Nuevo desarrollo en materiales para acabar con los virus y bacterias, responsables de gripes y resfriados, que se propagan por los conductos de la calefacción y el aire acondicionado.
Un programa de modelado energético permite saber si apagar el aire acondicionado mientras estamos fuera todo el día y encenderlo solo a la vuelta supone un ahorro de electricidad y dinero.
Los aires acondicionados y la refrigeración suponen actualmente el 12 % de la energía consumida a nivel global, y su demanda está aumentando en todo el mundo debido al cambio climático.
Europa está restringiendo de forma gradual el uso de hidrofluorocarbonos por su contribución al efecto invernadero. Pero no es tan sencillo: siguen importándose de manera ilegal y todavía no está claro cuál es la mejor alternativa.
Combinar el aire acondicionado y el ventilador, programar los aparatos y no pasarnos bajando la temperatura son algunas recomendaciones para mantener fresca la casa pagando un poco menos.
Con la llegada de las altas temperaturas, es importante saber aprovechar al máximo la eficiencia en el consumo energético. Aquí tiene las claves para reducir su factura y no pasar calor.
Con un diseño adecuado, los sistemas de climatización pueden contribuir a protegernos frente a la COVID-19. Conviene reducir al máximo la recirculación y aumentar la proporción de aire exterior.
Una reciente carta publicada por dos expertos y avalada por 239 científicos insiste en un nuevo modelo de dispersión del coronavirus en espacios cerrados que ha hecho que la OMS cambie de postura.
Los cristales plásticos, una familia de materiales descrita recientemente, podrían representar una alternativa a los fluidos usados actualmente en refrigeración, perjudiciales para el medio ambiente.