En estos últimos días de marzo el cometa Pons-Brooks, también conocido como ‘cometa diablo’, se acerca angularmente al Sol y aún es posible verlo y fotografiarlo al atardecer.
En pocas palabras, los agujeros blancos son como los agujeros negros, pero al revés: en vez de devorar luz y materia, la expulsan. Los científicos creen que podrían existir, aunque todavía no se ha encontrado ninguno.
La mejor tesis doctoral de la historia de la astrofísica, presentada en 1925 por Cecilia Payne, abordó el desafío de determinar la composición estelar desde lejos.
Si un microagujero negro, de una masa menor que el protón, llegara a la Tierra, ¿podría tragársela? ¿Aumentaría la temperatura del núcleo? ¿Generaría terremotos?
Ruth Lazkoz, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea and Ismael Ayuso Marazuela, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Si se han encontrado agujeros negros, ¿es posible encontrar también agujeros de gusano para viajar en el espacio-tiempo? Doraemon ya lo hacía.
El Observatorio Austral SWGO hará posible la observación de supernovas y agujeros negros gracias a la ciencia de veinticuatro países. Lo consigue disolviendo en agua partículas veloces.
Clara Cuesta Soria, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT)
DUNE es el mayor experimento de la física para cazar neutrinos. Es un ingenio tan sensible que podrá capturar y estudiar “partículas fantasma”, con una masa dos millones de veces inferior a la del electrón.
Un nuevo estudio revela que una explosión altamente energética ocurrida en 2022 tuvo efectos apreciables sobre la atmósfera. Su detección muestra que la Tierra está expuesta a fenómenos que nos hacen plantearnos nuestra fragilidad.
La Tierra se formó cerca del Sol en un entorno caliente y, por tanto, con relativa escasez de agua. Ahora, gracias a las imágenes obtenidas por el James Webb, podemos saber cómo llega el agua a los planetas rocosos como la Tierra.
Acaban de publicarse los resultados del estudio de pequeños granos minerales conocidos como circones, muy resistentes y retentivos de sus condiciones de formación. Estos diminutos circones constituyen las únicas pruebas sólidas que tenemos de la corteza primitiva de la Tierra y de la Luna, cuando ambas tenían océanos de magma en sus superficies.
El telescopio James Webb ha detectado gas dimetilsulfuro en la atmósfera del mundo hicéanico K2-18b. ¿Qué significa el hallazgo? ¿Y por qué es un error dar por hecho que estamos ante un signo de vida extraterrestre?
Rajendra Gupta, L’Université d’Ottawa/University of Ottawa
Una nueva hipótesis sugiere que el universo puede ser el doble de antiguo de lo que creíamos hasta ahora. Observaciones del telescopio espacial James Webb aportan nuevos datos sobre el ritmo de expansión del universo.
Se ha detectado un murmullo cósmico: un fondo de ondas gravitacionales asociadas a fenómenos violentos, como la fusión de agujeros negros supermasivos o el momento en que el universo comenzó a expandirse.
En Malargüe, Argentina, está instalado el mayor detector de rayos cósmicos del mundo. Detecta partículas que proceden de otras galaxias y caen sobre nosotros, como una lluvia imperceptible, después de un viaje de millones de años.
Supernovas, la mayor explosión que la humanidad haya contemplado jamás. Desde el principio de los tiempos, han contribuido a la evolución química del universo, y continúan haciéndolo.
Profesor de Investigación en el Instituto de Astrofísica de Andalucía y en la Unidad Asociada al CSIC en la Universidad de Málaga, Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC)