000-rotating-troops-to-poland-obama-says/">aumentó la presencia militar estadounidense en Polonia</a> en 2016 para <a href="https://www.usnews.com/news/articles/2016-07-08/us-troops-will-head-to-poland-to-deter-russia">disuadir posibles</a> amenazas rusas.</p>
<p>Obama también aumentó <a href="https://www.reuters.com/article/us-southchinasea-philippines-carter-idUSKCN0XB0QY">la actividad militar</a> en <a href="https://www.wsj.com/articles/u-s-set-to-deploy-troops-to-philippines-in-rebalancing-act-1458466797">Filipinas</a> y <a href="https://www.nytimes.com/2011/11/17/world/asia/obama-and-gillard-expand-us-australia-military-ties.html">Australia</a> debido a las reclamaciones territoriales de China en la región. </p>
<p>En 2019, <a href="https://www.aljazeera.com/news/2019/7/20/us-to-deploy-troops-to-saudi-arabia-as-gulf-tensions-soar">Trump desplegó</a> más tropas en Arabia Saudí tras el aumento de las tensiones con Irán. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/444163/original/file-20220202-27-1oq84g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dos soldados se enfrentan a un helicóptero que recupera otro helicóptero de una masa de agua en Vietnam en esta foto en blanco y negro" src="https://images.theconversation.com/files/444163/original/file-20220202-27-1oq84g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/444163/original/file-20220202-27-1oq84g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=391&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/444163/original/file-20220202-27-1oq84g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=391&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/444163/original/file-20220202-27-1oq84g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=391&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/444163/original/file-20220202-27-1oq84g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=492&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/444163/original/file-20220202-27-1oq84g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=492&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/444163/original/file-20220202-27-1oq84g5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=492&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Un helicóptero del ejército estadounidense rescata a la tripulación de un helicóptero dañado en Vietnam en 1963.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://media.gettyimages.com/photos/damaged-us-army-helicopter-h-21-prisoner-of-muddy-water-is-rescued-by-picture-id500890402?s=2048x2048">Keystone-France/Gamma-Rapho via Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Por qué envía Biden más tropas a Europa?</h2>
<p>La decisión de Biden de enviar <a href="https://tnsr.org/2021/06/the-truth-about-tripwires-why-small-force-deployments-do-not-deter-aggression/">más tropas</a> a Europa puede servir para varios propósitos en la actual crisis entre Ucrania y Rusia. </p>
<p>Es habitual el reposicionamiento de personal y medios militares antes o durante las crisis militares. La decisión de Biden podría asegurar a los aliados actuales que Estados Unidos los apoya y está comprometido con la defensa de Europa. </p>
<p>La demostración de fuerza militar también podría disuadir a Rusia de nuevas incursiones en Ucrania y <a href="https://doi.org/10.1111/fpa.12078">crear capacidad</a> para responder a una invasión real, si se produjera. </p>
<p>Las principales potencias militares, como Estados Unidos, suelen responder a las concentraciones militares con sus propios despliegues. <a href="https://www.journals.uchicago.edu/doi/10.1086/711716">Nuestra investigación muestra</a> que, incluso cuando responden a las acciones militares de otros países, las principales potencias son cautelosas a la hora de mantener estos despliegues dentro de sus propias esferas de influencia –como está haciendo Estados Unidos– para evitar provocar a un rival. </p>
<p>En general, <a href="https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/07388942211030885?journalCode=cmpb">los datos</a> muestran que los despliegues de tropas adicionales de Estados Unidos en respuesta a la escalada de las preocupaciones regionales son habituales. </p>
<p>El gobierno de Biden está intentando demostrar <a href="https://theconversation.com/the-us-military-presence-in-europe-has-been-declining-for-30-years-the-current-crisis-in-ukraine-may-reverse-that-trend-175595">el apoyo de Estados Unidos a los aliados de la OTAN</a> y <a href="https://doi.org/10.1017/S0003055419000868">tranquilizar a los países aliados</a>, al tiempo que espera disuadir una incursión rusa en Ucrania.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/176420/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Michael A. Allen ha recibido financiación de la Iniciativa Minerva del Departamento de Defensa, del Laboratorio de Investigación del Ejército de Estados Unidos y de la Oficina de Investigación del Ejército de Estados Unidos.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Carla Martinez Machain ha recibido financiación de la Iniciativa Minerva del Departamento de Defensa, del Laboratorio de Investigación del Ejército de Estados Unidos y de la Oficina de Investigación del Ejército de Estados Unidos.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Michael E. Flynn ha recibido financiación de la Iniciativa Minerva del Departamento de Defensa, del Laboratorio de Investigación del Ejército de Estados Unidos y de la Oficina de Investigación del Ejército de Estados Unidos.
</span></em></p>El presidente estadounidense ha ordenado el despliegue de tres mil soldados más para apoyar a la OTAN en Europa del Este. Con ello, Biden se adentra tanto en un conflicto regional como en un territorio jurídico enmarañado.Michael A. Allen, Associate Professor of Political Science, Boise State UniversityCarla Martinez Machain, Professor of Political Science, Kansas State UniversityMichael E. Flynn, Associate Professor of Political Science, Kansas State UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1754752022-01-21T18:28:41Z2022-01-21T18:28:41ZCinco claves para entender por qué Rusia podría invadir Ucrania<p>El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el 19 de enero de 2022 que cree que Rusia invadirá Ucrania y advirtió al presidente ruso, Vladimir Putin, de que “se arrepentirá de haberlo hecho”, tras meses de creciente tensión.</p>
<p>Se calcula que Rusia ha acumulado <a href="https://www.bloomberg.com/news/videos/2022-01-19/russia-has-100-000-troops-on-ukraine-border-blinken-video">100 000 soldados</a> a lo largo de su frontera con Ucrania en los últimos meses.</p>
<p>A mediados de enero, Rusia comenzó a <a href="https://www.reuters.com/world/europe/russian-troops-belarus-pose-direct-threat-lithuania-defence-minister-2022-01-19/">trasladar tropas a Bielorrusia</a>, país fronterizo con Rusia y Ucrania, para preparar unas maniobras militares conjuntas en febrero.</p>
<p>Putin ha planteado varias exigencias de seguridad a Estados Unidos antes de retirar sus fuerzas militares. La lista de Putin <a href="https://www.theguardian.com/world/2021/dec/17/russia-issues-list-demands-tensions-europe-ukraine-nato">incluye la prohibición de que Ucrania entre en la OTAN</a>, y el acuerdo de que la OTAN retire tropas y armas en gran parte de Europa del Este.</p>
<p>Existen precedentes para tomar en serio la amenaza: Putin ya se anexionó <a href="https://www.brookings.edu/blog/order-from-chaos/2020/03/17/crimea-six-years-after-illegal-annexation/">la parte ucraniana de Crimea en 2014</a>.</p>
<p>La compleja historia de Ucrania ofrece una ventana a la compleja nación que es hoy en día, y por qué está continuamente amenazada. Como <a href="https://tatsianakulakevich.github.io">experta en Europa del Este</a>, destaco cinco puntos clave a tener en cuenta.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/437305/original/file-20211213-21-u5vsh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="El presidente de EE.UU., Joe Biden, sentado en una mesa de conferencias, rodeado de cuatro funcionarios, entre ellos el secretario de Estado de EE.UU., Tony Blinken, mientras habla con el presidente ruso, Vladimir Putin, por videollamada." src="https://images.theconversation.com/files/437305/original/file-20211213-21-u5vsh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/437305/original/file-20211213-21-u5vsh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/437305/original/file-20211213-21-u5vsh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/437305/original/file-20211213-21-u5vsh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/437305/original/file-20211213-21-u5vsh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/437305/original/file-20211213-21-u5vsh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/437305/original/file-20211213-21-u5vsh0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló con Vladimir Putin sobre la reducción de la presencia militar rusa en la frontera ruso-ucraniana el 7 de diciembre de 2021.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/USRussiaUkraine/3fc1f58677dd4dffa96a945b244fc622/photo?Query=Biden%20Putin&mediaType=photo&sortBy=arrivaldatetime:desc&dateRange=Anytime&totalCount=605&currentItemNo=1">Adam Schultz/The White House via AP</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Qué debemos saber sobre la relación de los ucranianos con Rusia?</h2>
<p>Ucrania se independizó hace 30 años, tras la caída de la Unión Soviética. Desde entonces ha luchado por <a href="https://foreignpolicy.com/2021/12/17/ukraine-russia-corruption-putin-democracy-oligarchs/">combatir la corrupción</a> y superar las profundas divisiones internas.</p>
<p>La <a href="https://www.birmingham.ac.uk/research/perspective/divided-ukraine-connolly.aspx">región occidental</a> de Ucrania era partidaria de la integración con Europa Occidental. La parte oriental del país, por su parte, era partidaria de estrechar lazos con Rusia.</p>
<p>Las tensiones entre Rusia y Ucrania alcanzaron su punto álgido en febrero de 2014, cuando manifestantes violentos derrocaron al presidente prorruso de Ucrania, Víktor Yanukóvich, en lo que ahora se conoce como la <a href="https://www.brookings.edu/testimonies/five-years-after-the-revolution-of-dignity-ukraines-progress-russias-malign-activities/">Revolución de la Dignidad</a>.</p>
<p>En la misma época, Rusia se anexionó Crimea por la fuerza. Ucrania se encontraba en una posición vulnerable para la autodefensa, con un Gobierno provisional y un ejército no preparado.</p>
<p>Putin pasó inmediatamente a atacar la región de Donbás, en el este de Ucrania. El conflicto armado entre las fuerzas gubernamentales ucranianas y los separatistas respaldados por Rusia <a href="https://www.crisisgroup.org/content/conflict-ukraines-donbas-visual-explainer">ha causado más de 14 000 muertos</a>.</p>
<p>A diferencia de su respuesta a Crimea, Rusia <a href="https://www.dailysabah.com/politics/diplomacy/russia-denies-role-in-donbass-crisis-after-erdogan-mediation-offer">sigue negando oficialmente</a> su participación en el conflicto de Donbás.</p>
<h2>¿Qué quieren los ucranianos?</h2>
<p>La agresión militar de Rusia en Donbás y la anexión de Crimea han galvanizado el apoyo público a <a href="https://www.brookings.edu/blog/order-from-chaos/2017/10/18/how-ukraine-views-russia-and-the-west/">las inclinaciones occidentales</a> de Ucrania.</p>
<p>El Gobierno ucraniano ha dicho que <a href="https://www.politico.eu/article/ukraine-european-union-membership-dmytro-kuleba-crimea-russia/">solicitará el ingreso en la Unión Europea en 2024</a>, y también tiene la ambición de <a href="https://www.nytimes.com/2022/01/13/us/politics/nato-ukraine.html">unirse a la OTAN</a>.</p>
<p>El presidente ucraniano Volodímir Zelenski, que llegó al poder en 2019, hizo campaña con una plataforma de lucha contra la corrupción, por la renovación económica y la paz en la región de Donbas.</p>
<p>En septiembre de 2021, el <a href="https://www.pravda.com.ua/rus/news/2021/09/9/7306603/">81 % de los ucranianos</a> dijo tener una opinión negativa de Putin, según el sitio de noticias ucraniano RBC-Ucrania. Sólo el 15 % de los ucranianos encuestados declaró tener una percepción positiva hacia el líder ruso.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/437298/original/file-20211213-23-wp868c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un mapa de Europa del Este tras la anexión de Crimea en 2014 muestra a Ucrania, fronteriza con Rusia" src="https://images.theconversation.com/files/437298/original/file-20211213-23-wp868c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/437298/original/file-20211213-23-wp868c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=407&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/437298/original/file-20211213-23-wp868c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=407&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/437298/original/file-20211213-23-wp868c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=407&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/437298/original/file-20211213-23-wp868c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=512&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/437298/original/file-20211213-23-wp868c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=512&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/437298/original/file-20211213-23-wp868c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=512&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Rusia se anexionó la Crimea ucraniana por la fuerza en 2014, estableciendo nuevas fronteras entre Ucrania y Rusia.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/illustration/ukraine-map-after-crimean-crisis-2014-royalty-free-illustration/517795855?adppopup=true">Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Por qué amenaza Putin con invadir Ucrania?</h2>
<p>La decisión de Putin de emprender un refuerzo militar a lo largo de Ucrania está relacionada con una sensación de impunidad. Putin también tiene experiencia en lidiar con políticos occidentales que defienden los intereses rusos y se comprometen con empresas rusas una vez que dejan el cargo.</p>
<p>Los países occidentales han impuesto sanciones, en su mayoría simbólicas, contra Rusia por la injerencia en <a href="https://www.nytimes.com/2021/03/16/us/politics/election-interference-russia-2020-assessment.html">las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020</a> y por un <a href="https://www.nytimes.com/2020/12/14/us/politics/russia-hack-nsa-homeland-security-pentagon.html">enorme ciberataque</a> contra unas 18 000 personas que trabajan para empresas y el Gobierno de Estados Unidos, entre otras transgresiones.</p>
<p>Sin repercusiones, <a href="https://www.nytimes.com/2020/08/27/world/europe/belarus-russia-putin.html">Putin ha respaldado</a> la brutal represión del presidente bielorruso Alexander Lukashenko contra las <a href="https://www.nytimes.com/2020/11/14/world/europe/belarus-lukashenko-protests-crackdown.html">protestas masivas</a> en la capital, Minsk.</p>
<p>En varias ocasiones, Putin ha visto que algunos destacados políticos occidentales se alinean con Rusia. Estas alianzas pueden impedir que los países occidentales forjen un frente unificado frente a Putin.</p>
<p>El excanciller alemán <a href="https://www.reuters.com/article/us-rosneft-egm-schroeder/russias-rosneft-elects-former-german-chancellor-schroeder-as-chairman-idUSKCN1C426Q">Gerhard Schroeder</a>, por ejemplo, <a href="https://www.dw.com/en/putin-and-schr%C3%B6der-a-special-german-russian-friendship-under-attack/a-55219973">abogó por la cooperación estratégica</a> entre Europa y Rusia mientras estuvo en el cargo. Posteriormente, se incorporó a la petrolera rusa Rosneft como presidente en 2017.</p>
<p>Otros políticos europeos de alto nivel que promovieron una posición blanda hacia Rusia mientras estaban en el cargo son el exprimer ministro francés <a href="https://www.ft.com/content/3b383d5a-e17b-11e6-9645-c9357a75844a">François Fillon</a> y la exministra de Asuntos Exteriores austriaca <a href="https://www.upstreamonline.com/people/putins-dance-partner-kneissl-waltzes-her-way-onto-rosneft-board/2-1-974579">Karin Kneissl</a>. Ambos se incorporaron a los consejos de administración de empresas estatales rusas tras dejar sus cargos.</p>
<h2>¿Cuál es el objetivo de Putin?</h2>
<p>Putin considera a Ucrania como parte de la “<a href="https://www.nti.org/analysis/articles/strengthening-russias-influence-in-international-affairs-part-ii-russia-and-its-neighbors-a-sphere-of-influence-or-a-declining-relationship/">esfera de influencia</a>” de Rusia, un territorio, más que un Estado independiente. Este sentimiento de propiedad ha llevado al Kremlin a intentar bloquear la entrada de Ucrania en la UE y la OTAN.</p>
<p>En enero de 2021, Rusia vivió una de sus mayores manifestaciones antigubernamentales en años. Decenas de miles de <a href="https://www.nytimes.com/2021/01/23/world/europe/navalny-protests-russia.html">rusos protestaron</a> en apoyo del líder de la oposición política Alexei Navalny, tras su detención en Rusia. Navalny había regresado recientemente de Alemania, donde fue tratado por haber sido <a href="https://theconversation.com/a-year-after-navalnys-return-putin-remains-atop-a-changed-russia-174836">envenenado por el Gobierno ruso</a>.</p>
<p>Putin también está utilizando a Ucrania como palanca para que las potencias occidentales levanten sus sanciones. En la actualidad, Estados Unidos tiene en vigor varias sanciones políticas y financieras <a href="https://www.atlanticcouncil.org/in-depth-research-reports/report/the-impact-of-western-sanctions-on-russia/">contra Rusia</a>, así como contra posibles aliados y socios comerciales de Rusia.</p>
<p>Un ataque ruso a Ucrania podría dar lugar a más conversaciones diplomáticas que podrían conducir a concesiones sobre estas sanciones.</p>
<p>Los costes para Rusia de atacar a Ucrania superarían significativamente los beneficios.</p>
<p>Aunque <a href="https://www.kcl.ac.uk/news/invasion-of-ukraine-unlikely.but-not-impossible">una invasión a gran escala de Ucrania es poco probable</a>, Putin podría reanudar los combates entre el ejército ucraniano y los separatistas respaldados por Rusia en el este de Ucrania.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/437293/original/file-20211213-21-1i7xnul.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Soldados permanecen en fila, de espaldas a la cámara, frente a una bandera ucraniana." src="https://images.theconversation.com/files/437293/original/file-20211213-21-1i7xnul.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/437293/original/file-20211213-21-1i7xnul.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=404&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/437293/original/file-20211213-21-1i7xnul.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=404&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/437293/original/file-20211213-21-1i7xnul.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=404&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/437293/original/file-20211213-21-1i7xnul.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=508&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/437293/original/file-20211213-21-1i7xnul.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=508&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/437293/original/file-20211213-21-1i7xnul.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=508&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Soldados ucranianos celebrando el Día de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Kiev el 6 de diciembre de 2021.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/ukrainian-servicemen-attend-an-official-ceremony-to-hand-news-photo/1237066592">Photo by STR/NurPhoto via Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Por qué querría Estados Unidos involucrarse en este conflicto?</h2>
<p>Con su anexión de Crimea y su apoyo al conflicto del Donbás, Rusia ha violado las garantías de seguridad del <a href="https://www.brookings.edu/blog/order-from-chaos/2019/12/05/why-care-about-ukraine-and-the-budapest-memorandum/">Memorando de Budapest para Ucrania</a>, un acuerdo de 1994 entre Estados Unidos, Reino Unido y Rusia que tiene como objetivo proteger la soberanía de Ucrania a cambio de su compromiso de renunciar a su arsenal nuclear.</p>
<p>Las amenazas de Putin contra Ucrania se producen en el momento en que está trasladando las fuerzas rusas a Bielorrusia, lo que también plantea interrogantes sobre los planes del Kremlin para invadir otros países vecinos.</p>
<p>El apoyo militar a Ucrania y las sanciones políticas y económicas son formas en las que Estados Unidos puede dejar claro a Moscú que habrá consecuencias por su intromisión en un país independiente. El riesgo, por lo demás, es que el Kremlin emprenda otras acciones militares y políticas que amenacen aún más la seguridad y la estabilidad europeas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/175475/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Tatsiana Kulakevich no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Rusia parece estar cada vez más cerca de invadir Ucrania, a pesar de las advertencias de Estados Unidos y otras potencias occidentales. He aquí algunas ideas clave para ayudar a entender el origen de esta crisis.Tatsiana Kulakevich, Assistant Professor of instruction at School of Interdisciplinary Global Studies, affiliate professor at the Institute on Russia, University of South FloridaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1742822021-12-30T12:21:31Z2021-12-30T12:21:31ZAfganistán 2021: El año en que las afganas se quedaron solas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/439116/original/file-20211230-21-1vwz7ns.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C7%2C5000%2C3308&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/kabul-afghanistan-may-2004-women-burqas-1703585563">Shutterstock / timsimages.uk</a></span></figcaption></figure><p>La noticia de la toma de Kabul por los talibanes el pasado mes de agosto conmocionó al mundo entero. En plenas vacaciones de verano en España, iban llegando los ecos de informaciones sobre nuevas zonas de Afganistán conquistadas, hasta que el caos y la desesperación de miles de afganos se hizo con la capital del país.</p>
<p>Ya en julio, el investigador de la <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-publica-de-navarra-3486">Universidad Pública de Navarra</a> Sergio García Magariño <a href="https://theconversation.com/sera-la-salida-de-las-tropas-de-ee-uu-de-afganistan-el-fin-de-las-misiones-humanitarias-164500">mostraba su inquietud</a> ante las consecuencias que el anuncio del presidente de EE. UU., Joe Biden, de retirar sus tropas de Afganistán podría tener de manera inminente. El país seguía sacando a su ejército mientras dejaba que los talibanes se acercaran al poder en un país devastado por la guerra y la miseria. ¿Puede la comunidad internacional permanecer impasible ante gobiernos que laminan a su población civil o ante una amenaza posible para el orden internacional? ¿Será la salida de las tropas de EE. UU. de Afganistán el fin de las misiones humanitarias?, se preguntaba el autor.</p>
<p>El verano iba pasando y las noticias que llegaban eran cada día más desgarradoras. El mismo autor hablaba de ello <a href="https://theconversation.com/la-victoria-talibana-en-afganistan-cronica-de-un-terror-anunciado-166436">en otro artículo</a> como una crónica de un terror anunciada y sacaba una moraleja sobre la dificultad de que determinados conflictos ya enquistados en la sociedad como la aparición de Al-Qaeda, la emergencia del Estado Islámico y el caos en Yemen, Siria e Irak sean resultado de largos procesos sociales que difícilmente pueden cambiarse con intervenciones extranjeras: </p>
<blockquote>
<p>“Un régimen político, económico y social no se transforma desde fuera con una intervención, como tampoco se puede propiciar el desarrollo social y económico de un territorio simplemente a través de un agente externo. La política, la cultura, la economía, la historia, la religión, las tradiciones de un país definen una dirección que se asemeja a una gran piedra que va adquiriendo cierta inercia. Cualquier país que piense que puede crear una sociedad distinta a golpe de escopeta o de ayuda humanitaria roza el pensamiento mágico”.</p>
</blockquote>
<p>El ambiente de tensión crecía mientras comenzábamos a ver largas colas de afganos delante del aeropuerto de Kabul tratando de abandonar el país. Muchos países europeos y Estados Unidos unieron fuerzas para sacar de un Afganistán ya tomado por los talibanes a miles de personas que de una u otra manera habían colaborado con las fuerzas internacionales. </p>
<p>Los medios de comunicación mostraban imágenes desgarradoras de afganos agarrados a las alas de los aviones y dejándose caer al vacío tras el despegue, de mujeres y niños pisoteados en los tumultos alrededor del aeropuerto, de caras de terror ante la amenaza talibán. Mientras las milicias iban casa por casa tratando de encontrar a colaboradores de países extranjeros, los ciudadanos afganos se mostraban más desesperados por tratar de alcanzar el aeropuerto para huir.</p>
<p>El 17 de agosto, Carmen Rocío García Ruiz, profesora de Derecho Internacional Público de la Universidad Loyola Andalucía, <a href="https://theconversation.com/afganistan-y-la-sombra-de-srebrenica-se-puede-confiar-en-la-comunidad-internacional-166295">ahondaba sobre la ineficacia de algunos organismos internacionales</a> para evitar crímenes de lesa humanidad en países en conflicto, como ocurrió con el genocidio en la antigua Yugoslavia. Aquello estaba muy presente en la situación del pueblo afgano en esos momentos: ¿qué sucede si otro Estado, en ejercicio de su soberanía, está llevando a cabo graves violaciones de derechos contra su propio pueblo, aquel que está llamado a proteger?</p>
<p>Natasha Lindstaedt, profesora de la Universidad de Essex, <a href="https://theconversation.com/afganistan-por-que-la-victoria-de-los-talibanes-era-inevitable-166157">explicaba por qué la victoria de los talibanes había sido inevitable</a> por la situación estratégica del país y el apoyo a las milicias fundamentalistas por parte de los países vecinos. Y hacía un recorrido por la historia de sus relaciones internacionales desde Pakistán a Irán, pasando por Rusia y China.</p>
<p>Vrinda Narain, de la Universidad McGill, alertaba sobre otra de las grandes pesadillas que acarreaba la llegada de los talibanes al gobierno afgano, <a href="https://theconversation.com/el-mundo-no-puede-mirar-hacia-otro-lado-mientras-los-talibanes-esclavizan-sexualmente-a-mujeres-y-ninas-166159">la esclavitud de mujeres y niñas en el país</a>: </p>
<blockquote>
<p>“A principios de julio, los líderes talibanes que tomaron el control de las provincias de Badakhshan y Takhar emitieron una orden a los líderes religiosos locales para que les proporcionaran una lista de niñas mayores de 15 años y viudas menores de 45 para ‘casarse’ con combatientes talibanes. Todavía no se sabe si han cumplido”.</p>
</blockquote>
<p>Afganistán estuvo en el punto de mira informativo de The Conversation a través de una docena y media de artículos de expertos de universidades españolas y extranjeras que tocaron los puntos clave del conflicto. Nuestra intención era la de mostrar al lector la intrahistoria de aquellas colas interminables de gente tratando de embarcar en algún avión en el aeropuerto internacional para salvar su vida.</p>
<p>¿Por qué estaba pasando todo aquello? ¿Cómo había empezado? ¿Cuál era la verdadera historia que todas esas personas y sus antepasados habían vivido? ¿De dónde partía ese conflicto y qué pasaría después, cuando el mundo le cerrase la puerta definitivamente a un país torturado por el terror a lo largo de tantos años?</p>
<p>Neta C. Crawford, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Boston, <a href="https://theconversation.com/20-anos-de-guerra-contra-el-terror-en-20-cifras-167171">daba en su artículo</a> veinte cifras sobrecogedoras de los veinte años que había durado el conflicto hasta ese momento: <a href="https://www.defense.gov/casualty.pdf.">2 455 miembros del servicio estadounidense</a> murieron en la guerra de Afganistán, más de <a href="https://watson.brown.edu/costsofwar/figures">46 000 civiles asesinados</a> por todos los bandos, más de <a href="https://www.bbc.com/news/world-asia-58283177">2,2 millones de afganos desplazados</a> vivían en Irán y Pakistán a finales de 2020…</p>
<p>Tal y <a href="https://theconversation.com/afganistan-la-tumba-de-los-imperios-y-la-tercera-guerra-del-opio-166203">como relataba</a> Luis Garvía Vega, de la Universidad Pontificia Comillas, Afganistán es conocido como la <a href="https://edition.cnn.com/2009/WORLD/asiapcf/12/07/afghanistan.graveyard/">tumba de los imperios</a>. Ha sobrevivido a Ciro el Grande, a Alejandro Magno, a los mongoles, al imperio británico, a la invasión de la URSS y ahora a la americana, entre otros muchos conflictos bélicos. También produce el 90 % del opio del mundo. Y eso tiene mucho que ver con sus desdichas.</p>
<p>Los derechos de las mujeres ya no lo son en Afganistán desde que los talibanes ocuparon el país. Estados Unidos se marchó y cerró la puerta. Dentro queda una sociedad a merced de un gobierno terrorista que debe enfrentarse a su propio futuro sacando fuerzas de flaqueza. Miles de afganos siguen intentando salir del país y el mundo entero está obligado a no darles la espalda.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/174282/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
Los derechos de las mujeres ya no lo son en Afganistán desde que los talibanes ocuparon el país. Estados Unidos se marchó y cerró la puerta. Dentro queda una sociedad a merced de un gobierno terrorista.Lola Delgado, Política y SociedadLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1662862021-08-17T18:23:01Z2021-08-17T18:23:01Z¿Cómo quedará el puzle de Oriente Medio tras el regreso de los talibanes?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/416490/original/file-20210817-52421-1agmi2w.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4128%2C1903&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">AAP/EPA/Stringer</span></span></figcaption></figure><p>En el siglo XIX, la frase “<a href="https://guides.osu.edu/c.php?g=300070&p=7043825">el gran juego</a>” se utilizó para describir la competencia entre los imperios británico y ruso por el poder y la influencia en Afganistán y los territorios vecinos del centro y sur de Asia.</p>
<p>Ninguno de los dos bandos se impuso en lo que se conoció como el “<a href="https://thediplomat.com/2017/06/why-is-afghanistan-the-graveyard-of-empires/">cementerio de imperios</a>”.</p>
<p>Dos siglos más tarde, una superpotencia estadounidense ha recordado una <a href="https://apnews.com/article/afghanistan-us-withdrawal-biden-military-analysis-e6aea337670314041ce5a8837799bc73">realidad similar</a>.</p>
<p>La debacle de Afganistán, en la que un ejército afgano de 300 000 soldados entrenados y equipados por Estados Unidos <a href="https://www.nytimes.com/2021/08/15/world/officials-in-washington-are-scrambling-to-keep-up-with-the-fast-moving-events-in-afghanistan.html">se derrumbó en horas</a>, sirve de recordatorio de los límites del poder estadounidense en el amplio Oriente Medio.</p>
<p>Puede que el presidente estadounidense Joe Biden esté soportando las <a href="https://theconversation.com/how-joe-biden-failed-the-people-of-afghanistan-and-tarnished-us-credibility-around-the-world-166160">críticas más duras</a> por una retirada ejecutada de forma desastrosa. Pero hay mucha culpa que repartir. Y se remonta a la nefasta decisión original de “<a href="https://www.cgai.ca/the_utterly_predictable_demise_of_nation_building_in_afghanistan_lessons_for_the_future">construir una nación</a>” en un país que se ha resistido a la interferencia exterior durante miles de años.</p>
<p>Tras la <a href="https://www.nytimes.com/2021/08/15/world/asia/afghanistan-taliban-kabul-surrender.html">caída de Kabul</a> y la precipitada retirada de Estados Unidos de un país en el que había despilfarrado 1 billón de dólares, la pregunta sigue siendo la misma: ¿qué va a pasar ahora en Oriente Medio?</p>
<p>Se trata de una pregunta cuya repercusión se extiende desde Marruecos, en el oeste, hasta Pakistán, en el este; desde Turquía, en el norte, hasta el golfo y a través del cuerno de África.</p>
<p>Todos los rincones de Oriente Medio y el norte de África se verán afectados de alguna manera por el fracaso de la autoridad estadounidense en Afganistán, la guerra más larga de su historia. El ajuste de cuentas de Estados Unidos también lo comparten sus aliados de la OTAN y países como Australia. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/416295/original/file-20210816-19-3echnv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/416295/original/file-20210816-19-3echnv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/416295/original/file-20210816-19-3echnv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/416295/original/file-20210816-19-3echnv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/416295/original/file-20210816-19-3echnv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/416295/original/file-20210816-19-3echnv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/416295/original/file-20210816-19-3echnv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">La intervención de Estados Unidos en Afganistán ha sido su guerra más larga, pero ¿para qué?</span>
<span class="attribution"><span class="source">AAP/AP/Hoshang Hashimi</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Un nuevo Saigón?</h2>
<p>Inevitablemente, se están haciendo comparaciones entre la precipitada retirada de Estados Unidos de Kabul y escenas similares en Saigón, hace 46 años.</p>
<p>En algunos aspectos, la situación afgana es más preocupante porque gran parte de Oriente Medio corre el riesgo de caer en el caos.</p>
<p>La derrota del ejército survietnamita en 1975 pudo haber influido en la evolución de los estados vecinos de Indochina, pero las consecuencias fueron en gran medida contenidas.</p>
<p>Afganistán es diferente en el sentido de que, aunque la credibilidad y la confianza en sí mismo de Estados Unidos se vio afectada en Vietnam, siguió siendo la fuerza militar dominante en el Pacífico occidental antes del ascenso de China.</p>
<p>En Oriente Medio, un Washington mermado –en el que la confianza en su capacidad para cumplir sus compromisos se ha visto afectada, si no destrozada– se encontrará con que su autoridad será muy cuestionada.</p>
<p>Esta crisis de autoridad llega justo en un momento en que China y Rusia están poniendo a prueba la determinación estadounidense a nivel mundial. En la propia región, <a href="https://www.aljazeera.com/opinions/2021/8/2/why-is-turkey-eager-to-remain-in-afghanistan-after-the-us-exit">Turquía</a> e <a href="https://www.washingtoninstitute.org/policy-analysis/iran-sets-its-eyes-afghanistan">Irán</a> ya están tratando de llenar el vacío expuesto por el fracaso estadounidense.</p>
<p>Pekín y Moscú, por sus propias razones, tienen <a href="https://www.trtworld.com/magazine/for-china-afghanistan-is-more-of-a-problem-than-an-opportunity-49129">interés en el futuro de Afganistán</a>. Para China, va más allá de compartir una frontera, mientras que para Rusia se trata de preocupaciones históricas sobre el extremismo afgano que afecta a sus propias poblaciones musulmanas y a las de los Estados nación de su periferia.</p>
<p>Recientemente, China ha estado apoyando a los líderes talibanes. Su ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, mantuvo una <a href="https://www.fmprc.gov.cn/mfa_eng/zxxx_662805/t1895950.shtml">reunión bien publicitada</a> con el jefe político de los talibanes afganos, el mulá Abdul Ghani Baradar, el mes pasado.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/416297/original/file-20210816-17-1dmdgrn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/416297/original/file-20210816-17-1dmdgrn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/416297/original/file-20210816-17-1dmdgrn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/416297/original/file-20210816-17-1dmdgrn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/416297/original/file-20210816-17-1dmdgrn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/416297/original/file-20210816-17-1dmdgrn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/416297/original/file-20210816-17-1dmdgrn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, se reunió con el mulá Abdul Ghani Baradar de los talibanes en julio.</span>
<span class="attribution"><span class="source">AAP/AP/Li Ran</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>También está <a href="https://carnegieendowment.org/2021/08/13/what-will-happen-to-afghanistan-and-pakistan-s-uneasy-border-pub-85152">Pakistán</a>, que ha apoyado a los talibanes tanto encubierta como abiertamente durante años. Islamabad verá en el malestar extremo estadounidense oportunidades para asumir un papel regional más significativo.</p>
<p>Esto sin olvidar los estrechos lazos de Pakistán con China, y su díscola relación con Estados Unidos.</p>
<p>En el propio Afganistán, los talibanes podrían cumplir sus promesas de que han cambiado y de que tratarán de establecer un gobierno de consenso en un país desgarrado por sangrientas divisiones étnicas y tribales.</p>
<p>Teniendo en cuenta los primeros indicios de <a href="https://www.npr.org/2021/08/12/1027108251/taliban-afghanistan-kabul-fighting-provincial-capital-cities">brutales represalias talibanes</a> contra sus enemigos y la reacción de pánico de la población afgana, conmocionada, habría que hacer un acto de fe para creer que han cambiado muchas cosas.</p>
<h2>¿Qué implicaciones tendrá en Oriente Medio?</h2>
<p>¿Se permitirá a las franquicias de Al Qaeda y del Estado Islámico restablecerse en un Afganistán controlado por los talibanes? ¿Resurgirán los talibanes como Estado patrocinador del terrorismo? ¿Seguirá permitiendo que Afganistán sea utilizado como un gigantesco jardín de mercado en el comercio de opio?</p>
<p>En otras palabras, ¿cambiarán los talibanes su forma de actuar y se comportarán de tal manera que no constituyan una amenaza para sus vecinos, y para la región en general?</p>
<p>Desde la perspectiva de Estados Unidos, su salida de Afganistán deja sus intentos de <a href="https://www.nytimes.com/2021/07/31/us/politics/biden-iran-nuclear-deal.html">insuflar vida al acuerdo nuclear con Irán</a> como su principal pieza inacabada en Oriente Medio, si dejamos de lado la aparentemente intratable disputa entre Israel y Palestina.</p>
<p>Los intentos de revivir el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) han constituido una piedra angular de los esfuerzos de la Administración Biden por participar de forma más constructiva en Oriente Medio.</p>
<p>Los avances han sido vacilantes. La elección de un nuevo presidente iraní de línea dura complica aún más los esfuerzos para lograr un compromiso. Si no se consigue resucitar el JCPOA, abandonado por el presidente Donald Trump, se añadirá una nueva capa de incertidumbre –y riesgo– a los cálculos de Oriente Medio.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/416294/original/file-20210816-27-q52ptp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/416294/original/file-20210816-27-q52ptp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/416294/original/file-20210816-27-q52ptp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/416294/original/file-20210816-27-q52ptp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/416294/original/file-20210816-27-q52ptp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/416294/original/file-20210816-27-q52ptp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/416294/original/file-20210816-27-q52ptp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Los dirigentes iraníes, incluido el presidente Ebrahim Raisi, observarán con gran interés los acontecimientos en Afganistán.</span>
<span class="attribution"><span class="source">AAP/AP/Vahid Salemi</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>No habrá parte más interesada en los acontecimientos en el vecino Afganistán que los dirigentes de Teherán. La relación de Irán con los talibanes ha sido tensa en ocasiones, y cooperativa en otras, dada la ansiedad de Teherán por el maltrato a la población chiíta de Afganistán.</p>
<p>El Irán chiíta y los talibanes fundamentalistas suníes no son socios naturales.</p>
<p>Más allá, los últimos acontecimientos en Afganistán atraerán la atención de los Estados del golfo Pérsico. Catar ha proporcionado un refugio diplomático a los talibanes durante las conversaciones de paz con el derrotado gobierno de Ghani. Esta iniciativa de paz, bajo los auspicios de EE. UU., se revela ahora como una trampa para las ambiciones de los talibanes de volver al poder por derecho propio.</p>
<p>Arabia Saudí estará inquieta por los acontecimientos de los últimos días porque a Riad no le interesa que se socave la autoridad estadounidense en la región. Pero los saudíes tienen sus propios vínculos históricos con los talibanes.</p>
<p>En la política exterior saudí, Afganistán no es un juego de suma cero.</p>
<p>En términos más generales, el golpe a la posición de Estados Unidos en la región será preocupante para sus aliados árabes moderados. Esto incluye a Egipto y Jordania. Para ambos países, con sus propias versiones de los talibanes acechando en las sombras, los acontecimientos en Afganistán no son buenas noticias.</p>
<p>El éxito de los talibanes en Afganistán también tendrá implicaciones en el rincón más combustible de Oriente Medio. Tanto en Irak como en partes de Siria donde Estados Unidos mantiene una presencia militar, la salida estadounidense será inquietante.</p>
<p>En Líbano, que se ha convertido a todos los efectos en un Estado fallido, la debacle de Afganistán se sumará a la pesadumbre.</p>
<p>Israel estará calculando las implicaciones del revés sufrido por su principal aliado. El aumento de la inestabilidad en Oriente Medio no parece beneficiar a Israel.</p>
<p>En esta próxima fase, Estados Unidos se retirará sin duda de todos sus compromisos en Oriente Medio, salvo los más urgentes. Será el momento de reflexionar sobre las lecciones que pueden extraerse de la dolorosa experiencia de Afganistán.</p>
<p>Una lección que debería ser primordial en lo que respecta a Estados Unidos y sus aliados: luchar en guerras de “Estados fallidos” es una apuesta perdedora.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/166286/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Tony Walker no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El fracaso de la autoridad estadounidense en Afganistán afectará de una u otra manera a todos los rincones de Oriente Medio y el norte de África.Tony Walker, Vice-chancellor's fellow, La Trobe UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1624802021-06-10T18:25:05Z2021-06-10T18:25:05ZLos políticos deben tener cuidado al hablar del origen del coronavirus para no alimentar a los conspiranoicos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/405470/original/file-20210609-28624-eoc16h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C7%2C5133%2C3406&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">REUTERS/Alamy Stock Photo</span></span></figcaption></figure><p>La teoría de que el SARS-CoV-2 se filtró originalmente de un laboratorio de Wuhan, en China, está <a href="https://www.aljazeera.com/news/2021/6/6/calls-to-consider-wuhan-lab-leak-theory-have-grown-why-now">volviendo a surgir</a> hasta el punto de que el presidente Joe Biden ha <a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-us-canada-57260009">ordenado públicamente</a> a los servicios de inteligencia de Estados Unidos que “redoblen” sus investigaciones sobre esta hipótesis. Sin embargo, los políticos deberían ser cautos a la hora de defender públicamente la hipótesis de la fuga del laboratorio de Wuhan. Al hacerlo, se arriesgan a alimentar teorías conspirativas infundadas y peligrosas. </p>
<p>¿Por qué? La razón no es que la teoría de la fuga en el laboratorio sea en sí misma infundada y, por lo tanto, no merezca la pena ser perseguida. De hecho, era la opinión predominante hasta que una investigación de la <a href="https://www.theguardian.com/world/2021/feb/09/wuhan-laboratory-leak-covid-origin-theory-unlikely-says-who-team">Organización Mundial de la Salud</a> en febrero de 2020 concluyó que la hipótesis de la fuga de laboratorio era “extremadamente improbable”, y que era mucho más probable que el virus se hubiera propagado de forma natural de los humanos a los animales. </p>
<p>Sin embargo, su credibilidad ha aumentado en las últimas semanas. A la luz de las <a href="https://thebulletin.org/2021/05/the-origin-of-covid-did-people-or-nature-open-pandoras-box-at-wuhan/">nuevas pruebas</a> relativas a la investigación del Instituto de Virología de Wuhan sobre los coronavirus, sus inadecuadas prácticas de seguridad y la estructura del virus, muchas de las mismas fuentes que en su día descartaron la teoría de la fuga de laboratorio como mera fantasía la consideran ahora <a href="https://www.ft.com/content/e173e91a-9458-4a31-8c4e-5414f22a80dd">plausible</a>. Aunque esta evidencia no es de ninguna manera una prueba, se podría decir que justifica una mayor investigación.</p>
<p>Pero incluso si la teoría de la fuga del laboratorio es creíble y, por lo tanto, vale la pena perseguirla, eso no significa que los políticos deban defenderla públicamente. Al hacerlo, podrían dar credibilidad accidentalmente a las numerosas teorías conspirativas sobre la COVID-19 que también giran en torno a un origen de laboratorio. Por ejemplo, la teoría conspirativa de que el SARS-CoV-2 es un <a href="https://www.businessinsider.com/scientists-steve-bannon-coronavirus-engineered-chinese-bioweapon-2020-10?r=US&IR=T">arma biológica china</a> creada primero y difundida después por el Instituto de Virología de Wuhan. </p>
<p>Para ser claros, la teoría de la fuga de laboratorio que persigue la administración Biden difiere de estas teorías conspirativas en aspectos importantes. Por un lado, considera que la propagación del coronavirus fue accidental, no deliberada. Por otro lado, no culpa exclusivamente a China. Después de todo, la investigación sobre el coronavirus del Instituto Wuhan fue <a href="https://www.ft.com/content/7fef48f1-88a4-48f7-8263-c50384643b7f">parcialmente financiada por</a> los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. </p>
<h2>Los lectores atentos escasean</h2>
<p>Los políticos tienen la responsabilidad de considerar no solo si lo que dicen es creíble, sino también cómo se entenderán sus palabras. Y la forma en que se entiendan sus palabras depende en gran medida de la atención que preste su público. El problema es que, en la era de las redes sociales, los lectores atentos pueden escasear. Un <a href="https://hal.inria.fr/hal-01281190">estudio de 2016</a> reveló, en particular, que casi el 60% de los artículos compartidos en Twitter no han sido leídos. </p>
<p>Esto es importante para la teoría de la fuga del laboratorio. Un titular como “Biden ordena investigar la teoría de la fuga en el laboratorio de Wuhan” no discrimina entre la versión creíble de esa teoría y la versión conspirativa. Por lo tanto, es probable que las diferencias cruciales entre estas dos teorías se pierdan para un lector que –como muchos hacen– simplemente lee un titular y luego comparte el artículo.</p>
<p>El riesgo de confusión no se debe simplemente a la falta de atención del público. También se debe a la forma en que se ha informado previamente de la teoría de las fugas de laboratorio. Hasta hace poco, esta teoría fue <a href="https://www.politico.com/news/2021/05/26/facebook-ban-covid-man-made-491053">tachada</a> como una teoría de la conspiración. A principios de marzo de 2020, por ejemplo, una <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)30418-9/fulltext">carta abierta</a> publicada en <em>The Lancet</em> condenó como “teorías de la conspiración” todas las hipótesis que sugerían que el SARS-CoV-2 no tenía un origen natural. </p>
<p>Esto hizo que se asociara a la idea de que el virus fue creado deliberadamente como arma biológica. A su vez, esto crea problemas cuando los políticos intentan posteriormente recuperar la teoría de la fuga de laboratorio: si una supuesta teoría de la conspiración resultaba ser creíble, algunos podrían preguntarse si otras teorías de la conspiración relacionadas podrían ser también creíbles.</p>
<p>El problema de las teorías conspirativas no es sólo que mucha gente las crea. El mayor problema, según ha demostrado un <a href="https://press.princeton.edu/books/hardcover/9780691188836/a-lot-of-people-are-saying">examen reciente</a>, es que crean un ambiente de incertidumbre y desorientación. En otras palabras, crean una situación en la que es difícil saber qué es creíble y qué no, qué fuentes son fiables y cuáles no. Esa incertidumbre, por sí sola, tiene enormes consecuencias. </p>
<p>Escuchar que el SARS-CoV-2 podría haber sido un acto de guerra biológica por parte de un estado extranjero podría, a su vez, determinar el comportamiento posterior. Alguien no atento, por ejemplo, podría no estar dispuesto a utilizar vacunas producidas por ese estado debido a la incertidumbre generada.</p>
<p>La cuestión es que, para que las teorías conspirativas de la COVID causen estragos, solo tienen que ser consideradas como hipótesis vivas, hipótesis que están sujetas a debate. Decir públicamente que la teoría de la fuga del laboratorio de Wuhan es plausible, ante un público distraído, en un contexto plagado de desinformación estrechamente relacionada, corre el riesgo de convertirla en un caso. El gobierno de Biden puede tener razón al afirmar que la teoría de la filtración del laboratorio de Wuhan merece un examen más detenido. Pero debería ser cauteloso, por el momento, al decir esto públicamente.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/162480/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>El autor ha recibido anteriormente financiación del Consejo de Investigación de Artes y Humanidades (2015-2018).
</span></em></p>Teorizar con una fuga en el laboratorio de Wuhan, en China, puede dar credibilidad a otras hipótesis que también giran en torno a un origen de laboratorio para el coronavirus.Maxime Lepoutre, Lecturer, Political Theory, University of ReadingLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1623022021-06-07T20:13:30Z2021-06-07T20:13:30ZPor qué los antivacunas ponen en riesgo la inmunización contra la covid-19 en Estados Unidos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/404909/original/file-20210607-52826-fcoh7f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C0%2C5982%2C3970&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Manifestación de antivacunas en Union Square, Nueva York en marzo de 2021.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/new-york-ny-march-20-large-1940030131">Shutterstock / Ron Adar</a></span></figcaption></figure><p>Cuando se publique este artículo, en todo el mundo y de forma muy desigual (Figura 1), se habrán administrado <a href="https://ourworldindata.org/grapher/cumulative-covid-vaccinations?time=latest">más de mil millones de dosis</a> de la vacuna de la covid-19. Todo ello, en menos de seis meses. Por desgracia, la desinformación y los ataques dirigidos a los científicos están lastrando los avances. Detener la propagación del coronavirus exige no solo la aplicación masiva y global de vacunas, sino también de una potente contraofensiva contra los movimientos antivacunas.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/404900/original/file-20210607-23-105jwp8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/404900/original/file-20210607-23-105jwp8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/404900/original/file-20210607-23-105jwp8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/404900/original/file-20210607-23-105jwp8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/404900/original/file-20210607-23-105jwp8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/404900/original/file-20210607-23-105jwp8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=532&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/404900/original/file-20210607-23-105jwp8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=532&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/404900/original/file-20210607-23-105jwp8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=532&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura. 1: Porcentaje de personas que recibieron al menos una dosis de la vacuna COVID-19.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://ourworldindata.org/explorers/coronavirus-data-explorer?tab=map&zoomToSelection=true&pickerSort=desc&pickerMetric=total_vaccinations&Metric=People+vaccinated&Interval=Cumulative&Relative+to+Population=true&Align+outbreaks=false&country=BHR~BRA~CAN~CHL~FRA~DEU~HUN~IND~ISR~ITA~MNG~GBR~USA">OurWorldInData</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En diciembre de 2020, la pequeña gran historia de la lucha contra la covid-19 comenzó a experimentar aquello que dijo Lenin —«hay décadas en las que no pasa nada y semanas en las que pasan décadas»— cuando se supo que, en cuanto tuvieron noticia de que podrían comercializarse algunas vacunas, varios países habían comprado por adelantado más de 10 000 millones de dosis.</p>
<p>El 14 de diciembre, una enfermera de un hospital de Nueva York <a href="https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20201214/estados-unidos-vacunacion-covid-19-vacuna-pfizer-11385680">recibió la primera vacuna</a> que se administraba en Estados Unidos. Desde entonces, con un 51 % de personas vacunadas a 30 de mayo, Estados Unidos está en el grupo de cabeza de los países que, por diferentes razones, han administrado mayor número de vacunas. Por su parte, España, con un 38,4 %, está en la media de los países de la UE (Figura 2).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/404887/original/file-20210607-28232-1j1hrwx.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/404887/original/file-20210607-28232-1j1hrwx.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/404887/original/file-20210607-28232-1j1hrwx.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=654&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/404887/original/file-20210607-28232-1j1hrwx.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=654&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/404887/original/file-20210607-28232-1j1hrwx.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=654&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/404887/original/file-20210607-28232-1j1hrwx.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=822&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/404887/original/file-20210607-28232-1j1hrwx.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=822&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/404887/original/file-20210607-28232-1j1hrwx.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=822&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura 2. Número de personas vacunadas y dosis de vacunas anti COVID-19 administradas en Estados Unidos y España a 30 de mayo de 2021.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Luis Monje</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El esfuerzo de todas las naciones se dirige ahora a alcanzar la <a href="https://theconversation.com/covid-19-estamos-muy-lejos-de-la-inmunidad-de-grupo-142146">inmunidad de grupo</a>, lo que significa vacunar entre el 60 % y el 90 % de una población determinada. A pesar del ritmo de vacunación, ese objetivo, que según el <a href="https://www.economiadigital.es/politica/el-pp-recorta-distancias-con-el-psoe-a-costa-de-ciudadanos-segun-el-cis.html">barómetro del CIS de abril</a> parece relativamente fácil de conseguir en España, se enfrenta en Estados Unidos con el negacionismo antivacunas de importantes sectores de la población, mucho más numerosos allí que en Europa.</p>
<p>En el año 2019, después de un brote de sarampión en Europa (50 000 casos en 2018), la Organización Mundial de la Salud <a href="https://www.who.int/news-room/spotlight/ten-threats-to-global-health-in-2019">reconoció la reticencia a las vacunas</a> como una de las principales amenazas para la salud mundial antes de la pandemia. La trama antivacunas se disparó en 1998, cuando un estudio publicado en <em>The Lancet</em> vinculó falsamente las vacunas al autismo. El artículo fue retirado <a href="https://www.bmj.com/content/342/bmj.c7452.full">por falta de rigor científico</a>, pero el daño estaba hecho.</p>
<h2>Los antivacunas y Joe Biden</h2>
<p>La inmunidad de grupo es precisamente lo que está en riesgo en Estados Unidos. Aunque la utopía de Biden <a href="https://cnnespanol.cnn.com/2021/05/04/biden-objetivo-administrar-dosis-vacuna-covid-70-adulta-4-julio-trax/">aspira a que siete de cada diez estadounidenses</a> estén vacunados para el 4 de julio, día de la fiesta nacional, el país se enfrenta con la distopía de los negacionistas de la vacuna, y de ahí que el desafío de la Casa Blanca no esté tanto en la logística o en la distribución, sino en las acciones para convencer a los menos entusiasmados con la idea del pinchazo.</p>
<p>Si a mediados de abril se administraban en Estados Unidos tres millones de dosis diarias, a 31 de mayo ese número estaba por debajo de los dos millones. A estas alturas, cuando faltan menos de un mes para la fiesta nacional, el ritmo de la campaña de vacunación cayó un 43 % en la última quincena de mayo.</p>
<p>Como ocurre con muchos asuntos que dividen a la sociedad estadounidense, el mapa de estados que manejan buenas cifras de vacunación y el de los que están por debajo de la media nacional se superpone casi a la perfección con el reparto electoral entre demócratas y republicanos, respectivamente. Mientras que en Vermont y Massachusetts el porcentaje de vacunados supera el 60 %, en el sur, en estados como Alabama, Louisiana y Mississippi, la cantidad de personas vacunadas no supera el 35 % (Figura 3).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/404889/original/file-20210607-17-i21v8c.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/404889/original/file-20210607-17-i21v8c.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/404889/original/file-20210607-17-i21v8c.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/404889/original/file-20210607-17-i21v8c.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/404889/original/file-20210607-17-i21v8c.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/404889/original/file-20210607-17-i21v8c.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=507&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/404889/original/file-20210607-17-i21v8c.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=507&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/404889/original/file-20210607-17-i21v8c.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=507&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura 3.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Luis Monje</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Estados Unidos alberga los grupos antivacunas más grandes y mejor organizados del mundo. En <a href="https://jhupbooks.press.jhu.edu/title/preventing-next-pandemic"><em>Preventing the Next Pandemic: Vaccine Diplomacy in a Time of Anti-Science</em></a>, Peter Hotez, director del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas, un médico que fue enviado por Barack Obama a los países musulmanes para impulsar la “diplomacia de las vacunas”, explica el auge del movimiento antivacunas en Estados Unidos. Este se convirtió en falsa “libertad sanitaria” a través del Tea Party, la rama radical del partido republicano, que incorporó a sus filas a terraplanistas y negacionistas antivacunas.</p>
<p>Hay tres factores sinérgicos de la trama antivacunas. El primero es el uso de las redes sociales, donde, según el londinense <em>Center for Countering Digital Hate</em> (CCDH), doce movimientos antivacunas <a href="https://www.counterhate.com/anti-vaxx-industry">tienen cincuenta y ocho millones de seguidores</a>. Anuncios pagados en Facebook, dirigidos a madres jóvenes para convertirlas en activistas, muestran niños presuntamente enfermos debido a las vacunas. Y hay negocio de por medio: el CCDH ha calculado que las redes sociales se embolsan mil millones de dólares al año en publicidad y otros ingresos procedentes de esta “industria” de la falsedad.</p>
<p>En segundo lugar, el movimiento antivacunas <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-021-01084-x">tiene un brazo político</a>. Los tuits de Donald Trump son buen ejemplo de ello. El 40 % de los miembros del partido republicano se oponen a vacunarse contra la covid-19. Muchos grupos de extrema derecha que difundieron información falsa sobre las elecciones presidenciales estadounidenses del año pasado están haciendo lo mismo con las vacunas. </p>
<p>Pero también está Rusia. Las organizaciones de inteligencia rusas atacan a las vacunas occidentales. Una campaña sugiere que <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-021-01084-x">podrían convertir a las personas en monos</a>. El motivo es simple, intentan desacreditar las vacunas occidentales contra la covid-19 para promover las suyas.</p>
<p>El tercer factor que impulsa el éxito de los movimientos antivacunas es el agresivo proselitismo dirigido a grupos susceptibles como los emigrantes, los judíos ortodoxos y las minorías, incluyendo los afroamericanos. En sus comunicaciones comparan las vacunas con el holocausto o con experimentos antiéticos, como <a href="https://dialogoatlantico.com/2021/03/covid-19-los-afroamericanos-no-se-fian-de-las-vacunas/">el estudio Tuskegee</a>, realizados con personas de color.</p>
<h2>Los negacionistas y la ONU</h2>
<p>No es fácil convencer a los negacionistas. Hay <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23732902/">tres grupos dentro del movimiento antivacunas</a>: quienes dudan, quienes se resisten y quienes rechazan la vacunación. </p>
<p>Mientras que los que dudan o se resisten pueden aceptar ser informados y cambiar su opinión, los integrantes del tercer grupo se niegan a considerar información sobre la vacuna, defienden premisas falsas de conspiraciones sin base y prefieren prácticas médicas alternativas. No se vacunarán. Será imposible convencerles de lo contrario.</p>
<p>Para ellos, la información científica carece de valor frente a la que aportan teorías conspiranoicas basadas en una oculta fuente de conocimiento. Los seguidores del grupo radical QAnon, que patrocina a los antivacunas en Estados Unidos, dicen tomar la metafórica “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%ADldora_roja_y_p%C3%ADldora_azul">píldora roja</a>” de la película <em>Matrix</em> que les permite ver la realidad que ocultan los dueños del Estado reprogramando la mente de los ciudadanos para ser tratados como “conejillos de indias” de unas misteriosas elites manipuladoras. Esa píldora, un símbolo entre los populistas, fue la que tomaron quienes asaltaron el Parlamento estadounidense, <a href="https://us.as.com/us/2020/05/18/actualidad/1589826656_559046.html">siguiendo el ejemplo</a> de Elon Musk e Ivanka Trump.</p>
<p>El lenguaje de los antivacunas y mensajes como el de la “píldora roja” sugieren un comportamiento sectario que explicaría por qué algunos antivacunas rechazan verdades obvias. Mientras los líderes sacan beneficio vendiendo pseudomedicamentos, libros o consiguiendo un puesto político, los adeptos podrían fallecer a manos de un virus derrotado hace años (sarampión) o de un coronavirus para el que existen vacunas eficaces.</p>
<p>Coordinadas por la ONU, naciones de todo el mundo han creado grupos de expertos que han abordado amenazas globales complejas como el terrorismo, la seguridad cibernética y el armamento nuclear. Ahora, cuando la anticiencia se está acercando a niveles similares de peligro, ha llegado el momento de que un grupo de trabajo interinstitucional de alto nivel de la ONU evalúe el impacto total de la agresión contra las vacunas y proponga medidas duras y equilibradas, porque cada vez es más evidente que avanzar en la inmunización global requiere una contraofensiva también global.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/162302/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Responsable del Grupo Federal de Biodiversidad del PSOE</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Luis Monje no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Detener la propagación del coronavirus exige no solo la aplicación masiva de vacunas por todo el mundo, sino también una potente contraofensiva contra los movimientos antivacunas.Manuel Peinado Lorca, Catedrático de Universidad. Departamento de Ciencias de la Vida e Investigador del Instituto Franklin de Estudios Norteamericanos., Universidad de AlcaláLuis Monje, Biólogo. Profesor de fotografía científica, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1532142021-01-14T21:04:51Z2021-01-14T21:04:51ZEl asalto al Capitolio, síntoma de la fractura en la democracia en EE. UU.<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/378507/original/file-20210113-13-10d60h1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C6693%2C4465&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/washington-dc-january-8-2021-view-1890963817">Shutterstock / Phil Pasquini</a></span></figcaption></figure><p>El pasado 6 de enero, el mundo asistía atónito al asalto del Capitolio de Estados Unidos por parte de cientos de manifestantes. Ante semejantes imágenes, muchos se preguntaban si se trataba de un lamentable fallo de seguridad, obra de un grupo de vándalos que no representaban a los ciudadanos, o era síntoma de una patología más profunda en el tejido social y político de la nación.</p>
<p>Haciendo una lectura optimista, esta protesta tan solo sería el deplorable arrebato de un puñado de ciudadanos atrapados en el frenesí de un sentimiento populista y antisistema, un grito de desesperación por parte de un minúsculo número de partidarios de Trump dispuestos a convertir su descontento electoral en un motín.</p>
<p>Si la democracia de esta nación gozase de buena salud, podríamos argumentar que el drama vivido la semana pasada en el Capitolio no fue más que un incidente bochornoso que debemos dejar atrás.</p>
<p>Sin embargo, no se trató solo de una interrupción incómoda en una era dorada de estabilidad política: es parte de un amplio proceso de deslegitimación de las instituciones públicas que ha tenido lugar durante décadas. Esta vez, la democracia más antigua del mundo se enfrenta a una amenaza que, con frecuencia, resulta más letal que la propia guerra: la división interna.</p>
<h2>Cuestión de legitimidad</h2>
<p>Uno de los fundamentos esenciales de cualquier régimen político es que los ciudadanos crean que tienen motivos de peso para respetar la constitución y obedecer a sus gobernantes, incluso cuando ni estos ni las leyes que les rigen son completamente de su agrado. En un régimen dictatorial, esta creencia se basa en gran medida en el miedo: los ciudadanos saben que la disidencia puede conllevar sanciones, cárcel o persecución.</p>
<p>En cambio, en una sociedad libre, la lealtad a la constitución y a la clase que lidera debe basarse en la percepción de que las instituciones de gobierno y la constitución son moralmente legítimas y sirven de manera genuina a los intereses de la ciudadanía.</p>
<p>Lamentablemente para la democracia estadounidense, hay cierta evidencia de que la legitimidad que se percibe del sistema político americano va a rastras y ha ido así durante varias décadas.</p>
<p>Por ejemplo, <a href="https://www.pewresearch.org/politics/2019/04/11/public-trust-in-government-1958-2019/">el 77% de los estadounidenses que respondió al Estudio Nacional de Elecciones de 1964</a> afirmó que confiaba en el Gobierno de Washington “siempre o la mayor parte del tiempo”. Este porcentaje se redujo al 35% en 1990, al 22% en 2010 y al 17% en 2019. En esa línea, <a href="https://news.gallup.com/poll/317135/amid-pandemic-confidence-key-institutions-surges.aspx">una encuesta de la empresa Gallup desveló</a> que, por primera vez en 27 años, más del 50% de los encuestados confesaba no tener mucha confianza en la policía. </p>
<p>La difusión masiva de numerosos casos de brutalidad policial, entre ellos el asesinato de George Floyd por un policía en mayo de 2020, no ha ayudado a reforzar la legitimidad del sistema político americano ante los ojos de los ciudadanos.</p>
<p>Al margen de la opinión que se tenga del alcance de la brutalidad policial, estos casos de corrupción que han trascendido tanto a la opinión pública, ya sean presuntos o probados, proyectan inevitablemente una sombra de ilegitimidad sobre las fuerzas policiales tanto en el nivel federal como en el estatal.</p>
<p>Por último, la elección de Donald Trump en 2016 recordó de manera contundente que existen ‘dos Américas’ cuyos valores resultan demasiado disonantes como para ser reconciliados en un único régimen.</p>
<h2>Valores dispares</h2>
<p>Claramente, sugerir que los partidarios de Trump se adhieren a un conjunto coherente de valores, mientras que los de Biden lo hacen a otro, sería simplificar demasiado. Sin embargo, está claro que hay ciertos valores predominantes en cada grupo político que no pueden combinarse fácilmente en una única idea de “buen régimen”.</p>
<p>Por ejemplo, muchos seguidores de Trump reflejan tendencias ideológicas asociadas con el partido Republicano: creen que el Estado debería reconocer el modelo tradicional de matrimonio heterosexual; les interesan poco las reclamaciones identitarias de personas transgénero; piensan que el aborto debería ser limitado o prohibido; y ven los programas públicos de bienestar social como un despilfarro del dinero de los contribuyentes, que tanto esfuerzo les ha costado ganar. </p>
<p>Por otro lado, muchos de los simpatizantes de Biden reflejan tendencias ideológicas asociadas con el partido Demócrata: están a favor de que el Estado reconozca el matrimonio entre personas del mismo sexo, se inclinan a favor de las demandas de los ciudadanos transgénero, ven el aborto como un derecho constitucional y son favorables a los programas de bienestar social promovidos por el Estado. </p>
<p>Este tipo de desacuerdos se ha ido gestando durante décadas, pero parece haberse intensificado bajo las presidencias de Bush, Obama y Trump. Esto revela un pueblo profundamente dividido sobre aspectos básicos de su vida compartida.</p>
<p>El régimen estadounidense se basa, supuestamente, en una constitución escrita. Pero ningún régimen político puede sobrevivir mucho tiempo sin que una amplia mayoría de sus ciudadanos respalde la legitimidad de las reglas bajo las que vive y comparta algún tipo de filosofía pública, aunque sea austera, para guiar la vida común.</p>
<p>En la primera parte del siglo XX, una moral cristiana en general fue ampliamente aceptada, al menos en principio, por la mayoría de los estadounidenses. Pero hoy en día no es tan fácil ver qué tipo de moral pública une a la población. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="A protester with a white Team Trump cowboy hat leads protesters" src="https://images.theconversation.com/files/377449/original/file-20210106-21-1kdnlfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/377449/original/file-20210106-21-1kdnlfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/377449/original/file-20210106-21-1kdnlfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/377449/original/file-20210106-21-1kdnlfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/377449/original/file-20210106-21-1kdnlfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/377449/original/file-20210106-21-1kdnlfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/377449/original/file-20210106-21-1kdnlfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Los partidarios de Trump intentan romper una barrera policial en el Capitolio de Estados Unidos en Washington.</span>
<span class="attribution"><span class="source">(AP Photo/John Minchillo)</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Las inquietantes imágenes de la semana pasada, en las que observamos cómo algunos ciudadanos escalaban el Capitolio y ocupaban las oficinas de sus representantes políticos, no eran solo aberraciones de un régimen que es saludable en otros aspectos, sino expresiones vívidas de una nación en declive.</p>
<p>Solo el tiempo dirá si estas fracturas en la nación americana se cerrarán de algún modo o harán realidad la notoria profecía de Abraham Lincoln: “Una casa dividida contra sí misma no puede sostenerse”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/153214/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>David Thunder recibe fondos de Fundación Ciudadanía y Valores, que "pretende crear un ámbito de investigación y diálogo para afrontar los problemas de nuestra sociedad desde la cooperación y la concordia." También es beneficiario de una beca Ramón y Cajal del gobierno español.</span></em></p>Las inquietantes imágenes de la semana pasada, en las que observamos cómo algunos ciudadanos escalaban el Capitolio y ocupaban las oficinas de sus representantes políticos, no eran solo aberraciones de un régimen que es saludable en otros aspectos, sino expresiones de una nación en declive.David Thunder, Ramón y Cajal Researcher & Lecturer in Political Philosophy, Institute for Culture & Society, University of Navarra, Universidad de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1530492021-01-12T19:07:34Z2021-01-12T19:07:34Z¿A quién arrastraría Trump a la tumba en su muerte política?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/378383/original/file-20210112-13-ymfb92.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4019%2C2681&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Donald Trump, ante la Casa Blanca, arengando a sus partidarios minutos antes del asalto al Capitolio. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/washington-dc-usa-1-7-2021-1889051311">Shutterstock / vasilis asvestas</a></span></figcaption></figure><p>El pasado 6 de enero asistimos estupefactos a un “espectáculo” televisivo propio de una película de acción o de una república exsoviética; pero sucedía en la nación más poderosa del mundo. Se trataba de la toma del Congreso, el sacrosanto lugar de la democracia más antigua y consolidada del mundo. El “Asalto al Capitolio”, como pasará a la historia, fue propiciado por la arenga del propio presidente norteamericano durante su <a href="https://www.youtube.com/watch?v=1OXFmnTtO6s">mitin</a> ante miles de fanáticos seguidores, frente a la Casa Blanca, mientras los congresistas debatían la validez de los votos electorales remitidos por cada estado.</p>
<p>La reacción de los medios de comunicación fue inmediata y cabeceras de prestigio como el <a href="https://www.bostonglobe.com/2021/01/05/opinion/trumps-behavior-isnt-delusional-its-criminal/"><em>Boston Globe</em></a> no dudaron en calificar la irresponsable acción auspiciada por Trump como “criminal”. Es muy probable que tal acusación sea finalmente dirimida en los tribunales, pero más allá de las consecuencias penales por incitar a los manifestantes a “caminar hasta el congreso” pidiéndoles que fueran “fuertes y valerosos”, el asunto interesa de pleno al ámbito político.</p>
<h2>Segundo proceso de <em>impeachment</em></h2>
<p>Nancy Pelosi, la demócrata presidenta de la Cámara de Representantes, ha anunciado que iniciará de forma inmediata el <a href="https://www.cbsnews.com/live-updates/trump-impeachment-us-capitol-riot-fallout/">segundo proceso de <em>impeachment</em></a> contra el todavía presidente. </p>
<p>Indudablemente, lo ocurrido en las dependencias legislativas es de una gravedad constatablemente superior a los <a href="https://www.history.com/topics/1990s/monica-lewinsky">escarceos amorosos</a> que el presidente Bill Clinton mantuvo con la becaria Monica Lewinsky a finales del siglo pasado, y que le condujo a tan <a href="https://www.nytimes.com/1998/12/20/us/impeachment-overview-clinton-impeached-he-faces-senate-trial-2d-history-vows-job.html">vergonzante procedimiento</a>. </p>
<p>Durante sus cuatro años de mandato, o, mejor dicho, desde que el magnate Donald Trump <a href="https://www.politico.com/story/2015/06/donald-trump-2016-presidential-run-224432">anunciara</a> su concurrencia a las primarias republicanas en 2015, el escándalo ha sido su inseparable compañero de viaje. Acusaciones de índole sexual, de complicidad con los servicios secretos rusos, de turbios manejos económicos en el seno familiar… que hubieran supuesto la defenestración de cualquier otro político, han pasado a ser irrelevantes anécdotas en su biografía política.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/378385/original/file-20210112-21-1uayfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/378385/original/file-20210112-21-1uayfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/378385/original/file-20210112-21-1uayfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/378385/original/file-20210112-21-1uayfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/378385/original/file-20210112-21-1uayfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/378385/original/file-20210112-21-1uayfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/378385/original/file-20210112-21-1uayfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/378385/original/file-20210112-21-1uayfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">La presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, en una comparecencia al día siguiente de que los partidarios del presidente de EE.UU. Donald Trump ocuparan el Capitolio.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/us-house-speaker-nancy-pelosi-speaks-1891219000">Shutterstock / Alex Gakos</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Punto de inflexión</h2>
<p>Sin embargo lo acontecido hace apenas una semana supone un punto de inflexión, un antes y un después en su controvertida, por errática, carrera política. Para muchos, incluso antes de estos lamentables incidentes, Trump era considerado el <a href="https://www.usnews.com/news/special-reports/the-worst-presidents/articles/ranking-americas-worst-presidents">peor presidente en la historia</a> de la democracia americana. </p>
<p>Un proceso de destitución, ya sea por vía constitucional en aplicación de la Enmienda 25, o mediante el referido <a href="https://theconversation.com/es-posible-destituir-a-donald-trump-152918">impeachment</a>, supondría revalidar los principios democráticos que han regido el país durante dos siglos y medio, y confirmaría la máxima revolucionaria establecida en la <a href="http://www.diputados.gob.mx/biblioteca/bibdig/const_mex/decla_1776.pdf">Declaración de Independencia</a> referente a la “igualdad de todos los hombres”, ratificada por “Nosotros el pueblo”, arranque del texto constitucional. </p>
<p>Significaría el merecido colofón a cuatro años de prepotencia política, bravuconería mediática, desprecio de sus adversarios, humillaciones a íntimos colaboradores caprichosamente destituidos vía <em>whatsapp</em>, menosprecio a sus aliados tradicionales… por citar tan solo unos pocos motivos de su infausta presidencia. Sin embargo, las repercusiones de un <em>impeachment</em> superan el ámbito de lo personal e interesan tanto al partido demócrata como al republicano.</p>
<h2>Peligros para los demócratas</h2>
<p>Los demócratas corren el peligro de dejarse arrastrar por su tendencia socialdemócrata, con Bernie Sanders a la cabeza, y caer en dislates similares a los que han caracterizado la presidencia de Trump, únicamente preocupado en gobernar para los republicanos más radicales y no para el conjunto de la nación. </p>
<p>Los postulados y principios de la socialdemocracia, de arraigo en Europa, resultan tan familiares para la sociedad estadounidense como la “Teoría de cuerdas” para un titiritero. Más allá de ensombrecer la toma de posesión de su presidente electo, torpedearían el programa político de Joe Biden, cuya más urgente y perentoria misión será cicatrizar la profunda herida que segmenta a la sociedad norteamericana como nunca antes desde la Guerra de Secesión.</p>
<hr>
<p>
<em>
<strong>
Leer más:
<a href="https://theconversation.com/que-hara-biden-si-preside-ee-uu-149082">¿Qué hará Biden si preside EE.UU.?</a>
</strong>
</em>
</p>
<hr>
<p>En una disyuntiva más compleja se encuentran los republicanos, pues recuperar la Casa Blanca para uno de los suyos, e incluso el futuro del propio partido, dependerá en buena medida de cómo solventen una situación tan enrevesada. </p>
<p>La aceptación de Trump por parte de los votantes republicanos está fuera de duda. Durante los momentos de menor índice de popularidad general, <a href="https://projects.fivethirtyeight.com/trump-approval-ratings/">inferiores al 40%</a>, alcanzaba el <a href="https://www.rasmussenreports.com/public_content/politics/trump_administration/trump_approval_index_history">90% de aceptación</a> entre sus votantes. </p>
<h2>Fractura de los republicanos</h2>
<p>Para los republicanos, cuyo apoyo es imprescindible para sacar adelante la moción, lo que Pelosi les ofrece es un caramelo envenenado. En caso de aceptarlo el partido se fraccionaría, no tengo la menor duda: ya fuera por la desafección de sus votantes que <a href="https://www.msn.com/en-us/news/politics/45-percent-of-republican-voters-support-storming-of-capitol-building-poll/ar-BB1cyoWK">apoyan la toma del Congreso en un 45%</a>, o porque su todavía presidente creara un nuevo partido. Hipótesis, esta última, que bien pudiera ocurrir en cualquiera de los casos.</p>
<p>No olvidemos que el Partido Republicano surgió de las cenizas del antiguo <a href="https://www.britannica.com/topic/Whig-Party">Partido Whig</a>, que llegó a tener cuatro presidentes, nacido a su vez de una escisión del Partido Demócrata, liderado en aquellos momentos por Andrew Jackson. En estos momentos caóticos, resulta impredecible aventurar a quién puede arrastrar Trump a la tumba que cavó alentando a las turbas para tomar el Congreso.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/153049/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Antonio Gurpegui no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La posibilidad de una destitución inmediata, como proponen los demócratas en la Cámara de Representantes, tendrá consecuencias no solo para la carrera política de Trump, sino para el futuro de ambos partidos.José Antonio Gurpegui, Catedrático de Estudios Norteamericanos, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1529182021-01-08T23:19:59Z2021-01-08T23:19:59Z¿Es posible destituir a Donald Trump?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/377858/original/file-20210108-15-1nf2ain.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C278%2C4135%2C2178&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/washington-usa-17-12-2020-donald-1876973401">Shutterstock / vasilis asvestas</a></span></figcaption></figure><p>El desconcierto general producido por la reciente toma del Capitolio nos ofrece numerosos elementos de análisis. Desde un punto de vista estrictamente político, Trump representa un modelo de liderazgo nacional populista que se nutre de las frustraciones de amplios segmentos de la población. </p>
<p>Es innegable la habilidad que ha desarrollado el personaje para conectar sus intereses personales con la instrumentalización de la <a href="https://www.delectoralector.com/rabia-el-nuevo-libro-de-bob-woodward/"><em>Rabia</em></a>, como refleja a través de un conjunto de entrevistas con Trump el periodista del <em>Washington Post</em>, Bob Woodward. </p>
<p>Para cualquier observador alejado de este fenómeno resulta difícil entender el poder de seducción del presidente más atrabiliario de la historia de Estados Unidos. Pero los más de setenta millones de votos recibidos hace dos meses merecen una detenida atención. El menosprecio inicial hacia el candidato presidencial se ha traducido en un error de cálculo importante. Tanto la comunidad internacional como la clase política norteamericana infravaloraron la capacidad destructiva de la persona –no del personaje. </p>
<p>Así, la ruptura de consensos internacionales básicos, la reapertura de conflictos diplomáticos zanjados y el abandono del multilateralismo no han tenido una respuesta colectiva apropiada. La estrategia del divide y vencerás consiguió su objetivo. </p>
<p>En la sociedad norteamericana también trasladó el mismo planteamiento: fractura racial, política –hasta en el propio Partido Republicano– social, económica, religiosa o étnica. Entre semejante caos la figura emergente siempre era la de la voluntad del presidente. Bajo el <em>America First</em> se escondía en realidad el <em>Trump First</em>. </p>
<p>La confusión entre los impulsos personales y el programa de gobierno se convirtieron en el triunfo de los intereses sobre los principios. Hasta tal punto que, a pesar de las múltiples señales enviadas en el período previo a los comicios presidenciales, nada hacía prever un desenlace como el que finalmente se ha producido: <a href="https://www.unebook.es/es/libro/la-conjura-contra-america_268753"><em>La conjura contra América</em></a> de Trump. Novela distópica de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Philip_Roth">Philip Roth</a> en la que Estados Unidos en 1940 se convertía en una suerte de Estado satélite de la Alemania nazi.</p>
<h2>¿Y ahora qué?</h2>
<p>El segundo tipo de análisis sería el político-jurídico. Las opciones que se están barajando como escenarios hipotéticos son varias:</p>
<ol>
<li><p>El <em>Impeachment</em>. Este juicio político, iniciado por mayoría simple en el Congreso y aprobado por mayoría de dos tercios en el Senado, podría destituir a Trump. Dificultades: escaso margen de tiempo, procedimiento largo y necesaria colaboración del Partido Republicano. Ya se intentó recientemente contra Trump por el bloqueo de la ayuda a Ucrania y los intentos de colaboración de sus autoridades para inculpar a Biden. Fracasó en el mes de febrero de 2020 en el Senado.</p></li>
<li><p>Activar la <a href="https://crsreports.congress.gov/product/pdf/r/r45394">Enmienda XXV</a>. Incapacitación del Presidente por enfermedad física o mental. Tendría que iniciarlo el vicepresidente Mike Pence con el apoyo mayoritario del gabinete presidencial. Aunque cabe recurso por escrito del afectado, el poder se transfiere <em>ad interim</em> al vicepresidente. Cuando se ha activado en el pasado (con Bush y <a href="https://reagan.blogs.archives.gov/2017/07/26/the-25th-amendment-section-4-and-march-30-1981/">Reagan</a>) ha sido muy brevemente por intervenciones quirúrgicas o médicas. Aquí podría entrar el factor errático de Trump (desequilibrio mental, carácter inestable). Aunque hay psicólogos y psiquiatras que sugieren que esta posibilidad es una opción compleja.</p></li>
</ol>
<h2>Futuro escenario procesal</h2>
<p>Ante lo inédito de la situación, las opiniones de los juristas y de los politólogos no manifiestan un consenso. La inmunidad presidencial está garantizada durante el mandato. Es una previsión que en las Constituciones de los Estados democráticos garantiza la imposibilidad de actuaciones jurisdiccionales. Opera en el ordenamiento jurídico interno y en el internacional. </p>
<p>Sin embargo, en Estados Unidos ha habido un caso, el del presidente Nixon en 1974 como consecuencia del caso <em>Watergate</em>, en el que no pareció tener tan claro la cobertura ofrecida por esta inmunidad. Optó por eludir el <em>impeachment</em>, dimitir, y garantizarse el indulto del vicepresidente Ford –que pasó a desempeñar la Presidencia de los Estados Unidos– al amparo de las facultades otorgadas por el artículo II, sección 2 de la <a href="https://photos.state.gov/libraries/amgov/30145/publications-spanish/constitution_sp.pdf">Constitución</a> de 1787.</p>
<p>¿Podría activar esta posibilidad Trump tras los recientes acontecimientos? Sería una posibilidad si atendiese a algún tipo de lógica, aunque su comportamiento errático es difícilmente predecible. Para ello tendría que eludir un hipotético <em>impeachment</em>.</p>
<p>Un escenario delirante y, por tanto, que podría encajar a la perfección con el personaje sería la concesión de un auto-indulto o perdón preventivo. Consistiría en repetir el caso de Nixon, pero sin mediar su dimisión. Nunca se ha utilizado la mencionada previsión constitucional de esta forma y, por lo tanto, no hay posicionamiento del Tribunal Supremo al respecto. </p>
<p>Hay varias dificultades para que esto se produzca: se entiende que, a priori, es una facultad que se otorga al presidente para realizarlo con el resto de los ciudadanos. Si permanece inédita esta fórmula es porque, de facto, situaría a Trump por encima de la ley que prometió cumplir; violaría un principio básico como el que recoge que “nadie puede ser juez de su propia causa”. </p>
<p>Se puede conceder desde la comisión del delito antes, durante o después de ser procesado por una causa. Los dos elementos negativos que comportaría –además de su eventual inconstitucionalidad– son: el reconocimiento implícito de culpabilidad y la limitación a la jurisdicción federal, pero no a la estatal.</p>
<h2>Últimas reflexiones</h2>
<p>El intento de subversión de la legalidad democrática es el colofón de una reiterada alteración del orden ético y moral de Trump. El mensaje del fraude electoral ha conseguido calar en parte de su electorado alentando acciones como la ocupación del Capitolio. Abandonar a su suerte procesal a aquellos a los que ha utilizado define la catadura moral del personaje y de la persona. </p>
<p>A Biden le queda restañar las heridas abiertas en la sociedad norteamericana. Aunque no se inicien procesos federales –además se garantizó la mayoría conservadora del Supremo con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Amy_Coney_Barrett">la juez Barnett</a>– a Trump le esperan las fiscalías de varios Estados por la eventual comisión de delitos variados (fiscales, empresariales, electorales). Como señalaba Woodward, “no era el hombre indicado para este trabajo”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/152918/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Ángel López Jiménez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Ni el ‘impeachment’ ni la enmienda XXV (por incapacidad mental o física del presidente) parecen opciones viables para destituir a Trump antes del fin natural de su mandato el 20 de enero.José Ángel López Jiménez, Profesor de Derecho Internacional Público, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1495012020-11-04T16:39:18Z2020-11-04T16:39:18ZTrump tira del manual del autócrata al declararse ganador sin esperar el resultado<p>En los meses previos a la jornada electoral en Estados Unidos, <a href="https://edition.cnn.com/2020/09/24/politics/trump-election-warnings-leaving-office/index.html">se predijo</a> que Donald Trump no aceptaría los resultados si perdía, pondría en duda la legitimidad de la votación por correo y trataría de declarar su victoria antes de que se contaran todos los votos. Hasta ahora, <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/trump-dice-haber-ganado-las-elecciones-y-clama-fraude-sin-acabar-el-recuento/10010-4385520">ha hecho dos de esas tres cosas</a>.</p>
<p>Estas predicciones no fueron difíciles de hacer: bastaba con tomarse en serio la palabras de <a href="https://theconversation.com/por-que-ya-ha-ganado-el-trumpismo-149386">Trump</a>, que ha asegurado, sin pruebas, que las papeletas para el voto por correo se enviarían intencionadamente a los demócratas y no a los republicanos. Pasó meses deslegitimando el sistema de voto por correo, incluso tratando de quitar la financiación al Servicio Postal de los Estados Unidos en un esfuerzo por hacer descarrilar a los demócratas, habitualmente más propensos a votar por correo.</p>
<p>Al día siguiente de las elecciones, en una rueda de prensa desde la Casa Blanca, Trump ya ha anunciado que piensa acudir a la Corte Suprema para detener el recuento de votos. Igualmente preocupante es su temprana y falsa declaración de victoria, y su afirmación incorrecta de haber ganado en estados como Georgia y Pensilvania, en los que no había finalizado el recuento. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1323892402822746117"}"></div></p>
<h2>La declaración temprana</h2>
<p>Si bien las maniobras de Trump son poco frecuentes en una democracia liberal, dar por bueno un resultado antes de tiempo es un sello distintivo de los regímenes no democráticos, y en particular de los presidenciales. Según mi <a href="http://repository.essex.ac.uk/22303/">propia investigación</a>, una clara tendencia de los regímenes autoritarios es que utilizan las instituciones democráticas para perpetuarse en el poder, mientras ignoran a aquellos que demandan democracia desde la comunidad internacional o nacional. </p>
<p>Desde que terminó la guerra fría, los observadores internacionales han puesto las cosas más difíciles a los autócratas con querencia a cometer fraudes impunemente. Esto significa que los autócratas han tenido que encontrar formas alternativas de ganar las elecciones sin robarlas de manera obvia o sin cometer fraudes. Además de los trucos habituales de dañar físicamente a la oposición, controlar el discurso de los medios y colocar en las comisiones electorales a personas de su confianza, los líderes autoritarios también se apresuran a declarar la victoria una vez que se cierran las urnas.</p>
<p>En el caso de Turquía, Recep Tayyip Erdogan se apresuró a declararse ganador de las elecciones presidenciales de junio de 2018, incluso antes de que todos los votos fueran contados o de que los resultados fueran ratificados por la junta electoral. Erdogan representa uno de los casos más evidentes de engrandecimiento del ejecutivo y de retroceso democrático, ya que Turquía ha visto amenazadas sus libertades civiles y politizado el poder judicial.</p>
<p>En 2013, cuando no existía un consenso de que Venezuela era claramente autoritaria, el heredero político de Hugo Chávez, Nicolás Maduro, ganó las elecciones presidenciales por menos de dos puntos porcentuales. Maduro se apresuró a declarar la victoria, frente al clamor de la oposición, que exigió un recuento. En 2018, Maduro “ganó” por un margen mucho mayor, pero nuevamente la oposición cuestionó la validez de los resultados.</p>
<p>Otro ejemplo es Costa de Marfil, actualmente en medio de un turbulento ciclo electoral. Un boicot a las elecciones por parte de la oposición ha acabado dando la victoria del presidente, Alassane Ouattara, con el 94% de los votos, según los resultados provisionales anunciados el 3 de noviembre.</p>
<p>En 2013, fue el ex presidente marfileño, Laurent Gbagbo, quien declaró de manera controvertida una victoria anticipada con el 51% de los votos, a pesar de que los resultados anteriores apuntaban a un apoyo del 54% para Ouattara, entonces rival de la oposición. La discrepancia se debió a que el Consejo Constitucional, respaldado por Gbagbo, anuló los resultados en los bastiones de la oposición. Se desencadenó la violencia y, finalmente, Gbagbo pagó un precio por ello: fue juzgado en la Corte Penal Internacional, aunque finalmente fue absuelto.</p>
<h2>Dominar la manipulación electoral</h2>
<p>También ha habido muchos casos de victorias electorales anticipadas declaradas en Rusia y otros países de la ex Unión Soviética. Se trata de una región que domina el arte de la manipulación electoral y la creación de narrativas falsas sobre el nivel de apoyo de sus presidentes. En Bielorrusia, por ejemplo, Alexander <a href="https://theconversation.com/un-regimen-en-el-laberinto-lukashenko-supervivencia-politica-a-la-sombra-del-kremlin-145565">Lukashenko </a>ha tendido a declarar victorias por un amplio margen, pero en agosto de 2020 estallaron protestas cuestionando la validez del resultado.</p>
<p>Gobernantes de otros países también se han negado a aceptar los resultados electorales. En el caso de Gambia, el líder Yahya Jammeh no cedió después de perder por un margen estrecho las elecciones presidenciales en diciembre de 2016 ante Adama Barrow, citando “anomalías”. Jammeh luego apeló a la corte suprema para que se anularan los resultados y envió soldados armados para tomar el control de la comisión electoral. Jammeh solo se rindió después de que Nigeria, Senegal y Ghana desplegaran tropas en la zona.</p>
<p>Algunos observadores de la política estadounidense se están preparando para los disturbios posteriores a las elecciones de 2020. Dado que Trump obtuvo una ventaja temprana muy llamativa en algunos estados clave, debido a que se contaron primero los votos en las urnas, el conflicto puede originarse sin importar quién sea el ganador.</p>
<p>Parte del problema es la negativa de Trump a apoyar el conteo de todos los votos, algo que es antitético a la democracia. Dado que las elecciones presidenciales suelen ser asuntos emocionales y de gran importancia, la deslegitimación del proceso de escrutinio pone a Estados Unidos en riesgo de una mayor inestabilidad en las próximas semanas, y de cuestionamientos más profundos sobre la fortaleza de su democracia frente a un líder que desafía abiertamente las normas y los procesos democráticos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/149501/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Natasha Lindstaedt no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Declarar prematuramente la victoria electoral es un sello distintivo de los regímenes no democráticos.Natasha Lindstaedt, Professor, Department of Government, University of EssexLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1494572020-11-04T09:32:43Z2020-11-04T09:32:43ZDisputas y polémicas en la historia de las elecciones presidenciales de EE.UU.<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/367437/original/file-20201104-19-imhq90.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C0%2C2342%2C2395&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El senador John F. Kennedy en un acto electoral en el Estadio de Chicago cuatro días antes de las elecciones de 1960.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/SENJOHNFKENNEDY/e4994f4a9de5da11af9f0014c2589dfb/photo?Query=JFK%20AND%20shriver&mediaType=photo&sortBy=arrivaldatetime:desc&dateRange=Anytime&totalCount=31&currentItemNo=30">AP Photo</a></span></figcaption></figure><p>Independientemente del resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, parece probable que demócratas y republicanos terminen en los tribunales.</p>
<p>A pesar de <a href="https://www.efe.com/efe/espana/portada/trump-dice-haber-ganado-las-elecciones-y-clama-fraude-sin-acabar-el-recuento/10010-4385520">declararse ganador</a>, el presidente Trump ha dicho que va a impugnar los resultados de las elecciones, y ha llegado incluso a decir que está convencido de que será la Corte Suprema la que tome la decisión final. Mientras tanto, el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, tiene un equipo de abogados <a href="https://www.foxnews.com/politics/trump-biden-campaign-lawyers-ready-election-legal-battle">preparados para dar la batalla legal</a>.</p>
<p>Los cambios sin precedentes en los procedimientos de votación debido a la pandemia de coronavirus han creado oportunidades para que los candidatos sospechen de juego sucio. Los republicanos han argumentado que ampliar los plazos para recibir y contar las papeletas <a href="https://theconversation.com/elecciones-en-ee-uu-desembocara-el-voto-por-correo-en-un-fraude-masivo-148447">generará confusión y fraude</a>, mientras que los demócratas creen que los republicanos están trabajando activamente para privar de sus derechos a los votantes.</p>
<p>Si alguno de los candidatos se niega a aceptar los resultados, no sería la primera vez que la confusión y las denuncias de fraude dominan los días y semanas posteriores a las elecciones en Estados Unidos. </p>
<p>Las elecciones de 1876, 1888, 1960 y 2000 figuran entre las más disputadas de la historia de Estados Unidos. En cada caso, el candidato y el partido perdedores reaccionaron a los resultados de manera diferente.</p>
<h2>1876: un compromiso que tuvo un precio</h2>
<p>En 1876, 11 años después del final de la Guerra Civil, todos los estados confederados habían sido readmitidos en la Unión, y la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Reconstrucci%C3%B3n_(Estados_Unidos)">Reconstrucción</a> estaba en pleno apogeo. Los republicanos tenían más apoyo en las áreas unionistas del norte y las regiones afroamericanas del sur, mientras que el apoyo demócrata se concentró en torno a los estados blancos del sur y las áreas del norte que no secundaron la Guerra Civil. Ese año, los republicanos nominaron al gobernador de Ohio Rutherford B. Hayes, y los demócratas eligieron como candidato a la presidencia al gobernador de Nueva York Samuel Tilden.</p>
<p>Pero el día de las elecciones se produjeron episodios generalizados de intimidación contra los votantes republicanos afroamericanos en el sur. Tres estados sureños, Florida, Luisiana y Carolina del Sur, tenían juntas electorales dominadas por los republicanos. En esos tres estados, algunos resultados iniciales parecían indicar victorias del candidato demócrata, Tilden. </p>
<p>Pero, debido a las acusaciones generalizadas de intimidación y fraude, las juntas electorales invalidaron suficientes votos como para dar los estados –y sus votos electorales– a Hayes. Con los votos de los tres estados, Hayes obtendría una mayoría de 185-184 en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Colegio_Electoral_de_los_Estados_Unidos">Colegio Electoral</a>.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/144082/original/image-20161101-18435-1tsw7rc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/144082/original/image-20161101-18435-1tsw7rc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/144082/original/image-20161101-18435-1tsw7rc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=940&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/144082/original/image-20161101-18435-1tsw7rc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=940&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/144082/original/image-20161101-18435-1tsw7rc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=940&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/144082/original/image-20161101-18435-1tsw7rc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1181&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/144082/original/image-20161101-18435-1tsw7rc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1181&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/144082/original/image-20161101-18435-1tsw7rc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1181&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Un certificado del voto electoral de Luisiana para Rutherford B. Hayes.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://en.wikipedia.org/wiki/United_States_presidential_election,_1876#/media/File:A_certificate_for_the_electoral_vote_for_Rutherford_B._Hayes_and_William_A._Wheeler_for_the_State_of_Louisiana_dated_1876_part_6.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>De esta manera, en enero de 1877 el Congreso recibió dos recuentos distintos, con resultados opuestos, por lo que la cámara votó para crear una comisión bipartidista: 15 miembros del Congreso y magistrados de la Corte Suprema determinarían cómo asignar los votos electorales de los tres estados en disputa. Siete comisionados serían republicanos, siete demócratas y habría uno independiente, el juez David Davis de Illinois.</p>
<p>Davis, que había sido seleccionado por los demócratas de Illinois para servir en el Senado (en aquella época los senadores todavía no se elegían directamente por los votantes), renunció a la comisión. Fue reemplazado por el juez republicano Joseph Bradley, quien procedió a unirse a una mayoría republicana de 8-7 que otorgó todos los votos electorales en disputa a Hayes.</p>
<p>Los demócratas decidieron no pelear ese resultado final debido al “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Compromiso_de_1877">Compromiso de 1877</a>”. Un acuerdo que permitió que, a cambio de dar a Hayes la Casa Blanca, se finalizaran la Reconstrucción y la ocupación militar del Sur.</p>
<p>El resultado final fue un solo mandato presidencial Hayes, considerado ineficaz, mientras que se destruyó cualquier posibilidad de influencia política afromaericana en el sur. Durante el siguiente siglo, los estados del sur, libres de la supervisión del norte, implantarían leyes que discriminaron a los negros y restringirían su capacidad para votar.</p>
<h2>1888: Sobornos de cinco en cinco</h2>
<p>En 1888, el presidente demócrata Grover Cleveland de Nueva York se postuló para la reelección contra el exsenador de Indiana Benjamin Harrison.</p>
<p>En aquel entonces, las papeletas electorales se imprimían en la mayoría de los estados, eran distribuidas por los partidos políticos y la votación era pública. Se sabía que ciertos votantes (llamados “floaters”) vendían sus votos al mejor postor.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/144094/original/image-20161101-27102-1sr6ov5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/144094/original/image-20161101-27102-1sr6ov5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/144094/original/image-20161101-27102-1sr6ov5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=856&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/144094/original/image-20161101-27102-1sr6ov5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=856&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/144094/original/image-20161101-27102-1sr6ov5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=856&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/144094/original/image-20161101-27102-1sr6ov5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1076&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/144094/original/image-20161101-27102-1sr6ov5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1076&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/144094/original/image-20161101-27102-1sr6ov5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1076&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Benjamin Harrison.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://en.wikipedia.org/wiki/Benjamin_Harrison#/media/File:Pach_Brothers_-_Benjamin_Harrison.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El candidato republicano, Benjamin Harrison, había designado tesorero del comité Nacional Republicano a un abogado de Indiana, William Wade Dudley. Poco antes de las elecciones, Dudley envió una carta a los líderes locales republicanos en Indiana con los fondos prometidos e instrucciones sobre cómo repartirse a los votantes receptivos en “bloques de cinco” para recibir sobornos a cambio de votar a Harrison. Las instrucciones describían cómo cada activista republicano sería responsable de cinco de estos “floaters”.</p>
<p>Los demócratas consiguieron una copia de la carta y la publicitaron ampliamente en los días previos a las elecciones. Harrison terminó ganando Indiana por solo unos 2 000 votos. Aún así, el estado habría sido republicano, incluso sin la mayoría de los votos, ya que había ganado el Colegio Electoral. </p>
<p>De hecho, el candidato demócrata Cleveland ganó el voto popular en todo el país por casi 100 000 votos. Pero perdió su estado natal, Nueva York, por cerca del 1% de los votos, colocando a Harrison como ganador en el Colegio Electoral. Se cree que la pérdida de Cleveland en Nueva York también pudo haber estado relacionada con la compra de votos.</p>
<p>Cleveland no impugnó el resultado del Colegio Electoral y se tomó la revancha contra Harrison cuatro años después, convirtiéndose en el único presidente en cumplir mandatos no consecutivos. Mientras tanto, el escándalo de bloques de cinco llevó a la adopción en todo el país de papeletas secretas para votar.</p>
<h2>1960: ¿Funcionó la máquina Daley?</h2>
<p>Las elecciones de 1960 se disputaron entre el vicepresidente republicano Richard Nixon y el senador demócrata John F. Kennedy.</p>
<p>El voto popular fue el más ajustado del siglo XX, con Kennedy derrotando a Nixon por solo unos 100 000 votos, una diferencia de menos del 0,2 por ciento del censo.</p>
<p>Debido a esa diferencia tan justa, y a que Kennedy derrotó a Nixon por menos del 1 por ciento en cinco estados (Hawai, Illinois, Missouri, Nueva Jersey, Nuevo México), y por menos del 2 por ciento en Texas, muchos republicanos gritaron “tongo”. Se obsesionaron con dos lugares en particular: el sur de Texas y Chicago, capital de Illinois, donde la maquinaria política liderada por el alcalde demócrata Richard Daley supuestamente produjo los votos suficientes para darle a Kennedy el estado. Si Nixon hubiera ganado Texas e Illinois, habría tenido una mayoría en el Colegio Electoral.</p>
<p>Si bien los periódicos de tendencia republicana procedieron a investigar y concluir que se había producido fraude electoral en ambos estados, Nixon no impugnó los resultados. Siguiendo el ejemplo de Cleveland en 1892, Nixon se postuló nuevamente para presidente en 1968 y ganó.</p>
<h2>2000: Los votos perdidos en Florida</h2>
<p>En 2000, muchos estados todavía usaban la papeleta de tarjeta perforada, un sistema de votación creado en la década de 1960. A pesar de que estas papeletas tenían una larga historia de mal funcionamiento de las máquinas y votos perdidos, nadie se daba por enterado hasta que todos los estadounidenses se dieron cuenta de repente de que la tecnología obsoleta había creado un problema en Florida.</p>
<p>El día de las elecciones, los medios de comunicación nacionales descubrieron que una “<a href="https://nadaesgratis.es/admin/y-si-el-resultado-de-las-elecciones-lo-decide-una-papeleta-mal-disenada">papeleta mariposa</a>” (una papeleta de tarjeta perforada con un diseño que violaba la ley del estado de Florida) había confundido a miles de votantes en el condado de Palm Beach.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/143974/original/image-20161031-15779-1vc3ujx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/143974/original/image-20161031-15779-1vc3ujx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/143974/original/image-20161031-15779-1vc3ujx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=383&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/143974/original/image-20161031-15779-1vc3ujx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=383&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/143974/original/image-20161031-15779-1vc3ujx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=383&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/143974/original/image-20161031-15779-1vc3ujx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=482&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/143974/original/image-20161031-15779-1vc3ujx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=482&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/143974/original/image-20161031-15779-1vc3ujx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=482&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">La papeleta mariposa de Florida confundió a varios votantes, que terminaron votando por el candidato del Partido Reformista Pat Buchanan pensando que lo hacían por el candidato demócrata Al Gore.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Butterfly_large.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El diseño de la papeleta en cuestión hizo que algunos votantes eligieran al candidato del Partido Reformista Pat Buchanan pensando que habían votado por el candidato demócrata Al Gore. Se calcula que Pat Buchanan recibió unos 3 000 votos de electores que probablemente tenían intención de votar por Gore. </p>
<p>El caso es que Gore terminó perdiendo Florida ante Bush por 537 votos y, al perder este estado, perdió las elecciones.</p>
<p>El proceso para determinar el ganador de las elecciones presidenciales duró un mes.</p>
<p>En Florida, los lectores electrónicos de papeletas no registraron ningún voto para presidente en más de <a href="http://content.time.com/time/nation/article/0,8599,91428,00.html">60 000 papeletas</a>. Sin embargo, en muchas de las tarjetas perforadas, los pequeños trozos de papel que son expelidos cuando alguien vota con este tipo de tarjetas, conocidos como <em>chads</em>, todavía colgaban de una, dos o tres esquinas, y no fueron contabilizados. </p>
<p>Gore fue a los tribunales para que esas papeletas se contaran a mano para tratar de determinar la intención de los votantes, según lo permitido por la ley estatal. Bush apeló contra la solicitud de Gore. Si bien Gore ganó en la Corte Suprema del Estado de Florida, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó a las 10 de la noche del 12 de diciembre que el Congreso había establecido una fecha límite para que los estados eligieran electores, por lo que no hubo más tiempo para contar los votos.</p>
<p>Gore <a href="http://www.history.com/this-day-in-history/al-gore-concedes-presidential-election">aceptó los resultados</a> al día siguiente. El drama y el trauma nacional que siguió al día de las elecciones en 1876 y 2000 podrían repetirse este año. Por supuesto, dependerá de lo ajustado de los resultados y de cómo reaccionen los candidatos.</p>
<p>La mayoría de los ojos estarán puestos en Trump, quien no ha dicho si aceptará o no el resultado si pierde.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/149457/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Robert Speel no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las elecciones de 1876, 1888, 1960 y 2000 figuran entre las más polémicas de la historia de los Estados Unidos.Robert Speel, Associate Professor of Political Science, Erie campus, Penn StateLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1492982020-11-02T19:41:28Z2020-11-02T19:41:28ZEstados Unidos: Las dos caras de un país en la encrucijada<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/367075/original/file-20201102-19-1yhqzgd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4673%2C3130&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/10242020usa-debate-gave-trump-bump-crucial-1839747724">Shutterstock / StratosBril</a></span></figcaption></figure><p>Estados Unidos resulta curiosamente familiar en cualquier rincón del planeta. No es exagerado decir que cualquier persona, salvo que viva bajo una piedra, tiene ideas sobre el país, por más que nunca haya pisado suelo estadounidense. Es factible que esas ideas sean producto de un caudal de fuentes diversas: series de televisión y películas, novelas, discursos políticos, marcas de consumo, publicidad, escenas turísticas y otros retazos. </p>
<p>La descollante presencia mediática a nivel global constantemente genera percepciones, ilusiones, asombros y prejuicios. Frente a semejante telaraña de impresiones, entender a Estados Unidos requiere deshacerse del deslumbramiento de la fábrica de sueños y promesas.</p>
<p>La coyuntura actual es justamente uno de esos momentos donde el mundo, atónito, confronta el hecho que Estados Unidos no encaja en la percepción de ser una sociedad excepcional, moderna, razonable, pujante, creativa. </p>
<p>Lo que ha ocurrido en los últimos años no encaja en las concepciones habituales del país que lo miran a través de una atractiva cortina de celofán, como desentraño en mi último libro, <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-el-imperio-de-la-utopia/315124"><em>El imperio de la utopía. Mitos y realidades de la sociedad estadounidense</em></a>.</p>
<h2>Trumpismo</h2>
<p>El país que invirtió cifras astronómicas en el desarrollo y la aplicación de la ciencia durante el último siglo es el mismo país donde el presidente Donald Trump <a href="https://www.sciencemag.org/news/2020/10/trump-has-shown-little-respect-us-science-so-why-are-some-parts-thriving">llama a no creer en los científicos</a>.</p>
<p>El país de las universidades de prestigio global, que concitan respeto y atraen a estudiantes y profesores, es el mismo país donde conspiraciones descabelladas son moneda corriente, sostenidas como hechos fácticos indisputables.</p>
<p>El país admirado por su capacidad de gestión, despliegue, organización, y tecnología continúa siendo severamente afectado por la pandemia; se estima que <a href="https://coronavirus.jhu.edu/us-map">más de 230 000 personas han fallecido a causa del COVID-19</a>.</p>
<p>El país de la revolución de los derechos civiles, glorificado en libros escolares y la cinematografía, es el mismo país donde <a href="https://theconversation.com/seis-claves-para-entender-el-peor-estallido-racial-de-estados-unidos-en-50-anos-140142">el racismo blanco es legitimado desde el poder</a>, se pasea orondo por las calles con antorchas y pertrechos militares, y ejerce la violencia frente a quienes critican la violencia policial contra afroamericanos y demandan justicia.</p>
<p>El país que se jacta de ser faro de la democracia mundial es el mismo país donde los funcionarios ponen en duda el proceso electoral, obstruyen el derecho al voto con triquiñuelas legales y apoyan a dictadores, mientras que ciudadanos armados hasta los dientes planean <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54458903">golpes de estado para deponer a gobernadores</a>.</p>
<p>Esta es una muestra de las profundas contradicciones de una sociedad enamorada de sus propios mitos y reacia a reconocer sus lados oscuros. Una sociedad convencida de albergar solamente ángeles y remisa a reconocer sus malditos diablos.</p>
<p>Nunca hubo un Estados Unidos único, finamente trazado e imaginado, sino un país sumergido en constantes batallas sobre su propia identidad.</p>
<p>Se puede argumentar con justa razón que cualquier país siempre fue terreno histórico de disputas entre tendencias opuestas. Sin embargo, hay diferencias notables en el caso de la sociedad norteamericana.</p>
<h2>Escaparate global</h2>
<p>Debido a su dominante posición global, las disputas internas en Estados Unidos han estado en el gran escaparate mundial. Asimismo, es una sociedad con una increíble capacidad de crear y alimentar mitos, de creerse predestinada a ser la concreción de las mejores aspiraciones humanas. Un país autoproclamado como expresión de la buena madera de la humanidad, la tolerancia, la compasión, la democracia, la imaginación, el multiculturalismo, y la superación frente a la adversidad. Tales remilletes de buenos deseos apenas han disimulado el cocktail tóxico de deshumanización, violencia, y arrogancia que históricamente tornó el afamado “sueño americano” en pesadilla.</p>
<p>Hoy en día, perdura la convicción entre la gente bienpensante de que el momento actual de caos y confusión, irracionalidad e intolerancia, es una luz fugaz de un país que sigue estando en la senda correcta de la historia. Que el Trumpistán, con su racismo a cara descubierta, nacionalismo de baja estofa, noviazgo con el autoritarismo y victimización de los más débiles, es un fenómeno pasajero. Que es un desvío de la marcha redoblada hacia un luminoso arcoíris. Que lo que viene será el renacimiento de la verdadera alma, caritativa y unificadora.</p>
<p>Este es el sueño americano. Es insistir con los mitos más que con la complejidad del saldo histórico. Es preferir interpretaciones desprendidas de la enorme evidencia en vez de entender su propia historia con claroscuros y desgarros.</p>
<p>Ver el trumpismo como una excepción en un recorrido virtuoso de libertad y democracia es ignorar la historia y el presente. No es un simple tropezón en una maratón virtuosa. Tampoco es solamente el fenómeno de un hombre de negocios que, fracasado y desesperado, se transformó en un hábil demagogo.</p>
<p>El trumpismo representa la culminación de tendencias articuladas en un culto a la personalidad que hacen trizas el bello espejo. Es la consagración de la bruta reacción frente a los avances de los derechos humanos del último medio siglo. Es el retorno con furia del país blanco frente al país pluricultural. Es la legitimación de la exclusión social, educativa, acceso a salud, economía y política, en una sociedad profundamente desigual.</p>
<p>Más allá de quién triunfe en estas elecciones, sería errado pensar que estas dinámicas dejarán de existir o puedan ser fácilmente barridas bajo la alfombra de los mitos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/149298/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Silvio Waisbord no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Entender a Estados Unidos requiere deshacerse del deslumbramiento de la fábrica de sueños y promesas que muestra un país excepcional, moderno, razonable, pujante, creativo. Es eso, pero también lo contrario.Silvio Waisbord, Director and Professor School of Media and Public Affairs, George Washington UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1484472020-10-28T19:55:23Z2020-10-28T19:55:23ZElecciones en EE UU: ¿Desembocará el voto por correo en un ‘fraude masivo’?<p>El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo ha repetido una y otra vez: permitir el voto por correo alentaría el fraude y beneficiaría al candidato demócrata, Joe Biden.</p>
<p>Lo que parece claro es que, si hay un incremento en el número de papeletas enviadas por correo como consecuencia de la crisis de la COVID-19, esto planteará problemas logísticos y hará que el proceso de recuento de votos sea largo y complejo. En esta tesitura, a lo que habría que temer no sería al fraude, sino al retraso en el anuncio de los resultados. Y esto, a su vez, podría llevar a que el actual presidente tratara de sacar provecho de la situación política que se pudiera generar.</p>
<p>Así, las cuestiones que se plantean son dos: cómo funciona realmente el sistema de voto por correo en Estados Unidos y qué dificultades podrían surgir durante las elecciones del 3 de noviembre.</p>
<h2>Normas electorales</h2>
<p>Más allá de los problemas que puedan surgir a la hora de llevar las papeletas a las <a href="https://theconversation.com/pourquoi-la-poste-americaine-est-elle-devenue-un-enjeu-de-la-presidentielle-144918">oficinas de correos</a>, el mayor problema (y lo que más puede complicar las elecciones) será procesar dichas papeletas. Mientras que hay algunos estados (<a href="https://ballotpedia.org/All-mail_voting">concretamente Colorado, Hawai, Oregón y Utah, a los que hay que sumar Washington DC</a>) que tienen una larga experiencia en gestionar el voto por correo, la crisis del coronavirus hará que la mayoría de los estados tengan que situarlo por primera vez como una de sus prioridades. Sin embargo, según el <a href="https://bipartisanpolicy.org/">Bipartisan Policy Center (BPC)</a>, algunos estados no han tomado las medidas adecuadas para afrontar un aumento de la demanda del voto por correo, como por ejemplo contratar suficiente personal electoral.</p>
<p>Cada estado dispone de sus propias leyes electorales, lo que incluye las relativas al recuento del voto por correo. Sin embargo, el requisito clave del sistema es la validación de la firma. En Estados Unidos no existe un documento nacional de identidad, y según un reciente estudio del <a href="https://www.brennancenter.org/">Brennan Center for Justice</a> de Nueva York, en torno al 11 % de los ciudadanos del país (más de 21 millones de personas) carecen de cualquier tipo de documentación con foto emitida por las autoridades, como por ejemplo un carnet de conducir.</p>
<h2>El rompecabezas de verificar la firma del votante</h2>
<p>Cuando se trata de verificar papeletas enviadas por correo, el primer paso es analizar la firma que está en el sobre. El objetivo es comprobar que dicha firma, que corresponde al votante, coincide con la que hay guardada de él de cuando se registró para votar. En algunos estados, estas bases de datos no han sido actualizadas y por tanto dicha firma guardada podría no corresponder con la actual del votante, que podría haber variado con el tiempo. Además, en ciertos estados se puede llegar a requerir otras medidas adicionales, como la firma de un testigo o incluso la de un notario.</p>
<p>Según el BPC, solo hay 20 estados que le notifican a los votantes si ha habido algún problema con el sobre de la papeleta (como que falte la firma o que esta no coincida con la guardada) y que posteriormente permitan subsanar cualquier problema relativo a la firma enviando un formulario al comité electoral de su condado (un proceso denominado <em>curing</em>).</p>
<p>En todo caso, la tasa de rechazo de papeletas por correo parece bajo. Según la <a href="https://www.eac.gov/documents/2017/10/17/eavs-deep-dive-early-absentee-and-mail-voting-data-statutory-overview">Comisión de Asistencia Electoral de Estados Unidos</a>, es inferior al 1 %. Sin embargo, un análisis del <a href="https://www.washingtonpost.com/politics/2020/05/21/heres-problem-with-mail-in-ballots-they-might-not-be-counted/"><em>Washington Post</em></a> sobre el voto en el estado de Georgia durante las elecciones legislativas de 2018 mostró que este porcentaje podía ascender al 3 %. Por su parte, el BPC situó este porcentaje en el 9,6 % en las elecciones primarias de Nueva Jersey de mayo de 2020.</p>
<p>Pero por pequeño que sea el porcentaje, éste afecta mayoritariamente a las minorías y a las personas que votan por primera vez, que en ambos casos suelen apoyar a los candidatos demócratas. En este sentido, es importante recordar que en las elecciones de 2016 Trump ganó en tres estados (Pennsylvania, Wisconsin y Michigan) <a href="https://www.washingtonpost.com/news/the-fix/wp/2016/12/01/donald-trump-will-be-president-thanks-to-80000-people-in-three-states/">por menos de 80.000 votos</a>.</p>
<p>El segundo paso del proceso viene cuando se sacan las papeletas de los sobres, se ordenan y se agrupan, en ocasiones usando un escáner. Estas máquinas de “alta velocidad de tabulación” consiguen que el recuento se haga más rápido, pero aún así el proceso tiene una parte manual que sigue consumiendo mucho tiempo. Para asegurarse de que el recuento se hará en plazo, algunos estados (Arizona, Colorado, Florida, Georgia, Iowa, Minnesota, Nevada, Carolina del Norte, Ohio y Texas) permitirán que estas papeletas se <a href="https://www.eac.gov/documents/2017/10/17/eavs-deep-dive-early-absentee-and-mail-voting-data-statutory-overview">cuenten antes del día de las elecciones</a>. Pero otros 15 estados, entre los que se cuentan Michigan, Wisconsin y Pennsylvania, tendrán que esperar al 3 de noviembre para empezar a contarlas. En cualquier caso, el recuento total de voto debe estar hecho para el 14 de diciembre, fecha en que se nombrará al futuro presidente.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/357518/original/file-20200910-15-131wjbf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/357518/original/file-20200910-15-131wjbf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=432&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/357518/original/file-20200910-15-131wjbf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=432&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/357518/original/file-20200910-15-131wjbf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=432&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/357518/original/file-20200910-15-131wjbf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=543&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/357518/original/file-20200910-15-131wjbf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=543&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/357518/original/file-20200910-15-131wjbf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=543&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Un <em>tweet</em> de Donald Trump sobre el voto por correo.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Al contrario de lo que afirma Trump, el riesgo no está en el fraude, sino en cuestiones logísticas y en otras relativas a las leyes estatales aplicables. Además, para que el fraude pudiera tener un verdadero impacto en las elecciones tendría que ser masivo y estar organizado, lo que lo haría plenamente visible.</p>
<p>Para tranquilizar a los votantes, algunos estados como Carolina del Norte han implantado un <a href="https://www.newsobserver.com/news/politics-government/election/article245494895.html">sistema de rastreo</a> que permite consultar el estado de tu papeleta, como quien consulta la localización de un envío por correo. Y para evitar el riesgo de que alguien vote dos veces, algunos estados permitirán que se tenga en cuenta un voto provisional mientras se decide si el voto por correo enviado es o no válido. El llamamiento del presidente a sus seguidores a que voten dos veces para <a href="https://www.nytimes.com/2020/09/03/us/politics/people-voting-twice-trump.html">probar la fiabilidad de este sistema</a> no es sino un intento de embarrar la situación.</p>
<h2>El suspense y la tensión que seguirán al día de las elecciones</h2>
<p>Por todo ello es posible, o incluso probable, que no tengamos resultados definitivos ni en la noche electoral ni en la mañana del 4 de noviembre. Pero podemos dar por hecho que sí habrá resultados no oficiales esa noche. </p>
<p>Los resultados provisionales suelen basarse en los resultados dados por los distritos electorales, y es muy probable que sean mucho menos fiables que en elecciones anteriores. Es el escenario más probable en la medida en que, según el BPC, entre <a href="https://bipartisanpolicy.org/report/accessing-the-vote-during-a-pandemic/">el 50 % y el 70 % de dicho voto</a> podría ser por correo. La mayoría de estas papeletas respaldarían al candidato demócrata, especialmente en los estados clave. Según <a href="https://www.foxnews.com/politics/democrats-dominate-mail-in-ballot-requests-swing-states"><em>Fox News</em></a>, en un estado tan decisivo como Florida, el 47,5 % del voto por correo irá a los demócratas y solo el 32 % a los republicanos. En Pennsylvania y Carolina del Norte los demócratas conseguirían el triple de voto por correo que los republicanos. Solo Michigan supondría una excepción en este sentido, ya que allí la mayoría de su voto por correo iría a los republicanos.</p>
<p>Si estos números se mantienen, es probable que los primeros resultados arrojen unas cifras de apoyo a los demócratas inferiores a las reales. Y en ausencia de un resultado claro en la noche electoral, Trump podría intentar proclamarse vencedor y tachar como fraudulentos los votos pendientes de recuento, que en su caso le darían la victoria a Biden.</p>
<p>El pasado mes de junio, el <a href="https://www.washingtonpost.com/outlook/2020/09/03/trump-stay-in-office/?arc404=true"><em>Transition Integrity Project</em></a>, un grupo de académicos, periodistas, analistas políticos y antiguos gestores públicos simularon una serie de escenarios. Su conclusión fue que solo una victoria arrolladora de Biden permitiría un traspaso de poder relativamente ordenado. El resto de los escenarios implicaban crisis políticas graves e incluso posibles estallidos violentos en las calles. Así, mientras Trump señala al voto por correo como una potencial fuente de fraude, Biden y los dirigentes demócratas de todos los escalones de la administración (nacional, estatal y a nivel de los condados) hacen todo lo que está en su mano para asegurarse de que cada voto por correo cuente.</p>
<hr>
<p>Este artículo pertenece a una serie apoyada por <a href="https://craignewmarkphilanthropies.org/about-us/">Craig Newmark Philanthropies</a>, que promueve el periodismo solvente.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/148447/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jérôme Viala-Gaudefroy no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El tema central de este proceso electoral no es el fraude, como insiste en decir el presidente Donald Trump, sino las cuestiones logísticas y los medios puestos en marcha por cada Estado.Jérôme Viala-Gaudefroy, Assistant lecturer, CY Cergy Paris UniversitéLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1485932020-10-27T20:00:22Z2020-10-27T20:00:22ZPor qué estas son las elecciones más raras de la historia en Estados Unidos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/365370/original/file-20201025-16-4iqttg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C233%2C1497%2C763&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El presidente de Estados Unidos Donald J. Trump desembarca del Air Force One en el aeropuerto internacional de Charlotte Douglas en Charlotte, N.C., el miércoles 21 de octubre de 2020.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/whitehouse/50515852058/in/photostream/">Flikr / Official White House Photo / Joyce N. Boghosian</a></span></figcaption></figure><p>Donald J. Trump, el presidente <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Presidentes_de_los_Estados_Unidos">número 45</a> de los Estados Unidos, es un fenómeno en sí mismo. No cabe duda de que su legado intelectual será enorme, ya que sus decisiones y comportamientos han afectado a <a href="https://theconversation.com/el-legado-intelectual-del-trumpismo-140876%22%22">las bases del sistema político y el modo mismo de interpretar las elecciones</a>. <a href="http://www.catedraa.com.ar/blog/cuando-gobernar-es-comunicar/">Otros líderes políticos</a> siguen su estela e imitan su estilo que persigue el referendo completo de su actividad en una lógica binaria: conmigo o enemigo de la patria. Menudo peligro. </p>
<p>Ahora que finaliza su mandato, y ante el <a href="https://www.usa.gov/espanol/proceso-electoral">proceso electoral del 3 de noviembre</a>, es el momento para pensar por qué estas elecciones de 2020 están entre las más raras de la historia política de Estados Unidos. </p>
<p>Encuentro cuatro rasgos que explican la complejidad del fenómeno Trump.</p>
<h2>In dubio, pro dubio</h2>
<p>El mero hecho de plantearnos si el presidente Trump se infectó de COVID-19 es un indicativo del estado de la opinión pública. Tenemos algunas dudas razonables, porque tanto Boris Johnson como Jair Bolsonaro estuvieron fuera de la escena pública durante tres o cuatro semanas, mientras que Trump ha vuelto a la actividad al cabo de 72 horas. </p>
<p>Pero hay más: se arrojan dudas sobre la validez o la fiabilidad del voto por correo. Se hace un guiño a los “proud boys” para que estén atentos a cualquier irregularidad. Se fantasea con QAnon y los delirios de conspiración global. Se identifican archi-enemigos (Rusia, China, Irán) sin aportar datos sobre su injerencia. </p>
<p>Este estado mental de duda corroe el carácter y erosiona el sistema de libertades. La pandemia, ahora social, se manifiesta en la pérdida de reputación de instituciones clave en democracia, tales como las universidades, los medios de comunicación o los parlamentos.</p>
<h2>¿Elegimos ya presidente para 2024?</h2>
<p>Los candidatos tienen 74 y 77 años. No es poca broma para un puesto sometido a tanto estrés. De hecho, uno de cada tres presidentes entre 1841 y 1975 murió o dimitió y el cargo recayó en la vicepresidencia. Por eso, por primera vez, los vicepresidentes ejercen un papel tan importante en el <em>ticket</em> presidencial y en las encuestas. </p>
<p>Mike Pence garantiza la continuidad del trumpismo, mientras que Kamala Harris es una voz nueva en Washington que podría ser la primera mujer presidenta. Su capacidad de movilización del electorado demócrata será fundamental en los estados en disputa. Sin embargo, en el debate televisado del 7 de octubre, Harris no deslumbró. Si lo consigue en estas dos semanas escasas, tendremos <em>ticket</em> para 8 o 12 años, lo que ya es una apuesta arriesgada ante el acortamiento de los ciclos políticos.</p>
<h2>La superbowl de la comunicación política</h2>
<p>Cada campaña presidencial ofrece nuevas posibilidades de comunicación, participación e innovación. Este año hemos aprendido que las convenciones políticas pueden desarrollarse en horas de producción audiovisual a lo largo del territorio estadounidense y su posterior emisión por televisión con más de 25 millones de espectadores cada noche. </p>
<p>En el lado republicano, Trump ha doblado la apuesta con el uso de la Casa Blanca y otras instalaciones del gobierno con fines electorales. El <a href="https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1313267143232942081?s=20">vídeo</a> de la llegada de Trump en helicóptero tras su ingreso por COVID supera la ficción más ochentera de presidentes convertidos en héroes accidentales. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1313267143232942081"}"></div></p>
<p>El control de la agenda mediática que consigue con su cuenta de Twitter merece una revisión profunda del tipo de periodismo que tenemos en la actualidad. </p>
<p>En el lado demócrata, interesan los efectos de la desmovilización. Sin una gran convención, como la prevista para julio en Milwaukee, el verano ha sido irrelevante. Esos meses de actividad, reclutamiento y ánimos pueden lastrar el resultado en los estados decisivos. Porque, en este juego del hiperliderazgo, Trump gana sin sorpresa con alrededor del 40% de sentimiento positivo entre sus votantes. Estos no van a dudar a quién votar. ¿Y los fieles demócratas?</p>
<h2>El presidente meme</h2>
<p>Obama fue el primer presidente que comprendió la dinámica y el alcance de las redes sociales para movilizar su electorado. Trump ha dado un paso más con el manejo personal de las cuentas y la desinstitucionalización de la comunicación presidencial. Uno debe seguirle a <a href="https://twitter.com/realDonaldTrump">él</a> y no a <a href="https://twitter.com/WhiteHouse">@WhiteHouse</a> para conocer nombramientos, ceses o bien hostilidades. </p>
<p>El carisma lo es todo y actúa como una estrella pop para la audiencia global, como bien <a href="http://www.catedraa.com.ar/blog/cuando-gobernar-es-comunicar/">explica Adriana Amado</a>. </p>
<p>El manejo de memes y emojis da carta de naturaleza a un lenguaje deliberadamente antiprofesional o denigrante. Así se explican sus ataques a la ciencia, el periodismo, los diplomáticos o cualquier que asemeje ser miembro del <em>establishment</em>. Los votantes adoran esta actitud que les confiere el rango de fans y no solo electores. El complot emocional con el presidente es la estrategia fundamental en el tramo final de la campaña.</p>
<p>El aviso a navegantes europeos es claro: estas rarezas de las elecciones estadounidenses acaban llegando a nuestros procesos electorales. La polarización, la provocación y la protesta resonarán en el ciclo electoral europeo que se abre en 2021. <em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Caveat_emptor">Caveat emptor!</a></em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/148593/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Luis Manfredi no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El autor explica los rasgos que convierten a Donald Trump en el presidente más singular de la historia de los Estados Unidos.Juan Luis Manfredi, Profesor titular de Periodismo, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1474192020-10-04T09:14:10Z2020-10-04T09:14:10Z¿Cómo puede afectar el contagio por COVID-19 a las posibilidades de reelección de Trump?<p>A solo un mes de las elecciones presidenciales estadounidenses del 3 de noviembre, contraer el virus podría tener consecuencias políticas positivas o negativas para <a href="https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1311892190680014849">Donald Trump</a>. Por supuesto, todo dependerá de la gravedad de la enfermedad del presidente estaounidense. Pero no debemos descartarlo, ni pensar que Biden ya es Presidente.</p>
<p>Estos son los efectos de la COVID-19 que podrían condicionar los comicios para Trump.</p>
<h2>Efectos negativos</h2>
<ol>
<li><p>Los días de aislamiento de Trump dejarán en suspenso su intensa actividad de campaña. Trump tiene más capacidad que Joe Biden para activar a las masas. Esta ventaja ahora se ha evaporado.</p></li>
<li><p>Trump es un hombre enfermo. Hacer campaña exige tener una buena salud. Cualquier ventaja física derivada de ser el más joven (74 años frente a los 77 de Biden) o estar en mejor forma de los dos candidatos ha desaparecido.</p></li>
<li><p>Dado que a menudo ha menospreciado la virulencia de la COVID-19, el presidente se enfrenta a la humillación pública de ser una víctima de esta enfermedad. Trump no maneja bien la humillación: el relato de su infancia, contado por su sobrina <a href="https://www.nytimes.com/es/2020/07/09/espanol/mundo/libro-mary-trump-sobrina.html">Mary L. Trump</a>, está repleto de ejemplos de cómo el joven Donald no podía soportar la humillación.</p></li>
<li><p>Trump ha confeccionado una imagen de hombre fuerte durante décadas. Si las cosas no salen bien, se verá cada vez más como un hombre de 74 años. Si su experiencia es como la de Boris Johnson, Trump bien podría estar fuera de acción durante semanas con el consiguiente desafío psicológico de la recuperación que pesa sobre él. El primer ministro británico, según han observado varios íntimos, aún se encuentra en periodo de recuperación, afectado cognitiva y emocionalmente por su lucha personal con la COVID-19.</p></li>
</ol>
<h2>Efectos positivos</h2>
<ol>
<li><p>Debido al virus, Joe Biden ya era cauteloso ante las campañas cara a cara. La enfermedad de su oponente algo más joven podría mantener a Biden más atado a su despacho y menos dispuesto a salir el campo de batalla.</p></li>
<li><p>Trump no es el primer líder en contraer el virus. Mientras que Boris Johnson estuvo muy enfermo, los efectos del virus en Jair Bolsonaro, el presidente brasileño, fueron relativamente leves. Bolsonaro pudo afirmar, por experiencia propia, que pocas personas que contraen el virus mueren realmente por él. Este ha sido el estribillo básico de Trump durante el transcurso de la pandemia. Detectar y recuperarse del virus podría demostrar que tenía razón desde el principio. Los confinamientos, podría insistir Trump, fueron una reacción exagerada a una enfermedad contagiosa pero no virulenta.</p></li>
<li><p>La historia nos dice que los candidatos presidenciales enfermos a menudo ganan las siguientes elecciones (<a href="https://www.nationalgeographic.es/video/tv/reagan-intento-de-asesinato">Ronald Reagan casi muere</a> en un atentado en 1981 pero ganó de calle en 1984) o que lo hace su partido. Después de que Warren G. Harding muriera en el cargo en 1923, su partido, el republicano, permaneció en la Casa Blanca durante otros diez años.</p></li>
<li><p>De hecho, los presidentes asesinados tienden a garantizar que su partido retenga la Casa Blanca en las siguientes elecciones: el asesinato de Lincoln en 1865 motivó que Ulysses S. Grant ganara en 1868. El asesinato de William McKinley en 1901 puso a su vicepresidente, Theodore Roosevelt, en el cargo durante ocho años. El asesinato de John Kennedy en 1963 llevó a Lyndon Johnson a ganar de manera aplastante el año siguiente. Morir no es, por supuesto, el plan de Trump, pero la enfermedad y la muerte no tienen por qué significar que el Partido Republicano pierda la Casa Blanca.</p></li>
<li><p>El presidente más grande de la historia de Estados Unidos medido por victorias (1932, 1936, 1940 y 1944), Franklin Roosevelt, también fue el más afectado por la mala salud. Víctima de la polio, pasó toda su presidencia en silla de ruedas. No se trata de que la COVID-19 vaya a convertir a Trump en Roosevelt, sino de observar hasta qué punto la enfermedad puede empoderar a un presidente.</p></li>
<li><p>La enfermedad de Trump podría tener un efecto positivo en el tono del discurso político. Biden no querrá que se le vea demonizando a un oponente enfermo. Es casi seguro que los cara a cara presidenciales se cancelarán, lo que probablemente se traduzca en un debate nacional más civilizado.</p></li>
</ol>
<p>De nuevo, solo podremos comenzar a estimar adecuadamente las ramificaciones políticas del diagnóstico de COVID-19 de Trump cuando conozcamos su pronóstico. Es otro elemento de incertidumbre en este año electoral tan extraño e inseguro.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/147419/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Timothy J. Lynch no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La enfermedad del presidente estadounidense añade otro elemento de incertidumbre a este año electoral tan extraño.Timothy J. Lynch, Associate Professor in American Politics, The University of MelbourneLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1397472020-06-01T17:54:33Z2020-06-01T17:54:33ZExpediente Trump: Minneapolis arde y su presidencia se hunde en una profunda crisis, y aun así podría ser reelegido<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/338917/original/file-20200601-95036-1aqiss6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C4%2C2995%2C1989&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">Sipa USA Minneapolis Star Tribune/TNS/Sip</span></span></figcaption></figure><p>La violencia se desencadenó en <a href="https://www.thestar.com.my/news/world/2020/05/30/protests-flare-around-the-united-states-over-minneapolis-killing">numerosas ciudades a lo largo y ancho de Estados Unidos</a> tras la muerte de un hombre negro, George Floyd, al que se pudo ver en un vídeo tratando desesperadamente de respirar mientras un policía blanco, Derek Chauvin, le clavaba la rodilla en el cuello contra el suelo. Estos disturbios suponen un enorme reto tanto para el presidente Donald Trump, como para el exvicepresidente Joe Biden, que están a punto de empezar sus respectivas campañas para las elecciones del 3 de noviembre.</p>
<p>Por si el coronavirus no hubiera supuesto una dificultad lo bastante grande para el discurso de los derechos civiles en Estados Unidos, este último estallido, motivado por las políticas raciales que se aplican en el país, hace que la próxima campaña presidencial pueda ser potencialmente una de las más explosivas de la historia.</p>
<p>El COVID-19 y Minneapolis bien pueden convertirse en los ejes de la próxima campaña. Los detractores de Trump han arremetido contra su gestión en ambos asuntos, y se preguntan si tiene capacidad para dirigir eficazmente al país en tiempos de crisis.</p>
<p>Y aún así, quizá nada de esto le perjudique en su carrera a la reelección.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1266527243699970049"}"></div></p>
<h2>¿Una presidencia en crisis?</h2>
<p>Como líder actualmente al mando, no hay duda de que en este momento es Trump el que se enfrenta a los retos más inmediatos. Desde los tiempos de Franklin Roosevelt y de la Segunda Guerra Mundial ningún otro presidente de Estados Unidos había tenido que gestionar la muerte de tantos ciudadanos por una única causa.</p>
<p>Las potencias del Eje y la COVID-19 no son comparables, pero las presidencias se miden por su capacidad de enfrentarse a este tipo de enemigos. Ahora que <a href="https://www.smh.com.au/world/north-america/america-at-boiling-point-how-one-death-rocked-a-nation-numbed-by-100-000-20200529-p54xpw.html">la pandemia ya ha provocado más de 100.000 muertes</a> en Estados Unidos, el futuro político de Trump estará inevitablemente unido al de su propia imagen pública, que aunque muy oscilante, todavía cotiza al alza.</p>
<p>Y lo que es peor: las protestas de Minneapolis están mostrando que el tejido social del país, ya de por sí muy precario, se está desgarrando por las consecuencias de los confinamientos provocados por el COVID-19.</p>
<p>Los estadounidenses no se han unido para combatir el virus. En lugar de ello, han permitido que la catástrofe sanitaria intensifique las divisiones raciales, económicas, regionales e ideológicas.</p>
<p>Trump, por supuesto, a menudo ha tratado de sacar provecho de esas divisiones. Pero la magnitud y gravedad de estas dos crisis que ahora ha de afrontar le pondrán en grandes dificultades. Desde muchos puntos de vista, la suya es una presidencia en crisis. </p>
<p>Pero aún así…</p>
<p>…Trump, que como candidato resulta feroz, encontrará el modo de usar estas dos tragedias en su propio beneficio y (lo que es más importante) para complicarle las cosas a su rival.</p>
<p>Para los poco enterados, Trump no creó el coronavirus. Y <a href="https://www.abc.net.au/news/2020-05-21/trump-accuses-china-of-coronavirus-mass-killing/12270140">seguirá insistiendo</a> en que quien lo hizo fue su gran adversario geoestratégico, el Partido Comunista chino.</p>
<p>Además, su presidencia no es la primera en quedar marcada por los disturbios en numerosas ciudades del país.</p>
<p>Antes de Minneapolis, también se produjeron protestas en <a href="https://www.history.com/topics/1960s/1967-detroit-riots">Detroit</a> (1967), <a href="https://www.britannica.com/event/Los-Angeles-Riots-of-1992">Los Ángeles</a> (1992) y la localidad de <a href="https://www.usatoday.com/story/news/nation/2019/08/08/ferguson-missouri-riots-5-years-since-shooting-race-tensions-worse/1952853001/">Ferguson, en Missouri</a> (2014). En todos estos lugares se vieron imágenes de violentos disturbios motivados por cuestiones raciales que, como entonces, siguen sin estar resueltas.</p>
<p>A ello hay que añadir que en el siglo XIX unos <a href="https://www.nytimes.com/2012/04/03/science/civil-war-toll-up-by-20-percent-in-new-estimate.html">750 000 estadounidenses murieron en una guerra civil</a> que tuvo entre sus motivaciones fundamentales la cuestión de si la esclavitud de los afroamericanos era <a href="https://www.theatlantic.com/politics/archive/2015/09/how-the-constitution-was-indeed-pro-slavery/406288/">constitucional</a>.</p>
<p>Puede que Trump no haya reducido las tensiones raciales en Estados Unidos durante su presidencia, pero, como en el caso del coronavirus, se trata de un problema que tampoco creó él.</p>
<h2>Lo que Trump puede hacer para culpar a los demócratas por Minneapolis</h2>
<p>Afortunadamente para Trump, Minneapolis es una ciudad mayoritariamente demócrata en un estado que suele apoyar a este mismo partido. De este modo, centrará su campaña en destacar el fracaso de los líderes demócratas locales a la hora de dar respuesta a las necesidades de los votantes negros.</p>
<p>Trump sostendrá que décadas de políticas demócratas en Minnesota (en donde se incluyen los ocho años de la Administración Obama) han convertido a Minneapolis en <a href="https://www.washingtonpost.com/business/2020/05/30/minneapolis-racial-inequality/">una de las ciudades con mayores diferencias raciales</a> del país. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1266737385120960515"}"></div></p>
<p>En 2016 <a href="https://www.youtube.com/watch?v=t-jasg-_E5M">Trump le hizo a los afroamericanos su famosa pregunta</a> de si los líderes demócratas habían hecho alguna vez algo por mejorar sus vidas.</p>
<blockquote>
<p>¿Qué pierdes por probar algo nuevo, algo como Trump?</p>
</blockquote>
<p>El presidente repetirá este mantra durante los próximos meses.</p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/t-jasg-_E5M?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
</figure>
<p>Sin duda también le ayudará el hecho de que el apoyo de los votantes republicanos nunca ha flaqueado, por más excéntrico que fuera su comportamiento.</p>
<p>Desde que empezó la crisis del coronavirus ha mantenido una <a href="https://projects.fivethirtyeight.com/coronavirus-polls/">tasa de aprobación constante del 80 %</a> entre los votantes de este partido. Esto, a su vez, ha contribuido a mantener su tasa de aprobación estable de <a href="https://projects.fivethirtyeight.com/coronavirus-polls/">entre un 40 % y un 50 %</a> entre el conjunto del electorado, que se ha mantenido conforme la crisis se iba agudizando.</p>
<p>No son números catastróficos. Sí, es cierto que el liderazgo de Trump ha contribuido a empeorar una serie de problemas. Pero si las encuestas no se equivocan, hasta ahora ha evitado el tipo de catástrofes que realmente podrían poner en riesgo su reelección. </p>
<h2>Por qué este momento es peligroso para Biden</h2>
<p>Biden debería ser capaz de convencer a los estadounidenses de que él es el líder más eficaz para un momento como este. </p>
<p>Pero se trata de algo que aún no se ha reflejado en las encuestas, que de cara a las elecciones continúan dándole a los demócratas <a href="https://projects.fivethirtyeight.com/polls/president-general/">sólo una ligera ventaja</a> frente a Trump.</p>
<p>El otro problema es que el Partido Demócrata sigue sin ser capaz de dar un mensaje unitario, y hasta ahora Biden no ha demostrado ser capaz de solucionar esta cuestión. </p>
<p>Además, tradicionalmente las campañas electorales han sido una <a href="https://www.history.com/topics/us-politics/democratic-party">fuente de divisiones</a> en el partido de Biden. Los demócratas de los estados del sur, por ejemplo, <a href="https://www.bbc.co.uk/bitesize/guides/znycnrd/revision/4">tuvieron un papel clave</a> en el establecimiento de la esclavitud en el siglo XIX, y también en las políticas de segregación que la siguieron en el siglo XX.</p>
<p>A partir de la década de los 60 el Partido Demócrata se perfiló como el destino natural del voto de los afroamericanos al tiempo que <a href="https://www.history.com/news/how-the-party-of-lincoln-won-over-the-once-democratic-south">los republicanos buscaron el voto</a> de los blancos sureños desencantados. Los demócratas tuvieron un enorme éxito en esta estrategia, ya que <a href="https://press.princeton.edu/ideas/why-are-blacks-democrats">elección presidencial tras elección presidencial han ido cosechando entre el 85 % y el 90% del voto negro</a>.</p>
<p>Ahora el reto de Biden consiste en lograr mantener la lealtad del voto afroamericano y evitar cargar con la responsabilidad de los fracasos socioeconómicos que han provocado las políticas demócratas en ciudades como Minneapolis.</p>
<p>Él también es un blanco de un estado del norte (Delaware), y entre 1964 y 2008 <a href="https://fivethirtyeight.com/features/what-makes-southern-democrats-unique/">solo tres demócratas han sido elegidos presidente</a>; todos ellos provenían de estados sureños.</p>
<p>Para contrarrestar esta tendencia, Biden ha tenido que hacer hincapié en las políticas raciales para distinguirse tanto de su rival en las primarias demócratas (<a href="https://www.theatlantic.com/politics/archive/2020/03/bernie-sanders-black-voters/607789/">un Bernie Sanders que intentó hacer bandera de las aspiraciones de los afroamericanos</a>) como de los republicanos. Y esto, en ocasiones, le ha llevado a generar polémica.</p>
<p>En 2012 <a href="https://www.youtube.com/watch?v=vYtEuuhFRPA">le advirtió a los afroamericanos</a> de que el entonces candidato republicano, Mitt Romney, “les volvería a poner las cadenas”. Y hace solo una semana <a href="https://www.washingtonpost.com/politics/2020/05/28/heres-why-black-americans-were-mad-bidens-comment-even-if-theyd-say-same-thing-themselves/">enfadó a los votantes negros</a> cuando sugirió que aquellos que votaran a Trump en las elecciones “<a href="https://www.abc.net.au/news/2020-05-23/joe-biden-apologises-for-aint-black-comment/12279428">no son negros</a>”. </p>
<p>Biden es mucho más hábil que Trump tratando temas raciales y debería ser capaz de usar esta crisis para presentarse a sí mismo como un “pacificador en jefe” mucho más creíble. Sin embargo, en cierto sentido se ha mostrado patoso y burlón en este sentido al mostrarse condescendiente en temas raciales.</p>
<p>El escenario que abren la COVID-19 y los disturbios de Minneapolis podrían hacer que su campaña siguiera sin tener una dirección clara.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/338695/original/file-20200531-78880-cqahmg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/338695/original/file-20200531-78880-cqahmg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/338695/original/file-20200531-78880-cqahmg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/338695/original/file-20200531-78880-cqahmg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/338695/original/file-20200531-78880-cqahmg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/338695/original/file-20200531-78880-cqahmg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/338695/original/file-20200531-78880-cqahmg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Las protestas por la muerte de George Floyd se extendieron rápidamente por todo el país.</span>
<span class="attribution"><span class="source">ETIENNE LAURENT/EPA</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Hay motivos para la esperanza</h2>
<p>Estados Unidos afronta los meses finales de la campaña de 2020 en una situación de desesperanza y abandono. Tiene que elegir entre continuar con el líder ventajista en el poder u optar por un aspirante que no termina de enterarse de las cosas.</p>
<p>Pero Estados Unidos ya afrontó retos muy complejos en el pasado y salió fortalecido. Ni la guerra civil en el siglo XIX ni la epidemia de gripe española en el siglo XX lograron detener la extraordinaria pujanza del país que siguió a ambas catástrofes. </p>
<p>Además, la Constitución continúa intacta y el federalismo está experimentando una suerte de <a href="https://www.nationalreview.com/magazine/2020/05/04/covid-federalism/">renacimiento</a> desde el inicio de la pandemia. Por otro lado, viene una generación de líderes nacionales más jóvenes y de orígenes más diversos que se han forjado en el fuego de la crisis, y que ayudarán a lograr la recuperación.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/139747/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Timothy J. Lynch no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los críticos de Trump han descalificado su gestión tanto del coronavirus como de los disturbios de Minneapolis. Sin embargo, su rival en las elecciones de noviembre, Joe Biden, aún no ha demostrado que puede ser un líder más efectivo.Timothy J. Lynch, Associate Professor in American Politics, The University of MelbourneLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.