Para evitar que las máquinas muestren los mismos sesgos que las personas, es necesario mejorar todo el proceso de creación y aprendizaje de los algoritmos e involucrar a profesionales que puedan detectar los fallos.
El uso de datos y algoritmos de aprendizaje automático permite predecir la evolución de la pandemia y evaluar los posibles resultados de la aplicación de medidas restrictivas antes de implementarlas.
Los algoritmos suele emplearse en matemática e informática, pero también los aplicamos en muchas tareas cotidianas, como montar un mueble o hacer una receta.
Dada la complejidad de las emociones humanas que, como el amor, pueden tener connotaciones positivas o negativas según la situación, ¿podemos enseñar a un robot a sentir o a ser empático?
Algoritmos de inteligencia artificial pueden detectar personas en una imagen y comprobar si mantienen la distancia adecuada.
Angelica Reyes-Muñoz, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech et Cristina Barrado, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech
Un dron equipado con una cámara y con un programa para contar personas y medir distancias permite controlar el aforo en playas, conciertos y otros eventos multitudinarios.
El alzhéimer y el párkinson son enfermedades de alta prevalencia pero sumamente complejas. Por suerte, es posible usar herramientas basadas en la inteligencia artificial para ayudar en el diagnóstico.
Utilizamos algoritmos de ‘machine learning’ y sensores fotónicos para cuantificar el número de frutos producidos por cada árbol de una plantación con el objetivo de gestionar mejor las cosechas.
Tecnologías como el ‘big data’, el ‘machine learning’, las redes sociales y los dispositivos inteligentes permiten a las aseguradoras extraer información valiosa de fuentes antes imposibles.
Aunque las técnicas de IA están suficientemente maduras para servir de apoyo al diagnóstico en medicina, su adopción en entornos reales todavía es una asignatura pendiente.
La inteligencia artificial abarca numerosos y complejos conceptos. Una de las partes más significativas de esta disciplina son las tecnologías del lenguaje, que han avanzado notablemente en los últimos años, si bien aún están lejos de superar la capacidad comunicativa del ser humano.
El sistema de teleasistencia LARES combina el uso de sensores, técnicas de inteligencia artificial y un robot autónomo para monitorizar y detectar emergencias en el hogar de personas dependientes.
Los traductores automáticos actuales, basados en redes neuronales, todavía no son perfectos: necesitan de la supervisión humana para producir traducciones de alta calidad.
Pepper es un robot social de la empresa Softbank.
Collision Conf./Flickr
Investigador doctor en el Grupo de Investigación de Robótica y Sistemas Autonomos (RSAIT), UPV/EHU, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea