tag:theconversation.com,2011:/fr/topics/r0-86576/articlesR0 – The Conversation2021-09-13T18:52:55Ztag:theconversation.com,2011:article/1675732021-09-13T18:52:55Z2021-09-13T18:52:55ZPor qué ya no es suficiente la inmunidad de rebaño del 70 % para frenar la pandemia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/420883/original/file-20210913-21-gh0tz5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=12%2C12%2C8574%2C3797&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/concept-herd-immunity-virus-spreading-society-1904094436">Shutterstock / Melinda Nagy</a></span></figcaption></figure><p>El concepto de inmunidad colectiva (o de rebaño, del término inglés <em>herd immunity</em>) se emplea para referirse a cosas diferentes. En general se utiliza para referirse a la <a href="https://theconversation.com/la-inmunidad-de-grupo-es-la-solucion-a-todos-los-problemas-pandemicos-161193">protección indirecta frente a la infección</a> que obtienen las personas susceptibles de una población cuando existe una proporción elevada de personas no susceptibles (inmunes a la infección, sea tras recuperación de infección natural o tras vacunación) en esa población. </p>
<p>La experiencia histórica muestra que en muchas infecciones (viruela, polio, sarampión, difteria, tosferina, paperas, etc.) los inmunizados son resistentes a nuevas infecciones por el mismo agente y, si su proporción en una población es suficientemente alta, conforman una barrera que interrumpe las cadenas de transmisión. </p>
<p>Así protegen indirectamente a las personas no inmunizadas y, ocasionalmente, permiten la eliminación o, incluso, la erradicación de la infección.</p>
<p>Últimamente, y en relación con la vacunación frente a la covid-19, el término de inmunidad colectiva se usa cada vez más para referirse a un concepto un tanto diferente: el umbral de inmunidad de rebaño (en inglés, <em>Herd Immunity threshold</em>, HIT). </p>
<p>Este umbral alude a la proporción mínima de personas inmunes en una población que es necesaria para alcanzar una <a href="https://academic.oup.com/cid/article/52/7/911/299077">disminución en la incidencia de la infección</a>, aproximando la proporción mínima de personas de una población que deberían ser vacunadas para proteger a toda la población. </p>
<p>En este sentido, a finales del año pasado, <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Anthony_Fauci">Anthony Fauci</a>, asesor médico jefe de la Presidencia de Estados Unidos y uno de los inmunólogos más prestigiosos del mundo, declaró a la CNN que <a href="https://edition.cnn.com/2021/03/05/health/herd-immunity-usa-vaccines-alone/index.html">seria necesario vacunar entre el 70 y el 85 %</a> de la población de Estados Unidos para la alcanzar la “inmunidad de rebaño” frente al SARS-CoV-2. </p>
<p>Fauci matizaba que había que ser “humilde” con estos cálculos y que, “<a href="https://www.nytimes.com/2020/12/24/health/herd-immunity-covid-coronavirus.html">en realidad no sabemos cual es la cifra real</a>”. Pero su prudencia no impidió que se desatara la –también colectiva– “fiebre” del 70 % en los medios de comunicación (y gobiernos) de muchos países. </p>
<p>Tampoco evitó la subsiguiente decepción cuando países con porcentajes de vacunación elevados (especialmente Israel, ver figura 1) experimentaron durante este verano importantes repuntes en la transmisión a pesar de haberse acercado a la citada cifra.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/420622/original/file-20210912-23-1fn88u5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/420622/original/file-20210912-23-1fn88u5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=753&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/420622/original/file-20210912-23-1fn88u5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=753&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/420622/original/file-20210912-23-1fn88u5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=753&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/420622/original/file-20210912-23-1fn88u5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=946&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/420622/original/file-20210912-23-1fn88u5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=946&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/420622/original/file-20210912-23-1fn88u5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=946&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Figura 1. / Our World in Data.</span>
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</figure>
<h2>¿Cómo se calcula el umbral de inmunidad colectiva?</h2>
<p>En su forma más simple, el umbral de inmunidad colectiva depende, esencialmente, del <a href="https://theconversation.com/que-es-el-r0-el-numero-que-siguen-los-cientificos-para-ver-la-intensidad-del-coronavirus-137744">número básico de reproducción</a> (R0). Este número representa los casos secundarios que, en promedio, genera un individuo infectado cuando toda la población es susceptible (es decir, en el momento cero, al inicio de la epidemia).</p>
<p>La idea, muy intuitiva, es que si una persona infectada contagia a solo otra persona (R0=1), la transmisión se mantendrá estable, mientras que si contagia a más de una (R0>1) la transmisión crecerá. Por el contrario, si contagia a menos de una persona (R0<1), porque buena parte de la población no es susceptible, la transmisión irá decreciendo hasta extinguirse. </p>
<p>Desde esa idea, el umbral de inmunidad colectiva (HIT) puede calcularse como una función de R0: HIT = (1 – 1/R0). Este umbral aproximaría la proporción crítica de personas a vacunar (asumiendo una efectividad vacunal del 100 %) para alcanzar la inmunidad colectiva.</p>
<p>Cada agente infeccioso tiene su particular R0. Suele ser mas elevado en las infecciones transmitidas por aerosoles que en las de transmisión por gotas respiratorias o contacto directo. </p>
<p>En el caso del SARS-CoV-2, antes de la expansión de la variante delta y aun con <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7657547/pdf/pone.0242128.pdf">mucha heterogeneidad</a>, se estimaba un R0 en torno a 3,3 casos secundarios por caso. Este dato permitió calcular un HIT de 0,70 (HIT = (1 – 1/3,3) = 0,70). De ahí se extrae el famoso 70 % de vacunación para alcanzar la inmunidad colectiva.</p>
<p>Con la variante delta, el R0 ha crecido. Bastante. En realidad, muchísimo. Algunas estimaciones lo sitúan entre 6 y 8. Con estos datos, la proporción crítica de personas a vacunar aproximaría porcentajes cercanos al 90 %. </p>
<p>Son cifras imposibles de alcanzar cuando, en primer lugar, una parte importante de la población, los menores de 12 años, no son –al menos de momento– candidatos a la vacunación. Y, en segundo lugar, otra parte muestra cierta reticencia a vacunarse. </p>
<h2>Efectividad vacunal frente a infección, un eslabón perdido</h2>
<p>Los cálculos previos asumen la (falsa) premisa de una perfecta efectividad vacunal para proteger de infección. El término infección aquí se refiere a cualquier tipo de contagio (asintomático, sintomático leve o grave, con o sin hospitalización). </p>
<p>Es decir, contaban con que la vacuna protegería frente a la infección. Sin embargo, las vacunas actuales fueron diseñadas para ser efectivas frente a covid-19 sintomática o grave antes que frente a infección. </p>
<p>Si rehacemos la fórmula para incluir este componente tendríamos: HIT = (1 – 1/R0)/E, donde ‘E’ es la efectividad vacunal frente a la infección. En estudios iniciales en Israel (sin circulación de la variante delta) se llegó a estimar que la efectividad de la vacunación con pauta completa frente a infección se situaba en torno al 80 % y, por tanto, HIT = (1 – 1/3,3)/0,80 = 0,87. Un 87 % difícil de alcanzar.</p>
<p>Pero además, esa fórmula ya indica que si la efectividad vacunal es menor que (1 – 1/R0) no se podrá alcanzar la inmunidad colectiva aun vacunando al 100 % de la población. Y, desgraciadamente, para la variante delta se han estimado efectividades vacunales frente a infección entre el 35 % y el 80 % y con potencial decaimiento de efectividad a lo largo del tiempo. </p>
<p>Con estas cifras, incluso las (improbables) estimaciones de efectividad más favorables no serían superiores a los (1 – 1/R0) cercanos al 90 % que se estiman con delta. En consecuencia, en presencia de delta, la inmunidad colectiva sería inalcanzable con las actuales vacunas y pautas de vacunación. </p>
<p>Además, <a href="https://www.nature.com/articles/d41586-021-00728-2">hay otros factores importantes que, aun en menor medida, van a complicar alcanzar el umbral de inmunidad colectiva</a>. Por ejemplo, la probabilidad de contagiarse no es homogénea entre los diferentes grupos de una misma población (en realidad, R0 no es una función del número medio de casos secundarios generado por un infectado promedio, sino que depende de cómo interactúan entre sí y con otros los diferentes grupos sociales). </p>
<p>Por otro lado, la vacunación tampoco se produce al azar sobre una población promedio y el impacto sobre la transmisión puede variar según si la estrategia vacunal empleada se orienta hacia poblaciones con mayor o menor capacidad de transmisión. </p>
<p>Todos ellos son aspectos complejos que los lectores pueden ampliar en algunos trabajos clásicos sobre la inmunidad colectiva, como los de <a href="https://academic.oup.com/aje/article-abstract/94/3/179/192686?redirectedFrom=fulltext">Fox et al., de 1971</a> o los de <a href="https://academic.oup.com/epirev/article-abstract/15/2/265/440430">Paul Fine de 1993</a> y <a href="https://academic.oup.com/cid/article/52/7/911/299077">2011</a>. </p>
<h2>Cuando la inmunidad colectiva ni está ni se la espera</h2>
<p>Contar con la ayuda del “HIT=70 %” nos habría venido bien. Pero aun así, y aún sin llegar a esa cifra, la vacunación ya ha permitido que <a href="https://www.agenciasinc.es/Opinion/La-efectividad-de-las-vacunas-ya-ha-cambiado-la-cara-y-la-cruz-de-la-pandemia">la oleada de este verano haya sido muy diferente a las previas</a>.
Además, aún tenemos muchas estrategias para el control funcional de la pandemia. Y la más inmediata e importante sigue siendo vacunar. </p>
<p>Vacunar al mayor porcentaje de población posible y cuanto antes. Todas las vacunas autorizadas en Europa han mostrado una extraordinaria efectividad frente al coronavirus grave, hospitalización y muerte. Y, hasta el momento y pese a delta, esta protección se mantiene. </p>
<p>Es una protección fundamentalmente individual, no tanto colectiva. Solo contarán con ella las personas vacunadas. Pero es más importante ahora que nunca porque, debido a la propia reducción de casos graves derivada de la vacunación, las restricciones se irán reduciendo. </p>
<p>Con ello, los no vacunados cada vez contarán menos con la protección genérica que hasta ahora les han venido ofreciendo las medidas no farmacológicas (restricción de contactos, control de interiores, mascarillas, ventilación). </p>
<p>También es importante intentar mejorar la efectividad vacunal. La ‘E’ de la fórmula. Vacunas de segunda generación o vacunas más adaptadas a las nuevas variantes podrían ayudar. </p>
<p>También podría ayudar una dosis adicional de las vacunas que venimos empleando. Pero, por el momento, <a href="https://www.thelancet.com/pb-assets/Lancet/pdfs/S0140673621020468.pdf">necesitamos más evidencias científicas sobre estas estrategias</a>. </p>
<p>Especialmente, sobre terceras dosis que deberían demostrar no solo que aumentan los anticuerpos neutralizantes sino cuánta transmisión reducen (si es que lo hacen) y cuánta covid-19 grave reducen en el mundo real respecto a las pautas previas. Son aspectos a seguir investigando. Incluso a preparar logísticamente su potencial necesidad. Pero también debe evitarse sobreactuar sin suficiente información. </p>
<p>Finalmente, una última estrategia importante es no confiar en exceso en las tasas de vacunación (en la inmunidad colectiva) para frenar la transmisión y guiarse por las propias tasas para implantar o no restricciones. Fundamentalmente por las de hospitalización, pero sin perder de vista las de transmisión. </p>
<p>Si aumenta la transmisión habrá más casos graves. Sobre todo en personas no vacunadas, pero también en vacunados. Aun con la muy elevada efectividad de las vacunas frente a covid grave, mucha gente infectada acabaría traduciéndose en hospitalizaciones, UCI y fallecimientos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/167573/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Salvador Peiró ha recibido financiación por ayudas competitivas públicas nacionales (en general, acciones de investigación o innovación -proyectos, redes, RRHH, plataformas- de la Acción Estratégica en Salud del Plan Nacional de I+D+i) y por acuerdos institucionales con firmas farmacéuticas y tecnológicas. Los financiadores nunca han jugado ningún papel en el diseño de los estudios, la adquisición de datos, su análisis o su interpretación. Tampoco han tenido acceso a las fuentes de datos y nunca influyeron en la decisión de publicación. Es también patrono de la Fundación Instituto de Investigación en Servicios de Salud y miembro de la Asociación de Economía de la Salud (AES), de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) y de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA). Es también uno de los investigadores del Programa PROVAVAC de investigación vacunas de la Generalitat Valenciana.</span></em></p>El 70 % de personas vacunadas era la cifra esperada para acabar con las principales medidas no farmacológicas. Pero la variante delta y otros factores disparan la cifra y se hace difícil de alcanzar.Salvador Peiró, Investigador, Área de Investigación en Servicios de Salud, FISABIO SALUD PÚBLICA, FisabioLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1525182020-12-27T09:42:36Z2020-12-27T09:42:36ZVacunas covid-19: Si no lo haces por ti, hazlo por el rebaño<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/376649/original/file-20201226-49525-1cmycla.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=21%2C7%2C4751%2C3363&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">shutterstock</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/3d-rendering-image-corona-virus-center-1724807368">Shutterstock / next143</a></span></figcaption></figure><p>Rodrigo tiene una inmunodeficiencia severa. ¿Qué significa esto? Que nació con unas defensas incompletas. Ha heredado unos genes inmunitarios alterados. Esto le permite defenderse muy mal frente a algunas infecciones, hasta tal punto que podría morir. </p>
<p>Olivia, sin embargo, tiene alergia muy severa a la gelatina. Si la come (por muy pequeña que sea la cantidad) o entra en contacto con ella, sufre reacciones alérgicas graves. Una reacción anafiláctica (urticaria, caída de tensión, compromiso respiratorio y problemas digestivos) podrían conducirla a una muerte por shock anafiláctico si no se actúa rápidamente.</p>
<p>A Rodrigo y Olivia no les podemos administrar la vacuna triple vírica (contiene virus atenuados del sarampión, rubeola y parotiditis). A él, porque los virus vivos podrían causarle infección mortal. A ella, porque esta vacuna tiene gelatina y podría producirle una reacción alérgica grave.</p>
<p>¿Están ambos condenados a padecer un sarampión y sus posibles consecuencias graves o mortales? Afortunadamente, no. Si viven en una comunidad que está vacunada frente al sarampión (compañeros, vecinos, familiares, amigos, etc…) estarán protegidos por este entorno. Podemos decir que estar en el rebaño tiene una gran ventaja inmunitaria.</p>
<h2>Ventajas de alcanzar la inmunidad de rebaño</h2>
<p>La tasa que estima la velocidad de transmisión de una infección es la conocida como R₀ (número reproductivo básico). No es el único factor epidemiológico para monitorizar una pandemia, pero es uno de los más relevantes. </p>
<p>Este indicador da idea de lo contagioso que es un microbio. En el caso del sarampión, <a href="https://theconversation.com/coronavirus-sigue-siendo-util-el-numero-r-139044">la R₀ </a> puede llegar a ser 18 (cada enfermo podría contagiar a 18 personas). <a href="https://es.cochrane.org/es/inmunidad-de-grupo-inmunidad-de-reba%C3%B1o-y-covid-19">En el caso de la covid-19, esta tasa es mucho menor</a> (en torno a un 3).</p>
<p>A partir del valor de velocidad de transmisión se calcula la denominada ‘inmunidad de rebaño’, también llamada <a href="http://www.vacunas.org/images/stories/recursos/profesionales/temasactuales/2009/Inmunidad_grupo.pdf">inmunidad colectiva o de grupo</a>. Es la protección de una determinada población ante una infección debido a la presencia de un elevado porcentaje de individuos inmunes a la misma.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Funcionamiento de la Inmunidad de Rebaño" src="https://images.theconversation.com/files/376602/original/file-20201224-17-ajxqpd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/376602/original/file-20201224-17-ajxqpd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=818&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/376602/original/file-20201224-17-ajxqpd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=818&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/376602/original/file-20201224-17-ajxqpd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=818&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/376602/original/file-20201224-17-ajxqpd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1028&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/376602/original/file-20201224-17-ajxqpd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1028&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/376602/original/file-20201224-17-ajxqpd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1028&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">La imagen superior muestra un brote infeccioso en una comunidad mayoritariamente de personas sanas no inmunizadas (en azul). La infección se expande entre casi todos. La imagen central muestra la llegada de la infección en una población con algunas personas previamente inmunizadas (amarillo) que hacen de contención débil y finalmente la expansión es muy grande. Y en la imagen inferior se aprecia como cuando ya hay un número suficiente de personas inmunizadas, la infección se contiene en gran medida.</span>
<span class="attribution"><span class="source">National Institutes of Health (NIH), Public domain, via Wikimedia Commons</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Esta inmunidad se puede conseguir por dos caminos: de modo natural (infección) o de modo artificial (vacunación). Ambos cuentan y suman.</p>
<p>El modelo de cálculo del porcentaje necesario que necesitamos para tener inmunidad de grupo protectora de todo el rebaño es: (1 - 1/R₀) x 100. Es decir, para el sarampión (R₀ =18) si hacemos las cuentas, la inmunidad de rebaño se consigue con un 95 % de personas inmunizadas. </p>
<p>En cambio para el SARS-CoV2 (R₀ =3) necesitamos tan solo un 66 %. Así que Rodrigo y Olivia, que no pueden vacunarse frente al sarampión, estarían protegidos si tuviésemos más de un 95 % de la sociedad vacunada. Y así sucede, porque en España <a href="https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/calendario-y-coberturas/coberturas/home.htm">tenemos una gran cobertura de vacunación para la triple vírica</a>.</p>
<h2>¿Cuándo podremos volver a la normalidad?</h2>
<p>En la actualidad, y según los datos de la cuarta oleada del estudio de seroprevalencia, <a href="https://www.mscbs.gob.es/gabinetePrensa/notaPrensa/pdf/15.12151220163348113.pdf">un 10 % de los españoles estaría inmunizado</a> tras haber pasado la infección. </p>
<p>Sabemos que este dato es un indicador de mínimos. No incluye a personas que superaron la covid-19 y tienen otros anticuerpos ni a quienes tienen sólo <a href="https://theconversation.com/celulas-t-al-rescate-mucho-mas-que-anticuerpos-en-la-inmunidad-contra-covid-19-143774">memoria de células</a>. Pero el número está -en cualquier caso- lejos del 66 % necesario para alcanzar la inmunidad de grupo.</p>
<p>No podemos bajar la guardia. <a href="https://www.worldometers.info/world-population/">Somos más de 7 800 millones de personas</a> en el mundo y la estrategia de vacunación debería ser global, no nacional. Necesitamos mas de 5 100 millones de vacunas (más de 10 000 millones de dosis porque muchas de ellas requieren de dos dosis). Así que nos quedan muchos meses por delante. </p>
<p>Al lado de esto, hay un dato aún más importante. Sabemos que con las primeras vacunas disponibles (basadas en la nueva tecnología de utilizar <a href="https://theconversation.com/no-las-vacunas-de-arn-frente-a-la-covid-19-no-modificaran-nuestro-genoma-151812">ARN mensajero</a>) los vacunados quedan inmunizados frente a una eventual infección por el SARS-CoV2. </p>
<p>Pero hay dudas de si consigue detener totalmente el contagio. Es decir, en los vacunados el virus aún podría crecer en sus vías respiratorias y propagarse. La <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2034577">publicación científica de los resultados de Pfizer</a> plantea este interrogante, aún hoy pendiente de resolver. </p>
<p>Por tanto, mientras no haya vacunas “esterilizantes” (que además de proteger, detengan el contagio) o no tengamos 2 de cada 3 personas inmunizadas, el comportamiento social debe ser como hasta ahora. Tendremos que <a href="https://theconversation.com/tendre-que-llevar-mascarilla-despues-de-la-vacuna-contra-la-covid-19-152395">seguir con las medidas</a> de prevención e higiene: Uso mascarillas, higiene frecuente de manos, distancia física de 1,5 metros y ventilación eficaz en los espacios cerrados. </p>
<p>Es previsible que estas medidas se relajen inicialmente en exteriores. Cuando tengamos inmunidad de rebaño empezaremos a otear la nueva normalidad. Estas medidas han venido para quedarse, igual que el virus. Del mismo modo que la <a href="https://theconversation.com/infecciones-y-estigmas-lecciones-de-la-pandemia-del-vih-para-el-manana-de-la-covid-19-135522">pandemia del SIDA</a> cambió para siempre los hábitos en el uso de preservativos.</p>
<h2>Nuevas variantes del virus</h2>
<p>Los virus (y este no es una excepción) <strong>mutan existencialmente</strong>. No para hacerse más malos sino porque son muchos millones de organismos en continuo crecimiento. </p>
<p>Los virus utilizan un sistema enzimático para copiar su material genético que comete muchísimos fallos (mutaciones). Casi siempre estos fallos hacen que el nuevo virus no sea viable y desaparezca. </p>
<p>Pero hay tantos que, por azar, en algunos de estos fallos sobreviven. <a href="https://www.gisaid.org/">En el registro de las secuencias del SARS-CoV-2</a> hay más de 275 000 variaciones registradas. Así que este modus operandi no es nuevo.</p>
<p>Lo que sí es novedoso, es que la <a href="https://www.bmj.com/content/371/bmj.m4857.long">variante encontrada en Reino Unido</a>, en investigación, acumula 29 mutaciones. Muchas de ellas afectan al código que prepara la proteína S, o <strong>«llave»</strong> de entrada del virus en nuestras células. De momento, no se ha detectado que esta variante (ni la más reciente Sudafricana) sea más dañina o tenga una peor evolución. </p>
<p><a href="https://www.ecdc.europa.eu/sites/default/files/documents/SARS-CoV-2-variant-multiple-spike-protein-mutations-United-Kingdom.pdf">Lo que sí se sospecha es una mayor rapidez en la transmisión</a>. De modo que tenemos que aumentar la vigilancia en todos los países y controlar si tenemos esta variante entre nosotros así como la evolución de la enfermedad: ya hay casos en España, Francia, Italia y Japón.</p>
<p>Para nuestra tranquilidad, ya se ha demostrado que las primeras vacunas siguen siendo eficaces. Los anticuerpos que se generan tras la vacunación (dirigidos contra la proteína S) reconocen y neutralizan también las nuevas variantes del virus. </p>
<p>Hay que seguir firmes y no bajar la guardia. Si hubiese grandes variaciones en el virus, podríamos mejorar y adaptar la estrategia de vacunación (frente a una mezcla de cepas o linajes, como con otros virus).</p>
<p>La meta es seguir con esta estrategia y alcanzar un 70 % de inmunidad social. Así, las personas con enfermedades graves, podrán beneficiarse de la inmunidad de rebaño. ¡Vacúnate, vacúnalos!</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/152518/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alfredo Corell Almuzara no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Para que las medidas de seguridad puedan relajarse hay que alcanzar la inmunidad de grupo, es decir, que un 66 % de la población sea inmune a la covid-19. Para ello, la vacunación es imprescindible.Alfredo Corell Almuzara, Catedrático de inmunología, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1390442020-05-29T20:13:53Z2020-05-29T20:13:53ZCoronavirus: ¿Sigue siendo útil el número R?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/336672/original/file-20200521-102662-1xlsvy5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C8167%2C4598&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/coronavirus-3d-rendering-illustration-showing-structure-1624563289"> Joshimerbin / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Hasta hace unos meses la mayoría de la gente nunca había oído hablar del número R. Pero ahora, gracias al nuevo coronavirus, todos sabemos (o creemos saber) lo que es. </p>
<p>El número R es el número reproductivo de una enfermedad infecciosa, y básicamente indica a cuánta gente puede contagiar una persona infectada. En las enfermedades altamente contagiosas, como el sarampión, la cifra puede tener un valor <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1473309917303079">cercano al 18</a>. Para el COVID-19 se estima que está <a href="https://academic.oup.com/jtm/article/27/2/taaa021/5735319">algo por encima del 3</a>.</p>
<p>El R0 (número reproductivo básico) es el valor de partida que el número R registra al inicio de un brote, cuando el conjunto de la población es aún susceptible de contagiarse. Conforme avanza el brote, el número R se convierte en Re (número de reproducción efectivo), que va variando conforme los contagios aumentan y se ponen en marcha acciones para luchar contra la expansión del virus. </p>
<p>El número R está siendo muy utilizado como un indicador básico a la hora de determinar la acción política en Reino Unido. Se parte de la premisa de que el valor del número R ofrece una evaluación rápida sobre el grado de control que se tiene sobre el brote. Si su valor es superior a 1, la enfermedad se está expandiendo. Y si es inferior, quiere decir que el brote está bajo control y que irá desapareciendo. Eso explica que, ahora que se van relajando poco a poco las medidas de confinamiento, el Gobierno haga tanto hincapié en mantener el número R por debajo de 1.</p>
<p>Sin embargo, un grupo de científicos que se hace llamar <a href="http://www.independentsage.org">Independent SAGE</a> (y que trabaja en paralelo al <a href="https://www.gov.uk/government/groups/scientific-advisory-group-for-emergencies-sage">Grupo Científico de Asesoramiento para Emergencias</a> [SAGE, en sus siglas en inglés], que aconseja al Gobierno británico) está ahora poniendo en duda de manera pública el valor de este indicador. En un <a href="http://www.independentsage.org/wp-content/uploads/2020/05/The-Independent-SAGE-Report.pdf">informe publicado recientemente</a>, el grupo sostiene que el número R puede resultar engañoso y, por tanto, defienden que el Gobierno no debería otorgar tanta importancia a este indicador a la hora de decidir sus políticas. </p>
<p>Independent SAGE está compuesto por 12 científicos de varios campos y se creó como respuesta a la preocupación generada por la <a href="https://www.theguardian.com/world/2020/may/04/rival-sage-group-covid-19-policy-clarified-david-king">falta de transparencia</a> que se le achacaba al comité SAGE oficial. El grupo lo forman científicos de gran prestigio y está encabezado por David King, antiguo asesor científico jefe del Gobierno. Ahora bien, ¿tienen razón? ¿Realmente el número R es un indicador adecuado para guiar las políticas públicas?</p>
<h2>Entorno y comportamiento humano</h2>
<p>En primer lugar, el número R no depende únicamente del virus en sí, pues también influyen en él <a href="https://wwwnc.cdc.gov/eid/article/25/1/17-1901_article">el entorno y el comportamiento de la población</a>. Por ejemplo, se estima que el número R en el interior del <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2468042720300063">crucero <em>Diamond Princess</em></a> llegó a ser 11, mientras que la media mundial es <a href="https://academic.oup.com/jtm/article/27/2/taaa021/5735319">3,28</a>. Los espacios estrechos y la movilidad de la tripulación por todo el barco facilitaron la transmisión del COVID-19. El virus era el mismo, pero el entorno y el comportamiento de las personas no, lo que explica la variación del número R del virus.</p>
<p>El número R también varía en función del <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0000282">modelo</a> utilizado para calcularlo. Usar diferentes conjuntos de datos (por ejemplo, datos provenientes de distintos países, algo que se hace con frecuencia) o usar fórmulas diferentes arrojará valores del número R distintos para el mismo virus. Con relación al COVID-19 hemos visto valores del número R que han oscilado entre <a href="https://www.who.int/news-room/detail/23-01-2020-statement-on-the-meeting-of-the-international-health-regulations-(2005)-emergency-committee-regarding-the-outbreak-of-novel-coronavirus-(2019-ncov)">1,4</a> y <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2468042720300063">11</a> dependiendo del entorno, los datos y los modelos utilizados.</p>
<p>En segundo lugar, y aunque hablamos del número R para el conjunto de Reino Unido, su valor no es igual en todas las regiones y naciones del país. Algunas áreas rurales pueden tener tasas de transmisión muy bajas, mientras que ciertas áreas urbanas densamente pobladas, así como aquellas donde hay un alto número de residencias de mayores y hospitales, pueden tener tasas de transmisión sensiblemente más altas. Así, el valor del número R que sirve de referencia a la acción política <a href="https://www.huffingtonpost.co.uk/entry/coronavirus-care-homes-hospitals-infection_uk_5eb42df9c5b652c5647431b9">bien puede no reflejar de forma precisa el nivel de transmisión</a> en un determinado territorio, y con ello puede llevar a error a la hora de determinar el nivel de precaución necesario.</p>
<p>En tercer lugar, el número R no representa un valor en tiempo real, sino que refleja las tasas de transmisión con un <a href="https://www.bmj.com/content/369/bmj.m1891">retraso</a> de en torno a una semana. Por ejemplo, si empezamos a suavizar las medidas de confinamiento, sería importante saber de forma inmediata si esto está provocando que se incremente la tasa de transmisión viral. Sin embargo, no podemos ver estos efectos hasta después de una semana, cuando muchas personas podrían haberse ya infectado.</p>
<h2>Una herramienta entre otras muchas</h2>
<p>Por último, al centrarnos en el número R estamos ignorando <a href="https://ajph.aphapublications.org/doi/10.2105/AJPH.2013.301704">muchos otros parámetros importantes</a> de la transmisión vírica, como por ejemplo durante cuánto tiempo una persona infectada es contagiosa, o a qué velocidad aumenta el número de casos. El número R es solo uno de los muchos factores que se usan para comprender cómo se expande una enfermedad infecciosa.</p>
<p>Para entender la transmisión del virus de manera completa es necesario <a href="http://www.independentsage.org/wp-content/uploads/2020/05/The-Independent-SAGE-Report.pdf">examinar un conjunto de factores</a> en condiciones lo más próximas posibles al análisis en tiempo real. Además, el número R no dice nada acerca de cuánta gente necesitará de hospitalización, o de cuánta morirá, datos ambos que resultan básicos para diseñar las políticas de salud pública durante un brote. </p>
<p>Por todo ello, y teniendo en cuenta todas estas dudas sobre la fiabilidad y utilidad del número R, ¿debería este seguir sirviendo de guía para las políticas sanitarias? </p>
<p>La respuesta, sin lugar a dudas, es que sí. Sin embargo, ninguna política debería basarse o ser evaluada en función de un número extraído a partir de un único modelo de cálculo. En lugar de ello, deberíamos concebir el número R como un factor más dentro del enorme inventario de métodos de que disponemos para medir el avance del brote. Si usamos datos específicos de cada región y nos basamos en modelos en tiempo real, seremos capaces de aumentar también el nivel de precisión del número R. El objetivo es conocer al minuto la transmisión de la enfermedad y así poder analizar la efectividad de las actuaciones en curso. El número R posee un rol crucial, pero no único, en esta evaluación.</p>
<hr>
<p><em>Artículo traducido gracias a la colaboración con <a href="https://www.fundacionlilly.com/">Fundación Lilly</a></em>.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/139044/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jeremy Rossman ha recibido financiación para investigación del Medical Research Council (UK) y de la Comisión Europea. Preside la organización sin ánimo de lucro Research-Aid Networks.</span></em></p>R sigue siendo útil para la salud pública, pero no debería ser la única medida que utilicemos para comprender la transmisión del virus.Jeremy Rossman, Honorary Senior Lecturer in Virology and President of Research-Aid Networks, University of KentLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1377442020-05-06T16:20:20Z2020-05-06T16:20:20ZQué es el R0, el número que siguen los científicos para ver la intensidad del coronavirus<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/332029/original/file-20200501-42903-1nug0jd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=311%2C64%2C8128%2C5639&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">¿A cuántas personas puede contagiar un solo infectado? </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/photo/large-group-of-people-royalty-free-image/937887974">Bim/E+ via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>Si viste la película “<a href="https://www.imdb.com/title/tt1598778/">Contagio</a>” (“Contagion” en inglés), estrenada en 2011, sobre una pandemia mundial causada por un nuevo virus, entonces escuchaste hablar sobre el factor R0.</p>
<p>No es un término inventado por Hollywood. Es un concepto importante en epidemiología y es parte crucial de los planes de salud pública durante un brote como el del actual coronavirus que se inició en China.</p>
<p>Los científicos usan el R0 -el <a href="https://doi.org/10.3201/eid2501.171901">número de reproducción</a>– para describir la intensidad de una enfermedad infecciosa.</p>
<p>Las estimaciones de R0 han sido una parte importante de la descripción de las pandemias o de los brotes muy conocidos, incluyendo la <a href="https://www.jstor.org/stable/20486145">pandemia</a> del Síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) de 2003, la <a href="https://bmcinfectdis.biomedcentral.com/articles/10.1186/1471-2334-14-480">pandemia de influenza H1N1</a> de 2009 y la <a href="http://currents.plos.org/outbreaks/index.html%3Fp=40381.html">epidemia de ébola</a> en África occidental de 2014. Es algo que los epidemiólogos están corriendo para definir sobre el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19.</p>
<h2>¿Cuánto se extenderá la enfermedad?</h2>
<p>La definición formal del R0 de una enfermedad es el número de casos, en promedio, que van a ser causados por una persona infectada durante el período de contagio.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/312353/original/file-20200128-120039-bogv2t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/312353/original/file-20200128-120039-bogv2t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=621&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/312353/original/file-20200128-120039-bogv2t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=621&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/312353/original/file-20200128-120039-bogv2t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=621&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/312353/original/file-20200128-120039-bogv2t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=780&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/312353/original/file-20200128-120039-bogv2t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=780&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/312353/original/file-20200128-120039-bogv2t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=780&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">R0 mide la transmisión potencial de una persona enferma, en este caso imaginario, R0=2.</span>
<span class="attribution"><span class="source">The Conversation</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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</figure>
<p>Pero el término es usado de dos maneras distintas:</p>
<p>§El número básico de reproducción representa el máximo potencial epidémico de un patógeno. Describe lo que ocurriría si una persona infectada entra en contacto con una comunidad totalmente susceptible y, por tanto, es un estimado que se basa en un escenario teórico.</p>
<p>§El número efectivo de reproducción depende de la verdadera susceptibilidad de la población. Esta medida de transmisión potencial es probablemente menor que el número de reproducción básica, tomando factores como si algunas personas están vacunadas en contra de la enfermedad o si algunos tienen inmunidad debido a que previamente estuvieron expuestos al patógeno. </p>
<p>Por lo tanto, el R0 efectivo cambia con el tiempo y es un estimado más realista, basado en las condiciones de la población.</p>
<p>Es importante saber que ambos, el número básico y el efectivo del R0, <a href="https://wwwnc.cdc.gov/eid/article/25/1/17-1901_article">dependen de la situación</a>. Están afectados por las propiedades del patógeno, como -por ejemplo- cuán contagioso es. También influye la situación de la población, cuán susceptibles son las personas debido a factores nutricionales o a otras enfermedades que pueden haber comprometido su sistema inmunológico. Otro factor que influye son las condiciones ambientales, incluyendo factores demográficos, socioeconómicos y climáticos.</p>
<p>Por ejemplo, el <a href="https://doi.org/10.1016/S1473-3099(17)30307-9">R0 del sarampión</a> oscila entre 12 y 18, dependiendo de elementos como la densidad de población y la esperanza de vida. Este es un R0 alto, debido a que el virus es muy contagioso.</p>
<p>Por otra parte, el virus de la influenza es menos contagioso, con un R0 que <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/epidemiology-and-infection/article/seasonal-influenza-in-the-united-states-france-and-australia-transmission-and-prospects-for-control/CE0D31575579C69D9693890FA0F7C806">va de 0,9 a 2,1</a>. La influenza, por tanto, no causa brotes tan explosivos como los de sarampión, pero persiste debido a su capacidad de mutar y evadir el sistema inmunológico.</p>
<h2>¿Por qué es útil el R0 para la salud pública?</h2>
<p>El demógrafo Alfred Lotka propuso el número de reproducción durante la década de 1920, como una medida de la tasa de reproducción de una población determinada.</p>
<p>En los 50s, el epidemiólogo George MacDonald <a href="https://doi.org/10.1371/journal.ppat.1002588">sugirió</a> usarla para describir el potencial de transmisión de la malaria. Propuso que si R0 es menor que 1, entonces la enfermedad va a desaparecer en una población, porque en promedio una persona infectada va a contagiar a menos de una persona susceptible. Por otra parte, si R0 es mayor a 1, la enfermedad se va a diseminar.</p>
<p><iframe id="payCV" class="tc-infographic-datawrapper" src="https://datawrapper.dwcdn.net/payCV/1/" height="400px" width="100%" style="border: none" frameborder="0"></iframe></p>
<p>Cuando las autoridades sanitarias buscan las maneras de lidiar con un brote, intentan reducir el valor de R0 para que sea inferior a 1.</p>
<p>Esto es difícil con enfermedades como el sarampión, que tiene un R0 elevado. Y es <a href="https://www.cdc.gov/mmwr/PDF/rr/rr4711.pdf">especialmente complicado</a> en lugares densamente poblados como la India y China, donde el R0 es mayor en comparación con lugares donde los habitantes están más dispersos.</p>
<p>Durante la pandemia de <a href="https://doi.org/10.1126/science.1086478">SARS en 2003</a>, los científicos estimaron el R0 original alrededor de 2,75. Un mes o dos después, el R0 efectivo había caído por debajo de 1, gracias al gran esfuerzo que se hizo con las estrategias de intervención, incluyendo las actividades de aislamiento y cuarentena.Pese a todo, la pandemia se mantuvo.</p>
<p>Mientras en promedio una persona infectada le contagiaba la enfermedad a menos de un individuo susceptible, ocasionalmente una persona contagiaba a decenas e incluso centenares de personas.</p>
<p>Este fenómeno se conoce como “<a href="https://theconversation.com/what-is-a-super-spreader-an-infectious-disease-expert-explains-130756">superpropagadores</a>”. Los funcionarios de salud documentaron la aparición de este tipo de contagios en varias ocasiones durante la epidemia de SARS en Singapur, Hong Kong y Beijing.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/313590/original/file-20200204-41495-8uhzhq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/313590/original/file-20200204-41495-8uhzhq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/313590/original/file-20200204-41495-8uhzhq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/313590/original/file-20200204-41495-8uhzhq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/313590/original/file-20200204-41495-8uhzhq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/313590/original/file-20200204-41495-8uhzhq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=512&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/313590/original/file-20200204-41495-8uhzhq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=512&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/313590/original/file-20200204-41495-8uhzhq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=512&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Hong Kong, febrero 2020.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.apimages.com/metadata/Index/Hong-Kong-China-Outbreak/3e0e13e1d7c44ce3a8439c982e27c797/1/0">AP Photo/Vincent Yu</a></span>
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<h2>El R0 del SARS-CoV-2</h2>
<p>Varios grupos han calculado el R0 para este nuevo coronavirus.</p>
<p>Un <a href="https://www.imperial.ac.uk/mrc-global-infectious-disease-analysis/covid-19/">equipo del Imperial College del Reino Unido calcula</a> que el R0 está entre 1,5 y 3,5. La mayoría de las simulaciones modeladas están usando un R0 en ese rango.</p>
<p>Estas diferencias no son sorprendentes. Hay incertidumbre acerca de muchos de los factores que se toman en cuenta al calcular el R0, como ocurre -por ejemplo- con el cálculo del número de casos, especialmente en las primeras etapas de un brote.</p>
<p>Sobre la base de las estimaciones actuales, las proyecciones de la cantidad de casos futuros de coronavirus están cargados de altos niveles de incertidumbre y probablemente resulten algo imprecisas.</p>
<p>Estas dificultades surgen por varios motivos.</p>
<p>En primer lugar, las propiedades básicas de este patógeno viral -como el período de contagio- aún no han sido establecidas.</p>
<p>En segundo lugar, los investigadores aún no saben cuántos casos hay de contagiados que no presentan síntomas y que, por tanto, no han sido detectados por las autoridades sanitarias y están esparciendo el virus.</p>
<p>En tercer lugar, la mayoría de las personas que sufren este nuevo coronavirus se recuperan y, probablemente, se hacen inmunes a sufrirlo de nuevo. No está claro cómo la cambiante susceptibilidad de la población afectará el contagio futuro de la infección. </p>
<p>A medida que el virus se mueve hacia nuevas regiones y comunidades, encuentra a personas con distintos estados de salud y diferentes estructuras sociales, y ambas cosas afectan la transmisibilidad.</p>
<p>Por último, y probablemente la razón más importante, es que nadie sabe cuál será el impacto de las medidas de control de la enfermedad que se aplican ahora. Las estimaciones actuales de R0 que hacen los epidemiólogos no dicen nada acerca de cómo las cuarentenas o el aislamiento de infectados influenciarán el contagio futuro del virus.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido al español por <a href="https://chequeado.com/el-explicador/que-es-el-r0-el-numero-que-siguen-los-cientificos-para-ver-la-intensidad-del-coronavirus/">Chequeado.com</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/137744/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Joseph Eisenberg no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los epidemiólogos usan el R0–el número de reproducción–para describir la intensidad de una enfermedad infecciosa. Estima el número de casos, en promedio, que serán causados por una persona contagiada.Joseph Eisenberg, Professor and Chair of Epidemiology, University of MichiganLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.