tag:theconversation.com,2011:/fr/topics/vejez-56352/articlesvejez – The Conversation2023-09-01T07:02:07Ztag:theconversation.com,2011:article/2086022023-09-01T07:02:07Z2023-09-01T07:02:07ZEducación para adultos: ¿dónde y qué puedo estudiar?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/544258/original/file-20230823-15-h6hyza.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C2691%2C1798&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/interested-aged-woman-sitting-auditorium-group-2346912279">BearFotos/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En la sociedad actual la jubilación presenta un reto que hace una o dos generaciones no existía: llegamos a este punto de la vida <a href="https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Ageing_Europe_-_statistics_on_population_developments#Older_people_.E2.80.94_population_overview">cada vez más personas</a>, mayoritariamente en buenas condiciones físicas e intelectuales (lo que puede llegar a hacer que la etapa de jubilación dure hasta 30 años), y con una rica experiencia de vida. </p>
<p>Al mismo tiempo, esta jubilación más larga y con mejores condiciones de salud se encuentra amenazada por el flagelo de la soledad: un porcentaje elevado de los mayores de 65 años en Europa (40,2 % de las mujeres, 21,8 % de los hombres) <a href="https://ec.europa.eu/eurostat/documents/3217494/11478057/KS-02-20-655-EN-N.pdf/9b09606c-d4e8-4c33-63d2-3b20d5c19c91?t=1604055531000">viven solos</a>. </p>
<p>No es de extrañar que la jubilación propicie una crisis existencial, y que ésta se experimente como un vacío de sentido. Llenar este vacío es condición necesaria del bienestar de los mayores, y no se logra sólo con una invocación genérica al “envejecimiento activo”.</p>
<p>¿Cómo conseguirlo? <a href="https://core.ac.uk/download/pdf/61457582.pdf">Los expertos señalan</a> que la superación de esta crisis exige al sujeto iniciar un nuevo proyecto, una nueva comunidad de relaciones sociales, un ámbito nuevo de compromisos y una actualización de los conocimientos y las competencias, para una etapa que va a ser distinta y puede no ser breve. En definitiva, actualizar –para proseguirlo– su enriquecimiento personal y, sobre todo, para volver a ser útil socialmente, aunque de otra forma. Una de las mejores maneras para hacerlo puede ser recurrir a la educación para adultos y a los programas de estudios universitarios para mayores. </p>
<h2>Mejor acompañado</h2>
<p>El individuo solo no podrá lograrlo. Necesita un apoyo formativo –como en las otras etapas de la vida–, una plataforma que le acompañe a encauzar esta nueva “adolescencia” que se le abre en su vida. Así nacieron los <a href="https://www.aepum.es/estadisticas/">Programas Universitarios para Mayores (PUMs)</a>. Prácticamente todas las universidades españolas tienen uno, aunque con modalidades distintas.</p>
<p>Y todos reconocen una fecha fundacional: <a href="https://www.aepumayores.org/sites/default/files/Boletin_Monografico_AEPUM.pdf">en el año 1973 en la Universidad de Toulouse</a>, cuando se puso en marcha el primero de estos programas. </p>
<p>Bajo diferentes nombres –educación de adultos mayores o Programas Universitarios para Mayores (PUMs)– conviven <a href="https://books.google.es/books?id=1J7HCgAAQBAJ&pg=PT47&lpg=PT47&dq=modelos+de+educaci%C3%B3n+universidad+mayores+Alina+Gil,+Luis+Ochoa+Siguencia,+Urszula+Nowacka+Jan+Dlugosz+Universidad+de+Czestochowa,&source=bl&ots=hnWqU_vGpa&sig=ACfU3U0x6Leatxwkxhw8Kecv02gQRdvH_Q&hl=en&sa=X&ved=2ahUKEwjfzb62iu6AAxXFi_0HHZyfDIUQ6AF6BAgdEAM#v=onepage&q=modelos%20de%20educaci%C3%B3n%20universidad%20mayores%20Alina%20Gil%2C%20Luis%20Ochoa%20Siguencia%2C%20Urszula%20Nowacka%20Jan%20Dlugosz%20Universidad%20de%20Czestochowa%2C&f=false">dos tipos principales de programas</a>: el francés, que consiste en que las universidades crean una oferta de estudios y actividades; y el inglés, en el que es la comunidad de <em>seniors</em> la que crea la oferta de estudios a través de su propia formación y experiencia.</p>
<p>En lo que se refiere a la metodología, unos imparten conferencias semanales, otros ofrecen a los mayores asistir a clase como oyentes con los universitarios más jóvenes, y otros siguen un plan de estudio específicamente dirigido a ellos, de acuerdo con sus nuevas necesidades.</p>
<h2>Educación para adultos: programas específicos</h2>
<p>Este último es el caso del Campus de la Experiencia de la Universitat Internacional de Catalunya, un Programa Universitario para Mayores dirigido a las personas que terminan el ciclo profesional de sus vidas.</p>
<p>Se comprueba que PUMs como este son un instrumento eficaz para dar sentido a la vida en la vejez. Y lo son porque, sobre todo, fomentan la socialización, el compromiso y la ayuda mutua –el servicio– entre coetáneos; aunque también porque facilitan el enriquecimiento personal mediante el cultivo de la sabiduría –una manera de encajar y rentabilizar su larga experiencia de vida–, y un ocio creativo proporcionado a sus fuerzas y compartido con otros.</p>
<h2>¿Quién puede entrar?</h2>
<p>Si consideramos que la educación permanente es un derecho y un deber, ninguno de los PUMs exige requisitos de entrada: no es necesaria ninguna titulación previa más que la condición de haber cumplido 50 años.</p>
<p>Actualmente en España hay unas 60 universidades con PUMs. Cada universidad y cada programa tienen sus tarifas. Según el último <a href="https://www.vives.org/book/formacio-universitaria-senior-informe-sobre-limpacte-social-en-lestudiantat/">informe periódico de la Xarxa Vives</a>, el precio para los alumnos de estos programas oscila entre 1,70 € y 10,6 € la hora. Cada universidad ofrece distintas posibilidades de financiación o ayudas económicas.</p>
<h2>Programa en Cultura, Ciencia y Sociedad</h2>
<p>En 2019 la Universidad Internacional de Catalunya fue la última de la ciudad de Barcelona en incorporar una enseñanza para adultos mayores. La oferta principal del Campus de la Experiencia de UIC Barcelona es el Programa Universitario Senior en Cultura, Ciencia y Sociedad. Es un compromiso de tres años que comprende asignaturas de seis áreas temáticas: literatura, ciencia, historia, arte y música, filosofía y mundo actual (donde englobamos asignaturas como la geografía o el derecho, contenidos que requieren actualización).</p>
<p>Las asignaturas tienen apenas un mes de vida y se complementan con una salida mensual relacionada con la temática que se esté impartiendo para otorgar una parte experiencial al temario y salir de las aulas: visitas a museos, obras musicales, experimentos en el laboratorio, etc.</p>
<p>Además, se ofrecen talleres, que son cursos prácticos, antes o después de las clases, un viaje de final de curso, concursos literarios y trabajos grupales de investigación. Estos refuerzan el rigor académico de estar en la Universidad y también hace a los alumnos responsables de su aprendizaje.</p>
<p>Los programas específicos suelen potenciar las humanidades, el área más demandada por los estudiantes. Para los interesados en ciencias y tecnología existen conferencias, o la posibilidad de asistir a cursos o grados compartidos con alumnos junior.</p>
<p>En resumen, la apertura de las universidades a los mayores adultos nace a raíz de la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0185276015000357">demanda de esta población por seguir formándose</a>, en especial cultural y socialmente, y para facilitar, asimismo, dinámicas comunitarias y de relación. Partiendo de una base instructiva y académica, los PUMs preparan al alumnado sénior para afrontar los retos constantemente cambiantes de la sociedad.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p><em>Este artículo forma parte de una colaboración con Becas Santander, una iniciativa global que ofrece becas, programas y contenidos gratuitos para adultos de cualquier edad. Más información en <a href="https://www.becas-santander.com/">https://www.becas-santander.com</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/208602/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Casi todas las universidades españolas ofrecen programas para mayores que suelen estar centrados en las humanidades. Su objetivo, además del enriquecimiento personal, es la socialización.Mavi Maestre Gómez, PDI i coordinadora Campus de la Experiència, Universitat Internacional de CatalunyaDr. Salvador Vidal Raméntol, Vicedecano de la Facultat de Educación. Investigación sobre didáctica de las matemáticas. Professor de Didáctica de las matemáticas. Pf. de Dinámica de grupos. Coordinador Académico del Campus de la Experiencia de la UIC. Barcelona, Universitat Internacional de CatalunyaJordi Miralbell Guerin, Doctor en Filosofía y Periodista. Director del Campus de la Experiencia, Universitat Internacional de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1937362022-12-11T19:56:31Z2022-12-11T19:56:31ZUn traje para experimentar qué se siente cuando envejecemos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/499977/original/file-20221209-25364-3bblu5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C200%2C3724%2C1995&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Pueba de un traje de simulación de vejez en la Universidad de Granada.</span> <span class="attribution"><span class="source">Juan Antonio Maldonado Molina.</span></span></figcaption></figure><p>A Marta, estudiante de 21 años, le cayeron seis décadas de golpe. Un molesto zumbido le atravesaba el cerebro y le costaba coger una taza de café sin derramar el líquido. Pero lo peor fue desplazarse hasta el cuarto de baño: sus atléticas piernas –es una corredora empedernida– le empezaron a fallar, abrumadas por un peso indecible. Eso sin contar los pinchazos en la espalda y las articulaciones.</p>
<p>Marta ya sabía lo que era ser un octogenario sin necesidad de soplar sesenta veces más las velas de la tarta. Le bastó ponerse lo que se denomina “traje de simulación de edad”, que permite experimentar temporalmente los achaques de la vejez para poder tratarlos con conocimiento de causa. </p>
<h2>Cuidados de alta tecnología</h2>
<p>Tecnología y atención a los mayores forman un binomio que cada vez cobra mayor protagonismo a la vista del proceso de envejecimiento que tendrá lugar en las próximas décadas. En España, por ejemplo, y según los datos del <a href="https://www.ine.es/prensa/pp_2022_2072.pdf">INE</a>, la población con 65 o más años pasará del 20 % al 30,4 % en 2050.</p>
<p>Estas nuevas tecnologías no solo van a <a href="https://www.geriatricarea.com/2021/05/21/las-5-aplicaciones-tecnologicas-que-estan-revolucionando-la-medicina/">revolucionar</a> los sistemas de salud y los cuidados, sino también la formación de los profesionales del sector. Un buen ejemplo son los trajes como el que se puso la ficticia Marta al principio del artículo. </p>
<p>En el <a href="https://masteres.ugr.es/gerontologia/">Máster de Gerontología, Dependencia y Protección de los Mayores de la Universidad de Granada</a> se optó en 2020 por incorporar el simulador <a href="https://www.simulador-de-edad.com/">Gert</a>, de la empresa alemana <a href="https://www.produktundprojekt.de/">Produkt+Projekt</a>, diseñado por el ergonomista <a href="https://www.blogger.com/profile/12138176608554012873">Wolfgang Moll</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/499001/original/file-20221205-22-luzu3c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/499001/original/file-20221205-22-luzu3c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/499001/original/file-20221205-22-luzu3c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/499001/original/file-20221205-22-luzu3c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/499001/original/file-20221205-22-luzu3c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/499001/original/file-20221205-22-luzu3c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/499001/original/file-20221205-22-luzu3c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/499001/original/file-20221205-22-luzu3c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Traje de simulación de edad Gert.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Produkt+Projekt</span></span>
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<p>Gracias a sus distintos módulos, mecánicos y electrónicos, Gert permite al usuario percibir las limitaciones propias de la edad, tanto en relación a la movilidad como en la capacidad sensorial.</p>
<h2>Acúfenos y temblores</h2>
<p>En el apartado electrónico, el traje cuenta con dos dispositivos: unos auriculares para simular <a href="https://theconversation.com/acufenos-como-aliviar-la-tortura-de-los-zumbidos-internos-cuando-no-se-apagan-186055">acúfenos</a> –zumbidos internos– y unos guantes que provocan temblores en las manos. </p>
<p>Los primeros consisten en <a href="https://sps.honeywell.com/gb/en/products/safety/hearing-protection/electronic-earmuffs/sync-stereo">unas orejeras de protección auditiva</a> que integran unos altavoces estéreo. Estos se conectan por cable a un reproductor de música MP3 que contiene grabaciones de hasta <a href="https://www.produktundprojekt.de/alterssimulationsanzug/tinnitus.html">ocho sonidos</a> característicos de los acúfenos. La entrada sonora se reduce a 82 decibelios como medida de seguridad frente al exceso de ruido. </p>
<p>Por su parte, los guantes están conectados a <a href="https://www.tensshop.de/TENS--Geraete/VITAtronic-TENS-Geraet-410-S.html">un dispositivo analógico de corriente de estimulación muscular</a> con dos controles giratorios, gracias a los cuales se pueden ajustar de modo progresivo la intensidad y la frecuencia de ambos simuladores de temblores. Actúan como almohadillas receptoras, provocando la electroestimulación muscular que genera el movimiento involuntario. </p>
<h2>Limitación de movimientos</h2>
<p>El resto de componentes, de índole mecánico, actúan principalmente sobre las habilidades motoras (simulando un envejecimiento saludable) o provocan molestias y dolores (envejecimiento patológico).</p>
<p>Así, con objeto de recrear las dificultades para moverse, se incluyen módulos con diversos pesos (el <em>peso</em> de la edad): un chaleco de hasta 10 kilos; muñequeras de hasta 1,5 kg cada una; y dos tobilleras de hasta 2,4 kg. Todos pueden ajustarse y distribuirse individualmente. </p>
<p>Otros elementos sirven para reducir la flexibilidad del <em>aprendiz de anciano</em>: un <a href="https://www.simulador-de-edad.com/collarin.html">collarín</a>, coderas, guantes especiales (en diferentes tamaños), <a href="https://www.simulador-de-edad.com/movilidad-rodillas.html">rodilleras</a> y unos <a href="https://www.simulador-de-edad.com/marcha-inestable.html">cubrezapatos</a>. Además de generar una marcha inestable, estos últimos transmiten una sensación esponjosa y reducen la sensibilidad del contacto con el suelo.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/499004/original/file-20221205-20-c4l8ud.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/499004/original/file-20221205-20-c4l8ud.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/499004/original/file-20221205-20-c4l8ud.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/499004/original/file-20221205-20-c4l8ud.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/499004/original/file-20221205-20-c4l8ud.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=900&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/499004/original/file-20221205-20-c4l8ud.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/499004/original/file-20221205-20-c4l8ud.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/499004/original/file-20221205-20-c4l8ud.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1131&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Simulador de cifosis.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Produkt & Projekt</span></span>
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<h2>¡Eso duele!</h2>
<p>Si además queremos que el usuario experimente ciertas patologías, también hay componentes que se ocuparán de ello. Es el caso de unas <a href="https://www.simulador-de-edad.com/dolores-de-espalda.html">espalderas</a> similares a las que utilizan los motoristas, pero provistas en su interior de dos columnas de pinchos de acero que simulan los dolores de espalda. Una <a href="https://www.simulador-de-edad.com/dolor-de-rodilla.html">rodillera</a>, dotada igualmente con pinchos, recrea las molestias de una artrosis de rodilla. Y por último, un <a href="https://www.simulador-de-edad.com/simulador-de-cifosis.html">simulador de cifosis</a> encorva la postura del usuario mediante un lazo ajustable al cuello y unido a un cinturón.</p>
<p>El traje modular se completa con un juego de seis <a href="https://www.simulador-de-edad.com/gafas-de-simulacion.html">gafas de simulación</a>. Presentan diferentes lentes tratadas para reproducir los síntomas de diversos trastornos oculares: cataratas, degeneración macular, desprendimiento de retina unilateral, glaucoma, retinopatía diabética y retinitis pigmentosa.</p>
<p>En definitiva, se trata de un <a href="https://canal.ugr.es/noticia/utilizan-un-traje-de-la-vejez-para-poner-a-estudiantes-de-la-ugr-en-la-piel-de-las-personas-mayores-y-experimentar-sus-achaques/">recurso didáctico</a> y de <a href="https://gestionydependencia.com/noticia/3866/actualidad/vitalia-home-utilizara-un-traje-simulador-de-edad-para-formar-a-su-plantilla.html">sensibilización</a> cuya eficacia es más que notable. Varios <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/0361073X.2020.1766299?journalCode=uear20&">estudios científicos</a> respaldan su utilidad.</p>
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<p><em><a href="https://theconversation.com/profiles/sergio-maldonado-ortega-1390001">Sergio Maldonado Ortega</a>, estudiante del máster universitario en Ingeniería Biomédica de la Universidad Internacional de Valencia y graduado en Ingeniería Electrónica Industrial, ha colaborado en la elaboración de este artículo.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/193736/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>¿Qué son los trajes de simulación? ¿Qué tecnología permite meterte en la piel de otro? En la Universidad de Granada usan un traje que permite experimentar los achaques de la vejez.Juan Antonio Maldonado Molina, Coordinador del Máster de Gerontología, Dependencia y Protección de los Mayores, Universidad de GranadaJosé Luis Cabezas Casado, Profesor de Psicología, Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1782732022-10-02T20:47:56Z2022-10-02T20:47:56ZCómo deben gestionar los bancos (y cualquier empresa) su comunicación con la gente mayor<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/487070/original/file-20220928-6110-8njjx1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C17%2C5982%2C3970&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/elderly-woman-using-atm-street-2159257755">Shutterstock / Miguel AF</a></span></figcaption></figure><p>A principios de 2022 la campaña <a href="https://www.change.org/p/tengo-78-a%C3%B1os-y-me-siento-apartado-por-los-bancos-todo-es-por-internet-y-no-todo-el-mundo-se-maneja-pido-atenci%C3%B3n-humana-en-las-sucursales-bancarias-bbva-caixabank-bankinter-santander-resp-sabadell-help-cabk-responde-bbvaresponde-es"><em>Soy mayor, no idiota</em></a>, promovida por el médico jubilado valenciano Carlos San Juan, tuvo una inmensa repercusión en la sociedad española y agitó e indignó a muchos ciudadanos, que no entendían el comportamiento empresarial hacia las personas mayores. </p>
<p>San Juan reclamaba la situación de <em>indefensión tecnológica</em> en la que se encontraban muchos mayores en el trato con sus entidades bancarias. El cierre de oficinas y la imposición de horarios y citas previas han hecho prácticamente obligatorio el uso de cajeros automáticos y <em>apps</em> para hacer las operaciones bancarias más habituales. Y no todos están preparados para este cambio. Lo sucedido con el sector bancario y las personas mayores puso sobre la mesa algunos temas dignos de reflexión: </p>
<ul>
<li><p>La marginación de los grupos sociales que <a href="https://theconversation.com/digitalizacion-de-las-areas-rurales-si-pero-no-a-cualquier-precio-162877">no pueden adaptarse</a> al proceso imparable de digitalización. La línea de negocio de las empresas no debe quedar por encima del servicio y la atención al cliente, independientemente de su edad o condición.</p></li>
<li><p>La ética, el respeto y <a href="https://theconversation.com/los-trabajadores-de-primera-linea-ponen-voz-y-rostro-a-sus-organizaciones-frente-al-publico-154461">la cultura de servicio</a> tienen que ser conceptos inquebrantables en las empresas, independientemente de su dimensión y ámbito de actuación.</p></li>
<li><p>Para algunas personas mayores poder asistir de modo presencial a una entidad financiera a consultar cuestiones y dudas relacionados con su dinero representa una posibilidad de socialización. Muchas <a href="https://revintsociologia.revistas.csic.es/index.php/revintsociologia/article/view/698/905">personas mayores que viven solas</a> pueden así establecer unas mínimas relaciones sociales y relacionarse con su entorno.</p></li>
<li><p>La desconexión digital genera mayor dependencia familiar. Ante la incapacidad de realizar las gestiones que antes realizaba de forma presencial en las entidades bancarias, deben pedir ayuda a sus familiares. Esto <a href="https://theconversation.com/acabemos-con-el-viejismo-las-personas-mayores-no-son-tan-fragiles-104823">los hace más dependientes</a>, provocando una enorme sensación de frustración. </p></li>
</ul>
<p>Queda confiar en que el <a href="https://clientebancario.bde.es/pcb/es/blog/se-refuerza-el-compromiso-de-las-asociaciones-bancarias-para-la-atencion-de-los-mas-mayores.html">documento acordado entre el Gobierno y la banca</a> para el fomento de la inclusión financiera de mayores, por el que las entidades se comprometen a prestar un mejor servicio a las personas de edad avanzada, <a href="https://theconversation.com/los-abuelos-necesitan-conectarse-a-internet-mas-que-nunca-pero-muchos-no-saben-hacerlo-164766">más vulnerables y menos digitalizadas</a>, se respete en su totalidad y sirva de reflexión para comprender que las políticas de negocio de las empresas no justifican la vulneración de derechos y el respeto por las personas.</p>
<h2>Vejez, comunicación y mercado</h2>
<p>La sociedad envejece y las personas mayores constituyen un amplio mercado de usuarios dentro del conjunto de la población. En particular la pirámide de población española atraviesa un <a href="https://documentos.fedea.net/pubs/eee/eee2021-07.pdf">profundo proceso de envejecimiento</a>. Medido por el aumento de la proporción de personas mayores (65 años o más) sobre el total de la población, <a href="https://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?path=/t20/e245/p08/l0/&file=01002.px">según datos del INE</a>, a 1 de enero de 2021 había 9 310 828 personas mayores, un 19,65 % del total de la población (47 385 107). </p>
<p>Las estimaciones del instituto público español de investigación estadística señalan que <a href="https://www.ine.es/prensa/pp_2020_2070.pdf">en torno al año 2050</a> un 31,4 % de la población total será mayor de 65 años. En el resto de Europa y del mundo se produce la misma tendencia: hay una transición hacia una estructura de población <a href="https://www.un.org/es/global-issues/ageing">cada vez más envejecida</a>. </p>
<p>Este nutrido y creciente grupo de ciudadanos consume y establece relaciones con su entorno, igual que hace el resto.</p>
<h2>Comunicación corporativa, filosofía y estrategia</h2>
<p>En el camino para establecer relaciones con sus diferentes públicos, las organizaciones deben emplear canales de comunicación, mensajes y fórmulas adecuadas para que estas relaciones sean fluidas y armoniosas. De no ser así, fallará la comunicación y el flujo comunicativo se verá mermado, perjudicando la consecución del objetivo que tenga la organización en ese momento. </p>
<p>Cada grupo poblacional tiene unas necesidades concretas y demanda unos servicios y atenciones específicos en los que no caben generalidades: el <em>café para todos</em> aquí no tiene lugar.</p>
<p>La gestión de la comunicación tiene como objetivo principal satisfacer las necesidades de los clientes. Por lo tanto, debe <a href="https://theconversation.com/como-gestionar-la-comunicacion-de-las-organizaciones-en-el-siglo-xxi-119683">concebirse como un elemento estratégico</a> donde se conectan e interrelacionan la visión, la misión y los objetivos de la organización, aprovechando las oportunidades que existen en el mercado y optimizando los recursos propios. </p>
<p>La comunicación en una empresa no debe ser concebida como mera técnica: debe ser una filosofía, la expresión de una visión que tiene que ponerse en marcha de forma centralizada. </p>
<p>El proceso de comunicación, más allá de su dimensión informativa, debe suponer también para los directivos de las organizaciones una forma de mejorar la eficacia de sus decisiones. Esto supone implicación y responsabilidad en el proceso que todo buen líder debe asumir. </p>
<p>En los últimos años la transparencia se ha convertido en un valor nuclear de una sociedad en la que aumentan la inseguridad, la incertidumbre y la desconfianza de los ciudadanos (basta <a href="https://www.imf.org/es/Blogs/Articles/2022/07/26/blog-weo-update-july-2022">mirar las consecuencias</a> de la covid-19 y la invasión rusa a Ucrania). </p>
<p>La ética, la moral y la confianza delimitan el verdadero valor de la transparencia que necesita la sociedad actual. Por ello, en momentos como estos <a href="https://theconversation.com/cinco-principios-de-comunicacion-para-encarar-la-crisis-del-coronavirus-139407">una buena gestión de la comunicación</a> es fundamental para cualquier tipo de organización. Máxime en un sector como el bancario, no exento de polémicas y en multitud de ocasiones con una imagen nefasta entre los distintos públicos. </p>
<h2>Comunicar bien genera confianza</h2>
<p>Si se apuesta por una comunicación de las organizaciones hacia las personas mayores fluida, multidireccional (es decir <em>no unidireccional</em> de las empresas hacia las personas mayores), transparente, que escucha de modo activo y atiende a sus necesidades, este público responderá en modo de confianza, recomendación y compra de servicios y productos, generando para las empresas un mayor número de ingresos. </p>
<p>No olvidemos que muchos mayores <a href="https://ageingnomics.fundacionmapfre.org/blog/10-claves-consumidor-senior/">tienen capacidad de compra y están dispuestos a invertir y gastar</a> donde sientan que forman parte del compromiso real de la empresa con su entorno.</p>
<p>Una sociedad que no cuida y no fomenta la integración de todos no es una sociedad desarrollada ni madura, es una sociedad que margina y discrimina. Ni la transformación digital ni los asuntos económicos deben empañar una comunicación transparente, con una atención personalizada de respeto y servicio hacia el individuo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/178273/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Begoña Gómez Nieto no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La comunicación de las empresas hacia las personas mayores debe ser fluida, multidireccional y transparente para obtener la confianza de este colectivo.Begoña Gómez Nieto, Profesora experta en Comunicación Organizacional y Coordinadora Académica del Máster en Comunicación Corporativa, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1898852022-09-15T17:19:55Z2022-09-15T17:19:55Z¿Somos más felices a medida que envejecemos?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/482470/original/file-20220902-21-1l5cqy.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C8%2C5599%2C3724&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-photo/cool-fashion-elder-couple-electric-guitar-103080317">tommaso lizzul / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Por término medio, la felicidad disminuye a medida que nos acercamos a la mediana edad, tocando fondo a los 40 años, pero vuelve a aumentar a medida que nos acercamos a la jubilación, según revela un buen <a href="https://papers.ssrn.com/Sol3/papers.cfm?abstract_id=1403203">número de</a> <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0277953608000245">estudios</a>. Es lo que se conoce como la <a href="https://www.theguardian.com/commentisfree/2022/aug/22/research-says-that-your-40s-are-your-unhappiest-age-its-worse-for-millennials">curva de felicidad en forma de U</a>. Y aunque resulta tranquilizadora, por desgracia probablemente no sea cierta. </p>
<p>Mi <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/national-institute-economic-review/article/is-happiness-ushaped-in-age-everywhere-a-methodological-reconsideration-for-europe/CB15B6EA480B1B9CF41464C35F2F9CF6">análisis de los datos</a> de la Encuesta Social Europea muestra que, para muchas personas, la felicidad disminuye durante la vejez a medida que nos enfrentan a dificultades relacionadas con el paso de los años, como el deterioro de la salud y el duelo familiar. De hecho, el patrón en forma de U no era evidente en casi la mitad de los 30 países que investigué.</p>
<h2>¿A qué se debe esta diferencia?</h2>
<p>Mi estudio corregía un error de interpretación de los métodos de investigación en estudios anteriores. La idea de la forma de U procede de análisis estadísticos que ajustan los datos para comparar a personas de riqueza y salud similares en la mediana y la tercera edad. Ese ajuste pretende aislar el efecto de la edad de otros factores que influyen en la felicidad. </p>
<p>Pero dado que las personas suelen ser más pobres y menos sanas durante la vejez, el ajuste puede ser engañoso. Cuando omitimos el ajuste, se hace evidente un descenso de la felicidad relacionado con la edad en muchos países.</p>
<p>Este descenso es más pronunciado en los países con un estado de bienestar menos eficaz, como Turquía, donde la felicidad (medida en una escala de cero a diez) cae por término medio de 6,4 en la edad de jubilación a menos de 5,0 entre los más mayores. </p>
<p>En Estonia, Eslovaquia y la República Checa, la felicidad disminuye de forma constante a partir de los 30 años. </p>
<p>En los Países Bajos, en cambio, la felicidad aumenta a partir de los 30 años y se mantiene estable incluso en la vejez. En Finlandia, la felicidad se mantiene bastante constante a lo largo de la vida, por encima de ocho en la escala de cero a diez.</p>
<p>En resumen, no hay un patrón universal de felicidad. Por el contrario, hay una amplia gama de patrones en diferentes países. No debería sorprender que las distintas condiciones sociales contribuyan a obtener resultados diferentes.</p>
<h2>Bonita historia</h2>
<p>La idea de la forma de U es atractiva en parte porque es contraria a la intuición: seguro que la vida se vuelve más dura en la vejez, pero aun así, la gente se vuelve más feliz. ¿Por qué? </p>
<p>Se dice que la gente gana en sabiduría y aceptación con la edad. Desarrollamos la capacidad de apreciar lo que tenemos, en lugar de rumiar lo que nos falta. La edad atenúa la ambición y las frustraciones que suelen derivarse de ella.</p>
<p>La <a href="https://www.psychologytoday.com/us/blog/meditation-modern-life/201609/happiness-comes-within">sabiduría popular de la psicología</a> nos dice que “la felicidad viene de dentro”. Así que tal vez la gente finalmente ordena su “interior” en la vejez, con la felicidad como recompensa.</p>
<p>Es una bonita historia pero, para muchas sociedades, es una ilusión, el resultado de un ajuste estadístico mal escogido. La felicidad puede aumentar con la edad siempre que la gente no se ponga enferma, sufra un duelo o empiece a perder a sus amigos. Eso es lo que nos da el ajuste estadístico: un resultado que supone que nada va mal en la vejez.</p>
<p>Sin embargo, muchas personas se enfrentan a grandes retos cuando envejecen, y no es de extrañar que no se sientan tremendamente felices. </p>
<p>No estoy sugiriendo que la gente no ordene a veces su interior con el tiempo. Vale la pena aceptar esa parte de la sabiduría popular de la psicología, ya que es lo que está bajo nuestro control, potencialmente. Pero mi análisis sugiere que podría haber límites a nuestra capacidad de compensar de este modo los retos que suele traer el envejecimiento. </p>
<p>Que la felicidad aumente o disminuya depende del equilibrio de estas fuerzas que compiten entre sí (grandes retos y adaptación mental), y no está garantizado un resultado positivo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/189885/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>David Bartram no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La tesis de que la gente es más feliz según se acerca la edad de jubilación puede ser tranquilizadora para los que van teniendo unos años pero, por desgracia, no es cierta, según un nuevo estudio.David Bartram, Associate Professor and Director of Research, School of Media, Communication, and Sociology, University of LeicesterLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1637312021-11-30T19:08:34Z2021-11-30T19:08:34Z¿Existe relación entre la Covid-19 y el deterioro cognitivo?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/433889/original/file-20211125-19-abdufz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=27%2C9%2C6154%2C4106&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/depressed-senior-patient-sitting-on-wheelchair-1943749633">Shutterstock / Rido</a></span></figcaption></figure><p>Desde marzo de 2020 vivimos una situación social y sanitaria extraordinaria por la aparición de <a href="https://www.thelancet.com/coronavirus">una infección producida por el virus SARS-CoV-2</a> conocida como covid-19.</p>
<p>Se ha podido comprobar que este virus, a diferencia de otros de la misma
familia, presenta una <a href="https://www.thelancet.com/journals/laninf/article/PIIS1473-3099(21)00648-4/fulltext">elevada velocidad de transmisión</a>. </p>
<p>Una de las muchas consecuencias de esta característica es su gran capacidad infectiva, capaz de dañar nuestros <a href="https://journals.plos.org/plospathogens/article?id=10.1371/journal.ppat.1009037">órganos vitales</a>. De hecho, en los casos más graves, puede incluso suponer la <a href="https://coronavirus.jhu.edu/map.html">muerte del individuo</a> infectado. </p>
<p>La gran parte de los estudios sobre el nuevo patógeno señalan que el mayor riesgo de mortalidad en la población infectada está asociado a la presencia de <a href="https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/coronavirus/in-depth/coronavirus-who-is-at-risk/art-20483301">patologías previas</a>. Entre estas, se encuentran condiciones como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la obesidad o la insuficiencia respiratoria crónica. </p>
<p>Por otro lado, durante los primeros meses de la pandemia se ha podido comprobar que la <a href="https://www.cdc.gov/aging/covid19/covid19-older-adults.html">población de edad avanzada</a> también presenta una mayor vulnerabilidad frente a la infección. El resultado de todo ello es el alcance de unas escalofriantes cifras de mortalidad. </p>
<p>En este sentido, se ha situado la edad de los 81 años con una tasa de mortalidad de <a href="https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/need-extra-precautions/people-with-medical-conditions.html">alrededor del 20 %</a>. Pero la cifra no queda ahí: el porcentaje se ve aumentado de forma bastante significativa ante la presencia, como adelantábamos, de enfermedades crónicas asociadas.</p>
<h2>Envejecimiento, demencia y sus posibles consecuencias</h2>
<p>Las demencias son enfermedades que están directamente relacionadas con el
envejecimiento. Estas aumentan progresivamente dentro de la población mayor
de 65 años, como consecuencia de la mejor calidad de vida en nuestra
sociedad. </p>
<p>Sin duda, estas patologías constituyen un importante reto sanitario, social y económico. De hecho, en España suponen el tercer problema de salud más habitual, tras otros tan comunes como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. </p>
<p>Las patologías degenerativas, entre otros aspectos, se caracterizan principalmente por el deterioro de las funciones mentales de quienes las padecen. Estas terminan afectando directamente tanto a las actividades habituales como a la vida cotidiana de los pacientes. </p>
<p>Por un lado, las alteraciones funcionales producen cambios en <a href="https://www.alz.org/alzheimer-demencia/que-es-la-demencia?lang=es-MX">la memoria</a>. Por otro lado, también originan un deterioro en las habilidades del <a href="https://www.asha.org/public/speech/spanish/la-demencia/">lenguaje</a>. </p>
<p>En conjunto, ambas desembocan en una gran incapacidad para expresar lo que se siente. Además, suponen la imposibilidad de resolución con independencia de los diferentes problemas y obstáculos cotidianos. </p>
<h2>¿Qué puede suponer la demencia en casos de infección por covid-19?</h2>
<p>En este sentido, se sabe que las personas con demencia pueden no reconocer los síntomas iniciales de la covid-19. En ocasiones, incluso presentando una sintomatología propia de la infección. Es el caso, por ejemplo, de momentos de agitación, confusión o desorientación. </p>
<p>Todas ellas son situaciones que pueden ser confundidas inicialmente como <a href="https://medlineplus.gov/spanish/dementia.html">signos clínicos de la demencia</a>, retrasando el diagnóstico y la posterior intervención.</p>
<p>Por otro lado, se sabe que estas personas pueden verse o haberse visto negativamente afectadas por el aislamiento social, las restricciones a la movilidad y por el cambio en la rutina de actividades habituales. Todo ello podría llegar a producir cambios en su conducta que llevasen incluso a requerir hospitalización. Esto haría, como cabe esperar, que quedasen más expuestos al contagio de covid-19.</p>
<p>A todo lo anterior hay que añadir los resultados obtenidos en estudios recientes. Es el caso de los hallazgos de investigaciones como las realizadas por <a href="https://www.elsevier.es/es-revista-neurologia-295-linkresolver-analisis-letalidad-por-covid-19-pacientes-S0213485320302310">Reyes-Bueno y colaboradores en el año 2020</a>. </p>
<p>Lo que ha demostrado el grupo de investigadores del Hospital Regional Universitario de Málaga es que la letalidad por covid-19 en pacientes con demencia degenerativa es significativamente mayor si la comparamos con la de pacientes de edades medias y comorbilidades similares. En concreto, de los 88 pacientes incluidos en el estudio, 24 pacientes con covid-19 fallecieron: el 43,4 % eran pacientes con diagnóstico de demencia y el 21,5 %, pacientes del grupo control, lo que supone una diferencia estadísticamente significativa.</p>
<p>Sin embargo, todas estas conclusiones deberán corroborarse con futuros estudios, utilizando un mayor número de pacientes con demencia y con covid-19. De esta manera será posible identificar otros factores de riesgo relacionados con la gravedad de la infección en pacientes con demencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/163731/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La demencia no solo podría ser un factor de riesgo de la Covid-19, también podría retrasar su diagnóstico, empeorando el pronóstico de la enfermedad.Santos Blanco Ruiz, Profesor sustituto interino. Área de Biología Celular, Universidad de JaénRaquel Hernandez Cobo, Profesora Titular de Biología Celular, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1669882021-09-01T18:44:02Z2021-09-01T18:44:02ZPor qué la inflamación aumenta al envejecer<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/418854/original/file-20210901-17-1dr78yc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=9%2C0%2C6364%2C4243&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/close-legs-injured-senior-woman-have-1576187674">Shutterstock / Por CGN089</a></span></figcaption></figure><p>La esperanza de vida y, por lo tanto, el número y la proporción de personas mayores de 60 años ha ido aumentando de forma sostenida en los últimos 100 años, principalmente en los países desarrollados.</p>
<p>Según <a href="https://www.un.org/es/global-issues/ageing">Naciones Unidas</a>, el número de personas mayores de 60 años aumentará de 962 millones en 2017 hasta 1 400 millones en 2030 y 2 100 millones en 2050. Este aumento constituye un gran reto para diferentes sectores de la sociedad, incluidas la ciencia y la medicina, puesto que la salud de las personas empeora con la edad. De hecho, hay una serie de enfermedades que claramente se asocian con una edad avanzada y que generalmente tienen relación con cambios en el sistema inmune (lo que se denomina “inmunosenescencia”) y el desarrollo de una inflamación crónica.</p>
<h2>La inflamación es buena, pero sin pasarse</h2>
<p>La <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK279298/">inflamación</a> es una reacción homeostática de nuestro cuerpo en respuesta a diferentes agresiones, tanto endógenas como exógenas. Las principales causas que la desencadenan son la infección por un microbio, lesiones o daños causados por golpes u objetos extraños al cuerpo –como cuando se nos introduce una espina en el dedo–, o por determinados compuestos químicos o radiaciones –como la luz ultravioleta del sol–. </p>
<p>Los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inflamaci%C3%B3n">signos más comunes de la inflamación</a> son enrojecimiento, calor, hinchazón y dolor en la zona afectada. Cuando la inflamación es más grave, puede causar una activación inmune generalizada que da lugar a una sensación de malestar, agotamiento y fiebre. </p>
<p>El objetivo de la respuesta inflamatoria es suprimir la causa inicial de la agresión, eliminar las células muertas e iniciar la reparación de los tejidos afectados. Una vez conseguido el objetivo, esta inflamación aguda desaparece. Por lo tanto, la inflamación es generalmente beneficiosa para nuestro organismo. </p>
<p>Sin embargo, cuando la inflamación se extiende en el tiempo y se vuelve <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inflamaci%C3%B3n">crónica</a>, puede causar daño en diferentes tejidos y dar lugar a numerosas enfermedades también crónicas.</p>
<h2>Inflamación asociada al envejecimiento</h2>
<p>Asociada al envejecimiento del sistema inmune (inmunosenescencia), en las personas mayores suele desarrollarse una inflamación crónica, generalizada y de baja intensidad, que en inglés se denomina <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6146930/pdf/nihms-987910.pdf"><em>inflammaging</em></a>. </p>
<p>Se caracteriza por un aumento en nuestro cuerpo de los niveles de unas proteínas llamadas <a href="https://theconversation.com/tormenta-de-citoquinas-el-lado-oscuro-de-la-inflamacion-en-la-covid-19-152831">citoquinas</a> proinflamatorias. Estas proteínas favorecen el desarrollo y mantenimiento de la inflamación.</p>
<h2>La gasolina de la inflamación crónica en la senectud</h2>
<p>Existen una gran variedad de estímulos que desencadenan y mantienen la inflamación asociada al envejecimiento. Algunos de los más importantes son los <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fcvm.2018.00012/full">siguientes</a>: </p>
<ol>
<li><p><strong>La acumulación de desechos celulares y moléculas defectuosas o tóxicas (“basura molecular”).</strong> Se debe a la reducida capacidad del organismo envejecido para deshacerse de ellos o para reciclarlos. No hay que olvidar que en nuestro organismo muere diariamente un gran número de células y se produce una ingente cantidad de moléculas defectuosas o tóxicas que normalmente el cuerpo es capaz de eliminar eficientemente.</p></li>
<li><p><strong>El envejecimiento celular.</strong> Con los años, las células de nuestro cuerpo pierden su capacidad para renovarse y envejecen (se vuelven “senescentes”). Estas células producen una serie de citoquinas y otros factores que favorecen el proceso de inflamación.</p></li>
<li><p><strong>Infecciones crónicas, principalmente virales (como los herpesvirus)</strong>. Suelen ser más comunes en las personas mayores.</p></li>
<li><p><strong>Deficiencias en los mecanismos antiinflamatorios</strong> que se desencadenan de forma natural en nuestro organismo.</p></li>
<li><p><strong>Alteraciones en la arquitectura del intestino y en la composición de la flora bacteriana.</strong> Como consecuencia, la barrera intestinal se debilita. Esto permite el paso de microorganismos patógenos y sus productos (traslocación bacteriana) y promueve la inflamación tanto a nivel local como general.</p></li>
</ol>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/418831/original/file-20210901-15-1l45wek.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/418831/original/file-20210901-15-1l45wek.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/418831/original/file-20210901-15-1l45wek.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/418831/original/file-20210901-15-1l45wek.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/418831/original/file-20210901-15-1l45wek.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/418831/original/file-20210901-15-1l45wek.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=556&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/418831/original/file-20210901-15-1l45wek.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=556&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/418831/original/file-20210901-15-1l45wek.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=556&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Causas, consecuencias y remedios de la inflamación asociada al envejecimiento.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Consecuencias graves</h2>
<p>La inflamación asociada al envejecimiento conduce a un agotamiento del sistema inmune que contribuye a que las personas mayores sean más <a href="https://theconversation.com/mayores-de-65-e-infeccion-respiratoria-viral-aguda-una-combinacion-peligrosa-antes-y-despues-de-la-covid-19-159558">vulnerables a las infecciones</a>. Además de favorecer el desarrollo de cáncer y enfermedades autoinmunes, que son las que se producen cuando el sistema inmune del cuerpo no identifica como propias algunas de sus células, tejidos u otros componentes y los ataca. </p>
<p>Es más, la inflamación asociada al envejecimiento ha sido asociada con casi todas las enfermedades relacionadas con la edad avanzada <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1044532318300228?via%3Dihub">(osteoporosis, enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares, síndrome metabólico, diabetes, etc., además de las mencionadas anteriormente)</a>. Eso implica que estamos ante una de las principales causas de mortalidad en personas mayores. </p>
<p>Por otra parte, la inmunosenescencia y la inflamación asociada al envejecimiento también hacen que las personas mayores tengan peor respuesta a las vacunas, como la de la gripe o <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fimmu.2020.583019/full">COVID-19</a>.</p>
<h2>Hacia un envejecimiento saludable</h2>
<p>Los recientes progresos en el reconocimiento de las causas que producen la inflamación crónica asociada al envejecimiento están guiando los estudios para encontrar <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1044532318300228?via%3Dihub">tratamientos</a> que eliminen o reduzcan esas causas. </p>
<p>Algunos de los campos que están dando resultados prometedores son los siguientes:</p>
<ol>
<li><p>Tratamientos anti-inflamatorios específicos. </p></li>
<li><p>Investigación en drogas que eliminen selectivamente las células senescentes (“senolíticos”).</p></li>
<li><p>Estudios sobre la composición y variedad de la flora intestinal.</p></li>
<li><p>Efecto del ejercicio físico y una dieta equilibrada en la reducción de la inflamación.</p></li>
</ol>
<p>El control de la inflamación en personas mayores probablemente hará que el envejecimiento sea más saludable. Un dato para el optimismo: las personas <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1044532318300228?via%3Dihub">centenarias</a> parecen tener controlada la inflamación y padecen menos enfermedades asociadas a la edad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/166988/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Gran parte de las enfermedades asociadas con una edad avanzada tienen relación con cambios en el sistema inmune y el desarrollo de una inflamación crónica. Entenderlos puede ayudar a cumplir años con salud.Isidoro Martínez González, Científico Titular de OPIs, Instituto de Salud Carlos IIISalvador Resino García, Investigador Científico de OPIs, Instituto de Salud Carlos IIILicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1659842021-08-30T20:45:31Z2021-08-30T20:45:31ZCovid-19: ¿Hemos deshumanizado el trato a los mayores?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/417994/original/file-20210826-19-1qpqkx1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C9%2C6494%2C4287&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/caregiver-woman-take-care-elderlydepressed-senior-1709639395">CGN089/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El curso que la pandemia ha tenido sobre <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7266768/">las personas mayores</a> la ha definido como una emergencia geriátrica en distintos países, también en España. Los mayores son un grupo de alto riesgo, no por su edad cronológica sino por su edad biológica. </p>
<p>El director regional de la OMS para Europa ha pedido a los países europeos <a href="https://diarioenfermero.es/la-oms-pide-a-los-paises-europeos-tratar-con-respeto-y-dignidad-a-las-personas-mayores/">que apoyen y protejan a las personas mayores</a>. Sus palabras son claras: deben recibir tratamiento a la enfermedad, pero también son agentes y deben estar presentes en las respuestas a la crisis y las decisiones sobre la nueva normalidad. Ambas, la cronológica y la biológica, deben ser consideradas para la humanización de la atención sanitaria y social. </p>
<h2>La sociedad del envejecimiento</h2>
<p>Pero si la prevalencia del virus a nivel sanitario es evidente, no menos evidente ha sido el impacto a nivel de ética y ciudadanía. Hemos podido ver que conservar las dimensiones humanas, desde lo particular e integrada en la experiencia de vida, ha sido un planteamiento casi inabordable. </p>
<p>Trabajar <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1130862120303004">lo sociosanitario</a> desde la atención humanizada ha sido una dificultad por la prevalencia, pero desde una protección mal enfocada se han planteado respuestas dejadas al albur o decididas <em>per se</em>, que ha afectado a la decisión, al ejercicio de la libertad y a una protección con enfoque de ciudadanía, dejándoles en una privación feroz por ser mayores. </p>
<p>Las restricciones a la relación social han aumentado el problema preexistente de <a href="https://theconversation.com/como-afrontar-la-soledad-no-deseada-en-la-vejez-124297">soledad</a>. Hemos obviado que <a href="https://theconversation.com/el-desafio-de-vivir-la-vejez-con-dignidad-99259">son ciudadanos adultos mayores de pleno derecho</a>. Las imágenes estereotipadas y negativas de <a href="https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/Prevencion/EnvejecimientoSaludable_Fragilidad/BuenTrato_Edadismo.htm">nuestra sociedad edadista</a> siguen influyendo, sin concebir el envejecimiento como una oportunidad que tiene que ver con la vida. </p>
<h2>Los profesionales y el saber hacer social</h2>
<p>¿Cómo podríamos hacer un planteamiento que nos sirva para dejar de arrebatar la decisión a las personas mayores, justificando la protección? Podríamos afirmar que ahora esto se ha visto exacerbado por la pandemia.</p>
<p>No cabe duda que aquellos que trabajamos con personas mayores estamos axiológicamente influenciados por valores, contextos y procedimientos para su ordenación sectorial. La emergencia sanitaria desdibuja de manera evidente lo dispuesto y deja ver de manera esperpéntica, por la acción rápida de proteger, qué sabemos y que sopesamos en la sociedad que proyectamos. </p>
<p>Es preciso aportar responsabilidad al posicionamiento que tomamos los profesionales. Ubicar <a href="http://www.trabajosocialhoy.com/articulo/268/la-autodeterminacion-de-la-persona-mayor-en-la-intervencion-social-la-proteccion-a-su-toma-de-decision/">el valor de la vejez</a> influye en la clave organizativa de nuestras actuaciones profesionales, que hay que cuestionar en aras de defender una etapa vital con todas las garantías para la protección adecuada. Se trata de generar un tiempo socio sanitario ajustado a las necesidades biopsicosociales y definidas con la persona mayor.</p>
<p>Hablar de personas mayores exige afirmar que todas las personas mayores no son vulnerables. No es el hecho de ser vulnerable lo que imprime carácter a las personas mayores. Por tanto, informadas como sujetos de derechos, tomarán decisiones sobre cómo vivir lo cotidiano en pandemia, haciendo así el bienestar tangible a cada vivencia, sin supeditar la capacidad de decidir a la de hacer.</p>
<p>Cabe preguntarse si los valores que aplicamos en nuestra práctica diaria los captamos de manera razonada o sensitiva, y qué tipo de racionalidad interviene en la elección y en darle orden a la misma.</p>
<p>Solo si introducimos diagnosticar desde los valores del otro lograremos una atención ética y humanizada.</p>
<h2>El tiempo en la vida de los mayores</h2>
<p>¿Cómo analizamos la vulnerabilidad en tiempos de covid-19 y el cambio categórico de paradigma, conteniendo el tiempo? Abordar la vulnerabilidad con las personas mayores implica desvincular a este sector de un protocolo clasificatorio que actúe alejándolas de los entornos deseados y elegidos, de la pérdida del control sobre sus propias vidas y de la capacidad de decidir cómo quieren vivir.</p>
<p>El tiempo en la vida y en la de la persona mayor es la conexión del movimiento entre el antes y el después. Sin esta perspectiva no sabremos ver el <em>continuum</em> en la vida y la necesaria toma de decisión. Las situaciones difíciles desembocan en un reordenamiento axiológico.</p>
<p>Si la persona mayor no dirige su toma de decisión, ni gestiona el mundo en el que vive, esta va a quedar relegada a un continuo encuentro con lo necesario que va a incidir sobre su bienestar integral y su participación en su vida, con la confirmación de la profecía de la vulnerabilidad y la dependencia continua.</p>
<p>Entre los retos que tenemos por delante está revisar el modelo de atención de las personas mayores, que se ha visto impugnado por la crisis sanitaria. Un modelo que ha de generar un cambio de concepción social ante la oportunidad de vivir lo que debería ser el “enveje-Ser”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/165984/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rosa Gómez Trenado no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Tras analizar el trato que le hemos dado a los mayores durante lo más duro de la pandemia, quienes trabajan con ellos consideran que les hemos arrebatado su capacidad de toma de decisiones bajo el argumento de protegerlos.Rosa Gómez Trenado, Profesora de Trabajo Social, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1578492021-05-19T20:03:38Z2021-05-19T20:03:38Z¿No le pesan los años? Entonces está en plena gerontolescencia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/401604/original/file-20210519-15-nejn8a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C5752%2C3811&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/seniors-doing-strength-building-fitness-exercises-781748185">Shutterstock / Photographee.eu</a></span></figcaption></figure><p>Frases cotidianas como “¿Ya han pasado 15 años desde que fuimos a Nueva York?” o “¡Madre mía, tu hija ya cumplió 10 años!” nos dan muestran de lo poco conscientes que somos <a href="https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-928X2014000200002">del paso del tiempo y sus consecuencias</a>. </p>
<p>Además, uno tiene la sensación de que su aspecto físico no ha variado en exceso (hasta que alguna aplicación nos vuelve a recordar ese paso de tiempo). De hecho, las personas solemos <a href="https://www.researchgate.net/publication/345313666_RELACION_EDAD_CRONOLOGICA_BIOLOGICA_Y_MENTAL-EMOCIONAL_CONJETURAS_EN_TORNO_AL_ENVEJECIMIENTO">sentirnos más jóvenes</a> de lo que realmente marca nuestra partida de nacimiento: ¿Por qué nos ocurre?, ¿nos estamos autoengañando?</p>
<p>Se conoce como <a href="https://www.nytimes.com/es/2019/10/23/espanol/ciencia-y-tecnologia/envejecer.html">edad subjetiva</a> la que sentimos tener. Curiosamente, nos solemos sentir más mayores a nuestra edad cronológica durante la adolescencia y juventud. Esto es debido a la necesidad de los jóvenes de ser considerados adultos y poder tomar sus propias decisiones. </p>
<p>Es <a href="http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-89612012000100006">alrededor de los 30-40</a> años cuando la tendencia se invierte y la persona comienza a sentirse más joven de lo que en realidad es. Este proceso puede ser visto de forma negativa, como si la persona se estuviera autoengañando. En parte sería como un <a href="https://psiquiatramayores.com/2020/04/18/autoedadismo-en-tiempos-de-pandemia/">autoedadismo</a>, una autodiscriminación hacia la propia edad de la persona, el no reconocer el paso del tiempo y las pérdidas que implica. </p>
<p>No obstante, la mejora de las condiciones de vida está ayudando a que muchas personas de 65 años en la actualidad <a href="http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/fuentes-mitos-01.pdf">conserven una salud y una vitalidad envidiables</a> para los estándares de hace unos años. </p>
<h2>Una mirada positiva a hacerse mayor</h2>
<p>De hecho, el experto en envejecimiento Alexandre Kalache acuñó el termino de <a href="https://envejeceractivos.com/alexandre-kalache/">gerontolescencia</a> para hablar de una nueva transición vital positiva. Este autor entiende que alrededor de la etapa de jubilación de la persona, esta puede tener mayores posibilidades para iniciar nuevos proyectos e intereses personales. Sería una mirada más positiva de lo que implica hacerse mayor.</p>
<p>¿Tiene entonces consecuencias negativas verse más joven en la vejez? La evidencia nos indica que esta discrepancia entre la edad real y la edad subjetiva sería problemática si implicase un riesgo para la persona a la hora de valorar sus capacidades. Por ejemplo, aquella persona mayor que se considera todavía joven para correr determinados kilómetros diarios y no percibe los cambios físicos que está teniendo. </p>
<p>El poder aceptar las perdidas que implica hacerse mayor y reajustar las actividades para que continúen siendo atractivas y beneficiosas para la persona es todo un reto. Como diría la frase atribuida a Napoleón Bonaparte, “una retirada a tiempo es una victoria”. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/401607/original/file-20210519-17-1ba84k1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/401607/original/file-20210519-17-1ba84k1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/401607/original/file-20210519-17-1ba84k1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/401607/original/file-20210519-17-1ba84k1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/401607/original/file-20210519-17-1ba84k1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/401607/original/file-20210519-17-1ba84k1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/401607/original/file-20210519-17-1ba84k1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Cuando somos jóvenes nos percibimos mayores y cuando somos mayores nos percibimos más jóvenes.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/elder-man-looking-younger-himself-mirror-222319105">Shutterstock / tommaso lizzul</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Sentirse joven versus “eso es de viejos”</h2>
<p>En el mismo sentido, tendríamos personas que no aceptan algunos servicios o ayudas por considerarse todavía jóvenes. De nuevo, esta negativa los pone en riesgo de perder calidad de vida y bienestar. Por ejemplo, es habitual escuchar a personas mayores que no quieren llevar audífono argumentando que “eso es de viejos” cuando, si realmente hay un problema auditivo, el no reconocer esta pérdida hará que la persona mayor ponga en riesgo su salud, sus relaciones sociales y su calidad de vida. </p>
<p>Sin embargo, los estudios sobre <a href="https://www.immedicohospitalario.es/noticia/14542/la-edad-subjetiva-se-correlaciona-con-la-edad-estimada-del-cerebro.html">edad subjetiva en personas mayores</a> señalan la relación positiva entre sentirse más joven y tener una mejor salud a nivel objetivo. La explicación a esta relación se esconde en que, si yo me siento joven será más fácil que esté implicado en más actividades sociales, en otras que eviten el sedentarismo o cuidaré más mi alimentación. Todos estos buenos estilos de vida son los que hacen que al final tenga una mejor salud tanto física como mental. </p>
<h2>No se ponga límites</h2>
<p>Y al contrario. Aquellas personas que se siente más mayores, que repiten eso de “soy muy mayor para aprender esto” o “yo no quiero ser una carga para los demás” dejan de realizar actividades significativas que podrían ser gratificantes, una actitud que suele lograr que se sientan con peor salud y dejen de hacer aún más actividades.</p>
<p>Otro campo en el que se ha estudiado el impacto de <a href="https://www.insst.es/documents/94886/326827/ntp_367.pdf/f8b70a34-71ab-485d-ac08-a611e362816e">la edad subjetiva es en las organizaciones</a>. De nuevo, volvemos a vincular determinadas edades con ciertos estereotipos <a href="https://osha.europa.eu/es/publications/articles/promoting-active-ageing-in-the-workplace">de rendimiento a nivel laboral</a>. </p>
<p>En este caso, si el trabajador observa que sigue realizando bien su trabajo y recibe buenas retroacciones del mismo por parte de sus superiores o sus compañeros, no solo se sentirá mejor consigo mismo, sino que probablemente esta visión positiva redunde en una mejora de su rendimiento laboral.</p>
<h2>Los nietos rejuvenecen</h2>
<p>Por último, las personas mayores se sienten más jóvenes si están rodeadas de individuos de menor edad. Por ejemplo, <a href="https://www.tendencias21.es/Los-abuelos-mayores-de-70-se-sienten-mas-jovenes-si-cuidan-a-sus-nietos_a41925.html">aquellas que son abuelos suelen sentirse más jóvenes</a> por el contacto con sus nietos. La explicación, de nuevo, está en lo que hacen con estos nietos. </p>
<p>La alegría por estar pendiente de los pequeños y realizar actividades con ellos les da una nueva oportunidad para implicarse en el desarrollo de una persona y ver su crecimiento. Lo mismo ocurre con los llamados <a href="https://www.redalyc.org/pdf/1350/135029517010.pdf">programas intergeneracionales</a> en los que se facilita el contacto entre personas mayores y jóvenes para realizar actividades de diferente índole (comunitarias, tecnológicas, históricas, de actividad física o actividades de ocio, entre otras).</p>
<p>Así que, si el espejo le retorna una imagen mejorada de sí mismo, no la desperdicie. Aproveche para cuidarse, cuidar sus relaciones y aprender también que lo importante no es llegar a ser muy mayores. Lo importante es cómo se llega.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/157849/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Montserrat Celdrán no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿Se siente mayor para su edad o, por el contrario, está lleno de vitalidad para los años que tiene? Cuando somos adolescentes queremos ser mayores, pero a partir de los 30-40 la actitud se invierte. La discrepancia entre la edad real y la subjetiva sería problemática solo si implica un riesgo para la persona a la hora de valorar sus capacidades.Montserrat Celdrán, Doctora en Psicología. Experta en Psicogerontología, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1489482020-11-18T19:47:46Z2020-11-18T19:47:46ZLa dureza de enviudar en la vejez debido al coronavirus<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/369856/original/file-20201117-23-8armd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C7614%2C4680&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/senior-lady-praying-face-mask-reading-1694628808">Shutterstock / Kzenon</a></span></figcaption></figure><p>“En la salud y en la enfermedad… hasta que la muerte nos separe” no es una frase hecha para la generación actual de personas mayores. Las separaciones o divorcios suponen solo <a href="http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/enred-indicadoresbasicos2020.pdf">un 4,8 % del estado civil en las personas mayores de 65 años</a>. </p>
<p>Esto implica que la forma natural en que finalizan los matrimonios en la vejez es por el fallecimiento de la pareja. En ocasiones pensamos que por ser mayores el duelo es menos intenso, porque es algo esperable, “ley de vida” dirían. Sin embargo, perder la que puede haber sido la principal fuente de intimidad durante años supone un importante proceso de duelo y una adaptación social y vital de la persona que enviuda.</p>
<p>Imaginemos que María se casó en 1970 con 25 años (que era la edad media de los matrimonios en aquel momento). Los datos demográficos indican que <a href="https://digital.csic.es/handle/10261/149844">la esperanza de vida de la unión de su matrimonio sería de ¡41,7 años!</a> ¿Qué significa para María superar la muerte de su pareja con la que ha compartido media vida? </p>
<p>El duelo es un proceso natural y necesario ante la pérdida de un ser querido. Por eso nos sorprende cuando alguien no manifiesta dolor ante dicha pérdida o el duelo se mantienen demasiado en el tiempo. </p>
<h2>¿Cuánto debe durar el duelo?</h2>
<p>Pero, ¿cuánto tiempo es demasiado para llorar la pérdida de un ser querido? El <a href="https://www.medicapanamericana.com/es/libro/dsm-5-manual-diagnostico-y-estadistico-de-los-trastornos-mentales-incluye-version-digital">Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V)</a> contempla un trastorno de duelo complejo persistente. Este sucede una vez trascurrido un año de la muerte de la persona. </p>
<p>Además, la persona que enviuda presenta una importante alteración de su vida ya sea en sus relaciones sociales, o en las actividades que para ella eran significativas previamente. Puede ocurrir también que persistan muestras emocionales reactivas poco adaptativas a la muerte de la persona.</p>
<p>La viudedad en parejas heterosexuales lleva nombre de mujer (debido a la diferencia de esperanza de vida entre hombres y mujeres). Esta variable es importante para comprender la adaptación a la viudedad, sobre todo en la generación actual de mujeres mayores, que han tenido una vida marcada por las desigualdades sociales por ser mujeres. </p>
<p>Estas desigualdades les hacen enfrentarse a la viudedad, por ejemplo, con menos recursos económicos (por pasar a depender, en muchos casos, únicamente de la pensión de viudedad). Las mujeres mayores viudas se sienten más solas y manifiestan que tienen menos objetivos personales una vez enviudan. </p>
<p>También se ha asociado la reciente viudedad con la mayor probabilidad de mortalidad prematura de la persona viuda. Imagine una mujer mayor, tal vez ya con sus propios problemas de salud. Enviuda y, durante semanas, cuando su estado de ánimo es bajo, reduce su actividad social, duerme peor, se vuelve más sedentaria y su alimentación empeora. Todo ello puede agravar su propio estado de salud y ser un condicionante para una muerte más prematura.</p>
<p>Por último, entre los factores previos que pueden condicionar la vivencia de la viudedad está la causa de la muerte. Muchas mujeres llevan años cuidando a su pareja y soportando el estrés, la sobrecarga emocional y los problemas de salud física que conlleva dicho rol. Esto hace que una vez enviuden observemos no solo los efectos de la viudedad, sino de la sobrecarga de la cuidadora. </p>
<p>Además, una enfermedad emocionalmente muy costosa para las parejas mayores es la demencia. Ver la pérdida paulatina de la que fue su pareja puede ser un doloroso para la mujer mayor. En ocasiones, se produce lo que conocemos como <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26796738/">duelo anticipatorio</a> en el que se pueden observar conductas de duelo en la persona cuidadora como si estuviera despidiéndose o preparándose poco a poco para la pérdida de la pareja, aún viva.</p>
<h2>Viudedad en pandemia</h2>
<p>Afrontar la muerte de un ser querido nunca es tarea sencilla. Por eso como sociedad nos hemos dotado de mecanismos en forma de rituales de despedida que permiten proporcionar el apoyo emocional a las familias que están en duelo. </p>
<p>Las restricciones sociales debidas a la Covid-19 han tenido un impacto también en estos procesos. Por ejemplo, durante semanas, los velatorios o despedidas laicas o religiosas se han visto limitados o anulados.</p>
<p>Disponemos aún de pocos datos sobre el efecto de la Covid-19 en el proceso de duelo. Algunos autores <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32525367/">plantean el aumento de casos de duelo complejo</a> persistente al no darse las condiciones para un buen acompañamiento del duelo:</p>
<ul>
<li><p>No poder despedirse de la persona fallecida a tiempo.</p></li>
<li><p>No poder celebrar un funeral.</p></li>
<li><p>No poder ofrecer el consuelo a la familia en duelo (por ejemplo, no poder dar abrazos o consolar a la familia).</p></li>
</ul>
<p>A todo este duelo al que no se facilita su proceso se unen el estrés y el miedo ante el virus y las limitaciones de apoyo social que pueden hacer sentir a la mujer mayor que enviuda mucho más sola y aislada. De ahí la importante, aún hoy más que nunca, tarea de facilitar la creación de grupos de apoyo y mecanismos de apoyo social para acompañar a las personas que sufren la muerte de la pareja en estos momentos de pandemia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/148948/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Montserrat Celdrán no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Enviudar siempre es doloroso para quien lo vive, pero tal vez más en estos tiempos. Las mujeres suelen ser las más perjudicadas, no solo emocionalmente, también económicamente. Además, una viudedad puede agravar el estado de salud de quien la sufre y llevarle incluso a la muerte.Montserrat Celdrán, Doctora en Psicología. Experta en Psicogerontología, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1373732020-05-05T20:39:37Z2020-05-05T20:39:37Z¿Qué edad tienen los ancianos?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/332474/original/file-20200504-83775-1vbqdsa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4709%2C3135&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/elderly-old-man-walking-stick-stand-1402360901"> fongbeerredhot / shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En plena crisis del COVID-19, hoy más que nunca los conceptos de “anciano”, “tercera edad”, “personas mayores”, “abuelos”, etc. necesitan de una objetivación social que nos permita, además de ser “políticamente correctos”, definir debidamente al grupo social que representan dichos conceptos. </p>
<p>Es sin duda una tarea de anclaje, un proceso de representación social, que sirva adecuadamente para proponer una categoría clasificatoria. Hoy esto, más que nunca, es importante, ya que el alivio al confinamiento por la crisis sanitaria trabaja con estos términos y se determinan sobre ellos las decisiones.</p>
<p>Sin embargo, José Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, al hablar de cómo será el <em>desconfinamiento</em> de este sector de la sociedad, señala: <a href="https://elpais.com/sociedad/2020-04-20/mayores-y-confinamiento-la-edad-no-es-lo-importante.html">“La edad, en general, no es criterio para nada porque es biológica, no cronológica”</a>. Y así es, porque una cosa es cuántos años tenemos (edad cronológica) y otra cuál es el estado funcional de nuestros órganos en comparación con un estándar biológico (edad biológica). Muy claramente se expone, por ejemplo, en la revista sobre salud en su estudio <a href="https://www.diariolibre.com/actualidad/que-es-la-edad-biologica-y-cronologica-MF8968824">“¿Qué es la edad biológica y cronológica?</a>”). </p>
<h2>Personas “de mucha edad”</h2>
<p>En este sentido, las “etiquetas sociales” que han servido para la identificación y segmentación de este grupo social son una cuestión de <a href="http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=Terminos&id=1147">naturaleza cultural</a>. Dicha identificación ha determinado un estatus adscrito, no adquirido. Es decir: esta clase social ha tenido una construcción de su propia identidad de manera externa, por convencionalismos establecidos, no por propio trabajo.</p>
<p>En el Diccionario de la Academia, en su última edición, “anciano” se describe como “Dicho de una persona: de mucha edad”. Ciertamente el diccionario hace referencia a un significado de edad cronológica, en donde el adjetivo “mucha” expresa grado elevado en tanto a cantidad. </p>
<p>Sin embargo, todos estaríamos de acuerdo en que actualmente la palabra <em>anciano</em> comparte relación de significado con voces como <em>vejez, edad senil</em> o <em>viejo</em>. Todas estas palabras representan ya la decadencia física, lo que, en este sentido, no solo tiene que ver con la edad cronológica, sino también con la biológica. Razón por la cual ya en 2007, Winston Manrique Sabogal en su reportaje “<a href="https://elpais.com/diario/2007/01/14/domingo/1168750356_850215.html">Dime qué decir</a>”, en el que trataba la tendencia de lo políticamente correcto en el lenguaje, incluía en su descripción que: “los <strong>viejos</strong> ya no son <strong>viejos</strong>, ni <strong>ancianos</strong>, aunque hubo un día en que era bien visto, pero de repente se empezó a referirse a ellos como de la <strong>tercera edad</strong>, y en los últimos años, <strong>nuestros mayores</strong>”. Y esto porque en la visión lingüística de lo políticamente correcto se tiende hacia una visión positiva de la realidad.</p>
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<p><strong>anciano,-a; viejo,-a</strong> son términos antropo-sociales para denominar a una persona de avanzada edad; se refiere tanto a la edad cronológica como a la biológica y hacen referencia al deterioro físico, la enfermedad y la muerte. Su uso actualmente resulta duro, políticamente incorrecto, con connotaciones socialmente vejatorias. Si bien se mantienen formas no tabuizadas como <strong>residencia de ancianos</strong>.</p>
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<h2>La lengua y la sociedad</h2>
<p>Las definiciones se han hecho de manera externa (por agentes externos como instituciones, aparatos administrativos, fuerzas legales, etc.). Por eso, ahora más que nunca, esta segmentación social necesita la identificación social en términos claros de significado; ahora más que nunca, la lengua necesita hacer un trabajo de objetivación social.</p>
<p>En este sentido, aunque la sociedad moderna recurre a eufemismos como “tercera edad” (por <em>anciano</em> o <em>viejo</em>) –sirva de ejemplo las directrices sobre eufemismos en el <a href="http://manualdeestilo.rtve.es/el-lenguaje/6-5-los-verbos/6-5-8-el-empobrecimiento-del-lenguaje/6-5-8-8-eufemismos/">Manual de estilo de RTVE</a>, entre otros muchos– ; lo cierto es que este uso no es nada moderno ni ha representado siempre la última etapa en la cronología humana. Ya en 1551 el barcelonés Bernardino Montaña de Monserrate, médico y escritor español, en su <a href="http://corpus.rae.es/cgi-bin/crpsrvEx.dll?visualizar?tipo1=5&tipo2=0&iniItem=27&ordenar1=3&ordenar2=0&FID=240420%5C013%5CC003O24042020135249988.1064.1060&desc=%7bB%7d+%7bI%7d+tercera+edad%7b%7CI%7d,+en+todos+los+medios,+en+%7bI%7dCORDE+%7b%7CI%7d+%7b%7CB%7d%7bBR%7d&tamVen=1&marcas=0#acierto26">Libro de la anatomía del hombre</a> hablaba de las edades del hombre, en las que hallaba hasta cuatro (la <em>tercera edad</em> la primera parte de la vejez, la <em>cuarta edad</em>, la última parte de la vejez).</p>
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<p><strong>tercera edad</strong> es el sector social en el cual disminuye la vida laboral activa, por edad cronológica se sitúa en personas mayores de 65 años. En realidad, no es un eufemismo de <strong>anciano</strong> o <strong>viejo</strong>, pues este estereotipo (que se ya recoge en el siglo XVI) está obsoleto. Actualmente se vincula a nuevos conceptos como “envejecimiento saludable” (por lo que no se relaciona a la edad biológica) y profesionalmente se usa en formas como <strong>residencias de la tercera edad</strong>, en el que el uso se vincula al sector social de personas jubiladas con fondos de contribución directa de la Seguridad Social.</p>
</blockquote>
<h2>Nuestros mayores, los “abuelos de España”</h2>
<p>En cuanto al uso, general y siempre en plural para la identificación del grupo social, “personas mayores” es un uso que llega desde el siglo XIX, con el valor de: “abuelos y demás progenitores de una persona”. Este significado se recoge por primera vez en el <em>Diccionario de la lengua castellana</em> (1822) de Núñez de Taboada y en los diccionarios del siglo XX “mayor” se describe como “anciano”, “antepasado”. </p>
<p>Estas definiciones y objetivaciones de un sector social eran totalmente nuevas y estaban muy alejadas de la que venía siendo tradicional de entender “mayor” como sujeto “mayor de edad”, si bien en este caso no se determina una edad cronológica concreta. Lo significativo es su extensión a “abuelos”, voz que amplifica su significado por igual e independientemente de que el sujeto haya tenido o no descendencia.</p>
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<p><strong>mayores</strong> se usa siempre en plural y es un eufemismo formal (por <strong>anciano</strong> o <strong>viejo</strong>) que se usa para desplazar designaciones políticamente incorrectas, dota de dignidad la nueva realidad social y desliga en su significado la edad cronológica de la edad biológica (vejez, enfermedad, muerte) para ofrecer un punto de visto positivo. Por extensión <strong>abuelos</strong> (s. pl.) amplía su significado y asume el valor de eufemismo coloquial/familiar (por <strong>anciano</strong> o <strong>viejo</strong>).</p>
</blockquote>
<p>El uso de “mayores” se extiende significativamente (87 200 00 resultados, frente a los 2 920 00 de “anciano” o los 18 800 000 de “tercera edad” [consulta hecha en medios de comunicación en Google, 24/04/2020]). </p>
<p>En las comparecencias del ministro de Sanidad observamos que desde la institución política se señala: “Estamos trabajando también para que, en cuanto sea posible, las medidas de alivio lleguen también a los <strong>mayores</strong>”. (<a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/sanidad-trabaja-en-medidas-de-alivio-para-las-personas-mayores/10002-4228915">23/04/2020</a>). Está claro que todos sabemos qué está diciendo, si bien, la incertidumbre por la falta de precisión en el término hace que, en realidad, no sepamos a quienes afecta la medida.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/137373/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Águeda Moreno Moreno no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿A quiénes consideramos “ancianos”? El uso de esta y otras palabras referidas a un grupo social (mayores, tercera edad) necesitarían una nueva objetivación social para que sepamos exactamente a qué se refieren.María Águeda Moreno Moreno, Investigadora principal Grupo de investigación Seminario de Lexicografía Hispánica, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1311192020-02-13T20:54:14Z2020-02-13T20:54:14Z¿Tiene edad la sexualidad?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/314522/original/file-20200210-109916-17sl1pl.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C3290%2C2178&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/O9ma3bDyBB4">Richard Jaimes / Unsplash</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Sí, la misma que el ciclo vital de la persona. Somos seres sexuados desde antes de nacer hasta que morimos. A lo largo de nuestra existencia nos vamos sexuando, <a href="https://www.sexologiaenincisex.com/extractos-de-la-revista-espanola-de-sexologia/identidades-y-sexos/">existiendo una gran variabilidad y diversidad erótica</a>.</p>
<p>Mantenerse activos, cada cual en el sexo que sienta, está relacionado con el placer y el bienestar de la persona e <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/14681994.2017.1419567">influye en su salud física y psicosocial</a>.</p>
<p>Incluso en presencia de factores muy adversos se puede tener una vida sexual satisfactoria. Solo con la muerte dejamos de ser personas sexuadas. En tiempos en los que algunos cuestionan el simple conocimiento de lo que somos, conviene recordar que nuestra sexualidad está presente a lo largo de todo el ciclo vital. Solo cambia el foco de expresión <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3844427">en cada una de sus etapas.</a></p>
<p>En la infancia predominan las sensaciones corporales y la necesidad de contacto vinculada a los padres y a los iguales. En la pubertad y adolescencia, guiada por los cambios fisiológicos, predomina el sexo en solitario y el entrenamiento con pares. De la juventud a la adultez están presentes todos los componentes de la sexualidad: contacto, sexo, erótica, amatoria, mayoritariamente vinculados a una pareja. Y en la vejez, declinan algunas manifestaciones sexuales, pero se siguen manteniendo intereses sexuales y el disfrute del sexo, dependiendo de las oportunidades y el contexto, <a href="https://www.geriatricarea.com/2015/11/20/la-sexualidad-en-entornos-residenciales-una-cuestion-de-derechos-y-calidad-de-vida/">incluso en edades muy avanzadas</a>.</p>
<h2>Las cuatro edades sexuales</h2>
<p>Guiados por sus expresiones más importantes distinguimos, pues, cuatro edades en el ciclo vital de la sexualidad:</p>
<ol>
<li><p><strong>Infancia.</strong> La sexuación es un proceso del desarrollo. Las manifestaciones y respuestas sexuales están presentes desde antes del nacimiento. En esta etapa las relaciones de apego seguro con padres parecen ser muy importantes para el desarrollo de una sexualidad positiva. </p>
<p>Experimentan placer acariciando los genitales, inicialmente de manera exploratoria y, alrededor de los 2-3 años, intencionadamente. Durante la primera infancia (3-7 años), adquieren experiencias con la autoestimulación genital y el interés por el descubrimiento de los genitales de otros. Durante estas edades es habitual el ajuste a los roles de género establecidos. Hacia el final de la infancia comienzan a aparecer los cambios asociados a la pubertad y el aumento del interés sexual.</p></li>
<li><p><strong>Pubertad y adolescencia</strong>. Es un largo proceso de maduración sexual (10-18 años, aproximadamente). El descubrimiento del sexo viene guiado por cambios anatómicos y fisiológicos (pubertad) y el ajuste e identificación con el propio sexo hasta su consolidación (adolescencia).</p>
<p>Es frecuente que a estas edades los jóvenes se pregunten qué les está pasando. La pubertad (10-14 años) supone cambios en el funcionamiento hormonal, maduración de los órganos sexuales, aparición de los rasgos sexuales secundarios, inicio de la capacidad reproductora (alrededor de 10,5 años para la primera menstruación, menarquía, y 11,5 años para la eyaculación), dando lugar al desarrollo de una nueva figura corporal. </p>
<p>En este periodo, la identidad sexual y el rol de género se consolidan, sintiendo pertenecer a un grupo de iguales que refuerza su identidad. La fisiología del placer adquiere mucho más vigor, significado emocional y social. Aprenden a reconocer la excitación sexual, sus manifestaciones corporales y los diferentes componentes de la respuesta sexual humana propia y de otros.</p>
<p>En la adolescencia (15-18) se completa el desarrollo físico, aunque continúa el desarrollo emocional. Surgen formas sexuales más maduras. Los niveles hormonales, las variables socioculturales y las disposiciones cognitivas influyen en los sentimientos y conductas sexuales. Es el tiempo de la intimidad y la amistad. </p>
<p>Los afectos, el deseo, la atracción y el enamoramiento cobran especial relevancia. Experimentan con su propio cuerpo, masturbación y orgasmo, así como las primeras experiencias coitales con otras personas. Muchos condicionantes sociales y culturales pueden interferir las vivencias de la erótica, incluso en épocas posteriores.</p></li>
<li><p><strong>Juventud y adultez.</strong> Durante la juventud (de los 18 a 40 años) los niveles de sexuación referidos a la identidad y orientación están establecidos. En esta etapa es la pareja el principal ámbito de expresión erótica, que dependerá de la historia personal, sus actitudes hacia la sexualidad, sincronía con la pareja, etc. <a href="http://www.aeps.es/wp-content/plugins/mycore/files/Ponencia-El-hecho-sexual-humano.pdf">Parece existir distinta valoración entre hombres y mujeres</a>. Los hombres, más enfocados al sexo y las mujeres a la sensualidad y afectividad.</p>
<p>En la adultez (de 45 a 60 años) se inician importantes cambios corporales motivados por el declive hormonal tanto en el hombre como en la mujer. Con la menopausia, última regla, finaliza la actividad reproductora. En el varón disminuye el vigor físico y la capacidad erectiva y en las mujeres el deseo. El envejecimiento se empieza a hacer patente, por tanto, hay una redefinición de la expresión sexual.</p></li>
<li><p><strong>Vejez</strong>. Relacionado con el proceso normal de envejecimiento varían las respuestas a los estímulos sexuales. En mayor medida si existen factores sintomáticos o enfermedades crónicas. En las personas mayores <a href="https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/sexual-health/in-depth/sexual-health/art-20046698,%202018">disminuyen algunas conductas sexuales como el coito, pero no el disfrute</a>.</p>
<p>Hasta edades avanzadas, el deleite con la erótica no tiene fin. Otros factores influyentes en el funcionamiento sexual de los mayores son “las oportunidades”, bien por la disponibilidad de parejas, amantes, como por variables psicosociales y condicionantes externos, propios o de la pareja.</p>
<p>Mitos culturales y contextos vivenciales y asistenciales pueden interferir la vivencia erótica de los mayores. </p>
<p>Las personas mayores que viven con sus hijos o en centros de mayores no cuentan con el ambiente más adecuado de intimidad para mantener relaciones sexuales. </p>
<p>Entre los factores influyentes podemos destacar el ajuste del adulto mayor a creencias y prejuicios de que en la vejez la sexualidad se acaba o deja de interesar, los reparos que familiares o cuidadores puedan mostrar ante sus expresiones sexuales, o por la escasa adaptación de los centros asistenciales a las verdaderas necesidades de los usuarios en pro de su autonomía e intimidad.</p></li>
</ol>
<p>El sexo, por lo tanto, no tiene edad. Solamente tiene circunstancias.</p>
<p><em>En este artículo han colaborado Pilar Soria y Natalia Domínguez, psicólogas y sexólogas, miembros de la asociación Asexórate de Albacete.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/131119/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>A lo largo de nuestra vida pasamos por cuatro edades sexuales, cada una de ellas con distintas características. Ni siquiera en la última de ellas, la vejez, disminuye el deseo, aunque las circunstancias vitales de cada persona lo determinan.Rigoberto López Honrubia, profesor contratado doctor. Departamento de Psicología de la UCLM Area de psicología de la Salud, Universidad de Castilla-La ManchaMarta Nieto López, Profesora en la Facultad de Medicina, departamento Psicología, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1299362020-01-16T20:32:04Z2020-01-16T20:32:04Z¿Son los 80 los nuevos 65?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/310222/original/file-20200115-134809-1mzwv3p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C0%2C5964%2C3988&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/senior-couple-riding-classic-scooter-1110917186"> Rawpixel.com / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Hay mucha vida después de la jubilación. Casi dos décadas en algunos casos. Y encima, gozando de más bienestar que nunca. Hoy por hoy, los años que nos restan cumplidos los 81 equivalen a los que nos quedaban por vivir a los 65 en 1900. Si hacemos las cuentas, significa que hemos ganado 16 años. Como dirían “los modernos”, los 80 son los nuevos 65.</p>
<p>Por eso <a href="https://www.jubilaciondefuturo.es/recursos/doc/pensiones/20160609/esfe/la-longevidad-y-el-greyny-boom.pdf">algunos autores</a> defienden que, más que envejecer, la población está rejuveneciendo. El incremento de la esperanza de vida en España es fruto de un buen sistema de salud público y de un sistema de pensiones adecuado; que juntos nos han permitido no solo ganarle años a la vida sino también sumar calidad. </p>
<h2>¿Cuánto vamos a vivir?</h2>
<p>Claro que la evidencia científica nos dice que la capacidad de enfrentar la etapa postjubilación no es universal. Sin ir más lejos, la longevidad guarda una estrecha relación con el sexo, la trayectoria vital de las personas y su nivel socioeconómico. Según <a href="https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=1414">datos del INE</a> (2018), la esperanza de vida de mujeres alcanza los 85,9 años de media en España y 80,5 años en el caso de los hombres. </p>
<p>Por otro lado, los años que le ganamos a la vida se ven muy influidos por determinantes sociales como nuestro <a href="https://ideas.repec.org/p/hhs/ifswps/2007_014.html">nivel de estudios, lugar de residencia o trayectoria laboral</a>. En cuanto a la formación, las <a href="http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-91112019000100082">últimas cifras</a> hablan de un incremento en la longevidad de 2,2 años en el caso de los hombres que cursan estudios secundarios con respecto a los primarios. Y de 4,3 años en el caso de las mujeres. </p>
<p>¿Y qué hay del lugar de residencia? Según el estudio sobre Indicadores Urbanos del INE (2019), hay una diferencia de más de 6 años en la esperanza de vida entre el municipio más rico de España (Pozuelo de Alarcón, Madrid) y el más pobre (La Línea de la Concepción, Cádiz). El nivel socioeconómico afecta indiscutiblemente a la longevidad. No es igual para todo el mundo.</p>
<p>Cómo pinta la postjubilación también depende de qué decisiones que se tomen en torno al sistema público de pensiones. En España es un sistema solidario de reparto. Se sustenta en la solidaridad entre generaciones (personas trabajadoras y jubiladas), entre clases sociales (diferencias de aportaciones a partir de la renta) y territorios (zonas geográficas con más o menos aportación). Este modelo, que establece pensiones mínimas y máximas, reduce en gran medida las diferencias económicas de la etapa laboral. </p>
<p>La garantía pública de una pensión suficiente que permita enfrentar la vejez con dignidad es fundamental para este tránsito. Sobre todo tras saber que, según un reciente estudio del Instituto alemán Max Planck de Investigación Demográfica (MPIDR), <a href="https://www.mpg.de/13326414/lower-pension-shorter-life">los hombres con pensiones bajas viven, de media, cinco años menos</a> que aquellos con pensiones más altas.</p>
<p>Pero el sistema de pensiones no es en absoluto indiferente al incremento de la esperanza de vida. Y caben varias medidas para apoyar sus sostenibilidad. Entre ellas, elevar las cotizaciones, reducir la precariedad laboral o subir los salarios. Aunque sin duda la más conocida es el aumento de la edad de jubilación. La <a href="https://www.boe.es/eli/es/l/2011/08/01/27/con">Ley 27/2011</a> incrementó progresivamente el umbral de la jubilación de los 65 a los 67 años. Claro que, si nuestra trayectoria educativa o laboral puede marcar los años que nos quedan por vivir, ¿es justo y equitativo implementar esta decisión para todas las personas trabajadoras por igual? </p>
<h2>¿Tras la jubilación qué?</h2>
<p>La población jubilada no es uniforme. Generalizando mucho, podríamos hablar de dos grandes grupos con necesidades muy distintas. De un lado, quienes tras la retirada del mundo laboral demandan actividades de ocio o formación, que previenen la dependencia. De otro, las personas con necesidades de cuidados permanentes. </p>
<p>Es amplia la evidencia científica que apunta a que una etapa postjubilación activa en el deporte, el ocio, la formación y la participación social incrementa la salud y contribuye a <a href="http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1518-61482009000100002">prevenir el envejecimiento funcional</a>. Un reciente estudio realizado por cardiólogos/as de Francia sacaba a la luz los tremendos beneficios del ejercicio físico regular para el <a href="https://www.sciencedaily.com/releases/2019/10/191008083117.htm">corazón</a>. </p>
<p>Paralelamente, la Universidad Estatal de Humboldt (California) encontró pruebas de los aportes del deporte en la vejez para la prevención del <a href="https://www.newswise.com/articles/another-reason-to-stay-active-as-we-age">deterioro metabólico</a>. A lo que se suma que otro estudio liderado por la Universidad Goethe de Fráncfort (Alemania) reveló que el ejercicio aeróbico mejora las funciones cognitivas y contribuye a <a href="https://www.nature.com/articles/tp2017135">prevenir la demencia</a>.</p>
<p>Con todo y con eso, no hay que olvidar que la condición socioeconómica también ofrece distintas oportunidades en la participación y el ocio, no solo derivadas de la capacidad económica con la que se enfrenta la vejez –vinculada a la trayectoria profesional de cotización–, sino también del nivel educativo o del <a href="https://www.imserso.es/InterPresent2/groups/imserso/documents/binario/11005partsocialmay.pdf">lugar de residencia</a>. Aspectos que habría que tener muy presentes para el diseño, la planificación y la toma de decisiones políticas.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/310445/original/file-20200116-181625-1o44z84.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/310445/original/file-20200116-181625-1o44z84.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/310445/original/file-20200116-181625-1o44z84.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/310445/original/file-20200116-181625-1o44z84.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/310445/original/file-20200116-181625-1o44z84.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/310445/original/file-20200116-181625-1o44z84.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/310445/original/file-20200116-181625-1o44z84.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/group-active-seniors-sitting-on-exercising-1284909442">Shutterstock / Photographee.eu</a></span>
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<h2>Jubilación activa</h2>
<p>Abrirle la puerta a la jubilación es cruzar a un mundo en plena trasformación. Las evidencias científicas en este campo nos aportan claves para prever cómo de larga y saludable será nuestra trayectoria vital, pero también para decidir cómo queremos vivirla. </p>
<p>El colectivo de personas jubiladas, personas mayores o personas en situación de dependencia son cada vez más protagonistas de su propia vida. Su papel activo y participativo en las distintas dimensiones de la vida y la sociedad dibujan un tiempo nuevo. Con cambios necesarios que ojalá caminen hacia alianzas colectivas para una sociedad más cohesionada y socialmente más sostenible.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/129936/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Lucia Martínez Virto trabaja para la Universidad Pública de Navarra, ha recibido fondos de investigación del ministerio de ciencia e innovación a través del Programa Estatal de investigación, desarrollo e innovación orientada a los retos de la sociedad.</span></em></p>Hay mucha vida después de la jubilación, con más calidad que nunca. Y cuanto más activa sea esta etapa vital, más se retrasa el envejecimiento funcional.Lucía Martínez Virto, Departamento de Sociología y Trabajo Social. Área Trabajo Social y Servicios Sociales, Universidad Pública de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1280442019-12-12T21:02:13Z2019-12-12T21:02:13ZLa estresante vida de los abuelos multifunción<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/306571/original/file-20191212-85386-1msy1wx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=9%2C9%2C5997%2C3998&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/young-hands-holded-by-old-onesselective-695338327"> ltummy / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Desde siempre, pero parece ser que más aceleradamente desde hace décadas, la sociedad enfrenta diversas circunstancias que la han llevado a una profunda y compleja transformación de la que la familia, al ser la célula <a href="https://revistas.um.es/educatio/article/view/109711/104401">educativa</a> básica de la que pende su progreso, no ha podido escaparse. </p>
<p>Es necesario aludir a la repercusión que ha tenido por encima de cualquier otro acontecimiento la masiva y también exigente incorporación de la mujer al mercado de trabajo.</p>
<p>Si a esa inserción profesional por parte de quien tradicionalmente y “en exclusiva” ha sido la encargada del cuidado en la familia se le añaden el resto de ocupaciones posibles que tanto madres como padres pueden asumir a diario (y la falta de políticas y medidas públicas que faciliten la efectiva conciliación de su vida personal y familiar con el trabajo), no extraña que en todo hogar surja la <a href="https://www.ehu.eus/ojs/index.php/HC/article/view/4245/3791">necesidad</a> de reorganizarse y de ceder ante la redistribución de funciones.</p>
<h2>Los padres tienen que delegar</h2>
<p>Al verse obstaculizado su ejercicio parental, madres y/o padres se encuentran hoy en la tesitura de tener que delegar una parte importante de su responsabilidad educativa en otras personas. Destaca la implicación de la familia extensa en general, pero es la presencia del abuelo y la abuela la que suele demandarse con una mayor <a href="http://www.zerbitzuan.net/documentos/zerbitzuan/Doble%20dependencia.pdf">asiduidad</a>.</p>
<p>Se crea entonces un panorama de conexiones intergeneracionales que es distinto y va más allá de lo esperado. Si se compara con el de los abuelos de otras épocas, vemos que en la actualidad estos han de ser mucho más solidarios de lo que eran en torno a la atención de sus nietos y/o nietas. Tanto es así que se pueden ver los cambios en la frecuencia e intensidad con que asumen este cometido: han pasado de dedicar parte esporádica de su tiempo a hacerlo cada vez más de forma regular muchas horas al día. También el alcance de su participación ha cambiado.</p>
<h2>Funciones muy variopintas</h2>
<p>Al abuelo y a la abuela actuales se les atribuyen <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=112517">funciones</a> que no solo tienen que ver con su tradicional papel en el cuidado más básico y la transmisión de historias, valores, etc., a sus nietos. A estas se añaden otras como ser fuente de un amor incondicional, de apoyo emocional, compañero de juego, depositario de secretos, modelo de envejecimiento, <a href="https://digitum.um.es/digitum/bitstream/10201/54504/1/LRH%2037.4.pdf">colaborador pedagógico en torno a la escuela</a>, e incluso ejemplo mediador en discusiones surgidas entre generaciones sucesoras.</p>
<p>De este repaso de funciones, sin duda más propias de <a href="http://www.infad.eu/RevistaINFAD/OJS/index.php/IJODAEP/article/view/405/339">los padres</a> como primeros responsables de sus hijos y/o hijas, se desprende una evidente implicación cuidadora, protectora, afectiva y recreativa por parte del abuelo y abuela, pero también educativa y socializadora.</p>
<h2>Frecuencia e intensidad de la ayuda</h2>
<p>La amplitud de este ejercicio auxiliar de funciones hace que los abuelos contribuyan a la estabilidad emocional y a la educación y socialización de sus nietos y, por tanto, faciliten su óptimo desarrollo integral. </p>
<p>Esta contribución tan valiosa es aún menos discutible si además se atiende al aumento en la frecuencia y la intensidad de su dedicación que, recordemos, es fruto principalmente de la <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=582887">situación laboral</a> en la que madres y/o padres están inmersos. </p>
<p>Además, existe una escasez de recursos públicos a favor de la conciliación de la vida personal y familiar de cada uno, lo que deriva en la generalizada e inequívoca consideración del abuelo y abuela como un apoyo educativo insustituible del que hoy en muchos hogares no se puede prescindir.</p>
<p>Es muy importante poner en valor y agradecer la incondicional e impagable participación de los abuelos de hoy ante el exigente cometido que a nivel familiar se les demanda y que, evidentemente, redunda de forma positiva en la íntegra y correcta atención de nuestra infancia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/128044/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Verónica García Díaz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los abuelos y abuelas asumen cada día más responsabilidades sobre los nietos durante más tiempo. La falta de políticas públicas que favorezcan la conciliación hace que estos ya no solo den cariño o ejerzan como canguros. Ahora también tienen una función pedagógica en torno a la escuela.Verónica García Díaz, Profesora en la Facultad de Formación del Profesorado y Educación (área MIDE), Universidad de OviedoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1242972019-11-24T20:38:32Z2019-11-24T20:38:32ZCómo afrontar la soledad no deseada en la vejez<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/302905/original/file-20191121-467-ihovqe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C8%2C5742%2C3819&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/elder-lady-depression-sitting-alone-room-668565826"> Photographee.eu / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Pensemos en que envejecer acompañados de una soledad no deseada tuviera que ver con las fuerzas centrifugas que la sociedad ejerce sobre las personas mayores, expulsándolas cada vez más lejos. </p>
<p>Esto nos llevaría a creer que envejecer, y además solos, con la escasez de movimiento que se genera, supone llegar a una etapa de la vida cuasi insulsa, contrariada. Sería algo alejado de cualquier paradigma de dignidad y de la belleza que supone vivir más años en un envejecer individual, consentido y deliberado por la propia persona, desde su propia libertad de elección. ¿Es eso correcto?</p>
<h2>¿Qué significa envejecer?</h2>
<p>Si a la visión social del envejecimiento que expulsa y limita le añadimos la soledad no esperada, el peso de este acompañante lo amplía incluso a la claudicación y al silencio de quien se sabe o se siente solo, con la dificultad entonces de detectar o prevenir dicha soledad. </p>
<p>Porque los movimientos de una persona mayor en una soledad no elegida, en cualquier dirección, crean responsabilidades individuales al no concebir que estamos ante un modelo social que “desaloja” al llegar a esta etapa, además de por el estigma social de la soledad.</p>
<p>Considerando que los sentimientos que nos despierta, por no deseados, son los propios de un compañero perverso, seguimos sin concebir el envejecimiento como una oportunidad que tiene que ver con la vida y no con una etapa limitante. </p>
<p>Esto convierte la soledad no deseada en <a href="https://theconversation.com/diagnostico-pandemia-de-soledad-111104">un problema social</a>, por la provocación que supone saberla y no detectarla en fases más tempranas que garanticen una vida plena que no nos haga llegar a envejecer en soledad siendo invisibles.</p>
<h2>Vivir bien, más que vivir mucho</h2>
<p>Quizás es ahora cuando la reflexión nos debe recordar que no es cuestión de vivir mucho, sino de vivir bien. De modificar las fuerzas que ejercen acciones centrífugas que generan soledad en esta etapa y madurar. Para detectar el presente de la persona mayor se necesita reunir la identidad de la persona a lo largo de toda su vida.</p>
<p>La inquietud ante una vejez en soledad nos puede llevar a pensar en un vacío, en la pérdida del sentido. Ninguno de nosotros está preparado para la dificultad que nos transforma en vulnerables cuando no somos capaces por nosotros mismos de dar respuesta al problema. ¿Quién se prepara para vivir la vejez en una situación de soledad no deseada como problema principal? ¿Quién se imagina mayor y solo y cómo explicarlo? </p>
<p>Ya se reflejaba este miedo en <em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_rey_Lear">El Rey Lear</a></em> de William Shakespeare, donde el protagonista, que siempre confió en su propio poder para afrontar la vida en la ilusoria invulnerabilidad a través del tiempo, ve con terror la falta de control y la necesidad de los demás en esta etapa. </p>
<h2>¿Y si no tenemos a nadie?</h2>
<p>Cuando las redes primarias no amortiguan el ajuste y no existen más redes de apoyo, aparece la soledad. Cuando una persona aislada observa y contempla la situación que vive, le es difícil discernir si se ha vuelto más aislada, más inoportuna para relacionarse o si los apoyos que logra son significativos para esta etapa, dentro de la visión total de su vida… </p>
<p>Y aparecen de nuevo las fuerzas que expulsan por aislamiento, cuando “el aislado”, por ser mayor, primero fue expulsado.</p>
<p>Transformar la realidad de la soledad no deseada es parte del envejecer con sentido, y forma parte del desarrollo de la sociedad. Esta, por su parte, debe dejar de lado las generalizaciones descriptivas sobre cómo prevenir o actuar ante estas situaciones.</p>
<p>Como sabemos poco sobre lo que resulta excepcional en esta etapa y sobre lo que no, cuando nuestro conocimiento en cualquier área muta a cada instante, parece prudente ser sencillamente específicos en la atención de las distintas formas de envejecer y abordar lo que da sentido a envejecer con dignidad. </p>
<p>Observar la soledad no deseada desde la generalidad no brinda respuestas sociales sustantivas, sino medidas que arrollan la dignidad y lo consentido, porque nos igualan.</p>
<p>Es la dignidad la que hace a los individuos resistentes a todo en cualquier etapa. Es <a href="https://theconversation.com/el-desafio-de-vivir-la-vejez-con-dignidad-99259">la dignidad ante la soledad no deseada</a> la que se erige como principio humanista que orienta la detección desde una visión del envejecer no utilitarista, la que se opone a legitimar la protección social ante la soledad no querida, por resultados ventajosos para la mayoría social, pensando que la individualidad daña la rentabilidad económica y social de las políticas de protección social.</p>
<p>El problema de la soledad no deseada en la vejez es que las historias conocidas son demasiado escasas y poco visibles para que nos hagan ver la variedad de partida en la vida de todos nosotros y el momento de llegada a la soledad. Son estas, por tanto, pocas historias para <a href="https://theconversation.com/justino-un-analisis-de-la-tercera-edad-105354">hacernos dudar de las responsabilidades del modelo de sociedad en el que vivimos</a> y poder ver que expulsa por mayor y silencia por el estigma social que supone estar solos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/124297/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rosa Gómez Trenado no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Seguimos sin concebir el envejecimiento como una oportunidad que tiene que ver con la vida y no con una etapa limitante.Rosa Gómez Trenado, Profesora de Trabajo Social, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1212952019-08-12T20:02:35Z2019-08-12T20:02:35ZLa universidad para mayores, clave para tener un envejecimiento activo y saludable<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/287725/original/file-20190812-71932-1oq03fn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=11%2C0%2C3822%2C2160&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">shutterstock</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/aged-man-graduation-outfit-professor-obtaining-1238555452?src=zMXDXb5rCpIf_DZwi_9FuQ-1-0">Motortion Films / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El envejecimiento de la población es una tendencia global innegable con un impacto social a todos los niveles hasta el punto de que, tal y como se afirma en el <a href="https://www.who.int/ageing/WHO-GSAP-2017.pdf?ua=1">Informe Perspectivas de la Población Mundial de Naciones Unidas (2017)</a>, supone una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI con consecuencias en los servicios, la sanidad, la educación, la estructura familiar, las formas de convivencia o los lazos intergeneracionales, entre otros.</p>
<p>A lo largo del proceso de envejecimiento, <a href="https://doi.org/10.1097/01.JGP.0000192501.03069.bc">los cambios que experimentamos</a> los seres humanos están relacionados con factores genéticos, pero también con las <a href="http://cdeporte.rediris.es/revista/revista40/artbeneficios181.htm">actividades</a> que hemos realizado a lo largo de <a href="https://doi.org/10.1017/S0144686X1400021X">nuestro ciclo vital</a> como <a href="https://dx.doi.org/10.3390%2Fnu10070854">la actividad física</a>, la alimentación o la formación académica adquirida.</p>
<h2>Objetivo: mejorar su calidad de vida</h2>
<p>Quizás por ello en el año 2002, la Organización Mundial de la Salud <a href="http://whqlibdoc.who.int/hq/2002/WHO_NMH_NPH_02.8.pdf">definió el término envejecimiento activo</a> como el “proceso de optimizar oportunidades para la salud, la participación y la seguridad con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los mayores”. Este concepto se basaba en el modelo de envejecimiento con éxito desarrollado por <a href="https://doi.org/10.1093/geront/37.4.433">Rowe y Kahn</a> que, a pesar de ser un buen punto de partida, ha sido criticado por centrarse principalmente en <a href="https://doi.org/10.1371/journal.pone.0206353">las áreas más biomédicas</a> y no considerar otras dimensiones como <a href="https://doi.org/10.1017/S1041610213002287">la salud mental</a> u <a href="https://doi.org/10.1093/geront/42.6.727">otras variables </a>que contribuyen <a href="https://doi.org/10.1017/S1041610211002055">también</a> al envejecimiento <a href="https://doi.org/10.1093/geront/gnq041">activo</a> y saludable. </p>
<p>Así, en el año 2012 la OMS <a href="http://www.euro.who.int/__data/assets/pdf_file/0008/175544/RC62wd10Rev1-Eng.pdf">amplió</a> su definición del “envejecimiento activo y saludable” incluyendo claramente una perspectiva bio-psico-social. Se consideró entonces como “el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad, con el objetivo de aumentar la esperanza de vida saludable y la calidad de vida”. </p>
<h2>Activos, independientes e integrados</h2>
<p>En la <a href="http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA69-REC1/A69_2016_REC1-sp.pdf">69ª Asamblea Mundial de la Salud</a> se establecieron <a href="http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA69/A69_ACONF8-sp.pdf">unos objetivos</a> en la Estrategia y Plan de Acción Mundiales 2016-2020. Se instaba a los países a adoptar cambios tanto en la legislación como en la educación, para que los sistemas de salud y bienestar fuesen sostenibles, y a alentar a las personas mayores a mantenerse activas, independientes y totalmente integradas en la sociedad.</p>
<p>Además de ello, la OMS hace <a href="https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/186466/9789240694873_spa.pdf;jsessionid=DBBEFBF3BB9DCC3545756EDD02FD2EE1?sequence=1">referencia explícita</a> al papel que la educación superior debe desempeñar en este proceso de “proporcionar oportunidades de participación social y desempeño de funciones sociales significativas, combatiendo así los procesos que marginan y aíslan a las personas mayores”.</p>
<h2>Más del 19 % de la población tiene 65 años o más</h2>
<p>En España más del 19 % de la población tiene 65 años o más y <a href="http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/enred-indicadoresbasicos2019.pdf">las proyecciones indican</a> que esta proporción ascenderá hasta el 29 % dentro de 50 años. </p>
<p>Ante esta realidad, la universidad española adaptó hace casi 30 años sus estructuras y estudios para dar cabida a una formación dirigida específicamente a este colectivo: los Programas Universitarios para Mayores (PUM). Desde que en 1993 se crease en la Universidad Pontificia de Salamanca el primer PUM, están ya plenamente integrados en la oferta académica de la gran mayoría de las universidades españolas. En el curso académico 2018/2019 se contó con un total de 63.146 estudiantes matriculados. </p>
<h2>Filosofía de la educación permanente</h2>
<p>Estos estudios asumen la filosofía de una educación permanente, basados en el modelo de aprendizaje a lo largo de toda la vida en el que, además de adquirir conocimientos, <a href="http://www.infad.eu/RevistaINFAD/OJS/index.php/IJODAEP/article/view/1083">los alumnos se benefician</a> creando nuevas redes sociales y participando de relaciones intergeneracionales. Con todo ello además se asumen los objetivos de la OMS de lograr, mediante la formación superior, una participación social de los mayores más alta, entendida esta como la implicación en actividades de voluntariado, compromiso cívico y con la comunidad. Numerosos estudios muestran <a href="https://doi.org/10.21134/pssa.v7i1.1501">sus efectos beneficiosos</a> en la longevidad o en la satisfacción vital, entre otros.</p>
<h2>Para quienes no tuvieron formación universitaria en su juventud</h2>
<p>Es innegable que los PUM han contribuido, a lo largo de estos casi 30 años, al empoderamiento de los mayores, y han ayudado a cumplir los deseos de formación universitaria de personas que, en su juventud, no pudieron satisfacerse por motivos sociales, culturales o económicos. </p>
<p>Además, hoy en día encontramos una heterogeneidad de propuestas formativas y culturales en prácticamente todas las universidades españolas. Los estudiantes, además de su asistencia a clase, realizan <a href="http://sabiex.edu.umh.es/">otro tipo de actividades</a>, como son la participación en acciones de voluntariado, liderar proyectos culturales, colaborar en proyectos de investigación o de acción social, etc.</p>
<h2>Estrategia antideterioro físico</h2>
<p>En definitiva, los PUM desempeñan, en el marco de la participación social, un papel importante en el desarrollo y <a href="http://hdl.handle.net/10550/59482">promoción del envejecimiento activo y exitoso</a>. En el ámbito cognitivo, existe <a href="http://www.revistas.innovacionumh.es/index.php/psicologiasalud/article/view/1320/403">cada vez mayor evidencia</a> acerca de la eficacia de este tipo de intervenciones en la promoción del envejecimiento activo como estrategia preventiva del deterioro cognitivo para compensar el declive asociado al proceso de envejecimiento y en el fomento de la <a href="https://doi.org/10.3390/jcm7050106">autopercepción positiva del envejecimiento</a>, el cuidado personal y el estado de salud.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/121295/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Esther Sitges Maciá no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las intervenciones en la promoción del envejecimiento activo para prevenir el deterioro cognitivo han demostrado su eficacia. Entre ellas están los programas universitarios para mayores, que compensan el declive cognitivo asociado a la vejez y mejoran la salud.Esther Sitges Maciá, Directora de área del Programa Integral para Mayores de la UMH. Prof. Titular del Departamento de Psicología de la Salud, Universidad Miguel HernándezLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1197252019-07-28T20:00:27Z2019-07-28T20:00:27ZCómo lograr que los jóvenes eliminen sus prejuicios sobre la vejez<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/285837/original/file-20190726-43149-t0xiuu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=19%2C6%2C4233%2C2826&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/closeup-grey-hair-man-gray-problems-1418608286">Mr.Somchai Sukkasem / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El <a href="http://www.fgcsic.es/lychnos/es_es/articulos/envejecimiento_poblacion">envejecimiento demográfico</a> es un fenómeno que depende de muchos factores y tiene muchas caras, pues hay aspectos biomédicos, psicosociales, ambientales, etc., por los cuales las sociedades envejecen a un ritmo creciente en las últimas décadas. </p>
<p>Los avances científicos y sanitarios mejoran la salud y la calidad de vida, e incrementan su duración exponencialmente. Los cambios en las <a href="https://ocw.unican.es/pluginfile.php/843/course/section/912/Modulo%207%20-%20MATERIAL%20DE%20CLASE.pdf">estructuras demográficas en los países avanzados y en vías de desarrollo</a> no suponen un progreso en la reducción de los factores de desigualdad entre zonas más desarrolladas que otras, limitando la convergencia y modernización demográfica en grandes regiones del planeta.</p>
<p>En el caso de España –calificado como país del “Primer Mundo” por sus características geográficas, económicas y demográficas–, se observa cómo aumentan las migraciones de jóvenes al extranjero en búsqueda de oportunidades laborales, lo que disminuye la población activa. </p>
<h2>Diferentes formas de pensar en cada edad</h2>
<p>Estos y otros cambios sociales podrían provocar conflictos entre personas de distintas edades que coexisten en un mismo territorio, dadas las diferentes formas de pensamiento y escala de valores de cada edad.</p>
<p>A veces, olvidamos que un adulto mayor siempre es útil por su contribución a la sociedad, y especialmente en el ámbito doméstico-familiar. La <a href="http://revistas.uned.es/index.php/empiria/article/view/24299/19212">abuelidad</a> es fundamental en muchos hogares ya que, en la mayoría de los casos, suelen ser los encargados del cuidado y la educación compartida de menores mientras sus progenitores están ausentes del domicilio familiar. </p>
<h2>Abuelos “canguros”</h2>
<p>Es el caso del <a href="https://www.laopiniondezamora.es/zamora/2019/06/24/expertos-nacionales-alertan-pobreza-infantil/1173474.html">fenómeno de las abuelas y abuelos <em>canguros</em></a>, que han ayudado a amortiguar los efectos de las crisis económicas y los recortes de ayudas públicas en España.</p>
<p>En este contexto, serían necesarios espacios públicos de convivencia intergeneracional que ofrezcan la oportunidad a personas de distintas edades para cooperar entre sí y lograr hacer cosas juntos por el bien común. </p>
<p>Quizás problemáticas como la despoblación rural puedan solucionarse desde la perspectiva del <a href="https://www.hoy.es/sociedad/reto-intergeneracional-20181001205100-nt.html">reto intergeneracional</a>, ya que no hay duda de que aquellas sociedades que potencien la relación entre generaciones podrán combatir el éxodo rural, acompañado de servicios públicos de calidad que retengan y refuercen sinergias entre el talento sénior y júnior.</p>
<h2>Relación entre las sucesivas generaciones</h2>
<p>La <a href="https://www.europapress.es/andalucia/noticia-experto-destaca-necesidad-conexion-sucesivas-generaciones-sociedad-exista-20180823172144.html">intergeneracionalidad</a> es considerada como la relación necesaria entre las sucesivas generaciones para que una sociedad exista. La <a href="http://revistas.uned.es/index.php/empiria/article/view/24299/19212">solidaridad intergeneracional</a>, y más concretamente, el resultado de la <a href="https://theconversation.com/de-la-brecha-a-la-huella-generacional-106953">huella generacional</a> es imprescindible para la erradicación del <a href="https://cenie.eu/es/blog/edadismo-no-mas-prejuicio">edadismo</a>, modificando las actitudes juveniles hacia la ciudadanía sénior en una <a href="https://social.un.org/ageing-working-group/documents/mipaa-sp.pdf">sociedad para todas las edades</a>.</p>
<p>El <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=264113">ancianismo</a>, definido por Ricardo Moragas en 1991, es un prejuicio generado por desconocimiento de los potenciales de los mayores en la actualidad, con tendencia a la infantilización en el trato con adultos mayores. </p>
<h2>Rechazo al proceso de envejecer</h2>
<p>Lo peor es cuando los sénior aceptan tales prejuicios sociales y los incorporan a su identidad. Entonces, se produce un rechazo al proceso de envejecer. Como decía Simone de Beauvoir (1983), “nos negamos a reconocernos en el viejo que seremos”.</p>
<p>Esta imagen deformada de la vejez se origina principalmente desde los medios de comunicación cuando transmiten que las personas mayores son dependientes, pobres e inútiles socialmente. Habría que elevar a los mayores a la categoría de sujetos dignos de respeto e inclusión social, entendiendo la vejez como etapa de oportunidades, definida como la <a href="https://www.yorokobu.es/mayorescencia/">mayorescencia</a>.</p>
<p>Si se quieren cambiar actitudes sociales es conveniente impulsar procesos de transferencia de conocimientos, experiencias y habilidades en las organizaciones desde el nuevo enfoque de la huella generacional. Así, deberían incluirse iniciativas de fomento de la intergeneracionalidad en colegios, universidades, empresas o administraciones en beneficio de todos.</p>
<h2>La utilidad de los programas intergeneracionales</h2>
<p>Los primeros <a href="https://www.aepumayores.org/sites/default/files/Programas_Intergeneracionales_Coleccion_Manuales_Guias_IMSERSO_%202010.pdf">programas intergeneracionales</a> surgieron en EE UU a finales de la década de los años 60 por la creciente toma de conciencia sobre la separación geográfica entre miembros mayores y jóvenes de muchas familias americanas, con efectos negativos en ambas generaciones (Newman, 1997). </p>
<p>Hasta la década de los 90 eran programas de sensibilización que evolucionaron hasta abordar necesidades socioeducativas de los grupos de la misma edad más vulnerables, las personas jóvenes y mayores.</p>
<p>En las mismas fechas, se iniciaron los programas universitarios para personas mayores que favorecían el aprendizaje a lo largo de la vida como estrategia de integración social. Estos programas promueven la ciencia y la cultura entre las personas mayores de 55 años, al mismo tiempo que fomentan las relaciones intergenracionales.</p>
<h2>Consolidación en España</h2>
<p>Así, estos programas y los programas universitarios sénior se consolidaron en aras al envejecimiento activo y la solidaridad entre generaciones en España y el resto de países europeos. Por ejemplo, el cuidado de mayores y niños, el fortalecimiento de los sistemas educativos, el enriquecimiento de la vida de las personas jubiladas, la preservación de tradiciones culturales, la preocupación hacia el medioambiente o la mejora de los sistemas de apoyo comunitario a familias vulnerables.</p>
<p>Se ha observado que los jóvenes participantes en estos programas, dentro de un clima de escucha activa y cooperación entre personas de distintas generaciones, fortalecen su autoestima y optimismo, además de sentirse agradecidos por las experiencias de vida compartidas entre jóvenes y mayores. </p>
<p>Asimismo, mejoran su rendimiento académico y desarrollan valores de comprensión, respeto y solidaridad intergeneracional. Los jóvenes eliminan estereotipos y prejuicios sobre la vejez y las personas de edades avanzadas, lo que mejora también las relaciones entre generaciones familiares.</p>
<p>La metodología de la intergeneracionalidad también es beneficiosa para la ciudadanía sénior, pues esta experimenta mejoras en las capacidades cognitivas y emocionales, además de en su manera de afrontar deterioros geriátricos, ya sean físicos o neurológicos. </p>
<p>Igualmente, las relaciones sociales mejoran al aumentar la autoestima y la imagen que tienen de sí mismos, evitando las situaciones de aislamiento o soledad. Se comprueba la mejora de calidad de vida durante la vejez al sentirse útiles para las comunidades y sus familias.</p>
<h2>Mayores cotas de bienestar</h2>
<p>Estos programas ofrecen la posibilidad a muchas personas de distintas edades de experimentar la colaboración mutua para lograr mayores cotas de bienestar individual y social. En consecuencia, constituyen verdaderas escuelas de solidaridad que permiten a sus participantes aprender cómo interactuar y relacionarse con éxito en entornos multigeneracionales. </p>
<p>El hecho de compartir enseñanzas y aprendizajes potencia la equidad, la cohesión y la solidaridad entre las generaciones hacia una <a href="https://social.un.org/ageing-working-group/documents/mipaa-sp.pdf">sociedad para todas las edades</a>.</p>
<p>Como decía <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/George_Bernard_Shaw">George Bernard Shaw</a>, “no dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/119725/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Santiago Cambero Rivero no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los programas intergeneracionales son claves para el futuro de la sociedad. Con ellos los jóvenes aprenden a valorar el potencial y el conocimiento de los mayores y estos se sienten útiles.Santiago Cambero Rivero, Profesor de Sociología, Universidad de ExtremaduraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1194982019-06-30T20:05:22Z2019-06-30T20:05:22ZFotografía de la depresión en la edad avanzada<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/281744/original/file-20190628-94708-mv4sw6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=120%2C620%2C5630%2C3190&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/despairing-senior-man-on-dark-background-305651882">Photographee.eu / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La depresión se caracteriza principalmente por una disminución en el estado de ánimo (lo que comúnmente conocemos como tristeza), incapacidad para sentir placer y pérdida de <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(13)61611-6/fulltext">interés</a> por todas o casi todas las actividades. </p>
<p>Además, conlleva una reducción importante de la capacidad para la realización de las actividades diarias en los diferentes ámbitos de la vida (familiar, laboral y social) y, en el peor de los casos, puede llevar al suicidio.</p>
<h2>Es el trastorno mental más frecuente</h2>
<p>La depresión constituye el trastorno mental más frecuente y es una de las principales causas de <a href="http://www.healthdata.org/sites/default/files/files/policy_report/2019/GBD_2017_Booklet.pdf">discapacidad</a> mundial. Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 350 millones de personas se ven afectadas por depresión en todo el mundo y una de cada cinco personas experimentará un episodio depresivo en algún momento de su <a href="http://www.who.int/mental_health/management/depression/wfmh_paper_depression_wmhd_2012.pdf">vida</a>. </p>
<p>Entre los <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(18)31948-2/fulltext">factores de riesgo</a> para esta enfermedad se incluyen los acontecimientos vitales estresantes (por ejemplo, el duelo), el género femenino, la disminución de la independencia, así como la soledad no deseada.</p>
<p>Unido al sufrimiento que supone tanto para el paciente como para su entorno social, esta enfermedad se asocia asimismo con un aumento en la prevalencia de otras complicaciones médicas, lo que repercute de forma significativa en la mayor utilización de recursos <a href="http://europepmc.org/abstract/med/22727261">sanitarios</a>. </p>
<p>Teniendo en cuenta las estimaciones en cuanto al progresivo envejecimiento de la <a href="http://www.healthdata.org/news-release/how-healthy-will-we-be-2040">población</a>, la depresión geriátrica debe ser un asunto destacado dentro de las políticas de salud pública.</p>
<h2>¿Cómo se manifiesta en la vejez?</h2>
<p>Aunque el período más probable para el inicio del primer episodio de depresión suele establecerse entre los 20 y los 40 años, una proporción significativa de personas experimenta su primer episodio en la edad avanzada (a partir de los 65 años aproximadamente). </p>
<p>De acuerdo con los datos reportados por el consorcio EURODEP, un estudio europeo en el que participaron más de 10 000 individuos mayores de 65 años, la depresión afecta aproximadamente a un 12 % de este <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/the-british-journal-of-psychiatry/article/depression-in-europe/B7DFD595273B1BB1B7DF76ED26D3CF97">segmento</a> de la población.</p>
<p>No debemos partir de una premisa errónea: la depresión en la edad avanzada no es una consecuencia del proceso de envejecimiento.</p>
<h2>Mayores tasas de suicidio</h2>
<p>La depresión en adultos mayores se asocia con un mayor riesgo de morbilidad, una disminución del funcionamiento físico, cognitivo y social e incluso una mayor <a href="https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs11121-011-0231-8">mortalidad</a>. De hecho, en la depresión de inicio tardío se han encontrado mayores tasas de suicidio consumado en comparación con cualquier otro grupo de <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(09)60372-X/fulltext">edad</a>. </p>
<p>Además, una proporción importante de adultos mayores con depresión <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3363299/">no reciben tratamiento de ningún tipo</a> y entre aquellos que sí reciben tratamiento farmacológico, solo alrededor de un tercio logran una remisión completa.</p>
<p>La depresión en el adulto mayor presenta diversas características que la distinguen de aquella de inicio temprano. Mientras que la depresión geriátrica no parece estar relacionada con antecedentes familiares de trastornos del estado de ánimo o rasgos de <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0165032700003177?via%3Dihub">personalidad</a>, sí se relaciona con patología vascular. </p>
<p>En general, las personas que desarrollan un primer episodio de depresión en edad avanzada reportarán en mayor medida quejas cognitivas y somáticas. Presentan más habitualmente enlentecimiento psicomotor, problemas de sueño, fatiga, rasgos psicóticos y desesperanza acerca del futuro. </p>
<p>Las quejas acerca de la memoria, un procesamiento cognitivo más lento, así como dificultades de concentración y problemas para la realización de tareas que requieren la planificación y puesta en marcha de diversas estrategias cognitivas también son comunes entre los adultos de edad avanzada con depresión. </p>
<p>Estos síntomas cognitivos incluso persisten después de la remisión del <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/psychological-medicine/article/presence-of-individual-residual-symptoms-during-depressive-episodes-and-periods-of-remission-a-3year-prospective-study/A061DCAE2D441F2341FBA773A27A9C86">episodio depresivo</a>, lo que requiere del profesional su consideración a la hora de ofrecer un tratamiento farmacológico y psicológico eficaz.</p>
<h2>¿Depresión o demencia?</h2>
<p>Un aspecto clave para el abordaje de la depresión en el adulto mayor es el diagnóstico diferencial, esto es, la exclusión de enfermedades con un cuadro clínico similar a través de diversas pruebas y procedimientos. </p>
<p>La coexistencia de sintomatología depresiva y deterioro cognitivo es muy común en las personas de edad avanzada. Esta combinación, con diversos niveles de intensidad y presentación, ha suscitado un enorme interés entre los profesionales de salud mental, quienes insisten en la necesidad de explorarlos en profundidad para dar una respuesta acorde al trastorno de base que se encuentre.</p>
<p>En un estudio compuesto por más de 10 000 participantes, <a href="https://jamanetwork.com/journals/jamapsychiatry/fullarticle/1151485">Barnes y sus colaboradores</a> indicaron que la presencia de sintomatología depresiva, ya sea en la madurez o en la edad avanzada, incrementaba considerablemente el riesgo de demencia. </p>
<p>No obstante, esta afirmación parece estar condicionada por la edad de aparición de la depresión. Teniendo en cuenta que la fase asintomática de la demencia puede extenderse diez años o más, no siempre es fácil determinar qué síntomas ocurridos años antes del inicio de la demencia son inherentes a su desarrollo y cuáles constituyen factores independientes. </p>
<p>Algunos indicadores diferenciales para la depresión incluyen el inicio brusco, la ideación suicida, el desinterés social y una respuesta displicente ante una evaluación. </p>
<p>Como consecuencia, se recomienda realizar evaluaciones cognitivas regulares en aquellos individuos que presenten sintomatología depresiva por primera vez en <a href="https://www.casadellibro.com/libro-la-enfermedad-de-alzheimer-un-trastorno-neuropsiquiatrico/9788497060608/941765">edades avanzadas</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/119498/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Elvira Lara Pérez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La depresión afecta aproximadamente a un 12 % de los mayores de 65 años y no es consecuencia del proceso de envejecimiento. Muy pocas personas reciben tratamiento farmacológico y eso podría acelerar la llegada de la demencia.Elvira Lara Pérez, Psicóloga. Investigadora postdoctoral, Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1053542018-10-22T22:28:30Z2018-10-22T22:28:30ZJustino, un análisis de la tercera edad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/241514/original/file-20181021-105751-1m0zaa4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5272%2C3509&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">'Justino, un asesino de la tercera edad' es mucho más que un thriller de humor negro. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/-c9N9RgjOPU">Bruno Martins / Unsplash</a></span></figcaption></figure><p>Junto con la <a href="http://www.ojocritico.com/criticas/metafora-sobre-jubilaciones-anticipadas-y-el-mal-trato-a-los-mayores/">reflexión fílmica que hice en Ojo Crítico</a>, voy a analizar en estas líneas vivencias y comportamientos propios de muchas personas mayores tras su jubilación. Tomo para ello la película <em><a href="http://www.lacuadrilla.com/la-cuadrilla/justino-un-asesino-de-la-tercera-edad/">Justino, un asesino de la Tercera Edad</a></em>, porque hay hallazgos de la psicología que podemos encontrar muy bien expuestos en manifestaciones artísticas como el cine.</p>
<p><em>Justino, un asesino de la tercera edad</em> es una película de crímenes y crueldades sin fin. Eso es lo que se ve en su parte más superficial. Pero no es sencillamente un <em>thriller</em> de humor negro extraño. <em>Justino</em> es, ante todo, una metáfora que encierra en su fondo la realidad que padecen individuos jubilados en plenitud, que pasan a ser calificados de viejos y empiezan a ser tratados mal por la familia y la sociedad.</p>
<p>Esta película está muy bien dirigida por <a href="http://www.lacuadrilla.com/">La Cuadrilla</a>, equipo formado por los cineastas Santiago Aguilar y Luís Guridi. Fue filmada en 16mm., con excelente música de José Carlos Mac, un gran actor principal, Saturnino García (premio a mejor actor en el Festival de Cine Fantástico de Sitges) y rodada con escasos medios. A pesar de ello, ganó un Premio Goya a la mejor dirección novel el año de su estreno, 1994.</p>
<h2>Un hombre con un sueño</h2>
<p>La historia de Justino es la de un recién jubilado que trabajó durante años en la Plaza de toros de las Ventas de Madrid. En casa, su hijo y su nuera lo menosprecian y castigan, no le dejan tomarse sus vinos, ni salir a pasear ni, mucho menos, cumplir el sueño de su vida: irse de viaje a Alicante con su amigo Sansoncito. Como consecuencia del maltrato, el espectador contempla atónito cómo Justino comienza a asesinar a unos y otros, ejercitando su vieja profesión de puntillero. El retirado Justino va tejiendo una carrera asesina terrible.</p>
<p>El mensaje de esta película es, por un lado, su acercamiento a la palpitante actualidad de las jubilaciones anticipadas. Personas capaces cuyo trabajo es el motor principal de su vida y que, de un día para otro, al ser despojadas de su lugar en el mundo, se sienten vacías. La temática se aborda con una fotografía excelente en blanco y negro de Flavio Martínez Labiano, que ofrece una visión dramática y oscura de la España de finales del siglo pasado. Tiene igualmente un humor ácido y sombrío.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/241513/original/file-20181021-105751-14jnm40.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/241513/original/file-20181021-105751-14jnm40.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=459&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/241513/original/file-20181021-105751-14jnm40.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=459&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/241513/original/file-20181021-105751-14jnm40.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=459&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/241513/original/file-20181021-105751-14jnm40.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=577&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/241513/original/file-20181021-105751-14jnm40.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=577&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/241513/original/file-20181021-105751-14jnm40.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=577&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Justino, puntillero, antes de reciclarse profesionalmente.</span>
<span class="attribution"><span class="source">La Cuadrilla</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En esta obra hay una intención principal: que el espectador entienda la incomprendida realidad de los mayores, que en muchos casos sufren maltrato en forma de reprimendas y prohibiciones de todo tipo. Esto se vincula con el estereotipo social del viejo pesado, demente o inútil. O tantos otros calificativos que podría añadir y que constituyen prejuicios contra los mayores que en psicogerontología denominamos prejuicios “viejistas”. </p>
<p>La gran mayoría de estas actitudes carecen de fundamento, pero conducen a la marginación y a una mala praxis hacia este grupo de edad. La película traslada al espectador cómo los conflictos familiares y de relación con sus allegados, provocan actitudes violetas en Justino, como forma de sobrevivir en un mundo que le es hostil.</p>
<h2>Algunas ideas a propósito del maltrato a ancianos</h2>
<p>El maltrato hacia los adultos mayores (el rechazo, la poca acogida afectiva, la marginación o las permanentes riñas) hace que parte importante de esta población se vuelva introvertida y adopte posiciones existenciales desesperanzadas. Personas que añoran su época de juventud y los tiempos pasados en los que fueron más activos y felices. </p>
<p>Suele darse en estos casos lo que en psicoanálisis <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%A9_Green">André Green</a> denominó “narcisismo negativo”, la “anorexia de vivir”, la desgana vital. La vida resulta poco atractiva y el individuo mayor se siente carente de valor. Sucede igualmente que estas personas, de manera inconsciente, se conducen según un “plan de muerte” en el terreno existencial, que favorece la aparición de la enfermedad a todo nivel. Todo lo cual está determinado social y culturalmente. </p>
<p>Muchos mayores reprimidos por familiares, vecinos e instituciones, renuncian a conseguir gratificaciones, lo cual convierte su existencia en un páramo carente de ilusiones. En este punto es donde el film cobra sentido, pues Justino, marginado, sin perspectivas y amenazado, toma como recurso alegórico y agónico su conversión en criminal puntillero. Sé que algunas personas que han visto la película han quedado estupefactas, pues del ‘abuelo’ sólo se espera obediencia. </p>
<p>Pero, ¿cuántas personas mayores no desean quitarse de encima a una familia opresora, a una nuera que no les deja tomar su copita de anís, a esos vecinos que les llaman “abuelos”, a un hijo que no les permite salir de casa más allá de las seis de la tarde? En contextos como estos que menciono, Justino es el arquetipo del anciano vengador que se rebela contra la exclusión o la alienación.</p>
<p>Sin embargo, hay aún algo más patético y llamativo en esta película. Justino, cometiendo asesinatos múltiples y hasta masivos, no adquiere la más mínima notoriedad. Por ser viejo, ni siquiera hechos de este calibre le dan visibilidad. O sea, el protagonista no consigue la atención de nadie, ni de la policía, aunque claramente les confiese sus crímenes. Ni caso le hacen al “vejestorio”.</p>
<p>En resumen, estamos ante una excelente película para hacernos pensar sobre la vejez, la jubilación y el aspecto dramático que puede adquirir la vida cuando nos hacemos mayores. Sobre todo cuando nos toca vivir en un entorno hostil, algo más habitual de lo que se piensa. Porque cuando una persona deja su trabajo, no es raro que el mundo le aparte a un lado. Ahí hace su aparición para muchos mayores, hombres y mujeres, una existencia de aislamiento, de soledad y de vacío. El fruto de una sociedad egoísta y poco empática con las personas añosas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/105354/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Enrique Fernández Lópiz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>‘Justino’ ofrece una metáfora que encierra en su fondo la realidad que padecen individuos jubilados en plenitud.Enrique Fernández Lópiz, Profesor Titular de Universidad. Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación (Psicogerontología)., Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1054042018-10-22T22:25:57Z2018-10-22T22:25:57ZAlzhéimer: cada vez más evidencias apuntan al virus del herpes como posible causa<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/241669/original/file-20181022-105767-134kps6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5928%2C3898&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Tomografía del cerebro de un paciente afectado por la enfermedad de Alzheimer.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/alzheimers-disease-on-mri-677117257">Shutterstock / Atthapon Raksthaput</a></span></figcaption></figure><p>Más de treinta millones de personas en todo el mundo padecen la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia. Por desgracia, no existe ninguna cura, solo medicamentos para paliar los síntomas. Sin embargo, <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnagi.2018.00324/full">mis últimas investigaciones</a> sugieren un modo de tratar esta enfermedad: he hallado las pruebas más sólidas hasta el momento de que el virus del herpes puede causar el alzhéimer, lo que sugiere que este podría tratarse con medicamentos antivíricos eficaces y seguros. Incluso podríamos vacunar a nuestros hijos contra él.</p>
<p>El virus implicado en la enfermedad de Alzheimer, el tipo 1 del virus del herpes simple (HSV1), es más conocido por causar herpes labiales. Afecta a la mayoría de la gente en la infancia y después permanece latente en el sistema nervioso periférico (la parte del sistema nervioso que no es el cerebro ni la espina dorsal). En situaciones de estrés, el virus se activa y, en algunas personas, provoca la aparición de herpes labiales.</p>
<p>En <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Jamieson+and+J.+Med+Virol+33%2C1991">1991</a> descubrimos que en muchas personas mayores el HSV1 se halla presente también en el cerebro. Y en <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=itzhaki+lancet+349%2C+241%2C244">1997</a> pudimos demostrar que si se encuentra en el cerebro de personas que tengan un gen específico conocido como APOE4, existe un elevado riesgo de que desarrollen la enfermedad de Alzheimer. </p>
<p>Es posible que este virus pueda activarse en el cerebro de forma reiterada, lo que probablemente cause daños acumulativos. La probabilidad de desarrollar la enfermedad es doce veces mayor en las personas portadoras del APOE4 que tengan el HSV1 en el cerebro que en aquellas en las que no se halle ninguno de estos factores. </p>
<p>Además, tanto nosotros en <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=wozniak+neurosci+lett+429+2007">2007</a> como otros investigadores –incluidos los del Instituto de Microbiología de Facultad de Ciencias de Universidad Austral de Chile en <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=zambrano+alzheimers+disease+14+2008">2008</a> y los del Departamento de Biología Molecular y el Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” de CSIC-UAM en <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22252837">2012</a>–, hemos descubierto que la infección de cultivos celulares con el HSV1 provoca acumulación de beta-amiloide y proteínas tau anormales, y la acumulación de estas proteínas en el cerebro es característica de la enfermedad de Alzheimer. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/241053/original/file-20181017-41140-1uaoy0y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/241053/original/file-20181017-41140-1uaoy0y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/241053/original/file-20181017-41140-1uaoy0y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/241053/original/file-20181017-41140-1uaoy0y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/241053/original/file-20181017-41140-1uaoy0y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/241053/original/file-20181017-41140-1uaoy0y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/241053/original/file-20181017-41140-1uaoy0y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Muchas personas se infectan con el virus del herpes simple cuando llegan a la vejez.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/download/confirm/521894017?src=fnwEdT5ejIK3D1uVHO8KmA-1-4&size=medium_jpg">Spectral-Design/Shutterstock.com</a></span>
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</figure>
<p>Creemos que el HSV1 es uno de los principales factores que contribuyen al desarrollo de esta enfermedad y que se introduce en el cerebro de las personas mayores a medida que su sistema inmunológico va debilitándose con la edad. Entonces crea una infección latente (en letargo), que puede reactivarse debido a situaciones de estrés, a un sistema inmunológico debilitado o a inflamación cerebral causada por la infección de otros microbios.</p>
<p>Esta reactivación produce daños víricos directos en las células infectadas, así como inflamaciones también víricas. Nosotros sugerimos que una activación repetida del virus provoca daños acumulativos que, al final, acaban conduciendo a la enfermedad de Alzheimer en personas con el gen APOE4. </p>
<p>Supuestamente, en los portadores del APOE4 la enfermedad se desarrolla en el cerebro debido a la mayor formación de productos tóxicos por parte del HSV1, o a una menor reparación de los daños.</p>
<h2>¿Nuevos tratamientos?</h2>
<p>Los datos sugieren que podrían utilizarse agentes antivirales para tratar la enfermedad de Alzheimer. Los principales agentes, que son seguros, impiden la formación de nuevos virus y, de este modo, limitan los daños víricos.</p>
<p>En un estudio anterior <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=wozniak+PLOS+ONE+6+e25152">descubrimos</a> que el aciclovir, un fármaco antiviral usado en el tratamiento de herpes, bloquea la replicación del ADN del HSV1 y reduce los niveles de beta-amiloide y tau causados por la infección de cultivos celulares con HSV1. </p>
<p>Es importante explicar que lo único que demuestran todos los estudios, incluido el nuestro, es que existe una relación entre el virus del herpes y la enfermedad de Alzheimer, pero no que dicha relación sea causal. </p>
<p>Probablemente, el único modo de probar que un microbio sea la causa de una enfermedad es demostrar que la aparición o el desarrollo de esta se reduce en gran medida atacando al microbio con un agente antimicrobiano concreto o mediante una vacuna específica contra el microbio en cuestión. </p>
<p>Pero el éxito reciente —<a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=tzeng+and+neurotherapeutics+15">demostrado</a> por un <a href="https://content.iospress.com/articles/journal-of-alzheimers-disease/jad180266">estudio de población a gran escala</a> realizado en Taiwán— del uso de determinados agentes antiherpéticos concretos para prevenir la enfermedad de Alzheimer resulta alentador. Esperemos que la información recabada en otros países produzca resultados similares.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/105404/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ruth Itzhaki no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Una nueva revisión encuentra que más de 150 estudios científicos apoyan firmemente la opinión de que el herpes simple juega un papel relevante en la enfermedad de Alzheimer.Ruth Itzhaki, Professor Emeritus of Molecular Neurobiology, University of ManchesterLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/992592018-07-08T20:15:05Z2018-07-08T20:15:05ZEl desafío de vivir la vejez con dignidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/226317/original/file-20180705-122262-bydkpr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5407%2C3599&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/JzkgpML_8XI">Lukas Budimaier / Unsplash</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>“La vejez es la única cosa que llega sin tener que esforzarnos para conseguirla”, dijo Cicerón. Pero parece que, aunque esta etapa viene sola, sí hay que esforzarse para lograr vivirla de la manera adecuada.</p>
<p>El envejecimiento es una etapa más de la vida de cada individuo. Sin embargo, en nuestra sociedad, los ancianos pierden esa individualidad y son vistos como un “homogéneo”, englobado en lo que se llama “las personas mayores”. Así, sin más, se dispersa y se reduce el valor de la historia individual de cada uno. Llegados a la vejez, las posibilidades de elegir se ven detenidas por un entorno que decide por la persona.</p>
<p>Parece como si, para nuestra sociedad, el paso del tiempo y una larga vida pusiera en duda la sabiduría de la experiencia, el valor añadido de tener una larga historia cargada de experiencias y de pérdidas. Privada del reconocimiento de esos valores, la persona se vuelve “añosa” y eso la condena a envejecer sin éxito.</p>
<h2>Estereotipos y prejuicios</h2>
<p>De la vejez se habla, la mayoría de las veces, desde estereotipos y <a href="http://www.who.int/ageing/events/idop_rationale/es/">prejuicios</a>. La OMS, en el Día Internacional 2016 de las Personas Mayores, lanzó bajo el lema “Actuemos contra el Edadismo” su campaña mundial contra la discriminación por motivos de edad y por la mejora de la vida cotidiana de estas personas, subrayando la necesidad de que los gobiernos legislen con el objetivo de atenderlas y dignificarlas.</p>
<p>Muchas veces se ve a los ancianos solo como personas en una etapa final de su vida que merma sus facultades, y eso los infantiliza sin valorar el recorrido vital cargado de experiencia que conlleva envejecer. </p>
<p>Estas limitadas visiones generan que las personas mayores vivan en un entorno lleno de trabas e inconvenientes que les impiden envejecer con dignidad. Es necesario, pues, ser conscientes de que esa realidad plagada de actitudes negativas y discriminaciones provoca en los ancianos graves perjuicios en todas las esferas de su vida.</p>
<p>En este punto, nos encontramos con ciudadanos que llegan a la vejez sin una red de apoyo familiar y social, y son tratados como un grupo homogéneo concebido desde un cúmulo de prejuicios. Ante esta realidad, muchos de ellos se dan por vencidos y claudican de gestionar su propia vida.
En España, el INE tiene registrado que 829.600 personas mayores de 80 años <a href="https://politica.elpais.com/politica/2018/01/13/actualidad/1515873186_409536.html">viven solas</a>. Según la OMS, el 10% de los ancianos ha sufrido malos tratos en el último mes, aunque la realidad es más terrible aún, pues la <a href="http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/elder-abuse">OMS</a> calcula que solo se notifica 1 de cada 24 casos. </p>
<h2>Toma de conciencia internacional</h2>
<p>El maltrato a las personas mayores sólo ha sido reconocido como problema mundial recientemente. El trabajo desarrollado por la INPEA (Red Internacional de Prevención del Abuso y Maltrato en la Vejez) y la OMS para la prevención de este grave problema ha contribuido a elevar la toma de conciencia internacional sobre el asunto. (<a href="http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/oms-declaracion-01.pdf">Declaración de Toronto</a>)</p>
<p>El trato inadecuado ha sido abordado desde distintas perspectivas, basadas en tres ejes fundamentales que erosionan su dignidad y su calidad de vida, ya sea por la actuación de otras personas intencionadamente, ya sea por la omisión en su atención o cuidados. </p>
<p>La realidad de los ancianos víctimas de estas actuaciones es:</p>
<ol>
<li><p>El abandono, el aislamiento, el desamparo y la exclusión social.</p></li>
<li><p>La violación de sus derechos legales. </p></li>
<li><p>La privación de la toma de decisiones y de un estatus propio de una identidad, ya sea en el ámbito social o familiar. </p></li>
</ol>
<p>Todo esto se resume en una ausencia de respeto e igualdad por una razón de edad.</p>
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<p><em>“Con la falta de respeto no se insulta a otra persona, pero tampoco se le concede reconocimiento; simplemente no se la ve como un ser humano integral cuya presencia importa” (Richard Sennet)</em></p>
</blockquote>
<p>Pero ¿qué sucede cuando es la propia persona, en esta etapa de su vida, quien decide vivir fuera de lo que la sociedad considera digno? </p>
<h2>Entre el Síndrome de Diógenes y el de Noé</h2>
<p>La autonegligencia es la situación en la que uno -por decisión propia o por ausencia de ella- vive bajo situaciones de riesgo <em>bio-psico-social</em>. Son frecuentes las noticias en los medios de comunicación sobre ancianos que malviven con el Síndrome de Diógenes, o que conviven en su domicilio con numerosos animales en condiciones de insalubridad, el llamado Sindrome de Noé.</p>
<p>En suma, hablamos de personas que en la vida cotidiana no toman decisiones que garanticen una adecuada calidad de vida, dejando al descubierto cualquiera de las áreas del digno desarrollo de la persona, y que tampoco cuentan con red de apoyo familiar o social que se las proporcione.</p>
<p>Los profesionales de los Servicios Sociales califican como autonegligentes a aquellas personas mayores que: </p>
<ol>
<li><p>No satisfacen sus necesidades básicas, tales como salud, higiene y alimentación, por carecer de recursos de cualquier tipo, ya sea por falta de ingresos, por desconocimiento de los recursos sociales disponibles, etc. </p></li>
<li><p>Padecen problemas de salud mental que les impiden cubrir sus necesidades cotidianas con calidad de vida, ya sea porque no estén diagnosticadas o porque no sigan el tratamiento médico de manera adecuada. </p></li>
<li><p>Personas que por su <em>modus vivendi</em>, sin que medie enfermedad mental, viven insertas en dinámicas insalubres, como por ejemplo una falta de hábitos adecuados.</p></li>
</ol>
<h2>Ciudadanos adultos con capacidad de decisión</h2>
<p>Habría que preguntarse entonces cómo nuestra historia de vida, nuestras decisiones y nuestro propio entorno nos “instalan” ahí.</p>
<p>Para responder a esta pregunta, hay que plantearse qué signos de nuestra vida presente pueden influir en cómo viviremos la vejez. </p>
<p>Conocer la historia de vida es clave en el planteamiento de cualquier tipo de acción, desde los sistemas de protección social hasta la concienciación ciudadana. Hay que tener en cuenta también que la vida depara acontecimientos imprevistos, circunstancias sobrevenidas que desestabilizan al individuo o a su red de apoyo familiar.</p>
<p>A la vista de lo anterior, hemos de concluir que la calidad de vida de la vejez requiere que nuestra sociedad trate a las personas mayores como lo que son: ciudadanos adultos con capacidad de decisión. Esto incluye su <a href="https://www.abc.es/espana/madrid/abci-constitucional-libera-anciana-sindrome-diogenes-internada-contra-voluntad-201603122053_noticia.html">derecho a tomar decisiones que conlleven riesgos</a>, así como a rechazar la ayuda y la atención que precisan. </p>
<p>Todo ello provoca que los trabajadores sociales encuentren dificultades para intervenir en los malos hábitos o las negligencias que sufren las personas mayores, ya sea por la actuación de su entorno o por sí mismos. </p>
<p>A base de repetirse en el tiempo, estas situaciones se hacen crónicas en sus vidas, y es mayor el esfuerzo que le supone al anciano cambiarlas que el beneficio o la mejora que cree obtener a cambio. </p>
<p>Este muro de resistencia es el gran obstáculo invisible que los sistemas de protección social tienen que superar aplicando las medidas y herramientas de que disponen para dignificar la vejez.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/99259/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rosa Gómez Trenado no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El paso de los años es experiencia, sabiduría, pérdidas… vida. Pero la sociedad tacha estas ganancias y ve la vejez desde el prejuicio de la incapacidad. Esto nos condena a un final de vida indigno.Rosa Gómez Trenado, Profesora de Trabajo Social, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.