tag:theconversation.com,2011:/fr/topics/yihadismo-86607/articlesyihadismo – The Conversation2024-03-10T11:35:42Ztag:theconversation.com,2011:article/2236842024-03-10T11:35:42Z2024-03-10T11:35:42ZSiete imágenes para entender la construcción de la memoria colectiva del 11-M<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/579981/original/file-20240305-21577-q0j1qw.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=14%2C0%2C3234%2C2443&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Interior de la estructura cilíndrica del memorial de las víctimas de los atentados del 11-M en la Estación de Atocha.</span> <span class="attribution"><span class="source">Mireya Toribio</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure>
<p>En el interior del Parque del Retiro de Madrid se erige una señal que no existía 20 años atrás. Indica la ubicación del Bosque del Recuerdo, un espacio que evoca los <a href="https://www.memorialvt.com/wp-content/uploads/2018/03/Informe04_180212.pdf">atentados yihadistas</a> perpetrados el 11 de marzo de 2004. Como este, son varios los lugares que conmemoran a sus víctimas en la capital de España. Una mirada cercana a dichos sitios de memoria y sus transformaciones puede documentar <a href="https://research.birmingham.ac.uk/en/publications/urban-terrorism-in-contemporary-europe-remembering-imagining-and-">la manera en la que la sociedad recuerda este y otros episodios violentos</a>. Identificar tales cuestiones puede servir para abordar mejor las consecuencias de la violencia y la atención a las víctimas.</p>
<p>En los tres minutos que transcurrieron entre las 7:37 h. y las 7:39 h. de la mañana del jueves 11 de marzo de 2004, diez bombas hicieron explosión a bordo de cuatro trenes de Cercanías de Madrid. 192 personas perdieron la vida. Otras 1 841 sufrieron lesiones de diversa consideración. El 3 de abril siguiente, siete de los terroristas se suicidaron haciendo detonar varias cargas de explosivos al verse rodeados por la policía. La deflagración mató a un agente e hirió a 34 personas más –14 agentes y 20 vecinos–. En 2014, otra víctima falleció tras diez años en coma. </p>
<p>Aunque la magnitud del atentado ha hecho que a veces los damnificados sean reducidos a cifras, se trata de <a href="https://www.memorialvt.com/presentacion-en-madrid-con-la-fvt-de-las-victimas-de-la-yihad-de-chelo-aparicio-y-ana-aizpiri/">personas con nombres, vidas y proyectos</a>. Una de las maneras con las que la sociedad responde a acontecimientos traumáticos como este es la <a href="https://www.barnesandnoble.com/w/urban-terrorism-in-contemporary-europe-katharina-karcher/1144579640">memorialización de sus víctimas a través de la creación de espacios de recuerdo</a>.</p>
<p>Las postrimerías de los atentados estuvieron marcadas por expresiones de solidaridad. Altares improvisados brotaron allí donde habían explotado las bombas. Debido a la envergadura que llegaron a alcanzar, el problema que planteaba su mantenimiento y la dificultad de enfrentarse a ellos a diario para los trabajadores, meses más tarde fueron sustituidos por una alternativa virtual: los espacios de palabras. Los originales fueron preservados a través del proyecto <a href="https://digital.csic.es/handle/10261/41429">El Archivo del Duelo</a>.</p>
<p>Los memoriales espontáneos dieron paso, así, a otros institucionalizados: una miríada de monumentos con vocación de permanencia. No obstante, la voluntad unívoca de conmemoración se vio marcada por otros factores: el ataque había tenido lugar en <a href="https://www.realinstitutoelcano.org/archive/opinion/por-que-el-11-m-dividio-a-los-espanoles/">un contexto político complejo</a>, tres días antes de unas elecciones generales y en <a href="https://catedra.com/libro/la-historia-de/el-terrorismo-en-espana-gaizka-fernandez-soldevilla-9788437642611/">un país marcado por décadas de violencia terrorista</a>. </p>
<p>Por una parte, algunos sectores de la sociedad llegaron a cuestionar las investigaciones judiciales dando pie a <a href="https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/terrorismo-y-teorias-de-la-conspiracion-el-caso-del-11-m-ari/">infundadas teorías de la conspiración</a>. Por otra, el proceso estuvo marcado por la falta de consenso en torno a la manera de abordar esta tarea: ¿Debían recordarse <a href="https://www.rtve.es/noticias/20160311/madrid-recuerda-este-viernes-a-193-victimas-del-11m-duodecimo-aniversario-atentados/1316900.shtml">todas las víctimas del terrorismo en España</a> o solo las del 11M?</p>
<p>En el primer aniversario de la masacre (2005) se inauguró el Bosque del Recuerdo, una composición formada por 192 olivos y cipreses presidida por una placa que homenajeaba a “todas las víctimas del terrorismo”. En el decimoctavo aniversario de los atentados (2022), otra inscripción en “homenaje a las víctimas de los atentados del terrorismo yihadista del 11 de marzo” fue situada junto a la primera. Con el paso del tiempo, el espacio fue resignificado fruto de los desacuerdos.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/579873/original/file-20240305-22-rtnvth.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/579873/original/file-20240305-22-rtnvth.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/579873/original/file-20240305-22-rtnvth.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/579873/original/file-20240305-22-rtnvth.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/579873/original/file-20240305-22-rtnvth.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/579873/original/file-20240305-22-rtnvth.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/579873/original/file-20240305-22-rtnvth.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/579873/original/file-20240305-22-rtnvth.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Vista frontal del Bosque del Recuerdo.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Mireya Toribio.</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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<p>En 2005 se erigió un memorial en el lugar donde se había emplazado un hospital de campaña en San Agustín del Guadalix. Años después, sería reubicado en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil de la localidad. En 2018 se colocó sobre dicho monumento una nueva placa con los nombres de los 248 guardias civiles asesinados por la <a href="https://www.ivoox.com/podcast-sierra-delta_sq_f1507669_2.html">violencia terrorista en España</a> –210 de ellos a manos de la banda terrorista ETA–.</p>
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<span class="caption">Vista del monumento de Atocha desde el exterior.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Mireya Toribio.</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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<p>En el tercer aniversario (2007) fue inaugurado el Memorial de la Estación de Atocha. El debate sobre a qué víctimas habría que rendir tributo también tuvo lugar durante su planificación. El proyecto escogido consistía en una estructura cilíndrica de 11 metros de alto que albergaba en su interior los nombres de las víctimas fallecidas en el 11-M y los mensajes, en diferentes idiomas, que habían dejado los ciudadanos en los días siguientes a los ataques. </p>
<p>Su complejo mantenimiento sumado a los <a href="https://www.nuevaeconomiaforum.org/de/noticias/el-psoe-culpa-los-gobiernos-del-pp-en-madrid-del-deterioro-del-monumento-del-11-m">desacuerdos entre las administraciones</a> encargadas de su preservación hicieron que en pocos años el deterioro se convirtiese en su característica principal. En 2019, el Ayuntamiento de Madrid <a href="https://intervento.com/projects/iluminacion-monumento-11m-madrid/">acometió una importante renovación</a>. No mucho después, en 2023, el gobierno autonómico anunció su retirada definitiva –y un nuevo proyecto de memorial– con motivo de las obras de reforma de la red de metro. 2024 vería el <a href="https://www.telemadrid.es/programas/telenoticias-1/Comienza-el-desmontaje-del-monumento-del-11-M-en-Atocha-2-2609759020--20231027022456.html">desmantelamiento de la instalación</a> que debía preservar la memoria de las víctimas del 11-M del paso del tiempo. </p>
<p><a href="https://www.realinstitutoelcano.org/archive/opinion/por-que-el-11-m-dividio-a-los-espanoles/">La falta de consenso</a> en torno al recuerdo de los atentados se ha reflejado también en los actos de conmemoración. En el último aniversario, además de los homenajes que se organizaron en diversas localidades, varios diferentes se celebraron en la capital. El 11 de marzo de 2023 los tributos comenzaron en la sede de la presidencia regional. Otro, organizado por la <a href="https://asociacion11m.org/">Asociación 11-M Afectados del Terrorismo</a>, tuvo lugar poco después junto al monumento de Atocha. Y el Bosque del Recuerdo acogió, como en años anteriores, el homenaje organizado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo. En este último se rindió homenaje tanto a las víctimas del 11-M como a las de ETA, pero también se expresaron críticas a cuestiones sin resolver vinculadas a dicha organización terrorista.</p>
<p>La voluntad unánime de crear lugares de recuerdo de las víctimas del 11-M se ha visto empañada por disputas que afectan a la memoria del terrorismo en España. Principalmente, la falta de consenso respecto al trato y la conmemoración de sus numerosas víctimas y la ausencia de acuerdos en materia de política antiterrorista. </p>
<p>Estas desavenencias se han reflejado en una conmemoración compleja marcada tanto por las reubicaciones, resignificaciones y deterioro de los monumentos como por el uso de estos espacios en las efemérides. El desmantelamiento del memorial de Atocha supone la pérdida de un lugar de recuerdo, pero también una oportunidad para aprovechar las lecciones aprendidas en los últimos veinte años.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223684/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mireya Toribio Medina recibe fondos del proyecto del European Research Council 'Urban Terrorism in Europe (2004-19): Remembering, Imagining, and Anticipating Violence' de la Universidad de Birmingham.</span></em></p>Las desavenencias entre polìticos y grupos de víctimas del terrorismo quita protagonismo a los elementos que conmemoran la masacre que tuvo lugar en Madrid el 11-M de 2004.Mireya Toribio Medina, Investigadora Doctoral del proyecto del Consejo Europeo de Investigación 'Urban Terrorism in Europe (2004-19): Remembering, Imagining, and Anticipating Violence', University of BirminghamLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1965062023-01-02T18:47:56Z2023-01-02T18:47:56ZAsí es la violencia yihadista en Rusia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/502729/original/file-20221229-66143-yea135.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=17%2C8%2C5973%2C3979&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/happy-islamic-militant-soldier-face-cover-2031863846">Shutterstock / WESTOCK PRODUCTIONS</a></span></figcaption></figure><p>Cuando se habla de terrorismo yihadista, rara vez se piensa en Rusia. Sin embargo, en los últimos años ha sido tanto objeto de atentados yihadistas como estratega hábil que ha usado la denominada lucha contra el terror, abanderada en inicio por Estados Unidos, para abordar problemas internos como los <a href="https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/reajustando-expectativas-rusia-como-socio-estrategico-en-la-lucha-contra-el-terrorismo-islamico/">movimientos separatistas chechenos</a>. Por ejemplo, la región de Asia Central, compuesta por Estados que fueron satélites de la Unión Soviética (como Uzbekistán y Tajikistán), es la principal exportadora de terroristas yihadistas per cápita; mientras que <a href="https://thesoufancenter.org/wp-content/uploads/2017/11/Beyond-the-Caliphate-Foreign-Fighters-and-the-Threat-of-Returnees-TSC-Report-October-2017-v3.pdf">Rusia, con más de 3 500 yihadistas globales</a>, es el primer Estado exportador. </p>
<p>Además, algunas comunidades inmigrantes en Rusia procedentes de la región señalada de Asia Central, quienes sienten que son tratados como ciudadanos de segunda, <a href="https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/opinion/asia/terrorismo_yihadista_en_asia_central_amenaza_existencial_o_fantasma">parecen estar radicalizándose</a>. No es casualidad que muchos de los atentados globales más sonados fueran perpetrados por ciudadanos rusos procedentes de esas minorías. Rusia, además, es objetivo prioritario tanto de Al-Qaeda como del Daesh. </p>
<p>En el libro <a href="https://www.unavarra.es/sites/actualidad/contents/noticias/2022/11/21/el-investigador-de-la-upna-sergi.html"><em>Violencia, política y religión: una teoría general de la radicalización violenta</em></a>, publicado recientemente por Catarata, por un lado, ofrezco una explicación teórica del proceso de radicalización violenta que impulsa a individuos y a grupos a unirse a organizaciones terroristas que usan la violencia con fines políticos; y, por otro, analizo casos, como el ruso (además del de las FARC y el ELN en Colombia, el IRA en Irlanda, ETA en el País Vasco, el yihadismo en España y en Cachemira, el terrorismo judío y los suicidas palestinos o el extremismo en EE. UU.), donde se testa la teoría. Antes de entrar en detalles, sin embargo, puede ser útil una pequeña aclaración sobre el uso de la noción de “teoría” en el ámbito científico.</p>
<p>El lenguaje popular suele asociar el concepto de teoría con especulación sin fundamentos empíricos, en contraposición con la realidad, la verdad o los hechos. El tópico “eso, en teoría, pero en la realidad…” es un buen indicador de ese significado que se le atribuye. Sin embargo, en ciencia, cuando unos enunciados complejos y ordenados alcanzan <a href="https://books.google.co.cr/books?id=3yp5ImQsB94C&printsec=copyright#v=onepage&q&f=false">el estatus de “teoría”</a> significa que la comunidad científica acepta tal planteamiento como una de las explicaciones más sólidas, sofisticadas y completas de un fenómeno natural o social que se puede investigar de manera empírica. </p>
<p>En definitiva, la teoría aspira a explicar las causas de un fenómeno con precisión y rigor, tras mucha observación de hechos empíricos y revisión pormenorizada de la literatura científica y los estudios del tema en cuestión realizados en distintos contextos. El libro citado utiliza la noción de teoría en esta segunda línea. </p>
<p>La pregunta de fondo es: ¿pueden tener casos tan dispares explicaciones comunes, más allá de ideas vagas difíciles de <a href="http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2071-50722019000100009">“falsar” en términos popperianos</a>? Veamos pues.</p>
<h2>Teorías sobre la radicalización violenta</h2>
<p>En <a href="https://theconversation.com/los-enigmas-de-la-radicalizacion-violenta-el-fenomeno-yihadista-137623">otras publicaciones</a> ya examiné algunas de las teorías prevalentes sobre la radicalización violenta <a href="https://theconversation.com/el-terrorismo-islamista-no-conoce-tregua-francia-en-el-punto-de-mira-149184">(las escalonadas, la pirámide, la doble pirámide, el modelo ABC, el puzle de la radicalización, los agravios, las redes, el papel de los agentes…</a>), así como la tensión entre quienes enfatizan los factores cognitivos y quienes, como Oliver Roy, buscan explicaciones estructurales relacionadas con el comportamiento violento, minimizando la influencia de las ideologías o de la religión. En todas existen <a href="https://www.researchgate.net/publication/341720275_The_ABC_Model_Commentary_from_the_Perspective_of_the_Two_Pyramids_Model_of_Radicalization">“eslabones perdidos”</a> que, con mayor o menor éxito, hemos intentando rellenar.</p>
<p>La estructura moral del comportamiento y la inserción dentro de una comunidad de propósito podrían ser los elementos clave, tanto para la radicalización como para la prevención y la desradicalización de individuos y grupos. <a href="https://ortegaygasset.edu/producto/revista-de-occidente-no-484-septiembre-2021/">La estructura moral no es un ente psicológico</a>, sino que tiene que ver con la internalización de ciertas dinámicas sociales como resultado del proceso de socialización. Se erige sobre, al menos, cuatro componentes que interactúan de manera sofisticada a través del lenguaje: a) las convicciones y creencias; b) las pautas o patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento adquiridos; c) las competencias de control emocional y d) la capacidad de prever las consecuencias de las acciones. </p>
<h2>La relación con elementos religiosos</h2>
<p>Este primer factor contribuye a la radicalización violenta de las personas de distintos modos. En primer lugar, quienes tienen convicciones fuertes relacionadas con la posibilidad e incluso la necesidad de usar la violencia, asociadas con elementos ideológicos o religioso-normativos, reciben un impulso facilitador, pero esto no es suficiente. De hecho, solo <a href="https://www.mdpi.com/2077-1444/13/3/209">un porcentaje ínfimo</a> de quienes justifican y abogan por la violencia termina ejerciéndola. </p>
<p>El segundo componente, el de las pautas de comportamiento adquirido, también pesa. Las personas que han vivido en contextos familiares marcados por la violencia, que han usado la violencia y roto las normas previamente, que tienen entrenamiento militar y que han sido socializados en una cultura de la violencia, han roto barreras de control social que impiden a otros unirse a grupos que ejercen la violencia con fines políticos. Esta segunda fuerza, en ausencia de convicciones fuertes, podría ser la que identifica Olivier Roy, por ejemplo, en <a href="https://cadmus.eui.eu/handle/1814/45864"><em>Jihad and Death</em></a>. </p>
<p>La tercera capa de la estructura moral, la de las competencias de control emocional, también es fundamental. Quienes no tienen competencias de autocontrol dan expresión violenta a la indignación o sentimientos adversos con mayor facilidad. Por último, la capacidad de prever las consecuencias, ligada a lo que los sociólogos llaman el “control social” y al lenguaje, empuja en una dirección o en otra, ya que permite anticiparse a lo que puede suceder en función de si se opta por un comportamiento u otro.</p>
<p>A pesar de la influencia de la estructura moral, la radicalización violenta parece producirse <a href="https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/63793/1/pdf.pdf">en comunidad</a>. La idea de los lobos solitarios, que se radicalizan a sí mismos y atentan sin conexión con redes, es espectacular desde la óptica mediática, pero <a href="https://unherd.com/2021/10/the-myth-of-lone-wolf-terrorism/">prácticamente inexistente</a> cuando se examinan detenidamente los supuestos casos. </p>
<h2>Radicalización en compañía</h2>
<p>La radicalización violenta se produce en compañía, por lo que aquellas personas desarraigadas de una familia, de una comunidad (religiosa o secular) y de la sociedad son más susceptibles de unirse a grupos y comunidades con fuerte sentido de misión (aunque sea fatal) que otras. </p>
<p>Pero volvamos al caso ruso. Curiosamente, los <a href="https://www.russiamatters.org/analysis/jihadists-ex-soviet-central-asia-where-are-they-why-did-they-radicalize-what-next">terroristas que han atentado en Rusia</a> en los últimos años eran jóvenes con educación superior a la media de la población, con experiencias migratorias vinculadas a una fuerte frustración de expectativas de integración y de movilidad social, que habían experimentado un acontecimiento vital o familiar traumático, con poco conocimiento religioso, que habían sufrido un proceso de radicalización y adoctrinamiento exprés, con conexiones previas con la violencia (en el ejército, el crimen o deportes de contacto) y que habían sido reclutados por conocidos. </p>
<p>En futuros artículos intentaremos aplicar las nociones de estructura moral y de comunidad con propósito para desglosar algunos de los casos específicos identificados arriba.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196506/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sergio García Magariño no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Jóvenes con educación superior a la media, con experiencias migratorias vinculadas a una fuerte frustración de expectativas de integración y de movilidad social que habían experimentado un acontecimiento vital o familiar traumático: así son los terroristas que han atentado en Rusia.Sergio García Magariño, Investigador de I-Communitas, Institute for Advanced Social Research, Universidad Pública de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1912442022-09-28T17:05:15Z2022-09-28T17:05:15ZCómo puede África occidental frenar el yihadismo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/486178/original/file-20220922-34615-14zjtx.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C2%2C1597%2C1061&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Soldados de Níger realizan un simulacro de patrulla.</span> <span class="attribution"><span class="source">Eric Holman / Wikimedia Commons</span></span></figcaption></figure><p>En la actualidad, los conflictos yihadistas forman parte de la coyuntura política de África occidental habida cuenta de la resistencia que los grupos islamistas militantes plantean a las diversas campañas que se lanzan para contrarrestarlos. </p>
<p><a href="https://imctc.org/en/eLibrary/INTReports/Pages/report18052022.aspx">Según</a> el Índice de Terrorismo Mundial de 2022, tres de los diez países más afectados por el terrorismo en todo el mundo en 2021 fueron países del Sahel: Níger, Mali y Burkina Faso. De igual modo, diez de los veinte ataques con más muertos de 2021 ocurrieron en esta región. </p>
<p>En 2022, la mayoría de los miembros de la <a href="https://ecowas.int/">Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO)</a> están combatiendo diversas formas de islamismo militante. Su presencia se está intensificando hacia el sur, hacia los países africanos costeros de poniente; en particular, aquellos que son limítrofes con los países del Sahel, como <a href="https://www.france24.com/en/africa/20220211-death-toll-in-benin-national-park-attacks-rises-as-france-opens-terror-probe">Benín</a> y <a href="https://theconversation.com/togo-looks-like-west-africas-new-frontier-of-violent-extremism-183304">Togo</a>, que han sufrido ataques recientemente.</p>
<p>Estos acontecimientos se saldan con un coste desolador. Además de muertos, heridos y personas desplazadas, la confianza en la capacidad de los países para gobernar y para apoyar economías saludables se está viendo deteriorada. </p>
<p>Como respuesta, han lanzado programas regionales con el fin de luchar contra el terrorismo, como la <a href="https://ecfr.eu/special/african-cooperation/accra-initiative/">Iniciativa de Accra</a> (2017) y varios acuerdos jurídicos y políticos entre los que se abordan la seguridad fronteriza y la recopilación de información de inteligencia, así como el fomento de la resiliencia de las comunidades.</p>
<p>Estas medidas son necesarias, aunque no suficientes. Los países africanos del litoral occidental deben pensar de otro modo para evitar que los conflictos yihadistas se agraven; tienen que desprenderse de las prácticas tradicionales de antiterrorismo cortoplacistas en aras de intervenciones de construcción nacional a largo plazo. Debe aplicarse un enfoque más completo en torno a la amenaza sin olvidar los problemas derivados de la gobernanza que la han traído al presente.</p>
<h2>¿Cómo hemos llegado hasta este punto?</h2>
<p>Los grupos militantes islamistas han experimentado numerosos cambios, como escisiones, alianzas y lealtades cambiantes en proyectos globales como el ISIS o Al Qaeda. Entre 2010 y 2017, las campañas para contrarrestar a los grupos militantes islamistas se centraron, en términos geográficos, en grupos individuales como <a href="https://issafrica.org/pscreport/psc-insights/greater-african-union-support-needed-to-fight-boko-haram">Boko Haram</a>, <a href="https://cisac.fsi.stanford.edu/mappingmilitants/profiles/ansar-dine">Ansar Dine</a>, <a href="https://ecfr.eu/special/sahel_mapping/mujao">MUYAO</a> y Al Mourabitoun.</p>
<p>Dado que la amenaza es cada vez más regional y no tanto a nivel nacional, los grupos individuales son menos relevantes; en cambio, las coaliciones yihadistas, como el Estado Islámico en el Gran Sáhara (<a href="https://theconversation.com/africa/topics/islamic-state-west-africa-province-iswap-78318">EIGS</a>) y Jama’a Nusrat ul-Islam wa al-Muslimin (<a href="https://www.nationalsecurity.gov.au/what-australia-is-doing/terrorist-organisations/listed-terrorist-organisations/jamaat-nusrat-al-islam-wal-muslimin">JNIM</a>) cobran cada vez más importancia. Esto muestra que los grupos militantes islamistas están consolidando su presencia y que ponen a prueba las fronteras nacionales y las numerosas medidas para luchar contra el terrorismo.</p>
<p>Además, con el paso del tiempo, las acciones de los grupos islamistas militantes los presentan cada vez más como células criminales implicadas en actividades de negocio delictivas y políticas destructivas. Actúan menos como organizaciones nacidas del descontento que buscan el puritanismo religioso y medidas políticas alternativas. Aun así, es posible que puedan continuar proliferando y suponer una amenaza para los múltiples niveles de seguridad.</p>
<h2>Un nuevo enfoque sobre el extremismo violento</h2>
<p>Los países africanos occidentales necesitan un nuevo enfoque para contrarrestar el extremismo violento. Deben ser capaces de detectar a aquellos que fomentan el terrorismo de diferentes formas y en distintos niveles. La facilidad con que los grupos islamistas están creciendo con fuerza a lo largo y ancho de esta subregión de África Occidental indica que la coyuntura sociopolítica, geográfica e histórica de los países costeros no difiere mucho de la de Malí, Burkina Faso o Níger en cuanto a las condiciones que propician el terrorismo se refiere.</p>
<p>De igual modo, se debe tener en cuenta que los grupos yihadistas no son todos iguales entre sí. Los elementos y actores de la militancia islamista son distintos en relación con el tipo de presencia, su modus operandi, sus motivaciones fundamentales y estratégicos y el equilibrio de poder entre ellos y los demás. Por tanto, los países costeros occidentales del continente africano deben analizar todos los entresijos de esta amenaza para actuar en consecuencia. Una política de antiterrorismo exhaustiva y basada en su propia sostenibilidad a lo largo del tiempo debe poder abarcar más zonas y contemplar medidas a corto, medio y largo plazo.</p>
<p>Lo que funciona en un sitio no tiene por qué funcionar necesariamente en otro. Las campañas militares pueden funcionar en Iraq, por ejemplo, pero pueden no ser efectivas en el Sahel. Asimismo, los países costeros de África Occidental pueden no necesitar las mismas medidas preventivas que Malí.</p>
<p>Aquellos días en los que los grupos islamistas recibían la etiqueta de islámicos, o de provenientes de Oriente Medio o de antioccidentales ya se han acabado. Se trata, en la actualidad, de actores políticos activos, si bien son una aberración para el orden, y los conflictos yihadistas y no yihadistas tienen más aspectos en común que diferencias. Los grupos islamistas extremistas violentos son africanos y globales. La situación en el Sahel contradice los planteamientos de que los grupos yihadistas son fundamentalmente externos. Por este motivo, la militancia islamista en la costa occidental de África no es una “futura amenaza”, sino que ya está aquí y forma parte del presente.</p>
<p>Si se analiza de este modo, los países pueden examinarse a nivel interno y no externo para frenar el extremismo violento. Esta postura también matiza el énfasis que se hace en la seguridad en las fronteras y lo sitúa en la seguridad ciudadana para impedir que estos grupos proliferen dentro de los propios países.</p>
<h2>Algunas soluciones</h2>
<p>Los países costeros deben reconocer que las decisiones y declaraciones podrían ser parte del problema. Por ejemplo, la operación de emboscada de miembros sospechosos de pertenecer a Boko Haram en 2009 y que se saldó con la <a href="https://www.france24.com/en/20090730-nigerian-islamic-sect-leader-mohammed-yusuf-killed-detention-">muerte de su cabecilla Mohammed Yusuf</a> impulsó al grupo a reforzar su posición militante.</p>
<p>Las declaraciones políticas y las medidas también pueden fomentar la islamofobia y legitimar la retórica de la militancia. Además, las prácticas de vigilancia pueden tener efectos adversos. Algunas palabras pueden convertir enfoques antiterroristas en afrentas que menoscaben la seguridad nacional. Es por eso por lo que, si no se actúa con cuidado, incluso la campaña de Ghana <a href="https://www.graphic.com.gh/news/general-news/see-something-say-something-campaign-launched.html"><em>See Something, Say Something</em></a> podría crear más problemas. Por tanto, las agencias de seguridad necesitan formación en diversidad cultural, sensibilidad religiosa y sentimientos de pertenencia nacional.</p>
<p>Por otra parte, es necesario que exista un liderazgo africano que encabece las medidas políticas de respuesta. Por ejemplo, la <a href="https://mz.usembassy.gov/the-united-states-released-the-2020-country-report-on-terrorism/">contrainsurgencia por parte de las fuerzas de Mozambique</a> en colaboración con Ruanda y la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo se ha reflejado en una reducción en las muertes por culpa del terrorismo. En este sentido, la Iniciativa de Accra resulta vital. No obstante, las dinámicas de poder regionales podrían también contribuir al fracaso de las medidas de antiterrorismo; de hecho, es lo que sucedió en la cuenca del Lago Chad con la <a href="https://www.crisisgroup.org/africa/west-africa/291-what-role-multinational-joint-task-force-fighting-boko-haram">Fuerza Especial Conjunta Multinacional</a>.</p>
<p>La cooperación multilateral para frenar el terrorismo reviste crucial importancia, especialmente de la mano de organizaciones intergubernamentales, como las Naciones Unidas, la Unión Africana y la CEDEAO. Aun así, los actores deben reconocer las diferentes composiciones políticas y no imponer una lógica universal para contextos locales particulares. Los descontentos locales y los déficit en el gobierno son causas clave del extremismo político. </p>
<p>Por ello, los gobiernos deben aceptar parte de la culpa por las condiciones que auspician los sentimientos extremistas políticos; precisamente por eso es por lo que los países africanos occidentales no solo deben derrotar al terrorismo, sino también atender a las causas que lo propician.</p>
<hr>
<p><em>Este artículo ha sido traducido con la colaboración de <a href="https://casafrica.es/es">Casa África</a>. Traducción: Eduard Galán Sanjuán.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/191244/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Muhammad Dan Suleiman no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En 2021, la mitad de los atentados con más muertes en todo el mundo se produjeron en el oeste de África. La presencia de grupos terroristas en la zona tiene costes enormes para la población y para las economías de países que pretenden demostrar a duras penas su solvencia.Muhammad Dan Suleiman, Lecturer (Sessional) in International Relations, Curtin UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1912752022-09-23T11:23:48Z2022-09-23T11:23:48ZIrán: Las protestas por la imposición del hiyab suscitan llamadas feministas a la acción en todo el mundo árabe<p>Las autoridades iraníes están reprimiendo las protestas que estallaron tras la muerte bajo custodia de una mujer de 22 años que fue detenida por la policía de la moral por no llevar el hiyab adecuadamente. La <a href="https://www.bbc.co.uk/news/world-middle-east-62986057">muerte de Mahsa Amini</a>, que al parecer fue golpeada tras ser detenida por llevar el pañuelo “de forma inadecuada”, desató protestas callejeras. </p>
<p>Los disturbios se han extendido por todo el país después de que muchas mujeres quemaran sus pañuelos para protestar contra las leyes que les obligan a llevar el hiyab. Según los informes, siete personas han sido asesinadas, y <a href="https://twitter.com/netblocks/status/1572651793355603972">el gobierno ha cerrado casi por completo</a> Internet.</p>
<p>Pero en el mundo árabe –incluido Irak, donde me crié– las protestas han llamado la atención y las mujeres se están <a href="https://twitter.com/i/spaces/1RDGlaVekMMJL/peek">citando en internet</a> para <a href="https://twitter.com/EsraaMAA1/status/1572373663164538882?s=20&t=sP2kn4dJ7RZUSqWT6GDr6w">ofrecer solidaridad</a> a las mujeres iraníes que luchan bajo el duro régimen teocrático del país.</p>
<p>La imposición del hiyab y, por extensión, la tutela sobre los cuerpos y las mentes de las mujeres, no son exclusivas de Irán. Se manifiestan en diferentes formas y grados en muchos países. </p>
<p>En Irak, y a diferencia del caso de Irán, el uso forzado del hiyab <a href="https://www.mei.edu/publications/constitutional-and-legal-rights-iraqi-women">es inconstitucional</a>. Sin embargo, la ambigüedad y las contradicciones de gran parte de la Constitución iraní, en particular el <a href="https://www.constituteproject.org/constitution/Iraq_2005.pdf?lang=en">artículo 2</a> que dice que el Islam es la fuente principal de legislación, ha permitido forzar el uso de hiyab.</p>
<p>Desde la década de 1990, cuando Saddam Hussein lanzó su <a href="https://www.theguardian.com/world/2005/jan/24/iraq.rorymccarthy1">Campaña de la Fe</a> en respuesta a las sanciones económicas impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU, se ha generalizado la presión sobre las mujeres para que lleven el hiyab. Tras la invasión del país liderada por Estados Unidos, la situación empeoró bajo el gobierno de los partidos islamistas, muchos de los cuales tienen estrechos vínculos con Irán. </p>
<p>En contra de la afirmación hecha en 2004 por el presidente estadounidense <a href="https://georgewbush-whitehouse.archives.gov/news/releases/2004/03/20040312-5.html">George W. Bush</a> de que el pueblo iraquí estaba “aprendiendo ahora las bendiciones de la libertad”, las mujeres han estado soportando la pesada mano del patriarcado perpetuado por el islamismo, la militarización y el tribalismo, exacerbado por la influencia de Irán.</p>
<p>Salir sin hiyab en Bagdad se convirtió en una lucha diaria para mí después de 2003. Tenía que ponerme un pañuelo en la cabeza para protegerme siempre que entraba en un barrio conservador, especialmente durante los años de violencia sectaria. </p>
<p>Los recuerdos de los carteles y pancartas prohiyab que colgaban en los alrededores de mi universidad en el centro de Bagdad siempre me han perseguido. La situación no ha cambiado en dos décadas, con el hiyab <a href="http://www.idu.net/modblank.php?mod=news&modfile=print&itemid=25626">obligatorio</a> en las escuelas primarias y secundarias. </p>
<p>Una <a href="https://www.bbc.com/arabic/trending-62985885">nueva campaña</a> contra el uso obligatorio del hiyab en las escuelas públicas iraquíes ha surgido en las redes sociales. Natheer Isaa, una de las principales activistas del grupo <a href="https://twitter.com/Nathereisaa">Women for Women</a>, que lidera la campaña, me dijo que el hiyab es apreciado por muchos miembros conservadores o tribales de la sociedad y que la reacciones violentas son previsibles.</p>
<p>Campañas similares fueron suspendidas debido a amenazas y ataques en línea. Las mujeres que publican en las redes sociales con el <em>hashtag</em> de la campaña #notocompulsoryhijab (“no al hiyab obligatorio”), han atraído <a href="https://twitter.com/am_m_zhs/status/1571931577491275782?s=20&t=Y9fneuMxJufMq7RgcRMsSg">tuits reaccionarios</a> acusándolas de ser antiislámicas y antisociales. </p>
<p>Acusaciones similares se lanzan contra las mujeres iraníes que desafían al régimen quitándose o quemando sus pañuelos. El clérigo chiíta iraquí Ayad Jamal al-Dinn <a href="https://twitter.com/hiba_alnnayib/status/1572696301363666944?s=20&t=n1UixEREr2gur81vBChBgA">arremetió</a> contra las protestas en su cuenta de Twitter, calificando a las mujeres iraníes que protestan de “putas antihiyab” que buscan destruir el Islam y la cultura.</p>
<h2>Ciberfeministas y hombres reaccionarios</h2>
<p>En mi <a href="https://warwick.ac.uk/fac/soc/pais/research/projects/internationalrelationssecurity/cyberfeminisms/">trabajo etnográfico digital</a> sobre el ciberfeminismo en Irak y otros países, me he encontrado con numerosas reacciones similares ante las mujeres que cuestionan el hiyab o deciden quitárselo. Las mujeres que utilizan sus cuentas en las redes sociales para rechazar el hiyab suelen recibir ataques sexistas y amenazas que intentan avergonzarlas y silenciarlas. </p>
<p>Las que hablan abiertamente de su decisión de quitarse el hiyab reciben las reacciones más duras. El hiyab está vinculado al honor y la castidad de las mujeres, por lo que quitárselo se considera un desafío.</p>
<p>La lucha de las mujeres contra el hiyab obligatorio y la reacción contra ellas desafía la narrativa cultural predominante que dice que llevar el hiyab es una elección libre. Mientras que muchas mujeres deciden libremente si lo llevan o no, otras se ven obligadas a llevarlo. </p>
<p>Por ello, los académicos deben revisar el discurso en torno al hiyab y las condiciones que perpetúan su uso obligatorio. Al hacerlo, es importante alejarse de las falsas dicotomías de cultura frente a religión, o de lo local frente a lo occidental, que oscurecen en lugar de iluminar las causas fundamentales del hiyab obligatorio.</p>
<p>En su <a href="https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0141778919849525">investigación académica</a> sobre la violencia de género en el contexto de Oriente Medio, la académica feminista Nadje al-Ali hace hincapié en la necesidad de romper con esta dialéctica y reconocer las diversas y complejas dinámicas de poder implicadas, tanto a nivel local como internacional. </p>
<p>La cuestión de obligar a las mujeres a llevar el hiyab en las sociedades conservadoras debería estar en el centro de cualquier debate sobre la lucha más amplia de las mujeres por la libertad y la justicia social. </p>
<p>La lucha de las mujeres iraníes contra el uso obligatorio del hiyab, a pesar de las medidas de seguridad, forma parte de una lucha más amplia de las mujeres contra los regímenes conservadores autocráticos y las sociedades que les niegan su autonomía. La indignación colectiva en Irán e Irak nos invita a desafiar el hiyab obligatorio y a quienes se lo imponen a las mujeres o perpetúan las condiciones que lo permiten.</p>
<p>Como me dijo una activista iraquí: “Para muchas de nosotras, el hiyab es como las puertas de una cárcel, y nosotras somos las prisioneras invisibles”. Es importante que los medios de comunicación internacionales y las activistas saquen a la luz su lucha, sin suscribir la narrativa de que las mujeres musulmanas necesitan ser salvadas por la comunidad internacional.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/191275/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Balsam Mustafa no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las activistas feministas utilizan Internet para desafiar a la clase dirigente conservadora y empoderar a las mujeres árabes.Balsam Mustafa, Leverhulme Early Career Research Fellow, Department of Politics and International Studies, University of WarwickLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1881012022-08-02T14:35:59Z2022-08-02T14:35:59Z¿Quién era Ayman al-Zawahri y en qué situación queda Al Qaeda tras su muerte?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/477177/original/file-20220802-17-1nv7fs.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2995%2C2326&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">¿Quién sustituirá al hombre que sustituyó a Bin Laden?</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/osama-bin-laden-sits-with-his-adviser-ayman-al-zawahiri-an-news-photo/681898?adppopup=true">Visual News / Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>Ayman al-Zawahri, líder de Al Qaeda y conspirador de los atentados terroristas del 11-S, <a href="https://apnews.com/article/ayman-al-zawahri-al-qaida-terrorism-biden-36e5f10256c9bc9972b252849eda91f2">fue eliminado en un ataque con un avión no tripulado</a> en la ciudad afgana de Kabul, casi un año después de que <a href="https://www.cnn.com/2021/08/30/politics/us-military-withdraws-afghanistan/index.html">las tropas estadounidenses salieran de Afganistán</a> tras décadas de lucha en este país. </p>
<p>Nacido en Egipto, Ayman al-Zawahri se convirtió en el máximo dirigente de Al Qaeda en 2011, después de que su predecesor, Osama bin Laden, fuera <a href="https://www.npr.org/series/135908383/osama-bin-laden-dead">asesinado en una operación ordenada por Barack Obama</a>. El ascenso de al-Zawahri se produjo tras años en los que el liderazgo de Al Qaeda se había visto minado por <a href="https://direct.mit.edu/isec/article-abstract/43/2/45/12208/What-Explains-Counterterrorism-Effectiveness?redirectedFrom=fulltext">los ataques estadounidenses con aviones no tripulados en Pakistán</a>. El propio Bin Laden había estado <a href="https://www.ctc.usma.edu/letters-from-abbottabad-bin-ladin-sidelined/">luchando</a> en los años anteriores a su muerte para ejercer el control y la unidad en toda la red global de afiliados de Al Qaeda. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="La pantalla de un ordenador portátil muestra a Ayman al-Zawahri hablando con la traducción al inglés debajo que dice 'Bush sabes dónde estoy. Estoy en medio'" src="https://images.theconversation.com/files/477151/original/file-20220802-14-ulv6x8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=14%2C11%2C1982%2C1341&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/477151/original/file-20220802-14-ulv6x8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=407&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/477151/original/file-20220802-14-ulv6x8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=407&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/477151/original/file-20220802-14-ulv6x8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=407&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/477151/original/file-20220802-14-ulv6x8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=511&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/477151/original/file-20220802-14-ulv6x8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=511&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/477151/original/file-20220802-14-ulv6x8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=511&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Ayman al-Zawahri desafiando al entonces presidente George W. Bush.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/BidenAfghanistan/32481436d03047e8892fd3cef111ea9b/photo?Query=Zawahri&mediaType=photo&sortBy=arrivaldatetime:desc&dateRange=Anytime&totalCount=67&currentItemNo=23">AP Photo/B.K.Bangash</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Al-Zawahri sucedió a Bin Laden a pesar de tener una reputación dudosa. Aunque tenía un largo historial de participación en la lucha yihadista, muchos <a href="https://www.cnn.com/2018/09/08/opinions/where-is-bin-ladens-partner-in-crime-ayman-al-zawahiri">observadores</a> e incluso los yihadistas lo consideraban un lánguido orador sin credenciales religiosas formales ni reputación en el campo de batalla.</p>
<p>Al carecer del carisma de su predecesor, la <a href="https://www.universiteitleiden.nl/binaries/content/assets/customsites/perspectives-on-terrorism/2017/issue-1/0620171-deciphering-ayman-al-zawahiri-and-al-qaeda%E2%80%99s-strategic-and-ideological-imperatives-by-sajjan-m.-gohel.pdf">imagen</a> de al-Zawahri como líder no se vio favorecida por su tendencia a embarcarse en discursos largos, serpenteantes y a menudo desfasados. </p>
<p>Al-Zawahri también tuvo problemas para librarse de los rumores de que era un <a href="https://www.pulitzer.org/winners/lawrence-wright">informador de la prisión</a> mientras estaba detenido en Egipto.</p>
<p>La influencia de al-Zawahri se redujo aún más durante la serie de levantamientos populares conocidos como la <a href="https://www.aljazeera.com/news/2020/12/17/what-is-the-arab-spring-and-how-did-it-start">Primavera Árabe, que recorrió el norte de África y Oriente Medio</a>, cuando parecía que Al Qaeda había quedado al margen y era incapaz de aprovechar eficazmente el estallido de la guerra en Siria e Irak. Tanto para los analistas como para sus partidarios, al-Zawahri parecía el símbolo de una Al Qaeda anticuada y rápidamente eclipsada por otros grupos a los que había ayudado a entrar en la escena mundial. </p>
<p>Pero con el <a href="https://www.theguardian.com/world/2019/mar/23/the-rise-and-fall-of-the-isis-caliphate">colapso del califato del grupo Estado Islámico</a> en 2019, el regreso al poder en Afganistán de los aliados de Al Qaeda, los talibanes, y la persistencia de las filiales de Al Qaeda <a href="https://www.cfr.org/blog/islamic-state-and-al-qaeda-linked-african-insurgencies">especialmente en África</a>, algunos expertos <a href="https://warontherocks.com/2022/05/how-strong-is-al-qaeda-a-debate/">sostienen</a> que al-Zawahri guió a Al Qaeda durante su período más difícil y que el grupo sigue siendo una potente amenaza. De hecho, un alto funcionario de la administración Biden <a href="https://apnews.com/article/ayman-al-zawahri-al-qaida-terrorism-biden-36e5f10256c9bc9972b252849eda91f2">dijo a Associated Press</a> que, en el momento de su muerte, al-Zawahri seguía ejerciendo la “dirección estratégica” y se le consideraba una figura peligrosa.</p>
<h2>¿Dónde queda Al Qaeda tras su muerte?</h2>
<p>Matar o capturar a los principales líderes terroristas ha sido una herramienta clave de la lucha antiterrorista durante décadas. Este tipo de operaciones eliminan a los líderes terroristas del campo de batalla y obligan a <a href="https://cup.columbia.edu/book/terror-in-transition/9780231192255">luchas de sucesión</a> que perturban la cohesión del grupo y pueden exponer las vulnerabilidades de seguridad. A diferencia del Estado Islámico, que tiene unas claras <a href="https://theconversation.com/islamic-state-leader-killed-in-us-raid-where-does-this-leave-the-terrorist-group-176410">prácticas de sucesión de liderazgo</a> que ha exhibido en cuatro ocasiones desde la muerte en 2006 de su fundador Abu Musab al-Zarqawi, las de Al Qaeda son menos claras. El sucesor de al-Zawahri será sólo el tercer líder del movimiento <a href="https://archives.fbi.gov/archives/news/testimony/al-qaeda-international">desde su formación</a> en 1988.</p>
<p>El <a href="https://www.securitycouncilreport.org/atf/cf/%7B65BFCF9B-6D27-4E9C-8CD3-CF6E4FF96FF9%7D/S%202022%20547.pdf">principal aspirante</a> es otro egipcio. Antiguo coronel del ejército egipcio y, al igual que al-Zawahri, miembro de la Jihad Islámica Egipcia, afiliada a Al Qaeda, <a href="https://www.fbi.gov/wanted/wanted_terrorists/saif-al-adel">Saif al-Adel está relacionado con</a> los atentados de 1998 contra las embajadas de Estados Unidos en Tanzania y Kenia que lanzaron a Al Qaeda como una amenaza yihadista global. Su reputación como experto en explosivos y estratega militar le ha valido un gran prestigio dentro del movimiento de Al Qaeda. Detrás de al-Adel hay otras posibilidades, y un reciente <a href="https://www.securitycouncilreport.org/atf/cf/%7B65BFCF9B-6D27-4E9C-8CD3-CF6E4FF96FF9%7D/S%202022%20547.pdf">informe del Consejo de Seguridad de la ONU</a> identifica a varios posibles sucesores. </p>
<p>En cualquier caso, podríamos decir que Al Qaeda se encuentra en una encrucijada. Si el sucesor de al-Zawahri es ampliamente reconocido como legítimo tanto por el núcleo de Al Qaeda como por sus afiliados, podría ayudar a estabilizar el movimiento. Pero cualquier ambigüedad en torno al plan de sucesión de Al Qaeda podría poner en tela de juicio la autoridad del nuevo líder, lo que a su vez podría fracturar aún más el movimiento.</p>
<p>Las pruebas sugieren que la presencia de Al Qaeda como movimiento global sobrevivirá a la muerte de al-Zawahri, al igual que ocurrió con la de Bin Laden. La red ha visto <a href="https://warontherocks.com/2022/05/how-strong-is-al-qaeda-a-debate/">una serie de éxitos recientes</a>. Los talibanes, aliados desde hace mucho tiempo, se hicieron con el control de Afganistán con la ayuda de <a href="https://cisac.fsi.stanford.edu/mappingmilitants/profiles/al-qaeda-indian-subcontinent-aqis">Al Qaeda en el subcontinente indio</a>, una filial que ahora está <a href="https://warontherocks.com/2022/05/how-strong-is-al-qaeda-a-debate/">ampliando sus operaciones en Pakistán e India</a>. Mientras tanto, las filiales de todo el continente africano –desde Malí y la región del lago Chad hasta Somalia– siguen siendo una amenaza, y algunas de ellas <a href="https://www.securitycouncilreport.org/atf/cf/%7B65BFCF9B-6D27-4E9C-8CD3-CF6E4FF96FF9%7D/S%202022%20547.pdf">se están expandiendo más allá de sus áreas tradicionales de operación</a>.</p>
<p>Otros afiliados, como Al Qaeda en la Península Arábiga, con sede en Yemen, siguen siendo leales al núcleo y, según el equipo de vigilancia de la ONU, <a href="https://www.securitycouncilreport.org/atf/cf/%7B65BFCF9B-6D27-4E9C-8CD3-CF6E4FF96FF9%7D/S%202022%20547.pdf">están dispuestos a reavivar</a> los ataques en el extranjero contra Estados Unidos y sus aliados.</p>
<p>Ahora, el sucesor de al-Zawahri tratará de conservar la lealtad de los afiliados a Al Qaeda mientras ésta se esfuerza por seguir siendo una potente amenaza.</p>
<h2>¿Qué nos dice esto sobre las operaciones estadounidenses en Afganistán bajo los talibanes?</h2>
<p>La retirada estadounidense de Afganistán en agosto de 2021 suscitó preguntas sobre si Estados Unidos podría mantener la presión sobre Al Qaeda, <a href="https://theconversation.com/what-is-isis-k-two-terrorism-experts-on-the-group-behind-the-deadly-kabul-airport-attack-and-its-rivalry-with-the-taliban-166873">ISIS-K</a> y otros grupos armados en el país.</p>
<p><a href="https://www.nationaldefensemagazine.org/articles/2021/11/20/sof-leader-calls-over-the-horizon-ops-in-afghanistan-hard-but-doable">Los funcionarios estadounidenses explicaron</a> que una estrategia “por encima del horizonte” –lanzando ataques quirúrgicos e incursiones de operaciones especiales desde fuera– permitiría a Estados Unidos hacer frente a los problemas que surgieran, como los ataques terroristas y el resurgimiento de las redes terroristas.</p>
<p>Pero muchos expertos <a href="https://foreignpolicy.com/2022/01/05/over-the-horizon-biden-afghanistan-counter-terrorism/">no estaban de acuerdo</a>. Y cuando un <a href="https://apnews.com/article/afghanistan-kabul-taliban-strikes-islamic-state-group-b8bd9b0c805c610758bd1d3e20090c2c">ataque erróneo de un avión no tripulado estadounidense</a> mató a siete niños, a un trabajador humanitario empleado por Estados Unidos y a otros civiles el pasado otoño, esa estrategia se sometió a un fuerte escrutinio.</p>
<p>Para los que dudaban de que Estados Unidos siguiera teniendo el deseo de perseguir a los terroristas clave en Afganistán, el asesinato de al-Zawahri da una respuesta clara. Este ataque <a href="https://apnews.com/article/ayman-al-zawahri-al-qaida-terrorism-biden-36e5f10256c9bc9972b252849eda91f2">al parecer, implicó</a> una vigilancia a largo plazo de al-Zawahri y su familia y un intenso debate dentro del gobierno estadounidense antes de recibir la aprobación presidencial. El presidente Joe Biden afirmó que se llevó a cabo sin víctimas civiles.</p>
<p>Al mismo tiempo, Estados Unidos tardó 11 meses en atacar su primer objetivo de alto valor en Afganistán bajo los talibanes. Esto contrasta con los <a href="https://www.voanews.com/a/us-military-significantly-reduced-global-airstrikes-in-2021-/6392771.html">cientos de ataques aéreos</a> ejecutados en los años anteriores a la retirada de Estados Unidos.</p>
<p>El ataque se produjo en un barrio de Kabul poblado por altos cargos talibanes. <a href="https://apnews.com/article/ayman-al-zawahri-al-qaida-terrorism-biden-36e5f10256c9bc9972b252849eda91f2">El propio piso franco pertenecía</a> a un alto ayudante de Sirajuddin Haqqani, un terrorista <a href="https://www.fbi.gov/wanted/terrorinfo/sirajuddin-haqqani">buscado por Estados Unidos</a> y uno de los principales líderes talibanes. </p>
<p>Ayudar e instigar a al-Zawahri fue una violación del <a href="https://www.state.gov/wp-content/uploads/2020/02/Agreement-For-Bringing-Peace-to-Afghanistan-02.29.20.pdf">acuerdo de Doha</a>, según el cual los talibanes acordaron “no cooperar con grupos o individuos que amenazaran la seguridad de Estados Unidos y sus aliados”. Las circunstancias del ataque sugieren que si Estados Unidos quiere realizar operaciones eficaces en Afganistán, no puede <a href="https://foreignpolicy.com/2019/08/26/how-to-partner-with-the-taliban/">contar con</a> el apoyo de los talibanes. </p>
<p>El ataque contra al-Zawahri tampoco aclara si la estrategia estadounidense tras la retirada puede servir para contener a otros grupos yihadistas de la región como <a href="https://theconversation.com/what-is-isis-k-two-terrorism-experts-on-the-group-behind-the-deadly-kabul-airport-attack-and-its-rivalry-with-the-taliban-166873">ISIS-K</a>, que se opone vehementemente a los talibanes y <a href="https://ctc.usma.edu/the-islamic-state-threat-in-taliban-afghanistan-tracing-the-resurgence-of-islamic-state-khorasan/">se está expandiendo en Afganistán</a>. </p>
<p>De hecho, creemos que si más yihadistas perciben que los talibanes son demasiado débiles para proteger a los principales líderes de Al Qaeda y sus afiliados, y al mismo tiempo son incapaces de gobernar Afganistán sin la ayuda de Estados Unidos, muchos verán al <a href="https://warontherocks.com/2021/10/the-taliban-cant-take-on-the-islamic-state-alone/">ISIS-K como la mejor opción</a>.</p>
<p>Estas y otras dinámicas ponen de manifiesto los numerosos retos que plantea la lucha antiterrorista en Afganistán en la actualidad, y que probablemente no se resolverán con ataques ocasionales de drones y asesinatos de alto nivel.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/188101/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>El golpe de Estados Unidos contra Ayman al-Zawahri deja el futuro de Al Qaeda en una encrucijada mientras el movimiento terrorista busca un nuevo líder.Haroro J. Ingram, Senior Research Fellow at the Program on Extremism, George Washington UniversityAndrew Mines, Research Fellow at the Program on Extremism, George Washington UniversityDaniel Milton, Director of Research, United States Military Academy West PointLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1669062021-08-27T09:57:46Z2021-08-27T09:57:46Z¿Qué es el ISIS-K?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/418209/original/file-20210827-26990-1tbn0os.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C4739%2C3166&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El ISIS-K, afiliado al grupo Estado Islámico, ha reivindicado la autoría del atentado de Kabul.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/graphic-content-topshot-volunteers-and-medical-staff-unload-news-photo/1234877920">Wakil Kohsar/AFP/Getty Images</a></span></figcaption></figure><p><em>Un <a href="https://apnews.com/article/europe-france-evacuations-kabul-9e457201e5bbe75a4eb1901fedeee7a1">atentado contra una multitud</a> reunida a las afueras del aeropuerto de Kabul el 26 de agosto de 2021 ha dejado al menos 60 muertos, entre ellos <a href="https://www.nytimes.com/live/2021/08/26/world/afghanistan-taliban-biden-news">al menos una docena</a> de marines estadounidenses. El ISIS-K <a href="https://www.reuters.com/world/islamic-state-claims-responsibility-kabul-airport-attack-2021-08-26/">reivindicó la autoría</a> del atentado suicida coordinado y del asalto con armas de fuego, que se produjo apenas unos días después de que <a href="https://deadline.com/2021/08/joe-biden-terror-attack-warning-afghanistan-taliban-infrastructure-vote-g7-kamala-harris-1234821064/">el presidente Joe Biden advirtiera</a> que el grupo –afiliado al grupo Estado Islámico que opera en Afganistán– estaba “tratando de apuntar al aeropuerto y atacar a las fuerzas estadounidenses y aliadas y a civiles inocentes”.</em></p>
<p><em>Amira Jadoon, <a href="https://www.westpoint.edu/social-sciences/profile/amira_jadoon">experta en terrorismo de la Academia Militar de Estados Unidos en West Point</a>, y Andrew Mines, <a href="https://extremism.gwu.edu/andrew-mines">investigador del Programa sobre Extremismo de la Universidad George Washington</a>, llevan años siguiendo la pista de ISIS-K y han respondido a nuestras preguntas sobre quién es el grupo terrorista y la amenaza que supone en un Afganistán inestable.</em></p>
<h2>¿Quién es el ISIS-K?</h2>
<p>La Provincia de Jorasán del Estado Islámico, también conocida por las siglas ISIS-K, ISKP e ISK, es la rama del movimiento del Estado Islámico que opera en Afganistán, tal y como ha sido <a href="https://www.ctc.usma.edu/pledging-baya-a-benefit-or-burden-to-the-islamic-state/">reconocido</a> por los líderes del Estado Islámico en Irak y Siria.</p>
<p>El ISIS-K se fundó oficialmente en enero de 2015. En poco tiempo, logró consolidar el control territorial en varios distritos rurales del <a href="https://www.afghanistan-analysts.org/en/reports/war-and-peace/qari-hekmats-island-a-daesh-enclave-in-jawzjan/">norte</a> y <a href="https://www.afghanistan-analysts.org/en/reports/war-and-peace/the-islamic-state-in-khorasan-how-it-began-and-where-it-stands-now-in-nangarhar/">noreste</a> de Afganistán, y lanzó una campaña letal a través de este país y de Pakistán. En sus primeros tres años, el ISIS-K lanzó <a href="https://ctc.usma.edu/allied-lethal-islamic-state-khorasans-network-organizational-capacity-afghanistan-pakistan/">ataques</a> contra grupos minoritarios, zonas e instituciones públicas y objetivos gubernamentales en las principales ciudades de Afganistán y Pakistán.</p>
<p>En 2018, se había convertido en una de las <a href="https://www.visionofhumanity.org/wp-content/uploads/2020/11/GTI-2019-web.pdf">cuatro organizaciones terroristas más mortíferas</a> del mundo, según el Índice de Terrorismo Global del Instituto para la Economía y la Paz. </p>
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<img alt="Un soldado del ejército nacional afgano se encuentra en una habitación de un edificio utilizado anteriormente como cárcel por el ISIS-K." src="https://images.theconversation.com/files/418143/original/file-20210826-19-1f6b44m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/418143/original/file-20210826-19-1f6b44m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/418143/original/file-20210826-19-1f6b44m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/418143/original/file-20210826-19-1f6b44m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/418143/original/file-20210826-19-1f6b44m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/418143/original/file-20210826-19-1f6b44m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/418143/original/file-20210826-19-1f6b44m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Un soldado afgano inspecciona una antigua cárcel del ISIS-K en la provincia de Nangarhar, al este de Afganistán.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Andrew Renneisen/Getty Images</span></span>
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<p>Pero tras sufrir importantes <a href="https://ctc.usma.edu/broken-not-defeated-examination-state-led-operations-islamic-state-khorasan-afghanistan-pakistan-2015-2018/">pérdidas territoriales, de liderazgo y de efectivos</a> ante la coalición liderada por Estados Unidos y sus socios afganos –que culminaron con la <a href="https://undocs.org/S/2020/53">rendición</a> de más de 1 400 de sus combatientes y sus familias al gobierno afgano a finales de 2019 y principios de 2020– la organización fue declarada, por algunos, como <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2020/02/09/afghanistan-claims-islamic-state-was-obliterated-fighters-who-got-away-could-stage-resurgence/">derrotada</a>. </p>
<h2>Los antecedentes del grupo</h2>
<p>El <a href="https://www.ctc.usma.edu/situating-the-emergence-of-the-islamic-state-of-khorasan/">ISIS-K fue fundado</a> por antiguos miembros de los talibanes pakistaníes, los talibanes afganos y el Movimiento Islámico de Uzbekistán. Sin embargo, con el paso del tiempo, el grupo ha ido captando militantes de otros grupos.</p>
<p>Uno de los puntos fuertes del grupo es su capacidad para aprovechar la experiencia local de estos combatientes y comandantes. El ISIS-K comenzó a consolidar su territorio en los distritos del sur de la provincia de Nangarhar, situada en la frontera noreste de Afganistán con Pakistán, donde se encontraba el antiguo bastión de Al Qaeda en la zona de Tora Bora. </p>
<p>El ISIS-K utilizó su posición en la frontera para obtener suministros y reclutas de las zonas tribales de Pakistán, así como la experiencia de otros grupos locales con los que forjó <a href="https://ctc.usma.edu/allied-lethal-islamic-state-khorasans-network-organizational-capacity-afghanistan-pakistan/">alianzas operativas</a>.</p>
<p>Hay pruebas sustanciales que demuestran que el grupo ha recibido <a href="https://www.undocs.org/S/2016/629">dinero</a>, <a href="https://www.hurstpublishers.com/book/islamic-state-khorasan/">asesoramiento y formación</a> del núcleo organizativo del grupo Estado Islámico en Irak y Siria. Algunos <a href="https://www.hurstpublishers.com/book/islamic-state-khorasan/">expertos</a> han situado esas cifras en más de 100 millones de dólares.</p>
<h2>¿Cuáles son sus objetivos y tácticas?</h2>
<p>La estrategia general del ISIS-K pasa por establecer una red para que el movimiento del Estado Islámico expanda su llamado califato a Asia central y meridional.</p>
<p>Su objetivo es consolidarse como la principal organización yihadista de la región, en parte aprovechando el legado de los grupos yihadistas que le precedieron. Esto es evidente en el mensaje del grupo, que atrae tanto a los combatientes yihadistas veteranos como a las poblaciones más jóvenes de <a href="https://www.usip.org/publications/2020/06/bourgeois-jihad-why-young-middle-class-afghans-join-islamic-state">las zonas urbanas</a>.</p>
<p>Al igual que su homónimo en Irak y Siria, el ISIS-K aprovecha la experiencia de su personal y las <a href="https://ctc.usma.edu/allied-lethal-islamic-state-khorasans-network-organizational-capacity-afghanistan-pakistan/">alianzas operativas</a> con otros grupos para llevar a cabo ataques devastadores. </p>
<p>Estos ataques se dirigen a minorías como las poblaciones afganas <a href="https://www.forbes.com/sites/ewelinaochab/2021/05/09/bombings-outside-a-school-in-afghanistan-kill-over-68-people-mostly-children/?sh=3472baea1f3a">Hazara</a> y <a href="https://www.theguardian.com/world/2020/mar/25/afghanistan-dozens-killed-in-attack-on-kabul-sikh-temple">Sikh</a>, así como a <a href="https://www.nytimes.com/2020/12/10/world/asia/afghanistan-journalist-malalai-maiwand.html">periodistas</a>, <a href="https://www.theguardian.com/world/2018/jan/24/explosion-attack-save-the-children-office-jalalabad-afghanistan">trabajadores humanitarios</a>, personal de seguridad e infraestructuras gubernamentales.</p>
<p>El objetivo del ISIS-K es crear el caos y la incertidumbre en un intento de empujar a los combatientes desilusionados de otros grupos a sus filas, y poner en duda la capacidad de cualquier gobierno para proporcionar seguridad a la población. </p>
<h2>¿Qué relación tiene el ISIS-K con los talibanes?</h2>
<p>El ISIS-K considera a los talibanes afganos como sus rivales estratégicos. Califica a los talibanes afganos de “<a href="https://www.afghanistan-analysts.org/en/reports/war-and-peace/iskps-battle-for-minds-what-are-their-main-messages-and-who-do-they-attract/">asquerosos nacionalistas</a>” con ambiciones de formar un gobierno limitado a las fronteras de Afganistán. Esto contradice el objetivo del movimiento Estado Islámico de establecer un califato global.</p>
<p>Desde su creación, el ISIS-K ha tratado de reclutar a miembros talibanes afganos y ha atacado posiciones talibanes en todo el país.</p>
<p>Los esfuerzos del ISIS-K han tenido cierto éxito, pero los talibanes han conseguido frenar los desafíos del grupo mediante <a href="https://www.afghanistan-analysts.org/en/reports/war-and-peace/qari-hekmats-island-overrun-taleban-defeat-iskp-in-jawzjan/">ataques y operaciones</a> contra el personal y las posiciones del ISIS-K.</p>
<p>Estos enfrentamientos se han producido a menudo junto con la potencia aérea estadounidense y afgana y las operaciones terrestres contra el ISIS-K, aunque todavía no está claro hasta qué punto se han coordinado estas operaciones.</p>
<p>Lo que está claro es que la mayor parte de las <a href="https://ctc.usma.edu/broken-not-defeated-examination-state-led-operations-islamic-state-khorasan-afghanistan-pakistan-2015-2018/">pérdidas de personal y liderazgo</a> del ISIS-K fueron el resultado de las operaciones dirigidas por Estados Unidos y Afganistán, y de los ataques aéreos estadounidenses en particular. </p>
<h2>¿Qué grado de amenaza representa el ISIS-K en Afganistán y para la comunidad internacional?</h2>
<p>Al ser una organización relativamente debilitada, los objetivos inmediatos del ISIS-K son reponer sus filas y subrayar su determinación mediante atentados de gran repercusión. Esto puede ayudar a garantizar que el grupo no se convierta en un actor irrelevante en el panorama afgano-pakistaní. Está interesado en atacar a los socios estadounidenses y aliados en el extranjero, pero la medida en que el grupo es capaz de inspirar y dirigir ataques contra Occidente es <a href="https://www.nytimes.com/2019/08/02/world/middleeast/isis-afghanistan-us-military.html">una cuestión que ha dividido a la comunidad militar y de inteligencia estadounidense</a>.</p>
<p>En Afganistán, sin embargo, el ISIS-K ha demostrado ser una amenaza mucho mayor. Además de sus ataques contra las minorías afganas y las instituciones civiles, el grupo ha atacado a <a href="https://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/isis-islamic-state-afghanistan-wilayat-khorasan-red-cross-aid-workers-killed-shot-gunmen-massacre-a7568791.html">trabajadores de ayuda internacional</a>, ha saboteado los <a href="https://thediplomat.com/2021/06/10-killed-in-attack-on-demining-camp-in-afghanistan/">esfuerzos de retirada de minas terrestres</a> e incluso intentó <a href="https://www.cnn.com/2021/01/13/middleeast/isis-assassination-attempt-us-intl/index.html">asesinar</a> al principal enviado de Estados Unidos a Kabul en enero de 2021.</p>
<p>Todavía es demasiado pronto para saber en qué beneficiará la retirada de Estados Unidos de Afganistán al ISIS-K, pero el atentado en el aeropuerto de Kabul pone de manifiesto la continua amenaza que supone el grupo.</p>
<p>A corto plazo, es probable que el ISIS-K continúe con sus esfuerzos para sembrar el pánico y el caos, perturbar el proceso de retirada y demostrar que los talibanes afganos son incapaces de proporcionar seguridad a la población.</p>
<p>Si el grupo es capaz de reconstituir algún nivel de control territorial a largo plazo y reclutar más combatientes, lo más probable es que esté preparado para reaparecer y plantear amenazas a nivel nacional, regional e internacional.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/166906/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Amira Jadoon es profesora adjunta del Centro de Lucha contra el Terrorismo y del Departamento de Ciencias Sociales de la Academia Militar de EE.UU. en West Point, Nueva York. Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores y no representan al Centro de Lucha contra el Terrorismo, la Academia Militar de EE.UU., el Departamento de Defensa o el Gobierno de EE. UU.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Andrew Mines no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Se trata de uno de las cuatro organizaciones terroristas más mortíferas del mundo y, tras un largo período de crisis, reaparece ahora para intentar demostrar que los talibanes afganos son incapaces de proporcionar seguridad a la población.Amira Jadoon, Assistant Professor at the Combating Terrorism Center, United States Military Academy West PointAndrew Mines, Research Fellow at the Program on Extremism, George Washington UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.